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S U MRevista fundada en 1976 por
JUAN TOMÁS DE SALAS
Año XXVIII. N° 342 Octubre 2004
HISTORIA VIVA S.L.
Administradora Única:Barbara Chaplin de Salas
Redacción:M aría Aid ave (coordinadora^
y Carmen Alvaro Maquetación:
Basi Bedanga
Consefo Asesor:Gonzalo Anes, M iguel Artola, Albert Balcells, Manuel Ballesteros Gairois, Manuel Bendala Galán, Gabriel Cardona, Raymond Carr, José
Antonio Escudero, Manuel Fernández Álvarez, Luis Gil, Luis González Seara, Guy Hermet,
Clara E. Lida, Juan Manchal, M iguel M artínez Cuadrado, Jordi Nadal, Nicolás Sánchez
Albornoz, Herbert R . Southworth, Stanley Payne, Paul Preston, Hugh Thomas, Javier
Tusell, Julio Valdeón, Angel Viñas y Pierre V ilar
Gerencia: José Manuel Oter Administración: Elisa Calderón
Suscripciones y números atrasados: Ángel Jiménez
Suscripciones y administración:Teléfono: 9 1 3 0 - 4 6 5 7 5
E-mail: historI6@ terra.es
Redacción:M adrid: Rufino González, 23 bis
28037 M adrid Teléfono: 91 327 I I 42 / 91 327 11 71
Fax: 91 327 12 20 E-mail: hI6redaccion@ tetra.es
Servicios comerciales y publicitarios:Rufino González, 23 bis
28037 M adrid Teléfono: 9 1 3 0 4 6 5 7 5
Fax: 91 327 12 20
Publicidad Madrid: Rufino González, 23 bis Teléfono: 91 327 10 94
Distribución: SGEL. Avda. Valdelaparra, 39 28100 Alcobendas (M adrid)
Fotomecánica: Castillo/Amorctci S.F., S.L.Impreso en Graficmco S.A. Eduardo Torroja, 8
Puenlabrada (Madrid)ISSN: 0210-6353
Depósito legal: M -I2.869/76 Canarias, Ceuta y Melilla: 4,21 €
Sin IVA, gastos de transporte aparte.
Informe especial Crímenes y rebeliones de los conquistadores
Las guerras civiles en el PerúPor X avier Lacosta
pág. 8Lope de Aguirre, el maldito. Retrato retórico
Por Juan Luis Calbarropág. 30
Editorial
6 Historia al día
52 El valle de la muertepor Michael Alpert
8 Informe especial Crímenes y rebeliones de los conquistadoresLas guerras civiles en el Perúpor Xavier Lacosta
30 Lope de Aguirre, el maldito. Retrato retóricopor Juan Luis Calbarro
62 La reforma cultural en el primer tercio del siglo XXpor Carmen Je Zulueta
76 Danzig, el pequeño Verdún del Bálticopor Iñigo Artamcndi
91 Efemérides centenarias
40 Los conquistadores míticos de Irlandapor Carlos J. Moreu
92 Sucedió en... Julio
93 Sucedió en... Agosto
V H I S T O R I A 16 no se compromete a publicar ni a devolver los artículos no solicitados, ni a mantener correspondencia sobre ellos; tampoco se responsabiliza necesariamente de las opiniones
contenidas en los artículos firmados.
Danzig, el pequeño Verdún del Báltico
Cómo resistió a los ataques nazis un puñado de polacos atrincherados en
del istmo Wester piarte
El valle de la muerteLa carga de la Brigada Ligera,
el único episodio de la Guerra de Crimea que 150 años
después todavía se recuerda
Por Mkhaet Alpert
pág. 52Por Iñigo Ártamcndi
p á g . 7 6
Los conquistadores míticos de Irlanda
Los sucesivos pueblos legendarios que llegaron a las
Islas Británicas
Por Garlos j Moreu
p á g . 4 0i
9 4 Títulos co n tristona Los condes de Ribadaviapor Francisco Glúzfio Cómic Mora
113 Mil cosasLeoneses en Argentinapor f iian Miguel Álvarez Dom ínguez
122 Pequeñas h istoriasLos abuelos de Les üithiers (y II)por Daniel Sámper Pizáno
125 Libros129 Núm eros a la venta1 3 0 Próximo número
C O L A B O R A N E N E S T E N Ú M E R O- : h_ -¡ :'!= ] :un¡sersidsd de Westminster); Álvarez Domínguez, Juan Miguel (historiadory periodista); Aríamenffl, H igo; Moreu, Carlos J .: Calbarro, Juan Luis; Conde Mora, |T ' : : : : • ' :s r io , ¡ nsiitüio lie Estudios Gallegos Padre Sarmiento. CSIC-Ximta de Galicia); Hernández, Juan Francisco de Dios (licenciado en Psicologías Historia Contemporánea). Lacosta, %i v S a v t f K z a n o , Daniel (escritor y periodista); Zulueta, Carmen (de) (escritora y profesora de Literatura). s
5
EL CENTRO REGIÓN LEONESA DE BUENOS AIRES
Emigrantes.
Dos niños rodeados de maletas dispuestos a iniciar una nueva vida.
Leoneses
Como otros españoles que emigraron a América, los leoneses crearon su
propia sede social en la capital bonaerense para mantener los vínculos con sus
orígenes y apoyarse mutuamente. Esta es su historia a principios del siglo XX
J u a n M iguel Á lvarez Do m ín g u ez / h i s t o r i a d o r y p e r io d is t a 113
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Alegoría.
Aparecen los escudos provinciales de León, Zamora, Salamanca, Valladolid y Falencia.
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EMIGRANTES
Emigrantes, xentes nuesas, dexanon la sua tierrina,
sua casa, padres, harmanos, vecinos, xentes amigas.
Pa un mundu nuevu ya ricu a trabachar tous diban
medrosos, pero buscando dineiros ya mechor vida.
¡Muitos, muitos s'embarcaron ya qué poucos volverían al valle onde nacienon,
cudntu d’él s'alcordarían.
No puertu de Buenos Aires si puxeran xuntiquinas Ilagrimas de tous ellos regueirinos correrían.
Eva González
Estos fragmentos poéticos en palluezu, la lengua vernácula de su autora, Eva Gon
zález, evocan a los muchos hombres y mujeres que a través de la senda abierta en el océano por ios trasatlánticos europeos arribaron a la A r gentina en la primera mitad del pasado siglo. Junto con gallegos y asturianos, fue éste el gran destino para varios miles de leoneses, y la metrópoli de Buenos Aires la puerta de entrada al país de adopción. Aunque las autoridades argentinas deseaban encauzar hacia la colonización interior a muchos de
aquellos jóvenes brazos, no fueron pocos los que se establecieron en la populosa capital.
En la segunda década del siglo XX ya eran numerosos los leoneses que habían prosperado lo suficiente como para gozar de un desahogado estatus. Incluso no eran escasos los que se habían dedicado a las actividades comerciales y habían trocado en un breve lapso de tiempo miseria por riqueza. Sin embargo las olas migratorias continuaban desembarcando y las crisis económicas co- yunturales, las desgracias o la mala fortuna se cebaban con
üM i l c o s a s
muchos de ellos, lo que propiciaba cuadros dramáticos que afectaban hondamente a la colonia previamente esta-blecida. Algunos pensaron que iba siendo menester la cooperación nacida de los lazos del paisanaje. Así, en el mes de junio de 1916, y a iniciativa del ponferradino Li- sardo Carreño Lorenzo, se reunió en la casa de otro coterráneo, César Fernández, un grupo de oriundos de El Bierzo y decidieron constituir un hogar común que sirviera para congregar y amparar a la creciente colonia leonesa. Este impulso inicial se vio coronado con éxito el 2 de julio de dicho año, fecha oficial del nacimiento del Centro Región Leonesa, de Ayuda Mutua, Recreo e Instrucción.
Los fines primordiales con que sus promotores dotaron a los estatutos son los cuatro siguientes:
1. Crear un fondo común destinado a socorrer a los socios en casos de accidente, enfermedad o fallecimiento.
2. Propender al mejoramiento moral y material de sus asociados y familias de los mismos.
3. Procurar la instrucción de los hijos de los asociados.
4. Publicar una revista o boletín.
Los socios serían los nativos de las provincias del antiguo Reino de León, aunque quedaba también abierto a espa
ñoles y argentinos, siempre que no excedieran por su número la tercera parte de la masa social. Aunque estatutariamente el centro acogía a los naturales de Zamora y Salamanca e incluso nominalmente a vallisoletanos y palentinos, la mayor parte de los integrantes procedían de la pro-
Lisardo Carreño Lorenzo.
A iniciativa de este ponferradino, en junio de 1916 se reunió un
grupo de oriundos de El Bierzo que decidieron constituir un
hogar para la colonia leonesa.
vincia de León [bercianos, ma- ragatos, montañeses...].
Los primeros tiempos. La asociación partió con unos 40 socios-fundadores que iniciaron una activa campaña de propaganda entre los coterráneos. Gracias a una inteligente gestión se logró vencer la
apatía, el desinterés y los recelos que un malogrado antecedente [el Centro Leonés de Buenos Aires] había sembrado en los emigrados. Comenzaron a organizarse los primeros festivales que sirvieron para dar renombre a la institución, congregar a los interesados y sobre todo como hábil fórmula para obtener beneficios. De manera simultánea se contactó con los leoneses más pudientes, como era el caso del prestigioso abogado, publicista y cónsul de España en el vecino Montevideo Matías Alonso Criado, quien fue nombrado primer presidente honorario en 1918.
A principios de 1919 ya se superaban los 300 socios, y la caja comunal alcanzaba los5.000 pesos argentinos. En el mes de febrero se produjo un nuevo hito en la pequeña historia del centro,puesto que nació su órgano de expresión, una revista que con carácter mensual informaba a los asociados de la marcha de la entidad, el colectivo y de noticias relativas a León y a España.
En esos primeros años la presidencia fue recayendo en hombres destacados de la colectividad leonesa en Buenos Aires, como Isidoro García, Li- sardo Carreño Lorenzo o Santiago Criado Alonso. Una labor infatigable de las distintas comisiones gestoras fue dando nuevos bríos a la sociedad: se puso en marcha una biblioteca y aumentaron las fi- 115
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nanzas entre los ejercicios de 1919 y 1921 a razón de más de6.000 pesos anuales a través de cuotas, festivales y donaciones. El 31 de enero de 1922 el capital alcanzaba los 24.318 pesos, sin faltar a los socorros económicos que algunas situaciones personales de asociados demandaban. Asimismo se organizaban eventos relacionados con cuestiones peninsulares, como la Gran Velada Patriótica que tuvo lugar el 25 de agosto de 1921 con el objeto de recaudar fondos para la Cruz Roja Española que contribuyeran a paliar los efectos de la derrota de Annual.
El feliz corolario a estos primeros años se produjo el 18 de noviembre de 1922, cuando el Estado Argentino reconoció por medio de un decreto la personalidad jurídica del Centro Región Leonesa de Buenos Aires, con lo que lo habilitaba para ejercer todas las operaciones dentro de las leyes y de acuerdo con los estatutos aprobados por la Inspección de Justicia.
Una casa para el centro. Fuedurante la presidencia de Juan González, iniciada en febrero de 1922, cuando se abordó la ambiciosa empresa de dotarse de una sede social acorde con la importancia de la entidad. En mayo de dicho año la co
misión estudió un proyecto del secretario de la sociedad consistente en emitir 2.000 acciones con un monto total de 30.000 pesos, negociables entre los socios, con cuyo producto y el capital depositado en el Banco Español se compraría una casa para edificio social.
Entre tanto se buscó el inmueble que reuniese las condiciones demandadas. La co-
Boio leonés. El hecho de tener sede social propia facilitó la
práctica de este tradicional juego.
misión nombrada a tal efecto encontró una casa edificada sobre un solar de 1.029 varas cuadradas [718,99 m2], situada en el número 1.462 de la calle Humberto I. El coste de la compra alcanzaba los 80.000 pesos, de los que se tuvieron que pagar 25.000 al contado y los restantes en una hipoteca a seis años con un 7 por ciento de interés.
En la sesión de la junta directiva del 6 de septiembre de
1922 se decidió adquirir la casa y en la del día 13 se aceptó la propuesta del secretario de emitir acciones para convertir la hipoteca en deuda interna. Surgieron divergencias y el 24 de septiembre se convocó una asamblea extraordinaria que finalmente aprobó la compra por 106 votos a favor, cinco en contra y una abstención.
La envergadura del proyecto que se estaba acome
tiendo llevó a una nueva asamblea extraordinaria el día 29 de octubre, en la cual se aprobó elevar el empréstito a150.000 pesos. El aumento respondía a la intención de ha- bilitar un salón de fiestas y adquirir un lote de terreno contiguo. También se acordó cancelar la hipoteca con la emi
sión de obligaciones que adquirirían los socios, puesto que si no se podría comprometer la estabilidad del centro en el futuro. No obstante, las obligaciones adquiridas por los asociados no llegaron a la cuantía necesaria para revocar el total del préstamo.
En medio de esta vorágine de crecimiento, la muerte golpeó a la colonia leonesa en uno de sus miembros más ilustres y principal benefactor. Don Matías, el presidente honorario, falleció er. Montevideo a los 70 años de edad. Dos comisionados de la
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asociación viajaron hasta la capital uruguaya para depositar en nombre de la colonia de emigrantes una corona en la tumba de aquel maragato que había llegado a ser con apenas 20 años secretario de Emilio Qstelar.
Fue también en 1922 cuando se organizó la llamada Comisión Femenina o Comisión de Damas para obras de caridad, organización de rifas y homenajes a socios, principalmente. Dos de sus presidentas fueron Carmen A. Rodríguez y Magdalena F. de González. Esta comisión quedó regulada después de las reformas llevadas a cabo en el texto original de los estatutos en 1924.
La nueva sede social dotó de impulsos renovados al centro, que sólo entre los meses de enero y febrero de 1923 vio incrementado su número de socios en 109 personas para alcanzar una cifra que rozaba el millar. El hecho de tener casa propia también permitió la práctica de juegos populares tan tradicionales como los bolos o impartir clases de música, contabilidad o baile.
Leonesa y los comercios de varios consocios. La película, «única en su clase» (según rezaba la publicidad], se exhibió en un programa expresamente preparado para los leoneses, en el salón Gaumont de la capital bonaerense. Había un especial interés en que se estrenara en los cines de León para que familiares y amigos pudieran ver la prosperidad de los suyos. Este anhelo de los
clamo de /Madres, id a ver a vuestros hijos! Según las crónicas periodísticas de la época, el éxito fue grandioso.
En 1924 se nombró como nuevo presidente honorario a Genaro García y se hicieron las gestiones para instalar un consultorio médico gratuito para los asociados, ofrecimiento que realizó un médico miembro del centro. También se llevó a cabo una reforma
El 8 de NOVIEMBRE por la noche
f:l el lujoso salón C iñU M O ílT
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« l o s leoneses en Buenos Aires». Cartel del reportaje de Artola.La película. Además vio ese año de 1923 una de las iniciativas más originales y sorprendentes cuando el bercia- no León Artola filmó un reportaje titulado Los Leoneses en Buenos A ire s, en el que se mostraban las instalaciones y vida del Centro Región
emigrantes fue finalmente cumplido y e! reportaje se pudo ver en algunas salas de la provincia. El estreno fue en la localidad minera de Bem- bibre y se presentó con el re
parcial de los estatutos y se proyectó la construcción de un gran salón de actos.
El décimo cumpleaños estaba próximo con una importante labor en su cuenta de 117
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Eventos festivos.
Los banquetes, reuniones y festivales eran habituales entre emigrantes, como los leoneses de Buenos Aires. Derecha, portada de la revista «León» con el cuadro de Primitivo Álvarez Armesto «Escudo alegórico de León».
haberes, pero también alguna sombra que otra relacionada con los importantes gastos que se habían afrontado para dotarle de una sede social que estuviera a la altura de la emigración leonesa y de la de otras colectividades peninsulares que numéricamente eran más numerosas, como la gallega o la asturiana.
Luto y fiesta en el X aniversario.La fecha del 2 de julio de 1926 no podia pasar desapercibida para los responsables del Centro Región Leonesa de Buenos Aires, pues se cumplían los primeros diez años de su existencia. Los responsables de la entidad prepararon un abanico de actos para conmemorar el acontecimiento. La estrella era la inauguración de un gran salón, cuyas reformas habían sido llevadas a cabo por dos consocios, los hermanos Garzo.
Según la propia revista del centro, que editó un número especial con más de 100 páginas para sumarse a las celebraciones, la concurrencia sobrepasaba los 2.000 invitados y entre la programación se encontraban la actuación de orquestas, una velada teatral, un concierto de la soprano Asunción Pollán, un banquete y un baile de cierre. A los festejos acudieron diplomáticos españoles, autoridades argentinas y miembros y representantes de las colectividades gallega y astu-
118 riana y de varias sociedades de
distinta naturaleza que aglutinaban a los españoles.
Sin embargo, hubo un hombre de especial relevancia para el nacimiento y la consolidación del Centro Región Leonesa que faltó. El iniciador, socio fundador y honorario Lisardo Carreño Lorenzo falleció en Argentina tres semanas antes del décimo aniversario y, como recordaba el ex presidente Santiago Criado Alonso, «a 2.000 leguas de distancia de tu querida Ponferrada».
Malas finanzas. A finales de ese año de 1926 las cuentas de la sociedad comenzaron a preocupar a sus gestores. No todos los socios pagaban sus cuotas con la debida regularidad y el gran salón construido y que se pensaba alquilar para la celebración de eventos no tenía la demanda esperada [la memoria anual lo achaca a la falta de un escenario adecuado para hacer representaciones teatrales]. Las
finanzas, según Benigno Bachiller, un consocio que se dedicaba profesionalmente a asuntos de contabilidad, eran un «desbarajuste».
En 1927 y gracias al donativo que para tal fin destinó el presidente honorario, Genaro García, se abordó una reestructuración de la biblioteca. También se llevaron a cabo 20 festivales: cuatro bailes de carnaval, cinco veladas nocturnas, ocho bailes gratuitos para los asociados, dos tés danzantes y una fiesta campestre. Además se realizó un saneamiento en las cifras de socios ajustándolas a la realidad, 665 en diciembre de 1927. La situación económica tampoco era muy halagüeña, a pesar de que el alquiler del salón comenzaba a tributar ganancias. Sin embargo, la labor de Benigno Bachiller en la contaduría permitía vislumbrar algunos signos de recuperación que en el futuro se vieron refrendados.
En 1928 se presentó un pro-
M i l c o s a s
yecto de reforma de estatutos para adecuarlos a las nuevas realidades del centro. Apareció la figura de la soda adicta con los mismos derechos y obligaciones que los compañeros masculinos, pero a las que se vetaba como miembros de la Comisión Directiva. El número de socias siempre fue muy inferior al de los hombres
y su cifra fue variando hasta 1936 entre las 20 y las 50.Tam- bién se mejoró la economía de la entidad. A pesar de ello, el número de bajas era mayor que el de altas y los asociados disminuyeron a 648.
En agosto de 1931 el medio de prensa oficial de la asociación, rebautizado con el nombre de León en 1925, lle
gaba a los 100 números y recordaba en su editorial la importante tarea de cohesión que realizaba entre los asociados, así como la labor de escaparate que tenía para el centro.
Cultura y deportes. Durante estos años de las paredes de la sede social se fue colgando
119
U n leo n és para recibir al P lus U ltra
inicios deí año 1926 los pilotos Franco Bahamonde, Ruiz de Alda, Durán y el mecánico Rada abordo del avión Flus
Ultra cruzaron el Atlántico y con ello estrecha ron los lazos entre las dos orillas. Ante la gesta de los aviadores españoles, el fervor españolista estalló entre tos Semigrados en Argentina. El Centro / Región Leonesa tomó parte, en /hermanamiento con otras socieda- Ides de españoles, en el comité de lrecepción y homenaje con que se \agasajó a los tripulantes deí famoso \ avión. \
Pero la sociedad leonesa quiso poner su sello particular y el día de la llegada de la aeronave a Buenos Aires hizo que un aviador leonés tripulara un aeroplano para que saliese a recibirlos en nombre del centro mientras
lanzaba varios millares de volantes con " " N la inscripción «¡Gloria a los héroes!».
\ El avión que recibió al Plus Ultra fue \ un Caudrón pilotado por Sebastián
'Jf 1 Castro.f Ip®/ Sebastián Castro.J Socio del centro, fue el piloto que
y recibió al Plus Ultra en Buenos Aíres. HIS
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una valiosa colección pictórica de temática leonesa donde destacaron cuadros del pintor y emigrante berciano Primitivo Álvarez Armesto, con títulos como Guzm án el Bueno, Aldeana del Bierzo, Pastora Leonesa o Escudo alegórico de León [cuya reproducción se usaría como portada de la revista]. En 1933 se inauguró una galería fotográfica con 28 reproducciones de monumentos históricos y artísticos de la región. Un año más tarde el destacado dibujante y caricaturista del semanario argentino Caras y Caretas Bal- bino Luna y Simón obsequió una ilustración de la catedral Iegionense que también fue aprovechada para carátula del órgano de prensa.
La sección de deportes experimentó un notable crecimiento. A mediados de los años 20 se la dotó de un reglamento y se consiguió la cesión de un hermoso campo para la práctica deportiva. El balompié fue una de las prácticas que contó con mayores seguidores, sobre todo entre los jóvenes. Así, con los tres equipos oficiales de fútbol con que el centro contaba para las competiciones externas se organizó en 1931 un campeonato interno con cinco onces: León, PaIencia, Valladolid, Zamora y Salamanca [orden de clasificación obtenido]. En 1933 ya eran siete las selecciones que disputaban los trofeos do-
120 nados por algunos socios, y se
La representación
del centro.
Comisión de damas (derecha): en general, eran esposas de los
directivos. Abajo, portada
de «León» con la ilustración de la catedral de
Balbino Luna y Simón.
alzó con el triunfo el denominado La Bañeza. Otros deportes más tradicionales y de amplio arraigo en la provincia leonesa, como los bolos, también tenían su hueco y había canchas especialmente dedicadas para el popular bolo leonés.
La comisión directiva puso en marcha en 1932 una escuela de música. Las clases, de principios de marzo a diciembre, se impartieron por siete profesores a quienes dirigía Isaac Tenensoff. El número de alumnos en 1933 fue de 70. La iniciativa tuvo un
éxito tal que continuó realizándose con posterioridad.
Esta labor formati- va tomó un nuevo impulso en 1935, cuando a las clases de música se sumaron las de artes decorativas, canto y corte y confec
ción, éstas últimas impartidas por la presidenta de la Comisión de Damas, Mercedes M. de Merayo.
En 1934 la comisión directiva llegó a alquilar un terreno de 2.800 m2 en la localidad de Las Barrancas, en las playas cercanas a Buenos Aires, en donde se instaló una casilla-habitación de madera destinada a vestuario, se cercó el lugar y se proyectó una instalación de agua potable por medio de una bomba. En la asamblea celebrada en 3 de marzo de 1935 se propuso adquirir para el Centro Región Leonesa dichos
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Fuentes y Bibliografía
► Colección Revistas del Centro Región Leonesa de Buenos Aires, de febrero de 1919 a marzo de 1936. De esta colección se han tomado las ilustraciones.► Diario de León, septiembre y octubre de 1924.► Ana de Francia Caballero, «De León a Iberoamérica:1880-1930», Tierras de León, n°73, pp. 3-28.>• Juan-Miguel Álvarez Domínguez, «León, una revista leonesa en la Argentina», en Tierras de León, n° 114, pp. 29-54.
terrenos. Después de largas discusiones y un estrecho margen de sólo ocho votos, se autorizó a (a comisión directiva la compra de un terreno balneario. Al parecer las gestiones no dieron los frutos deseados con la parcela sita en Las Barrancas, con lo que al año siguiente el campo-balneario se trasladó a otra finca más cercana a la capital bonaerense.
La Segunda República. Varios de los editoriales publicados en la revista León se hicieron eco de las simpatías que despertó entre la comunidad de emigrantes la proclamación de la Segunda República en España. Sobre todo se encomiaba la labor educativa iniciada por los nuevos gestores políticos, fundamentalmente las famosas Misiones Pedagógicas que también llegaron a algunas comarcas leonesas. En este sentido hay que entender la participación de comisiones de la junta directiva de la asociación en los actos organizados por el Centro Republicano Español y la Embajada en Buenos Aires con motivo del primer aniversario del 14 de abril de 1931.
Incluso llegó a publicarse en las páginas de la revista una copia de la nueva Constitución de la República.
El advenimiento del nuevo
régimen coincidió en el tiempo con una disminución importante de la corriente migratoria leonesa hacia América, que se había mantenido durante la década de los 20 entre 2.000 y 2.500 individuos anuales.
Sin embargo, el Centro Región Leonesa vivió una re-
vitalización al recuperar poco a poco el número de socios, que a finales de 1935 era de 746, cifra a la que habría que añadir 53 socias adictas. Esto se debió a que muchos de los leoneses que habían llegado en las décadas anteriores, una vez estabilizados económica y socialmente, se sumaron a la
vida social del centro. Con el estallido de la
Guerra Civil la revista León dejó de cruzar el Atlántico, con lo que se cortaba el cordón umbilical entre los emigrados y su patria chica. La contienda frenó drásticamente la corriente emigratoria española hacia América, que se reinició posteriormente, en los años 40 y 50. Pero dicha emigración respondía ya a otra época y a otras variables históricas tanto para el centro leonés como para los propios emigrantes. España, León, Argentina y todo el mundo eran otros después de 1939 y 1945.
La publicación.
Sobre estas líneas, cuando se llamaba «Revista del Centro Región Leonesa»; arriba, con su segundo nombre: «León».