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TEMIS

ISBN 958-35-0448-3. I789583 504488

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EUGENIO RAÚL ZAFFARONIProfesor Títularen la Universidad Nacional de Buenos Aires

c ..... J'

lAAPROXIMACIÓN DESDE UN MARGEN

Tercera reimpresion

4 INTRODUCCIÓN

e) El tercer orden de dificultades proviene de nuestra inevitable limita-ción instrumental. No nos referimos con ello a la mera carencia de invesii-gaciones de campo que, en Latinoamérica, no suelen ser indispensables enla misma medida que en los países centrales, puesto .que la magnitud ynaturaleza de algunos fenómenos es tan evidente, que la distorsión encubri-dora de algunos discursos no necesita mayores esfuerzos. Aunque esta seráuna carencia siempre notable, la mayor dificultad se hallará en la escasezde instrumentos teóricos adecuados, ya que los disponibles están elabo-rados de conformidad con las necesidades de otros fenómenos.

Esta limitación dará como inevitable resultado una aproximación "sub-desarrollada", porque, comparados con los desarrollos teóricos centrales,nuestros métodos -o, más humilde y etimológicamente hablando, "cami-nos" - deben ser necesariamente sincréticos, lo cual expondrá a la aproxima-ción a la calificación de "heterodoxa", "intuicionista" o "poco científica",que por lo general son más previsibles por parte de los estudiosos de nuestropropio margen, que no pueden superar el choque emocional que provocala asunción e información de la situación marginal, que de los propios autoresde los países centrales,

d) Por último, es inevitable que, al centrar el hilo conductor de la "cri-minología" en las relaciones del poder, vincular estas con los sistemas ideoló-gicos generales (filosofía), encuadrar dentro de estas las diversas corrientescriminológicas y poner de manifiesto la funcionalidad de estas en las relacio-nes del poder central y en las de nuestro margen, no sea posible pretenderuna "objetividad" inexistente, pues cualquiera que emprenda dicha tareala debe realizar desde ángulos siempre "comprometidos", Este compromisose irá explicitando a lo largo de nuestro discurso, Si algo vale lapena manifes-tar ahora a este respecto, creemos que únicamente sería que procuremosencuadrar nuestras necesarias valoraciones en el marco de los derechos hu-manos, con la convicción de que el desarrollo de los llamados "derechos huma-nos individuales" no puede alejarse del simultáneo desarrollo de los' 'derechoshumanos sociales". Sería absurdo negar la posibilidad de un desarrollo noexactamente paralelo, pero las disparidades coyunturales relativas y necesa-rias, se hacen intolerables si se convierten en un absurdo desequilibrio estruc-tural entre ambos desarrollos, lo cual, en definitiva, es falso, porque terminatraduciéndose en la frustración de ambos.

Con esto queda dicho que, para nosotros, la "criminología" no es unsaber privado de valoraciones, sino que está pletórico de valoración políticay siempre 10ha estado, como lo demostramos en este desarrollo y como muchosotros autores ya lo han evidenciado de manera prácticamente irrebatible. Ladificultad que se genera automáticamente al negarnos a cualquier encubrimientode la dimensión política de la criminología, tiene una doble implicación: laprimera, es el considerable obstáculo para que en el "centro" puedan compren-derse las perspectivas políticas de nuestro margen, no encuadrables dentro delos esquemas poco flexibles que trazan las relaciones de poder más establesde esos países; la segunda es la tendencia latinoamericana, tan arraigada, a des-calificar cualquier desarrollo apelando al etiquetamiento político, lo cualtambién es producto de las propias relaciones de poder, que fomentan ese

LA PROBLEMÁTICA EXISTENCIA DE LA CRIMINOLOGÍA 5

recurso como defensa de sectores rivil iad 'canas, siempre dispuestos a curn ¡fr s tg1a, ,os de las socIedades latinoameri-contra cualquier disidencia queP u unción proconsular del poder central1, , promueva una dem ti " 'tmitar sus privilegios así solo f irnbé , ocra izacion que pueda

" ' uese SIm ohcamenteEn síntesis, podemos afirmar que 1 diii . .

aproximación provienen de limitacio a~ , 1 !cultades de esta ten tati va deto (a), de limitaciones ontológicas ~es/ut ']etlvas de cJ~sey de entrenamien-perspectiva parcial (b) de limitac' e a b~re~, es d~lr, de su apriorísticade información fáctic~ (c) y de/o~es o, ']~tlvas de mstr~I?ental teórico yp,olítica (por difícil compre~ión cen~r; mve de ~ulner~~jIJdad a la críticarico) (d). Y por mampulaclOn del poder perifé-

2. ¿EXISTE LA "CRIM1NOLOGÍA"?

Las controversias en el campo cri ' 1" ,siempre- tal entidad que no s rruno 081co tienen -y han tenidocomo saber autónom~ como' ,~7po,c~~ 10~autores que niegan su existenciatos más o menos válidos, encia y asta como orden de conocimien-

,Por otra parte, entre quienes admiten sula ruegan radicalmente la asi na " e~stencia o, al menos, nolos mismos adquieren ~ariableg cion ,de contenido, y la clasificación de

s muy Importantes,Cada una de estas respuest dif '

cobra significado a la luz de las r~~ci~::~~~ tiene un significado, o bien,no basta con enunciarIas y describirIas' el poder. ~ara comprenderIosen sus respectivos contextos, Para ell ' sI,no que ~s mevI~able considerarIasde estas respuestas que es lo q hO,sera necesano sesurr el curso histórico

, ' ue aremos más adelante A '1 ' ,que nos mteresa de' momento en' =:": qUI, o UnICOy casi ingenua, es tratar de s~b u?a ~nmera aprOXImaCIón rudimentariagia ", y luego, ver si por medio ~e S{ existe eso que llamamos "criminolo-su existencia, podemos acercarnos : ~~s:~esl~a ~ue, ?ImOS al problema de

Teniendo en claro el Propósito de e I~taclOn conceptual previa.en una maraña de opiniones nuestra busqueda, no nos perderemosa una selva sin salida sino qU~U~ mostradas fuera ,d~ contexto, nos llevaríamos las respuestas qu~ se han d~d ara nuestr,o PropOSltO actual, simplificare-será, primariamente su vin 1 ~ ,en una tipología cuyo criterio ordenador

, ' cu ecion con el poderEl objeto de esta simplificación .

verdadera, sino que tiene mero valo d~u,e for ser tal no resulta en definitivade la "criminologÍa" puede afi r 1 ac ICO,es demostrar que la existenciacuestionan el poder como desd:~7arse o negrse ta~to desde posiciones queesto es, que la afirmación o la nreasq~~ nO

d°lcuestI?nan o que lo legitiman,

- " gaclOn e a "cnminologÍa" 'por SImismas, para cuestionar ni ar 1 iti no sirven,pueden tener sentidos diferente/ a egr Ima.r el poder, pues ~s respuestas

, a) Respuestas que no cuestionan el d T 'ambito de la "criminología" el est di ~ol ,~r: odas ellas dejan fuera del

u 10 e SIstema penal" y mucho más

III

6 INTRODUCCIÓN

la crítica ideológica al "sistema penal", o sea, al derecho penal y a lasinstituciones que tendrían por objeto hacer lo efectivo.

En general, entienden que ese es un ámbito reservado a la sociologíadel derecho y que, por ende, no incumbe a la "criminología", que debeocuparse de los datos fácticos acerca de las conductas criminales. Todoeste conjunto de teorías criminológicas que abarcan posiciones tan alejadasentre sí como son el biologismo primitivo del siglo pasado y las investigacio-nes sociales de campo limitadas (microsociológicas) de nuestros días, sueleenglobarse bajo el rótulo de "criminología positivista" o de "paradigmaetiológico". No compartimos esas denominaciones, porque son equívocas:no es recomendable extender el concepto de "positivismo" hasta hacerlecubrir lo que no responde a esa corriente filosófica, porque es buena prácticacuidar los nombres de las líneas de pensamiento filosófico general, puestoque es lo único que nos permite orientamos. El poder y el saber se vinculanmediante estos pensamientos de máxima abstracción, que son los que nospermiten visualizar en toda su dimensión el significado de una idea referidaa un campo particular del saber. Si perdemos esta necesaria semántica orien-tadora, nos hallaremos totalmente confundidos. En cuanto a lo "etiológi-co" , si bien un sector ha manejado estrictamente esta idea, en muchos autoresaparece matizada como "explicación", "análisis multifactorial", etc., conlo cual, la idea de "causas de delito" se pone en crisis, aun dentro de estascorrientes que se limitan al estudio de las "conductas criminales".

Cabe consignar que este conjunto heterogéneo de teorías reconoce cier-tos límites difusos, particularmente porque en los últimos años se ha permiti-do abrir algunas rendijas hacia el sistema penal (especialmente acerca desu "efectividad") y porque la delimitación de las "conductas criminales"se vuelve seriamente problemática, a causa del relativismo legislativo: lassoluciones a este respecto van desde la búsqueda de un delito "natural"(el más clásico intento es el de GARóFALO) hasta un manejo del conceptojurídico con correcciones (HURWITZ), pasando por un doble uso, según lascircunstancias y objetivos (KAISER). De cualquier manera, la característicaprincipal de estas teorías es la de centrar la atención en las conductas crimina-les (abarcadas con relativa independencia del concepto jurídico del delito)y procurarles explicaciones, ampliándose eventualmente al sistema penal,desde el punto de vista de su eficacia preventiva. Muy pocas dudas cabenacerca de que se trata de una actitud bastante legitiman te del poder o que,al menos, por su escaso margen cuestionador, no permite una crítica muyprofunda aunque pueden reconocer diversos matices, como veremos al anali-zar sus variables en el marco de sus respectivos contextos históricos.

Los argumentos afirmativos pueden clasificarse dentro de cuatro co-:rrientes fundamentales. Para la primera, la crimitiologie sería la ciencia quese ocupa de las conductas crimineles consideradas como producto pato1ógi-

'ea', en una gama de variables que van· desde un biologismogenético JTIás .o menos pronunciado, hasta una psiquiatrización del fenómeno.

Es obvio que la afirmación de la criminología como ciencia se desprendeaquí de la pretensión de un objeto reconocible "naturalmente" (usando

LA PROBLEMÁTICA EXISTENCIA DE LA CRIMINOLOGÍA 7

natural en un sentido presuntamente descriptivo): es la ciencia que estudiala conducta de hombres "diferentes". En esta corriente pueden mencionarseen el pasado a LOMBROS~ ~exponente más notable-, y más contemporá-~ean:~nte, a.l neol0f!1broslamsmo de HOOTON en los Estados Unidos, la cons-tI~u~IOn dc:llllcuenclal de DI TULLIO en Italia, los trabajos derivados de labiotipología de OLOF KINBERG, en los países nórdicos; etc.

Otr~ corrien,t,: centra .~ás,i,camente .su atención en lo social y, partiendode una Idea de integración , es decir, de una cierta unidad o armoníacultural en la sociedad, distingue las conductas que se separan socialmentede las pautas culturales, y, por ende, la criminología sería la ciencia quese ocupa de las conductas "desviadas". Esta es la variable desarrolladaen los Estad.os Unidos, a partir del funcionalismo de MERTON, y en la quepuede mencionarse como un señalado exponente a MARSHALL B. CLINARD

La t~:cera corrien~e. de. respuestas afirmativas está representada porla recepcion de la clasificación neokantiana de las ciencias en "cienciasde la naturalez~" y "ciencias del espíritu". La criminología ;ería la ciencianatural del delito, que se ocupa de los datos fácticos de las conductas quela ley define como "delito". En este sentido se ha hablado de la criminologíacomo "cien~ia causal-explicativa" del delito. El derecho penal, por su par-te, como "~Iencia del espíritu", se ocupa solamente de los aspectos normati-vos .d~l delito, esto es, de los presupuestos y del contenido de la pretensiónpumtiva estatal. E~ definitiva, la "criminología" es "una" ciencia porque~u objeto se lo delimita otra "ciencia". En esta corriente puede citarse alllnumerables autores europeos y especialmente alemanes, entre los cualesmerece ponerse de relieve, por la claridad con que expone su punto de vistaa ERNST SEELIG.

La. ~u~rta cO,rr~ente sería la expresión de la tradición neopositivista odel pOSItIVIsmo 10gICO, que ahora prefiere llamarse "cientificista"_y que,en general, se caracteriza por elaborar finamente en torno a la "episternolo.gía" y negar carácter científico a todo lo que no opere con sus conceptosde "ciencia" y de método. Como corriente general va desde el llamado"Círculo de Viena" hasta BUNGE. Cercano a esta corriente en América La-tina, puede c?nsiderarse. a CHRISTOPHER H. BIRKBECK. Es incuestionable quela metodología que se exige para este concepto de ciencia no permite acceder~ ningún conocimiento macrosociológico. El conjunto de resultados de lasínvestigaciones microcriminológicas sería la ciencia criminológíca, desde estaperspectrva,

C?mo puede observarse, ninguno de estos cuatro modelos de respuestasque afirman la existencia de la criminología como ciencia, pone en cuestións~na~.ente al poder, por diferentes razones. En tanto que para la afirmacióncientífica sobre base patológica el delito es, al menos preponderantementeun fenómeno de patología individual, es necesario que el Estado lo controle:

, Para la teoría de la desviación debe darse por sentado que hay un "modelo"que no se cuestiona mayormente, aunque sea establecido con crifef1(restáéfÍs~-- --'-"._.'1

tICOy d~ este modo s~ pretenda que es ajeno a la "valoración". El esquemaueokantiano acepta directamente la delimitación valorativa y, de esta mane-

!

INTRODUCCIÓN8.' , "., uxiliar" del derecho

ra, hace en definitiva de la cnn:I~?logla una. ciencia a do la realidad,penal. El cientificismo neoposltlvlsta desartlcul~ de tf.~:~, imposibles deque resultará dividida en incontablebs "ret~~os peorreeanide el único peligro

. t rado de a stracClOn. ,recomponer con cier o g na de esas investigaciones puntualesque puede representar es el de que algu . .dad para oponerleno coincida con el discurso del po.der, pero su incapaci

otro ~iscurso lo ne;:~~;~ad~f;l:~;:::i:\~ neokantiano hay un peligro:

1Slll e:e~:'~~i'encia criminológica" está delimitado ~~r el,derecho penal,

e campo . 1 "ciencia del espíritu' , no se ocupa~~~~,~~¿;~RI~ef~::~~d~~~ae~ ~~~r~ del hecho histórico de prohibir y de

penar una conducta. .' 1 uier momento la crimi-Esto genera el pelig~o lIl:mlllente.~e!u:~n, ~:n~ia natural" el aspecto

~~~~~~ ;:~~a;r~~~~fó~~bl~oC~~~~~~a ~ell~g~~~~~l~~~~ ~;~ ~asm!?s'!~allí que se haya negado la auto~omla t enos hallamos con una respuestaargumentos neokantianosl. O~vlam~n e, " la "criminología" que paraque niega el carácter de "ciencia aut~noma anada aparece comdo ap~f paral ~~e~~~~;c~~~~~~kantiana puede llegarse

A un resulta o ana ogo a. ' . uede llegar a pulverizarpor la vía del cientificismo ePlste~?lOgl·~'dEst~~todOlÓgiCas y de objetoa la crimino~ogí~, basado ~n las 1V.e~~oaa~~liar cada una de ellas a unade sus investigacIOnes pa.rclales, PTudleb" ' nos hallaríamos frente a. ., "., "diferente am ien aquídlsclplma.o ciencia ,.' ntífica de la criminología que, en modouna negativa a la autonomia cie .alguno, resultaría apta para cuestIOnar el poder. .

- . 1 d En su oportumdad veremosb) Respuestas q~e cues~lOnan e p.o ~;iroceso que va introduciendo

con mayores exphcaClones co~o ~e realiza u~ decide quién es delincuenteen la criminología a la maqumana elst~ttalq penal Para la finalidad que

. , d li ente o sea a SISema· .y quien no es e mcu, ' . . t momento pnmero enbasta decir que en cier o , ,ahora nos proponem~s, .' . bólico" y luego con la sociologlafunción del llamado "mteracclOn.lsmo slm, . al "sistema penal" y condel conflicto, la c~ir~:linolor~ eX~len~~t~:;::~~tivO del sistema penal, elello pone de m~mf¡esto ~ ~ncI~~dad en cuanto a los fines que le asignaclasismo , el. ra~l~mo, su lf[ac~o~. I íntima conexión con el poder. Deel discurso jurídico y, en def¡~ltl~a, l~ I ta criminal" se pasó a la llamadala "criminología" centra~~ en a. :?n A~~YAR DE CASTRO ROBERT). Las ten-"criminologí~ de la reacclOn SOCial ( sificado de muy diversas maneras,dencias cuestIOnado ras del ~o~er s.ehan da da criminología "liberal", lapero, en general,suelen dISt1~gu.lrsella'all~~raadl·cal"aunque los límites no

. . 1 ' " ítica" y la cnmlllO ogl , . .cnmmo ogia en I 1 1 be como "nueva cnrrunolo-sean muy precisos y frecuentemente se as eng o . .

",,"->lO ~ ~~ ~ - . .•••

. SOLER uien al negarle autonomía afir~a-I WILHELMSAUER,1933; en l~ ;;rgentma, f ~~a la convergencia de varias cienCias

ba que era una "hipóte~is de trabajo en la que se e ec u~on sus. métodos propros.

LA PROBLEMÁTICA EXISTENCIA DE LA CRIMINOLOGÍA 9

gía", pese a que también esa denominación se reserva ocasionairn~nte "a'un sector de la misma (TAYLOR. WALTON. YOUNG), o se excluye de ella ala "criminología liberal".

En definitiva, este conjunto de corrientes se inicia con el interaccicnismo-que es un movimiento en cuyo origen puede reconocerse la marca delpragmatismo de JAMES- y luego va derivando hacia una gama de autoresque, en mayor o menor medida, van recibiendo elementos del marxismoo afiliándose a distintas corrientes o versiones del mismo, aunque ningunade ellas corresponde al marxismo institucionalizado (la criminología de lospaíses socialistas sigue sus propios caminos). A medida que se cumple esteproceso, si bien no se lo explicita -al menos por regla general-, se va introdu-ciendo una suerte de "anticriminología", que guarda cierto paralelismo conla "antisiquiatría", lo cual, por otra parte, era casi una consecuencia necesariade un proceso de demistificación, puesto que, como luego veremos, el controlpenal y el psiquiátrico siguieron caminos ideológicos bastante paralelos.

En general, la criminología que, partiendo de la delimitación más omenos convencional-por así llamarla- de la criminología, sigue un planteoepistemológico, observa que este es un discúrso que, al no cuestionar elsistema penal, lo legaliza (o "legitima", como suele decirse), esto es, loconsagra "científicamente", y que, sin embargo, el sistema penal es unade las formas del control social, que ese control social se halla en directarelación con la estructura de poder de la sociedad y, por último, que estacorresponde a un "modelo de sociedad". De esta manera, el horizonte episte-mológico de la criminología se ensancha de tal forma que, en poco tiempo,resulta inabarcable o disuelto.

Está muy lejos de nuestro ánimo emprender la defensa de la "autonomíacientífica" de la criminología, postular el retorno a sus límites neokantianosy, ni siquiera, afirmar el carácter científico de buena parte de sus contenidos.Simplemente advertimos que una disolución radical de la criminología ouna expresa" anticriminología" radical, desemboca en una esterilidad prácti-ca, pues no nos ofrece ninguna alternativa a la realidad presente. Por supues-to que puede darse una respuesta: la única alternativa es una nueva sociedad,en la cual las relaciones de poder sean completamente distintas. Implícita-mente, en tanto esa nueva sociedad no advenga, no tendríamos otra alternati-va que la lucha política general, pues cualquier mejora en el sistema penalno sería otra cosa que una reafirmación del control y, por consiguiente,una tentativa reaccionaria, legitimante, que en definitiva demoraría el adve-nimiento de la única alternativa posible.

Cabe advertir que esto no es 10 que postula la criminología de la "reac-ción social" en general, pese a las disparidades que puede haber entre suscultotes, salvo algún caso aislado de infantilismo político. No obstante,en la medida en que su "horizonte de proyección" se extienda cada vezmás, esta ampliación va perjudicando su claridad y su fecundidad. .

Este neokantismo criminológico tenía un límite epistemológicó 'cláro - ~(o pretendía tenerlo), mientras que la criminología de la reacción socialdemuestra su artificiosidad, hace estallar ese límite falso y pone de manifies-

1

10 INTRODUCCIÓN

. E esté sentido opera como "criminolo~íato su funcionalidad para el poder. pn II el neokantismo crirninológicode denuncia", lo cual es saludable. ~ro a e o, artificial pero es necesario

"E límit puede ser mas o menos , lo f .responde: ste ImI e . da límite alguno y o umcomantenerlo, porque, .de lo cOn¡,~~I~; ~~e¿~ee a esta objeción, la criminolo-que resta es un puro dis~urso ~o 1 ICO . de una respuesta uniforme, aunquegía de la "reacción SOCIal" aun c~;C~ntiva entre "criminología co~ límitestodos tenemos la certeza.de que lar.1 in posible traducción práctica"; esneokantianos o mero dISCurSOpo ItlCOs

absolutamente falsa. da nrá ti o resulta legítimamente y algo pareceLa imposibilidad de ~a. a prac I~ . tiene consecuencias legitiman-

estar fallando cuando la crítica d~Sleg~tIlm~~t:igUiÓ un sendero paralelo, enteso En la otra forma de .cont!o SOCIa qbservó que no bastaba con quedar-la psiquiatría, hace ya .var~os a~o~ que se oha uienes aceptan como evidentese en el plano de la crítica ideológica, p~es ; ~ivismo ideológico que cum-

. la función controlad~r~ y pletonca ed

s~ ~eoperar en el campo de la psi-ple la psiquiatría tradicIOna~, pero que er:blemas cotidianos-.quiatría y demandan solUCIOnes. ~dlo~ Postrar que en cuanto queremos

Este recorrido nos ha permI~ o. em e nos p~rmita trasformar unahacer de la criminología un conoc~mlent~ qUontrol social) ni la afirmaciónrealidad (la realidad ~~e~ca de una ~rn:a e c,a ni la neg;ción de esta por.neokantian~ o cie~tlfIclsta ~~ la c.n:::~no~~g~iS~lución, resultan útiles. Noiguales cammos) m la negación mIS 1 p os elementos en los que es necesa-obstante, esta conclusió~ presupone a g(u~'método"), o bien, para eliminarrio detenerse para despejar el cammo ociertos prejuicios intelectuales.

CEPTO DE "CIENCIA" Y LA CLASIFICACIÓN3. EL PODER, EL CQNDE LAS MISMAS

, . d 1 saber occidental está marcadoEs entendido que practIc~me~te to o e monta a PLATÓN, conforme1 .fi . , de las ciencias que se re id 1"por una ciasi icacion . d 1 1 s s , el "conocimiento 1 ea

a su clasificación de l~~ "potencI~s e. a m.~ ~ensible" (que se aplica en(que se ejercita en el dlalogo),}a eXp'en~~;~esear" (que hacen a la acción).los objetos de la naturaleza) y el dl!eI~rt' ye(razón)' la segunda, a la física;

La primera d~ .lugar a la la :cf~: corregido luego por ARISTÓTELESy la tercera, a la etice, ~l esque~. ti guiendo entre ciencias teóricas (que-y así dominó. durante s;gl~l; /s I~latónica) y ciencias prácticas (de laabar~an las den~~das de. a la ~ceIf: ética platónica).ptexis de la. accion, denvadas adelantado del positivismo, est~bl:ce

En el SIglo XVII, ~AC~N, c~~o 1 ácticas: a cada ciencia practicala correlación entr~ las ~Ien~I~s teonca~: d~~fr~o de alguna manera, la distin-corr.espondec ~na ,~~eI?-~;~~.~~on,~a~ o, p licada" o técnica. En las primer,.~s

. 'ciónentre "ciencia-pura y cIencI~ ap RE proponen cambiar el critenodécadas del siglo XIX, BENTHAM Y MPE

2 GIOVANNI JERVIS, págs. 17-22:

LA PROBLEMÁTICA EXISTENCIA DE LA CRIMINOLOGíA11

clasificatorio, pasando de lo subjetivo (las "facultades del alma"- platónicas)a lo objetivo (clasificación de las ciencias según su objeto), pero manteniendouna base clasificatoria dual.

La complejidad y artificiosidad de sus propuestas las hizo fracasar.Fue COMTE quien renunció al dualismo de las ciencias, partiendo de la basede que todo objeto de la ciencia es "natural", para establecer una clasifica-ción serial y monista ("naturalista" o "materialista") comenzando porlas ciencias con mayor poder de abstracción (las que estudian propiedadesde todos los cuerpos) hasta terminar en la sociología. En la misma líneamonista, como es lógico, se orientó SPENCER, quien le reprochó a COMTEhaber confundido lo general con lo abstracto, por lo cual dividió las cienciasen tres grupos (abstracto, abstracto-concreto y concreto) y dentro de cadauno de ellos las subdividió siguiendo el criterio de lo más general a lo particu-lar. COMTE no había tenido en cuenta a la psicología que es introducidaen la clasificación de SPENCER (su "grupo concreto" está integrado por laastronomía, la geología, la biología, la psicología y la sociología).

KANT había considerado a las matemáticas como una disciplina a ptio-ri, sobre las formas puras de espacio y tiempo, en tanto que en HEGEL

se podía reconocer todavía claramente la clasificación platónica (lógica, filo-sofía de la naturaleza y filosofía del espíritu). El neokantismo vuelve porla vía de la clasificación de las ciencias en "naturales" y "del espíritu",entendiéndose por "ciencias del espíritu" a las que se ocupan de procesosque se dan en la historia humana, por lo cual algunos prefirieron llamarlas"ciencias de la cultura" 3.

Si sintetizamos esto, veremos que hubo un momento platónico, eminen-temente subjetivo, fundado en las "facultades del alma"; luego, una tentati-va objetiva frustrada; un monismo materialista con variables (donde SPENCERestablece la autonomía de la tercera ciencia que todos admiten que convergeen la criminología) y un neokantismo que independiza las ciencias en queinterviene el hombre con gestación histórica (del espíritu) de las cienciasque Son un producto natural (naturales). Obviamente, el platonismo-aristotelismo, el positivismo y el neokantismo representan ideologías queson instrumentadas al servicio de diferentes intereses y estructuras de poder:el feudalismo, el asentamiento de las burguesías y la crisis de la "belle épo-que" de ese asentamiento (que también resulta funcional para una formadel "Estado de bienestar").

Estas relaciones, a nivel de análisis bien simple, resultan muy claras.E! esquema platónico-aristotélico, con la "razón" vinculando a las cienciasteóricas de la experiencia sensible y de la-hJ'gica con las pragmáticas o dela acción (ética), permitía derivar de las "cosas" cómo debía ser cada conduc-ta, es decir, permitía derivar una ética de la experiencia sensible, o sea,construir un orden "natural" de la convivencia humana con base en un"deber .~~.'~(l.erivado del' 'ser" =.Esta maniPUlaCiÓ}~9~I.pensami~n;t'p,ali§~~é,;,-'!.~::~:~c{:~:J¡lico es por demás conocida y en virtud de ella el pensamiento antiliberal del

J Sobre toda esta evolución, cfr. WUNOT, 1, págs. 31 a 66.

12 INTRODUCCIÓN

siglo XVII muestra como su garante a ARIS:-ÓTELES(poco imp?~ta que ARIS-TÓTELEShaya dicho, en definitiva, algo diferente). El posmvismo c~n suclasificación de las ciencias (COMTE; SPENCER), que da luga:. al naclI~.e~tode la forma contemporánea de la "criminologí~" (como hija de la 10 0-

gía, la psicología y la sociología,. 9ue se atorruzan ~or completo en esteesquema), también es una pretensión ~el grupo d?mm.a~t~, que ento~ceses la burguesía europea y, a nivel mundial, el Impeno bnta?,ICO, por ~:nvar

"d b " del "ser" pero ya no era un "deber ser en función deun e er ser, " t 1" orqueuna "naturaleza" preceptiva (ya lo "natural" no, ~ra ~a ~ra ~,se ajustaba al "deber ser"), sino de una "naturaleza descriptiva (lo . na~u-

1" era "natural" porque se ajustaba al "ser"). De allí que todas las ciencias~~viesen una única clase de objetos (los "naturales") ~-que la ve.rda?,. entodos los ámbitos, incluso en el ético, no tuviese otra medida que la científica,cuyo valor de verdad no tiene nada que ver coI?el con.s,urno~e 1a~mayonas,ignorantes de las "ciencias", necesitadas de ilustración e interiores, ta~to'de las mayorías internas de los propios países centrales como de las poblacio-nes de los países colonizados. ..

Cuando la tecnología avanzó, como neces~dad I~pu~sta p~)f.la compe-tencia entre los propios países centrales (conflictos ~nte:lmpenalIstas) y e.ngran medida para proveer al potenci~1 b~li.co, la "ClenCl~" no pudo seguiravalando las tesis positivistas seudocientíficas: nada mejor, e?ton:es, queensayar dos caminos para la ciencia: a) uno fue el de separar casi radicalmen-te las ciencias de la "cultura" y las de la "natural~za~', con una vueltaparcial a KANT b) y el otro, el de parcializar el conocirruento en forma tal,que resulten idtposibles todas las tentativa~ de "macrot~orías" (para ello seapela a una epistemología sumamente ala~?IC~~a, se pres,~mde de todo pl~?tea-miento ontológico -la pregunta por el ser es una. .seudopregunta - yse reduce todo el conocimiento al empíricamente ver~[¡cable). .. . ,

Es obvio, pues, que la conceptuación d.e la,"ciencIa" y la_"cl.asl[¡c;acI~mde las ciencias" constituyen un problema f¡Jo~o.fico, per? que el.saber acer-ca de lo que es "ciencia" y de cómo se claslf~can,. esta m~y vm~~lad? alpoder, que manipula las filosofías para ~ste fin. SI esta vmculac~on tIe~elugar en las ciencias que pare:en mas al~Jadas de lo humano, cuanto masno había de existir en lo que incumbe directamen~e a la, conduct:a y ~I serdel hombre -como la antro~ología, la bi?lo~ía, ~~psicología '! la sociologia-«,y mucho más en sus aplicaciones "explicativas de un fenomeno de poder,como es la "criminalidad". .,

Resulta, pues, demasiado ingenuo plante~: y .re~pond~r !~cuestión ~cer-ea de la unidad o autonomía científica de la criminología ~,d~1 c~r.act,~r"científico" de sus conocimientos, conforme a un pu~o pla~~eo científico ,que prescinde del encuadre filosófico y de la mampul.acI?n que el poderhace de ese encuadre (y que siempre ha hecho, prescindiendo de lo querealmente hayan dicho los filósofos).

4. LA GESTACIÓ~bi::'É-AS··"¡'c·IENCiA~,.·Y::DE't",'.'iSÁBER'CRIMINOLÓGJCÓ"

Puede decirse que una "ciencia" es la delimitación de un. ,"universode entes", esto es, la definición de un "horizonte de proyección de una

LA PROBLEMÁTICAEXISTENCIADE LA CRIMINOLOGÍA 13

ciencia" y la elaboración de un "sistema de comprensión" de esos entes.Cuando en la elaboración de los sistemas de comprensión se compruebaque hay entes que quedan fuera del horizonte de proyección y otros queestán dentro del mismo pero que no deben estarlo, se produce un estallidodel horizonte de proyección (una crisis epistemológica) y se redefine la "cien-cia" (WILHELMSZILASI). Mas lo cierto es que esas crisis epistemológicas nose producen como resultado de un movimiento espontáneo interno del cono-cimiento puro, sino que la "curiosidad" que acicatea uno u otro sistemade comprensión es estimulada por el poder, el cual, a su vez, puede generarcombinaciones muy artificiosas, en cuanto 10 requiera su ejercicio.

No obstante, cabe aclarar que en esta manipulación del poder hay unlímite que podemos llamar "ontológico": las "crisis epistemológicas" son"estallidos científicos" que provocan "reacciones en cadena", como la fisiónnuclear. Los elementos que quedan "sueltos" van a bombardear "desdeafuera" otros horizontes de proyección, pues son atraídos por otros elemen-tos análogos que están en el interior de algún otro horizonte de proyeccióny lo hacen "estallar". El poder manipula retardando el estallido, es decir,tratando de sustentar el sistema de comprensión agredido, y cuando nopuede demorar el fenómeno, procurando generar y manipular en su favorel nuevo sistema de comprensión, o a la inversa, acelerando todo este proce-so, o bien, como tercera variable, puede tratar de crear horizontes de proyec-ción "artificiales", "pseudociencias" o "pseudoobjetos". La experienciahistórica demuestra que media una relación directa entre el grado.de irracio-nalidad evidenciab1e del poder y el recorte arbitrario de fragmentos de larealidad. Por irracionalidad evidenciab1eentendemos la violencia cÓmo agresiónabierta, especialmente destructora de' vidas humanas, en forma que se hagamuy evidente para los propios sectores "ilustrados" y clases medias -clientelapolítica- de las sociedades centrales, como podía ser una antropología físicade los judíos basada en una colección de cráneos remitidos desde los carn-.pos de concentración, como lo pretendió el profesor de anatomía de Estrasbur.go en 19424

• Suele decirse que cuanto más irracional es el poder, menor esel nivel de elaboración de su discurso (filosófico y, por ende, científico).

Así, del irracionalismo de SCHOPENHAUERy NIETZSCHEse pasó al racis-mo imperialista de CHAMBERLAINy de este a la construcción rastrera deROSENBERG.Sin embargo, esta afirmación debe ser corregida en el sentidoseñalado, esto es, teniendo presente que lo que cuenta es la violencia eviden-ciab1e para los propios sectores "ilustrados" y medios de las sociedadescentrales, y no la violencia pura (mientras la violencia es colonial y se ocultapor efecto de la distancia a estos sectores, el discurso puede ser más elabora-do). Así, pudo sostenerse mucho tiempo el mito de la "mentalidad primitiva"y su infantil simplismo en la antropología central.

Todos los conceptos de "ciencia" y sus clasificaciones han resultado- de d.ífér~nt.es:mpmento}; '4~=ªbllyf,::.en las sociedade~"c,entrales;impttestos;a

sus periferias. En consecuencia, puede afirmarse que responden a sucesivos

4 Véase MITSCHERLICH.MIELKE, pág. 127.

14 INTRODUCCIÓN

pasos del avance de la sociedad industrial (al menos en los dos últimossiglos) y, por ende, son sistemas de ideas que han sido impuestos a nuestrosmárgenes, simplemente por formar parte de la estructura de poder mundial.Por consiguiente, si pretendemos mirar desde la periferia hacia el centrono podemos seguir esos encuadres, pues estaríamos devolviendo al centrosu propia visión o perspectiva. Como es natural, esto no nos autoriza ainventar "ciencias", sino a manejarnos con un criterio un tanto más ingenuoen el saber, que es el criterio de la necesidad. Mientras que un aspectode nuestra realidad periférica requiere un cambio, los conocimientos necesa-rios para efectuar ese cambio constituyen un saber necesario para nosotros,sin que debamos preocuparnos mayormente acerca de si ese "saber" esuna "ciencia" desde el punto de vista de las perspectivas centrales. En sínte-sis: creemos que, desde nuestro margen, 10 importante es establecer si existenórdenes de saberes necesarios para trasformar nuestra realidad; y cuálesson estos, sin entrar en disputas ideológicas vinculadas a conceptos de "cien-cia" que vienen condicionados por la estructura de poder mundial.

Esta conceptuación es parcial, pues restan algunos interrogantes: unsaber es necesario porque sin él no podemos trasformar nuestra realidad:pero cabe preguntarse: ¿por qué y para qué es necesario trasformar nuestrarealidad? La respuesta será forzosamente valorativa, o sea, que debemosconfesar una valoración que la "ciencia" central se preocupa largamentepor ocultar. No hay nada "natural" para nosotros que sirva para decimoscuándo un saber es necesario, sino que media una valoración, lo cual parala mayor parte de las posiciones centrales puede resultar escandaloso, yaque por regla general no la confiesan.

La necesidad de un saber se establece para nosotros en cuanto ese saberresulta útil para que el hombre de nuestro margen pueda:' desarrollar sus-potencialidades humanas. El criterio para hablar de "desarrollo" humanoen este sentido son los derechos humanos, cuyo entendimiento es para noso-tros mucho más unívoco de lo que se pretende. La equivocidad del conceptopuede producirse donde se genera un espacio social para discutir la prioridadentre derechos humanos individuales y sociales, exigibles y no exigibles,etc., pero en un margen donde no todos los hombres son considerados comopersonas y ni siquiera la mayoría 10 son, o donde no se respeta el elementalderecho a la vida de un número ingente de personas, no hay espacio socialpara una equivocidad muy grande, ante lo primario de la necesidad. Porlo burdo de la violación a los derechos humanos en la periferia, y especial-mente la violación del derecho al desarrollo humano, es suficiente esta refe-rencia, que puede parecer grosera desde la perspectiva central y que quizá-y ojalá- lo sea también para nosotros en el futuro.

Desde este punto de vista, 10.qltC:se_:imp0!1e·_pre~R~t~.(ll9S,por"elld~,_~ ~'.... es si existe o debe existir un "saber criminológico", que nos sea necesano

para impulsar la trasformación de un aspecto de nuestra realidad con mirasal impulso del desarroll-o humano de los hombres de nuestro margen.

LAPROBLEMÁTICAEXISTENCIADELACRIMINOLOGíA

5. LA NECESIDADDELSABERCRIMINOLÓGICOENNUESTROMARGEN15

Si obser~a~os. superficialmente nuestra realidad, es decir, sin necesidadde emplear nmgun mstrum~ntal teórico ni de campo de mucho refinamiento,vemos. q~e en nuestras SOCIedadeshay una manifestación del control socialque, SIbIe~ forma parte del control social general, se caracteriza por usarcomo medio una punicion in~~itucionalizada, esto es, por la imposición deuna cuota de dolor o pnVaCI?n legalmente previstos, aunque no siempremostrados como tales por la misma ley, que puede asignarle fines diferentes.

.I?e est.a manera, el control social punitivo está institucionalizado comop.umtIvo (s~st~mapenal) o institucionalizado como no punitivo (como asisten-cial, terapéutico, tut.e~ar, laboral, administrativo, civil, etc.). En cualquiercaso, su caracter pumtivo no depende de la ley, sino de la imposición materialde una cuota de dolor o privación que no responde realmente a fines distin-tos. del co.n!rol ~e conducta (así, no todo el plano asistencial es controlSOCIal ?~mtJvo, sino únicamente el que no corresponde a fines asistenciales,o el CIVIlque no ~esponde a objetivos reparadores, etc.).

El control SOCIalpunitivo institucionalizado como punitivo se ejercesobre la base ~e un.conJunto de agencias estatales que suele llamarse' 'sistemapenal". La dIversI~ad de composición, extracción social y entrenamientode las pe~sona:' que integran los grupos y subgrupos de sus diferentes segmen-tos, el aI~larruen.to ~~ cada ~no de estos segmentos respecto de los otros(FompartI~entalIzaclOn), la disparidad de criterios de eficacia con que ope-r~n, .las dIfer~ncias cualit~tivas c?n que asumen su papel ante la opiniónpública a tra~es de los medios maSIVOS,la dependencia de distintas autorida-des o agencias estatales, son todos elementos que inclinan a mantenerla denominación de "sistema penal" en razón de un uso convencional por-que n~ puede sostenérsela seriamente, ya qué es muy claro que no-confi~uranun "sistema".

.Hecha. esta aclaración, podemos afirmar que hay un sistema penal ensentido est~Icto y también un sistema penal paralelo, compuesto por agenciasde menor Jerarquía y destinado formalmente a operar con una puniciónme~or, 'pero qu~, por su desjerarquización, goza de un mayor ámbito dearbIt~anedad y dIs~reci?na1idad.institucionalmente consagradas (formalmentelegalizadas como ámbito propio de lo contravencional menor cuantía in-fracciones administrativas, de peligrosidad, de sospecha, etc.). '

Jun~o al control social punitivo institucionalizado, los integrantes desus ?~OPIOSsegmentos, o algunos de ellos, llevan a cabo un control socialpunitivo parains!itucional o "subterráneo" (ANIYARDECASTRO),por mediode conductas no mstitucionales (ilícitas), pero que son más o menos normalesen términos estadísticos.

El aspecto institucional del control social punitivo se encuentra. reguladopor un ~onJunto de normas legales d~dif.e.teñt~rieiarquía (c{)nstitÍlciohales,I~temaclOna~es, ~enales, procesales, penitenciarias, contravencionales, poli-ciales, de peligrosidad, militares, administrativas, previsionales civiles labo-rales, electorales, minoriles, etc.). Existe un saber que ordena el di~curso