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1 WILLKA” Zarate Huayta Álvaro Rodrigo PhD. EL CALENDARIO PERDIDO DE LOS ANDES: Decodificando el calendario de Tiwanaku y la Cultura Muisca, Harvard Antropology Arqueology School, Harvard Press, Boston Machassutes. 2013. (resumen abstracto en español)

Decoding the Tiwanaku Calendar and of the Muisca Culture

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THE LOST CALENDAR OF THE ANDES: Decoding the Tiwanaku Calendar and of the Muisca Culture

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“WILLKA” Zarate Huayta Álvaro Rodrigo PhD. EL CALENDARIO PERDIDO DE LOS ANDES: Decodificando el calendario de Tiwanaku y la Cultura Muisca, Harvard Antropology Arqueology School, Harvard Press, Boston Machassutes. 2013. (resumen abstracto en español)

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EL CALENDARIO

PERDIDO DE LOS ANDES: Decodificando el calendario de Tiwanaku y la Cultura Muisca

WILLKA

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WILLKA

EL CALENDARIO PERDIDO DE LOS ANDES:

Decodificando el calendario de Tiwanaku y la

Cultura Muisca:

HARVARD UNIVERSITY PRESS

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EL CALENDARIO PERDIDO DE LOS ANDES: Decodificando el calendario de Tiwanaku y la Cultura Muisca (Resumen Abstracto en español)

Primera Edición: febrero 2013

5513 de la nueva era andina

ISBN 0 9508293 8 2

Willka Cambridge, Massachussets

USA

HARVARD UNIVERSITY PRESS

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EL CALENDARIO PERDIDO DE LOS ANDES:

Decodificando el calendario de Tiwanaku y la Cultura Muisca

ANTECEDENTES En el año 2000, estando en Tiwanaku con los maestros amawtas, milenarios arqueoastrónomos bolivianos que me dieron su propia interpretación del calendario de Tiwanaku calculando sobre une base de calculo vigesimal (20). Los Maestros Amawtas me explicó que el calendario de Tiwanaku no era la Puerta del Sol, sino que lo era un muro que se encuentra en nuestros días a un lado de la Puerta del Sol, dentro de lo que se llama el patio “Kalasasaya”. Una de sus principales preocupaciones era que durante la reconstrucción del muro situado al oeste del Kalasasaya, una de las grandes piedras que había formado parte del calendario en el pasado no fue restaurada, había quedado tumbada en el suelo a unos cientos de metros al oeste del muro. Arriba a la izquierda, La Puerta del Sol con el calendario detrás. La flecha muestra la posición del pilar faltante.

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Vista sobre el muro reconstruido, se puede ver la posición del pilar faltante, justo detrás de la persona que aparece corriendo. Los amawtas nos explicaron como funcionaba el muro, y parecía bastante fácil de entender, habían dividido el año en 20 partes. Como siempre me han fascinado las antiguas medidas más que los calendarios, volví a retomar al estudio de las medidas del muro realizadas por Posnansky y descubrí entonces que el muro no era un simple calendario solar como se pensaba hasta ahí, sino que estaba incorporado a un calendario más sofisticado basado en meses lunares siderales. El resto de este ensayo y el descubrimiento del calendario lunar sideral es una consecuencia del descubrimiento de la Escuela Milenaria Amawta de Tiwanaku del cual pertenecemos en el consejo y el redescubrir y decodificar en todo lo relativo al calendario de Tiwanaku basado en un sistema vigesimal.

Vista sobre el muro reconstruido, se puede ver la posición del pilar faltante, justo detrás de la persona que aparece corriendo.

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Arriba, la Puerta del Sol grabado antiguo.

El Kalasasaya como era en tiempos en que escribía Posnansky. El muro hoy existente ha sido restaurado en los años 1960 con la incorporación de piedras levantadas.

La puerta de piedra que se encuentra en nuestros días dentro del Kalasasaya es llamada ‘La Puerta del Sol’ y según Arthur Posnansky que pasó gran parte de su vida estudiando el sitio, « Kalasasaya » significa sencillamente ‘piedras levantadas’. Cuando empezaba sus investigaciones en Tiwanaku alrededor de 1904, los pilares de piedra mostraban una apariencia más parecida a un 'Stonehenge', no había muro tal como existe hoy. En los años 1960 en el marco de un proyecto de reconstrucción se suponía que una gran parte del muro fue robado y se rellenaron los espacios entre los pilares con vista a formar un muro. Se desplazó la Puerta del Sol a su posición actual dentro del Kalasasaya acercándola al muro calendario, y solo 10 de los piliares gigantes se mantuvieron allí. El pilar once faltante está ahora acostado en un terreno cercano boca abajo a unos 229 mètres hacia el oeste. Según nuestros maestros amawtas, los once pilares representaban la división del año en períodos de 20. Esto parece mucho más lógico, ya que si hacemos cálculos partiendo del pilar central (que representa el equinoccio) y vamos hacia la derecha hasta el último pilar (que representa el solsticio de invierno), luego volvemos hacia el centro para ir hacia la

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izquierda hasta el último pilar (que representan el solsticio de verano), luego de nuevo hacia el centro para llegar a un total de 20.

Vista general de los pilares. El sol sigue su avance como lo muestran las cifras de 1 à 20.

Los frisos que aparecen en los bajos de la Puerta del Sol nos muestran como seguir la

órbita del sol alrededor de los pilares, contando en veinte

Arriba, reconstruccion monstrando el pilar restaurado.

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Esta imagen de satélite muestra el patio del Kalasasaya con el muro calendario al oeste y la piedra de observación marcada.

Así es como funciona. En el centro del patio de Kalasasaya, se encuentra un gran bloque de piedra del que se dice que fuera el punto original de observación. Desde ese punto, se podía ver el sol en el horizonte por arriba de los pilares cada noche. Cuando el sol se instalaba en el pilar central, sería el 22 de septiembre y empezaría la primavera. Cuando el sol llegará al pilar siguiente a la izquierda, habría pasado una vigésima parte del año y así hasta alcanzar el último pilar de la izquierda un cuarto de año más tarde el 21 de Diciembre que marca el solsticio de verano. (Las estaciones son inversas en el hemisferio sur).

La animación muestra como el sol llegaría progresivamente a los distintos pilares, calculando por 20

El sol empezaría entonces a desplazarse hacia el centro, alcanzado aquí otro cuarto de año más tarde el 22 de marzo, marcando el equinoccio de otoño, luego seguiría a la derecha, alcanzando el pilar del final el 21 de junio llegando el solsticio de invierno y el comienzo del nuevo año aymará (el gran festival del Inti Raymi cuando aparece el sol para "stand still") y volviendo de nuevo al pilar del centro un año más tarde el 22 de Septiembre siguiente para marcar el comienzo de otra primavera.

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Parece que Posnansky consideró la fila de pilares como un calendario basado en un mes de 30 días – probablemente porque aparecían en la Puerta del Sol 30 pequeñas figuras llamadas Chasquis – y llegó a la conclusión que el año solar de 12 meses se usaba con el sol mostrándose a través del espacio existente entre los pilares cada mes. Pero existe un problema con eso : con once pilares, solo tenemos 10 espacios, no 12 …

Para que se puedan contar 12 meses en este tipo de calendario, hubiese sido necesario construir 13 pilares, no once y recientemente se ha descubierto una fila de 13 torres en Perú. De acuerdo con el sistema mencionado, esto representaría un año dividido en 24 y correspondería a 12 meses solares, lo que sugiere que el antiguo calendario fue reformado más tarde en 12 meses de 30 días y esto puede haber llevado a conclusiones erróneas a algunos estudiosos en su intento por entender el calendario andino original.

Posnansky tenía que haber prestado mejor atención a una de sus propias notas, en sección E, nota 78 de su libro "Tihuanacu, la cuna del Hombre americano" donde menciona una historia del siglo 16 en Perú y dice : ‘Dividieron el año en 12 meses por las lunas. Cada luna o cada mes tenía ya una marca o un pilar alrededor de Cuzco, donde llegaba el sol cada mes.’ (Ondegarda 1571) Se dice que los Incas fueron el pueblo del sol, mientras que los Aymará serían el pueblo de la luna; y me pregunto si en realidad, los pilares pudieran haber sido un calendario soli-lunar ya que lo que llamamos el ciclo ‘Saros’, de eclipses lunares se repite cada 20 años ‘Incas’ y cada 20 ‘años Inca’ de 12 meses de 27.32 días es muy similar a los 18 años solares de 365.24 días (Allen 1998 y Aveni 1990). El pueblo que construyó Tiwanaku fue anterior a los Incas y posiblemente hasta anterior a los propios Aymaras. Por otra parte, si se usó para fines agrícolas, puede haber sencillamente marcando los solsticios de invierno y de verano con el pilar correspondiente o espacio entre los pilares marcando el regreso del sol para el tiempo indicado para la siembra. Posnansky pensó que esto era la finalidad del calendario en un primer momento. Aunque los maestros amawtas estuvieron en lo cierto al identificar el uso del calendario solar basado en divisiones de 20, (y esto no debería ser una sorpresa ya que ambas civilizaciones azteca y maya usaban un calendario basado en 20) y no parece haber considerado tampoco la posibilidad de que fuera un calendario lunar.

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Cuando el sol cruza por el centro hacia el primer pilar, 1/20 del año solar ha transcurrido con un mes de 18 días contando un año de 360 días. Los 5¼ días restantes se "pierden" cuando el sol se queda quieto a cada final del calendario.

Cuando el sol ha cruzado 1½ pilar, habrá pasado un mes lunar sideral.

Basándonos en esta teoría, cuando el sol alcanzara el primer pilar, habría transcurrido 1/20 del año solar que corresponde a 18.26 días. Cuando alcanzara medio camino hacia el pilar siguiente, habría transcurrido al menos la mitad otra vez, lo que añadido al primer cálculo significa que habrían pasado 27.39 días — virtualmente un mes lunar sideral — cada pilar y medio se añadiría otro mes sideral y si continuamos el proceso, llegaríamos de nuevo al pilar central y habrían pasado 13 meses lunares siderales y un tercio (o divisiones), completando así un año solar y marcando fines duales, un calendario soli-lunar.

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Ahora me pregunto si esto puede estar relacionado de alguna manera con el ciclo Saros y ya que se necesitan 13 meses lunares siderales y un tercio en darle la vuelta a las piedras del calendario para completar una “vuelta” y volver a un año entero, ¿cuántas vueltas harían falta para completar el ciclo Saros? Si se dan tres vueltas alrededor de los pilares, llegará el sol al pilar central, representando 40 meses lunares siderales y ya que cada vuelta alrededor de los pilares equivale a un año solar, la suma de 18 “vueltas” alrededor de los pilares completarían el ciclo Saros ; el sol regresaría de nuevo al pilar central y el ciclo volvería a comenzar una y otra vez! Quizá por eso los Maestros Amawtas Aymarás, pensaban que habían descubierto el calendario más perfecto del mundo. ¿Podría ser este el calendario de Atlantis? Algunas personas pensaron así, pero sin descubrir que el Altiplano era Atlantis. Además de contar el año inca con 12 meses lunares siderales (328 días), el calendario representa también un año de 360 días así como un año de 365.24 días. ¿Cómo pudo haber sido? Veamos : desde el centro hasta el centro de los pilares finales, se toma como 360 días (contando desde un final y volviendo de nuevo) entonces la distancia desde el exterior hacia el exterior del pilar opuesto (volviendo de nuevo) representaría 365.24 días.

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De este manera, el calendario podría hacer que se sobrepusiera el calendario solar con el calendario lunar, los cinco días y cuarto extra “se pierden (ver)” cuando el sol alcanza los pilares finales y aparece para quedarse quieto un rato antes de volver hacia la dirección opuesta. Cada división de un pilar a otro constituiría 18 días, lo que se podría dividir en grupos de 2 x 9 días. Tal parece que en los Andes, se usaba un periodo de trabajo de seis semanas de nueve días, lo que por consiguiente correspondería a tres divisiones del calendario muro y serían dos meses lunares siderales. Se decía que la llave del calendario estaba construida en la Puerta del Sol, que hoy se encuentra cerca del muro de pilares del Kalasasaya y puesta allí cuando se restauró el Kalasasaya. La Puerta consiste en un bloque gigante de piedra con una puerta cortada en la mitad inferior y una decoración muy elaborada en la parte superior. En el centro de esta decoración, vemos la representación del dios “que llora” — probablemente Viracocha – y en sus manos lleva dos báculos, que parecen ser báculos para matemáticas o mediciones, y aunque el resto del monumento es simétrico, los báculos son distintos. El de la mano derecha tiene dos conjuntos de tres círculos y el de la mano izquierda tiene dos líneas verticales encima de tres círculos. En nuestros días, ¿Quién sería capaz de leer el monumento?

La parte superior de la Puerta del Sol muestra la llave para leer el calendario En la parte alta, a cada lado hay tres filas de figuras tipo iconos llamados ‘chasquis’ - mensajeros de los dioses - cada fila tiene ocho chasquis, pero se piensa que los tres del exterior se usaban como continuación en los muros a cada lado de la Puerta que actualmente ya no existen. Están dispuestos como sigue : a cada lado de la figura central, hay dos bloques con tres filas de cinco cada uno. Se puede ver también que dos filas de 2 x cinco de los chasquis hacen veinte con rostros mirando hacia adelante y una fila de dos x cinco chasquis hacen diez chasquis con cabezas de cóndor mirando hacia arriba.

El friso con once iconos representa el muro de los once pilares

Debajo de estos chasquis, hay una fila continuada de iconos más pequeños dispuestos de tal manera que once de ellos destacan de los demás. Podemos pensar que estos once representan los pilares del calendario. Se ha creído de manera errónea que como los

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chasquis en las filas horizontales superiores son quince a cada lado (sin contar los exteriores) que el total de treinta chasquis representa un mes de 30 días considerando que un año solar de 360 días dividido por 12 meses sería un mes de 30 días. Sin embargo, como lo hemos mencionado más arriba, el calendario está dividido en 20, lo que daría divisiones solares de 18 días. Recordemos que, en los Andes, los periodos laborales eran de 18 días. La gente no puede ver el número correcto de chasquis en el friso de la Puerta del Sol por una razón : los once chasquis en fila representan una órbita circular o elíptica, por lo que los dos chasquis del final representan los solsticios cuando el sol alcanza las puntas de la órbita, pero los otros nueve chasquis ocultan otro chasqui detrás de ellos por así decirlo (si se mira la órbita en un plano), entonces el total de dos chasquis del final más 18 ‘dobles’ chasquis hacen 20 .

Además de los chasquis del final, cada chasqui oculta un doble detrás de si, lo que representa la misma posición en el otro lado de la órbita.

Esto se va claramente en el friso donde hay como un camino marcado alrededor de los chasquis que nos dice de dar vueltas alrededor del calendario en una órbita; además hay 20 símbolos de cabeza de cóndor por pares en la parte alta del friso, y 20 símbolos de cabeza de cóndor en la parte baja del friso por pares, que nos dice que contemos por veinte y cuarenta.

En el friso, se ven cuarenta cabezas de condores en dos filas de veinte, lo que indica que el calendario se basa en divisiones de veinte.

Muchos han pensado de manera errónea que la Puerta del Sol era el calendario, pero no es así. Las piedras de los pilares construidos dentro del muro oeste son el calendario y podría ser entonces que los chasquis nos dicen como operar el calendario. En lugar de leer de manera horizontal, leamos verticalmente. Parecen decirnos : ‘cuenten por bloques de tres’. Pero ¿bloques de tres qué? Al estudiar como operan las piedras en el muro, descubrimos que cada pilar y medio representaba un mes lunar sideral. Por lo tanto, cada media división entre los pilares representaba un cuarentavo parte del año o la tercera parte de un mes lunar sideral, siendo el propio mes la unidad primaria. Ahora bien, en la Puerta del Sol hay un total de 48 iconos chasquis que podrían representar 48 meses lunares siderales. Tahuantinsuyo, el Imperio de los Incas era ‘la tierra de las cuatro partes, o cuatro divisiones’ por lo que si dividimos los 48 chasquis por 4, nos da 12 chasquis — es decir 12 meses lunares siderales — que era el año inca lunar de 328 días. A su vez, 328 días divididos por 4 nos da los 82 días (tres meses), cuando al final de ese periodo la luna se hacía visible frente al mismo grupo de estrellas y creo que ese es el mensaje de los chasquis – como hacer funcionar al calendario

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DESCODIFICANDO EL CALENDARIO MUISCA Los Muisca fueron un pueblo precolombino que vivía en el territorio conocido hoy como Colombia en América del Sur. En 1795, el Dr. José Domingo Duquesne, un miembro de la iglesia de Gachancipa en Colombia publicó un documento donde daba detalles sobre el calendario Muisca. Decía que había recibido esa información de los propios Indios. Más tarde, ese documento fue ridiculizado y se dijo que era un invento suyo. Sin embargo, las cifras que nos da Duquesne están relacionados con un calendario lunar. Pero el propio Duquesne puede no haber entendido en toda su dimensión como funcionaba. En efecto parece posible que el calendario fuera más complejo que lo que aparece a primera vista, y pueden haberse usado dos tipos de mes lunar, el Mes lunar Sideral cuando la luna vuelve a su misma posición con relación a las estrellas (27.32 días) y el mes sinódico que es el periodo entre luna llena y luna llena (29.53 dias). ANTECEDENTES En Tiwanaku, hemos descubierto como el año solar estaba dividido en 20 meses de 18 días y como se complementaba con el calendario Inca de 12 meses lunares siderales de 27.32 días (llegando así a 328 días) de tal forma que 3 x años solares equivalían también a 40 meses lunares siderales y ambos calendarios coincidían cada 18 años solares, lo que equivalía a 20 años incas y entonces el ciclo se iniciaba de nuevo (conocido también con el nombre de Ciclo Saros). DUQUESNE El Documento de Duquesne, (Duquesne's paper ) difícil de leer y entender a primera vista, comienza con antecedentes sobre las Américas y los Egipcios y sobre como los Muisca contaban con sus dedos con nombres para cada número hasta 10, y después hasta veinte. Más adelante relaciona su calendario con las cosechas y las siembras, y explica : El año constaba de veinte lunas, y el siglo de veinte años, para después relacionar esto con las fases lunares y las cosechas. Lo primero que pensé al leer esto fue que como en Tiwanaku, pueden haber dividido el Año Solar en veinte para sus meses, aunque el texto supone que los 20 meses lunares hacían un año y esto supone también que se pensaba en meses sinódicos o meses en fases . Nos dice que ese año de veinte meses era llamado un año "Zocam". Ahora bien, un periodo que menciona Duquesne de 20 meses x 20 puede haber cabido perfectamente en un calendario azteca o maya puesto que 20 x 20 hacen 400. Sin embargo más adelante en el texto si leemos más detenidamente, Duquesne dice lo siguiente : "Veinte lunas pues hacían el año. Terminadas estas, contaban otras veinte, y así sucesivamente, rodando en un círculo continuo hasta concluir veinte veces veinte. La intercalación de una luna, que es necesario hacer para llegar a treinta y seis de manera para

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que el año lunar corresponda al año solar, y se mantenga así la regularidad de las estaciones, lo ejecutaban con suma facilidad." Ahora bien, existe un problema que no radica en la traducción sino en el significado. Más tarde, Duquesne explica como el año de 37 meses era un periodo de 36 meses más un mes "sordo" de manera que el año se ajustara al año solar. Este año de 37 meses se llamaba "Acrotom". Nos dice además que 20 x 37 de estos meses corresponde a 60 de nuestros años, divididos en cuatro partes de manera que cada parte era diez años Muisca, lo que corresponde a quince de los nuestros. A partir de esto, podemos entender fácilmente que 60 de nuestros años solares divididos por 20 x 37 nos da un mes de 29.61 días. Esto nos sugiere que aquí el mes sinódico o fase se suponía que empezaba desde la luna llena hasta la otra luna llena, asumiendo que el mes sinódico tenía una media de 29.53 días.

Arriba, el mes sinódico se basa en el tiempo pasado entre luna llena y luna llena.

Volviendo a lo dicho anteriormente : " Veinte lunas pues hacían el año. Terminadas estas, contaban otras veinte, y así sucesivamente, rodando en un círculo continuo hasta concluir veinte veces veinte. La intercalación de una luna, que es necesario hacer para llegar a treinta y seis de manera para que el año lunar corresponda al año solar, y se mantenga así la regularidad de las estaciones, lo ejecutaban con suma facilidad".

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Creo que aquí quisieron decir que contaban veinte veces veinte luego añadían un mes extra, de la misma forma que añadían un mes extra a los 36 meses para hacer 37. Así la cifra real aquí no es 20 x 20 = 400 sino 20 x 20 + 1 = 401. Existe otra diferencia. Estoy convencido que llevaban dos calendarios en paralelo : el de 37 meses era en meses sinódicos de 29.53 días mientras que el calendario de 20 meses y de 401 meses era en meses lunares siderales de 27.32 días. Al mismo tiempo, Duquesne cuenta el año de 37 meses como siendo de 20 meses + 17 meses (ya que el sistema de cómputo se basaba en veintes) llegando a 37 meses cuando los calendarios solar y lunar coincidían. En este caso, estos 20 serían meses sinódicos, lo mismo que en los 17 meses, y él explica la otra manera, como el mes extra se insertaba al final de cada tres años lunares, contando dos x años lunares de 12 meses y otro de 13 meses, el decimotercero siendo el "sordo" o mes extra. Entonces después de 1 x año muisca de 37 meses sinódicos (3 años solares), las cosechas comenzarían de nuevo el mismo día de enero, mientras los dos años que intervienen se basaban en un sistema de cálculo con los dedos como lo señala Duquesne... Volvamos al calendario de 20 meses rodando en un círculo continuo como 20 x 20 meses con un mes extra intercalado para llegar a 401 meses : podemos probar el cálculo de 401 meses lunares siderales para saber si está relacionado a un año solar y si 401 x 27.32 días hacen un largo periodo de 30 años solares, lo que a su vez equivaldría a 10 años Muisca Acrotom de 37 x meses sinódicos de 29.53 días... Cada tres años solares corresponden a un año Muisca "Acrotom" de 37 meses sinódicos de 29.53 días y al mismo tiempo a 40 meses lunares siderales de 27.32 días, y cada año y medio solar corresponde a un "año lunar sideral" de 20 meses lunares siderales que es el verdadero año "Zocam" de los Muisca. Para resumir : 1 x año solar Tiwanaku = 20 "meses" de 18 días (usando un año conveniente de 360 días dividido por 20). 1 x año lunar Tiwanaku = 12 meses lunares siderales de 27.32 días (328 días) – también usado por los Incas. 1 x año Zocam Muisca = 20 meses lunares siderales de 27.32 días = 1 año y medio solar 2 x años Zocam Muisca de 20 meses siderales de 27.32 días = 1 año Acrotom Muisca de 37 meses sinódicos 1 x año Acrotom Muisca = 37 x meses sinódicos de 29.53 días 1 x año Acrotom Muisca = 3 x años solares = 40 x meses lunares siderales de 27.32 días = 2 x años Zocam Muisca ½ año Acrotom Muisca = 1½ año solar = 20 x meses lunares siderales de 27.32 días = 1 x año Zocam Muisca 18 años solares = 20 años incas = 6 x años Muisca de 37 x 29.61 días = El ciclo Saros

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10 años Acrotom Muisca = 30 años solares = 401 meses lunares siderales de 27.32 días = 20 años Zocam. 20 años Acrotom Muisca = 60 años solares = 2 x 401 meses lunares siderales de 27.32 días = 40 años Zocam. Podría parecer que Duquesne cometió un error cuando dijo que el "siglo' de los Muisca consistía en 20 años intercalados de 37 meses cada uno, correspondiendo a 60 de los nuestros, constando de cuatro revoluciones contadas de cinco en cinco, cada una de las cuales constaba de diez años Muisca, y quince nuestros hasta completar los veinte...." Si 1 x año Muisca de 37 meses equivale a 3 años solares, entonces 10 x años Muisca deberían ser 30 años solares como se ve en la table arriba, y si Duquesne hablaba de como contaban hasta veinte en periodos de cinco que correspondían a cinco dedos, lo que debería haber dicho era que cada uno de los cinco era cinco años Muisca de 37 meses que son quince de los nuestros. Pero en realidad, tiene razón excepto que son 10 x años lunares siderales de 20 x 27.32 días que equivalen a los quince años solares..... 5 años Acrotom Muisca de 37 meses sinódicos de 29.53 días serían 15 años solares 10 años Zocam Muisca de 20 meses siderales de 27.32 días serían 15 años solares Por lo tanto, sospecho, y para mi es evidente, que el año de 20 meses llamado el año Zocam por Duquesne era en realidad el año sideral de 20 meses siderales. Es posible que Duquesne hacia error en pensando el nombre como periodo de 20 meses sinódicos si no conocía un tipo diferente de mes lunar; de lo contrario no hubiera tenido mucho sentido tener años de 20 meses sinódicos en círculo continuo cuando estaban en realidad agrupados en años de 37 meses, y por contraste 2 x 20 meses siderales se superponen los dos con el año Acrotom y el año solar en intervalos de 3 años y periodos hasta más largos. Veamos como se comparan en intervalos de 3 años: 37 meses sinódicos de 29.53 días serían 1092.61 días 40 meses siderales de 27.32 días serían 1092.8 días 3 años solares de 365.2524 días serían 1095.72 días Debido a una pequeña diferencia, durante largos periodos de tiempo, probablemente sería necesario en la confección del calendario Zocam realizar algunos ajustes como la inserción del mes extra después de 400 meses siderales: 401 meses siderales de 27.32 días = 10955.32 días 10 años Acrotom Muisca = 370 meses sinódicos de 29.53 días = 10926 días pero si añadían otro mes, esto daría 10955.5 días y se ajustaría al calendario lunar sideral Zocam y nos acercaríamos más a los 30 años solares de 365.24 días = 10957.26 días El calendario Muisca "Acrotom" de 37 meses sinódicos con las fases de la luna probablemente fue un calendario más “fácil de usar” para el hombre del campo, mientras que el calendario lunar sideral "Zocam" de 20 meses interesaría mucho más a los sacerdotes para computar el tiempo y para mantener el otro calendario en alineación periódicamente.

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Duquesne nos dice además que la “semana” Muisca era de tres días; esto no parece tener relación con el calendario Muisca tanto si se usan meses siderales o sinódicos, pero entonces a pesar de que Duquesne nos habla de que se usa para la agricultura, el calendario en si no parece verdaderamente práctico para la agricultura o por lo menos no tan práctico como el de Tiwanaku, sino que tenía la ventaja de no necesitar la construcción de pilares y piedras levantadas. El calendario que es práctico para la agricultura es el que se encontró en Tiwanaku donde el año solar se dividía en veinte y era determinado por la puesta del sol sobre un pilar; así sería bastante fácil notar ese pilar cuando el sol volviese cada año, y este es el calendario que es fácilmente dividido en periodo de tres días; también se conocen periodos de nueve días que se han usado en la zona. Por lo que es posible que los Muisca hayan tenido tambíen un calendario solar, hasta hoy no descubierto, pero en el mismo estilo de Tiwanaku, o quizás sus costumbres fueron apartadas en algún periodo olvidado, basadas en las mismas matemáticas que Tiwanaku con su calendario lunar sideral intercalado y contando por veintes.

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RETORNANDO A TIWANAKU El calendario Muisca es por tanto otra pieza importante en el puzzle del conocimiento perdido de los Andes. Si se encontraran los origines del calendario en Tiwanaku, entonces se habría construido también en la Puerta del Sol que da las claves para entender como opera el calendario de Tiwanaku. Mucha gente ha estudiado los iconos que aparecen sobre la Puerta del Sol en Tiwanaku e intentaron relacionarlos con un calendario. Los iconos son llamados "chasquis" o Mensajeros de los Dioses y como son quince a cada lado, algunos han pensado que representaban un día de 30 meses de un año solar de 12 meses. Pero como ya lo hemos visto, este calendario en Tiwanaku no está basado en una división del año solar en doce sino en veinte, y esto está representado en los once iconos más pequeños que forman el friso de la parte inferior representando los once pilares en la parte oeste del Kalasasaya que es el calendario verdadero. Si se cuenta desde el icono central o el pilar exterior hacia la derecha, luego pasando el icono central hacia la izquierda, y de nuevo hacia el centro, habremos contado efectivamente en divisiones de veinte y seguido el camino del sol durante un año. Luego si los chasquis no tiene relación con los días en cualquiera de los números de días escogidos para los meses del año, ¿podría ser que los chasquis representen los propios años?

Arriba, detalle de la "Puerta del Sol" en Tiwanaku, Bolivia, mostrando el grupo principal de treinta figuras “chasquis” y debajo el friso de once iconos y cuarenta cabezas de

condores en dos filas de veinte cabezas.

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Los chasquis y iconos sobre La Puerta del Sol son llaves para operar el calendario

de los once pilastres

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Si cada chasqui representara un año solar, entonces cada columna de tres chasquis representaría tres revoluciones del sol alrededor del muro calendario de once pilares y tres años solares serían equivalentes a 1 x año Acrotom Muisca de 37 meses sinódicos de 29.53 días y tambíen a 2 x años Zocam Muisca de 20 meses siderales de 27.32 días.

Arriba, cada chasqui representa un año solar contando en tres, entonces los tres chasquis o años hacen 1 x año Acrotom de 37 meses lunares sinódicos o 2 x años Zocam de 20 x meses lunares siderales.

En el friso debajo de los chasquis, vemos cuarenta cabezas de condores en filas de veinte representando dos x años zocam de 20 meses siderales, indicando que el calendario se basa en divisiones de veinte.

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Hay quince chasquis a cada lado de la figura central y cada bloque de 15 chasquis representaría quince años solares que serían: 5 años Acrotom Muisca de 37 meses sinódicos de 29.53 días o 10 años Zocam Muisca de 20 meses siderales de 27.32 días

Arriba, the 15 chasquis representan 15 años solares, equivalentes a un cuarto de “Gran Siglo” Muisca y respectivamente 5 x años Zocam o 10 x años Acrotom.

El número total de chasquis es de treinta lo que representa treinta años solares que serían: 10 años Acrotom Muisca de 37 meses sinódicos de 29.53 días o 20 años Zocam Muisca de 20 meses siderales de 27.32 días La elección de treinta chasquis como treinta años solares no se debe a la casualidad. Después que hayan pasado treinta años solares, se hace necesario añadir un mes lunar sideral al calendario Zocam Muisca, lo que hace 20 x 20 + 1 = 401 meses lunares siderales volviéndolo a ajustar con el año solar. Al mismo tiempo que se añade un mes sideral al calendario sideral Zocam, se hace necesario también añadir un mes lunar sinódico al calendario Acrotom Muisca, lo que hace 10 x 37 + 1 meses lunares sinódicos para ajustarlo con el calendario lunar sideral y el año solar real. Cada una de las secciones con quince chasquis corresponde al periodo de quince años solares de los que nos habla Duquesne, diciendo que era un cuarto del gran siglo de los Muisca; resumiendo, cada bloque de quince chasquis representa quince años solares que son 10 años Zocam Muisca o 5 años Acrotom Muisca. Los dos bloques juntos hacen 30 chasquis que representan 30 años solares que son 20 años Zocam Muisca o 10 años Acrotom Muisca y 2 x los 30 chasquis dan 60 chasquis que representan 60 años solares, lo que completa el gran "siglo" de los Muisca que era por tanto 40 años Zocam Muisca o 20 años Acrotom Muisca.

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Arriba, detalle de la "Puerta del Sol" en Tiwanaku, Bolivia, los 30 chasquis representan 30 años solares, equivalentes a 20 años Zocam de 20 meses lunares siderales o 10 años Acrotom de 37 meses lunares sinódicos. Al final de este periodo, 1 x mes lunar tuvo que ser añadido a los calendarios lunares para ajustarlos con el año solar..

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ALVARO RODRIGO ZARATE HUAYTA PhD.

“WILLKA”

(Amawta Aymara Boliviano, 1976).

Abogado, Antropólogo y Arqueoastrónomo, Amawta, Gran Maestro de la Escuela Amawtika de Tiwanaku. Escuela milenaria mística

Profesor Visitante Asistente del Departamento de Pueblos Andinos y Poder de Movimientos Sociales en la Harvard University– USA,