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DIAGNÓSTICO TERRITORIAL DE
LA SAFOR
Acuerdo Territorial de La Safor
2
ÍNDICE
Página
I.- CONTEXTUALIZACIÓN DEL TERRITORIO Y DEL ESTUDIO 4
Contextualización del territorio. Introducción socioeconómica 4
Condiciones para la elaboración del diagnóstico 17
II. ANÁLISIS TERRITORIAL 24
El capital natural: Los recursos naturales 24
El capital humano. Los recursos humanos 33
El capital social y cultural 36
Redes territoriales 39
Redes empresariales 44
Redes socio-institucionales 48
Procesos de innovación empresarial y social 57
III. ANÁLISIS LABORAL 62
Ámbito geográfico del área (mercado laboral) 62
Caracterización de la población residente 62
El sistema productivo local y los puestos de trabajo 67
Educación, oferta y demanda de cualificaciones, contratación e intermediación laboral
79
Actores sociales y relaciones laborales 86
IV. ANÁLISIS INTEGRADO 90
V. CONCLUSIONES 116
VI. POSIBLES PROPUESTAS Y ESTRATEGIAS 119
BIBLIOGRAFÍA
ANEXOS
3
EQUIPO DE TRABAJO
Investigador principal (coordinador): Enric Sigalat Signes
Dpto. Economía y Ciencias Sociales Campus de Gandia-Universitat Politècnica de
València.
Equipo técnico investigador:
Dpto.Economía y Ciencias Sociales Universitat Politècnica de València. Bernat Roig
Merino, Maria Amparo Baviera Puig, Juan Manuel Buitrago Vera, Carmen Escribá Pérez.
Dpto. Sociología de la Universitat de València. Ricard calvo Palomares.
4
I.- CONTEXTUALIZACIÓN DEL TERRITORIO Y DEL ESTUDIO
1. CONTEXTUALIZACIÓN GENERAL. INTRODUCCIÓN SOCIOECONÓMICA
La Generalitat Valenciana propuso en 2012 la estrategia territorial que debía guiar el
crecimiento y desarrollo sostenible de la Comunitat Valenciana en un horizonte hasta 2030. Esta
estrategia territorial definía como adecuados para la gestión y la planificación territorial
supramunicipal una serie de ámbitos territoriales intermedios denominados áreas funcionales,
delimitadas a partir de criterios como los desplazamientos de personas, la expansión urbana, la
prestación de servicios supramunicipales y los corredores de transporte público, y capaces de
articular el territorio de manera integral y ordenada.
Figura 1. Provincia València: áreas funcionales de la Generalitat (2012). Fuente: Muñoz y Doménech (2012): Comunitat Valenciana 2030:
Síntesis de la Estrategia Territorial. Generalitat Valenciana.
5
Se trata de 15 áreas funcionales que pretende que cada ámbito territorial tenga un umbral
mínimo de población (unos 100.000 habitantes) que la haga viable funcionalmente. Dentro de esta
división en áreas funcionales, se encuentra La Safor (figura 1). De las áreas funcionales
delimitadas, para La Safor, la visión estratégica propuesta era la de ser un referente territorial de
la modernidad y la innovación en los territorios del arco mediterráneo. El área funcional de La
Safor coincide con la comarca histórica del mismo nombre, siendo protagonista destacada de la
conformación histórica del territorio valenciano.
El área funcional de La Safor comprende 31 municipios con una población de 172.821
habitantes. Representa el 6,79% poblacional de la provincia de Valencia y el 3,48% regional. Tiene
una superficie de 429,8 km² (1,8% del total regional), lo que supone una densidad de 402,10 hab./
km², muy superior a la media regional. Por su parte, las tasas de crecimiento demográfico durante
los últimos 20 años han sido del 40%, del mismo orden y dimensión a las experimentadas para el
conjunto de la Comunitat Valenciana, aunque superior al crecimiento poblacional registrado por la
provincia. En relación a la repartición territorial de este crecimiento demográfico, señalar que los
mayores índices se han producido en los municipios litorales y más meridionales de La Safor
(figura 2).
Figura 2. Densidad población. Fuente: Portal Estadístico de la Generalitat Valenciana (2016).
6
Este incremento poblacional vino acentuado sobre todo en el periodo 2001-2009 con tasas
próximas al 30%, debido en parte a la fuerte inmigración de población extranjera. Con la crisis y a
partir del año 2009, los crecimientos han estado más moderados y muchos de los pueblos del
interior de ésta área han experimentado un crecimiento negativo. La variación del padrón en La
Safor en el momento actual respecto al año anterior, se cifra en negativo, -0.94 %. En el año 2009
la población extranjera representaba su pico más alto, el 20,34% de la población de La Safor.
Actualmente, esta población representa aproximadamente cinco puntos porcentuales menos.
La capital comarcal del área, Gandia, supone el 43,3% de la población de la comarca (tabla
1). Los otros núcleos poblacionales importantes los encontramos, uno al sur, Oliva, con
habitantes, el 14,92% de la población comarcal, y el otro al norte, Tavernes de la Valldigna, con
17.485 habitantes, el 10,12% de la población comarcal. En importancia le siguen a las anteriores,
otras poblaciones como Xeraco (5.732 habitantes), Bellreguard (4.582 habitantes), Villalonga
(4.375 habitantes), Font d’En Carròs (3.764 habitantes), Simat de la valldigna (3.341 habitantes) y
Daimús (3.058 habitantes). Estos 9 municipios representan el 82,8% de la población total de la
comarca. Del resto de localidades, entre 1.000 y menos de 3.000 habitantes hay 15 municipios, y
con menos de 1.000 habitantes hay 7 municipios.
Muchos de los municipios de la comarca tienen una extensión minúscula, con un término
municipal entre 0,4 y 3,92 Km2. Así, la suma de los términos de la mitad de los municipios de La
Safor es de poco más de 30 Km2; el 7% de la superficie comarcal. Es por este motivo que la
densidad de población es bastante elevada en algunos municipios, especialmente en aquellos
municipios del cinturón urbano de la capital del área funcional: Benirredrà, 3.990 hab/Km2;
Bellreguard, 1.580 hab/Km2; Almoines; 1.096,19 hab/Km2; Gandia; 1.242,1 hab/Km2; Miramar;
1.007,69 hab/Km2; Palmera, 992 hab/Km2; Daimús, 985 hab/Km2. .
El municipio de Gandia en el periodo 1991-2009 experimentó un alto crecimiento de su
población (55%), superior al de Oliva (40%) y Tavernes de la Valldigna que fue más moderado
(12,5%). Destacar actualmente el descenso poblacional de los tres municipios de mayor tamaño en
población de La Safor, rompiendo la anterior tendencia de acrecentamiento. El municipio de
Gandia que en el año 2009 cifraba su población en 80.020 habitantes, actualmente tiene 74.814
habitantes. El segundo núcleo de mayor población del área, el municipio de Oliva, cuenta con
25.789 habitantes por los 28.419 habitantes del año 2009. En Tavernes de la Valldigna, las cifras
son más moderadas. Actualmente tiene 17.485 habitantes por los 18.195 habitantes del año 2009.
7
Los 3 municipios citados, aunque presentan variaciones negativas en sus padrones
municipales, han experimentado un crecimiento poblacional importante en las últimas décadas y
concentran el 71% de la población de La Safor. Tendencia que muestra que la dinámica de la
población comarcal se concentra cada vez más en Gandia y Oliva, pues Tavernes de la Valldigna
apenas crece.
Municipio Población Superficie Km²
Gandia 74814 60,8
Oliva 25789 59,9
Tavernes de Valldigna 17485 49,2
Xeraco 5732 20,2
Bellreguard 4582 2,9
Villalonga 4375 43,3
Font d'En Carrós 3764 9,9
Simat de la Valldigna 3341 38,5
Daimús 3058 3,1
Piles 2757 3,9
Miramar 2609 2,6
Almoines 2322 2,1
Real de Gandia 2286 6,1
Xeresa 2197 16,9
Beniarjó 1756 2,8
Palma de Gandia 1561 14,0
Benifairó de la Valldigna 1600 20,2
Benirredrà 1596 0,4
L'Alqueria de la Comtessa 1451 2,1
Rafelcofer 1374 2,0
Ador 1437 13,8
Rótova 1276 7,5
Barx 1280 16,1
Potries 1017 3,1
Palmera 1011 1,0
Llocnou de Sant Jeroni 543 6,5
Guardamar de La Safor 490 1,1
Alfauir 451 6,2
Beniflà 453 0,6
Almiserà 273 7,4
Castellonet 141 5,1 Tabla 1. Población y superficie. Municipios de La Safor. Fuente: INE (2016) y elaboración propia.
8
Mientras el descenso o la estabilidad poblacional es la nota que predomina actualmente en
los municipios de La Safor, llaman la atención, núcleos de costa como los municipios de Piles o
Daimús, que con crecimientos moderados y sin ser exagerados de población, cuentan con
variaciones poblacionales positivas. De igual forma ocurre con otras poblaciones como Palmera,
Beniarjó, Villalonga o la Font d’En Carròs, a pesar de tener un menor porcentaje de inmigrantes
extranjeros. Todas estas tendencias muestran la dinámica que la población comarcal se concentra
cada vez más en Gandia y Oliva. Tavernes de la Valldigna apenas crece. También crecen algunos
núcleos de costa y poblaciones más del interior como las comentadas.
En el año 2008, los extranjeros representaban el 20,42% de la población comarcal,
actualmente ha bajado al 15,24%. Tanto en términos porcentuales como absolutos la gran
concentración de inmigración se ha producido en ciudades como Gandia y Oliva. En la ciudad de
Gandia los extranjeros representaban el 26,06% de la población en el año 2006, actualmente ha
bajado al 19,58%. En Oliva, los extranjeros representaban el 26,11% de la población en 2008, y
actualmente la cifra es del 19,55%. La destinación laboral de los inmigrantes desde la última
década ha sido la agricultura, la construcción, la hostelería y los trabajos domésticos.
El grueso de la inmigración ha sido de carácter económico, y entre las principales
nacionalidades destacan: ecuatorianos, rumanos, búlgaros, marroquís, senegaleses y chinos.
Destacar aquí, la localidad de Barx y Oliva, donde los residentes comunitarios extranjeros,
representan el 16,2% y el 14,4% del total de la población, respectivamente. Así como de algunas
colonias de estos residentes en localidades como Ador (7%), la Font d’En Carròs (9,3%) y Villalonga
(10,1%). En menor importancia relativa de estos residentes se encuentra la ciudad de Gandia. La
mayoría de estos residentes en colonias son ingleses que viven en urbanizaciones de estas
localidades, con un nivel de integración escaso.
La fuerte inmigración acontecida durante los últimos 15 años en la comarca genera una
complicada pirámide de población y un elevado grado de dependencia (51,91%) como sucede con
el resto de la provincia (52,31%) y la región (53,05%). La población menor de 16 años (edad pre-
laboral) representa el 15,9%. La población de 16 a 65 años (edad laboral) representa el 67% y la
población de más de 65 años (edad post-laboral) un 17,1%.
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Figura 4. Pirámide de población La Safor. Fuente: Elaboración propia e INE (2016).
De hecho, el índice de envejecimiento1 es elevado. En La Safor, hay 22 municipios (74% del
total) que presentan un índice de envejecimiento en general bastante por encima de la media
provincial cifrada en 110,5%. El índice de envejecimiento comarcal se cifra en el 114%. Hay
municipios que permanecen con un índice de envejecimiento mayor al 200%, por ejemplo: Ador,
Almiserà, Barx, Llocnou de Sant Jeroni, Palma de Gandia o Potries.
En cuanto a la estructura sectorial de la población ocupada, destaca el gran peso de los
servicios en la comarca, representa casi las 2/3 partes de la ocupación. Y se concentra
principalmente en Gandia y los municipios litorales. La agricultura aunque ha perdido peso en el
conjunto del área, todavía cuenta con una participación destacada en Tavernes de la Valldigna y
algunos municipios interiores. El papel del sector del sector de la construcción, ha visto aminorado
de forma notoria su peso desde 2007. La industria en el área tiene un papel secundario, siendo
Villalonga el municipio más especializado en el sector secundario, al igual que algunos municipios
de la comarca situados en el eje Gandia-La Vall d´Albaida.
La tasa de paro registrado en la comarca es del 12,75% (Servef, 2017). Y aunque en el área
según las estadísticas del propio Servef ha aumentado la afiliación a la Seguridad Social, existe un
1Índice de envejecimiento: Población mayor de 64 años / Población menor de 15 años x100
10
mercado laboral condicionado por la estacionalidad donde prima la contratación temporal y a
tiempo parcial. Esto traduce un escenario de precariedad laboral y de calidad en el empleo
En el área, hasta hace relativamente poco, el sector de la construcción, a pesar de su
importancia y su conexión con el fenómeno turístico, no había acontecido hegemónico.
Tradicionalmente en la economía saforense, la convivencia de diversos sectores económicos, era
un hecho, y también una de las políticas centrales de las administraciones. En la primera década
del siglo XXI, se impuso un corriente inversor focalizado principalmente en el sector de la
construcción, el comercio y el ocio. Así, las mejoras en la cualidad y complejidad de los servicios,
la formación, el control medioambiental, la mejora de la competitividad, la innovación, no
tuvieron la atención requerida (CEIC, 2005).
El sobredimensionado peso puesto en la construcción (y servicios no calificados) ha sacado a
la luz la vulnerabilidad del modelo, en cuanto a su sostenibilidad económica, ambiental y social
(Soler, 2011). Y es que hay que resaltar que se trata de un sector sin una gran aportación
tecnológica -más allá del que podría tener la domótica-, muy sensible a factores externos como los
vaivenes de los mercados hipotecarios y consumidor de recursos limitados como el agua, pero
sobre todo, del territorio. Además, aunque se ha producido tanto en el interior como en la costa,
han sido las zonas litorales las que se han llevado la palma.
El suelo agrícola es el predominante en el Área Funcional de La Safor, con un 45,3%, y el
restante 44,6% corresponde al suelo forestal, que incluye las zonas húmedas y las masas de agua
(figura 5). No obstante, destacar que desde el año 1997 hasta el año 2007, la recalificación a
urbana de terrenos agrícolas, supuso el 17% de la tierra cultivada de La Safor. Con el consecuente
aumento de suelo residencial. La presión turístico-residencial de las últimas décadas, generó una
elevada demanda de suelo en el litoral, especialmente en zonas con escasos recursos hídricos.
11
Figura 5. Planeamiento. Fuente: Institut Cartogràfic Valencià
Las últimas estadísticas referentes al indicador de la renta familiar, nos muestra la tendencia
de un progresivo empobrecimiento del área (tabla 2). La contratación temporal y a tiempo parcial,
y la primacía de sectores donde tradicionalmente se acumulan salarios bajos, vienen a ser algunos
de los factores que explican este hecho. La renta per cápita de La Safor, en el período de 2010 a
2013, se ha reducido en 630 euros. Una caída muy importante que indica cómo la crisis y las
reformas laborales acontecidas han castigado a las economías familiares.
La comparativa con el resto de la Comunitat Valenciana, el Estado y otras comunidades
autónomas muestra todavía más si cabe, el empobrecimiento del modelo de producción actual
que está teniendo la comarca. Un saforense tiene una renta inferior que el resto de los
valencianos de 13.589 euros. Y una renta inferior a los 3.931 euros de un español e inferior a los
6.971 euros y los 6.798 euros de un catalán y madrileño, respectivamente (INE, 2017).
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Municipios 2010 2011 2012 2013
La Safor 12,541 12,629 12,007 11,911
Ador 12,810 13,373 12,9 13,025
Alfauir 12,343 12,422 12,711 12,585
Almiserà 10,649 10,425 9,809 9,734
Almoines 12,999 13,129 12,572 12,591
Alqueria Comtessa, l' 12,951 13,042 12,44 12,137
Barx 10,96 11,096 10,812 11,146
Bellreguard 12,982 13,248 12,704 12,489
Beniarjó 13,113 13,259 12,491 12,34
Benifairó de la Valldigna 13,728 14,112 13,328 13,578
Beniflá 13,36 13,224 12,716 12,883
Benirredrà 13,057 12,622 11,822 11,678
Castellonet Conquesta 10,511 10,277 10,223 10,757
Daimús 14,589 15,07 14,202 14,093
Font d'En Carròs, la 12,352 12,351 11,748 11,574
Gandia 12,305 12,37 11,675 11,521
Guardamar de La Safor 18,545 16,291 15,22 14,914
Xeraco 12,761 12,668 12,12 12,254
Xeresa 13,175 13,508 13,338 13,385
Llocnou de Sant Jeroni 12,408 12,338 11,846 12,214
Miramar 14,35 14,005 13,418 12,934
Oliva 11,815 11,879 11,443 11,423
Palma de Gandia 12,15 12,328 12,138 12,29
Palmera 12,979 12,852 12,209 11,851
Piles 13,594 13,974 13,254 13,278
Potries 12,92 13,15 12,747 12,927
Rafelcofer 12,926 12,965 12,434 12,415
Real de Gandia, el 13,583 13,717 13,298 13,109
Rótova 12,749 12,812 12,909 12,583
Simat de la Valldigna 12,116 12,129 11,386 11,352
Tavernes de la Valldigna 13,201 13,252 12,594 12,607
Vilallonga 12,698 13,444 12,312 11,783
Tabla 2. Renta familiar disponible per cápita. Euros. Fuente: Elaboración propia y Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos,
Comercio y Trabajo (2016).
Con la crisis financiera española se construyó una arquitectura legal para la restricción del
gasto público y constricción de la deuda de las administraciones públicas. La Ley de Estabilidad
Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera (2012) y la de Racionalización y Sostenibilidad de la
Administración Local (2013), y los mecanismos como el plan de pago a los proveedores y otros
similares como el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), son los instrumentos que han puesto en
estricta dieta a los ayuntamientos.
13
Por lo que se refiere a La Safor, ésta presenta una ‘deuda viva’ de 1.740 euros por habitante
(figura 6), una cifra incluso superior a la del año anterior. La deuda viva de la Comunitat se cifra en
501.07 euros por habitante.
651,95
878,24
1.288,14
1.593,131.662,84
1.740,70
0
500
1000
1500
2000
2008 2010 2012 2014 2015 2016
Valor (euros/habitante)
Figura 6. Evolución de la deuda viva comarcal 2008-2016. Fuente: Argos GVA y Elaboración propia.
Entre los municipios con más habitantes de la región valenciana, uno de los que cuenta con
la mayor deuda por habitante es Gandia, con 3.589,43 euros. No obstante, pese al crecimiento de
la deuda financiera, la deuda global de este municipio ha bajado. La Safor, también presenta la
mayor deuda viva comparada con el resto de territorios que conforman las Comarcas Centrales
Valencianas.
Comarcas Centrales Valencianas Euros
La Vall d'Albaida 425,26
La Costera 624,25
La Safor 1.740,7
Marina Alta 546,82
Marina Baixa 773,51
Comtat 115,54
Alcoià 268,48
Canal de Navarrés 558,93
Tabla 3. Deuda viva Comarques Centrals Valencianes 2016 (euros/habitante). Fuente. Argos GVA y Elaboración propia.
14
La Safor no es una comarca aislada. Esta forma parte de diferentes escalas -la Comunitat
Valenciana, las Comarcas Centrales Valencianas, el Arco Mediterráneo-, y donde de alguna manera
interactúa, colabora y compite. El desarrollo local, guarda relación con territorios específicos así
como con la dinámica del desarrollo territorial, por lo tanto es importante conocer la perspectiva
geográfica integral -qué lugar ocupa el territorio- para la construcción de escenarios actuales y
futuros.
En el actual escenario global -y donde los esfuerzos por separado no son suficientes- el área
debe que apostar por el modelo de trabajo conjunto comarcal, como estrategia para dinamizar
socialmente y económicamente el territorio. La necesidad de fortalecer la vertebración del
territorio valenciano, exige reconocer el hecho comarcal y la creación de áreas funcionales.
Ninyoles (1992) señala que la construcción de la nueva Europa gira en base a grandes ejes
económicos y actúan como factores esenciales en el fortalecimiento de la interdependencia
económica entre las poblaciones y las ciudades: la lengua, la historia y la cultura. Además indica
que la región valenciana está en buenas condiciones de integrarse a una de las áreas más
dinámicas y también innovadoras de Europa, el Eje Mediterráneo. Cómo dice Ninyoles (1996): “Ni
los nuevos procesos de desarrollo son posibles sin tener en cuenta los factores de cohesión social,
ni una sociedad que no esté debidamente vertebrada por sus propios factores lingüísticos y
culturales puede desarrollar proyectos de futuro en el espacio europeo”.
Desde esta óptica, el proyecto de las Comarcas Centrales Valencianas (CCV), conforman una
de las áreas con mayor potencial de futuro por su capacidad de cohesión territorial, económica,
lingüística y cultural de la región valenciana (Ninyoles, 1996). Las CCV son un espacio territorial
estratégico formado por un conjunto de comarcas, tanto de costa como de interior, con un
elevado grado de complementariedad económica, una cultura empresarial emprendedora y una
gran cantidad y diversidad de actividades económicas (Ybarra, 2011) para permitir el diseño de
políticas de actuación global en base a un modelo policéntrico y disperso (Salom y otros, 1993).
En el trabajo de Rafael Ninyoles Informe sociológico de las Comarcas Centrales Valencianas
(1996), se realizó la primera aproximación empírica a la realidad social de las CCV, que ayudaría a
caracterizar a estas como un espacio social dentro del conjunto de la región. Las características
económicas, culturales, lingüísticas y sociales de las comarcas configuran un activo muy
importante de cara a la vertebración de esta área territorial a la vez que fortalece el proyecto del
Arco Mediterráneo.
15
Podemos decir simbólicamente que el territorio de las CCV es un territorio "real". Cómo dice
Ybarra (2011), las CCV siempre han existido, al menos desde un punto de vista interno, para sus
habitantes, pero nunca se ha reconocido políticamente y administrativamente. Así también, para
estudiosos de las CCV como por ejemplo Salom (1993, 2002), Ninyoles (1996), Rausell (2006) y
Novell (2002, 2009, 2011), entre otros, resulta un espacio idóneo para enfrentarse a la ordenación
y diseño de políticas de actuación global, ya que la solución de las CCV obliga necesariamente a
avanzar en una estrategia de colaboración territorial supracomarcal. Así queda de manifiesto en
los documentos del "proyecto Concercost (2002)" puesto que esto permitiría conseguir: a) un
mercado bastante grande para el sistema productivo del área, b) la aparición de sinergias entre las
ciudades que componen el sistema urbano beneficiándose el conjunto y c) una proyección exterior
con capacidad de atraer actividades económicas, nuevas iniciativas, capital humano, inversiones,
ideas, etcétera.
A pesar de las bondades del proyecto, y de la seriedad de sus planteamientos teóricos y
empíricos, que evidencian la "funcionalidad" de las CCV, y de tratarse de un territorio real, no se
ha ido más allá del mero proyecto. Para parafrasear a Novell (2011), el tema no ha salido adelante
porque no constituye un “territorio gobernado”. El proyecto CCV, a pesar de que se ha ligado en
las ordenaciones territoriales de la UE y de los modelos que propone la OCDE para las áreas
intermedias no ha prosperado a pesar de los diferentes análisis del tema. Más de una década
después de muchos trabajos sobre las CCV, y con la idea de conformar un espacio con las
singularidades suficientes para diseñar un futuro, en que la senda de desarrollo permita un mayor
y mejor bienestar para sus habitantes, seguimos en “punto muerto”.
Con todo, el proyecto de las CCV resulta el marco idóneo para plantear el futuro de una
región en el contexto global. Una estrategia de alianzas entre comarcas con una gran diversidad de
actividades económicas y rasgos de homogeneidad para hacer frente conjuntamente a
problemáticas parecidas y a los retos de la globalización. Y que reúne las condiciones básicas para
actuar de nexo entre las dos grandes conurbaciones urbanas valencianas, Valencia y Alicante-
Elche. Además, de aprovechar el dinamismo de este espacio para conectarse al proyecto
geoestratégico que supone el Arco Mediterráneo.
Cabe reconocer que el pilar institucional valenciano parece haber puesto en marcha parte
del proceso de activación necesario. Por un lado, la visibilidad de los problemas de inversión
pública y financiación autonómica gozan de un eco nunca logrado hasta ahora, y, por otro lado, el
interés en recuperar las estructuras comarcales se está recobrando poco a poco, por ejemplo,
16
mediante la difusión de nuevos mapas comarcales o de acuerdos intermunicipales, como sería el
caso de la configuración del Consejo Económico y Social de las Comarcas Centrales Valencianas.
Sin embargo, los resultados todavía no permiten constatar mejoras en materias como
infraestructuras, financiamiento, ni tampoco a favor de la puesta en marcha de áreas funcionales
como la representada por las CCV (Vercher y Sigalat, 2017).
17
2. CONDICIONES PARA LA ELABORACIÓN DEL DIAGNÓSTICO
ANTECEDENTES DEL PACTO
En las últimas décadas la eclosión de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC)
han transformado la producción, el empleo y el trabajo, impulsando nuevos empleos
caracterizados por el conocimiento, es decir, la reducción de tareas manuales y el esfuerzo físico a
favor del conocimiento, el trabajo en equipo y las habilidades de comunicación. Todo esto conlleva
el riesgo de pérdida de puestos de trabajo en determinados grupos de trabajo (mujeres, personas
paradas de larga duración, mayores de 45 años, jóvenes, personas con diversidad funcional y sin
calificación). Por este motivo, uno de los principales objetivos de este Acuerdo Territorial es
establecer las medidas oportunas que propician la normalización de la vida digital y el incremento
de las habilidades personales de muchos trabajadores y trabajadoras en esta sociedad. En las
últimas décadas, la difusión de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) ha sido una
de las piezas clave del cambio social. Han transformado la producción, el empleo de trabajo, la
educación y la vida cotidiana.
En el mercado de trabajo esta evidencia ha resultado un hecho constatado. Y no sólo en
cuanto a las relaciones laborales, también, y muy importante, en relación a la estructura y
demanda del empleo. Los procesos de automatización y el contexto tecnológico actual, han
precipitado la sustitución de aquellas actividades más repetitivas y rudimentarias, pero debe
impulsar la creación de nuevos puestos de trabajo caracterizados por un componente esencial en
todos estos, el conocimiento. Así, en la medida que se reducen las tareas manuales y de carácter
físico en detrimento del conocimiento, el trabajo en equipo y las habilidades de comunicación, se
hace patente el riesgo de pérdida de puestos de trabajo en ciertos grupos poblacionales.
Queremos apuntar con esta idea de que las oportunidades ligadas a la sociedad del
conocimiento van acompañadas de importantes retos y desafíos. Sin ir más lejos, el hecho de
conseguir que estas tecnologías y los beneficios que de ellas se puedan derivar sean accesibles, en
condiciones de igualdad a toda la población, lo que plantea problemas de exclusión y brecha
digital. Así pues, la transformación de la naturaleza del trabajo acaecida puede significar progreso
y pérdida de oportunidades a partes iguales, si no se establecen las medidas oportunas que
propician la normalización de la vida digital e incrementan las habilidades personales de muchos
18
trabajadores/as por a hacer posible que las personas con menos ventajas puedan ser partícipes de
esta sociedad informacional (o del conocimiento).
La fuerza de trabajo en el nuevo paradigma de la Nueva Economía requerirá ciudadanos
muchos preparados que hayan asimilado la idea de que será necesario mantener como costando,
un elevado nivel de cualificación a lo largo de toda la vida. Aunque, en la sociedad del siglo XXI, el
cambio continuo se ha convertido en la propia esencia de la actividad económica, donde palabras
como imaginación, creatividad, investigación e innovación evidencian la inestabilidad del
conocimiento y su continua modificación. Es a la vez esta característica la que hace que la mano de
obra activa sea necesariamente cada vez más especializada, menos rígida y implicada en un
aprendizaje continuado. Todo esto, es un reto de la sociedad que la Unión Europea (UE) identifica
como prioritario, es decir, el hecho de transitar hacia una sociedad inclusiva, innovadora y
reflexiva de sus procesos de transformación y cambio.
En esta línea, especial relevancia tiene esta situación para las personas emprendedoras y de
negocios, ya que el camino hacia la innovación implica integrarlas en la sociedad del conocimiento
y no desaprovechar las oportunidades que ésta nos pueda llevar, ya que el cambio social que
estamos viviendo requiere el aprovechamiento pleno de las contribuciones y talento de una
sociedad. Desde esta perspectiva, resulta imprescindible aumentar la participación de las pymes y
sus trabajadores en la innovación. Si queremos crecer, ser competitivos y generar empleo, y
bienestar en el sentido amplio, tendremos que complementar los sectores productivos que nos
identifican con actividades que contengan valor añadido, donde la innovación y las tecnologías
ocupan un lugar relevante, y de una mano de obra formada, que nos procure la adaptación
constante al ritmo de cambio de un mundo globalizado.
Conscientes de lo comentado anteriormente, nace el Acuerdo Territorial por el Empleo y el
Desarrollo Local Sostenible de la comarca de La Safor. Así pues, la Mancomunidad de Municipios
de La Safor ha puesto en marcha el Acuerdo Territorial por el Empleo y el Desarrollo Local
Sostenible de la comarca de La Safor, impulsado conjuntamente con el Ayuntamiento de Gandia,
la Federación de Asociaciones de Empresarios de La Safor (FAES), y las organizaciones sindicales
con mayor representatividad en el territorio, UGT-PV Intercomarcal la Ribera-Safor-Vall d'Albaida-
Costera-Canal de Navarrés y la Unión Intercomarcal La Ribera - La Safor de CCOO PV.
La adhesión a dicho acuerdo fue aprobado el 25 de octubre de 2016 por la Junta de
Gobierno de la Mancomunidad de Municipios de La Safor y se formalizó mediante la firma de un
convenio entre todas estas partes implicadas.
19
El entonces presidente de la Mancomunidad de Municipios de La Safor, Sr. Salvador Femenia
Peiró (actualmente ocupa la presidencia de este el Sr. Tomás Ferrandis), no dudó en proponer la
adhesión a dicho acuerdo ante las cifras alarmantes del crecimiento del paro, fruto principalmente
de la crisis económica y la caída del sector de la construcción, ya que la comarca se encuentra
entre las seis primeras comarcas con más paro registrado en la provincia de Valencia. Este acuerdo
considera un trabajo conjunto de toda la comarca que implica a los 31 municipios de La Safor, el
sector empresarial y los sindicatos más representativos, con la finalidad de llevar a cabo acciones
de fomento del empleo, el emprendimiento y la tecnología que conllevan un aumento de la
población activa, más especializada y implicada en un aprendizaje continuo hacia una sociedad
integradora y en igualdad de oportunidades.
CONSTITUCIÓN Y ACTORES
El martes, 17 de enero de 2017, tuvo lugar en la sede de la Mancomunidad de Municipios de
La Safor una reunión de alcaldes de la comarca, en la que se explicó de la mano del personal
técnico y de las representaciones sindicales el objetivo de este Acuerdo Territorial y las acciones
que se llevarán a cabo. Dos días después, el jueves, 19 de enero de 2017, fueron convocados todos
los agentes de desarrollo local de la comarca para el desarrollo del trabajo técnico de dicho
acuerdo, que actuarán como canal de difusión y de apoyo en la gestión y la ejecución de las
distintas acciones.
La Mancomunidad de Municipios de La Safor, el Ayuntamiento de Gandia, la Federación de
Asociaciones de Empresarios de La Safor (FAES), y los sindicatos FSP-UGT y CCOO presentaron el
día 22 de febrero de 2017 en la sede de la Mancomunidad, el Acuerdo Territorial para el Empleo y
el Desarrollo sostenible de la comarca.
Al acto acudió la Directora General de Empleo y Formación del Servef, Sra. Rocío Briones,
como representante de la entidad impulsora de la puesta en marcha de este acuerdo territorial.
Todos los representantes de las anteriores entidades destacaron la importancia del trabajo
conjunto de los agentes políticos, sociales y económicos de la comarca para impulsar actuaciones
que fomenten tanto el crecimiento económico como la creación de empleo. Actuaciones que se
inician con la puesta en marcha del estudio diagnóstico comarcal para conocer las tendencias y
potencialidades del tejido productivo y la detección necesidades de los recursos humanos del
20
territorio. Y por otro, desarrollar una Lanzadera de formación para la adquisición de Competencias
2.0.
El Acuerdo Territorial por el Empleo y el Desarrollo de la Comarca tiene un doble objetivo. El
primero, la realización de un diagnóstico territorial para conocer las tendencias y potencialidades
del tejido productivo y las necesidades de los recursos humanos del territorio. Y el segundo, el
desarrollo de posibles actuaciones innovadoras que impulsen el crecimiento económico y la
creación de empleo en línea con un modelo productivo equilibrado, sostenible y con sodios
importantes de innovación. En definitiva, impulsar el fomento de la contratación en La Safor-
Valldigna.
Por lo que atañe al programa de formación, este se concibe como un sistema de apoyo,
articulado a escala comarcal, que tiene el importante objetivo de facilitar la adaptación de la
población parada, los/las profesionales y los/las trabajadores y trabajadoras de las micropymes, a
las competencias y habilidades, que son demandadas en el mercado de laboral de la economía del
conocimiento. Todas las actividades contempladas en este programa de formación se vienen
desarrollando durante el período comprendido entre febrero y septiembre de 2017.
El público destinatario de las acciones formativas son personas de la comarca en proceso de
búsqueda de empleo y/o reinvención profesional que necesitan el apoyo para orientar su carrera
profesional a las necesidades de las empresas del entorno y del mercado laboral de la economía
del conocimiento. También aquellas personas emprendedoras y trabajadores/as de las pequeñas
empresas y profesionales que trabajan por cuenta propia. Todas las actividades previstas para
llevar a cabo en el Acuerdo Territorial de La Safor se desarrollan a lo largo del territorio comarcal,
si bien, estas actuaciones están descentralizadas, principalmente, en las tres localidades de mayor
tamaño poblacional del territorio (Tavernes de la Valldigna, Oliva y Gandia), con la finalidad de
facilitar la accesibilidad a estos recursos a la mayor parte de población del territorio comarcal.
REFLEXIONES EN TORNO A LAS SINGULARIDADES DE LOS PROCESOS DE PARTICIPACIÓN
A partir de este acuerdo territorial, el Servef ha otorgado 143.000 euros para que se puedan
desarrollar políticas de ocupación en la comarca. Esta cuantía ha permitido la realización del
diagnóstico a nivel comarcal relacionado con las necesidades de trabajo y ha posibilitado el
desarrollo de actividades de orientación y formación, principalmente centradas en las nuevas
tecnologías.
21
Este tipo de Acuerdos, son un hito histórico porque, según la Alcaldesa de Gandia, la
Generalitat se ha involucrado con la ocupación, y en compañía de las comarcas, los sindicatos,
patronales y otros agentes territoriales concernidos por la cuestión del empleo, se ha decidido a
determinar políticas de generación de trabajo útiles que posibiliten mejorar la calidad de vida de
los ciudadanos.
En la presentación del Acuerdo Territorial por el Empleo y el Desarrollo de la Comarca, los
representantes de las distintas entidades participantes en el mismo, coincidieron en destacar que
el ámbito territorial de actuación en materia de generación de puestos de trabajo tiene que ser la
comarca. A pesar que los ayuntamientos han realizado muchos esfuerzos a procurar más
ocupación, estos coincidieron en destacar que el término municipal no constituye la escala
adecuada sobre la cual pensar y diseñar las políticas de ocupación y de desarrollo local.
Para los representantes sindicales, el ámbito comarcal es importante en dinámicas laborales
y socioeconómicas. Puntualizando, la carencia de estructuras de cooperación que tuvieran
presente la realidad del mercado laboral comarcal. Anteriormente, se dieron otros pactos en la
comarca, el Pacto Territorial por la Ocupación (PACSafor), con la creación de un consorcio para
luchar contra el paro en la comarca y cuya presidencia recaía en la Mancomunidad, la gerencia y
articulación del funcionamiento del consorcio en el Ayuntamiento de Gandia y una Comisión
permanente que recaía sobre los empresarios, con presidencia rotatoria y la vicepresidencia para
los sindicatos. Sin embargo, no se dieron los resultados esperados y tampoco se llegó a desarrollar
plenamente. Los principales motivos fueron el abandono por circunstancias políticas en el año
2012 del PACSafor y el contexto de crisis económica. Cuestión que se agravó también en la pasada
legislatura con la salida de la capital comarcal, Gandia, de la Mancomunidad de Municipios de La
Safor.
La Comarca de La Safor, considerada en la Estrategia Territorial de la Comunidad Valenciana
como un área funcional con características y potencialidades propias, constituye una escala idónea
para el planteamiento de modelos de intervención de desarrollo local y del mercado de trabajo
más próximos a la realidad social del territorio y más eficientes desde el punto de vista económico.
Así, a la iniciativa del gobierno autonómico de recuperar las políticas activas de ocupación y los
pactos territoriales por el empleo, y recuperar la filosofía de una visión integrada comarcal en
tales cuestiones, se une la voluntad del actual gobierno de Gandia de volver a la Mancomunidad
de Municipios de La Safor, pues como indica la actual Alcadesa, Sra. Diana Morant, “muchas
cuestiones que se deciden desde un Ayuntamiento, haría falta que se decidieron a escala
22
comarcal”. Actualmente, Gandia, sigue sin formar parte de la Mancomunidad pero también firma
el Acuerdo Territorial por el Empleo y el Desarrollo de la Comarca, con la intención de integrarse
en un futuro próximo en la misma.
Desde el Generalitat Valenciana, la Directora General de Ocupación y Formación del Servef,
Rocío Briones, ha señalado que se han recuperado las políticas de ocupación no solamente por
cuestión de creencia política sino también por necesidad. Además, ha indicado que los objetivos
del Servef son estar junto a los desfavorecidos, recuperar las políticas de ocupación y modernizar
el servicio público.
Desde la Federación de Asociaciones de Empresarios de La Safor (FAES), y las distintas
asociaciones empresariales, han valorado positivamente que la Generalitat se haya sumado al
Acuerdo, a la vez que indican que es una buena noticia que Gandia pueda volver de nuevo a la
Mancomunidad porque de esta manera todos los agentes implicados juntos pueden llegar a
acuerdos que hagan de este instrumento un elemento de cooperación que otorgue más
oportunidades de trabajo.
Desde CC.OO, Josep Carrascosa también se ha posicionado sobre la salida de Gandia de la
Mancomunidad durante la pasada legislatura, hecho que considera una equivocación, señalando
que ahora es una oportunidad que Gandia vuelva a la Mancomunidad, y entre otras cuestiones
“también por cuestión de solidaridad”. Desde UGT, Raül Roselló, ha remarcado que el Acuerdo,
tiene todo sentido “pues todos estamos obligados a dar respuestas en materia de ocupación”.
Por otro lado, el presidente de la Mancomunidad, Salvador Femenía, señalaba que este
Acuerdo se propuso a los agentes sociales ante “las cifras de paro, fruto de la crisis económica y de
la caída del sector de la construcción, puesto que La Safor se encuentra entre las seis primeras
comarcas con más paro registrado de la provincia”.
Las entidades firmantes del Acuerdo Territorial por el Empleo y el Desarrollo de la Comarca,
son conscientes que este pacto debe recuperar el aspecto territorial como el elemento
protagonista. Es decir, el hecho de territorializar las políticas activas de empleo, de desarrollo local
y cooperación entre las distintas administraciones locales. Es por ello, que este acuerdo se erige
como una herramienta necesaria para el conjunto de las comarcas donde desde una perspectiva
flexible se identifiquen las dinámicas laborales y socioeconómicas, y las singularidades que puedan
haber. La Safor es un territorio con una alta homogeneidad. No tienen sentido las políticas de
desarrollo des de un nivel “micro”(local). No obstante, tampoco se disponía de herramientas como
23
las representadas por el pacto, cuyo denominador común debe ser el diálogo social y la
cooperación.
Así, el acuerdo se percibe como un lugar donde se coordina la administración, donde la
administración está y en la que se coopera con el resto de las entidades y agentes territoriales. Tal
vez, el instrumento que podía ser la herramienta base del pacto que era la Mancomunidad, se
encuentra en la situación que la ciudad líder del territorio no forma parte de la misma. Si bien las
entidades firmantes del acuerdo piensan que Gandia debe estar y ser protagonista aunque no
forme parte actualmente de la Mancomunidad y a la espera de su reintegración en la misma, no se
quiso desaprovechar la oportunidad de poner en marcha el Acuerdo Territorial. Como indica
desde UGT, Raül Roselló, “Gandia sin La Safor no existe, y viceversa”.
La participación respecto al acuerdo territorial por parte de las entidades firmantes ha sido
valorada positivamente por el conjunto. Se percibe el acuerdo firmado como una herramienta de
cooperación entre el conjunto de municipios de la comarca en el marco del diálogo social.
Además, las entidades representantes del mismo consideran que debe de ser una herramienta de
largo recorrido que no se agote en el tema de las subvenciones. Esta herramienta debe dar
cohesión al territorio y utilizarse para la prosperidad del conjunto. Además, el conjunto de los
actores consultados señalan el hecho de que es imprescindible consolidar esta herramienta para
que cooperen las administraciones locales, las entidades sociales, empresariales y sindicales,
juntamente con la administración autonómica que actúa con una importante función de sostén
financiero. Asimismo, una vez consolidado el núcleo del Acuerdo Territorial, la intención es la
apertura del mismo al resto de organizaciones que interactúan en el territorio, y especialmente,
hacer partícipes del mismo a las distintas universidades presentes en la comarca.
24
II. ANÁLISIS TERRITORIAL
RECURSOS NATURALES
La comarca de La Safor presenta dos entornos claramente diferenciados. Por un lado, una
zona montañosa donde destacan la sierra de La Safor, el Montdúver y la sierra de les Agulles. Y por
otro lado, una zona plana (o litoral) con zonas húmedas como la marjal de La Safor, la marjal de
pego-Oliva y los terrenos de cítricos. Así como los barrancos y los ecosistemas marinos y la fauna y
flora. La comarca está bañada por los ríos: Serpis, Vernissa, Vaca y Salinar. Añadir también el
recurso de las playas de Gandia, Oliva, Tavernes de la Valldigna, Xeraco y Daimús, como las
mayores receptoras de turismo -principalmente de carácter nacional- y también las denominadas
playas del sur de la comarca.
Figura 7. Localización. Fuente: Instituto Geográfico Nacional de España
La comarca es rica en paisajes naturales y espacios protegidos, un total de 42 (anexo 1). La
superficie protegida respecto a la superficie de la comarca es de un 29,89%. Concretamente,
25
12.848,36 Ha de superficie protegida de las 42.980 Ha de superficie del conjunto del área. Con
diferentes figuras de protección y la superficie que ocupan (anexo II).
Figura 8. Espacios naturales protegidos. Fuente: Ministerio de Agricultua y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (2014).
La Safor cuenta con un patrimonio ambiental diverso y de gran valor. La variedad y calidad
de espacios tiene su máxima protección con el Parque Natural del Marjal Oliva-Pego y el Paraje
Natural Municipal Parpalló-Borrell de Gandia.
Los atractivos naturales y rurales de La Safor, por sus características intrínsecas, revisten
interés para desarrollar un producto de turismo de naturaleza, entretejiendo los valores
etnológicos con los valores naturales de los espacios naturales diversos -montaña, playas, ríos y
zonas húmedas y arenosas-. Por otro lado, el excursionismo o el turismo activo y deportivo, en su
segmento de naturaleza, va incrementándose, lo cual se convierte en un factor positivo como
complemento que ha de ser tenido en cuenta. Pese al valor de los recursos naturales de la
comarca, no hay una oferta ampliada con el entorno por parte de los municipios del litoral y del
interior.
26
Los recursos naturales son ciertamente, uno de los potenciales de la comarca de La Safor,
tanto desde su posible utilización para el turismo, la agricultura o para actividades forestales entre
otras. Así pues, para los actores consultados, la gestión de recursos naturales debería alienarse a
una gestión turística comarcal que se apoyara en una estrategia de desarrollo sostenible de la
comarca que sentara las bases para la renovación de los destinos litorales y la puesta en valor de
los municipios interiores. Un propósito esencial para el desarrollo de complementariedades y
sinergias territoriales y para afianzar una oferta de interior singular que mejore la imagen global
del espacio comarcal. Ampliándose la oferta con el entorno, y en donde los recursos naturales, son
(y deberían ser) una pieza clave.
Muy ilustrativo de lo comentado, es la siguiente cita de uno de los actores consultados, que
subraya la importancia de la puesta en valor de recursos turísticos de carácter natural-paisajístico,
“cada uno mira lo suyo, para su casa y no le sacamos rédito a estas cosas, al conjunto de la
comarca… y tenemos muchos atractivos naturales pero queremos que se quede la gente todo el
día en nuestro hotel o en nuestra playa… esta mentalidad pues… esto es un error…”. La comarca
cuenta con una gran variedad de recursos naturales paisajísticos, que en algunos casos no se han
aprovechado como recursos turísticos.
Así que, en línea con los argumentos esgrimidos por los actores consultados, y respetando
las distintas fórmulas de protección y las normativas de uso aplicable en cada caso, consideramos
que sería interesante el fomento de actuaciones de puesta en valor turístico de este tipo de
recursos, y consecuentemente, el hecho de mejorar la accesibilidad a los mismos. Conservar y
poner en valor el importante patrimonio ambiental, y consolidar corredores verdes, que conecten
los ecosistemas litorales y de interior, que permitieran ir a pie o en bicicleta, no solamente
posibilitaría el regenerar y preservar los elementos más valiosos, tanto ambientales como
paisajísticos de la comarca, sino también la cohesión y vertebración a través de estos de los
distintos pueblos de La Safor.
En cuanto a la agricultura, y a pesar de la importancia medioambiental y económica de ésta,
el abandono de cultivos en el área ha sido continuo. La agricultura -especialmente la citricultura-
está lejos de lo que vino a representar cuarenta o cincuenta años atrás; si bien es el cultivo
predominante del área. Si analizamos la agricultura, observamos el importante peso del regadío y
el importante peso que tienen los cítricos (figura 9). De manera tibia, encontramos otros frutales,
y en municipios como Tavernes de la Valldigna, flores y plantas ornamentales. La vid y el olivar,
27
cultivos importantes en un pasado en la comarca, hoy son testimoniales. Actualmente el sector
agrario se encuentra en declive, tendencia agravada más si cabe por el minifundismo.
No obstante, la agricultura no deja de ser un sector estratégico a atender por nuestra
sociedad. Actualmente, el alto grado de minifundismo, las bajas rentas agrarias, el déficit de
inversión, el envejecimiento de los agricultores, el cultivo a tiempo parcial, el monopolio de las
cadenas de comercialización, la competencia en un entorno global y la falta de perspectivas
agrarias -especialmente entre los más jóvenes-, son las principales razones que explican la pérdida
sistemática de peso del sector agrario en la comarca.
Pero además, y como elemento consustancial, apuntar también la falta de una política
decidida que analice y proponga soluciones al sector que lleva a los agricultores al desánimo y
donde la pérdida de cultivos ha sido constante. Con este panorama, algunas de las soluciones a la
cuestión del “campo” de la década pasada se encontraron en el urbanismo, en los procesos de
recalificación y especulación del suelo. Como se señalaba, desde el año 1997 hasta el año 2007, la
recalificación a urbana de terrenos agrícolas, supuso el 17% de la tierra cultivada de La Safor
(Cremades, 2007).
Estudiosos sobre el tema ahora como Delgado (2001), Noguera (2009), Piqueras (1993),
entre otros, vienen a subrayar este carácter minifundista de la región valenciana, y donde La Safor
se lleva la palma como el área más minifundista. La superficie media de las explotaciones agrarias
es inferior a una hectárea. Este minifundismo tiene sus causas fundamentalmente en una
agricultura arraigadamente familiar y por la manera en que se transmite patrimonialmente la
tierra entre las generaciones de herederos.
A todo esto, hay que unirle el importante crecimiento de la agricultura a tiempo parcial
cuyos propietarios suelen tener menos vinculación con la explotación y la tierra. Y también, una
menor dedicación y conocimientos sobre el mundo agrario.
28
Figura. 9. Cultivos de La Safor. Fuente: SIOSE, 2005 cedido por © Instituto Geográfico Nacional de España.
Por lo tanto, el alto número de parcelas de pequeñas dimensiones a las explotaciones trae
aparejado una baja rentabilidad, además de elevados costes asociados a las explotaciones. En este
contexto, los cítricos han dejado de generar beneficios importantes como antes. De hecho, la
renta agraria ha ido disminuyendo, y en algunos casos ya no resulta un complemento para la
economía familiar. Hecho que consecuentemente lleva aparejado una escasa inversión. Así, el
grado de mecanización de la zona resulta muy bajo. Además, se trata este de un sector con escasa
innovación.
Otra de las debilidades del sistema agrícola en la comarca, es la ausencia -o escasa
presencia- del agricultor en todo aquello que tiene que ver con los procesos de comercialización.
Se ha puesto el énfasis en las etapas de producción. Y se han cultivado poco otras cuestiones
como la comercialización, la promoción y todo lo referente a las técnicas de marketing (Soler,
2004). Los dominadores de este mercado, han sido los grandes comercializadores y distribuidores.
Estos han marcado las líneas operativas de un mercado altamente liberalizado de un colectivo
poco profesionalizado.
29
Otra de las interesantes cuestiones respecto a la desaparición del suelo agrícola, y en forma
de problema, la apunta Delgado (2011), quién nos advierte que el bosque cada vez gana más
espacio en favor de los terrenos de secano y campos agrícolas que quedan abandonados. El
periodo comprendido entre 2005 y 2010, la cantidad de hectáreas abandonadas en la comarca se
calcula redondeando la cifra en 1.000 ha (INE, 2016). Cuestión que saca a la palestra un serio
problema como es el tema de los incendios forestales. En la provincia, estos tienen especial
incidencia desde principios de los años ochenta. La catástrofe de que ocurran incendios forestales
a consecuencia de incendios sobre campos agrícolas abandonados, es una modalidad de incendios
que antes era difícilmente contemplada. Hoy ha dejado de serlo. Por lo que se tiene que prestar
especial atención a gestión de los recursos forestales del área (figura 10).
Figura 10. Recursos forestales. Fuente: Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Mapa Forestal de España (1997-
2006).
Con todo, la agricultura es conformadora de un paisaje, de una cultura y de una forma de
vida arraigada al territorio. La comarca presenta un microclima privilegiado para el cultivo de
determinadas variedades de cítricos, sin olvidar que la permanencia de zonas agrícolas es cuestión
30
básica para el equilibrio tanto económico como para la conservación del paisaje de una comarca
densamente poblada. La agricultura contribuye a la sostenibilidad del territorio. Esta supone un
freno también a la urbanización descontrolada, aportando una función de estabilización y
equilibrio a la presión urbanística. Además, frente a las posibles crisis alimentarias, el sector
agrario contribuye a limitar la dependencia del exterior. Así, una agricultura competitiva en el
área sería una de las mejores armas para evitar la saturación urbanística y cuestión no menos
importante, mantener la calidad de vida (CEIC, 2005).
Pero también caben otros tipos de agricultura en la comarca. Nos referimos a aquella que
pone en valor los productos autóctonos y de cercanía respondiendo a las nuevas tendencias en
materia de consumo sostenible. Hacemos referencia aquí, al consumo colaborativo, y
concretamente, a los canales cortos de alimentación (CCC) que forman grupos de personas
diversas que se asocian para una necesidad básica, la alimentación de calidad y proximidad, a
través de la cooperación. Experiencias de CCC, que permiten el consumo de alimentos que se
cosechan maduros y que están frescos, y que reducen intermediarios y, con ello, distancias,
envases, cadenas de frío y gastos de logística. Esto permite que se unan los dos extremos
indispensables de la cadena agroalimentaria, el de la producción y el del consumo, los cuales están
más próximos gracias a estos canales.
Hace poco más de dos años, la Comisión Europea organizó en Bruselas una conferencia
sobre canales cortos de comercialización (CCC) y venta directa de productos agroalimentarios, con
el objetivo de poner en marcha, en el marco de la Política Agraria Comunitaria (PAC), una política
de apoyo a la agricultura familiar -muy extendida en Europa- a través de este tipo de canales. Tal
como lo entiende la misma Comisión Europea, estos canales representan una oportunidad
por valorizar los productos locales y conseguir así mejorar la rentabilidad de las explotaciones de
muchos pequeños agricultores, los productos alimentarios de los cuales encajan mejor en este
tipo de esquemas de comercialización (Medina, 2013).
Estas redes y canales se construyen a través de alianzas que redefinen la articulación entre la
producción y el consumo de alimentos, basadas en criterios de proximidad, sostenibilidad y
equidad. Algunos países de la Unión Europea, ya han desarrollado marcos legales e incentivos para
apoyar los CCC (ejemplos de: Francia e Italia). En el ámbito europeo, este tipo de iniciativas se
benefician del Fondo de Desarrollo Rural, y la CE, por su parte, propuso que entre las propuestas
de la "PAC 2020" se contemplara la inclusión de estos circuitos como subprogramas dentro de los
programas de Desarrollo Rural (Kneafsey et. al., 2013).
31
En la comarca, encontramos estas iniciativas en el CDR La Safor, una entidad de acción
social, integrada en la Confederación de Centros de Desarrollo Rural (COCEDER), que incluye entre
sus finalidades el desarrollo integral del medio rural y la formación de jóvenes al mundo agrícola.
Siguiendo el espíritu del camino iniciado por el CDR La Safor, se creó en 2014 la "Escuela de la
Tierra", un punto de información y un espacio de encuentro de todas las personas que viven en
torno a la agricultura. "La Escuela de la Tierra", es un lugar de intercambio de experiencias y un
centro de formación, donde los protagonistas activos son las personas con inquietudes sobre la
agricultura de proximidad y sostenible.
Así, la centralidad de las necesidades básicas alimentarias se traducen en la puesta en valor
social de formas de producción agrícolas campesinas, artesanales y agroecológicas vinculadas a
formas de conocimiento penalizadas por los mercados competitivos. El patrimonio cultural,
ecológico y genético vinculado a los agro-ecosistemas tradicionales se encuentra muchas veces
amenazado por las tendencias simplificadoras del mercado. En contraste, las redes alimentarias
alternativas como las citadas, abren puertas para su defensa y para la creación de una nueva
diversidad cultural y material en torno al agroalimentario. Por lo tanto, estas redes no tienen que
ser consideradas únicamente en su dimensión económica y medioambiental sino también en su
dimensión cultural y patrimonial: se respetan las variedades y recuperan los saberes tradicionales
del territorio.
En esta línea, destacar la realización del “Catálogo de iniciativas rurales de La Safor” (2015),
denominado del “Del huerto a la mesa” -y financiado por el Ministerio Social y el Ministerio de
Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente-, una iniciativa de “la Escuela de la Tierra” y el CDR La
Safor con la finalidad de promover un canal directo de comercialización agroalimentaria, poner en
valor los productos locales y ofrecer un servicio a los consumidores y todos aquellos profesionales
que, movidos por criterios de proximidad, buscan un acceso más directo a los alimentos próximos
y de calidad. El citado catálogo es una herramienta de comunicación donde se visualizan las
iniciativas de proximidad que se han ido desarrollando en la comarca -se catalogan 13 iniciativas y
experiencias prácticas-, alrededor de los distintos pueblos del área.
Iniciativas como las señaladas, y otras, deberían ser más tenidas en cuenta por parte de las
administraciones públicas y los operadores de la cadena alimentaria. Aunque están formadas
todavía por un número limitado de agentes económicos -aunque surgen y van implantándose cada
vez más-, pero con poco soporte y ayuda –y todavía débiles en estructura de comercialización-.
Cuestión ésta cuanto menos paradójica, cuando son personas y colectivos comprometidos con la
32
cooperación, el amor a la tierra, el desarrollo económico local y las relaciones entre productores y
consumidores en el ámbito más próximo. Motivos estos más que suficientes que destacan la
necesidad de mejorar el conocimiento y difusión de los CCC entre los consumidores, para construir
y consolidar una cultura de lo local, aún muy incipiente en el territorio -y en el resto de la región
valenciana-, y que en otros países ya es una realidad.
Destacar que actualmente, la demanda de los CCC no está suficientemente estructurada, ni
suficientemente identificada, ni es lo bastante accesible. Faltan todavía análisis y estudios sobre
este tema. Pero de forma paulatina y a través de esfuerzos de estímulo de la demanda interna,
productores y consumidores pueden ir definiendo juntos nuevos modelos de comercialización,
que unidos a las estrategias y planes sectoriales deberían de ayudar a situar, en un futuro próximo,
a los productos de proximidad como parte importante también del mercado agroalimentario de la
comarca.
Para concluir, señalar que el sector agrícola debe apostar por una mayor profesionalización
y por procesos de innovación. Así como encontrar nuevas formas de distribución, comercialización
y exportación. Una agricultura competitiva que garantice el uso más eficiente posible del territorio
a largo plazo. Combinando lo anterior, con otros tipos de agricultura que pongan en valor los
productos autóctonos y de proximidad, y promover canales de comercialización de productos
agrícolas de proximidad. Así mismo, la creciente sensibilidad ambiental entre los responsables
públicos, empresas y ciudadanos debe ser una oportunidad para profundizar en la valoración de
los numerosos recursos medioambientales, y superficie forestal, e incorporarlos a la dinámica
socioeconómica de la comarca, mediante la potenciación del medio ambiente y la economía
verde.
Con la riqueza de recursos naturales -patrimonio ambiental y paisajístico-, y con el
aprovechamiento de estos recursos -los cuales también cuentan con figuras de protección
ambiental-, es tangible la idea por tanto, de considerar el recurso natural y especialmente aquél
vinculado al producto turístico sostenible como un instrumento esencial en la gestión de procesos
de reorientación de los modelos de destinos del litoral de la comarca en el que aparte de sol y
playa puedan consolidarse otros pretextos vinculados al turismo y al deporte para la
desestacionalización de la demanda. Como el potencial que también presenta el consolidar una
infraestructura verde, a través de un sistema de corredores en el territorio. Los recursos naturales
comarcales pueden ser activos importantes al actuar como atractivos generadores de demanda. Y
la buena climatología del área es un punto a favor.
33
CAPITAL HUMANO: RECURSOS HUMANOS
En el contexto actual, el conocimiento y la innovación se erigen como pilares básicos para
un desarrollo sustentable. Así pues, una dimensión esencial a considerar en el desarrollo
territorial tiene que ver ineludiblemente con el capital humano con el que cuenta. El capital
humano se considera uno de los factores principales que contribuye al desarrollo de las
economías modernas. Un elemento relevante para lograr la innovación es la educación de la
población. Referente al nivel educacional, el área funcional cuenta con profesionales en el
territorio para cubrir los puestos de trabajo que se ofertan.
La oferta formativa de proximidad en el área es amplia y está repartida por todo el territorio.
Hay un total de 154 centros educativos con la presencia de las dos universidades públicas
valencianas, la Escola Politècnica Superior de Gandia de la Universitat Politècnica de València
(Grao de Gandia) y la Universitat de València CIG (Gandia). Así como el centro asociado de la
Universidad Nacional de Educación a Distancia (U.N.E.D), en el municipio de Gandia.
Asimismo La Safor, cuenta con el Centro Servef de Formación ubicado en Gandia, dedicado a
la Formación Profesional para el Empleo (FPE) ejerciendo su influencia en el área de La Safor.
También cuenta con centros colaboradores (academias) de formación del Servef, con distintas
especialidades y aulas -algunos de estos centros de formación y academias cuentan con aulas
“externas” para cubrir la formación en los distintos municipios de la comarca-, las cuales se ubican
principalmente en los municipios de Gandia, Oliva y Tavernes de la Valldigna.
Así pues, el acceso a la formación continua, tan importante en un mercado laboral
cambiante, y que necesitan tanto los empresarios, emprendedores y trabajadores para adaptarse
a los procesos del mercado laboral, en la comarca es notable (la formación no reglada), y el acceso
a la formación on-line también, si bien ésta última puede verse dificultada por la brecha digital
existente entre los grupos de edad más mayores. Y por una insuficiente oferta de formación no
reglada para la población en riesgo de exclusión social. El un aprendizaje continuo se torna
imprescindible, y especialmente en colectivos con riesgo de exclusión social, si queremos transitar
plenamente hacia una sociedad integradora y en igualdad de oportunidades.
Al respecto en el área, destacar otras interesantes iniciativas con gran implicación en la
realidad del territorio como el espacio Urbalab Gandia de Innovación y Nuevas Tecnologías. Un
espacio público de colaboración e innovación social para la orientación y desarrollo de la carrera
profesional, así como para la formación, donde emprendedores, personas trabajadoras y
34
empresas pueden encontrar las herramientas necesarias para adaptarse a los requerimientos
laborales de la nueva economía, en un contexto laboral caracterizado por la transformación
tecnológica y digital, y en el que acontecen cambios que afectan a las estructuras de las
ocupaciones y calificaciones de los puestos de trabajo.
En esta línea, los programas desarrollados en el seno de Urbalab, destacar especialmente,
el denominado “Lanzadera de competencias 2.0”. Un programa de éxito con importantes retos
como los de superar la brecha digital, la formación en capacidades y competencias digitales y la
formación a lo largo de toda la vida, con la finalidad de adaptarse a las competencias y cambios
constantes del mercado laboral del siglo XXI, y en el que se han llevado a cabo acciones
experimentales por el cual han pasado casi 700 personas de 26 municipios de La Safor.
En este sentido, uno de los principales retos del área funcional está en línea con la anterior
iniciativa, en que los actuales y futuros profesionales requieren hoy de conocimientos,
habilidades y aptitudes que les ayuden a desenvolverse en una sociedad caracterizada por el
acceso global a la información, con el manejo de las nuevas tecnologías y la adopción de
procesos de innovación.
En el área se da un creciente dinamismo del ecosistema de innovación, sobre todo
focalizado en la capital comarcal. No obstante, y con algunas salvedades, en un territorio plagado
de pymes todavía hay poca penetración de la innovación, con la existencia de un bajo valor
añadido en los principales vectores económicos del territorio con la consecuente pérdida del
talento joven que busca mejores oportunidades para el desarrollo de sus capacidades en capitales
provinciales e incluso en otras áreas urbanas de Europa.
En el área de La Safor, las contrataciones se vinculan principalmente con las actividades
agrícolas, las de servicios y las comerciales. Si bien, como señalamos más adelante, con
importantes oscilaciones -la mayoría de estas contrataciones son temporales- debido a las
distintas campañas y a la temporada estival. La Safor es principalmente una comarca terciaria. El
mercado laboral, en general, oferta ocupaciones para las que en general no se requiere un
elevado nivel de cualificación. Y las últimas estadísticas de los contratos celebrados vienen a
corroborar este hecho (tabla 4).
En este sentido, observamos una dicotomía formativa. En primer lugar, nos encontramos un
capital formado con altos niveles de cualificación, y que el mercado laboral no es capaz de
absorber, produciendo: por un lado, una sobrecualificación -tener estudios superiores al trabajo
35
que realizan -, y por otro lado, la fuga de capital a otras áreas urbanas, bien a otras capitales de
provincia o al extranjero, buscando mayores perspectivas laborales a su nivel formativo. En
segundo lugar, la otra cara de la moneda, la de aquellos desempleados de la construcción, muchos
de estos en paro desde el estallido de la crisis inmobiliaria.
Ocupación Nº contratos Porcentaje
Peones agrícolas (excepto en huertas, invernaderos, viveros y jardines) 16.980 16,56
Camareros asalariados 15.815 15,42
Peones agrícolas en huertas , invernaderos, viveros y jardines 10.485 10,22
Peones de las industrias manufactureras 9.096 8,87
Peones del transporte de mercancías y descargadores 4.070 3,97
Vendedores en tiendas y almacenes 3.475 3,39
Ayudantes de cocina 3.390 3,31
Personal de limpieza de oficinas, hoteles y otros establecimientos similares 3.277 3,20
Ajustadores y operadores de máquinas -herramienta 3.068 2,99
Compositores, músicos y cantantes 2.087 2,03
Tabla 4. Las ocupaciones más contratadas. Número de contratos. Fuente: Servef, 2016.
Aunque en general los residentes están cualificados laboralmente y el nivel educativo del
área es bueno, se considera que uno de los principales retos del área funcional es sin duda, la
formación. En el requerimiento de una mayor adaptación de la formación profesional a las
necesidades de la “nueva economía” y el mercado laboral del s.XXI en que los actuales y futuros
profesionales requieren hoy de conocimientos, habilidades y aptitudes que les ayuden a
desenvolverse en una sociedad caracterizada por el acceso global a la información, con el manejo
de las nuevas tecnologías y la adopción de procesos de innovación.
Finalmente, el aprovechamiento de las sinergias entre las universidades y centros de
conocimiento, y de los centros de formación y la propia administración con su entorno deben
favorecer las posibilidades de inserción laboral de sus graduados y graduadas. Con una oferta de
formación vinculada a la especificidad de la estructura productiva del territorio, que apueste tanto
por la renovación mediante la formación de las actividades económicas tradicionales del área
como en actividades productivas alternativas, nuevos nichos de mercado o sectores emergentes.
36
CAPITAL SOCIAL Y CULTURAL
En La Safor se articula una realidad socio-cultural diversa, activa y dinámica. Podemos decir
que hay asociaciones de toda índole y que suelen estar implicadas en la realidad social de cada
uno de los municipios que conforman el área. Sin embargo, la singularidad de este asociacionismo,
con algunas excepciones, es su carácter local más que comarcal. El mayor número de asociaciones
se vinculan con las 3 poblaciones de mayor tamaño poblacional de La Safor (Gandia, Oliva y
Tavernes de la Valldigna). No obstante, el centro comarcal y cultural de La Safor, y de mayor
dinamismo socio-cultural lo representa Gandia.
En este sentido, el municipio de Gandia ejerce un liderazgo cultural de primer orden en el
ámbito de su área funcional. Asimismo, Gandia ha sido nombrada Capital Cultural Valenciana en
2017 por ser "ejemplo" en políticas culturales y por su apuesta por la cultura como instrumento de
cohesión social y de fomento económico. El objetivo de tal distinción es la visualización, el
reconocimiento y la deslocalización de la cultura a lo largo del territorio. La cultura es un hecho de
indentidad comarcal y por tanto, un valor estratégico que ha de enmarcar cualquier estrategia
futura de desarrollo del área.
En general, el tejido asociativo no se caracteriza por ser reivindicativo, y se circunscribe a los
límites municipales, si bien existen salvedades, como aquellas asociaciones empresariales con una
vertiente más comarcal como la Federación de Asociaciones de Empresarios de La Safor (FAES) y
otras integradas en la misma (Cercle d’Economia de La Safor). Otras asociaciones o iniciativas
destacables con vinculación comarcal en los problemas del territorio son, la asociación Euram
Safor y la Plataforma pels Pobles de La Safor como las más reivindicativas.
Y ya en el ámbito de la administración, por supuesto, la Mancomunidad de Municipios de La
Safor. Una entidad que nació en el año 1982, por la voluntad de 27 pueblos que decidieron
constituirse en mancomunidad, para la prestación de servicios en común, y a los que se adhirieron
posteriormente la totalidad de municipios del área funcional de La Safor. No obstante, en el año
2014 la capital comarcal, Gandia, abandonó la Mancomunidad. Actualmente, todos los municipios
de La Safor con la excepción de Gandia forman parte del ente comarcal.
En línea con la administración, también destacar la importante labor que realiza el Centre
d’Estudis i Investigacions Comarcals CEIC Alfons el Vell, organismo autónomo constituido por el
Ayuntamiento de Gandia en el año 1983. Entre sus objetivos estatuarios están el promover,
potenciar y publicar estudios e investigaciones de interés en todos los ámbitos del saber del área
37
de La Safor, y la coordinación con otras instituciones culturales y asesorar a organismos y
entidades públicas que así lo soliciten. La labor desarrollada por este organismo a nivel socio-
cultural es de gran importancia, no exenta de reivindicaciones en todos aquellos temas que tienen
que ver con el desarrollo económico, social y calidad de vida de los ciudadanos del área. Además
de ser su papel como divulgador, es un ente generador e impulsor de cultura y ciencia en el área.
El área funcional cuenta con un patrimonio cultural excepcional (figura 11) que debería ser
aprovechado para fomentar una economía cultural. En la capital comarcal se concentran el mayor
número de museos y yacimientos, y 1 de los 2 bienes culturales inmateriales del territorio, la fiesta
de las fallas. El otro bien inmaterial es la Pilota valenciana, en Ador. Enfocar todo el rico
patrimonio cultural como un activo económico y promocionar nuevos yacimientos de empleo en
este sector. Por tanto, sería necesaria la participación de la administración pública, las
universidades, el resto del sistema formativo y cultural de la comarca en la creación de una
especie de distrito cultural con la finalidad estratégica de enfocar la cultura como un activo
económico, a la vez que se fortalecen las redes comarcales y el sentimiento de pertenencia al
territorio.
Figura 11. Patrimonio. Fuente: Conselleria d'Educació, Investigació, Cultura i Esport
38
En este sentido, considerar aquí la relevancia del capital social y los nexos de cooperación
entre los actores -internos y externos-. El capital social es la fuente de relaciones donde se recrean
las praxis locales de muchos actores que forman parte de una cultura identitaria. El capital social
no es propiedad de ninguno de los actores, es un recurso relacional. Por tanto, cualquier
estrategia de desarrollo territorial, ha de tener en cuenta la defensa del capital social y el fomento
de la participación ciudadana con la finalidad de mejorar el acceso en definitiva al bienestar.
Con todo, y a pesar de una notoria red socio-cultural en el territorio, se coopera poco entre
asociaciones y organismos en temas con clave comarcal. La cooperación y la creación de sinergias
que se puedan originar de ésta, son potencialidades y elementos capitales de cualquier estrategia
de desarrollo que deben ser aprovechados cuando un territorio los tiene.
39
REDES TERRITORIALES
El desarrollo territorial no es un concepto baladí. Ni tampoco sencillo. Hay que entenderlo
como un proceso integral, y en donde confluyen los esfuerzos de distintos colectivos en favor de la
innovación, el aprovechamiento de los recursos patrimoniales y las redes, constituidas por las
dinámicas de interacción existentes en el territorio. Asimismo, el desarrollo territorial no puede
ser otra cosa que dinámico, manifestado por los factores, la naturaleza y los efectos de la
evolución que adquieren los procesos de innovación, el aprovechamiento de esos recursos y la
constitución y consolidación de redes.
En La Safor, al igual que ocurre en otras escalas territoriales, estas redes son de diferente
naturaleza pero tienen un denominador común, el hecho de estar asentadas en el territorio, y
estar caracterizadas por sus dinámicas de interacción y por los vínculos relacionales existentes. En
términos generales, estas redes se pueden diferenciar entre las que tienen un perfil social o
institucional y las de perfil empresarial; y confieren al territorio un especial valor. Las asociaciones
empresariales con base municipal y especialmente comarcal, son un claro ejemplo de este tipo de
redes.
En la comarca encontramos una importante red territorial, la Federación La Federación de
Asociaciones de Empresarios de La Safor (FAES). Un movimiento asociativo empresarial que tiene
entre sus objetivos el conseguir un tejido empresarial más cohesionado e implicado en el
desarrollo económico y social del territorio. Así como su predisposición a colaborar con las
Administraciones Públicas y otras organizaciones empresariales de ámbito comarcal, provincial y
regional, en cuestiones referidas a la comarca que redunden en el desarrollo de actividades de
promoción económica y fomento del empleo cuya finalidad sea la de conseguir un crecimiento
económico sostenible y un adecuado nivel de calidad de vida para las personas de la comarca.
En el contexto del desarrollo territorial, las redes territoriales adquieren un significado
esencial, ya que, las relaciones sociales de cooperación y vinculación entre los diferentes actores
socioeconómicos del territorio en estas redes se vuelven elementos imprescindibles para la
dinamización e innovación del territorio. Estas redes se materializan en acuerdos, de carácter
formal, como el alcanzado en el presente Acuerdo Territorial de La Safor, pero también pueden
ser de carácter informal, para dar respuesta a unos intereses comunes. En definitiva, se trata de
fomentar o facilitar sinergias entre actores locales, con objetivos comunes.
40
Dada la importancia que adquieren en el desarrollo económico y en el espacio territorial,
destacar que, en la comarca cuando se aborda el estudio de las redes en el contexto del desarrollo
territorial se debe tener en consideración la variedad de actores y de intereses -económicos,
culturales, medioambientales, institucionales, etc.- que los definen, así como los vínculos que los
conectan y relacionan con el territorio, identificando las raíces territoriales de esas redes. Por
tanto, la pregunta obligada es: ¿Son las relaciones de cooperación el denominador común de estas
redes?, y otra pregunta no menos importante, ¿es el territorio la razón de ser de estas redes?
A modo de tentativa, la respuesta a estos cuestionamientos carece de consistencia sólida. En
la comarca en general, como se apunta por los distintos actores consultados, se coopera poco.
Pese a la existencia de redes de diferentes perfiles en la comarca, la cooperación entre las redes
territoriales ha sido valorada de forma notoriamente “tibia” entre los actores locales, tanto
públicos como privados. Además, y respondiendo a la segunda de las cuestiones, hay una falta de
visión integral e integradora del territorio entre los actores. El configurar una red territorial,
constituye un factor de importancia para el desarrollo territorial y aunque ello requiera de un
tiempo prolongado, es evidente que los territorios innovadores tienen como peculiaridad la
existencia de redes de diversos perfiles -sociales, culturales, empresariales, tecnológicos,
institucionales- que cooperan entre sí.
Precisamente cuando más se requiere de la planificación comarcal, en La Safor, se ha
producido la escisión de la Valldigna de la Mancomunidad, y la pérdida del peso político de la
Mancomunidad de Municipios de La Safor, agravado más si cabe con la salida de este ente de la
capital comarcal, Gandia. Respecto a las distintas problemáticas territoriales, no se ha abordado
un acuerdo global de comarca que emprenda un modelo propio y equilibrado de desarrollo y
sometido a una decisión mancomunada. La cooperación entre redes y un objetivo común colectivo
-la comarca- no es claro y no está definido, y restan como asignaturas pendientes. Prueba de ello
son, el crecimiento desordenado y fragmentado que ha experimentado la comarca en materia de
planificación urbana, movilidad y transporte, entre otras cuestiones.
Existen y persisten problemas como la carencia de infraestructuras y de ordenación
territorial. La N-332 está sin desdoblar a su paso por muchos de los municipios de la comarca, el
déficit del transporte público comarcal, el reivindicado Tren de la Costa, la terminación de la
autovía CV-60 con enlace a otras comarcas, la duplicación de la vía férrea de Gandia a Cullera,
entre los más destacados, que dan cuenta de la importancia de disponer de estas infraestructuras
41
de transporte y comunicación que garanticen la competitividad económica del área y a su vez, la
vertebración y cohesión del territorio.
Figura 12. Comunicaciones del área de La Safor. Fuente: www.citma.gva.es y © Instituto Geográfico Nacional de España
Así, cualquiera de las estrategias de desarrollo local a implementar, se ha de articular en el
hecho global; con un compromiso con la estructura social -la comarca-. El desarrollo local tiene un
alto componente de territorialidad y por ello debe tratar de optimizar la dinámica de los recursos
locales, mejorando la diversidad cultural, el bienestar humano y la estabilidad ecológica del
contexto socio-espacial. Así, el desarrollo no constituye únicamente un proceso económico sino
también un proceso sociopolítico en el cual los actores sociales, políticos y económicos del
entorno tienen presencia, si bien, su objetivo es reactivar la economía aprovechando los
recursos endógenos existentes (Pérez y Carrillo,2000).
Este desarrollo al que nos referimos debe invertir los fenómenos de desarrollo que se
aplican de "arriba abajo" con estrategias horizontales y de "abajo a arriba". El mantra del
desarrollo local/regional tiene que ser la mejora de la calidad de vida y el bienestar de la población
local, además del crecimiento económico, el fomento de la ocupación, la equidad y la
42
sostenibilidad ecológica. Para traer adelante este proceso, es fundamental la participación y son
necesarios “espacios” y “metodologías” que trabajen en el sentido de posibilitar la puesta en
práctica del valor “del hecho comarcal” como ámbito donde trabajar desde políticas integrales que
alcanzan los aspectos sociales, económicos y medioambientales, con un carácter marcadamente
participativo.
En estos escenarios, los territorios inteligentes, las universidades y los centros de
investigación arraigados al territorio comarcal pueden y deberían tener una función destacada.
Sobre todo, por sus vínculos territoriales y por sus potencialidades y capacidades tecnológicas. En
la comarca, en este sentido, tenemos un camino por recorrer juntos. Muestra del grado de
coordinación logrado por los actores sociales locales presentes (Mancomunidad, Ayuntamientos,
asociaciones empresariales, plataformas sociales, sindicatos, institutos de estudios comarcales,
universidades), ha sido la escasa por no decir inexistencia de puntos de encuentro -conceptos tan
en boga como los denominados foros de participación- donde esos actores pudieran poner de
manifiesto sus aportaciones, opiniones e ideas. En este aspecto podemos afirmar que no ha sido
una prioridad para el modelo de desarrollo -al menos hasta hace relativamente poco-, el crear
estos espacios para el diálogo en el ámbito comarcal.
De alguna manera, la inexistencia de estos espacios ha hecho que la actuación concertada
entre lo público y lo privado no lograra su plenitud, no generándose una acción colectiva ni
una corresponsabilidad en las políticas ni a los proyectos territoriales implementados.
Coordinación que no ha aparecido ni entre los actores directamente implicados en el proceso de
desarrollo ni con el resto de actores presentes al territorio. Si bien han sido muchas y variadas las
resistencias que han impedido la existencia de una adecuada coordinación entre los actores del
territorio (distancia entre ellos, falta de un liderazgo o de un objetivo común, etc.), también
muchos han sido los efectos de esta no convergencia, algunos de ellos visibles (incluido tangibles),
como por ejemplo que se ha perdido en cantidad de proyectos desarrollados y en la calidad de sus
contenidos y propósitos, y otros no tan fáciles de detectar.
Ciertamente, no resulta tarea fácil -aunque tampoco imposible-, el hecho de conformar un
tipo de organismo con representantes del mundo empresarial, universitario, institucional y social.
O incluso, cabría la posibilidad de aprovechar algún organismo existente sin necesidad de crear
nuevas estructuras. La consolidación de una especie de órgano consultivo donde estuvieran
representados todos los actores implicados -stakeholders - de forma directa e indirecta de nuestro
territorio (¿La Mancomunidad en base al Acuerdo Territorial?). Que no estuviera supeditado a la
43
existencia de subvenciones públicas y que tuviera un carácter vinculante. Y que de ninguna forma
estuviera supeditado a cualquiera que sea el gobierno de turno; este sería un actor más. La
función de este órgano sería superior: orientar las líneas estratégicas de trabajo -a medio y largo
plazo- de nuestro territorio.
Finalmente, mencionar aquí a la ‘Ley de racionalización y sostenibilidad de la Administración
local del Gobierno central’ (BOE del día 30 de diciembre de 2013) de reforma local y financiación.
Esta Ley otorga más peso en materia de competencias a las administraciones superiores que a la
administración local. Sin todavía tener datos que demuestren y poder evaluar tal eficiencia,
simplemente apuntar que los principios de proximidad y de autonomía, entre otras, son muy
importantes para la toma de decisiones a la hora de impulsar y promover el desarrollo del
potencial endógeno de un territorio. En el desarrollo local, gestionar y administrar competencias
desde la distancia parece cuanto menos, difícil.
44
REDES EMPRESARIALES
En su conceptualización etimológica, se entiende como red empresarial aquella definida por
una serie de actores económicos -empresas- que actúan como nudos, y a toda una serie de
relaciones de cooperación que se producen entre las mismas. A partir de esta definición,
podemos elucubrar la multiplicidad de redes que pueden surgir o formarse, tanto por la
configuración de las empresas, por la cantidad y la forma de las relaciones, por la distribución de
poder, por la proximidad geográfica entre las mismas, por similar producción, etcétera.
Uno de los elementos esenciales en la delimitación de las redes tiene que ver en si estas
están configuradas de forma horizontal -empresas con producción similar y que suelen ser
bastante cerradas con la finalidad de disuadir la entrada de otras empresas- o de forma vertical -
existencia de distintas escalas de producción que se benefician de las economías de escala-. En la
comarca, contamos con importantes empresas que saben de procesos de innovación e
internacionalización. Igualmente, contamos con importantes empresas de software, electrónica,
agroalimentarias, ingeniería o de tratamientos de datos, entre otros, que son todo un referente en
sus respectivos campos de actividad. A pesar de todo, no dejan de ser casos puntuales, como
“islas” al mar, fruto de la valía y las capacidades de personas.
Las pequeñas y medianas empresas son la caracterización más elocuente del tejido
empresarial comarcal -también de la región-, con notable diversificación económica. Pero estas
colaboran poco entre ellas. Así lo confirman los expertos y técnicos consultados. En el foro de
participación realizado, frente al planteamiento formulado sobre cuál consideraban que era el
grado de cooperación entre las empresas de las distintas ramas, esta variable obtuvo la peor
calificación: 4.2 puntos -en una escala de valoración del 1 (muy baja) al 10 (muy alta)-.
En un territorio plagado de pymes, se aprovecha poco el trabajo en red. Las ventajas de la
flexibilidad y de la especialización en proyectos de amplio alcance es todavía una asignatura
pendiente. Y donde estas pueden ser competitivas frente a las economías de escala de las grandes
empresas o ampliar sus marcos de actuación. No es tarea fácil. Para conseguirlo haría falta un
cambio radical en una comarca terciaria. El potenciar las cadenas de valor. Se trataría de generar
dispositivos eficientes de transferencia de conocimiento, de gestión de conjunta de pedidos en
redes previamente estructuradas, de comercialización conjunta de productos elaborados de
manera colaborativa y en la creación de nuevos productos producidos por cadenas de valor
territoriales dinámicas y flexibles (Novell, 2015).
45
En estudios sobre el tema, se busca la ventaja colaborativa, entre otras razones para
aprovechar las posibles cadenas de valor, para ser más competitivos, para beneficiarnos de un
mayor poder de negociación, y también, porque nos puede interesar. En este escenario, se debe
de contar con un sistema institucional que fomente las redes de innovación o colaboración
productiva. La proximidad, es decir, el hecho de compartir una misma área geográfica, es una
potencialidad más que pueden tener estas redes. Esto no incluye únicamente la proximidad física,
sino también, y muy importante, la potencialidad y el hecho de compartir unas mismas
instituciones, lengua, mercados de consumo, etcétera.
En línea con lo comentado, también en la industria, existen instrumentos que podrían servir
como actuación estratégica en este sector. Nos referimos aquí a los clústeres. Estos son un
conjunto de pequeñas, medias y grandes empresas e instituciones interconectadas en un campo
particular para la competencia. Este tipo de fórmulas pueden permitir a una industria específica
incorporar nuevos eslabones en su cadena productiva, así como factores determinantes como la
innovación y el uso de nuevas tecnologías en sus procesos. La pregunta es: ¿En el espacio
comarcal podrían generarse clústeres industriales de carácter estratégico? El importante peso en
la economía comarcal por ejemplo del sector agroalimentario y de la agroindustria, es (o tendría
que ser) una oportunidad de carácter estratégico a ser al menos tenida en cuenta. Así como un
sector industrial de futuro centrado en la salud-alimentación que puede resurgir ligado al sector
turístico, el sector servicios y el sector industrial que existe actualmente (Novell, Sigalat, Pérez y
Caparrós, 2015).
El nuevo contexto de la economía global, hace que empresas basadas en el conocimiento
tiendan a concentrarse o bien en grandes ciudades o bien en centros productores de
conocimiento e innovación. Ciertamente, la comarca no tiene una gran ciudad. Sin embargo, sí
que tiene importantes centros de conocimiento con la presencia de distintas universidades que
mantienen relaciones con institutos de investigación, institutos tecnológicos, OTRIS, entre otros.
Por lo tanto, hay que aprovecharse de este hecho. Hace falta encontrar puntos de encuentro para
conectar los servicios avanzados con las empresas y los individuos, y que la ciencia se inserte en el
sistema productivo de la comarca.
La oportunidad de crear clústeres, distritos industriales u otras fórmulas de colaboración de
redes empresariales que inserten la ciencia y tecnología en el mundo productivo, necesita
inexorablemente de un plan guía para diseñar las pautas estratégicas de trabajo para un futuro.
Esta colaboración no puede resumirse en el hecho de colaborar en casos puntuales, concretos y de
46
forma voluntarista en determinados proyectos, programas o líneas de trabajo. No es suficiente.
Habría que ir más allá, y consolidar algún órgano funcional que pudiera hacer posible este
cometido. Es decir, el hecho de aunar y aglutinar la dispersión de los diferentes esfuerzos, y ser
capaz de diseñar el escenario, o las líneas de trabajo futuras, por las cuales la investigación con
aplicabilidad en los sistemas productivos en nuestro territorio tendría que transitar.
En la comarca, hoy por hoy, la principal red empresarial con carácter tanto reactivo -con la
finalidad de responder a problemas ya existentes- como proactivo -descubrir nuevas
oportunidades- viene representada principalmente por la Federación de Empresarios de La Safor
(FAES) que aglutina al resto de asociaciones de empresarios de La Safor. En los últimos años, FAES
ha experimentado un importante aumento en el número de sus asociaciones, pasando de cuatro a
quince asociaciones de diversa índole. En su objetivo de desarrollo económico y social de la
comarca promueve y colabora en diversos proyectos, programas y cursos de formación. Por su
carácter comarcal, destacar también su participación y cooperación en el Acuerdo Territorial de La
Safor, así como en otros proyectos desarrollados como el proyecto EQUAL-CRESOL del Fondo
Social Europeo, cuyo objetivo era facilitar la integración socio laboral de colectivos que sufren una
mayor discriminación y desigualdad social.
FAES también participa en otros proyectos como la Estrategia de Desarrollo Urbano
Sostenible Integrado (EDUSI) en Gandia, un instrumento de planificación que puede posibilitar a la
ciudad al hecho de optar a financiación europea con vinculación a los fondos FEDER para el
periodo 2014-2020. Asimismo, realiza una importante labor reivindicativa en temas que tienen
que ver con el desarrollo económico y social de la comarca. Esta organización empresarial se
implica e integra en otras redes empresariales externas, provinciales y autonómicas, con la
finalidad de plantear y dar respuesta a las inquietudes y problemas de desarrollo socioeconómico
de la comarca. Así pues, organizaciones como FAES son una potencialidad para el territorio y por
tanto, deben aprovecharse más las dinámicas de interacción, la cooperación y el trabajo en red de
ésta con los agentes del territorio, y de estos con la citada red empresarial.
El interés que suscitan las redes empresariales radica en los beneficios que de estas pueden
derivarse, el acceso a conocimientos y experiencias, el desarrollo de procesos de aprendizaje, el
logro de soluciones a los problemas, la posible reducción de costes de transacción por la
cooperación inter-empresarial, el asesoramiento en procesos empresariales y la reducción de los
riesgos asociados a los procesos de innovación, entre otras. En esta línea, se han llevado a cabo
análisis teóricos sobre el dinamismo socioeconómico de ciertos espacios que, apoyándose en la
47
existencia de redes empresariales y en la capacidad de las mismas para incorporar ciertos
conocimientos y competencias, se insertan de forma exitosa en un sistema económico
globalizado, considerándose pues como espacios emergentes (Caravaca, 1998).
A partir de estos planteamientos, de interés son los trabajos desarrollados sobre sistemas
productivos locales (Garafoli, 1992; Alonso, 2012), sobre medios innovadores (Maillat, 1995) y
sobre distritos industriales (Sforzi, 2002; Ybarra, 2000) que han servido de base para entender los
procesos de desarrollo local así como la implementación de políticas públicas al respecto. Destacar
aquí los trabajos realizados por Maillat (1993) sobre los distintos tipos de territorios que pueden
surgir de existir o no redes empresariales locales y en función de la capacidad de innovación del
entramado empresarial, las instituciones y la sociedad en su conjunto. En su análisis concluye que
son los territorios donde están presentes estas redes empresariales, los distritos industriales y los
medios innovadores, y con dinámicas de interacción y aprendizaje, aquéllos que se comportan con
mayor dinamismo y son más competitivos. Y por tanto, se consideran como emergentes en el
territorio.
Figura 13. La importancia de las redes empresariales locales para la competitividad de los territorios. Fuente. Caravaca et. al,
2009; adaptado de Maillat, 1995.
48
REDES SOCIO-INSTITUCIONALES
Cuando hablamos de redes socio-institucionales -instituciones y organismos públicos, y las
organizaciones socioeconómicas-, nos interesan especialmente aquí, las redes de cooperación
configuradas para la promoción del desarrollo económico, del bienestar y la calidad de vida de los
ciudadanos y del fomento de la innovación territorial, ya que dependiendo de cuáles sean sus
finalidades, estructuras o formas organizativas existen multitud de redes. Nos referimos a
instituciones y organismos públicos, y las socioeconómicas organizaciones del área.
La efectividad de estas redes se mide por el hecho de compartir objetivos comunes, claros y
definidos, que motiven el desarrollo de proyectos colectivos de forma activa por parte de todos
sus integrantes. Así, las redes socio-institucionales adquieren un papel importante en los procesos
de desarrollo territorial, pues al igual que ocurre en el ámbito empresarial, de la ligazón de los
lazos de colaboración entre agentes económicos, sociales e institucionales, se obtienen ventajas
como una mayor información y transferencia de conocimiento, reducción de incertidumbre
asociada a los procesos de innovación, se favorecen los procesos de aprendizaje colectivo entre los
distintos agentes, entre otras cuestiones, y que son activos importantes en cualquier proceso de
desarrollo territorial.
En la comarca, ciertamente se dan la existencia de este tipo de redes socio-institucionales,
con una vinculación más o menos laxa de sus integrantes, aunque es importante destacar que en
general, no hay un compromiso activo en un proyecto común comarcal. Frente al planteamiento
formulado a los actores de si existe una visión común del territorio, resulta ilustrativo que no haya
unanimidad2 al respecto. Los escasos canales de comunicación existentes entre estas redes (y con
marcado carácter puntual), la generalidad de objetivos de las mismas y el hecho de haberse
“pensado” el territorio como pequeñas unidades, en lugar de trabajar en clave comarcal, con la
finalidad de aunar esfuerzos frente a las problemáticas y cuestiones comunes, han sido las
características del anterior modelo y no han implicado un compromiso activo en un proyecto
común. Y los esfuerzos se dispersan.
Para clasificar e identificar a los agentes socio-institucionales de referencia del territorio y de
sus intervenciones, utilizaremos la clasificación entre el carácter público-privado propuesta por
Méndez (2002). Esta tipología, arroja 4 tipos de agentes potenciales cuya presencia o ausencia en
el territorio y sus intervenciones, analizamos a continuación.
2 Foro de participación y entrevistas en profundidad.
49
- Empresas públicas y mixtas, fundaciones, universidad. Constituidas para la puesta en
marcha de proyectos de desarrollo local. Se incluyen aquí también las universidades y los
centros de investigación y formación. Ejemplos destacados: Universitat Politècnica de
València, Centro Internacional de Gandia-Fundación General de la Universidad
de Valencia (CIG-FUGV) y otros centros de emprendimiento e innovación, por ejemplo,
Urbalab.
- Instituciones públicas. Administraciones con competencia en el territorio, tanto de ámbito
local o regional, estatal o supraestatal, implicadas en la realidad del territorio. Ejemplos
destacados: Mancomunidad, Ayuntamientos y el Consorcio de las Comarcas Centrales
Valencianas.
- Organizaciones económicas. Asociaciones empresariales y otro tipo de entidades, o centros
de emprendimiento para el fomento y la promoción de la actividad económica y la
innovación del territorio. Ejemplos destacados: FAES Safor y Euram Safor.
- Organizaciones sociales. ONG’s, sindicatos y otros representantes de la sociedad civil que
promueven proyectos comunes colectivos y contribuyen al bienestar social. Ejemplos
destacados: Cáritas Interparroquial, Asmisaf, UGT Safor-PV y CC.OO Safor-PV.
Identificados los principales actores -con perspectiva laboral, pues hay otros agentes- , y
basándonos en la anterior clasificación, analizaremos con mayor detalle algunos de los principales
proyectos de cooperación en los que se basan estas redes implicadas en la realidad del territorio.
Como podemos observar, el área cuenta con estos 4 tipos de agentes socio-institucionales
propuestos.
El interés por recuperar las estructuras comarcales se está recobrando poco a poco, por
ejemplo, mediante la difusión de nuevos mapas comarcales o de acuerdo intermunicipales, como
representa la configuración del Consejo Económico y Social de las Comarcas Centrales Valencianas
(CCV). El Consorcio está formado por los Ayuntamientos de Alcoi, Cocentaina, Ontinyent,Xàtiva,
Gandia, Oliva, Tavernes de la Valldigna, Denia e Ibi; así como las Mancomunidades de la Costera, la
Canal de Navarrés y La Safor.
Instituciones públicas
50
Destacamos el Consorcio de las CCV, el cual ha presentado un plan de dinamización
territorial para definir las líneas de actuación para los próximos años, especificando proyectos
concretos en el marco de cinco ejes estratégicos para el desarrollo socioeconómico: industria,
turismo, comercio, innovación y sostenibilidad. Con todo, los resultados todavía no permiten
constatar mejoras en los ejes señalados y en otros como las mejoras en el ámbito de las
infraestructuras, ni pasos contundentes en la activación del área funcional de las CCV.
A nivel comarcal, y por lo que atañe a las distintos ayuntamientos del área, ha predominado
a todos los niveles más una visión individualista -demasiado centrada en buscar el desarrollo en
los propios límites geográficos del municipio- que la visión “colectiva/comarcal”. Esta visión
demasiado endogámica, ha generado dinámicas de competición entre los territorios para la
concesión de programas y recursos sin tener en cuenta las singularidades para la planificación y
ordenación comarcal. Por tanto, ha habido proximidad geográfica pero lejanía operativa. Se ha
puesto a competir a los municipios por los recursos. Y eso no se denomina competencia, sino
competición.
Si bien ha predominado a todos los niveles más una visión individualista -demasiado
centrada en buscar el desarrollo en los propios límites geográficos del municipio- que la visión
“colectiva/comarcal”, no obstante, existen iniciativas y voluntades para mancomunar esfuerzos a
nivel socioeconomico. Con todo, la gestión pública se caracteriza por un déficit de cooperación
intermunicipal, así como una cierta descoordinación entre administraciones en iniciativas y
actuaciones con incidencia comarcal – y supramunicipal-; lejos de los principios marcados por la
gobernanza.
Empresas públicas y mixtas, fundaciones
Otras redes socio-institucionales de cooperación, surgen de la universidad. Y concretamente
del Campus de Gandia de la Universitat Politécnica de València. La Cátedra de Innovación del
Campus de Gandia es un buen ejemplo de ello. El objetivo de la Cátedra es el fomento de la
innovación en las empresas de la comarca, así como el fomento de la actitud emprendedora de los
jóvenes en sectores innovadores, así como el fomento de la cultura de la innovación. La Cátedra
de Innovación Campus de Gandia es el marco de colaboración entre la Universitat Politècnica de
València y las empresas Dulcesol, Azimut, La Tienda Home, ODEC, Citrosol y los ayuntamientos de
51
Gandia, Oliva y Tavernes de la Valldigna. Todos los anteriores juntamente con la entidad Caixa
Ontinyent actúan como patronos de la Cátedra.
En las actividades y proyectos que realiza la Cátedra, también cooperan puntualmente otros
centros de formación, departamentos, institutos y empresas. Destacar aquí, especialmente el
Centro de emprendedores que es una iniciativa conjunta de IDEAS UPV, el Campus de Gandia de la
UPV y el Ayuntamiento de Gandia que tiene como finalidad facilitar la puesta en marcha de ideas
de negocio de emprendedoras y emprendedores del ámbito comarcal. Asimismo, en las
localidades que integran la Cátedra, se realizan en los últimos años, actividades abiertas para
estudiantes de primaria y secundaria como las del “Día de la Creatividad” en línea con los
objetivos principales de la Cátedra: el fomento de la innovación y la creatividad.
También destacar al Centro Internacional de Gandia-Fundación General de la Universidad
de Valencia (CIG-FUGV), que coordina las acciones académicas del Centro de Gandia, el cual forma
parte de las líneas estratégicas dirigidas a la presencia institucional de la Universitat de València en
su territorio de influencia y que tiene como área de acción la comarca de La Safor.
Otra de las iniciativas destacables implicadas en la realidad del territorio, es sin duda, el
espacio Urbalab Gandia. La labor de adaptación continua a estos cambios en el contexto laboral
del siglo XXI que realiza Urbalab es muy importante con la celebración de jornadas,
comunicaciones, servicios de orientación laboral, formación para la inserción laboral, y
especialmente, el hecho de generar puntos de encuentro entre empresas, administraciones,
trabajadoras y trabajadores y otros actores socioeconómicos. Destacar la Lanzadora de Ocupación
2.0, nacida de la propia experiencia de Urbalab que se ha querido transferir a escala comarcal.
Organizaciones económicas
Otros agentes potenciales en el territorio son las organizaciones económicas. Destacar aquí
de nuevo, a la Federación de Empresarios de La Safor (FAES). Ciertamente, se trata de la
organización empresarial referente en la comarca. Y la de mayor tamaño que integra al
movimiento asociativo empresarial de la comarca. Entre su propósito está la colaboración con las
distintas administraciones públicas de la comarca en torno a actividades de promoción económica
y fomento de empleo, y la de cooperar también con otras organizaciones sociales y sindicales con
la finalidad de conseguir un crecimiento económico estable y una mayor calidad de vida para los
habitantes de la comarca. Asimismo, esta Federación, también se implica e integra en otras
52
organizaciones empresariales de carácter provincial y autonómico, con la finalidad de plantear
cuestiones que tienen que ver con el desarrollo económico y social de la comarca.
A razón de lo comentado, la Federación coopera con otros agentes en destacadas iniciativas.
Así, está integrada en la Red Empresarial de las Comarcas Centrales de la Comunidad Valenciana
(RECCCV). También mediante convenios de formación y programas con otras redes socio-
institucionales como universidades, centros de formación, organismos públicos y empresas para
sus asociados. Entre sus reivindicaciones, destacar la creación de una escuela de negocios para los
directivos de las empresas en La Safor. Asimismo, la Federación también se erige como plataforma
reivindicativa conjuntamente con otros actores en proyectos e iniciativas como la reivindicación
de aquéllas infraestructuras necesarias para la comarca, como son el tren de la costa, la
circunvalación sur, finalizar la autovía del Morquí o desdoblar las vías del tren de cercanías a
Valencia; entre las más destacadas.
Destacar también aquí también, y aunque no integrada en FAES Safor, al Cercle Euram de La
Safor -Institut Ignasi Villalonga d’Economia i Empresa (IIVEE). Tal vez sea ésta, una de las
instituciones empresariales que más reivindica y trabaja buscando sinergias con el objetivo de
aprovechar las potencialidades y sinergias del gran espacio estratégico que forma la Euroregión
del Arco Mediterráneo. El IIVEE, lleva cerca de quince años trabajando en proyectos como el del
Eje Mediterráneo y coordinando esfuerzos a favor de las infraestructuras de transporte -Corredor
Mediterráneo- que conecte y vertebre este territorio con los principales mercados europeos.
Además, es una de las principales redes que trabaja desde la óptica de las Comarcas Centrales
Valencianas en la comarca, que en los análisis de Ninyoles (1996), conforman una de las áreas con
mayor potencial de futuro por su capacidad de cohesión territorial, económica, lingüística y
cultural del territorio valenciano.
Organizaciones sociales
Respecto a las redes socio-institucionales de carácter social, y refiriéndonos a las ONG’s,
destacar entre otras entidades, la labor que desarrollan tanto Cáritas Interparroquial, Cruz Roja o
Asociación prominusválidos psíquicos de la Safor (Asmisaf). Respecto a la primera, en su informe
anual (2017), señalar que la entidad atiende a más españoles que extranjeros. Actualmente,
destacar en sus centros y servicios de atención, el descenso de extranjeros debido sobre todo a la
marcha de buena parte de ellos a sus países de origen mientras que la de la población autóctona
53
se incrementa. En 2015 Cáritas atendió en La Safor a 1.870 personas y benefició a 5.023 personas,
superando en torno a un 20% las cifras de 2014. En la capital comarcal por ejemplo, la cifra
de atendidos no ha parado de incrementarse hasta prácticamente equipararse a la de los
extranjeros, de forma que el 48% de los atendidos en 2016 por la entidad humanitaria en Gandia
eran españoles, y el resto personas extranjeras. Si en 2015 el número de personas que requerían
atención periódica era del 70%, y el resto lo hacían de forma esporádica, en 2016 el porcentaje se
incrementa hasta el 87%.
Según fuentes de esta entidad, el Centro de Personas sin Hogar atiende a medio centenar de
personas a través de sus centros de atención: centro de día y residencia de acogida temporal a
personas sin techo. La entidad cuenta con pocos medios profesionales y técnicos, apoyándose de
la labor voluntaria, y con escasos recursos económicos. Pese a la importante labor de la entidad, a
través de sus centros de atención, economato, programas de ocupación, refuerzo escolar y
programas de personas sin hogar en materia de bienestar social, los anteriores datos también
apuntan a una cronificación de la pobreza.
Por lo que respecta a Cruz Roja, fuentes de esta entidad humanitaria señalan que en 2016 se
repartieron más de 37 mil kilogramos de comida en la ciudad de Gandia. Los alimentos más
solicitados desde La Safor fueron alimentos infantiles, como los potitos, para los más pequeños.
Destacar que Cruz Roja no solamente centra sus campañas en la temporada estival en las playas
de la comarca, también prestan una atención integral cuando se necesita. A lo largo del año sus
actividades incluyen la acogida y ayuda a refugiados que acuden a las localidades de la comarca, la
formación en idiomas a inmigrantes, ayuda psicológica y también legal, entre las más destacadas.
Con todo, desde las citadas entidades (y por extensión, otras de carácter social) insisten en la
falta de recursos económicos, un mayor voluntariado social a pesar de que son muchas las
personas que atienden y necesitan de la ayuda de los demás, asegurando que el potencial humano
-el voluntariado y el altruismo-, es el motor que engrana a este tipo de organizaciones sociales
juntamente con las ayudas de las administraciones.
Respecto a la entidad Asmisaf, destacar la labor realizada en la gestión del centro especial y
empleo, Econatura Safor SL, y la importancia que tiene la formación -con Programas de formación
de cualificación básica y otros talleres de formación para el empleo- y empleo para lograr la
necesaria y plena inclusión del colectivo de personas con discapacidad intelectual en la sociedad.
Destacadas empresas de La Safor suscriben contratos de trabajo a través de esta entidad
incorporando a personas con discapacidad intelectual o en forma de subcontractaciones. Una
54
labor que debe ser sin duda proyectada al resto del tejido empresarial de la comarca para lograr la
inclusión social plena del colectivo.
Finalmente, destacar a otras redes sociales en la comarca, concretamente a los sindicatos
UGT Safor-PV y CC.OO Safor-PV. Estos realizan una labor destacada en puntos reivindicativos de
efectos sobre los trabajadores de la comarca, buscando las sinergias ente gobierno, patronal y los
propios sindicatos. A parte de su labor propiamente sindical, con máximas reivindicativas de
empleo estable, salarios justos, pensiones dignas y más protección social para el conjunto de los
trabajadores y trabajadoras de La Safor, también colaboran con otras redes institucionales y
empresariales en otras proclamas que tienen como finalidad el fomento del crecimiento
económico y la creación de empleo en la comarca. Así, destacar las reivindicaciones de estos en
inversiones comarcales -con sinergias con la patronal y la administración- como el tren de Gandia
a Dénia, la mejora del puerto de Gandia y la red de infraestructuras de energía eléctrica tan
importantes para el desarrollo y el crecimiento de las empresas del área de La Safor.
También los sindicatos han reiterado juntamente con la patronal empresarial y algunas de
las administraciones de la comarca, su exigencia al Estado por una financiación autonómica justa y
que el Gobierno de la Generalitat Valenciana pueda desarrollar en igualdad de condiciones que
otras autonomías unas mejores políticas de empleo, reindustrialización, mejoras de
infraestructuras y en los servicios públicos que atienden a los ciudadanos de la comarca. Según
fuentes sindicales, “los valencianos aportan el 10% al PIB estatal, y significan el 11% de la
población, y los presupuestos generales del 2017 solamente prevén una inversión del 5% a la
autonomía”. En esta línea, las redes empresariales señalan también el agravio comparativo de que
“un valenciano reciba 119€ por habitante frente a la media española que es de 184€”.
Los actores sindicales también piden, a los poderes públicos y empresariales, un mayor
compromiso en nuestra comarca en sectores económicos relevantes para la economía y el empleo
como son el agroalimentario y el turístico. Los sindicatos indican que, urge en la comarca una
regulación de las subcontrataciones en estos sectores donde la contratación a tiempo parcial y la
temporalidad, también los bajos salarios, son el denominador común que hace desaparecer
paulatinamente al empleo fijo. Los sindicatos comarcales proclaman en línea con sus homólogos a
nivel estatal, una derogación de la reforma laboral. De especial interés destacar también el apoyo
de ambos sindicatos, al Ayuntamiento de Gandia en la petición a la Consellería de Sanidad de que
el hospital viejo de esta ciudad sea reconvertido en un centro comarcal de especialidades y
hospital crónico para enfermos de larga estancia.
55
A pesar de colaboración con otras redes institucionales y empresariales, los agentes
sindicales proclaman mayores puntos de encuentro entre los poderes públicos y empresariales,
actualmente ceñido a propuestas puntuales y esporádicas, y una mayor colaboración en general,
frente a una realidad del mercado laboral en la comarca que todavía refleja desequilibrios muy
acentuados que subrayan que la recuperación económica no está llegando con la misma
intensidad al conjunto de los ciudadanos de la comarca. Por este motivo, se erigen por igual como
voces críticas y de negociación frente a la patronal y los poderes públicos.
Reflejo de lo señalado, es el comunicado3 conjunto intercomarcal que CC.OO Intercomarcal
de la Ribera y Safor, y UGT Intercomarcal de la Ribera, La Safor, la Vall d’Albaida, La Canal de
Navarrés y la Costera, realizaron con objeto del 1 de mayo 2017, indicando que en La Safor, el
desempleo comarcal se situaba en torno al 21,33%, y que a pesar de haberse reducido el número
de desempleados, el número de personas paradas según la EPA comarcal (IV trimestre 2016 era de
18.220, y que el número de personas con empleo en la comarca sitúa en 67.180, esto es, por
debajo de los niveles existentes en 2009, cuando se contabilizaban 71.770 personas ocupadas.
Asimismo, también se indicaba que la mayoría de los contratos realizados en La Safor en 2016
fueron temporales, 5.449 indefinidos frente a los 97.112 contratos temporales. La extrapolación
de la tasa de temporalidad valenciana a La Safor, según fuentes sindicales, significa que el 27,4%
de los trabajadores tendrían una relación laboral temporal. En esta línea, la extrapolación de la
tasa valenciana de parados de larga duración a La Safor implicaría que 10.877 personas en la
comarca sufren un paro de larga duración (superior a un año) y que, de estos, el 75% se
mantienen más de dos años en esta situación.
Para finalizar señalar, la existencia en el área funcional de este tipo de redes socio-
institucionales, con una vinculación más o menos laxa de sus integrantes, aunque destacar que en
general, no hay un compromiso activo en un proyecto común comarcal. Los escasos canales de
comunicación existentes entre estas redes -de marcado carácter puntual-, la generalidad de
objetivos de las mismas y el hecho de haberse “pensado” el territorio como pequeñas unidades,
en lugar de trabajar en clave comarcal, con la finalidad de aunar esfuerzos frente a las
problemáticas y cuestiones comunes, también en materia de empleo, han sido las características
del anterior modelo de desarrollo y no han implicado un compromiso activo en un proyecto
3 Enlace comunicado: http://www.ugt-pv.es/cms/index.php/estructura-intercomarcal/uc-uc-la-ribera-la-safor-la-vall-
d-albaida-la-costera-la-canal-de-navarres/9416-comunicado-conjunto-de-ugt-intercomarcal-de-la-ribera-la-safor-la-vall-d-albaida-la-costera-y-la-canal-de-navarres-y-ccoo-intercomarcal-de-la-ribera-y-la-safor-ante-el-1-de-mayo-de-2017
56
común. Por tanto, lo esfuerzos se han visto dispersados. No obstante, en el área hay un potencial
enorme en cuanto a este tipo de redes socio-institucionales, por tanto, hay que empezar a
alcanzar un nivel de conocimiento de las mismas (especialmente las de carácter social), lo que
quiere decir que todos los actores deben empezar a saber que existen, colaborar con las mismas
en materias de empleo y en otras tantas cuestiones, y utilizaras de forma habitual.
57
PROCESOS DE INNOVACIÓN, EMPRESARIAL Y SOCIAL
En el ámbito de la innovación, la región valenciana arrastra desde hace tiempo una posición
de debilidad en gran parte de los indicadores de innovación si los comparamos con la media
estatal. Estadísticas de la Fundación COTEC (2017), advierten de la lejanía de la región respecto a
otros territorios (País Vasco, Navarra, Cataluña o Madrid) y de la media estatal.
En este sentido, es especialmente revelador la marginalidad de la I+D del tejido empresarial
valenciano, pues representa el 40% del gasto total valenciano en I+D, frente al 53% que el sector
empresarial privado recoge en España. En territorios referentes como podría ser el País Vasco,
este gasto representa el 75,1%. Y en Navarra aproximadamente el 69% (Fundación COTEC, 2017).
El informe anual con datos del 2017 que mide la innovación por países a nivel internacional
realizado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, la escuela de negocios INSEAD y
la universidad de Cornell como fuente, sitúa a España en el puesto 28 en el ranking de países más
innovadores del mundo, y es calificada como un país “innovador moderado”. La Comisión Europea
señala que en aquellos países calificados como de moderada innovación, existen destacables
núcleos regionales de innovación, apuntando al País Vasco.
A escala sectorial, el gasto en innovación en la región valenciana, se focaliza principalmente
en dos sectores de actividad: la industria manufacturera y los servicios. Por lo que atañe al
primero, principalmente en el sector de la alimentación-bebidas, el sector químico y de productos
farmacéuticos, el sector de los plásticos y derivados y el de vehículos de motor y maquinaria. En
referencia al segundo, destacar principalmente el sector de servicios de I+D y el sector del
transporte, almacenamiento, información y comunicaciones (IVE, 2017). La volatilidad del gasto en
I+D de los sectores valencianos y el hecho de la polarización de este gasto en algunos sectores -
como por ejemplo el año 2013 cuando fue el sector de vehículos de motor fue el que lideró este
gasto con gran diferencia respecto al resto-, son la pauta opuesta a la continuidad que el gasto en
innovación requiere para lograr sus frutos a medio y largo plazo.
La innovación social y empresarial todavía es una de las principales asignaturas pendientes
en el territorio. Todavía se refleja una escasa percepción entre el tejido productivo de las
posibilidades de la innovación como herramienta de competitividad. En esta línea, es pieza clave
el hecho de instaurar un comportamiento más innovador las empresas para vencer las
reticencias lógicas de la inversión en innovación pues los resultados no son inmediatos ni
automáticos.
58
El modelo productivo que promulga la nueva economía requiere tiempo, y se debe construir
sobre bases sólidas y alejadas de comportamientos de carácter oportunista y especulativo como el
anterior modelo que desembocó en la crisis iniciada en 2008. Este nuevo modelo requiere de un
crecimiento sostenible, cuyo denominador común sea la combinación del fortalecimiento
empresarial existente con la diversificación y ampliación del tejido productivo hacia actividades
emergentes y con potencial de crecimiento.
El término “nueva economía” no solamente está ligado con sectores emergentes, intensivos
en conocimiento y en tecnología avanzadas entre las cuales destacan las tecnologías de la
información y comunicación. También cabe añadir otras actividades no tan intensivas en
conocimiento relacionadas con el bienestar social o la dependencia. Nos referimos también al
concepto de innovación social, considerada por la Unión Europea un cuasi-concepto que admite a
día de hoy demasiadas definiciones pero que en síntesis alude al proceso de diseñar, desarrollar e
implementar nuevas ideas -productos, servicios y modelos- con la finalidad de cubrir necesidades
sociales.
El Informe Cotec sobre Innovación social (2017), viene a decir que en España no dispone de
una política de innovación social explícita y bien articulada. Y que en donde hay mayor interés es a
nivel provincial y municipal experimentando con políticas conductivas a la innovación. Así, la
popularidad creciente de fórmulas híbridas de iniciativas sociales y empresariales puede ser una
oportunidad para resolver de forma innovadora algunos de nuestros principales retos sociales:
hacer frente a las necesidades inmediatas consecuencia de la crisis y responder a los cambios
estructurales demográficos y tecnológicos en un marco actual de restricción presupuestaria.
Aunque las expectativas son altas, la nueva economía no es ninguna panacea. Las acciones
de los emprendedores tecnológicos y las empresas emergentes tienen una capacidad limitada de
generación de ocupación. No obstante, muestran un camino y permiten avanzar hacia ese nuevo
modelo productivo que posicione a nuestro territorio como un ecosistema innovador. Así, de
acuerdo con March (2015), los términos nueva economía y emprendedurismo van de la mano,
porque las opciones reales de generar una nueva economía se sostiene en parte por nuestra
capacidad para movilizar al mayor número posible de emprendedores. Destacar aquí interesantes
iniciativas como la Asociación Networking Safor, una entidad creada en el área funcional desde la
red social LinkedIn, compuesta por trabajadores, profesionales y directivos con un perfil
multidisciplinar y donde se debaten temas relacionados con la economía, el mundo de la empresa
y las nuevas tecnologías.
59
Si bien en los últimos años en la comarca han surgido nuevas iniciativas de emprendedores
en sectores intensivos en conocimiento y nuevas tecnologías, y especialmente en el marco del
espacio Urbalab o del centro de emprendedores de la UPV, nunca resulta suficiente. Pero a pesar
de los esfuerzos realizados, el reflejo de este tipo de empresas emergentes tecnológicas es escaso
en términos de creación de riqueza y ocupación, y pocas superan su fase inicial o se consolidan.
Así por ejemplo, el porcentaje de ocupación en sectores calificados como de alta tecnología
supone alrededor del 2% en la Comunitat Valenciana y del 3% en España (INE, 2015; IVE, 2015).
Iniciativas como el espacio Urbalab, el centro de emprendedores del Campus de Gandia de
la UPV, el Vivero de empresas de la Cámara de Comercio, las agencias de desarrollo local del
territorio, entre otras, son instrumentos clave que demuestran su utilidad y la idoneidad para
conseguir un nivel de acompañamiento, asesoramiento y red de contactos en la línea de la
innovación. Las administraciones públicas han de ser no solamente pioneras sino esenciales a la
hora de impulsar la innovación, y especialmente la innovación social. El desarrollo de políticas y
programas públicos basados en innovaciones sociales es escaso. Sin embargo, experiencias como
el programa Mindlab4 (unidad intergubernamental danesa que involucra a ciudadanos y
empresas en la creación de nuevas soluciones para la sociedad) entre otras, pueden servir de
referente de éxito en programas públicos basados en innovaciones sociales, a la hora de
encontrar la manera más eficaz y eficiente de dar respuesta y/o solución a los retos sociales.
Aunque en el área funcional de La Safor no se parte de la nada. No es casualidad que la
Estrategia Territorial de la Comunidad Valenciana de la Generalitat Valenciana (2012), propusiera
para el área funcional de La Safor una visión estratégica con el horizonte del 2030 que consiste
en “ser un referente territorial de la modernidad y la innovación en el arco mediterráneo
europeo”. Ciertamente, de forma paulatina, se da un creciente dinamismo del ecosistema de
innovación focalizado fundamentalmente en la capital comarcal. En el territorio, existen
referentes y experiencias innovadoras pioneras en materia de comercio urbano, pues Gandia
atesora el “Premio Nacional de Comercio 2010”. Además Gandia, ha obtenido la distinción
de “Ciudad de la Ciencia y la Innovación 2016” fortalecido con la participación de la Escuela
Superior Politècnica de la UPV, con titulaciones de carácter innovador y con más de 2.000
alumnos.
En esta línea, hay también otros instrumentos que marcan el camino a seguir, tanto desde
el ámbito universitario (programas como la Cátedra de Innovación o el Centro de Emprendedores
4http://mind-lab.dk/en-innovativ-nation/
60
del Campus de Gandia-UPV), como desde la administración, principalmente el citado espacio
Urbalab. En cualquier estrategia de soporte a la innovación, el estímulo a las relaciones de
investigación y el sistema productivo deben ocupar un lugar preferente. En esta área, las
relaciones entre los colectivos científico-investigador y empresarial son precarias y las
transferencias de resultados de las investigaciones han tenido avances pobres. Sin embargo, han
habido experiencias exitosas de empresas comarcales -Dulcesol, Don Hierro, Venasol, Autis
ingenieros, etcétera- que gracias a este clima de colaboración entre una comunidad y otra, han
avanzado en proyectos empresariales futuros de innovación y renovación tecnológica.
Ciertamente, nuestra comarca está poblada por pymes, menos por grandes empresas, y con
escasa presencia de departamentos de I+D. Sin embargo, la gestión de la tecnología y la
innovación se impone como un elemento esencial en la gestión de las empresas, y especialmente,
en las del sector industrial. Por este motivo, resulta capital que al menos sean los directivos de las
empresas -especialmente pymes-, los que asuman mediante la formación (más y más formación),
los conocimientos e instrumentos que ayuden a gestionar la dimensión tecnológica e innovadora
en un entorno cada vez más cambiante y competitivo.
Un modelo económico nuevo de la denominada y poco conocida nueva economía no será
posible sin un cambio de mentalidad de todos los agentes del territorio. Si el objetivo prioritario es
lograr niveles más altos de productividad y de valor añadido a los productos y servicios, cabrá
extender comportamientos proactivos entre las empresas existentes, de investigación de nuevos
mercados y oportunidades nuevas, y hacer prevalecer comportamientos nuevos, que han sido
poco valorados hasta el momento, como son la cooperación, la proactividad, la sostenibilidad del
entorno y el hecho de crear sinergias y cadenas de valor.
En La Safor, se coopera poco entre las empresas. Y menos entre empresas de la misma rama.
Así lo indican los actores y expertos consultados. Con este ecosistema, es difícil que puedan surgir
grupos empresariales nacidos de pymes con vocación y capacidad de liderar los nuevos sectores
de la sociedad del conocimiento. Cualquiera que sea ese nuevo modelo debe partir de lo que
sabemos hacer bien y donde descansa la fortaleza de nuestra capacidad productiva, es decir, de la
apuesta firme por renovar nuestros sectores tradicionales -“no podemos ser lo que no somos ni
empezar de cero”, como apuntan los actores consultados- y crecer en sectores emergentes.
Si bien la administración es un agente importante a la hora de incidir en la disposición y los
comportamientos de los agentes privados -empresas y emprendedores- y concienciarlos en
comportamientos más proactivos y de adaptación a los cambios, mediante los beneficios de
61
innovar y los riesgos de no hacerlo, subrayar que los agentes que han de hacer posible el cambio
gradual del modelo productivo son las empresas privadas.
62
III.- ANÁLISIS LABORAL. ANÁLISIS DEL DIAGNÓSTICO TERRITORIAL CON PERSPECTIVA
LABORAL: VARIABLES E INDICADORES
ÁMBITO GEOGRÁFICO SIGNIFICATIVO (LOS MERCADOS LABORALES TERRITORIALES) Y
ESTRUCTURA INTERNA DEL ÁREA OBJETO DEL ESTUDIO
La Safor constituye un área económica relativamente grande y heterogénea que se
caracteriza por la dispersión del tejido económico empresarial. La evolución del panorama
empresarial responde de manera diferencial a dos vertientes contrapuestas a lo largo del territorio
comarcal:
- Por un lado, debido a la distancia con las capitales de provincia, Valencia y Alicante,
algunos de sus municipios han desarrollado un fuerte entramado de servicios
empresariales, financieros y administrativos. Estos servicios se descentralizan
fundamentalmente en las 3 poblaciones de referencia -Gandia, Oliva y Tavernes de la
Valldigna-, las cuales abastecen a una amplia red de empresas y han sido las mayores
receptoras de movimientos migratorios con todas las implicaciones sociales que esto
comporta. La Safor es una comarca terciaria. La reducción progresiva del número de
grandes empresas en las últimas décadas ha provocado un proceso de atomización
económica en micropymes especializadas.
- Por otro lado, toda una serie de municipios limítrofes a los anteriores, que se han venido
perfilando más como municipios dormitorio y de zonas residenciales, todo y que algunos
de estos aglutinan una notable actividad en el sector primario y secundario gracias en
parte a la dinámica expansiva de los años previos a la crisis.
CARACTERIZACIÓN DE LA POBLACIÓN RESIDENTE EN RELACIÓN AL EMPLEO
La Safor es esencialmente una comarca terciaria. Este sector aglutina la mayor parte del
total de la ocupación. Un sector que adquiere intensidad a partir de los años sesenta y se refuerza
con el fenómeno turístico costero en los años setenta, siendo Gandia la máxima beneficiaria
(Roselló y Bañuls, 1986). La agricultura, que en los años sesenta ocupaba a más de la mitad de la
población activa, actualmente es la que menos ocupados registra, lo que refleja la pérdida de peso
63
del sector agrario en la comarca. La industria es el segundo sector en ocupación en las ciudades de
mayor tamaño seguida de la construcción. Las ciudades de Gandia, Oliva y Tavernes, y
especialmente la primera, acaparan el grueso de la actividad comercial y turística de la comarca.
4,517,73
6,59
81,18
Agricultura
Indústria
Construcció
Serveis
Figura 14. Ocupados por sector de actividad en La Safor -30/7/2017. Fuente: IVE, 1er y 2º trimestre, 2017.
Por lo que se refiere a los datos de evolución de la ocupación del SERVEF durante el período
2011-2017, estos nos muestran en general que los contratos de la construcción se han reducido a
la mitad, que los de la agricultura y la industria aunque han aumentado tibiamente y, que el sector
donde más crecen las contrataciones es el de servicios, aunque con significativas oscilaciones
temporales debido al turismo. Las contrataciones recientes, según sectores de actividad, vienen a
corroborar lo anterior, especialmente la caída del sector de la construcción y el tono débil de la
contratación industrial.
Tabla 5. Contrataciones registradas por sectores productivos -30/7/2017 (%). Fuente: PEGV, Argos, 2017
Según datos del mes de julio de 2017 del SERVEF, el paro registrado en la comarca se situaba
en 13.703 personas. Los datos anuales indican que en ese mes, la comarca tiene 1.450 parados
64
menos que en el 2016. El número de desempleados en la comarca se cifra actualmente en 13.703
personas, lejos de la cifra de 7.936 desempleados que tenía la comarca en el año 2008, inicio de la
crisis.
Por lo que se refiere a la contratación, se han registrado 8.640 contratos, un total de 165
contratos menos que en el año 2016. El descenso interanual ha sido del 1,87%. Por sexo, las
contrataciones han sido de 3.677 a mujeres y de 4.963 a hombres, un 42,5% y un 57,4%
respectivamente. La contratación temporal ha significado el 95,82% de los contratos celebrados y
la indefinida el 4,18%. Independientemente de la modalidad de contratación -indefinida o
temporal-, un 61,7% de estos contratos han sido a jornada completa y el resto, un 38,3%, a tiempo
parcial. El número de contratos -y el índice de rotación contractual (número contrato/personas)-
es importante debido también a que la mayoría son temporales.
Por edades, el paro se ceba especialmente en los mayores de 44 años, un 50% del paro total
registrado en la comarca. Le siguen las edades comprendidas entre los 25 y 44 años, con un paro
registrado del 42%. Los menores de 25 años indican un paro registrado del 7,9%. Por género, las
mujeres tienen una cifra de paro registrado superior a la de los hombres, un 56,7% y un 43,3%,
respectivamente. La tasa de paro registrado en la comarca se cifra en 12,05 % (Servef, julio de
2017). No obstante, fuentes sindicales apuntan que con los datos provenientes de la Encuesta de
Población Activa esta cifra aumenta hasta situarse alrededor del 19%. Y otro hecho destacable, la
protección de las personas sin empleo se ha ido reduciendo en estos años, debido al
desmantelamiento del sistema de protección por desempleo: la tasa de cobertura, se sitúa en un
45’96 %, es decir más de la mitad de las personas sin empleo no cobran ningún tipo de prestación.
Un hecho que, unido a la persistencia del paro de larga duración y al efecto desánimo por un
descenso de la población activa en paro que pasa a la inactividad, constituyen situaciones que
incrementan el riesgo de pobreza y de exclusión social entre los hogares (UGT-PV Safor, 2017).
El paro registrado (figura 15) es más penetrante en los principales municipios de la costa, y
en la capital del área, si bien según las estadísticas son también los que tienen mayor índice de
rotación contractual. En gran parte debido a que se trata de un área terciaria, con contrataciones
temporales oscilantes debidas al turismo o las campañas agrícolas.
65
Figura 15. Paro registrado La Safor. Fuente: Servef, 2017.
Si bien ha aumentado la afiliación a la Seguridad Social ésta se ve empañada por la excesiva
rotación contractual de los trabajadores y trabajadoras, y por el binomio de un mercado laboral
que sigue enquistado en la temporalidad y en la contratación a tiempo parcial. Y salarios bajos.
Esto traduce un escenario de mayor precariedad laboral y de calidad en el empleo. Destacar que
de continuar con este presente laboral, ello afectará a las carreras de cotización y en
consecuencia, a las prestaciones por desempleo y pensiones futuras; y el consecuente desgaste
del estado de bienestar.
Por lo que atañe a la afiliación a la seguridad social, en general, la tasa de afiliación a la
seguridad social es baja (tabla 6). En la comarca, esta tasa es menor que los datos presentados a
nivel provincial y a los del resto de la CV. La tabla, también nos muestra la importancia de los
trabajadores autónomos en la zona, situándose en 5 puntos porcentuales más a los datos
presentados por la provincia y la CV. Es significativo destacar la cifra de un 4,4% de afiliación
agraria, que duplica la media provincial y de la CV.
66
30/06/2017 Comarca Província Comunitat
Total d'afiliats 48.466 916.854 1.766.092
Taxa d'afiliació 42,6 54,89 54,5
Règim General 70,44 76,31 75,99
Règim General. Sistema Especial Llar 1,77 2,11 1,87
Règim General. Sistema Especial Agrari 4,41 2,22 2,36
Règim Especial. Treballadors Autònoms 23,03 19,05 19,4
Règim Especial. Mar 0,28 0,32 0,38
Tabla 6. Afiliados a la Seguridad Social. Fuente: Portal Estadístico Generalitat Valenciana, Argos, 2017.
El indicador de la renta familiar, como señalábamos anteriormente, nos muestra un
escenario de progresivo empobrecimiento de La Safor. La contratación temporal y a tiempo
parcial, y la primacía de sectores donde tradicionalmente se acumulan salarios bajos, vienen a ser
algunos de los factores que explican este hecho. La renta per cápita de La Safor, en el período de
2010 a 2013, se ha reducido en 630 euros. Una caída muy importante que indica cómo la crisis y
las reformas laborales acontecidas han castigado a las economías familiares.
67
EL SISTEMA PRODUCTIVO LOCAL Y LOS PUESTOS DE TRABAJO EN EL TERRITORIO
Actualmente, el predominio del sector servicios es evidente. El papel del sector industrial
aunque mantiene una diversidad productiva interesante, ha visto reducido, al igual que el sector
de la construcción, su peso en el conjunto de la comarca. Estos se han venido situando en
municipios contiguos a la capital comarcal y también en municipios del interior de la comarca. El
tejido empresarial comarcal lo conforman 10.687 micropymes, pequeñas y medianas empresas.
Total Industria ConstrucciónServicios
(total)
Ador 81 5 16 60
Alfauir 17 - - -
Almiserà 11 - - -
Almoines 172 12 28 132
Alqueria C. 98 7 13 78
Barx 81 8 17 56
Bellreguard 265 18 50 197
Beniarjó 135 10 14 111
Benifairó de la Valldigna 82 6 9 67
Beniflá 41 - - -
Benirredrà 114 4 15 95
C. de la Conquesta 7 - - -
Daimús 234 17 41 176
Font d'En Carròs, la 197 10 56 131
Gandia 4.885 148 598 4.139
Guardamar de la Safor 25 - - -
Xeraco 334 21 58 255
Xeresa 131 7 16 108
Llocnou de Sant Jeroni 36 - - -
Miramar 146 6 17 123
Oliva 1.491 76 223 1.192
Palma de Gandía 98 11 25 62
Palmera 87 - - -
Piles 177 14 30 133
Potries 57 11 10 36
Rafelcofer 81 4 21 56
Real de Gandia, el 242 24 31 187
Rótova 72 8 15 49
Simat de la Valldigna 159 6 22 131
Tavernes de la Valldigna 887 49 130 708
Villalonga 244 21 36 187
La Safor 10687 503 1491 8469
Tabla 7. Número de empresas según actividad principal. Fuente: INE (2017) i Elaboración propia. Sólo se ofrece información de detalle para
municipios de más de 1.000 habitantes. Adicionalmente, no se facilita información para aquellas celdas con menos de 4 empresas.
68
Atendiendo a la distribución comarcal del número de empresas por sectores se deducen una
serie de cuestiones, a parte del hecho evidente de la terciarización de la comarca. La primera, la
importancia de Gandia como centro comarcal. Sobre todo por lo que atañe a las actividades de
servicios, y especialmente, en hostelería, comercio y transporte.
En segundo lugar, el municipio de Oliva se consolida como el segundo de los núcleos de la
comarca. Y Tavernes de la Valldigna, como el tercero, si bien, esta población padece
especialmente la crisis del sector industrial, hace años potente gracias a la industria del mueble.
En tercer lugar, la existencia de un mercado de trabajo y de intercambios económicos intensos a
escala intracomarcal.
En cuarto lugar, observamos el papel secundario que juega la industria en el conjunto del
territorio. La diseminación a lo largo del territorio de las empresas industriales, focalizada
fundamentalmente entre los pueblos de la huerta de Gandia y los pueblos del Vernissa.
Finalmente, el carácter mixto de la mayoría de los polígonos industriales de la comarca, con una
combinación de actividades industriales, comerciales y de servicios.
El sistema productivo comarcal
La Safor, se caracteriza por un sistema productivo diversificado. No obstante, la industria de
la comarca está mayormente centrada en productos de demanda final. Escasamente en productos
intermedios o semi-transformados. Esta especialidad en productos de demanda final, unida a la
importación de las materias primeras y a la carencia de canales de distribución propia, hace que el
nivel de vertebración inter-industrial sea bastante bajo (Novell, 2015). Todo y la importancia de la
industria para la comarca, esta juega un papel secundario en su conjunto. Aunque ésta, siempre
ha tenido una importante función equilibradora tanto productiva como social.
Pero, la crisis ha supuesto un significativo impacto para la economía y la sociedad saforense
en su conjunto. También para el conjunto del territorio valenciano. Ciertamente, el derrumbe
industrial en la Comunitat Valenciana ha sido bastante significado durante la crisis. Durante el
periodo 2008-2013, el índice de producción industrial valenciano retrocedió un 28%, según datos
de Funcas (2014), registrando el PIB valenciano una caída acumulada del 9%. La mayor con
diferencia del resto de autonomías del Estado.
Los avisos de pérdida de músculo industrial en la comarca ya venían produciéndose antes
incluso del año 2008. Así, en el área, los tres núcleos poblacionales más importantes, presentaban
69
una variación de actividades industriales5 en cuanto al periodo 2007-2013 que se venía cifrando en
negativo: un -15,5% en Gandia, un - 24,8% en Tavernes de la Valldigna y un - 22,2% en Oliva.
Exceptuando los municipios de l'Alqueria de la Comtessa y de Villalonga, el resto de municipios de
la comarca cifraban su actividad industrial en negativo.
Además, y según los datos disponibles del Informe de Magnitudes Industriales del Instituto
Valenciano de Estadística (IVE), en el periodo 2008-2013, la industria comarcal redujo
significativamente su negocio. Una reducción cifrada en 367 millones de euros en volumen de
negocio anual. El efecto colateral fue la destrucción de casi 3.600 puestos de trabajo; un 44%
menos de trabajadores que los que tenía este sector en 2008.
Estos datos traducen, un desplome industrial sin parangón. Como consecuencia de esto, la
comarca ha perdido peso en el conjunto de la inversión industrial de la economía valenciana.
Respecto a las Comarcas Centrales Valencianas, la cosa tampoco pinta bien. Así pues, la comarca
está en la cola tanto en volumen de inversión como en empresas. La comarca presenta un
bastimento industrial no demasiado importante, tanto en número de empresas como en volumen
de inversión. Se trata de empresas industriales que están muy diseminadas en el territorio. La
inversión industrial no llega al 25% del total de la inversión.
Solamente algunas empresas comarcales importantes, las de los subsectores de la
alimentación, la química y los servicios avanzados -especialmente aquellas que trabajan
aplicaciones diversas de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones-,
mantienen unos niveles de inversión aceptables y un esfuerzo constante hacia los mercados
exteriores. Destacamos aquí, la pérdida de músculo comarcal de la industria del mueble. Muy
importante y potente hace años en la comarca. Si bien esto es un rasgo general al conjunto, la
crisis económica y la bajada de esta industria especialmente en Tavernes de la Valldigna ha sido
bastante significativa.
En este sentido señala Novell (2015), que la vocación que se ha tenido respecto al “ladrillo” -
desde el sector público y el privado-, la carencia de políticas reales de modernización y de
inversión en I+D, y la relación Euro-Dólar, que ha perjudicado significativamente a las
exportaciones, son todas cuestiones que explican el porqué, en estos últimos años, los sectores
industriales de las pymes tuvieran dificultades. Así pues, parece que, la industria ha perdido
aquella función equilibradora tanto productiva como social que tenía.
5 Anuario Económico La Caixa (2014)
70
Sin embargo, cabe destacar, en el sector industrial, tres subsectores importantes y
potenciales en la comarca, antes señalados: el subsector de la alimentación –tanto los de
fabricación de productos alimentarios como los de comercialización-, el subsector de las nuevas
tecnologías de la información y comunicación, y por último, el subsector químico, vinculado a la
sanidad, higiene y limpieza.
En el sector alimentario y agroalimentario como empresas destacadas de la comarca
encontramos: en Gandia, Productos Dulcesol, Industrial Quesera Cuquerella; en Oliva, Arcesa,
Carns Oliva, Cañamás, King Regal, Plasfesa, Distral Trading y Refresco Iberia; en Bellreguard,
Pellialiments; en Xeresa, Guillem Export y Fruxeresa; en Tavernes de la Valldigna, Quid pro quo
fruits; en Benifairó de la Valldigna, Bollo International Fruits y Frutas Tono; en Xeraco, Jovimer; en
l’Alqueria de la Comtessa, Frutas Gragon; en Rafelcofer, Sencotel; en Villalonga, Dulcesa; en Piles,
Exportaciones Ciscar, Exportaciones Aranda, Filósofo; en Miramar, F. Muñoz y asociados; en
Beniflà, Vicente Giner; en Daimús, Germans Fuster; en Palmera, Aperimax, y en Barx, Joyen Export.
En el sector químico destacan: en Ador, Betelgeux; en Daimús, Disarp, CTL; en Palmera,
Grupo Pedro Llobell; en Potries, Electroquímica del Serpis-Citrosol, y en Gandia, Agro Artés. En el
sector de las nuevas tecnologías: en Gandia, Azimut, Autis ingenieros, Tesi, ODEC, Aura Portal y en
Beniarjó, Tecatel. El resto de empresas importantes de la comarca pertenecen a sectores diversos,
entre los que destacan las empresas de transporte, Grupo Llácer y Navarro, Gandia Motors, Moll
motors, Loditrans, Scania, Transportes Internacionales Hermanos Rodriguez , Peisa, Coop.
Transporte Oliva y Transrocamar; las empresas de envases, Plasfesa, Cartonajes Unión y Envases
Antonio Grau; las empresas de construcción, Coprusa, Construcciones Just, Edificaciones Castelló y
Mármol Compac. Otras empresas importantes de sectores diversos son: Cafemax, Crem
internacional, Hidalgos Group, Don Algodón, Hotel Bairén, Mandriladora Alpesa, Don Hierro,
Media Markt, Textiles Vilber, Tableprint Internacional, Basor Electric, Smattex y Home Store.
Es importante poner de relieve la desaparición de un subsector importante como el del
mueble, no hace tantos años un sector importante en la comarca. Industrias como Tableros Faus,
Persianas Chova, Carpema, Tabervall y Giner, han desaparecido o han quedado reducidas de
forma substancial.
Todo y que durante la última década La Safor ha continuado generando suelo industrial (si
bien, con el riego más que probable de acabar convirtiéndose en espacios comerciales y de ocio
como ha venido ocurriendo por ejemplo, en la ciudad de Gandia), la inversión en este sector ha
ido en retroceso, incluso en períodos de reactivación económica. La Safor ha perdido empresas y
71
volumen de inversión de carácter industrial. Solamente empresas asentadas en el mercado,
referentes a los subsectores anteriores, han mantenido unos niveles aceptables y esfuerzos hacia
los mercados exteriores. A pesar del abandono de las políticas industriales. El peso del sector
industrial de la comarca ha retrocedido (tabla 8), y con ello también, ha habido consecuentemente
una pérdida de cultura industrial.
Tabla 8. Número de empresas por sectores y actividades. Fuente: PEGV. Banc de Dades Territorial, DIRCE y elaboración propia
Sin embargo, tengamos en cuenta que la industria y el sector de servicios avanzados -que va
aparejado-, son los que aportan los trabajos más calificados, los salarios más altos, las
innovaciones y los avances tecnológicos, las mejoras en muchos de los procesos productivos, entre
otras cuestiones. Además, el sector industrial facilita la diversificación económica que da
estabilidad social en momentos de crisis económica.
Quizás por este hecho, y porque la relación de crecimiento económico e industria se nos
hace más clara, es por lo que la Unión Europea plantea la reindustrialización europea como uno de
los ejes prioritarios. Ahora bien, actualmente, nos tenemos que situar en un contexto nuevo y
diferente del cual tuvo la industria valenciana, y comarcal, hasta finales del siglo XX. Esta “nueva”
industrialización nada tendrá que ver con la realidad productiva industrial de los últimos tiempos.
El camino de esta reindustrialización pasa por sistemas que integran la industria con la
investigación y la tecnología (Lluch, 2011); el hecho de insertar dentro de las formas de producción
y los productos, los nuevos conocimientos, la ciencia y la innovación.
La construcción y el binomio construcción-turismo, fueron, en los últimos años y hasta el
estallido de la crisis, el más importante motor económico. Esto ha generado serias dudas sobre la
72
sostenibilidad de la economía saforense. Pues el volumen de negocio generado por estas
actividades, ha inhibido cualquier posible desarrollo. Y cerrado las perspectivas de futuro de los
sectores tradicionales -las inversiones iban lógicamente a otras actividades-. Y esto
consecuentemente también, en detrimento de la industria y de los servicios avanzados.
No obstante, el sector de la construcción y la promoción inmobiliaria son actividades
económicas importantes para la comarca. Pero han sido sectores notablemente
sobredimensionados. Así, inducidos por visiones de corto plazo de la actividad económica, han
sido también algunos empresarios industriales los que seducidos por las expectativas de
importantes ganancias y de beneficios a corto plazo renunciaron a mantener sus actividades
“industriales” basadas en una economía productiva a una economía de la especulación (Ybarra,
2014). La construcción y especialmente, la actividad inmobiliaria vinculada al turismo costero -que
no turismo-, fueron los monocultivos de aquellos últimos años.
Como resultado del modelo económico imperante en las últimas décadas, se ha malmetido
considerablemente la diversificación económica que da estabilidad social en momentos de crisis, y
consecuentemente, la mejora de la formación de los recursos humanos, que el capital fluirá hacia
otros sectores estratégicos como los servicios avanzados a la empresa, el medioambiente o las
energías alternativas, la innovación, la obertura a mercados exteriores, la producción cultural, y en
definitiva, ha habido una ausencia de planificación económica y de capacidad de respuesta a las
estrategias del territorio. Así mismo, como colofón a un contexto que requiere de la planificación
comarcal que emprenda un modelo propio y equilibrado de desarrollo, en el que tienen que tener
cabida y espacio al resto de sectores productivos, se produjo una escisión de la Valldigna de la
Mancomunidad de Municipios de La Safor, y consecuentemente, una progresiva pérdida del peso
de la misma. Agravada más aún, con el abandono de la Mancomunidad por parte de la capital
comarcal, Gandia.
Turismo
El turismo, con toda la actividad económica que lleva aparejada, es ciertamente uno de los
pilares tradicionales de la economía de la comarca. La ciudad de Gandia, seguida de Oliva,
Tavernes de la Valldigna y, en menor medida, por Xeraco, Miramar, Piles y Daimús, representan el
exponente típico de municipios turísticos orientados al consumo nacional. Alrededor del turismo
73
se ha estructurado un tejido económico característico que, a pesar de su estacionalidad, confiere
una importante fuente de ingresos sin la cual no es posible entender el desarrollo de la comarca.
Aunque el sector turístico ha mantenido un crecimiento constante, ahora comienza a
mostrar los síntomas de cuáles son sus límites. A pesar de muchos años de esfuerzos en el
territorio valenciano para impulsar la diversificación territorial y funcional del modelo turístico,
hoy por hoy, continúa habiendo una oferta poco diversificada y dependiente del producto sol y
playa. Sobre todo, en los destinos de costa litoral citados del área y que más turistas y visitantes
arrastran.
El aprovechamiento de otro tipo de activos (patrimonio paisajístico y cultural), se
encuentran todavía en una fase emergente, todo y su potencial (cultura, naturaleza, deporte,
gastronomía, etcétera). Otros activos potenciales, como por ejemplo el turismo rural y las
modalidades que se enmarcan bajo el concepto de turismo urbano, tienen problemas en cuanto a
su proceso de consolidación. Como dice Novell (2015), el turismo comarcal nunca ha estado una
industria autóctona y se ha visto excesivamente condicionado por los intereses de los sectores
directamente relacionados, especialmente la construcción de vivienda de uso secundario ha
centrado las principales iniciativas asociadas al turismo en la última década. Ello ha creado un
exceso de suelo residencial, con una inadecuada ordenación del territorio y del urbanismo,
transformando el paisaje.
En la comarca, y por extensión en el territorio valenciano, partimos de una serie de
problemáticas que conforman el contexto general de nuestro modelo turístico. El debate sobre
estas problemáticas todavía está dormido, y aunque estas son conocidas, se debían de poner
encima de la mesa y tratar proactivamente más pronto que tarde. Destacamos tres problemáticas
claramente identificadas en este debate.
La primera, hace referencia al modelo residencial propio del desarrollo turístico valenciano y
al significativo peso de alojamiento no reglado. Si bien el sector se ha mantenido gracias a la
fidelidad de los propietarios de viviendas -apartamentos-, empieza a mostrar síntomas de cuáles
son sus límites (Novell, 2015). Las interpretaciones que se hacen sobre este hecho son distintas
según sean los actores afectados. Para los más críticos, las consecuencias socioeconómicas
principales de este hecho son, que al tratarse de viviendas de potencial uso turístico, generan una
menor renta y capacidad de generar ocupación a diferencia de la oferta reglada. Así, si se decide,
que el turismo actúe frente este hecho como una industria, no hacen falta más normativas. Sólo
hay que hacer cumplir el actual. Para otros, en cambio, sencillamente, es un no debate o está
74
amortecido, y más cerca del laissez-faire (dejar hacer). Para poder hacer viable un modelo turístico
que actúe como una industria propiamente autóctona, habrá que atender y superar este debate (y
que va más allá de la escala local y comarcal).
A raíz de lo anterior, la segunda problemática, hace referencia a los impactos sobre la misma
actividad turística. Es decir, la competencia que se genera frente a la oferta reglada y sus canales
de comercialización, así como el menor gasto del turista en el destino turístico, como principales.
La tercera cuestión, más reciente e innovadora, tiene que ver con la incipiente llegada de nuevos
operadores en el mercado turístico abrigados en el paradigma de la economía colaborativa y que
utilizan sus propios canales -plataformas- de intercambio. Y que también tiene actualmente como
asignatura pendiente -cuestión que sobrepasa la escala comarcal-, el reto de la regulación.
En la comarca, muchos de los esfuerzos realizados en general en el sector turístico, se han
centrado más en la promoción convencional que en la estructuración y desarrollo de auténticos
productos y en sus posibles líneas de comercialización. Ciertamente, la omnipresente tecnología y
el avance imparable de las tecnologías de la información y comunicación pueden ser buenos
aliados en este menester. Refiriéndonos a estos aspectos, hay que destacar que el recorrido
todavía es amplio.
Desde la óptica del espacio geográfico es un hecho constatado la concentración de la
actividad turística especialmente en nuestro litoral. Y especialmente, y en este orden, en Gandia,
Oliva, Tavernes de la Valldigna y el resto de municipios de las playas del sur. Ciertamente, en las
tres primeras localidades, es donde se registran los mayores valores en indicadores turísticos
(oferta de alojamiento, pernoctaciones, etc.) y en los cuales se centralizan las infraestructuras y
servicios. Así como, el número más grande de actividades vinculadas por ejemplo con la hostelería
y el comercio. Estos municipios del litoral, a veces triplican en número su población durante los
meses de verano. En consecuencia, se perciben problemas acontecidos por la congestión,
contaminación (acústica y medioambiental) y movilidad. Así pues, esto acontece una creciente
presión antrópica sobre el territorio. Esta juega en contra y va en detrimento del futuro del
turismo.
Además, hay una constatada polarización acumulativa del litoral que genera desequilibrios
crecientes en el modelo territorial comarcal. Cuestión esta que también ocurre en la región.
También habría que destacar, la escasa articulación de productos en nuestra comarca entre el
litoral y el interior, y que viene provocada en parte, por la deficiente accesibilidad y un bajo grado
de gestión coordinada y de visión integral del turismo. Hoy por hoy, es una carencia el hecho de no
75
articular como es debida la comarca. Concretamente, es prioritaria la gestión eficiente y
coordinada del transporte público comarcal. En los últimos años, ha habido un abandono de las
políticas de articulación territorial. Y que son tan necesarias para coser -entre otras cuestiones-, el
entramado comarcal para una mayor vertebración y cohesión del territorio.
Por tanto, es significativa la ausencia de una visión integral en las cuestiones relacionadas
con la gestión turística. Aunque también en general lo es de esta actividad con el resto de sectores
productivos y que son afectos: comercio, patrimonio cultural y natural, urbanismo, ocio y
servicios. Al sector turístico le hace falta una revitalización de los destinos tradicionales y en
consecuencia, de la estructuración de nuevos productos.
Así, en La Safor, más allá de mantener y de mejorar la oferta de sol y playa, habrá que
modificar y calificar la oferta actual existente. No partimos de la nada y la base no es mala. Se
cuenta con una diversidad patrimonial y natural importante, y con una estructura de pequeñas y
medianas empresas turísticas y de vertientes de afectación complementarias que junto con las
notables infraestructuras en salud y deportivas existentes pueden ser una buena oportunidad para
llevar todo esto a término. Así, el hecho de garantizar y salvaguardar nuestro patrimonio, la
mejora de algunas infraestructuras y la combinación de esfuerzos de cooperación intermunicipal y
también del sector empresarial, y hacer de estos para convertirlos en parte de la experiencia
turística, puede ser un cóctel, que bien combinando, puede abrir nuevas oportunidades. Es pues
una cuestión necesaria que tiene que amalgamarse. Y esto puede servir tanto a escala local como
a escala comarcal.
Con todo, la gestión pública se caracteriza por un déficit de cooperación intermunicipal, así
como una cierta descoordinación entre administraciones en iniciativas y actuaciones con
incidencia turística. Consustancialmente a este hecho, la cooperación en cuanto a la escala
supramunicipal es prácticamente inexistente (promoción conjunta, creación de nuevos productos,
creación de una marca, estrategias de complementariedad, etcétera). No hay una oferta
complementaria ampliada ni sostenida y arraigada en el hecho comarcal. A lo anterior, hay que
añadir un sector privado que suele mostrar poca iniciativa -y/o intermitencia- a la hora de
coordinar actuaciones e iniciativas de puesta en valor del patrimonio. Sorprende, pues, la escasa
cooperación público-privada, muy lejos de los principios marcados por la gobernanza.
Comercio
76
En la comarca, si analizamos otros sectores productivos afectos al turismo, destacar por su
importancia al sector comercial. Evidentemente, el peso de los diferentes municipios del área en
el sector es y ha de ser diferente. Gandia es la gran potencia comercial supracomarcal,
especialmente en comercio, hostelería y otros servicios, mientras que muchos municipios de La
Safor habrán de mantener un comercio básico de proximidad. Otros municipios como Oliva, tiene
muchas posibilidades de incrementar el peso comercial en un ámbito superior al municipal.
Pero en el área funcional, el comercio de proximidad, en su formato tradicional, ha venido
reduciendo su participación en el conjunto del mercado. El comercio minorista (detallista) se
enfrenta a desafíos muy diversos, y a todos los niveles. La crisis económica, la caída del consumo,
la carencia de innovación y profesionalización del sector, los retos tecnológicos y patrones de
consumo cambiantes. Así como a la irrupción de las grandes superficies comerciales. Algunos de
estos desafíos ya quedaban reflejados en el Libro Verde del Comercio elaborado en 1996 por la
Comisión de las Comunidades Europeas.
Los últimos datos disponibles6 en lo concerniente al comercio minorista, ya advertían en el
área de La Safor datos nada halagüeños en cuanto al aminoramiento de este tipo de comercio. La
variación de actividades comerciales minoristas en la comarca desde el año 2007 hasta 2012, ya
venía cifrándose en negativo: -24,3%. El comercio comarcal se concentra sobre todo en la ciudad
de Gandia, donde representa el 58,5% del total de la comarca; 1.749 actividades comerciales
detallistas. La capital comarcal, desde el año 2007, en el mismo periodo, había perdido en torno al
13% de actividades minoristas. Para el resto de municipios de la comarca, las cifras tampoco eran
buenas. En cuanto a la pérdida de músculo de comercio tradicional, destacar que las variaciones
de actividades minoristas en el segundo núcleo poblacional más importante del área, el municipio
de Oliva, estaba a 7 puntos -y en negativo- por encima de la media provincial y de la región.
Tavernes de la Valldigna se encontraba a más de 19 puntos de la media de la provincia y de la
Comunitat.
La comarca durante el periodo señalado perdió 957 actividades comerciales minoristas. De
3.946 actividades comerciales minoristas en 2007, se pasó a 2.989 actividades. Ello traduce una
pérdida muy significativa del comercio minorista local del área. En La Safor, el sector de los
servicios es el que registra el mayor número de contrataciones, aunque con importantes
oscilaciones temporales debidas al turismo. Sin embargo, también es el que más demandas de
parados registra.
6Anuario Socioeconómico de La Caixa, 2014. Elaboración propia.
77
Destacar que, en el período considerado, Gandia había perdido -como decíamos- casi un
14% de empresas de comercio al por menor. Esta pérdida de comercios, situaba a Gandia a niveles
similares a los del año 2003, donde la cifra era de 1.734 comercios detallistas. Peores datos se
localizaban en Oliva y en Tavernes de la Valldigna, donde en números absolutos perdieron, 232 y
246 actividades comerciales minoristas respectivamente. Se perdió una cuarta parte del comercio
minorista en el conjunto de La Safor
Contrariamente, en La Safor, y centrándonos en Gandia, el aumento de superficie comercial
-grandes superficies y centros comerciales- ha sido espectacular en cuanto a los últimos diez años.
Se ha pasado de los 23.502 m² de superficie comercial en el año 2002 hasta llegar actualmente a
los 78.955 m² de superficie comercial. En Gandia encontramos el 100% de los centros comerciales
de la comarca -pero no todas las grandes superficies-. Hay localizados 4 centros comerciales que
ocupan una superficie de 78.955 m².
Con todo, hay que destacar sobre el resto de municipios de La Safor, la frenada que ha
experimentado la ciudad de Gandia en el crecimiento constante que llevaba antes de 2007 de
comercio minorista en toda la diversidad de formatos y tipología de producto. Una cuestión
ciertamente preocupante, en una ciudad que con una importante área de influencia
supracomarcal -de influencia directa o compartida con municipios de La Safor, pueblos de la Vall
d'Albaida y también de la Marina Alta-, y que ha acontecido el centro comercial de las Comarcas
Centrales Valencianas. En el Plan de Acción Comercial (Pateco, 2010), se señalaba que el área de
influencia de Gandia la componían 82 municipios con un total redondeando de más de 360.000
habitantes. En cuanto al resto de los municipios de La Safor con mayor número de población,
concretamente Oliva y Tavernes de la Valldigna, les ocurría lo mismo. Los pueblos más pequeños,
en general, mostraban también un significativo decaimiento del comercio minorista. En municipios
pequeños estos formatos cumplen una función también social, a favor de colectivos, gente mayor
y sin vehículo. Y más teniendo en cuenta el déficit del transporte comarcal público.
Las señales de aviso de pérdida de comercio minorista en el conjunto de la comarca, venían
a producirse ya en 2007. Es decir, antes de la crisis económica que se inicia en 2008, aunque es un
hecho evidente que se agrava con ésta. Sin embargo, la crisis económica no es el único factor que
explica la minoración gradual del mapa comercial comarcal. Como decíamos anteriormente, se
aúnan muchos factores.
Es por ello, que frente a la realidad advertida de esta pérdida gradual del comercio
minorista, sería conveniente el disponer de datos más actuales que profundizaran en el análisis del
78
sector en el entramado comarcal. La presión de las grandes superficies y centros comerciales
sobre el comercio de proximidad de municipios próximos al área de influencia de Gandia que
desarticulan y sustituyen la oferta del comercio local de la propia capital comarcal y algunos
municipios del área de influencia.
Sería conveniente analizar con rigurosidad la conveniencia o no de permitir una mayor
proliferación de grandes formatos comerciales -Centros Comerciales Cerrados- en el territorio. En
este sentido, no se puede seguir actuando de forma arbitraria y sin una planificación que no tenga
en cuenta el hecho territorial y todas las singularidades. Quizás lo más razonable sería revisar la
idoneidad del modelo de distribución comercial futuro, que busque la compatibilidad. Sobre todo,
después de una política generalizada a todas las escalas que ha sido altamente permisiva en la
proliferación de grandes formatos comerciales en aquellas localidades de mayor tamaño y sin una
planificación a largo plazo. Así, a los protocolarios estudios del impacto económico de la
instalación de grandes superficies y centros comerciales -y donde priman sobremanera los
indicadores económicos y de rentabilidad económica y la cuestión de la competitividad territorial-
en relación a la actividad comercial tradicional, se habrían de añadir rigurosos análisis sobre los
impactos “sociales” sobre la estructura urbana de las localidades del área de influencia de estos y
de cómo afectan a la manera de vida de sus habitantes.
La actividad comercial más allá del aspecto económico, es un instrumento que impulsa y
conglutina la vida urbana, y es un elemento fundamental de cohesión del tejido social y del
territorio. Los comercios locales y los mercados de barrio son fundamentales para la salud de
nuestras comunidades. Es habitual que sus propietarios vivan en la zona, por lo que el dinero
gastado en sus tiendas también ayuda a fortalecer a la economía local. Éste contribuye a dar
personalidad, imagen y vitalidad en ciudades y municipios, pudiéndose convertir en un elemento
atractivo de las mismas. El comercio por tanto, es una actividad que genera riqueza, aporta
bienestar y calidad de vida a la ciudadanía, y es un instrumento dinamizador y vertebrador del
espacio urbano. Ninguna localidad quiere cultivar calles desiertas. Con la pérdida de comercio
también se pierde la cultura, historia e identidad de nuestros pueblos.
79
EDUCACIÓN, OFERTA Y DEMANDA DE CUALIFICACIONES, CONTRATACIÓN E
INTERMEDIACIÓN LABORAL
La oferta formativa de proximidad es amplia y está repartida por todo el territorio comarcal.
Hay un total de 154 centros educativos (tabla 9) con la presencia de las dos universidades públicas
valencianas, la Escola Politècnica Superior de Gandia de la Universitat Politècnica de València
(Grao de Gandia) y la Universitat de València CIG (Gandia). Así como el centro asociado de la
Universidad Nacional de Educación a Distancia (U.N.E.D), en el municipio de Gandia.
Tipo de centro Nº de centros que lo imparten
Centros de Acción Educativa Singular (CAES) 5
Centros de Educación Especial 1
Centros de enseñanzas especializadas 39
Centros Infantil/Primaria/ESO/Ens.Medias 95
Centros rurales agrupados 3
Formación de personas adultas 11
TOTAL 154
Tabla 9. Tipos de centros, La Safor. Fuente:Conselleria d'Educació, Cultura i Esport, 2017.
El mayor número de centros educativos se contabilizan en las poblaciones de mayor tamaño
poblacional de la comarca, por orden: Gandia, Oliva y Tavernes de la Valldigna. Solamente unos
pocos municipios de menos de 1.00 habitantes no disponen de centros educativos, si bien, el
hecho de la proximidad de los municipios cubre satisfactoriamente la oferta educativa de aquéllos
que adolecen de centros educativos (tabla 10).
80
Municipios Nº de centros educativos
Ador 3
Alfauir -
Almiserà -
Almoines 4
Alqueria Comtessa, l' 4
Barx 1
Bellreguard 5
Beniarjó 4
Benifairó de la Valldigna 3
Beniflá -
Benirredrà 3
C. Conquesta -
Daimús 3
Font d'En Carròs, la 4
Gandia 46
Guardamar de La Safor -
Llocnou de Sant Jeroni 2
Miramar 3
Oliva 18
Palma de Gandia 2
Palmera 1
Piles 2
Potries 3
Rafelcofer 2
Real de Gandia 6
Rótova 4
Simat de la Valldigna 3
Tavernes de la Valldigna 14
Vilallonga/Villalonga 6
Xeraco 5
Xeresa 3
TOTAL 154
Tabla 10. Número de centros educativos por municipios. La Safor. Fuente: Portal estadístico de la Generalitat Valenciana, 2017.
La comarca cubre la oferta formativa relativa a los diferentes niveles de educación oficial
que pueden cursarse que introdujo La Ley Orgánica de Educación de 2006 -última reforma del
sistema educativo español-, y actualmente vigente. Así también, según el tipo de gestión y de
financiación, en la comarca se diferencian y se dan los tres tipos de centros educativos para
escolares: públicos, privados y concertados.
81
Nivel educativo Nº de centros que lo imparten
Educación Infantil 87
Educación Primaria 55
ESO 27
Bachiller 17
Ciclos Formativos Grado Medio 14
Ciclos Formativos Grado Superior 11
Programas Formativos Cualificación Básica 1
Escuela Oficial de Idiomas 1
Música 34
Danza 4
Formación de personas adultas 11
Educación Especial 21
Sistema Británico 1
Enseñanzas Deportivas 2
Ciclos Formativos Grado Básico 11
Ciclos Formativos Grado Básico - 2ª Oportunidad 1
Tabla 11. Número de centros por nivel educativo. Fuente:Conselleria d'Educació, Cultura i Esport, 2017.
En los distintos niveles de educación infantil, educación primaria, educación secundaria
obligatoria (ESO), bachiller y educación especial, el número de grupos en valenciano casi triplica a
los grupos en castellano. En los diferentes niveles hay casi el doble de alumnado en valenciano que
en castellano.
Niveles Alumnos Castellano
Grupos Castellano
Alumnos Valenciano
Grupos Valenciano
Educación Infantil 1164 50 3264 178
Educación Primaria
2782 105 7810 388
ESO 2147 69 4649 168
Bachiller 1222 36 700 27
Educación Especial
120
TOTAL 7.435 260 16.423 761
Tabla 12. Niveles y grupos según lengua. Fuente:Conselleria d'Educació, Cultura i Esport, 2017.
La oferta educativa en cuanto a centros educativos en La Safor es notable. Asimismo la
comarca, cuenta con centros colaboradores (academias) de formación del Servef, con distintas
especialidades y aulas -algunos centros de formación y academias cuentan con aulas externas para
82
cubrir la formación en los distintos municipios de la comarca-, las cuales se ubican principalmente
en los municipios de Gandia, Oliva y Tavernes de la Valldigna.
En la comarca, encontramos el Centro Servef de Formación de Gandia, dedicado a la
Formación Profesional para el Empleo (FPE) ejerciendo su influencia en el área de La Safor. A
través de su personal técnico de formación, realiza funciones de seguimiento y supervisión de los
cursos de FPE impartidos por las entidades colaboradoras del Servef en la comarca. Destacar aquí
también el centro colaborador del Servef-Ayuntamiento de Oliva que al igual que el Centro Servef
de Gandia, también presta servicios en el ámbito de la intermediación laboral mediante la
participación en los procesos de la demanda de ocupación de forma continuada.
En el área, el índice de rotación contractual (contratos/personas) es significativo, siendo la
cifra idéntica a la que presenta la provincia, un 0,54 (PEGV, 2017). No obstante, esta rotación
contractual, es debida también a que la mayoría de estos contractos son temporales. Si bien en la
comarca ha aumentado la afiliación a la Seguridad Social, ésta se ve empañada por la excesiva
rotación contractual de los trabajadores y trabajadoras, y por el binomio de un mercado laboral
que sigue enquistado en la temporalidad -la contratación temporal ha significado el 95,82% de los
contratos celebrados y la indefinida el 4,18%- y en la contratación a tiempo parcial. Esto traduce
un escenario laboral de mayor precariedad laboral y de calidad en el empleo.
0,88
0,22
0,29
0,58
0,54
0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
1
01
/03
/20
07
01
/08
/20
07
01
/01
/20
08
01
/06
/20
08
01
/11
/20
08
01
/04
/20
09
01
/09
/20
09
01
/02
/20
10
01
/07
/20
10
01
/12
/20
10
01
/05
/20
11
01
/10
/20
11
01
/03
/20
12
01
/08
/20
12
01
/01
/20
13
01
/06
/20
13
01
/11
/20
13
01
/04
/20
14
01
/09
/20
14
01
/02
/20
15
01
/07
/20
15
01
/12
/20
15
01
/05
/20
16
01
/10
/20
16
01
/03
/20
17
01
/08
/20
17
Figura 16. Índice de rotación contractual. Fuente: PEGV y elaboración propia, 2017.
83
Si bien el índice de rotación contractual ha mejorado de forma paulatina desde su fuerte
caída a finales de 2007 y principios del 2008 (crisis económica), está lejos de representar la cifra
del 0,88 que suponía en el primer trimestre de 2007. Asimismo, este índice actualmente es
ligeramente inferior al presentado en la comarca en los años 2015 y 2016.
Las últimas cifras disponibles en cuanto al número de contrataciones (Servef, septiembre
2017), muestran por género, que el 65% de los contratos celebrados fueron a hombres por un 35%
a mujeres. Del total de estas contrataciones, el 57% se realizaron en los grupos de edad
comprendidos entre los 25 y 44 años. En edades mayores de 44 años, representan un 26,8% del
total de las contrataciones.
De los 7.874 celebrados en la comarca, las dos terceras partes corresponden al sector
servicios (figura 17). Ciertamente reflejo de una estructura productiva comarcal marcadamente
terciaria con importantes oscilaciones contractuales debido a la temporada estival. De igual forma
ocurre con la actividad agrícola cuyas oscilaciones en las contrataciones vienen marcadas
preferentemente por las distintas campañas agrícolas.
24,5
3,9
6,365,3
Agricultura
Construcción
Industria
Servicios
Figura 17. Contratos por sector de actividad (%). Fuente: SERVEF y elaboración propia, septiembre de 2017.
Contrataciones que se muestran más intensas en municipios de la zona que alternan
industria, agricultura y almacenes de naranja, y en los municipios de costa (figura 18).
El 47,4% de los contratos realizados en la comarca están vinculados a ocupaciones
elementales, que no exigen mucha cualificación. Un 24,2% de los contratos corresponde a
ocupaciones vinculadas con la restauración, servicios personales y el comercio. Asimismo, es
84
también el sumatorio de estos dos grupos de ocupación los que registran más de la mitad de las
demandas registradas del Servef (55,6%).Solamente un 7,8% de los contratos realizados tienen
que ver con ocupaciones de técnicos y científicos.
Figura 18. Contrataciones. Fuente: Servef, 2016.
La mayoría de los contratos celebrados en la comarca según los datos registrados por el
Servef (septiembre 2017), concretamente el 71%, responden a una ocupaciones de baja
cualificación (figura 19). El mercado laboral de la comarca demanda en menor medida
ocupaciones de cualificación media-alta.
85
1
9
198
253
259
374
528
612
1906
3734
0 500 1000 1500 2000 2500 3000 3500 4000
Ocupaciones militares
Directores y gerentes
Técnicos profesionales de apoyo
Trabajadores cualificados en el sector agrícola, ganadero, forestal y pesquero
Empleados contables y administrativos
Artesanos y trabajadores cualificados industria manufacturera y construcción
Operadores de instalaciones y maquinaria, y montadores
Técnicos y profesionales científicos
Trabajadores de servicios de restauración, personales y vendedores
Ocupaciones elementales
Figura 19. Contratos por grupos de ocupación (absolutos). Fuente: Servef, 2017.
Por lo que atañe al tipo de contratación, ya se ha referido que ésta está enraizada en la
contratación temporal (90,3%) más que en la de carácter indefinido (9,7%), y en la modalidad de a
jornada completa (68,9%) más que a jornada parcial (31,1%). Asimismo, 3 de cada 10 de las
contrataciones realizadas son a población extranjera.
En el área, en lo referente a los mecanismos de intermediación laboral, a parte de los
servicios públicos de empleo, se da la existencia de otras figuras de intermediación que operan en
el mercado laboral como las organizaciones sindicales. Sin embargo, existen otras formas de
intermediación laboral, las cuales responden a prácticas tradicionales. Manifestada la necesidad
de reclutar a posibles candidatos y candidatas para un posible trabajo se contacta con conocidos
que actúan como intermediarios (“el boca a boca”). Otras prácticas de intermediación, más
modernas, tienen que ver con portales o sitios web vinculados con ofertas de empleo. También la
EPS Gandia de la Universitat Politècnica de València, algunos ayuntamientos y organizaciones de
la comarca como Urbalab, el Vivero de empresas de la Cámara de Comercio, Centros y Academias
de Formación, entre otras, colaboran en la organización de ferias, foros y eventos relacionados
con el empleo.
86
ACTORES SOCIALES Y RELACIONES LABORALES
En cuanto a los actores sociales de las relaciones laborales -administración, empresarios y
sindicatos-, todos tienen distintos intereses. Sin embargo, la negociación, la consulta y el
intercambio de información son aspectos clave para conciliar y fortalecerse como sociedad. Esto
es al fin y al cabo el diálogo social. Se requiere un diálogo tripartito entre administraciones,
empleadores y sindicatos para acordar las políticas económicas y sociales y avanzar en el bien
colectivo. También un diálogo entre sindicatos y empleadores para logar convenios colectivos
dentro de las empresas y sectores.
Ejemplos de diálogo social y relación público-privada, son el frente común que las
administraciones, representantes empresariales y sindicatos comarcales llevan a cabo por la
reivindicación de infraestructuras necesarias y fundamentales para la economía y que esta
comarca reclama desde hace muchos años para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos y
también la competitividad de las empresas que en el área se asientan. Otros ejemplos, los
encontramos en la participación de las organizaciones sindicales y empresariales más
representativas juntamente con las administraciones en las políticas públicas en el marco del
actual Acuerdo Territorial con capacidad de llevar acuerdos a la práctica.
Sin embargo, por la lógica de sus distintos intereses, en el contexto de las relaciones
laborales, los actores sindicales y empresariales, tienen puntos de vista diferentes a la hora de
llevar acuerdos a la práctica. En cuanto a la reforma laboral de 2012, el punto de vista de patronal
y sindicatos, es distinto. Para la patronal, la reforma solucionó y evitó la destrucción de más
empresas, y ha supuesto un dique de contención al desempleo. Para la otra parte, y a pesar que el
discurso político es que la economía ha venido mejorando, en La Safor no se han generado más
puesto de trabajo. Apuntando también el hecho de que la citada reforma se llevó a cabo sin
diálogo alguno con los actores sindicales.
En la comarca se registran 14.500 parados (Servef, septiembre 2017). Los 2 sindicatos de
mayor representación en el área, UGT-PV Intercomarcal la Ribera-Safor-Vall d’Albaida-Costera-
Canal de Navarrés y Sindicato Unión Intercomarcal La Ribera- La Safor de CCOO PV, destacan la
continua labor de denuncia pública que realizan de la situación laboral de muchos trabajadores, y
las reiteradas peticiones de inversiones a las administraciones para fomentar el empleo en la
comarca. Los líderes sindicales de las citadas organizaciones reclaman más diálogo y concertación
con las empresas privadas, y más apoyo por parte del empresariado, para aminorar los índices de
87
paro. Además de apuntar que seguirán exigiendo la aplicación y el desarrollo de políticas y
ocupación a la Generalitat y a los ayuntamientos de la comarca.
En este sentido, los datos del paro del mes de septiembre reflejan de nuevo la
estacionalidad del empleo en La Safor. Aumenta el paro en la comarca principalmente en el sector
servicios debido al final de la temporada estival que en cierta medida viene paliado especialmente
por el inicio de la campaña agrícola que supone un crecimiento en la contratación temporal. Así
pues, la evolución del mercado laboral viene condicionada por la estacionalidad. Por tanto, el
crecimiento económico se sigue sustentando sobre la fragilidad del mercado laboral, en el que la
contratación temporal y a tiempo parcial, junto a aspectos como la moderación salarial, están
conduciendo a la economía y la sociedad hacia un modelo de desarrollo desequilibrado.
Asimismo, advertir que las últimas estadísticas disponibles en cuanto a la renta per cápita,
reflejan un empobrecimiento paulatino en los últimos años del área. Cuestión ésta, ya advertida
por Novell (2015), que evidencia como la contratación temporal y la primacía de sectores donde
tradicionalmente, y cada vez de manera más acusada, se acumula trabajo con salarios bajos y
contratos precarios, están dando lugar a un empobrecimiento progresivo de la comarca. Además,
nos muestra que en general, los municipios de la comarca que alternan industria, agricultura y
almacenes de naranja tienen un nivel de renta sensiblemente más elevada, mientras que, los más
comerciales y turísticos, contrariamente tienen niveles de renta más bajos.
Por todo lo comentado, esto no son solamente problemas del presente, sino también del
futuro. Pues un mercado laboral condicionado por la estacionalidad y donde prima la contratación
temporal, puede afectar a las carreras de cotización y por consiguiente, a un desgaste del estado
de bienestar en sentido amplio (pensiones y prestaciones futuras).
La realidad del tejido empresarial comarcal son las micropymes, pequeñas y medianas
empresas. Y en menor medida, aunque importantes en su sector, las grandes empresas. Una
realidad no ajena a la del resto del territorio valenciano. La normativa laboral exige para que
pueda haber un delegado sindical que el centro de trabajo emplee a más de 250 trabajadores y
trabajadoras. No es el caso de una comarca compuesta por un ejército de pymes y micropymes.
Por tanto, debido a lo anterior, la representación sindical en el área es escasa.
Los actores sindicales apuntan que “se necesita del liderazgo y de la interlocución entre las
empresas y los sindicatos para que los compromisos se lleven a cabo para todos en base a unos
estándares. No dejar fuera de los acuerdos para el conjunto a parte importante del conjunto”. A
88
lo que también añaden, “Ambas organizaciones, UGT y CC.OO superamos los 1.000 representantes
en empresas y podríamos aportar… pero necesitamos ámbitos institucionales para aquellos que
representamos sindicalmente a la comarca, pasemos de las empresas al ámbito comarcal. El único
instrumento es el Acuerdo Territorial, es que no hay otro no”.
Para los sindicatos, y para el resto de firmantes del Acuerdo Territorial, es imprescindible
consolidar esta herramienta de cooperación que debe tener a la Administración Autonómica como
pulmón financiero. Asimismo, el mismo núcleo de entidades y organismos del Acuerdo Territorial,
una vez concluido el mismo (“acaba el proyecto pero no el Acuerdo Territorial”), consideran que
debería abrirse a otras organizaciones y entidades del territorio, y por supuesto, a las
universidades presentes en el área. El Acuerdo Territorial es la herramienta punto de partida para
promover el desarrollo sustentable y socioeconómico de la comarca.
Apuntar aquí también, la preocupación generalizada a la elevada deuda pública del estado
que evidentemente repercute en la esfera local. En cuanto al ámbito autonómico -y escala
local/comarcal-, tenemos una administración significativamente endeudada, hasta hace poco con
problemas de pago a los proveedores, con una dependencia irremediable de las transferencias del
gobierno central y un modelo de financiación que hace perder la cifra de 1.000 millones de euros
anuales. Con este panorama, resulta bastante difícil que la administración autonómica pueda ser
el agente proactivo e impulsor de un proceso de recuperación basado en el desarrollo local en
cualquier de las ramas o sectores de la actividad económica. Si bien la “deuda viva” de los
municipios en la comarca se ha reducido bastante, en otros como la capital comarcal resulta
importante.
En este sentido, los actores consultados también hacen referencia, a la ‘Ley de
racionalización y sostenibilidad de la Administración local del Gobierno central’ (BOE del día 30 de
diciembre de 2013), de reforma local y financiación. La cita Ley, otorga más peso en materia de
competencias a las administraciones superiores que a la administración local. Sin todavía datos
que demuestran su eficiencia, hace que seamos esmerados en nuestros pronunciamientos, si bien,
la construcción del modelo local de desarrollo requiere, de los principios de autonomía,
diferenciación y proximidad, tan importantes en la toma de decisiones (locales/comarcales) a la
hora de impulsar el desarrollo del potencial endógeno de un área.
El municipalismo -que no individualismo- es clave para afrontar el contexto de crisis
económica, política e institucional que vivimos. Dar más peso a los ayuntamientos no es el camino
que han escogido las administraciones superiores. La citada Ley hace desaparecer muchas de las
89
competencias que tenían los ayuntamientos. Se pierde, por tanto, la gestión de muchas
capacidades que afectan de forma directa a los ciudadanos como por ejemplo, la educación,
promoción económica o servicios sociales. Así mismo, da especial protagonismo a las
diputaciones, que toman poder a los ayuntamientos, especialmente de aquellos con menos de
20.000 habitantes, que ven como sus competencias se trasladan a administraciones
supramunicipales y pasan a ser administradas desde la distancia. Cuestión ésta a tener en cuenta
en los municipios de la comarca de menos de 5.000 habitantes, y que son aproximadamente el
90% del total.
90
IV.- ANÁLISIS INTEGRADO
1. ANÁLISIS D.A.F.O
Fortalezas
- Existencia de referentes y experiencias de carácter
estratégico (Plan estratégico de Gandia 2025, URBAN,
Planes de movilidad urbana, Planes de Actuación Comercial
y otros en municipios como Gandia, Oliva, etc.).
- Líneas de trabajo positivas en proyectos de desarrollo
urbano sostenible a través de iniciativas de programas
europeos (Urban, Edusi, etcétera).
- Existencia del puerto como infraestructura y núcleo de
comunicación y transporte que representa un elemento de
dinamización económica en el área funcional.
- Amplio patrimonio paisajístico-natural, ecológico y
arqueológico con elevado valor desde el punto de vista
científico, cultural y recreativo (Ejemplos: cueva de Bolomor
en Tavernes de la Valldigna, Marjal de Gandia, Vía Verde de
Villalonga, Marjal Oliva-Pego, etcétera).
- Creciente sensibilidad por el medioambiente de los
responsables políticos, empresariales y de la ciudadanía.
- Localización geográfica a nivel climatológico.
- La ubicación en el territorio valenciano.
- Red de parques naturales y existencia de centros de
interpretación ambiental y arqueológica.
- Existencia de zonas verdes.
- La capital comarcal, Gandia, ejerce de liderazgo cultural en
el ámbito comarcal. Es el centro económico y comercial del
área.
- El premio otorgado por la Generalitat Valenciana a la capital
91
Fortalezas
comarcal “Premio Capital Cultural Valenciana”, como
referente de experiencias y estrategias sectoriales que se
deben extrapolar al resto de la comarca para impulsarla
cohesión social y que todo el mundo tenga acceso a la
cultura y el fomento económico, más allá de las actividades
culturales.
- Buen nivel educativo.
- Excelentes condiciones climáticas y medioambientales.
- Multiculturalidad poblacional. El 15,2% de población
extranjera de la comarca.
- Importante cultura asociativa.
- Comarca terciaria. La importancia de Gandia como centro
comarcal. Sobre todo por lo que atañe a las actividades de
servicios, y especialmente, en hostelería, comercio y
transporte.
- Modelo productivo basado en la diversificación y la
especialización. La comarca de La Safor, se caracteriza por
un sistema productivo diversificado. La ciudad de Gandia
como centralidad terciaria.
- La existencia de un mercado de trabajo y de intercambios
económicos intensos a escala intracomarcal e
intercomarcal.
- Cabe destacar, en el sector industrial, tres subsectores
importantes y potenciales en la comarca: el de la
alimentación, el de las nuevas tecnologías de la información
y comunicación, y finalmente, el químico, vinculado a la
sanidad, higiene y limpieza.
- El puerto comercial de Gandia como elemento de
dinamización económica en el área funcional.
- Ecosistema de innovación comarcal por la presencia de las
92
Fortalezas dos universidades valencianas, Universitat Politécnica de
Valencia y Universidad de Valencia, y de iniciativas y
experiencias que marcan el camino a seguir, destacar como
ejemplo a potenciar, el espacio de innovación Urbalab.
- Paulatinamente se da en el área un creciente ecosistema
innovador (aunque queda mucho camino por recorrer).
Gandia de hecho, fue distinguida como “Ciudad de la
Ciencia y la Innovación 2016”.
- Experiencias innovadoras pioneras en la capital de comarca
en materia de comercio (Premio Nacional de Comercio
2010) y que puede -y debería- ser aprovechada en el área
funcional, en la comarca.
- Por su situación geográfica, la comarca de La Safor forma
parte del área funcional de las Comarcas Centrales
Valencias (CCV), un espacio territorial estratégico formato
por un conjunto de comarcas, tanto de costa como de
interior, con un elevado grado de complementariedad
económica, una cultura empresarial emprendedora y una
gran cantidad y diversidad de actividades económicas para
permitir el diseño de políticas de actuación local-global.
- La existencia de centros de conocimiento con la presencia
de distintas universidades, centros educativos y de
formación.
93
Debilidades
- En la primera década del siglo XXI, se impuso un
corriente inversor focalizado principalmente en el
sector de la construcción, el comercio y el ocio. Así, las
mejoras en la cualidad y complejidad de los servicios, la
formación, el control medioambiental, la mejora de la
competitividad, la innovación, han sido mínimas. Las
inversiones iban a otras actividades.
- Como resultado del modelo económico imperante en
las últimos décadas, se ha malmetido
considerablemente la diversificación económica que da
estabilidad social en momentos de crisis, y
consecuentemente, la mejora de la formación de los
recursos humanos, que el capital fluirá hacia otros
sectores estratégicos como los servicios avanzados a la
empresa, el medioambiente o las energías alternativas,
la innovación, la obertura a mercados exteriores, la
producción cultural, y en definitiva, ha habido una
ausencia de planificación económica y de capacidad de
respuesta a las estrategias del territorio.
- Las tendencias de la última década han mostrado una
disminución de las inversiones dirigidas a la formación
profesional, a la innovación, a políticas
medioambientales y otro tipo de oferta de servicios.
- Notable incremento del trabajo precario. Por la
temporalidad y la baja calidad de los contratos. Esto
traduce un escenario laboral de mayor precariedad
laboral y de calidad en el empleo.
- La contratación temporal y la primacía de sectores
donde tradicionalmente, y cada vez de manera más
acusada, se acumula trabajo con salarios bajos y
contratos precarios, están dando lugar a un
94
Debilidades
empobrecimiento progresivo de la comarca.
- Si bien ha aumentado la afiliación a la Seguridad Social
ésta se ve empañada por la excesiva rotación
contractual de los trabajadores y trabajadoras, y por el
binomio de un mercado laboral que sigue enquistado
en la temporalidad y en la contratación a tiempo
parcial.
- En la agricultura, el abandono de cultivos ha sido
continuo. La innovación y la profesionalización en el
sector es un reto.
- Minifundismo agrícola.
- En muchos pueblos de la comarca, mucho del suelo
fértil ha sido ocupado por polígonos industriales o
viales para usos terciarios. Algunos polígonos
industriales permanecen vacíos, o a medio gas, y ni
siquiera cumplen su función. Espacios industriales
degradados y con accesos deficientes en algunos
municipios de la comarca.
- La visión municipalista "excesiva" - aquella cortoplacista
y cegadora de una realidad más amplia, ha prevalecido
sobre la visión tan necesaria comarcal/regional.
- Desconocimiento de muchas de las potencialidades del
territorio.
- El sector turístico ha mantenido un crecimiento
constante, si bien, ahora comienza a mostrar síntomas
de cuáles son sus límites. En la comarca continúa
habiendo una oferta poco diversificada y dependiente
del producto sol y playa.
- Escasa articulación de productos entre el litoral y el
interior, y que viene provocada en parte, por la
95
Debilidades
deficiente accesibilidad y un bajo grado de gestión
coordinada y de visión integral del turismo.
- En el litoral, exceso de suelo residencial, con una
inadecuada ordenación del territorio y del urbanismo,
transformando el paisaje. Existencia de un significativo
peso de alojamiento no reglado.
- Concentración de la actividad turística especialmente
en el litoral con una creciente presión antrópica sobre
el territorio.
- Importantes bolsas de parque inmobiliario con una
antigüedad superior a los 50 años e ineficientes desde
el punto de vista energético.
- En la comarca, el comercio de proximidad, en su
formato tradicional está reduciendo su participación en
el conjunto del mercado.
- El comercio minorista (detallista) se enfrenta a desafíos
muy diversos. La crisis económica, la caída del
consumo, la carencia de innovación y profesionalización
del sector, los retos tecnológicos y patrones de
consumo cambiantes. Así como a la irrupción de las
grandes superficies comerciales. El sector minorista
requiere de una modernización y adaptación a la
sociedad digital y a las nuevas tecnologías.
- Escasez de infraestructuras de apoyo a la movilidad
peatonal y ciclista en el área funcional.
- Sobreexplotación de los acuíferos por extracciones en el
ámbito privado.
- El vehículo privado como principal modo de movilidad
en la comarca.
- Escasez de infraestructuras de apoyo a la movilidad
96
Debilidades
ciclista y peatonal en el área.
- En el periodo que va entre el 2008 y el 2013, la industria
comarcal ha reducido significativamente su negocio. El
amilanamiento industrial en poco menos de una década
ha sido bastante evidente. La Safor ha perdido
empresas y volumen de inversión de carácter industrial.
- Pérdida de cultura industrial.
- En el ámbito de la innovación, tanto la región como la
comarca, arrastran desde hace tiempo una posición de
debilidad en gran parte de los indicadores de
innovación si los comparamos con otras regiones
españolas.
- Poca penetración de la innovación en el tejido
productivo. Escasa percepción entre el tejido
productivo -en un territorio plagado por pymes- de las
posibilidades de la innovación como herramienta de
competitividad.
- Las prioridades políticas han quedado si no ceñidas a los
límites de los términos municipales, favoreciendo
aquello que es más local respecto de aquello que es
más global, y que propiamente comarcal.
- Deuda viva de 1.740 euros por habitante, una cifra
incluso superior a la del año 2015. La deuda viva de la
Comunitat Valenciana se cifra en 501,07 euros por
habitante.
- El instrumento que podía ser la herramienta base del
Acuerdo Territorial que era la Mancomunidad, se
encuentra en la situación que la ciudad líder del
territorio no forma parte de la misma.
- Pérdida de peso político de la Mancomunitat de
97
Debilidades
Municipis de La Safor.
- La escasa articulación de productos en nuestra comarca
entre el litoral y el interior, y que viene provocada en
parte, por la deficiente accesibilidad y un bajo grado de
gestión coordinada y de visión integral del turismo.
- Déficit de transporte comarcal. En los últimos años, ha
habido un abandono de las políticas de articulación y
cohesión territorial.
- Existencia de redes socio-institucionales, con una
vinculación más o menos laxa de sus integrantes,
aunque es importante destacar que en general, no hay
un compromiso activo en un proyecto común comarcal.
- Insuficiencia de plazas y falta de variedad de
especialidades en ciclos formativos y universitarios, lo
que implica el desplazamiento de estudiantes a otros
territorios.
- Insuficiente oferta de formación no reglada para la
población en riesgo de exclusión social.
- Carencias en la difusión de los procesos participativos y
dificultad de llegar a todos los sectores de la población.
- Persistencias de elevadas tasas de desempleo,
especialmente en las mujeres y los jóvenes.
- Bajas tasas de natalidad y envejecimiento de la
población (sobre todo en municipios de interior del
área).
- Exilio juvenil debido a la falta de oportunidades
laborales por un capital formado con altos niveles de
cualificación, y que el mercado laboral no es capaz de
absorber.
- Falta de canales referentes de comercialización de
98
Debilidades productos agrícolas de proximidad.
- Liderazgo cultural no consolidado en determinados
estratos sociales.
99
Oportunidades
- Riqueza cultural, paisajística y patrimonial de la
comarca como potencial motor de atractivo turístico y
también económico.
- Desarrollo de proyectos medioambientales de conexión
de las localidades de la comarca por medio de
corredores (y sendas) como elemento de conexión
turismo y deporte. Y de los municipios con su entorno
natural, en esta línea el desarrollo de proyectos como el
de la “Anella Verda” de Gandia, son una oportunidad a
seguir.
- Regeneración de espacios urbanos y zonas degradadas
con el desarrollo de proyectos de dinamización urbano-
comerciales como oportunidad para incrementar el
atractivo de las localidades.
- Rehabilitación de edificios en desuso para su uso
cultural, social y turístico.
- La rehabilitación de viviendas es un campo de futuro
para la construcción, así como el desarrollo de
viviendas sostenibles.
- Puesta en valor y mayor integración de recursos
naturales y patrimoniales en la oferta turística.
- Articulación de productos en nuestra comarca entre el
litoral y el interior. Oferta turística del litoral ampliada
con el interior del área.
- Conexión del entorno natural con el medio urbano a
través de corredores ciclistas y peatonales. El vehículo
privado todavía gana la partida.
- Desarrollo y mejora de infraestructuras de movilidad
urbana sostenible.
100
Oportunidades
- Fomento de alternativas sostenibles a los usos agrarios
(la lucha biológica frente a los pesticidas).
- Fomentar y potenciar la creación de infraestructuras
para el uso de energías renovables.
- Potenciar la economía verde (vehículos públicos
eléctricos, etc.).
- Mejora de la eficiencia energética mediante la
rehabilitación energética de edificios tanto públicos
como privados.
- Potenciar el uso de las TIC en las localidades. La Safor
como referente de una smart destination. Así como las
nuevas tendencias en los mercados turísticos (turismo
2.0, etc.).
- Apostar por más espacios como Urbalab y dotar de más
recursos a éste, como centro de formación en las
herramientas necesarias para adaptarse a los
requerimientos laborales de la nueva economía, en un
contexto laboral caracterizado por la transformación
tecnológica y digital. Estos son los espacios e iniciativas
a potenciar para transitar a una sociedad del
conocimiento.
- Potencial desarrollo de la economía social. El recorrido
en este sentido es amplio.
- Promover la comarca, y su capital como ciudad
universitaria, promoviendo a nivel social el marco
universitario existente y su potencial cultural.
- Posibilidad de potenciar las políticas de innovación y de
emprendimiento, aprovechando las sinergias con las
universidades y otros centros de conocimiento e
innovación del territorio comarcal.
101
Oportunidades
- Fomentar los programas intergeneracionales y las
labores de voluntariado social.
- En un territorio plagado de pymes, se aprovecha poco
el trabajo en red. Las ventajas de la flexibilidad y de la
especialización en proyectos de amplio alcance es
todavía una asignatura pendiente. Y donde estas
pueden ser competitivas frente a las economías de
escala de las grandes empresas o ampliar sus marcos de
actuación.
- Generar cadenas de valor, de formato y contenido
plural, a escala territorial comarcal y supramunicipal
(Comarcas Centrales Valencianas, CCV).
- La oportunidad de crear clústeres, distritos industriales
u otras fórmulas de colaboración de redes
empresariales que inserten la ciencia y tecnología en el
sistema productivo, necesita inexorablemente de un
plan guía para diseñar las pautas estratégicas de trabajo
para un futuro.
- Creación de un clúster turístico.
- La comarca está plagada por un territorio de pymes,
cabe una formación poniendo especial atención al
carácter familiar de estas, así como un plan de
formación en competencias que exige la nueva
economía para adaptar estas al mercado del siglo XXI.
Las universidades presentes en el territorio tienen que
dar el paso junto a otros centros de formación y
conocimiento, y ponerse en línea con espacios
referentes como Urbalab.
- La gestión de la tecnología y la innovación se impone
como un elemento esencial en la gestión de las
empresas. Por este motivo, resulta capital los directivos
102
Oportunidades
de las empresas -especialmente pymes-, con el
aprovechamiento de los centros de conocimiento y
formación existentes, los que asuman mediante la
formación, los conocimientos e instrumentos que
ayuden a gestionar la dimensión tecnológica e
innovadora en un entorno cada vez más cambiante y
competitivo.
- En el sector agrícola, la posible creación de una entidad
gestora agrícola de ámbito comarcal con una dirección
profesionalizada y que cuente con la participación
activa de propietarios, labradores y de la
administración. La ausencia de innovación y de
profesionalización en el sector es un hecho.
- El crecimiento de la masa forestal y los riesgos de
incendio requieren el diseño de un plan de trabajo
presente y futuro.
- Puesta en valor de productos autóctonos y de
proximidad (agricultura de proximidad).
- Desarrollo de estrategias específicas para la atracción
de inversiones externas compatible con la imagen de la
comarca en todo lo relativo a turismo y su
diversificación en campos como el turismo deportivo,
excursionista, gastronómico, medioambiental y de
tercera edad.
- El potencial desarrollo de una economía ligada al mar y
el sector pesquero.
- Aprovechamiento de las infraestructuras existentes
para el desarrollo del clúster creativo y cultural en la
zona portuaria del Grao de Gandia.
- Apuesta y creación de clústeres en sectores
103
Oportunidades
industriales-servicios avanzados de salud -clúster
sanitario (alrededor del nuevo hospital comarcal)- y
agroalimentario.
- Fomentar el clúster de la calidad de vida (“es bonito
vivir aquí” sería a modo de tentativa un posible
eslogan), una proyección de cara al exterior que
combine los atractivos medioambientales, culturales y
turísticos que tiene la comarca.
- Fortalecer el comercio como uno de los sectores
importantes de la comarca. Recuperación de los centros
históricos y mantener un comercio básico de
proximidad (frente a los importantes retos y desafíos a
los cuales se enfrenta el sector).
- Mejorar la competitividad del pequeño comercio con la
introducción de las nuevas tecnologías.
- Valorización de los numerosos recursos ambientales y la
superficie forestal de la comarca, incorporándolos a la
dinámica socioeconómica y vida ciudadana.
- Todo y que las infraestructuras de transporte no son
competencia comarcal, es obvio que la conexión con el
entorno es capital para una estrategia futura de
contactos crecientes entre los municipios de la comarca
y con el exterior.
- La comarca tiene que poder cumplir una función central
en la configuración de una de las subregiones
económicas del territorio valenciano como las CCV.
Puede ser una oportunidad para la cooperación en los
sectores de servicios y la industria, así como para
aumentar el dinamismo económico mediante el
aprovechamiento de los intercambios y flujos tanto de
104
Oportunidades
mercaderías como de personas.
- La Safor como distrito universitario con capacidad de
ser referente en el territorio valenciano, y con la
voluntad de transferir conocimientos hacia las
empresas y otros agentes locales como factor de
incremento del capital social territorial. Aprovechar las
sinergias con las universidades del área en materias
como innovación turística, medioambiental,
tecnologías de la información y audiovisual.
- Fomentar la formación de postgrados con las
universidades presentes en el territorio en temáticas
singulares del territorio: desarrollo local, gestión
cultural y del patrimonio, a parte de las competencias
digitales que deben ser omnipresentes.
- Creación de una escuela de negocios con formación
instrumental específica en línea con los requerimientos
de las empresas para lo cual se podrían aprovechar los
centros existentes (FP Tirant lo Blanch y universidades).
- Creación de un distrito cultural en la comarca con la
necesaria participación de la administración pública, las
universidades y el resto de sistema formativo y cultural
de la comarca. Enfocar la cultura como un activo
económico y fortalecer las redes comarcales apostando
por la creatividad y la innovación.
- Apostar por el principio de subsidiariedad. El término
municipal no puede ser la escala sobre la cual se
definan las políticas y donde se gestiones los recursos,
pues la dinámicas socioeconómicas y espaciales
traspasan estos límites y son comarcales. Por tanto,
sería deseable la cesión de competencias municipales a
organismos funcionales de carácter comarcal (por
105
Oportunidades
ejemplo, la Mancomunidad con la ciudad de Gandia
integrada), para la gestión de aquellas competencias
municipales que tienen una clara repercusión comarcal.
- En el actual escenario global -y donde los esfuerzos por
separado no son suficientes -los municipios de La Safor
tienen que apostar por el modelo de trabajo conjunto
comarcal, como estrategia para dinamizar socialmente
y económicamente el territorio. La necesidad de
fortalecer la vertebración del territorio valenciano,
exige reconocer el hecho comarcal y apostar por áreas
funcionales dinámicas como La Safor.
- El hecho de que los municipios de la comarca acepten
trabajar a escala comarcal.
- El Consorcio de las CCV ha presentado un plan de
dinamización territorial para definir las líneas de
actuación para los próximos años,
especificando proyectos concretos en el marco de cinco
ejes estratégicos para el desarrollo socioeconómico:
industria, turismo, comercio, innovación y
sostenibilidad. Con todo, los resultados todavía no
permiten constatar mejoras en los ejes señalados y
otros como las mejoras en el ámbito de las
infraestructuras, ni tampoco se han realizado pasos
contundentes y tangibles en la puesta en marcha de
esta área funcional como son las CCV (Vercher y Sigalat,
2017).
- Si en el contexto socioeconómico del siglo XXI, el
objetivo prioritario es lograr niveles más altos de
productividad y de valor añadido a los productos y
servicios, cabrá extender comportamientos proactivos
entre las empresas existentes, de investigación de
106
Oportunidades
nuevos mercados y oportunidades nuevas, y hacer
prevalecer comportamientos nuevos, que han sido
poco valorados hasta el momento, como son la
cooperación, la proactividad, la sostenibilidad del
entorno y el hecho de crear sinergias y cadenas de
valor.
- Apuesta firme por renovar nuestros sectores
tradicionales (no podemos ser lo que no somos ni
empezar de cero) y crecer en sectores emergentes.
- En el sector de la pesca, destacar en el área funcional, el
Grupo de Acción Local Pesquero (GALP) de Gandía, y
todo el trabajo que se está desarrollando para
identificar los retos a los que se enfrenta el territorio y
el sector para lograr un desarrollo inteligente,
sostenible e integrado.
107
Amenazas
- Estancamiento de la inversión de capital externo.
- Alta competencia de los destinos turísticos.
- Declive en el sector agrícola y de la pesca con
problemas de relevo generacional.
- Abandono de las prácticas agrarias tradicionales y la
tendencia cada vez más pronunciada de abandono de
cultivos. Pérdida del patrimonio rural y cultural.
- La presión de las grandes superficies y centros
comerciales sobre el comercio de proximidad de
municipios próximos al área de influencia de Gandia
que desarticulan y sustituyen la oferta del comercio
local de la capital y algunos municipios del área de
influencia.
- Falta de innovación y competitividad del sector agrario,
turístico y comercial de la comarca.
- Los desafíos y retos de la digitalización en todos los
aspectos de nuestras vidas, y especialmente, en el
mundo laboral.
- Oferta poco diversificada y dependiente del producto
solo y playa. La elevada competencia de destinos
turísticos y el actual contexto internacional presenta
retos y desafíos que requerirán la necesidad de
innovación y competitividad del sector turístico
comarcal. Muchos de los esfuerzos realizados en
general en el sector turístico, se han centrado más en la
promoción convencional que en la estructuración y
desarrollo de auténticos productos y en sus posibles
líneas de comercialización.
- Surgimiento de nuevas bolsas de exclusión social y
agravamiento en determinados colectivos
108
Amenazas
especialmente en mujeres y parados de larga duración.
En la capital comarcal por ejemplo, la cifra de atendidos
no ha parado de incrementarse hasta prácticamente
equipararse a la de los extranjeros, de forma que el
48% de los atendidos en 2016 por la entidad
humanitaria en Gandia eran españoles, y el resto
personas extranjeras.
- Riesgos de polarización social y urbana en
determinados barrios de las localidades de mayor
tamaño poblacional de la comarca, Gandia, Tavernes de
la Vallgdigna y Oliva.
- Tendencia a un mayor envejecimiento y pérdida
progresiva de población.El índice de envejecimiento es
elevado. En La Safor, hay 22 municipios (74% del total)
que presentan un índice de envejecimiento en general
bastante por encima de la media provincial cifrada en
110,5%. El índice de envejecimiento comarcal se cifra
en el 114%. Hay municipios que permanecen con un
índice de envejecimiento mayor al 200%, por ejemplo:
Ador, Almiserà, Barx, Llocnou de Sant Jeroni, Palma de
Gandia o Potries.
- Lo anterior, proclama otra amenaza, la de superar la
brecha digital.
- La banda ancha, no llega a todos los municipios del
área.
- Presión antrópica sobre los recursos naturales y pérdida
del atractivo del territorio por la presión urbanística.
Sobre todo, en los municipios del litoral.
- Algunos municipios del litoral, a veces triplican en
número su población durante los meses de verano. En
consecuencia, se perciben problemas acontecidos por
109
Amenazas
la congestión, contaminación (acústica y
medioambiental) y movilidad. Así pues, esto acontece
una creciente presión antrópica sobre el territorio. Esta
juega en contra y va en detrimento del futuro del
turismo.
- El bosque cada vez gana más terreno a favor de los
terrenos de secano y campos agrícolas que quedan
abandonados.
- Degradación del medio rural periurbano debido al
abandono progresivo de los cultivos.
- La amenaza del no mantenimiento de las zonas
agrícolas -abandono de cultivos y actividades agrarias-
es una cuestión esencial a tener en cuenta para el
equilibrio tanto económico como para la conservación
del paisaje de una zona densamente poblada.
- Gestión de residuos agrarios obsoletos -escasa
innovación- y altamente contaminantes.
- Riesgos de contaminación del suelo urbano y de los
ecosistemas (acuíferos) por las prácticas agrarias
contaminantes.
- El elevado riesgo de incendio forestal.
- Efectos derivados de la contaminación y vulnerabilidad
ante riesgos medioambientales y catástrofes naturales
(inundaciones y otras en algunos municipios de la
comarca) que pueden verse agravadas por los efectos
del cambio climático.
- Falta de relevo generacional en el sector primario -
agrícola y pesquero-.
- En el área mucho del suelo fértil ha sido ocupado por
polígonos industriales o viales para usos terciarios.
110
Amenazas Algunos polígonos industriales permanecen vacíos, o a
medio gas, y ni siquiera cumplen su función.
- Los polígonos existentes requieren de infraestructuras y
mejoras en la accesibilidad. Ello puede desincentivar las
posibles inversiones de empresas que quieran
instalarse en los mismos.
En el análisis D.A.F.O. realizado, se constata toda una amalgama de propuestas identificadas como
oportunidades -y otras en forma de fortalezas a apuntalar-, que dan cuenta de una posible guía
para el diseño de estrategias de empleo y de fomento del desarrollo económico y social desde la
perspectiva territorial. Atendiendo a las singularidades del territorio.
111
2. FORO DE PARTICIPACIÓN
Realización de un foro público con los actores territoriales. La sesión fue realizada en grupos
como escenario de intercambio entre personas que desean discutir sobre problemáticas
específicas y donde se recogieron las propuestas a la realidad objeto de análisis para
posteriormente ser discutidas en conjunto.
La sesión del Foro de participación se dividió en dos partes. Una primera parte, donde se
facilitó un formulario con cuestiones que habían sido planteadas en las entrevistas para situar a
los asistentes en el debate. Y una segunda, donde los asistentes fueron divididos en distintos
grupos de trabajo con la finalidad de intercambiar información y plantear propuestas para
posteriormente ser debatidas en conjunto.
A) PRIMERA PARTE. ENCUESTA
En esta parte de la sesión, se utilizó un breve cuestionario individual de trabajo donde de
forma anónima se recogieron las puntuaciones y valoraciones a las diferentes preguntas
planteadas por el equipo de investigación. Se utilizó un cuestionario-formulario, con escalas de
gradación del 1 al 10, para medir las respuestas a las cuestiones planteadas en base al siguiente
gradiente considerado:
- Grado de consecución (desarrollo actual) a las cuestiones planteadas. El nivel actual de
desarrollo ("estado") de la propuesta planteada para conseguir su consecución. Escala
valoración del 1 (poco desarrollado) al 10 (muy desarrollado).
A continuación, presentamos las valoraciones individuales a las respuestas formuladas:
112
7,9
6,6
4,2
5,3
4,6
6,1
8,2
6,1
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9
Está aumentando la preocupación por los problemas medioambientales
La idoneidad de las cualificaciones laborales en el área
Existe cooperación entre empresas de las distintas ramas productivas
Las redes territoriales cooperan entre ellas contribuyendo a la dinámica socioeconómica
El sistema productivo y los puestos de trabajo satisfacen y cubren la oferta y demanda de cualificaciones
Es el área un territorio innovador
Debería fortalecerse la cooperación supramunicipal y tener un proyecto común
Existe una visión común (e integrada) del territorio
Nota media
Figura 20. Resultados encuesta Foro. Fuente: Foro, elaboración propia.
B) SEGUNDA PARTE. SESIÓN DE TRABAJO EN GRUPOS
A partir del análisis desarrollado en las etapas metodológicas anteriores utilizamos técnicas
participativas mediante la realización de grupos de trabajo (anexo III).
La sesión de trabajo se celebró el día 19 de julio de 2017 en el espacio Urbalab del
Excelentísimo Ayuntamiento de Gandia. Así, la composición de la sesión de trabajo en grupo del
Foro quedó configurada de la siguiente manera -con un total de 20 asistentes-:
- Concejalía de Promoción Económica y Políticas e Innovación del Ayuntamiento de
Gandia
- Presidente del Círculo de Economía de La Safor (CES) y Vice-presidente de la
Federación de Asociaciones Empresariales de La Safor (FAES)
- Secretario General Intercomarcal de UGT-PV
- Director del Centro de Formación del Servef – Gandia
- Presidente del Centro Histórico Comercial de Gandia
- Director de la Cátedra de innovación del Campus de Gandia – UPV
- Agentes de Empleo y Desarrollo Local de Gandia-Urbalab
- Asesores del Gobierno del Ayuntamiento de Gandia
- Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Oliva
113
- Agentes de Empleo y Desarrollo Local de Tavernes de la Valldigna
- Directora del IES Tirant lo Blanch- Formación Profesional
- Directora del Centro de Formación colaborador del SERVEF, Academia García Ibañez
- Director del Centro de Estudios e investigaciones Comarcales CEIC Alfons el Vell
- Coordinadora de Cáritas Interparroquial-Safor
- Profesor de Comercialización y Economía de la Universidad Politécnica de Valencia
- Subdirector de Cátedras de Innovación del Campus de Gandia – UPV
A continuación, se presenta una precedencia que responde al consenso mayoritario de los
participantes en la sesión celebrada con los actores territoriales de la comarca, en base a los
condicionantes que facilitan el desarrollo -facilitadores- así como los que dificultan el mismo –
resistencias-, pues consideramos que la información resultante podría compulsarse a la obtenida
en las anteriores etapas metodológicas -datos secundarios y entrevistas a actores- realizadas del
diagnóstico.
Por lo que atañe a las resistencias, las aportaciones esgrimidas por los participantes fueron
las siguientes:
1. Una mayor cooperación comarcal. La gestión pública se caracteriza por un déficit de
cooperación intermunicipal. Consustancialmente a este hecho, la cooperación en cuanto
a la escala supramunicipal es prácticamente inexistente. Se constata también, la escasa
cooperación público-privada, muy lejos de los principios marcados por la gobernanza.
2. Falta de conocimiento y por tanto, de reconocimiento de los recursos del territorio.
3. Falta de interrelación entre los actores del territorio. En La Safor, se coopera poco entre
las empresas. Y menos entre empresas de la misma rama.
4. Falta una mayor adaptación de la formación profesional a las necesidades de la “nueva
economía”.
5. Descoordinación en temas comarcales. No ha sido una prioridad hasta hace poco para el
modelo de desarrollo, el crear espacios para el diálogo en el ámbito comarcal.
6. Falta de flexibilidad para la adaptación a los cambios. Los procesos de innovación
empresarial y social, así como adquirir las competencias y habilidades digitales del
contexto económico son un reto. Por tanto, se requiere más y más formación.
7. Falta de relevo generacional en sectores tradicionales como la agricultura y la pesca.
114
8. Descohesión y fragmentación comarcal. En La Safor, ha habido una carencia absoluta de
visión comarcal. Especialmente destacar el déficit del transporte público comarcal.
9. No hay visión de “largo plazo”. La visión predominante ha sido la “cortoplacista”,
prevalecido sobre la visión comarcal/regional.
10. En muchas ocasiones, dependencia de lo público, tanto como iniciativa como recurso.
11. No hay una visión común del territorio. El término municipal ha sido el ámbito sobre el
cual se han definido las políticas y gestionado los recursos.
Por otra parte, como principales facilitadores del desarrollo (y propuestas que se realizan),
los actores participantes señalaron los siguientes:
1. La oportunidad que puede suponer el mejor aprovechamiento de los recursos existentes
en el territorio. “Por qué no podemos sacar un rendimiento de estos recursos” – como
apuntaba uno de los actores participantes.
2. Potenciar la economía verde.
3. Calidad de vida que oferta el territorio a aquellos que deciden residir en él, tanto como
primera o como segunda residencia.
4. Aprovechar la identidad territorial.
5. Mayor cooperación de todos. “Cooperamos poco” - señalaban algunos de los asistentes.
6. Existencia de un entorno de empresas es garantía de futuro. La importancia de la
diversidad y convivencia de diversos sectores económicos (no depender de uno o dos
solamente).
7. Adaptación y renovación de los sectores productivos existentes para hacerlos más
sostenibles y competitivos.
8. La oportunidad que supone el desarrollo de una economía ligada al mar.
9. Aprovechar el patrimonio cultural y fomentar una economía cultural.
10. Formación de los recursos humanos en nuevas competencias. Facilitar la adaptación de la
población parada, profesionales y trabajadores y trabajadoras de las micropymes, a las
competencias y habilidades, que son demandadas en el mercado de laboral de la
economía del conocimiento.
11. Impulsar un clúster agroalimentario e incluso ligar el sector agroalimentario con otros
sectores como el turismo y la cultura. El potencial del sector agroalimentario en la
comarca es enorme.
115
12. Preguntarnos a nosotros mismos qué modelo de desarrollo queremos. En cualquier plan
territorial debemos preguntarnos hacia dónde vamos: “¿modelo Florida o mejor
California?” -apuntaba uno de los participantes.
116
V.- CONCLUSIONES
Como procesos que delimitan y condicionan el mercado laboral del área funcional de La
Safor podemos señalar en primer término que se trata de una zona con un patrimonio natural
diverso y de gran valor, enclavada en un entorno geográfico privilegiado, con excelentes
condiciones climáticas y una apreciable calidad de vida. El área ha sido tradicionalmente un
espacio de especialización económica agrícola. A partir de los años 70 es cuando se produce su
fuerte terciarización basada en los servicios turísticos y residenciales, con el centro de actividad en
el municipio de Gandia.
En esta área, a pesar de la importancia medioambiental y económica que la agricultura
tradicionalmente ha tenido, el abandono de cultivos ha sido continuo. Problema que se agrava con
el minifundismo agrario. No obstante, La Safor presenta un microclima privilegiado para el cultivo
de determinadas variedades de cítricos. El mantenimiento de las zonas agrícolas es una cuestión
esencial para el equilibrio tanto económico como para la conservación del paisaje de una zona
densamente poblada.
En este sentido, el sector agrícola debe apostar por una mayor profesionalización y por
procesos de innovación. Así como encontrar nuevas formas de distribución, comercialización y
exportación. Una agricultura competitiva que garantice el uso más eficiente posible del territorio a
largo plazo. Combinando lo anterior, con otros tipos de agricultura que pongan en valor los
productos autóctonos y de proximidad, y promover canales de comercialización de productos
agrícolas de proximidad.
La creciente sensibilidad ambiental entre los responsables públicos, empresas y ciudadanos
debe ser una oportunidad para profundizar en la valoración de los numerosos recursos
medioambientales, y superficie forestal, e incorporarlos a la dinámica socioeconómica de la
comarca, mediante la potenciación del medio ambiente y la economía verde. Asimismo, el área
cuenta con un patrimonio cultural excepcional que debería ser aprovechado para fomentar una
economía cultural. Enfocar todo el rico patrimonio cultural como un activo económico y
promocionar nuevos yacimientos de empleo en este sector. La existencia en el área de un gran
potencial para conectar los ecosistemas litorales y de interior a través de un sistema de corredores
territoriales-infraestructura verde- que pongan en valor el valor ambiental, paisajística y cultural
de la zona.
117
Todo y la importancia de la industria para la comarca, ésta juega un papel secundario en su
en el conjunto del territorio. Destacar en este sector, 3 subsectores importantes y de gran
potencialidad en el área: el subsector de la alimentación -tanto los de fabricación de productos
alimentarios como los de comercialización-, el subsector de las nuevas tecnologías de la
información y comunicación, y por último, el subsector químico, vinculado a la sanidad, higiene y
limpieza. El potencial del sector agroalimentario en la comarca es enorme para impulsar un clúster
agroalimentario e incluso trabar el sector agroalimentario con otros sectores como el turismo y la
cultura.
El turismo es uno de los pilares importantes de la economía saforense. Y un recurso muy
importante. Si bien, cabe impulsar la diversificación territorial y funcional del modelo turístico para
la desestacionalización del mismo con el aprovechamiento de otro tipo de activos (patrimonio
paisajístico y cultural). Estos se encuentran todavía en una fase emergente, todo y su potencial
(cultura, naturaleza, deporte, gastronomía, etcétera). Asimismo, en el área existe potencialidad
para la creación de un clúster turístico con incidencia en sectores afectos de importancia en el
área como el comercio y el ocio.
En el área se da un creciente dinamismo del ecosistema de innovación, sobre todo
focalizado en la capital comarcal. No obstante, y con algunas salvedades, en un territorio plagado
de pymes todavía hay poca penetración de la innovación, con la existencia de un bajo valor
añadido en los principales vectores económicos del territorio con la consecuente pérdida del
talento joven que busca mejores oportunidades para el desarrollo de sus capacidades en capitales
provinciales e incluso en otras áreas urbanas de Europa. Aunque en general los residentes están
cualificados laboralmente y el nivel educativo del área es bueno, uno de los principales retos del
área funcional está también en la formación. En el requerimiento de una mayor adaptación de la
formación profesional a las necesidades de la “nueva economía” y el mercado laboral del s.XXI en
que los actuales y futuros profesionales requieren hoy de conocimientos, habilidades y aptitudes
que les ayuden a desenvolverse en una sociedad caracterizada por el acceso global a la
información, con el manejo de las nuevas tecnologías y la adopción de procesos de innovación.
Otro de los retos de futuro es la potenciación de la cooperación y creación de sinergias entre
las empresas, y la generación de cadenas de valor en el territorio, como elementos capitales de
cualquier estrategia de desarrollo. Así como una mayor cooperación intermunicipal para afrontar
los retos y desafíos comunes del territorio, implantando formas de gestión mancomunada. La
visión municipalista "excesiva" ha prevalecido sobre la visión de conjunto. En este sentido, muchos
118
de los problemas que existen como la carencia de infraestructuras y de ordenación territorial -
ejemplos como la N-332 que atraviesa 9 municipios de la comarca y que está sin desdoblar, el
tren Gandia-Oliva-Dénia integrado en un megaproyecto de competencia estatal denominado el
“Tren de la Costa”, el déficit de transporte público comarcal, la terminación de la autovía CV-60
con enlace a otras comarcas, la extensión de la red de banda ancha, entre los más destacados-,
dan cuenta de ello. De ahí la importancia de disponer de infraestructuras de transporte y de
comunicación que aseguren la competitividad de la actividad económica del área.
Para concluir, señalar que el área funcional de La Safor cuenta con potenciales recursos de
todo tipo, con importantes actores territoriales, tanto públicos como privados, y redes
empresariales y socio-institucionales, para finalmente poder acometer, mediante la cooperación,
un plan para el empleo y el desarrollo sostenible de la comarca. Un plan que ayude a transitar
hacia una sociedad inclusiva, innovadora y reflexiva de los procesos de cambio y transformación
de la Nueva Economía. De la interacción de los actores y las dinámicas que se produzcan, y del
buen aprovechamiento de los recursos del territorio, depende el que no se desaprovechen las
oportunidades que ésta nos puede llevar para el desarrollo económico y social de La Safor.
119
VI.- POSIBLES PROPUESTAS Y ESTRATEGIAS
Este apartado se presenta en formato de esquema una serie de propuestas- algunas
acompañadas de frases extraídas de las entrevistas realizadas que ejemplifican a la perfección las
mismas-, y que aportan un valor añadido ya que tanto las estrategias como las acciones
planteadas fueron validadas por los actores participantes en una sesión de trabajo realizada al
efecto.
1. Potenciar una economía verde y de lo cultural. “El patrimonio ambiental y cultural que
tenemos debemos aprovecharlo…Por qué no podemos sacar un rendimiento de estos
recursos”.
En este sentido se proponen como posibles actuaciones:
- El hecho de profundizar en la valoración de los numerosos recursos
medioambientales e incorporarlos a la dinámica socioeconómica de la comarca.
- La conexión de los ecosistemas litorales y de interior a través de un sistema de
corredores territoriales -infraestructura verde- que pongan en valor el valor
ambiental, paisajístico y cultural del área.
- Potenciar la economía verde. Apuntando la economía verde en sectores como la
agricultura (preservación de recursos naturales aplicando técnicas que eliminen el
uso de fertilizantes químicos y pesticidas, obteniendo así alimentos más naturales),
en la economía sostenible en las ciudades (aprovechamiento de los residuos y
convertirlos en objetos de valor aplicando las 3 R-reciclar, reducir y reutilizar) y la
economía verde en turismo (impulsar el turismo sustentable verde y combinarlo
con actividades afectas como el deporte).
- El área cuenta con un importante patrimonio cultural que puede ser aprovechado
como un activo económico y promocionar nuevos yacimientos de empleo en este
sector. Hay que fomentar y aprovechar la identidad territorial. Una sociedad que no
esté debidamente vertebrada por sus propios factores lingüísticos y culturales
difícilmente puede desarrollar proyectos de futuro. La comarca debería
contemplarse como un área potencial por su capacidad de cohesión territorial,
económica, lingüística y cultural del territorio, y de éste con otros territorios. Hay
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que aprovechar la comarca como una herramienta de trabajo. El área de La Safor se
sustenta sobre una realidad económica, social y cultural potente y de calidad.
- Fomentar la puesta en marcha de fórmulas innovadoras de la actividad turística me-
diante la asociación del litoral y el interior del área sobre la base de los recursos
culturales y medioambientales que tiene la comarca.
- El diseño de una estrategia política comarcal integrada de protección y gestión de
los espacios abiertos y conservación y mejora del paisaje, y la restauración de los
ecosistemas fluviales, zonas húmedas y espacios de mayor valor ambiental.
2. Mayor cooperación en temas comarcales. “Cooperamos poco… es la verdad”.
La gestión pública se caracteriza por un déficit de cooperación intermunicipal, así como
una cierta descoordinación entre administraciones en iniciativas y actuaciones
sectoriales. Consustancialmente a este hecho, la cooperación en cuanto a la escala
supramunicipal es prácticamente inexistente. Se constata también, la escasa
cooperación público-privada, muy lejos de los principios marcados por la gobernanza. De
la ligazón de los lazos de colaboración entre agentes económicos, sociales e
institucionales, se obtienen ventajas como una mayor información y transferencia de
conocimiento, reducción de incertidumbre asociada a los procesos de innovación, se
favorecen los procesos de aprendizaje colectivo entre los distintos agentes, entre otras
cuestiones, y que son activos importantes en cualquier proceso de desarrollo territorial.
3. Promover y fomentar el valor medioambiental y económico de la agricultura.
“Tenemos que hacer algo con la agricultura…”
En este sentido, el sector como ya hemos subrayado en el informe debe apostar por una
mayor profesionalización y por procesos de innovación. Así como encontrar nuevas
formas de distribución, comercialización y exportación. En definitiva, una agricultura más
competitiva que garantice el uso más eficiente posible del territorio con mayores cotas
de profesionalización. Hay una ausencia de innovación en el sector. No obstante, en el
área funcional de La Safor tienen cabida otros tipos de agricultura que pongan en valor
los productos autóctonos y de proximidad.
En la anterior línea señalar las siguientes propuestas:
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- La creación de una entidad gestora agrícola de ámbito comarcal con una dirección
profesionalizada y que cuente con la participación activa de propietarios, labradores
y de la administración. Es un sector importante que conecta con otras dimensiones
como son la calidad de vida, la identidad del territorio, la salud alimentaria, etcétera,
y por ello cabe garantizar el uso más eficiente posible del territorio a largo plazo.
- El fomentar y promover los canales de comercialización de productos agrícolas de
proximidad.
- Fomentar los grupos de autoconsumo. Las experiencias e iniciativas desarrolladas por
el CDR de La Safor marcan un camino para el conjunto del área.
- Fomentar las experiencias y actividades relacionadas con el agroturismo, las cuales se
suelen combinar con otras actividades como: rutas artísticas, deportes de aventura,
etcétera. El buen clima favorece que puedan haber este tipo de actividades todo el
año. Y el turismo rural está poco consolidado en la comarca cuando el área es rica en
patrimonio ambiental, paisajes, actividades agrarias, cultura, etnografía y productos
típicos (gastronomía), etcétera.
4. Creación de un clúster turístico. “Con la importancia del turismo deberían pensar
trabajar de otra manera… y colaborar todos los agentes más”.
- La potencialidad de creación de un clúster que puede empezar, por ejemplo, con la
proliferación de productos especializados (de turismo activo, de salud y bienestar,
deportivo, congresos, etc.), por parte de un número de empresas del mismo
territorio.
- La Safor como referente de una smart destination. Potenciar el uso de las TIC en las
localidades y mejorar la gestión 2.0 de los destinos de la comarca. Así como alinearse
a las nuevas tendencias en los mercados turísticos (turismo 2.0, etc.).
5. La diversificación territorial y funcional del modelo turístico. “Lo que no puede ser es
pretender que un turista esté todo el día en un sitio…haciendo las mismas cosas… al final
se aburre …”
- La diversificación territorial y funcional del modelo turístico para la
desestacionalización de éste con el aprovechamiento de otro tipo de activos
(patrimonio paisajístico y cultural). Estos se encuentran todavía en una fase
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emergente, todo y su potencial: naturaleza, deporte, cultura, gastronomía, entre
otros.
- Articulación de productos en nuestra comarca entre el litoral y el interior. Y el hecho
de una oferta ampliada con el entorno (área en conjunto). Cualquier Plan de
dinamización del turismo a realizar en el área debería contemplar como sustrato el
hecho comarcal y fomentarlo.
- El desarrollo terciario y comercial del puerto de Gandia.
6. Creación de un clúster agroalimentario. “Este sector es capital para la comarca…”
Como ya señalábamos en el informe, el potencial del sector agroalimentario en la
comarca es enorme para impulsar un clúster agroalimentario e incluso trabar el sector
agroalimentario con otros sectores como el turismo y la cultura.
7. Definir un esquema de infraestructuras energéticas, hídricas y de telecomunicaciones
para evitar la discriminación territorial respecto a la implantación de actividades
económicas.
La movilidad ha de dar solución en entornos que posibiliten la accesibilidad del área
funcional, su conectividad tanto interna como externa, mediante las tecnologías de la
información y comunicación (TIC’s), y con transportes sostenibles e innovadores, así
como con comunicaciones alineadas con la competitividad económica del entramado
empresarial y la funcionalidad del área.
8. La oportunidad que supone el desarrollo de una economía ligada al mar. Y preservarlo
y aprender a explotar sus numerosos recursos de forma sostenible. “No podemos vivir
de espaldas al mar…es un recurso”.
El impulso de la denominada economía “azul”. Esta economía agrupa aquellos procesos
económicos en los que interviene el mar. Suele tener una fuerte presencia de la
investigación y el desarrollo. Y se tiene muy en cuenta la sostenibilidad ambiental. Así,
por ejemplo, el desarrollo de soluciones tecnológicas innovadoras para la generación de
energía eléctrica en el mar, la biotecnología marina, los cultivos marinos (nuevos
alimentos, productos de salud…), energías renovables, etcétera, que pueden ser
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oportunidades adicionales para ampliar este sector productivo en un intento de
industrializar la explotación del mar.
Así, puede suponer una gran oportunidad el hecho de tener un grado en Ciencias
Ambientales, el conocimiento desarrollado en este campo por la UPV juntamente con
los trabajos desarrollados con la Cofradía de Pescadores de Gandia, pueden contribuir a
pensar -¿por qué no?- que la economía azul puede ser un campo de posibles
oportunidades, cuya explotación debe fundamentarse en políticas de sostenibilidad y en
el que la innovación debe estar al servicio de la preservación del ecosistema marino. La
presencia en el Campus de Gandia de la UPV del Instituto de Investigación para la
Gestión Integrada de Zonas Costeras (IGIC), puede ser un buen aliado en este cometido.
Destacar también en el área, los trabajos del Grupo de Acción Local Pesquero (GALP) de
Gandía, en su intento de identificar los retos a los que se enfrenta el territorio y el sector
para lograr un desarrollo inteligente, sostenible e integrado. Para ello se cuenta tanto
con financiación europea como el compromiso de establecimiento de convenio de ayuda
para los GALP por parte de la Consellería de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio
Climático y Desarrollo Rural de la GVA, en el intento de iniciar actuaciones de desarrollo
local de las zonas pesqueras, a partir de las estrategias que los GAL elaboren.
9. Adaptación y renovación de los sectores productivos existentes para hacerlos más
sostenibles y competitivos. “La Universidad tiene que tener más presencia en el territorio
y sus empresas…”
- La comarca tiene importantes centros de conocimiento con la presencia de distintas
universidades que mantienen relaciones con institutos de investigación, institutos
tecnológicos, OTRIS, entre otros. Por lo tanto, hay que aprovecharse de este hecho.
Hace falta encontrar puntos de encuentro para conectar los servicios avanzados con las
empresas y los individuos, y que la ciencia se inserte en el sistema productivo.
La existencia de un entorno de empresas –“un ejército de pymes”- es garantía de
futuro. Y aunque se trata de una comarca terciaria, no hay que olvidar la importancia
de la diversidad y convivencia de diversos sectores económicos (no depender de un
sector solamente).
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- Orientación desde la Universidad de la importancia de lo local. Que se podría fomentar
con trabajos de fin de grado/máster vinculados con el territorio y sus potencialidades.
10. Fomentar las cadenas de valor con enfoque territorial en el área.”En otros lugares como
en Ibi… con todo el sector del juguete y el plástico este tipo de colaboraciones funcionan
y muy bien”.
Como se comentaba en el texto, el área funcional es un territorio plagado de pymes, y
para ganar éstas en escala, se trataría de generar dispositivos eficientes de transferencia
de conocimiento, de diligencia conjunta de pedidos en tramas previamente constituidas
y ordenadas tanto para la posible comercialización agrupada de productos desarrollados
de manera colaborativa como para la creación de otros nuevos producidos por cadenas
de valor territoriales.
Así, pues, un factor cohesionador como activos potenciales del área podrían ser el
conocimiento y la cultura.
11. La necesidad de superar los localismos. “No compartimos un proyecto común...”
En La Safor, ha habido una carencia de visión comarcal. Así, muchos de los problemas
habidos como la carencia de infraestructuras y de ordenación territorial -ejemplos como
la nacional 332 que atraviesa nueve municipios de la comarca y que está sin desdoblar, el
tren Gandia-Oliva-Dénia integrado en un megaproyecto de competencia estatal
denominado el “Tren de la Costa”, el déficit de transporte público comarcal, la
terminación de la autovía CV-60 con enlace a otras comarcas, se encuentran entre los
más destacados y reivindicados-. Las relaciones del área con otras comarcas y ciudades
como Alcoi, Ontinyent, Xàtiva, Dénia, etcétera, son notables y por ello estas
infraestructuras son vitales para la competitividad de la economía de La Safor.
Se propone como escenario necesario el hecho de articular un proceso de reflexión que
permita delimitar qué políticas pueden y/o deben ser locales y cuáles deberían ser
comarcales. Pues no todo es susceptible, ni idóneo que sea desarrollado desde niveles
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locales ni comarcales. La visión integral del territorio debería presidir el proceso, el
hecho de pensar en comarca y en proyectos integrales, integrados e integradores que
posibiliten el desarrollo en conjunto del área.
Existencia de una red de centros de conocimiento y técnicos (como es el caso de los
AEDL), capacitados y competentes con presencia sobre el territorio y con una cobertura
poblacional que permitiría la potenciación de proyectos integrales, integrados e
integradores de desarrollo del territorio.
12. Disponer de datos de la realidad del mercado socioeconómico.
Disponer de datos para conocer las tendencias y potencialidades del tejido productivo y
la detección necesidades de los recursos humanos del territorio. Cuestiones que se
vierten como importantes para los procesos de toma de decisiones. Los centros de
conocimiento presentes en la comarca deberían juntamente con las administraciones
conectar la información y convertirla en valor (conocimiento) para posibles inversores
del exterior, empresas, organismos y ciudadanía en general.
Así se propone en línea con lo comentado:
- Disponer de un Observatorio (o recuperar el Observatorio Socioeconómico de Gandia-
La Safor), para desarrollar de manera regular posibles diagnósticos de los distintos
sectores del tejido productivo del área, con observaciones sobre la oferta y demanda
de empleo, la formación y los posibles perfiles de recursos humanos que puedan
necesitar las empresas.
Un Observatorio que podría estar estructurado por los agentes del territorio
concernidos por la cuestión, a modo de tentativa podría estar configurado por:
representantes empresariales sectoriales, universidades y centros de educación,
centros de formación y emprendimiento, Servef, representantes sindicales,
representantes técnicos de la propia administración (AEDL’s) y la Mancomunidad de
Municipios de La Safor. Que permita la toma de decisiones a empresarios, centros de
formación y administración a corto, medio y largo plazo, sobre todos los asuntos
señalados.
- Información socioeconómica que también puede ser útil para posibles inversores o
empresas que quieran iniciar una actividad en el territorio.
126
13. Sector de la construcción. La rehabilitación y la sostenibilidad.
Ahora nos centramos en obras de rehabilitación de viviendas, apartamentos…”
El sector de la construcción es un sector importante en la comarca a pesar de su descenso
debido a la crisis. La rehabilitación de viviendas es un campo de futuro para la
construcción, así como el desarrollo de viviendas sostenibles y la eficiencia energética. En
el área, existen importantes bolsas de parque inmobiliario con una antigüedad superior a
los 50 años e ineficientes desde el punto de vista energético.
Por otro lado, la venta de viviendas en el área confirma su mejor arranque desde el año
2007. Ciertamente, es la vivienda de segunda mano la que impulsa el sector. En
estadísticas del Ministerio de Fomento, en los primeros 6 meses de 2017, se han registrado
casi 1.450 operaciones de compraventa, más del doble de operaciones que las registradas
en todo el año anterior. Gandia y Tavernes de la Valldigna son los que registran el mayor
número de transacciones, mientras que los municipios más pequeños en población, sea el
caso de Llocnou de Sant Jeroni, Castellonet, Almiserà y Alfauir no registran ninguna
transacción en el segundo trimestre de 2017.
14. El sector comercial y sus desafíos.
Sería interesante un proceso de información y concienciación sobre la importancia de la
profesionalización del sector debido a todos los retos a los cuales se enfrenta. Cuestión
que se presenta como un desafío para las administraciones, las universidades, las
asociaciones de comerciantes y entidades involucradas, de manera que las y los
comerciantes comprendan en toda su dimensión, la aportación de la capacitación en la
gestión de sus negocios y el análisis de las estrategias más deseables para alcanzar una
mayor competitividad frente a los retos comentados (tecnológicos, patrones de consumo
cambiantes, digitalización, etc.). La formación y reciclaje continuo en el sector –y por
extensión en otros- se acontece cuanto menos necesaria.
15. El reto de la innovación empresarial y social.
- Formación de los recursos humanos en nuevas competencias. Facilitar la adaptación
de la población parada, profesionales y trabajadores y trabajadoras de las pymes y
micropymes, a las competencias y habilidades, que son demandadas en el mercado
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de laboral de la economía del conocimiento caracterizado por la transformación
tecnológica y digital.
- En referencia lo anterior, destacar la labor que desarrolla Urbalab como línea por la
que apostar en la comarca. Destacar el programa Lanzadera de Competencias 2.0, un
programa de acciones experimentales por el cual han pasado casi 700 personas de 26
municipios del conjunto de la comarca. Por tanto, sería necesario:
o La dotación de programas para el desarrollo de iniciativas para el
emprendimiento como las señaladas.
o Un servicio de tutorización del Plan de Empresa, poniendo a disposición de
los emprendedores, autónomos y personas que quieran poner en marcha una
actividad empresarial de personal técnico que aparte de potenciar la
formación, también lo hagan en la tutorización y el seguimiento de los
proyectos que se pongan en marcha para conseguir que sean viables y se
consoliden, sobre todo, en su primera fase.
- Enfoque emprendedor desde los estamentos educativos y la formación profesional a
las necesidades de la “nueva economía”. Fomentando el espíritu emprendedor desde
los estamentos educativos como elemento transversal al aprendizaje. En esta línea,
destacar la labor que realiza la Cátedra de Innovación del Campus de Gandia de la
UPV.
- El desarrollo de políticas y programas públicos basados en innovaciones sociales es
todavía escaso. Como señalábamos en el informe, experiencias como el programa
Mindlab, unidad intergubernamental danesa que involucra a ciudadanos y empresas
en la creación de nuevas soluciones para la sociedad, entre otras iniciativas, pueden
servir de referente de éxito en programas públicos basados en innovaciones sociales,
a la hora de encontrar la manera más eficaz y eficiente de dar respuesta y/o solución
a los retos sociales. Como por ejemplo en actividades no tan intensivas en
conocimiento relacionadas con el bienestar social o la dependencia. La innovación
social es un reto. Señalar que, el índice de envejecimiento en muchos municipios del
área es elevado. Especialmente en los del interior. La especialización del sector
geriátrico y gerontológico puede ser una apuesta de futuro.
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- En el campus de Gandia de la UPV, el nuevo grado en Tecnologías Interactivas que
formará a futuros profesionales en sistemas y aplicaciones interactivas en en campos
diversos como la salud, el turismo, la enseñanza, el entretenimiento, la ayuda en
discapacidades y la sostenibilidad ambiental, entre otros, y de su posible
aplicabilidad, es una cuestión que debe tenerse muy en cuenta, tanto por la
administración en general como por las empresas del territorio.
16. Fomento de la formación continua.
En el futuro, y en el presente, todo parece indicar que la formación será eminentemente
práctica, incidiendo en aspectos que no cambiarán con el paso de los años, como la
capacidad de liderazgo o la orientación al mercado. Y donde la capacidad de trabajar en
equipo, la rapidez en la toma de decisiones, la flexibilidad y la adaptación al cambio
constante, serán otras habilidades que, cada vez más tendrán y demandaran más las
empresas. En las profesiones tradicionales también se verán afectadas en su forma de
trabajar por la transformación digital y tecnológica.
Así pues, en un entorno en el que los conocimientos y los cambios digitales marcaran el
ritmo, la adaptación posible al a estos cambios será la formación continua. Tanto en
trabajos creativos (aquellos donde se genera innovación) como en trabajos
interpersonales. Al mismo tiempo, la competencia es cada vez mayor, y global, lo que
obligará en muchos casos, a ultraespecializarse.
17. Fomentar la visión conjunta del territorio (la comarca) y nuevas fórmulas de
cooperación municipal. “Hemos de ir todos a una, hacemos más fuerza”
El término municipal no puede continuar siendo el ámbito sobre el cual se definen las
políticas y gestionan los recursos. En el actual escenario global -y donde los esfuerzos por
separado no son suficientes- los municipios del área de La Safor tienen que apostar por
el modelo de trabajo conjunto comarcal, como estrategia para dinamizar socialmente y
económicamente el territorio.
18. Reivindicación de un conjunto de infraestructuras de vertebración externa e interna
para la mejora de la conectividad global de La Safor. “Uno de la Marina no viene aquí a
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estudiar, se va antes a Alicante, no puede venir a estudiar al Campus…faltan
infraestructuras...”
- El desdoblamiento de la N-332 a su paso por algunos municipios del área
- La culminación de la CV-60 entre Gandia y l’Olleria.
- El tren de la costa Valencia-Alicante.
- Culminación de los accesos al puerto de Gandia, conexión importante que evitará la
entrada de vehículos pesados en la zona del Grau y ayudará a la movilidad.
- Transporte público comarcal (elemento de cohesión y vertebración).
- Red ciclista de La Safor (el territorio presenta un elevado potencial de uso).
- Extensión de la banda ancha al conjunto del área.
130
OTRAS CONSIDERACIONES. LA VISIÓN COMARCAL
El término municipal no puede continuar siendo el ámbito sobre el cual se definen
las políticas y gestionan los recursos. Y es que las dinámicas socioeconómicas y
espaciales, ya hace tiempos que sobrepasan los límites de los términos municipales
y son comarcales. Además, La Safor no es una comarca aislada. Esta forma parte de
diferentes escalas – la Comunitat Valenciana, las Comarcas Centrales Valencianas, el
Arco Mediterráneo -, y donde de alguna manera interactúa, colabora y compite.
Estamos donde estamos en parte, porque se ha pensado el territorio en clave de
pequeñas unidades, y las instituciones han sido vistas como una manera de
fortalecimientos de alianzas e intereses, en lugar de pensar la comarca como una
herramienta de desarrollo socioeconómico que debía ser. No se ha tenido -al
menos hasta el momento del Acuerdo Territorial-, la apuesta por un elaborar un
plan estratégico comarcal, un tipo de gran pacto de comarca, transversal,
participativo e inclusivo. Nos hemos quedado más en el sentimiento de pertenencia
que por apostar por un instrumento de trabajo -la comarca- que pudiera sernos útil.
En el actual escenario global - y donde los esfuerzos por separado no son suficientes
- los municipios de La Safor tienen que apostar por el modelo de trabajo conjunto
comarcal, como estrategia para dinamizar socialmente y económicamente el
territorio. Trabajar desde esta escala porque tenemos un proyecto común -¿lo
tenemos?-. A la anterior pregunta formulada, no hay una unanimidad al respecto
por parte de los actores consultados.
Ciertamente, el objetivo de este modelo de trabajo conjunto, tiene que ser el dar
respuesta a las necesidades de los habitantes, empresas y ayuntamientos de La
Safor. Y especialmente en políticas de empleo con clara vinculación territorial. Sin
embargo, no sería estratégico el hecho de reivindicar solamente la comarca como
un simple sentimiento de pertenencia; y quedarnos aquí. Se tiene que ir más allá, y
reivindicar también la comarca como un instrumento útil, y que desde la
131
proximidad nos puede permitir ofrecer más y mejores servicios y aprovechamiento
de recursos de todo tipo.
La Safor es una comarca reconocida históricamente en diferentes momentos del
tiempo. Esta ha estado siempre presente en las clasificaciones de comarcas y
cualquiera de las propuestas de organización territorial que se han hecho. Hay que
repensar la visión de comarca como una herramienta de trabajo entre municipios.
Un trabajo compartido para prestar servicios y recursos de la forma más eficiente y
eficaz posible. Y que indudablemente tiene que estar al servicio de sus habitantes,
pueblos e infraestructuras que forman parte.
Los 31 municipios que forman parte de esta comarca, están en un territorio en que
sus habitantes y empresas tienen bastantes necesidades parecidas. Por otro lado,
también tenemos que ser conscientes que cada municipio por separado, no tiene
suficientes medios para dar respuesta a determinadas necesidades. El hecho de
trabajar conjuntamente, dentro del marco de la solidaridad y colaboración
territorial, permite dar respuesta a las necesidades de cada uno de los municipios
que forman parte. Juntos somos más fuertes podría ser el eslogan.
Pero, una visión comarcal, necesita “repensar” un órgano supramunicipal que
coordine, articule y que permita diseñar las estrategias territoriales y sectoriales
para el desarrollo social y económico. Y hay que realizar esta tarea de forma
arraigada al territorio, desde una prestación conjunta de servicios, que permiten
beneficiarse de las ventajas del hecho mancomunal, y haciéndolos sostenibles
económica, social y medioambientalmente. Todo esto, ejerciendo el derecho en la
autonomía local y el hecho de mantener la capacidad de decidir qué proyectos y
servicios son necesarios para desarrollar socioeconómicamente nuestro territorio
en favor de la sociedad civil – entendida en sentido amplio - y en busca del bien
común. No obstante, supondría el hecho de iniciar un proceso de transferencia de
competencias municipales a organismos funcionales de carácter comarcal, para la
coordinación y gestión de aquellas competencias con un claro eco y carácter
comarcal.
132
No es cuestión sencilla el hecho de implicar a todos los agentes que hacen falta
para desarrollar una tarea tan ambiciosa. Y es más, añadimos aquí que los
municipios de la comarca deberían aceptar trabajar a escala comarcal, para
conseguir un mayor grado de eficiencia en la prestación de los servicios, también el
hecho de renunciar a parte de sus competencias. La finalidad última del hecho
mancomunal es satisfacer las necesidades y demandas ciudadanas y de las
empresas del territorio, y la mejora de la calidad de vida. Esta filosofía es un hecho
consustancial que sirve para este territorio - y por extensión puede que a otros - y
para todos aquellos que creen - y de verdad - en conceptos tan de moda como el
trabajo en red, el trabajo cooperativo, la filosofía de la colaboración, el win-win, el
hecho de sumar para multiplicar o la busca del bien común (colectivo).
De elaborarse este plan de repensar mancomunalmente, requeriría que las
administraciones hicieron el primer paso. Este tendría que salir de la capacidad que
tienen los agentes de la comarca para hacer cosas, en este caso pensar, dialogar y
diseñar propuestas argumentadas. Todo esto, tiene que refundarse en un nuevo
estilo de gobernanza, más directo y próximo entre administraciones y los actores
del territorio, y donde prevalezcan las singularidades del hecho territorial.
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ANEXO I
Espacios protegidos La Safor. Fuente: Conselleria d'Infraestructures, Territori i Medi Ambient (2017).
Nombre Declarado
Marjal de Pego - Oliva ZH, ZEC, ZEPA, PN, LIC
Serra de Corbera ZEC, LIC
Serres del Montdúver i la Marxuquera ZEC, LIC
Cova de les Rates Penades (Ròtova) ZEC, Cv, LIC
Cova dels Orgues Cv
Sima Blanca Cv
Montdúver - Marjal de la Safor ZEPA
Pla dels Tramussos Mcr
Cova de l'Autopista Cv
Desembocadura del Riu Bullents ZH
Barranc de Manesa Mcr
Barranc de la Safor Mcr
Sima Pilar Cv
Sima de Pablo Puchol Cv
Casa dels García Mcr
Cim del Montdúver Mcr
Marjal dels Borrons Mcr
Secà dels Carreters Mcr
Sima Aldàia Cv
Avenc Llèngua de Sèrvol Cv
Paisaje Protegido del Serpis PPr
Montañas de la Marina ZEPA
Cova de les Rates Mcr
Serra de la Safor LIC
Cova de l'Aigua (Carcaixent-Simat) Cv
Avenc de la Donzella Cv
Cova del Forat Cv
Desembocadura del Riu Xeraco ZH
Ullal de l'Estany del Duc ZH
La Marjal de la Safor ZH, ZEC, LIC
Dunes de la Safor ZEC, LIC
Avenc del Simarró Cv
Desembocadura y frente litoral del Riu
Racons
ZH
Parpalló-Borrell PNM
Alt de la Safor Mcr
Cova de Planxa Cv
Cova del Bolomor Cv
Marjal y Estany de la Ribera Sur del
Xúquer
ZH
Cova Xurra (Gandia) ZEC, Cv, LIC
Sima del Toro Cv
Alts de la Drova Mcr
Font del Cirer Mcr
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ANEXO II
Figuras de protección área de La safor. Fuente: Portal Estadístico GVA-Argos (2017).
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ANEXO III
Algunas fotos de la sesión de trabajo con los actores territoriales. Lugar de celebración: Urbalab.
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