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Universidad Nacional de Salta Facultad de Ciencias Naturales Escuela de Agronomía Trabajo Final de Graduación EVALUACIÓN DE PARÁMETROS AGRONÓMICOS EN EL CULTIVO DE CHÍA CON APLICACIÓN DE PRODUCTOS HORMONALES Y FERTILIZANTES FOLIARES EN LA LOCALIDAD DE LAS LAJITAS, SALTAAlumno: Ricardo Ivan Martín Directora: Ing. Agr. Raquel Zapata Año 2013 Salta

Evaluacion de parámetros agronómicos en el cultivo de chía (Salvia hispanica) con aplicación de fertilizantes foliares y promotores del crecimiento

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Universidad Nacional de Salta

Facultad de Ciencias Naturales

Escuela de Agronomía

Trabajo Final de Graduación

“EVALUACIÓN DE PARÁMETROS AGRONÓMICOS EN EL CULTIVODE CHÍA CON APLICACIÓN DE PRODUCTOS HORMONALES YFERTILIZANTES FOLIARES EN LA LOCALIDAD DE LAS

LAJITAS, SALTA”

Alumno: RicardoIvan Martín

Directora: Ing. Agr. Raquel Zapata

Año 2013

Salta

INTRODUCCIÓN

La chía (Salvia hispanica L) es una especie vegetal

perteneciente a la familia de las Lamiáceas, originaria de

América Central y difundida prácticamente por toda Meso

América y Sud América. Constituía uno de los principales

alimentos de las civilizaciones precolombinas, junto al maíz

(Zea mays L), el poroto (Phaseolus vulgaris L) y el amaranto

(Amaranthus caudatus L) (Ixtaina, 2010). Con la llegada de los

españoles al continente americano, el cultivo de este

pseudocereal fue desplazado por cultivos europeos (trigo,

avena, arroz), por lo que se la logró conservar hasta

nuestros días en pequeñas parcelas naturalmente manejadas.

(Almendariz, 2012)

Actualmente ha alcanzado gran importancia económica. Las

semillas representan la fuente vegetal con más alta

concentración de omega 3. Es el cultivo con mayor porcentaje

de AGE (Ácidos Grasos Esenciales) al tener el 82% de sus

lípidos con dicha característica. Poseen un 33% de aceites,

de los cuales el ácido linolénico (omega 3) representa el 62%

y el linoleico (omega 6) el 20%. Posee además entre 19% y 23%

de proteínas, que a diferencia de aquellas de granos de

cereales tradicionales (avena, trigo, cebada, centeno), no

tienen gluten, lo cual lo hace un alimento apto para

celíacos; se ha demostrado que los aminoácidos presentes en

la semilla no tienen factores limitantes en una dieta para

adultos, por lo que puede ser incorporada en las dietas

humanas o mezclada con otros granos con el fin de producir

una fuente equilibrada de proteínas. Es también una buena

fuente de vitaminas B, calcio, fósforo, magnesio, potasio,

hierro, zinc y cobre. Posee compuestos antioxidantes siendo

una fuente de ácidos grasos omega-3 muy estable, dado que

permite su conservación durante largos períodos y también

aporta una alta proporción de fibra, tanto soluble como

insoluble, que permiten incluirla en dietas hipocalóricas

(Ayerza y Coates, 2006). Además, al ser un alimento de

origen vegetal, no contiene colesterol.

Todas estas propiedades hacen que su demanda actual se

encuentre en aumento, sumado a una magnitud productiva que

aún no ha llegado a su máximo potencial. Con la apertura de

nuevos mercados más allá de América Latina y América del

Norte (con demanda creciente en Oriente Medio, Asia y Europa)

la oferta se ha ajustado; sin embargo, según lo señalado por

Gillot, gerente general de la empresa comercializadora de

chía Benexia, el equilibrio entre oferta y demanda es muy

delicado a causa de una producción mundial de alrededor de

5.000 toneladas anuales de semilla de buena calidad (Club

Darwin.net, 2013)

La chía se cultiva principalmente en Méjico, Argentina y

Bolivia. En los dos primeros países es un cultivo de verano-

otoño, mientras que en Bolivia es de ciclo otoño-invernal

(Ayerza y Coates, 2006). Otros países como Paraguay,

Australia, Nicaragua, Perú y Ecuador muestran una producción

en crecimiento con inserción en los mercados internacionales.

Desde la década del ’90, países como Estados Unidos, Canadá,

Japón y Australia han puesto su interés en esta semilla y son

los principales consumidores mundiales (Rodríguez, 2013).

En Méjico, la superficie total sembrada para la campaña

2012 fue de más de 5000 hectáreas, con rendimientos promedio

de 400 kg/ha y con una producción que alcanzó alrededor de

las 2000 toneladas, siendo Jalisco el principal estado

productor (Molina Moreno y Córdova Téllez, 2006)

En Bolivia, el departamento de Santa Cruz presenta la

mayor producción en el país. En la campaña de invierno del

año 2012, se lograron más de 30000 hectáreas en producción,

siendo sus principales mercados Estados Unidos, Chile,

Australia y el Reino Unido, obteniendo en total un saldo

exportable de $US 4.460.165. Otro departamento productor de

chía es Cochabamba que en 2012 exportó a Alemania, España,

Estados Unidos, Chile y Perú la cifra de $US 1.167.502. Por

otro lado, Oruro y Tarija exportaron el producto en menores

cantidades, entre los años 2009 y 2010, pero discontinuaron

su producción. Dentro del país, el grano de campo se

comercializa a $US 3 el kilo y puede alcanzar los $US 3.000

la tonelada (Campos Vélez, 2013). Para incrementar la

exportación en la campaña 2013 y consolidar nuevos

compradores internacionales para la chía boliviana,

ejecutivos de la Cámara de Exportadores de Santa Cruz

(Cadex), conjuntamente con ocho empresas que se dedican a

producir y acopiar esta semilla, viajaron a dos países de la

Unión Europea y a Estados Unidos para presenciar muestras

feriales y realizar negociaciones, con el objetivo de

aumentar las exportaciones en un cien por ciento (Moya, 2013)

En la Argentina, por la gran demanda a nivel mundial,

cada vez mayor número de productores del Noroeste se vuelcan

a la producción de chía y van dejando de lado algunos

cultivos de gran importancia como el de soja (Glycine max (L )

Meril). De 10 mil hectáreas cultivadas con chía en la campaña

2011 se pasó a 50 mil hectáreas en el 2012 y se estima que

continuará en aumento, debido principalmente a una demanda

cada vez mayor y condiciones agroecológicas que lo permiten.

Actualmente, el kilo de chía es vendido por los productores

a un valor estimado de $US 6, lo que representa una ganancia

que supera ampliamente a la soja. (Rodríguez, 2013). En la

provincia de Salta, el cultivo se desarrolla en las

localidades de Campo Quijano (departamento Rosario de Lerma),

El Carril (departamento Chicoana), Pichanal (departamento

Orán), Tartagal (departamento General San Martín), Cerrillos,

y en menor proporción en los departamentos General Güemes y

Metán. En Tucumán, se produce en Las Talitas (departamento

Capital), Monte Grande (departamento Famaillá), La Invernada

(departamento La Cocha), El Timbó (departamento Burruyacu) y

Taco Ralo (departamento Graneros). En Catamarca se cultiva en

Sumalao (departamento Valle Viejo), y en el departamento Fray

Mamerto Esquiú. En la provincia de Jujuy, se produce en las

localidades de Las Pampitas, San Salvador de Jujuy

(departamento Manuel Belgrano), y Yuto (departamento Ledesma)

(La Gaceta, 2013). Se calcula que el 80 % de la chía

producida en la Argentina se exporta. (Saravia Olmos, 2012)

Generalmente, los rendimientos comerciales de semilla

varían entre los 500 y 600 kg/ha, aunque algunos productores

de Salta (Argentina) y Acatic (Méjico) han obtenido 1260 y

1000 kg/ha respectivamente (J. de Rosas, Acatic, Jalisco,

Méjico, 1993) (citado por Ayerza y Coates, 2006). En Salta,

lotes experimentales produjeron 2500 kg/ha al aplicárseles

riego y fertilizantes nitrogenados. Además, las observaciones

de campo indican que la chía crece bien en suelos con una

amplia variedad de niveles de nutrientes. Sin embargo,

parecería que el contenido bajo de nitrógeno constituye una

barrera significativa para obtener buenos rindes de semilla.

En general, los productores del Valle de Lerma, Salta,

Argentina, fertilizan con un rango de 15-45 kg de nitrógeno y

37 kg de fósforo por hectárea, y los de Acatic, Jalisco,

Méjico, con 68 kg de nitrógeno por hectárea. En Nicaragua,

para obtener un rendimiento promedio de 1000 kg/ha, 30 días

después de siembra se recomienda realizar una aplicación de

urea en una dosis de 2 quintales/ manzana (7026 m2) al voleo;

posteriormente, y con una frecuencia mensual, se realizan dos

aplicaciones de 1 quintal de urea/manzana, empleando en total

4 quintales de urea. En otros casos se aconseja el uso de

fertilizantes balanceados como triple quince (15 N -15 K-15

P) en dosis de 4 quintales/manzana. A partir de los 50 días

después de siembra se efectúa la aplicación de fertilizantes

foliares a razón de 1 l/manzana (NPK,) con una frecuencia

quincenal hasta el último mes de desarrollo vegetativo. A

partir de entonces, se indica la conveniencia de utilizar un

fertilizante foliar enriquecido con 1 l de Boro más un 1 l de

fertilizante foliar multimineral, para fortalecer la planta

durante el desarrollo de la inflorescencia (Miranda, 2012).

Se necesita más investigación para establecer con precisión

los requerimientos de fertilizantes (Ayerza y Coates, 2006).

Por otro lado, se ha demostrado la capacidad que poseen

algunos reguladores de crecimiento (hormonas naturales o

sustancias sintéticas) para modificar el desarrollo de las

plantas, mejorando variables relacionadas a la producción en

diversos cultivos (Lluna Duval, 2006). En cultivos extensivos

como la soja, aplicaciones de giberelinas en inicio de

floración se recomiendan para aumentar el cuaje de los

granos, mientras que en inicio de formación de vainas puede

mejorar el tamaño de granos; en poroto alubia, aplicaciones

de giberelinas 35 a 45 días después de emergencia, permite

obtener mayor producción, mayor tamaño de grano, acorta el

ciclo del cultivo y favorece el cuaje. También se resalta el

uso combinado de hormonas del grupo de las citoquininas,

auxinas y giberelinas, que promueven el crecimiento y

desarrollo de raíces, brotes y frutos en hortalizas, permiten

aumentar los rendimientos, otorgan a la planta mayor

resistencia a condiciones de estrés, contrarrestando los

efectos negativos y estimulando el equilibrio hormonal;

además incrementan la inducción de yemas y el calibre de

frutos, mejoran la absorción y el uso de los demás nutrientes

(Azcón-Bieto y Talón, 2000). En base a lo anteriormente

expuesto, se estima que la aplicación en el cultivo de chía

de sustancias promotoras del crecimiento y del desarrollo de

los vegetales, podría generar variaciones significativas en

el rendimiento en semilla, por lo que es necesaria la

investigación en este campo.

OBJETIVOS

Objetivo general:

Evaluar el efecto de hormonas

y fertilizantes biológicos sobre tres parámetros morfológicos

y sobre el rendimiento del cultivo de chía.

Objetivos específicos:

A- Evaluar los siguientes parámetros

morfológicos:

1- Altura de planta

2- Numero de ramificaciones

3- Numero de espigas por planta

B- Valorar los resultados de los

diferentes tratamientos en función de los rendimientos

obtenidos (kg/ha) en cada uno de ellos.

FUNDAMENTACIÓN DE LA ELECCIÓN DEL TEMA

La chía puede considerarse como uno de los cultivos que

resurgieron enfocados en el objetivo de mejorar la calidad de

vida de quienes la consumen y obtener buenos beneficios

económicos en quienes la producen, afirmación justificada en

las propiedades nutricionales de esta semilla. Este concepto

sirvió, en los últimos años, como base para incrementar

exponencialmente la demanda y también las potenciales zonas

productoras. Sin embargo, como todo cultivo en surgimiento

requiere de una profunda investigación en las diferentes

áreas de su cadena comercial. En lo que respecta al manejo

agronómico, toma gran interés la realización de ensayos

destinados a optimizar el manejo cultural, el uso de insumos,

determinar las necesidades hídricas y de nutrientes, en otras

palabras, evaluar todos aquellos componentes que incidan en

el rendimiento y la sustentabilidad.

Entre los puntos mencionados en el párrafo anterior, la

práctica de fertilización adquiere gran relevancia, siendo

necesaria la correcta determinación de los requerimientos

nutricionales del cultivo de chía, como así también las

etapas y los métodos mas apropiados para cubrir dichas

necesidades, dado que es una actividad fundamental para

lograr un óptimo desarrollo y así obtener buenos rindes.

La fertilización foliar complementaria es una práctica

que ha permitido incrementar los rendimientos en diferentes

cultivos en la región pampeana. Esta práctica ha sido

evaluada principalmente en el cultivo de Soja (Mousegne,

2004; Bertoia, 2004; Ferraris y Couretot, 2004), ya que es el

que ofrece la mejor relación insumo: producto con relación al

costo de los fertilizantes. Las aplicaciones foliares, si

bien no reemplazan al manejo de N, P y S el cual debe

realizarse con la siembra, presentan la ventaja de proveer

una nutrición intensiva y con una dosificación exacta, sobre

la base de un diagnóstico preciso, y con la posibilidad de

aplicar los nutrientes en los momentos de mayor demanda del

cultivo gracias a su rápida absorción (Barber, 1984).

Trabajos pioneros realizados en EEUU han mencionado estas

ventajas desde hace más de 25 años (García y Hanway, 1976).

Operativamente, en la región pampeana argentina podría

realizarse en forma conjunta con productos defensivos, como

el glifosato en estadios vegetativos, o fungicidas e

insecticidas en estadios reproductivos tempranos. (Ferraris,

G. y Couretot, L.; 2005). Se ha demostrado, además, que el

uso de bionutrientes foliares en cultivos extensivos como

soja, caña de azúcar, arroz y algodón, incide en el

mejoramiento de su calidad y productividad, en la resistencia

y capacidad de recuperación frente a situaciones de estrés y

aportan una gran cantidad de micronutrientes.

En cuanto al efecto de reguladores de crecimiento en el

cultivo de chía, no se han encontrado experiencias realizadas

hasta el momento.

Por ello, se considera de interés cuantificar y analizar

la respuesta del cultivo de chía frente a la aplicación de

biofertilizantes líquidos y productos hormonales en etapas de

prefloración, determinando y valorando su efecto sobre el

desarrollo vegetativo y reproductivo.

MATERIALES Y MÉTODOS

El presente trabajo se realizó en la zona del Umbral al

Chaco, en la localidad de Las Lajitas, departamento de Anta,

provincia de Salta, en un lote en producción ubicado a

24º46.636` latitud sur y 64º17.318` latitud oeste, a una

altitud de 557 msnm. Se llevó a cabo sobre un cultivo de

chía, perteneciente a una variedad población de origen

mejicano.

La siembra (5 de febrero de 2013) se realizó de manera

mecánica, previa pelletización de las semillas con

Metiltiofanato, Metalaxil, Imidacloprid y Stimulate. Se

efectuó a 52 cm entre líneas, a 0,5 cm de profundidad.

Se trabajó con un diseño experimental completo al azar

(DCA) con los siguientes tratamientos:

Tabla 1: Tratamientos de biofertilizantes y hormonas en chía

Nº TRATAMIENTOS

DOSIS1 Testigo Sin tratar2 Giberelina 2 g/100 l

Agua

3 Giberelina 4 g/100 l

Agua4 Giberelina 6 g/100 l

Agua5 Giberelina 8 g/100 l

Agua6 Giberelina 10 g/100 l

Agua7 Citocinina+ Giberelina

+ Auxina

50 ml/ 200 l

Agua8 Biofertilizante 500 ml/100 l

Agua

Se realizaron 4 repeticiones de cada tratamiento.

Las aplicaciones fueron vía foliar, realizadas con

mochila de pulverización manual de 12 litros. La misma cuenta

con una lanza de 156 cm, provista de 4 picos a 52cm y

pastillas de cono hueco. Los tratamientos se aplicaron el 27

de marzo del 2013

Se registraron, además, variables climáticas durante los

meses correspondientes al cultivo. Cada parámetro fue tomado

en su valor medio mensual: temperatura (máxima, mínima y

medias), velocidad del viento y precipitaciones.

La evaluación de los tratamientos se efectuó midiendo

las siguientes variables:

1. Altura de planta (parte aérea).

2. Numero de ramificaciones por planta

3. Numero de espigas por planta

4. Rendimiento (kg/ha).

Las variables 1, 2 y 3 se evaluaron con una frecuencia

de 20 días. Se extrajeron 3 plantas correspondientes a cada

tratamiento.

La longitud se determinó empleando regla milimetrada

midiendo desde el cuello de la planta hasta el último nudo y

se expresaron los resultados en centímetros.

El número de ramificaciones se determinó cuantificando

las ramas del tallo principal, desde los nudos basales hasta

los superiores.

El número de espigas por planta se evaluó desde inicio

de floración en adelante, determinando la cantidad de espigas

totalmente formadas en cada planta.

La cosecha se llevó a cabo teniendo en cuenta la madurez

heterogénea que se manifiesta en el cultivo. De cada parcela

se cosecharon las dos líneas centrales dejando un metro de

cabecera y uno de piesera sin cosechar, para eliminar el

efecto borde.

El rendimiento se obtuvo expresando los resultados del

pesaje de cada parcela en kg/ha.

Los datos fueron analizados con un paquete estadístico

INFOSTAT.

RESULTADOS y DISCUSIÓN

Análisis de las variables morfométricas

Los siguientes gráficos muestran los resultados de las

variables morfológicas medidas. Teniendo en cuenta la gran

heterogeneidad del cultivo (el material de inicio fue una

variedad población) se optó por comparar los tratamientos en

cada fecha de muestreo

Gráfico nº 1: Efecto de los distintos tratamientos, sobre lavariable altura de la parte aérea en la primera medición.

G2 G4 G6 G8 G10 S FF T0.0

20.0

40.0

60.0

80.0

100.0

120.0

Altura Planta (cm)

En el grafico 1 se destaca el comportamiento similar de lostratamientos FF, G6 y G2, siendo los que dieron mayor alturade planta. El tratamiento testigo T se muestra levementesuperior a los 4 tratamientos restantes.

Gráfico nº 2: Efecto de los distintos tratamientos, sobre lavariable altura de la parte aérea en la segunda medición.

G2 G4 G6 G8 G10 S FF T0.0

20.0

40.0

60.0

80.0

100.0

120.0

Altura planta (cm)

En este gráfico, se destaca el mejor comportamiento del

tratamiento Giberelina (2 g/100 l Agua) G2, siendo en este

caso el tratamiento Testigo T inferior a todos los demás. El

tratamiento S (Citocinina+ Giberelina + Auxina) muestra un

apreciable cambio en la altura de planta con respecto a la

medición anterior.

Grafico n°3: Efecto de los distintos tratamientos, sobre lavariable numero de ramificaciones en la primera medición.

G2 G4 G6 G8 G10 S FF T0.02.04.06.08.010.012.014.016.018.0

Número ramificaciones

Se observa que el tratamiento con mayor número deramificaciones fue G6, mientras que G8 y S presentaron losvalores menores.

Grafico n°4: Efecto de los distintos tratamientos, sobre lavariable numero de ramificaciones en la segunda medición.

G2 G4 G6 G8 G10 S FF T0.0

2.0

4.0

6.0

8.0

10.0

12.0

14.0

Número ramificaciones

En este grafico, se destaca el mayor numero de ramificacionesque registraron todos los tratamientos por sobre el testigo.

Grafico n°5: Efecto de los distintos tratamientos, sobre lavariable numero de espigas en la primera medición.

G2 G4 G6 G8 G10 S FF T0.0

5.0

10.0

15.0

20.0

25.0

30.0

35.0

Número Espigas

El tratamiento G6, además de contar el mayor número deramificaciones, presenta también el numero de espigas maselevado registrado en la medición.

Grafico n°6: Efecto de los distintos tratamientos, sobre lavariable numero de espigas en la segunda medición.

G2 G4 G6 G8 G10 S FF T0.0

5.0

10.0

15.0

20.0

25.0

Número Espigas

El tratamiento S fue el que registro el máximo número deespigas, siendo los demás tratamientos similares al testigo

Análisis estadístico realizado sobre la variable de respuestaal rendimiento

Análisis de la varianza

Variable N R² R² Aj CV Kg/Ha 32 0,21 0,00 35,78

Cuadro de Análisis de la Varianza (SC tipo III) F.V. SC gl CM F p-valor Modelo 72463,67 7 10351,95 0,94 0,4974 Tratam 72463,67 7 10351,95 0,94 0,4974 Error 265373,46 24 11057,23 Total 337837,13 31

Test:Tukey Alfa=0,05 DMS=246,26915

Alfa=0.01 DMS=299.16129 Error=11057.2274Error: 11057,2274 gl: 24Tratam Medias n G4 197,76 4 A G6 251,22 4 A G10 268,27 4 A T 308,17 4 A G2 312,60 4 A S 329,52 4 A FF 339,85 4 A G8 343,51 4 A Letras distintas indican diferencias significativas(p<= 0,01

El análisis estadístico para la variable rendimiento mostró un coeficiente de variación moderadamente alto (35,78) indicando que los datos obtenidos tienen moderada confiabilidad. El test de Tukey (p=0.01) determino que no existen diferencias significativas entre los tratamientos y el testigo.

Cuadro ..Determinación porcentual de los tratamientos en función al testigo

Tratam MediasPorcentaje sobre testigo %

T 308,17 100G4 197,76 64G6 251,22 82G10 268,27 87G2 312,6 101S 329,52 107FF 339,85 110G8 343,51 111

G2 S T G6 FF G8 G4 G10Tratam

140

218

295

373

450

Kg/Ha

Rendimiento segun tratamiento

Se puede apreciar en el siguiente grafico, que el tratamieto de biofertilizante FF tuvo la menor variabilidad, mientras que el testigo T presentó la mayor.

En resumen:

a- Tratamiento G2: en función a la variable rendimiento, estetratamiento se mostro con un aumento poco apreciable comparado con el tratamiento testigo (un 1% mas), mientras que registro una alta variabilidad estadística.

b-Tratamiento G4: presentó un 36% menos de rendimiento que eltestigo.

c-Tratamiento G6: mostró un 18% menos de rendimiento que el testigo, con una elevadas variabilidad estadística.

d-Tratamiento G8: este tratamiento presento el mayor rendimiento comparado con el testigo (11 % mas), manifestandouna variabilidad estadística baja.

e- Tratamiento G10: presentó una baja variabilidad, con un rendimiento 13% menor al testigo.

e- Tratamiento S: presentó una baja variabilidad estadística y un 7% mas de rendimiento que el testigo.

f- Tratamiento FF: los datos indican una baja variabilidad estadística dentro del tratamiento, y un rendimiento que supera en un 10% al testigo.

Conclusiones

Con respecto al rendimiento, que finalmente es la variable demayor interés para el productor, se confirma que algunos de los tratamientos aplicados permitieron aumentar dicha variable, y aunque estadísticamente no se hallaron diferencias significativas que aseguren el exitoso desempeño de estas aplicaciones a campo, habría que analizar los costosde los productos y de aplicación para decidir la convenienciaeconómica del uso de los mismos, teniendo en cuenta el aumento porcentual que producen en el rendimiento por sobre el tratamiento testigo usado como base de comparación.

Al analizar los resultados obtenidos y reflexionando sobrelos objetivos planteados, se podría suponer que el ensayorealizado no cumplió con los mismos. Sin embargo,considerando que las investigaciones vinculadas con estecultivo son muy escasas, resulta muy positiva la pruebarealizada y los resultados obtenidos para ser tomados enconsideración en futuros trabajos experimentales.

Las elevadas diferencias registradas dentro de las variablesmorfológicas medidas se atribuyeron tanto a factoresestadísticos (escaso número de muestras extraídas portratamiento y una superficie de unidad muestral pequeña),como a factores de naturaleza genética (material de iniciocon alta variabilidad genética por tratarse de una variedadpoblación), fisiológica (período extenso de germinación,inducción floral homogénea, lo que provocó que el períodovegetativo de cada individuo de la población sea variable).En cuanto al factor climático, esta sin duda fue la variableque mas incidencia tuvo en el desarrollo del ensayo;comparando la campaña 2012 con la 2013, las mayorestemperaturas registradas, las precipitaciones menores en un37.4% y los vientos más intensos en ésta ultima, definen unacampaña 2013 mucho mas seca que la anterior. Es así que se

sostiene que la inexistencia de diferencias significativas enel rendimiento pudo haber sido debida en gran parte a laextrema sequía durante la cual se desarrolló el ensayo.Anexo ..

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