Reglas básicas para conseguir una buena traducción técnica

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Reglas Básicas Para

Conseguir Una Buena

Traducción Técnica

Debe considerarse que la traducción

consiste en conseguir el equivalente más

exacto posible de un texto original a un

texto de destino.

En la traducción técnica, entender bien

este mensaje es fundamental porque se

divulgan conocimientos, tecnología, se

adquieren derechos y expectativas.

Hay que hacerlo bien porque la

traducción técnica nunca te perdonará

un error.

A continuación, se describen algunas

reglas básicas para obtener una

traducción técnica fiel, rigurosa y precisa.

Respetar el Contexto

Es imposible obtener una buena

traducción sin considerar en qué

escenario nos movemos, a quién va

dirigida, para qué fin, etc.

No es lo mismo traducir una patente o un

manual, una página web o un artículo

científico.

Cada documento tiene unas

necesidades específicas que un

traductor debe conocer y dominar.

Primero hay que entender para definir

una estrategia de traducción. Sólo si

estamos seguros de entender podremos

traducir

Obtener Información Previa

Hay que recabar información sobre el tema en cuestión.

Es clave estar al día sobre los conocimientos incluidos en nuestra traducción, recurriendo a material ya publicado o similar traducido con anterioridad u otros documentos de referencia.

Así será útil consultar la información

relacionada con el texto a traducir, que

puede encontrarse en libros de texto,

tesis doctorales, manuales, patentes ya

concedidas del mismo campo e incluso

en foros especializados.

Trabajar la Terminología y

Localización del Texto

Antes de empezar una traducción,

debemos localizar diccionarios y glosarios

( on line o impresos ) sobre el o los tema(s)

implicados en la misma.

Realizar un glosario previo con los

términos más importantes será de gran

ayuda.

Cuidado con los problemas de localización; es

decir, debe utilizarse siempre, en nuestro caso, un

español neutro que evite malas interpretaciones en

los países de destino.

Elaborar tablas con equivalencias según regiones

será de gran ayuda y evitará más de un

malentendido.

Gramática y Ortografía

Una buena traducción debe reproducir con exactitud y precisión lo expresado en el idioma de partida, incluyendo ambigüedades, dobles sentidos y giros que haya podido incluir el autor.

Deben respetarse siempre las reglas de ortografía y gramática del idioma de destino.

Por ejemplo, no es inusual encontrarnos con

anglicismos en la adjetivación, es decir, se traslada

al español el sistema inglés de formar adjetivos

añadiendo –al al sustantivo, inventando así

adjetivos que no existen en español.

fungal fúngico

Cuidado con las frases demasiado largas.

Una traducción técnica debe ser clara, precisa, directa, con la terminología correcta y por tanto debe regirse por la regla “No digas con cinco palabras lo que puedas decir con tres” siempre que sea posible y correcto desde un punto de vista gramatical y semántico.

Por ejemplo está aceptada en la RAE la palabra

“obtenible” que fácilmente puede reemplazar a la

frase “que puede obtenerse”.

Por lo tanto basta sustituir por su término

equivalente en inglés “obtainable”.

Cuidar el Uso de Mayúsculas

Un error común en las traducciones

científicas es el mal uso de las mayúsculas al

pasar del idioma de partida al de llegada.

En inglés o en alemán, algunos sustantivos se

escriben en mayúsculas (los nombres de los

días y los meses, o de pueblos, razas o

idiomas, por ejemplo), pero en las lenguas

romances no.

Así, nos encontraremos Friday frente a

vendredi o viernes, o English frente a

anglais o inglés.

Deberemos cuidar también el nombre de

principios activos y componentes que no

son marcas comerciales (éstas en inglés

siempre se dejan en mayúscula).

Los títulos en inglés, suelen aparecer en mayúscula

todas las palabras (a excepción en algunos casos

de preposiciones y conjunciones), mientras que en

español es de uso más común dejar en mayúscula

sólo la primera palabra del título:

Materiales y métodos se traducirá como Materials

And Methods.

Falsos Cognados

En campos en constante desarrollo,

donde frecuentemente se adoptan

neologismos (especialmente, anglicismos)

para nuevos términos, hay que considerar

siempre si existe un mejor equivalente en

el idioma de destino.

Ejemplos:

Lema puede traducirse como “Slogan”.

“Castor Oil” se traduciría como “Aceite

de Ricino” y no “aceite de castor”.

Energize no es energizar sino activar.

Dominar Siglas Es un tema que puede resultar importante e

incluso complicado. Una mala gestión de la traducción de las siglas significará confusión.

En un texto técnico las abreviaturas y siglas abundan. Conviene traducirlas siempre que se pueda y se reconozcan en el idioma destino.

En otros casos, en los que son más conocidas y se usan en su idioma original, resulta más útil dejarlas tal cual para no dar lugar a confusiones (por ejemplo, PET por PTE podría confundirse con otra sustancia en español).

Unidades de Medida A veces resulta necesario convertir las

unidades de algunas de las magnitudes a las que se hace referencia (o al menos indicar su conversión al Sistema Internacional de Unidades), así como cambiar los puntos por comas (o a la inversa) en los decimales y unidades de millar de las cifras.

Internet, por ejemplo http://www.metric-conversions.org/es proporciona herramientas muy útiles para realizar un buen trabajo con las conversiones.

Cuide la Sintaxis

Dependiendo de la naturaleza del texto a traducir, habrá que adaptar el estilo final de la traducción, siempre respetando al máximo la naturaleza del original.

Así, una patente debe caracterizarse por su rigurosidad, homogeneidad y lenguaje controlado.

Un artículo científico o una tesis doctoral

destacan por su alto nivel técnico ya que

suelen ir dirigidos a personas de grandes

conocimientos en el tema.

En el caso de un folleto o una hoja de

información al paciente, lo más

importante suele ser que pueda

entenderse fácilmente y esté en un

lenguaje sencillo aquello que se expone,

al tener como destinatarios finales

pacientes (tanto adultos como infantiles)

y sus familiares o entorno más cercano.

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