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BIENVENIDOS A NUESTRA CLASE 9
Estimados Colegas. En esta clase comenzaremos con nuestro último módulo: LA CREATIVIDAD. NUEVAS INTERVENCIONES Y RECURSOS. Abordaremos el tema del arte, los recursos creativos y las posibles intervenciones. En esta clase abordaremos las siguientes temáticas: - El arte y la sutura del sujeto. La creatividad como recurso de reinserción social.
- Proceso de subjetivación.
- Recursos y herramientas creativas.
- El arte y la sutura en el sujeto. La re-construcción del cuerpo.
- La instancia terapéutica/creativa en consultorio y en la institución.
-
El arte y la sutura del sujeto
La creatividad como recurso de inserción social.
La medicina ha avanzado a pasos agigantados y la tecnología médica ha logrado
un importante cometido: crear vida y alargarla. El hombre ante el deseo de vencer
la muerte, prolonga la vida, no tolera la decadencia de lo orgánico o lo perecedero.
Como hemos expresado en clases anteriores, la experiencia cultural en la
actualidad produce estigmas, constructos, prejuicios en relación a la vejez, la
discapacidad y también en relación al padecimiento de los pacientes que nos
convocan: pacientes que padecen trastornos cognitivos.
“El aumento de la población añosa, que requiere los crecientes aportes económicos
de la población activa, provoca una nueva tensión originada en la forma de
distribución de los recursos disponibles. Paradójicamente, en los países
desarrollados se presenta un mundo con abundancia de ofertas en bienes y
servicios pero con escasez de posibilidades de trabajo para un sector importante de
la población. Esa enorme iniquidad social genera un enfrentamiento de sectores
porque lo que se presenta como abundante, a la hora del reparto resulta escaso.
Así sucede que la sociedad capitalista con alta tecnología permite una sobrevida
inédita y carísima. Pero en el momento de distribuir lo disponible, cuando los
tecnócratas de la economía realizan las sumas y las restas, se acusa a los viejos y
enfermos de consumir en demasía.”1
Hemos explayado también en clases anteriores los esfuerzos de Gobiernos de
diferentes países y sobre todo de la Organización Mundial de la Salud en la inclusión
de estrategias de intervención en los estratos más vulnerables de cada sociedad.
La OMS, como hemos visto, impulsa programas a nivel mundial e insta a tomar
conciencia de la urgencia de la atención primaria en diversos sectores, también en
personas de la tercera edad y quienes padecen trastornos cognitivos. Como hemos
visto, el impacto de la enfermedad Alzheimer es en la salud de la población y socio
económico.
El sujeto que concurre a nuestros consultorios e instituciones es un sujeto complejo,
multidimensional. Las formas y estrategias de intervención entonces, se ajustarán
a las características de complejidad y muldimensión.
Esta multidimensión apela al concepto de que no hay una sola idea o concepto
sobre lo humano, un solo aspecto ni aún un único constructo teórico posible a la
hora de la intervención. Ante la complejidad de lo humano surge como necesidad la
interdisciplina, como interacción de diversos profesionales y también la
transdisciplina.
Nuestros símbolos son múltiples como múltiples son nuestras formas de expresión.
Quedarse atrapado en el marco de referencia o en la única disciplina posible es
apostar a la certeza.
La enfermedad de Alzheimer y su impacto socio económico requiere conciencia
social y consenso de los ámbitos científicos. En el tratamiento de esta enfermedad,
hoy considerada epidemia, confluyen: médicos neurólogos, psiquiatras, psicólogos,
neuropsicólogos, terapistas ocupacionales, musicoterapeutas, kinesiólogos,
trabajadores sociales, sociólogos, enfermeras/os, cuidadores, otros.
Cada disciplina tiene su objeto propio. Salir de la certeza es fugarse hacia otras
disciplinas, abrirse en la escucha de otras manifestaciones, leer desde los otros,
1 Uzroskis, B. Clínica de la subjetividad en territorio médico. Pp 276-277. Letra Viva. Buenos Aires, 2002.
dejarse atravesar por otras disciplinas y volver resignificado sin perder el objeto de
la propia disciplina. Este es el concepto de la transdiciplina.
La interdisciplina es un grupo de profesionales que interactúan en la atención de
pacientes o comunidades buscando puntos comunes de confluencia y cada uno en
su rol se enriquece en ese intercambio.
No existen los equipos transdiciplinarios, aunque sí un equipo interdisciplinario
puede actuar transdiciplinariamente.
La transdiciplina es un momento, es un acto, es ese momento en la escucha, es un
movimiento, una fuga y un retorno resignificado a la propia disciplina. La
transdiciplina es trascender lo propio.
La transdiciplina es un ir más allá de lo propio, vencer la certeza o lo sabido de la
propia disciplina y aún animarse a crear. Es utilizar las herramientas de otra
disciplina, pedirlas prestadas y volver resignificado a la propia disciplina.
Transdiciplina es, sin desandar la experiencia y lo propio, resignar el placer de la
especificidad, fugarse de lo propio y volver, ir entre los pliegues y las grietas y volver.
El arte se le ofrece así a muchos profesionales de diversas disciplinas. Así
psicólogos, médicos, terapistas ocupacionales y otros utilizan la pintura, el
movimiento, la música en beneficio de sus pacientes.
Proceso de subjetivación.
A continuación expondré un trabajo-póster presentado y seleccionado para su
publicación por la Asociación Argentina de Salud Mental en el II Congreso Argentino
de Salud Mental.
La presentación en el marco de este Seminario nos sirve para reflexionar sobre la
institucionalización, la interdisciplina y la subjetividad de los pacientes.
“EL PROCESO DE SUBJETIVACION DEL PACIENTE AÑOSO” Trabajo Póster
Autores: Lic. Valeria Casal Passion y otros
En las últimas décadas hemos sido protagonistas y testigos de varias
transformaciones que, como seres humanos, nos han afectado cultural, social y
subjetivamente. Persiguiendo la concreción de los ideales impuestos por la cultura
actual, la concepción de ser humano ha cambiado por completo.
Como profesionales tratantes de nuestros pacientes y seres inmersos en la cultura,
advertimos que los cuerpos viejos y déficits orgánicos y cognitivos devuelven la
insoportable imagen de la pérdida. El paciente añoso se transforma entonces en
marginal de los nuevos preceptos.
En el marco institucional donde los pacientes conviven, nuestro que-hacer como
equipo interdisciplinario intenta devolverles otra imagen, otra respuesta, oponiendo
la productividad como proceso de subjetivación al actual paradigma cultural. El
paradigma imperante estimula una nueva concepción de ser humano. La
producción individual es válida en tanto se adapte a los nuevos requerimientos
colectivos, donde lo personal no parte de deseos particulares sino de imposiciones
externas a manera de ideales a concretar. El paciente añoso según este paradigma
se transforma en ser obsoleto, ya que no podría alcanzar los ideales sociales de
hiper-rendimiento físico e intelectual.
En el caso de nuestros pacientes, concebirlos como sujeto parte de la mirada de
quien los asiste. En este aspecto oponemos y diferenciamos sujeto de cosa y
procesos de subjetivación, de cosificación de la persona.
Aquella mirada que devuelve la cultura actual y sus valores globalizados están
insertos en el ser sujeto de nuestros pacientes. Nuestro quehacer conjunto es un
proceso, un transcurrir, un tratamiento. Hablamos de proceso de subjetivación ya
que el mismo tiene como objetivo final el rescate de la persona en tanto ser singular
y social. Rescatar la subjetividad de la persona es, por ejemplo: reconocer al sujeto
en la demencia, donde en su discurso incoherente delinea algo de sí mismo, donde
a través del contacto físico se produce el contacto por la mirada; reiniciar la
búsqueda de la persona escuchando con qué se identifica el paciente y hacerlo
objetivo para su recuperación y su producción; hacer que la producción propia
atraviese la persona y la trascienda llevándola por fuera del marco institucional en
un intento de inserción y devolución social.
En oposición a estos conceptos encontramos la cosificación. Concebir a una
persona desde este lugar sería reducirlo a la categoría de cosa o simplemente un
físico con un mecanismo sumatorio de órganos a cuidar.
El equipo interdisciplinario actúa como “grupo…que interacciona, buscando un
espacio de confluencia y un código común para poder operar sobre el individuo…De
esta interacción, los profesionales salen enriquecidos en sus respectivos roles”2.
Conforman el equipo profesional las siguientes disciplinas:
TERAPIA OCUPACIONAL: La terapia ocupacional posibilita un engranaje entre la
persona y el entorno a través de la actividad. Posee una mirada integral y analítica
a la vez. Se dispone a detectar, desarrollar, mejorar y/o mantener las capacidades
2 “Salud Mental Una propuesta de prevención permanente”: Materazzi, M.A.- Paidós. Ed.1991, pag.34.
potenciales y remanentes de los componentes sensoperceptivos, cognitivos,
motrices y de comunicación-interacción.
MUSICOTERAPIA: La “Musicoterapia es la utilización de la música y/o de sus elementos (sonido, ritmo, melodía y armonía) por un musicoterapeuta calificado, con un paciente o grupo, en un proceso destinado a facilitar y promover comunicación, aprendizaje, movilización, expresión, organización u otros objetivos terapéuticos relevantes, a fin de asistir a las necesidades físicas, psíquicas, sociales y cognitivas. La Musicoterapia busca descubrir potenciales y/o restituir funciones del individuo para que el / ella alcance una mejor organización intra y/o interpersonal y consecuentemente, una mejor calidad de vida. A través de la prevención y rehabilitación en un tratamiento” 3
EXPRESION PLASTICA: La expresión plástica favorece el desarrollo,
fortalecimiento y estímulo de la capacidad expresiva. La autoría de la obra permite
la cristalización de los aspectos subjetivos, mediatizados a través de las
producciones plásticas. Esta permite la diferenciación de cada sujeto ya que cada
producción nos cuenta sobre quien le dio forma y contenido a la vez que sintetiza
en la apropiación de los elementos del lenguaje plástico sus emociones,
percepciones, creencias, deseos y fantasmas.
KINESIOLOGIA: La kinesiología en la atención del paciente añoso se propone
mejorar la calidad de vida, mediante la conservación o mejoramiento de las
actitudes funcionales y psicomotrices. La disciplina apunta a la prevención de un
envejecimiento y decaimiento acelerado o inarmónico de las aptitudes funcionales.
PSICOLOGIA: Siendo el envejecimiento parte del ciclo vital, la psicología realiza su
aporte a este proceso acompañando al sujeto de la ancianidad en la elaboración de
pérdidas, crisis y cambios, previniendo y evitando el aislamiento, favoreciendo la
salud mental y facilitando la creatividad y uso creativo del tiempo libre.
EL EQUIPO INTERDISCIPLINARIO: En relación a los objetivos conjuntos o
interdisciplinarios, el hacer y la actividad creativa son herramientas compartidas. El
hacer le otorga al paciente un rol protagónico, activo en contraposición con la
pasividad y obsolescencia tal como lo concibe la cultura actual. Del hacer deviene
el deseo de sujeto y en el hacer lo que se pone en juego es el cuerpo. Se narcisiza,
se libidiniza el cuerpo, se lo pone en marcha. Ese deseo estaba allí, quizás
3 Definición de la Federación Mundial de Musicoterapia.
escondido, reprimido, preso del ocultamiento a que los preceptos actuales
internalizados en el sujeto anciano, regularmente, lo han sometido.
Cuando el anciano se somete a la realidad exterior, su relación con ella es la de
acatamiento, que “implica un sentimiento de inutilidad en el individuo”4
“…Vivir en forma creadora es un estado
saludable,…y el acatamiento es una base
enfermiza para la vida”5. Cuando se
advierte este ocultamiento de sí, esta
represión o autoconvencimiento de que la
vejez es una etapa pasiva, es cuando el
profesional se propone y se embarca en la
búsqueda de la persona. Cuando el deseo
surge moviliza al sujeto más allá de
cualquier déficit orgánico. El proceso
creativo se inicia en el sujeto particular, se comparte y se ejerce también en grupo.
Apelar a la creatividad es inclusive desarrollar la capacidad en los pacientes de
pensar y vivir de manera creativa, asumiendo en este aspecto una actitud creadora
ante la vida y sus problemáticas a resolver. La creación se impone desde dentro,
el sujeto se dispone a construir y el mundo interno se hace externo por vía de la
expresión. Una obra o producto creativo permite al narcisismo la restauración de
su valor. La obra le devuelve a su creador la visión de la concreción de sus ideales,
la permanencia de su deseo en un objeto creativo. El producto creativo tiene la
capacidad también de producir placer en otros. Lo que ha salido a la luz, se hace
transmisible en sonidos, palabras escritas, imágenes u otros. Como último destino,
en algunos casos, la creación trasciende los marcos institucionales, se socializa.
Aquella creación que se inició como proceso, materializada en producto sale a la
sociedad para ser vista por otros. Estos otros la perciben, la interpretan. Toda
creación supone un sujeto y cuando esta se publica o se socializa también supone
un sujeto exterior que la hace a su manera propia. En este aspecto como último
objetivo se encuentra la reinserción social del sujeto de la ancianidad.
CONCLUSION: Todas las áreas de la institución se encuentran comprometidas
en la tarea de mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes, sostener sus
funciones y transitar la vejez de manera creativa.
Subjetivar al paciente añoso es ofrecerle una salida al acatamiento al nuevo
paradigma. Les ofrecemos a nuestros pacientes la posibilidad de oponer su deseo
4 “Realidad y juego”. DW.Winnicott. Gedisa. Ed. 1996, pag. 93 5 “Realidad y juego”. DW.Winnicott. Gedisa. Ed. 1996, pag. 93-94
a la imagen cosificante, favoreciendo el rescate de su persona, la positiva imagen
de sí, mayor tiempo de autonomía, vivencia placentera del cuerpo y conciencia
productiva de sí mismo.
Recursos y herramientas creativas. Primeras aproximaciones.
La pregunta por el arte es antiquísima. Los
primeros filósofos transitaban estas
cuestiones, más tarde Hegel anunció la
muerte del arte. Actualmente otros anuncian
el arte después de su muerte. Más allá de
excelsas preguntas y de enunciaciones
impactantes, ¿qué es lo que produce la
producción artística, valga la redundancia, en
el sujeto?
Según la UNESCO en sus declaraciones en
1982, la cultura “da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la
que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y
éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos
opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se
reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones,
busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden.”
Podríamos decir que en el inicio, en los
primeros tiempos, el hombre, más cerca de
ser creatura que hombre, era a-cultural. No
poseía aún la capacidad de tener conciencia
de sí, de reflexionar sobre sí mismo,
cuestionarse y aún menos reconocerse un
ser inacabado. Paulatinamente pasó de
satisfacer solo sus necesidades básicas, a
armarse en grupos, a procrear, a crecer, a
hablar y con esa conquista comenzó a temer
y a preguntarse: sobre su entorno, la naturaleza, sus orígenes y a temer su propia
condición humana. El hombre comenzó así a hacer cultura. El arte, junto con la
religión, la ciencia y la filosofía, fueron las herramientas que eligió para ser hombre
de cultura, para responderse, para comunicarse, para soportar la propia condición
humana, para intentar completar lo inacabado o cubrir la falta.
“En aquella inmensa orfandad, el hombre no sólo “decidió” tener padre, y construir
un mundo sobrenatural y postmortem, sino también aprovechar los abismos para
preservarse frente a ellos, simbolizando y materializando su necesidad de vivir: pero
vivir con alma, para después de su muerte, y también en la tierra. Allí nació el arte.
El hombre ya tiene su segundo sistema abastecerse, para defenderse.
…El arte ofrece al hombre la posibilidad de contenerse en su mundo, con el acto
simbólico creativo “hablar” sobre aquello que no puede soportar de otra manera:
para alejarse de las fronteras amenazantes, para no precipitarse en el caos.
…Por medio del arte el hombre dirá lo que puede hacer, ni siquiera pensar, lo que
le está vedado como precio por su condición humana; con el arte construye zonas
de imposibles posibles, atravesando interdicciones en la virtualidad del universo
simbólico. De esa manera vive lo que de otra forma no puede vivir, penetra sin
descarnar, construye saberes, experimenta sensaciones sin entregarse a lo
irreversible.
El arte nace, en cada momento y en cada lugar, para elevar al hombre, desde aquel
estado que lo compelía a la satisfacción primaria, inmediata de las demandas
brutales de su biorealidad, hasta el rango de lo humano, cargando sus actos y sus
proyectos con espíritu. El copular adquiere el significado amor, el hambre lo empuja
a producir su alimento y a comer en lugar de devorar; en tanto que para albergarse
va a crear un adentro, generado de muchas maneras, desde su espacio hasta su
vestimenta. En todo ese proceso se encuentra el arte, ya como factor simbólico, ya
como testimonio, clase, sustituto, e incluso como solución materializada”6
El arte acompaña al hombre desde el nacimiento del lenguaje, desde el nacimiento de su conciencia, es entonces una forma de construir saber. El arte es el recurso que el hombre siempre ha utilizado para soportar, transitar, alabar, cuestionar, hallar respuestas, vivir y percibir su propia humanidad. El arte como herramienta y como recurso (acción creativa) se transforma en privilegiado. Reitero lo explayado en clases anteriores: la vivencia está más cercana a lo real que a lo simbólico y en este contexto la palabra escasea. La palabra urge y el arte la trasciende, va un poco más allá de ella, no obviándola sino anticipándola, sosteniéndola, esperándola hasta que surja. Así nos decía Lacan: “Trato de decir que el arte está más allá de lo simbólico. El arte es un saber—hacer, lo simbólico está en el principio del hacer. Creo que hay más verdad en el decir que es el arte que en cualquier bla—bla—bla. Esto no es decir que eso se haga por cualquier vía. Y no es preverbal — es un verbal a la segunda potencia.” 7
D crea melodías en el piano y expresa “todavía no pude ponerles palabras”. Llega posteriormente el día en el que puede articular sus melodías y sus palabras, sesión en la que celebrará con un sonoro grito “Sí, pude”.
6 Zátonyi, M. Aportes a la Estética. Desde el arte y la ciencia del siglo20. Ed. La marca. Pag 72-86. Buenos
Aires, 2000. 7 Lacan Jacques. Seminario 24. Clase 5. 18 de enero de 1977.
La experiencia sugiere un hacer y el hacer arte supone una relación de tres: el creador de la obra, la obra o producto creativo y quien la percibe. Para el otro, quien percibe la obra, puede significar algo distinto, una intención diferente que la planteada por su creador. En este punto el arte conlleva un malentendido, un enigma. El producto creativo, objeto de arte, encierra, nos brinda, nos enigmatiza, es para
ser percibido e interpretado, nos plantea preguntas y respuestas. El producto
creativo supone un sujeto creador y al publicarse plantea en el observador nuevas
preguntas, nuevos enigmas y hasta quizás un símbolo distinto al de aquel, el
creador.
Me refiero a la experiencia estética, la experiencia sensible que provee el contacto
con el arte y todas sus formas. “Entonces se pone en relieve un problema
metapsicológico: el contrapunto (constructor y deconstructor) entre la belleza que
nos impacta de la obra –su precioso nivel lingüístico- y aquello inquietante,
amenazador, “no discernible” que provoca el arte cada vez que un artista crea algo
nuevo, enfrentando al observador con el “más allá”…
Se necesitará el lenguaje de las percepciones, como decía Freud. Se necesitará del
potencial de figurabilidad y representabilidad de la pulsión. Y se necesitará de la
dimensión profunda de la sensorialidad para que lo visual despierte en el espectador
su potencial creador de sentido. La desestabilización y la parcial liberación del
mundo simbólico conocido se articulan con la sensorialidad que, regresión
mediante, estimula la construcción de nuevas realidades.”8
El arte, portador del enigma nos da otras posibilidades, nos da más posibilidades,
inclusive nos brinda la posibilidad de símbolo cuando la palabra no es posible.
El ser humano es complejo. La palabra nos diferencia de otras especies, ¿verdad?,
pero no es nuestra única manifestación.
Convocar a nuestros pacientes y convocarnos a nosotros mismos a transitar por los
caminos por donde vagan esos enigmas, por donde ocurren los malentendidos, por
donde transita el arte, es permitirnos esa experiencia, la experiencia estética, es
agudizar la escucha y la mirada.
El arte y la sutura en el sujeto. La re-construcción del cuerpo.
Como hemos enunciado, el hombre actual es un hombre fragmentado. La
fragmentación forma parte de esta cultura. A la experiencia de escisión, los
pacientes que padecen trastornos cognoscitivos y personas de la tercera edad, le
agregan la fragmentación que transitan o vivencian en sí mismos.
8 Melgar, M.C y otros. Psicoanálisis y arte. Pp 22-23 Ed. Lumen. Buenos Aires. 2003
Lacan decía: “El sujeto en cuestión sigue siendo el correlato de la ciencia, pero un
correlato antinómico puesto que la ciencia se muestra definida por el no-éxito del
esfuerzo para suturarlo”.9
La ciencia en su hiperespecialización insiste en fragmentar al sujeto y no suturarlo.
Insisto: la tecnología médica nos recibe en el mundo y generalmente nos despide
de él, media entre nosotros.
¿Es la ciencia la que debe suturar al sujeto?, ¿puede suturarse el sujeto que aquí
nos convoca, dadas sus vivencias agregadas de fragmentación?
Este es el paradigma imperante, la cultura dominante y la totalidad ya es un
imposible, hemos superado la época de las utopías.
Pinturas de Bacon y Picasso ya nos muestran un hombre fragmentado, con formas
diversas, casi no humanas como las conocemos, deformadas. La ciencia intenta
suturar pero no lo logra, especifica, separa las disciplinas y cada una se ocupa de
una parte de lo humano. ¿El dualismo cartesiano persiste: organismo y subjetividad
están escindidos?
El paradigma de la posmodernidad venció a la era determinista y la incertidumbre
fue desocultada. Hoy nada puede ser precisado con exactitud, todo es incierto. Pero
los pacientes que nos convocan tienen una certeza e inclusive lo dicen con voz
certera y hasta suena cruel: ellos anuncian la cercanía de la muerte.
¿La intervención es la búsqueda de una herramienta que suture a este sujeto hiper-
fragmentado? Sería imposible.
¿Qué es posible?: La tramitación de la angustia que la escisión produce en algunos
sujetos, la activación del sujeto, o lo que llamamos anteriormente el proceso de
subjetivación: restituirle al paciente su ser sujeto, activar y desocultar en él su deseo,
aún en el sujeto de la demencia. Ya lo enunciamos: la enfermedad no es una entidad
en sí misma, hay un sujeto que la padece.
Esta experiencia de la fragmentación a la cual nos hemos referido, se representa
también en lo corporal.
Según hemos expresado anteriormente, nos manejamos en un mundo de meta-
mensajes comunes. No advertimos nuestro cuerpo hasta que algo o alguien rompe
ese meta-mensaje. Esto es lo que la imagen de la discapacidad y los déficit
producen en las retinas. Así el cuerpo es advertido, de otra forma flotamos andando
en nuestro mundo sin percibir lo corporal.
La medicina y su especificidad muchas veces escinde el cuerpo del anciano,
escinde al sujeto de la demencia, quienes se encuentran más expuestos a las
intervenciones médicas. Los valores actuales lo separan, ocultan (temiendo) la
9 Lacan Jacques. 1 de diciembre de 1965
imagen que sus cuerpos proyectan. Separado, escindido, entonces el sujeto añoso,
¿cómo podría resistir?
“La hibridación, la integración de los mutantes, de los diferentes, tal vez
embajadores del caos y por ello temibles, sólo puede suceder, como enseña
Prigogine, “en orden fluctuante”, que no se ha transformado “en orden de
equilibrio”.10
No se tratará de unificar las partes, ya que la totalidad sabemos ya es imposible, ni
restablecer el orden unificando. Vivimos en la época de la fragmentación y ésta se
evidencia en todos los aspectos de la vida y de la individualidad de los sujetos. Es
por ello que hablo de sutura del sujeto, y el arte ofrece esa posibilidad. El arte tiene
la capacidad de otorgarle al sujeto un equilibrio o un orden en mayor o menor
medida: duradero. El arte ofrece la posibilidad a nuestros pacientes de re-construir
su cuerpo.
Viñetas clínicas:
E es una mujer de 54 años, refiere tener problemas en la memoria. Retomó sus
estudios de Derecho que había dejado en su juventud y al estudiar “hay cosas que
se olvida”, según refiere.
E: “quizás hay partes que dejo de lado, cosas que dejo de lado y son las más
importantes de un texto. Pero leo y después no me acuerdo”.
Se descartó inicialmente organicidad, se realizaron los tests pertinentes y E
comenzó una intervención terapéutica.
E se había separado de su esposo ese año, él había dejado la casa y se había ido
con una mujer más joven. No tenían hijos.
E: “siempre estuve pendiente de él, acompañándolo en todo, él no lo hizo conmigo.
Cuando tuve una operación me dijo que no podía estar y cuando vino lo hizo como
una visita. Yo en ese momento lo entendí, tenía que trabajar”.
Ella no trabajaba y su esposo en los primeros meses de separación no le pasó
sustento. Fue entonces cuando E decide abandonar la terapia porque no tenía cómo
pagarla. Otro abandono más.
“Quizás hay partes que dejo de lado, cosas que dejo de lado y son las más
importantes…” decía E. Lo que había abandonado era a sí misma. Había
postergado su deseo.
Había dejado sus estudios para ocuparse de la casa y de su esposo. Le pregunto
si le gustaba hacer algo creativo, que podían ser varias las alternativas, qué le
gustaba hacer en sus momentos de ocio. Ella me contestó que tejía, que la
“desestresaba”.
Le dije que no era momento para abandonar la terapia y le sugerí otra forma de
pago: yo le brindaría una lana y ella haría un tejido, de esa forma pagaría la terapia.
10 Zátonyi, M. Pag. 247-248. Ob. Cit.
E se entusiasmó con la idea, me preguntó si sería para mí, no contesté esa pregunta
y volví a responderle que era en pago de su terapia.
Al cabo del tiempo E no solo tejió para pagar su terapia. Ella teje muy bien. Hizo
unas muestras para presentar en negocios de la zona y entre negocios y clientes
particulares comenzó un pequeño proyecto que le permitió no solo pagarse la
terapia sino conseguir un sustento y continuar con sus estudios.
Hoy se ha divorciado legalmente de su esposo y…continúa tejiendo.
Nos hemos referido al arte. Hay autores que le llaman arte a diferentes
manifestaciones. Levi Strauss se refería también a la cocina en este aspecto, como
manifestación cultural. Digamos que en el caso de E, ella activó el deseo y dispuso
de sus herramientas creativas. Creatividad también es encontrar la forma para
resolver conflictos de una manera no habitual, o sea: encontrar alternativas,
encontrar otros caminos.
A es una paciente de 73 años, institucionalizada en una residencia geriátrica. Su
diagnóstico es Alzheimer, en su etapa inicial. Ella vivía con su esposo y continuar
viviendo en su casa comenzaba a ser riesgoso: dejaba las hornallas de la cocina
encendidas y se había perdido al intentar regresar a su casa de hacer unas
compras. Luego de su adaptación a la residencia se identificaron las aptitudes o
potencias creativas de A. Le gustaba mucho leer y paulatinamente se le sugirió el
recurso de la escritura. Durante 3 meses ella escribió junto a su terapeuta un cuento
donde relataba cómo había conocido a su marido polaco luego de la segunda guerra
mundial. Al poco tiempo una Fundación de Buenos Aires junto a un Hospital de
Madrid organizaron un concurso de cuentos para mayores de 60 años. A ganó el
primer premio.
E es un paciente de 62 años que luego de enviudar comenzó a aumentar de peso
hasta llegar a 30 kilos de sobrepeso. Asistía a nuestro Centro ya que quería realizar
alguna actividad física, área que también existía a disposición de los pacientes. No
quería asistir al médico, ni al nutricionista, solo quería moverse. Comenzó sus
clases de actividad física. Obviamente tuvo que ir al médico para tener un apto
físico. Luego de un tiempo comenzó él mismo una dieta. E cursaba una depresión,
vivía solo en su casa en compañía de 4 perros. Solía realizar viajes solo y refería
“no me llenan”.
Paulatinamente se inicia la búsqueda de su deseo. Se realizó un tratamiento integral
con el paciente con mucha cautela ya que podíamos encontrarnos con sus
resistencias y con el resultante abandono del tratamiento. Resistencias por
supuesto hubo y habrá.
En las instancias terapéuticas se buscan las fortalezas o potencias creativas de los
pacientes. Se busca activarlos o podríamos decir “ponerlos en movimiento”. E
buscaba moverse ya que su demanda inicial fue esa, nosotros favorecimos que E
desplegara ese movimiento en varios sentidos y hacia varios destinos. Al paciente
le gustaban los poemas. Escribía poemas. Comenzó a traer algunos poemas a
sesión. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires organizó un concurso de poemas
y se le sugirió que participara. Comenzó a escribir prácticamente todos los días,
comenzó a producir, a “moverse” y se presentó en el concurso. El poema que
presentó junto con todos los participantes fue publicado en un libro.
La finalidad es que las producciones de los pacientes puedan salir “al afuera”, que
puedan circular en lo social más allá de cómo o donde las presenten.
Considero importante oponerse a la pasividad que mal nombra e identifica a estos
pacientes. Una manera de resistir a este estigma es la actividad: activar sus
potenciales creativos, iniciar la búsqueda y desocultar el deseo.
Freud en El malestar en la cultura se refiere al amar y ser amado como causa de
felicidad y dice que “la técnica de vida fundada en el valor de felicidad del amor no
se agota con esto: queda aún mucho por decir”. Freud sitúa aquí “el interesante
caso en que la felicidad en la vida se busca sobre todo en el goce de la belleza
dondequiera se muestre a nuestros sentidos y nuestro juicio…Esta actitud estética
hacia la meta vital ofrece escasa protección contra la posibilidad de sufrir, pero
puede resarcir muchas cosas. ¡El goce de la belleza se acompaña de una sensación
particular, de suave efecto embriagador! Por ninguna parte se advierte la utilidad de
la belleza; tampoco se alcanza a inteligir su necesidad cultural, a pesar de lo cual la
cultura no podría prescindir de ella. La ciencia de la estética indaga las nociones
bajo las cuales se siente lo bello; no ha podido brindar esclarecimiento alguno
acerca de la naturaleza y origen de la belleza; como es habitual, la ausencia de
resultados se encubre mediante un gasto de palabras altisonantes y de magro
contenido. Por desdicha, también el psicoanálisis sabe decir poquísimo sobre la
belleza. Al parecer, lo único seguro es que deriva del ámbito de la sensibilidad
sexual; sería un ejemplo arquetípico de una moción de meta inhibida.”
Más adelante agrega que la cultura se
distingue en el cuidado dispensado “a las
actividades psíquicas superiores, las
tareas intelectuales, científicas y
artísticas…Si suponemos, con la máxima
generalidad, que el resorte de todas las
actividades humanas es alcanzar dos
metas concluyentes, la utilidad y la
ganancia de placer, debemos considerar
que rige también para las actividades
culturales aquí mencionadas, aunque sólo sea fácilmente discernible en el caso de
la actividad científica y artística”.11
El arte y la creatividad no nos liberan de sufrir, no eliminan los padeceres humanos
pero sí son una forma de intervención salugénica en lo humano. El arte y la
creatividad se nos presentan como recursos para hacer que ciertos padeceres o
11 Waisgluz de Falke, S. Psicoanálisis y arte. Pp 57-58. Ed. Lumen. Buenos Aires. 2003.
momentos sean más cercanos al impulso vital. Para los pacientes que nos han
convocado en el desarrollo de este seminario, son un recurso de intervención, un
recurso creativo.
Si tomamos la palabra creación según los conceptos de Deleuze podemos decir
que la creación no es lo dado, tiene que ver con la novedad y con la necesidad.
Agregamos que tiene que ver con lo inédito. En un mundo donde todo ha sido
creado, donde aún los juegos infantiles privan de la creatividad a los niños, donde
los símbolos han mermado, donde quienes no encuadran en los preceptos de hiper-
actividad quedan excluidos, propongo oponer la creación como resistencia y como
vía posible de intervención.
Suturar todos los fragmentos de esta cultura sabemos que es imposible, pero sí es
importante conocer dónde y cómo vivimos.
Los recursos creativos ofrecen un bagaje de posibilidades para que nuestros
pacientes “puedan crear lo inédito”. Lo nuevo es distinto, no es lo dado, es un nuevo
camino, un nuevo recurso, una nueva forma de abrirse en redes. La cultura
imperante se ha globalizado, nosotros, quienes apelamos a la creatividad, también
podemos desplegarnos en redes, resistiendo y creando.
La instancia terapéutica/creativa en consultorio y en la institución.
El enfoque aquí propuesto o forma de intervención en el tratamiento de los
pacientes que nos convocan, es la activación de los recursos creativos imperantes
y aún ocultos en los sujetos. Se tratará de iniciar la búsqueda del sujeto, descubrir
y comprender con qué potencia creativa se identifica. Una potencia creativa es con
qué aspecto se identifica y lo “movería” a crear.
La importancia de estas producciones también puede radicar en que “salgan al
afuera”, para ser vistas, escuchadas o leídas por otros. El objetivo, en este caso, es
utilizar los recursos creativos para la reinserción de nuestros pacientes.
Cuando los pacientes asisten o están internados en una institución es importante y
sugerible implicar en un trabajo interdisciplinario a diversos sectores y profesionales
que componen la misma.
El objeto de tratamiento es el paciente. A nivel institucional se plantean objetivos
generales, y a nivel de cada disciplina interviniente se plantean objetivos específicos
que se desprenden de los primeros. Los objetivos específicos son los propios de
cada disciplina.
El trabajo conjunto con el paciente, la aceptación o consideración en los
tratamientos de la complejidad de lo humano, será también en beneficio de la sutura
del sujeto.
E se identifica con la escritura, se la motivó para que presentara sus poemas en un
concurso con la finalidad de que sus producciones “salieran” hacia otros.
Este fue un recurso en la intervención individual en consultorio, donde sus escritos
fueron abordados e inclusive muchos de ellos escritos en sesión.
“Lo que hace que el individuo sienta que la vida vale la pena de vivirse es, más que
ninguna otra cosa, la apercepción creadora. Frente a esto existe una relación con
la realidad exterior que es relación de acatamiento; se reconoce el mundo y sus
detalles pero solo como algo en que es preciso encajar o que exige adaptación. El
acatamiento implica un sentimiento de inutilidad en el individuo, y se vincula con la
idea de que nada importa y que la vida no es digna de ser vivida. En forma
atormentadora, muchos individuos han experimentado una proporción suficiente de
vida creadora como para reconocer que la mayor parte del tiempo viven de manera
no creadora, como atrapados en la creatividad de algún otro, de de una máquina.”12
Acercarse a la forma creadora es contraponerse en el caso de nuestros pacientes
añosos a la escisión (separación) que la cultura les impone. Acercarse a la forma
creadora es ni más ni menos que vivir la propia vida, es tomar nuestras potencias
(herramientas y recursos) y utilizarlas con fines productivos. Retomando a Winnicott:
“La creatividad que me ocupa aquí es un universal. Corresponde a la condición de
estar vivo”.
“Vive en el hombre la creatividad como una necesidad, ligada tal vez al deseo de
sobrevivir. Una manera de vencer el tiempo, de sobrellevar la angustia de la muerte.
Los actos motrices desaparecen sin dejar huellas. De ahí que todo proceso creativo
tiende a hacerse duradero mediante la forma; también, toda creación escapa a la
norma, escapa a la actitud de resignación. Nos dan un mundo descripto con todos
sus significados, listo para desempeñarnos en él. La percepción, a través de
nuestros sentidos, va modulándose, o sea cerrándose a todo lo que está por fuera
de lo que nos proponemos hacer, en parte como una manera de protegernos de los
excesivos estímulos que nos abrumarían en cantidad y fuerza…La creatividad
aparece como una necesidad, como un acto de disconformidad, de rebeldía, de
búsqueda de lo que intuimos que existe por fuera de los límites que encierran.
Resistencia a consumir productos ya hechos: productos artísticos, pensamientos,
ideas y concepciones sobre lo que nos rodea; explicaciones acerca del mundo y sus
habitantes, felicidades y desgracias. Actitudes corporales, gestos heredados,
rituales que nos transitan casi sin nuestro advertimiento, formas de movernos, de
caminar, de reírnos, de llorar, de hacer el amor, de nuestras relaciones sociales
totalmente plagadas de pautas que deberíamos atrevernos a discutir o revisar…”
(Moccio 1994)13
12 Winnicott D.W. Realidad y Juego. Ed. Gedisa. Pág. 93 Barcelona España. 1996 13 Pellizzari, P.C. Rodríguez, R.J. Salud, escucha y creatividad. Ed. EUS. 2005.
Hasta la próxima Colegas.
Valeria Casal Passion.
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