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CONCEPTOS REVISTA DE INVESTIGACIÓN GRACIANA (11) 2014

René de Cerisiers lector de Gracián y de Malvezzi

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CONCEPTOSREVISTA DE INVESTIGACIÓN GRACIANA

(11) 2014

CONCEPTOSREVISTA DE INVESTIGACIÓN GRACIANA

Dirección: Emilio Blanco y Elena Cantarino Universidad Rey Juan Carlos Universitat de València

Secretario: José Manuel Buedo Martínez Universitat de València

Consejo de Redacción:

Antonio Bernat VistariniUniversidad de las Islas BalearesKarine DurinUniversité de NantesFelice GambinUniversità di VeronaMiguel GrandeUniversidad Pontificia de ComillasMaría José Martínez LópezUniversidade da Coruña

Edita:Sección departamental de Filosofía Moral

Universitat de València

Comité científico:

Jorge AyalaUniversidad de ZaragozaMercedes BlancoUniversité Paris-SorbonnePedro CerezoUniversidad de GranadaAurora EgidoCátedra Baltasar Gracián de la Institución Fernando el CatólicoCarlos García GualUniversidad ComplutenseEmilio Hidalgo-SernaFundación Studia HumanitatisSebastian NeumeisterFreie Universität BerlinBenito PelegrínUniversité de Provence (Aix-Marseille I)Mario PerniolaUniversità di Roma Tor VergataFrancisco RicoReal Academia EspañolaRicardo SenabreUniversidad de Salamanca

Redacción:

Emilio Blanco, Elena Cantarino y José Manuel Buedo MartínezUniversitat de ValènciaFacultad de Filosofía y CC.EE.Avenida de Blasco Ibáñez, 3046010 - ValenciaTfno: +34 963983734 Email: [email protected] http://www.baltasargracian.net

Diseño:Carolina Valcárcel

Maquetación:José María Gairí

Edición e Impresión:Agencia Gráfica GallegaPolígono del Tambre, vía Nobel, 14

Santiago de Compostela

ISSN: 1697-2775Depósito Legal: C-141/2004Impreso en España

Conceptos. Revista de investigación graciana

[Ficha catalográfica:

Conceptos. Revista de investigación graciana / Núm. 11 (2014)- . Universitat de València. 22 cm.

Anual.

ISSN: 1697-2775

1. Literatura española. Revistas.2. Filosofía. Revistas. ]

La Dirección de Conceptos. Revista de Investigación Graciana desea hacer público su agradecimiento a los siguientes organismos e instituciones, sin cuya generosa colaboración este número habría sido imposible:

Dpto. de Filosofía del Derecho, Moral y Política

Universitat de València

Universidad Rey Juan Carlos

Ministerio de Economía y Competitividad

Sección departamental de Filosofía Moral

ÍNDICE

Joan B. Llinares, “La reinscripción del mito del hombre salvaje en El Criticón de Gracián” ....................................................................................................................................................................................... 9

Alexandra Merle, “Gracián y el debate sobre la disimulación” .......................................... 43

Javier García Gibert, “El escepticismo barroco en Baltasar Gracián” ....................... 61

Jorge García López, “El Discreto como poética del laconismo” ........................................ 79

Sònia Boadas, “René de Cerisiers lector de Gracián y Malvezzi” ................................. 95

José Manuel Buedo Martínez, “Sangre, sudor y aceite. Optimismo pedagógico en El Criticón” ............................................................................................................................................................................... 109

Resúmenes / Abstracts ....................................................................................................................................................... 141

Normas para el envío de originales ..................................................................................................................... 151

Conceptos. Revista de Investigación Graciana, 11 (2014), 95-108

RENÉ DE CERISIERS LECTOR DE GRACIÁN Y DE MALVEZZI1

Sònia BoadasUniversitat Autònoma de Barcelona

Pocos datos tenemos acerca de la vida y la obra de René de Cerisiers, un escritor francés tan prolijo en su producción literaria como poco estu-diado.2 Aparte de sus obras de devoción religiosa, alguna de ellas reeditada

durante los siglos posteriores, lo que más ha llamado la atención a la crítica es su adaptación de El Héroe de Baltasar Gracián y su directa relación con la difusión de esta obra en Francia. Sin embargo, los estudios sobre Gracián y Cerisiers son más bien escasos y poco exhaustivos.3 A lo largo de las páginas que siguen se analizará no sólo la relación entre El Héroe y la adaptación firmada por Cerisiers sino que a través de un análisis de las obras del jesuita francés se descubrirá su fascinación por la prosa culta lacónica que estaba tan de moda en los círculos cercanos a la corte de Felipe IV.

Como ya es bien sabido, la relación más clara y directa entre René de Cerisiers y los prosistas cultos españoles es la versión francesa que elaboró de El Héroe, una

1 El presente trabajo se inscribe en el Proyec-to de Investigación FFI2011-22929 (“Diego de Saavedra Fajardo y las corrientes intelectuales y literarias del Humanismo”) financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad.2 Los limitados estudios sobre este escritor se remontan al siglo XIX. Véase Olivier de Gour-cuff y René Kerviler, Antologie des poètes bretons du XVIIè siècle, Nantes, 1884, pp. 119-129 y Olivier de Gourcuff, Bibliographie critique des ouvrages du père René de Ceriziers, jésuite nantais, Vannes: Eu-gène Lafolye, 1889. 3 A continuación indico algunos de los princi-

pales estudios sobre la recepción de Gracián en Francia que citan a René de Cerisiers: Adolphe Coster, Baltasar Gracián, Zaragoza: Institu-ción Fernando el Católico, 1947, pp. 275-293; Alexandre Cioranescu, La Masque et le visage. Du baroque espagnol au classicisme français, Genè-ve: Droz, 1983; Andrée Mansau, “Recepción/traducción de Gracián en Francia”, en Baltasar Gracián. Selección de estudios, investigación actual y documentación, 1993, pp. 87-93; Suzanne Gue-llouz, “Gracián en la Francia del siglo XVII”, en Baltasar Gracián. Selección de estudios, investiga-ción actual y documentación, 1993, pp. 93-104.

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obra que gozó de una difusión casi inmediata en Francia. Pocos años después de su impresión en español aparecieron dos traducciones francesas de la obra. En 1645 salió del taller parisino de la viuda de Pierre Chevalier la primera traslación del texto firmada por el médico real Nicolas Gervaise, una obra que rezaba L’Héros de Laurens Gracian, Gentil-homme arragonois.4 Por lo que el mismo Gervaise afirmaba en el pró-logo se deduce que poco debía saber acerca de Baltasar Gracián, sobre el que hablaba como si ya hubiera muerto (“Contraint de s’adresser aux morts pour y trouver quel-que divertissement”). La mayoría de estudios relativos a esta composición coinciden en afirmar que se trataba de una traducción bastante mala del texto español, que ponía de manifiesto el parco dominio que tenía Gervaise de la lengua castellana.5

En varias ocasiones se ha asegurado que la obra de Gervaise fue la primera traducción francesa de El Héroe. Sin embargo, y a la luz de los recientes descubri-mientos, parece que esta afirmación tendría que ser matizada ya que en los fondos de la Biblioteca Nacional de Francia se conserva otra versión francesa de El Héroe. Se trata de un texto manuscrito que lleva por título Extraict du Héros de Laurens Gratian gentil-homme Espagnol (Ms. Mélanges de Colbert, n. 69).6 El códice es

4 L’Heros / de Lavrens Gracian / gentil-homme / arragonois. / Traduit nouuellement en François / Par le Sr. Gervaise Medecin Ordinaire du / Roy, estably dans la ville et Chasteau de Perpignan. / A Paris, / Chez la veufue Pierre Chevalier. / rue S. Iacques, a l’Image S. Pierre. M.DC.XLV. / Avec Privilege du Roy. Véase Cioranescu Alexandre Cioranescu, Bi-bliographie de la littérature du Dix-septième siècle, Paris: Centre National de la Recherche Scienti-fique, 1969, t. II, p. 968. Según parece, en 1695 la obra gozó de una reimpresión en Amsterdam, aunque esto no significa que tuviera una gran aceptación. Véase Suzanne Guellouz, “Gracián en la Francia del siglo XVII”, en Baltasar Gra-cián. Selección de estudios, investigación actual y do-cumentación, 1993, p. 95. 5 Son varios los investigadores que indica-ron la limitada calidad de la traducción. André Rouveyre afirmaba que el traductor estaba “In-suffisamment initié à l’espagnol, et ne maniant que lourdement le français, Gervaise avait en-trepris une tache au-dessus de ses forces. Il se contente volontiers, comme un écolier, d’un mot à mot peu intelligible, d’où ne ressort pas tou-jours qu’il ait compris le texte”. Véase Baltasar Gracián, Pages caracteristiques. Baltasar Gracián;

précédées d’une étude critique par André Rouveyre, Paris: Mercure de France, 1925, p. 31. Y Losada opinaba que “D’après les critiques unanimes, il ne s’agit que d’une piètre version littérale exécu-tée sans goût ni vraie intelligence du texte. Elle montre le peu d’habileté du traducteur dans le maniement du français et sa connaissance mé-diocre de l’espagnol. Le résultat est un texte assez obscur et pesant”. Véase José Manuel Lo-sada Goya, Bibliographie critique de la littérature espagnole en France au XVIIe siècle: présence et in-fluence, Genève: Droz, 1999, p. 284.6 Charles de la Ronciere et Paul Bondois, Ca-talogue des Manuscrits de la Collection des Mélanges de Colbert, París; Editions Ernest Leroux, 1920, p. 81. A pesar de la indicación que hacen Ron-ciere y Bondois en su catálogo (“Elle a peut-être servi à la traduction publiée à Paris (1645, in 8º) par Gervais”), el cotejo y posterior estudio de ambos ejemplares demuestra que se trata de dos redacciones claramente diferentes. Véase Sònia Boadas, “Las traducciones francesas de El Héroe de Baltasar Gracián y la censura política del siglo XVII” en Textos castigados. La censura literaria en el Siglo de Oro, Eugenia Fosalba y María José Vega (eds.), Berna: Peter Lang, 2013, pp. 263-275.

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una traducción de El Héroe que va acompañada de un breve prólogo donde aparece una posible indicación del nombre del autor: ‘J. Ballesdens’, que podría tratarse de Jean Ballesdens (1595-1675), abogado, editor y bibliófilo francés que fue secre-tario del canciller Séguier y posteriormente miembro de la Academia francesa. Aunque no tenemos los datos suficientes para afirmar la autoría de Jean Balles-dens, es evidente que este personaje tuvo algo que ver en el proceso de redacción del texto o en la posterior conservación del volumen, por lo que también podría ser un impulsor de la traducción o un propietario posterior.7

Como ya se deduce del mismo título de la versión, Extraict du Héros, estamos ante una traducción que lejos de ser literal pretende presentar un extracto de las principales ideas que expuso Gracián. El mismo traductor así lo afirmaba en el prólogo de la obra: “Je lui ay ôté tout ce que j’ay cru qui n’approchait pas du natu-rel, comme sont ces louanges extravagantes, ces fleurits palpables, qu’on ne saurait recevoir sans rougir, l’ayant abrégé le plus qu’il m’a été possible, afin que si vous en retirez peu de profit, vous n’ayez pas aussi tant de peine à le lire”.8 Sin embargo, el traductor no sólo eliminó algunos fragmentos que consideraba excesivamente elogiosos y poco apropiados para el público francés, sino que en otras ocasiones incluso se tomó la libertad de añadir determinados pasajes.

Por lo que se refiere a la fecha de redacción del manuscrito, a pesar de que en el códice no aparece ninguna referencia explícita al momento de redacción, es posible establecer una fecha ad quem a través del análisis de su contenido, y más precisa-mente gracias a uno de los fragmentos que añadió el mismo traductor. Se trata de un pasaje del primor XVIII, de donde se deduce que en el momento de la traslación Luis XIII de Francia todavía regentaba el poder, por lo que parece que la traducción tendría que ser anterior al 14 de mayo de 1643, fecha en que el monarca falleció.9

Más allá de estas dos traducciones francesas de El Héroe, a mediados de los años cuarenta del siglo XVII, el jesuita francés René de Cerisiers también se inte-resó por la obra del aragonés. En este caso, Cerisiers se inspiró en el texto de Gra-cián para componer Le Héros français où l’idée du grand capitaine, publicado en París el año de 1645.10 A diferencia de las versiones arriba citadas, en esta ocasión no

7 Quizá esta última hipótesis sea la más plau-sible, si tenemos en cuenta su fascinación por la colección de libros y la gran biblioteca que tenía. 8 Para una descripción detallada del manus-crito y un estudio de su contenido, véase Sònia Boadas, “Un manuscrito francés de El Héroe de Baltasar Gracián”, en Literatura Medieval y Renacentista en España: Líneas y Pautas, Sa-lamanca: Universidad de Salamanca, 2012, pp. 387-396.

9 Ibíd., p. 392.10 El título de la obra rezaba: LE / HEROS FRANÇOIS, / OV / L’IDÉE DV GRAND / CAPITAINE. / Par le SIEVR DE CERIZIERS, Aumosnier / de Monseigneur le Duc d’Orleans. / A PARIS, / Chez la Veuue IEAN CAMVSAT, / ET / PIERRE LE PETIT; ruë Saint Iacques, / à la Toyson d’Or. / M.DC.XLV. Hemos consultado el texto que se encuentra en la Bibliothèque Muni-cipale de Dijon, con signatura 11580.

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se trataba de una traducción más o menos literal de El Héroe sino de una adapta-ción, de un contrafactum, de una nueva interpretación del texto dentro del contexto político-histórico que vivía Francia en 1645, en los años centrales del conflicto contra España en lo que se conoce como la Guerra de los Treinta Años, y más concretamente en plena Guerra dels Segadors en Cataluña. Precisamente la obra está dedicada a los estados de Cataluña (“Aux estats de Catalogne”), cuando el Principado catalán se había puesto bajo la protección del rey Luis XIV de Francia. En estas circunstancias, el prototipo de héroe graciano se reinventó para conver-tirse en un elogio del conde de Harcourt, Enrique de Lorena, que a principios de 1645 había sido nombrado nuevo gobernador y virrey de Cataluña en sustitución de Philippe de La Mothe-Houdancourt, que había caído en desgracia después de haber perdido la batalla en Lérida a mediados de 1644, y del posterior fracaso del asalto a Tarragona, que ocurrió pocos meses después.

Hay que mencionar también la buena recepción que tuvo esta versión en Cata-luña, ya que a los pocos meses de su aparición se publicó una traducción al caste-llano a cargo del autor de la conocida Proclamación Católica, el fraile Gaspar Sala.11 En el prólogo de su obra, Sala explicaba los motivos que le llevaron a traducir la obra, entre los cuales destacaba que: “Como el pasado y pesado imperio de los castellanos ha dejado en Cataluña la inteligencia de su lengua aunque no el amor de su yugo, me pareció que traducido este libro en castellano daría tanto gusto y placer a los catalanes como pena y dolor a los castellanos.”12 Unas palabras que no sorprenden viniendo de uno de los impulsores de la revuelta en contra de la polí-tica de Felipe IV y Olivares.

Más allá de los motivos que aduce Gaspar Sala, es indudable que la obra preten-día levantar los ánimos de la población catalana y alentar el espíritu de un pueblo que llevaba más de cinco años inmerso en la guerra contra la monarquía española, y más especialmente cuando desde marzo de 1646, las tropas franco-catalanas capitaneadas por el conde de Harcourt se encontraban luchando para hacerse con Lérida. El éxito editorial de esta traducción de Gaspar Sala estaba indiscutible-mente vinculado al futuro político de Enrique de Lorena en Cataluña, por lo que ambos fueron más bien efímeros. La censura de la obra que firmó el P. F. Pedro

11 TRADVCCION DEL / HEROE FRANCES, / O / LA IDEA DEL GRAN CAPITAN. / DE-DICADA / AL EXCELLENTISSIMO SEÑOR / EL CONDE DE ARMAGNAC, PRIMOGE- / nito del Serenissimo CONDE DE HARCOVRT, Virrey, y / Capitan General del Principado de Ca-taluña, y sus / Condados de Rossillon, y Cerdaña. / POR / EL ABAD DE SAN CVGAT, PREDI-CADOR, / y Coronista de su Magestad. / COMP-

VSOLE EN FRANCES / EL SEÑOR DE CE-RIZIERS, LIMOSNERO / de su Alteza Real el Serenísimo Duque de Orleans. / Y LE DEDICO A LOS TRES ESTAMENTOS DE CATALUÑA. / Año 1646. / En Barcelona: En casa de Antonio Lacaualleria.12 Gaspar Sala, Traducción del Héroe francés, Barcelona: Antonio Lacavallería, 1646, prólogo. Todas las citas se hacen por esta edición.

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Estaper fecha del 13 de agosto de 1646, por lo cual la obra debió de salir a la luz a finales de agosto o principios de septiembre, cuando las tropas de Enrique de Lorena ya estaban claramente en inferioridad de condiciones en el sitio de Lérida. Pocas semanas después, en octubre, Enrique de Lorena perdió el asedio de esta ciudad, lo que supuso su inmediata destitución como Virrey de Cataluña, un cargo que a partir de aquel momento ocupó Luis II de Borbón-Conde.13

Pero volviendo a la versión original de Cerisiers, es interesante plantearse cuál fue la edición de El Héroe que el francés tomó como referencia. A priori podríamos pensar que el texto que consultó Cerisiers fue la edición que conservamos en la actualidad, la que se publicó en la imprenta madrileña de Diego Díaz en 1639. De hecho, esta es la edición en la que se basan tanto la traducción manuscrita que se conserva en la Biblioteca Nacional de Francia como la traducción impresa de Ger-vaise de 1645. Sin embargo, en el prólogo de su obra, Cerisiers hace unas curiosas afirmaciones a propósito de los encomios que Gracián dedicaba al Conde-Duque de Olivares:

Gratian croit faire le Heros, à peine fait-il son phantome, mais quant il auroit atteint son desein, il seroit fort loin de son Comte. Olivarez n’a pas ruiné tant de Monstres qu’il doive paser pour un prodige de forcé: toute sa Nation ne fourniroit pas la matière de ce grand ouvrage; l’Espagne a trop de Sages, peu de Vaillans. Quelque relief que l’hyperbole donne à ce Colosse, il se cache tout dans l’esprit de son Auteur; aussi n’est-il gros que de vent, et ne subsiste que par la pensée. Lecteur, n’attens point de moi de Coppie, puis que j’ai l’original; je ne produis ny ombre ny figure, puis que j’ai le corps et la verité.14

Estamos ante una clara crítica de los elogios que Gracián brindó a Olivares. Sin embargo, este comentario resulta algo interesante si tenemos en cuenta que

13 La derrota del ejército catalano-francés im-plicó la victoria de las tropas españolas coman-dadas por Gregorio de Brito y por el marqués de Leganés, que resistieron el asedio. Entre los vencedores se encontraba también Baltasar Gra-cián, que había sido destinado a Lérida como capellán. Véase Miquel Batllori, “Gracián entre la corte y Cataluña en armas”, Madrid: Instituto de Estudios Políticos, 1958, p. 167-193.14 René de Cerisiers, Le Héros français, Paris: veuve de Jean Camusat, 1645, prologo. Todas las citas se hacen por esta edición. Adjuntamos también la traducción del fragmento que hizo

Gaspar Sala: “Gracián creyó formar el Héroe y apenas hizo su fantasma. Cuando consiguiera su designio, se hallaría muy lejos de su Conde. Olivares no arruinó tantos monstruos que deba pasar por prodigioso del esfuerzo. Toda su na-ción no subministra la materia a esta grande obra. España tiene sobrados sabios, pocos va-lientes. Cualquier relieve que el hipérbole dé a este coloso, se oculta en el ingenio de su autor y así no es grueso que dé viento ni subsiste que por su imaginación. Lector, no esperes de mí, copia; pues tengo el original. Yo no ofrezco sombra ni figura, pues tengo el cuerpo y la verdad.”

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en la edición de El Héroe de 1639 no aparece ninguna mención explícita, ni prác-ticamente implícita al conde-duque de Olivares. Como muy bien han estudiado algunos investigadores, como Adolphe Coster o posteriormente Aurora Egido, en la edición de 1639 Gracián había eliminado los elogios al Conde-Duque que aparecían principalmente en los primores XIII y XX, así como la dedicatoria a Felipe IV, que sí aparecían en el manuscrito autógrafo que se conserva en la BNE (Ms. 6643).15

Entonces, si los encomios a Olivares no aparecían en la edición de 1639, ¿cómo pudo Cerisiers hablar de ellos en el prólogo de su versión francesa? ¿O es que acaso no estaba consultando la edición de 1639? Lo cierto es que los elogios sí aparecían en el manuscrito de la Biblioteca Nacional pero desconocemos si se publicaron en la edición de 1637. En este sentido, vale la pena recordar que Miquel Batllori afirmó que una de las ediciones de El Héroe de 1637 estaba efectivamente dedi-cada a Felipe IV, igual que el manuscrito de la Biblioteca Nacional. Así pues, sería posible que esta edición perdida de 1637 conservara también los elogios al Con-de-Duque y que Cerisiers la consultara para hacer su particular versión del texto. Esta hipótesis permitiría explicar la particular referencia al Conde-Duque que aparece en el prólogo de Cerisiers.

Otra cuestión interesante que plantea la adaptación de Cerisiers es la de cómo conoció este jesuita francés la obra de Gracián, de cómo llegó a sus manos el texto de El Héroe. Tradicionalmente se ha a apuntado a la figura de Gastón de Orleans, duque de Orleans y hermano de Luis XIII de Francia, como posible intermedia-rio. Cerisiers se define como el ‘aumônier’ (“el capellán”) del duque de Orleans, quien a su vez parece que tenía una estrecha relación de amistad con Lastanosa, una teoría muy plausible que se justificaba a través de varios documentos con-servados en la Biblioteca Nacional, donde se describían las visitas del Duque en casa de Lastanosa. Entonces sería posible que a través de la figura de Lastanosa y posteriormente del duque de Orleans, Cerisiers hubiera conseguido una versión del texto.16 Otra de las posibilidades apuntaría al bibliógrafo tolosano François

15 Véase Baltasar Gracián, El Héroe, Adolphe Coster (ed.), Chartres: Librairie Lester, 1911 y Baltasar Gracián, El Político Don Fernando el Católico (edición facsímil), Aurora Egido (ed.), Zaragoza: Institución Fernando el Católico, CSIC, 1985, pp. 48-50. 16 Sin embargo, las recientes investigaciones sobre el mecenas aragonés llevadas a cabo por el grupo de investigación que lleva su mismo nombre, Lastanosa (impulsado por el Instituto

de Estudios Aragoneses), revelan que casi la totalidad de los documentos que relacionaban el protector aragonés con el duque de Orleans son en realidad falsificaciones. Son documen-tos que fechan del siglo XVIII y fueron escri-tos por un descendiente de los Lastanosa y que tienen por objetivo engrandecer, glorificar la imagen del mecenas, relacionándolo con mo-narcas, duques y personajes influyentes de toda Europa.

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Filhol, quien mantuvo muy buenos contactos con Gastón de Orleans y también con el círculo aragonés de Lastanosa, y en especial con los cronistas de Aragón, Francisco Ximénez de Urrea y Juan Andrés de Uztarroz. La biblioteca de François Filhol fue de las más importantes y destacadas de Europa, como muy bien reflejó Uztarroz en Diseño de la insigne y copiosa biblioteca de Francisco Filhol (1644), y pos-teriormente Gracián con la descripción de la misma biblioteca que encontramos en El Discreto.17

Por lo que se refiere al análisis interno de ambas obras, si nos centramos en el contenido de El Héroe de Gracián y de la adaptación de Cerisiers, se pone de manifiesto que a pesar de la clara diferencia en el número de capítulos –es evidente que los veinte primores de Gracián no se corresponden con las 104 secciones de Cerisiers– la estructura de ambos textos es la misma, ya que los dos autores esta-blecen una clara distinción entre las cualidades que provienen de la naturaleza, las innatas, y aquellas adquiridas, que derivan del arte. Así lo afirmaba Gracián al final del primor III: “Hasta aquí, favores de la naturaleza; desde aquí, realces del arte. Aquella engendra la agudeza; esta la alimenta, ya de ajenas sales, ya de la prevenida advertencia.”18 Será este mismo esquema el que seguirá Cerisiers para la división de su obra, donde afirma que: “La Nature et l’Art composen le Héros. La Nature luy donne la Prestance et la Vigueur, le Courage et le Jugement. L’Art contribue autant de parties à ce chef d’oeuvre, la Science et la Vertu militaire, l’Autorité et le Bon-heur”. Así pues, Cerisiers dedica las cincuenta primeras secciones a las cualidades que derivan de la Naturaleza y las restantes al análisis de las que derivan del Arte.19

Asimismo, la similitud entre ambas obras se extiende también a los títulos de sus capítulos y a algunos exempla. Gracián titula su tercer primor como “La mayor prenda de un Héroe”, lo que se traduce en “Quelle est la meilleur partie de l’esprit ou du jugement” en el capítulo 40 de Cerisiers. De la misma manera encontramos el “Que el héroe ha de tener tanteada su fortuna al empeñarse” (primor X) que se

17 Véase Benito Pelegrín, El Museo del Discreto (C, II, IC), Les Langues néo-latines, 252 (1985), 21-48.18 Baltasar Gracián, El Héroe. Oráculo manual y arte de prudencia, Antonio Bernat Vistarini y Abraham Madroñal (eds.), Madrid: Castalia, 2003, p. 86. Todas las citas se hacen por esta edi-ción.19 “Ceux qui conçoivent le Heros disent que la Nature et l’Art conspirent à sa perfection; celle-là fournit quatre choses, deux au corps et deux à l’esprit; celuy-cy n’est pas moins liberal. La Prestance et la Vigueur, le Courage et le

Jugement sont des puissances ou des qualitez qui naissent avec que nous; les deux premières composent le corps, les deux dernieres parent l’esprit.” “Avouons donc que pour commander facilement et sans obstacle il faut que la Natu-re donne au Heros de la Prestance et de la Vi-gueur, du Courage et du Jugement; et que pour bien employer ces parties, l’Art les doit seconder d’une Science qui n’ignore rien du mestier, d’une Vertu qui ne craigne pas le peril, d’une autorité qui ne plie jamais aux occasions et d’un bonheur qui surmonte tout et tousjours. Commençons par ce qui montre le premier”. Cerisiers, p. 6, 8.

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corresponde con el capítulo 45: “Il n’entreprend rien sans deliberer”. Incluso los capítulos 49, 50 y 51, “Loüable hipocresie”, “On ne doit pas montrer toute la vertu qu’on a” y “Il y a plus à voir dans nostre Heros qu’on n’y voit” equivalen al primor II de Gracián: “Cifrar la voluntad”. Por otra parte, ambas obras también compar-ten algunos exempla históricos, como es el caso de la anécdota que protagoniza Almanzor, príncipe de Arabia, que Gracián resumió en las siguientes palabras: “Para un caballero animoso nunca hay arma corta, porque con hacerse él un paso adelante se alarga ella bastantemente, y lo que le falta de acero lo suple el corazón de valor” (El Héroe, IV, p. 90), narración que también utilizó el padre Cerisiers: “Un homme de coeur n’a point d’arme qui soit courte, faisant un seul pas son espée devient longue. Le courage supplée ce qui manque d’acier pourvu que celui qui la tient marche toujours” (Cerisiers, p. 53).

Sin embargo, a pesar de estos y otros paralelismos, me parece poco riguroso afirmar que la obra francesa es una mera reproducción de la española.20 En efecto, el texto de Cerisiers se basa en la obra de Gracián pero la reinventa para ceñirla a sus objetivos, por lo tanto, no estamos ante una traducción, como lo eran la versión de Gervaise o el manuscrito antes citados, sino ante una particular interpretación al servicio de la causa profrancesa. Las diferencias que existen entre estos textos se pueden apreciar en varios aspectos, tanto a nivel de forma como de contenido. En primer lugar, vale la pena mencionar el estilo utilizado en ambas obras. La agudeza que caracteriza la prosa de Gracián, muy presente ya desde las primeras páginas de El Héroe, se desvanece en la adaptación de Cerisiers. Si bien el autor francés se describe como un autor lacónico y pretende seguir los preceptos de la brevitas, no hay duda de que el resultado queda un tanto lejos del ingenio y la agudeza que expresó Gracián.21

Por otra parte, a nivel de contenido los contrastes se ponen todavía más de manifiesto. La ideología política que predomina a lo largo del texto de Cerisiers pretende defender los intereses políticos de Luis XIV por lo que aparecen fre-cuentemente elogios grandilocuentes a Enrique de Lorena y el autor no repara en narrar con detalles algunas de sus victorias en el campo de batalla, como el éxito

20 Así describía Adolphe Coster esta adaptación de El Héroe: “Il faudrait citer presque tout le li-vre pour montrer comment de Ceriziers a suivi Gracian pas à pas, se bornant à mettre le nom de Comte d’Harcourt à la place des noms espagnols.” Adolphe Coster, «Baltasar Gracian. 1601-1658», Revue Hispanique, XXIX, (1913), 347-753. Poste-riormente Guellouz retoma las palabras de Coster y califica la obra de Cerisiers como un ‘plagio’ que

‘sigue fielmente El Héroe español’. Suzanne Gue-llouz, “Gracián en la Francia del siglo XVII”, en Baltasar Gracián. Selección de estudios, investigación actual y documentación, 1993, p. 93-104.21 La extensión de ambos textos bien merece una nota a pie de página. La edición madrileña de El Héroe de 1639 era en 16º y contaba con 70 páginas, mientras que el texto de Cerisiers esta-ba impreso en 4º y tenía 240 páginas.

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del Casal o del sitio de Turín. Asimismo, de manera frecuente el francés añade reflexiones personales directa o indirectamente relacionadas con los sucesos de los que trata. Así pues, por ejemplo, antes de narrar el combate de la Routte incorpora el siguiente párrafo con su juicio de valor sobre la Historia:

Je ne pense pas que l’Histoire ait rien de plus beau que ce que je veux lui apprendre; rien qui marque plus de coeur que l’action que je propose. Peut-etre ne la croyroit-on pas, si ceux qu’on a battus ne publioient leur honte et nostre gloire. Une retraite est quelquefois utile mais elle est toujours suspecte: elle don-ne mesme de la defiance à ceux qui en tierent de l’avantage. Pour la mettre hors de soupçon, pour la purger de ses taches, il faut que le courage y esclate de telle façon que la crainte n’y paroisse aucunement; il faut qu’elle soit aussi genereuse que necessaire. On produit celle de Canise pour la plus remarquable des dernie-res guerres (Cerisiers, p. 54).22

Un estudio más amplio de la figura de René de Cerisiers, nos ofrece más datos sobre los motivos que le condujeron a publicar la adaptación de El Héroe. Nació en Nantes el 1603 e ingresó en el colegio de los jesuitas en 1622, donde enseñó filosofía y letras. En 1641, después de casi veinte años, dejó la compañía para con-vertirse en capellán y consejero de Luis XIV y de su hermano, Gastón de Orleans. A juzgar por su producción literaria, Cerisiers se descubre como un hombre harto interesado por dos aspectos que confluyen a la perfección en la obra de Gracián: la forma y el contenido, es decir, el estilo lacónico aplicado al género de la biografía política. Y es que haciendo un breve repaso por su producción literaria, descubri-mos el gran interés que tenía el jesuita francés por este tipo de textos.

Después de haber divulgado algunas obras de cuño religioso y teológico, en 1641 publicó las Réflexions chrestiennes et politiques sur la vie des roys Henry le grand et Louis le Juste, un repaso biográfico-político de la vida de estos dos reyes franceses. Ese mismo año apareció en París un texto que rezaba Joseph ou la providence divine y pocos años después, en 1645, sacó a la luz dos obras, la adaptación de El Héroe y un texto titulado Ionathas ou le vray ami, una biografía crítica sobre el personaje bíblico Jonatás dedicada a Mazzarino a través de la cual hacía una reflexión sobre la amistad y la política. En 1648 reescribió sus Réflexions chrestiennes et politiques

22 “No creo yo que las Historias contengan cosa más notable que lo que voy a decir, ni que arguya más valor que lo que quiero pro-poner. Podrá ser que no se crea, si los mismos que ha vencido no publican su afrenta y nues-tra gloria. Una retirada es útil algunas veces pero es sospechosa, engendra desconfianza en

aquellos mismos a quienes es ventajosa. Para librarla de sospechas es menester que el valor y coraje se divisen en ella de tal forma que el temor no se parezca; es forzoso que sea tan generosa como necesaria. La más notable que se suele sacar a plaza es la de Canisa.” (Gaspar Sala, p. 17-18).

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y las imprimió bajo el título de Le Tacite François avec les réflexions chrestiennes et politiques.23 Todas estas obras se insertan claramente en la línea de las biografías políticas que estaban tan de moda en la corte española a partir de la década de los treinta, y que Cerisiers bien debía conocer, un género que seguramente tuvo sus orígenes en la producción literaria del marqués Virgilio Malvezzi, que en 1629 publicó Il Romulo en Boloña. La traducción española de este texto no tardó en aparecer a cargo de una de las plumas más afiladas de la corte de Felipe IV, la de Francisco de Quevedo, que a su vez, continuaría en la línea de las biografías polí-ticas en prosa culta con la publicación de Marco Bruto. Los prosistas próximos a la corte rápidamente se interesaron por ese género, como es el caso de Diego de Saavedra, que a principios de los años treinta redactó la Razón de Estado del Rey católico don Fernando, dedicada al conde-duque de Olivares, y que en 1640 adaptó a la forma emblemática en su Idea de un príncipe político-cristiano. Asimismo, no cabe la menor duda de que las primeras obras de Baltasar Gracián –sobre todo El Héroe, El Político y El Discreto- están claramente inspiradas en el género de las biografías políticas.

Seguramente Cerisiers conocía muy bien cuál era la moda literaria en la corte de Felipe IV, leía gran parte de las obras de cuño político-cortesano arriba citadas y se inspiraba en sus contemporáneos españoles. De hecho, Le Héros françois es la personificación de El Héroe en la figura de Enrique de Lorena, por lo que entronca perfectamente con El Político, que es la concretización de El Héroe en la figura de Fernando el Católico. Por otra parte, y en esta misma línea de textos político-la-cónicos, hay que mencionar también que la segunda parte del título francés, que reza Ideé du gran capitain, nos recuerda muy de cerca a la Idea de un príncipe político cristiano de Saavedra Fajardo.

Por lo que se refiere al estilo literario de Cerisiers, un análisis de sus obras nos permite ahondar en su propia percepción del laconismo.24 En el prólogo de su Tacite François afirmaba: “On ne me doit point reprocher le titre de mon libre, puis que je tache seulement d’imiter la brieveté de Tacite, et que je ne presume pas d’avoir son sens profond.” La elección del título no es fortuita ni casual, sino que responde a una doble declaración de intenciones del autor. Por una parte, y tal

23 Alexandre Cioranescu, Bibliographie de la littérature française du Dix-septième siècle, Paris: Centre National de la Recherche Scientifique, 1969, t. I, p. 531; Michaud, Biographie univer-selle, ancienne et moderne, Paris, 1813, vol. 7, p. 539-540.24 “On ne fait aucun cas des ouvrages historiques du P. de Cerisiers, et c’est au défaut d’intérêt et de

critique qu’on doit l’attribuer, plus encore qu’au style qui en est faible et suranné, mais exempt d’enflûre et de recherche. La seule production de Cerisiers qui lui ait survécu, et que le peuple lise encore, c’est une espèce de roman sprituel inti-tulé l’Innocence reconnue, ou Vie de Ste. Geneviève de Bravant”. Michaud, Biographie universelle, an-cienne et moderne, Paris, 1813, vol. 7, p. 539-540.

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como él mismo declara, recurre a Tácito por ser modelo de brevedad, concentra-ción y agudeza verbal. Pero por otra, no hay que olvidar que a finales del siglo XVI el pensamiento político europeo se moldeó a partir de las obras de Tácito, que se convirtió en “el maestro y consejero de los gobernantes y políticos.”25

A propósito también del estilo literario, en el prólogo de sus Reflexions chres-tiennes et politiques encontramos otro testimonio digno de mención:

On ne condamnera jamais personne à parcourir mes oeuvres pour avoir violé le Laconisme et s’il arrive qu’Apollon punisse quelque mot superflu, ce ne será pas par la lecture de mes écrits comme par celle de Guichardin, qui est pire que la mort chez le Boccalini. Lecteur, j’ai si bonne opinion de ton esprit, que si je te pouvois parler a la manière des anges, tu n’aurois que mes pensées: en tout cas si ma breifveté ne te peut plaire, ne t’y arrete pas, rien ne t’oblige de me souffrir que ta courtoisie, rien ne me blesse que ta complaissance.

A pesar de aceptar que su estilo a veces no consigue alcanzar ese grado máximo de concentración y brevedad, Cerisiers se define como un escritor plenamente lacónico. En un intento de captatio benevolentiae descubre también otra de sus fuentes literarias. Acepta que sus obras puedan contener alguna que otra palabra superflua y que quizá su estilo no se ciñe estrictamente a la agudeza de otros lite-ratos, pero considera que sus textos no se pueden asimilar a los de Guichardini, que fueron utilizados como castigo para los lacónicos. De esta manera Cerisiers nos descubre otra de sus lecturas habituales, los Ragguagli di Parnaso de Traiano Boccalini. Es en el sexto ragguaglio de la primera centuria donde Boccalini narró la historia de un literato lacónico que fue condenado por el senado por no ser lo suficientemente breve en su estilo. Su castigo fue leer la Guerra de Pisa de Fran-cesco Guichardini, una condena que no fue capaz de cumplir, ya que con agonía y con sudores sólo fue capaz de leer la primera página.26

Sin embargo, no fue Traiano Boccalini el único italiano que inspiró las obras de Cerisiers, ya que la figura del marqués Virgilio Mavlezzi que ya hemos citado con anterioridad, resulta ser otra pieza imprescindible para entender el cúmulo

25 Beatriz Antón Martínez, El Tacitismo en el siglo XVII en España. El proceso de receptio. Valla-dolid: Universidad de Valladolid, 1992.26 “Aquel desdichado letrado lacónico que habiendo dicho con tres palabras un concep-to que echo de ver el Senado podía decir en dos, por tal yerro, que de los lacónicos (que estiman tanto las palabras, como los ava-

rientos los escudos de oro) fue reputado por exorbitante exceso después de una larga y muy penosa prisión de ocho meses, a cinco días le sentenciaron que en penitencia de su pecado debiese una sola vez leer la guerra de Pisa, escrita por Francisco Guichardino”. Traiano Bocalini, Avisos del Parnaso, Madrid: Diego Díaz, 1653, p. 13.

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de influencias que confluyeron en la producción literaria de René de Cerisiers. Y es que no sólo debió de leer las biografías políticas del boloñés como Il Romulo (1629), Il Tarquinio Superbo (1632) o Davide perseguitato (1634), sino que también prestó especial atención a sus obras historiográficas, textos que estaban directa-mente relacionados con su nombramiento como cronista oficial en la corte de Felipe IV, entre los cuales destacaban la Historia de el Rey don Felipe tercero (que permaneció manuscrita hasta 1723), la Historia de los primeros años del reinado de Felipe IV (1639) o los Sucesos principales de la monarquía de España en el año de 1639 (1640), obra en la que el Marqués daba detenida cuenta de los acontecimientos políticos y militares que habían tenido lugar en el año de 1639. Evidentemente, por el cargo que ocupaba Malvezzi en la corte y por el conflicto bélico en el que se encontraba España, la narración respondía a unas claras finalidades propagandís-ticas a favor de la monarquía española.

Fue precisamente esta última obra, los Sucesos principales que llamó la atención de Cerisiers, quien la leyó y analizó atentamente para la elaboración, a mediados de los años cincuenta, de una extensa obra panegírica de las victorias del monarca francés. El primer volumen llevaba por título L’année françoise où la première cam-pagne de Louys XIV (1655), un texto cuyos objetivos eran equivalentes a los de la obra de Malvezzi: elogiar los triunfos y las victorias militares de su monarquía.

Las referencias a la obra y a los recursos que utilizó Malvezzi empiezan en las primeras páginas del primer volumen y se prolongan a lo largo de los siguientes. A propósito de algunas campañas militares que ganaron las tropas españolas, el jesuita francés escribió: “Son panegyriste Malvezi les trouva si beaux, qu’il composa un eloge au Comte-Duc, comme s’il eut achevé la conquete des Indes, ou qu’il eut adiousté un troisième Monde a l’Etat de son Maistre. Il le nomma: Les succez de la monarchie d’Espagne, titre certainement plus grand et plus enflé que ces accidents qui nous arrivèrent.”27 Una cita que nos recuerda a la que aparece en el prólogo de su versión francesa de El Héroe, con la referencia al Conde-Duque y a los ampulo-sos elogios que le dedicaban. Esta alusión marcaba el punto de partida a una serie de frecuentes críticas a la obra del escritor boloñés, centradas especialmente en los encomios a las victorias españolas, y que aparecerían de manera sistemática en casi todos los volúmenes de L’année françoise28: “Et s’ils n’eussent eu le Mareschal de

27 L’année françoise ou la première campagne de Louis XIV, Paris: Pierre le Petit, 1655, p. 6-7.28 “Malvezzi, qui blasme nos Chefs d’avoir autrefois eu ce doublé dessein, ou de faire lever le siege de Salces ou d’y mettre du secours, ne manqueroit pas ici mal à propos de la mesme censure por la mesme resolution. Car outre que la raison dont il se sert, fait aussi bien contre ceux

qui defendent que contre ceux qui attaquent.” Ibíd. p. 85. “Que Malvezzi me rende la mesme justice, que je lui fais: il est vrai, comme il l’as-seure, les François peuvent plus souvent perdre que les Espagnols, puis qu’ils ont plus d’hommes qu’eux, et qu’ils ont plustot fait dix armées. […] Il est donc certain, je l’avoue, le François peut plus perdre, mais l’Espagnol perd d’avantage” (p.

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Turenne en teste, qui n’a jamais esté tout à fait mal-heureux, ils renouvelloient la Journée de Thionville, et ramenoient l’anne trente-neuf à cinquante-six, donnant sujet à quelque nouveau Malvezzi d’amplifier ce nouveau succez de la Monarchie d’Espagne”29 o “Je ferai tousjours veritable dans mes paroles quoy que magnifique; je ne mentirais jamais, bien que quelquefois je pare la verité. Que nos ennemis mesme en soient les juges, et qu’ils auouent que leur flatteur Malvezzi ne parleroit pas mieux en leur faveur que moi.”30

De esta manera, Cerisiers se descubre como un asiduo lector de Gracián, pero no solo de El Héroe, sino de toda una serie de obras de cuño político-biográfico que se habían puesto de moda en la década de los treinta y cuarenta en la corte española. El jesuita francés no es un mero traductor de la obra graciana sino que se revela como un seguidor de Virgilio Malvezzi, de Baltasar Gracián, de Traiano Boccalini, y seguramente también de Diego de Saavedra. La producción literaria de René de Cerisiers y su inclinación por los autores citados lo descubre como uno de los importadores franceses de las biografías políticas en estilo lacónico.

[Fecha de recepción: 3 de enero de 2014][Fecha de aceptación: 19 de febrero de 2014]

92). Ibíd. p. 92. “Je ne me suis donc attaché qu’à quelques particuliers qui ont eu trop bonne opi-nión d’eux-mesmes, et trop mauvaise de nous, pour ne pas provoquer ma bile. Qu’on lise, ce que Malvezzi a escrit contre nous, on me trouve-ra modeste dans les reproches, que je fais à ceux qu’il a trop louez”. L’année françoise ou la dernière

campagne de Louis XIV, Paris: Charles Angot, 1660, p. 134-135.29 L’année françoise ou la troisième campag-ne de Louis XIV, Paris: Charles Angot, 1658, p. 235.30 L’année françoise ou la cinquème campagne de Louis XIV, Paris: Charles Angot, 1659, p. 13.

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Sònia Boadas, “René de Cerisiers lector de Gracián y de Malvezzi”.

Resumen: En este trabajo se pretende mostrar la recepción que tuvo El Héroe de Gracián en Francia, prestando especial atención a la particular adaptación que firmó el padre René de Cerisiers, titulada Le Héros français où l’idée du grand capitaine (París, 1645). Asimismo, un análisis de las prin-cipales obras que escribió Cerisiers refleja hasta qué punto el autor francés no sólo se inspiró en El Héroe sino que seguía muy de cerca la producción literaria de Virgilio Malvezzi y de Baltasar Gracián. Palabras clave: Baltasar Gracián, El Héroe, René de Cerisiers, Virgilio Malvezzi, Laconismo.

Résumé: Cet article a pour objet l’étude de la réception de El Héroe de Gracian en France, avec une attention particulière portée à l’adaptation du père René de Cerisiers, intitulée Le Héros français ou l’idée du grand capitaine (Paris, 1645). Plus largement, une analyse sommaire des œuvres majeures de Cerisiers montre que l›auteur français a été inspiré non seule-ment par El Héroe mais aussi qu’il a suivi de près la production littéraire de Virgilio Malvezzi et de Baltasar Gracián.Mots-clés: Baltasar Gracián, El Héroe, René de Cerisiers, Virgilio Mal-vezzi, Laconisme.

Abstract: This paper aims to show the reception of El Héroe by Gracian in France, with special attention to the particular adaptation by René de Cerisiers entitled Le Heros français où l’idée du grand capitaine (Paris, 1645). Likewise, the analysis of the major Gracian’s works wrote by Ce-risiers reflects the extent to which the French author was inspired by El Héroe and how far he closely followed the Virgilio Malvezzi and Baltasar Gracian literary production.Keywords: Baltasar Gracián, El Héroe, René de Cerisiers, Virgilio Malvez-zi, Laconism.