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Historia colaborativa elaborada por alumnos/as de Pampaneira y Capileira
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En un lugar de la Luna, vive la familia Lunera. Su país es
grande, redondo y lleno de agujeros.
La Luna se pasa el día persiguiendo a su ídolo, la Tierra.
El país está oscuro, pero a veces se ilumina gracias al Sol. Es un
lugar perfecto para vivir porque tiene muy cerca las estrellas y desde
allí, ven la Tierra y otros planetas como: Marte, Mercurio, Saturno,
Platón, Neptuno……
La Familia Lunera, está formada por cinco seres vivos: el papá y
la mamá, dos hijos y su mascota.
La mamá se llama Doña Estrella, tiene 40 años y todo en su
cuerpo es verde: cara, antenas, orejas piernas,….
Es muy presumida por eso siempre va vestida con sus
pantalones morados; su camiseta y sus zapatos decorados con
pequeñas lunas, son del color que más le gusta, rosa fucsia.
El padre se llama Júpiter, tiene 46 años y es azul. Tiene los ojos
verdes y dos orejas muy puntiagudas que sobresalen entre su pelo
rojo.
Lleva una camiseta morada y roja y unas zapatillas de color
naranja con un dibujo de un marciano verde.
Es agricultor. Tiene un campo en el que cultiva con sus cuatro
brazos, sandías, cebollas, zanahorias y patilloscas lunáticas.
El hijo tiene dieciocho años, se llama Amaro. Tiene tres piernas
y sus antenas se mueven muy despacio. Se parece a su madre, por eso
es verde.
Le encanta montar en coche espacial. Canta, baila y juega con
su perro. Es muy bueno con todos.
Las patilloscas asadas son su comida favorita.
La niña se llama Lunita, tiene 10 años. Tiene una cara roja y
redonda con dos ojos y dos antenas y su pelo azul y verde, se
ilumina.
Su vestido es rosa y rojo y sus zapatos en forma de estrella.
Juega con su perro y con su hermano y es un poco traviesa.
El perro se llama Lunes. Es marrón, rápido, bonito, gracioso, y
tiene un solo ojo azul y cuadrado. Sus antenas son rojas y grandes y
tiene dos lenguas de color rosa en su boca roja.
Le gusta cantar y bailar moviendo su cola larga y negra.
Un día salieron a pasear, acompañados por Lunes. Cuando
volvieron a su casa, se encontraron todo destrozado.
Lunes empezó a mover rápidamente sus antenas y conectó con
los Luni-Polis (los policías de la Luna), que velozmente llegaron en
sus supercoches espaciales con las sirenas de emergencia y
empezaron la investigación.
Franki, el jefe de los Lunipòlis, entró con Lunes en la casa. Todo
estaba revuelto, pero lo primero que vieron les llamo mucho la
atención.
Debajo de la mesa había algo que nunca habían visto antes.
Era un zapato muy extraño con unos colores que nunca habían
visto: les llamaron orolunix y platalunix. Además la forma ovalada de
la punta le hizo pensar que sus dedos estaban pegados y eran
pequeños.
Con mucho cuidado lo metió en una bolsa transparente y lo
mandó con Lunes al Luniboratorio.
Allí le hicieron todo tipo de pruebas.
La primera prueba consistía en descubrir cuantos dedos
cabrían dentro de aquel zapatón tan grande y raro.
La segunda prueba, fue la más importante y la que les llevo a
descubrir el origen de aquel objeto. Llamaron a Lunes y le hicieron
oler aquel raro objeto.
Al momento sus antenas comenzaron a observar y rastrear. Su
rabo se movía muy rápido y ……… “ tuuuuuuuuuuuu “ se detuvo
apuntando a una fotografía del planeta Tierra.
Este zapatón es de allí, apuntaba con el dedo Franki, del
planeta Tierra. Rápidamente avisó a los demás polilunis, por su
luniradio.
Mientras, la familia Lunera esperaba en el portal de su casa.
Desde allí escucharon cómo Franki comunicaba que algún
extraterrestre del planeta tierra había estado en la casa de Doña
Estrella y el Señor Jupiter.
Vamos, vamos Lunes – le decía Amaro – rastrea, rastrea.
Hay que encontrar a ese terrícola antes de que lo haga la
polilunis.
Los dos hermanos, junto con Lunes, rastreando, se dirigieron
hacia un estanque cercano. Allí el l.uniperro comenzó a mover la
cola rápidamente. Se dirigió hacia unos árboles y …
Hurra, hemos encontrado su nave espacial – dijo Amaro,
mientras que Lunes ladraba como un loco.
Hay que acercarse muy silenciosamente, dijo Lunita.
Antes de que se dieran cuenta, los tres luneros se encontraban a
las puestas de la nave espacial.
¿Que hacemos Amaro? Tocamos…
Venga, vamos a hacerlo.
Subieron por unas escalinatas y ….
¡ Toc, toc, toc!
Al abrirse la puerta, apareció un niño terrícola de unos quince
años, que tenía un solo zapato idéntico al que los lunipolis estaban
investigando. Esta es su foto:
¡Ah! ¿Quién es este?- dijeron Lunita y Amaro.
El chico extraño dijo “Hola”, hablaba un idioma raro que
Amaro, Lunita y Lunes no entendían.
¿Tú que haces aquí? – le preguntó Amaro con gestos.
He venido a conocer mi satélite porque mi maestra me ha
mandado hacer una redacción sobre la Luna.
Lunes movió la cola y así mandó a los lunipolis el mensaje de
que el extraterrestre venía en son de paz.
¿Os habéis encontrado un zapato como este? – preguntó
el terrícola, señalando el que llevaba puesto.
Estaba recogiendo datos para mi trabajo y entré en una
casa con huerto muy chula, que me llamó la atención.
Como no había nadie, estuve husmeando por allí.
De repente oí personas que hablaban otro idioma, salí
corriendo, salté por la ventana y me refugié en mi nave.
Cuando llegué aquí, me di cuenta de que me faltaba un
zapato. Oí en la puerta ¡toc, toc, toc!... cuando he abierto,
me he encontrado con vosotros. ¿Podéis ayudarme?.
Lunes y los luniniños, lo acompañaron al lunilaboratorio, allí
estaba Franki, el lunipoli le devolvió el zapato.
Se hicieron amigos, llegaron todos al huerto de la casa de la
señora Estrella y el señor Júpiter y el niño terrícola se quedó a comer
con ellos. Por supuesto, de menú había patilloscas asadas y
chocolunas.
Desde aquel día, Luis, que así se llamaba el niño terrícola, volvía
todos los años en su nave espacial a visitar a la familia lunera.
De regalo les trajo de la Tierra unas botas deportivas de color
orolunix y platalunix, las que estaban de moda en su país.
Realizada por los niñas/0s de:
Primero, Segundo y Tercero de Pampaneira
Segundo de Capileira.
Tutores:
Miguel Morón Barbero
Juana Ruano Oviedo
C.P.R. “Barranco de Poqueira”
Curso 2012/2013
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