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 II I LO POSIBLE Y LO REAL I WNSAYO PUBLICADO EN LA REVISTA SUECA «NORDISK TIDSKRIFT» EN NOVIEMBRE DE 1930) (1) '¿ulsiera volver sobre un asunto del que he hablado ya: - j ¡ración continua de imprevisible novedad que parece luí muirse en el universo. Por mijparte, creo experimen- ¡i c ada instante . Pero es imposi ble representarme 1  •l»*i.ille lo que va a sucederme: ¡qué pobre, abstracta y "inrmática es mi representación en comparación con el ulo que se produce! La realización trae aparejada una HIM imprevisible gue cambia todo. Tengo, por ejemplo, , «ii,eistir a una reunión; allí sé qué personas encontraré, i'iliuor de qmesa, en qué orden, para discutir de M iiroblema. Pero que ellas vengan, se sienten, conver- .•M ramo yo me esperaba, que ellas digan lo que yo pen- I>n que dirían: el conjunto me da una impresión única ......... como si fuese ahora diseñado de un solo rasgo •ir¡nal por una mano de artista. ¡Adiós la imagen que ni(> había formado de ella, simple yuxtaposición, figu- •ilile ( le antemano, de cosas ya conocidas! Estoy de acuer- 1  ' ron que el cuadro no tenga el valor artístico de un imhrandt o de un Velázquez: pero es tan inesperado y, ii imte sentido, tan original como si lo tuviese. Se alegará i > Este artículo era el desarrollo de algunos puntos de vista «i utados en la inauguración del «mitin filosófico» de Oxford, el i  il< Hcptiembre de 1920, Al escribirlo para la revista sueca N or di sk i Lri ft, queríamos testimoniar el pesar que experimentamos por i• • »111?r ir a dar una conferencia a Estocolmo, según costumbre, con i iiiin del premio Nobel. El artículo no ha aparecido, hasta ahora, || i|ue en lengua sueca.

03 Lo Posible y Lo Real -ODT

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Capítulo de lo posible y lo real, tercero del libro de Henry Bergson: 'El pensamiento y lo moviente'

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    LO POSIBLE Y LO REAL

    I WNSAYO PUBLICADO EN LA REVISTA SUECA NORDISK TIDSKRIFT EN NOVIEMBRE DE 1930) (1)

    'ulsiera volver sobre un asunto del que he hablado ya: - j racin continua de imprevisible novedad que parece

    lu muirse en el universo. Por mijparte, creo experimen- i cada instante . Pero es imposible representarme 1 l*i.ille lo que va a sucederme: qu pobre, abstracta y "inrmtica es mi representacin en comparacin con el ulo que se produce! La real izacin trae aparejada una HIM imprevisible gue cambia todo. Tengo, por ejemplo,

    , ii,eistir a una reunin; all s qu personas encontrar, i'iliuor de qu mesa, en qu orden, para discutir de M iiroblema. Pero que ellas vengan, se sienten, conver-.M ramo yo me esperaba, que ellas digan lo que yo pen- I>n que

    diran: el conjunto me da una impresin nica......... como si fuese ahora diseado de un solo rasgo irnal por una mano de artista. Adis la imagen que ni(> haba formado de ella, simple yuxtaposicin, figu- ilile (le antemano, de cosas ya conocidas! Estoy de acuer- 1 ' ron que el cuadro no tenga el valor artstico de unimhrandt o de un Velzquez: pero es tan inesperado y,

    ii imte sentido, tan original como si lo tuviese. Se alegar

    i > Este artculo era el desarrollo de algunos puntos de vista i utados en la inauguracin del mitin filosfico de Oxford, el i il< Hcptiembre de 1920, Al escribirlo para la revista sueca Nordisk i Lrift, queramos testimoniar el pesar que experimentamos por i 111?r ir a dar una conferencia a Estocolmo, segn costumbre, con i iiiin del premio Nobel. El artculo no ha aparecido, hasta ahora, || i|ue en lengua sueca.

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    que ignoraba el detalle de las circunstancias, que no di pona de los personajes, de sus gestos, de sus actitudes, que, si el conjunto me aporta algo nuevo, es porque i*1 suministra un aumento de elementos. Pero tengo l a mism impresin de novedad frente al desarrollo ae mi vida m terior. La siento, ms viva que nunca, frente a la acci/w querida por m y de la cual era el nico dueo. Si deliberantes de obrar, los momentos de la deliberacin se ofrec fJ 'a mi conciencia como bocetos sucesivos, cada uno niii en su especie, que un pintor hara de su cuadro; y el ai'l< mismo, al efectuarse, por mucho que se realice segn K querido y, por consiguiente, segn lo previsto, no conscil va su forma original. Bien, se dir; quiz haya algo or ginal y nico en un estado de alma; pero la materia iJ repeticin. El mundo exterior obedece a leyes mateni ticas: una inteligencia sobrehumana, que conocera la pii*" sicin, la direccin y la velocidad de todos los tomos . electrones del universo material en un momento dado calculara cualquier estado puro de este universo, comlo hacemos para un eclipse de Sol o de Luna. En ltiml instancia, estoy de acuerdo con ello si se trata solament' del mundo inerte, y pese a que la cuestin comienza a sol controvertida, al menos para los fenmenos elemei)talen Pero este mundo es slo una abstraccin. La realidad con creta comp rende lo s seres vivientes, conscientes, que so* encuadrados en la materia inorgnica. Digo vivientes j conscientes, pues estimo que el viviente es consciente di derecho; mas de hecho viene a ser inconsciente cuandi la conciencia se adormece, pero, hasta en las regioni donde la conciencia somnolece en lo vegetal, por ejeml po hay evolucin regulada, progreso definido, en ve,je cimiento; en fin, todos los signos exteriores de la dur acio! que caracterizan la conciencia. Adems, por qu hablm de una materia inerte donde la vT3a'y la conciencia w insertaran como en un cuadro? Con qu derecho se c

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    i progreso; aqullas ritman la vida de los seres consciente y mesuran su duracin. As, el ser viviente dura de l" esencial; dura justamente porque elabora sin cesar iiifn nuevo y porque no hay elaboracin sin bsqueda ni 'miueda sin titubeo. El tiempo es esta vacilacin o no es ulmolutamente nada. Suprimid lo consciente y lo viviente lamente lo podis suprimir por un esfuerzo artificial ir .ibstraccin, pues el mundo material, una vez ms, im- nlli'ii quiz la presencia necesaria de la conciencia y de ln villa), y obtendris, en efecto, un universo cuyos es- Ilulos sucesivos son tericamente calculables de antemano, uno 'as imgenes, anteriores al desarrollo, que son yux- 'Hiniestas sobre el filme cinematogrfico. Mas entonces,. pura qu el desarrollo? Por qu se despliega la realidad? .1 ..mo no ha sido desplegada? Para qu sirve el tiempo? Il.iblo del tiempo real, concreto, y no de este tiempo abs- l nieto que es slo una cuarta dimensin del espacio) (1). ii ! o fue en tiempos el punto de partida de mis reflexiones, lince unos cincuenta aos estaba yo muy ligado a la filosofa de Spencer. Un da me di cuenta de que el tiempo mi 61 no serva para nada, que no haca nada. Ahora bien: ni i que la inteligencia humana est hecha justamente para . lar las cosas por e l otro lad o. Digo la inteligencia, no tlo el pensamiento, ni digo ei espritu. Al lado de la indiligencia est, en efecto, la percepcin inmediata, para>.ida uno de nosotros, de su propia actividad y de las con diciones donde ella se ejercita. Llmenla como quieran; es i,l sentimiento que tenemos de Ser creadores de nuestras Intenciones, de nuestras decisiones, de nuestros actos y,

    (I) Hemos mostrado, en efecto, en nuestro Essai sur les donnes immdiates de la conscience, Paiis, 3889, pg 82, que el Tiempo mnsurable poda ser considerada como una cuarta dimensin del 1Iwpacio. Se trataba, claro est, del Espacio puro, y no de la amal- Ipnna Espacio-Tiempo de la teora de la relatividad, que es otra cosa.

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    por ello, de nuestros hbitos, de nuestro carcter, de n

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    .......>' exteriores que condensa a nuestros ojos, en una" i n de segundo, la visin de un color. Se_trata de i*ljir ?

    Formar una idea general es abstraer de unas + i diversas y cambiantes un aspecto comn que no mliia o, al menos, que no ofrece a nuestra accin una M'i.irin invariable. La constancia de nuestra actitud, la i nlidad de nuestra reaccin eventual o virtual a la mul- i'ljridad y a la variabilidad de los objetos representados, N n|u lo que marca ante todo y disea la generalidad U l;i idea. Se trata, en fin, de comprende r?JSg_simpI e- " nlci encontrar conexiones, establecer relaciones estables m i lo unos Hechos que pasan, deducir leyes: la operacin lmto ms perfecta cuanto ms precisa es la relacin I m," matemtica la ley. Todas estas funciones son cons-luiivas de la inteligencia. Y la inteligencia est en lo lindero en tanto se vincula, amiga de la regularidad y i a estaDilidad, a lo que nay de estable y regular en lo .i l a la materialidad. Entonce s toca uno de los lados de i nbsoluto, como nuestra conciencia toca otro cuando Hita en nosotros una perpetua eflorescencia de novedad, nando, al ampliarse, simpatiza con el esfuerzo indefi- ii'l.imente renovador de la naturaleza. El error comienza ii-indo la inteligencia pretende pensar uno de los aspectos tino ha pensado el otro, y emplearse en un menester n na el cual no ha sido hecha.

    Mstimo que los grandes problemas metafsicos son gene- luiente mal planteados, que se solucionan con frecuencia Tiy s mismos cuando se les rectifica el enunciado, o

    a cuando son problemas formulados en trminos de I unin, y que se desvanecen tan pronto como se exami' ni de cerca los trminos de la frmula. Nacen, e n efect o, li; i|ue t omamos por fa bricacin lo que es creacin. La rea- *t-id es crecimiento global e indiviso, invencin gradual, Inracin: como, un globo elstico que se dilata por mo- nii-ntos tomando en todo instante formas inesperadas, ivro nuestra inteligencia se representa el origen y la dilucin como un ajuste y un reajuste de partes que no imran ms que cambiar de lugar; ella podra, pues, te-I feamente, prever no importa qu estado de conjunto: [nuiiendo un nmero definido de elementos estables, se dan implcitamente, por anticipado, todas las combinaciones punibles. Esto no es todo. La realidad, tal como la percibid..... directamente, es un lleno que no cesa de henchirse, y'liie ignora el vaco. Tiene extensin, como tiene duracin;

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    pero esta extensin concreta no es el espacio infinito i infinitamente divisible que la inteligencia se da nomo u terreno donde construir. El espacio concreto ha sido ex trado de las cosas. Ellas no estn en l, es l el que esla en ellas. Solamente cuando nuestro pensamiento razoinii sobre la realidad, hace del espacio un receptculo. ConuJ tiene costumbre de reunir partes en un vaco relativo, mi imagina que la realidad colma no s qu vaco absoluto I Ahora bien: si el desconocimiento de la novedad radical

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    13.11111 e otra la ha reemplazado. Supresin significa, pues, i ilucin. Solamente decimos supresin cuando nica- li consideramos una de las dos mitades de la susti-

    IIion; o ms bien una de sus dos faces; aquella que nos in- E|ii; de esta manera damos a entender que nos agrada Irl^ir nuestra atencin al objeto que ha desaparecido, y iifiarla de aqul que lo reemplaza. Decimos en tonces i

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    faccin en lugar de la plenitud de las cosas. Lo que equli vale a decir que la idea de Nada, cuando no es la de un simple palabra, implica tanto la de materia como la

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    ritu, que rechaza de l la imagen en el pasado una i / que l se ha producido. Pues es lo que nuestros hbitos intelectuales nos impiden percibir.I'ln el cu rso de la Gran Guerra, algunos diarios y rei il.as se sustraan de vez en cuando a las terribles inquie-i mies del presente para pensar en lo que pasara ms l u de, una vez restablecida la paz. El porvenir de la li- inatura, en particular, les preocupaba. Un da me preguntaron cmo me lo representaba yo. Un poco confuso, loriar que no me lo representaba. No percibs al 'nonos me dijeron ciertas direcciones posibles? Admi- Imnos que no se pueda prever el detalle; usted, que es lilsofo, al menos tendr una idea de conjunto. Cmo micibe usted, por ejemplo, la gran obra dramtica de iMana? Siempre me acordar de la sorpresa de mi in- i'i locutor cuando le respond: Si supiese lo que va a iir la gran obra dramtica de maana, la hara yo. Vi i'io que l conceba la obra futura como encerrada desde ' nlonces en no s qu armario de los posibles; yo deba,i N consideracin a mis relaciones ya antiguas con la filom fa, haber obtenido de ella la llave del armario. Pero

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    la obra de la que usted habla le dije no es tod posible. Sin embargo, es necesario que lo sea, pi que se 'ealizar. No, no lo es. Os concedo a lo s que lo habr sido. Qu entiende usted por e Es bien simple. Supongamos que surge un hombr talento y genio, y crea una obra: sta es real, y por mismo llega a ser retrospectivamente o retroactivam posible. No lo sera, no lo habra sido, si estejiombr hubiese surgido. Es por lo que os dije que ella ha sido posible hoy, pero que no lo es todava. E poco fuerte! No va usted a sostener que el futuro inl sobre el presente, que el presente introduce alguna en el pasado, que la accin remonta el curso del tiem viene a imprimir su marcha atrs. Eso depende, se pueda insertar lo real en el pasado y trabajar ai reculones, en el tiempo, no lo he pretendido jams. ] que el pasado pueda albergar lo posible, o ms bienlo posible vaya siempre a albergarse en el pasado, no cabe duda. A medida que la realidad se crea, im visible y nueva, su imagen se refleja detrs de ella e pasado indefinido y se encuentra haber sido posible di siempre; pero es en este momento preciso cuando cora za a haberlo sido siempre, y sta es la razn por la yo deca que su posibilidad, que no precede a su reali la habr precedido una vez aparecida la realidad. Lo sible es, pues, el espejismo del presente en el pasadc como sabemos que el futuro terminar por ser prese como el efecto de espejismo contina producindose descanso, nos decimos que en nuestro presente actual, ser el pasado de maana, la imagen de maana est contenida, aunque no lleguemos a captaria. Ah est pi smente la ilusin. Es como si uno se figurara, al perc su imagen en el espejo por haberse puesto delante de que hubiera podido tocarla si se hubiese quedado det Por otra parte, al juzgar de este modo que lo posible presupone lo real, uno admite que la realizacin ade ; a la simple posibilidad: lo posible habra estado ah de siempre, como fantasma que espera su hora; por co guente, habra llegado a ser realidad por adicin de a por no s qu transfusin de sangre o de vida. Uno ve que es todo lo contrario, que lo posible implica la ] lidad correspondiente,, adems con alguna cosa que se a l, puesto que lo posible es el efecto combinado d< realidad una vez aparecida y de un dispositivo que la

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    InvlinM hacia atrs. La idea, inmanente para la mayoraiiyiljM MM filosofas y natural al espritu humano, de posiblesminlt i"' realizaran mediante una adquisicin de existencia,Ho'fl linca, pura ilusin. Sera como pretender que el hombreu il ' arne y hueso proviene de la materializacin de su

    r.rii percibida en el espejo, con el pretexto de que haytille hombre real todo lo que se encuentra en esta ima-virtual, con la seguridad, adems, que a uno da el-{

    i la tocar. Mas la verdad es que vale ms aqu obteneri !,ual que lo real, la imagen del hombre que el hombrei, pues la imagen del hombre no se disear si noi nza por darse el hombre, y adems ser necesario

    . -ipejo.Qn i lo que olvidaba mi interlocutor cuando me interro-3, bI>.i sobre el teatro de maana. Probablemente tambinPeni muque inconscientemente, jugaba con el sentido de laqiiA lnlira posible. Hamlet era sin duda alguna, posiblei de ser realizado, si se entiende por ello que noobstculo insuperable para su realizacin. En esten Sil n 111 particular, se llama posible lo que no es impo-eailiKl*'; ni que decir tiene que^esta no imposibilidad de una[ifiiijffi cj ir la posibilidad de una cosa precede a su realidad: sim- ri' mente entendais por ello que los obstculos, al haber . l superados, eran superables (1). Pero en el segundo

    n I ido es un absurdo, pues est claro que un espritu, en ;su, tl>Ie, habra creado por ello la realidad: ha sido, por ]gj-i!nicin Shakespeare mismo. Si os imaginis que este

    Sinqu

    ncreai i i Todava es preciso preguntarse en ciertos casos si los obs-

    uni3 h

    ulna no han llegado a ser superables gracias a la accin creadoralos ha superado: la accin, imprevisible en s misma, habra crea- ntonces la superabilidad. Antes de ella loa obstculos eran ntonces la superaDi i iaaa . Antes ae eua

    rf t^^Kpcrahles , y a in e l la habran seguido s indolo.

  • PS HENRI BEF04

    espritu habra podido surgir antes de Shakespeare, seal de que no pensis en todos los detalles del drain A medida que los completis, el predecesor de Shakesim re se encuentra pensando todo lo que Shakespeare pensw sintiendo todo lo que l sentir, sabiendo todo lo

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    'iMiiectiva? De delante atrs, se sigue un modelado imite del pasado por el presente, de la causa por el, I,!N ' lo vemos, siempre por la misma razn, siempre vician de la misma ilusin, siempre porque damos valor a.... no lo tiene y, en cambio, no se lo damos a lo que........ Volvamos a colocar lo posible en su lugar: la evo-li'ii viene a ser cosa distinta de la realizacin de un i(inma; las puertas del futuro se abren de par en par; 'runpo ilimitado se ofrece a la libertad. El error de l'x trinas muy raras en la historia de la filosofa < lin sabido dar un lugar a la indeterminacin y a la ilml en el mundo, es no haber visto lo que su afirmai Implicaba. Cuando hablaban de indeterminacin, de ;rl id, entendan por indeterminacin una comjieticin i' dos posibles, por libertad una opcin entre posibles. IIKI si la posibilidad no hubiese sido creada por la li- jVjd misma1 Como si toda hiptesis, al poner una> istencia ideal de lo posible a lo real, no se redujera fnirvo ms que a un reajuste de elementos antiguos! jr.im si de este modo no estuviese abocada, tarde o tem- MIII, a tenerlo por calculable y previsible! Al aceptar el 1 nl.ido de la teora adversa, se introduca al enemigo ln plaza. Por eso es necesario tomar partido: es lo i lo que se hace posible, y no lo posible lo que llega aH'lll.ivm la verdad es que la filosofa no ha admitido jams Ir; i mente esta creacin continua de imprevisible no- l MI. Los antiguos lo rechazaban ya, porque, ms o me- platriicos, se figuraban que el Ser haba sido dado i vez por todas, completo, perfecto, en el inmutable sismi

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    como una sucesin de estados, es concebido por nuwl inteligencia, una vez desaparecida la niebla, como un tema de relaciones. Lo real llega a ser una vez maH eterno, con la nica diferencia de que es en I? eter niil de las Leyes en las que se resuelven los fenmenos, ! lugar de ser la eternidad de las Ideas las que Ies sir de modelo. Mas ni en un caso ni en otro tenemos necesiu de teoras. Atengmonos a los hechos. El Tiempo transcurriendo. Nos es suficiente esto, y, eiTespera de i| se nos demuestre su inexistencia o su perversidad, cu probaremos simplemente que hay surgimiento efectivo novedad imprevisible.

    Con ello la filosofa ganar al encontrar algo absol. en el mundo moviente de los fenmenos. Pero tamlm ganaremos nosotros, al sentirnos ms alegres y ms fiij I tes. Ms alegres, porque la realidad que inventan nuest ojos dar a cada uno de nosotros, sin cesar, ciertas sa1 facciones, que el arte procura de tarde en tarde a privilegiados de la fortuna; nos descubrir, ms all lo fijo y de lo montono que es lo que perciben en prim lugar nuestros sentidos, hipnotizados por la const ancia i nuestras necesidades, la novedad que renace sin cesar,! moviente originalidad de las cosas. Pero seremos se' todo ms fuertes, ya que nos sentiremos participar, cri dores de nosotros mismos, en la gran obra de creatv que es el origen y que prosigue ante nuestros ojos. Ni tra facultad de obrar, al recobrarse, se intensificar. Ili millados hasta entonces en actitud de obediencia, escla de cualesquiera necesidades naturales, nos alzaremos nuevo, maestros asociados al ms grande Maestro, fr es la conclusin de nuestro estudio. Guardmonos de v un simple juego en una especulacin sobre las relacio, de lo posible y lo real. Tal vez sea una preparacin i>h^| bien vivir.

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