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Escuela nacional de antropología e historia
TRABAJO FINAL
HISTORIA DE MEXICO II
Emilia Abarca Tortolero
13/07/2011
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Introducción Se le conoce como Cultura Chalchihuites a los asentamientos localizados en el occidente
del estado de Zacatecas y Durango, que comparten rasgos culturales como la elaboración de
cerámica, arquitectura y ciertas prácticas rituales y tuvieron lugar entre 100 ó 200 al 1,250
ó 1,300 d.C. (Córdova, 2006, pág. 33; Kelley, 1983, pág. 3).
Recibe su nombre a raíz la explotación de minerales que por tener cloruró de calcio eran de
coloración verde, conocidos en náhuatl como “chalchihuitl” que torno en chalchihuites.
(Noguera, 1930, pág. 33)
Se trata de una región cuyas condiciones climáticas son benignas y presenta pocas
variaciones, ya que a pesar de tener una gran sequedad atmosférica, esta se ve atenuada
debido a la existencia de varios manantiales y arroyos. La vegetación consiste en cactáceas
y pequeños coníferos; pero es más abundante y variada en las regiones bajas y en las
irrigadas (Gamio, 1910, pág. 471).
Lo que se pretende con este trabajo es comprender si existe alguna parte de la cultura
Chalchihuites que pueda ser identificada como parte del periodo Preclásico y la pan
Mesoamericana.
Situación geográfica La cultura de Chalchihuites se ubica en noreste del estado de Zacatecas. Abarca parte de las
cartas INEGI F13B34 Y F13B24. El estado de Zacatecas está conformado por cuatro
provincias geológicas que son: Sierra Madre Oriental, Mesa del Centro , Eje Neovolcanico
y Sierra Madre Occidental, dentro de las mismas, es en la última donde se ubica la región
que nos interesa (Córdova, 2006, pág. 48).
En la región destacan las siguientes elevaciones: los cerros de El Colorado, El Jacal,
Moctezuma, del Gallo, Picacho Pelón, Picacho Montoso, Cerro Pedregoso, El Chapín,
Masa la Gloria, Sierra Prieta, Cerro Alto, Los Cojos ( ibídem).
Geología:
La Sierra Madre Occidental es un sistema montañoso que se originó en el terciario o
medio, al iniciarse la extrusión de los materiales volcánicos que lo integran y que tiene un
espesor calculado en un rango de 1500 a 1800m., predominan las rocas “ácidas” (altas en
sílice total) e intermedias (medias en sílice total). Esta Sierra alcanza entre los 2500 a 3000
m.s.n.m., presenta una importante escarpa hacia el occidente: en tanto que hacia el oriente,
va bajando de manera gradual hacia las regiones llanas del centro (ibídem).
La provincia de la Sierra Madre Occidental se divide a su vez en subprovincias; la región
de estudio se ubica dentro de la Subprovincia de las Sierra y Llanuras de Durango, ésta
presenta terrenos no montañosos tales como valles, llanos y lomeríos limitados por sierras
orientadas en dirección norte-sur. La naturaleza de sus sierras es de origen volcánico
alternadas con sierras formadas por rocas sedimentarias (yesos y calizas principalmente)
con diversos grados de plegamientos, rellenos de los materiales aluviales de algunas partes
se han cimentado para formar tepetates de poca profundidad y en otras áreas presentan
zonas de inundación y acumulación de sales (Op. cit. Pág. 48).
Se pueden apreciar algunos lomeríos y pequeñas sierras formadas por calizas y
conglomerados, estas suelen estar limitados por bajadas aluviales naturales tales como
barrancas y colinas. En estos contextos se localizan los conglomerados de donde los
habitantes prehispánicos extrajeron una diversidad de minerales (ibídem).
La provincia está representada por los sistemas de topoformas denominados sierras altas,
sierras altas con mesetas, superficie de meseta pequeña con cañadas, piso amplio valle,
lomerío, lomerío con bajada, bajada aluvial y bajada aluvial con lomeríos (ibídem).
Suelos:
El sitio se encuentra asentado dentro de terrenos que pertenecen al cenozoico cuaternario
(aluviones) y del terciario (rocas ígneas extrusivas, tobas y aglomerados). El suelo es de
típico Castanozen Lúvico, y está asociado con Luvisol y Chernozem Luvico y con
Cambrisol Eutrico (en fase dúrica) (ibídem).
Este tipo de suelos tienen una alta fertilidad pero son susceptibles a salinizarse o de
saturarse con sodio si se riega con agua de mala calidad, el terreno se caracteriza por tener
una capa superior de color pard , aluvial, que contiene una acumulación de arcilla en el
subsuelo. Es un suelo formado por materiales transportados por el agua, no tiene estructura
fuera de una alternancia de capas de arena, arcilla y grave. Puede ser profundo o somero
arenoso o arcilloso. Sin embargo puede dar buenos rendimientos agrícolas ya que tienen
una cantidad considerable de nutrimento, este suelo sostiene una capa vegetal constituida
por once tipos de vegetación (Ibídem).
Vegetación:
Se trata predominantemente de un matorral desértico, que se encuentra distribuido de los
2050 a los 2540 m.s.n.m. y cuyos elementos dominantes son: huizache, nopal duraznillo,
mezquite y nopal en el estato superior; pasto, yerbas anuales, hojasen, encino y enebro. Esta
porción se puede dar la agricultura de temporal y riego con labranza mecanizada (Op.cit.
pág.50).
Clima:
El clima es temprano sub-húmedo, es el menos húmedo de los templados con lluvias en
verano y un porcentaje de lluvia entre 5 y 10.2, el rango de precipitación media anual
fluctúa entre 600 y 700 mm; la temperatura media anual es menor a 18 grados C (ibídem).
La máxima precipitación de lluvia se registra en junio, con un valor que oscila entre 130 y
140 mm; en marzo y abril se presenta la menor incidencia, con un valor menor de 10mm.
La temperatura máxima fluctúa ente 21 y 22 grados C, en el mes de junio; la minima
corresponde a enero con un valor entre 10 y 11 grados C (ibídem).
Topoformas:
El análisis de las formas concretas de la región se compone por siete formas bien definidas
y que se muestran en el siguiente mapa de clases fisiológicas que se describen brevemente a
continuación (Op. cit. págs. 51-53).
Valles de aluvión: es una figura amplia constituida por un plano horizontal de muy
ligera inclinación sur norte. En esta porción de territorio se depositan las partículas
más finas del acerreo de material que por arrastre. El Valle sostiene una gran
porción de suelo profundo con características de adecuadas para la agricultura. Su
amplia extencion facilita la interaxion entre los distintos asentamientos y entre otras
regiones vecinas (ibídem).
Lomas bajas de conglomerado: son pequeñas lomas cuya geología se refiere a
material de arrastre que forma conglomerados y que por el proceso de
evapotranspiración se ha generado una gruesa capa de caliche que sella al
conglomerado. En estas formas se ubican las minas prehispánicas por la gran
cantidad y variedad de mineral que contienen (ibídem)
Pie de monte: es un plano inclinado que forma parte de un releve prominente y que
inicia al terminar las lomas bajas (ibídem).
Lomas altas escarpadas: se trata de bloques prominentes y alargados que están
rodeados por escarpes (ibídem)
Mesas: macisos altos de riolota con escarpes y cimas planas( ibídem)
Sierras: de configuración prominente y alargada formando una estribación (ibídem).
Antecedentes Las primeras noticias que se tienen de esta región vienen de las Crónicas de la Conquista
1530, cuando las tropas de Nuño de Guzmán recorren estas tierras y hacen mención de lo
que hoy se conoce como la Quemada y el Teúl. En él siglo XVII destacan las crónicas de
los religiosos: Fray Juan de Torquemada, Fray Antonio de Tello con su “Crónica
Miscelánea de la Provincia de Xalisco” y el padre Francisco Javier Clavijero, Fray José de
Arlegui con su “Crónica de la Provincia de nuestro Padre San Francisco, de Zacatecas” que
hacen mención de los vestigios, así como escritos hechos por laicos como son: “Bosquejo
Histórico de Zacatecas” de D. Manuel Orozco y Berra, “Bosquejo Histórico de Zacatecas”
de Sr. Elías Amador, un artículo de Ramon A. Castañeda, “Catalogo de las lenguas” de
Orozco y Berra , “Observaciones “ de Orozco y Berra é Hilario Romero Gil y por último el
“Boletín de Geografía y Estadística”. (Hers M.-A., 1989, págs. 20-23; Gamio, 1910,
págs.460-470)
En el siglo XVIII se dan las especulaciones con base en las migraciones legendarias y las
menciones de esas ruinas, dentro de las que destacan: el trabajo cartográfico de Berghes en
1833; el plano pormenorizado levantado por E. Guillemin Tarayre; la actuación benéfica
del gobernador de Zacatecas, don Francisco García, en favor del patrimonio prehispánico
de su estado (Op. cit. Págs. 23-24).
A principios del siglo XIX, surge una nueva interpretación postulada por Leopoldo Batres,
quien debido a la similitud de ciertos elementos de la cultura Chalchihuites con la Tarasca,
supone una conexión. En el primer decenio de este mismo siglo comienzan como tal los
trabajos arqueológicos, por un lado Ales Hrdlicka emprende un recorrido a lo largo de los
ríos Mezquitic-Bolaños, Téul-Colotlán, Juchipala y Malpaso, realizando excavaciones en
Totoate, y por otro está Manuel Gamio quien realiza su primer trabajo arqueológico en
1908 con runbo a Chalchihuites, la expedición dura tres meses en la que da a conocer la
regíon del río Suchil y distinguiendo asentamientos entre cuevas naturales, cuevas
artificiales, sitios fortificados, edificios aislados y edificios agrupados, más tarde, este
mismo excava Alta Vista y sugiriere que las minas prehispánicas eran refugios de grupos
humanos antiguos (Hers M.-A. , 1989, pág. 24; Gamio, 1910).
En los años treinta resaltan trabajos como el de J. Alden Mason quien propone el concepto
de cultura Chalchihuites, recorrió algunas áreas de los estados de Zacatecas y Durango,
ofreciendo numerosas descripciones y planos, así como ilustrando y reconociendo la
cerámica característica de Durango; Donald Brand quien resume las aportaciones de sus
antecesores, define tres tipos de establecimientos ( cuevas, sitios defensivos y sitios
abiertos) , describe la arquitectura y los materiales arqueológicos, también se encarga de
confirmar la identificación de Mason, y reconocer relaciones con el complejo Aztlán, así
como de establecer una discontinuidad entre los antiguos pobladores y tepehuanos
históricos; Daniel F. Rubín de la Borbolla explora cuevas de uso funerario y doméstico y
las compara con las trabajadas por Mason y Brand; Robert Lister reconoce en la cultura
Chalchihuites varios elementos toltecas y otros Aztlán que lo llevan a ubicar esa cultura en
horizonte Postclásico Temprano.. Hasta esta década, la cultura Chalchihuites fue
considerada una unidad cultural, ligada a Occidente. (Hers M.-A. , 1989, pág. 26)
El término cultura Chalchihuites se usó para designar una aparente unidad cultural cuyo
territorio abarcaba las estribaciones orientales de la Sierra Madre Occidental, desde el norte
de Durango hasta el sur de Zacatecas. Después, en los años setenta se usó para distinguir
éste complejo de algunas variantes vecinas tales como las regiones del Cañón de Bolaños y
Juchipila y los Valles de Malpaso y Tlaltenango, entre otras(Córdova, 2006, pág. 35; Hers
M.-A. , 1989, pág. 25).
En 1961 se llevó a cabo la Mesa Redonda de la Sociedad Mexicana de Antropología en
Chihuahua, donde Agustín Delgado presentó los resultados de los recorridos de superficie
que realizó, abarcando desde el Teúl y la Purísima, al sur de Zacatecas, hasta el Zape, al
norte de Durango, incluyendo las regiones de La Quemada y Alta Vista y prosiguió a través
de la Sierra Madre Occidental hasta llegar al sur de Culiacán Sinaloa. Uno de los resultados
de esta Mesa Redonda consistió en proponer dos fases de desarrollo para el sur de
Zacatecas basado en los tipos cerámicos: la primera fase (400 d.C. A 800 d.C.) con la
influencia del complejo Tumbas de Tira del occidente, y la segunda fase (800 d.C. a 1000
d.C.) con influencia de materiales arqueológicos considerados del periodo posclásico
temprano tales como pipas y objetos de cobre. (Córdova, 2006, pág. 35; Hers M.-A. , 1989,
págs. 26-27)
A raíz de esta Mesa Redonda surgió la necesidad de coordinar distintas investigaciones
dentro de un proyecto de colaboración entre en Instituto Nacional de Antropología e
Historia y la Universidad de Southern Illinois. Este proyecto obtuvo gran relevancia para la
región, en él participaron destacados investigadores como Román Piña Chan, Pedro
Armillas y Charles Kelley, lo que dio origen a grandes aportes para conocer el desarrollo
de esta región (Córdova, 2006, pág. 35)
El proyecto dirigido por Pedro Armillas abarcaba la región de Malpaso (la Quemada) , fue
un trabajo interdisciplinario de arqueología, geología y botánica, cuyo resultado fueron
interpretaciones en las que se maneja una expansión hacia el Norte de poblaciones
Teotihuacanas, debido a una época climática favorable. (Hers M.-A. , 1989, págs. 28-30)
Desde 1952 hasta 1976 el Dr. Charles Kelly y su equipo de colaboradores desarrollaron una
serie de trabajos para definir y comprender la dinámica de la cultura Chalchihuites, su
programa de investigación incluía recorridos de la vertiente oriental de la Sierra Madre
Occidental en Chihuahua, Durango y Zacatecas; excavaciones en Shoeder-Ferreria en los
años de 1954, 1956 y 1958; asistido por Jon Loomis efectúan recorridos y excavaciones en
la región del río Suchil en el extremo noroeste de Zacatecas en 1961,1962 y1963; y la
excavación del Centro Ceremonial de Alta Vista en 1974,1975,1976,1991 y 1993. Estos
trabajos mostraron diversos sitios arqueológicos dentro de los que destacan en Cerrito de la
cofradía, localizado al noreste de Chalchihuites al este del arroyo Colorado; en 1962 se
excavo el sitio “ La Atalaya” localizado cerca de Villa Unión , Durango y el Vesuvio
localizado al este del poblado de Estación Canutillo y Cerro Moctezuma , entre Canutillo y
Gualterio; Cerro Blanco en la parte superior del Río Chapalangana y el suroeste de
Chalchihuites y Loma las flores, localizado cerca de la Estación Canutillo. En 1963
realizaron excavaciones en el sitio Potrero Calichal en el lado este del arrroyo Colorado
entre Chachihuites y Alta Vista; y por último, los sitios Cerro Pedregoso, Cerro Chapin y
Cerro Alto localizados a lo largo del Rio Súchil al noreste de Gualterio y que parecen
formar parte de un sistema con implicaciones astronómicas (Aveni,1982, págs.326-335
et.al. en: Córdova, 2006, págs.36).
Como menciona Guillermo Córdova, Charles Kelley y sus colaboradores sugirieron la
secuencia cultural de Chalchihuites y con la ayuda de Ellen Abbott presentan los tipos
cerámicos decorados ; estudios y descripción arquitectónica de algunos sitios , asi como
inician las investigaciones referentes a la minería prehispánica de la región y la ya
mencionada identificación de aspectos astronómicos ( ibídem).
Para 1975, Charles D. Trombold se enfoca en la distribución e interacción de los
asentamientos en la Zona de Malpaso (Hers M.-A. , 1989, pág. 30).
Uno de los principales aportes que trajo consigo las arduas investigaciones del Dr. Kelley,
sobre todo de las excavaciones realizadas en el Centro Ceremonial de Alta Vista, fue la
producción de datos cronológicos que le permitieron establecer una cronología para el
desarrollo de la cultura Chalchihuites, el área se dividió en río San Antonio de la rama
Suchil (Zacatecas) y Guadiana (Durango). Para la rama Suchil se pueden utilizar la fase
Canutillo del 0 al 500 d.C. y la Vesuvio desde 500 o 600 d.C. hasta 900; mientras para
Guadiana corresponden la fase Vesuvio desde 500 o 600 d.C. hasta 900 y la fase Tunal-
Calera de 900 a 1350 (Hers M.-A. , 1989, pág. 39).
Según esta cronología la fase Canutillo, es un momento en el cual se asientan los aldeanos
mesoamericanos en la región como resultado de la evolución de la cultura del Desierto bajo
influencias de Mesoamérica y la llegada de campesinos civilizados, posiblemente como
propone Hers, se trate de un movimiento de población mesoamericana hacia territorio
ocupado por chichimecas. Se caracteriza por las fortificaciones y adelantos cerámicos como
las decoraciones al negativo y el cloisonné. También fue en esta época que se estableció el
modulo arquitectónico común a los conjuntos familiares y a las plazas ceremoniales, de una
banqueta que encierra es espacio central cuadrangular, a veces altar, que sirve de base o de
frente a edificios con cimientos de piedra o jacales ligeros (op.cit. págs. 44-48).
Para el 500 o 600 se marca un cambio progresivo que da lugar a el desarrollo de la
arquitectura ceremonial sobre modelos antiguos, también se ven cambios en la cerámica,
donde se dan nuevos estilos y motivos. Para Kelly estos cambios cualitativos se dan como
fruto de una colonización formal hecha por mercaderes teotihuacanos que se establecen en
Alta Vista y que hacia el 800 se mueven hacia la Sierra Madre Occidental, ya que para estas
fechas no se encuentran ni siquiera agricultores sedentarios en varias partes de la zona
(op.cit. págs. 49-51).
Ahora bien, Guillermo Córdova nos menciona que la secuencia cronológica especifica de
la rama Suchil se divide en cuatro fases que son: la fase Canutillo del 200 a 650 d.C., la
fase Vesuvio del 650 al 750 d.C., la fase Alta vista del 750 al 900 d.C., y la fase Calichal
del 900 al 950; La fase canutillo se identifica por la presencia de asentamientos ubicados en
los márgenes del rio San Antonio y se cree que se trata de agricultores simples; En la fase
Vesuvio se distingue por que se acentúan los rasgos mesoamericanos; Mientras en la fase
Alta Vista se construyen nuevas estructuras arquitectónicas vinculadas con complejos
cálculos astronómicos relacionados con la predicción de solsticios y equinoccios, fue
considerada como la época de máxima explotación mineral y su cerámica Michilia
Esgrafiado Rellenoen Rojo empleando la compleja técnica champlevé y la cerámica Suchil
Rojo sobre Bayo; Por último la fase Calichal que representa el abandono de Alta Vista, con
muestras de incendio y cerámica Mercado Rojo sobre Crema (Córdova, 2006, págs. 38-39).
Existen diferentes propuestas sobre la dinámica de la cultura de Chalchihuites, debido a la
diversidad de opiniones y enfoques teóricos del que estas parten, aquí presentamos un
resumen de las mismas.
Kelley propone un modelo un modelo sobre la expansión de la cultura mesoamericana
hacia el área septentrional, mismo que opera bajo dos mecanismos, la difusión blanda que
se basa en el movimiento pasivo de ciertos rasgos culturales, por su cercanía y la difusión
dura esta consistía en grupos de comerciantes, cuyo acceso a estas regiones hacia posible la
existencia de ciertos rasgos culturales propios de su región de origen en centros regionales
periféricos a través de algunas rutas. Para el la cultura Chalchihuites fungió como parte
importante dentro de una enorme red de intercambio integrada por varias culturas dentro
del “Sistema Mundial Teotihuacano” en el periodo clásico mesoamericano (Kelley, 1980
en: Córdova, 2006, págs.41)
La Dra. Mari Areti Hers propone que el territorio que ocupó la cultura Chalchihuites está
ubicado en los estados de Zacatecas, Jalisco y Durango, cuyo centro más sobresaliente es la
Quemada. Atribuyendo su origen a un movimiento de la población mesoamericana hacía el
norte. Ella considera que la población estaba conformada por grupos toltecas-chichimecas
que llegaron pronto a lugares como Tula, en donde participaron en la creación de urbes-
estados regidos por ideales de guerra (Córdova, 2006, págs. 41-42)
La Dra. María Teresa Cabrero por su parte, postula que la cañada del rio Bolaños sirve
como punto de comunicación entre el área de Chalchihuites y las culturas del occidente, lo
que a ella le interesa son los mecanismos de adaptación social al medio ambiente y postula
los siguientes mecanismos: subsistencia, tecnología, asentamientos, intercambio a larga
distancia y organización sociopolítica. Por otro lado, propone integrar tanto los mecanismos
y los procesos internos que permitieron el funcionamiento de la cultura local, a los
mecanismos y procesos externos que ayudaron a que se diera el fenómeno panregional.
Para ella Mesoamérica era una estructura comercial que consistía en redes de intercambio
entrecruzadas y dominadas por varios centros nucleares en competencia. Ella propone que
después de la desaparición del dominio teotihuacano vino un abandono de la región y
paralelamente se dio la expansión chichimeca hacia el centro del país, siendo esto lo que
propicio en surgimiento de la Quemada en un intento para detenerlos, modificando asi la
ruta comercial teotihuacana de piedra azul-verde (Op.cit. págs. 44-45).
Por último, Peter Jiménez Betts quien propone la existencia de una esfera de interacción
compuesta de complejas redes de intercambio en las que quedan vinculadas diversas
sociedades de la Mesoamérica Septentrional. Las regiones a las que se refiere son : el Valle
de Atemajac, los Altos de Jalisco, el Cañón de Juchipila, el Valle de Malpaso y las cuencas
de los ríos Suchil y Guadiana. Esto permite mostrar un panorama general dentro del cual
los desarrollos subsistemicos locales estarían funcionando, articulados a su vez en redes de
intercambio estratificadas local, regional y panregionalmente (ibídem).
DesarrolloEl primer punto que nos interesa es saber si se puede hablar de un periodo preclásico para
la cultura chalchihuites, para esto esbozaremos de manera breve las principales
periodificacíones que se han dado para Mesoamérica. Algunas de las más conocidas son la
de Morgan y Chialde. La de Morgan divide la historia del hombre en tres periodos:
salvajismo, barbarie y civilización, mientras Chialde propone periodos de revolución donde
se dan cambios importantes en la forma de vida que son: la revolución neolítica y
revolución urbana (Manzanilla & Lopez Lujan, 2001, págs. 111-114).
Algunas de las propuestas de periodificacíon para el continente americano fueron: la de
Steward que propone cuatro etapas, pre-agrícola, floreciente regional e imperio y conquista;
la de Willey y Phillips que está compuesta por el Lítico antiguo, Arcaico, Preformativo,
Formativo, Clásico y Postclásico; la de Pedro Armillas cuya base es la agricultura que se
divide en protoagrícola y civilizaciones mesoamericana y andina (ibídem).
También están las propuestas de periodificacíones específicamente hechas para
Mesoamérica de Caso y Bernal. Caso propone seis horizontes que son: prehistórico,
primitivo, arcaico, formativo, clásico y tolteca o histórico, así mismo Bernal lo divide
también en seis horizontes que son: prehistórico, salvajismo, cerámica de época arcaica, del
crecimiento y clásico histórico (ibídem)
Por último, Piña Chan propone en un principio la existencia de dos épocas la de
apropiación y la de producción de alimentos, donde de la primera se desdoblan otras dos,
por un lado los cazadores recolectores nómadas y por el otro los pre o proto agrícolas, de lo
los productores de alimentos se sigue los sedentarios que se dividen en tres: aldeas, pueblos
y estados teocráticos, y pueblos y estados militaristas (ibídem) y posteriormente hace la
división del desarrollo de las civilizaciones mesoamericanas en tres grandes períodos de
tiempo: el período Preclásico o período Formativo extendiéndose de 1500 a.C. - 300 d.C.,
el período Clásico extendiéndose de 300 hasta 950 d.C., y el período Posclásico que
comprende desde 950 hasta 1521 d.C (Pohol)
Finalmente llegamos al punto que nos interesa el periódico Preclásico, que se caracteriza
por que la población de Mesoamérica desarrolló técnicas de agricultura más intensivas, los
especialistas políticos empezaron a gobernar sus sociedades. Indudablemente surgieron
papeles de jefes superiores que envolvían posiciones que una vez fueron de líderes
espirituales poderosos. Eventualmente, el incremento de la población llevó a la
competencia de recursos locales y mecanismos por el cual líderes políticos organizaron
cooperativas de cultivo que podían aplicarse tan efectivamente como la movilización de
fuerzas militares (ibídem).
En el caso de la cultura Chalchihuites por lo menos para la rama Suchil la fase Canutillo
que abarca del 0 al 500 d.C. estaría dentro del preclásico hasta el 300 d.C., por esta razón
me parece importante hablar un poco más sobre la fase Canutillo. Para Hers para la fase
Canutillo la información es escasa y se considera una época en la cual se asentaron los
mesoamericanos aldeanos como resultado de la evolución de la milenaria cultura del
desierto bajo influencias de Mesoamérica y la llegada de campesinos civilizados (Hers M.-
A. , 1989, pág. 45).
Kelley nos describe los pueblos de esta fase conformados por unidades arquitectónicas
discretas que formaban parte de unidades familiares o de linaje que crecieron, agregándose
más plataformas/ casa al exterior según fueran necesitándose, las personas que ahí debieron
ser agricultores y hacían excelente cerámica. La sociedad que describe para esta área debió
ser esencialmente igualitaria dominada solo por las cabezas de la familia extensa o linaje,
que probablemente se convirtieron en una elite. Lo cual coincide con las características
dadas para el periodo preclásico.
¿Forma parte la cultura Chalchihuites de lo mesoamericano?
El termino Mesoamérica es el resultado de una antropología que daba importancia a los
estudios comparativos de pueblos, sociedades y culturas de todas partes del mundo. Para
Carlos García Mora, se trata de una civilización, perfilada en el contexto de lugar que
ocupaba en la evolución de la humanidad, la comparación de sus rasgos con los de otras
áreas culturales y civilizatorias, y la confluencia de una diversidad de corrientes. Lo que
permitió crear una idea de un nacionalismo cerrado, donde Mesoamérica tenía un proceso
de difusión de la civilización con otras culturas. (Garcia Mora, 2000, pág. 72)
La existencia de ciertos rasgos comunes en las diferentes culturas del país no fue una idea
nueva, desde el siglo XIX encontramos en las palabras de Desiré Charnay la idea de una
evidente homogeneidad cultural entre culturas del norte y sur del país, que se hacían
notorias en las civilizaciones, religiones, símbolos y dioses semejantes. Ya para el siglo XX
Spiner propondría la idea de “horizonte cultural” seguida entre los veintes y treintas por la
idea de área común y de las relaciones existentes con las culturas y estadios de la llamada
“alta cultura” (Manzanilla & Lopez Lujan, 2001, págs. 97-102)
Más adelante, Orthón de Menzabal hablaría de elementos característicos y Kirchoff lo
retomaría hablando del uso de pirámides, ciudades sagradas, orientación espacial,
astronomía, religión y uso de calendarios. Seria Mendzábal quien crearía las primeras
categorías basadas en el medio geográfico, lengua y tipo de subsistencia de cada cultura
(ibídem).
Finalmente para 1943 Paul Kirchoff establecería el término de Mesoamérica en el XXVII
Congreso Internacional de Americanistas, lo que desembocaría en la creación del comité
internacional para el estudio de distribuciones culturales en América (ibídem).
En su definición de Mesoamérica incluye una división geográfica que divide México en
Norte, Sur y Centro América, colocando las culturas americanas en cinco grandes zonas
(Kirchoff, 1943) :
1. Los recolectores, cazadores y pescadores de Norteamérica.
2. Los cultivadores inferiores de Norteamérica.
3. Los cultivadores superiores “altas culturas”.
4. Los cultivadores inferiores de Sudamérica.
5. Los recolectores y cazadores de Sudamérica.
Dentro de la llamada Mesoamérica lo que intenta es señalar lo que tenían en común los
pueblos y las culturas de una parte determinada del Continente Americano, y lo que los
separa de los demás (ibídem).
Hace una separación de Mesoamérica en cinco grupos lingüísticos que son:
1. Idiomas no clasificados, como tarascos, cuitlateca, lenca, etc.
2. La familia zoque-maya o macro-mayence.
3. La familia macro-otomangue.
4. La familia nahua y tribus de filiación yuto-azteca.
5. Las familias tappaneca-subtiaba y tequisisteca (ibídem).
Todos estos compartiendo una historia común, cuya base de subsistencia era agrícola y el
tributo.
Kirchoff también nos menciona características culturales que divide en tres grupos que son
(ibídem):
1. Elementos exclusiva o al menos típicamente mesoamericanos.
2. Elementos comunes a Mesoamérica y a otras culturas de América.
3. Elementos significativos por su ausencia en Mesoamérica.
García Mora critica el término de Mesoamérica basándose en tres aspectos, los datos, el
método y el objetivo. En cuanto al primer aspecto, los datos resultan poco confiables
debido a que omite sus fuentes y la historia de cómo realizo su trabajo convirtiendo su
validez en un acto de fe a penas contrastable con vagas referencias en las que menciona las
crónicas de Torquemada, Sahagún, Ixtlilxóchitl y la Historia tolteca chichimeca (Garcia
Mora, 2000, pág. 74)
El método básicamente consistió en datos localizables en el espacio y el tiempo, para con
ellos aplicar un método geográfico histórico y lingüístico para identificar elementos
culturales “diagnósticos” y con base en los mismos establecer áreas y subáreas culturales en
el marco continental. Algunos de los problemas que tiene este método es que ningún otro a
sido poder ser ensayado con igual éxito, además no queda claro como selecciono esos
indicadores como diagnósticos y no otros (Op. cit. Págs. 75-76).
En cuanto a su funcionalidad García Mora critica el término debido a su rigidez, ya que
implica un problema si se toma en cuenta la adaptabilidad que requiere tener a la hora de
buscar explicar la evolución mesoamericana (ibídem).
Por ultimo en cuanto a al objetivo el considera que es delimitar una cultura que, por resaltar
de las demás, merecía ser estudiado aparte, algunos de los problemas que eso trae consigo
son los siguientes:
¿Qué pasa con los pueblos no mesoamericanos?
Otros diferentes a los mesoamericanos originales se han adentrado geográfica y
culturalmente en sus ámbitos, muchas veces viéndose inmersos en su cultura, sin
embargo, también se dio el caso en que “pueblos barbaros” llegan a convertirse en
señores herederos de altas culturas.
¿Realmente se puede hablar de un centro civilizador?
En realidad para México no se encuentra registro de un centro cultural o político
equivalente a Roma.
El origen
En realidad los pueblos mesoamericanos fueron muchos y procedieron de varias
regiones. (Op. cit. Págs. 78-83)
Me parece que es difícil querer encasillar una cultura dentro de un concepto como el de
Mesoamérica, ya que pareciera que al hacerlo estuviéramos resolviendo un cuestionario
donde si la mayoría de tus respuestas son a, entonces se trata de algo mesoamericano, si son
b es común a Mesoamérica y si es c no es Mesoamérica.
Me parece evidente a partir de la fase Vesuvio , pero más claramente en la Alta Vista la
presencia de muchos rasgos diagnostico mesoamericanos , como la astronomía, la
arquitectura, el uso de calendario, sin embargo no me queda claro si el hecho de que se
establezca una cultura de tradición mesoamericana en un lugar es lo que la convertiría en
tal o si es necesario que comparta además un tipo de región geográfica y de grupo de
lingüístico.
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