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ESCUELA SUPERIOR POLITECNICA DE CHIMBORAZO
FACULTAD DE RECURSOS NATURALES
ESCUELA DE INGENIERIA AGRONOMICA
CATEDRA DE CULTIVOS TROPICALES II
EL CULTIVO DEL NISPERO (Eribotrya japónica L.)
FABRICIO MORENO
1643
RIOBAMBA - ECUADOR
EL CULTIVO DEL NÍSPERO Eriobotrya japonica L.
INTRODUCCIÓN
El níspero del Japón (Eriobotrya japonica Lindl.), es un frutal que hasta hace poco tiempo
comenzó a tener difusión en occidente; tiene la particularidad de florecer en primavera y
producir frutos más tarde que la mayoría de los frutales de clima templado; además, su
sabor tiene similitud al de los frutos templados. Este fruto no se puede contar entre los
mejores pero sí es de buen sabor y manejo rústico. Se cultiva intensamente en Japón, China
y más recientemente en Argelia, Italia, Estados Unidos, Argentina, Australia, América
Central, Madagascar, Chile, Indochina, Malta, India, España e Israel. En México no se le ha
dado mucha importancia; en 1979 se tenían sembradas 55 ha y para 1994 se incrementó a
250 ha de temporal; aunque esto no quiere decir que no pueda ser una alternativa de cultivo
interesante, ya que produce con el temporal de la mayoría de las regiones del país
(Bianchini y Corbetta, 1974; Ochse et al., 1976; Popenoe 1974; Singh y Shukla, 1982;
SAGAR, 1995; SARH, 1979).
Su origen se sitúa en Oriente, específicamente en Japón y China; fue llevado a la Isla
Mauricio por los Jesuitas y de ahí fue introducido a Francia, donde después se difundió por
la región del Mediterráneo. Actualmente su cultivo ha disminuido en los países de donde es
originario, debido a una baja en su productividad. En México crece en jardines y en forma
silvestre; a nivel comercial se le cultiva de manera limitada (Bononand y Escrivá, 1969;
Calabrese, 1978; Tamaro, 1981).
DESCRIPCIÓN BOTÁNICA
Es un árbol siempre verde, de porte pequeño a mediano (5 a 8 m de altura), pertenece a la
familia Rosaceae y está agrupado dentro de la subfamilia Pomoideae, la cual incluye a
especies frutales tan importantes como el manzano, el peral, el membrillo y el tejocote
(Bononand y Escrivá, 1969; Brouk, 1975; Calabrese, 1978; Popenoe, 1974; Singh, 1969;
Soler 1977; Leon, 1987; Zwang et al., 1992).
Raíz. El sistema radical es ramificado, somero y de notable fuerza de penetración. La raíz
principal es pivotante y alcanza como máximo 2.5 m de profundidad; las secundarias están
muy ramificadas superficialmente, llegando hasta 25 cm de profundidad.
Tronco. Es recto, ramificado a una altura de 60 cm o más del suelo para formar una copa
de forma circular u oval, normalmente compacta y densa. El color de la corteza es pardo
grisáceo.
Ramas. Las principales ramifican a una altura de 0.6 a 1.25 metros del suelo, formando
generalmente de 3 a 5 brazos, que se insertan apiñados en un mismo punto. Las ramas de
un año de edad son gruesas, vellosas (color ocre) y se desarrollan en series de dos o tres
ramificaciones. Las ramas de dos o más años son derechas, escamosas y con poca o nada de
hojas.
Hojas. Se desarrollan con mayor frecuencia sobre las ramas del año; son grandes y
lanceoladas, de 12 a 30 cm de largo y de 5 a 8 cm de ancho, alternas, subsésiles, coriáceas,
rugosas, remotamente dentadas, de color verde obscuro lustroso en el haz, y velludas de
color ocre en el envés; las nervaduras laterales son prominentes. Aunque es de hoja
perenne, en la brotación se produce una caída natural, principalmente en las ramas de dos y
tres años de edad.
Flores. Son fragantes, se encuentran aglomeradas en panículas de brácteas secas, con
pubescencia de color ocre y de 10 a 20 centímetros de largo. Las flores miden más o menos
un centímetro transversalmente, de color blanco o amarillo cremoso, el cáliz está
compuesto de 5 pequeños, imbricados y agudos dientes, es persistente, la corola tiene 5
pétalos oblongo-ovoides que terminan en uña y son de textura delicada, los estambres son
20 o más; tiene de 2 a 5 estilos unidos en la base, ovario ínfero, con dos a cinco celdas, dos
óvulos en cada celda y placentación axial.
Fruto. Es un pomo globoso, de forma piriforme, elíptico-oval u oblonga, de 3 a 8 cm de
largo y de 2 a 5 cm de diámetro; la epidermis es gruesa pero delicada, densamente
pubescente y de color que va del amarillo pálido al anaranjado intenso; la pulpa es firme y
carnosa en algunas variedades y acuosa en otras, variando de color casi blanco al
anaranjado oscuro, de sabor agridulce y dulce en madurez para consumo, las semillas
pueden ser 10, pero comúnmente algunos óvulos abortan por lo que se desarrollan de 2 a 5
semillas de forma ovoide, aplanadas de los lados, de 2 cm de largo, de color café claro u
oscuro y envueltas en membranas cartilaginosas.
REQUERIMIENTOS AGROCLIMÁTICOS DEL CULTIVO
Clima. El níspero es un frutal de clima subtropical o de zona templada, con inviernos
suaves; soporta condiciones frías, así como una precipitación de 500 a 1,000 mm, con
irrigación donde la estación seca es severa. Los árboles adultos en reposo soportan
temperaturas de 10ºC bajo cero; las flores y frutos jóvenes sufren daño a menos de 0 ºC. En
regiones donde las condiciones durante la estación de maduración son extremadamente
calientes y secas, el fruto está sujeto a escaldados y quemaduras; cuando reciben
directamente los rayos solares el fruto pierde sabor, dulzura y consecuentemente calidad.
Cuando el fruto está madurando y el riego o la precipitación son fuertes, la pulpa tiende a
rajarse y a ser poco atractiva su comercialización. (Almaguer, 1997; Bononand y Escrivá,
1969; Calabrese, 1978; Janick y Moore, 1975; Ochse et al., 1976; Popenoe, 1974; Sturrock,
1980; Zwang et al., 1992).
Suelo. El níspero es un árbol rústico y vigoroso que próspera en diferentes tipos de suelo,
limitando su desarrollo en aquellos donde el drenaje es deficiente, prefiriendo los arcillo-
arenosos, en donde produce frutos de mejor calidad. En suelos calcáreos puede ser
utilizado, aunque sus factores limitantes son los pobres y mal drenados, así como la
salinidad, afirmando que su sensibilidad a la sal es superior a la de los mismos cítricos.
Agua. Se considera que la cantidad de agua requerida por el níspero es similar a la de los
cítricos, siendo más resistente a la sequía que cualquiera de ellos; aunque con riego se
asegura una buena cantidad de frutos, sus necesidades están entre los 900 y 1,000 mm
anuales.
FISIOLOGÍA
La floración ocurre entre la primavera y verano. La polinización es entomófila, siendo las
abejas las principales polinizadoras. La floración no es simultánea, las primeras flores en
abrir son las de la parte basal, luego las de la parte media y finalmente las apicales; sin
embargo este fenómeno no siempre es regular en su sucesión. La mayoría de los cultivares
son autofértiles. La fructificación ocurre en ramas del año en curso. No todas las flores
amarran fruto; una sola inflorescencia tiene 100 ó más flores, de las cuales sólo una décima
parte forma fruto, siendo la tendencia hacia la sobreproducción, una buena panoja amarra
de 8 a 14 frutos. Entre la floración y la cosecha transcurren de 4 a 6 meses, teniéndose
frutos desde septiembre hasta diciembre. Después de fructificar empiezan a desarrollarse
los nuevos brotes de la cima de las ramas producidas el año anterior; estos brotes llevarán a
su vez en la extremidad un botón del cual posteriormente nacerán las flores (Almaguer,
1997; Bononand y Escrivá, 1969; Brouk, 1975; Popenoe, 1974; Singh, 1969; Zwang et al.,
1992).
Figura 1. Árbol de níspero en etapa temprana de desarrollo del fruto.
VARIEDADES
PROPAGACIÓN
La multiplicación se puede llevar a cabo sexualmente por semilla o asexualmente por acodo
o injerto.
1) Sexual. Se utiliza para la propagación de portainjertos, se deben emplear frutos enteros o
con los huesos recién extraídos, ya que si se desecan difícilmente germinan. La siembra
puede hacerse directamente en el terreno, en vivero o en bolsas individuales; en vivero se
hace en camas de 5 X 1 m, con un espesor de 20 cm y en surcos separados a 10 cm a una
profundidad de 2 cm. La germinación ocurre entre 2 y 4 semanas, de donde se pasan a
bolsas negras de plástico de 35 cm de altura X 25 cm de diámetro, aproximadamente a los
18 meses de edad; cuando han adquirido un diámetro mayor a 1 cm hay que injertarlas.
2) Asexual o vegetativa. La cual se realiza mediante injertación o por acodo.
A) Injertación. El injerto se hace sobre plantas que hayan alcanzado el grosor de un lápiz y
se realiza en la bolsa de plástico. El injerto más conveniente es el de yema en escudete
(yema con astilla), el cual se realiza entre 15 y 20 cm del suelo, escogiendo de la rama sana
un escudete de 4 cm de longitud y colocándolo en el portainjerto en el lugar donde se
eliminó una porción igual. Al mes aproximadamente se corta la parte terminal del patrón
dejando una porción que sirva como tutor, la cual se elimina una vez que el injerto tomó
vigor. Las mejores fechas para injertar son en primavera y a fines de verano; las yemas
deben ser preferentemente de madera joven y blanda. Otro tipo de injerto puede ser el de
hendedura utilizando vareta; la planta debe tener el mismo diámetro que la púa, debiendo
ésta ser de madera madura. Los árboles injertados de yema o vareta comienzan a producir
comercialmente al cuarto o quinto año de plantados.
B) Acodo. Cuando se realiza por acodo se tiene que anillar una rama de más de 1.2 cm de
diámetro en la parte basal durante la época de poco crecimiento, aplicándole ácido
indolbutírico en lanolina a 250 ppm; posteriormente se debe colocar musgo esfangíneo
deshidratado y desinfectado con un plástico amarrado en ambos lados, con aporte continuo
de humedad. Las plantas obtenidas por este medio, tienen hábitos arbustivos de poco vigor.
3) Selección del portainjerto. Puede elegirse el portainjerto franco (de semilla) por su
adaptación a suelos pobres y por su vigor en condiciones adversas. También puede elegirse
al membrillo, ya que tiene un sistema radical más distribuido, con porte semi enano (2.5
m), fructificación rápida, frutos grandes, coloreados y dulces, con gran rusticidad pero muy
sensibles a suelos calcáreos; la multiplicación de este patrón se realiza al finalizar el
invierno por acodo aéreo tal como se indicó en el párrafo anterior.
4) Otros portainjertos. Además de injertarse sobre pie franco y membrillo, el níspero
puede injertarse sobre otros géneros de la familia Rosaceae, por ejemplo Crataegus
monogyna (espino blanco) y piracanto (Pyracantha coccinea L.) que también lo enanizan;
Meispilus germanica (níspero Europeo) y Sorbus sp. (Bononand y Escrivá, 1969; Morton,
1987; Calabrese 1978, Hartman y Kester 1981, Juscafresca 1978, Ochse et al 1976,
Popenoe 1974, Solar 1977, Sturrock 1980, Tamaro 1981 y Zwang et al 1992).
ESTABLECIMIENTO DE LA PLANTACIÓN
Pendiente del terreno. En lugares donde no exceda el 5% se sugiere el trazo regular y
geométrico de las huertas; en pendientes entre el 6 y 12%, el trazo de las líneas de
plantación deberá hacerse en curvas a nivel. En pendientes superiores al 12% es
indispensable la construcción de terrazas perpendiculares a la pendiente del terreno o
construir terrazas individuales.
Preparación del terreno. Antes de establecer la plantación es necesario preparar el terreno
mediante un subsoleo, un barbecho y los rastreos necesarios para dejar bien mullido el
terreno; sin embargo, esto no es tan importante, ya que los suelos de la región por ser
ligeros facilitan el establecimiento de la planta en época de lluvias, aunque se recomienda
como medida de control para ahuyentar las tuzas en los huertos y exponer las plagas del
suelo a los efectos del sol y medio ambiente.
Trazo de la plantación. Puede hacerse a “marco real” (en cuadro) o a “tresbolillo”
(triángulo o hexágono). Las distancias de plantación más utilizadas son a 4 X 4 y 5 X 5
metros. También pueden manejarse distancias de 2 X 4 y de 2.5 X 5, (rectangulares),
mismas que pueden quedar en dichas medidas con el auxilio de poda o bien posteriormente
dejarse a las distancias más grandes las cuales serán definitivas al eliminar una línea. La
distancia técnicamente recomendable para cualquier tipo de material de níspero es la de 5 X
5 metros, previendo que aproximadamente a los 20 años habrá entrecruzamiento de ramas.
Plantación. Debe hacerse en cepas de 40 X 40 x 40 cm, para acomodar fácilmente el
cepellón de la planta. Al excavar la cepa se debe separar la tierra extraída de los primeros
20 centímetros de arriba, que es la más fértil y al momento de la plantación se debe colocar
de esa tierra en la mitad inferior de la cepa y después de colocada la planta, terminar de
llenar la cepa con la tierra fértil restante, así se le proporcionarán las mejores condiciones a
la planta para que inicie su crecimiento. Antes de colocar la planta en la cepa, se sugiere
podar las raíces secas que se encuentran entre el cepellón y la bolsa de plástico, así como
aquéllas que se vean enrolladas en la parte baja; para que inicie su formación debe podarse
a 60-80 cm de altura. El momento oportuno para establecer la plantación es a fines del
verano (Almaguer, 1997; Bononand y Escrivá, 1969; Calabrese, 1978; Juscafresca, 1978;
Ochse et al., 1976; Popenoe, 1974; Sturruck, 1980; Zwang et al., 1992).
LABORES CULTURALES
Cultivos. El manejo mínimo requerido anualmente es el de un desvare, 2 chaponeos y una
aplicación en banda del herbicida Glifosato por año en dosis de 250 ml en bomba de
mochila con capacidad de 15 litros.
Riego. El níspero prospera con el agua de lluvia que cae en los meses de julio a septiembre
y a veces en octubre, con posibilidades de desarrollar mejor si se le proporcionan 1 ó 2
riegos de auxilio como a cualquier frutal en época de estiaje, sin excederse, para evitar los
riesgos de agrietamiento de la fruta por exceso de agua.
Fertilización. La producción de níspero agota la fertilidad del suelo rápidamente, por lo
que es necesario reponer los nutrientes extraídos anualmente si se desea obtener frutos de
buena calidad. Los abonos verdes son de gran valor al término de su desarrollo,
incorporándolos con una rastra; también lo son las aplicaciones anuales de estiércol
descompuesto entre febrero y mayo, o la aplicación de fertilizantes químicos en la época de
lluvias. Estas cantidades varían durante la época de producción. La fórmula recomendada
es 150-100-100, aplicando la mitad del nitrógeno, todo el fósforo y el potasio al inicio de
las lluvias y la otra mitad del nitrógeno al final de las lluvias.
Poda. La poda de formación consiste en despuntar el árbol joven de 3 a 4 años a unos 60-
80 cm del suelo, forzándolo a desarrollar de 3 a 5 ramas o brazos principales y sobre de
éstas, desarrollar dos o tres ramas secundarias. La poda de fructificación requiere eliminar
menos ramas que la mayoría de los frutales templados, realizándose cada dos años,
limitándose a la eliminación de ramas secas, enfermas y entrecruzadas para proveer una
mejor iluminación al centro del árbol. La mejor época para podar es cuando ha finalizado la
cosecha.
Aclareo de flores y frutos. Ya que la tendencia natural del níspero es hacia la
sobreproducción, es recomendable realizar el aclareo de flores y frutos, consistente en
despuntar los racimos con tijeras, ya sea en floración o en el cuajado de frutos; no se deben
dejar más de 10 frutos por racimo (Assaf y Rivals, 1978; Bononand y Escrivá, 1969;
Popenoe, 1974; Sturrock, 1980; Tamaro, 1981).
PLAGAS Y ENFERMEDADES
El níspero es un frutal al que atacan pocas plagas y enfermedades. Entre las principales
plagas destacan los pájaros, ardillas y murciélagos, por lo que el embolsado con papel de
estraza plastificado es una práctica que puede realizarse para prevenir el daño y obtener
fruta de buena calidad. Dentro de las enfermedades principales se considera la marchitez
del racimo y ramas provocado por Bacillus amylovorus, Colletotrichum gloesporioides,
Fusicladium eryobotriae y Botryosphaeria ribis. El control se puede realizar con medio litro
de Saprol, 1 kilogramo de Sulfato de cobre tribásico y 200 ml de Inex-A, todo diluido en
200 litros de agua (Bononand y Escrivá, 1969; Calabrese, 1978; Ebeling, 1959; Popenoe,
1974).
COSECHA
Cosecha. Debe efectuarse cuando el fruto haya cambiado completamente de color, excepto
cuando se destine para preparar jaleas o en repostería, donde se cosecha un poco antes. La
recolección puede ser manual o con el uso de tijeras; a veces se cortan racimos completos o
frutos individuales, debido a que la maduración no es uniforme. La cosecha debe ser muy
cuidadosa, procurando cortar el fruto con todo y pedúnculo, evitando cualquier tipo de
magulladura, ya que es muy delicado y sensible a ennegrecimiento o pudrición. El fruto no
cosechado permanece por un cierto tiempo en el árbol deshidratándose y desecándose, pero
sin llegar a caer; lo anterior permite, dentro de ciertos límites, programar la cosecha de
acuerdo al comportamiento del mercado.
Rendimiento. un árbol de 7 años puede rendir 40 kg y uno de 10 años hasta 90, en
condiciones óptimas. Estos rendimientos pueden ser mejorados en cantidad y en calidad por
medio de prácticas específicas, por ejemplo: en Israel, en un sistema a densidad más alta (4
x 2 m) con el uso de patrón enanizante (membrillo) y con buen manejo, al tercer año
produce 7 ton/ha y al séptimo año 25 ton.
Composición del fruto. El níspero contiene en 100 gramos de pulpa: 87 g de agua,
proteínas 0.4 g, grasas 0.2 g, carbohidratos 12.4 g, fibra 0.5 g, ceniza 0.5 g, calcio 20 mg,
hierro 0.4 mg, fósforo 36 mg, caroteno 0.40 mg e indicios de ácido ascórbico.
Usos. Se puede consumir en fresco, en forma de mermeladas, jaleas, almíbar, confituras y
utilizarse en repostería; también se puede preparar una especie de aguardiente o licor con
sus frutos.
Usos medicinales. La fruta actúa como un sedativo y se consume para detener vomito y
sed. Las flores se utilizan por tener propiedades expectorantes. Una infusión de las hojas
frescas o secas molidas se toma para aliviar diarrea y depresión, así como para neutralizar
intoxicación por el consumo de bebidas alcohólicas. Se aplican cataplasmas de la hoja en
hinchazones; las semillas de los nísperos son diuréticas, tienen propiedades antiácidas,
anticatarral y disolvente; además son laxantes.
Manejo poscosecha y empaque. Es un fruto clasificado como no climatérico, el cual
puede almacenarse entre 0 y 2o C; su vida media de almacén es de 2 a 4 semanas. El fruto
se clasifica a mano y debe de manejarse con mucho cuidado ya que es muy delicado. Por
este motivo, no se facilita su transporte, ni tampoco una larga conservación en frío. Para
transportarlo a mercados cercanos se empaca en cajas de madera de 13.5 kg; igual se hace
para mercados lejanos, sólo que aquí se usan materiales suaves para su protección
(Almaguer, 1997; Bononand y Escrívá, 1969; Brouk, 1975; Calabrese, 1978; Juscafresca,
1978; Kader, 1992; Popenoe, 1974; Sturrock, 1980; Zwang et al., 1992).
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