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E studio s s ob r e e s crit o r as hispdnicas en honor de GEORGINA SABA T- RIVERS Edition e introduction de LOU CHARNON-DEUTSCH

Paulina Luisi. Pensamiento y escritura feminista

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E studio s s ob r e e s crit o r ashispdnicas en honor de

G E O R G I N AS A B A T-

R I V E R S

Edition e introductionde

LOU CHARNON-DEUTSCH

Paulina Luisi:Pensamiento y escritura feminista

ASUNCI6N LAVRIN

Howard University

LA GENERACION de escritoras que florecio de la segunda a la cuartadecadas del siglo veinte en Surame'rica —mujeres como Juana de Ibarbouru,Alfonsina Storni, Gabriela Mistral y Amanda Labarca— fue afortunada en cuantoa disfrutar de una tradicion de escritura femenina inciada a mediados del siglodiecinueve, y ya firmemente establecida a principios de este siglo. Quizas es difi'cilrecordar hoy que s61o en el ultimo cuarto del siglo pasado se comenz6 a considerarla educacidn de la mujer seriamente, y que las primeras mujeres profesionalesadmitidas y graduadas en universidades suramericanas no egresaron sino de laspostrimerias de 1880 en adelante.

En conjunci<5n con ese hecho historico es necesario recordar que desdeprincipios de este siglo se comenzaron a conocer, discutir, y debatir, un conjuntode ideas cuyo objetivo era lograr la igualacidn legal de la mujer al hombre, tantoen derechos civiles como poh'ticos, y que se bautizd en Francia con el nombre defeminismo. El feminismo Ileg6 a Suramerica en 1898, cuando aun sin usar esenombre, introduce el concepto el argentino Ernesto Quesada en el acto de clausurade la Exposicidn Femenina, realizada en Noviembre de ese ano, y a pedido de lasdamas del Patronato de la In faneia, cuya presidenta organize la exposici6n.' Enesta, y en otras ocasiones publicas, los hombres eruditos hablaban a la mujer sobre

1 Ernesto Quesada, La cuestidn femenina (Buenos Aires, 1899). Aqui Quesadadescribid los movimientos feministas de varios pai'ses de Europa y Norteame'rica. Loimpresiond mucho la posicion de la mujer en los Estados Unidos.

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su responsabilidad social: su future en el hogar, en la matermdad, y en la educacidnciudadana de los hijos. Pero, pronto iban a tomar las mujeres la palabra, y explorarcon su pluma y con su voz, el significado del nuevo tdrmino que llegaba de Europa.La argentina Elvira L6pez, recibe su doctorado en Filosofi'a y Letras de launiversidad de Buenos Aires en 1901, con una tesis sobre "El MovimientoFeminista, * el primer estudio realizado en America del Sur sobre el terna, y ElviraRawson de Dellepiane public6 un estudio de divulgacidn sobre el mismo en 1905.2

En las capitales y ciudades riverenas de la cuenca del Plata, principalmenteBuenos Aires, Montevideo y La Plata, se enraizaban ideas novedosas que llegabancon la ola migratoria que habi'a comenzado en el ultimo cuarto del siglo diecinueve.Anarquismo, sindicalismo, socialismo, librepensamiento, feminismo, eran todosvariantes 'radicales" de una utopfa social basada en la transformation de ciertasestructras sociales o econdmicas, que llevarian a lo que se esperaba fuera un futuredonde la justicia seria ma's accesible a todos, donde habn'a menos individualismo

I agresivo, mis conciencia del sufrimiento humano y mas voluntad de subsanarlo.Mientras que otras ideologi'as se encaminaban a entablar la lucha economica

de clases o destruir la opresidn conservadora de la iglesia, el feminismo se proponialograr una equidad entre los sexos, una ampliaci6n de horizontes para la mujer masalia de las designados tradicionalmente por la educacion y la iglesia como su destinobiologico. Que la mujer pudiera recibir la misma educacion del hombre, fue underecho que se discuti<5 y eventualemente se gan6 entre 1880 y 1920. Que la mujerpobre saliera a trabajar fuera del hogar, no fue un derecho, sino una obligacionimpuesta a muchas por necesidad economica. Pero, que la mujer de la clase mediase educara, saliera del hogar a trabajar y participar de la vida publica, era otra cosa.Y aquf fue donde el feminismo encontro un nicho: en la clase media urbanaintelectual, donde comenzaban a desenvolverse las mujeres que recibieron sueducacidn en liceos y universidades.

Hubo muchas formas de entender el feminismo, y muchas maneras de noentenderlo y de combatirlo. La educacion preparaba, pero £,para que?. sepreguntaban desde comienzos de siglo las que sah'an ufanas con su ti'tuloprofesional. ^Podrian ganar la tutela y curadon'a de sus hijos dentro del matrimonio?^Podrian disponer libremente de sus salaries sin intervencidn del marido? Les

l estaban negados esos derechos en los C6digos Civiles. ^Podria haber una verdaderadisolucidn del matrimonio libre de la imposicidn candnica? La iglesia perdio elcontrol sobre el matrimonio civil en el ultimo cuarto del siglo diecinueve, pero eldivorcio quedd en su poder. £Qu£ garantfa daria el estado a la mujer trabajadorade que sus hijos tendrian cuidado rruentras ellas contribuian al desarrollo de laeconomfa en largas boras de trabajo, o de que tendrian un hogar que no fuera lahabitacidn de un conventillo?

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2 Elvira Ldpcz, El movimiento feminism. Tesis. Universidad dc Buenos Aires.(Buenos Aires, 1901); Elvira Rawson de Dellepiane, "Emancipacion social y ccon6mica dela mujer argentina, " La Universidad Popular 1:2 (Mayo 1905): 19-26.

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La busqueda de respuestas a esas preguntas fue precisamente el objetivo delferainismo que comenzd a defmirse en la primera d&ada del siglo veinte enSurame'rica, especialmente en las naciones del Cono Sur. El feminismo alii no fuecomo el activo sufragismo ingles, sino una concepcidn legal de igualdad ante la ley,especialmente dentro del matrimonio, una libertad ansiada para permitir a la mujerun papel digno en la construccidn de un futuro mejor, y en el cual la labor dereconstrucci6n social a favor de la matemidad y la ninez tuvieron un lugarpreeminente.

En el discutir de esas ideas en diarios y revistas, se educaron las escritorasque debutaron a partir de la primera guerra mundial. A Juana de Ibarbouru, quealguna vez expresd su deseo de tener la libertad del hombre, le disgustd elfeminismo porque creyo que la mujer perderia su femineidad y su posicion en el-hogar.3 Alfonsina Stomi, que reproch6 la doble moralidad y tuvo el valor de vivirsu matemidad sin ataduras sociales, se uni6 a un grupo feminista por un tiempo.4Gabriela Mistral le mostrd el ceno un poco fruncido a las feministas de su pafs,pero publicaba sus poemas en sus revistas y aceptaba un feminismo econdmico quelibrara a la mujer de su dependencia.5 Amanda Labarca inicio un grupo de lecturasen Santiago en 1915 que con el tiempo llego a madurar sus ansias de sacar el sexofemenino de sus estrechos ambitos.*

Pero el cfrculo de mujeres que escribieron sobre el feminismo no se agotaen estos nombres tan conocidos. Al contrario, se ensancha constantemente desdemediados de la segunda decada del siglo a traves del periodismo, y del activismoque demandaba colaboraciones en diarios y revistas. Entendida de un modo amplio,y no solamente literario, la escritura fue la verdadera revolucidn de la mujer, y paraconocer a fondo su historia feminista tenemos que adentrarnos en el periodismo yen el activismo social y politico, que le permitieron modos de expresidn en loscuales se enlaza la individualidad de la mujer con la sociedad circundante.

Una de las feministas que uti l ize la escritura como una de sus mas efectivasarmas, fue la doctora Pulina Luisi. Nacida en 1875 en Entre Ri'os (Argentina), depadre italiano y madre francesa, Luisi fue la primogenita de una familia de ocho

3 Silvia Rodriguez Villamil y Graciela Sapriza, "Feminismo y polftica: Un analisiscritico del proceso de aprobaci6n del voto femenino en cl Uruguay," en Hoy es Historia 1:4(Julio 1984): 16-31. La cita de Ibarbouru se encuentra en las paginas 28-29. y correspondca un articulo quc la escritora publico en Mundo Uniguayo en 22 de Septiembrc de 1932.

4 Alfonsina Stomi fue miembro activa dc la Union Feminista National, y sc unida la redaccion dc la revista Nueslra Causa, vocero socialista y feminista en mayo de 1921.Ver, Nuestra Causa 3:23 (Mayo 1921): 267; Marta E. Samatan, "Alfonsina Stomi," VidaFemenina 5:65 (Diciembre 1938): 6-7.

5 Gabriela Mistral, "El problema del feminismo es economico," en El Mercurio(Valparaiso), Diciembre 2, 1936.

6 Paz Covarrubias, "El movimicnto feminista chileno," en Paz Covarrubias yRolando Franco, comps., Chile: Mujer y sociedad (Santiago de Chile, 1978), 615-648; EddaGaviola A. et al. Queremos volar en las proximo* elecciones (Santiago de Chile, 1986).

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hijos, de los cuales las mujeres tuvieron especial distincidn intelectual.7

Habiendose ejercido como maestra normal superior decidi6 estudiar medicina y fuela primera mujer graduada de esa facultad en Montevideo, en 1908.

La carrera profesional de Luisi fue casi un estereotipo de la actividadintensa y apasionada que desarrollaron las mujeres de la primera generacionprofesional en America Latina. Entrelazando la pedagogfa y la medicina con unavocacitfn por la reforma social, Luisi pertenecid a numerosas asociacionesprofesionales, viajd a Europa representando a su pai's en conferencias educacionalesy m6dicas, desempen6 cargos como profesora de ensenanza normal, fund6 laprimera organizacidn feminista del Uruguay, y escribid prodigiosamente. Una desus pocas bidgrafas, Josefina Marpons, la describe poseyendo "una ardientevocacidn de justicia," y como "una feminista cabal," que supo tnezclar su creenciaen la igualdad de los sexos con la solidaridad humana, ejercida dentro del derechoy de la democracia. Fue miembro del partido socialista uruguayo, aunque nuncaparticipd activamente en la poh'tica.

Luisi adopt6 varias causas de reforma social, pero las que mas ocuparonsu tiempo, fueron las relacionadas con la mejora de la salud publica a traves deproblemas muy espinosos y debatidos en su tiempo: las enfermedades venereas, laabolicion de la trata de blancas, que proporcionaba mujeres europeas para losprostfbulos de Suramenca, y la abolicion de la reglamentacion de esa ocupaci6n porlos municipios. Tambien apoy6 la adopcidn de la ensenanza sexual como contralorde los aspectos negativos de la relaci6n entre los g6neros masculine y femenino.Luisi vi6 claramente la relacion de estos temas con los de la emancipacidn de lamujer, que fue otra de sus pasiones. Esa emancipacion requen'a la reforma de lasrelaciones entre los sexos, la igualdad de acceso a las actividades que hasta entonceshabi'an sido prerogativas masculinas, el reconocimiento del valor del trabajofemenino y la igualdad en su remuneracidn, y los derechos civiles y politicos.

La amplitud de sus intereses trascendio las fronteras de su pai's, en cuantoa que recogieron preocupaciones sobre problemas que se debatieron tanto en Europacomo en Norteamerica. Su defensa constante de la dignidad humana la sum6 a losopositores del fascismo europeo en las decada de los 30. Fue miembro de variassociedades pacifistas, y tras el rompimiento de hostilidades en Espana, estuvoimplicada en planes de ayuda material y moral a la republica. Para la expresidn ydefensa de sus puntos de vista, Luisi no sdlo hablo mucho, sino que escribid mucho.Casi todos sus argumentos se publicaron en forma de folletos, articulos en revistaspedagdgicas, de mujer, medicas, y de ciencias sociales, y en ponencias y actas de

7 De Luisi s61o se ban explorado algunos aspectos de su vida. V6a.sc JosefinaMaroons, Paulina Luisi: Una personalidad brillante y singular (Montevideo, 1950); ArturoScaronc, Dra. Paulina Luisi: datos biogrdficos (Montevideo, 1948); Arsinoc Moratoni,Mujeres del Uruguay (Montevideo, 1946); Dinorah Echaniz, Las Luisi (Montevideo, 1982).Aunque nacida en una provincia argentina, Luisi es considerada uruguaya, al trasladarse lafamilia a ese pai's y radicar pcrmenantcmcnte en el mismo.

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congresos internacionales. Antes de su muerte, ocurrida en 1950, Luisi recogidtodos sus arti'culos sobre la prostitucidn y las enfermedades venereas en una obratitulada Una voz clamando en el desierto, dos voliimenes apretados de historiapropia y ajena, tras mas de treinta afios de ardua labor. Despue's de su muerte sepublic6 Pedagogia y conducta sexual, con sus trabajos sobre educacidn sexual.8

El caracter militante de la escritura de Luisi no deja mucho margen parael analisis del texto mismo, sino que empuja al de su contenido intelectual, etico,y social. El centra de todos sus escritos fue la mujer, ante todo como individuo,pero Umbidn la mujer en su funcidn maternal que, a su juicio, la ubicaba dentro dela sociedad en un panel privilegiado. El feminismo de Luisi se abrid en estas dosvertientes que, conter.iendo aspectos contradictories, ella trat<5 de mantener bajocontrol conceptual. Seguir a Luisi en su carrera multifacetica es un trabajo querequiere ma's espacio del que cuento, y por ello me circunscribire a analizar solovaries aspectos de su ideologfa.

EL FEMINISMO DE PAULINA LUISI

Anaiizar el cuerpo de ideas feministas que sostuvo a Luisi a traves de suvida requiere reconocer a priori que no hubo nunca, ni en Europa, Norteamerica,o Suramerica, una "definicidn" definitiva del feminismo que incluyera a todos losque se adhirieron intelectual y activamente a ese movimiento, o se sintieroninclinados a sostener algunas de sus ideas directrices. El feminismo fue unaexpresidn proteica de sentimientos acerca de la necesidad de elevar a la mujer a lamisma altura del hombre, intelectual y legalmente. Unos subrayaron la baseecondmica de la desigualdad; otros la educacional, mientras que un buen mimerode simpatizantes y activistas recalcaron la necesidad de establecer primero unaigualdad legal como base ineludible de cualquier otro "avance" hacia la equiparacidnde ambos sexos. En las naciones del Cono Sur, mujeres y hombres estaban deacuerdo que el proceso implicaba una "liberacidn" del sexo femenino, y se escribid"emancipacidn" cuando el termino "feminista" ofendi'a, por asociacidn al activismodestructivo de las diferencias consideradas "naturales" entre el hombre y la mujer.Existid una tensidn entre los conceptos de feminismo y femineidad, entendie"ndosepor la ultima la preservacidn de ciertas cualidades femeninas centradas en laafectividad relacional, y expresadas a traves de la emotividad maternal, el espi'ritude sacrificio y la devocidn al hogar. El feminismo fue acusado por sus detractoresde subvertir los valores tradicionales de lo femenino y lo masculino, convirtiendoa las mujeres en "machonas," o "marimachas."9

8 Paulina Luisi, Otra voz clamando en el desierto 2 Vols. (Montevideo, 1948);Pedagogia y conducta sexual (Montevideo, 1950).

9 Veasc, Asuncion Lavrin, "Female, Feminine and Feminist: Key Concepts inUnderstanding Women's History in Twentieth Century Latin America," University of Bristol,Department of Hispanic, Portuguese and Latin American Studies, Occasional Lecture No.

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El feminismo de Paulina Luisi no tuvo tiempo para enfrascarse en el debatecon la femineidad. Luisi no file una mujer "femenina" de finales de siglo.Marpons la describe un poco aspera de temperamento, de palabra directa, posici6nfranca y dada a la pole'mica. A veces resultaba inoSmoda y despertaba antipatia.Luisi fue una feminista de causas sociales que requerian un caracter fuerte parasostenerlas y nutrir la propia valentfa. Antes de 1917 Luisi no parece haber escritonada en que pudiera verier sus concepcidn del feminismo. Cierto que en 1913visit6 Europa poco antes de romper la primera guerra mundial, pero su interesentonces era el de aprender los ultimos avances sobre higiene escolar, educacidnsexual y profilactica. En 1913 y 1916 fue delegada de su pai's a dos Congresos delNino celebrados en la Argentina. Ese periodo de incubacidn se volc6 hacia asuntospedagogicos que ya llevaban en si la semilla de una concepcion amplia del rol dela mujer en la sociedad.

Fu6 en 1917 que Luisi tuvo la oportunidad de expresar su amplio programafeminista a traves de Accion Femenina la revista vocero del Consejo Nacional dela Mujer Uruguaya, que ella fundo en Montevideo en 1916. El programa delConsejo Nacional publicado en el mimero 1 de la revista, aunque bajo la nibrica de"La Direcci6n," es indudablemente de la pluma de Luisi. Ya en el mimero 2 deAccion Femenina su firma aparece bajo el ensayo "Feminismo".'0 Veamos primeroque entendio por feminismo. Era, ante todo, romper con el concepto tradicional dela mujer como naturaleza, cuerpo fecundo y sometido. "Quiere el feminismodemostrar que la mujer es algo mas que materia creada para servir al hombre yobedecerle como el esclavo a su amo; que es algo mas que maquina para fabricarhijos y cuidar la casa. . . que si es su rrusion la perpetuacidn de la especie, debecumplirla mas que con sus entranas y sus pechos: con la inteligencia y el coraz<5npreparados para ser madre y educadora; que debe ser la cooperadora y no la siibditadel hombre; su consejera y su.asociada, no su esclava. . .""

Palabras duras y directas, pero claras. No niega la calidad esencial ydiferencial del sexo femenino, pero da al feminismo la funci6n de demostrar que sermujer es mas que vivir un destino biologico supeditado a una jerarquizacionahogante entre los sexos. El feminismo era el instrumento del cual se serviria lamujer para salir de sus estrechos parametros. "Pretende el feminismo que, en lavida del hogar y la maternidad, haya conciencia en las resoluciones yresponsabilidad en los actos; que tenga la mujer plenos derechos para administrar

4, November 1988, y "The Ideology of Feminism in the Southern Cone, 1900-1940," TheWilson Center, Latin American Program, Working paper 196, Washington, D.C. 1986.

10 Accidn Femenina comenzo a publicarse en Montevideo en Julio de 1917 y vi6su numero final en Julio de 1924. En csos anos dejd dc publicarse cntre 1923 y 1924 debidoa disensiones interiores, que causaron el alejamiento de Luisi de la instilucion. Consult^ estarevista en la Biblioteca Nacional de Montevideo.

11 Accion Femenina 1:2 (Agosto 1917): 48. Esta y subsiguientes citas provienende esta fuente.

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su hacienda o su salario; que las leyes establezcan para la mujer el pleno ejerciciode sus derechos en la tutela y en la educacidn de sus hijos, y le exijan en cambio,la responsabilidad completa de sus determinaciones. . ." O sea, que el feminismono sdlo era pedir mis derechos, sino un compromise de devolver responsabilidadesa cambio de los derechos ganados.

Para cumplir a cabalidad sus actos como individuo, necesitaba la mujer unaeducacidn integral que le permitiera el desarrollo de sus habilidades. "La capacidadpara los actos del espiritu no es cuestidn de sexo, sino de individuo." No sejustificaba la etema minon'a de edad a que condenaban las leyes a la mujer. Teni'aque crecer, pero necesitaba de la garanti'a de una libertad afirmada por una reformade las leyes. El feminismo de Luisi tambien deseaba el respeto al trabajo de lamujer, pero no con f6rmulas huecas, sino con la supresidn "de la injustadepreciacidn de la mano de obra femenina" a traves de la remuneracidn de igualsalario por igual trabajo. Se referia aqui Luisi al hecho de que, en las nacientesindustrias suramericanas, el trabajo femenino era siempre pagado entre un tercio ouna mitad menos que el del hombre. Tambien le estaban cerradas algunasocupaciones o por discriminacidn de sus practicantes, o por estimarse arriesgadaspara la mujer.12

Luisi fue diferente a casi todas las feministas de su epoca al negar lavalidez de la exencion de las mujeres de ocupaciones peligrosas. La independenciaeconomica de la mujer se vefa coartada por esas prohibiciones. Asf lo expresd enel Congreso Nacional de Mujeres celebrado en Montevideo en 1936, en el cualpropuso la igualdad de estatutos y de derechos para los trabajadores de ambossexos. La mujer trabajadora deben'a ser protegida en las mismas condiciones quelos hombres.13 Esta fue una idea muy novel y nada popular entonces. Analizandosu significado, nos apercibimos que Luisi estaba proponiendo ideas cuyo significadoapenas hoy comienzan a ser aceptado. La igualdad del hombre y la mujer, llevadaa su conclusion Idgica, implica que si la mujer necesita proteccidn, tambien lanecesita el hombre. Si una mujer decide aceptar el riesgo de un trabajo comoexpresidn de su libre voluntad, no debe la ley impedfrselo. La base de la decisidnde qu6 hacer consigo misma, fuera en materias de trabajo o educacidn, omatrimonio, era la libertad. "En la constitucidn de las sociedades, tenga cadaindividuo la libertad de hacer de su vida lo que sus aptitudes y sus condiciones lepermitan; disponer de ella como sus deberes humanos se lo dicten; quiere, en fin,[el feminismo] que en la apreciacidn de los valores sociales se prescinda del sexopara considerar solamente la persona."4

En su aspiracidn a demostrar el valer de la mujer como persona, comoindividuo pensante y volitivo, Luisi se desprende de la cualidad especifica del sexo.

12 Asuncion Lavrin, "Women, Labor and the Left: Argentina and Chile, 1890-1925." The Journal of Women's History 1:2 (Fall 1989): 88-116.

13 El Dia (Montevideo) Abril 20, 1936. p. 6.14 "Feminismo," Accidn Femenina. 1:2 (Agosto 1917): 49.

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Fue una reaccidn natural de los primeros estallidos de su feminismo, que deseolibrarse de las cadenas que el prejuicio habt'a cenido a la mujer por su meracondicidn de ser mujer. Luisi, pedagoga y m&Iico, considero la necesidad dedespojar a la mujer de las cualidades que la habfan amarrado a una conceptionunilateral de sus posibilidades como ser humano para lograr la equiparacion social.Esto no signified que negara lo que le pertenecia a la mujer como tal. Simplementerepudid la discriminacidn cuya unica base es el sexo o su implicacidn bioldgica. Eldestino bioldgico de la mujer debi'a servir para glorificarla, no para humillarla.Luisi, nunca casada o madre, propuso y sostuvo la consagracion de la matemidadcomo una funcidn natural de la mujer, a la cual todas tenian derecho (noobligacidn), y la cual debi'a ser sostenida y amparada por el estado, ya que la mujermadre contribui'a a la riqueza fu tura de la nacidn con su labor •maternal.

Su ponencia para el Segundo Congreso Americano del Nino, celebrado enMontevideo en mayo de 1919, define ya m'tidamente su punto de vista de lamaternidad dentro del feminismo.15 La emancipacidn legal y social de la mujerera imprescindible para que, al ganar su libertad, ganara el respeto de los hombresy de si' misma. Esa libertad le darfa conciencia de sus deberes y obligacionessociales, entre las cuales estaba la de ejercer sus derechos poh'ticos. Tambien ledan'a conciencia de su derecho a ser madre, y del valor de su obra, por la cualrecibin'a del estado el derecho de poder disponer de la educacidn de su hijo—conjuntamente con el esposo si este convivfa con ella— y al mismo tiempo, dedisfrutar de la proteccidn del estado para poder llevar a cabo su maternidad sinimpedimento alguno y con todas las garanti'as educativas y medicas para su prole.

En su artfculo "Matemidad," publicado en 1919 en Action Femenina Luisiapoya el concepto de aumento de poblacion para lograr mayor produccidn yprogreso social. Desea que se se reconozca a la mujer su obra de gestacidn,alumbramiento y crianza y se duele de que "la maternidad, tarea primordial de lamujer, no es considerada para nada como rendimiento social."6 Esta inter-pretacidn funcional y economica de la maternidad es un aspecto pragmatico delpensamiento feminista de Luisi que refleja la popularidad de las ideas econdmicasde la 6poca, y la necesidad de presentar a los planificadores de la nacidn el angulopositivista que justificara los gastos que acarreran'an las leyes de beneficencia queella y otras feministas demandaban. Luisi era socialista y supo transformar elsentimentalismo con que la maternidad era presentada por los tradicionalistas, en

15 Luisi, Pedagogfa y conditcta sexual, 228-29. Las recomcndacioncs dc Luisi nofueron tomadas en cuenta por cl comite cjcculivo del cual ella era president*. Luisi no pudoasistir al congreso por causas de salud, y los papelcs "se extraviaron." Es obvio que aiincxistian objeciones a sus ideas, tanlo en un piano personal como conceptual. Luisi siguidrcpiticndo su mensaje en otros congrcsos. Vcasc, por cjemplo, su ponencia para el CuartoCongreso Inlemacional dc Sociologi'a, Panama, Julio dc 1926, pp. 237-38.

16 Luisi, "Malernidad," Action Femenina 3:25-26 (Novicmbre-Diciembrc 1919):179-184. Esta y las siguientes cilas provienen de la misma fuente.

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una ecuacion practica que pudiera acarrear resultados materiales a las madres."Considerada la matemidad como un rendimiento social, fluira de por si. . . lanecesidad de que sea elia considerada como un capital colectivo, y dandosele laimportancia productora que requiere, sea custodiada, amparada y protegida comola mayor de las riquezas del Estado." Y anadi'a, "En retribuci6n a la riqueza quela matemidad aporta al Estado, deberi ser una obligacion nacional la retribucidneconomica de sus obreros para sosteneralos y conservarlos; para cuidar de subienestar y fomentar su desarrollo. Vista ya la matemidad como funcidn social, esfacil seguir el hilo de su predica contra la estigmatizacidn de la matemidad soltera,un aspecto del feminismo que Luisi compartid con muchas otras adherentes almovimiento. Para ella toda matemidad merecfa respeto.17

Igualmente necesarios en la constelacion Je sus ideas son los conceptos dela matemidad basada en un conocimiento pleno de sus mecanismos fisioldgicos,fundamentada en la educacion sexual, y en la concepcidn saludable de los hijos, quela llevo a los campos de la eugenesia.

Esta ultima, fue una derivaci6n del conocimiento medico y gene'tico que seiba desarrollando en esa epoca, y que ya habfa conectado los resultados negativesde algunas enfermedades sobre el producto de la concepci6n. Aunque la eugenesiallego a algunas conclusiones penosas —como la esterilizacion forzada— en Europay avin en Norteamerica, las mujeres medicas de Suramerica como Luisi, orientaronsu eugenismo hacia la proteccion de la salud de la madre y el hijo. Comocorolario, se persuadieron de la necesidad de combatir las enfermedades vene'reas,y este aspecto del pensamiento de Luisi sera revisado mas adelante. Si Luisi seadhirio a algunos conceptos eugenicos fue en persecucion de una matemidad sana,especialmente en las mujeres trabajadoras. En su practica medica cobro horror ala irresponsabilidad moral de hombres que transmiti'an sus enfermedades a mujeressanas y procreaban hijos enfermos." Esta experiencia la Hev6 a proponer que losindividuos portadores de "taras heredadas" o de "engendrar productos degenerados"debfan perder temporal o permanentemente el derecho de tener descendencia.19

Se ha criticado a quienes apoyaron ideas como estas, pero en muchos casos se haprescindido de contextualizarlas en el ambiente en que surgieron. La falta de curapara enfermedades trasrrusibles y la imposibilidad de controlar las infeccionesvenereas, unidas a la creciente popularidad de la beneficencia social a favor de unamatemidad y una infancia saludable, llevaron a medicos como Luisi a proponerideas que, aunque nunca llevadas a cabo en Suramerica, chocaban con la libertad

17 Luisi, Pedagogia y conducta sexual, 140.18 Asi lo narra en una larga cxposicion sobre la necesidad de adoptar la ensenanza

sexual. Veasc, "Plan y metodo de ensenanza sexual," en Pedagogia y conducta sexual, 131-56. Este proyecto fue prcsentado en una conferencia dicuda en la Universidad de Montevideoen 1919.

19 Proposici6n presentada en el Congreso Intemacional de Sociologi'a, Pananti,1926, en Pedagogia y conducta Sexual, p. 237.

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que sosteru'an otros aspectos de su ideologfa.Creo que la predica de la equiparaci6n de la mujer en Luisi dependia del

concepto de que todo ser humano debe gozar de libertad individual. Esa libertadnunca fue libertinaje para Luisi, que fue muy precisa en cuanto a determinar el pagode la liberation con la responsabilidad, tanto de los hombres y las mujeres para siy entre si, como la del estado en cuanto a la de sus ciudadanos libres, y la de losciudadanos con respecto al futuro del estado del cual eran miembros. Luisi aceptoalgunas medidas eug£nicas como expresidn de la responsibilidad del estado y delindividuo hacia las generaciones futuras, superponiendo lo que se entendia como unbien social a la libertad de generar individuos enfermos. Proteccidn y libertadmantenian una correspondencia de equilibrio que Luisi no creyd fuera diffcil decomprender en su epoca. Veamos como ella desarroll6 esos coneeptos de responsa-bilidades mutuas en otros temas fundamentals de su pensamiento lambienrelacionados con la sexualidad.

LUISI: LA PROSTITUCION Y LA EDUCACION SEXUAL

El control de la prostitucidn fue un aspecto necesario de la higiene socialy la salud publica del primer cuarto del siglo. La prostitucion se veia como foco deenfermedades venereas que no solo afectaban la salud de las generaciones futuras,sino como un sfmbolo de la doble moral imperante en la sociedad. Ambos asuntosfueron parte importantfsima de la agenda feminista del primer cuarto del siglo.

En el desempeno de su intemado medico y como jefe de Cluiica Gineco-Idgica en la facultad de Medicina de Montevideo, Luisi conocid la situacidn de lasprostitutas en su descarnada realidad. Sus escritos sobre las implicaciones socialesde la prostitucidn, y la relacidn de control estatal y patriarcal sobre el cuerpofemenino, representado metafdricamente en la reglamentacidn de la prostitucidn,definieron estos tdpicos dentro de la lucha feminista.30 Aqui me ocupare de susideas mas que de los detalles de sus actividades para obtener la abolicion de lareglamentacidn del proxenetismo. Luisi veia el hecho de que algunas mujerestuvieran que dedicarse a la prostitucidn ya de sf denigrante, pero exarcebada por la"trata de blancas" y la reglamentacion impuesta a este comercio por casi todas lasnaciones del mundo, incluso Argentina y Uruguay.-1

El sistema de reglamentacidn dependi'a del concepto que la prostitucidn ylas "zonas rojas" eran males necesarios para proteger la integridad y el honor de las

20 Paulina Luisi, "Que cs el abolicionismo," publicado en Accidn Femenina en1920. Reproducido en Paulina Luisi, Otra voz clamando en el desierto. Vol. I, pp. 40-48.El tf tulo de este libra proviene de otro similar publicado por la bien conocida "abolicionista"inglesa del siglo XIX, Josephine Butler, a quien Luisi admiro grandemcntc.

21 Sobre la prostitucidn y la trata de blancas en la Argentina, vease, Donna Guy,Sex and Danger in Buenos Aires: Prostitution, Family, and Nation in Argentina (Lincoln,1991).

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mujeres respetables y servir de cauce a la sexualidad masculina, y que debfan estarbajo esthcto control policfaco y saniurio. La reglamentacidn consistfa en codigostninuciosamente preparados que determinaban c6mo se goberaaban las casas deprostitucion, donde pod fan ubicarse, a que horas podfan operar, culndo debfansometerse a inspecci6n m6dica las practicantes, y que impuesto debfan pagar esosnegocios a la municipalidad. Tambien determinaban que penas incum'an en casode transgresidn del reglamento. Las mujeres dedicadas a esa ocupaci6n debfanregistrarse, hacerse una inspecci6n me<lica regular, y Hevar tarjetas de identificaci6nque indicaban su estado de salud venerea.

Los que se oponfan a esa reglamentacidn argufan que no solo se impugnabala libertad personal de esas mujeres, sino que la misma no contribufa a controlar-laprostituci6n o las enfermedades veneVeas. Se llamaron "abolicionistas" porquepropugnaban la abolicidn del re'gimen reglamentario, y su sustitucion por programasde educaci6n sexual que, yendo ma's alii de proveer conocimientos sobre higiene,condujeran a una compresi6n de la sexualidad misma. No esperaban que laabolicion de la reglamentacion conducin'a a la desaparicidn de la prostitucion, perosi crefan que en un medio donde la sexualidad no fuera un tabu, se lograria sureducci6n, y la del infame trato de prostitutas." Sobre todo, era indispensableeliminar la centralizaci6n de la culpabilidad en la mujer, mientras se eximfa alhombre como participante en el comercio y como vehfculo en la transmisi6n deenfermedades.

Paulina Luisi aceptd el hecho de que las enfermedades vene'reas ponfan enpeligro la salud individual y publica, pero disputd la -eficacia del registro ytratamiento forzoso de las enfermas. Baso su argumento en el hecho de quedespues de muchos anos de adoptado el regimen reglamentario, no habfa cambiadoen nada la situaci6n. La reglamentacidn reflejaba, en su opinidn, una falta total dejusticia y sensitividad para la nujer prostituta, y era emblema'tica de la subordi-naci6n social de la mujer y su control por el hombre.23 Al igual que otrasfeministas de su tiempo, Luisi mantuvo que la doble moralidad era un obstaculopara la dignificacidn de la mujer —cualquier mujer— y uno de los problemas aresolver en el siglo veinte.

En su campana contra la reglamentacidn y la adopcidn de una moral unicapara los dos sexos, Luisi se hizo de muchos enemigos, pero tambie'n cont6 con elapoyo de mddicos y feministas en Uruguay, Argentina, y Europa. Como fundadoradel Consejo Nacional de Mujeres del Uruguay, Luisi organize una Comision contrala trata de blancas y por la moral unica dentro del Consejo para predicar por ambascausas y organizar el esfuerzo femenino en esa direcci6n. No habfa periodico que

22 Sobre la prostitucion en Uruguay, via.sc, Miguel Beccrro de Bengoa,Prostitucidn. clandestinidod y policia (Montevideo. 1924), c Inlervencionistno y aboli-cionismo. Proxenetismo y clandestinidad (Montevideo, 1924); Alfredo Vidal y Fucntes,Sobre reglamentarismo y abolicioninno de la prostilucidn (Montevideo, 1925).

23 Luisi, Oira voz. Vol. I, pp. 44, 52, 164, 166, 251, 287-88, 318.

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publicara escritos o noticias de las actividades contra la trata de blancas o lascampanas por la educacidn sexual. La Vanguardia, diario socialista de BuenosAires, y la tambie'n socialista revista feminista Nuestra Causa, eran pricticamentelos unices voceros que lo hacian.1* S61o algunas revistas feministas se avinierona publicar ensayos sobres estos temas.

Uruguay nunca adoptd una legislacitin efectiva contra la reglamentacion ylos burdeles durante la vida de Luisi. En 1924, tras presiones medicas y de algunasfeministas como Luisi, se logrd adoptar una ley que persegui'a a aquellos queespeculaban con la prostitucion, pero esta ley estuvo en practica s<31o por 18 meses.La reglamentaci6n se volvi<5 a introducir en 1928. La Ley Legnani (1932) despoj6a la polici'a de su caracter de vigilancia de la prostitucidn legal. En 1934 eldiputado Eduardo Blanco Acevedo presento un proyecto de ley, que nunca seaprobo, y que penalizaba a quien mtencionalmente trasmitiera un mal venereo.25

Hacia el final de su vida, Luisi levanto su voz con acidez y desencantocontra quienes manteni'an a Uruguay en el reglamentarismo y se rebajaban ainspeccionar prostitutas.26 Su desilusion a mediados de siglo, es comprensible.No habi'a logrado mucho a pesar de haber luchado durante cuatro decadas contraintensos prejuicios sociales. En sus primeros anos de activismo social y feministaLuisi quizas tuvo la ilusion de que la campana seria acogida por las mujeresmismas. En 1921 hizo un llamado a todas las mujeres para que superaran sucobardia social y sus prejuicios eticos y de clase, y participaran en la lucha contrala reglamenlacidn y cualquier costumbre, disposition, o ley que hicieran "del serfemenino, el eterno inferior, desheredado y vfctima de las prepotencias y exigenciasegoistas del otro sexo." En lenguaje apasionado Luisi llamo a la mujer a "gritarleal mundo de los hombres: ;No! ;en nombre de la moral y la decencia no pueden,no podran jamas excusar tu crimen!"..."Nosotras las mujeres nos rebelamos contrauna forma social que hace de nuestro sexo el inmundo caliz de los mas groserosapetitos." r

Luisi propuso un rol especial para la mujer en la reforma de la moralidadsexual y la disminucidn de la prostitucion. Ante todo, habi'a que ofrecer ayuda alas prostitutas a travel de campanas de educacion y rehabili tacion. Sugen'a tambienla creacion de trabajadoras sociales para reemplazar a la polici'a, y aun la creacionde un cuerpo polici'aco femenino para entenderse con el problema.3 La ayuda

24 Luisi, Otra voz. Vol. 1, p. 69, 217-18. Vease, a modo dc cjemplo, escrito dcLuisi sobre el abolicionismo, en Nuestra Causa 1:8 (Dicicmbrc 1919): 178-79, y unreportajesobrch segundaConferencialntemacionaldel Comite AbolicionistaArgentino-Uruguayo.cnla p. 182. Blanca Hume, poetisa y feminista argcntina, lambien publico ensayos sobre laprostitucion en Nuestra Causa. Vease, 1:5 (Scpticmbre 1919): 193.

25 Luisi. Otra voz. Vol. I, pp. 217-246. La Icy Legnani llcva el nombre deldipuiado uruguayo Mateo Legnani.

26 Luisi. Otra voz. Vol. 1. pp. 295-301.27 Luisi. Otra voz. Vol. I, pp. 38-39. 44, 269.28 Luisi, Una voz. Vol. I, pp. 50-62. 110-113. 169.

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pecuniaria del estado a la mujer pobre y a la madre pobre prevendria la tentaci<5n,o la necesidad, de prostituirse para vivir. Pero la posici6n de Luisi no fue muypopular entre los grupos feministas. A pesar de expresar simpati'a por la mujer"cafda," fue poco el entusiasmo de muchos grupos feministas por armar campanasde opinion publica sobre este asunto.

El ambiente del primer cuarto del siglo era muy hostil a la discusidnpublica de asuntos que se crefan pertenecfan exclusivamente a la intimidad.Ninguna otra mujer feminista en Suramerica tuvo el coraje, la persistencia, y laresistencia a la critica que tuvo Luisi para mantener su campana hasta los ultimosdi'as de su vida. Ya septuagenaria declartf estar mas convencida que nunca de lacerteza de sus convicciones, expresando en el prefacio de su libro Otra Vozdamando en el desieno que quen'a "dejar libre la palabra a lo que entonces callepor prudencia, pero que he llevado siempre en el corazon, como una herida que nocicatriza. . . "y

Sus convicciones respecto a lo que debfa ser una sexualidad sanamenteentendida la llevaron a proponer la educacion sexual desde la infancia. Para ella estaeducacion era mas que un conocimiento fisiologico o de profi laxia higienica, ysiempre critico al cuerpo medico por detenerse en este aspecto, y descuidar la eticasexual. La educacion sexual era una educacion moral, que demandaba laresponsabilidad personal y social con respecto al ejercicio de la sexualidad, y quedebi'a ser igualmente compartida por ambos sexos. Luisi vi6 sus objetivos comohumani'sticos y pedagogicos, y por ello insistid en ganarse el apoyo de lasautoridades escolares. Por sus ideas se la llamd anarquista y propulsora de lacorrupcion de menores por algunas voces conservadoras. Aunque Luisi tuvo laoportunidad de dictar una catedra de educacion sexual en la escuela Normal porcinco anos, de 1925 a 1930, la misma fue suprimida por un inspector escolar.30

La creaci6n de una vida, argufa Luisi, envuelve a ambos sexos, y loshombres tienen la misma responsabilidad respecto a las generaciones futuras que lasmujeres. La educacion sexual prepararia al hombre para sus responsabilidades comopadre, y educan'a a la sociedad en la injusticia imph'cita en la seduccidn femenina,el infanticidio, el aborto por honor y necesidad econ6mica, y el estigma sobre lasmadres solteras.31 Luisi senald que uno de los problemas mas dificiles desolucionar en su ambiente era la rigida demarcacion entre los sexos dentro y fueradel hogar. Al separarse al hombre de su papel como padre, se ponfa el peso de lacrianza y educaci<5n de los hijos sobre la mujer —fuera legl'timamente casada o no—y se dejaba al hombre exento de culpa en caso de abandono, o desconectado de suparticipacion natural en la familia.

29 Luisi, Otra vot. Vol. I, xviii.30 Para una exposici<5n detallada de sus ideas sobre la educaci<5n sexual, vdasc,

Pedagogiay conducta sexual, 58-59, 131-52,284,286-87; Accidn Femenina, 3:1 (Marzo1919), 22, y 3: 25-26 (Noviembre-Deciembre 1919), 191.

31 Luisi, Pedagogiay conducta sexual, 103.

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Hacia mediados de la decada de los 30, Luisi fue evolucionando hacia unateoria de control de la sexualidad personal, basada en un repudio de teorias queaconsejaban "la satisfacci6n del instinto" como "un derecho del organismo." Luisitildd a estas interpretaciones de sexualidad "epiciireas," y conden6 lo que crey6 verllevaria a una disoluci<3n de las costumbres. Para ella, la educacidn de la juventuddebia aspirar a "la disciplina del apetito sexual." "Lejos de pretender exaltarlo,queremos que la educaci6n ensene al joven de hoy, al hombre de manana, adominarlo, a retenerlo, para dejarlo manifestarse solamente en la hora conveniente."A sabiendas o no, Luisi se iba acercando al concepto de castidad y continenciacomo forma de disciplina sexual, una posicidn que la acercaba peligrosamente a lasteorias de la iglesiz oatdlica, una de las instituciones con las cuales no crey6 nuncatener nada en con/Jn.32 Luisi llegd a identificar la educacicfrTsexual como unaeducacidn para la procreacion sana y responsable, pero condeno la sexualidad porplacer, y no se enfrentd a la sexualidad responsable, pero no orientada a laprocreacidn, alternativa no solo posible, sino en expansion aiin en sus propiostiempos. Si hay alguna hue l l a de convencionalismo en su pensamiento, seencuentran en estas ideas.

LUISI DENTRO DEL FEMINISMO DE SU EPOCA

Como anote arriba, el feminismo de la primera mitad del siglo veinte tuvomuchas facetas y Paulina Luisi compartid con otras feministas algunos conceptos yse distingui6 de ellas en otros. Compartio con todas las feministas la aspiracidnfundamental de liberar a la mujer de la tuton'a legal del hombre y su consecuentecrecimiento moral e intelectual como persona. Como otras vi6 en el feminismo "unacausa grande y generosa" que buscaba desinteresadamente a todas las mujeres. Aese fin fundd el Consejo Nacional de Mujeres, convencida de que s61o a traves dela unidn de las mujeres misrrias se obtendn'an las reformas a que aspiraban. Elfeminismo fue fecundo en organizaciones que ayudaron a sacar a la mujer dela"mbito de la casa y la pusieron en contacto con otras mujeres."

Comparti6 con otras feministas su esperanza en la colaboracion positiva dela mujer en la sociedad a traves de su participation en la cosa piiblica. Todas las

32 Vease "Educacion de la Juventud," cscrito en 1934, en Pedagogic y ConductaSexual, 163-65; "Orientaciones para la educacidn sexual de la juventud," en, Por la saludde la raza (Buenos Aires, 1936), 17-22; "La educacidn sexual de la juventud," en Higienesexual (Buenos Aires, 1938); "Hay que educarse en todo liempo a la pureza," en, Unacruzada continental en defensa de la salud de la raza (Buenos Aires, 1940), 15-18.

33 A finales de la decada de los 30, habfa docenas de organizaciones femeninas yfeministas en Suramerica. Considerando que a principios de siglo existfan pocos lugares derecreo e intercambio de ideas para las mujercs, el cambio de ambiente fue Icgitimado por lasasociaciones que se comenzaron a fundar en la segunda decada del siglo. Los ConsejosNacionales dc Mujcres contribuyeron a estc fin, aunque no siempre se autodefinieron comoasociaciones feministas.

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feministas expresaron su sincera conviccidn de que la mujer tem'a una aptitudespecial para mejorar la calidad de la vida poh'tica y ciudadana. Una vez que lamujer tuviera acceso a ambas, se dedicaria a la elevacidn de los proyectos debeneficencia y mejoramiento social que los hombre habian olvidado o postergado.Ese sentimiento fue compartido por los hombres feministas. que lucharon porincorporar la mujer a la vida ciudadana. Por ejemplo, el diputado socialistaargentine, Enrique Dickmann, decfa en 1932, a rafz de discutirse la ley de sufragiofemenino en ese pai's, que "Estoy convencido ... que la intervencidn de la mujer enla cosa piiblica seria un jaldn importante en el progreso polftico y social delpai's. "M Elvira Rawson de Dellepiani, argentina, expresaba ese mismo ano en_unmitin feminista, el interns femenino en la poh'tica, "para lo cual servird a la patriay a sus instituciones con la misma abnegaci6n, amor e interns, la misma dedicacidny criterio que pone y seguira poniendo en dirigir su hogar y velar por sus hijos."En esa misma ocasidn, Clotilde Luisi, hermana de Paulina, formulaba sus mejoresdeseos a las argentinas, prediciendo, "Os espera la intervencidn en todos aquellosproblemas sociales que os interesan, especialmente por vuestra condicidn deesposas, de madres, de trabajadoras intelectuales o manuales, de miembros activosde la colectividad. . . "3:

Luisi organizd la Alianzct Uruguaya por el Sufragio Femenino en 1919como una entidad separada del Consejo para poder dedicar todo su tiempo a laconquista del sufragio, que la Constitucion de 1917 habi'a dejado en manos de unarnayoria de dos terceras partes de los miembros del Congreso, y que las feministascrefan poder alcanzar rapidamente. Se vieron defraudadas en su esperanza, peropara Luisi y para la mayoria de las feministas que la precedieron o fueron suscontemporaneas, el sufragio no fue el objetivo mas importante de su programa.

Si bien es cierto que varias asociaciones fueron fundadas especialmentepara crear una presi6n poh'tica y moral a ese fin, esto ocurri6 en los primeros anosde la decada del 30, cuando la aprobacidn del voto femenino parecfa inminente.Pero durante el periodo de enrai'zamiento del feminismo, lo mas importante paratodos los grupos y las personalidades, fue la erradicaci6n de la desigualdad en losCodigos Civiles. Frecuentemente el sufragio era colocado despu^s de otras'reformas legales y sociales. El programa de la Alianza Uruguaya de Mujeres, otraorganizaci6n creada por Luisi en 1925, colocd los derechos poh'ticos en el quintolugar de sus aspiraciones, despu^s de los derechos civiles y de familia, laeducacion, los derechos econdmicos, el reconocimiento de una sola moral para los

34 Enrique Dickmann, Einancipacidn civil, politico y social de la mujer (BuenosAires, 1935), 15. Anadfa en su dicurso, "Yo considero que la intercensidn de la mujer enla poh'tica va a adecentarla, a mejorarla, a propulsarla por el camino del progreso en muchosde sus aspectos." Ibid, p. 31.

35 Citados en La Prensa (Buenos Aires) Septiembre 25, 1932, p. 10.

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dos sexos, y el acceso a cargos piiblicos.3*Lo que diferencia a Luisi de la mayoria de las feministas de su generacion

fiie su constante lucha a favor de la terminacion de la trata de blancas, delproxenetismo regulado por el municipio, y la adopci6n de la educaci6n sexual.Como medica y como feminista, se adjudico la ingrata Urea de expresar las ideasmis avanzadas de su epoca sobre esos temas, enfrascandose en una polemica quedur6 varias decadas. Al descorrer el velo sobre la sexualidad humana, especial-mente la femenina, no hizo mis que unirse a los contingentes mis avanzados de hmedicina y la etica del primer cuarto del presente siglo. Si su pensamientocomenzo a ir contra la corriente de una sexualidad mis flexible y abierta quecomenzo a dominar de los anos 30 en adelante, hay que tener en cuenta su propiamadurez personal, y la conviccion de sus principios sobre lo que era correcto y loque no lo era en materia de sexualidad, que no le permitio cambiar el rumbo de susideas.

A MODO DE CONCLUSI6N

Como historiadora me permito sugerir la necesidad de extender lasfronteras del estudio de la escritura de la mujer mas alia de los generos poetico jnoveh'stico. Nos queda por explorar todo un vasto campo de expresi6n periodi'stics.,en la cual se vertieron los pensamientos y las vivencias de cientos de mujeresescritoras. De sus trabajos podemos extraer una vision social amplia a travds de lacual no solo las llegaremos a conocer mejor como sujetos, sino tambien lograremosapreciar la variada gama de ideologfas, movimientos, presiones sociales, luchas yargumentos que defmieron la epoca en que tanto estas escritoras como las mujeressin escritura vivieron sus vidas.

La escritura de Paulina Luisi es emblemitica de toda una 6poca y de unaserie de preocupaciones sociales que defmieron la primera mitad del siglo veinte.Fue feminista hasta las entranas porque el feminismo fue una ideologia derenovaci6n para todas las mujeres de esos anos, apoyaran o no sus principios,conocieran o no de su existencia. Sin ser escritora literaria, expreso por si la dpicade una vida dedicada a hacer de la mujer el centro de una narrativa social. Su vidacomenzd como maestra, y la pedagogi'a de la ninez, en especial la de su educacionsexual, le ocupo gran parte de la vida. Al graduarse en medicina y practicar laobstetricia, incorpord a su escritura su preocupacidn por el cuerpo de la mujer ensu relaci6n sexual con el hombre, y en su gravidez maternal. Le dolio ver el tratode la mujer como carne de placer en un extremo y como icono de feminidad ymatemidad en el otro, y se dedic6 a combatir ambos conceptos. Uni6 la dtica socialy personal al conocimiento medico para denunciar el comercio sexual y lasenfermedades que minaban no s61o el cuerpo femenino, sino el cuerpo social.

36 Alianza Uruguaya de Mujeres y Consejo Nacional de Mujeres del Uruguay, Lamujer urugiiaya reclama sus derechos poliiicos (Montevideo, 1929), 199-203.

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Como feminista organizd las instituciones que llevarian a la mujer a dejarde ser un objeto dj reverencia para convertirse en persona real con derechos ydeberes. Vi6 las luchas de obreras de su tiempo, las condiciones de trabajo de lamujer, y se hizo socialista, porque era una ideologi'a que trataba de retomar sudignidad a] trabajo manual y compensar las deficiencias de un sistema que aunexplotaba la clase obrera sin remordimientos. La guerra entre las naciones lerepugn6 porque vi6 en ella el juego de los despotas por el poder, basado en elsacrificio de los hijos que las mujeres se dedicaban a crear y educar. Todas estasideas las expreso de una manera muy personal y disonante a veces del resto de lasvoces femeninas. Paulina Luisi escogid un gui6n que otras no se atrevienjfT ainterpretar porque requeria una dedicacion que muchas no tuvieron. La prerogativade su escritura fue la de ser medio de expresion, sin poesi'a, de los temas masdolorosos y mas personales de su generacion.