VIVIR LA CASA El significado y uso de los lugares en el Buenos Aires Colonial

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VIVIR LA CASA El significado y uso de los lugares

en el Buenos Aires Colonial.

The decorations of the houses in magnificence surpassed any thing I ever beheld in Europe on the like occasion

DAVIE John Constance, 18051

[Buenos Aires] inmensas pilas de ladrillo pardo oscuro, con poca variedad, pesadas y tristes demostraban que

no habían surgido bajo el patronato de la libertad BRACKENRIDGE Henry Marie 1817 2

[la] historia masiva de impacto público recurre a una misma formula explicativa , un principio teológico que

asegura origen y causalidad, aplicable a todos los fragmentos del pasado. SARLO Beatriz, 20053

INTRODUCCIÓN : SER Y PERTENECER

Pensar la casa y sus lugares, el significado y lo significante de ellos, nos induce no solo

a reflexionar sobre los objetos de la cultura material sino también como ellos

interactuaron con los hombres y la sociedad. ¿Qué era Buenos Aires a fines del siglo

XVIII? La pregunta nos invita a conocer las divergencias y convergencias, las formas y

los hábitos de vida tendiendo a dilucidar los rasgos comunes de las cosas que hacían a la

vida de un conjunto de seres humanos que convivian en un mismo espacio urbano y

pertenecieron a distintos grupos sociales y étnicos, cuyos lugares y objetos significantes

construyeron un universo de múltiples matices. Podemos entonces pensar un mundo

donde los hombres y las mujeres articularon relaciones con el espacio y en un tiempo

cronológico, un sistema4 que vinculaba a los hombres y los lugares, apoyado sobre las

interrelaciones de lo político y lo económico, lo religioso y lo profano, lo público y lo

privado, lo étnico y lo cultural, lo afectivo y lo meramente de trabajo u ocasional, es

decir, un mundo complejo de personas y espacios que trasuntaban el status.5.

                                                                                                               1 DAVIE John Constance, 1805, Letter from Paraguay, London, G. Robinson, Paternoster-Row p 79 2 BRACKENRIDGE Henry Marie 1817 (2001) , “Voyage to South America” en FONDEBRIDER Jorge, Buenos Aires Ajena, Traducción Carlos A Aldao , Buenos Aires Emece p 80 3 SARLO Beatriz, 2005, Sociología y política, Buenos Aires, Ed. Siglo XXI p 15 4 MORAMONTES Pedro, 2002, “El estructuralismo dinámico” en Ramírez , Santiago, Perspectivas en la teoría de sistemas, México, Siglo XXI Editores, p 72 5 Colocado en palabras de Marc Bloch “.. el buen historiador se parece al ogro de la leyenda; allí donde huele la carne humana sabe que está su presa…”

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Los espacios habitables han cambiado, transformado y multiplicado a lo largo del

tiempo6, como también la función el uso, la valoración, la “necesidad” no guardando

paralelismo entre si la evolución de cada uno de ellos. Raffaella Sarli sostiene que “es

poco probable que los hitos en la historia del vestir o del mobiliario coincidan

exactamente con los de la historia de la alimentación, la arquitectura o las leyes y

practicas que regulaban el acceso individual al disfrute de un bien”7

Analizar las relaciones de uso de los lugares privados en el Buenos Aires de fines del

siglo XVIII, cobra sentido pues permite acercarnos al conocimiento de los ámbitos, su

función, su uso y como ellos interactuaron e impactaron en la sociedad, es decir estudiar

la semiótica en conjunto nos acerca a la sociedad de la época, a la cultura y a las

relaciones de poder8. La estética y la decoración de una fachada, el equipamiento de la

casa, el volumen edificado, no son solo ejemplos superfluos, ni banalidad en la

investigación para dar color a la historia, pues el estudio de los lugares y los objetos de

la cultura material son puntos de partida que nos llevan a reflexionar sobre el complejo

entramado de una sociedad donde no dominaron los cortes violentos siendo que los

medios tonos fueron el paisaje dominante. Desde lo más profundo de la historia y hasta

nuestros días, no son iguales los lugares en los convivieron los distintos estamentos

sociales.

Los sectores más sumergidos de la sociedad, los llamados en época colonial “vagos,

mendigos, vagabundos”9 carecieron de espacios propios que los cobijaran, como

también de algún mínimo equipamiento o herramientas. Aquellos hombres, que por las

noches se refugiaron en los huecos10 o en la costa del río solo fueron cubiertos por las

estrellas, o alguna ramada, de ellos solo nos quedan los relatos de los cronistas, que ,con

“su” óptica”, describieron y contaron sus lugares, como vivían y que poseían.

                                                                                                               6 GOLDTHWAITE Richard A,1987, “The Economic of Renaissance Italy. The Preconditions for Luxory Consumption” en I Tatti Studies. Essays in Renaissance, Vol II 1987, The Harvard University Center for Italian Renaissance Studies, p 16 El autor sostiene que la sociedad de consumo debemos restrearla no en la Inglaterra del siglo XVIII sino mucho antes en la Italia del renacimiento 7 SARTI Raffaella, 1ª 1999, Ed 2003, Vida en Familia, Casa Comida y Vestido en la Europa Moderna, Barcelona, Ed. Crítica, p 13 8 APPADURAI Arjun , 1ª 1986 ed 1981, “Introducción: Las mercancias y las politica del valor” en APPADURAI Arjun (comp.) La vida social de las cosas, Mexico, Ed. Grijalbo p 17 9 La caracterización de esos sectores que se halla la hallamos en los Bandos del Cabildo y tendía a una generalización muchos hombres y mujeres que se refugiaban por la noche bajo las estrellas, o en ramadas, generalmente establecidas en el bajo del río y en la periferia de la ciudad. 10 Se denominaba hueco a los terrenos no ocupados en la planta urbana

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Otro sector social es el de los africanos, los afro-porteños, los grupos intermedios

mestizos, pardos, etc, no podemos por la mera coexistencia u origen étnico englobarlos

en una única unidad, ya que debemos observar una primera gran división: los libres y

los esclavos. Los ámbitos y el equipamiento que disfrutaron aquellos hombres fue

sustancialmente diferente, pero una línea conductora se observa en los comportamientos

y en la lucha de mostrar una pertenencia a grupos sociales superiores, utilizando objetos

como la vivienda, el lugar de emplazamiento de la misma o la ropa.

Hablar del “bajo pueblo”11, la plebe12 urbana, es hablar de un grupo humano donde

coexistieron los trabajadores libres y los artesanos, un conjunto de hombres y mujeres

que en múltiples capas13, poblaron la ciudad. Seres humanos habitantes de una Buenos

Aires que en el ocaso del período colonial era una ciudad en transformación y con un

dinámico proceso de crecimiento demográfico14.

La marea de hombres y mujeres15, que desde distintos horizontes, confluyó en la ciudad

de Buenos Aires16 a partir de mediados del siglo XVIII, articuló una sociedad donde los

seres humanos se interrelacionaron, amaron y fundieron sus cuerpos.

                                                                                                               11 Utilizo una categoría utilizada por Gabriel Di Meglio, para definir esa capa de plebe urbana de Buenos Aires , DI MEGLIO Gabriel, 2006, ¡ Viva el bajo pueblo “, Buenos Aires, Editorial Prometeo , p 19 12 Tal como sostiene DI MEGLIO Gabriel, 2006, ¡ Viva el bajo pueblo “, Buenos Aires, Editorial Prometeo, p 19. El concepto de plebe fue utilizado por las capas dirigentes superiores de la sociedad porteña para caracterizar los sectores subalternos, ya fuera por su color, por su trabajo, por su respetabilidad , donde no se los caracterizaba con el don/doña hasta que este tratamiento resulto más laxo 13 Ver también SOCOLOW S. 1992, “Introducción” en HOBERMAN L / SOCOLOW S. Ciudad y Sociedad en Latinoamérica Colonial, Buenos Aires Editorial, FCE pp 14-15 14 Ver entre otros trabajos RAVIGNANI Emilio, “Crecimiento de la población de Buenos Aires y su campaña 1726-1810” en RAVIGNANI Emilio, Documentos para la Historia Argentina, Tomo X, Editor Peuser, 1955, p IX; DÍAZ, Marisa, Migrantes en Buenos Aires: Familia y Cambio Social, 1744-1810 Tesis Doctoral, UBA, no edita, 2003, p 103; JOHNSON, Lyman, “Estimaciones de la población de Buenos Aires en 1744, 1778 y 1810”, en Desarrollo Económico. Vol. 19. Nº. 73, 1979; JOHNSON, Lyman / SOCOLOW, Susan , “Población y espacio en el Buenos Aires del siglo XVIII” en Desarrollo Económico, volumen 20 nº 79, octubre-diciembre 1980 15 También podemos entender a Buenos Aires en el párrafo transcripto por Pilar González Bernaldo del anónimo Manual de Buenos Aires publicado en 1823 “ Cuando es pequeña la extención de la ciudad, cuando su población es escasa, la facilidad que tienen sus habitantes de recorrer todas sus calles la frecuencia con que se ven unos a los otros , y con que se tratan o se oien nombrar recíprocamente, proporcionan por si solos todos los medios que son necesarios para su mutua comunicación: En una ciudad tan extensa y poblada, como lo es ya Buenos Aires, aquellos primeros medios llegan a hacer tal vía imposible; y siempre hay un número muy considerable de residentes, que no conocen prácticamente mas que una parte de la Ciudad, que se ven perdidos en medio de barrios o arrabales que nunca han andado, y en donde nadie conocen” GONZÁLEZ BERNALDO Pilar, 1999,” Vida privada y vínculos comunitarios : formas de sociabilidad popular en Buenos Aires, primera mitad del siglo XIX” en DEVOTO Fernando y MADERO Marta Historia de la vida privada en la Argentina, Buenos Aires, Ed. Taurus, p 148

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Susan Sokolow sostiene que la sociedad porteña estaba formada por “niveles superiores

de la pequeña clase media, que era también fundamentalmente española y criolla, pero

incluía cierto número de indios, mestizos, (de ascendencia indígena y blanca) mulatos y

otras castas” llegando incluso, en distintos escalones, a niveles muy inferiores donde

“personas consideradas de la clase baja contratistas de poca monta, como por ejemplo

”José el carpintero”, “Juan el albañil”, “Petra la molinera”, figuraban en este último

grupo. Aunque estos individuos se desempeñaban en ocupaciones de clase baja, eran

propietarios de pequeñas casas de adobe o de ladrillo y tenían otras posesiones que los

colocaban entre el límite entre la clase baja y la clase media”

La capa superior de sociedad de Buenos Aires, la “elite”, conformada por los

mercaderes, los comerciantes, la alta burocracia y las jerarquías eclesiásticas, no solo

exteriorizaban su status con la ropa o la cantidad de esclavos sino que también

utilizaron otros íconos significantes de su nivel social, como los inmuebles, el

equipamiento de la vivienda, un conjunto de objetos de la cultura material que

permitieron mostrarse y así ejercer el poder fáctico y simbólico.

El poder y la dominación en la ciudad colonial americana imbricaba la fuerza de las

armas de la Corona y la superestructura de sumisión y temor dado por el sustento

ideológico brindado por la Iglesia17. Las características propias de la dominación y el

esquema financiero de apropiación de excedentes, vincularon las relaciones intra y extra

aglomeración urbana.

¿Pero que era Buenos Aires en América y el Mundo? Hacia 1830, Isabelle Arséne la

caracterizaba como un punto perdido en el universo, que sin embargo era una ciudad

muy significativa.

Buénos-Ayres est quelque chose relativement à l`Amérique du Sud, peu de chose relativement à toute l`étendue du continent américain, et un point pour le globe. Cependant ce point a été lumineux, il a brillé avec éclat;18

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   16 SARTI Raffaella, 1ª 1999, Ed 2003, Vida en Familia, Casa Comida y Vestido en la Europa Moderna, Barcelona, Ed. Crítica “Por razones tanto prácticas como simbólicas las ciudades c onvertidas en capitales cobraron prestigio, el hecho de ser sedes del gobierno las transformó” p 145 . En el caso de Buenos Aires , no debemos olvidar que vu declarada capital del Virreinato del Rio de la Plata en 1776, y en 1784 se asentó la 2ª Real Audiencia, pero estos hechos políticos tuvieron un relativa influencia ya que el núcleo mercantil dominaba la perspectiva de funcionamiento de la ciudad. 17 MAWE John C1805 Ed 2001, “Ultraje a la virtud” en FONDEBRIDER Jorge La Buenos Aires ajena, Buenos Aires, Ed Emece “El excesivo rigor para la supresión de la inmoralidad, ejercido por los religiosos así como por el gobierno, frusttra su propia finalidad” p61 18 ARSÉNE Isabelle 1835, Voyage a Buénos-Ayres et a Porto-Alègre, Havre, Ed. J. Morlent “ Buenos Aires es alguna cosa con respecto a la América del Sud; poca c osa con respecto al continente , y solo un

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Buenos Aires se emplazó en la meseta ondulada bonaerense, junto al Río de la Plata,

careciendo en toda su historia de murallas o límites físicos segregantes19. Buenos Aires

no era Lima, la Ciudad de los Reyes, donde hubo magníficas construcciones como el

Palacio del Marqués de Torre Tagle o la casa de Gutiérrez de Quintanilla, ni tampoco

era Santiago de los Caballeros de Guatemala, con el magnifico Palacio de los Capitanes,

Buenos Aires careció de nobleza titulada, mas allá de algún pedido de otorgamiento de

título nobiliario20. Los grupos dominantes articularon un núcleo mercantil cuyas redes

comerciales se entroncaban con casas europeas y penetraban la profunda geografía de la

América meridional21 generando una urbe mercantil cuya expansión se dio en el marco

de las contradicciones del mercado Atlántico.

A fines del siglo XVIII la población en el Río de la Plata era eminentemente urbana22

enraizada con su hinterland agrícola23, que evolucionó a lo largo del siglo hacia nuevas

formas económicas. El “sector secundario” de la economía era sinónimo de producción

artesanal y fueron escasas las industrias que avanzaron en los sistemas productivos a

escala masiva. Aquel sistema económico tenía una estructura arcaica24 con patrones

clásicos del Antiguo Régimen.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   punto perdido en la superficie del globo: Este punto sin embargo ha sido luminoso y ha brillado esplendorosamente” pp 130 - 131 19 OTERO Osvaldo, 2008, “Juntos y revueltos, Buenos Aires a fines del siglo XVIII”, en OTERO Osvaldo compilador, Historia Ciudad y Arquitectura siglo XVIII, en prensa 20Arredondo Pelegrín, Nicolás de, Archivo Histórico Nacional, España, años 1792 -1803 ES.28079.AHN/1.1.1.2.1//CONSEJOS,5306,EXP.11 , Expediente sobre concesión a don Nicolás de Arredondo Pelegrín, Presidente de la Audiencia de Buenos Aires, del título de Conde de Pelegrín. Contiene: Arbol genealógico, partidas sacramentales, información testifical de méritos, etc . 21 Ver la ROMERO Luis Alberto, 1ª 1983 Ed 2000, “La lucha por el puerto” en ROMERO José Luis y Luís Alberto, Buenos Aires historia de cuatro siglos, Buenos Aires Ed Altamira pp 61 - 78 22 SOCOLOW, Susan, “Introducción” en HOBERMAN Louisa / SOCOLOW Susan Ciudad y Sociedad en Latinoamérica Colonial, Buenos Aires, Editor Fondo de Cultura Económica, 1ª1986, Ed 1992 – p7 “La civilización que las naciones ibéricas implantaron en el Nuevo Mundo tuvo un carácter profundamente urbano. …Paradójicamente, en una civilización construida, sobre bases económicas agrícolas y mineras la ciudad representaba la esencia misma de la cultura, el campo preferido para el intercambio social y económico y el escenario de los conflictos y acuerdos políticos” 23 ROMERO Luis Alberto, 1ª 1983 Ed 2000, “La lucha por el puerto” en ROMERO José Luis y Luís Alberto, Buenos Aires historia de cuatro siglos, Buenos Aires Ed Altamira, p74 24 Telégrafo Mercantil, Buenos Aires, 11/04/1801 “Las Provincias del Río de la Plata y sus habitantes permaneceran en la pobreza, y sin las comunidades y opulencias que pudieran tener y les ofrece pródiga, la misma naturaleza, si al giro y circulación actual no añaden otras negociaciones no menos menos utilísimas, e importantes, acia si y el Estado. Aqui deberían las casas fuertes de nuestros compatriotas, emprender la salazón de tocinos y de carnes tan repetidas veces encargadas por .M. para provisión del Ejjército y Armada, siendo como de tan prodigiosa la abundancia de cerdos y ganados que no hay Reyno, ni Provincia en la extensión del Orbe con equiparables ¿Que necesidad teníamos entonces de depender del Norte, cuando aquí nos sobran nuestros opreciosos ramos?¿Porqué razón necesitando del

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VIVIR MEJOR La casa un espacio de vínculos, sociabilidad y exteriorización de status y poder

La vivienda es una mercancía25 y como tal, su valor monetario tiende a separar los lazos

entre el objeto material y la persona, pero no debemos olvidar que hay factores

extrínsecos al bien “mercancía” que restringen y asignan valores subjetivos, valores

dominados por el intercambio económico, donde las leyes suntuarias, son las que

controlan el consumo y consagran la ostentación del status26. Agnes Heller 27, sostiene

que todo aquello que en cualquier campo enriquece sus componentes en comparación a

otro, le agrega categoría económica o social. Entonces la casa configura un sistema que

trasmite  “valor simbólico”, entendiendo como “valor” todo aquello que en el imaginario

social contribuye a acrecentar el patrimonio real o imaginario trasuntándolo a la

sociedad

La semiótica de los espacios de la casa, el lugar en el conjunto y las formas de uso se

hallan en íntima relación con aspectos culturales y ellos se plasman en el partido

arquitectónico28. Por ello no podemos hablar de una única vivienda colonial, ni de una

única forma de habitar. Es cierto que hubo líneas estéticas que dominaron el imaginario

social29, pero también de la misma forma, es cierto que cada sector social recreó y

resignificó los lugares y los objetos de la cultura material, adaptándolos a “su” realidad

económica, tendiendo los estratos inferiores a incorporar los comportamientos sociales

de los sectores superiores en su afán de ascender en la escala social.

De aquella Buenos Aires colonial hoy solo podemos hallar imágenes realizadas por los

pintores de la época, relatos de los viajeros y documentos testamentarios o planos                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                    consumo de estas carnes, las hemos de comprar del extrangero, empobreciendo la nación que el solo nos constituiría felices?” 25 Appadurai analiza la posición de Marx que sostiene que una cosa se transforma en mercadería en tanto es intercambiada y sirve como valor de uso, y la corrección de Engels agregando valor de uso para otros posición que coincide con Simmel que sostiene al intercambio como fuente de valor económico, en oposición a Chapman que hay que separar mercadería y trueque. APPADURAI Arjun 1ª 1986 ed 1981, “Introducción: Las mercancias y las politica del valor” en APPADURAI Arjun (comp.) La vida social de las cosas, Mexico, Ed. Grijalbo pp 23-25 sosteniendo Appadurai que “la mercantilización descansa en la compleja intersección de factores temporales, culturales y sociales” p 31 26 APPADURAI, Arjun, 1ª 1986 Ed 1991 “Las Mercancías y la política del valor” en APODOURAI Arjun, (compilador) La vida social de las cosas, México, Editor Grijalbo. pp. 41-42 27 HELLER, Agnes (1972), Historia y Vida Cotidiana, Barcelona, Editor Grijalbo, p23 28 El "partido" es la planta, el diseño conceptual inicial donde se deben contemplar el plan de necesidades . es el primer paso del proyecto 29 OTERO Osvaldo, (2005), La vivienda porteña en el período virreinal : Materiales, uso, función, valor simbólico, en Biblioteca Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad Nacional de La Plata, http://www.fuentesmemoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.182/te.182.pdf

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presentados al ayuntamiento. La reconstrucción que hagamos de las viviendas, de los

lugares y de los objetos de la cultura material, necesariamente tendrá áreas oscuras. Pero

también debemos señalar que el conjunto de documentos con que contamos, son una

importante fuente donde han quedado múltiples detalles que permiten entender lo

significante de la obra arquitectónica y la utilización de la misma como íconos

simbólicos, plasmando el lugar del propietario en la sociedad. Esos fragmentos de

espacios en un momento temporal, permiten hacer recortes de la historia, tendiendo a

reconstruir las experiencias, los usos y los hábitos de vida, induciendo también, a

reflexionar sobre una época y una sociedad en transformación. Jorge Myers planteó la

revolución de las costumbres de la elite porteña en la primera mitad del siglo XIX,

donde lo público coaptó la vida privada30. Esas conductas sociales se reflejaron en la

vivienda31 no solo por el pensamiento de las élites , sino también inducidos desde el

poder marcando la importancia de la estética de las construcciones32 con el objeto de

marcar los niveles sociales.

LA FACHADA : EL ESPEJO DE LOS HABITANTES

La interfase entre lo público y lo privado es el frontis del edificio y una lectura del

mismo nos ayuda a comprender el significado y lo significante.  Si pensamos la estética

de la fachada de la vivienda de don Domingo de Basavilbaso, un hombre encumbrado y

poderoso de la sociedad porteña de la época virreinal en relación a la de un pardo liberto

como Antonio Romero, podemos entender como los objetos marcaron la escala social.

Don Domingo de Basavilbaso, tuvo entre otros cargos el de Alcalde, el de Regidor y el

de Administrador del Correo, construyendo por aquellos años varias casas y entre ellas

su propia vivienda, la que fue significativamente enfatizada no solo en el tratamiento

decorativo, frisos, volutas, etc., sino también con la incorporación de símbolos

jerárquicos. Don Domingo de Basavilbaso lo señaló en una carta dirigida a Don Juan                                                                                                                30 MYERS, Jorge, “Una revolución en las costumbres: Las nuevas formas de sociabilidad de la elite porteña, 1800-1860” en DEVOTO Fernando / MADERO Marta. (compiladores) Historia de la vida privada en la Argentina, T I, Buenos Aires, Editor Taurus, 1999, p111. 31 OTERO Osvaldo, (2005), La vivienda porteña en el período virreinal : Materiales, uso, función, valor simbólico, en Biblioteca Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad Nacional de La Plata, http://www.fuentesmemoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.182/te.182.pdf p 394 “La casa es el espejo donde se reflejan los fantasmas de sus habitantes” 32 AGN Acuerdos del Cabildo Acta del 06/12/ 1788“Buenos Ayres seis de Diziembre de mil setecientos ochenta y ocho Visto este Expediente con lo qe informa el I.C. de esta Ciudad, considerando ser uno de los objetos mas dignos de atencion a qe se contrahe como terminado arreglar un punto tan fundamental de Policia, qual es la buena distribucion, solidez, simetria, y ornato de los edificios, y calles, y combiniendo por tanto formar una ordenanza …”

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Albano Pereira escribiendo. “Assi mismo necessito unas Armas Rs bien hechas en

piedra Marmol blanco ù otra calidad qe sea buena pa ensima de la puerta de la Calle y

que esten bien Realizadas y con la palma y oliva abajo como tiene el de las banderas de

los correos”33

Es decir Basavilbaso marcaba en la estética de la fachada la pertenencia social, las

jerarquías y el poder. Una conducta también señalada en la arquitectura efímera de las

fiestas que plasmó en el arco triunfal realizado en el frente de su propiedad “... y si asi

sucede me enviara ud un retrato de su Magd mui perfect.te pintado vien sea de cuerpo

entero o de medio cuerpo, como pareciese mejor a ud pues el qe yo hize pintar aqui pa

las fiestas Rs y puse en el arco triunfal qe hize frente a mi cassa en regosijo, el qual

dicho arco fue mui celebrado en este Pueblo de qe es buen testigo el Sor Marques de

Valde Lirios , qe entonces se hallo en esta ciudad,”34

Basavilbaso utilizó la vivienda y la decoración externa como elementos que tendían a

marcar “su” nivel social de pertenencia, iconos que fueron empleados en toda su

magnificencia. Los tratadistas de la época entendían que el edificio lujoso mantenía la

esencia de la familia y evidenciaba su nivel social y como tal, debía ser exteriorizado en

las pautas de diseño35.

Otros ejemplos de ostentación en la construcción, podemos hallarlo en la casa realizada

por don Antonio Norberto en la periferia de la ciudad, detrás de la Iglesia de la

Concepción ¿Cuál fue la razón que lo llevó a construir una casa significativa en un

espacio marginal? Dada la densidad habitacional nos lleva a pensar que no fue por

arraigo afectivo y si por una expectativa de desarrollo urbano que se vislumbraba por

aquellos años.

                                                                                                               33 AGN Colección Basavilbaso Domingo y Manuel, Sala 7 Leg 1422, 11/07/1769 Copia de la carta dirigida a don Juan Albano Pereira 34 AGN Colección Basavilbaso Domingo y Manuel, Sala 7 Leg 1422, 11/07/1769 Copia de la carta dirigida a don Juan Albano Pereira 35 ALBERTI, León Battista, Ed 1833 De re aedificatoria (traducción del italiano de C. Vartoli, Della Architecitura Libri X, Milán

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AGN Permisos de Construcción IX 10 10 6 F264 29/01/1785 Antonio NORBERTO

El frente se encontraba rematado por un pretil que seguía la modulación dada por las

pilastras y éstas fueron coronadas en la parte superior con acroteras y un pináculo36. Los

vanos de la planta alta tenían un alfiz que las enmarcaba y las ventanas del nivel bajo se

apoyaban sobre un alfeizar trabajado. Aquella casa ¿tuvo una doble función? ¿fue una

exteriorización de lujo o de mejor calidad de vida? No cabe duda que la fachada fue la

manifestación formal de un poder económico que existía por detrás de ella .

Antonio Romero, pardo libre, construyo en la calle de San Juan a dos cuadras hacia el

norte de la iglesia de la Concepción, una sala, la que luego fue ampliada. Aquella

construcción tenía un diseño simple de fachada plana, sin ningún elemento decorativo, y

cuyo volumen edificado fue aditivamente creciendo37.

                                                                                                               36 ACRÓTERA Qualquiera de los pedestales que sirven de remates en los frontispicios, sobre los quales suelen colocarse estatuas, macetones ú otros adornos Diccionario de la Real Academia Española 1780, p 2, 1 37 Antonio Romero estuvo casado en 1ª nupcias con Ynes Marote, esclava, y en 2ª nupcias con Jacinta Sosa.. AGN Sucesiones 7782 01/10/1817 Testamento. El permiso de construcción AGN IX, 11, 1, 1 , 27 de febrero de 1787 ( En el Permiso de construcción, declara como propio al terreno. Sin embargo en el testamento declara que era de su 2º esposa)

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 AGN Permisos de Construcción 9 11 1 1 F 142 27/02/1787- Antonio Romero

No cabe duda que las unidades de vivienda de don Antonio de Basavilbaso o de don

Antonio Norberto eran manifiestamente mas importantes, de mayor valor y altamente

significante en comparación con la de Antonio Romero pardo libre, pero también es

notorio que el poseer una simple casa era “más” que alquilar o vivir en los arrabales.

TRASPONER EL UMBRAL El mundo privado

Crucemos la puerta de acceso de una vivienda de algún hombre encumbrado de la

sociedad, acerquémonos al interior de aquellas viviendas. Crucemos el umbral, la línea

fronteriza que nos acerca a “lo privado” y tras la puerta el zaguán, espacio de transición

limitado en el extremo opuesto por una puerta de reja trasparente, un espacio que

marcaba los límites y las jerarquías de la unidades. En caso opuesto el de las unidades

diseñadas como unidades de alquiler, viviendas proyectadas a fauces, es decir,

viviendas que al abrir la puerta de acceso se penetraba en la sala, se descubria lo privado

al espacio urbano. El conjunto de viviendas que proyectó don Francisco Justo Maderna

es un ejemplo que muestra las dos formas de acceso   y la sucesión jerárquica de los

lugares.

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AGN Permisos de Construcción - IX 11 1 1 F 162 – 13/03/1787- Don Francisco Justo Maderna

En las pequeñas unidades habitacionales ocupadas por artesanos, la función de la sala,

no era solo la recepción o donde se desarrollaban las tertulias como solían ser en las

viviendas de los hombres de la elite porteña, la sala en la casa de los artesanos que

estaba ubicada en la línea de edificación y en directa relación con el espacio público, era

el espacio donde se vivia y donde se trabajaba. Aquellas casas alojaron un número

significativo de personas, llegando en muchos casos a incluir y funcionar no solo como

casa habitación, sino también como lugar de trabajo. Todas aquellas unidades de

pequeña superficie, fueron construidas con un alto índice de ocupación del suelo38. La

confluencia del trabajo y la vivienda, fue una de las características inherentes a las

                                                                                                               38 AGN IX 10 10 9 FF 126, 135-139 06/04/1785 Juan Jose Castro “= 5 unidades de vivienda de sala aposento, cocina, común (baño) y corral (patio) Comercio en la esquina en lote de 45 por 13 varas “

AGN IX 11 1 1 FF 1-4 12/01/1787 Antonio Parodi, “... Ha concedido este Govno a Juan Parodi la Licencia que ha pedido para construir dos casas de Alquiler con un saguan en el medio para casa principal y las oficinas en un todo correspondiente, segun resulta del reconocimiento que ha practicado de oficio los Alarifes Maestros Maiores desta capital, y del Plano y Vista de la obra qe ha presentado el interesado." ...." siendo tambien de su obligacion enluzir por afuera el frente de su otra casa como aci mismo haser acopio de la Piedra necesaria para empedrar a su tiempo la calle en la parte que le corresponde ...."

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labores de los artesanos también en otras latitudes como sostiene Braudel39. Abrir la

puerta de la sala, era abrir la casa a la comunidad y dada la escasa superficie cubierta

propia, con múltiples funciones, las relaciones intrínsecas y extrinsecas pautaban la

necesidad de vivencia de las áreas públicas, integrando la vereda a sus propios lugares.

Éste fue un hecho concreto significante que pautó hábitos culturales y marcó la

sociabilidad urbana. Desde la primera sala se pasaba al aposento o al corral (patio) y

desde éste a los núcleos húmedos, cocina y común (baño). Aquella tipología de viviendas

fueron muy difundida en la época y habitadas por una capa superior de los sectores

subalternos que incluyó algunos indios, pardos o negros libertos y blancos pobres,

señalando un partido arquitectónico muy distinto del que utilizaba la elite40.

LOS APOSENTOS Y LAS SALAS El ámbito propio

Con frecuencia en los tiempos modernos los espacios tendieron a especializarse y la

evolución de los cambios sociales llevó implícito a su vez la modificación del plan de

necesidades, cambiando las proporciones y número de habitaciones41, como también la

incorporación de espacios para el equipamiento musical o la chimenea, refinamientos

que señalan el contacto con los migrantes europeos y que solo fueron incorporados por

los sectores encumbrados de la sociedad42. Según Rafaella Sarti los cuartos en las

viviendas en el Renacimiento y en la Edad Moderna se hallaban relacionadas entre si, es

decir, para pasar de uno a otro se debían atravesar múltiples puertas, todas internas43. La

misma autora atribuye la modernización del diseño y la nueva funcionalidad, con la

incorporación del pasillo como distribuidor, es decir la transición entre los distintos

                                                                                                               39 BRAUDEL Fernand ,1974, Civilización Material y capitalismo, Barcelona, Ed Labor “…había prevalecido (siglo XVIII) un régimen de unidad: el dueño tenía en su propia casa la tienda o el taller” “El lujo, en efecto se puede manifestar libremente en la casa, en el mobiliario y en el vestir…” p 221. 40 Ver AGN Sala IX Permisos de Construcción 41 Un ejemplo de ello fue la casa propia de Juan Jose Castro que incorporo el escritorio con acceso limitado a la casa y tambien una habitación de hombres . Ver Plano AGN Permisos de Construcción - IX 10 10 8 F 254 13/04/1785- Don Juan José Castro 42 La primera cita de una chimenea para calefaccionar el ambiente corresponde al Asiento Inglés en la tasación de 1768 AGN IX 27 4 5 . Más adelante comienzan a aparecen descriptas en las tasaciones correspondientes a las sucesiones de Álvarez Miguel Legajo 3468, 29/05/1809; Aramburu y Zabala Adrian de, Legajo 3867, 22/11/1793; Basurco M.a Josefa, Legajo 4311, 24/10/1796, entre otros y en el Consulado Manuel Belgrano hizo realizar una chimenea en la sala, abonada, 28/03/1810, AGN IX 29 1 5 43 SARTI Raffaella, 1ª 1999, Ed 2003, Vida en Familia, Casa Comida y Vestido en la Europa Moderna, Barcelona, Ed. Crítica, Lam 35

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ambientes de la casa cambia del proyecto en crujía a una vinculación a través de un

corredor interno, criterio desarrollado por John Thorpe en Chelsea hacia 1597.

Los partidos arquitectónicos de la viviendas realizadas en Buenos Aires a fines del siglo

XVIII y comienzos del XIX, mantienen en los proyectos la circulación en forma interna

incorporándose en las unidades habitacionales de los estratos superiores una galería

externa. La privacidad de los actos, se lograba a través de la selección de las personas

que accedían a cada espacio.

AGN Permisos de Construcción - IX-10-10-8 F 223 04/03/1785- Don Miguel Planes

¿Cuáles eran los criterios de funcionamiento de las casas en épocas del virreinato?.

Podemos construir una adjetivación romántica para pensar al uso de los lugares, pero las

relaciones culturales se contraponen, y los nexos de uso estan marcados por la función

que cada lugar tiene asignado por las relaciones culturales. Entonces podemos pensar en

los distintos partidos arquitectonicos de diseño que coexistieron en las variadas

residencias urbanas, los mismos fueron consecuencia de los distintos requerimientos de

los comitentes, la cultura y las posibilidades económicas. En aquellos tiempos cada uno

de los elementos que hacen a la superficie construida, al confort y a la estética,

constituían un lujo44 y el lujo era un privilegio de una minoría social45.

                                                                                                               44 BRAUDEL Fernand ,1974, Civilización Material y capitalismo, Barcelona, Ed Labor “El lujo en efecto, se puede manifestar libremente en la casa, el mobiliario y en el vestir” p211 45 Ya hacia 1804 comenzaba a vislumbrarse la necesidad del disfrute y la incorporación del confor en la

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Don Facundo de Prieto y Pulido, Escribano de la Real Audiencia, era un hombre

importante y como tal construyó una casa con cochera para su carruaje. En aquella

vivienda cohabitaban la familia consanguínea, los agregados, los esclavos y los

domésticos, un total de 17 personas. La unidad habitacional poseía diez y ocho cuartos

algunos de ellos de significativas dimensiones, aunque no todos los habitantes usaron

los espacios de igual forma, seguramente los esclavos no tendrían la comodidad del

amo. Así podemos decir que la sala principal medía 13 varas de largo por 5½ de ancho,

un área de 71,5 varas cuadradas, si esta superficie la comparamos con la vivienda

familiar de Pablo Acosta cuya área total construida y libre era de 76,5 varas cuadradas,

fácil es comprender que los espacios propios de los sectores subalternos fueron

sumamente exiguos y es lógico entonces imaginar que las disputas domésticas, los

conflictos y la violencia fuera común entre los sectores pobres, tal como los puntualiza

J. L. Moreno en su estudio sobre la familia46.

Los dormitorios aportan a la discusión el problema de la pareja y del confort. Lewis

Mumfold afirmó que dadas las características, formas de uso y acondicionamiento

termico de los dormitorios47 en aquella época, el amor era una actividad de verano y la

calefacción la convirtió en una actividad de todas las estaciones. Más allá de la

humorada del gran historiador, debemos pensar en la complejidad de las acciones que se

desarrollaban en los aposentos, dormir, amar, funciones sanitarias. Al analizar las

funciones y la densidad de habitantes por habitación plantea el tema de la

promiscuidad48 y el hacinamiento49 que hacen no solo a la vida, sino que también

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   vivienda, concepto que era atacado desde los núcleos del poder ver Semanario de Agricultura, Industria, y Comercio, 05/12/1804 “Algunos vecinos de nuestras Ciudades …El vano y gastador edifica una buena casa, la adorna con ricos muebles , se trata con esplendidez y se arruina en pocos años; pero los albañiles, carpinteros, cerrageros y otros artesanos honrados que ha ocupado se han mantenido á su sombra y criado à sus familias y los bienes han pasado à mejores manos” 46 MORENO, José L,2004 Historia de la Familia en el Río de la Plata, Buenos Aires, Editor Sudamericana, p 157 y 123-133

GARAVAGLIA, Juan Carlos / MORENO, José L.,1993 Población, sociedad, familia y migraciones en el espacio rioplatense, Buenos Aires, Editor Cántaro, 47 GUILLESPIE Alejandro, c 1818, en FONDEBRIDER Jorge La Buenos Aires ajena, Buenos Aires, Ed Emece p 60 Trad C. Aldao “….pues no había chimenea (en la mayoria de las viviendas) y se utilizaba el fuego solamente con frío extremo, trayéndose al cuarto en un brasero, que se colocaba cerca de los pies, y entonces ningun extranjero deja de sufrir jaquecas por los vapores del carbón.

48 Tomemos por ejemplo la casa de don Francisco José Redondo AGN Tribunal Criminal legajo G1 09/12/1812 Borges Correa Leme Francisco Don c/Gaspar Santos. En el expediente muestra como en una casa vivian en una habitación, el matrimonio dueño, en un banco de la cocina dormía el negro Antonio, en otra habitación moraban Doña Isabel Gazpar (depositada) y su madre, El hermano de la duena de casa Eusebio San Pedro y la Negra Dominga

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trasunta status. Es cierto, en aquella época el concepto de privacidad era distinto al de la

sociedad contemporánea, pero tambien es cierto que en las distintas capas sociales se

utilizaron variados medios para compartimentar o segregar espacios. La necesaria

privacidad del hombre y la mujer, llevaron a la creación de compartimentos visuales y

es significativo que en los inventarios de las sucesiones aparezca el biombo como una

constante cualquiera fuera el sector social de pertenencia50.

De igual forma podemos hablar de espacios devocionales dentro de la vivienda que no

solo lo encontramos en casas de la elite sino también en la de los sectores subalternos

como es el caso de Antonio Romero, pardo libre, que construyó su casa en 1787 en la

calle de San Juan, Barrio de la Concepción teniendo en ella un altar51, o el de Odosio

Acasio Morales negro libre52 que también construyó un espacio devocional en su

vivienda.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   49 Por ejemplo en la casa propia de Juan de Dios de 30 años, sastre, mestizo, viudo habitaban Pablo hijo de 6 años, Santos, hijo 4 años y agregados Miguel Gómez, de 7 años, María Alderete, viuda de 36 años, Fermín Gómez de 22 casado, con Melchora Ramírez de 20 y sus hijos María de 2 años y Julián de 5 meses, todos los anteriormente nombrados eran mestizos. Documentos para la Historia Argentina, Tomo XI, censo Padrón 1778/79 Buenos Aires Ed. FFyL 1919 p 237 En la calle de Santo Domingo habitaba tambien en casa propia Juan Mendoza de 45 años, español, zapatero y su esposa María Aguilar de 34 años y agregados Manuel Avalos de 12 años, español, zapatero, y Blas de la Vega de 15 años, español, zapatero. Idem p 256

AHPBA Real Audiencia y Cámara de Apelaciones5-4-60-12 año 1802 , Lavilla Juan Vicente sobre que el Comandante del Real Cuerpo de Artillería, desocupe el cuarto de Don Felix Alvarez y 5-4-61-9 Lavilla Francisco Vicente opiniendose a desalojar el cuaro de Don Felix Alvarez “ Actualmente sirve de dormitorio una sola pieza a siete mujeres desde 22 hasta 5 años y una de ellas con una llaga grande antigua y callosa y muy rebelde que exala un continuo olor putrefacto reducidas con tal estrechez las referidas en un corto aposento sin mas respiracion que la de una reja al oeste, caldeado como horno por los rayos del sol que lo bañan la frente y la azotea... hay que convencerse de los efectos que pueden seguirse a los habitantes de esta especie de estufa” . 50 AGN Sucesiones 3867 18/06/1794 Pablo Agüero “Una cuna grande de cedro, Un Biombo de Brin pintado oscuro de tres barredores grandes de buen huso Una rinconera y una Alacena de cedro pintadas de azuls”

AGN Sucesiones 7151 1772 Doña Juana Matos (poseía 15 esclavos) “un armazon de biombo”

51 AGN Permisos de Construcción 9 11 1 1 F 139 y sig. 27/02/1787Antonio Romero “Un nicho con sus cristales, La mesa de la virgen, Una ymagen del Rosario de busto con el Niño ambos con sus ornatos de Plata y bestido Un Santo Cristo con Cruz y peaña con sus ornatos de Plata Dos Relicarios sin engustes de plata Un par de candeleros de bronze muy usados” 52 AGN Sucesiones 7151 Odosio Acasio Morales , año 1778, negro libre, poseía en 1778 una terreno cerca del río y en él construyó una pequeña vivienda cuya sala tenia 7 varas de largo por 4 de ancho, edificada con paredes de ladrillo cocido y crudo, dos ventanas con reja y puerta, todo muy endeble. En aquel escaso espacio habitable Odosio poseyó “un nicho de tablas de 1/3 de alto y media de ancho echura muy ordinaria y llana con un S.to de yeso”

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LOS OLORES Y LA HIGIENE

Buenos Aires en muchos aspectos sanitarios, no era distinta de otras ciudades de Europa

en el siglo XVIII53. Braudel describe a las casas con retrete, como aquellas que tenían

un lujo rarísimo. Las pulgas, piojos y chinches pululaban por Paris y Londres, tanto en

las viviendas de los sectores de la elite como en las casas de los pobres54. La ciudad

porteña no escapaba a aquella realidad y los roedores cohabitaban la ciudad, pero

también es cierto que hubo intentos de control de las distintas plagas importando, por

ejemplo ratoneras inglesas55.

Otro de los problemas urbanos que hacen al funcionamiento de las viviendas y la salud

pública es el retiro de residuos. En las unidades domésticas que poseían un amplio

terreno, los pobladores habilitaban un muladar en los fondos de la vivienda, pero las

construcciones pequeñas que ocupaban sectores subalternos, muchas de ellas alquiladas,

carecían de un lugar donde arrojar los restos de comida. Por ello fue manifiesto el

conflicto para los habitantes de la ciudad promulgando el Cabildo una serie de

Ordenanzas, que culminaron con el sistema organizado de doce carros para recoger las

basuras y colocaron en la dirección del servicio a Don Antonio de las Cagigas. Junto al

nombramiento del funcionario, el Cabildo dictó una norma muy completa indicando

incluso el modo en que debían entregarse los cajones con los residuos y la forma

organizativa en que funcionarían los distintos circuitos56.

La eliminación de los detritus era primitiva, contaba la letrina con un pozo conectado

directamente con la boca de acceso, sin cierre hidráulico y al que se arrojaban el

contenido de la bacinilla, es decir, no era un lugar de uso individual. Hay múltiples

ejemplos de baños colocados junto a la cocina, entonces ¿cómo convivían en aquellos

                                                                                                               53 BRAUDEL Fernand, Civilización material y Capitalismo, Barcelona, Editor Labor, 1974 p 243 “La imperfecta limpieza de los pozos negros de Paris, en 1788 planteaba problemas de los que se ocupó hasta la misma Academia de Ciencias. Y las bacinillas continuaban, como siempre, vaciándoselas por las ventanas; las calles eran verdaderas cloacas” 54 BRAUDEL Fernand, Civilización material y Capitalismo, Barcelona, Editor Labor, 1974 p 243 p243 55 AGN Fondo Colonial 9 42 1 8 S/F Facundo de Prieto y Pulido “gravísimos perjuicios en las quintas contiguas que le pertenecían , por la multitud de ratones que producen los mataderos que infestan y destruyen cercos y sembrados”

AHPBA Real Audiencia y Cámara de Apelaciones 5 1 10 12 año 1782 “el albañil que hizo las refacciones= atestigua que la edificación era vieja, ... llena de ratones y sabandijas las maderas de los techos de sauce y apolilladas”

AGN Registro de Navíos 9 43 8 1 Leg. 77 Exp 4 12/09/1787 “Bergantín Smo Christo de la Victoria, Puerto de Vigo nº 34 ...Doze dozenas ratoneras de palo pequeñas favca de ydem [Inglaterra]” 56 AGN Papeles y Archivos del Cabildo 9 19 5 3 F 431, 30 de septiembre de 1804

  17  

lugares esa infinita gama de olores? y sobre todo en los ámbitos de los sectores pobres

donde las dimensiones eran mínimas e infinitamente mayor la densificación y el

hacinamiento. Lo más llamativo para un hombre contemporáneo, es que para acceder a

la letrina se debía pasar primero por la cocina. Conociendo la precariedad de provisión

de agua, la limpieza, las características de los cerramientos y la ventilación,

seguramente los aromas debían fluir por todo el espacio y asquearían el olfato. En las

viviendas de los estamentos altos los vahos no invadieron los espacios de la elite. Tal

vez éste sea uno de los indicadores más claros de la distancia social. Es entendible pues,

que los espacios de la miseria son distintos de los espacios de las elites.

LA COCINA Y EL COMEDOR

¿Cómo y en donde cocinaría el negro57 esclavo que procuraba vender Doña

Consolación Obes de Herrera , sin tachas y buen cocinero? 58 ¿Sería tal vez aquel el

cocinero que preparo los veinticuatro manjares, regado con vinos de Cuyo que disfrutó

Gillespie,? Sarli59 sostiene que en Europa la distinción de la casa estaba dada por el

sentido de pertenencia del personal que preparaba la comida. Lo cierto es que los

sectores de la élite tuvieron personal, mayoritariamente afroporteños, que preparaban la

comida diariamente. La actividad culinaria en Buenos Aires, al igual que en Italia y

Francia se la consideraba una labor fundamentalmente servil. El ámbito de elaboración

de los alimentos, se encontraba cerca de la despensa donde guardaba la gente pudiente

los aceites, los vinos y las legumbres secas, ya que los alimentos perecederos, carnes,

perdices, pescado y también el pan eran provistos diariamente. La cocina en las casas

importantes o en las fondas tenía una superficie de unas diez varas cuadradas, contando

la misma con un fogón y chimenea, una mesa y tal vez una alacena, muchas veces

semiempotrada en la pared donde se guardaba la vajilla, estando las ollas de zinc o

cobre y los elementos para mantener el fuego, colgados cerca de la chimenea. Muchas

de aquellas unidades poseían un horno de barro colocado en los fondos de terreno. En

oposición, el lugar para preparar alimento en las viviendas de los sectores subalternos

                                                                                                               57 Una de las maneras de distinguirse en Europa era tener cocineros hombre SARTI Raffaella, 1ª 1999, Ed 2003, Vida en Familia, Casa Comida y Vestido en la Europa Moderna, Barcelona, Ed. Crítica p 206- 207 58 La Gazeta de Buenos-Ayres, 12/08/1815

59 SARTI Raffaella, 1ª 1999, Ed 2003, Vida en Familia, Casa Comida y Vestido en la Europa Moderna, Barcelona, Ed. Crítica p 207

  18  

era muy pequeño de no mas tres a cuatro varas cuadradas conlindante con el común y

carecía de despensa.

MI CASA ES MAS LINDA

Haig decía que “Las casa son bajas y sucias y van en progresión descendente60 y

todas las casa de Buenos Aires estaban blanqueadas61, sin embargo en la misma época

Parish describia a Buenos Aires con una visión opuesta y sostenía que “ Gracias a los

decoradores y tapiceros ingleses y franceses, las paredes antiguamente blanqueadas se

engalanaban hoy con los papeles lujosos y variados de las fábricas de París…”62 .

Tambien Davie John Constanse en escribió 63 “Las decoracion de las casas es

magnífica superado cualquier cosa que a las que se vieron en Europa para la

ocasión”. Es cierto que si recorremos las tasaciones que hallamos en las sucesiones la

descripción de muchas de aquellas casas muestran espacios ascéticos, pero también es

cierto que una fina lectura permite advertir la incorporación de detalles que sugieren un

refinamiento en las costumbres y también confort. Aquellos cambios lo percibimos por

ejemplo en la casa de don Facundo de Prieto y Pulido que describió su vivienda en

1794 relatándonos que en los altos de la misma con vista a la calle estaba la “sala de 13

v.s de largo y 5½ de ancho con tres Balcones de fierro, y sus puertas vidrieras”. Poseía

aquella sala como decoración “una Puerta vidriera para la Pajarera sre la Escalera” y

hacia el paseo del río se encontraba la otra sala de iguales medidas “con su reja bolada

en medio, y dos balcones de fierro a los lados con sus puertas vidrieras”64. Don

Domingo Bazo decoró su vivienda en la calle de la Paz con paredes “blanqueadas con

frisos al oleo y guardas de papel pintado desde el zaguan hasta el comedor inclusibe”65

. Doña Catalina Bracho pinto el “Zielo Raso color porzelana con cornisa barnizada” 66

                                                                                                               60 HAIG Samuel , C1817 Ed 2001, “Ultraje a la virtud” en FONDEBRIDER Jorge La Buenos Aires ajena, Buenos Aires, Ed Emece pp 84

61 HAIG Samuel , C1817 Ed 2001, “Ultraje a la virtud” en FONDEBRIDER Jorge La Buenos Aires ajena, Buenos Aires, Ed Emece p 84

62 PARISH Woodbine c 1823, en FONDEBRIDER Jorge La Buenos Aires ajena, Buenos Aires, Ed Emece p 92

63 Davie John Constanse, 1805, Letter from Paraguay, Londres, Ed. G. Robinson, Paternoster-Row, Ejemplar en la Biblioteca Bodleiana, Universidad de Oxford, “The decorations of the houses in magnificence surpassed any thing I ever beheld in Europe on the like occasion”

64 AGN IX 11 6 1 09/10/1794 65 AGN Bazo Domingo, Reg 3 / 1826 Escribano Don J Castellote 03/11/1826 66 AGN Bracho Catalina Sucesiones Leg 6728 año 1795

  19  

y doña Vicenta Ramona Uriarte disfrutaba de una propiedad donde los cielorrasos

poseían “florones de yeso”, las paredes fueron realizadas con “reboque à plano de

argamasa de polvo y cal” y los “tabique de yeso catalan”67. Don Antonio José de

Escalada disfrutaba en su casa del Barrio de la Merced de “pisos de mármol” en toda la

propiedad y “arañas de christal”68 en las salas. Las ventanas de la casa de Francisca

Alforte fue decorada con “cortinas de damasco” Otros detalles de refinamiento fueron

las “cenefas de jacaranda doradas”69 y cortinas que cubrían las ventanas de la vivienda

de Eufrasio Boysio. Los artículos que cambiaron la estética y el nivel de confort

también podemos hallarlos en el detalle de las importaciones habiendo sido muchos de

ellos de procedencia europea70.

El lento proceso de mejoramiento de la decoraciónn interior de las viviendas,

lógicamente se derramó desde las capas superiores llegando muy lentamente con el

paso del tiempo a los sectores del bajo pueblo.

LA CASA EN LA ENFERMEDAD Y LA MUERTE

Buenos Aires ya había sufrido a lo largo de los tres siglos desde su fundación varias

pestes que fueron sentidas sensiblemente por el vecindario. La preocupación por la

salubridad tuvo su correlato en la implementación de propuestas modificatorias de las

costumbres arraigadas en la población, como el enterramiento en la proximidad de las

Iglesias. Varias propuestas que pretendían sacar los cementerios de la planta urbana, no

pudieron ser cumplidas a lo largo del período colonial71. Recién luego de otra

                                                                                                               67 AGN Uriarte Vicenta Ramona Doña Sucesiones, Leg 8575 año 1801 68 AGN Escalada Antonio José don Sucesiones 5590 año 1822 69 AGN Boysio Eufrasio Sucesiones, Leg 4305 año 1784 70 AGN Registro de Navios, IX 43 8 3 Saetia San Juan Bautista 14/03/1787 procedencia Málaga; Fragata Nuestra Señora de los Dolores 10/01/1788 de procedencia no española, “colgadura de Damasco” “muebles hecho en Cadiz”; Fragata Nuestra Señora del Buen Viaje, IX 45 8 1 , 19/11/1792consignado a Don Manuel de Basavilbaso “un caxon arpdo con un Relox de sobre mesa musica de campanilla con caja de caoba adornada con ornamentos de bronce pa el huso de otro don Judas Tadeo Reyes en 3000p”; Diario La Gaceta de Buenos Aires, 12/12/1817 “ Procedencia Gibraltar Consignadas a Angel Blanco 1caxa de masia, 50 caxas de piedra de marmol blancas y negras, 1000 losas de marmol sueltas, 6 caxones de adornos de alabastro; Diario La Gaceta de Buenos Aires, 07/03/1718 procedente de Londres en el bergantín holandés Los Amigos arribaron a Buenos Aires, “25 canastos de loza y 30000 ladrillos [azulejos]” consignadas a M.c Neyle Dickson y compañia y en el Bergantín Ingles Leigh consignadas a don Pedro de Otamendi 36 chimeneas 71 Como ejemplo y en un período de una epidemia el Cabildo de exponía al Virrey que no se necesitaba sacar los cementerios de las iglesias como en Cuba porque no había en esta ciudad al lado del un gran río posibilidad que quedaran los “efluvios” AEC Acta del 06 de septiembre 1794

  20  

epidemia, despues de la Revolución de Mayo que causó un sinnúmero de muertos, se

aprobó la idea de creación de Cementerios fuera de la ciudad en el año 181372 .

Los enfermos agonizaban en las viviendas, ya como sostiene Foucault el hospital es un

concepto relativamente moderno73. Las enfermedades infecciosas dejaron su huella en

los espacios domésticos y para responder a los conflictos referidos a la salud pública el

Cabildo ejerció el poder de policía. Ante la muerte de alguna persona por “calentura

tísica” (tuberculosis) o la lepra, se aplicó por orden del gobierno una serie de medidas

que llevaban a intervenir el edificio y la autoridad ejercía el control oficial de las obras

como por ejemplo picar las paredes y luego enjalbegarlas, cepillar los pisos si fueran de

madera, quemar los muebles y blanquear los muros74.

CONCLUSIÓN

Los cambios organizacionales de la vivienda en el siglo XVIII fueron señalados por

Flandrin en Europa de la época y aquellas transformaciones también puden observarse

en la perspectiva de las viviendas de las elites de Buenos Aires. En las casas de los

estamentos altos, el partido arquitectónico75 se hallaba estructurado con un criterio

jerárquico de los lugares habitables y con el devenir del siglo XIX comenzaron a

esteriorizan niveles de decoración y confort, mientras que en los proyectos de viviendas

de los sectores bajos en el período virreinal, fue constante el criterio proyectual de

mínización de las superficies construídas. Los sectores de la élite que acumularon en

viviendas de alquiler , realizaron las mismas con criterio especulativo y de

maximización del lucro construyendo conjuntos altamente densificados, viviendas

abigarradas, donde el baño y la cocina se hallaban muy próximas y las habitaciones

tuvieron múltiples funciones. Mientras en algunas unidades que habitaban los                                                                                                                72 AGN Papeles del Cabildo de Buenos Aires 9 19 5 2 26 de enero de 1803 “El Itre Cavildo Movido por la Peste epidemia qe en la actualidad experimenta esta Ciudad y las de las causas qe segun se ha expuesto el Pral Protomedicato probablemente en mucha parte solicita se digne V.C mandar llebar a todo efecto lo dispto en la Rl Cela de 3 de octre de 1789 sobre la construccion de cementerios fuera de la población…. En quanto ò quinto dia se abriran las puertas dejandolas francas en dia, y en noche por el discurrir de una semana Acuio tiempo se revocaran las paredes, y techos blanqueados con cal viva y se enlozarà el piso y todo lo que fuese en tablas se quitara y sepillarà en nuevo como el canto en un peso fuerte en la cornisa en ellas pasandolas despues con dos o tres manos de pintura, hechandole al fuego las llaves y herraduras y todo lo que fuere de yeso, practicandos en esta diliga con Asistencia del presente Escribano” 73 FOUCAULT Michael, 1996, La vida de los Hombres Infames, Buenos Aires, Ed Altamira

75 La idea de “partido arquitectónico” encierra el concepto de estructura organizacional de la planta de la obra.

  21  

estamentos altos, tenían una cierta “comodidad” dimensional e “intimidad”, los lugares

habitables de los sectores subalternos constituían casas con alto índice de hacinamiento.

La complejidad de uso de la sala y aposento en las viviendas del bajo pueblo, dormir,

comer, estar, trabajar, amar y hasta cumplir las necesidades más íntimas unido a la alta

densidad, configura ámbitos de alto hacinamiento y conseguentemente de alta

conflictividad. La polifuncionalidad de los espacios sumado a una ventilación

deficiente, el alto costo y la escasez de agua76, tanto para la higiene personal como para

la limpieza de las habitaciones, nos lleva a pensar en las deficientes condiciones

higienicas y los múltiples de olores que en ellas convivían y fuente de problemas

sanitarios.

En aquellos lugares, los de la élite y también los de la plebe, hombres y mujeres se

cobijaron, trabajaron, alimentaron, amaron, y fundieron sus cuerpos, un conjunto de

actividades que construyen fuertes vínculos donde se legitimaron socialmente,

desarrollaron su proceso identitario y exteriorizaron su nivel social y construyeron

Buenos Aires, una ciudad diversa cuya arquitectura y sus espacios urbanos fueron el

espejo de una sociedad.

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