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Informe Final 2010 del Laboratorio Comunitario de Arte y Comunicacion
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Informe Final 2011
Practicas ComunicacionalesConocimiento proyectual: juegos, diseño e intervenciones en espacios públicos
Zonas invisibles: marcos de interacción
Antes de entrar a los puntos que dibujan la trayectoria del Taller de Practicas
Comunicacionales 2011, nos detendremos a explicitar, brevemente, los conceptos y
metodologías con los que nos aproximamos al diseño de nuestros espacios-tiempos de
trabajo.
En principio, nuestra propuesta tiene como ejes centrales la relación entre artes,
estética y comunicación. Pensamos las distintas artes como prácticas que permiten abrir
nuevos órdenes sensibles y de sentido; y a la comunicación como prácticas del contacto,
del poner en común. Por lo tanto, la relación entre artes y comunicación, desde nuestro
enfoque, tiene que ver con poner en contacto distintos órdenes sensibles haciendo
posible, en el cruce, la emergencia de “lo nuevo”.
El hecho de poner en contacto implica dar cuenta de las identidades que se ponen en
juego en las interacciones; entendiendo las identidades como relacionales, es decir, toda
identidad se constituye al interior de una relación. Aquí recuperamos la propuesta del
interaccionismo simbólico que nos recuerda que: las interacciones suceden en marcos;
las identidades son relacionales y requieren de competencias específicas para su
conformación; existen, culturalmente, identidades deterioradas, estigmatizadas y
validadas.
Entonces, diremos que el arte de poner en contacto (la comunicación) es el arte de
vincular culturas y cuando distintas culturas se vinculan tenemos diferencias identitarias
en las que emergen situaciones de vulnerabilidad (identidades deterioradas,
estigmatizadas, en términos de Ervin Goffman).
Los obstáculos en los desarrollos de las interacciones son los que bloquean las
ampliaciones de la esfera pública (entendida como espacio social de las apariciones)
impidiendo, por ello, el desarrollo de vías para la transformación social. Sin dialogo no
existe puesta en común, no existe problematizacion ni visibilizacion.
He aquí, entonces, que planteamos una “clínica de la comunicación” que, a través del
diseño de dispositivos de intervención, trabaja sobre las identidades y los vínculos,
logrando superar la “mixofobia”, es decir, los miedos al contacto con el Otro.
La modalidad taller que adquiere el, valga la redundancia, Taller de Practicas
Comunicacionales es, también, un dispositivo de intervención que facilita encuentros,
debates y diseños. Este espacio se sustenta en los postulados de la “Escuela de Toronto”
desde donde podemos pensar/problematizar las culturas inmersas en la “segunda
oralidad”, una etapa donde la escritura ha pasado a segundo plano para retornar a la
imagen, los sonidos, el tacto mediados por nuevas tecnologías. Esto es de suma
importancia en la actualidad y dada la orientación del taller: jóvenes que han nacido en
tiempos post-alfabéticos, donde la escritura no es el elemento reinante de la
comunicación.
En síntesis, diremos que a través de los usos y diseño de medios de comunicación por
parte de jóvenes buscamos implementar una “clínica de la comunicación” que permita
el libre juego de identidades, a partir de la recuperación de las confianzas, y ampliación
de la esfera publica posibilitando la participación activa en las distintas instancias de las
transformaciones sociales.
Construir a partir de la escucha
Vengo porque acá nos escuchamos
Ivan Balussi
(…) todos los sistemas descentralizados dependen
en gran medida de la retroalimentación,
tanto para su crecimiento como para su regulación.
Steven Jonson
Podemos esquematizar la trayectoria del taller 2011 a partir de tres puntos de
inflexión, pero, antes de detenernos allí, señalemos que una de las fortalezas del
espacio-tiempo construido (del marco o frame que permite el desarrollo de las
interacciones entre jóvenes) esta dada por la escucha, por la retroalimentación: el
espacio se construye de acuerdo a las necesidades de los asistentes, del material
presentado por ellos en cada sesión, de acuerdo al marco más general que plantea el
taller (véase el punto anterior).
La invención de un espacio
Ivan antes de comenzar a rediseñar el espacio
Antes de iniciar el trabajo 2011 decidimos hacer una evaluación colectiva. De allí
surgió la necesidad de construir un espacio estable para los encuentros; esto significaba
construir un espacio que nos identificara.
La construcción de espacios, el rediseño del espacio de trabajo, introdujo un giro
inigualable en la percepción de los jóvenes: es posible transformar los espacios, es
posible negociar con los otros (el espacio que se rediseño estaba dentro del edificio de la
Escuela Básica N° 13). Dialogo y transformación se introducen con fuerza en la
temática de los talleristas. Es a partir de esta constante que decidimos re-planificar los
temas del taller, desde ahora el trabajo se focalizara sobre el diseño de dispositivos de
interacción.
Durante este tiempo se realizan, en el barrio, actividades de pavimentación de la calle
principal. Es durante la inauguración que la intendenta municipal realiza un llamado a
los ciudadanos al ejercicio de sus derechos ciudadanos y los convoca a elevar proyectos
participativos. Los jóvenes le resaltan la necesidad de una plaza y la funcionaria los
convoca a elevar un proyecto.
He allí que los talleristas encuentran un vinculo entre lo que se estaba trabajando en el
espacio de Practicas Comunicacionales y lo que había emergido en la comunidad.
Recordando, también, que en 2009 (año en que comenzó a funcionar el espacio)
habíamos comenzado a trabajar sobre la recuperación de una antigua plaza que, hasta
hoy, es terreno abandonado. Uno de los talleristas, también, hace el vínculo entre el área
de Ciudadanía, en la escuela, y desde el taller, viendo la urgencia del tema, iniciamos un
vínculo intenso con los y las profesoras de las áreas artísticas.
He aquí que lo que había sido programado como una instancia a tratarse durante el
mes de octubre asume, ahora, el primer plano de la propuesta.
Miguel y Matías diseñando en equipo
Profesores de música, dibujo, ciudadanía y talleristas más los directivos de las
escuelas y jardín de infantes comenzamos a diseñar estrategias para abordar un diseño
conjunto con los habitantes del barrio de acuerdo a sus necesidades.
Desde el taller de Practicas Comunicacionales sugerimos el dispositivo “Comunidad
Creativa” que entrelaza arte, arquitectura del paisaje y comunicación.
Desmitificar la lengua
Ingresar a una lengua es ingresar a un mundo. Si comprendemos los lenguajes del
mundo, comprendemos su arquitectura, su diseño. De alguna manera, Comunidad
Creativa apunto hacia ese horizonte: desmitificar los lenguajes de la arquitectura del
paisaje, del diseño urbano y apostar a la construcción de otro orden sensible (el lugar de
las artes fue central en estas acciones, pues los coordinadores fueron seleccionados no
solo por ser especialistas en las áreas, sino por sus prácticas artísticas).
Posibilidades espaciales, actividad coordinada por Ignacio La Valle y Marcelo Miguel
La planificación de las actividades fue realizada y ensayada en conjunto con los
asistentes al espacio de taller. Uno de los motivos que llevo a rediseñar la planificación
original y explorar otros caminos.
Sobre Comunidad Creativa hemos hecho mención en otras zonas, les remitimos a
ellas. Remarcaremos aquí que la apuesta por el diseño abierto y participativo fue, sin
duda, la fortaleza del proyecto y lo que logro involucrar a gran parte de la población.
Una de las estrategias utilizadas fue el mapeo, para lo cual se trabajo en distintos
grupos. Quienes habían formado parte de Practicas Comunicacionales (desde ahora en
más TPC), hicieron uso de herramientas etnográficas al momento de interrogar al Otro.
Lo que se busco, fundamentalmente, fueron los usos y prácticas espaciales que
realizaban los habitantes del lugar.
Entrevista a un habitante del barrio
A partir de los datos recolectados, se inicio el diseño de un espacio verde que
atendiera a la necesidad territorial. La propuesta se denomino “Parque Corazón”.
El corazón del taller
“¿Cómo seguir?” fue la pregunta en boca de todos. Algo había quedado allí. Los y las
jóvenes estaban inquietas ¡Hay que resolver!
Para nosotros esta fue la oportunidad para mostrar las instancias de elaboración de
proyecto; los agentes e instituciones que se involucran y los juegos que cada una de
ellas propone.
Otra vez, claro esta, hacerse cargo del proyecto requirió el rediseño de la planificación
del taller. El “Parque Corazón” seria, de ahora en más, el corazón de nuestro espacio
que ya no volvería a replegarse al interior de la escuela.
El trabajo junto a la comunidad había iniciado. El resultado era visible.
“Parque Corazón”, resultado del diseño abierto y participativo del 1er. Encuentro Comunidad Creativa
Frente a esta situación, docentes, referentes barriales, talleristas, coordinadoras,
decidieron embarcarse en el diseño del 2do. Encuentro Comunidad Creativa, durante el
cual se profundizaría el trabajo, focalizando la propuesta en la conformación de un
equipo que tomara las riendas de la propuesta.
Sin duda, la planificación llevo tiempo, esfuerzo y compromiso. También requirió
profundizar en estrategias metodologicas y contenidos teóricos. Pero, ya contábamos
con un equipo de trabajo conformado. Es así que, al segundo encuentro, llegaríamos
manejando mismos lenguajes.
Conclusiones
No cabe duda de las competencias puestas en juego, por parte de jóvenes de ambos
sexos, a la hora de empoderarse y comunicar una propuesta; como tampoco cabe duda
de la necesidad de implicar el deseo profundo de una comunidad en una propuesta que
busca ser comunitaria e inclusiva.
Poner en contacto universos de significación, culturas; trabajar sobre la confianza y la
autoestima sin duda han puesto en marcha un proceso que tiene como fin ampliar los
horizontes de la esfera publica, ampliar los universos de participación.
La participación de distintas instituciones en las distintas instancias del proyecto,
también ha demostrado rutinas, lenguajes, posibilidades, límites que hacen, sin duda, a
la construcción de lo cotidiano. Sin embargo, cada una de ellas “atiende su juego”, por
eso es necesario idear dispositivos que desrutinicen, creen nuevos vínculos y puedan
ofrecer, mediante diálogos y negociaciones, soluciones novedosas a problemas urgentes
de un territorio.
Poner en común, en contacto y ampliar horizontes. Para eso es necesaria la escucha, la
voz, la visibilizacion y tratamiento de las agendas barriales. El dispositivo creado en el
TPC fue un intento para abordar estas cuestiones desde la identidad de los y las jóvenes
del barrio.
Diciembre de 2011Matías Barreto
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