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Cristianismo y Mundo Contemporáneo
Mistagogía Ignaciana
3. El Bien. Principio y Fundamentode los Ejercicios
Principio y Fundamento en el texto de los EE
[EE 23]I. El hombre es creado para alabar, hacer reverencia y servir a
Dios nuestro Señor, y mediante esto salvar su alma;
II. y las otras cosas sobre la faz de la tierra son creadas para el hombre y para que le ayuden en la prosecución del fin para el que es creado; de donde se sigue, que el hombre tanto ha de usar de ellas, cuanto le ayudan para su fin, y tanto debe apartarse de ellas cuanto para ello le impiden.
III. Por lo cual es menester hacernos indiferentes a todas las cosas creadas, en todo lo que es concedido a la libertad de nuestro libre albedrío y no le está prohibido. De tal manera que no queramos de nuestra parte más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y por consiguiente todo lo demás; solamente deseando y eligiendo lo que más nos conduce para el fin para que somos creados.
Principio y Fundamento en el texto de los EE
I. El hombre es creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor, y mediante esto salvar su alma; NUESTRA SALVACIÓN ESENTRAR EN LA VIDA DE COMUNIÓN, EN LA VIDA DE/CON/EN DIOS
II. y las otras cosas sobre la faz de la tierra son creadas para el hombre y para que le ayuden en la prosecución del fin para el que es creado; de donde se sigue, que el hombre tanto ha de usar de ellas, cuanto le ayudan para su fin, y tanto debe apartarse de ellas cuanto para ello le impiden. TODOLO QUE SOMOS Y TENEMOS SE PUEDE TRADUCIR EN UNA OPORTUNIDAD PARAENTREGARNOS, ENCARNANDO EL AMOR DE KÉNOSIS, DE AGAPE, A LA MANERA DEDIOS. PERO TAMBIÉN SE PUEDE CONVERTIR EN OBSTÁCULO POR EL APEGO.
III. Por lo cual es menester hacernos indiferentes a todas las cosas creadas, en todo lo que es concedido a la libertad de nuestro libre albedrío y no le está prohibido. De tal manera que no queramos de nuestra parte más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y por consiguiente todo lo demás; solamente deseando y eligiendo lo que más nos conduce para el fin para que somos creados. PARA AMARCORRECTAMENTE CON LO QUE ERES Y TIENES, DEBES SER LIBRE DE TODO APEGO.
Antropología fundamental ignaciana
n El ser humano es creatura y creatura de un Dios que le dio la existencia por Amor. Somos hijos de Abba, el Dios que Jesús con su vida nos revela.
n Dios ya nos amó y nos ama continuamente: al darnos la existencia, al sostenérnosla, al darnos todo lo que necesitamos para que podamos, desde su estilo de donación modelada en nosotros, entablar relaciones de reciprocidad con Él. El ser humano responde:
I. Alabando significa reconociendo (haciéndonos conscientes) de quién es este Dios como Padre amoroso y al mismo tiempo Creador de todo lo que existe. Hacerme consciente de que Dios crea amando. Lo alabo agradeciendo el Amor que vierte sobre nosotros.
II. Haciendo reverencia: acatando la voluntad de Dios, vivir en consonancia con esa voluntad (de que amemos como Él nos ama), vivir la “sinergia”, sentirse y estar guiado por Dios.
III. Sirviendo: que es la concreción del Amor, un servicio que no es por sacar provecho, ni por obligación, ni por “chamba”, sino una forma particular de vincularnos con aquél a quien servimos, amándolo, construyendo con él y por él, la comunión. Esta es la Salvación.
Comunión Humana:Imagen de la Comunión Trinitaria
Comunión Trinitaria:Padre, Hijo y Espíritu
Santo en mutua y total donación
(kénosis) constituyen una sola Naturaleza
(divina)
Jesucristo: Puente (Pontífice) entre la Comunión Trinitaria
(increada) y la Comunión Humana
(creada). Nos enseña a vivir la kénosis“humanamente
Comunión Humana:el Cuerpo de Cristo,
centrada en Él y posibilitada por el Espíritu Santo a través del amor
kenótico. Constituyen una sola Naturaleza
(humana)
“El hombre es creado para alabar…”
n Dios es nuestro Creador, y nos ha creado a “su imagen y semejanza” (Gen 1:26).
n Esto significa que el ser humano tiene una afinidad constitutiva con Dios. Esta afinidad consiste en la capacidad de “ser/existir a la manera de Dios”.
n Dios es Amor, en nuestra realidad espacio temporal, Dios es amando. Por lo que existir a la manera de Dios es existir amando.
n Por esto se ha dicho que el ser humano es “capaz” de amar, es “capaz” de Dios.
n Para amar a la manera de Dios necesitamos una sensibilidad particular: captar que somos “personas”, es decir, identidades (auto-presencias) relacionales. Mientras más nos relacionamos (siguiendo el dinamismo del Amor divino) más somos nosotros mismos.
n Quienes se saben personas entienden que su vida/existencia implica a los demás. Perciben una vocación a la construcción de una realidad común que implica a otros. La puesta en común de lo que cada uno es construye la comunión.
El “tanto cuanto”
“las otras cosas sobre la faz de la tierra son creadas para el hombre y para que le ayuden en la prosecución del fin para el que es creado; de donde se sigue, que el hombre tanto ha de usar de ellas, cuanto le ayudan para su fin, y tanto debe apartarse de ellas cuanto para ello le impiden.”
n Todo lo que tenemos y somos se puede convertir en un don para los demás. Dios nos lo ha dado para que ejercitándonos en entregarlo amorosamente a los demás, aprendamos a existir a la manera de Dios que “es amando”.
n Dios nos da “talentos” para que los invirtamos correctamente, es decir, gastándolos en el servicio de los demás. Cuando lo hacemos captamos que los talentos “crecen”, se multiplican, tal y como enseña la parábola.
n Debo ser cuidadoso al relacionarme con cosas a las que me siento apegado/atado, es decir, que siento que no puedo entregar a los demás por amor. Estas “riquezas” (dos banderas) en vez de ayudarme me dificultan el camino del amor. En ocasiones es mejor renunciar a ellas. Para distinguir estas dos posibilidades es fundamental el discernimiento.
Sólo lo que es motivado por el Agapetiene sentido, da vida (1 Co 13:1-3)
Talento/Acción heroico/admirable
Aunque yo tuviera/hiciera
Si carezco del agape
Consecuencia
Capacidad extraordinaria de
proclamación/comunicación
1. Aunque hable las lenguas de los
hombres y de los ángeles
si no tengo amor (agape)
soy como bronce que suena y
címbalo que retiñe
Virtudes tradicionales de
los servidores de Dios: profecía, sabiduría, fe
2. Aunque tenga el don de la profecía,
3. y conociera todos los misterios y toda
la ciencia;4. aunque tenga
plenitud de fe como para trasladar
montañas
si no tengo amor (agape)
nada soy
Acciones extraordinarias de
abnegación
5. Aunque reparta todos mis bienes,6. y entregue mi
cuerpo a las llamas
si no tengo amor (agape)
de nada me sirve
El himno al Amor (Agape) de 1 Co 13: 4-7
El amor es paciente, es amable;El amor no es envidioso, no es
jactancioso, no se engríe;Es discreto;
No busca su interés;No se irrita;
No toma en cuenta el mal;No se alegra de la injusticia;
Se alegra con la verdad.Todo lo excusa.
Todo lo cree.Todo lo espera.Todo lo soporta.
El himno al Amor (Agape) de 1 Co 13: 4-7
Dios es paciente, es amable;Dios no es envidioso, no es jactancioso, no
se engríe;Dios es discreto;
Dios no busca su interés;Dios no se irrita;
Dios no toma en cuenta el mal;Dios no se alegra de la injusticia;
Dios se alegra con la verdad.Dios todo lo excusa.
Dios todo lo cree.Dios todo lo espera.Dios todo lo soporta.
Descripción del Amor kenótico (Agape) en la “Contemplación para Alcanzar Amor” (EE 230)
I. Algo concreto, no meramente intelectual: “el amor ha de ponerse en obras más que en palabras”. El Amor ha de encarnarse, ser real. Más que un activismo, esto implica que se traduzca en tiempo. En este mundo lo que no se traduce a tiempo y espacio no es real, no existe.
II. El amor consiste en un intercambio de bienes: dar lo mejor de uno mismo de manera que se convierta en un bien para el otro y a su vez recibir lo mejor del otro que se convierte en bien para mí. Vivir desde nuestra capacidad de complementarnos, construyéndonos individualmente desde nuestra pertenencia a una comunión. El ejercicio de amar entregando los dones que hemos recibido nos ayuda a desarrollar la condición de “ser amor”.
III. Dios me enseña a amar amándome en todo lo que me rodea. A través de los dones de la Creación ejercita su donación hacia mí. Captar esto con una actitud teologal me va llevando poco a poco a descubrir que el verdadero tesoro no son los dones, sino Dios mismo, su amorosa Presencia. Me entrega lo mejor de sí mismo, que es Él mismo, en la medida que lo puedo recibir. A su vez, yo me siento invitado a entregarle lo mejor de mí mismo la totalidad de mi ser (“tomad Señor y recibid…”).
Aprendiendo a Amar a la manera de Dios
Estamento Conciencia Actitud DinámicaPrincipio
de atracción
(amor)
MetaFinalidad
Resultado
CuerpoSoma Somática
ReactivaEstímulo-RespuestaInstintivo
Necesidad Eros(lo necesito)
Alcanzar/poseer el
objeto de la necesidad
Saciarse
MentePsyché Psíquica
Proactiva“Horizonte de
sentido” Planeación
Deseo Filía(loquiero)
Alcanzar/poseer el objeto del
deseo
Saciarse
EspírituNous/
PneúmaPneumática
Receptiva/Contemplativa
Don yacogida
GratuidadAmor kenótico
Anhelo Agape(loamo)
Comunión con el sujeto
del anhelo
Un anhelo cada vez mayor,
imposible de saciar.
Elementos indispensables del Amor kenótico
1. Acoger (hacerte consciente) la entrega amorosa de Quien te ha amado primero.
2. Percibir/afectarse/saber (sentir ignaciano) el valor irreductible de cada persona y de nuestra condición fundamental de “indigencia” (privación-anhelo) con respecto a ellos. Convicción de “anhelar” entrar en comunión de amor con ellos.
3. Gratuidad, entendida como incondicionalidad. Estar dispuesto a entregarse por el otro inclusive si el otro optara por no amarnos en mutualidad.
4. Libertad (de acuerdo al ámbito de libertad de cada persona), como capacidad de entregar por decisión voluntaria (entrando en mí, manteniéndome libre de todo “apego”, ponderando y decidiendo) lo que tenemos y somos (vaciarnos) movidos por el deseo de verlo convertido en vida para el otro.
Más características del Amor kenótico
5. Conciencia de nuestra identidad personal en Cristo, nuestra manera particular de amar (vocación personal), los elementos que tenemos (dones, talentos, fragilidades) y que son susceptibles de convertirse en ofrenda de vida para los demás. Las maneras concretas a través de las cuales podemos “amar y servir” a nuestros semejantes.
6. Disposición a padecer, a asumir el dolor.Estar dispuesto a tolerar las consecuencias incómodas de entablar una relación de mutua donación.
Humildad y Pobreza
7. Humildad: Conciencia de nuestra identidad “vacía” (“NADA”) de ego, de toda referencia auto-centrante. Renuncia a cualquier apego relacionado con mi identidad.
8. Pobreza: Conciencia del “vacío” (“NADA”) en nuestras relaciones con lo que nos rodea. Nuestro entorno “vacío” de proyecciones egoicas. Renuncia a cualquier apego relacionado con lo que me rodea.