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" El desarrollo de la teoría de los movimientos sociales en el siglo XX Rafael de la Garza Talavera, (Colver) Pensar gramsciano y participación socialista. Notas en clave cubana Lázaro de Jesús González Álvarez. (CUBA) Los intelectuales policríticos: el ejercicio libre y autónomo del criterio Víctor Hugo Martínez González. (UNAM) Las ciencias sociales: debates y posibilidades Arturo Durán Padilla. (Colver) La noción moderna del amicus curiae (Instrumento procesal para la defensa de derechos fundamentales) Esperanza Sandoval Pérez. (UY) Revista arbitrada, especializada en ciencia política, administración pública, desarrollo regional, derecho y. relaciones internaciona les m ""{ E}Cole8io d. veracnlZ - o Q. o -- Ü e Q) -- Ü I [ O Ü con-ciencia 4 poi í tic a Revista veracruzana especializada e. ciencia política, administración pública, desarrollo regional y derecho. / Adopción internacional: especial referencia a ,éxico Nuria González Martín. (UNAM) La política exterior de Barack Obama: entre las expectativas y el proyecto histórico de EEUU María Cristina Rosas. (UNAM) Turbulencias financieras en la era de la globalización José 1. Borjón Nieto. (Colver) Cuba: gobernabilidad y seguridad alimentaria Armando Chaguaceda Noriega. (CUBA) Sociedad civil, ambientalismo y agenda política en Cuba. Logros y desafíos de articulación compleja. Johanna Cilano PeIáez. (CUBA) El Coleaio de Veracruz , Nuevatpoca No. 16

Las ciencias sociales: debates y posibilidades

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• El desarrollo de la teoría de los movimientos sociales en el siglo XX Rafael de la Garza Talavera, (Colver)

• Pensar gramsciano y participación socialista. Notas en clave cubana Lázaro de Jesús González Álvarez. (CUBA)

• Los intelectuales policríticos: el ejercicio libre y autónomo del criterio Víctor Hugo Martínez González. (UNAM)

• Las ciencias sociales: debates y posibilidades Arturo Durán Padilla. (Colver)

• La noción moderna del amicus curiae (Instrumento procesal para la defensa de derechos fundamentales)

Esperanza Sandoval Pérez. (UY)

Revista arbitrada, especializada en ciencia política, administración pública, desarrollo regional, derecho y. relaciones internacionales

m ""{ E}Cole8io d.

veracnlZ

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[

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• • con-ciencia 4

poi í tic a Revista veracruzana especializada e. ciencia política, administración pública, desarrollo regional y derecho.

/

• Adopción internacional: especial referencia a ,éxico Nuria González Martín. (UNAM)

• La política exterior de Barack Obama: entre las expectativas y el proyecto histórico de EEUU

María Cristina Rosas. (UNAM)

• Turbulencias financieras en la era de la globalización José 1. Borjón Nieto. (Colver)

• Cuba: gobernabilidad y seguridad alimentaria Armando Chaguaceda Noriega. (CUBA)

• Sociedad civil, ambientalismo y agenda política en Cuba. Logros y desafíos de articulación compleja. Johanna Cilano PeIáez. (CUBA)

El Coleaio de Veracruz ,

Nuevatpoca No. 16

Consejo Editorial Alfonso Ayala Sánchcz

COL VER

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Rafael de la Garza T~lavera COL VER

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José J. 80rjún Nieto Coordinador Editorial y de Colaboraciones extranjeras

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El Colegio de ¡>eracruz

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Asesor Júrídico

Producción Editorial

POLITICA EDITORIAL

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Directora de la revista

.Jesíls T. Quintana Rodríguez Integración y Edición

CON-CIENCIA POLITICA es una publicación semestral de El Colegio de Veracruz, comprometida con la docencia académica, la investigación científica y la difusión del conocimiento en las áreas de la Ciencia Política, la Administración Pública, los Procesos de Integración Regional, las Relaciones Internacionales y el Derecho, tanto nacional como internacional. Se rige por los más altos criterios internacionales de calidad e impacto académicos para la evaluación de publicaciones periódicas. como el índice de Revistas Mexicanas de Investigación Científica y Tecnológica establecido por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). Nuestra perspectiva es nacional, pero también regional, latinoamericana, continental y global, pues nos interesan los problemas, retos y oportunidades que surgen, se plantean, analizan y debaten en los más diversos ámbitos del Planeta. En ese enfoque multicultural y estratégico, consideramos llegado el momento de reconocer que una visión limitada, regionalista y cortoplacista no se condice con los compromisos internac ionales de nuestro país y nuestro estado, urgidos de generar conocimiento sobre temas relacionados con nuestra identidad nacional y regional, pero también de carácter global, dentro del marco de soberanía, solidaridad mundial y cooperación, inspirados en nuestros textos const itucionales. Revista arbitrada, nueva época, no. 16 enero-junio 2008. Las c?l~~racio~es en esta revista son honoríficas y su contenido es responsabilidad de los autores. DomIcIlio: Caml10 Puerto No. 26, Zona Centro, c.P. 91 000, Xalapa, Ver. Teléfonos: Lada internacíonal : 52 228 84 151 OOal 02 52 228 818 40 55 Y 56 Lada nacional 01 228841 51 00al02, 012288184055y56 www.colver:edu.mx ISSN: 1665-7713

[email protected] Tiraje: 500 ejemplares

Las ciencias sociales: debates y posibilidades Arturo Durán Padilla·

Sumario: 1. Introducción; 2. tareas de la construcción social; 3. Conclusión; 4. Bibliografía.

Resumen: Este artículo propone examinar algunos tópicos acerca del debate sobre la reflexión epistemológica en el siglo XX basado en una revisión crítica de las implicaciones teóricas de las principales escuelas del pensamiento que han participado en esta discusión. Intenta explorar las condiciones y posibilidades que emergen de esa comprensión a través de nuevos problemas de la ciencia social.

Palabras clave: ciencias sociales, debate teórico, conocimiento.

Abstract: This artiele proposes to examine sorne topics about the debate on the epistemology reflection in the 20th century based on a critical review ofthe theoretical implications ofthe main schools of thought that have participated in this debate. It seeks to explore the emerging conditions and possibilities that understanding through new problems of social science.

Key words: social sciences, theoretical debate, knowledge.

1. Introducción

En su inicio para sustentar su validez como ciencia, la sociología se organizó polémicamente contra un fuerte empirismo que concebía a la teoría como la reproducción de la realidad concreta. En Alemania, durante las primeras décadas del siglo XX, al discutir acerca de los contenidos epistemológicos se consideró que las ciencias naturales tenían como propósito central la construcción de leyes, en tanto que las disciplinas sociales asumían como tarea fundamental el interpretar la acción colectiva de los individuos. Tal diferencia en buena medida sentó las bases para la

formación de la moderna teoría social.

Después de revisar las dificultades para entender las relaciones posibles entre justicia y equidad y de observar las reflexiones entorno a la democracia y la modernidad, es dificil pensar que una sola pregunta logre ser adecuadamente planteada bajo simples procedimientos causales. Resulta ingenuo que sus probables respuestas puedan surgir desde un conjunto de reglas que descubran mecánicamente las cosas o de reducidos enunciados meramente descriptivos o numéricos.

Frente al desarrollo que ha tenido la

• Profesor investigador de El Colegio de Veracruz. Doctorado en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM.

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ciencia contemporánea para formalizar sus métodos de interpretación y de comprensión, prevalece la idea de que las disciplinas sociales se han conducido hacia una mayor atención en enfoques estadísticos o cuantitativos, al tiempo en que ha decaído el interés por elaborar grandes enfoques teóricos. Esa misma lógica supone también la orientación hacia disciplinas más prácticas o técnicas por encima de la filosofia del conocimiento. I

No obstante pronto podemos reconocer que el camino de construcción de la ciencia se ha desenvuelto en torno a constantes debates que van más allá del mero interés académico o de propósitos únicamente pragmáticos. Las polémicas del siglo XX han discutido las formas de comprender o interpretar el sentido de la acción social los procedimientos para establecer posibili~des de interpretación de los fenómenos sociales al mismo tiempo, se han cuestionado lo~ criterios de validez de una probable teoría n.orma.tiva o teoría empírica de la sociedad, sm dejar de lado los múltiples aspectos de los problemas de justicia, equidad o de una supuesta modernidad.

Entre las polémicas sobre las posibilidades de construcción del conocimiento científico en el campo de las disciplinas sociales destaca la discusión

entre Karl Popper y Thomas Kuhn. Su resultado puso en evidencia que hasta entonces no había existido el clima propicio para una crítica a los criterios formales de la ciencia prevaleciente por entonces. Aún con sus diferencias, ambos autores se dirigieron en contra de la vieja presuposición de normatividad que en gran medida se creó desde el positivismo comtiano del siglo XIX.

Popper y Kuhn son escépticos de un lenguaje neutro y coinciden en rechazar que la ciencia se desarrolla por acumulación. En cambio, ven el fracaso de la vieja teoría ante el desafio de la lógica o de la experimentación. Las principales divergencias suscitadas entre ambos radicaron en la forma de entender el papel de la tradición en la ciencia, especiahnente, en el descontento con las implicaciones del concepto de «fabación» propuesto por Popp_ 2

El consenso general que tuvo este debate entre las distintas corrientes estuvo en la opinión acerca de que el positivismo estaba agotado y, por tanto, sus premisas o las definiciones que lo sustentaban, entraban también en crisis. Sin duda la consecuencia más provechosa de esta discusión fue la de pensar que, en caso de establecerse la . . , CIenCIa podría contenerse a sí misma. Es decir, el debate propició imaginar una forma de conocer científicamente por sí misma con

I Daniel Bel~ afi~a qu~: ':~n el siglo XX las ciencias sociales se han alejado de esas grandes y demasiado vas~s ge~erah~clOnes h.ls~oncas y de la construcción de zigurats divididos en compartimientos. En la teoría, las cIencIas ~oclales s~ h~cle~?n ahistóricas; en el detalle, se hicieron empíricas, y en el método, se hicieron en .gran me?l~ cuantJtatJvas . Tomado de Las Ciencias Sociales desde la Segunda Guerra Mundial. Edita AlIanza Edltonal, España, 1984, p: 14. .

2 Thomas Kuhn en ¿Lógica del descubrimiento o psicología de la investigación? Tomado de La crítica y el desarrollo del conocimiento, Grijalbo, Barcelona, 1975, pp: 81- 84.

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la capacidad de explicarse para delimitar problemas propios y crear una significación con normas y criterios propios a los de cualquier otra.

Por otro lado, la llamada disputa de la sociología alemana conocida en la década de los cincuenta a los sesenta, enfrentó a Karl Popper y a Theodor Adorno. Entre los temas que concentraron la atención sobresale la oposición de Adorno contra el empirismo y los intentos de los métodos de cuantificación social. En tanto que Popper propuso un referente general de 27 criterios para construir un supuesto de ciencia sobre del concepto de racionalidad científica.3 El debate ratificó que para Popper era dificil extraer una visión positivista de la ciencia. Al mismo tiempo, la polémica provocó en torno a la teoría crítica de Adorno una reflexión más ecléctica aunque sin dejar de ser melancólica y desencantada del todo.4

Este mismo debate fue ampliado por Hans Albert, quien respaldó la posición

de Popper, mientras que Habermas apoyó la postura de Adorno. Más tarde, los resultados dieron pie a un significativo viraje de la teoría crítica, el distanciamiento de Habermas de Adorno teniendo como aspecto discordante la idea de éste acerca de que no hay posibilidad de salvación ante una actitud evidentemente nihilista.

Más tarde hacia la década de los ochenta . Habermas publicaría Teoría de la acción comunicativa con el propósito de lograr una «fundamentación metodológica de las ciencias sociales en una teoría dellenguaje».5 Habermas sugiere una redefinición de la filosofia frente a la decadencia de las visiones religiosas y metafisicas del mundo. Al final del proceso de subjetivización que se formó a partir de Descartes y que modificó radicahnente la cuestión de la verdad, la pregunta pertinente para Habermas será la de ¿cómo es posible pensar la verdad cuando esta no puede ser autorizada por una instancia superior y cuando se conoce que todo enunciado depende inevitablemente de

) Karl Popper en La Lógica de las Ciencia Sociales. Tomado de La disputa del positivismo en la sociologia alemana, Grijalbo, Barcelona, 1977, p: 1Ol. 4 Dahrendorf resume parte del debate: "Popper sustentaba la creencia de que la diferenciación tradicional [entre ciencias naturales y ciencias del espíritu] descansa, no en poca medida, en un erróneo concepto de las ciencias de la naturaleza. Una vez corregido el error se vería como todas las ciencias son <teoréticas>, es decir, someten a la crítica enunciados generales. Las diferencias entre unos dominios y otros de la ciencia no podrían ser, pues sino graduales e históricas, es decir diferencias principalmente superables. Adorno vino a llamar la atención, por el contrario, sobre una diferencia metodológica de orden muy distinto, a la que no consideraba esencial, <en las ciencias de la naturaleza tenemos que habérnoslas con materiales no mediados, es decir, con materiales de los que no cabe pensar que están ya preformados humanamente y, en consecuencia, eminentemente no cualificados, de tal modo que la ciencia natural nos deja en mayor libertad pare elegir nuestro sistema categorial de lo que ocurre en la sociología, cuyo objeto mismo ya viene en sí tan ampliamente determinado, que es este mismo objeto el que nos impone el aparato categorial [ ... ] Casi resulta superfluo citar aquí los nombre de Kant y Hegel". Tomado de Anotaciones a la discusión de las ponencias de Karl R. Popper y Theodor W. Adorno. Op cit, p: 14l. s En Habermas, Teoria de la acción comunicativa. Edita Taurus, vol. 1, 1987, p: 15.

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contextos detenninados?

Esta interrogante plantea la necesidad de elaborar una teoría de la validez o de la aceptación de los enunciados como un proceso de intercambio de argumentos que opere bajo la expectativa de lograr entendimiento. Dicha presunción queda inscrita en la estructura misma del lenguaje, y forma una verdad que no puede ser solamente pensada como acuerdo de un mero enunciado fáctico. Al tiempo, esa conducta tampoco podrá ser calificada de racional en forma abstracta, sino en relación respecto de otra conducta. Habermas distingue dos grandes tipos de conductas racionales: las que se relacionan de acuerdo medios-fines, como el caso de la razón instrumental, y las conductas que aspiran a una comprensión interna. Entonces la tarea será la de pensar cómo se construye este tipo de comprensión sobre ese tipo de conductas, lo que también implica, la manera de cómo resolver el problema de una teoría normativa de la racionalidad.6

Ante los esfuerzos por delinear una teoría de este tipo, la atención deberá estar puesta en las posibilidades para construir un

sistema que permita establecer oportunidades de entendimiento sin necesidad de formular ningún juicio a priori trascendental. Por el contrario, representa un ejercicio pragmático de reglas que cumplan condiciones posibles, pero idealmente permitan el entendimiento entre los individuos bajo una actitud de reconocimiento mutuo: «Este concepto de racionalidad comunicativa encierra connotaciones que, en su esencia se fundan en la experiencia ' central del discurso argumentativo que produce la unión sin coacción y que crea el consenso, proceso en el cual los diversos participantes logran dejar atrás sus creencias, primeramente solo subjetivas y, gracias a la experiencia común del convencimiento motivado racionalmente adquieren la certeza, simultáneamente, de la unidad del mundo objetivo y de la intersubjetividad del contexto en que desarrollan sus vidas».?

Para Habermas la cuestión acerca de las posibilidades de una pragmática universal están más allá de una mera experiencia fáctica, de la reflexión de la conciencia o de una supuesta moralidad preestablecida. Estas posibilidades, en su caso, nacen de los usos del lenguaje y de la forma en cómo

6 Habermas coincide con Schutz de quien toma el siguiente enunciado: "Comprender no es en modo alguno un asunto privado del observador, que no pudiera someterse a prueba mediante experiencias de otros observadores. Es susceptible de comprobación por lo menos en el mismo grado en que la percepciones sensoriales privadas de un individuo pueden ser controladas por otros individuos bajo determinadas condiciones. Si los posibles correctivos contra las experiencias comunicativas engañosas están, por así decirlo, inscritos en la propia acción comunicativa, el científico social no puede asegurar el conocimiento de su conocimiento recurriendo furtivamente al ficticio papel de un observador desinteresado y huyendo así a un lugar utópico fuera del contexto vital que no resulta comunicativamente accesible. Antes bien tendrá que buscar en las estructuras generales del proceso del entendimiento, en los que no tiene más remedio que ' introducirse, las condiciones de objetividad de la comprensión para averiguar si el conocimiento de esas condiciones le permiten cerciorarse reflexivamente de las implicaciones de su participación". Op cit, p: 173. 7 En Habermas, Teoría de la Acción Comunicativa, Op cit, p: 28.

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es presentada una propoSlClon, así como de las condiciones para llegar a presentarla de modo inteligible frente a otro oyente,8 y que dicha proposición quede sujeta al juicio de la crítica. Entonces el proceso de entender, por lo menos, reclama el requisito de inteligibilidad: la voluntad de decir algo con sentido y estar dispuesto a escuchar eso que el otro interlocutor desea expresar.9 Esto es así, porque aquello que es susceptible de crítica, es decir, de la forma de cómo es planteado un problema, hace accesible al entendimiento crítico e intersubjetivo de esa forma de construcción.

Dado que no es posible apelar a la moral como juicio de validez, ni puede partirse de los elementos que la constituyen, porque el problema de la moral tiene como límite el propio interés de universalización de sí misma, por tanto, la justificación deberá

elaborarse por un trabajo cognitivo. 10 Es a través de una «comunidad» que comparte un conjunto de principios por los que puede discutirse ra0ionalmente el entendimiento de las proposiciones hechas. Es decir, de formular procedimientos en cómo deben construirse las proposiciones, ya no en ténninos de moral ni de sus contenidos, sino en la posibilidad de su crítica. En suma, se trata de crear procedimientos sobre un . punto de entendimiento racional con base en consensos dentro de dicha comunidad. I I

Popper mismo advertía que las teorías no son sustantivamente verdaderas, pero pueden llegar a ser racionales. Dicho de otra manera, por virtud de ciertos procedimientos puede llegar a saberse si un criterio o un juicio es cierto o falso lo que, a su vez, permite elaborar un entendimiento crítico. Por tanto, no es que sea válido por sí un enunciado

Este es el problema de la función pragmática del lenguaje donde se establecen ciertas condiciones para alcanzar un entendimiento universal y cuya dificultad es semejante al caso kantiano acerca del trascendental apriorístico. Habermas supone que el contenido de la ética consiste en un Principio U, que significa la universalidad. Y el sentido de esa universalidad está precisamente contenido en el llamado imperativo categórico de Kant: «yo debo preguntarme si quiero que todos actúen como la máxima de mi razón me lo dicta: "Yo debo actuar de un modo tal que tenga en consideración todos los intereses", toda la gente que está relacionada con mi actuar debe ser considerada de igual manera». 9 En Teoría de la Acción Comunicativa: Complementos y Estudios Previos, Cátedra, Madrid, 1989, p: 300. 10 Habermas afirma en Conocimiento e interés, que: "Las cosmologías como todas las interpretaciones precientificas del mundo que permiten orientar la acción y justificar normas, pierden su credibilidad en la misma mediada en que una naturaleza objetivada es conocida en sus conexiones causales y queda sometida al poder de disposición técnica". Taurus, Madrid, 1982, p: 287. 11 En su ensayo Teorías de la Verdad Habermas parte de la idea de cómo puede verificarse la verdad de una afirmación sosteniendo que la verificación de una afirmación es el consenso de todos, tanto en lo teórico como en lo práctico. Pero no cualquier consenso, sino el que llega a acordarse bajo condiciones especiales, por ejemplo, el argumento no debe contradecir su estructura, las palabras deben mantener un mismo sentido, o bien hablar sin intención de engañar. A la vez, que todos quienes participan deben expresarse de igual forma, garantizándose el que 'nadie pueda estar subordinado a nadie'. En Teoría de la Acción Comunicativa: Complementos y Estudios Previos, pp.233-260. Más adelante anotará que un ámbito así evitaría "una zona gris entre la no comprensión y el mal entendido, entre la no racionalidad (o falsedad) intencional y la involuntaria". Op cit, p: 301.

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como tal, sino que la calidad de validez está dada por la coherencia lógica que adquiere su construcción, la cual tendría que ser reconocida por todos en cualquier discusión como un procedimiento que permite la crítica. Cuando alguien no comparte ciertas especificaciones del enunciado, no existen garantías de condiciones para el posible entendimiento.

Frente a este panorama puede advertirse que uno de los temas de la llamada modernidad es el replanteamiento de la idea de la acción social, así también del concepto racionalidad en la teoría sociológica del siglo xx. Tales preocupaciones recogen la tradición griega y latina y, más tarde, la visión kanteana y hegeliana de conocimiento. En una primer impresión los usos dados al concepto como acción racional de acuerdo a fines en Weber, teoría crítica de la acción racional en el pensamiento crítico alemán, o sociología interpretativa para el estudio de la acción racional en Schutz; entre otras muchas muestran la multiplicidad de sentidos otorgados al concepto, como parte central de un enfoque determinado o como oposiciones críticas a esos enunciados. El propio Georg Lukács en su libro El asalto a la razón afirmaría que <<Una sociología estuvo diseñada para demostrar que un irracionalismo surgiría necesariamente sobre la base del racionalismo capitalista; más aún, que de hecho se encontraba subyacente a todo movimiento». 12

Para la teoría sociológica la cuestión de la acción racional supone una conducta exclusiva de los hombres respecto de

los otros seres vivos, lo cual atribuye una dimensión típicamente humana a la acción. Como tal, representa una dualidad compuesta por dos elementos básicos. Primero, tiene un carácter eminentemente subjetivo; y segundo, se manifiesta por un sentido objetivo. Ello significa que la acción se realiza en contextos específicos, ya como realidad o concreción. Por tanto, la acción está determinada no sólo por el sujeto sino que también está implicada en el contexto material que coloca límites a la acción haciendo posible su realización como acción manifiesta. Así el tema de la materialidad describe la acción en un contexto, es decir, entendiendo a la acción social en torno a una dimensión que le da sentido, donde existe una idea consiente en el sujeto que realiza la acción y, que a su vez, este sentido es el punto de partida de la acción social.

La dimensión de estas dos formas constituyentes de la acción subjetivo­objetiva se traduce bajo la perspectiva de Max Weber en el tema de la relación medios­fines. La preocupación constante en Weber será el ¿cómo elaborar una ciencia empírica? La respuesta será identificar la racionalidad dada por el proceso de comprender la relación medios-fines, en tanto que dicho concepto permitiría encontrar regularidades de la conducta social. Sin que haya sido enunciada esquemáticamente por el propio autor puede observarse que el concepto de racionalidad presenta distintos aspectos centrales. Una primera polaridad de conducta racional se desprende de la diferencia entre una racionalidad formal y otra racionalidad sustantiva que apela a los valores. Una

12 En El asalto a la razón, Grijalbo, México, 1983, p: 9.

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segunda polaridad podría estar calificada como racionalidad conceptual o teórica y la racionalidad instrumental.

Para Weber el problema de la comprensión constituye un asunto empírico antes que un problema filosófico o moral. Él desea encontrar una regularidad o repetición de cosas. Rechaza que las ciencias sociales tengan como fin propio la elaboración de leyes, dado que ello presupone la elaboración de construcciones abstractas generales que al momento de considerar un caso determinado tienden a ampliar sus implicaciones y con ello a tornarse más indeterminadas. Consecuentemente tales construcciones no ofrecen ningún punto de vista concreto o significativo que ayude a clarificar el fenómeno analizado. 13 Afirma el sociólogo alemán: <<Debe quedar claro que en el dominio de la sociología sólo pueden construirse promedios y tipos promedios con alguna univocidad, cuando se trate de diferencias de grado entre acciones cualitativamente semejantes por su sentido. Esto es indudable».14

Por tanto, Weber sostiene que un fenómeno puede analizarse por diversas causas, la atención debe esforzarse en considerar la importancia de estas causas y relacionarlas buscando el efecto que genera su ausencia o su presencia para determinar su «imputación causab). La objetividad como resultado de esta tarea, dependerá de la relación a valores que tenga

el investigador, la rigurosidad de los tipos ideales aplicados, las estricta coherencia que exista entre cada una de las relaciones causales históricas concretas con el resto del contenido analítico de la investigación. Al mismo tiempo, se requiere elaborar una explicación sin limitarse a una interpretación subjetiva de la conducta de un individuo, es decir, se necesita que la conducta estudiada sea comprendida de acuerdo al «sentidQ mentado» o subjetivo, pero dicha acción sea enfrentada al contexto material y resulte adecuada su causalidad, y por tanto coherente para que pueda ser explicada y entendida por todos los que así investigan. 15

De manera contraria, la crítica que hace Schutz al enfoque webereano cuestiona el método de la relación medios-fines porque considera que tal proposición confunde la investigación sociológica. Primero define a la «acción» como el comportamiento basado en un proyecto precedente. 16 Podría decirse que este autor considera: primero, que el conocimiento científico supone una construcción como un conjunto de abstracciones que organizan el pensamiento; y segundo, que los hechos no son puros ni aislados, sino que hay una continuidad de actos fundados en la vida diaria y en la ciencia y, por tanto, una secuencia de acontecimientos es causalmente si está de acuerdo a la experiencia que la precede.

Dicho de otro modo, para Schutz la acción social es parte de una cadena

13 En Max Weber, Ensayos sobre metodología sociológica, Amorrortu, Buenos Aires, 1978, p: 57. 14 En Weber, Economía y sociedad, Fondo de Cultura Económica, México, 1992, p: 17. IS En Weber, Ensayos sobre metodología sociológica, Amorrortu, Buenos Aires, 1978, p: 47. 16 En Schutz, Problemas de la sociología interpretativa. en Lafilosofuz de la explicación social, Fondo de Cultura Económica, México, 1967, p: 326.

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que se da en un contexto social donde se multiplican acciones. Así la acción es un proceso continuo que requiere tipificarse en un discurso acerca de lo relevante de esa acción repetida. Por tanto, cuando este autor apunta que la acción es interacción, lo que desea es pensar la racionalidad de una base cultural llamada «mundo de virul» que permite interpretar la acción en un contexto social. Gracias a nuestro conocimiento actuamos con habilidades que nos permiten resolver problemas que se dan en el ámbito social por excelencia.

Detrás de esto existen ciertos conocimientos que aplicados resuelven problemas en la vida, no por la relación medios o fines, sino como fuentes culturales o recursos para la acción. Lo que hace un punto de vínculo entre los hombres es el conocimiento compartido de cosas como un acervo cultural en tanto que dicha relación muestra tipificaciones que aceleran prácticas sociales. En Schutz los tipos ideales, en contraste a la idea de Weber, son realmente más disciplinarios, por ejemplo, los que cita para la economía en Mises o los de la jurisprudencia de Kelsen.17

La tarea es compleja. Habermas advierte un hecho en tomo a las posibilidades de la sociología para alcanzar a proponer una comprensión de la realidad simbólicamente preestructurada como presupone Schutz: «Los conceptos teóricos con que el científico social forma sus hipótesis tiene que conectar en cierto modo con los conceptos preteóricos

17 Schutz, Op cit, pp: 336-338.

con que los miembros de un mundo social interpretan su situación en el contexto de acción en que intervienen. Schutz no explica en detalle por qué de la tarea doblemente hermenéutica de las ciencias sociales se sigue fOIzosamente tal conexión interna de la teoria con la comprensión cotidiana de los implicados cuyas manifestaciones han de explicarse con la ayuda de la teoría». 18

Una pregunta pertinente en el trabajo de los procesos de la ciencia social será para Habermas la de explicar « ¿cómo puede conectar una teoría científica con los conceptos vigentes en el mundo de la vida y liberarse a la vez de la particularidad de éstos?».19 Frente a ello mis dudas están en la manera de identificar aquellos conceptos, tanto del <<pensamiento cotidiano» como de la esfera propiamente teórica, que permitan la construcción de significados de una acción particular ¿con los que contamos son suficientemente útiles para alcanzar una explicación valida? o, ¿hasta qué punto tenemos que reconstruirlos como un imperativo en el trabajo de la investigación social?

2. tareas de la construcción social

En las tareas de la construcción de la teoría social las dificultades empiezan con el problema de cómo elaborar la proposición o cómo articular coherentemente su sentido. Las contradicciones lógícas se presentan como un reto constante. Advierte Schutz que el proceso de compresión en

18 En Habermas, Teoría de la Acción Comunicativa, Op cit, p: 171. 19 En Habermas, loe cit, p: 172.

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sociología (<DO se agota en cuestiones de técnicas de investigación».20 Sin embargo, los inconvenientes generales, también están presentes en común al conjunto de las ciencias sociales. Si se les puede llamar problemas metodológicos o instrumentales, me refiero en concreto a los dilemas de certeza para establecer las demarcaciones para la construcción de hipótesis de los objetos de estudio, a la pertinencia de los conceptos tradicionalmente empleados; a las contrariedades que constituye el adecuado manejo de datos, así como, a la aplicación de criterios de delimitación temporal de los fenómenos por estudiar.

Entiendo que esto es una gran dificultad y muchas veces restringe la investigación para proponer trabajos más amplios, limita muchas veces elaborar tareas descriptivas y clasificaciones de problemas e indirectamente influye para representar la realidad sólo de manera numérica. Sin duda este tema es una cuestión que prevalece y continuará existiendo en el desarrollo de la investigación, como un asunto contextual al problema de la complejidad de la interpretación y de la validez en ciencias sociales. Por eso creo que una de las consecuencias de la afirmación de Bell, anotada al principio de este ensayo, podría considerar que el camino de la ciencia se ha ido más por la tendencia a tecnificar su

20 En Habermas, loe cit; p: 17l.

sentido, y por otro, a limitarse a describir el contenido de las cosas bajo un propósito meramente pragmático.

Si se pudiera considerar acertada la anotación de Bell, entonces la idea por cuestionar sería la de que lo cuantitativo y lo meramente descriptivo, a pesar de ser elementos claves para la interpretación de lo social, dada su capacidad para identificar la. (<repetitividad» de fenómenos particulares;21 no resultan suficientes para determinar la validez de una proposición. Porque en sí mismo no aclara de cómo ha sido construido el procedimiento que argumenta la explicación o el sentido para enunciar la solución de un problema determinado. Aquí se apela a que la sociedad no puede explicarse sólo en términos de voluntarismos o de análisis semánticos de orden lógico, como ya han advertido Alexander y Luhmann.

Creo que aunque el estudio de los problemas sociales tiene una base empírica, su interpretación requiere fijar el marco de principios con los que conceptualmente pretende comprenderse su comportamiento. Jean Piaget considera que detrás del aparente desorden de las cosas existe, la posibilidad de establecer una unidad de elementos que constituyan un sistema a modo de entender cuál es la disposición subordinada a patrones generales de comportamiento y

21 La proposición de Schutz es mucho más amplia y advierte que: "no es suficiente para la construcción de un tipo ideal que la acción en cuestión ocurra (con todas sus implicaciones); sino que la acción sea repetible y que el postulado de repetición sea compatible con el conjunto total de nuestro conocimiento científico". En Problemas de la Sociología Interpretativa, tomado de Lajilosofia de la explicación social, compilado

por A: P. Ryan, Fondo de Cultura Económica, México, p: 319.

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de regulación.22 Hemos observado también con Schutz23 que la interpretación puede ser un instrumento conceptual que se construye con el propósito de entender el universo de acciones en donde cada campo de conductas es posible de comprenderse en medio de lo que, con Luhmann, podría llamarse complejidad.

En esta misma idea Lévi Strauss considera que la realidad está lejos de ser agotada o reducida a normas genéricas: "la estructura social no tiene que ver con la realidad empírica sino con los modelos que se construyen a semejanza de ella". Al poner énfasis en una misma realidad cada sujeto aporta o resta lo que su condición o marco de referencias y relaciones le demandan respecto a su contexto. Por eso las soluciones están por encima de la validez de sus formulaciones. Ante la ausencia de una realidad fáctica inaccesible la labor no es tratar de identificar un contenido repetido sino percibir formas invariables en contextos diferentes.

Apesarde todo ello hasta ahora no existen propuestas que unifiquen satisfactoriamente al conjunto de conceptos y teorías en tomo a una idea general de ciencia social. No es

fortuito que en el estudio de los fenómenos sociales muchas cosas puedan calificarse como provisionales. Nildas Luhmann ha puesto el acento en un problema generalizado en la teoría contemporánea, al observar que numerosos conceptos empleados en las ciencias sociales y en las doctrinas políticas presentan un alto grado de ambivalencia: «110 se les puede abandonar, pero tampoco asumir en su significado original».24

Tales nociones no tuvieron un fin teórico ni científico, en su momento desempeñaron una utilidad práctica ante necesidades concretas, lo que otorgó a los conceptos un carácter histórico antes que cualquier otro significado propio desde la teoría del conocimiento. En todo caso, los conceptos o ideas empleadas hacen que se tropiece con obstáculos para situarlos, o bien, extraer de ellos implicaciones que con seguridad no se ofrecen libres de contradicción.

En la formación de cada una de las ciencias sociales la delimitación de sus campos o el uso de conceptos o metodologías no siempre han sido tajantes. De una u otra manera, la sociología, la economía o la ciencia política han estado ligadas también a una suerte que, por ejemplo, vio coincidir

22 En Levi-Strauss, StructuralAnthropology, Vol. n, Doubleday Anchor Books, New York, 1967, p: 26. 23 Advierte Schutz: "Se alcanza una correcta interpretación causal de una acción, cuando la línea de acción exterior y sus propósitos, han sido correctamente captados y sus relaciones se han vuelto significativamente comprensibles. Esto implica: que los procesos declarados típicos han sido adecuadamente captados a nivel del significado; que la interpretación es causalmente apropiada; pero, que si falta o bien existen problemas para determinar la adecuación del significado, entonces se tratará de una probabilidad estadística incomprensible; por tanto, la adecuación causal tiene importancia solo si hay elementos que prueben la existencia de una probabilidad que tomen la forma en como se ha enunciado el significado; para eso debe haber alguna frecuencia aproximada a un tipo medio o puro". Op cit, p: 316. 24 Niklas Luhmann en Politische Planung, Cfr, en Luis Aguilar, Una reconstrocción del concepto de opinión pública, en Rcvista .Mexicana de Cicncias Polfticas y Sociales No. l30, 1987, p: 97.

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el surgimiento del capitalismo y la moderna democracia. Procesos que de alguna suerte se justificaron por diferentes versiones de la filosofia liberal.

La experiencia de investigar confronta una heterogénea forma de concepciones que, al tratar de hacer útil su proposición, implica desajustar o contravenir el sentido atribuido por los enfoques que las han propuesto originalmente. Esto sin duda es problema, no de la teoría enunciada, sino de la capacidad propia para interpretar el sentido del concepto. Sin embargo, habría que agregar algo particular. Conceptos tales como propiedad, trabajo u ocupación tienen un significado altamente relativo, por no decir temporal, frente al acelerado ritmo del comportamiento de lo social.

En este caso veo que los componentes básicos de lo que llamábamos «capitalismo original» se han modificado. Schumpeter en Capitalismo, socialismo y democracia resume el sentido general de este cambio: el proceso racionaliza la conducta y expulsa de la mente todo tipo de ideas místicas, se fractura el sistema de creencias establecidas por el deseo de cambio y novedad, se hace obsoleto el capitalista individual, «el

trabajo de la oficina y de comité sustituyen al individualismo y el progreso económico se despersonaliza y se atomiza» , la libre contratación está intermediada por los sindicatos y por el Estado, la propiedad se debilitó debido al desarrollo monopólico de las grandes corporaciones que socavan a las empresas intermedias y, por el reemplazo de la prOpiedad individual dada la presencia de gruPOs de gerentes que transforman los mecanismos de participación accionaria de las empresas.2S

El trabajo mismo ha cobrado un nuevo sentido.26 En la modemidad el trabajo perdió el carácter original de castigo o pena para convertirse más en una necesidad de sobrevivencia y de producción social, tan imPOrtante que llegó a servir como categoría para explicar en buena medida el perfil general del capitalismo. Sin embargo, hacia la década de los sesenta del siglo :xx aparecieron cambios significados. Entre otros, la reorganización de las percepciones y la cOlllposición del salario, la aparición de procedimientos novedosos debido a las tecnologías de punta, así como grandes contingentes de desocupados en medio de una profunda crisis mundial de ernpleo.27

Con todo, el trabajo se ha vuelto más

2S En Joseph Schumpeter, Capitalism, socialism and democracy, Harper & Row, Third edition, Nueva York, 1950, pp: 122-123, 132- 133. 26 . Según Carcopino, el viejo sistema romano disponía para los ciudadanos el goce de 130 días de fiesta, mIentras que los esclavos estaban obligados a laborar sin descanso; de no cumplir tal régimen éstos tenían que ser atormentados con el «tripaliUlID), objeto utilizado para el SOmetimiento de caballos o jumentos Y que sirvió también para nombrar a las tareas vinculadas al «trabajo». Anotado por Luis Racionero en Del paro al ocio, Anagrama, Barcelona, 1983, p: 13.

27 En El trabajo en el mundo se muestra un panorama incierto debido a los altos niveles de desempleo, el estancamiento y caída salarial, y a la tendencia a la ocupación en el «sector no estructurado». El empleo product~vo y asalariado e~ cada vez más dificil de generar, mientras que la población continúa aumentando por enclIDa de la prodUCCIón de empleo, y se calcula que 43 millones de personas se incorporarán cada año

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abstracto «en el sentido de que ya sólo se contempla como categoría de la estadística social descriptiva, pero no una categoría analítica válida para la explicación de las estructuras, de los conflictos en las ciencias sociales».28

Por otro lado, el concepto de propiedad privada sobre las empresas ha dado paso a los sistemas corporativos de propiedad, lo que en la llamada «fase superior del capitalismo» se ha caracterizado más por su carácter como sociedad de accionistas o como sociedades anónimas donde han ido perdiendo espacio la propiedad privada y la familiar. A su vez, esto ha hecho que otros conceptos que se derivan o que se le asocian sean cuestionados por dejar de reflejar con certeza la dinámica económica.

Por ejemplo, en el comercio internacional, el problema de la propiedad se hace más confuso con la trasnacionalización de las nuevas empresas y la protección que oponen las economías locales para defender su infraestructura doméstica. Las formas que ha cobrado la inversión extranjera hacen dudar de la «balanza comercial» como categoría confiable para establecer ámbitos de comparación de la propiedad y de la producción entre diferentes economías.

Cuando la firma Texas Instruments transfiere un microcircuito de su planta filial

de Singapur hacia su centro matriz en Estados Unidos, la operación es registrada como una importación estadounidense. Sin embargo, en el caso de que las balanzas comerciales sean definidas en términos de propiedad, por encima del lugar de procedencia geográfica, esta operación tendría que ser considerada a favor del país norteamericano, o que produce un sentido diferente y hasta contrario de lo que pudiera ser este intercambio.

Resulta dificil encontrar fenómenos reales como procesos socialmente armónicos o presentados económicamente homogéneos. En los casos enunciados puede verse que los conceptos tradicionales han ido perdiendo capacidad explicativa. Las palabras y los conceptos ya no responden fielmente a lo que se desea expresar. En consecuencia, como semejanza con ciertas categorías de la teoría social, también pudiera sugerir el agotamiento del rendimiento semántico de los conceptos.

2. Conclusión

Al momento de recapitular pudiera pensarse que al inicio de este nuevo siglo el resultado no ha resultado del todo afortunado para las ciencias sociales. El balance podría pensarse sombrío: por un lado, desencanto en las teorías generales, insuficiente capacidad de interpretación, dificultades para establecer marcos teóricos sólidos y

al mercado de trabajo mundial, lo que representa entre el 1.5% y 2% de la totalidad de la población activa mundial. Por tanto aunque ha crecido la economía mundial, el desempleo sigue agravándose". En Informe sobre el trabajo en el mundo 2000, La seguridad de los ingresos y la protección social en un mundo en p lena transformación, edita la Organización Internacional del Trabajo, junio 2000, p: 30. 28 En Claus Off e, La sociedad del trabajo. Problemas estructurales y perspectivas de f uturo, Alianza Universidad, 1992, p: 28.

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metodológicamente flexibles que brinden certeza al trabajo sociológico. Por otro, desaciertos o silencios ante los problemas de la reorganización mundial. En su conjunto representan muestras de que los alcances se han visto limitados para advertir la llegada o el desenlace de acontecimientos contemporáneos decisivos, lo cual pudiera representar, en términos de la época posterior a la mitad del siglo XX, el agotamiento de la «imaginación sociológica» .

Estancamiento o no, falta de objetividad o ausencia de categorías unificadoras, lo cierto es que a lo largo de los debates que hemos revisado uno puede percatarse de que subsiste la necesidad de establecer esquemas que interpreten y construyan significados comprensivos para adelantar prognosis sociales pertinentes. En el recuento entiendo que, ante el fracaso de las premisas del positivismo, la secularización del mundo de las ideas y la imposibilidad de apelar a una moral que reduzca la realidad a significados únicos, observo que prevalece el ánimo de afirmar la capacidad comprensiva de las ciencias sociales para definir estados actuales y futuros de la realidad, con el fin de construir una disciplina propia, como un campo particular de análisis, normas y criterios diferentes a los de cualquier otra.

Por tanto, desde mi punto de vista una de las lecciones más valiosas de estos debates, es que las posibilidades de la interpretación de quien investiga ya no están tanto en la búsqueda por descubrir al cisne negro de Popper. Más bien, si tiene valor la metáfora, el propósito sería identificar lo común que Pitágoras vio en un triángulo o lo que Newton encontró en una manzana, y que

ello resulte evidente ante la mirada crítica de todos, en un procedimiento de pautas que permita a la ciencia social esclarecer su objeto de estudio, y con ello también posibilitar cumplir su tarea misma.

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