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... ¡ 1 REVISTA DE FILOLOGÍA 01- EN LA LENGUA Dl:. LOS ABORÍGENES CANARIOS XA\ RIO B \l.l 1 STI R L nil·ersidad ele Núm. 17 1999

Ta- en la Lengua de los Aborígenes Canarios

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1

REVISTA DE FILOLOGÍA

01- EN LA LENGUA Dl:. LOS ABORÍGENES CANARIOS

XA\ 1· RIO B \l.l 1 STI R

L nil·ersidad ele ~alencia

Núm. 17 1999

l. TARO y JAROS 11>4

T..J- EN LA U"7'JGUA DF LOS ABORÍGEN[S CANARIOS

X,\\ 1 RIO 8ALLLSTI R

Unin!rsidad dt! lltlencia

El canam.mo /ani aparl!ce catalogado como un prc:~tamo del portugués /aró (( frío. \ icnto frío" por algunos autores . sm embargo. el camo1o de s1g111 fica­do a urocio. llu\ 1a menuda>> si! e.\.pllca mal. tamo qul! un \!studioso de la se­mántica de lo-. pn!stamos como M. Morera obsena que el signiricado es «no­tablemente distmto». Otro C<ll1arismo wmsada presenta igual significado. pero como también Morera ' seiiala. aunque es umuy probable que la \'O/ grancana­ria la rosada [ ... ) pertene.tca a la misma familia et1mológ1ca». en el ll:x1co portugués no apar~:ce «nmguna palabra que presente una forma similar».

La forma lam.wcla sería. sin embargo. diáfanamente explicable como un préstamo del español d1alectal rosada «rocio. escarcha». S1 la exacta igualdad en s1gn1 f1cado es más que un indicw. la 1gualdad en tres ( 1) -.liabas excluye prácticamente cualqu ier casualidad. pero ¡,y la-'? En tal caso, la- sería un agre­gado, tanto en lcJro.wda como, aceptada la conex1ón ellmológH:a, en taró. Anm­Lando en esta hipótesis nos encontraríamos con una secuencia -ni. que - sólo ahora podríamos explicar como el latinismo ro.\ con igual '>igml1cado y pérdida. usual en las hablas cananas. de -.\,como translucen aún dobletl!s del tipota/cis taf() (21) Quedaría a-.í por explicar el origen y valor del supue-.to elemento ta-. qul! en modo alguno se deJa l!sclarccer como forma de origen latino.

Rn·l\ta clt• Filología tll' la Un11 cnidad dt• r., l.agrma. n• 17. 1999, p;ig, . 93-1 O~

.\ \\"1 K lO B .'\1.1.1 S 11 K

2. 0RKiF.N DI 7i l-

Con gran \erosnnilitud podemos apuntar parata- un origen autóctono. esto es. en la lengua de los aborígenes cananos, dadas la frecuencia y calidad de las voces canarias donde aparece.

2 l. FRI·Cl 1 \¡Cf \ DI 11-

li.l-, en efecto. es secuencia frecuente en canansmos que suponemos de ongen autóctono: tahaclga ('?)«;::;mújol», tahaiba «:::: euforbia». taha¡os[tfe ((Vasija para el ordeñtH>. taharaste «aJO silvestre». rahasco (?) «lnfulca». tahet¡ue ('?) w:::

verrugato», lll eheritc~ ('!) «marca de ganado». tah1que ('?} «suero de la cuaJada». tahoho «abubilla». tahoco ('?) «renacuajo». tahona «piedra cortante>>, tabwnhe

('!) «suero de la cuajada». whumaque ('?) «glotón». wcanija «harina de helecho». tacani¡o «puñado de gofio». tad .luid 'go (?) «:::: rubiácea». ta{eiia ('?) «Cereal tos­tado». tafi.m¡u te'o ('1) «:::: matacandil». tafetán ('!) «jaleo». raros r[af <<calostro>>. tafilriasti! «::::tambor». la egala «redtl», tagasaste «arbusto leguminoso»,taginasqu te'«:::: borragmácem>, tagora (?) «muro semicirculam. wgoro ('!) «ChO/a de pie­dras>>. tagáror «asamblea indígena». ruguado ('!) «:::: vas1ja de barro». tahaiJOire

('!) «:::: garbancillo». whoce ('?) «:::: pardela». ta1smia ('!) «chismoso». taialaga ('?)

«feota». ta¡alague ('?) «broquel de palmera», /ajume (?) <<:::: hierba umbelífera», wjuna ('!) «:::: petirrojo», tajaras/e «:::: pandereta». tajnque «recipiente de drago». tajara{'>)«:::: laurisilva». tainrase ('?)«::::cabrito», tajar sé<<:::: orégano». tajornO\'O

('') «:::: cañaheja».tamagante «:::: malva».tamafi}sma «agu7.anieves», tamarco «ves­tido de piel de cabra», tamasaide «vara de brezo>), tapagao ('?) «:::: pardclM, tap(iurro ('!)«billarda», larra:;('?) «curruca>), tasarle(?)«:::: atún». lllsasa «aguje­ro del molino». ta:;ufi·e «Lurrón». \demás. la forma reaparece en una buena can­tidad de topónimos" como Tahaiha. Tahaiha/, Tabaihale1, Tabay<•sco. Tabnmo. Taburiente. Tacande. Tucorón, Tacoronte. Tacote. Taf/ra. Tc{{irabe. Tagunana.

Tt.tgamjita. Tagomate. Tagoja, Tctgo¡aite. Tagoro. Taguluc!Ie. Ta!Iiche. Tctihique.

Tc¡jdía. Taiace. Tct¡ura, Tcmwdaba. Tctmadite. Tamaduste. Tctmaide, Tamaimo.

Así en C. CORRALLS /UMBADO-D. CORBLLLA DiAZ-M A. ÁLVAREZ MARTÍ­NEZ. Dunonarw /)¡fáencwl del F'!llltio/ de Cananas. Mac.lnd. 1996. s.\.

2 La Nmnacitin tlt>l l í>cahulario Canario. La Laguna. 1993, fl· 152.

3. Ibídem. 4. La ahernancm w- l tt'- no es rara en los canansmos. regala, tega.\a.\lf'. legincl\lt', ler:;uelo ••. 5 O clwgma.l/t', la alternancta llt- e ha- no e~ 111frccuente en la rronunctactón canaria.

así wjom- dwjor(r)a. rambucllt'- clwmhuche. IWIICJI"I"O- dwmorro. tángano- chángmw. y aun la alternancia 1- 1 ch-. como en tío (átono)- clw. tolu/á- clwclw{o ...

6. Vtdc L. (,ALAND. «El elemento t(h) en la tnpontmta libtca y canana». Tahona X. 19923,pp. 139-43.

F 1· FS l•\ l.l "<•l \ lll lOS ,\LI<>RII,l '-l'S C \ NA KIIlS lJ5

Ti.Jmunca. Tamaraceite, Tcunaretilla, Tamwgada. Tc1palwga, linurte, liuarric'o. Ta=acorte ...

2.1. C.\1.11>\1> DI· /ri-

El origen epieórico de tu- se vería apumalado por la calidad de las Hlces donde aparece y que responden cast e\clusivamente a significados locales, básJcamentc topónimos (1.1) e idiónimos.

De estos últ1mos. muchos n:mitcn al mundo vegetal como whwha. tuhamste. /amigo. ta/ále. laginaste, lalwhoire, taja/ague, la¡ame, ta¡oru. tc~joré. la¡omr~I'O,

Wllwgante; otros hacen rcfcrencta a la fauna, peces cuales tuhuca. tuhec¡ue, /asar­le. u otros an1males como lllhoho. tahoco. tulwce. ICIJUIICI. lll¡orase, tamuisma, tarra=: tampoco faltan elementos relacionados con la cultura popular como wherile. whona. ll!/Íiriu.\te. lllgalu. tagora. tug()lv. te~grirur ta¡e~raste, lt/11/llrco. twnamicle. tapijurro. tasasa. w=u/h.!, cspcctalmcntc la alimentaria como whcljosle. tabique. tahumhe. tucanija. /acan[io. ta/l!iia. la/iis. laguaclo. tujoquc: por último. podemos aislar l(mnas propia~ de la lengua coloqlllal como tal>asco. tabumac¡uc. lc!/Ctán. taismiu. tujaluga.

Es translúcido que los campos léxicos llldicados pertenecen a los rcgtstros que suelen ser los mas cptcóncos para las lenguas. y, en concn:to, para guandus­mos1 bastante s~:guros (plantas y hábitat: agonane. halo. hasa, hejec¡ue. cúrisco. clwhn,c¡ue, cltc{joco. pirgc1110, time. yo ya: fauna: wnhraca/ircmca. amhmní.mca. hai/h. ca/imt. Jimllco. gua ni/. guirre. jaim. mwu~jaisa. pnem¡ut;ll. p111j1ll11a; ali­m~:ntactún amolcíll, helete. nmwme. clwcerc¡m;ll, gw11amc; cultura popular: cuna/la, clw¡usco. ge11a. gúnigo. goro. guwre. ¡airamo. mugado, mence1. tofio; jerga: cwtco. gomtclctfe; 3.2), todo lo cual apuntaría otra ve/ a la autoctonía de ta-.

3. AtJIO,(l\tL\ ()1 · frl-

Cuest1ón otm~:s la de intentar (de)mostrar que ta- rcpr~:senta un elemento autóno­mo en la~ primill\'as hahla~ canarias. La propuesta no es novedosa. ya D.J. Wolfe18

'10 en w- un prefijo. sin poder prectsar má~. dado que no podia determinarse si la forma suhsiguientc era nornbr~: o verbo. seilalando como posibilidades las de morfemas de número o de persona.

Al margen de wró- lamsacla. lo que - c¡uocl erut clemom/rullcllllll no pue­de aquí como argumento utili/arse. para sostener la autonomia de ta- deb~:mos al

7. Sobre la guunC'hitlad d~: los guanchismos vid~: M. MOIO ·RA, /.a.\ //ah/as Ctllltll'illl. Cuestiom'\ clt' l.e.\tco/ogw, St Cruz de Tcncnfi:. 199 l. pp. 41-65

X. Mom/11/t'lllu linguac Canarw,· .. Gra/. 1965. p. 394.

.. ')6 XI\\'IR\11 B'\Llf.Sll R

menos e1u:nntmr mdJcH)s o datos que muestren Cierta independcnt·ia. como. por c.remplo, caso~ de ti.mnas con y sin tu-. Apuntemo..; por ahora. en espera de mas ejemplo:; ( X. l ). la prcscnt'Ja de \'anantcs como tamuga me - amagante - magan te (con la- 1 a- 1 11-).

3 .J 0-..o\J \1 01'1 Y,\S CO'- 11-

\'anantes af'mes encontramos para lllpagao ftapagúnJ - u¡wgau. con una etimolo­gía popular cslli¡Jugao y aun estapagado. la fi.mna puede ser y de hecho es percibida como onomatopéyica; ahora bien la onomatopeya ditkilmcntc po­liria hallarse en una secuencia distinta a la de las últimas silabas *pagao, con lo que tendríamos otro posible caso de ta- 1 a- 0-.

Igualmente parece identi ficablc una onomatopeya en el nombre canario de la abubilla. whoho, relación algo frecuente en las lenguas del mundo. así en latin llfllipa, griego f;;"O~J gen, fT.or.o-;. francéS fiiiJIJif!. inglés fllWJW<', polaco c/uc/ek. lituanottit(l''· úrabe del magreb ahahil. Para tahuho. la limna hase puede ser tanto *hoho, como ahoho (el: ahohito. ahuhilla. a¡mpti en Ciran Canaria'. papa¡ni' en Lan/arotc y 'Jt:nerifcl en cualqUier caso. t(a)- es un aiiadidn .. superfluo para la onomatopeya. con\'irtiéndosc e:-.te hecho en otro argumento en fa\or oc la autono­mía oc lll-. l.a presencia de onomatopeyas en los nombres de a\es no puede con­siderarse e\ccpcional en las hablas autóctonas de Canarias. citemo~ al menos el nombre insular del «alimoche>> guirre. una rrobablc onomatopeya. y para di,·er­sos pá¡aros acaso \'OCes como chahi. chi/ín. chirrini. chi1·i. clwlín. f/iche ...

3.2. POIISII ·\IIISMO l ON 11-

FI número de silabas de formas autóctonas con tu- es palrablemente superior al promedio en suhstanti\Os o nombres autóctonos sin ta-. en formas bastante segu­ras. como agonwte «matacandil». amhracafiranca «gris y blanco». amhmcú,aca «bermeja con manchas blancas». wnulún «::: mantequilla», ha!filla «cabrito 1a>>. hale/o «::: rubiC1cea». hasa ~<pmocha». hejec¡ue ~<al farroba». hdete(/1) «calostro». ca{iwa «de pelaje negro». ctmwme <<dátil>>. canco «arafero>>. cariana ~<cesta de JUncos». nirisco <<accbiño». c/wfihusque «::: guisante». clwcen¡u<;ll «miel de la yoya». cluya,co «camilla de madera». chc!ioco «huerto,,.fimnco «gri-.». gamame «porción de gofio». gcinigo «cuuela de barro». gena <mwchila de piel de cabra». !:!,l~{io «harina de grano tostado». gomida{i• «jorobado». gom «CL'rco. corral)). gucmil «ganado sal\'ajc)) guaire <moble». guirre ~<alimoche»,jaim «cabra». jaimmo «zu­rrón)). mugado «garrote». mwwjaisa ~<negro con mancha blanca». mene(\' «rey». pen·m¡u<;ll <<:::salamanquesa>>. pÍigww «tallo de la hoja de la palml!ra». puipana «blanca con mam:has canela>>, time <<risco», tofio «\ asija para ordeiian>.,l'l~l·a <<fruto

9 Vide M 1\1 V!\ R. <<Tahuho (un falso guanchismo en (a, designa~-:1ones de la 'abubi­lla')». lmtt/1'10 de f:.,tudios lllú11ticos. 27. IIJXL pp. 477-X.' .

1.}7

dd mocanero», p;.mt las qu..: resulta un promedio do.: dos. tre:-. ,jfabas (formas ex­cepcionalmente largas como umhraca/iranca y amhraní.,uca d..:ben de s..:r com­puestos. d. tira neo «gris»), un promedio tipológicamcntc harto banal. lo que \'le­ne a mdicar que 111- es un añadido. ya que en las voces con este elemento el promediO so.: incrementa en una silaba. pasando a ser de tres. cuatro silabas. Con ta- . ..:n ..:fl:cto. habría qu..: clasificar las s1gui..:ntes ltmnas como

d1sílabos. ta/ós. turra:.

trisílabos: whacu, whaiha. f'alwiba. Tabaihal. tuha,co. tahec¡ue. whique. whoho. whoco. tahona, fi¡/)()1'110, tahumhe. Tacamle. Tacorc)n. Taco/e tafi.•¡/a. tafáte, ta/(o­ttin. J(¡f/ra, tagala. Tagoja. /agora, wgom. 1itgom, WglÍrm; tuguaclo. 7Cthiche. talwcl!, Taihic¡ue, flticlia. taismia. 7itjan·. rajame. ta¡cma. taj(}{¡m·. /ajora. tajon;. litjum. Tamaide. Tcmulimo. tamw\·mu. Tcunanca. tw!larco, tasaigo. wsarte. Tasane. tasasa. f(cufi·e.

t..:trasilabos: lilhmha/es, tahajoste, taharll\te, Taha_n•,co, taherile. Tahurie~ue. tahunuu¡ue. taccmija. taccmi¡o. llJcorome. Tc1/irahe. fc!/Ítriastc. Taganww. taginasle, Tagomute. fi¡gojaite. TcJguluc'lle. talwhoire. taiulaga. taja/ague. tajaras/e, tujora\e, tujornoyo. 7Cmwclaha, 7Cmwcli le, Tamac/n, le, tcmwgw1te. llmuugada. wma.\atcle, 7(¡¡whuga. tapijurro. 7Cmll'tico, Ta:acurte.

pentasílabos Tugumjí fll. fltmaraceite, Ttunun•ti /la.

PS bien Cierto que fa -e de formas COmO JiiC0/'011/e, /UfOCfiiC (perO también de lu:Jeque. gamame .. ~omulc!f(• ... ) puede ser simplemente la w .. ual epéntesis española (Fnric¡ue. filme. r[tirrc!fto ... ) para adaptar y adoptar formas forancas con conso­nante fina l no permitida. pero. aun así. la proporciÓn de polisílabos es suficiente­mente llamativa .

4. lA- Y (,'-.11\IIIHI· !l \ '1 RBO'!

Tras estas pro.:c1s1ones. parece que ya estamos en cond1cioncs de afrontar la cues­tión que planteaba \Vülfel: ¿.ta- antecede a un nombre o un verbo'? A un nombre y nombre substantl\'0.

Nombr..:s y nombres substantivos son con la mayor probabilidad todos los topón1mos, substantivos deben de ser todos los demás 1d1ón1mos que podemos reconocer, substantivos deben de ser (ta)hoho y (ta)¡wguo. Formas como el ver­bo taro.1ur son claramente secundarias. De modo que parece lícito concluir que ta- es un elemento que precede a un substantl\o, pero ¡,de que t1po de elemento se trata?

9X X .\\'1 RIO B \LII SUR

4.1. L.\ POSICIÓN DF TI-

Ln primer indicio obvio. pero no por ello baladí. es el de que ra- es secuencia que antecede. En el ámbito tipológ1co universal, esto es poco indic1o. variados morfemas nominales (pre!dicción dicciones) o prepOSICiones (lat. cum Marco tecwn; ergo postposic1oncs) pueden aparecer tanto antes como detrás de nom­bre, y tamb1én los artículos (el taxi rum. taxiul): s1 bien debe notarse que. al menos para el caso de los artículos determinados. con mayor frecuencia estos últimos preceden antes que siguen al nombre (postpucstos en albanés. amárico. armenio. balinés, bengalí. buginés, búlgaro, danés, curdo, macedonio, morduano, somalí. sueco, tibetano, vasco, volofe ... ). y asi parece suceder también en el ámbito lingüístico concreto donde presumiblemente debemos movernos: el camítico o norteafncano.

4.2. EL '>10MlSIL\BISMO Df T4-

Fn convergencia con lo expuesto. hay que hacer notar que tipológ1camente las formas monosilábicas suelen caracterizarse en aquellas lenguas polisililhicas (como eran sin duda las de los aborígenes canarios: 3.2) por corresponder por lo general a elementos muy precisos, sean prcverbiales o prcnominales. prevcrbios, preposi­ciones. prefijos, artículos ...

5. Tt- C0\10 ARTiCULO

La tesis que deseamos sustentar es que ta- funcionaría como determinante del substantivo. seria, pues. un artículo. Tal propuesta se basa en una serie de ar­gumentos de diversa naturaleza y que examinaremos a continuación. Ha de notarse que cuanto más numerosos y más variados sean los argumentos que podamos aportar, tanto más seguros podremos estar de la corrección de la propuesta, una vcL que como es de sobra conocido la convergencia argu­mental es método de reconocida validez, especialmente en el campo de las disciplinas humanísticas.

5.1. EL \RGl. \IFNTO PROSÚDICO

Los cstud1os tipológicos han mostrado que artículos o articuloides suelen caracte­rizarse por ser átonos y unirse en enclisis a la forma a la que acompañan. En mucha menor medida preposiciones (la t. cin·wn áxem - circúm nos; poi. u ciébie -ú nas) o prcverbios (lat. emit- áclimit: lit. ima- atima) presentan esta caracterís­tica, ya que a veces son tónicos. Pues bien, en todas las formas canarias con ta­que podemos reconocer como autóctonas, ese elemento es átono. Posibles o pre­suntas excepciOnes, como el doblete tájame (- /(/jame), se explicarían sm di ficul ­tad por etimología popular.

f~- 1 " lA 1.1· Mol \ DE LOS AIIORilol NlS C ~ ,.,\RJ("

6. T ,_ <o\! o ,\RT iruto ¡,llt 11 R~II:-.<ADO o t:\Dt· 11· R\IISAI><>'?

Supuesto que tu- repn:sente un artículo debemos a eontinuactón mquirir si sera ~-;te determinado o indeterminado. En favor tic la consideración de tu- como arti­culo determinado actuarían los siguientes argumentos de naturak/a tipológica.

6.1 St \1 .\ 'lTI{ \

La presencia tic la- en topónimos sugiere que sea articulo ddcrmmado, ya que el artículo determinado es mucho más frecuente que el mdetcrmmado en esta clase léxtca: 1/gwTe, ..1/-Afmlinu .. 11-Qahira. D!!nllaag. /.a Palma, La Spe=ia. Lt• \lam ....

6.2. GRA\11\ TIC'.\

Con mucha mayor frecuencia las lenguas presentan marca específica para artículo determinado que parJ el indctem1inado (para el que puede utiJi¿ar-;c como equi\alen­te, además de la ausencia de marca. el numeral «t111o» ): a si el albanés. amúrico. balin~s. búlgaro, córnico. ga~lico escocés. galés. hebreo. húngaro. trlandés. islandés, macedonio. maltés. manés,marquesano, morduano. nucuoro. romani. somali.t1bctano. vasco dtsponcn sólo de marca para el articulo determinado. No parece haber caso de lenguas con marca para el articulo mdetermmado. pero no para el determinado. Ca~o. pues de dar-;e. una marca para el articulo. esta suele ser la del determinado.

6.3. FoNi nc. ., La presencia de un fonema oral de articulación dental no es rara para los articulo~ determinados. así r/te en ati·ikaans, -t(ii) -(i)l (plur.) en albanés. da die da.\ en alemán. -a*ll -jat -lll -to -te en búlgaro, -et (neutr.) en danés. de (excepto neutr. sing.) en holandés. thc en inglés. -ol-la -lo -re en macedon1o. re (smg.) en maorí, 11! (sing.) en marquesa no. dm del en noruego. de (sing.) en nucuom. -1(1 J ( fem. l en somalí. -(e}t (ncutr.) en sueco. 'di/de en tibetano. o der di dos en yitlis.

7. T.-1- C. 0\10 ARTIC'l1LO DI II · R\1l~ADO GE:-.if: RICO

Aceptado que la- note un artículo determinado, debemos preguntarnos si se trataría de un articulo dentro tic un paradigma (para. por ejemplo, un género o bien un núme­ro) o de un articulo genérico, al modo de die en atiikaans.a/- en árabe. w1 en bretón, cm en córn1co. rr en galés. h- en hebreo. a(=J en húngaro. lh!! en inglé~. (iJ/ en maltes. Con los datos actualmente a nuestra dispos1c1on y dado que no podemos idcntif1car géneros o numeros especifkos para las lenguas aborígenes de Cananas. la segunda posibilidad parece más probable, ta-, desde luego, se referiría a entidades singulares (fahoho, whoco. talwce. taiana ... ). pero no cabe excluir la presencia de entidades plurales en algunos topónimos ( hpo Los Juml!os, Las Palmas. Los Rodeos...). y ade­más ello ayudaría a e\plicar alguna característica de las hablas canarias (8.3 ).

IUO \\\1 Rlll B ·\ll .hii·K

H. C \P·\CID\D 1 :\I'LICATI\',\ DI' L.\ IIII'UTISIS

Como confirmación posible (aunque no necesaria) podemos esperar (aunque no cx•g•rl que la aplicac1ón de la hipótesis formulada aporte alguna capacidad e.\pll­cativa a fenómenos dtversos, preferentemente lingüísticos.

8. 1 . T iGÚROR - GURO

En pnmer lugar, cabe señalar que con la interpretaciÓn de ta- como elemento autónomo con valor de artículo determinado quedaría satisfactoriamente explica­da la relación etimológica entre tagmvr y goro.

La palabra tagórvr aparece documentada desde antiguo con diversas vanan­tes (fagor01: tagore1: tagoro. tahoror) que se dejan reducir fundamentalmente a un tagóror (o. en todo caso. tagoror). Una antigua y completa descripción del signi­ficado del termmo es esta: «La manera y órden que tenían en JUzgar era: que el rey se ponía en un llano donde estaba hecho un asiento en que estaba puesta una piedra alta cuadrada. y luego a los lados otras p1edras mas bajas. puestas por su orden donde se sentaban los mas pnncipales segun su antigueda<l y allí se sentaba el rey el día que le parecía y hacía audiencia, y a este lugar llamaban tagóron> (ABR J 196 ). 1:1 testimomo arqueológico confirmu un hecho para nosotros capi­tal. a saber, el muro circular de p1edra que rodeaba los as1cntos (también de pie­dra). Tul detalle es esencial para confirmar la relación de la palabra con goro «cerco o corral (circular para ganado)». lo que penmuría interpretar tagóror como «el cerCOl> por antonomasia.

8.2. TI NDr'JCL\ .\ n- Y C'O'IFL'SIO'JI S

La h1pótesis ayudaría a explicar algunas parllculandades de las hablas canarias en las que encontramos una cierta tendencia a propiciar ta- con las consecuentes confusiones. así en metátesis como tuhaca:o (!) por bataca::o o tacho por chato, pérd1das de consonantes como rahuca:o por tambuca:o «vaivén». aféresis como luliano por italiano. cambios como tatículo por testículo, y alternancias como talara/a por catarata. Si bien ha de reconocerse que el mtercambio tu- ka- es frecuente en lo:. canarismos (casarte por /asarte). debe señalarse que la direcc1on preferente es la de ta- en vez de ka- y no viceversa: whoco por cahoco, taro:v por caro:o, cuando precisamente lo más frecuente es lo contrario: el paso de tal a /ka/.

Otro pos1blc ejemplo de esa misma tendencia sería el nombre canario del «or;welo», que es tar:¡n•lo «de manera general en las A fortunadas» 111 presentando diversas vanantes locales como ter:uelo. tan:uelo. ta:ueio. tran:uelo. Las formas tor:uelo o tv:uelo que encontramos en algunos lugares de llueh'a o Navarra pue-

1 O. Vide A.l. N 1\ VARRO CARRASCO. El Arias ele Cmwria~ y el Diccionario , tmdémico. Alicante. 1996, p. 79.

/ 1· 1 N l.~ Ll "tol \ DE LO~ AIIO~ifol 'f:S ( • "'-~ARIOS 101

ucn e'plicar:-.c por etimología popular y estar en la base u e la llmna canaria junto con el portugu-:~ terrol. pero ¡,por qué el \Ocalismo /al en las Cananas'! Lo signi­ficatÍ\'\l es que . .sin justificación aparente. 1!1 cambio se ha prouucido otra \CL. en d1rección a tu-.

!U. ¡,fl \;Ú\11 ·SOS lll PI R\ 1\1\;tl \'? Con todas las pn:wnciones posible::. y que en lógica y rigor "e desprenden de lo hipotético de nuestra propuesta a\'enturaríamos que la c.:\lstcncw en el substrato lingüístico canano de un artículo que no distinguiera género. ayudaría a explicar ese camb1o de género característiCO de las hablns canarias actuales 11

' el hronqui­tis. cost11111hre. gnpe. sar/(;/1, 11::ne. uhre: la interés. pus. sistema ... que denotan c1crta labilidad u opac1dad en la percepc1ón del genero gramatical.

Asunismo podría an:nturarse ahora como causada por el substrato aquelln tendencia a luso canario de artículos en los topónimos: E/1/icrro. l.a Gomera. Lu Laguna, l.a Palma. !.as Palmas ...

s.-L OtROS ,\R<intl.~lllS

[: 1 actual conocimiento de la lengua de los primiti\o~ canarios no pam111.: ir mu­cho más allú ue un probable entronque en la familia camitica, posiblemente bere­ber. Por talmoti\'o, argumentos de naturaleza etimológica son aquí apenas y difí­cilmente aduciblcs. y. en todo caso. necesitan de la convergencia de otros testinWn iOS

Podríamos con carúctcr de h1pótes1s aludir, todo lo müs, a fenómenos fono­túctlcos. como el paso de ai a e 1!, lo que permitiría relac1onar algunas formas, así un * ta lgueste habría producido un Tegueste. Parecidamente. si, como se afirma en el DRAI (del X4), la forma renil¡ue «piedra dura y compactu. hogar» procede

11 Vtd.: ~10RI :R,\. /.a 1-iwmacicin .... p. 41\s. 12 1·1 pa'o do.: (aj] a [.:)11 afín.:~ l[a: c .. ]l es un l"lmóllpu. c,wndo b1.:n dlli.'Umcmado en

latín . .:hn111 p..:quinC:s. 'ánscnto. griego. sueco. c.JanC:s. hulamlC:,, br..:tún, francO:,. wcario l>CCilkntal. hablas c.Jd lituano y del gaiCs ..

.. l>dw ,, 1.1 amahilidac.J nmaria. esto e~. extrema c.Jel PruL l>r. Rafael P.:stanu Fariña el .ICCcsu a muchos d.: los c.Jatos cont.:mdos .:n el pre.,enh: articulo. con .:stc ya redactado 1111 l'l>kga de la L;niv..:rsidac.J de La Laguna mo.: haco.: lkgar la obra dd MarquC:s eJe Bute. Snhre la , fnttgua /.cnguu ele lo.\ .Vawrale' de Tcmaifi• (l .ondn:~ 1 !\91) en ec.Jic1Ón de \1,,\ . Al\'arc/ y F Cial\'án (La Laguna 19!\7), esta contiene adicional.:s informaciones 1k inkr•:s para .:1 pr.:sent.: trabaJO y, entre olros. el mérito d.: hab.:r tant.:mpranamcnte ¡m•pu.:sto la e\lstenc~:J de un artículo dctcrmmadn 1. t/1 o tu para la kngua autóctona de ft•¡~c•n/c• lp. 64 y passim). aportaciones que la nguros1dad del método histórico­CI>mpalall\11 do: Wlilfcl , en lo que constnuy.: la obra d.: g.:n.:ral rcli:rcncm para esta~

cu.:,twno:-., hah1J lamcntablcmt:ntc soslayado. La contnhuc1Ún y aun los rt:stdtados

102 X\\ 1 RIO B \1 U Sil R

dd bereber inek «hogam. la forma canaria podría ser el rcsullado de un *w ínek ~ *tcnl!k *teneque tenequc > tenu¡ue (chenique chénique. tíníque. chínique 1 chínique. chíncque) en com ergencta con la htpótesis aquí fórmulada.

ofrecidos del Marqués de Bute no suponen. a m1 modesto entender. eohstón con la tests aqut ~ustentada. antes bien comcrgencta, sólo que su mtegractón requemía de un ultenor de~arrollo expltcattvo que constdero no es este el lugar donde realizar.