03 - Espiritu Santo - Sosa Siliezar - Ev 5.1-Libre

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/22/2019 03 - Espiritu Santo - Sosa Siliezar - Ev 5.1-Libre

    1/22

    Evangelio 5.1 (2012): 7-28

    DESARROLLO DOCTRINAL DE LA PNEUMATOLOGADURANTE LA ERA PATRSTICA Y LA POCA MEDIEVAL

    Carlos Ral Sosa SiliezarUniversity of Edinburgh, Edinburgh, UNITED KINGDOM

    [email protected]

    Resumen

    Se detallan aqu algunas lneas generales del desarrollo de la doctrina del Espritu Santo desdesus incipientes formulaciones en contextos como la vida cultual de la iglesia hasta los desarro-llos dogmticos ms formales durante la poca medieval. A la luz de ese anlisis histrico, sesugieren varias pautas para reflexionar en cuanto al papel de la Pneumatologa en la vida de laiglesia actualmente.

    Palabras clave: Controversias pneumatolgicas - poca medieval - Espritu Santo - Padresapostlicos - Patrstica - Pneumatologa

    AbstractThis article offers an explanation of the general historical developments of the doctrine ofthe Holy Spirit, by paying particular attention to incipient theological formulations in thepatristic era and to the more dogmatic developments found in medieval times. Reflexions

    on this historical description may prove useful when considering the role of Pneumatologyin the life and mission of the church.

    Keywords: Apostolic Fathers - Controversies regarding Pneumatology - Holy Spirit - Medievaltimes - Patristic studies - Pneumatology

    1.INTRODUCCINEl siglo pasado fue testigo de un inusitado inters por la persona y obra del

    Espritu Santo. El surgimiento del pentecostalismo en las filas protestantes ydel movimiento carismtico en el catolicismo aviv la reflexin pneumatolgi-ca.1Otros sectores del cristianismo han enfocado la doctrina del Espritu en

    1 Del lado catlico se debe mencionar la teologa oficial expuesta por Juan Pablo II, Cartaencclica Dominum et Vivificantem sobre el Espritu Santo en la vida de la Iglesia y del mundo . Desdeque Joseph Ratzinger recibi el capelo no se puede dejar de mencionar sus escritos comotestimonio de la teologa oficial catlica. En cuanto a su Pneumatologa vase Joseph Rat-zinger, Introduccin al cristianismo. Lecciones sobre el credo apostlico (trad. Jos L. Domnguez Vi-llar, Salamanca: Ediciones Sgueme, 2005): 275-297. Cf. adems Yves Congar, Sobre el Esp-ritu Santo. Espritu del hombre, Espritu de Dios (Salamanca: Ediciones Sgueme, 2003). Del ladoprotestante europeo los dos esfuerzos ms importantes son quiz los de Jrgen Moltmann,

  • 7/22/2019 03 - Espiritu Santo - Sosa Siliezar - Ev 5.1-Libre

    2/22

    Evangelio - Revista bblico-teolgica8

    relacin con la misin de la iglesia, tanto en su sentido liberacionista2 comointegral.3

    Pero poco se ha avanzado en Amrica Latina en cuanto a las fuentes hist-ricas de la Pneumatologa. Aun hoy se puede decir que la historia de laPneumatologa representa, en el interior de la historia de la teologa, una lagunapor rellenar Una presentacin detallada y fiable de la historia de la Pneumato-loga sigue constituyendo un desideratumde la investigacin siempre pendiente.4

    El presente estudio no pretende llenar dicho vaco. Aqu solamente se har

    un intento por trazar un panorama histrico del desarrollo de la doctrina delEspritu Santo durante las pocas patrstica y medieval. La informacin recaba-da en este estudio ser til para investigaciones ulteriores referentes a la doctri-na del Espritu durante la Reforma y en la poca contempornea.

    La metodologa que se utilizar para abordar este tema es la clsica Mo-tivforschung (investigacin de temas) popularizada por la teologa lundense(especialista en la historia de los dogmas) de principios del siglo XX.5Segnesta metodologa se debe buscar descubrir los temas centrales o ideas caracte-rsticas que se esconden tras varias formulaciones teolgicas. Uno de los ries-gos al proceder de esta manera es que la investigacin est fuertemente atada alo que el observador considera como los temas ms importantes. Pero cons-

    cientes al menos de este riesgo se proceder dando la palabra en primer lugar alas fuentes primarias.

    2.EL ESPRITU EN EL CULTO Y EN LA VIDA CRISTIANA

    El Espritu Santo y la teologa de la vida. La fuente de la vida(trad. Jos Mara Garrido Luceo,Salamanca: Ediciones Sgueme, 2000) y Paul Tillich, La vida y el Espritu. La historia y el Reinode Dios, tomo 3 de Teologa sistemtica(trad. Damin Snchez Bustamante Pez, Salamanca:Ediciones Sgueme, 1984).

    2 Jos Comblin, Espritu Santo,Mysterium Liberationis. Conceptos fundamentales de la teologa de laliberacin(eds. Ignacio Ellacura y Jon Sobrino, San Salvador: UCA Editores, 1991), 1:619-642.

    3 C. Ren Padilla, El Espritu Santo y la misin integral de la iglesia, en El trino Dios y lamisin integral (Buenos Aires: Ediciones Kairs, 2003), 115-147.

    4 Christian Schtz, Introduccin a la Pneumatologa (trad. Santiago del Cura Elena, Salamanca:Ediciones Secretariado Trinitario, 1991), 44.

    5 Investigaciones pneumatolgicas con otro tipo de metodologa se pueden considerar enPablo A. Deiros, La accin del Espritu Santo en la historia. Las lluvias tempranas (100-550) (Esta-dos Unidos: Editorial Caribe, 1998); Gordon D. Fee, Gods empowering presence. The Holy Spiritin the letters of Paul (Peabody, Mass.: Hendrickson, 1994) y Amos Yong, Discerning the spirit(s).

    A pentecostal-charismatic contribution to christian theology of religion (Sheffield: Sheffield AcademicPress, 2000).

  • 7/22/2019 03 - Espiritu Santo - Sosa Siliezar - Ev 5.1-Libre

    3/22

    Sosa Siliezar - Desarrollo doctrinal de la Pneumatologa 9

    Los padres apostlicos desarrollaron un discurso no sistemtico del EsprituSanto. Las referencias que hacen a esta Persona de la Trinidad son, las ms delas veces, incidentales, escuetas y muy similares a lo que la Escritura ya afirma.Bsicamente, ellos estn interesados en relacionar al Espritu con la vida delcreyente y con el culto cristiana particularmente.

    2.1. Culto, epiclesis y doxologa

    En el Nuevo Testamento uno de los problemas que pronto enfrent el cris-

    tianismo con relacin al Espritu se dio en el contexto cultual (1Co 12-14). Deesa cuenta, los padres apostlicos iniciaron su reflexin pneumatolgica en esemismo contexto.6Clemente de Roma, por ejemplo, le recuerda a la comunidadcristiana de Corinto que sobre cada uno de ellos haba cado un copiosoderramamiento del Espritu Santo.7Esta idea solamente le sirve como argu-mento para exhortar a los corintios a comportarse correctamente en el contex-to de vida comunitaria en la iglesia.

    El Espritu Santo tambin fue mencionado por los padres apostlicos en laliturgia de invocacin (epiclesis) y en la alabanza trinitaria (doxologa). Estosusos litrgicos son los testimonios ms antiguos de la doctrina pneumatolgica.Policarpo de Esmirna exclam una formula trinitaria en el momento de su

    martirio.8LaEnseanza de los apstoles repite la frmula bautismal que se encuen-tra en Mateo 28:19.9

    2.2. Vida cristiana

    Adems de aparecer en contextos cultuales, el Espritu Santo aparece tam-bin en el discurso de los padres apostlicos en estrecha relacin con la vidacristiana. Destaca en ese sentido el inters de los padres por reflejar una con-6 Curiosamente la consideracin de la Pneumatologa dentro de los linderos de la liturgia se

    convierte hoy en tema recurrente. Cf. Wayne A. Grudem, ed., Son vigentes los dones milagro-sos? Cuatro puntos de vista(trad. Ismael Lpez Medel, Barcelona: Editorial Clie, 2004).

    7 Clemente de Roma, PROS KORINQIOUS 2, traduccin en J. B. Lightfoot, Los padresapostlicos (Barcelona: Libros CLIE, 1990): 68. Algo similar dice laEpstola de Bernab: veoelEspritu derramado entre vosotros de las riquezas procedentes del Seor. BARNABAEPISTOLH 1, en Lightfoot, Los padres apostlicos, 331.

    8 Por esta causa, s, y por todas las cosas, te alabo, y bendigo, y glorifico, por medio del Su-mo Sacerdote eterno y celestial, Jesucristo, tu Hijo amado, por medio del cual, con l y elEspritu Santo, sea gloria ahora y por todos los siglos. Amn. MARTURIONPOLUKARPOU 14, en Lightfoot, Los padres apostlicos, 262.

    9 DIDACH TWN APOSTOLWN 7, en Lightfoot, Los padres apostlicos, 291.

  • 7/22/2019 03 - Espiritu Santo - Sosa Siliezar - Ev 5.1-Libre

    4/22

    Evangelio - Revista bblico-teolgica10

    ducta tica que emana de la habitacin del Espritu, antes que su preocupacinpor definir una doctrina ortodoxa. Los padres apostlicos estaban ms preocu-pados por vivir en el Espritu que por definirlo.

    La doctrina de los apstoles muestra cules deben ser las cualidades del profetaque habla por medio del Espritu. En su relato, la doctrina destaca la pureza de

    vida cristiana de aquel que profetiza. La doctrinano niega que exista la profeca,pero s establece la calidad de vida del profeta como criterio de validacin paraque la comunidad cristiana pueda discernir:

    Y al profeta que hable en el Espritu no lo probaris ni lo discerniris; porquetodo pecado ser perdonado, pero este pecado no ser perdonado. No obstan-te, no todo el que habla en el Espritu es un profeta, sino slo el que tiene loscaminos del Seor. Por sus caminos, pues, ser reconocido el profeta falso y elprofeta. [...] Y todo profeta que ensee la verdad, si no hace lo que ensea, esun falso profeta. [...] Y todo aquel que diga en el Espritu: Dadme plata y otracosa, no le escuchis; pero si os dice que deis a favor de otros que estn en ne-cesidad, que nadie le juzgue.10

    Ignacio de Antioquia habla del Espritu Santo destacando su importanciapara la vida cristiana. Particularmente enfatiza la pugna entre el Espritu y lacarne. Ignacio marca una radical distincin entre el creyente que vive por elEspritu y aquel que no ha conocido al Seor. Los que son de la carne no

    pueden hacer las cosas del Espritu, ni tampoco pueden los que son del Espri-tu hacer las cosas de la carne... Es ms, incluso las cosas que hacis segn lacarne son espirituales; porque hacis todas las cosas en Jesucristo.11

    El padre apostlico que ms se destaca en cuanto al tratamiento de laPneumatologa es El pastor de Hermas. El marco dentro del cual habla de estetema es la tica cristiana.12El pastorbien puede ser llamado el proponente de ladoctrina de la delicadeza del Espritu.13Las visiones que recibe Hermas notienen que ver directamente con el futuro, sino que son ms bien revelacionesdel presente oculto: errores de la iglesia, pecados y mandamientos no cumpli-dos por los creyentes. En El pastores evidente que el Espritu es delicadoporque no puede habitar en una persona que est imbuida en el pecado. Pero

    10 Ibd., 11, 293-94. EnEl pastor de Hermastambin se detallan algunas cualidades ticas delverdadero profeta. POIMHN 11 mandato, en Lightfoot, Los padres apostlicos, 522.

    11 Ignacio de Antioquia, PROS EFESIOUS 8, en Lightfoot, Los padres apostlicos, 172-173.12 Schtz, Introduccin a la Pneumatologa, 47.13 Pablo Deiros sostiene que el nfasis deElPastor es el don de profeca (La accin del Espritu

    Santo en la historia: 61-64). No obstante, una lectura cuidadosa del texto de El Pastordevelaque su inters era tico religioso, y la profeca solamente le sirve de marco para su propsito.

  • 7/22/2019 03 - Espiritu Santo - Sosa Siliezar - Ev 5.1-Libre

    5/22

    Sosa Siliezar - Desarrollo doctrinal de la Pneumatologa 11

    cuando el creyente es puro, el Espritu se mantiene gozoso y puede trabajarlibremente. De suerte que es en El pastor en donde primero se puede encon-trar con cierta claridad algo muy parecido a la doctrina de la santificacin enel Espritu.

    3.EL ESPRITU EN LA EXPERIENCIA,LA DOCTRINA Y LA HISTORIADE LA SALVACIN

    Los cristianos que sucedieron a los padres apostlicos tambin prestaronatencin a la doctrina del Espritu pero desde diversos ngulos. En los siglos IIy III del cristianismo la Pneumatologa se debate entre la ortodoxia y la hereja,la doctrina y la experiencia. En esta poca los cristianos abordan el temapneumatolgico desde tres ngulos: la experiencia individual, la doctrina orto-doxa y la historia de la salvacin. Como se podr constatar, estas tres dimen-siones no son excluyentes, sino complementarias.

    3.1. Pneumatologa y experiencia

    Durante la poca de los padres apostlicos continu siendo prctica comnde la iglesia la profeca y las visiones inspiradas por el Espritu. Pero estas ma-

    nifestaciones nunca ocuparon el centro de la vida cristiana. En los siglos II yIII, en cambio, algunos cristianos empezaron a enfatizar la dimensin sobrena-tural del Espritu tal y como la perciban en la experiencia.

    Con tal de guardarse de la hereja la iglesia se haba visto obligada a recono-cer varias fuentes objetivas de autoridad: el canon, la tradicin apostlica y loslderes oficiales. Pero esta institucionalizacin del cristianismo choc con aque-llos cristianos que buscaban experimentar al Espritu de manera d irecta, sinla mediacin de los lderes oficiales. As que en esta poca surgi la disputa en-tre el carisma y la institucin.

    Un ejemplo de este altercado se puede ver parcialmente en la vida y obra deMontano.14Este ex sacerdote pagano haba recibido el bautismo cristiano pero

    14 Se dice parcialmente porque es inexacto interpretar el origen del montanismo como unaprotesta contra la organizacin excesiva de la Iglesia, y en pro de la vieja estructura pura-mente carismtica. An ms, en sus orgenes el montanismo no abogaba por un retorno ala prctica de las profecas, sino que pretenda que Montano y sus dos profetisas haban re-cibido una revelacin especial y final, de modo que no era de esperarse que el espritu pro-ftico se extendiese al resto de los cristianos, segn Justo L. Gonzlez, Desde los orge-nes hasta el Concilio de Calcedonia, en Historia del pensamiento cristiano (Nashville: EditorialCaribe, 2002), 1:140.

  • 7/22/2019 03 - Espiritu Santo - Sosa Siliezar - Ev 5.1-Libre

    6/22

    Evangelio - Revista bblico-teolgica12

    su prctica cristiana distaba mucho de ser la prctica oficial de la iglesia.15Juntoa sus discpulas Maximila y Priscila, Montano se dedic a propagar la idea deque reciba profeca, visiones y revelaciones escatolgicas. Este nuevo movi-miento anunciaba que con su lder se haba iniciado una nueva dispensacin, sehaba inaugurado la poca del Espritu, la nueva Jerusaln y un reinado de milaos. De esa cuenta, la iglesia que hasta entonces haba sido la oficial quedabaen entredicho. A la luz de esto, no sorprende que autores tan antiguos comoEusebio de Cesrea haya hecho un juicio sumamente negativo del movimiento:

    Dicen que en la Misia de Frigia hay una aldea que se llama Ardabn. All, segn

    se cuenta, un recin convertido llamado Montano, la primera vez por el exce-sivo anhelo de su alma por ser el primero, permiti al enemigo entrar en su viday qued sujeto por el espritu. De pronto estuvo como arrebatado y entr en unxtasis como un posedo; empez a hablar y a pronunciar raras palabras, profe-tizando desde entonces contra la costumbre que nos lleg por la tradicin y porla sucesin.16

    Dadas las grandes habilidades de Montano para organizar a sus seguidores ypor la gran acogida de su doctrina, este movimiento se perfilaba como un avi-

    vamiento en el cristianismo antiguo. No obstante, el montanismo incurri enel peligroso error de arrogarse la exclusividad de ser iglesia de Cristo. El mon-tanismo se olvid de que no solamente los dones extraordinarios provenan del

    Espritu, y que aun los dones extraordinarios eran dados por Dios para launidad y edificacin de su cuerpo.Pero la evaluacin de la nueva profeca como se le conoca al movimien-

    to montanistaes difcil por la distancia cronolgica que nos separa de l, laexperiencia que se tiene del pentecostalismo actual, y porque la mayor parte dereferencias al montanismo se encuentran en los escritos de sus detractores.Como sea, Paul Tillich ha indicado que la iglesia perdi en cuatro reas con lacondena del montanismo: 1) el canon triunf sobre la posibilidad de nuevasrevelaciones, 2) se confirm la jerarqua tradicional contra el espritu proftico,3) la escatologa se hizo menos significativa de lo que haba sido en la edad

    15 Luigi Padovese, Introduccin a la teologa patrstica(trad. Alfonso Ortiz Garca, Pamplona: Edi-torial Verbo Divino, 2000), 99-100.

    16 Eusebio de Cesrea, Historia eclesistica, libro V captulo 16 7 (Barcelona: Libros CLIE,1988) 1:314. Cf. Jos Mara Magaz, La hereja en la Historia Eclesistica de Eusebio deCesrea, Revista Agustiniana 122 (mayo-agosto 1999), 494-499.

  • 7/22/2019 03 - Espiritu Santo - Sosa Siliezar - Ev 5.1-Libre

    7/22

    Sosa Siliezar - Desarrollo doctrinal de la Pneumatologa 13

    apostlica, 4) se perdi la disciplina estricta de los montanistas dando lugar auna laxitud creciente dentro de la iglesia.17

    Uno de los personajes cristianos ms reputados que rompi con la iglesiaoficial para formar parte de la nueva profeca fue Tertuliano. Hacia el 213d.C. este telogo decidi pasarse al bando de Montano y, desde luego, su teo-loga se vio influida por tal decisin. En su fase como montanista Tertulianorelaciona la accin del Parclito sobre todo con la disciplina.18Tener el Esp-ritu implica llevar una vida rigurosa. El deber del cristiano que ha sido ilumina-do por el Espritu Santo era, para Tertuliano, santificarse para cumplir la volun-tad del Padre.19A la luz de esta idea, Tertuliano pensaba que el Espritu sola-mente puede habitar en la comunidad de creyentes obedientes. De manera quesi la iglesia institucional estaba en pecado, no haba problema alguno en buscarotro grupo de creyentes rigurosos aunque separados de la iglesia oficial. Laiglesia verdadera para Tertuliano era aquella que tena al Espritu.20

    El otro creyente destacado que emiti opiniones referentes al Espritu Santoa la luz de su experiencia fue Cipriano. A diferencia de Tertuliano, este cris-tiano no rompi con la iglesia oficial. Cipriano interpret su experiencia deconversin al cristianismo como una obra del Espritu Santo que le procuruna nueva vida.21

    Al Espritu, que se difunde copiosamente, no se le encierra dentro de unos lmi-tes, ni se le puede frenar con barreras infranqueables dentro de un espacio re-ducido. Fluye continuamente, rebosa abundantemente: basta que nuestro cora-zn tenga sed y se abra. l nos inundar con tanta gracia como capaces seamosde creer.22

    17 Paul Tillich, De los orgenes a la Reforma, tomo 1 de Pensamiento cristiano y cultura en occidente(Buenos Aires: Editorial La Aurora, 1976), 71, 72, citado en Deiros, La accin del Espritu,139, 140.

    18 Schtz, Introduccin a la Pneumatologa: 57, n. 74.19 Constantino A. Balaguer y Jos Manuel Serrano Galvn, Introduccin a Tertuliano,A los

    mrtires. El escorpin. La huida en la persecucin(Madrid: Editorial Ciudad Nueva, 2004), 43.20 Para una evaluacin negativa de esta actitud de Tertuliano vase Yves M. J. Congar,El Es-

    pritu Santo (trad. Abelardo Martnez de Lapera, Barcelona: Editorial Herder, 1991), 96.Como testimonio contrapuesto a Tertuliano, Congar cita a Hiplito, quien tiene en alta es-tima a la iglesia oficial (Ibd., 97).

    21 Cipriano, A Donato 4, traducido en Joaqun Pascual Torr, La unidad de la iglesia. Elpadrenuestro. A Donato (Madrid: Editorial Ciudad Nueva, 1991), 118.

    22 Ibd., 5, 119.

  • 7/22/2019 03 - Espiritu Santo - Sosa Siliezar - Ev 5.1-Libre

    8/22

    Evangelio - Revista bblico-teolgica14

    Adems, para Cipriano la funcin principal del Espritu era infundir en elcreyente la gracia necesaria para que ste llevara una vida de santidad. Este n-fasis en la doctrina de Cipriano hace recordar a los padres apostlicos.

    3.2. Pneumatologa y doctrina

    Otro grupo de cristianos de la antigedad abord el tema del Espritu Santopara procurar articular una formulacin ms dogmtica. Dentro de este grupodestacan aquellos que relacionaron la Pneumatologa con otras doctrinas.

    Justino Mrtir relacion la Pneumatologa con la doctrina del Logos. Justinollamaba al Espritu Espritu proftico porque para l la funcin bsica de latercera persona de la Trinidad haba sido anunciar a Cristo. Justino argumentaque los profetas del Antiguo Pacto tenan espritu de sabidura (Salomn), deentendimiento y consejo (Daniel), fortaleza y piedad (Moiss), de temor (Elas),y de ciencia (Isaas). Despus, el Espritu descans, es decir, cesaron sus dones,una vez venido Aquel sobre el que reposara la plenitud del Espritu. De esacuenta, es Cristo el que puede repartir los dones a los que en l creen.23

    La Pneumatologa de Clemente de Alejandra est subordinada a la teologadel Logos y al papel de ste en la creacin y en la salvacin.24De manera queClemente estudia al Espritu Santo con relacin a la cristologa.25A la luz de los

    evangelios es evidente que el Espritu no acta por s solo. Obra a travs deCristo desde su concepcin y acta por medio de la iglesia, el cuerpo de Cris-to.26En Clemente el Espritu acta en el Logos desde la primera creacin hastala nueva creacin.

    Orgenes es el primero en la historia de la literatura cristiana en tematizarpropiamente el Espritu Santo.27Relacion la Pneumatologa con varias doctri-

    23 Justino Mrtir, Dilogo con Trifn 87, en Alfonso Ropero, Lo mejor de Justino Mrtir

    (Barcelona: Editorial CLIE, 2004), 328, 329.24 Luis F. Ladaria,El Espritu en Clemente Alejandrino. Estudio teolgico-antropolgico (Madrid: Uni-

    versidad Pontificia Comillas, 1980), 19.25 La cristologa como teologa del Logos est desarrollada en Clemente de Alejandra, El

    Pedagogo libro I, en Alfonso Ropero, Lo mejor de Clemente de Alejandra (Barcelona: CLIE,2001), 43-120.

    26 Cf. Keith Warrington, Discovering the Holy Spirit in the New Testament (Peabody, Mass.: Hen-drickson Publishers, 2005), 3-49.

    27 Schtz, Introduccin a la Pneumatologa, 51.

  • 7/22/2019 03 - Espiritu Santo - Sosa Siliezar - Ev 5.1-Libre

    9/22

    Sosa Siliezar - Desarrollo doctrinal de la Pneumatologa 15

    nas.28Aqu interesa particularmente la relacin que traz entre la Pneumatolo-ga y las Escrituras. Para Orgenes el Espritu Santo fue quien inspir el textosagrado, por lo tanto, es l quien debe socorrer al lector cristiano durante lainterpretacin.29Y puesto que el Espritu inspir las Escrituras es lgico supo-ner que estas poseen un sentido espiritual ms all del literal.

    aquel que se dedicara con toda castidad, moderacin y vigilancia a los estu-dios de esta clase, pudiera ser capaz por este medio de trazar el significado delEspritu de Dios, que quiz est enterrado profundamente, y el contexto, quepuede sealar en otra direccin que el uso ordinario de lenguaje podra indi-

    car los misterios que se relacionan con el Hijo de Dios son el tema de ex-plicacin de aquellas personas que estn llenas del Espritu Divino.30

    3.3. Pneumatologa e historia de la salvacin

    Ireneo representa otra lnea de pensamiento pneumatolgico con relacin alas dos categoras expresadas con antelacin. Este padre estaba interesado par-ticularmente en dar respuesta a las necesidades que apremiaban a su congrega-cin.31Por eso, en Ireneo la Pneumatologa est ligada a la creacin y nuevacreacin (historia de la salvacin), los dones y el ministerio, y la vida cristianaen general.

    El Espritu fue como una mano del Padre a travs de la cual se realiz lacreacin del hombre a semejanza de Dios.32Despus de la modelacin delhombre, este recibi la comunin del Espritu.33No obstante, el ser humanopec y perdi la tnica de santidad que recibi del Espritu.34Por eso, el serhumano no puede ser salvo sin el Espritu. El creyente tiene la salvacin escritaen su corazn por el Espritu, sin papel o tinta. No obstante, el Espritu en lasalvacin slo es una parte de la manifestacin de esta Persona divina. Su labor

    28 De particular inters resulta la doctrina de la divinizacin del creyente por influjo delEspritu. A este respecto vase Salvador Vergs, Imagen del Espritu de Jess. Persona y comuni-dad de amor (Salamanca: Ediciones Secretariado Trinitario, 1977), 121, 122.

    29 Orgenes, Tratado de los principios libro 1 3, en Alfonso Ropero, Lo mejor de Orgenes(Barcelona: Editorial CLIE, 2002), 89.30 Ibd., libro IV 1: 318.31 Justo L. Gonzlez, Retorno a la historia del pensamiento cristiano. Tres tipos de teologa (Buenos

    Aires: Ediciones Kairs, 2004), 42.32 Ireneo, Contra las herejas, en Guillermo Pons, ed., El Espritu Santo en los Padres de la Iglesia

    (Madrid: Editorial Ciudad Nueva, 1998), 31.33 Ibd.34 Ibd., 32.

  • 7/22/2019 03 - Espiritu Santo - Sosa Siliezar - Ev 5.1-Libre

    10/22

    Evangelio - Revista bblico-teolgica16

    continuar hasta que el creyente vea cara a cara al Padre y sea nuevamente he-cho a su imagen y semejanza.35

    En cuanto a la unidad de la Iglesia, Ireneo seala que est muy relacionadacon el bautismo.36Para Ireneo fe, bautismo, perdn de los pecados y recepcindel Espritu constituyen una unidad indisoluble.37En el bautismo es donde ini-cia la nueva creacin en el creyente particular.

    El cristiano recreado es colocado en la comunidad cristiana para la edifica-cin de otros a travs de los dones. Ireneo reconoce que en la actualidad exis-

    ten dones profticos, lenguas, declaracin de misterio, echar fuera demonios,pre-conocimiento, sanar enfermos, resucitar muertos; aunque se opone a cier-tos nsticos (en especial a Marcus) que pretendan falsear el don de profeca. 38Como sea, los dones no son un fin en s mismo sino que estn ntimamenteligados con la edificacin de la iglesia. Las diversas manifestaciones del Espritudeben provocar la edificacin y unidad de la Iglesia.

    Guardamos celosamente la fe recibida de la Iglesia, la misma que como un de-psito de grandsimo valor colocado en un buen recipiente, rejuvenece siemprebajo la accin del Espritu de Dios y hace rejuvenecer incluso al mismo vaso enque se halla depositada. A la Iglesia se ha confiado este don de Dios, como elaliento de vida a la obra modelada, a fin de que tengan vida todos los miembrosque lo reciben. Y en l est depositada la comunin con Cristo, es decir, el Es-

    pritu Santo, garanta de incorrupcin, confirmacin de nuestra fe y escala desubida a Dios. Porque en la Iglesia, dice, puso Dios apstoles, profetas, docto-res y toda la restante actividad del Espritu, del que no participan los que no seadhieren a la Iglesia, sino que se privan a s mismos de la vida por sus falsasdoctrinas y por sus depravadas acciones. Porque donde est la Iglesia, all est elEspritu de Dios, y donde reside el Espritu de Dios, all est la Iglesia y todagracia.39

    Finalmente, el Espritu Santo es sumamente importante en el desarrollo dela vida cristiana. El creyente recibe la uncin del Espritu para ser renovado yguiado por el camino de la rectitud.40l [el Espritu] tambin descendi sobreel Hijo de Dios acostumbrndose en comunin con l a morar en la raza

    35 Ibd., 139, 140.36 Ireneo de Lion, Demostracin de la predicacin apostlica 7 (trad. Eugenio Romero Pose, Ma-

    drid: Editorial Ciudad Nueva, 2001), 65.37 Schtz, Introduccin a la Pneumatologa, 52.38 Deiros, La accin del Espritu, 96-98.39 Contra las herejas, en Pons,El Espritu Santo, 73, 74.40 Deiros, La accin del Espritu, 93.

  • 7/22/2019 03 - Espiritu Santo - Sosa Siliezar - Ev 5.1-Libre

    11/22

    Sosa Siliezar - Desarrollo doctrinal de la Pneumatologa 17

    humana, para quedar con los seres humanos, y para morar en las criaturas deDios, obrando la voluntad del Padre en ellos, y renovndoles de sus viejos h-bitos a la novedad de Cristo.41

    El testimonio patrstico de la doctrina y obra del Espritu Santo en los siglosII y III es mucho ms amplio de lo que aqu se ha destacado. Estas tres dimen-siones que se han descrito sirven nicamente como lneas maestras para estu-dios ulteriores.

    4.LA DIVINIDAD DEL ESPRITUDurante las pocas que ya se han estudiado aparecieron ciertos indicios en

    cuanto a la doctrina del Espritu con relacin al Padre y al Hijo. Tertuliano, porejemplo, acu el trmino Trinidad. Novaciano, adems, le dio a la iglesia deoccidente el primer estudio amplio sobre la Trinidad. Pero esta doctrina no fuesuficientemente desarrollada hasta que empezaron a pulular herejas en contrade la divinidad del Hijo y del Espritu.

    4.1. Herejas pneumatolgicas

    En cierto sentido las herejas pneumatolgicas derivaron de las discusiones

    cristolgicas. Hacia el siglo IV la doctrina que ms se debata giraba en torno ala persona de Jesucristo (monarquianismo, apolinarismo, nestorianismo, mono-fisismo, por ejemplo). Pronto aquellos que trataban de explicar lgicamente lasrelaciones entre el Padre y el Hijo se vieron envueltos en polmicas relaciona-das con el Espritu Santo.

    Los primeros en proponer ideas extraas en cuanto al Espritu fueron losarrianos y el montanismo. El arrianismo negaba la divinidad del Hijo y prontolleg a negar la divinidad del Espritu tambin. La condena de este movimientose dio en el primer concilio ecumnico (Nicea 325 d.C.). El montanismo, comoya se vio, lleg a afirmar que su lder Montano era la encarnacin del mismoEspritu. Este movimiento tambin fue condenado por la iglesia oficial.

    Pero no sera sino hasta el siglo IV cuando apareciera la hereja ms fuerteen contra del Espritu Santo, el grupo de los pneumatmacos adversarios delEspritu. Al parecer, el padre de esta hereja fue Macedonio, obispo de Cons-tantinopla del 342 al 360 d.C. Los pneumatmacos afirmaban la divinidad del

    41 Ibd., 94.

  • 7/22/2019 03 - Espiritu Santo - Sosa Siliezar - Ev 5.1-Libre

    12/22

    Evangelio - Revista bblico-teolgica18

    Hijo pero le negaba tal distincin al Espritu Santo.42La base para tal doctrinaera la Escritura misma. Los macedonianos decan que puesto que la SagradaEscritura nunca afirma explcitamente que el Espritu Santo sea Dios, la conse-cuencia es que no se le debe considerar divino.43

    Esta hereja suscit la reflexin de varios padres de la iglesia que legaron a laposteridad verdaderas joyas de la literatura pneumatolgica. Entre ellos men-cionamos aqu a dos de los padres capadocios, a Ddimo de Alejandra y a Ni-cetas de Remesiana.

    4.2. Respuesta ortodoxa

    Basilio de Cesrea acept el reto metodolgico que planteaban los pneuma-tmacos y se empe en buscar en la Escritura testimonio de la divinidad delEspritu. Fruto de sus reflexiones fue el tratado Sobre el Espritu Santo. Su escritoexplica muchos aspectos relacionados con el Espritu, pero fue su defensa de ladivinidad de la Tercera Persona la que le gan un lugar en los anales de la pos-teridad. De hecho, su escrito fue el texto decisivo para la definicin de fe delsegundo concilio ecumnico (Constantinopla 381 d.C.).

    Por consiguiente, no es posible que quien ha odo Espritu configure en sumente una naturaleza circunscrita o sujeta a cambios y mudanzas o enteramente

    igual que la creatura, sino que, subiendo en sus nociones hasta lo ms alto, ne-cesariamente debe concebir una esencia inteligente, infinitamente poderosa, in-finitamente grande, fuera de la medida del tiempo y de los siglos, y generosa delos bienes que posee.44

    En lnea con el pensamiento de Basilio aparece Gregorio Nacianceno, otrode los padres capadocios. En su discurso 31 de su celebrrima obra Discursosteolgicos, Gregorio defiende la divinidad del Espritu en contra de los seguido-res de Macedonio. La polmica del Nacianceno con los pneumatmacos secentra en dos puntos fundamentales: 1) la persona del Espritu no se encuentraexplcitamente revelada en el texto sagrado, 2) el Espritu no puede haber sidoengendrado por el Padre, porque entonces sera Hijo; tampoco puede proceder

    42 Congar,El Espritu Santo , 103. Una hereja similar, aunque no muy poderosa, fue la de lostrpicos, que consideraban al Espritu como criatura del Hijo. Esta hereja encontr suacertada refutacin en la pluma de Atanasio de Alejandra en su Cartas a Serapin(Schtz,Introduccin a la Pneumatologa, 60).

    43 Giovanna Azzali Bernardelli, Introduccin a Basilio de Cesrea, El Espritu Santo (trad.Argimiro Velasco Delgado, Madrid: Editorial Ciudad Nueva, 1996), 22, 23.

    44 Basilio,El Espritu Santo, captulo IX 22: 141, 142.

  • 7/22/2019 03 - Espiritu Santo - Sosa Siliezar - Ev 5.1-Libre

    13/22

    Sosa Siliezar - Desarrollo doctrinal de la Pneumatologa 19

    de l como una criatura, porque entonces no sera Dios.45En su rplica a lospneumatmacos sostiene:

    A estos ltimos [los pneumatmacos] les digo: Por qu nos llamis tritestasvosotros que honris al Hijo, aun desechando al Espritu Santo?... Para noso-tros no hay ms que un solo Dios, porque una sola es la divinidad, y los seresque proceden retornan a la unidad, aun cuando se crea que son tres; en efecto,uno no es ms Dios que el otro, ni uno est delante y el otro detrs; no estnseparados por la voluntad, ni divididos por la potencia; aqu no se puede encon-trar nada de cuanto existe en los seres divididos. Si es posible decirlo con bre-

    vedad, la divinidad es indivisa en seres divididos entre s.46

    La labor literaria de estos dos capadocios desemboc en la formulacinpneumatolgica en el contexto trinitario ms antigua que todava hoy se con-fiesa como ortodoxa. En el concilio de Constantinopla, se defini por fin ladoctrina del Espritu en relacin con la Trinidad. Uno de los tres presidentesdel concilio fue el mismo Gregorio Nacianceno.

    Ddimo de Alejandra fue otro creyente que reflexion en cuanto al EsprituSanto. Aunque perdi la vista fsica a la edad de cuatro aos no cabe duda querecibi los ojos espirituales que solamente la Tercera Persona puede otorgar.Su Tratado sobre el Espritu Santo(374-375 d.C.) es toda una defensa de la divini-dad del Espritu en contra de los macedonianos. Para Ddimo el Espritu es

    divino, incorporal, inmutable, ilimitado, impasible e indivisible. Su obra santifi-cadora en el creyente es un testimonio de su divinidad.47

    Por ltimo vale mencionar a Nicetas de Remesiana, un autor poco conoci-do. Su breve opsculo De Spiritus Sancti Potentiatiene la apariencia de una apo-loga en contra de la hereja pneumatmaca.48El tratado es una sencilla refle-xin acerca de la divinidad del Espritu y la adoracin que merece.

    45 Jos Ramn Daz Snchez-Cid, Introduccin a Gregorio Nacianceno. Los cinco discursos teolgicos(Madrid: Editorial Ciudad Nueva, 1995), 58.

    46 Daz Snchez-Cid, Los cinco discursos teolgicos, discurso 31 13-14: 237-238.47 Ddimo el ciego, Tratado sobre el Espritu Santo (trad. Carmelo Granado, Madrid: Editorial

    Ciudad Nueva, 1997), 44-48, 59, 80-83, 92-93, 100-101, 116, 158. Una de las cualidades pe-culiares de la Pneumatologa del alejandrino es su inclinacin a atribuir la accin del Espri-tu Santo en la jerarqua eclesistica, contrario a lo que pensaba Tertuliano, por ejemplo.

    48 Carmelo Granado, Introduccin a Nicetas de Remesiana.Catecumenado de adultos(Madrid: Edito-rial Ciudad Nueva, 1992), 17.

  • 7/22/2019 03 - Espiritu Santo - Sosa Siliezar - Ev 5.1-Libre

    14/22

    Evangelio - Revista bblico-teolgica20

    4.3. Formulacin trinitaria

    En el 381 d.C. se celebr el segundo concilio ecumnico de la iglesia, con-vocado por el emperador Teodosio para restablecer la unidad de la iglesia.49Elconcilio no quera ser totalmente original sino heredero de la definicin dog-mtica establecida en Nicea el 325 d.C. El resultado final del concilio fue elsmbolo niceno-constantinopolitano cuyo tercer artculo reza:

    Y [creo] en el Espritu Santo, Seor y dador de vida, que procede del Padre, quecon el Padre y el Hijo recibe una misma adoracin y gloria, y que habl por los

    profetas. Y en la Iglesia, una, santa, catlica y apostlica. Reconocemos un solobautismo para el perdn de los pecados y esperamos la resurreccin de losmuertos y la vida del mundo futuro. Amn.50

    Con la definicin dogmtica de la divinidad del Espritu quedaba abierta laposibilidad de formulaciones ortodoxas ms detalladas. En este sentido corre laobra de grandes autores como Gregorio de Nisa (el tercer padre capadocio),Cirilo de Jerusaln y Ambrosio de Miln.

    Gregorio de Nisa asisti al concilio ecumnico de Constantinopla. En el 383d.C. pronunci un discurso sobre la divinidad del Hijo y del Espritu; pero,como buen mstico, su inters est ms en describir la relacin del Espritu enel proceso de perfeccin del creyente. Para Gregorio el Espritu es ante to-

    do una gracia de Dios que inhabita en el creyente para producir frutos desantidad.51

    Cirilo de Jerusaln particip como signatario del Concilio de Constantino-pla. Sus Catequesis XVI-XVII se titulan Sobre la divinidad del Espritu, y proba-blemente fueron escritas antes del 381 d.C., aunque no hay certeza de esto. Pe-ro lo que s es seguro es que la metodologa teolgica de Cirilo hace uso de lacategora del misterio. Para este creyente lo importante es explicar lo que la Es-critura s dice y abstenerse de sobrepasar su enseanza. Por eso, su explicacinteolgica parece ms una cadena de textos bblicos que una explicacin de los

    49 Lorenzo Perrone, De Nicea (325) a Calcedonia (451). Los cuatro primeros concilios ec u-mnicos. Instituciones, doctrinas, procesos de recepcin, en Historia de los concilios ecumnicos(ed. Giuseppe Alberigo, trad. Alfonso Ortiz Garca, Salamanca: Ediciones Sgueme,2004), 55, 56.

    50 Heinrich Denzinger y Peter Hnermann, El magisterio de la iglesia. Enchiridion SymbolorumDefinitionum et Declarationum de Rebus Fidei et Morum (trads. Bernab Dalmau, ConstantinoRuiz Garrido y Eva Martn Mora, Barcelona: Editorial Herder, 2000), 111.

    51 Gregorio de Nisa, Sobre la vocacin cristiana (trad. Lucas F. Mateo Seco, Madrid: EditorialCiudad Nueva, 1992): 89, 90, 9.

  • 7/22/2019 03 - Espiritu Santo - Sosa Siliezar - Ev 5.1-Libre

    15/22

    Sosa Siliezar - Desarrollo doctrinal de la Pneumatologa 21

    puntos oscuros de la doctrina pneumatolgica. Para Cirilo el Espritu, ade-ms de ser divino, es un ser personal:

    el Espritu Santo es uno y el mismo; viviente y subsistente y que est siemprepresente con el Padre y el Hijo; que no es hablado o espirado por la boca y loslabios del Padre o del Hijo, ni se difunde por los aires, sino que es personal yque habla, y acta y es dispensador y santificador, pues la economa de la salva-cin para con nosotros, que procede el Padre y del Hijo y del Espritu Santo,es... indivisible, armnica y nica.52

    Ambrosio es el primer occidental que escribi un tratado sobre el Espritu

    Santo. En la primera parte de su tratado Ambrosio defiende la idea de que elEspritu Santo no es una cosa ms, sino que est por encima de las cosas. Portanto, el Espritu no ha sido hecho ni creado.53Para Ambrosio el Espritu San-to es divino porque no tiene pecado, es inmaculado, perdona pecados, no escriatura sino creador, no adora sino que es adorado. Tiene lo propio de la divi-nidad: escruta los corazones, es veraz y resucita los muertos. 54El Espritu esinmaculado y omnipotente.55Por medio del Espritu, Dios sella al creyente y,por tanto, se reproduce en el cristiano la imagen y semejanza de Cristo y deDios. El cristiano se hace de esta manera partcipe de la naturaleza divina:

    Hemos, pues, sido sellados por Dios con el Espritu. En efecto, como morimosen Cristo para renacer, as somos tambin sellados con el Espritu para poder

    tener el esplendor, su imagen y gracia, lo que evidentemente es el sello espiri-tual. Pero aunque aparentemente somos sellados en el cuerpo, en realidad so-mos sellados en el corazn, para que el Espritu Santo reproduzca en nosotroslos rasgos de la imagen celeste.56

    5.EL ESPRITU SANTO EN LA COMMUNIO INTRA-TRINITARIA

    Despus de definir la divinidad del Espritu con relacin al Padre y al Hijose hizo necesario explicar las relaciones intra-trinitarias. Tanto los pensadoresde oriente como los de occidente se esforzaron por explicar estas relacionesdivinas. Particularmente en oriente se ech mano del trmino pericorsis para

    52 Cirilo de Jerusaln,El Espritu Santo catequesis XVII 5 (trad. Carmelo Granado, Madrid:Editorial Ciudad Nueva, 1998), 70, 71.

    53 Ambrosio de Miln, El Espritu Santo(trad. Carmelo Granado, Biblioteca de Patrstica 41;Madrid: Editorial Ciudad Nueva, 1998): 27-31.

    54 Ibd., 132-152.55 Ibd., 169.56 Ibd., 79.

  • 7/22/2019 03 - Espiritu Santo - Sosa Siliezar - Ev 5.1-Libre

    16/22

    Evangelio - Revista bblico-teolgica22

    explicar la comunin interna de las personas divinas en el seno de la Trinidad.Pronto esta doctrina tambin se utiliz en occidente haciendo uso del corres-pondiente trmino latn circuminsessio.57El telogo ms representativo de la teo-loga occidental en reflexionar en cuanto a la Pneumatologa en trminos de lasrelaciones intra-trinitarias fue Agustn de Hipona.

    Sus ideas pneumatolgicas parten de los esfuerzos de los padres que le pre-cedieron (Ambrosio, los Capadocios, por ejemplo), pero a la vez sus propues-tas van un poco ms all. De manera que Agustn se puede considerar comouna bisagra teolgica en cuanto al tema del Espritu Santo. Es en l en dondeconcluye un primer perodo ms enfocado en la divinidad del Espritu, y es enl tambin en donde inicia la Pneumatologa medieval ms unida al tema deldon del amor y las relaciones intra-trinitarias.

    Para Agustn lo propio del Espritu Santo es su relacin en cuanto al Padre yal Hijo.58De ah que la cualidad ms destacada del Espritu sea justamente susentido de comunidad. Por lo mismo, el Espritu acta tambin como vnculode unidad, y por lo tanto en Agustn la Pneumatologa est estrechamente uni-da a la eclesiologa.59Para Agustn, el Espritu Santo es el alma del Cuerpo deCristo, la Iglesia.

    Lo que es el alma respecto al cuerpo del hombre, eso mismo es el Espritu San-

    to respecto al cuerpo de Cristo que es la Iglesia. El Espritu Santo obra en laIglesia lo mismo que el alma en todos los miembros de un nico cuerpo. Masved de qu debis guardaros, qu tenis que cumplir y qu debis temer. Acon-tece que en un cuerpo humano [...] hay que amputar un miembro: la mano, undedo, el pie. Acaso el alma va tras el miembro cortado? Mientras estaba en elcuerpo viva; una vez cortado perdi la vida. De idntica manera, el hombrecristiano es catlico mientras vive en el cuerpo; el hacerse hereje equivale a seramputado, y el alma no sigue a un miembro amputado. Por tanto, si queris re-

    57 Congar, El Espritu Santo: 482-485. En la iglesia oriental uno de los primeros en utilizar la

    categora depericorsis en teologa fue Juan de Damasco. Un desarrollo reciente de esta for-ma de concebir la Pneumatologa se puede ver en Karl Rahner, El Dios Trino como prin-cipio y fundamento trascendente de la historia de la salvacin, en Johannes Feiner y Mag-nus Lhrer, dirs.,Mysterium Salutis.Manual de teologa como historia de la salvacin(Madrid: Edi-ciones Cristiandad, 1969, 1977), 311-335.

    58 Joseph Ratzinger, El EsprituSanto como comunin. Sobre la relacin entre Pneumatolo-ga y espiritualidad en San Agustn, en Convocados en el camino de la fe. La Iglesia como comunin(trad. Jos Ramn Matito Fernndez, Madrid: Ediciones Cristiandad, 2004), 42.

    59 Agustn de Hipona,Enquiridin. Tratado de la fe, la esperanza y la caridad, en Alfonso Ropero,Lo mejor de Agustn de Hipona(Barcelona: Editorial CLIE, 2001), 275-277.

  • 7/22/2019 03 - Espiritu Santo - Sosa Siliezar - Ev 5.1-Libre

    17/22

    Sosa Siliezar - Desarrollo doctrinal de la Pneumatologa 23

    cibir la vida del Espritu Santo, conservad la caridad, amad la verdad y desead launidad para llegar a la eternidad.60

    El Espritu, segn Agustn, se experimenta en la eclesialidad, no en la indi-vidualidad. No cabe duda que para Agustn el Espritu opera solamente a travsde la Iglesia. Por eso, la Iglesia absorbe muchas de las manifestaciones del Es-pritu en la vida individual del creyente. Parece que la nica accin del Esprituen la vida individual del cristiano est relacionada con la santidad.

    El otro trazo teolgico de Agustn tiene que ver con la relacin entre el Es-pritu Santo y el amor (caritas).61El Espritu es por excelencia el don de amor deDios. Dios se comunica en el Espritu Santo como amor.62Y ese don de Dios,segn Agustn, solamente se puede recibir en la iglesia a travs de los sacra-mentos.63

    6.LA CAUTIVIDAD BABILNICA DE LA PNEUMATOLOGA

    El lector atento identifica rpidamente la cautividad babilnica comoaquel perodo de setenta aos en los que Israel vivi fuera de la tierra prometi-da, en Babilonia. Haciendo uso de esta frase los historiadores acuaron la me-tfora cautividad babilnica del papado para referirse a la etapa de aprox i-

    madamente setenta aos (1309-1377) durante la cual los papas vivieron enAvin, sometidos al control francs.64Ahora utilizamos aqu esta misma me-tfora para referirnos a los ms de 700 aos de sequa doctrinal pneumatolgi-ca durante la edad media. Los asuntos relativos al Espritu Santo durante estapoca estuvieron encarcelados, en general, a los sacramentos, la controversiafilioque y el papado.

    En cierta manera la perspectiva eclesiolgica de la Pneumatologa en Agus-tn prepar el terreno del sistema sacramental de la edad media. La teologa dela gracia como el don de Dios que se comunica al ser humano por medio delos sacramentos suplant a la Pneumatologa. Durante la edad media aquel que

    60 Agustn de Hipona, Sermn 267en Pons, El Espritu Santo , 82. Vase adems el tratado deAgustn sobre la Trinidad.

    61 Cf. Vergs, Imagen del Espritu de Jess, 192-198.62 Ratzinger, El Espritu Santo, 45.63 Schtz, Introduccin a la Pneumatologa, 87.64 Cf. M. D. Knowles, La iglesia en la Edad Media, tomo 2 deNueva historia de la iglesia(Madrid:

    Ediciones Cristiandad, 1983): 407-414. Todava Lutero en 1520 utiliz esta metfora en sucelebrrimo opsculo La cautividad babilnica de la iglesia. Cf. Martn Lutero, La cautividad babil-nica de la iglesia, en Obras de Martn Lutero(Buenos Aires: Editorial Paids, 1967), 1:173-259.

  • 7/22/2019 03 - Espiritu Santo - Sosa Siliezar - Ev 5.1-Libre

    18/22

    Evangelio - Revista bblico-teolgica24

    quisiera experimentar a Dios deba encontrar al Espritu en los sacramentos dela iglesia oficial.

    Adems de ser supeditado a los sacramentos, el Espritu Santo qued atadoa la controversia doctrinal. El debate en cuanto al filioque supuso grandesdiferencias entre oriente y occidente. El credo que la iglesia haba adoptado enel segundo concilio ecumnico (Constantinopla, 381) rezaba creo en el Espri-tu Santo que procede del Padre.... Pero en el III snodo de Toledo (589) laiglesia agreg Asimismo debemos confesar y predicar que el Espritu Santoprocede del Padre y del Hijo y que es de una nica sustancia con el Padre y elHijo.65

    La clusula Filioque haba sido aadida en las iglesias de Hispania y Galia pa-ra prevenir a la iglesia del arrianismo. Pero los griegos no podan aceptar laclusula porque segn Focio: el Filioque es una interpolacin injustificada,destruye la monarqua del Padre y relativiza la realidad de la existencia per-sonal o hiposttica en la Trinidad.66En su obra Mistagogia del Espritu Santo,Focio se empe en declarar hertica la idea de que el Espritu procede del Pa-dre y del Hijo.67

    Debido a esta controversia las fuerzas teolgicas de oriente y occidente sediluyeron en una Pneumatologa bastante pobre. Al final el Filioque termin

    siendo uno de los factores ms fuertes para que Roma y Bizancio se separarandefinitivamente en el ao 1054.Finalmente, el Espritu estuvo cautivo por el papado. Fue en la edad media

    en donde se echan los cimientos del papado tal y como se conoce hoy da. Da-da la creciente autoridad de la que empez a gozar el obispo de Roma, prontono faltaron quienes le adjudicaron al inquilino de la ctedra petrina la obra ex-clusiva del Espritu. El Papa se erigi como aquel que habla por medio del Es-pritu, y por lo tanto su palabra tiene autoridad. Esta relacin tan estrecha entre

    65 Lat. Spiritus aeque Sanctus confitendus a nobis et praedicandus est a Padre et a Filio procedere et cumPatre et Filio unius esse substantiae. Denzinger y Hnermann, El magisterio de la iglesia: 225. ElIII Snodo de Toledo no es reconocido como concilio, porque no hubo en l representan-tes de la parte oriental de la iglesia cristiana del entonces.

    66 Evangelista Vilanova, Historia de la teologa cristiana(Barcelona: Editorial Herder, 1987), 1:334.67 Emilio Mitre Fernndez, Emperadores, papas, patriarcas y misioneros hasta finales

    del siglo IX, en El mundo medievaltomo 2 de Historia del c ristianismo (Madrid: EditorialTrotta, 2004), 76.

  • 7/22/2019 03 - Espiritu Santo - Sosa Siliezar - Ev 5.1-Libre

    19/22

    Sosa Siliezar - Desarrollo doctrinal de la Pneumatologa 25

    papado y Pneumatologa se consum durante el primer Concilio Vaticano(1869-1870) cuando se defini el dogma de la infalibilidad papal.68

    Ante tal situacin no es extrao que durante la poca medieval haya surgidoJoaqun de Fiore propugnando por la inauguracin de la era del Espritu comola poca en la cual el Espritu Santo irrumpe libremente sin sacramentos, sinclero y sin mediaciones metodolgicas para entender la Biblia.69Pero despusde su muerte las doctrinas de Joaqun fueron condenadas en el siglo XIII.70

    Por su parte, los grandes telogos medievales (Anselmo de Canterbury y

    Toms de Aquino, por ejemplo)71

    y los grandes msticos de la poca (San Bue-naventura, San Bernardo de Claraval, por ejemplo) siguieron la senda trazadapor Agustn de Hipona y poco se avanz en la formulacin pneumatolgica.72

    68 B. Mondin, El Espritu Santo como legitimacin del papado, Concilium 148 (septiembre-octubre 1979), 239.

    69 Cf. Hans Urs von Balthasar, Dios es su propio exegeta, Communio 1.86 (enero-febrero1986), 10-12.

    70 Jos Luis Illanes y Josep Ignasi Saranyana, Historia de la teologa, 3 edicin(Madrid: Bibliote-ca de Autores Cristianos, 2002): 57, n. 23. Otro grupo que enfatiz la accin sin mediacio-nes del Espritu fue el de los puros (ctaros, bogomiles o albigenses). Pero puesto quefueron condenados por la ortodoxia oficial no se disponen de escritos originales para ex-traer conclusiones acertadas en cuanto al movimiento. Baste decir que abogaban por la re-cepcin del Espritu solamente a travs de la imposicin de manos, que los capacitaba parallevar una vida pura (Knowles, La iglesia en la Edad Media, tomo 2 deNueva historia de la igle-sia: 372). Un personaje famoso condenado por sus ideas en cuanto al Espritu fue PedroAbelardo, quien en el opsculo De ntate et trinitate divinas exhibi ciertos rasgos de moda-lismo (Denzinger y Hnermann,El magisterio de la iglesia, 324).

    71 Estos dos telogos tambin consumieron sus energas en la disputa del Filioque. En sutratado De processione Spiritus SanctiAnselmo aborda esta controversia. Introduccin a las

    Obras completas de San Anselmo(trad. Julin Alameda, Madrid: Biblioteca de Autores Cristia-nos, 1952): 114. En su monumental Suma teolgica, Toms de Aquino tambin se explaya enel tema de la procedencia del Espritu. Toms de Aquino, Suma teolgica(Madrid: Bibliotecade Autores Cristianos, 1959), 2-3:225-245.

    72 En cuanto a la teologa del amor con relacin al Espritu Santo en Buenaventura y Be r-nardo ver San Bernardo, En la escuela del amor, ed. Mariano Ballano (Madrid: Biblioteca deAutores Cristianos, 1999). Aqu Bernardo indica: ...el Espritu Santo es el amor y la benig-nidad del Padre y del Hijo (pg. 61). Tambin vale la pena echar un vistazo a San Buen a-ventura,Experiencia y teologa del misterio, ed., Julio Gmez Chao y Jess Sanz Montes (Ma-drid: Biblioteca de Autores Cristianos 2000), 49-53.

  • 7/22/2019 03 - Espiritu Santo - Sosa Siliezar - Ev 5.1-Libre

    20/22

    Evangelio - Revista bblico-teolgica26

    7.CONCLUSIN

    Una revisin somera a la historia de la doctrina del Espritu Santo deja veruna cierta evolucin dogmtica que inicia con el culto cristiano y concluye en la

    Trinidad. La iglesia antigua inici su reflexin sobre el Espritu Santo en el con-texto de la adoracin litrgica, posteriormente se empez a relacionar la Pneu-matologa con otros mbitos de la vida cristiana: la experiencia exttica, el Lo-gos y la historia de la salvacin. Pero el surgimiento de herejas que atacaban lapersona del Espritu desvi la atencin de los telogos del siglo IV a tratar el tema

    casi exclusivamente de la divinidad del Espritu.A fines del siglo IV y durante el siglo V la iglesia tanto de occidente como

    de oriente concentra sus esfuerzos teolgicos en la doctrina del Espritu conrelacin a la Trinidad. Pero entrada la edad media el Espritu es presa de con-troversias dogmticas, o pasa a ser patrimonio exclusivo de las lites eclesisti-cas (el papado), o se circunscribe a la doctrina de la gracia mediada a travs delos sacramentos.

    En todo este recorrido se puede percatar una constante: cada vez que la teo-loga oficial tiende a la reflexin pneumatolgica desatendiendo la realidad de la

    vida prctica surgen movimientos reaccionarios y extremistas que enfocan so-

    bremanera elementos experimentales (de la experiencia) olvidados por la teolo-ga. Este es el caso del movimiento montanista en el siglo III y de la doctrinade Joaqun de Fiore en la edad media.

    Este breve recorrido tambin ha develado ciertas tensiones que la iglesia haexperimentado durante su peregrinaje durante la poca patrstica y la edad me-dieval. El lector se habr percatado de que muchas de estas tensiones an se

    viven hoy da.Se pudo notar que la iglesia entr en pugna eclesiolgica cuando empez a

    hablar del Espritu Santo. Muchos pensaban que la jerarqua eclesistica porser instituida por Diosera la depositaria privilegiada del Espritu Santo. Perolos grupos que no pertenecan a esa lite solamente podan experimentar al Es-

    pritu Santo de segunda mano, a travs de la jerarqua. Consecuentemente sur-gi una iglesia-institucin contrapuesta a otra iglesia-carismtica. El ejemploms notable en esta pugna lo devela Tertuliano. Aun cuando naci en la iglesia-institucin no tuvo ningn problema en pasar a la iglesia-carismtica (el mon-tanismo), porque para l el cuerpo de Cristo es aquel cuya vida proviene delEspritu no de la jerarqua. Hoy da muchas iglesias tradicionales estn experi-mentando una crisis similar. Los lderes que pertenecen a la jerarqua tradicio-nal (pastores ordenados, graduados de seminario, por ejemplo) son considera-

  • 7/22/2019 03 - Espiritu Santo - Sosa Siliezar - Ev 5.1-Libre

    21/22

    Sosa Siliezar - Desarrollo doctrinal de la Pneumatologa 27

    dos como no teniendo tanta autoridad pneumatolgica como los apstoles oprofetas de iglesias de reciente formacin.

    Unido al punto anterior se pudo notar que otra tensin que experiment laiglesia fue la dialctica entre la eclesialidad y la individualidad. Aquellos movi-mientos que se arrogaban la irrupcin particular del Espritu por medio de vi-siones, profeca u otra suerte de dones maravillosos despreciaron a la iglesiainstitucional. A la vez, la iglesia institucional anatematiz a los grupos que enfa-tizaban otros aspectos del Espritu que ellos no acostumbraban experimentar.El triste resultado de dicha tensin fue la divisin. Oh paradoja de la Pneuma-tologa! Bblicamente el Espritu Santo acta como elemento de unidad tantoen la Trinidad (pericoresis) como en la iglesia. En el cuerpo de Cristo no puedeexistir un espritu para el ojo, otro espritu para la mano, etc. En la iglesia unidacomo comunidad se manifiesta un solo Espritu por medio del cual los creyen-tes tienen libre acceso al Padre.

    Hoy da se est reflexionando con nuevos ojos acerca de la Pneumatologa.La teologa feminista reacciona a la visin patriarcal de Dios al enfatizar la fe-mineidad del Espritu Santo. Algunos telogos protestantes relacionan al Esp-ritu con la teologa ecolgica. Aqu no es posible hacer toda una lista de laspropuesta pneumatolgicas contemporneas. Lo que s se puede hacer es suge-

    rir algunas pautas que se pueden tomar en cuenta para hacer Pneumatologa.Estas pautas, desde luego, surgen del estudio histrico del desarrollo de la doc-trina del Espritu en la era patrstica y la poca medieval.

    Una de las categoras teolgicas que no se debe olvidar en los estudiospneumatolgicos es la categora del misterio. La teologa es posible porqueDios ha tomado la iniciativa de revelarse. No obstante existen elementos dog-mticos que Dios no ha deseado revelar explcitamente en la Escritura. Seratarea para personas opulentas de tiempo dedicarse a elucubrar en los misteriosde Dios. El cristiano comprometido con su realidad eclesial debera preocupar-se ms por enfocar su atencin en los temas que ms aquejan la vida cristiana yla vida de la iglesia en el mundo. En lugar de consumir energas en tratar de

    explicar la procedencia del Espritu Santo, quiz sea ms provechoso reflexio-nar en cuanto a los datos bblicos que nos permitan relacionar la Pneumatolo-ga con la misin de la iglesia.

    Otra pauta para el discurso pneumatolgico puede ser la correlacin equili-brada entre dogma y liturgia. Se pudo notar que la teologa del Espritu Santobrotaba naturalmente en la liturgia de los padres apostlicos. Hoy da tambindebera haber una correlacin entre las formulaciones dogmticas referentes al

  • 7/22/2019 03 - Espiritu Santo - Sosa Siliezar - Ev 5.1-Libre

    22/22

    Evangelio - Revista bblico-teolgica28

    Espritu y los cantos que se entonan o la oracin que se pronuncia al Seor enel culto pblico comunitario.

    Finalmente, la teologa del Espritu debe tomar en cuenta la conexin quedebe existir entre experiencia y obediencia. Los debates de los miembros de laiglesia no deberan de enfocarse en quien tiene la experiencia ms sobrenaturaldel Espritu (visiones, lenguas, etc.) sino en quien es ms obediente al EsprituSanto que habita en l. Una Pneumatologa est incompleta cuando solamentese plasma en discurso racional o se exponen al narrar una experiencia del Esp-ritu sin que ninguna de ellas (el discurso racional o la narracin de la experien-cia sobrenatural) conduzca al cristiano y a la iglesia a un nivel ms claro deobediencia y santidad.