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NOTAS Y DISCUSIONES
Conflicto social, controversias científicas y debateético. Sobre el contexto de la bíoética'
JOSÉ LUIS LUJÁNInstituto de Estudios Sociales Avanzados (CSIC)
Las implicaciones éticas y sociales de laciencia y la tecnología son en nuestrosdías materia de debate público y objetode investigación por parte de científicossociales y humanistas.? Varios son losfactores que han conducido a esta situación. Podemos hablar de la aceleracióndel ritmo del cambio científico y tecnológico, de la aparición de la Big Scienceque difumina la tradicional distinciónentre ciencia básica y tecnología.; Seacomo fuere, lo que no podemos dejar detener en cuenta es el cambio de actitudhacia la ciencia y la tecnología producido en los países occidentales más desarrollados durante el último cuarto de siglo. Hacia finales de los años sesenta laciencia y la tecnología Se convierten enobjeto de debate político.'
No debemos olvidar, sin embargo,que en el ámbito de la biomedícina elanálisis ético ha sido una constantehistórica." Si bien, es cierto que la popularización de los aspectos éticos dela medicina y las ciencias de la vidaestá ligada al desarrollo reciente de lanueva bíotecnología, las tecnologías dereproducción y la ingeniería genética.
El término 'bíoétíca' se emplea ennuestros días para referirse a un campo de investigación, un ámbito académico ínterdíscíplínar y a una actividadque se ejerce en instituciones como loshospitales y organismos internacionales como el Consejo de Europa.> LaEnciclopedia de Bioética nos puedeservir para hacernos una idea de losmúltiples temas que sueÍen calificarsecomo bloétícos.s La experimentación
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de los medicamentos, la eutanasia, losdiagnósticos de pre-ímplantacíón, lostrasplantes de órganos, la política sanitaria ° la discriminación genética sonsólo algunos ejemplos que muestran laamplitud de la bioética.
La bioética presenta diversos nivelesde análisis. Un tema como el de lostrasplantes de órganos plantea problemas relativos al modo en que el donante (o su familia) debe proporcionarel consentimiento, los criterios de selección de los pacientes receptores, oproblemas de justicia social relacionados con el alto coste de este tipo deintervenciones.' En los hospitales, losparlamentos y los consejos de ministros se toman decisiones sobre cómoafrontar estas cuestiones.
En este trabajo no vaya tratar ni delos problemas ni de las corrientes de labioétíca, Mi objetivo es identificar algunos de los posibles modos en que seproduce la interacción entre ética e investigación en bíomedícína (concretamente, en ingeniería genética humanay tecnologías de reproducción), con elfin de situar en un contexto amplio laactividad bíoétíca. El interés que meanima es mostrar que la regulación noes, de hecho, la única forma en que lasociedad (y por lo tanto, los intereses ylos valores) influye sobre la tecnología.
Ética y regulación
El modo más común de conceptualizar la relación entre la investigación
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científica, o la intervención tecnológica, y la ética es el análisis de impactos.El proyecto ELS! (NIH-DOE WorkingGroup on Ethícal, Legal and SocialImplications) en Estados Unidos y elprograma ESLA (Ethícal, Social andLegal Aspects of Human GenomeAnalysis) en la Unión Europea son dosejemplos de este tipo de análisis éticoen relación a la ingeniería genética humana. En ambos casos se trata de llevar a cabo estudios prospectivos sobrelos diferentes problemas que puedepresentar el uso de la información genética. La autonomía, la prívacidad, laconfidencialidad y la igualdad son considerados los principales principios éticos que, en distintos contextos, podrían llegar a ser amenazados por latecnología genética. Los productos deesta actividad ética son de distinta índole: se propone (a diferentes niveles)introducir determinadas regulacionesque eviten los problemas detectados ose elaboran recomendaciones para quesean seguidas por los profesionales dela salud cuando sc encuentren en situaciones conflíctivas.s
La regulación de la tecnología ocurre en unas condiciones culturales particulares. La libertad de innovación esen nuestra sociedad un valor profundamente arraigado por dos razonesprincipales:" (i) se la reconoce comoun medio legítimo de conseguir fineseconómicos, profesionales o individuales:" y (ii) se la considera un modo deconseguir mayor bienestar social (porello se protege mediante patentes y sefinancia parte de la investigación confondos públicos, por ejemplo).'! Eneste contexto cultural, la regulación delas consecuencias sociales de la. tecnología es un modo de compensación ética y política de la libertad de innovación.12
Un rasgo interesante del desarrollode la bioétíca en nuestros días es su
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relación directa con los programas deinvestigación. ESLA recibe un sietepor ciento de los fondos comunitariosdedicados a la investigación en el genoma humano, y ELSI un cinco porciento. Se considera necesario, portanto, prever las posibles implicacioneséticas y sociales de los resultados de lainvestigación científica y tecnológica.La ética, en este tipo de análisis, aparece sólo cuando el conocimiento científíco entra en contacto con la sociedad. Esta versión de la relación entreética e investigación científica fue lautilizada por la Comisión Europea alafirmar que el principal objetivo delanálisis del genoma humano es aumentar el conocímíento sobre la genética humana, lo que no significa quedicho conocimiento deba conducir necesariamente a su aplicación comomedicina predictiva, sino que previamente debe evaluarse cuidadosamentela aceptabilidad social de esas aplicaciones. La Comisión adoptó esta posición para salvar las críticas procedentes del Parlamento Europeo, que vinculaban el concepto de medicina preventiva con el de eugenesia.
Tradicionalmente la regulación hatenido un carácter reactivo, tratandode corregir los impactos sociales y ambientales identificados, bien en la aplicación de la tecnología, bien medianteanálisis prospectivos previos a la aplicación. Sin embargo, la reciente regulación de la Unión Europea sobre la liberación voluntaria de organismos genéticamente modificados (OGMs) debeconsiderarse como proactíva.P Es unaregulación que pretende prevenir problemas ambientales que no han sidodetectados, posibilitando la aplicaciónde una tecnología en condiciones deincertidumbre sobre sus impactos ecológicos." Aunque existe una tendenciaa señalar el carácter novedoso de estaregulación, no debernos olvidar que el
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sector farmacéutico se ha movido desde hace mucho tiempo en parámetroslegales muy similares. En cualquiercaso, el aspecto que me interesa destacar aquí es que la regulación proactivaes un modo de orientar la investigación científica para conseguir mayorescuotas de seguridad. Consideracionesen relación con la protección del ambiente y la salud pública llegan a fijar,en algunos ámbitos, la dirección en laque se producirá la acumulación deconocimiento."
La ética y la agenda cientiiica
La ética no sólo aparece en el apéndicedel libro de ciencia, sino también en elprólogo e incluso en las solapas. La invocación de la ética se ha convertidoen una forma de demandar apoyo paraciertos tipos de investigación. Ya en1969, Robert Sínsheímer, refiriéndosea los avances en biología molecular,declará que «por primera vez en la historia, un ser vivo puede entender susorígenes y llegar a diseñar su futuro».A mediados de los años ochenta, Robert Sinsheírner propondría, al igualque Charles DeLisi y Renato Dulbecco,la secuenciación del genoma humano.Uno de los primeros defensores de esteproyecto, el premio Nobel James Watson, ha argumentado que hay «poderosas razones éticas para conseguir el conocimiento genético tan pronto comonos sea posible». Y WaIter Gilbert hacalificado el proyecto genoma como el«Santo Grial» de la genética humana.Daniel Koshland, editor de Science, haafirmado que la aplicación de la genética humana ayudará a solucionar problemas como la pobreza.v
En estas defensas del proyecto genorna se difumina la distinción, otras veces esgrimida. entre la investigación ysu uso, o entre ciencia y sociedad." Seargumenta que la consecución de deter-
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minado conocimiento es un modo deconquistar metas ampliamente cornpartídas, El análisis del genorna humano sepresenta como un requisito para cumplir con el deber de eliminar las enfermedades y evitar el sufrímíento,
El contexto en el que se realizan estas afirmaciones se caracteriza por unafuerte competencia por recursos púhlicos y privados entre distintas líneas deinvestigación. Los «empresarios» científicos tratan de convencer a ciertossectores de la opinión pública de queun determinado programa o proyecto científico o tecnológico es el mejormedio para alcanzar ciertos fines, es lamejor inversión.
El mismo tipo de argumentación,aunque en sentido opuesto, ha sido seguido por los críticos del proyecto. Algunos de estos críticos consideran, aligual que los defensores, que adquirirconocimiento genético contribuirá albienestar social. La discrepancia se produce respecto a cuál sea la mejor estrategia. Mientras que los defensoresdel proyecto proponen la secuenciacíón completa del genorna, los críticosven más acertado centrarse en la cartografía (mediante mapas de ligamiento) o en la sccuencíacíon del ADN quecodifica proteínas (a partir del ARNmensajero). También se ha señaladopor parte de algunos científicos que losgrandes proyectos de investigación sonnegativos para la formación de los jóvenes científicos, que alterarán los sistemas de recompensas, burocratizaránla investigación y desnaturalizarán elethos cíentífíco.'!
Otros críticos más radicales consideran que el conocimiento que se obtendrá .de la secuenciacíón del genomahumano ni mejorará la salud ni aliviará el sufrimiento de los seres humanos, ni siquiera en los países ricos.Para estos autores la mayoría de losproblemas (incluidos los de salud) que
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afectan a la humanidad guardan pocarelación con la genética."
La ciencia y la tecnología contemporáneas son empresas que dependen deun amplio apoyo social.2° Por ello, enlas controversias relacionadas con lapuesta en marcha de proyectos científicos y líneas de investigación se hacereferencia a beneficios concretos y a laconsecución de metas sociales. En elproceso en que se fija la agenda de investigación aparece también un debateético informal.21 Esto es exactamentelo que ha ocurrido durante los años enlos que se ha discutido la oportunidadde iniciar el proyecto genoma humano,Sin embargo, cuando se trata de analizar de un modo más formal, como sehace en ELSI y ESLA, las implicaciones éticas del proyecto, se parte precisamente de la distinción entre aspectoscientíficos y aspectos sociales (éticos ylegales).
La ética y el significado socialde las tecnologías
Espero no equivocarme al afirmar queuna gran parte de la ciudadanía delas democracias contemporáneas comparte valores como la autonomía moral y la libertad individual. ¿Por qué,entonces, se ha generado una controversia social y política en torno a la reproducción médicamente asistida? Enotras palabras: ¿por qué desde determinados ámbitos se cuestionan unastecnologías que, en principio, posibilitan una mayor libertad de elección? Larespuesta a estas preguntas nos servirácomo ilustración de otra de las dimensiones de la relación entre la ética, porun lado, y la ciencia y la tecnología,por otro.
La oposición a las tecnologías de reproducción fue promovida en un primer momento por grupos de carácterreligioso. Los sectores más liberales o
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progresistas tendían a establecer uncontinuo entre la antíconcepción, laInterrupción voluntaria del embarazo ylas tecnologías de reproducción. También algunas feministas llegaron aconsiderar la 'reproducción artificial'como el modo en el que la mujer podría escapar a la barbarie del embarazo. Las tecnologías de reproduccióncontribuirían, bajo este prisma, a liberar a las mujeres de una posición social de opresión ligada a su biología."
Hacia mediados de la década delos años ochenta la valoración feminista de las tecnologías de reproducciónasistida cambió de forma radical. Elmovimiento feminista FINNRAGE (Feminist Intemational Network of Resistance lo Reproductive and Genetic Engineering) interpretó las tecnologías dereproducción corno la llegada del 'tecnopatríarcado'." Estas tecnologías noaparecían ahora como una liberaciónde la mujer de ciertos condicionantessociales relacionados con su biología,sino corno la potenciación de su papelreproductor.
En los últimos tiempos parece haberse llegado a una valoración intermedia de las tecnologías de reproducción por parte de un sector importante del movimiento feminista. En.estanueva valoración se enfatiza la necesidad de que las mujeres controlen lastecnologías de reproducción en su propio beneficio. La estrategia propuestaes influir en la regulación de estas tecnologías de tal modo que se potenciela autonomía y la libertad de elecciónde las mujeres y se eviten prácticasdiscrímínatorias.e' Estas feministas critican las valoraciones realizadas por elgrupo FINNRAGE por no tener encuenta la experiencia de las mujeresin fértiles y favorecer una definiciónpolítica, antes que personal, de las tecnologías de reproducción.
El informe de la OTA (Office of Tech-
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nology Assessment) de 1988 llega aconclusiones parecidas a las que acabode señalar. En él se afirma que las técnicas de reproducción no coítal suponen un reto para las posiciones feministas: «Ofrecen nuevas posibilidadespara la elección personal, al mismotiempo que amplifican las posibilidades de que algunas mujeres sean explotadas o refuerzan ciertas actitudesrelacionadas con el imperativo de lapaternidad biológica»."
La controversia en torno a las tecnologías de reproducción asistida seha establecido entre diferentes actores:grupos religiosos (especialmente católicos), feministas (de diferentes orientaciones), colectivos biomédicos (con intereses económicos en la implantaciónde estas tecnologías), principalmente."El conflicto entre estos actores puedeinterpretarse de diferentes maneras. Laque me interesa destacar aquí es la siguiente: un conflicto sobre el significado cultural de las tecnologías de reproducción y entre distintas imágenesnormativas del papel reproductivo dela mujer. En este conflicto se hace uso,entre otras cosas, de principios y argumentos éticos y políticos, siendo el resultado patrones de apropiación e interpretación pública de las tecnologías.En este sentido podemos hablar deuna práctica informal de la bioétíca,aunque de diferentes modos se encuentra relacionada con la actividadde los distintos comités que llevan acabo valoraciones más institucionalizadas.
La dimensión ética de la causalidad
En cualquier debate político se haceuso de narraciones causales. Este es elcaso cuando se afirma que el preciodel dinero desincentiva la inversión,que el factor determinante de la tasade accidentes de tráfico es el consu-
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mo de alcohol los fines de semana, quelos incendios forestales son causadospor la sequía, la falta de vigilancia, elabandono del campo.... Las narraciones causales poseen tan
to una dimensión empírica como unadimensión ética." Desde el punto devista empírico, las narraciones causales nos indican cómo podemos intervenir para conseguir el efecto deseado.Desde un punto de vista ético, en loscontextos socíales y políticos, distribuyen responsabilidades entre los diferentes actores. En tanto que las ciencias sociales son la principal instancia suministradora de narraciones causales útiles en política, su desarrolloestá inevitablemente ligado a la controversia.
Tanto en política como en ciencia,la generación de narraciones causalesestá relacionada con el proceso dedefinición de los problemas." Esto es,diferentes modos de definir un problema conducen a narraciones causalesalternativas." Una parte de las controversias científicas se producen precisamente en el nivel de la definición delos problemas. y en muchas ocasiones es posible encontrar conflictos políticos directamente relacionados concontroversias científicas. El debate relacionado con la utilidad de la educación compensatoria, en el marco de lalucha contra la pobreza de la administración demócrata de Lyndon B. Johnson, está íntimamente relacionado conla controversia científica respecto alorigen (biológico versus ambiental) delas diferencias en inteligencia. .
Las narraciones causales pueden utilizarse políticamente con cuatro finalidades principales: (I) desafiar o apoyarel orden social existente; (n) identificaragentes causales, asignando responsabilidades entre los actores políticos, ysirviendo como argumento para neutralizar la acción de algunos o para de-
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mandar compensaciones por los dañosocasionados; (m) legitimar la acción dealguno de los actores; y (IV) promoveralianzas entre distintos individuos almostrar que son víctimas de la acciónde un mismo agente."
Veamos dos ejemplos relacionadoscon el diagnóstico genético. La literatura sobre el impacto social de la información genética se refiere a menudo a los problemas que pueden aparecer en los ámbitos laboral y de los seguras médicos. En una sociedad sinSistema Nacional de Salud (como Estados Unidos) los empresarios estáninteresados, con el fin de reducir loscostes de los seguros médicos, en disponer de la información sobre las predisposiciones genéticas de sus empleados a padecer determinadas enfermedades. Los trabajadores, por su parte,no están interesados, excepto en algunos casos, en ser diagnosticados genéticamente, mientras que sí les interesaque se les someta periódicamente aexámenes sobre posibles daños en loscromosomas producidos por la exposición a productos químicos tóxicos. Enrelación con una enfermedad laboral,el diagnóstico genético y el examencromosómíco proporcionan información para narraciones causales alternativas. En una se hace depender el estado de salud del individuo de su propiaconstitución genética, en la otra de lascondiciones de trabajo.
El segundo ejemplo está relacionadocon la promoción de alianzas. En Estados Unidos el estudio de los problemas relacionados con el uso de díagnósticos genéticos por parte de lascompañías de seguros y en los lugaresde trabajo ha llevado a que algunossectores planteen la necesidad de instaurar un 'programa básico de servicios sanitarios'. En la segunda de lasrecomendaciones del informe de 1993del grupo de trabajo sobre información
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genética y seguros del programa EL81se afirma que el único modo práctico yefectivo de prevenir la discriminación,en 10 referente a la salud, es establecer un programa que posibilite a todosel acceso a los servicios sanitarios básícos."
A la misma conclusión podrían llegar muchas otras personas, además delos integrantes del programa ELSI. Laposibilidad de sufrir discriminacióngenética en el acceso a los seguros' desalud podría convencer a un númeroimportante de ciudadanos norteamericanos (con capacidad de influencia política) de la oportunidad de establecerun sistema nacional de salud de cobertura universal. Esto es, los diagnósticos genéticos podrían ayudar a eliminar incertidumbre respecto de la posíbilidad de sufrir algunas enfermedades, pero a su vez crearían una incertidumbre nueva: la posibilidad de serdiscriminado en el mercado de los seguros y en el mercado laboral. La información genética resultaría ser unarma de doble filo, y una de las consecuencias sociales de la investigación engenética humana podría ser el cuestíonamiento del actual sistema sanitarionorteamerícano.P
El primero de los ejemplos anteriores sirve para mostrar cómo 16s intereses y los valores de los actores socialespueden relacionarse con la definiciónde un problema que dará origen a unanarración causal. En el segundo nosencontramos con una narración causalsobre los impactos sociales de la información genética que puede influir enla formación de la agenda política.
Conclusión
La ciencia y la tecnología se convíerten en problemas normativos cuandoentran en conflicto con valores y estructuras normativas pre-existentes, o
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cuando alteran el equilibrio de fuerzasentre actores sociales." En las páginasanteriores he tratado de mostrar algunas de las posibles modalidades en quese producen estos conflictos en las sociedades contemporáneas.
Diferentes instituciones se ocupanen la actualidad de ofrecer canales deexpresión a las posiciones de los distintos actores sociales en relación conel desarrollo de la biomedicina. Refiriéndose a los comités de ética de ámbito nacional, Jean Bernard ha señalado que su existencia sólo está justificada durante el período de aprendizajesocial de la articulación del debatebloético." Instituciones semejantes alcomité francés (Comité Consultatif National d'Étíque) se han creado en Dinamarca, Italia y Países Bajos, así comoen la Unión Europea." Recientementeen Estados Unidos se ha planteado laposibilidad de seguir esta misma líneade actuacíón.>
Los comités de ética (en sus rnúltí-
ples versiones) pueden cumplir la función de dínamizar y estructurar el debate público, pero no la de reemplazarlo." La dimensión ética y políticade la ciencia y la tecnología es demasiado amplia como para ser confinadaen los márgenes de los comités. Losmodos en los que el público puede influir sobre la ciencia y la tecnologíason también diversos.
Kristin Shrader-Frechette ha conceptualizado la evaluación de tecnologíascomo filosofía aplicada de la ciencia; yArie Rip entiende las controversias públicas relacionadas con la ciencia y latecnología como un modo informalde evaluación de tecnologías." Por miparte quisiera insistir en la relevanciaque para el ámbito (multídiscíplinar)de los estudios sobre ciencia y tecnología tiene el análisis del debate públicosobre los aspectos éticos y políticos dela ciencia y la tecnología. Estos análisis pueden convertirse en una contribución «práctica»al propio debate.
NOTAS
1. La realización de este trabajo ha sido posible gracias a la financiación del Fondo de Investigación Sanitaria del Ministerio de Sanidad yConsumo {FrS. Contrato: 93/0304) y del ConsejoSuperior de Investigaciones Científicas.
2. Una panorámica de la ética de la ciencia yla tecnología se encuentra en C. Mítcham, Thínking througñ Technology: The Path between Engineering and Philosopñy, Chicago, IL, Chícago Universíty Press, 1994.
3. J.L. Luján y L. Moreno, «La Tecnologíacomo Problema Social: El Estado de la Cuestión»(manuscrito), 1995.
4. Véase al respecto D. Gracia, Fundamentosde Bioética, Madrid, EUDEMA, 1989.
5. Véase T. Engelhardt, Foundations of Bio·ethics, Nueva York, Oxford University Press,1986; R. Martín Mateo, Bioética y derecho. Barcelona, Ariel, 1987; F. Vílardell, Ética y medicina,Madrid, Espasa Calpe, 1988; D. Gracia, op. cit.; YR. Dworkin, El domillio de la vida. Barcelona,Ariel, 1994 (la edición original es de 1993).
6. W.T. Reich (editor en jefe), Encyclopedia o{Bioethics, Prentice Hall.
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7. F. Vilardell ••Problemas éticos de la alta tecnología médica», en F. Vilardel1 (ed.), Ética y medicilla, Madrid, Bspasa Calpe, 1988.
8. Recomendaciones para la regulacíén se pueden encontrar en The Council of State Govemments (CST), Advallces in Genetic Injormation: AGuide [or State Policy Makers, Lexíngton, CST.1992. Recomendaciones para la práctica clínicapueden consultarse en L.B. Andrews, J.E. Fullarton, N.A. Holzman y A.G. Motulsky (eds.), Asses·sing Genetlc Risk. Implications for Health and Social Policy, Washington DC, National AcademyPress, 1994. Véase también Fundación BBV, Proyecto gel10ma humano: ética, Bilbao, FundaciónBBV. 1991. En relación a Espat'ia. J. Petiso «Laidentificación genética y los derechos fundamentales», Arbor, 564 (1992), pp. 45-79; Y C.M. Romeo Casabona, «Repercusiones jurídicas de lasinvestigaciones sobre el genoma humano», en M.Palacios (ed.), El gelwma humano, Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz,1994.
9. Reconocido en la Constitución Española de1978 en su articulo 20.
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I Q. La libertad de innovación no es. empero,absoluta j' la seguridad, la salud pública, la autonomía y la libertad de los individuos constituyenalgunos de sus límites.
11. Sobre estos temas, véase también J. Ravetz, «A New Social Contract for Scíence», Bulletin al' Science, Technology & Society, 8 (1988), pp.20-30.
12. D. Sternerdíng, «How to Deal with the Irnplícations of Human Genome Research? On theBounds of a Polítícs of Regulattons-, en H. Haker, R. Hearo y K. Steigleder (eds.), Ethics ofHumal! Geuome Allalysis. Tubinga, Attempto Verlag,1993.
13. J.L. Luján y L. Moreno, «Bíotecnología ysociedad: conflicto, desarrollo y regulacíon«, Al'bol', 585 (1994), pp, 9-47.
14. Hay que tener en cuenta, no obstante, queen Estados Unidos no se ha optado por una regulación especial para los OGMs. sino por la aplicación de las leyes existentes para la protección delambiente.
15. Una interpretación distinta a la aquí presentada es, por ejemplo, la proporcionada porLes Levidow, quien considera que la regulaciónproactíva es un modo de disolver la dimensiónética de las aplicaciones tecnologícas.
16. R. Sínsheírner, «The Prospect of DesígnedGenetic Change», Engineering and Science, 32(1969). pp. 8-13; R. Dulbecco, .A Turning Pointin Cancer Research: Sequeneíng the Human Geneme», Science, 231 (1986). pp. 1.055-1.056; D,Koshland, «Sequences and Consequences of theHuman Genorne», Science, 146 (1989), p. 189;J.D. Watson, «The Human Gcnorne Project: Past,Present, and Futures, SCience, 248 (1990), pp. 4449; Y D.J. Kevles, .Out of Eugenics: The Hístorical Politics of the Human Genorne», en D.1. Kevles y L. Hood (eds.), The Code of Codeso Scientiiicalld Social Issues in the Human Genome Project,Cambridge, MA, Harvard Vniversity Press, 1992.
17. D. Stemerding y J. Jelsrna, «Ethics and theSocial Dynamícs of the Human Genome Project»(manuscrito). 1992, y D. Sternerding, op. cis,
18. P. Leder, «Can the Human Genome ProjeclBe Saved fmm lts enties... and from ItseJf?,CeU, 63 (1990), pp. 1-3: y S. Hilgaltner, oThe Hu·man Genome Project. (manuscrito), 1994.
19. R.C. Lewontin, oThe Dream of the HumanGenome., The NelV York Review (28 de mayo de1992).
20. En este sentido, el proceso en el que se fijala agenda científica y tecnológica es semejante aaquel que da lugar a la agenda de problemas sociales.
21. L. Levidow. .The Political Role oí EthicsDebate in Agrieultural Bioteclmology•• texto presentado en la conferencia E/hical Aspects ofBiotlXhnology (Oslo, 10-11 de noviembre de 1993),
22. M. Charlesworth. Bioethies in a Liberal So-
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ciety, Cambridge, Cambridge University Press,1993.
23. Véase. por ejemplo, el conjunto de contribuciones que aparecen en P. Spallone y D.LSteinberg (eds.), Made to Order. The Myth af Reproductive and Genetic Progress, Oxford, Pergamon Press, 1987.
24. Charlesworth, 01'. cil.: y J. van Dyck, Manuiacturing Bables and Public Consent, Debatingthe New Reproduative Technologies, Londres, Macmíllan, 1995.
25. Offíce of Technology Assessment, Infertility: Medical and Social Cholces, Washington DC,U.S. Govemment Printing Office, 1987.
26. También hay biomédicos que han mostradogran sensibilidad hacia los aspectos sociales delas tecnologías de reproducción. Véase J. Testard,L'Oeuf Transparens, París, Flamrnarion, 1986; y J.Testard, La Procreacián ArtifICial (1993), Madrid,Debate, 1994.
27.D.A. Stone, «Causal Storíes and the Formation of Policy Agendas», Political Science Quartetiy, 104 (1989), pp, 281-300.
28-Ó, Un problema previo lo constituye la emergenciade los problemas sociales.Esto es, cómo algunos actores sociales consiguen convencer a otros de que unadeterminada situación es socialmente problemática yes necesario solucionarla. Véase al respecto S. Hílgartner y C.L. Bosk, «The Ríse and Fall of Social Problems: A Publíc Arenas Model", American Joumal o{Socidogy, 94 (1988),pp. 53-78; y S. Gíner, .La Urdimbre Moral de la Sociedad»,en E. Lamo de Espinosa yJE. Rodríguez Ibáñez (eds.), Problemas de Teorta SocialContemporán.ea. Madrid, CIS. 1993.
29. J.A. L6pez Cerezc y J.L; Luján, Elarteiactade la inteligencia. Una-reilexián orüica sobre el determinismo biológico de la inteligencia. Barcelona,Anthropos, 1989. '
30. Stone.op. cit.31. ELSI (Task Force on Genetic Information
and Insurance), Cenetie ¡!110m/aliolI and HealtñInsurance, Bethesda, MD, Natícnal Center forHuman Genome Research, 1993.
32. J.t. Luján y L. Moreno, .Bíological Lotteryand Social Solidarity» (manuscrito). 1995.
33. La innovaci6n (y por lo tanto la cienda ysobre todo la tecnología), es una de las armasque los actores sociales pueden utilizar- en su favor para modificar- el sta/lIS qua. En tanto que lagénesis de la moral depende de los conflictos sociales, la innovación puede jugar un papel destacado en la evolución moral.
34. J. Bernard. op. cit.35. E. Muñoz, Una visión de la bioteclIolog{a:
principios. políticas y problemas, Madrid. Fondode Investigación Sanitaria, 1994.
36. Office of Technology Assessment, Biomedícal Etflies b¡ U.S. Public Policy, Washington DC,U.S. Government Printing Ofñce, 1993; y K.E.Ranna, R.M. Cook-Deegan y R.Y. Nishimi, .Fin-
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ding a Forum for Bíoethícs in U.S. Public Policy», Politics and Lile Sciences, 12 (1993), pp.205-219. Véase también el conjunto de contribuciones sobre bioétíca y política pública en el número de febrero de 1994 de Politics and LifeSciences, 13, pp. 77-101.
37. David Shapíro sugiere las siguientes coordenadas para clasificar los comités de ética:
nacional » localcon estatuto jurídico - voluntario
centralizado - pluralregulador - consultivo
general - específicoprofesional - públicopermanente. ad hoc
Véase D. Shaplro, ~A Single National Volee forBioethics: Reflections frorn Burope», Politics andthe liJe Sciences, 13 (1994), pp. 98·99.
38. K. Shrader-Frcchette, ..Technology Assessment as Applied Philosophy oí Science», Science,Technology & Human Values. 33 (1980), pp. 3350; Y A. Rip, ..Controversles as Informal Technology Assessment», Knowledge: Creation, Diffusion,Utíliwtiolt, 8 (1986), pp. 346-371.
Tecnología y filosofía: más allá de los prejuiciosepistemológicos y humanistas
MANUEL MEDINAUniversidad de Barcelona
En el índice de casi sesenta páginas dela Encyclopedia of Philosophy editadapor Paul Edwards no figura ningunaentrada con el término «técnica» ni«tecnología».' Esta ausencia, en unaobra bien conocida, ilustra claramentela notable ignorancia y marginacióncon la que la tradición filosófica hatratado, hasta nuestros días, todo lo referente a las técnicas.
De hecho las relaciones entre técnicay filosofía quedaron ya sentenciadas enlos mismos orígenes de la tradición filosófica. Platón y Aristóteles construyeron la división teórica entre techne yepisteme y entre poiesis y praxis, es decir, entre las técnicas de producciónmaterial, por un lado. y el conocimiento teórico, la filosofía y las actividadesno productivas, por otro. La separación teórica de la técnica respecto ala ciencia y las humanidades configura los prejuicios filosóficos que hanacompañado la larga historia de la fí-
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losofía y sus relaciones con la técnica,llegando incluso a marcar la modernafilosofía de la tecnología y a enfrentardistintas corrientes dentro de la misma. La superación de dichos prejuicios, tanto en la filosofía de la tecnología como en la filosofía de la ciencia.pasa por la integración de ambas enuna filosofía de la tecnociencía, dentrode los actuales estudios interdiscíplínares de ciencia y tecnología.
Los prejuicios de la (i.loso{fa tradicional
La originaria interpretación filosóficade la técnica partió del supuesto deque el conocimiento predicativo (<<saber qué») representaba el conocimiento propiamente dicho, mientras queel conocimiento operativo (esabercómo») quedaba relegado como meraempeiria? Por este camino se llegóal conocimiento teórico «{saber porqué») o episteme como la forma supe-
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