CONGRESO JUVENIL NACIONAL 6-8 de mayo, 2016.

Construyendo la civilización del amor: misericordiosos como el Padre.

Wasapeando con los jóvenes de la Biblia: Joven dominicano: -“Dame lu”.

Joven de la Biblia: -‘K lo K’.

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ITINERARIO

1. Juventud y Sagrada Escritura. 1.2 Conociendo a los jóvenes de la Biblia. 1.3 Consideraciones sobre el perfil bíblico/juvenil.

2. Del Papa Francisco: los jóvenes de la Biblia. 2.1 Del Papa Benedicto XVI: la importancia de la

Biblia para la juventud. 3. Lectura orante (Gn 37-50): reflexionando con la historia del joven José. 3.1. Ejercicios de reflexión. 3.2. Tareas y compromisos.

INTRODUCCIÓN

“Pues viva es la palabra de Dios y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta la división entre alma y espíritu, articulaciones y médulas; y discierne sentimientos y pensamientos del corazón. No hay criatura invisible para ella: todo está desnudo y patente a los ojos de Aquel a quien hemos de dar cuenta” (Hebreos 4,12-13).

Este Congreso Nacional Juvenil nos ofrece una rica oportunidad para entrar en contacto con la Sagrada

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Escritura. Jóvenes dominicanos, de las diferentes diócesis del país, se reúnen aquí para encontrarse entre ellos y con Jesús, siempre joven. Deseamos que la Biblia, como fuente de vida y espiritualidad, llene de sentido nuestra existencia; que su fuego bendito motive nuestra mente y corazón para contagiar al mundo de esperanza y misericordia.

Es hora de desempolvar la Biblia, y que ella se convierta en instrumento misionero. Para ello contamos con las sabias instrucciones del Magisterio de la Iglesia, que asume la fina tarea de orientarnos en los caminos que llevan a la

santidad. Iniciemos este recorrido confiándonos a María, madre de Jesús y madre nuestra, quien sabe acompañar, en piedad y gracia, nuestros sueños nobles. 1. JUVENTUD Y SAGRADA ESCRITURA

Lo que en nuestra lengua llamamos “joven”, en hebreo se nomina bahur, derivado de behurim “juventud”; el verbo que soporta este sustantivo es bahar, vinculado al sentido de “escoger”,

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“elegir”. En el contexto de la sociedad bíblica, el término se aplicaba a los hombres jóvenes escogidos para asuntos militares; de ahí que el joven fuese considerado símbolo de fuerza y vigor.

Al mismo tiempo, la palabra también se aplicaba, en su sentido teológico, a la gente joven “escogida por Dios” para una misión especial. Para hablar de “joven”, el Nuevo Testamento utiliza la palabra neos, que significa “nuevo”, “fresco”, “reciente”, “que no ha llegado en envejecer”.

Vamos a entrar en contacto con los jóvenes de la Biblia para que sean ellos y ellas quienes nos cuenten sobre la cultura de su tiempo y sus experiencias. En el próximo cuadro nos presenta, en un primer momento, una cita de la Sagrada Escritura. Luego, en la columna del centro, aparece dicha referencia escrita. La columna de la derecha está vacía, en ella escribe una frase vinculada a la realidad de estos jóvenes conforme al contenido ofrecido.

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1.2. CONOCIENDO A LOS JÓVENES DE LA BIBLIA

Cita bíblica

Elementos del contexto juvenil bíblico

Escribe en una frase la realidad de los jóvenes en la Biblia.

1Sam 8,16

Tomará sus criados, criadas, y sus jóvenes y asnos, y los hará trabajar para él.

Jeremías 15,8

Yo les he hecho más viudas que la arena de los mares. He traído sobre las madres de los jóvenes guerreros al saqueador en pleno mediodía. He hecho caer sobre ellos de pronto sobresalto y alarma.

Nm 11,28

Josué, hijo de Nun, que estaba al servicio de Moisés desde su mocedad, tomó la palabra y dijo: «Mi señor

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Moisés, prohíbeselo.» Gn 41,12 Había allí con nosotros un

muchacho hebreo, siervo del jefe de la guardia. Le contamos nuestro sueño y él nos dio el sentido propio de cada cual.

Gn 33,11 Yahvé hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo. Luego Moisés volvía al campamento, pero su ayudante, el joven Josué, hijo de Nun, no se apartaba del interior de la Tienda.

Dt 32,25 Por fuera la espada sembrará orfandad, y dentro reinará el espanto. Caerán a la vez joven y doncella, niño de pecho y viejo encanecido.

1Sam 3,8 Por tercera vez llamó Yahvé al joven Samuel, que se levantó y fue donde Elí diciendo: “Aquí estoy. Me has llamado”.

1Sam El muchacho Samuel estaba

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2,18 al servicio de Yahvé, vestido con túnica de lino.

1Sam 2,26

Cuanto al niño Samuel, iba creciendo y haciéndose grato tanto a Yahvé como a los hombres.

2 Sam 18,5

«Traten bien, por amor a mí, al joven Absalón.»

1 R 11,28 El tal Jeroboán era un líder valeroso. Salomón observó que el joven era un trabajador experto y le puso al frente de toda la Casa de José.

2 R 9,4 El joven siervo del profeta marchó a Ramot de Galaad.

Est 2,7 Tenía en su casa a Hadasá, es decir, Ester, hija de un tío suyo, pues era huérfana de padre y madre. La joven era hermosa y de buen parecer.

Sal 119,9 ¿Cómo purificará el joven su conducta? Observando tu Palabra.

Pr 20,29 La fuerza es el adorno de los jóvenes, las canas, el honor

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de los ancianos. Ec 11,9 Disfruta, muchacho, en tu

juventud, pásalo bien en tu mocedad. Vete por donde te lleve el corazón, y a gusto de tus ojos; pero a sabiendas de que por todo ello te juzgará Dios

Is 40,30-31

Los jóvenes se cansan, se fatigan, los valientes tropiezan y vacilan, pero a los que esperan en Yahvé él les renovará el vigor: subirán como con alas de águila, correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse.

Jr 31,13

Entonces las chicas bailarán alegres, junto con mozos y adultos; cambiaré su duelo en regocijo, los consolaré y aliviaré su tristeza.

Daniel 1,3-4

El rey ordenó a Aspenaz, jefe de sus eunucos, escoger entre los israelitas de estirpe real o de la nobleza 4 algunos

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jóvenes sin defecto físico, bien parecidos, expertos en sabiduría, cultos e inteligentes, aptos para servir en la corte del rey, con el fin de enseñarles la lengua y la literatura de los caldeos.

Am 8,13 Aquel día desfallecerán de sed las muchachas hermosas y los jóvenes.

Zac 9,17 ¡Qué prosperidad y hermosura! El trigo hará crecer a los jóvenes y el mosto a las doncellas.

Am 2,11 Suscité profetas entre sus hijos, y nazireos entre sus jóvenes.

Sal 71,17 ¡Oh Dios, me has instruido desde joven, y he anunciado hasta hoy tus maravillas!

Mc 14,51-52

Detuvieron a un joven que le seguía cubierto sólo con un lienzo, o, pero él, dejando el lienzo, se escapó desnudo.

1 Tm Que nadie menosprecie tu

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4,12 juventud. Procura, en cambio, ser para los creyentes modelo en la palabra, en el comportamiento, en la caridad, en la fe, en la pureza.

Hch 5,10 Al instante cayó a sus pies y expiró. Cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta, y la llevaron a enterrar junto a su marido.

Mt 19,16 En esto se le acercó un joven y le dijo: «Maestro, ¿qué cosas buenas debo hacer para conseguir vida eterna?»

Mt 19,20 Le dijo el joven: «Todo eso lo he guardado. ¿Qué más me falta?»

Mt 19,21 Jesús le dijo: «Si quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos. Luego sígueme.»

Lc 7,14 Luego, acercándose, tocó el féretro, y los que lo llevaban se pararon. Dijo Jesús:

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«Joven, a ti te digo: Levántate.» El muerto se incorporó y se puso a hablar, y él se lo dio a su madre.

Hch 20,9-12

Un joven, llamado Eutico, estaba sentado en el borde de la ventana. A medida que Pablo alargaba su discurso, le iba dominando un profundo sueño. Por el sueño, se cayó del piso tercero abajo. Lo levantaron ya muerto. Bajó Pablo, se echó sobre él y, tomándolo en sus brazos, dijo: «No se inquieten. Todavía sigue con vida.» Subió luego, partió el pan y comió; y prolongó su conversación hasta el amanecer. Después se marchó. Trajeron entonces al muchacho vivo y se consolaron no poco.

1Pe 5,5

De igual manera, jóvenes, sean sumisos a los ancianos. Y revístanse todos de

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humildad en sus mutuas relaciones, pues Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes.

1Jn 2,13 Les escribo a ustedes, jóvenes, porque han vencido al Maligno.

1Jn 2,14

Les escribo, jóvenes porque son fuertes, porque conservan la Palabra de Dios y han vencido al Maligno.

Tt 2,6

Exhorta, igualmente, a los jóvenes para que sean sensatos en todo.

1Tm 2,22 Huye de las pasiones juveniles y corre al alcance de la justicia, de la fe, de la caridad y de la paz, en unión de los que invocan al Señor con corazón puro. Evita las discusiones necias y estúpidas; sabes muy bien que engendran controversias.

Lc 2,42 Cuando cumplió los doce años, subieron como de

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costumbre a la fiesta. Pasados aquellos días, ellos regresaron, pero el jovencito Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres lo advirtieran.

1.3. DEL EJERCICIO RECIÉN CONCLUIDO, CONSIDERACIONES SOBRE EL PERFIL BÍBLICO-JUVENIL:

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2. DEL PAPA FRANCISCO: LOS JÓVENES DE LA BIBLIA1 .

Las palabras del Papa Francisco dedicadas a la juventud son sabias. Es prudente y necesario escucharle en este espacio tan importante sobre la Biblia y la Juventud. Prestemos atención para retomar, de su mensaje, los elementos más significativos para nuestras vidas. Cada uno/a de nosotros/as puede escoger la frase que le sea más significativa para luego compartir.

Queridos chicos y chicas: un saludo, y feliz Pascua. Toda la semana es Pascua. Es el gran día que hizo el Señor. Quiero acércame a ustedes (…), y lo hago con gusto. Quiero acompañarles un instante en esta jornada, en esta Pascua de la juventud, y estaba pensando, mientras bajaba a hacer esta grabación, qué les iba a decir: que hagan lio, ya se los dije; que no tengan miedo a nada, ya se los dije; que sean libres, ya se los dijes. Y me vino a la mente la figura de algunos jóvenes del evangelio, algunos jóvenes

1 https://www.youtube.com/watch?v=YBAIKKy2srU

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que se cruzaron con Jesús o de los cuales habló Jesús, quizás pueda ayudar; si les sirve lo asumen, sino les sirve, lo tiran. Pensé en los jóvenes apóstoles, en el joven rico, en el joven que se fue a buscar nueva vida con la herencia de su padre, en el joven muerto. Los apóstoles eran jóvenes, unos no tanto, otros sí. Juan era un muchachito, quedaron conmovidos por la figura de Jesús, entusiasmados con ese estupor que produce cuando se encuentran con Jesús, y van corriendo y le dicen a los amigos: ¡encontramos al Mesías! ¡Encontramos a aquel del que hablan los profetas! Encontrarse con Jesús, vean ustedes esa conducta de los apóstoles, que después flaquearon, no se portaron tan bien. Pedro lo negó, Judas lo traicionó, y los demás se escaparon. Es decir, después viene la lucha por ser fieles a ese encuentro. Yo te pregunto: ¿vos: cuándo te encontraste con Jesús?, ¿Cómo fue tu encuentro con Jesús? ¿Tuviste un encuentro con Jesús? o ¿Lo estás teniendo ahora?

Los jóvenes apóstoles: piensen en Pedro, Santiago, Juan, Natanael cómo se

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fueron encontrando con Jesús. Otro joven que me vino a la mente es el joven rico, ese que se acerca a Jesús, con una vida intachable, un muchacho bueno, y le pregunta: ¿qué tengo que hacer para madurar mi vida? ¿Para tener la vida eterna? Y Jesús le dice: -cumplir los mandamientos. Le responde: -ya los cumplí. El evangelio dice que Jesús lo amó. Le reitera: -te falta una cosa: -da todo lo que tienes a los pobre y ven conmigo a predicar el evangelio. Y ese chico se fue triste, porque tenía muchas cosas y no se animó a dejarlo por Jesús, se fue con su plata y con su tristeza. En un primer momento estaba con su alegría, con esa hermosa alegría que da el encuentro con Jesús. Pero se fue con tristeza. El otro joven, que se quiso pasar de vivo, que quiso escribir su vida, que quiso patear el tablero de la disciplina paterna, y enfrentó a su padre, que dijo: -dame lo que me toca, que me voy, y se fue… Bueno, todos esos años fueron años de gastos, de gastar la plata en boliches, en vicios, la pasó bien; claro, la plata se le gastó, se acabó, y después vino una crisis económica. Tuvo que buscar trabajo, no había trabajo, y consiguió como criador de chanchos. Éste que había tenido mucha plata, que le había sacado a su padre la

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herencia, y que había sabido lo que era estar en lo mejores hoteles, en las mejores fiestas, se había pasado la gran vida, y conoció una cosa, que nunca había conocido: hambre. Dios es muy bueno. Dios aprovecha nuestros fracasos para hablarnos al corazón. No le dijo Dios a este joven: -eres un fracasado, mira lo que hiciste. Sino, que lo hizo razonar. Dice el evangelio que entró dentro de sí: qué hago con esta vida… La farra no me sirvió para nada, cuántos obreros en la fábrica de mi padre ganan su sueldo, y tienen de comer; yo tengo hambre, soy el hijo del patrón, me levantaré iré a mi padre, y diré mi verdad: pequé contra el cielo y contra ti, y volvió. La gran sorpresa que se pegó: el padre lo estaba esperando desde hacía años. El evangelio dice que lo vio venir de lejos, porque el viejo subía todas las tarde a la terraza a ver si el chico venía, y el padre lo abrazó, le hizo fiesta, y ese gran pecador, gran despilfarrador de lo que había ganado su padre, se encontró con algo que nunca lo había hecho consiente: el abrazo de la misericordia.

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También pensé en el joven muerto, a la salida de la ciudad de Naín, cuando lo iban a enterrar. Era hijo único de una madre viuda. Jesús se compadeció de la madre, y gracias a ella, hizo el milagro que lo resucitó… ¿Y vos quién sos? (Cuál de esos jóvenes?: El entusiasta, como los primeros apóstoles, el que quiere seguir a Jesús, porque le gusta, pero que está

atornillado ante las cosas que lo atan… Aquel que se fue a gastar la herencia de su padre, pero que se animó a venir y que luego sintió el abrazo

de la misericordia… o el que está muerto? Aunque estés “muerto”, sabes que la madre iglesia está llorando por vos, y Jesús es capaz de resucitarte. Dime quién eres tú. Dístelo a ti mismo y eso te dará fuerza. Padre usted es injusto, me van a decir las chichas porque los ejemplos que da son para varones, y nosotras qué. Ustedes son aspirantes a consolidar con

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su vida la ternura y la fidelidad. Ustedes están sobre el camino de esas mujeres que seguían a Jesús, en las buenas y en las malas. La mujer tiene ese gran tesoro, de poder dar vida, de poder dar ternura, de poder dar paz y alegría. Hay un solo modelo para ustedes: María. María, la mujer de la fidelidad, la que no entendía lo que pasaba, pero obedeció. La que, en cuanto supo que su prima la necesitaba se fue disparada. Es la virgen de la prontitud, la que se escapó y fue refugiada en un país extranjero para salvar la vida de su hijo, la que ayudó a crecer a su hijo, lo acompañó. Y cuando su hijo empezó a predicar iba detrás de él, la que sufrió todo lo que le estaba pasando a ese chico, a ese muchacho grande, la que estaba al lado de ese hijo, y le decía los problemas que habían: “miren, no tienen vino”, la que en el momento de la cruz estaba junto a él. La mujer tiene una capacidad para dar vida, y para dar ternura, que no tenemos los varones. Ustedes son

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mujeres de la iglesia. La es femenina, es como María. Ese es el lugar de ustedes: hacer iglesia, conformar iglesia, estar juntos a Jesús, dar ternura, acompañar, dejar crecer. Que María, la señora de la caricia, la señora de la ternura, la señora de la prontitud para servir, le vaya indicando el camino. Bueno, ahora no se enojen, eh, que ustedes salieron ganando sobre los varones. Les deseo que este día termine bien, que cada uno de ustedes se encuentre con Jesús, con ese Jesús resucitado; y le digo una cosa: no tengan miedo. Miren a Jesús, miren a María, y vayan adelante. Padre, que soy pecador, que soy pecadora… Dios te perdona: vos anda adelante, que tengan una santa pascua, y no se olviden por rezar por mí. Que Jesús los bendiga y la Virgen los cuide.

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2.1. DEL PAPA BENEDICTO XVI: LA IMPORTANCIA DE LA BIBLIA PARA LA JUVENTUD2

Queridos jóvenes, amen la Palabra de Dios, y amen a la Iglesia, que les permite acceder a un tesoro de un valor tan grande introduciéndoles a apreciar su riqueza. No es fácil reconocer y encontrar la auténtica felicidad en el mundo en que vivimos, en el que el hombre es, a menudo, rehén de corrientes ideológicas, que lo inducen, a pesar de creerse “libre”, a perderse en los errores e ilusiones de ideologías aberrantes. Urge “liberar la libertad” (cfr. Encíclica Veritatis splendor, 86), iluminar la

2 Mensaje de Benedicto XVI a todos los jóvenes del mundo. Desde el Vaticano, 22 de febrero de 2006, Fiesta de la Cátedra de San Pedro Apóstol.

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oscuridad en la que la humanidad va a ciegas. Jesús ha mostrado cómo puede suceder esto: “si se mantienen en mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos, y conocerán la verdad y la verdad les hará libres” (Jn 8, 31-32). El Verbo encarnado, Palabra de Verdad, nos hace libres y dirige nuestra libertad hacia el bien.

Queridos jóvenes, mediten a menudo la Palabra de Dios, y dejen que el Espíritu Santo sea su maestro. Descubran entonces que el pensar de Dios no es el de los hombres; serán llevados a contemplar al Dios verdadero y a leer los acontecimientos de la Historia con sus ojos; gustarán en plenitud la alegría que nace de la verdad. En el camino de la vida, que no es fácil ni está exento de insidias, podrán encontrar dificultades y sufrimientos y a veces tendrán la tentación de exclamar con el Salmista: “Humillado en exceso estoy” (Sal118 [119], v. 107). No se olviden de añadir junto a Él: Señor “dame la vida conforme a tu palabra... (Ibíd.., vv. 107.109). La presencia amorosa de Dios, a través de su palabra, es antorcha que disipa las tinieblas del miedo e ilumina el camino, también en los momentos más difíciles.

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Escribe el autor de la Carta a los Hebreos: “Es viva la palabra de Dios y eficaz, y más cortante que espada alguna de dos filos. Penetra hasta las fronteras entre el alma y el espíritu, hasta las junturas y médulas; y escruta los sentimientos y pensamientos del corazón” (4,12). Es necesario tomar en serio la exhortación de considerar la palabra de Dios como un “arma” indispensable en la lucha espiritual; ésta actúa eficazmente y da fruto si aprendemos a escucharla para obedecerle después.

El secreto para tener un “corazón que entienda” es formarse un corazón capaz de escuchar. Esto se consigue meditando sin cesar la palabra de Dios y permaneciendo enraizados en ella, mediante el esfuerzo de conocerla siempre mejor.

Queridos jóvenes, les exhorto a adquirir intimidad con la Biblia, a tenerla a mano, para que sea para ustedes como una brújula que indica el camino a seguir. Leyéndola, aprenderán a conocer a Cristo. San Jerónimo observa al respecto: “El desconocimiento de las Escrituras es desconocimiento de Cristo” Dei Verbum, 25). Una vía muy probada para profundizar y gustar la palabra de Dios es la lectio divina, que

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constituye un verdadero y apropiado itinerario espiritual en etapas.

Advierte el apóstol Santiago: “Pero tienen que poner la Palabra en práctica y no sólo escucharla engañándose a ustedes mismos. Porque quien se contenta con oír la palabra, sin ponerla en práctica, es como un hombre que contempla la figura de su rostro en un espejo: se mira, se va e inmediatamente se olvida de cómo era. En cambio, quien considera atentamente la ley perfecta de la libertad y persevera en ella —no como quien la oye y luego se olvida, sino como quien la pone por obra— ése será bienaventurado al llevarla a la práctica.” (St 1,22-25). Quien escucha la palabra de Dios y se remite siempre a ella pone su propia existencia sobre un sólido fundamento. “Todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, —dice Jesús— será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca” (Mt 7,24): no cederá a las inclemencias del tiempo.

Construir la vida sobre Cristo, acogiendo con alegría la palabra y poniendo en práctica: ¡he aquí, jóvenes del tercer milenio, cuál debe ser su programa! Es urgente que surja una nueva generación de apóstoles enraizados en la palabra de Cristo, capaces de

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responder a los desafíos de nuestro tiempo y dispuestos a para difundir el Evangelio por todas partes. ¡Esto es lo que les pide el Señor, a esto les invita la Iglesia, esto es lo que el mundo —aun sin saberlo— espera de ustedes! Y si Jesús les llama, no tengan miedo de responderle con generosidad, especialmente cuando les propone seguirlo en la vida consagrada o en la vida sacerdotal. No tengan miedo; fíense de Él y no quedarán decepcionados.

Desde ahora, en un clima de incesante escucha de la palabra de Dios, invoquen, queridos jóvenes, el Espíritu Santo, Espíritu de fortaleza y de testimonio, para que les haga capaces de proclamar sin temor el Evangelio hasta los confines de la tierra. María, presente en el Cenáculo con los Apóstoles a la espera del Pentecostés, les sea madre y guía. Que Ella les enseñe a acoger la palabra de Dios, a conservarla y a meditarla en su corazón (cfr. Lc 2,19) como lo hizo Ella durante toda la vida. Que les aliente a decir su “sí” al Señor, viviendo la “obediencia de la fe”. Que les ayude a estar firmes en la fe, constantes en la esperanza, perseverantes en la caridad, siempre dóciles a la palabra de Dios.

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3. LECTURA ORANTE (GN 37-50): REFLEXIONANDO CON LA

HISTORIA DEL JOVEN JOSÉ

JOVEN: DIOS TE QUIERE EN EL

“PALACIO DE VIDA” Y NADIE PODRÁ RETENERTE EN EL

“POZO DE LA MUERTE”.

LECTURA COMUNITARIA3 (Gn 37) Narrador: Cuando José tenía diecisiete años, siendo un muchacho todavía, estaba de pastor de

ovejas con sus hermanos. 3 Jacob amaba a José más que a todos sus demás hijos, por ser para él el hijo de la ancianidad. Le había hecho una túnica de manga larga 4 Al darse cuenta sus hermanos que su padre le prefería a todos sus otros hijos, llegaron a aborrecerle, hasta el punto de no poder ni siquiera saludarle. 5

3 Nota: esta lectura está resumida, para favorecer la dinámica.

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José tuvo un sueño y se lo contó a sus hermanos, quienes le odiaron más aún. José: 6:«Oigan el sueño que he tenido. 7 Resulta que estábamos nosotros atando gavillas en el campo, cuando de pronto mi gavilla se levantó y se puso derecha, mientras que sus gavillas le hacían rueda y se inclinaban hacia la mía.» Los hermanos: 8 «¿Será que vas a reinar sobre nosotros o que vas a tenernos domeñados?» Narrador: Así que acumularon todavía más odio contra él por causa de sus sueños y de sus palabras.9 Después tuvo otro sueño, que contó también a sus hermanos. José: «He tenido otro sueño: Resulta que el sol, la luna y once estrellas se inclinaban ante mí.» Narrador: Sus hermanos le tenían envidia; su padre, en cambio, reflexionaba. 12 En una ocasión fueron sus hermanos a apacentar las ovejas de su padre en Siquén.13 Dijo Jacob a José:

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Jacob: «Mira, tus hermanos están pastoreando en Siquén. Ve de mi parte adonde ellos.» José: «Estoy listo.» Narrador: José fue detrás de sus hermanos y los encontró en Dotán. 18 Ellos lo vieron de lejos y, antes que se les acercara, conspiraron contra él para matarlo. 19 Comentaban entre ellos: Hermanos: «Por ahí viene el soñador. 20 Vamos a matarlo y lo echaremos en un pozo cualquiera. Después diremos que algún animal feroz lo ha devorado. Veremos entonces en qué paran sus sueños.» Narrador: 21 Rubén lo oyó y pensó en el modo de librarle de sus manos. Rubén: «No atentemos contra su vida.» 22 «No cometan un asesinato. Échenle a ese pozo que hay en el páramo, pero no pongan la mano sobre él.» Su intención era salvarlo de sus hermanos para devolverlo a su padre. 23

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Narrador: Entonces, cuando llegó José donde sus hermanos, éstos le despojaron de su túnica — aquella túnica de manga larga que llevaba puesta—, 24 lo sujetaron y lo arrojaron al pozo. 25 Luego se sentaron a comer. Al alzar la vista, divisaron una caravana de ismaelitas que venían de Galaad, que bajaban hacia Egipto. Judá: 26 «¿Qué sacamos con asesinar a nuestro hermano y tapar luego su sangre? 27 Vamos a venderlo a los ismaelitas. Narrador: Vendieron a José por veinte piezas de plata a los ismaelitas, que se llevaron a José a Egipto. 29 Al volver Rubén al pozo, resulta que José no estaba en él. Rasgó sus vestiduras 30 y, volviendo donde sus hermanos, les dijo: Rubén: «El muchacho no aparece. ¿Qué hago ahora yo?» Narrador: 31 Entonces tomaron la túnica de José y, degollando un cabrito, tiñeron la túnica en sangre 32 y la hicieron llegar hasta su padre con este recado:

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Hermanos: «Esto hemos encontrado: mira a ver si se trata de la túnica de tu hijo, o no.» Jacob: 33 «¡Es la túnica de mi hijo! ¡Algún animal feroz lo ha devorado! ¡José ha sido despedazado!» 34 Narrador: Jacob desgarró su vestido, se echó un sayal a la cintura e hizo duelo por su hijo durante muchos días... Su padre le lloró. (39) 1 José fue llevado a Egipto y lo compró un egipcio llamado Putifar, eunuco del faraón y jefe de la guardia. 2 Yahvé asistió a José, que llegó a ser un hombre afortunado, mientras estaba en casa de su señor egipcio… Yahvé bendijo la casa del egipcio en atención a José. Él era apuesto y de buena presencia. 7 Tiempo más tarde sucedió que la mujer de su señor se fijó en José, le hizo una trampa y terminó preso en la cárcel de los servidores del faraón. (39) Allí se quedó, en presidio. 21 Pero Yahvé asistió a José y lo cubrió con su misericordia, haciendo que se ganase el favor del alcalde. 22 El alcalde confió a José todos los detenidos que había en la cárcel; todo lo que se hacía allí, lo hacía él. 23 El alcalde no controlaba absolutamente nada de cuanto administraba José, ya que Yahvé le asistía.

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(40) Después de estos sucesos, resulta que el escanciador y el panadero del rey de Egipto ofendieron a su señor, el rey de Egipto. 2 Estaban en prisión, en el lugar donde estaba detenido José. 5 Aconteció que ambos tuvieron sueños en una misma noche. No había quien los interprete. José: «¿No son de Dios los sentidos ocultos? Vamos, cuéntenmelo a mí”. Jefe de los escanciadores: Yo tenía delante una cepa, 10 y en la cepa tres sarmientos que, nada más echar yemas, florecían en seguida y maduraban las uvas en sus racimos. 11 Yo tenía en la mano la copa del faraón, y tomando aquellas uvas, las exprimía en la copa del faraón y ponía después la copa en su mano.» José: «Ésta es la interpretación: los tres sarmientos, son tres días. 13 Dentro de tres días levantará el faraón tu cabeza: te devolverá a tu cargo y pondrás la copa del faraón en su mano, lo mismo que antes, cuando eras su escanciador. 14 A ver si te acuerdas de mí cuando te vaya bien, y me haces el favor de hablar de mí al faraón para que me saque de este lugar.

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El jefe de panaderos: Había tres cestas de pan candeal sobre mi cabeza. 17 En la cesta de arriba había de todo lo que come el faraón de panadería, pero los pájaros se lo comían de la cesta, de encima de mi cabeza.» José: Las tres cestas, son tres días. 19 A la vuelta de tres días levantará el faraón tu cabeza y te colgará en un madero, y las aves se comerán la carne que te cubre.» Narrador: Todo aconteció como José lo interpretó. 23 Pero el jefe de escanciadores no se acordó de José, sino que le echó en olvido. (41) 1 Al cabo de dos años, el faraón soñó que se encontraba a la vera del Río. 2 De pronto salieron del Río siete vacas hermosas y lustrosas, que se pusieron a pacer en el carrizal. 3 Pero resulta que detrás de aquéllas salieron del Río otras siete vacas, de mal aspecto y macilentas, que se pararon junto a las otras vacas en la margen del Río. 4 Y las vacas de mal aspecto y macilentas se comieron a las siete vacas hermosas y lustrosas. Entonces el faraón se despertó. 5 Se volvió a dormir y soñó que siete espigas crecían en una misma caña, lozanas y buenas. 6 Pero resulta

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que otras siete espigas flacas y asolanadas brotaron después de aquéllas, 7 y las espigas flacas devoraron a las siete lozanas y repletas. Despertó el faraón, y resultó que era un sueño. 8 Aquella mañana estaba inquieto su espíritu y mandó llamar a todos los magos y a todos los sabios de Egipto. El faraón les contó su sueño, pero no hubo quien se lo interpretara al faraón. 9 Entonces el jefe de escanciadores habló al faraón de José. 14 El faraón mandó llamar a José y lo sacaron del calabozo con premura. Se afeitó, se cambió de ropa y compareció ante el faraón. 15 Dijo el faraón a José: Faraón: «He tenido un sueño y no hay quien lo interprete, pero he oído decir de ti que te basta oír un sueño para interpretarlo.» José: 16 «No hablemos de mí, que Dios responda en buena hora al faraón.» «El sueño del faraón es uno solo: Dios anuncia al faraón lo que tiene previsto hacer. 26 Las siete vacas buenas representan siete años de abundancia, y las siete espigas buenas representan otros siete años: porque el sueño es uno solo. 27 Las siete vacas

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macilentas y malas que subían después de aquéllas representan siete años; e igualmente las siete espigas flacas y asolanadas. Quiere decir que habrá siete años de hambre. 28 Esto es lo que yo he dicho al faraón. Dios ha mostrado al faraón lo que tiene previsto hacer. 29 Van a venir siete años de gran hartura en todo Egipto. 30 Pero después sobrevendrán otros siete años de hambre y se olvidará toda la hartura pasada, pues el hambre asolará el país. 31Nadie recordará la hartura habida en Egipto, de tanta hambre como habrá. 33 «Ahora, pues, fíjese el faraón en algún hombre inteligente y sabio, y póngalo al frente de Egipto. 34 Hágalo así el faraón: ponga encargados al frente del país y exija el quinto a Egipto durante los siete años de abundancia. 35 Ellos recogerán todo el comestible de esos años buenos que vienen, almacenarán el grano a disposición del faraón en las ciudades, y lo guardarán. 36 De esta forma quedarán registradas las reservas de alimento del país para los siete años de hambre que habrá en Egipto, y así no perecerá el país de hambre.»

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Faraón: 40 «Mira: te pongo al frente de todo el país de

Egipto.»4 Narrador: 42 Entonces el faraón se quitó el anillo de la mano y lo puso en la mano de José. Le hizo vestir ropas de lino fino y le puso el collar de oro al cuello... 45 El faraón llamó a José y le dio por mujer a Asnat. 46 Tenía José treinta años… Antes de que sobreviniesen los años de hambre, le nacieron a José dos hijos. Transcurrieron los siete años de hartura que hubo en Egipto 54 y empezaron a llegar los siete años de hambruna, como había predicho José. La gente padecía hambre en todas las regiones; pero en todo Egipto abundaba el pan. 55 Pero toda la tierra de Egipto acabó sintiendo también hambre, y el pueblo clamó al faraón pidiendo pan. El faraón mandó decir a toda la gente de Egipto: «Vayan donde José: hagan lo que él diga.» Entonces José sacó todas las existencias y abasteció de grano a Egipto. 57 De todos los países venían también a Egipto para proveerse comprando grano a José, porque el hambre cundía por toda la tierra.

4 Lo subrayado hasta ahora son las cosas malas que le hicieron a José. En adelante, subrayaremos las cosas buenas con las cuales José paga a quienes le hicieron mal.

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(42) Jacob se enteró que se repartía grano en Egipto y dijo a sus hijos: Jacob: «¿Por qué se están mirando? 2 He oído que hay reparto de grano en Egipto. Bajen a comprarnos grano allí, para que vivamos y no muramos.» Narrador: 4 Pero Jacob no dejó bajar a Benjamín, hermano de José, con sus hermanos, pues pensaba que podía ocurrirle alguna desgracia. Llegaron los hermanos de José y se inclinaron rostro en tierra. 7 Cuando José vio a sus hermanos, los reconoció, pero él no se dio a conocer. Les habló con sequedad. José: «Ustedes son espías» Hermanos: «No, señor. 11Somos hijos de un mismo padre. Sólo que el menor está actualmente con nuestro padre, y el otro no existe.» José: 15 No saldrán de aquí hasta que no venga su hermano pequeño. Si son gente de bien, uno de sus hermanos se quedará detenido en la prisión mientras los demás hermanos van a llevar el grano que tanta falta hace en sus casas. 20 Luego me traen a su

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hermano menor. Entonces comprobaré que son verídicas sus palabras.» Narrador: Entonces José se apartó de su lado y lloró. Los hijos de Jacob regresan a Canaán. 35 Ahora bien, cuando estaban vaciando sus bolsas, se dieron cuenta que cada uno tenía dinero. Y tanto ellos como su padre sintieron miedo. Los hermanos le contestaron todo lo sucedido y las exigencias que le hicieron. Jacob: 36 «Van a dejarme sin hijos. Falta José, falta Simeón, y encima van a quitarme a Benjamín. Esto acabará conmigo.» Rubén: «Que mueran mis dos hijos si no te lo traemos. Confíamelo y yo te lo devolveré.» (43) Narrador: 15 Llegaron a Egipto y se presentaron ante José. 16 José vio con ellos a Benjamín y dijo a su mayordomo… José: «Lleva a esos hombres a casa, mata algún animal y lo preparas, porque esos hombres van a comer conmigo a mediodía.» 18 Ellos se asustaron al ver que los llevaban a casa de José, y dijeron:

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Hermanos: «Es por lo del dinero en nuestros sacos la otra vez; por eso nos trae acá, para ponernos alguna trampa, caer sobre nosotros y reducirnos a esclavitud, junto con nuestros asnos.» Narrador: 19 Así que se acercaron al mayordomo de José y le dijeron cómo había aparecido un dinero en su bolsa, y lo han traído de regreso. Mayordomo de José: «La paz sea con ustedes, no teman. Su Dios y el Dios de su padre les pusieron ese tesoro en las bolsas. Su dinero ya me llegó». Narrador: Y les sacó a Simeón. 24 Luego los introdujo en casa de José, les dio agua y se lavaron los pies. 26 Al entrar José en casa, le presentaron el regalo que llevaban consigo y se inclinaron hasta el suelo. 27 Él les saludó y les preguntó: José: «Su anciano padre de quien me hablaron, ¿vive aún?» Hermanos: «Tu siervo, nuestro padre, está bien: todavía vive.» Narrador:

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Y, postrándose, le hicieron una reverencia. 29 Entonces José volvió la mirada y vio a Benjamín, su hermano de madre. José: «¿Es éste su hermano menor, de quien me hablaron?» «Dios te guarde, hijo mío.» Narrador: 30 José tuvo que darse prisa, porque le daban ganas de llorar de emoción por su hermano, y entrando en el cuarto lloró allí. 31 Luego se lavó la cara, salió y conteniéndose dijo: José: «Sirvan la comida.» Narrador: (44) José dio esta orden a su mayordomo: José: «Llena de víveres las bolsas de estos hombres, cuanto quepa en ellas, y pones el dinero de cada uno. 2 Y mi copa, la copa de plata, la pones en la boca del saco del pequeño, además del dinero de su compra.» Narrador: 4 Salieron de la ciudad y, no bien se habían alejado, cuando José dijo a su mayordomo:

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José: «Ponte en marcha y persigue a esos hombres y les dices: ‘¿Por qué han pagado mal por bien? … Aquél a quien se le encuentre la copa, será mi esclavo; pero los demás quedarán disculpados.» 11 Narrador: Ellos se dieron prisa en bajar sus bolsas a tierra y fueron abriendo cada cual la suya. Y apareció la copa en la talega de Benjamín. 13 Entonces rasgaron ellos sus túnicas y, cargando cada cual su burro, regresaron a la ciudad. 14 Judá y sus hermanos entraron en casa de José, que todavía estaba allí, y cayeron rostro en tierra. José: «¿Qué han hecho? 18 Entonces se le acercó Judá y le dijo a José todas las promesas hechas al anciano padre. (45) Narrador: Ya no pudo José contenerse delante de todos los que en pie le asistían y exclamó: José: «Echen a todo el mundo de mi lado.»

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Narrador: No quedó nadie con él mientras se daba a conocer José a sus hermanos. 2 José se echó a llorar a gritos, hasta el punto de que lo oyeron los egipcios y hasta la casa del faraón. José: «Yo soy José. ¿Vive aún mi padre?» Narrador: Sus hermanos no pudieron contestarle, porque se habían quedado atónitos ante él. José: «Vamos, acérquense.» «Yo soy su hermano José, a quien vendieron a los egipcios. 5 Ahora bien, no les pese ni les dé enojo haberme vendido acá, pues para salvar vidas me envió Dios delante de ustedes. 7 Dios me ha enviado delante de ustedes para que puedan sobrevivir en la tierra y para salvarles la vida mediante una feliz liberación. 8 O sea, que no fueron ustedes los que me enviaron acá, sino Dios. Díganle esto a mi padre. Traigan en seguida a mi padre acá.» 14 Luego se echó al cuello de su hermano Benjamín y lloró. También Benjamín lloraba sobre el cuello de José. 15 Luego besó a todos sus hermanos y lloró abrazado a ellos.

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3.1. EJERCICIOS DE REFLEXIÓN: 3.2. LECTURA ATENTA Enumera los hechos ocurridos a José en orden cronológico 1. Es vendido a unos mercaderes que iban a Egipto___ 2. Jacob le manda a Siquén para encontrar a sus hermanos___ 3. Sus hermanos le odiaban y no podían saludarle____ 4. Sus hermanos le arrancaron su túnica de mangas largas___ 5. Va en busca de sus hermanos___ 6. Es trasladado a Egipto y fue vendido ___ 7. Los hermanos tramaron un plan para matarlo y decirle a su padre que un animal salvaje lo devoró___ 8. Jacob le hizo una túnica de mangas largas___ 9. Es tirado en un pozo vacío___ 10. Tuvo un sueño donde él y sus hermanos eran gavillas___ 11. Tiene un sueño acerca del sol y de la luna___

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12. Los hermanos le dieron a Jacob su túnica llena de sangre____ 13. Rubén les convenció a sus hermanos a no matarlo___ 14. Sus hermanos le odiaron más y dijeron, “¿De veras crees que vas a reinar sobre nosotros, y que nos vamos a someter?"___ 15. Jacob hizo duelo por él muchos días___ Nombra los personajes que aparecen en el texto _______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________ Escribe los tres verbos que te parezcan más importantes de la historia ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

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__________________________________________________________________ Señala el género literario o la forma de expresión en la que el texto está escrito ______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________ Intenta identificar el contexto, la época de la historia de José y a quién se dirige ______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

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¿Qué objetivo tuvo el autor sagrado con esta historia de vida? ______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

3.3. MEDITACIÓN Escribe las tres frases de la historia que para ti han sido más significativas _______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

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Señala el momento más solemne de la historia de José _______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________ Describe los sentimientos y emociones que el texto produce en ti _______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________ ¿Con cuáles de los personajes te identificas y por qué? ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

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___________________________________________________________________ ¿Qué pregunta le harías al personaje de tu preferencia? ¿Qué crees que éste te respondería? _______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________ 3.4. ORACIÓN Escribe una plegaria, la que te nace sobre tu reflexión _______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

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¿Qué le respondes a Dios sobre lo que Él te ha dicho y revelado en este texto? _______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________ ¿De qué maneras descubres la Misericordia de Dios aconteciendo en la historia de José, y en la tuya propia?

_______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

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3.5. CONTEMPLACIÓN Navega en tu silencio interior. Deja que Dios haga su parte. Permite que la gracia cobije tu existencia. Identifica, en silencio, la misión que Dios te

confía. ANEXO: CARRERAS OFERTADAS POR LA

UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTO DOMINGO

Licenciatura en Educación Inicial

Licenciatura Educación Primaria del Primer Ciclo

Licenciatura en Formación Integral Humana y Religiosa

Licenciatura en Orientación Escolar

Licenciatura en Educación Física y Recreación

Licenciatura en Educación Mención Ingles

Licenciatura en Educación Mención Artística

Licenciatura en Educación Mención Biología y Química

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Licenciatura en Educación Mención Física y Matemáticas

Ingeniería de Sistemas

Licenciatura en Informática.

Licenciatura en Psicología Clínica.

Licenciatura en Psicología Laboral.

Licenciatura en Imágenes Médicas.

Licenciatura en Enfermería.

Licenciatura en Rehabilitación Mención: Terapia Física.

Licenciatura en Rehabilitación Mención: Terapia Ocupacional

Licenciatura en Derecho.

Licenciatura en Relaciones Internacionales.

Licenciatura en Economía Mención: Evaluación de Proyectos / Mención Gestión Financiera.

Licenciatura en Administración de Empresas.

Licenciatura en Administración Hotelera.

Licenciatura en Administración Turística.

Licenciatura en Contabilidad.

Licenciatura en Mercadotecnia.

Licenciatura en Comunicación Social.

Licenciatura en Publicidad.

Licenciatura en Diseño de Interiores.

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