Somos lo que practicamos

Somos lo que practicamos

Somos lo que practicamos

día a día.

Y lo que practicamos es en lo que nos convertimos.

La responsabilidad de elegir es nuestra.

De nadie más.

¿A qué queremos dedicar nuestro tiempo

y nuestra energía?

Si practicamos la queja,

cada día encontraremos más motivos para quejarnos

Si practicamos la actitud creativa,

cada vez disfrutaremos más generando nuevas ideas.

Si practicamos

el pensamiento positivo, la proactividad,

la aceptación de las diferencias,

la escucha, la comunicación,

la creatividad o la cooperación,

estos hábitos irán con nosotros en nuestro día a día.

¿Qué pasos dar para cambiar

un hábito?

Comencemos por

la toma de conciencia individual,

el viejo “Conócete a ti mismo”.

1

Clarifiquemos nuestra metas: dónde queremos llegar

Nunca hay viento favorable para el que no sabe hacia dónde va. Séneca (2-65 a.C.)

Preguntas que hacen emerger los valores:

¿Qué me falta por hacer? ¿A quién admiro? ¿Cómo me gustaría ser recordado? ¿Qué es lo que siempre he querido hacer?

2 Analicemos nuestra

capacidades:

dónde estamos.

Y descubramos nuestros hábitos,

nuestros patrones de conducta positivos y negativos.

Identifiquemos los hábitos que nos limitan,

que nos frenan tal vez…

la postergación, el perfeccionismo, la indecisión, el resentimiento, la queja, la culpa, el pensamiento negativo, …?

Los malos hábitos son ladrones de tu tiempo y tu energía

¡Elimínalos!

Y 3 Pasemos a la acción,

reemplacemos los viejos hábitos por otros potenciadores para nosotros.

la proactividad,

la comunicación,

la escucha, la paciencia, el optimismo, la perseverancia, …

Esto requerirá

entrenamiento, esfuerzo…

y algunas caídas. Estemos preparados para levantarnos.

“Tanto si piensas que puedes como si crees que no puedes, tienes razón.”

Henry Ford

Y recuerda… “Un viaje de mil millas comienza con el primer paso.” Lao Tse (Siglo VI a.C.)

Somos lo que practicamos María Calvo del Brío

www.comunicacionenforma.com