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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHIAPAS FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES, C-III MAESTRÍA EN DESARROLLO LOCAL PNPC.CONACYT LA CULTURA POLÍTICA DEL "MANDAR OBEDECIENDO" EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA AUTONOMÍA ZAPATISTA. LA ACCIÓN POLÍTICA COMO CONDICIÓN PARA EL "DESARROLLO LOCAL". Tesis Que como requisito para obtener el grado de Maestro en Desarrollo Local Presenta: Lic. Erik Amauri Acero Suchiapa Director de tesis: Mtra. Kathia Núñez Patiño Esta tesis se inscribe en la Línea de Generación y Aplicación del Conocimiento “Cultura y actores socialesSan Cristóbal de las Casas, Chiapas. Diciembre del 2016

Repositorio UNACH - Universidad Autónoma de Chiapas

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHIAPAS

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES, C-III MAESTRÍA EN DESARROLLO LOCAL

PNPC.CONACYT

LA CULTURA POLÍTICA DEL "MANDAR OBEDECIENDO" EN LA

CONSTRUCCIÓN DE LA AUTONOMÍA ZAPATISTA. LA ACCIÓN

POLÍTICA COMO CONDICIÓN PARA EL "DESARROLLO LOCAL".

Tesis

Que como requisito para obtener el grado de

Maestro en Desarrollo Local

Presenta:

Lic. Erik Amauri Acero Suchiapa

Director de tesis: Mtra. Kathia Núñez Patiño

Esta tesis se inscribe en la Línea de Generación y Aplicación del

Conocimiento “Cultura y actores sociales”

San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Diciembre del 2016

DEDICATORIAS:

Por siempre agradecido y dedicado al Dr. Daniel Salomón Dardón Monzón, quien me

enseñara la utopía de este mundo donde pueden caber muchos mundos.

A mi familia, quienes nunca me dejan sólo y de quienes siempre recibo apoyo.

A Ximena mi amada, compañera e inspiración para continuar superándome.

AGRADECIMIENTOS:

Con infinito y especial agradecimiento:

A la Mtra. Kathia Núñez Patiño, por su disposición y paciencia en todo momento para

colaborar en este trabajo con sus conocimientos y consejos. ¡Muchas gracias!

A mis lectoras Mtra. Cecilia Alba Villalobos y Mtra. Angélica Rico Montoya, por su

disposición y paciencia en todo momento para ayudar en este trabajo con sus conocimientos y

consejos para fortalecer mi investigación.

A la coordinación del posgrado por todo el apoyo incondicional en mi desarrollo como

maestrante en Desarrollo Local.

A mi familia Acero Suchiapa, quienes incondicionalmente me alentaron y apoyaron en todo

momento en este proyecto.

A mi familia Ozuna Ruiz, quienes me adoptaran brindándome amor y cariño durante mi

estancia en Sancris. Les debo mucho.

A los habitantes de La Soledad y Guadalupe los Altos, por permitirme conocer parte de sus

vivencias y experiencias, sin las cuales este trabajo no hubiera sido posible.

A cada uno de los informantes, quienes me brindaron información vital para el

enriquecimiento de la investigación y quienes, debido a la guerra de baja intensidad vivida en

la zona, se le han cambiado el nombre.

A cada persona que resiste y crea nuevas formas de ver y hacer el mundo, quien, sin su

rebeldía, sería imposible imaginar un mundo donde quepan muchos mundos.

Agradecimientos totales al Concejo Nacional de Ciencia y Tecnología CONACYT. Esta

investigación se realizó gracias a su apoyo y financiamiento, por siempre agradecido.

RESUMEN

La siguiente investigación utiliza como fundamento teórico al desarrollo local, esencialmente

retomando la idea de que es un proceso conjunto, incluyente, equitativo y democrático que se

efectúa mediante la participación de diversos actores y considerando diferentes dimensiones

sociales, a saber: política, económica, ambiental, cultural e histórica. Esta visión abre la

posibilidad de observar a los individuos (actores sociales) y a los territorios a partir de sus

capacidades locales, además enfatiza a la acción política como condición que da continuidad

al proceso de desarrollo.

A partir de lo anterior la investigación retoma la visión política de dos grupos originarios de

Chiapas ubicados en dos localidades de la región Tzeltal: La Soledad y Guadalupe los Altos.

El objetivo es comparar sus prácticas políticas y su capacidad para socializar el poder a

manera de influir en los procesos de “desarrollo local” y de “vida digna”. Logrando exponer,

por qué la práctica política de determinado grupo crea una socialización de poder que

contribuye, o no, a las condiciones locales de un determinado territorio.

Mediante conversaciones personales se obtuvo la información pertinente que permitió realizar

el presente trabajo. La observación de las prácticas políticas en ambos grupos demuestra dos

formas distintas de socialización del poder, además permite identificar que en ambos casos los

cambios son profundamente culturales.

Dentro de los principales hallazgos, se permite identificar dos aspectos importantes: i) en los

grupos bases de apoyo zapatista ubicados en La Soledad, sus prácticas políticas basadas en el

lema del “mandar obedeciendo”, dota a los actores de una capacidad de participación en las

tomas de decisiones que han permitido su continuidad a nivel territorial; ii) en los grupos

partidistas, ubicados en Guadalupe los Altos, logra identificarse una amplia dependencia hacia

los programas de combate a la pobreza ofrecidos por el gobierno oficial, manteniendo el

rezago y pobreza en las personas de la localidad, impidiendo su continuo desarrollo, capacidad

de decisión y empoderamiento social.

Se requiere del cambio pragmático del significado cultural de lo político, para lograr ejercer

una socialización del poder en la población para realmente generar un involucramiento en la

participación social. Donde el cumplimiento organizacional local y la estructuración de las

labores locales logren darse de manera colectiva. De esta manera, cada persona implicada en

un área de trabajo siente la responsabilidad común de lo que implica su compromiso.

Summary

The following research uses as a theoretical basis local development, essentially retaking the

idea that it is a joint, inclusive, equitable and democratic process that is carried out through the

participation of various actors and considering different social, political, economic,

environmental , Cultural and historical. This vision opens the possibility of observing the

individuals (social actors) and the territories from their local capacities, besides emphasizing

the political action as a condition that gives continuity to the development process.

Based on the above, the investigation resumes the political vision of two groups originating in

Chiapas located in two localities of the Tzeltal region: La Soledad and Guadalupe los Altos.

The aim is to compare their political practices and their capacity to socialize power in ways

that influence the processes of "local development" and "decent life". Being able to explain,

why the political practice of a certain group creates a socialization of power that contributes,

or not, to the local conditions of a determined territory.

Through personal conversations, the pertinent information was obtained that allowed to carry

out the present work. The observation of political practices in both groups demonstrates two

different forms of socialization of power, in addition it allows to identify that in both cases the

changes are deeply cultural.

Within the main findings, it is possible to identify two important aspects: i) in the Zapatista

grassroots support groups located in La Soledad, their political practices based on the "mandar

obedeciendo" motto provide actors with a capacity to participate in The decision-making that

has allowed its continuity at the territorial level; (Ii) in the partisan groups located in

Guadalupe los Altos, it identifies a wide dependence on the programs of fight against poverty

offered by the official government, maintaining the lag and poverty in the people of the

locality, impeding its continuous development, capacity Decision-making and social

empowerment.

It requires the pragmatic change of the cultural meaning of the political, to achieve a

socialization of power in the population to really generate an involvement in social

participation. Where local organizational compliance and the structuring of local work can be

done collectively. In this way, each person involved in a work area feels the common

responsibility of what their commitment implies

ÍNDICE Pág.

INTRODUCCIÓN 2

1. CAPITULO I. LA POLÍTICA NACIONAL DEL ESTADO MEXICANO Y LOS

PUEBLOS ORIGINARIOS 6

1.1 Estado, Nación y pueblos originarios 8

1.2 Surgimiento del EZLN: contexto político, económico, social y cultural 12

1.2.1 El surgimiento del EZLN como respuesta al Proyecto de Modernización del

Estado Mexicano 17

1.3 Otras respuestas al desarrollo hegemónico. El Postdesarrollo, lekil kux lejal y el Buen

Vivir en Latinoamérica 23

1.4 La Autonomía y vida digna Zapatista como resistencia al sistema político

mexicano 26

1.5 Primer acercamiento a los Caracoles Zapatistas, las Juntas de Buen Gobierno

y los trabajos colectivos 29

2. CAPITULO II. ADENTRÁNDONOS A LOS CONCEPTOS CULTURA,

POLÍTICA, DESARROLLO LOCAL. 37

2.1 Relación de conceptos: Política, Desarrollo Local y Cultura 38

2.2 Algunas consideraciones sobre las condiciones políticas y socioeconómicas

en Chiapas 1990-2014 47

2.3 Otras realidades políticas desde América Latina 52

2.4 El ejercicio en el buen gobierno zapatista. La cultura política colectiva en

los tres niveles de gobierno zapatistas 55

3. CAPITULO III. OBSERVACIONES EN TORNO AL TRABAJO DE

CAMPO. LAS PRÁCTICAS POLÍTICAS EN GUADALUPE LOS ALTOS

Y LA SOLEDAD. COMPARACIÓN DE ENFOQUES DE “DESARROLLO”

EN DOS PROYECTOS POLÍTICOS DISTINTOS 65

3.1 Ubicación geográfica y socioeconómica del territorio político de la región

del Caracol I La Realidad 66

3.2 Sobre la etnografía y el trabajo de campo en Guadalupe los Altos. La vida

cotidiana de los partidistas 72

3.2.1 La economía política 75

3.2.2 La Salud 78

3.2.3 La educación 80

3.2.4 La alimentación 81

3.2.5 El trabajo 82

3.2.6 Consideraciones sobre género en la comunidad 83

3.2.7 Cultura política. Conflictos y solución a los problemas locales 84

3.3 Sobre la etnografía y el trabajo de campo en La Soledad, localidad

perteneciente al municipio autónomo San Pedro de Michoacán en el

Caracol I La Realidad. La vida cotidiana de una familia zapatista 85

3.3.1 Economía política 87

3.3.2 La salud 91

3.3.3 La educación 93

3.3.4 La alimentación 95

3.3.5 El trabajo 96

3.3.6 Consideraciones sobre género en la comunidad 98

3.3.7 Cultura política. Conflictos y solución a los problemas locales 100

4. CAPITULO IV. COMUNIDAD Y GOBIERNO EN LA SOLEDAD,

LOCALIDAD PERTENECIENTE CARACOL I LA REALIDAD.

SOCIALIZACIÓN DEL PODER DESDE EL ACCIONAR LOCAL 102

4.1- Lo privado, lo público y lo común 103

4.2 La práctica de la cultura política del mandar obedeciendo en La Soledad.

Socialización del poder 105

4.3 El trabajo colectivo en la vida digna zapatista: cultura política de la acción,

observaciones para el bien común y “desarrollo local” 109

5. CONCLUSIONES, PROPUESTAS Y RECOMENDACIONES 113

5.1 Principales resultados 115

5.2 Obstáculos en la investigación 116

5.3 Reflexiones teóricas y metodológicas 117

6. FUENTES DE INFORMACIÓN (BIBLIOGRAFIAS) 118

ÍNDICE DE CUADROS, ESQUEMAS, GRAFICA, IMAGEN Y MAPAS

CUADROS

Cuadro 4.1 Comparación de las etapas Desarrollo, Desarrollo Local y Vida digna.

Relación con el ente político 111

ESQUEMAS

Esquema 2.1 Estructura del Gobierno Autónomo Zapatista 58

Esquema 4.1 Relación comunitaria en las Bases de apoyo zapatista 104

Esquema 4.2 Relación de Cultura política, socialización de poder, comunidad,

áreas de trabajo y vida digna 106

GRÁFICAS

Gráfica 2.1 Indicadores de pobreza por ingreso Chiapas 1990-2014 48

IMÁGENES

Imagen 1.1 Representación de las asambleas para la organización del levantamiento 14

Imagen 1.2 Representación de la expulsión militar, por parte de las bases de apoyo

zapatista. CompArte, agosto de 2016, Oventic 22

Imagen 1.3 Letrero a la entrada del Caracol I de la Realidad. 30

Imagen 3.2 Transporte de los alumnos de la escuelita zapatista en Volteos MACOMA 71

Imagen 3.3 Vista aérea del territorio de Guadalupe los Altos. 72

Imagen 3.4 Máquinas en espera de la construcción de la carretera cerca

del Caracol La Realidad 73

Imagen 3.5 Vista aérea de La Soledad 87

Imagen 3.6 Bodega “El Durito” en Betania 89

Imagen 3.7 Fogón con el que el colectivo de pan realiza su trabajo comunitario 97

Imagen 3.8 Zapatista Cargando a su hijo durante CompArte 99

Imagen 4.1 Foto tomada en el Caracol de Oventic en márgenes del evento político

CompArte en agosto del 2016 108

MAPAS

Mapa 1.1 Ubicación geográfica de Caracoles Zapatista 32

Mapa 3.1 Ubicación geográfica del centro de La Realidad, Guadalupe los Altos

(Las Margaritas) y La Soledad (Ocosingo) 68

2

INTRODUCCIÓN

La siguiente investigación surge a partir de la convivencia y participación en la escuelita “La

libertad según l@s zapatistas” a principios del año 2015, que permitió mediante la aceptación

en prácticas políticas cotidianas de familias base de apoyo zapatista en la localidad “La

Soledad” observar un panorama de estudio que ofrece una alternativa a las formas y prácticas

políticas actualmente ofrecidas por el Estado en México. Esto permitió un estudio basado en la

cotidianidad y cultura política de bases de apoyo zapatista, estructura civil que a lo largo de

más de 22 años han mantenido y practicado la vida digna y autonomía que ha permitido la

sostenibilidad de sus bases.

Para poder cotejar la acción política se decide hacer una breve comparación con otra entidad

de estudio que se asemeje a las condiciones culturales, históricas, políticas y territoriales, con

el fin de explicar, cómo una práctica política dentro de determinado grupo social puede crear

una socialización de poder que beneficie las condiciones locales de su comunidad. Por ello, se

convivió y recabó información de familias partidistas quienes manejan y ejecutan acciones

políticas diferentes a los del primer grupo de estudio. Pero que pese a sus flacas condiciones

algunos logran su permanencia en el territorio.

El análisis está fundamentado en experiencias e investigaciones a una parte de Chiapas de la

región tzeltal, donde se ha trabajado temas de autonomía y gobierno local en los pueblos

originarios a lo largo de varios años. Envuelve momentos de convivencia con zapatistas y

partidistas, e intercambios con analistas de opiniones diversas. Si bien a lo largo de los años se

adquiere cierta admiración y simpatía en el análisis a ambas entidades de estudio, siempre se

mantiene cierta distancia analítica con el fin de dotar de opinión y vos a ambos actores

implicados en el estudio.

Cabe aclarar que hablar de las bases de apoyo zapatista es hacer referencia de la estructura

civil surgida posterior al movimiento militar del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional

(EZLN) en Chiapas en 1994 y que actualmente son quienes practican la cultura política

zapatista. Se hace distinción, en base a que la investigación se centra sobre aquellos que

3

sostienen al movimiento en la vida cotidiana y son portadores claves del proyecto político que

aquí se describe.

En la investigación se observa al sentido y práctica política en ambas familias de estudio,

siendo una variable comparativa ofrecida desde ambas visiones por su contraste, punto central

para el tema de la investigación. De esta manera, se logra entender al aspecto político como la

acción llevada a cabo en sociedad y practicada por los actores involucrados, que otorga

empoderamiento y responsabilidad a cada integrante para las acciones que serán ejecutadas en

la vida privada, pública y común.

El proyecto de desarrollo impulsado por las bases de apoyo zapatistas desde lo local, es un

caso paradigmático de autonomía y organización frente al sistema neoliberal que por más de

20 años ha logrado sostenerse. Por lo que es importante reconocer ¿Cómo lo han logrado?

¿Bajo qué elementos han construido su proyecto? es precisamente ahí donde se ubica el

propósito, en la revisión de la cultura política del mandar obedeciendo y su praxis en la vida

cotidiana. Lo que ayudará a responder ¿Cómo se expresa la cultura política de los sujetos en la

comunidad de la Soledad en la práctica del mandar obedeciendo y qué procesos de

socialización del poder se generan en el ejercicio en la estructura del gobierno autónomo

zapatista para el desarrollo local? Para esto, fue necesaria la construcción de cuatro apartados

con los que se buscó llegar a los resultados que posteriormente serán expuestos.

En el primer apartado se entabla la relación entre ambas lógicas políticas de estudio y su

planteamiento frente al desarrollo, dando un primer acercamiento a las bases de apoyo

zapatista desde su surgimiento ante la sociedad, como ejército y en la etapa guerrillera,

afectada por el aparato político llevado a cabo en México principalmente en los años 90’s en el

que, decisiones ejecutadas para el desarrollo y modernidad, originan el rompimiento o choque

cultural en ambas partes orillando al desconocimiento gubernamental y político por parte del

primer grupo de estudio. Permitiendo así, ver al surgimiento del EZLN como respuesta al

proyecto de modernización planteada por el Estado político mexicano.

Al mismo tiempo, se da espacio reflexivo a otras respuestas al actual desarrollo hegemónico

de corte fundamentalmente economicista (el postdesarrollo y el buen vivir) ofrecidas desde

Latinoamérica. Con ello, se justifica que la autonomía y vida digna zapatista es resistencia al

4

sistema político mexicano y, en su esencia más general, al sentido de desarrollo economicista

que impera sobre la diversidad basado principalmente en lo mercantil. Con ello, se da un

primer acercamiento a los Caracoles Zapatistas, las Juntas de Buen Gobierno (JBG) y los

trabajos colectivos, abriendo un panorama sobre la organización de las bases de apoyo

diferente a la etapa militar.

El segundo capítulo se adentra a los conceptos cultura, política y desarrollo local. Tratando de

hacer relación entre los conceptos con el fin de demostrar el cómo una cultura política puede

crearse, y la importancia que puede ofrecer en las teorías de desarrollo de manera local. Para

ello, se dan algunos resultados de lo que ha significado la instauración desarrollista en el

territorio chiapaneco y la implementación de ciertas políticas para el desarrollo nacional.

Posteriormente, se discuten algunas realidades políticas en América Latina, logrando

evidenciar una visión general de los proyectos políticos que no solo afectan a México, sino, a

diversos territorios en América latina, donde suele haber resistencia en varias capas de la

sociedad que es excluida principalmente por aspectos culturales. En este apartado, se puede

ver la cultura política colectiva esbozada en tres niveles de gobierno zapatista: nivel local,

municipal y zona (Caracol).

En el tercer capítulo, se tienen las observaciones en torno al trabajo de campo, reflexionando

sobre las prácticas políticas en las familias y comunidades de estudio: Guadalupe los Altos

(familia partidista) y La Soledad (familia base de apoyo zapatista). Ubicando geográfica y

socioeconómicamente, parte del territorio político perteneciente a la región del Caracol I La

Realidad, para poder desglosar la etnografía y el trabajo de campo de ambas localidades. Se

tocan puntos primordiales sobre cada familia de estudio, como: su condición de salud,

economía política, género, trabajo, educación y sobre todo, el cómo logran practicar estas

características. Con ello, intentaremos dar respuesta y distinguir ¿Qué tipo de cultura política

se expresa dentro de las familias base de apoyo zapatista de La Soledad? ¿Qué papel ha jugado

la cultura política del mandar obedeciendo en la edificación de su autonomía y vida digna? y

finalmente si, ¿La cultura política autónoma zapatista puede generar procesos de socialización

del poder para el desarrollo local?

5

En el cuarto y último capítulo, se dan los hallazgos encontrados en el estudio de las prácticas

políticas en La Soledad donde se sitúa la socialización del poder desde el accionar local. Fue

necesario ubicar el carácter de lo privado, lo público y lo común con el fin de hacer distinción

al carácter de lo común que impera en las familias de estudio, principalmente en la práctica de

la cultura política del mandar obedeciendo, distinguiendo al trabajo colectivo en la vida digna

zapatista, su cultura política de la acción y socialización del poder, para poder brindar algunas

observaciones para el bien común y desarrollo local.

Las familias bases de apoyo zapatista y diversos movimientos sociales, principalmente en

América Latina, dan muestra de la existencia de modificaciones políticas que pueden ser

organizadas de manera local. Trasmitiendo culturalmente una política que genera procesos de

socialización del poder establecidos de manera local, que trae consigo beneficios que permiten

la resolución de problemas esenciales para la subsistencia.

Se efectuaron observaciones directas, entrevistas y pláticas informales en los espacios

comunes de la vida cotidiana en familias políticamente distintas, quienes ofrecen visiones y

prácticas diferentes de desarrollo.

Se observa que lo político genera un problema al desarrollo local siempre y cuando se ejerza

de manera vertical (de arriba para abajo) y no genere una socialización de poder en los actores.

Un mandar-mandando que notablemente se ha impuesto en las sociedades capitalistas y

principalmente originarias, que condiciona estrategias de combate a la pobreza y programas de

desarrollo desde instancias externas. Es acá, donde se sitúa la importancia de la siguiente

investigación, pues se piensa que la acción política es vital en la conducta individual y social.

Con lo que se logra pensar que mientras no exista una socialización del poder en los actores en

todas sus capas, será imposible un acercamiento pleno a la creación de una alternativa viable

para, y desde los actores mismos, de manera local.

En este sentido, la investigación entiende al proceso autonómico y de vida digna de las bases

de apoyo zapatista como: un proyecto económico, político, social y cultural basado en la

cosmovisión indígena de hombre-naturaleza y los principios rebeldes de la cultura política del

mandar obedeciendo.

6

CAPITULO I- LA POLÍTICA NACIONAL DEL ESTADO MEXICANO Y

LOS PUEBLOS ORIGINARIOS

Pensar en un estado nacional mexicano ha conllevado a una serie de consecuencias sociales

debido a la implementación de políticas de desarrollo orientadas a la satisfacción de

necesidades de una sociedad homogénea y centralizada que no considera la diversidad cultural

del país. Esto ha representado una falta de respeto a los derechos al territorio, a las

costumbres, a la libre determinación, al autogobierno y a la consulta de los pueblos

originarios1, representando una exclusión social que a la par ha originado la proclamación de

autonomía y vida digna en algunos grupos originarios y campesinos como su propia

alternativa al desarrollo2 en México y en América Latina.

Tomando en cuenta a Galeano (1971) y a Pérez (2007) la noción de Nación da el inicio a una

época de profundos cambios económicos y políticos en varios espacios de América Latina

contra el colonialismo al sentirse parte de un territorio con aspectos culturales propios con

posibilidad de autogobernarse y proclamarse independiente de cualquier gobierno o política

externa. Para Luis Villoro, en América latina: “La nación se formó en la mentalidad de un

grupo criollo en la segunda mitad del siglo XVIII, antes de pretender para ella la soberanía

política. La exigencia de constituir un Estado independiente provino de una conciencia

nacional previa” (1998: 12). Similar conciencia o sentimiento de independencia o autonomía,

es el que radica en los movimientos de los pueblos originarios pues en ellos residen aspectos

culturales particulares que se ven afectados ahora por el neoliberalismo.

1Para indagar cómo las reformas actuales y el Acuerdo de Asociación Transpacífico (ATP) propuestos por el

gobierno en curso donde se marca un retroceso a los derechos indígenas, puede verse la nota periodística

de Jessica Xantomila en la Jornada disponible en:

http://www.jornada.unam.mx/2016/08/28/sociedad/026n1soc. Conferencia magistral Retos y

perspectivas del movimiento indígena y los pueblos originarios Víctor Leonel Juan. 2 Actualmente en México, se habla de autonomía zapatista en Chiapas, los grupos de autodefensas o de

autonomía de Cherán en Guerrero, el inicio de una moneda comunitaria como el Túmin en Veracruz,

entre muchas otras.

7

Históricamente, la relación entre Estado nacional y los pueblos originarios trae entre sus

elementos fundamentales a la raza, la sangre y la cultura, quienes siguen implicando

problemáticas muy profundas en ideal neoliberal debido a sus profundos contenidos subjetivos

(Fuentes, 2008). Incluso hasta el año en curso en México, se sigue discutiendo sobre la

oportunidad de reconocer a los pueblos originarios como sujetos de derecho público, lo que

daría pie a considerar su participación y opinión sobre proyectos que afectan a sus propios

territorios, reconociendo verdaderamente sus usos y costumbres con un sustento legal3.

Desde la década de los 80’s la cultura nacional en México se perfiló como un orden

homogéneo y hegemónico, consintiendo la supresión de la diversidad cultural existente en el

país, discusiones que podemos encontrar en los escritos de Díaz Polanco (1991), Sánchez

(1999), Stavenhagen (2004) y Villoro (1998). Proyecto que ha desembocado en la negativa y

rechazo, principalmente, de algunos pueblos originarios quienes sufren directamente la

homogeneización cultural que detenta contra su identidad y permanencia.

En este primer apartado se entabla así, una breve discusión sobre la práctica y el proceso que

ha conllevado el proyecto nacional desarrollista efectuado en México, con uno de los acuerdos

más importantes e imponentes llevados a cabo; el Tratado de Libre Comercio (TLCAN)4. Al

cual se sigue apelando para la modernización, progreso y sustento del Estado nacional.

Representando uno de los peligros más importantes para la diversidad cultural y el respeto a

los derechos de los pueblos originarios, así como también, un peligro para la estabilidad

medioambiental.

3 Consultar entrevista a la secretaria de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades, Rosa Icela Rodríguez

Vázquez. Realizada por el periódico La Jornada. Disponible en:

http://www.jornada.unam.mx/2016/09/11/capital/027n1cap 4 Aunque existen numerosos tratados internacionales para la apertura comercial en México, entre ellos; El Plan

Puebla Panamá hoy llamado Proyecto Mesoamérica, los tratados de libre comercio con: Bolivia, Chile,

Unión Europea, Israel, entre otras. Se considera al TLCAN por a su impacto histórico sobre México y su

visión neoliberal.

8

Se dará un repaso del surgimiento y organización zapatista quien germinó en la misma década

de los 90’s del siglo XX justo en la entrada de dicho proyecto, ayudando a comprender el

inicio y la construcción de la fundamentación autonómica y vida digna zapatista como

respuesta y alternativa a dicho proceso de modernización nacional. Movimiento social que al

igual que otros procesos sociales en América Latina o alrededor del mundo, surgen como

disruptivas teóricas y prácticas a la sociedad moderna pretendida desde un Estado nacional

neoliberal.

Se analizará brevemente la relación entre el Estado nacional mexicano y los pueblos

originarios, ayudando a percibir el por qué tomar decisiones políticas para el progreso nacional

mexicano en favor de programas como el TLCAN no trae consigo beneficios para todos los

habitantes del territorio culturalmente diverso de México dejando en descobijo, sobre todo, a

los pueblos originarios y campesinos. Esto es sumamente importante al considerar que

específicamente en Chiapas para el año 2010 se contaba con 1 141 499 personas mayores de 5

años que hablan alguna lengua indígena, lo que representaba el 27 % del total de la población

(INEGI, 2010) la cual, en su gran mayoría, actualmente en Chiapas se encuentra en

condiciones de pobreza y extrema pobreza, a pesar de contar con fuertes presupuestos

federales destinados a aliviar dicho problema por lo menos después de la entrada al TLCAN

(López, 2007) y a poco más de 22 años del surgimiento del movimiento zapatista.

1.1 Estado, Nación y pueblos originarios

Si se piensa que el hombre es naturalmente sociable (Aristóteles, 1962) y que esto permite la

creación de modos de organización entre la diversidad de los individuos con el fin de

preservar la especie y con el fin de organizar la vida en común o como Todorov afirma: “la

sociabilidad no es un accidente ni una contingencia; es la definición misma de la condición

humana” (1995: 33). Se puede igualmente pensar que es inevitable separar al Estado de una

asociación de humanos en la diferencia. Por su parte, Aristóteles apunta que:

Todo Estado es evidentemente una asociación, y toda asociación no se forma sino en vista de

algún bien, puesto que los hombres, cualesquiera que ellos sean, nunca hacen nada sino en

vista de lo que les parece ser bueno. Es claro, por lo tanto, que todas las asociaciones tienden a

un bien de cierta especie, y que el más importante de todos los bienes debe ser el objeto de la

más importante de las asociaciones, de aquella que encierra todas las demás, y a la cual se

llama precisamente Estado y asociación política (1991: 21).

9

Esta realidad política del Estado es un hecho que agrupa a los hombres y mujeres con sus

semejantes, estableciendo entre si una serie de relaciones (Porrúa, 2005) y reglas. Es una

representación social agrupada en un territorio el cual cuenta con un órgano de gobierno

propio y una identidad cultural que identifica a los miembros de una sociedad con las de otras

sociedades.

El Estado también puede ser visto como un “poder político y administrativo unificado,

soberano sobre un territorio limitado, que se reserva en él el monopolio de la violencia

legítima” (Villoro, 1998: 12). La pertenencia a éste se da por obediencia a una autoridad y al

sistema legal que instituye, reconociendo su dominio por temor o por representar ciertas

ventajas, principalmente: a) al tratar de garantizar la paz y el orden en el interior y la

protección frente a los peligros externos; b) al tratar de gestionar una convivencia equitativa y

un óptimo desarrollo de los pueblos que lo forman. Lo importante es que en la visión

dominante las funciones del Estado pueden sobreponerse a las de la nación o naciones que

somete.

Retomando a Villoro, la nación no siempre estuvo ligada a Estado al contener una noción

previa a la época moderna donde no se incluía fundamentalmente autoridad o soberanía

política. Hay que notar que en esta visión la condición de cultura es indispensable, dando

pertenencia a un grupo que comparte pensamientos, formas de vida y proyectos en común.

Textualmente dice:

(…) no podríamos identificar a ninguna nación si no admitiéramos ciertos caracteres de una

cultura común, propia de la mayoría de sus miembros, que constituye el cemento mismo que

los une en una totalidad más amplia. (…) Quienes participan de una forma de vida concuerdan

en ciertas creencias básicas que conforman un marco de todas las demás: creencias valorativas

sobre los fines superiores que dan sentido a la vida, criterios generales para reconocer lo que

debe tenerse por razón válida para justificar una creencia. Una forma de vida común se

expresa en la adhesión a ciertos modos de vivir y el rechazo de otros, en la obediencia a ciertas

reglas de comportamiento, en el seguimiento de ciertos usos y costumbres. Pero también se

manifiesta en una esfera objetivada: lengua común, objetos de uso, tecnología, ritos y

creencias religiosos, saberes científicos; implica instituciones sociales, reglas consensadas y

rituales cívicos que mantienen y ordenan el comportamiento colectivo. Una nación es, ante

todo, un ámbito compartido de cultura” (ibídem: 14).

A esta idea de nación se le incorpora el sentido de pertenencia a un colectivo, dejando de

existir la necesidad de un lazo sanguíneo, raza, lugar de nacimiento, ni adscripción política. De

10

esta manera, la integración a una nación se da por una identidad cultural y para Villoro suele

llevar consigo cuatro condiciones necesarias para poder aplicarlo a una sociedad: i) comunidad

de cultura; ii) conciencia de pertenencia; iii) proyecto común, y iv) relación con un territorio.

En México, la integración de los pueblos originarios a la nación sigue siendo una condición

para el progreso. Sin embargo, para llegar a la unidad nacional hubo que mexicanizar a los

pueblos originarios, integrándolos a la comunidad mestiza (Sánchez, 1999) llevando consigo

la pérdida de identidad de las culturas originarias, lo que en principio representaba la

desvalorización de sus usos y costumbres.

Con lo anterior puede notarse que tanto en los pueblos originarios (quienes guardan y

comparten una cultura) y el concepto nación, no están necesariamente ligados al poder del

Estado. Respuesta a ello, la táctica del proyecto nacionalista alcanzó su consolidación con las

revoluciones democráticas de los siglos XVIII y XIX, donde la dominación se otorgaba a

todos los habitantes que formaban una nación sin concebirla separado del Estado soberano, ni

éste de aquélla (Villoro, Op. cit.). De esta manera, “la sociedad no es vista ya como la

compleja red de grupos disímbolos, asociaciones, culturas diversas, que ha ido desarrollándose

a lo largo de la historia, sino como una suma de individuos que conviene en hacer suya una

voluntad general” (ibídem: 19) una homogeneización cultural que significaba dejar de ser

tzotziles, tzeltales, tojolabales, choles, mames, entre otras etnias, para convertirse únicamente

en ciudadanos mexicanos.

En la historia de México, se puede dar evidencia de las facetas que han conllevado la

construcción de un Estado nacional quien, al ser un territorio tan culturalmente diverso, la idea

de una integración al Estado-nación cultivó en el individuo “hacer a un lado sus peculiares

rasgos biológicos, étnicos, sociales o regionales, para convertirse en simple ciudadano, igual a

todos los demás” (ibíd.: 20) con ello, la diversidad que coexiste en la sociedad mexicana

marca al Estado-nación como un proyecto que proponía e imponía a la vez la alineación a una

sociedad homogénea.

Villoro igualmente aporta para el análisis la distinción de dos tipos de naciones que pueden

distinguirse por su súbito arraigo cultural: la “nación histórica”, donde el origen y la

continuidad cultural son los ejes de una identidad nacional, los que miden la pertenencia a ella,

11

en su caso los pueblos originarios, y; la “nación proyectada”, donde se pasa de la aceptación

de una identidad heredada a la decisión de poder construirla, la sociedad “moderna”. Tema

que también encontramos en Stavenhagen (1981) haciendo referencia de la dualidad existente

en los países latinoamericanos ejemplificados con las sociedades “arcaicas” y “modernas”.

Hoy en día, el término “pueblos originarios” curiosamente aparece para reconocer la

existencia étnica y cultural previa a la instauración del Estado europeo en la conquista y es de

creciente discusión, dejando de lado el término indio que refiere a los primeros pobladores

“descubiertos” quienes erróneamente confundieron con habitantes de la India, o indígena que

refiere a una persona originaria del territorio al que trata desde antes del grupo dominante

(Stavenhagen, 1992). Este desconocimiento mutuo del otro que ha permitido tales

conceptualizaciones erróneas (Stavenhagen, 2010) ha marcado grandes discusiones

académicas al tratar de entender el papel que juegan las formas tradicionales de concebir la

vida por parte de estos pueblos. Dado que el fin es encontrar respuestas a la discusión sobre la

práctica política de los usos y costumbres -que implican maneras distintivas de ver y hacer

políticas medioambientales, sociales, productivas, educativas, etc.- y su posibilidad de aportar

soluciones, en alguna medida, a los actuales problemas del sistema político y económico cada

vez más descontrolado al que se le ha apostado como único camino al progreso y bienestar

social de un Estado que no contempla la diversidad.

En este acercamiento a los conceptos Estado, nación y pueblos originarios, es indispensable

reconocer: i) que el Estado es un concepto político donde rige una organización social común,

con un territorio y gobierno propio como máxima autoridad, el cual, en México no ha tomado

en cuenta la diversidad cultural por la que se compone; ii) aunque podríamos referirnos a la

preexistencia de las culturas originarias, en México ha existido un cambio continuo respecto a

su existencia y participación como ente político y; iii) la nacionalización influyó y trató de dar

pertenencia a los habitantes de México con la homogeneización social.

El desconocimiento y desapego que ofreció a las culturas originarias ha causado en algunos

grupos la autonomía y desconocimiento total del Estado político nacional, como el caso del

proyecto practicado por el grupo de estudio.

12

En el proceso de alcanzar el desarrollo y progreso en México existió un apresuramiento en el

proceso de aculturación de los pueblos originarios por parte de las políticas de Estado para que

renunciaran a sus usos y costumbres dejando de ser indígenas convirtiéndose en ciudadanos

(Stavenhagen, 2010). Táctica que persiste en todas las zonas zapatistas y en caso especial a la

investigación, en territorios aledaños al “Caracol I La Realidad”, donde se vive una guerra de

baja intensidad con una fuerte presencia de programas gubernamentales, militarización y

paramilitarización. Esta zona de conflicto comprende principalmente los municipios de

Altamirano, Las Margaritas y Ocosingo, donde suelen escucharse frecuentes denuncias de las

bases de apoyo zapatista por hostigamientos y violaciones a los derechos humanos realizado

por militares o paramilitares formados con los años posteriores a 1994, tácticas que podemos

encontrar en el Plan de Campaña para Chiapas (1994) y los escritos de Van der Haar (2005),

con el fin de la desestabilización y el desmantelamiento del EZLN y de las bases de apoyo

zapatista.

1.2 Surgimiento del EZLN: contexto político, económico y cultural

Aunque históricamente el movimiento zapatista en Chiapas tiene en su trasfondo diversas

transformaciones, hasta hoy en día podríamos resumir alguna de sus facetas históricas

mencionando que una de sus raíces se da debido al contacto con las Fuerzas de Liberación

Nacional (FLN) fundado en 1969 en Monterrey, México. Quienes el 17 de noviembre de 1983

fundarían un núcleo guerrillero en la Selva Lacandona e introducirían y organizarían las bases

guerrilleras zapatistas (Yáñez, 2003). Históricamente podemos encontrar encuentros con los

militares en marzo y mayo de 1993 y caciques que aún eran frecuentes por esas zonas, rispidez

que detonó en el levantamiento el 1 enero de 1994.

Aunque existe evidencia histórica de un trasfondo militar e ideológico externo en el EZLN, en

las sociedades indígenas también se tiene un trasfondo político y económico llevado a cabo en

el establecimiento del Estado mexicano principalmente en los estados campesinos e indígenas

del sur, quienes para los años 90’s seguían sufriendo el caciquismo. A esto, un ex integrante

de las bases zapatistas quien fuera promotor de comunicación autónoma, en una entrevista

realizada en el mes de agosto del 2016, afirma que el surgimiento del movimiento indígena se

13

dio principalmente por el hartazgo a las condiciones de miseria y explotación que a lo largo de

la historia habían vivido en esa zona:

Llegó un momento que ya no aguantamos la situación con los rancheros (…) situaciones de

represión, ver cómo agarraban a las mujeres quienes no denunciaban por miedo (…), situación

que fue lo que tensó antes del 94´ porque ya era demasiada injusticia, ya era el momento. Es la

misma situación que te hace pensar. Ahorita tendría mayor fundamento para decir que acá es el

camino, que no había otro camino más que tomar las armas.

(…) Si vas a las marchas te acusan, las leyes mexicanas se voltean hacia a ti por ataques a las

vías de comunicación. Si te vas a manifestar, exiges algo, te inventan un delito y te meten a la

cárcel, ¿entonces qué?, ya no había más camino que las armas y eso es lo que veíamos antes de

19945.

Deja en claro que, a pesar de escucharse de la existencia de la organización guerrillera y de las

ideas externas, lo importante y el detonante de que las personas se adhirieran al movimiento

siempre fueron las malas condiciones de la población donde no era necesario tener una

ideología o un lineamiento revolucionario para darse cuenta de tan miserable situación social.

La influencia ideológica externa tuvo un peso fundamental, pero como bien lo relata Esteban,

la condición ya había orillado a la población a reunirse y organizarse.

La siguiente imagen es una representación de las reuniones que desde el surgimiento del

movimiento han servido para la toma decisiones que dan continuidad a los procesos del

movimiento zapatista. En ella, se logra notar que la comunicación y decisión del surgimiento

brotaría y sería organizada principalmente desde ellos mismos, por lo que, minimizar al

movimiento únicamente por sus representantes no originarios es de suma equivocación.

5 Entrevista a Esteban, ex integrante de las bases zapatistas. Realizada el día 11 de agosto de 2016.

14

Imagen 1.1 Representación en el evento CompArte, de las asambleas para la organización del

levantamiento

Fuente: Trabajo de campo (La Realidad, agosto de 2016).

La constante búsqueda al progreso social y el contexto político centralizado ha traído consigo

fuerte discusión sobre el cómo se ha dado el proceso de desarrollo y sus resultados. En el caso

particular del estado de Chiapas, se ha mantenido un alto grado de pobreza y exclusión social

a pesar de contar con programas destinados a aliviar dichos males desde por lo menos los años

90’s (CONEVAL, 2014; López, 2007). Situación de interés a esta investigación pues se sigue

asumiendo dicha idea originando magros resultados y detentando no solo a las sociedades

originarias, sino a muchas capas de la población mexicana.

Tomando en cuenta lo que señala Martinell (S.f), históricamente las culturas originarias han

simbolizado un obstáculo para el propio desarrollo y crecimiento económico debido a la

resistencia de los pueblos originarios de admitir con facilidad los nuevos conocimientos de la

modernidad.

15

En México lo anterior significaba un estorbo para el progreso nacional, al querer conseguirlo

dotando de: una misma educación para todos, sin importar lengua o costumbres; un mismo

sistema de salud occidental, la cual desprestigiaba a la medicina tradicional; una división del

trabajo tecnificado de la tierra, dejando de lado las técnicas ancestrales de siembra o cultivo;

una sola representación política y hasta religiosa. Todo ello, sin importar la evidente

diversidad cultural.

Desde la posguerra, la aparición del proyecto desarrollista en América latina como el ideal

para el progreso social se ha relacionado con prácticas políticas y económicas que han

derivado y acentuado la desigualdad social en México propiciando la exclusión y marginación

de grandes sectores de la sociedad (Acero y Pizaña, 2014, 2016; Arocena, 2011) entre ellos los

pueblos originarios (Stavenhagen, 2004, 2010; Escobar, 1999, 2005).

En el inicio de la época desarrollista, con el discurso del presidente Truman en 1949, se tenía

por objetivo un “trato justo” por el cual los países vistos como subdesarrollados saldrían de su

atraso (Escobar, 2014). Visión que ideó a las dimensiones culturales y étnicas (usos y

costumbres) como sinónimos de atraso y obstáculos al progreso figurado como la única opción

para el bienestar del Estado nacional. Discusión que podemos encontrar en artículos de autores

como Escobar (1999, 2007, 2014) Stavenhagen (2004, 2010) y Rosas (2007).

Esta misma idea de desarrollo creó un vasto aparato institucional a través del cual el discurso

desarrollista se convirtió en una fuerza social que transformó la realidad económica, social,

cultural y política dentro de los territorios implicados (Escobar, 2014). Fundando instituciones

internacionales de cooperación para el desarrollo (Fondo Monetario Internacional (FMI),

Banco Mundial (BM), Organización Mundial del Comercio (OMC), Organización de las

Naciones Unidas (ONU)), los cuales, junto con los gobiernos de los países más poderosos

(principalmente Estados Unidos) solicitaron la modificación de los usos y costumbres en los

pueblos originarios acorde a las condiciones económicas y políticas globalizantes de

competencia y libre mercado (Escobar, 2014; Max Neef, 2014).

Los discursos académicos del desarrollo promovieron un cambio mental y de conducta de los

grupos campesinos e indígenas del "Tercer Mundo" con la intención de establecer

conocimientos competentes que provocaran el incremento rápido, permanente y acumulativo

16

de capital. En ese sentido se intentó suprimir las prácticas ancestrales y modificar las

instituciones tradicionales de los grupos étnicos que no eran compatibles con las maniobras y

propósitos del crecimiento económico y modernidad. Una exclusión (Acero y Pizaña, 2016) de

aquellos quienes paradójicamente deberían beneficiarse del desarrollo (Escobar, 2014.).

El factor sociocultural estaba pensado en relación a la acumulación de capital, mediante un

proceso que incitaba el cambio en los modos, usos y costumbres de los pueblos originarios y

la tecnificación del sector agrícola (Escobar, 2007). Por lo tanto, el crecimiento económico

situado como objeto del desarrollo y como criterio para su ejecución práctica, reconoció la

dimensión sociocultural de tal forma que promovía la homogeneización de la diversidad étnica

y tecnificación campesina.

Retomando a Stavenhagen (2004), esta forma de entender el desarrollo ha puesto en riesgo la

permanencia de los grupos étnicos, trayendo efectos adversos en las civilizaciones originarias

de América Latina. En México, históricamente esta población ha sido el sector más

desfavorecido, con muy altos índices de marginación y rezago social en el país (Rosas, 2007).

A nivel regional, se ha intensificado la desterritorialización por los altos grados de migración,

repercutiendo significativamente a los pueblos originarios quienes transforman sus usos y

costumbres y en muchos casos se trasladan a espacios que ofrezcan mayores ventajas

socioeconómicas (Viola, 2000) con el fin de solventar sus necesidades y salir del subdesarrollo

y pobreza extrema en las que se les ha ubicado.

Tomando en cuenta a Arturo Escobar (2014), dentro de las ciencias sociales este proceso

desarrollista puede clasificarse por tres grandes momentos, correspondientes a tres

orientaciones teóricas contrastantes; 1) la teoría de la modernización, en la década de los 50 y

70 con su teoría aliada de crecimiento económico. Periodo de certidumbre bajo la condición

de los efectos benéficos del capital, la ciencia y la tecnología. Lo que significaba pasar de

sociedades tradicionales a sociedades modernas, constituyendo la meta última; 2) la teoría de

la dependencia y perspectivas relacionadas en los años 60 y 70, planteaba que las raíces del

subdesarrollo se encontraban en la conexión entre la dependencia económica externa

(periferia-centro) y la explotación social interna y; 3) en la tercera etapa se encuentran las

aproximaciones críticas al desarrollo como discurso cultural en los años 90, donde se

17

empieza a cuestionar el concepto mismo del desarrollo, analizando al desarrollo como un

“discurso” de origen occidental que opera como un mecanismo para la producción cultural,

social y económica del Tercer Mundo.

En estas etapas, notamos que los pueblos originarios han sido impactados: a) en primer

momento, por sus implicaciones culturales. El enorme peso que significa pasar de sociedades

tradicionales a sociedades modernas, involucra el abandono y desconocimiento de sus usos y

costumbres, con una irremediable pérdida identitaria; b) mediante la extrema dependencia

económica externa vivida en México (principalmente con Estados Unidos) y; c) al cuestionar

los procesos de despojos ocasionados por los métodos desarrollistas, los cuales operan como

un poderoso mecanismo de desvalorización cultural, social y económica.

En este primer sub-apartado, se logra notar qué detrás del surgimiento del EZLN existe una

estrecha relación con el contexto político de modernización nacional llevado a cabo en México

desde el Estado quien veía a los pueblos originarios como símbolo de atraso y obstáculo a

metas planteadas, aspirando a la homogenización de la diversidad cultural de los pueblos

originarios, dando paso al establecimiento de la concepción económica del desarrollo como

único camino al progreso nacional y detonando al movimiento zapatista quien posteriormente

construye su propio proceso de desarrollo en base a la autonomía y la vida digna.

1.2.1 El surgimiento del EZLN como respuesta al Proyecto de

Modernización del Estado Mexicano

El EZLN fue fundado en Chiapas el 17 de noviembre de 1983 (Muñoz, 2011), tras un proceso

histórico lleno de injusticia y miseria hacia los pueblos originarios desde el colonialismo (de

Vos, 1990; Díaz-Polanco, 1991; Stavenhagen, 2004, 2010) ideología aunada a ideologías

provenientes de integrantes de las filas de las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN)

(Hernández, 2007).

Sin embargo, fue hasta el primero de enero de 1994 que el EZLN sale a la luz tomando

algunas de las cabeceras municipales de Chiapas (San Cristóbal de Las Casas, Chanal,

Ocosingo, Las Margaritas, Altamirano, Oxchuc, Huixtán) y declarando la guerra al Gobierno

18

Federal administrado por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) y

posteriormente por Ernesto Zedillo (1994-2000).

La guerra misma representó un riesgo a los objetivos trazados para el proyecto de

modernización promovido por el Estado nacional mexicano, encarnado en el Tratado de Libre

Comercio con América del Norte (TLCAN), ya que a los inversionistas extranjeros no

agradaba la imagen de un país inseguro en términos sociales y económicos. Siendo Chiapas

un blanco para futuras negociaciones con el Plan Puebla Panamá (PPP), actualmente llamado

Proyecto Mesoamérica. Frente a tal situación, el gobierno de Ernesto Zedillo buscó restablecer

la "paz y orden" con la negociación en una mesa de diálogo con el EZLN para la negociación

de los Acuerdos de San Andrés (1995-1996), los cuales consistían desde el lanzamiento de la

Primera Declaración de la Selva Lacandona a finales del año 1993 en el cumplimiento de once

demandas: “trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad,

democracia, justicia y paz” (CG-EZLN, 1993).

Como se ha identificado, pueden notarse varios motivos históricos relacionados a la diversidad

cultural y al proceso de desarrollo homogeneizador que llevaron al surgimiento de la

organización zapatista, pero no se puede dejar de lado lo concerniente a la vida campesina y a

la privatización de tierras de las cuales históricamente han dependido los pueblos originarios

de Chiapas para su sustento y serían tajantemente afectadas.

En primera medida, como lo expresaron los zapatistas desde la Ley Agraria Revolucionaria en

1993, existía un rechazo total a la reforma del artículo 27 de la constitución mexicana llevada

a cabo desde la administración Salinista en 1992 donde se hizo presente la parcelación,

enajenación y privatización de los terrenos agrícolas, ganaderos y forestales, afectando

directamente a los pueblos originarios quienes vieron amenazadas su permanencia debido a: i)

las pocas posibilidades alimentarias, al depender de la tierra para la siembra y el autoconsumo

de las cosechas y; ii) territoriales. Al terminarse el reparto de tierras, que se llevaba a cabo

desde la Ley Agraria zapatista en 1915 y nunca ver los beneficios. Esto en razón del

surgimiento de "unidades de certificación y parcelación" de la Secretaría Agraria (Piñar, 1994;

Castro, 1998; Van der Haar, 2005).

19

Calva sostiene que el surgimiento del EZLN fue consecuencia de establecer la reforma agraria,

“(…) al abrir múltiples vías a la reconcentración de la tierra, incluso bajo la figura de

sociedades mercantiles que, en el extremo de los casos, podrían acaparar en sólo 10,933

latifundios por acciones, la totalidad de los 180 millones de hectáreas agrícolas, ganaderas y

forestales de México” (2004:7) lo que ponía fin al contrato social agrario de la revolución

mexicana.

Otro detonante del movimiento zapatista fue el abandono gubernamental hacia el campo y los

pueblos originarios, quienes significaban para el gobierno un obstáculo a la modernización,

como se ha mencionado anteriormente. Aunado a esto, la existencia de la caída y

desregularización de los precios de los productos agropecuarios, favoreció la apertura y el

establecimiento de los mercados agrícolas de grandes trasnacionales desarticulando los

aparatos estatales que normalizaban los precios de garantía, impactando enormemente en la

economía campesina cuya producción estaba destinada al autoconsumo familiar y a los

mercados internos-regionales (Acero y Pizaña 2016; López 2007).

Posteriormente, a la entrada del TLCAN se acrecentó el problema agrario al reducir los

programas de fomento sectorial dejando en descobijo principalmente al campo, bajo la fe de

que la privatización y libre mercado conseguirían una mejora en la distribución de los recursos

productivos. Años más tarde, el sector más desfavorecido fue el agropecuario donde la

inversión pública en fomento al campo disminuyó en 73.3 % entre el trienio 1991-1993 y el

trienio 2000-2002 (Calva, Op. cit.).

Los efectos de políticas de libre mercado afectaron sobre todo a los pequeños productores

campesinos, debido a la imposibilidad de competir económica y tecnológicamente con las

grandes trasnacionales, forjando un fuerte empobrecimiento del sector rural (López, Op. cit.).

Actualmente podemos dar cuenta de esto, con las últimas observaciones señaladas por

Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) en su

informe de evaluación específica de desempeño (2014-2015) sobre los programas de apoyo y

aseguramiento agropecuario donde remarca el pobre desempeño llevado a cabo por parte de

las políticas de gobierno para la generación de desarrollo agropecuario. Junto a esto, se incluye

20

los grandes procesos de migración (rural-urbano) que han servido como alternativas en los

pueblos originarios para sobrevivir y buscar otras condiciones de vida (Castro, 1998).

Para el año 2005, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en

Chiapas salieron 105 mil 858 personas para radicar en otra entidad. Al año 2010, 94 de cada

100 migrantes internacionales se fueron a Estados Unidos. A nivel nacional este dato es de 89

de cada 100 personas que emigran.

En su mayoría el EZLN está conformado por personas dedicadas al campo como principal

fuente de trabajo y alimentación quienes advertían las futuras afectaciones en sus actividades

productivas tradicionales por la obvia desventaja competitiva que suponía el ingreso al

TLCAN, incorporado a la caída de los precios de las cosechas que generaban bajos ingresos y

poca o nula posibilidad de participar en la economía, limitando sus alternativas de trabajo

(Acero y Pizaña, 2016).

Misma situación se viene reproduciendo en la implementación del Proyecto Mesoamérica

(antes Plan Puebla Panamá PPP) que incluye en México los Estados de: Puebla, Guerrero,

Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Quintana Roo, Yucatán, Veracruz y Campeche y en

Centroamérica: Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá

(Camarena y Valdez, 2002). En éste, se sigue apostando por la privatización y despojo de la

tierra a través del Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Solares Urbanos

PROCEDE (Castro, 2003). Consintiendo la explotación de los recursos naturales de las tierras

de Chiapas -disfrazado de una “regularización de la propiedad social”- sin tomar en cuenta a

las personas que la habitan, dejándolas a un lado de la decisiones políticas de proyectos:

hidroeléctricos, mineros, carreteros, entre otros (Sandoval et al., 2011) llevados a cabo

mediante el Estado nacional.

En Chiapas, el proyecto desarrollista ha representado un enorme transformación territorial de

las comunidades originarias a un espacio de flujo carretero, el cual ha sido fuente principal de

varias disputas territoriales y sociales en las zonas con presencia zapatista al denunciar y no

permitir el privilegio de la construcción de carreteras para el libre tránsito y saqueo de bienes

naturales sobre los espacios ya constituidos para la explotación de productos principalmente

forestales y mineros (Torres, Gasca, 2004; Wilson, 2011) provocando un amplio

21

desplazamiento de grupos que ocupan estos territorios quienes quedaron desprotegidos con la

modificación del artículo 27, formando pequeños microfundismos (Tarrío y Concheiro, 2006).

Significando, permitir no solo la entrada del ejército a las comunidades más remotas, sino

también, una serie de cambios físicos y simbólicos del territorio indígena representando la

constante modificación de sus usos y costumbres.

Si bien, se ha considerado aspectos que han evidenciado suficientemente la exclusión que han

padecido los pueblos originarios derivada del proyecto nacionalista de modernización

mexicano. Desde esta perspectiva, se descartan a los pueblos originarios de al menos cuatro

ámbitos sociales, los cuales han provocado el surgimiento del levantamiento zapatista como

movimiento indígena y campesino6:

i) Ámbito Económico: su participación en los mercados nacionales se ve limitada

y con claras desventajas competitivas; sus modos de producción (tradicionales)

son insuficientes para competir en el libre juego del mercado; disminuye el

precio de los productos agrícolas y sus ingresos económicos.

ii) Político: nula participación en las decisiones políticas del país; disminución de

las políticas del fomento agropecuario; reforma al artículo 27 que privatizó la

propiedad de la tierra; nula provisión de servicios públicos básicos (salud,

educación, vivienda).

iii) Sociocultural: rechazo y desestimación de los conocimientos, usos y

costumbres tradicionales de las pretensiones políticas y económicas, al

pretender imponer una única razón de pertenencia al Estado nacional mexicano,

promoviendo la homogenización de la diversidad cultural.

iv) Territorial: la modificación del artículo 27 representó una desterritorialización

por la nula obtención de tierras de las que dependían primordialmente para la

subsistencia campesina.

6 Datos expuestos en la ponencia presentada en el Congreso mexicano de Ciencias Sociales (Acero y Pizaña,

2016), en la ciudad de Guadalajara, México. Aunque, para este análisis se aumenta el aspecto territorial.

22

Pese a que el levantamiento del movimiento zapatista tiene sus bases en la exclusión cultural,

territorial, política y económica sufrida en los pueblos originarios a lo largo del tiempo y

reiterada en la transformación de modernización y desarrollo de la nación mexicana (Acero y

Pizaña, 2016) la homogenización y pérdida de identidad cultural representó tajantemente la

eliminación de las formas y modos de vida, de la cual, no todos los pueblos originarios

estuvieron de acuerdo en asumir como proyecto de vida para su permanencia, tal es el caso de

los grupos zapatistas, su autonomía y vida digna.

En la siguiente imagen (1.2) se representa la expulsión militar de las comunidades originarias,

notándose el rechazo explícito de los pobladores hacia la militarización de la zona,

expulsándolos de sus territorios.

Imagen 1.2 Representación de la expulsión militar por parte de las bases de apoyo zapatista en

CompArte, agosto del 2016, Oventic

Fuente: Tomada durante CompArte en Oventic (Agosto 2016).

23

1.3- Otras respuestas al desarrollo hegemónico. El Postdesarrollo, lekil kux lejal y el

Buen Vivir en Latinoamérica

Fue debido a los magros y excluyentes resultados del proyecto económico desarrollista de

posguerra, que el enfoque postdesarrollista se abrió camino hacia el decenio de 1970 mediante

postulados planteados por la corriente de “el otro desarrollo” (Valcárcel, 2006), el cual

discutió los objetivos y técnicas utilizadas por la orientación neoliberalista y neo-keynesiana

que ampararon las prácticas del desarrollo durante los años 50 y 60. En términos generales, los

enfoques postdesarrollistas contradicen y critican la noción del desarrollo definido bajo

criterios universalistas y contrarios a las historias y culturas locales (Escobar, 2005, 2007,

2014; Acero y Pizaña, 2016). Se opone a la tendencia homogeneizadora y de cambio cultural,

diseñado por el desarrollo que centraliza sus fines a lo exclusivamente económico.

La propuesta postdesarrollista en su acepción más amplia surge en las últimas décadas del

siglo XX. Esta propuesta demanda como apunta Rist, el “(…) derecho de cada sociedad a

organizar su existencia conforme a sus propias ideas, al margen del sistema vigente, limitando

el papel de lo económico, renunciando a la acumulación de bienes materiales, favoreciendo la

creatividad” (2002: 279). Certificando que la toma de decisiones las lleven los que están

directamente involucrados, buscando devolver la autonomía política, económica y social a las

sociedades marginadas que se inspiran en sus conocimientos tradicionales en favor de

cimentar su propio modo de vida desigual al del proyecto modernizador de occidente

(Escobar, 2014).

Escobar expone que el postdesarrollo proviene de la escuela postestructuralista, donde se

cuestionaba principalmente el cómo África, Asia y América Latina pueden ser constituidos

como sociedades “subdesarrollados”, y cómo ha funcionado el discurso desarrollista para

erigir la realidad de estos países, operando como estrategia de dominación cultural, social,

política y económica.

24

Así mismo, en “El postdesarrollo como concepto y práctica social” expone cuatro puntos

fundamentales que pueden ayudar a identificar aspectos esenciales para referirse al enfoque

postdesarrollista:

i) La posibilidad de crear diferentes discursos y representaciones que no se

encuentren tan mediados por la construcción del desarrollo (ideologías, metáforas,

lenguaje, premisas, etc.);

ii) por lo tanto, la necesidad de cambiar las prácticas de saber y hacer y la "economía

política de la verdad" que define al régimen del desarrollo;

iii) por consiguiente, la necesidad de multiplicar centros y agentes de producción de

conocimientos, particularmente, hacer visibles las formas de conocimiento

producidas por aquellos quienes supuestamente son los "objetos" del desarrollo

para que puedan transformarse en sujetos y agentes;

iv) dos maneras especialmente útiles de lograrlo son: primero, enfocarse en las

adaptaciones, subversiones y resistencias que localmente la gente efectúa en

relación con las intervenciones del desarrollo (...); y, segundo, destacar las

estrategias alternas producidas por movimientos sociales al encontrase con

proyectos de desarrollo (2005, p. 20).

De esta manera, para Escobar (2014) el postdesarrollo intentaba designar por lo menos tres

objetivos: a) la necesidad de descentrar el desarrollo; b) sugerir que efectivamente era posible

imaginar el final del desarrollo identificando las alternativas al desarrollo; c) como vimos

anteriormente, proponía que las ideas más útiles acerca de las alternativas podrían ser

obtenidas dentro de las prácticas y conocimientos de los movimientos sociales, más que de los

expertos académicos e investigadores.

Por otro lado, aunque podría tomarse como ejemplo de postdesarrollo al devenir de una crítica

al desarrollo y considerarse una alternativa al mismo, el Buen Vivir ha sido un concepto

surgido desde una cosmovisión alternativa y tradicional desde los pueblos originarios, propone

como punto de partida el replanteamiento del concepto de Estado desde lo plurinacional e

intercultural (Acosta, 2010; Gudynas, 2011). Abre puerta al debate para transitar hacia otro

tipo de Estado no atado a las tradiciones eurocéntricas.

25

Desde esta cosmovisión, en los pueblos originarios “no hay el concepto de desarrollo

entendido como la concepción de un proceso lineal que establezca un estado anterior o

posterior. No hay aquella visión de un estado de subdesarrollo a ser superado” (Acosta, 2010:

11). En la cosmovisión de los pueblos originarios y su alternativa al desarrollo, en el buen

vivir:

(…) los bienes materiales no son los únicos determinantes. Hay otros valores en juego: el

conocimiento, el reconocimiento social y cultural, los códigos de conductas éticas e incluso

espirituales en la relación con la sociedad y la Naturaleza, los valores humanos, la visión de

futuro, entre otros. El Buen Vivir aparece como una categoría en la filosofía de vida de las

sociedades indígenas ancestrales, pero que ha perdido terreno por efecto de las prácticas y

mensajes de la modernidad occidental, así como por efecto de la colonialidad del poder

(ibídem.: 12).

Estas formas no eurocéntricas de la modernidad ponen al descubierto otras formas de

organizar la vida en común, una amigable con el medioambiente que busca la preservación

sobre todo del ámbito cultural y ecológico, representando a la humanidad como parte de la

naturaleza.

Como caso específico de este proceso tenemos el originado en las Constituciones de Bolivia y

Ecuador, producto de un transcurso democrático entre distintos sectores sociales y políticos,

dando forma a las primeras naciones multiculturales del continente. La boliviana habla de la

suma kawsay, o "buen vivir" –el estado de armonía entre los hombres y la naturaleza–.

Mientras que la ecuatoriana declara "los derechos de la naturaleza" frente el saqueo

permanente que la civilización hegemónica realiza sobre ella (Stavenhagen, 2010). En ambas,

se recoge un cuestionamiento radical al núcleo duro de las ideas asociadas al desarrollo

tomando en cuenta los análisis basados en los saberes y movimientos indígenas, identificando

la necesidad de ir más allá de los saberes occidentales (Escobar, 2014).

De igual manera, en algunas comunidades tzeltales del sur de México se habla de Lekil Kux

lejal que, retomando a Schlittler (2012) en su trabajo con estos pueblos, designa a las prácticas

y formas de entender, crear y recrear el mundo, siempre con una relación de respeto mutuo

pero sobre todo con la naturaleza, buscando un bien común.

26

En Paoli Antoni (2003) notaremos que el término también plantea una noción de lo que es una

manera de bienestar o de lo que es necesario para tener una vida digna y justa, el cual no se ha

extinguido y es posible recuperarlo. Tiene entre sus aspectos fundamentales la paz, los

acuerdos, la autonomía, la familia y la comunidad.

En el siguiente y último segmento de este primer capítulo, se hablará sobre la autonomía

zapatista y la búsqueda de la vida digna, la cual, ha representado la alternativa al desarrollo

neoliberal en las comunidades zapatistas en Chiapas, quienes pueden cotejarse con

aspiraciones postdesarrollistas, con principios del Buen Vivir e incluso con prácticas

ancestrales directas de los Tseltales y el Lekil Kux lejal. Sin embargo, el principal objetivo

será observar al proyecto impulsado por las bases de apoyo zapatista desde lo local, caso

paradigmático de autonomía y organización llevada a cabo por más de 20 años. Esto es con el

fin de adentrarnos brevemente al, cómo han logrado su permanencia autonómica y alguno de

los principios filosóficos o políticos por el cual han construido su proyecto basado en el

mandar obedeciendo y su práctica de vida digna en la cotidianidad.

1.4- La Autonomía y vida digna Zapatista como resistencia al sistema político mexicano

Sería injusto atribuir el concepto de autonomía a los grupos zapatistas pero se le puede atribuir

el retomar y llevar a la práctica esta demanda junto a las socioeconómicas y de

autodeterminación ya reclamadas mediante el cumplimiento de instrumentos jurídicos

internacionales tales como: el Convenio 169 de la OIT en 1989 y; posteriormente en el

proyecto de declaración sobre los derechos indígenas de las Naciones Unidas (Stavenhagen,

2010). Quien en su artículo 4to establece: “Los pueblos indígenas, en ejercicio de su derecho a

la libre determinación, tienen derecho a la autonomía o al autogobierno en las cuestiones

relacionadas con sus asuntos internos y locales, así como a disponer de medios para financiar

sus funciones autónomas” (Naciones Unidas, 2008:5). Derecho que el movimiento zapatista

había buscado amparar mediante los compromisos firmados por el gobierno estatal en los

Acuerdos de San Andrés en 1996 donde el derecho a la libre determinación se practicaría en

un marco legislativo de autonomía certificando la unidad nacional.

27

En consecuencia, los pueblos originarios tendrían la posibilidad de decidir su autogobierno, de

manera interna, respetando sus usos y costumbres. “El marco constitucional de autonomía

permitiría alcanzar la efectividad a los derechos sociales, económicos, culturales y políticos

con respeto a su identidad” (Acuerdos de San Andrés, 2003: 27). De esta manera, dentro de

los acuerdos de San Andrés, la autonomía es entendida como el derecho a la libre

determinación, sin embargo no incluía el reconocimiento territorial (Van der Haar, 2005). No

obstante, la lucha por la autonomía de los pueblos originarios marcó una fase democrática e

incluyente.

Consuelo Sánchez apunta que:

(…) con el reclamo de la autonomía las luchas de los pueblos indígenas ingresaron en una

nueva fase. El arribo a este tipo de demanda ha implicado cambios de gran complejidad en las

identidades indígenas y en la reflexión del movimiento indio acerca de la naturaleza del

Estado y de la nación mexicana. La lucha autonómica se desprende de la crítica al carácter

excluyente, antidemocrático y centralista del Estado, y conduce a la búsqueda de su

transformación en un Estado multiétnico y democrático que restituya la soberanía a la nación y

reconozca el derecho de los pueblos indios y no indios a autogobernarse con autonomía (1999:

14).

Durante los 22 años de resistencia (desde su aparición pública) la búsqueda de la autonomía

zapatista ha vivido diversas trasformaciones. El pasar de ser una lucha armamentista en 1994,

hasta la propuesta política que lleva a su transformación social y económica; primero con la

construcción de los 38 Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas en 1994 y después; con su

reafirmación en el año 2003 con la construcción de Los Caracoles Zapatistas y las JBG

(Baronnet, et al. 2011, Van der Haar, Op. cit.) anunciando formalmente un nuevo paso en la

continuación y fortalecimiento de la autonomía misma.

La reorganización fue la manera de establecer un nuevo vínculo con las comunidades lejanas y

de difícil acceso, mediante la redistribución territorial, que haría posible una oferta diferente

para solventar los servicios básicos de salud, educación, alimentación, vivienda digna, tránsito,

información, con el fin de otorgar cierta estabilidad y resistencia autonómica. Una alternativa

de organizar el poder en los niveles locales, municipales y regionales. Primero consolidaron

28

los llamados Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ) y Los Aguascalientes7.

Posteriormente, en el año del 2003, creando a las JBG (Van der Haar, 2005).

La autonomía y el gobierno autónomo de las bases de apoyo zapatista se han ido estableciendo

paralelos al gobierno oficial, ello implica el no reconocimiento de los municipios “oficiales o

constitucionales” no sujetándose a las autoridades de éstos (ibídem.). No obstante, la

autonomía existe en función de la decisión de los directamente implicados, de quienes

están construyendo su propio destino, autogobernándose.

Las formas de organización política y económica de las bases de apoyo zapatista, demuestra

rasgos claros de lo que se puede denominar un “desarrollo propio”, o lo que para algunas

comunidades originarias puede denominarse Lekil Kuxlejal o Buen Vivir: El zapatista se

apoya en el valor que el grupo le da a sus conocimientos, a su historia y a su cultura para

definir su trayectoria de cambio que no necesariamente está encausada sobre una base

exclusivamente económica (Acero y Pizaña, 2016).

La vida digna en la organización de las bases de apoyo hace referencia al quehacer práctico de

gozar de: un gobierno propio y elegido por ellos mismos; una educación propia y guiada por

los usos y costumbres conforme a cada comunidad; un organismo de salud occidental y

tradicional autónomo; medios de comunicación e información independientes; tierras

recuperadas para el trabajo colectivo que sustente la vida; permite el derecho al manejo y

relación con el medio ambiente, y sobre todo; permite no depender de ningún programa

asistencialista gubernamental.

Sin embargo, la construcción de la autonomía y vida digna zapatista, ha costado y sigue

costando trabajo arduo que implica gran resistencia debido a la constante guerra de baja

intensidad efectuada desde el ente político con la finalidad de desarticular a la organización y

a cualquier simpatizante a ella, mediante la implementación de grandes programas sociales, la

paramilitarización, censura mediática, construcción de carreteras e infraestructura.

7 Los Aguascalientes fueron centros regionales donde convergían las comunidades base de apoyo zapatista

distribuidas en cinco zonas en Chiapas.

29

En la actualidad, este impacto autonómico ha llegado a algunas localidades del sureste

mexicano, donde pueblos originarios y organizaciones campesinas intentan, crean y comparten

respuestas (Camacho, Lomelí, López, coord., 2012). Llegando a desarrollar en algunos casos:

autogobiernos y una red política educativa como el caso de grupos zapatistas de las cañadas en

Ocosingo, Chiapas (Baronnet, 2015); la construcción de autonomías locales en Oaxaca donde

se reconoce el nombramiento de concejales indígenas mediante los usos y costumbres locales

(Hernández, 2012); o como en el Sistema de Seguridad y Justicia comunitaria en Guerrero

(López y Rivas, 2009).

La autonomía zapatista históricamente ha demostrado ser sustentable para los grupos base de

apoyo zapatista, permitiéndoles cimentar a base de trabajo colectivo; escuelas, clínicas,

hospitales, gobierno propio, medios de información autónomos, bodegas de abastecimiento

para el comercio justo. Con lo que tratan de solventar las demandas realizadas en las

declaraciones de la selva lacandona y en los acuerdos de San Andrés. La autonomía logra

ampliar ciertas libertades en las personas que la practican, haciendo que cada individuo

involucrado se sienta un ser capaz de “gobernar y ser gobernado” (Castoriadis, 1990)

condición que en la vida cotidiana de las comunidades zapatistas se ejerce mediante la cultura

política del “mandar obedeciendo”.

En el siguiente apartado veremos cómo la organización y la declaración de la autonomía

zapatista deja en claro el no necesitar del permiso ni depender de la autorización del gobierno

oficial para su legitimización y práctica. Con este primer acercamiento veremos cómo se

puede permitir y sostener la resistencia autonómica a poco más de 13 años de la fundación de

los Caracoles Zapatistas y las JBG.

1.5 Primer acercamiento a la autonomía y vida digna zapatista en la práctica: los

Caracoles Zapatistas, las Juntas de Buen Gobierno y los trabajos colectivos

Ante el incumplimiento de los acuerdo de San Andrés y luego de las repercusiones adversas

en el sector agropecuario a raíz del TLCAN parte de los pueblos originarios y campesinos, han

buscado alternativas con las cuales logren integrarse de forma paralela a los sistemas sociales

modernos. Como es el caso de la creación de los MAREZ y los Caracoles donde vigilan las

30

JBG en el zapatismo. Estas últimas representan estructuras no-alineadas a la política moderna

mexicana, no obstante les permite participar en el sistema económico (Acero y Pizaña, 2016).

Al comienzo, la organización zapatista basó su organización con la creación de 38 Municipios

Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ) y de acuerdo con el Centro de Documentación

sobre Zapatismo (CEDOZ) las funciones de los MAREZ fueron principalmente: organizar la

impartición de justicia, la salud comunitaria, la educación, la vivienda, la tierra, el trabajo, la

alimentación, el comercio, la información y cultura y el tránsito local (Castro, 2003).

Posteriormente, esta labor fue cedida y fortalecida con la creación de cinco JBG que

comprenderían de cuatro a cinco municipios autónomos ubicados en diferentes centros

regionales denominados Caracoles, quienes anteriormente se conocían como Aguascalientes,

ambos creados en 2003 (Muñoz, 2003; Van deer Har, 2005).

En la siguiente imagen puede notarse la leyenda característica a cada Caracol zapatista, donde

claramente dejan en claro el poder político y decisión colectiva de las condiciones por las que

se debe regir una comunidad con gobierno zapatista. Donde el gobierno obedece y el pueblo

manda.

Imagen 1.3 Letrero a la entrada del Caracol I de la Realidad.

Fuente: Tomada durante el trabajo de campo en enero del 2016.

31

Los Caracoles Zapatistas pueden considerarse como espacios-territoriales independientes a la

ley mexicana, tienen en su centro un espacio de esparcimiento y congregación en los que se

concentran zapatistas y partidistas para realizar actividades políticas, de justicia, recreativas y

comerciales. Albergan servicios de salud occidental y tradicional (clínicas y hospitales),

educación (escuelas), comercio (bodegas de abastecimiento, tiendas comerciales), el Banco

Autónomo de Mujeres Zapatistas (BANAMAZ) y el Banco Popular Autónomo Zapatista

BANPAZ). En su centro descansan las JBG cuya obligación "Mandar obedeciendo" se

corresponde con el lema de los Caracoles: "Aquí manda el Pueblo y el Gobierno Obedece".

Cuyo papel principal está el: coordinar y vigilar a los municipios autónomos para que estos

cumplan con los principios de gobierno honesto y responsable; intervenir en los conflictos

entre los municipios autónomos y oficiales, atender las quejas en contra de los municipios

autónomos, y el registro de las bases de apoyo; canalizar la ayuda externa y regular los

contactos con la sociedad civil solidaria (Van der Haar, 2005).

De esta manera se marca una nueva etapa en el zapatismo, donde la estructura militar quedaba

al margen de las funciones de gobierno civil, dejando al mando a las autoridades zapatistas de

los municipios autónomos y a las JBG, representando a su vez la conciliación con la población

no-zapatista al permitir, mediante el diálogo, el acuerdo de varios problemas y tensiones

vividas por la convivencia de la población autónoma con la partidista (ibídem.).

Los cinco Caracoles zapatistas y las JBG están conformadas por grupos originarios de diversas

etnias, distribuidos en diversos puntos del territorio chiapaneco, principalmente en la zona

selva (véase Mapa 1.1).

32

Mapa 1.1 Ubicación geográfica de Caracoles Zapatista

Fuente. CEDOZ. Consulta, enero 2015.

Como podemos observar la presencia zapatista se da principalmente a lo largo de

la frontera chiapaneca ocupando particularmente:

I) El Caracol de la Realidad llamado “Madre de los caracoles del mar de nuestros

sueños”, en éste se ubica la JBG selva fronteriza “Hacia la esperanza”. Comprende

los Municipios Autónomos General Emiliano Zapata, San Pedro de Michoacán,

Libertad de los Pueblos Mayas y Tierra y Libertad. Abarca el territorio oficial

chiapaneco desde Marqués de Comillas, la región de Montes Azules y municipios

fronterizos con Guatemala hasta Tapachula. Cuenta con habitantes

mayoritariamente tojolabales, tzeltales y mames;

II) En el Caracol Oventik, llamado “Resistencia y rebeldía por la humanidad”, se

encuentra la JBG de la zona altos “corazón céntrico de los zapatistas delante del

mundo”, comprende los Municipios Autónomos: San Andrés Sakamchén de los

Pobres, San Juan de la Libertad, San Pedro Polhó, Cabecera Municipal, Santa

Catarina, Magdalena de la Paz, 16 de Febrero, San Juan Apóstol Cancuc. Con una

población mayoritariamente de tzotziles y tzeltales;

33

III) En el Caracol de la Garrucha llamado “Resistencia hacia un nuevo amanecer”, se

encuentra la JBG selva tzeltal “el camino del futuro”, que comprende los

Municipios Autónomos de: Francisco Gómez, San Manuel, Francisco Villa,

Ricardo Flores Magón. Abarcando parte de los territorios oficiales del municipio

de Ocosingo, donde sus habitantes son mayoritariamente tzeltales;

IV) En el Caracol de Morelia, llamado “Torbellino de nuestras palabras”, se encuentra

la JBG tzots choj “Corazón del arcoíris de la esperanza”, que comprende los

Municipios Autónomos de: 17 de Noviembre, Primero de Enero, Ernesto Ché

Guevara, Olga Isabel, Lucio Cabañas, Miguel Hidalgo y Vicente Guerrero. Abarca

parte de los territorios oficiales donde se encuentran los municipios

gubernamentales de Ocosingo, Altamirano, Chanal, Oxchuc, Huixtán, Chilón,

Teopisca, Amatenango del Valle. Sus habitantes son mayoritariamente tzeltales,

tzotziles y tojolabales, y;

V) En el Caracol de Roberto Barrios, llamado “El caracol que habla para todos”, se

encuentra establecida la JBG Zona Norte de Chiapas “Nueva semilla que va a

producir”, corresponde a los Municipios Autónomos de: Vicente Guerrero, Del

Trabajo, La Montaña, San José en Rebeldía, La Paz, Benito Juárez y Francisco

Villa. Abarcando parte de los territorios donde se encuentran los municipios

oficiales del norte de Chiapas, desde Palenque hasta Amatán, con una población

mayoritariamente choles, zoques y tzeltales8.

En la actualidad, en los territorios con presencia de bases de apoyo zapatista se convive con

personas no adherentes al movimiento, a quienes suelen llamarles partidistas, referido a las

personas quienes aceptan apoyo de los programas gubernamentales y son adherentes a algún

partido político. Sin embargo, esto no implica la separación o el rechazo a estas personas, por

lo cual, los partidistas logran obtener ciertos beneficios de los proyectos autonómicos tales

como: resolución de problemas, utilización de las clínicas y hospitales de salud zapatista, así

como poder mandar a sus hijos a las escuelas autónomas zapatistas (si ellos así lo desean).

8 Datos obtenidos en el centro de documentación sobre zapatismo CEDOZ. Disponible en:

http://www.cedoz.org./site/

34

Las JBG ejercen una autoridad colectiva conforme las necesidades de cada municipio

autónomo, además de administrar los recursos, tránsito y servicios de cada Caracol, éstas

operan de acuerdo a los usos y costumbres que distinguen a cada grupo.

Como se ha mencionado, algunas de sus funciones son: manejar organismos comisionados

para la dirección de justicia y resolución de conflictos, llevar un registro de los asuntos

públicos, rendir cuentas a los miembros y velar los organismos comprometidos en áreas como

salud, comercio, tránsito, producción y la posesión de tierras. Su consejo se conforma por

personas elegidas en asambleas por los mismos miembros de las comunidades, mediante la

confianza y conocimiento previo de su participación en los trabajos de la comunidad, y son

suplantados rotativamente. Los principios éticos que rigen a las JBG y a las comunidades base

de apoyo zapatista son: 1. Servir y no servirse. 2. Representar y no suplantar. 3. Construir y no

destruir. 4. Obedecer y no mandar. 5. Proponer y no imponer. 6. Convencer y no vencer. 7.

Bajar y no subir (Sub. Marcos, 2013).

Las formas de organización territorial y social zapatista basadas en los Caracoles, JBG y

colectividad, proporcionan a sus miembros estabilidad económica, política y cultural. Ellos

han descrito este proceso de organización como de “resistencia, autonomía, rebeldía y

libertad” (Comisión Sexta, 2015). Al parecer, esta forma de integración social produce una

inclusión que es paralela al sistema político mexicano, es decir, a las acciones y decisiones que

toma el Estado nacional (Acero y Pizaña, 2016).

Por su parte las JBG desempeñan la función de consolidar, fortalecer y mantener la estructura

interna de la organización bajo lineamientos de participación colectiva, donde la construcción

del mismo gobierno únicamente puede darse con la participación de todos los que conforman

al movimiento. Esto permite articular relaciones con el sistema económico, pero no en base a

la competencia, sino, en base a proyectos comunes que promueven e impulsan el trabajo

organizado en redes de cooperación. La idea es retribuir equitativamente los beneficios a cada

participante consumiendo y produciendo lo que la comunidad demanda. La economía

zapatista, por lo tanto: “Se basa en principios de intercambio, de respeto a la naturaleza, de

compromiso con el otro y con la otra, el objetivo es producir, construir, crear y transformar”

(Santiago, 2009: 213).

35

Por su parte, los trabajos colectivos dan fortaleza y resistencia a la autonomía, permitiendo

obtener beneficios que abarquen a toda la población que se involucra en cada trabajo ya sea:

educativo, de salud o económico, en los que destacan: el trabajo en la milpa, frijol, cafetal,

pollo, plátano, borrego, ganado, tiendas, miel de abeja, hortaliza, compra y venta de ganado, y

otros tipos de productos (Sub. Moisés, 2016).

El trabajo colectivo llevado a cabo en las comunidades zapatistas, provoca vigilarse y

animarse unos a otros, con el fin de hacer el buen y debido cumplimiento de los deberes de

cada integrante en las áreas correspondientes.

Es importante notar que los trabajos colectivos no solo se relacionan y tienen impacto entre

individuos de una misma comunidad. En un comunicado emitido en el mes de febrero de 2016

donde exponen lo que está pasando en las comunidades zapatistas, narran que:

En una zona, con la ganancia obtenida en el trabajo colectivo de ganado, ya se adquirió equipo

de laboratorio y aparato de ultrasonido. Ya tienen compañeras y compañeros preparados para

el manejo de esos aparatos, producto de la enseñanza de entre ellos como promotores de salud

de un caracol a otro, o sea se enseñaron entre ellos mismos (Sub. Moisés, 2016).

Esto da claro ejemplo de cómo en la autonomía zapatista, los trabajos colectivos son de suma

importancia para la elaboración de otros proyectos que alcanzan otras áreas de trabajo y

territorios con el fin de sustentar la autonomía.

Jorge un ex-zapatista9, narra como la organización zapatista es una sola estructura que camina

con forme avancen en todas las áreas, incluyendo la política.

Su forma de organización, desde la educación, desde la salud, desde la política, pues eso es lo

que hace la estructura porque es el mismo, (…) siempre en una lucha social- política como

esto del EZ, siempre se necesita tener como la estructura completa.

En esta organización el EZ toda es una estructura. Si camina bien la educación, camina bien en

la salud, si camina bien en la policía camina bien en los trabajos comunitarios colectivos. La

forma de organizar el gobierno autónomo es igual”10.

9 A diferencia de un Partidista, un Ex zapatista puede tener principios con los que se siga rigiendo. Por ejemplo,

algunos aunque se salieron del movimiento, siguen sin recibir apoyos directamente gubernamentales,

como el caso de Jorge, logrando integrarse fuera del movimiento zapatista en ONGS, o cualquier otra

organización social, fuera o dentro de sus comunidades. 10 Entrevista a un ex-zapatista quien se le cambió el nombre de Jorge por cuestiones de privacidad, en

agosto del 2016, San Cristóbal de las Casas.

36

En este primer apartado se articuló el origen del movimiento zapatista fuertemente relacionado

a las implicaciones culturales, económicas y políticas que significó la entrada al proyecto

nacional de desarrollo. Lo que indudablemente significó la exclusión principalmente de los

pueblos originarios, quienes buscan una alternativa al proceso de desarrollo económico.

Afortunadamente, existe la idea de que “cada vez crece más la imagen de naciones

pluriculturales, tan respetuosas de la equidad económica como de la diversidad cultural de sus

habitantes” (Stavenhagen; 2010: 06). Dando fortalecimiento a la teoría de desarrollo local que

busca ser un factor democrático y sustentable (Gallicchio, 2004).

Diversos puntos del enfoque postdesarrollista y del buen vivir en los pueblos originarios

latinoamericanos, parecen ser suficientes para cotejar y describir a la autonomía y vida digna

zapatista como una alternativa más al desarrollo dominante de mercado, dejando en claro,

como apunta Baronnet que la autonomía: “puede convertirse en un proyecto colectivo de

política pública, transformación social y movilización cultural, con dimensiones de orden

local, regional, nacional e internacional” (2012: 50).

En el siguiente apartado podremos adentrarnos aún más a la autonomía y vida digna zapatista

tomando en cuenta principalmente su carácter político y organizativo. Para ello será

importante observar principalmente la estructuración de la organización política del zapatismo

en sus tres niveles: local, municipal y regional. Para poder dar cuenta de cómo estas esferas de

control y jurisdicción han servido para organizar y practicar la autonomía. Pero para

adentrarnos a ello, será necesario indagar sobre los conceptos cultura y política, los cuales, a

su vez, serán cotejados con el ideal del Desarrollo Local quienes son fuente fundamental de

esta investigación.

37

CAPITULO II. ADENTRÁNDONOS A LOS CONCEPTOS CULTURA,

POLÍTICA Y DESARROLLO LOCAL.

Frente al fracaso de las prácticas políticas del Estado mexicano para el desarrollo y el

combate a la extrema pobreza de los pueblos originarios. En Chiapas el proyecto político

zapatista ofrece una alternativa para sus integrantes sustentada en la práctica del Gobierno

Autónomo expresado en la resistencia y organización que construye vida digna basada en

áreas de trabajo que permiten su sostenimiento de forma colectiva. Esto es, tomar

responsabilidades a través de la conciencia sin la necesidad de beneficios económicos como

fin último mediante un gobierno colectivo y practicando políticamente el mandar obedeciendo,

con lo cual las comunidades autónomas han buscado resolver sus problemas internos,

reivindicar su identidad cultural y satisfacer sus necesidades primordiales: salud, educación,

alimentación e información.

Por lo que, en este segundo capítulo se presentan hallazgos encontrados en el estudio del

gobierno zapatista y en su estructura organizativa, que emanan del trabajo de campo realizado

dentro del territorio localizado en el Caracol I de “La Realidad” que ha permitido observar

principalmente: i) cómo se construye la cultura política zapatista; ii) cómo mediante la

estructuración política zapatista se busca resolver los conflictos internos y externos desde lo

local, y; iii) analizar la relación entre estas prácticas políticas con la teoría del desarrollo local

y sus posibilidades de análisis para las alternativas que emergen de los movimientos sociales.

Con ello, intentaremos responder: ¿Qué tipo de cultura política se expresa dentro de las

comunidades zapatistas? ¿Qué papel juega la cultura política del mandar obedeciendo en la

edificación de la vida digna? Y finalmente, si ¿La cultura política autónoma zapatista puede

generar procesos de socialización del poder para el “desarrollo local”?

El análisis que se propone aporta a la discusión sobre las dimensiones sociales, culturales y

políticas para generar condiciones para una vida buena y digna en el marco de la teoría del

desarrollo local, así como su utilidad en el análisis de procesos políticos que emanan de los

movimientos sociales.

38

De esta manera, el apartado tendrá entre sus objetivos presentar y discutir el análisis de la

estructuración de la organización zapatista en sus tres niveles: nivel local (rancherías,

poblados), nivel municipal (MAREZ) y nivel zona (Caracoles zapatistas). Buscando hacer

reflexiones sobre los procesos políticos, el buen gobierno y la vida digna zapatista.

Un segundo objetivo será discutir brevemente los conceptos Cultura, Política y Desarrollo

Local, parte esencial de la investigación. Esto con el fin de determinar cómo una cultura

política puede influir en la generación, estabilización, o en su defecto, en el perjuicio de un

desarrollo de forma local. Para ello será necesario hacer reflexión sobre el discurso de

Desarrollo Local ya que la creciente crítica de la teoría sobre el desarrollo de corte

exclusivamente económico ha permitido un acercamiento que descentraliza los aspectos

exclusivamente económicos y considera la participación política de los actores sociales dentro

de un territorio como un elemento fundamental. Suponiendo como apunta Boisier (2001) una

configuración del territorio como sujeto colectivo con capacidad para cimentar su propio

futuro.

Desde lo local, es hablar de la construcción de un enfoque y herramienta práctica que hace

reflexionar sobre el concepto del desarrollo, permitiendo instrumentar acciones desde la

perspectiva y problemática de los actores locales implicados (Fletes, 2014).

2.1 Relación de conceptos: Política, Desarrollo Local y Cultura

La existente discusión sobre política, cultura y contemporáneamente el desarrollo en varias de

sus ramas; endógena, local, territorial, sustentable, sostenible. Se enfatiza al indagar sobre

dónde radica la vida democrática, si en las sociedades desarrolladas o subdesarrolladas.

Discusión que pone al descubierto ciertos aspectos económicos y sociales que hasta ahora han

sido fundamentales para la estabilidad de la vida en sociedad. Esto, si se piensa de que para

una mejora en la calidad de vida de las personas es necesario la participación política y

empoderamiento de cada sujeto que conforma dicha localidad, municipio, estado, país,

ejerciendo su derecho y compromiso a opinar y participar en situaciones que competan su

integridad social.

39

No obstante, lógica e históricamente como apunta Traversa (2011), la consecuencia ha sido

que el desarrollo económico se ha logrado anteponer a la democracia y la política. Situación

que es desafiada con el surgimiento de los movimientos sociales desde Latinoamérica, donde

se trata de dar giro a la influencia desarrollista basada en el capitalismo, abriendo el panorama

a la participación social desde la política y tratando de crear alternativas que ayuden a resolver

los problemas originados por resistir algún tipo de exclusión social (Acero y Pizaña, 2014) de

manera democrática.

Para distinguir la relación entre política, desarrollo local y cultura, es necesario pensar que

para organizar una vida en común que pueda estimular algún tipo de desarrollo la política en

su connotación más profunda juega un papel muy importante ya que, retomándola desde su

origen griego polis -haciendo alusión a ciudades griegas quienes tenían un gobierno

parcialmente democrático- se establece al ser humano como un ser que necesita de los otros

para su supervivencia, debido a la “sociabilidad natural” del hombre (Aristóteles, 1991). La

caracterización que hace Aristóteles del hombre sociable permite la realización de la política,

es decir, la realización de la naturaleza social del hombre únicamente es viable si éste existe en

un ambiente político. Podemos notar en él, que el objetivo de lo político es obtener el

desarrollo de las cualidades sociales, amparando la idea de que la vida política es la mayor

pretensión humana.

Dentro de la teoría política se han manejado diversos enfoques, algunos moderados de

consecuencia sistemática de simpatía teórica con los argumentos políticos contemporáneos,

evidenciando poco espíritu de corrección de las democracias realmente existentes, un modelo

liberal de la democracia donde la sociedad es vista como “un conjunto de relaciones entre

individuos particulares que gozan de completa libertad para desarrollarse en la vida privada,

gracias a los derechos fundamentales que se reconocen a todo ciudadano” (Velasco, 1999: 74).

40

En Max Weber (1980; 1991) por ejemplo, la concepción de política se relaciona a la lucha, el

poder y el conflicto, proponiendo una teoría de la racionalidad política, insistiendo en la

responsabilidad de los actores, asumiendo al otro. Donde la realidad puede ser una edificación

en común. Sin embargo, en ella, la democracia sería únicamente posible si se tiene buenos

liderazgos políticos, la política como vocación y su “profesionalización” –mesura, pasión y

responsabilidad-.

Para Weber, la política significaría esa aspiración a participar en el poder o a influir en la

distribución del poder entre los distintos grupos de hombres que componen al Estado, siendo

éste, una relación de dominación de hombres sobre hombres, mantenido por medio de la

violencia legítima (Weber, 1980).

Por otra parte se encuentra la política que demarca una teoría competitiva de la democracia

presentada por Schumpeter (1984), quien trata de producir una teoría cercana a la actual

realidad, asentando a la política democrática como una lucha entre líderes políticos quienes

buscan el voto de las personas para obtener el mandato para gobernar. No es otra cosa que un

convenio institucional para formar y legitimar el liderazgo sin el concepto clásico de "el

gobierno obedece al pueblo".

Por otra parte, una más crítica del ejercicio de las democracias y en gran punto defensores de

la democracia participativa o republicana, donde la aparición del ciudadano en el espacio

público y la manifestación de sus diferencias son condición fundamental para la vida

democrática (Velasco, 1999). En esta etapa puede notarse un mayor énfasis en la moral y la

ética o en el carácter disruptivo de un espacio público demo-pluralista, una fundamentación

normativa de la realidad política democrática. Se puede encontrar entre sus filas: la

Democracia procedimental en Dahl (1991); la Democracia deliberativa acuñado por Bessette

(1980) y desarrollado fuertemente por Habermas (1994); o incluso la “Acción política y

espacio público” en Arendt (1958; 1995). Rotundos trabajos con mirada crítica a las

trayectorias proveídas de la política contemporánea, tuteladas por numerosos esfuerzos de

testimonio de prácticas e instituciones alternativas a las predominantes democracias

competitivas contemporáneas.

41

Arendt considera al sentido de política Aristotélica, sin embargo opina que no será tan sencillo

ni podrá darse donde sea que los humanos convivan, basándonos del hecho de la pluralidad de

los humanos, del poder estar juntos en la diversidad, donde “los hombres se organizan

políticamente según determinadas comunidades esenciales en un caos absoluto, o a partir de

un caos absoluto de las diferencias” (1997: 45). Es indispensable notar en Arendt que la

política es trascendental para la vida individual como social ya que “el hombre no es

autárquico, sino que depende en su existencia de otros, el cuidado de ésta debe concernir a

todos, sin lo cual, la convivencia sería imposible” (ibídem: 67) de ahí la importancia de lo

político en la organización social.

En Arendt, la acción y el pensamiento se vinculan en el ámbito público, al considerar el

espacio público se interesa en la pluralidad humana generando la práctica política.

Considerando que la acción es una de las experiencias políticas genuinas, tomando a la

experiencia de la libertad política, como el mayor potencial de la acción (Núñez, 2013). Ese

accionar que en el individuo parece “(…) peculiar sentar un nuevo comienzo, empezar algo

nuevo tomar la iniciativa o, hablando kantianamente, comenzar por sí mismo una cadena”

(Arendt, Op. cit.: 66). Entonces lo político germina de la reciprocidad misma de acciones entre

individuos generando con el paso del tiempo una estructura de relaciones entre los seres

humanos: cultura política.

La historia de las sociedades principalmente capitalistas, parece demostrar que para que las

formas políticas democráticas se sostengan es necesario algún tipo de equilibrio en la

distribución de los recursos con un desarrollo económico estable y elevado. Aristóteles

sostenía que un gobierno equilibrado dependerá de la reducción cada vez mayor de las

diferencias entre pobres y ricos (Traversa, 2011). No obstante, con la entrada de la teoría del

desarrollo económico la brecha entre pobres y ricos es cada vez más elevada.

Aseveración que ha sido padecida principalmente entre los países de Latinoamérica, donde

también la historia ha demostrado grandes cambios políticos principalmente efectuados por

grupos que resisten las repercusiones originadas por acciones sustentadas en el pensamiento

desarrollista de corte económico como: pueblos y comunidades indígenas, organizaciones

campesinas, obreras, estudiantes e incluso organizaciones en defensa del medio ambiente,

42

quien se ve cada vez más comprometido, debido a la devastación ecológica en favor de la

modernización, conllevando la implementación de enormes contaminantes provocado por las

industrias aunado a las enormes deforestaciones masivas y consentir grandes ecocidios.

Con lo anterior, se tiene un acercamiento conceptual de la política como aquello que implica la

toma de decisiones en conjunto cuyo cumplimiento se vuelve obligatorio en la vida

comunitaria o en sociedad, reconociendo a los actores de determinado grupo a pesar de su

pluralidad y el caos que esto representa (Arendt, 1997) la posibilidad de una participación

igualitaria en los procesos sociales, amparando las decisiones políticas donde todos sin

limitaciones, pueden contar con la misma posibilidad de participar en los procesos donde se

toman decisiones que luego serán obligatorias para el grupo, a lo que se le suele llamar vida

democrática (Traversa, 2011).

El anterior sentido político en México y particularmente en Chiapas dista mucho de la

aspiración solidaria al minimizar la participación social, reduciéndola en la práctica como

instrumento para poder legitimar la dirección gubernamental de la sociedad y la burocracia

(Dussel, 2006). Utilizando un método democrático acuñado por Schumpeter (1942) donde los

individuos adquieren el poder mediante la lucha por el voto del pueblo.

Por su parte desarrollo local, podemos localizarlo como un concepto que surge como una

forma de pensar soluciones a los fatales resultados del pensamiento desarrollista

exclusivamente económico. Enfoque que permite valorar al desarrollo desde una escala

diferente a la económica, constituyendo una composición confusa de tradiciones teóricas que

mantiene la centralidad en el territorio desde lo local, tomando en cuenta fuertemente la

capacidad de los actores locales para y desde esta dimensión, puedan producirse nuevas

formas de pensar el desarrollo y poder diseñar políticas y acciones concretas que activen a los

territorios en su diversidad (Fletes, 2014).

Villacorta apunta que el desarrollo local surgió como respuesta a la extrema centralidad

operada por los Estados Unidos en toda Latinoamérica: “ante los profundos desequilibrios

territoriales que existen en cada uno de ellos y ante la exclusión de actores fundamentales en

los planes y programas de desarrollo” (2008: 12). El discurso del desarrollo local suaviza

teóricamente las bases desarrollistas al tomar en cuenta al actor desde lo endógeno y de forma

43

local. Toma en cuenta una planificación descentralizada (desde el territorio) dotando de una

articulación entre lo económico y lo social, donde no solo es necesario crecer en lo

económico, sino, lo social tiene que acompañarlo (Alburquerque, 2004).

Con el creciente número de experiencias en América latina y la validación del desarrollo

desde lo local, se han abierto discusiones sobre las oportunidades para generar un desarrollo

incluyente, equitativo y democrático, siempre y cuando la tarea se lleve a cabo de manera

conjunta entre los diversos sectores de la sociedad y gobierno, por ello el argumento de que la

política local y la gobernanza tiene notabilidad en los últimos años (Díaz y Mota, 2008).

A pesar de que para la cosmovisión de los pueblos originarios el concepto de desarrollo es

muy controvertido. En esta investigación se aborda teoría que va más allá de la postura

neoliberal de desarrollo, tomando como principal enfoque las posturas locales que incluyen

aspectos territoriales, culturales, toma de decisiones políticas y la participación de los actores

sociales. Retomando a Vázquez Barquero (2009 a) el desarrollo de un territorio dependerá de

sus habitantes y las elecciones que efectúen en proporción al uso de sus capacidades y

recursos disponibles. Construyendo a través de sus decisiones los proyectos que deberán

impulsarse y la estrategia de desarrollo más afín a sus propias necesidades y capacidades.

Si bien las anteriores dimensiones deben llevarse a cabo para satisfacer un proceso de

desarrollo -y aunque puedan encontrarse elementos coincidentes dentro de esta teoría con el

proyecto político de vida digna zapatista- la teoría del desarrollo local y la vida digna zapatista

se inscriben en proyectos políticos diferentes y en contextos culturales específicos de las

comunidades indígenas autónomas, quienes teniendo una visión de inclusión participativa y

política dejan en manos de las propias comunidades la toma de decisiones que llevarán a la

resistencia y construcción de su autonomía mediante el consenso, participación política y

empoderamiento de los actores sociales, los cuales, serán los beneficiados o afectados.

44

Es evidente la necesidad del elemento cultural dentro del estudio, por lo que la discusión del

concepto cultura a lo largo del tiempo ha sido muy significativa dentro de los procesos

económicos, históricos, antropológicos y también en el anhelo no satisfecho del desarrollo

para muchos territorios. Pasando de ser un obstáculo para alcanzar tales fines (Escobar, 1999,

2015; Stavenhagen, 2004) hasta ubicarse como un rasgo fundamental que puede potencializar

los aspectos elementales que distinguen a un lugar de otro (Vázquez, 2009b).

Aunque el concepto de cultura en su percepción etimológica proviene del latín cultus,

haciendo referencia al cultivo de las facultades intelectuales y espirituales del hombre, su

definición se ha transformado a lo largo de la historia y se acentúa al relacionarse con el

desarrollo de la civilización.

Algunos de los ejemplos sobre su definición lo podemos encontrar en: Franz Boas, quien

centraba su interés en lo individual. Su visión fue criticada al negar la concepción de las leyes

sociales (Boas, F. 1964); en Tylor, quien plantea a la cultura como: “aquel todo complejo que

incluye el conocimiento, las creencias. El arte, la moral, el derecho, las costumbres y

cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre en cuanto miembro de la

sociedad” (Tylor, 1975: 29). Definición que valora los hechos históricos como: el lazo de los

acontecimientos que obedecen a una lógica de causa y efecto; o siguiendo a Beatriz Aguilera

(1994) en “el conflicto multicultural” se puede situar a la cultura a partir de Plog y Bates

(1980) entendiéndola como “el sistema de creencias, valores, costumbres, conductas o

artefactos compartidos, que los miembros de una sociedad usan en la interacción entre ellos

mismos y con su mundo, y que son transmitidos de generación en generación a través del

aprendizaje” (Aguilera, 1994: 50).

45

Debido a que el concepto de cultura ha tenido una carga compleja para su estudio como

posibilidad analítica, Clifford Geertz señala lo siguiente para explicitar su utilidad:

Ha adquirido ahora cierto aire de mala reputación en círculos de la Antropología

Social a causa de la multiplicidad de sus acepciones y de la estudiada vaguedad con

que demasiado frecuente se le ha invocado. Aunque no entiendo muy bien por qué

‘cultura’ debería sufrir más por estas razones que ‘estructura social’ o ‘personalidad.

En todo caso el concepto de cultura que yo sostengo no tiene múltiples acepciones ni,

por lo que se me alcanza, ninguna ambigüedad especial: la cultura denota un esquema

históricamente transmitido de significaciones representadas en símbolos, un sistema de

concepciones heredadas y expresadas en formas simbólicas por medios con los cuales

los hombres comunican, perpetúan y desarrollan su conocimiento y sus actitudes

frente a la vida (1973: 88).

Desde esta concepción para este autor, “los fenómenos culturales son vistos ante todo como

formas simbólicas, por lo que el análisis de la cultura se entiende como la interpretación de los

patrones de significado incorporados a éstas; pero no integra ni presta suficiente atención al

análisis de los problemas de relaciones de poder y conflicto social de los fenómenos

culturales” (Molinari, et. al., 2016). “De esta manera y de acuerdo con, Thompson el concepto

de Geertz es adecuado, pero le falta teoría crítica y propone que el análisis cultural es el

estudio de las formas simbólicas –las acciones, los objetos y las expresiones significativos de

diversos tipos- en relación con los contextos y procesos históricamente específicos y

estructurados socialmente, en los cuales, y por medio de los cuales, se producen, transmiten y

reciben tales formas simbólicas (Thompson citado en Molinari, et. al., 2016).

Además de integrar la perspectiva crítica, es fundamental reconocer que la vigencia del

concepto también está sustentada en la propia reivindicación de los pueblos y han

contrapuesto conscientemente sus prácticas culturales a las fuerzas del imperialismo

occidental que los afecta (Molinari, ibídem., 2016). De este modo, la cultura surge como

antítesis de un proyecto colonialista, ya que los pueblos la emplean para retomar el control de

su propio destino. Por lo tanto, el concepto de cultura no tiene posibilidad de desaparecer

como objeto principal de la antropología y como preocupación fundamental de todas las

ciencias humanas (ibíd.) porque, de acuerdo con Marshall Sahlins, se distingue un fenómeno

único: la organización de la experiencia y de la acción humana por medios simbólicos (en

Grimson, 2001: 24).

46

En estos acercamientos al concepto cultura, notamos que los componentes claves son el

aprendizaje, la transmisión de lo aprendido (comunicación) y los cambios que se dan en el

proceso por los actores en socialización en estructuras de poder y conflicto históricamente.

Por su parte y desde la teoría del desarrollo local, Vázquez Barquero (2009) relaciona a la

cultura con el desarrollo local, al señalar que este último es una estrategia que se basa en la

mejora continua de los recursos disponibles particularmente de los recursos naturales y del

patrimonio histórico y cultural, ya que con ello se contribuye al aumento de la ventaja

competitiva del territorio y el bienestar de la población. Podemos notar la importancia del

concepto cultura al llegar a cuestionarse como un bien o un mal para el progreso social. Sin

embargo, la cultura no deja de verse como algo que puede mercantilizarse o explotarse, o del

cual se puede obtener cierta ventaja o desventaja competitiva. No obstante para fines de esta

investigación, será necesario ver a la cultura como algo que al trascender el tiempo logra crear

ciertos hábitos sociales, repletos de reglas y valores acordados en democracia, practicados por

ciertos grupos sociales, los cuales crean a través de la práctica, una cultura política basada en

el bien y beneficio en común.

Pensar entonces que lo político germina de la reciprocidad misma en un contexto que genera

una estructura de relaciones entre los seres humanos: una cultura política. Es poder ser capaces

de imaginar, crear y practicar nuevos valores, reglas y creencias sociales que lleguen a anclar

la socialización del poder de los sujetos de forma colectiva.

Desde esta perspectiva podemos notar que la cultura política zapatista, la cual fue verazmente

una creación desde lo endógeno, lo colectivo y desde la práctica, ha generado durante más de

20 años una cultura que ha trascendido a más de una generación, las cuales aprenden, ejecutan

leyes y valores expedidos por la comunidad misma y de manera democrática.

47

2.2 Algunas consideraciones sobre las condiciones políticas y socioeconómicas en Chiapas

1990-2014

A pesar de que el ente político en México es de corte republicano, donde pareciera necesaria la

participación de los ciudadanos para llevar a cabo la vida política. Ésta no se da de forma

participativa, no busca, ni procura realmente el involucramiento de los mismos. La falta de

consulta y participación social en las decisiones políticas, alejan a los programas de combate a

los problemas sociales a tener resultados posiblemente más eficientes.

En la actualidad, decisiones tomadas desde el órgano político en México en cuanto a la

ejecución o denegación de programas para el desarrollo, especialmente lo relacionado al

combate de la extrema pobreza y a la estabilidad y preservación ecológica, no ha demostrado

tener un cambio positivo, incluso la pobreza y degradación ambiental se ha mantenido o

incrementado negativamente.

Con el paso del tiempo, en el estado de Chiapas el índice de pobreza es enorme, como lo

comprueban los datos que presenta el CONEVAL al señalar que para el año 2014: el 31.8% de

la población se encontraba en situación de extrema pobreza; el 76.2% de la población se

encontraba en situación de pobreza; el 78.7% contaba con ingresos inferiores a la línea de

bienestar, referidos a la población que no cuenta con recursos suficientes para poder satisfacer

sus necesidades básicas (alimentarias y no alimentarias); también el 48.5% de la población no

contaba con el ingreso para superar la línea de bienestar mínimo, lo que significa que casi la

mitad de la población chiapaneca, aun haciendo uso de todo su ingreso en la compra de

alimentos, no podía adquirir lo indispensable para tener una nutrición adecuada, datos que se

han mantenido por lo menos desde 1990 en los indicadores de pobreza por ingreso, como

podemos observar en la siguiente Gráfica (2.1) y que datos actuales no cambiarían mucho.

48

Gráfica 2.1 Indicadores de pobreza por ingreso Chiapas 1990-2014

Fuente: Estimaciones del CONEVAL con base en las ENIGH de 1992-2014, de los Censos de Población y

Vivienda 1990, 2000 y 2010 del conteo de población y vivienda 2005.

En un análisis comparativo entre los estados de Nuevo León y Chiapas realizado por López

Arévalo, ambos cuentan con una similitud de características: “(…) tienen más o menos la

misma población y extensión territorial, pero con diferente nivel de desarrollo relativo”

(López y Mayo, 2015: 107). En el análisis se observa que para el año 2013 Chiapas recibió

una cantidad mayor de transferencias públicas que Nuevo León, es decir, existía un mayor

recurso económico destinado al estado de Chiapas para poder combatir a la pobreza y extrema

pobreza. Apunta que: “Para el periodo 2001-2013 el estado de Chiapas recibió $463 569

millones de pesos en tanto que Nuevo León fue de $374 307 millones de pesos, esta diferencia

ha venido registrando a lo largo de la historia del federalismo fiscal mexicano” (ibídem: 115).

49

Sin embargo, lo anterior no ha influido en nada al mejoramiento de la población chiapaneca

donde según estadísticas que CONEVAL (2014) realiza, demuestran la gran carencia que

existe en los niveles de servicios de salud, educación, empleo, alimentación, seguridad social,

calidad y espacio en la vivienda, etc. A diferencia de Nuevo León, donde tan solo el 1.3% de

la población está en extrema pobreza y el 20.4% en pobreza.

Con lo anterior podemos concluir que Chiapas a pesar de ser uno de los estados al que se les

destina grandes recursos económicos, en cuanto al presupuesto federal, es indiscutible la falta

de resultados efectivos desde la política social para el beneficio de su población, por lo menos

así lo revela la gráfica anterior (Gráfica 2.1). De igual manera, a nivel nacional permanecen y

aumentan los patrones de desigualdad regional y de pobreza los cuales se profundizan en la

etapa posterior a la reestructuración de la política económica de la década de 1990, mediante

la apertura comercial y el libre mercado (Fletes, 2014).

La situación anterior, nos invita a preguntarnos ¿Por qué contando con más recursos

económicos que Nuevo León, en Chiapas no se logra salir de la pobreza? Sin lugar a dudas,

algunos optarían por decir que se debe a la falta de infraestructura, tecnología, educación,

industrias, por desventaja geográfica, inversión, u otros remedios que tratasen de dar solución

o explicar dicho problema. Sin embargo, es de tomar en cuenta el papel de la política

institucionalizada en el gobierno: a) al ejercer gran autoridad en la planeación y ejecución de

diversos programas sociales, reformas educativas, laborales, energéticas etc.; b) destinando,

negando o desviando recursos para la ejecución de programas para el desarrollo; c)

dificultando o permitiendo la sana ejecución de los programas sociales. Permitiendo o

evitando de esta manera el progreso social.

En la actualidad la secretaria de hacienda y crédito público anuncia fuertes recortes para los

sectores primordiales de la sociedad mexicana en el presupuesto 2017, siendo las más

afectadas: la secretaria de salud, educación, Medio ambiente y comunicaciones y transportes.

Siendo la Secretaria de Educación Pública (SEP) quien tendrá un mayor recorte, como

50

podemos evidenciar en el paquete presupuestario emitido en el mes de agosto de 2017, donde

lo deja evidente al compararlo con lo emitido para el actual año, 201611.

Para el año 2014, en Chiapas existían un total de 8 programas federales en operación

registrados en el Sistema Nacional de Programas de Combate a la Pobreza, entre ellos:

AMANECER, Programa Alimentario, Desayunos escolares, Microempresas Sociales, entre

otros. Y un total de 240 programas y acciones estatales de desarrollo social registrados en el

inventario de CONEVAL desde el 2010, entre ellos: Maternidad segura, Programa de Apoyo a

la Regularización de la Vivienda, Fondo Ambiental del Estado de Chiapas, Fomento a la

Vivienda, entre otras (CONEVAL, 2014). Pero ninguno de ellos ha tenido impacto tal que

ayudase a revertir las malas condiciones de la población a la que está enfocada.

Es importante dar cuenta que en la política actual los programas sociales tienen una falta de

atención en cuanto a la generación o estimulación de la participación social, ya que: tan solo 2

de cada 8 programa sociales cuentan con una contraloría social; 2 de cada 8 tienen

mecanismos de participación ciudadana en su formulación; 3 de cada 8 cuentan con

mecanismos de participación ciudadana en su ejecución y; ninguno de los 8 programas

cuentan con mecanismos de participación ciudadana en su evaluación. Datos que son

revelados en el Catálogo y Alianza para el Gobierno Abierto que supone un “esfuerzo

multilateral que busca asegurar compromisos concretos por parte de los gobiernos para

promover la transparencia, empoderar a la ciudadanía, combatir la corrupción y aprovechar las

nuevas tecnologías”12.

Pero, ¿lo político será un problema o una solución para el Desarrollo Local en Chiapas? ¿Se

puede crear o modificar una cultura política donde el desarrollo económico deje de ser el foco

de atención? ¿Es posible que una cultura política que logre generar procesos de socialización

del poder beneficie al “desarrollo local”?

11 Para hacer comparación se puede visitar la página de transparencia presupuestaria del 2016 en:

http://www.transparenciapresupuestaria.gob.mx/work/models/PTP/Presupuesto/Presupuestacion/ppef20

16.pdf; y el proyecto para el presupuesto del año 2017 disponible en:

http://ppef.hacienda.gob.mx/work/models/PPEF2017/paquete/egresos/Proyecto_Decreto.pdf 12 Véase Programas Sociales: http://www.programassociales.mx/

51

Con socialización es necesario precisar, que más que ser establecido por las estructuras es

producto y condición del proceso social, donde suelen transmitirse y configurarse los

conocimientos, así como los modos de percibir y categorizar la realidad y valores socialmente

determinados en la base del orden social (Núñez y Villalobos, 2012). Por ello, sociabilizar el

poder sería el proceso donde se reordena la transmisión del poder socialmente determinado

por un orden social, donde el poder es concebido de una manera totalmente diferente y es

determinado por la misma sociedad.

Por lo anterior, esta investigación se propone revisar la teoría política que involucra a la

democracia, el gobierno y en este análisis al “desarrollo local”, porque la sociedad mexicana

se ha caracterizado por la verticalidad del poder político, involucrando a pocas personas y

ejerciendo la noción de política a simples sistemas partidarios. La democracia capitalista,

produce tensiones distributivas y se mantiene sobre la base de un equilibrio no estable

(Traversa, 2011) deja pocos o nulos espacios para el ejercicio político de las personas, aunado

a la pérdida de confianza hacia el sistema político.

En México, como apunta Avendaño:

A pesar que el resultado de la ENCUP 2012 arroja que el 78% de los mexicanos está de

acuerdo que los problemas de la sociedad deben ser resueltos con la participación de la

sociedad y el gobierno, el 51% de los encuestados opinó también estar de acuerdo en que los

problemas de la sociedad deben ser resueltos por el gobierno. El 65% de los mexicanos están

poco interesados por la política y únicamente el 16% manifiesta interesarse mucho por la

política nacional; el desagrado por la política ha ido creciendo de forma significativa, en 2005

55% decía estar poco interesado por la política para el 2012 el poco interés incrementó en un

10% (2014: S/N).

Este desinterés social o alejamiento de lo político perjudica la realización seria de proyectos

para el desarrollo local al no estimular en el actor local una participación para dar soluciones

endógenas a problemas que correspondan a su territorio. Esto es; no provoca el interés ni

involucramiento en la creación de programas sociales y productivos que estén enfocados, para

y desde, el actor local. Lo que podría llegar a lograr asumir una rendición de cuentas, una

participación e involucramiento en las políticas públicas, teniendo como fin último, un bien

local y colectivo.

52

La imposición, la verticalidad y el asistencialismo siguen siendo las guías para las políticas

públicas para el campo y los pueblos originarios. Repartir dinero, dar mayor presupuesto para

el combate al hambre en Chiapas sin promover proyectos sustentables que siembren el

fortalecimiento de la economía familiar y comunitaria, generando en ellos solo dependencia e

improductividad, datos que serán observados en el siguiente capítulo.

La existente pérdida de soberanía al Estado por la “ideología del mercado” como fruto de la

crisis que pasan las instituciones democráticas al no tener la capacidad para resolver diversos

problemas sociales (Vargas, 2005) y a su vez, debido a una profunda transformación de la

democracia llevada a cabo en América Latina tensionada, de igual manera, por la creciente

desigualdad social (Traversa, 2011) desemboca en la modificación constante de más que la

teoría la práctica de nuevas formas de hacer política y generar desarrollo. Conceptos

fuertemente repensados principalmente en América Latina y de manera cada vez más local.

2.3 Otras realidades políticas desde América Latina

Vivimos en una época de grandes cambios en los procesos políticos, culturales, económicos,

así como el protagonismo de grandes movimientos sociales. Por lo que es necesario discutir

los conceptos con los que solemos analizar al mundo para poder entender la realidad

contemporánea socioeconómica y política (Hoetmer, 2009). Por ello, es necesario observar el

replanteamiento político surgido desde América Latina, para poder tener conocimiento de lo

que implica el perfil desde las culturas originarias y en el zapatismo.

En la actualidad emergen diversos sujetos que deciden enfrentar su régimen político para tratar

de construir otras formas locales de organización a los que se podría abordar, pero notaremos

que en todos, o casi todos, el replanteamiento político ha surgido desde movimientos sociales

que involucran grandes descontentos con su sistema político, problemas por: la falta de

empleo o bajos salarios; para la obtención de mejores condiciones laborales; mejores

condiciones de salud; educación; reparto agrario; etc. Llegando al punto de, no solo protestar y

manifestarse, sino, hasta proponer y atreverse a llevar a la práctica diversas formas de

autogobierno que implican otras maneras de organizarse y gobernarse colectiva y

democráticamente con el fin de poder desarrollarse como sociedad.

53

De esta manera, hablar y repensar la política desde América Latina ha sido protagonizado

desde organizaciones sociales indígenas, campesinas, de mujeres, entre otros, quienes en

consecuencia logran el replanteamiento de gobiernos en países como Argentina, Ecuador,

Bolivia (Hoetmer, 2009) y particularmente en Venezuela. En México los casos encontrados

son particularmente los movimientos en Cherán en Michoacán y el Zapatismo en Chiapas,

quienes consolidan un autogobierno erigido mediante los usos y costumbres.

En Bolivia por ejemplo, el primer Presidente indígena Evo Morales y su partido el

Movimiento al Socialismo (MAS) son consecuencia de mantener varios años en el poder a las

élites blancas o mestizas que habían ocupado por largo tiempo el cargo, aunado a la

decadencia del modelo neoliberal. El aprovechamiento que hace el movimiento indígena

campesino de la Ley de Participación Popular, crea municipios urbano-rurales con facultades

y buenos recursos económicos, con el cual, muchos indígenas y campesinos han llegado a ser

alcaldes y concejales (Mayorga, 2006).

El gobierno de Evo Morales propuso hacer la revolución democráticamente, replanteando un

modelo de desarrollo diferente al neoliberalista, el cual, está enfocado al beneficio de los

sectores populares, erradicar la pobreza y dejar a un lado todo tipo de discriminación y

exclusión. Modificando a su vez las relaciones de poder entre los diferentes grupos étnicos,

favoreciendo a los pueblos originarios de Bolivia. Proyecto que sigue pese a los grandes

desafíos que ha llevado la polarización social, en el que parte de los movimientos sociales han

asumido fuertemente posiciones críticas al gobierno de Evo (De la Fuente, 2011; Hoetmer,

Op. cit.).

Por su parte en Venezuela, el proceso bolivariano iniciado y encabezado por Chávez venía

procurando la creación de una base social organizada subordinando su estrategia de cambios a

partir del aparato estatal (Hoetmer, ibídem). El cambio político en Venezuela es sin embargo,

producto de las grandes desigualdades sociales vividas por la intervención estadounidense y la

industria privada, de la cual, separarse a traído consigo tensiones económicas, y por ende, la

desestabilización del tejido social que al paso del tiempo, ha despopularizado la elite política

bolivariana (López Maya, 2008), quien en la actualidad no logra resolver los grandes niveles

de desabastecimiento de alimentos e insumos de primera necesidad.

54

En Ecuador Rafael Correa y su llamada “revolución ciudadana” llega a la presidencia en el

año 2006, cuando Ecuador atravesaba una inestabilidad política crónica, pues en nueve años

habían ya presenciado siete presidentes distintos en medio de una fuerte crisis económica.

Correa también propuso replantear las relaciones de poder y el desarrollo mismo, mediante la

nueva asamblea constituyente con la que el presidente busca dotar de una vocación social a las

finanzas del país con la denominada economía solidaria y el Plan Nacional para el buen vivir

Sumak kawsay (Jaramillo, 2008).

Otro ejemplo de cambio democrático ofrecido en América latina ha sido, sin lugar a dudas, lo

ocurrido en Brasil con Lula da Silva (2006-2010). Una etapa en el que se adoptan políticas de

inclusión social que iniciaron al revertir una historia de abandono y exclusión de las grandes

mayorías, con una hasta entonces exitosa estrategia de desarrollo nacional y de inserción

internacional soberana que hicieron en Brasil una verdadera experiencia democrática

(Gonzales y Pascual, 2006). Actualmente se encuentra en vuelto en grandes escándalos con su

ahora expresidenta Dilma Russel, por lo que su estabilidad política ha estado en juego.

En México las situaciones se han dado de forma más local, donde la falta de credibilidad

política y democrática ha traído consigo un descontento social muy focalizado en territorios

que han sufrido principalmente por cuestiones culturales, económicas y territoriales.

Uno de los ejemplos de autonomía política es la ofrecida por la comunidad purépecha de

Cherán en Michoacán, quienes al defender su territorio innovaron formas de participación y de

tomas de decisiones colectivas. Donde, en el año del 2011 decidieron no participar bajo las

reglas electorales mexicanas eligiendo a sus autoridades mediante sus “usos y costumbres”

logrando que el poder legislativo estatal reconociera sus derechos políticos para poder elegir

de acuerdo a sus propios procedimientos a sus representantes y su forma de organización del

poder municipal (Ventura, 2012). Sin embargo, a diferencia de la autonomía zapatista, en

Cherán los pobladores aun reciben los programas asistencialistas gubernamentales, por lo que

podemos encontrar un carácter político ligado a los usos y costumbres pero no ofrece una

alternativa de desarrollo diferente concreta a la propuesta por el ejecutivo.

55

Aunque indudablemente los ejemplos de alternativas a la política, a la democracia y al

desarrollo mismo ofrecido por el territorio latinoamericano pueden ser de gran discusión y

podría ampliarse garrafalmente, excedería los intereses de esta investigación, la cual se centra

principalmente en la alternativa política y autonómica zapatista. Sin embargo, estas otras

realidades ofrecidas en Latino América, son de total ayuda para comprender el continuo

desenvolvimiento de alternativas al desarrollo y política, que sigue siendo de vital importancia

en las exclusiones y diferencias otorgadas por el sistema neoliberal.

2.4 El ejercicio en el buen gobierno zapatista. La cultura política colectiva en los tres

niveles de gobierno zapatista

En el acercamiento conceptual de lo político, notamos de primer momento que para poder

entablar cierto equilibrio de la vida en sociedad, el gobierno y las políticas gubernamentales

deberían estar persiguiendo un bien común. Al menos en el origen histórico de la polis

Aristotélica, ésta se relaciona con las necesidades de la vida y la colectividad y en Arendt su

necesidad para la convivencia dentro de las diferencias, a partir de la acción. Un accionar de

los actores en la participación no solo de lo que pueden aportar a lo colectivo, sino, al cobrar

conciencia de la pertenencia, no pasivamente, sino activamente (Núñez, 2013).

El buen gobierno de las comunidades base de apoyo zapatista, no es un caso aislado de cambio

político en Latinoamérica y para tratar de entenderlo es indispensable dar una breve noción del

mandar obedeciendo, el cual, propone una transformación importante de la política actual de

dominación donde persiste el mandar-mandando a una política de liberación de toda

pretensión de dominación (Bautista, 2011). Ello, a partir de la práctica política y no sólo de

manera discursiva y teórica, constituyendo al pueblo o colectivo como un verdadero sujeto de

derecho.

Esta observación es importante ya que siguiendo a Touraine, la imposición de un solo

pensamiento es el gran freno para la democracia, ya que ésta solo ocurre cuando la sociedad

domina la diversidad de intereses, por lo cual: “la sociedad política tiene que limitar el poder

del mercado y de los dirigentes comunitarios y debe permitir la comunicación entre los actores

culturales mediante una educación orientada hacia el reconocimiento del otro y una política de

la solidaridad” (1997: 10), claro está, manifestando el conocimiento de la diversidad social.

56

La cultura política zapatista surge como filosofía que estimula la participación social para el

involucramiento en la toma de decisiones políticas que permiten la resistencia y avance en la

autonomía, representándoles un bien para su comunidad desde lo colectivo, mediante lo que

algunos autores como Aníbal Quijano (2003) podrían denominar una “socialización del

poder”, o, Enrique Dussel (2006) un “poder obediencial”, permitiendo concebir otras formas

de gobierno y hacer política, transformando su concepción a una donde el pueblo manda y el

gobierno obedece, fortaleciendo el involucramiento y participación social.

Por su parte la filósofa Fernanda Navarro (2013) opina que existe una descentralización del

poder en la autonomía zapatista y que ésta se da practicando la horizontalidad que se opone a

la verticalidad. Existiendo un poder compartido, discutiéndose todo en asambleas y donde

actualmente hombres y mujeres gobiernan de manera que todos y todas tomen la oportunidad

y la experiencia de gobernarse (gobernar y ser gobernados).

A nivel político el movimiento zapatista ha logrado cimentar sus propias leyes de manera

colectiva, ancladas en estimular la participación política de los integrantes de cada Municipio

Autónomo, reforzando la construcción de su autonomía con la toma de decisiones colectivas,

de la cual, de no llevarse a cabo, violarían los principios fundamentales donde “el pueblo

manda y el gobierno obedece”. Del mismo modo, el involucramiento directo de los actores

sociales refuerza también las características económicas con el desarrollo de formas de

producción y redes de cooperación que les permite articularse al mercado de manera conjunta,

facultándoles la obtención de beneficios colectivos y no personales practicando

cotidianamente ser un sujeto capaz de organizarse para producir y ser responsable de los

cargos de la comunidad, y de esta manera, avanzar como pueblos originarios autónomos con

identidad, apuntando a la creación de espacios colectivos en los que la visión del crecimiento

económico no es el factor central que establece la vida social (Acero y Pizaña, 2016). Es decir,

un conjunto de plurales en un espacio común (Arendt, 1958).

Posteriormente al levantamiento armado del EZLN en 1994 los pueblos zapatistas se

reorganizan, llegando a crear políticamente una estructura organizativa que trata de involucrar

a la mayoría de sus pobladores, llamados bases de apoyo. Siendo partes de la junta de buen

gobierno, o, como promotor de educación, salud, en las tres áreas, etc. Organización que se da

57

en tres niveles: a nivel local, con las rancherías, pueblos o pequeños territorios; a nivel

municipal con los MAREZ y; a nivel zona o región, con el Caracol y las juntas de buen

gobierno. Lo característico es notar que el gobierno zapatista y el ejercicio de la política en

general, se dan en la práctica de todas las áreas, en la decisión de escoger a cada integrante de

ellas.

Uno de los puntos primordiales son las JBG quienes representan estructuras gubernamentales

no-alineadas a la política moderna mexicana (Acero y Pizaña, 2016) con la que se ha

permitido la estabilidad organizativa del movimiento y quienes descansan en cada centro de

los Caracoles Zapatistas, como se ha discutido en el capítulo anterior.

El siguiente esquema ayudará a comprender la estructura del gobierno autónomo (ver esquema

1) el cual fue retomado de la exposición de Manuel, integrante de las bases de apoyo zapatista

perteneciente al pueblo de Israel en el municipio de Flores Magón, territorio del Caracol III

“La Garrucha”. Expuesto en el año de 2014, en los márgenes del evento de la escuelita “la

libertad según las y los zapatistas”, dándonos una noción sobre la estructura política del

gobierno zapatista y su funcionamiento en la vida cotidiana.

Manuel deja en claro que el cumplimiento de los deberes como zapatistas, es en base a los

siete principios del mandar obedeciendo. Tomando en cuenta la decisión y la opinión de todos

y todas.

58

Esquema 2.1 Estructura del Gobierno Autónomo Zapatista13

Fuente: esquema basado de la información presentada por Manuel, base de apoyo zapatista, enero 2014

A nivel local:

1- Los comisariados o comisariadas son las autoridades que vigilan las comunidades

territorialmente, ven la extensión de cada localidad, poblado o ranchería. Cuentan con:

un consejo de vigilancia, quien en su nombre dicta el vigilar el trabajo de las y los

comisariados o comisariadas; un tesorero o tesorera, y; un secretario o secretaria.

13 Los siguientes datos fueron tomados de la exposición de Manuel, base de apoyo zapatista en el año 2014 en márgenes de la

escuelita “la libertad según las y los zapatista”. Grabado por Bikit Ch´o (Enero, 2014). Escuelita Día 1- Estructura del

Gobierno Autónomo Zapatista [Archivo de video]. Recuperado de https://youtu.be/c5-desCL3KI.

59

2- Los agentes o agentas, vigilan al pueblo. Cualquier problema dentro de las

comunidades son los encargados de ver y dar justicia. Cuentan con suplentes para

cuando no estén haciendo bien el trabajo, o, por si tienen que dejar la labor por alguna

emergencia, también cuentan con sus secretarios o secretarias y tesoreros o tesoreras.

3- Los comandantes o comandantas y policías, son indispensables para cuando se

requieran hacer las asambleas y reuniones dentro de las comunidades. Son útiles para

coordinar y hacer los trabajos de vigilancia y llamado.

4- Las áreas de trabajo: Educación; Salud general y sexual reproductiva; agroecología y;

las tres áreas (hueseras, parteras y plantas medicinales) con las que tratan de rescatar

su cultura medicinal.

5- Los promotores y promotoras: son los encargados de impartir clases a los niños y las

niñas para que en el futuro sean autoridades o parte de cualquiera área de trabajo de los

tres niveles de gobierno autónomo.

6- El comité local: son los encargados de vigilar a su promotor para cumplir días de

trabajo, horarios, o problemas o necesidad en la educación. Esto es; si demandan más

promotores o materiales, necesarios en la educación.

A nivel municipal MAREZ:

i) Consejos autónomos: estos son los encargados de vigilar las áreas de trabajo dentro de

los municipios.

a. Comisión agraria: vigilan hasta dónde les pertenece territorialmente a nivel

municipal, para atender algunos problemas que se presentan dentro de cada

municipio, poblado o ranchería, entre otras comunidades.

b. Honor y justicia: son los encargados de ver cualquier problema dentro del

municipio, o ver los problemas que en el gobierno local no se pudieron

resolver.

c. Comisión juez civil: encargados de las actas de nacimiento, defunciones o

algún matrimonio.

60

ii) Las áreas de trabajo:

a. Educación: cuentan con coordinadores para organizar a los y las promotores y

promotoras en lo local, también con formadores, los cuales, son necesarios

cuando se solicita formar más promotores de educación en local. Los consejos

de educación son para sacar adelante a la educación, vigilan y desarrollan lo

que hace falta en cuestiones de educación y vigilan el trabajo de los

formadores, coordinadores y promotores.

b. Salud general, sexual y reproductiva: cuentan con coordinadores quienes

organizan a las y los promotores en lo local, velan por los capacitadores de

salud y cuentan con un consejo de salud que vigila cualquier problema,

necesidad o incumplimiento del deber.

c. Agroecología: al igual que en las demás áreas, cuenta con coordinadores y

cuenta con técnicos para cuando se requiera capacitar a más promotores

quienes tratan de sacar mayor provecho en la producción de la agricultura.

d. Videocamarógrafos: también cuentan con coordinadores, éstos son los

encargados para ver a los pueblos y difundir la información de lo que pasa en

ellos, desmienten lo que el “mal gobierno” dice. Son indispensables para dar

seguimiento e información a la autonomía.

e. Radios comunitarias: también son indispensables en la información y unión

entre los pueblos. Cuentan con locutores o locutoras y coordinadores o

cordinadoras, para difundir el avance de la autonomía, los trabajos colectivos y

desmentir lo que dice el mal gobierno.

f. Tres áreas: al igual que en lo local, las tres áreas son principalmente para

mantener el conocimiento ancestral y rescatar la cultura medicinal en las

plantas, hueseras y parteras. Cuentan también con coordinadores y

coordinadoras, y en su caso, con maestros y maestras quienes capacitan a la

gente necesaria en cada localidad para resolver esa necesidad y transmitir los

conocimientos.

61

A nivel zona “Caracol”:

i. Juntas de Buen Gobierno: tienen a su cargo la administración de las áreas de trabajo,

de los trabajos colectivos y los bancos autónomos.

a. La oficina de vigilancia: trabajan las bases de apoyo: todo el pueblo. Para

vigilar al gobierno autónomo que trabaje conforme a los siete principios del

mandar obedeciendo, para evitar regresar al “mal sistema”, en ella participan

todos las y los zapatistas, sin importar la edad.

b. Oficina de información: ésta es de gran valor, ya que en ella trabajan los de

mayor experiencia o mayor tiempo en la organización. Esta oficina es

importante, ya que se necesita cualquier orientación de la JBG, quienes tienen

su comisión y administración: los matemáticos. Es la encargada de transmitir

formas y maneras de gobernar, dan la orientación a los nuevos integrantes de

las JBG, quienes en principio son inexperimentados. Brindan cualquier

información y capacitación a los nuevos integrantes de la junta.

Es importante notar que cada área de trabajo tiene a los coordinadores de zona para vigilar, ver

y desarrollar las áreas de trabajo en cualquiera de los tres niveles. El gobierno autónomo y la

cultura política zapatista trabaja con forme a los siete principios, pero la máxima autoridad es

el pueblo zapatista compuesto por las bases de apoyo.

Ser un zapatista implica un auto-reconocimiento donde, así mismos, se establecen parámetros

para reconocerse como tales, esto es; ser rebelde, ser digno, estar organizado, ver por lo

colectivo, no rendirse, no venderse, ya que el zapatista lucha por un cambio total, lucha toda

su vida y no claudica. El zapatista busca un nuevo sistema de gobierno donde el pueblo

mande, pero ante todo, el que decide cuándo y cómo es ser un zapatista es el pueblo mismo

(Comisión Sexta del EZLN, 2015).

Manuel, al dejar en claro que los trabajos se hacen colectivamente, explica que cuando se

requiere hacer un reglamento o sea necesario hacerlos las JBG pueden hacer su propuesta,

pero para ello, son invitados los consejos autónomos de cada municipio, coordinándose y

haciendo la propuesta. Ésta, es lanzada a una asamblea máxima donde asistirán también los

comisariados, agentes y agentas, para ver las propuestas que las JBG ofrecen. Las propuestas

62

tienen que regresar a discutirse en los pueblos, localidades o rancherías, donde se decidirá si

aprueban o no dicha propuesta. De esta manera se coordinan en los tres niveles.

En lo que respecta a los trabajos colectivos, estos cuentan con secretarios, tesoreros y

presidentes. Se encuentran presentes en los tres niveles y son de gran importancia, ya que,

debido a ellos, logran obtener recursos para la capacitación, el transporte, las reuniones, la

creación de colectivos de trabajo o emergencias que puedan surgir. En ellos se obtiene

recursos para la gestión de los proyectos zapatistas, desde los Bancos Autónomos: el Banco

Autónomo de Mujeres Zapatistas (BANAMAZ) y el Banco Popular Autónomo Zapatista

(BANPAZ).

José, integrante de las bases de apoyo zapatista de la localidad “La Soledad” perteneciente al

municipio de Ocosingo, territorio político del Caracol I “La Realidad”. En márgenes de la

escuelita zapatista en el año 2014, comenta que los beneficios de los trabajos colectivos son

para ellos (para la comunidad), para satisfacer sus necesidades alimentarias, para evitar

comprar en las tiendas y necesitar en demasía el dinero. Por ejemplo: con la elaboración de

panela, se evitan comprar azúcar en las tiendas; con la panadería, las compañeras hacen pan

para su familia y no tienen necesidad de ir a comprarlo. Lo mismo pasa con la educación,

salud y todos los trabajos colectivos, lo esencial es resolver sus necesidades14.

Para que el pueblo zapatista tome de la mano el poder de autogobernarse, se requiere

organización de las mujeres y los hombres. De ello emana el cómo es ser un zapatista, es:

“estar bien decidid@s, bien puest@s, porque no es de presumirse sino de trabajar, organizar y

luchar silenciosamente hasta llegar con las últimas consecuencias, es decir, teoría y práctica”

(Comisión Sexta del EZLN, 2015: 37). Es en la práctica del buen gobierno que se da en la

vida cotidiana de las bases de apoyo zapatista, que encuentran un auto reconocimiento como

tales, pues todo aquel que no cumpla con los principios del éste no es considerado un miembro

de la organización.

14 Conversación personal con José y su familia base de apoyo zapatista en mi participación en la escuelita “La

Libertad según l@s zapatistas” en enero del año 2014.

63

Ejemplo de lo anterior es no recibir nada por parte del gobierno estatal, como los programas

sociales, los cuales, son utilizados para la desestabilización, desmantelamiento,

desplazamiento e intimidación hacia los zapatistas, llevando consigo un componente

contrainsurgente, como podemos constatar en el Plan de Campaña Chiapas de 1994. De ahí la

estrategia política de resistencia zapatista, de no recibir nada del mal gobierno, como en el

caso de las bases de apoyo de las comunidades de estudio, para poder distinguirse de los no

zapatistas.

Hace más de treinta años los pueblos originarios sobrevivían con lo poco que lograban obtener

de la cosecha de auto subsistencia. Pero, lo que hacía aún más difícil la vida, era que las tierras

estaban en manos de terratenientes, problema que se resolvió con el levantamiento y la

recuperación de las tierras. Por ello, tuvieron que inventar e imaginar políticamente cómo

poder sobrevivir en resistencia. En un lugar donde “nunca se supo de la existencia de

carreteras, hospitales, escuelas, sin campañas de salud, sin programas sociales, sin becas, sin

nada, estaban olvidados” (Comisión Sexta, 2015: 79). Sin lugar a dudas, la situación ha

cambiado con el surgimiento del movimiento zapatista, donde, a partir de ese momento, se

vive una guerra de baja intensidad dirigida desde el Estado y un constante trabajo colectivo

para el sostenimiento y construcción de la vida digna zapatista.

De esta manera, el movimiento zapatista pone al descubierto la idea de que es posible alterar

la forma de dominación y poder. Se puede dejar de pensar, cuando mucho, que la democracia

representativa únicamente puede ser complementada con formas de democracia participativa

que le permitían a la gente decidir sobre ciertas cosas poco fundamentales.

Los esfuerzos zapatistas de construir formas alternativas de gobierno local, se encuentran aún

en constante proceso, por lo que la autonomía y la búsqueda de la vida digna, como ellos

mismos lo exponen, se da a través de errores y aciertos pero son éstos los que construyen el

camino firme para la resolución de problemas locales, municipales y regionales (Comisión

Sexta, ibidem.). Además, como apunta Gemma Van der Haar (2005) la relación o el vínculo

de la autonomía a la noción de buen gobierno ha sido una manera práctica de moverse hacia

el terreno de la ciudadanía y a la discusión del mal gobierno en México, que comparten tanto

indígenas como no-indígenas.

64

La cultura política zapatista es generada en la vida cotidiana de cualquier base de apoyo

zapatista desde lo local hasta lo más general. En cada toma de decisión consensada en cada

habitante para decidir quiénes serán sus representantes, quiénes llevaran la voz del pueblo y

quiénes serán los encargados de resolver las necesidades más próximas en cada localidad.

Se puede notar que la organización zapatista a nivel político ha logrado cimentar

culturalmente sus propias leyes de manera colectiva, ancladas en estimular la participación

política de los integrantes de cada Caracol, reforzando la construcción de su autonomía con la

toma de decisiones conjuntas de la cual de no llevarse a cabo, violarían los principios

fundamentales donde el pueblo manda y el gobierno obedece. Del mismo modo, el

involucramiento directo de los actores sociales refuerza también las características económicas

con el desarrollo de formas de producción y redes de cooperación que les permiten articularse

al mercado de manera conjunta, permitiéndoles la obtención de beneficios colectivos.

Así se práctica en la vida cotidiana de las bases de apoyo zapatista el ser un individuo capaz de

organizarse para producir y ser responsables de todos los cargos de la comunidad, y de esta

manera, avanzar como pueblos originarios autónomos con identidad, apuntando a la creación

de espacios colectivos en los que la visión del crecimiento económico no es el factor central

que establece la vida social (Acero y Pizaña, 2016). Es por ello, que en el siguiente apartado se

ahondará más sobre los resultados de lo que ha representado la vida digna zapatista a lo largo

de poco más de 20 años de autonomía.

Tomando en cuenta trabajos y prácticas políticas implementadas en una localidad donde

habitan familias bases de apoyo zapatista, con el fin de identificar cómo se lleva a cabo en la

vida cotidiana la práctica política del mandar obedeciendo. Para ello, se tomará en cuenta de

igual manera la vida cotidiana de una familia partidista para poder determinar algunas

diferencias entre prácticas políticas diferentes en zonas similares y de una trayectoria histórica

semejante, que pueda permitirnos distinguir la socialización de poder dentro de la vida digna

zapatista.

65

CAPITULO III. OBSERVACIONES EN TORNO AL TRABAJO DE

CAMPO. LAS PRÁCTICAS POLÍTICAS EN GUADALUPE LOS ALTOS

Y LA SOLEDAD. COMPARACIÓN DE ENFOQUES DE

“DESARROLLO” EN DOS PROYECTOS POLÍTICOS DISTINTOS

En este tercer apartado se analizan los modos de ejercicio de prácticas políticas, en la vida

cotidiana de dos familias políticamente diferentes para la satisfacción de sus necesidades

básicas en Chiapas: una zapatista y otra partidista. Ambas de localidades distintas pero con

rasgos característicos similares que permiten contrastar los contextos de estudio en ambas

unidades: una identidad originaria; una cultura agrícola; un territorio envuelto en una guerra

de baja intensidad; un contexto histórico, político y cultural. Datos contrastados en

convivencias y conversaciones con personas en ambos contextos y reforzados con un profundo

estudio de datos oficiales sobre las familias partidistas en las comunidades de estudio post 94,

donde se centró la observación en el índice de pobreza, rezago social y los programas

gubernamentales que son efectuados para su combate.

Sobre la temática zapatista, se realizó un hondo estudio bibliográfico, reforzado con la

asistencia a eventos políticos convocados por los mismos actores, tales como: los “Seminarios

internacionales de reflexión y análisis: planeta tierra movimientos antisistémicos”; el “Primer

Festival Mundial de las Resistencias y Rebeldías contra el Capitalismo”; el Seminario “El

Pensamiento Crítico Frente a la Hidra Capitalista”; alumno del primer y segundo grado en la

escuelita “La libertad según l@s zapatistas”; y recientemente, con la participación en el acto

artístico-político de CompArte. Eventos en los que se identificó prácticas e ideologías que

puedan dar inicio a nuevas formas de expresión política, en tanto son actos que convocan a la

participación democrática de amplios sectores de la sociedad: campesinos, obreros,

estudiantes, artistas, científicos, entre otros.

Para obtener un panorama general sobre las condiciones y rasgos distintivos en el territorio de

estudio, en el primer sub-apartado se registran datos geográficos y estadísticos “oficiales” con

los que podemos dotar de ciertas características territoriales comprendidas al Caracol de La

Realidad. Posteriormente, se describen las prácticas políticas de actores partidistas de la

comunidad Guadalupe los Altos con las que, de alguna manera, logran solventar sus

necesidades básicas y resolver los conflictos internos de la comunidad. De igual forma, en el

66

siguiente sub-apartado se proporcionan registros de la vida cotidiana de una familia base de

apoyo zapatista para el sostén de la autonomía y la consolidación de su vida digna, en la

localidad de La Soledad.

Ambas comunidades corresponden al territorio político del Caracol I de La Realidad. Por lo

que toca a esta entidad política zapatista, resolver los problemas internos de manera local,

municipal o de nivel zona, para organizar la autonomía y lograr los acuerdos entre pobladores,

mantener la paz y continuidad de las personas en lo que ellos han definido como la vida digna.

Ante todo, podremos dar cuenta que el territorio y la cultura política es base fundamental en la

organización zapatista, el cual se encuentra en constante hostigamiento y debate político.

Donde la socialización del poder en los actores juega un papel fundamental en la relación

compleja de los habitantes, quienes en momentos de tensión llegan a polarizarse. De esta

manera, lograr los acuerdos y consensos para sobrellevar las diferencias es una decisión

común entre los pobladores. También, se dan hallazgos encontrados en dos gobiernos que

ejemplifican visiones distintas de prácticas políticas ofrecidas en cada unidad de estudio.

3.1 Ubicación geográfica y socioeconómica del territorio político de la región del Caracol

I La Realidad

El Caracol I de la Realidad llamado “Madre de los caracoles del mar de nuestros sueños”

comprende cuatro Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ), con habitantes

mayoritariamente tojolabales, tzeltales y mames. Entre las características físicas del territorio

está el de encontrarse dentro de la región de Montes Azules, quien forma parte de la selva

maya y cuenta con una extensión aproximada de 331 200 hectáreas, con una enorme riqueza

natural. En ella se encuentra la cuenca del Río Usumacinta quien representa aproximadamente

el 30% de los recursos hídricos de México15.

Esta caracterización del territorio rico en biodiversidad, ha provocado históricamente la

inestabilidad de las relaciones entre pobladores zapatistas y no zapatistas quienes regularmente

lidian por la utilización y el derecho a los recursos medioambientales de la zona y el libre

15 Véase Turismo Chiapas. Página Web, disponible en: http://www.turismochiapas.gob.mx/sectur/reserva-de-la-

biosfera-montes-azules

67

tránsito, siendo una de las zonas con más tensiones políticas y con enormes presiones de

proyectos transnacionales.

Un caso específico de conflicto en el territorio fue lo ocurrido en el asesinato de José Luis

Solís López (Galeano) maestro de esta zona en la Escuelita por la Libertad según las y los

zapatistas. En versiones partidistas, se apunta ser un caso originado por la disputa local por el

uso de un banco de grava que los zapatistas pretendieron utilizar para la construcción de un

dormitorio para promotores y promotoras de la clínica autónoma municipal, San Pedro

Michoacán con sede en La Realidad16.

En la versión zapatista, el problema por la grava es un pretexto para la provocación, al existir

un acuerdo dentro de la comunidad para que el uso de la grava sea comunitario, por lo que

culpan directamente a paramilitares CIOAQUISTAS de tal hecho y de no permitir que los

zapatistas utilicen la grava para el beneficio de la comunidad. Las denuncias por

desplazamientos forzosos, paramilitarización, construcción de carreteras, son por lo regular de

gran peso e importancia en esta zona17 que hace aún más difícil la autonomía y vida digna

zapatista.

El centro del Caracol I La Realidad, se encuentra dentro de la localidad oficial quien lleva el

mismo nombre. Se encuentra dentro del municipio oficial de Las Margaritas quien hasta el

2010 contaba con un grado muy alto de marginación municipal, rezago educativo, carencia en

servicios de vivienda y de salud, contando con una población de 60.76% en pobreza extrema

quienes a pesar de recibir programas gubernamentales enfocados para dicho combate

(población partidista) no logran salir de ella por lo menos desde los años 90s tomando en

cuenta la década del parteaguas indígena18.

16 Véase enlacezapatista, disponible en: http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2014/05/05/junta-de-buen-gobierno-

hacia-la-esperanza-denuncia-energicamente-a-los-paramilitares-cioaquistas-organizados-por-los-3-

niveles-de-los-malos-gobiernos-en-contra-de-nuestros-pueblos-bases-de-apoyo-del-e/ 17 Para mayor información sobre denuncias de las localidades realizadas por las JBG del Caracol la Realidad y de

otros Caracoles, véase: http://enlacezapatista.ezln.org.mx/ 18Véase en Catalogo de localidades. Disponible en:

http://www.microrregiones.gob.mx/catloc/LocdeMun.aspx?tipo=clave&campo=loc&ent=07&mun=052

68

Este municipio es contenedor de 112 localidades, entre ellas: Guadalupe los Altos, quien es

una de las comunidades de estudio, y; la Realidad19, lugar donde se encuentra el centro del

Caracol zapatista quien lleva el mismo nombre y donde suele encontrarse las JBG y el centro

de reuniones para la realización de diversas prácticas políticas que corresponden a esta zona.

Una principal característica de la zona es constituirse por grupos políticamente distintos, por

una parte: se encuentran los que se declaran y llevan a la práctica la filosofía política zapatista

y; por el otro, los que han dependido de políticas ofrecidas por el gobierno Estatal y Federal,

los partidistas quienes en algunos casos son ex zapatistas.

En la siguiente imagen (3.1) se tiene la vista aérea del territorio político correspondiente al

Caracol de la Realidad, donde podemos ver entre ellas a La Soledad y a Guadalupe los Altos

por un lado. Y por otro lado, en la estrella roja se identifica el centro del caracol.

Mapa 3.1- Ubicación geográfica del centro de La Realidad, Guadalupe los Altos (Las

Margaritas) y La Soledad (Ocosingo)

Fuente: Elaboración propia en base a la imagen aérea de la zona encontrada en Google INEGI,

mapagoogle.com.mx

19 Véase el Catalogo de localidades, Sistema de Apoyo para la Planeación del PDZP. Disponible en linean en:

http://www.microrregiones.gob.mx/catloc/LocdeMun.aspx?tipo=clave&campo=loc&ent=07&mun=052

69

En los habitantes base de apoyo zapatista los trabajos colectivos son de vital importancia, Roel

(ex integrante de la Junta de Buen Gobierno, San Pedro Michoacán) da un ejemplo de cómo se

van entrelazando los trabajos colectivos de los municipios autónomos que conforman al

Caracol de esta zona:

El municipio General Emiliano Zapata actualmente tiene 50 cabezas de animales, Libertad de

los Pueblos Mayas cuenta con 35 cabezas de ganado, el municipio Tierra y Libertad cuenta

con 20 cabezas de ganado, San Pedro de Michoacán 36 cabezas de ganado. Todo eso nos va

ayudando para realizar y crear nuestro propio fondo municipal. Los trabajos a nivel municipio

y zona los estamos haciendo con proyectos solidarios, todos esos trabajos sí se están

promoviendo a través de algunos proyectos, pero lo que es región, pueblo y familia es con el

esfuerzo de los mismos compañeros, las bases20.

Lo anterior demuestra que a pesar de los avances a nivel municipal, el mantener la vida digna

se da principalmente con el esfuerzo de cada uno de los integrantes zapatistas en los pueblos y

que, debido a esto, cada localidad tiene que idear la manera de resolver sus necesidades

básicas con trabajos colectivos y participando en cualquiera de las área de trabajo que existe

para cada región y localidad.

Por su parte, en las comunidades partidistas la mayoría de los pobladores son dependientes de

la agricultura como uno de los medios para la alimentación y adquisición de ingresos,

logrando notar una gran dependencia de los programas ofrecidos por el gobierno estatal y

federal, aunque por lo regular los beneficios económicos no son utilizados para resolver sus

necesidades primordiales, sino en su gran mayoría son para pagar deudas anteriormente

adquiridas o fiestas. Pocas veces la inversión regresa a la cosecha o es otorgada en poner algún

negocio propio que pueda generarles algún recurso extra.

El territorio político de la Realidad, comprende municipios y localidades correspondientes a:

Marqués de Comillas, las Margaritas, Ocosingo y zonas de la frontera sur los cuales según

datos ofrecidos por CONEVAL (2014) no están en niveles óptimos de desarrollo y con

frecuencia ocupan niveles altos de pobreza y marginación. A esto podemos agregarle el ser

una zona amenazada por grandes proyectos extractivistas, por lo que, el desplazamiento y

apropiación de tierras son uno de los principales objetivos, como lo evidenciamos ya con el

20En Resistencia Autónoma. Cuaderno de texto de primer grado del curso de “La libertad según l@s zapatistas”,

(2014: 7).

70

TLCAN, PPP y actualmente con la ley de las Zonas Económicas Especiales (ZEE) anunciadas

en el actual sexenio, donde se sigue apostando a la inversión para la instalación de empresas e

industrias para mejorar las “ventajas competitivas del estado”. Textualmente el Centro de

Estudios de Finanzas Públicas (CEFP) sobre la iniciativa privada aprobada por la cámara de

diputados dice:

El 27 de abril de 2016, la Cámara de Diputados avaló en lo general el proyecto de Decreto por

el que se expide la Ley Federal de Zonas Económicas Especiales y se adiciona el quinto

párrafo del artículo 9 de la Ley General de Bienes Nacionales, que tiene como objeto la

creación de nuevos polos de desarrollo en las zonas marginales de México con el fin de abatir

la desigualdad y cerrar las crecientes brechas de desarrollo regional presentadas en nuestro

país, a través de la inversión, la generación de empleos y la creación de cadenas de producción

; entre otras”21.

Actual e históricamente esta zona ha sido disputada por el uso de sus recursos, límites

territoriales, concesiones de transportistas, de constructores, entre otras. Por lo que, llegar a la

toma de acuerdos entre sus habitantes quienes practican maneras políticamente diferentes, es

una búsqueda constante, donde la situación política para la resolución de acuerdos suele darse

de manera local.

En la imagen (3.2) se refleja lo anterior, constatándolo en el traslado de alumnos participantes

en la escuelita zapatista, donde se necesitó ayuda de una pequeña empresa regional de volteos

llamada “Materiales para la Construcción de Las Margaritas” (MACOMA), organización de

transportes de carga a quienes se les negó permiso, por parte de los partidistas, para trabajar en

éste territorio debido a ser una zona “perteneciente” a otras organizaciones de transportistas

amparados por la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM) y la CIOAC los cuales

influían e impedían que MACOMA trabajara. Sin embargo, los integrantes de esta

organización obtuvieron un acuerdo con la comunidad zapatista de La Realidad, quienes desde

el 2008 proporcionaron un permiso para que pudiesen trabajar en el territorio correspondiente

a este Caracol, acuerdo consultado y aprobado por el pueblo zapatista correspondiente a esta

zona.

21Véase CEFP (2016: 1). Disponible en línea en:

http://www.cefp.gob.mx/publicaciones/documento/2016/mayo/cefp0102016.pdf.

71

Imagen 3.2 Transporte de los alumnos de la escuelita zapatista en Volteos MACOMA

Fuente: Tomada en márgenes de la escuelita zapatista enero 2015.

Roel, ex integrante de la JBG relató a Hermann Bellinghausen (enviado especial por el

periódico La Jornada) lo siguiente:

Ahora van a trabajar distintos concesionarios por acuerdo de las comunidades”. Hay pues

volteos de una pequeña empresa regional: Macoma. “Cada comunidad va a participar en las

obras del tramo donde le toca. Si los constructores respetan, bien. Si no, van para afuera (La

Jornada, 3 de mayo del 2008).

Esto da claro ejemplo de la influencia de las decisiones políticas de la comunidad sobre el

territorio zapatista y su democracia, quienes ven injusto negarles la oportunidad de trabajo,

autorizando la participación de MACOMA en el transporte y trabajo dentro del territorio.

Los anteriores escenarios fueron necesariamente descritos, pues las negociaciones en los

conflictos, hostigamientos, desplazamientos, entre muchos otros problemas sociales son

factores importantes en ambas partes, pues imposibilitan o retrasan el progreso de ambas

partes; a) en la población zapatista los planes ejecutados desde el Plan de Campaña para

Chiapas 1994’ para desarticular al movimiento y llevar acabo la visión política neoliberal, ha

impedido la sana y limpia ejecución de su proyecto de vida digna; b) en la población

72

partidista, una visión de desarrollo articuladas por políticas externas y ajenas a su cultura,

parecen no tener resultados que beneficien postergadamente su desarrollo al ser únicamente

de carácter asistencialista.

Por ello, en las siguientes secciones se analizan algunas de las prácticas llevadas a cabo por

dos familias de localidades distintas, con ciertas semejanzas específicas. Esto es con el fin de

darnos un bosquejo de lo que pueden representar dos prácticas políticas diferentes, donde la

socialización del poder puede ser un papel fundamental.

3.2 Sobre la etnografía y el trabajo de campo en Guadalupe los Altos. La vida cotidiana

de los partidistas

Guadalupe los Altos es una de las 393 localidades pertenecientes al municipio oficial de Las

Margaritas. Según datos de INEGI, para el año 2010 contaba con una población de 363

personas de los cuales 177 eran mujeres y 186 eran hombres. Población que según el Catálogo

de Localidades de la secretaría de desarrollo social SEDESOL22, se encuentran con grados de

marginación muy altos. Para el mismo año, en esta localidad el 100% de la población no

contaba con energía eléctrica y actualmente algunos logran obtener luz mediante paneles

solares. La falta de agua entubada ha sido también un factor importante, para la misma época

el 95.52% no contaba con agua entubada. En esta zona, tan sólo el 0,94% de los adultos

hablan alguna lengua indígena. Actualmente pocas personas están interesadas en aprender la

lengua materna: el tzeltal, por la poca transmisión de la lengua por parte de los padres y la

castellanización en la educación y en la vida cotidiana en las escuelas, situación constatada en

el trabajo de campo.

22 Véase el Catalogo de localidades, Sistema de Apoyo para la Planeación del PDZP. Disponible en linean en:

http://www.microrregiones.gob.mx/catloc/contenido.aspx?refnac=070520046

73

Imagen 3.3 Vista aérea del territorio de Guadalupe los Altos

Fuente: Tomada de Google maps.

Para acceder a esta localidad desde la ciudad de San Cristóbal de las Casas es necesario

abordar un transporte de poco más de cinco horas por carretera y dos más por terracería,

representando uno de los problemas principales en la comunidad para poder comunicarse con

los poblados más cercanos. Debido a lo anterior, esta zona vive un conflicto más al

encontrarse en disputa la pavimentación del camino en este territorio donde se encuentran

máquinas en espera de la orden de iniciar la construcción y pavimentación de los caminos

actualmente de terracería, como podemos ver en la imagen (3.4).

74

Imagen 3.4 Máquinas en espera de la construcción de la carretera cerca del Caracol La

Realidad

Fuente: Foto tomada durante el trabajo de campo en enero del 2016.

Terminar esta carretera significa simbólicamente la disputa entre propuestas de ambos

enfoques sobre el desarrollo, por una parte: en los partidistas significaría el anhelo de una

mejora en las condiciones de vida mediante el acercamiento a las zonas económicas más

cercanas, con las que se esperaría la mejora del comercio y mayor acceso al hospital más

cercano; por otra parte, en los zapatistas significa enormemente abrirle las puertas al mercado

extractivista y una constante introducción del occidentalismos en todos sus niveles.

Guadalupe los Altos es una localidad que se encuentra dentro del límite político-territorial del

Caracol zapatista de La Realidad, en ella solo habitan tres familias base de apoyo zapatista y el

resto o la gran mayoría lo fue, pero actualmente no se identifican como tal. Un caso en

particular es el de la familia de Benjamín quien me brindó hospedaje y quien se identificó a sí

mismo como ex-zapatista, brindándome información de su vida cotidiana en la localidad

actualmente como partidista. Su familia se integra por Sara quien es su esposa, por sus

pequeñas hijas; Laura y Leticia y su hijo mayor Santiago, quien meses atrás emigró al norte

del país para buscar trabajo y poder mantener a su nueva familia, ya que recientemente se

había casado, por lo que consideraba insuficientes las condiciones locales para poder salir

adelante.

75

Lo anterior es un caso local muy común de migración de personas, quienes buscan una gran

oportunidad para sobrevivir y solventar sus necesidades. Otros, en el peor de los casos, son

forzados a salir de su localidad, como lo ocurrido en una comunidad cercana a Agua Perla,

cerca del río Jataté. Una experiencia expuesta por el sub comandante insurgente Moisés,

donde:

(…) en ese poblado recibieron los proyectos, ahora ya llega un grupo de, como dicen, como

decimos, caxlanes, mestizos y les dicen: saben qué, señores, aquí está lo que deben; esa tierra

ya no es de ustedes y para que vean que entonces no haya problema váyanse a Escárcega –O

sea en Campeche, creo que en Campeche queda Escárcega-, o se van en Oaxaca – donde se

están peleando con el gobierno de Chiapas y con el de Oaxaca, Las Chimalapas23.

Parte de esta población tiene un pasado zapatista, por lo que desertar del movimiento es un

dato interesante de analizar. La deserción del movimiento por parte de esta familia se dio en el

año 2000 -previo a la fundación de los caracoles zapatistas y las JBG- tras no encontrar una

alternativa viable como zapatistas para satisfacer sus necesidades básicas. A ellos se les hacía

difícil poder seguir dentro del movimiento pues demandaba tiempo que ocupaban en cuidar y

resolver los problemas familiares; ver su cosecha, animales, resolver problemas de salud.

Viendo gran oportunidad en recibir los programas ofrecidos por el gobierno, para poder

satisfacer sus carencias.

3.2.1 La economía política

La economía política ha sido a lo largo de la historia un punto de discusión sobre: qué es y

para qué es la economía. Las posturas neoliberales objetivan a la economía como el plus valor

que le da objetividad y legalidad al ente político y de mercado, dejando de lado aspectos

sociales y ecológicos. La consecuencia de estas limitaciones ha sido que las teorías

económicas dominantes, no dan valor a las tareas realizadas a nivel doméstico o de sustento

los “sectores invisibles” (Max-Neef, 1983; 2014). Sin embargo, si logramos ver a la economía

un tanto diferente retomada desde Aristóteles (1991), quien fuese uno de los amplios

pensadores de la filosofía económica junto con Platón, hace referencia a lo económico como a

la creación de los medios necesarios para el cuidado y administración de la casa y el Estado.

23 Economía política desde las comunidades I. Subcomandante Insurgente Moisés. 4 de mayo. Rescatado de:

http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2015/05/04/economia-politica-desde-las-comunidades-i-

subcomandante-insurgente-moises-4-de-mayo/

76

Aristóteles (1991) distingue a lo que nosotros llamamos comúnmente como economía la

“crematística”, una economía política referida mayormente al dinero “enriquecimiento” (Max-

Neef, Op. cit.). Para Aristóteles, la verdadera economía debía representar al individuo en

sociedad, dotándolo de cierta ética para poder separar lo crematístico.

La creciente discusión sobre economía, de igual manera, debe ser tomada en cuenta

ampliamente en las discusiones sobre desarrollo, de esta manera los programas ofrecidos para

el desarrollo, más allá del tinte económico, debe perseguir la creación de las condiciones

sociales para el sostenimiento.

De esta manera, de acuerdo con la información oficial obtenida Guadalupe los Altos, es zona

dependiente de la agricultura, principalmente café y maíz, ganado y comercio a muy pequeña

escala, principalmente micronegocios como abarrotes. A esta localidad va dirigidos muchos de

los programas de asistencia social del gobierno, desde muchos años atrás a los cuales se han

apostado para el desarrollo, tales como: Procampo, Amanecer, Prospera, Sesenta y más, entre

muchas otras24.

La agricultura es principalmente para el auto-consumo, continuando una alta tradición en las

personas como parte de su cultura campesina. En esta zona el comercio de las cosechas es

utilizado para obtener pocos recursos, donde comúnmente son presa fácil del coyotaje quienes

abaratan el precio de los productos muy por debajo de lo justo. Ejemplo de ello es el precio del

café, quien en ocasiones se vende en menos de 35 pesos por kilogramo, o cómo dice

Benjamín: “A veces menos. Según la necesidad de cada persona”25.

Problema que es compensado con la ayuda económica que reciben de alguno de los programas

gubernamentales como PROCAMPO, permitiéndoles obtener algunos recursos. Marcando una

enorme dependencia hacia los programas gubernamentales asistencialistas, desvalorizando sus

prácticas agrícolas que servían para resolver sus propios problemas.

24 Véase Sistema Nacional de Programas de Combate a la Pobreza. Disponible en:

http://www.programassociales.mx/ 25 Conversación personal con Benjamín en mi trabajo de campo, sobre la agricultura y su utilidad. 11 de Enero

del 2016.

77

Lo malo es que nos pagan muy poco por muestras cosechas, el café por ejemplo, nos lo pagan

a 35 pesos el kilo, a veces menos, según sea la necesidad de cada familia. Vienen a comprarnos

los coyotes aprovechando que estamos necesitados. Incluso venden las cosechas antes de

tiempo, vienen a ofrecernos dinero para venderles y como muchos lo necesitamos pues

vendemos aunque paguen poco. Pero lo bueno es que eso lo compensamos con el dinero que

nos dan de PROCAMPO, con eso recuperamos lo perdido26.

Esta enorme dependencia a los programas gubernamentales es una constante en la población

no-zapatista, representa una enorme dependencia de ingresos económicos además de permitir

y consentir la desvalorización de los productos que cosechan al no preocuparles el venderlo

rápido y a muy bajo precio, pues obtendrán un recurso extra por el lado gubernamental.

Otra alternativa para mejorar su condición económica la encuentra en la emigración, que se da

de forma temporal o permanente, donde la mayoría intenta irse a los Estados Unidos, aunque

también existe un alto grado de migración nacional, principalmente al norte del país, y algunos

deciden ir a Cancún. Los que logran emigrar, envían dinero a sus familiares para poder

ayudarles a solventar las carencias que aquejan en la comunidad. Algunos datos pueden ser

cotejados en investigaciones sobre el agro en México y Chiapas en López Arévalo (2007)

donde se marca la enorme decadencia y amenaza agrícola.

Los datos sobre migración dan un bosquejo general sobre las condiciones económicas que

aquejan a la población, pues al no encontrar una salida, buscan soluciones fuera de la

localidad. Dando un dato más para dudar sobre los benéficos resultados de los programas

sociales en estos grupos.

Parece ser que los programas gubernamentales no ayudan en la creación trabajos locales que

generen recursos indispensables en la población que permita, su permanencia en ella, donde a

pesar de los recursos económicos y de las despensas gubernamentales, pocas veces pueden

adquirir lo necesario para la obtención de, por lo menos, la canasta básica alimentaria.

En lo referente a las condiciones materiales de la comunidad: no existe drenaje, la electricidad

exclusivamente la tienen quienes obtienen algunos paneles solares, las calles son de terracería,

no hay escuela secundaria, preparatoria o universidad y cuentan con una clínica de salud.

26 Conversación personal con Benjamín. 11 de enero del 2016.

78

Aunque regularmente las cosechas logran solventar ligeramente la desestabilización

económica externa al no depender del precio del maíz o algún producto que auto-consumen, sí

impacta en el comercio, al depender de los precios del mercado externo y el constante cambio

en los precios de la gasolina y los productos de la canasta básica, como el azúcar.

3.2.2- La Salud

La localidad cuenta con una clínica de salud que lleva el mismo nombre, siendo el hospital

más cercano el de Guadalupe Tepeyac, a unos kilómetros de distancia, sin embargo el

trasladarse es un gasto el cual deben asumir ellos mismos. Este hospital regularmente está

carente de recursos vitales como: medicamentos, aparatos para realizar diversos análisis,

médicos, enfermeros, camas, entre otras.

La clínica de Guadalupe los Altos carece de agua entubada y la única opción para tener

electricidad es mediante paneles solares, insuficientes para resolver las labores necesarias

como la refrigeración de los medicamentos. Cuenta con un médico general quien asiste pocas

veces y con un enfermero quien se hace cargo de la clínica y al paso del tiempo, ha tenido que

prepararse para cumplir las demandas del trabajo que corresponden al médico, ya que la gente

que llega regularmente lo hace por algo urgente pues, de no ser así, pocos asistirían al no estar

acostumbrados a asistir a chequeos y prevención de salud, los casos más fuertes son en las

mujeres, regularmente por machismo aun no erradicado.

El problema anterior trata de resolverse con el condicionamiento de las personas para seguir

recibiendo el beneficio de otros programas, estableciéndose normas de control para la

asistencia obligatoria a las consultas. Así lo cuenta Rafael enfermero de la clínica:

Se esperan hasta que tengan un problema mayor, se van con las parteras, por eso tienen que ser

condicionadas con perder los beneficios de otros programas de gobierno, quienes les dicen que

tienen que asistir a consultas para poder sellarles o firmarles un documento de control, para

que no les quiten el beneficio de otro programa27.

27 Trabajo de campo. Conversación personal con Rafael, enfermero de la localidad Guadalupe los Altos, 12 de

enero del 2016.

79

Este dato sobre el condicionamiento a perder los beneficios de otros programas sociales como

PROSPERA, antes Oportunidades, representa en las familias partidistas una enorme pérdida

económica que significa tener enormes dificultades para sobrellevar la vida.

Lo que acá interesa es observar que la gente no asiste al médico por representar un bien propio

principalmente, sino para no perder los beneficios de otros programas. Por lo que Rafael

entiende, las personas no están interesadas en su misma salud, y prefieren asistir a parteras o

hierberas. Así lo afirma al contar que: “las condiciones físicas de la clínica son sin duda una de

las mayores complicaciones, así como la no asistencia del médico, pero uno de los problemas

más fuertes es lo difícil que es hacer que las personas por si mismas lleguen a las consultas”28.

Por otra parte, las malas condiciones en las que se encuentra todo el sector salud, además de

tener una clínica poco funcional, el hospital más cercano Guadalupe Tepeyac se encuentra de

3 a 4 horas de camino en terracería, dificultando su accesibilidad para casos de emergencia.

Margarita, relata su experiencia en uno de los partos que tuvo, el cual fue sumamente riesgoso

donde casi pierde la vida. El día en que parió, el médico de la clínica estaba ausente y era un

parto complicado, razón por la cual, tenía que trasladarse urgentemente al hospital Guadalupe

Tepeyac. Siendo muy noche, Benjamín solicitó dinero prestado urgentemente para poder pagar

el transporte y demás gastos que serían necesarios para poder estar en el hospital. “Pensé que

me moriría, casi me desmayo en el traslado al hospital. (…) ya en el hospital llegaron a decirle

que de milagro no había muerto, que estaba perdiendo mucha sangre”29.

Las condiciones de escases y olvido por parte de las instituciones gubernamentales, reflejan

tan solo la carencia no solo local de las condiciones de salud, sino general en las que vive el

estado de Chiapas.

Tanto en la clínica como en el hospital que atañe a los problemas de salud, existe la falta de

recursos para la buena realización de las tareas médicas. Su lejanía y difícil acceso, complica

al personal su llegada. Y la práctica política implementada de arriba hacia abajo, prácticas que

28 Trabajo de campo. Conversación personal con Rafael, enfermero de la localidad Guadalupe los Altos, 12 de

enero del 2016. 29 Conversación personal con Margarita en mi trabajo de campo. 11 de enero del 2016.

80

son ajenas a la localidad, no permite ubicar verazmente las necesidades locales de la

población, ni ésta se preocupa por generar alternativas a su condición de marginalidad.

3.2.3 La educación

Guadalupe los Altos cuenta con dos escuelas preescolar oficiales: Narciso Mendoza y

Conciencia Social. En esta localidad pocas personas pueden terminar una carrera, según datos

del catálogo de comunidades, en el 2010, el 48.90% de las personas tenían la primaria

completa. Las personas que culminan la primaria se tienen que trasladar a otra comunidad o

municipio cercano, para poder seguir estudiando. Como en el caso de Laura, una pequeña niña

de tan solo 11 años, quien tiene gran pasión por la medicina y tendrá que irse de su localidad

para poder estudiar la secundaria en Las Margaritas, donde un familiar le brindará hospedaje

para poder realizar sus estudios.

Es importante notar que, como en el caso de Laura, las personas que aspiran tener una

profesión no piensan en regresar a la comunidad para apoyar a las necesidades faltantes de su

comunidad, lo que nos demuestra el poco vínculo con su propio territorio y con sacar adelante

a su localidad, así por lo menos nos lo demuestra Laura al comentar que:

Quiero ser doctora o enfermera, siempre me ha gustado mucho curar a las personas incluso,

cuando llego a la clínica miro al enfermero, ahí me la paso mirando a las personas que llegan,

trato de ayudar y aprender. (…) estoy feliz de terminar la primaria porque iré a estudiar a Las

Margaritas la secundaria para seguir mis estudios. (…) yo no pienso regresar a Guadalupe los

Altos, quiero irme de aquí30.

Las personas prefieren irse de la comunidad y no regresar. A pesar de las carencias con las

que cuenta la clínica y en las que vive la comunidad; la falta de médicos y medicinas

complican aún más las cosas. A esto habría que sumarle que no existe algún programa

educativo que genere personas localmente capacitadas para la realización de estas carencias a

futuro, ya que, como en el caso de Laura, aun sabiendo de las necesidades de su localidad

prefieren irse a otro lado.

30 Conversación personal con Laura, en mi trabajo de campo. 13 de enero del 2016.

81

Este tipo de educación para la competencia laboral, no ha sido benéfica para resolver las

necesidades de la población local de Guadalupe los Altos e incluso ha tenido un impacto

directo con la pérdida de la lengua materna.

En esta educación “la tarea central es integrar al alumno indígena a la cultura hegemónica a

través del ejercicio del poder y dominación, ya sea negando su lengua materna, modelando los

cuerpos, castigando las formas de resistencia y desvalorando la identidad propia” (Cruz, 2011:

40). En consecuencia, existe una constante desaparición y pronta pérdida de cultura, gran

parte, por el acto operativo pedagógico que se imparten en las escuelas.

Asistir a clases es un acto parecido al de asistir a las consultas médicas, un acto obligatorio,

pues de no asistir, dejarían de recibir igualmente los beneficios que el gobierno otorga a pesar

de demostrar el no ser el tipo de educación apropiada para la población a la que está enfocada

y provocar la migración de las personas implicadas al no encontrar una alternativa local

viable.

3.2.4 La alimentación

Para la satisfacción de esta necesidad los pobladores cosechan productos básicos como el

frijol, maíz y café primordialmente. Otra de las alternativas para satisfacer su alimentación se

da por las pequeñas compras en las tiendas para la obtención de algunos víveres,

especialmente azúcar, aceite y productos enlatados, los cuales, a pesar de que el programa

DICONSA trata de suministrar el mercado local, aún son dependientes de los precios externos,

en alguna medida, al ser productos muchas veces importados.

Debido a la Cruzada Nacional contra el Hambre, los programas sociales como: Desayunos

Escolares, Programa Alimentario, Seguridad Alimentaria Sustentable, entre otros, se han

logrado posicionar dentro de las formas básicas y fáciles de solventar esta necesidad. Las

personas muestran una alta dependencia a los programas de gobierno para poder obtener

algunos de los productos de la canasta básica.

Aunque los programas faciliten el acceso de los productos básicos a la población, como: leche,

huevos, cereal, azúcar, entre otros. A precios relativamente bajos o incluso gratuitamente

82

como lo ofrece el Programa Alimentario con el que se esperaba el “contribuir a promover una

alimentación correcta en la población vulnerable y en riesgo nutricional, con la entrega de

apoyos alimentarios en la modalidad de despensas y raciones alimenticias”31. Las personas se

acostumbran a recibir las despensas y esto significa una alta dependencia a los ofrecimientos

políticos, quienes llegan a ser también una condicionante.

A pesar de que la agricultura demuestra ser una rama vital para mitigar el hambre poco a poco

las personas prefieren ir a trabajar fuera y ganar dinero para comprar los artículos alimenticios

ya elaborados, en lugar de generarlo por ellos mismos mediante la agricultura o ganadería.

Paulatinamente la sustitución del alimento tradicional se ve amenazada por la industria

alimentaria.

3.2.5 El trabajo

Los trabajos realizados por la mayoría de los habitantes de la localidad son principalmente

agrícolas, un poco de ganadería, pequeños comercios como tienditas, y en la mayoría de los

casos ven en la emigración a ciudades cercanas como las Margaritas, Ocosingo, Comitán, San

Cristóbal de las Casas, o lejanas como el centro, norte y sur del país e incluso fuera de éste,

principalmente en Estados Unidos, una oportunidad para trabajar.

En esta localidad no se han presentado trabajos colectivos que generen algún tipo de recurso

comunitario. Los únicos momentos de trabajo comunitarios se dan en: a) las asambleas que

realizan mensualmente donde ven problemas locales. Y; b) Cuando salen a limpiar las

entradas de la localidad que también se da mensualmente.

Históricamente las personas dedicadas al campo son trabajadoras, sin embargo, los programas

sociales, al ser asistencialistas, consienten que las personas dejen de ser productivas, ya que,

éstas al no redituarles mucho en sus actividades principales, ven la compensación de su

condición con la obtención de recursos ofrecidos por el Estado y el gobierno. Representando

una gran desvalorización de su trabajo y las transformaciones socioeconómicas en la vida rural

de las familias (Bonfil, 1996).

31Véase Programa Alimentario. Disponible en línea en:

http://www.programassociales.mx/?page_id=45&fl=2&st=7&pr=1210

83

Esto lo notamos en la conversación de Benjamín, donde expone lo preocupante que es la

producción de café en esa región, víctima del coyotaje:

(…) por no tener compradores directos o personas que ayuden a comerciar con precios

justos para evitar el coyotaje. Además, la necesidad nos obliga a vender más barato ya

que los coyotes ofrecen dinero fácil y rápido, aunque nos paguen poco, a menos de 38

pesos el kilo de café por ejemplo. Sin embargo como tengo Procampo y otros programas

de prospera, pues se compensa32.

Las pocas opciones de trabajo en lo local consienten que las personas busquen otras opciones

de trabajo como: la aceptación de los programas de gobierno y la emigración.

3.2.6 Consideraciones sobre género en la comunidad

En esta localidad no se presentan rasgos sobre un cambio profundo en la apertura de igualdad

de género. Los hombres siguen representando ser el sustento económico de la casa mientras

que las mujeres hacen los trabajos domésticos; cuidan a sus hijos, preparan la comida, aseo de

la casa, entre otras labores.

Aunque existen programas tanto federales como estatales como: Programa de

Microfinanciamiento para Mujeres "Una Semilla Para Crecer", o el Programa de Organización

Productiva para Mujeres Indígenas de Apoyo a la Mujer. Éstos no han empoderado a dicha

población y pocas veces se animan a realizar trabajos que no sean domésticos, o los cónyuges

no les dejan hacerlo, por el aun predominancia del machismo histórico.

Hace falta programas que orienten y cultiven en la población la equidad en los ámbitos

laborales para las mujeres y hogareños en los hombres, desde la educación, la familia y

gobierno.

Los programas sociales actualmente ejercidos, logran mantener y ayudan limitadamente a la

población femenina, pero no provoca un cambio en el pensamiento y comportamiento social,

que beneficie a los actores locales, negándoles el empoderamiento que significa la equidad de

género.

32 Conversación personal con Benjamín en trabajo de campo. 11 de enero del 2016.

84

3.2.7 Cultura política. Conflictos y solución a los problemas locales

En Guadalupe los Altos las personas partidistas tienen asambleas regularmente cada mes,

cuentan con comités municipales, que ha sido uno de los requisitos para la implementación de

la Cruzada Nacional Sin Hambre, el cual tiene en sus bases la intención de activar la

participación social mediante la creación de comités comunitarios quienes deberían ser grupos

capacitadores y organizadores de formar un eje ciudadano en cada comunidad que pueda

articular a la población con los tres órdenes de gobierno en la planeación, ejecución,

seguimiento y evaluación de las acciones de los programas sociales federales en la Cruzada33.

No obstante, estos comités sirven regularmente para la captación de votos en las elecciones y

no suelen vigilar y dotar de participación a la localidad. No suele haber un empoderamiento

real de la población en la toma de decisiones locales, por lo cual las personas no adquieren un

compromiso real comunitario.

En cuanto al conflicto entre pobladores con las base de apoyo zapatista, el pasado zapatista y

la familiaridad con algunos de los habitantes de esta localidad, hace más amena la convivencia

entre ellos, lo que beneficia mucho a las disputas entre pobladores.

Benjamín comenta:

No tengo problemas con ellos, incluso tengo familia que es zapatista, mis hermanitas se

casaron con unos zapatistas y seguimos hablándonos siempre y cuando no sea sobre su

organización porque de eso a mí ya no me dicen nada. Pero los respeto mucho y prefiero no

tener problemas con ellos porque ellos no buscan problemas, mejor vivir en paz. Pero, si he

escuchado que existen conflictos en otras localidades, como en la Realidad34.

En esta localidad existen acuerdos entre los habitantes, ejemplo de ello, es el uso de un arroyo

comunal donde suelen bañarse y por el cual existe un acuerdo de horario específico para el

aseo personal, y un horario diferente para dar agua y bañar a los animales de las familias. Este

acuerdo es respetado por ambas partes.

En la política neoliberal ejercida de “arriba hacia abajo”, es innegable la ignorancia en

aspectos culturales y de las conveniencias comunitarias por parte de quienes llevan a cabo los

33 Véase en la cruzada nacional sin hambre: http://sinhambre.gob.mx/participacion-social/comites-comunitarios/ 34 Conversación personal con Benjamín en trabajo de campo. 11 de enero del 2016.

85

programas sociales gubernamentales. Impidiendo una verdadera apropiación de los Programas

y/o proyectos para el desarrollo social por parte de los pobladores, formando en ellos

únicamente dependencia e improductividad, por la comodidad de recibir, provocando

permanecer dentro de esta alternativa de desarrollo.

Esperar mensualmente las becas, despensas y apoyos de “Prospera” se ha convertido en algo

normal en muchas comunidades partidistas de la zona, dejando de lado el trabajo, por lo

menos, de la tierra.

Seguir decidiendo por ellos es parte de un racismo existente, el cual es otro de los elementos

primordiales de estas políticas públicas, con lo que se puede explicar los pocos resultados de

los programas gubernamentales, pues sigue faltando el motivo que provoque a los pobladores

a salir adelante comunalmente.

Es notorio que este tipo de política pública imposibilita la participación de la sociedad en

cualquier etapa de los Programas y proyectos sociales; en el diseño, planeación,

implementación o evaluación del impacto de dichos programas. Minimizando la participación

social, reduciéndola en la práctica como instrumento para poder legitimar la dirección

gubernamental y la burocracia (Dussel, 2006, citado en el Capítulo2, p.5).

Esta situación de política vertical, además de provocar dependencia no da solución real a la

desigualdad y niveles de exclusión en los que viven los pueblos, forjando que en las nuevas

generaciones de jóvenes desconozcan: su lengua y cultura; la medicina tradicional, en lo que

atañe a la salud y; que no quieran saber nada de las actividades de producción agrícola,

motivo por el que emigran en busca de otras condiciones de vida.

3.3-Sobre la etnografía y el trabajo de campo en La Soledad, localidad perteneciente al

municipio autónomo San Pedro de Michoacán en el Caracol I La Realidad. La vida

cotidiana de una familia zapatista

Se tiene muy poca información oficial sobre La Soledad, comunidad encontrada dentro del

municipio oficial de Ocosingo quien hasta el 2010 contaba con un muy alto grado de

marginación municipal, representando un alto rezago educativo, salud, carencia en servicios

86

de vivienda, etc. Contando con el 59.66% de su población en pobreza extrema35 por parte de

las familias partidistas.

Al igual que Guadalupe los Altos, es complicado acceder a este poblado, el cual se encuentra

compuesto por familias zapatistas y partidistas. Los datos que podemos encontrar sobre las

familias partidistas en el Catálogo de Población, las condiciones de vida de la población es de

muy alto grado de marginación, con una población de 15 años o más sin primaria completa del

62.90%36. Sin embargo, pese a las condiciones de marginalidad en las familias partidistas, a

esta sección corresponde el describir las prácticas políticas de la vida cotidiana en las familias

bases de apoyo zapatista, que son las alternativas ofrecidas localmente por la organización,

fundamentadas desde lo que implica el mandar obedeciendo (gobernar y ser gobernado).

Los registros de esta localidad provienen principalmente de la oportunidad que tuve de

participar como alumno de La escuelita zapatista primer grado, la cual permitió convivir en la

vida cotidiana de una familia base de apoyo zapatista, integrada por José y Carmen, su hija

mayor Rosita de 8 años, el pequeño Diego de 6 años y el bebé Carlitos de apenas un año. La

convivencia así como las conversaciones y la práctica de algunas labores en la localidad como:

el trabajo colectivo con la caña y la fabricación de panela; la elaboración de pan comunitario,

entre otras actividades locales. Las actividades realizadas en esta experiencia, fueron

suficientes para dar cuenta de la situación diaria en la vida de las bases de apoyo zapatista, su

visión de colectividad y trabajo, su participación política en los tres niveles de gobierno, la

solución a los problemas internos, y sobre todo, a la autonomía zapatista desde lo local.

En esta localidad están organizadas doce familias base de apoyo zapatista, por lo que los

pactos políticos para poder organizar los trabajos colectivos son de vital importancia para

sostener la autonomía. Los acuerdos entre las familias son una constante en la localidad por la

necesidad de estar organizados para salir adelante.

35Véase el Catalogo de localidades, Sistema de Apoyo para la Planeación del PDZP. Disponible en linean en:

http://www.microrregiones.gob.mx/catloc/LocdeMun.aspx?tipo=clave&campo=loc&ent=07&mun=059 36Véase el Catalogo de localidades, disponible para la localidad de La Soledad. Disponible en línea:

http://www.microrregiones.gob.mx/catloc/contenido.aspx?refnac=070591300

87

En esta localidad las disputas con las personas no-zapatistas se dan, principalmente, debido al

alcoholismo en las familias partidistas, quienes en estado de ebriedad suelen agredir a los

zapatistas.

La localidad es rica en biodiversidad siendo fundamental en la vida cotidiana de las personas

que la habitan. En la siguiente imagen (3.5) podemos observar espacialmente las condiciones

físicas locales rica en biodiversidad, donde también se generan disputas locales por los

recursos, entre ambas familias.

Imagen 3.5 Vista aérea de La Soledad

Fuente: Tomada de mapa google

3.3.1 Economía política

Discutir la economía zapatista es sin lugar a dudas punto primordial para entender el objetivo

de la vida digna y la cultura política zapatista. Aunque el combate directo que evoca a las

formas de producción capitalista utilitarista, que oscurece las relaciones sociales de

compañerismo y solidaridad en la población, hace necesaria una investigación más profunda

sobre la relación del trabajo no asalariado en cualquiera de las áreas de trabajo colectivo

zapatista, quienes hacen posible las funciones de los responsables de cada localidad. Sin

88

embargo, podemos dar cuenta superficialmente de algunas conductas que generan en la vida

digna la decisión de trabajo comunitario desde lo local.

Las familias base de apoyo de esta comunidad, como en las demás comunidades zapatistas,

mantienen una economía basada en la solidaridad (Comisión Sexta, 2015) permitiéndoles la

obtención de pocos recursos económicos personales y comunales –esto si entendemos lo

económico desde la crematística- el mínimo dinero que circula es obtenido de trabajos

provenientes de cada familia, por sus propias cosechas. Sin embargo, son adecuados al

resolver sus carencias primordiales con los trabajos y las áreas colectivas de cada comunidad.

Esto representa el dejar de preocuparse por pagar cuotas económicas a escuelas, hospitales,

clínicas y procurando trabajar la tierra para obtener los alimentos necesarios para resolver sus

necesidades básicas. La consolidación de las escuelas autónomas, clínicas, hospitales

autónomos son resguardados con áreas desde lo local hasta nivel zona, mediante la estructura

de la política y gobierno zapatista (véase esquema 2.1).

Imaginar una economía diferente donde el factor trabajo-dinero deja de ser lo primordial,

como lo aseveraba la economía clásica aristotélica, que discutía filosófica y socialmente el

trascurso y fundamento económico. Uno de los grandes aportes, no solo de la localidad de La

Soledad, sino de toda la vida digna zapatista, es la realización de las tareas no asalariadas

donde se da la oportunidad de cambiar la noción de economía asalariada por una economía

solidaria para el sustento.

El cambio de los roles y de trabajos de las áreas que realizan todos los actores son el motor de

la sostenibilidad local. El saber que gracias a la aportación de su trabajo como: promotor,

agente, formador, JBG, comisariados, o cualquier otro cargo les garantiza la resolución a un

problema local, estimula en los habitantes zapatistas de La Soledad el realizar bien y

plenamente su trabajo, además de involucrarse directamente para ser escuchado y tener alguna

alternativa de salir adelante.

89

La Soledad pertenece al municipio autónomo San Pedro de Michoacán, en él la creación de la

bodega de abasto trajo consigo beneficios a las localidades cercanas, quien según datos de

Roel (ex integrante de la Junta de Buen Gobierno. San Pedro Michoacán):

Con esa bodega se vio que nos estaba ayudando como zona y que sí se estaban beneficiando

las comunidades que están muy lejos porque ya no tenían que salir al municipio de Las

Margaritas, que es el que nos queda más inmediato, acudíamos a comprar a la bodega. Se vio

eso y se pensó en hacer dos bodegas más a nivel zona. La primer bodega está ubicada en el

municipio de San Pedro Michoacán, la segunda está ubicada en el municipio Libertad de los

Pueblos Mayas, que junto con el municipio General Emiliano Zapata la están administrando;

se pensó también por otra bodega en el municipio Tierra y Libertad, que colinda con la

frontera de Guatemala37.

Aunque a nivel zona (Caracol) la economía de las localidades más cercanas se han visto

beneficiadas con la creación de bodegas de almacenamiento y abastecimiento evitando el

coyotaje, vendiendo sus productos a un precio más justo (imagen 4). No obstante, debido a la

lejanía de la localidad con estas bodegas, los beneficios económicos son casi nulos.

Provocando en la población zapatista de esta comunidad, la búsqueda de soluciones de manera

local para obtener beneficios desde ellos mismos tomando el ejemplo del trabajo colectivo de

otras comunidades.

Imagen 3.6 Bodega “El Durito” en Betania

Fuente: fotografía tomada en la escuelita zapatista. Enero del 2016

37En Resistencia Autónoma. Cuaderno de texto de primer grado del curso de “La libertad según l@s zapatistas”,

(2014: 8).

90

Por ello, en la Soledad experimentaron con la creación de una panadería y la colectividad en el

trabajo de las tierras recuperadas, útiles para el cultivo de caña. Esta producción es

transformada en panela y junto con la producción de pan son principalmente para el

autoabastecimiento de la localidad y poco para la venta. Con las ventas de pan, mantenidas

con localidades vecinas que demandan su producto obtienen beneficios para la comunidad.

Beneficios que serán invertidos para recuperar gastos, emergencias, transportes, o para la

creación de otros colectivos:

Sí, vienen a comprarnos pan los de otras localidades que viven cerca o los partidistas de acá,

porque como estamos lejos solo viene poca gente a comprar. Pero lo primero es para nosotros

y luego vender, si es necesario. Lo que sí, es que ya tenemos pan para nuestras familias y eso

ya es un problema menos38.

Aunque notamos que lo que complica la obtención de beneficios económicos es

principalmente la lejanía del lugar, como bien lo describen los pobladores base de apoyo

zapatista, han logrado abastecer las necesidades básicas de la comunidad, salud, educación,

alimentación y vivienda, mediante las tareas colectivas.

Junto con los trabajos colectivos, los trabajos que cada persona realiza para su familia también

son sumamente indispensables. Las familias cuentan con un pequeño terreno en el que cultiva

maíz, café, cebollines, frijol, tomates, entre otros. Con ellos alimentan a sus familias y les

permite nutrirse.

Al igual que en Guadalupe los Altos, existen pocas maneras de obtener recursos económicos

en la localidad. Sin embargo, lo poco que logran mediante la agricultura y la elaboración de

pan, es utilizado para las compras que realizan a las tiendas de productos que aún no logran

producir como el aceite o la sal, existiendo también tiendas autónomas zapatistas donde

pueden realizar sus compras. La intención es producir, lo más que se pueda, productos que son

necesarios en la canasta básica, para no necesitar la compra de productos y la utilización de

dinero como elemento que media la relación del uso de poder en la producción.

38 Conversación personal con Margarita. 6 de enero del 2014.

91

Día a día, el dinero a representando un obstáculo para la autonomía, y aunque no pesa

demasiado para la obtención de otros recursos como el alimento, aún es muy necesario para el

traslado de los promotores para poder realizar las áreas de trabajo, como ejemplo tenemos el

narrado por Doroteo (ex integrante de la Junta de Buen Gobierno. MAREZ Libertad de los

Pueblos Mayas):

Hay diferentes cosas que se hacen para poder resistir económicamente porque nos

organizamos en la educación, en la salud y en todo, pero si nos damos cuenta, yo creo que en

todas las zonas es así, lo primero es lo económico. Hemos escuchado en todas las exposiciones

que se necesita dinero para el pasaje, hemos escuchado sobre el apoyo para llegar a donde hay

que ir, si no hay eso a veces dejan de ser promotores, dejan de ser miembros de la Junta, eso es

lo que pasa39.

Solucionar de alguna manera la obtención y buena distribución de dinero, es sin lugar a dudas

uno de las principales preocupaciones y ocupaciones en los tres niveles de gobierno: local,

municipal y zona. Esto será, hasta poder resolver los problemas de transporte o creación de

productos que aún no elaboran, entre ellos los medicamentos.

3.3.2 La salud

Los habitantes de La Soledad cuentan con Rosa, promotora de salud quien practica la

medicina ancestral y quien quiso ayudar a su localidad en cuestiones de salud. En esta

localidad como en todas donde se práctica la política zapatista la principal medicina es la

preventiva, uno de los actos preventivos mayormente sonados ha sido la eliminación total del

alcohol y las drogas, lo que ha traído consigo sin duda alguna grandes mejoras no solo a nivel

de la salud, también económicas y sociales. Como suele ser comentado en la localidad.

La abstinencia al alcohol y las drogas, discutida desde la Ley Revolucionaria de la Mujer

Zapatista, en 20 años ha sido uno de los principales cambios vividos en las personas

zapatistas, quien aún sigue representando uno de los mayores problemas en las localidades,

pues al convivir con partidistas (quienes toman) suelen presentarse problemas por riñas entre

no-zapatistas o contra zapatistas. Aunque, como ellos mismos suelen afirmar, esto no quiere

39 En Resistencia Autónoma. Cuaderno de texto de primer grado del curso de “La libertad según l@s zapatistas”,

(2014: 11).

92

decir que se exenten de la tentación del alcohol, puede pasar que un zapatista ingiera alcohol,

pero éste es denunciado y castigado con algún trabajo para la localidad, según sea el problema.

Así como la abstinencia al alcohol y las drogas, se trata de manejar una alimentación sin

productos, que saben, son dañinos al consumirlos: dulces, refrescos embotellados, azúcar,

frituras. Con lo que combaten enfermedades principalmente como la diabetes y la

desnutrición.

Aunque tratan de capacitar a los habitantes de la localidad en cuestiones de salud y se manejen

caravanas de salud en las comunidades más lejanas como La Soledad, regularmente asisten a

clínicas y hospitales autónomos más cercanos, representando esto el problema que

comúnmente padecen tanto las bases de apoyo zapatistas como partidistas, pues representa un

gasto para su traslado. El hospital autónomo más cercano para emergencias se encuentra en el

municipio autónomo de San Pedro de Michoacán en el municipio oficial de Guadalupe

Tepeyac, llamado “La primera esperanza de los sin rostro de Pedro”, en la zona Selva

fronteriza el cual cuenta con: quirófano, consultorio dental, laboratorio de análisis clínicos y

de herbolaria.

Aunque en lo local carecen de personal e instalaciones para operaciones complicadas, por lo

que asisten al hospital autónomo más cercano, pueden solicitar un préstamo a la comunidad

para los gastos que pueden ir pagando poco a poco para devolver lo prestado y sea utilizado

para próximas emergencias. Aunque como ellos mismos admiten, hace falta mucho por

trabajar, lentamente se van preparando a las personas para resolver los problemas más

difíciles en un futuro, y no desconfían en poder algún día hacer ellos mismos esas prácticas.

Pues saben que la mejor manera de resolver los problemas de salud de la localidad es crear las

soluciones desde ellos mismos.

93

3.3.3 La educación

La educación zapatista fue una de las primeras tareas a las que se dieron las comunidades

autónomas a resolver, esto debido a que la educación implementada por el gobierno no era la

adecuada, además, como cuenta el subcomandante Moisés:

(…) en esos tiempos del alzamiento el gobierno, el mal gobierno, empezó a usar, a utilizar, no

sé cómo se dice, para que sean ellos el espía, la oreja, o sea para escuchar qué hacen, cómo se

mueven los zapatistas. Entonces los compañeros y las compañeras se dieron cuenta que son

espías, orejas, los maestros y maestras, los corren.

Entonces ahí está el problema, ahora ya no hay maestro y maestra. Bueno, tuvimos que

inventar, tuvimos que imaginar, tuvimos que crear (2015: 86).

La educación autónoma zapatista, se ha ido fortaleciendo con el paso del tiempo como uno de

los ejes de suma importancia para sustentar la autonomía. Kathia Núñez refiere a este campo

como un importante proceso de socialización infantil, entendido como:

(…) el proceso en el que se transmiten y configuran los conocimientos, los modos de percibir

y categorizar la realidad, así como los valores socialmente determinados que se encuentran

en la base de sustentación de las dimensiones del orden social. En este proceso los niños

aprenden una serie de elementos como las creencias, comportamientos y sentimientos de

acuerdo con el papel que desempeñan en su cultura, entendiendo papel como la expectativa

que se espera del niño según su posición dentro del grupo social. Es decir, a las maneras en

cómo los niños llegan a ser miembros competentes social y culturalmente al interior del grupo

en el que viven (2011:270).

Sin embargo, este proceso de educación y socialización en los niños se ha generado en un

contexto de guerra de baja intensidad en las localidades autónomas, como apunta Angélica

Rico (2011), haciendo aún más difícil la buena y adecuada implementación educativa.

La política zapatista orilla a las personas a crear e imaginarse sus propias formas de educación,

facilita la formación de promotores para resolver los problemas básicos de forma local:

promotores de salud, educación, comunicación, agronomía, entre otras. De esta manera, la

construcción de la educación autónoma se basa en poder resolver las necesidades básicas de

cada localidad, y aunque han logrado solventar ciertas necesidades, aún falta edificar los

niveles: preparatoria y universidad. Pero la creación de capital humano requerido localmente,

ha permitido que los índices de emigración de los jóvenes zapatistas sean bajos, pues se

requiere de su participación en lo local para poder sacar adelante a su comunidad.

94

Otro de los ejes esenciales en la educación zapatista es la lucha por la preservación y el rescate

de la cultura quien, a diferencia de los habitantes de Guadalupe los Altos, se trata de transmitir

la lengua materna desde la casa y las aulas escolares:

(…) en los talleres de educación se habla mucho del rescate de nuestra lengua materna.

Cuando se hace un taller de educación de nivel primaria asisten muchos compañeros

promotores y promotoras que hablan su idioma, entonces el que habla tzeltal recibe su

material y su guía de trabajo en tzeltal porque va a enseñar en tzeltal; el que habla tojolabal

lleva su guía en tojolabal; y hay pueblos en los que se ha perdido la lengua y hablan en

castilla, los promotores de esos pueblos llevan sus temas en castilla. Así se está tratando de

rescatar, aunque no es tan fácil sí hay trabajos para hacerlo, tanto en los municipios como en la

zona está ese impulso del rescate de nuestra lengua materna y nuestras costumbres40.

La identidad cultural que se forjan desde la educación como personas que cuentan, valen y

realizan un trabajo necesario para el bien colectivo, parte de una educación que va más allá de

las aulas escolares. Por lo menos así lo comenta Hugo quien con apenas 16 años fuera votán

en la escuelita zapatista y promotor de educación de su localidad:

Los niños son mucha responsabilidad, es difícil, no sólo se enseña con libros, sino, con la

práctica. Cuando enseñamos, por ejemplo, sobre agroecología, llega el momento en que

salimos a sembrar y trabajar la tierra en pequeños huertos. O cuando salen de vacaciones

llegan a practicar en sus casas, con su familia, cuidando su cosecha y el de la comunidad41.

En la educación zapatista la noción de participación, en sí misma, implica sentirse parte de un

proyecto más grande (Núñez, 2005). En el caso de los niños y niñas, estos “son incluidos

desde pequeños en todas las actividades que realizan los adultos: sociales, religiosas,

económicas y por su puesto políticas” (Núñez, 2013: 84).

La conexión entre teoría y práctica política en la vida cotidiana de la localidad, sin lugar a

dudas se fortalece con la educación zapatista, quien lejos de representarse por un aula escolar

la verdadera importancia es llevarla a la práctica desde la familia y la comunidad.

40 En Resistencia Autónoma. Cuaderno de texto de primer grado del curso de “La libertad según l@s zapatistas”,

(2014: 64). 41 Conversación personal con Hugo, dentro de mi participación como alumno del curso de “La libertad según l@s

zapatistas”, 5 de enero del 2014.

95

3.3.4 La alimentación

Al ser una población agricultora, la alimentación de la familia de José se basa en el

autoconsumo de lo que siembran en los pequeños huertos, crianza de pollos, cerdos, que

tienen en la familia y de lo que obtienen de los trabajos colectivos de la panadería, por

ejemplo. Como cuentan los pobladores de esta localidad, fue de suma importancia la

recuperación de las tierras mediante el levantamiento, con las que lograron obtener un espacio

para la agricultura y sustento familiar.

En la localidad están sumamente conscientes de lo que representa la mala nutrición por ingerir

productos comerciales y chatarras, por lo que de igual manera evitan su compra y prefieren

cultivar ellos mismos y de forma orgánica su propio alimento.

A nivel político, esto se da en toda la zona, así lo manifiesta Alondra, integrante de la

comisión de mujeres, Región Jacinto Canek, demostrando un ejemplo de cómo las tareas y las

prácticas realizadas son también para resolver los problemas alimenticios:

Nuestros compañeros autoridades tienen el compromiso de promover que cada familia

zapatista cultive en sus parcelas, sembrando los cultivos que se dan en nuestra región. Es

necesario aprender qué cultivos se dan en nuestro terreno y rescatar todo lo que hacían

nuestros abuelos, como elaborar ollas, comales de barro, sembrar el árbol que sirve para

la jícara, tecomate, porque es una manera de no estar muy dependiente de los productos

de los capitalistas42.

Al igual que la mayoría de las áreas, tiene entre sus fines la recuperación cultural en la

realización de sus prácticas, como sucede en salud y educación. Esto ha representado

identificarse como zapatistas y perseguir un fin último, resolver las necesidades primordiales,

entre ellos, la alimentación de manera local y colectiva.

42 En Resistencia Autónoma. Cuaderno de texto de primer grado del curso de “La libertad según l@s zapatistas”,

(2014: 80).

96

3.3.5 El trabajo

Los trabajos en la localidad se dan de manera individual y colectiva. Con la individual tratan

de resolver las necesidades de la familia y el hogar, principalmente trabajan la tierra para

obtener lo indispensable para la alimentación y alguno de los recursos que necesitarán para el

aseo personal.

Los trabajos colectivos han representado un gran sostén para la autonomía y el cumplimiento

de todas las áreas de trabajo, pues en ellos logran obtener a su vez los recursos económicos

con los que contarán las localidades, los municipios y las zonas para: las emergencias; los

traslados de promotores, autoridades, o persona que lo necesite para las actividades que

demanda la autonomía; apoyo a otros colectivos. Ya que todas las personas que ocupan trabajo

en alguna de las áreas incluyendo las JBG no son remuneradas económicamente, por lo que se

les apoya con los pasajes o necesidades que sean necesarios. Este fue uno de los principales

problemas en la deserción de algunos promotores, ya que cuando no se les apoyaba por lo

menos en el pasaje, se sentían desanimados y preferían cambiar de área. Al representar un

gasto que pocas veces tenían la posibilidad de cubrir.

En la Soledad se presentan dos trabajos colectivos principalmente: la siembra de caña, donde

se dedican a la producción de panela con el fin de evitar la necesidad de azúcar, sustituyéndola

con este endulzante, y; la panadería, manejada principalmente por mujeres. Este trabajo

colectivo ha logrado satisfacer las necesidades alimentarias de las familias de la localidad y le

ha otorgado algunas ganancias con las que pueden aportar para sus promotores y promotoras

(imagen 3.7).

97

Imagen 3.7 Fogón con el que el colectivo de pan realiza su trabajo comunitario

Foto: Tomada en la escuelita zapatista. Enero del 2014

Los trabajos colectivos permiten que las familias se involucren en las actividades de la

comunidad con el fin de tener acceso a los beneficios de éstos, logrando que ellos mismos

sean capaces de buscar maneras locales para resolver sus carencias, sabiendo que solo se

podrá lograr mediante su cooperación y la participación de todos. En la Soledad, la lejanía y lo

complicado de su ubicación, no permite que la ayuda llegue fácilmente, sin embargo, esto no

ha detenido a la población, quienes sintiéndose con el poder de decidir qué hacer, buscan

soluciones en el colectivo. Lo mismo sucede en otras localidades, municipios o caracoles, así

lo demuestra Doroteo, ex integrante de la Junta de Buen Gobierno. MAREZ Libertad de los

Pueblos Mayas:

También en lo municipal hay trabajos colectivos, la mayoría de ganado, algunos de tiendas,

pero aquí estamos viendo que todos los municipios tienen de dos a tres trabajos colectivos, a

nivel municipal tenemos como 8 o 10 trabajos colectivos. Eso se usa para que si el municipio

le toca dar un personal para la zona el municipio responda, si a ese compañero que está

nombrado le toca hacer un trabajo en la zona el municipio responde con sus trabajos

colectivos. Así es como en lo económico estamos resistiendo, estamos buscándole de acuerdo

a las posibilidades de cada pueblo, no se quedan los pueblos ahí diciendo que no pueden, le

vamos buscando.

Como ese ejemplo de la caña, es para resistir lo del azúcar que se está yendo para arriba el

precio, los compañeros que hacen ese trabajo no tienen ese problema. Así cada pueblo le va

buscando para no tener esa queja "es que no puedo porque me hace falta esto". De acuerdo a

nuestras posibilidades en cada pueblo es como lo vamos manejando en nuestra zona, a veces

se ve muy sencillo pero sirve en algo después”43.

43 En: Resistencia Autónoma. Cuaderno de texto de primer grado del curso de “La libertad según l@s zapatistas”,

(2014: 12-13).

98

Como apunta Harvey basado en uno de los encuentros políticos realizados por bases de apoyo

zapatista el “Segundo encuentro de los pueblos zapatistas con los pueblos del mundo”

realizado del 20 a 28 de julio 2007 en los Caracoles de Oventik, Morelia y La Realidad, dentro

de las ocho temáticas que tocaba resume: “Los trabajos colectivos también son importantes

para enseñar a los hijos y a las hijas a trabajar y organizarse y para demostrar al gobierno que

las comunidades pueden avanzar sin los proyectos gubernamentales” (2011: 181). Esta

práctica política, no se puede concebir como una disputa por el poder, sino, como un esfuerzo

por crear desde lo local, espacios autónomos de resistencia, donde la socialización del poder

entre los individuos provoca su responsabilidad en el buen gobierno y en el buen ejercicio de

los trabajos colectivos.

3.3.6 Consideraciones sobre género en la comunidad

Sin lugar a dudas, este ha sido uno de los más desafiantes problemas por resolver en todas las

localidades zapatistas, debido al machismo que históricamente había reinado sobre el

territorio. No obstante, pese a lo difícil que ha sido toda la transición de aceptación del papel

fundamental de la mujer en la autonomía zapatista en la localidad de La Soledad, se presentan

indicios de un cambio de roles culturales de género, las mujeres han logrado poco a poco el

involucramiento de labores y tareas incluso dentro del gobierno.

De manera local, desde la casa y en la comunidad las mujeres han tomado decisiones sobre los

trabajos colectivos, aportan en el sostén de la casa e incluso pueden llegar a ser parte de las

JBG. Aunque en La Soledad todavía no existía una integrante que fuese parte de la JBG, saben

que en algún momento eso tendrá que ser necesario pues es parte de las responsabilidades

como zapatistas. Así lo comenta Carmen cuando dice:

(…) yo no había pensado en ser parte de la JBG, además yo no puedo elegirme, sino que los

demás tendrían que elegirme y no tendría más que aceptarlo, pero no me siento preparada para

asumir esa responsabilidad. Me falta mucho por aprender y mis hijos son muy pequeños para

dejarlos mucho tiempo y no estar con mi familia44.

Por su parte los hombres, de igual manera, se hacen cargo de responsabilidades que antes no

solían hacer como: lavar los trastes, cargar y cuidar a los hijos, cocinar o ayudar a las labores

44 Conversación personal con Carmen en mi participación de la escuelita. 5 de enero 2014.

99

realizadas en la cocina, entre otras tareas. Dejan que las mujeres trabajen al ver necesario su

participación para la obtención de recursos y beneficios para el sostén de la casa y la localidad.

En la siguiente imagen (3.8) se puede apreciar a un base de apoyo zapatista haciéndose cargo

de su hijo, mientras su esposa realizaba otras tareas en el evento CompArte, realizado en el

Caracol de la Realidad en agosto del 2016.

Imagen 10. Base de apoyo zapatista, cargando a su hijo durante CompArte

Fuente: Foto tomada en el evento CompArte en el caracol la Realidad, agosto 2016

Las mujeres ocupan un lugar importante para el sustento de la autonomía. Actualmente incluso

emplean a los hombres en trabajos que realizan. Así lo podemos notar en la vida cotidiana en

las comunidades y en algunos discursos de las autoridades como el de Lizbeth base de apoyo

zapatista quien dice:

También nosotras como mujeres ya estamos participando en cualquier tipo de trabajo, como

salud, de ultra sonido, laboratorio, Papanicolaou, colposcopía, odontología, enfermería;

también como tres áreas, que son parteras, hueseras y plantas medicinales.

También estamos participando en la educación como formadoras y coordinadoras, promotoras

de educación.

Tenemos locutoras, Tercios Compas.

Participamos en los colectivos de las compañeras, en encuentros de mujeres, y de jóvenes45.

45 Comunicado emitido por Lizbeth, base de apoyo zapatista, el día 6 de mayo del 2015. Disponible en línea:

http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2015/05/06/companera-base-de-apoyo-lizbeth-6-de-mayo/

100

A pesar de que existen rasgos de inclusión en la participación de las mujeres en la comunidad

aún falta trabajo y camino por hacer aunque como en cualquier otra comunidad se pueden

seguir presentando problemas por género pero a diferencia de algunos años atrás las mujeres

zapatistas hoy pueden solicitar ayuda a las autoridades, sabiendo que serán respaldadas por

toda la comunidad desde lo local hasta nivel zona si es necesario.

3.3.7 Cultura política. Conflictos y solución de problemas locales

La creación e institución de la cultura política zapatista y el gobierno autónomo se ha dado por

pasos esenciales. El primero de estos fue la etapa de reclutamiento de gente clandestinamente

aproximadamente en los años 1983-84, posteriormente se encomendarían a las personas

responsables 85-86 quienes preferentemente serían personas conocidas por no tomar alcohol46.

Sin lugar a dudas, podemos notar cierta noción de responsabilidad en cada integrante de la

comunidad. De esta manera vemos que el trabajo del responsable ha sido el no perder de vista

al pueblo, también lo ha sido el buscar formas para que la gente no se desanime en la lucha, el

ser responsable es, hablar de todos y cada uno de los integrantes del pueblo.

Aunque expuesto por ellos mismos, aún tienen problemas y errores, la responsabilidad de ser

responsable significa el mantener la vida que es la seguridad del pueblo y es lo primero para

poder realizar los trabajos que se van realizando47.

Durante las visitas a esta zona se notó que la práctica de la cultura política del mandar

obedeciendo, logra inculcar en los actores una gran responsabilidad de participación en las

áreas que logran solventar las necesidades desde lo local, ya que, como es el pueblo quien

tiene el poder, estos también asumen el papel de organizar y buscar sus propias soluciones a

sus problemas, pues de no participar, sería muy difícil poder sobrellevar la vida autónoma y la

vida que ellos han descrito como “vida digna”, lo que los orillaría a necesitar de los beneficios

que ofrece el gobierno estatal lo que implicaría dejar de ser zapatistas y regresar al

sometimiento de siempre.

46 Entrevista realizada con Jorge Ex-zapatista. Agosto del 2016. 47 Video del segundo grado de “La Escuelita la Libertad según l@s zapatistas”.

101

Por ello, en el siguiente y cuarto capítulo, analizaremos concretamente la relación directa de la

cultura política como socializadora del poder. Este acercamiento de la socialización del poder

político, quien ha sido ofrecido para la consolidación del desarrollo desde lo local, llega a

considerarse vital para generar comunidad, buen gobierno, y prácticas políticas que abonan

logran demostrar la permanencia de una comunidad con referencias políticas diferentes.

Situación que puede beneficiar a la realización de buenas prácticas políticas y de desarrollo

para comunidades con semejantes características y que pueden sobre todo abonar en las

comunidades ideas y prácticas políticas que pueden tomarse en cuenta para el ejercicio de

prácticas de desarrollo de manera local.

102

CAPITULO IV. COMUNIDAD Y GOBIERNO EN LA SOLEDAD,

LOCALIDAD PERTENECIENTE CARACOL I LA REALIDAD.

SOCIALIZACIÓN DEL PODER DESDE EL ACCIONAR LOCAL

A lo largo del presente capítulo, se presentan observaciones realizadas a la cultura política

zapatista. Con lo que se demuestra la existencia de una socialización de poder originada desde

las prácticas políticas de las bases de apoyo en las comunidades. Lo que significa, tener el

poder desde lo local para decidir el cómo podrán resolverse las necesidades más próximas de

manera consensada, decidiendo por ellos mismos quienes serán los promotores, consejos

autónomos, policías, comandantes, comisariados, agentes, entre otras áreas de trabajo, quienes

son el sostén de esta alternativa.

En la siguiente exposición, trataremos de entender aspectos fundamentales en el pensamiento

y práctica política zapatista que pueden abonar sobre las discusiones a problemas de desarrollo

social, en este singular caso, de manera local. Por ello, inicialmente se da una pequeña

discusión sobre los ámbitos privado, público y común. Pieza básica para entender el

pensamiento y proceso de socialización del poder en la cultura política zapatista, para después

ubicarla dentro de la comunidad de estudio y relacionándola con el trabajo común. De esta

manera se puede retomar las piezas fundamentales en la investigación: cultura política de la

acción, algunas observaciones para el bien común y el “desarrollo local”. Y determinar si la

socialización de poder ejercida en las familias base de apoyo zapatistas, pueden abonar a las

discusiones actuales del desarrollo de forma local, el cual, en esta investigación, observa

ampliamente la participación de un actor socialmente político, dentro de los procesos de

desarrollo.

La socialización de poder efectuada en las comunidades zapatistas, demuestra que lo político

puede ampliamente configurarse y crearse democrática y culturalmente de manera local. Sin

embargo, suele estar aún acompañado de un componente económico tomando en cuenta lo

expuesto en el segundo capítulo, al hacer referencia a un componente de equilibrio económico

para la democracia (Traversa, 2007). Desde esta estructura, se juega un papel menos

competitivo, buscando beneficios y tareas comunes. Aunque ciertamente es aun necesario para

guardar cierto equilibrio, cada vez se hace menos indispensable una visión fundamentalmente

economicista en las alternativas de desarrollo.

103

Este cuarto y último capítulo servirá para resumir y tratar de entender la significación política

en las base de apoyo zapatista que pueden discutirse dentro de las teorías del desarrollo local y

pueden influir en las decisiones políticas tomadas para el beneficio de los actores implicados,

desde un accionar político.

4.1- Lo privado, lo público y lo común

La discusión sobre lo privado, lo público y lo común, puede dar pie a la interpretación del

desarrollo para quién y desde quien, que por años ha estado sobre la mesa. Por ello, es

importante discutir los diversos ámbitos de la sociedad al estar conectados con las prácticas en

muchas capas de la vida en sociedad y al basar la vida sobre los recursos, incluidos: la

diversidad de la naturaleza; los espacios comunes en educación, salud, ciencia, entre otros.

En la actual desigualdad, imaginar un mundo totalmente proveído de recursos para todos es

impensable al tener la naturaleza cercada con la privatización del territorio y los espacios

sociales. En México los recursos naturales y la educación se vuelven mercancía, quienes a su

vez se vuelven una necesidad al escasearse, generando personas que no pueden acceder a

estas, complicando cada vez más las condiciones sociales de la población.

Actualmente los procesos de privatización llevados a cabo están fuertemente fortalecidos

desde los tratados de libre comercio, valen la pena reflexionarlos para analizar el cómo poder

encarar los nuevos desafíos. De esta manera lo común o lo comunitario suele emerger como

una alternativa que va más allá de las opciones ofrecidas: lo público y privado. Lo que

condicionaba tajantemente a que la única opción frente la estrategia neoliberal privatizador, es

la esfera pública, que sigue siendo propiedad del control de un aparato Estatal (Hardt, 2010) y

sigue dejando de lado a las personas directamente implicadas.

El contraste entre lo público y lo común es que este último debe construirse colectivamente

como un espacio de consenso y fuera del elemento público (el Estado) y ante todo del privado.

Su accionar es producido y practicado directamente por quienes lo componen. Para este

sentido, dentro de lo común solo existe una escala de evaluación: la vida (Campos y Brenna,

2015; Linsalata, 2014). Esta orientación de lo común es uno de los puntos medulares en la

investigación pues la sociabilización del poder entra en juego al poner en práctica el ideal

104

común y con ello el envolvimiento social que a esto refiere la toma de decisiones desde lo

político (acuerdos en una sociedad diversamente reconocida). Posibilitando la creación de

diversas formas de organización y regulación de la vida en sociedad.

En las familias base de apoyo de la Soledad el sentido de lo común se practica en la

cotidianidad asumiendo la responsabilidad de la búsqueda política a los problemas y

necesidades locales. Esto lo logran mediante el consenso y colectividad para la realización de

las áreas de trabajo con las que han mantenido lentamente la vida digna.

El siguiente esquema, puede orientar el cómo se lleva a cabo el enfrentamiento de los

problemas en la vida comunitaria de las familias base de apoyo. Donde, en la vida común, los

problemas son apropiados por los integrantes desde nivel local hasta nivel zona. Existe una

comunicación para poder ver, entre los involucrados, cómo y cuál será la manera más factible

para solventar las necesidades en los tres niveles. Pero no sólo se trata de comunicación, sino,

de llevar a cabo la práctica a dicha solución, sin la cual, sería imposible la consolidación actual

de la vida digna en las comunidades autónomas.

Esquema 4.1 Relación comunitaria en las Bases de apoyo zapatista

Vida comunitaria

Problema Comunicación Práctica

Fuente: Elaboración propia.

Tomar en cuenta el ejemplo de la práctica de vida en común, desde las bases de apoyo

zapatista, aunque derivada de una cultura histórica en sus raíces originarias, es notar que gran

parte de su resistencia se da por todo lo que conlleva reconocerse como zapatistas. Originando

el sentirse parte de un proyecto en común creado localmente, tomando como principal objetivo

el empoderamiento político de cada uno de sus integrantes quienes se sienten capaces de a

portar a la vida en común desde cada familia, localidad, municipio o Caracol. Dando

105

pertenencia al lugar de origen, diezmando la salida de sus miembros en búsqueda de otras

oportunidades externas.

4.2 La práctica de la cultura política del mandar obedeciendo en La Soledad.

Socialización del poder

Para los habitantes base de apoyo de la localidad, la organización comunitaria es de vital

importancia para su continuidad y para el fortalecimiento de la autonomía y vida digna al

llevar a la práctica sus formas políticas para resolver, por sí mismos, los problemas que

aquejan a su comunidad, ellos mismos reconocen sus errores y aprenden de los mismos, para

nuevamente poder buscar diversas respuestas a sus problemas de manera colectiva. Es

importante notar que la comunicación es vital para los pobladores, por lo que, mantenerse es

fundamental para saber qué es y no bueno para la comunidad.

Las reuniones desde lo local, municipal y a nivel zona son esenciales para sentirse entendidos

y bien gobernados. Por ello, los habitantes constantemente suelen reunirse en asambleas para

definir cómo afrontar los problemas y llevar en cuenta lo que se ha trabajado dentro de los

tres niveles de gobierno. Una observación firme que ejemplifica el sentido de gobierno y

cultura política zapatista, este gobierno puede entenderse como el que manda obedeciendo los

acuerdos recogidos por las tres zonas, sin lo que, de no cumplirse, faltaría a sus principios

básicos comunales.

Como apunta Quijano (2003), al socializarse el poder éste se devuelve al control de la vida

cotidiana dentro de aspectos relacionados al trabajo, el gobierno, las instituciones, la

comunicación, por lo que en las comunidades autónomas, se logra notar dicho aspecto. La

existencia de una redistribución del poder dentro de la cultura política zapatista, se da al

involucrar a cada uno de los habitantes de la localidad en la participación general de las

actividades, pues saben que el gobierno y el pueblo son ellos y son estos quienes deciden lo

que deben hacer y lo que es bueno para la realización de las tareas colectivas y las solución a

cada uno de sus problemas.

Sin embargo, el pensar y gobernar de forma diferente siempre ha sido un problema para el

Estado político mexicano, quien ha desplegado grandes tácticas de hostigamiento y

106

Áreas de Trabajo

desaparición mediática para tratar de diezmar los avances en el pensamiento político de las

bases de apoyo. Sin embargo, pese a todo el hostigamiento, la resistencia y aliento se da

localmente, como expone Gerardo, delegado de la Junta de Buen Gobierno. Región Felipe

Ángeles:

¿Cómo resistimos el ataque a nuestra cultura? Estamos construyendo nuestros propios medios

de comunicación, como la radioemisora y el video comunitario. En la educación se está

fomentando el uso, la escritura y lectura de la lengua materna. Los saberes y conocimientos de

nuestros abuelos se están enseñando a los niños en las escuelas autónomas, a través de

cuentos, leyendas, creencias e historias. Seguimos conservando las formas de celebrar fiestas

religiosas y civiles. Seguimos conservando y fomentando el cuidado de nuestras semillas

criollas y nuestra manera de alimentarnos de productos que hay en nuestras comunidades

porque son sanos y orgánicos. Seguimos conservando y fomentando las formas de cuidar la

madre tierra, peticiones, el respeto a la tierra y todo lo que hay en nuestra naturaleza48.

De esta manera, la búsqueda de la vida digna suele darse mediante la socialización del poder,

producido desde los actores implicados para la toma de decisiones para el bienestar común,

mediante prácticas políticas consensadas desde lo local y plasmadas en áreas de trabajo,

quienes en la anterior cita representan a la decisión comunitaria que han tenido que idear para

poder llevar a la práctica las decisiones colectivas, mediante una cultura política local y

comunitaria que ayude a preservar la cultura y las técnicas locales. Véase siguiente esquema.

Esquema 4.2 Relación de Cultura política, socialización de poder, comunidad, áreas de

trabajo y vida digna

Vida digna

Comunidad Cultura Política Socialización del poder

Fuente: Elaboración propia

48 Resistencia Autónoma. Cuaderno de texto de primer grado del curso de “La libertad según l@s zapatistas”,

(2014: 83).

107

La vida digna zapatista se logra en comunidad, teniendo entre sus bases la cultura política

trascendida también a partir de lo común, logrando de esta manera socializar el poder para la

realización de las áreas de trabajo sin la jerarquía tajante de poderes.

La cultura política zapatista deja de existir sin la conexión comunitaria entre sus bases y la

práctica política ejercida en cada una de las áreas de trabajo, desde lo local hasta nivel

Caracol. De esta manera, se piensa que la cultura política viene a ser el catalizador primordial

para socialización de poder político en la comunidad. Valentín (Ex integrante del Consejo

Autónomo) expone que:

La política en la que se van a enfocar nuestros pueblos y sus gobiernos autónomos es la

construcción de la autonomía, entonces nuestro pensamiento e idea es cambiar la situación que

sufren nuestros pueblos por culpa de los malos gobiernos de los ricos, como la pobreza, la

desigualdad, la explotación, la injusticia. Nosotros luchamos por que tengamos una vida digna

para todos los niños, jóvenes, hombres, mujeres y ancianos y que todos tengamos las

oportunidades y lugar para todos, sin que haya exclusión.

Nuestra idea en la estructura del gobierno autónomo queda de esta forma: el pueblo es el que

tiene el poder de decidir su forma de organización política, económica, ideológica y social,

empezando desde abajo para arriba. Los diferentes niveles de autoridades sólo son

representantes de los pueblos49.

Llevar a la práctica nuevas formas de organizar la vida en sociedad y buscar nuevos

significados que puedan resolver los problemas nacientes de las necesidades básicas, es una

tarea que a lo largo de más de 22 años llevan a cabo las comunidades autónomas y las familias

base de apoyo zapatistas.

La localidad de estudio no es un caso aislado de lo complicado que ha sido este recorrido

político y del cambio que ha restado poder a la imagen gubernamental donde, éste es visto

únicamente como un representante de los pueblos y quien en las sociedades partidistas suele

erróneamente considerarse como política.

49 Resistencia Autónoma. Cuaderno de texto de primer grado del curso de “La libertad según l@s zapatistas”,

(2014: 72).

108

La socialización del poder político en los grupos zapatistas permite encontrarse con prácticas

con las que puede ejecutarse una política colectiva, donde realmente recae empoderamiento en

los individuos implicados. De esta manera, la cultura política que emana de los actores

zapatistas son un constructo local que reconoce íntimamente a cada uno de las familias como

“orgullosamente zapatistas”.

En la siguiente imagen (4.1) tomada en márgenes del evento CompArte, puede apreciar la

participación amplia de la población en la presentación de las bases de apoyo en el evento.

Quienes antes de iniciar su intervención se presentaban como “orgullosamente zapatistas”,

haciendo alusión a sentirse parte de una comunidad que se distingue a las demás y quienes

comparten ciertos modos de vida.

Imagen 4.1 Foto tomada en el Caracol de Oventik en márgenes del evento político CompArte

en agosto del 2016

Fuente: Tomada en CompArte. Agosto del 2016

109

En esta localidad, como en cualquier otra donde se practique el mandar obedeciendo, esto ha

significado tener la capacidad de decisión a cualquier aspecto social comunitario:

comunicación, educación, salud, arte, gobierno. Significa, sentir responsabilidad social para

involucrarse a estas tareas que competen a lo común, de manera local.

4.3 El trabajo colectivo en la vida digna zapatista: cultura política de la acción,

observaciones para el bien común y “desarrollo local”

La búsqueda de lo que se ha referido como vida digna, sin lugar a dudas ha sido fuertemente

sostenida mediante la recuperación del territorio, así como del empoderamiento político de

manera horizontal. La concientización de la socialización del poder político en las

comunidades zapatistas, ha sido un papel importante en el desapego fundamentalmente

económico de los trabajos colectivos en la práctica política zapatista.

La vida digna, aunque suele ser muy variada y discutida según las personas y culturas que la

practiquen, para la comunidad y base de apoyo zapatista representa un estado de bienestar

social que no degrada ni compite a los actores implicados. Vivir dignamente es tener lo

indispensable sin la necesidad del daño ecológico o a terceras personas, donde nuevamente

sale a la luz la íntima relación entre hombre- naturaleza.

Mantener la visión colectiva en la autonomía ha representado el cuidado de los bienes y tareas

comunitarias mediante la acción política que logra la realización de eficaces labores

previamente consensadas que llevan a la satisfacción de las necesidades básicas en las familias

zapatistas. Roel (Ex integrante de la Junta de Buen Gobierno. MAREZ San Pedro Michoacán)

expone:

A nivel municipio nuestras autoridades municipales, los consejos municipales, han pensado y

se han hecho en la práctica trabajos colectivos municipales, porque tenemos que pensar en

algunos trabajos con el objetivo de poder sostener a futuro a nuestras propias autoridades, a los

diferentes trabajadores que tenemos a nivel municipal, como los consejos municipales,

nuestros coordinadores de salud municipales, nuestros formadores de salud municipales50.

50 Resistencia Autónoma. Cuaderno de texto de primer grado del curso de “La libertad según l@s zapatistas”,

(2014: 7).

110

De manera local, las prácticas políticas ejercidas en la Soledad parecen ser parte de todo el

enramado zapatista en sus tres niveles que desafían en México las relaciones de poder, que

bien se pueden leer en algunos textos estrofas dedicadas a este tipo de lucha, como en Arturo

Escobar quien opina que “son tipos de lucha que no aspiran a tomar el poder; sino a

reorganizar la sociedad sobre la base de las autonomías locales y regionales, y que se

caracterizan por la activación de relaciones sociales y formas de organización no capitalistas y

no liberales” (2014: 53). Texto que es profundamente analizado desde el sentipensar surgido

de la epistemología del sur de Boaventura Santos (2014).

El sentirse parte de un gobierno construido por ellos mismos, donde la realización de las tareas

es vigilada en los tres niveles de gobierno (sociedad), al parecer impide un sentido de

corrupción al mantener las cuentas claras y vigiladas, teniendo como base, a la sociedad

empoderada, la cual es base del mismo gobierno. Fortaleciendo la confianza en la población

zapatista de La Soledad, sintiéndose capaces de gobernar y ser gobernados, motivando las

mejoras locales que más se adecúen a sus necesidades comunes.

Se distinguen así mismos del otro ente político, al negar los programas ofrecidos por el

gobierno, que suelen estar conocidos por su papel de mentir al referirse el mejorar las

condiciones de las sociedades a las que están enfocados (como la se ha mencionado. Véase

capítulo I). Así lo expone Ana base de apoyo zapatista, formadora de educación. MAREZ El

Trabajo, cuando se refiere a:

Los regalos que manda el gobierno son migajas, son sobrantes que manda porque sabe que hay

hambre en el pueblo y sabe que con eso no lo ayuda, al contrario, cada vez más lo está

haciendo dependiente. Estamos viendo claramente que aunque la gente esté recibiendo todo el

recurso que manda el gobierno, no le está ayudando para salir adelante sino que los está

empobreciendo más51.

Se ha mencionado puntualmente que aunque pueden notarse ciertos aspectos en común dentro

de etapas del desarrollo, el desarrollo local y la vida digna zapatista, son propuestas ofrecidas

por entes políticos diferentes, lo que lleva a la construcción de la comparación de las etapas

vistos desde el pensamiento político. Con ello se puede concluir posteriormente lo que

interesa en esta investigación.

51 En: Resistencia Autónoma. Cuaderno de texto de primer grado del curso de “La libertad según l@s zapatistas”,

(2014: 79).

111

De esta manera, en el siguiente cuadro comparativo (4.1) se puede observar las diferentes

interpretaciones de las etapas en la teoría del desarrollo en las acciones políticas ejercidas en

cada alternativa ofrecida. Logrando diferenciar el sentido político que ha significado en cada

circunstancia, principalmente en la vida digna ofrecida en las bases de apoyo.

Cuadro 4.1 Comparación de las etapas Desarrollo, Desarrollo Local y Vida digna. Relación

con el ente político

Desarrollo Desarrollo Local Vida digna Zapatista

Los problemas son

exclusivamente

macroeconómicos del

Estado. Gobierno

nacionalista.

Responsabilidad

compartida. Entre estancias

privadas y públicas.

Participación social pero

condicionamiento externo.

Responsabilidad comunitaria.

Participación amplia desde los

tres niveles; local, municipal y

zona.

Desarrollo centrado en

el crecimiento

económico.

Articulación de lo

económico y lo social.

Desde lo local.

Articulación de lo económico y

social, poniendo énfasis a este

último aspecto. La preparación de

actores es necesaria, donde lo

económico no es el fin último.

Ventajas comparativas

(recursos naturales,

mano de obra

calificada).

Ventajas competitivas

(innovación, diferenciación)

Ventajas comunes (creación de

promotores para realizar las tareas

en las áreas de trabajo comunes y

mano de obra calificada).

Planificación

centralizada (centro

periferia)

Planificación

Descentralizada, basada en

el territorio.

Planificación descentralizada,

basada en capacidades en los

actores.

Influencia de la política

externa, sin consenso y

ejercida desde el

Estado.

Política descentralizada. Se

empieza a tomar en cuenta

al actor en la toma de

decisiones desde lo local,

pero aún siguen

condicionadas desde el

Estado.

Socialización del poder político.

Sus integrantes son quienes

buscan la manera de resolver los

problemas internos y quienes

deciden sin condicionamiento

externo o ajeno a lo local.

Fuente: Elaboración propia.

Con lo anterior se observa que políticamente se encuentran modificaciones indiscutibles que

van de la par en cada alternativa brindada. Tal vez, la sugerencia emitida desde el inicio hacia

el saber si la socialización del poder político es o puede ser una condición para el desarrollo

local, no esta tan alejada de lo que parece. Pues, aunque pueda seguir discutiéndose aspectos

para la plena teoría del desarrollo local, es impensable seguir discutiéndola sin determinar la

direccionalidad del poder político, quien por años, sigue aquejando las desigualdades sociales

112

por lo menos en México y en América Latina, al seguir influyendo implícitamente en las

decisiones del desarrollo.

La observación que puede entenderse hasta acá, es que para que el desarrollo pueda ser

pensado desde lo local, quien tiene que implicar indiscutiblemente al actor, el cual

culturalmente tendría que cambiar su significación de lo político. Permitiendo una asociación

de poder, que no sólo permita tomar decisiones que competen a su propio desarrollo, sino, que

crean sujetos capaces de llevar a la práctica decisiones comunes en búsqueda de un bien

común.

Debemos puntualizar que dentro de la teorización sobre desarrollo local, la esencia del sujeto

político debe existir, con el que debe buscarse la dotación del empoderamiento en dicho

sujeto. Desde lo colectivo o común, el desarrollo local debe, sobre todo, dar entrada

enormemente a las participaciones sociales en todas sus capas. Ofreciendo la capacidad en los

actores de decidir verdaderamente su propio destino.

113

CONCLUSIONES, PROPUESTAS Y RECOMENDACIONES

Esta experiencia, situada dentro de un contexto de guerra de baja intensidad, suele pasar

desapercibida en los proyectos de investigación, aunque algunas veces es visibilizado por las

propias iniciativas políticas del movimiento y sus apuestas públicas. Tales son los casos de los

encuentros políticos como: la “Escuelita zapatista”, el Seminario “El pensamiento crítico

frente a la hidra capitalista”, “CompArte”, y recientemente en el V Congreso Nacional

Indígena (CNI). Sin embargo, todo cambia cuando se regresa a la cotidianidad donde se

expresan las tensiones, los conflictos, los consensos, la violencia y la resistencia. La

observación de la cotidianidad, logró demostrar la situación tal como es y cómo la viven los

sujetos de estudio.

Al inicio del documento, se logra entablar plena relación del contexto histórico vivido en las

sociedades originarias dentro del proceso desarrollista llevado a cabo mediante decisiones del

Estado nacional mexicano, desembocando el surgimiento del EZLN y su posterior

transformación en la autonomía y vida digna zapatista. Con lo que, en el segundo capítulo se

señala la existencia de otras formas de hacer política construidas por movimientos sociales que

han sufrido las consecuencias de decisiones que atentan su preservación. Se está de acuerdo

que dichos movimientos logran construir otras relaciones sociales, modelos económicos y

prácticas democráticas. Los cuales como apunta Hoetmer (2009), necesitan ser difundidos,

profundizados y teorizados, para permitir cambios más profundos en otros territorios.

Desde el desarrollo local, con el creciente número de experiencias locales, se abren las

discusiones para generar un desarrollo incluyente, equitativo y democrático. Siempre y cuando

la tarea se lleve a cabo de manera conjunta entre los diversos sectores de la sociedad (política).

Pero, retomando a Sonia Álvarez, Arturo Escobar y Evelina Dagnino (1998) estos cambios

son profundamente culturales, al depender de otros juicios y prácticas sociales de democracia,

de autonomía, de territorio.

114

Al adentrarnos en el tercer capítulo en la vida cotidiana de las dos entidades de estudio, se

logra percibir una constante diferencia entre la asociación política en ambas familias:

a) Por una parte, en las familias base de apoyo zapatista de la localidad La Soledad, el

cambio pragmático del significado cultural de lo político ha logrado ejercer una

socialización del poder en su población. Donde el cumplimiento organizacional local

y la estructuración de las labores locales se dan de manera colectiva. Cada persona

implicada en un área de trabajo, siente la responsabilidad común de lo que implica su

tarea.

El sentido del mandar obedeciendo ejerce responsabilidad que generan las tomas

decisiones que logran solventar cada necesidad local.

b) Por su parte, la población partidista suele no participar en las decisiones políticas que

son implementadas para su desarrollo y mejoramiento de calidad de vida desde

programas estatales o federales. A esta población, les son ofrecidas e impuestas ideas y

programas sociales que en muchos de los casos no están específicamente enfocados

para cada sector de la población diversa o parecen ser insuficientes para, no sólo

combatir la pobreza, sino, para generar en la población la participación social de sus

habitantes para la mejora de sus propias necesidades. No genera un empoderamiento

en el actor para que sea capaz de sacar adelante y explotar sus oportunidades locales.

Por ello el cuarto capítulo, da cuenta que la cultura política zapatista es originada en la íntima

relación entre la teoría y la práctica de lo que ha representado el mandar obedeciendo, que se

logra llevar a la práctica hasta generar una cultura creada colectivamente. Encontramos en

ella, una orientación que puede sanar la relación teórica y práctica de la polis quien retomando

sus bases colectivas, puede contribuir a resolver los problemas de participación e

involucramiento de las personas en cuestiones que le pertenecen a determinada comunidad,

para un desarrollo de forma local.

Cultura política que genera procesos de socialización del poder al establecer igualdades

políticas en las comunidades para la organización y realización de los trabajos colectivos.

Tomando como estandarte la representación colectiva, con las que se llevan propuestas

mediante el convencimiento e información comunitaria desde las asambleas locales.

115

La necesidad de un cambio radical para poder resolver los problemas culturales originados por

la modernidad occidental, sobre todo en las culturas originarias, confirma la obligación que

tenemos en cambiar las relaciones de poder en nuestras sociedades. De esta manera,

podríamos pensar en crear políticamente un mundo más justo, equitativo y democrático, cuya

armonía con la naturaleza permita nuestra continuidad y desarrollo en el mañana. Ejemplo de

lo anterior, lo encontramos en la cultura política zapatista y su accionar en las familias base de

apoyo que, al socializar el poder, dota a los actores locales de una capacidad de participación

en las decisiones que ha permitido su continuidad desde lo local, municipal y hasta nivel zona

“Caracol”.

PRINCIPALES RESULTADOS

En un intento por abordar las temáticas política y desarrollo desde una perspectiva local, la

presente investigación se propuso caracterizar y analizar la transformación políticas y

culturales que se han suscitado en los espacios rurales y originarios de Chiapas, a raíz de la

implementación de los planes políticos de desarrollo, tomando como caso particular los

efectos generadas en la percepción y significación política de las familias que habitan en la

localidad de La Soledad y Guadalupe los Altos. El objetivo logró responderse utilizando tres

técnicas de investigación: análisis documental, análisis cualitativo de entrevistas,

conversaciones semiestructuradas y la observación etnográfica.

El punto principal fue el describir la cultura y organización política expresada dentro de la

comunidad autónoma de La Soledad, para poder identificar las prácticas de la cultura política

y analizar el proceso de socialización del poder que se genera en la vida digna zapatista, el

cual puede canalizarse dentro de sociedades comparativamente equivalentes, siempre y

cuando, logre crearse en ellos la motivación comunal para la realización de tareas que

solventen sus problemas locales.

El análisis de la cultura política de los sujetos en la comunidad de la Soledad en la práctica del

mandar obedeciendo, tiene como resultado la existencia de procesos de socialización que se

generan en el ejercicio de la estructura del gobierno autónomo zapatista. La comunicación,

responsabilidad y sentido que le dan al aspecto de lo común, provoca no ser parte de un

gobierno que mande mandando, pues la base fundamental de lo político no está en el tomar las

116

decisiones para el otro, sino, se encuentra fundamentalmente en lo que significa el tomar

decisiones con el otro, colectiva y comunalmente.

OBSTÁCULOS EN LA INVESTIGACIÓN

Si bien, cualquier investigación seria debe requerir de un tiempo largo, dotando de un trabajo

que comprenda un grado de complejidad mayor. La investigación trató de ajustarse a tiempos

establecidos por la maestría, con lo que pueden dejarse de lado algunos aspectos que surgirán

como consideraciones a futuras investigaciones. Sería pertinente tomar en cuenta estas

miradas para conocer con más detalle las argumentaciones de un proceso de transformación

política más profundo.

a) Un primer obstáculo en el estudio fue la difícil captación de información en ambas

comunidades de estudio, por lo que se tuvieron que adaptar técnicas informales,

principalmente conversaciones personales, debido a la constante guerra de baja

intensidad vivida en la zona.

b) Aunque actualmente se logran abrir caminos para una perspectiva teórica desde las

diferencias en las teorías del desarrollo, otro obstáculo es la poca importancia teórica

existente sobre alternativas que fundamentan aptitudes y capacidades humanas

culturales, principalmente las ofrecidas por las sociedades originarias, quienes siguen

racialmente desplazadas.

c) Encontrarse en medio de dos familias políticamente opuestas y quienes por lo regular

mantienen cierta distancia, obstruyó información en ambas familias de estudio. Por una

parte, en la familia zapatista el difícil acceso a la información viene de la desconfianza

que ha provocado los planes ejercidos para la desestabilización del movimiento desde

1994, por lo que, se limitan a dar información sin tener un previo permiso de las JBG.

Por su parte, en las familias partidistas se tiene cierto tacto al hablar sobre el gobierno,

por lo que cambiaban el sentido de la conversación antes y después de grabar o hacer

anotaciones. Por ello se optó por la informalidad en la obtención de información de los

implicados y el apunte de diarios de campo.

117

REFLEXIONES TEÓRICAS Y METODOLÓGICAS

La investigación presentada caracteriza las prácticas políticas en ambas localidades, las cuales

han permitido conocer las distintas valoraciones y opiniones que tienen sobre dicho aspecto y

que constituyen, en el grupo zapatista, la cultura del mandar obedeciendo. Al mismo tiempo,

estas valoraciones permiten apreciar que la iniciativa política Estatal no cumple con los

objetivos que promociona, ni la planificación se lleva a cabo como dicta el discurso de los

programas para el desarrollo en la comunidad de Guadalupe los Altos y de esta zona. A partir

de ello se aprecia la contrariedad de planificar y ejecutar programas que no surgen localmente

y son únicamente impuestos por asistencialismo.

En relación con lo anterior es posible discernir y continuar desarrollando algunas líneas de

trabajo en los estudios políticos, culturales y desarrollo local.

a) Primero: en la percepción sobre el concepto política en el ámbito cotidiano. En este

terreno pueden sugerirse la utilidad de las reflexiones epistemológicas y teóricas de

Aristóteles (1991) quien analiza lo político como un ente social y de Arendt (1997)

quien admitiendo dicha condición, no deja de lado la diversidad de las personas, siendo

vital para la realización de las tareas sociales de manera ordenada. Discusión que se

encuentra recientemente en la ontología política de Escobar (2014).

b) segundo: Sigue existiendo una enorme dependencia territorial en el desarrollo local

(Fletes, 2010). Se sugiere, por la amplia y abundante discusión sobre el desarrollo

local, abrir la posibilidad de tomar en cuenta al empoderamiento político del actor

social. Este empoderamiento del actor, puede provocar un sentido de responsabilidad

común que incite al actor tomar compromisos no condicionados, sino concientizados.

118

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