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HIDROCEFALIA NORMOTENSIVA DEL ADULTO Ineva Santafé, Mª Carmen Sarvisé Mata, María CS Las Fuentes Norte 04/10/2016

(2016-10-04)Hidrocefalia normotensiva del adulto (DOC)

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HIDROCEFALIA NORMOTENSIVA

DEL ADULTO

Ineva Santafé, Mª Carmen

Sarvisé Mata, María

CS Las Fuentes Norte

04/10/2016

2

INDICE Caso clínico.................................................................................................................................................3

Abordaje en atención primaria

Deterioro cognitivo...................................................................................................................3

Trastorno de la marcha............................................................................................................5

Incontinencia urinaria.............................................................................................................6

Retomando a nuestro paciente...........................................................................................................9

Hidrocefalia normotensiva del adulto

Definición...................................................................................................................................10

Epidemiología............................................................................................................................10

Etiología.......................................................................................................................................10

Fisiopatología............................................................................................................................10

Clínica...........................................................................................................................................11

Diagnostico................................................................................................................................12

Tratamiento...............................................................................................................................16

Pronóstico..................................................................................................................................17

Conclusiones.............................................................................................................................17

Bibliografía...............................................................................................................................................18

3

CASO CLÍNICO Acude a la consulta de nuestro centro de salud un paciente de 80 años

acompañado de su hija porque según refiere “no recuerda lo que ha hecho durante

el día y tiene muchos despistes”, “le cuesta empezar a caminar” y “no retiene bien

la orina”.

Sus antecedentes médicos son HTA, asma, artrosis degenerativa e hipoacusia

perceptiva bilateral; y ha sido intervenido de prótesis de rodilla, colecistectomía

por colecistitis gangrenosa, resección transuretral por papiloma vesical y

facoemulsificación del ojo izquierdo.

ABORDAJE EN ATENCION PRIMARIA DETERIORO COGNITIVO

La demencia es un síndrome orgánico y adquirido, caracterizado por la presencia

de un deterioro permanente de la memoria y otras funciones intelectuales,

frecuentemente acompañado de otras manifestaciones psicopatológicas y

alteraciones del comportamiento, que ocurre sin afectación del nivel de conciencia

ni depresión, y afecta al funcionamiento laboral y/o social del sujeto. Es de

etiología múltiple, por lo general de curso crónico y progresivo, pero no

necesariamente irreversible. [1]

Cuando un paciente acude a la consulta de atención primaria con quejas de

memoria, dificultades en las actividades de la vida diaria, cambios en la

personalidad o aparición de síntomas psiquiátricos o trastornos del

comportamiento, debemos pensar en la presencia de una demencia. [1]

El proceso diagnóstico del síndrome demencial debe seguir los siguientes pasos: [1]

DETERIORO

COGNITIVO

ALTERACIONES

DE LA MARCHA

URGENCIA

MICCIONAL

??

4

- Establecer la presencia de deterioro cognitivo.

Para establecer la presencia de deterioro se debe realizar una prueba de

funcionamiento cognitivo, ya que aunque el resultado sea negativo, puede ser útil

para demostrar la presencia de un déficit progresivo. En atención primaria el test

más utilizado es el Mini Examen Cognitivo (Minimental), pero existen otros como

el Montreal Cognitive Assessment y el General Practitioner Assessment of

Cognition.

- Caracterizar este deterioro cognitivo como demencia (diagnóstico sindrómico).

Una vez detectada la presencia de deterioro cognitivo, hay que establecer si tiene

las características necesarias para considerarlo un síndrome demencial. Para ello

deben cumplir los criterios diagnósticos de demencia. Los más empleados en la

actualidad son los de la décima edición de la Clasificación Internacional de las

Enfermedades (CIE-1010) y el texto revisado de la cuarta edición del Manual

diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV-TR).

- Valorar el grado de repercusión funcional, familiar y social que representa (grado de intensidad).

Este ámbito debe valorarse teniendo en cuenta el contexto sociocultural del sujeto

y desde una perspectiva bibliográfica ya que el diagnóstico de demencia supone un

deterioro intelectual y funcional con respecto a un nivel previo.

- Identificar el tipo de demencia (diagnóstico etiológico).

Para averiguar la posible etiología de la demencia debemos solicitar bioquímica

general completa (glucosa, creatinina, colesterol, ácido úrico, enzimas hepáticas,

5

folatos, vitamina B12, función tiroidea, metabolismo del hierro...), hemograma y

serologías (brucella, lúes, VIH, enfermedad de Lyme).

Una vez realizadas estas pruebas, y en caso de que sea necesario, debemos derivar

al paciente al servicio de neurología para que el especialista continúe el estudio y

realice otro tipo de pruebas como por ejemplo neuroimagen o análisis del LCR.

TRASTORNO DE LA MARCHA

La marcha se define como la sucesión de ciclos de movimientos similares y

alternados de los MMII, realizados en postura bípeda y que tiene como resultado el

desplazamiento global del cuerpo de un punto a otro. [2]

Para que la ambulación se designe como marcha debe estar presente: [2]

- Postura bípeda erecta con apoyo en ambos MMII.

- Desplazamiento global del cuerpo, con desplazamiento de la línea de

gravedad fuera del polígono de apoyo, y nuevamente se modifica la

situación del polígono para situarlo donde la línea de gravedad quede

dentro de su perímetro.

- Acción muscular selectiva y optimizada conservación de la energía

fisiológica (la marcha normal es energéticamente económica).

- El paso, sucesión de movimientos segmentarios de los MMII.

Hay diversos factores intrínsecos que pueden modificar el patrón de marcha

normal, como son la edad, el sexo, la talla corporal y la complexión del sujeto.

También hay factores extrínsecos que pueden repercutir en las características de

6

la marcha, como por ejemplo el tipo de suelo, el calzado (peso, altura del taco, etc.),

la carga de peso extra (bolso, mochila). [2]

Para llevar a cabo la valoración de la marcha en el centro de salud, debemos

realizar una buena anamnesis teniendo en cuenta si existen alteraciones como

debilidad muscular, disnea, fatigabilidad, claudicación, inestabilidad...Después de

esto realizaremos la exploración del paciente incluyendo valoración del aparato

locomotor y el examen neuromuscular (pares craneales, tono, fuerza, reflejos...). [2]

Según el tipo de marcha que observemos podemos diferenciar diversas causas: [2]

- Neuromusculares

o Síndrome piramidal (ej. hemiparesia): marcha pareto espástica, en

hoz, con el miembro inferior en extensión y stepagge.

o Síndrome extrapiramidal (ej. marcha parkinsoniana): pasos

festinantes, sin balanceo de los brazos, ante pulsión de tronco y falta

de despegue del antepié.

o Síndrome cerebeloso (marcha atáxica): con aumento de la base de

sustentación, latero pulsiones y tendencia a caerse.

o Hidrocefalia: marcha inestable con pasos cortos (braquibasia),

arrastrados, con aumento de la base de sustentación e inestabilidad

al girar. Frecuentemente sienten que están “pegados al suelo”

(“marcha magnética”) y les resultar dificultoso iniciar la marcha o los

giros.

- Osteoarticulares

o Dolor: degenerativas e inflamatorias.

o Mecánicas, estructurales: prótesis, fracturas, amputaciones,

deformidades

Hay otras escalas más específicas para la valoración de la marcha que utilizan los

especialistas como por ejemplo el Dynamic gait index (DGI), marcha con cambios

de velocidad, marcha con giros horizontales de cabeza, marcha con giros de

cabeza verticales, marcha sobre obstáculos, escalones... [2]

INCONTINENCIA URINARIA

La incontinencia, como síntoma de la fase de llenado, se define como la

enfermedad o condición médica caracterizada por cualquier pérdida involuntaria

de orina que supone un problema higiénico o social. [3]

La incontinencia de urgencia es la pérdida involuntaria de orina acompañada o

inmediatamente precedida de “urgencia”. Entendemos por “urgencia” la

percepción por el paciente de un deseo miccional súbito claro e intenso, difícil de

demorar y con miedo al escape. [3]

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El síndrome de vejiga hiperactiva es el conjunto de síntomas de la fase de llenado

caracterizado por urgencia miccional como síntoma principal (deseo miccional

imperioso con miedo al escape), con o sin incontinencia, habitualmente asociado a

frecuencia miccional elevada y nicturia. Debe quedar bien claro que el síndrome de

vejiga hiperactiva es un síndrome exclusivamente clínico. Así pues, dicho síndrome

puede cursar o no con IU y puede ser la expresión clínica de etiología muy variada. [3]

Para valorar la etiología de la incontinencia urinaria debemos realizar una buena

historia clínica y tener en cuenta los siguientes aspectos: [3]

Antecedentes personales.

• Cirugía pélvica previa (prostatectomía, hiterectomía...).

• Movilidad del paciente y factores ambientales.

• Estado mental y comorbilidades (parkinson, ACV, demencia, hidrocefalia,

enfermedades desmielinizantes...).

• Patología urológica (vejiga hiperactiva, cistitis, obstrucción urinaria...).

• Función sexual e intestinal.

• Consumo de fármacos.

Cuantificación de los síntomas y efectos en su calidad de vida.

• Uso de un diario miccional, para documentar la frecuencia miccional

(diurna y nocturna), el volumen orinado, la cantidad de líquido ingerido por

el paciente, el número de episodios de incontinencia y las compresas

utilizadas.

• Factores precipitantes (tos, risa, esfuerzos, falta de tiempo para alcanzar el

W.C.).

La historia debe hacer hincapié en la percepción e impacto de la incontinencia

sobre la calidad de vida del paciente. Para ello es recomendable el uso de

cuestionarios de calidad de vida (ICIQ-SF):

8

Se suman los parámetros o ítems obtenidos en cada respuesta y cualquier

puntuación mayo de 0 ya es considerado diagnostico.

Exploración física.

• Examen abdominal para excluir el globo vesical.

• Examen rectal: tomo del esfínter anal, características de la glándula

prostática, contracción anal voluntaria (si es normal nos indica que la vía

eferente S2-S4 está íntegra), reflejo bulbocavernoso y reflejo anal (su

presencia prueba la integridad del arco reflejo sacro S2-S4).

• Examen pélvico para constatar el signo de incontinencia. Al paciente de pie,

desnudo de cintura para abajo, con vejiga moderadamente llena (con deseo

miccional normal) y sobre una talla o empapador, se le indica que realice

una maniobra de Valsalva o que tosa varias veces para tratar de poner en

evidencia el escape urinario.

• Examen vaginal: existencia de prolapso uterino por fallo de los ligamentos

uterinos.

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• Examen neurológico: sensibilidad perineal táctil y dolorosa genital, anal y

glútea.

Otras pruebas.

• Estudio analítico básico: glucemia, iones, calcio, función renal, hormonas

tiroideas, vitamina B12.

• Análisis de orina: descartar infección, hematuria, glucosuria, etc.

• Residuo postmiccional: por palpación abdominal, cateterismo uretral o con

más exactitud y menos agresividad mediante una ecografía, que además nos

permite evaluar los riñones, la vejiga y la próstata, con su posible patología

asociada (cálculos vesicales, divertículos, etc.).

RETOMANDO A NUESTRO PACIENTE Desde atención primaria pedimos la bioquímica general, el hemograma y

serologías, todo ello sin alteraciones de interés, por lo que decidimos realizar la

derivación a neurología para el estudio de nuestro paciente.

El neurólogo solicitó un análisis del líquido cefalorraquídeo, en el cual no se

encontraron alteraciones de interés, y un TAC que podemos observar en la imagen.

Debido al hallazgo de dilatación marcada del III ventrículo y de los ventrículos

laterales (índice de Evans 0,48) y por la clínica que presenta el paciente se le

diagnostica de hidrocefalia normotensiva del adulto.

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HIDROCEFALIA NORMOTENSIVA DEL ADULTO DEFINICION

Es una entidad clínica caracterizada por un cuadro insidioso de demencia,

alteración de la marcha e incontinencia de esfínteres debido a una dilatación

ventricular, con cierta afectación de la sustancia subcortical frontal cerebral, que

mantiene una presión de LCR normal. [4]

EPIDEMIOLOGIA

Esta patología se detecta en la sexta o séptima décadas de la vida [4]. Según unos

estudios realizados en Noruega, la incidencia de esta patología es de 5.5 por cada

100.000 habitantes/año y su prevalencia es de 21.9 por cada 100.000 habitantes [5].

No se ha visto distinción según raza, sexo o país. [4]

ETIOLOGIA

En un tercio de los pacientes no se encontró causa conocida que desencadenara

esta patología por lo que es de origen idiopático. En los últimos años los casos de

etiología idiopática se han incrementado debido al envejecimiento de la población

por el incremento de su esperanza de vida. [4,6]

Los dos tercios restantes se atribuyen a causas secundarias conocidas como

hemorragia subaracnoidea, traumatismo craneoencefálico, meningitis, estenosis o

malformaciones cerebrales congénitas, cirugías intracraneales, estenosis del

acueducto de Silvio... Existen otras causas menos comunes como la enfermedad de

Paget, los quistes coloides del tercer ventrículo, las malformaciones vasculares y la

cisticercosis. [4,6]

FISIOPATOLOGIA

Actualmente se cree que esta patología es secundaria a la existencia de un defecto

en la absorción de LCR en las vellosidades aracnoideas, que de forma fisiológica se

incrementa con el aumento de la edad. Por otro lado se alteran las propiedades

visco elásticas del parénquima encefálico asociado a la edad y a los factores de

riesgo que suelen acompañarla (HTA, diabetes, leucoaraiosis). La naturaleza

indolente del trastorno provoca un agrandamiento de los ventrículos laterales,

aunque con un aumento relativamente pequeño de la presión del LCR que se

considera dentro de la normalidad. Se trata de una hidrocefalia comunicante con

un acueducto de Silvio permeable. [6]

Este proceso podría justificarse, según algunos autores, por la hipótesis de la ley de

Pascal para los fluidos contenidos en un compartimento elástico. En una primera

fase existiría una situación limitada de hipertensión intracraneal, estableciéndose

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un gradiente de presión entre el interior del sistema ventricular y el espacio

subaracnoideo, que explicaría el aumento de tamaño ventricular (Fuerza= Presión

x Superficie). Posteriormente la PIC descendería, manteniéndose el aumento de

tamaño del sistema ventricular a expensas de una menor presión ejercida sobre

una mayor superficie de contacto. [6]

CLINICA: TRIADA DE HAMKIM-ADAMS

La triada de Hamnkim-Adams se compone de trastorno de la marcha, deterioro

cognitivo e incontinencia de esfínteres. Su curso clínico se caracteriza por la

aparición de los síntomas de manera insidiosa durante un periodo de tiempo de 3-

6 meses aproximadamente que se prolongan en el tiempo hasta su diagnóstico

sindrómico. Todo ello se justifica fundamentalmente por dos mecanismos: la

compresión de las fibras periventriculares que provienen del córtex frontal y que

es consecuencia del aumento de tamaño del ventricular, y la disminución del flujo

sanguíneo cerebral que afecta a la sustancia blanca, especialmente en las regiones

frontal y temporal [7]. A continuación, se describen los síntomas y como se

manifiestan en la enfermedad:

- Trastorno de la marcha

Este síntoma es el más frecuente y de aparición más precoz, por lo que suele ser el

más consultado por los pacientes. Se estima que un 95% de los pacientes lo

presenta. [4,7]

Se caracteriza por ampliación de la base de sustentación, acortamiento del paso,

arrastre de los pies y dificultad de giros que se ve más marcado a lo largo del

tiempo. También asocia flexión anterior del tronco, rigidez paratonica,

hiperreflexia generalizada con signo de babinski presente y reflejos arcaicos. El

romberg es positivo pero no es de origen cerebeloso sino por las alteraciones del

equilibrio y posturales que se asocian. [4,7]

Al presentar este síntoma, se podría confundir la clínica con la enfermedad de

parkinson, sin embargo estos pacientes asocian temblor ni bradiquinesia (signo de

la rueda dentada) típicos de dicha enfermedad. [4,7]

- Deterioro cognitivo

Es el segundo síntoma en frecuencia, pero como tal en la enfermedad, es de

aparición tardía. Se estima que el 75% de los pacientes presenta déficits

neuropsicológicos. [4,7]

Al principio se aprecia un retraso en el tiempo de reacción, inatención, deterioro

de la memoria reciente, alteración de la concentración y desorientación espacio

temporal. Los cambios conductuales pueden presentarse como una clínica

depresiva, apática, e incluso se han llegado a describir algún caso de psicosis. [4,7]

12

En esta patología no se altera el nivel de conciencia ni presentan síntomas que

afecten a la corteza cerebral (afasia, agnosia y apraxia). El Test mini mental no

proporciona datos cualitativos sobre cuáles son los dominios cognitivos alterados. [8]

Con la aparición del deterioro cognitivo hay una serie de patología que hemos de

tener en cuenta para realizar el diagnóstico diferencial: depresión o

pseudodemencia depresiva, síndrome Cushing, psicosis, demencia cuerpos Lewy,

encefalopatía Wernicke korsakoff. [4,7]

- Incontinencia de esfínteres

Es el último síntoma en aparecer, sin embargo, es el más fácilmente revierte tras el

tratamiento quirúrgico. Se caracteriza por su inicio con urgencia urinaria, seguida

de incontinencia urinaria ocasional, que con el tiempo suele hacerse frecuente,

pudiéndose acompañar de incontinencia fecal. Para realizar el diagnóstico

diferencial debemos pensar en las alteraciones más comunes como son la

manipulación previa de la vía urinaria, alteraciones prostáticas, etc. [4,7]

DIAGNÓSTICO La identificación de esta enfermedad es básicamente mediante la triada de Hamkim-

Adams junto con las pruebas complementarias de imagen cerebral como son el TAC

o RMN y el análisis del líquido cefalorraquídeo.

- Clínica

El trastorno de la marcha suele ser la primera manifestación clínica aparente aunque

en muchas ocasiones la sintomatología aparece de forma combinada. Este hecho

puede constituir un sesgo de selección clínica, ya que los trastornos leves de

memoria reciente pueden pasar desapercibidos para la familia o el mismo paciente,

dada la edad y comorbilidades que padece, atribuyéndolos al envejecimiento como

causa desencadenante. [4]

En general, los síntomas progresan de manera insidiosa, siendo también

característica una evolución clínica oscilante en la que se alternan periodos de

mejoría con periodos de deterioro clínico, frecuentemente relacionados con

procesos sistémicos intercurrentes. [4]

- Pruebas complementarias

o Bioquímica general: glucosa, creatinina, colesterol, ácido úrico,

enzimas hepáticas, vitamina B12, función tiroidea, metabolismo del

hierro...

o Hemograma

o Serologías: brucella, lúes, VIH, enfermedad de Lyme.

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- Test neuropsicológicos para pacientes con sospecha de NPH

Mini mental: se obtiene una puntuación máxima de 30 puntos. Por debajo de una

puntuación de 24 es patológica. Es un test accesible a todo facultativo clínico y se

realiza en poco tiempo.

Frontal Assessment Battery: valora la función del lóbulo frontal. Cada subtest se

asocia a áreas específicas del lóbulo frontal. La puntuación máxima es de 18 puntos y

se puede realizar en 10 minutos.

14

Escala de Hidrocefalia de Presión Normal

(NPH) para la valoración de la tríada

clínica: su rango es de 3 - 15. [8]

La puntuación mínima de 3 corresponde a

un paciente que no deambula y permanece

siempre encamado o en sedestación, con

incontinencia de ambos esfínteres y que

se encuentra en una situación de mínima

conciencia.

La puntuación máxima de 15, indica que el

paciente no tiene alteraciones.

Tiene gran importancia en la valoración

pre y post tratamiento para establecer un

pronóstico.

Test para valorar la marcha: Dynamic GAit Index (DGI) o Motor performance Test

(MPT). [8]

1. Tiempo requerido para levantarse de una

silla.

2. Subir y bajar repetidamente un peldaño de

23 cm de altura durante 10 segundos.

3. Errores al realizar la marcha en tándem

(pasos realizados fuera de una línea de dos

metros, pasos realizados con los pies

separados y número total de apoyos

requeridos).

4. Caminar 5 metros (con cuantificación del tiempo y número de pasos para

determinar la velocidad media y la longitud media del paso).

5. Equilibrio al apoyarse solo en un pie.

6. Número de pasos necesarios para realizar un giro de 180º.

La puntuación mínima a conseguir con esta escala motora es 0 y la máxima 14, que

corresponde a una actividad motora normal.

Test para determinar el grado de dependencia [8]

o Rapid Disability Rating Scale-2: valora el grado de discapacidad del paciente.

Esta escala incluye 18 ítems. La máxima puntuación es de 72, que

corresponde a un paciente totalmente dependiente, y la mínima de 18, que

corresponde a un paciente independiente en las actividades de la vida diaria.

o Escala de Stein y Langfitt: incluye 6 grados de dependencia. Una puntuación de

0 corresponde a un paciente capaz de trabajar y sin ningún déficit

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neurológico, y una puntuación de 5 hace referencia a un paciente que se

encuentra en estado vegetativo.

o Escala de actividades de la vida diaria: valora el grado de ayuda que requiere el

enfermo en 5 actividades de la vida diaria, movilidad, realizar compras,

preparar la comida, realizar las tareas domésticas y manejar dinero.

Criterios de sospecha del origen de Incontinencia urinaria asociado a HCA. [9]

La vejiga hiperactiva se manifiesta como un aumento nocturno de micción urgente e

incontinencia urinaria.

o Al menos uno de estar presente:

1. Cuando no encontramos una causa de incontinencia urinaria de causa

primaria como HBP, estenosis uretral, cirugía previa, ACV etc…

2. Incontinencia urinaria e incontinencia fecal.

o O dos de estos deben estar presentes:

1. Urgencia urinaria (presión en hipogastrio que provoca la continua

necesidad de orinar al paciente).

2. Frecuencia urinaria: más de 6 episodios de urgencia urinaria en una

media de 12 horas.

3. Nicturia: necesidad de orinar más de dos veces en la noche.

- Pruebas imagen El TC cerebral es un método rápido y de bajo coste económico que permite objetivar

el aumento de tamaño del sistema ventricular. El índice más utilizado y más

fácilmente reproducible es el índice de Evans, que se obtiene al dividir el máximo

diámetro entre las astas frontales y el máximo diámetro de la masa cerebral a nivel

parietal. Independientemente de la edad del paciente, un índice de Evans igual o

superior a 0,30 indica un aumento de tamaño patológico del sistema ventricular. Los

pacientes con una HCA pueden presentar simultáneamente alteraciones

degenerativas características de la Enfermedad del Alzheimer, lo que puede modular

o complicar sus manifestaciones clínicas y/o radiológicas. [7,10]

16

- Análisis del LCR

A raíz de la detección de hidrocefalia cerebral en la neuroimagen, el siguiente paso

es la realización de una punción lumbar para el análisis de líquido cefalorraquídeo

(40-50 ml). Como ya hemos comentado anteriormente, la presión intracraneal es

prácticamente normal, lo que nos ayuda a descartar una causa secundaria de la

hidrocefalia. Hay algunos autores que consideran que la monitorización de la PIC es

el test diagnóstico más útil para el diagnóstico de HCA. [7]

TRATAMIENTO Derivación ventrículo-peritoneal: consiste en la conexión de un catéter

ventricular a la válvula que permita el

drenaje de líquido en peritoneo. La

apertura dural es siempre mínima y

debe limitarse al tamaño imprescindible

para que pueda entrar en el ventrículo el

catéter ventricular. Al finalizar la cirugía

una buena medida es aplicar una

moderada compresión abdominal

(colocación de una faja), con el objetivo

de evitar la migración del catéter

peritoneal y poder levantar precozmente

a estos pacientes sin riesgos de

eventraciones o exteriorizaciones

accidentales del catéter distal. En los días posteriores debe evitarse el hiperdrenaje de

LCR, por lo que el paciente debe permanecer plano en la cama o muy incorporado. [6]

Derivación ventrículo-atrial: tal y como se explica

anteriormente, un catéter en ventrículo va a permitir

mediante una válvula el drenaje del líquido

cefalorraquideo pero en este caso a nivel de aurícula

cardiaca. [6]

17

PRONOSTICO Se ha demostrado que la respuesta clínica tras el tratamiento quirúrgico puede ser

extremadamente variable y en general el índice de mejoría clínica se sitúa entre el

24% y por encima del 96%. Esta heterogeneidad en los resultados descrita en la

literatura se debe fundamentalmente a la ausencia de criterios fiables y definitivos

sobre el diagnóstico y pronóstico de los pacientes candidatos al tratamiento

quirúrgico. [7]

El momento idóneo para la valoración postquirúrgica sería entre los 6 y 12 meses

después de la intervención. Después de este intervalo de tiempo se añadirían otros

factores de comorbilidad (enfermedad del Alzheimer) que confunden los resultados y

que no guardan relación con la cirugía. [8]

Hay que realizar de nuevo el test de NHP, MPT, FAB, etc., valorar como ha sido la

evolución clínica del paciente en este tiempo y hacer una predicción de las secuelas

que pueden permanecer. El test NPH es el más utilizado e importante para la

valoración pre y post-tratamiento. Los síntomas que revierten de manera precoz son

la incontinencia de esfínteres y la alteración de la marcha.

CONCLUSIONES La identificación de pacientes con HCA que puedan beneficiarse de una intervención

quirúrgica es de gran relevancia en el campo de las demencias, ya que la HCA es una

de las pocas demencias potencialmente tratables y reversibles. Por otro lado, el

aumento de la esperanza de vida de la población ha condicionado un incremento en

la prevalencia de la HCA.

Por todo ello es importante, como médicos de atención primaria, pensar en esta

patología cuando un paciente adulto acude a la consulta con los síntomas descritos y

no encontramos una causa evidente justificable, y plantearnos si todo es debido al

envejecimiento o puede haber una causa subyacente.

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0702 IMAGEM