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I
I
INSTITUTO NACIONAL EDUCACIÓN FÍSICA
I
•EL ATLETISMO FEMENINO ESPAÑOL A TRAVÉS DE LAS MARCAS Y
CATEGORÍAS ATLÉTICAS
(Época actual)
- A U T O R : J . A . Ros ique Muro r
•i
Profesor Director: J.M. Ballesteros
CURSO ACADÉMICO 1976-1977
F .£- D E E R R A T A S
P á
6 6 • 7 8 3 9 9
•10 10 11 11 12 13 13 13 14 14 15 15 15 15 16 16 17 17 18 22 23-23 24 24 • 28 28 34 34 34 . • 34 35 36 39 '"' 43 .
129 131 •• 131
89 103
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16 24
D I C E
Gelena ec i s t i a búaqueda afectiva muj ere-Grec i a onde edificón . • Añadiéndose ' , añes hombre r ea l idaza es íueroz opinionea la • • . m a d r e p r i m i r d i a l a t l e t i r m o t e m p e r a d a "pr inc ipa les obse rvados" educaciíii a l t e l i smo á l t e l a s cuente m e n o r Conclusiones Al te t i smo -Trábanos esigup-puede " C r o n o m e t r a d o r e s en" damos obtejiva '. paer iodo E . A . A . F . . ' ' 89 m. i. • . : • . ' . ' fíjasdas.' • I. A. F . F . L A . F . F ; ' m i s m a s ' coordinadas duduce •. ATHLETISMO Madird -Puntuación final de M. N. T. rpir t iero • . • t u b o
DEBERÍA DECIR
Helena exis t ía búsqtieda efectiva m u j e r g rac ia once adición -Añadiéndose m a l e s
. h o m b r e s r ea l i zada esfuerzos opiniones
' a l . . . . •' p a d r e
p r i m o r d i a l a t l e t i smo t emporada "pr inc ipa les p r o b l e m a s observa educación • do a t l e t i smo a t l e t a s cuenta m e j o r Conclusiones At le t ismo Traba jos
• exiguo pude " " C r o n o m e t r a d o r e s como en" • dados objetiva per iodo L A . A. F . • 80 m, v. fijadas I. A. A. F .
• I. A. A. F . m í n i m a s coordenadas deduce ATLETISMO "
. Madrid 52s. en vez de 12s.
p r i m e r o t u v o
y
s^
1
*.
Í N D I C E
páa.
CAPITULO I.- IDEAS PREVIAS GENERALES 6
1.1. Atletismo Femenino 6
1.2. Motivos del Trabajo 15
1.3. Presentación del Trabajo 17
1.4. Objetivos comprendidos 21
1.5. Desarrollo de la Investigación 23
CAPITULO II. - METODOLOGÍA 26
2.1. Planteamiento del estudio realizado « 26
2.2. Consideraciones metodológicas 27
2.3. Elementos Operativos 28
- Relación y definición 28
- Interpretación de los elementos operativos 31
2*4. Tratamientos establecidos 37
2.5. Procedimientos de análisis empleados para los tratamientos propuestos , 41
- Definición y modo de empleo 41
CAPITULO III.- TABLAS DE ELEMENTOS OPERATIVOS 46
3.1. Consideraciones previas o 46
3.2. Exposición de las tablas 47
CAPITULO IV. - DESARROLLO DEL ESTUDIO COMPARATIVO 62
4.1. Consideraciones previas 62
4.2, Primer tratamiento 66
4.2.1. Análisis y comentario de cada una de las pruebas y de los promedios de las mismas....66
4.2.2. Comentario y Análisis de la prueba de 100 m. lisos 66
4.2.3. Comentario y Análisis de la prueba de 200 m. lisos 70
4.2.4. Comentario y Análisis de la prueba de 400 m. lisos 73
4.2.5. Comentario y Análisis de la prueba de 800 m. lisos 76
Pág.
;;
4.2.6. Comentario y Análisis de la prueba de 1.500 m. lisos., 79
4.2.7. Comentario y Análisis de la prueba de 3.0Q0 m. lisos 82
4.2.8. Comentario y Análisis de la prueba de 80-100 m. vallas 85
4.2.9. Comentario y Análisis de la prueba de salto de altura 88
i 4.2.10. Comentario y Análisis de la prueba de salto de longitud 91
4.2.11. Comentario y Análisis de la prueba de lanzamiento de peso 94
4.2.12. Comentario y Análisis de la prueba de lanzamiento de disco 97
4.2.13. Comentario y Análisis de la prueba de lanzamiento de jabalina 100
4*2.14. Comentario y Análisis de los promedios de las pruebas 103
4.2.15. Comentario al estudio comparativo entre to das las pruebas 109
4.3. Segundo tratamiento 111
v 4.3.1. Análisis y Comentario de los diversos factores considerados 111
CAPITULO V. - CONCLUSIONES FINALES 117
5.1. Conclusiones generales 117
5.2. Conclusiones en cada tratamiento 119
APÉNDICE.- BREVE ESTUDIO RELATIVO A LAS EDADES DE LAS ATLETAS CLASIFICADAS EN LAS CATEGORÍAS ATLETICAS ESTUDIADAS 127
BIBLIOGRAFÍA 131
v
«.
6.
CAPITULO I
IDEAS PREVIAS GENERALES
1.1. Atletismo femenino
Para dar una idea acerca de lo representa y de lo que es en
realidad la dimensión actual del atletismo femenino, conviene r£
montarse a sus orígenes y acercarnos paulatinamente hasta el día
de hoy. De tal manera, que nos sirva de introducción, para ha
cernos una composición de lugar de nuestro tema particular a tra
tar, tanto en su aspecto deportivo, como en las connotaciones so
cíales de posible relación con el mismo.
Como antecedentes históricos dignos de ser reseñados, debe
mos remontarnos hasta los tiempos de la Grecia clásica, en que
la mujer gelena ya tenía reservada en su educación un apartado
dedicado a la actividad física, si bien, no ecistía una unidad
de criterio en cuanto al carácter que debían tener sus prácticas
deportivas, variando según el foco cultural de que se tratara.
Sin lugar a dudas, es en Esparta donde ésta actividad adquirió
un desarrollo más exhaustivo, Carl Diem, en su obra "Historia de
los Deportes", nos refiere las modalidades en que las mujeres es
partanas participaban y que van desde la práctica de carreras y
el juego de aro, hasta la lucha y el pugilato, pasando por el
lanzamiento de disco y el juego de pelota, éstas prácticas se de
bían a que las leyes espartanas, atribuidas al mítico rey Licur
go, se sometían a las niñas a la misma educación física que a
los niños. Existía en Esparta una célebre competición femenina
que se realizaba en cumplimiento del horáculo de Delfos, consis
tent s en una carrera a pié en la cual participaba un buen número
de mujeres.
La influencia espartana se dejó sentir en otras poblaciones
y colonias con las que tuvieron contacto, dejando como huella de
su paso una gran difusión del ejercicio físico entre las mujeres.
• |
7.
Así nos encontramos con que en la isla de Quios rivalizaban di-
rectctmente con los varones sobre la arena de las palestras, en
los cimnasios o en la colonia africana de Cirene, donde las ca
rreras femeninas perduraron hasta los tiempos del Imperio Romano.
En la misma Olimpia, tenía lugar una carrera femenina con mo
tivo de la festividad dedicada a Eras, próxima a la celebración
de los Juegos Olímpicos y consistente en una carrera cuya distan
cia era aproximadamente los dos tercios del estadio.
Volviendo, a tiempos más próximos a nosotros nos encontramos
que el fenómeno de la práctica deportiva por la mu§er viene enmar
cada en una serie de sucesos históricos y sociales, en los que la
búagueda de la igualdad de derechos con el hombre supone el obje
tivo ai alcanzar. Como análisis breve de esta situación, podemos
situar sus orígenes en la revolución industrial inglesa, en que
las necesidades de mano de obra hacen que se recurra a la mujer
para funciones no conceptuadas como femeninas, con lo que su "sta
tus" social empieza a tomar nuevo rumbo, siendo ya en 1.850 consi_
derable el número de trabajadoras, lo cual conjuntamente con la
clara discriminación, de que eran objeto en el desempeño de sus
funciones laborales, desemboca en el irreversible movimiento feítti
nista. I
Durante las últimas cinco décadas del siglo pasado la lucha
por diversas conquistas sociales hacen que se reagrupen las fuer
zas definiéndose los fines y medios a emplear; el logro del voto
llegaríí a ser el primer objetivo, y se convertirá con el tiempo en
el fín por sí mismo, pues otra clase de movimientos sociales se
ocuparán de los demás aspectos.
En los albores del presente siglo las sufragistas inician una
auténtica escalada de actividades, no sólo de reivindicaciones pa
cificas, sino también agresivas, en aquellos países en que el des a
rrollo industrial había adquirido un gran auge y sus sistemas polí
ticos podían considerarse como avanzados.
I I'
8.
"i -i!
Pero, es con la primera gran guerra mundial cuando la mujer,
por necesidad imperiosa de realizar las tareas que hasta entonces
estaban consideradas como patrimonio exclusivo de los hombres, lo
gra ixi mayor reconocimiento de su papel social, y consiguientemen
te, u;ia vez terminada ésta, logran que fuera aceptado de manera
afectiva el voto femenino, en la mayoría de los países implicados
en la contienda; asimismo las nuevas tendencias sociales favorecen
la incorporación plena de la mujero a todas las actividades socia
les, o bien, a un buen número de ellas.
Dentro del contexto general de intereses en los movimientos
feministas, la atracción que ejercía la práctica deportiva, era
considerable, pues por sus características este campo parecía de
utilización exclusiva por el sexo fuerte. Se pueden encontrar
pioneras a lo largo de toda la centuria pasada, practicando los
más diversos deportes, como son el ciclismo o el remo, pero, siem
pre entre el excepticismo y la incomprensión de los que las veían.
Pero es con todo, el atletismo"la conquista más difícil y
grande en el terreno deportivo de la igualdad de derechos, pues la
fácil comparación de las marcas de uno y otro sexo, además de ser
un deporte en que las actitudes decorativas ceden paso a los ges
tos mis prácticos, que algunas opiniones podrían considerar como
antiestéticos para la mujer. Esto que podría dejar en claro ridí
culo a las damas que lo practicaran, pero éstas ni cortas ni pere
zosas empezaron, en la primera década de este siglo, a celebrar
algunas competiciones, sobre todo carreras, pteferentemente en
los países nórdicos y centro-europeos.
Del mismo modo, que tras la Gran Guerra se provocó un derrum
bamiento de muchas barreras de tipo social para la mujer, el depor
te en general, y el atletismo en particular, no son excepción y
empieza una rápida expansión practicándose en estos primeros tiem
pos "por una generación aristocrática siempre de espíritu y mu
chas veces de cuna" (1), a las que se añadían las snobs de la época.
(1) Jaureguizar, I."Historia real del atletismo femenino".Rev.De porte 2.000.
1
9.
i
Se consigue, no obstante, el avance en varios aspectos, como pue
de ser el logro de una vestimenta práctica para la competición,
como es el caso de la adopción del pantalón corto que era atribu
to exclusivo del atleta masculino.
En diversos países europeos empiezan a crearse antes de 1920
varias sociedades atléticas femeninas, o en todo caso secciones
en otras; asi tiene lugar, la fundación de la Federación Francesa
de deportes atléticos en el año 1917, o en Inglaterra dos años
más tarde una asociación de tipo similar. Se puede determinar el
año 1921 como el de iniciación de las competiciones internaciona
les, celebrándose en Montecarlo un encuentro con participación de
atletas: suizas, francesas e inglesas. Pero el verdadero arranque
tiene su origen en la pionera francesa Alice Millat, (1884-1957),
que es la auténtica organizadora del moderno deporte femenino,
creando en París en el año de 1921, la F.S.F.I. (Federación Depor
tiva Femenina Internacional), en la que para nuestro asombro en
contramos como país coofundador a España, además de Francia, Ita
lia, Gran Bretaña, E.E.Ü.U. y Checoslovaquia.
Al intentarse la inclusión del atletismo femenino en las Olim
piadas?, y no conseguirse, aparecieron los llamados "Juegos Olímpi
cos Femeninos, en 1922, denominación que se hubo de cambiar en
las sucesivas ediciones por el nombre de "Juegos Internacionales
Femeninos", éstos tuvieron su desarrollo en los siguientes años
y poblaciones (1) Montecarlo (1943), Goteborg (1926), Praga (1930)
y Londres (1934), siendo asimilados por los primeros campeonatos
Europeos celebrados en Viena (1938) conjuntamente con los atletas
masculinos; como antecedente de esta competición puede citarse la
llamada "Olimpiada de la Grecia" celebrada en Florencia (1931),
de forma oficiosa, y con participación de onde países europeos.
Alice Millat,, no cejó en su lucha constante por el reconoci
miento de la actividad atlética femenina por parte de los princi
pales Organismos rectores del deporte mundial, manteniendo en vi
gencia su organización hasta que la F.I.A.A. acogió en su seno la
}
I 10.
presencia de la mujer, hecho que ocurrió en 1936. Si bien, la
F.I.A.A. confeccionó "El Reglamento Internacional de Atletismo
para participantes femeninos, elaborado por una comisión especial
en el año 1926, siendo aceptado por la F.S.F.I. En el cual se
establecen algunas modificaciones con respecto al de los atletas
masculinos, mereciendo destacar, por su significación las siguien
tes: (2)
En el artículo Io, relativo a los oficiales de una reunión
atlét.Lca, se pone una edificón referente a la necesidad de que
en lais competiciones de mujeres exista una doctora en medicina,
y el número de oficiales femeninos que se juzguen suficiente.
Una modificación curiosa tiene lugar en el art. 35°, en el
cual ¡se cambia el depósito en metálico al efectuar una reclama
ción, de una libra esterlina, en el caso de los hombres, a diez
Shillings.
1 en el artículo 26, referente a la homologación de Records
Mundiales, se sustituye a la F.I.A.A. por la F.S.F.I., además de
indicarse que toda petición para homologar un record del mundo,
debe hacerse sobre o con arreglo al formulario de la F.S.F.I.
Anadiándose además, la relación de pruebas que puedan establecer
se records femeninos.
Con respecto a la admisión por parte del C.O.I. (Comité Olím
pico internacional), del atletismo femenino en las Olimpiadas, se
tubo que vencer la oposición de altos mandatarios del mismo, a pe
sar de la participación femenina en algunas otras de disciplinas
deportivas que desde los primeros Juegos, de una manera esporád_i
ca, hasta en los anteriores a la IX Olimpiada, celebrada en Ams-
terdan (1928) fué haciéndose gradualmente y de manera permanente
en los? mismos. Entre las personalidades que se oponían cabe des:
tacar al varón Pierre de Coubertin, fundador de los modernos Jue
gos Olímpicos, el cual no sólo era reacio a la participación olím
pica femenina, sino también a la práctica deportiva de la mujer,
(2) Villalba y Hermosa: "Reglamento de Atletismo I.A.A.F.".
11.
como exponente de sus ideas al respecto podemos citar dos frases
suyas: (3) "Una Olimpiada femenina no será práctica, ni interesan
te, ni estética, ni correcta," y también "para ellas la gracia,
las sombrillas, el hogar y los encantadores niñitos; para los hora
bres, las competiciones".
iJna vez rota la brecha, con su participación atlética en la
IX Olimpiada, se fué ampliando su difusión y pasó de ser una act_i
vidad aristocrática, según antes mencionábamos, a más popular.
La primera actuación olímpica femenina abarcó un reducido
programa (100 m. 800 m., Altura, Disco y 4x100), pero suficiente
para normalizar plenamente su situación a modo y semejanza del at
letísmo masculino, siendo, no obstante, concebido en su origen
con u:i planteamiento distinto, en el que se pretendía más la ar
monía de movimientos y el equilibrio muscular que el resultado ob
tenido.
:2l último gran empuje tuvo lugar como consecuencia de la Se
gunda Guerra Mundial, pues en su transcurso se sucedieron situa
ciones similares a la anterior, en cuanto a la participación ac
tiva de la mujer en diversos campos a los que en situaciones nor
,añes no tenía acceso, pero ahora en mucho mayor escala. Asimis_
mo las situaciones postbélicas planteadas con motivo de la crea
ción de una serie de estados con una concepción política socialis^
ta totalitaria, bajo influencia soviética, en los cuales se care
cía do prejuicios sobre la participación de la mujer en las ta
reas sociales, dando igualdad de derechos y deberes tanto a los
hombro como a las mujeres con relación al estado, favoreciendo
esta concepción la mayor entrada de la mujer en el mundo deporti
vo.
En la actualidad hay que destacar el dominio que han ejerci
do, durante estos últimos años, las atletas de más allá del telón
de acero, ocupando gran cantidad de primeros puestos en cuantos
campeonatos y olimpiadas han participado, lo cual, ha sido toma-
(3) Juan Fauría: "Héroes Olímpicos".
12.
do como reflejo de la política seguida, que, a la postre, ha ser
vido como excelente escaparate de los logros alcanzados por la
sociedad comunista frente al mundo occidental. De auténtico fe
nómeno excepcional hay que calificar la escalada realidaza por
las atletas germano orientales, que en la corta trayectoria de
su vi3a atlética han conseguido ocupar la plaza de primera poten
cia mundial femenina, deshancando a las soviéticas, todo ello gr<a
cias a una política de planificación deportivo de primer orden.
Para confirmarlo, cabe reseñar el óptimo balance que han logrado
en estos dos últimas olimpiadas: en Munich (1972), fueron las
únicas participantes que intervinieron en las catorce finales, con
siguiendo seis triunfos en ellas además de cuatro medallas de pla
ta y tres de bronce, mientras que en Montreal (1976), además de
participar en todas las finales, aumentaron sus primeros puestos
a ocho, consiguiendo también cuatro medallas de plata y seis de
bronce; actuaciones, conjuntamente con los diversos Campeonatos
de Europa disputados estos últimos años, no dejan lugar a dudas
sobre su progreso y dominio absoluto.
Como punto final, cabe afirmar que en la situación actual no
se plantean los mismos problemas que antaño, y que en este aspec
to alcanzaron todos los objetivos concernientes a la integración
plena de la mujer en el atletismo, pero puede decirse, que en el
actualidad estamos asistiendo a un nuevo cambio en el planteamien
to del atletismo femenino, pues una vez que las competiciones at-
léticas han asimilado a la mujer, se ha favorecido su irresisti
ble accensión con un nivel.técnico.en constante superación. Por
otra parte su amplia popularización hacen que el atletismo femeni
no lo sea al ciento por ciento, sin ninguna merma de la condición
humana, sirviendo como constatación de lo dicho, y a modo de ané£
dota, la presencia en las pistas de un mayor número de mujeres es
beltasj, atractivas y que ganan en belleza a un ritmo tan acelera
do cono en calidad técnica, dejando fuera de lugar algunos ejem
plares; ambiguos que se vieron en las primeras etapas.
r
'i.
13.
El hecho de esa superación técnica y participación masiva ha
derrumbado, también, los tópicos existentes respecto a las limita
ciones impuestas a la mujer, en cuanto a intensidad y calidad de
los esfueroz a realizar, llegándose en los entrenamientos a volú
menes de trabajo que no tienen nada que envidiar a lo de los atle
tas masculinos. Por lo cual, van surgiendo opinionea autorizadas
sobre la conveniencia de una reestructuración de las pruebas de
más largo aliento a semejanza de los hombre, que de hecho ya cuen
tan con un nutrido grupo de practicantes en aquellos países que
han considerado dichas pruebas en programación femenina, y la ade
cuaci5n de algunas eminentemente técnicas como pueden ser los lan
zamientos, en los cuales el peso de los implementos no correspon
de a la realidad actual, asimismo, se hallan en proceso de cons
tante revisión las puntuaciones por las que se rige el pentahlon
se acaba de modificar su composición.
Si la pujanza demostrada durante estos últimos años de prác
tica masiva se mantiene, el panorama que se nos ofrece para un
futuro próximo es impensable. ¿Cuales serán los límites que se
alcancen? ¿Qué sucederá cuando los países más atrasados se incor
poren plenamente al movimiento atlético femenino?. Preguntas a
las que se podrían añadir muchas más, pero que sólo el futuro nos
desvelará.
Por lo que concierne al marco en concreto al cual se ciñe el
presente estudio, el nacional, podemos datar las primeras señales
de actividad atlética femenina la principio de los años treinta,
haciendo su entrada en escena merced a un reducido grupo de dis
tinguidas "sportistas" de la época, que por mimetismo con el de
sarrollo alcanzado en el exterior y un cierto grado de snobismo,
osan lanzarse a las pistas atléticas, si bien, de forma esporádi
ca y alternada con otros "sports".
]Jos aconteceres sociales y, sobre todo, políticos de esos
años dejan profunda huella en el desarrollo seguido por esta ac
tividad deportiva, pues, no cabe la menor duda, su práctica podía
14.
" :i i>
servir como estandarte y reclamo de determinados intereses en la
sociedad española en aquellos momentos.
No obstante, adquiere una cierta entidad y se llegan a cele
brar campeonatos nacionales entre los años 1931 a 1935, además
se obtienen algunas marcas de cierto - relieve internacional como
es el caso de los 35,84 m. conseguidos por Margarita Morales, en
lanzamiento de disco, aunque no homologado.
Tras el paréntesis de la guerra civil, que supuso una lógi
ca paralización de esta actividad, hubo algunos escarceos de
práctica atlética femenina, pero que determinadas interpretacio
nes, apoyadas en el substrato tradicional español, cortaron de
raiz a partir del año 1941, en que prohibía formalmente, si bien
contribuyó a esta decisión el curioso anecdótico caso ocurrido
con "la extraordinaria" atleta Maria Torremadé, que hoy es madre
de familia. Así podemos constatar la diferencia de los records
por "ella" establecidos con los homologados y aparecidos en 1962.
- María Torremadé : 60 m. 7.7. - 8.4. Emilia Trepat (1931)
100 m.12.1. - 13.8. Rosa Castelltort (1931)
200 m.27.0 - 30.0. Eulalia Santos (1936)
altura 1,41 - 1,32 Aurora Villa (1932)
longitud 5,09 - 4,67 Eulalia Santos (1940)
Se abre a partir de ese instante un prolongado lapso de tiem
po, en el cual brilla por su total ausencia el Atletismo Femenino,
conforme a las ideas emanadas por el Organismo Rector del mismo,
durante todo este tiempo, que hacian referencia a la necesidad
primi;rdial de elevar los niveles mínimos de nuestra educación f_í
sica femenina antes que el conseguir un reducido grupo de élite
deportivo.
lSste aletargamiento va desapareciendo como lógica consecuen
cia d« la evolución sufrida por la sociedad española, con algunos
incipientes balbuceos alrededor de 1960, sobre todo en Barcelona
• t . '
15.
•T
I
:S En 1959 se concede autorización para que se celebren pruebas fe
meninas, siempre y cuando no se las diera excesiva publicidad y
cuidando el decoro de la organización, vestuario, etc, así como
limitando el número de pruebas. Pero es en la temporada 1962-
63, cuando se dá el paso definitivo para legalizar y afirmar la
presencia del atletirmo femenino, desarrollándose los primeros
campeonatos nacionales de la fase actual, si bien, ya se habían
celebrado en los dos años anteriores los campeonatos generales
de Cataluña. En la siguiente temperada tiene lugar nuestro pri
mer contacto de selecciones nacionales, con el equipo represen
tante de nuestro vecino país ibérico.
Uno de los principales observados por los técnicos en estos
primeros años, es la escasa o nula preparación física de base en
la mujer española, que no revalida los esfuerzos que en este sen
tido encaminó la Regiduría Central de la Educaciín Física y De
portes de la Sección Femenina, durante el previo paréntesis de
participación habido.
1.2- Motivos del trabajo
El origen del trabajo desarrollado surgió como resultado de
una serie de conversaciones mantenidad con mi director de tesina
D. José Manuel Ballesteros, al que manifesté mi interés en rea
lizarlo sobre el tema de Atletismo Femenino Español de tal mane
ra, que especulando con los diversos tratamientos posibles sobre
el mismo, optamos por el que se hace referencia en el título, es
decir, presentando su origen y evolución en función de las mar*?
cas, mediante un estudio comparativo a través de los rankings na
cionales, y listas de records de la I.A.A.F. y las "categorías"
de atletas de la R.F.E.A.
La otra razón, de no menor relieve, ha sido la falta de inte
res general, que por el atletismo femenino existe entre nosotros
tantc a nivel popular como a nivel de los especialistas.
16.
•4
La mayor parte de los trabajos existentes sobre altelismo se
han restringido preferentemente a la categoría masculina, por lo
que se nos ofrece una misión capidisminuída del panorama atléti-
co, al no integrarse en ellos la parte que corresponde interpre
tar en su contexto general, a nuestras áltelas; por todo esto
cabe preguntarse: ¿no será que el papel de la mujer en nuestra
sociedad sigue siendo poco valorado, y de ahí, que sus activida
des no sean dignas de tenerse en cuenta? Más en particular, re
firiendo lo anteriormente expuesto a nuestra parcela, ¿es el pa
pel ¿le nuestras atletas poco apreciado en nuestro panorama atlé-
tico?, o bien: ¿carecerá realmente de importancia el movimiento
atlético femenino en nuestro país, como para no ser apreciado
por la mayoría de los estudiosos de este deporte?.
Las relaciones entre el prejuicio hacía la práctica del de
porte femenino y la calidad del mismo, parecen ser bastante es
trechas, pues, la creencia muy generalizada de achacar a la prác
tica de ciertos deportes, y en especial al atletismo una masculi
nización de la mujer, tomando como ejemplo los casos personalis^
mos de atletas extranjeras que, como excepción confirman la re
gla, ya sea por su complexión morfológica de rasgos acusadamente
varoniles, o bien por la insidiosa interpretación que se ha,he
cho sobre casos de "atletas" cuyos caracteres sexuales eran am
biguos, prestándose a la suplantación de sexo, y que hace algu
nos años aparecieron en reducido número, pero con gran publici
dad de los mismos, sin que en la actualidad puedan darse tales
casos debido a los controles médicos que se realizan.
El problema presentado es muy interesante y amplio, pero con
todo me voy a limitar a un aspecto concreto del problema en ge
neral, que se adapta mejor a mis posibilidades de investigación
sobre el particular, ya que mi intención es comprobar la dimen-
sionalidad alcanzada por el Atletismo Femenino Español de la épo
ca actual, a travfs del estudio analítico desarrollado en función
de lar marcas como referencia más válida para constatar el desa
rrollo evolutivo del mismo, deduciéndose se ha existido progre
so, y por lo tanto, si éste, carece o no de importancia, marcan-
17.
donos este estudio y sus resultados el valor real del fenómeno
en cuestión.
Debido a poder considerar, en un plano, cuando menos, teóri
co la existencia de dos fases o época en el atletismo femenino
español, según se ha dado cuente en el apartado primero de este
capitulo, se ha optado, por la que tanto por su valor como por
la adquisición de un auténtico cuerpo formal, siendo además.la
actual permite enlazar menor con el futuro.
1.3. Presentación del trabajo
En este punto, pasaré a tratar sobre el esquema que se ha
seguido en la redacción del trabajo, a través de los diversos
capítulos y apartados en que se ha dividido de acuerdo con el
fin pretendido, siento esto lo que nos indique los aspectos del
tema a considerar, y que nos definirán la parcelación a realizar
de acuerdo con las ordenadas que comprenda cada uno en relación
al tema.
¿Pero cual es el criterio a seguir, más idóneo en la planifi
cación de los diversos puntos de que consta el tema?, a esta pre
gunt¡a, la respuesta fué relativamente fácil, una vez que el mis
mo s<5 logró centrar en cuanto a las metas que se pretendían al
canzar, pues ya disponíamos de los aspectos más importantes a
considerar y en los que convenía hacer hincapié, bien fuese: por
que éstos pertenecen al núcleo central del trabajo, o porque sea
parto imprescindible para ayudar a la comprensión de los anterio_
res.
Lo recientemente expresado, conjuntamente con las ideas per-
seguldad de dar una clara y lógica visión en la exposición de
los aspectos tratados, con intención de lograr una fácil inter
pretación del trabajo y en la evitación de que se produzcan in
terferencias, que obstaculicen y hagan confusa la misma en cada
18.
uno de los objetivos a lograr, en cada capitulo, nos dan la cía
ve para poder desarrollar el tema, escogiendo los cabos que nos
interesen.y separando los hilos de éstos necesarios, para que
nos den los capítulos de que va a constar y su composición co«-
rres pondiente.
Los capítulos se atienen en su construcción a dos premisas
surgidas del planteamiento formal del problema, que son:
Primera premisa. Nos indica la necesidad de seguir las nor
mas redactadas para la concepción de los trabajos de investiga
ción, (tesinas), que son de carácter general y nos indica la ne
cesidad de la existencia de determinados capítulos, así como
acerca de la composición de los mismos.
Segunda premisa. Está referida a las propias necesidades que
se desprenden del tema en cuestión y que surgen por medio del
desarrollo de los aspectos considerados como partes integrantes
del mismo, gracias a la interpretación conseguida.
Así pues, los capítulos de que consta la obra en su contexto,
global y, que cumplen una u otra de las premisas anteriormente
fijadas, se establecerán así:
Atendiendo a la primera premisa, podemos enumerar los siguien
tes y su composición: i
- Cap. I " Ideas previas generales"
- Cap. V '.'Con conclusiones finales"
"Bibliografía':
Que responden a los siguientes puntos fijados en las normas
a tener en cuenta en la elaboración de las tesinas: apartado
cuarto, puntos E-e, E-f, E-g, respectivamente.
Corresponden al primer capítulo el ofrecer una visión gene*
ral, y servir además de introducción al tema, conteniendo los
19.
siguientes apartados, o guiones:
- 1.1 Atletismo femenino
- 1.2. Motivos del trabajo.
- 1.3. Presentación del trabajo.
- 1.4. Objetivos pretendidos
- 1.5. Desarrollo de la investigación.
En el capítulo quinto, se da cuenta de las conclusiones ob-
tenidad como colofón, después de una síntesis del mismo, y sirve
para responder a la interrogación que todo planteamiento de un
problema llega consigo- Con los correspondientes apartados:
- 5.1. Conclusiones generales.
- 5.2. Conclusiones en cada tratamiento.
Para finalizar, en un ultimo capítulo donde se relacionan
todas las fuentes de referencia, en que nos hemos basado para
obtener los datos originarios, a través de las consultas reali
zadas. Así como, las publicaciones que se han manejado para sa_
car conclusiones de ellas, pudiendo aparecer su referencia refle
jadas en el texto, o bien simplemente nos ha servido en la revi
sión bibliográfica realizada, como aumento de nuestra informa
ción al tema en cuestión.
Por lo que respecta a los capítulos comprendidos en la se
gunda premisa, y en los que se desarrolla el tema en sí, nos eri
contramos con:
- Cap. II "Metodología"
- Cap. III "Tablas de elementos operativos"
- Cap. IV "Desarrollo del estudio comparativo".
- Apéndice "Breve estudio relativo a las edades de las atle
tas clasificadas en las Categorías Atléticas e£
tudiadas".
20.
En el capítulo segundo, se presentarán las diversas formas
de tratamiento que se han establecido para realizar el análisis
comparativo, así como las razones de los mismos: dentro de él,
se encuentran los siguientes apartados:
- 2.1. Planteamiento del estudio realizado.
- 2.2. Consideraciones metodológicas.
- 2.3. Elementos operativos.
Relación y definición
Interpretación de los elementos operativos.
- 2.4. Tratamientos establecidos.
- 2.5. Procedimientos de análisis empleados para los tra
tamientos propuestos,
Definición y modo de empleo.
En el capítulo tercero, se tratará acerca de los datos ori
ginarios, que convenientemente transformados nos den su corres
pondientes elementos operativos, manejados en función de las di
versas variables empleadas, que son las que se han estipulado
p&ra obtener las conclusiones correspondientes sobre el tema,
en el estudio analítico. Se expondrán las tablas según cada
elemento operativo, con todos los valores en él hallados a lo
largo del periodo en estudio; se componen de los apartados si
guientes:
- 3.1. Consideraciones previas
- 3.2. Exposición de las tablas.
Por lo que respecta al capítulo cuarto, podemos decir que
es en el que tiene lugar la utilización de todos los elementos
de que disponemos, dentro de sus correspondientes tratamientos,
de acuerdo al método que empleemos para realizar el análisis y
obtener así unos resultados que servirán para comentarlos, se
gún nuestros objetivos. Consta de:
- 4.1. Consideraciones previas
21.
- 4.2. Primer tratamiento
Análisis y comentario de cada una de las pruebas y
de los promedios de las mismas.
Comentario al estudio comparativo entre todas las
pruebas.
- 4.3. Segundo tratamiento.
Mientras que, el apéndice es un somero estudio que se ha
considerado interesante su realización, pero sin tratar de con
seguir, un amplio y exahustivo planteamiento del mismo.
Con todo lo visto, podemos dar por concluida la presentación
del trabajo que de una manera ordenada, en cuanto a los capítu
los señalados, quedará así:
- Cap. I "Ideas previas generales"
- Cap. II "Metodología"
- Cap. III "Tabla de elementos operativos"
- Cap. IV "Desarrollo del estudio comparativo"
- Cap. V "Conclusiones finales"
- Apéndice "Breve estudio relativo a las edades de las at-
], letas clasificadas en las categorías atléticas 1 estudiadas.
-"Bibliografía'.'
1.4. Objetivos comprendidos
Existe un doble enfoque en cuanto a la relación de los ob
jetivos a conseguir, objetivos debidos fundamentalmente a dos
hechos consecuentes de la labor desarrollada, que son: el con
tinente y lo contenido.
Por continente se entiende el tema, o sea, aquello que es
el r.úcleo central del que parte el trabajo realizado, y que
puede ser objeto de otros tratamientos posibles, contenidos den
tro de sus campos de acción, sin que sea necesaria una patenti-
zación de los resultados que se obtengan
22.
i1 .
Refiriéndonos a nuestro tema, podemos perfilar perfectamen
te que será lo que se pretende alcanzar a través del Altetismo
Femenino Español -supuesto el continente- teniendo en cuenta lo
que en el punto anterior (1-2) se ha dicho respecto a la falta
de trabajos sobre el mismo, cuestión que no favorece nada su pro
greso y difusión. Es evidente, que con la redacción de estas pá
gina» se pretende, dentro de este sentido amplio y general, el
fomentar el interés por el mismo y ayudar a conocerlo mejor por
medio de un aspecto particular, que servirá para despejar algunas
interrogantes que pudieran existir.
A pesar, de estar referida en concreto a la categoría feme
nina,, debemos pensar que su existencia es parte integrante del
compJ.ejo mundo llamado "atletismo", con mayúsculas y sin ningún
tipo de diferenciaciones, según sus practicantes, al cual va di
rigido el modesto balance positivo que pudiera adoptar este tra
bajo con su existencia. Siendo merecedores de una consideración
equivalente, tanto nuestros atletas femeninos como masculinos,
que representan partes constituyentes de un mismo fenómeno, e
intimamente ligadas entre sí de tal manera, que el desarrollo de
una u otra rama, repercutirá en la otra, sobre todo en la femeni
na. Cuestión comprobada en los países que tienen un amplio desa_
rrollo en todos los aspectos, incluido el atléticof mientras que,
en los países con un menor nivel de desarrollo, se encuentran con
el predominio de una de las dos categorías, preferentemente la
masculina.
Refiriéndonos ahora al contenido, situamos bajo este concep_
to a], aspecto específico del tema a que nos referimos, es decir,
el comprobar el desarrollo del Atletismo Femenino Español, de
la época actual, mediante un estudio analítico que estará en fun
ción de las marcas, y cuyos objetivos perseguidos en el mismo,
se alcanzan por medio de la utilización de las mismas según las
técnicas empleadas en la realización de su estudio. De tal ma
nera, que se obtengan mediante los resultados unas conclusiones
que reflejen el desarrollo y progreso que nuestras atletas han
23.
conseguido hasta la fecha presente. Se persigue una concepción
amplia del panorama atlético femenino en base a un número amplio
de melcas, y, no sólo, a través de las maximarcas, a las que mu
chos se remiten a la hora de plantearse estudios similares, ana
diénc.ose además los factores referentes a niveles relativos de
catecoría en las diversas pruebas, que nos darán una visión más
particular y real de acuerdo a la idiosincrasia de nuestras at
letas.
1.5. Desarrollo de la investigación.
En este apartado, trataré de presentar un resumen de los
pasosi dados para poder llegar a realizar el estudio propuesto.
Una vez escogidos el tema, a desarrollar según los trata
mientos indicados, fué necesario pasar a una fase de revisión
previa de la posible bibliografía existente en torno al mismo,
La labor de consulta se centró casi totalmente, en la bi
blioteca del I.IJ.E.F. de Madrid, apreciándose, no obstante su
volumen grande de obras la relativamente nula existencia en cuari
to a material que aborde de una manera específica el tema, re
flejo de lo que en el primer apartado se refirió sobre la poca
atención que se ha venido prestando al mismo, por parte de los
estuc.iosos de este deporte. Se encuentran eso sí, varias refe
rencias y trábanos en obras de carácter general.
Las conclusiones obtenidas en este primer paso, hicieron
comprender la viabilidad del presente trabajo y de sus plantea
mientos estimados, a pesar de lo esiguo de la información encon
tradci.
Después de la expuesto y merced a ciertas nuevas ideas y re
comendaciones, de mi director de tesina Sr. Ballesteros, pareció
oportuno el entablar contactos con algunos de los escasos auto-
24.
i
res de trabajos sobre este tema que se encuentran en nuestro
pals, y que por su personalidad parecían lo más indicado, para
que «us impresiones y posibles indicaciones me sirvieran de ayu
da.
Así, me dirigí personalmente a los Sres. Escamilla y Jaure
guizar; en las entrevistas con ellos obtenidas, me hicieron ver
que poco más de lo revisado podría encontrar, sobre todo en da
tos históricos relativos a la primera 6poca del atletismo feme
nino en España, pero, no obstante, puede obtener algunas intere
santes opiniones, a título personal, que me sirvieron para acla
rar algunos puntos oscuros en el panorama del fenómeno tratado,
Establecido un criterio más estable en cuanto al camino a se_
guir pasé a continuación, a obtener los datos originarios que se
comprenden en el estudio analítico, así como notas relativas al
proceso histórico. Las fuentes de información, de los citados
datos;, las logré en la propia R.F.E.A,, tanto en la Comisión
JuecciS y Cronometradores en el Departamento de Documentación y
Estaclística, que amablemente me facilitaron los medios para con
seguir lo pretendido, logrando la totalidad de los datos referen
tes c.l nivel nacional obteniendo, asimismo, en la Redacción de
la Re.vista Oficial "Atletismo Español". Esto conjuntamente con
algunas otras publicaciones, extranjeras en su mayoría, sirvie
ron como base de consulta a la hora de elaborar los apartados
espeeífieos del estudio analítico.
Por lo que respecta a la obtención de datos históricosf para
confeccionar las diferentes reseñas, que de ese orden, aparecen,
en el transcurso de la tesina, se consultaron distintos libros,
revistas e incluso periódicos, tanto de carácter general, como
eminentemente específicos, de los cuales deducimos las referen
cias necesarias para los objetivos que en este sentido, existen
dentro de este trabajo.
25.
CAPITULO II
METODOLOGÍA
2.1. Planteamiento del estudio realizado.
Una vez escogidas las marcas entre todas las parcelas de in
vest*'.gación de posible elección, mediante ellas y a través de va
riables relativas a las mismas, se estudia de un aspecto concre
to del tema, además de sostener la creencia en su validez como
factor consecuente más significativo del fenómeno estudiado, que
nos ha permitido utilizarlas como elementos del juicio del proce_
so evolutivo del Atletismo Femenino Español.
Después de una minuciosa revisión de anteriores trabajos de
características similares al presente, al menos en cuanto a la
utilización de las marcas, como referencias en las que se apoyan
los cinálisis de sus fenómenos atléticos correspondientes, para
tratcir de hallar la fórmula más adecuada para el planteamiento
del mismo, se pretende lograr una serie de conclusiones para su
posterior aplicación. Conjuntamente se realiza un detallado ana
lisis de los diversos factores que tienen cabida dentro del con
creto panorama atlético femenino español, de acuerdo con la fa
ceta de tratamiento escogida, lo que marca la pauta a seguir y
el cauce más adecuado entre las diversas opciones disponibles.
Conforme a lo expuesto se han configurado los tratamientos
adecuadosr así, deducido de los trabajos anteriores, en los que
se trata de establecer la evaluación de un determinado proceso
evolutivo atlético, parece ser que el empleo del estudio analít_i
co comparativo de los valores de unas determinadas marcas según
el puesto que ocupen en el escalafón mundial, nacional o de ni
vel que interese al estudio en cuestiónf es un tratamiento ade
cuado a emplear conforme a las diversas fases del proceso corres
pondiente, siendo capaz de proporcionar algunos elementos necesa
rios para alcanzar una visión clara y concisa, a la par que obje
26.
i
tiva,f del fenómeno analizado.
Ahora bien, el mismo deseo que nos ha alentado a establecer
el primer tratamiento nos mueve a plantearnos un nuevo aspecto
a considerar con relación a la parcela de investigación escogi
da, con idéntica intención que en el anterior, que no es otro
que «¡I relativo a averiguar cuantas han sido las auténticas in
terpretes del fenómeno que hemos visto reflejado en los valores
de lets marcas analizados en el tratamiento anterior. Es decir,
de qué número de verdaderas atletas se ha dispuesto a lo largo
del período que comprende el estudio, y que sólo en función de
los valores de sus registros podemos deducir.
Cabe plantearse cuál será la forma correcta de llevar a ca
bo este aspecto concreto del trabajo, pues se pueden seguir va
rios tratamientos; el de tipo similar a la anterior no es intere_
sante aplicarlo porque peca en gran parte de una consideración
excesivamente genérica, por mor de un rigor más o menos estadís
tico, adoleciendo en gran medida de una falta de atención a las
necesidades particulares derivadas de la impronta y caracterís
ticas propias del grupo que se somete a estudio. Así, en razón
de un intento de coordinación que haga compatible ambas condicio
nes, se plantea un segundo tratamiento a través de las marcas,
pero teniendo a éstas como referencias, de acuerdo a las verdade
ras disponibilidades del grupo estudiado, en relación a las inte£
pretes auténticas del fenómeno atlético femenino español, refren
dado por los valores de las marcas obtenidas. Todo ello conse
guido mediante un esquema que permita establecer unos parámetros
de evaluación típicos de la situación en que se desenvuelvan, con
el establecimiento de unos niveles de calidad standard en las mar
cas.
Este doble tratamiento, complementario entre sí, que surge
del planteamiento arriba expuesto tiene como función primordial
el presentar de una manera lo más detallada posible, para su co
nocimiento y estudio, el atletismo femenino español. Ambos no
27.
son sino la presentación de las caras de una misma moneda, que
no implican ninguna interferencia negativa con su desarrollo
particular dentro del contexto general del mismo, pues el análi
sis de un tema tan amplio y complejo como el propuesto, no pue
de realizarse de una manera unidimensional lo que nos daría, no
sólo pobres conclusiones, sino puede que interpretaciones equi
vocadas, pues las atletas y los valores obtenidos en las marcas
forman una simbiosis indisoluble que hace necesario, el conoci
miento tanto de uno como de otro, para sacar conclusiones váli
das.
2.2. Consideraciones metodológicas
De entrada, cabe preguntarse las razones seguidas en el plan
teamiento realizado del estudio propuesto, así como de los trata
mientos en él establecidos; exponer cuál ha sido el criterio se
guido puede quedar concretado en los siguientes conceptos: ob
tención de la mayor cantidad de información posible, con arreglo
a lo pretendido, y la ausencia de interferencias que pudieran
dar origen a interpretaciones erróneas. Referidos ambos concep
tos a los elementos operativos que manejamos en los tratamientos
establecidos, de acuerdo al empleo más adecuado posible de los
mismcs, es decir, buscando extraer de ellos las más claras y con
cretas conclusiones posibles, y evitando el suponer en los trata_
mientos condiciones que, en realidad, no posean. i
Lógicamente cada tratamiento lleva consigo unas normas a
cumplir por parte de los elementos operativos, para que éstos
puedan ser manipulados de forma legítima, para lo cual se determi
narán cuales son esas normas requeridas por los modelos impues
tos, deduciéndose, la imperiosa necesidad de conocer perfectamen
te a los elementos operativos y los tratamientos existentes de
posible utilización, por encontrarse a nuestra disposición, y de
entre los cuales podamos elegir los más oportunos, y finalmente,
hasta qué punto se verifican por los datos originarios concretos
28.
de los diversos elementos.
De la elección acertada de los tratamientos establecidos,
damo¡5 unos elementos operativos con características propias, de
pendo en gran medida la obtención de unas conclusiones válidas,
que nos ayuden a interpretar el fenómeno atlético en estudio,
después de su correcto uso. Pero, a pesar de ésto, no todo se
reduce a lo anterior, pues el cómputo final nos dará ocasión,
por consecuencia directa de determinadas situaciones obtenidas de
acuerdo a los objetivos pretendidos, para analizarlos cuidadosa
mente y extraer unas conclusiones mediante su correcta interpre'-
tación, exhaustiva y obtejiva, en la que debe intervenir el ra
zonamiento a través del sentido común, cuya aplicación debe ser
nos de gran utilidad, no solamente en este caso concreto sino en
otros muchos momentos en que puedan surgir dudas en cuanto a la
aplicación del planteamiento previsto.
Dentro de cada apartado se expondrán, de un modo breve y
concreto, las diversas partes que forman el conjunto de la razón
metodológica del presente trabajo, siguiendo un orden lógico en
su redacción, así como los motivos de su presencia y considera^
ciones particulares de cada una con respecto al conjunto de los
mismos.
2.3. Elementos operativos,
Relación y definición
Incluiremos en este apartado la relación de la base consti
tutiva del estudio realizado, así como la definición de los ele
mentos operativos que la integran y que posteriormente serán in
cluidas en cada uno de los tratamientos que se establezcan con
forme a las propias necesidades y características de- unos y otros.
29.
Pasaremos, a continuación a dar cumplida cuenta de los ele
mentos operativos que se han creido oportunos para la realización
del estudio planteado, teniendo presente que pueden proceder direc
tamente de los datos originarios, extraidos de las diversas fuen
tes de información consultadas, o bien como resultado de elabora
ciones diversas de otros datos, se han establecido dos niveles se
gún el origen de los elementos operativos. Hecha esta aclaración,
relacionaremos a los mismos agrupándolos en estos dos niveles:
Primer nivel
Record Mundial.- Comprende todas aquellas marcas que han si
do homologados por la I.A.A.F. (Internacional Amateur Athletic Fe
deration) , como tales, y que han tenido vigencia al término de ca
da una de las temporadas que abarca el período en estudio.
Record Nacional.- Mejor Marca Nacional Absoluta, se incluyen
bajo este concepto todas aquellas marcas que han representado la
máxima prestación lograda por las atletas hispanas, durante el trans_
curso de una o varias temporadas consecutivas, habiendo sido consi
deradas como record nacional al ser homologadas por la R.F.E.A.,
(Real Federación Española de Atletismo).
Mejor Marca Nacional de la Temporada.- Las marcas aquí encua
dradas están bajo un concepto similar a la anterior, pudiendo haber
sido las mismas, que las anteriores, o bien inferiores, pues solo
se diferencian en que aquí se concreta el período de tiempo, en el
cual han logrado ser la más alta cota alcanzada que es el transcur
so de cada una de las temporadas que se estudian.
Como se observa, se ha incluido al Record Nacional la deno
minación de mejor Marca Nacional Absoluta, para de esta manera po
der reunir los elementos nacionales de este nivel bajo el denomi
nador común de Mejores Marcas, cuando el momento lo requiera.
30.
ii'
Segundo nivel.
Se referirán en primer lugar los datos originarios que se
han extraído y después los elementos operativos deducidos de las
eleboraciones necesarias con los primeros, para darnos éstos.
- Datas extraídos:
. Marcas correspondientes a las mejores atletas (50 6 25, se
gún temporada) aparecidas en los rankings de cada tempora
da.
. Relación nominal de las atletas anteriores y de los años de
, nacimiento de las mismas.
- Elementos operativos:
. Promedios de las marcas correspondientes a las 10 primeras
(atletas del ranking nacional de cada temporada).
. Promedio de las marcas correspondientes a las atletas si-
tuadas entre las 11 y 20 ambas inclusive, del ranking na
cional, de las mejores de cada temporada.
.• Número de atletas de la relación nominal que entren a for
mar parte en cada una de las "categorias" atléticas, que
forman parte de uno de los dos grupos en que se dividen por
edades.
Todos los elementos operativos expuestos están referidos a
cada ana de las temporadas que comprende el estudio, es decir,
temporada 63-64, hasta la temporada 75-76, ambas inclusive, y a
las siguientes pruebas atléticas individuales que forman parte
del programa oficial de competiciones de R.F.E.A. :
- Carreras lisas : 100 m, 200 m, 400m, 800 m, 1500 m, y 3000 m.
31.
- Carreras de vallas: 80 ó 100 v.
- Saltos : Altura y longitud.
- Lanzamientos : Peso, Disco y Jabalina.
Algunas de las cuales han aparecido durante el transcurso
del período en estudio y, solamente a partir de la temporada en
que hay base suficiente para tomar referencia de la misma será
incluida en el estudio, como puede ser el caso de los 1.500 que
aparecieron la temporada 68-69, y de los 3.000 m. que tuvieron
su puesta de largo en la temporada 73-74.
Un caso distinto ocurre con los 80 mv, y los 100 mv, en que
los primeros desaparecen para dar paso a los segundos en la tem
porada 68-69. Por su parte, el pentathlon no ha sido incluido
por considerar que las variaciones del sistema de puntuación,
nos haría imposible llevar a cabo el actual intento de realizar
un estudio del mismo.
Como colofón a este apartado, quiero hacer constar la nece^
saria aceptación plena de los elementos operativos según la de
finición enunciada, sin pretensiones, en mi ánimo, de polemizar
sobre el particular.
Interpretación de los elementos operativos
En el mismo instante en que cobró cuerpo la idea del plantea
miento a seguir, y de los elementos a utilizar, surgió el acu
ciante problema de cu'al sería la manera mejor para lograr una co
rrecta comprensión y utilización de los elementos opertivos, que
entran a formar parte en cada una de las variables que aparecen
en el estudio del tema propuesto.
Parecía lógico el asumir para cada una de las variables,
que entran en juego en los tratamientos expuestos, una unidad de
32.
medida constante, debido a la necesidad de lograr un criterio
uniforme de medición respecto a aquellas variables que vienen
expresadas en unidades de medida distintas haciéndose imposible
establecer una relación de valores entre ellas. Por esto el pri.
mer paso hubo de ser el consignar una unidad de medida constante
capaz de aplicarse para cada uno de los elementos correspondien
tes, pareciendo obvio el admitir un nivel cardinal en los mis
mos, con sentido cualitativo en los elementos operativos del pri
mer tratamiento establecido y cuantitativo en el segundo.
En los elementos operativos correspondientes al primer tra
tamiento planteado, el instrumento de conversión de sus valores
originales en otras unidades constantes que han sido utilizado,
es léi tabla de cotización para las pruebas femeninas aprobadas
por el Comité Técnico y Consejo de la I.A.A.F., editado en el
año 1.971 y reimpresa en el año 1.975, con la inclusión de las
pruebas que han aparecido en ese lapso de tiempo, pues nos per
mite evaluar, dentro de unos lógicos límites de fiabilidad, los
valores relativos de los diversos registros atléticos en las d_i
ferentes pruebas. Comprende su elaboración una ardua tarea ba
sada en el conocimiento experto del deporte y de las matemáticas,
siendo confirmada a través de una base estadística amplia, sobre
la qv.e hacer posible sus resultados. Así, a mayor calidad de la
marca, corresponde una mayor magnitud en la puntuación obtenida
después de realizada la conversión, pero dada la amplitud de la
tabla no se expone en el presente apartado por no resultar prác
tica su relación, remitiendo a los posibles interesados a su coii
sulta directa.
En el segundo tratamiento establecido, los elementos opera
tivos que se han utilizado para conversión de los valores parti
culares de sus datos originarios en otros adecuados al estudio
son el baremo de marcas señaladas para el establecimiento de las
"categorías" atléticas para el período 1973-1976, categorías que
son: Olimpica, Internacional, Nacional, Provincial y Local, que
abarcan una amplia gama de marcas desde un mínimo nivel honesto,
33.
•r i
if
hastii las de más alto nivel f de a,cuerdo al mayor o menor relie*-
ve di» la mínima exigida, de manera que nos marque unos niveles
de calidad aproximados para todas las pruebas, y adaptados a
las características de nuestro atletismo femenino.
Este sistema se adoptó por la R.F.E.A. para nuestras damas
a partir de 1965, a semejanza de las existentes en otros países,
estableciéndose nuevos varemos actualizados para cada periplo
olímpico. El establecimiento de los niveles exigidos y adecua
dos ci las diversas categorías, es realizado por un grupo de pre£
tigiosos especialistas y conocedores de este deporte, que por su
solvesncia, garantizada en este tema, avalan la validez de las mar
cas mínimas propuestas, siviéndonos ellos como base en la que
sostener lo adecuado de su utilización en este trabajo.
Se han tomado las categorías fijadas para el periodo 1972-76,
como parámetro porque al ser las correspondientes a las últimas
temporadas en estudio, nos permiten constatar la evolución de to
do el período en estudio, a través de las más exigentes que se
han elaborado, además de ser las que dan una mayor garantía en
su elaboración, debido a las experiencias anteriormente realiza
das.
Las marcas mínimas que aparecen propuestas para cada catego
ría en las pruebas que hemos seleccionado, son las siguientes:
Olímpica Internacional Nacional Provincial
100
200
400
800
1.500
3.000
100
m.l.
m.l.
m.l.
m.l.
m.l.
m.l.
m.v.
11 "4
23 "5
53" 7
2"05?,0
4"16"5
9"22"0
13 "6
11" 6
24"0
54" 9
2"08"0
4"22"0
9"30"0
14"0
11" 9
24"7
56*7
2"12"0
4"31"0
9"45"0
14 "6
12"2
25" 4
58 "5
2"16"0
4"40"0
10n00"0
15" 2
Altura 1,79 1,74 1,67 1,60
34.
Longitud 6,35 6,20 5,90 5,60
Peso 16,40 15,50 14,25 13,00
Disco 54,50 51,00 46,00 41,00
Jabalina 55,00 52,00 47,00 42,00
A las que hay que añadir las mínimas equivalentes halladas
para los 80 mv. que al haber desaparecido con anterioridad no es
tan incluidas sus mínimas en las del paeríodo 72-76, obteniéndose
mediante un cálculo aproximado basado en las puntuaciones, que
según la tabla de valores la E.A.A.F. antes vista corresponden a
las "categorías" de 100 mv.
Y así obtendremos:
Olímpica International Nacional Provincial
89 m.v. 11"2 11"5 12"0 12"6
De manera que aplicando estos baremos obtendremos los elemen
tos correspondientes al segundo tratamiento, hallando en primer
lugar el número de marcas que corresponden a cada categoría y, a
través de ellas, podemos deducir el número de atletas que entran
en las mismas, que es el elemento práctico buscado. Las catego
rías .atléticas utilizadas, son las que se han estimado como com
pendio de las realizaciones de un cierto valor atlético hasta las
más altas cotas a alcanzar en el panorama español.
(.orno punto final de este tratamiento, hay que hacer mención
al siistema aplicado en el resumido estudio, realizado de modo com
plementario y anecdótico, relativo a las edades de las atletas
que aparecen en la relación nominal, obtenida según hemos concre
tado anteriormente, a través del elemento operativo referido a
los anos de nacimiento de las mismas. Se encuentran dos grupos
de atletas según pertenezcan a las categorías senior, o a las ca
tegorías inferiores, tomando como referencia las edades fijasdas
para '..a temporada 1975-76, que era de 19 años o más para las sé
niores!, y de 18 años, o menos, para las inferiores.
[ 35.
Consideraciones concretas que podemos señalar en la obten
ción de los elementos operativos reseñados en este apartado, sur
gen de problemas planteados en algunas carreras a raíz de la im
plantación del sistema eléctrico de cronometraje, pues consecuen
temerte de su utilización tiene lugar la aparición de records
Mundiales y algunas mejores Marcas Nacionales con el citado sis
tema, conjuntamente con los obtenidos mediante el sistema tradi
cional, es decir, el cronometraje manual. De este hecho, se ha
originado el curioso fenómeno, de la existencia de dos listas
de records en función de su origen de uno u otro sistema, lo
cual provoca una cierta confusión, confusión que será subsanada
en la temporada 1976-77, con la adopción exclusiva de los tiem
pos eléctricos, en aquéllas pruebas que así lo requieran,
- -t
De momento, en la realización del presente trabajo el cita
do problema existía, y es evidente, que la obtención de una mar
ca registrada a la par por ambos sistemas, en su registro elec
trice supondrá un tiempo cuyo nivel de calidad será inferior que
en el obtenido manualmente debido a las características propias
de este sistema como puede ser su precisión, amén de otras. Han
existido, existen y probablemente existirán en un futuro, inten
tos en relación a establecer posibles equivalencias; hasta el
día de hoy, se han establecido varias diferenciales de aplica
ción según diversos autores, pero sin llegar a considerarse nin
gún patrón diferencial, plenamente válido, ni aún el que aparece
reflejado en las mínimas olímpicas impuestas por la I.A.F.F. da
das a conocer con ocasión de los Juegos Olímpicos de Montreal,
en que por primera vez, en una olimpiada, se señalaban las mar
cas manuales y eléctricas en las mínimas de participación para
el atletismo,
Además, mientras en el nivel mundial el uso del cronometría
je eléctrico es de empleo habitual y obligado en las altas com
peticiones, en el plano nacional no es todavía factible el en
contrar un número suficiente de marcas registradas por este sis_
tema, debido a su mínima utilización en nuestro país, por lo
i
36.
cual se hizo necesario formar un criterio de unificación que de_
fina el sistema empleado, criterio que puede concretarse en el
siguiente concepto: reconocimiento de toda marca, cuyo registro,
supere en calidad a la establecida en el momento de su gestación,
dentro de su elemento operativo correspondiente, ya sea, manual
o eléctrico, si bien, esta procedencia será tenida en cuenta, en
las conclusiones y análisis del estudio realizado, sobre su posjL
ble incidencia negativa o positiva en el proceso del Atletismo
Femenino Español.
Otra consideración, que también se ha de tener en cuenta,
procede de las características propias en que vienen expresados
algunos datos originarios, y las consiguientes dificultades que
nos, encontramos al tratar de obtener los valores de sus respec
tivos elementos operativos, mediante la utilización de las ta
blas de puntuación de la I.A.F.F., ocurriendo dos casos en con
cretos, que son: la aparición incompleta del dato originario en
las tablas, o bien su falta de aparición en las mismas.
El primer caso se nos presenta cuando dados tiempos en cen
tésintas, o espacios en milímetros, solamente aparecen en las ta_
bias valores hasta las décimas o centímetros, según la medida
que corresponda; conforme a lo cual, se sintetizará en décimas
o centímetros, de acuerdo con lo siguiente: pertenecen a las dé
cimas!, o centímetros en que vienen los datos originarios, siem
pre y cuando sus centésimas y milímetros no sean superiores a
cinco, pues de lo contrario se referirán a las siguientes de in
ferior calidad para determinar su valor correspondiente en la
tabla de puntuación.
En el segundo caso puede ocurrir que no aparezcan las mar
cas en las tablas, bien, por estar comprendido entre otros dos
valores, que sí aparecen, tomándose entonces al de inferior cal£
dad como referencia para hallar la puntuación correspondiente
al mismo, o porque la marca del dato originario sea superior a
las que aparecen en dichas tablas, cuya determinación se expon
drá en su correspondiente capítulo de desarrollo.
37.
2.4. Tratamientos establecidos
Existe un doble tratamiento elegido para desarrollar el es
tudio. En el primero de los tratamientos, su desarrollo está ha
sado en la toma de referencias constantes, relativas a las posi
ciones que ocupan las marcas según determinados niveles ordina
les dentro del grupo en estudio, es decir, no por el valor intrín
seco de la marca, y sí, por el valor deducido de su integración
entre todas las demás existentes, que permiten establecer unos
hitos fijos de constatación en la evolución que se pretende ob
servar.
En este tratamiento, podemos establecer dos niveles en los
que agrupar a los elementos operativos que en él intervienen, de
acuerdo a sus características y las intenciones perseguidas, que
son y comprenden:
Nivel primero.- Record Mundial: Record Nacional y Mejor mar
ca Nacional de cada temporada.
Nivel segundo.- Mejor Marca Nacional de cada Temporada;Pro
medio de la Ia a la 10 , ambas inclusive de las marcas que aparecen
en el ranking de la temporada y así mismo a las comprendidas entre
la 11 y la 20 , ambas inclusive.
' Estos dos niveles representan, a su vez, dos enfoques den
tro del mismo concepto que abarca el tratamiento presente del te
ma planteado, en un intento de abarcarlo lo más ampliamente posjL i
ble.
En el primero, se intenta analizar el fenómeno en estudio a
través de los elementos operativos que representan las máximas co
tas alcanzadas, tanto de las temporadas como de cada prueba, para
lo cual se toma la Mejor Marca Nacional de cada Temporada como ex
ponente de los logros alcanzados en el transcurso del período de
tiempo a que hace referencia, pero ¿cómo comprobar su valor autén
tico?. A esta pregunta nos responde el Record Nacional, puesto
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3 E
39.
conocer una imagen más amplia y auténtica del Atletismo Femenino
Español, sin reducirnos a las marcas del anterior nivel, es de
cir, ser conscientes de que el fenómeno tratado no es sólo pro
ducto de maximarcas aisladas, y sí, de un movimiento del que en
tran a formar parte de un grupo más o menos amplio de marcas,
deduciéndose la necesidad de escoger los elementos operativos es
timados. Además, al estar incluida la Mejor Marca Nacional de
cada temporada, y los promedios obtenidos lograremos evaluar lo
realizado de manera concreta, tanto al nivel más alto de calidad
como a través de la media, pudiéndose así, establecer más fácil
mente una comparación entre cada una de las temporadas, amén de
poder considerar el nivel de calidad de los promedios gracias a
la Mejor Marca Nacional de la temporada, que representa el techo
de la misma, y de ahí que pueda servir cono nexo de unión entre
amboís niveles del primer tratamiento.
Ahora bien, si en vez de tomar referencias constantes según
hemos visto anteriormente, las referimos a unos mismos niveles
de calidad de las marcas para todas las pruebas, es decir, res
pecto al valor intrínseco de las mismas, ateniéndose a las carac
terísticas propias de nuestro atletismo femenino, nos planteare
mos el camino a seguir en el segundo tratamiento. Para fijar esos
niveles de calidad, en los que podamos integrar los datos origi
narios para obtener los elementos operativos correspondientes a
éstos, utilizaremos las marcas mismas fijadas para las "catego
rías" atléticas durante el periodo 1972-76, según se vio ante
riormente, lográndose en primer lugar, la relación numérica de
las marcas, tanto de las que corresponden a cada una de las cate
gorías, como al total de las mismas, para así poder extraer la
relación nominal de las atletas interpretes de ellas, cuyo núme
ro nos dará una idea bastante aproximada de las que han hecho
posible, de una manera real, el nivel alcanzado por el Atletismo
Femenino Español,a lo largo de su reciente historia. Es en ver
dad, éste, el único medio para alcanzar tal objetivo, pues inten
tarlo por otros, asimismo relativas a la cantidad de atletas que
se disponen, como puede ser a través del número de fichas o li
cencias existentes, no nos sirve como sinónimo de igual número
I
40.
de deportistas con ciertas categoría atlética, ni siquiera de de
portlstas, reflejándonos simplemente la existencia de simples
cartulinas firmadas, que sin el refrendo de las marcas no pueden
ser tenidas en consideración. En este caso, la variable en es
tudio vendrá expresada en un nivel cardinal, según las atletas
cuyas marcas en función del parámetro de calidad que suponen las
"categorías" atléticas, hayan tenido cabida en cada una de ellas
y en su total.
Queda para el final, consignar el planteamiento de otra va
riable, relativa a la edad de las atletas que aparecen en la re
lación nominal, a que se alude anteriormente, que si bien, se sa
le ligeramente del enfoque central del trabajo presente, está
estrechamente vinculada al elemento operativo del último trata
miento propuesto, y ha sido considerado interesante el incluirla
a modo de aportación complementaria al mismo, sin profundizar am
pliamente en el exahustivo estudio de ella, realizándose más bien
de forma anecdótica y que dé pié para sacar interesantes refle
xionéis sobre posibles factores a tener en cuenta en la evaluación
general del fenómeno a estudiar, además de los considerados por
nosotros en el estudio presente.
Esta variable, parte de la hipótesis, confirmada en la ma
yor parte de las naciones con un atletismo de cierta calidad, de
que la aparición de un número de atletas jóvenes de manera conti
nuadct a lo largo de varias temporadas, significa dos cosas, por
un lado puede suceder que sean de gran categoría y debido a lo
cual deshanquen a las atletas maduras del grupo de élite; otra
interpretación del mismo suceso, con mayores garantías de credi
bilidad, es el suponer que se produce, no por una alta calidad
de léis mismas, y sí por una falta de maduración en el proceso
atlético del país que en particular se considere, pues no llega
a ver colmadas las esperanzas depositadas en las llamadas "pro
mesas;" ,superándose como atletas ya realizadas. Todo ésto, se
debe analizar teniendo siempre presente las situaciones tan pe_
culictres y poco homogéneas que se dan en el proceso ontogénico
del fenómeno reseñado.
i
41.
2.5. Procedimientos de análisis empleados para los tratamientos
propuestos.
Definición y modo de empleo
Pasaremos en este apartado a dar detallada cuenta de cuál,
o cuctles han sido los procedimientos para realizar el análisis
que nos hemos impuesto, de acuerdo a los que sean más idóneos
a nuestras intenciones según sus características. Asimismo, se
relacionará la forma en particular en que se ha llevado a cabo,
de acuerdo a las variables con que operamos.
Con la intención de lograr la forma más clara de interpre
tación en la evolución del fenómeno considerado, en base a los
tratamientos establecidos y respecto a las unidades de medida
acordadas para los elementos operativos, se eligió como medio
más Idóneo para llevarla a cabo la utilización del sistema de
representación gráfica, mediante diagramas o gráficos adecuados
a cada una de las variables propuestas, conforme en gran medida,
a la lógica común y, sobre todo, a la utilización que de ellas
se propugna en los análisis estadísticos, con la finalidad de
ofrecer una visión del conjunto de las tablas de elementos opera
tivos, en que se basa la investigación, de manera lo más rápida
mente perceptible posible, que a través de la observación direc
ta de las tablas que correspondan a cada gráfica. De lo expues
to se deduce que la representación gráfica, no es más que un me
did auxiliar de la investigación realizada. Aunque, existen es
tadísticos que dan una mayor importancia a los diagramas, lle
gando a afirmar que el gráfico es un auténtico instrumento de in
vest:lgación propiamente dicho, pues, permite la búsqueda de irre
gularidades tanto en la extructura, como en la evolución que se
analiza. No considerándolo como una simple descripción a través
de imágenes.
En un primer momento se intentaron aplicar diversos medios
capaces de establecer el análisis de acuerdo a las unidades pro
pias en que vienen expresados los datos originarios, pero múlti-
42.
pies dificultades se sucedian haciendo imposible lograr el obje
tivo ¡pretendido; tales, como la imposibilidad de relacionar las
diversas pruebas y temporadas entre sí. Así pues, el empleo de
los valores originales, sin ningún tipo de equivalencia, nos en
caminaba a un callejón sin salida, por lo cual, hasta que no se
acordaron las unidades constantes de medida a utilizar para cada
tipo de las variables establecidas, no se pudo aplicar un medio
factible para analizar los tratamientos utilizados, resultando,
sin e:nbargo, relativamente fácil el poder comparar dos o más se
ries cronológicas cuando las variables son de idéntica naturale
za en cada una además, cuando una gráfica está realizada adecua
damente para una serie, las demás series pueden añadirse con las
mismas escalas exactamente.
Al comprender el estudio evolutivo del fenómeno tratado, de
acuerdo a las variables consignadas, dos factores a considerar,
que son: el tiempo en que se comprenden los datos originarios
extraídos, en nuestro caso el período entre las temporadas de
1963-64 a 1975-76, y las diversas puntuaciones de los valores
que alcanzan las variables, podemos apreciar que se acomodan per
fectamente los factores citados a la extructura formal de la grá
fica que se definen por medio de serie cronológicas, es decir,
las que se. obtienen en relación a un conjunto de valores observa^
dos en un fenómeno a lo largo del tiempo, pues, al estar represen
tadas sobre un sistema de coordenadas cartesianas, podremos deter
minar en sus dos ejes los patrones de medida de los factores in
dicados, midiéndose a lo largo del eje vertical, llamado eje de
ordenadas, los valores correspondientes a las variables, y en la
parte horizontal, en el llamado eje abcisas, se determinarán las
diversas temporadas en estudio. Todo ello, de acuerdo a la esca
la que se establezca y de la que se dará cuenta en su correspon
diente capítulo.
Una vez, escogidas las gráficas como procedimiento general
para conseguir el análisis de los elementos operativos, que apa
recen en las tablas correspondientes y dentro de los tratamientos
43.
i
expuesto, convendrá citar a continuación, cuales son los crite
rios seguidos en el estudio de éstos y, a continuación, pasar a
señalar las gráficas que en cada caso concreto se han aplicado
Con arreglo al primer tratamiento, existen muchos tipos de
variciciones que se pueden registrar en las gráficas, que podemos
agruparlos bajo dos tipos. En primer término, hay que tener en
cuenta la dirección general del movimiento, o tendencia de la Vci
riable en todo el periodo de que consta el estudio, luego, están
las oscilaciones de varias clases de mayor o menor regularidad,
superpuestas a la tendencia.
Lógicamente, al depender lo anterior de la naturaleza de la
serie; que manejemos y, en particular, del periodo general cubierto,
así como de la frecuencia en que tomemos los elementos operati
vos, y ser en nuestro caso concreto un periodo relativamente cor
to hs.ce que su tendencia en otro más largo podrá considerarse co
mo ur.a simple oscilación, además las oscilaciones largas no ten
drán tiempo de agotarse y llegarán a ser absorvidas por la misma,
debido a ésto solamente se podrán hacer ostensibles las oscila
ciones cortas que en el transcurso de una temporada, que es la
frecuencia usada, pueden llegar a ser destacadas.
En estas valoraciones deberemos tener presente, que están
en ft.nción de las proyecciones de los puntos en sus gráficas.
Así, las temporadas tienen un sentido progresivo desde el origen
de coordinadas hacia la derecha, mientras que las puntuaciones
de la.s variables se van incrementando de abajo hacia arriba; esto
nos servirá para el estudio de la gráfica considerada aisladamen
te, em la que será necesario apreciar la relación existente en
tre la tendencia y las oscilaciones que se den en la misma, para
poder calibrar de un modo más objetivo el momento en concreto
a quei nos refiramos, mientras que, en la comparación que estable^
camos: de las distintas gráficas lo realmente importante, además
de lo anterior, será la diferencia de los niveles alcanzados en
un momento determinado lo que nos dará el elemento de juicio ne
cesario.
44.
En nuestro estudio de este primer tratamiento, nos plantea-
remo» un cuadro para cada una de las pruebas que consideramos,
en 'e]. cual tendrán cabida los dos niveles establecidos y de
acuerdo a cada uno de sus elementos operativos correspondientes
obtendremos cinco gráficas, que nos servirán para analizar la
prueba en cuestión a que pertenezcan. Pero además, se inclui
rán las gráficas obtenidas de los promedios en cada elemento ope
rativo de todas las pruebas, que nos dará ocasión para constatar
la evolución particular de cada una de las pruebas con arreglo
a la evolución media registrada en el conjunto de las mismas.
Pasaremos a tratar, a continuación, los procedimientos uti
lizados en el segundo tratamiento, para el cual vale todo lo
aplicado en el primero, pues nos valdremos en igual modo del em
pleo de las gráficas, como método estadístico de análisis de los
elementos encuadrados en él, que por venir expresados, también,
en series cronológicas, su desarrollo será muy similar.
Como nota particular relativa a la construcción de las gráf .i
cas de aquí derivadas, es obligado el mencionar que se han elabo
rado dos cuadros, reflejándose en cada uno cinco gráficas que co
rresponden a las cuatro distintas "categorías" atléticas y al
conjunto de las mismas, en función de las cuales se toman las
variables, según se vio en el apartado correspondiente a la inte£
pretación. Se diferencian entre sí ambos cuadros, por lo siguien
te: en el primero podemos observar la evolución de la variable,
expresados sus valores según el nivel cardinal, en que se obtie
nen sus elementos operativos mientra que, en el segundo podremos
observar la evolución a través de sus valores relativos, ésto és,
según los porcentajes que cada una represente del total de la tem
porada, y ésta, a su vez de la precedente. Considerando que me
diante esta doble exposición pueden quedar despejadas las dudas,
que pudieran plantearse con sólo el primer cuadro, referido a los
valores absolutos.
Las informaciones sobre los posibles detalles técnicos de
las gráficas tendrán lugar en el capítulo correspondiente a su
45.
i
desarrollo.
Queda por último, exponer el criterio seguido con la varia
ble relativa a las edades de las atletas que entran en la ante
rior. Aquí se seguirá un planteamiento exacto al que acabamos
de presentar, es decir, un cuadro con dos gráficas, uno para ca
da girupo de edades, de acuerdo con los valores absolutos que se
registran y otro también con dos gráficas, en que vendrán expre
sadojj los anteriores valores en tantos por ciento que repre en-
ten cada uno de los grupos.
Como colofón de este apartado, conviene añadir la recomenda
ción que se ha tenido en cuenta en las conclusiones finales, so
bre no valemos únicamente de las gráficas, y apoyarnos también
en las tablas de elementos operativos, pues como anteriormente
se aludió, las gráficas pueden ser consideradas como una forma
auxiliar en la investigación.
46.
CAPITULO III
TABLAS DE ELEMENTOS OPERATIVOS
3.1. Consideraciones previas.
Existen cinco tablas que pertenecen al estudio relativo
de las marcas, de tal manera que se dedicará una tabla para cada
elemento correspondiente, utilizándose en su construcción pági
nas dobles para una mejor percepción y aparecen referidas las di
versas marcas y puntuaciones, según la tabla de la I.A.A.F., di
ferenciándose de una manera convenientemente indicada en las
mismas, por temporadas y pruebas.
En la parte inferior de estas tablas se situarán los prome
dios de las pruebas en cada una de las temporadas, de acuerdo a
la siguiente interpretación:
- Prcmedio I.- Relativo a las diez pruebas iniciales.
- Prcmedio II.- Hace referencia a las anteriores más a la prue
ba de 1.500 m.l.
- Prcmedio III.- Comprende todas las pruebas, incluido el 3.000
m.l.
Existen, asimismo, dos tablas dedicadas al estudio de las
"categorías" atléticas, expresándose en nivel cuantitativo y por
centual respectivamente, y vendrán referidas por categorías y tem
poradas.
La última tabla, será la relativa al estudio de las edades
de atletas clasificadas en las "categorías" anteriores, expresan
dose sus valores en niveles idénticos a los anteriores, pero re
feridas a las temporadas y a cada uno de los dos grupos de edades
fijados, es decir hasta 19 y desde 14 años.
47.
En la lectura de lagunas de estas tablas, aparecerán diver
sas letras, cuyo significado convendrá aclarar.
- "a": Indica que el valor precedente se refiere a todas las prue
bas esstudiadas, menos al 3.000 m.l.
- "b": Cualquier valor que la preceda ha sido obtenido a través
de todas las pruebas, sin excepción alguna.
- "c": Indica que las puntuaciones reflejadas han sido obtenidas
mediante un cálculo personal, ya que sobrepasan los límites fija
dos en las tablas de la I.A.A.F.
El cálculo de estos valores aproximados, ha sido realizado
considerando una lógica evolutiva en las tendencias de las pun
tuaciones en las pruebas afectadas.
- "e": Nos señala que las marcas a que haga referencia, han sido
obtenidas eléctricamente.
3.2. Exposición de las tablas
El orden de la aparición y el elemento en cada una de las
tablas considerando, es el siguiente:
- Tabla I.- Promedios de las marcas correspondientes a los
puestos 11° al 20° del "ranking".
- Tabla II.- Promedios de las marcas correspondientes a los
puestos 1° al 10° del "ranking".
- Tabla III,- Mejores marcas nacionales de cada temporada.
- Tabla IV.- Records nacionales.
- Tabla V.- Records mundiales.
- Tabla VI.- Número de atletas clasificadas en cada una de
las "categorías" (nivel cuantitativo)
- Tabla VII.- Número de atletas clasificadas en cada una de las
"categorías" (nivel porcentual).
48.
- Tabla VIII.- Relación del número de las atletas según el gru
po de edad a que pertenezcan (referidas al nivel
cuantitativo y porcentual).
/
T A B L A I
PRUEBAS T E M P O R A D A S
63-64 6.&-65 65-66 66-67 67-68 68-69 69-70 70-71 71-72 72-73 73-74 74-75 75-76
1010 m . l .
200 m . l .
400 m . l .
800 m . l .
1. 500 m . l .
3.000 m . l .
800-100 v.
Al tura
Longitud
P e s o
Disco
Jabal ina
PROMEDIOS I II III
13.45 594
13.05 664
12.97 ' 678
12.93 685
12.92 683
12.79 711
12.74 721
12. 65 738
12. ¡74 721
12. 53 761
12. -S3 761
12,44 779
12,48 771
(1) C2)
28. 55 571
67.80
563
2:40.10
568
-. .
14.97 497
1,302 488
4,660 593
8,056 450
26,519 471
25,050 505
27.87 619
64.26 655
2:32.73 643
14.00 568
1, 346 551
4,789 626
8,722 499
27,770 497
' 29,026 581
27. 33 662
65. 12 630
2:35.59 613
13.29 642
1,367 576
4,915 655
8,727 500
28,990 523
30,304 604
27.24 669
64.25 655
2:31.42 657
13. 14 659
1,392 600
5,010 679
9,111 527
29,376 531
28,838 578
27. 19 669
62.44 70.5
2:25.98 717
13.08 666
1,392 600
5,052 689
9, 323 542
28,688 517
31, 112 618
26.98 684
61.71 725
2:24.24 738
5:24. 34 545
17.79 493
1,390 600
5,073 693
9,496 555
30,246 549
31,022 617
26.79 699
61.35 737
2:22. 35 758
5:08.97 633
17.45 521
1,412 624
5,142 710
9,326 543
28,938 522
30,398 606
26.66 707
60. 30 767
2:23.74 744
5:04.27 662
17.44 521
1,452 670
5,172 717
9,789 57 5
29,626 536
31,290 622
26.28 740
60. 30 767
2:22.45 760
5:04. 17 663
17.05 . .554
1,505 726
5,266 741
9,835 578
30,064 545
32, 547 644
26. 30 738
60.17 771
2:21. 58 770
4:59.09 695
16.62-. 588
1. 529 759
5,861 762
10,059 59 3
31,956 584
33,318 657
25.97 765
59.95 780
2:18.92 804
4:50. 33 753
11:31.26 555
16. 51 597
1,557 791
5.368 764
10,026 591
32,160 588
33, 156 654
26.09 755
59.08 805
2:18.24 813
4:46.78 777
10:58.12 642
16.12 634
1, 584 813
5.462 785
10,256 607
33,220 609
33, 576 661
26.06 757
59. 16 802
2:17.53 825
4:44.70 792
10:44. 22 681
. 16.14 632
1, 606 844
5,484 789
10,803 643
33,950 623
33, 384 658
(1) (2)
(1) ' (2)
(1) (2)
(1) (2)
(1) (2)
(1) (2)
(1) (2)
(1) (2)
(1) (2)
(1) (2)
(1) (2)
530 590 608 624 640 636 628
644 643
659 659
677 676
698 698
709 713
700
726 730
723
734 739
734
(1) M a r c a s (2) Puntuación según tabla de la l:A;A. F .
[
T A B L A II
\
;
PRUEBAS
63-64 64-65 65-66
13.05 12 .71 12.69 100 m . l . 664 726 730
27.55 27 .03 26.60 200 m . l . 640 684 715
631'24 61 .14 60.89 400 m . l . 682 743 749
2:35.55 2:25.86 2:24.99 800 m . l . 634 718 729
1. 500 m . l .
3.000 m . l .
13.88 13 .13 12.60 80-100 v. 580 660 722
1,372 1,402 1,452 Al tu ra 576 612 670
4,897 5,116 5,222 Longitud 652 705 729
9. 386 9, 909 10, 177 P e s o ' 547 583 601
30,594 31,240 34,886 Disco 556 569 641
30,520 33,612 35,736 Jaba l ina 608 662 698
PROMEDIOS I 613 666 698 II III
(1) M a r c a s 12) Puntuación segün tabla de la IrA.'A. F .
T E M P O R A D A S
66-67 67-68 68-69 B9-7Q 70-71
12.55 12.55 12.42 12.44 12.43 757 757 783 779 781
26.53 26.27 26.17 26.07 25.85 720 741 749 757 774
60.62 60.19 59,79 58.88 57.9:8 758 771 783 812 841
2:23.45 2.19.92 2:18.62 2:16.15 2:14.93 748 791 808 840 857
4:55.94 4:46.30 4:45.64 716 781 786
12.43 12.19 16.48 16.16 16.30 743 774 600 630 617
1,462 1,494 1,480 1, 520 1, 549 682 715 704 748 781
5,284 5, 390 5,418 5, 505 5, 543 743 769 776 794 803
10,474 10,803 11,058 10,931 11,255 621 643 660 651 672
35,026 34,386 35,256 34,708 36,262 643 631 648 639 667
35,240 36,842 36,998 36,530 37,538 689 716 718 711 727
710 730" 72! 736 752 722 740 755
71-72 72-73 73-74 74-75 75-76
12.37 12.32 12.27 12.16 12.07 (1) 792 803 813 835 854 - ((2)
25.52 25.54 25.33 25.20 25.17 (1) 802 800 818 829 832 (2)
57.48 57.08 57.65 56.89 57.04 (1) 858 871 854 878 875 (2)
2?¿13.42 2:12.83 2:13.34 2:11.62 2:12.03 (1) 877 886 879 903 897 (2)
4:42.28 4:38.18 4:37.57 4:32.81 4:33.77 (1) 809 839 844 880 872 (2)
10:18.68 10:12.00 10.14,72 (1) 758 780 771 (2)
15.79 15.69 15.32 15.40 15.04 (1) 666 676 714 705 744 (2)
1,593 1,630 1,626 1,660 1,667 (1) 823 865 865 895 905 (2)
5,635 5,655 5,628 5,639 5,730 (1) 824 828 824 826 -846 (2)
11,151 11,481 11,540 11,733 .: 12,131 (1) 665 686 690 ' 7Ó2 764 (2)
35,694 36, 390 37, 345 37,804 39,698 ('l) 656 669 687 695 729 (2)
37,760 38,026 37,508 39,044 39,234 (1)' 731 735 726 751 754 (,2)
769 781 779 801 820 773 787 785 809 824
783 806 820
T A B L A I I I
PRUEBAS T E M P O R A D A S
63-64 64-65 65-66
12.6 12.5 12.4 100 m . l . 747 767 786_
26.6 26 .1 25 .8 200 m . l . 715 754 779
400 m . l . 60,9 60 ,3 59,7 749 767 786
2:25.9 2:21.4 2:16.8 800 m . l . 718 772 831
1. 500 m . l .
3,000 m . l .
12,9 12,3 12 ,1 80-100 v. 686 760 786
1,42 1, 50 1,53 Al tura 635 726 759
5,20 5,24 5,46 Longitud 724 734 785
10,85 12,05 11,82 P e s o 646 722 708
35,70 39,90 43,72 Disco 656 733 799
36,79 38,68 42,40 Jabal ina 715 746 803
PROMEDIOS I 699 749 782 II III
(1) Marca (2) Puntuación según tabla de l a I:A. A. F .
66-67 67-68 68-69 69-70 70-71
12.1 12.2 12.1 12.2 12 .3 848 827 848 827 807_
25.5 24,8 25.0 25.7 25.0 803 864 846 787 846
58.5 57.9 57.3 57.5 55.4 824 844 864 858 . . 931
2:15.2 2:12.9 2:12.6 2: 1U 7 2:06.3 853 884 888 916 982
4:38.4 4:33.1 4:23.8 838 878 952
12,2 11,8 15,2 14,7 14,6 -773 f826 727 782 . 793
1,55 1,58 1,61 1,62 1,67 781 813 844 854 905
5,53 5,87 5,72 5,75 5,76 801 877 844 851 853
12,30 11,64 13,12 13,68 13,73 738 697 787 820 823
46,70 40, 34 43, 10 40, 34 42, 60 849 741 789 741 780
42,44 46,48 49,02 52,36 49,44 804 864 900 946 906
807 823 833 841 862 834 844 870
71-72 72-73 73-74 74-75 75-76
12.1 12.2 12 .1 11.8 11.8 (1) 848 827 848 912 912 (2)
25.2 24.6 24.7 24.6 24.2 (1) 829 882 873 882 919 (2)
55.7 54.1 55.2 54 .1 53.8 (1) 921 980 939 980 991 (2)
2:07.8 2 :0&9 2:06.3 2 :06 .0 2:04.1e (1) 959 972 975 986 1.016 (2)
4:18.6 4:18.3 4:11.6 4:16.6 4:08.3 (1) 996 998 1.057 1.013 1.088 (2)
9:19.2 9:51.6 9:17.6 (1) 965 847 971 (2)
14,8 14,6 14,2 14,7 14,4 (1) 770 " 7 9 3 841 7 8 2 817 (2)
1,71 1,72 1,68 1,73 1,72 (1) 945 954 915 964 954 (2)
5,90 5,92 5,81 5,90 5,93 (1) 884 888 864 884 891 (2)
12,61 13,56 14,13 13,66 13,99. (1) 756 813 846 819 838 (2)
43,68 .41/70 42,18 43,19 44,44 (1) 799 764 773 790 811 (2)
46,12 44,08 45,78 47,50 46,30 (1) 858 828 853 878 861 (2)
856 870 872 887 901 869 881 889 899 918
895 894 922
PR
T A B L A IV
PRUEBAS T E M P O R A D A S
100 m . l .
200 m . l .
400 m . l .
800 m . l .
1. 500 m . l .
3. 000 m . l .
8 0 - 1 0 0 v .
A l t u r a
Long i tud
P e s o
D i s c o
J a b a l i n a
P R O M E D I O S
63-64
1 2 . 6 747
2 6 . 6 715
60 .9 749
2 :25 .9 718
12 .9 686
1,42 635
5 ,20 724
1 0 , 8 5 646
35 ,70 656
36 ,79 715
I 699 II III
6 4 - 6 5
12. 5 767
26. 1 754
60. 3 767
2 : 2 1 . 4 772
12. 3 760
1, 50 726
5 , 2 4 734
1 2 , 0 5 722
3 9 , 9 0 733
38 , 68 745
748
65-66
1 2 . 4 786
2 5 . 8 779
5 9 . 7 786
2 : 1 6 . 8 831
12. 1 786
1, 53 759
5 ,46 785
1 2 , 0 5 722
4 3 , 7 2 799
4 2 , 4 0 803
783
6 6 - 6 7
12. 1 848
2 5 . 5 803
58 . 5 824
2 :15 . 2 853
1 2 . 1 786
1, 55 781
5, 53 801
12, 30 738
4 6 , 7 0 849
4 6 , 4 4 804
808
67-68 68-69
12. 1 12. 1 848 848
2 4 . 8 864
5 7 . 9 844
2 :12 .9 884
1 1 . 8 826
1,58 813
5 ,87 877
12, 30 738
4 6 , 7 0 849
4 6 , 4 8 864
840
2 4 . 8 864
57. 3 864
2 :12 .6 888
4 : 3 8 . 4 838
1 5 . 2 748
1 ,61 [ 8 4 4
5, 87 877
13. 12 787
4 6 , 7 0 849
4 9 , 0 2 900
844 844
69 -70
12.'-1 848
2 4 . 8 864
5 7 - 3 864
2 : 1 0 . 7 916
4 : 3 3 . 1 878
1 4 . 7 782
1,62 854
5 ,87 877
1 3 , 6 8 820
4 6 , 7 0 849
52, 36 946
866 865
7 0 - 7 1
12. 1 848
2 4 . 8 864
5 5 . 4 931
2 : 0 6 . 3 982
4 : 2 3 . 8 952
1 4 . 6 893
1,67 905
5 ,87 877
1 3 , 7 3 823
4 6 , 7 0 849
52, 36 946
881 888
71-72
1 2 . 1 848
2 4 . 8 864
55 .4 931
2 : 0 6 . 3 982
4:18. 6 996
14 .6 793
1,71 945
5 ,90 884
1 3 . 7 3 823
4 6 , 7 0 849
52, 36 946
886 896
7 2 - 7 3
12. 1 848
2 4 . 6 882
54. 1 980
2 : 0 6 . 3 982
4 :18 . 3 998
1 4 . 6 793
1 ,72 9 5 4 -
5 , 9 2 888
1 3 . 7 3 823
4 6 , 7 0 849
5 2 , 3 6 946
894 9Q3
7 3 - 7 4
12. 1 848
2 4 . 6 882
54. 1 980
2 :06 . 3 982
4 : 1 1 . 6 1.057
9 : 1 9 . 2 965
1 4 . 2 841
1,72 954
5 ,92 888
14. 13 846
46 , 70 á'49
5 2 , 3 6 946
901 915 919
7 4 - 7 5
1 1 . 8 912
24. 6 882
54. 1 980
2 : 0 6 . 0 986
4 : 1 1 . 6 1.057
9 : 1 9 . 2 965
1 4 . 2 841
1 ,73 964
5 ,92 888
14. 13 846
4 6 , 7 0 849
52, 36 946
909 922 926
7 5 - 7 6
1 1 . 8 912
24. 2 919
5 3 . 8 991
2 : 0 4 . l e 1 .016
4 : 0 8 . 3 1.088
9 : 1 7 . 6 971
1 4 . 2 841
1 ,73 964
5 , 9 3 891
14. le 846
46, 7C 849
(1) (2)
(1) (2)
(1) (2)
(1) (2)
(1) (2)
Í2Í
(1) C2)
(1) (2)
(1) (2)
¡ (1) (2)
(1) (2)
5 2 , 3 6 (1) 946 (2)
917 933 936
(1) Marca (2) Puntuación segün tabla de la I. A. A. F .
T A B L A V «i
PRUEBAS T E M P O R A D A S
100 m . l .
200 m . l .
400 m . l .
800 m . l .
1. 500 m . l .
3. 000 m . l . .
80-100 v.
Al tura
Longitud
P e s o
Disco
Jabal ina
PROMEDIOS I II
III
63-64
11.2 1.051
22.9 1.047
51.9 1.067
2:01.1 1.066
10 .5 1.030
1,91 1.131
6,76 1.068
18,55 1.081
59,29 1.043
62 ,40 1.077
1.066
64-65
11..1 1.076
22.7 1.068
51.9 1.067
2:01. 1 1.066
10 .3 1.066
1,91 1. 131
6,76 1.068
18,59 1.083
59,70 1.050
62,40 1.077
1.075
65-66
11.1 1.076
22.7 1.068
51.9 1.067
2:01.1 1.066
10.3 1.066
1,91 1.131
6,76 1.068
18,59 1.083
59,70 1.050
62,40 1.077
1.075
66-67
11.1 1.076
22. 7 1.068
51.9 1.067
2:01. 1 1.067
10.3 1.066
1,91 1.131
6,76 1.068
18, 59 1.083
61,26 1.072
62,40 1.077
1.077
67-68
11.0 1. 101
22. 5 1.090
51.9 1.067
2. 00. 5 1.076
10.2 1.084
1,91 1.131
6,82 1.080
19,61 1.134
62, 54 1.090
62,40 1.077
1.093
68-69
11.0 I i l O l
22.5 1.090
51.7 1.076
2Í00.5 1.076
4:10.7 1.066
12.9 1.016
1,91 1.131
6.82 1.080
20,43 1.173
6S, 96 1. 110
62,40 1.077
1.093 1.090
69-70
11.0 1. 101
22. 5 1.090
51.7 1.076
: 2¿oo. 5 1.076
4:10.7 1.066
12.7 1.047
1,91 1.131
6.84 1.084
20,43 1.173
63,96 1.110
62,40 1.077
1.096 1.093
70-71
11.0 1.101
22. 5 1.090
51.7 1.076
1:58.5 1. 100
4:09.6 1.076
12.6 1.062
1,92 1.140
6.84 1.084
20,43 1.173
64,88 1.123
62,40 1.077
1.103 1.101
71-72
11.0 1. 101
22 .4 1. 100
3.0 1. 105
1:58.5 1. 100
4 :01 .4 1. 154
12 .5 1.078
1,94 1.158
6.84 1.084
21 ,03 1.201c
67, 32 1. 157
65,06 1.110
1. 120 1. 123
72-73
10.8 1. 152
22 .1 1. 134
51.0 1. 105
1:57.5 1.128
4:01.4 1.154
12.3 i. íao
1,94 1.158
6.84 1.084
21,45 1.222c
69,48 1.186
66, 10 1. 123
1.140 1.141
73-74
10.8 1.152
22 .1 1.134
49.9 1. 154
1:57. 5 1.128
4:01.4 1. 154
8:52.8 1.071
12.3 1. 110
1,95 1.166
6.84 1.084
21,57 1.228c
69,90 1.192
67,22 1. 136
1.148 1.148 1.142
74-75
10.8 1. 152
22. 1 1.134
49.9 1.154
1:57.5 1.128
4:01.4 1.154
8:46.6 1.097
12.3 1.110
1,95 1.166
6.84 1.084
21,60 1.229c
70,20 1.196
67,22 1. 136
1.148 1. 1-49 1.145
75-76
10.8 (1)V 1.152 (2)
22 .1 (1) 1. 134 (2)
49 .29e (1) 1.181 (2)
1:54. 94e (1) 1. 176 C(2)
3:56.0 (1) 1.208c (2)
8:27. 12e (1) 1.184 (2)
12.3 (1) 1.110 (2)
1,96 (1) 1. 175 (2)
. 6.99 . r ( l ) 1.115 (2)
21,99 v (1) 1.249c f2)
70,50 (1) 1.200c (2)
69,12 (1) 1.159 (2) '
1.165 1.169 1.170
(1) M a r c a s (3) Puntuación según tabla de la I. A. A. F .
ON
in
T A B L A - VI
NUMERO DE ATLETAS CLASIFICADAS EN CADA UNA DE LAS CATEGORÍAS
Nivel c u a n t i t a t i v o .
C A T E G O R Í A S T E M P O R A D A S
OLÍMPICA
INTERNACIONAL...
NACIONAL
PROVINCIAL
63-64
-
65
-
66
2
2
67
1
4
5
68
5
5
69
1
8
9
70
1
2
9
12
71
2
4
14
20
72
2
7
15
24 la
73
3
6
17
26 1
74
1
6
26
33 la
75
4
11
37
52 i 3a;lbl
76
1
1
12
41
55 la; Ib
'
NUMERO DE ATLETAS CLASIFICADAS EN CADA UNA DE LAS CATEGORÍAS
Nivel porcentual. (1)
C A T E G O R Í A S T E M P O R A D A S
63-64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76
OLÍMPICA
INTERNACIONAL
NACIONAL
PROVINCIAL
T O T A L
-
-
-
-
| ......
-
-
-
-
-
-
-
-
100
100
-
-
50
200
250
-
-
-
250
250
-
-
37
293
330
-
31
60
272
363
l
43
86
301
430
-
37
132
280
445 +4a
-
53
106
299
458
14
-
88
383
481 +4a
-
41
114
385
531 +8a +llb
10
10
119
408
542 +la +4b
o yo
T A B L A - VII
(i) Expresados en valores enteros, redondeándose los decimales.
61.
T A B L A VIII
RELACIÓN DEL NUMERO DE LAS ATLETAS SEGÚN EL GRUPO DE EDAD A
QUE PERTENEZCAN. (Referidas al nivel cuantitativo y porcentual)
TEMPORADA EDADES
Hasta 18 (inclusive) Desde 19 (inclusive)
N< N'
63-64
64-65
65-66
66-67
67-68
68-69
69-70
70-71
71-72
72-73
73-74
75-76
75-76
_
1
2
1
3
8
8
15
22
24
20
23,3
8,4
15
34,8
30,8
46,8
43,7
45,3
2
5 4
7
11
17
16
18
18
30
31
100
100
80
77,7
91,7
85 .
65,2
69,2
53,2
53,3
54,7
i!-.
62.
CAPITULO IV
DESARROLLO DEL ESTUDIO COMPARATIVO
4.1. Consideraciones previas
Apuntadas en anteriores capítulos la forma y manera gene
ral de desarrollar el estudio analítico pretendido, así como
los objetivos a conseguir, solamente nos queda por considerar
antes de iniciarlos, una serie de aspectos sobre su realización
que son necesarias detallar.
Por lo que concierne al primer tratamiento conviene acla
rar, en primer lugar, los detalles propios de la interpretación
de las gráficas y de su construcción, tales como:
1.- Existencia de un cuadro de gráficas para cada prueba a
los que hay que añadir dos más, referidos a los promedios de
las pruebas en cada temporada.
La razón de incluirse dos cuadros de promedios, se explica
de la siguiente manera: en el primero se recogen los promedios
de todas las pruebas en cada elemento considerado, mientras que
en el segundo se aprecian los diferentes promedios que tienen
lugar a partir de la temporada 1968-69, con la aparición de
nuevas pruebas que aumentan el número de las mismas existentes
y que son:
Promedio I.- Referido a las diez pruebas iniciales.
Promedio II.- Comprenden las pruebas anteriores más el
1.500 m.l.
Promedio III.- Abarca todas las pruebas incluido el 3.000 : m.l.
El primer cuadro está realizado de tal manera que nos per-
1:
h mite utilizarlo para la comparación directa con los anteriores
y el segundo , tiene sus valores dispuestos de modo contrario a
los demás, con el fin de poder utilizar una mayor escala para
la variable, que permita una mejor apreciación de la misma .
2.- La no aparición de la linea cero, correspondiente al
valor de la variable, en los diferentes cuadros gráficos-as,
nos vale para ampliar la escala de la variable y ofrecer mejor
su evolución.
3.- Las escalas que han sido empleadas para todos los cua
dros, son las siguientes:
Variable.- Dos centímetros para cada 100 puntos.
Temporada.- Un centímetro y medio entre cada una de ellas.
Con la excepción, del segundo cuadro de los promedios de
las pruebas que son:
Variable.- Cuatro centímetros para cada 100 puntos.
Temporada.- La misma escala que arriba.
4.- Los diferentes elementos operativos se distinguen en
tre sí, por distintos colores utilizados en su trazado, de la
siguiente manera:
Record mundial (R.M.): • amarillo
Record Nacional (R.N.): marrón
'i Mejor nacional de cada temporada (M.N.T.): verde
Promedio de la Ia a la 10a atleta(P.R.II): azul
Promedio de la 11a a la 20a atleta(P.R.I): rojo
La forma de diferenciación entre los distintos promedios
de las pruebas, que aparecen en el segundo cuadro de los mismos,
se basa en la distinta realización de su trazado según se indi
ca en él, pero manteniendo los colores de los elementos operati
vos 'a que correspondan según se ha fijado arriba.
64,
5.- Los valores representados han sido recogidos a través
de las siguientes tablas de elementos operativos aparecidas en
el capítulo:
"Promedios de la 11a a la 20a atleta",
"Promedios de la Ia a la 10a atleta" Tabla I.
Tabla II. "Promedios de la i" a
Tabla III. "Mejor Marca Nacional de cada Temporada"
Tabla IV. "Record Nacional".
Tabla V. "Record Mundial".
Con el fin de dar una visión más precisa del análisis grá
fico se han tomado unos determinados datos iniciales y finales
que nos ayudarán a fijar exactamente el nivel registrado en am
bos momentos por los distintos elementos operativos del cuadro
de gráficas a que correspondan, así como para un análisis con
junto de las distintas pruebas entre sí, y con relación a los
promedios; estos datos han sido:
Puntuación inicial.- Valor que se registra en cualquier
prueba en el momento de su aparición,
según el elemento operativo a que se
refiera.
Puntuación final.- Igual a la anterior, pero relativa a
la última temporada que abarca el e£
tudio.
Tendencia.- Valor que expresa la diferencia en
tre los dos anteriores.
De tal manera, que mediante estos datos podamos establecer
un escalafón en orden de importancia entre las diversas pruebas
y que aparecerá reflejada al final del análisis y comentario de
cada prueba para un posterior comentario conjunto de todas ellas;
además se indicará si su valor es superior o inferior al promedio
de las pruebas en la temporada de su aparición, incluyéndose en
las que surgen posteriormente los valores ordinales del momento
en que tienen lugar y sin tener en cuenta el mismo.
Respecto al segundo tratamiento, es necesario pasar a con-
65.
cretar los siquientes aspectos relativos a sus gráficas.
1.- Aparición de dos cuadros de gráficas expresándose la
variable de manera diferente en cada una, en la primera confor
me al nivel cardinal y en la otra según los índices de incremen
to sobre los niveles establecidos en la temporada precedente
que correspondan.
2.- Se han realizado en forma de histogramas, que es la más ¡idecuada y utilizada al tipo de planteamientos que responde esta variable.
i
3.- Las escalas utilizadas en la representación gráfica ha sido la siguiente:
Primer cuadro.- Cuatro centímetros para cada ICO atletas.
Variable
Segundo cuadro.- Cuatro centímetros para cada 100%.
Temporada.-r Un centímetro entre cada una, en ambos
cuadros.
4.- La clave en la interpretación de los diversos factores
a considerar aparece detallada en los mismos cuadros, si bien,
parece conveniente indicar que las atletas pertenecientes a las
nuevas pruebas de 1.500 y 3.000 m.l., se las identificarán por
las letras "a" y "b" respectivamente.
5.- Los valores representados han sido tomados de las ta
blas de elementos operativos aparecidas en el capítulo ante
rior, y son las siguientes:
Tabla VI.- Número de atletas clasificadas en cada una de
las categorías". (A.- Nivel cardinal).
Tabla VII.- "Numero de atletas clasificadas en cada una de
las categorías". (B.- Porcentaje de incremen
tos) .
66.
4.2. Primer tratamiento
4.2.1. Análisis y comentario de cada una de las pruebas y
de los promedios de las mismas.
El orden de aparición será el siguiente:
Análisis y comentario de los 100 m. lisos
200 " "
4 00 " "
800 " "
1.500 "
3.000 " 1 80-100 " vallas
del salto de altura
" longitud
Lanzamiento de peso
* " disco
" " jabalina
de los promedios de las pruebas.
4«2.2. Comentario y análisis de la prueba de 100 m. lisos.
Como característica principal a resaltar en la evolución
de las mejores marcas nacionales, podemos concretarnos en la am
plia y pronta estabilización central, de las más prolongadas
que se registran en todas las pruebas, que se encuentra precedi
da de un corto incremento inicial y continuada por los últimos
impulsos notables. Podemos aducir como causa de esta evolución
los siguientes hechos:
1.- Existencia de un cierto "rodaje" de esta prueba en los
años anteriores a la temporada en que se inicia el estudio.
2.- índices de participación muy superiores al resto de
las pruebas, aún dentro de la escasez que registran, debido a
67.
las características de la prueba.
Por la primera, se pasa rápidamente las temporadas de in
cremento inicial, y por la segunda, permite alcanzar un cierto
nivel muy considerable de acuerdo a las disponibilidades del
atletismo femenino español en ese momento.
-Todo ello, lleva a adquirir un nivel en la temporada 1966-
67 bastante importante, que supone una barrera para toda la ge
neración siguiente de atletas, dando clara muestra de su impo
tencia al alcanzar en repetidas ocasiones dicha barrera, pero,
sin lograr su superación, creándose con el paso del tiempo una
especie de tabú sobre el mismo.
La estabilización es la causa principal del paulatino em
peoramiento que va sufriendo su valor relativo, de tal manera
que éil final de la misma es igual al registrado en la primera
temporada. Asi, como de la poca elevación que experimenta su
tendencia, sólo superior a las alcanzadas en las pruebas de las
vallas y de 3.000 m. lisos por las razones que en su momento se
detallarán,
I
Se logra romper, al fin, esa barrera en la temporada 1974-
75, mediante un notable incremento realizado por jóvenes atle
tas sin ningún tipo de presión psicológica sobre ellas.
La mayor participación que se registra en esta prueba, an
teriormente expuesta, ocasiona que los promedios mantengan un
valor relativo elevado, sobre todo, el promedio I, si bien, las
oscilaciones neqativas que sufre su trazado, hacen crue su ten
dencia sea inferior a la del otro, pero superior a la de la mar
ca absoluta.
i ' i
68.
1 DATOS TOMADOS PARA EL ESTUDIO COMPARATIVO
R.M. M.N.A. M.N.T. Pr. II Pr. I
Tendencia 101 165 165 190 177
Puntuación inicial 1.051 747 747 664 594
Puntuación final 1.152 912 912 854 771
Valores ordinales de los datos en relación a los del res
to de las pruebas.
Tendencia 7o 10° 8o 7o 8o
Puntuación inicial 9°i 4°s - 4°s 2°s
Puntuación final 9°i 8°i 7°i 5°s 6°s
i: Inferior al promedio de las pruebas en la temporada
que se trate.
s: Superior al promedio de las pruebas en la temporada
que se trate.
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PUNTUACION
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1 1 1 1 t
70.
4.2.3. Comentario y análisis de la prueba de 200 m. lisos.
Presenta semejanzas con la anterior prueba en cuanto a su
evolación, no obstante, su menor difusión y participación perita
te u:n mayor periodo de crecimiento inicial, que sirve para ele
var .al nivel de sus mejores marcas por encima del que se apre
cia en los 100 m. lisos, y que se mantiene al final del perio
do en estudio., logrado por una más elevada tendencia general,
fruto de una mayor capacitación en el entrenamiento para esta
distancia.
Después de la fuerte puntuación alcanzada en la temporada
1967-68 y durante la estabilización siguiente, se acusa un fuer
te descenso en los niveles máximos registrados en cada tempora
da, sin duda provocado por la menor dedicación prestada a esta i
prueba, por las velocistas del momento y por la desaparición de nuestra mejor velocista de esta primera temporada.
Produciéndose entre las temporadas 1972-73, y la última,
dos ligeros incrementos con una estabilización intermedia, au
mentos conseguidos gracias a las dos mejores atletas de 400 m.
liso», en las últimas temporadas.
Sus promedios experimentan avances en sus tendencias simi
lares! a los de 100 m. lisos, pero con valores relativos y abso
lutos inferiores. Dentro de sus líneas de casi continuo ascenso,
podemos apreciar dos fuertes incrementos simultáneos en ambos,
el primero entre las temporadas 1963-64 a 1965-66, que sirven
para situarlos en un nivel más aceptable, y el segundo en la
temporada de 1971-72, provocando una estabilización en la tempe?
rada siguiente.
Mientras que, el promedio II continúa incrementándose en
las últimas tres temporadas, el promedio I se estabiliza en las
mismas, sin duda, debido a la aparición de un reducido grupo de
jóvenes velocistas con cierta categoría y un nivel homogéneo.
71.
DATOS TOMADOS PARA EL ESTUDIO COMPARATIVO
R.M. - M.N.A. M.N.T. Pr. II Pr. I
87 204 204 192 186
1.047 715 715 640 571
1.134 919 919 832 757
Valores ordinales de los datos en relación a los del resto
de las pruebas.
Tendencia 8o 6o 5o 6o 7o
Puntuación inicial 10°i 7°s 7°s 6°s 4°s
Puntuación final 10°i 7°i 6°i 7°s 7°s
Tendencia
Puntuación inicial
Puntuación final..
73.
í
4.2,4. Comentario y análisis de la prueba de 400 m. lisos
Es una de las pruebas de mayor nivel tanto al principio co
mo al final, en todos sus elementos operativos.
En sus mejores marcas experimenta un excelente incremen
to de su tendencia, y en su evolución podemos señalar dos pe
riodos; en el primero, de suave y constante ascenso del nivel
inicial se comprenden las seis primeras temporadas, y es inter
pretado por atletas que adolecen de perseverancia en sus esfuer
zos, bien, por desaparecer prontamente del panorama atlético, o
por destacar fundamentalmente en otras pruebas; en el segundo
aparecen en su desarrollo dos etapas: la primera registra gran
des oscilaciones con cortas estabilizaciones intermedias, mien
tras que, en la segunda, se alcanza un periodo de estabiliza
ción seguido de una última elevación del nivel absoluto, este
periodo es elaborado por dos atletas que se pueden considerar,
dentro de nuestro atletismo, como especialistas de esta prueba
produciéndose la estabilización y el descenso durante la misma
del nivel registrado en cada temporada, por el paulatin aleja
miento de una, mientras se afirma su sucesora.
En la evolución de los promedios, podemos aprecias una lí
nea c.e crecimiento más uniforme y continua en el promedio II,
con i>n sólo apreciable retroceso en la temporada 1973-74, acu
sando sin duda, el descenso de su elemento superior. Mientras
que en el promedio I existe una mayor irregularidad en su línea
de desarrollo, destacando un fuerte descenso en la tercera tem
porada, producidos por la irregularidad de las actuaciones en
esta prueba, durante estos primeros tiempos.
74,
DATOS TOMADOS PARA EL ESTUDIO COMPARATIVO
R.M. M.N.A. M.N.T. Pr. II Pr. I
Tendencia 124 242 242 187 239
Puntuación inicial 1.076 749 749 682 563
Puntuación final 1.181 991 • 991 875 802
Valores ordinales de los datos en relación a los del resto
de las pruebas.
Tendencia 40 4* 4* 50 40
Puntuación inicial * 6°e 3°s 3°s 3°s 6°s
Puntuación final 5°s 3°s 3°s 3°s 3°s
e: Equivalente al promedio de las pruebas en la temporada
que se trate.
PUNTUACION
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•
1
76.
4.2.5, Comentario y análisis de la prueba de 800 m. lisos.
El fuerte incremento que se observa en la tendencia de sus
mejores marcas, la sitúa en segundo lugar por orden de importan
cia, entre todas las pruebas durante el periodo que abarca el
estudio,
En la última temporada logra alcanzar la puntuación absolu
ta mils alta, solo superada por la prueba de 1.500 m. lisos, so
brepasando ambas el millar de puntos; todo ello debido casi en
su totalidad al prolongado periodo inicial de su crecimiento
que, alcanza hasta la temporada 1970-71, al contar con el con
curso de las atletas hispanas de mayor categoría dentro del con
texto general.
En el periodo inicial, observamos una primera fase hasta
la temporada 1968-69, con una serie de incrementos continuos y
de cj.erto nivel, para en las dos temporadas siguientes regis
trar una fuerte elevación que provoca a continuación una estabdL
lizaoión en el desarrollo de la prueba, pero manteniéndose los
valores de cada temporada próximos al nivel alcanzado anterior
mente!, para en las temporadas de 1974-75 y 1975-76, ser supera
dos por la mejor atleta que jamás haya existido en España.
Respecta a los promedios, en el primero se nota al princi
pio una falta de continuidad en su ascenso, debido, sin duda,
al trasiego de atletas por las diversas pruebas en estos prime
ros tiempos, para afirmarse paulatinamente en las temporadas si_
guientes, si bien, la aparición de la prueba de 1.500 m. lisos,
provocó un ligero descenso al principio, por falta de un contin
gente; suficiente de atletas capaz de hacer frente a ambas prue
bas, este descenso hasta la última temporada. El promedio II ha
mantenido una línea de constante aumento solamente estabilizada
y con ciertas oscilaciones negativas en la última temporada,
consecuencia directa del importante nivel alcanzado.
77.
DATOS ALCANZADOS PARA EL ESTUDIO COMPARATIVO
110
1.166
1.176
298
718
1.016
298
718
1.016
257
634
897
263
568
825
R.M. M.N.A. JUJ.T. Pr.II Pr. I
Tendencia
Puntuación inicial
Puntuación final
Valores ordinales de los datos en relación a los del resto
de las pruebas.
Tendencia , 6o 2o 2o 2o 2o
Puntuación inicial 7°i 6°s 6°s 7°s 5°s
Puntuación final 6°s 2°s 2°s 2°s 2°s
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1 1 1 1
1 1 1 1 - 1 1 _¡ 1
79.
4.2.6. Comentario y análisis de la prueba de 1.500 m. li
sos.
El hecho de surgir esta prueba en la escena atlética, des
pués de haber transcurrido varias temporadas en el desarrollo
del atletismo femenino en nuestro país, supone partir con un n:L
vel muy superior al que en su día lo hicieron el resto, tanto
en valor absoluto como en el relativo, siendo ligeramente infe
rior a la media de la temporada en que nace, no obstante en su
corto periodo de vida alcanzará en la última temporada la máxi
ma puntuación registrada en cualquier prueba.
En sus mejores marcas alcanza el valor relativo más elevado
de todas las especialidades durante las temporadas 1973-74 y
1974-75, como consecuencia del fuerte incremento experimentado
en e!. periodo inicial, manteniendo esta circunstancia durante
la úl.tima temporada, si bien, ligeramente disminuida.
Su evolución está íntimamente ligada a la de la prueba an
terior sobre todo en las últimas temporadas, en las cuales una
misma atleta las domina y dirige con el mismo qenio y categoría
que un mariscal de campo, dejando sentir en el desarrollo del
nivel máximo absoluto de cada temporada las aspiraciones de es
ta atleta.
En cuanto a los promedios, se advierte una tónica de conti
nuo crecimiento en ambos; más suave en el promedio II, que parte
con una puntuación discreta y alcanza la segunda máxima puntua
ción final entre todas las pruebas, debido, sin duda, al reduci
do grupo de excelentes mediofondistas existentes. En el promedio
I se parte de una puntuación inicial muy baja y mediante un fue£
te incremento en su tendencia se sitúa entre los primeros valo
res de la última temporada como consecuencia de una mayor parti
cipación y elevación de la calidad en las participantes. Lógica
mente el fuerte valor de la marca absoluta, hará que las difereii
cias con SUB promedios sean bastante considerables, de tal mane
ra que sus valores relativos son inferiores.al resto de las prue
I 80.
bas, a pesar de sus elevadas puntuaciones absolutas.
DATOS TOMADOS PARA EL ESTUDIO COMPARATIVO
R-M. M.N.A. M.N.T. Pr. II Pr. I
Tendencia 1 4 2 250 250 156 247
Puntuación inicial 1.O66 838 838 716 545
Puntuación final 1.208 1.088 1.088 872 792
Valores ordinales de los datos en relación a los del resto
de las pruebas:
Tendencia 30 3 o 10"
Puntuación inicial 7°i 2°s 2°s 2°s l°s
(10°i) (9°i) (9°i) (7°i) (10°i) Puntuación final ... 2°s l°s l°s 4°s 4°s
Entre paréntesis se sitúan los valores ordinales referidos
a la temporada 1968-69, en que tiene lugar la aparición de esta
prueba.
G r afica V . 1.500 M. LI SOS
z o -u < :J . 1-z :J (L
tzs:o 1-....-----r--- - t- ----1---- .-·- ---,---- .. -------- ---- 9-----1.2 o o 1 1 1 1 '1 . 1 1 1 1 1 1 1 1 1
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1.1001 1 1 . 1 1 1 1 1 1 ,. 1 1 1 1 1
1.0 50 1- -f - ----- lf- --- -f- ---- -f ---- lf- - -- -1-- .- - ~ ~ - --~ ----1----1. 0 o o tll-¡----¡-¡-¡--¡--¡-¡-::;¡¡$¡¡¡¡¡¡¡;¡¡¡~~-·---r--1
9 S O -1----- - ---1 - -- -+-- -- 1- --- -1- -- . ---- 1- --- -1 ----+----1---- -i
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8 0 0
7 S O -1 ---- -- ---- vr=---F- ~ --- +--- --- ___ j 10 0
6 S O. -----·- ----·- -~--1 -- - --1---- -- - +--- 1- ---
so o ~~~--~----t----4----4----4-~L4-----I-----+----~--~----.J--.--~
S S O - 1---- - ---·-- --·---~ -1;____ --- ~ ---- 1-- --- -1 ----1- ----- --------
5 0011 1 1 11 1 1 . 1 1 1 1 1 1 1
4SO ._ ______________ ~P---------------------~---*----~--~--~--1 9 6'3- 64 65 . 6 6 6 7 68 69
ANOS 70 71 72 73 74 7 5 "76
82.
4.2.7. Comentario y análisis de la prueba 3.000 nu lisos
En el breve desarrollo que ha tenido lugar, dada su tardía
aparición, pocos hechos notables se pueden reseñar.
Surge con un valor importante, tanto absoluto como relati
vo en sus mejores marcas, registrándose un incremento de la ten
dencia bastante exiguo, no comparable al experimentado por el
record mundial que aumenta considerablemente. Este hecho, es
consecuencia del fenómeno individual que, se manifiesta en to
das las pruebas de medio fondo.
En la evolución de los promedios se nos muestran dos lí
neas muy distintas. En el promedio II se obtiene una sensación
de esitabilldad alcanzándose valores ligeramente inferiores a la
mayoría de las pruebas, mientras que, en el otro se observa un
fuert.e incremento de su tendencia, pero sin llegar a alcanzar
la puntuación media de todas las pruebas, debido a su bajísima
puntuación inicial.
Como factores determinantes de la situación arriba expuesta
podemos citar:
+
1.- Existencia de una base de atletas reducida, en las
pruebas de medio fondo durante las últimas tres temporadas, con
una cierta categoría que vale para cumplimentar la papeleta del
promedio II, sin excesiva dedicación especial a esta prueba.
2.- El encaso número de participantes registrados es lo que
favorece el flojo nivel inicial del promedio I.
Ambos criterios se deben al largo tiempo en que se ha consi_
derado impropio de la mujer la realización de largas distancias.
83.
DATOS TOMADOS PARA EL ESTUDIO COMPARATIVO
Tendencia 113 6 6 13 126
Puntuación inicial 1.71 965 965 758 555
Puntuación final 1.184 971' 971 771 681
Valores ordinales de los datos en relación a los del resto
de la;» pruebas t
Tendencia 5 o 12° 12° 12° 12°
Puntuación inicial 4°s l°s l°s l°s 7°s (12°i) (4°s) (4°s) (8°i) (12°i)
Puntuación final 4°s 4°s 4°s 8°i 8°s
Entre paréntesis se sitúan los valores ordinales referidos
a la temporada 1973-74, en que tiene lugar la aparición de esta
prueba.
85.
4.2.8, Comentario y análisis de la prueba de 80-100 m.
vallas.
!
El hecho fundamental, que merece destacarse en primer té£
mino, es sin lugar a dudas la transición que se produce como
consecuencia de la reforma llevada a cabo en la temporada 1968-
69, en la cual se aumenta la longitud de carrera pasando de 80
m. a 100 m., lo que provoca un empeoramiento inicial importante
de los valores alcanzados en la primera distancia, con la consi
guiente disminución en la importancia que registran las tenden
cias de los diferentes elementos operativos. No obstante, exis
ten otros factores determinantes de la baja calidad de la prue
ba, como pueden ser:
1.- Vil poco atractivo que ejercían las pruebas de obstácu
los dsntro del contexto atlético español, tanto en hombres como
en mujeres y la escasez de material adecuado.
'2.- La necesidad de una exigente preparación técnica para
la consecución de marcas con un cierto nivel, de la cual están
desprovistas la casi totalidad de participantes, pues al faltar
las auténticas especialistas, éstas proceden de otras pruebas,
como ¡son las carreras cortas y los saltos, que por característi
cas físicas afines a las exigencias propias de la prueba se per
miten, cuando menos, pasar las vallas más o menos bien, y con
suerto terminar la prueba.
Por lo que concierne a las mejores marcas, se puede apre
ciar una evolución muy regular en las mismas, sobre todo en la
distancia superior que registra frecuentes estabilizaciones y
progríisos poco notables, avances conseguidos por atletas que han
logrado un cierto nivel técnico y que sin grandes exigencias, se
han mantenido por encima de las participantes, permitiéndose el
compaginar sus esfuerzos con otras especialidades en las que tam
bien destacan, con lo cual la mayor o menor preferencia dedicada
a estci prueba se refleja en su evolución, circunstancia que se
ha dado precisamente en la atleta que domina la prueba.
86.
Donde más se acusa el aumento de distancia es en ambos pro
medies, pasando de una evolución muy fuerte y constante durante
la primera distancia, a una más irregular, que se sitúa en valo
res ir.uy por debajo de los anteriores, sin que todavía los haya
alcanzado. Descenso más acusado que en las mejores marcas, sin
duda por la mayor dificultad que suponía el aumento de distancia
y que exigía una mayor especialización, experimentándose en las
tres últimas temporadas avances alternativos en los dos prome
dios, pero sin grandes oscilaciones.
DATOS TOMADOS PARA EL ESTUDIO COMPARATIVO
R.M. M.N.A. M.N.T. Pr. II Pr. I
155
686
841
131
686
817
164
580
774
135
497
632
Tendencia 80
Puntuación inicial 1.030
Puntuación final 1.110
Valores ordinales de los datos en relación a los del res
to de las pruebas:
Tendencia 10° 11° 11° 9o 9 o
Puntuación inicial 12°i 9°i 9°i 9°i 9°i (ll°i) (ll°i) (ll°i) (ll°i) (ll°i)
Puntuación final 12°i 12°i 10°i ll°i ll°i
Entre paréntesis se sitúan los valores ordinales que se al
canza.n en la temporada 1968-69, en la que aparece la nueva distan
cia.
Grafica V][l[ 80 M . . VALLA S 1 ,_ 100M. VALLAS ._
1 ·~ -125: o - - .-- - -- r- --- ~ -- ------ ~-: ---- - - -- ---- ---- --- --- ---- r-----
1.2 o o
1.1 S O - ---- ---- -- - - -- - - ._ __ -- - --- -- - - -- - - --- --- --- --- - -. -
1. 1 o o ..
-t. o 50 ------$'
r- ---- ------ ---- - ---- -- - - r - - -- 1- - - -- ---- r- --- ---- --- -1. o o o
9 S O 1--r----- ---- ---- --- - - - -- --- - - -- - - - -- 1- -- - -- -- - --- -----..
z 9 o o o -u . <{ 8 5 0 1- - ----- --- - ----- - -- --- ---- r- - -- - - - ---- - - -- -- -- -----:J t--z 8 00 :J a.
7 S O
100
6 S O.
6 00
S S O
5 00
// 1/ ' """""""' '7 ~ "'11 ,
~ ....
~ ~
/ y ..... - ---- --- - --- ---- - - -- ---- r--- --- - - --
/ ,.,.,....,.,. ~ --"' V V. - -
7 ---7 -- ·- -------- --- --- - -- 1----.
/ - -.... ~ ~ -
V V ¿ - / ---- ---- --- -- ---- ---- ----7 ----- ---- ----
~ .,-
4 S o 1 9 6'3 - 64 65 66 67 . 68 ss
AN OS 70 71 72 73 74 7 5 '76
..
88.
4.2.9. Comentario y análisis de la prueba salto de altura.
Cabe resaltar en primer lugar, el hecho de que durante
nueye temporadas seguidas va aumentando la mejor marca, con lo
cual es la prueba que más prolonga su periodo de crecimiento
inicial, al mismo tiempo que obtiene el más importante incremen
to de la tendencia de todos cuantos se registran en el resto de
las pruebas, permitiendo el paso de una puntuación inicial cor
ta, la de menos valor entre todas las pruebas, a situarse en un
nivel bastante aceptable en la última temporada que comprende
la etapa en estudio.
Se logra casi todo el incremento de su tendencia en el pe
riodo inicial arriba citado, en el cual se registran un fortísi
mo incremento en la segunda temporada que sirve para situarla en
un nivel más próximo al resto de las pruebas, llegando a produ
cirse en las tres últimas temporadas un periodo de estabiliza
ción con ligeras oscilaciones sin gran importancia.
Como dato a tener en cuenta, hay que registrar que el re
cord mundial de esta especialidad durante las primeras tempora
das, ostenta la puntuación más alta de cuantas se dan en los mis_
mos, lo cual, conjuntamente son lo citado, hace que los valores
relativos sean de los más bajos que se dan en estas temporadas
iniciales, consiguiéndose con el paso de las temporadas alcanzar
valores próximos a la media.
En esta prueba se presentan algunas características simila
res con relación a la prueba anterior, tanto en cuanto a la par
ticipación como a las exigencias técnicas, que aquí son menos
acucia.ntes hasta determinados niveles a los que se ha llegado ha
ce relativamente poco, y a lo que ha contribuido grandemente la
adopción generalizada del estilo "Fosbury" en estos últimos tiem
pos, 2o cual ha permitido la elevación del nivel medio, por atle
tas procedentes de otras pruebas que con su potencia y agilidad
se bastaban para suplir su rudimentaria técnica, a excepción de
dos o tres atletas que con una mayor dedicación logran elevar el
89.
nivel de la marca absoluta, apareciendo en estas tres últimas
temporadas, un más amplio número de jóvenes atletas que se cen
tran fundamentalmente en esta prueba y que las ha permitido de£
plazar a las de otras especialidades que por sus características
físicas conseguían incluirse entre las primeras de cada tempora
da. Se elevan paulatinamente los dos promedios, si bien, en el
promedio II se registra una estabilización en la temporada 1973-
74, sin duda, por el descenso de la mejor marca de la temporada
pero con un avance posterior que le permite situarse en la últi
ma temporada con el mismo valor relativo que la primera.
DATOS TOMADOS PARA EL ESTUDIO COMPARATIVO
R.M. M.N.A. M.N.T. Pr. II Pr. I
320
635
964
319
635
954
329
576
905
356
488
844
Tendencia 44
•Puntuación inicial 1.131
Puntuación final 1.175
Valores ordinales de los datos en relación a los del res
to de las pruebas.
Tendencia......,,»
Puntuación inicial,
Puntuación final..,
12°
l°s
7°s
1°
12°i
5°s
1°
12°i
5°s
1°
10°1
l°s
1°
10°i
l°s
91.
4,2.10, Comentario y análisis de la prueba salto de longi
tud.
Es una de las que menor incremento de la tendencia ha mar
cado, tanto en el plano mundial como en las mejores marcas nació
nales, pudiendo apreciarse una evolución en los diversos elemen
tos que se comprenden en el estudio, hasta cierto punto paralela
a la 3e los 100 m. lisos, de donde se deduce la influencia que
ha ejercido la velocidad en este salto, manteniéndose, no obstan
te, las líneas de evolución propias de cada especialidad.
Se puede constatar como en ambas pruebas se parte de valo
res muy similares y por encima del resto de las demás, llegando
a tener IOB finales muy similares entre sí, con la única excep
ción de la marca absoluta a favor de la prueba de velocidad.
El desarrollo de las mejores marcas en el periodo de crec_i
miento inicial es relativamente corto, además conviene tener en
cuenta que el aumento de la segunda temporada es el menor de
cuantos se registran en ella, estableciéndose tres temporadas
más tarde el nivel a partir del cual se comienza una estabiliza
ción ¡seguida de una evolución típica de las pruebas de salto, es
decir, con pocas oscilaciones fuertes y con estabilizaciones prp_
longadas, tal como se desprende del record mundial en esta prue
ba, que junto con el del salto de altura son los de menor evolu
ción en el periodo comprendido de estudio.
Al ser características fundamentales de esta prueba la ve
locidad de carrera y la potencia de piernas, se propicia la in
tervención de atletas provenientes, sobre todo, de la velocidad,
con alguna que otra que compagine ambos saltos, que son las en
cargadas de elevar los niveles de esta prueba. De manera, que
nos encontramos con una situación muy similar a la de la prueba
anterior, pero aquí agravada por la menor exigencia técnica en
su realización, que no favorece en nada la siembra de especiali£
tas y sólo, como mucho, la aparición de algunas asiduas de la
prueba, más por su falta de condiciones para la velocidad pura,
que por su calidad en esta prueba.
92.
Esta falta de auténticas especialistas se nota, sobre to
do en los promedios, que sin alcanzar en su transcurso grandes
valores absolutos logran los mejores relativos, pero el constan
te progreso de ambos promedios hacía más altos niveles, en los
que es necesaria una suficiente preparación técnica, irá desembo
cando en la auténtica selección de especialistas, como ha ocurrí
do y rsstá ocurriendo en el salto de altura.
DATOS TOMADOS PARA EL ESTUDIO COMPARATIVO
Tendencia....*.,..
Puntuación inicial
Puntucición final..
Valores ordinales de los datos en relación a los del resto
de lasi pruebas.
I
Tendencia.. 11° 90 7° 40 50
PuntUc.ción inicial 5°s 5°s 5°s 5°s 3°s
Puntuación final ll°i 9°i 8°1 6°s 5°s
R.M. M.N.A. M.N.T. Pr. II Pr. I
47 167 167 194 196
1.066 724 724 652 593
1.115 891 891 846 789
94. I
j r
1
i
4.2.11. Comentario y análisis de la prueba de lanzamiento
de peso.
Puede considerarse esta prueba como la cenicienta del Atle
tismc Femenino Español, salvo en una excepción que confirma el
calificativo dado.
Clara expresión de lo dicho son las flojas puntuaciones
que obtienen todos sus elementos operativos durante las primeras
temporadas, muy por debajo de las otras pruebas, si bien, mantie
ne un incremento de su tendencia que le permite superar ligera
mente en las últimas temporadas a otras pruebas de poco nivel
como el resto de los lanzamientos, contrastando su evolución
con los muy elevados valores que alcanza el record mundial. Como
causas que originan esta situación se pueden citar:
- Falta de talentos naturales en nuestro país para los lan
zamie.atosr y más concretamente para esta prueba.
- Prejuicios estéticos y funcionales hacia esta prueba en
particular.
La evolución de sus mejores marcas deja clara constancia
de lo expuesto, registrando la marca absoluta periodos de estabi_
lizaclón frecuentes y, por lo general, pequeñas oscilaciones po
sitivas a excepción de las registradas en la segunda temporada y
en la¡3 temporadas 1968-69 a 1969-70, por el primero se logra
acercar su valor a la media, y en la segunda subir aproximadamen
te a líos mismos valores que registrará la final, mientras que,
la marca de cada temporada nos ofrece una línea irregular con a_l
gunos descensos notables como consecuencia de la existencia de
atletas aisladas que sin tener excesivas condiciones, se bastan
para sobresalir muy por encima del resto, y por lo tanto, dejan
do sentir en su evolución la mayor o menor atención que dedican
a estci prueba.
Los promedios mantienen una línea en su evolución muy sinú
95.
lar a lo largo de todo el periodo, con un crecimiento suave y
sin apenas fases negativas, destacando los incrementos registra
dos en la ditima temporada, en que se aumentan de manera consi
derable sus niveles, sobre todo en el promedio II en el que la
existencia de una vanguardia de atletas con mayor dedicación a
esta prueba, permite unos ciertos valores nada despreciables en
el plano en que se desenvuelven. .*.
DATOS TOMADOS PARA EL ESTUDIO COMPARATIVO
R.M. M.N.A. M.N.T. Pr. II Pr. I
Tendencia 168 200 192 217 193
Puntuación inicial 1.081 646 646 547 450
Puntuación final 1.249 846 838 764 643
Valores ordinales de los datos en relación a los del resto
de la¡5 pruebas.
Tendencia Io 7o 6o 3o 6o
Puntuación inicial 2°s ll°i ll°i 12°i 12°i
Puntuación final l°s 10°i ll°i 9°i 10°i
97.
4.2.12, Comentario y análisis de la prueba de lanzamiento
de disco.
Se presentan algunas características de gran similitud con
la prueba anterior, siendo válidas en ambas las mismas causas de_
terminantes de su evolución.
Es en el desarrollo de su marca absoluta donde se aprecia
mayores diferencias, pudiendo destacarse lo siguiente:
. i
1.- Un corto y fuerte periodo de crecimiento inicial, que
provoca un rápido ascenso en el nivel máximo de la prueba, si
tuándose con un valor importante en su temporada.
2.- Después del periodo anterior, se sucede hasta la últi
ma temporada una estabilización, la más prolongada de cuantas se
registran en todas las pruebas.
Todo eJlo debe achacarse a la aparición, durante las pri
meras temporadas de una atleta de cierta talla muy superior a
las demás, que se basta por sí sola, para elevar el nivel ini
cial y mantenerse hasta hace pocas temporadas dominando el pano
rama de este lanzamiento, aunque con puntuaciones bastante infe
riores al nivel establecido con anterioridad.
Es durante las tres últimas temporadas, según se aprecia
en la mejor marca de las mismas cuando va registrándose un paula
tino acercamiento a la marca absoluta, producido por la mejoría
gradual de otras atletas más jóvenes.
En función de los promedios podemos observar el pobre ni
vel que se alcanza en esta prueba, que registra los valores más
bajos de cuantos se dan én toda la gama. No obstante, va experi
mentándose durante las tres últimas temporadas un avance palpable
sobre todo en el promedio II, provocado por la aparición de un
grupito de atletas pertenecientes a una nueva generación más pre
parada! que las anteriores, tanto física como técnicamente.
98.
Se puede destacar el importante incremento sufrido en la
tercera temporada por el promedio II, reflejo del aumento tanto
de la marca absoluta como de un grupo amplio de atletas, sin
continuidad en las temporadas siguientes en que se produce una
ligera estabilización.
DATOS TOMADOS PARA EL ESTUDIO COMPARATIVO
193
656
849
155
656
811
173
556
729
152
471
623
R-M. M.N.A. M.N.T. Pr. II Pr. I Tendencia 157
Puntuación inicial 1.043
Puntuación final 1.200
Valores ordinales de los datos en relación a los del resto
de las pruebas.
Tendencia
Puntuación inicial,
Puntuación final..,
2°
ll°i
3°s
8°
10°i
10°i
9°
10°i
12°i
8°
11°1
12°i
10°
ll°i
12°i
100.
4.2.13. Comentario y análisis de la prueba de lanzamiento
de jabalina.
En esta prueba se pueden mencionar los mismos factores de
terminantes de su evolución que en las dos pruebas anteriores,
con solo las lógicas diferencias que imprimen las característi
cas1 propias, alcanzándose en la primera temporada valores supe
riores, en todos sus elementos, a los registrados en los otros
dos lanzamientos.
Se observa en las mejores marcas un periodo inicial de
crecimiento más largo y de mayor importancia, lográndose al fi
nal del mismo un valor relativo muy considerable, así como el
valor absoluto más importante que en esa temporada se registra.
A continuación se estabiliza durante las seis temporadas restan
tes con descenso bastante apreciable en los niveles de las mejo
res marcas de esias temporadas.
En el período de crecimiento inicial se pueden distinguir
dos fases de fuerte elevación del nivel, separadas por una tem
porada de muy exiguo avance, siendo la segunda la más prolongada
y en la que se llegará al máximo valor de esta prueba durante to
do el período en estudio,, muy por encima de los conseguidos en
los otros dos lanzamientos. Desde el comienzo de esta última fa
se tiene lugar la aparición de la atleta más destacada que ha
surgido en los lanzamientos y que ha mantenido desde entonces un
indiscutible ]iderazgo en la prueba.
En los promedios se refleja claramente la pobreza existen
te detrás del elemento anterior, dando lugar a los valores abso
lutos y relativos situados entre los mas inferiores de todas las
pruebas, sobre todo en el promedio II, en cuyas gráficas solameri
te se aprecia en las dos primeras temporadas un claro incremento
en ambos promedios, para durante el resto elevarse muy débilmen
te.
DATOS TOMADOS PARA EL ESTUDIO COMPARATIVO
' R.M.
Tendencia 82
Puntuación inicial 1.077
Puntuación 1.159
*
Valores ordinales de los datos en relación a los del re£
to de las pruebas
Tendencia 9o 50 10o 11° 9°
Puntuación inicial 3°s 7°s 7°s 8°i 8°i
Puntuación final 8°i 6°i 9°i 10°i 9°i
M.N.A. M.N.T. Pr.II Pr.I
231 146 146 153
715 715 608 505
946 861 . 754 658
103.
i
'4.2.14. Comentario y análisis de los promedios de las prue
bas._
Podemos constatar una mayor importancia en la tendencia
de los elementos nacionales que en los mundiales. Esta diferen
cia se hace más patente en la línea de evolución seguida por la
mejor marca nacional absoluta, pues mientra en ésta tienen lugar
un desarrollo de casi un constante aumento, en el record mundial
se nos ofrece una trayectoria salpicada por pequeños incrementos
y periodos de estabilización, producto lógico de las mayores o
menores dificultades que entraña la superación de marcas a uno
u otro nivel. Lo anterior ha representado una aproximación de ma
ñera regular y muy considerable de nuestro nivel máximo absoluto
al mundial, a pesar de las importantes diferencias todavía exis
tente» .
Podemos considerar dos periodos en la evolución de las me
jores marcas nacionales. El rpimero supone un fuerte incremento
abarcando desde los inicios hasta la temporada 1966-67, y un se
gundo periodo desde la siguiente temporada hasta la última, que
registra una línea de más suave ascenso, consecuencia que parece
derivarse por el hecho de haber logrado superar el ínfimo nivel
iniciéil y establecer un nivel más aceptable.
Conviene señalar que en el primer periodo, tanto el prome
dio de la marca absoluta como la mejor marca de cada año siguen
una idéntica línea de ascenso durante las dos primeras tempora
das, como resultado de superarse durante las mismas las marcas
absolutas de todas las pruebas, mientras que, en las dos siguien
tes se¡ registra una diferencia apenas perceptible, pues solo de
jan d€; superarse los niveles máximos de una prueba en cada tempo
rada.
Durante el segundo las diferencias entre los dos máximos
elementos nacionales se van aumentando paulatinamente hasta la
temporada 1974-75, en que se alcanza la máxima, descendiendo nota
blemente en el transcurso de la última.
104.
Todo lo anterior deriva del mayor número de pruebas que
paulatinamente dejan de superar sus niveles máximos establecidos
siendo el número más alto en las temporadas 1971-72, 1973-74 y
1974-75, con siete pruebas por debajo de sus niveles absolutos,
que en la última temporada se redujeron a cinco.
Los promedios de las atletas reflejan en sus gráficas una
línea de menor avance y sin tanta constancia en sus progresos,
como ocurre en los anteriores elementos vistos, de tal manera,
que aL final se registra una diferencia apreciable erjtre los in
crementos de sus tendencias con relación a lo obtenido por la
marca absoluta, y casi idéntico entre sí a la inicial, lo que
nos da clara idea del desarrollo paralelo que han seguido. Los
valores relativos máximos se consiguen en las tres temporadas
iniciales, en las cuales aparecen unos avances de casi el mismo
volumen que se aprecia en las mejores marcas nacionales, ini
ciándose a partir de ese instante un aumento de sus diferencias
que se dejan influenciar bastante negativamente por el cambio
efectuado en la prueba de vallas durante la temporada 1968-69,
y por la inclusión de los 3.000 m. lisos, siendo el más afectado
el promedio I. •
Pasemos, ahora a comentar la aparición de nuevas pruebas
y de £ÍU influencia en el promedio general. Cuestión que queda
bien patente en su gráfica correspondiente.
La inclusión de la prueba de 1.500 m. lisos mantiene en ge_
neral un nivel muy superior al conseguido por solamente las prue_
bas ir.iciales, con los siguientes casos como excepción:
- La marca absoluta permanece por debajo en las dos primeras
temporadas.
- El promedio de atletas I, no logra su superación hasta las
tres últimas temporadas.
Se denota en las mejores marcas un avance mayor, sin duda,
en función de .tas excelente individualidades que han surgido en
las pruebas de medio fondo, que al mismo tiempo han contribuido
a la elevación del promedio de atletas II.
105.
En lo que concierne a los 3.000 m. lisos la situación es
más dispar, estando muy por encima del nivel de las pruebas
iniciales en las mejores marcas y ligeramente en el promedio II,
de las atletas mientras, que en el promedio I está sensiblemente
por debajo.
Pero en relación al nivel anteriormente expuesto, el alean
zado con la Inclusión de los 1.500 m. 1., se mantiene levemente" por encima tanto en la marca absoluta como en la mejor de cada
temporada, con la excepción de la temporada 1974-75.
Se advierte claramente en los elementos superiores naciona
les de estas nuevas pruebas la presencia de la atleta española,
que ha logrado la mayor calidad en nuestro atletismo, lo que per
mite elevar el nivel muy considerablemente, mientras, que en los
promedios se acusa la falta de un contingente de atletas con la
calidad suficiente para afrontar las nuevas pruebas, y mantener
un nivel parejo al anterior.
106.
' DATOS TOMADOS PARA EL ESTUDIO COMPARATIVO
PROMEDIO GENERAL
R-M. M.N.A. M.N.T. Pr. II Pr. I
207 204 Tendencia 104 237 223
Puntuación inicial 1.066 699 699 613 530
Puntuación final i.170 936 922 820 734
Puntuaciones alcanzadas por los distintos promedios de las pruebas.
Puntuación temporada 1968-69
Promedio I lm093 844 833 722 636 Promedio II l a 0 9 0 8 4 4 g 3 4 ? 2 2 ^
Puntuación temporada 1968-69
Promedio I 1.148
Promedio II » 1.148
Promedio IH 1.142
Puntuación final
Promedio I 1 > 1 6 5
Promedio II 1.169
Promedio III 1.170
901
915
919
872
889
895
779
785
783
709
715
700
919
933
936
901
918
922
820
824
820
734
739
734
•
z o u ~ :::> .._ z :::> o..
Grafica XJIV PROMEDIOS
1.150
1.100
1.()50
1.000
--. / 1--i---- ---r------- ------ -- -----1------- ------- .,..t----...... '*"'" ---~ /
-. ' .... .. . 1
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·- ------ ------ ------~----·--~------ ------ ------
e
950 r----------------- ------ ------ ------- ------ 1-------------- --: .... ' --- ... ~ :::. .... ,, . . . ...,::.
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•••••• • ¡.. • • • 1"-~ ... ·~· v---... . '. . ..... ·------· .. -~ .. ······ .~ . ·····
900
1 ~~~ •• ,···:..·········· .. ··~--~------r~ 850 - ~-~~L~::;,~· --- ----- --~------~------ ------ ------
1 • • • • • • -
t-
800
750
700
650
600
.. ,1.·~
·~~
~~>-1--r-------~- ~ 1-------~~· ------- ------ t-------1-------
... ...
550 r-- ------- -------~------ ------------- ~----- --- - --
1.968-69 70 71 72 73 74 75 76 .TEMPORADAS
f. 109.
4.2.15. Comentario al estudio comparativo entre todas las
pruebas.
A) Comentario a los valores ordinales alcanzados en la pun
tuación inicial y final por las diferentes pruebas, en cada ele
mente operativo.
En las mejores marcas nacionales se experimenta una evolu
ción que aproxima sus valores ordinales hacia los que se regis
tran por los records mundiales, reduciéndose las diferencias ini
ciales entre ellos, que al final sólo se registran de forma acusa_
damente favorable para estos últimos, en los lanzamientos de peso
y disco, en el primero se continúa la tónica del principio, y en
el otro por la fuerte ascensión que sufre en el plano mundial, no
seguida en nuestro atletismo. Esta evolución corresponde, sin du
da, a un proceso de maduración del Atletismo Femenino Español, en
este máximo nivel, conseguido en estos cortos años de actividad.
Dentro de todos los elementos nacionales, se nota una supre
macía de las carreras lisas sobre el resto de las pruebas, salvo
algunas excepciones, destacándose al final las de medio fondo, so
bre todo en las mejores marcas, merced al retroceso en los 100 m.
1. que es menos apreciable en los promedios, y el notable avance
en 800 m.l. a todos los niveles. Hay que tener en cuenta que la
aparición tardía de los 1.500 y 3.000 m.l., favorecen las puntúa
ciones iniciales más elevadas que el resto en sus mejores marcas,
por lo cual es conveniente comprobar su situación entre todas las
pruebas con respecto a la temporada a que tienen lugar, notándose
entonces una situación menos notable.
Solamente llegan a intercalarse entre las carreras los dos
saltos y el lanzamiento de la jabalina, ésta última exclusivamen
te en la marca absoluta, el salto de altura solo al final y de ma
ñera muy destacada en todos sus elementos, gracias al extraordina
rio empuje que observa, mientras que el salto de longitud se man
tiene en los promedios y cede su puesto inicial al otro salto, sL
guienio una evolución paralela a los 100 m.l.
Los últimos lugares se los reparten las mismas pruebas, los
110.
tres lanzamientos y la carrera de vallas, en cada uno de los
elementos operativos, con la salvedad antes vista en el lanza
miento de jabalina, siendo el lanzamiento de peso la única, que
dentro de estas posiciones, parece experimentar un ligero avan
ce.
B) Comentario a los valores ordinales alcanzados en las
tendencias de las diferentes pruebas, en cada elemento operati
vo.
En el orden de importancia de las evoluciones registradas
entre todas las pruebas, caben señalarse algunas diferencias en
tre los records mundiales y las mejores marcas nacionales, a fa_
vor d€: los primeros, de una manera más clara, en las pruebas de
100 y 3.000 m. 1., lanzamiento de peso y de disco; en las dos
carreras a consecuencia del corto crecimiento nacional, al que
hay que añadir en los dos lanzamientos un fortísimo aumento a
niveles mundiales, mientras, que adquieren una mayor importan
cia las evoluciones de las pruebas de 800 m. 1., salto de altu
ra y lanzamiíMito de jabalina entre nuestras mejores marcas, la
primera por ser la de mayor calidad dentro de nuestro atletismo
femenino, y las otras dos por los fuertes incrementos registra
dos qu<» no son correspondidos a nivel mundial.
En todos los elementos nacionales se observan fuertes in
crementos en las pruebas de salto de altura y 800 m.l., por el
contrario son exiguas las que se registran en los 3.000 m.l. y
80-100 m.v., la primera en razón, principalmente, a su corta
existencia, y la otra por las razones ya comentadas en su momeri
to.
Los lanzamientos, sobre todo el de peso, se mantienen en
una evolución más favorable de lo que cabía esperar en base a
sus bajas puntuaciones finales, siendo el de mayor importancia
la mejor marca absoluta por el lanzamiento de jabalina.
En general, puede decirse que se alcanzan valores ordina
les parecidos a los valores que se dan en las puntuaciones fina
111.
les, antes vistas, manteniéndose las carreras de medio fondo,
excepto el 3.000 m.l., conjuntamente con los 400 m.l., y el sal
to de altura, por encima de todas las demás pruebas. Como más
clara, excepción, cabe destacar las posiciones que ocupa el lan
zamiento de peso, bastante superiores a las registradas en sus
puntuaciones inicial y final, pero como se deduce de éstas, de
poco le ha servido en el contexto de las otras pruebas.
L
4.3. Segundo tratamiento
4.3.1. Análisis y comentario de los diversos factores considerados.
En una primera impresión, se puede apreciar el curso favo
rabie que han experimentado los elementos operativos tomados co
mo referencias para el presente análisis, pues sus gráficas no
dejan lugar a dudas.
De todo el periodo que comprende el estudio, es a partir
de la temporada 1965-66, cuando empiezan a registrarse atletas
capacss de inscribirse en algunas de las "categoría" señaladas
de una manera continuada, pues en las dos primeras temporadas
la baja calidad de nuestras atletas no da lugar a esta circuns
tancia.
El ndmero de atletas que aparece por primera vez es el de
dos, numero exiguo en cantidad pero importante si tenemos en
cuenta lo que significa dentro de las circunstancias del momento
en que se produce.
Los incrementos observados durante las primeras tempora
das son de escaso volumen, pero conforme a los niveles que se
alcanzan en las mismas suponen importantes índices de elevación
sobre su correspondiente temporada precedente. Así tenemos, que
el aumento producido en la temporada 1966-67 de un valor de tres
112.
atletas, representa un Índice de crecimiento del 150%, que es el m¿is amplio de todos cuantos se dan.
Por contra, el mayor aumento en el número de atletas en
tre dos temporadas consecutivas tiene lugar en la temporada
1974-75, con un valor de 18 atletas, pero que solamente signifi
ca ur. índice del 57% conforme a los valores absolutos registra
dos en ambas.
Como menor diferencia entre dos temporadas, cabe señalar
la registrada en la de 1972-73, de tan solo dos atletas con res
pecto a la precedente y que equivale a un 9% de índice de creci
miento, lógicamente, sin tener en cuenta la estabilización aJL-~
canzada en la temporada 1967-68.
Según los valores registrados en el número total de atle
tas clasificadas, podemos apreciar las tres siguientes fases:
- Primera fase: Abarca desde la temporada de 1965-66 a la
de 19-58-69, registrándose valores inferiores a las diez atletas
clasificadas y con índice de elevación bastante fuertes, con la
excepción del nulo incremento de la penúltima temporada.
La temporada 1969-70, sirve de puente de unión con la siguiente fase, sobrepasando las diez atletas.
- Segunda fase: Comprende un menor número de temporadas que
en la anterior, abarcando desde la de 1970-71 a la de 1972-73,
con veinte o más atletas "clasificadas" en cada una y con valo
res en sus niveles muy próximos entre sí.
La temporada 1973-74 puede ser considerada de transición,
pues en ella se sobrepasan la treintena de atletas.
- Tercera fase. Se concreta en las dos últimas temporadas,
durante las cuales se alcanza un número de atletas clasificadas
muy superior a la de las dos fases anteriores, con una gran di-
113.
ferencia respecto a la temporada precedente.
En lo que se refiere a la aportación específica de cada
"categoría" al cómputo total, observamos que fluctúa de una ma
nera muy similar a la división en fases antes realizada; así, en
la primera fase es cuando mayor importancia alcanza el volumen
que supone la "categoría provincial", aportando entre un 80 y
100% 3el total, registrándose asimismo, atletas "nacionales",
pero gue no tienen permanencia constante y aportan en dos tempo
radas alternas el 20 y 11% del total, en cada una de ellas.
En la temporada 1969-70, considerada como elemento de en
lace entre la anterior y la siguiente fase, se disminuye sensi
blemente el papel que representa las atletas "provinciales",
pues se incrementan los porcentajes de participación de otras
"categorias" superiores, apareciendo por primera vez, una atle
ta clasificada en la "categoría Internacional". Los porcentajes
aportados por cada categoría son los siguientes:
i
"Provincial" 75%
"Nacional" .17%
"Internacional" 8%
El aumento en importancia de las "categorías" superiores
se desarrolla de una manera reducida pero .clara, durante la se
gunda fase, pues con un número todavía corto en el total de at
letas "Clasificadas" y sin grandes variaciones entre sus tempo
radas, se reduce ostensiblemente el porcentaje representado por
las "provinciales" alcanzado en la fase anterior, hecho que re
dunda en beneficio de las otras "categorias"superiores que apo£
tan durante estas temporadas sus porcentajes más altos de todo
el periodo de estudio. Al final de esta fase corresponde los si
guientes tantos por ciento del total:
"Provincial" 66%
"Nacional" 23%
"Internacional" 11%
El nexo de enlace entre la fase vista y la siguiente, es la
'r 114
temporada 73-74, que registra un considerable crecimiento de las
"provinciales" así como la primera "Olimpiada". Distribuyéndose
los tantos por cientos del siguiente modo:
"Provinciales" 78%
"Nacionales" 19%
"Internacionales" 3%
La última fase se inicia con la misma tendencia de la tem
porada anterior, es decir, un aumento grande de la masa media de
base, que representan las atletas de la "categoria provincial",
pero acompañada por una notable elevación de las "nacionales" e
"internacionales" conseguido, sin duda, gracias a la expansión
alcanzada en el nivel inferior durante la temporada anterior y la
presente. Esta tendencia no se continúa al final de la fase, pues
las atletas "provinciales" siguen aumentando, aunque más modera
damente, mientras el porcentaje representado por las categorías
superiores retrocede en importancia, principalmente por causa de
las atletas "internacionales" que no ven compensado su descenso
con la escasa aportación de la "categoría olímpica". Es en esta
última temporada, cuando se dan por primera vez las cuatro catego
rías a un tiempo.
La aportación de las nuevas pruebas es más significada en
la última fase, pues hasta entonces sólo aparecen en un par de
temporadas alternas, una atleta clasificada en la prueba de 1.500
m.l., si bien, en las "categorias" superiores, mientras que al
final sólo harán en la inferior.
Como resumen, podemos considerar la base de la evolución
señalada a las atletas "provinciales", que constituyen su núcleo
mayor ttario y comunican su expansión a las otras categorías supe_
rlores, sobre todo a la Nacional, pero todavía de una manera muy
poco relevante y sin una línea continua de progresión, lo cual
ha provocado la falta de un aumento mayor en la calidad de nues
tro Atletismo Femenino, como concretamente ha sucedido en estas
últimas temporadas.
•
G raf ica
CADA
UNA DE LAS CATEGORIAS XV
CATEGORIA S
TOTAL OLIMPICA INTERNACION AL NA CIONAL PROVINCIAL
.- q b r-, .. __
~ 30 ~ ~--------------------------------~~~~ w .J ~
<t
w o ot z
1963 - 64 65 66 67 68 . 69 70 71 72 73 74 75 76.
TE MPORAD AS
la - lb
•
CATEGORIAS a
(J)
<t: ._. w _J
..... <t:
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TOTAL
OLIMPICA
INTERNACIONA L
NACIONAL
PROVINCIAL
300
WW4j
~
~
1963-64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 71.¡ 75 76
117.
C A P I T U L O V
CONCLUSIONES FINALES
5.1 Conclusiones Generales
Conforme al desarrollo observado en el Atletismo Femenino
Español y en base al estudio realizado, se han podido deducir
las conclusiones relativas a dicho fenómeno, que aparecen expues
tas en los siguientes puntos:
1. El gran retraso con que se produce la incorporación de
nuestro país, en la etapa presente, al movimiento atlético feme
nino internacional, debido a la prohibición existente sobre su
práctica entre los años 1943 a 1962, supone un pesado lastre que
arrojar por la borda a la hora de intentar alcanzar niveles más
elevados, y poder situarse de una forma más aceptable en el con
texto internacional.
En este punto, podría surgir una serie de preguntas, tales
como: ¿Qué hubiera sucedido de no haberse vedado esta actividad,
y se hubiese continuado aquellos primeros pasos dados en los años
treinta?. Pregunta a la que se podían añadir otras más, pero en
las que solo tendrían cabida respuestas cabalísticas, con muy
poco fundamento real.
2. La falta de técnicos que, en número suficiente hayan de
mostrado un cierto interés, por esta categoría atlética, conjun
tamente, con el número reducido de "auténticas" atletas existen
tes, ha representado una real traba a la expansión más rápida e
importante del Atletismo Femenino Español, hecho que se produce
en las temporadas iniciales de un modo más notable, pues con el
paso del tiempo este defecto se ha ido corrigiendo en cierta me
dida.
118.
3. La Inexistencia de un programa oficial ambicioso, cohe
rente y bien planificado para el desarrollo del Atletismo Feme
nino Español cuya utilidad parecería obvia, vistos los defectos
señalados anteriormente, sin embargo se han llevado a cabo, sola
mente en los casos más afortunados, intentos de crear extructuras
de reducidos horizontes, conforme a los parcos medios de que se
ha dispuesto para los mismos.
4. La progresión en todos los aspectos es evidente, no obs
tante los puntos anteriores, superándose, en gran medida, una
serie de prejuicios atávicos existentes en nuestro pals que im
pedían la incorporación de la mujer a este tipo de actividades.
Como ejemplos de este desarrollo podemos citar los siguien-* tes:
Incorporación a todas las competiciones existentes que se celebran con carácter nacional, yg: Campeonatos absolutos, Campeonatos de Clubs, etc.
El aumento de las participantes ha posibilitado la división
de'edades por categorías, en modo similar al atletismo masculino.
Incremento de la permanencia en la actividad atlética, por
parta de las mismas y la consecuente mejora de sus registros.
Mantenimiento de contactos internacionales a nivel de equi
po nacional, en número creciente e importante.
Participación de atletas, a título individual, en las altas competiciones internacionales y el logro de algfin resonante triunfo en las mismas.
Puntos a los que se podían añadir otros más, amén de la fa
vorable evolución en las marcas, y de las "categorías" registra-
drasf segtín se desprende del presente trabajo.
119.
5. La aparición durante las últimas temporadas, de una atle
ta cuya talla deportiva es de descomunales dimensiones para nues
tro atletismo, así como su reconocido valor internacional lo que
unido a su juventud, no la amilana para conseguir grandes azañas
lo que permite asegurarle un futuro de importante realizaciones
en el medio fondo y campo a través españoles.
Además, su figura está sirviendo de estímulo hacia la prác
tica atlética en muchas de nuestras jóvenes, que se han iniciado
en un instentó de emulación de la misma.
5 .2 Conclusiones en cada tratamiento
Como consecuencia del estudio comparativo realizado con la
evolución de las marcas en las diferentes pruebas, se han dedu
cido los siguientes puntos:
1. Los valores obtenidos por sus tendencias reflejan un in
negable progreso, que solo en la prueba de 3.000 m.l., es menos
significativo y cuya explicación hay que buscarla en el corto
desarrollo que ha tenido lugar, debido a su reciente aparición,
ademtfs, de los altos valores iniciales alcanzados por el "Record"
nacional y Promedio II.
2. Es evidente, una mejora de la calidad relativa en los
valores de los elementos nacionales referidos, como se desprende
por :.a superior importancia alcanzada en las tendencias de los
mismos, disminuyendo sus diferencias con relación al "record"
Mundial, con la sola excepción de algunos elementos de las prue
bas ele 3.000 m.l. y lanzamiento de disco.
3. Seis pruebas alcanzan valores superiores de crecimiento
en leía tendencias de sus "records" nacionales sobre los otros
elementos también nacionales, ocasionado por la aparición, en
las mismas, de atletas situadas por encima del conjunto, bien
por la reconocida categoría de las primeras, o por la falta de
.1
120.
un auténtico valor atlético en las demás, pudiendo darse ambos
caso;3 simultáneamente.
Estas pruebas son:
Carreras lisas: desde 200 hasta 1.500 m.l., ambas inclusive Lanzamientos: Disco y Jabalina
Mientras que, cinco son las pruebas cuyos valores en la
tendencia del Promedio I, el de inferior categoría, son menores
a Ion registrados en sus otros elementos nacionales, como conse
cuencia de la falta de una base de atletas acorde con las exi
gencias lógicas de un progreso en las mismas, parejo al de las
otras pruebas en este caso nos encontramos con:
Carreras: 200 m.l. y 80-100 m.v.
Lanzamientos; Todos
4. Comparando los valores de las tendencias de los dos
promedios entre sí, se observa que existe un igual número de
pruebas con valores inferiores y superiores para cada uno.
Siendo, en general, las pruebas que alcanzan un mayor valor en
el Promedio I, aquellas que tienen una mejor calidad en su con
texto global dentro del Atletismo Femenino Español, y son:
Carreras lisas: desde 400 m. a 3.000 m., ambas inclusive Saltos: los dos
5. Todas las pruebas experimentan un sus "records" naciona
les un crecimiento inicial de forma importante y continuada, más
o menos prolongado, que sirve para situarlos en un nivel más a-
ceptcible que el ínfimo registrado. A continuación se pasa a una
situación de mayor estabilidad con un crecimiento menos acentua
do y más esporádico, o bien, en aquellos casos cuyo progreso es
debiclo al exclusivo esfuerzo de una atleta, con categoría muy
superior al conjunto de la prueba en que se desenvuelve, se pro
voca una prolongada estabilización, una vez que han sobrepasado
su momento de máximo rendimiento deportivo.
121.
Las pruebas que registran el más prolongado crecimiento inicial son:
Salto de altura: diez temporadas
800 m.l.i o c h o temporadas
Lanzamiento de jabalina: seis temporadas
Como estabilizaciones más largas, están las alcanzadas en •las siguientes pruebas:
Lanzamiento de disco: nueve temporadas 1 0 0 m'lm siete temporadas Lanzamiento de jabalina: seis temporadas
En los promedios se mantiene una linea de crecimiento más
constante y de mayor suavidad, sin grandes incrementos aislados,
como lógica consecuencia de ser expresión de las realizaciones
alcanzadas por unos determinados grupos, que no están sujetos a
las irregularidades de los "records», que son obra de un atleta.
Todos los puntos enumerados anteriormente, han servido para confeccionar las siguientes conclusiones derivadas de este tratamiento:
1. Por grupos de especialidades atléticas, se observa, en general, un predominio de las carreras lisas y saltos, por encima do los lanzamientos y la carrera de vallas, la peor situación de e»tas pruebas es consecuencia directa de los siguientes factored
- a) Palta de condiciones naturales en nuestras atletas para los lanzamientos, en los cuales es esencial disponer de un Motipo dotado con características muy poco frecuentes en la mu-jer española.
- b) incidiendo lo anterior, en la falta de posibilidad para aplicar las tendencias actuales en el entrenamiento de fuerza, que tanta repercusión están teniendo, en el desarrollo de estas pruebas.
122.
- c) Carencia de un nivel técnico adecuado, que las capa
cite para los gestos tan singulares de estas pruebas, imprescin
dible para conseguir alcanzar unas marcas de mayor calidad. ~
- d) Se presenta una situación muy similar a la que ha te
nido lugar en la categoría masculina durante estos años atrás;
de tal manera, que podría hablarse de la existencia de una ac
titud negativa, de entrada, hacia estas pruebas en todo el am
biente atlético español.
Como excepciones que confirman la regla, han surgido atle
tas, una por prueba, de cierta categoría que no solo las ha per
mitido mantener su hegemonía, sino además alcanzar marcas de ni
vel notable, de manera más destacada en jabalina y disco.
2. Dentro de las carreras lisas, la aparición tardía de las
pruebas de más largo aliento, cuando el Atletismo Femenino Espa
ñol gozaba ya una cierta experiencia y de forma casi simultánea
en todos los países, ha favorecido que se alcancen puntuaciones
elevadas en sus "records", evitándose el retraso inicial tan a-
cusado como el que tuvo lugar en el resto de las pruebas.
Además, a lo anterior cabe añadir la existencia de un re
ducido grupo de atletas que alcanzan en estas pruebas una cier
ta categoría, y que se dejan sentir de una forma más acusada en
la prueba de 800 m.l. en todos sus niveles, pero que resultan
insuficientes para cumplir, de igual manera, en las nuevas prue
bas, dando lugar esta serie de circunstancias, a que surja la
atleta española de más clase que haya existido.
Influye lo anterior, en que se pase de una mejor posición
inicial de las pruebas de velocidad, en las que dadas sus carac
terísticas registran una mayor participación, a una situación
final de claro retroceso, sobre todo, a nivel de "records" mien
tras se mantiene de forma aproximada en los otros elementos de
referencia a grupos más amplios. Mientras que las carreras de
medicfondo, llegan a situarse por encima de las anteriores de
123.
manera inversamente proporcional a sus distancias. También, el
hecho de este progreso de las pruebas de mediofondo puede ser
debido a la paulatina introducción de los métodos de entrenamien
to para la resistencia más idóneos, abandonados los erróneos
perjuicios existentes al respecto en un principio.
3. De extraordinaria se puede calificar la evolución sufrjL
da en la prueba de salto de altura a todos sus niveles, sobre
todo en los inferiores, como consecuencia directa de la apari
ción del estilo denominado "Fosbury", que redujo considerable
mente las dificultades técnicas y ha servido para atraer una
pléyade de jóvenes atletas.
4. Se puede apreciar la existencia, en buen número de prue_
bas, de atletas capaces de mantener los "records" muy superiores
al nivel registrado por el contexto de atletas de categoría más
próxima a los mismos, lo que ha permitido, en algunas temporadas
alcanzar unos niveles máximos que no reflejan los valores de la
base real de nuestro atletismo'.
Consecuente al estudio realizado en el segundo tratamiento,
el relativo al número de atletas que han sido capaces de alcan
zar etlguna de las "categorías" atléticas reseñadas, ha sido ob
tener loa siguientes puntos:
1. Es evidente, que en términos generales, se produce un
progreso notable, siendo mucho más acusado en la categoría pro
vincial, constituyendo el núcleo esencial del mismo, mientras
las otras categorías no han alcanzado, todavía, la suficiente
importancia, sobre todo en las dos superiores (Olímpica e Inter
nacional) ,
2. Las atletas "clasificadas" van apareciendo de forma pau
latina, siguiendo el orden de menor a mayor importancia en las
categorías analizadas, si bien, solo lo hacen de una manera con
tinuada y progresiva, desde su aparición, las atletas "provincia
les",
124.
. Cabe resaltar, asimismo, la nula presencia de atletas
"clasificadas" en las dos primeras temporadas, como consecuen
cia del bajo nivel inicial que tiene lugar en nuestro atletismo
femenino, así como la aparición de atletas "clasificadas" en to
das Las categorías, por Única vez, durante la última temporada?
3. Se pueden calificar como de espectaculares los avances
registrados por el nivel porcentual en las primeras temporadas,
que tiene su razón de ser en la parquedad del número de atletas
"clarificadas" en las distintas categorías, lo que facilita que
un aumento mínimo en el mismo. Lógicamente los aumentos parcia
les entre temporadas, van disminuyendo la importancia de sus vo
lúmenes a medida que la cantidad de atletas van haciéndose más
respetables.
4. Se llega a alcanzar un número de importancia considera
ble, en las atletas "clasificadas" de las "categorías" Provin
cial y Nacional durante las dos últimas temporadas, si bien los
incrementos parciales y valores absolutos logrados en la prime
ra son muy superiores a los de la otra.
Como conclusiones derivadas de este tratamiento, en virtud a los puntos ya indicados, tenemos:
1. Consecución de un número considerable de atletas de ba
se, con un nivel aceptable, representado por las "provinciales".
2. Falta de una transformación de las anteriores, hacia categorías superiores, en número acorde al avance por ellas registrado.
3. Existencia de una élite formada por un minúsculo grupo de atletas, que son las que han alcanzado una auténtica dimensión atlética.
i. Número insuficiente de atletas con categoría intermedia
entre las anteriores y las del punto 1, máxime si tenemos presen
125.
sent» que se encuentran agrupadas en unas pocas pruebas, pues
un aumento de éstas, serla el que podría dar una mayor dimensión
al Atletismo Femenino Español.
Como punto final a este capítulo, quisiera exponer una im
presión personal, sobre los rumbos posibles a seguir por el A-
tlet.Lsmo Femenino Español, en un futuro más o menos próximo.
Es evidente, que el todavía corto trayecto recorrido no fa
cilita en mucho, el hacer conjeturas sobre el particular, pues"
al no haberse alcanzado la plena madurez en los diversos facto
res integrantes del mismo, pueden surgir otros de improviso que
alteren de un modo consustancial el camino emprendido.
( Pero a grandes rasgos se puede deducir, que la máxima aspi
ración, de seguir con una política idéntica a la actual, es a e-
levar los niveles presentes, conforme a la lógica evolutiva que
se desprende del estudio realizado, pero sin que suponga alcan
zar t.n puesto mucho más aceptable en el contexto internacional;
así como la aparición esporádica de algunas pocas figuras que
sirvan para cubrir el expediente, y mantener una imagen equívo
ca de la realidad.
Todo esto es la consecuencia directa de la improvisación, característica tan peculiar de nuestro país, y a la falta de una educación deportiva en la mujer española.
Me atrevo pues a señalar como objetivos primordiales a cumplir dos acciones simultáneas y perfectamente coordinadas, que son:
La primera a corto plazo, consistiría en favorecer el aumen
to del número de atletas situadas en la segunda línea de nuestro
atletismo, con una acción más específica hacia aquellas pruebas
que nos muestran un panorama más desolador en la actualidad.
en un plazo más largo, se encaminaría a fomentar la
126.
base de las practicantes, dentro de un ambicioso y vasto plan general, dirigido al desarrollo del deporte femenino en nuestro pals.
Í
127.
A P É N D I C E
Breve estudio relativo a las edades de las atletas clasificadas en lita categorías estudiadas
Se ha tratado de ofrecer como punto final del trabajo rea
lizado, un breve esbozo de uno de los factores más interesantes,
conjuntamente con los que se han analizado, dentro del panorama
atlético femenino, como es.la dinámica evolutiva de las edades
en que se encuadran las atletas que alcanzan algunas de las ca
tegorías at1 éticas ya reseñadas, según los dos grupos ya deter
minados (mayores o menores de 19 años),
Es preciso, el reafirmar el carácter genérico y complemen
tario que se ha pretendido dar a este estudio, pues, resulta ob
vio que para su tratamiento en profundidad se requeriría de un
trabajo tan extenso, al menos, como al desarrollado en el tema
central de esta tesina, y que caería fuera de nuestros objeti
vos perseguidos en la misma.
Pasemos, a fijar las características surgidas en la construcción del cuadro de gráficas realizado para el análisis de las variables:
1. ha interpretación de las dos variables que aparecen en el cuadro de gráficas, viene determinada por el color en el tra
zado de las mismas y que se indica de manera oportuna en él.
ÍVdemás de incluirse la aportación específica de las nuevas pruebas, indicadas con la letra "a" para los 1.500, y "b" para los 3.000 m,l,
2. Las escalas utilizadas han sido las siguientes.
Variable: Dos centímetros y medio para cada 10%
Temporadas» Un centímetro entre cada una.
128.
3. Se ha tomado como línea de base, la correspondiente al
valor de la variable de 10%, con intención de ampliar la escala
de representación en la gráfica.
4. La fuente informativa utilizada ha sido la tabla VIII,
aparecida en el capitulo III.
Una vez vistas las consideraciones pertinentes a la construcción del cuadro de gráficas referente a estas variables, pa semou a realizar el comentario del análisis relativo a las mismas.
Podemos establecer, dentro de su evolución, cuatro fases o
periodos segün la relación mantenida entre los dos grupos de a-
tletas, conforme a sus edades? así tenemos:
- Primera fase. (Temporadas 1965-66 y 1966-67). Solo apa
rece un reducido grupo de atletas "mayores", que representan,
lógicamente, el cien por cien del volumen total.
- Segunda fase. (Temporadas 1967-68 a 1970-71). Se regis
tran las primeras atletas "menores"f si bien, en un minúsculo
número y que suponen porcentajes variables debido al incremento
que s¡e sucede en el otro grupo, que es la base del aumento en el
número global de atletas clasificadas. En la última temporada
se reparten del siguiente modo los porcentajes:
Atletas "mayores"... 85%
Atletas "menores"... 15%
- Tercera fase. (Temporadas 1971-72 y 1972-73), se alcan
zan unos más significativos valores en las atletas "menores",
que en la fase anterior, aumentando su número de forma conside
rable durante la primera temporada para estabilizarse a conti
nuación, sin que en el otro grupo existan alteraciones con res
pecto a la fase precedente. Al final se alcanzan estos porcen
tajes:
129.
Atletas "mayores" 69,2%
Atletas "menores" 30,8% ¡
- Cuarta fase. (Temporadas 1973-74 a 1975-76). Los por
centajes que aquí se registran son los más próximos entre sí y
con valores cercanos al 50%, para cada uno de los dos grupos de
atletas, experimentándose fuertes incrementos en el número de
atletas alcanzados en los mismos, sobre todo, en el registrado
por :.as atletas "menores" durante la primera temporada y median
te e'.. cual logra aproximarse al otro, de forma muy considerable,
estableciéndose en la última temporada los siguientes porcenta
jes:
Atletas "mayores" 54,7%
Atletas "menores"... 45,3%
En lo referente a las atletas ''clasificadas" únicamente en
las pruebas de nueva aparición, como son los 1.500 y 3.000 m.l.,
se aprecia una exclusiva incidencia, de manera positiva, en el
grupo de las atletas "mayores".
De todo lo visto, se duduce que conforme se va acrecentando
la dimensión del atletismo femenino español, en lo que concierne
al volumen de las atletas incorporadas a las categorías atléti-
cas se experimentan importantes aumentos, de forma progresiva,
en el grupo de las atletas ''menores" tanto en el número como en
el porcentaje que representan del volumen total, pero sin lograr
alcanzar, todavía, los niveles del otro grupo de atletas, aunque
en las últimas temporadas se hayan acercado de manera muy notable.
Por tanto el aumento del número de jóvenes valores con ma
yor talento natural y mejor preparados demuestra la mayor difu
sión de este deporte. Por otra parte, la importancia a que han
llegado las atletas ''mayores" es indicio de madurez en nuestro
todavía incipiente Atletismo Femenino.
1 3 1 .
B I B L I O G R A F I A
1 . - AMOS y O t r o s .
"Introducción a la estadística". Ed. del Castillo; Madrid 1969.
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(1) Artículos, trabajos, etc., que han sido tenidos en cuenta después de la revisión realizada.
133. i
i
:f •f
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"Si España hubiera participado en la Copa de Europa de
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V A R I O S {2)
1.- R.F.E.A. COLEGIO NACIONAL DE JUECES Y CRONOMETRADORES
"Fichero de records homologados"
2.- R.F.E.A. DEPARTAMENTO DE ESTADÍSTICAS
"Rankings" nacionales de las mejores atletas españolas de las temporadas 1963-64 a la 1967, y 1973-74 a la 1974-76.
3.- INTERNATIONAL AMATEUR ATHLETIC DEFERATION
"Scoring table for women's track and field events", London, 1975.
(2) i!© recogen aquí, todas aquellas fuentes informativas que por ÍIU naturaleza, no tienen cabida en los anteriores apartados.
RELACIÓN Y SITUACIÓN DE LOS GRÁFICOS REALIZADOS
PAGINA
Gráf. I.-
Gráf. II.-
Gráf. III.-
Gráf. IV.-
Gráf. V.-
Gráf. VI.-
Gráf. VII.-
Gráf. VIH..-
Gráf. IX.-
Gráf. X.-
Gráf. XI.-
Gráf. XII.-
Gráf. XIII.-
Gráf. XIV.-
Gráf. XV.-
Gráf. XVI.-
Gráf. XVII.-
"Prueba de
"Prueba de
"Prueba de
"Prueba de
"Prueba de
100 m.l."
200 m.l."
400 m.l."
800 m.l."
,500 m.l." "Prueba de 3.000 m.l.
"Prueba de 80-100 v."
"Prueba de altura"
"Prueba de longitud" ,
"Prueba de peso" ..
"Prueba de disco"
"Prueba de jabalina" ,
"Promedios"
"Promedios"
"Atletas clasificadas en cada una de las categorías" (nivel cuantitativo)
"Atletas clasificadas encada una de las categorías" (nivel porcentual).
"Edades de las atletas clasificadas"
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