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La Industrialización del Nacimiento Un análisis de causas y consecuencias Andrea Alejandra Ezquerro Hospital de Clínicas José de San Martin Avenida Córdoba 2351 CABA Republica Argentina

La Industrialización del Nacimiento Un análisis de causas y consecuencias

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La Industrialización del Nacimiento

Un análisis de causas y consecuencias

Andrea Alejandra Ezquerro

Hospital de Clínicas José de San Martin

Avenida Córdoba 2351 CABA

Republica Argentina

2

Resumen en español

La última mitad del siglo XX fue el escenario del desarrollo de nuevas tecnologías

destinadas a mejorar la salud materno- fetal.

Así, nuevas posibilidades para gestar y nacer han podido ser ofrecidas para

embarazadas y fetos de alto riesgo cuyo futuro, en otro momento histórico, hubiera sido al

menos, incierto.

Sin embargo, el sistematizar la utilización de dicha tecnología sin una adecuada

categorización de las pacientes que se beneficiarían con ella, o sin una revisión crítica

minuciosa de riesgos y beneficios asociados a su implementación, ha contribuido a colocar

al nacimiento humano en un plano totalmente nuevo: el de suceso cuasi industrial.

A su vez, esta realidad genera otras coyunturas, ya desde lo medico, ya desde lo

social y cultural.

El nacimiento humano se ha medicalizado a punto tal que ha generado consecuencias

a corto y largo plazo tanto para las madres como para sus hijos.

El concepto de éxito reproductivo debería ser repensado a la luz de estas y otras

realidades que todos aquellos en relación al nacimiento humano, vemos a diario en nuestra

práctica profesional.

Palabras Clave: nacimiento- tecnología- parto- biomedicina

3

Summary in English

The last half of the twentieth century was the scene of the development of new technologies

to improve maternal and fetal health.

Thus, new possibilities to gestate and birth have been offered to pregnant women and

fetuses at high risk whose future, in another historic moment would have been at least

uncertain.

However, the systematic use of such technology without a proper categorization of patients

who would benefit from it, or without a thorough critical review of risks and benefits

associated with its implementation, has helped put human birth in a whole new level : the

quasi-industrial event.

In turn, this reality produces other joints, and from the medical point of view and from the

social and cultural aspects Human birth has been medicalized so much so that generated the

short-and long-term consequences for both mothers and their children.

The concept of reproductive success should be rethought in light of these and other realities

that all those in relation to human birth, we see daily in our professional practice.

Keywords: birth-technology-labor-biomedicine

4

INDICE

Introduccion…………………………………………………………………………………5

El nacimiento industrial: hitos en su génesis y situación actual……………………………7

Los resultados a corto plazo………………………………………………………………..10

La epidemia de cesáreas……………………………………………………………10

Una patología asociada la cesárea: El acretismo placentario………………………13

Aspectos sociales y antropológicos de la industrialización del nacimiento………14

Consecuencias a largo plazo……………………………………………………………….16

Conclusión………………………………………………………………………………….19

Bibliografía………………………………………………………………………………...20

5

INTRODUCCION

Durante los últimos tres siglos la obstetricia adquirió entidad como especialidad

médica, primero con el surgimiento de médicos obstetras, quienes en mayor o menor

medida según los países, fueron ocupando el lugar de las comadronas o parteras empíricas

en la atención de los partos; luego con la institucionalización del nacimiento.

En el siglo XX, con el desarrollo de nuevas tecnológicas de diagnostico y

tratamiento, el feto humano se transformo en “paciente”, así como también toda mujer

gestante, aun tratándose de embarazadas sanas.

En la actualidad, la utilización de la tecnología creada para realizar seguimiento del

embarazo y asistir el parto humano se ha sistematizado y generalizado, así como también

las prácticas en relación a este evento. En la gran mayoría de las naciones desarrolladas del

mundo y también en los países en vías de desarrollo que forman a sus profesionales según

la escuela de aquellas, los nacimientos se asisten en mega maternidades y según protocolos

estrictos que regulan los modos de evaluar, controlar y asistir a la mujer embarazada,

parturienta y puérpera.

Esto ha dado como resultado una INDUSTRIALIZACION DEL PARTO Y EL

NACIMIENTO HUMANO que, como todo proceso semejante a nivel mundial, ha

facilitado la atención, ha logrado algunos beneficios, pero también ha devenido en

perjuicios para la salud materna, del feto y el neonato.

Los beneficiosos han sido estudiados desde la Medicina basada en la Evidencia y

ampliamente difundidos. Mujeres antes imposibilitadas de gestar, son hoy fértiles; en

principio, ha disminuido la morbimortalidad materna y neonatal, emergencias otrora

irresolubles son resueltas hoy dia.

Algunos perjuicios han sido también identificados dentro del ámbito científico y

actualmente organizaciones mundiales especializadas como la OMS, OPS, FIGO, ICM

intentan desalentar las practicas que los desencadenan. Los resultados son todavía

desalentadores, ya que estas siguen vigentes.

Otros perjuicios, sobre todo aquellos que podrían afectar a las futuras generaciones,

son tema de denuncia de unos pocos profesionales que recorren el mundo disertando,

publicando e investigando, a la vez que han tomado acciones directas direccionadas a

revertir estos modelos de atención.

Uno de ellos es el Dr. Michel Odent, fundador del Primal Health Research Center de

Londres, autor de numerosos trabajos científicos y de publicaciones destinadas al público

general relacionados al nacimiento humano.

Uno de ellos, titulado “El granjero y el obstetra”, motivo mi interés por abordar esta

temática como parte de mi quehacer profesional como obstétrica, desde los inicios de mi

formación.

En este libro, analiza a manera de analogía, por un lado, los resultados negativos de la

industrialización de la agricultura: La enfermedad de la vaca loca y la Fiebre aftosa y, por

otro, características del hombre actual: la esquizofrenia, el autismo, el homicidio, etc.; en

definitiva dificultades en la capacidad de amarse a si mismo y a otros, como resultados

negativos asociados al modo de nacer que ha predominado en la ultima mitad del siglo XX.

6

Intentare, en el marco de este trabajo, exponer sus conclusiones y también las de otros

autores, sin dejar de relatar mi propia observación en el trabajo diario como proveedora de

cuidados de mujeres embarazadas y sus bebes.

Redacto este trabajo desde un posicionamiento subjetivo, ya que mi modalidad de

asistencia se sustenta en la creencia de que el embarazo y el parto humanos, en tanto

eventos propios del “ser mujer”, son atravesados por variables biológicas, psicológicas,

sociales, culturales, políticas, económicas y antropológicas que no pueden ser desconocidas

o subestimadas por quienes cuidamos de esta población.

Pero producto de la formación académica que trivializa en mayor o menor grado los

saberes provenientes de otras disciplinas y de nuestro propio diario acontecer, los

profesionales en relación al quehacer medico somos tentados a concentrarnos hoy,

mayoritariamente, solo en los aspectos biomédicos, desconociendo la importancia de esas

otras variables en los resultados que, paradójicamente, pretendemos mejorar.

7

EL NACIMIENTO INDUSTRIAL: HITOS EN SU GENESIS Y SITUACION

ACTUAL

Según el obstetra Michel Odent, el nacimiento humano ha sido objeto de rituales

destinados a intervenir de distintas maneras y en distintos periodos del parto, desde tiempos

muy remotos. (1)

Señala que, en sociedades preagricolas, las mujeres se aislaban por su propia decisión

para atravesar el trabajo de parto y parir, al igual que las hembras de toda especie mamífera

lo hace hasta hoy.

Pero en culturas mas complejas posteriores las intervenciones sobre el evento parto

(inclusión de un asistente, ritos sobre el cuerpo materno y del neonato, presencia de

observadores, separación precoz de la madre y el bebe) constituyeron escenarios comunes

como ritos de pasaje de un estado social a otro. Una mujer se transformaba

inexorablemente en madre y un nuevo integrante de esa comunidad se hacia visible en el

mundo y su socialización debía comenzar.

Así, En Argelia, para inducir el pujo quemaban bajo la nariz de la parturienta pelo de

la región occipital de un león, y el olor era tan nauseabundo que la mujer sentía náuseas que

contraían el diafragma en repetidos movimientos. (2)

En algunas sociedades el concepto de padre biológico no formaba parte del sistema

de creencias; en otras, un hombre en particular era el responsable de este embarazo, sin

embargo en todas un integrante masculino de la comunidad asumía la paternidad de ese

niño, transformándose entonces también en padre, una figura social con distintos

significados según cada cultura o grupo.

Tomemos como ejemplo el rito de La Couvade: este podía desarrollarse bajo la forma

de un hombre gritando y sufriendo cuando su mujer estaba de parto o este mismo hombre

con su bebe recién nacido en los brazos, recibiendo las felicitaciones de otros hombres;

según las palabras de los autores Cristóbal y Carmen Serra:

“La couvade prenatal o pseudomaternal tendría como objetivo la transferencia mágica

de los dolores durante la gestación y el parto a la persona del padre; en la couvade postnatal

o dietética el padre es considerado como debilitado y sufriente en el postparto.

Se le acuesta y se le proporciona un régimen alimenticio especial para recuperar sus

fuerzas. Se le mima y se le reconoce.”(3)

Sin embargo, el nacimiento humano no adquirió ribetes de proceso industrial hasta el

siglo XX.

He aquí una reseña de los sucesos que propugnaron que un acontecimiento antes

familiar, íntimo y singular, se transformara en otro sistematizado a gran escala por medio

de la introducción de tecnología cada vez más compleja. (4)

1- Principios de siglo: El médico obstetra varón, toma control del proceso de nacimiento,

establece lazos oficiales con las comadronas, situándolas bajo su supervisión dentro de

instituciones de salud.

El status de la comadrona como proveedora primaria de cuidados en las comunidades

declina rápidamente, sin que exista intención de profesionalizarlas. La población de

embarazadas, como clientes potenciales para un nuevo profesional médico, era demasiado

valiosa económicamente y como materia prima de aprendizaje. La competencia con otro

profesional no medico quedaba fuera cualquier análisis.

8

Ya en el siglo pasado, el escenario de la atención obstétrica como puerta de entrada para la

atención de toda una familia se hacía visible; según el obstetra Walter Chaning de Harvard:

“Las mujeres rara vez olvidan al médico que les ha brindado ternura durante el parto…

confían y se apoyan en el, lo cual representa una ventaja mutua. Debido a esto, es

aconsejable que los médicos ejercen la asistencia obstétrica. Esto es lo que le asegura la

continuidad de todas sus otras actividades.”(5)

2- Joseph de Lee, profesor de Obstetricia de EEUU, nomina al parto como evento

PATOLOGICO, a corregir mediante el uso profiláctico de fórceps y episiotomía para todo

nacimiento, en combinación con sedantes para la mujer y medicación para la expulsión de

la placenta. En los 30 la Obstetricia Profiláctica se convierte en norma en EEUU.

3- Década del 20, Alemania: desarrollo del “Twilight sleep”, consistía en administrar una

mezcla de morfina, escopolamina y cloroformo a la parturienta, como medida para evitar el

dolor. Se exporta hacia EEUU.

Se comprobó que también aceleraba los partos por la relajación del cérvix uterino, a la vez

que la escopolamina producía amnesia temporal.

Fue un desarrollo tan exitoso que atrajo numerosas mujeres al hospital, transformando el

parto en un suceso rápido, sin registro en la memoria. Colateralmente la parturienta se

transformo en un paciente pasivo, materia prima ideal para el desarrollo de otras destrezas

técnicas.

4- Década del 50: La cesárea se hace más segura, creándose la técnica de cesárea

segmentaria, desarrollándose nuevas técnicas anestésicas y nuevos antibióticos. Hasta 1910,

su utilización no superaba el 0,2%, ya que era una intervención sumamente riesgosa.

5- Década del 60: Una nueva generación de obstetras con formación quirúrgica hace su

aparición, aunque todavía la tasa de cesáreas en EEUU no superaba el 5%. Paulatinamente

el uso de esta intervención se incrementa.

En la Actualidad, las cesáreas alcanzan porcentajes entre 20 a 90% según países,

sistemas de salud, instituciones o profesionales. La OMS, señala como aceptable un total

del 15% para todos los nacimientos, basada sobre la tasa de cesáreas de los países con más

baja tasa de mortalidad perinatal en el mundo.

6- Década del 70: Aparición del Monitoreo Electrónico Fetal (NST), como tecnología de

control de la vitalidad fetal durante el trabajo de parto. Comienza la era electrónica del

nacimiento.

La utilización de este recurso estaba destinado a embarazos complicados, pero rápidamente

se generalizo a todas la embarazadas atendidas en instituciones con la tecnología

disponible, previo al parto o durante el mismo sin hacerse evaluado sus resultados en gran

escala.

En 1979, el National Institute of Child Health and Human Development publico los

resultados de un estudio consensuado: las evidencias sugerían solo una leve tendencia a

mejorar los resultados en embarazos complicados, no así en embarazos normales. Otros

grandes estudios asociaron su uso al incremento de fórceps y cesáreas, dado que se extraen

conclusiones incorrectas de su interpretación. (6)

9

A pesar de que la evidencia hasta hoy es la mencionada (7), su uso se ha extendido como

documento de constancia de la vigilancia fetal, ante el temor por demandas legales.

7- Finales del siglo XX: Se masiviza el uso de la anestesia peridural para partos vaginales,

con profesionales entrenados en la técnica. Por 1° vez en historia de la anestesiología

moderna se generaliza una práctica invasiva para intervenir sobre un proceso fisiológico,

en lugar de una intervención quirúrgica.

Su utilización dificulta en muchas mujeres la posibilidad de pujar exitosamente, dado que

no sienten como o hacia dónde dirigir el pujo, a la vez que relaja los músculos perineales

profundos rotadores del feto, incrementando de este modo la tasa de nacimientos

operatorios (cesáreas y partos forcipales) (8). Si bien este dato, desde la evidencia científica

es todavía hoy objeto de controversia, todos aquellos que hemos estado junto a una mujer

anestesiada por completo cintura abajo, hemos sido seguramente testigos del fenómeno, en

alguna ocasión.

8- En los EEUU y Europa, como ultimo eslabón de la cadena en la industrialización del

nacimiento, a principios del siglo XXI, se destinaron enormes inversiones en crear mega

maternidades en las que se asisten diariamente entre 10 y 20 nacimientos.

En ellas todos los nacimientos han sido estandarizados utilizando la tecnología descripta.

Las prácticas de principios de siglo, aquí detalladas, fueron reemplazadas por

versiones mas actuales, que se tomaron como modelo de la obstetricia científica y se

trasladaron a los países en vías de desarrollo, incluido el nuestro. Pero el concepto se

mantuvo: La inclusión de la atención del parto normal en la praxis de la medicina moderna

tuvo como resultado el Gobierno y Dirección del Parto, denominación propuesta por

distintos obstetras como Kreis en 1929. La tecnología puesta al servicio de un nacimiento

presumiblemente mas veloz, no necesariamente mas seguro. (9)

A continuación, la opinión del Ministerio de Salud de la Republica Argentina sobre

tal práctica:

“El actual gobierno y dirección del parto normal, efectuado en forma sistemática, con

valores de inducción mayores del 10 % así como el uso abusivo de oxitócicos, entre ellos

las prostaglandinas de indicación precisa y resultados todavía escasamente evaluados, y la

anmiotomía precoz, ha sido responsabilizado en importantes trabajos clínicos controlados y

por meta análisis, del incremento de los resultados perinatales adversos.

O sea que ésta indicación de principios de siglo, ha perdurado hasta la actualidad, en

que la propuesta moderna es el manejo conservador del parto, con la preservación de la

bolsa de aguas hasta su ruptura espontánea y la proscripción de toda medicación

oxitócica, antiespasmódica o analgésica sistemática en el parto normal.”(10)

En la practica en Argentina hoy, esta propuesta no es tomada tomada en cuenta por la

mayoría de los servicios de Obstetricia, públicos o privados.

La norma es el parto conducido, con o sin anestesia peridural; regulado, según

nuestro propio aprendizaje, deseo, temor; la excepción, esperar un parto fisiológico, aun

cuando evolucione satisfactoriamente.

La mayoría de los asistentes de partos, médicos u obstétricas, nunca ha sido testigo

de uno. (11)

10

¿Que es un parto fisiológico y seguro?

Dinámica uterina espontanea, bolsa integra hasta el nacimiento, pujo cuando hay

sensación de pujo, libertad de movimiento y posición durante el trabajo de parto y el parto,

controles maternos oportunos y auscultación intermitente del feto sin intervención con

drogas, maniobras, órdenes, practicas innecesarias.

Gran parte de los profesionales y pacientes consideran al parto intervenido como la

mejor opción: los primeros, por razones tan disimiles como una real convicción acerca de

los beneficios de tal práctica, honorarios magros, tiempos reducidos, mayor experiencia

quirúrgica y desconocimiento del desarrollo de nacimientos fisiológicos (12). Los

segundos, por falta de información, comodidad, el temor al parto y al dolor asociado o

simplemente por ser la costumbre socialmente instituida. (13)

La realidad es que el nacimiento humano alcanzo el status de proceso cuasi fabril

durante el último siglo. (13)

11

LOS RESULTADOS A CORTO PLAZO

He mencionado, en la introducción, que existen resultados adversos asociados al

nacimiento intervenido, claramente identificados a través de la medicina basada en la

evidencia, tanto para la madre como para el feto.

El primero a mencionar y más notorio a nivel mundial es el aumento continuo hasta

niveles impensados de la tasa de cesáreas abdominales.

La epidemia de cesáreas

A fines de la década del 80, el CLAP (Centro de Perinatología y Desarrollo Humano),

en colaboración con la OMS y la OPS, realizo la primera fase de una investigación que

titulo ESTUDIO COLABORATIVO EPIDEMIOLOGIA DE LA CESAREA- EL

NACIMIENTO POR CESAREA EN INSTITUCIONES LATINOAMERICANAS. Incluyo

para su estudio, los aspectos relativos a la realización de cesáreas en 178 maternidades

latinoamericanas, que asistieron en un quinquenio alrededor de tres millones de

nacimientos

Estas fueron algunas de las consideraciones relevadas:

1- La cesárea como intervención de salvataje, fue decisiva en la mejora de los índices de

mortalidad materna. Su utilización era la única medida posible para resolver los partos

obstruidos por desproporción fetopélvica o presentaciones fetales anómalas.

2- Sin embargo, en los 60, técnicas de diagnostico no suficientemente evaluadas aportan

conocimiento nuevo sobre el feto y surgen nuevas indicaciones para realizar cesáreas.

Aumentan la aceptación de la cesárea por profesionales y pacientes e inclusive se prefiere

al parto vaginal, como teórico resguardo legal ya que, como menciona el informe, “En

EE.UU., en particular, se sostiene que no hay nunca demanda por cesáreas precoces, pero si

por no hacerlas o por hacerlas tardíamente.”(13)

3- En los 70 aumenta la tasa de cesáreas, por motivos ajenos a indicaciones medicas, estas

son algunas de las razones enumeradas en el informe:

resolución de problemas menores

mayores honorarios

cesárea=status

mayor organización del tiempo de trabajo

carencias en la formación profesional para evaluar razones justificadas y asistir

partos normales

para aumentar la practica quirúrgica

creencia popular de evitar dolor

Este informe también alude a las complicaciones asociadas a la cesárea, en comparación al

parto vaginal:

mayor mortalidad materna (hasta 12 veces)

mayor morbilidad materna (7 a 20 veces)

el doble de estadía hospitalaria

mayor convalecencia y alteraciones psicoafectivas

12

mayores problemas respiratorios del RN

mayor morbilidad neonatal

El informe también describe las causas que fundamentaron su realización en

Latinoamérica:

Tasas de cesáreas de hasta 80%

Tasas de mortalidad materna y perinatal que no han variado proporcionalmente a

la tasa de cesáreas.

Indicaciones sin validez científica

Nuevos trabajos que concluyen en modificar las indicaciones, incluyendo nuevas

y desaconsejando otras.

El estudio ECLA concluyo, entre otros aspectos, que “Muchas de las indicaciones

más frecuentes merecen revisarse, ya que es posible, en múltiples oportunidades, llegar al

parto vaginal con beneficios para madre y feto (cesárea anterior, desproporción fetopélvica

relativa, distocia dinámica, parto prolongado, fracaso de inducción, "sufrimiento fetal

agudo", etc.) si se cumplen determinados requisitos.”

Desde esa fecha a entonces, en la Argentina, los índices de cesáreas no han mejorado,

rondan el 23% en instituciones públicas y el 50% en promedio, en sanatorios privados.

Esta asimetría ha sido observada por investigadores argentinos, como una situación

paradójica, según la que, mujeres de menores recursos reciben un mejor cuidado de salud

(14)

Más alarmante aun, en la última década se ha extendido el fenómeno de las cesáreas a

demanda de las pacientes. Hoy este tema se debate en foros médicos y es materia de

investigación de algunos profesionales de nuestro medio.

Un trabajo realizado por el equipo de Neonatología del Hospital Italiano de la ciudad

de Buenos Aires, publicado en 2010, aborda esta problemática, advirtiendo que no existe

fundamento científico que asocie el nacimiento por cesárea a mejores resultados para la

madre o el recién nacido.

Concluye que el nacimiento por cesárea al término en poblaciones de bajo riesgo se

asocia significativamente con mayor riesgo de morbilidad respiratoria neonatal, ingreso a

UCIN, dolor materno puerperal y disminución de la lactancia materna exclusiva al alta.

(15)

De tal manera, el profesional tratante debería informar sobre riesgos y beneficios

ante el pedido de una cesárea programada, para que cada mujer pueda tomar entonces, una

decisión informada y responsable (16). De otro modo, este requerimiento, como mínimo

ingenuo, coloca a todos los involucrados, gestante, feto y profesional, en riesgo innecesario.

Así es que los años pasaron desde el informe ECLA, pero sus conclusiones no han

perdido vigencia.

Hoy en día las unidades de neonatología son altamente eficaces en mantener con vida

recién nacidos con múltiples patologías, sin embargo deben ocupar recursos de todo tipo en

tratar recién nacidos sanos y de termino con dificultades respiratorias (síndrome de pulmón

húmedo) debido a no haber experimentado los beneficios que para el feto tiene, el trabajo

de parto y parto vaginal.

Fisiológicamente, el parto implica la generación de catecolaminas fetales que

desencadenan el cóctel hormonal implicado en la absorción de liquido pulmonar (17)

13

además de contribuir a la eliminación mecánica de un tercio del fluido pulmonar fetal, en

su paso por el canal de parto.

Es entonces que, mujeres puérperas, que intentaban escapar del dolor del parto,

toleran más dolor por una cirugía, en ocasiones, de indicación dudosa. Mas antibióticos,

mas analgésicos, mas riesgo propios y ajenos, menos posibilidad de ocuparse de su recién

nacido, un cuerpo que carga con una cicatriz en el útero que, en muchos casos condiciona

su futuro obstétrico para siempre.

Otro evento colateral: los bebes nacidos de estas mujeres, pasan horas en

neonatología, ya sea por dificultad respiratoria, por necesidad materna, por política

institucional; un vínculo que idealmente debería ser precoz, se establecerá mas tardíamente,

no sin consecuencias (15). La mayoría de estos niños serán alimentados artificialmente,

hasta el encuentro con su madre; seguramente tendrán mayores dificultades para el inicio

de la lactancia, condicionando entonces la posibilidad de un beneficio inequívoco para la

salud de ambos, a corto y largo plazo. (18)

Una patología asociada a la cesárea: El acretismo placentario

El acretismo placentario consiste en la adherencia anormal de la placenta a la pared

uterina, con lo que el alumbramiento puede conducir a una hemorragia masiva. Hoy es una

de las principales causas de histerectomía puerperal y mortalidad materna.

Está asociada directamente al incremento de cesáreas, dado que en la zona de la

histerorrafia el endometrio se reconstruye pobremente, con lo que la placenta no solo se

adquiere a éste, sino también al musculo uterino subyacente y en ocasiones a órganos

vecinos. El tratamiento consiste en la histerectomía, en la inmensa mayoría de los casos.

En los últimos 60 años, la frecuencia de acretismos se ha incrementado entre 10 y 15

veces, siguiendo la curva ascendente de la tasa de cesáreas, en el mismo periodo. (19, 20)

Debido al aumento de la frecuencia de acretismos, debieron desarrollarse nuevas

técnicas de diagnostico precoz que permitieran programar con seguridad las cirugías de

estas pacientes, con apoyatura de especialistas diferentes del obstetra cirujano

(hemodinamistas, cirujanos urólogos, etc.). Nuevamente, las intervenciones sobre el

nacimiento solo pueden resolverse con otras mas complejas, riesgosas, costosas, que no

alcanzan a todas las mujeres.

Quienes asistimos embarazadas conocemos el escenario, en instituciones sin alta

complejidad o ante acretismos sin diagnostico previo: un par de obstetras en un quirófano

de hospital, confrontados en forma sorpresiva con una mujer en la mesa, una placenta que

no se desprende y un útero que no cesa de sangrar. La siguiente escena es la mujer

internada en terapia intensiva, con un pronóstico incierto, o fallecida.

La posibilidad de prevención del acretismo placentario está ligada, de tal modo, a la

cautela de los profesionales a la hora de indicar una primer cesárea, ya que posteriormente

son pocas las mujeres que parirán por otra vía que no sea una nueva cesárea, especialmente

en el ámbito privado.(14)

La cuestión es que, aun en conocimiento de este riesgo, las razones aducidas para

realizar una cesárea siguen creciendo y la cautela, desapareciendo.

14

Todo este modo de hacer de la obstetricia moderna es posible, por supuesto, porque

las mujeres suelen poner la salud en general y, específicamente, la salud reproductiva, en

manos del médico tratante, sin evaluar riesgos o beneficios.(21)

Es casi imposible encontrar una gestante que solicite al profesional, información

sobre procedimientos, tratamientos para ella o el feto, riesgos y beneficios, estadísticas, y

acorde a ello, tome una decisión informada. Ello implica no solo compartir el derecho a

decidir, sino la responsabilidad ante los resultados de tales decisiones.

Ahora bien, haciendo una revisión crítica de nuestra propia práctica, reflexionemos

sobre qué ética sustenta nuestra atención: el principio de beneficencia que nos coloca en

posición de actuar sobre el paciente, desconociendo muchas veces su deseo, temor, opinión

o esperanza. No es frecuente entre los profesionales médicos el alentar al paciente hacia

una creciente autonomía, que permitiría compartir decisiones y responsabilidad.

Así, la industrialización del nacimiento se cimenta sobre un quehacer profesional

muchas veces desvinculado del conocimiento científico actualizado y también sobre la

pasividad de las familias a la hora de prepararse a decidir sobre el futuro de este embarazo

y este niño por llegar.

Aspectos sociales y antropológicos de la industrialización del nacimiento

Como obstétrica en ejercicio de la profesión, es sorprendente ver y oir a las mujeres

embarazadas de hoy atravesando el embarazo y acercándose al tiempo del parto, siempre

temerosas, siempre desconfiando de que algo este mal, algo no funcione o algo vaya a

ocurrir.

Recuerdo una mujer que habiendo tenido todos sus hijos por cesárea, acompañaba a

su hija en trabajo de parto. Como el proceso le parecía lento y angustioso, me comentó:

-“¡Ay doctora! ¡Yo tampoco dilataba! ¿No será genético?”

Afortunadamente su hija tuvo un parto perfecto; las leyes de la genética fantaseada

no se cumplieron esta vez.

Este es también un resultado de la industrialización del nacimiento: habiéndose

incrementado el control, la tecnificación y la intervención sobre los embarazos, las mujeres

empezaron a temer y a desconfiar de sus propios cuerpos, como entidades capaces de

engendrar, desarrollar y parir al hijo.

Aunque el temor al dolor ha sido casi una constante en la historia del nacimiento, en

las últimas décadas se ha sumado la certeza social de que el embarazo y el parto son

eventos equiparables a una enfermedad.

Cuando algún profesional habla del embarazo y el parto como situaciones

prevalentemente normales, las mujeres dicen saberlo, pero no pueden sentirlo.

El desarrollo de tecnología, propio de la revolución industrial acompaño un nuevo

paradigma: el cuerpo humano se pensó como la maquina. Segmentado en partes, podía ser

reparado, desarmado y vuelto a ensamblar.

Paradigma que, como cualquier otro, surgió desde la ciencia, impregno y sostuvo el

discurso social y político, naturalizando nuevos posicionamientos en relación a hombres y

mujeres, sus características y roles.

La mujer, ya nominada imperfecta, pasiva, necesitada de otro sexo que la cuide,

dueña y esclava del útero pudo entonces ser auxiliada por la ciencia.

15

Recordemos al útero como un órgano al que diferentes grupos humanos han

considerado fuente de todo disturbio corporal y mental, el mismo órgano que es también

hábitat del feto y motor del parto humano.

Por fin la ciencia como nuevo dios podía mejorar, corregir, cambiar el curso de aquel

nacimiento que se percibiera como demasiado rápido, demasiado lento, demasiado

doloroso, demasiado indoloro, demasiado singular.

Y el parto, se coloco entonces bajo el control de la tecnología, ésta sería de aquí en

mas la nueva madre segurizante con la cual la mujer siente que debe parir. Y el parto se

estandariza, se transforma en una línea de montaje.

Robbie Davis Floyd, antropóloga dedicada al tema del parto y nacimiento humanos,

sostiene que todo ritual es simbólico. Y las prácticas obstétricas rutinarias son altamente

simbólicas. (22, 23)

Colocar a una mujer de parto en una silla de ruedas, ponerla en una cama de hospital

con ropa de hospital, ponerle una vía EV, conectarla inmediatamente a un monitor fetal,

separarla de su familia, anestesiarla, intensificar sus contracciones con oxitocina exógena,

aleccionarla sobre como respirar, cuando pujar; exponer sin pudor ni permiso, hurgar y

cortar sus genitales para que el hijo pueda salir, separar por horas al niño de su madre una

vez nacido.

¿Cuál es el mensaje?

“Tu cuerpo es imperfecto; nosotros los operadores de la tecnología vamos a poner a

tu cuerpo a funcionar correctamente, a la vez que vigilamos la vida de tu bebe dentro de tu

cuerpo, porque corre peligro allí; también lo cuidaremos y alimentaremos por ti cuando

nazca. Te daremos al bebe perfecto”

Por supuesto, el ritual procede de un sistema de creencias y tiene como objetivo

reproducirlo. (23)

El modelo biomédico, altamente interventivo, que regula la obstetricia actual, se ha

desarrollado como vimos, en los EEUU.

Un país con alto desarrollo tecnológico en todos los campos. Sus productos deben ser

colocados en el mercado, su consumo debe ser estimulado.

Entonces, pensemos en el metamensaje: “La tecnología perfecciona la naturaleza”

El sistema de creencias: un modelo tecnocrático de la realidad.

La maternidad, como rito de pasaje, reafirmando el paradigma.

Así como en cada cultura, el ritual como mecanismo aliviador de la mujer dolorida y

temerosa.

Tanto así, que muchas mujeres piensan que sin “goteo” o anestesia no se puede parir;

que sin monitor su bebe morirá.

El obstetra brasileño Ricardo Jones se pregunta:

“¿Por qué, a pesar de que disponemos de pruebas contundentes, los médicos

continuamos actuando de forma mitológica y repetitiva, reproduciendo terapéuticas

comprobadamente inútiles y peligrosas para nuestras pacientes

¿Por efecto inercial? ¿Por habito vicioso?

Por adoctrinamiento, para reforzar el sistema patriarcal que aun hoy pervive.

¿Por qué el momento PARTO?

El parto, instancia cúlmine de la femineidad, es el momento ideal para que esas creencias

sean reforzadas y diseminadas. Durante un parto podemos encontrar todos los valores

sociales profundos, encerrados de forma sutil pero poderosa.” (24).

16

CONSECUENCIAS A LARGO PLAZO

El cirujano y obstetra Michel Odent sostiene que nuestra salud se configura, en gran

medida, en el útero.

Detalla, como ejemplo, la asociación de la exposición materna al PCB y un menor

desarrollo neurológico del niño, los trastornos en la dentición infantil asociados asociados

al consumo de aceite comestible contaminado por policlorinados y los defectos del sistema

genital masculino en hijos de madres expuestas a pesticidas como el DDT. Todas estas

sustancias son liposolubles y se almacenan en el organismo por años.

Pero su interés se centra, fundamentalmente, en el día de nacimiento ya que según sus

propias palabras, “el más espectacular e invasivo impacto de la industrialización se produce

ese día”. (25)

Las consecuencias de ese modo de nacer se trasladan a largo plazo al campo de la

sociabilidad, la agresividad o, dicho de otra manera a la capacidad de amar a otros o a sí

mismo.

Las practicas e intervenciones mas comunes en el nacimiento (rotura artificial de la

bolsa de aguas, uso de oxitocina sintética, uso de agentes anestésicos) no solo son

potencialmente peligrosos para el feto por nacer, sino que interfieren con la normal

liberación del coctel hormonal materno necesario para producir el parto, el alumbramiento

y el apego a la cría.

Es usual ver cómo, al internar a una mujer en trabajo de parto, separarla de su esposo,

vestirla de manera extraña, conectarla a un monitor fetal y ponerle un suero, aun sin

medicación, las contracciones uterinas decrecen o desaparecen.

La explicación a este fenómeno es simple: la adrenalina, hormona del temor y el

escape, antagoniza a la oxitocina, hormona motor de las contracciones uterinas.

¿Qué hacer entonces? Corregir o conducir el parto. Resolver las consecuencias de la

intervención con más intervención: colocar en el suero oxitocina sintética y romper la

bolsa, inmovilizar, anestesiar al útero, periné, vagina y vulva. Y pedirle a la mujer que no

siente su cuerpo de la cintura hacia abajo, que puje bien. Si no lo logra, el fórceps o la

cesárea corregirán su déficit.

Pero el uso de oxitocina sintética puede producir contracciones tan intensas que

alteren la vitalidad fetal, debiendo reanimar al feto o al neonato con intervenciones mas o

menos complejas.

Michel Odent describe la asociación entre suicidio por asfixia y reanimación

neonatal. Así también menciona los estudios de Bertil Jacobson que correlacionan el

suicido con nacimientos mecánicamente dificultosos (Obstetric care and proneness of

offspring to suicide as adults: case-control study, publicado en BMJ 1998; 317: 1346-9)

Otras manifestaciones asociadas a la intervención obstétrica por Odent son:

1- La toxicomanía, asociada al uso de calmantes en el parto. (Perinatal origin of adult self

destructive behavior, Jacobson B at col, ACTA Psychiatry. Scand 1987;76:364-371)

2- La anorexia mental: un estudio sueco revelo la importancia de factores de riesgo

asociados al nacimiento, encontrando como el más significativo estadísticamente, haber

nacido con un cefalohematoma. (Very preterm birth, birth trauma, and the risk of anorexia

nervosa among girls, Arch. Gen. Psychiatry 1999;56:634)

17

3- El autismo: Odent nos relata su interés en el tema a partir de su conocimiento del trabajo

de Nikolaas Tinbergen1. En su trabajo de campo, el Dr. Tinbergen estableció una lista de

factores de riesgo que predisponen al autismo o aumentan sus síntomas; los cercanos al

nacimiento son el parto inducido, el parto bajo anestesia general, la utilización de fórceps y

la resucitación. (Autistic Children, New hope for a cure, Allen and Unwin, London; 1983,

Oxford, England). También exploró la correlación entre la dificultad de los autistas en

establecer contacto visual y la ausencia del primer intercambio de miradas entre la madre y

el niño, inmediatamente después del nacimiento.

El Dr. Odent sostiene que la oxitocina endógena, a la que llama la hormona del amor,

presente en todos los eventos sexuales humanos, también induce el comportamiento

maternal, junto con la prolactina. También el binomio madre-bebe produce endorfinas, de

la familia de las opiáceos. Todo este coctel hormonal natural cumple un papel fundamental:

el enamoramiento de la madre por la cría, la agresividad materna por defenderla. Y en ese

interjuego de contactos entre una madre y su bebe humano, comienza a desarrollarse, según

Odent, la capacidad de amar.

¿Por qué intentar inhibir la capacidad de amar?

Si de humanos se trata, debemos tener en cuenta, no solo al sujeto y su peculiaridad,

sino también a la cultura que lo ve nacer, lo educa y moldea su accionar, su modo de

pensar y sentir a lo largo de su vida.

Entonces, comparando culturas, Odent concluye que, cuanta mayor necesidad de

desarrollar sujetos con gran potencial agresivo tiene una cultura, más agresivas son las

creencias y los rituales cercanos al nacimiento.

Recordemos una de las sociedades que produjo formidables guerreros: Esparta.

Significativamente, los bebes espartanos que no se consideraban vigorosos eran asesinados

al nacer, se criaban sin contacto amoroso, se los acostumbraba a la soledad, eran separados

de sus madres precozmente y adiestrado su espíritu para soportar dolor, hambre, frio.

A los siete años, eran separados de sus madres, comenzando su entrenamiento formal

como futuros guerreros, aun cuando su humanidad comenzó a ser devastada al nacer; serian

mas tarde el combatiente perfecto: entrenado para sufrir y producir sufrimiento. A este

sistema educativo se lo denomino Agoge.

Significativamente, la industrialización del nacimiento ha sido desarrollada en

naciones con políticas de alta intervención, fuera de sus fronteras y que mantienen altos

índices de criminalidad y agresividad, puertas adentro.

Otros modos de industrializar la naturaleza han mostrado en los últimos años,

consecuencias temibles: la enfermedad de la vaca loca o BSE (Bovine Spongiform

Encephalopaty) y su asociación con la variante de la Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, la

epidemia de fiebre aftosa que, aun sin implicancia señalada en la salud humana, produjo

importantes matanzas de animales infectados.

Al momento de la publicación de El Granjero y el Obstetra, otra tragedia todavía era

el futuro.

1 El Dr. Tinbergen fue premio Nobel de Medicina en 1973 junto con Konrad Lorenz y Karl Von Frisch, por

sus descubrimientos relativos a la organización y la obtención de patrones de comportamiento individual y

social.

18

En el año 2009 la pandemia de Gripe H1N1 o gripe porcina, sacudía al mundo con

más de 18.000 casos de muerte confirmados. El origen de la infección es una variante de la

cepa H1N1,con material genético proveniente de una cepa aviaria, dos cepas porcinas y una

humana que sufrió una mutación y dio un salto entre especies (heterocontagio) de los

cerdos a los humanos, para después permitir el contagio de persona a persona.

Todos estos hechos han conducido a una repentina toma de conciencia mundial en

relación a los riesgos de manipular en forma desmedida a la naturaleza.

Es posible que, de la misma forma, los resultados de manipular el periodo que rodea

el nacimiento estén a la vista de todos nosotros. Entonces, aprestémonos a ver.

Odent se pregunta: ¿Qué otras catástrofes estamos esperando? Algunos profesionales

preocupados nos sumamos a esta inquietud.

19

CONCLUSION

He intentado, en este trabajo, presentar al modelo obstétrico actual, reconociendo sus

logros. Pero también he intentado plasmar aquí, como lo hago en mi práctica diaria, una

reflexión sobre las modalidades, cada vez mas intervenidas, del nacer actual.

Hemos delineado un modelo de asistencia obstétrica que, en muchas ocasiones, es

simplemente violento y peligroso. Tal es así que en 2004, la Republica Argentina promulgo

la ley 25.929 sobre Derechos de padres e Hijos durante el Proceso del Nacimiento,

poniendo en rango de delito prácticas no justificadas, falta de información a los padres,

separaciones innecesarias, etc.

También la Ley nacional 26.485 de Protección Integral para prevenir, sancionar y

erradicar la Violencia contra las Mujeres, condena todas las formas de violencia contra la

mujer, entre ellas la violencia obstétrica, expresamente detallada en su artículo 6°.

Sin embargo, las leyes se cumplen poco y se conocen menos. Mujeres, bebes y

familias siguen en riesgo.

Muchos tópicos quedan sin tratar, ya que exceden las posibilidades de este trabajo:

las nuevas tecnologías reproductivas, los nuevos estilos de crianza, la cultura de la

inmediatez, como espacios periféricos a la industrialización del nacimiento.

Según las palabras de Víctor Massuh:

“Uno de los progresos mayores que hoy se espera de la ciencia es el que conduce a la

sabiduría. Hacia un conocimiento que, sin dejar de ser riguroso, se complete con algo más:

la sensibilidad humana, la apertura al otro, a otras disciplinas, la ética, el arte, las letras, la

vivencia religiosa. Es decir, abrirse a lo que no pertenece a los predios tradicionales de la

ciencia, aquello que florece en sus márgenes pero que llegado el momento contribuye a

completarla.”2

Ojala logremos movernos hacia un lugar donde ciencia y sensibilidad, se apoyen, se

aporten la una a la otra y beneficien a todos los seres humanos, llegados y por venir.

2 Citado en “Los hijos de la Fertilización asistida”, Eva Giberti Ed. sudamericana, 2001, Bs As, Argentina

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