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UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA
FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS
LUCHA MÉDICO SOCIAL
CONTRA LAS CARDIOPATIAS REUMÁTICAS
Tesis de doctorado
de
PBDRO RAUL ZABALA
19 4 8
AUTORIDADES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL
DE LA PLATA
Interventor
Dr» Carlos I. Pivas
Secretarlo dé la Intervención
*** Víctor Arroyo
Prosecretario General 4< 1^ Universida a
St* lnTiq.ua I# Possi
Guarde Sellos
Dr* Faustino Je Legón
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICCAS
AUTORIDADES DE LA FACULTADDE CIENCIAS MÉDICAS
Delegado Interventor
Dr. Vi cents H. Ci cardo
Secret ario
Tros ecreta rio
Dr. Héctor Basso
Sr. Rafael G. Rosa
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA
FA CULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS
P-ofesores Honorarios
Dr. Ane5hiño Arturo
* Hop’nille Carlos
* Greco Nicolás V.
* Soto ¡¿ario L.
Profesores Titulares
Dr. Arguello Diego Lí. - Clínica Oftalmológica
" Baldassarre Enrique 0. - F. F. y T. Terapéutica
" Bianchi Andrés E. * A. y F. Patológicas
* Caeiro José A. - Patología Quirúrgica
” tfanestri Inocencio F. - Medicina Operatoria
* Carratalá Rogelio - Toxicología
” Carreñ.0 Carlos V. - Higiene Módica y Preventiva
" Christ^am Federico E. .- Clínica Quirúrgica
” Cicard© Vicente H. - Física Biológica
* D’Ovidio Francisco Rr - P* y 01. de la Tuberculosis
w Irrecart Pedí© I». - 01» Ctorrinolaringológica
w Ploriani Carlos - Parasitologíai *
w Gascón Alberto * fisiología
9 Gandolfo Herrera Roberto - Clínica Ginecológica
" Siiarl Valentín 0. - Oxtopeflia y Txeumatologíe
" Gonzilez Hexnén D- ~ 01« 3e Knf« ; Infecaiosaa j P.T»
" Ixigoyen Luía - Bub. • Histología Dorsal
* Lambre Jtómulo K« - Anatomía De a ex ip ti va
" , I^onnet Julio H. - Anatomía TopogxÉfioa
* Le mi) re Rámulo R. Anatomía Desoíiptive
Dr. Loudet Osvaldo - OI. Psi^uiátrica
n maciel Grespo Fidel A. - Semiología y Gl. Propedéutica
" manso Soto Alberto E. - Microbiología
” Martínez Diego J*J. - Patología Módica-Ha.
n Lit zzei Egidio S. - Clí/iica Medica
" Montenegro Antonio - 01• Genitourológica
M Lonteverde Victorio - Gl. Obstétrica JL y Patológ.
" Obiglió Julio R. - Medicina Degal y Dé Médica
w Othaz Ernesto L. Gl. Dermatosifilográfica
* Rivag Garlos I. - 01. Quirúrgica la.
T’ Ros si Rodolfo * Clínica médica
” Sepich Marcelino J. - 01. Neurológica
’» Stoppani Andrés 0. K. - Química Biológica
Uslenghi José P. - Radiología y Fisioterapia
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Dr. Aguilar Giraldas Delio - G. Pediátrica y-Puericultura
* Acevedo. Benigno 3. - Química Biológica
” Andrieu Luciano K. - Gl. Médicai
" Bach Víctor A.J. - 01. Quirúrgica
n Oarri Enrique 1. - Parasitología
” Caselli Eduardo G. - Cl. Pediátrica y Puericultura
" Ciafardo Roberto - 01. Psiquiátrica
n Gheacotta Néstor A. — Anatomía Descriptiva
n Dragonetti Arturo R» * Higiene Médica y Preventiva
” Dussaut Alejandro — Medicina Operatoria
” García Olivera Miguel A. - Medicine legal y D. Médica
. dirotto Rodolfo - Clinica Genitourológica
Loza'Julio César - Higiene Médica y preventiva
Lozano Federico s. - Clinica Medica
Bacii Victorio - Radiología y fisioterapia
Negreta Daniel H. - P. y cl. c’è la Tuberculosis
Pereira Roberto F. - Clínica Oftalmológica
Trini Lbel - Clinica Otorrinolaringológica
Riera Juan - Patologia Mèdica
Taylor Gorostiaga Diego J.J. * Cl. Obstétrica
ierres Manuel Li. del c. - Clínica Obstétrica
Votta Knrique A. - Patología Quirúrgica-
Bellingi José - Pet. y Cl. de la. Tuberculosis
ileilij Klias - P. de la Tuberculosis
Dal Lago Héctor - Ortopedia y Traumatologia
Castillo Odena Isidoro * Ortop. y Traumatologia
Guixá Héctor L. - Cl. Ginecologica
Fernandez Sudicio Julio U. - Cl. Ginecológica
Briasco Flavio - Cl< Pediátrica y Puericultura
Morano Bra . di José F. - Cl. Pediatrica y Puericultor
Baila mar io R. -* 01. médica
Mangue 1 Mauricio - Cl. Médica
Üabludovich Salomón - el« Médica
De Lena tíogelio-Higiene y M. Social
ingratta Ricardo R* - ^1. Obstétrica n. y P.
no ga a ció — Patologia médica
Garibotto ¿Omán o. ~ P. Medios
Vázquez Pedro C. • P* Médica
Calzetta Saúl V# • Semiología y Cl» Propedéutica
Dr.
Dr. Tau R&món - Semiología y Cl» Propedéutica
” Vanuí Edmundo * Semiología y Ole Propedéutica
w Tolos« Edmundo - Clínica Otorrinolar-n¿jológica
" Katusevich José - Ul. Otorrinolaríngológice
" Zatti Herminio L. - 31. de Bnf. Infecciosas y P.T
* Tropeano Antonio - Miar obiología
n Marini luis 0- - MicrobiologiaI
n Schave Dionisio - Química Biológica
n Conti Alcides L. - Cl. Derma.t'osifilogréfica
w Bigatti Alberto * Cl. Deruatosifilografica
" G-iglio Irma 0. de - Cl* Oítalmológica
” Correa Bastos Horacio * Cl. Oftalmológica
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" Trinca Saúl E. - 01. Quirúrgica
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w Curcio Francisco I. - Cl. Neuro-lógica
rt Gtotusso Guillermo 0. — Cl. Neurológica
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* Oastilla Odena Isidro - Ortopedia y Traumatología
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* Sánchez Héctor J< * P* Quirúrgica
* La se ano Eduardo P> *• Anatomía y Patológicas
A MIS PADRES
A Ml PROMETIDA
A MIS HERMANOS
AL Dr. FIDEL A. MACIEL CRESPOEN PRUEBA DE GRATITUD
- CONSIDERACIONES GENERALES.
- CAUSAS DE CARDIOPATIAS. Porcentajes.
- FRECUENCIAS DE LAS AFECCIONES CARDIACAS POR EDAD.
- CONDICION ECONOMICA. Su importancia.
- LA FIEBRE REUMATICA. Definición- BREVES CONSIDERACIONES SOBRE: Sintomatología - Sexo
Rasa - Constitución - Contagio - Influencia dé las estaciones y clima.
v’
- MORBILIDAD: Frecuencia por edad. Cuadros estadísti-- cos.
- MORTALIDAD . ,
- PROFILAXIS DE LA CARDICPATIA REUMATICA: Clinotera-pia. Quimioterapia. Infecciones focales,
- LUCHA SOCIAL CONTRA LA FIEBRE REUMATICA. Antecedentes históricos.
- ORGANIZACION DE LA LUCHA EN EL-EXTRANJERO.
- ORGANIZACION DE LA LUCHA EN NUESTRO PAIS.
- CONCLUSIONES.
- BIBLIOGRAFIA.
LUOHA MÉDICO-SOCIAL CONTRA LAS CARDIOPATIAS
REUMATICAS
Consideraciones generales
La f recaen cía creciente de las afecciones cardio
vasculares en estos últimos arios, es un aecho concreto
,jue constatan las estadísticas de todos los países civi
lizados del mundo. Publicaciones cada voz más n.^erosas
destacan la gravedad da este problema, haciendo notar
todas ellas, sin excepción, la forma alargante en <¿ue
han crecido los índices de morbimortalidad• Le estadía-
1920 159,1
1925 185,7
1930 213,6
1935 244,9
1936
1937
265,8
268,0
« • • •
«
• • • •
tice moderna llevada al terreno de los problemas módico-
sociales por los ñor teamericanos, ha permitido a los in-
vo íig acores de eso país constatar pue en 1100 el índice
de mortalidad por cardiopatías era 132 por cada lCO.ueC
habitantes y desde 1920 las cifras progresan en la si -
guien te forma:
latea estadísticas publicabas por la Vit. Stat.
Spec. Rep. U. S. n£ 29 * 1938, no onstante las objecio
nes £118 puedan merecer, destacan que el aumento de la
mortalidad por las enfermedades del corazón / es real«
Reangel, del Departamento Nocional de Salud del Brasil,
en estadísticas por él confeccionadas, comprueba que en
lío de Janeiro ha habido un aumento en la mortalidad por
afecciones cardiovasculares, así del índice 56 en 1928
por cada 100,000 habitantes, se llega a 82 en 1958« $n
nuestro país, según estadísticas del Departamento Nacio
nal de Higiene, en 1921, nuestro índice por cada 100.000
habitantes era de 194, y en 1935 de 213 para todo el
país y de 267 para Buenos «Aires« Dice Stones "La opinión
de clínicos capacitados es coincidente en señalar que
las enfermedades del corazón son mucho más comunes aho-
re que 30 afros antes, y, desde el punto de vista de la
salud pública, no es exagerado decir, que el problema
más importante te le medicina moderna;es el de las muer
tes por cardiopetías"« In cuento a la morbilidad por oar-
diopetíes, en uno de los primeros trabajos publicados
entre nosotros por el >r« Be▼léven/ sefrelaba que en un
estudio 8obre 5.600 internados en las salas XVI y XVII
del Hospital Centenario te Rosario (cétedre de Clínica
Mítica tel profesor 8taffieri) el 14 £ le hablan sido
per cartiepatías.
PAUSAS DE CARDIOPATIAS. PORCENTAJES
La import encía respective do los distintos faCtO —
tos causantes de las cardiopatías, ha podido ser ^ejor
valorada on estos últimos tres decenios gracias al progre-
o ""o nuestros conocimientos. La especializa ción en esta
raua de clínica Llédica, la mejor clasificación de las
afecciones cardiovasculares, la creación de centros, hos
pitales y dispensarios para cardíacos, han permitido con
tar con datos mucho más precisos.
Dejando de lado las variantes geográficas, raciales
climatéricas, y los factores económicos sociales, puede
es tal lecerse -.¿ue cuatro factores son los responsables del
90 de las afecciones cardíacas: fiebre reumática, hi -
pertensión arterial, sífilis y art rioesclerosis.
La cardiopatías congénitas, la cardiotirotonicosis ,
ta, en primer término, aquellos cuatro grandes factores
puo determinan la inmensa mayoría de las afecciones car -
Siseas.
Veamos la frecuencia respectiva según las estadís
ticas publicadas en nuestro país por Cossio y Campana so
bre 4.000 observaciones; 2.500 de La clientela hospitala
ria y 1.500 de la clientela privada:
el corazón pultionar y la endocarditis infecciosa, compren
de el resto. E1 problema social, la lucha medico social
contra las cardiopatías, debe encararse teniendo en cuen-
Coronarios..... 21.8 %
Funcionales..... 22.1 *
Hipertensión arterial 19.52“
Fiebre Reumática . . 14,25”
Sífilis........................... 6,02”
Tirocardia ..... 4,25”
Cardiopatías congénitas 2,1 ”
Taquicardia paroxística 1,47”
Otros............................... 1,5 ”
Gomo vemos, la fiebre reumática ocupa aquí el cuar
to lugar en orden de frecuencia. Bíl profesor Staffieri y
colaboradores dan sobre un total de 3.000 enfermos, 1.8C'
de la práctica hospitalaria y 1.200 de la práctica priva
da :
Hipertensión arterial . . . 25,8 %
Funcionales........................... 24,3 *
Coronarios............................... 18,9 ”
F, Reumática.........................12,7 ”
Sífilis.....................................5,4 ”
Cardiopa tías congénitas • • 1,6 ”
Tirocardia,........................... .... 2,4 ”
Taquicardia paroxística . . 1,0 ”
Indocerditis infecciosa • • 0,56 ”
Otros . . • . ................................ 6,8 *
lq.uí también, la fiebre Reumáticaocupa el 48 lu -
gaz en orden de frecuencia, con el 12,7 %.
POR EDAD
Según el decenio de la vicie q,ue se considere, ve -
ríon nota. lemente los factores cansantes de las cat^io -
patías, tanto en su naturaleza como en la magnitud del
peligro. Resumiendo las estadísticas de Csbot, de Willins,
de Kerecith y de Porte, se puede establecer que le fre -
cuencia mayor de las cardiopatías corresponde al 4S, 5 =
y 6= decenio de la vida. Cossio, Campana dan los siguien
tes datos:
1 a 10 a üos 1,62 %LO a 20 w 6,07 w
SO a 30 w «••••• 15,7 w
30 a 40 n 21,07 w
40 a 50 n 25,37 n
50 a 60 W 18,75 w
60 a 70 n 11,11 ii
Hasta la 3a. década de la vida predominan les car -
diopa tías reumáticas, luego las congénitas, sobre todo en
la primera década«
In la 4aa década so observa, según Cossio, los reu
máticos, coronarios o hipar tensos, y en segundo término
los tirotóxicos y sifilíticos«
FRECUANCIA DE LAS AFECCIONES CARDIACAS
ln la óe. década: coronarios, nxpcrtensos, glrilí-
tiooa y xsuméxxcos• ün la 6a. década: ooronarloa, hipar-
tensos, reuméticoa, sifilíticos, core ¡¿©a pulmonar, cardio«*
tirotoxicosis. Kn la 7a. y domés coronarios, hipertensión
arterial, sífilis y corazón pulmonar.
CONDICION ECONOMICA. Su importancia .
Dice Aráoz Jifero: ”Los cardíacos ricos tienen una
vida larga y relativamente tranquila. Los pobres caen
pronto y reiteradamente en la insuficiencia cardíaca, en
asistolifi, su vida es corta y doloroso."
Si sabemos que una de las condiciones más importan
tes, por no decir la principal; es la regulación de la ac
tividad física, podrá valorarse en toda su extensión el
obstáculo que significa par® su tratamiento racional y efi
caz, las imperiosas necesidades materiales del cardíaco
pobre, precisado a tener que realizar trabajos que están
fuera de la órbita de sus posibilidades físicas y funcio
nales. Es así u.ue el reposo, considerado el primer y más
importante medicamento del cardíaco, o la actividad físi
ca discreta que tanto favorece a estos enfermos, no se cum
plen, trayendo como lógica consecuencia una aceleración
de la evolución mortal de los mismos • La profesión que rea
lizan los cardíacos que se internan en los servicios hospi
talarios, en el 80 Jo de los casos está contraindicada para
su enfermedad, lo que sugiere la necesidad imperiosa de
evitar el reintegro a sus ocupaciones habituales a a que -
líos enfermos, que han logrado con el tratamiento adecúa -
do restablecer, el equilibrio cardiocirculatorio. Es impres
cindible la reeducación del cardíaco an estos casos, en establecimientos dedicados especialmente a tal fin.
Las condiciones de trabajo, la mala vivienda:
fría, húmeda, falta de sol y *e aire, las preocupacio
nes propias de una situación económica deplorable y la
alimentación inadecuada, son otros tantos factores q.ue
inciden poderosamente sobre el cardíaco pobre, pare pre-*
cipitarlo en le insuficiencia cardíaca irreversible que
a través de una invalidez más o menos breve terminara con
su vida. En Estados Unidoe el cuidado y tratamiento de
los cardiópatas cuesta, según cálculo de Emerson 0.75
de doller por habitante y por afro. Las cardiopatías, son
pues, una seria carga para el Estado, sobro todo si se
considera le mayor frecuencia de las mismas en la edad
de la vida en que ¿L individuo ha alcanzado el máximo
de capacidad y responsabilidad, esto es, de los 30 a
los 50 afios y por lo q.ue demanda la asistencia médica
de las mismas y la pérdida q.ue representan soma valor
humano,por invalidez total o parcial, permanente o tran
sitoria. Entre nosotros, Sussihi y Cossio, teniendo en
cuenta q,ue en nuestro país mueren £5<000 personas por
cer diopa tías por abo y que el 40 de las jubilaciones
que. se otorgan en el país se deben a afecciones cardio
vasculares, estiman q.ue la carga «que representan para la
colectividad asciende a 100 millones de pesos por afro,
Y agregan: "para formarse una ilea concreta de las pér
didas económicas por invalidez ^ue originan las enferme
dades del corasón en el país, basta señalar q.ue en le Ca»
ja EaeiOJMil *«xro vi«xia 10« 660) > •! »6« 1933 con-
taba con 138*216 afiliados,hasta esa fecha había conce -
dido 11.608 jubilaciones y pensiones .civiles (Ley 4.349,,
la ^ue el arlo 1935 contaba con 153.589 afiliados y <iue
hasta el abo 1936 sé habían concedido 3.662 jubilado -
nes extraordinarias por enfermedad, lo cual significa un
desembolso mensual de 508.157 pesos. Como las enfermedades
cardiovasculares han sido la causa de esas jubilaciones
extraordi narias por enfermedad, en la proporción del 38,33*6
al 42,39 se tiene q..ue estas han motivado el pego de
2*235.514 pesos anuales en concepto de jubilaciones extra-
ordinarias
Se hace necesario pues, tratar de modificar estes
cifres abordando el problema según las directivas que im
pone le medicine moderna y sobre la base de una proteo -> i • .1 M
ción económioa efectiva por parte fiel Satado, quien me -
alante une legislación adecuad, podrí arbitrar los medios
para podar poner un dique’a los estragos de las cardiopa«»
tías.
LA FIEBRE REUMATICA
Definición. - £a fiebre reumática, reumatismo poliarti-
cular agudo, reumatismo cardioarticular o enfermedad de
Bouillaud, es una poliartritis infecciosa y específica• ..., /. „■ :
que ataca sobre todo la segunda infancia y el adulto jo-
ven., determinando tumefacción y dolor articular de mane
ra efímera y móvil, pero lesionando frecuentemente el
corazón, determinando lesiones graves y definitivas» No
deja inmunidad, sino que por el contrario, vuelve a los
sujetos más sensibles a sus ataques, siendo casi la re-*1
gla que hagan recidivas articulares o cardíacas, lo que
le da significación de enfermedad crónica matizada con
episodios agudos y ruidosos. Ceda reagudización lesiona
más el corazón» 11 reumatismo cardíaco representa una in
vasión proliferante y exudativa de las válvulas, endo «
cardio, miocardio, tejidos de conducción y pericardio,
que suele constituir la manifestación principal de la en
fermedad»
BREBES CONSIDERACIONES SOBRE
Sintomato1ogía. Ei cuadro clínico
63 proteiforme: angina, fiebre, tumefacción y dolor arti -
cular, que suele ser muy intenso, pero que desaparece en
pocos días bajo la influencia del saliciláto o espontánea
mente. Se acompaña de palie1 ez, astenia, taquicardia, leu
cocitosis y eritrosedimentación acelerada.
Otras veces simplemente dolores valgos en las arti
culaciones o en los músculos ±ue son interpretados cuando
se trata de niños, como "dolores del crecimiento" por los
-adres inadvertidos y que se deben acompañar por inapeten
cia, decaimiento, falta de deseos de jugar, etc. Todos los
autores están acordes en destacar estas formas frustras
de la fiebre reumática, pues solo en el 50 al 75 % de los
casos, puede descubrirse historia de reumatismo en la anam
nesis de estos enfermos.
Las cardiopatías de origen reumático contribuyen con
un gran porcentaje a engrosar el número de los cardíacos
adultos, cuando han conseguido salvar de la muerte durante
el período de la infancia y adolescencia.
Sexo. - Te le lectura de los cuadros estadísticos corres -
pondientes a encuestas realizadas en hospitales de la Capi
tal federal» por los Tros» kacera, Ruchelli y Costa Bertani,
se podría deducir un ligero predominio de los varones sobre
las niñas afectadas de reumatismo polierticular. Así so-
bre un total de 847, figuren 444 varones y 403 mujeres.
En cuanto a loa que mostraban afectado su corazón,
entre varones y mujeres suman 477, de los cuales 264 eren
varones y 213 mujeres.
la otras estadísticas, como de White y Jones, so
bre 956 enfermos, 525 eran de sexo femenino y 431 de sexo
masculino, por lo que debemos aceptar que esta enferme -
dad ataca a ambos sexos por igual.
Raza. -
Asch, en el Children’s Hospital Philadelphia en
donde se internan aproximadamente el mismo número de ni-
feos blancos y negaos, encuentra que los reumáticos eran
83 % lléneos y 17 % negros» A su vez Sutton en el Belle-
vue Hospital de Mueva York encuentra un porcentaje simi
lar lo que confirmaría la convicción general de que la
raza negra parece tenor una resistencia especial contra
la fiebre reumática.
Constitución.
Desde Bouillaud, se habla do predisposición, puea
ál creía en la existencia de un terreno artrítico* Duque,
Tardo y López Moríles, creen que la enfermedad reumática
con muchísima frecuencia se instala en individuos de cons
titución anormal, considerando los estados de infantilis
mo como los más propicios y luego, en orden de frecuencia
Los estados asténicos, pícnicos e intersexuales• ffs in
teresante destacar que los tipos que se detienden menos
son Los asténicos e hipoplesicos, que por otra paite son
los tipos constitucionales més afectados.
Contagio
La mayoría de los autores consultados aceptan
la contagiosidad de la fiebre reumática. Durante la gue
rra del 14, G-renet, hizo observaciones harto convincentes.
Seleccionó este autor casos indiscutibles de fiebre reúna-
tica, rechazando todas aquellas observaciones dudosas. Uons-
tetó en un territorio limitado, cinco focos epidémicos
distintos, la independencia relativa de estos focos el
desplazamiento de la epidemia con el desplazamiento de
una unidad contaminada y la inmunidad de un regimiento in
demne qjie releva a un regimiento atacado y que ocupa sus
antiguos cuarteles. Isto último probaría para el autor
^ue la contaminación no se hace por el suelo o la habita
ción, cine por til contacto de hombre a hombre« Acepta el
carécter epidémico y contagioso del reumatismo, cuyo pe
ríodo de incubación estima entre 8 y 21 días, suponiendo
que el contagio se hace por la faringe (amigdalitis) u
otros puntos del tubo digestivo y de sus anexos« La con
tagiosidad sería relativamente débil, lo que explica que
pese muy amenudo inadvertida y no se manifieste con evi -
dancia sino en condiciones un pooo especiales. Muchos au
tores aceptan estos hechos y a su vez han publicado obser
vaciones concordantes (Bezangon y Weill, Lencerraux, kara-
fíón, Telamón, uhomel, Faulkner, etc.)
Entre nositros, Costa ^ertani, Beretervide, y Del-
fino, Hecalde Cuestas, ete., admiten la contagiosidad del
reumatismo sobre todo para aquellas formas que se acom
pañan de amigdalitis y en la faz aguda de las mismas. Es
en base a estos antece dente«, que todo reumático cardio
vascular debe ser considerado como contagioso para I03
^ue conviven con el y por lo tanto en la medida de lo po
sible se debe intentar disminuir los peligros del contagio
evitando conveniencíbs estrechas, los contactos innecesa
rios y directos, desinfectando periódicamente las fauces
del enfermo y extirpando las amigdalas si se juzga están
alteradas en el momento oportuno y haciendo sistemática
mente le medicación salicilada aún en los períodos de re
peso, de la enfermedad.
Influencia de las estaciones y clima.-
In América, la fiebre reumáti
ca es más frecuente durante la primavera y verano, lo mis
mo que en iráncié« Xn cambio en Inglaterra la estación más
favorable para la eclosión de la fiebre reumática es el
invierno, Xn cuanto al clima está demostrado que desempeña
un importante jt real papel sobre la génesis, frecuencia y
recidivas del mal, II reumatismo cardioarticular es muy
poco frecuente en los países tropicales; en cambio se le
observo en los países fríos y húmedos, espe cialmente en
aquellas regiones donde existe gran variación meteorológica
Intorviono* c^nfrecooncio sa «1 primer episodio
reumático. el enfriamiento y les mojaduras; siejüo facto-
res predisponentes le miseria, la vida urbana, el haci
namiento en vivienda® mal ventiladas y húmedas, la fal
ta de abrigo etc, Tactores estos que pueden combatirse
internando a esta clase de nihos, o de lo contrario, ha
ciendo intervenir el Servicio Social, que debe contar des
de luego con todos los elementos indispensables y aplicar
los con la amplitus necesaria para conjurar los factores
negativos mencionados que pesan- en la evolución de la
enteTELedBü.
MORBILIDAD. Frecuencia por edad
La fiebre reumática puede observar*
see en todas las edades de la vida, pera es a partir
de los cinco arios que la curva de frecuencia crece en
todas las estadísticas hasta los doce años, pare luego
descender hasta los quince y más en forma progresiva.
Los doctoree facera, Fuchelli y Costa Bertani entre
nosotros, en trabajos sucesivos realizados desde al año
1935 en adelanta, han puesto en evidencia la cifre alar*
mante de niños eardioreumáticos existentes en el país,
planteando bajo su aspecto social, el grave problema del
reumatismo infantil por las cardiopatías que origina.
In une encuesta realizada por estos autores en el año
1938 sobre concurrencia de niños reumáticos con o sin
cardiópatas a los Hospitales de la Capital Federal lle
garon a la conclusión que sobre 1.100 niños con enferme*
dad reumática atendidos en 16 Hospitales del Municipio,\ ■' <* ■
649 acusaban francas cardiopatías, o sea que el 58,3 $
eran cardiópatas. ln un último .trabajo similar del aña
1942, sobre 11 hospitales del Municipio, anoten 847 ni*
ño a con enfermedad reumática do los cuales 477 son car*
diópataa francos, vale decir, el 67,8 %♦
lateo cifras, como ea fácil comprender estén muy
lejos de reflejar en un todo la realidad del problema
que trotamos, pues han quedado excluidos de este registro
todos aquel loe niños con osa enfermedad que han concurrí«
úo furente el perioda que ee han realizado la a encuee -
tas, a las innumerables sociedades de Socorros Mutuos, z “• ’ '■ '■ • <
los iu« heu asistidos a los Hospitales de les colecti
vidades y la gxan masa de enfermos atendido« en.los con
sultori»« particulares.
'Xa el cuello que adjunto o continueclin están dis
tribuidos los enfermo» por edad y por sex©^ tanto reumá
ticos como cardíacos. ín el conjunto de los nifi©« reumá
ticos sin cardiopatia«,„existe un ligero predomini© de
las mujeres sobre los varones: ISOpara las primer*« y
180 paró los segundo*. Xn cambio« .en los niños con car -
diopetías los varones son ligeramente más numerosos que
las mujeres: 264 para los primero» y 213 para las segun
das. Temos también en el' cuadro, que el reumatismo de
Bouillahd es de muy escasa frecuencia' en .1,0s dos prime
ros años de La vida« no regietréndese ningún cesoie un
sfi.0 de edad, pero si., cuatroí cardíacos, loque hace supo
ner pe estos niños-han .tenido une cardiopatia o on gènita
asociad« con un procesó doloroso seguramente no imputable-, i .
za la ■ enf em«dód ®« íoullXeud. :*ee<os ahora el íesultalo de {
la encuesta realizada por loe Ares. Hacer«, Tuche111 y
Costa Bortoni:
EDAD
1
2
REUMATICOS GA RUACOS.TO-' TALES1
11
( 4i1
i 101
' 1 r i
r :i ¡i 0,4 í
' 1,2 I
SEXO TOTAL1% so-bre 370SEXO TOTAL % sobre4774 iV I M V . M
4
—
1
. 4 8
1
2,2
¡2
1-
2
2
—11
4
2
i
♦0,8
0,4
3 3 2 5 ¡1,3r
i* 6 12 i 2,5 • 1-7 ■ 2,0 jA 8 11 19 i r- -l0,1 . 8
15 13 2,7 i 32 , 3.7 ¡
5 r 14 12 26 % 7,0 14 7 21 4,4 47í
• 5,56 13 16 29 7,8 17 9 26 ¡ 5,4 55 6,47 24 9 33 8,9 24 11 35 7,1
i68 i 8,0 ,
8 1 14 11 25 6,7 28 18 46 9,6 71 , 8,4 |
8 J 24 25 49 13,2 19 25 44 9,2 93 i 10,9 i
10 16 30 46 12,4 33 29i
62 12,9 108 12,7
11 24 M 48 12,9 24 24 1¡ '48 10,0 96 11,3
12 19 19 38 10,3 35 38 i1 73 15,3 111 13,0
13 11 12 23 6,2 27 121
39 8,1 62 7,3
14 3 9 12 3,2 11 15 ¡ 26 5,4 38 4,6
15 3 6 9 2,4 16 10 26 5,4 35 4,1
Tale: IfiO „ 190 • 370 '■ * 4ZZ-, L-847
No obstante no observarse en esta encresta casos den
tro del primer aElo de la vida con fiebre reumática, cabe men
cionar <ji e hay observaciones en la literatura médica mundial
de caeos de fiebre reumática c^ue se produjeron hasta en ni —
nos de pocos mases (Weill, Pocock y Schaffer, Bauchfus,etc.)
In nuestro país Acuna xeenciona tres casos de 7, 20 y 22 me -
sos y cree con Coste Bertani y Sm.ith Bungue que les for
me a de fiebre reumática antea de Loa cinco arios son menos
reres ele lo ^ue se acepta comunmente, e insisten sobre el
carácter atípico de la enfermedad cuando se presente e esa
edad «
Xn el cuadro siguiente se pueden comparar los ni - .
ríos con Xnfermedad de Bouillaud, con o sin cardiopatíes,
por grupos de edades y de sexos con sus porcentajes corres
pondientes, que fueron atendidos en el afío 1938 (16 Hospi-
tales) y en el año 1942 (11 Hospitales) de la Capital Fe
deral* Xn estos datés estadísticos de los Bree» facera,
Buchelli y Costa Bertani, vemos e los porcentajes en
los distintos grupos de edades se repiten con gran simili
tud» «Así el mayor porcentaje de nidos reumáticos con o sin
cardiopatíes corresponde a las edades comprendidas entre
los 10 y 12 ados de edad con el 38 % en el adom 1938 y catt
si el 37 % en 1948« Xntre las edades de 7 a 9 attos llegó
en 1938 al 30,5 % y en 1948 al 27,3 Xn los otros gru *
pos de edades los porcentajes concuerdan estrechamente en
ambos períodos
» ■ ■ — 1
EDAD
SEXO Total PORCENTAJES
Varón lujez1938 194£ 1938 1942 1938 1942 1938 1942
1 • 3 ah os 17w15 11 16 28 31 2,5 3,6
4 • 6 ■ 61 74 71 60 152 134 13,5 15,87 9 147 133 162 99 339 232 30,3 27,310 12 213 161 222 168 435 315 56, • 36 j 913• 15"
—1—84 71 72 64 156 135 14,0
MORTALIDAD
Xa III Congreso Internacional de Reumatismo de
París de 1932, comunica Care y Coombe, que de acuerdo
a sus estudios estadísticos Llenados sobro 2.000 casos
de enfermedades organices del corazón podía afirmar que
el reumatismo cardíaco era una enfermedad de primer or~
den entre las causas de muerte entre los hombres y que
aproximadamente el 50 % de los casos, provienen de pro*
cesos infecciosos, entre los cuales puede imputarse la
gran mayoría al reumatismo. Por otra parte fierre Weil,
Glover y otros en ese mismo Congreso, sostienen que más
de las dos terceras partes de los reumatismos que serán
mortales más tardío remontan a la edad de 5 a 15 afros.
Xn Sud América es morquio quien más se ociipa. del reumatis
mo infantil, y observando al correr de muphos afros le
enorme proyección social que encerraba esta enfermedad
cristalizó sus nobles anhelos con la creación de la Poli*
clínico Cardiología Infantil en 1933«
filtre nosotros, Macera y Costa Bertani dan un 22
de mortalidad por fiebre "reumática y sus complicaciones
en hiflós menores de 15 afros, pues sobre 4.010 casos re -
giétran 920 Ausrt«.« Is sai qué en nuestro peía tenemos
cifras elevadas, ya ^ue en Francia ia mortalidad hasta los
UTiHoi por fiebre reumática os del 12 £ y sn Jetados Uni«
dos deí ie jU Bi el Houao of tb. OooA Same rita» of Beatón
32
los Dres. Bland y Jonesd declaran que hasta 1938 han tra
tado unos 1*500 nifros y adolescentes con reumatismo de
los cueles fallecieron 306, vale decir poco más del 20 jU
Costa Bertanl dice q,ue de la revisión de la estadís
tica publicada por el Departamento Nacional de Higiene en*
el Anuario Demográfico correspondiente al afro 1935, la mor
talidad de Nifros menores de 5 ah os por afeccionas csrdía *»cas que se registra es la siguiente:
Reumatismo articular agudo ............. de 1 a 5 anos ..13 caso<S'
Pericarditis aguda .................... ............ ”7 días a 2 5 ”
Indo carditis crónica(incluso afecciones valvulares». ” 1 mes a 5 * ..20 ”
Miocarditis agudas ..••««*••.•..•»» ” 0 a 5 afros ..62 "
Miocarditis crónicas y degenera -ciones miocárdicas..................... .».> n la 12 meses.. 2 "
Enfermedades funcionales del corazón” 7 días a 5 afroslé ”
Otras enfermedades del corazón*sin.especificar • • ................. ” 0 a 5 afros 357 ”
Endocarditis aguda........... .” 7 días a 5 afros 5 M
Si deducimos el 90 jS de las cifras consignadas de
acuerdo a lo unlversalmsato aceptado, como correspondiente
a afección, cardíaca, reumática, tendremos 417,90 caso» que
sumados a los 13 oasoi fie figuren en el rótulo do Reuma •
tismo articular agudo, nos do un total de 430 defundo *
MI por enfermedad reumática en nidos* menores do cinco
a fres en 1985« Los cifras consignados son nacionales y si
Lien os preciso aceptar que puede haber error en lo apro-*
elación del motivo del fallecimiento' del niño, no au©^
da otro recurso que «etjttf Ibb cifni íel osil « pre
senten y secar de ellas el concepto fundamental de la
frecuencia relativa de la enformedad rcnmétlcO. dwatxo de
Los cinco primaros a Bao de le vida del ^oncepto
hasta hace poce negad.© per investigadores tan versados,
comoN Morqnia.
PROFILAXIS DE LAS CARDIOPATIAS REUMATICAS
Illa depende casi exclusivamente de la acción del
médico, ya que esté vinculada directamente al tratamien
to y va dirigida a* evitar en lo posible las recidives de
la enfermedad, teniendo como bases fundamentales la cli ”
no terapia y la quimioterapia*
Clinoterapia.-
Sin duda alguna la clinoterapia es el tra
tamiento de mayor eficacia para prevenir o disminuir Isa
localizaciones cardíacas que. determina el Reumatismo de.
Bouilleud* II.reposo completo y prolongado en cama, ha si
do adoptado por todas las clínicas reuma’tológicas del mun
do y entre nosotros goza de la misma aceptación por sus re
sultados halagüehos* Las investigaciones de Band y luckett
Jones (1939)? sobre l«000 nihos reumáticos seguidos duran
te un período de 19 ahos, pono de relieve la bondad de es
té métod><
H 60 de los enfermos qie han hecho ó lino terapia
prolongado y severa durante sus etaques. reumáticos, des
pata 4« 10 a&oe do observación,llevan una vida normal, «
paaaz <• fie le mitad de ello« han heobd levo« localizado-
mi ©axlíscaa* Jn cambio al 40 |tt« loa ios tantea, gua no
ban xópatad o ladino toza jia, «3L 25 ji bán muexto y «1 L8jt reatante llago»« • la edad a i dita oen modoradua o «aveza«
leal enea oaxdfacaa y almilas actividad física* 11 tiempo
• £
varia de acuerdo a la intensidad del reumatismo y a la
presencia o no de localizaciones cardíacas de 2 a 6 me -
sea. ^d ernia de los síntomas de orden general como sor
fiebre, adelgazamiento, palidez, taquicardia, etc. que
indican actividad del virus reumático y que son elementos
de juicio para prolongar o np el reposo en cama, se con
trola la clinoterapi© por la erltrosedimentación, prueba
de la que no debe prescindirás en d tratamiento racional
de eotoa enfermos. Cuando está muy aumentada la dinoterà-
pia es de regla en forma absoluta. Guando en el curso del
reumatismo aparece una carditis se debe ser más exigente
aún con la dinoterà pia« luego la movilización será he oha
en forma progresiva, por etapas, con ejercicios graduados
march«, etc* Los resultados obtenidos con esta discipli
na son altamente favorables, desde que las estadísticas
revelan que los niños que las,cumplen estrictamente hacen
un 5Q / menos do cardiopatias que los que no la cumplen
cono he mencionado*
Quimioterapia.Loede qu.f„. o esta enfermedad se la consi?
doro como eíeccién erónieacon,poussées que pueden ser agu-
iwo subaguias, el trata miente-debe ser sistemático, con
otaos do asalto y curas do entretenimiento. Intra loe «g.ene»
te., ^.imíeto-Trápicos utilizados so deetacqn los.compueetoo
ssiiafiieos. <0 los cuales el más usado o. el salicilato de
sodio,:el t»«. e» ennBldere c,omo el mejor medicamento exie-.
te.
Le acción dol salicileto de sodio es rápida y efi
caz activa en ocasiones de diagnósticos dudosos, como pie—
dra de toque (en la denominada prueba salicilada) definien- ado situaciones a veces difíciles» La droga debe ser pura»
La dosificación y el ritmo de suministro 'bien precisado;
es inocua para el organismo siempre que se le asocie alca
linos (oarbonatode sodio u óxido de magnesio) doble de
dosis para el primero, y mitad del segundo con relación a
la dosis de salicileto de sodio y siempre que se cuente
con buen ri&ón»
SI tratamiento "Standard* es el siguiente: desinfec
ción del rinofaringe con gotas gomenales y tópicos de azul
de me til ene al 3 JÉ dos veces diarias, durante 20 días; re*
poso riguroso en cama, salicileto de sodio 1 gramo por
afta de eAad y por día distribuidos en intervalos de 3 ho ~
rae (día y noche); inyección de 1 gramo de salicileto do
sodio intramuscular por día» Si la clínica nos revéle un
proceso gravó, en lugar de una inyección do 1 gramo haré •
nos dos, con intervalos 3« 12 horas« lata dosis por vis
oral • intramuscular, la man te nemo a durante 10 días; des
pués de este piase continuáramos el tratamiento por vía.
oral con la misa* medicación, pero descendiendo progresiva-
menta do a 1 grama de salicileto de sodio cada 8 días y ha
cienda* con intervalo do 10 días un gramo intramuscular 8
días seguidos.-V> 4 - . ...
So vigilará la oritrosedimentación, el pulso, lá ten-
peretuifi, funciónemiento renal, el régimen dietético apro-
piado y el estado cardíaco por le clínica la electrocar -
diografía y la telerradiografía. lelo durante semants has
ta que la mejoría del enfermito permita disminuir la do *
sis hasta un gramo de salicilato por día durante los últi
mos ocho días. Sata cura la continuaré en su domicilio, vi
gilando desde el dispensario, que se le administre 3 gra -
uios diarios durante 10 días consecutivos en cada mes, vigi
lando le eritrosedimentación ceda 30 días y su estado car»
disco dos veces por mes.
lata técnica en caso de presenter cardiopa tías dura
alrededor de 2 afros o más tiempo* JEn caso de intolerancia
al salicilato, se ha utilizado conbuen éxito la insulimo*
terapia a la dosis de 10 unidades 2 veces al día, asociada
al suero glucosa do, al Olucolín o Dextropur. Uomo mordien
te del salicilato cuando este no actúa, se utiliza con re
sultado favorable la proteinoterapia (leche) asociada. II -
salicilato en.forma de enteroclisis, se considero iue debe
practicarse en los casos de reumatismo agudo intenso, uti
lizando la solución isotónica al 23,20 ffoq en dosis de un
gramo por afro de edad ypeidía, durante.dos o trea días ,
para continuar luego el suministro del salicilato por via
or<l* In d nifro la aplicación d® eetemótodo tiene ene inr
CQnvanieJCttea por 1» modalidad de la propia infancia; do ahí
tvo oo «pMíF*;A» liwitedos caspa* 4 K..._ .
£a císoí da intolerancia al aaliailato, se recurra al -
pirami^ta^ppcB jVÍag oral* honhuen». aceptación par parte del
enfermo y a la dosis de hasta dos gramos per íío.
In generii, las artralgiae, la fiebre, etc., n^¿e»
den con la rapidez (¿uè se obtiene con el salici laro de
sodio, de ahí el universal entusiasmo por esta droga, «que
se considera por el momento como la m^s eficaz* H piremi -
don, por otra parte expone al enfermo a la egrar.ulocito»
si s. zIn el adulto, aceptan la casi totalidad di los aú*
torea, como dosis media de 1 a 14 gramo® en las 24 ho»
ras distribuidos cada 3 hora®, día y noche por vía oral
Xn la práctica se suele reforzar la dosis con inyec-
cionea endovenosas, en la cantidad de 1 a 2 gramo®. Auto
res de la jerarquía de Ruíz KIoreno, aconsejan no utilizar
con excesiva frecuencia ésta última vía por la esclerosis
q.ue en les venas determina el salicilato, además de creer
lo innecesario, ya que sostiene que bien administrado el
salicilato de sodio no da reacciones de intolerancia* Con
trariamente a lo que ocurre en el nihC, en 41 üdulto, la
entero elisia con la solución isotónica de salicilato de
sodio al 25,20 /too, be de aplicación sumamente fácil, ál
míeme tiempo que dóbleme eficaz, ya ^Ue pera efectuar
la, necesariamente el pacienta debe ¿variar reposo absolu
to y le permito dormir en fofma ininterrumpida durante ai
curio de la noche.1 te a ni fan lia m idea, que bOM sido Utilizadas O SO CÍO*
(toé ajF salidilato' do sodio, como ceaíyu^enté del trathmien-
t* <• t* S «U« ¿1 ai« •*lc* «tu*) SÍJÍ coa-
seguir beneficios ostensibles hen sido abandonemos.
Infecciones focales.-
TI concepto de la participación de'■ * ..A 4 ... ' * ' •
los focos sépticos, en especial los amigdaliJQoe y farín
geos tiene amplia aceptación en Clínica Reúne tológlc» dea-■ •
de hace muchos años atrás. Xstudios experimentales de Àia«»
yer y las investigaciones de Davis y Currman, Welhard,etc»,
y entre nosotros las de Castex y su escuela están acor -V
des en la intervención de estos focos sépticos en la etio-
patogenis de esta enfermedad.
fare Loe, Mea y Worms, de acuerdo a sua investiga«
cipnes, ni tíos operados de sus amígdalas después de su prl-
mi ataque de fiebre Reumática, reducen sua recidivas •
más del 90 %; en cambia los nitíoa reumáticos operados
tardíamente solo se benefician en un £0 & Kaiser inves
tiga la ablación da las amígdalas y vegetaciones adenoi-
deas sobre la frecuencia del reumatismo.
Kstebieco que en 20.000 nietos operados, la frecuencia
del reumatismo era menor en un tercio, en relación a los
niB.es no operados que fueron 28.000; al mismo tiempo obser»
vó que los operados qie hicieron posteriormente reuj^tismo,
acusaron un 50 menos cardiopetías que en los reumáticos
na opere dos.
Otros investiga doras > Ingorman y Wilson, encuentran
en cambie escasa diferencie do las recidivas reumáticas’ a
«favor do loe operados, 76 JÍ y8© peía los no operado«.
A pesar de les discrepancias con respecto a la fre-
cuencia fle les reciflives reumáticas, segán se opere o no,
la tenQ en cía general es aceptar qué se flete extirpar todo
toce séptico (amigflales y vegetaciones) siempre q.uela- .<■ .> '■.? >- • <
4 } ' ‘ .. i. ' T / • ■*
bre reumática no se encuentro en aativiflafl clínico y humo-' -i» <' í v> '■
■■■■* ' ■ ¿ ■ ■'■(■■■ ■ ■■ ¿ Ai i
ral, vale decir, con eritroeédimentación normal.
*’^3.
LUCHA SOCIAL CONTRA LA FIEBRE REUMATICA
Antecedentes historicos.-
Es a partir de., principios de es
te sirio que en Inglaterra y astados Unidos la preocupa -
cien de los investigadores encuentra eco en los organis -
líos estatales, creándose una serie de instituciones desti
nadas a prestar amparo y cuidados al cardíaco.
En Estados Unidos, en 1912, es f-undada le primera
clínica cardíaca para adultos en la ciudad de Nueva Yorh
y la s primeras para nirlos en 1915. En Inglaterra, a par -
tir de los mismos arios, se Lian hecho progresos notables
a expensas de su organización nocional. En Francia, el
alma de la moderna organización de la lucha centra las
cardiopatías fuá Vaquez. Es también en gran parte, gra
cias a su entusiasmo y dedicación a estos problemas que
se han organizado en otras partes del mundo y en nuestro
país, según veremos más adelante dispensarios, hospita
les e Institutos. En 1929 fundó en París "L’aide aux Car-
diaques" la que ha realizado una obra importante dentro de
su finalidad especifica.
También por esa época el profesor Liau funda "L’asso
ciation Amicale des Cardiaquea” que ha desarrollad o una
proficua labor# En 1931 fundó Bausset, "L’entraide des
Rhumatisante”> institución ¡pe llena necesidades semejan
tes a las anteriores« En la República Argentina los Tres,
macere y Costa Bertani habilitan en Agosto de 1932 un con-
sal torio fie Beumatologla y Uerdiología que funcione des
do esa fecha.
ORGANIZACION DE LA LUCHA EN EL EXTRANJERO
La Lucha antirreutiátice en Inglate -
rra cuente en su organización con los casos de convele -
concia y las escuelas para nittos reuma ticos y cardíacos
-ue junto con los centros de diagnostico y tratamiento
de la Cruz Boja Británica, de.en sor tenidos cono modelo
a tener en cuenta en la cancana antir^eumatica, dada su
perfecta organización. En los suburbios de Londres, fun
cionan los Hospitales de Garshalton y do West Wickhaia,(j>e
están reservados a los nihos reumáticos, contando 400 ca
mas el primero y 80 el segundo« Guando salen de los hospi
tales generales aquellos que tienen lesiones cardíacas
principalmente, son sometidos a un reposo prolongado en
condiciones excepcionalmente favorables de clima, aerea -
cion, so le amiento y alimentación« Además se han tomado to
des lea disposiciones pera
meses o más, pudiendo allí
To^a . ía ai abandonar estos
<iU8 puedan pasar cuatro, seis
mismo continuar sus estudios
os ta ble cimi en tos, se les hace
pa^ar algunas semanas en una casa de convalecientes a ori-
lias del mar y hacen una ultima estadía de ocho a quince
días en üershalton y ^est Y.’ic^em, antes de ser reintegra
dos sus hogares. Después son vigilados durante largo
tiempo mediante visitas regulares en su casa o en los con
sultorios hospitalarios . Las condiciones de habitación ¿q
los niríos hospitalizados soni: objeto de encuestas particu-
lares y en lo posible los defectos que se constatan son
remediados* â su salida de los hospitales especiales los
nitíos son dirigidos a las escuelas que más le conviene
en relación a sus posibilidades. La unidad de comando y
una coordinación perfecta, aseguran el rendimiento espera
do
In 1st ados Unidos, donde fueron fundadas por prime -
re vez existen casas de convalecencia similares destin'n-
dose una cama de convalecientes de reumatismo cardíaco
para cada 100. ..00 habitantes de las grandes ciudades.
Sn cuanto a las escuelas especiales para ñiños reu-
ma ticos 00 do haoer notar que es en Ingle terra, y Estados
4
Unidos donde existen, teniendo entre sus características
principales: estar dotadas de enfermos, horario especiales
paro asegurar, el reposo en el curso del día y en particu
lar después de las comidas, supresión de las escaleras,etc
fn la ciudad de Birmingham, funciona una de ellas alojando
90 alumnos repartidos en cuatro divisiones de acuerdo
a sus posibilidades físicas, pasando en las dos primeras
casi todo el día enbre reposaras, pare ir luego e lea
siguientes a medica que su estado mejora. Se destina un
maestro por cada ¿5 nirios, habiendo ñoras ae curso
pox semana •
ah ónile aesae 19ó9, data una Ley ae Prevención
de las i¿ar aiopa tía s, luberculosis y ¿Sífilis« Por esta oey
se exige a todos los beneficiarios de las Cajas pe Previ
sión un examen anual, :xue se ha denominado "Examen de Sa
lud" que consta de una revisión somera tendiente a despis
tar las afecciones enumeradas. Los casos positivos pas?..n
un grupo de médicos especialistas para su tra tamiento. Si
el individuo estuviese sano, quedan consignados sus antece,
dentes en una ficha especial que se archiva hasta el próxi
mo examen anual.
Los enfermos aparte de las medidas terapéuticas
zan de un "Subsidio reposo” en clima apropiado si se cre
yere necesario o bien en su domicilio. El "subsidio roco
so" significa la mantención del salario íntegro durante
el tiempo conveniente. Todas estas medidas son estudiadas
y adoptadas por le Comisión de Uodicine Preventiva, cou -
puesta de un Presidente, Secretario y tres médicos: un
cardiólogo, un tisiòlogo y un sifilólogo que juzgan en su¡
respectivas especialidades. Equipos así, se hallan instai«
dos en las principales ciudades del país. Par® el medio
rural se cuenta con equipos motorizado® provistos desde
Bayos X a laboratorio, que hacen el "examen de salud”.
En lo concerniente a Cardiología) elf’e/.eLen de salud'’
comprende: a) examen físico y somera historie clínica, in -
el uso d e te ruina c ion de la tensión arterial; b) radiosco *
¿la de tórax; c) examen de crina; d) examen "e sangre (V/a-
ssermenn y Khan). Cualquier alteración sospechosa de afee -
ción ce rdiocircula toria, determina el envío del paciente
el cardiólogo que trataré de llegar al diagnóstico, contan-
?o pare ello con todos los medios ^o'ernos. Logrado el
nóstico se clasifica a los sujetas de acuerdo a las ñor as
Pe la ¿merican Heart ¿asocia tifin: 1) Enfermos cardiocir -
cula torios confirmados; {¿) Enfermos cardiocireuletorios
sospechosos (aquellos ¿ue teniendo síntomas o signos p"o -
¿ios de cardiopa tía s > no se puede ¿firmar o negar la exis
tencia de una cardiopatía determinada). Después de un pe -
ríodo de observación se los da de alta o se los incluye ,en
el grupo anterior 3) Enfermos predispuse toa (aquellos ¿ue
no teniendo ningún síntoma de afección cardiovascular pade
cen ^e reumatismo, sífilis o diabetes que predisponen a a^-
Uuirirla).
Los enfermos del grupo 1, son divididos en: a) aque
llos -xue a pesar de su enfermedaf pueden desarrollar en bus«
ñas condicione« su trabaje; b) los que efectúan su trabajo
con pequeras limita .iones; c) los xue trabajan con grandes
limitaciones; d) los utie están imposibilitados de realizar
cualquier trabajo por sencillo ^ue sea.
In estos cuatro sub grupos, la ley de üed„ciña Preven
tiva se aplica plenamente. Los enfermos gozan del subsidio
reboso* fluiente un tiempo prudencial en su hogar o en
1 ¿anee fle lea "cases fle reposo'1 con .xue ge cuente a
t 1 fin* Si se efectúa en el domicilio del enferio, el
módico prescribe un tratamiento y le indica día y hora pa
ra seguir su evolución, mientras una visitadora especia
lizada controle la correcta realización de las prescrip
ciones ordenadas durante las visites periódicas a domici
lio«
Si el enfermo presenta alguna gravedad es hospita
licio o traslado a laswcasas de reposo" dirigida por un
cardiólogo y dotada de todo lo necesario para tratar es -
tas afecciones.
Le duración de la hospitalización en estas casas
es variable de acuerdo el caso, después de la cual se le
reintegra al trabajo si este es compatible con su capaci
dad funcional* Kn el caso de no serlo, eomo sucede con tan
ta frecuencia, el Servicio Socill es el encargado ^e bus -
carie otro ¿ue se halle de acuerdo con las posibilidades
del enfermo.
Xn el Policlínico Cardiológico del Valparaíso, se
han organizado centros de Beadaptación de Cardíacos clí
nicamente recuperado®, a quienes se ls enseba una ocupa
ción sencilla pue no demande mayor esfuerzo*
Los individuos recuperados viven permanentemente ba
jo vigilancia módica para evitar en lo posible las frecaen
tea agravaciones. Los irrecuperables, al ser declarados ta
les, no pueden gozar del beneficio de esta Ley, debiendo
¿cocerse a La disposiciones provistas para estas even
tualidades. Las ventaja de estos servicios es la'unifor-
_ip¿.d de OT¿c.niz ción en todo el pele, tanto administra-
tiv¿ como cié.tifie amen ts; el criterio diagnóstico y te
rapéutico 63 similar, de modo pue las cifras estadísticas
son cOi-ipareLLes entre si, con lp <¿ue es posible establecer
la diversidad de frecuencia de estas afecciones en las
d-stintas repiones del país. Al comentér detalladamente
Le Ley Chilena de Prevención de las Cerdiopatías, he pre
tendido destacar el paso xue se ha dado en el país herí-a
no hacia una mejor solución del problema pue las enfer -
ménades cardíacas plantean el Estado moderno.
En el Uruguay, la lucha contra las card iopatías reu
máticas puede resumirse en un plan pue dividido en tres
partes contempla los aspectos cardinales del problema
médico social ^ue las mismas involucran.
La primera parte ¿ue titularemos de Enseñanza Papu
lar comprende: 1) Distribución profusa de cartillas ?e
propaganda; 2) Conferencias ^ue se propalan por radio
telefonía en forma de ciclos; 3) Publicaciones perió -
di cas en la prensa; 4) Conferencias en lugares públicos;
5) Colocación de letreros y murales* La segunda parta de
nominada de Colaboración oficial, comprende: 1) Obtención
de facilidades económico-sociales; 2) Creación de un
Centro Antirreumático cardiológico infantil; 3) Creación
de salas para nitlos con cardiopatías reumáticas; 4) Amplia
ción y perfeccionamiento de la Policlínica Cardiológica
(localfparsonal,útiles, etc*)*
La tercera parte del píen titulada: lase fianza Me di
ce, propugna: 1) Dirección especial del estudio de la In -
fermedad de Bouillaud, en la facultad de Medicina; 2) Cur
sos especiales a los estudiantes de Hedidas, odontología
farmacia, obstetricia, nurses, visitadoras, y enfermas; 3)
Mantener la atención de Los médicos distribuyéndoles loe
datos clínicos estadísticos de interés, sobre la Enferme •
dad de Bouillaud«
ORGANIZACION DE LA LUCHA EN NUESTRO PAIS
La Lucha médico-social contra la fiebre reumática
y las cardiopatías por ella determinadas ha tenido en la
República Argentina entusiastas y competentes propulsores.
Los Dres. José M. macera y Guido Costa Bertani, habilita
ron en Agosto de 1932 un consultorio de Reumatologia y
Cardiología q,ue funcione desde en táñeos. Luego en abril
de 1934 el seriar Costa Bertani presentó un proyecto sobre
Profilaxis del Reumatismo q.ue fue aceptado, propiciando
el Ateneo de dicho consultorio la realización de Jornadas
Médicas Reumáticas <¿ue se realizaron en 1935. Fueron con
feccionados además, cartillas con consejos, como así tam
bién se difundieron publicaciones sobre la importancia del
reumatismo en el niho, couou la del Br. Rodolfo Rey Sumay.
A continuación fuá creada la Liga Antirreumática. Y casi
simultáneamente, es creado por la Ley 12.3000 el Centro
Antirreumático de la Facultad de Medicina de Buenos Aires*
11 proyecto de ley fué presentado en 1935 por los Eres.
José Azoe, y Eduardo Exaudan y promulgado en setiembre de
1936; esta en funcionamiento desde utn de 1937, siendo
dirigido por el Pr. Aníbal Ruíz Moreno*
XI profesor Br< Rafe al Bullrich es al iniciador y
propulsor de la "Ayuda el Cardíaco” organización cue con
loa múltiples dispensarios pue dispone eetMlnente presta
una importante y eficaz ayude en la lucha contra las car-
diopatías. Le lucha se completa en la ciudad óe buenos
hiroa con consultorios de reumatismo y de cardiología
anexos a la¿ calas de clínica Médica en casi todos los
Hospitales Municipales y privados.
La organización de Ajuda al Cardíaco, en el Lito
ral Argentino, oficializada por la Facultad de Medicina
del Litoral mediante el Dispensario que funciona en la
cátedra de Clínica Médica del profesor Staffieri bajo la
Dirección del Dr. Luis González Sabathie, lleva cumplidaa
una importante y fecunda labor.
Lo mismo cabe decir del consultorio de Enfermada -
des Reumáticas y cardíacas que funciona desde 1939 en la
cátedra de clínica Pediátrica y Puericultura del Profesor
J. 6. Escalde Cuestas.
Por lo que llevamos dicho/ vemos que entre nosotros
la actualización del problema médico social de la fiebre
reumática, reconoce una antigüedad muy limitada. En elI
lapso de unos pocos afros se han hecho pues grandes progre
sos lo que 69 justicia destacarlo. Comenzando por comba
tir la ignorancia del público respecto a la gravedad del
reumatismo poliarticular agudo, apercibiendo a los padres
de la invalidez que significa una localización cardíaca
de la enfermedad reumática, educándolos sobre la importan
cia de reconocer los pequefros síntomas: dolores articulares
ligados que en determinadas ocasiones acusan sus hijos y
a los (ae no se les atribuye ninguna trascendencia, dolo
res musculares, anginas febriles, etc. Se ha tomado en
cuente definitivamente, la fificultad que entraüa una ob
servación prolija y un tratamiento adecuado de estos en
fermos en los consultorios externos de hospitales genera
les, siempre muy concurridos y con escaso personal para
su asistencia. De la consideración de estos problemas en
toda su profundidad y extensión; frecuencia del reumatis
mo con sus localizaciones cardíacas proporcionando gran
número de nihos lisiados; ignorancia del pueblo de la tras
cendencia de los pequemos síntomas y la imposibilidad de
detener el mal y combatir eficazmente sus efectos desas
trosos en los servicios de clínica general, ha surgido en
nuestro país, ese magnífico movimiento de protección y ayu
da del niíio reumático y d e su grave cardiopatía. Se ha ido
recogiendo la experiencia y los adelantos de los países
que marchan a la cabeza de las conquistas médico-sxciales
y en la medida de nuestras posibilidades, se las va incor
porando a nuestro medio. Se contempla la lucha en todos los
frentes y crean centros y dispensarios a cuyos consultorios
concurren tan solo reumáticos y cardiovasculares. Desde el
punto de vista de la profilaxis, se ilustra al público me
diante conferencias radiales, como las que auspiciadas por
la Sección "Enfermedades Sociales", fueron propaladas en
la ciudad de La Plata de abril a junio de 1946; se dan con
ferencias en bibliotecas, clubes de barrios suburbanos; se
publican artículos en los periódicos, afficheg murales, fo
lletos, etc* insistiendo sobral •) gravedad de le enfermedad
reumática; b) importancia de consultar por los más pequemos
síntomas; c) greber la importancia de hacer correetemen te
el tratamiento «urente tocto el tiempo que el médico consi
«ere preciso pera alejar le posibilidad de la, Ucallaación
car< leca, d) advertir que son causas predisponentes: el
frío, los lugares húmedos en que vive el .niho, le vivien
da intihigiénice, pobre en luz, aire y sol, los focos sép
ticos de amígdalas y dientes, etc.
La vigilancia de los enfermos de reumatismo solo se
puede hacer con provecho en clínicas dispuestas a ese fin,
r.e cuenten con personal especializado. A estos caa tros con
currirán los nihos que presentan cualquier manifestación
doloroso sospechada de reumatismo-, que
algunos de los consultorios d.e clínica' gene-al de lo han sido vistos en
ri cj
pitdes. To^o enfermos tratado, deberá
historia clínica, su f'tener, aparte de su
ficha cardiológica completa, por lo
ue resulta indispensable contar en cada centro de lucha
o Dispensario con un electrocardiógrafo y un aparato deHayos X. Además contaran con laboratorio anexo para YZasser- mann, Khan y eri tro sedimentación.
K1 emfermáío por otra parte, será instruido para
¿¡ue aprenda a reconocer y valorar las pegueras ela
ciones de la enfermedad reumática y a cuidar sus fuerzas
y energías para no malograrlas en inútil y peligrosa ac^
tividad, así como a considerar el reposo como la medicación soberana fie te aféicióii' cardiaQa-
Al lado de esta obra médifta, está la Social.^, ^ue el
Centro Antirr eumético realiza, y ain la cual amella está
destinada al fracaso« Sabido es 18 importancia de la vi¿i—
lancia del cumplimiento de lag prescripciones medicas
^6r¿ el éxito terapèutico, en enfermos como estos en que
las indicaciones respecto a la vide, reposo ,y alimenta
ción deben ser cumplidas con rigurosidad por un tiempo
habitualmente muy largo* ®s la Visitadora quien debe
prestar una colaboración moral de la mayor importancia.
La reacción de los enfermos y familiares, cuando se diag
nostica una enfermedad cardíaca, que la mayoría considera
incurable y de la mayor gravedad, es un aspecto q,ue debe
ser tenido en cuenta. La Visitadora Social q.ue debe cono
cer en sus lincamientos generales la especialidad en quo
actúa, con espíritu psicológico será la encargada de orien
tar al enfermo, de darle conformidad espiritual y confian
za en el tratamiento • instruirá a los familiares sobre
la conveniencia de cooperar en el cumpliento exacto del
mismo; haré cumplir las prescripciones medicas, no coi_o
una imposición del médico, como muchos enfermos sienten,
sino como una necesidad individual, como realmente es.
Debe recordar per iòdicamente la necesidad de consultar
al médico, de continuar Las directivas señaladas y evitar
la pérdida de confianza y la desmoralizaciónt Tratará de
precisar las circunstancias sociales y económicas de la
familia del enfermo, así como las condiciones higiénicas
de sa ubridad, aereación, hu.edad, etc., de la vivienda.
en esta forma como se prolonga la acción del médico
hasta el hogar del paciente controlando el curso de la
enfermedad y creando vínculos afectivos cjie facilitan y
er
y breen más Greta y eficaz le realización dele obra.
Le Ayuda Social es la que tiene por objeto facili
ar a los de condición económica deplorables placas radio
gráficas, ele ctrocardiograma s, análisis , amigdalectomías
v e. tracciones dentarias gratuitas, así como los medica
mentos necesarios pare une correcta y eficaz terapéutica.
Por intermedio de la Ayuda Socisl se cumple pues, con una
tarea de profundo contenido humanitario.
Pero para el éxito de la lucha contra la enfermedad
reumática dada la complejidad del problema v de sus múlti
ples faces, fué necesario en la provincia' de Buenos -aires
La estructuración de un plan integral de Lucha. La elabo
ración del mismo fué confiada al Dr. "Ramón Tau, Jefe de
la Sección ”lnfermedades Sociales” por el director de Hi
giene de la Provincia de Buenos Aires de aquel entonces,
Dr. .Francisco B»-3’ Ovidio. £1 plan comprende la luena en
el terreno curativo, preventivo y en el social habiéndose
seguido pera sus lincamientos las indicaciones de los Pro
fesores Dres. Rafael Bullrich y Aníbal Raíz Moreno.
Matá dividido en cinco partes y cusca la uniformi
dad de organización en todo el territorio del primer osea
do argentino, tanto desde el punto de vista científico co
mo administrativo, lo que aparte de una rna* or eficacia en
la acción- emprendida, ¿b rmitirá que las cifras estadísti
cas que se obtengan resulten comparables entre si y que
de ellas surja la densidad y frecuencia de las enfermedad
reumática en la provincia«
>n le primera per te propugne nue La dirección de
le luche sea ejercida por la máxima autoridad sanitaria
de la Provincia, actualmente, el ministerio ^e Salud Pú
blica quien podrá delegarle pera su conducción en el
Jefe de la Sección "®nfermededes Sociales"*
La segunda parte encara la formación de un"Consejo
de lucha", medida harto justificada j necesaria para evi
tar interferencias y superposiciones. Pues si lien, antes
Dirección General de Higiene, hoy Ministerio de Salud Pu
blica, tiene el cometido de la defensa de la salud de la
población en todos los órdenes, 4fiy que recordar que hay
reparticiones en el orden provincial q,ue por contar con
sus respectivos cuerpos médicos y gozar de autonomía ad
ministrativa, es indispensable agruparlos en la Lucha ^n-
tirreumática para coordinar los esfuerzos. A los represen
tantes de dichas reparticiones se ha agregado uno de la
facultad de Medicina de La Plata, con el fin de vincular
el^Consejo de Lucha" con nuestra más alta casa de estudio.
Tn última instancia, estaría compuesto asís por el Jefe
de la Sección "Infermedades Sociales", el delegado de la
.Facultad de Medicina, el delegado de Dirección General de
Sscuel88 y uno de la Dirección General de Protección ce *e
ñores. Kste Consejo de Lucha "tiene como objeto coordinar
la acción y aunar los esfuerzo« en las respectivas juris
diccional de cada delegado.
La tercera parta está dirigida a Lograr un mejor
nnnonimianto do la Piebre 'Reumática por los médiooa y por
sus colaboradores inmedia tos para una más eficaz tarea
■’’o conjunto. Se la ha titulado de "Educación Sanitaria**
v pretenda lograr: a) Tara lós médicos, q.ue en la facul
tad se realicen cursos teórico-prácticos para graduados,
a los ^ue estarían obligados a concurrir los médicos ¿ue
se dedicaran a la Lucha Antirreumatica y Cardiovascular,
los que serían de actualización y perfeccionamiento» para
los que estuvieran ya en funciones corriendo el Estado
con Los gastos de pasaje y viáticos*
b) Para los estudiantes: solicitar a las autoridades
de La Facultad de Medicina La intens -f icación del estudio
del 'Reumatismo y de Las Enfermedades Cardiovasculares
desde el punto de vista médico Social.
c) Para las Visitadoras de Higiene y Asistentes So
ciales: Propiciar ante Las Escuelas de Visitadoras 7e la
c$ter?ra de Higiene de La Facultad de medicina, ante el
cuerpo Médico Escolar y ante la Escuela de Asistentes So
ciales y otras afines, la inclusión de le especialidad
re urna to-cardiovaacular entra las alumnas qus siguen estos
cursos.
d) Para los farmacéuticos: llegar hasta los farma
céuticos, idóneos, etc., tratando de ilustrarlos pare qu e
sepan encaminar a los enfermos que llegaron a ellos en
tren de consulta, al médico o a La Institución que aplica
ría sin tardanza el tratamiento necesario.
e) Para los enfermeros: Preparación del personal de
enferm.1.«, incluyan«» telillas «e Eiofilaxis Antirreumáti
ca y de les Enferme de el es Cardiovasculares en I03 pro-
gramas riel curso que pera desempeñarse como teles deben
s e guir»
f) Para el publico: tratar de llegar en toda forma
a Las masas populares para informarles por lo menos de
Ion principios básicos del la lucha Antirreumótica. Para
ante fin se deberán utilizar periódicos, volantes, radio*
telefonía, cine, escuelas, afiches, conferencias, etc.
La cuarta parte del plan comprende las ’’Organiza -
ciones Senit arias ”, encontrándose enumerados aquí los re
cursos que la técnica moderna ofrece para ser puestos al
servicio de la lucha «Antirreumática. Entre ellos, un Cen
tro «Antirreumático , Dispensarios, casas de convalecencia
’ .Asilos o Pabellones para crónicos»•/
El Centro Antirreumático a instalarse en la Capi
tal de la Provincia abarcaría la parte de experimentación
La parte ^sistencial» Deberá estar dotado de:
a) Consultorio« atendidos por especialistas
b) Sales exclusivas pera reumáticos cardiovas
cula res.
c) Pono y electrocerdiografía.
d) Gabinete de Bayos X
e) Laboratorio
f) Sección Experimentación
g) Mécanoterapia
h) Sección fisioterapia
i) Servicio Social, a base de Visitadoras de
Higiene.
j) Secció-n para La terapéutica por el trabajo
y la reeducación.
En cuanto a los Dispensarios, se distribuirán por
la Provincia de acuerdo a le densidad de le población y
e la morbilidad y mortalidad reumática y cardiovascular.
Se procurará por otra parte que en cada Hospital y en
todos los Servicios de Pediatría, haya anexo un Dispen
sario de lucha An tirreumá tica * Indudablemente, el ideal
de ubicación de los mismos sería poder crearlos en aque
llos lujares donde le morbilidad y mortalidad fueran
mas elevadas por fiebre reumática y enfermedades cardio-
vasculares^ pero ello no será posible hasta tanto se cuen
te con cifras estadísticas de verdadero rigorismo cientí
fico al par que habría que sobrepasar la dificultad de
que muchos de los Hospitales diseminados en el territorio
provincial, pertenecen a les MnAicipioa> vale decir no de
pendan de la Administración Provincial, aparte por supues
to de aquellos que pertenecen a Instituciones privadas.
Xn la ciudad de La Plata se cuenta con tres Dispen
sarios An tirreumáticos v contra las Enfermedades Cardiovas
culare8, siendo ellos: el del Hospital Policlínico que fun
ciona en horas de le mahana, el de la Asistencia Pública
que lo hace en horas de la tarde y el del Hospital da Ni-»
Eos. Afli n.i amo existen otros Dispensarios del mismo tipo
en el Instituto "Luis GSemes” de ríeselo en el Hospital
Policlínico de Bahia Blanca, en el Hospital Regionsld
de Junin y en el Hospital Municipal de Chivilcoy. Encon
trándose proy ectados ye la creación de otros similares
en las localidades de Zérate, General Villegas y Lobos.
Cada uno de ellos cuenta por lo menos con un medico Jefe
une Visitadora de Higiene y una enfermera, como personal
técnico indispensable» Y en cuanto a elementos: un elec
trocardiógrafo, un aparato de Rayos X, archivos de radio
grafías, electrocardiogramas e Historias Clínicas, instru
mental para realizar el examen completo de los enfermos,
¿sí como medicamentos para los pobres.
El horario de funcionamiento de los mismos sera ade
cuado para la mayoría del público; de preferencia tres vo
ces por semana y en forma gratuita para los pobres, pu -
diendose establecer un arancel para los que puedan pagar.
9e desprende la conveniencia de que los Dispensarios cuen
ten para sus asistidos con Laboratorios, Rayos y Fisiote
rapia, así como el mantener estrecho contacto con los Ser
vicios de Clínica y Cirugía, Especialidades, -Pediatría, Che
tetricia, Tisiologíe, Diabetes y de Enfermedades de la san
gre. Atenderán además déL público que concurre espontanea-
mente, los enfermo« enviados por los médicos, los escola
res enriados por las Visitadoras, los obreros que surjan
de las pesquisas sistemáticas que las campabas de Bduca-
"Ción sanitaria popular propiciarán en fábricas v talleres;
los empleados de la Adminiatrecién y los aspirantes a ti-
De lasw0asas de Convalecencia ”, dirácjiue se propi —
cia su. creación en ± urina semejante a las -¿ue he menciona-
oo iuncionan en Inglaterra, Estados Unidos, etc», con el
objeto de internar a pacientes qjie acaban de sufrir la enfermedad reumática t
Un cnanto a los Asilos o por lo menos Pabellones pa
ra crónicos se nec sitan con el fin ele internar a pacien
tes xue requieren ser evacuados de los servicios hospitala
rios comunes v a por falta de capacidad, ya por exigir lar
gos lapsos de reposo. Sería ideal que contaran con una Sec
ción de Labor terapia y Reeducación»
Tn la quinte y última parte de este plan de lacha
tan completo se considera la ’’Acción Social” den :roi.Ze la
cual considera como principales horizontes: a) combatir
las h¿ Litaciones húmedas y frías; b) Propiciar el seguro
contra el Reumatismo; c) Propiciar la disminución del costo
de vida y buenos salarios pare los obreros. Vigilancia es
pecial de las profesiones más fatigantes, d) inspecciones
periódicas a los locales de trabajo para eliminar los am -
bientes húmedos, fríos o ventosos, que puedan favorecer le
eclosión del reumatismo, e) Propiciar alrededor de los Dis
pensarios la creación de sociedades de Ayuda al Cardíaco
y al Reumático, al estilo de la Capital Jfederal y de las
—que funcionan en el extranjero, a los efectos de prestar
tutela material y moral a los enfermos <que por su dolencia
se ven obligados a hacer abandono de sus tareas, f) Propi-
tuleres; los aspirantes a Jubilaciones o pensiones por
enfermeSafl reumática o cardiovagcuXar.
provinciales comoCiar ante los Poderes Públicos, tanto
municipeles y ante lee Instituciones Privados que los car
gos sedentarios sean otorgados de preferencia a personas
con cardiopatjas, con disminución de su capacidad físicax j ‘ ,, - » ,. ‘ * ■■ /' - ; ■ -3
que podrían ser indicados por el centro a los Píspense»
ríos Antirreuméticos ♦
Con la enumeración y comentario del Plan de lucha
Antirreumática de la Provincia de ¿menos iires doy por
terminado el estudio que sobre la lucha medí ce-social con
tra las Oardiopatíás Eeumáticas he realizado como.modos»
to trabajo de Tesis, haciendo votos para que en breve pie
so nuestra patria se encuentre a la cabeza de los países
que marcan rumbos en el terreno de las conquistas médico-
socialés.
CONCLUSIONES
1) La fiebre reumática merece ser declarada enferme
dad social, por la grcn cantidad de enfermos que ella re-a
gistra sobre todo en la segunda infancia y adolescencia,los
^ue por su localización cardíaca lleva a ser elementos
inútiles a si mismos y a la sociedad.
2) La fiebre reumática ocupa el cuarto lugar entre
las causas de cerdiopatías, con el 12,7 el 14,25 %, según
las estadísticas argentinas.
3) Gran parte de las personas que son incapaces fí
sicamente por lesiones cardíacas, reconocen la riebre Neu
mática como causa de su afección.
4) La liebre Reumática es tanto más curable cuanto
más precoz sea el diagnóstico y el tratamiento.
5) Todo cardíaco con antecedentes familiares reumá
ticos o reiteradamente anginosos, debe hacer sospechar Fie
bre Reumática, aún en el caso iue sus síntomas articulares
hauan pasado inadvertidos.
6) Todo enfermo de liebre leumática, debe ser consi
derado contagioso para los que conviven con él, por lo
que evitaré los contactos innecesarios y directos y las
convivencias estrechas.
7) Por el desconocimiento que tiene el público de
-esta enfermedad, es necesario insistir con la propaganda
periodíatiot y radiotelefónica, cineoiatogrófioe, affi -
che«, conferencies en escuelas, ‘bibliotecaa, etc*
8) Es necesario ^ue en la -Facultad de Medicine
intensifique el estudio del Reumatismo y de las En
fermedades Cardiovasculares desde el punto de vista lié -
^ico-Socielé
9) la necesario que los colaboradores inmediatos
del médico : enfermero, Visitadores, -Farmacéuticos y Odon
tólogos, conozcan mejor la Fiebre Reumática, pera obtener
mejores resultados en la Lucha conjunta emprendida con
tra este enfermedad»
10) Por la probada necesidad de los Dispensarios de
Lucha -Antir reuma tica y contra las .Enfermedades Cardiovas
culares, debe propiciarse se anexe uno de ellos a cada
Hospital del país,
11) Cada Dispensario debe ser dotado de personal
especializado y de todos los recursos modernos de diag
nóstico y de tratamiento,
12) Debe propiciarse la creación de Casas de Con
valecencia y de Escuelas para ni&os Neumáticos y con le
siones cardíacas, semejantes a los que funcionan en In
glaterra y Estados Unidos,
13) Debe propiciarse la creación de -Asilos o Pabe -
llones para crónicos del Aaparato Cardiovascular, los que
deberán estar dotados de Servicios de Labor terapia y Ree
duca ción.
14) Solicitar a las Autoridades Nacionales, Provin
ciales y Municipales, así como a las Instituciones priva
das ¿ue los cardíacos (ji e solo pueden realizar esfuerzos
físicos mínimos, sean empleados de preferencia en los car
¿os sedentarios»
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BEPUBLIQn ARGENTINA EN 1935 - Rev. Aig. de Reuuatología »•• Agosto de 193£
19) EL PROBLEMA Dt* ^,'KWSKtlSíA® ^WüiuÁTiqA DSL NIÑO EN SLÜhUGUa^Ç Revisté" Argentina de Reu— wtologia - Mayo. 193 9
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BEL ■ fcO»-ALBERTO Si ;ÆA\6INIBav. 'íW. .&e<.Peamatolo£ia'4944 *
W'?W^Alá&AD POR MBBRJI RNW^M EN LA MULLICA.-¿RGS$-" .... , • i>i!.RHU„â^^-Iâ','- .-1938'. -« . ' ‘
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