Un Corazon Receptivo Y Contrito

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Un corazón receptivo y contrito

contrito, taadj. Que está arrepentido por alguna cosa:se sentía contrito por haberte ofendido. arrepentido, acongojado, afligido, apenado, atormentado, compungido

receptivo,vaadj. Que recibe o es capaz de recibir,particularmente sensaciones y estímulos:receptivoafín, propenso, abierto

El corazón sincero, bueno, y receptivo es suelo fértil para la simiente de la Palabra de Dios

Marcos10:15 De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él

Marcos10:21 Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. 10:22 Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.

10:25 Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.

Los de sobre la «piedra», como las multitudes que seguían a Jesús, confiaban en Dios pero no hacían nada para probarlo. Los que están «entre espinos», como la gente dominada por el materialismo, no le dan cabida a Dios. Los de «buena tierra», en contraste a los otros grupos, le sigue sin tener en cuenta el costo. ¿Qué tipo de terreno es usted?

7:36 Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa.

EL FARISEO ERA VISTO POR LA GENTE COMO UN HOMBRE RESPETABLE, COMO UN RELIGIOSO, COMO UN HOMBRE CON AUTORIDAD MORAL.

SE SABE QUE LOS FARISEOS ERAN SOBERBIOS PORQUE SE CREÍAN LOS ELEGIDOS, SE CREÍAN LA RAZA ESCOGIDA DE DIOS, UNA RAZA DIGNA, UNA RAZA SUPERIOR A LOS DEMÁS…

Y POR ESTO VEÍAN A LA GENTE DEL PUEBLO COMO MENOS, Y LOS DESPRECIABAN Y LOS REPELÍAN.

7:37 Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume;

La palabra “pecadora” pone a esta mujer en una condición caída. Este término se usaba para referirse a personas de mala reputación.

El alabastro es un tipo de piedra de mármol que es claro y traslúcido y de gran valor para la joyería y ornamentos.

La fragancia en el alabastro era de gran valor y para esta mujer era lo más preciado y valioso que ella tenía.

7:38 y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume.

La unción de los pies del Señor Jesucristo por parte de esta mujer también tiene implicado su deseo de servirle.

la costumbre de besar los pies era una señal de afecto y reverencia. Se practicaba también para suplicar por parte de quienes tenían una solicitud importante. También, besar los pies de los príncipes era una señal de sujeción y obediencia.

7:39 Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora.

El espíritu de juicio es peligroso para la vida. Jesús enseño que antes de juzgar a otros, debemos juzgarnos a nosotros mismos. (Lucas 6:41-42)

7:40 Entonces respondiendo Jesús, le dijo:Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro. 7:41 Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; 7:42 y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más? 7:43 Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado.

Solo los que reconocen la profundidad de su pecado pueden apreciar todo el perdón de Dios que se les ofrece.

7:44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos.

Aunque es la gracia de Dios mediante la fe lo que nos salva y no actos de amor ni de generosidad, los hechos de esta mujer

demostraron su verdadera fe, la cual Jesús honró.

Simón el fariseo dejó de lavar los pies del Señor Jesucristo al entrar a su casa lo cual era una costumbre practicada en el oriente. Esta tarea usualmente la llevaba a cabo el siervo más humilde de la casa, pero cuando venia un invitado especial el mismo señor de la casa realizaba esa tarea. Simón ni siquiera le ofreció agua al Señor Jesucristo para lavar sus pies con lo cual se observa la falta total de interés para con su invitado.

7:45 No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. 7:46 No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies.

Lo que está implicado en estas comparaciones es el grande amor de esta mujer y el poco amor del fariseo.

7:47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama.

El amor se desborda como reacción natural al perdón y al efecto apropiado de la fe.

7:48 Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados. 7:49 Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados? 7:50 Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, vé en paz.

Los fariseos pensaban que solo Dios podía perdonar pecados, de manera que se admiraban que este hombre, Jesús, dijera que los pecados de la mujer eran perdonados. No veían a Jesús como Dios

Dios Te Bendiga

Isaias 26:3 Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.