Resumen Falcon y Matsushita

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Estado, empresas, trabajadores y sindicatos. Ricardo Falcón y Alejandra Monserrat. Cap. IV

Cuatro etapas:

1) Abarca los tres primeros años del gobierno de Yrigoyen y se caracterizó por conseguir la adhesión de los trabajadores a través de arbitrajes en los conflictos entre capital y trabajo, que aceptaban esa actitud gubernamental.

2) Abarca desde enero de 1919 (Semana Trágica) hasta 1922 donde culmina el primer gobierno de Yrigoyen. Se caracteriza, sin abandonar la cuestión anterior, por la sanción de leyes protectoras del trabajo.

3) Se desarrolla entre 1922 y 1928 con el gobierno de Alvear en el que se da una baja conflictividad social y cierta bonanza económica.

4) Cubre el segundo gobierno de Yrigoyen hasta el golpe del ’30.

MOVIMIENTO OBRERO ENTRE 1916 y 1919. PRIMERA ETAPA

En 1915, durante el IX° Congreso de la FORA, se produce la división entre la FORA IX° Congreso (con mayoría sindicalista) y la FORA V° Congreso (Anarquista). Cuando H. Yrigoyen llega al poder comienza a tener “puntos de intersección” con la FORA IX° Congreso. Por un lado, a los radicales les llamaba la atención el apoliticismo y las reivindicaciones gremiales de éstos. Por otra parte, Yrigoyen se mostraba como un presidente con austeridad, con predisposición a dialogar con los trabajadores y además las promesas de mejores condiciones de vida.Esta relación se cristalizaría sobre todo entre gobierno y la FOM (Federación Obrera Marítima).Los orígenes de los Sindicalistas Revolucionarios se remontan a 1906 cuando éstos adoptan las ideas de los sindicalistas franceses Arturo Labriola y Georges Sorel. Para la segunda década abandonan las posturas revolucionarias y plantean un apoliticismo, además de la consecución de reformas que mejoraran las condiciones laborales de sus representados. Su inclinación a negociar y apoyarse en el Estado provenía de la inserción en gremios del sector servicios, vinculados a la economía agroexportadora y enfrentados a compañías extranjeras. La base de los acuerdos tácitos entre la FORA IX° y el gobierno era que los radicales no construían organizaciones gremiales que compitieran con las de los sindicalistas y éstos no intervenían en los procesos electorales. El enemigo común era el Partido Socialista, quien competía por la misma franja de votantes que los radicales además de la hegemonía en los sindicatos contra sindicalistas y

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Período 1916-1930

anarquistas. Los socialistas centraban su tarea en el parlamento para sancionar leyes protectoras del trabajo pero no abandonaban su rol en la FORA IX°.

EL ARBITRAJE ESTATAL

Para poder comprender que es lo que ocurrió a partir de 1916 respecto a las políticas hacia la clase obrera urbana, es preciso analizar brevemente el período del gobierno oligárquico anterior.Hasta 1902, el Estado dejaba librado a la prescindencia de la correlación de fuerzas en el ámbito del consumo y la producción para el mercado interno. Pero cuando se trataba a sectores vinculados a la economía agroexportadora intervenía directamente con la represión. Lo mismo ocurría con cualquier conflicto que alterara el orden público.A partir de 1902, el Estado interviene con un juego de pinzas sobre la clase obrera. Por un lado, sistematizó la represión en el plano legislativo (Ley de Residencia, inspirada por Miguel Cané) como en el de la acción directa. Al mismo tiempo, presentó un proyecto de Código de Trabajo en 1904 que contenía las principales demandas del movimiento obrero y por otro lado, establecía mecanismos regimentadores de la vida sindical. El proyecto nunca fue sancionado por oposición de los trabajadores y los industriales.La sanción de la Ley Sáenz Peña abre el mercado político para los conservadores porque vieron que podían incorporar a los trabajadores, sobre todo a aquellos que tenían la nacionalidad argentina. Prueba de ello es que en 1912, durante las elecciones en Santa Fe, el radicalismo obtiene el triunfo anticipando lo que ocurriría en 1916 en Buenos Aires y en el ámbito nacional.En 1913 estallaron dos conflictos en Rosario que cuenta con la anuencia del gobernador Menchaca quien designa a Daniel Infante (intendente de la ciudad) para apoyar a los trabajadores y el apoyo activo de militantes radicales a los huelguistas.El primero de los conflictos se dio entre los trabajadores municipales de Rosario que reclamaban aumento de salarios. Para entender el apoyo del intendente y de los militantes radicales hay que tener en cuenta dos cuestiones: - Conflicto entre el gobernador y el intendente con el Concejo Deliberante, que

tenía mayoría de concejales de la Liga del Sur.- En las elecciones de 1912, el radicalismo hubiera obtenido una votación

importante en los barrios con mayor presencia de trabajadores, que ya en el gobierno consideraban necesario afianzar. El conflicto terminó con la negativa del gobernador a intervenir el Concejo Deliberante rosarino y con la renuncia de Infante.

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El segundo conflicto es el de los tranviarios, donde había una presencia activa de militantes radicales y a quienes la prensa señalaba como participantes de hechos de violencia entre los huelguistas. El conflicto terminó a través de las resoluciones de un tribunal arbitral convocado por el gobernador. Lo novedoso no solamente es la intervención del Estado sino la de la Federación Obrera Local Rosarina (anarquista) que acató la medida después que ella misma fue la que llamó a la huelga general por 48 hs. Este giro se debe que a partir de 1912 la Federación fue reorganizada apoyándose en las luchas sindicales y abandonando los principios del anarco-comunismo. David Rock señala que este camino es el mismo que va a adoptar el Sindicalismo Revolucionario después de 1916, que es el entendimiento con el Estado para resolver conflictos laborales.

En diciembre de 1916, los trabajadores marítimos declaran la huelga con los siguientes puntos: Aumento de salarios, aplicación de las 8 horas de trabajo, mejoras en higiene y alimentación, entre otros.

La Federación Obrera Marítima (FOM) había sido creada en 1910 y estaba adherida a la FORA IX° Congreso y junto a los ferroviarios eran los gremios con mayor cantidad de afiliados de esta Central Obrera, la cual le daba una presencia nacional que la FORA V° Congreso no tenía.

Cuando estalla el conflicto marítimo, desde los trabajadores no hubo una negativa para que haya un arbitraje estatal y se resuelva el conflicto. Generalmente el gremio marítimo hacía público su gratitud hacia la intervención del Departamento Nacional del Trabajo porque confiaban en Yrigoyen para solucionar los problemas de los trabajadores.

La reacción de la patronal (empresarios armadores) fue distinta. Éstos se oponían a la intervención estatal porque entendían que fomentaba las huelgas y alteraban el libre juego de la oferta y la demanda. Además que derivaría en una intervención continua de los poderes públicos en cuestiones privativas a las relaciones laborales. Se negaban a la mediación del gobierno, a las disposiciones tales como la prohibición a la salida de vapores que no tuvieran su personal completo y la no entrega de permisos provisionales a los tribunales designados para reemplazar a los huelguistas. Es decir, el Estado intervenía para hacer efectiva la huelga y colocar a los trabajadores en iguales condiciones que la patronal para hacer las negociaciones.

Otra de las características del conflicto fue el diálogo fluido que hubo entre el presidente y los dirigentes de la FOM mientras duró la huelga. Éstos le habían solicitado que retiraran a las fuerzas de seguridad para ejercer libremente su derecho a propaganda. Luego de 20 días de huelga la patronal decide que el Estado intervenga para resolver el conflicto sin dejar de solicitar la eliminación de

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impuestos para el transporte fluvial. La empresa Mihanovich manifestó que no podía dar respuesta al laudo arbitral y que se reservaba el derecho de admisión de los trabajadores que habían sido cesanteados durante la huelga. La FOM profundiza la medida de fuerza a la que los armadores responden con el amarre de todos los buques. La patronal justificó esta medida porque creía que la intervención estatal favorecía a los huelguistas.El conflicto marítimo arrojaba consecuencias negativas para la economía agroexportadora. Es por eso que la Bolsa de Comercio y la Sociedad Rural Argentina presionaron para que se resuelva el conflicto. Éste finalmente se resuelve en abril de 1917 con un convenio que posibilitó la normalización de las actividades portuarias. En esas bases figuraban la incorporación de todo el personal que había participado en la huelga y la intervención de la FOM juntamente con los armadores en la contratación del personal de máquinas y cubierta. En efecto, los marítimos consiguieron la reivindicación salarial, el reconocimiento de su sindicato por los patrones y una mayor presencia y decisión para la selección de mano de obra.En esta huelga se puede apreciar los aspectos más importantes de la política laboral del yrigoyenismo. El Estado vehiculizaba indirectamente la demanda de los obreros.El otro conflicto fuerte que debió enfrentar el gobierno radical fue el de los ferroviarios a comienzos de 1917. Éstos estaban organizados en dos entidades gremiales: La Fraternidad, creada en 1887 que agrupaba a maquinistas y foguistas. Era una organización corporativa, reformista y apolítica. Habían obtenido su personería jurídica en 1889 y eran proclives a negociar con el Estado y los patrones. Detestan la huelga como método, salvo cuando están agotados todos los canales de diálogo.La FOF (Federación Obrera Ferroviaria) agrupaba al resto de los trabajadores ferroviarios (talleres y empleados no calificados). Fue creada en 1912 por el Sindicalismo Revolucionario y buscaron incansablemente la unidad del gremio que recién se plasma hacia 1920 con el surgimiento de la Confraternidad Ferroviaria. Las primeras manifestaciones comienzan en las secciones de Rosario y Santa Fe donde se produce la presentación de un conjunto de pliegos y condiciones. Los dos gremios ferroviarios se hacen eco de las demandas y el conflicto se extiende a todo el país. En septiembre la patronal solicita la intervención estatal para resolver el conflicto. En un primer momento tanto la FOF como la Fraternidad se niegan a sentarse a negociar pero los dos con distintas razones. La Fraternidad decía que no iba a sentarse a negociar si el garante del acuerdo era el Poder Ejecutivo y no la Dirección de Ferrocarriles. La FOF por su parte, rechazaba el arbitraje porque pensaba que las empresas no iban a cumplir. Proponían para la solución del conflicto la estatización de los ferrocarriles bajo la gestión de los trabajadores y el sindicato.

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Como el conflicto no se solucionaba la Bolsa de Comercio y la Sociedad Rural Argentina comenzaron a presionar para que el gobierno aplique el reglamento para el funcionamiento de los ferrocarriles. Se conformó una comisión con representantes de la industria, el comercio y la producción del país. El gobierno implementa un Reglamento Provisional que los empresarios rechazan porque les resultaba perjudicial económicamente ya que se reducían las horas de trabajo y se aumentaban los salarios.En octubre la FOM se solidariza con los ferroviarios. Se paraliza el tráfico terrestre y fluvial. El gobierno responde con la sanción por decreto del Reglamento que incluía la aplicación de la ley de jubilaciones, un aumento global de salarios de un 10%, supresión del sistema de multas, readmisión en sus antiguos puestos a los huelguistas de 1912, prohibición de tomar represalias contra los trabajadores que participaron de la huelga. Respecto a las empresas, se le permitió aumentar las tarifas para afrontar los gastos que generarían estas disposiciones. En el campo obrero, esta medida dividió aguas. Por un lado, La Fraternidad consideraba que había que levantar la huelga porque las demandas solicitadas estaban saldadas. Por otro lado, la FOF pensaba que la huelga debía continuar para que se cumpla la propuesta de estatización que ellos habían planteado. Finalmente la huelga se levanta porque la FOF no puede sostener por sí solo la medida y también después de haber tenido una reunión con el presidente. Tal como sucediera con los marítimos, la huelga de los ferroviarios fue resuelta a partir de la intervención estatal favoreciendo a los trabajadores en detrimento de los patrones quienes comenzaron a inquietarse por el rumbo tomado por Yrigoyen respecto a la política laboral y el tratamiento de la cuestión obrera.Paralelamente al conflicto de los marítimos se desarrolla otro en la Municipalidad de Buenos Aires. Los trabajadores reclamaban por sus bajos sueldos y por sus condiciones de trabajo. Antes que declaren la huelga, el intendente Llambías decretó una jornada laboral de 8 horas para todo el personal. A pesar de esta medida, la huelga estalló en marzo de 1917.La reacción del gobierno fue diferente. Autorizó la presencia policial para impedir piquetes de huelga y contrató suplentes para los huelguistas (crumiros). El gobierno consideraba que los trabajadores dependientes del Estado deben dejar de lado su situación personal en pro del bien de la comunidad. Ellos estaban al servicio del interés general, instancia superior a la de los intereses privados. Por ello el trato distinto ante el conflicto.También debe tenerse en cuenta que los trabajadores municipales no estaban ligados ideológicamente con la tendencia sindicalista revolucionaria. Eran en su mayoría adherentes al Partido Socialista, enemigos políticos de los radicales. Además, había muchos trabajadores extranjeros que no tenían derechos electorales a diferencia de los marítimos y los ferroviarios.

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Finalmente, la huelga se resuelve con la represión y el reemplazo de trabajadores nativos (candidatos a votar por el radicalismo) por los huelguistas extranjeros.La prolongación de la huelga de los marítimos y ferroviarios preocupaba a la burguesía argentina. Pensaban que Yrigoyen trataba con complacencia a las organizaciones obreras. En medio de estas críticas estalla el conflicto de los trabajadores de los frigoríficos de Berisso, Ensenada y Avellaneda en noviembre de 1917. La principal demanda era el aumento de salarios. Hay dos hechos significativos. Uno: protección de la policía local a los huelguistas frente a los ataques patronales. Dos: el gobierno nacional ofreció su mediación, a pesar que había muchos extranjeros, pero fue rechazada por los trabajadores. La mayoría de los huelguistas que dirigían la medida de fuerza eran anarquistas. Hubo enfrentamientos entre las fuerzas de la Marina y los huelguistas.El Departamento Nacional del Trabajo dialogaba con los obreros para llegar a un acuerdo. Los empresarios se negaban al arbitraje estatal. El gobierno tuvo dificultades para resolver el conflicto porque gran parte del movimiento era dirigido por los anarquistas y por ende no existía un diálogo fluido. La FORA IX no tuvo peso en la huelga para que permitiese torcer el rumbo de los acontecimientos. Por otro lado, la patronal amenazaba con cerrar los frigoríficos y trasladarse al Brasil. La respuesta final fue la represión lisa y llana lo que demostraba los límites para resolver determinados conflictos que tuvo el yrigoyenismo.

LA SEMANA TRÁGICA

Desde diciembre de 1918 los trabajadores de los talleres metalúrgicos Vasena realizaban una huelga en demanda de aumento salarial y reducción de la jornada laboral. El 7 de enero un grupo de huelguistas, interpelaba a un grupo que seguía trabajando para que cesaran sus tareas y al ser desoídos apedrearon los carros que los transportaban. La respuesta fue dada a tiros por la custodia policial y dejó cuatro muertos y una treintena de heridos, algunos de los cuales morirían después. Este fue el detonante de uno de los conflictos más agudos de la historia argentina. Los sindicatos anarquista de la FORA V° llamaron a una huelga general para el día 9. Durante esa jornada hubo choques entre la policía y los huelguistas que se reprodujeron hasta en el cortejo fúnebre de los obreros del 7 de enero.Un grupo de militares avanzó desde Campo de Mayo hasta la ciudad con un rumor fuerte de golpe de Estado, que fue descartado. La huelga general decretada por la FORA V° se desarrollaba en forma despareja. La FORA IX° decretó la huelga general para levantarla más adelante tras el acuerdo con el gobierno. Consideraron que las demandas de los obreros de Vasena y la liberación de todos los detenidos habían sido cumplidas. Mientras tanto la Liga Patriótica perseguía a anarquistas y judíos. Después de una semana el conflicto se da por finalizado.

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El primer problema en el análisis de la Semana Trágica se debe a sus causas. Los historiadores están de acuerdo en descartar la idea de un “complot maximalista” como pensaban los conservadores. El fenómeno presenta un grado de espontaneidad con diferentes grados. Fue producto de la indignación popular por la masacre del 7 de enero, agravada por la del 9. Privó lo afectivo por sobre lo cognitivo.Puede considerarse como un factor coadyuvante y precedente la situación económica de posguerra, la baja de los índices de desocupación y el descenso del salario real por sobre el incremento del costo de vida.La segunda cuestión es la del carácter del movimiento huelguístico. Fue masivo, aunque con diferentes grados de participación. El momento de mayor participación se reflejó en el acatamiento al paro y en el acompañamiento del cortejo fúnebre del día 9. Hubo roturas de inmuebles y transporte por un grupo de exaltados. En cambio los enfrentamientos armados fueron organizados generalmente por los anarquistas, en grupos reducidos.En tercer lugar, el movimiento obrero no tuvo una estrategia común. La FORA IX° decretó la huelga general tardíamente cuando ya había sido iniciado en algunos sectores de trabajadores. Los Sindicalistas Revolucionarios no trataron de prolongarla en un movimiento insurreccional. Buscaron la vía pacífica y la negociación como vía de solución utilizando la huelga como elemento de presión hacia el gobierno y los patrones. Los socialistas compartían los objetivos de aquellos pero se diferenciaban porque pensaban que el conflicto era una buena oportunidad para impulsar en el Parlamento una legislación laboral. En cambio los anarquistas fueron los que sí intentaron la profundización del conflicto hacia un movimiento insurreccional. Cuando la FORA IX ° decidió el levantamiento la huelga, los anarquistas hicieron lo mismo en base a negociaciones con exigencias más amplias.El cuarto factor sería el comportamiento del gobierno. Desde un comienzo intentó las negociaciones, pero al ver que la violencia se incrementaba, adoptó dos tácticas simultáneas. Por un lado intentó “pacificar” a través de la acción policial. Por otro, intentó conservar las alianzas con el movimiento obrero construida en los tres años de gobierno.La quinta cuestión fue el papel de la Liga Patriótica. Su aparición está relacionada a que las derechas ya no confiaban en la capacidad del gobierno radical de contener al movimiento obrero y por lo tanto deciden actuar por cuenta propia. El sentido de las acciones represivas de las guardias cívicas tenían que ver con ellos se erigían en protectores de la sociedad civil ante lo que consideraban la complicidad del Estado frente al “peligro rojo”.El último problema consiste en saber si efectivamente hubo un intento de golpe militar. La decisión de Dellepiane era un llamado al gobierno para que endureciera sus posiciones. El general habría sido abordado por un grupo de militares para

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encabezar una sublevación a la que éste se habría negado. Es significativo que cuando la FORA V° estaba negociando el levantamiento del paro, allanaron y destrozaron toda la redacción de La Protesta.Las consecuencias inmediatas fueron tres. Primero: hubo un replanteo de las políticas del gobierno ante la censura que generó en sus relaciones con la mayoría del movimiento obrero. Segundo: fortalecimiento con las corrientes sindicales, las menos radicalizadas en el conflicto. Esto es FORA IX° y La Fraternidad. Tercero: mayor presencia de grandes capitalistas y de la elite conservadora expresadas en la Liga Patriótica. Leve protagonismo militar en forma progresiva.

LA LEGISLACIÓN LABORAL (1919-1922) SEGUNDA ETAPA

La Semana Trágica supuso un corte relativo respecto a la situación entre Estado y movimiento sindical. Tuvo que mediar ahora entre la derecha radicalizada en bandas paramilitares y las organizaciones obreras. El Estado propendía a la armonía social, a postularse como garante y establecer el equilibrio de los dos bandos en pugna.Entre mayo y julio de 1919, el poder ejecutivo envía cuatro proyectos de legislación laboral: a) de conciliación y arbitraje b) de asociaciones profesionales c) de contratos colectivos de trabajo d) de prescripciones laborales. Eran mecanismos para discusión de las partes vigiladas por el Estado. Estas iniciativas quedaron cajoneadas en el Congreso porque los radicales no tenían la mayoría. Recién en 1921 se envía a las Cámaras un proyecto de Código de Trabajo inspirado a los que se habían impulsado en 1919. El Código establecía: no obligatoriedad de afiliación sindical; prohibía a los empresarios que se opusieran a la sindicalización; les daba la personería jurídica; la obligación de tener estatutos; la posibilidad de litigar judicialmente; la facultad de celebrar convenios colectivos de trabajo; tener representantes en los diversos organismos laborales y la posibilidad de recibir subsidios. El artículo 482 reconoce el derecho a huelga como “último medio” para mejorar las condiciones de trabajo. El gobierno buscaba un equilibrio de poder entre los sindicatos y los capitalistas.Por otra parte se amplían las funciones del Departamento Nacional del Trabajo. Se le otorga el poder de policía para controlar la legislación, organización de un registro nacional de colocaciones y otras actividades de importancia.El gobierno radical estaba interesado en los trabajadores urbanos quienes tenían importancia en lo electoral. Finalmente, el proyecto de 1921 nunca vería la luz.

EL MOVIMIENTO OBRERO (1919-1922)El gobierno intenta recuperar la estrategia hacia el movimiento obrero. Teme la influencia de los socialistas y le preocupan las legislativas de 1919. El marco

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propicio fue una nueva huelga de la FOM en la que el gobierno favoreció a los trabajadores. No hubieron hechos de violencia. La ANT y la LP no participan. De todos modos los radicales perdieron más de 20.000 votos en las elecciones. En 1919 se produjeron más de 50 huelgas (primeros 6 meses) por dos fenómenos: la inflación y el incremento de la sindicalización.Las huelgas generaron un clima político que hizo reaparecer a la LP y la ANT y la aplicación de la Ley de Residencia y de Defensa Social.La relación entre la FORA IX y el gobierno se resiente por los proyectos enviados al Congreso. Consideraban que se había atentado contra las libertades y derechos ganados por los trabajadores. A este reclamo se suma el PS. El gobierno responde con la actitud de recuperar prestigio y votos acentuando el “personalismo”, fomentando el patronazgo y las políticas asistencialistas. Estas iniciativas se vieron frenadas por la oposición conservadora en el Parlamento.El gobierno adoptó diversas medidas para evitar un incremento de los productos de consumo popular. La que más éxito tuvo fue la cuestión del precio de los alquileres. El Congreso impuso el congelamiento temporario de los alquileres, limitó los desalojos y suprimió los aranceles de importación para los materiales de la construcción. En cuanto a otras medidas para combatir el costo de vida, el gobierno tuvo poca efectividad.En lo político el gobierno había obtenido el logro de la mayoría en la Cámara de Diputados, aunque en capital superó al socialismo por un 3 %. En lo sindical, el impacto de la Revolución Rusa provocó en el anarquismo el surgimiento de una fracción anarco-bolchevique, el socialismo sufrió un quiebre en donde se desprende el Partido Socialista Internacionalista (luego PC) adherida a la III Internacional, los sindicalistas vuelven a sus orígenes revolucionarios en forma temporaria.En 1921 la FOM protagoniza una nueva huelga. El gobierno lo apoya disimuladamente porque además era el único contacto importante dentro del movimiento obrero. Entre los estibadores existía un conflicto entre dos sindicatos, uno anarquista y el otro sindicalista. La ANT lleva inmigrantes para suplantar a los huelguistas.El gobierno cerró el puerto de Buenos Aires para contrarrestar la ofensiva patronal. Hubo choques violentos entre los huelguistas y los rompehuelgas que generó una crisis política. Los taxistas realizan un comunicado repudiando el accionar de la LP y éstos atacan los locales del gremio. Los taxistas declaran la huelga. Los capitalistas se solidarizan con la LP. Se agudiza el conflicto entre las clases.El gobierno finalmente decide reprimir la huelga. Hasta la FORA IX fue reprimida y sus dirigentes arrestados. Se declara la huelga general que fue acatada débilmente, solo la FOM la acató algunos días. Una vez que merma el conflicto, el gobierno envía el proyecto al Congreso del Código de Trabajo.

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Esto había sido posible porque el movimiento obrero vió descender su capacidad de movilización luego de la depresión en 1916. La FORA IX perdía una gran cantidad de afiliados por el disenso interno.En 1920 la FORA IX contaba con 70.000 afiliados cotizantes mensuales. Al fundarse la Unión Sindical Argentina (USA), su sucesora, el número de adherentes oscilaba alrededor de 20.000. Además del deterioro cuantitativo se produce otro de carácter cualitativo que era la falta de cohesión interna y la agudización de las divergencias entre las distintas tendencias.La mayoría sindicalista tenía abierto tres frentes de lucha ideológica: con los socialistas, con los comunistas y con los anarquistas. La discusión de mayor envergadura era con los primeros. Éstos habían logrado mantener su caudal electoral en Capital Federal, y después de la última huelga de 1921 habían logrado una mayor influencia entre los trabajadores en los sindicatos.Los dos grupos se acusaban mutuamente. Los sindicalistas les reprochaban a los socialistas su accionar parlamentario que no favorecía a los trabajadores, en cambio sí lo hacía a las instituciones burguesas. Esta crítica tenía su fundamento y era que mientras los dirigentes de la FORA IX estaban presos en la isla Martín García, los diputados socialistas estaban sentados cómodamente en sillas afelpadas. Éstos, les reclamaban a los sindicalistas que eran agentes del radicalismo, cuestión a la que adherían comunistas y anarquistas. La USA se va a transformar en la nueva Federación como sucesora de la FORA IX en marzo de 1922.

LAS ORGANIZACIONES SINDICALES Y EL NUEVO GOBIERNO RADICALAlvear asume en un momento de descenso del conflicto social, situación que se prolongará hasta 1927. Durante su gestión, y comparado con el período anterior, el conflicto social desciendo en un 50 %. Las organizaciones sindicales, algunas no todas, habían adoptado el diálogo antes que las huelgas y las movilizaciones lo que se traducía en una aparente tranquilidad social. Otras circunstancias coadyuvaron a esta tranquilidad social: el mejoramiento de la economía argentina durante este período. Se recupera la exportación y la importación de capitales extranjeros, sobre todo el norteamericano en el área energética y bienes durables de consumo. La bonanza económica de este período hizo descender el costo de vida y elevar los salarios. Ambos fenómenos mejoró el nivel de vida de la gente e inhibió los estallidos sociales.Otra de las cuestiones de la merma de la conflictividad social con Alvear tuvo que ver con el reacomodamiento y realineamiento del movimiento obrero. Esta situación modifica la correlación de fuerzas y como consecuencia produce cambios en las prácticas de lucha de los sindicatos.

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El estatuto de la USA estaba impregnado de los principios del sindicalismo revolucionario que se volvió intolerable para el resto de las tendencias ideológicas que la componían (socialistas, comunistas, anarquistas). Por un lado se establecía el rechazo de la Central a la intervención de los partidos políticos, aunque se admitía la libre expresión de todas las doctrinas de transformación social y la metodología de la acción directa como arma para combatir al capitalismo. Al mismo tiempo se planteaba una tesis fundamental del Sindicalismo Revolucionario: todo el poder a los sindicatos.Los hechos de disidencias se fueron dando progresivamente dentro de la Central Obrera. Hubo un caso en que se rechazó la credencial de Pérez Leirós durante el primer Congreso de la USA en 1924 porque éste era diputado nacional del Partido Socialista. En consecuencia, se retiran los municipales de Capital Federal y se desafilian de la USA. Otro episodio similar ocurrió con Miguel Briuolo (concejal del PC en Capital Federal) delegado de la Federación Gráfica Bonaerense durante el segundo Congreso de la USA en 1926.El embate más severo de la USA fue que la FOF no quiso formar parte de la organización. Éstos rechazaban incorporarse a cualquier central que tuviera alguna orientación política o ideológica. Es por ello que formaron su propia instancia federativa, la Confraternidad Ferroviaria (1920), luego de la unidad de La Fraternidad y la FOF, que en 1922 pasó a llamarse Unión Ferroviaria. El Sindicalismo Revolucionario mermó en su potencial sindical. En cambio, crecía progresivamente la influencia del socialismo en gremios significativos de la época.La preocupación de los militantes socialistas de la influencia del Partido en los sindicatos había arrancado en 1914. En aquella oportunidad, los socialistas de la FORA IX habían propugnado la creación de un Comité de Propaganda Gremial, que fue rechazado por los sindicalistas que dirigían la Federación. Ante este hecho los foristas solicitan una reunión con los dirigentes del PS denunciando la actitud divisionista de sus militantes. Finalmente la dirigencia “justista” del PS se propuso boicotear las iniciativas del Comité de Propaganda Gremial. Este hecho en particular produjo divisiones dentro del mismo PS.Esta problemática se reavivó en el Congreso del Partido en Avellaneda en 1918. Allí se acordó una medida ambivalente. Por un lado la de armonizar los fines del partido con los de los trabajadores. Por otro, se respetaría la independencia de la organización política y gremial. Esto último no significó una despreocupación total por la cuestión gremial, en 1919 se crea la Comisión Socialista de Información Gremial, cuyo objetivo era darles una unidad de criterios a los militantes socialistas que participaban en organizaciones gremiales. El Partido Socialista vio sus frutos con la creación de la COA en 1926. Ésta se conformó con los gremios Municipales, los de Cortadores y Sastres, la Unión de Obreros Curtidores y fundamentalmente la Confraternidad Ferroviaria.

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Este fue un golpe duro para la USA quién albergaba en su seno a la FOM, único gremio con una cantidad significativa de afiliados. No obstante, durante el período, la FOM va a ir declinando su poder sindical tras las desgastantes huelgas en las que participó el sector.Los anarquistas se habían inmerso en una disputa de facciones en el orden interno que la había hecho perder el peso que tuvo entre 1900 y 1910. Hubo un sector del anarquismo nucleado en el periódico la Protesta que criticaba la integración de otros anarquistas en la USA. Otra facción se nucleaba en EL Libertario, que luego pasó a llamarse La Antorcha. Éstos se oponían a la centralización de la propaganda anarquista llevada a cabo por el periódico La Protesta. La Revolución Rusa trajo fuertes debates al interior del anarquismo lo que originó el surgimiento de una corriente pro bolchevique. Su órgano de difusión fue Bandera Roja. La influencia de este sector comenzó a darse a partir de 1920 cuando sus dirigentes formen parte de la conducción de la FORA V, luego FORA comunista. Entre 1922 y 1929, el anarquismo no participó en los intentos de unificación del movimiento obrero. Si bien participaban de las discusiones, se retiraban inmediatamente al advertir la influencia de los sindicalistas y se mantenían en su propia central obrera.El otro sector que escala posiciones dentro del movimiento obrero en esta década es la militancia del PC. Su participación gremial estuvo primeramente en la FORA IX y luego apoyaron la propuesta de unidad pasando a la USA en 1922. En 1926, abandonan la USA por diferencias con los sindicalistas. Las diferencias con los socialistas no permitieron que las delegaciones comunistas integraran la COA en 1926, y progresivamente fueron dejando de lado la unidad del movimiento obrero hasta que en 1929 crearon su propia central obrera: el Comité de Unidad Sindical Clasista (CUSC). Hacia finales de la década existían cuatro centrales obreras: la USA, la COA, la FORA y la CUSC.

POLÍTICAS SOCIALES DE ALVEAR

Alvear va a impulsar la ley 11.289 que extendía el beneficio jubilatorio a los sectores más dinámicos del país: trabajadores marítimos, industriales, del comercio, el periodismo y las artes gráficas. Esta medida constituyó una de las primeras acciones en política social. En 1924 se hacen efectivos los descuentos jubilatorios con la oposición de obreros y patrones. Se inicia una huelga general encabezada por la USA. Se cierran establecimientos industriales y comerciales. El gobierno decide suspender la medida temporariamente e inicia el diálogo con las partes involucradas. En el caso de esta ley la objeción fundamental de ambas partes estaba dirigida a su forma de financiamiento, que establecía un descuento sobre el salario del trabajador y la contribución obligatoria del sector patronal.

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El socialismo va a dar una batalla ante esta ley de jubilaciones. Señalaron que los empresarios volcarían los gastos provocados por la contribución obligatoria hacia los precios de los productos de consumo, por lo que la población terminaría financiando el sistema. Proponen entonces un seguro social costeado por el Estado basado en un parámetro de equidad.La ley fue suspendida hasta tanto sea aprobada definitivamente y se devolvieron los descuentos que se habían hecho hasta el momento.El otro conflicto que debió afrontar el gobierno fue la huelga general de la FOM en 1924. La causa fue el conflicto en el gremio marítimo de la Sociedad de Capitanes y Oficiales por la aceptación de la ley o no. Se rompe el pacto que existía entre ambos sindicatos. La FOM pierde el control de la contratación de mano de obra en los barcos y puertos, tarea que empeñaba la oficialidad.Los armadores aprovecharon la situación para presionar a los oficiales a que contratara personal libre y quebrar el poderío de la FOM. Se declara el paro e inmediatamente reciben el apoyo de la USA. La Confraternidad Ferroviaria se propone como mediador del conflicto ante el gobierno.Hubo dos posiciones para lograr las reivindicaciones. Una, la acción directa. Otra, el diálogo y la negociación. Finalmente la FOM comienza a negociar con el Poder Ejecutivo y firma un acuerdo con los armadores (patrones). Las empresas navieras solo se comprometían en reincorporar a los huelguistas si existían vacantes. La FOM sale derrotada en este conflicto y con fracturas internas que desembocaron con la renuncia del secretario general Francisco García.A su vez este conflicto fue un duro golpe para la USA y el sindicalismo ya que el único gremio fuerte que tenía era la FOM, que recién en 1928 logra reorganizarse. Los socialistas van a aprovechar el lugar vacío dejado por los usistas y logrará relacionarse no solo con los ferroviarios sino con algunos trabajadores del puerto donde formarán una agrupación y que dificultará las tareas de reorganización de la FOM.A partir de 1925 el gobierno irá presentando distintos proyectos de ley para dar un orden jurídico a las relaciones de capital y trabajo. El Poder Ejecutivo envía al Senado para su discusión una propuesta de estatuto legal para los trabajadores marítimos. Se propone un Organismo Paritario llamado Junta de Trabajo que cumpliría funciones en tres instancias diferentes. Una de ellas sería la de órgano consultivo sobre aspectos relacionados con los procesos del trabajo marítimo y para efectuar propuestas reglamentarias. La segunda función era la de árbitro y propender a la conciliación de las partes.La tercera función era la de tribunal de derecho, que entendería en los reclamos individuales relacionados con los contratos de trabajo.

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La Junta de Trabajo estaría integrada por obreros y patrones en igual número elegidos por su gremio con voto secreto. Este proyecto no pudo tener una sanción por la complejidad de la problemática.El gobierno envió otro proyecto de ley al Congreso sobre seguro del Estado para los casos de accidentes de trabajo que tampoco recibió sanción. Todos estos intentos demuestra que la seguridad social era un ítem importante en la agenda de Alvear y que se buscaba la intervención del Estado en los problemas sociales.

LA VUELTA DE YRIGOYEN Y EL REINCIO DE LOS CONFLICTOSEn 1928 la FOM inicia una nueva huelga solicitando ser reconocido como única entidad gremial representante de los trabajadores marítimos. El gobierno interviene una vez más otorgando a la FOM el reconocimiento que demandaba ante los armadores. Esto demuestra una vez más que la intervención en los conflictos sociales era parte del eje del yrigoyenismo.En mayo de 1928 estalla un conflicto en Rosario con una huelga portuaria que rápidamente se hizo general apoyada por los demás gremios de la ciudad. La policía no intervino a pesar de los actos de sabotaje y destrozos.Los empresarios se sentaron con los huelguistas y le otorgaron el aumento de salario que estaban solicitando. Por lo menos hasta diciembre estallaron un montón de conflictos que tuvo a mal traer a la burguesía rosarina. El conflicto se extendió a las zonas rurales. Los representantes de la Bolsa de Comercio y la Cámara Industrial se entrevistaron con Yrigoyen para solicitarle tome medidas para reconstituir el orden y la actividad económica en la zona.Finalmente el conflicto se resolvió con la intervención militar.

Tendencias ideológicas del movimiento obrero antes de 1930. Capítulo I Hiroshi Matsushita

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Surgimiento de los sindicatos

A mediados del s. XIX, Argentina entró en una nueva etapa de su desarrollo económico en base a la producción y exportación de productos agropecuarios, etapa que se prolonga hasta 1930 según Aldo Ferrer.

Este desarrollo económico tuvo dos factores:

1) Político: Estabilidad2) Económico: Mano de obra extranjera y radicación de capitales extranjeros

sobre todo a partir de 1880.

Para 1914 los extranjeros representaban el 30% del total de la población.

Los capitales extranjeros se invirtieron en ferrocarriles (60% del total), bonos públicos, actividades agropecuarias, organizaciones financieras y frigoríficos, entre otros. Esta distribución refleja que los capitales estaban ligados directa o indirectamente con la actividad agropecuaria.

Este desarrollo económico orientado al fomento del sector agropecuario, no favoreció al sector industrial, pero incidió favorablemente en el desarrollo de la actividad industrial relacionada al sector agropecuario y otras industrias destinadas a satisfacer demanda local. Según el censo de 1895 existían en el país 23.000 establecimientos industriales en los cuales estaban ocupadas unas 170.000 personas. En este contexto de desarrollo industrial, aunque incipiente y precario, es que van a proliferar en la capital una cantidad considerable de sindicatos y luchas sindicales.

La Unión Tipográfica de 1877, heredera de la Sociedad Tipográfica Bonaerense creada en 1857, es la que lleva a cabo la primera huelga importante del país.

En la década siguiente fueron creadas la Unión Obreros Panaderos, Sociedad de Obreros Molineros (ambas en 1881), la Unión Oficiales Yeseros (1882), la Sociedad de Obreros Tapiceros, Sociedad de Mayorales y Cocheros de Tranvías (ambas en 1883). Aunque estos gremios eran la básicamente de ayuda mutua, poco a poco surgen los gremios con fines de lucha tales como la Sociedad de Resistencia de Obreros Marmoleros (1883) y la Sociedad de Obreros Panaderos (1885). En 1887 se crea La Fraternidad de conductores y foguistas ferroviarios para ayuda mutua.

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La cantidad de huelgas iban creciendo. Mientras en 1887 hubo una sola huelga de los zapateros, en 1896 se registraron 26 huelgas que tuvieron como protagonistas a los fideeros, curtidores, bronceros, madereros, etc.

A medida que crece la actividad sindical, se intentan varias veces la creación de centrales obreras. En 1891 se crea la Federación de Trabajadores de la Región Argentina (FTRA) como primer central del país. En 1901 se creó la FOA (Federación Obrera Argentina) que en 1904 se transforma en la FORA (Federación Obrera Regional Argentina)

Todas estas actividades a nivel de sindicatos y centrales obreras estuvieron a cargo de extranjeros. Tanto propietarios como trabajadores eran mayoritariamente extranjeros (cerca del 85%). A pesar de este desarrollo precario de la actividad industrial, Argentina fue receptor de las distintas ideologías que estaban en boga en Europa.

ANARQUISMO

Esta ideología fue introducida al país alrededor de 1870. Se difundió principalmente entre obreros de las sociedades de resistencia en las últimas dos décadas del siglo XIX a partir de la propaganda de anarquistas europeos como Enrico Malatesta y Pietro Gori, quienes estuvieron en el país durante 1885-89 y 1898-1902, respectivamente.

Características fundamentales del anarquismo

1) Preferencia de la acción colectiva antes que la individual. Esto era a través del sindicato o las organizaciones obreras

2) Metodología de la acción directa con especial énfasis en la huelga general como método de lucha más eficaz. Rechazan la lucha parlamentaria.

3) Oposición al partido político. No buscan la obtención del poder político como los partidos burgueses y obreros, más bien se organizan para que los Estados políticos y jurídicos queden reducidos a funciones puramente económicas al igual que la organización que ellos proponen.

4) Internacionalismo. “Los obreros no tienen patria. La patria es el mundo entero, por lo tanto los obreros de otros países son nuestros hermanos.”

5) Dar un contenido ideológico al movimiento obrero. El Congreso de la FORA de 1905 definió como sus principios como los del comunismo anárquico.

El anarquismo tuvo una marcada influencia en la última década del s. XIX y la primera del XX. Era el país sudamericano con más anarquistas, pudiéndose comparar con Italia y España.

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En Argentina se dieron algunas condiciones particulares para la difusión del anarquismo:

1) La mayoría de los inmigrantes provenían de Italia y España.2) El estado miserable en que se encontraban los trabajadores inmigrantes,

lejos de la promesa de la política inmigratoria argentina. Esto motivó la recepción de las ideas anarquistas.

3) Estaban marginados de la política por su condición de inmigrante. Si no se nacionalizaban no podían votar. Es por ello que único método para sus reclamos era la acción directa. La misma suerte corrieron los trabajadores nativos, quienes también se sienten atraídos por esta corriente ideológica.

4) Ante el desarrollo precario de la industria nacional, existía la preeminencia del sector artesanal. Generalmente los artesanos eran influenciados por las ideas anarquistas. Los talleres artesanales representaban el 60% de los establecimientos industriales en donde estaba ocupada el 59% de los trabajadores para 1895.

Habida cuenta de la influencia del anarquismo en el movimiento obrero argentino, el gobierno decide implementar dos leyes represivas para frenar su accionar. Una de ellas fue la Ley de Residencia (4144) de 1902 y la otra fue la Ley de Defensa Social (7029) de 1910. A esto debe sumarse la ley Sáenz Peña que eliminó en buena medida la marginalidad de los obreros nativos. Es por ello que para 1920 el anarquismo fue perdiendo peso, aunque todavía seguían protagonizando las grandes luchas obreras.

SOCIALISMO

Esta corriente disputaba con el anarquismo la conducción del movimiento obrero.

El primer intento por difundir las ideas socialistas fue la fundación Worwarts en 1882 por obreros alemanes. Éstos tenían como objetivo difundir las ideas de la social democracia alemana en Argentina. Aunque no consiguió sus objetivos, siguió teniendo influencia en la colectividad alemana.

El socialismo comenzó a tener influencia en el movimiento obrero con la creación del Partido Socialista en 1896 por Juan B. Justo. Éste estaba influenciado por el socialismo alemán de Eduardo Berstein, quien bregaba por la lucha política a través de la democracia parlamentaria. Justo procuraba realizar el socialismo en la Argentina dentro del marco del sistema parlamentario, de donde nacía su crítica a la huelga general. Si bien reconoce como una justa acción proletaria, afirma que es coercitiva, destructiva y sangrienta.

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Los socialistas tenían su propia visión sobre el papel del Estado que los diferenciaba de los anarquistas. El PS proponía aumentar su rol respecto al problema gremial. A diferencia de los anarquistas, el PS alentaba el patriotismo, aunque moderado. El internacionalismo y el patriotismo eran compatibles para los socialistas.

El PS luchó por la nacionalización de los extranjeros porque estaban marginados políticamente.

Los socialistas crearon la UGT (Unión Gremial de Trabajadores) en 1903 separados de la FOA que tenía dirección anarquista. La apreciación de la lucha política y la cooperación con los partidos políticos, con el consiguiente desprecio hacia la acción directa, fueron los rasgos principales de los gremios socialistas.

Sin embargo las ideas socialistas no van a poder influir todavía en el movimiento obrero de principios de siglo ya que existía prevalencia de las ideas anarquistas. En 1906, la dirección de la UGT fue copada por una corriente denominada sindical que tenía puntos en común con el anarquismo.

Ante el intento por construir una nueva central obrera a imagen y semejanza de los socialistas, se rechazó en forma determinante en el Congreso Socialista de 1908. Se sostuvo en cambio, la neutralidad del partido en materia gremial. El PS optó por cooperar con las otras tendencias sin intentar imponer su propio criterio al movimiento obrero, criterio cristalizado en el Congreso de Avellaneda de 1918. Ésta consistió en dos principios: Uno era mantener la unidad entre el partido y el movimiento obrero. El otro era la independencia de las dos organizaciones. Cada una actuaría en sus propias esferas.

Ambos principios son claramente contradictorios. Por lo general, el ala izquierda tendía a enfatizar el principio de unidad entre el Partido y el movimiento obrero. En cambio el ala derecha prefería la independencia mutua.

Hacia 1920 el Partido tendió a enfatizar el principio de independencia entre los dos. Esto no significaba que el Partido se alejara completamente del movimiento obrero. En este sentido se creó la Comisión Socialista de Información Gremial (CSIG), cuya misión consistía en unificar la acción de los afiliados socialistas que actúan en el movimiento sindical.

Ante la declinación del anarquismo en la década del ’20, los socialistas crearon la COA (Confederación Obrera Argentina) en 1926 que tenía como principales asociados a la Confraternidad Ferroviaria (U.F. y La Fraternidad), la Unión Obreros Cortadores, Sastres y Costuras y Anexos, la Unión Obreros Curtidores y la Unión Obreros Municipales.

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SINDICALISMO

Esta corriente fue introducida en 1903 por disidentes socialistas, tal como Julio A. Arraga desde Europa. Son los sindicatos y no el partido político el arma principal de la lucha proletaria. Originariamente en Europa, el sindicalismo apareció como una reacción contra la tendencia reformista y parlamentaria de los partidos socialistas, adjudicándole al sindicato el rol revolucionario en la lucha obrera contra el capitalismo, exaltando la huelga como el más eficaz medio de lucha. Bajo este aspecto, el sindicalismo tenía mucho en común con el anarquismo, y a veces se denominaba sindicalismo revolucionario.

Diferencias con el anarquismo: La acción política era concebida como un medio para conseguir las reivindicaciones obreras sin que esto signifique la subordinación a los partidos políticos. Apoyan la labor parlamentaria siempre y cuando se sancionen leyes a favor de la clase obrera. Los sindicalistas sin embargo no confiaban del todo en el parlamento como los socialistas, tampoco aceptaban el antipoliticismo del anarquismo, asumiendo una postura intermedia.

Se podría agregar que el sindicalismo de principios de siglo tenía más coincidencias con el anarquismo porque aún no estaba arraigado el parlamentarismo, por ello adoptaban el método de la acción directa.

Después de haber conseguido la hegemonía en la UGT, los sindicalistas la mantuvieron en la CORA (Confederación Obrera Regional Argentina), creada en 1909, en la que participaban no solo los sindicalistas sino algunos anarquistas y socialistas.

La CORA se va a fusionar con la FORA en 1914 en donde mantienen la hegemonía los sindicalistas. En el IX Congreso de la FORA al año siguiente que era de tendencia sindicalista, que prescindía de los partidos políticos, y que se no pronuncia oficialmente partidaria ni aconseja ningún sistema filosófico ni ideologías determinadas.

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El sindicalismo, al declararse neutral, termina escindiéndose de los anarquistas en el Congreso de 1915 donde la FORA se divide en FORA V Congreso (anarquista) y la FORA IX Congreso (sindicalista).

La FORA IX aumentó el número de sindicatos asociados de 66 a 166 en el lapso de 1915 a 1918. Existen varios indicios de porque se dio este proceso. Uno de ellos es porque mermó la actividad política de los anarquistas quienes sufrieron persecuciones, arrestos y asesinatos. Durante el gobierno de Yrigoyen, el sindicalismo fue atrayente para los trabajadores que veían con buenos ojos el diálogo y la negociación para conseguir las reivindicaciones. Esto se daba porque para los radicales era más conveniente negociar con los sindicalistas y no con anarquistas y socialistas, siendo estos últimos competidores electorales.

Otro indicio para explicar el fenómeno del sindicalismo en este período es el de no profesar un contenido filosófico, transformándose en un dogma más fácil de aceptar para el obrero.

Originariamente en Europa, el sindicalismo surgió como rechazo a la política reformista de los socialistas de la mano de dos filósofos, George Sorel y Arturo Labriola. En Argentina se abandona directamente los postulados filosóficos y se vuelve totalmente pragmático. Es digno de mencionar que mientras más adeptos conseguía el sindicalismo, mas perdía su carácter revolucionario. En los conflictos adoptaban cada vez más una conducta negociadora y conciliadora con el gobierno y la patronal. Durante la semana trágica fue el caso más significativo de la actitud de la FORA IX respecto a los anarquistas de la FORA V.

Hacia 1920, influenciados por la Revolución de Octubre, el sindicalismo retoma su carácter revolucionario y combativo. Esto se vio reflejado en la creación de la USA en 1922 junto a socialistas y comunistas. Hacia 1930 los sindicalistas volvieron a las posiciones moderadas nuevamente.

COMUNISMO

La actividad de los comunistas comienza con el ala izquierda del PS al que pertenecían. Luego se escinde de éste con el nombre de Partido Socialista Internacionalista en enero de1918 para transformarse en el Partido Comunista en diciembre de 1920.

Estos grupos reivindicaban el carácter obrero del Partido y se dedicaban a la organización de los sindicatos a través del Comité de Propaganda Gremial (1914-17) lo que causó el rechazo del Ejecutivo del Partido. También se oponían al carácter belicista del Partido propiciado por Justo en torno a la PGM por lo que se separan del Partido en enero de 1918.

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El autor señala que es muy difícil seguir el desarrollo del PC en este período porque internamente se desató una interna feroz que culmina con la victoria del ala derecha compuesta por Rodolfo Ghioldi y Victorio Codovilla hacia 1927-28. Por otra parte existió una diversidad ideológica que complejiza aún más el análisis.

Por un lado se puede señalar su peculiar parlamentarismo. Si bien había un grupo que rechazaba las elecciones burguesas, para otros era bienvenido. Se diferenciaba del parlamentarismo del PS porque un funcionario comunista denunciaba su esencia dictatorial y antiproletaria. Otra diferencia con el PS se daba en torno al rol del Partido con el movimiento obrero. El PC hacía hincapié en la relación entre el Partido y el movimiento obrero, como organización de vanguardia y las masas.

El PC se enemistó con la FORA después que ésta declarara en 1923 que se oponían a cualquier dictadura del proletariado aunque sea como medida transitoria.

La crítica más fuerte era hacia el sindicalismo, que era la tendencia mayoritaria y la de mayor influencia en el movimiento obrero. Una de las críticas era que el sindicalismo no reconocía la lucha de clases como lucha política, sino que era solo económica. En segundo lugar era que la neutralidad política del sindicalismo alejaba al movimiento obrero de las políticas revolucionarias y lo transforma en un apéndice de los partidos políticos burgueses. Por último, ese neutralismo les otorga ventajas al gobierno y a la burguesía para enfrentar con ventajas a la clase obrera.

Una característica fundamental del comunismo es su marcado anti imperialismo y la necesidad de vincular ese lucha anti imperialista con la emancipación de la clase obrera. Esta actitud del PC se correspondía con las necesidades de la URSS que estaba en pugna con las potencias capitalistas a nivel mundial. La lucha táctica adoptada por los comunistas argentinos estaba relacionada a la teoría de la dependencia o predominio del imperialismo en el país. Existe una carta abierta del Comintern de 1928 donde se plasma esta teoría para concluir que en definitiva la Argentina no se había industrializado, que era un país productor de materias primas y alimentos y que por lo tanto era un país semi colonial. Es por ello que los comunistas entablaron una lucha contra los terratenientes, aliados internos del imperialismo.

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