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La Asherah de YHWH en el contexto de la religión de Canaán Universitat de Barcelona Religions del Pròxim Orient Antic Prof. Dra. Adelina Millet Albà enero de 2016 Iñaki Marro

(01/16) La Asherah de YHWH en el contexto de la religión de Canaán

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La Asherah de YHWH en el contexto de la

religión de Canaán

Universitat de Barcelona

Religions del Pròxim Orient Antic

Prof. Dra. Adelina Millet Albà

enero de 2016

Iñaki Marro

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ÍNDICE

1. Introducción

2. Aproximaciones a la Asherah de YHWH

2.1. Etimología de Asherah

2.2. Contexto geográfico y cronológico del culto a Asherah

3. El culto a Asherah dentro de la religión cananea

4. Datos bíblicos

5. Interpretaciones

6. Conclusiones

7. Bibliografía

1. Introducción1

Las diversas menciones que el Antiguo Testamento hace a Asherah suscitan en el

lector no pocos interrogantes acerca de la todavía bastante desconocida religión del

antiguo Israel, así como de la concepción de Dios y de una eventual esposa de

YHWH, en el contexto del camino hacia el monoteísmo.

Asherah, llamada Athirat en Ugarit, aparece principalmente como esposa de El, el

Dios supremo, en los textos alfabéticos cuneiformes (desde el s. XIV a.C.). Antes de

que Abraham (ca. 2200-1700 a.C.) emigrara hacia la tierra que sería conocida como

Israel, Asherah era reverenciada como Athirat, la diosa madre de la tierra y de la

fertilidad. Al entrar en la tierra, los antiguos israelitas la adoptaron, y le pusieron por

nombre el equivalente hebreo Asherah. Las excavaciones de Ugarit, ciudad portuaria

«cananea» del segundo milenio a.C., volvieron a situar en el mapa a la diosa Asherah,

cuyo emplazamiento se había perdido durante miles de años.

Sin duda, la presencia de una divinidad hebrea suscita de inmediato la cuestión

acerca de hasta qué punto eran monoteístas los israelitas y judíos antes del exilio.

Parece evidente que la variedad de estatuillas halladas representando a Asherah, así

como su culto en la región, contradicen la prohibición bíblica de crear ídolos. En

consecuencia, es fundamental realizar una distinción entre el libro religioso de las

clases dirigentes en la metrópolis y la religión popular, tal y como se practicaría en

las comunidades rurales, de las cuales formaba parte la mayoría de los israelitas.

Además, hay que recordar que en las comunidades rurales del mundo antiguo, la

alfabetización era prácticamente inexistente. Los mismos rudimentos de la escritura

no se extendieron hasta el s. VIII a.C., cuando algunos ya eran capaces de escribir sus

nombres, números y algunas palabras necesarias para el comercio, lo cual distaba

todavía mucho de la capacidad de leer o escribir el nivel literario que encontramos en

la Biblia hebrea.

De ahí que la religión del libro practicada en las ciudades hubiera tenido poco

significado en las vidas de los que vivían en las zonas apartadas. Por el contrario, las

comunidades rurales tendrían sus propias creencias religiosas, y practicaban su fe de

manera local, incluso en sus casas, haciendo uso de estatuillas y otras figuras. Es muy

probable que alguna forma de religión popular hubiera pasado de generación en

generación, hasta ser integrada en las creencias domésticas de la vida cotidiana.

Algunos estudiosos han llegado a definir la religión popular como todo aquello que

la Biblia condena. Así pues, el texto final habría sido redactado en su totalidad desde

1 Cf. Naples, Mary E., In search of Asherah: The Lost Hebrew Goddess, en: Classical Wisdom Weekly.

Ancient Wisdom for Modern Minds, http://classicalwisdom.com/asherah-lost-goddess/ [consultado a

08/01/16].

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la perspectiva de las clases altas o dirigentes, como producto de una afinidad entre la

comunidad intelectual y la aristocracia.

Por tanto, si la Biblia fue redactada por y para la clase dominante, ¿cómo podemos

conocer la religión del pueblo llano? Tal y como se acaba de indicar más arriba,

encontramos restos arqueológicos que nos ayudan a ordenar el rompecabezas, pero

paradójicamente, en la misma Biblia podemos hallar rituales practicados por las

comunidades rurales. De hecho, Asherah se menciona al inicio de la Biblia hebrea

unas cuarenta veces por separado, si bien la mayoría de veces para burlarse de ella.

La mayor parte de los redactores bíblicos estarían descontentos de que Asherah o

la «reina del cielo» se presentara al mismo nivel que su paredros masculino, YHWH,

y en repetidas ocasiones trataban de romper esta asociación. Con todo, a pesar de

estos esfuerzos por parte de la élite de romper el «matrimonio» de Asherah con

YHWH, su unión aparece ya consolidada en una antigua bendición hallada en

diversos lugares arqueológicos de la zona. Resulta particularmente importante

Kuntillet Ajrud, lugar de cruce de caravanas israelita de los ss. IX-VII a.C., y su al

parecer santuario adyacente, descubierto en las excavaciones de 1975-1976, en el

noroeste del Sinaí (frontera sur de Judá).

También en Khirbet el-Qom, antiguo

emplazamiento funerario de ca. 750 a.C.,

excavado en 1968, se encuentra la siguiente

inscripción, en la lápida funeraria de un

hombre adinerado:

«Uriyahu el honorable ha escrito esto:

Bendito sea Uriyahu por YHWH,

y [porque?] de sus opresores por su

Asherah él lo ha salvado

[escrito por Oniyahu]

…por su Asherah

…y su Asherah».

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De hecho, la frase «YHWH… y su Asherah», parece haber sido una expresión

muy corriente en la región, teniendo en cuenta los cien kilómetros de distancia entre

Khirbet el-Qom y Kuntillet Ajrud, difíciles de salvar con las limitadas opciones de

transporte del momento.

Con el paso del tiempo, cuando se habría consolidado la religión del libro, Asherah

fue quedando cada vez más al margen de las Escrituras, hasta el punto de quedar

2 La imagen superior es una representación del original. Abajo añadimos, de derecha a izquierda, el texto

en alfabeto hebreo antiguo (cananeo-fenicio) y en alfabeto hebreo cuadrado.

4

reducida a un objeto de culto, el árbol estilizado o poste de madera que recibió el

nombre de asherah (pl. asherim). Se reverenciaban los árboles como símbolos de

vida y de alimento en las regiones áridas, y así se asociaban con Asherah y su culto.

Algunos estudiosos han llegado incluso a establecer paralelos entre Asherá y el

árbol del jardín del Edén. Como el nombre de Asherah estaba cada vez más ligado a

YHWH en la religión popular de la zona, la élite patriarcal habría visto necesario

hacer propaganda contra el culto a la diosa, haciendo remitir la historia de la caída de

la humanidad al árbol, que estaba claramente asociado a la Asherah.

La influencia de Asherah puede no haber sido inmensa, o ni tan solo efectiva en la

religión oficial, pero su presencia en las comunidades rurales se manifestó muy

importante. Aunque no tengamos ningún texto o escrituras sagradas de la religión

popular, nos quedan infinidad de figurillas de la región. Sin lugar a dudas, el

aniconismo siempre estuvo presente en la Biblia hebrea, pero tal gran volumen de

restos arqueológicos sugiere que aquellos que vivían fuera de la metrópolis —e

incluso a menudo también dentro de ella— idolatraban estatuas y objetos cúlticos

como parte de su religión popular.

Encontramos a menudo diversas representaciones antropomórficas de Asherah

diseminadas por toda la región. La forma más frecuente es la de pilar. Estas figurillas

comenzaron a aparecer a finales del s. X a.C., y se volvieron muy populares durante

los ss. VIII y VII. La expresión «imágenes de Asherah» se usa a menudo en la Biblia

hebrea, referida, al parecer, a las figurillas con forma de pilar (Dt 7,5; 12,3;16,21-22,

Éx 34,12-13; Jue 2,13; 3,7; 6,25;10,6; Jer 10,2-15…).

Sin embargo, ¿qué pretendían expresar esas estatuillas? Simbolizaban el aspecto

nutritivo de la diosa madre: los pechos se exageran, y las manos parecen sostenerlos.

Las figurillas en forma de pilar se encontraban principalmente en las casas privadas,

de dónde se deduce su carácter doméstico, y muchos estudiosos sostienen que las

figurillas representaban la fertilidad de las mujeres en una región árida y azotada por

las sequías. El hecho de que se insista en la lactancia y en la fertilidad es indicador de

algún tipo de hambrunas cíclicas a las que la región era propensa.

¿Sería acaso su preocupación por la fecundidad lo que atrajo a israelitas y judíos

rurales a la diosa Asherah? Es bastante razonable que en un país expuesto a las

hambrunas y la sequía, Asherah hubiera estado relacionada con el todopoderoso

YHWH, por su asociación con la abundancia.

Resulta fascinante poder estudiar una cuestión religiosa de hace tres milenos, pero,

a la vez, entraña evidentes dificultades. A pesar de disponer de un elevado volumen

de objetos cúlticos en la zona relacionados con Asherah, todavía hay una serie de

piezas del rompecabezas que nos faltan, lo cual, sin embargo, no nos impide tratar de

seguir arrojando luz a nuestro estudio, en la esperanza de que nos sigan ulteriores

hallazgos y estudios.

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2. Aproximaciones a la Asherah YHWH

2.1. Etimologia d’Asherá3

Asherá (en ugarítico aṯrt, vocalitzado Aṯirat4, en hebreo antiguo Ašerā) según

Albright y otros autores deriva del semítico aṯr ‘lugar’(‘santo’)5. Una de las maneras

de rendirle culto era mediante un poste de madera, colocado al lado del altar (Jue

6,25; Dt 16,21), costumbre proveniente de la religión cananea, pero que se remontaría

a la prehistoria, con una función semejante a la que harían los menhires, puestos en

los lugares de sacrificio y como morada de las almas en el contexto del culto a los

dioses y a los antepasados6.

El nombre de la diosa Asherah se encuentra en las siguientes formas: acad. DN

Ašratu (m), ugar. PN ‘abdi-a-šar (o šir9?)-ti, El Amarna PN ‘abdi-aš-ra-tum, ‘abdi-

a-ši-ir-ta/ti, Tell Taanach DN a-ši-rat, Hitt. DN Ašertu, Ašerduš, qatabanita DN ’trt,

tamúdico PN b ’trt, aram. (Temán) DN ’šyr’, y heb. ’ashērāh. El listado de dioses de

Ugarit7 menciona dAš-ra-tum en vez de ’trt, en la correspondiente versión alfabética.

Pero no debería concluirse de ahí que la pronunciación en ugarítico fuera ’atratu,

porque el escriba tomó como referencia el nombre ordinario babilonio. Estas

tradiciones de pronunciación tan divergentes pueden explicarse por dos formas

originales equivalentes, ambas femeninas, de ’atr: 1. ’atr-t ’atirt, quizá también

’atart; 2. ’atr ’atrat. La forma ’atirat hay que entenderla como una forma mixta

de ambas.

La raíz ’tr puede tener diferentes significados. Partiendo del ugarítico ’trt ym, el

nombre de Asherah a veces se ha interpretado en el sentido de «aquella que camina

por (en) el mar», pero para que esto fuera correcto, habría que asumir que ym formaba

parte del nombre original. Además, resulta muy difícil explicar las diferentes

tradiciones de pronunciación desde una forma original ’ātirat. Finalmente, el

ugarítico ’tr no significa «avanzar, caminar», sino «seguir».

Si el segundo nombre de la diosa ugarítica hay que vocalizarlo realmente Qudšu8,

significaría «santidad» o «santuario». Este último significado puede también haber

sido asumido por ’trt9, si se trata de una forma femenina junto al ugarítico ’tr, «lugar

santo»10. De hecho, se usan formas femeninas de esta palabra junto al masculino

acadio (aširtu) y fenicio (’šrt). La divinización de los lugares santos se produce a

menudo entre los semitas, y está bien atestiguada en Ugarit. Puesto que el significado

original todavía se refleja en ’trt ym, tal y como sucede a menudo en otros nombres

divinos, hay que traducir esta frase como «santuario junto al mar»11.

Es posible que haya alguna conexión entre ’trt y el dios ’tr, pero resulta difícil

probarlo.

3 Botterweck, G. Johannes et Ringgren, Helmer, Theological Dictionary of the Old Testament, vol. I,

pp.438-444, ed. William B. Eerdmans Publishing Company, Grand Rapids, Michigan 1997. 4 John Day, Asherah in the Hebrew Bible and Northwest Semitic Literature. En: Journal of Biblical

Literature. Vol. 105/3, 1986, p. 387. 5 W.F.Albright, The Evolution of the West-Semitic Divinity ‘An-‘ ‘Anat-‘ ‘Atta’. En: American Journal of

Semitic Languages. Vol. 41, 1925, pp. 99-100; H. Gese, en: H. Gese, M. Hofner, K. Rudolph (eds.): Die

Religionen Altsyriens, Altarabiens und der Mandier. ed. Kohlhammer, Stuttgart 1970. 6 Cf. Universallexikon, Kultpfähle, en

http://universal_lexikon.deacademic.com/263232/Kultpf%C3%A4hle [consultado a 11/01/16]. 7 Ugaritica, V., cap. I, Nos. 18,19. 8 Cf. infra, «2.2. Contexto geográfico y cronológico del culto a Asherah». 9 Albright, AJSL, 41 (1925), 100; Oldenburg, 28, n. 4; Gese, 150. 10 CTA, 17 [II D], I, 29 par.; 33,24; posiblemente 5 [I*AB], VI, 24; cf. acc. ašru y fenicio ’šr. 11 Cf. Cowley, AP, n. 71,20 b’tr ym[’], «en un lugar junto al mar».

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2.2. Contexto geográfico y cronológico del culto a Asherah

En el próximo oriente antiguo. La diosa dAš-ra-tum se menciona por vez primera

en la lista de dioses de la tercera dinastía de Ur, y, más tarde, en los textos paleo-

babilónicos y tardo-babilónicos. Era la consorte del dios amorreo Amurru12, y en tanto

que diosa semítica occidental, podría identificarse quizá con Atirat[u]/Asherah.

En Ugarit, Atirat es la consorte de El (אל ’ēl), cabeza del panteón. Hay que

identificarla con la diosa madre babilonia dNIN.MAḪ13. Del mismo modo que se

llama a El «padre de los dioses» y «procreador de las generaciones de los dioses»,

Atirat es la ȝm ȝlm, «madre de los dioses», y la qnyt ȝlm, «paridora de los dioses». En

consecuencia, se puede llamar colectivamente a los dioses dr (bn) ȝl, «la familia de

(los hijos de) El», o bn ’trt, «hijos de Atirat».

Al desempeñar su papel, Atirat a veces ejerce funciones típicamente de una madre.

En CTA, 4 [II AB], II, 1-9, la encontramos en la playa, donde se encarga de las faenas

de la casa, hilando y lavando su ropa. De acuerdo con CTA, 4, II, 10s., lo hace para

complacer a El, pero cuando va a ver a El por un asunto, no lo hace necesariamente

como respuesta a sus peticiones14, sino que es capaz de ejercer influencia sobre El15.

Resulta incierto, sin embargo, si tiene suficiente independencia de él para vivir sola.

Algunos estudiosos lo han defendido, pero CTA, 6 contradice su postura.

Con su hija ‘Anat, Atirat aparece como la cuidadora de los dioses y princesa16.

Esto indica que en Ugarit Atirat recibió también el estatus de diosa de la fertilidad.

Así, comienza a parecerse a ‘Anat y ‘Attart, cuyas funciones aparecen en el último

período de Ugarit como diferentes aspectos de una misma diosa. Este desarrollo

podría documentarse desde el curioso error de escriba ’ttrt en CTA, 4 [II AB], II, 13.

Otro nombre para Atirat en Ugarit es Qdš (pronunciado al parecer Qudshu)17.

Gracias a los textos egipcios, conocemos Qdš como el nombre de una diosa de la

fertilidad18, que forma una tríada con ‘Attart y ‘Anat19. Un mito cananeo de la

tradición hitita nos cuenta que Atirat intentó arrebatar a ‘Anat su papel como consorte

de Ba‘al20. Finalmente, debemos citar listados de sacrificios en Ugarit, en los cuales,

el nombre de Atirat, a menudo aparece inmediatamente después del nombre de Ba‘al,

mientras que en otras listas su posición la ocupa ‘Anat.

No hay restos de un desarrollo similar en la literatura antigua de Ugarit. De hecho,

por un lado, esto refleja una cierta hostilidad entre Atirat y sus hijos y, por otro lado,

entre Ba‘al y ‘Anat. Solamente espléndidos regalos pueden convencer a Atirat para

que pleitee con El y favorezca la petición de Ba‘al de poder construirse un palacio.

En la llamada lista canónica de los dioses de Ugarit, ’trt aparece en la decimocuarta

posición (un lugar sorprendentemente bajo), detrás de divinidades como ktrt (en 7º

lugar) y pdry (en 11º lugar), pero antes de ‘nt, špš, ’rṣy, ȝšḫry, y ‘ttrt (del 15º al 19º

lugar, respectivamente). Es decir, su nombre raramente aparece en los nombres

propios. Al parecer, en aquel tiempo, su popularidad estaba decayendo. Sin embargo,

Atirat debe haber sido importante en los pueblos con puerto de mar (en Ugarit se

12 J.R. Kupper, L’iconographie du dieu Amurru (1961), pp. 61 ss. 13 Ugaritica, V, cap. I, n. 170,16. 14 CTA, 4, IV, 38ss. 15 CTA, 4, IV-V; 6 [I AB], I, 43ss. 16 CTA, 15 [III K], II, 26s.; 23 [SS], 24, 59, 61; cf. Syr, 31 (1954), lámina VIII; Ward, Syr, 46 (1969), 225ss. 17 Albright. 18 R. Stadelmann, Syr.-pal. Gottheiten in Ägypten (1967), pp. 110ss. 19 Edwards, JNES, 14 (1955), pp. 49ss. 20 Otten, MIO, 1 (1953), pp. 125ss.

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conocía también una forma de la divinidad de Tiro y Sidón)21, porque ella era la que

inauguraba la temporada de hacerse a la mar22. Schaeffer ha publicado una pequeña

figurilla de bronce que probablemente represente a Atirat23.

Pese a alguna ocasional interpretación contraria, en Ugarit se adoraban sin duda

los árboles y las piedras, tal y como se esperaría desde la base de paralelos en el

mundo semítico. Los árboles y las piedras parecen haber desempeñado un papel

particular en los oráculos: «susurran» o «murmuran» mensajes24. En realidad, nunca

se usan en conexión con Atirat, sino más bien con Ba‘al y ‘Anat. También la carta

Taanach nº1,20s. hace referencia a una mántica de Asherah25.

La diosa Asherah ya había perdido su preeminencia en el primer milenio a.C.

Resulta imposible decidir si el encantamiento arameo de Arslan Tash de hecho la

menciona26. A parte de las ocurrencias del AT, las únicas alusiones a la diosa Asherah

que conocemos provienen de la península arábica. Hay que incluir aquí las referencias

a la inscripción aramea de los ss. V-IV a.C. de Temán27, un tamúdico PN b’trt y,

finalmente, la diosa qatabánica ’trt, que aparece algunas veces en conexión con el

dios luna28. Probablemente, Asherah se fue identificando poco a poco con Astarté y

Anat, quienes, a su vez, habían ya sido unificadas en una diosa como la siria Atargatis.

La tríada Rhea (Asherah), Diōnē/Baaltis (Anat), y Astarté en Filón de Biblos apunta

también en esta dirección29.

3. El culto a Asherah en la religión cananea

Influencias de Ugarit

Aunque no sea mencionada en la Biblia, Ugarit (Ras Shamra) era la ciudad más

importante en la costa fenicia aproximadamente desde el 2000 hasta el 1200 a.C.,

cuando fue completamente destruida por los filisteos. Su vasta literatura fue

descubierta en 1929. Se han desenterrado centenares de tablillas de barro, datadas en

su mayoría de los ss. XV-XIV a.C. y escritas generalmente en la escritura alfabética

cuneiforme propia de Ugarit.

La población de Ugarit era básicamente cananea, a pesar de ser una ciudad

verdaderamente cosmopolita, por el hecho de estar situada en la encrucijada del

mundo antiguo. Sus contactos con Israel influyeron en el imaginario, principalmente

religioso, que había pasado a la cultura cananea en el momento en que los israelitas

entraron en Canaan (aproximadamente en el mismo momento en que Ugarit cayó en

manos de los filisteos)30.

Si consideramos los textos de Ugarit, vemos con claridad el lugar predominante

que ocupaba El en el panteón cananeo. Este es el mismo término que se utiliza en el

AT para designar a «Dios» en un sentido general, y se refiere a YHWH31. En una

estela hallada en Ras Shamra, El aparece sentado en un trono con el rey de Ugarit,

presentándole una ofrenda32. Aquí, el dios se representa como un hombre grande, con

21 CTA, 14 [I K], IV, pp. 198s. 22 CTA, 4 [II AB], II, pp. 28ss.; vid. AOT, 16, pp. 143ss. 23 Schaeffer, Syr, 43 (1966), p. 5s. 24 CTA, 3 [V AB], C, 20; PRU, II 1, verso 13. 25 Albright, BASOR, 94 (1944), 18. 26 Donner, H. et-Rölling, W., KAI, II, 45. 27 KAI, 228.3, 16. 28 Höfner, WbMyth, I, 497. 29 Clemen, MVÄG, 42/3 (1938), 27. 30 Cf. JBC 11:11. 31 Cf. Pope, M. H., El in the Ugaritic Texts, Leiden 1955. 32 Cf. ANEP 168, 493.

8

un tono paternal y majestuoso. La consorte de El es Asherah del

mar, la consejera de los dioses. Baal (o Aliyan Baal), su hijo,

era el dios de la lluvia, las tormentas y, consecuentemente, de

la vegetación que resulta de la propia humedad. Se le representa

en una estela exhibiendo una maza con la mano derecha y una

especie de rayo con la cabeza de lanza apuntando hacia abajo

en la mano izquierda33. Uno de sus títulos es «Zabul [príncipe],

señor de la tierra», del cual encontramos una reminiscencia en

2Re 1,2, así como en el Belcebú del NT (p.ej. en Mc 3,22). Los

nombres de Baal y Asherah aparecen a menudo en el AT, donde

se llevan a cabo prácticas religiosas cananeas. De la misma

manera que se mencionan conjuntamente en pasajes como 1Re

18,19 y 2Re 23,4, también aparecen juntos en el mismo

contexto en los textos ugaríticos, donde Baal rivaliza a menudo

con El para obtener el primer rango entre los dioses, ya que El

es «viejo y más o menos retirado»3435.

Palo sagrado:

El término hebreo es ʼăšērāh. Asherah era una diosa fenicia de la vegetación, la

esposa de Baal. Su símbolo era el palo sagrado, que también lleva su nombre. En el

AT, resulta difícil determinar si asherah se refiere a la diosa o al objeto de culto. El

palo sagrado estaba hecho de madera y adoptaba distintas formas: liso o tallado, un

asta, un árbol, una cruz, etc. Encontramos muchos de estos objetos en Palestina, desde

el s. X hasta el s. VI a.C.

Guarda una estrecha relación con el pilar sagrado (heb. maṣṣēbāh, de la raíz nṣb,

‘poser derecho’, ‘erigir’), monumento de piedra que hacía de memorial o como un

objeto de adoración. Se le ofrecían sacrificios. Influenciados por la práctica cananea,

los hebreos erigieron estos pilares a pesar de que estuviera prohibido (Lv 26,1; Dt

16,22) 36.

Panteón cananeo:

La religión cananea gozó de una relativa independencia. Su panteón residía en una

montaña del Norte (Safón o Cefón: mons Casius, 40 km NE de Ugarit). El era la

principal de estas divinidades, pero era eclipsado por Baal (Hadad). Las tres

principales diosas eran Asherah («creadora de los dioses», con un marcado acento

sexual), Astarté (Ashtoreth) y Anath (la «virgen» de naturaleza guerrera), las proezas

de la cual quedan recogidas en los textos de Ugarit. Los cultos cananeos estaban

marcados por ritos de la fertilidad, que incluían la prostitución sagrada37 38.

4. Datos bíblicos

Ocurrencias

La palabra ’asherah aparece 40 veces en el AT, pero solamente 4 en el Pentateuco

(Ex 34,13; Dt 7,5; 12,3; 16,21). Aparece 18 veces en singular, 6 sin el artículo

determinado, y 3 en la forma plural ’asheroth, y de éstas una sin artículo determinado.

El plural ’asherim aparece 3 veces sin artículo determinado, 10 veces con artículo

33 Cf. ANEP 168, 490. 34 Cf. R. Lack, CBQ 24 [1962] 48. 35 Cf. JBC 11:12. 36 Cf. JBC 17:26. 37 Cf. Albright, ARI 68-94; J. Gray, The Legacy of Canaan [VTSup 5; Leiden 1957] 113-59. 38 Cf. JBC 75:41.

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determinado, y 6 veces con sufijos. La forma plena (tsere) aparece en Dt 7,5; 2Re

17,16; y Mic 5,13. Ni el artículo determinado ni el plural excluyen necesariamente la

interpretación de ’asherah como nombre divino.

Ejemplos bíblicos paradigmáticos39: 1Re 18,17-46; 2Re 23,4; Jue 6,25

La política religiosa de Ahab queda reflejada en los relatos del ciclo de Elías (1Re

17-19,21). Ahab parece haber sido un yahvista indiferente y fácilmente influenciable

por su mujer Jezabel, que trataba de establecer el culto a Baal (el dios de Tiro,

Melqart, al cual se le había dedicado un templo en Samaria, 1Re 16,32). El grado de

amenaza del yahvismo provoca el dramático incidente del monte Carmelo, cuando

Elías se enfrentó a los 450 profetas de Baal y 400 profetas de Asherah (1Re 18,19).

La victoria de Elías salvó la religión tradicional en un momento crítico, a pesar de

tener luego que huir Elías de la ira de Jezreel. El mismo Ahab murió en una batalla

contra los arameos en Ramoth-gilead (cf. 2Re 10,39)40.

1Re 18,17-46 17 Cuando Ahab vio a Elías, le dijo: «¿Eres tú el que turbas a Israel?» 18 Y él

respondió: «Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de

YHWH, y siguiendo a los baales. 19 Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte

Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de Asherah,

que comen de la mesa de Jezreel». 20 Entonces Ahab convocó a todos los hijos de Israel, y reunió

a los profetas en el monte Carmelo. 21 Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: «¿Hasta cuándo

claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si YHWH es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de

él». Y el pueblo no respondió palabra. 22 Y Elías volvió a decir al pueblo: «Sólo yo he quedado

profeta de YHWH; mas de los profetas de Baal hay cuatrocientos cincuenta hombres. 23 Dénsenos,

pues, dos bueyes, y escojan ellos uno, y córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña, pero no

pongan fuego debajo; y yo prepararé el otro buey, y lo pondré sobre leña, y ningún fuego pondré

debajo. 24 Invocad luego vosotros el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré el nombre de

YHWH; y el dios que respondiere por medio de fuego, ése sea Dios». Y todo el pueblo respondió,

diciendo: «Bien dicho». 25 Entonces Elías dijo a los profetas de Baal: «Escogeos un buey, y

preparadlo vosotros primero, pues que sois los más; e invocad el nombre de vuestros dioses, mas

no pongáis fuego debajo». 26 Y ellos tomaron el buey que les fue dado y lo prepararon, e invocaron

el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: «¡Baal, respóndenos!» Pero no

había voz, ni quien respondiese; entre tanto, ellos andaban saltando cerca del altar que habían

hecho.27 Y aconteció al mediodía, que Elías se burlaba de ellos, diciendo: «Gritad en alta voz,

porque dios es; quizá está meditando, o tiene algún trabajo, o va de camino; tal vez duerme, y hay

que despertarle». 28 Y ellos clamaban a grandes voces, y se sajaban con cuchillos y con lancetas

conforme a su costumbre, hasta chorrear la sangre sobre ellos. 29 Pasó el mediodía, y ellos

siguieron gritando frenéticamente hasta la hora de ofrecerse el sacrificio, pero no hubo ninguna

voz, ni quien respondiese ni escuchase. 30 Entonces dijo Elías a todo el pueblo: «Acercaos a mí».

Y todo el pueblo se le acercó; y él arregló el altar de YHWH que estaba arruinado. 31 Y tomando

Elías doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había sido dada

palabra de YHWH diciendo, «Israel será tu nombre», 32 edificó con las piedras un altar en el

nombre de YHWH; después hizo una zanja alrededor del altar, en que cupieran dos medidas de

grano. 33 Preparó luego la leña, y cortó el buey en pedazos, y lo puso sobre la leña. 34 Y dijo:

«Llenad cuatro cántaros de agua, y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña». Y dijo:

«Hacedlo otra vez»; y otra vez lo hicieron. Dijo aún: «Hacedlo la tercera vez»; y lo hicieron la

tercera vez, 35 de manera que el agua corría alrededor del altar, y también se había llenado de agua

la zanja.36 Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo:

«YHWH Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y

que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas. 37 Respóndeme, YHWH,

39 Por cuestiones de gusto personal y por la literalidad respecto del texto hebreo, utilizo como base, con

algunas modificaciones mías, la versión española Reina Valera de 1960. 40 Cf. JBC 75:69.

10

respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh YHWH, eres el Dios, y que tú vuelves a ti

el corazón de ellos». 38 Entonces cayó fuego de YHWH, y consumió el holocausto, la leña, las

piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja. 39 Viéndolo todo el pueblo, se

postraron y dijeron: «¡YHWH es el Dios, YHWH es el Dios!» 40 Entonces Elías les dijo: «Prended

a los profetas de Baal, para que no escape ninguno». Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al

arroyo de Cisón, y allí los degolló. 41 Entonces Elías dijo a Ahab: «Sube, come y bebe; porque

una lluvia grande se oye». 42 Ahab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo,

y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas. 43 Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira

hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: «No hay nada». Y él le volvió a decir: «Vuelve siete

veces». 44 A la séptima vez dijo: «Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un

hombre, que sube del mar». Y él dijo: «Ve, y di a Ahab: Unce tu carro y desciende, para que la

lluvia no te ataje». 45 Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y

viento, y hubo una gran lluvia. Y subiendo Ahab, vino a Jezreel. 46 Y la mano de YHWH estuvo

sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y corrió delante de Ahab hasta llegar a Jezreel.

Bosquecillo sagrado: Sentido probable —con el que, en principio, estamos en

desacuerdo— del término hebreo asherah, que a veces se traduce por «tronco

sagrado» o bien se entiende, en algunos lugares, como el nombre propio de la

divinidad cananea femenina. A menudo el bosequecillo sagrado está asociado

explícitamente al culto de Baal. Puede estar plantado al lado de un altar (Dt 16,21) y

contener una imagen (1Re 16,32-33) o un símbolo de significado incierto (1Re

15,13). Siempre que surge un movimiento en lucha contra las prácticas idolátricas,

los bosquecillos sagrados se talan y se queman (Éx 34,13, Dt 7,5; 12,3; Jt 6,23-30).

2 Re 23,4

BHS 4 éhn<v.Mih; ynEåh]Ko-ta,w> lAdøG"h; !he’Koh; •WhY"qil.xi-ta, %l,M,‡h; c;äy>w: ~yliªKeh;-lK' taeä hw"ëhy> lk;äyheme ‘ayciAhl. è@S;h; yrEäm.vo-ta,w> ~peúr>f.YIw:) ~yIm"+V'h; ab'äc. lkoßl.W hr"êvea]l'(w> l[;B;äl; ‘~yIWf[]h'(

`lae(-tyBe( ~r"Þp'[]-ta, af'în"w> !Arêd>qi tAmåd>v;B. ‘~Øil;’v'Wryl #WxÜmi LXX

(Rahlfs)

LXT 2 Kings 23:4 kai. evnetei,lato o` basileu.j tw/| Celkia tw/| i`erei/ tw/| mega,lw| kai. toi/j iereu/sin th/j deuterw,sewj kai. toi/j fula,ssousin to.n staqmo.n tou/ evxagagei/n evk tou/ naou/ kuri,ou pa,nta ta. skeu,h ta. pepoihme,na tw/| Baal kai. tw/| a;lsei kai. pa,sh| th/| duna,mei tou/ ouvranou/ kai. kate,kausen auvta. e;xw Ierousalhm evn sadhmwq Kedrwn kai. e;laben to.n cou/n auvtw/n eivj Baiqhl

Reina

Valera 1960

(modificada)

R60 2 Kings 23:4 Entonces mandó el rey al sumo sacerdote Hilcías, a los

sacerdotes de segundo orden, y a los guardianes de la puerta, que sacasen

del templo de YHWH todos los utensilios que habían sido hechos para Baal,

para Asherah y para todo el ejército de los cielos; y los quemó fuera de

Jerusalén en el campo del Cedrón, e hizo llevar las cenizas de ellos a Bet-el.

Jue 6,25

BHS 4 ‘rAVh;-rP;-ta, xq:Ü hw"©hy> Alæ rm,aYOõw: èaWhh; hl'y>L:åB; éyhiy>w: WTT xB;Ûz>mi-ta, T'ªs.r:h'w> ~ynI+v' [b;v,ä ynIßVeh; rp:ïW ^ybiêa'l. rv<åa] `tro)k.Ti wyl'Þ['-rv,a] hr"îvea]h'-ta,w> ^ybiêa'l. rv<åa] ‘l[;B;’h;

LXX

(Rahlfs)

LXT Judges 6:25 kai. evge,neto evn th/| nukti. evkei,nh| kai. ei=pen auvtw/| ku,rioj labe. to.n mo,scon to.n tau/ron o[j evstin tw/| patri, sou kai. mo,scon deu,teron eptaeth/ kai. kaqelei/j to. qusiasth,rion tou/ Baal o[ evstin tw/| patri, sou kai. to. a;lsoj to. evpV auvto. ovleqreu,seij

Reina

Valera 1960

(modificada)

R60 Judges 6:25 Aconteció que la misma noche le dijo YHWH: Toma un toro

del hato de tu padre, el segundo toro de siete años, y derriba el altar de Baal

que tu padre tiene, y corta también la imagen de Asherah que está junto a él

11

5. Interpretaciones

1. Como diosa. Mientras que Atirat era la mujer de El en Ugarit, en el AT Asherah

aparece como la compañera de Baal (Jue 3,7; 1Re 18,19; 2Re 23,4; cf. Jue 6,26; 1Re

17,16; 2Cro 33,3, donde el símbolo de la diosa está en relación con la veneración a

Baal). Esta imagen del AT representa un desarrollo tardío, que comienza a aparecer

hacia finales del segundo milenio d.C., y puede atribuirse a la fusión gradual de las

diosas de la fertilidad Anat y Astarté con la diosa madre Asherah. Esta fusión resulta

evidente en la ocurrencia en el AT de la expresión habbe’alim veha’asheroth, «los

baales y la Asherah» (Jue 3,7; cf. 2Cro 33,3), además de la frase proverbial habba’al

veha‘ashtaroth, «el Baal y la Ashtaroth» (Jue 2,13), o habbe‘alim veha‘ashtaroth,

«los baales y la Ashtaroth» (10,6; 1Sa 7,4; 12,10), mientras que los LXX traducen

’asherah por Astartē en 2Cro 15,16, y ’asherim por Astartai en 2Cro 24,18. Si

comparamos 2Re 23,4-6 con 23,13s., el objeto cúltico ’asherah parece estar en

conexión tanto con el culto a Asherah (en el v.4 probablemente un nombre propio; cf.

27,7) y el culto a Astarté.

El carácter genuino de la diosa madre queda totalmente en segundo lugar en este

proceso de fusión, y ahora Asherah aparece primariamente como una diosa de la

fertilidad. Las mujeres se sentían especialmente atraídas por su culto (1Re, 15,13;

2Re 23,7; tb. 1Re 11,1-8, en referencia a 2Re 23,13s.). Parece que tejían battim para

Asherah, en la zona del templo donde vivían los hieródulos (2Re 23,7). Este tejer

battim puede ser un eufemismo referido al acto sexual41. Según otra explicación, bath

es aquí una prenda de ropa42, con la que se vestía la imagen de la diosa. A propósito

de esto, habría que contrastar no sólo los paralelos egipcios, babilonios y griegos, sino

también los textos ugaríticos en los que se mencionan prendas de ropa para las

imágenes de ‘Attart y otras diosas. En cualquier caso, el imaginario erótico, en el

próximo oriente antiguo, a menudo estaba conectado con hilar y tejer43. Así, resulta

interesante cómo en Ugarit ni ‘Anat ni ‘Attart se representan como patronas de esta

típica actividad femenina, sino Attirat, de manera que aquí se ha preservado

posiblemente un elemento del concepto original de Asherah.

Si fuera correcta la conjetura realizada por Wellhausen al proponer la lectura

‘anatho ve ’ashrato, «su Anat y su Asherah», en Jos. 14,9 (8) en vez de MT44, esto

significaría que Asherah y Anat se dejaban explícitamente de lado. Esto probaría

también junto con el v. 9b (8b) que su símbolo era un árbol de hoja perenne. Sin

embargo, esta conjetura es probablemente «más ingeniosa que correcta»45.

2. Objeto cúltico. La diosa y su homónimo objeto cúltico no se diferenciaban

mucho, tal y como muestra una lectura contrastada de 2Re 21,3 y 21,7 y de 23,4 y

23,4 con 23,6. Esto no resulta nada raro en la historia de las religiones; y los ejemplos

cananeos también nos lo aclaran (cf. Dagán). No existe una descripción precisa de

’asherah como un objeto cúltico en el AT, lo cual está en relación ciertamente con su

carácter ofensivo hacia los redactores del AT. Como resultado, existe una

incertidumbre acerca de la verdadera naturaleza de la ’asherah en las versiones

antiguas: con frecuencia esta palabra se ha entendido como bosquecillo, a veces como

un árbol individual, un palo, una imagen cúltica o una diosa46. La investigación

41 Murmelstein, ZAW, 81 (1969), pp. 223s. 42 KBL3, 159. 43 Murmelstein, ZAW, 81, pp. 215ss.; Hoffner, JBL, 85 (1966), pp. 326ss. 44 Wellhausen, J., Skizzen und Vorarbeiten, V (21893), 131. 45 Sellin. 46 Reed, 6ss.; Barr, JSS, 13 (1968), 14ss.

12

moderna no ha sido capaz de superar esta incertidumbre. Debido a la inadecuación de

las fuentes escritas, unas cuantas muestras arqueológicas no pueden ser más que muy

hipotéticas.

La Mishnah consideraba la ’asherah como un árbol vivo (Orla i.7s.; ‘Abodah

Zarah iii. 7,9s.; Sukkah, iii. 1-3). De hecho, con referencia a Dt 16,21, se puede pensar

que ’asherah es un árbol vivo que se «planta» (nata‘). Pero kol ‘ets, «todo árbol» es

ambiguo, y puede referirse también a un bosque muerto. El verbo nata‘ puede haber

sido usado en un sentido figurado con el significado de «conducir en (un palo)» (cf.

Ecl 12,11; Dn 11,45), porque en otros pasajes las Asherim eran «organizadas» (hiphil

de natsabh, 2Re 17,10; hiphil de ‘amadh, 2Cro 33,19; sim, indica un objeto

rectangular que estaba clavado literalmente en el suelo. Esto se confirma en Jue 6,25,

28,30, donde la ’asherah sobresalía junto al altar (para este uso de ‘al, cf. Gén 16,7;

18,8; etc.; por supuesto un objeto de madera no estaba sobre el altar).

«Asherim», en Mic 5,13(14) podía referirse también a un árbol, como podría

indicarse por el verbo nathash, ‘sobresalir las raíces’ (cf. Jer 12,14-15; 24,6; etc.), y

por el paralelo a «Asherim» en la siguiente línea, ‘arekha, que desde J.D. Michaelis

se ha entendido a menudo como una especie de árbol. No obstante, natash puede muy

bien tener el significado más general «arrancar»; e incluso si *‘r indica un tipo de

árbol, no es necesario en el paralelismo sinónimo con «Asherim».

Si Albright acierta al conjeturar que debemos leer vekha’allon’asher(ah) en Is

6,1347, esto podría utilizarse como evidencia de que el roble estaba consagrado a

Asherah, pero esta sugerencia es probablemente demasiado atrevida48. Lo mismo

sucede con la conjetura de Wellhausen en Jos 14,9(8).

Aunque los árboles vivos y arbustos se veneren todavía en Siria y Palestina, y los

árboles santos (‘ēts) desempeñan un papel relevante en el AT, no hay que deducir de

ahí que el nombre de ’asherah mantenga esa asociación. Sin duda, la ’asherah era un

objeto fabricado de madera (Dt 16,21; Jue 6,26) que se clavaba en el suelo. De ahí

que se pudiera cortar (Dt 7,5; 2Cro 14,2[3]; 31,1), talar (Éx 34,13; Jue 6,25s. 30; 2Re

18,4; 23,14), arrancar (Mic 5,13 [14]), derribar (2Cro 34,7) y quemar (Dt 12,3; Jue

6,26; 2Re 23,6.15). Pero no se puede tratar de un árbol vivo, porque las Asherim eran

«hechas» (1Re 14,15; 16,33; 2Re 17,16; 21,3.7; Is 17,8), y se colocaban bajo árboles

frondosos (1Re 14,23; 2Re 17,10).

Cuando el AT menciona la fabricación de ídolos (pesel) de Asherah (2Re 21,7), se

los llama pesel hassemel, «la imagen del ídolo», en 2Cro 33,7, y simplemente

hassemel, «el ídolo» en 2Cro 33,15 (que no debe identificarse con semel haqqin’ah,

«imagen del celo» en Ez 8,5). Otro pasaje dice que se había fabricado un miphletseth

«una imagen abominable» para Asherah (1Re 15,13). Estos pasajes también indican

que el objeto de culto, de hecho representaba a la diosa Asherah, como el mismo

nombre nos haría esperar. Este símbolo normalmente se encontraba en un lugar de

culto elevado (bāmah), junto a un altar o un altar de incienso. La ’asherah se asociaba

a menudo con una estela (matstsēbhāh).

Algunos estudiosos han supuesto que la ’asherah era un objeto hecho de madera

en forma de poste, quizá tallado y decorado. Como este estadio fue probablemente

precedido de una fase en la que la estela se combinaba con un árbol vivo o muerto, es

posible asumir que la ’asherah era un árbol estilizado, como aparece, p.ej., en un

47 Albright, SVT, 4 (1957), 254. 48 Wildberger, H, BK, X, 324.

13

modelo de arcilla de una escena cúltica en Chipre49. Por otro lado, el hecho de que el

mismo objeto se llame pesel ha’asherah, «el ídolo de Asherah», en un pasaje (2Re

21,7), y simplemente ha’asherah, «la Asherah», en otro (23,6), probablemente aboga

en favor de la postura de que se trataba de la imagen de un dios. En ningún caso puede

interpretarse la palabra pesel como referida a un tronco cuyas ramas o salientes habían

sido podados, porque eso mismo habría desacralizado el árbol50. La expresión (pesel)

hassemel, «(la imagen de) el ídolo» que se usa en 2Cro 33,7,15 apunta también hacia

una imagen de la diosa.

Con frecuencia, las Asherim se mencionan en conexión con otras imágenes de

dioses (Dt 7,5; 12,3; 2Re 17,16; Mic 5,12s. [13s.]; 2Cro 24,18; 33,19; 34,3s., 7). Esto

puede dar la impresión de que se distinguen de las imágenes «regulares». Es posible,

sin embargo, que se mencionen específicamente porque representan la divinidad

femenina más importante. Al interpretar las Asherim como una imagen, el hecho de

que sean siempre hechas de hojas de madera abre la posibilidad de que esta imagen

adoptara la función que antaño pertenecía al árbol. La frecuente combinación de

’asherah y matstsebhah, «pilar» es interesante en ese sentido. En Ugarit se

combinaban la estela y el árbol, y de acuerdo con el AT, ambos atributos se

encontraban en los santuarios antiguos, como en Siquén (Jos 24,26), Betel (Gn

28,18ss.; 35,8) y Ofrá (Jue 6,11. 19s.. 24ss.). Vale la pena notar que el AT a menudo

habla de apariciones y mensajes revelados que se dan a los patriarcas y jueces en esos

lugares santos. Los árboles y las piedras estaban también específicamente conectados

con el oráculo en Ugarit. Cuando Oseas dice que la gente pide «un objeto de madera»

(4,12), esto puede referirse a la ’asherah, que más adelante se mencionaría en

conexión con el matstsebhah, «pilar», en vez del árbol. Como la ’asherah es el

símbolo de la diosa de la fertilidad, la matstsebah es el símbolo del dios de la fertilidad

Baal (2Re 3,2; 10,26s.). Ya hemos visto que el oráculo del árbol y el de la estela

estaban especialmente conectados con esas deidades en Ugarit.

3. Significado religioso. Según los redactores de la historia deuteronomista y

cronistas posteriores, había símbolos de culto de la diosa Asherah por todo el país de

Judá y de Israel (Dt 12,2s.; 1Re 14,23; 2Re 17,10; 2Cro 31,1; 34,6s.). Ofrá (Jue 6,25),

Betel (2Re 23,15), Samaría (1Re 16,33; 2Re 13,6), los lugares elevados que había al

este de Jerusalén (2Re 23,13s.), y por un breve período de tiempo, el templo de

Jerusalén (2Re 21,7; 23,6), se llaman específicamente lugares de culto donde hay

Asherim. Bajo el reinado de Ajab, el culto a Asherah parece haberse organizado bien,

porque 1Re 18,19 habla de 400 profetas de Asherah. Tras la reforma de Josías (2Re

23), una estricta ley prescribía la destrucción de las ’asherah, junto con otras tipos de

prácticas paganas (Éx 34,13; Dt 7,5; 12,3). Los redactores de la historia

deuteronomista condenan a los reyes que (en este respecto la tradición histórica es

ciertamente fiable) servían a la diosa de la fertilidad (Jeroboam I, 1Re 14,15s.;

Roboam, 14,23; Ajab, 16,33; 18,19; Joás, 2Cro 24,18; Johajaz, 2 Re 13,6s.; y

Manasés, 21, 3-7). Alaban al juez Gedeón (Jue 6) y a los reyes (Asa, 1Re 15,13;

Jehosafat, 2Cro 17,6; 19,3; Ezequías, 2Re 18,4; y Josías, 23,4, 6s.; 14s.) que

destruyeron los símbolos de sus diosas. Atribuyen la calamidad que sobreviene a los

israelitas a adorar a la ’asherah (Mic 5,13 [14]; cf. Isa 27,9).

Naturalmente, la severa condena de la ’asherah se remonta directamente al primer

y segundo mandamientos del decálogo. Sin duda, cualquier otra manifestación de la

49 BRL, 35s.; BHHW, I, 137. 50 Cf. la Mishnah ‘Abodah Zarah iii.10.

14

diosa de la fertilidad se incluye en esta condena en el período pre-deuteronomista.

Por supuesto, aquí se incluye el miedo a que la tendencia sincretista de asimilar

YHWH a ba‘al recibiera un fuerte ímpetu precisamente por la posibilidad de conectar

la consorte con YHWH en la forma de una diosa de la fertilidad. Cuando Manasés

puso una imagen de Asherah en el templo de Jerusalén (2Re 21,7), escogiendo, con

una clara inteligencia, la persona de la tríada de la fertilidad que era más venerable,

pero al mismo tiempo la menos adorada por los cananeos de aquel período, el peligro

se volvió especialmente agudo. Por eso, la reforma de Josías iba dirigida

especialmente contra esta diosa y sus símbolos (Dt 16,21; 2Re 23,4-6). Ésta es

también la razón por la que es tan prominente entre los dioses y las diosas de Canaán

a los que ataca el Deuteronomista.

No existe otra fuente que prohíba explícitamente el culto a Asherah, aunque los

estudiosos están justificados cuando asumen que la diosa de la fertilidad era adorada

o condenada en cualquier lugar de Israel, incluso cuando no fuera muy probablemente

bajo el nombre de Asherah. En Canaan, Asherah fue completamente absorbida por la

figura de la consorte de Baal, que debió ser mucho más conocida en esa zona por el

nombre de ‘Anat, Astarté o, posiblemente también ba‘alah, «señora», y malkath

hashshamayim, «señora de los cielos». Así pues, puede asumirse también que el culto

a ‘Anat en relación con el de YHWH en la colonia judía de Elefantina, en realidad,

apenas difería del culto a Asherah que acabamos de describir aquí.

6. Conclusiones

Del estudio detallado de las ocurrencias de Asherah en el texto bíblico y de su

contextualización con los datos arqueológicos de la zona y literatura del entorno

(Canaan y Ugarit, principalmente) se desprenden, al menos, dos grandes

conclusiones, una histórica y otra lingüística, en vistas a la traducción del texto hebreo

o griego:

a) El culto a Asherah es evidente hasta la reforma deuteronomista de Josías (621

a.C.). Habría, pues, una doble religión en el antiguo Israel: la popular politeísta o

henoteísta tendiente hacia la monolatría pero necesitada de los ídolos, fuente de

seguridad ante las catástrofes naturales, las sequías cíclicas y la infertilidad, y la

yahvista, propia de los poderosos, de la clase dirigente que incluso podía verla

como necesaria para asegurar su poder, que provendría de YHWH y perviviría en

tanto en cuanto el rey fuera devoto de YHWH.

b) Respecto de la traducción, en la mayoría de los casos, parecería más apropiada la

traducción como nombre propio (Asherah), sin miedo al escándalo que pueda

causar en el lector. La historia hace un bien evidente a la Biblia, y no le hacemos

más que un flaco favor si nos obstinamos en disimularla en aras de una anacrónica

defensa dogmática del monoteísmo a ultranza. El monoteísmo es el fruto de una

pedagogía llevada a cabo por el mismo Dios único con su pueblo, que se adapta

al hombre, le habla como a un amigo, en un lenguaje inteligible por él.

15

7. Bibliografía

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