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Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 1
Rev. William Marriom Branham
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 2
50-0227 (e) Dios En Su Pueblo
53 - Cuando la mujer en el pozo de Samaria, la
mujer Samaritana. El estaba teniendo una
conversación con ella, le dijo: "Ve y trae a tu
esposo." Ella le respondió: "No tengo esposo." El le
dijo: "Dices bién, porque cinco has tenido y con el
que ahora vives, no es tu marido." Ella le dijo: "Me
parece que Tú eres profeta."
54 - Los discípulos vinieron rápidamente y ella
se fue a la ciudad diciendo: "Venid y ved a Un
Hombre que me ha dicho todas las cosas que he
hecho." ¿No es Este el Cristo?
En Tu Palabra
17 Él habló con la mujer samaritana en el pozo.
Despidió a los discípulos. Él sabía que ella iba venir y
comenzó a hablar con ella. Y entonces fue
directamente. Después que entró en contacto, al
hablar con ella...
18 Si Uds. notan muchas veces en la noche, yo
llamo la atención de alguien y comienzo a hablarles,
especialmente en la plataforma. Eso les habla a
ellos. Primero, yo tengo que entrar en contacto con
sus almas. Y entonces cuando eso comienza a vibrar
en contra suya, el poder del Espíritu Santo les
discierne claramente a través de su vida, y Ud. ve
ese cuadro ante Ud.
Aguas de separación
60.- Ahora aquí se encuentra una mujer, yo soy
Americano y ella es de origen Etíope, es una escena
similar a Jesús y la mujer en el pozo; El era Judío y
ella Samaritana. Señora, no la conozco, ¿verdad?
Nunca la he visto en mi vida y no sé nada de Ud., es
la primera vez que nos encontramos o sabemos
algo el uno del otro. ¿Qué podría hacer yo? Somos
de la misma sangre, ella es Etíope y yo Americano,
aún el Chino de raza amarilla, todos somos de una
misma sangre ya que a todos se nos puede dar
sangre de otro ser humano. Pero de un animal no se
puede hacer ninguna transfusión, tiene que ser de
un ser humano.
Contendiendo Ardientemente Por La Fe
38 Muy bien. Venga aquí, señora. Ahora, yo
quiero preguntarles a Uds.; aquí parada está una
mujer, parada aquí otra vez en esta noche, creo que
ocurrió hace unas cuantas noches, la misma cosa. La
señora es una–una mujer de color. Y ella, desde su
principio, su origen, es una etíope, y yo soy un anglo
sajón, o de la raza blanca. La misma cosa aconteció
en Samaria cuando Jesús encontró a la mujer
samaritana. Y ella dijo: "No es costumbre que Tú
tengas algún trato con nosotros". Porque ellos
tenían un asunto racial en aquel día. Pero Jesús
claramente le dio a saber que no había diferencia
entre la gente. Correcto.
"Porque los hombres ni adoran en este monte o en
Jerusalén", El dijo: "Pero los hombres adoran a Dios
en Espíritu y en verdad, y el Padre busca que le
adoren tales adoradores". ¿Ven? En Espíritu y en
verdad.
Ahora, pero sólo como un ejemplo. Aquí está la
mujer, yo me supongo que somos desconocidos el
uno del otro, no nos conocemos el uno al otro. Pero
Dios nos conoce a ambos. Y El la conoce a ella como
etíope; El me conoce a mí como anglo sajón. Y
ambos somos de la misma sangre. Dios hizo de una
nación, un hombre, sangre... Cada ser humano tiene
la misma clase de sangre. Puede dar trans–... El
chino, el japonés, el amarillo, el cobrizo, el negro, el
blanco: todos ellos son de la misma sangre, es sólo
el color de su piel. Porque Jesucristo murió por
nosotros dos.
Nos paramos aquí en esta noche; ella es Cristiana;
yo sé que ella es una Cristiana, porque... ¿Cómo
supe eso? De la misma manera que Jesús sabía que
Felipe [el Hermano Branham quiso decir: Natanael–
Trad.] era un–un creyente. ¿Ven? El dijo: "He aquí
un Israelita en quien no hay engaño (honesto y
verdadero)". Yo nunca la vi a ella antes, ¿cómo supe
entonces que ella es una Cristiana? Porque se está
moviendo aquí un espíritu de bienvenida. ¿Ven? Ella
es una Cristiana. Ella cree.
Ahora, ella está aquí por algún propósito. Dios sabe
eso, yo no. Pero si El lo revela, entonces el
Cristianismo del año 33 después de Cristo, está en
operación en 1955. ¿Es verdad eso? Entonces,
Jesucristo sí es el mismo ayer, hoy, y por los siglos,
¿no es así?, así como con los apóstoles.
57-0925 (v) Preguntas Y Respuestas Hebreos (Parte
I)
208 Mire a Jesús. Ellos dijeron: “No queremos a
ese hombre. Sabemos que El es un Samaritano. Está
loco. ¿Tú nos vas a enseñar? Tú que naciste en
adulterio. Tú que no eres nada más que un hijo
ilegitimo. ¿Quién es tu padre? ¡Tú dices que Dios es
tu padre, tú eres un blasfemo! ¿Tú quieres decirnos
a nosotros? Nosotros hemos sido predicadores,
hemos sido obispos; nuestros bisabuelos y los
tatarabuelos de nuestros tatarabuelos eran
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 3
predicadores y obispos. Nosotros nacimos y fuimos
criados en la iglesia. Nosotros hemos ido a los
seminarios de más renombre. Sabemos cada
Palabra a la letra. ¿Y tú tratas de enseñarnos? ¿A
qué escuela fuiste? ¿De dónde tomaste esta
enseñanza?”
209 El les dijo: “Uds. son de...vuestro padre el
Diablo”, Jesús les dijo.
210 Y ellos no tenían señales y maravillas entre
ellos. Ellos no tenían sanidades Divinas y esas cosas
entre ellos. Ellos no tenían bendiciones entre ellos.
Pero Jesús era absolutamente una revelación
espiritual de las Escrituras.
211 Ellos decían: “Esta escrito esto y eso”.
212 Y Jesús les decía: “Sí, pero también está
escrito”. Y Dios vindicaba a Su hombre por sus
señales.
57-1002 (v) Preguntas Y Respuestas Hebreos (Parte
2)
448 Ahora fíjese en Jesús en la fiesta en ese día.
Ellos le dijeron: “Sabemos que estás loco”. Las
palabras correctas son: “Tú has perdido la mente”.
(Perder la mente es estar “loco”.) “Sabemos que tú
estás loco. Tú eres Samaritano, tú tienes demonio”.
(San Juan, el capítulo 6). Y le dijeron: “¿Tú dices que
has...visto a Abraham y no eres un hombre mayor
de cincuenta años de edad?” (Tal vez se haya visto
un poco mayor que Su edad, pero solamente tenía
treinta años, pero Su obra)...Y le dijeron: “¿Nos
quieres decir que tú un hombre no mayor de
cincuenta años de edad, ‘has visto a Abraham’?
Ahora sabemos que tú estás loco”. ¿Ve?
Y les contestó: “Antes que Abraham fuera, YO SOY”.
El ojo de Dios
57 Ahora, si el Señor Dios me revelara aquello por lo
que Ud. está parada aquí, así como lo hizo con la
mujer samaritana junto al pozo…Él descubrió su
problema. Y tan pronto como le dijo en dónde
estaba su problema, ella dijo:
“Señor, me parece que eres profeta. Nosotros
sabemos que cuando el Mesías venga, Él hará estas
cosas, nos mostrará estas cosas”.
58 Y ella creyó que Él era un profeta, pero Jesús le
dijo: “Yo soy el que habla contigo”. Y ella corrió a la
ciudad y dijo: “Venid, ved a un hombre que me ha
dicho todo lo que yo he hecho. ¿No será este el
Mesías?”. Si esa fue la señal del Mesías entonces, es
la señal del Mesías hoy, si Él sigue siendo el mismo
de ayer, hoy y por los siglos.
¿Se irá la iglesia antes de la tribulación?
105 Cuando El vino a los samaritanos, la mujer
estaba junto al pozo, una hermosa mujer
samaritana.
106 Recuerden, sólo hay tres naciones de gente.
Son los judíos, los gentiles y los samaritanos: los
descendientes de Cam, Sem y Jafet. Y los
samaritanos eran medio judío y medio gentil. Y Uds.
recuerdan cuándo eso comenzó, cuando ellos se
casaron con sus mujeres, etc.
107 Y esta mujercita joven llegó allí, la que creemos
en nuestro país que sería una mujer de mala fama,
pero no era así. Este muchacho aquí de la India
podría decirles eso. Este es un libro oriental, y Uds.
están tratando de leerlo con una educación
occidental.
108 Cuando yo fui a la India, y bajé del avión, en
Bombay, allí estaba el obispo de la iglesia metodista
y los demás parados allí. Dijeron, “No nos diga que
Ud. es un misionero, Señor Branham. Nosotros
sabemos más de la Biblia que lo que Uds. yankees
jamás podrán conocer”. Y esa es la verdad. El dijo,
“Nosotros tuvimos la Biblia dos mil años antes de
que Uds. fueran una nación”. Eso es correcto. La
iglesia de Santo Tomás está allí todavía, a donde
Santo Tomás fue y predicó. “Pero,” dijo él,
“entendemos que Dios le ha visitado a Ud., para
hacer que esta Biblia viva nuevamente”. Dijo, “Eso
es lo que deseamos saber”. Eso es. El mundo está
hambriento por el pan viviente.
109 Esta mujer samaritana, parada allí junto al
pozo, Jesús le dijo: “Mujer, dame de beber”.
110 Pues, ella le dijo que allí ellos tenían
segregación. Pero El le dio a entender que no existía
ninguna diferencia. Dios hizo todas las gentes de
una sola sangre.
111 Y El dijo: “Si supieras con Quién estás hablando,
tú me pedirías a Mí de beber”.
112 Y la conversación siguió hasta que El pudo
captar su espíritu. Entonces El encontró cuál era su
problema. Le dijo, “Ve trae tu marido y ven aquí”.
113 ¿Qué pasó cuando al judío le fue dicho eso? El
judío dijo, “Tú eres el Hijo de Dios”. Eso es correcto.
114 ¿Qué le sucedió a la samaritana cuando le fue
dicho: “Anda trae tu marido y ven aquí”?
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 4
115 Ella dijo, “Señor, me parece que Tú eres
profeta. Ahora, sabemos que cuando venga el
Mesías, el cual es llamado el Cristo, cuando El
venga, El nos dirá estas cosas. Pero ¿quién eres Tú?”
El dijo, “Yo soy, el que habla contigo”.
116 Ella corrió a la ciudad, y dijo, “Vengan y vean a
un Hombre que me ha dicho las cosas que he
hecho. ¿No es éste el Mesías”?
117 Y El nunca hizo eso ni una sola vez con algún
gentil. ¿Por qué? Es que lo dejó para el día
presente. Eso es lo que El dijo aquí, “En los días
cuando El Hijo del Hombre se revele a Sí mismo
desde el Cielo”. El se está revelando ahora mismo a
la Iglesia, para misericordia. La próxima vez que El
se revele será en destrucción, para aquellos que han
rechazado el Mensaje.
El Poderoso Conquistador
68.- Ahora, aquí está una dama como de la edad de
mi mamá, supongo yo; y hasta donde sé, nunca en
mi vida he visto a esta dama. ¿Somos desconocidos
el uno para el otro, señora? Si, somos desconocidos.
Ahora, de nuevo esto es un cuadro de San Juan 4:
un hombre y una mujer que se encuentran por
primera vez. Si esta Biblia es la Palabra de Dios que
dice: "Jesucristo es el mismo de ayer, hoy y por
siempre". Él dijo: "Las obras que yo hago, vosotros
también las haréis". Y lo declaró a los judíos cuando
le dijo a Felipe donde estaba Natanael… o a
Natanael, que estaba debajo de un árbol cuando
Felipe lo llamó. Él se lo declaró a Pedro al saber
quién era, cuál era su nombre y cuál era el nombre
de su padre. Se lo declaró a la mujer junto al pozo al
decirle… ella era samaritana, al decirle que había
tenido cinco maridos; y ella fue a la ciudad y dijo:
"¿No será este el Mesías, el Cristo?" Pero nunca
hizo eso con un gentil, ni siquiera una vez, ¿por
qué? La copa de iniquidad de los gentiles todavía no
estaba llena. Ahora es el tiempo de los gentiles.
69.- Si Él se dio a conocer tanto a judíos como a
samaritanos de esa manera, tendrá que hacer lo
mismo con los gentiles o no es el mismo. Recuerden
ahora, entonces es en presencia de Cristo. Sean
reverentes, oren y Dios los bendiga ahora.
58-1005 (v) Hombre Llamado Por Dios
127 Ahora, nos damos cuenta que sólo hay tres
nacionalidades de gente en el mundo, eso es: Judío,
Gentil, y Samaritano; lo cual es Cam, Sem, y la gente
de Jafet. ¡Judío, Gentil, y Samaria!
¿Cuáles son las obras de Dios?
57.- Ahora, esta gente de Samaria, que era mitad
judía y mitad gentil, tenía suficiente sangre judía y
suficiente religión como para esperar al Mesías. Un
día Jesús fue y se sentó… el pozo era algo así como
esta vista panorámica aquí. Todos los discípulos
habían ido a buscar comida y mientras ellos iban,
una agradable joven fue al pozo a buscar agua, tal
vez no se dio cuenta que Él estaba allí. Él le dijo:
"Mujer, dame de beber". Ella buscó y vio a un
hombre de mediana edad.
58.- Él tenía solo treinta años, pero lo habían
estimado de cincuenta, cuando le dijeron: "¿No
tienes cincuenta años y has visto a Abraham?
Ahora sabemos que tienes demonio". Jesús
respondió: "Antes que Abraham fuese Yo soy". Pero
ella dijo: "No es costumbre que Uds. los judíos le
pidan así a una mujer de Samaria. Nosotros no
tenemos trato, hay segregación, no nos tratamos
unos con otros". Él le dijo: "Si tú supieras quien
habla contigo". Fíjense, está haciendo contacto con
el espíritu de la mujer. "Si tú supieras quien habla
contigo, me pedirías de beber".
59.- Fíjense, la conversación continuó por un rato,
¿qué estaba haciendo Él? Noten ahora, ese fue
Jesús ayer. Está haciendo contacto con el espíritu de
ella, encontrando cual era su problema. La
conversación continuó sobre la adoración en
Jerusalén o en el otro monte y al rato Jesús dijo…
Encontró cual era el problema de ella y le dijo: "Ve,
busca a tu marido y ven acá". Ella le respondió: "No
tengo marido". Él le dijo: "Bien has dicho, porque
cinco has tenido y con el que ahora estás viviendo
no es tuyo. Bien he dicho". Fíjense ahora en ella,
ella no dijo: "Tú eres un demonio o un beelzebub".
Rápidamente se levantó y puedo ver sus grandes
ojos oscuros brillando, le dio vuelta al velo
alrededor de su cabeza, lo miró y dijo: "Señor,
paréceme que eres profeta". Oh Dios, ella sabía más
de Dios que muchos ministros hoy. Cierto. No me
gusta decir eso pero es la verdad. Ella sabía más de
Dios y dijo: "Señor, paréceme que eres profeta".
60.- ¿Cuántos están de acuerdo con ella? Todos
nosotros. Él es el profeta-Dios que Moisés
habló que vendría. Ella lo supo, fíjense en sus
palabras: "Paréceme que eres profeta". No
Beelzebub como decían los maestros, sino: "Tú eres
un profeta, nosotros sabemos, nosotros los
samaritanos sabemos que cuando venga el Mesías
nos declarará todas las cosas". Entiendan, esa sería
la señal del Mesías: "El Mesías nos declararía todas
las cosas cuando viniere". En otras palabras: "Tú
debes ser Su profeta porque supiste eso, eso era
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 5
algo… mi problema, allí es donde yo estoy en
problemas, por ser una mujer de mala fama y Tú
no me conoces. Tú eres un judío y yo una
samaritana, pero he sido enseñada y creo que el
Mesías hará esto. Pero, ¿Tú, quién eres?" Jesús le
respondió: "Yo soy el que habla contigo". Oh, ¡qué
respuesta! En eso ella dejó caer el cántaro, corrió a
la ciudad diciendo: "Vengan, vean a un Hombre que
me ha dicho las cosas que he hecho, ¿no será ese el
Mesías?"
59-0525 (e) Imágenes De Cristo
134 - Hubo una mujer, en una ocasión, en la
Biblia, San Juan capítulo 4. Jesús vino a un pozo y
había una mujer Samaritana. Ella era una mujer de
una raza diferente, y Jesús habló con ella por unos
momentos hasta que conoció cual era su problema.
Y cuando El le dijo cual era su problema, ella le dijo:
"Señor, me parece que Tú eres un Profeta. Sabemos
que cuando el Mesías venga, El nos dirá estas
cosas." Pero ellos no entendían quien era El. ¿Por
qué?, ella le dijo: "¿Quien eres Tú?". Y Jesús le
respondió: "Yo soy, El que habla contigo."
135 - Ella corrió a la ciudad de donde había
venido, diciendo: "Venid y ved a un Hombre que me
ha dicho todas las cosas que he hecho, me ha dicho
lo que es errado. ¿No es El el Mesías?."
136 - ¿Han leído eso ustedes damas?. Seguro
que sí. San Juan el capítulo 4. Bueno, si... Jesús es el
mismo ayer, hoy y por siempre; y ustedes están
paradas a dieciocho metros, o sentadas mejor
dicho. ¿Creen ustedes que Ese mismo Jesús,
hablando entre nosotros, puede revelarme lo que
ustedes desean desde aquí?. Si les he dicho la
verdad, y esta Biblia es la verdad, El puede hacerlo,
¿verdad?. Si El lo hace, ¿lo creerán?.
Plantando la Vid y como hacerlo
42.- Fue bien expresado por la mujer junto al pozo
(para terminar diremos esto) cuando ella lo vio… Él
parecía un hombre ordinario y no había nada
especial en Él, las Escrituras dicen que no había
hermosura en Él para desearlo y como que
escondimos de Él el rostro. Hoy hacen lo mismo, si
no viven de los frutos del Espíritu, si no están
viviendo de las cosas que pertenecen a Dios, Cristo
es algo poco atractivo para ellos, sólo unos
fanáticos o unos locos que no andan bien de la
mente. Pero el creyente abraza esto, esto es Vida
Eterna. Nada nos podrá apartar del amor de Dios, ni
la muerte, ni el dolor, ni el hambre ni nada nos
podrá apartar. En Su Gracia estamos seguros
eternamente, allí estamos cuando abrazamos esa
cruz.
43.- Cuando Él preguntó: "¿Me puedes dar de
beber?" Ella le respondió: "Pero no es costumbre
que Tú siendo Judío, le pidas a una Samaritana
como yo, algo así". Pero Él le dijo: "Si tu supieras…"
En otras palabras: "Si supieras cuan cerca estás de la
Fuente de Vida, Yo te daría agua que no tendrías
que venir a sacar aquí, te haría un trasplante,
Samaritana". Él dice: "Te traeré a ti pecador,
incrédulo que no crees en esto, si tan sólo me
permitieras arrancarte en esta mañana, Yo te
plantaré junto a ríos de agua y te pondré en
posición por medio del bautismo del Espíritu Santo,
para que creas que cada Palabra que Yo digo es la
Verdad. Si tan sólo me permitieras arrancarte esta
mañana, serías un buen pámpano. Tú no eres parte
de ese huerto silvestre; tú perteneces acá, así que
déjame arrancarte y plantarte en Mi Nombre, junto
a las corrientes, junto a cada tributario de la Palabra
de Dios, donde toda Palabra de Dios es Verdad y
toda Promesa Divina es la Verdad. Te plantaré junto
a corrientes de una sola agua y un Dios, darás fruto
en tu tiempo, tus hojas no caerán y lo que hagas
prosperarás, te pararás aún cuando no haya otro
lugar dónde pararse, tú lo harás de todas formas
sabiendo que Dios hizo la promesa. Déjame
arrancarte".
44.- Él dijo: "Y te plantaré acá junto a esta agua que
tú… ya no tendrás que recurrir a esos lugares de
credos y denominaciones para hallarlo, de todas
formas allí no lo puedes hallar. Déjame
desarraigarte de ese viejo pozo de donde tienes que
llevar baldes de hojalatas y haces ruido, luchas y
demás para beber un poco, luego vuelves y bebes
otro poco. Yo te daré Vida Eterna y gozo, como un
pozo que burbujea para Vida Eterna, permíteme
hacerlo por ti. Cristo le dijo eso a la mujer pecadora
y esta mañana le dice lo mismo a la iglesia.
¿Por qué clamas? Dí.
55.- La samaritana, cuando Él le dijo: "Dame de
beber". Aquella mujer de la nación de samaria dijo:
"Oh, eso…". Él le dijo: "Dame de beber". Y ella le
dijo: "No es costumbre que Uds. los judíos le pidan
tales cosas a los samaritanos, yo soy una mujer de
Samaria". Él le dijo: "Pero si tú supieras con quién
estás hablando, me pedirías y Yo te daría de un
agua que no tendrías que venir aquí a sacarla". La
conversación continuó por un momento hasta que
Él descubrió cuál era su problema y le dijo: "Ve,
busca a tu marido y ven acá". Ella le respondió: "No
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 6
tengo marido". Él entonces le dijo: "Cierto, porque
cinco has tenido y el que ahora tienes no es tu
marido, bien has dicho". Ella le dijo: "Señor…". Oh
hermano, de inmediato el Espíritu de Dios en
aquella mujer… "Señor, paréceme que eres profeta,
sabemos que el Mesías vendrá y nos dirá estas
cosas; pero, ¿Tú quién eres?" Él le respondió: "Yo
soy Él". Ella dejó caer el cántaro del agua y se fue.
Bebió de un pozo que manaba en su alma. Corrió a
la ciudad y dijo: "Venid y ved a un Hombre que me
ha dicho lo que yo he hecho, ¿no será ese el
Mesías?"
Poseyendo Las Puertas DelEnemigo
91 Observen a la mujer samaritana cuando vino.
Ella era una samaritana, (no una judía), una
samaritana. Y El dijo: "Tráeme de beber". Y la
conversación continuó.
Ahora esto es para los nuevos.
92 Y la conversación continuó. Ahora, ella no sabía
nada de que El fuera un Mesías. El sólo era un—un
Hombre, un judío. ¿Ven cómo ella habló primero?
Ella dijo: "Pues, no se acostumbra que ustedes
judíos hablen así con una mujer samaritana". Ella
dijo: "No tratamos el uno con el otro".
93 El dijo: "Pero si tú supieras con Quien estás
hablando, tú me pedirías a Mí de beber. Y Yo te
traería o te daría agua que no vienes a sacar de
aquí".
94 Pues, ella dijo: "Ahora un momento". Ella dijo:
"Nosotros adoramos en este monte, y—y ustedes
judíos adoran en Jerusalén".
95 Jesús dijo: "Pero la hora viene cuando—cuando
ustedes no adorarán ni en Jerusalén ni en este
monte, sino en el Espíritu. Porque Dios es Espíritu, y
los que le adoran a El deben adorarlo en Espíritu y
en Verdad". ¿Ven? Pues, El continuó, llevando la
conversación hasta que encontró dónde estaba su
problema. ¿Saben ustedes adónde estaba su
problema? ¿Alguien sabe lo que pasaba con la
mujer junto al pozo? Ella tenía demasiados maridos,
¿no fue así? Así que El le dijo: "Ve trae a tu marido y
ven aquí".
Ella dijo: "No tengo marido".
96 Dijo: "Eso es correcto. Tú tienes cinco, y con el
que ahora vives no es tuyo".
97 Ella dijo: "¡Señor!" Ahora obsérvenla. "Señor,
percibo que Tú eres un Profeta".
Si estudian la referencia en el margen, se darán
cuenta que en el original dice, "Señor, Tú eres,
percibo que Tú eres aquel Profeta". Recuerden en la
Biblia, continuamente dice: "Aquél Profeta, ¿eres Tú
'aquél Profeta'?" ¿Qué Profeta era? El que Moisés
dijo que se levantaría.
"Percibo que Tú eres un Profeta. Ahora, nos ha sido
enseñado, y sabemos, que cuando venga el Mesías,
El hará estas cosas". Esa era la señal del Mesías.
¿Correcto? El saber cuál era su problema. Dijo:
"Sabemos que cuando venga el Mesías, El nos dirá
estas cosas. Pero ¿quién eres Tú?"
El dijo: "Yo soy, el que habla contigo".
98 Ella dejó su cántaro. Corrió a la ciudad, me
imagino, sosteniendo su corazón. Y diciendo -
manteniendo sus manos sobre su seno,
simplemente saltando - diciendo: "Vengan, vean un
Hombre Quien me dijo las cosas que he hecho. ¿No
será éste el propio Mesías? ¿No es aquel mismo que
la Biblia dice que vendría? Es un judío sentado allí,
un Hombre ordinario, parecía ser carpintero. Pero El
me dijo que yo tenía cinco maridos, y todos ustedes
saben que esa es la verdad. Este tiene que ser el
Mesías". ¿Es correcto eso?
99 Ahora, Jesús dijo: "Un poquito, un corto tiempo,
y el mundo no me verá más. Sin embargo, vosotros
me veréis, porque Yo estaré con vosotros, aun en
vosotros. Y las obras que Yo hago vosotros también
haréis. Aun más que las que Yo he hecho aquí,
vosotros haréis, porque Yo voy al Padre, y regreso
otra vez en la forma del Espíritu".
El sacrificio estaba pagado. La Simiente Real murió;
la Simiente Real resucitó de nuevo. Ahora la Iglesia
está justificada, por creer eso, y la Simiente Real
puede entrar a estas personas y aun hacerlos
coherederos, hijos e hijas de Dios.
Mas Al Principio No Fue Así
45 La samaritana es la siguiente raza. El le
apareció al pueblo samaritano, a una mujer en el
pozo. Y El conversó con ella por un rato. Y El le dijo
a ella: "Ve, llama a tu marido y ven aquí".
Ella dijo: "Yo no tengo marido".
El dijo: "Tú has tenido cinco; y con el que tú estás
viviendo, no es tu marido".
Escuchen a esa mujer; ella dijo: "Señor, yo percibo
que Tú eres un profeta. Sabemos que cuando venga
el Mesías, quien es llamado el Cristo, cuando El
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 7
venga, El nos declarará todas estas cosas. Pero,
¿quién eres Tú?"
Jesús dijo: "Yo soy el que habla contigo".
Y ella entró a la ciudad corriendo, y dijo: "Venid, ved
a un Hombre que me dijo todas las cosas que he
hecho; ¿no es éste el Mesías?" ¿Ven? Ellos estaban
esperando que viniera un Dios-Profeta. Y ellos le
conocieron porque El era el Profeta. Ahora, de esa
manera El mismo se vindicó a los judíos y a los
samaritanos. Y solamente hay tres razas de gente
en el mundo: Cam, Sem y Jafet, el pueblo de Jafet.
46 Ahora, El nunca hizo eso delante de un
gentil. Ni una sola vez cita la Escritura que El lo hizo
a un gentil. ¿Por qué? Fue dejado para otro día. El
judío incrédulo se paró allí y dijo: "El es Beelzebú, el
adivino".
Jesús dijo: "Yo los perdono por eso, pero cuando
venga el Espíritu Santo, hablen una palabra en
contra de eso, nunca les será perdonado". Ahora,
eso era para la edad gentil, porque íbamos a tener
dos mil años de predicación antes que fuera
confirmado. Y si Dios es Infinito, si Dios mismo se
dio a conocer a través de Jesucristo al obrar esa
señal (para que el pueblo supiera que El era el
verdadero Mesías), a los judíos y a los samaritanos,
El nunca pudiera permitirle a la iglesia gentil ser
juzgada por una religión intelectual. El... La misma
señal tendrá que ser hecha al gentil.
59-1126 (t) Jehova De Los Milagros
61 Ahora, nos damos cuenta que muchas
cosas... El subió a Samaria... y esa es otra nacionali-
... otra raza de gente, como el pueblo de Cam, Sem,
y Jafet. Ahora, El fue al samaritano, lo cual es mitad
judío y gentil. Y una mujer estaba en el pozo, y El
habló con ella por unos minutos, El dijo: "Dame de
beber".
Ella dijo: "El pozo es hondo; no es costumbre que
Uds.–Uds. llamen a un judío a... un judío le pida a un
samaritano algo como eso". Dijo: "Nosotros no
tenemos tratos el uno con el otro".
Y a medida que continuaba, la conversación
continuaba, finalmente El dijo: "Ve, trae a tu
marido".
Y ella fue a traer... Ella dijo: "Bueno, no tengo
marido, y...."
59-1128 (t) La Puerta Al Corazón
50 La mujer dijo que... La samaritana dijo:
"Sabemos que el Mesías, cuando El venga, El nos
declarará estas cosas. ¿Quién eres Tú?"
El dijo: "Yo soy El, quien habla contigo".
Ella corrió rápidamente y les dijo a los hombres:
"Vengan y vean a un Hombre quien me dijo mis
problemas. ¿No es Este el Mesías?"
Bueno, eso es correcto, ¿no es así? Bueno, si eso es
así, ¿por qué no pueden abrirse ahora nuestros
ojos? Si pudiéramos ver, y saber, y... Si la Presencia
de Cristo está aquí con nosotros, no debería haber
una persona débil en nuestros medios en los dos
minutos que siguen. ¿Creen Uds. eso?
08 El fue allá a los samaritanos. El tenía
necesidad de pasar por allí. ¿Por qué? El fue allá a
los samaritanos. Y allí estaba una mujer samaritana.
Y así que El pensó que le daría a ella la señal del
Mesías. Y El dijo: "Ve, trae a tu marido, y ven acá".
Ella dijo: "Yo no tengo marido".
El dijo: "Tú has dicho bien; porque tú has tenido
cinco".
59-1220 (t) Conferencia Con Dios
209 Ella dijo: "Señor..." En otras palabras, algo
como esto: "Nosotros hemos estado esperando que
venga un Mesías. Y El va a ser un Dios-Profeta. Y
nosotros sabemos que cuando El venga, El nos dirá
estas cosas. Así que Tú debes ser alguna clase de
profeta".
El dijo: "Yo soy el Mesías. Yo soy El, de quién tú
estás hablando".
210 Ella dejó ese cántaro de agua (una
prostituta y desesperada; como era la condición en
la que ella estaba), y corrió a la ciudad y les dijo a
esos hombres: "Venid, ved a un Hombre quien me
dijo lo que estaba en mi corazón. ¿No es ese el
Mesías? ¿No es ese el Mesías?"
211 En ninguna ocasión le fue hecho a los
gentiles. No, señor. Este es el día de ellos, cuando
las luces del atardecer....
212 Los judíos están ahora en una nación para
controlar el mundo. (Y en un tiempo ellos lo
hicieron). Están regresando. Observen a esa higuera
echando sus brotes allá. Uds. vigilen al judío; en
dondequiera que él esté, el calendario de Dios, Uds.
se darán cuenta. El nunca desamparará a Israel.
Pero Israel tuvo que ser cegado. Yo no estoy
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 8
diciendo esto en favor de esta judía sentada aquí.
Pero Israel tuvo que ser cegado con el fin de darnos
a nosotros una oportunidad. Los amamos. No se
preocupen, ellos florecerán otra vez. "Lo que quedó
de la oruga, comió la langosta; lo que quedó de la
langosta comió el saltón; pero Yo restauraré, dice el
Señor". Eso sólo fue comida por una temporada
para que nosotros pudiéramos ser traídos. Nuestros
ojos están abiertos.
Quisieramos Ver A Jesus Señores
27 Ahora, cuando Jesús tomó Su ministerio
terrenal... Sigámoslo unos cuantos momentos, y
observemos qué clase de cosa El hizo para probar
que El era el Mesías; y observen las actitudes de la
gente. Ahora, no para ser duro, pero permítanme
repetir eso otra vez, para que así Uds. estén seguros
de saber que es una doble declaración la que yo
estoy haciendo, la misma declaración dos veces:
veamos lo que El hizo en ese día para probar que El
era el Mesías. Y lo que El hizo en ese entonces para
demostrar que El era el Mesías, si El es el mismo
hoy, El hará lo mismo hoy. ¿Ven?
Y recuerden, El no visitó a los gentiles, y prohibió
que Su Iglesia los visitara; únicamente a los judíos y
a los samaritanos. Y los samaritanos eran mitad
judío y mitad gentil. Y únicamente hay tres clases de
pueblos sobre la tierra, de cualquier manera que
Uds. quieran tomarlo; esos son los pueblos de: Sem,
Jafet, y Cam; esto es, judío, samaritano, y gentil.
Esas son las tribus de la tierra después de la
destrucción antediluviana. Los hijos de Noé; todos
nosotros surgimos de ellos. Los lugares en los que
vivimos cambian nuestro color: blanco, negro,
cobrizo, amarillo, sea lo que fuere; pero todos
juntos, una sola raza humana. Uno puede darle al
otro una transfusión sanguínea, y vivir.
36 Por supuesto, de esa manera El mismo se
declaró entre Su pueblo judío. Pudiéramos seguir y
seguir hasta Betesda y muchos lugares diferentes en
donde El... las cosas que El hizo, mostrando a los
judíos que El era el Hijo de Dios.
Pero había un pueblo samaritano. Ahora, El tenía
necesidad de pasar por Samaria. Me pregunto por
qué. Jesús tenía que dar testimonio de Su Mesiazgo.
Así que El... Sin duda el Padre le había dicho a El.
Así que El dijo en San Juan 5:19: "De cierto, de
cierto os digo: el Hijo (el hombre, la carne, el bebé,
el muchacho, el hombre, Cristo Jesús), no puede el
Hijo hacer nada por Sí mismo, sino lo que ve hacer
al Padre... también lo hace el Hijo igualmente". En
otras palabras: "El Padre me muestra qué hacer por
medio de una visión, y Yo hago solamente eso y
nada más". ¿Ven?
Ahora, las palabras de... Todos nosotros sabemos
que eso está inspirado. Ahora, si Jesús hizo algo
fuera de eso, esa Escritura está incorrecta. "De
cierto, de cierto (eso es absolutamente,
absolutamente), os digo, el Hijo (ese es Jesús, el
cuerpo, el hombre, el hijo de María), no puede El
Hijo hacer nada de Sí mismo, sino lo que ve (no lo
que oye), lo que ve hacer al Padre... también lo hace
el Hijo igualmente". La señal del Mesías. "Yo
siempre hago aquello que es agradable al Padre".
¿Ven?
37 Ahora, El tenía necesidad de pasar por
Samaria. (Nos apresuraremos). Y El mandó a Sus
discípulos a comprar algunos víveres, y ellos
entraron a la ciudad, y–y estaban tratando de
comprar alimento. Y mientras El estaba sentado
allí... Un hombre judío no más de treinta y algo años
de edad, como unos treinta y dos, pero El debió
haberse visto de más edad. Como Uds. saben, los
fariseos y ellos, calcularon que El tenía cincuenta.
Tal vez Su obra lo había... en Su cuerpo físico, lo
había puesto un poco canoso, o–o le había vencido
Sus hombros.
Dijo: "Tú dices que Tú eres... vistes a Abraham
cuando Tú todavía no tienes más de cincuenta años
de edad. Ahora sabemos que tienes demonio".
El dijo: "Antes que Abraham fuera, YO SOY". Y "YO
SOY" estaba en la zarza ardiendo. Moisés; como
hablamos anoche....
38 Pero El estaba sentado en un pequeño
panorama, si Uds. alguna vez han visto los pozos
orientales, en donde... los pozos públicos, en donde
toda la gente viene a coger agua. El estaba sentado
allí, tal vez descansando, porque la Biblia dice que
"El estaba cansado en Su viaje", esperando que
llegaran Sus discípulos.
Ahora, yo voy a dar una pequeña ilustración aquí.
(Esto pudiera cambiar un poquito, si Uds. alguna vez
van al oriente). Pero, digamos que una hermosa
mujer joven, digamos que ella tiene veinticinco
años. Y es como al medio día, quizás entre las once
y las doce. Ellos se habían ido para conseguir algo
de comer. Y esta hermosa mujer joven tenía un–un
cántaro sobre su cabeza. Esa es la manera oriental;
yo las he observado ponerse un cántaro de cinco
galones sobre su cabeza [18.925 L.–Trad.] y uno en
cada brazo así, apoyándolos sobre sus caderas, y
seguir caminando platicando como sólo las mujeres
pueden, y nunca derraman una gota. Sólo siguen
caminando, platicando acerca de cosas, y platicando
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 9
y volteando sus cabezas una a la otra; es
asombroso. Y ella... Porque están instruidas. Ud.
habla acerca de... En Hollywood, ellos les ponen
libros en su cabeza para hacerlas caminar rectas. Lo
que nosotros necesitamos en la cabeza, es el poder
del Espíritu Santo; eso las hará a Uds. caminar
rectas. No un libro; este Libro hecho manifiesto, eso
cambia completamente su caminar.
39 Y allí estaba ella caminando hacia el pozo
con el cántaro. Ella se lo quita y lo pone allí, le pone
el pequeño gancho para bajarlo con la polea y coger
agua. Y cuando ella limpió un poquito la cubeta, o
el... No es... Es una olla de barro; no era metal. Era
una... era como una clase de barro, tenía
agarraderas al igual que un jarro. Y cuando ella hizo
eso, ella miró hacia allá. Y ella vio a un Hombre
quien le había hablado y dicho: "Mujer, dame de
beber".
Observen la... El está ahora en Samaria. ¿Qué va a
hacer El en Samaria, para que ellos vean la señal
Mesiánica? Porque El no puede dar esa señal a una
nación y no dársela a otra, porque Dios es infinito.
El tiene que ser el mismo.
Así que El dijo: "Mujer, dame de beber".
Y ella dijo: "Señor, no es costumbre que Tú me
pidas eso". (Ellos tenían segregación). Dijo: "No es
correcto que Tú me pidas tal cosa. Yo soy una mujer
de Samaria, y Tú eres un judío; y nosotros no
tenemos tratos uno con el otro". Ellos habían sido
expulsados. Uds. ministros recuerdan cuándo fue,
cuando Balaam los enseñó y demás. Y eso trajo esa
clase de gente, y ellos eran desechados. Ellos
querían que quedara limpio el torrente sanguíneo
Santo, y ellos no querían ningunas asociaciones con
ninguna otra nación; sea que fuera mestiza o lo que
fuera, ellos no tenían nada que ver con ellos.
Y cuando ella dijo: "Dame..." El dijo: "Dame de
beber".
Ella dijo: "No es costumbre que Tú me pidas esto".
El dijo: "Si tú únicamente conocieras quién te está
hablando a ti, tú me pedirías a Mí de beber, y Yo te
daría aguas que tú no vendrías aquí a sacarlas: Vida
Eterna, gozo indecible, borboteando dentro del
alma".
40 "Oh", ella dijo: "El pozo es hondo, Tú no
tienes con qué sacarla. ¿De dónde vas Tú a obtener
esta agua?"
Y El empezó a hablarle a ella. ¿Qué estaba haciendo
El? Ahora, Uds. tienen que tomar mi palabra en
esto: El estaba tratando de encontrar su espíritu. Ve
lo que... El Padre le dijo que fuera a Samaria, pero
ahora El tenía que esperar la visión. Permítanme
decirlo de esta manera: Dios nos envió aquí en esta
noche; esperamos ahora la visión para ver lo que
dirá el Padre. El esperó; El entabló una conversación
con ella; empezó a hablarle a ella.
Y ella dijo: "Bueno, vosotros decís que se adore en
Jerusalén, y–y nosotros decimos que en este
monte".
Y El le dijo a ella, dijo: "No es ni en este monte o en
Jerusalén, sino que Dios es Espíritu; y los que lo
adoran, en Espíritu y en Verdad es necesario que
adoren".
¿Qué estaba haciendo El? Contactando su espíritu
para ver en dónde estaba el problema de ella. Y
cuando El lo encontró (todos nosotros sabemos lo
que era), El nunca dijo nada que digamos, acerca
del problema de ella.
El dijo: "Ve, llama a tu marido, y ven acá".
"Bueno", ella dijo: "No tengo marido".
El dijo: "Tú has dicho bien, porque cinco maridos
has tenido, y con el que tú ahora estás viviendo, no
es tu marido. Así que tú has dicho bien".
41 Fíjense, miren a esa prostituta. Ella sabía
más acerca de la Biblia que lo que saben muchos
ministros hoy día; sí sabía. Ella dijo... Ella nunca lo
llamó a El un demonio; ella le dio a El una buena
respuesta. Ella dijo: "Señor, nosotros (los
samaritanos), nosotros sabemos que viene Uno. Tú
debes ser un profeta". Observen... "Tú debes ser un
profeta". Si Uds. siguen eso en el margen de lectura,
los llevará directamente de regreso a la misma cosa:
el–el Profeta.
Pero El dijo....
"Tú debes ser un profeta". No un Beel-... Beelzebú
como la iglesia le dijo a ella... le dijo a El; no un
demonio, una persona poseída de demonio, sino,
"Tú eres... debes ser un profeta, y nosotros
sabemos que cuando venga el Mesías, El nos
declarará estas cosas, el Mesías quien es llamado el
Cristo".
Escuchen estas palabras: El dijo: "Yo soy, el que
habla contigo". Ella reconoció rápidamente la señal
del Mesías, que esa era la señal Mesiánica. Si esa
era la señal Mesiánica en ese entonces, es la misma
hoy, si es que El es el mismo ayer, hoy, y por los
siglos.
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 10
42 Dijo: "Todavía un poco, y el mundo no me
verá más; pero vosotros me veréis; porque Yo...
(Miren, no un pensamiento; el Espíritu Santo es una
Persona), Yo estaré con vosotros, aun en vosotros,
hasta el fin del mundo. Y las obras que Yo hago (San
Juan 14:12), vosotros haréis también". Piénsenlo.
Los judíos, los samaritanos.
Y ella entró corriendo a la ciudad, después de que
vinieron los discípulos, y fue y les dijo a los hombres
de la ciudad. Ella dijo: "Venid, ved a un hombre que
me ha dicho las cosas que he hecho. ¿No será este
el mismísimo Mesías?"
¡Oh, hermanos!, me siento religioso en estos
momentos. ¿Por qué el mundo no puede ver eso
hoy? Porque ellos están cegados. El diablo nunca se
lleva a su espíritu de la tierra; él se lleva a su
persona, a su hombre. Dios nunca se lleva a Su
Espíritu; El se lleva a Su hombre. Dios se llevó a
Elías, y el Espíritu de Elías vino sobre Eliseo.
Entonces siguió; descendió ochocientos años
después sobre Juan el Bautista; predicho otra vez en
los últimos días. Dios se llevó a Su Hijo, Jesús, pero
el Espíritu regresó. Tenemos a los críticos; tenemos
a los fariseos; tenemos a los creyentes. Depende de
Uds. hacer la decisión. "Quisiéramos ver a Jesús".
60-0302 (t) Desde.Ese.Entonces
37 Así que El únicamente tenía treinta o treinta
y dos años de edad, y una hermosa mujer joven
llegó un día al pozo en donde El estaba sentado,
cansado. Y El le dijo a ella: "Mujer, dame de beber".
Y ella dijo: "No es costumbre que Tú me pidas a mí
tales cosas como esas. Yo soy samaritana; Tú eres
judío". Segregación.
El dijo: "Pero si tú supieras a quién tú le estás
hablando..." ¿Qué estaba haciendo esa mujer? Ella
se estaba encontrando con Dios. Ella se encontró
con un Hombre, pero no era un Hombre con el que
ella se estaba encontrando, era Dios en el Hombre
con el que ella se estaba encontrando. Dios permite
que eso penetre.
La Escritura dice: "Uds. han hospedado Angeles, sin
saber lo que Uds. estaban haciendo, inconscientes
de ello".
Al igual que Abraham hospedó Angeles, e
inmediatamente después de que se fue el Angel y
había hecho un milagro delante de él, él llamó al
Hombre "Dios, Elohim". El Dios Todopoderoso
sentado allí comiendo emparedados de bistec,
bebiendo leche de la vaca, comiendo panes. Y El era
Dios Todopoderoso.
La mujer no tenía la menor idea. Miren lo que hizo
en ese entonces por Abraham. Lo cambió a él de un
hombre anciano de cien años de edad, y a Sara de
una mujer anciana, de nuevo a un hombre y a una
mujer joven, que trajeron a Isaac. Ellos se
encontraron con Dios. Eso es lo que hizo la
diferencia.
38 Esta mujer inmoral, ella se encontró con
Jesús, y ella le habló a El. Observen cómo El mismo
se dio a conocer. El dijo: "Mujer, ve, llama a tu
marido, y ven acá".
Ella dijo: "No tengo marido".
El dijo: "Bien has dicho, porque cinco maridos has
tenido, y con el que ahora estás viviendo no es tu
marido. Bien has dicho". Y desde ese entonces, ella
fue cambiada.
¡Oh, qué diferencia! Ese Jesús, cuando ella se
encontró con El allá, se miraba como un hombre, y
cuando... Yo me puedo imaginar viendo esos
hermosos ojos grandes, lágrimas saliéndole de ellos,
ella dijo: "Señor, yo percibo que Tú eres un profeta.
[Porción no grabada en la cinta–Ed.]. Pero, ¿quién
eres Tú?"
Jesús dijo: "Yo soy el que habla contigo". Y desde
ese entonces, desde ese entonces, ella tuvo un
mensaje que decirle al mundo: "Venid, ved a un
Hombre que me ha dicho las cosas que yo he hecho.
El Mesías está en la tierra". Ella alborotó su ciudad.
Unas cuantas horas antes de eso, la ciudad se
hubiera reído de ella. Ella ni aun podía ir al pozo con
el resto de las mujeres. ¿Qué sucedió? ¿Qué hizo
que los hombres la escucharan? Si es que Uds.
alguna vez han estado en el oriente, ellos no
escucharán a una mujer como ésa. Un hermano
oriental estaba tratando de decirme, dijo: "La mujer
no era una prostituta, porque los hombre no la
hubieran escu-... escuchado a ella".
Yo dije: "Pero hermano, Ud. falla en ver que ella se
había encontrado con Cristo. Eso es lo que hizo la
diferencia".
39 A mí no me importa, Ud. pudiera haber sido
un borracho; Ud. pudiera haber sido una prostituta;
Ud. pudiera haber sido cualquier cosa que Ud. quiso
ser; pero cuando se encuentra con Cristo, desde allí
en adelante es diferente. "Dios puede levantar hijos
a Abraham aun de estas piedras".
Desde ese entonces en adelante, ella tuvo un
mensaje de que se había encontrado con el Mesías,
porque ella vio la señal del Mesías. Ella sabía que
Ese era El, pues ella misma dijo: "Sabemos que
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 11
cuando el Mesías venga, El nos declarará estas
cosas. Pero, ¿quién eres Tú?"
Jesús dijo: "Yo soy El".
Y ella dejó el cántaro y se fue. Si ella pudiera pararse
en la plataforma en esta noche, ella diría: "Yo era
vil, e inmoral, pero yo había leído en la Biblia que El
debía ser un Dios-Profeta. Cuando este Hombre me
dijo... El se miraba como un... sólo un hombre. Pero
cuando El me dijo de mi vida, yo sabía que esa era la
señal del Mesías, así que un Profeta tiene una
porción del Espíritu del Mesías, así que yo dije:
‘Señor, Tú debes ser un profeta. Nosotros sabemos
que cuando el Mesías venga, El nos declarará todas
las cosas'".
Jesús dijo: "Yo soy el que habla contigo".
Ella sabía que si un Hombre que podía hacer eso,
dijera lo que El era, estaba correcto porque Dios lo
estaba respaldando. ¡Gloria! ¡Oh!, ¿pueden
captarlo? ¿Saben Uds. de lo que yo estoy hablando?
Cuando Dios prometió enviar el Espíritu Santo en
los últimos días, entonces El lo ha hecho, nosotros
lo sabemos; El ha respaldado Su Palabra. Esto que
nosotros tenemos en esta noche, de la bendición
del Espíritu Santo, se prueba en la vida de un
hombre, si es que él no está imitando algo, si es que
él no está tratando de actuar como algo, tratando
de actuar como algo que él no es; si él realmente es,
Dios respalda Su Palabra con la persona.
40 Para la mujer que una vez fue de mala fama,
fumaba cigarrillos, bebía, prostituta, si esa mujer
reclama que ella se encontró con Dios, y todavía
está en las mismas cosas, yo dudo su palabra. Si un
hombre me dice que él se encontró con Dios, y: "Yo
no creo que hay tal cosa como sanidad Divina", yo
dudo su experiencia, porque Dios no puede mentir
acerca de Su propia Palabra. Si el Espíritu Santo
escribió la Palabra, cuando El entra, dirá: "Amén", a
toda Palabra que Dios escribió. Si un hombre dice
que él no cree en el Bautismo del Espíritu Santo, yo
dudo que él alguna vez se encontró con Dios. El
pudiera ser llamado, él pudiera ser intelectual, él
pudiera ser un gran hombre, él pudiera ser un
orador, un intelectual, o–o un orador de alguna
clase, pero él nunca se ha encontrado con Dios. El
Espíritu Santo de Dios en un hombre dirá: "Amén", a
toda Palabra que Dios dice. El puede decir: "Yo una
vez no creía en sanidad Divina, pero un día, me
encontré con Dios, y desde entonces, desde ese
entonces, me cambió. Hubo Algo que entró en mí
que me transformó y me dio una experiencia. Yo
nunca he sido capaz de olvidarlo".
Nada puede encontrarse con Dios sin que sea
cambiado de alguna manera.
60-0302 (t) Desde.Ese.Entonces
55 Observen a esa mujer en el pozo cuando El
dijo... Observen a Pedro, ignorante, ni aun podía
firmar su propio nombre; "sin letras y del vulgo",
dice la Biblia. Y cuando Jesús lo vio a él, El dijo: "Tu
nombre es Simón. Tú eres el hijo de Jonás". El cayó
a Sus pies; llegó a ser la cabeza de la Iglesia en
Jerusalén, un hombre sin letras y del vulgo, porque
él reconoció la hora en la que él estaba viviendo.
La mujer samaritana, cuando El dijo: "Ve, trae a tu
marido".
Ella dijo: "Bueno, no tengo marido".
Dijo, le dijo a ella tocante a su condición. Y ella dijo:
"Señor, me parece que Tú eres profeta". Ella lo
honró; no al hombre, al Mensaje. Ella dijo: "Me
parece que Tú eres profeta. Nosotros sabemos que
la señal del Mesías será ésa". Ahora, ¿cuántos saben
que eso es verdad? "Cuando el Mesías venga, El
hará estas cosas, quien es llamado el Cristo. Cuando
El venga, El hará estas cosas, pero ¿quién eres Tú?"
El dijo: "Yo soy el que habla contigo". Y ella fue
cambiada.
60-0305 (t) ¡No Temais Yo Soy!
18 Dijo: "¿Recuerdan Uds. cómo le estaban
doliendo Sus preciosos pies? Y El se dirigió a
Samaria, y era medio día, y habíamos estado fuera
la mayor parte de la noche. El había orado por
tantos enfermos, y El estaba rendido de cansancio,
y caminando por el camino. Y El se sentó, tan
cansado, que El casi no podía dar paso en la ciudad.
Y El nos envió a comprar algo de comida. Y los
samaritanos no nos permitían comprarla. Así que al
regresar, nosotros estábamos asombrados de verlo
a El, a nuestro Maestro, hablando con una mujer
marcada con mala fama. Pero cuando vimos eso,
estábamos asombrados, y nosotros... ¿no nos
metimos todos sigilosamente en el arbusto, y nos
quedamos quietos para ver lo que El diría? Y El dijo:
‘Mujer, dame de beber'. ¿Recuerdan, hermanos, lo
que ella dijo?"
"Ella dijo: ‘No es costumbre que Uds. judíos le pidan
tal cosa a los samaritanos. Nosotros no tenemos
tratos unos con los otros'. Pero escuchen ahora,
hermanos", ellos... Andrés pudo haber dicho,
"escuchen lo que El le dijo a ella".
"El dijo: ‘Mujer, si tú supieras con quién tú estás
hablando, tú me pedirías a Mí de beber. Y Yo te
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 12
daría aguas las cuales tú no vendrías aquí para
sacarlas'".
"Y la mujer, toda emocionada, dijo: ‘Bueno, ¿de
dónde–de dónde puedes Tú obtener esta agua? El
pozo es hondo y Tú no tienes con qué sacarla'".
"¿Y recuerdan Uds., hermanos, lo que El dijo? ‘El
agua que Yo te doy es Vida Eterna saltando'. Y la
mujer quiso esa agua. Y El le dijo a ella: ‘Ve, llama
primero a tu marido, y ven aquí'".
"¿Y recuerdan Uds. que pensamos que El debió
haber estado atrapado o algo, cuando la mujer lo
miró atrevidamente en el rostro y dijo: ‘No tengo
marido'? Pensamos: ‘¿Cómo pudiera ser Ese
nuestro Señor, y hacer tal error como ése, cuando el
Mesías es perfecto? ¿Cómo pudiera ser? Esta mujer
está negando que ella tiene un marido'".
"Pero entonces, ¿se fijaron Uds. la expresión en Su
rostro? Tranquilamente, quietamente, dijo: ‘Mujer,
tú has dicho la verdad. Tú has tenido cinco maridos,
y con el que Tú ahora estás viviendo no es tuyo'".
"Cómo conmovió eso a esa mujer. Ella pensó que
podía escaparse mintiendo. Pero la expresión de su
rostro, y con lágrimas en sus ojos, ella dijo: ‘Señor,
me parece que Tú eres Profeta'. Ahora, hermanos,
escuchen a lo que El dijo. Ella dijo: ‘Tú has de ser
Profeta. Nosotros sabemos que cuando venga el
Mesías, El nos declarará estas cosas. Pero, ¿quién
eres Tú?'"
"Y El le dijo a ella: ‘Yo soy, el que habla contigo'".
"Hermanos, cuando nosotros sabemos que nuestra
enseñanza es que este Profeta sería un Dios-
Profeta, y cuando esa mujer samaritana testificó en
contra de nuestro sacerdote que ella sabía que
cuando viniera el Mesías, El sería un... daría la señal
Mesiánica, El sería un Dios-Profeta. Y aún nuestro
sacerdote lo llamó a El ‘Beelzebú', un adivinador".
"Pero esta mujer de mala fama parecía tener un
mejor entendimiento de las Escrituras que lo que
tenía nuestro sacerdote". Dijo: "Ella dijo: ‘Tú has de
ser Profeta, pero nosotros sabemos que cuando
venga el Mesías, El nos declarará todas estas cosas.
Pero, ¿quién eres Tú?'"
"El dijo: ‘Yo soy, el que habla contigo'".
"Y basado en eso, cuando ella se dio cuenta que ella
había tenido un contacto con el verdadero Mesías,
ella entró corriendo en la ciudad y les gritó a los
hombres: ‘Venid, ved a un Hombre que me ha dicho
todo cuanto he hecho. ¿No es este el Mesías? ¿No
es esta la señal del Mesías?'"
"Y cuántas muchas cosas más", Pedro ha de haber
hablado y dicho, "pudiéramos decir tocante a El, lo
cual ha probado que El es el Mesías de Dios".
60-0306 (t) Mas Al Principio No Fue Asi
40 Hubo multitudes quienes pasaron por ahí,
quienes nunca recibieron sanidad porque ellas no lo
creyeron. Pero aquellos... Cuando Tú fuiste a Tu
propia ciudad, no pudiste hacer muchos milagros, a
causa de la incredulidad de ellos. Así es en esta
noche. De esa manera fue en el principio; de esa
manera lo es en esta noche.
Pero Tú caminaste entre el pueblo y le mostraste
que Tú eras el Mesías. Cuando Tú le dijiste a Pedro
quién era él, cuál era su nombre, él supo
inmediatamente que Tú eras el Hijo de Dios.
Cuando Tú le dijiste a Felipe, y a Natanael (y por
toda la Biblia), a la mujer samaritana, y a muchos
otros....
Y la Biblia nos dice que la Palabra de Dios, la cual es
Jesús... "En el principio era la Palabra [Verbo, Biblia
en español–Trad.], y la Palabra era con Dios, y la
Palabra era Dios. Y la Palabra fue hecha carne y
habitó entre nosotros. La Palabra (Jesús) es más
cortante que toda espada de dos filos; y penetra
hasta partir... y los tuétanos, y discierne los
pensamientos del corazón. Jesucristo el mismo ayer,
hoy, y por los siglos".
60-0313 (t) A El Oid
66 Entonces cuando El fue a los samaritanos, El
tenía necesidad de pasar por allí. Los discípulos
fueron a comprar algo para comer; El se sentó en
el... sobre el pequeño barandal alrededor del pozo,
allí en el pozo público. Una mujer (sabemos que ella
era una ramera), salió. Ella empezó a sacar agua, y
Jesús la miró y dijo: "Mujer, dame de beber".
Ella dijo: "No es costumbre; tenemos segregación.
Uds. judíos, y nosotros, no tenemos tratos uno con
el otro. No es correcto que Tú, siendo un hombre
judío, me pidas tal cosa a mí, una mujer
samaritana".
El dijo: "Pero si conocieras con quién estás
hablando, tú me pedirías a Mí de beber". Y la
conversación continuó hasta que Jesús encontró en
dónde estaba su problema. ¿Sabe alguien cuál era
su problema? Ella estaba viviendo en adulterio. Y
Jesús le dijo a ella, dijo: "Ve, llama a tu marido y ven
acá".
Ella dijo: "Yo no tengo marido".
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 13
Dijo: "Correcto. Tú has vivido con cinco, y con el que
ahora tú estás viviendo, no es tu marido. Tú has
dicho bien".
¿Qué dijo ella? Ella dijo: "Señor, me parece que Tú
eres profeta. (Ahora, escuchen; eso no es todo).
Nosotros sabemos que cuando el Mesías venga, ésa
será Su señal. (¿Cuántos saben que la Escritura dice
eso?) Nosotros sabemos que cuando el Mesías
venga nos declarará todas las cosas. Pero, ¿quién
eres Tú?"
El dijo: "Yo soy, el que habla contigo".
Ahora, ¿cuál era el mensaje de ella? Entró corriendo
a la ciudad, y dijo: "Venid, ved a un Hombre que me
ha dicho las cosas que yo he hecho. ¿No será éste el
mismísimo Mesías?"
60-0329 (t) Yo Soy No Temáis
48 Uds. personas que nunca antes han estado
en una reunión, levanten su mano si eso–eso estaría
correcto, Uds. piensan que eso estaría correcto.
Ahora, aquí está mi mano levantada. La señora no
me conoce; yo no la conozco a ella. Nosotros sólo
estamos parados aquí. Esto es exactamente el
cuadro de San Juan 4. Cuando Uds. se vayan a
casa... Jesús y una... encontró a una mujer en el
pozo, una mujer samaritana, y le dijo a ella lo que
estaba mal en ella. ¿Todos recuerdan eso? Lo
dijimos en el mensaje de esta noche. Aquí está otra
vez, aquí mismo en esta noche, igual aquí mismo.
El Espíritu Santo... La mujer, yo no sé, pudiera ser
que ella no fuera una Cristiana; pudiera ser que esté
enferma; pudiera ser que ella tenga un problema
financiero. Yo no la conozco. Yo nunca la he visto a
ella en mi vida. Pero si Algo le habla a ella, Uds.
entonces sabrán que es algún Poder. Ahora,
depende de Uds. el creer qué es. Depende de Uds.
Recuerden: si Uds. lo dudan, entonces guárdenselo
para Uds. mismos, porque: "Alguna palabra en
contra de Ello nunca les será perdonado", dijo Jesús,
"en este siglo ni en el venidero". Yo no sé si El dirá
algo. Pero si el Señor lo dice....
Ud. sabrá si eso es la verdad o no. Ud. sabrá. Ahora,
Ud. es una Cristiana. Y yo no estoy diciendo eso
porque Ud. está parada aquí diciendo algo con sus
labios, orando. Yo no lo estoy diciendo por esa
razón, porque si... Ud. pudiera estar diciendo eso y
todavía estar fingiendo. Pero Ud. es una Cristiana.
Correcto. Yo sé eso porque su espíritu se siente
bienvenido. Y Ud. está consciente de que algo está
sucediendo ahorita, un sentir muy dulce y humilde.
Entre Ud. y yo está esa Luz moviéndose.
Ahora, Ud. quiere que yo ore por Ud., por un
crecimiento. Y ese crecimiento está debajo de su
brazo derecho. [La hermana dice: "Amén"–Ed.]. Es
como una "nudosidad". ["Amén"]. Eso es correcto.
¿Cree Ud. que Dios me puede decir quién es Ud.?
Srita. Lindsey, Ud. puede irse a casa y ser saludable.
["Alabado el Señor"]. Jesucristo...?....
Como el águila que excita su nidada
86 Ahora, fíjense: cuando El fue al pozo ese día y se
sentó allí, y los discípulos entraron a la ciudad a
comprar alimento, mientras ellos no estaban, una
mujer de apariencia hermosa venía caminando con
un cántaro en su cabeza. Y ella dejó caer la polea
para coger agua, y oyó a alguien decir: "Dame de
beber". Entonces ella miró y vio a un judío. El no
tenía sino unos treinta años, pero la Escritura dice
que El se miraba como de cincuenta años. ¿Cuántos
saben eso? "Tú eres un hombre que no tienes más
de cincuenta años de edad y ¿dices que Tú has visto
a Abraham?" El dijo: "Antes que Abraham fuese, YO
SOY". Correcto. Así que dijeron: "Tú no tienes más
de cincuenta años de edad".
87 Y allí estaba ella sentada en el pozo. Allí estaba
Jesús sentado en una escena algo como ésta, y El
dijo: "Dame de beber". (Ellos tenían segregación en
ese entonces, lo mismo que la solían tener allá en el
sur, los negros y los blancos). Ella dijo: "No es
costumbre que Tú siendo un judío me pidas a mí tal
cosa, una mujer de Samaria". El dijo: "Mujer..."
(Escuchen ahora lo que yo les estoy diciendo a Uds.,
o . se lo perderán). "Mujer, si tú conocieras con
quién estás hablando, si tú conocieras, tú me
pedirías a Mí de beber. Y Yo te daría agua que tú no
vendrías aquí a sacarla". Ella dijo:"El pozo es hondo,
y Tú no tienes con qué sacarla". Y entonces a
conversación siguió. ¿Qué estaba haciendo El?
Contactando su espíritu. Esa es la misma cosa que
yo estoy haciendo ahorita con Uds.: tratando de
retener su atención.
88 El dijo: "Dame de beber". La conversación siguió
hasta que El encontró cuál era su problema.
¿Cuántos saben qué era? Ella estaba viviendo en
adulterio. Así que El dijo: "Mujer, ve, llama a tu
marido, y ven acá". Ella dijo: "No tengo marido". El
dijo: "Bien has dicho. Has tenido cinco, y con el que
estás viviendo no es tu marido". Ahora, esa mujer,
en su condición (siendo, como pensamos nosotros
de ella, una prostituta, una mujer de mala fama),
escuchen lo que ella sabía tocante a la Escritura. Ella
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 14
nunca lo llamó a El como los predicadores lo
llamaron: "Beelzebú, un adivinador, un diablo". Y
cualquiera sabe que el adivinar es del diablo. Así
que, ¿qué es un adivinador? Es un hombre
pervertido.
89 El diablo no puede crear nada. El es... Si él es un
creador, él se pudiera hacer un mundo. Pero él
puede pervertir lo que Dios ha creado. ¿Entienden
eso? Miren. Miren, suena descortés en una
audiencia mixta. Un hombre puede casarse una vi-...
una esposa y vivir con ella como una esposa, y la
cama es honrosa. El mismo acto con otra mujer, él
está perdido. ¿Ven?, es la perversión e la cosa que
está correcta. Uds. entienden lo que quiero decir.
Satanás pervierte. Un adivinador, es la perversión
de un vidente de Dios; pervertido dentro del
dominio del diablo.
90 Y entonces, fíjense. Ella no lo llamó a El eso. Ella
dijo: "Señor, me parece que Tú eres Profeta".
¿Cuántos saben que ella dijo eso? Qué gran
diferencia a lo que dijeron esos predicadores. Dijo:
"Me parece-me parece que Tú eres Profeta". Ahora,
observen, escuchen. "Nosotros sabemos (nosotros
samaritanos, nosotros somos enseñados), nosotros
sabemos que cuando venga el Mesías, El hará estas
cosas". ¿Fue ésa la señal del Mesías? ¿Lo fue?
"Nosotros sabemos que cuando el Mesías venga, El
hará estas cosas. Pero, quién eres Tú?" Jesús dijo:
"Yo soy, el que habla contigo". Ella entró a la ciudad
corriendo, y le dijo a los hombres: "Venid, ved a un
Hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho.
¿No será éste el mismísimo Mesías?" Pero nunca la
hizo El a los gentiles. Pero, ¿la prometió El a los
gentiles? ¿Por qué? Hemos tenido dos mil años de
instrucción, igual que la tuvieron los judíos y
samaritanos, de instrucción, esperando un Mesías.
No temaís
19 Como para ese tiempo, Andrés, ha de haber sido
él el que dijo: "Hermanos, qué tocante a todos
nosotros, ese día cuando veníamos de un viaje, y
nos acercamos a Samaria. Y estábamos desviados
de nuestro curso acostumbrado del lugar adonde
íbamos, pero Él dijo que Él tenía necesidad de pasar
por Samaria. Y la cosa extraña fue que, ¿por qué
quisiera Él (siendo un judío) ir a una raza mezclada,
a la samaritana, la cual es odiada por nuestro
pueblo, despreciada, y no tenemos compañerismo
con ellos en lo absoluto? Pero sin embargo, Él
quería pasar por Samaria. Y Él nos había dicho antes
que Él no hacía nada a menos que el Padre se lo
mostrara primero". "Y entonces cuando llegamos
allí", dijo Andrés: "¿recuerdan, hermanos, de la
manera rara que Él actuó entonces? Él ni siquiera
entró a la ciudad con nosotros, sino que se sentó al
lado del pozo público fuera de la puerta, y dijo:
'Entren Uds. y compren alimentos'. Y cuando fuimos
y conseguimos alimentos, al regresar (¿recuerdan
Uds.?), Él le estaba hablando a una-una mujer que
nosotros sabíamos que en la ciudad tenía un mal
nombre". "Y Él le había dicho a ella: 'Dame de
beber'". "Y ella dijo: 'No es costumbre que Uds.
judíos le pidan a los samaritanos ningunos favores.
No tenemos ningunos tratos unos con los otros,
pues hay una segregación'". "Y Él dijo: 'Pero si tú
supieras con quién tú estás hablando....'"
20 "¿Recuerdan, hermanos? Todos nosotros nos
agachamos en los arbustos allí para ver qué
sucedería, para oír lo que Él le diría a esta prostituta
desechada, una mujer de mala fama. ¿Qué le diría
Éste, que creemos que es el Hijo de Dios, a una
mujer como ésa? Y Él había dicho que había sido
enviado a las ovejas perdidas de Israel. ¿Cómo va a
hacer Él algo por ella? Y, ¿por qué un hombre joven,
de Su edad, le hablaría a una prostituta allá afuera a
solas? Así que nos agachamos en los arbustos
(¿recuerdan Uds.?), para oír lo que se diría". Y dijo:
"Él dijo: 'Si conocieras a quién le estás hablando, tú
me pedirías a Mí de beber, y Yo te traería agua,
mejor dicho, te daría agua que tú no vienes aquí
para sacarla'". "Y la conversación continuó. Y
después de un rato, Él le dijo a ella: 'Ve, llama a tu
marido, y ven acá'". "Bueno, mientras nos
mirábamos uno al otro... Su... Una mujer de mala
fama así, no tendría un marido". "Y ella dijo: 'No
tengo marido'". "El dijo: 'Eso es verdad; tú has
tenido cinco, y con el que tú estás viviendo ahora,
no es tu marido'".
21 "Y, ¿se fijaron en la expresión de su rostro,
cuando ella se volteó rápidamente? Sus grandes
ojos oscuros brillaron al decir ella: 'Señor, me
parece que Tú eres Profeta. Nosotros sabemos que
cuando venga el Mesías, llamado el Cristo, Él nos
declarará estas cosas. Él será el Dios Profeta; Él será
el que conocerá los secretos de nuestros corazones.
Pero, ¿quién eres Tú?'" "Jesús dijo: 'Yo soy, el que
habla contigo'".
Las realidades infalibles del Dios vivo
21 El resucitó a Lázaro de la tumba; pareciera que
eso hubiera sacudido a toda la nación. La Biblia dice
que El lo haría. Esas eran las señales que le iban a
seguir. Cuando El estuvo allí delante de la mujer
samaritana, y dijo: "Tú tienes cinco esposos", eso
debería haber sacudido a todo el mundo.
22 "¿Recuerdan Uds. que no podíamos hacer que Él
comiera? Ella dejó su cántaro, y entró corriendo a la
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 15
ciudad. Y no pudimos hacer que Él comiera". "Y Él
dijo: 'Yo tengo una comida que comer, que vosotros
no sabéis'". "Su comida era hacer la voluntad de Su
Padre que lo había enviado. Y entramos a la ciudad
con Él. Y, ¿recuerdan Uds.?: todos los hombres de
esa ciudad, todos los que estaban en Samaria (en
esa ciudad, Sicar), creyeron en Él, porque Él le dijo a
esa mujer cuál era su problema".
23 Ellos se levantarán en el Día del Juicio con esta
generación aquí, y la condenarán. Porque Jesús no
está muerto; Él está vivo por los siglos de los siglos,
el mismo ayer, hoy, y por los siglos. Él dijo que la
reina del Sur se pararía en el Juicio en los últimos
días, y condenaría esa generación, porque ella vino
de los fines del mundo para oír el discernimiento de
Salomón. Y Él dijo: "De cierto Yo os digo a vosotros
que Uno más grande que Salomón está aquí". Y en
esta noche, en nuestros medios, hay Uno más
grande que Salomón, pues es el Espíritu Santo, el
mismísimo Espíritu de Jesucristo, tratando de
encontrar la manera de entrar al corazón de una
persona, y en una vida. La gente de la ciudad, dice la
Escritura, que ellos creyeron en Él debido al dicho
de la mujer.
Quisiéramos ver a Jesús
52 Ahora, El tenía necesidad de pasar por Samaria.
Samaria era el... Uds. saben, Uds. ministros y
lectores de la Biblia, cómo surgió la raza samaritana.
Ahora, nosotros nos damos cuenta que ellos
también estaban esperando un Mesías. Y Jesús llegó
al pozo allí, en Sicar, como a mediodía, y El envió
Sus discípulos a traer comida. Y allí estaba una
mujer. Pensemos que ella era una mujer de mala
fama. Y ella estaba viviendo con su sexto marido. Y
llegó al pozo para sacar agua. Sin duda el pastor de
Uds. les ha predicado sobre ello, muchas veces.
Pero yo estoy tratando de decir lo que El era ayer,
para que Uds. puedan ver lo que El será hoy. Ahora,
El mismo se dio a conocer a los judíos. (Hay muchos
otros lugares, a los que llegaremos después, pero
sólo para tocar el punto, y llamar la fila de oración
en unos cuantos minutos).
53 Ahora, El va a esa mujer. Mejor dicho, esa mujer
va a sacar agua, quise decir. Y era como a mediodía.
Y yo la puedo ver venir con su-su cabello
colgándole, sin peinar. Y ella tenía el-el cántaro
sobre su hombro, como las mujeres orientales
generalmente lo cargan. Y ellas pueden poner cinco
galones [22.73 litros-Trad.] de agua encima de su
cabeza, cinco galones sobre su cadera, y cinco
galones aquí, y caminar hablando una con la otra y
nunca derramar una sola gota, perfectamente
balanceados. Y esa mujer quizás traía ese cántaro.
Veamos, ella pudiera haber estado... Pues ella no
había estado en casa toda la noche y acababa de
llegar, quizás era la razón que ella estaba... o
Quisiéramos Ver A Jesús se había quedado
dormida. Pudiera haber sido porque ella no podía
venir al pozo con las mujeres decentes. Había una
gran segregación sobre ese respecto en aquellos
días: una mujer inmunda no se podía mezclar con
las-con las mujeres limpias.
54 Así que de todas maneras, ella estaba en el pozo.
Y Jesús... Es una vista panorámica. El pozo allá en
Sicar es algo así: las vides crecidas sobre el muro, y
el pozo de la ciudad allí en donde la gente venía a
sacar su agua. Yo puedo ver a la mujer venir, tomar
el cántaro de las dos grandes agarraderas y poner
los ganchos en ellas, y bajarlo por medio de la
polea, para sacar agua. Y ella oyó una Voz que dijo:
"Mujer, dame de beber". Y ella volteó, y vio a un
Hombre judío de mediana edad, sentado, reclinado
sobre el pozo. Quizás El se miraba un poco más
viejo de lo que El realmente estaba. Yo creo que
cuando Él tenía como unos treinta, ellos le dijeron
que El se miraba de cincuenta. Ellos dijeron: "Tú
eres un hombre que aún no tienes más de
cincuenta años de edad, y ¿Tú dices que has visto a
Abraham?" El dijo: "Antes que Abraham fuese, YO
SOY". Así que ellos-ellos... Pero El se miraba de
cincuenta cuando únicamente tenía treinta. Y así
que El se pudiera haber mirado un poco avejentado
sentado allí. Quizás había un poco cabello cano en
Su cabello o en Su barba, debido a la gran carga, los
pecados del mundo, estaban colocados sobre Sus
hombros. Y allí estaba El sentado.
55 Ella vio a ese judío. Y ellos tenían una
segregación en esos días, igual a la que solían tener
el norte y el sur, entre la gente blanca y la negra.
Pero.... Entonces ella dijo: "No es costumbre que
Uds. judíos le pidan a una mujer samaritana una
cosa como esa". Dijo: "Nosotros no tenemos-no
tenemos tratos unos con los otros". Escuchen a la
Voz responder: "Mujer, si conocieras quién es el
que habla contigo, tú me pedirías a Mí de beber. Yo
te daría agua que tú no vendrías aquí a sacarla". Y
ella dijo: "El pozo es hondo, y Tú no tienes nada con
qué sacarla".
56 La conversación continuó tocante a adorar en
"este monte y en Jerusalén" y demás. Después de
un rato, Jesús parado allí... El tenía necesidad de
pasar por allí; el Padre lo envió allí. Y entonces El no
sabía lo que sucedería. ¿Qué estaba haciendo El? El
estaba tratando de encontrar cuál era el problema
de la mujer. Cuando El encontró el problema de
ella... ¿Cuántos saben cuál era? Seguro. Ella estaba
viviendo en pecado. Y El... ¿qué dijo El? "Ve, llama a
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 16
tu marido, y ven acá". Ella dijo: "No tengo marido".
El dijo: "Bien has dicho, porque tú has tenido cinco
maridos. Y por lo tanto, con el que tú estás viviendo
ahora, no es tu marido". Ahora, ¿dijo ella: "Ese
hombre es Beelzebú"? No, señor. ¿Dijo ella: "El es...
El debe ser un... algo mal en El, El debe tener un-un
caso horrible de telepatía mental"? No, señor. Ella
sabía más tocante a Dios que la mitad de los
ministros hoy en día. Correcto.
57 Ella dijo: "Señor, me parece que Tú eres
profeta". ¡Amén! "Me parece que Tú eres profeta.
Nosotros (los samaritanos), nosotros sabemos que
cuando venga el Mesías, El nos declarará estas
cosas. ¿Pero quién eres Tú?" El dijo: "Yo soy, el que
habla contigo". Qué lástima que nosotros no
sabemos la misma cosa, ¿no es así? Correcto. Ella
dijo: "Nosotros sabemos, nosotros los samaritanos
sabemos, que cuando ese Mesías venga, El será un
Dios-Profeta. El nos declarará estas cosas". Ella fue
enseñada. Aun en sus pecados, ella sabía qué
esperar cuando ella lo viera. Y ella dijo: "Señor, me
parece que Tú eres profeta. Y yo sé que cuando el
Mesías venga, El nos declarará estas cosas". El dijo:
"Yo soy, el que habla contigo". Y ella dejó su cántaro
y entró corriendo a la ciudad. Escúchenla: "Venid,
ved a un Hombre que me ha dicho todo cuanto yo
he hecho. ¿No será éste el mero Mesías?" Y la Biblia
dice que los hombres de esa ciudad creyeron en El
por la palabra de la mujer. ¡Oh, hermanos!
No temaís, Yo Soy
29 Entonces, ha de haber sido después que él
terminó, que fue el buenazo de Andrés, sentado al
lado del apóstol Pedro, a quien le tocaba testificar.
Ha de haber sido él que dijo: "Bueno, hermanos,
permítanme hablar por todos. ¿No estábamos
todos nosotros completamente convencidos
cuando El iba rumbo a Jericó desde Jerusalén? Y ese
es un camino directo bajando la montaña a Jericó.
Pero esa mañana El dijo: 'Yo tengo necesidad de
pasar por Samaria'. Eso está arriba en la montaña.
¿Por qué tendría El que ir, yendo a Jericó, pasar por
Samaria? ¿Recuerdan Uds. cuán extraños nos
sentimos todos ese día? Pero estábamos... Cada
uno de nosotros teníamos temor de decirle algo a
Él, porque sabíamos que Dios estaba en El, y Dios lo
estaba guiando, y nosotros no... nosotros-nosotros
sencillamente no quisimos decir nada al respecto,
porque era Dios que lo estaba guiando". El dijo: "El
fue... Nosotros llegamos con El a los alrededores de
Samaria, y Uds. recuerdan cómo esas viejas
piedras... Y El se cansó tanto yendo allá, que se
sentó al lado del pozo y nos envió allá a la ciudad a
comprar alimento. El se sentó al lado del pozo
público. No había ni siquiera algo allí con lo cual
sacarle a El agua para beber. Hubiéramos querido
que se refrescara, dándole de beber, y lavándole
Sus pies. Pero El dijo: 'Hermanos, vayan allá y
compren algunos alimentos, y Yo esperaré aquí'";
era como un pequeño panorama en donde estaba
el pozo. Era un-un pozo público para la ciudad.
30 "Y mientras estábamos ausentes... Ellos no nos
vendieron alimento, así que nos regresamos al
pozo. Y Uds. recuerdan que oímos que algo estaba
sucediendo cuando regresamos. Y nos agachamos
en los matorrales allí para escuchar, oír lo que se
estaba diciendo. Y allí estaba una-una mujer
hermosa, que nosotros pensamos que sería una
mujer de apariencia muy piadosa. Ella era bonita, su
cabello, su cara, y era muy joven. Y ella estaba
hablando con El. "Y nosotros lo oímos decirle a ella:
'Mujer, dame de beber'". "Y ella dijo: 'Señor, no es
costumbre que Tú siendo judío le pidas a una
samaritana tal cosa. Yo soy una mujer de Samaria;
por lo tanto, no tenemos tratos uno con el otro.
(Una gran segregación). Nosotros no tenemos
tratos'". "Y escuchen lo que El dijo: 'Si tú supieras
quién es el que está hablando contigo, tú me
pedirías a Mí de beber. Y Yo te daría agua, que tú no
tendrías que venir aquí para sacarla'". "Ella dijo: 'El
pozo es hondo; Tú no tienes con qué sacarla'". "Y a
medida que ellos continuaban con su conversación
tocante a la adoración en el monte y demás,
entonces oímos a nuestro Señor decir: 'Ve, llama a
tu marido y ven acá'". "Y ella volteó y dijo: 'No
tengo marido'".
31 "Entonces pensamos: '¿Qué es esto? ¿Ha
cometido nuestro Maestro un error? Cuando esa
mujer dijo que-que ella no tenía marido. Tantas
veces que lo hemos visto a El hacer esa señal
Mesiánica, y luego lo vemos a El aquí pararse con
una nueva clase de gente, los samaritanos, y sin
embargo, aquí, en la primera ocasión, El falló'". "Ella
dijo: 'No tengo marido'". "Y entonces El dijo:
'Verdaderamente, has dicho la verdad, porque tú
has tenido cinco maridos, y con el que ahora estás
viviendo, no es tu marido'". El no comete errores.
"Entonces ella le dijo a El: 'Señor, me parece que Tú
eres profeta'". ¡Lo que sabía esa mujer!, cuando allá
sólo unos cuantos días antes, cuando El había hecho
la misma cosa, la gente de la iglesia lo llamó a Él un
demonio, un espiritista, un Beelzebú, dijo que El
estaba leyendo los pensamientos de la mente de la
gente, que era telepatía o algo de esa índole. Dijo:
"El es Beelzebú haciendo eso". Jesús dijo: "Tú hablas
eso contra Mí, y Yo te perdono. Pero (en otras
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 17
palabras), un día el Espíritu Santo va a venir para
dar testimonio de Mí. Y cuando El venga y haga la
misma cosa, el hablar una palabra contra El, nunca
te será perdonado en este siglo ni en el venidero".
Así tan serio sería.
32 Y ella dijo: "Señor, me parece que Tú eres
profeta". Ahora, escuchen a esta mujer. "Nosotros
sabemos (nosotros los samaritanos), nosotros
sabemos que el Mesías viene. Y cuando el Mesías
venga, El hará estas cosas. El nos declarará estas
cosas. Esa será la señal del Mesías, cuando El venga.
Así que Tú has de ser Su profeta". En otras palabras,
ella dijo la misma cosa que el resto de ellos dijeron.
"Cuando venga el Mesías, el Mesías será un profeta,
un Dios-Profeta. El será más que un profeta, pero El
mostrará la señal Mesiánica como profeta". Ellos no
habían tenido profetas por cuatrocientos y algo de
años desde Malaquías, uno de los profetas
menores. Y dijo: "Pero cuando venga el Mesías, El
será un profeta como Moisés, un gran profeta, que
sabrá cosas de antemano y dirá cosas y nos dirá lo
que somos y lo que hemos hecho. El será esa clase
de hombre. Yo sé que cuando el Mesías venga, El
nos declarará estas cosas. Pero, ¿quién eres Tú?"
Jesús dijo: "Yo soy, el que habla contigo".
33 Ahora, algunas veces yo he oído... Un infiel dijo
no hace mucho: "En ningún lugar en la Escritura dijo
Jesús alguna vez que El era el Cristo". ¿Qué de ésa, y
también de las otras? El dijo: "Yo soy, el que habla
contigo". Y en esto, ella bajó su cántaro... lo bajó,
dejó su cántaro de agua y entró corriendo en la
ciudad, y dijo: "Venid, ved un Hombre que me ha
dicho lo que he hecho. ¿No es éste el mismísimo
Mesías?" Y la Biblia dice que esa ciudad creyó que El
era el Mesías debido al testimonio de la mujer.
Ahora, si esa fue la señal del Mesías ayer, y El es el
mismo ayer, hoy, y por los siglos, esa será la señal
del Mesías hoy (¿es correcto eso?), si El es el
mismo. Ahora, detengámonos sólo un momento.
34 Miren: hay tres clases de gente en la tierra, si la
Biblia está correcta. Y Dios me perdone por esa
palabra sacrílega de: "si". La Biblia está correcta. Y
todos nosotros provenimos de los hijos de Cam,
Sem, y Jafet. Esos eran los tres hijos de Noé,
después del diluvio cuando el mundo fue destruido.
Nosotros-nosotros provenimos de esas tres clases
de gente. Miren, esos eran el judío, el gentil, y el
samaritano. ¿Se fijaron que a Pedro le fueron dadas
en Mateo (creo que el capítulo 16), las llaves del
Reino del Cielo? Y en el Día de Pentecostés él lo
abrió al judío. Felipe fue allá y predicó a esos
samaritanos, y sin embargo el Espíritu Santo no
cayó sobre ninguno de ellos, no obstante que él
tenía el Espíritu Santo. Ellos enviaron a Juan y a
Pedro para que fueran allá; pusieron manos sobre
ellos, y ellos recibieron el Espíritu Santo. Correcto.
¿Ven? Aunque el hombre estaba lleno con el
Espíritu Santo, sin embargo Pedro era el que tenía
las llaves. Y esa era otra nacionalidad de gente, los
samaritanos.
El Pariente Redentor
238 La mujer en el pozo. Esa era gente de otra
nación. Ahora, únicamente los judíos y samaritanos
lo recibieron a El. Los gentiles... Nosotros no
habíamos entrado todavía, el grupo de Rut. Ahora,
la mujer en el pozo, la cual era samaritana, ella vino
a sacar agua. Jesús dijo: "Dame de beber". ¿Qué
hizo El? Habló con ella, así como yo hablaría con
alguien allá en la audiencia; dijo: "Dame de beber".
Ellos nunca se habían encontrado antes.
239 Y ella dijo: "Pues, no acostumbramos; nosotros
tenemos segregación aquí". Como Uds.
acostumbraban segregar en el sur a nuestros
amigos de color y cosas. Pero ya no la tenemos.
Gracias sean dadas a Dios por eso. Así que ella dijo:
"Nosotros tenemos segregación aquí; pues, no es
costumbre para Ti; Tú eres un judío". Jesús era un
judío. Ella era una samaritana. Dijo: "No se
acostumbra que-que Tú me pidas a mí, una mujer
samaritana, tal cosa".
240 El dijo: "Pero mujer, si tú supieras con quién
estás hablando, tú me pedirías a Mí de beber".
241 Eso detuvo a esa hermosa mujer. Y ella miró
hacia arriba y dijo: "Pues, Tú no tienes nada con qué
sacarla. El pozo es profundo".
242 El dijo: "Las aguas que Yo doy es Vida Eterna".
243 Y finalmente El encontró cuál era su problema.
¿Cuántos saben, desconocidos, saben cuál era su
problema? Ella tenía cinco maridos. Así que ¿qué le
dijo El a ella? El dijo: "Ve, llama a tu marido, y ven
acá".
244 Ella lo miró; ella dijo: "No tengo marido".
245 El dijo: "Bien has dicho, porque cinco maridos
has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido".
246 Ella dijo: "Señor, me parece que Tú eres
profeta. Ahora, sabemos que cuando el Mesías
venga (quien es Jesús), cuando el Mesías venga, El
nos declarará estas cosas, porque sabemos que El
será ese Profeta. Sabemos que cuando el Mesías
venga, El hará esto. Pero ¿quién eres Tú? El dijo: "Yo
soy El".
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 18
247 Y basada en eso, ella corrió a la ciudad y dijo:
"Vengan y vean a un Hombre que me ha dicho lo
que he hecho. ¿No es Este el Mesías?
248 Si esa fue la señal del Mesías ayer, y El es el
mismo hoy, es la misma cosa hoy. Ahora, ¿creen eso
Uds. desconocidos? Ahora, eso es para Uds. en la
fila aquí.
Yo soy
17 Así que, el siguiente ha de haber sido Andrés. El
sencillamente ya no se podía contener más. Ellos ya
habían metido los remos en la barca, y
probablemente estaban flotando entonces. La
oscuridad se estaba asentando, y él dijo:
"Hermanos: ¿qué pudiéramos decir todos nosotros
a esto? ¿Recuerdan el día que íbamos a Jericó, y El
dijo que le era necesario pasar por Samaria? Y nos
preguntábamos por qué querría El ir con esos
samaritanos. Pero cuando El llegó a la ciudad, El se
sentó al lado del pozo, y nos envió a la ciudad a
comprar de comer. Y cuando regresamos,
¿recuerdan Uds.? (todos nosotros somos testigos de
esto), nos acercamos, y lo oímos a El hablando, y
estábamos todos maravillados de esto, que nuestro
Señor le estuviera hablando a una mujer como la
cual le estaba hablando a El. Pero oímos la
conversación cuando... nosotros la empezábamos a
escuchar detrás de un matorral, mejor dicho, detrás
de la pared, cuando El le dijo, dijo: 'Mujer, dame de
beber'". "Y ella dijo: 'No es costumbre para Uds.,
judíos, pedirle a un samaritano, a una mujer de
Samaria un favor. Tenemos segregación. No
tenemos trato uno con el otro'".
"Pero El le dijo a ella: 'Pero si conocieras quién es el
que te está hablando'".
18 ¡Oh, ahí está el asunto! "Si conocieras quién es
el que te está hablando". Yo estoy seguro que si
todo pecador aquí, sintiendo la Presencia y la
atmósfera de estar sentados juntos en esta noche
en lugares Celestiales en Cristo Jesús, y ese
pequeño sentir que le está diciendo a Ud., si
conocieras quién es el que te está hablando,
diciéndote: "Tú deberías tener esta experiencia.
Quizás esas personas estén correctas; es..." Ud. está
pensando en su corazón. Ese es Dios hablando, si
sólo conocieras quién es. "Si conocieras quién es el
que te habla, tú me pedirías a Mí de beber, y Yo te
daría agua para que tú no vinieras a sacarla de
aquí".
Y ella dijo: "El pozo es hondo, y no tienes con qué
sacarla", y demás.
Pero El dijo: "El agua que Yo doy es Vida, saltando
para Vida Eterna".
Y luego surgió la cuestión tocante al debate
religioso, adónde Ud. debería ir a la iglesia.
Dijo: "Uds. dicen que todos nosotros deberíamos ir
a Jerusalén, y nuestro padre, Jacob, abrió este pozo
y dio de beber a su ganado y a su familia, y-y
nosotros adoramos en este monte, y Uds. dicen
que 'en Jerusalén'".
Y rápidamente El dijo: "Ni en este monte, ni en
Jerusalén. Sino que Dios es Espíritu; y los que le
adoren, en Espíritu y en verdad es necesario que
adoren, en Espíritu y verdad".
Y El dijo entonces, cuando El contactó el espíritu de
ella y encontró cuál era su problema, El dijo: "Ve,
llama a tu marido, y ven acá". [Porción sin grabar en
la cinta-Ed.].
"¿Quién eres Tú?"
Y El dijo: "Yo soy, el que habla contigo".
No hubo necesidad de decir más; ella estaba
convencida de que Ese era el Mesías que fue
prometido por el Antiguo Testamento. [Porción sin
grabar en la cinta-Ed.]. Ella olvidó todas las cosas del
mundo, aun dejó su cántaro de agua allí, y entró
corriendo a la ciudad, y dijo: "Venid, ved a un
Hombre que me ha dicho cuanto he hecho. ¿No
será éste el mismísimo Mesías?" Y los hombres de la
ciudad creyeron en El, debido al testimonio de la
mujer.
La Reina del Sur.
95 Pero esta es una señal como la de San Juan 4,
para hacerla Escritural a Uds.: una mujer y un
hombre encontrándose por primera vez en la tierra.
Jesús le habló a la mujer sólo unos cuántos
momentos para darse cuenta, para captar el
espíritu de ella. ¿Cuántos saben eso? El le empezó a
hablar a ella tocante a la segregación.
Y ella dijo: "No está bien que Tú me pidas a
mí, una samaritana, pues no tenemos tratos uno
con el otro". Pero cuando El encontró su problema,
El dijo: "Ve, llama a tu marido y ven aquí".
Y El se lo dijo a ella.
Y ella dijo: "Yo... Señor, me parece que Tú eres
profeta. Ahora, nosotros sabemos que cuando
venga el Mesías, llamado el Cristo, cuando El...
Nosotros sabemos que El viene, y cuando El venga
esa será Su señal". ¿Cuántos saben eso, que la Biblia
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 19
enseña eso? Bueno, si esa fue la señal del Mesías
ayer, y El es el mismo ayer, hoy, y por los siglos, ¿no
sería esa la misma señal hoy en día? Aquí estamos,
dos juntos, nunca nos hemos encontrado antes.
96 Ahora, si El le dice a ella lo que ha sido... Ahora,
ella sabrá si es verdad o no, lo que está mal en ella,
o por lo que ella está aquí. Algo, yo no sé, lo que
sea, entonces ella sabrá si es verdad o no. Entonces
de seguro ella lo sabría. Todos tendrían que saber
que proviene de algún poder espiritual. ¿Es correcto
eso? Porque no hay manera que yo conozca a la
mujer; yo nunca la he visto; ella no me conoce. Y
aquí estamos parados. Y Uds. allá en la audiencia,
yo no los conozco a Uds.; pero Dios los conoce, y El
prometió hacer esto. El no está haciendo esto
porque El-El le quiere mostrar a Uds. Su bondad; El
lo está haciendo para cumplir Su Palabra. Jesús sanó
a los enfermos, no porque El lo tenía que hacer,
sino porque El quería cumplir la Palabra. Eso es
exactamente correcto. Esa es la razón que El lo hizo,
para que pudiera ser cumplido lo que fue hablado
por el profeta. Y esto es para que pudiera ser
cumplido lo que fue hablado por Jesús, que El lo
haría en estos últimos días.
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos
61 Ahora recuerden que El también dijo que le era
necesario pasar por Samaria (San Juan 4). El iba
rumbo a Jericó. El tenía que rodear la montaña para
ir a Samaria. Y cuando El llegó a Samaria, El envió a
Sus discípulos a la ciudad para que compraran
alimentos. Era como-como alrededor de mediodía.
El se sentó al lado del pozo, un panorama algo como
este. Y allí estaba, yo diría, una hermosa mujer
joven que salió. Nosotros la conocemos aquí en
América como una prostituta. Ella tenía un montón
de esposos con los que vivió. Y ella salió a coger
agua. Quizás fue porque ella había estado fuera
toda la noche y durmió hasta mediodía.
Generalmente las vírgenes iban al pozo temprano
en la mañana. Uds. deberían observarlas cómo ellas
sacan esa agua con una polea, y se ponen un
cántaro de 5 galones [18.9 L.-Trad.] arriba de su
cabeza, y uno en cada cadera; y caminan y hablan
como las damas pueden hablar, y nunca derraman
una gota de ella. Pero... Ahora, pero quizás ella no
podía ir con la gente decente; ella tenía que ir
cuando todo el resto de ellas ya habían cogido su
agua.
62 Así que la encontramos en el pozo. Y ella empezó
a bajar su-su pequeño... Puso los ganchos pequeños
en las agarraderas de los lados del-del cántaro y lo
bajó con la polea para sacar agua, y ella oyó una voz
diciendo: "Mujer, dame de beber". Y ella miró hacia
allá y vio a un judío sentado allí, un Hombre joven.
El parecía... Bueno, El sólo tenía treinta, pero la
Biblia dice que El parecía de cincuenta. Uds. saben
eso. Me imagino que Su obra le hizo eso a Él.
Bueno, ellos dijeron en San Juan el capítulo 8: "¿Tú
dices que has visto a Abraham, y Tú aún no tienes
cincuenta años?" El dijo: "Antes que Abraham
fuese, YO SOY". YO SOY estaba en la zarza ardiendo,
Uds. saben. Así que dijo: "Tú aún no tienes
cincuenta años".
63 Así que El estaba reclinado contra la pared y
pidiéndole a esta mujer de beber. Ahora, ellos
tenían segregación allá, como la que solían tener en
el sur. Ella dijo: "No es costumbre que Uds. judíos
pidan a una samaritana, a mí, siendo yo una mujer
samaritana. Eso no es costumbre en estos días".
(Escuchen la conversación. ¡No se les pase por alto!)
El dijo: "Si tú supieras a quién le estás hablando (
me pregunto esta noche, si la iglesia realmente
supiera que la Presencia del Señor estaba aquí...), si
tú únicamente supieras a quién le estás hablando,
tú le pedirías de beber, y Yo te daría agua que tú no
tienes que venir aquí para sacarla". Ella dijo: "El
pozo es hondo, y Tú no tienes nada con qué
sacarla". Y la conversación... ¿Qué estaba tratando
de hacer El? Contactar su espíritu. El Padre lo había
enviado a El allá. El no sabía por qué, pero esta
mujer salió. El estaba tratando de contactar su
espíritu. El dijo-El dijo....
64 Ella dijo: "Tú dices que se debe adorar en
Jerusalén. Nuestros padres adoraron en este monte,
y Tú dices en Jerusalén". Jesús dijo: "Dios es
Espíritu; y los que le adoran, en Espíritu y en verdad
es necesario que le adoren". La conversación
continuó por unos cuantos minutos hasta que El
encontró cuál era su problema. Ahora, escuchen.
Les hará bien en unos cuantos minutos. ¿Ven? El
habló con ella hasta que encontró su problema. Y El
dijo: "Ve, llama a tu marido, y ven acá". Ella dijo:
"No tengo marido". Fíjense. El se la está haciendo a
los samaritanos ahora. El ya se la había hecho a los
judíos. Dijo: "Ve, llama a tu marido, y ven acá". Ella
dijo: "Yo no tengo marido". El dijo: "Bien has dicho.
Tú has tenido cinco; por lo tanto con el que ahora
vives no es tu marido. Tú has dicho la verdad".
65 ¿Qué hizo ella? Ella sabía más tocante a Dios que
lo que saben la mitad de los predicadores, y ella en
esa condición; más que lo que ellos sabían en ese
entonces, de todas maneras. Ella dijo: "Señor..." Ella
no lo llamó Beelzebú, un adivinador. Dijo: "Señor,
me parece que Tú eres profeta". Ahora, escuchen.
"Nosotros sabemos que cuando venga el Mesías,
llamado el Cristo, El nos declarará estas cosas": la
señal del Mesías. "Nosotros, los samaritanos
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 20
sabemos que el Mesías hará esta señal. Así que Tú
has de ser Su profeta". Jesús dijo: "Yo soy, el que
habla contigo". ¡Oh, hermanos! ¿Ven?, ella fue
enseñada para saber lo que el Mesías haría. No
cómo El se vestiría, sino lo que El haría; no qué clase
de enseñanza El tendría, sino.... El dijo: "Si no hago
las obras de Mi Padre, no me creáis". Ellos sabían
que El sería un Dios-Profeta. Ella dijo: "Tú debes ser
un profeta. Ahora, nosotros sabemos que cuando el
Mesías venga, llamado el Cristo, El nos declarará
todas las cosas (¿ven?, esa es la señal que El haría).
Pero, ¿quién eres-quién eres Tú?" El dijo: "Yo soy
El". ¿Qué hizo ella? Ella dejó el cántaro de agua, y
fue a la ciudad corriendo, y dijo: "Venid, ved a un
Hombre que me ha dicho las cosas que yo he hecho.
¿No será éste el mismísimo Mesías?" Y la Biblia dice
que los hombres de la ciudad creyeron en El por el
testimonio de la mujer, que El le dijo a ella cuál era
su problema. Si ésa fue Su señal ayer, es Su señal
hoy.
¡Yo soy, no temaís!
36 "Y, ¿recuerdan Uds.? Oh, ellos... Cuando
terminamos e íbamos de regreso, cuando
regresamos sucedió que oímos algo en el pozo, y
nos acercamos escondiéndonos detrás de los
matorrales. Y miramos para ver lo que era. Y venía
allí una mujer de mala fama acercándose al pozo, y
escuchamos a hurtadillas". "Ahora, yo lo voy a citar,
hermanos, y todos Uds. recuerdan esto", yo puedo
oír a Andrés decir. "¿Recuerdan Uds. que la mujer
bajó su cántaro por medio de la polea para coger
agua? Y cuando ella sacó el agua, oímos... miramos,
y queríamos ver lo que El iba a decir tocante a esta
mujer de mala fama. Ella fue echada fuera de las
iglesias. Ella era una que no estaba afiliada. (A
propósito, ella era una samaritana. Había una gran
segregación: los samaritanos y los judíos no tenían
tratos uno con el otro). Y vimos a esta mujer, una
mujer de apariencia hermosa, pero sabíamos que
ella era de mala fama por la manera que ella estaba
vestida. Y sacó el agua y oímos que El dijo: 'Dame de
beber, mujer. Dame de beber'".
37 "Y ¿recuerdan Uds. cuán asombrados nosotros
estábamos que nuestro Señor tuviera alguna clase
de tratos con una mujer como esa? Y así que, la
mujer dijo: 'Señor, no es costumbre que Tú me
pidas a mí, una mujer samaritana, algún favor,
porque eres un judío'". "Y, ¿recuerdan Uds. lo que El
dijo? 'Si tú sólo supieras quién es el que te está
hablando, tú me pedirías a Mí de beber, y Yo te
daría Agua que tú no tendrías que venir aquí a
sacarla'". "Y ella dijo: 'El pozo es hondo, y Tú no
tienes con qué sacarla'. Y ¿recuerdan Uds.,
hermanos, cómo la conversación siguió tocante al
judío y al samaritano?" Ahora, yo creo... Y diré esto:
yo creo que Jesús estaba tratando de contactar su
espíritu, hablándole a ella. El Padre lo había enviado
allá. Déjenme aclarar eso en su mente. Guarden
todo lo que he dicho en sus mentes ahora. Yo
quiero aclarar esto. El Padre... El dijo: "Yo no hago
nada hasta que el Padre me muestra". Y el Padre lo
ha de haber enviado allá, y le dijo: "Ve allá hasta
que encuentres ese pozo (El nunca había estado allí
antes), siéntate allí, y espera. Yo te estoy enviando
allá, y el resto de ello se llevará a cabo cuando Tú
llegues allí".
38 Bueno, El vio a esa mujer, y ésa ha de haber sido
la que era. Así que El empezó a hablar con ella para
captar su espíritu. Ahora, recuerden que Jesús podía
percibir los pensamientos y los intentos del corazón.
Y, ¿qué no nos dice nuestra Biblia (Hebreos el
capítulo 4) que "la Palabra de Dios es más cortante
que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir
el alma, y los tuétanos, y discierne los pensamientos
y las intenciones del corazón y la mente"? La
Palabra de Dios. Jesús era esa Palabra. "En el
principio era la Palabra, y la Palabra era con Dios y
la Palabra era Dios. Y la Palabra fue hecha carne y
habitó entre nosotros". Allí estaba la Palabra de
Dios penetrando el alma de esa mujer, encontrando
en dónde estaba su problema. ¿Cuántos aquí esta
noche saben cuál era su problema?, levanten su
mano. Seguro. Ella tenía cinco maridos". Así que El
dijo: "Ve, llama a tu marido, y ven acá". "'Bueno',
ella dijo: 'Yo no tengo marido'". Y Andrés dijo:
"Hermanos: ¿recuerdan Uds. lo que pensamos?
¡Oh, oh! ¡Oh, oh! El cometió un error esta vez. El de
seguro está incorrecto allí con esta samaritana.
Pudiera obrar en los judíos, pero yo no sé tocante a
los samaritanos. De seguro cometió un error ahora,
porque ella misma dice que no tiene marido".
61-0217 (e) La Marca De La Bestia
Esos fueron los judíos, luego les tocó a los
samaritanos. No hubo nada para los gentiles.
Nosotros no estábamos buscando ningún Mesías,
andábamos con garrote sobre el hombro, aún
éramos paganos, adorando ídolos. El no obró nada
ante los gentiles.
Pero al hacerlo ante los judíos y los
samaritanos, solamente hay tres razones: los
descendientes de Sem, Cam, y Jafet. Entonces
llegando con la mujer samaritana, dijo, "Tráeme de
beber."
Ella dijo, "Como judío, no se acostumbra
que me pidas de beber, yo siendo samaritana."
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 21
Dijo, "Pero si supieras con quién estás
hablando... Ve y trae a tu marido."
Ella respondió, "No tengo marido."
El dijo, "Bien has dicho. Has tenido cinco."
Ella dijo, "Señor, me parece que eres
profeta. Nosotros sabemos, tenemos buenos
maestros acá donde vivimos, acá en Samaria.
Sabemos que cuando venga el Mesías, El hará estas
cosas. Pero ¿tú quién eres?"
Dijo, "Yo soy."
Ella corrió por toda la ciudad, clamando
"Vengan y vean un Hombre que me ha dicho todas
las cosas que he hecho. ¿No es este el mismo
Mesías?"
Y la Biblia dice que ellos creyeron que El era
el Mesías, basado en lo que El le dijo a la mujer. Ella
sabía más con respecto a Dios que la mitad de los
predicadores acá en Hollywood. Y ella en su
condición, pero era porque había sido entrenada
por el Espíritu Santo. allí lo tienen. El es Dios, y
todavía es Dios. Ciertamente.
¡No temaís!
30 Luego pudo haber sido entonces que
inmediatamente después de eso, Andrés ha de
haber dicho esto: "Pero hermanos, ¿recuerdan la
ocasión cuando El nos envió a la ciudad? El nos dijo
esa mañana que El iba rumbo a Jericó, pero que le
era necesario pasar por Jerusalén, o mejor dicho,
por Samaria; de Jerusalén, pasar por Samaria y
luego ir a Jericó. ¿Recuerdan cuán cansado estaba
El? Y todo el día dijimos: "Bueno, ¿por qué no
comes? ¿Por qué no lo haces?" "El dijo: 'Yo esperaré
aquí, y vayan y consigan comida para Uds.' Miren,
cuando nos fuimos y conseguimos la comida, y al
regresarnos, recuerdan que llegamos, y nos dimos
cuenta cuando llegamos allí, que allí llegaba una
mujer, y El estaba solo con la... una mujer de mala-
mala fama". Ella era una mujer inmunda, una mujer
que hoy la llamaríamos "de la calle, una mujer de la
luz roja". Ella tenía... Sus matrimonios estaban
todos mezclados, y ella estaba viviendo con
hombres sin estar casada con ellos, una persona
muy inmunda. En aquellos días ellas usaban un
vestuario que tenía que probar eso. "Así que
cuando vimos... llegamos allí, ¿recuerdan Uds. que
nos escondimos detrás de aquel matorral y ese
pequeño muro, y veíamos lo que El iba a decir? Eso
es lo que lo concluyó para todos nosotros".
31 "El le pidió a la mujer que le diera de beber, y
ella dijo: 'Nosotros tenemos segregación aquí.
Nosotros-nosotros no... No es costumbre que Uds.
judíos nos pidan a nosotras mujeres samaritanas tal
cosa como esa'". "El dijo: 'Si tú supieras quién es el
que habla contigo, tú me pedirías de beber, y Yo te
daría agua que tú no tendrías que venir aquí a
sacarla'". ¿Recuerdan cómo continuó la
conversación? ¿Qué estaba haciendo El? El Padre, El
dijo, en San Juan 5:19... Y escuchen esto, hermanos,
hermanas: Jesucristo, el Hijo de Dios, nunca tomó
crédito por sanar a alguien. El dijo: "No soy Yo el
que hace las obras. Es Mi Padre que mora en Mí, El
hace las obras". Entonces fíjense lo que sucedió. El
dijo esto en San Juan 5:19. El fue al estanque de
Betesda. Allí yacían grandes multitudes (mucha más
gente que la que hay aquí en este lugar esta noche)
de cojos, ciegos, rengos, paralíticos, inválidos.
Ahora, la Escritura dice eso: cojos, rengos, ciegos,
paralíticos. Y ahí venía El.
43 "Uds. recuerdan cómo todos nosotros estuvimos
con nuestras orejas paradas y-y escalofríos pasando
sobre nosotros. ¿Qué sucede? Nos preguntamos.
¿Había caído nuestro Maestro en una trampa?
Ahora, El le dice a la mujer que ella tiene marido, y
ella dice: 'No tengo marido'". "¿Recuerdan cómo lo
pensamos? ¿Entonces qué hizo...? Tan calmado
como podía estar, dijo: 'Bien has dicho; porque
cinco has tenido, y con el que ahora estás viviendo
no es tu marido'. La escena cambió rápidamente".
"¿Y qué le dijo esa mujer a Él? 'Señor, yo soy una
mujer samaritana. Pudiera ser que esté viviendo en
pecado, yo hice... (Ella dijo algo así) pero yo sé las
Escrituras. Yo salí de un hogar que enseñaba la
Biblia. Yo... Tú has de ser profeta. Yo sé, somos
enseñados, todos los samaritanos son enseñados ha
de venir un Mesías, cuyo Nombre... que será el
Cristo (significa el Ungido), y cuando El venga, El
declarará estas cosas. Esa será la señal del Mesías.
Tú has de ser Su profeta'". Jesús dijo: "Yo soy El".
Nunca hubo un Hombre que pudiera decir eso sino
El. Correcto. Nunca habrá. "Yo soy El". "Y ella dejó
su cántaro de agua, y fue a la ciudad, y dijo: 'Venid,
ved a un Hombre'. Les dijo a los hombres en la calle:
'Venid, ved a un Hombre que me ha dicho todo
cuanto he hecho. ¿No será éste el mismísimo
Mesías?'"
La Bienaventuranza olvidada
53.- La mujer Samaritana fue testigo de lo mismo al
decir: "Sabemos que cuando el Mesías venga, El nos
declarará todas las cosas, pero ¿Tú quién eres?" El
dijo: "Yo soy El". Ella dejó su cántaro y se fue
corriendo a la ciudad y dijo a todos: "¿No será este
el Mesías? (Juan 4:25,29) Ese hombre me dijo lo que
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 22
está mal en mí y lo que estoy haciendo, ¿no será
ese el Mesías?" Y la gente lo creyó. Eso lo hizo El
entre Samaritanos y Judíos, pero no a los Gentiles,
porque cuando el Evangelio llegó a los Gentiles ya El
estaba glorificado, estaba en gloria. "Pero en el
tiempo de la tarde habrá luz" ¿Qué fue lo que hizo
la iglesia? Cayó en el Catolicismo y organizó una
iglesia; entonces salió Lutero con Justificación para
la simiente, después de Lutero vino Wesley con
Santificación, más tarde vinieron los Pentecostales y
entraron también en organización, así han seguido
con sus sistemas y así llegamos a los últimos días.
¿Qué es esto?
69.- Por esa guianza sucede que en esta noche aquí
está una dama de color y yo un hombre blanco.
¿Soy desconocido para Ud.? no nos conocemos y
esta es la primera vez que nos encontramos. Ahora,
si el Espíritu Santo sigue siendo el Espíritu Santo que
estuvo en Cristo, si el que está en nosotros esta
noche, es ese mismo Espíritu, hará las mismas
obras; si es cierto, el Espíritu Santo, entonces hará
la obra del Espíritu Santo, hará la obra de Jesús.
Sabiendo lo que El es ahora Ud. puede estar seguro
de lo que El fue allá; tomemos San Juan capítulo 4,
cuando El siendo judío se encuentra con una mujer
Samaritana y para captar su espíritu habla con ella
por un momento, El le dijo cuál era su problema y
ella le dijo: "Señor; paréceme que eres profeta.
Sabemos que cuando venga el Mesías El nos declara
estas cosas'.
70.- Ella le dijo eso y El le dijo: "Yo soy el que habla
contigo". Luego ella fue corriendo a la ciudad y les
dijo: "Venid y ved a un hombre que me ha dicho las
cosas que he hecho, ¿no será este el Mesías?" Y
todos creyeron. Jesús nunca hizo eso con otra
persona, pero toda aquella ciudad creyó por eso; El
no sanó a nadie, simplemente llegó allí y se
manifestó y dice la Biblia que toda la ciudad creyó
en El por el testimonio de la mujer. Si ese fue Jesús
ayer y puede venir hoy a hacer lo mismo cuando
hay una joven Africana y un hombre Anglosajón
parados aquí, si El puede revelarme algo por lo que
Ud. está aquí, algo que Ud. haya hecho o algo así,
Ud. sabrá si es verdad o no, seguro que sí.
61-0827 (v) El Mensaje De Gracia
Ahora la otra, la otra nación fue Samaritanos, la cual
fue mitad judío y mitad gentil, causado por el
matrimonio del pecado de Coré y ellos se
descarriaron. Y ellos creían en Dios y estaban
buscando y esperando un Mesías. Y Jesús se mostró
ante ellos. Vino a los judíos, los Suyos, pero tuvo
necesidad de pasar por Samaria, en San Juan 4, si lo
han leído. Tuvo necesidad de pasar por Samaria.
Vino a la ciudad de Sicar y mandó a los discípulos a
comprar comida. Y mientras que se fueron, si Ud. ha
estado allí, es una panorámica, un pozo, donde toda
la ciudad venía a sacar agua. Ud. sabe, venían las
mujeres y con la devanadera bajaban la cubeta para
sacar el agua y la cargaban sobre la cabeza. Y luego
las mujeres malas no podían venir con las virtuosas.
No tenían compañerismo en aquellos días. Una
mujer de mala fama en aquellos días se mantenía
con su especie. No es así hoy; están todas juntas,
pero ellas, es como picándole a la yema del huevo,
se vuelve a todo rojo.
Entonces esta mujer de mala fama salió como a las
once y media o doce, por allí, del día; era de mala
fama y salió para sacar agua para su casa. Y le puso
así la cubeta en la devanadera y le bajó al pozo. Y
estaba sacando el agua y en el momento cuando
comenzaba a subir el agua, ella oyó alguien decir, "
¡Mujer, dame de beber!" Ella miró y allí estaba un
judío. Ahora ellos no tenían relaciones uno con el
otro.
Era un hombre mediano de edad, como de treinta,
pero la Biblia dice que aparentaba cincuenta, Ud.
sabe eso. Dijeron, "Tú dices que viste a Abraham y
eres un hombre que no pasas de cincuenta años."
Apenas tenía treinta. ¿Ve? Me supongo que Su
ministerio le haya envejecido algo. Dijeron, "Tú
dices que has visto a Abraham, ahora sí sabemos
que Tú tienes un demonio."
Pero El dijo, "Antes que fue Abraham, fui Yo." El fue
el Dios de Abraham. Seguro. El dijo, "Antes de
Abraham, fui Yo, YO SOY." Seguro.
Ahora El está sentado junto al pozo y dijo, "Mujer,
dame de beber."
Ella dijo, "No es costumbre. Aquí existe la
segregación." (Como tenían antes en el sur, con los
negros y los blancos ¿Ve?) Ella dijo, "Aquí tenemos
segregación. No es costumbre que tú me pidas, tú
siendo un judío, pedirme a mí, una mujer de
Samaria, algún favor en nada. No tenemos
relaciones con Uds." Ella era una prostituta, Uds.
saben. Quizás una mujer muy bella. Y allí estaba
parada, quizás despeinada con el cabello todo en la
cara, Ud. sabe, y no había estado, en casa toda la
noche. Y entonces dijo, "No es costumbre que tú
me pides eso, yo siendo una mujer de Samaria."
El dijo, "Mujer, si conocieras Quien te habla y con
Quien hablas, Me pedirías de tomar." Ese fue
Mesías ayer, ¿ve? "Me pedirías de tomar, y te daría
agua que no se saca de aquí." Ella dijo, "Pero mira,
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 23
el pozo es profundo y no tienes con qué sacar el
agua. ¿Cómo me vas a dar de beber?" Ella dijo,
"Nuestro padre, Jacob. . ." ¿Ve? Ella era Samaritana,
pero también llamó a Jacob su padre. "Nuestro
padre Jacob bebió de este pozo, su ganado, su
familia. Y ¿tú dices que tienes agua superior a
este?" Dijo, "Tú dices `adorar'. Tú, siendo judío
dices, `Jerusalén.' Nosotros decimos, `que en este
monte'." El dijo, "Mujer, el tiempo viene, y aun
ahora es, cuando el verdadero adorador adorará a
Dios en Espíritu, porque Dios es un Espíritu. El Padre
busca tales."
¿Qué estaba haciendo El? Estaba hablando con ella
tratan-do de hacer contacto con su espíritu. Ahora
recuerde, El tiene que ser el Mesías ante ellos, los
Samaritanos. Entonces El halló su problema.
¿Cuántos saben qué era? Seguro, estaba viviendo
con su sexto marido. ¿Ve Ud.? Es pecado cuando
uno tiene un esposo o esposa viva, y sale y por
cualquier razón le despide y se casa de nuevo, y de
nuevo, y de nuevo y de nuevo. No se debe hacer
eso. Entonces El dijo, y parece que ella vivía con
este sin haberse casa-do. Quizás no estaba casada.
Quizás nunca se había casado. Ella con todas las
cosas inmundas, y Ud. sabe, había hecho tantas
cosas inmundas mientras El la miraba así.
El dijo, "Mira, tráeme de beber." El le dijo, "Si
supieras con Quien hablas, de Mí pedirías agua y Yo
te daría agua que no se saca de aquí."
Luego le dijo, "Ve, trae tu marido y ven acá." Ella
respondió, "Señor, no tengo marido."
"Oh," El dijo, "bien has dicho. Has tenido cinco
maridos y el que ahora tienes no es tu marido. Bien
has dicho."
Si esa mujer. . .Ahora cuando. . .¿Qué le llamaron
los judíos cuando lo vieron, cuando lo vieron hacer
eso? ¿Lo reconocieron ser el Mesías? No. ¿Qué
dijeron que era? Beelzebú, un adivino. Dijeron que
ese poder era de Beelzebú. Llamaron inmundo al
Espíritu de Dios que discernía.
62-0123 (e) Abandonándolo.Todo
101.- Un día una pobre mujer sucia e inmunda
que vivía con seis hombres, se había casado con
cinco y con el que ahora vivía no era de ella, fue a
un pozo a buscar agua; cuando bajó el cántaro para
sacar agua y comenzaba a levantarlo, vio a un
hombre de mediana edad sentado ahí, un Judío que
le dijo: "Mujer, dame de beber" Ella le dijo: "Aquí
hacemos discriminación, no es costumbre que Tú
siendo Judío me pidas a mí de beber, que soy una
mujer Samaritana, no nos tratamos". Pero El le dijo:
"Si supieras quién es el que habla contigo tú me
pedirías de beber" (Juan 4:5-42) Así continuaron
hablando por un rato y ¿qué estaba haciendo El?
Tratando de encontrar dónde estaba su problema.
102.- Ahora, Jesús tenía necesidad de pasar por
Samaria y recuerden que El sólo se dio a conocer a
Judíos y Gentiles, que eran los descendientes de
Cam y de Sem, los de Jafet estaban apartados.
Nosotros los Anglosajones éramos entonces
paganos y adoradores de ídolos. Recuerde, ¿por
qué Jesús cuando estuvo en la tierra no se
manifestó con las mismas señales a los Gentiles?
Porque los Gentiles no estaban esperando un
Mesías pero los Judíos y Samaritanos sí lo
esperaban; El se dio a conocer como Mesías a los
Judíos al hablar con Pedro, al que le dio las llaves
del Reino, a Natanael y al ciego Bartimeo cuando su
fe lo detuvo, a la mujer con el flujo de sangre y a
otros.
103.- Pero ahora está aquí delante de una
Samaritana, se da a conocer como el verdadero
Mesías. Durante muchísimos años tanto Judíos
como Samaritanos habían creído que vendría un
Mesías y si el Mesías estaba sobre la tierra, le
tocaba darse a conocer. Fíjense en el anciano
Simeón en el templo con aquel testimonio: "No veré
muerte hasta que vea al Cristo". En el mismo
instante que María trajo al niño, el Espíritu Santo
habló a Simeón y él se acercó hasta donde estaba,
lo levantó en sus brazos y dijo: "Despide a tu siervo
en paz de acuerdo a Tu Palabra, porque mis ojos
han visto Tu salvación". (Lucas 2:29-3o) Simeón no
vivió para ver las obras Mesiánicas que El haría,
pero tenía testimonio de que Ese era.
104.- El se dio a conocer al pueblo como El
Mesías, como ese Dios Profeta. Cuando habló con
aquella mujer le dijo: "Ve, busca a tu marido y ven
acá. Ella le dijo: No tengo marido. El entonces le
dijo: Bien has dicho, porque cinco has tenido y el
que ahora tienes no es tu marido. Ella dijo: Señor,
percibo que Tú eres profeta... sabemos que cuando
el Mesías viniere nos declarará todas las cosas". Esa
será la señal del Mesías cuando venga, El nos
revelará todas las cosas. "Jesús le dice: Yo soy el que
habla contigo". Rápidamente ella dejó el cántaro,
corrió a la ciudad y le dijo a los hombres de aquella
ciudad: "Vengan y vean a un hombre que me ha
dicho todo lo que hecho, ¿no será este el Mesías?
¿No es esa la señal que el Mesías deberá
mostrarnos?" El no volvió a hacerlo una vez más
delante de ellos, pero dicen que los hombres de
aquella ciudad creyeron en El por el testimonio de
la mujer que dijo que El era el Mesías. Amén.
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 24
62-0422 (t) La Restauracion Del Arbol Novia
181 La mujercita Samaritana....Ahora, recuerden,
El nunca fue a los Gentiles de esa manera. No,
señor. El aún les dijo a Sus discípulos que no fueran
a ellos. Esos somos nosotros; éste es nuestro día. El
vino en la forma del Espíritu Santo a nosotros, como
El dijo que sería. Pero cuando El fue a la-ellos ¿qué
sucedió? Cuando El fue a la mujer Samaritana, la
mujer dijo-El le dijo a ella: "Dame de beber". Y ella
dijo: "No es costumbre de nosotros, siendo Tú un
Judío, que me pidas a mí una Samaritana. Tenían
segregación por sus colores y demás. El les dejó
saber allí mismo que no había diferencia, todos
venían del mismo árbol. Todos somos hijos e hijas
de Dios; todos somos....¿Ven? Y El dijo-ella dijo:
"Nosotros adoramos a nuestro padre, Jacob. (¿Ven?
Y ése era el padre de los Judíos también. ¿Ven?)
¿Nuestro padre, Jacob, cavó este pozo, y Tú dices
que eres más grande que él? Y El dijo: "Las aguas
que Yo te doy son de Vida Eterna". ¿Ven? El dijo....
182 "Bueno, nosotros adoramos en esta montaña y
Uds. en Jerusalén". El dijo: "Ve, y trae a tu marido
aquí. Esto lo confirmará". Ella dijo: "Yo no tengo
marido". Dijo. Tú has hablado bien". Dijo: "Tú has
tenido cinco, y el que ahora tienes, no es tu
marido". Ella dijo: "Señor, Tú sabes, han pasado
cuatrocientos años desde que tuvimos un profeta;
pero Tú debes de ser un profeta. ¿Cómo sabías Tú
que yo he tenido cinco maridos?" Ella dijo: "Ahora,
nosotros sabemos que es el tiempo para que el
Mesías esté aquí, el cual es llamado el Cristo. Y
cuando El venga, El nos dirá estas clases de cosas".
Oh, esos son Sus frutos. El dijo: "Yo soy El". Ella dejó
el cántaro, el cántaro de agua vieja de la
organización. Ella corrió a la ciudad no importó
elpozo que Jacob tenía, ella había encontrado un
nuevo manantial. Ella corrió a la ciudad y dijo:
"Venid y ver a un Hombre Quien me dijo lo que yo
hice. ¿No es Este el mismo Mesías? ¿No es Este el
fruto? ¿No es Esta la evidencia de que Este es el
Mesías?"
183 Los Judíos no podían entender. Ellos dijeron:
"El es un adivino, Beelzebú". Jesús dijo: "Yo los
perdono a Uds. Pero el Espíritu Santo vendrá y hará
la misma cosa, y Uds. hablan en contra de Eso,
nunca les será perdonado a Uds." Ahora: "Si yo no
hago las obras de Mi Padre, cre-no Me crean"; pero
ese Arbol de fruto estaba dando los frutos. Ahora,
observen. ¿Qué dijo El;....Qué-qué clase de iglesia
estableció El? Ahora Uds. Católicos que quieren
decir que Jesús estableció una iglesia, ¿qué clase de
iglesia estableció El? ¿El mencionó alguna vez una
denominación, un credo? El siempre estaba en
contra de eso. El dijo: "Paredes blanqueadas,
huesos de hombres muertos".
Por eso fue que aquella mujer de mala fama, en
oposición directa a todos los ministros, ella creyó el
Mensaje. Cuando Jesús estaba hablando con aquella
mujer allá en Samaria, El le dijo: "Dáme de beber." Y
ella le respondió: "No tienes con qué sacar el agua.
Además no es nuestra costumbre que me pidas a
mí, yo siendo samaritana." Y así continuó la
conversación y por fin El le dijo: "Vé, llama a tu
marido y ven acá."
Ella le respondió: "No tengo marido."
El le dijo, "Bien has dicho por cuanto has tenido
cinco y aquel con quien ahora estás no es tu
marido."
Ella le respondió: "SEÑOR, me parece que tú eres
profeta. Ahora nosotros sabemos que viene en
camino un cambio de dispensación. Viene Uno
Quien será ungido y será llamado El Messías, el
Cristo de Dios. Y cuando El venga, EL SERÁ ESE
PROFETA." ¡Cuánto más conocía esa mujer que
todos los predicadores de aquel día! Sí señor, y ella
en esa condición. Es que ella entendía las Escrituras,
sin embargo era una mujercita tan pobre, casada
con cinco esposos, y viviendo con el sexto. Sin
embargo, ella conocía más acerca de las Escrituras
porque ella tomaba las Escrituras solamente por Su
significado literal.
Ella dijo: "Cuando El venga, será un profeta." Y ¿qué
le dijo Jesús? "Yo soy." Entonces ella abandonó su
cántaro de agua y corrió a la ciudad clamando,
"Vengan y vean un hombre Quien me ha dicho todo
lo que he hecho. ¿No es este el mismo Mesías?" Ese
es.
62-0603 El Evangelismo En El Tiempo Del Fin
Ahora, ella sabía que El venía por cuanto todos los
profetas y las Escrituras desde los días de Moisés, y
en cada una de aquellas dispensaciones, habían
dicho: "El vendrá y así es como sería.
¡Oh qué cosa, con tal que la gente de hoy pudiera
ver eso! Entonces conocerían el día en que estamos
viviendo; podrían ver que esto es la promesa de
Dios para hoy. ¡Dios mismo dijo que así sería! No
hay nada errado. El gran reloj de Dios está
marcando el tiempo perfectamente bien. Y aun
según la ciencia solamente faltan tres minutos para
la media noche. Así que bien pueden ver que el reloj
puede dar en la media noche a cualquier momento;
y ya hace como tres años que dijeron eso. Estamos
en el fin.
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 25
62-0706 (t) Jehovah Proveerá (Parte 2)
9 Cuando esa mujercita prostituta, allí en el
pozo, esa noche, la mujer samaritana… Había
sacerdotes y rabíes parados allí, mirando a Jesús
obrando, dando Su Señal Mesiánica a ellos, una
Señal Escritural, y ellos dijeron: "El es Belsebú, es un
demonio, un adivinador."
10 Pero tan pronto como esa Luz alumbró a
esa mujercita, cuando El le dijo a ella, lo que ella
había hecho, dijo así: "Señor, me parece que Tú eres
un Profeta. Nosotros sabemos que cuando el
Mesías venga, cuando El venga, El nos dirá estas
cosas." ¿Vé?. rápidamente esa simiente
predestinada lo aceptó, porque verdaderamente
ella era una Simiente de Abraham. Y ella vió la luz.
Era la Palabra. Ella sabía que la Palabra había
prometido éso, que cuando El Mesías viniera, El
haría esas cosas, y ella lo reconoció. Jesús le
contestó: "Yo soy el que te habla."
11 Ella corrió a la ciudad y trató de
convencer a otros. Ella les dijo: "Venid y ver a un
Hombre que me ha dicho las cosas que he hecho.
¿No es éste el mismo Mesías?" ¿Vé?
12 Ahora, sólo unas palabras para nuestras
hermanas. Yo siempre he sido considerado como un
odiador de mujeres, pero no lo soy ¿vé? Cuando yo
era un muchachito, tuve una experiencia amarga,
pero yo siempre he tenido un gran respeto por una
mujer que es una mujer, una dama. Pero no tengo
respeto por aquellas que profesan serlo y no lo son.
A mí me gusta ver una dama, una real y genuina
dama, ella es una joya.
62-0707 (t) Jehovah Proveerá (Parte 3)
196 Por éso Jesús podía pararse delante de
las gentes y discernir sus corazones. Los fariseos
decian, "El es Belzebú." Y Jesús volteado de
espaldas. Ellos no lo decian en voz alta, pero El les
decia, así es somo le pudo decir a la mujer acerca de
su flujo de sangre. Le dijo a la Samaritana los
esposos que habia tenido. ¿Porqué? Porque éso era
la señal del Mesias.
62-0909 (e) En Su Presencia
43.- Fijense en Abraham. fíjense en Moisés, en
Pedro y en Pablo, en el momento que llegaron a la
Presencia de Dios reconocieron que eran pecadores
y sellaron sus testimonios con sus vidas. Fíjense en
la mujer Samaritana, ella no pudo aguantar más. fue
a la ciudad y dijo a los hombres: "Vengan y vean a
un hombre que me ha dicho lo que he hecho, ¿no
será ese el Mesías?" [Juan 4]. Ellos no podían
negarlo porque era Escritural. Cierto. Sí. Tienen que
hacerlo, tenemos una responsabilidad de decirle a
otros como lo hizo Moisés, Pedro y Pablo. Después
de las cosas que Ud. ha visto y de que ha llegado a
Su Presencia, es responsable de que el Mensaje
llegue a alguien más: no puede sentarse tranquilo
con él. debe llevarlo a alguien más.
El Tercer Sello
229 Un día El pasó por Samaria, bajando por allí
juntamente con un grupo de judíos. El se apartó
de ellos. Y esta mujer de mala fama salió, quizás
era muy bella, Uds. saben. Y es que desde niña
había sido echada a la calle. Y ella estaba pasando
por allí. Quizás estaba pensando en algo. Llegó allí
y colocó el balde. Y comenzó a bajar la cuerda, Uds.
Saben, para sacar el agua. Y entonces oyó a un
Hombre decir: "Dame de beber". Se volteó para
ver, y allí estaba sentado un judío de edad
mediana.
230 Ella dijo: "¿No eres judío? No debes hacer
eso. No es propio que me hables a mí. Yo soy
samaritana".
231 El le dijo: "Pero si supieras con quién estás
hablando, me traerías...Me pedirías a Mí que te
diera de beber".
232 Le preguntó: "¿Pero dónde está Tu balde"?
¿Ven? "¿Dónde está Tu cuerda"?
"Pues", le dijo, "el agua que yo doy es Vida".
233 "¿Es qué"? ¿Ven? "Lo que pasa es que Uds.
quieren adorar en Jerusalén y nuestros padres
adoraron..."
234 El dijo: "Oh, tienes razón, pero nosotros los
judíos sabemos lo que adoramos. Pero sabes, el
tiempo viene cuando los hombres no adorarán en
Jerusalén ni tampoco en este monte. Pero
adorarán a Dios en el Espíritu, porque El es
Espíritu, Espíritu y Verdad". Ella comenzó a
asimilar las cosas, Uds. saben. Y El le dijo: "Ve, trae
tu marido y regresa acá". Ella exclamó: "¿Mi
marido? Yo no tengo marido".
235 "Pues", le dijo, "esa es la verdad". Dijo, "Tú
has vivido con cinco y ahora estás con el sexto". Y
le dijo, "Has tenido cinco. Y-y, sabes. Has dicho la
verdad".
236 ¡Fíjense! ¿Qué fue? Esa Luz hizo contacto
con esa simiente. Había estado allí, eso fue
hablado por Dios. Sí señor.
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 26
237 La simiente ya estaba sobre la tierra. Cuando
Dios apartó las aguas y le brilló el sol, tuvo que
salir. Correcto. ¿Ven? Todo lo que necesitaba era
el sol. Sólo necesitaba la Luz. Sí señor.
238 Y cuando el Espíritu Santo, en El, apartó su
vida pasada, y se la mostró, la Luz hizo
contacto. Ella exclamó: "¡Señor, paréceme que tú
eres profeta"! Dijo, "Ahora, sabemos, yo sé que
cuando el Mesías venga, eso es lo que El será. Y no
hemos tenido profeta por centenares de años. No
hemos tenido un verdadero profeta por centenares
de años". Y dijo, "¿Cómo es que me hablas de mis
maridos y cuántos fueron y demás cosas? Yo no
entiendo. Cuando el Mesías venga, pues El hará
esas cosas. Pero ¿quién eres tú"?
Dijo: "Yo soy".
No hubo más que decir. ¿Ven? ¡Una ramera!
239 Y los sacerdotes miraron alrededor y
dijeron...Pues, tenían que dar respuesta a sus
congregaciones. Decían: "No tengan nada que ver
con ese individuo. El-El está poseído de un
demonio. Eso es todo". Esa fue la diferencia. Y es
lo mismo hoy. ¿Ven? Lo mismo hoy, exactamente.
Sí señor.
240 Ella lo reconoció porque la Luz hizo
contacto. Aquellos pescadores, obreros,
agricultores, cobradores de impuestos, rameras,
ellos vieron en El lo que las Escrituras tan
sencillas dijeron que El haría. Y los fariseos no
pudieron ver por causa de sus tradiciones. Ellos
no pudieron ver por causa de sus tradiciones. Sin
embargo, las rameras, los agricultores y los demás
lo vieron, todos los que estaban predestinados.
Cuando salieron las dudas, entonces la simiente
comenzó a crecer. Correcto.
241 ¿Qué hizo ella? ¿Acaso dijo: "Ha sido
para mí un gran placer haber conocido al
Mesías"? Oh no, hermano. Corrió rápidamente a
la ciudad. Se olvidó del agua. Dijo: "¡Vengan y
vean a un hombre que me ha dicho todas las
cosas que he hecho! ¿No es esto mismo lo que
declaran las Escrituras que hará el Mesías? ¿No es
exactamente eso"? Y la gente podía ver esa misma
cosa.
El Séptimo Sello
115 Aun la mujer samaritana, parada allá junto al
pozo. El no había estado antes en Samaria.
Simplemente fue, porque dijo que tenía necesidad
de ir por allí, y fue. Y allí estaba esa mujer. Y ella,
no obstante su condición, estaba en mejores
condiciones para recibir el Evangelio que los
sacerdotes tan religiosos y demás de aquel día. Ella
lo aceptó. Cierto. ¿Ahora pueden ver?
116 Pero a la luz de tal rechazamiento, aún uno
de sus propios hombres más instruidos manifestó
que ellos sabían que El era un maestro enviado de
Dios.
63-1130 (b) Influencia.
Ahora fijense en esta Palabra inmutable. El miró
directamente a aquella mujer. Y allí estaba ella,
como diríamos hoy, "Una mujer de mala fama, una
prostituta de la calle." Quizás desde niña había sido
dejada en la calle, sus padres la habían echado del
hogar, lo mismo que sucede con demasiada
frecuencia hoy en día. Pero allí estaba aquella
amable y bella joven, quizás tenía 18 años, ya
debiera haber salido del colegio, y había tomado un
rumbo equivocado. La moral de su vida estaba en
decadencia. No tenía nada de donde afirmarse, sin
embargo era una joven hermosa. Salió a buscar
agua y se encontró con un hombre que le habló. Y
ella le dijo: "Aquí tenemos segregación; no deberías
hablar conmigo. Tú eres hebreo y yo soy
samaritana, y además, mira quien soy. ¿Porqué
hablas conmigo? ¿Qué quieres?" ¿Pueden ver? Su
motivo estaba equivocado. Y muchas veces...
¿Qué si aquella mujer hubiera tirado el cántaro al
suelo y se hubiera ido, como hacen algunos que se
levantan y salen de estos servicios, antes de
averiguar? Entonces no hubiera sucedido de esa
manera.
Pero había algo respecto a aquella simiente
predestinada, que, "Hay algo interesante en esta
persona." Entonces ella comenzó a hablar con El.
¿Qué sucedió? Le reveló las cosas que había hecho.
Y cuando hizo eso, cuando le declaró las cosas que
había hecho, entonces ella dijo: "Señor, me parece
que eres un profeta. ¿De dónde me conoces?"
¿Cómo llegó ella a saber que El era un profeta?
Porque la Palabra había llegado a El.
La Biblia dice: "Si hay uno entre vosotros que es
espiritual, o profeta, Yo el Señor, me daré a conocer
a él. Y si lo que dice es la verdad, entonces oídio,
porque es Mi representante, él es Mi Palabra
manifestada."
Y siguió diciendo: "Señor, no hemos tenido profetas
por cuatrocientos años. Y yo entiendo que Tú eres
un profeta. No tenemos Escritura que nos diga que
nos toca un profeta ahora, aparte del Mesías.
Sabemos que el Mesías está por venir. Y esto que
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 27
(esa es señal de un profeta). Sabemos que El viene y
que hará estás cosas."
Y entonces Jesús, la Gran Suficiencia vino y dijo: "Yo
soy" Amén.
¿Qué? Inmediatamente, no se escandalizó, ni se fue
corriendo, ni dijo, "No lo quiero escuchar." Sino que
más bien se cubrió el rostro, y dijo: "Reconozco que
estoy errada." Humildemente pidió: "Dame de esa
agua, Señor, la cual no tengo que venir aquí a
buscar." ¿Pueden ver cómo Dios prepara a Su
pueblo?
¿Y ahora qué? Ahora estaba lista. Entonces le fue
revelado, "Ese es el Mesías." E inmediatamente
entró en acción. ¿Detenerla? Imposible. Ella se fue
corriendo a la ciudad y dijo: "Vengan y vean a un
hombre quien me ha dicho todas las cosas que he
hecho. liemos estado esperando al Mesías y allí
está." Y la Biblia dice que la gente de esa ciudad
creyó por el testimonio de esa mujer. Ella tenía algo
tan real que podía desplegar. Después del
encuentro con Jesús y trayendo consigo los
resultados directos que había aprendido de su
estudio Bíblico, que le instruyeron en lo que debía
hacer el Mesías, con su influencia pudo convencer a
los hombres que aquel era el Mesías. Por
cuatrocientos años no habían tenido alto ni
semejante, y ahora: "He aquí el Hombre." Su
testimonio, aunque era (le una prostituta, trajo
convencimiento.
¡Oh jovencita! Quizás tú no estés viviendo esa clase
de vida, pero tan sólo pudieras encontrarte con
Aquel del cual te estoy hablando ido, qué influencia
tendrías entre tus compañeros de escuela.
Joven, al igual que Saulo, educado e inteligente; qué
tremenda influencia fue para todo el mundo
Cristiano. Fue enviado como apóstol a los gentiles
cuando tuvo el encuentro con Jesús en la forma de
la Columna de Fuego, sabiendo que era el mismo
Dios que había sacado a su pueblo de Egipto, a
Israel de Egipto. ¡Puedes encontrarte con este
mismo Dios! Esa es la Biblia manifestada, probando
que El es Dios, Su vindicación aquí en la tierra ahora
mismo, que Su Palabra se ha dado a conocer,
porque, "El es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
Qué gran influencia serás para tu iglesia, para tu
comunidad, para todos aquellos que están en
contacto contigo. Serás una persona cambiada. Sí
señor.
Miren hacia Jesús
381 Eso es algo en Ud., una vida, o Ud. no
estuviera parada allí; Ud. sería sólo una forma, que
yacería muerta, y Ud. no tendría vida en Ud. Pero,
siendo que hay una vida en esa carne, eso la
controla. ¿Ve? Y ahora aún sus pensamientos y lo
que Ud. piensa, las palabras que Ud. habla, y todo,
es por lo cual Ud. vive. ¿Ve? Eso es lo que Ud. es,
son sus palabras, sus pensamientos, y todo lo que
Ud. es.
Ahora, nosotros estamos, nosotros estamos aquí,
creyendo. Ahora, el Espíritu Santo…
Como Jesús le dijo a la mujer: "Dame de beber".
382 Y cuando ella trajo, ella dijo: "Pues, Tú, Tú no
deberías pedirme eso. Yo soy una-soy una
Samaritana. Tú eres… Tú eres un judío. Nosotros no
tenemos costumbres los unos con los otros, de-de
ninguna manera, tratos los unos con los otros".
142 Pero los Samaritanos lo estaban buscando, así
que El tuvo que pasar por ahí, por Samaria. El se
sentó junto al pozo. Salió una jovencita,
probablemente como de su edad. Ella era una
mujer de mala fama. Yo creo que Ud. ya ha leído la
historia. Y El dijo: "Mujer, dame de beber".
64-0207 (v) El Patriarca Abraham
143 Ella dijo: "Oh, no es costumbre que Tú, siendo
Judío, le pidas a una Samaritana tal cosa".
144 El dijo: "Pero si tú supieras con Quién estás
hablando, tú me pedirías a Mí de beber".
145 La conversación siguió. Finalmente, El encontró
cuál era su problema. ¿Se acuerda Ud. cuál era? Ella
tenía demasiados maridos. Y El dijo: "Ve, llama a tu
marido, y ven acá".
Ella dijo: "No tengo".
146 Le dijo: "Bien has dicho", le dijo, "porque cinco
has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido".
147 Ella dijo: "Señor, paréceme que Tú eres profeta.
Nosotros sabemos que cuando el Mesías venga, nos
declarará estas cosas".
Y El dijo: "Yo soy El".
148 Entonces ella dejó su cántaro de agua, corrió
hacia la ciudad, y dijo: "Vengan a ver a un Hombre
que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No es Este
el Mesías?" Ellos no habían tenido un profeta por
centenares de años. Y aquí estaba un Hombre que
reclamaba ser el Mesías, y probaba ser un — un
profeta, y mostraba la señal del Mesías.
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 28
Las inversiones
122 Pero esta jovencita, tal como la conocemos, ella
era una Samaritana. Jesús iba camino a Jericó, la
cual está situada debajo de Jerusalén. Pero Él fue a
Samaria y llegó a una ciudad llamada Sicar, y mandó
a los discípulos a comprar víveres, comida. Y
mientras ellos fueron, esta jovencita llegó a buscar
agua, y Él-Él le dijo: "Tráeme de beber".
123 Ella miró alrededor, y viendo que Él era judío, le
dijo: "No es costumbre que Tú me pidas eso". Dijo:
"Tú eres judío".
124 Él dijo: "Pero si supieras con Quien estás
hablando, tú me pedirías a Mí de beber y Yo te daría
agua que no tienes que venir a sacarla aquí".
125 Entonces la conversación continuó, con
respecto a la religión, y finalmente Él hizo contacto
con su vida. Él dijo: "Ve, busca a tu marido, y ven
acá".
Ella dijo: "No tengo marido".
126 Dijo: "Has dicho la verdad; porque has tenido
cinco, y con el que ahora estás viviendo no es tu
marido".
127 Ahora, unos días antes de eso, los maestros y
rabinos de aquel día, los hombres que debieron
haber tenido mejor conocimiento, dijeron: "Él es
belcebú. Él hace eso por medio de un espíritu
maligno". Ellos tenían que darles razón a sus
congregaciones. Así que ellos inventaron y dijeron:
"Es un espíritu maligno".
128 Y Jesús dijo: "Yo les perdono por eso", (la
expiación no había sido hecha). "Pero cuando venga
el Espíritu Santo y haga la misma cosa, hablar en
contra de Eso jamás será perdonado", y nosotros
sabemos que eso sucedió cuando Tito, después de
que ellos habían rechazado el Espíritu Santo, Tito
quemó el templo y esparció a los judíos por todo el
mundo. Y ahora ellos se están reuniendo
nuevamente, está cumpliendo la Escritura. Fíjense
ahora en esta jovencita.
129 Cuando, esos judíos vieron eso acontecer, y lo
llamaron: "un espíritu maligno, un espíritu
inmundo", dice la Biblia: "llamando el Espíritu de
Dios, haciendo la obra, un Espíritu inmundo, un
demonio", como un adivino o alguna persona
maligna.
130 Y entonces, rápidamente, esta mujer supo que
no era así. Cuando Él dijo: "Ve y llama a tu marido".
Ella dijo: "No tengo ninguno".
131 Él dijo: "Has dicho la verdad, porque cinco has
tenido, y con el que vives no es tu marido".
132 Fíjense en esto. Rápidamente ella dijo: "Señor,
me parece que Tú eres profeta". Recuerden, ellos
no habían tenido profetas por casi quinientos años.
Malaquías había sido el último profeta hebreo.
"Nosotros sabemos que el Mesías viene, y ésta será
la identificación del Mesías. Sabemos que cuando Él
venga, esto es lo que Él hará". Jesús le dijo: "Yo soy,
el que habla contigo".
133 Ella aceptó una póliza. Ajá. Y entró a la ciudad,
para esparcir las buenas Nuevas, que ella había
encontrado al Mesías. Ella tenía Vida Eterna por
cuanto había creído en Él. ¿Cómo lo sabía ella? Ella
vio la identificación de la Escritura manifestada por
Él. 134 "Sabemos que cuando venga el Mesías… Por
cuatrocientos años no hemos tenido un profeta, y,
cuando Él venga, ese será el próximo hombre en la
escena. Cuando Él venga, nosotros le
reconoceremos, porque ÉL hará esa misma cosa".
135 Dijo: "Yo soy Él". Ella aceptó una póliza. Ella
estaba interesada en ella.
120. Ahora, ellos tenían segregación estricta, los
judíos y los samaritanos. Y ella Le hizo saber, muy
rápidamente, que-que no era la costumbre que un
Hombre de Su tipo le pidiera un favor de ella, una
samaritana, porque los judíos y los samaritanos no
tenían sentimientos el uno por el otro, no tenían
nada en común. Él dijo, "Pero si supieras con Quien
hablabas, pedirías a Mí de beber, y te daría agua
que no vienes a sacar aquí."
121. ¿Qué estaba haciendo Él? Contactando al
espíritu de la mujer. Él era un profeta. Y la
discusión era si deberían adorar en Jerusalén o en la
montaña. Él dijo, "El Padre busca a los que adoran
en Espíritu y en Verdad."
122. Y Él siguió hasta que encontró lo que era el
verdadero problema de la mujer. Él siguió
hasta que encontró su problema. Todos sabemos lo
que era, los que leemos la Biblia, San Juan 4.
¿Qué encontramos? Ella tenía demasiados
esposos. Él dijo, "Ve a traer a tu esposo y vengan."
"Ella dijo, "Yo no tengo ningún esposo."
Él dijo, "Has dicho la verdad, porque has tenido
cinco."
123. Miren la diferencia de aquella
mujercita y los sacerdotes de aquel día. Ella
dijo, "Señor, percibo que eres un profeta. Ahora,
nosotros no hemos tenido ninguno por
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 29
cuatrocientos años. Yo percibo que Tú eres un
profeta. Nosotros sabemos que cuando venga el
Mesías, esto es lo que hará." ¿No es así? "Él nos
mostrará estas cosas. Él nos dirá esto."
Él dijo, "Yo soy, Él que habla contigo."
124. Solamente un Hombre ordinario sentado
allí, solamente de treinta años de edad; a lo mejor
parecía de cincuenta, porque ellos acababan de
decir en San Juan seis, "Eres un Hombre con ni
siquiera cincuenta años y dices que viste a
Abraham, ahora sabemos que tienes un diablo."
Pero Él dijo, "Antes de que fuese Abraham, Yo Soy."
125. Y sí, allí estaba Él, solamente un Joven,
probablemente un poco canoso en la barba, Su
obra; Su cuerpo humano era frágil, "sin atractivo
para que Le deseemos." Solamente una piel de
tejón otra vez; pero lo que estaba adentro era
Shekinah, lo que estaba adentro era Dios. ¡Dios!
¿Qué era? Allí estaba Él, identificado, la
Palabra de Dios, sabiendo el secreto de su corazón.
Ven, era la Palabra de Dios. Él era la Palabra de
Dios.
126. Y la Palabra de Dios sigue haciendo esto,
porque Él es el mismo ayer, y hoy y por los siglos.
Lo encuentra, ¿lo encuentra en su pensamiento
ahora? Noten, "el mismo ayer, y hoy, y por los
siglos."
127. Ella corrió a la ciudad y dijo, "Vengan a
ver un Hombre quien me dijo que hice. ¿No es Este
el Mesías?"
128. Si esto era la señal del Mesías, al judío y
al…y al-al samaritano; y Él no tiene respeto de
personas, el mismo ayer, hoy y por los siglos, y esto
era el final, cuando Dios dejó de tratar con judíos y
samaritanos. Y este es el fin de la dispensación de
los gentiles, cuando Él ha subido por los
reformadores y así, hasta el fin, y prometió, "Como
era en los días de Abraham, así será cuando el Hijo
del hombre está siendo revelado a los gentiles en el
último día." Él volvería.
65-0118 (v) La Simiente De Discrepancia
117 Pero aquí fue a un Gentil. . . No un Gentil, pero
a una Samaritana.
118 Ahora es el tiempo de los Gentiles. El nunca
hizo esto ni una sola vez con los Gentiles.
Escudriñen las Escrituras. Nunca. Pero El prometió
en Lucas 22, que lo haría antes de la Venida.
119 Pero se sentó ahí, y allí venía una media Judía y
media Gentil, una mujer. Y le dijo: "Mujer, tráeme
de beber".
120 Y ella dijo: "Tú no debes pedir eso. Aquí hay
segregación. Tú eres Judío, y yo soy Samaritana".
121 El dijo: "Pero si supieras con Quién estás
hablando, Me pedirías a Mí de beber". ¿Qué estaba
haciendo? Estaba haciendo contacto con su espíritu.
Y tan pronto como halló su problema, le dijo que
fuera a traer a su esposo. Y ella le dijo que no tenía.
El dijo: "Has dicho bien, has tenido cinco".
122 Ahora, vean, cuando los fariseos Le vieron
hacer eso, sí, esa discrepancia allí mismo entre la
Palabra, ¿qué dijeron ellos? Dijeron: "Este hombre
es Beelzebú, es un adivino". ¿Ven?
123 Y Jesús dijo: "El que hablare eso contra el
Espíritu Santo cuando El venga a hacer lo mismo,
nunca le será perdonado". Allí está la discrepancia.
¿Ven? Pero El dijo que El los perdonaría a ellos, por
cuanto el Espíritu Santo aún no había venido, el
Sacrificio, el Cordero, no había muerto.
124 Pero luego la mujer no pensó así. La mujer dijo:
"Señor, me parece que eres profeta. No hemos
tenido profeta por centenares de años." Pero dijo,
"Me parece que eres profeta. Ahora, sabemos que
el Mesías, quien es llamado el Cristo, cuando El
viniere, eso hará".
125 Bueno, si eso es lo que El hizo, luego es el
mismo ayer, hoy. Así se dio conocer entonces, ¿es lo
mismo hoy? ¡Tiene que ser! Ahora, aquí está una
mujer y un hombre que se encuentran otra vez. Ella
no es aquella mujer, y yo no soy aquel Hombre.
Pero sin embargo, el mismo Espíritu Santo está
aquí. Y El hizo la promesa que las obras que El hizo,
nosotros haríamos las mismas obras en los días
cuando el Hijo del hombre sería revelado.
? (e) Contendiendo Por La Fe
33 Los discípulos se habían ido a la ciudad para
comprar de comer, y Jesús se sentó allí solo. Una
mujer venía saliendo fuera de la ciudad. Ella era
samaritana. Un samaritano es uno de raza cruzada,
entre judío y gentil. Había muy malos y fuertes
sentimientos entre samaritanos y judíos. Mientras
Jesús estaba sentado allí, esta mujer, samaritana,
vino a sacar agua.
54 El le dice a ella: -Por favor, dame de beber.
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 30
55 Ella le replicó: -¿Cómo tú, siendo judío, me
pides a mí de beber siendo yo samaritana? -¿Ve
Ud.? Los judíos no querían tener nada que ver con
los samaritanos.
56 Respondió Jesús, y díjole: -Si conocieses el don
de Dios, y quien es el que te dice: 'dame de beber'.
Yo pienso que tú le pedirías a él, y él te daría agua
viva.
57 Dísele la mujer: -Señor, no tienes con qué
sacarla y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes
el agua viva? ¿Eres tú mayor que nuestro padre
Jacob, quien nos dio este pozo, del cual él bebió, y
sus hijos y sus ganados?
58 Y la conversación continuó. Les explicaré por
qué razón le habló El a ella. El estaba tratando de
hacer contacto con su espíritu. Después de haber
hablado con ella lo suficiente para hacerlo, y
entendió en dónde estaba el mal, le dijo a ella que
fuera y buscara a su marido.
59 Respondió la mujer y dijo: -No tengo marido.
60 Dísele Jesús: -Bien has dicho: 'no tengo marido'
-replicó Jesús- porque cinco maridos has tenido, y el
que ahora tienes no es tu marido. Sí, esto has dicho
con verdad.
61 Respondió ella: -Señor, paréceme que tú eres
profeta.
62 Note lo que la Palabra dice. Todavía estamos
en Juan capítulo cuatro. Dísele la mujer: -Señor,
paréceme que tú . eres profeta. Sé que el Mesías ha
de venir, el cual se dice el Cristo. Cuando él venga,
nos declarará todas las cosas (Vrs. 19,25). -Pero ella
no sabía Quién era El.
63 Ahora, ¿qué es, entonces, la señal del Mesías?
Son esas obras. Ella dijo que tenía que ser un
profeta. Ella había sido enseñada que debía buscar
al Mesías, porque estas señales estarían en El como
ella lo dijo: -Cuando él venga, nos declarará todas
las cosas. Pero ella no podía entender Quién era
Jesús. Dísele Jesús: -Yo soy, que hablo contigo. Y en
esto dejó su cántaro y se fue a la ciudad, y decía: -
Venid y ved un hombre que me ha dicho todo lo
que he hecho; si quizás es éste el Cristo (V. 29).
Ahora, si en aquel día esa era la señal del Mesías, y
El ha resucitado de entre los muertos, esa tiene que
ser la señal del Mesías ahora. ¿No es eso claro?
Cisternas Rotas
168 Tomemos a la mujer junto a la cisterna de
Jacob, un pozo cavado. Allí estaba ella sentada. Eso
era todo lo que ella sabía, venir a esta cisterna a
buscar agua. Y al otro lado frente al pozo ella
encontró, ahí en ese pequeño panorama, a un
Hombre sentado allí, un judío. Y ella era samaritana,
que era una ciudad de Sicar. Y vemos que este
Hombre (este judío), le dijo una Palabra poco
común a esta mujer, dijo: “Tráeme de beber”.
169 Ella dijo: “Mire, nosotros tenemos segregación.
No es—no es correcto que Ud. me haga una
pregunta como esa; siendo Ud. judío, y yo
samaritana”.
170 Él dijo: “Pero si supieras con Quién hablas, tú
me pedirías a Mí de beber, y Yo te daría aguas que
tú no tendrías que venir a este pozo a beber; sería
un pozo de agua borboteando en ti”. ¡Fíjense
cuando ella halló que esto probó ser la Verdad!
171 Ahora, primero, cualquier hombre pudiera
haber dicho eso. Pero ella dijo: “Uds. dicen que se
adore en Jerusalén, pero nosotros adoramos en
este monte”.
172 Él dijo: “La salvación viene de los judíos.
Nosotros sabemos lo que creemos. Pero”, dijo:
“Permíteme decirte una cosa”, en palabras como
esta: “ni en este monte, ni en Jerusalén. La hora
viene cuando el hombre adorará a Dios en Espíritu y
en Verdad, pues a los tales busca el Padre”. Él dijo:
“Ve, trae a tu marido, y ven acá”. Observen, aquí se
probó. Aquí se ve en qué fuente estaba ella. Dijo:
“Ve, trae a tu marido, y ven acá”.Ella dijo: “Yo no
tengo marido”.
173 Él dijo: “Has dicho la verdad”. Vean, parecía que
era una clara contradicción a lo que Él le había
pedido, y dijo: “Ve, trae a tu marido”. Dijo: “Yo no
tengo marido”.
174 Dijo: “Tú has dicho la verdad”. Dijo: “Porque
has tenido cinco, y con el que estás viviendo ahora
no es tuyo”.
175 Observen a esa mujer, ¡qué distinto a los
sacerdotes de aquel día! Los sacerdotes de aquel
día vieron esa misma cosa suceder, y dijeron: “Eso
es un demonio, una telepatía, o—o un Belcebú”.
¿Ven? Ellos fallaron en reconocer que la Palabra
había prometido eso.
176 Pero esa mujercita estaba más versada en la
Escritura que cualquiera de los sacerdotes. Ella dijo:
“Señor, percibo que eres profeta. No hemos tenido
uno en cuatrocientos años, desde Malaquías. Pero”,
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 31
dijo: “hemos esperado por uno, y sabemos que hay
uno que vendrá, el Mesías. Y cuando Él venga, ésto
será lo que Él hará”. Jesús dijo: “Yo soy Él”. Amén.
177 ¿Se fijaron Uds.? Ella dejó su balde en la
cisterna de Jacob, y corrió a la ciudad; ¡llena de un
pozo artesiano! Ella lo había visto plenamente
vindicado, y Él era la Fuente de Vida. Permítanme
presentársela a Uds. Ella dejó aquello; cuando se
probó que Él era la Palabra de Vida. Ella lo dejó; y
había descubierto que la misma Roca, que fue
herida en el desierto, se había probado que estaba
presente allí.
178 Permítanme decir que ese mismo Dios que
estuvo allá en los días pasados, del cual hablamos
tanto, está presente aquí mismo ahora; no por
medio de algún entendimiento teológico, sino
mediante un conocimiento personal de Su
vindicación que en los últimos días Él derramaría el
Espíritu Santo sobre Su Iglesia. Él no es un “Yo fui”.
Él todavía es el “YO SOY”, tiempo presente,
siempre.
179 Entonces la cisterna perdió su sabor. Y así
también todo hombre que alguna vez entra en el
poder de Dios, por medio del bautismo del Espíritu
Santo, los sistemas denominacionales pierden su
sabor. Ud. ya no quiere de esas ranas estancadas, y
lagartijas, insectos y demás. Ud. está bebiendo de
una Fuente que es fresca y pura: la Palabra de Dios
fresca a toda hora en su alma. Lo mismo que hoy,
cuando la Palabra ha sido probada ser la Verdad,
prueben y vean si no es correcto.
180 Aunque la cisterna había servido bien, servido
bien su tiempo; pero, vean, la Fuente de Vida
estaba allí, no más el pozo de Jacob, para beber
espiritualmente. Ellos pensaron que si bebían de
ese pozo, pues, que todo estaría bien; pero ahora la
Misma Fuente de Vida estaba allí.
181 Ya no necesitamos los sistemas y
organizaciones que teníamos. Estamos en el tiempo
del fin. Y Dios prometió, en este tiempo del fin, las
cosas que Él haría. Y lo vemos cumplirse
exactamente conforme a la Palabra. Oímos a los
hombres de poder militar pararse temblando, y
diciendo: “Algo está a punto de suceder”. Sentimos
al Espíritu Santo advirtiéndonos de que algo está
por suceder. Vemos todo puesto en orden.
Entonces, dejen ese sistema y vengan a la Fuente. Sí
señor.
182 Sirvió su propósito, pero ahora ella estaba cara
a cara con la Fuente Misma.
183 En Juan 7:37-38, Jesús dijo en los últimos días
de la fiesta de los tabernáculos (¿qué dijo Él?): “Si
alguno tiene sed, venga a Mí y beba”. ¡Allí mismo en
medio de un montón de teólogos! “Si alguno
tuviere sed, venga a Mí y beba. Como dice la
Escritura, de su interior correrán ríos de Agua viva”.
65-0221 (v) ¿Quién Es Este Melquisedec?
148 Había una mujer la cual era de mala fama.
Nosotros la llamaríamos, hoy, una mujer de luz roja,
o prostituta. Ella tenía demasiados maridos. Así que
mientras Jesús estaba sentado allí, esta mujer vino
como a las once. ¿Ven?, ella no podía venir con las
vírgenes cuando ellas venían en la mañana para
obtener su agua para lavar; ella tenía que esperar
hasta que todas ellas...Ellas no se mezclaban como
lo hacen ahora. Ella estaba marcada. Así que
entonces, ella llegó para conseguir un poco de agua,
así que ella simplemente cogió el malacate, y puso
los ganchos sobre el cántaro y lo comenzó a bajar.
Ella escuchó a Alguien decir: “Mujer, dame de
beber”. Ahora, recuerden, este es Melquisedec.
Este es Jesús, ayer, el Hijo del Hombre.
149 Y ella volteó a ver, y ella vio un Judío. Así
que ella dijo: “Señor, no es propio que un Judío le
pida a una Samaritana algo. Yo soy una mujer de
Samaria, así que Tú has hablado fuera de lugar. Tú
no deberías de haberme pedido una cosa como ésa.
Nosotros no tenemos tratos el uno con el otro”.
150 El dijo: “Pero si tú supieras Quién está
hablando contigo, tú me pedirías a Mí de beber”.
Ella dijo: “¿Cómo vas a sacarla? El pozo es hondo, y
no tienes con qué sacarla”.
151 El dijo: “El agua que Yo doy es Agua de Vida,
saltando a Vida Eterna”.
El habló con ella hasta que El averiguó cuál era su
condición. Y luego es...Observen qué le dijo El a ella
ahora: “Ve, trae a tu marido, y ven acá”.
Y ella dijo: “No tengo marido”.
152 El dijo: “Has dicho la verdad, porque cinco
has tenido, y con el que ahora estás viviendo no es
tuyo. Así que, en esto, has dicho la verdad”.
Observen la diferencia entre esa mujer y ese
montón de sacerdotes. Ella sabía más acerca de
Dios que todo ese montón de sacerdotes, juntos.
153 Ella dijo: “Señor, me parece que Tú eres
Profeta”. Ella dijo: “No hemos tenido uno por
Compendio Citas de William Marriom Branham : La mujer samaritana 32
cuatrocientos años. Ahora, sabemos que el Mesías
viene. Y cuando el Mesías venga, eso es lo que El va
a hacer”. Esa era la señal del Mesías, porque El era
el Hijo del Hombre. Dijo: “Eso es lo que El va a hacer
cuando El venga. Tú debes de ser Su profeta”.
154 El dijo: “Yo soy El”. Nadie más podía decir
eso.
155 Ella dejó caer ese cántaro y corrió a la
ciudad, y dijo: “Venid, ved a un Hombre que me ha
dicho lo que he hecho. ¿No es éste el mismo
Mesías?”
Ahora recuerden, El prometió hacer esa misma cosa
al final de la raza Gentil.
Los Judíos habían tenido cuatro mil años para
esperar a ese Mesías, cuatro mil años de enseñar
que El venía, y qué iba hacer El cuando llegara allí, y
ellos fallaron en verlo a El, o fallaron en
reconocerlo. Y cuando El se dio a conocer en las
mismas condiciones de la Biblia en que El dijo que lo
haría, cuando El había sido una teofanía y luego
llegó a ser carne y habitó entre ellos, ellos fallaron
en verlo, y llamaron Sus obras las obras del diablo.
Probando Su Palabra
163 La mujer junto al pozo, cuando ella
había...Pues, El le pidió que le diera de beber
agua del cántaro con el que ella sacaba agua del
pozo, y ella dijo: "No tenemos costumbre que Uds.
los judíos nos pidan a nosotras las mujeres
samaritanas tales cosas, porque no nos tratamos".
164 El dijo: "Pero si conocieras con quién estás
hablando, me pedirías a Mí de beber".
Ella dijo: "El pozo es profundo".
165 Y la conversación, así se fue desenvolviendo,
y por fin El encontró cuál era su problema. Y le
dijo: "Ve y llama a tu marido y ven acá".
Ella respondió: "No tengo marido".
166 El dijo: "Has dicho la verdad, porque cinco has
tenido, y el que con ahora estás viviendo no es tu
marido".
167 "Pues", dijo ella, "Señor, me parece que Tú
eres profeta. No hemos tenido uno por
cuatrocientos años". Dijo: "Me parece que Tú
eres profeta. Ahora, sabemos que cuando venga el
Mesías, que es llamado el Cristo, cuando El venga,
El nos dirá esta clase de cosas. Esa será Su señal".
168 Cuando El dijo: "Yo soy, el que habla
contigo". El probó Su Palabra. El comprobó lo
que reclamaba ser. El era el Mesías, el Hijo de
Dios.
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