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Héctor Gómez de Silva Adán Oliveras de Ita editores Conservación de aves experiencias en México CIPAMEX

El monitoreo de poblaciones: herramienta necesaria para la conservación de aves en México

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Héctor Gómez de SilvaAdán Oliveras de Ita

editores

Conservación de avesexperiencias en México

CIPAMEX

Primera edición, 2002

Editado por Héctor Gómez de Silva &Adán Oliveras de Ita (CIPAMEX)

Edición y formación financiados por National Fish & Wildlife Foundation

Datos del copyright

CIPAMEXMuseo de Historia Natural, 2ª Sección del Bosque de ChapultepecMéxico D.F.CP 14091,Apartado postal 22-012

ISBN ___-__-

1. Introducción

Las aves han sido en el pasado y siguen siendo en la actualidad, un recur-so importante para el desarrollo social y cultural de la naciones, tanto porlos servicios ecológicos que brindan (polinización, dispersión de semillas,control de plagas, indicadores ambientales), como por sus usos como ali-mento o mascotas, su valor para actividades recreativas y comerciales y supapel en el arte, la educación, la investigación, la cultura y la religión.Considerando la gran contribución de la avifauna mexicana a la biodiver-sidad global y que más del 30% de sus especies realizan migracionestransfronterizas, la conservación de aves en México es una actividad queno sólo tiene relevancia nacional, sino también internacional.

A pesar de su importancia, una revisión de la literatura sobre las avesen México nos muestra que la información ornitológica disponible secompone principalmente de listados taxonómicos locales o regionales ytrabajos sobre distribución (Rodríguez-Yáñez et al. 1994). Los trabajos deinvestigación con enfoques ecológicos presentan generalmente estima-ciones sobre la riqueza y abundancia de poblaciones de aves en áreaspequeñas y los trabajos más completos se limitan a la autecología de cier-tas especies. Las investigaciones tienden a estar restringidas tanto tempo-ralmente como geográficamente y son escasos los trabajos que presentaninformación sobre densidad o abundancia de alguna especie en variosaños consecutivos. Más raro aún es que se relacionen cambios poblacio-nales a través del tiempo con parámetros ambientales o con actividadesde monitoreo poblacional: un conjunto de métodos y prácticas de campoque permiten determinar el estado de conservación de las poblaciones sil-vestres y sus hábitat para elaborar planes de manejo encaminados a suconservación y aprovechamiento sustentable. En fin, sólo para muy pocas

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José Fernando Villaseñor GómezEduardo Santana

Los censos continuos constituyen la regla por la cualse mide el éxito o el fracaso en la conservación.

ALDO LEOPOLD, Game Management (1933)

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especies de aves del país podríamos decir que conocemos adecuadamen-te el estado y la tendencia (aumento, estabilidad o disminución) de suspoblaciones.

Para cubrir estas carencias relativas al manejo de la vida silvestre, elPrograma de Conservación de la Vida Silvestre y Diversificación Produc-tiva en el Sector Rural 1997-2000 (Semarnap-INE 1997) planteó diversasestrategias para la conservación y recuperación de especies prioritarias,incluyendo la conservación mediante el Sistema Nacional de Áreas Natu-rales Protegidas y el Sistema de Unidades para la Conservación, Manejo yAprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre. El Programa contem-pla aspectos relativos al financiamiento, la modernización administrati-va, la adecuación de instrumentos jurídicos, la creación y consolidaciónde mercados, el fortalecimiento de las capacidades de vigilancia, la parti-cipación social, la información y difusión, y los compromisos interinsti-tucionales a escalas nacional e internacional.

A nivel continental, la Iniciativa para la Conservación de las Aves deAmérica del Norte (ICAAN o NABCI por sus siglas en inglés) representaun esfuerzo de los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y México paraestablecer una estrategia integrada entre los tres países (CCA 1999). Dichainiciativa promovida por la Comisión de Cooperación Ambiental deAmérica del Norte cuenta con la amplia participación de institucionesgubernamentales, instituciones educativas y de investigación, ONG’s,ornitólogos y conservacionistas de los tres países. En ella se ha planteadola urgente necesidad de establecer programas de monitoreo sistemático delas poblaciones de las aves silvestres tanto a nivel nacional como trinacio-nal para lograr su conservación (Berlanga 2001).

Existen diversos programas de monitoreo a largo plazo en los EstadosUnidos y Canadá, como son los Conteos Navideños (Christmas BirdCounts) y el Censo de Aves Anidantes (Breeding Bird Census), coordina-dos a partir de la décadas de los 1960’s por la Sociedad Audubon y el Pro-grama de Estudio de Aves Anidantes (Breeding Bird Survey) iniciado en1965 por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre (Robbins et al. 1986, Terborgh1989). Recientemente el programa Partners in Flight ha creado grupos detrabajo que se avocan a impulsar el monitoreo de las poblaciones de avestanto a nivel nacional como internacional en América del Norte.

En general los programas se han desarrollado en torno a grupos deespecies por las cuales existe un interés o afecto particular (como son lasrapaces, las playeras, los anátidos, las aves acuáticas coloniales y losPasseriformes). Asimismo, en los Estados Unidos y Canadá existen diver-sos programas locales de captura y monitoreo de aves que se conocencomo “observatorios” como los son Manomet, Point Reyes, Long Point yColorado Bird Observatories.

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En estos programas, un gran numero de voluntarios y especialistas tra-bajan para obtener información sobre la abundancia, distribución, uso dehábitat y aspectos reproductivos y ecológicos de las aves a través de laaplicación de diferentes métodos que han permitido determinar disminu-ciones o incrementos poblacionales, las cuales pudieran ser el efecto defactores que actúan tanto a nivel local como a nivel continental. El ani-llamiento que hacen de las aves es coordinado por el Laboratorio deAnillamiento de Aves del Patuxent Wildlife Research Center, dependenciadel gobierno federal de Estados Unidos (véanse los Recuadros 1 y 2 comodescripción de dos programas de anillamiento y monitoreo de aves enCanadá y México). Dada la escasez de este tipo de programas en AméricaLatina, así como la apremiante necesidad de iniciarlos según las evalua-ciones nacionales e internacionales al respecto, hemos elaborado este capí-tulo con el fin de proporcionar una descripción general de los aspectosconceptuales, metodológicos y logísticos relativos a los programas demonitoreo poblacional que pueden ser de utilidad para iniciar programasde este tipo.

2. Qué es monitoreo y porqué hacerlo

La palabra “monitoreo” es un neologismo proveniente del inglés que noha sido aceptado por la Real Academia Española (2001). Se origina de unaraíz latina que significaba “esclavo de la antigua Roma que acompañaba asu señor para recordarle los nombres de las personas que se encontraba.”El verbo “monitorizar” tiene como definición “controlar a una persona,usualmente un paciente, a través de un monitor o pantalla” (Moliner1998). Los sinónimos de la palabra “monitoring” son observar, mirar,regular, controlar, supervisar, seguir de cerca o acompañar. En castellanola palabra con el significado más parecido es “seguimiento”, que quieredecir “acción y efecto de observar atentamente el curso de un negocio…;dirigir una cosa por camino o método adecuado” (Real Academia Espa-ñola 1992). Recientemente, el Gobierno de los Estados Unidos Mexicanosempleó la palabra “monitoreo” en su acuerdo internacional para impul-sar la Iniciativa de Conservación de Aves de América del Norte (CCA1999) y nuestra experiencia es que dicha palabra ha sido aceptada en suuso diario por la comunidad ornitológica de habla hispana en las Amé-ricas, por lo cual nosotros la usaremos en este capítulo.

Nichols (1999) define monitoreo como “la actividad de realizar evalua-ciones periódicas de variables de estado que reflejen la dinámica de unsistema”. Hellawell (1991), Goldsmith (1991) y Furness et al. (1993) espe-cifican que el hacer mediciones periódicas de variables de estado conmétodos estandarizados es hacer “seguimiento” (“surveillance”) pero que

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el monitoreo va más allá. Consiste en hacer “un seguimiento intermi-tente (regular o irregular) llevado a cabo para determinar el grado de cam-bio en algún o algunos de los parámetros poblacionales de acuerdo conun nivel estándar predeterminado o determinar el grado de desviación deuna norma predefinida”. El monitoreo incluye la recopilación de in-formación que permita hacer conjeturas sobre las causas de los cambiosobservados. Incorpora el registro de cambios ambientales a largo plazo ysus efectos ecológicos; la documentación de la respuesta y efectividad deuna estrategia particular de manejo; y el registro de las tasas de cambiode hábitat o de especies sensibles o raras. Requiere de la formulación o de-finición de los estándares que servirán de parámetro de comparación pre-vio a la implementación del programa. Esto implica que un programa demonitoreo debe tener objetivos claros desde su inicio.

En el estudio de poblaciones se pueden evaluar parámetros primarios oparámetros secundarios (Temple & Wiens 1989). Los parámetros primariosson aquellos que definen la densidad de una población. Son las tasas demortalidad, de fecundidad, de inmigración y de emigración. Los paráme-tros secundarios son producto de los primarios y son principalmentemedidas de abundancia, de densidad y las proporciones de edad y sexo(aunque estos dos últimos son considerados a veces como factores pri-marios por algunos autores). Otros parámetros comunes de medición sonlos indicadores del estado de salud de los individuos en la población. Inde-pendientemente de los parámetros que se escojan, un programa de moni-toreo de aves puede tener dos objetivos generales:

• Utilizar los cambios en la población como indicadores o sensores decambios más amplios en el ambiente; y

• Conocer los cambios en la población para la conservación, control oaprovechamiento de una especie particular.

Veamos estos dos objetivos más a detalle.

3. Monitoreo de aves como indicador de calidad ambiental

Las aves han sido utilizadas como indicadoras desde tiempos remotos. Lallegada temprana de aves provenientes de más al norte era indicadora deun invierno crudo y los pescadores utilizaban avistamientos de aves mari-nas para localizar cardúmenes de peces (Furness et al. 1993). El monitoreode poblaciones de aves como indicadoras también sirve para detectarproblemas de trascendencia en el ambiente antes de que éstos empiecen aafectar el bienestar de los humanos. En este caso, el monitoreo de unapoblación se realiza de manera simultánea con el monitoreo de diferentes

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factores ambientales que pudieran inducir cambios poblacionales. Ejem-plos de estos factores son: abundancia o disponibilidad de alimento, desitios de reproducción, de competidores; condiciones climáticas o micro-climáticas; perturbaciones relativas a la estructura y composición de lavegetación; niveles de contaminantes o patógenos en el ambiente; y cam-bios en los patrones de uso del suelo. Para detectar cambios ambientalesse requiere establecer un sitio “testigo” o “control” con el cual se puedancomparar los datos del sitio de muestreo. Sin embargo, las perturbacionesambientales a veces son tan amplias, que no se pueden encontrar sitioscarentes de indicios de perturbación. En estos casos, los valores históri-cos pre-perturbación se convierten en los únicos valores con los cualespodemos evaluar las observaciones. Esto resalta el valor de llevar a caboestudios a largo plazo.

La función de las aves como “sistema de alerta temprana” o como “elcanario de los mineros” (con el cual se detectaban gases tóxicos en lostúneles de las minas) se ejemplifica bien con el caso del Halcón peregrino(Falco peregrinus) estudiado por Derek A. Ratcliffe en Inglaterra y Joseph J.Hickey en América del Norte (Dunlap 1981, Hickey 1988). Mediante unmonitoreo informal, los practicantes de la cetrería, coleccionistas de hue-vos y observadores de aves notaron y luego documentaron la reducciónde las poblaciones de esta especie. Posteriormente, se observó que esto eracausado por una disminución en la reproducción producto del rompi-miento de los frágiles cascarones de los huevos en los nidos. Al compararhuevos que se encontraban en colecciones científicas y particulares conhuevos de nidos activos se midieron los cambios en el grosor de los cas-carones a través del tiempo y se pudo correlacionar la disminución delgrosor con el aumento del uso del pesticida DDT en el ambiente. Se detec-tó también un aumento en la concentración del DDE (producto delmetabolismo del DDT) en los tejidos de los halcones y de otras especiesdepredadoras que se ubican en niveles altos de la trama trófica. Posterior-mente se describió el mecanismo fisiológico por el cual el DDT interferíacon la deposición de calcio en los huevos, disminuyendo así su viabili-dad; se descubrió, además, que el DDT no sólo afectaba a las aves, sinotambién a los humanos y que era transmitido de madre a hijo a través dela leche materna. Estos descubrimientos fueron la base para prohibir eluso del DDT en Estados Unidos y gran parte de Europa, logrando que serecuperaran las poblaciones de halcones. Sin embargo, su producción yventa no fueron prohibidas y en muchos países de la América tropical locontinuamos comprando y utilizando para el control de insectos. Enestos casos las aves pueden aún constituir un importante indicador delnivel de envenenamiento del ambiente, no sólo del DDT sino de muchosotros nuevos pesticidas que salen al mercado.

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El monitoreo ha tenido poca respetabilidad académica (Furness et al.1993, Nichols 1999). Esto se debe a que muchos programas de monitoreono han tenido objetivos adecuadamente establecidos, su diseño ha sidodeficiente y por lo tanto han generado pocos resultados útiles. El iniciarprogramas de monitoreo sin objetivos claros genera gastos de recursosinnecesarios y atrasos en la aplicación de acciones de manejo y conser-vación. Otra crítica es que los análisis de los resultados del monitoreodependen principalmente de la correlación entre distintas variables y noestán basados en estudios experimentales que permitan invalidar hipóte-sis siguiendo el método hipotético-deductivo (Nichols 1999). CharlesKrebs (citado por Nichols 1999) menciona que “El monitoreo de pobla-ciones es políticamente atractivo pero ecológicamente trivial si no estávinculado con trabajos experimentales para entender los mecanismos quesubyacen a los cambios en el sistema”.

El monitoreo nos presenta correlaciones entre factores ambientales yestados de una población; por lo tanto, consiste en un análisis retrospecti-vo. Es decir, nos describe lo que ocurrió en el pasado. Su utilidad radicaen permitirnos establecer hipótesis que después se deben validar a travésde la experimentación científica. Para evaluar experimentalmente el im-pacto de un factor ambiental en una población se requiere: plantear unahipótesis sobre causa y efecto, aplicar diferentes tratamientos (experimen-tales o de manejo) en distintas unidades independientes de estudio, selec-cionar las unidades aleatoriamente y tener replicados los tratamientos(Nichols 1999). El monitoreo contribuye a la primera y a la última etapade este proceso; nos ayuda a generar hipótesis y también a evaluar losresultados de los tratamientos a través del tiempo para conocer la respues-ta de la población a las modificaciones de su ambiente. Por ejemplo, loscoleccionistas de huevos del Halcón peregrino, sin tener un objetivoclaro, permitieron “monitorear a posteriori” el cambio del grosor de loscascarones de huevos y correlacionarlo con los períodos previos y posterio-res a la introducción del DDT en el ambiente. Sin embargo, fue la experi-mentación de laboratorio la que demostró, con evidencia científica devalor legal en las cortes, que el causante de la pérdida de fecundidad era elDDT y este pesticida debía prohibirse por motivos de salud pública.

Morrison (1986) y Temple & Wiens (1989) argumentan convincente-mente que el monitoreo de la densidad o abundancia de las poblacionesde aves difícilmente puede servir como un buen indicador ambiental,debido a tres razones: 1) múltiples factores ambientales operan simul-táneamente sobre una misma población y por lo tanto es difícil atribuir elcambio observado a un factor específico, 2) los procesos denso-depen-dientes pueden causar que la población se mantenga estática y no sedetecte una degradación ambiental existente que esté afectando negativa-

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mente a la especie (p. ej. disminución de la sobrevivencia de adultos secompensa con aumentos de fecundidad, reclutamiento o inmigración) y3) la tasa de recambio de poblaciones de aves (producto de característicascomo longevidad, avanzada edad de reproducción, baja producción decrías) es generalmente muy lenta con relación a los cambios en el am-biente. Estos factores demográficos, de comportamiento e historia de vidaen su conjunto amortiguan el efecto de cambios en el ambiente sobre laspoblaciones y causa “efectos retardados” (“time-lags”) que dificultan elestablecimiento de correlaciones ambientales. Sin embargo, estos y otrosautores reconocen que varios parámetros poblacionales como la condi-ción de salud o el estado fisiológico de los individuos, el comportamientoreproductivo y de alimentación, así como los parámetros primarios demo-gráficos como fecundidad y mortalidad sí pueden responder de manerainmediata a cambios en el ambiente y pudieran servir como indicadores.Dado que estos parámetros tienen una gran variabilidad natural, el reto esmas bien poder relacionar los cambios observados en ellos con cambiosespecíficos de diversos factores ambientales que los pueden afectar.

Por ejemplo, el utilizar el número de parejas de aves marinas anidantescomo indicador del estado de las poblaciones de los peces que consumenno es muy útil cuando el colapso de la población de peces no afectainmediatamente la sobrevivencia de los adultos (Furness et al. 1993).Después de una caída en la población de peces, las mismas parejas pue-den continuar anidando año tras año, sin mostrar una disminución ennúmero; puede pasar un período de hasta cinco años antes de que se noteel efecto del colapso del recurso alimentario. Este “efecto retardado” entreel estado del recurso y el indicador de abundancia poblacional disminuyela utilidad del indicador. Por otra parte, el éxito reproductivo pudiera dis-minuir con la disminución de alimento. Sin embargo, aún este parámetropudiera no ser un mejor indicador ya que el comportamiento de los adul-tos puede compensar una reducción en alimento al viajar más lejos o bus-car por más tiempo el alimento, proveyéndole así la misma cantidad dealimento a sus crías en períodos de escasez y de abundancia. Por lo tanto,tal vez tampoco se detecte el efecto de la disminución de peces en el cre-cimiento o la sobrevivencia de crías. El efecto de una disminución en laabundancia de peces sí pudiera reflejarse en la frecuencia de visitas oinclusive en la condición física de los padres. Si por compensar la reduc-ción de alimentos los adultos dejaran sus nidos sin defensa por períodosmuy prolongados, entonces esto pudiera aumentar las tasas de depreda-ción en los nidos. De esta forma la reducción de alimento afecta indirec-tamente el éxito reproductivo. Por lo tanto, el mejor indicador de laabundancia de peces en este sistema sería el tiempo que los adultos tar-dan en buscar alimentos y traérselos a sus crías. Esto ejemplifica la necesi-

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dad de conocer la ecología de la especie que se selecciona y su forma de in-teractuar con el recurso ambiental de interés, así como la necesidad detomar datos por períodos prolongados de varios años para desenmarañarel efecto de las interacciones complejas.

La compleja interacción entre los factores causales de cambios demo-gráficos y la población de aves nos obliga a seleccionar cuidadosamente laespecie de ave que se va a monitorear, así como los parámetros específicosde interés. De manera general, se pueden sugerir los siguientes criteriospara seleccionar una especie de ave como indicadora de cambios ambien-tales (Ormerod & Tyler 1993, Greenwood et al. 1993):

• Los parámetros poblacionales deben responder rápidamente a cambiosambientales en la zona de estudio, no deben estar desfasados.

• los parámetros que se miden deben ser fáciles de obtener, informativosy abundantes

• la respuesta debe ser relevante para otras especies del sistema; en otraspalabras, debe reflejar el impacto sobre otras poblaciones

• la información obtenida debe ser complementaria a la obtenida paraotras especies u otras metodologías

• los cambios observados se deben poder relacionar con componentes oprocesos específicos del ecosistema y no deben ser confundidos conotros cambios o procesos

• su ecología debe ser bien conocida para detectar los mecanismos me-diante los cuales se afecta su población

Considerando estos requisitos se pueden enlistar los aspectos posi-tivos y negativos del uso de aves para el monitoreo ambiental (Furnesset al. 1993, Ormerod & Tyler 1993). Entre los positivos se encuentran queson fáciles de identificar, son relativamente fáciles de detectar visual yauditivamente a distancia, muchas especies son consumidores secunda-rios o terciarios y por lo tanto pueden concentrar efectos o contaminanteso describir cambios en toda la cadena trófica, su longevidad permite inte-grar los efectos de varios años de cambios ambientales, su alta movilidadpermite integrar cambios sobre amplias regiones del paisaje, reflejanmejor el posible impacto de contaminantes en los humanos que los in-vertebrados y son carismáticas y pueden ser populares entre la poblaciónen general, permitiendo participación ciudadana en los programas demonitoreo, así como un mecanismo de educación ambiental basado en el programa de monitoreo. Los aspectos negativos del uso de aves para elmonitoreo ambiental son que su longevidad no permite detectar el efectode perturbaciones de un año o menos de duración, su alta movilidad nopermite detectar cambios ambientales locales, la movilidad estacional de

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sus poblaciones influye en las interpretaciones, sus procesos fisiológicosles permiten eliminar con facilidad algunos contaminantes de sus cuer-pos en comparación con otros grupos de animales, los procesos denso-dependientes generan reacciones compensatorias que pueden mantenerestabilidad poblacional a pesar de que ocurran cambios ambientales queafectan la mortalidad, la natalidad u otros procesos poblacionales y suspoblaciones responden a numerosos factores ambientales, lo cual dificul-ta discernir relaciones de causa y efecto entre cambios ambientales ypoblaciones de aves.

4. Monitoreo de poblaciones de interés en relación al manejo de la especie y su hábitat

El manejo de las poblaciones de aves y/o de sus hábitat se realiza con lafinalidad de asegurar su aprovechamiento sustentable o de evitar suextinción. La cita de Aldo Leopold (1933) en el primer libro escrito sobremanejo de fauna silvestre en el Hemisferio Occidental, ejemplifica laimportancia del monitoreo (es decir, de censos continuos) en el manejode las poblaciones. El manejo poblacional consiste en acciones como el control de la cosecha, el aumento de la productividad o el cambio delcomportamiento. El manejo del hábitat consiste en actividades encami-nadas a aumentar o mantener componentes como el agua, el alimento, lacobertura vegetal y los sitios especiales de reproducción, y a disminuirotros componentes como los competidores, los depredadores, los parási-tos, las enfermedades y la contaminación. Todo esfuerzo de manejo parala conservación requiere de una evaluación del estado de la población de la especie de interés, para determinar si las acciones de manejo tienenlos resultados deseados. Cuando estas evaluaciones poblacionales se re-piten periódicamente y de forma estandarizada a través del tiempo, se ini-cia un programa de monitoreo que permite ir modificando y adaptandoel programa de manejo para lograr los objetivos planteados. Una de lasformas más sencillas para determinar las tasas de crecimiento pobla-cionales es monitorear las poblaciones antes, durante y después de perío-dos de aprovechamiento. El establecimiento de tasas de crecimientopoblacional es la base para cualquier programa de manejo de fauna sil-vestre y por lo tanto el monitoreo es una parte integral del manejo.

Sin embargo, el monitoreo también ha sido atacado frecuentementedesde el campo aplicado al manejo de los recursos naturales. Cuando elprograma de monitoreo se plantea como un fin en sí mismo, sin una claraalusión a su utilidad para la resolución de problemas de manejo y la con-servación de especies, se convierte en una pérdida de tiempo y de recursos

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(Rivera-Milán et al. 1994). Especialistas en “manejo adaptativo” (Ludwiget al. 1993, Walters 1986) aseveran que “la investigación [o monitoreo]puede perjudicar, en vez de ayudar a la conservación, cuando argumentoscomo ‘se requiere más investigación’, mantienen un estado de inactivi-dad y actitudes de ‘continuemos como siempre’ [‘business as usual’] pro-siguiendo con actividades en detrimento de los recursos que se estándegradando… Una vez que nos libremos de la ilusión de que la ciencia ola tecnología (si cuenta con abundante financiamiento) pueden proveersoluciones a problemas de conservación de recursos [naturales], entoncesserá posible emprender acciones apropiadas [para su conservación y ma-nejo].” Es decir, en casos extremos, el monitoreo puede ser usado comouna estrategia para evadir decisiones socialmente difíciles. Un ejemplo esla insistencia de algunos países desarrollados en seguir monitoreando lacontaminación atmosférica, para evitar así implementar restricciones yleyes anticontaminantes que tienen importantes efectos económicos y políticos. Otro caso es el de los países con grandes inversiones en laindustria pesquera, que proponen monitorear poblaciones de peces o deballenas en vez de reducir las capturas. Sin embargo, aún desde un puntode vista pragmático, se justifica plenamente hacer monitoreo e investiga-ción cuando los costos sociales y económicos que acarrea un mal manejodel recurso son superiores a los costos del programa de monitoreo que puedeimpedir los desenlaces negativos del mal manejo (Ludwig et al. 1993).

El monitoreo es una parte fundamental del “manejo adaptativo” derecursos naturales (Walters 1986) que tiene un enfoque similar al experi-mental pero con objetivos diferentes. A diferencia de la investigación, laprioridad en este caso no es entender el funcionamiento del sistema sinoque se logren los niveles poblacionales establecidos como metas de unplan de manejo. El manejo adaptativo pretende cubrir los objetivos demanejo en primera instancia y luego conocer paulatinamente el fun-cionamiento del sistema. Su operación requiere de la posibilidad de apli-car diferentes opciones de manejo. El monitoreo genera la informaciónsobre los cambios poblacionales ocasionados por el propio manejo. Losresultados se contrastan con varios modelos que constituyen diferenteshipótesis sobre la dinámica del sistema y su respuesta a las acciones demanejo. Cada modelo debe contar con algún tipo de medida del nivelde incertidumbre. Con cada ciclo de manejo y monitoreo se disminuye elnivel de incertidumbre y se afina el manejo haciendo las modificaciones alas técnicas pertinentes (Nichols 1999).

Tanto el manejador de recursos como el investigador experimental venel monitoreo como algo sin utilidad cuando es realizado sin objetivosclaros predefinidos, pero lo consideran útil como herramienta para laevaluación del resultado de su experimento o de las manipulaciones im-

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plementadas de manejo de los recursos. Sin embargo, aún el monitoreoque se realiza sin objetivos claros a veces resulta útil a posteriori, como enel caso de la colección de huevos de Halcón peregrino. De todas maneras,resulta mucho más justificado un monitoreo diseñado sistemáticamente.

5. Consideraciones para iniciar un programa de monitoreo

Los métodos de monitoreo varían según el grupo de aves y los hábitatdonde se implementan. Diferentes metodologías se han diseñado paraaves playeras, rapaces, marinas, coloniales, anátidos y Passeriformes,entre otros. La literatura para los Passeriformes es abundante (Ralph & Scott 1981, Coperrider et al. 1986, Peach et al.1990, Koskimies &Vaisanen 1991, DeSante 1992, Ralph et al. 1996) y nos basamos princi-palmente en estas fuentes ya que los principios son aplicables a práctica-mente todos los grupos.

De acuerdo con Ralph y colaboradores (1996), un programa de moni-toreo idealmente contempla tres componentes: primero, una estimacióndel tamaño y la tendencia poblacional a través del tiempo; segundo, unaestimación de parámetros demográficos como fecundidad y sobreviven-cia, y tercero, una descripción del hábitat con la cual se puedan corre-lacionar los parámetros poblacionales estudiados. Sin embargo, se debetomar en cuenta que muchas preguntas de investigación o de manejo yconservación de aves se pueden contestar sin tener que iniciar un progra-ma de monitoreo. Para definir si se debe o no implementar un programade monitoreo se sugiere considerar los siguientes puntos (Goldsmith1991, Ralph et al. 1996): 1) decidir los objetivos y metas deseadas,2) determinar si un programa de monitoreo constituye la mejor manerade lograr los objetivos, 3) de acuerdo con los objetivos, establecer explícita-mente las preguntas específicas que se desea contestar, 4) definir quiénesy en dónde se realizará y cuándo se van a utilizar los resultados generadospor el programa de monitoreo, 5) determinar qué método de monitoreose requiere para generar la información requerida, 6) evaluar los datos quelos diferentes métodos arrojan y cómo esta información ayuda a contes-tar las preguntas planteadas, 7) definir los métodos analíticos-estadísticosque se utilizarán y el número de muestras requeridas según el nivel deprecisión deseado, 8) evaluar las necesidades de tiempo, costos, recursoshumanos y materiales para implementar el programa de monitoreo y ase-gurar su continuidad a largo plazo, 9) redactar una propuesta de trabajodetallada para ser evaluada por personas que tienen experiencia con elmonitoreo, para asegurar la utilidad y pertinencia del programa.

Para que el monitoreo de aves funcione como herramienta de manejo

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o como “sistema de alerta temprana” para detectar un problema ambiental,es necesario que la técnica de monitoreo permita identificar tendenciasreales de los procesos poblacionales. Esto depende del “poder estadístico”del análisis (Furness et al. 1993). El enfoque aceptado generalmente parael análisis de resultados experimentales es que la hipótesis nula debe serque “no hay cambios en los niveles de población o de los parámetrosestudiados”. Sólo si se detecta un cambio cuya probabilidad de que hayaocurrido al azar es menor al 5%, entonces nos preocupamos por actuarpara corregir la situación. Sin embargo, las repercusiones de que hayaocurrido un cambio negativo y no lo detectemos pueden ser muy serias;por lo tanto, idealmente la metodología de monitoreo debe tener un altopoder estadístico. Es decir, debe contar con la capacidad de detectar uncambio cuando éste verdaderamente ocurre. Desgraciadamente, debido a la complejidad de los estudios ambientales y al número de réplicasnecesarias, es común que los estudios de monitoreo ambiental tengan unbajo poder estadístico. Una forma de aumentar el poder del estudio esaceptar niveles menos estrictos de significancia estadística (es decir, acep-tar niveles de significancia estadística mayores al 5%). Sin embargo, sibien esto reduce la probabilidad de Error Tipo II (aceptar la hipótesis nulacuando es falsa o concluir que no hay cambio ambiental cuando sí lohay), también aumenta la probabilidad del Error Tipo I (rechazar lahipótesis nula cuando es cierta o deducir que hay cambios ambientalescuando en realidad no los hay). De ocurrir un Error Tipo I, se genera unasituación de emergencia o de gastos de manejo para resolver un proble-ma inexistente.

Existen posiciones encontradas entre especialistas en monitoreo alrespecto de este dilema de muestreo y no hay por lo tanto un consensogeneral. Furness et al. (1993) aportan las siguientes sugerencias en rela-ción con el análisis e interpretación de los resultados de monitoreo:1) Siempre se debe calcular el poder estadístico que se desea antes de ini-ciar el programa, 2) Se debe tratar de alcanzar el mayor poder posible,3) Cuando los impactos negativos del cambio son grandes (por ejemplo,las poblaciones de aves están en peligro de extinción) se debe tomar uncriterio conservador o precautorio y aceptar niveles más altos de signifi-cancia estadística que induzcan a iniciar acciones correctivas en losprimeros indicios de un cambio (evitar Error Tipo II), 4) Cuando losimpactos negativos del cambio no son muy grandes y los costos de tomaracciones correctivas son altos, entonces el aceptar el nivel tradicional designificancia de 5% es adecuado (evitar el Error Tipo I) y las acciones co-rrectivas se iniciarían sólo con un alto grado de confiabilidad de que elcambio hacia el deterioro de la condición ambiental estudiada es real.

El monitoreo de poblaciones de aves se debe establecer en el contexto

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de dos escalas: una temporal y otra espacial. El no tener claro a qué escalaoperan los cambios ambientales que afectan la población limitará la utili-dad del programa de monitoreo y generará interpretaciones erróneas( Jarvis 1993). Para correlacionar cambios poblacionales con cambiosambientales, se deben seleccionar factores ambientales pertinentes que semiden en una escala apropiada. El protocolo para detectar tendenciasregionales a largo plazo será diferente a un protocolo para detectar el efec-to de acciones locales de manejo. Por ejemplo, un programa de monito-reo establecido en un hábitat que se encuentra en una etapa temprana desucesión vegetal, nos dará información sobre cómo los cambios en el sitioafectan las poblaciones de aves, pero no será útil como indicador de ten-dencias poblacionales a escala regional o continental. El monitoreo detendencias regionales se debe realizar en varios puntos de una ampliaregión geográfica y en hábitat estables que no cambien mucho en estruc-tura, composición o contexto paisajístico a través del tiempo.

6. Selección de parámetros poblacionales y su relación con la calidad de hábitat

Los parámetros poblacionales son aquellos que describen el estado de lapoblación, su tendencia y los procesos que generan dichas tendencias.Una población puede presentar tres estados diferentes, estar aumentando,disminuyendo o manteniéndose estática; y el manejo de poblaciones serealiza justamente para inducir uno de estos tres estados. Los parámetrosprimarios (mortalidad, fecundidad, inmigración, emigración) son impor-tantes ya que todos en conjunto definen la densidad y la tendenciapoblacional; sin embargo tienen también la peculiar característica de quepueden variar sin que se observe un efecto en la densidad poblacional(Temple & Wiens 1989). A través de mecanismos compensatorios o denso-dependientes, el aumento en la mortalidad en un sitio puede ser compen-sada por la inmigración de individuos provenientes de zonas adyacentes.El aumento en mortalidad (por depredación o cacería) también puede sercompensado por un aumento en la fecundidad y en el reclutamiento. Porlo tanto, el efecto de una acción de manejo puede que no se detecte en ladensidad de la población, pero sí en sus procesos primarios. El cambio delos valores de un parámetro primario por un período corto puede nocausar la disminución de una población, pero si ese proceso continúa porperíodos prolongados entonces sí puede generar una disminución pobla-cional. Por lo tanto, el monitoreo de parámetros primarios permite prede-cir lo que puede ocurrir si una tendencia dada continúa por varios años,mientras que el monitoreo de parámetros secundarios no permite tal

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predicción y además tarda más en reflejar una respuesta a cambios am-bientales. Dado que los parámetros primarios tienden a presentar ma-yores fluctuaciones año con año que los parámetros secundarios y queson más sensibles a cambios ambientales, su monitoreo requiere tamañosde muestra mayores para aumentar el poder estadístico del análisis y per-mitir un seguimiento confiable de los cambios observados. Esto implicaque por requerir más recursos financieros y de personal, se tienden a desa-rrollar en áreas pequeñas. Cuando múltiples factores ambientales influen-cian simultáneamente a la población, la interpretación de los cambiostanto en los parámetros primarios como en los secundarios es difícil. Sinembargo, los parámetros primarios pueden elucidar mejor los impactosambientales.

Un error común en el manejo de fauna silvestre es evaluar la calidaddel hábitat indirectamente, mediante la densidad de una población. Esteproceso sigue la lógica de que el hábitat que tenga más individuos es elmejor hábitat. Esto representa el uso de lógica circular: si el hábitat esmejor la densidad es alta y si la densidad es alta el hábitat es mejor. Se hademostrado que la densidad por sí sola no es un indicador adecuado decalidad de hábitat (Van Horne 1983) y que la subsistencia de una pobla-ción en el paisaje depende de complejos procesos metapoblacionales, enlos que la inmigración y emigración desempeñan un papel muy impor-tante (Pulliam 1988). El monitoreo de un parámetro secundario comodensidad nos puede sugerir que la población en un tipo de hábitat esestable y está saludable. Sin embargo, el estudio de parámetros primarioscomo sobrevivencia (con técnicas de captura-marcaje-recaptura o radio-telemetría) y monitoreo de nidos puede mostrar que la sobrevivencia y lafecundidad de esa misma población son muy bajas e incapaces de soste-ner las densidades observadas. Por lo tanto, ese hábitat constituye un“sumidero” (“sink”) que en términos netos sólo recibe inmigración deindividuos de otros hábitat más favorables. Los hábitat de mejor calidadproducen, en términos netos, más individuos que los que recibe y por lotanto actúan como “fuentes” (“sources”) poblacionales. El reconocer“fuentes” y “sumideros” se ha convertido en uno de los objetivos princi-pales de los estudios modernos de conservación que utilizan técnicas demonitoreo.

7. Selección de sitios de estudio

Los objetivos del programa de monitoreo y el tipo de parámetros selec-cionados definen la escala del área de monitoreo. Los parámetros prima-rios se utilizan en estudios intensivos y locales que requieren mayor

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sensibilidad para la detección de cambios ambientales. Usualmente serealizan en áreas pequeñas donde se pueden obtener suficientes datos defecundidad y mortalidad. El problema que tienen estos estudios es que losresultados no pueden ser extrapolados más allá de las condiciones in-mediatas en las cuales se realizan. Los parámetros secundarios general-mente se utilizan para estudios a largo plazo, que abarquen regionesgrandes que cuentan con cierta homogeneidad ambiental y poblacional.Los parámetros secundarios son los que se obtendrían en primera instan-cia para evaluar el estado de la población de una especie en todo suámbito geográfico continental o en una biorregión de conservación.

La selección de los sitios de trabajo en un programa de monitoreo debede responder a los objetivos que se persiguen. Goldsmith (1991) men-ciona algunos puntos de consideración al respecto: 1) el área debe ser deltamaño correspondiente a los procesos que se desean estudiar, 2) los sitiosdeben de ser seguros, como frecuentemente sucede con áreas naturalesprotegidas que se encuentran vigiladas y en donde el manejo y la conser-vación pueden mantenerse sin cambios relativos a largo plazo, 3) en loscasos en donde se desea evaluar los efectos de factores como las prácticas demanejo, forestales o agropecuarias el sitio debe estar incorporado dentrodel ámbito de influencia de estas actividades, 4) los hábitat seleccionadosdeben de ser sensibles a los factores de interés, 5) se recomienda escogersitios donde los pobladores puedan apoyar el programa en su imple-mentación, aprovechando su conocimiento tradicional y su experienciasobre el conocimiento de las especies, sus movimientos, el manejo quehacen de los hábitat y los procesos ecológicos, 6) es deseable contar coninformación histórica sobre el manejo previo del área donde se trabaja.

8. Técnicas de campo para el monitoreo de poblaciones de aves

Identificación de especies

Las técnicas usadas para la determinación taxonómica de las especies deaves se han modificado con el tiempo. Inicialmente se consideraba nece-sario contar con especímenes representativos depositados en coleccionescientíficas o museos para considerar válido un registro; sin embargo, conla definición de las “marcas de campo” (caracteres distintivos de las espe-cies que son visibles por simple observación), se logró un avance impor-tante en el registro de la distribución y abundancia de la mayoría de lasespecies de aves. Estas marcas de campo son las que utilizan las guías deidentificación, siendo algunas de las mas utilizadas en México las de Howell& Webb (1995), Peterson & Chalif (1989), National Geographic Society

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(1987) y Sibley (2000). Posteriormente, el desarrollo de habilidades en elreconocimiento de los cantos y llamadas de las especies se convirtió enuna herramienta útil que permitió la implementación de nuevas formasde hacer el trabajo de monitoreo de poblaciones. Para esta capacidad tam-bién existen diversas grabaciones y videos producidos por organizacionescomo la Sociedad Audubon, el Laboratorio de Ornitología de Cornell yARA Records.

La captura de aves en trampas o redes de niebla permite revisar nume-rosas características del color, patrones, desgaste y muda del plumaje,además de datos morfométricos que no pueden ser obtenidos por mediode la simple observación. Estos datos en muchos casos permiten determi-nar de forma más certera la identificación taxonómica, la edad, el estadoreproductivo y el sexo de los individuos. Avances notables en el conoci-miento de las características físicas de las aves han sido realizados por losequipos que trabajan en los programas de monitoreo, generando manua-les de campo de gran utilidad, especialmente para el grupo de Passeri-formes, aunque también para otros grupos (Pyle et al. 1987, Pyle 1997).A pesar de esos avances, la identificación, el sexado y la determinación deedad de las especies de aves se complica por la variabilidad en el tamaño yel plumaje de los individuos y los patrones de muda en cada especie y cada clase de edad. La información para las especies residentes en Méxi-co es escasa o nula, por lo que los datos generados de programas de moni-toreo son muy importantes y el uso de manuales elaborados en Canadá yEstados Unidos debe hacerse con cautela.

Determinación de sexo y edad

La determinación del sexo y la edad de los individuos se basa principal-mente en la revisión de caracteres del plumaje, de la osificación craneal yde caracteres evidentes solamente durante el período reproductivo. Deta-lles específicos son presentados por Ralph et al. (1996). Para muchas espe-cies en las que existe dimorfismo sexual en el color o forma del plumaje uotro tipo de caracteres, la determinación del sexo de los individuos adul-tos no representa mayor problema. Sin embargo, cuando se trata de juve-niles, los plumajes por lo general semejan al de la hembra adulta, por loque la determinación deberá hacerse considerando criterios de edad.

Para las especies en las que no existe dimorfismo, la determinación delsexo se puede realizar únicamente durante el período de reproducción.Un gran número de machos adultos se pueden identificar por la presenciade lo que se conoce como protuberancia cloacal, que es una hinchazónevidente de la cloaca producto de la acumulación de esperma en los tubos

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seminales y en ocasiones presenta una coloración amarillenta o blan-quecina. Esta protuberancia facilita la copulación. Las hembras se puedenidentificar porque desarrollan lo que se conoce como parche de incuba-ción, al desprender las plumas de su vientre y esa región se vascularizaprofusamente; por debajo de la piel se acumula un líquido amarillentocon aspecto acuoso. Estos parches se presentan en las hembras (y en losmachos de algunas especies) para facilitar la transferencia de calor a los huevos durante la incubación. En los casos en donde se presenta tantola protuberancia cloacal como el parche de incubación, se trata de ma-chos que participan en la incubación de los huevos.

La determinación de la edad de los individuos puede lograrse pormedio de la observación de atributos del plumaje, la osificación del crá-neo y en ocasiones otras características particulares de diferentes especies.El plumaje de los juveniles puede mantenerse por algún tiempo (en oca-siones hasta tres meses) en los volantones y cambia con la primera muda(denominada muda prebásica), siendo en general un plumaje por lo gen-eral más “suelto”, con bordes menos definidos y con patrones de barras opuntos que no se presentan en individuos de mayor edad. Además, lascomisuras de la boca son más carnosas y de coloraciones más evidentes ylos ojos son de color más pálido que en los adultos. El desgaste del pluma-je puede ser también de utilidad, permitiéndonos diferenciar a los adultospor su plumaje más gastado durante la época reproductora y con plumajeen un estado más conservado después de la época reproductora.

Cuando los juveniles mudan por vez primera, pueden adquirir un plu-maje muy semejante al de los adultos, por lo que el criterio de la osifi-cación del cráneo será el más útil para definir su edad. En general, loscráneos de los Passeriformes se osifican durante los primeros meses devida, pero existen casos en donde pequeñas porciones de los huesos nologran su osificación completa, manteniendo “ventanas” de color rosadoo rojo pálido hasta la siguiente estación reproductora. Para revisar el crá-neo, se descubre la piel de la cabeza humedeciendo las plumas y despe-jándolas del área y moviendo la piel hacia atrás y adelante tratando deobservar diferencias en la coloración de los huesos. Los cráneos con ven-tanas corresponderán generalmente a individuos en su primer año devida. En ocasiones, la piel es demasiado gruesa o presenta pigmentaciónque impide observar esta característica.

Según Pyle y colaboradores (1987) se debe mantener presente que lasdeterminaciones de edad y sexo deben estar basadas en una síntesis ocombinación de todos los caracteres disponibles y que siempre existiránindividuos con caracteres intermedios y excepciones, cuya edad y sexo nopodrán ser determinados con certeza. En estos casos siempre es mejorclasificar como indeterminado a un individuo con características desco-

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nocidas que ubicarlo en una categoría errónea. En este sentido, la expe-riencia adquirida por el investigador con el tiempo es fundamental y todoprograma de monitoreo requiere de un período prolongado (2 a 4 sema-nas) de capacitación del personal de campo.

Determinación de éxito reproductivo, fecundidad y sobrevivencia

El monitoreo de éxito reproductivo se hace de dos formas: haciendo unseguimiento de nidos encontrados u observando el número y la propor-ción de juveniles que son reclutados a la población cada año. Para carac-terizar fecundidad se deben localizar nidos y darles seguimiento paraobtener la siguiente información: tiempo de búsqueda por nido por tipode hábitat, especie que utiliza el nido, contenido del nido (número dehuevos, polluelos), fecha estimada de postura de huevo o de eclosión de polluelos, presencia de padres, condición del contenido y del nido. Eltiempo de búsqueda por tipo de hábitat y por nido es importante paradeterminar si existe un sesgo en la información. Por ejemplo, es de espe-rarse que los nidos que son localizados más fácilmente por el investigadortambién son encontrados más fácilmente por depredadores, por lo quepodrían presentar tasas de depredación más altas que el promedio de lapoblación. El nido deberá ser revisado cada 2 o 3 días hasta determinar sifue exitoso (si los polluelos volaron del nido) o si los polluelos fallecieronpor depredación, enfermedad, accidente, inclemencia del tiempo o aban-dono. Las habilidades necesarias para este método son la experiencia delobservador para la identificación de las especies, el conocimiento del com-portamiento reproductivo de las especies de interés, la localización de losnidos y los cuidados para evitar que las propias actividades de revisión noatraigan a depredadores potenciales. El éxito reproductivo se calcula me-diante un análisis que incorpora el número total de días en que se moni-toreó cada nido y el resultado del esfuerzo reproductivo (Mayfield 1975).

Descripción de hábitat

Para relacionar los parámetros registrados en el monitoreo con las condi-ciones de hábitat, normalmente se consideran variables que definen laestructura de la vegetación o diferencias que se presentan en el hábitat,como la presencia de agua, la pendiente, la elevación, la presencia de ro-cas o cualquier otra característica del sitio que se considere pertinente. Laestructura de la vegetación en general se describe siguiendo procedimien-tos como el de James & Shugart (1970) o derivaciones más simples y rápi-

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das de éste. La descripción de la vegetación incluye variables como lacobertura de los estratos presentes, las alturas de árboles y arbustos, eldiámetro a la altura del pecho (d.a.p.) de los árboles dominantes, la com-posición específica de las plantas dominantes, y la presencia de árbolesmuertos y troncos caídos, entre otras.

Muestreo de esfuerzo constante con redes de niebla y anillamiento

El muestreo con redes de niebla representa el método ideal para obtenerinformación detallada sobre los individuos capturados. Consiste en usaruna serie de redes ornitológicas o redes de niebla en sitios con vegetacióndensa y durante períodos de tiempo en los que la actividad permite unamaximización de las capturas. Este método requiere de habilidades en lacolocación de las redes, la manipulación de los individuos capturados, la identificación de las especies y la determinación de edad y sexo usandocaracterísticas y estado del plumaje, osificación del cráneo, mudas, condi-ción física, aspectos reproductivos, medidas, etc. Genera informaciónsobre la condición física del individuo para lo que se requiere una esti-mación de su tamaño (cuerda alar, longitud del tarso, longitud del picoexpuesto, longitud de cola), peso y grado de acumulación de grasa furculary ventral, además del estado de muda y el grado de desgaste del plumaje(tanto de las remiges y rectrices como de las plumas corporales).

El método se utiliza para anillar las aves permitiendo así la identifi-cación del individuo mediante la lectura de anillos numerados o de colo-res y ofrece información sobre movimientos, diferencias sexuales decomportamiento, territorialidad, longevidad y sobrevivencia, entre mu-chos otros. Con un ave en la mano se puede obtener información adi-cional sobre dieta (mediante la colecta de heces fecales o regurgitaciónforzada), ectoparásitos o condición genética, hormonal o fisiológica me-diante muestras de sangre, plumas o excretas. Sin embargo, mientras mástiempo se manipulen los individuos más se puede afectar su sobrevivenciay por lo tanto la calidad de los datos y la salud de la población. El valor deeste método es la información que genera sobre la demografía de pobla-ciones, como la proporción de edades y sexos, reclutamiento de juveniles(productividad), dispersión, fidelidad de sitio, sobrevivencia individual,etc. Es un método que requiere de un gran esfuerzo y es costoso, pero a lalarga proporciona información detallada y valiosa que describe el estadode la población a lo largo de tiempo. Sin embargo, sólo se puede utilizarcomo actividad intensiva en áreas pequeñas y como sólo muestrea la sec-ción del hábitat cercana al suelo dado que las redes ornitológicas general-mente no superan los 2 metros sobre el suelo, tiene limitantes para hacer

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estudios comparativos de abundancia de la comunidad de aves (Karr1981, Remsen & Good 1996).

Métodos de Censo

Un censo se refiere a la técnica que provee una estimación del número de animales en una población. Antes de iniciar un programa de conteo deanimales se debe 1) conocer los patrones de detectabilidad de las especies(según estación del año, edad, sexo, territorialidad, hora del día, hábitat ytécnica de muestreo); 2) definir el método y el protocolo de muestreopara lograr los objetivos del estudio o para comparar con otros estudios yregiones; 3) definir el número de los sitios de muestreo (puntos, transec-tos, etc.), su dispersión, estratificación y ubicación en el paisaje; 4) eva-luar los posibles impactos de caminos, ecotonos y contexto paisajístico enlos conteos; 5) establecer la duración del conteo por sitio, la distanciaentre puntos o entre transectos de conteo y la distancia o área de detec-ción en cada punto o transecto; 6) establecer el horario de muestreo y lascondiciones climáticas mínimas aceptables para realizar un muestreo; y7) fijar el número de observadores y la capacidad técnica de los mismos.A continuación se describen algunas de las técnicas más comunes.

Conteo en puntos de radio fijo

El conteo en puntos de radio fijo se ha instituido como uno de los méto-dos cuantitativos de uso más común con los que se obtiene informaciónsobre composición, abundancia relativa y densidad de las especies detecta-das visual y auditivamente. Basándose en detecciones visuales y auditivas,se detectan las especies raras y las especies del dosel que no son detec-tadas con facilidad por otros métodos de muestreo como las redes deniebla. Otras ventajas son su fácil aplicabilidad fuera de la época repro-ductiva, su bajo costo en tiempo y esfuerzo, y su amplia escala de apli-cación. Las desventajas son un relativamente alto error potencial y laimposibilidad de derivar datos sobre parámetros poblacionales como porejemplo sobrevivencia, productividad y reclutamiento.

Se realizan los conteos en períodos generalmente de 10 minutos deduración dentro de una parcela de radio de 25 m (para el caso de bos-ques) o más (para hábitat abiertos). El período de muestreo abarca desdelas primeras horas de la mañana (alrededor de 15 minutos después delamanecer hasta las 10:30 u 11:00 horas), cuando se presenta la mayoractividad de las aves y se mantiene más o menos constante. Cada punto

El monitoreo de poblaciones 243

de conteo está separado por una distancia mínima de 200 m para evitarconteos duplicados de individuos. Los datos que se deben de registrar encada uno de estos sitios son el observador, la hora, el hábitat, la identidadde las especies, sus números y si las detecciones fueron visuales o auditi-vas. Con esta información se calculan los valores promedio de detecciónpor punto de conteo y su frecuencia. Se pueden consultar detalles de estatécnica en Hutto et al. (1986), Ralph et al. (1995) y Ralph et al. (1996).

Conteo en transectos en franjas

En este método se registran todas las especies detectadas cuando el observa-dor camina en línea aproximadamente recta, habiendo definido franjasde ancho variable (entre 100 y 250 m) paralelas al recorrido, las cualesson las unidades de muestreo. La única condición es que cada uno de es-tos sectores definidos sean cubiertos por el observador en un períodosimilar de tiempo. Proporciona información sobre composición, abun-dancia y densidad de las especies, principalmente en hábitat abiertos.

Búsqueda intensiva

Consiste en una serie de tres censos consecutivos de 20 minutos de dura-ción en parcelas diferentes previamente conocidas, donde el observadorregistra las especies detectadas sin la estricta limitante del horario del día(aunque deben de desarrollarse en los períodos de mayor actividad de lamañana). Las parcelas deben de tener un fácil acceso y pueden ser con-tiguas o estar separadas. Este método permite la participación de obser-vadores voluntarios que conozcan la mayoría de las especies de la regióny permite libertad para identificar las especies poco conocidas sin la pre-mura tan estricta del tiempo en el que se recorre la parcela muestreada.

Mapeo por parcelas

En este método el objetivo es mapear la posición de los individuos obser-vados durante una serie de visitas a la parcela de estudio durante la épocareproductiva, con la finalidad de establecer la localización de territorios yla densidad de los machos (que son evidentes cuando cantan en perchasvisibles). Su cobertura es limitada y requiere de un mayor esfuerzo de muestreo. La información que se obtiene es básicamente el número deparejas reproductoras y densidades de los individuos en un área de poca

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extensión y no es adecuada para especies con reproducción colonial, paraaquellas que no establecen territorios o para las que los territorios sonmuy extensos. De igual manera que los métodos previos, las visitas serealizan en las primeras horas de la mañana y se recomienda una serie de8 visitas como mínimo. Es un método muy intensivo que sólo se puederealizar en áreas pequeñas.

Entrenamiento y evaluación del personal involucrado

La experiencia de los participantes en las actividades de monitoreo esuna fuente de variabilidad importante, por lo que el entrenamiento y laevaluación continua de las habilidades del personal involucrado son cru-ciales para dar consistencia a los datos que se obtienen (Ralph et al. 1993).Por ejemplo, todos los que hemos participado en este tipo de actividades(independientemente del grado de experiencia que tengamos) nos damoscuenta de que consistentemente existe una o algunas especies que nuncao casi nunca detectamos, por lo que los valores de su abundancia van aser siempre menores a los reales. Por otra parte, existirán casos en dondeindividuos de especies muy vocales son detectados en varias ocasionesrepetidas, por lo que su abundancia reportada será mayor a la real. Lo pri-mero que hay que reconocer es que existe una muy alta probabilidad deerrores y que el tratar de reducirlos es más importante que simplementecreer inocentemente en los resultados que están siendo obtenidos. Sedebe mantener la consistencia de los sesgos causadas por el factor huma-no mediante la capacitación.

Para esto, se señalan algunas sugerencias que pueden ayudar en estoscasos (Sutherland 2000): 1) implementar un programa intensivo de capa-citación sobre las técnicas de campo al inicio del estudio y mantener unaevaluación constante de las habilidades de los participantes a lo largo delprograma, 2) contar con la descripción clara y precisa de los procedimien-tos usados (en el caso de que existan casos especiales o ambigüedades, esnecesario contar con reglas específicas para esto, de tal forma que seaposible que el personal tome decisiones en un momento dado), 3) losprocedimientos deben de ser estandarizados para reducir la variabilidad,considerando por ejemplo los mismos horarios, los mismos períodos detiempo, la variación de las condiciones ambientales y (¡muy importante!)deben involucrar a los mismos observadores por lo menos durante unperíodo completo de monitoreo (esto permitirá la comparación de datoscon los obtenidos en otros hábitat, en otras regiones geográficas o en pe-ríodos de tiempo diferentes) y 4) evaluar la metodología y los resultadospreliminares con todos los participantes, con la finalidad de que se com-

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pruebe su utilidad y consistencia y de asegurar que las instrucciones seaninterpretadas correctamente. Esto puede hacerse al obtener registrossimultáneos con los participantes y analizar las semejanzas y diferenciasobtenidas.

9. Contexto y sugerencias para la implementación de programas de monitoreo en México

Para lograr la conservación de las aves de México y tener éxito en la im-plementación de programas de monitoreo, es necesario conocer el con-texto en el cual se desarrolla el manejo de los recursos naturales del país.El problema implica no sólo el conocimiento de los ecosistemas naturalessino también de los sociales y la interacción dinámica entre los factoressocioeconómicos y ecológicos. El trabajo de Challenger (1998) es unabuena caracterización de la problemática de conservación en los diversosecosistemas de México.

Complejidad de ecosistemas y comunidades bióticas

Por razones ecológicas y biogeográficas, México cuenta con ecosistemasextremadamente complejos que albergan una alta diversidad de especiesde aves, así como de otros organismos. La falta de conocimiento sobre elfuncionamiento de estos ecosistemas impide que se realice un manejosustentable de los mismos o su restauración después de que han sidodegradados. Se desconocen los aspectos más básicos sobre el estado de laspoblaciones y los requerimientos ecológicos de numerosas especies deaves residentes en el país, por lo que es difícil determinar el impacto de perturbaciones ambientales sobre los hábitat y las poblaciones de aves.Una línea prioritaria de investigación aplicada a la conservación de aveses conocer la dinámica natural de sus poblaciones y monitorear las res-puestas demográficas de las aves a las perturbaciones de sus hábitat.

Falta de programas gubernamentales y académicos de formación de profesionales y de gestión ambiental

Para la generación de estos conocimientos se requieren investigadoresespecializados en ecología de aves. Si bien los ornitólogos en México hanaumentado considerablemente durante la última década, son aún insufi-cientes para cubrir las necesidades en la generación de conocimientos

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aplicados y básicos. Más apremiante aún que la formación de investi-gadores es la necesidad de formar manejadores-administradores de recur-sos naturales, ya que los programas de formación profesional y lossistemas de incentivos académicos no contemplan adecuadamente estanecesidad. Para cubrir ambas necesidades se requiere impulsar, con com-promisos institucionales concretos y con el financiamiento adecuado,programas de formación profesional en ambas disciplinas. Se requiere for-talecer los programas de educación superior en todas las regiones de laRepública. Existe un problema en el esquema actual de la política públicadel país en torno a los recursos naturales en el cual los programas de con-servación se desarrollan principalmente a nivel federal y por lo tantotienen un alcance limitado con relación a su aplicación en el terreno.

El Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas, que es el programade conservación de hábitat para las aves más efectivo del país, tiene unpresupuesto insuficiente y las áreas naturales requieren aún del personal yla infraestructura adecuada para su manejo. No existen programas quemonitoreen su efectividad en la conservación de las aves. El marco legal ylos arreglos institucionales para la eficiente gestión ambiental requierenaún de mejoras substanciales. A nivel estatal, prácticamente son inexis-tentes las dependencias que manejen directamente la fauna silvestre enáreas naturales protegidas, elaboren planes de manejo de poblacionesde fauna, establezcan, mediante monitoreo poblacional de campo, tasas decaptura y aprovechamiento, y tengan programas descentralizados de vin-culación social relativos a la fauna silvestre. De hecho, son pocos los esta-dos que cuentan con sistemas oficiales de áreas naturales protegidas. Lasituación a nivel municipal es aún más dramática, ya que han sido muyrecientes las modificaciones constitucionales que le confieren a los mu-nicipios las atribuciones y herramientas legales y económicas para la ade-cuada gestión del ambiente en sus territorios. Aunado a esto, hay pocaexperiencia en la coordinación efectiva entre los tres niveles de gobiernopara la gestión de poblaciones de fauna silvestre. La reciente imple-mentación de Unidades de Manejo por la Semarnat representa un expe-rimento social de largo alcance en el manejo y monitoreo de poblacionesde fauna que transfiere la responsabilidad del manejo al sector civil ycuya efectividad debe ser evaluada dentro de unos años.

Tenencia de la tierra y situación socioeconómica

La superficie y proporción de terrenos federales, estatales y municipalesadscritos a categorías de conservación son muy pequeñas en relación conla totalidad del territorio nacional. Gran parte de los espacios silvestres

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del país están bajo regímenes de tenencia ejidal o en comunidades indíge-nas. Este es el caso para más del 80% de los terrenos boscosos de México.Son justamente estas comunidades rurales, en donde la nación tienedepositada gran parte de su biodiversidad, las que padecen mayores gra-dos de marginación social y sufren los estragos de la pobreza. El impactode políticas macroeconómicas y de comercio que agudizan los problemasde producción y comercialización de productos forestales y agrícolasrepercuten directamente en los patrones de uso del suelo y en la conver-sión y degradación del hábitat para las aves. Esta situación indica quecualquier programa de conservación de aves o de fauna en general, paraser efectivo, debe formar parte de una iniciativa integral que contempleno sólo acciones directas de conservación, sino también de comunicaciónsocial, educación ambiental y el desarrollo socioeconómico de las comu-nidades rurales marginadas que poseen los terrenos donde se pretendehacer conservación de la naturaleza.

Participación política y económica del sector civil

Si bien en el país hay una cultura milenaria de vinculación y valoraciónde la fauna silvestre, en el proceso actual de modernización social el ciu-dadano promedio que reside en las urbes ha perdido su vínculo con lanaturaleza y con la fauna silvestre. No existe aún en la sociedad emer-gente una tradición de amplia participación ciudadana en actividadescomo el campismo, la observación de fauna silvestre, la pesca y cazadeportivas y el turismo ecológico, actividades en torno a las cuales seaglutine un grupo social que genere demandas políticas en pro de la con-servación. Los grupos indígenas-campesinos que conocen directamenteel valor de la fauna han sido tradicionalmente marginados del poderpolítico y no ejercen la influencia participativa que por sus números lescorresponde. Si bien estos grupos están cobrando más fuerza en el país ynuevas organizaciones no gubernamentales y grupos de profesionistas enlas ciencias biológicas están cada vez más activos, aún no existe unademanda social organizada para que los partidos en turno en el gobiernose comprometan a invertir los recursos financieros necesarios para lograruna adecuada gestión ambiental. También es incipiente en el país la cos-tumbre de empresas de financiar con fondos substanciales programas de conservación. Aunque esta situación también está cambiando a me-dida que crece el número y la influencia de las organizaciones no gu-bernamentales vinculadas al medio ambiente en el país, la iniciativaprivada no participa aún con todo su potencial social en materia de con-servación.

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Tomando en cuenta este contexto en el que se desarrolla la conser-vación en México, hacemos las siguientes recomendaciones relativas a laimplementación de un programa nacional de monitoreo de aves:

• impulsar el financiamiento y la creación de las estructuras y mecanis-mos institucionales que permitan la gestión adecuada de los recursosnaturales del país a nivel federal, estatal y municipal, aterrizando lasiniciativas en proyectos concretos de manejo del territorio y sus recur-sos. Asegurar la continuidad a través del tiempo debe ser una de lasprioridades del diseño institucional de los programas.

• vincular los programas de conservación y monitoreo directamente conprogramas de desarrollo social en zonas donde la pobreza es una de lascausas principales de degradación ambiental y contemplar los efectosnocivos de iniciativas comerciales y económicas para contrarrestar eldaño que puedan ocasionar directa o indirectamente sobre los recursosnaturales.

• iniciar programas de monitoreo a dos escalas, una regional generandoinformación sobre abundancia y otra local generando informaciónsobre abundancia y procesos demográficos. Dichos programas deben serimplementados directamente por las dependencias gubernamentalesresponsables del manejo de los recursos y por instituciones académicasy de investigación u organizaciones no gubernamentales vinculadas almanejo de un área protegida o una región específica del territorio.

• ubicar los primeros programas de monitoreo en torno a las Áreas deImportancia para la Conservación de Aves y a las Áreas Naturales Pro-tegidas para que el monitoreo contribuya directamente al manejo dehábitat, y seleccionar las especies amenazadas o con valor social esta-blecido (cacería, etc.). Estos programas deben estar diseñados desde suinicio conjuntamente entre los manejadores locales de las áreas prote-gidas y los investigadores responsables del monitoreo de poblaciones.

• establecer claramente la forma y los tiempos en los cuales se entreganlos resultados del monitoreo para su uso, dando los créditos correspon-dientes a los participantes, pero asegurando su pronta utilización parala toma de decisiones de manejo (no se debe esperar a que los resulta-dos se publiquen en revistas científicas).

• vincular desde un inicio los programas de monitoreo con iniciativas deformación profesional en instituciones de educación superior del país,como parte de una estrategia nacional para aumentar el número deinvestigadores en ecología de aves y el número de profesionistas enmanejo de recursos naturales y áreas protegidas.

• diseñar el programa de monitoreo como parte de una iniciativa de edu-cación ambiental, comunicación social, relaciones públicas, organi-

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zación ciudadana y obtención de financiamiento que permita generarapoyo local para la conservación

• establecer mecanismos de colaboración internacional en la implemen-tación y financiamiento de programas de monitoreo que contemplenel compartir información para el manejo de las especies migratoriascomunes, especialmente las que se encuentran amenazadas.

10. Agradecimientos

Versiones de las secciones 2 a la 6 y la 10 fueron presentadas en la confe-rencia inaugural impartida por Eduardo Santana en el taller sobre moni-toreo de aves del Congreso de Ornitología Neotropical (1999) celebradoen Monterrey, Nuevo León, México y fueron redactadas en su estado ac-tual durante su estancia como profesor visitante en el Departamento deEcología de Vida Silvestre de la Universidad de Wisconsin, Madison.El trabajo de monitoreo realizado por los autores en los estados de Jaliscoy Michoacán ha sido posible gracias a la colaboración de muchas per-sonas e instituciones, entre las cuales resaltan la Universidad Michoacanade San Nicolás de Hidalgo, la Universidad de Guadalajara, el ConsejoNacional de Ciencia y Tecnología, la Reserva de la Biosfera Sierra deManantlán, University of Arizona, San Francisco State University, PointReyes Bird Observatory, Rocky Mountain Bird Observatory, DenverAudubon Society, National Fish and Wildlife Foundation, World WildlifeFund, Grace J. Calder Trust, General Services Foundation, Colorado Wild-life Heritage Foundation, el Minority Internacional Research and TrainingProgram del National Institute of Health, Paul and Bay Foundations ydonadores individuales. Agradecemos la colaboración de Laura Villaseñor,Javier Salgado, Felipe Martínez, Francisco Pineda, Neyra Sosa, FranciscoJavier Torres, Ivonne Juárez, Sarahy Contreras, Jorge Schondube, IrmaRuán, Claudet Guerrero, José Carrillo, Salvador García, William Calder,Borja Milá, Richard L. Hutto y muchos otros colaboradores que han traba-jado en programas de monitoreo en el campo y en las colecciones orni-tológicas con nosotros a través de los años.

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RECUADRO 1

Monitoreo, conservación y educación sobre las aves en la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, Jalisco-Colima

Eduardo Santana C. • Sarahy Contreras-MartínezJorge Schondube-Friedewald • Salvador García-RuvalcabaIrma Ruán-Tejeda • José Carrillo-Ortiz • Claudet Guerrero-Ruiz

La Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán (140 000 ha), ubicada en los estados de Jalisco y Colima, es una de las Areas de Importancia para la

Conservación de Aves (AICAS) de América del Norte. Dentro de la Reservase encuentra la Estación Científica Las Joyas (1 245 ha; altitud promedio1 700 msnm) cuyo objetivo es brindar oportunidades para la investigacióncientífica, la educación ambiental y el manejo de la reserva, así como con-tribuir a la conservación del bosque mesófilo de montaña y especies endé-micas y amenazadas de la Sierra de Manantlán. La estación es administradapor el Instituto Manantlán de Ecología y Conservación de la Biodiversidad(IMECBIO-DERN) de la Universidad de Guadalajara-Centro Universitariode la Costa Sur, en colaboración con el Gobierno del Estado de Jalisco y laComisión Nacional para Areas Naturales Protegidas (Semarnat). A pesar de la importancia de los bosques montanos tropicales para la conservaciónde aves endémicas y migratorias en las Américas, son escasos o nulos losestudios que describen la dinámica estacional de las comunidades de avesen estos ecosistemas, relacionan los procesos poblacionales de fecundidady sobrevivencia con la sucesión vegetal producto de perturbaciones comoincendios o deforestación y proponen acciones concretas de manejo fores-tal para lograr la conservación de las especies.

El programa de monitoreo de aves en la Estación Científica es productode una serie de estudios iniciados a partir de 1985 cuyos objetivos prin-cipales fueron: 1. elaborar un inventario de las especies de aves albergadasen la Estación Científica y la Reserva de la Biosfera; 2. determinar el efectode los incendios forestales sobre la comunidad de aves; 3. determinar elefecto de la fragmentación, deforestación y sucesión vegetal en el bosquemesófilo de montaña sobre la comunidad de aves; y 4. describir la feno-logía reproductiva y migratoria y los patrones de uso de hábitat de las avesen el bosque mesófilo de montaña en relación a la estacionalidad climáticay de recursos alimentarios. Esta información básica es necesaria para elabo-rar modelos con fines de manejo forestal y mitigar el impacto de perturba-ciones y cambio de uso del suelo sobre la comunidad de aves en zonasmontañosas. El proyecto de monitoreo actualmente abarca cuatro compo-nentes: investigación, capacitación y formación de recursos humanos,educación ambiental, y vinculación.

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Investigación

La investigación se desarrolla mediante estudios básicos tradicionales ycomo parte de la prestación de servicios técnicos en proyectos de vincu-lación. La mayoría de los proyectos de investigación en la Reserva se hanrealizado en la Estación Científica Las Joyas. Con más de 45 000 horas-redde esfuerzo de muestreo con redes de niebla, más de 18 500 capturas deaves, unos 1 000 conteos en parcelas de radio fijo y miles de horas de obser-vaciones de campo, la Estación Científica Las Joyas alberga los bosquesde montaña más intensivamente muestreados en todo el Neotrópico.El monitoreo de poblaciones de colibríes (Trochilidae, grupo cuya dificul-tad para anillar es notoria por requerirse técnicas especializadas) ha pro-ducido unas 10 000 capturas de individuos residentes y migratorios hastala fecha. Durante más de 10 años consecutivos se les ha dado seguimiento asitios de muestreo afectados por incendios forestales. Los análisis compara-tivos entre estados sucesionales de vegetación y entre estaciones del año,así como las evaluaciónes de sobrevivencia con base al modelo Cormack-Jolly-Seber de captura-recaptura, han generado interesantes resultados: almenos 24 especies residentes, incluyendo especies endémicas, realizanmigraciones altitudinales o regionales, muchas de éstas desconocidas ante-riormente; se extendió el ámbito conocido de distribución para unas sieteespecies y se encontraron individuos accidentales de cuatro especies adi-cionales que regularmente no habitan en el occidente del país. Se descubrióque la vegetación secundaria es muy importante en este piso altitudinalpara la conservación de aves endémicas y amenazadas; el bosque mesófilode montaña maduro, en comparacion con estados sucesionales tempranos,alberga un mayor número de especies de afinidad tropical y un mayornúmero de especies que se encuentran cerca de su límite continental dedistribución; algunas especies generalistas en uso de hábitat muestranpatrones diferenciales de éxito reproductivo y de mortalidad según el tipode vegetación e historial de perturbación; se documentó una interacciónhábitat-edad-sexo que genera complejos patrones de sobrevivencia inter-hábitat; algunas especies muestran diferencias en tamaño corporal y enproporciones de sexo y edades según el tipo de vegetación que habitan;en algunas especies se observan patrones diferenciales de migración segúnel sexo; se documentó que el impacto del forrajeo del ganado disminuye laproductividad de aves que anidan en el sotobosque; y que poblaciones res-identes y migratorias de una misma familia muestran diferentes patronesde muda. Nuevos conocimientos como éstos se generaron gracias a la con-tinuidad del programa de monitoreo a través de los años.

Durante los últimos cinco años se le ha dado seguimiento a unos 400nidos de aves, principalmente de jilgueros (Myadestes occidentalis), zorzales(Catharus frantzii y Catharus occidentalis), chipes (Myoborus miniatus, Basileu-terus belli) y rascadores (Buarremon virenticeps). Este trabajo de monitoreoreproductivo mostró que la fragmentación y perturbación del bosque mesó-filo generan un impacto negativo en el éxito reproductivo de los nidos a

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través de un aumento en depredación. Además de los depredadores tradi-cionales, otras especies como el pecarí de collar (Tayassu tajacu) y el venadocola blanca (Odocoileus virginianus) fueron detectadas consumiendo el con-tenido de los nidos. Con base a los resultados del monitoreo se generarondiversas hipótesis que fueron exploradas a través de estudios experimen-tales complementarios utilizando nidos/huevos artificiales, hipótesis rela-cionadas con temas como la relación de la localización del nido (suelo oarbusto) y el tipo de nido (cubierto o abierto) con la depredación; las dife-rencias en tasas y tipos de depredadores que consumen huevos durante eldía y durante la noche; el historial de depredación del nido como factorselectivo en la evolución del comportamiento de reanidación; y el impactode la visita de investigadores al nido sobre la tasa de depredación.

Capacitación y formación de recursos humanos

El programa de monitoreo ha contribuido total o parcialmente al desarro-llo de 3 tesis doctorales, 2 tesis de maestría y 8 tesis de licenciatura dealumnos adscritos a seis universidades nacionales y del extranjero. Cuatrocursos intensivos o talleres sobre técnicas de conservación y monitoreo deaves y manejo de recursos naturales se han implementado con partici-pantes provenientes de mas de 10 estados de la República Mexicana y deAmérica Central, el Caribe, Estados Unidos y Canadá. En los talleres hanparticipado alumnos de niveles avanzados y profesores universitarios, téc-nicos de dependencias gubernamentales nacionales y extranjeras y miem-bros de organizaciones no gubernamentales de conservación. El programatambién apoya prácticas de campo en las cuales han participado más de200 alumnos de la Universidad de Guadalajara que cursan materias rela-cionadas con el ambiente y los recursos naturales. Las aves han sido unexcelente medio para analizar con los alumnos conceptos y principiossobre evolución, ecología de población, ecofisiología, interacción planta-animal, selección de hábitat, comportamiento animal, conservación, ma-nejo de especies en peligro de extinción y técnicas de muestreo y de manejode fauna silvestre, entre muchos otros temas.

Educación ambiental

El programa de educación ambiental se desarrolla conjuntamente entrela Dirección de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán (CONANP-Semarnat) y el IMECBIO (Universidad de Guadalajara-CUCSUR) en laspoblaciónes rurales de la sierra, así como en las cabeceras de los municipiosdonde se encuentra el área protegida. Algunas actividades de difusión tam-bién se realizan en las capitales de los estados de Jalisco y Colima. El pro-grama tiene una dinámica propia que cubre toda una serie de temas sobreconservación y desarrollo sustentable; sin embargo, utiliza las aves comoun mecanismo para transmitir diversos mensajes sobre ecología y con-

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servación a los niños, los maestros y la población local. En visitas orga-nizadas a la Estación Científica Las Joyas los participantes pueden vercómo se capturan las aves y en algunos casos experimentar cómo se sientesostener y liberar un ave. En algunas comunidades se trabaja con profe-sores de las escuelas primarias para impartir módulos especiales sobre aves,con actividades artísticas relacionadas a su conservación. Una iniciativaeducativa importante utiliza al Trogon mexicanus, localmente conocido comopájaro bandera o coa, como símbolo de la necesidad de prevenir y contro-lar incendios forestales. Este programa inculca orgullo a la población localde contar con un ave tan hermosa en su sierra, misma que además tienelos colores nacionales. Los hábitos de frugivoría de la especie y su uso decavidades de árboles muertos para anidar, que son precisamente los pri-meros en ser consumidos por los incendios, permite ejemplificar los servi-cios ambientales que presta esta especie como dispersora de semillas, asícomo el impacto negativo de los incendios sobre sus poblaciones. Comoparte de la campaña, se elaboraron carteles, folletos, botones, canciones,poemas y obras de teatro en las cuales participa un educador disfrazado deun enorme pájaro bandera que baila con los niños. Inclusive, un mariachiprofesional local (El Grullense) grabó un “compact disk” con una de lasjocosas canciónes del programa, El Son de la Coa, que describe el impactode los incendios forestales sobre los animales y el ecosistema forestal. Sediseñaron uniformes de futbol con la coa como emblema para equipos delas comunidades rurales de la sierra. Un programa similar utilizando comosímbolo al Martín Pescador (Ceryle torquata) se inició para impulsar la con-servación del Río Ayuquila y dismuir el impacto de la contaminación, labasura y la modificacion de hábitat ripario. El programa de educaciónambiental toca directamente a 10 000 o más personas por año en presenta-ciones en escuelas, exposiciones en ferias y festividades, programas localesde radio y televisión, visitas guiadas a la sierra, brigadas de limpieza del ríoy otras actividades.

Vinculación

Para asegurar la pertinencia y el financiamiento del programa de moni-toreo a largo plazo, éste se implementa con un fuerte componente de vin-culación-cooperación tanto a nivel local como nacional e internacional.La línea de vinculación del proyecto tiene dos vertientes, una avocadahacia la población y los actores locales y otra avocada a la vinculaciónacadémica y la obtención de financiamiento. En la primera línea, el grupode trabajo de aves presta servicios para la realización de estudios técnicos asolicitud de las autoridades de la Reserva, gobiernos municipales y ejidos.Estos proyectos son principalmente inventarios de especies de aves paraevaluar el impacto ambiental de construcción de caminos, el tendido delíneas eléctricas, aprovechamientos forestales o eventos de contaminacióno modificación de hábitat riparios. También se contribuye a evaluar la co-

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munidad de aves como atractivo local para observadores de aves en pro-yectos de promoción ecoturística. Un componente de investigación aplica-da incluye el impacto de la ganadería sobre las poblaciones de aves delsotobosque. La vinculación internacional se implementa trabajando concolaboradores que comparten su interés de conservar las aves. Los interesespueden ser de varios tipos: el conservar especies-individuos migratoriosque se comparten a través de las fronteras en una misma ruta migratoria, laconservación en general (todas las especies) para lo cual se deben resolverproblemas de interés mutuo (por ejemplo, impacto de incendios forestales,mitigación del efecto de la ganadería y manejo de zonas riparias) o iden-tificando temas de interés común en investigación, docencia o educaciónambiental. Las contrapartes tienden a ser fundaciones, universidades,instituciones académicas o asociaciones civiles, entre otras. Las institucio-nes principales con las cuales se ha colaborado en vinculación académicahan sido Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, UniversidadAutónoma de Puebla, Universidad Nacional Autónoma de México, Insti-tuto de Ecología A.C., Reserva de la Biosfera Cuixmala-Chamela, Univer-sity of Arizona, University of Wisconsin, San Francisco State University,University of Guelph, Rocky Mountain Bird Observatory, Point Reyes BirdObservatory, Denver Audubon Society y AKA Programa de EmbajadoresAmbientales. El financiamiento para el programa ha provenido principal-mente de la Universidad de Guadalajara, CONACYT, National Fish andWildlife Foundation, World Wildlife Fund, RARE, U.S.-A.I.D., Grace J.Calder Trust, General Services Foundation, Colorado Wildlife HeritageFoundation, N.I.H.-M.I.R.T., Paul and Bay Foundations y donadores indi-viduales. La continuidad en el financiamiento, especialmente del NationalFish and Wildlife Foundation, el Denver Audubon Society y la Universidadde Guadalajara, ha sido fundamental para permitir que el programa seempieze a consolidar como un esfuerzo permanente de monitoreo y vincu-lacion. La colaboración con William Calder de la Universidad de Arizonaen el monitoreo de colibríes y Borja Milá del Point Reyes Bird Observatoryfue crucial para implementar los cursos y realizar monitoreo especializado.

RECUADRO 2

El Observatorio de Aves de Long Point, Ontario: investigación, monitoreo y entrenamiento.

Jody Allair • Jon McCracken • Michael Bradstreet

El Observatorio de Aves de Long Point en la Provincia de Ontario, Canadá, fue establecido en 1960, siendo la primera organización de su

tipo en América del Norte. Es una organización no lucrativa en la que se

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desarrollan actividades de investigación y monitoreo, enfocándose tanto alestudio de las especies de aves anidantes locales, como a las especies deaves migratorias.

Sus objetivos más importantes son: 1) desarrollar y promover el moni-toreo de las poblaciones de aves, 2) realizar investigación y publicar losresultados de estudios de las aves silvestres y sus hábitat, 3) trabajar acti-vamente en actividades enfocadas a la conservación de la avifauna y susambientes, 4) promover la participación de voluntarios y aficionados quecontribuyen sustancialmente en la obtención de datos biológicos y 5) participar en actividades educativas relacionadas con el trabajo orni-tológico.

El monitoreo de las poblaciones de aves migratorias en su paso porLong Point es uno de los programas más importantes y exitosos del obser-vatorio. Los datos que se han obtenido desde su fundación permiten darrespuesta a preguntas como: ¿Cuáles especies han incrementado sus pobla-ciones? y ¿cuáles han disminuido y podrían encontrarse en peligro? Esteproyecto ha generado una gran base de datos única con información queabarca cuatro décadas, lo que lo convierte en el programa de mayor dura-ción en América del Norte.

Debido a su situación geográfica, internándose 32 km dentro del LagoErie, Long Point atrae a un gran número de aves durante su migración.Muchas de ellas al volar sobre el lago se dirigen hacia Long Point como elsitio de descanso más cercano, donde pueden recuperar fuerzas y alimen-tarse antes de continuar su vuelo. Las grandes concentraciones resultantespermiten contar y monitorear muchas especies cuando migran hacia elnorte en la primavera o hacia el sur en el otoño. El conteo de las aves enmigración es particularmente importante para monitorear a las pobla-ciones que anidan en el norte de Canadá en áreas con poca accesibilidad.

Tres estaciones de monitoreo son manejadas diariamente por voluntar-ios durante las migraciones. Por períodos de seis horas en la mañana, secapturan aves, se les colocan anillos y se liberan para permitirles continuarcon su viaje. Por medio del anillado, es posible determinar no solamente elnúmero de individuos de cada especie en el área, sino también la propor-ción de juveniles (como indicio de éxito reproductivo), su estado físico(basado en su peso y grasa corporal), su tiempo de estancia en Long Point ylos sitios que constituyen sus destinos migratorios (considerando a losindividuos que son recapturados posteriormente en otros lugares y cuyosanillos son reportados). Estos estudios se reflejan en muchas publicacionesen la literatura científica. Además de la captura y anillado de aves, tambiénse realizan censos estandarizados para determinar las abundancias de laspoblaciones de aves.

El resultado es una base de datos enorme. El observatorio ha sido res-ponsable del anillado de más de 650 000 aves de alrededor de 268 especies,además de más de 500 000 conteos diarios de aves en migración en sus tresprincipales estaciones de campo. Hasta ahora se han registrado 370 espe-cies en la región de Long Point, de las que 173 se han registrado anidan-

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do. Para el análisis de la información, se han desarrollado métodos paraanalizar cambios poblacionales y tendencias a lo largo del tiempo.

Uno de los resultados más impresionantes es que muchas especies alparecer han experimentado fluctuaciones poblacionales marcadas. Porejemplo, muchas especies migratorias neotropicales (especies que invernanen regiones tropicales) disminuyeron en los años 1960’s, se incrementaronen los 1970’s y volvieron a disminuir en los 1980’s. Muchas especies migra-torias de corta distancia siguieron los patrones opuestos. En los 1990’s,muchas especies han mostrado incrementos, aunque algunas se mantie-nen en franca disminución.

En general y especialmente en los últimos años, hay más especies que seincrementan que especies que disminuyen. Aunque esta informaciónpuede ser optimista, existen especies que son causa de preocupación. Apesar de las fluctuaciones, algunas aves del Canadá han mostrado una dis-minución consistente a lo largo de los años. Esto puede ser el resultado demuchos factores, como la destrucción y fragmentación de los hábitat de reproducción o la pérdida o deterioro de los hábitat de invernación.

¿Cuáles son las especies que muestran disminuciones poblacionales?Algunas de las especies migratorias neotropicales muestran reduccionespersistentes, incluyendo a la mayoría de los zorzales (Turdidae), el Picogordopecho rosa (Pheucticus ludovicianus) y varios chipes como el Chipe suelero(Seiurus aurocapillus), el Chipe flameante (Setophaga ruticilla) y el Chipe decollar (Wilsonia canadensis). En general, se ha encontrado que las estima-ciones obtenidas en Long Point muestran una buena correspondencia conel Breeding Bird Survey (BBS) de los Estados Unidos. Para mejorar el enten-dimiento de las poblaciones a escala nacional, se está promoviendo el desa-rrollo de una Red Canadiense de Monitoreo de Migración (CanadianMigration Monitoring Network), una cadena de observatorios de aves a lolargo del país que usan métodos similares a los de Long Point para moni-torear a las poblaciones. Se espera en un futuro no muy lejano reunir losdatos de estos observatorios para desarrollar mapas compuestos de ten-dencias poblacionales en el país, información que será valiosa para guiaractividades de manejo y conservación que aseguren que todas las avespuedan estar protegidas.

Programa de entrenamiento en monitoreo de aves para latinoamericanos

Muchas de las especies de aves que se reproducen en Canadá y en losEstados Unidos de Norteamérica realizan migraciones de larga distanciahacia México, Centro y Sudamérica; de hecho, pasan más tiempo en susáreas de invernación en el sur que en sus áreas de reproducción cada año,por lo que no debe subestimarse la importancia de sus territorios de invier-no. La salud de estas poblaciones de aves migratorias depende en granmedida del buen estado de sus hábitat en los países latinoamericanos.

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Considerando que los ambientes tropicales y subtropicales en América seencuentran bajo una intensa presión, las agencias ambientales de Canadáhan considerado la necesidad de extender o ampliar la aplicación dealgunos de sus recursos para promover el desarrollo de actividades enfo-cadas hacia la conservación y la investigación en América Latina. Además,consideran que es importante y decisivo que en lo posible estas actividadessean llevadas en su mayor parte por los mismos latinoamericanos. Las ini-ciativas para la conservación en América Latina se desarrollarán más efec-tivamente a través de esfuerzos implementados por intereses propios ybasados en información de calidad obtenida por biólogos y conserva-cionistas con un entrenamiento adecuado y sólido.

Así, Bird Studies Canada, en asociación con el Servicio de Vida SilvestreCanadiense (Canadian Wildlife Service) y BirdLife International, iniciaronel Programa de Entrenamiento para Latinoamericanos en 1995. Este pro-yecto ha hecho posible que cada año tres biólogos destacados de México yotros países de América Latina pasen un período de un mes en el Observa-torio de Aves localizado en Long Point (Long Point Bird Observatory),actualizando y refinando sus habilidades en el trabajo de campo y en laenseñanza, con la visión de que al regresar a sus respectivos países esténposibilitados para extender sus aprendizajes y experiencias a muchas per-sonas interesadas en estas actividades. Hasta ahora el Observatorio harecibido a biólogos y otros participantes de Cuba, México, Jamaica, Brasil,Ecuador, Colombia, Bolivia, Puerto Rico, Panamá, Nicaragua, RepúblicaDominicana y Costa Rica.

El programa de entrenamiento es un curso intensivo en el que se apren-den técnicas avanzadas de campo enfocadas principalmente hacia lasespecies de aves canoras, incluyendo su captura con redes, el anillado deejemplares, la determinación de su edad y sexo, la realización de puntosde conteo, el monitoreo de la migración y el manejo de bases de datos. Elproceso de entrenamiento se realiza por completo en Long Point. Este cur-so es ideal para biólogos y técnicos de campo destacados que cuentan yacon experiencia en ornitología de campo, que estén interesados en mejorarsus habilidades para obtener sus permisos personales para realizar el anilla-do de ejemplares y que puedan actuar como instructores de otras personas.Estos cursos no son adecuados para principiantes.

Los participantes son seleccionados considerando sus habilidades ycapacidades para completar exitosamente el programa de entrenamientoy aplicarlo en sus actividades futuras. Por esto, deben de demostrar tenerhabilidad para el aprendizaje y la comprensión, objetivos a futuro queincluyan algún aspecto de la ornitología, interés para trabajar con el grupode las aves, capacidades para la identificación de las especies de aves, expe-riencia previa en la captura de aves con redes de niebla, principalmentecon especies de Passeriformes, y capacidad para comunicarse y trabajar enidioma inglés. Este programa solicita recomendaciones de candidatospotenciales a las instituciones y agencias en América Latina (especialmentede México, Centroamérica y el Caribe). Este curso de entrenamiento se

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ofrece gratuitamente durante el mes de septiembre cada año. Los costos detransporte aéreo, estancia, alimentación y el propio entrenamiento soncubiertos por Bird Studies Canada.

Para informes y solicitudes se debe de contactar al Coordinador deProgramas sobre Aves terrestres (Landbird Programs Coordinator) delObservatorio de Aves de Long Point, P.O. Box 160, Port Rowan, Ontario,Canada N0E 1M0. Las solicitudes en general deben ser recibidas por correoo por fax a principios del mes de mayo.

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