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diplomado flacso
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Presentación
Continuando con el módulo 2, esta clase sobre desarrollo territorial productivista va a profundizar sobre
algunos elementos relacionados con la cuestión regional en relación a los procesos que se dan tanto a nivel
macro, meso y micro. Para ello, el Dr. Víctor Ramiro Fernández* describirá, en primer lugar, el rol que
desempeña el Estado y el sector industrial, en tanto actores estratégicos en el desarrollo regional, acompañando
el análisis con experiencias y tendencias mundiales. En segundo lugar, se analizarán cuáles son las causas que
explican la revalorización que adquiere el territorio en las nuevas formas de organización de la producción y la
competitividad en el capitalismo a nivel mundial. En tercer lugar, nos introduciremos en el debate acerca del
papel que tienen las instituciones en los procesos de desarrollo local y territorial señalando cuáles son las
principales teorías que los sustentan y las respectivas críticas a estos enfoques. Finalmente, se aplicarán los
conceptos y procesos analizados anteriormente al casos espacífico de las políticas para el desaarrollo regional
implementadas en la provicnia de Santa Fe, en Argentina.
Como vimos en el módulo 1, el debate sobre el desarrollo local y regional se inscribe en una teoría más amplia
del desarrollo. Actualmente, el debate teórico y la implementación de políticas públicas de desarrollo local y
regional se ha extendido a un amplio número de paises, y se lo plantea como un instrumento estratégico para el
desarrollo. Les propongo explorar juntos en esta clase un conjunto de preguntas sobre el desarrollo local y
regional. ¿Por qué razón se habla de desarrollo local y territorial? ¿Cuáles son sus fundamentos, conceptos y
experiencias en que se basan? ¿Cómo se expande y quién promueve este enfoque del desarrollo territorial y
local? ¿Qué efectos ha tenido la aplicación de este enfoque en relación al desarrollo regional? ¿Cuáles son las
inconsistencias - si las hubiera- de estas propuestas y cuáles son las condiciones estratégicas para que el
desarrollo regional y local tome consistencia?
Con estas preguntas que planteo buscaremos detectar cuáles son los supuestos y las inconsistencias de lo
podríamos llamar "la corriente dominante del desarrollo regional y local", adentrándonos en el trasfondo de su
marco teórico y su concreción a través de las políticas públicas tanto a nivel internacional como en la
Argentina.
I. Estado e industria como actores estratégicos del desarrollo. Evidencias internacionales
En las teorías y en las políticas públicas de desarrollo regional a nivel mundial hay tres elementos que se han
ausentado a partir de la década de 1980 a nivel mundial (con la excepción de algunos paises del sudeste
asiático), y que recién en la primera década del siglo XXI han comenzado a reaperecer en algunos países
emergentes:
Espacios nacionales. Estado (porque se lo ha considerado en estado de desaparición). La industria como sector estratégico del desarrollo.
Básicamente, porque existe un enfoque que plantea que estamos transitando hacia una economía formada por
servicios, que transcurre principalmente en espacios trasnacionales virtuales, al margen de los espacios físicos,
la economía real y de la intervención del Estado. Aquí tomaremos sólo algunos datos y elementos del contexto
internacional, en el período de mayor repliegue del Estado como es desde mediados de la década de 1970 hasta
fines de la década de 1990.
Si observamos el crecimiento analizado por períodos, en la década del "70 se produce una crisis muy fuerte en
el sistema capitalista. La tasa de crecimiento del producto bruto industrial -en el término de 30 años- no ha sido
muy distante a la tasa de crecimiento del producto. Esto indica, no tanto que la industria esté desapareciendo
como un sector motorizador del desarrollo, pero sí que cae la representación del sector industrial en el producto
bruto mundial. Efectivamente, vemos una barra descendente del 38 al 33%, pero todavía tenemos una
importante presencia del sector industrial arriba del 30%.
El sector industrial es un elemento dinamizador del desarrollo que está siendo transferido a los países
periféricos mientras que los países realmente desarrollados viven cada vez más de la economía de los
servicios.
De todas formas, el valor agregado manufacturero* del G7*, desde los años "80 hasta el 2001, sigue
representando más del 60% del control del valor manufacturero mundial. Es decir, que los países desarrollados
no dejan de controlar esta parte del mercado manufacturero; economías tan disímiles en sus modelos de
desarrollo -como EEUU y Japón- tienen valores similares: entre el 26% y el 24%; el 14% y el 13%
respectivamente. Esto significa que el sector industrial todavía es un sector estratégico, y es un sector altamente
considerado en políticas públicas; tanto en el modelo americano como en el modelo japonés.
Ahora, la pregunta es ¿qué ha pasado con los países periféricos? Si tomamos la experiencia del Sudeste
asiático, que es la experiencia regional de mayor crecimiento a nivel mundial, vemos que países como Corea,
por ejemplo, cuyo sector industrial pasa del 8,4% en los años "60, al 31%; Taiwán fue del 17% al 42%;
Singapur, del 13 al 23%.
Esto quiere decir que estos países sustanciaron su enorme crecimiento del producto bruto sobre la base de la
expansión del sector industrial. Veamos qué resultado les dio. Si leemos esto en términos agregados, veremos
que su participación en el valor agregado a nivel mundial, creció porque creció el sector industrial.
Los países periféricos que realmente han podido salir desde posiciones periféricas hacia posiciones
centrales y tener PBI parecidos a los países desarrollados, tomaron al sector industrial como un sector
estratégico. Ahora bien, este proceso se hizo desarrollando una implicación muy activa del Estado
nacional en la promoción del proceso de desarrollo industrial.
En el caso argentino, observamos que las características del proceso son distintas. Argentina colocó a la
industria como un sector más, un sector que debía sobrevivir en un contexto de apertura irrestricta del mercado
e hizo un ejercicio muy evidente de retirar al Estado de las posiciones de promoción y control.
Si analizamos cómo se comportó el gasto público argentino en la década de los "90, se puede apreciar que el
área de servicios económicos es el área que más se redujo en términos de comportamiento de los gastos. Se
mantuvieron fuertemente los gastos o se estabilizaron los gastos de funcionamiento del Estado; se estabilizaron
y a veces tendieron a decrecer los gastos en áreas sociales -nos referimos a políticas que tienen una función
social.
Pero donde realmente se aplicó el proceso productivo es en las áreas de servicios económicos. Y dentro de las
áreas de servicios económicos, esas áreas desagregadas por sectores, vemos que el sector que más se redujo, es
el área efectivamente vinculada a la industria. Desde tener un porcentaje del 0,16% del producto bruto
argentino, al 0,06%.
Es bastante evidente que en Argentina durante la década de 1990 hubo un proceso inverso al que ocurrió en el
Sudeste asiático. En Argentina no se fortaleció el Estado y se le quitó significación a la industria como sector
estratégico para el desarrollo, con los correspondientes efectos sobre crecimiento, el empleo y la inclusión
social. Asimismo, este proceso fue negativamente acompañado por la implementación de políticas de
financiamiento internacional que incrementaron el endeudamiento público en Argentina en la década de 1990.
Las 2/3 partes ó las ¾ partes incluso de financiamiento fue para áreas de reforma del Estado, de gasto social y
de apoyo a la reforma del sector financiero. El aporte al sector productivo del financiamiento internacional en la
década de 1990 fue solamente del 3% del total de financiamientos.
Entonces, había un marco de ideas estructurales que decía en contextos de apertura, estrategias de reproducción
bajo mecanismos de mercado; competitividad lograda a partir de competencia internacional, la industria deberá
sobrevivir como otros sectores y deberá -a largo plazo, por más que sufra al principio- estabilizar el proceso.
Así, la industria tuvo una fuerte reducción en su capacidad de generar valor agregado. Esa reducción en la
capacidad de generar valor agregado se complementó con el deterioro de la estructura económica general
argentina: fuerte caída del sector industrial acompañado por el sector económico y servicios.
Hacia la mitad de la década de 1990, por un lado, no pudo estabilizarse la tasa de crecimiento y aumentó la tasa
de desempleo. Creció la esigualdad medida por el índice del coeficiente de Gini*. Es decir, la ruptura de la
estructura productiva en el contexto general de apertura generó una incapacidad de estabilidad creciente y
potenció los procesos de exclusión y desigualdad social.
Estos elementos son importantes cuando hablamos de desarrollo regional y local y planteamos al territorio
como modo de pensamiento, porque hay que colocar a los territorios en un contexto general en donde se
piensen estrategias macro de desarrollo.
El resultado que aparece muy claramente es que la industria y el Estado son dos elementos estratégicos
cuando se quiere pensar en el desarrollo de un territorio.
II. Emergencia del territorio en las nuevas formas de organización de la producción y la competitividad
Planteado ese contexto sobre el cual se toman los aspectos macro - meso, ahora sí podemos comenzar a pensar:
¿por qué aparece la dimensión territorial cuando se habla de producción?
Planteado ese contexto económico, ¿Qué ha pasado a nivel del sistema capitalista en los últimos 30 años,
que hace que hablemos de las regiones y las localidades como centro de pensamiento de la dinámica
productiva?
Esto implica pensar en la emergencia del territorio en el contexto de la crisis y redefinición del modelo de
desarrollo que se consolidó desde la posguerra en adelante y construyó un patrón económico e institucional
de reproducción del capitalismo (el modelo de producción fordista) que entró en crisis en los la década de 1970.
a partir de su crisis, ha ido emergiendo uno que llamamos un modelo de desarrollo post fordista.
Esto es muy importante para entender por qué las regiones y localidades hoy son pensadas comonúcleos de
desarrollo. Veamos algunas cuestiones de dinámica de organización productiva industrial en el fordismo y
cómo esa dinámica se ha ido necesariamente redefiniendo en las últimas tres décadas. Examinaremos cuáles
son los fundamentos que hacen que hablemos de dinámicas productivas territoriales en la actualidad.
II. 1. El modelo fordista
Eso nos obliga a pensar cómo funcionaba el modo de desarrollo fordista*; cuál es su lógica de constitución y
de funcionamiento. El primer elemento de referencia que aparece es el ámbito nacional; se pensaba el
desarrollo dentro de los ámbitos nacionales. Dentro de un ámbito nacional, podemos mirar al sistema como un
modo que funcionaba con un patrón de organización y un sistema de producción.
El sistema de producción se desagrega en tres elementos:
Modalidad de producción
Objetivos
El patrón de organización es cómo funcionaba la demanda. Bajo el esquema fordista de reproducción, la
demanda -bajo el esquema de políticas keynesianas*- tenía una tendencia universal; la demanda era
garantizada de forma universal desde los Estados nacionales.
En América Latina tuvimos lo que se llama fordismo periférico, es decir, el modelo no existió en forma
perfecta como en los países centrales. Pero teníamos una demanda garantizada universalmente que respondía a
un sistema de producción industrial altamente estandarizado.
¿Quiénes eran los actores económicos centrales del fordismo? Las grandes plantas industriales y los
grandes sindicatos. Estos dos actores y sus relaciones estaban mediados fuertemente por el Estado.
La modalidad productiva dentro de esas grandes fábricas se caracterizaba por la alta integración vertical* de
los procesos productivos dentro de la unidad productiva, división técnica del trabajo, economías de escala
obtenidas en forma interna -dentro de las grandes plantas productivas. El objetivo era producir en menos
tiempo la mayor cantidad de productos.
La gran máquina de producción servía para abastecer a una demanda universal. Este esquema de producción
fordista tuvo una muy importante expansión durante lo que se llama la etapa de oro del capitalismo keynesiano,
y comenzó a tener serios problemas hacia principios de la década del "70. Este modo de desarrollo se encuentra
detallado en el texto de David Harvey.
¿Cómo trabajaban en este esquema de modo de desarrollo las regiones y las localidades? En tanto el proceso de
desarrollo era pensado en la dimensión nacional y bajo el protagonismo de los Estados nacionales
planificadores, las regiones y las instancias institucionales regionales actuaban como poleas de transmisión de
proyectos concebidos en forma centralizada a escala nacional.
En este modelo el territorio no era un sujeto protagonista, sino que era un sujeto de recepción del proyecto
pensado para la ciudad y el territorio desde ámbitos externos a éste como el Estado nacional. Esta modalidad
de producción y planificación del desarrollo generaba asimetrías territoriales. Entonces se intentaba resolver las
asimetrías con políticas de compensación pensadas desde proyectos nacionales: grandes proyectos de inversión
en regiones deprimidas para que se produzcan todos los emprendimientos productivos que no estaban
constituidos en las regiones centrales.
II. 2. La crisis del modelo fordista
Este esquema comenzó a entrar en crisis a partir de la conformación de tres elementos sustantivos:
La revolución tecnológica, fundamentalmente centrada en la tecnología de la información. El proceso de globalización* entendido como una nueva forma de reproducción del capitalismo que
entiende el proceso de reproducción económico social a escala global y en tiempo real. Un fuerte proceso de flexibilización de la producción, es decir, de cuestionamiento a las estructuras
rígidas del modo de desarrollo del fordismo.
Esos tres grandes elementos generaron un nuevo proceso de articulación entre las instituciones, la economía y
el territorio.
En este proceso de internacionalización y diversificación de la demanda (efecto directo del proceso de
globalización), se agota el proceso de producción en masa y surge la necesidad de empezar a tener procesos
flexibles de producción. Porque a medida que la demanda se hace fuertemente inestable y se internacionaliza, la
estructura de producción rígida y estandarizada diagramada para espacios nacionales, comienza a ser
crecientemente afuncional.
Esa diversificación de la demanda obliga a ir reconfigurando el proceso de producción en masa hacia formas
más flexibles. Esto implica flexibilidad no solamente en los contratos de trabajo como se ha dado en la
periferia, sino una flexibilización a nivel de los procesos de trabajo y de los equipos de trabajo.
Se generó una nueva lógica de organización de la producción. Mientras que en el modelo de producción
en masa (fordismo) hay productores especializados (empresas) que cubrían una demanda estandarizada,
mientras que bajo el modelo de la producción flexible (posfordismo) hay un esquema de productores
flexibles que van a atender a una demanda ya no estandarizada sino diversificada.
Entonces, el esquema de funcionamiento se ha reconfigurado. Ya los actores no son las grandes plantas
industriales a gran escala, sino que se produce un proceso progresivo de descentralización de la organización
empresaria.
Cuando hablamos de descentralización de empresas no hablamos de reducción del tamaño ni del control del
capital. Una cosa es descentralizar la organización y otra cosa es descentralizar la propiedad. Esto no es
especialmente lo que ha sucedido en el capitalismo, pero sí la nueva forma de organizar que tiende a
descentralizar los grandes sectores industriales; a descentralizar y a fragmentar la fuerza de trabajo (ya no hay
grandes sindicatos que hacen concertaciones corporativas con lo grandes actores industriales) y una modalidad
de producción muy diferente.
Esto es muy importante, porque a medida que evolucionamos en este análisis lógico, nos vamos a ir acercando
a la pregunta de ¿por qué aparece el territorio? La modalidad productiva ya no se basa en la integración vertical
del proceso productivo dentro de las grandes plantas, sino que se sustenta en la desintegración de los procesos
de producción de las fábricas hacia afuera.
La división del trabajo ya no es una división técnica que tiene lugar dentro de la unidad productiva, sino que se
sustenta en una división social del trabajo. Es decir, es externa a la unidad productiva pero es interna al
territorio. Y las economías de escala y de alcance ya no se obtienen en forma interna a la estructura productiva
sino en forma externa a partir de la desintegración de los procesos productivos fuera de la fábrica. El objetivo
de esta nueva modalidad productiva ya no es producir más en menor tiempo, sino que es producir en menor
tiempo la mayor cantidad de cambios posibles para adaptarse a una demanda altamente inestable.
Entonces, esta nueva lógica de producción tiene un efecto muy relevante para pensar el desarrollo
territorial, porque es esta nueva lógica de producción la que estimula el protagonismo del territorio.
Mientras que en el modo de desarrollo fordista, la localidad es una polea de transmisión de algo que es
planificado desde arriba, ahora tenemos un proceso de flexibilización y descentralización que potencia los
procesos de articulación flexibles a nivel territorial. Alta desintegración vertical, división social del trabajo y
economías externas de escala y alcance tienen efectos directos sobre la dinámica geográfica de reproducción
económica.
III. Instituciones y territorios en las teorías del desarrollo regional/ local: distritos industriales, medios innovadores y regiones inteligentes
Generalmente, estos análisis conceptuales no son tenidos en cuenta en los análisis de desarrollo local y
regional: ¿por qué la localidad y la región adquiere centralidad cuando pensamos en la actualidad en estrategias
de desarrollo?
Entonces, la idea del cambio geográfico y de aglomeraciones productivas surge de esta nueva lógica:
descentralizar procesos productivos de grandes industrias y desarrollar una dinámica de división social del
trabajo constituida en torno al territorio.
Cuando se comenzaron a analizar las experiencias de desarrollo local, a finales de los "70 y principios de los
"80 los italianos comenzaron a querer explicar por qué el Noreste de Italia tenía un comportamiento diferente
al resto de Italia. Tuvieron que empezar a argumentar cómo las grandes plantas industriales de Turín y de
Milán habían comenzado a descentralizar el proceso productivo, a buscar esquemas más flexibles.
Los procesos de desintegración vertical están fuertemente asociados a dinámicas de aglomeración. Las
dinámicas de aglomeración cobran sentido porque se operan procesos de externalización de los procesos
productivos, pero teniendo como condición que se desarrollen formas de cooperación dentro del territorio. Es
decir, no es simplemente desintegración y aglomeración; es que los actores que están dentro del territorio
tienen que desarrollar lógicas de cooperación.
Esas lógicas de cooperación solamente tienen lugar en tanto y en cuanto existan estos dos
elementos: reciprocidad y confianza. La "cultura cívica" tiene estos requisitos. Sobre estas estructuras se
levanta, en términos de fundamentos económicos, el desarrollo de las economías externas positivas. Economías
externas que se traducen en la posibilidad de obtener economías de escala aún siendo pequeñas empresas.
Economías de escala siempre se necesitan en el capitalismo. El tema es ¿cómo se logra ahora que la gran
empresa construya el patrón de organización? Mediante la reducción de los costos de transacción que
potencian estas formas de confianza y reciprocidad con aglomeración. También, la reducción de los riesgos: no
se internaliza en la empresa todo el proceso reproductivo sino que se socializa en un conjunto de actores que
comparten la dinámica territorial. Este es el fundamento del sistema de producción descentralizada y flexible
que se difundió como motor de los desarrollos de los distritos industriales y de otras experiencias territoriales a
las que haremos referencia.
Pero básicamente, el argumento que está presentado aquí es el siguiente: un paradigma fordista tiene un
esquema de desarrollo top - down*; una planificación centralizada y descendente; y el territorio es un espacio
de recepción de proyectos planificados nacionalmente. Ahora aparece un paradigma emergente para el
desarrollo regional que es de tipo bottom - up*; tiene una concepción de la planificación descentralizada y
ascendente; tiene al territorio ya no como un espacio de recepción sino -como diría Sergio Boisier - como un
espacio socialmente construido, como un espacio que se puede pensar a sí mismo y puede pensar el desarrollo
desde el territorio hacia afuera.
Entonces, hasta aquí hemos mostrado cómo se ha producido un cambio en el patrón de desarrollo: la pérdida de
centralidad del Estado, del desarrollo industrial; y el espacio nacional como el escenario de la planificación y
del desarrollo. A partir de ahora vamos a comenzar analizar el enfoque del desarrollo local y regional para ver
cuáles son las consistencias y debilidades del mismo en relación al desarrollo.
La pregunta que surge es ¿cómo se constituyó, cuáles son los fundamentos y cómo se instaló este enfoque que
podemos llamar la “nueva ortodoxia” del movimiento localista?
En primer lugar, debemos tener presente que esto que estamos viendo no es parte de un discurso académico,
sino que tiene como punto de partida a las políticas públicas.
De modo que este enfoque regionalista, localista, que se está institucionalizando está conformado por dos
movimientos. El primero, es un movimiento que trabaja la fase institucional, es la construcción de un discurso
académico que da origen al enfoque, el cual es desarrollado en ciertos “Thinks Tanks” otanques de
pensamiento centros de estudios muy importantes a nivel mundial, que luego traspasan al nivel institucional,
convirtiéndose de este modo en prácticas y políticas públicas concretas. El segundo movimiento de este
enfoque, es un movimiento que va del centro a la periferia, por el cual estas ideas que venimos planteando y
que tuvieron origen en países centrales, fueron transferidos a los países periféricos donde fueron asimilados por
las estructuras institucionales y académicas de una forma realmente muy poco crítica.
Esos “tanques de pensamiento” que mencionábamos tuvieron un papel muy fuerte en la introducción de los
nuevos conceptos que tuvieron gran influencia en el cambio que se dio a partir de los años 90 en la política
regional europea. El análisis fue: “el problema que tiene Europa es que no puede competir con China y Estados
Unidos porque tiene un Estado de Bienestar realmente pesado, muy costoso. Lo que hay que hacer es desarmar
el Estado de Bienestar”. De este modo, comienza a plantearse: “no es que vamos a ayudar a las regiones a que
se desarrollen en forma endógena, sino que vamos a pedir a las regiones que ellas se formen como nodos
endógenos para ayudar a Europa a ser competitiva”. Por lo tanto, esa idea de que hay un territorio que emerge
como un factor de desarrollo estratégico es parte de un proceso más complejo de reconfiguración del sistema
de producción y competitividad capitalista.
Es importante tener en claro que estos "tanques de pensamiento" tuvieron un papel muy importante en la
evolución de estos conceptos en américa Latina. Los conceptos distritos industriales y territorios aprendientes e
innovadores que se fueron diseminando a escala mundial y por supuesto también en América Latina.
Las bases teóricas de este enfoque en América Latina son las concepciones de la acumulación flexible en la
versión introducida de la mano de autores como Antonio Vázquez Barquero en España o Garófolli en
Italia.
Por otra parte, es importante que entendamos y analicemos esos conceptos que señalábamos, y que han sido los
anclajes de los fundamentos explicados en términos de procesos empíricos.
Distritos industriales. "Regiones aprendientes" o "regiones inteligentes". Sistemas regionales de innovación.
III. 1. Distritos industriales
Según Becattini, en el distrito industrial observamos: primero, es un área delimitada geográficamente que se
ha constituido históricamente. Esa área tiene una población de empresas; fundamentalmente pequeñas
empresas, vinculadas entre si en forma simétrica, con relaciones horizontales, no de subordinación a una gran
empresa por otras pequeñas empresas. Con una división del trabajo -como decíamos hoy- que es la que habilita
la división social del trabajo, localizada dentro de ese territorio, y producto de esa división, generando esta
compatibilidad entre economía de escala y alcance.
El segundo elemento importante es la especialización en fases. Todo el proceso productivo y la asistencia de
servicios, todas las actividades que tienen lugar desde atrás hacia adelante en la cadena de valor se producen en
su mayor medida dentro de la localidad (esto es muy importante por lo que vamos a ver más adelante
sobre cadena de valor* . Entonces, es un sector industrial en el cual todos los procesos y servicios
eslabonados para atrás y para adelante, protagonizados por pequeñas empresas, relacionadas en forma
simétrica, con alta división social del trabajo. En el modelo del distrito industrial hay competencia y
cooperación. Hay competencia entre los que se ocupan de la misma actividad dentro de cada eslabón ya que
todos quieren una porción mayor del mercado.
Ahora, a su vez, tienen capacidad de cooperar tanto con los que están en la misma situación del proceso
productivo como con los que están en el eslabonamiento para atrás y para adelante. Cooperan para producir a
escala, cooperan para transferirse conocimientos, cooperan para hacer gestión institucional, cooperan para
articular estrategias de desarrollo con otras instancias productivas fuera de la localidad. Entonces, la lógica es
que hay competencia y hay cooperación. Pero hay cooperación porque hay confianza y la confianza es un
elemento construido históricamente.
Tercero, las características de la fuerza de trabajo la cual para mí forma parte de un imaginario un tanto
exaltado. La fuerza de trabajo fordista caracteriza por una división técnica de actividades muy rígida asume en
el modelo del distrito industrial la forma de una fuerza de trabajo flexible, altamente especializada, que
desarrolla tareas en equipo y que además -dice Becattini- tiene la capacidad de ir rotando dentro del territorio,
de un taller a otro o de una empresa a otra y llevando los conocimientos de una empresa hacia la otra.
Este elemento de la circulación del conocimiento más la cooperación, es lo que ellos llaman -tomando el
término de Marshall* , el famoso economista clásico- la idea de atmósfera industrial. Hay una atmósfera
industrial en esa localidad que se constituye a partir de estas formas de cooperación por un lado y de
circulación de una fuerza de trabajo altamente especializada. Estamos hablando casi -si ustedes quieren, los
que son sociólogos- de un tipo ideal weberiano.
Cuarto, un sistema relativamente homogéneo de valores e ideas. Hay un elemento identitario en la localidad.
La importancia de producir los zapatos en el distrito o de producir las cerámicas en Prattoy no en otro lado.
La cerámica de Pratto tiene una identidad vinculada a la ciudad. No es producida a bajo costo; es producir algo
que tiene identidad construida históricamente en esa localidad. Esto lleva a decir a Becattini que hay una
relación entre mercado y comunidad. El mercado no solamente trabaja con la lógica de los precios sino que el
mercado se construye a partir de la identidad. El producto es representativo no de la empresa, es representativo
de la localidad.
Entonces, a todos estos elementos se agrega otro esencial, desarrollado fundamentalmente por Ash Amin*: el
"institutional thickness" o "densidad institucional". Esto significa no sólo que exista una densa trama de
instituciones, sino que éstas cumplan las funciones que tienen que cumplir y a su vez, que desarrollen lógicas
cooperativas con los sectores productivos.
Uno de los grandes obstáculos al desarrollo local "bottom -up", es que Argentina tiene un aprendizaje histórico
fuertemente desarticulado. Los actores de los sectores económicos tienen prácticas de reproducción
microcorporativas, patrimonialistas, prebendarias, ascendentes. Todo al revés de lo que dice Becattini.
Entonces, ese elemento de densidad institucional, permite que exista el distrito industrial que se basa en que,
porque existen todos esos elementos, se pueden obtener las ventajas estáticas*; ventajas que derivan de la
desintegración vertical, de la división social del trabajo, obtener economías de alcance y de escala y reducir los
costos de transacción.
III. 2. Regiones inteligentes y sistemas de innovación regional
Al inicio de los "90, aparecieron los conceptos de región inteligente y "sistemas de innovación regional". ¿Por
qué aparecen estos conceptos? ¿Qué agregan estos conceptos a la idea de distrito industrial?
El problema que empezó a verse cuando se analizaron casos comparados era que algunos distritos se
estabilizaban en el crecimiento, otros crecían pero no se desarrollaban y otra gran cantidad de distritos
comenzaban a tener curvas descendentes. Este fenómeno se dio sobre todo en Europa después de la fuerte
apertura comercial con Asia.
Cuando aparecieron estos esquemas de apertura basados en estructuras industriales que tenían mano de obra
calificada pero de muy bajo costo y había que soportar la competencia internacional con estas estructuras,
muchos de estos distritos empezaron a tener problemas de supervivencia.
La pregunta pasó a ser ¿qué es lo que hace que a algunos les vaya bien y otros que les vaya francamente mal y
otros que se estanquen con posibilidades muy ciertas de caer en la curva?
Ahí aparecieron estos elementos vinculados a las ventajas dinámicas*. Las ventajas dinámicas conformadas a
partir de la relevancia que tienen los procesos hiperactivos instalados en los distritos, pero ya no direccionados
solamente a producir las ventajas estáticas basadas en la desintegración vertical y en la reducción de los costos
de transacción, sino las ventajas dinámicas generadas a partir de generar innovación.
Aquellos distritos productivos que tenían todas esas propiedades de que hablaba Becattini -o algunas de ellas- y
lograban desarrollar aprendizajes colectivos a nivel territorial y producir innovación, empezaban a ingresar en
una curva ascendente en el mercado internacional.
Este proceso de emergencia de regiones inteligentes o regiones aprendientes refiere a regiones que están
formadas por aglomeraciones productivas con fuerte cooperación inter-empresaria e interinstitucional,
pero que desarrollan o que son capaces de producir aprendizajes colectivos.
No solamente generando innovaciones con patentes, sino todo eso que se llamó en la economía
institucionalista, la capacidad de generar conocimientos tácitos muy propios del territorio y las empresas pero
de un gran valor, una gran capacidad de traslación al proceso productivo.
Bajo este esquema llegamos casi hasta mediados de los "90. La idea de regiones inteligentes y la idea de
sistemas regionales de innovación la desarrollan básicamente dos galeses -Cooke y Morgan-, que comienzan
a investigar sobre cómo esos proyectos interactivos que desarrollan aprendizajes colectivos están soportados
por un esquema de instituciones territoriales, de prácticas (instituciones no solamente entendidas como la
organización sino también como prácticas, como reglas, como normas estructurales) que permiten sistematizar
un proceso de generación de conocimiento permanente.
Alrededor también de la década de 1990 se instala la teoría del desarrollo local y regional en América Latina.
Mi perspectiva particular es que los latinoamericanos adoptamos con demora instituciones que se fueron dando
con anterioridad en otros lados, pero con el agravante de que en muchos casos las tomamos de forma acrítica -
por la acción y la penetración que poseen los tanques de pensamiento- sin que contribuyan significativamente
pensar el desarrollo regional de esa manera. Salimos todos a copias distritos o sistemas de innovación pero no
nos dedicamos a pensar la utilidad de ellos y adaptación a nuestro contexto. La debilidad del desarrollo local y
regional en Argentina y en América Latina es que por lo general no cómo pensamos desde el territorio una
estrategia que involucre al conjunto de las regiones y localidades, ni tampoco pensamos cómo desarrolar a las
localidades periféricas.
Para poder avanzar en ese desafío del desarrollo regional es necesario plantear todos estos conceptos
mencionados los cuales son absolutamente útiles porque nos permiten pensar cómo hacer o cómo pensar el
desarrollo desde el territorio.
El problema es cómo superamos la barrera de profetas y pasamos a ser diseñadores de desarrollo
productivo.
Los conceptos que se estan aplicando y los procesos que se estan estudiando actualmente en las teorías de
desarrollo regional y local son: procesos de aglomeración, densidad institucional territorial, cooperación y
aprendizajes colectivos, innovación, economía de conocimiento.
Todos estos conceptos tienen una plataforma común, que comparten más allá de sus diferencias, sustentada en
la idea de que hay una lógica de reproducción territorial fundamentada en la cooperación pública y privada,
alimentada por uno central que es el de densidad institucional. Detras de este concepto está la idea de que un
territorio, para poder desarrollar la lógica de cooperación público- privada y dar lugar a las ventajas tanto
estáticas como dinámicas, depende no sólo de que tenga instituciones en el territorio, sino de que las
instituciones tengan un fuerte grado de integración con las empresas y entre sí. A esto, además, se van
incorporando otros conceptos como el de capital social y cohesión social.
IV. Críticas a los enfoques del desarrollo productivo territorial: redes, flujos y jerarquías globales
Este enfoque de desarrollo productivo territorial que les planteaba, ha empezado a enfrentar una serie de
críticas.
La pregunta, a mediados de los "90, es ¿sólo es necesario tener en cuenta los factores internos del
territorio al momento de pensar el desarrollo? O en otros términos: ¿nos alcanza solamente con tener en
cuenta los elementos que están dentro del territorio para pensar el desarrollo?
Estamos de acuerdo que primero hay que reconocer qué tipo de recursos tiene tu territorio. La cuestión es que
si se piensa al desarrollo territorial como un instrumento de desarrollo dentro de una sociedad, entonces no es
suficiente conocer y contar solo con los factores internos al territrio. Es necesario considerar también a los
factores y procesos extraterritoriales.
Estas visiones críticas empezaron a ser desarrolladas por dos grandes instituciones a nivel mundial que han
empezado a tener reflejo en América Latina. Uno es el Instituto Social de Sussex ( IES), y otro es el Instituto
Alemán de Desarrollo (IAD). Este grupo de investigadores estudiaron la dinámica de los clúster o
aglomeraciones productivas, los distritos industriales y las regiones aprendientes en el contexto de las cadenas
de valor y de las estructuras de gobernanza.
Estos conceptos son importantes, porque cuando empezamos a meter cadenas de valor y estructuras de
gobernanza extraterritoriales, la cuestión se complica teórica y políticamente pero a su vez se enriquece porque
ya hay cosas que no son manejables desde el territorio.
Estos dos institutos comenzaron a pensar estas cuestriones en relación al concepto de clúster* , que no es un
concepto acuñado originalmente por ellos sino por Michael Porter*.
Ellos analizan cuál es el esquema de competitividad desde lo local a lo global. Lo que para mí es muy
interesante en Sussex es que preguntan qué está pasando en lo global, que actúa sobre lo local. ¿Qué está
pasando a nivel global? ¿Cómo se articulan los clusters con las cadenas globales de valor? ¿tienen prioridad los
clusters para transformarse en competitivos a largo plazo?.
Ahí aparece un grupo de conceptos interesantes porque nos obligan a trabajar con la idea de cadena de valor
global* (CGV) como el complejo de actividades portadoras de valor que operan en una pluralidad de
territorios nacionales y regionales. En otras palabras, un sistema de producción de actividades que producen
valor, que están articuladas entre sí, pero que tienen lugar en tiempo real, en diferentes lugares.
La idea es una tensión analítica -tanto conceptual como empírica- entre las cadenas de valor local y
regional y las cadenas de valor global. Lla pregunta es cómo las cadenas de valor local pueden
fortalecerse para insertarse en las cadenas globales de valor y potenciar la calidad de las aglomeraciones
productivas.
¿Qué cambio han introducido? Ellos trabajan con un sistema bipolar pero bidireccional. Es decir, van de lo
local a lo global y de lo global a lo local, mostrando que existe una estructura de creación valor en el proceso
productivo que se reproduce en forma de red a través de distintas actividades. El problema es cómo estas
estructuras de valor que se producen a nivel territorial se insertan en ese proceso global.
Las actividades que generan mayor valor: diseño, producción, marketing, consumo, tienen todo el despliegue
del proceso de valor y lo pueden ver expandido en la escala global. La cuestión es identificar cómo operan, se
articulan y funcionan las cadenas globales con los clusters.
El problema es que, según dicen estos estudios del IES y del IAD, "para poder integrarse en la cadena de valor,
los clusters deberán tener tales y cuales calidades", pero estos normalmente no se dan en los agrupamientos de
empresas de los países periferícos y en particular en Argentina.
Por lo tanto es necesario romper con este esquema de desarrollo local dominante en América Latina porque
piensan el desarrollo de un territorio como un contenedor o como un encerramiento. Estos estudios que
estructuran el enfoque dominante del desarrollo local ponen el eje en el desarrollo de las redes público privadas
de cooperación territorial para desarrollar los aprendizajes colectivos -que hablábamos antes- que producen
procesos de innovación. Es decir, el ingreso a las cadenas de valor global desde lo local está dado por la
capacidad de producir aprendizajes colectivos e innovación a nivel intra- clúster. Volvemos a lo mismo: según
este enfoque los territorios que poseen en su interior las condiciones necesarias para producir mejoras dará
buenos resultados, mientras que quienes no posean todo ese capital social* , no podrán hacerlo.
Entonces, aquí viene un desarrollo más extendido. ¿Cuáles son las mejoras? ¿Qué tipo de mejoras hay que
producir a nivel del clúster, en el territorio para entrar a las cadenas? Tres tipos de mejoras:
A nivel de proceso (relación más eficiente tiempo-recursos), A nivel de producto (producir productos más sofisticados) y A nivel de funciones. (pasar a desarrollar actividades en la localidad que antes no hacían, para
ingresar a la cadena de valor; centralmente, marketing y diseño)
Estas redes de cooperación público-privada que operan a nivel local, van a actuar a nivel global en la medida
en que sean capaces de desarrollar mejoras en estas circunstancias. Pero estas estructuras, las cadenas de valor,
operan en una gran pluralidad de territorios. Por ejemplo, Benetton tiene localizada cada etapa de producción
en un espacio distinto, no necesariamente todo está físicamente contenido en una fábrica en una región.
La innovación no necesariamente tiene que tener lugar dentro del territorio. Puede haber una interacción de
innovación entre dos partes del proceso en lugares físicamente alejados, y puede ser que dos personas que estén
trabajando en el mismo territorio no se conozcan. ¿Por qué tiene que haber innovación "face to face"?
Con una condición: que las cadenas globales -entendidas en el contexto de redes globales- tengan determinadas
estructuras de gobernanza. Hay estructuras de gobernanza que no son consideradas en el territorio. Es decir,
hay una governance* territorial, pero también hay una governance global. Lo que descubren en este punto es
que la posición estratégica de la cadena de valor la controlan empresas transnacionales que controlan
básicamente marketing y diseño y ahí está la parte de mayor valor agregado y mayor control.
En general, la parte estratégica del diseño, de marketing, el planeamiento estratégico de lo que son los
productos de la empresa, se hace en las casas matrices, que en su mayoría están en países desarrollados. Esto se
vinculará, entonces, con la competitividad de cada región. La empresa transnacional puede ser, o una
productora transnacional que ensambla todo el proceso productivo en un territorio o directamente un vendedor.
Hay buenos estudios empíricos, sobre todo hechos por la IES. Por ejemplo, el caso de la vestimenta de
Vietnam. Lo que muestran estos casos es que el comercializador del país de origen da instrucciones sobre qué
modelo de producto, cómo fabricarlo, con determinadas características, precios, condiciones de entrega, etc.
Si el producto no tiene determinadas características, el comercializador comprará en otro lado, lo que obliga a
una transformación de escala. Por ejemplo, ya no eran todas pequeñas empresas tomadas de la mano -como
decía Becattini- sino que empezó a haber reconfiguraciones hacia escalas mayores que empezaron a absorber a
otras; algunas no soportaron la presión y tuvieron que cerrar; otras pudieron subsistir.
En el caso de Brasil, el proceso tuvo una fuerte protección y acción diplomática en el mercado norteamericano.
Entonces podemos cedir que hay una vía alta y una vía baja de inserción a la cadena global. Si contamos en la
inserción solo a través de precios, la vía de inserción es baja. La vía alta se vincula con la parte de diseño y
marketing pero tenés que tener una complejidad, un entramado productivo muy alto.
IV.1. Experiencias mundiales.
La pregunta es: ¿Qué se hace, en Argentina por ejemplo, con estas pequeñas localidades en desaparición post
erradicación de los ferrocarriles? Estas ciudades carecen de un nexo entre la producción y el territorio. La
comunidad, pensada como una estructura de altísima concentración y centralización de capital, puestas a
trabajar como unidades horizontales, en estructuras de semejante voracidad, si no tienen mediaciones
institucionales, no hay salida. Por eso volvemos a la experiencia del sudeste asiático.
La experiencia asiática se resume en los siguientes elementos:
Estrategia nacional Estado nacional con altas capacidades técnicas, Producción industrial con entramados productivos internos muy sólidos, Conglomerados locales
Condicionamiento al ingreso del capital transnacional.
A partir de ahí, una estrategia de exportación agresiva. Ahora, si esos elementos no están en la estrategia de
desarrollo, no es factible el proyecto. El problema es que hay estructuras de governanza externas a los
territorios que hay que tenerlas en cuenta porque operan sobre ellos y los condicionan.
Por cierto, también otras hipótesis señalan que hay muchas diferencias entre América Latina y los paises del
sudeste asiático. América Latina cuenta con recursos naturales que el sudeste asiático no tiene mientras que el
sudeste asiático contaba con protección estadounidense para frenar el avance geopolítico de sus vecinos, en
particular de China. A diferencia de América Latina Corea y Taiwán realizaron la reforma agraria en pocos
años y consolidaron un Estado técnicamente dotado de capacidades estatales o como lo llama Peter Evans, en
su clásico artículo "El Estado como problema y como solución", un "Estado enraizado".
Las experiencias de la vía no asiática son consideradas como "casos intermedios": los países
delCommonwealth* , como el caso de Australia. Para el caso de Australia, les recomiendo un trabajo
publicado por Linda Weiss, que es una australiana que se dedica a defender por qué tiene que haber políticas
industriales con Estados fuertes para que haya desarrollo. Ha publicado un libro que se llamaHow to Kill a
Country, sobre Australia donde analiza la integración de este país al mercado americano; y cómo el mercado
americano presiona a Australia para que haga todo lo que EEUU no hizo. Es decir, los países asiáticos se
basaron en políticas industriales con Estados fuerte. Esto lo hicieron todos los países que se industrializaron y
actualmente lo está haciendo el Estado chino.
Mi visión es que pensar el desarrollo territorial sin una estrategia nacional, sin un Estado nacional, me parece
que es un desarrollo de descubrimiento de bloques de oportunidad o -como yo digo- de diseminación de
profetas por el territorio. Sería mejor para algunos territorios si hubiera capital social, pero generalmente no lo
tienen. Entonces, hay una gran impotencia y las asimetrías territoriales se van expandiendo. También pensamos
esto sobre la experiencia europea: se invierte mucho por año para la expansión del poder local, pero claramente
la Unión Europea lleva un rumbo claro que condiciona estas "explosiones del territorio".
Yo adhiero al desarrollo local pero desde esta perspectiva conceptualizada. En la siguiente parte de la clase
quiero avanzar un poco en cómo salimos de esto.
IV. Críticas a los enfoques del desarrollo productivo territorial: redes, flujos y jerarquías globales
Este enfoque de desarrollo productivo territorial que les planteaba, ha empezado a enfrentar una serie de
críticas.
La pregunta, a mediados de los "90, es ¿sólo es necesario tener en cuenta los factores internos del
territorio al momento de pensar el desarrollo? O en otros términos: ¿nos alcanza solamente con tener en
cuenta los elementos que están dentro del territorio para pensar el desarrollo?
Estamos de acuerdo que primero hay que reconocer qué tipo de recursos tiene tu territorio. La cuestión es que
si se piensa al desarrollo territorial como un instrumento de desarrollo dentro de una sociedad, entonces no es
suficiente conocer y contar solo con los factores internos al territrio. Es necesario considerar también a los
factores y procesos extraterritoriales.
Estas visiones críticas empezaron a ser desarrolladas por dos grandes instituciones a nivel mundial que han
empezado a tener reflejo en América Latina. Uno es el Instituto Social de Sussex ( IES), y otro es el Instituto
Alemán de Desarrollo (IAD). Este grupo de investigadores estudiaron la dinámica de los clúster o
aglomeraciones productivas, los distritos industriales y las regiones aprendientes en el contexto de las cadenas
de valor y de las estructuras de gobernanza.
Estos conceptos son importantes, porque cuando empezamos a meter cadenas de valor y estructuras de
gobernanza extraterritoriales, la cuestión se complica teórica y políticamente pero a su vez se enriquece porque
ya hay cosas que no son manejables desde el territorio.
Estos dos institutos comenzaron a pensar estas cuestriones en relación al concepto de clúster* , que no es un
concepto acuñado originalmente por ellos sino por Michael Porter*.
Ellos analizan cuál es el esquema de competitividad desde lo local a lo global. Lo que para mí es muy
interesante en Sussex es que preguntan qué está pasando en lo global, que actúa sobre lo local. ¿Qué está
pasando a nivel global? ¿Cómo se articulan los clusters con las cadenas globales de valor? ¿tienen prioridad los
clusters para transformarse en competitivos a largo plazo?.
Ahí aparece un grupo de conceptos interesantes porque nos obligan a trabajar con la idea de cadena de valor
global* (CGV) como el complejo de actividades portadoras de valor que operan en una pluralidad de
territorios nacionales y regionales. En otras palabras, un sistema de producción de actividades que producen
valor, que están articuladas entre sí, pero que tienen lugar en tiempo real, en diferentes lugares.
La idea es una tensión analítica -tanto conceptual como empírica- entre las cadenas de valor local y
regional y las cadenas de valor global. Lla pregunta es cómo las cadenas de valor local pueden
fortalecerse para insertarse en las cadenas globales de valor y potenciar la calidad de las aglomeraciones
productivas.
¿Qué cambio han introducido? Ellos trabajan con un sistema bipolar pero bidireccional. Es decir, van de lo
local a lo global y de lo global a lo local, mostrando que existe una estructura de creación valor en el proceso
productivo que se reproduce en forma de red a través de distintas actividades. El problema es cómo estas
estructuras de valor que se producen a nivel territorial se insertan en ese proceso global.
Las actividades que generan mayor valor: diseño, producción, marketing, consumo, tienen todo el despliegue
del proceso de valor y lo pueden ver expandido en la escala global. La cuestión es identificar cómo operan, se
articulan y funcionan las cadenas globales con los clusters.
El problema es que, según dicen estos estudios del IES y del IAD, "para poder integrarse en la cadena de valor,
los clusters deberán tener tales y cuales calidades", pero estos normalmente no se dan en los agrupamientos de
empresas de los países periferícos y en particular en Argentina.
Por lo tanto es necesario romper con este esquema de desarrollo local dominante en América Latina porque
piensan el desarrollo de un territorio como un contenedor o como un encerramiento. Estos estudios que
estructuran el enfoque dominante del desarrollo local ponen el eje en el desarrollo de las redes público privadas
de cooperación territorial para desarrollar los aprendizajes colectivos -que hablábamos antes- que producen
procesos de innovación. Es decir, el ingreso a las cadenas de valor global desde lo local está dado por la
capacidad de producir aprendizajes colectivos e innovación a nivel intra- clúster. Volvemos a lo mismo: según
este enfoque los territorios que poseen en su interior las condiciones necesarias para producir mejoras dará
buenos resultados, mientras que quienes no posean todo ese capital social* , no podrán hacerlo.
Entonces, aquí viene un desarrollo más extendido. ¿Cuáles son las mejoras? ¿Qué tipo de mejoras hay que
producir a nivel del clúster, en el territorio para entrar a las cadenas? Tres tipos de mejoras:
A nivel de proceso (relación más eficiente tiempo-recursos), A nivel de producto (producir productos más sofisticados) y A nivel de funciones. (pasar a desarrollar actividades en la localidad que antes no hacían, para
ingresar a la cadena de valor; centralmente, marketing y diseño)
Estas redes de cooperación público-privada que operan a nivel local, van a actuar a nivel global en la medida
en que sean capaces de desarrollar mejoras en estas circunstancias. Pero estas estructuras, las cadenas de valor,
operan en una gran pluralidad de territorios. Por ejemplo, Benetton tiene localizada cada etapa de producción
en un espacio distinto, no necesariamente todo está físicamente contenido en una fábrica en una región.
La innovación no necesariamente tiene que tener lugar dentro del territorio. Puede haber una interacción de
innovación entre dos partes del proceso en lugares físicamente alejados, y puede ser que dos personas que estén
trabajando en el mismo territorio no se conozcan. ¿Por qué tiene que haber innovación "face to face"?
Con una condición: que las cadenas globales -entendidas en el contexto de redes globales- tengan determinadas
estructuras de gobernanza. Hay estructuras de gobernanza que no son consideradas en el territorio. Es decir,
hay una governance* territorial, pero también hay una governance global. Lo que descubren en este punto es
que la posición estratégica de la cadena de valor la controlan empresas transnacionales que controlan
básicamente marketing y diseño y ahí está la parte de mayor valor agregado y mayor control.
En general, la parte estratégica del diseño, de marketing, el planeamiento estratégico de lo que son los
productos de la empresa, se hace en las casas matrices, que en su mayoría están en países desarrollados. Esto se
vinculará, entonces, con la competitividad de cada región. La empresa transnacional puede ser, o una
productora transnacional que ensambla todo el proceso productivo en un territorio o directamente un vendedor.
Hay buenos estudios empíricos, sobre todo hechos por la IES. Por ejemplo, el caso de la vestimenta de
Vietnam. Lo que muestran estos casos es que el comercializador del país de origen da instrucciones sobre qué
modelo de producto, cómo fabricarlo, con determinadas características, precios, condiciones de entrega, etc.
Si el producto no tiene determinadas características, el comercializador comprará en otro lado, lo que obliga a
una transformación de escala. Por ejemplo, ya no eran todas pequeñas empresas tomadas de la mano -como
decía Becattini- sino que empezó a haber reconfiguraciones hacia escalas mayores que empezaron a absorber a
otras; algunas no soportaron la presión y tuvieron que cerrar; otras pudieron subsistir.
En el caso de Brasil, el proceso tuvo una fuerte protección y acción diplomática en el mercado norteamericano.
Entonces podemos cedir que hay una vía alta y una vía baja de inserción a la cadena global. Si contamos en la
inserción solo a través de precios, la vía de inserción es baja. La vía alta se vincula con la parte de diseño y
marketing pero tenés que tener una complejidad, un entramado productivo muy alto.
IV.1. Experiencias mundiales.
La pregunta es: ¿Qué se hace, en Argentina por ejemplo, con estas pequeñas localidades en desaparición post
erradicación de los ferrocarriles? Estas ciudades carecen de un nexo entre la producción y el territorio. La
comunidad, pensada como una estructura de altísima concentración y centralización de capital, puestas a
trabajar como unidades horizontales, en estructuras de semejante voracidad, si no tienen mediaciones
institucionales, no hay salida. Por eso volvemos a la experiencia del sudeste asiático.
La experiencia asiática se resume en los siguientes elementos:
Estrategia nacional Estado nacional con altas capacidades técnicas, Producción industrial con entramados productivos internos muy sólidos, Conglomerados locales Condicionamiento al ingreso del capital transnacional.
A partir de ahí, una estrategia de exportación agresiva. Ahora, si esos elementos no están en la estrategia de
desarrollo, no es factible el proyecto. El problema es que hay estructuras de governanza externas a los
territorios que hay que tenerlas en cuenta porque operan sobre ellos y los condicionan.
Por cierto, también otras hipótesis señalan que hay muchas diferencias entre América Latina y los paises del
sudeste asiático. América Latina cuenta con recursos naturales que el sudeste asiático no tiene mientras que el
sudeste asiático contaba con protección estadounidense para frenar el avance geopolítico de sus vecinos, en
particular de China. A diferencia de América Latina Corea y Taiwán realizaron la reforma agraria en pocos
años y consolidaron un Estado técnicamente dotado de capacidades estatales o como lo llama Peter Evans, en
su clásico artículo "El Estado como problema y como solución", un "Estado enraizado".
Las experiencias de la vía no asiática son consideradas como "casos intermedios": los países
delCommonwealth* , como el caso de Australia. Para el caso de Australia, les recomiendo un trabajo
publicado por Linda Weiss, que es una australiana que se dedica a defender por qué tiene que haber políticas
industriales con Estados fuertes para que haya desarrollo. Ha publicado un libro que se llamaHow to Kill a
Country, sobre Australia donde analiza la integración de este país al mercado americano; y cómo el mercado
americano presiona a Australia para que haga todo lo que EEUU no hizo. Es decir, los países asiáticos se
basaron en políticas industriales con Estados fuerte. Esto lo hicieron todos los países que se industrializaron y
actualmente lo está haciendo el Estado chino.
Mi visión es que pensar el desarrollo territorial sin una estrategia nacional, sin un Estado nacional, me parece
que es un desarrollo de descubrimiento de bloques de oportunidad o -como yo digo- de diseminación de
profetas por el territorio. Sería mejor para algunos territorios si hubiera capital social, pero generalmente no lo
tienen. Entonces, hay una gran impotencia y las asimetrías territoriales se van expandiendo. También pensamos
esto sobre la experiencia europea: se invierte mucho por año para la expansión del poder local, pero claramente
la Unión Europea lleva un rumbo claro que condiciona estas "explosiones del territorio".
Yo adhiero al desarrollo local pero desde esta perspectiva conceptualizada. En la siguiente parte de la clase
quiero avanzar un poco en cómo salimos de esto.
VI. Consideraciones finales
Creo que Argentina tienen un enorme desafío de pasar de las fases blandas de crecimiento sustitutivo, que
es el que experimentamos ahora con las políticas neokeynesianas, a la fase dura, que es mostrar que somos
países con capacidad de construir instituciones de calidad. Lo que encuentro preocupante es que a veces, ni
siquiera este tipo de estrategias largoplacistas están planteadas seriamente. Somos un país cortoplacista,
particularista, corporativista, con enormes problemas de proyectarse a largo plazo. Lograr reconstruir las
estructuras estatales vinculadas a la producción tiene como condición clave que la élite regional y la élite
nacional entiendan que la construcción de instituciones a largo plazo es, realmente, la construcción del
desarrollo.
Este proceso de articulación de estructuras nacionales y regionales tiene algunos desafíos pendientes. En
primer lugar el análisis de la planificación de los sistemas productivos locales, en los cuales los gestores locales
tienen por delante la tarea de comenzar a estudiar efectivamente cómo están configurados los sistemas
productivos locales. En segundo lugar, el desarrollo regionalmente aplicado exige tecnología por lo tanto hay
que analizar cómo las estructuras de producción de conocimiento dentro y fuera del territorio son transmisibles
a la estructura productiva. En tercer lugar, se requiere ampliar la capacidad exportadora de los territorios, es
decir, usar la conectividad multiescalar para proyectar la dinámica económica de los territorios en las cadenas
globales. Ahora bien, usar la conectividad multiescalar implica no dejar solas a las aglomeraciones para que
hagan ellas su aventura de insertarse en el mercado mundial sino acompañarlas desde el Estado nacional y
provincial, a partir de una estrategia nacional de desarrollo regional.
Hacia el final, planteamos algunos interrogantes de trabajo:
Primera cuestión: ¿cómo funcionan efectivamente los complejos productivos regionales y locales en la
Argentina?. Cómo funciona esa dinámica de ventajas estáticas y dinámicas a partir del análisis de actividades
específicas: se toman los sistemas productivos locales, empiezan a analizarlos acabadamente, por cada rama,
por cada sector; se ve cómo están constituidos los actores, cómo se articulan eslabonamientos; en qué medida
ese sistema productivo local está articulado a la cadena de valor; qué actividades de la cadena de valor
controla, cuáles no.
Segunda pregunta: ¿qué hacen los Estados de los niveles territoriales en relación a la potenciación de esas
ventajas? No solamente qué hace el municipio o el secretario de la producción, sino qué hace toda la estructura
institucional respecto a la economía local.
Tercer elemento, ¿cómo se articulan los niveles nacional, regional y loca?l.Es decir, cómo la dinámica
local está articulada y si no está articulada, cómo la podría potenciar; ¿Qué resultados arrojan en términos de
integración territorial? Los experimentos o no experimentos de articulación multiescalar -si existen- qué
resultados han arrojado.
Cuarto elemento: ¿con qué capacidades institucionales efectivas cuentan las instancias estatales
institucionales que existen para potenciar el desarrollo? La provincia de Santa Fe, durante el experimento
neoliberal de apertura de los "90, destruyó el 35% del tejido productivo, generó programas para descentralizar
las políticas productivas y creó el Programa "municipios Productivos". El mismo consistiá en que la
municipalidad creaba una Secretaría de Producción con un funcionario político que estaba a cargo de revertir la
ola que estaba destrozando las economías locales. ¿Quiere decir que con aquella experiencia se había creado un
programa de descentralización productiva innovador, genuinamente transformador en el contexto de
desestructuración productiva, social e institucional que ocacionó el modelo neoliberal?. No, algo más funcional
que el desarme del Estado como instrumento de política productiva no se podría haber hecho.
Finalmente, retomo algunos elementos señalados a lo largo de la clase. Quiero destacar el papel que
desempeñan los marcos teóricos para hacer políticas públicas. Si hay marcos teóricos buenos habrá mayores
posibilidades de desarrollar mejores políticas públicas. En cambio si los marcos teóricos son inadecuados, la
política pública tendrá mayores posibilidades de no dar respuesta efectiva a los problemas que pretende
resolver. Estas son las ideas que quería dejarles para pensar en sus trabajos, y espero que les puedan servir.
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