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Vallée Benoît
Université de Rennes 2, Francia
Tesis de Máster en Historia y Relaciones Internacionales
Supervisor de investigación: Gérard BORRAS
Septiembre 2011
“Manifiesto mi profundo agradecimiento a Gérard
Borras y Luc Capdevila quienes me permitieron
realizar materialmente mi proyecto.
Manifiesto mi profundo agradecimiento también a
mi entorno cercano por haberme apoyado y ayudado
en el proceso de realización. Gracias a Raymond,
Nicole, Guillaume y Marina.
Manifiesto mi profundo agradecimiento a mi
“familia puertorriqueña” sin la cual no hubiera
podido llevar a cabo tanto trabajo de campo. Gracias
a Roger, Felipe, y a las Clarisa.
Por último, y sobre todo, me queda agradecer
profundamente a Velcro MC y a Nebula MC quienes
me permitieron introducirme en la comunidad hip-
hop de Puerto Rico. Una comunidad que agradezco
mucho por haberme dedicado tiempo e importancia,
entre ellos SieteNueve, Omar Romero, Nuff Ced,
Piro JM, Edwin García, Blen Alverio, Ripman, y por
fin Spear y Rex Jay por haberme dado la oportunidad
de utilizar sus fotografías. »
1
Índice Introducción : ........................................................................................................................ 3
Capítulo 1 : Los Nuyoricans en el origen del hip-hop en Nueva York : de la oscuridad
a la luz progresiva. (Fin de los años 1960 - inicio de los años 1980) .................................. 15
A/ Los movimientos sociales y comunitarios : fermento de la cultura Hip-hop ...... 17
1/ Young Lords Organization e Young Lords Party ....................................... 17
2/ La guerra entre bandas en el Bronx ............................................................ 21
B/ Los Nuyoricans durante las primeras horas del Hip-hop : reconocimiento
difícil, « acaparamiento » afro-americano ................................................................ 28
1/ El triangulo afro-americano : Kool Herc, Afrikaa Bambaataa y
Grandmaster Flash .......................................................................................... 28
2/ Los Nuyoricans en la oscuridad .................................................................. 33
C/ Popularización y Comercialización : Arrojando luz sobre una parte de
la escena puertorriqueña en Nueva York ................................................................... 39
1/ Inicio de los años 1980 y la exportación de la exclusividad neoyorkina .... 39
2/ El reconocimiento de la participación Nuyoricana ..................................... 44
Capítulo 2 : La Transferencia cultural de Nueva York a San Juan. (Años 1970 y 1980) ..... 51
A/ Cultura en Puerto Rico durante los años 1970 y 1980 ........................................ 53
1/ Los grandes años de la Salsa, cimientos de una identidad fuerte ............... 53
2/ Roqueros/Rockeros vs Cocolos : influencias migratorias y culturales ....... 62
B/ El nacimiento progresivo del hip-hop Boricua .................................................... 67
1/ Difícil construirse un espacio : Nuyorican en terreno Boricua ................... 67
2/ El año 1989 : « nacimiento oficial » ........................................................... 75
Capítulo 3 : El hip-hop Boricua ante su propia expansión, su estabilización y sus límites 82
A/ Caracterización a la gira de los años 1990 – 2000 .............................................. 84
1/ La escisión .................................................................................................. 84
2/ La nueva generación ................................................................................... 90
B/ Los límites de la expansión .................................................................................. 95
1/ El hip-hop Boricua en el espacio público ................................................... 95
2/ Entre Reggaetón, Salsa y Bomba ................................................................ 100
C/ Les nuevos trayectos de la guagua aérea ............................................................ 108
1/ Reconocimiento internacional y receptividad en Latinoamérica ................ 108
2/ El trayecto cultural « boomerang » hacia Nueva York y el Mainland ........ 113
Conclusión ........................................................................................................................... 119
Bibliografía .......................................................................................................................... 121
Anexos ................................................................................................................................. 130
2
« No soy hijo de la nada,
Y mucho menos bastardo
mendigando una adopción.
Soy nacido en esta tierra,
Tengo mi honrosa bandera.
Es mi patria Puerto Rico,
y Puerto Rico mi nación. »1
1 Autor desconocido.
3
Introduction:
uerte sentimiento independentista o efímero amargor perteneciente a un
pasado que es difícil de aprehender a veces, aquellas líneas basadas sobre un
juego de rimas bastante detonante pueden también concebirse, analizándolas
con un poco más de perspectiva, como la confesión de una situación inestable. Una
inestabilidad que no suele ser la de un gran conflicto militar, pero quizás parecida a una pelea;
una pelea ideológica, una pelea cultural. El hecho de que no se conoce el autor aquí, deja a
cada uno la verosimilitud de imaginarse que no se trata de un sentimiento aislado, sino más
bien del sentimiento de todos los puertorriqueños. Todos, no significa una totalidad en sí
misma, sino como un sentimiento general. Aquel sentimiento de un pueblo que a veces vacila
cuando se atreve a decir si es puertorriqueño o si “forma parte” de los Estados Unidos.
Mendigar una adopción seria por consiguiente mendigar aquella de los Estados Unidos.
Esta propensión a hallarse en una situación que parece un poco tambaleante podría
tener su origen, eventualmente, en un amplio y complejo cuestionamiento sobre la identidad
puertorriqueña. Esta sociedad hispano-caribeña se pinta con fuertes símbolos culturales
nacionales entre los cuales la Salsa, la Bomba y la Plena, por citar solamente los grandes.
Estos estilos son definidos y plebiscitados sin reticencia aparente por parte de la sociedad
puertorriqueña, siendo, a la vez, monumentos incontestables del patrimonio cultural,
igualmente códigos de un movimiento cultural masivo, mayoritario, multi-generacional y
llevado por distintas clases sociales.
La idea de un movimiento cultural y artístico hip-hop puertorriqueño por su parte no
parece aprobarse por unanimidad. Aun cuando se da una explicación sobre el hecho de que la
cultura hip-hop fue fundada en parte por referencia a algunas raíces culturales africanas – se
puede incluir por ejemplo el Burru Drums, antigua técnica africana de toque de tambor,
desarrollada de nuevo en Jamaica por el movimiento Rastafari2, particularmente a través de
los “DJs – termino jamaicano que significa MCs-”3 – especialmente para la rítmica vocal que
se considerara como influencia directa de la estructura técnica e instrumental del rap, el
pensamiento generalista lo cualifica como algo extranjero que no tiene ningún vinculo con la
2 CHANG, Jeff, Can’t Stop Won’t Stop, A history of the Hip-Hop generation. Picador, New York, 2005, p.24
3 CHANG, Jeff, op. cit., p.25. « DJs, the Jamaican term for rappers. »
F
4
procedencia cultural puertorriqueña. Podemos también arrojar luz sobre el papel de los griots,
verdaderos líderes carismáticos y sociales, principalmente en la parte occidental de África,
quienes pueden definirse a la vez como narradores, poetas, moralistas o instructores ; otra vez,
no se ha reconocido que estas raíces son fuentes directas del movimiento nacido en Nueva
York. A la misma altura, la Bomba y Plena son prácticas culturales y espirituales originarias
de la parte occidental de África, y se desarrollaron durante el siglo XVII tras la llegada de
esclavos en la época del comercio triangular. “Esas son cosas de morenos”, así fue – y todavía
sigue siendo – el discurso general, convencional y paralizado, de las generaciones mayores
puertorriqueñas4 ante esa contracultura en un principio volviéndose como su reconocida
antítesis de partida, una cultura. Existe ciertamente una diferencia, de un lado culturas que
llevan más de tres siglos de presencia, y del otro lado una cultura urbana que se está
desarrollando desde hace cuatro decenios. Ese discurso convencional por parte de las
generaciones mayores los imputaría la pertenencia étnica negra, es decir afro-americana, del
desarrollo y de los símbolos de la cultura hip-hop. Indirectamente, se entendería como un
reproche con respecto a una cultura que ha echado raíces en parte en África. Sin embargo,
étnicamente, socialmente, y culturalmente, Puerto Rico y su gentilicio tienen orígenes
considerables en el continente africano. La Bomba y Plena también son, en cierto modo,
cosas de morenos.
Siendo consciente que es difícil diseñar una frontera precisa e incuestionable entre la
música rap puertorriqueña y su “medio hermano” el reggaetón, entre otras cosas porque existe
un género hibrido a medio camino, el underground5, definido por Raquel Z. Rivera tal como
sigue: “La música rap y el reggae (…) agrupadas bajo el termino underground al principio de
la década 1990, sus raíces musicales las más directas son el rap estadounidense, y el dancehall
reggae jamaicano y panameño (…). El termino underground, tal como fue utilizado en Puerto
Rico, es en cierto modo elusivo. Es el nombre que se da a un género musical que existió del
principio al fin de los años 1990. Pero fue también utilizado como un termino mas general
para distinguir el rap y el reggae comercial de masas de los que fueron producidos y
4 RIVERA, Raquel Z., New York Ricans from the Hip Hop zone. Palgrave, New York, 2003, p.65
5 RIVERA, Raquel Z., MARSHALL, Wayne, PACINI HERNANDÉZ, Deborah, Reggaeton, Duke University
Press, Etats-Unis, 2009, p.113. « Rap and Reggae music (…) Grouped under the term underground in the early
1990s, its most direct musical sources have been U.S. rap, and Jamaican and Panamanian dancehall reggae (…)
The term underground, as it has been used in Puerto Rico, is somewhat elusive. It has been the name of a music
genre that existed from the early to late 1990s. But it has also been used as a more general term to differentiate
mainstream commercial rap and reggae from that produced and distributed in the informal economy. »
5
distribuidos en la economía subterránea.” Aquí nos interesa la primera utilización que se hace
del término, siendo un género musical que existió en un tiempo, lo cual estuvo a raiz del
nacimiento de un nuevo género musical.
Nos limitaremos aquí a tratar el tema del movimiento hip-hop dejando de lado la
cuestión del reggaetón, aunque la transferencia cultural y musical hip-hop desde su diáspora
neoyorquina hacia Puerto Rico se haya realizado en parte mediante una caribbeanización6 de
la música rap, lo que representa una etapa necesaria para plantear nuestra problemática. Se
trata efectivamente de estudiar la caracterización de una misma cultura entre dos zonas
geográficas distintas, aquella de la diáspora y la cohabitación multicultural del contexto
urbano neoyorquino de un lado con aquella de la “tierra de origen” de la isla caribeña del otro.
Además, el underground fue desarrollado en mayor parte mediante la llegada progresiva de la
cultura hip-hop a la isla de Puerto Rico, lo que lo convierte en una raíz limitada y posterior7 al
desarrollo de la cultura hip-hop en Puerto Rico dado que la relación estrecha y privilegiada
que existe entre Puerto Rico y su diáspora neoyorquina dio vida a esta transferencia cultural
directa si bien que no fue absolutamente necesaria la presencia de una etapa intermediaria en
este proceso.
Esta dificultad para diseñar una frontera puede entenderse igualmente en la medida en
que la música rap y el reggaetón son ambos frutos de un conjunto de mezclas de influencias
culturales y musicales. Sin embargo, aunque las primeras producciones del hip-hop
puertorriqueño, desde finales de los año 1980 hasta principios de los años 1990, se hayan
teñido de influencias musicales caribeñas sobre la isla y especialmente con el efecto de
caribbeanización y de islandization8, el advenimiento mas tardío del reggaetón establecido
poco a poco en el público en general, con una estructura musical hecha en mayoría del contra
tiempo clásico y repetitivo entre el bombo y la caja, parece demostrar un desfase progresivo
con los marcos, aunque sean amplios y no estrictos, de la cultura hip-hop. Particularmente
cuando tenemos por un lado lo que se entiende como la música rap, en un principio Mcing y
6 Desarrollo de producciones con tintas caribeñas, es decir que han sido influenciadas por otras culturas
musicales locales. 7 Podemos basarnos aquí sobre una comparación cronológica equitativo tomando como ejemplos dos pistas
pioneras en términos mediáticos, Sida Rap de Brewley MC publicada en 1989 como ejemplo de pista de música
hip-hop, Sin Parar de Wiso G’s publicada en 1994 como ejemplo de canción underground. 8Ver RIVERA, Raquel Z., Rap Music in Puerto Rico: Mass Consumption or Social Resistance? Centro Journal,
Center for Puerto Rican Studies, City University of New York, V, 1, 1992-1993, p.58
6
una parte del Djing9, como uno de los cuatro elementos
10 de la cultura, y por el otro lado un
género musical cuyo establecimiento se ha hecho poco a poco en un marco cultural diferente.
Cuando uno piensa reggaetón, no se correlaciona espontáneamente graffiti y bboying. No
obstante, al nivel de la expresión artística a través del baile, se lo puede asociar el perreo, y
entonces acertar que el reggaetón ha creado sus propias expresiones alrededor del género
musical.
Esta amalgama puede explicarse en parte a través de la notoriedad adquirida por el rap
adentro de la esfera hip-hop, al detrimento de los otros elementos, para ser considerado
erróneamente a veces, a causa de una sensibilización insuficiente, como sinónimo del hip-
hop. Una clave para llevar a cabo la problemática será mantenerse en una caracterización
entre dos esferas culturales delimitadas idealmente por los principios y el espiritualismo de la
Universal Zulu Nation11
, por un lado la esfera afro-diasporica de Nueva York, por el otro la
esfera puertorriqueña de la isla. El término afro-diasporico/a se refiere a las numerosas
diásporas de Nueva York que llevan un vínculo con África, entre ellas, los afro-americanos,
los jamaicanos y los puertorriqueños como principales, a las cuales se deben mencionar otras
sociedades caribeñas como los cubanos, los dominicanos, los trinitenses, etc…
La relación entre Puerto Rico y Nueva York forma parte del conjunto de relaciones
que existen entre Puerto Rico y los Estados Unidos. Esta relación se ha construido en los
últimos momentos del siglo XIX cuando estadounidenses y españoles firmaron de común
acuerdo un tratado de paz el 10 de diciembre de 1898 para acabar con la guerra Hispano-
Americana después de algunos meses de conflicto12
. Los Estados Unidos, triunfantes de aquel
conflicto, se hacen dueños de la Isla de Guam y de las Filipinas en el pacifico, así que de
Puerto Rico en el Caribe. A dicha época, los estadounidenses son considerados
9 Aquí se entiende la música rap compuesta como lo era exclusivamente durante los años 1970 y a principios de
los años 1980 mediante las cualidades del MC, Maestro de Ceremonia, y el DJ como creador de instrumentales
para permitir al MC que rapeara su texto. Esta estructura se va a alterar poco a poco cuando el rap se hace
conocido por el público en general en 1979 mediante la llegada de la caja de ritmos utilizada por el Sugarhill
Gang con la canción Rapper’s Delight, considerado como la primera pista de rap, y que concederá menos
importancia al DJ. 10
Los cuatro elementos fundadores de la cultura hip-hop : el Mcing conocido más adelante como “rap”, el Djing
que son las varias actividades relacionadas al Disc Jockey, el Breaking o el baile hip-hop, y por fin el Graffiti.
Además, está considerado a veces como quinto elemento un poco descuidado, el Beat Box o la producción vocal
realizada gracias a la reproducción de sonidos de instrumentos y otros efectos de sonidos. 11
Organización fundada por Afrikaa Bambaataa el 11 de noviembre 1973 ; primero bajo el nombre de The
Organization, después rebautizada definitivamente en 1975 bajo el nombre de Universal Zulu Nation. 12
La guerra había empezado el 25 de abril de 1898 tras una declaración hecha por los estadounidenses a los
españoles, después de varios meses de tensiones y de empeoramiento de las relaciones diplomáticas.
7
espontáneamente como grandes salvadores. Los liberadores del tornillo apretante de la
Corona española, más particularmente de la Guardia Civil considerada como un verdugo
represivo según los puertorriqueños. Que sea el intento de levantamiento popular que sea por
parte de la clase obrera, apoyada y representada por Santiago Iglesias en aquel tiempo, todos
fueron represados en seguida mediante la acción de los agentes del orden publico españoles.
Sin embargo, a pesar de la ola de optimismo presente en los hogares de una mayoría relativa
de la población puertorriqueña que había provocado la anexión estadounidense, algunos no
manifestaban el mismo entusiasmo acerca de esto porque se les hacía que el sistema
colonialista no iba a desaparecer. Entre ellos, Mariano Abril Ostalo ya lo señalaba en 1892 en
el periódico La Democracia13
:
“Con la anexión a Estados Unidos, ¿qué conseguiríamos? Cambiar de dolor y nada más. Seguiríamos
siendo colonias explotadas…”14
De tal manera, los pesimistas podían afirmarse poco a poco como adivinos fiables. El
proceso de americanización15
establecido por los Estados Unidos funcionaba mediante el
desarrollo del sistema bancario como característica principal. El sistema de créditos se
ampliaba para otorgar a los hacendados capacidades de financiamiento, que se volverían
pronto en deudas. Las estructuras de producción cambiaban poco a poco, desde la propiedad
individual hacia la colectivización de la tierra para desarrollar industrias más productivas. La
maquina se había puesto en marcha, tan pronto un descontento general resurgía al seno de la
clase obrera, tras lo cual dos leyes muy importantes aparecían sin mejorar el clima social del
momento. El 12 de abril de 1900, la ley Foraker fue promulgada. Su contenido estipula la
nominación de un gobernador norte-americano y la creación de un gobierno civil. Aquella
situación durara hasta el año 1947. Su crepúsculo llegara con la elección de Luis Muñoz
Marín como el primer gobernador electo de Puerto Rico en 1948. Esta misma ley Foraker
establecía un tipo de cambio entre el peso puertorriqueño y el dólar de tal manera que un dólar
se cambiara contra 60 centavos de peso16
. Esta novedad provocaba tan pronto una nueva
situación de crisis entre la población puertorriqueña. Lyman J. Gould llamó su libro sobre la
13
Periódico fundado por Luis Muñoz Rivera. 14 Henry K. Carroll, Citado por SILEN, Juan Ángel, Historia de Puerto Rico, Publicaciones Gaviota, Porto Rico,
3ra ed., 2007, p.128 15
Ajuste del sistema económico, judicial y político sobre el modelo estadounidense en contraste con el sistema
colonial español pasado. 16
Ver SILEN, Juan Ángel, op. cit., Cap. 7
8
ley Foraker, “raíces de la política colonial de los Estados Unidos”. Esta ley se puede entender
como piedra angular de la presencia estadounidense en territorio puertorriqueño.
La segunda ley de impacto es sin sorpresa la famosa ley Bill Jones, firmada el 2 de
marzo de 1917. Varias veces considerada erróneamente como una concesión hecha por los
Estados Unidos tras una supuesta suplica incesante de parte de los políticos puertorriqueños,
con el pueblo en segunda línea, esta ley no concede pero más bien impone la ciudadanía
estadounidense a los puertorriqueños. Recomendada con mayor frecuencia por el presidente
Theodore Roosevelt al principio del siglo XX, esta ley Jones tenía simpatizantes y
oponentes17
. Durante un tiempo se iba a promulgar mediante una atmosfera de negociaciones
entre ambos campos, pero la entrada en la primera guerra mundial de Estados Unidos diseñó
cualquier otro retrato.
A posteriori, con un enfoque omnisciente y aplazado cronológicamente, podemos
considerar la concesión de la ciudadanía estadounidense a los puertorriqueños como una
ventaja hecha de oportunidades de trabajo y éxito en los Estados Unidos, lo que se refiere a la
ideología de aquel tiempo, the American Dream. Estando en consonancia con esa época, esta
“nueva conquista social” a favor del pueblo caribeño se inscribía al final como un capitulo
mas en el imaginario puertorriqueño del conjunto de nuevas reformas llevadas a cabo por los
estadounidenses, acerca de las cuales el pueblo tenía muy poco conocimiento.
Los años siguientes suelen ser los de una inestabilidad crónica de la política en Puerto
Rico. Hace falta señalar que esta medida adoptada de la mano de los Estados Unidos
desempeñaba un papel desestabilizador al seno de la clase política puertorriqueña. Por lo que
toca a la emigración hacia los Estados Unidos, el pequeño flujo indica realmente que esta
reforma no había originado un cambio en la conducta y en las costumbres de los
puertorriqueños, quedaban atajados a la “madre patria” y no consideraban aquella nueva
ciudadanía como algo sobrecogedor. Por ejemplo durante el año 1929, 17 369 personas
emigraron hacia los Estados Unidos, cuando 6 458 regresaron a la isla18
. Los años treinta, así
que los cuarenta, son sinónimos de la vuelta de los discursos independentistas y nacionalistas
al seno de una parte de la clase política puertorriqueña. A los que se sentían optimistas con la
ley Jones, debían revisar su labor. Pedro Albizu Campos, nuevo líder carismático del
17
Ibid. 18
Ibid. p.162
9
independentismo y nacionalismo puertorriqueño, ponía su afán en las críticas enfocadas sobre
la continuidad colonial estadounidense.
Esta corriente independentista y nacionalista va a aminorarse progresivamente hasta
quedarse al segundo plano del paisaje político puertorriqueño. Sin embargo esta corriente va a
iniciar una toma de conciencia, por parte de los estadounidenses, sobre la necesidad de tener
una actitud indulgente, así que sobre un cierto compromiso de negociación con la clase
política puertorriqueña por lo que toca al anhelo de los isleños a la autogestión.
Independentismo y nacionalismo puertorriqueño deben aprehenderse siempre tales como
ideologías constantes, a pesar de los éxitos, y al contrario los fracasos, que dan una forma a su
presencia en el mapa político en Puerto Rico. Esto se explica en parte a través de la
continuidad colonial que existe en la isla caribeña. Mientras la independencia no es totalmente
lograda, es lógico entender que aquellas ideologías perduran.
El contexto internacional que sucede sobre las ruinas de la segunda guerra mundial
nos pinta una mayoría de grandes potencias coloniales siendo contestadas al seno de sus
propias colonias. A finales de los años 1940 se observa una gira cuando el afán
independentista se veía cada vez mas temperado, así que un nuevo proceso de negociaciones
con los Estados Unidos. A pesar de su pasado socialista muy comprometido por lo cual se
metió en la lucha por la independencia puertorriqueña, Luis Muñoz Marín, quien calificará
sus convicciones pasadas como “errores de juventud”, toma parte en la fundación del Partido
Popular Democrático de Puerto Rico19
en 1938. Este partido gana terreno poco a poco en el
mapa político y así se vuelve como el partido mayor a mitad de la década 1940
promocionando un independentismo pacifico, y, en amistad con los Estados Unidos.
En ese clima que pone los Estados Unidos ante un cierto compromiso de negociación,
el Congreso decide de una enmienda a la ley Bill Jones para que el pueblo puertorriqueño
pueda elegir su propio gobernador. Esta enmienda bautizada Ley Crawford-Butler20
, es
firmada el 15 de agosto de 1947 por el presidente Harry Truman. A pesar de una huelga
estudiantil repentina, provocada por el regreso de Pedro Albizu Campos en Puerto Rico
despues de una estancia detrás de las rejas en los Estados Unidos21
, las elecciones de 1948
19
Partido Popular Democrático, fundado en julio de 1938 resultando de una escisión del Partido Liberal. 20
Ibid. p.236 21
Ibid. p.238
10
impulsan al Partido Popular Democratico hacia el liderazgo. Luis Muñoz Marin se vuelve
como el primer gobernador electo de Puerto Rico.
Esta novedad cabe como una nueva gira adentro de las relaciones entre Puerto Rico y
los Estados Unidos. Entramos en la era de las atingencias modernas, las cuales siguen hoy en
dia, con la aprobación mediante referendo de la ley 600, el 4 de junio de 1951, tras la cual ha
nacido el “Estado Libre Asociado a los Estados Unidos de Puerto Rico”, que se considera en
ingles como Commonwealth. El tema de la continuidad colonial tenia todavía existencia, ya
que la constitución puertorriqueña debía someterse a varias exigencias mandadas por los
estadounidenses.
“El gobierno debía de tener una forma republicana. La Constitución debía de tener una Carta de
Derechos. Sería enviado al Congreso si el presidente de Estados Unidos encontraba que estaba de
acuerdo (conforms) con la ley 600 y con la Constitución de Estados Unidos; y que la Constitución
será aprobada finalmente por el Congreso22
.”
A continuación de la operación Bootsrap, establecida por los Estados Unidos a finales
de la década 1940 con el fin de acelerar la transición estructural de la economía
puertorriqueña, industrializando una tierra agraria, la continuidad de los salarios bajos en
Puerto Rico, a la cual se agrega la competencia exterior, incitaba a los puertorriqueños a
emigrar hacia los Estados Unidos para encontrarse con mejores condiciones de trabajo.
Además, esta migración se convertía en una mano de obra que no se podía omitir en los
Estados Unidos. Los efectos demográficos se sintieron en seguida. Después de tímidas olas
durante las décadas 1920 y 1930, que no se hacían fácilmente con los medios de transportes
de la época, los últimos años de la década 1940 marcan el comienzo de la gran migración.
Alrededor de 150,000 puertorriqueños llegan a los Estados Unidos entre 1940 y 1950,
después más o menos 470,000 entre 1950 y 196023
. La zona de aterrizaje de todos estos
migrantes se encuentra casi exclusivamente en el noreste de los Estados Unidos. Lógico,
dirían algunos, dado que el potencial industrial de la unión se concentraba en esa área, donde
los sectores que ofrecían oportunidades de trabajo y las aspiraciones profesionales, deseadas o
padecidas, de los migrantes ponían de manifiesto una coherencia relativa. Nueva York toma el
22
Ibid. p.254 23
Ver VÁZQUEZ CALZADA, José L., La población de Puerto Rico y su trayectoria histórica, Río Piedras,
Porto Rico, Escuela Graduada de Salud Pública, Recinto de Ciencias Médicas, Universidad de Puerto Rico,
1988, p.286
11
liderazgo, afirmándose como destino número uno, lo que ya era el caso durante las primeras
olas migratorias.
Décadas tras décadas, los relatos se multiplican y vuelven la diáspora como una
entidad cada vez más importante. En Nueva York en 1950, se cuentan 246.000
puertorriqueños que se encuentran mayormente en tres distritos de Manhattan : el Lower East
Side, Washington Heights, y El Barrio24
– East Harlem – que se estaba volviendo como el
símbolo mayor de la diáspora y el primer hogar de población puertorriqueña en la Gran
Manzana. Fuera de Manhattan, se encuentra un cuarto de la población puertorriqueña en el
South Bronx, al cual se agregan unos 15% en diferentes sectores de Brooklyn. En 1960, tras
un decenio de gran migración, la población puertorriqueña de Nueva York se calculaba
alrededor de 613.000 personas con una distribución que había cambiado en la ciudad. Durante
los años 1960, una parte de los puertorriqueños que vivían en el Lower East Side y en el East
Harlem en Manhattan se mudaban en el Bronx y en Brooklyn, particularmente en los sectores
del South Bronx y del norte de Brooklyn en Williamsburg y Bushwick25
.
Aquellos movimientos urbanos pueden explicarse por la evolución socio-económica
general pero también por la agenda política del municipio de Nueva York. En efecto, las
generaciones que se habían hecho sedentarias durante las primeras décadas del siglo XX
buscaban alojamiento correspondiente con el lugar de trabajo. Por lo tanto se encontraban
puertorriqueños cerca de las dársenas, de las fábricas de cigarros, de la marina mercante, o de
otras industrias relacionadas con el sector naval tales como the American Manufacturing
Company26
por ejemplo. Por ese motivo se encontraban puertorriqueños principalmente en la
parte sur de Manhattan en las orillas del Hudson o del East River, en los barrios del East
Harlem, del Lower East Side y de Chelsea entre otros.
El declive industrial ocurriendo en el noreste estadounidense puede explicar en parte
este fenómeno, dado que la actividad industrial en Nueva York había bajado
considerablemente durante los años 1960 y 1970. En 1966, la Navy Yard tiene que echar el
cierre. El municipio neoyorquino se enfrenta a dificultades financieras inmensas hasta que en
1975 Gerald Ford autorizó una ayuda anual de 2.3 mil millones de dólares al presupuesto
24
No solo se conoce como el barrio con el número más importante de puertorriqueños en Nueva York sino
también como el eje cultural y social de la diáspora. 25
RIVERA, Raquel Z., Op. cit. p.23 26
FITZPATRICK, Joseph P., Puerto Rican Americans: The Meaning of Migration to the Mainland, Prentice
Hall, Englewood Cliffs, New Jersey, 1987. Mencionado por Raquel Z. Rivera, Ibid.
12
municipal para salvar la Gran Manzana de la bancarrota27
. Disponiendo entonces de pocos
fondos entre los años 1960 y 1970, los esfuerzos de restructuración se enfocaban únicamente
en el barrio de Manhattan. Ya iniciada durante las décadas anteriores, la modernización del
barrio céntrico neoyorquino provoca la despedida de las clases pobres que ya no pueden
seguir el incremento de las rentas. Detrás de esta estructuración se destaca un señor yendo con
el nombre de Robert Moses pronto reconocido como parte de los promotores inmobiliarios
más potentes del país. Al promotor ya se le podía echar la culpa del éxodo de las familias
irlandesas y judías de los barrios centrales de Manhattan con su proyecto de carreteras de
circunvalación cuyo objetivo era conectar los diferentes grandes barrios neoyorquinos en alta
velocidad. Poco tiempo después, en 1929, tras el apoyo del New York Regional Plan
Association, Moses planea la reorganización de todo Manhattan con el fin de crear una zona
chic que satisfaría varios intereses comerciales. Manhattan prosigue entonces su lifting año
tras año hasta que la reorganización de las zonas etiquetadas “gueto” se haya vuelto necesaria
durante los años 1960. A numerosas familias, por la mayoría puertorriqueñas, afro-
americanas, y afro-caribeñas, se las pide, o se las obliga irse de Chelsea o del Lower East Side
para alcanzar el South Bronx o la parte este de Brooklyn28
.
Entonces es a partir de la década 1960 que aquellos grupos étnicos van a compartir el
mismo espacio urbano siendo vecinos, y por lo tanto tomar parte en las mismas experiencias
socio-económicas. El contexto cotidiano es duro: condiciones de vida precarias, desempleo,
dureza del trabajo, ausencia de asistencia social. Aunque el contexto sea difícil, establece
también el cuadro donde estos grupos étnicos van a acercarse culturalmente. En principio, un
afro-americano y un puertorriqueño tienen diferencias culturales evidentes, aunque solo sea
por el idioma, pero compartiendo experiencias diarias similares, tomando parte en actividades
parecidas, enfrentándose a las mismas dificultades socio-económicas, una cierta solidaridad
espontanea va a ocurrir y acercarlos, primeramente a través de lo social por supuesto, después
en un segundo tiempo culturalmente.
El marco étnico, socio-económico, y más adelante siendo un poco mas relativo,
cultural, iban cogiendo forma. Los orígenes geográficos o cronológicos que uno puede
relacionar con el movimiento cultural y artístico hip-hop son múltiples. Sin embargo, el
contexto urbano neoyorquino, sus evoluciones sucesivas, su coyuntura de aquella época, sus
27
GRAS, Pierre, Le temps des ports. Déclin et renaissance des villes portuaires (1940-2010), Tallandier, Paris,
2010, p.144 28
CHANG, Jeff, Op. cit., p.11
13
corrientes culturales y musicales, sus decisiones políticas, aparecen como un conjunto de
circunstancias teniendo una influencia “directa” sobre la juventud de los barrios de bajos
recursos de Nueva York, especialmente el South Bronx que se conocerá pronto como la cuna
de aquel movimiento. Efectivamente, este conjunto de circunstancias puede considerarse
como el iniciador de la reacción contra cultural propuesta por la juventud. Aquella reacción se
hace la voz de todo un entorno social que quiere expresar su malestar a través de una
expresión yendo en contra de los códigos culturales establecidos de su época.
El estudio del movimiento cultural y artístico hip-hop puede cuestionar el tema
ambiguo de la identidad puertorriqueña. El objetivo del estudio será explorar la
caracterización de la cultura hip-hop puertorriqueña en su conjunto, desde su aportación
demasiadas veces omitida pero real en los barrios populares neoyorquinos desde los años
1970, hasta su desarrollo progresivo durante la década 1980, para finalmente estabilizarse y/o
marginalizarse durante los decenios 1990 y 2000 en la isla de Puerto Rico.
Otro objetivo de este estudio será también entender el mecanismo de transferencia
cultural que existe entre la diáspora neoyorquina y su tierra de origen. Aquel efecto de vuelta
ocurre en la mayoría de los países colonizados después de que una parte de la población haya
emigrado en el país colonizador. Esta vuelta se acompaña ordinariamente por experiencias
desarrolladas en el contexto diferente de la diáspora, lo que viene desafiar las costumbres
establecidas en los países de origen. El movimiento cultural y artístico hip-hop criado en
Nueva York aparece como un ejemplo flagrante de ello.
Siguiendo un plan cronológico, el texto está organizado en tres partes. Se tratara
primero de tocar el tema de la participación puertorriqueña en el proceso de creación del
movimiento hip-hop en Nueva York durante los años 1970. Nos enfocaremos sobre el
contexto general previo a su creación en 1973 con el fin de entender quiénes son sus
fundadores. Los actores puertorriqueños se han quedado ensombrecidos por el acaparamiento,
de manera deliberada o accidental, de la cultura hip-hop por parte de los afro-americanos. Los
años 1980 darán la oportunidad a algunos de demostrar que el aporte puertorriqueño es
verídico tras la expansión internacional del movimiento cultural hip-hop, al igual que la
puesta en relieve de los elementos del graffiti y del baile, el bboying.
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En una segunda fase trataremos de cumplir con la cuestión de la transferencia cultural
entre Nueva York y San Juan en un contexto de internacionalización de la cultura hip-hop. En
Puerto Rico, los años 1980 se pintan como aquellos de una sociedad que acaba de vivir los
grandes momentos de la Salsa durante los dos decenios precedentes, tras lo cual se observa la
llegada progresiva del rock, lo que resulta en una oposición de la época entre Cocolos y
Rockeros29
. Encima, el regreso de jóvenes nuyoricans en la isla de Puerto Rico contribuye a
sacudir cada vez más un paisaje cultural ya movido. Entonces, no es fácil abrirse un lugar, sin
embargo el movimiento hip-hop en Puerto Rico lograra crearse poco a poco un espacio de
expresión con una identidad propia.
En fin, en la última parte, se trataran de varios temas cuyos objetivos son caracterizar
los rasgos culturales del movimiento hip-hop en Puerto Rico, observar su evolución, su
estabilización, su expansión, hasta sus límites. Con aquellos que podemos considerar como
parte de la segunda generación de actores del movimiento en Puerto Rico, plantearemos el
tema de las iniciativas y de los obstáculos políticos, de la difícil adquisición de un espacio
entre Salsa y Reggaetón comercial, así que de las relaciones con el exterior, particularmente
con el resto de Latinoamérica donde el contexto socio-cultural es diferente, lo que permite a
veces una mejor receptividad. ¿Riesgo de fuga de las expresiones artísticas hip-hop
puertorriqueñas hacia fuera?
Tampoco olvidaremos recordar la importancia global que se le da a los puntos en
común, o a las diferencias, que tienen las producciones puertorriqueñas de Nueva York y las
que se conciben en la isla, para aprehender los vínculos, o los no-enlaces, que hay entre la isla
caribeña y su diáspora del noreste estadounidense. Se considera la participación
puertorriqueña en el proceso de creación de aquel movimiento en Nueva York como
plenamente integrante del movimiento hip-hop puertorriqueño global. Aunque en algunos
casos este discutida, se trata de una etapa obligatoria en la existencia de este movimiento
cultural tanto diaspórico como metropolitano. Por esta razón, se ha decidido que el titulo de
este estudio es: “la caracterización del movimiento cultural y artístico hip-hop puertorriqueño
desde Nueva York hasta San Juan”.
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El término Cocolo se entiende bajo distintos significados. En principio, en Puerto Rico, se trata de una persona
negra esencialmente con raíces africanas o dominicanas. Más allá, lo que nos interesa es su significado dado a la
gira de los años 1970 y 1980 en Puerto Rico. Se trata por consiguiente de los seguidores de la música afro-latina,
particularmente la Salsa. Los rockeros, como suele indicarlo el término, seguían la onda rock en la misma época.