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DOCTORADO EN CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS
EL RECORRIDO DEL FLUIDO INTERSTICIAL.
SOBRE LA RELACIÓN ENTRE EL CAPITALISMO Y LAS ECONOMÍAS PROPIAS
Requisito parcial para optar al título de
DOCTORA EN CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS
DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
2020
ESTUDIANTE: NATALIA CASTILLO ROJAS
DIRECTORA DE LA TESIS: MARÍA JULIANA FLÓREZ FLÓREZ
Agradecimientos
Llevar a cabo esta investigación involucró a muchas personas, seres y procesos organizativos. Así
que me detendré un poco a reflexionar, sabiendo que puedo olvidar a alguien o algo; por lo que
ofrezco excusas si así ocurre.
Inicio por la profesora Juliana Flórez Flórez, con quien, afortunadamente, he tenido una buena
relación y quien siempre motivó mi labor, me ayudó a creer en mí misma y a confiar en mis ideas,
lo que antes me resultó muy difícil, aunque siga con algunas dudas. También me impulsó a conocer
el feminismo, un aprendizaje bonito que apenas inicia y que puede convertirse en un camino a
emprender. Además, me regaló libros que fueron importantes en el marco teórico de la tesis. Su
generosidad fue muy grande.
Agradezco a la Asociación de Granjeros de Guatiquía, ASOGRANG; a El Rincón Cultural El
Caracol y a Guakes del Zuke que me recibieron como voluntaria para poder realizar esta
investigación. Aunque fue distinta la relación con cada organización, agradezco los aprendizajes,
las experiencias, las manifestaciones de solidaridad, los almuerzos, la disposición que tuvieron
conmigo en mi interés de conocer sus procesos organizativos, así como la posibilidad de compartir
diferentes espacios de la vida cotidiana que abrieron para mí. A los animales, que siempre fueron
amorosos conmigo cuando llegaba a las huertas, y a las plantas porque ha sido muy bonito verlas
crecer. A través de esta experiencia se ha tejido un vínculo de diferentes maneras, de tal forma que
espero trascienda esta investigación; por lo menos ese es mi propósito.
También quiero agradecer, en particular los aportes que le hicieron a la versión inicial de este texto,
a Saulo Benavides de ASOGRANG, a Amelia Ortiz de la huerta La Herrera (de Madrid,
Cundinamarca), a Marvin Prato de El Caracol, a Yudy Pérez de Creaciones Vayu y a Cristhian
Mantilla de COMOSOC.
En el Instituto Pensar de la Universidad Javerianaagradezco a Martha Márquez quien autorizó mi
estancia de investigación, y quien junto con las investigadoras Diana Ojeda, Camila Esguerra,
María Fernanda Sañudo, Tatiana Sánchez y el investigador Carlos López ayudaron con sus
discusiones a fortalecer mis planteamientos. Así como a Silvia Bohórquez y las secretarias Lilia
Coca y Claudia Pineda, y a Dairon Gil, quien atiende la recepción, quienes estuvieron en
disposición para lo que necesitara. A Claudia Marín por tener siempre listo lo necesario para el
agua aromática. Fue un buen escenario de trabajo, de discusión y de compañía.
Del Instituto Pensar quiero destacar aparte a Klaus Mayr y a Gabriel Márquez quienes en su
pasantía fueron un apoyo muy importante en la creación, edición, selección de audios y textos para
la grabación del podcast; sin su ayuda hubiera sido algo irrealizable. En este también participaron
la profesora Amparo Hernández que prestó su potente voz para leer un poema de Neruda y el
profesor Roberto Cuervo quien proporcionó su apoyo técnico y equipos para la grabación de buena
parte del sonido, ambos aportes que agradezco por su solidaridad.
En el Doctorado, a Jefferson Jaramillo, exdirector, a quien siempre pude acudir para preguntar
temas fundamentales y no tan básicos de la administración del doctorado. Como lector de mis
coloquios, sus cuestionamientos fueron importantes para ir resolviendo en el proceso de escritura.
A Carolina Martínez, la secretaria, por ayudar con los diferentes temas académicos, en algunos
momentos que ameritaban urgencia. A mis colegas del doctorado, en particular a Isaac Salgado,
que ha sido un gran apoyo moral, académico y de contención.
Ha sido muy importante tener a disposición la biblioteca central de la Universidad Javeriana para
la escritura y las consultas; en ese sentido, estoy muy agradecida con la amabilidad y disposición
que tuvieron conmigo las personas que allí trabajan en los diferentes niveles.
A la profesora María Adelaida Farah quien asistió a mis coloquios y cuyos aportes fueron muy
importantes no solamente en el proceso de construcción del proyecto, sino en la construcción del
planteamiento de la tesis. Fue muy generosa con sus comentarios por escrito y por prestar su tesis
para consulta.
Al Movimiento por los Derechos del Pueblo, MODEP, organización a la que pertenezco, quiero
hacer un agradecimiento especial, por mi formación como activista, por las relaciones que he tejido
gracias a esta, porque no ha sido una organización cerrada, sino abierta a otras experiencias, lo que
ha facilitado mi posibilidad de acercarme a otras organizaciones. Quiero hacer un reconocimiento
especial a Deisy Forigua y Oscar Patiño que me relacionaron con dos organizaciones; a Yudy Pérez
que me permitió conocer la experiencia de Creaciones Vayu, a Kelly Peña quien me apoyó en el
diseño metodológico de algunos talleres, al profesor Juan Carlos Jaime que ha hecho aportes
teóricos desde las compartencias, a Frank Molano por presentarme al Doctorado y a Carlos Sosa
quien ha sido un gran apoyo moral junto con otros amigos que siempre me alentaron.
Al Grupo de Socioeconomía, Instituciones y Desarrollo, GSEID, de la Universidad Nacional, que
me aportó los primeros debates contemporáneos como economista, y su planteamiento de la
economía popular. En particular, a Diego Guevara que me alentó a estudiar y me presentó al
doctorado, al profesor César Giraldo, que después de más de dos décadas sigue enseñándome, y a
Luisa Tovar que ha sido un apoyo de sororidad, logístico, además, aportó con su lectura en aspectos
teóricos sobre los desechos, y en conversaciones edificantes en la construcción de mi
planteamiento.
A mis amigas Carolina Vargas, Isabel Rico, Yaneth Valero, Alexandra Betancourt, Silvana Varón,
Carmen López, Sandra Rojas, que han sido un apoyo importante para alentarme a continuar, pese
a las dificultades que se presentaron en todo el proceso. Estoy muy agradecida con su paciencia
para contenerme en momentos difíciles.
A mi familia, porque de ella tuve mis primeros aprendizajes de solidaridad, reciprocidad y de
economía para la vida. A mis abuelas, por mostrarme su capacidad creadora en medio de la
adversidad. A mi mamá, Isabel Rojas, y mi papá, Francisco Castillo, por hacer esta “inversión” en
mí, apoyarme en esta tarea con sus préstamos, donaciones, su sabiduría y su calma. A mi hermana
Ángela, por su solidaridad cotidiana, su impulso en los momentos en que estaba desfalleciendo,
por alimentarme cuando no tenía cómo sostenerme. A mi hermano Camilo, por su aliento y la
disposición para leer mi texto y hacerle sus aportes. A mis sobrinas y mi sobrino, por su amor y
alegría, y a mi cuñada Clarisa Lemus por su comprensión.
Por último, estoy muy agradecida con mi compañero James Copete, que ha sido muy solidario
conmigo; agradezco su paciencia, su disposición, su generosidad, su aliento, su apoyo
incondicional, sus conocimientos sobre la dinámica de la Universidad Javeriana, que nunca
estuvieron de más, y por vincularme a su familia que siempre ha estado con los brazos abiertos
para recibirme.
A todos los seres no humanos que no nombré, a la intuición, la madre tierra y la energía universal
que siempre me han acompañado y guiado cuando tengo dudas.
1
Tabla de contenido Resumen .......................................................................................................................................................5
Abstract ........................................................................................................................................................5
Sobre la relación entre la economía capitalista y las economías propias ......................................................7
Por la construcción de múltiples mundos ............................................................................................... 13
El intersticio y el fluido intersticial, la construcción de la metáfora y los conceptos .............................. 16
Sobre la reciprocidad en la construcción del conocimiento, las prácticas y las técnicas ............................. 23
La reciprocidad en la construcción colectiva del conocimiento .............................................................. 24
Conocimiento como creación colectiva .............................................................................................. 25
Sobre la relación horizontal ................................................................................................................ 26
La explicación parcial ........................................................................................................................ 27
Sobre las prácticas como referente descriptivo ....................................................................................... 28
La reciprocidad en métodos y técnicas ................................................................................................... 31
El recuento del proceso de investigación: las fases y las técnicas....................................................... 32
Desde el “capitalocentrismo” hacia la diversidad económica. .................................................................... 41
Desde el “capitalocentrismo” ................................................................................................................. 41
Hacia la diversidad económica ............................................................................................................... 43
Reconociendo la diversidad económica en Colombia: la economía popular y las economías propias.
........................................................................................................................................................... 44
¿Cómo es la relación entre las economías propias y el capitalismo? ... Hacia el Intersticio ................... 47
El recorrido del fluido intersticial ............................................................................................................... 51
La producción ............................................................................................................................................ 55
Las secuencias y la corporalidad ............................................................................................................ 55
Toma de decisiones ................................................................................................................................ 59
Normas para la legitimidad .................................................................................................................... 62
Relación con los instrumentos de trabajo y las herramientas .................................................................. 64
Producción como acto creativo............................................................................................................... 66
De la planeación al diseño mediante acuerdos: la caótica belleza ............................................................ 73
Planeación ............................................................................................................................................. 74
Planeación para el capitalismo .......................................................................................................... 74
El diseño mediante acuerdos en común, la “caótica belleza” ................................................................ 79
La relación con los seres no humanos ........................................................................................................ 84
Relación con los materiales .................................................................................................................... 84
2
La relación con la tierra .......................................................................................................................... 89
De la tierra como recurso a la tierra como ser vivo .................................................................................. 94
La concepción de la tierra como recurso ............................................................................................... 94
Las corrientes económicas y la relación con la tierra ........................................................................ 95
La tierra desde el capitalismo, la separación hombre-naturaleza ...................................................... 98
La tierra como relación social, el territorio ......................................................................................... 100
Hacia el concepto de la tierra como ser vivo y el humano como parte de este ser ............................... 101
El mercado ............................................................................................................................................... 105
La red de distribución ........................................................................................................................... 105
El almacenamiento ........................................................................................................................... 105
Las vías para la distribución ............................................................................................................. 109
El lugar de encuentro ............................................................................................................................ 111
Los códigos de valoración ................................................................................................................ 111
Medios de cambio ............................................................................................................................ 114
El trabajo humano .................................................................................................................................... 117
El sentido del trabajo ............................................................................................................................ 117
La cooperación ..................................................................................................................................... 121
Desde la especialización de la economía entre escalas hacia nuevas formas de interrelación entre
especializaciones ...................................................................................................................................... 125
La separación entre la microeconomía, la mesoeconomía y la macroeconomía .................................. 125
¿De dónde viene esa separación? .................................................................................................... 128
Los procesos de especialización de la economía .............................................................................. 129
¿Cómo se han enlazado estas especializaciones? ............................................................................ 132
Hacía nuevas formas de interrelación entre especializaciones ............................................................ 134
Las finanzas.............................................................................................................................................. 138
La administración de acumulados ........................................................................................................ 138
El consumo ............................................................................................................................................... 147
La forma en que se consume ................................................................................................................ 147
Los desechos ........................................................................................................................................ 151
De la imposición de un único mundo a la construcción de múltiples mundos .......................................... 154
Sobre el crecimiento económico y el desarrollo como un concepto único de mundo ........................... 154
Sobre el crecimiento económico ....................................................................................................... 155
Sobre el desarrollo económico ......................................................................................................... 156
3
Tres elementos para la construcción de múltiples mundos ................................................................... 158
El decrecimiento o acrecimiento ...................................................................................................... 158
El Postdesarrollo.............................................................................................................................. 160
El Buen Vivir .................................................................................................................................... 162
Final del recorrido .................................................................................................................................... 164
Hacia la concepción de múltiples mundos ................................................................................................ 165
Concepción de múltiples mundos ......................................................................................................... 165
Economía ............................................................................................................................................. 166
Pensando el marxismo .......................................................................................................................... 168
Otros temas .......................................................................................................................................... 169
Bibliografía .............................................................................................................................................. 171
Anexos ..................................................................................................................................................... 181
4
Ilustraciones .......................................................................................................................................................... 1
Figura 1 El fluido intersticial y las economías ............................................................................ 52
Figura 2 Ramificaciones de las economías propias que se hacen en un segmento para
transformar componentes del fluido intersticial .......................................................................... 53
Figura 3 Recorrido del fluido intersticial ..................................................................................... 54
Figura 4 Ejemplo de relación entre las decisiones macroeconómicas, mesoeconómicas y
macroeconómicas ........................................................................................................................ 128
Figura 5 Ejemplo de relación decisiones macroeconómicas, mesoeconómicas y
macroeconómicas en interrelación ............................................................................................. 136
5
Resumen
La relación entre la economía capitalista y las economías propias se han explicado de manera
insuficiente como de: inexistencia (escuela neoclásica), coexistencia (marxista), o subsunción
(estructuralista latinoamericana). El objetivo de este trabajo es explicar esta relación. Con base en
la epistemología de reciprocidad, una metodología cualitativa de corte comunitario y el trabajo con
tres organizaciones de Bogotá que ejercen las economías propias: -ASOGRANG, Rincón Cultural
El Caracol, y Guakes del Zuke-, construí un relato que sustenta la tesis según la cual la economía
capitalista y las economías propias se relacionan a través del fluido intersticial. Este fluido pasa
por distintos segmentos en cada uno de los cuales muta en diversos componentes que nutren tanto
a la economía capitalista como a las economías propias; también este fluido recibe los
componentes que han transformado ambas economías y son devueltos a éste; a lo largo del
recorrido, en el fluido se manifiestan diferentes formas de relación: tensión, cooptación,
aceptación o marea. El relato se combina con cinco desplazamientos transdisciplinares que aportan
a construir los mundos en los que habitamos y las posibilidades que se pueden generar desde lo
cotidiano.
Palabras Clave
Economía Capitalismo Economías Propias Comunes Bogotá Organizaciones comunitarias
Transdisciplinariedad
Abstract
The relationship between the capitalist economy and the own economies (economías propias)
explained insufficiently as non-existence (neoclassical school), coexistence (Marxist), or
subsumption (Latin American structuralism). The aim of this paper is to explain this relationship.
Based on the epistemology of reciprocity, a qualitative community-based methodology and the
work with three organizations in Bogotá that exercise their own economies: -ASOGRANG, Rincón
Cultural El Caracol, and Guakes del Zuke-, I constructed a story that supports the thesis according
to which the capitalist economy and the own economies relate through interstitial fluidity. This
fluid passes through different segments in each of which it mutates into diverse components that
nourish both the capitalist economy and its own economies; this fluid also receives the components
6
that have transformed both economies and they return to this; along the way, different forms of
relationship manifest themselves in the fluid: tension, co-optation, acceptance or tide. The story
mixed with five transdisciplinary displacements that contribute to build the worlds we inhabit and
the possibilities that to generate from the everyday.
Keywords
Economy Capitalism Own Economies Commons Bogotá Comunity organizations
Transdisciplinarity
7
Sobre la relación entre la economía capitalista y las economías propias
Este trabajo inicia con mi cuestionamiento a la teoría neoclásica de la economía. El planteamiento
de la escuela neoclásica se puede resumir en que parte del supuesto según el cual la búsqueda de
beneficio individual es lo que hace que funcione la economía. El comportamiento individual de los
agentes da lugar a que haya un equilibrio en el sistema, producto de la interacción entre la oferta
de productores y la demanda de consumidores, y así se define qué, cómo y cuánto se produce,
como si fuera una “fuerza natural”. Según esta corriente, es imprescindible que los individuos se
incorporen al sistema económico (es decir, al capitalismo) bien sea, como dueños o como
empleados de una empresa, sea pública o privada. También supone que esta inserción les
garantizaría acceder al dinero que se requiere como medio de cambio y de acumulación para tener
distintos recursos para su sobrevivencia.
Mi cuestionamiento surge de la observación de que en distintos países del mundo nos encontramos
con situaciones que interpelan estos supuestos de la teoría neoclásica. Como, por ejemplo: Qué
pasa cuando no se tiene un empleo en empresas, o tampoco se es dueño de una de ellas, o,
parafraseando a Marx, qué pasa cuando no quiero hacer parte del “ejército industrial de reserva”.
La economía neoclásica comprende estas situaciones como algo ajeno al modelo, algo exógeno, lo
que técnicamente se ha llamado una externalidad. Y en el caso frecuente de relaciones económicas
basadas en la solidaridad, habría que preguntar qué pasa con esas relaciones que no están basadas
en la búsqueda del beneficio individual.
Ahora bien, estas preguntas sugieren la existencia de economías distintas a la capitalista basadas
precisamente en la solidaridad, pero también implica una relación entre estas economías; de ahí se
podrían formular otras preguntas como estas: Son realmente distintas del capitalismo esas
economías; si lo son, cuál es el tipo de relación que se establece entre el capitalismo y aquellas.
Ahora bien, la economía, en sus distintas vertientes, hoy ofrece por lo menos tres respuestas a estas
preguntas.
La economía neoclásica comprendería la solidaridad como un elemento que, en últimas, hace parte
de la búsqueda del beneficio individual; la teoría de las preferencias individuales sustenta la
solidaridad, asumiendo que el vínculo a una cooperativa persigue la maximización de un beneficio
8
individual, como demuestran en su investigación Brugnoli y Sprovera (2010), cuando muestran el
uso que ha hecho el neoliberalismo del discurso de la solidaridad para que las empresas puedan
obtener beneficios, o aumentarlos. En síntesis, para esta corriente esas otras lógicas económicas no
existen realmente en la economía; por lo tanto, no habría ninguna relación.
Desde la economía política, en la vertiente marxista, se asume que estos elementos disímiles al
capitalismo pueden ser considerados parte de otras economías, pero se entiende la relación de estas
con el capitalismo en términos de coexistencia de modos de producción. Esta afirmación de la
coexistencia la hace Marx (1977) al margen en el capítulo de la “Cooperación” de El Capital,
cuando argumenta en una nota al pie que la pequeña economía campesina y la artesanal, siendo
expresiones del feudalismo, coexisten con el capitalismo. Esta argumentación marginal es la más
explícita al respecto en la obra de Marx.
Por último, la corriente estructuralista latinoamericana, o teoría de la dependencia, ubica como
principal al capitalismo en relación con las otras economías, como, por ejemplo, las de las
comunidades indígenas. Esta corriente específicamente ha sustentado la relación entre modos de
producción como una en la cual todo se supedita al capitalismo (Furtado, 1971) o de subsunción.
De este planteamiento se deriva que las personas que sobreviven con relaciones sociales distintas
a las capitalistas, seguramente estarán supeditadas o en función del capitalismo y a este le interesa
conservar sus condiciones de existencia, es decir, mantenerlas, pero bajo su sujeción.
Contamos entonces con una teorización poco desarrollada de la relación entre el capitalismo y otras
economías, ya sea en términos: inexistencia (neoclásica), coexistencia (marxismo) o de subsunción
(estructuralismo). Estas teorizaciones son contrarias a una realidad de economías que tienen
características distintas a las del capitalismo y que durante mucho tiempo han permanecido;
economías como la solidaria, las comunitarias de los pueblos indígenas, economías que en este
trabajo se han reunido bajo el nombre de economías propias, refiriéndose a aquellas que han
llevado a cabo los sectores populares (entendidos como poblaciones campesinas, indígenas,
barriales y trabajadoras urbanas y rurales) para solucionar su sostenimiento cotidiano y que están
basadas en pactos de solidaridad, apoyo mutuo, relaciones de reciprocidad y en las cuales los
intercambios de valores de uso no necesariamente pasan por el espacio de mercado capitalista.
Estas economías se han presentado en diferentes países al menos durante los últimos dos siglos,
9
como sostiene Pablo Guerra (2014), aunque las economías de las comunidades indígenas y
afrodescendientes por mucho tiempo más.
Cabe entonces preguntarse: por qué estas economías permanecen o buscan mantenerse, pese a estar
en un ámbito en donde el capitalismo es predominante y muchas veces avasallante. También es
importante entender cómo se han mantenido con sus propias características sin convertirse en
capitalismo. No es suficiente decir que son inexistentes, como dice la economía neoclásica; que
están supeditadas como sostiene el estructuralismo latinoamericano, o que coexisten con el
capitalismo, como plantea el marxismo.
También es importante tener en cuenta el escenario de estas economías; una revisión de la literatura
especializada indica que tienden a estar asociadas a espacios rurales; esto es comprensible porque
puede que la incidencia del capitalismo sea menos avasallante o que incluso sea posible que haya
mejores condiciones para desarrollarlas, sin desconocer las tensiones que existen en esos espacios,
como sostiene Olver Quijano (2012) al plantear la constante tensión entre el capitalismo y las
economías comunitarias de los pueblos indígenas del Cauca. Pero habría que pensar más allá de lo
rural, pues estas economías también se desarrollan en espacios urbanos, en ciudades como Bogotá,
en donde, al parecer, el capitalismo es más fuerte; allí también se establecen y se mantienen este
tipo de economías como, por ejemplo, el cooperativismo; que en el caso de Colombia, en particular,
en los últimos 50 años cuando se profundizó, como lo sustentan Luz Pardo-Martínez y María
Huertas (2014)1. Surge de nuevo el interrogante: Cómo se mantienen en un espacio que al parecer
no necesariamente es propicio para su desarrollo.
Se vuelven a mostrar insuficientes los planteamientos de la economía neoclásica, el estructuralismo
latinoamericano y el marxismo para responder estas preguntas; sin embargo, se podría partir del
apunte de Marx, como una respuesta a esta cuestión, afirmando que las economías propias y la
economía capitalista coexisten en espacios urbanos como Bogotá. En ese caso, cómo se relacionan
entre sí las economías de tal forma que se mantengan sus características; es decir, además de que
existen, contrario a la tesis neoclásica; también mantienen sus características no necesariamente
por la subsunción estructuralista, entonces, cómo se da esa coexistencia.
1 Aunque Mario Arango (2002) plantea la existencia de cooperativas desde el principio del siglo XX en Colombia.
10
Esta investigación parte de la idea según la cual entre ambos tipos de economías se establece un
intersticio donde se encuentran (no sin tensiones) y negocian los términos de la relación. Siguiendo
este punto de partida, la pregunta que guía esa investigación es ¿Cómo está conformado el
intersticio y el fluido intersticial entre las economías propias y la economía capitalista en Bogotá?
Este trabajo de investigación plantea la tesis según la cual la economía capitalista y las economías
propias se relacionan a través del fluido intersticial. Este fluido pasa por distintos segmentos en
cada uno de los cuales muta en diversos componentes que nutren tanto a la economía capitalista
como a las economías propias; también este fluido recibe los componentes que han transformado
ambas economías y son devueltos a éste; a lo largo del recorrido, en el fluido se manifiestan
diferentes formas de relación: tensión, cooptación, aceptación o marea.
Para sustentar esta tesis propuse como objetivo general explicar el intersticio como lugar y el fluido
intersticial como la forma en la que se da la relación entre las economías propias y el capitalismo
en Bogotá. Objetivo que se cumple mediante el recurso narrativo del relato “El recorrido del fluido
intersticial” que comprende la mayor parte del texto. En este relato también se cumple con el
objetivo más específico: identificar los términos en los que se establece la relación entre la
economía capitalista y las economías propias en Bogotá; el segundo objetivo específico: analizar
sobre las apropiaciones territoriales que se presentan producto de esa relación; como veremos
más adelante, se cumple al explicar el paso del fluido intersticial en algunos apartes más que en
otros. En general, el relato del fluido intersticial cubre los objetivos propuestos. Adicionalmente,
como complemento para reforzar este recurso narrativo, incluí unos desplazamientos analíticos que
ofrecen otros elementos que permiten comparar las diferencias entre las economías propias y el
capitalismo y que implican el cumplimiento de un tercer objetivo: decantar los elementos que
tienen las economías propias para la creación de múltiples mundos.
Abordar este problema de investigación no se hizo desde un punto de vista positivista, que es el
predominante en economía, sino desde la localización de la epistemología feminista [Haraway
(1995), Braidotti (2009)]; en este trabajo se toman algunos referentes de la teoría feminista
producto de este doctorado, pues he venido conociéndola y me ha mostrado el feminismo como un
buen marco en el cual puedo incluir planteamientos que no tenía dónde enmarcar. En esta
localización destaco los siguientes siete elementos que me sitúan: primero, como economista
11
marxista que ha sido crítica de la economía neoclásica; segundo, que soy y he sido activista del
Movimiento por los Derechos del Pueblo, MODEP, lo que me ha formado como activista política
y social, pero también me ha dado unas relaciones con diferentes organizaciones en Bogotá y en
Colombia; tercero, que he participado de manera directa e indirecta en formas de economía
solidaria y de apoyo mutuo a lo largo de mi vida; cuarto, que soy terapeuta reiki y me he dedicado
a esta tarea desde hace 16 años, lo que me da un entendimiento sobre la energía bastante vivencial
y poco ortodoxo que incide en mi forma de pensar; quinto, mis recursos han sido medianamente
reducidos y para estudiar este doctorado he tenido que endeudarme de muchas formas solidarias y
en el sistema capitalista, a la vez que he contado con el apoyo solidario de muchas personas en este
proceso, en particular de mi familia; sexto, que vivo en Bogotá (soy rola, como les decimos a las
bogotanas en Colombia), la ciudad en la que he vivido la mayoría de mi vida (donde he ejercido
incluso mi accionar político); me interesan los diferentes procesos que se han vivido allí, y tengo
un interés en ver que se hagan posibles formas solidarias en ella; séptimo, trabajé como funcionaria
pública durante once años y como profesora universitaria tres, lo que me ha dado una experiencia
específica en el ejercicio de la economía. Todos estos elementos que me sitúan se van a ver
plasmados de diferentes formas en el contenido de la tesis, en donde he tratado de recoger los
rasgos que hacen parte de mi vida y de mi concepción de los múltiples mundos que estoy
defendiendo.
Estas condiciones particulares han implicado que mi abordaje epistemológico sea en
reconocimiento de los movimientos sociales, pero entendiendo que se deben generar relaciones de
reciprocidad para la creación de conocimiento. Reciprocidad que se manifiesta de una parte, en
entender que el conocimiento es un común (Gibson-Graham, Cameron, & Healy, 2017) o es un
producto social en el que convergen muchas manos para su existencia; por eso, en términos de
autoría se hace bastante referencia a Wikipedia, por ser una plataforma de construcción de
conocimiento de manera colectiva con unas normas y porque es una de las fuentes más consultadas;
de otra parte, identifica a las personas con las que se hace la investigación como sujetos con los
que se establecen relaciones horizontales (Corona Berkin, 2012) que no implican desconocimiento
de sus diferencias sino que las reconocen para tramitar las tensiones y así establecer vínculos y
acuerdos de reciprocidad; por último, la reciprocidad se manifiesta también en la explicación
parcial iniciando por situarme, dado que esta localización suscita una mediación, como dice
12
Haraway (1995), parcialidad relacionada con las gafas que me pongo para emprender esta
investigación, planteadas cuando me situé a partir de estos siete elementos; parcialidad relacionada
también con reconocer la diversidad de las organizaciones y su accionar.
En términos metodológicos, la investigación es cualitativa, y está basada en la investigación social
comunitaria “caracterizada por la intencionalidad consciente y expresa de crear vínculos entre lo
conocido y lo desconocido, entre la teoría y la práctica, entre el yo y los otros, entre los discursos
y la acción que transforma la realidad” (Ghiso C, 2006, pág. 351) entendiendo en cada uno de los
aspectos relacionados por Ghiso, que lo principal fue la intención de la construcción del
conocimiento conjunto en temas específicos destacando que las organizaciones trabajaron con su
agenda y yo con la mía. A su vez, hizo uso de diferentes técnicas que buscaron siempre la
participación de las personas que pertenecían a las organizaciones y que estas se quedaran con el
conocimiento en temas específicos que se iban construyendo en común a lo largo de la
investigación. Este interés en el uso de diferentes técnicas y que las voces de las personas que
participaron en la investigación fuera escuchada o leída hizo que se desarrollaran dos herramientas:
de una parte, el relato, que busca no solamente que sea leído, sino que en medio de éste se citan a
las personas que trabajan en las economías propias; de otra parte, la realización de un podcast, para
que estas personas, de su propia voz, hablaran sobre su experiencia y recomendaciones.
Otro elemento para la materialización de la epistemología de la reciprocidad se manifestó en
términos metodológicos en que tomé a las prácticas como referentes para describir las relaciones
que se establecen entre la economía capitalista y las economías propias, así, las prácticas se
convierten en una forma de descripción del funcionamiento de la economía, incluidas las
economías propias, lo que implica una aproximación a la economía con mayor complejidad. En
términos analíticos las prácticas son entendidas como la interrelación intertemporal de habilidades,
sentidos y que cuentan con aliados no humanos, que desempeñan un papel fundamental en este
abordaje; elemento analítico necesario para comprender cómo se dan las relaciones entre las
economías partiendo de la realización de las tareas cotidianas de las economías propias con las
organizaciones.
En ese enfoque epistemológico de la reciprocidad se plasmó en mi participación en los procesos
productivos de tres organizaciones: la Asociación de Granjeros de Guatiquía, ASOGRANG, que
13
trabaja en una huerta urbana en la localidad2 de Ciudad Bolívar, al suroccidente de Bogotá, y que
efectúa procesos de agroecología usando compostaje y recuperando semillas como el amaranto y
la quinua hace más de diez años. También en El Rincón Cultural El Caracol donde confluyen
diferentes procesos políticos de la localidad de Kennedy, llamada por varios grupos, organizaciones
y “parches” Techotiba3, al occidente de Bogotá; allí participé en la producción de la cerveza La
Caracola en sus variedades rubia, roja y negra, producción que ayuda al sostenimiento del espacio
y genera formas de consumo y producción diferentes a las del capitalismo. Por último, participé en
los procesos productivos de la huerta urbana sostenida por Guakes del Zuke en el barrio Moralba,
en la localidad de San Cristóbal al suroriente de la ciudad; allí apoyé tareas de cultivo y recolección
de la huerta, una parte de cuya cosecha de plantas medicinales es utilizada para la producción de
elementos de aseo personal.
Por la construcción de múltiples mundos
Este trabajo de investigación tiene una intención esperanzadora por lo que a lo largo del texto
enfatizo en la posibilidad de crear múltiples mundos. Con ese espíritu se puede afirmar que este
trabajo es importante por seis razones:
Primera, profundiza el estudio de la relación entre el capitalismo y las economías propias. Muchos
estudios previos se han centrado en el estudio de economías distintas al capitalismo, lo que ha sido
fundamental en superar lo que el colectivo de autoras J.K. Gibson-Graham (2011) llaman el
“capitalocentrismo”, como reconocimiento a otras formas de economía distintas al capitalismo. Sin
embargo, este es solamente el primer paso respecto a establecer la relación entre las economías.
Como vimos antes, las respuestas dadas desde la escuela neoclásica, que desconoce la existencia
de otras economías; la del estructuralismo, que no reconoce las potencialidades ni las dinámicas
específicas de las otras economías y la del marxismo, que es insuficiente, pues, aunque reconoce
2 De acuerdo con la Ley 1 de 1992 la ciudad de Bogotá está dividida administrativamente en localidades bajo criterios de población no inferior a 300.000 habitantes; en caso de las localidades rurales sus características fisiográficas, agrícolas, ecológicas, sociales y la condición de su recurso agrícola y pecuario; la cobertura de servicios básicos y; características sociales de los habitantes (Congreso de Colombia, 1992). En Bogotá existe esa primera división administrativa, pero también una división social reservada a los barrios, que se nombraron, de acuerdo con su conformación histórica; entonces, la localidad nos da una ubicación general y el barrio una más específica. 3 Techotiba le llaman al territorio de Kennedy algunas organizaciones en recuperación del nombre que usaban para este territorio los pueblos indígenas muiscas que habitaron antes de la llegada de los españoles.
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las otras economías no las describe suficientemente. Estudiar la relación entre el capitalismo y las
economías propias trasciende el reconocimiento de otras economías y permite establecer dinámicas
que ayudan a entender las diferentes aristas de esta relación, buscando potenciar las economías
propias, cuestión que no se ha hecho por otros estudios que solamente la han abordado de manera
tangencial.
Segunda, esta investigación doctoral sustenta de manera detallada elementos que sostienen las
economías propias y podrían potenciarlas en contextos urbanos, y nos abrirían a la construcción
de múltiples mundos. De una parte, al estudiar las dinámicas de la relación entre las economías
muestran las potencialidades y los aportes que han hecho las economías propias de manera
cotidiana y permanente en la ciudad de Bogotá; asimismo, despeja las posibilidades de que se
puedan ver formas de fortalecerla; de otra parte, al profundizar los elementos que sostienen las
economías propias en los desplazamientos, abre el marco de posibilidades más allá del capitalismo.
En ese sentido, esta investigación estudia la relación con el capitalismo, con la intención de no
seguir en el mismo sistema, porque este no protege la vida; destruye no solamente la materialidad,
sino que se basa en la destrucción espiritual y anímica de las personas, de las plantas, de los
animales, de los diferentes elementos de la naturaleza para obtener beneficios, basado en la idea de
la acumulación de dinero. Esta tesis es anticapitalista no solamente desde la oposición sino desde
la generación de posibilidades, de pensarse otros mundos, de pensar cómo construir mundos
diversos diferentes al propuesto por el capitalismo, que protejan la vida y que estén dispuestos a
construir potenciando su florecimiento en lo material, lo espiritual y lo anímico, mundos en los
cuales las economías propias pueden ser un preámbulo.
Tercera, la investigación aporta al debate de la economía como una ciencia social no exacta que
le da relevancia a las prácticas sociales. De una parte, porque cuestiona la definición misma de la
economía que ha sido sostenida por la escuela ortodoxa, la cual se basa en la búsqueda del beneficio
individual teniendo como centro al ser humano, despreciando los demás seres, considerándolos
recursos. Esta definición también se basa en la escasez y en las necesidades ilimitadas que marcan
otro elemento de su antropocentrismo, lo que no hace posible o considerable la protección de la
vida. De otra parte, como oposición creadora, se propone tomar el planteamiento de Hinkelammert
y Mora sobre la economía como “producción, y reproducción de las condiciones materiales que
15
hacen posible y sostenible la vida” (2014, p. 25) que no solamente resaltan la importancia que tiene
para la economía la reproducción de la vida, en donde las prácticas sociales de diferente tipo
materializan esta reproducción desde lo cotidiano; sino que efectivamente lo que produzcamos y
reproduzcamos sea para el disfrute de la vida. En particular este trabajo destaca que esa vida no
solamente comprende a los seres humanos, sino que somos parte de un colectivo de seres humanos,
no humanos, materiales e inmateriales.
Cuarta, relacionada con la anterior, aboga por el diálogo interdisciplinar de la economía. A lo
largo de la tesis se hace un llamado constante a salir del marco de análisis de la economía para
complementarla con otras disciplinas, a abrirse para poder entender las dinámicas económicas que
afectan los múltiples mundos; en ese sentido, de un lado, el capitalismo requiere de abordajes más
allá de la economía, pues no incide solamente sobre la vida económica sino sobre múltiples
aspectos de la vida humana y no humana; de otro lado, porque al estudiar economías distintas al
capitalismo se enriquecerá con los aportes de otras disciplinas. En los dos aspectos se ha tratado de
tener una visión interdisciplinar para ver, por ejemplo, las incidencias territoriales de las economías
haciendo uso de elementos de la geografía crítica.
Quinta, esta investigación busca la transdisciplinariedad. Dado que la colaboración con las
organizaciones permitió articular múltiples conocimientos que en muchos casos venían de la misma
episteme y en otros venían de otras epistemes; haciendo referencia al trabajo de De Carvalho y
Flórez (2014) sobre el encuentro de saberes para decolonizar el conocimiento, esa articulación, es
un intento de ampliar la perspectiva epistemológica que da lugar a entendernos entre los humanos
en nuestras diferencias de comprensión de conocimientos, pero también, entre humanos y no
humanos, buscando entender de otra forma la construcción de la vida.
La sexta razón de importancia es el uso de múltiples lenguajes, haciendo un diálogo con los
estudios culturales. El interés de este trabajo es porque sea leído, escuchado por las personas que
de manera cotidiana trabajan en las economías propias y resaltar las potencialidades que estas
tienen; en ese marco, el uso del relato para que se tuviera un lenguaje sencillo y que fuera
entendible, pero que no le quitara la posibilidad de dar una discusión teórica ha sido un esfuerzo
importante porque ese interés sea factible. También se encuentran en ese interés el uso de lo sonoro
y de las voces de sus protagonistas en el podcast, para que cuenten las formas en que estas
16
economías han hecho desde su cotidianidad, algo que es importante para sus vidas más allá de
obtener dinero, en el sentido de hacer posibles aquí y ahora otras formas de producir, consumir e
intercambiar.
El intersticio y el fluido intersticial, la construcción de la metáfora y los
conceptos
Tratando de encontrar una metáfora para poder describir ese espacio en donde se presenta la
relación entre el capitalismo y las economías propias, en algún momento pensé en un río que
permitía el correr en su cauce de las aguas de las economías. Sin embargo, con esa metáfora no era
tan claro ver las relaciones entre las economías y cómo se verían sus respectivas fuentes ni cómo
se transforman mutuamente.
De allí pensé en el mangle o manglar en donde confluyen dos tipos de aguas, la salada y la dulce,
que genera una vegetación propia; esta metáfora cumple con la llegada de dos fluidos de
características diferentes, pero esa vegetación propia que se crea no me permitía ver las diferencias
entre las economías. De alguna forma la vegetación del mangle es una síntesis, y la metáfora
necesitaba mostrar precisamente la falta de esta.
En las tutorías con la profesora Juliana Flórez surgió la palabra “intersticio” como posibilidad. Días
más tarde, en el periódico El Tiempo apareció la noticia de las conclusiones de un estudio que
describieron una nueva característica de la anatomía humana: “el intersticio como un órgano en sí
mismo y como uno de los más grandes del cuerpo [humano]” (2018). El intersticio entonces
empezó a convertirse en una metáfora que luego, en la presentación del proyecto doctoral, la
profesora María Adelaida Farah mostró con actitud de ¡Eureka! la definición que ella había
indagado para el intersticio citando también la noticia que habíamos consultado con Juliana.
En la indagación un poco más profunda sobre el intersticio encontré que, más allá de considerarlo
un órgano, en la anatomía humana es el espacio que existe entre las células y por ese espacio fluye
el líquido intersticial; según Wikipedia:
El líquido intersticial consiste en un solvente acuoso que contiene aminoácidos, azúcares, ácidos grasos, coenzimas,
hormonas, neurotransmisores, sales minerales y productos de desecho de las células (...) La composición de este
fluido depende de los intercambios entre células en el tejido y la sangre. Esto significa que el líquido intersticial
tiene diferente composición en diferentes tejidos y en diferentes partes del cuerpo (2018).
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¡Había llegado a la metáfora del intersticio y el fluido intersticial!
Diferentes autores y autoras han utilizado el concepto de intersticio para denotar el espacio en
donde se produce la confluencia de elementos de distinta composición. Sin embargo, el intersticio
ha sido usado desde diferentes disciplinas y para denotar distintas cosas. Aquí me distancio del
sentido en el que lo usa John Holloway para describir su “revolución intersticial”:
Pero no es muy probable que podamos hacer una revolución mundial de un solo golpe. Esto significa que la única
forma de concebir la revolución es como revolución intersticial, como una revolución que brota de los intersticios
del capitalismo, una revolución que ocupa espacios en el mundo mientras el capitalismo todavía existe. La pregunta
es cómo concebir estos intersticios, si pensamos en ellos como estados o de otra forma. (Holloway, 2019)
Holloway concibe los intersticios “como fisuras o grietas en el sistema de dominación capitalista”
o las rebeldías al sistema hegemónico. En ese sentido, a esos espacios o grietas considero un poco
más preciso definirlos por lo que George Caffentzis y Silvia Federici señalan como comunes
anticapitalistas que “deberían ser percibidos tanto como espacios autónomos desde donde reclamar
las prerrogativas sobre las condiciones de reproducción de la vida, así como el núcleo desde el cual
contrarrestar los procesos de cercamiento a la reproducción de la vida y de esta manera desarticular
de forma sostenida nuestra existencia del Estado y del mercado” (2015, pág. 66). Separándome de
la definición de Holloway y tomando eso que él llama intersticio como comunes anticapitalistas o
como economías propias, el intersticio en esta investigación busca ser la metáfora para ver la
interrelación entre las economías, entendiendo que el intersticio es el lugar y que el fluido
intersticial es a través del cual se da la relación, y que ambas economías mantienen sus
características.
En otra forma, la metáfora del intersticio y del fluido intersticial me acercan más a autoras como
Silvia Rivera Cusicanqui y su concepto sobre lo ch’ixi como algo que “…resuena en la imagen de
las manchas o jaspes sociales de diversa profundidad histórica entreverados agónicamente…”
(2018, pág. 16) interpretando la noción de Zavaleta sobre lo “abigarrado”. El hecho de que las
economías mantengan sus características es más cercano a lo ch´ixi pues se puede ver la relación
en medio de la diferencia.
Entonces, más cerca de esta última idea, planteo la tesis según la cual la economía capitalista y las
economías propias se relacionan a través del fluido intersticial. Este fluido pasa por distintos
segmentos en cada uno de los cuales muta en diversos componentes que nutren tanto a la economía
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capitalista como a las economías propias; también este fluido recibe los componentes que han
transformado ambas economías y son devueltos a éste; a lo largo del recorrido, en el fluido se
manifiestan diferentes formas de relación: tensión, cooptación, aceptación o marea.
En ese sentido, construyo el concepto de intersticio como ese espacio que se crea entre las
economías propias y el capitalismo. Para explicar cómo funciona el espacio de relación entre las
economías voy a usar cuatro elementos analíticos a lo largo del relato sobre el recorrido del fluido
intersticial: los segmentos y el fluido intersticial, las relaciones y los componentes.
Uso el término segmentos como los lugares en los que las economías tienen unas funciones
específicas por los que pasa el intersticio relacionándolas. Los utilizo como elementos analíticos
para abordar ciertos temas que considero importantes en el funcionamiento de la economía,
partiendo de conceptos clásicos marxistas (Marx, 1979) e introduciendo relaciones para destacarlas
en el proceso de la economía. Es así como inicio en el relato por la producción, uno de los aspectos
clásicos marxistas, para denotar el lugar donde las cosas pasan de ser ideas a convertirse en algo
material, que dan como resultado un producto. Después continúo con la relación con otros seres
para referirme a la relación con seres no humanos de la naturaleza, destacando las formas en que
esta relación se plantea desde la producción de las economías; lo destaco porque considero que es
una relación que se debe cuidar a propósito del calentamiento global como un debate vigente y
necesario. Como parte de los aspectos clásicos marxistas, sigo con el mercado (aunque Marx lo
llama cambio) tomando la función del intercambio, para ver las posibilidades de esta función que
se manifiestan desde las economías y cómo cada una las interpreta y las hace fluir; este segmento
lo divido en dos fracciones o partes para acentuar unas funciones específicas allí. Prosigo con el
trabajo, que si bien es una relación que desarrolla ampliamente Marx en El Capital (1977), no lo
desarrolla como una función específica; aquí la destaco como relación entre seres humanos en la
producción para ver aspectos importantes como el sentido y la cooperación necesarios para ver la
relación entre las economías. En el marco de las relaciones a destacar, sigo con las finanzas para
realzar las relaciones intertemporales y entre territorios que se tejen a partir de la acumulación de
dinero y de conocimientos que permiten a las economías distribuir estos acumulados. Por último,
volviendo a los temas clásicos marxistas, tomo el consumo como destino del producto creado,
resaltando la función que tiene desde las economías teniendo en cuenta su contracara: el desecho.
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Por el intersticio circula el fluido intersticial llevando componentes a cada uno de los segmentos
que son recogidos por ambas economías y que, por tanto, alimentan tanto a las economías propias
como al capitalismo. En esta conceptualización el fluido intersticial tiene tres características. Una
cualidad mutante, por cuanto cambia sus componentes en la medida que va llegando a los
segmentos; también tiene un carácter nutriente debido a que las economías se alimentan y
transforman los componentes que llegan a los segmentos; y una condición receptiva, por cuanto
algunos componentes transformados por las economías regresan al fluido intersticial para que
vuelvan a ser tomados por aquellas.
En ese sentido, el fluido intersticial es un recurso narrativo para describir cómo se manifiestan las
relaciones entre las economías propias y el capitalismo. Estas relaciones se desarrollan de manera
cotidiana, de ahí la necesidad de usar el relato, partiendo de las tres características del fluido
intersticial, cualidad mutante, carácter nutriente y condición receptiva, lo que permite expresar las
formas que allí toman las relaciones, ya sea en términos de: a) tensiones, como ya lo planteó Olver
Quijano (2012) como cuando la economía capitalista quiere pasar a sus lógicas las economías
propias y estas se resisten; b) la aceptación, por ejemplo, cuando elementos de las economías
propias funcionan en medio de la economía capitalista sin cambios ni resistencias; c) la cooptación,
como lo plantean algunos autores al hablar de la implantación del individualismo en las economías
propias, como se verá en el desplazamiento introductorio; y d) otra en la cual hay una especie de
marea en la que, por ejemplo, las economías propias aceptan algunos términos del capitalismo, se
vinculan a esas lógicas, pero, asimismo, se pueden salir de ellas cuando ya no lo necesitan.
Por último, en el relato, he llamado componentes a los elementos que toman las economías en cada
segmento para ser transformados. Con este recurso analítico quiero destacar diferentes aspectos de
cada una de las funciones o de las relaciones de la economía que van a dar unas características
especiales a cada segmento, el hecho de que sean transformados por las economías permite ver las
diferencias, pero también las relaciones que se tejen con los componentes, incluyendo que estos
son transformados por las economías y puestos de nuevo en el fluido intersticial en donde aquellas
los vuelven a tomar o se establecen distintos tipos de relación. Los componentes son los que van a
recibir una mayor transformación.
20
Estos planteamientos fueron desarrollados a lo largo del trabajo apelando al recurso narrativo del
relato en El recorrido del fluido intersticial. Este constituye el hilo narrativo a partir del cual se
describen las relaciones entre las economías mostrando tanto las diferencias como las relaciones.
Ahora bien, alrededor de este relato se despliegan varios desplazamientos analíticos que permiten
entender más profundamente las economías propias. A continuación, se describen estos
desplazamientos.
El primer desplazamiento consiste en una introducción para entender las dinámicas del fluido
intersticial. Este capítulo introductorio titulado Del “capitalocentrismo” a la diversidad
económica, parte de la concepción centrada en el capitalismo de la economía para dejarla atrás y
entender la diversidad económica y dentro de ella las economías propias. Es introductorio porque
reconoce y define las economías propias que son unas de las protagonistas del relato que luego
continúa, y que, junto con la economía capitalista, van a recoger componentes del fluido intersticial
para ser transformados como se describe en el relato.
A lo largo del relato se combinan otros cuatro desplazamientos analíticos, los cuales explicitan las
propuestas que llevan consigo las economías propias de ir hacia la construcción de múltiples
mundos. Es así como decantan en un blanco y negro más explícito diferentes elementos que
constituyen la comparación de las economías, pero yendo más allá de la disciplina económica.
Estos desplazamientos tienen lugares específicos para expresar elementos teóricos claves de la
economía y se ubicaron para generar resonancias con los segmentos por los que va pasando el
fluido intersticial, como se va describiendo en el relato. Y así como en otro tipo de libros teóricos
hay unos apartes que generalmente exponen experiencias relacionadas con el contenido teórico,
este texto usa estos apartes, pero para profundizar las discusiones teóricas.
En ese sentido, después de describir el paso del fluido intersticial por el segmento de la producción,
se encuentra el desplazamiento De la planeación al diseño mediante acuerdos: la caótica belleza,
que hace un desplazamiento sobre la forma en que se ha hecho la planeación no solamente de la
producción, sino de múltiples aspectos de la vida cotidiana y social en el marco del capitalismo y
se deja atrás, abriendo paso a la caótica belleza, como he llamado el diseño mediante acuerdos en
reconocimiento de que las formas en que vivimos deben construirse en acuerdos y en donde tengan
21
cabida los humanos y los no humanos. Se incluye después del segmento de la producción para
generar resonancia con los elementos abordados de la toma de decisiones para la producción.
Después de dar cuenta del paso del fluido intersticial por el segmento de la relación con otros seres
ubiqué el desplazamiento De la tierra como recurso a la tierra como ser vivo. A propósito de las
relaciones que se establecen con la tierra y los seres no humanos, principalmente en la producción,
se discute la forma como el capitalismo y diferentes corrientes económicas han venido definiendo
las relaciones con la naturaleza, con lo que se hace una propuesta al partir de verla como ser vivo
y establecer unos criterios a tener en cuenta para construir esta relación bajo esta nueva concepción.
Luego de que el relato narrara el paso del fluido intersticial por los segmentos del mercado y el
trabajo se incluye el desplazamiento Desde la especialización de la economía entre escalas hacia
nuevas formas de interrelación entre especializaciones. Este desplazamiento permite plantear la
discusión con la economía y sus especializaciones, que tiene relación con los segmentos del
mercado y el trabajo, porque a veces no se asumen como relaciones sociales sino como conceptos
abstractos que no se pueden ver como elementos que afectan las especializaciones de la economía,
es decir, lo microeconómico, lo macroeconómico y lo mesoeconómico. Este desplazamiento
traspasa las especializaciones de la economía para plantear escenarios de construcción de
conocimientos pensando en la diversidad económica y las economías propias como parte de esta
diversidad y en las formas de relación, muy a tono con la definición del fluido intersticial;
asimismo, las relaciones entre especializaciones contemplando elementos de complejidad,
dialéctica y transdisciplinariedad.
Por último, la inclusión del desplazamiento Desde la imposición de un único mundo hacia la
construcción de múltiples mundos después del relato del tránsito del fluido intersticial por los
segmentos de Las finanzas y El Consumo, y antes de las palabras finales de terminación del
recorrido del fluido intersticial. Este último desplazamiento se hace para reflexionar sobre la
pretensión que ha tenido el capitalismo de imponer un único mundo y la necesidad de construir
nuevos mundos sugiriendo partir de las propuestas del decrecimiento, el Postdesarrollo y el Buen
Vivir. Desplazamiento que da lugar a la reflexión más allá de la economía, aunque relacionado con
ella, sobre las posibilidades de la creación de múltiples mundos buscando trascender las
concepciones de desarrollo y crecimiento económico.
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Para finalizar, superando el relato y los desplazamientos, se hacen dos cierres, de una parte, el final
del relato para terminar el recorrido del fluido intersticial destacando elementos de las economías
propias y la comparación de las economías buscando resaltar cómo esa relación es de dos vías,
enalteciendo las potencialidades de las economías propias como posibilidades. De otra parte, se
concluye el trabajo de investigación con cuestiones que están por investigar, profundizar, a las que
se abre camino con nuevas preguntas y disertaciones, cosas que aún están por escribir o por conocer
las disertaciones ya escritas para seguir pensando en múltiples mundos.
La invitación de “El recorrido del fluido intersticial” es a entender la relación entre la economía
capitalista y las economías propias, principalmente, pero también a reflexionar sobre algunos
elementos que puedan aportar a construir los mundos en los que habitamos y las posibilidades que
se pueden generar desde lo cotidiano. En otras palabras, sobre nuestro papel en la transformación
social con diferentes propuestas.
Siempre quise que el texto tuviera un tono esperanzador y que reivindicara la vida; creo que lo
logro y es lo que se mantiene, cuestión que ha sido muy gratificante para mí.
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Sobre la reciprocidad en la construcción del conocimiento, las
prácticas y las técnicas
El interés de esta investigación en que el conocimiento se construya de manera colectiva, dio lugar
a dos reflexiones: de una parte, una discusión epistemológica sobre la creación del conocimiento
que reconociera a las personas y procesos organizativos que aportaron en la investigación como
sujetos activos, buscando sacarle el cuerpo al extractivismo; y, de otra parte, entender el
conocimiento como algo que no es totalmente aséptico sino que parcialmente sucio; como dirían
Juliana Flórez y Carolina Olarte (Inédito) se produce conocimiento “desde lo turbio”, pues para
conocer hay que ensuciarse4.
En ese marco, este capítulo trata sobre la metodología utilizada, iniciando por lo que denomino el
enfoque epistemológico de la reciprocidad, entendido como una forma de construcción colectiva
del conocimiento que tiene tensiones y dificultades. Este enfoque es explicado teniendo en cuenta
tres elementos: primero, que el conocimiento es una creación colectiva, o en palabras de Gibson-
Graham, Cameron, & Healy (2017) es un común en el sentido de que no se puede crear
conocimiento si no hay una colaboración o el aporte de muchas manos para que se haga viable;
segundo, la posibilidad de establecer relaciones horizontales entre la investigadora y las personas
que participan en la investigación, basado en el criterio de Corona Berkin (2012) que plantea que
esta relación no se establece sin tensiones ni contradicciones, sino en reconocimiento de las
mismas; y tercero, la explicación parcial como un referente para destacar la diversidad de las
economías y la mediación que hago de manera permanente como investigadora.
Después de la explicación del enfoque epistemológico realizo una reflexión sobre las prácticas
como referentes para describir las relaciones que se establecen entre la economía capitalista y las
economías propias. En ese sentido, las prácticas se convierten en una forma de descripción del
funcionamiento de la economía, incluidas las economías propias, lo que implica una aproximación
a la economía con mayor complejidad. También, en términos analíticos las prácticas son entendidas
4 Muchos de los elementos que se plantean en este capítulo se trabajaron para un libro que está en prensa, del Instituto Pensar, titulado Investigar a la intemperie. Reflexiones de método en ciencias sociales desde el oficio, en particular, el capítulo De los modelos econométricos a las prácticas económicas. Desplazamiento metodológico para el estudio de las economías propias de mi autoría.
24
como la interrelación intertemporal de habilidades, sentidos y que cuentan con aliados no humanos,
que desempeñan un papel fundamental en este abordaje; porque para poder comprender cómo se
dan las relaciones entre las economías fue necesario que realizara las tareas cotidianas de las
economías propias con las organizaciones.
También, en el último aparte de este capítulo metodológico titulado La reciprocidad en métodos y
técnicas se expone el carácter cualitativo de la investigación así como que está basada en la
investigación social comunitaria “caracterizada por la intencionalidad consciente y expresa de crear
vínculos entre lo conocido y lo desconocido, entre la teoría y la práctica, entre el yo y los otros,
entre los discursos y la acción que transforma la realidad” (Ghiso C, 2006, pág. 351) entendiendo
en cada uno de los aspectos relacionados por Ghiso, que lo principal fue la intención de la
construcción del conocimiento conjunto en temas específicos, vale la pena destacar que las
organizaciones trabajaron con su agenda y yo con la mía. Al finalizar este aparte se hace el recuento
del proceso de investigación, junto con las técnicas utilizadas que buscaron materializar el enfoque
epistemológico de la reciprocidad con la participación de las personas que pertenecían a las
organizaciones y que estas se quedaran con el conocimiento en temas específicos que se iban
construyendo en común a lo largo de la investigación.
La reciprocidad en la construcción colectiva del conocimiento
Esta investigación está cargada de una preocupación por la reciprocidad. Si bien, la reciprocidad
ha sido una de las discusiones puestas sobre la mesa por las economías distintas al capitalismo (al
llamar la atención por formas de intercambio que no están transadas por intercambio de dinero), en
este texto está planteada desde el intercambio para la construcción del conocimiento. La
reciprocidad reconoce nuestra interdependencia con los distintos seres con los que nos
relacionamos y, en ese sentido, establece caminos para que haya intercambios justos, adecuados y
respetuosos en correspondencia con la diversidad y lo colectivo.
Pensada en la creación colectiva del conocimiento, la reciprocidad toma elementos de diferentes
posturas epistemológicas que comparten la misma preocupación: tratar de evitar el extractivismo.
En el caso de esta investigación se toman tres elementos: de una parte, resaltar el carácter relacional
del conocimiento, o definirlo como una creación colectiva o común (Gibson-Graham, Cameron, &
Healy, 2017). De otra, establecer la relación horizontal en el sentido de lo expuesto por Sarah
25
Corona Berkin (2012) entre las personas que participan en la investigación. Por último, entender
la explicación parcial como lo sustenta Donna Haraway (1995) como punto crucial en la
comprensión de la diversidad de las economías y la mediación que hago como investigadora;
elementos que se explican a continuación.
Conocimiento como creación colectiva
De alguna forma hacer un doctorado tiene como premisa que el conocimiento solamente es
elaborado por una persona, por eso el título se lo otorgan a la persona, algo a lo que aspiro. Pero,
plantear que el conocimiento construido por la estudiante de doctorado fue únicamente por ella, es
desconocer todo lo que otras personas han venido aportando a la construcción de ese conocimiento.
Es así como entiendo que no puedo construir conocimiento sin que otras personas participen en el
proceso; es decir, parto del carácter relacional del conocimiento. Por ejemplo, el documento que
elaboré para presentar el proyecto no habría sido posible sin que otras personas hubieran escrito
sus libros o artículos, o sin que los libros tuvieran detrás un equipo técnico que hizo posible su
publicación. Cada elemento que aporta a la construcción de este documento ha sido producto de
muchas manos que han contribuido a que se haga posible. Comparto la noción de Gibson-Graham,
Cameron, & Healy (2017) que definen el conocimiento como un común existente del que se parte
para producir nuevas creaciones.
La preocupación por la construcción de conocimiento conjunto se ha hecho tan importante en esta
investigación, que en el desarrollo de algunas de sus técnicas, las organizaciones se han quedado
con la reflexión sobre la construcción de sus redes territoriales o con la posibilidad de visibilizar
elementos de la relación que tienen con la tierra o con los procesos que diariamente sostienen.
La construcción colectiva del conocimiento está inmersa en la reciprocidad. Esto es, la reciprocidad
se manifiesta en la entrega permanente de conocimiento de mi parte y de parte de las
organizaciones, de intercambios de trabajo y confianzas que van tejiendo esa reciprocidad para que
se mantenga y el proceso no quede solamente en la entrega del documento de investigación a las
organizaciones, sino que se puedan tejer con ellas relaciones a más largo alcance.
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Para resumir, en esta investigación hay un espíritu de solidaridad acorde al que han construido las
economías propias, en donde las personas u organizaciones participantes intercambian
conocimientos para generar uno nuevo.
Sobre la relación horizontal
La investigación también partió de la premisa de que se puede establecer una relación horizontal
entre la investigadora y las personas-organizaciones investigadas. Pero esta relación horizontal
tiene dos características: de una parte, no borra las diferencias que existen; y, de otra, asume las
tensiones existentes y las tramita.
La relación horizontal se construye a partir de entender que somos diferentes, que tanto la persona
que investiga como la investigada son distintas. En ese sentido, no se borran las diferencias, sino
que se parte de ellas para entendernos y entender. En este caso, cómo es la relación del capitalismo
con las economías propias; es allí donde es valioso el planteamiento de Haraway de “ver junto al
otro sin pretender ser el otro”; es decir, reconocernos en nuestras diferencias, sin intentar ser otro;
en mi caso, sin intentar ser una participante más de la organización, aunque sí trabajar con ellos y
ellas para poder ejercer las prácticas. En ese trabajo conjunto se establecieron diálogos con las
personas de las organizaciones, creando relaciones horizontales que parten de su condición distinta,
sin borrar la desigualdad, pero con igualdad discursiva, lo que implica que es más frecuente el
conflicto que el acuerdo (Corona Berkin, 2012). Para establecer la relación horizontal fue
importante haberme presentado como parte del MODEP en una feria llamada de “otra economía”
que ayudé a organizar y que luego sirvió de contacto para iniciar la investigación.
Sin embargo, las diferencias se manifestaron en cuestiones que no siempre fueron fáciles de llevar;
a veces, me sentí incómoda con algunas actitudes hacia mí y también veía que la gente se sentía
incómoda conmigo; creo que esta incomodidad hace parte del trabajo de investigación; a veces, al
ponerme en la posición de aprendiz o en la posición de profesora, intercambiar los papeles de
acuerdo con la actividad, pero también cuando ya conocía lo que había que hacer, me pude sentir
al mismo nivel en la horizontalidad, por ejemplo, cuando me decían: “sumercé ya sabe cómo es”.
Asumir las tensiones existentes tiene que ver con las incomodidades asociadas a las diferencias;
por ejemplo, el tema del patriarcado es un tema difícil que hay que enfrentar en momentos
concretos. Sin embargo, hay que entender hasta dónde una investigadora puede incidir en el cambio
27
de prácticas patriarcales de una organización; cuando no es un tema de su interés, esa puede ser
una incomodidad que no se puede abordar. También con las ideas que tenía como investigadora de
las organizaciones y al hecho de enfrentarlas a la condición concreta de investigar, en particular
me refiero a la idealización que a veces se tiene de las organizaciones, pues no son de la forma que
uno piensa inicialmente, como las tensiones que puede haber entre sus participantes como
organizaciones sociales, o cuando no se esperan unas cosas y pasan; por ejemplo, recibir el
almuerzo como parte del trabajo realizado, lo que implicó para mí entender que es una forma
también de compartir y de aprender.
Esta relación horizontal se manifestó también en mi insistencia de escribir un relato y diseñar un
podcast que diera cuenta de la metáfora del intersticio y el fluido intersticial entre el capitalismo y
las economías propias. Pues el relato y el podcast debían ser instrumentos para entender esa
relación que fuera comprensible para las personas que trabajan en las economías propias; ambos
los asumí en la investigación como productos para responder en reciprocidad por haberme
permitido compartir el trabajo y la experiencia de los procesos organizativos.
La explicación parcial
La explicación parcial ha sido pertinente en este trabajo por dos elementos clave: de una parte,
entender la diversidad que tienen las economías; y, de otra, entender la propia mediación que hago
como investigadora en este proceso.
Respecto a la diversidad, la explicación parcial implica entender que cada uno de los procesos de
las economías propias tiene diferencias que suscitan diferentes apreciaciones sobre su accionar
cotidiano. En ese sentido, si bien todas las organizaciones con las que se hizo la investigación
desarrollaban economías propias, su conformación, sus intereses, sus principios éticos, eran
diversos; cada organización tenía una historia distinta, trabajaba en territorios distintos, incluso
partía de criterios políticos distintos. Estas condiciones les dan una parcialidad respecto a sus
propios aprendizajes, incluso respecto a sus propias proyecciones que da lugar al enriquecimiento
del conocimiento, teniendo como punto de inicio esa diversidad. Esta diversidad impide hacer
algunas generalizaciones, lo que da lugar a ver aristas de las mismas economías, o dimensiones, o
la combinación de diferentes elementos que conforman estas economías, sin necesidad de ser
generalizadas.
28
En lo que concierne a mi propia mediación –con mediación me refiero a lo que plantea Haraway
cuando dice: “No existen fotografías no mediadas ni cámaras oscuras pasivas en las versiones
científicas de cuerpos y máquinas, sino solamente posibilidades visuales altamente específicas,
cada una de ellas con una manera parcial, activa y maravillosamente detallada de mundos que se
organizan” (1995, p. 327)–, además de mi interés particular en el estudio y apoyo a las economías
propias, mi mediación pasa por ver aspectos económicos en temas que otras personas no lo habrían
visto; por ejemplo, tareas de reproducción de la vida que se hacen en lo cotidiano que, muchas
veces, no se contemplan en los estudios de prácticas económicas. Aunque el interés por lo cotidiano
puede ser muy propio de las feministas, no para todas lo tiene la importancia que sí ha tenido para
mí la relación con la tierra y el sentido que se le da a este trabajo que han rescatado este tipo de
economías. Por la importancia que revestía para mí, varios de estos elementos fueron la base de lo
que constituyen los segmentos en el recorrido del fluido intersticial, también entendiendo que el
texto puede ser enriquecido con elementos derivados de otras explicaciones parciales.
La reciprocidad reconoce la explicación parcial, entendida desde los dos aspectos (la diversidad de
los procesos de economías propias y mi propia mediación), por cuanto esta parcialidad es la que
pone de manifiesto que el conocimiento generado no es totalmente objetivo ni generalizado, sino
que es parcial y está mediado por mis propios conocimientos, visiones, prevenciones y afectos. Por
eso, la reciprocidad –como acto de intercambio– enriquece el conocimiento a partir de la
parcialidad.
Las premisas epistemológicas de creación colectiva, relación horizontal y la explicación parcial
generaron el ambiente propicio para poder abordar el intersticio y el fluido intersticial desde las
prácticas como formas de descripción de la dinámica cotidiana que se presenta entre las economías.
En el siguiente aparte se describe el papel que cumplen las prácticas en este trabajo.
Sobre las prácticas como referente descriptivo
La intención de que la epistemología de la reciprocidad no quedara en palabras vacías hizo que las
prácticas se convirtieran en un elemento metodológico fundamental de este trabajo. En ese sentido,
establezco la definición de las prácticas a partir de la interrelación espacio-temporal de tres
elementos, de los cuales los dos primeros son inspirados en Ariztía; estos son: las habilidades que
implican la forma como se hacen las cosas y como se relacionan las personas con las herramientas
29
e infraestructuras; y el sentido que “hace referencia al conjunto amplio de aspectos teleo-afectivos,
valoraciones y repertorios culturales sobre el cual se establece el significado y necesidad de una
práctica para quienes las ejecutan…” (Ariztía, 2017, pág. 225). Y finalmente inspirado en los
estudios de la ciencia, los aliados, para destacar la relación entre humanos y no humanos orgánicos
en el desarrollo de distintas actividades productivas en las economías, como menciono en otro texto
sobre el desplazamiento de los modelos econométricos a las prácticas (Inédito).
En el proceso de investigación, las prácticas permitieron abordar tres cuestiones importantes:
primera, el acercamiento a las economías propias; segunda, que se plasmara en los hechos la
epistemología de la reciprocidad; y tercera, el intento de adoptar otras formas de teorización de la
economía.
Con relación a la primera cuestión, la definición de las prácticas abarcando los tres elementos (las
habilidades, el sentido y los aliados), nos permite entender la porosidad de las formas de hacer que
tienen las economías propias y, a su vez, las características del fluido intersticial como forma de
relacionamiento entre estas economías y el capitalismo. Una vía para abordar el estudio de las
economías propias es por medio de los datos de producción que se generan anualmente, pero eso
sería establecer bajo un criterio capitalista de productividad el análisis sobre este tipo de economías,
lo que no permite entender sus propias lógicas y planteamientos disruptivos o distintivos del
capitalismo. Entender las otras lógicas sobre las que se mueven las economías propias requiere de
otros elementos para su análisis; es ahí donde las prácticas, pueden desempeñar un papel importante
para que sean observadas en detalle, porque estas economías se basan en el trabajo cotidiano en
donde las particularidades son claves en el discernimiento de sus características representativas.
Entender las prácticas de las economías propias es, entonces, el medio descriptivo para estudiar el
fluido intersticial como forma de relación de las economías propias con el capitalismo. Al analizar
las prácticas de las economías propias se pueden observar otro tipo de elementos que, aunque
existen también en la economía capitalista, se ocultan en las formas en que se han estudiado, es el
caso de los datos que se han mostrado como lo principal pero que ocultan otros aspectos que hacen
del capitalismo ese monstruo de destrucción. Por ejemplo, si se estudiara el trabajo desde métodos
de la economía capitalista, distintos a las prácticas, posiblemente uno de los elementos
fundamentales sería la comparación de la productividad del trabajo en la economía capitalista y en
30
las economías propias, lo que puede dar lugar a concluir que el capitalismo es más productivo;
ahora bien, cuando se aborda desde las prácticas, como aparece más adelante en el relato, un
elemento de comparación es el sentido del trabajo en el cual se pueden comparar el significado que
ofrece cada una de las economías en este aspecto, que son opuestos, pero además, las prácticas
permiten observar cómo ese sentido al ser transformado por las economías propias es dejado en el
fluido intersticial y, luego tomado por la economía capitalista para volverlo a transformar. Cuestión
que no dejan ver los datos de la productividad del trabajo.
Respecto a la segunda cuestión, el acercamiento a partir de las prácticas, implicó, como se decía
antes, que la epistemología fuera plasmada en acciones. En ese sentido, para mí como
investigadora, ejercer las prácticas o maneras de hacer permitió acercarme a las organizaciones,
aprovechando que se producía algo con ellas y también mi trabajo voluntario aportaba a la
producción, es decir, la reciprocidad se plasmaba desde el hacer.
Además, el proceso de investigación no fue un ejercicio de observación apartado, con un nivel de
lejanía, con la intención de ser aséptico respecto a la producción del conocimiento. Por el contrario,
es un ejercicio, como lo menciono en el texto antes citado (Inédito) de embarrarse, ensuciarse,
quemarse, untarse; de aprender haciendo para poder entender las prácticas en sí mismas. Lo que
fue muy importante, no solamente para el ejercicio de investigación, sino para poder generar
confianzas, porque muchas de esas confianzas se tejen en la acción colectiva.
En concordancia con la tercera cuestión, las prácticas también permitieron otras formas de
teorización de la economía con mayor complejidad. En el trabajo antes citado (Inédito) hago un
desplazamiento desde los modelos econométricos hacia las prácticas porque considero que
entender la complejidad de la diversidad económica requiere entender otras dinámicas y otras
aristas de la economía en su conjunto; salir del marco de análisis que han impuesto los modelos
econométricos, que con limitaciones permiten dar cuenta de la economía capitalista, pero que
generan mayores dificultades para entender otras economías distintas a esta.
Las prácticas dan lugar a esa teorización con un trabajo más dispendioso, lento, pues hay que
detenerse a observar o a ejercerlas para entender la complejidad de las prácticas económicas en el
sentido de economía para la vida de Hinkelammert y Mora (2014); esto es, entendiendo todos los
procesos que permiten la reproducción de la vida, lo que incluye ver en detalle las prácticas de
31
producción, distribución, consumo y de acumulación pensada para el futuro, procesos que crean y
recrean la vida desde lo cotidiano, más allá de lo que habitualmente se ocupa la economía ortodoxa,
que es la producción para el intercambio.
En resumen, las prácticas aportan una aproximación a la economía con mayor complejidad, aportan
en la aplicación de la epistemología de la reciprocidad y permiten otras formas de teorización de
la economía más complejas.
La reciprocidad en métodos y técnicas
Al abordar las prácticas y ser coherente con el enfoque epistemológico asumido, la investigación
toma un carácter cualitativo en el sentido de lo que Denzin y Lincoln (2012) quienes la plantean
como una actividad situada que implica un enfoque interpretativo y naturalista del mundo; así,
como investigadora, estudié las economías propias en sus escenarios tratando de interpretar la
relación que se teje entre las economías usando el fluido intersticial para explicar esa relación. La
investigación sobre las economías propias en sus prácticas, pone el acento en ellas, pero permite
ver más claramente las relaciones con el capitalismo en medio de sus dinámicas.
Esta investigación se puede enmarcar en la definición de Alfredo Ghiso de la investigación social
comunitaria como aquella “caracterizada por la intencionalidad consciente y expresa de crear
vínculos entre lo conocido y lo desconocido, entre la teoría y la práctica, entre el yo y los otros,
entre los discursos y la acción que transforma la realidad” (2006, pág. 351). En el sentido de que
hay una intencionalidad de trabajar con las organizaciones para desarrollar conocimiento conjunto
partiendo de los conocimientos previos y de lo que está por conocerse; la necesidad de entender en
la teoría y la práctica a través del trabajo en las organizaciones; apuntar a generar vínculos con las
organizaciones a través de la realización de tareas conjuntas características de las economías
propias; y observar la relación entre los discursos y las acciones transformadoras de las
organizaciones.
Al abordar la relaciones entre las economías propias y el capitalismo mediante la metáfora del
fluido intersticial, este documento de tesis tiene un alcance descriptivo en la medida que describe
los detalles de las economías, y explicativo como dirían Hernández, Fernández y Baptista (2010)
porque explica las dinámicas de la relación entre las economías.
32
El recuento del proceso de investigación: las fases y las técnicas
La aplicación de la investigación cualitativa, su enfoque de investigación social comunitaria y su
alcance explicativo y descriptivo, requirió la aplicación de diferentes técnicas en tres fases:
familiarización, profundización del estudio del intersticio; y escritura del documento final del
relato Recorrido del fluido intersticial.
Las técnicas que utilicé variaron de acuerdo con la fase abordada buscando estar acordes con la
epistemología de la reciprocidad. Además aportaron a enriquecer transdisciplinarmente mi
formación en economía, al dar cuenta de las prácticas desde el ejercicio de las economías propias
por las organizaciones.
La familiarización. Es la fase desarrollada desde que tomé la decisión de hacer la investigación
hasta junio de 2018 (2016-2018), la cual tuvo dos pasos:
El primer paso consistió en mi reconocimiento como economista de la existencia de las
economías propias:
Inicio la investigación con el entendimiento de que las economías solidarias y cooperativas
estaban cooptadas en su totalidad por el neoliberalismo, creía que era necesario el
individualismo para poder realizar actividades económicas; en general, pensaba en que la
relación costo beneficio era la forma de ejercicio de la economía, un panorama
desesperanzador, muy permeada desde la economía ortodoxa, a pesar de mis conocimientos de
marxismo. Ese entendimiento cambia con cuatro saltos cualitativos:
El primer salto, cuando observé que había procesos económicos que no se ajustaban a mi marco
de referencia inicial, como algo lejano, pero que existían y quería entender cómo funcionaban.
El segundo, cuando visité una feria de economía alternativa organizada por la Coalición de
Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia, COMOSOC, en abril de 2016. Visita
que, por medio de lo denominado por Amezcua (2000) observación participante, me mostró
que los procesos que quería investigar existían en Colombia; allí, como dirían Hernández,
Fernández y Baptista (2010), al tomar las notas de campo, sobre la observación de la
conformación de las organizaciones participantes, surgió el interés en trabajar en procesos
colectivos, no individuales, como una primera síntesis.
33
El tercer salto se presenta con la lectura del libro Economías alternativas. Utopías, desencantos
y procesos emergentes (Reygadas, Pozzio, Gracia, López Santillán, & Ramos Maza, 2014) que
describe economías alternativas en México. Esta lectura me permitió abrir la mente a las
posibilidades respecto a estas economías, entenderlas como muchas, o “las economías”. Este
salto marca el inicio de la consulta bibliográfica del proceso de investigación.
El cuarto y último salto con el que cambio mi visión de la economía, fue por medio de mi
tutora, la profesora Juliana Flórez Flórez. Ella me presentó el libro del colectivo de escritoras
J.K. Gibson-Graham, Una política poscapitalista (2011) que me permitió entender el concepto
de diversidad económica y ver de otra manera la economía social y solidaria como parte de las
economías comunitarias.
El segundo paso, de la familiarización, consistió en que las organizaciones me reconocieran,
es decir, que se familiarizaran conmigo. Hubo varios eventos en Bogotá para dar este paso.
Primero la visita a la feria en abril de 2016, ya mencionada, utilizando como técnica clave lo
que Avellaneda (2009) describe como conversaciones informales; en medio del evento conocí
procesos individuales y colectivos de diferentes partes del país. El segundo evento fue un
encuentro para compartir experiencias de “economía propia” al que asistí y establecí contacto
con algunas organizaciones de Bogotá; después de dicho encuentro fijé una cita para entrevistar
a uno de los organizadores, Rafael Enciso, lo que dio lugar al tercer evento clave para la
familiarización: Rafael estaba organizando una feria de otra economía con tres organizaciones
que habían asistido al encuentro: COMOSOC; Movimiento por la Defensa de los Derechos del
Pueblo, MODEP, y Rincón Cultural El Caracol (que había conocido en el encuentro de
octubre); Rafael representaba a la federación sindical Únete; al saber de mi investigación, me
invitaron a colaborar en la organización de la feria, lo cual hice. Finalmente, la feria se llevó a
cabo en diciembre de 2017. Estos tres eventos permitieron darme a conocer con las
organizaciones que participaron en la feria y lograr un nivel de familiaridad, cuestión que dio
lugar a que yo tuviera una muestra representativa y que las organizaciones estuviesen más
dispuestas a compartir información y a construir conocimiento conmigo.
Esta primera fase de familiarización deja como resultado la escritura del anteproyecto y el
proyecto de investigación que implica la definición del problema a investigar, la justificación,
34
los objetivos y las metodologías a utilizar, como elementos centrales. Delimitación que fue
posible gracias a la emergencia de categorías derivadas de notas de campo registradas en audio
y escritura. Terminado este proceso, les propuse a las organizaciones que me son familiares,
que habían compartido en la feria de diciembre de 2017 y que eran colectivos que trabajaban
en común, que me recibieran como voluntaria. El trabajo se realizó con aquellas organizaciones
que me permitieron trabajar con ellas; en general podían decirme que no y en ese caso debía
buscar otra organización que me recibiera, era muy importante recibir la aprobación de las
organizaciones; con ese fin en algunos casos fue necesario pasar una carta o dar conversaciones
profundas sobre mi interés y establecer los criterios de trabajo. Las organizaciones con las que
llegamos al acuerdo de trabajar fueron las siguientes:
Asociación de Granjeros de Guatiquía, ASOGRANG. Como menciona Vanessa Corzo
(2018), es una asociación de agricultores y agricultoras de carácter urbano que inicia sus labores
de cultivo de distintos alimentos y plantas medicinales en 2007, en un espacio público de
4000m2 en el barrio Guatiquía de la localidad Ciudad Bolívar.
En ASOGRANG realizan agroecología urbana utilizando diferentes técnicas como el uso de
agroinsumos orgánicos, tanto para repeler plagas como para mejorar la producción, o el uso de
compostaje producto de la recolección de residuos sólidos que aportan los vecinos y vecinas
del barrio cercano a la huerta; además, comercializan los productos cosechados por medio de
mercados de comercio justo, saliendo a la plaza de mercado del barrio, o la gente vecina se
acerca a la huerta para comprar.
También elaboran algunos productos con un nivel de procesamiento como la famosa “chicha
de quinua y amaranto”, entre otros; dichos productos son comercializados principalmente en
ferias de comercio justo o con gente conocida. Mucha de la producción que sale de la huerta es
usada para el autosostenimiento de la misma.
Rincón Cultural El Caracol y La Caracola. Es un espacio de confluencia juvenil que inició
su proceso de trabajo hacía el año 2012. Para el 2018 contaba con un espacio cultural en una
casa del barrio Periodistas en la localidad de Kennedy (denominada hoy por diferentes grupos
Techotiba), en donde confluyen distintos grupos de jóvenes de diferentes tendencias políticas:
feministas, comunistas, anarquistas, autonomistas, entre otros.
35
La necesidad de sostener la casa cultural como espacio de confluencia, así como el interés de
no necesariamente trabajar en la dinámica capitalista, hizo surgir una propuesta productiva.
Aproximadamente desde 2016, después de transitar por otras experiencias de producción
fallidas, esta organización produce una cerveza artesanal llamada “La Caracola” en tres
variedades: rubia, negra y roja.
Además del proceso de producción cervecero en donde hay unas personas responsables, se
realizan otras actividades en las que participan más personas que colaboran en El Caracol de
diferentes formas, como diseñar la imagen de la cerveza, poner las etiquetas, crear la imagen
publicitaria para redes sociales o transportarla a diferentes lugares de la ciudad en donde se
vende. La venta se hace por el “voz a voz” y en algunos locales de otras organizaciones o de
pequeños propietarios ubicados principalmente de la localidad de Teusaquillo. Los ingresos
derivados de la venta de la cerveza artesanal son suficientes para volver a producir y pagar una
parte del arriendo de la casa.
Algunos grupos que comparten el centro cultural sostienen un espacio en el que también se
secan plantas para ser utilizadas como insumo de productos medicinales como cremas y aceites.
Guakes del Zuke - Misterios Naturales. Es una organización comunitaria en el barrio Moralba
de la localidad San Cristóbal que ha venido trabajando desde 2016 en diferentes actividades en
la montaña, a más de 3000 metros de altura y llamada El Zuque, como un cacique muisca que
habitaba el lugar antes de la Conquista.
Tienen un particular interés en realizar procesos de concientización sobre la memoria de los
pueblos indígenas que anteriormente habitaban la montaña del Zuque y sus alrededores. Con
ese fin, llevan a cabo ciertas prácticas, como el círculo de la palabra o los recorridos por las
montañas. En ese sentido, también tienen prácticas rituales en el cultivo o en las caminatas que
evocan elementos espirituales que van de la mano con la educación ambiental que también
realizan.
Respecto a las actividades de producción, sostienen una huerta comunitaria cerca del Colegio
Moralba en un espacio público, en la cual se cultiva teniendo en cuenta las prácticas que han
36
recuperado como producción muisca, es el caso de los surcos con formas geométricas distintas
a las líneas, o los pagamentos a la tierra para que produzca bien.
La producción es consumida por las personas participantes y en algunos casos comercializada
en las tiendas del barrio. Las plantas medicinales cosechadas son utilizadas para elaborar
cremas, aceites y productos de aseo que son comercializados bajo el nombre de Misterios
Naturales con gente conocida, o que sabe de la organización y el proceso productivo de la
huerta.
La profundización del estudio del intersticio. Se inició en julio de 2018 y terminó en enero de
2019, periodo en el cual acompañé los procesos de producción, distribución y consumo de las
organizaciones definidas. En esta fase me acerqué de manera profunda a las organizaciones con el
objetivo conocer y ejecutar con ellas sus prácticas económicas y así entender el intersticio como
espacio de relacionamiento entre estas economías y el capitalismo.
El ejercicio de investigación se realizó desarrollando las tareas de producción con las
organizaciones e incorporándome a diferentes actividades que realizaban en su cotidianidad, es
decir, conociendo sus prácticas. Esto implicó, de una parte, que me asignaran tareas de acuerdo
con las necesidades que se tenían o a las actividades a realizar; de otra parte, que llevara notas de
campo con un espíritu de investigación social comunitaria, es decir, de reflexión sobre las cosas
que iba describiendo allí en donde mis sensaciones tenían un papel importante en esa descripción;
por último, implicó establecer cada cierto tiempo unas reflexiones sobre diferentes temas que me
iban quedando en la cabeza o que consideraba importante resaltar.
También, para profundizar el conocimiento sobre el espacio de intersticio, se realizaron unos
talleres de construcción de conocimiento en común como espacio de diálogo sobre temas que
podían ser de interés de cada organización, buscando crear colectivamente conocimiento sobre
temas específicos. Los temas de cada taller los fui identificando a medida que avanzaba en la
investigación, de acuerdo con lo que yo creía podía ser el interés de las organizaciones. Es así como
se realizaron tres talleres (ver anexos)5 que aportaron a la creación de conocimiento conjunto:
5 La organización de los talleres, así como fotos de las carteleras de síntesis, del taller que se realizó con ASOGRANG, junto con fotos de la matriz de identificación de bienes comunes y el esquema de uso y propiedad trabajado con Guakes del Zuke están en los anexos.
37
En ASOGRANG lo hicimos junto con el voluntariado de la Universidad Javeriana, que
participa los sábados en sus procesos productivos y formativos; fue un ejercicio de comparación
entre la economía capitalista y las economías propias a partir de la experiencia que han venido
ganando; en ese sentido se generó conciencia sobre las diferencias entre las formas de
producción desde las economías propias y el capitalismo, que se consignó en unas carteleras
de síntesis. La preparación del taller fue realizada con mi amiga Kelly Peña, quien es
trabajadora social y muy preparada en ese tipo de talleres. El taller contó con un ejercicio de
visualización en un mapa con el voluntariado para observar cuál es la red territorial que está
tejiendo ASOGRANG y la incidencia que ha venido construyendo en la ciudad, solamente
tomando como ejemplo el recorrido que hacían los estudiantes del voluntariado hasta la huerta.
Con la experiencia ganada en ese primer taller en ASOGRANG y su resultado en carteleras,
me atreví a preparar otro con El Rincón Cultural El Caracol. En ese taller, luego de un ejercicio
rompe-hielo, la principal actividad fue sustentar la comparación de las economías (sobre la base
de las carteleras que sirvieron de síntesis del trabajo con ASOGRANG) y luego con las
personas participantes; a partir de esa síntesis observamos la relación territorial de la economía
que construía El Caracol con la economía capitalista. En el taller se tuvieron dos logros
importantes: primero, establecer la red que tenía que tejer El Caracol para poder distribuir La
Caracola; segundo, realizar una serie de reflexiones sobre las transformaciones que se
generaban con las economías propias, evidenciando las tensiones que hay en la discusión con
el capitalismo.
Para el último taller, primero presenté una propuesta basada en el taller de tiempo-propiedad
del libro de Gibson-Graham, Cameron, & Healy (2017) a Milton y a Lina, de Guakes del Zuke;
con base en ella trabajamos la relación entre el tiempo utilizado y la propiedad con otros
miembros de la organización. En ese taller reflexionamos sobre la importancia del uso de la
propiedad, y el papel que desempeñan las personas vinculadas a Guakes en la creación de
comunes, en particular del cuidado de la huerta urbana como uno de los comunes creados por
la organización.
Después de haber trabajado por unos meses en cada uno de los procesos, realicé unas entrevistas
semiestructuradas. Estas solamente se realizaron a dos procesos, ASOGRANG y El Caracol,
38
esencialmente por problemas en la coordinación de tiempo con Guakes del Zuke. Si bien estas
entrevistas tenían una estructura, la idea era que las personas contestaran de manera amplia, lo que
sucedió de modo diferente con cada persona. Las preguntas iban enfocadas a sus experiencias y
aprendizajes en las economías propias y las recomendaciones al respecto. Un tema de negociación
importante con las personas entrevistadas fue contar con su autorización para ser publicadas y
después utilizadas en el podcast, y así ayudar a la popularización de este tipo de economías.
Todo el material recogido en esta fase de profundización lo sistematicé en una primera versión del
relato de las prácticas del fluido intersticial, que incluía el planteamiento de los componentes y de
los segmentos. Además, se estructuraron unas reflexiones sobre elementos teóricos llamados
desplazamientos. La versión inicial del relato fue el insumo para la siguiente fase, que se describe
a continuación.
La escritura del documento final. Si bien se había avanzado en la sistematización de la segunda
fase, que constituyó la versión inicial del relato, para la tercera fase conté con una técnica que
denominé lectura compartida y la elaboración de un producto que consistió en una versión
preliminar del podcast. Ambos ejercicios ayudaron a la elaboración del documento final.
La lectura compartida. Fue una técnica que consistió en entregar el relato o fragmentos del
mismo a diferentes personas que tenían experiencia en economías propias (en reconocimiento
de su experticia), que no necesariamente habían hecho parte del proceso de investigación; el
texto debía ser leído por ellas, y en esa lectura compartían comentarios sobre lo que decía el
relato; en la mayoría de los casos se leía en voz alta, y, al avanzar en la lectura, comentaban
sobre lo que iban leyendo; en otros casos, los textos se entregaban previamente y luego
hacíamos una reunión para escuchar sus comentarios. Lo que se logró con el ejercicio fue, de
un lado, ver si se entendía lo que yo quería decir; de otro lado, observar las reflexiones y
reacciones que generaba el texto, que fue muy gratificante para mí la mayoría de los casos,
aunque también me llamó la atención sobre asuntos que debía dejar más claros; y, por último,
recoger los aportes a tener en cuenta en el texto final; este logro fue muy importante porque
muchas contribuciones enriquecieron el cuerpo del documento final.
En esta lectura compartida se contó con los aportes de Saulo, de ASOGRANG y Amelia, de la
huerta de la Asociación Herrera (de Madrid, Cundinamarca) para el segmento de la producción
39
que se hizo en la Universidad Javeriana, lo que trajo consigo vernos en otro contexto, las
investigadoras del Instituto Pensar recogieron unas galletas para compartir y Claudia nos ayudó
con el café; Marvin de El Caracol y Yudy de Creaciones Vayu contribuyeron en los segmentos
del trabajo y el mercado; mis padres, en el segmento de las finanzas, dado que Francisco conoce
diferentes procesos de fondos y cooperativas solidarias, e Isabel maneja un fondo familiar hace
más de diez años y manejó un fondo de empleadas y empleados por diez años en su lugar de
trabajo; Luisa, colega del Grupo de Socioeconomía Instituciones y Desarrollo-GSEID de la
Universidad Nacional que lleva un proceso de trabajo hace un tiempo con recicladores de
oficio, contribuyó en el segmento del consumo; por último, Cristhian, de COMOSOC, que
participó en el eje de economías propias en la Cumbre Agraria Campesina Étnica y Popular en
el proceso de negociación con el Estado en el movimiento de inicios de la década de 2010, hizo
una lectura de todo el texto y aportó varios elementos.
La elaboración de la versión preliminar del podcast. Buscando el uso de otros lenguajes menos
académicos aprovecho mi gusto por el sonido para hacer una especie de collage, con los audios
de las entrevistas, ordenándolos en un podcast. Para realizarlo se tomó del borrador preliminar
del relato el segmento del trabajo, en particular lo abordado desde la cooperación, que fue
adaptado en medio de la escritura del documento final para tener un guion. El guion inicia con
un poema de Pablo Neruda titulado El trabajo; luego, la definición de la economía capitalista,
con la invitación a salir del capitalocentrismo hacia la diversidad económica, para explicar las
economías propias y centrarse luego en el trabajo (ver anexo). El proceso de grabación fue
afortunado porque se hicieron pocos ensayos antes de la versión final. La principal dificultad
que tuvimos fue escoger los fragmentos específicos de las entrevistas que empalmaran con el
contenido del guion.
Para la realización del podcast conté con los pasantes del Instituto Pensar de la Universidad
Javeriana, Klaus y Gabriel quienes trabajaban con Juliana (mi tutora) en economías
comunitarias: con Gabriel, estudiante de literatura, quien aportó en la creación del guion y quien
sugirió incluir el poema, y con Klaus, estudiante de intercambio de Chapell Hill de geografía,
historia, con conocimientos de economías comunitarias, quien colaboró en la edición de
sonidos y en su experiencia de creación de podcast. Otras personas que participaron en la
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grabación fueron la profesora Amparo, quien prestó su potente voz para la grabación del poema,
y el profesor Roberto, de Diseño Industrial, quien me ayudó con la grabación de algunos
fragmentos en su estudio de grabación.
La escritura del documento bebió de la experiencia ganada en las prácticas de producción con las
organizaciones en las que se trabajó en la segunda fase; sin embargo, hubo otras experiencias que
nutrieron el documento que se conocieron en el proceso de investigación, como Creaciones Vayu;
Icanata, que elabora productos de aseo personal; Clothe, para intercambio y venta de ropa de
segunda mano, entre otras que se nombran en el relato. Además, quiero resaltar que mi
participación en el fondo de amigas y familiares organizado por mi mamá fue una fuente importante
para la elaboración del segmento de las finanzas.
La metodología utilizada de principio a fin fue cuidadosa de generar vínculos, escuchar, establecer
elementos que realmente manifestaran la reciprocidad en cada paso, reconocer nuestra
interdependencia y agradecer por ella, para honrarla de diversas maneras.
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Desde el “capitalocentrismo” hacia la diversidad económica.
En este capítulo introductorio quiero presentar el necesario desplazamiento desde la concepción
centrada en el capitalismo hacia la diversidad económica. Necesario para entender las economías
propias como parte de la diversidad económica e introductorio en el entendimiento de la relación
entre el capitalismo y estas economías. Al ser el primer desplazamiento analítico tiene la cualidad
de ser un punto de partida para el trabajo de investigación sobre el intersticio y el fluido intersticial
entre el capitalismo y las economías propias.
Tratando de hacer esa introducción el capítulo tiene dos momentos: el primero, hacer el
desplazamiento entre el capitalocentrismo y la diversidad económica y, el segundo, hacer un
recuento de las tendencias que han hablado de la relación entre el capitalismo y las economías
propias. Así, en el primer momento, para explicar el desplazamiento entre el capitalocentrismo y
la diversidad económica, primero explico en qué consiste el término “capitalocentrismo” tomado
del colectivo de autoras J.K Gibson-Graham, y, segundo, defino la “diversidad económica” término
también tomado del mismo colectivo de autoras, además, como parte de la diversidad económica
en Colombia defino la economía popular y las economías propias, para estas últimas establezco
unas características por cuanto van a ser contrastadas con el capitalismo en el siguiente aparte y
hacen parte del objeto de esta investigación. En el segundo momento, se describen las tendencias
expresadas en diferentes textos que han expresado la relación entre las economías propias y el
capitalismo.
Desde el “capitalocentrismo”
El capitalismo como sistema económico o como “modo de producción”, diría Marx (1977), es un
sistema global, que ha permeado diferentes lugares del mundo y ha vestido diferentes trajes para
llegar de una forma u otra a buena parte del globo terráqueo. Esta condición le ha permitido
dominar o controlar muchos aspectos de la producción, el consumo, el intercambio y la
acumulación centrada en la producción de riqueza, entendida como acumulación de dinero. Así, el
capitalismo tiene una apariencia omnipresente que de alguna forma impregna la vida cotidiana de
toda la gente.
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Esta apariencia ha llevado a que se presenten confusiones o reducciones. Cuando hablo de
confusión me refiero a que en el imaginario del común de la gente cuando se habla de economía se
entiende como la economía capitalista, no se habla de economías sino de la economía. Esta
confusión, muy frecuente, que a veces no es del todo consciente ni siquiera en algunos críticos de
la economía capitalista, lo que evidencia es la predominancia del capitalismo y su pretensión de
abarcar todo.
Cuando me refiero a reducción se puede decir que se manifiesta en la tendencia a identificar las
formas que asume la economía como formas económicas del capitalismo como es el caso de dos
de las posiciones que se discuten sobre las cooperativas en la década de 1980 documentadas por el
profesor Ricardo Dávila de la Universidad Javeriana (1982) quien hace alusión, de una parte, a la
del Banco Mundial que consideraba a las cooperativas: "instituciones económicas con fines
sociales" observación que las equipara a la economía capitalista porque desconoce el carácter social
de las instituciones económicas, es decir, las instituciones económicas se refieren allí a las
instituciones económicas capitalistas, que se conciben alejadas de lo social. De otra parte, Dávila
en el mismo texto, identifica la posición emitida desde la institucionalidad estatal colombiana que
estaba preocupada por la medición cuantitativa de las cooperativas para lograr la eficiencia, esta
consideración muestra el interés de la institucionalidad colombiana en que el cooperativismo logre
las metas definidas por el capitalismo, en particular la eficiencia. En los dos casos el
cooperativismo se lee en términos de economía capitalista cuando tiene características que no
necesariamente se pueden identificar con ésta.
Tanto el reduccionismo como la confusión se pueden resumir en lo que el colectivo de autoras J.K-
Gibson-Graham (2011) denomina “capitalocentrismo” definiéndolo como
el discurso económico dominante que otorga un valor positivo a aquellas actividades asociadas con la actividad
económica capitalista…y les asigna un menor valor a todos los otros procesos de producción y distribución de
bienes y servicios, identificándolos en relación con el capitalismo como igual a, opuesto a, complementario a, o
contenido en. (pág. 167).
En ese sentido, el capitalocentrismo se puede observar en el planteamiento de la escuela de la
Dependencia de Latinoamérica, en particular Celso Furtado (1971), mencionado antes, que define
toda la economía diferente al capitalismo y subsumida a éste, lo que solamente deja ver el
capitalismo y no las dinámicas propias de las otras economías que están en el mismo contexto.
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El capitalocentrismo no solamente ha llevado a confundir la economía con el capitalismo, sino que
también ha contribuido a promover y profundizar la idea de que la única economía posible es la
capitalista. Esta idea ha dado lugar a que muchas corrientes económicas hayan girado en torno al
capitalismo y no a preguntarse por elementos de la economía que no son capitalistas, que es lo que
se cuestiona con el planteamiento de la diversidad económica.
Hacia la diversidad económica
Al romper con la visión centrada en el capitalismo es posible ver otras formas de hacer la economía
que no necesariamente se podrían clasificar como capitalistas o que tienen características distintas
a él, o como dirían las autoras J.K-Gibson-Graham (2011) se puede observar la “diversidad
económica”, que está oculta debajo de la punta del iceberg, usando la metáfora de las autoras en la
cual en la punta del iceberg se observan elementos de la economía capitalista, pero en la parte
inferior, oculta bajo el mar, se ven otros elementos de economía que no son capitalistas, como la
economía solidaria, el esclavismo, la economía popular, las economías propias, la economía
doméstica, por nombrar algunas.
Este planteamiento de la diversidad económica se encuentra en sintonía con lo desarrollado por
Hinkelamert y Mora (2014) y su “economía para la vida” que define la economía como formas en
que los seres humanos resuelven la reproducción de la vida que incluyen los valores de uso para la
sobrevivencia pero también para el goce de la vida. Esta definición genera más amplitud que la que
hace la economía ortodoxa que centra en la escasez y en los recursos limitados.
La noción de diversidad económica de J.K-Gibson-Graham también recoge una de las críticas que
el feminismo le ha puesto a los economistas políticos del siglo XVIII y XIX y a Marx en cuanto al
desconocimiento del valor productivo del trabajo doméstico o de la reproducción de la vida; así lo
compilan Cielo, Bermúdez, Guerrero, & Moya (2016), al considerarlo improductivo por Smith y
la economía política inglesa o reproductivo por Marx, porque no se transa en el mercado. Es así
como el concepto de diversidad económica es abierto a estas formas económicas que generan valor
así no se transen en el mercado, reconociendo que no es posible el trabajo si no se generan unos
valores de uso que sostengan la reproducción de la fuerza de trabajo, que tiene el mismo valor que
lo comercializado en el mercado.
44
J.K-Gibson-Graham (2011) destacan también los diferentes “contradiscursos económicos” que han
surgido a la par que el discurso hegemónico del capitalocentrismo, entre ellos la economía política,
la antropología económica, o la sociología económica, que han venido entendiendo esta diversidad
y han tratado de dar cuenta de toda esta diferencia. Partiendo de estos contradiscursos se han
identificado otros tipos de economías de los cuales destaco la Economía Popular y Las Economías
Propias que a continuación se explican.
Reconociendo la diversidad económica en Colombia: la economía popular y las
economías propias.
En el marco de diferentes corrientes latinoamericanas se han investigado las diferentes prácticas
de los sectores populares designándolas como Economía Popular, en Colombia uno de los
expositores más importantes es el colectivo de autoras y autores del Grupo de Socioeconomía,
Instituciones y Desarrollo-GSEID, de la Universidad Nacional de Colombia, quienes establecen
distancia con la definición de actividades productivas que no son legales como informal, pues no
permiten ver las articulaciones que se generan de manera cotidiana y limita la exigencia de derechos
para las personas que la ejercen como dice el profesor César Giraldo, (2017) uno de los miembros
del GSEID. Con esta abren paso a hacer un reconocimiento a las actividades para proveer bienes y
servicios de los sectores que no se incorporan a la economía formal, para que se hagan las
articulaciones con el “sector formal”.
Luisa Tovar (2018), otra integrante del GSEID, en su artículo sobre la formalización de los
recicladores de oficio, plantea distancia con la idea de identificar esta economía popular como
capitalista pues desde esta economía, argumenta, pueden emerger lógicas individualistas, atadas a
la supervivencia, o pueden emerger relaciones de reciprocidad como redes de ayuda mutua o
familiar. Es decir, hay posibilidades diversas vinculadas a esta forma económica.
Si bien, la economía popular ha permitido comprender y abordar teóricamente las formas
económicas que asumen los sectores populares, el interés de este trabajo es por las Economías
Propias reivindicando el nombre que el movimiento social colombiano, en particular la Cumbre
Agraria Campesina, Étnica y Popular (2014), ha usado desde 2014 para referirse a las prácticas
económicas que han desarrollado distintas comunidades de los sectores populares principalmente
45
en el campo, el nombre se estableció en medio de las negociaciones con el gobierno durante el Paro
Agrario de 2013 en Colombia.
De los documentos que fueron elaborados por las organizaciones antes citadas, así como de la
investigación realizada, destaco siete6 rasgos que nos permiten distinguir a las Economías Propias
tanto del capitalismo como de otras no capitalistas. El primer rasgo es que existen colectivos que
las practican, sean familias, grupos de familias, vecinos, amigos, colegas, etc., es decir, son
comunidades que ejercen la economía. El segundo rasgo de estas economías es que buscan resolver
ciertos problemas de supervivencia, o de autosostenimiento, es decir, están basadas en la
reproducción de la vida. Un tercer rasgo que caracteriza a las economías propias es que suelen
establecer entre las personas relaciones de solidaridad, es decir, tejen lazos o vínculos para que el
conjunto de las personas incorporadas al proceso económico sea beneficiado, no como individuos
sino como colectivo; en ese sentido, se establecen confianzas que exigen el trabajo en común. El
cuarto rasgo que distingue a estas economías es que practican el respeto por los demás seres, o se
buscan relaciones armónicas con la naturaleza y el cuidado del medio ambiente. El quinto rasgo
que las identifica es que sus intercambios pueden darse por medio del mercado, pueden presentarse
en mercados de comercio justo en donde se buscan relaciones de mayor igualdad o también, fuera
del mercado propiciando, por ejemplo, trueque. El sexto rasgo consiste en que estas economías
tienen criterios para ejercer su consumo basados en identificar a quién le están comprando, que el
producto tenga un consumo final, y que se consuma solamente lo necesario. Un último rasgo que
caracteriza a las economías propias es que persiguen la autonomía o la solidaridad con procesos
similares, buscando la soberanía.
Estas economías son heterogéneas, en tanto pueden ser prácticas esporádicas o permanentes; son
dispersas por cuanto en algunos casos tienen un nivel de integración, en otros su vínculo puede ser
efímero; son diversas, porque pueden ser empresas o iniciativas de trabajo cotidiano, diario, o
actividades del tiempo libre para generar recursos o para desarrollar procesos de educación y
concientización.
6 Escribí una primera versión de estos rasgos en el texto antes citado (Inédito)
46
La definición de Economías Propias coincide con algunos elementos éticos de las Economías
Comunitarias definidos por Gibson-Graham, Cameron, & Healy (2017). Estos criterios éticos
identificados por las autoras y el autor ayudan a entender cómo estas economías han permitido
crear formas de producción, consumo y distribución basándose en pautas como: encontrarse con
otros, distribuir el excedente y acceder a la propiedad de manera equitativa o consumir y producir
teniendo en cuenta a los demás seres distintos a los humanos.
Esta definición también es afín a elementos de ayuda mutua de la Economía de la Solidaridad
tomados por Pablo Guerra (2014) de Luis Razeto (1998) quien rescata las formas solidarias de
hacer economía en: los procesos de producción, por medio de la cooperación en el trabajo y el uso
compartido del conocimiento, por ejemplo; la distribución en la que distingue, además de las
relaciones de intercambio valoradas monetariamente, otras que permiten una mayor integración
social como las donaciones, la reciprocidad, la comensalidad (referida al flujo libre de los bienes
entre personas que tienen un vínculo como amigos, familiares) y la cooperación; en el consumo
como, por ejemplo, la preferencia por el consumo comunitario al individual o la simplicidad y
austeridad.
Las economías propias también se asemejan a las formas de reproducción de la vida de los
comunes que son expuestas por Raquel Gutiérrez y Huáscar Salazar cuando sistematizan la
experiencia de pueblos bolivianos y mexicanos desde
lo comunitario, que básicamente entendemos como una forma de establecer y organizar relaciones sociales de
“compartencia”7 y co-operación ‒vínculos y haceres compartidos y coordinados‒ que tienden a generar equilibrios
dinámicos no exentos de tensión con el fin de reproducir la vida social, en medio de los cuales una colectividad
tiene y asume la capacidad autónoma, auto-determinada y auto-regulada de decidir sobre los asuntos relativos a la
producción material y simbólica necesaria para garantizar su vida biológica y social a través del tiempo (2015,
págs. 20-21)
Cada una de las economías anteriormente expuestas (comunitarias, de la solidaridad, de los
comunes) son esfuerzos teóricos por designar formas económicas que no tienen las lógicas del
capitalismo y que se separan de éste en planteamientos y prácticas como la reivindicación de lo
común y la austeridad. Considero que los esfuerzos de sistematización son importantes para
7 Usando el término de Martínez Luna (2003)
47
observar la diversidad económica existente y que, además, confluyen en este tiempo llamando la
atención como una tendencia a considerar en el ejercicio de la economía más allá del capitalismo.
Finalmente, hay que decir que mi inclinación por la definición de Economías Propias es una postura
política por reivindicar el nombre que le ha dado el movimiento social colombiano a este tipo de
economías; así se reconozca que hay una serie de autores y autoras de diferentes nacionalidades
que las han venido explorando y les han dado diferentes nombres. Es también una opción por
apoyar la definición desde la postura de clase del movimiento social colombiano, pues definirlas
como propias es también decir que pertenecen a los sectores populares, que no son de las clases
privilegiadas lo que da cabida a un vínculo de clase, que a veces no es tan claro en otras
definiciones. Es importante destacar este elemento por cuanto ha sido una construcción
característica del movimiento social colombiano luchando por pensarse una economía de forma
diferente, que refleje elementos que correspondan a su diversidad y a su intención pensar un mundo
sin capitalismo o más allá de éste.
¿Cómo es la relación entre las economías propias y el capitalismo? ... Hacia el
Intersticio
Reconociendo la diversidad económica y que entre las economías distintas al capitalismo están las
economías propias, el siguiente paso en este trabajo de investigación es entender que al estar en un
mismo contexto o lugar estas economías establecen una relación, esta relación ha sido interpretada
de diferentes formas. A partir de la revisión de documentos sobre el cooperativismo en Colombia
y otras fuentes relacionadas, agrupé las diferentes aproximaciones a la descripción de esta relación
en cuatro tendencias: de subordinación, interculturización y posibilidad bifronte, por último, la
tendencia a las formas de tramitar las oposiciones a continuación las describo.
En la primera tendencia, que he denominado de subordinación del cooperativismo al capitalismo,
en donde se puede ubicar a Ricardo Dávila (2002) quien sustenta que la condición de la experiencia
cooperativa: "...se está produciendo en un entorno donde el comportamiento individualista es la
nota predominante; las cooperativas viven inmersas dentro de esta realidad… no son un sistema
dominante, sino subordinado" (2002, p. 112). También en esta tendencia de subordinación se puede
situar a Ferro y Meneses (1996) para quienes la situación de debilitamiento abrumador de las
cooperativas agrarias de productores cacaoteros en Arauquita, era consecuencia de las políticas de
48
apertura económica y del impacto de la profundización del capitalismo en la década de 1990. Puede
entrar en esta tendencia además el planteamiento sobre el mimetismo en la coexistencia del
cooperativismo con el capitalismo del profesor Monsalve (2013), para quien el cooperativismo se
mimetiza con las prácticas individualistas y competitivas del capitalismo, cuestión que le resta
identidad y que da lugar a una asimetría como propuesta innovadora en relación con la
socioeconomía de la solidaridad. Por último, se podría mencionar dentro de esta tendencia de
subordinación a Abad & Abad (2014) para quienes el capitalismo usa a la economía social para
solucionar problemas propios como la desigualdad y la exclusión, entre otros; también al
mencionar las dificultades que enfrenta la economía social para balancear lo individual con lo
social.
La segunda tendencia en la caracterización de la relación entre las economías propias y el
capitalismo, “interculturalización”, como la designa Olver Quijano (2012). Tomando el término
usado para referirse a la relación de las economías comunitarias de los pueblos indígenas con el
capitalismo en el departamento del Cauca en Colombia. Esta “interculturalización” se establece
cuando la comunidad indígena toma elementos de la economía capitalista para poder relacionarse
con ella, en esta tendencia Quijano también destaca las tensiones existentes con el capitalismo y el
interés permanente de la integración de las comunidades y los territorios indígenas (con sus
economías) al mismo. En ese sentido contempla los diferentes elementos políticos, territoriales,
culturales y económicos que establecen esta relación entre ambas economías bajo presión.
La tercera tendencia que observa la relación entre el capitalismo y las economías propias se puede
resumir en la expresión de José Luis Coraggio (2016) “posibilidad bifronte”. Aquí se incluyen
las posiciones que dan cuenta de la confluencia de aspectos encontrados y las formas de tramitar
dichos aspectos. En esta tendencia puede ubicarse el escrito de Sánchez (1990) que hace una
caracterización de las economías indígenas en la cual establece que la sociedad indígena oscila en
una dialéctica entre dominación y resistencia y considera que conforma un sector social particular
de la sociedad colombiana; este planteamiento lo hace en el contexto del Congreso Indígena que
se llevó a cabo para tener un lugar en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991. También en
esta tendencia se encontrarían Richer y Alzuru (2004) quienes, al hablar de las cooperativas en
Venezuela, sostienen que combinan la utopía que presenta una alternativa al mundo capitalista,
49
participando en las luchas sociales por un modelo de desarrollo alternativo y, a la vez, se insertan
en los mecanismos de mercado capitalista. Haría parte de esta tendencia también Marañón (2016)
quien plantea que las experiencias de solidaridad económica se hacen en resistencia al poder en
donde se expresan tensiones entre las racionalidades “la instrumental dominante y la liberadora
solidaria” (2016, pág. 21) tensión en la que predomina la liberadora. Finalmente, en esta tercera
tendencia también estaría José Luis Coraggio (2016), de quien –como mencioné antes- tomo el
nombre de la tendencia, al plantear la relación de la economía popular solidaria con el mercado
como una posibilidad bifronte: entendida como un medio de integración, pero, también una
amenaza disciplinadora, que se puede entender: de una parte, por la tendencia a la destrucción o a
hacer funcionales las propuestas de economía popular solidaria al modelo de empresa de capital, o
para inyectarle su lógica, o para subordinarlos a los intereses de las empresas, o por la limitación
de recursos o por la “resistencia cultural a la asociación”.
Además de estas tres tendencias que describen la relación entre las economías propias y el
capitalismo, identifico una última tendencia que, a diferencia de la última tendencia descrita, no
enfatiza en los aspectos de ambas economías que se oponen, sino que, se refiere a las formas de
tramitarlos. Allí identifico: de una parte, el de Gibson-Graham, Cameron, & Healy (2017) en
"Retomemos la economía", quienes presentan diferentes ejemplos de "negociaciones éticas" que
se llevan a cabo para la construcción de los comunes en el aquí y el ahora. De otra parte, el texto
de Christian Svensson (2014), quien sostiene que los empleados y empleadas de las empresas
sociales al tramitar entre las dos situaciones opuestas que se presentan en dichas empresas, como
la generación de beneficio y la dimensión social, logran establecer el equilibrio a partir de dar
significado a su actividad.
Con la revisión de las diferentes aproximaciones a la relación que fueron resumidas en las cuatro
tendencias se puede afirmar que ha habido avances en la observación de la relación de las
economías propias con el capitalismo. Sin embargo, no se han estudiado suficientemente los
términos en que se establece la relación, si bien los estudios realizados han mencionado la relación
no han profundizado en ella, porque no era el objeto de su investigación, por tanto, se estudia
tangencialmente, es por eso que en la revisión se han extraído los elementos que pueden incluir la
relación, pero no ha sido el tema desarrollado en profundidad.
50
La idea que se quiere plantear en este trabajo es que al ser diferentes las economías propias de la
economía capitalista se establece un intersticio porque las economías llegan y, aunque se
relacionan, no pierden sus diferencias, las mantienen. Esto implica que el intersticio sea el lugar en
donde se lleva a cabo la relación, y que hay un fluido intersticial que materializa los procesos de
negociación ética, como dirían Gibson-Graham, o si se quiere, se hacen tangible otros procesos de
relación, como describo en el relato del aparte siguiente.
51
El recorrido del fluido intersticial
Las formas en que producimos, consumimos y distribuimos, o economías, han sido diversas. Sin
embargo, la economía capitalista, (que busca el beneficio individual, que ha promovido la
acumulación de capital para la producción y con ella la explotación de los seres humanos, el
consumo en grandes cantidades y el intercambio desigual de valores) se ha visto como la única
economía posible. Mi disertación inicia por el reconocimiento de esa diversidad y de la existencia
de otras formas de economía que no son capitalistas como las economías propias y que, según
definí antes: buscan el beneficio colectivo basadas en la solidaridad, promueven una relación
armoniosa con el medio ambiente y buscan que lo que se produzca tenga un consumo final tratando
de reconocer el trabajo que lleva cada producto.
Este reconocimiento implica que entre las economías (capitalista y economías propias) existe una
relación permanente. Sin embargo, no es tan fácil de explicar porque es una relación que se expresa
a diario, en las pequeñas cosas, en las acciones que se han hecho tan permanentes que ya nos
parecen comunes, como por ejemplo la intención permanente de incorporar a su sistema a las
economías propias bajo el discurso del emprendimiento o la expansión de la idea de cuidar el
planeta que proviene de las economías propias. Entonces, para acentuar estas relaciones, hago uso
de una metáfora: la imagen del intersticio y del fluido intersticial de la anatomía humana.
Como expliqué en la introducción, en la anatomía humana el intersticio es el espacio que existe
entre las células y por el cual fluye el líquido intersticial. Según Wikipedia
El líquido intersticial consiste en un solvente acuoso que contiene aminoácidos, azúcares, ácidos grasos, coenzimas,
hormonas, neurotransmisores, sales minerales y productos de desecho de las células... La composición de este
fluido depende de los intercambios entre células en el tejido y la sangre. Esto significa que el líquido intersticial
tiene diferente composición en diferentes tejidos y en diferentes partes del cuerpo (2018)
Para entender la relación entre las economías, la imagen del intersticio me sirve para denotar ese
lugar que a la vez une y separa a la economía capitalista y a las economías propias. Ahora bien,
para entender la relación entre las economías no es suficiente dar cuenta del lugar, por lo que la
imagen del fluido intersticial (Figura 1) es bastante útil pues ayuda a definir la relación entre las
economías observando su versatilidad, en la medida en que relaciona las economías de diferentes
maneras, es así como he identificado que el fluido intersticial cuenta con tres características: de
una parte, tiene una cualidad mutante, ya que tiene la capacidad para cambiar su composición
52
según el segmento por donde esté pasando y, al mismo tiempo, identificar los componentes que
ese segmento necesita para ser nutrido. De otra parte, el fluido intersticial tiene un carácter
nutriente dado que, al llegar a cada segmento, las economías toman sus componentes y los
transforman según las lógicas de cada economía. Por último, en la medida que acoge los
componentes que las economías devuelven ya transformados para que sean usados nuevamente,
por tanto, también tiene una condición receptiva.
Figura 1 El fluido intersticial y las economías
Fuente: Creación Propia
Ahora bien, para que se dé la relación entre las economías el fluido intersticial debe circular por
unos segmentos o los lugares en los que las economías tienen funciones específicas o denotan
relaciones. Cuando hablo de funciones me refiero al tránsito del fluido intersticial por la
producción o el lugar en donde se producen cosas para la reproducción de la vida de los seres
humanos por ejemplo aquí se produce una camiseta; el consumo o el sitio donde esas cosas son
llevadas a su destino definitivo para cumplir con el objetivo que se han propuesto, siguiendo el
mismo ejemplo que la camiseta se la pueda poner una persona; el mercado como el lugar en donde
las personas que produjeron mostraron su producto y llegó a las personas que cumplirían con el
destino final del producto, en el ejemplo, donde se encontraron y se hizo posible el intercambio
entre productores y consumidores de la camiseta. Además de estas funciones, el fluido intersticial
pasa por los segmentos que denotan otras relaciones que he considerado importante destacarlas, en
ese sentido, se agregan la relación con los seres no humanos, que destaca la relación que tejemos
Economías Propias
Economía Capitalista
Propias
Fluido Intersticial
53
como seres humanos con otros seres en las economías; el trabajo humano como la relación entre
los seres humanos para producir y, por último, las finanzas como relaciones intertemporales de
administración de acumulados de conocimientos y dinero.
A medida que va llegando a cada segmento el fluido intersticial, como se mencionaba por su
cualidad mutante, va cambiando sus componentes de acuerdo a lo que requiera el segmento, lo que
va a dar características especiales a cada componente y que denotan relaciones o condiciones que
se requieren para el funcionamiento de las economías en los segmentos. Estos componentes serán
transformados por las economías para que se adecuen a sus lógicas aportándole características
especiales (ver figura 2), y, a su vez, en algunos casos, regresarán al fluido intersticial con la
transformación respectiva, y, si es el caso, volverán a ser recogidos por las economías para ser
modificados.
Figura 2 Ramificaciones de las economías propias que se hacen en un segmento
para transformar componentes del fluido intersticial
Fuente: Creación Propia
El paso por los segmentos va a implicar en el fluido intersticial cambios en sus densidades. De
acuerdo a las necesidades de los segmentos, este fluido puede hacerse sólido, coloidal e incluso
vaporoso para que las economías puedan absorber los nutrientes necesarios para su funcionamiento
y que se puedan digerir más fácilmente en cada segmento.
Aunque este relato propone un recorrido con inicio y fin, hay que aclarar que, por su misma
condición de ser flujo constante, no necesariamente tiene inicio ni final definido (Ver figura 3).
También, al pensar que dicho fluido puede cambiar de densidad, tiene cambios de densidad de
54
acuerdo al segmento de la economía que esté atravesando. Por ello se propone que el punto de
partida del relato sea aquel en donde el fluido intersticial adquiere una densidad más sólida, el
segmento de la producción; después el recorrido nos llevará al segmento fangoso de la relación
con los seres no humanos. A continuación, nuestro recorrido sigue en “los rápidos” del mercado,
en donde tiene su densidad más líquida, y luego el fluido se volverá fibroso al pasar por el segmento
del trabajo; posteriormente, el relato cruzará al segmento vaporoso de las finanzas para luego
terminar el recorrido en el segmento más coloidal: el del consumo.
Figura 3 Recorrido del fluido intersticial
Fuente: Creación Propia
Fluido intersticial
Economía Capitalista
Economías propias
55
La producción
La producción es el segmento en el cual el fluido intersticial toma formas más sólidas ya que aquí
se hace tangible lo que se inicia como idea. Es el segmento donde se materializan los esfuerzos de
diferentes fuentes para crear un producto. Así, en este segmento se lleva a cabo el proceso de
creación productiva. Por su cualidad mutante, el fluido intersticial se condensa en cinco
componentes: las secuencias y la corporalidad, las normas para la legitimidad, la toma de
decisiones, la relación con las herramientas de trabajo y la producción como acto creativo.
Veremos también que, por su carácter nutriente, los componentes del fluido intersticial que llegan
al segmento de la producción serán transformados por las economías. Finalmente, por su condición
receptiva, el fluido, a su vez, recibirá componentes de la producción ya transformados por las
economías.
Las secuencias y la corporalidad
El primer componente que obtienen las economías del fluido intersticial en el segmento de la
producción, es el de las secuencias y la corporalidad. Este componente le aporta al proceso de
producción la constitución de una secuencia de pasos en la producción para obtener un producto
final. Secuencias que también van transformar las corporalidades, o los cuerpos de quienes
trabajan; cada economía va a tomar este componente y lo va a transformar a su modo.
En el segmento de la producción pude advertir que la economía capitalista recoge el componente
de las secuencias y la corporalidad del fluido intersticial, dándole más importancia al tiempo porque
es necesario que se produzca la mayor cantidad de producto en el menor tiempo posible para así
copar el mercado en tiempos más cortos; es así como una empresa puede competir dejando de lado
las otras empresas. De ahí surge la frase “el tiempo es oro”; en ese sentido, es necesario que se
reduzcan los tiempos de producción, y con ello, se aumente la cantidad de productos que se
ofrezcan. Para poder cumplir con estos dos objetivos (incrementar las cantidades fabricadas y
disminuir los tiempos de producción) se incorpora el componente de la secuencia del proceso
productivo. En ese sentido, como lo describió Adam Smith “la división del trabajo, en cuanto pueda
ser admisible, produce en todo oficio y arte un proporcional adelantamiento de las facultades
productivas de él.” (1996, p. 50). La división del trabajo distribuye las tareas a realizar entre
distintas personas en ese proceso de pasos continuos, lo que hace posible sistematizarlos y tener
56
mayor precisión en los movimientos, generando así una secuencia de pasos para cada proceso
productivo.
Con la creación de la máquina de vapor en el siglo XVIII, esta secuencia de pasos para la
producción capitalista se hace más rápida; se implementa entonces la mecanización, o la
incorporación de máquinas en la secuencia y así se disminuyen tiempos y movimientos de la
producción, y por lo tanto se hace más rápida la producción de más unidades de un mismo producto;
es decir, lo que hoy se ha llamado la producción a escala (que significa producir grandes cantidades
en poco tiempo a bajos costos).
Además de los procesos mecanizados que se habían venido efectuando desde el siglo XVIII con
mayor tecnificación y especialización, el capitalismo, a partir de 1970, ha venido implementando
procesos de software o con inteligencia artificial; o sea, se ha apoyado en computadoras que
generan programas que ayudan a resolver problemas y los resuelven de manera autónoma, o con
poco aporte de las personas.
Con el propósito de abarcar mayor cantidad de mercado y buscar disminuir sus costos, las grandes
empresas capitalistas han concebido un proceso productivo que se distribuye en cadenas de valor
internacionalizadas; esto significa que la secuencia de la producción se distribuye en diferentes
lugares del mundo y en cada lugar se hace una parte del producto por medio de un proceso diferente
para obtener un mismo producto, buscando siempre disminuir los costos para tener más beneficio.
Por ejemplo, la secuencia para producir un vestido en las grandes empresas multinacionales de
moda es que, primero, se cultiva y cosecha el algodón en un lugar del mundo como India; luego
este algodón se convierte en tela mediante un proceso productivo en China; después esa tela se
exporta a las maquilas, espacios en donde se hacen las costuras para darle forma a los vestidos, en
México; en Colombia se hacen algunos tejidos para decorarlos en donde se “teje para el satélite”
como comentan Farah y Pérez (2004), por otra parte, estos vestidos han sido diseñados previamente
en Estados Unidos, y en algunos casos fueron creados con inteligencia artificial; para que,
finalmente, la secuencia se cierre con la comercialización de esos vestidos en Estados Unidos por
la empresa multinacional.
Estos procesos productivos, del cual el anterior es un solo ejemplo, han disciplinado el cuerpo de
quienes participan en ellos. Esto quiere decir que los cuerpos en algunos casos se han modificado
57
para ser más productivos. Por ejemplo, algunos cuerpos se vuelven ágiles para algunas actividades,
como las manos para coser cremalleras, o en otros casos los cuerpos tienen que tolerar bajas
temperaturas como en el trabajo en los cultivos de flores, como sucede en Madrid Cundinamarca
tal y como documentan Guisella Lara, Patricia Veloza y Juliana Flórez (2015), o algunos cuerpos
pueden asimilar golpes de manera permanente como aquellos que trabajan con taladros para la
explotación petrolera o, incluso, los cuerpos que usan gafas para proteger los ojos de la luz del
computador, entre muchos, han sido transformados de acuerdo al proceso productivo. Aunque se
han creado uniformes, vestiduras para la protección de los cuerpos, la economía capitalista asume
la protección como una obligación para evitar enfermedades que impidan la asistencia de los
empleados y empleadas al trabajo de tal forma que se pierda productividad.
Este componente de las secuencias de pasos continuos para la producción y las transformaciones
del cuerpo es tomado también por las economías propias del fluido intersticial, pero allí va a tener
otras características diferentes a las de la economía capitalista. La diferencia es que se hace con
ritmos más calmados y de acuerdo con las posibilidades de trabajo de las personas que participan
en el proceso productivo.
El tiempo también es valioso de otra manera: se dedica más tiempo a cada producto tratando de
que la pieza a producir sea única, o sea, de calidad, de forma que permita disfrutar el trabajo y el
descanso. Es así como los ritmos para la producción se dan de acuerdo a las posibilidades de las
personas; en Guakes del Zuke los sábados son los días de trabajar en lo que necesite la huerta, pero
este trabajo incluye el descanso para tomarse una bebida y compartir con las personas que asistan
y ponerse al día sobre la vida de cada una de las personas que asistieron al trabajo ese día.
Por lo tanto, en las economías propias los tiempos son determinados por las personas que trabajan
en ellas. El ritmo puede ser más lento pues depende del tiempo que tienen las personas que
participan en el proceso productivo; el tiempo en la producción es solamente una parte del tiempo
utilizado para vivir, también se usa el tiempo para otras actividades comunitarias, o para compartir
con la familia y amigos, para tomarse el tinto, para conversar, etc.
El proceso secuencial en la producción que involucra diferentes procesos productivos también se
presenta en las economías propias. Ahora bien, su criterio principal tiene que ver, no con reducir
el tiempo y los costos de producción, sino con articular organizaciones que ejerzan las economías
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propias con las que se puedan hacer intercambios que se articulen en la secuencia de producción,
incluso así los procesos productivos se realicen en diferentes lugares. Por ejemplo, para la
elaboración de jabones Icanata, que es una iniciativa productora de jabones e implementos de aseo
de origen natural de la localidad de Usme, la cadena inicia con la compra de algunos ingredientes
en la huerta de ASOGRANG de la localidad de Ciudad Bolívar, luego se usan los ingredientes en
su producción de jabones en la localidad de Usme, para después distribuirlos a otras localidades
como Mártires o Teusaquillo de acuerdo a los contactos de Icanata. Se debe destacar que la
incorporación de diferentes procesos en la secuencia productiva tiene en cuenta unos criterios
éticos para hacer las articulaciones, es decir, Emma y su hermana, productoras de jabones de
Icanata, toman la decisión de apoyar a ASOGRANG y compran quinua y otros productos porque
no solo saben que son orgánicos, es decir, están en sintonía con el espíritu de su producto de origen
natural, sino que buscan apoyarse como redes de solidaridad entre los mismos procesos productores
de las economías propias.
Hay que resaltar también los escenarios de comercio justo (en donde se encuentran consumidores
y productores pactando intercambios de manera que reconozcan el valor del producto creado con
todos los esfuerzos que pudieron generarlo) que no solo ponen en contacto a los diferentes
productores y consumidores, sino que permiten establecer redes de solidaridad en las cuales lo que
algunos desechan otros lo pueden utilizar; mientras que en las cadenas de valor internacionalizadas
de la economía capitalista, al contrario, se desechan materiales que para ellas no son productivos.
Este es el caso de la productora de ensaladas de frutas cercana a la huerta de ASOGRANG que
regala sus desechos orgánicos a ASOGRANG para que las lombrices puedan producir humus en
el lombricultivo, humus que luego va a ser utilizado en la producción de capa vegetal de la huerta.
El capitalismo deja en el fluido intersticial los cuerpos disciplinados y especializados. Estos
cuerpos son tomados del fluido intersticial por las economías propias, de alguna forma son
cooptados por las economías propias, pero en ellas van perdiendo la especialización para adaptarse
a varias tareas. Por ejemplo, en la labor agrícola el mismo cuerpo pasa el azadón, siembra la semilla,
recoge la cosecha, limpia el producto, pone a secar la semilla.
El cuerpo, aunque también se expone al polvo, la luz del sol, los olores, el peso de las herramientas
como en la economía capitalista, en las economías propias puede descansar si se quiere; así, va
59
perdiendo la corporalidad que ha dejado el disciplinamiento y logra recomponerse de la jornada de
trabajo para hacer otras actividades como compartir con la familia o los amigos. Va advirtiendo
también como protegerse para hacer las tareas cotidianas de producción, la necesidad de ensuciarse
y de llevar ropa para hacerlo, es un aprendizaje de autocuidado permanente. Recuerdo que el primer
día que fui a hablar con Miltón y Lina, de los Guakes del Zuke, en la huerta me resbalé
embarrándome todo el cuerpo desde la bota del pantalón hasta la parte de arriba de la espalda de la
chaqueta que llevaba, ahí entendí, o la montaña me hizo entender, que un overol era lo que
necesitaba para ese lugar. O cuando vi a Aura de ASOGRANG con su overol para seleccionar las
ramitas de amaranto que se iban a poner a secar porque, según decía ella: “uno se vuelve nada con
ese polvo que va botando la ramita”.
Toma de decisiones
El segundo componente que recogen las economías del fluido intersticial en el segmento de la
producción se refiere a las formas que toman los acuerdos establecidos entre las personas para
funcionar en el proceso productivo, es decir, a la toma de decisiones. Estas decisiones se asumen
sobre la base de establecer criterios éticos que definen qué, con quién y cómo producir.
En el recorrido pude notar que los criterios éticos sobre los que define el capitalismo están
plantados en la productividad, la eficacia y la eficiencia. La productividad, según la definición de
Wikipedia es: “la relación entre la cantidad de productos obtenida por un sistema productivo y los
recursos utilizados para obtener dicha producción” (Productividad, 2019); la eficacia como “lograr
un resultado o efecto” (Efectividad, 2019); y la eficiencia: “la capacidad de lograr el efecto en
cuestión con el mínimo de recursos posibles viable o sea el cómo” (Eficacia, 2019). La ética del
capitalismo se puede resumir en producir más cantidad a menores costos.
La economía capitalista toma estos criterios éticos y establece los acuerdos bajo distintas formas.
Una de las que más se usa, en función de la premisa de que “el tiempo es oro”, es establecer
jerarquías con el propósito de que pocas personas tomen las decisiones sobre cómo producir, qué
producir y con quién producir en la administración de una empresa.
Estos procesos de definición están marcados por la diferenciación que da el conocimiento y las
relaciones sociales. Es así como las personas que tienen unos conocimientos relacionados con la
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administración de la empresa, y que también han tenido una relación con quienes dirigen la
empresa, son aquellas que van a ejercer cargos de dirección. Puede haber quienes tengan los
conocimientos, pero no las relaciones, lo que implica que no tendrán la misma jerarquía que las
primeras. Las personas que sean ajenas a estos dos elementos no tendrán posibilidades de opinar
sobre los destinos de la producción, o podrán opinar, pero sus conocimientos serán absorbidos por
la empresa sin reconocimiento ni participación en la toma de decisiones definitiva.
También he percibido que las economías propias reciben del mismo fluido intersticial el
componente de la toma de decisiones sobre el proceso productivo alrededor de qué producir,
cuánto, y cómo, pero la diferencias es que estas economías están determinadas por los acuerdos
que se definen en colectivo por quienes participan en el proceso productivo sobre la base de
criterios éticos y no sobre la mirada de una sola persona con sus criterios éticos como observé en
la economía capitalista.
Aunque puede haber similitudes entre las organizaciones que ejercen las economías propias, cada
organización va a establecer sus criterios éticos y actuar en consecuencia con ellos. Respecto al
establecimiento de los criterios éticos por ejemplo, Silvia Rivera Cusicanqui (2018) habla de la
“brújula ética” de la planetaridad, la solidaridad y el reconocimiento de las diferencias, criterios
que plantean ella y su grupo de trabajo al reconocer los procesos de construcción de lo común en
Bolivia. En este orden de ideas, las economías propias se caracterizan por establecer y poner en
práctica criterios éticos más equitativos para la toma de decisiones, como los mencionan JK-Gibson
Graham, Cameron, & Healy (2017). Las autoras y el autor sugieren que estos criterios están
relacionados con lo que están dispuestas a aceptar o no estas economías para ejercer su actividad
económica; sobre estos criterios –sostienen- se definen una serie de discusiones sobre cómo
producir, para quién y qué. Un ejemplo que refieren JK-Gibson Graham, Cameron, & Healy (2017)
al respecto es el de la Cooperativa Mondragón, en España, en la medida en que han venido
creciendo como empresa productora de electrodomésticos, han decidido abrir más puestos de
trabajo en lugar de aumentar los sueldos de las personas que participan en la producción.
En el Rincón Cultural El Caracol uno de sus acuerdos es que en su casa solamente se produzcan
alimentos vegetarianos. En algún momento para sostenerse económicamente iniciaron con una
producción de orellanas, para interesar a personas vegetarianas y cumplir con el acuerdo; sin
61
embargo, esta producción no les dio mucho resultado porque las orellanas no son tan fáciles de
vender. Pasado el tiempo, ven en la producción de cerveza artesanal la posibilidad de generar
nuevos recursos. De esta manera, la producción no solo cumple con hacer su propia cerveza para
sostenerse económicamente, que además tiene la característica de ser artesanal, sino que, al mismo
tiempo, cumple con el criterio ético de solamente producir alimentos vegetarianos.
Otros elementos en la toma de decisiones en las economías propias los mencionan Raquel Gutiérrez
y Huáscar Salazar (2015) al hablar específicamente sobre la toma de decisiones en los procesos de
los comunes (que son las comunidades que se han venido agrupando en Latinoamérica para
producir, pensar y compartir en común); estas comunidades están tratando de llevar procesos de
reproducción de la vida, al establecer lo que han llamado el “entramado comunitario”. De acuerdo
con Gutiérrez y Salazar, el entramado comunitario tiene que ver con tres cosas:
i) el re-descubrimiento y re-producción de un sentido de inclusión colectiva (…). ii) [Deben instituirse] códigos de
relación (…) Se recuperan y promulgan normas que conducen y guían tanto la relación de cada parte con lo común,
como la relación bilateral o multilateral entre “partes”. iii) Tendencialmente, se estabilizan maneras específicas de
regular conflictos internos. (2015, pp. 123-124).
Establecer los acuerdos, entonces, tiene que ver con la relación entre cada persona que participa y
lo común. Asimismo, la toma de decisiones tiene como una de sus características principales, al
decir de Gutiérrez y Salazar (2015), que nadie tiene el monopolio de la decisión y nadie delega su
capacidad de producir.
El establecimiento del acuerdo es un punto de partida, pero el cumplimiento de los acuerdos es lo
que va a llevar a que se establezcan las confianzas, que irán creciendo en la medida en que la acción
corresponda a la palabra empeñada, o la palabra que se compromete a unas acciones, un elemento
clave en las economías propias.
Raquel Gutiérrez y Huáscar Salazar también sostienen que los equilibrios se actualizan de manera
permanente “son establecidos a partir de acuerdos comunes -producidos en común y que obligan a
todos- que además, son fluidos” (2015, p. 21). O sea, los procesos de economías propias se basan
en acuerdos que se modifican permanentemente y por medio de los cuales las personas que
participan en la producción son las que toman las decisiones, teniendo en consideración, en primer
lugar, los criterios éticos que las convocaron. Pero además, en las economías propias, como
menciona también Silvia Rivera Cusicanqui (2018), se llega a acuerdos con las personas que asisten
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y así se van realizando las tareas; la persona que no llega ni a trabajar ni a discutir los acuerdos no
tiene derecho a opinar ni a definir sobre lo que se va a hacer o cómo se hace ni en el momento de
toma de decisiones ni cuando se llevan a cabo las acciones del acuerdo.
En algunos casos las economías propias toman del fluido intersticial el componente de la definición
por jerarquías dejada por el capitalismo. Este componente con frecuencia da lugar a conflictos o
tensiones, por ejemplo, ciertas personas al sentir que ocupan un lugar superior de la jerarquía tratan
al resto de la organización como si fueran sus empleados o empleadas, o intentan apoderarse de los
frutos de la organización. Esta ruptura ética puede llevar a la destrucción de la organización.
Aunque, cabe decir que, si se logra corregir el daño, si se cuestiona dicha jerarquía y su
comportamiento ético, la organización puede fortalecerse dentro de la lógica de las economías
propias.
Normas para la legitimidad
El tercer componente tomado del fluido intersticial por las economías en el segmento de la
producción corresponde a las normas para la legitimidad. Este componente se refiere a las reglas
que se establecen para poder interactuar con una sociedad o con un mercado y que se asumen como
acuerdos generales que le da legitimidad a todo aquello (empresas u organizaciones) que tenga
interés en participar dicho mercado o sociedad.
Desde la economía capitalista he podido notar que este componente se manifiesta en establecer
unas normas que respaldan a las empresas para ingresar al mercado; esto es conocido como la
entrada en la legalidad. Con este respaldo legalizan su existencia dentro de la sociedad y ésta les
da la posibilidad de ejercer actividades productivas con lo que adquieren una legitimidad. En otras
palabras, la legalidad les da legitimidad.
La legalidad tiene un costo que se debe cubrir con lo que se produce, como el pago de impuestos
territoriales8, el certificado de existencia de la Cámara de Comercio9, entre otros trámites que se
8 Para el caso de Colombia existen diferentes tipos de impuestos de acuerdo a la entidad territorial, es decir, del orden nacional, departamental y municipal. 9 La Cámara de Comercio de Bogotá fue creada como iniciativa gremial de los comerciantes a finales del siglo XIX, en Colombia desde 1931 tiene la función, delegada por el Estado, de asignar los registros mercantiles y administrarlo (Cámara de Comercio de Bogotá, 2018). Para organizaciones que tengan interés de vender sus productos es necesario tener su registro mercantil y mantener la suscripción anualmente, lo que requiere la destinación de un dinero anual.
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requieren para establecer su legitimidad basada en la existencia legal, es decir, en su legalidad. Con
esto no se niega la existencia de empresas capitalistas ilegales. De hecho, para las empresas que se
encuentran en la ilegalidad puede llegar a ser un ideal pasar a la legalidad porque esto les daría la
posibilidad de tener una empresa más grande. Esto puede generar presiones si no se cumple con
las expectativas productivas para sostener los costos asociados a asumir tal legalidad. Asimismo,
en la economía capitalista vivir en la ilegalidad es un riesgo permanente porque no tener la
condición de legalidad puede generar sanciones, cierres y posibles quiebres.
La condición de legalidad en este tipo de economías abre las puertas al sistema financiero, lo que
implica el acceso a créditos y a otros productos que dan respaldo económico; es decir, al existir
legalmente una entidad financiera puede amparar las actividades económicas de la empresa por lo
que se obtiene credibilidad y confianza en la empresa, otro tipo de legitimidad. Pero el ingreso al
sistema financiero también genera costos que deben ser asumidos por la producción de las
empresas.
Este componente de las normas o acuerdos llega a las economías propias con tensiones, en
particular, cuando se enfoca hacia la legalidad. La legalidad genera cargas que a veces no pueden
cubrir las economías propias, así como exigencias que suscitan oposición como, por ejemplo, la
exigencia de tener una cuenta bancaria a nombre de la persona jurídica que se conforme, lo que da
lugar a costos adicionales que no están asociados a la producción en sí.
Algunas organizaciones que practican las economías propias acuerdan hacer los trámites para tener
la legalidad y así poder acceder a circuitos de mercado capitalistas bajo estas normas, cuestión que
les impone cumplir con este tipo de exigencias a veces con cierto apoyo estatal o de organizaciones
internacionales de cooperación. Otras veces pueden asumir esa legalidad de manera independiente,
lo que puede suscitar diferentes posibilidades como mantener el sentido de su organización o
sujetarse a dinámicas de mercado que pueden llevar a que se pierdan como organización.
Las economías propias también buscan la legitimidad, pero no necesariamente sobre la base de la
legalidad, sino de la aceptación de su producto y de su proceso productivo. O sea, su legitimidad
se basa en que las personas que consumen el producto conozcan su procedencia y los criterios
éticos que aplican durante los procesos de economías propias. Por ejemplo, en términos de que ese
proceso productivo les da otra calidad o cualidad debido a que tienen relaciones armoniosas con la
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naturaleza y entre los seres humanos, como es frecuente escuchar entre las personas que compran
a ASOGRANG, quienes lo hacen porque saben que es un producto orgánico o porque ven cuando
lo recogen del cultivo. O cuando asistí a mi primera feria de comercio justo en 2016, me impactó
que todas las organizaciones contaban con orgullo su origen y proceso productivo.
Esta condición de legitimidad e ilegalidad vuelve al fluido intersticial como esa norma que no está
escrita, ni establecida legalmente pero sí es aceptada, es decir, es legítima. El capitalismo toma esa
ilegalidad y busca alternativas para que los procesos productivos que han logrado un nivel de
legitimidad de las economías propias se vuelvan legales, es decir, busca su cooptación. Diferentes
discursos, como, por ejemplo “el emprendimiento”, hablan de la capacidad de crear empresa a
partir de ideas productivas y al mismo tiempo, mezclan cierta ilegalidad, como el no pago de
salarios a las personas que trabajan, con cierta legalidad o formalidad, como constituir la
representación legal, para insertar a las economías propias en las dinámicas de la economía
capitalista.
En algunos casos las economías propias se siguen moviendo en su espacio de ilegalidad, pues
adoptan del fluido intersticial el discurso del emprendimiento como posibilidad para potenciar su
proceso, pero también buscan que el proceso colectivo no se pierda en medio de la dinámica que
el discurso capitalista del emprendimiento quiere imponer, o sea, se comportan como una marea,
toman lo que necesitan y se van a continuar con su accionar característico.
Relación con los instrumentos de trabajo y las herramientas
El cuarto componente que captan del fluido intersticial ambos tipos de economías en el segmento
de la producción, es el componente las relaciones con las herramientas de trabajo. Se entiende,
claro, la necesidad de instrumentos y herramientas para ayudar a la transformación de una cosa en
otra o, en el caso de la producción, de un material en un producto. Con instrumentos me quiero
referir al objeto que se considera la extensión de la mano, que es utilizado para la producción y que
puede ser usado de diferentes maneras, para picar, cortar, dispersar, etc.
En la economía capitalista las herramientas se adquieren acorde a la necesidad de la producción.
Generalmente, se obtienen tales herramientas en grandes cantidades para tener suficientes
disponibles por si se llegan a necesitar, por lo que se requiere un tipo de almacenamiento. Esa
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compra en masa no permite un relacionamiento más personal con la herramienta, dado que, si se
daña una o deja de funcionar, ahí está la otra para cumplir esa labor. Por otra parte, tales
herramientas a veces son asignadas a las personas que trabajan y se les impone, además, la
responsabilidad de cuidarlas e, incluso, en caso de que no se cuiden adecuadamente el daño a las
herramientas se descuenta de su salario, lo que genera una relación de cuidado bajo obligación,
porque finalmente, son propiedad de la empresa. Esto lo pude observar en una empresa en la que
trabajé cuando se asignaban activos, como se les llamaban a las herramientas, a las personas que
allí trabajaban con ellas.
Las herramientas, al ser un producto masivo en la economía capitalista, también son un producto
genérico, hecho bajo el mismo molde y en grandes cantidades, lo que no da lugar a pensar en la
necesidad particular del trabajador. Si se requiere una herramienta particular, entonces tendrá un
costo mayor.
Para las economías propias el componente de la relación con los instrumentos o herramientas de
trabajo es diferente. En primer lugar, la relación se caracteriza porque tales instrumentos son
escasos, casi siempre es el producto de mucho trabajo para su consecución, gestión o de
donaciones. Las herramientas se han conseguido de acuerdo a necesidades específicas y por ello
son tratadas como un tesoro: se guardan adecuadamente, se cuidan, se protegen porque son el
resultado de distintos proyectos que ayudaron a su obtención o de muchos esfuerzos compartidos.
Sin embargo, a veces sucede que las personas que llevan menos tiempo en el proceso organizativo,
no tienen suficiente cuidado con este tipo de elementos porque no tienen la memoria del origen de
las cosas, lo que da lugar a que haya mal uso o descuido y, desafortunadamente; a veces, se pierden
las herramientas obtenidas.
Es muy importante, entonces, para las economías propias mantener una memoria viva de dónde se
obtuvieron las herramientas e instrumentos, y por ello la historia oral es importante. Don Ramón
cuenta como, al iniciar el proceso de ASOGRANG, el Jardín Botánico de Bogotá les ayudó con la
donación de herramientas. No obstante, con el paso del tiempo y de las personas, las herramientas
se las fueron llevando los “amigos de lo ajeno”.
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Por otro lado, en las economías propias las herramientas son elaboradas de acuerdo a las
necesidades del proceso productivo. Es el caso de la herramienta que se usa para tapar las botellas
en El Caracol, que fue hecha por un artesano de acuerdo a las especificaciones que la botella de La
Caracola requería. Esta cuestión no solo precisa la especificidad de la herramienta, sino que
muestra estar en sintonía con el apoyo a los procesos para construir solidaridades en la producción.
De alguna manera las herramientas e instrumentos de trabajo responden o compensan a quienes las
usan y las cuidan. Don Ramón de ASOGRANG, por ejemplo, es especialmente dedicado al cuidado
de su peinilla10, anda todo el tiempo con ella, la lleva de un lugar a otro, la afila cada vez que puede
para que no le falle cuando la necesite y es una herramienta que se puede usar en muchas labores
de la finca. Sagrario, también de ASOGRANG, tiene una relación muy cercana con “su cuchillo”,
se dice, incluso, que solamente le hace caso a ella. En una oportunidad me lo prestó para cortar una
ahuyama con la advertencia de tener cuidado con él. En menos de cinco minutos ya me había
cortado. “Ya la cortó” me dijo Sagrario, como si fuera la costumbre del cuchillo. Tuve que
devolverlo porque solamente ella sabe cómo manejarlo.
La relación con las herramientas llega al fluido intersticial desde la economía capitalista como esa
necesidad de tener propiedad sobre las herramientas, lo que ha afectado a las economías propias
generando tensiones, porque las herramientas que han sido conseguidas como resultado de
diferentes esfuerzos de gestión, donaciones, ahorros, etc., se las toman algunas personas de las
organizaciones como si fueran algo propio y no colectivo. Estas situaciones han llevado a la
destrucción de organizaciones o al abandono de la construcción colectiva por los intereses
individuales de ciertas personas.
Producción como acto creativo
El último componente del segmento de la producción absorbido del fluido intersticial por las
economías de ambos tipos es el acto creativo de la producción, es decir, la capacidad
transformadora que se lleva a cabo en la producción y que lleva consigo la generación de algún
tipo de retribución.
10 En Colombia la peinilla es un machete más pequeño y menos barrigón.
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En el recorrido me he percatado de que el acto de creación productiva en la economía capitalista
está incentivado por el fomento de la creatividad. Sin embargo, incentivar esta creatividad se asocia
a la competencia. Mantenerse activo en el mercado tiene como una de sus condiciones que se tenga
un producto diferente y que se pueda vender de manera abundante. En ese marco, hay una
competencia frecuente entre las empresas capitalistas por tener un lugar en el mercado o por abarcar
más espacio en ese mercado. Bajo esta lógica la competencia, entonces, genera la creatividad.
Este proceso en el cual se está en mejores condiciones para competir en el mercado es lo que se ha
llamado competitividad, otro de los pilares sobre los cuales se cimienta la producción en el
capitalismo. En otras palabras, el acto creativo tiene como objetivo la competitividad.
La capacidad competitiva de la empresa capitalista se incrementa con la innovación del proceso
creativo. El proceso de innovación o, cambio que introduce novedades (Wikipedia C. , 2019), se
presenta al crear nuevos productos o mejorarlos, o acelerar el proceso de producción, o disminuir
costos. La innovación requiere de inyecciones de dinero de gran envergadura. Realizar
innovaciones le permitirá a la empresa capitalista tener acceso a mercados más grandes (como ir
de una ciudad pequeña a una más grande), o a sectores de mercado que antes no habían llegado
(como cuando una empresa de bebidas pasa a producir alimentos). Para entender esto hay que
detenernos en la forma en que se han hecho cambios tecnológicos en el capitalismo
Esta transformación tecnológica en la economía capitalista ha tenido diferentes momentos: el paso
del taller artesanal a la manufactura, luego a la mecanización que se presentó por la línea de
transmisión al principio del siglo XX, y después, tras grandes saltos, como desarrolla más
profundamente David Harvey (1998), llegar al desarrollo tecnológico basado en el software que se
dio entre 1970 y 1990, época en la que buena parte del diseño de los productos, los procesos
productivos o los productos en sí, los realizan computadoras con programas especializados y
basados en inteligencia artificial.
Ahora bien, la transformación tecnológica no ha sido en una sola área de la producción; se ha hecho
de acuerdo a las necesidades de cada sector específico. Por ejemplo, en la ganadería el tratamiento
genético para mejorar la calidad del semen de los toros; en el sector textil, el uso de tela que se
adapta al calor o al frío o con adaptación térmica; en el sector electrónico, el uso de
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nanotecnología11 para hacer celulares más compactos y más rápidos, etc. Aunque muchas veces se
puede hacer un avance tecnológico y luego se encuentra uso en diferentes sectores productivos
como, por ejemplo, cuando Andre Geim junto a Konstantin Novoselov aislaron el grafeno del
grafito (Ferrer, 2019); en ese momento no era claro que el grafeno se fuera a convertir en el
principal material para la elaboración de pantallas táctiles, muy utilizadas en teléfonos celulares en
la segunda década del 2000.
La capacidad competitiva de la empresa capitalista se verá retribuida con un mayor excedente, o
sea, tener más posiciones en el mercado le va a generar una cantidad de dinero importante
superando los costos de producción (que incluyen el pago del trabajo) y con ello tener un excedente
que será acumulado, objetivo último de la empresa capitalista. Este excedente en la economía
capitalista es convertido en capital, que puede estar distribuido en: el pago de intereses -costo que
se cobra por intermediar el dinero- a los bancos, la remuneración de los capitalistas, o la compra
de maquinaria.
Antes de tener el excedente se pagan los costos de producción, que incluyen los insumos, y el
mantenimiento administrativo de las empresas y el pago del trabajo. Me quiero detener en el pago
a las personas que trabajan porque es una forma de distribuir lo obtenido por las mejoras de la
innovación. La remuneración del trabajo en su mayoría se hace en dinero, condición importante en
el capitalismo, aunque también hay otras formas de hacer esos pagos como los programas de
bienestar que se ofrecen en las empresas para las personas que trabajan. Otras formas en las que se
hace esta remuneración son los bonos con los que pueden adquirir productos en ciertos lugares que
los reciben como medio de cambio, pero que no necesariamente pueden ser intercambiados por
dinero.
En la economía capitalista, el pago del trabajo se basa en la idea de que se debe tener dinero para
poder “ser alguien en la vida” o, en otras palabras, estar vinculado a los circuitos del capitalismo
para acceder a los productos que se venden en el mercado.
11 La nanotecnología es la manipulación de la materia a escala nanométrica -nanómetro es la unidad de longitud del Sistema Internacional de Unidades (SI) que equivale a una mil millonésima parte de un metro (1 nm = 10−9 m) o a la millonésima parte de un milímetro-. La más temprana y difundida descripción de la nanotecnología se refiere a la meta tecnológica particular de manipular en forma precisa los átomos y moléculas para la fabricación de productos a microescala, ahora también referida como nanotecnología molecular (Wikipedia C. , 2019).
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Ahora, para obtener dinero las personas deben vincularse a las empresas capitalistas y trabajar para
obtener un pago, pero el vincularse a la empresa se hace como individuo que tiene la ambición de
poder acceder al mercado. El pago en la empresa, por otro lado, también es individual porque,
según la economía capitalista, el trabajo también es de cada individuo y así se va profundizando la
idea de que cada persona no necesita de nadie y que es suficiente en sí misma para conseguir lo
que requiere, es decir, el individualismo. Este pago es resultado de la concepción de remuneración
por el trabajo “productivo” o el que se hace en las empresas, que se da a cambio de vender la fuerza
de trabajo (concepción que no le da valor el trabajo que se hace diariamente para sobrevivir como
tender nuestras camas, preparar nuestro desayuno, etc.).
Para poder financiar la transformación tecnológica se requieren grandes cantidades de dinero que
se solicitan al sistema financiero y cuyo costo es el cobro de intereses, los cuales se van pagando
de acuerdo a las ganancias. Es por esto que ser una empresa capitalista cuesta tanto y los procesos
de innovación, o modificación tecnológica y de productos, muchas veces, están vinculados a la
capacidad de endeudamiento. Esto, sin desconocer que muchos procesos de innovación se hacen
basados en los recursos que se tienen disponibles.
Las personas que reciben la mayor parte del excedente generado en la producción, producto del
acto creativo, son los socios y socias capitalistas o propietarias y propietarios de las empresas,
quienes reciben su pago mensual que puede ser aproximadamente 58 veces el valor que reciben las
personas que trabajan ($312.500 hora vs $5.300 hora 12); es por esto que Marx (1977) sostiene que
los capitalistas se apropian del trabajo de los trabajadores y las trabajadoras, es decir, los
capitalistas se apropian del excedente generado. En el caso de las empresas capitalistas más
pequeñas corren riesgos muy altos en una situación de pérdida, primero pierden las personas que
trabajan en niveles más bajos y luego las dueñas del capital.
12 Haciendo un cálculo simple basado en datos de una media de pago mensual a los gerentes de $50.000.000 en Colombia (Moreno S. , 2018) y $1.000.000 basándome en el salario mínimo vigente para 2018 en Colombia más prestaciones sociales, en los dos casos dividiendo por 20 días y 24 días de trabajo respectivamente y dividiendo nuevamente por 8 horas. Sin embargo, el pago de las personas que están en las juntas directivas de las multinacionales la distancia es mucho mayor porque especulo que sea 6 veces más que los gerentes, y 354 veces más que lo que ganan las personas con salario mínimo.
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Las economías propias también adquieren del fluido intersticial el componente del acto creativo de
la producción. Pero su capacidad creadora viene al menos de tres fuentes: de la necesidad de la
reproducción de la vida, del propio interés de hacer cosas nuevas, y de las necesidades colectivas.
La reproducción de la vida es un elemento fundamental en el acto creativo para la producción las
economías propias. En muchos casos las iniciativas se dan precisamente por la necesidad que se
tiene de resolver la vida diaria, del cuidado. Por ejemplo, la cerveza “La caracola” se produce en
El Rincón Cultural El Caracol para ayudar a conseguir recursos y así sostener su sede; las
creaciones Vayu de Yudy Pérez, se crearon en un momento de desempleo, en el cual retomó el
tejido para hacerle prendas a su hija, y luego empezó a hacer prendas de vestir para vender por
encargo y poder sostenerse. Mi abuela Isabel hacía la ropa para vestir diariamente a sus hijas, hijo
e incluso a sus nietos y nietas; o, por último, también conservo el ejemplo de mi abuela Rita, quien
lavaba ropa en su casa para poder sostener a sus hijos e hijas.
La segunda fuente en las economías propias del componente del acto creativo para la producción
es el interés de hacer cosas nuevas viene asociada a la reproducción de la vida, es decir, si vas a
hacer algo para alguien querido, o para ti misma, se puede hacer a tu gusto, puedes experimentar
con diferentes cosas para que sea único o que tenga características que la hagan distinta. Es por eso
que para muchas personas que aprenden a hacer cerveza artesanal uno de sus momentos más
importantes es cuando se incluyen nuevos ingredientes para probar nuevos sabores y ver qué pasa
con el producto, como pasa con La Caracola.
Por último, las necesidades colectivas son también una fuente de este acto creativo para la
producción en las economías propias, ya que en la medida en que las personas de un colectivo se
percatan de que tiene los mismos problemas y que además se pueden solucionar en conjunto, se
dan los procesos de creación o producción. Es el caso de ASOGRANG, como cuenta Don Ramón,
que en donde antes hubo una escombrera (generando problemas de seguridad en el barrio porque
siempre había habitantes de calle y robaban mucho allí), se transformó en una huerta urbana gracias
al trabajo colectivo de vecinos y vecinas cambiando no solamente el lugar que antes tenía la
escombrera, sino al barrio en su conjunto. El territorio cambió por la apropiación colectiva.
Al ver las necesidades para la reproducción de la vida o del colectivo o el interés en hacer cosas
nuevas, el primer elemento para que se haga viable ese acto creativo es la voluntad tanto personal
71
como colectiva. Luego se juntarán las solidaridades: se prestan instrumentos, se prepara comida,
se gestionan recursos haciendo rifas, colectas… acciones pequeñas y grandes para que ese acto
creativo se haga realidad.
En el acto creativo pueden ayudar las máquinas que son especializadas de acuerdo a la necesidad,
como es el caso de la bicicleta diseñada especialmente para hacer una limpieza inicial del amaranto
para ASOGRANG, fabricada por estudiantes voluntarios de la Universidad Javeriana como
proyecto de aula. De manera similar ocurrió en El Caracol, cuando se reunieron esfuerzos en
colectivo para mandar a hacer una olla que realiza todo el proceso de maceración y cocción de 40
litros de cerveza, que antes se hacía en ollas pequeñas y de manera mucho más artesanal. Como
cuesta mucho dinero hacer las inversiones para producir más, se procura darle buen trato a la
máquina para que cumpla con su tarea y se conserve en el tiempo.
Como las economías propias no tienen la pretensión de acumular un excedente, muchas veces la
retribución al trabajo realizado está asociada a la propia capacidad del colectivo de la reproducción
de la vida como lo esencial, es decir, a la alimentación los días en que se trabajó, o incluso, la
alegría de que el producto encontró alguien que lo usara. Pues el dinero que se obtiene por la venta
de los productos cubre principalmente los materiales y los costos de producción o, en algunos
casos, las nuevas inversiones que se quieran hacer a la organización o a la producción misma.
El hecho de que la retribución sea poca es una de las razones por la que muchas veces se trabaja en
el mismo lugar de habitación o cerca a éste. Por ejemplo, las huertas quedan en el barrio, lo que
permite transformaciones en el mismo territorio, de tal forma que no se tenga que abandonar el
barrio para mejorar la vida, parafraseando a las mujeres brasileras que trabajan en economía
solidaria referenciadas por Hoinle, Rothfuss, & Gotto (2013).
Por esta misma razón, que la retribución es poca, es importante que la reproducción de la vida se
haga de manera colectiva, es decir, si se va a hacer una minga de trabajo, o una convocatoria en
donde muchas manos coinciden en un momento para llevar a cabo una labor acordada previamente,
se debe incluir el trabajo para la olla comunitaria. Como hacíamos con mi familia paterna cuando
se “echaba la plancha”13 de una de las casas de las familias: se distribuía la labor de echar la mezcla
13 “echar la plancha” se llama a la actividad de poner el techo de cemento que antes podía ser de teja o de otro material para construir luego un nuevo piso o nivel de la casa.
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del cemento en las plataformas de madera dispuestas para esto, mientras que otras personas
preparaban el almuerzo para todas las personas participantes; al terminar la labor se compartían
unas cervezas y se acompañaba el encuentro con anécdotas.
Desde las economías propias se pueden obtener excedentes, es decir, después de pagar a las
personas que trabajaron, de volver a comprar los materiales y pagar los arrendamientos u otros
gastos respectivos para producir, si después de todos los pagos queda algo más, ese excedente entra
en una discusión sobre qué hacer con él, puede ser para comprar cosas que necesita la organización,
colaborar a otra organización, hacer una actividad conjunta en donde se pueda compartir como una
comida, o una fiesta, aquí lo importante es que se aproveche como colectivo, no como individuo.
Al fluido intersticial llega como componente, desde las economías propias, la retribución asociada
al acto creativo que se manifiesta como una tensión entre lo colectivo y lo individual. Al no haber
remuneración individual o que esta se haga de manera modesta cuando queda, el capitalismo
presiona desde su modelo de vida, lo que puede implicar en el mediano plazo abandono de los
proyectos por la subsistencia o que solamente se mantengan los proyectos que utilizan trabajo
voluntario que se hace en los tiempos libres, o con las personas que ya tengan resuelto su ingreso
como pensionados, trabajadoras independientes, etc.
Esta tensión pone de manifiesto lo relevante que es entender las diferentes formas de reproducción
de la vida como elemento importante en esta retribución teniendo en cuenta los sentires y quereres
de cada una de las personas, sus metas personales y sus deseos. Pero también resalta la importancia
de la reproducción de la vida de manera colectiva; asumir la existencia de la tensión y darle trámite
puede potenciar a las economías propias.
73
De la planeación al diseño mediante acuerdos: la caótica belleza
Un lugar para estar
y vivir lo que se hereda
Una canción sin condición
para sonar lo que nos queda.
Hoy puedo ver lo que yo fui
de donde soy de donde vengo
No es protestar, no es una guerra
Es lo que soy y lo que tengo
Hay cosas en la vida
Que no se pueden cambiar
Intentos de ordenar a la naturaleza
Pero yo prefiero estar en un lugar
Donde se da un ritmo natural
Caótica belleza
Ooh ooh ooh ooh
Ooh ooh ooh ooh
Por un fluir, por lo esencial
Por lo que nace, por lo que muere
Por lo sentido y lo sin sentido
Por lo que hay y nunca hubo
Por una historia, por mil historias
Que sean contadas, pero sin huecos
Por lo diverso, por este caos desordenado
Con mil encantos
Hay cosas en la vida que no se pueden cambiar
Intentos de ordenar a la naturaleza
Pero yo prefiero estar en un lugar
Donde se da un ritmo natural
Caótica belleza
Por un fluir, por lo esencial
Por lo que nace, por lo que muere
Por lo sentido y lo sin sentido
Por lo que hay y nunca hubo
Por una historia, por este ritmo
Por nuestro espacio, por una esencia
Por lo que soy, por lo que tengo
Por el lugar en el que vivo
Hay cosas en la vida que no se pueden cambiar
Intentos de ordenar a la naturaleza
Pero yo prefiero estar en un lugar
Donde se da un ritmo natural
Caótica belleza
Caótica Belleza-Esteman (2015)
La idea inicial de este aparte era hacer un desplazamiento analítico partiendo de la planeación
del territorio hacia el diseño mediante acuerdos. Sin embargo, en la medida en que fui
adentrándome en el asunto de la planeación me di cuenta de la complejidad de los temas que
abordaba y, por tanto, que no era suficiente hablar exclusivamente del territorio.
Entonces, el desplazamiento se convierte en el paso de la planeación hacia el diseño mediante
acuerdos: la caótica belleza; para hacer referencia a la canción del epígrafe, entendiendo que
la planeación ha abarcado diferentes aspectos como la economía, la política, lo social y el
territorio, y con ello ha aportado a moldear las formas de vida existentes hasta un punto. Esto
implica que este desplazamiento debe pensarse partiendo desde la planeación hacia una
forma de entender el mundo de manera más diversa y que permita incluir elementos de la
vida cotidiana, es decir, el diseño mediante acuerdos o lo que llamo “caótica belleza”.
Ahora bien, para pasar de la planeación al diseño mediante acuerdos se hace necesaria la
búsqueda de un pensamiento diverso. Esto es, de una parte, cuestionar lo que ha llamado
Escobar (2016) y, otras personas críticas de la modernidad, la tradición racionalista
74
cartesiana que ha marcado la forma de crear conocimiento desde las universidades y en
general desde la institucionalidad educativa y científica; y de otra parte, abrir el pensamiento
a otros saberes, otras formas de ver el mundo, otras ontologías que muestran otros elementos
en donde la tradición mencionada no tiene alcance.
Este desplazamiento pasa primero por definir la planeación, su funcionalidad al capitalismo,
para luego plantear unos elementos de propuesta que he denominado “caótica belleza”,
propuesta basada en planteamientos de Escobar (2016) sobre el diseño mediante acuerdos y
la construcción desde lo cotidiano planteada por Silvia Rivera Cusicanqui en entrevista con
Huáscar Salazar (2015).
Planeación
En uno de los manuales de la CEPAL para la planificación estratégica (Armijo, 2009), se
concibe la planeación como una herramienta de gestión para la toma de decisiones. La
planificación o planeación, que hace un diagnóstico de la situación actual de la empresa,
formula unos objetivos y metas, estableciendo los cursos de acción o estrategias para
alcanzarlos (Armijo, 2009). Esta planificación estratégica se ha utilizado en empresas, pero
sus principios se aplican en la generación de planes de desarrollo de las diferentes entidades
territoriales.
Con esta definición se pueden establecer varios elementos que contiene la idea de la
planeación: de una parte, la necesidad de establecer un futuro deseado, el punto hacia donde
se quiere caminar (objetivos y metas); de otra parte, establecer los caminos para ese futuro,
que implica trazar unas rutas por las cuales se debe transitar (estrategias); por último, definir
cómo recorrer ese camino, los elementos que van a nutrirlo.
La planeación se ha presentado como una técnica neutra que no tiene una intencionalidad
política. Sin embargo, definir el futuro posible está cargado de una intencionalidad política,
económica, social y cultural que no es ajena a las dinámicas del poder que ha intentado
establecer la episteme de construcción social y económica.
Planeación para el capitalismo
Como lo planteo en mi tesis de maestría (2013) titulada “Enfoque de desarrollo en Colombia
y Venezuela análisis comparativo de los planes de desarrollo de Venezuela (2007-2013) y
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Colombia (2006-2010)”, lo que hoy conocemos como planeación inicia su consolidación
asociada a tres condiciones: de una parte, al interés del capitalismo de resolver el problema
de la anarquía en la producción, que se hizo evidente en la crisis de 1929, razón por la cual
surge la teoría keynesiana y su política económica; de otra parte, el propósito de detener la
tendencia decreciente de la tasa de ganancia buscando la regulación de la producción; por
último, desde la intención del socialismo, al pensar en una sociedad distinta al capitalismo,
era importante que esa sociedad solucionara la anarquía en la producción, en particular en la
Unión Soviética o URSS14, lo que se llevó a cabo con el desarrollo de planes quinquenales
promovidos por el gobierno socialista.
El proceso de planeación se expandió, asociado a la idea de desarrollo, con los organismos
multilaterales creados después de la Segunda Guerra Mundial como la ONU, el FMI, el
Banco Mundial, etc. Como lo planteo en el trabajo antes citado (2013) se inicia con la
implementación del Plan Marshall para la reconstrucción de Europa; continúa con la creación
de fondos internacionales en los cuales los países con más dinero aportaron para prestar a
aquellos que tenían menos; dinero que se prestó bajo la condición de implementar programas
o planes de desarrollo factibles y congruentes; por último, para que se pudiera hacer real el
plan inicialmente formulado, los organismos internacionales prestaron la asesoría
especializada para que los objetivos propuestos se llevaran a cabo.
Aunque la planeación se haya podido realizar en otras sociedades15, así sea de manera parcial,
como en Mesopotamia o la maya o la azteca, o en el socialismo en el siglo XX, la planeación
ha servido para la profundización del sistema capitalista. Escobar (2016) sostiene que el
capitalismo y la modernidad tienen la necesidad de generar instancias suprahumanas para dar
orden y generar acuerdos, que establecen las normas, lo universal, acuerdos que pretenden
ser impersonales y se consideran estandarizados. Estas instancias suprahumanas se visten de
una aparente neutralidad, que se ha llamado conocimiento técnico, el cual, supuestamente,
no tiene intención política, sino que está enfocado hacia la eficiencia y la productividad. Es
14 URSS, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, es un Estado que llevó a cabo la revolución socialista y estableció la república con este nombre, a partir de la revolución dirigida por el Partido Comunista en 1917. Se sostuvo entre 1922 y 1991. 15 Ruth Saavedra (1998) habla de ciertos niveles de planeación para la construcción de caminos y terrenos agrícolas en Mesopotamia y Egipto, y entre las comunidades aztecas, mayas e incas; también en la ilustración en la Escuela Politécnica de París se propuso aplicar conocimiento científico a los asuntos públicos con un enfoque de “ingeniería social”.
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así como se ha construido una institucionalidad que debe ejercer la planeación y con ella unas
personas técnicas que tienen el conocimiento específico que requiere la misma.
Esta institucionalidad y las personas asociadas a la implementación de los planes, se
sostienen debido al supuesto de que hay que especializar gente para producir las normas.
Escobar (2016), citando a Gustavo Esteva, habla de la heteronomía para designar la forma
en que las normas son producidas por otros considerándolas universales, impersonales y
estandarizadas; se modifican a través de la deliberación racional y la negociación política.
Las normas así desarrolladas parten del supuesto de que quienes van a seguirlas no pueden
definirlas de manera autónoma, o que se van a tomar medidas irracionales, o que se tienen
que imponer para impedir el caos16.
La institucionalidad inicialmente se va haciendo cargo de la planeación, se erige como la
institución para el bienestar social. Silvia Federici en su obra Calibán y la bruja (2004)
describe el papel que va tomando el Estado al implementar medidas contra el despoblamiento
que realizaban las mujeres al controlar de manera autónoma la concepción y que con la
masacre de las brujas les quita el poder y conocimiento a las mujeres sobre su propio cuerpo,
dándole el poder al Estado; Federici también describe el papel que va adquiriendo el Estado
como mediador en la relación entre trabajadores y propietarios de empresas.
Las personas preparadas en la planeación y en las diferentes técnicas a ser implementadas se
hacen llamar técnicas, para diferenciarse de los políticos, recogiendo la asepsia del testigo
modesto, como diría Haraway (2014), tratando de mostrarse sin intenciones políticas. Toda
esta comunidad técnica, llamada por algunas personas tecnocracia, ha sido preparada bajo el
ideal propuesto del desarrollo, que no es otra cosa que la intención de hacer del capitalismo
un ideal de economía que rija la vida de la gente. En mi tiempo de trabajo como funcionaria
pública escuchaba con frecuencia de los demás compañeros y compañeras “lo que hacemos
es desde lo técnico, no importa el gobierno que llegue”; lo que no se entiende es que lo que
se supone técnico incluye una serie de supuestos que no se cuestionan, por ejemplo, la
necesidad del crecimiento económico, que es un criterio cargado de una intencionalidad
16 No puedo evitar pensar en la situación que hoy, 4 de diciembre de 2019, se está dando en el paro, donde ciertas fuerzas políticas se han opuesto al desarrollo de la asamblea nacional popular por considerar inmanejable una asamblea de masas.
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política en busca del aumento de la acumulación del capital y con esta, la profundización del
capitalismo.
El progreso, uno de los ideales planteados desde esta institucionalidad, es entendido como el
mismo capitalismo, como ese sistema al que deben llegar todos los países, pensado en el
sentido de las etapas planteadas por Rostow (1993) que asumía que todos los países debían
pasar por una serie de etapas para lograr la modernización que, en últimas, era la
implementación del capitalismo; con lo que se desdeñan otras formas de producir, consumir,
distribuir como algo atrasado, e irracional. Todo esto da lugar a la producción de un único
mundo.
Lo que no se explicita es que la eficiencia y la productividad, objetivos de la planeación, son
pilares del capitalismo y del crecimiento de la producción capitalista; entonces, la planeación
tiene una intencionalidad en la profundización del capitalismo. Esta profundización se puede
materializar en diferentes áreas. Aquí unos ejemplos:
En el área de la economía la planeación interviene en las formas en que se puede implementar
y ampliar la producción capitalista. Entre las acciones que se encaminan a este objetivo desde
la planeación se encuentran, por ejemplo, las metas del crecimiento, que van a implicar las
formas en que se puede incrementar la producción, los estímulos al consumo, la
implementación de políticas para incrementar la productividad de las personas, lo que
significa que produzcan más con menores salarios; también puede definir políticas para que
se produzca más de una cosa y menos de otra, como, en el caso de Colombia, las políticas
para la extracción de petróleo y minerales como oro y plata; pero para cultivar comida no
hay estímulos desde el Estado porque esta no genera la misma acumulación de capital.
La población es otra de las áreas en las que la planeación profundiza el capitalismo. Esta se
puede realizar teniendo en cuenta estos criterios: primero, el número de personas, lo que
implica que la población crezca lo suficiente para tener fuerza de trabajo para la producción,
pero que no crezca demasiado de tal forma que sean demasiadas bocas para alimentar, en ese
sentido se establecen políticas para promover la natalidad o restringirla, según el país. En
casi toda Latinoamérica se restringe, en los Países Bajos, en cambio, se promueve. Segundo,
la salud de las personas ya que quienes enferman no son productivas en el sentido capitalista;
por eso se planean las políticas de salud que garanticen niveles básicos para el trabajo, o las
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políticas de higiene de las ciudades que también garanticen ambientes limpios donde no se
expandan las enfermedades; y tercero, se planea que las muertes no sean prematuras, o en
los primeros años de vida, o muy jóvenes, aquí se incluyen las políticas de salud para evitar
enfermedades en los niños y las niñas, o que la muerte no ocurra por epidemias que acaben
en un momento determinado con una gran cantidad de población.
La planeación de la educación también profundiza el capitalismo. En este caso, la planeación
establece unas metas para lograr la productividad de la mano de obra; por ello es muy
importante que las personas se capaciten para ser una fuerza de trabajo productiva (Moreno
J. D., 2004), lo que implica adquirir unos conocimientos para manejar la tecnología que se
quiera implementar para la producción, además de los que reciban de manera individual en
diferentes formas; por eso es tan importante combatir el analfabetismo. De otra parte, es igual
de importante que las personas sepan consumir los productos elaborados por el capitalismo;
esto implica conocimientos para el consumo final de diferentes elementos, como prendas de
vestir y artículos con diferentes utilidades. Por último, como dice Frank Molano (2007), la
educación para el capitalismo se planea para que no sea crítica, con lo que se crean estrategias
para perseguir las ideas contrarias al sistema, impidiendo la oposición.
El territorio se planea ordenándolo en función del capitalismo. El capitalismo proyecta el
espacio para la producción y cómo proteger y beneficiar el capital. El espacio en la ciudad es
planeado y debe garantizar unas condiciones para que el capital pueda estar y generar
beneficios; parafraseando a Lefebvre (2013), generar centros espaciales para poder irradiar
en lo económico y lo político. En ese sentido el flujo y el beneficio del capital se facilitan
con impuestos bajos a la inversión, que no haya disturbios para que pueda fluir el capital17,
o redes de intercomunicación que permitan el flujo del dinero, del capital o de las personas;
como diría David Harvey (2013), debilitar las barreras espaciales para poder generar esta
movilidad. O se impulsa el despojo de tierras que se usaban para la producción doméstica o
para la producción comunal a favor de la producción capitalista, como documentan Ojeda,
Petzl, Quiroga, Rodríguez, & Rojas (2015) en el proceso de despojo de tierras en los Montes
de María para implantar el cultivo de la palma aceitera.
17 Como sucedió en el paro nacional de noviembre-diciembre de 2019 que, sin detener la producción, varios medios de comunicación controlados por las clases dominantes han argumentado que los bloqueos y movilizaciones afectan al comercio y los negocios de las multinacionales (El Heraldo, 2019).
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Estos son solo unos ejemplos de cómo se profundiza el capitalismo por medio de la
planeación en estas áreas de intervención. El objetivo es ilustrar cómo el capitalismo hace
uso de la planeación para fortalecerse como sistema económico, abarcando diferentes
aspectos de la vida humana.
Sin embargo, aunque la planeación tiene como objetivo la profundización del capitalismo,
no necesariamente lo hace sin barreras. Uno de los elementos que se plantean en los
diagnósticos para generar los planes son las barreras que impiden que las metas establecidas
se hagan realidad; estas barreras muchas veces tienen que ver con otras concepciones,
prácticas que no están acordes con la implementación del capitalismo. Es así como se pueden
observar otros procesos para definir la reproducción de la vida. En el siguiente apartado se
muestran algunos elementos a tener en cuenta para este diseño.
El diseño mediante acuerdos en común, la “caótica belleza”
Pensar otras formas de proyectar hacia dónde queremos encaminar nuestras acciones
partiendo de sociedades distintas al capitalismo requiere, de una parte, que haya un diseño,
pero ya no construido por instituciones o tecnócratas sino desde las especies y las personas
que habitan los territorios; y, de otra parte, entender que nuestras proyecciones requieren de
acciones cotidianas para poder generar nuevos futuros sabiendo que pueden ser múltiples.
En ese sentido, retomo de Arturo Escobar (2016) dos conceptos de diseño que darían cabida
a diferentes mundos posibles, estos son el diseño ontológico y el autónomo.
El diseño ontológico esbozado por Escobar (2016) me parece un buen punto de partida dado
que busca el ser en común. Es decir, lo que debe ir detrás de las propuestas que construyamos
pensando en otras formas posibles de mundos, otros mundos posibles, es entender nuestra
completa interdependencia con las demás especies y seres del mundo, incluidos los humanos.
Que somos seres sociales no solamente por nuestra interrelación mutua sino por todas las
formas de vida que hacen posible nuestra existencia. En ese sentido, el cuidado de la vida es
necesario como fundamento para pensarse otras formas de diseño.
El diseño autónomo planteado por Escobar (2016) resuena con los hallazgos de esta
investigación, pues he encontrado que es necesario el trabajo en común para intervenir en el
territorio. Esto se manifiesta en que hay un nivel de acuerdo sobre la construcción de espacios
colectivos que pueden ser, de alguna forma, diseñados según las necesidades y condiciones
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de una comunidad particular. Sin embargo, esos esfuerzos no se han quedado en territorios
específicos o pequeños, sino que se ha tratado de construir acuerdos para proyectar en un
sentido más amplio. Por ejemplo, en Bogotá se ha hecho un esfuerzo por establecer unas
ideas básicas sobre elementos de cómo comprender una ciudad diferente a la impuesta por el
capitalismo. Estas ideas se han incorporado en una propuesta, que aún se encuentra en
construcción, llamada “Confluencia programática Bogotá-Región” (2019), desarrollada por
diferentes comunidades, colectivos, movimientos y procesos organizativos, que compila
reivindicaciones específicas de la ciudad y elementos de cuestionamiento del modelo de
ciudad. Es un esfuerzo importante, porque es bien difícil pensar en una ciudad diferente
tratando de generar distancias con lo aprendido con el capitalismo.
El diseño autónomo corresponde a pensar futuros posibles. A pensar en que no
necesariamente queremos como especie el futuro trazado por el capitalismo, el patriarcado,
el desarrollo, e incluso la tradición racionalista cartesiana. Estamos viviendo un presente que
fue pensado en la planeación realizada en el pasado; entonces, la preocupación por pensarse
el futuro es válida. Sin embargo, esa planeación pasada no es lo único que se ha puesto en
marcha en el presente, porque también han surgido posiciones, cuestionamientos, teorías,
movimientos críticos de esa planeación, que han hecho un presente como el actual, en donde
no es totalmente aceptado lo que la planeación en algún momento se propuso. Es aquí donde
se puede ver lo que dice Silvia Rivera Cusicanqui “el presente es una superficie de sintagmas
que provienen de diferentes horizontes históricos” (Salazar Lohman, 2015, p. 145).
Es decir, ese pensar en el futuro, pasa por hacer en el presente. Silvia Rivera Cusicanqui
(Salazar Lohman, 2015) habla de la tentación de buscar una meta como característica de la
impaciencia de la izquierda; para ella esa tentación esconde un nivel de antropocentrismo, y
plantea que es necesario juntar la ideología con el hacer cotidiano. Lo que entiendo de unir
esos dos planteamientos (pensar en el futuro haciendo en el presente y pensar desde lo
cotidiano) es que no se puede pensar en el futuro si no se hace en el presente, en lo cotidiano;
de nada sirve tener una meta si no se trabaja en el aquí y el ahora, en vivir la vida en acciones
pequeñitas como compartir con los otros, como cuando estás escribiendo la tesis de doctorado
y tienes que salir a cumplir con la cita pactada por el “cacerolazo”; hay que seguir viviendo
y pensando. También tiene que ver con entender que todo lo que usamos, comemos, sentimos
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es intervenido por muchos seres que co-laboran en que eso se haga posible y que debemos
tratarlos con el respeto y el agradecimiento que corresponde.
Quisiera destacar tres temas que pueden ejemplificar esta construcción del diseño desde lo
cotidiano pensando en el futuro, tomando prestada una expresión usada por el cantante
colombiano Esteman (2015) para una canción y un álbum suyos, y es la de “caótica belleza”
(en el epígrafe). La expresión, además de sonar bonito, habla del florecimiento de lo diverso,
las posibilidades del relacionamiento en medio de tensiones, pero también de acuerdos que
se van renovando con el tiempo y con los cambios. Esta expresión me permite recoger los
planteamientos de Silvia Rivera Cusicanqui y de Escobar plasmándolos en diferentes
elementos:
En primer lugar, el tema de lo económico desde lo cotidiano, es decir, desde lo que se hace
diariamente, que pasa por lo que se hace en el hogar o lo doméstico, pero también por aquello
que se hace en lo público que recrea la vida ordinariamente. Reivindicar el sostenimiento de
la reproducción de la vida desde lo doméstico permite valorar los esfuerzos pequeños que
van tejiendo los grandes logros; si se quiere, por eso me parece tan importante la
reivindicación de la economía doméstica y la labor de reproducción de la vida que hacen las
feministas, como lo resume Luisa Tovar (2019). Pero esta reivindicación de lo doméstico da
lugar a que se contemple dentro de la producción, la distribución y el consumo, no solamente
lo que se produce para compartir con otros en instancias más públicas o más abiertas, o en el
mercado, sino también que se incluya lo que se hace en estos tres procesos (producción,
distribución y consumo) en lo doméstico y en lo público, entendiendo la economía para la
reproducción de la vida y no solamente para el mercado. Cuestión que puede dar lugar a
pensarse una sociedad futura más feminista, en la cual se valoren más las pequeñas acciones
que no intervienen en el mercado y se desvalore la acumulación de capital.
En segundo lugar, quiero destacar la relevancia de la memoria. Es un tema que ha sido
importante en los últimos años, en particular en Colombia, a propósito de los años de
conflicto armado y la lucha cotidiana porque la historia oficial contemple no solamente la
visión desde las clases dominantes sino también lo que han hecho los diversos participantes
de esa historia y que se elabora a partir de las memorias que se van construyendo en común,
en donde se tenga en cuenta a las víctimas y a las razones del conflicto, no únicamente la
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historia de las batallas, del ejército y de los presidentes. Pensar el pasado, honrar los ancestros
y ancestras, las víctimas y las diferentes luchas abre las posibilidades a mundos que
reconozcan en el futuro las diversidades.
En tercer lugar, el encuentro de saberes, como lo plantean José de Carvalho y Juliana Flórez
(2014). La interdependencia en lo cotidiano tiene que ver también con entender la sabiduría
adquirida desde diferentes ontologías, prácticas, estudios, experiencias, reconociendo que
hay saberes que no vienen de la misma tradición racionalista cartesiana y que también leen
otros aspectos de la vida que no necesariamente están en la reflexión de los hechos, sino que
se relacionan con otros seres, otras manifestaciones que no son comprensibles bajo esa
tradición. Entender otros saberes implica agachar la cabeza para poder entenderse y
articularse, un poco en el sentido de lo ch’ixi que habla Silvia Rivera Cusicanqui (Salazar
Lohman, 2015), no de fusionarse sino de estar en contradicción, de diferenciarse para tejer
afinidades. Lo que implica un mundo más diverso y con nuevas contradicciones que lo sigan
enriqueciendo en saber.
En cuarto lugar, hablar de lo cotidiano tiene que ver con lo que el territorio específico alberga,
o las políticas de lugar como dirían Harcourt y Escobar (2007). Aunque ya hice referencia
a este punto, quiero destacarlo porque en el territorio es donde se construye la cotidianidad,
es donde se materializan las propuestas reales de cambio, donde se evidencia nuestra
interdependencia y, así mismo, se tramitan las tensiones que van surgiendo de manera
permanente en esa construcción del territorio. El establecimiento de las afinidades de las que
habla Silvia Rivera Cusicanqui se hacen en el territorio, con los vecinos humanos y no
humanos, con los seres espirituales que lo nutren, no se hace desde un lugar abstracto, como
visto desde arriba, así haya que pensarse también territorios más grandes o la articulación de
varios territorios pequeños, entendiéndolo no como la suma de las partes sino como el tejido
interrelacionado de las múltiples interdependencias que van surgiendo. Las políticas del lugar
tienen la perspectiva de nuevos mundos que entienden particularidades y dan cabida al tejido
en común.
Para terminar, la caótica belleza también resuena para mí como a los procesos que se dan
entre no humanos. La posibilidad que se da de la autopoiesis tan explicada por Maturana y
Varela (2003) que denota tanto la autonomía como la interdependencia. De una parte, la
83
posibilidad de que haya espacios sin humanos, en donde los seres no humanos resuelvan sus
contradicciones y tejan sus relaciones; y de otra parte, la diversidad y la posibilidad de vivir
en común y tejer comunidad por medio de distintas afinidades como dice Silvia Rivera
(Salazar Lohman, 2015) que se deben realizar entre los humanos y los no humanos.
La caótica belleza, usada así, hace un llamado a que como seres humanos reconozcamos
nuestra condición de ser una más de las especies, de poder ver la tierra sin humanos como
posibilidad y ver cómo podemos ser en la tierra con otras especies. En otras palabras,
renunciar al antropocentrismo para ser parte de la tierra.
84
La relación con los seres no humanos
La relación con los seres no humanos es el segmento en el cual el fluido intersticial, al entrar
en contacto con la tierra y lo orgánico, toma formas fangosas para poder alimentar a las
economías. En este segmento se establecen las relaciones de los seres humanos con otros
seres, entendiendo que no se puede crear sin la colaboración entre seres, que la creación es
una acción colectiva. Así, en ese proceso de interacción entre seres, por su cualidad mutante,
el fluido intersticial adquiere viscosidad en dos componentes: la relación con los materiales
y la relación con la tierra. Veremos también que, por su carácter nutriente, los componentes
del fluido intersticial que llegan al segmento de la relación con otros seres serán
transformados por las economías. Finalmente, por su condición receptiva, el fluido, a su vez,
recibirá componentes de la interacción entre seres ya transformados por las economías.
Relación con los materiales
Uno de los componentes que arriban desde el fluido intersticial al segmento de la relación
con los seres no humanos es la relación con los materiales. Para que exista la producción y
todo el proceso económico que hace posible la reproducción de la vida en sus diferentes
formas, es necesario que los seres humanos se relacionen con los materiales, que serán
transformados para generar productos o que serán aliados en esa transformación.
El componente de la relación con los materiales es succionado por la economía capitalista
del fluido intersticial tomando el nombre de insumo y ésta la convierte en recursos o materias
primas. Al igual que las herramientas, se adquieren en grandes cantidades para poder producir
mayor cantidad de mercancías.
He advertido que en la economía capitalista el trato con los insumos se basa en la higiene,
concebida como la eliminación de microorganismos u organismos. En ese sentido, para el
capitalismo es muy importante mantener los espacios de producción higienizados. En el caso
de la producción agrícola, por ejemplo, se usan pesticidas preparados con productos químicos
que maten todo lo que vaya a afectar la planta, sin evitar que los químicos aplicados afecten
la salud de las personas que trabajan o que se queden incorporados en la planta que después
será alimento de humanos y no humanos.
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Un criterio importante en el proceso de producción capitalista es la productividad o, lo que
es lo mismo, la relación insumo/producto, es decir, cuánto producto resulta en proporción a
la cantidad de insumo utilizado (Samuelson & Nordhaus, 2010). La productividad de la
harina, como insumo, en cuanto a la elaboración de panes sería, por ejemplo, si para producir
100 panes se utilizaron 2 kilos de harina hay una productividad menor si, en otro caso, para
producir los mismos 100 panes se utilizaron 1,5 kilos de harina.
En este sentido, para la economía capitalista es importante utilizar materiales que produzcan
más siendo menos costosos, lo que muchas veces implica que la calidad va desmejorándose
para obtener el costo menor debido a que los materiales más baratos muchas veces empeoran
la calidad de los productos para disminuir los costos. Es el caso, por ejemplo, de la utilización
de materias primas menos resistentes para la elaboración de textiles haciendo la ropa menos
costosa y, a la vez, menos duradera.
Basados en el criterio de la productividad, en la economía capitalista se han creado insumos
químicos, o con otro tipo de tecnología como el conocimiento de genética aplicado a las
plantas, para la producción agrícola, que permiten una producción de mayores proporciones,
pero que a la vez está vinculada a generar sujeción a una marca, que corresponde a una
empresa, de tal forma que siempre tenga que comprar la misma marca. Es el caso de las
semillas; si se compra una semilla de una marca de una empresa específica, al crecer la planta
no va a generar una semilla que pueda producir otra planta, sino que allí queda el producto
final por ejemplo una fruta y se tiene que comprar una nueva semilla, no se genera de la
misma planta, porque la fruta en ese caso no tiene semillas.
La sujeción a la marca no solamente se crea con un insumo, sino que se tiene que usar un
conjunto de insumos en línea, o de la misma marca, para que se obtenga el producto
prometido por la fábrica de insumos. Es decir, se genera una cultura de la sujeción a una
marca para que no se pueda reemplazar por otras marcas porque la combinación de elementos
no va a dar los mismos resultados o puede dañar la planta. Así, la complementariedad se
convierte en mera exclusividad y la marca obliga a generar el enlace entre todas las partes
que la complementan. Un ejemplo de esto es el de la producción de soja. Para producir esta
leguminosa se tiene que comprar la semilla, el fertilizante y los pesticidas que controlan
plagas a la misma empresa, de lo contrario, si se decidiera cambiar cualquiera de los
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componentes, puede que la planta no crezca o no tenga la productividad que el vendedor de
la marca prometió porque todos los componentes se encuentran en sintonía para obtener un
resultado.
La economía capitalista hace uso de otros elementos de la naturaleza como recursos. Es por
eso que se quieren controlar ciertos fenómenos atmosféricos o elementos de la naturaleza, es
el caso del agua cuando se construyen represas a los ríos y se controlan sus caídas para
aprovecharlas en la generación de energía. Es muy importante para el capitalismo tener el
control de los recursos.
Las economías propias también recogen del fluido intersticial el componente de la relación
con los materiales. Pero este componente toma otro camino, pues los materiales que llegan
para ser transformados se reciben con agradecimiento, son tratados con respeto y con cuidado
de acuerdo a su origen o su función en la producción.
En el caso de las economías propias se habla de producción limpia, pero esta “limpieza” se
diferencia de la higiene de la economía capitalista, dado que la limpieza tiene que ver con
que los insumos sean de origen natural, es decir, no vienen de productos químicos creados
en laboratorios, o creados industrialmente. El uso de este tipo de materiales busca el
conocimiento de sus propiedades y encontrar las formas de alianza que permitan, de manera
natural, generar productos de buena calidad. En ese sentido, la naturaleza más que un recurso
es una fuente de conocimiento, convirtiéndose en una aliada.
Esta búsqueda por la alianza lleva a que los distintos elementos de la naturaleza se conciban
como seres vivos y por ello el propósito no debe ser solo usarlos sino guardar una relación
de reciprocidad con ellos. Por tal razón, hay que hablar, consentir, tratar bien, incluso cantar,
llevarles música a los animales, las plantas y los cultivos. En resumen, algunas personas que
trabajan en algunas huertas generan un ambiente propicio para que las plantas o los animales
puedan estar bien, es una exploración constante porque esos seres se sientan cómodos y
contentos.
Por ejemplo, cuando los Guakes del Zuke realizan su trabajo de cultivo hacen pagamentos,
o rituales para ofrendar la tierra y agradecerle que se pueda cultivar en ella y los frutos que
da. Silvia Rivera (2018) también hace mención a la forma en que los primeros Inkas hacían
ofrendas a los dioses de productos muy valiosos e incluso de cuerpos humanos que devolvían
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lluvias, nubes, rayos, truenos y vientos buenos, lo que implica una alianza en donde hay
aporte de las dos partes, los humanos y no humanos.
También observé como se hacía la alianza con otros seres vivos, en particular animales, en
ASOGRANG en donde los desechos orgánicos dejados por la comunidad vecina, como ya
mencioné, son utilizados para alimentar las lombrices que se tienen de aliadas para
recomponer el suelo por lo que se les trata bien. Otros aliados son los cuatro perros que cuidan
de que los ladrones no se lleven cosas de valor, recibiendo en algunos casos heridas en esa
labor; los gatos y gatas se hacen cargo de que los roedores no dañen los cultivos. Perros y
gatos que son alimentados por Yolanda, que diariamente les hace la sopa a los perros con
productos de la huerta, y por una vecina que les deja comida a los gatos algunos días de la
semana.
Las alianzas también se hacen entre no humanos, como cuando se siembra ají o ajo al lado
de otro cultivo, por ejemplo, tomate para proteger a éste último de plagas. El papel de los
seres humanos es propiciar ese tipo de alianzas ya que genera un nivel de colaboración entre
las plantas y se mejora el cultivo.
Esos seres no humanos también pueden ser fuerzas naturales o fenómenos naturales
diferentes a los animales o plantas como, por ejemplo, el viento, que ayuda a dispersar las
semillas. En el caso particular del amaranto producido en ASOGRANG es el principal
beneficiario del mismo, pues el momento en el que confluyen el tiempo seco y el viento suave
se trasvasa el amaranto entre dos recipientes, haciendo que el viento se lleve una especie de
cáscara que es más ligera que la semilla, quedando así las semillas que son las que se van a
comer.
También está, por supuesto, la lluvia que es una buena amiga para las plantas, pero siempre
en la justa medida para que se hidraten y no se inunden. En la actual condición de
calentamiento global y la condición de sequedad del ambiente en la localidad de Ciudad
Bolívar, la lluvia es uno de los aliados más requeridos, pues cuando no llueve en ese ambiente
tan seco de la planicie a veces es mejor no sembrar porque se puede perder en el primer mes
todo; o, si llueve mucho, que es menos frecuente en esa zona de la ciudad, también se puede
perder todo. Se requiere entonces la justa medida de lluvia que riegue toda la huerta, que no
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se suple de manera completa cuando hay que regarla con manguera o con regaderas, por más
que se intente, no llega a todos los lugares de la huerta y no en la misma proporción.
La relación con la naturaleza y los insumos limpios u orgánicos en las economías propias
lleva a compartir las semillas con otros procesos organizativos. Al guardar las semillas
originarias, se pueden preservar, en algunos casos, los componentes genéticos; después de la
cosecha estas semillas limpias, libres de químicos o tratamientos genéticos de laboratorio,
también se comparten con otras comunidades o procesos organizativos amigos, como se hace
en las ferias en los intercambios de semillas, compartiéndolas para generar frutos sin
dependencia de las grandes empresas de agroinsumos.
En otros casos también se comparte el conocimiento, producto de esta relación de alianza
con los seres no humanos. Como ocurrió con Saulo, de ASOGRANG, a quien le piden que
enseñe a hacer compost a partir de la gallinaza en otros procesos, o sucede con las diferentes
invitaciones que hacen a otros miembros de esa organización para que compartan la
experiencia adquirida. Se puede decir que se quiere tratar de generar una inteligencia popular,
que la experiencia no se quede en una sola persona sino en varias y que se reproduzca.
Cuando se tienen que adquirir materiales para la producción, entre los criterios claves para
obtenerlos se encuentran: favorecer a procesos que se encuentran en las economías propias
o, en su defecto, apoyar a productoras de la economía capitalista que tengan prácticas que
respeten el medio ambiente o conservacionistas.
Producto de esta relación respetuosa y de alianza con los materiales, al fluido intersticial
llegan las prácticas armoniosas con el medio ambiente —provenientes de la preocupación
porque se acabe el planeta debido al calentamiento global y la recuperación de las prácticas
de las economías propias más ancestrales— que permitan otro tipo de relación con la
naturaleza.
Por tal razón, en algunas ocasiones la economía capitalista toma estas prácticas armoniosas
del fluido intersticial y crea insumos con ingredientes más naturales, lo cual ha llevado a
bajar la productividad, pero a mejorar la calidad de los productos que salen al mercado, es
decir, se produce menos cantidad, pero de mejor calidad, se aceptan estas prácticas. Esa
aceptación se expresa también en las prácticas de conservación del medio ambiente, para
unos recursos la economía capitalista se han implementado tecnologías y prácticas que
89
permitan un menor uso de algunos insumos de origen natural con la intención de conservarlos
como es el caso de algunas especies de árboles con los que se producía papel. Por supuesto,
este uso es aprovechado por las economías propias para continuar con la protección del medio
ambiente y buscar una relación armoniosa con la naturaleza.
La relación con la tierra
Otro componente tomado del fluido intersticial que llega al segmento de la relación con otros
seres es la relación con la tierra. Las pautas de esa relación se establecen respecto a la
propiedad y el uso de la tierra que se torna diferente en los dos tipos de economías.
La economía capitalista agarra la relación con la tierra estableciendo unas normas sobre las
cuales se define su propiedad. Una de las formas más usadas es la propiedad privada, que
corresponde al dominio de personas naturales o jurídicas de tierras o de bienes inmuebles
como edificios o casas. Para poder establecer los límites de cada una de las propiedades se
usan diferentes formas. Estas van desde la construcción de cercas y paredes hasta la
delimitación en los títulos de propiedad que establecen las fronteras con las demás
propiedades. La tierra se convierte en un objeto a ser poseído, sobre el cual se pueden erigir
empresas, viviendas, o cultivos.
Esta necesidad de establecer límites está asociada a la ambición de tener y controlar los usos
de la tierra en diferentes lugares; para llevar a cabo esta delimitación han sido decisivos en
la historia del capitalismo18 los cerramientos o despojos por medio de distintos tipos de
violencia que han implicado concentrar en pocas manos las tierras que en algún momento
fueron colectivas, públicas o de pequeños propietarios.
La propiedad no necesariamente implica uso humano inmediato, es decir, muchas veces la
tierra que fue apropiada para producir o vivir, no es usada por sus propietarios y propietarias,
sino que es tenida como forma de acaparamiento para que en algún momento se pueda poner
18 Hay muchas personas que han investigado en diferentes idiomas sobre el proceso de cerramientos, para citar algunas personas están: Federici (2010) que habla de este proceso en el principio del capitalismo y a principios del siglo XXI en África; Mies (2019) también menciona dicho proceso en Europa y Asia; David Harvey (2004) menciona el proceso de acumulación por desposesión en Estados Unidos; y hablando de Colombia: Diana Ojeda, Jennifer Petzl, Catalina Quiroga, Ana Catalina Rodríguez y Juan Guillermo Rojas (2015) y María Fernanda Sañudo y Danna Carolina Aguilar (2018) solamente citando unos ejemplos.
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a producir o para arrendar, mientras tanto, la tierra es usada por las plantas o los animales
que puedan pasar por ahí mientras el uso humano se los permita.
Ahora bien, he observado que al capitalismo también le interesa el uso sin la propiedad. En
algunos casos sobre la base de la pequeña propiedad se arriendan las tierras para ponerlas a
producir según los criterios que se establezcan en el contrato de arriendo. Es el caso de la
propuesta del empresario argentino Gustavo Grobocopatel para la altillanura colombiana,
quien mantiene la pequeña propiedad para arrendarla pero entregando semillas de soja a los
campesinos y la logística para mantener los cultivos (Finkeros, 2016). Este esquema puede
no generar despojo de tierras, pero sí otro tipo de despojos, porque al no poder cultivar otras
cosas distintas a la soja, así sea en la tierra que no arriende, de un lado, el único mercado
garantizado es el de la soja y, de otro, no permite cultivar otras cosas puesto que el uso de
toda la línea de agroquímicos puede hacer que no crezcan otras plantas a su lado. Así sucede,
también, con el cultivo de palma en Montes de María (Ojeda, Petzl, Quiroga, Rodríguez, &
Rojas, 2015) el cual ha dañado la tierra en un proceso de más largo aliento. Esta situación
puede generar, además, una sujeción del campesinado vinculado al acuerdo con quien usa la
tierra, dado que se puede condicionar el contrato de arrendamiento a este cultivo en particular
y con ello al uso de ciertas semillas y agroquímicos.
La propiedad privada en la economía capitalista también incide políticamente sobre los
bienes públicos o la propiedad del Estado. Esto en la medida en que en zonas urbanas el
“modelo de ciudad” o -el esquema ideal de distribución del espacio para el territorio urbano-
se construye en torno a la generación de mayor capitalismo, es así como la planeación urbana
se realiza con el objetivo de definir las zonas de producción, de consumo, de flujo del capital,
es decir, se busca que la ciudad se ordene para garantizar una mayor acumulación de capital.
De esta manera el territorio toma la forma que el capitalismo le presenta, es decir, el
capitalismo construye su propia territorialidad, su forma de vivir el territorio. Es así como el
Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá, en el año 2004, diseñó una ciudad en donde hay
un centro financiero y allí se concentran este tipo de actividades. Asimismo, en ese plan es
fundamental el transporte en la ciudad para que desde las periferias se trasladen los
trabajadores y las trabajadoras a ese centro financiero. También en este “modelo de ciudad”,
en particular en Bogotá, se piensa un espacio público en donde no se pueda consumir
productos de la economía popular por considerar que no están acorde a una sociedad
91
capitalista ideal, y si no se está de acuerdo se castiga, como fue el caso de la multa impuesta
a un joven en 2018 por la compra de empanadas en la calle, en cumplimiento del código de
policía vigente en ese momento.
El componente de la relación con la tierra también fluye hacia las economías propias que, de
una parte, se expresa en la propiedad colectiva y, de otra, en el uso de la tierra.
Desde la promulgación de la Constitución Política de 1991 en Colombia, y producto del
reconocimiento de las reivindicaciones de las comunidades étnicas a finales de la década de
1980, se ha establecido la defensa y promoción de la propiedad comunitaria o colectiva
(Corte Constitucional , 2013). En Colombia se expresa en zonas de reserva campesina,
cabildos indígenas, o zonas entregadas a minorías étnicas.
También existen las Juntas de Acción Comunal (JAC), que son juntas de vecinos y vecinas
en los barrios, elegidas cada 4 años en las ciudades y en las zonas rurales, quienes, en algunos
casos, tienen acceso a edificaciones y espacios construidos o comprados a lo largo del tiempo
y sobre las cuales se han tejido transformaciones barriales o comunales en torno a sus
edificios que suscitan procesos de apropiación del territorio como talleres, cursos, huertas,
jardines, etc. Además, en torno a estos espacios, se han tejido redes de solidaridad entre
vecinos y vecinas que, en la medida en que esos lazos son más fuertes o se promueven
actividades, van transformando el territorio debido al cambio en las dinámicas que
habitualmente se presentan allí, porque se forjan lazos con el territorio mismo y se producen
lo que se han llamado territorialidades.
Es en ese proceso de apropiación territorial que las economías propias hacen su aporte. Al
encontrar esos territorios abandonados, o tomados por el narcotráfico, o territorios que
pueden generar peligros (como aquellos asociados al desecho de escombros), o lugares
tomados por cultivos de especies invasoras que no permiten el cultivo de otras especies, las
economías propias los transforman en otra cosa a partir del uso: construyen espacios para el
encuentro, para la siembra, para hacer procesos culturales, para compartir.
Un ejemplo de esta experiencia es la de Los Guakes del Zuke, colectivo que toma la decisión
de preparar un terreno ubicado entre el Colegio Moralba y la Quebrada Chorro Colorado para
hacer una huerta comunitaria y un aula ambiental. En este terreno la Empresa de Acueducto
de Bogotá (EAB), en su afán de preservar la zona cercana al cuerpo de agua, sembró retamo
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espinoso, especie invasora que, desafortunadamente, no permite otro cultivo. La preparación
del terreno incluyó detener la invasión del retamo espinoso para que diera lugar al cultivo de
otras especies, con lo que se hizo posible la transformación del territorio. Allí ahora existe
una huerta comunitaria que genera unas relaciones diferentes entre seres humanos y
naturaleza y, a su vez, se puede acceder más fácilmente a la quebrada, incluso hay un
sentadero en donde se puede escuchar el sonido del agua, en donde alguna vez, antes de
iniciar las labores de la huerte, me senté junto a las perras de la huerta encontrando mucha
paz. En resumen, se construyó una nueva territorialidad.
Con esta práctica se ratifica que la propiedad da una cualidad o condición a un terreno,
mientras que los usos son los que permiten realizar las transformaciones sobre el territorio.
Los usos, como lo mencionan J.K Gibson-Graham, Cameron, & Healy (2017), son los que
hacen posible el proceso de “comunalización”, proceso que se basa en el cuidado, el uso, y
la responsabilidad de las propiedades que pueden ser públicas, privadas o comunales. La
cuestión es que realmente existan unos comunes que sean quienes se hagan cargo de esos
territorios.
Es importante mencionar que desde las economías propias se puede considerar el territorio
como otro ser. En tierras en la que está ubicada la huerta de ASOGRANG, por ejemplo, es
frecuente decir que la tierra es buena, o “en esta tierra crece bonito la mata” o “lo que da esta
tierra”. Esto es muy similar a lo que conversa Silvia Rivera con Boaventura de Sousa Santos
(Alice CES, 2014) sobre la necesidad de que la tierra se exprese, a propósito de darle
derechos, es decir, para Silvia Rivera no es suficiente reconocerle el derecho19, sino que se
requiere también la consulta por diferentes medios sobre lo que la tierra quiere. Siguiendo
esta idea de Rivera se puede pensar que, en algunos casos, síntomas como los incendios en
la selva o forestales, el deshielo de los glaciares, o movimientos de la tierra, que aún no se
pueden predecir, parecen llamados de atención del planeta sobre su condición y nuestra
responsabilidad como seres humanos sobre esa condición. Como dice mi sobrina, a propósito
de los temblores del 24 de diciembre de 2019 en Bogotá, la tierra estaba levantando los brazos
en señal de protesta.
19 Silvia Rivera se refiere a la Declaración Universal sobre los Derechos de la Madre Tierra defendida por varios países latinoamericanos en la ONU en abril de 2017 (ONU, 2017).
93
Considerar al territorio o a la tierra como algo vivo, que toma sus propias definiciones, que
puede reaccionar mal, que hay que ayudarle, que hay que tratar bien, no lo hace algo a ser
usado como un recurso, sino que es considerada “alguien” con quien se pueden hacer alianzas
para que se obtengan resultados conjuntos.
En el fluido intersticial las economías propias dejan el componente de tener unas relaciones
más armoniosas con la tierra provenientes de las distintas comunidades que en diferentes
lugares del mundo luchan por la conservación del medio ambiente y que están dispuestas a
mirar cómo disminuir los efectos adversos que ha tenido la producción sobre el planeta. Este
componente es tomado del fluido intersticial por la economía capitalista, quien la transforma
buscando tener unos rendimientos monetarios producto de la implementación de prácticas
del cuidado de la tierra, convirtiéndolo en un servicio sobre el que se pueden obtener
beneficios o excedentes, es decir, absorben lo que necesitan y lo otro lo dejan como una
marea.
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De la tierra como recurso a la tierra como ser vivo
Las concepciones sobre la tierra han implicado establecer una relación separada entre los
seres humanos y esta, o lo que aquí tomaré como sus sinónimos, la naturaleza, los recursos
naturales, o el territorio. Esta relación ha determinado la forma como se han llevado a cabo
la producción, la distribución y el consumo capitalistas; ha estado en la tras escena del
desarrollo del capitalismo.
Así mismo, han existido otras concepciones sobre la tierra que han venido configurando
éticas que cuestionan la búsqueda del beneficio económico y ponen en primer lugar la
relación con ella o su sostenimiento como ser vivo.
En este aparte se hace un desplazamiento sobre la concepción de la tierra. Es un
desplazamiento necesario para salir del marco de análisis racionalista-cartesiano, al que ha
sido funcional el capitalismo, buscando otras posibilidades no capitalistas, que reivindiquen
la vida. Este desplazamiento tiene tres momentos: el primero o punto de partida es la
concepción de la tierra como recurso, momento en el que se exponen las formas que esta
concepción ha tomado dentro de las escuelas económicas y las explicaciones de la separación
hombre-naturaleza; en el segundo momento, se expone la tierra como relación social o
territorio, formulada desde el enfoque socioconstruccionista; por último, el tercer momento
o punto de llegada en el cual se exponen algunas propuestas que conciben la tierra como ser
vivo y al ser humano como parte de este; en este punto se plantean unos elementos clave para
cambiar la relación con la tierra en sintonía con esa concepción.
La concepción de la tierra como recurso
Para la economía ortodoxa, la tierra es un factor de producción. Un factor de producción es
un recurso empleado para producir bienes o servicios con el fin de satisfacer las necesidades
humanas (Wikipedia C. d., 2019).
Ahora bien, la tierra es el factor no humano material que tiene una sola forma. Los factores
productivos son: trabajo, tierra y capital; ahora, cuando en la economía ortodoxa se habla del
trabajo se hace referencia al trabajo de los humanos en la producción, mientras que cuando
se habla de capital se refieren elementos no humanos, pero en varias formas (maquinaria,
bonos, intereses, acciones u otras, dadas por el dinero y por las representaciones del capital
95
de manera física o virtual). La tierra, en cambio, es un factor no humano que solamente asume
la forma tierra.
Esta definición como recurso o factor hace que la tierra siempre se vea como una cosa a ser
utilizada. Se tiene un punto de vista pragmático sobre ella y hace que se piense como algo
útil, en función de la producción; en otras palabras, solamente se considera importante porque
es utilizada para producir algo.
Quiero destacar que los seres humanos tenemos una relación permanente con la tierra,
finalmente, por la gravedad; nos mantenemos físicamente atraídos a ella, y que tal vez, esa
condición específica de lugar a otro tipo de relaciones; cuestión que no ocurre con otro factor.
La relación con la tierra ha tenido manifestaciones diversas; sin embargo, hay una
predominante entre las escuelas de economía siguiendo el desarrollo mismo del sistema
capitalista.
Las corrientes económicas y la relación con la tierra
La forma en la cual las corrientes económicas han manifestado esta relación con la tierra, es
definiéndola en importancia respecto a la riqueza, la producción, o la forma de acumulación
de un país. Puede aparecer bajo los nombres tierra, recursos naturales, territorio o naturaleza.
Las definiciones están relacionadas con el momento que vive el capitalismo, situación que
va a precisar una mirada desde las escuelas económicas.
Domínguez (2004) en su estudio sobre los aportes realizados por la fisiocracia (escuela
surgida en Francia en el siglo XVIII), identifica dos elementos relacionados que tienen que
ver con la concepción que esta escuela tiene sobre la tierra:
De una parte, dice Domínguez (2004), dividió las actividades en productivas y no
productivas. Considerando entre las primeras a la agricultura, principalmente, y en menor
medida la pesca y la minería. Entre las segundas se encontraban la artesanía y el comercio.
Esta definición de los fisiócratas se basaba en designar la actividad productiva como aquella
que genera un excedente de productos después de reponer los medios necesarios para su
obtención, cuestión que no pasa, a juicio de los fisiócratas, con las actividades no productivas
que solamente alteraban la apariencia de los materiales empleados.
96
En consecuencia, se produce el segundo planteamiento, pues los fisiócratas consideraban la
tierra como la única fuente de riqueza para la sociedad. De ahí que para esta escuela, como
dice Domínguez (2004), la productividad de la agricultura definiría el destino de la economía
de un país.
Esta importancia que le dan los fisiócratas a la agricultura como actividad productiva da lugar
a que se conciba la tierra como fuente de riqueza. Concepción relacionada con el ascenso
que estaban teniendo en ese momento la artesanía y el comercio; si se quiere es una
reivindicación de la sociedad centrada en la producción agrícola que está observando cómo
las otras actividades están tomando importancia, en particular en Francia.
Contrario a la fisiocracia, la economía política inglesa define como fuente de creación de
riqueza al trabajo. Pero para esta escuela, en particular para Adam Smith (1996) hay un
trabajo que agrega valor al objeto, como es el caso del obrero industrial, mientras que hay
otro que no; para Smith un ejemplo de este trabajo que no genera valor es el de los sirvientes,
he aquí una de las fuentes de la discusión feminista marxista sobre el trabajo.
Centrar en el trabajo para la creación de riqueza hace que Smith (1996) y la corriente de
economía política inglesa definan que el producto de ese trabajo se comparte con el
propietario del capital y con los terratenientes a través de la renta de la tierra. Es decir, si bien
el trabajo es el que crea riqueza, el producto o lo que se retribuye por ese trabajo debe ser
distribuido entre los terratenientes y capitalistas.
Es aquí donde aparece la tierra para esta escuela, como propiedad del terrateniente, que va a
recibir una parte del precio que se pague por la mercancía producida. Tiene como precedente
que se ha convertido en propiedad privada y alguien va a recibir el pago por su uso. En ese
sentido, la concepción de la economía política inglesa sobre la tierra se entiende como algo
sobre lo que se tiene propiedad y que genera unas remuneraciones. El trabajador es dueño
del trabajo, el capitalista del capital y el terrateniente de la tierra.
Marx, aunque tiene diferencias con los principales autores de la economía política inglesa
(en particular respecto a la apropiación del producto del trabajo), no define la tierra como
algo distinto, así reconozca otros tipos de propiedad de esta diferentes a la privada, como las
tierras comunales; la apropiación de estas últimas, es una de las fuentes de lo que Marx (1977)
llamó acumulación originaria.
97
Otro elemento sobre la concepción de la tierra en la economía política inglesa es el que
expone David Ricardo (1997) con relación a la importancia de los recursos naturales para la
riqueza de los países. En su teoría de las ventajas comparativas, Ricardo argumenta que unos
países tienen unas ventajas frente a otros de acuerdo con los recursos naturales que posean,
posición que va a ser importante en la teoría que rige la economía internacional durante el
siglo XIX y parte del siglo XX. En este marco, la tierra determina la riqueza de las
naciones, ya sea por la cantidad que se posea o por lo que allí se produzca.
Uno de los seguidores de Smith, el reverendo Thomas Malthus (1846), es el primero en
plantear una preocupación por el crecimiento de la población y su incidencia sobre la tierra.
Es así como plantea de manera clasista que se debe poner límite al crecimiento de la
población, principalmente de los obreros, pues este llevaría a un estado de saturación de la
tierra que conduciría a su agotamiento.
Con la escuela neoclásica se profundiza la concepción inaugurada por Smith, designando a
la tierra, el trabajo y el capital como factores de producción20. Para la escuela neoclásica,
en su afán de ser ciencia, es importante tener una base matemática con la que se pudiera tener
un mayor acercamiento a establecer leyes; en ese sentido, los factores de producción se
incorporan en una función de producción que relacionará la cantidad de producto obtenida y
los factores utilizados para su producción. En resumen, el concepto tiene una variación,
concibiendo cada factor de producción (tierra, trabajo y capital) como variables que inciden
en el nivel de producción; en particular para esta escuela, el tema de nuestro interés, la tierra,
es el factor que menos varía. También la escuela neoclásica considera la posesión de recursos
naturales un elemento que determina la escasez, ya que esta se determina de manera
inversamente proporcional a la posesión de recursos naturales.
Cabe destacar que el concepto de factores de producción ha sido el predominante en las
corrientes económicas a nivel internacional. Se ha convertido en un punto de partida para
interpretar la producción, en particular desde la teoría microeconómica.
20 Aunque algunos autores y autoras dicen que el nombre de factores de producción fue enunciado por la economía política inglesa, en una revisión básica no encontré ese nombre sino desde el texto Principios de economía de Alfred Marshall (1931), quien es reconocido por hacer la síntesis de la escuela neoclásica; cabe resaltar también que el libro de Marshall fue el texto guía a finales del siglo XIX y principios del siglo XX para la enseñanza de la economía.
98
En la teoría macroeconómica, heredera de la escuela keynesiana, se puede ver la concepción
sobre la tierra refiriéndose a los recursos naturales. Samuelson y Nordhaus (2010) los
incluyen entre los cuatro elementos que permiten mantener el desarrollo económico o un
crecimiento positivo y sostenido en el tiempo (recursos humanos, recursos naturales, la
formación de capital y la innovación tecnológica). Desde esta concepción los recursos
naturales conforman un elemento del desarrollo, y desde esta idea serán claves en el
desarrollo de los países, por ejemplo, al hacer productiva la tierra por medio de cultivos, o
hacer propietarios a los campesinos, o realizar la explotación minera junto con la
administración de los recursos extraídos.
Todos estos planteamientos sobre la tierra o los recursos naturales que habían dejado las
escuelas de economía predominantes, en particular la neoclásica y luego la keynesiana, están
enmarcados en la profundización del capitalismo. Esto es, el sistema capitalista, en su afán
de generar acumulación de capital, ha construido una idea sobre la tierra como algo que puede
ser dominado y explotado por los seres humanos para este fin. Esta condición dio lugar a la
producción en grandes cantidades, o a escala, produciendo más cosas y con ello, obteniendo
más beneficios; sin embargo, esta gran producción así mismo generó otros elementos de
destrucción.
La formación de desechos y residuos, así como el deterioro ambiental, desde esta perspectiva
de ver la tierra como un recurso, dio lugar a la creación de la economía ambiental. Chang
(2001) sostiene que esta corriente, partiendo del análisis neoclásico, incluye el medio
ambiente en su objeto de estudio, lo que implica tener en cuenta entre las variables a
considerar el valor de uso de los recursos naturales y el valor de no uso (de conservación) de
los mismos, estableciendo unos métodos de valoración. Este planteamiento no aleja a la
economía como disciplina de la idea de la tierra o los recursos naturales como algo a ser
explotado o a que sea conservado en busca del bienestar del ser humano; en últimas, se
mantiene el concepto de recurso. En el próximo apartado veremos de dónde vienen estos
conceptos de la tierra como algo a ser explotado.
La tierra desde el capitalismo, la separación hombre-naturaleza
Esta primera concepción de la tierra como recurso a ser explotado, poseído o usado está
íntimamente relacionada con la concepción de separación entre el hombre y la naturaleza
99
(como lo han planteado algunas corrientes feministas). Plantea que la naturaleza tiene que
someterse al ser racional, al hombre que puede controlarla, lo que implica ponerla a producir
para lo que él necesite, al uso irrestricto de sus frutos (sean vegetales, animales o minerales)
de acuerdo con las necesidades humanas; que es el ser racional o pensante. Aquí se exponen
dos explicaciones críticas de por qué se ha creado esta idea de separación.
Algunas ecofeministas plantean que esta separación hace parte de la concepción patriarcal
sobre la naturaleza. María Mies (2019) sostiene que la separación entre el hombre y la
naturaleza surge a partir de la relación que este establece con esta y que se basa en que el
hombre toma de la naturaleza lo que necesita, en muchos casos por la fuerza; esta relación
difiere de la que establece la mujer con la naturaleza pues, como creadora de vida, la mujer
tiene una relación con la naturaleza de creación colectiva, asociada a su propia condición
biológica de poder generar vida. Esta relación que establece el hombre con la naturaleza se
observa en la forma en que se concibe la naturaleza como algo que puede ser tomado o
utilizado y que está a su disposición. Esta explicación de Mies me permite dar luces de cómo
se ha entendido desde el capitalismo esta categoría. Sin embargo, me genera dudas sobre
ciertas comunidades indígenas que son patriarcales pero que tienen una relación diferente
con la naturaleza.
Otra explicación de esta separación, en este caso de los seres humanos de la naturaleza, es
planteada desde el postdesarrollo, la presenta Arturo Escobar, quien entiende esta relación
como reflejo de la ontología que rige la tradición racionalista-cartesiana según la cual los
seres humanos son “…sujetos autosuficientes que enfrentamos un mundo de objetos
independientes que podemos manipular a voluntad…” (2016, pág. 111). Similar a lo que
plantea Mastrángelo (2009) sobre esta ontología racionalista en el sentido de que la
naturaleza es concebida como algo no racional que debe ser controlado, manipulado o
explotado.
Las dos explicaciones, la ecofeminista y la postdesarrollista, coinciden en que la separación
se fundamenta en ver a la naturaleza o a la tierra como algo caótico, sin orden, sin razón, que
debe ser ordenada, domesticada, racionalizada por el hombre, quien es el llamado a ejercer
esta función. Sin embargo, como se explica a continuación, cuando se aborda la tierra desde
lo social, por la interacción de muchos seres humanos en el mismo espacio y al mismo
100
tiempo, esta se empieza a concebir como territorio, que es un paso intermedio antes de
cambiar esta idea de separación.
La tierra como relación social, el territorio
La tierra también se ha concebido como relación social. Esta concepción está asociada a un
enfoque socioconstructivista en el cual se entiende que la tierra también se construye por
unas relaciones de poder, económicas, sociales y afectivas que van más allá de la concepción
de su existencia, a lo que se ha llamado territorio por varios autores de la geografía crítica.
Saquet (2015) hace un estado del arte que describe la forma como la geografía ha venido
desarrollando el debate; esta corriente, más allá del estudio del espacio y sus formas físicas,
entiende que el espacio se ha venido construyendo de manera social; Saquet resalta como
punto de partida las décadas de 1960 y 1970 cuando por la lucha de clases de la época, la
geografía se influenció por el movimiento sindical italiano evidenciando que el espacio era
apropiado de maneras diversas rompiendo con la separación entre la geografía física y la
geografía humana, aportando al surgimiento de la geografía crítica.
El aporte que hace el socioconstructivismo a esta concepción sobre la tierra tiene que ver con
estos elementos:
De una parte, ver la tierra definida por las relaciones de poder. Esto es, entender que el
territorio está determinado por la organización política que establecen los diferentes grupos
sociales, que va más allá de tener en cuenta las fronteras entre los países, pues el territorio va
teniendo diferentes configuraciones de acuerdo con la dinámica de poder establecida allí. Por
ejemplo, un barrio en el que haga presencia una banda asociada al microtráfico de drogas
ilícitas es distinto a uno en el que predominen los bancos y el comercio; las configuraciones
territoriales son diferentes.
De otra parte, la geografía crítica ha hecho explícita la relación de la tierra con las dinámicas
económicas; pues se asume que estas transforman un territorio de acuerdo con lo que allí se
produzca, como es el caso de los monocultivos cuando llegan a una zona en la que antes
había diversidad de cultivos, o cuando se establece una planta de producción de jabón donde
antes no existía; o lo que allí se consuma, como sucede con la construcción de vivienda y las
dinámicas de los desechos que se generan en esa nueva situación; o lo que se distribuya,
101
como es el caso de la construcción de vías y las transformaciones que estas hacen sobre el
territorio.
Por último, la geografía crítica, al romper con la separación entre la geografía física y la
humana pone la lupa sobre las formas en que los diferentes grupos humanos se apropian del
territorio, enfatizando en aquellas en que esos grupos humanos, de manera diferenciada lo
construyen, a lo que han llamado territorialidades (Saquet, 2015). Este planteamiento da lugar
a otras posibilidades a las relaciones capitalistas para esa apropiación, en algunos casos
llamado reterritorialización (Haesbaert, 2013), que se basan en otro tipo de relaciones como
rituales, comunales, disfrute, es decir, más allá de lo que se relaciona con la economía.
Esta concepción muestra que el capitalismo es solamente una forma de ver y de establecerse
en el territorio y que es posible construir relaciones armónicas con este. Esta posición,
además, le da valor al territorio tanto desde la forma como se tejen las relaciones entre
humanos y entre humanos y no humanos en este, pero sigue viendo separados a los seres
humanos de la tierra.
Hacia el concepto de la tierra como ser vivo y el humano como parte de este
ser
La separación entre los seres humanos y la tierra ha sido cuestionada de diferentes modos
proponiendo alternativas. Es así como han surgido diferentes acercamientos, de los cuales
aquí se enuncian tres: a) desde la economía ecológica, b) desde el posthumanismo feminista
y c) desde lo decolonial y las formas de concepción de comunidades indígenas.
La economía ecológica tiene como uno de sus pioneros a Nicholas Georgescu-Roegen
(1996). En 1970 este autor desarrolló un planteamiento estableciendo una relación entre la
segunda ley de la termodinámica y la economía, lo que cuestiona el objetivo del crecimiento
económico que se había venido imponiendo a nivel internacional. La segunda ley de la
termodinámica es conocida también como la ley de la entropía. Esta sostiene que la
disponibilidad de una determinada cantidad de energía no conserva en el tiempo las mismas
propiedades para generar trabajo útil. En ese sentido, en la medida en que se usa la energía
va reduciéndose la cantidad de esta que puede generar dicho trabajo. Esto implica que en la
medida en que la materia es transformada pasa de un estado de baja entropía a uno de alta
entropía. El ejemplo más sencillo es el uso de una pieza de carbón (Hernández Cervantes,
102
2008); cuando inicia su uso tiene baja entropía, por lo que puede generar un trabajo útil, en
este caso es de buena calidad como para ser combustible; pero cuando es utilizada varias
veces aumenta su entropía y su capacidad para ser combustible disminuye, hasta que llega a
su nivel máximo de entropía y pierde su capacidad como producto útil.
Tania Hernández (2008) expone el planteamiento de Georgescu-Roegen en relación a la
economía quien sostiene que el proceso económico es de alta entropía. Esto es, la energía
inicia en un estado de baja entropía y termina en un estado de alta entropía, lo que condiciona
la creación de valor económico. En este caso, el problema del proceso económico, ligado a
la ley de la entropía, es la energía libre y disponible para producir, pues se ha generado una
escasez definitiva de recursos naturales por la alta entropía.
La discusión puesta por Georgescu-Roegen pone sobre el tapete la ambición del crecimiento
como objetivo económico. Discusión que permite la apertura a pensar el tema económico
desde el punto de vista ambiental convirtiéndose así en el antecesor de la corriente del
decrecimiento. También anuncia una nueva relación con la tierra, en términos de su condición
de finitud; tesis que implica un cuestionamiento sobre cómo establecer esa relación. Tema
abordado luego por la economía ecológica, considerando la relación con la tierra como una
concepción sistémica, en donde la economía es un subsistema de la biósfera, lo que
evidencia la interdependencia entre el sistema económico y el planeta; contrario a otras
corrientes, el centro lo pone en la preservación del planeta no en el sistema económico. Esta
interdependencia llama a asumir la responsabilidad de la producción humana con el planeta,
que es otra forma de cuestionar el capitalismo en su proceso de crecimiento ilimitado,
buscando otras formas de producción distintas de acuerdo con esa interdependencia.
Otra perspectiva respecto a concebir al ser humano como parte de la tierra, es planteada por
Rosi Braidotti (2013) al sustentar su postura posthumana y feminista en cuanto a la relación
con la tierra, en lo que va a llamar devenir tierra. En su planteamiento argumenta la
necesidad de entenderse dentro de la ontología monista (basada en la filosofía de Spinoza)
que se puede ver en afirmaciones como “todos somos parte de la naturaleza” y, a la vez,
entender a las personas que viven el tercer milenio en un continuum naturaleza-cultura, que
es transformado tecnológicamente y difuso globalmente. La interpretación del monismo
spinozista de Braidotti es la de un movimiento democrático que promueve un pacifismo
103
ontológico en el cual: “La igualdad de las especies en el mundo postantropocéntrico nos insta
a dudar de la violencia y el pensamiento jerárquico que derivan de la arrogancia humana y la
hipótesis del excepcionalismo trascendental humano.” (2013, p. 87). En ese sentido, Braidotti
(2013) propone el alejamiento de las relaciones jerárquicas que ponen por encima al
antrophos de la naturaleza. Para poder hacer esto, plantea que es necesario desfamiliarizarse
citando a teorías feministas y poscoloniales. Esta desfamiliarización para Braidotti (2013)
consiste en flujos y devenir abiertos, interrelacionados, multisexuados y transespecies, por
medio de la interacción de los múltiples otros; me resuena al planteamiento de Haraway
(2019) de generar parentescos interespecies.
Desde otra perspectiva, Carolina Olarte y Juliana Flórez y (Inédito) reivindican, desde una
visión decolonial, el planteamiento de que los movimientos sociales de las primeras décadas
del 2000 han manifestado la relación con la tierra, entendiéndola en interdependencia con los
seres humanos. Este planteamiento está relacionado con lo que se ha venido recuperando
desde el diálogo de saberes sobre las concepciones que han desarrollado las comunidades
indígenas. Murillo (2016), haciendo un resumen de un proceso de acercamiento entre las
comunidades indígenas colombianas y delegados de empresas petroleras, hace referencia a
la concepción del territorio desde varias comunidades que conciben a los seres humanos
como parte de la tierra. La tierra, en esta concepción, es considerada como un ser vivo para
el cual cada elemento que se modifica incide sobre todo su ser; en este sentido, la pérdida de
lugares ancestrales implica la muerte del mismo pueblo. Para las comunidades indígenas es
indispensable hacer pagamentos para compensar los daños causados y pedirle a la tierra lo
que se necesita sin alterar su equilibrio, o compensándolo.
Las concepciones indígenas sobre la tierra han querido ser incorporadas en el sistema
internacional de derechos, como la iniciativa del gobierno de Bolivia en 2017 en la
Organización de las Naciones Unidas, ONU. Sin embargo, este reconocimiento ha tenido
críticas pues si bien se concibe la tierra como ser, se hace como algo formal; a este respecto,
Silvia Rivera Cusicanqui (Alice CES, 2014), en una apreciación (que resuena a lo planteado
por Braidotti sobre la supresión de la jerarquía), reclama que a la tierra se le pregunte por lo
que realmente quiere, no que el ser humano defina por ella; propone que los chamanes,
mamos, o sacerdotisas hagan esas preguntas para llevar a cabo esos deseos.
104
Estos acercamientos, permiten entender la tierra como ser vivo, del que hace parte el ser
humano en interdependencia, además, genera unas aperturas hacia las relaciones que se
desarrollan con la tierra, que van más allá de saber cuánto cuestan los recursos naturales.
Ahora bien, desde mi punto de vista, mantener esta relación armónica tiene que ver con al
menos tres elementos: primero, reconocer las relaciones de interdependencia que se tejen
entre la tierra y la naturaleza, los seres no humanos orgánicos y los seres humanos que se
deben establecer con respeto y agradecimiento, pues no seríamos lo que somos sin estos.
Segundo, establecer nuestra responsabilidad, lo cual implica que estas relaciones van en
función de establecer relaciones con otros no humanos que se afectan con las acciones
ejercidas por los humanos. Ahora, cuando las relaciones son entre iguales, de alguna forma
los intercambios tienen que ser paritarios, lo que nos cuestiona acerca de cuánto realmente
vale lo que los seres no humanos nos están entregando y cómo lo correspondemos. Que serán
valores no monetarios, pues lo que se está intercambiando es la vida o su posibilidad de ser
creada o mantenida; los pagamentos indígenas pueden ser una respuesta, pero habría que
indagar más.
Y tercero, reconocer que los humanos somos prescindibles, que el planeta sobrevivirá sin
nosotros, que, en ese sentido, somos solamente una parte de esa tierra en la que nos
convertiremos en abono cuando fallezcamos, que no necesariamente tenemos que controlar
todo, sino que estamos de paso en la tierra con permiso de ella misma. Más que domesticar
la tierra, debemos aprender de ella, de sus procesos de autopoiesis y el manejo de las
tensiones que diariamente hace.
105
El mercado
El mercado es el segmento en el cual el fluido intersticial toma formas más líquidas debido
a la necesidad que tiene este segmento de entrar en movimiento para el intercambio. Aquí
fluyen los productos entre las diferentes manos para hacer posible su consumo. El segmento
del mercado se divide en dos fracciones o partes: la red de distribución y el lugar de
encuentro. Así, por su cualidad mutante, el fluido intersticial se diluye en dos componentes
en cada fracción, como se verá más adelante. Veremos también que, por su carácter nutriente,
los componentes del fluido intersticial que llegan al segmento del mercado serán
transformados por las economías. Finalmente, por su condición receptiva, a su vez, recibirá
componentes del mercado ya transformados por las economías.
La red de distribución
El fluido intersticial llega a la fracción de la red de distribución para que la producción pueda
ser distribuida entre las personas, empresas u organizaciones que lo requieran. En la fracción
de la red de distribución el fluido intersticial se diluye en dos componentes de una parte, el
almacenamiento o la necesidad que se tiene reunir los productos antes de su distribución
final; y, de otra, las vías para la distribución, que son los caminos que usan las economías
para que esa distribución llegue al consumidor final.
El almacenamiento
Uno de los componentes del fluido intersticial en la fracción de la red de distribución es el
almacenamiento que va a definir las formas en que se guardan los productos antes de pasar
a ser distribuidos o intercambiados.
El capitalismo toma del fluido intersticial el almacenamiento entendiendo que, para distribuir
la producción, requiere que su producto se convierta en una mercancía que al salir al mercado
cumpla con el reto de ser vendida, es decir, tiene que enfrentar la posibilidad de no ser
deseada. O como diría Marx (1977) que no se realice, no sea vendida, o no llegue a un
consumidor.
Para llegar a ese consumidor, el capitalismo debe contar con lugares de almacenamiento,
dado que, la necesidad de cubrir más mercado hace que el capitalismo produzca en grandes
cantidades, o, en términos más especializados, de la producción en gran escala, de esta forma
106
tener grandes cantidades del mismo producto, y esto garantizará que el producto esté
disponible en cualquier momento que el mercado lo demande.
El almacenamiento necesita, entonces, que los productos puedan ser concentrados en un
lugar. En ese sentido, son menos apetecidos aquellos productos que perecen más
rápidamente, es decir, se dañan o deterioran en el lugar de almacenamiento. Este es el caso
de los alimentos y los productos con mayor contenido orgánico porque los seres vivos que lo
habitan (como las bacterias, hongos, etc.) pueden destruirlo más pronto y hacerlo poco
aceptable para el consumo humano; también pueden ser perecederos porque ya no están
acorde al cambio tecnológico que se encuentre vigente en un momento determinado. Esto es,
en el capitalismo se prefieren productos no perecederos o productos que se encuentren
actualizados en la ola tecnológica vigente.
El almacenamiento implica tener un lugar o un almacén donde también se pueden adquirir
los artículos, lo que hoy se han denominado “grandes superficies”, es decir, almacenes que
pueden ser de distintos tamaños, que se especializan en una marca o que pueden tener
diferentes marcas, o los “almacenes por departamentos”. Todos estos son lugares
especializados con espacios iluminados y colores llamativos que atraen la atención sobre la
mercancía permitiendo la venta de los productos. En algunos casos, la principal característica
es que todo se puede encontrar en el mismo lugar, es decir, en los supermercados donde se
pueden encontrar algunas marcas y productos, que son aceptados bajo las políticas que el
almacén tenga como restricciones, lo cual quiere decir que solamente se aceptarán algunos
productos con condiciones como, registros legales y sanitarios de los productos, entre otras
restricciones.
Ahora bien, he observado que la economía capitalista no solamente ofrece sus productos en
grandes almacenes, sino que para vender sus productos hace uso de los locales pequeños o
las ventas ambulantes, reconocidas como unas expresiones de economía popular. Quienes se
emplean de esta manera lo hacen para sostener a sus familias y el capitalismo les usa para la
circulación de sus productos con bajos costos de distribución.
Sumado a lo anterior se requiere que los productos estén debidamente empacados para
protegerse y para que se puedan acomodar en estantes y así, tenerlos disponibles en un mismo
lugar. Por esta razón, el empaque en la economía capitalista se convierte en un elemento muy
107
importante para el funcionamiento del capitalismo. Este empaque tiene por objeto, de una
parte, destacar el aspecto de higiene que se veía en la producción y, de otra parte, proteger el
objeto cuando es almacenado.
El empaque, desafortunadamente, trae consigo la obligación de deshacerse de él cuando se
consume o se exhibe en vitrinas y por ello, así como se produce en grandes cantidades,
también se generan enormes cantidades de desecho una vez el producto encuentra el consumo
final. Y con ello, viene la generación de impactos sobre el medio ambiente como, por
ejemplo, la formación de islas de basura que acumulan lo que se ha desechado al mar, en la
mayoría de los casos, empaques plásticos de los productos finales. También existen las
montañas de desechos que se han formado a partir de todo esto que se ha desechado. Así el
capitalismo también ha producido un paisaje de basura.
Al tener una gran cantidad de productos disponibles, los almacenes o grandes superficies
pueden quedarse sin vender una gran cantidad de mercancía en un momento determinado.
Sin embargo, la producción capitalista sigue generando productos nuevos, sin haber vendido
lo que se había producido antes, por lo que se requiere hacer espacio para estos productos,
condición que es la fuente de las ofertas o saldos de las mercancías que no se vendieron en
ese primer momento, para que el mercado pueda seguir moviéndose, fluyendo, que no se
quede quieto. El nuevo producto, pues, se crea con la necesidad de ser vendido, no de ser
usado.
El capitalismo ha intentado bajar la producción de grandes cantidades para que no haya
necesidad del almacenamiento, como lo definía el Toyotismo con la idea de “Justo a tiempo”
(just in time) que implica que no haya diferencia en el tiempo entre el momento en que el
producto está listo para la venta y el consumo final. Sin embargo, esta definición se ha
aplicado principalmente a los bienes de lujo como carros que se elaboran de acuerdo al pedido
que se haga, y no ha sido aplicada a bienes de consumo masivo.
De otro lado, el componente del almacenamiento en la fracción de la red de distribución
también llega a las economías propias, pero va a tener características distintas.
Las economías propias privilegian los productos que se degradan, o que se dañan, lo que
implica que haya poco lugar para el almacenamiento. Las cosas tienen que llegar al
consumidor final de manera tan rápida como sea posible para que el producto se mantenga
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en buenas condiciones, o se debe producir lo que se está en la capacidad de vender, para que
así no se pierda el producto. A veces, en víspera de una feria en donde vendan de alimentos,
artesanías, vestidos, etc., las economías propias producen para vender exclusivamente en
dicha feria. Lo importante en sí es que se produzca para que sea consumido y que las personas
queden contentas con el producto adquirido.
En algunos casos, en este tipo de economías se presentan procesos de almacenamiento
mientras se venden productos al consumidor final. Por ejemplo, para el caso de la cerveza
artesanal después de embotellada, se mantiene almacenada y hay que garantizar que la
levadura no siga en su proceso de fermentación por lo que se hace necesario refrigerarla. Esta
cuestión es importante en el momento previo a la distribución de la cerveza artesanal para
tener una bebida de buena calidad, puesto que la falta de las condiciones logísticas que hagan
posible refrigeración, ya sea nevera o cuarto frío, puede generar daños en la cerveza muy
cerca al momento del consumo.
En las economías propias la condición de elaborar principalmente productos degradables ha
hecho que muchas veces éstos no cumplan con las condiciones impuestas por las grandes
superficies. El resultado es que se busquen otras formas de que el producto llegue al consumo
final, que se puede basar más en el voz a voz, en el uso de redes sociales y la relación con los
vecinos y vecinas. Así ocurre con La Cervecera Fómeque (el nombre corresponde al
municipio de donde es originaria), que distribuye su cerveza artesanal a las tiendas vecinas a
la cervecería en la cabecera municipal, resultado de posicionarse como la cervecería del
municipio con aceptación de la comunidad.
Sobre el empaque en las economías propias hay un esfuerzo por reconocer como la naturaleza
ha protegido su producto. Un ejemplo es el hecho de mantener las cáscaras de los frutos, que
son las que los protegen, entendiendo que dichas cáscaras al ser desechadas se pueden
convertir en material con el que se puede hacer compost. Es así como hay una consciencia
de que el empaque se transforme en algo que puede continuar produciendo o ser
transformado.
El empaque de las economías propias, desde otra perspectiva, busca también ser más
duradero y que el consumidor final lo siga usando, es decir se vuelva a usar una y otra vez.
Es así como las botellas de las cervezas, una vez empleadas, se lavan adecuadamente para
109
volverlas a utilizar, o se reutilizan frascos de vidrio, para guardar las semillas. Un ejemplo
de lo prescindible del empaque es mi recuerdo de la niñez cuando íbamos a la plaza de
mercado con mi mamá y llevábamos una bolsa como del tamaño de un bulto hecha de retazos
de jean. En la plaza comprábamos la “tapa”21 de plátanos o de papa, y se la echaban a la bolsa
de tela, sin bolsa plástica.
La búsqueda de la disminución de desechos y de empaques es dejada en el fluido intersticial
por las economías propias y, a su vez, el capitalismo también ha tomado esta búsqueda
cooptándola para convertirla en formas de generar excedentes creando empaques orgánicos,
por ejemplo, empaques para almuerzos fabricados a partir de fibras vegetales que luego se
descompondrán como cualquier producto orgánico y que también se pueden convertir en
compost, cuestión que no ocurre con aquellos empaques hechos en plástico o Icopor22, tipos
de empaques que usualmente se emplean para almacenar y conservar pero que tienen un alto
costo ambiental.
Las vías para la distribución
Otro componente en la fracción de la red de distribución, es el de las vías para la distribución.
Este componente manifiesta la necesidad del flujo que lleva el mercado y que necesita unos
espacios que se conformen por el uso permanente en la distribución de los productos.
El componente de vías para la distribución es tomado por el capitalismo que, en el marco de
su precepto “del tiempo es oro”, ha dedicado una buena cantidad de recursos para construir
espacios donde sea más fácil el flujo de las mercancías. Me refiero a la construcción de
caminos, carreteras, ferrocarriles, líneas codificadas aéreas, canales navegables, o cables para
comunicaciones electrónicas… vías que permiten el flujo eficaz de los productos desde el
sitio de producción hasta el lugar de llegada al consumo final o intermedio.
La construcción de estas vías, sin embargo, ha llevado consigo la destrucción de la naturaleza
y de esta manera ha afectado el ecosistema que hasta ahora había pervivido en los lugares
donde se construyen esas vías. Además, la contaminación del ambiente que se presenta
durante la construcción de una vía y posteriormente con el tráfico vehicular. Asimismo, la
21 La tapa es donde organizaban las papas o los plátanos, que era una tapa de una olla y hacían pirámides o arrumes y eso era lo que vendían, esa era la unidad de medida, aún se sigue usando en algunas plazas con algunos productos. 22 En Colombia se le llama Icopor al poliestireno expandido
110
construcción de las vías tiene como consecuencia la adaptación de la naturaleza a estas
condiciones; por ejemplo, cuando los perros callejeros en Bogotá, que llevan años de
adaptación en el cruce de carreteras, usan los puentes peatonales para cruzar las avenidas o
montan en Transmilenio para desplazarse de un lugar a otro.
Para destacar, esta es una de las razones por las que se le ha llamado a esta era (como si fuese
una era geológica) “Antropoceno”, como lo cita Elizabeth Kolbert (2015). Debido al hecho
de que el transporte o la migración de los seres humanos y sus productos ha implicado que
con los seres humanos también migren plantas, animales, bacterias, semillas, es decir, seres
vivos, así como productos de origen industrial, esto ha generado una condición de cambios
en los ecosistemas a donde llegan (y hemos llegado) tales seres vivos. Se trata, pues, de
modificaciones o mutaciones o, incluso, la extinción de otras especies producto de nuestra
incidencia e ignorancia sobre tales especies y lo que no conocemos de los nuevos lugares
habitados.
Ahora bien, el componente de vías para la distribución llega a las economías propias
usándose principalmente el transporte a pie porque en este tipo de economías hay una
relación más cercana con las personas vecinas al lugar del proceso productivo. Sin embargo,
estas economías también hacen uso de las vías creadas por el capitalismo, aceptándolas, para
llevar su producto desde el lugar de producción al consumidor final, caminando, usando la
bicicleta, el transporte público y en algunos casos el transporte privado, conseguido con
mucho esfuerzo.
En algunos casos los desplazamientos son cortos, pero en otros no. Por ejemplo, en el taller
que hicimos con Marvin y Ricardo del Rincón Cultural El Caracol sobre las relaciones que
tenían con el territorio, se podía observar que para poder llegar a los lugares de venta, la
cerveza La Caracola tenía que desplazarse desde la localidad de Techotiba -donde se
produce- hasta la localidad de Teusaquillo –donde se vende-, distancia que puede llegar a ser
de entre 10 y 12 kilómetros en promedio, para lo cual se hace uso, en este caso,
principalmente de la bicicleta o del transporte público, de acuerdo a cuántas botellas se tengan
que cargar.
En el caso de las economías propias el recorrido hacia los lugares de distribución o ferias de
comercio justo se hace también si hay una justificación ya sea que los productos lleguen a su
111
consumidor final o que se haga solidaridad con otras organizaciones, se justifica de acuerdo
a lo que se pueda hacer en el encuentro. En caso de que no haya muchos consumidores o que
no haya otros procesos de economías propias es menos llamativo asistir a la feria, porque lo
importante es que se propicie el encuentro.
El lugar de encuentro
En el segmento del mercado también está la fracción del lugar de encuentro, que es el espacio
en que las personas que han producido algo intercambian su producto con otras que lo
necesitan. En esta fracción las economías recolectan del fluido intersticial dos componentes:
de un lado, el código de valoración de los productos o la forma en que se instaura éste, de
otro, crear unas convenciones para el intercambio o los medios de cambio. Ambos
componentes necesarios para que ese encuentro se pueda establecer.
Los códigos de valoración
Un componente adquirido del fluido intersticial en la fracción del lugar de encuentro es el de
los códigos de valoración que se establecen para los productos, pues para realizar el
intercambio, tanto la parte que entrega como la que recibe, deben tener unos códigos en
común para regular la relación; es algo así como un idioma en el que se puedan entender.
El capitalismo obtiene del fluido intersticial la instauración de los códigos de valoración de
los productos con los que va a establecer los términos en que presentará la relación de
intercambio. En ese marco, los precios tienen un papel fundamental de código clave para la
relación de intercambio, es decir, para llegar al lugar de intercambio se debe haber
determinado previamente cuál es el precio que se va a poner al producto. El encuentro está
mediado por las preguntas ¿cuánto vale? o ¿cuál es el precio? Estas son las frases clave para
establecer la relación.
Si bien en la literatura especializada y en el deber ser establecido por la economía neoclásica
el precio se define por la interacción de oferta y demanda, esto no ocurre así en la mayoría
de los casos en el capitalismo. Los precios son impuestos por el monopolio, el cual,
parafraseando a Paul Samuelson y William Nordhaus (2010), consiste en que una sola
empresa controla la producción y por tanto la venta de un producto. Es decir, si existe un solo
vendedor va a poner el precio que le convenga así el producto pueda tener un precio menor,
porque como el monopolio produce todo lo que necesita el mercado y su producción a escala
112
es muy grande, la tasa de ganancia (que significa el porcentaje obtenido después de pagar los
costos de producción) puede aumentar de acuerdo al precio que pone en el mercado. Los
precios también pueden ser puestos por un grupo pequeño de empresas que venden
(oligopolio). Cuando hay un solo comprador (monopsonio), o un grupo pequeño de
compradores (oligopsonio), la decisión de los precios se toma según lo que el comprador
quiera pagar, sin importar que el costo de producción sea mayor a lo que ofrezca el vendedor.
Por ejemplo, en Colombia la producción de cerveza a nivel industrial está controlada por AB
InBev, dueña de Bavaria, la principal empresa productora del país; esta condición le permite
establecer los precios de la cerveza a su acomodo, a la manera de un monopolio. De hecho,
como expone Luisa Dávila (2019) el primero de marzo de 2019 entró en vigor un nuevo
impuesto que afectaba a las cervezas y la empresa declaró que había ajustado su estructura
de precios interna para no aumentar los precios; es decir, la empresa asumió el costo del
impuesto para no afectar el precio de venta al consumidor, lo que implica que ellos siguen
manteniendo una tasa de ganancia asumiendo el costo del impuesto.
El precio también lo pueden imponer quienes comercializan el producto a pequeños
productores o a aquellos que no tienen control del mercado, compran el producto muy barato
para luego venderlo y revenderlo hasta que llegue a los grandes almacenes que lo venderán
a precios mucho más altos de lo que se pagó al pequeño productor. Por ejemplo, en la
producción agrícola un pequeño productor de mango de azúcar vende su guacal23, como
hacíamos con mi abuelo cuando tenía su finca, a $6.000 ($86 por mango) a un transportador,
aunque su costo para producir pudo ser $8.000; el transportador lo vende a $10.000 a la
persona que tiene el negocio en grandes bodegas o grandes distribuidores; luego las personas
que son dueñas de estas grandes bodegas venderán el mismo guacal a $15.000 a grandes
superficies o supermercados de cadena; por último, en estas grandes superficies cada mango
puede valer $300, lo que implicará que el guacal será vendido a $21.000 aproximadamente;
casi cuatro veces m[as de lo que se pagó al pequeño productor. En resumen, quienes pusieron
el precio al consumidor y a toda la cadena de distribución son quienes controlan las grandes
superficies; también son los que se quedan con la ganancia.
23 Caja echa en guadua de 50X60x20cm aproximadamente que caben 70 mangos aproximadamente, son los mangos pequeños que son muy dulces
113
El intercambio y el encuentro en la economía capitalista está definido por los productos más
que por las personas que participan en la producción o en el consumo, además estos productos
están transados por los precios que están impuestos por quienes controlan la producción, la
distribución o el consumo, la relación está restringida a poder pagar el precio impuesto.
Las economías propias en esta fracción del encuentro adquieren del fluido intersticial el
componente de los códigos de valoración, pero dando unas nuevas apreciaciones. Si bien
existen los precios, estos se encuentran sujetos a las condiciones de las personas que
participan en el mercado: son más móviles, pueden ser redefinidos en el momento del
intercambio, también toman formas distintas al dinero como por ejemplo que sean en especie
por el intercambio por otros productos que tengan cualidades similares o que se puedan
asimilar en trabajo.
Para las economías propias el mercado es un lugar de encuentro entre las personas que
compran y venden, como dirían J.K. Gibson-Graham Cameron, & Healy (2017), en ese lugar
se hace posible encontrarnos con otros y otras humanos y no humanos. Esto se puede dar en
los mercados de comercio justo, en ferias, en las tiendas que venden diferentes productos
incluso en algunos pequeños almacenes de barrio como expresión de las economías
populares; puede que incluso haya un encuentro más cercano entre la persona que produce y
la persona que consume estableciendo un diálogo sobre las formas en que se produce. En La
Chicanería, tienda de ropa y zapatos hechos de productores y productoras artesanales, por
ejemplo, a una persona le puede interesar comprar un estilo de zapatos, pero le quiere hacer
un diseño personalizado; entonces el artesano o la artesana le da varias posibilidades para
que tenga los zapatos que está buscando y, así, la persona se puede ir contenta con sus zapatos
nuevos y adecuados a su estilo.
Los productos que se llevan a este tipo de comercios tienen detrás la historia de los procesos
que están elaborando los productos. Llevan encima la historia del territorio, de la relación del
territorio con los procesos productivos, de la relación que se tienen con los animales y las
plantas, de las relaciones entre las personas que producen, e incluso, en algunos casos de la
relación con los seres inmateriales ¿Quiénes son ustedes? ¿Qué hacen? ¿Cómo producen?
¿De dónde vienen? ¿Quiere que le cuente de dónde es el producto? Son, entre otras, las
preguntas que se presentan en estos encuentros.
114
El mercado de las economías propias requiere de lugares de encuentro, claro, pero busca que
el encuentro sea más personal, transforma el territorio para que pueda haber estos encuentros
de manera que haya suficiente buena participación tanto de productores como de
consumidores diversos. En lo posible, se busca que estos encuentros sean al aire libre, en
espacios comunitarios, donde las personas se puedan encontrar no solamente para comprar o
vender, sino también para entrar en contacto con los productos, las personas y todos aquellos
seres vinculados al proceso productivo y de comercialización.
Estos lugares de encuentro transforman el territorio, aunque no de manera permanente, sí con
cierta regularidad, por un período de tiempo reducido que, de todas formas, permite cambiar
el territorio para el encuentro. A veces en el mismo encuentro, como cuenta Olver Quijano
(2012) sobre las comunidades indígenas del Cauca, se puede comprar, vender, compartir una
comida, una bebida, escuchar música en vivo, contar un cuento… El encuentro se convierte
en una feria y un lugar para departir, se ejerce temporalmente una política de lugar, como
dirían Arturo Escobar (2010) o el Proyecto de Escuela de Mujeres de Madrid (Lara Veloza,
Veloza Torres, & Flórez Flórez, 2015). Como hicimos en la feria de diciembre de 2017, en
donde por un día nos encontramos compradores, vendedores, hicimos la olla comunitaria
para los vendedores, llevamos música, ese día las dos cervecerías (la de Fómeque y la del
Caracol) vendieron todo lo que traían, porque la cerveza fue la bebida de la tarde para
compartir.
El componente de la transformación del territorio para el encuentro vuelve al fluido
intersticial dejado por las economías propias. La economía capitalista también se nutre de
éste componente, cooptándolo, entonces, busca que sus sitios de comercialización sean
también de encuentro, así que generan actividades familiares, conciertos, buscando atraer
compradores, pero manteniendo su interés en fomentar la idea de tener y comprar más, y de
ganar más dinero, más que de compartir.
Medios de cambio
Otro componente tomado del fluido intersticial en la fracción del lugar de encuentro es el de
los medios de cambio. Para poder encontrarse es necesario establecer unos medios con los
que se haga el intercambio, o los medios de cambio; es decir, para hacer el intercambio entre
productos en algunos casos se crea un comodín, una convención que todas las personas que
115
participen del intercambio entiendan como algo que representa un valor al que se puede
reducir todos los productos. El dinero es el medio de cambio más utilizado, pero hay otras
convenciones que se establecen según el grupo de personas que intercambien.
He observado que el capitalismo recoge del fluido intersticial este componente y prefiere el
dinero como el medio de cambio para intercambiar, ya sea en la forma monetaria física, es
decir, billetes y monedas, o de manera virtual en transferencias que van de una cuenta a otra
por la vía electrónica como sucede con las tarjetas de crédito, lo que agiliza el intercambio.
La cantidad de dinero que cada quien posea puede darle más o menos acceso a las cosas que
están en el mercado, es decir, la mayor posesión de dinero da a la persona acceso a más
productos, lo que refuerza la idea de tener más dinero para tener más cosas. Es así que se
produce la idea de riqueza: para el capitalismo entre más dinero se tiene más rica es la
persona, lo que además es un ideal porque al tener más dinero se pueden comprar más
productos. Por eso, muchas de las celebridades en las redes sociales, personas que se
proyectan como un ejemplo a seguir, son personas que se ufanan de tener mucho dinero por
diferentes razones, por el sector productivo en el que trabajan, porque son hijos e hijas de
personas con mucho dinero, entre otros.
El fluido intersticial lleva a las economías propias el componente de los medios de cambio y
en estas el dinero es una de las formas en que se presenta el intercambio, pero también se
puede presentar otros medios de cambio en el proceso. Por ejemplo, se le puede dar valor a
patacones (convirtiéndolo en medio de cambio), como se dio en el proceso de la crisis en
Argentina; o también puede ser intercambio de productos, como sucede en las ferias de
comercio justo, en donde se puede intercambiar un jugo por un postre; o trabajo, o como se
diría en otros lados “servicios”, por el producto. Un caso de ello como el acto de poner mano,
o ir a trabajar, en la huerta de Huertopías en cuenca alta del Río Fucha en la localidad de San
Cristóbal para luego poner mano en la huerta de Guakes del Zuke en una de las montañas
más al sur de la misma localidad. Otra opción es intercambiar ropa ligeramente usada por
otras prendas, tal y como lo hace el proceso de Clothe, en donde se lleva la ropa que está en
buenas condiciones y por el aporte de $5000 se pueden intercambiar cinco prendas por otras
cinco, y si no hay algo que le guste a la persona que está intercambiando puede volver a lo
largo del siguiente mes con un vale por las prendas pendientes, a la espera de cómo se habrá
116
movido la ropa para intercambiar. Suele ocurrir que en algunos casos vuelven las mismas
prendas al intercambio, en otros casos llegan “nuevas”, como me pasó la primera vez que
fui; no había ropa que me gustara o me quedara, por lo que intercambié una sola prenda,
volví con mi vale antes de que se me venciera el plazo y en esa ocasión sí pude intercambiar
por cuatro prendas más.
En las economías propias los productos buscan su intercambio, pero su mayor interés es la
distribución, tener un consumidor final, que alguien se pueda quedar con el producto creado.
Se puede distribuir cuando hay exceso, utilizando diferentes formas, de manera similar a
como menciona Pablo Guerra (2014) que se hace en los procesos de distribución de la
economía de la solidaridad: se obsequia o se dona; lo que importa es que se cumpla con el
destino que creó el producto, que sea usado.
El uso de otros medios de cambio distintos al dinero es dejado en el fluido intersticial por las
economías propias, el capitalismo hace uso de estos medios de cambio, cooptándolos, una
forma bastante usual es brindar puntos por compras que se hagan en dinero, estos puntos se
pueden acumular y luego se intercambian en tiendas que los reciban. El capitalismo usa los
puntos en los conglomerados (que controlan bancos, tiendas de ropa, supermercados, viajes,
entre otros servicios) estos puntos son recibidos y creados por compras en las marcas que
hagan parte de estos conglomerados, hay puntos que se recibirán en un conglomerado y otros
en otro, es decir se hacen exclusivos de cada conglomerado.
117
El trabajo humano
El trabajo humano es el segmento en el cual el fluido intersticial toma una textura fibrosa al
encontrarse, precisamente, con la fibra que tienen los seres humanos para producir y tejer
vínculos de trabajo. Es el segmento donde se establecen las relaciones sociales entre los seres
humanos que trabajan, entendiendo el trabajo como un acto colectivo. A partir del trabajo se
transforma la energía en el proceso de creación, trascendiendo la imaginación para volverse
algo visible, palpable, comible, audible, que se huele, que se puede sentir de diversas formas.
En ese proceso de interacción entre seres humanos, por su cualidad mutante, el fluido
intersticial se hace fibroso en dos componentes: el sentido del trabajo y la cooperación.
Veremos también que, por su carácter nutriente, los componentes del fluido intersticial que
llegan al segmento del trabajo humano serán transformados por las economías. Finalmente,
por su condición receptiva, el fluido, a su vez, recibirá componentes del proceso del trabajo
ya transformados por las economías.
El sentido del trabajo
Uno de los componentes recogido por las economías del fluido intersticial, en el segmento
del trabajo, es el sentido que se le da al trabajo, pues la creación que aporta el trabajo humano
requiere de su capacidad energética, pero para que esta energía se provea es necesario que
haya un significado o un sentido por el cual se ofrezca. Cada economía va a transformar ese
sentido y dejarán elementos en el fluido intersticial.
La economía capitalista del fluido intersticial toma el componente del sentido del trabajo y
lo convierte en obligación. En el capitalismo el trabajo es consecuencia del despojo generado
en el segmento de la relación con otros seres, y lleva a que las personas que se han vinculado
a los procesos productivos lo hayan hecho porque “no quedó otra opción”, porque perdieron
las tierras, porque ya no tenían sus herramientas, porque se endeudaron y tienen que pagar
sus estudios, o tienen que sostener a los miembros de la familia, etc. El capitalismo ha creado
esta condición en la cual las personas tienen la “obligación de trabajar” puesto que se ha
hecho un proceso previo en donde hay disposición a “vender la fuerza de trabajo”, lo que
exige sujetarse a una empresa para obtener un salario y acceder a comprar bienes y servicios
(alimentación, vivienda, salud, educación, muebles, etc.) que se encuentran en el mercado.
118
El trabajo en fábricas y empresas capitalistas tiene un sentido “obligatorio” también porque
hay un riesgo permanente a un mayor despojo entre las personas que trabajan. Es decir,
quedarse sin trabajo implicaría entrar en una condición de pobreza o de mayor despojo,
porque se estaría en una condición de no tener qué comer, no tener dónde dormir, o perder
las pocas posesiones que se tienen. “Me obligo a ir a trabajar” o “me amenazan
constantemente con perder el trabajo” son miedos constantes entre las personas que trabajan
en empresas capitalistas.
En la medida en que haya más despojo, o su amenaza, habrá más personas dispuestas a vender
su fuerza de trabajo por necesidad, haciéndola un factor disponible en grandes cantidades.
Como diría Marx (1977) aumentar “el ejército industrial de reserva", es decir, las personas
que en el capitalismo estarían dispuestas a trabajar por cualquier pago, hace que disminuya
el costo de la fuerza de trabajo o salario y, por tanto, aumente la productividad del trabajo
por producto. Un ejemplo de esto es el mal pago de la mano de obra para trabajos manuales
sin prestaciones sociales con la migración venezolana que ha afectado a Colombia y a otros
países.
“Mantener un trabajo estable” se convierte en un ideal a seguir porque les da a las personas
la tranquilidad de no caer en el despojo, además porque puede incorporarse en la idea de
“mayor consumo” que le permita a la persona poseer más cosas, tener más cosas, es decir,
continuar con la idea de bienestar impulsada por el capitalismo, pensamientos que fueron
creados a partir del surgimiento de empresas grandes, que daban mejores condiciones
laborales (gracias a diferentes luchas dada por las personas que trabajan a lo largo del siglo
XIX y XX). Hasta cierto punto hay empresas de ese tipo en Bogotá, en particular las empresas
o entidades públicas, como las del Distrito, en donde he trabajado, y algunas privadas con
mucho reconocimiento, principalmente relacionadas con multinacionales nacionales o
extranjeras como las productoras de alimentos como Alpina o de detergentes como Dersa,
entre otras.
El sentido de la obligación del trabajo llega al fluido intersticial para transformarse. En
ciudades como Bogotá las empresas capitalistas no emplean toda la disponibilidad de la mano
de obra, por lo que las personas que se han visto sin trabajo, en algún momento toman el
119
camino del trabajo por cuenta propia, de diferentes tipos, como ventas ambulantes o trabajos
independientes.
“Dejar de buscar empleo” y pasar a la venta ambulante o crear otro tipo de trabajos no
formales rompe con la idea de “buscar un trabajo estable”. Esta decisión tiene dos
implicaciones: de una parte, se quita un poco la presión sobre el precio de la mano de obra
ya que muchas personas dejan de buscar empleo en empresas, pero, de otra parte, también es
aprovechado por el capitalismo para generar la idea del trabajo independiente, el trabajo por
horas, o la posibilidad de cambiar de puestos de trabajo, o adquiere otras formas de
contratación que han llamado “flexibilización laboral”.
Los procesos de flexibilización laboral han llevado a que esas condiciones de “estabilidad”
se hayan esfumado debido a que las personas, aunque son imprescindibles para las empresas
(porque sin ellas no habría producción), las hacen ver prescindibles, pues el capitalismo
puede hacer uso de ese “ejército industrial de reserva” con el trabajo flexible y el trabajo por
cuenta propia para generar nuevas formas de acumulación de capital. A esto también se le ha
llamado la “liberalización de la fuerza de trabajo”, que implica que la persona que trabaja
puede tener más de un trabajo dividiendo su jornada por horas en diferentes empresas, así
éstas estén en diferentes países. Es así como se han fomentado, por ejemplo, diferentes
horarios de trabajo y la fragmentación de la jornada de trabajo, ambas cosas conducen, en
muchos casos, a que la jornada termine siendo superior a las ocho horas diarias, a
remuneraciones que no contienen elementos de bienestar al pagar por horas o según el
producto (a destajo), o incluso a la pérdida de otros derechos que se habían conquistado,
como las vacaciones o los subsidios familiares, entre otros, que ya no se incluyen en el salario
al pagar por horas o de forma integral.
Sin embargo, no ha sido lo único que se ha generado a partir de la flexibilización. Del fluido
intersticial también captan las economías propias el componente del sentido del trabajo, pero
van a entrar a jugar otros elementos que son vitales para dichas economías así provengan del
mismo intersticio, incluso de los mismos componentes. Las economías propias van a
entender a los seres humanos como un componente importante y si se quiere fundamental en
la creación, transformación y producción.
120
Al fluido intersticial llegan los componentes dejados por el capitalismo que hacen más
flexible el trabajo, que son cooptados por las economías propias. Bajo el argumento de que
si finalmente, se va a trabajar por horas, las economías propias se cuestionan el sentido del
trabajo: ¿Para qué trabajo? ¿A quién enriquezco con mi trabajo? ¿Por qué no trabajo las otras
horas restantes de la jornada en proyectos de mi gusto?
Estos cuestionamientos ponen de manifiesto la voluntad para el desarrollo de las actividades
asociadas a las economías propias. El capitalismo obliga a trabajar, mientras que para las
economías propias la voluntad de trabajar es muy importante, en la medida en que va a
generar otro tipo de relaciones con el trabajo realizado. “Poner mano” no tiene retribución
más allá de un refrigerio o el almuerzo que se pueda hacer colectivamente. El trabajo en las
economías propias no tiene como centro la retribución.
En ese camino, el trabajo en las economías propias tiene un efecto gratificante, que no
necesariamente tiene que ver con el pago sino muchas veces con decisiones de vida en las
cuales las personas escogen hacer este tipo de trabajo por gusto, para encontrarse con otros
miembros de la organización o, como dice Aura de ASOGRANG, “por ayudar a alguien o
por colaboración”.
El sentido del trabajo, entonces, se plantea de otra manera, existe un placer en el trabajo. A
veces tiene que ver con conectarse con ancestros o el pasado, como lo hace Ramón o Saulo
de ASOGRANG, cada uno recordando a su padre o a su madre, o con algo que siempre ha
gustado como es el caso de Marvin al elaborar la cerveza La Caracola; también a veces tiene
que ver con la realización personal, lo que permite dar cierta sensación de libertad. En Guakes
del Zuke recuerdo que cuando hacíamos un taller que relacionaba el tiempo de las personas
con las propiedades que se usaban, para Paola, una de las participantes, era muy importante
que se representara el tiempo que ella pasaba en la huerta porque era el tiempo en el que ella
se relacionaba con la tierra y las plantas y la hacía muy feliz hacer ese trabajo.
Para las economías propias se pueden observar elementos que hacen que sus prácticas
resignifiquen el trabajo. Encuentro la propuesta de Mies (2019) como una forma de expresar
ese nuevo significado cuando busca formular un concepto feminista del trabajo al comparar
el trabajo de una madre con el de un campesino “…el trabajo es siempre ambas cosas: tanto
una carga como origen de alegría, satisfacción personal y felicidad.” (pág. 386) Como ha
121
sido para mí al realizar esta investigación, es una mezcla de “estoy fatigada…pero ¡Qué
bonito verlos y verlas!”.
También se puede afirmar que la obligación, que ha querido imponer el capitalismo, ha sido
desvirtuada por la necesidad que tienen las economías propias de que el trabajo tenga un
sentido gratificante. Quitar la obligación al trabajo hace que los acuerdos sean los que
obliguen, es decir, si hay que trabajar en conjunto en un horario determinado (como cuando
se convocan las mingas en los diferentes trabajos en las huertas), entonces ese acuerdo es el
que obliga, es la comunidad, como dice Raquel Gutiérrez y Huáscar Salazar (2015). O si el
acuerdo es para que el proceso productivo no se interrumpa porque es una secuencia, alguien
debe hacer un proceso para que otra persona haga el siguiente, si no se hace el primer proceso,
el otro proceso se detiene también; como puede pasar en la cervecería, que después de que
ha terminado el proceso de fermentación es necesario que se haga el envase, dando el tiempo
a la fermentación, pero sin dejar pasar al tiempo en que se echa a perder la cerveza. El acuerdo
y la secuencia es lo que obliga, pues se está quedando mal con el colectivo, no con un jefe,
no con una empresa. Pero el compromiso de cada persona está sujeto a su disponibilidad y
voluntad. El compromiso, entonces, es voluntario.
Las economías propias dejan en el fluido intersticial el sentido vital del trabajo. El
capitalismo lo toma de allí buscando la felicidad, concepto que no busca la realización
individual, sino que se conceptualiza con la idea de bienestar dada por la posesión. El
capitalismo coopta ese sentido vital en búsqueda de beneficios individuales para generar más
dinero y, por tanto, mayor consumo. También es comparable con lo que Toni Negri (2001)
habla de convertir el afecto en mercancía, en particular es el caso del servicio al cliente, en
donde la amabilidad (el afecto para Negri) se vuelve objeto para la explotación del trabajo.
La cooperación
Otro componente tomado del fluido intersticial por las economías en el segmento del trabajo
es la cooperación. Dado que el trabajo humano es una actividad social, de una u otra forma
no se puede hacer individualmente; cada actividad realizada requirió que otra persona o ser
efectuara la actividad previa o en colaboración, es decir, cada cosa creada o producida tiene
detrás, en su tras escena; una multitud de seres, cada cual con sus aportes y tareas específicas
122
que han contribuido a que exista, o a que el producto sea. Esa cualidad de construir en común
es la característica del componente de la cooperación.
La producción capitalista recoge el componente de la cooperación del fluido intersticial y
genera una organización social del trabajo (Marx, 1977), en la cual hay distintas tareas y
jerarquías. En el capitalismo, además, las condiciones generadas por las fábricas de las
empresas capitalistas concentraban (aún concentran) el trabajo de varias personas en el
mismo lugar, esta condición evidenció el trabajo cooperativo que ha propiciado entre las
personas que se encuentran en el mismo lugar y bajo condiciones de trabajo similares una
relación permanente y reivindicaciones comunes. Ahora bien, los procesos de flexibilización
laboral han hecho que las fábricas pierdan el encuentro en la fábrica, lo que no niega que la
cooperación exista, sino que esta se presenta en diferentes lugares y tiempos, es decir, sigue
habiendo cooperación, pero el trabajo por horas, independiente o en otros lugares distintos a
la empresa, hace que aparentemente se pierda la idea de reivindicaciones comunes, aunque
se mantenga la cooperación para la producción.
La economía capitalista ve a los seres humanos como factores de producción, lo importante
es que en su hora de trabajo el ser humano produzca cada vez más, es decir, la productividad
del factor trabajo. En ese sentido, no ve el trabajo como una labor colectiva sino como el
número de personas que trabajan, es decir, separa a las personas para poder calcular su
productividad. Es así como fomenta la idea de separación como individuos o, como diría
Negri (2006), la individualidad. Aunque la cooperación existe, de una u otra forma el
capitalismo trata de dejar de lado la relación entre las personas que convergen en esa
producción.
Esta idea de separación, unida a la condición de despojo y el fomento del individualismo,
que se crea cuando, por ejemplo, se exige el cumplimiento de las metas o cuando se destaca
el empleado del mes, son características que van a aportar a la sensación desesperanzadora
de soledad, alienación y de tener que “hacerse a sí mismo o a sí misma” a través de los propios
objetivos, sin contar con las demás personas.
La cooperación creada en el capitalismo en sus procesos productivos es dejada en el fluido
intersticial como necesidad de producir algo en colectivo. La creación en colectivo dio lugar
123
a la creación de organizaciones sindicales que identificaron reivindicaciones comunes
precisamente asociadas a la condición de trabajo en común.
En las economías propias se toma del fluido intersticial el componente de la cooperación en
el segmento del trabajo como un elemento fundamental, porque estas economías se basan
primordialmente en el reconocimiento de los vínculos que se tejen a partir del trabajo. El
reconocimiento de dichos vínculos parte de que hay acuerdos básicos sobre lo que se quiere
producir y en esa medida se comparte el trabajo. Producir en común no significa
necesariamente que se reúnen o que coincidan al mismo tiempo para realizar las tareas; a
veces el trabajo se hace simultáneamente o en compañía como pasa con Ramón y Raúl que
se reúnen a realizar las labores de ASOGRANG, pero a veces no se hace de manera
simultánea como con los procesos de la cerveza La Caracola cuando se define un tiempo para
cocinar y otro para envasar y cada uno de los procesos tiene unas personas responsables; hay
una visión general construida en común y a partir de ella las tareas se van realizando en
tiempos distintos. Al tener la visión general, y sabiendo cuál es la condición para la
producción, en las huertas por ejemplo, se convoca al trabajo voluntario colectivo o a mingas
en momentos específicos para contar con más manos y sacar adelante tareas de mayor
envergadura, si se requiere.
Esta condición de colectividad hace que el trabajo en las economías propias permita la
socialización más que la alienación, ya que se entiende a cada persona como creadora de algo
nuevo y en relación ya sea con el producto, las personas que comparten el espacio, las
semillas, etc.
Otra forma de expresar esa diferencia sobre el papel de la cooperación en el trabajo que
desarrollan las economías propias, se puede ver en el texto de Gutiérrez y Salazar (2015) en
donde se aclara que el trabajo comunitario se valora porque produce los bienes comunitarios,
es decir, el producto es para la comunidad, y por ende no existe esa separación entre los
productos y quienes los elaboran, como sucede con la producción masiva en donde el
trabajador que creó por ejemplo un carro de lujo nunca puede tener uno. Como los bienes
producidos son para la organización o la comunidad, están dotados de un sentido más allá
del valor de cambio.
124
La economía capitalista también trata de cooptar el trabajo de las economías propias creando
políticas de “emprendimiento”. En estas políticas se hacen unas exigencias a las economías
propias para que se vinculen al sistema financiero o a que cumplan con los criterios de
productividad determinados por la economía capitalista. En caso de vincularse bajo los
criterios establecidos por el capitalismo las economías propias pueden perder elementos de
sus “compartencias” (como han llamado la acción de compartir desde los procesos de
comunes en México24) y su diversidad, en ese caso, quedan atrapadas por sus redes y sujetas
a él.
Sin embargo, puede darse otro caso en el que las economías propias pueden vincularse bajo
el discurso del emprendimiento tomando lo que necesitan con relación al trabajo, por
ejemplo: capacitaciones, algunos niveles de formalidad, incluso procesos de legalidad, y así
cumplir unos criterios básicos sin perder su autonomía. De esta manera, este tipo de
economías entra en el capitalismo, en su red, para después volver a salir, como una marea,
pasando por un proceso en donde se obtiene lo que se necesita, como capacitaciones y apoyo
técnico y se retiran cuando ya no se requiere más. Es un arte.
24 Como cita Juan Carlos Jaime en su texto “La comunagogía y la inclusión” (Jaime Fajardo, 2019).
125
Desde la especialización de la economía entre escalas hacia nuevas
formas de interrelación entre especializaciones
Para facilitar la comprensión de la economía, esta se ha separado en diferentes
especializaciones. Sin embargo, esta separación ha generado falencias para entender
problemas económicos en diferentes momentos de la historia. En este aparte propongo un
desplazamiento analítico sobre las formas como se ha concebido la separación.
Este desplazamiento lo considero importante por mi preocupación de hacer evidente que las
decisiones económicas que se toman en un nivel o especialización tienen repercusiones en
otros niveles, no solamente en la economía capitalista sino también en las economías propias.
Hacer evidentes esas repercusiones ayuda a vernos como singularidades que hacen parte de
un todo, haciéndonos responsables, como diría Haraway, de las acciones que emprendamos
y las relaciones que vayamos tejiendo, pensando en diferentes niveles.
Para abordar este desplazamiento, primero describo las características de la separación entre
la microeconomía, la mesoeconomía y la macroeconomía y sus consecuencias; luego decanto
el origen de esa separación y hago un recuento de la especialización que ha tenido la
economía en los diferentes niveles; después, muestro cómo se ha tratado de plasmar esa
interrelación desde la economía política de Marx para, por último, hacer una propuesta de
nuevas formas de interrelación entre especializaciones.
La separación entre la microeconomía, la mesoeconomía y la macroeconomía
Para el acercamiento a la economía se han usado tres lentes que observan diferentes niveles
o escalas: la macroeconomía, la microeconomía y la mesoeconomía. A continuación, se
definen brevemente.
La microeconomía se ocupa del comportamiento económico individual de los agentes
definidos como empresas o consumidores; es decir, aquellos que se relacionan
exclusivamente en el mercado. Se debe aclarar que la microeconomía no se ocupa de las
formas en que se reproduce la vida de manera cotidiana, invisibilizándolas. En ese sentido,
estudia las formas en que las empresas producen respondiendo a la disposición de los factores
(tierra, trabajo y capital) (Rojo García, 2007) y en función de los objetivos trazados, por
ejemplo, las decisiones que toma una empresa productora de bicicletas para disminuir sus
126
costos y aumentar sus ganancias; así mismo, la microeconomía estudia las definiciones de
las personas que consumen, limitadas por sus restricciones de presupuesto, por ejemplo, la
caracterización de aquellas interesadas en artículos tecnológicos, como gustos, ingresos, etc.
La macroeconomía se ocupa de estudiar los grandes agregados económicos nacionales e
internacionales, evaluando las características globales más relevantes de esos mercados
agregados, como servicios, dinero, trabajo, etc. (Rojo García, 2007). Por ejemplo, el estudio
de las exportaciones de un país analizando con cuáles otros les exporta productos, cuánto
dinero recibe por ese concepto, los productos exportados, etc.
La mesoeconomía por su parte, trata de llenar un vacío interpretativo que como Fontela dice
“se refiere a la naturaleza de los sectores económicos, de los territorios y las instituciones”
como cita Rojo García (2007). Entonces, la mesoeconomía es una instancia más, intermedia
entre la macroeconomía y la microeconomía, que estudia aquello que está entre lo micro y lo
macro, por ejemplo, las barreras institucionales que se presentan por las dinámicas de los
gobiernos nacionales para desarrollar proyectos de infraestructura que afectan a más de un
país, como el proyecto IIRSA25.
Se han establecido abordajes teóricos distintos que parten de los niveles, sean micro, meso o
macro, lo que ha implicado, así mismo, la elaboración de conceptos e hipótesis que
constituyen el cuerpo teórico de las distintas escuelas de pensamiento de la economía26. En
ese sentido, las escuelas de pensamiento se pueden clasificar según la escala que deciden
abordar; es así como las escuelas neoclásica, del comportamiento y austríaca se centran en lo
microeconómico; la economía evolutiva y la feminista se centran en lo mesoeconómico; y la
25 El proyecto IIRSA o Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana consiste en la construcción de infraestructura vial de múltiples modos (terrestre y fluvial) e infraestructura de energía y telecomunicaciones. 26 Los datos mencionados corresponden por el pluralismo de la economía. Esta red tiene su sede principal en Alemania, si bien hay un esfuerzo por observar la pluralidad de las corrientes de pensamiento económico, esta red no tiene en cuenta las corrientes que se han desarrollado en el sur global. Ahora, aunque conozco esfuerzos de clasificación, sobre todo de la economía solidaria, hay que indagar más sobre posibles corrientes de pensamiento que, así como pueden tener vínculos con estas corrientes que menciona la red, pueden tener desarrollos propios que respondan a las condiciones del sur global.
127
economía política marxista27, la institucional, la poskeynesiana, de la complejidad y la
ecológica, se centran en lo macroeconómico (Red por el pluralismo de la economía, 2019).
La segregación de las escalas no contribuye a ver las relaciones cotidianas que pueden existir
entre ellas. O sea, oculta las interdependencias que se presentan entre las escalas de manera
permanente, temas como el mercado o el trabajo se estudian unas partes en la microeconomía
y otras en la macroeconomía sin poderlas ver como un todo, que tiene incidencia en las
distintas escalas. Interdependencias que se pueden observar en el hecho de que: a) las
decisiones que se tomen en una escala afectan a las otras dos; b) en que puede haber reacción
en cadena o en círculo entre escalas por las decisiones que se tomen en una de estas; c) en
que los problemas que se presenten en una escala pueden afectar las demás. Entonces, la
separación impide tener una visión que dé cuenta de la complejidad que tiene la economía al
tomar decisiones en cada escala.
A continuación, un ejemplo que ilustra cómo se ven cada uno de los hechos que se mencionan
por separado:
27 A la economía política marxista la clasifican en lo macroeconómico en esta red, pero el estudio de la economía política marxista también tendría elementos que se refieren a lo que hoy se denomina microeconomía; por ejemplo, el estudio de la plusvalía tiene relación con las dos escalas.
De otra parte, el gobierno colombiano está interesado en diversificar la matriz de minerales con lo
que se legalizaría la extracción de la columbita y la tantalia (Portafolio, 2019) para poder incluir la
riqueza que se produzca en los agregados nacionales y participar del mercado internacional de estos
productos, de manera legal. Definición macroeconómica.
Una empresa multinacional de teléfonos celulares define que su tecnología
requiere del coltán (mezcla de columbita y tantalia) para su producción.
Definición mesoeconómica.
Al mismo tiempo, en la Orinoquía colombiana se desarrolla una extracción ilegal
de columbita y tantalia que requiere de un acompañamiento armado, por ser ilegal.
Definición microeconómica.
128
Sin embargo, cuando se evidencia la relación entre las decisiones se puede ver de la siguiente
manera:
Figura 4 Ejemplo de relación entre las decisiones macroeconómicas,
mesoeconómicas y macroeconómicas
Fuente: Creación Propia
Entonces, aunque parecen hechos aislados, todos tienen relación, al estudiarlos
separadamente no se pueden ver las conexiones entre los eventos, limitando el análisis
económico a una especialización y no a ver las interrelaciones.
¿De dónde viene esa separación?
Wallerstein dice que esta separación proviene de “…la suposición de que existe una
distinción fundamental entre la naturaleza y los humanos, entre la materia y la mente, entre
el mundo físico y el mundo social/espiritual” (2006, pág. 4). Esta idea, que ha hecho parte de
la modernidad, generó la creencia de la necesidad de dispersar en múltiples zonas separadas
la realidad con el objetivo de generar mayor eficacia en la productividad intelectual; en otras
palabras, para poder tener una investigación sistemática (Wallerstein, 2006).
En principio, esta idea fue presentada para las ciencias naturales y luego se fue
implementando en las ciencias sociales. Esto debido a la ambición de algunos estudiosos de
La empresa multinacional define que requiere coltán
• Comprar coltán a algún proveedor minero.
Extracción ilegal de columbita y tantalia en
la Orinoquía colombiana
• Genera eventos de conflicto en la región y una extracción al margen de la ley en Colombia.
El gobierno colombiano desarrolla acciones para legalizar
la extracción de columbita y tantalia
• Le permite al gobierno aumentar sus ingresos legales por la extracción de esos minerales.
129
lo social, como lo exponía John Stuart Mill, según lo cita Wallerstein (2006), para quien la
ciencia social debía ser una ciencia exacta comparable con la astronomía o el estudio de las
mareas. Wallerstein sostiene que “la creación de múltiples disciplinas de ciencia social fue
el intento general del siglo XIX de impulsar el conocimiento ‘objetivo’ de la ‘realidad’ con
base en descubrimientos empíricos (lo contrario de la ‘especulación28’)” (2006, pág. 16). En
otras palabras, la separación de las disciplinas fue la consecuencia de la búsqueda de la
objetividad y de la pretensión generalizante de la ciencia en el siglo XIX.
Para la economía, la separación viene como parte del interés de las ciencias sociales de
adquirir esa apariencia de objetividad y obtener el estatus de ciencia; esto es, por ejemplo,
que esté basada en evidencias, con leyes que se cumplan y con un nivel de formalización. En
el siguiente apartado se hace un recuento de las especializaciones propias de la economía.
Los procesos de especialización de la economía
El proceso de especialización de la economía ha generado varias pérdidas. En el proceso de
definición de las disciplinas de las ciencias sociales la economía tuvo su primer cambio y
pérdida: quitarle el apellido. Hasta la primera mitad del siglo XIX la economía era
denominada “economía política”; según Wallerstein, se interpretaba “casi literalmente
[como] macroeconomía en el interés de las entidades políticas” (2006, pág. 20). En la
segunda mitad del siglo XIX, según prosigue Wallerstein, fue sustituida por “economía” con
el argumento de que los economistas podían universalizar una psicología individual y no
instituciones socialmente construidas; con esta definición se generó la condición para la
naturalización de los principios del libre cambio.
Esta pérdida de apellido mostró innecesaria la instrucción de la historia económica
(Wallerstein, 2006) por considerar que el estudio de la economía debía enfocarse hacia el
presente. Determinación que implicó centrar el análisis de la economía en el individuo o en
los agentes, aislándolos, con lo que se fue perdiendo la indagación de las relaciones sociales
que los rodean y con esto se empezó a tener un objeto de investigación abstraído, cuya
interacción se presenta en el mercado, en el cual, sobre la base del comportamiento individual
por la interacción de la mano invisible del mercado, se llega al equilibrio general.
28 Como se denominaba la disertación filosófica, según lo que dice Wallerstein (2006).
130
Entonces, con la privación de la historia económica, la segunda pérdida, aparece la
especialización del enfoque en el comportamiento de los agentes determinados por sus gustos
y su restricción presupuestaria para el caso de los consumidores, y por la búsqueda de mayor
beneficio teniendo en cuenta los costos de los insumos para las empresas. Especialización
que luego se llamará microeconomía, nombre que solamente se pondrá cuando aparezca la
macroeconomía para contrastarle.
Esta primera especialización se sustenta en la ambición de generar leyes generales a partir de
observaciones parciales, como se hacía en las ciencias naturales. La escuela neoclásica fue
la artífice de esta ambición, centrando en el comportamiento de los agentes quienes en sus
búsquedas individuales de máximización suscitarían el equilibrio general, que se constituyó
en objetivo último de la economía. El estudio de estos comportamientos se hizo a través de
establecer unos principios y unos modelos que se basaran en la matemática y la física para
darle formalidad.
La macroeconomía que hoy se enseña en las facultades de economía tiene como origen la
solución a la crisis de 1929. Esto puso de manifiesto que las decisiones individuales de los
agentes no llevaran al equilibrio general sino a la crisis de la economía en su conjunto. Con
ello se mostró la necesidad de entender de manera más profunda los agregados económicos
y la interacción de otros elementos que no se podían inferir del comportamiento individual
de los agentes.
La solución dada a la explicación de los hechos de la crisis de 1929 fue que era necesario
establecer otra escala y con ella unos objetos del conocimiento, unos límites en cuanto a los
elementos a observar.
La distinción entre macroeconomía y microeconomía continúa con la pretensión de que la
economía fuera una ciencia exacta; en ese sentido, se hace un paralelo con las ciencias
naturales, según Wikipedia (2019):
El enfoque microscópico se centraba en la conducta de los agentes económicos… bajo cierta hipótesis de
comportamiento. Sin embargo, para una economía compleja formada por miles o millones de agentes, al
igual que sucedía con la física de sistemas de millones de partículas, el enfoque "micro" es inviable. Por eso
se buscó un enfoque "macro" que hacía abstracción de un buen número de magnitudes y hechos relacionados
con los agentes económicos y trataba de buscar equilibrios de variables agregadas. Así el enfoque macro se
concentra en niveles de renta, tipos de interés, ahorro, consumo y gasto totales.
131
En este marco, la primera persona en usar la palabra macroeconomía fue el noruego Ragnar
Frisch, en 1933, para referirse al estudio de las relaciones entre los grandes agregados
económicos (Biografías y Vidas, 2019). Esto generó mayor especialización y, por tanto,
segregación entre las dos áreas del conocimiento que se desarrollaron.
Ahora bien, hay que resaltar que la inclusión de la macroeoconomía implicó el
desconocimiento de lo desarrollado en tiempos pasados bajo el nombre de economía política.
Es decir, la especialización que se hizo en la segunda mitad del siglo XIX había tenido su
efecto al dejar en el olvido la economía política. De hecho, para varios libros de historia del
pensamiento económico la macroeconomía inicia con la Teoría general de la ocupación, el
interés y el dinero de J. M. Keynes, cuando realmente el estudio macroeconómico y
microeconómico se hacía de manera simultánea en el siglo XVIII y principios del siglo XIX,
cuando no existía tal separación, período en el que los autores más reconocidos (Smith,
Ricardo, Marx, Malthus, etc.) abordaban la economía en su conjunto.
La mesoeconomía, como Rojo García (2007) sostiene, surge hacía 1970 cuando Peters
desarrolla este concepto, como herramienta para abordar temas relacionados con las regiones,
los sectores y los grupos. Sin embargo, es después de la década de 1980 cuando se da una
mayor utilización del concepto, tratando de dar respuestas a diferentes problemas, pero
incorporando el nivel “meso” como elemento de análisis (Rojo García, 2007).
La mesoeconomía es esgrimida en particular por la economía institucional y la evolutiva
porque les permite incluir este nivel para poder involucrar elementos intermedios entre lo
local y lo nacional, es decir, lo regional, para la economía institucional; y para ver los
procesos intermedios entre lo micro y lo macro, en el caso de la economía evolutiva.
Es importante destacar que la mesoeconomía se desarrolla para poder ver elementos que
enlazan procesos, más allá de los límites establecidos por la macroeconomía y la
microeconomía. Se enfatizan en este nivel de análisis los procesos que generan los
oligopolios que tienen el control de una o varias líneas de producción, lo que incidirá en más
de un país o en más de un sector. El surgimiento de la mesoeconomía es coherente con la
profundización de la incidencia de este tipo de agrupaciones de capital a nivel internacional
después de 1990.
132
Si bien se podría ver la mesoeconomía como un puente entre la microeconomía y la
macroeconomía, continúa manteniendo la separación entre las otras dos, lo que no es
suficiente para entender las relaciones, no solamente entre las dos primeras especializaciones,
sino también de estas dos con la mesoeconomía.
De alguna forma, cada una de las escalas se ha convertido en formas de especialización de la
economía, cada una se ciñe a una escala específica y, con ella, a unos temas específicos.
Sobre todo, cada especialización tiene formas de aprehensión que la caracterizan y que la
separan. Condición que ha dado lugar a que se erijan escuelas de pensamiento partiendo de
una y no de otras como se observa en el esfuerzo clasificatorio de la Red por el Pluralismo
de la Economía antes citado (2019).
¿Cómo se han enlazado estas especializaciones?
Una forma de abordar esta relación es de acuerdo con lo que se ha llamado el método de la
economía política de Marx29. En su Introducción general a la crítica de la economía política
(1974) plantea que, para el estudio de un país desde el punto de vista económico-político:
parece justo comenzar por lo real y lo concreto, por el supuesto efectivo, así, por ejemplo, en la economía
por la población que es la base y el sujeto del acto social de la producción en su conjunto. Sin embargo, si
se examina con mayor atención, esto se revela [como] falso. La población es una abstracción si dejo de lado,
por ejemplo, las clases de que se compone. Estas clases son, a su vez, una palabra vacía si desconozco los
elementos sobre los cuales reposan, por ejemplo, el trabajo asalariado, el capital, etc. Estos últimos suponen
el cambio, la división del trabajo, los precios, etc. El capital, por ejemplo, no es nada sin trabajo asalariado,
sin valor, dinero, precios, etc. Si comenzara, pues por la población tendría una representación caótica del
conjunto y, precisando cada vez más, llegaría analíticamente a conceptos cada vez más simples; de lo
concreto representado llegaría a abstracciones cada vez más sutiles hasta alcanzar las determinaciones más
simples. Llegado a este punto, habría que reemprender el viaje de retorno, hasta dar de nuevo con la
población, pero esta vez no tendría una representación caótica de un conjunto sino una rica totalidad con
múltiples determinaciones y relaciones… Lo concreto es concreto porque es la síntesis de múltiples
determinaciones, por lo tanto, unidad de lo diverso (págs. 50-51).
En resumen, según Marx debe iniciarse desde un punto de partida amplio para acercarse a
entender los componentes en los que se desagrega y, luego, se aleja con una síntesis de las
relaciones que allí se tejen.
Bajo esta reflexión, la separación disciplinar entre microeconomía, la mesoeconomía y la
macroeconomía hacen el proceso de entendimiento de manera incompleta. En el caso de la
29 Aquí me refiero a la economía política marxista, pues una de las fuentes sobre las cuales Marx elabora sus disertaciones económicas es la economía política inglesa.
133
microeconomía parece iniciar con el acercamiento en el cual se separan los componentes
partiendo de ver elementos aislados, y no del punto de partida propuesto por Marx (desde lo
general), pero se queda en ese acercamiento, viendo las particularidades de los agentes, sin
ir a lo general, o solamente lo aborda en el equilibrio general como la necesaria consecuencia
del comportamiento individual de los agentes. En el caso de la macroeconomía parece
estudiarse desde el punto de partida amplio, pero no ve los elementos más pequeños ni sus
relaciones. Para el caso de la mesoeconomía el análisis se queda en componentes de su nivel
sin interconexión, ni con lo general ni con lo más pequeño.
Por otro lado, se supone que una persona estudiosa de la economía debe saber
macroeconomía y microeconomía, pero nunca es clara la relación entre una y otra. Por eso
la economía política ayuda a ver las relaciones entre ellas. Sin embargo, esto no es suficiente,
en particular cuando sale la economía política de los currículos para la enseñanza de la
disciplina30. No en vano se crea la mesoeconomía, pero igualmente no se abordan las
relaciones, que es uno de los elementos que destaca Marx en la cita previa.
Ahora bien, los componentes de la economía en términos generales pueden ser los mismos
que Marx (1974) describía como producción, distribución-cambio y consumo. De hecho,
Marx bajo estos elementos generales, llega a la conclusión de que la crisis es algo inherente
al capitalismo, cuestión que no es abordada por otras corrientes hasta la crisis de 1929. Sin
embargo, es insuficiente, dado que hay elementos que en vísperas de la tercera década del
siglo XXI se han profundizado, como los altos grados de concentración de capital y con ellos
la expansión de la pobreza, como dos caras de la misma moneda; la incidencia de las
multinacionales sobre diferentes territorios en la producción, la distribución y el consumo;
un sistema financiero que acumula, aparentemente desvinculado del proceso de producción
y que genera crisis económicas de manera más frecuente; o ver el capitalismo como una
tendencia totalizadora, como discute Juliana Flórez (2015) recogiendo los aportes de la crítica
feminista, es decir, que el capitalismo tiene la pretensión de abarcar, de explicar, de
aprehender todo el mundo, pero eso no implica que lo logre; o la existencia de diferentes
30 Cuando empecé a enseñar Economía (2016) me llamaba la atención que no se dictara economía política en el lugar que yo enseñaba. Revisando buena parte (90 % aproximadamente) de los programas de economía del país encontré que aproximadamente en el 90 % de las escuelas no existía esta asignatura; en algunos casos parecía ser reemplazada por ciencia política, en otros, por historia económica; en otros, al parecer era una electiva que se dictaba en otras carreras como ciencias sociales.
134
formas de economía que se encuentran interrelacionadas en diferentes países. Elementos que
se deben contemplar para entender las múltiples relaciones.
Hacía nuevas formas de interrelación entre especializaciones
Los nuevos elementos que se han esbozado en las formas en que se produce, se consume y
se distribuye en la sociedad del siglo XXI deben tener una forma diferente de abordaje. En
ese sentido se deben considerar cuestiones claves como estas: la constante interacción entre
las especializaciones que en este desplazamiento se mencionan; el reconocimiento de la
diversidad económica (Gibson-Graham J. , 2006); y, por último, la relación entre la economía
capitalista y otras formas de economía, idea en la que se inscribe este trabajo.
Para abordar estas cuestiones se requiere entonces, romper con el binarismo del positivismo
y poner en marcha otros tipos de pensamiento más flexibles, amplios y que no solamente
comprendan la economía como una posibilidad sino como muchas.
Se podría iniciar con elementos del método esbozado por Marx para ver la economía hoy,
entendiendo las relaciones entre los diferentes elementos que están determinados de manera
amplia para abordar las interrelaciones en niveles microeconómicos, mesoeconómicos y
macroeconómicos. Puede ser un punto de partida.
También se puede incluir el esfuerzo de aplicar los conceptos de la complejidad en la
economía (Olmedo Fernández , Valderas, & Mateos de Cabo, 2004). Elementos como la
emergencia ayudarían a ver eventos que van surgiendo de las interacciones; por ejemplo, las
crisis del capitalismo; también la autopoiesis en el sentido del tejido de relaciones que se van
estableciendo, como entre la economía capitalista y las economías propias; además la
interdependencia que puede verse entre los niveles micro, macro, meso en los cuales las
acciones en unos niveles afectan a los otros.
Tanto el método de la economía política marxista como contemplar elementos de la
complejidad podrían aportar a entender esta relación permanente entre las formas de
aprehensión; darían la posibilidad de apertura para dar lugar a lo que Haraway (1995) llama
parcialidad. Sin embargo, hoy en día la economía requiere de traspasar dos límites: de una
parte, que su centro de análisis sea el capitalismo y, de otra, el impuesto por la especialización
de la disciplina.
135
Lo que concierne a ver más allá del capitalismo hace referencia a poder observar la economía
como algo que no solamente es capitalista y que tendrá incidencia de diversas maneras entre
los niveles. En ese sentido, la economía tiene otras expresiones no capitalistas, que en algunos
casos tienen elementos contrarios (como las economías propias). Las economías distintas al
capitalismo también tejen relaciones en diferentes niveles, como explica Escobar (2016)
cuando cita a Manzini para hablar de "localismo cosmopolita" refiriéndose a la interrelación
de los proyectos locales, que se puede generar a partir de las redes de comunicación e
interacción, o cuando Raquel Gutiérrez (2017) destaca la potente posibilidad de los procesos
locales de comunes, que muchas veces les intentan restringir su accionar y, en ese sentido,
su capacidad de generalizarse. Así, las economías distintas al capitalismo, como las propias,
tendrán incidencia en los niveles microeconómico, mesoeconómico y macroeconómico.
Abrir el horizonte a otras economías diferentes al capitalismo implica entender que la
economía es más compleja que las dinámicas expuestas por las diferentes escuelas de
pensamiento y las especializaciones realizadas por niveles, lo que implicará necesariamente
entender las labores de reproducción de la vida como elementos a tener en cuenta. Esto
incluye entender otras lógicas distintas a lo establecido por la economía capitalista,
observando otras formas de comportamiento, pero, así mismo, ver las relaciones con el
capitalismo y sus implicaciones en cada nivel, si se tomara el ejemplo de la política
económica de legalización de las minas de columbita y tantalita; además, se tendría que mirar
el impacto sobre la economía de las comunidades indígenas que habitan el lugar de la
explotación minera y las relaciones, las ontologías que se enfrentan en ese lugar particular
(Blaser, De La Cadena, & Escobar, 2009). Unos elementos se muestran en el esquema
siguiente.
136
Figura 5 Ejemplo de relación decisiones macroeconómicas,
mesoeconómicas y macroeconómicas en interrelación
Fuente: Creación Propia
En ese sentido, el marco disciplinar de la economía se quedaría corto para entender estas
dinámicas; un ejemplo de esto es la comprensión que se ha venido desarrollando desde la
geografía crítica feminista que, al desarrollarse el proceso de globalización a finales del siglo
XX, empezó a cuestionar los espacios y las escalas espaciales, en particular la incidencia
simultánea que tiene la globalización en escalas globales y locales, lo que ha generado una
serie de discusiones en la geografía para entender la relación entre escalas, como lo
documenta Sara González (2005).
Otra disciplina que puede aportar es la historia, para observar otros elementos de procesos
que llevaron a que ocurran los hechos del presente, igualmente trascendiendo el capitalismo
e incorporando otros elementos como la memoria. Además, se pueden incorporar otros
La empresa multinacional define que requiere coltán
Comprar coltán a algún
proveedor minero.
Las personas que consumen
artefactos hechos con coltán están
atentas a violación de derechos
humanos en los lugares de extracción.
Extracción ilegal de columbita y tantalia
en la Orinoquía colombiana
Genera eventos de conflicto en la región y
una extracción al margen de la
ley en Colombia.
La comunidad indígena que habita la zona empieza a ver cambios en el río que riega sus cultivos,
donde se extrae el coltán.
El gobierno colombiano desarrolla
acciones para legalizar la
extracción de columbita y
tantalia
Le permite al
gobierno aumentar
sus ingresos
legales por la
extracción de esos
minerales.
Las comunidades cercanas a la extracción se
afectarán por la llegada de
nuevos colonos,
estableciendo nuevas
relaciones económicas.
137
saberes con otro tipo de visiones sobre la economía, que también están en tensión con el
capitalismo.
En resumen, ver la interrelación entre niveles implica una comprensión dialéctica, compleja
y transdisciplinar que permita entender particularidades, pero también elementos que
vinculan las decisiones económicas de forma global y particular, en interrelación.
138
Las finanzas
Las finanzas es el segmento en el cual el fluido intersticial se vuelve vaporoso al entrar a las
dinámicas más volubles de la gestión de acumulados de conocimiento y de dinero. En este
segmento se encuentran las formas en que los ahorros y acumulados de unas personas llegan
a un lugar para que otras las usen; es allí donde fluyen los acumulados en dinero y
conocimientos entre los tiempos pasado, presente y futuro y se vinculan las personas en
diferentes tiempos o en distintos territorios. Así, en ese proceso de interacción entre tiempos
y territorios, por su cualidad mutante, del fluido intersticial se evapora un único componente:
la administración de los acumulados. En el segmento de las finanzas veremos también que,
por su carácter nutriente, el único componente de la administración de acumulados del fluido
intersticial que llega al segmento de las finanzas es, a su vez, transformado por las economías.
Finalmente, por su condición receptiva, el fluido, a su vez, recibirá componentes del proceso
de las finanzas ya transformados por las economías.
La administración de acumulados
El único componente que es tomado del fluido intersticial por las economías en el segmento
de las finanzas, como decía antes, es la administración de acumulados. Los acumulados
pueden ser en dinero o en conocimientos, que se puede dar a través del tiempo o entre
territorios, cada una de las economías decide los criterios para esta administración.
Los acumulados, son absorbidos como componente por la economía capitalista para centrar
en los valores o bienes que generan dinero o que se pueden cuantificar en dinero, es decir,
las inversiones para el futuro pueden tomar formas materiales como bienes inmuebles (casas,
edificaciones), máquinas o dinero, pero es importante que sean cuantificables en dinero, en
tanto medio de cambio. En particular, en el segmento de las finanzas es donde el dinero viste
el traje de forma de acumulación, en otras palabras, se convierte en medio para acumular,
con una característica adicional y es que se concentre en pocas manos.
Los acumulados también pueden ser de conocimiento, pero la economía capitalista ha hecho
un esfuerzo importante por hacerlo cuantificable en dinero creando las patentes, o títulos en
donde se registra la autoría de una idea o un invento como propiedad de quien lo haya creado
y esta persona recibe regalías (o pagos por el uso realizado por otras personas) mientras esté
en posesión de la patente. Estos títulos se pueden comprar lo que le da al nuevo dueño o
139
dueña el derecho a recibir las regalías. Así el conocimiento también se acumula, pero, como
es costumbre de la economía capitalista, en pocas manos; en el caso de las patentes, es quien
posee la patente quien recibe los beneficios o regalías.
La economía capitalista toma los acumulados de dinero convirtiéndolos en la secuencia:
captación- capitalización- entrega de beneficios (C-C-EB). Por ejemplo Juan entrega un
dinero a una entidad (banco), en otras palabras la entidad hace la captación o recibe el dinero;
luego, la entidad le presta el dinero a Mariana para que ella compre un plante, o una base
inicial de productos para el aseo personal que luego venderá en su negocio, a cambio de que
ella pague el préstamo más un porcentaje adicional sobre el dinero prestado (intereses),
dinero que ella obtendrá al poner en marcha su negocio (esto es para el banco la
capitalización); la entidad recibe el dinero que le prestó a Mariana y sus intereses, se queda
con una parte por hacer de intermediario (llamado intermediación) y, por último, la entidad
le entrega nuevamente el dinero a Juan más un interés por haberlo entregado (entrega de
beneficios).
Las entidades denominadas “bancos” tienen la característica de ser suprahumanas, es decir,
que están por encima de los humanos. Esta característica hace que las relaciones con los
bancos sean en general frías y distantes, contrario a toda la idea que se publicita del “banco
cerca a usted”, “es su banco”, etc., que se promueve en la publicidad sobre estas entidades.
El proceso de automatización, por otra parte, hace que la relación con los bancos sea
principalmente a través de máquinas, virtual o a través del cajero automático y, ahora, de la
aplicación del teléfono celular. El no humano inorgánico se encarga de hacer éste primer
proceso. Esta relación es lejana y genera prevención. Si bien el banco le puede prestar dinero
a Mariana, como en el ejemplo, ella tiene que entregar unos intereses, pero, en caso de
incumplir, puede perder sus cosas (su plante y lo que tenía antes de comprarlo) para pagar la
deuda. Como ha descrito Diego Guevara (2017), entre los años 1980 y 2008 la desigualdad
se puede asociar al endeudamiento y a que la tasa de interés no ayuda a distribuir mejor el
ingreso. Por esto hay un miedo permanente a deberle a los bancos.
El segundo proceso de manejo de acumulados de dinero que realiza la economía capitalista,
es el de generación de capital más complejo. En este caso, sigue habiendo una captación de
dinero, pero este dinero se convierte en inversiones que aumentan o disminuyen su valor a
140
partir de la capacidad del comisionista que hace transacciones en la bolsa de valores o en el
mercado financiero en su conjunto para aumentar o disminuir el valor de sus acciones. Por
ejemplo, Juan le entrega su dinero a una empresa comisionista de bolsa para que compre las
acciones, títulos que representan la distribución del capital de una compañía en varias
fracciones y a los cuales tiene derecho, a quien las tenga en su poder, de obtener unos
rendimientos, si la compañía tiene utilidades (capitalización), o tener pérdidas, si no tiene
rendimientos (descapitalización). La empresa comisionista, si anticipa que la compañía no
va a tener rendimientos bajando el valor de las acciones, puede vender las acciones y comprar
otras que proyecten tener mayores rendimientos.
Este proceso le da una cierta autonomía al dinero sobre los procesos productivos dado que se
crea dinero a partir del dinero, o la especulación (creencia, apuesta, idea) de que se va a
generar más dinero, porque las empresas comisionistas de bolsa así lo anticipan. Las personas
entregan sus ahorros (fondos de cesantías, de empleados, etc.) con la esperanza o expectativa
de que el dinero se va a multiplicar, de acuerdo a las previsiones de las tasas de interés
esperadas. Sin embargo, producto de la interacción en la bolsa de valores y del mercado
financiero en su conjunto, estos ahorros usualmente quedan apropiados por unas cuantas
personas o entidades debido a la interacción y malas decisiones tomadas por las personas que
transan en ese tipo de mercados, y de esta manera generan una mayor concentración del
dinero. El Banco de la República (banco central de Colombia) sostiene en un estudio (Uribe
J. D., 2013) que hacía la primera década del siglo XXI este proceso de generación de capital
más complejo había ganado relevancia en Colombia. Aunque es más fuerte en los países del
norte global.
Los dos procesos han dado origen a lo que se ha llamado financiarización que, como diría
César Giraldo (2005), indica que la lógica financiera se pone por encima de la lógica
productiva, es decir, como el interés es generar dinero, este se produce en mayor proporción
a partir de la especulación financiera que realizan las diferentes entidades creadas con este
propósito y no a partir de la producción de mercancías. Lo anterior no quiere decir que se
deje de producir mercancías, sino que se ha vuelto (desde 1970 hasta 2019) más rentable o
más importante para la generación de riqueza, entendida como la acumulación de dinero, la
especulación financiera.
141
Bajo el marco de la financiarización se convierte en una necesidad para el capitalismo que
todas las personas y, en particular su dinero, se vinculen de una forma u otra al sistema
financiero, pues es allí donde se dan los dos procesos. Es así como este sistema puede captar
desde el ahorro de los niños y las niñas hasta los aportes para pensiones de las personas que
algún día quieren tener un salario como resultado del ahorro que han hecho toda la vida. Ese
dinero, entonces, se puede someter a procesos de especulación que multipliquen la inversión
inicial, pero no necesariamente para que quede en manos de las personas que depositaron sus
ahorros, sino para que tal inversión sea apropiada por quienes manejen dichos recursos (las
entidades financieras). Bajo este esquema, de una parte, se concentra el dinero depositado
por muchas personas en las entidades financieras las cuales van a obtener mayores beneficios
y, por otra parte, los dineros que estaban diseminados por diferentes territorios también se
concentran en un solo territorio, como el norte global, o en Colombia, en las ciudades
capitales como Bogotá, Medellín o Cali, lo que implica que los territorios de origen de los
dineros se vayan empobreciendo.
El proceso de financiarización también ha sido utilizado por dineros del narcotráfico, trata
de mujeres, pornografía infantil y otros negocios ilegales para crear empresas que se asumen
como fachada para mover los recursos que se generan de esos negocios. Dada su condición
de ilegalidad, una de las principales dificultades que tienen este tipo de empresas es mover
el dinero que la legalidad les permite más fácilmente. Las empresas creadas pueden aparecer
de un momento a otro y asimismo también pueden desaparecer, de acuerdo a la conveniencia
del capital que las esté moviendo. Este movimiento se ha llamado lavado de activos. Para
tener legalidad, estas empresas con negocios ilegales también hacen procesos de captación
de ahorros de fondos mutuales o de pensiones y cesantías, aseguradoras, prometiendo
rendimientos rápidos pero, cuando necesitan desaparecer, también desaparecen los ahorros,
trasladándolos a otra empresa fachada, como lo cuentan en la película La Lavandería
(Soderbergh, 2019) que describe las prácticas de este tipo de empresas que salieron a la luz
cuando se filtraron Los Papeles de Panamá31.
31 Los Papeles de Panamá o Panamá Papers, se refiere según Wikipedia a “la expresión dada por los medios de comunicación a una filtración informativa de documentos confidenciales de la desaparecida firma de abogados panameña Mossack Fonseca…revelando el ocultamiento de propiedades de empresas, activos, ganancias y evasión tributaria de jefes de estado y de gobierno, líderes de la política mundial, personas políticamente expuestas y personalidades de las finanzas, negocios, deportes y arte.” (Panama Papers, 2020).
142
Otro ejemplo claro de la desconfianza en las entidades bancarias es el de la crisis hipotecaria
sucedida en Colombia entre 1998 y 1999, llamada la “crisis del UPAC”. En esa época,
cuando aumentaron las tasas de interés y el ingreso de las familias no aumentó en la misma
proporción, esta circunstancia condujo a que muchas familias, que pagando los créditos
hipotecarios habían pagado hasta tres veces sus casas, se quedaran sin recursos para seguirlas
costeando y las perdieran definitivamente. Esta situación condujo a la pérdida de efectivo de
parte de los bancos, pues prestaron más dinero del que tenían; al no tener efectivo con qué
responder por los depósitos de la gente, el Estado respaldó el dinero de los bancos (Uribe J.
, 2008), pero las familias se quedaron sin las casas. Este es otro ejemplo de cómo los bancos
nunca pierden y otra razón para que la gente tenga prevención con los bancos.
Del fluido intersticial también es aspirado el componente de administración de acumulados
por las economías propias, como explican J.K Gibson-Graham, Cameron, & Healy (2017),
aunque también es de dinero y conocimientos, se incluyen también las prácticas y, como una
diferencia importante de la economía capitalista, esa acumulación se conserva
colectivamente y no solamente se refieren a una organización en particular sino a un colectivo
mayor. Es el caso de los procesos de compartencia del conocimiento –para usar el término
de Martínez Luna (2003)- en los que ha participado ASOGRANG, dice Raúl, uno de sus
miembros, que han aprendido mucho pero que también como organización han enseñado
sobre agricultura urbana, agroecología, compostaje, entre otros, y así han mostrado otras
posibilidades de habitar la ciudad.
El hecho de compartir el conocimiento en las economías propias hace que se acumule más
conocimiento, pero no necesariamente en pocas personas u organizaciones sino en muchas
personas y colectivos. El conocimiento se vuelve más amplio en la medida en que se
comparten más experiencias, más aprendizajes, más preguntas y más respuestas de manera
colectiva.
Además de acumular y compartir conocimiento, las economías propias generan acumulados
colectivos de dinero de dos formas: una, cuando se reúnen para construir un fondo común y
entregarlo una vez al mes a cada miembro del acuerdo, sin entregar rendimientos; dos, el
proceso de captación-capitalización-entrega de beneficios de la economía capitalista, pero
basándose más en el vínculo.
143
La primera forma se presenta, por ejemplo, cuando se junta el dinero por mes, sin
rendimientos. En Bogotá a esta forma se le ha llamado “cadena” y en otros lugares de
Colombia “natillera”. Son fondos comunes de personas que comparten recursos en un tiempo
y lugar determinados. Por ejemplo, se reúnen 10 personas en el lugar de trabajo y estas
personas llegan al acuerdo de tener una cuota de $50.000 al mes. También acuerdan el orden
en el que se va a recibir el dinero recogido por mes, es decir, en enero lo recibe Luz, en
febrero, recibe Martín, en marzo recibe Pedro… así sucesivamente durante 10 meses. En ese
caso cada persona entregó $500.000 y recibió $500.000 a lo largo de los 10 meses. Para
definir el orden se puede llegar a un acuerdo, como, por ejemplo, el que organizó la cadena
pide el primer turno, o se acuerda dar los turnos de acuerdo a las necesidades individuales,
por ejemplo, el primer turno para ayudar a pagar la matrícula de la universidad, el tercer turno
para pagar el impuesto de la casa, etc., o a veces se hace un sorteo con el orden.
La segunda forma de generar acumulados de dinero en las economías propias, se presenta
cuando se reúne el dinero para entregarlo con rendimientos al final del proceso como es el
caso de los fondos familiares, de colegas, de amigos y amigas. En este caso cada persona
entrega el dinero mensual, que puede ser una cuota acordada o lo que cada quien pueda dar,
por un período de tiempo, por ejemplo 1 año, durante ese año se pueden realizar diferentes
actividades para ganar rendimientos: la forma más utilizada es que se presta el dinero a
miembros del mismo fondo o a personas recomendadas por dichos miembros y se cobran
intereses bajos. También se pueden poner multas por que no se cumple el acuerdo de entregar
el dinero en una fecha específica, o por incumplimiento en los pagos de los préstamos. Al
finalizar el año se le entrega a cada persona que ahorró sus rendimientos de acuerdo a sus
depósitos o, se le hacen descuentos si ha tenido que pagar multas o no se pagaron los
préstamos, e incluso si el incumplimiento fue de la persona recomendada.
En los dos casos, se distribuye el dinero a lo largo del tiempo y entre varios territorios.
Durante el tiempo, cada quien aporta en el presente y en el futuro recibe la misma cantidad
de dinero como en el caso de las cadenas, o recibe lo ahorrado más los intereses como es el
caso de los fondos.
Entre los territorios, el dinero se concentra inicialmente en uno, pero se distribuye entre
varios; en el ejemplo de las diez personas, puede ser que se encuentren para reunir el dinero
144
en la localidad de Puente Aranda, pero que este sea usado en 10 localidades diferentes. Para
la muestra, tres casos: una persona paga su curso universitario con la cadena, por lo que el
dinero se mueve a la localidad Chapinero; otra persona va a hacer un arreglo en su casa que
queda en la localidad de Rafael Uribe Uribe, ese sería el segundo movimiento; y, finalmente,
otra persona va a apoyar a su nieto con capital para un proceso productivo que queda en la
localidad de Engativá, haciendo el tercer movimiento.
Las economías propias usan el componente del manejo de acumulados en el proceso de C-
C-EB haciéndolo posible a partir del vínculo que existe entre las personas, lo cual permite el
encuentro y el acuerdo para generar luego un compromiso con las relaciones, ya que
solamente se puede ingresar al circuito porque de una u otra forma perteneces a la red. Aquí,
entonces, no existen “entes supra humanos” sino personas con las que se establece el vínculo
quienes serán afectadas si no se cumple con los compromisos pactados, con lo que se puede
dañar el vínculo cuestión que es mucho más grave que quedarse sin dinero.
Respecto a la importancia del vínculo Serge Latouche (2008) dice que en ciertos lugares de
África no existe la palabra pobre, lo más parecido es huérfano que significa no tener vínculos;
eso es lo que hace que una persona se vuelva vulnerable. En el caso de las economías propias,
en el segmento de las finanzas, esto es lo que pierde la persona que incumple con el acuerdo.
Recuerdo cuando en el fondo familiar un primo incumplió con el pago de un préstamo. Mi
papá decía que era inconcebible “perder las relaciones por una plata” y, en consecuencia,
después de esa situación mi papá se abstuvo de recomendarlo para un trabajo porque había
quedado mal en el fondo familiar.
El cumplimiento de los acuerdos hace que se generen confianzas, que en el caso de las
finanzas están asociadas a darle valor al cumplimiento de la palabra. La confianza, en este
tipo de economías, se construye gracias las personas que dinamizan las iniciativas. Estas
personas cobran los intereses, recogen los aportes, ponen las multas y hacen las cuentas. La
confianza florece si hay equidad en la distribución, y si las reglas establecidas son respetadas,
no solo por quienes dinamizan sino por todas las personas participantes.
Para las economías propias el proceso de C-C-EB se puede repetir, pero no es infinito, tiene
límites. Éstos pueden presentarse en el número de personas que pueden participar, lo que
permite conocer las personas que se encuentran vinculadas al proceso; o, también, puede
145
haber un límite en el tiempo en el que se entregan las cuotas y los beneficios, o sea, se abren
los períodos para el ahorro cada seis meses, cada año o se llega a un acuerdo sobre la
periodicidad.
La compartencia del conocimiento llega al fluido intersticial desde las economías propias y
la economía capitalista trata de ponerla a operar bajo su lógica, cooptándolas. Es el caso, por
ejemplo, de promover laboratorios de creación de conocimiento financiados por empresas de
software en donde los equipos o personas que participan generan conocimiento y los premios
son la financiación de sus ideas o proyectos con entrega de los derechos o vinculación laboral
a esas grandes empresas.
Hay otras iniciativas que se crean bajo la compartencia del conocimiento de las economías
propias, como Wikipedia y otro tipo de iniciativas de acceso abierto que construyen y
comparten los acumulados de conocimiento en común, las cuales son recibidas por el
capitalismo con tensiones tratando de desprestigiarlas, en algunos casos son perseguidas, o
se utilizan estrategias como fortalecer las políticas de derechos de autor en detrimento de este
tipo de iniciativas.
Ahora bien, las economías propias reciben del fluido intersticial el uso de las entidades
bancarias para financiar los procesos productivos. En algunos casos se piden préstamos a
nombre de la organización, cuando tienen personería jurídica, o a nombre de una persona
bajo el acuerdo de la organización. Este proceso se hace con mucha precaución, con
tensiones, y se trata de cumplir con los compromisos pactados para que la persona o la
organización no se vean afectadas porque el proceso colectivo o la persona se pueden quedar
sin dinero y sin lo poco que se tenga construido. Los bancos, en una sociedad capitalista,
siempre tendrán el respaldo del Estado, en cambio las organizaciones y las personas no.
Al fluido intersticial han llegado estas formas de acumulación basadas en la solidaridad que
han sido utilizadas por la economía capitalista para la apropiación privada de los dineros que
se entregan en confianza, como otra forma de cooptación. Un ejemplo de esto, es que en el
año 2019 aparecieron iniciativas de colaboración entre mujeres que se presentaron como un
ejercicio de solidaridad, captaron dineros, pero se fueron acumulando para otras personas.
En Colombia a este fenómeno se le ha denominado “pirámides”.
146
Este hecho tuvo dos consecuencias: la primera, el mal uso de la solidaridad para el
enriquecimiento de unos cuantos, lo que obstruye la confianza generada con la solidaridad y
deja resentidas a las personas que participan en ella, con un nivel de desconfianza hacia
nuevos procesos que tengan un interés realmente solidario. Y la segunda, en el marco de la
financiarización, hay un interés de captar todo el dinero posible, y por ello las prácticas de
ahorro solidario se persiguen legalmente cuando empiezan a mover un nivel considerable de
dinero, acusando a estas iniciativas como captación ilegal porque, en realidad, no la hacen
los bancos.
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El consumo
El consumo es el segmento en el cual el fluido intersticial alcanza formas coloidales para que
el producto llegue a su consumo final de forma adaptable. Es el segmento en el cual es
esencial dotar de productos para ser consumidos y que satisfagan las necesidades de las
personas, los seres no humanos y el funcionamiento de las cosas que nos rodean. Así, en ese
proceso de entregar los productos para el consumo final, por su cualidad mutante, el fluido
intersticial se coagula en dos componentes: la forma en que se consume y los desechos.
Veremos también que, por su carácter nutriente, los componentes del fluido intersticial que
llegan al segmento del consumo serán transformados por las economías. Finalmente, por su
condición receptiva, el fluido, a su vez, recibirá componentes del segmento del consumo ya
transformados por las economías.
La forma en que se consume
Uno de los componentes tomado por ambos tipos de economías desde el fluido intersticial
en el segmento del consumo es la forma en que se consume. Este componente describe las
formas en que cada una de las economías hace uso de lo que se ha generado en la producción.
Para la economía capitalista el consumo debe ser masivo, de masas, debe llegar a más
personas y debe ser en grandes cantidades: no puede ser una sola cosa sino muchas de las
mismas. Para el capitalismo el consumo está asociado al consumismo, es decir, a que el
consumo de una sola cosa no satisfaga, sino que se requiera mucho de algo y nunca llegue a
saciar el deseo. También el consumo es símbolo de estatus al igual que sucede en el segmento
del mercado.
Este consumismo se promueve basado en el concepto de que para tener mayor producción se
debe consumir más. Además, se sostiene sobre la idea de progreso según la cual hay
sociedades con peores condiciones que otras y que deben pasar por diferentes etapas hasta
llegar a una sociedad de mayor consumo que se equipara a mayor progreso. Walt Rostow
(1993) fue uno de los mejores exponentes de esta idea definiendo etapas del crecimiento
económico en donde la más alta se denominaba “la del consumo de masas”. En otras palabras,
una de las condiciones para que haya crecimiento económico es que el consumo sea alto.
148
Si bien no estamos en las mismas condiciones en las que se encontraba el mundo después de
la Segunda Guerra Mundial, particularmente Estados Unidos (de donde es oriundo Rostow),
en la actualidad el consumo se mantiene como un elemento macroeconómico importante para
diagnosticar el estado de la economía de un país, o más exactamente su grado de desarrollo
capitalista.
En ese sentido, para la teoría macroeconómica una de las cosas que determinan el consumo
nacional (de todo un país) es la riqueza de las personas, o sea, si hay países con mucha gente
rica, como Suiza, por ejemplo, el consumo será más alto, lo que puede llegar a ser un ideal.
Es decir, habrá incremento del consumo si hay más riqueza, o como dice Marvin Harris
(1992) “los grandes hombres” en el capitalismo intentan arrebatar la riqueza de otros hombres
para tener más prestigio y poder porque logran acumular y sostener la mayor fortuna.
En este marco, el consumo de productos también está asociado a que éstos satisfagan algunas
necesidades, pero sobre todo a la idea de bienestar construida a partir de tener cosas y esas
cosas cada vez van teniendo unas cualidades más codiciadas. En ese sentido, una persona
puede tener muchas cosas que hagan lo mismo, pero cada una puede tener una cualidad
distinta: un teléfono inteligente, por ejemplo, puede tener un mayor/menor uso de energía,
uso de nuevas tecnologías, colores distintos… Uno de los criterios más importantes para el
consumo es obtener más a menor costo.
Otra característica del consumo bajo la economía capitalista es que está basado también en
el diseño de cosas en moldes iguales: cosas idénticas para diferentes personas, y de esta
manera se promueve un ideal de ser. Los moldes hacen que las cosas no distingan las
particularidades, son masivos y sin diferencia. Estos moldes se hacen, en general, bajo el
ideal de ser es un hombre blanco heterosexual delgado, hecho que genera la idea de que al
ser diferente a ese ideal, de una parte, quien no se ajuste a ese ideal sea estigmatizado como
distinto, y, de otra parte, esta persona distinta debe buscar otras especificaciones que muchas
veces genera especializaciones en los productos y con ello mayores costos.
En la economía capitalista las empresas también desarrollan su consumo. El criterio también
es obtener mayores cantidades a menores costos. La producción a escala es la principal
proveedora en estos casos dado que, a mayor escala, los costos son inferiores, lo que implica
149
que la compra de mayores cantidades también trae consigo menores precios, aumentando el
beneficio de las empresas capitalistas.
El consumo en el capitalismo se preocupa por el presente. En la concepción lineal del tiempo
del capitalismo el pasado es algo a ser enterrado, como se hace con las cosas que van
quedando obsoletas, y el futuro es algo que puede ser planeado pero que ahora se torna menos
importante. Su preocupación es por vivir un presente individualista en donde las personas
que vayan a habitar la tierra en el futuro tendrán que solucionar sus propios problemas.
Se ha presentado la idea de que el consumo es para satisfacer necesidades. Sin embargo, el
concepto de necesidades se ha venido transformando en la medida en que el sistema
capitalista ha encontrado dificultades y las ha sorteado. En principio se hablaba de
necesidades refiriéndose a lo que se requiere para sostener la vida como respirar, comer,
dormir, tener condiciones de salud que permitan la sobrevivencia. Luego, esas necesidades
se fueron modificando al ser creados nuevos productos, tras aparentemente haber
solucionado las necesidades básicas para la mayoría de la población que habita en centros
urbanos. Se crean, entonces, otras necesidades asociadas a la vida en las ciudades y a los
avances tecnológicos que hace indispensable comprar o consumir productos que van a cubrir
dichas necesidades. Es aquí donde toma forma el planteamiento de que se ven las necesidades
solamente como carencias, como sostienen Max-Neef, Elizalde, & Hopenhayn (1986), es
decir, son necesidades que deben ser llenadas o completadas.
El fluido intersticial también nutre a las economías propias con el componente de las formas
en que se consume, dándole énfasis, en cambio, a consumir lo que se necesita. La necesidad
se toma como potencia y hay una clara preocupación por el planeta, por su pasado y su futuro.
El producto se usa hasta que se desbarata, se deshace. Si no se ha deteriorado y aún se puede
usar, se intercambia, se regala, se dona. Las redes de amigos y conocidos sirven para que se
realice el proceso de consumo final en otras manos.
En los procesos productivos de economías propias el consumo se basa en lo que está al
alcance y, en la medida de lo posible, reutilizar. Por ello es muy importante para las huertas
urbanas el uso del compost, tomar la materia en transformación y auxiliarla, permitirle que
esa transformación dé lugar a algo nuevo. El objetivo es tratar de reutilizar todo lo que va
dejando el proceso productivo: reutilizar el agua como es el caso de la cerveza en donde para
150
producirla se utiliza agua en un proceso anterior a la cocción que tiene luego que sacarse, se
recolecta en baldes para que se pueda reutilizar en aseo de baños como hace en El Caracol o
agradecer que llueva cuando hay mucha sequía y vuelve a llover, como hacen en Guakes del
Zuke o volver a emplear de envases plásticos para guardar las semillas, como lo hacen en
ASOGRANG.
A la hora de comprar insumos también se establecen unos criterios para hacer el consumo
productivo. Por ejemplo, se intenta comprar en otros procesos de economías propias, o se
prefiere comprar marcas que respeten y conserven el medio ambiente, o adquirir productos
de empresas que traten de compensar bien a sus trabajadores y trabajadoras; además, se busca
que el consumo también fomente las buenas prácticas de las otras empresas, que también
aporten en la reproducción de la vida o que estén en sintonía con los criterios éticos de cada
proceso.
El consumo en las economías propias se hace en medio de una reflexión permanente entre el
desperdicio y el aprovechamiento, lo que permite pensar en una dinámica de pasado, presente
y futuro. Por ejemplo, lo que no se usó en el pasado se usa hoy y así no se desperdicia.
También, hay cosas que duran mucho tiempo porque corresponden a algo dejado por los
ancestros, ya sean las formas de hacer, el recuerdo permanente de que “eso me lo enseñó mi
papá” como dice Ramón, o “mi mamá era la que cultivaba las hortalizas” comenta Saulo los
dos en ASOGRANG. El presente aprovecha el legado de manera consciente. Se piensa,
además, en el futuro, en que las demás personas aprendan lo que en algún momento se nos
olvidó, como dirían Saulo o Raúl. “Por eso la importancia del trabajo que hace ASOGRANG,
de enseñar a las nuevas generaciones una relación distinta con el medio ambiente”.
Al fluido intersticial también llegan estos componentes dejados por las economías propias, y
estos componentes son tomados por la economía capitalista al aportar otros elementos que
han venido cambiando el consumo como, hay una aceptación, por ejemplo, tener más
cuidado con el medio ambiente. Es así que se genera el consumo sostenible por el cual la
economía capitalista toma algo de los fluidos de las economías propias para definir sus
criterios de consumo. En ese marco, J.K Gibson-Graham, Cameron, & Healy (2017)
presentan un ejemplo en el que documentan cómo una empleada restringía su consumo de
vestidos para no centrar su vida en cómo vestirse, tener exclusivamente lo necesario y
151
consumir conscientemente. También en el capitalismo ahora se premian las prácticas
sostenibles de los productores, su compromiso ecológico, o el uso de energías que no
contaminen. Asimismo, el consumidor indaga sobre los productos que se compran, su
producción y cómo es la relación de la empresa con el medio ambiente, si se hace uso
adecuado de los recursos naturales, lo que da un criterio adicional para comprar a ciertas las
empresas y vetar otras.
Los desechos
El otro componente que nutre el fluido intersticial en el segmento del consumo es la forma
en que se desecha lo que ya no sirve, o lo que ya no se está utilizando. Este componente da
cuenta de qué hacen los dos tipos de economías con los desechos, con lo que ya no se usa.
El desecho para la economía capitalista tiene que ver con desechar lo que no sirve. En ese
sentido, se desechan cosas que han tenido poco uso por quedar obsoletas, gracias a los
cambios tecnológicos, a que se compraron muy baratas, a que no eran tan necesarias, a que
se produjo de más y perdió su vida útil. Sumado a lo anterior, el desecho de lo orgánico y su
acumulación, que pasa porque se ve como materia en descomposición y no en
transformación, lleva a que no se aprovechen suficientemente los residuos orgánicos dejados
por la misma transformación energética propia de los procesos biológicos.
La economía capitalista ha generado al menos tres tipos de desechos: primero, el desecho
producto de residuos plásticos u otro tipo de material reciclable, material que está limpio o
se puede limpiar para reutilizarlo; segundo, el desecho orgánico o residuo que es resultado
de transformaciones biológicas de diverso tipo32(animal, vegetal, etc.), que bien se puede
aprovechar en procesos orgánicos como el compostaje, la generación de gas, etc.; y tercero,
el desecho que no se puede aprovechar porque se estropeó al quedar sucio, es el caso de las
servilletas, cajas o botellas con restos de comida que no es posible limpiar.
La no separación de los desechos da lugar a que la basura, para la economía capitalista, esté
compuesta por cosas que pueden ser útiles o que están en transformación, y su disposición
final, desafortunadamente, es ser enterrada en un relleno sanitario, lo cual, tras el paso del
tiempo, contamina las fuentes de agua, la tierra y el aire a su alrededor. Cuando la tierra se
32 Aquí no se incluyen los residuos resultado de los procesos biológicos humanos como sangre, etc.
152
cansa decide quitarse toda esa basura de encima para que no la contaminen más. Y la prueba
fue el caso de lo ocurrido en Bogotá, en 1997, cuando 1.200.000 toneladas de basura cayeron
en el cauce del Río Tunjuelo, al sur de la ciudad, afectando a la población de 20 barrios de
las localidades de Ciudad Bolívar, Usme y Tunjuelito (Moreno Barreto, 2017). Estas
localidades, por otra parte, agrupan buena parte de la población vulnerable de Bogotá, y esta
población, desafortunadamente, aún sigue soportando las consecuencias de dicho relleno
sanitario porque, aunque la tierra se removió, se ha seguido enterrando la basura allí y con
ello han llegado roedores y mosquitos que pueden transmitir enfermedades a los habitantes
del sector.
El desecho y la forma en que este es creado muestra cómo en el capitalismo la necesidad se
materializa como carencia, en el sentido del deseo como algo a ser llenado. El acto de
desechar en la economía capitalista genera una apariencia de tener más espacio en los hogares
o en lo privado para consumir más, la mala disposición de los desechos al enterrarlos en vez
de aprovecharlos, muestra no tener respeto por donde se entierra; esta forma de desechar
refleja una concepción de separación de los seres humanos de la tierra pensando que se
deshizo de lo que ya no se usa, pero no se ve que va a afectar a otras personas o seres vivos
en el lugar en donde se entierre. Implica además que no se piensa en el pasado ni en el futuro,
en particular porque son otros los que van a soportar las consecuencias y esos no importan.
Entierro el pasado para que lo resuelva el futuro parece ser la sentencia asociada.
Por otra parte, en el capitalismo ha sido muy importante la reivindicación de los procesos de
reciclaje, en particular el papel que han jugado las personas que han desarrollado esa tarea
como su oficio, recicladores y recicladoras, como parte de las economías populares. Como
menciona Luisa Tovar (2018), son personas que han dado una lucha importante para que sea
reconocido su aporte en la ciudad y su derecho al trabajo, reivindicaciones que se han
materializado en reconocimiento legal a su trabajo a lo largo de las primeras décadas del siglo
XXI, precisamente esa búsqueda de reconocimiento es porque el capitalismo requiere de la
apariencia de higiene y desprecia a quienes trabajan con los desechos bajo criterios distintos
al capitalismo, pero que hacen posible esa apariencia de higiene.
Del fluido intersticial, las economías propias adquieren el componente de los desechos, pero
la forma de asumirlo es tratando de que ese residuo sea mínimo, que se reutilice en diferentes
153
procesos. Hacer compost para las matas de la casa, tener lombrices que se puedan comer ese
compost, tratar de reutilizar las cosas del reciclaje, son ejemplos del empleo de tales
desechos.
Las economías propias buscan siempre cómo reutilizar lo que, aparentemente, no se puede
utilizar. En los Guakes del Zuke, por ejemplo, alguna vez al conversar sobre el uso de
recipientes de Icopor, contaban que se pueden derretir para tapar huecos en tejas que se hayan
roto o que ellos y ellas los han usado para hacer semilleros de plantas que, cuando tengan la
madurez suficiente, se puedan plantar en la tierra de la montaña. Esta información me pareció
interesante porque muchas veces escuché que el Icopor no se puede reutilizar.
En esa búsqueda de reutilizar, es muy importante separar los desechos para identificar qué se
puede emplear después de tener un consumo final, o aparentemente final, y qué
definitivamente hay que botar. Esta decisión se toma pensando no solo en los usos posibles
en el presente de los desechos sino en que las generaciones futuras tengan un lugar para vivir.
El desecho en estas prácticas sostenibles generadas desde las economías propias llega
nuevamente al fluido intersticial en la forma de la separación en la fuente del consumo final,
la cual ha venido aceptando la economía capitalista; en el reciclaje de los productos que por
alguna razón ya no son útiles, o en que se acude a las donaciones de las cosas que se tienen
de más o que no se usan, para que tengan otra persona consumidora final.
Estos procesos, de otro lado, también se han venido regulando desde la Organización de las
Naciones Unidas ONU y en Colombia a partir de la Política Nacional para la Gestión Integral
de Residuos Sólidos (2016), que propugna por la economía circular que promueve los
principios de aprovechamiento, reutilización, reparación, entre otros. El enfoque de esta
política es reducir costos y generar mayor ganancia a partir de la menor dependencia de los
insumos (Departamento Nacional de Planeación, 2017). Es decir, cooptan la disminución de
residuos tratando de asegurar que estos insumos sigan en la economía capitalista.
154
De la imposición de un único mundo a la construcción de múltiples
mundos
El capitalismo ha venido imponiendo la idea de un único mundo posible lo que, de alguna
manera, genera una apariencia de que solamente es posible ese mundo que contiene al
capitalismo. Sin embargo, pensar las economías propias hace parte de pensar otras
posibilidades o posibles mundos. Las economías propias se pueden ubicar dentro de las
corrientes que cuestionan, pero a la vez proponen, otros mundos posibles, dejando aperturas
esperanzadoras para reivindicar la vida, como es el caso del decrecimiento el Postdesarrollo
y el Buen Vivir.
Ahora bien, en la economía han desempeñado un papel relevante los conceptos de
crecimiento económico y desarrollo, buscando una sola forma de resolver las cosas en un
único mundo. Sin embargo, esos conceptos han generado problemas de diferente índole y,
por lo tanto, discusiones estimulantes. Estas discusiones no solamente se quedan en
cuestionar los conceptos y sus efectos, sino que han hecho propuestas alternativas para
generar otros mundos posibles; en este aparte se presentan tres: el decrecimiento, el
Postdesarrollo y el Buen Vivir.
Teniendo en cuenta esas propuestas, en este aparte se hace un desplazamiento analítico desde
la pretensión del sistema capitalista de tener un único mundo (cimentada sobre los conceptos
de crecimiento económico y desarrollo) hacia la construcción de múltiples mundos, que se
recogen de los planteamientos esbozados por el decrecimiento, el Postdesarrollo y el Buen
Vivir.
Sobre el crecimiento económico y el desarrollo como un concepto único de
mundo
Entre los elementos sobre los que se han tejido los ideales del sistema capitalista que
establece unas metas hacia donde deben avanzar los países, se encuentran el crecimiento
económico y el desarrollo. Estos dos planteamientos relacionados han buscado que el
mundo tenga una sola forma o que todos los países, pueblos y comunidades tengamos la
misma idea de mundo y que pretendamos su materialización. Veamos en qué consiste cada
uno de esos términos y por qué son importantes.
155
Sobre el crecimiento económico
Entre los temas que aborda la macroeconomía se encuentra el estudio de las cuentas
nacionales. Estas cuentas miden de diferentes formas lo que ha producido un país, o un
territorio, durante un período determinado, comúnmente un año. Una de estas cuentas es el
crecimiento económico; mantener esta variable positiva se ha convertido en una meta a lograr
para generar desarrollo, ya sea económico, humano o sostenible.
Para calcular el crecimiento económico se tiene que calcular el Producto Interno Bruto, PIB.
Este, que también hace parte de las cuentas nacionales, tiene en cuenta todo lo que se ha
producido en un año. Para poder calcularlo se debe sumar todo lo que se compró, es por eso
que sus componentes son: el consumo, calculado por lo que la gente pagó para consumir; la
inversión o lo que la gente pagó para comprar maquinaria, edificaciones, títulos valores, etc.;
la diferencia entre lo que se exportó y lo que importó, que da lugar a lo que recibió el país
por las exportaciones después de pagar las importaciones; y el gasto del gobierno, o las
compras que hacen los Estados en sus diferentes niveles territoriales.
Hay que tener en cuenta que la base sobre la que se calcula la producción de un país es que
solamente es considerado producto lo que se transa en el mercado, es decir, lo que fue
comprado, o aquello por lo que se pagó en el mercado capitalista. En ese sentido, todo lo que
se hace diariamente para la reproducción de la vida (como han insistido las feministas
marxistas) no es tenido en cuenta, aunque también hace parte de la producción de un país.
En resumen, cuando se habla del PIB estamos hablando de producción transada en el mercado
capitalista, no de algo que se produzca y se intercambie por otro producto, no de lo que se
produce cotidianamente para comer, vestirse, limpiar, etc.
El crecimiento económico mide el cambio que ha tenido el PIB de un año a otro. Esta variable
es un indicador cuya cifra es un porcentaje, porque está midiendo cuánto varió
proporcionalmente la producción de un país entre un año y otro (Samuelson & Nordhaus,
2010). Mantener esta variable positiva ha sido la preocupación de gobiernos y economistas
que han buscado que el crecimiento sea permanente y positivo. Esta importancia se entiende
un poco mejor cuando se explica el concepto de desarrollo económico que lo contiene.
156
Sobre el desarrollo económico
El desarrollo económico, según la literatura especializada, ha significado tradicionalmente la
capacidad de generar y sostener un incremento anual en la producción nacional de un país.
En otras palabras, un país es desarrollado cuando es capaz y puede sostener porcentajes de
crecimiento económico positivos durante varios períodos, es decir, varios años. Es ahí donde
se empieza a entender por qué es tan importante el indicador de crecimiento económico
positivo.
Ahora bien, como mencioné en otro texto ya citado (2013), el desarrollo económico es
heredero de la idea de progreso que implica que hay un avance en una dirección en la cual
cada etapa es mejor que la anterior. Esa idea de progreso está asociada a la idea de evolución
que se impulsó desde las ciencias naturales del siglo XVIII, la cual consideraba que el ser
humano siempre perseguiría mejores condiciones de vida.
Como documenta Arturo Escobar (1996) el discurso del desarrollo económico fue la bandera
de diferentes organismos internacionales convertidos en autoridades supranacionales después
de la Segunda Guerra Mundial. Este discurso fue usado para argumentar: primero, la
existencia de dos tipos de países jerarquizados, en donde los más avanzados son los
desarrollados y los menos avanzados los que están en vía de desarrollo o subdesarrollados;
segundo, la necesidad que tienen los países subdesarrollados de la ayuda de los países
desarrollados para poder llegar a ese estado ideal de desarrollo.
En esa búsqueda del desarrollo económico se han implementado programas que fueron
impulsados por los organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional, FMI
y el Banco Mundial, BM. Estos programas han buscado el crecimiento económico sostenido,
lo que ha implicado generar cambios en las formas de producir, en el consumo e, incluso, en
las formas de distribución. Estos cambios, si bien generaron crecimiento y desarrollo
económico, de manera paradójica también fueron creando pobreza, desigualdad y la
profundización del daño al medio ambiente.
La creación de pobreza, desigualdad y el daño al medio ambiente son problemas que los
mismos organismos internacionales han evidenciado como producto del desarrollo. Es en
este marco que surgen los conceptos de desarrollo humano (impulsado a inicios de la década
de1990), que tiene como elemento clave considerar que el desarrollo debe preocuparse por
157
el bienestar de los seres humanos; y desarrollo sostenible (impulsado más profundamente
desde la ONU a partir de la segunda década del siglo XXI), que se refiere a garantizar las
condiciones de vida de las generaciones futuras, razón por la cual se considera importante el
cuidado del medio ambiente y que se tenga en cuenta este elemento para el desarrollo.
El compromiso con el desarrollo (desde el 2010, con el desarrollo sostenible) se ha venido
imponiendo desde los organismos internacionales en todos los países. Este compromiso ha
implicado que todos aquellos que deseen estar en buenos términos con esos organismos
internacionales, ya sea para obtener beneficios políticos o adquirir créditos con ellos, deban
cumplir sus exigencias o sugerencias.
Es en ese sentido, el de las exigencias, que el crecimiento económico positivo se convierte
en un requisito que deben cumplir los países. El cumplimiento de estas exigencias lo deben
hacer todos los países que hayan firmado los acuerdos internacionales, incluso aquellos que
han decidido tener gobiernos de izquierda o alternativos, cuestión que ha impuesto los
estándares establecidos por dichos organismos. Es el caso de Bolivia en el gobierno de Evo
Morales, que logró una distribución del ingreso más equitativa con programas sociales, pero
que seguía siendo medido bajo los estándares del crecimiento económico, a los que nunca
renunció.
La perspectiva del progreso no es exclusiva del capitalismo, también fue desplegada por los
países socialistas en el siglo XX. En esa perspectiva se creó el incentivo del desarrollo de las
fuerzas productivas, comprendido como el mejoramiento tecnológico de las máquinas (o
fuerzas productivas materiales) y la educación de las personas (para capacitar a la fuerza
productiva humana). Incentivo que generó una mayor producción y condiciones de competir
con el capitalismo para mostrarse como alternativa a este.
En ese sentido ubico la discusión de María Mies (2019) cuando habla de cómo en los países
socialistas no necesariamente cambiaron las relaciones patriarcales. Afirma que solamente
en China, en un primer momento de la República Democrática, se crearon mejores
condiciones para las mujeres asociadas a esa generación de producto, pero cuando la
producción bajó esos fueron los primeros programas que se retiraron. Lo anterior implica que
bajo el paradigma del socialismo se mantuvo la perspectiva de progreso del capitalismo, lo
que impidió que se hicieran otros cambios como, por ejemplo, las relaciones patriarcales.
158
Ahora bien, la meta de tener un crecimiento económico positivo, que es una variable
macroeconómica, ha generado varias consecuencias que se observan en el comportamiento
microeconómico. Ejemplos de esto son: la producción de grandes cantidades de cosas que
muchas veces se quedan en anaqueles de las tiendas o se venden a un menor precio para tratar
de no perder dinero; el perfeccionamiento tecnológico para producir grandes cantidades a
menores costos; la explotación o desmejoramiento de las condiciones laborales de los seres
humanos para obtener mayores ganancias; el daño al medio ambiente debido al aumento de
las basuras; el consumismo; la producción de cosas innecesarias, entre otros efectos.
El ideal del crecimiento económico para generar desarrollo y sus consecuencias han
originado preguntas como: ¿Para qué o para quién producimos? ¿Cuáles son los criterios
sobre los cuales estamos produciendo? ¿Cuánto debemos producir? ¿Necesitamos consumir
como lo estamos haciendo? ¿Es posible vivir de otra manera? Cuestionamientos que han sido
esbozados y han intentado ser resueltos con propuestas diferentes, entre otras, por el
decrecimiento, el Postdesarrollo, y el Buen Vivir.
Tres elementos para la construcción de múltiples mundos
Pensar en un solo mundo posible ha sido cuestionado de varias formas. El decrecimiento, el
Postdesarrollo y el Buen Vivir han hecho estos cuestionamientos, pero, a su vez, aperturas,
planteando propuestas, caminos y posibilidades, buscando no un mundo posible, sino
múltiples mundos. A continuación, se explican.
El decrecimiento o acrecimiento
Algunos autores enmarcados en la deconstrucción del desarrollo, proponen la idea del
decrecimiento (Latouche, 2009). Esta idea ha generado una corriente, principalmente en
Europa, que cuestiona la necesidad del crecimiento como elemento fundamental para la
construcción económica. En ese sentido, plantea como meta:
... insistir fuertemente en abandonar el objetivo del crecimiento por el crecimiento, objetivo cuyo motor no
es otro que la búsqueda del beneficio por los poseedores del capital y cuyas consecuencias son desastrosas
para el medio ambiente... convendría más [el término] de “acrecimiento”, tal como hablamos de ateísmo...
de abandono de una fe o de una religión de lo que se trata: de la religión de la economía del crecimiento,
del progreso y del desarrollo (Latouche, 2009, p. 16).
Cuestionar el crecimiento no es cuestionar el término. Porque se podría preguntar ¿está mal
que todo crezca? ¿Los niños y las niñas? ¿Las fuentes de agua? La crítica del concepto per
159
se puede dejar muchas dudas. El centro de esta discusión es que la idea del crecimiento, junto
con la postura y exigencia a los países de adoptar el desarrollo económico ha tenido unos
efectos nocivos en la forma como vivimos. No son solamente conceptos teóricos, sino que
inciden en la vida cotidiana de los seres humanos y no humanos.
Además, esta deconstrucción no se ha quedado en cuestionar el crecimiento por el
crecimiento. Como cita Escobar (2016), el planteamiento del decrecimiento articula una
visión política o de transformación social apelando a críticas filosóficas, culturales,
ecológicas y económicas del capitalismo, el mercado, el crecimiento y el desarrollo; no se
trata de hacer ‘menos de lo mismo’, sino de vivir con menos y de manera diferente; este
enfoque pretende reducir la magnitud de la producción y el consumo mientras fomenta el
florecimiento de la vida en otros aspectos.
Un asunto a tener en cuenta en esta discusión es que el crecimiento económico está muy
vinculado a la lógica del sistema capitalista. Marx (1977) sostiene que el sistema capitalista
se basa en el proceso de acumulación de capital en el cual hay una apropiación de unas
personas del trabajo de otras. Ahora bien, el PIB cuenta lo que se ha producido y se ha
vendido33, lo que implica que las empresas que más acumulan son aquellas que aportan más
al PIB, porque para poder tener buenas ventas se requiere que las empresas sean productivas,
o sea, que haya una mayor tasa de explotación o mejor productividad relacionada con el
trabajo; en otras palabras, que se produzca más pagando menos salarios. Entonces, el
crecimiento económico positivo muestra cómo un país de un año a otro aumenta su
producción, lo cual está relacionado directamente con las altas tasas de explotación. Es el
caso de India, considerado una de las principales economías del mundo en los últimos años,
durante la primera década del 2000 mantuvo tasas de crecimiento altas (desde 2003 por
encima de 7 % y hasta 9,8 %34) junto con unos de los salarios más bajos del mundo (entre 1
y 1,5 dólares diarios, iniciando desde 2003). En ese marco, plantear el decrecimiento es una
33 El método descrito en la primera parte del texto en donde el PIB se calcula sumando el consumo, la inversión, el gasto del gobierno, las exportaciones netas (exportaciones - importaciones) es conocido como el método de cálculo por la demanda, al que se hace referencia en este aparte. Sin embargo, hay otro método conocido como el método de las rentas que suma los salarios (lo pagado por el trabajo) y el excedente bruto de explotación (intereses, arrendamientos y beneficios), en este caso el valor que más aporta al PIB es el del excedente bruto de explotación. 34 Los datos de crecimiento económico y de salarios son tomados de Datos Macro (2019); los cálculos de salarios en dólares fueron hechos por mí.
160
forma de transgredir el carácter explotador del sistema capitalista. En resumen, el
decrecimiento cuestiona el crecimiento económico como elemento fundamental del
capitalismo, proponiendo otras formas de consumir, producir y, en últimas, de ver la vida
más allá de estas determinaciones económicas.
El Postdesarrollo
Desde 1990 se ha venido deconstruyendo el discurso del desarrollo. Escobar (1996) en La
invención del Tercer Mundo hace una deconstrucción inicial en la cual identifica los
elementos que en el desarrollo van en contra del bienestar real de las comunidades de lo que
han llamado los organismos internacionales el “Tercer Mundo” basándose en la
implementación de programas para el desarrollo en Colombia. Un ejemplo de esto es el
mismo concepto de subdesarrollo que implica el desprecio o negación de formas de
existencia distintas al capitalismo.
La discusión tuvo otras voces desde diferentes lugares del mundo que criticaron los
planteamientos del desarrollo. Planteamientos que cuestionaban el daño al medio ambiente,
el uso de la población para su explotación, la idea de un solo mundo. Muchas de estas ideas
fueron deconstruidas en el Diccionario del desarrollo, editado por Wolfgang Sachs (1996)
en el cual participaron personas como Vandana Shiva, Serge Latouche, Iván Illich, Gustavo
Esteva y el mismo Arturo Escobar.
La deconstrucción del desarrollo condujo a la propuesta del “Postdesarrollo”.
Planteamiento que recoge no solamente elementos económicos, sino sociales,
epistemológicos y de género, lo que tendría otras implicaciones más allá de la economía y
del crecimiento económico (Gudynas, 2017). O como resume Escobar en Autonomía y
diseño:
designa tres cosas interrelacionadas: primero, la necesidad de desplazar el desarrollo de su centralidad en
las representaciones sobre las condiciones en Asia, África y América Latina... Segundo, los teóricos del
post-desarrollo sugirieron que era perfectamente posible pensar en el fin del desarrollo. Identificaron
alternativas al desarrollo en vez de desarrollos alternativos como una posibilidad concreta. Tercero, hicieron
hincapié en la importancia de transformar el orden de conocimiento experto y poder implicado en los
discursos. Para ello propusieron que las ideas más útiles acerca de las alternativas se podrían vislumbrar en
las prácticas de los movimientos de base (2016, pág. 168).
Aquí destaco en cuatro temas claves lo que el planteamiento del Postdesarrollo ha venido
reivindicando, que da lugar a pensar en múltiples mundos posibles:
161
Primero, crear nuevas formas de existencia que respondan a la reproducción de la vida
haciendo consciencia de nuevos elementos con los que hoy se vive; por ejemplo, en las
ciudades, pensando formas de vivir feministas, ambientalistas, con tecnología y redes
sociales para el autocuidado y la protección, etc.
Segundo, en parte el cuestionamiento del Postdesarrollo pone sobre la mesa la discusión
feminista sobre el trabajo productivo, o lo que genera valor. Si se observa, la medición del
PIB se basa en lo que se vendió; por tanto, eso trae implícito que lo que no se pagó no aporta
al PIB, concepto que se basa en el criterio de que hay un trabajo productivo (que se cuenta
en el PIB) y hay otro trabajo que no lo es, como definió Adam Smith (1996) el trabajo de los
sirvientes. Desde esta perspectiva se pueden traer dos críticas de la discusión feminista sobre
el trabajo productivo: de una parte, el planteamiento de Silvia Federici (2010) quien
documenta el proceso en el cual, con la creación del régimen monetario, después de la
mercantilización de la vida económica, solo la producción para el mercado estaba definida
como actividad creadora de valor, como es la posición de Adam Smith, lo que implicó que
la reproducción de la vida fuera considerado algo sin valor; de otra parte, se cuenta con la
posición expuesta por María Mies (2019) criticando (en particular a Marx) el momento en
que se empieza a considerar que el trabajo productivo es el que se hace fuera del hogar y que
el trabajo que hacen las mujeres en la casa es “trabajo reproductivo”, con lo que también
disminuye el valor al trabajo doméstico.
¿Por qué el Postdesarrollo pone sobre la mesa este punto? A mi parecer, y constituye el tercer
elemento, porque reivindica otras formas de relacionarse no mercantilizadas lo que valora el
trabajo de la reproducción de la vida de otra manera. Esto se puede ver cuando se reivindican
las prácticas de ciertas comunidades que valoran en igual medida el trabajo de cultivar y el
trabajo de cocinar los alimentos, y en esas comunidades ¡ay de que te pongas a despreciar la
comida!
Finalmente, la consideración sobre la reproducción de la vida da lugar a la apertura sobre
múltiples formas de producir, consumir y distribuir que implican las maneras como nos
relacionamos entre humanos y entre humanos y seres no humanos orgánicos e inorgánicos,
como los denominan Carolina Olarte y Juliana Flórez (Inédito).
162
El Buen Vivir
Aunque se puede plantear como parte de la crítica al desarrollo desde Suramérica35, también
se ha dicho, como cita Unceta (2013), que el Buen Vivir es una propuesta abierta y en
construcción. Sin embargo, considero que es una forma de reproducir la vida, que, como dice
Gudynas (2017), se había venido tejiendo desde el movimiento indígena al margen del debate
académico y como resultado de las prácticas sociales y políticas de las comunidades.
El Buen Vivir es la traducción al castellano de la cosmovisión Sumak Kawsay en kichwa,
tomada de los pueblos indígenas del Ecuador; en Bolivia se toma del aimara Suma Qamaña.
Como cosmovisión se basa en los siguientes principios de los pueblos indígenas andinos y
sus saberes ancestrales, como refiere Santiago García Álvarez (2014): i) la relacionalidad
referida a la interconexión entre todos los elementos de un todo; ii) la reciprocidad que
considera la relación recíproca entre los mundos de arriba, abajo, ahora, entre seres humanos
y naturaleza; iii) la correspondencia que concierne a que los elementos de la realidad se
corresponden de una manera armoniosa, y; iv) la complementariedad que se basa en que los
opuestos pueden ser complementarios, ya que nada está por demás.
En una versión sustantiva el Buen Vivir es resumido por Escobar así:
…en los Andes rechazan la idea lineal del progreso; desplazan la centralidad del conocimiento occidental,
privilegiando la diversidad de saberes; reconocen el valor intrínseco de los no humanos (biocentrismo); y
adoptan una concepción relacional de toda vida. El buen vivir no es un proyecto político-cultural puramente
andino ya que está influenciado por corrientes críticas del pensamiento occidental y pretende influir en los
debates globales. (2016, pág. 169).
Se asumió como una propuesta en construcción, que se dio a conocer de manera más amplia
por los gobiernos de Evo Morales en Bolivia y de Rafael Correa en Ecuador, que incluyeron
en las constituciones respectivas de diferentes maneras. Sin embargo, los dos gobiernos, al
hacer la traducción del Buen Vivir a políticas macroeconómicas, terminaron utilizando el
término para justificar planteamientos contrarios a su filosofía; es el caso de ejercer
extractivismo de minerales y justificarlo con la distribución de las ganancias en políticas
sociales, cuestiones que no reflejaban lo expuesto en el Buen Vivir.
35 Algunas personas han identificado el planteamiento del movimiento indígena y el movimiento zapatista como del buen vivir (Restrepo, 2014).
163
Destaco como elementos importantes del Buen Vivir para proyectar la construcción de
múltiples mundos: primero, que surge del reconocimiento de los saberes y prácticas
indígenas, lo que le ha generado un espacio para pensar desde otra cosmovisión diferente a
la concepción moderna del conocimiento; segundo, no centra en los bienes materiales para
construir su idea de vida plena, sino en el conocimiento, el reconocimiento de lo que está
alrededor, las relaciones entre humanos, no humanos y seres espirituales (Gudynas, 2011)
como parte de ese estado de plenitud, es más compleja la idea; tercero, al estar en
construcción, no excluye los aportes que se puedan hacer desde otros planteamientos que
puedan sintonizarse con la cosmovisión, en particular Gudynas (2011) resalta el aporte que
el feminismo puede hacer a la propuesta; y, cuarto, la concepción del ser humano/colectivo,
universal y particular a la vez, esto es importante por cuanto en la concepción impulsada
desde la modernidad el individuo siempre se ve separado del colectivo o de la naturaleza,
pero desde la concepción del Buen Vivir, es uno con el colectivo, al igual que el ser humano
hace parte de la naturaleza.
164
Final del recorrido
Llegamos al final del recorrido del fluido intersticial, que ha transitado por cada uno cada
uno de los segmentos –producción, relación con otros seres, mercado, trabajo humano,
finanzas y consumo– aportando componentes que nutrieron los dos tipos de economías que
transformaron de acuerdo a sus lógicas y necesidades, a su vez, recibió componentes
transformados por las economías.
El recorrido ha mostrado varias cosas: de una parte, que el capitalismo está ahí, es un
monstruo de mil cabezas cuya existencia no podemos negar y una de sus características
principales es que pretende imponer, incluso por encima de la vida misma, su ideal de
bienestar a partir de la acumulación de dinero.
De otra parte, el recorrido del fluido intersticial también mostró que existen las economías
propias que se oponen, contradicen, contraponen a tal monstruo. Estas economías, al hacer
sus procesos de transformación cotidiana desde lo pequeño hasta lo grande, reflejan formas
distintas de pensar, de hacer y, sobre todo, de reivindicar la vida.
Por otra parte, hay un flujo permanente entre ambos tipos de economías, que incluye
tensiones, cooptación, marea, y aceptación, que dan lugar a diferentes dinámicas de
transformación. Es muy importante reconocer que esta relación no es en un solo sentido y
que, además, toma diferentes formas, que tiene muchas aristas para describirla.
Finalmente, también se debe destacar que este relato del fluido intersticial tiene un tiempo,
un lugar y una perspectiva de 2019-2020 pero, seguramente, va a tener transformaciones que
cambien sus dinámicas, componentes o características, dado que por su condición de fluido
se irá moviendo a lo largo de diferentes tiempos y espacios.
165
Hacia la concepción de múltiples mundos
Producto de esta investigación quedan una serie de cuestiones que sería interesante abordar,
entendiendo que el conocimiento está en constante movimiento y que surgirán “incesantes
preguntas” para construir, como he planteado a lo largo del texto, múltiples mundos. He
agrupado estos cuestionamientos en cuatro grandes temas: uno, elementos que considero se
deben tener en cuenta para la concepción de múltiples mundos; dos, que incluiría cuestiones
relacionadas con la economía; tres, las concernientes a pensar el marxismo hoy, y cuatro,
cuestiones vinculadas con otros temas.
Concepción de múltiples mundos
En el primer gran tema sobre la concepción de múltiples mundos tomo como punto de partida
lo que ya argumenté en el desplazamiento De la imposición de un único mundo a la
construcción de múltiples mundos para plantear, desde mi comprensión de un mundo de
incertidumbres y múltiples posibilidades tres elementos: primero, su diversidad, segundo,
que aceptemos la existencia de mundos no humanos y tercero, la articulación respetando la
diversidad.
Estos mundos son diversos. De una parte, porque su composición puede reunir a diferentes
grupos sociales en donde converjan humanos, no humanos y seres espirituales; así mismo
porque sus territorios son distintos, lo que implica no solamente relaciones distintas, sino que
la tierra también es diversa; porque se pueden generar diferentes formas económicas, sociales
y políticas de relacionamiento. De otra parte, porque puede haber tantas propuestas como
grupos sociales, con sus características y territorios.
Debemos aceptar la existencia de mundos no humanos. Existen y pueden existir mundos que
habitan, construyen y viven exclusivamente no humanos; en ese sentido, aceptar que la
incidencia como humanos en esos mundos es nuestra ausencia o nuestra capacidad de no
estar.
Buscar la articulación respetando la diversidad. Para habitar todos y todas en la tierra nos
estamos encontrando constantemente; nunca vamos a estar aislados y menos en esta
166
condición en la que la tecnología nos ha venido poniendo en contacto permanente36. Acá me
parece importante destacar lo planteado por Haraway (1990) sobre la articulación:
…siempre es una práctica no inocente, impugnable; los compañeros no se establecen de una vez para
siempre. Aquí no hay ventriloquia. La articulación es un producto, y puede fallar. Toda la gente que importa,
cognitiva, emocional y políticamente, debe articular su posición en un campo constreñido por una nueva
entidad colectiva, compuesta de indígenas y otros actores humanos y no humanos. El compromiso y la
entrega, no su invalidación, con un colectivo emergente son las condiciones de confluencia entre las
prácticas de producción de conocimiento y las de construcción del mundo. (p. 141).
Otra entrada para esta articulación es desde el planteamiento de Silvia Rivera Cusicanqui
(2010) sobre lo ch’ixi que
equivale a la de “sociedad abigarrada” de Zavaleta, y plantea la coexistencia en paralelo de múltiples
diferencias culturales que no se funden, sino que antagonizan o se complementan. Cada una se reproduce a
sí misma desde la profundidad del pasado y se relaciona con las otras de forma contenciosa. (p. 70).
Entonces aún nos queda camino por recorrer en donde reconozcamos los múltiples mundos
existentes y estemos en disposición de construir nuevos mundos diversos, que se puedan
articular, contradecir, complementar, relacionar, etc.
Economía
El segundo gran tema donde agrupé los cuestionamientos que me deja este trabajo de
investigación, es el de la economía. Abordarlo desde la diversidad económica, incluyendo
elementos del feminismo hace que al menos se abran tres cuestiones: la primera sobre la
relación entre las economías; la segunda, sobre el valor, y la tercera, sobre los flujos y la
quietud.
Respecto a la primera cuestión, la relación entre las economías, he venido pensando que el
reconocimiento de la diversidad económica implica que no hay una economía ni dos (si
además de la capitalista, se incluyeran las economías propias) sino que son muchas más, por
ejemplo, la economía campesina, que ha tenido distintos abordajes en Latinoamérica en el
siglo XX; también el esclavismo, en sus formas contemporáneas; o las economías populares,
que se han nombrado en este trabajo. Ese reconocimiento implicaría entonces el
relacionamiento de las diversas economías, ¿cómo se relacionan manteniendo sus
características específicas o son cooptadas en su totalidad por el capitalismo?; ¿hay
36 En el toque de queda del 22 de noviembre de 2019 en Bogotá, las redes sociales mantuvieron en comunicación mostrando, además del miedo, la solidaridad entre vecinos y vecinas.
167
economías distintas al capitalismo que se relacionan entre sí? etc. es un terreno que
desconocemos, es algo que se puede reflexionar de manera más profunda.
Acerca de la discusión sobre el valor, segunda cuestión de temas de economía, es una
reflexión que ha surgido en mí como producto de los cuestionamientos del feminismo a la
economía, y de otro tema que no he estudiado suficientemente, la financiarización. A lo largo
del texto he sustentado la debilidad de diferentes corrientes económicas respecto a la
concepción del valor como algo relacionado con lo que se produce para intercambiar en el
mercado; sin embargo, creo que esa discusión es más profunda de lo planteado aquí, porque
puede dar lugar a cambios en toda la construcción económica, así como a otro tipo de
transformaciones. Me explico: para mí, el cambio entre darle valor a las cosas que se
producen para ser transadas en el mercado tuvo una transformación cuando se profundizó la
especulación con la financiarización; en ese marco, el valor se genera del dinero en sí mismo,
es decir, ha implicado un cambio en lo que se produce, pues la financiarización da más peso
al capital financiero que al productivo, como se citaba antes, lo que genera que “se produzca”
más dinero que productos, o que el sentido económico de producir cosas sea menor que
producir dinero; este cambio, de alguna forma, ha modificado la matriz de acumulación del
capitalismo. Ahora, si pensamos en otras formas de generar valor, relacionadas con la
reproducción de la vida, con la producción, distribución y consumo de bienes y servicios para
que la vida se mantenga y se reproduzca, ¿cómo cambiaría el mundo si así fuera? Ya existen
comunidades que manejen esas concepciones de valor ¿cómo lo hacen y cómo construyen su
mundo a partir de aquello?
Un elemento que me interpeló al realizar esta investigación, pero que no pude desarrollar, y
constituye la tercera cuestión relacionada con la economía, es la relación entre los flujos y la
quietud. Esto tiene relación con la movilidad que ha venido propiciando el capitalismo de las
mercancías, el capital y el trabajo, de alguna forma en oposición (aunque se mantiene) al
modelo de plantas de producción grandes y estables en un lugar impulsado por el Fordismo.
De alguna forma, las economías propias son menos fluidas; sin embargo, estas también
necesitan tanto el flujo como la quietud, tal vez a un ritmo más lento; es algo que hubiera
querido reflexionar de manera más profunda, pero se hará en otro momento. Es decir, un
primer aspecto tiene que ver con la importancia de los flujos y la quietud para la reproducción
de la vida. Asimismo, se podría incluir un segundo aspecto sobre esta cuestión de los flujos
168
y la quietud, es el de ¿qué es lo que fluye? por lo menos en lo que se relaciona con la
economía, y ¿qué es lo que se queda quieto? y en esa dinámica ¿cómo se va reproduciendo
la vida?
Pensando el marxismo
Producto de varias reflexiones realizadas en esta investigación me quedaron al menos dos
cuestiones, que, de alguna manera, interpelan el marxismo: de una parte, la idea de progreso
y de otra, la negación de la espiritualidad.
Sobre la idea de progreso. Por supuesto, no es un tema exclusivo del marxismo, pero quiero
destacarlo aquí porque el marxismo o muchos marxistas se han imaginado la idea de que “la
sociedad comunista es la más avanzada”; con esta premisa, se han hecho críticas a otro tipo
de comunidades o sociedades, porque se consideran “atrasadas”, a veces, porque no tienen el
nombre de comunismo, incluso así tengan elementos de construcción colectiva. Acá no voy
a hacer distinciones, porque sé que todas las personas que se consideran marxistas no son
iguales, incluida yo. Mi reflexión, entonces, es en torno a la idea de una sucesión de
sociedades que van a desembocar en el comunismo, o a que esa sociedad, la comunista, es la
más “avanzada”. Lo que está detrás es la idea de progreso, que no solamente tiene que ver
con una perspectiva, sino con la desaprobación de otras posibilidades; por ejemplo, durante
mucho tiempo algunas personas que se declaraban marxistas designaron a las comunidades
indígenas como atrasadas porque no estaban en las dinámicas impuestas por el capitalismo.
Esta tesis no está defendiendo esa idea, claramente. La alerta que quiero poner acá, es hasta
qué punto la idea de progreso ha afectado al marxismo para entender otras posibilidades que
pueden ir en sintonía con el planteamiento del comunismo y ver desde otras perspectivas
formas concretas que ya existen para que se haga posible el comunismo o algo muy parecido.
En cuanto la negación de la espiritualidad. Debido a mi conocimiento como terapeuta reiki,
he abordado la energía de diferentes formas, y se ha manifestado en mí, por expresarlo de
alguna manera. Al enfrentar esta manifestación con las ideas marxistas materialistas, no
permiten la explicación de esta espiritualidad. Es claro que hay marxismos más radicales
respecto al materialismo que otros aquí el acento lo pongo en reconocer otras formas de
conocimiento que no se basan en lo material, lo que implica entender que desde otras
epistemes acceden a otro conocimiento basado en lo espiritual; la feminista Gloria Anzaldúa
169
(2007) lo describe; también Silvia Rivera Cusicanqui en conversación con Boaventura de
Sousa Santos (Alice CES, 2014) como citaba antes de preguntarle a la tierra a través de los
chamanes indígenas; igualmente, es conocido el trabajo de las comunidades indígenas en
Colombia por comunicarse con la tierra a través de diferentes vías ejemplo de ello son las
plantas de ayahuasca y coca para establecer esta comunicación con seres espirituales y con
la tierra. Hasta qué punto el materialismo del marxismo ha cerrado las puertas a otros
conocimientos, más allá de lo material, negando lo espiritual lo que ha implicado desconocer
otros saberes que pueden aportar a la transformación social.
Otros temas
He titulado otros temas porque son temas transversales que considero importantes en la
concepción de múltiples mundos. Aquí incluí unas reflexiones en torno al tiempo y a la
relación entre lo singular y lo colectivo.
La primera, en torno al tiempo. Me ha interpelado a lo largo de esta investigación el
planteamiento que hace Silvia Rivera Cusicanqui (2018) alrededor de los múltiples tiempos,
y aún no he podido entender del todo el concepto. En torno a este tema también me llama la
atención el planteamiento de David Harvey (1998) que cita a Marx al hablar de que el
capitalismo soluciona su problema espacial (las distancias) usando el tiempo, lo que le ha
permitido generar mayor dinamismo en sus actividades. Estos dos planteamientos tienen
detrás las concepciones de tiempo en distintas sociedades, sobre el largo plazo y el corto
plazo, que se usa mucho en la economía capitalista, o los tiempos que han empleado las
comunidades indígenas del Cauca para pensar la forma de construir su sociedad indígena,
como cuenta Olver Quijano (2012). También la concepción del tiempo ha determinado los
ritmos, como el ritmo del capitalismo que también se ha mencionado en este trabajo en
diferentes partes, que ha sido cuestionado por el movimiento slow (Honoré, 2004), el cual
busca mejorar la calidad de vida a partir de disminuir el ritmo de las acciones cotidianas.
Además, la idea del tiempo como una línea que no solo da cuenta de lo que ocurrió primero
y lo que ocurrió después, sino que está muy vinculada con la idea de progreso, antes expuesta,
que desdeña lo que no es el presente o hacia dónde debemos ir. Todos estos elementos me
han hecho reflexionar sobre si necesitamos una concepción del tiempo diferente para la
construcción de múltiples mundos y cómo sería esa concepción.
170
Por último, un debate a profundizar es la relación entre la singularidad y lo colectivo. Sé que
hay autores y autoras que han venido desarrollando el tema pero creo que hay un elemento
importante aquí y es cuando se comparan las cosmovisiones; esto es, para algunas
comunidades indígenas los individuos son la comunidad, no se entienden como algo aparte
de la comunidad, su ser está en ella; para las personas que provenimos del racionalismo
cartesiano pero que nos hemos venido preocupando por la construcción de lo común, se ha
venido proponiendo la idea de singularidad (Negri A. , 2006) que participa en un colectivo,
en este caso, se ven como dos entidades aparte (lo singular y lo colectivo). Considero
importante profundizar esta diferencia porque puede dar nuevas pistas hacia la construcción
de colectivos y colectivas diversas, además podría servir para que esas dos cosmovisiones
tejan articulaciones que aporten a la construcción de múltiples mundos que reivindiquen la
vida.
171
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181
Anexos
182
Talleres
TALLER ECONOMÍAS PROPIAS EN DIFERENCIA DE LA ECONOMÍA CAPITALISTA.
Objetivos taller
Diferenciar las dos economías con base en trabajo de ASOGRANG
Material de ayuda
Cuatro textos cortos (se encuentran en la carpeta)
Fichas
Mapa de Bogotá
Papel periódico
Marcadores o esferos
Hojas reciclables
Chinches
Lana
Taller
1. Presentación, bienvenida 2 minutos
2. Objetivos taller 2 minutos
3. Dinámica “rompe hielo” apertura 30 minutos
Se pide a las personas asistentes que enuncien su nombre y que ubiquen en el mapa
de Bogotá el lugar de donde vienen y se establezca con una lana la distancia a
ASOGRANG.
Esta actividad nos permite establecer la red que construye ASOGRANG de manera
gráfica sobre el territorio. En particular con el voluntariado de la Javeriana.
4. Comparación de las economías. (40 minutos)
Se divide en grupos (de cuatro) con personas del voluntariado y personas de
ASOGRANG
Lectura del texto sacando de las experiencias características de una economía en
hojas reciclables de la capitalista o comercial y de las propias o comunitarias.
5. Plenaria (35 minutos)
Cada grupo expone las características del tipo de economía.
Se recoge en el papel periódico las características.
6. Conclusiones (10 minutos)
183
Carteleras de síntesis taller ASOGRANG
184
Detalle carteleras
185
186
TALLER RELACIÓN DE LAS ECONOMÍAS PROPIAS Y LA ECONOMÍA CAPITALISTA
Objetivos
Establecer en qué formas se relacionan las economías propias con la economía
capitalista
Identificar las formas en que las economías propias mantienen sus características
Material de ayuda
Mapa de Bogotá y de la localidad
Fichas bibliográficas
Barra de pegante
Revistas (logos)
Papel periódico
Resultados taller pasado ASOGRANG
Marcadores
Tijeras
Cinta
Esferos
Hojas reciclables
Taller
1. Presentación (5 minutos)
2. Objetivos del taller (5 minutos)
3. Dinámica “rompe hielo” (20 minutos)
4. Central (45 minutos)
Introducción, se identifican las características de las economías, se puede utilizar los
resultados del taller pasado de ASOGRANG
Entre todas las personas participnates se trabaja el territorio, en este grupo identifican
en dónde se encuentran la economía capitalista y los procesos de economías propias,
cómo se relacionan en la zona de influencia del proceso, y cómo se pueden pintar las
relaciones con otros procesos de economías propias.
5. Conclusiones (10 minutos)
Se observa en conjunto cómo se tejen esas relaciones, reflexionando sobre el papel del
proceso.
6. Evaluación
187
TALLER USO-PROPIEDAD
Objetivos
Hacer conciencia sobre la propiedad y el uso que a diario le damos en las
actividades cotidianas
Proponer elementos que nos permitan comunalizar las propiedades, en particular
la huerta
Concientizar sobre la importancia que tienen las personas que participan como
colectivo, para el uso, responsabilidad, beneficio, y cuidado de la huerta como
proceso de comunalización.
Materiales
Formato geografía tiempo-propiedad (llevar 20 para trabajar individualmente)
Matriz para identificar los bienes comunes en papel periódico (llevar unas 6)
Esferos
Marcadores
Fichas bibliográficas
Papel reciclado
Papel periódico
Colores
Cinta
Desarrollo del taller
1. Presentación (5 minutos)
2. Objetivos taller (5 minutos)
3. Actividad “rompe hielo” (20 minutos)
4. Central
Parte 1 (20 a 30 minutos)
Se entrega a cada persona el formato geografía tiempo-propiedad para llenar las
actividades de un día regular
Se presenta un ejemplo para referencia
Cada persona, o si hay niños y niñas un adulto y un niño o una niña, llenan el
formato.
Se comparten algunas experiencias
Se incluye para introducir la segunda parte
Parte 2 (30 a 40 minutos)
Se divide el grupo en grupos de 2 a cuatro personas
188
A cada grupo se le asigna un pliego de papel periódico con la matriz
Se presenta un ejemplo para ilustrar
Cada uno de los grupos tendrá una propiedad para trabajar, puede ser huerta,
escuela, casa parque (de acuerdo al número de grupos y a las propiedades
identificadas en los formatos individuales, se asigna en consulta con las personas
participantes)
Cada grupo discute y acuerda como llenar la matriz para presentarla en plenaria
Plenaria (20-30 minutos)
Cada grupo presenta su matriz
Se reflexiona sobre la comunalización de los espacios o propiedades
Conclusiones (10 minutos)
Tener en cuenta el papel que cumplimos como colectivo en los procesos de
comunalización.
Formatos tiempo propiedad
-
189
190
Matriz bienes comunes
191
Guion para Podcast
1. Cita introductoria 2. Introducción 3. Explicación economías propias 4. Explicación del fluído intersticial+Introducción a las organizaciones 5. Cooperación
Parte Audio/Narración
Título “Sobre el trabajo y el fluído intersticial”
1. Cita introductoria
Poema A mis obligaciones
Cumpliendo con mi oficio piedra con piedra, pluma a pluma, pasa el invierno y deja sitios abandonados, habitaciones muertas: yo trabajo y trabajo, debo substituir tantos olvidos, llenar de pan las tinieblas, fundar otra vez la esperanza. No es para mí sino el polvo, la lluvia cruel de la estación, no me reservo nada sino todo el espacio y allí trabajar, trabajar, manifestar la primavera. A todos tengo que dar algo cada semana y cada día, un regalo de color azul, un pétalo frío del bosque, y ya de mañana estoy vivo mientras los otros se sumergen en la pereza, en el amor, yo estoy limpiando mi campana, mi corazón, mis herramientas. Tengo rocío para todos.
Audios
2. Introducción Narradora El trabajo es un asunto central en la vida de todos los
192
seres humanos: es la actividad básica que permite la supervivencia y el crecimiento de los grupos sociales. Incluso para quienes no trabajan, la vida sólo es posible gracias al trabajo que realizan otros dentro de su comunidad. Por ende, es posible afirmar que sin trabajo no existiría humanidad. Pero,si esto es tan evidente, ¿por qué preocuparnos por el trabajo?
A pesar de que la importancia del trabajo es tan visible en el día a día, muchas veces no somos capaces de comprender su diversidad y complejidad.
Según Marx, el sistema capitalista oculta en las mercancías el trabajo del cual cada una de ellas proviene, haciéndolas ver como algo sin historia o sin origen. Así, este sistema hace énfasis en la mercancía ya producida, en detrimento de su proceso de producción, y del importante trabajo que este implica.
3. Explicación: Economías propias y fluido intersticial
Narradora El capitalismo no solamente oculta el trabajo, sino que también da la apariencia de ser la única forma económica existente. Esto reproduce la idea de que en el mundo solo es posible la explotación sistemática de las personas, las plantas, la naturaleza y la tierra para la producción de las cosas. Igualmente legitima que la competencia es necesaria para el desarrollo de la creatividad y que la producción es un fenómeno que debe darse en gran magnitud, produciendo en grandes cantidades y que, en consecuencia, las sociedades también deben consumir permanentemente en la misma proporción.
Pero al lado del capitalismo han surgido diferentes manifestaciones económicas que no necesariamente son capitalistas. Este fenómeno ha sido llamado por el colectivo de autoras J.K Gibson-Graham diversidad económica.
Entre estas formas económicas aquí hablaremos de las Economías Propias, que se caracterizan por hacerse de formas colectivas y porque se interesan por el respeto del medio ambiente, la solidaridad como forma central de relacionarse, de creación y de producción, y tiene diferentes manifestaciones.
Audio Amelia y Saulo 045 2:20 hasta 3:00
Sin embargo, pese a sus diferencias, la economía capitalista y las economías propias no se encuentran
193
separadas en mundos aparte, por el contrario se encuentran en relación constante.
La imagen del fluído intersticial, elemento presente en todos los cuerpos humanos que lleva los aminoácidos a todas las células del cuerpo de acuerdo a su necesidad y que recoge lo que ellas no necesitan, podría ayudarnos a entender cómo funciona esta diversidad económica y su relación.
El intersticio, entonces, es ese lugar que une y separa a la vez la economía capitalista y las economías propias. Es el lugar que recorre el fluido intersticial, que cambia su composición en cada segmento y que se nutre de lo que las economías le aportan. Cada lugar que recorre dicho fluido es transformado por las economías y de igual manera las transforma.
Entender que las economías propias y el capitalismo toman del mismo fluido intersticial y lo transforman permanentemente permite entender que, si bien estamos en el mismo territorio, las cualidades son distintas. Además, el fluido se transforma constantemente para mantener esas cualidades. No se trata de un proceso estático, sin tensiones, sino de un movimiento constante y que, por lo mismo, a veces resulta difícil identificar.
4. El trabajo capitalista y de economías propias
Introducción a las organizaciones
Narradora
Narradora
Todos los seres humanos tenemos una energía que
empleamos en la creación y que trasciende la
imaginación para volverse algo visible, palpable,
comible, audible, y que puede sentirse de diversas
formas. Las cosas que surgen de este proceso, producto
del trabajo, tienen muchos usos: sirven para
alimentarnos, para vestir, para habitar, para deleitar los
sentidos, etc. En fin, sirven para reproducir la vida
humana misma. El componente principal del fluido
intersticial es esa capacidad energética para la creación.
Las formas dominantes del trabajo están casi por
completo inmersas en estructuras económicas muy
concretas. La economía capitalista, que se ha afirmado
a sí misma como la única posible, ha tomado la necesidad
humana que representa el trabajo para vincular a las
personas a sus procesos productivos. Esta vinculación se
presenta como necesaria porque “no quedó otra opción”:
porque ya no tenían sus herramientas, porque se
endeudaron y tienen que pagar los estudios, porque
tienen que sostener a los miembros de sus familia, etc.
194
El trabajo en fábricas y empresas es de carácter
obligatorio, por el riesgo permanente al despojo que este
supone, es decir, la posibilidad de quedarse sin trabajo.
El capitalismo ha creado esta condición en que las
personas tienen la “obligación de trabajar” en grandes
instituciones bajo condiciones que realmente no los
benefician.
Esta situación la describen Saulo de Asograng y Amelia de
la Herrera
Audio Saulo Amelia 046 2:16 -3:06
En ciudades como Bogotá las empresas capitalistas no
absorben toda la disponibilidad de la mano de obra, por
lo que muchas personas se ven sin trabajo en algún
momento. En ocasiones algunas de ellas toman el camino
del trabajo por cuenta propia a través de diferentes
medios, lo que tiene dos grandes implicaciones: por un
lado los agentes capitalistas alivian la presión
relacionada al precio de la mano de obra, porque muchas
personas dejan de buscar empleo en las empresas. Por
otro lado, su trabajo también es aprovechado por el
capitalismo bajo el supuesto del “trabajador
independiente” que adquiere otras formas de
contratación a través de lo que se ha llamado
“flexibilización laboral”.
Pero, y en parte debido a este fenómeno de flexibilización, existen otro tipo de economías cuyas prácticas resignifican el trabajo. Entre ellas se encuentran las economías propias, que surgen de acciones colectivas y en las cuales el trabajo tiene un efecto gratificante.
Así lo menciona Marvin fabricante de La Caracola hablando de la fabricación de la cerveza
Audios ordenados 41 (9:09)
Es decir, no sólo se trabaja por necesidad sino también por gustos e intereses diferentes: conectarse con los ancestros y el pasado, con actividades llamativas o, a veces, por la sensación de libertad que el trabajo comunitario provee.
195
Como lo menciona Amelia de La Herrera
Audio Saulo Amelia 3:06-4:10 y 0:22- 1:00
La energía creadora humana anteriormente mencionada,
que ha sido apropiada en su mayoría por las formas de
trabajo propias de las economías capitalistas, puede
verse también en otras situaciones. Existen entonces,
iniciativas comunitarias que originan alternativas
económicas a los grandes modelos convencionales;
alternativas anteriormente señaladas como economías
propias.
Estas reflexiones sobre las economías propias y el fluido intersticial surgen del trabajo con dos (tres) organizaciones. La primera es la Asociación de Granjeros de Guatiquía o ASOGRANG en Ciudad Bolívar.
Esta es una organización que (contextualización)...
En palabras de algunos de sus miembros:
Ramón y Audio
Ramón (Audio181205_0011)
Min. 2:04
Habla sobre la creación de la huerta
Más audios de ASOGRANG
Saulo 0:54-3:30
Por otro lado se encuentra la iniciativa de los creadores del Rincón Cultural el Caracol: un centro social y cultural en el barrio Kennedy que se sostiene gracias a la cerveza artesanal que sus mismos dueños producen.
Audio 181212-0016
Tener un espacio propio permite pensarse las economías.
196
Más audios de El Caracol
5. Cooperación
Narradora Todos estos testimonios iluminan un nuevo elemento que es fundamental en la comprensión de las economías propias: la cooperación.
La producción capitalista ha necesitado del trabajo cooperativo para llevar a cabo sus procesos productivos. Dentro de sus estructuras la cooperación es posible gracias a: en primer lugar, la vinculación que da la empresa al reunir a sus empleados en un mismo espacio y, a su vez, que haya una relación permanente que visibilice las reivindicaciones comunes de aquellos empleados que trabajan en condiciones similares
Audio amelia Saulo 049 10:16-11:30
en segundo lugar, que ningún trabajo puede hacerse completamente de manera individual, lo que implica que el trabajo es una relación social.
Audio Amelia y Saulo 049 0:22-1:00
Esto también puede presentarse en situaciones en las cuales el trabajo se realice por fuera de la empresa y de “manera individual”, pero las personas vinculadas a la institución no se encuentran necesariamente relacionadas de forma simultánea. Sin embargo, a la economía capitalista le interesa más la producción que la relación entre las personas que convergen en esa producción, lo que da lugar, junto con la condición de despojo, a la sensación permanente de separación y al fomento del individualismo. De alguna forma, aunque existe cooperación, hay una desconexión de los demás.
En las economías propias la cooperación funciona de forma radicalmente opuesta. El nexo social es un componente fundamental de la actividad laboral. Al asumir los procesos colectivos, hay acuerdos básicos sobre lo que se quiere producir y, en esa medida, se comparte el trabajo.
Audios ordenados 32, 26 y 4
197
A veces se hace simultáneamente (en compañía) pero a veces se realiza independientemente; hay una visión general y a partir de ella se realizan las tareas en tiempos distintos.
Audios ordenados 22
Al tener la visión general, y sabiendo cuál es la condición para la producción, también se convoca al trabajo voluntario el cual permite contar con más manos y sacar tareas de mayor envergadura adelante como ocurre con las mingas.
Audio Saulo Amelia 049 1:14
Esta condición hace que el trabajo permita la socialización en vez de la alienación, entendiéndose cada persona como creadora de algo nuevo y estrechamente relacionada con: los productos, las personas que comparten el espacio, los procesos, etc. El fluido intersticial está entonces nutrido también por estos elementos que proporcionan las economías propias y que hacen más flexible, social y ameno del trabajo, pero también lo cuestionan y resignifican.
Audio Amelia Saulo 049 6:18-7:02
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Comprender esta dinámica permite a las economías propias entender su potencialidad, su capacidad transformadora, pero también su fuerza y la necesidad cotidiana que tienen de transmutar al capitalismo en su propio seno. Es reconocer que están inmersas en el capitalismo, pero que eso no las hace capitalistas, sino que su capacidad permanente de transformación las hace tener sus propias cualidades..
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