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IMPRIMIR MARTÍN FIERRO JOSÉ HERNÁNDEZ

Martin Fierro-Jose Hernandez

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MARTÍN FIERRO

JOSÉ HERNÁNDEZ

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I

El gaucho Martín Fierro

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Preliminares

Señor D. José Zoilo Miguens.

Querido amigo:

Al fin me he decidido a que mi pobre Martín Fierro, que me ha ayudadoalgunos momentos a alejar el fastidio de la vida del hotel, salga aconocer el mundo, y allá va acogido al amparo de su nombre.No le niegue su protección, usted que conoce bien todos los abusos ytodas las desgracias de que es víctima esa clase desheredada de nuestropaís.Es un pobre gaucho, con todas las imperfecciones de forma que el artetiene todavía entre ellos, y con toda la falta de enlace en sus ideas, enlas que no existe siempre una sucesión lógica, descubriéndosefrecuentemente entre ellas apenas una relación oculta y remota.Me he esforzado, sin presumir haberlo conseguido, en presentar un tipoque personificara el carácter de nuestros gauchos, concentrando elmodo de ser, de sentir, de pensar y de expresarse que les es peculiar,dotándolo con todos los juegos de su imaginación llena de imágenes yde colorido, con todos los arranques de su altivez, inmoderados hasta elcrimen, y con todos los impulsos y arrebatos, hijos de una naturalezaque la educación no ha pulido y suavizado.Cuantos conozcan con propiedad el original podrán juzgar si hay o nosemejanza en la copia.Quizá la empresa habría sido para mí más fácil, y de mejor éxito, si sólome hubiera propuesto hacer reír a costa de su ignorancia, como se hallaautorizado por el uso en este género de composiciones; pero mi objetoha sido dibujar a grandes rasgos, aunque fielmente, sus costumbres, sustrabajos, sus hábitos de vida, su índole, sus vicios y sus virtudes; eseconjunto que constituye el cuadro de su fisonomía moral, y losaccidentes de su existencia llena de peligros, de inquietudes, deinseguridad, de aventuras y de agitaciones constantes.Y he deseado todo esto, empeñándome en imitar ese estilo abundanteen metáforas, que el gaucho usa sin conocer y sin valorar, y su empleoconstante de comparaciones tan extrañas como frecuentes; en copiarsus reflexiones con el sello de la originalidad que las distingue y el tintesombrío de que jamás carecen, revelándose en ellas esa especie de

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filosofía propia que, sin estudiar, aprende en la misma naturaleza; enrespetar la superstición y sus preocupaciones, nacidas y fomentadas porsu misma ignorancia; en dibujar el orden de sus impresiones y de susafectos, que él encubre y disimula estudiosamente; sus desencantos,producidos por su misma condición social, y esa indolencia que le eshabitual, hasta llegar a constituir una de las condiciones de su espíritu;en retratar, en fin, lo más fielmente que me fuera posible, con todas susespecialidades propias, ese tipo original de nuestras pampas, tan pococonocido por lo mismo que es difícil estudiarlo, tan erróneamentejuzgado muchas veces, y que, al paso que avanzan las conquistas de lacivilización, va perdiéndose casi por completo.Sin duda que todo esto ha sido demasiado desear para tan pocaspáginas, pero no se me puede hacer un cargo por el deseo, sino por nohaberlo conseguido.Una palabra más, destinada a disculpar sus defectos. Páselos usted poralto porque quizá no lo sean todos los que a primera vista puedanparecerlo, pues no pocos se encuentran allí como copia o imitación delos que lo son realmente.Por lo demás, espero, mi amigo, que usted lo juzgará con benignidad,siquiera sea porque Martín Fierro no va de la ciudad a referir a suscompañeros lo que ha visto y admirado en un 25 de Mayo u otrafunción semejante, referencias algunas de las cuales, como el Fausto yvarias otras, son de mucho mérito ciertamente, sino que cuenta sustrabajos, sus desgracias, los azares de su vida de gaucho, y usted nodesconoce que el asunto es más difícil de lo que muchos se imaginarán.Y con lo dicho basta para preámbulo, pues ni Martín Fierro exige más,ni usted gusta mucho de ellos, ni son de la predilección del público, nise avienen con el carácter deSu verdadero amigo,

JOSÉ HERNÁNDEZ

Desde 1862 hasta la fecha se han invertido 25 millones de fuertes, sóloen la frontera, y si a esto se agrega el monto de las propiedadesparticulares perdidas, el decaimiento de la industria, la depreciación dela tierra, el trastorno que causa el servicio forzado, el cautiverio decentenares de personas y la muerte de mayor número, tenemos queretroceder espantados ante este cuadro de desolación y ruina, cuya

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exactitud parecería sospechosa si no estuviese confirmada por hechosque todos conocen, de una incontestable evidencia....Parece que el despotismo y la crueldad con que tratamos a los pobrespaisanos estuviese en la sangre y en la educación que hemos recibido.Cuando ven al hombre de nuestros campos, al modesto agricultor,envuelto en su manta de lana o con su poncho a la espalda, les pareceque ven al indio de nuestras Pampas, a quien se creen autorizados paratratar con la misma dureza e injusticia que los conquistadoresempleaban con los primitivos habitantes de la América....Cuando se quiere mandar un contingente a la frontera o se quiereorganizar un batallón, se toma por sorpresa o con sorpresa al labrador yal artesano, y mal de su grado se le conduce atrincado a las filas.

OROÑO, Discurso en el Senado, Sesión del 8 de octubre de 1869.

Cuando la grita ha llegado a su último punto, cuando ha venido acomprobarse que las guarniciones de los fortines eran insuficientes, queestaban desnudas, desarmadas, desmontadas y hambrientas, sóloentonces se ha visto que, por una especie de pudor y a pesar de susdenegaciones, el Ministerio trataba de enviarles siquiera lo indispensablepara mitigar el hambre y cubrir la desnudez de los soldados.

La Nación, noviembre 14 de 1872

EL PAYADOREn un espacioso ranchode amarillentas totoras,en derredor asentadasde una llama serpeadoraque ilumina los semblantescomo funeraria antorcha,hirviendo el agua en el fuego,y de una mano tras otrapasando el sabroso mateque todos con gusto toman,se pueden contar muy biencomo unas doce personas.

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Pero están con tal silencio,con tanta calma reposan,que sólo se escucha el ecode guitarra gemidora,mezclado con los acentosde una voz que, melancólica,murmura tan dulcementecomo el viento entre las hojas.Es un payador que, tierno,alza allí sentida trova,y al compás de su guitarraversos a raudales brota,pero versos expresivos,de cadencia voluptuosay que expresan tiernamentede su pecho las congojas.Es verdad que muchas vecesla ingrata rima cohortapensamientos que grandiososse traslucen mas no asomany como nocturnas lucesal irradiarse evaporanla fantasía sujetaen las redes del idioma,no permite que se elevela inspiración creadorani que sus altivas alasdel arte los grillos rompanni que el instinto del genioles trace una senda propia,mostrándole allá en los cielosaquella ansiada corona,que iluminando el espaciocon su luz esplendorosavibra un rayo diamantinoque el numen del vate esponjapara embeber fácilmentede su corazón las gotasy destilarlas despuéscomo el llanto de la aurora,

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convertidas en cantaresque vuelan de zona en zona.¡Y cuántas veces no obstantesus desaliñadas coplas,sin esfuerzo ni trabajocomo las tranquilas ondas,una a una, dulcemente,van saliendo de su boca!¡O de repente, veloces,penetrantes, ardorosas,se escapan como centellasy el fondo del alma tocan!Porque su maestro esla naturaleza sola,a quien ellos sin saberloa oscuras y a tientas copian.Así el cantor, sin curarsede reglas que no le importan,sigue raudo y caprichososu bien comenzada trova.

Celiar. ALEJANDRO MAGARIÑOS CERVANTES.

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I

MARTÍN FIERRO

Aquí me pongo a cantaral compás de la vigüela,que el hombre que lo desvelauna pena estrordinaria,como la ave solitaria, 5con el cantar se consuela.

Pido a los santos del cieloque ayuden mi pensamiento;les pido en este momentoque voy a cantar mi historia 10me refresquen la memoriay aclaren mi entendimiento.

Vengan santos milagrosos,vengan todos en mi ayuda,que la lengua se me añuda 15y se me turba la vista;pido a mi Dios que me asistaen una ocasión tan ruda.

Yo he visto muchos cantores,con famas bien otenidas, 20y que después de alquiridasno las quieren sustentar:parece que sin largarse cansaron en partidas.

Mas ande otro criollo pasa 25Martín Fierro ha de pasar;nada lo hace recularni las fantasmas lo espantan;y dende que todos cantanyo también quiero cantar. 30

Cantando me he de morir,

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cantando me han de enterrar,y cantando he de llegaral pie del Eterno Padre:dende el vientre de mi madre 35vine a este mundo a cantar.

Que no se trabe mi lenguani me falte la palabra.El cantar mi gloria labra,y poniéndome a cantar, 40cantando me han de encontraraunque la tierra se abra.

Me siento en el plan de un bajoa cantar un argumento.Como si soplara el viento 45hago tiritar los pastos.Con oros, copas y bastosjuega allí mi pensamiento.

Yo no soy cantor letrao,mas si me pongo a cantar 50no tengo cuándo acabary me envejezco cantando;las coplas me van brotandocomo agua de manantial.

Con la guitarra en la mano 55ni las moscas se me arriman;naides me pone el pie encima,y cuando el pecho se entona,hago jemir a la primay llorar a la bordona. 60

Yo soy toro en mi rodeoy toraso en rodeo ajeno;siempre me tuve por güeno,y si me quieren probar,salgan otros a cantar 65y veremos quién es menos.

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No me hago al lao de la güeyaaunque vengan degollando;con los blandos yo soy blandoy soy duro con los duros, 70y ninguno en un apurome ha visto andar tutubiando.

En el peligro ¡qué Cristos!el corazón se me ensanchapues toda la tierra es cancha, 75y de esto naides se asombre:el que se tiene por hombredonde quiera hace pata ancha.

Soy gaucho, y entiendanlócomo mi lengua lo explica, 80para mí la tierra es chicay pudiera ser mayor.Ni la víbora me picani quema mi frente el sol.

Nací como nace el peje, 85en el fondo de la mar;naides me puede quitaraquello que Dios me dio:lo que al mundo truge yodel mundo lo he de llevar. 90

Mi gloria es vivir tan librecomo el pájaro del cielo;no hago nido en este suelo,ande hay tanto que sufrir;y naides me ha de seguir 95cuando yo remuento el vuelo.

Yo no tengo en el amorquien me venga con querellas;como esas aves tan bellasque saltan de rama en rama, 100

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yo hago en el trébol mi camay me cubren las estrellas.

Y sepan cuantos escuchande mis penas el relato,que nunca peleo ni mato 105sino por necesidá,y que a tanta alversidásólo me arrojó el mal trato.

Y atiendan la relaciónque hace un gaucho perseguido, 110que padre y marido ha sidoempeñoso y diligente,y sin embargo la gentelo tiene por un bandido.

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II

Ninguno me hable de penas, 115porque yo penando vivo,y naides se muestre altivoaunque en el estribo esté,que suele quedarse a pieel gaucho más alvertido. 120

Junta esperencia en la vidahasta pa dar y prestarquien la tiene que pasarentre sufrimiento y llanto,porque nada enseña tanto 125como el sufrir y el llorar.

Viene el hombre ciego al mundo,cuartiándolo la esperanza,y a poco andar ya lo alcanzanlas desgracias a empujones. 130¡La pucha! que trae licionesel tiempo con sus mudanzas.

Yo he conocido esta tierraen que el paisano vivíay su ranchito tenía 135y sus hijos y mujer...Era una delicia el vercómo pasaba sus días.

Entonces... cuando el lucerobrillaba en el cielo santo 140y los gallos con su cantonos decían que el día llegaba,a la cocina rumbiabael gaucho... que era un encanto.

Y sentao junto al jogón 145a esperar que venga el día,al cimarrón le prendía

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hasta ponerse rechoncho,mientras su china dormíatapadita con su poncho. 150

Y apenas la madrugadaempezaba a coloriar,los pájaros a cantary las gallinas a apiarse,era cosa de largarse 155cada cual a trabajar.

Éste se ata las espuelas,se sale el otro cantando,uno busca un pellón blando;éste, un lazo; otro, un rebenque; 160y los pingos, relinchando,los llaman dende el palenque.

El que era pion domadorenderezaba al corral,ande estaba el animal 165bufidos que se las pela...Y más malo que su agüelase hacía astillas el bagual.

Y allí el gaucho inteligenteen cuanto el potro enriendó 170los cueros le acomodóy se le sentó en seguida,que el hombre muestra en la vidala astucia que Dios le dio.

Y en las playas corcobiando 175pedazos se hacía el sotreta,mientras él por las paletasle jugaba las lloronas,y al ruido de las caronassalía haciéndose gambetas. 180

¡Ah tiempos!... Si era un orgullo

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ver ginetiar un paisano.Cuando era gaucho vaquianoaunque el potro se boliase,no había uno que no parase 185con el cabresto en la mano.

Y mientras domaban unos,otros al campo salían,y la hacienda recogían,las manadas repuntaban, 190y ansí sin sentir pasabanentretenidos el día.

Y verlos al cair la nocheen la cocina riunidos,con el juego bien prendido 195y mil cosas que contar,platicar muy divertidoshasta después de cenar.

Y con el buche bien lleno,era cosa superior 200irse en brazos del amora dormir como la gente,pa empezar al día siguientelas fainas del día anterior.

Ricuerdo... ¡qué maravilla! 205cómo andaba la gauchada,siempre alegre y bien montaday dispuesta pa el trabajo...Pero hoy en el día... ¡barajo!no se le ve de aporriada. 210

El gaucho más infeliztenía tropilla de un pelo;no le faltaba un consueloy andaba la gente lista...tendiendo al campo la vista, 215sólo vía hacienda y cielo.

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Cuando llegaban las yerras,¡cosa que daba calor!tanto gaucho pialadory tironiador sin yel. 220¡Ah tiempos!... pero si en élse ha visto tanto primor.

Aquello no era trabajo,más bien era una junción,y después de un güen tirón 225en que uno se daba maña,pa darle un trago de cañasolía llamarlo el patrón.

Pues siempre la mamajuanavivía bajo la carreta, 230y aquel que no era chancleta,en cuanto el goyete vía,sin miedo se le prendíacomo güérfano a la teta.

Y ¡qué jugadas se armaban 235cuando estábamos riunidos!Siempre íbamos prevenidos,pues en tales ocasiones,a ayudarles a los pionescaiban muchos comedidos 240

Eran los días del apuroy alboroto pa el hembraje,pa preparar los potajesy osequiar bien a la gente;y ansí, pues, muy grandemente, 245pasaba siempre el gauchaje.

Venía la carne con cuero,la sabrosa carbonada,mazamorra bien pisada,los pasteles y el güen vino... 250

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Pero ha querido el destinoque todo aquello acabara.

Estaba el gaucho en su pagocon toda siguridá;pero aura... ¡barbaridá!, 255la cosa anda tan fruncida,que gasta el pobre la vidaen juir de la autoridá.

Pues si usté pisa en su ranchoy si el alcalde lo sabe, 260lo caza lo mesmo que ave,aunque su mujer aborte...No hay tiempo que no se acabeni tiento que no se corte.

Y al punto dese por muerto 265si el alcalde lo bolea,pues ay nomás se le apeacon una felpa de palos.Y después dicen que es maloel gaucho si los pelea. 270

Y el lomo le hinchan a golpesy le rompen la cabeza,y luego, con lijereza,ansí lastimao y todo,lo amarran codo con codo 275y pa el cepo lo enderiezan.

Ay comienzan sus desgracias,ay principia el pericón;porque ya no hay salvación,y que usté quiera o no quiera, 280lo mandan a la fronterao lo echan a un batallón.

Ansí empezaron mis males,lo mesmo que los de tantos.

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Si gustan...en otros cantos 285les diré lo que he sufrido.Después que uno está perdidono lo salvan ni los santos.

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III

Tuve en mi pago en un tiempohijos, hacienda y mujer; 290pero empecé a padecer,me echaron a la frontera,¡y qué iba a hallar al volver!Tan sólo hallé la tapera.

Sosegao vivía en mi rancho, 295como el pájaro en su nido.Allí mis hijos queridosiban creciendo a mi lao...Sólo queda al desgraciaolamentar el bien perdido. 300

Mi gala en las pulperíasera, cuando había más gente,ponerme medio caliente,pues cuando puntiao me encuentrome salen coplas de adentro 305como agua de la virtiente.

Cantando estaba una vezen una gran diversión,y aprovechó la ocasióncomo quiso el juez de paz: 310se presentó y ay no máshizo una arriada en montón.

Juyeron los más matrerosy lograron escapar.Yo no quise disparar: 315soy manso y no había por qué.Muy tranquilo me quedéy ansí me dejé agarrar.

Allí un gringo con un órganoy una mona que bailaba 320haciéndonos rair estaba

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cuando le tocó el arreo.¡Tan grande el gringo y tan feo!¡Lo viera cómo lloraba!

Hasta un inglés sangiador 325que decía en la última guerraque él era de Inca-la-perray que no quería servir,tuvo también que juira guarecerse en la sierra. 330

Ni los mirones salvaronde esa arriada de mi flor;fue acoyarao, el cantorcon el gringo de la mona;a uno solo, por favor, 335logró salvar la patrona.

Formaron un contingentecon los que en el baile arriaron;con otros nos mesturaron,que habían agarrao también. 340Las cosas que aquí se venni los diablos las pensaron.

A mí el juez me tomó entre ojosen la última votación.Me le había hecho el remolón 345y no me arrimé ese día,y él dijo que yo servíaa los de la esposición.

Y ansí sufrí ese castigotal vez por culpas agenas. 350Que sean malas o sean güenaslas listas, siempre me escondo.Yo soy un gaucho redondoy esas cosas no me enllenan.

Al mandarnos nos hicieron 355

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más promesas que a un altar.El juez nos jue a ploclamary nos dijo muchas veces:-«Muchachos, a los seis meseslos van a revelar.» 360

Yo llevé un moro de número¡sobresaliente el matucho!Con él gané en Ayacuchomás plata que agua bendita.Siempre el gaucho necesita 365un pingo pa fiarle un pucho.

Y cargué sin dar más güeltascon las prendas que tenía.Gergas, poncho, cuanto habíaen casa, tuito lo alcé. 370A mi china la dejémedio desnuda ese día.

No me faltaba una guasca;esa ocasión eché el resto:bozal, maniador, cabresto, 375lazo, bolas y manea...¡El que hoy tan pobre me veatal vez no creerá todo esto!

Ansí en mi moro escarciandoenderesé a la frontera. 380¡Aparcero!, sí usté vieralo que se llama cantón...Ni envidia tengo al ratónen aquella ratonera.

De los pobres que allí había 385a ninguno lo largaron;los más viejos resongaron,pero a uno que se quejó,en seguida lo estaquiarony la cosa se acabó. 390

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En la lista de la tardeel jefe nos cantó el punto,diciendo: -«Quinientos juntosllevará el que se resierte;lo haremos pitar del juerte; 395más bien dése por dijunto».

A naides le dieron armas,pues toditas las que habíael coronel las tenía,sigún dijo esa ocasión, 400pa repartirlas el díaen que hubiera una invasión.

Al principio nos dejaronde haraganes, criando sebo;pero después... no me atrevo 405a decir lo que pasaba...¡Barajo!... si nos tratabancomo se trata a malevos.

Porque todo era jugarlepor los lomos con la espada, 410y aunque usté no hiciera nada,lo mesmito que en Palermo,le daban cada cepiadaque lo dejaban enfermo.

Y ¡qué indios ni qué servicio! 415¡Si allí no había ni cuartel!Nos mandaba el coronela trabajar en sus chacras,y dejábamos las vacasque las llevara el infiel. 420

Yo primero sembré trigoy después hice un corral;corté adobe pa un tapial,hice un quincho, corté paja...

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¡La pucha que se trabaja 425sin que le larguen ni un rial!

Y es lo pior de aquel enriedoque si uno anda hinchando el lomose le apean como un plomo...¡Quién aguanta aquel infierno! 430Y eso es servir al Gobierno,a mí no me gusta el cómo.

Más de un año nos tuvieronen esos trabajos duros;y los indios, le asiguro, 435dentraban cuando querían:como no los perseguíansiempre andaban sin apuro.

A veces decía al volverdel campo la descubierta 440que estuviéramos alerta,que andaba adentro la indiada,porque había una rastrilladao estaba una yegua muerta.

Recién entonces salía 445la orden de hacer la riunión,y cáibamos al cantónen pelos y hasta enancaos;sin armas, cuatro pelaos,que ívamos a hacer jabón. 450

Ay empezaba el afán,se entiende, de puro vicio,de enseñarle el ejercicioa tanto gaucho reclutacon un estrutor... ¡qué... bruta!, 455que nunca sabía su oficio.

Daban entonces las armaspa defender los cantones,

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que eran lanzas y latonescon ataduras de tiento... 460Las de juego no las cuentoporque no había municiones.

Y chamuscao un sargento,me contó que las tenían,pero que ellos las vendían 465para cazar avestruces;y ansí andaban noche y díadéle bala a los ñanduces.

Y cuando se iban los indioscon lo que habían manotiao, 470salíamos muy apuraosa perseguirlos de atrás;si no se llevaban máses porque no habían hallao.

Allí sí se ven desgracias 475y lágrimas y afliciones;naides les pida perdonesal indio, pues donde dentraroba y mata cuanto encuentray quema las poblaciones. 480

No salvan de su jurorni los pobres anjelitos;viejos, mozos y chiquitos,los mata del mesmo modo,que el indio lo arregla todo 485con la lanza y con los gritos.

Tiemblan las carnes al verlovolando al viento la cerda;la rienda en la mano izquierday la lanza en la derecha, 490ande enderiesa abre brecha,pues no hay lanzaso que pierda.

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Hace trotiadas tremendasdende el fondo del desierto;ansí llega medio muerto 495de hambre, de sé y de fatiga;pero el indio es una hormigaque día y noche está dispierto.

Sabe manejar las bolascomo naides las maneja; 500cuanto el contrario se alejamanda una bola perdida,y si lo alcanza, sin vidaes siguro que lo deja.

Y el indio es como tortuga 505de duro para espichar;si lo llega a destriparni siquiera se le encoge,luego, sus tripas recoje,y se agacha a disparar. 510

Hacían el robo a su gustoy después se ivan de arribase llevaban las cautivasy nos contaban que a vecesles descarnaban los pieses, 515a las pobrecitas, vivas.

¡Ah, si partía el corazónver tantos males, canejo!Los perseguíamos de lejossin poder ni galopiar; 520y ¡qué habíamos de alcanzaren unos bichocos viejos!

Nos volvíamos al cantóna las dos o tres jornadas,sembrando las caballadas; 525y pa que alguno la venda,rejuntábamos la hacienda

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que habían dejao resagada.

Una vez, entre otras muchas,tanto salir al botón, 530nos pegaron un malónlos indios, y una lanciada,que la gente acobardadaquedó dende esa ocasión.

Habían estao escondidos 535aguaitando atrás de un cerro...¡Lo viera a su amigo Fierroaflojar como un blandito!Salieron como maíz fritoen cuanto sonó un cencerro. 540

Al punto nos dispusimos,aunque ellos eran bastantes;la formamos al istantenuestra gente, que era poca,y golpiándose en la boca 545hicieron fila adelante.

Se vinieron en tropelhaciendo temblar la tierra.No soy manco pa la guerra,pero tuve mi jabón, 550pues iva en un redomónque había boliao en la sierra.

¡Qué vocerío! ¡Qué barullo!¡Qué apurar esa carrera!La indiada todita entera 555dando alaridos cargó.¡Jué pucha!... y ya nos sacócomo yeguada matrera.

¡Qué fletes traiban los bárbaros!Como una luz de lijeros, 560hicieron el entrevero,

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y en aquella mescolanza,éste quiero, éste no quiero,nos escojían con la lanza.

Al que le dan un chuzaso, 565dificultoso es que sane.En fin, para no echar panes,salimos por esas lomaslo mesmo que las palomasal juir de los gavilanes. 570

¡Es de almirar la destrezacon que la lanza manejan!De perseguir nunca dejan,y nos traiban apretaos.¡Si queríamos, de apuraos, 575salirnos por las orejas!

Y pa mejor de la fiesta,en esta aflición tan suma,vino un indio echando espumay con la lanza en la mano 580gritando: -«Acabau, cristiano,metau el lanza hasta el pluma».

Tendido en el costillar,cimbrando por sobre el brazouna lanza como un lazo, 585me atropeyó dando gritos.Si me descuido... el malditome levanta de un lanzazo.

Si me atribulo o me encojo,siguro que no me escapo. 590Siempre he sido medio guapo;pero en aquella ocasiónme hacía buya el corazóncomo la garganta al sapo.

Dios le perdone al salvaje 595

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las ganas que me tenía...Desaté las tres maríasy lo engatusé a cabriolas...¡Pucha!... Si no traigo bolasme achura el indio ese día. 600

Era el hijo de un casique,sigún yo lo averigüé;la verdá del caso juéque me tuvo apuradazo,hasta que al fin de un bolazo 605del caballo lo bajé.

Ay no más me tiré al sueloy lo pisé en las paletas;empezó a hacer morisquetasy a mesquinar la garganta. 610Pero yo hice la obra santade hacerlo estirar la geta.

Allí quedó de mojóny en su caballo salté;de la indiada disparé, 615pues si me alcanza, me mata;y al fin me las escapécon el hilo en una pata.

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IV

Seguiré esta relación,aunque pa chorizo es largo. 620El que pueda, hágase cargocómo andaría de matrerodespués de salvar el cuerode aquel trance tan amargo.

Del sueldo nada les cuento, 625porque andaba disparando.Nosotros de cuando en cuandosolíamos ladrar de pobres;nunca llegaban los cobresque se estaban aguardando. 630

Y andábamos de mugrientosque el mirarnos daba horror;le juro que era un dolorver esos hombres ¡por Cristo!En mi perra vida he visto 635una miseria mayor.

Yo no tenía ni camisani cosa que se parezca;mis trapos sólo pa yescame podían servir al fin... 640No hay plaga como un fortínpara que el hombre padezca.

Ponchos, gergas, el apero,las prenditas, los botones,todo, amigo, en los cantones 645jué quedando poco a poco,ya nos tenían medio locola pobreza y los ratones.

Sólo una manta peludaera cuanto me quedaba; 650la había agenciao a la taba

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y ella me tapaba el bulto.Yaguané que allí ganabano salía... ni con indulto.

Y pa mejor, hasta el moro 655se me jué de entre las manos.No soy lerdo... pero, hermano,vino el comendante un díadiciendo que lo quería«pa enseñarle a comer grano». 660

Afigúrese cualquierala suerte de este su amigoa pie y mostrando el umbligo,estropiao, pobre y desnudo.Ni por castigo se pudo 665hacerse más mal conmigo.

Ansí pasaron los meses,y vino el año siguiente,y las cosas igualmentesiguieron del mesmo modo: 670adrede parece todopara aburrir a la gente.

No teníamos más permisoni otro alivio la gauchadaque salir de madrugada 675cuando no había indio ninguno,campo ajuera, a hacer boliadas,desocando los reyunos.

Y cáibamos al cantóncon los fletes aplastaos; 680pero a veces, medio aviaos,con pluma y algunos cueros,que ay no más con el pulperolos teníamos negociaos.

Era un amigo del gefe 685

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que con un boliche estaba;yerba y tabaco nos dabapor la pluma de avestruz,y hasta le hacía ver la luzal que un cuero le llevaba. 690

Sólo tenía cuatro frascosy unas barricas vacíasy a la gente le vendíatodo cuanto precisaba.A veces creiba que estaba 695allí la proveduría.

¡Ah pulpero habilidoso!Nada le solía faltar,¡ay juna!, y para tragartenía un buche de ñandú. 700La gente le dio en llamar«el boliche de virtú».

Aunque es justo que quien vendealgún poquitito muerda,tiraba tanto la cuerda 705que con sus cuatro limetasél cargaba las carretasde plumas, cueros y cerda.

Nos tenían apuntaos a todoscon más cuentas que un rosario, 710cuando se anunció un salarioque iban a dar, o un socorro;pero sabe Dios qué zorrose lo comió al comisario.

Pues nunca lo vi llegar; 715y al cabo de muchos días,en la mesma pulperíadieron una buena cuenta,que la gente, muy contenta,de tan pobre, recebía. 720

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Sacaron unos sus prendasque las tenían empeñadas;por sus diudas atrasadasdieron otros el dinero;al fin de fiesta el pulpero 725se quedó con la mascada.

Yo me arrecosté a un orcóndando tiempo a que pagaran,y poniendo güena cara,estuve haciéndome el poyo, 730a esperar que me llamaranpara recibir mi boyo.

Pero ay me pude quedarpegao pa siempre al orcón:ya era casi la oración 735y ninguno me llamaba.La cosa se me ñublabay me dentró comezón.

Pa sacarme el entripaovi al mayor, y lo fi a hablar. 740Yo me le empecé a atracar,y como con poca ganale dije: -«Tal vez mañanaacabarán de pagar».

-«¡Qué mañana ni otro día!»- 745-al punto me contestó-.La paga ya se acabó,siempre has de ser animal».Me rai y le dije: -«Yo...no he recebido ni un rial». 750

Se le pusieron los ojosque se le querían salir,y ay no más volvió a decir,comiéndomé con la vista:

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-«Y ¿qué querés recebir 755si no has dentrao en la lista?»

«Esto sí que es amolar»-dije yo pa mis adentros-.«Van dos años que me encuentro,y hasta aura he visto ni un grullo; 760dentro en todos los barullos,pero en las listas no dentro».

Vide el plaito mal paraoy no quise aguardar más...Es güeno vivir en paz 765con quien nos ha de mandar.Y reculando pa atrásme le empecé a retirar.

Supo todo el comendantey me llamó al otro día, 770diciéndome que queríaaviriguar bien las cosas,que no era el tiempo de Rosasque aura a naides se debía.

Llamó al cabo y al sargento 775y empezó la indagación:si había venido al cantónen tal tiempo o en tal otro...y si había venido en potro,en reyuno o redomón. 780

Y todo era alborotaral ñudo y hacer papel.Conocí que era pastelpa engordar con mi guayaca;mas si voy al coronel 785me hacen bramar en la estaca.

¡Ah hijos de una!... La codiciaojalá les ruempa el saco.

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Ni un pedazo de tabacole dan al pobre soldao 790y lo tienen de delgaomás lijero que un guanaco.

Pero qué iba a hacerles yo,charabón en el desierto;más bien me daba por muerto 795pa no verme más fundido;y me les hacía el dormidoaunque soy medio dispierto.

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V

Ya andaba desesperao,aguardando una ocasión; 800que los indios un malónnos dieran y entre el estragohacérmeles cimarróny volverme pa mi pago.

Aquello no era servicio 805ni defender la frontera:aquello era ratoneraen que sólo gana el juerte;era jugar a la suertecon una taba culera. 810

Allí tuito va al revés:los milicos se hacen pionesy andan por las poblacionesemprestaos pa trabajar:los rejuntan pa peliar 815cuando entran indios ladrones.

Yo he visto en esa milongamuchos gefes con estancia,y piones en abundancia,y majadas y rodeos; 820he visto negocios feos,a pesar de mi inorancia.

Y colijo que no quierenla barunda componer.Para esto no ha de tener 825el gefe aunque esté de establemás que su poncho y su sable,su caballo y su deber.

Ansina, pues, conociendoque aquel mal no tiene cura, 830que tal vez mi sepultura

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si me quedo iba a encontrar,pensé en mandarme mudarcomo cosa más sigura.

Y pa mejor, una noche, 835¡qué estaquiada me pegaron!Casi me descoyuntaronpor motivo de una gresca.¡Ay juna, si me estiraronlo mesmo que guasca fresca! 840

Jamás me puedo olvidarlo que esta vez me pasó:dentrando una noche yoal fortín, un enganchaoque estaba medio mamao 845allí me desconoció.

Era un gringo tan bozal,que nada se le entendía.¡Quién sabe de ande sería!Tal vez no juera cristiano, 850pues lo único que decíaes que era pa-po-litano.

Estaba de centinela,y por causa del peludoverme más claro no pudo 855y ésa jué la culpa toda:el bruto se asustó al ñudoy fi el pavo de la boda.

Cuando me vido acercar:-«¿Quén vívore?» -preguntó. 860-«¿Qué víboras?» -dije yo.-¡Ha garto!» -me pegó el grito,y yo dije despacito:-«Más lagarto serás vos».

Ay no más ¡Cristo me valga! 865

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Rastrillar el fusil siento;me agaché, y en el momentoel bruto me largó un chumbo;mamao, me tiró sin rumbo,que si no, no cuento el cuento. 870

Por de contao, con el tirose alborotó el abispero;los oficiales salierony se empezó la junción:quedó en su puesto el nación, 875y yo fi al estaquiadero.

Entre cuatro bayonetasme tendieron en el suelo;vino el mayor medio en pedo,y allí se puso a gritar: 880-«Pícaro, te he de enseñara andar declamando sueldos.»

De las manos y las patasme ataron cuatro sinchonesles aguanté los tirones 885sin que ni un ¡ay! se me oyera,y al gringo la noche enteralo harté con mis maldiciones.

Yo no sé por qué el Gobiernonos manda aquí a la frontera 890gringada que ni siquierase sabe atracar a un pingo.¡Si crerá al mandar un gringoque nos manda alguna fiera!

No hacen más que dar trabajo, 895pues no saben ni ensillar,no sirven ni pa carniar,y yo he visto muchas vecesque ni voltiadas las resesse les querían arrimar. 900

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Y lo pasan sus mercedeslengüetiando pico a pico,hasta que viene un milicoa servirles el asao;y, eso sí, en lo delicaos 905parecen hijos de rico.

Si hay calor, ya no son gente;si yela, todos tiritan;si usté no les da, no pitanpor no gastar en tabaco, 910y cuando pescan un nacounos a otros se lo quitan.

Cuanto llueve se acoquinancomo el perro que oye truenos.¡Qué diablos!, sólo son güenos 915pa vivir entre maricas,y nunca se andan con chicaspara alzar ponchos ajenos.

Pa vichar son como ciegos:ni hay ejemplo de que entienden, 920no hay uno solo que apriendaal ver un bulto que cruza,a saber si es avestruzao si es ginete o hacienda.

Si salen a perseguir, 925después de mucho aparato,tuitos se pelan al ratoy va quedando el tendal.Esto es como en un nidalecharle güebos a un gato. 930

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VI

Vamos dentrando reciéna la parte más sentida,aunque es todita mi vidade males una cadena.A cada alma dolorida 935le gusta cantar sus penas.

Se empezó en aquel entoncesa rejuntar caballaday riunir la milicadateniéndola en el cantón, 940para una despedicióna sorprender a la indiada.

Nos anunciaban que iríamossin carretas ni bagajesa golpiar a los salvages 945en sus mesmas tolderías;que a la güelta pagarían,licenciándolo, al gauchaje.

Que en esta despedicióntuviéramos la esperanza, 950que iba a venir sin tardanza,sigún el gefe contó,un menistro, o qué sé yo,que le llamaban Don Ganza.

Que iba a riunir el ejército 955y tuitos los batallones,y que traiba unos cañonescon mas rayas que un cotín.¡Pucha!, las conversacionespor allá no tenían fin. 960

Pero esas trampas no enriedana los zorros de mi laya;que el menistro venga o vaya,

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poco le importa a un matrero:yo también dejé las rayas... 965en los libros del pulpero.

Nunca jui gaucho dormido,siempre pronto, siempre listo,yo soy un hombre, ¡qué Cristo!,que nada me ha acobardao, 970y siempre salí paraoen los trances que me he visto.

Dende chiquito ganéla vida con mi trabajo,y aunque siempre estuve abajo 975y no sé lo que es subir,también el mucho sufrirsuele cansarnos ¡barajo!

En medio de mi inoranciaconozco que nada valgo; 980soy la liebre o soy el galgoasigún los tiempos andan;pero también los que mandandebieran cuidarnos algo.

Una noche que riunidos 985estaban en la carpetaempinando una limetael jefe y el juez de paz,yo no quise aguardar más,y me hice humo en un sotreta. 990

Para mí el campo son floresdende que libre me veo;donde me lleva el deseoallí mis pasos dirijo,y hasta en las sombras, de fijo 995que a donde quiera rumbeo.

Entro y salgo del peligro

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sin que me espante el estrago;no aflojo al primer amagoni jamás fi gaucho lerdo; 1000soy pa rumbiar como el cerdo,y pronto cai a mi pago.

Volvía al cabo de tres añosde tanto sufrir al ñudo.Resertor, pobre y desnudo, 1005a procurar suerte nueva;y lo mesmo que el peludoenderesé pa mi cueva.

No hallé ni rastro del rancho;¡sólo estaba la tapera! 1010¡Por Cristo, si aquello erapa enlutar el corazón!¡Yo juré en esa ocasiónser más malo que una fiera!

¡Quien no sentirá lo mesmo 1015cuando ansí padece tanto!Puedo asigurar que el llantocomo una mujer largué.¡Ay mi Dios, si me quedémás triste que Jueves Santo! 1020

Sólo se oiban los aullidosde un gato que se salvó;el pobre se guareciócerca, en una vizcachera;venía como si supiera 1025que estaba de güelta yo.

Al dirme dejé la hacienda,que era todito mi haber;pronto debíamos volver,según el juez prometía, 1030y hasta entonces cuidaríade los bienes la mujer.

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... ... ...

... ... ...

... ... ...

Después me contó un vecinoque el campo se lo pidieron,la hacienda se la vendieron 1035pa pagar arrendamientos,y qué sé yo cuántos cuentos;pero todo lo fundieron.

Los pobrecitos muchachos,entre tantas afliciones 1040se conchabaron de piones;mas ¡qué ivan a trabajar,si eran como los pichonessin acabar de emplumar!

Por ay andarán sufriendo 1045de nuestra suerte el rigor:me han contado que el mayornunca dejaba a su hermano.Puede ser que algún cristianolos recoja por favor. 1050

¡Y la pobre mi mujerDios sabe cuánto sufrió!Me dicen que se volócon no sé qué gavilán:sin duda a buscar el pan 1055que no podía darle yo.

No es raro que a uno le faltelo que a algún otro le sobre:si no le quedó ni un cobre,sinó de hijos un enjambre, 1060¿qué más iba a hacer la pobrepara no morirse de hambre?

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¡Tal vez no te vuelva a ver,prenda de mi corazón!Dios te dé su protección, 1065ya que no me la dio a mí.Y a mis hijos dende aquíles echo mi bendición.

Como hijitos de la cunaandarán por ay sin madre; 1070ya se quedaron sin padre,y ansí la suerte los dejasin naides que los protejay sin perro que los ladre.

Los pobrecitos tal vez 1075no tengan ande abrigarse,ni ramada ande ganarse,ni un rincón ande meterse,ni camisa que ponerse,ni poncho con que taparse. 1080

Tal vez los verán sufrirsin tenerles compasión;puede que alguna ocasión,aunque los vean tiritando,los echen de algún jogón 1085pa que no estén estorbando.

Y al verse ansina espantaoscomo se espanta a los perros,irán los hijos de Fierro,con la cola entre las piernas, 1090a buscar almas más tiernaso esconderse en algún cerro.

Mas también en este juegovoy a pedir mi volada:a naides le debo nada, 1095ni pido cuartel ni doy,y ninguno dende hoy

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ha de llevarme en la armada.

Yo he sido manso primeroy seré gaucho matrero 1100en mi triste circunstancia:aunque es mi mal tan projundo,nací y me he criao en estancia,pero ya conozco el mundo.

Ya le conozco sus mañas, 1105le conozco sus cucañas,sé cómo hacen la partida,la enriedan y la manejan.Desaceré la madeja,aunque me cueste la vida. 1110

Y aguante el que no se animea meterse en tanto engorroo si no aprétese el gorroo para otra tierra emigre;pero yo ando como el tigre 1115que le roban los cachorros.

Aunque muchos cren que el gauchotiene un alma de reyuno,no se encontrará ningunoque no le dueblen las penas; 1120mas no debe aflojar unomientras hay sangre en las venas.

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VII

De carta de más me víasin saber a dónde dirme;mas dijieron que era vago 1125y entraron a perseguirme.

Nunca se achican los males,van poco a poco creciendo,y ansina me vide prontoobligao a andar juyendo. 1130

No tenía muger ni rancho,y a más era resertor;no tenía una prenda güenani un peso en el tirador.

A mis hijos infelices, 1135pensé volverlos a hallar,y andaba de un lao al otrosin tener ni qué pitar.

Supe una vez, por desgracia,que había un baile por allí, 1140y medio desesperaoa ver la milonga fui.

Riunidos al pericóntantos amigos hallé,que alegre de verme entre ellos 1145esa noche me apedé.

Como nunca en la ocasiónpor peliar me dio la tranca,y la emprendí con un negroque trujo una negra en ancas. 1150

Al ver llegar la morena,que no hacía caso de naides,le dije con la mamúa:

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-«Va... ca... yendo gente al baile.»

La negra entendió la cosa 1155y no tardó en contestarme,mirándome como a perro:-«Más vaca será su madre.»

Y dentró al baile muy tiesa,con más cola que una zorra, 1160haciendo blanquiar los dienteslo mesmo que mazamorra:

-«Negra linda» -dije yo-.«Me gusta... pa la carona.»Y me puse a talariar 1165esta coplita fregona:

«A los blancos hizo Dios;a los mulatos, San Pedro;a los negros hizo el diablopara tizón del infierno.» 1170

Había estao juntando rabiael moreno dende ajuera:en lo oscuro le brillabanlos ojos como linterna.

Lo conocí retobao, 1175me acerqué y le dije presto:-«Po...r...rudo que un hombre sea,nunca se enoja por esto.»

Corcovió el de los tamangos,y creyéndose muy fijo: 1180-«Más porrudo serás vos,gaucho rotoso» -me dijo.

Y ya se me vino al humo,como a buscarme la hebra,y un golpe le acomodé 1185

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con el porrón de ginebra.

Ay no más pegó el de ollínmás gruñidos que un chanchito,y pelando el envenaome atropelló dando gritos. 1190

Pegué un brinco y abrí canchadiciéndoles: -«Caballeros,dejen venir ese toro.Solo nací..., solo muero.»

El negro, después del golpe 1195se había el poncho refalaoy dijo: -«Vas a sabersi es solo o acompañao.»

Y mientras se arremangóyo me saqué las espuelas, 1200pues malicié que aquel tíono era de arriar con las riendas.

No hay cosa como el peligropa refrescar un mamao:hasta la vista se aclara 1205por mucho que aiga chupao.

El negro me atropellócomo a quererme comer;me hizo dos tiros seguidosy los dos le abarajé. 1210

Yo tenía un facón con Sque era de lima de acero;le hice un tiro, lo quitóy vino ciego el moreno.

Y en el medio de las aspas 1215un planaso le asentéque le largué culebriando

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lo mismo que buscapié.

Le coloriaron las motascon la sangre de la herida, 1220y volvió a venir furiosocomo una tigra parida.

Y ya me hizo relumbrarpor los ojos el cuchillo,alcansando con la punta 1225a cortarme en un carrillo.

Me hirbió la sangre en las venasy me le afirmé al moreno,dándole de punta y hachapa dejar un diablo menos. 1230

Por fin en una topadaen el cuchillo lo alcé,y como un saco de güesoscontra el cerco lo largué.

Tiró unas cuantas patadas 1235y ya cantó pa el carnero.Nunca me puedo olvidarde la agonía de aquel negro.

En esto la negra vino,con los ojos como agí, 1240y empesó, la pobre, allía bramar como una loba.Yo quise darle una sobaa ver si la hacía callar;Mas pude reflexionar 1245que era malo en aquel punto,y por respeto al dijuntono la quise castigar.

Limpie el facón en los pastos,desaté mi redomón, 1250

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monté despacio y salíal tranco pa el cañadón.

Después supe que al finaoni siquiera lo velarony retobao en un cuero 1255sin resarle lo enterraron.

Y dicen que dende entonces,cuando es la noche serena,suele verse una luz malacomo de alma que anda en pena. 1260

Yo tengo intención a veces,para que no pene tantode sacar de allí los güesosy echarlos al campo santo.

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VIII

Otra vez, en un boliche 1265estaba haciendo la tarde;cayó un gaucho que hacía alardede guapo y de peliador.A la llegada metióel pingo hasta la ramada, 1270y yo sin decirle nadame quedé en el mostrador.

Era un terne de aquel pagoque naides lo reprendía,que sus enriedos tenía 1275con el señor comendante.Y como era protejido,andaba muy entonao,y a cualquiera desgraciaolo llevaba por delante. 1280

¡Ah, pobre, si él mismo creibaque la vida le sobraba!Ninguno diría que andabaaguaitándolo la muerte.Pero ansí pasa en el mundo, 1285es ansí la triste vida:pa todos está escondidala güena o la mala suerte.

Se tiró al suelo; al dentrarle dió un empeyón a un vasco, 1290y me alargó un medio frascodiciendo: -«Beba, cuñao».-«Por su hermana -contesté-que por la mía no hay cuidao.»

-¡Ah, gaucho! -me respondió-; 1295¿De qué pago será criollo?«Lo andará buscando el oyo,deberá tener güen cuero;

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pero ande bala este torono bala ningún ternero.» 1300

Y ya salimos trensaos,porque el hombre no era lerdo;mas como el tino no pierdoy soy medio lijerón,lo dejé mostrando el sebo 1305de un revés con el facón.

Y como con la justiciano andaba bien por allí,cuanto pataliar lo viy el pulpero pegó el grito, 1310ya pa el palenque salí,como haciéndome chiquito.

Monté y me encomendé a Dios,rumbiando para otro pago;que el gaucho que llaman vago 1315no puede tener querencia,y ansí, de estrago en estrago,vive yorando la ausencia.

Él anda siempre juyendo.Siempre pobre y perseguido; 1320no tiene cueva ni nido,como si juera maldito;porque el ser gaucho... ¡barajo!,el ser gaucho es un delito.

Es como el patrio de posta: 1325lo larga éste, aquél lo toma,nunca se acaba la broma;dende chico se pareceal arbolito que crecedesemparao en la loma. 1330

Le echan la agua del bautismoaquel que nació en la selva;

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«buscá madre que te envuelva»,se dice el flaire, y lo larga,y dentra a crusar el mundo 1335como burro con la carga.

Y se cría viviendo al vientocomo oveja sin trasquila,mientras su padre en las filasanda sirviendo al Gobierno. 1340Aunque tirite en invierno,naides lo ampara ni asila.

Le llaman gaucho mamaosi lo pillan divertido,y que es mal entretenido 1345si en un baile lo sorprienden;hace mal si se defiendey si no, se ve... fundido.

No tiene hijos, ni mujer,ni amigos ni protetores; 1350pues todos son sus señores,sin que ninguno lo ampare.Tiene la suerte del güey,¿y dónde irá el güey que no are?

Su casa es el pajonal 1355su guarida es el desierto;y si de hambre medio muertole echa el lazo a algún mamón,lo persiguen como a plaitoporque es un «gaucho ladrón». 1360

Y si de un golpe por ayla dan güelta panza arriba,no hay un alma compasivaque le rese una oración;tal vez como cimarrón 1365en una cueva lo tiran.

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Él nada gana en la pazy es el primero en la guerra;no lo perdonan si yerra,que no saben perdonar, 1370porque el gaucho en esta tierrasólo sirve pa votar.

Para él son los calabozos,para él las duras prisiones,en su boca no hay razones 1375aunque la razón le sobre;que son campanas de palolas razones de los pobres.

Si uno aguanta, es gaucho bruto;si no aguanta, es gaucho malo. 1380¡Déle azote, déle palo!,porque es lo que él necesita.De todo el que nació gauchoésta es la suerte maldita.

Vamos, suerte, vamos juntos, 1385dende que juntos nacimos;y ya que juntos vivimossin podernos dividir,yo abriré con mi cuchilloel camino pa seguir. 1390

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IX

Matreriando lo pasabay a las casas no venía.Solía arrimarme de día;mas, lo mesmo que el carancho,siempre estaba sobre el rancho 1395espiando a la polecía.

Viva el gaucho que anda malcomo zorro perseguido,hasta que al menor descuidose lo atarasquen los perros, 1400pues nunca le falta un yerroal hombre más alvertido.

Y en esa hora de la tardeen que tuito se adormese,que el mundo dentrar parece 1405a vivir es pura calma,con las tristezas de su almaal pajonal enderiese.

Bala el tierno corderitoal lao de la blanca oveja, 1410y a la vaca que se alejallama el ternero amarrao;pero el gaucho desgraciaono tiene a quién dar su queja.

Ansí es que al venir la noche 1415iva a buscar mi guarida,pues ande el tigre se anidatambién el hombre lo pasa,y no quería que en las casasme rodiara la partida. 1420

Pues aun cuando vengan elloscumpliendo con sus deberes,yo tengo otros pareceres,

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y en esa conducta vivo;que no debe un gaucho altivo 1425peliar entre las mujeres.

Y al campo me iba solito,más matrero que el venao,como perro abandonao,a buscar una tapera, 1430o en alguna bisacherapasar la noche tirao.

Sin punto ni rumbo fijoen aquella inmensidá,entre tanta escuridá 1435anda el gaucho como duende;allí jamás lo sorpriendedormido la autoridá.

Su esperanza es el coraje,su guardia es la precaución, 1440su pingo es la salvación,y pasa uno en su desvelosin más amparo que el cieloni otro amigo que la facón.... ... ...... ... ...... ... ...Ansí me hallaba una noche, 1445contemplando las estrellas,que le parecen más bellascuanto uno es más desgraciaoy que Dios las haiga criaopara consolarse en ellas. 1450

Les tiene el hombre cariño,y siempre con alegríave salir las Tres Marías;que si llueve, cuanto escampa,las estrellas son la guía 1455que el gaucho tiene en la pampa.

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Aquí no valen dotores,sólo vale la esperencia;aquí verían su inocenciaesos que todo lo saben; 1460porque esto tiene otra llavey el gaucho tiene su cencia.

Es triste en medio del campopasarse noches enterascontemplando en sus carreras 1465las estrellas que Dios cría,sin tener más compañíaque su soledá y las fieras.

Me encontraba, como digo,en aquella soledá, 1470entre tanta escuridá,echando al viento mis quejas,cuando el grito del chajáme hizo parar las orejas.

Como lumbriz me pegué 1475al suelo para escuchar;pronto sentí retumbarlas pisadas de los fletes,y que eran muchos ginetesconocí sin vasilar. 1480

Cuando el hombre está en peligrono debe tener confianza;ansí, tendido de panza,puse toda mi atención,y ya escuché sin tardanza 1485como el ruido de un latón.

Se venían tan calladitosque yo me puse en cuidao;tal vez me habieran bombiaoy me venían a buscar; 1490

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mas no quise disparar,que eso es de gaucho morao.

Al punto me santigüéy eché de giñebra un taco;lo mesmito que el mataco 1495me arroyé con el porrón:«Si han de darme pa tabaco,dije, ésta es güena ocasión.»

Me refalé las espuelaspara no peliar con grillos; 1500me arremangué el calzoncilloy me ajusté bien la faja,y en una mata de pajaprové el filo del cuchillo.

Para tenerlo a la mano 1505el flete en el pasto até,la cincha le acomodé,y en un trance como aquél,haciendo espaldas en élquietito los aguardé. 1510

Cuanto cerca los sentíy que ay nomás se pararon,los pelos se me erizaron,y aunque nada vían mis ojos-«no se han de morir de antojo»- 1515les dije cuando llegaron.

Yo quise hacerles saberque allí se hallaba un varón;les conocí la intención,y solamente por eso 1520es que les gané el tirón,sin aguardar voz de preso.

-«Vos sos un gaucho matrero»-dijo uno, haciéndose el güeno-

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«Vos matastes un moreno 1525y otro en una pulpería,y aquí está la polecía,que viene a justar tus cuentas,te va a alzar por las cuarentasi te resistís hoy día.» 1530

-«No me vengan -contesté-con relación de dijuntos;ésos son otros asuntos;vean si me pueden llevar,que yo no me he de entregar 1535aunque vengan todos juntos.»

Pero no aguardaron más,y se apiaron en montón.Como a perro cimarrónme rodiaron entre tantos; 1540yo me encomendé a los santos,y eché mano a mi facón.

Y ya vide el fogonazode un tiro de garabina;mas quiso la suerte indina 1545de aquel maula, que me errase,y ay no más lo levantase,lo mesmo que una sardina.

A otro que estaba apuraoacomodando una bola, 1550le hice una dentrada solay le hice sentir el fierro,y ya salió como el perrocuando le pisan la cola.

Era tanta la aflición 1555y la angurria que tenían,que tuitos se me veníandonde yo los esperaba:uno al otro se estorbaba

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y con las ganas no vían. 1560

Dos de ellos, que traiban sables,más garifos y resueltos,en las hilachas envueltosen frente se me pararon,y a un tiempo me atropellaron 1565lo mesmo que perros sueltos.

Me fui reculando en falsoy el poncho adelante eché,y en cuanto le puso el pieuno medio chapetón, 1570de pronto le di el tiróny de espaldas lo largué.

Al verse sin compañeroel otro se sofrenó;entonces le dentré yo, 1575sin dejarlo resollar,pero ya empezó a aflojary a la pun...ta disparó.

Uno que en una tacuarahabía atao una tigera, 1580se vino como si fuerapalenque de atar terneros;pero en dos tiros certerossalió aullando campo ajuera.

Por suerte en aquel momento 1585venía coloriando el alba,y yo dije: «Si me salvala Virgen en este apuro,en adelante le juroser más güeno que una malba.» 1590

Pegué un brinco y entre todossin miedo me entreveré;echo ovillo me quedé

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y ya me cargó una yunta,y por el suelo la punta 1595de mi facón les jugué.

El más engolosinaose me apió con un hachazo,se lo quité con el brazo,de no, me mata los piojos; 1600y antes de que diera un pasole eché tierra en los dos ojos.

Y mientras se sacudíarefregándose la vista,yo me le fuí como lista, 1605y ay no más me le afirmédiciéndole: -«Dios te asista.»-Y de un revés lo voltié.

Pero en ese punto mesmosentí que por las costillas 1610un sable me hacía cosquillas,y la sangre se me heló:desde ese momento yome salí de mis casillas.

Di para atrás unos pasos 1615hasta que pude hacer pie;por delante me lo echéde punta y tajos a un criollo,metió la pata en un oyo,y yo al oyo lo mandé. 1620

Tal vez en el corazónlo tocó un santo benditoa un gaucho, que pegó el grito.Y dijo: «Cruz no consienteque se cometa el delito 1625de matar ansí un valiente.»

Y ay no más se me aparió,

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dentrándole a la partida:yo les hice otra envestida,pues entre dos era robo; 1630y el Cruz era como loboque defiende su guarida.

Uno despachó al infiernode dos que lo atropellaron;los demás remoliniaron, 1635pues íbamos a la fija,y a poco andar dispararonlo mesmo que sabandija.

Ay quedaban largo a largolos que estiraron la jeta; 1640otro iva como maleta,y Cruz, de atrás, les decía:-«Que venga otra polecíaa llevarlos en carreta.»

Yo junté las osamentas, 1645me hinqué y les recé un bendito;hice una cruz de un palitoy pedí a mi Dios clementeme perdonara el delitode haber muerto tanta gente. 1650

Dejamos amontanaosa los pobres que murieron;no sé si los recogieron,porque nos fimos a un rancho,o si tal vez los caranchos 1655ay no más se los comieron.

Lo agarramos mano a manoentre los dos al porrón;en semejante ocasiónun trago a cualquiera encanta, 1660y Cruz no era remolónni pijotiaba garganta.

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Calentamos los garguerosy nos largamos muy tiesos,siguiendo siempre los besos 1665al pichel, y, por más señas,íbamos como sigüeñas,estirando los pescuezos.

-«Yo me voy -le dije-, amigo,donde la suerte me lleve, 1670y si es que alguno se atrevea ponerse en mi camino,yo seguiré mi destino,que el hombre hace lo que debe.

Soy un gaucho desgraciado, 1675no tengo donde ampararme,ni un palo donde rascarme,ni un árbol que me cubije;pero ni aun esto me aflige,porque yo sé manejarme. 1680

Antes de cair al serviciotenía familia y hacienda;cuando volví, ni la prendame la habían dejao ya.Dios sabe en lo que vendrá 1685a parar esta contienda.»

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X

CRUZ

Amigazo, pa sufrirhan nacido los varones.Éstas son las ocasionesde mostrarse un hombre juerte, 1690hasta que venga la muertey lo agarre a coscorrones.

El andar tan despilchaoningún mérito me quita.Sin ser un alma bendita, 1695me duelo del mal ageno:soy un pastel con rellenoque parece torta frita.

Tampoco me faltan malesy desgracias, le prevengo; 1700también mis desdichas tengo,aunque esto poco me aflige:yo sé hacerme el chancho rengocuando la cosa lo esige.

Y con algunos ardiles 1705voy viviendo, aunque rotoso;a veces me hago el sarnosoy no tengo ni un granito,pero al chifle voy ganosocomo panzón al maíz frito. 1710

A mí no me matan penasmientras tenga el cuero sano,venga el sol en el veranoy la escarcha en el invierno:si este mundo es un infierno, 1715¿por qué afligirse el cristiano?

Hagámosle cara fiera

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a los males, compañero,porque el zorro más matrerosuele cair como un chorlito: 1720viene por un corderitoy en la estaca deja el cuero.

Hoy tenemos que sufrirmales que no tienen nombre:pero esto a naides lo asombre, 1725porque ansina es el pastel;y tiene que dar el hombremás vueltas que un carretel.

Yo nunca me he de entregara los brazos de la muerte; 1730arrastro mi triste suertepaso a paso y como pueda,que donde el débil se quedase suele escapar el juerte.

Y ricuerde cada cual 1735lo que cada cual sufrió,que lo que es, amigo, yohago ansí la cuenta mía:ya lo pasado pasó,mañana será otro día. 1740

Yo también tuve una pilchaque me enllenó el corazón;y si en aquella ocasiónalguien me hubiera buscao,siguro que me había hallao 1745más prendido que un botón.

En la güella del quererno hay animal que se pierda...Las mujeres no son lerdas,y todo gaucho es dotor 1750si pa cantarle al amortiene que templar las cuerdas.

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¡Quién es de un alma tan duraque no quiera una mujer!Lo alivia en su padecer: 1755si no sale calaveraes la mejor compañeraque el hombre puede tener.

Si es güena, no lo abandonacuando lo ve desgraciao; 1760lo asiste con su cuidaoy con afán cariñoso,y usté tal vez ni un rebozoni una pollera le ha dao.

Grandemente lo pasaba 1765con aquella prenda mía,viviendo con alegríacomo la mosca en la miel.¡Amigo, qué tiempo aquél!¡La pucha, que la quería! 1770

Era la águila que a un árboldende las nubes bajó;era más linda que el albacuando va rayando el sol:era la flor deliciosa 1775que entre el trevolar creció.

Pero, amigo, el comendanteque mandaba la milicia,como que no desperdiciase fue refalando a casa. 1780Yo le conocía en la trazaque el hombre traiba malicia.

Él me daba voz de amigo,pero no le tenía fe;era el gefe y, ya se ve, 1785no podía competir yo:

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en mi rancho se pególo mesmo que saguaipé.

A poco andar, conocíque ya me había desvancao, 1790y él siempre muy entonao,aunque sin darme ni un cobre:me tenía de lao a laocomo encomienda de pobre.

A cada rato, de chasque 1795me hacía dir a gran distancia;ya me mandaba a una estancia,ya al pueblo, ya a la frontera;pero él en la comendanciano ponía los pies siquiera. 1800

Es triste a no poder másel hombre en su padecersi no tiene una mujerque lo ampare y lo consuele;mas pa que otro se la pele 1805lo mejor es no tener.

No me gusta que otro gallole cacaree a mi gallina.Yo andaba ya con la espina,hasta que en una ocasión 1810lo pillé junto al jogónabrazándome a la china.

Tenía el viejito una carade ternero mal lamido.Y al verlo tan atrevido 1815le dije: -«Que le aproveche;que había sido pa el amorcomo guacho pa la leche.»

Peló la espada y se vinocomo a quererme ensartar, 1820

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pero yo, sin tutubiar,le volví al punto a decir:-«Cuidao no te vas a pér...tigo,poné cuarta pa salir.»

Un puntaso me largó, 1825pero el cuerpo le saqué,y en cuanto se lo quité,para no matar un viejo,con cuidao, medio de lejo,un planaso le asenté. 1830

Y como nunca al que mandale falta algún adulón,uno que en esa ocasiónse encontraba allí presentevino apretando los dientes 1835como perrito mamón.

Me hizo un tiro de revuélverque el hombre creyó siguro;era confiao, y le juroque cerquita se arrimaba; 1840pero siempre en un apurose desentumen mis tabas.

Él me siguió menudiando,mas sin poderme acertar;y yo, déle culebriar, 1845hasta que al fin le dentréy ay no más lo despachésin dejarlo resollar.

Dentré a campiar en seguidaal viejito enamorao. 1850El pobre se había ganaoen un noque de lejía.¡Quién sabe cómo estaríadel susto que había llevao!

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¡Es sonso el cristiano macho 1855cuando el amor lo domina!Él la miraba a la indina,y una cosa tan jediondasentí yo, que ni en la fondahe visto tal jedentina. 1860

Y le dije: -«Pa su agüelahan de ser esas perdices.»Yo me tapé las naricesy me salí estornudando,y el viejo quedó olfatiando 1865como chico con lumbrices.

Cuando la mula recula,señal que quiere cosiar.Ansí se suele portar,aunque ella lo disimula: 1870recula como la mulala mujer, para olvidar.

Alcé mi poncho y mis prendasy me largué a padecerpor culpa de una muger 1875que quiso engañar a dos;al rancho le dije adiós,para nunca más volver.

Las mujeres, dende entonces,conocí a todas en una; 1880ya no he de probar fortunacon carta tan conocida:muger y perra parida,no se me acerca ninguna.

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XI

A los otros les brotan las coplas 1885como agua de manantial;pues a mí me pasa igual:aunque las mías nada valen,de la boca se me salencomo ovejas del corral. 1890

Que en puertiando la primera,ya la siguen las demás,y en montones las de atráscontra los palos se estrellan,y saltan y se atropellan 1895sin que se corten jamás.

Y aunque yo por mi inocenciacon gran trabajo me esplico,cuando llego a abrir el pico,téngalo por cosa cierta: 1900sale un verso y en la puertaya asoma el otro el hocico.

Y emprésteme su atención,me oirá relatar las penasde que traigo la alma llena, 1905porque en toda circunstanciapaga el gaucho su inoranciacon la sangre de las venas.

Después de aquella desgraciame refugié en los pajales; 1910andube entre los cardalescomo vicho sin guarida;pero, amigo, es esa vidacomo vida de animales.

Y son tantas las miserias 1915en que me he sabido ver,que con tanto padecer

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y sufrir tanta afliciónmalicio que he de tenerun callo en el corazón. 1920

Ansí andaba como guachocuando pasa el temporal.Supe una vez, pa mi mal,de una milonga que había,y ya pa la pulpería 1925enderecé mi bagual.

Era la casa del baileun rancho de mala muerte,y se enllenó de tal suerteque andábamos a empujones: 1930nunca faltan encontronescuando el pobre se divierte.

Yo tenía unas medias botascon tamaños verdugones;me pusieron los talones 1935con crestas como los gallos.¡Si viera mis aflicionespensando yo que eran callos!

Con gato y con fandanguillohabía empezado el changango, 1940y para ver el fandangome colé haciéndome bola:mas metió el diablo la colay todo se volvió pango.

Había sido el guitarrero 1945un gaucho duro de boca,yo tengo paciencia pocapa aguantar cuando no debo;a ninguno me le atrevo,pero me halla el que me toca. 1950

A bailar un pericón

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con una moza salí,y cuando me vido allísin duda me conoció,y estas coplitas cantó, 1955como por rairse de mí:

«Las mujeres son todascomo las mulas,yo no digo que todas,pero hay algunas 1960que a las aves que vuelanles sacan plumas.

Hay gauchos que presumende tener damas.no digo que presumen, 1965pero se alaban,y a lo mejor los dejantocando tablas.»

Se secretiaron las hembras,y yo ya me encocoré. 1970Volié la anca y le grité:-«Dejá de cantar... chicharra.»Y de un tajo a la guitarratuitas las cuerdas corté.

Al punto salió de adentro 1975un gringo con un jusil;pero nunca he sido vil,poco el peligro me espanta:ya me refalé la mantay la eché sobre el candil. 1980

Gané en seguida la puertagritando: -«Naides me ataje.»Y alborotao el hembrajelo que todo quedó escuro,empezó a verse en apuro 1985mesturao con el gauchage.

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El primero que saliófue el cantor, y se me vino;pero yo no pierdo el tinoaunque haiga tomao un trago, 1990y hay algunos por mi pagoque me tienen por ladino.

No ha de haber achocao otro;le salió cara la broma.A su amigo, cuando toma, 1995se le despeja el sentido,y el pobrecito había sidocomo carne de paloma.

Para prestar sus socorroslas mujeres no son lerdas: 2000antes que la sangre pierdalo arrimaron a unas pipas.Ay lo dejé con las tripascomo pa que hiciera cuerdas.

Monté y me largué a los campos 2005más libre que el pensamiento,como las nubes al viento,a vivir sin paradero;que no tiene el que es matreronido, ni rancho, ni asiento. 2010

No hay fuerza contra el destinoque le ha señalao el cielo;y aunque no tenga consuelo,aguante el que está en trabajo:¡Nadies se rasca pa abajo 2015ni se lonjea contra el pelo!

Con el gaucho desgraciaono hay uno que no se entone.La menor falta lo esponea andar con los avestruces. 2020

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Faltan otros con más lucesy siempre hay quien los perdone.

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XII

Yo no sé qué tantos mesesesta vida me duró;a veces nos obligó 2025la miseria a comer potro:me había acompañao con otrostan desgraciaos como yo.

Mas ¿para qué platicarsobre esos males, canejo? 2030Nace el gaucho y se hace viejosin que mejore su suerte,hasta que por ay la muertesale a cobrarle el pellejo.

Pero como no hay desgracia 2035que no acabe alguna vez,me aconteció que despuésde sufrir tanto rigor,un amigo, por favor,me compuso con el juez. 2040

Le alvertiré que en mi pagoya no va quedando un criollo;se los ha tragao el oyo,o juido, o muerto en la guerra,porque, amigo, en esta tierra 2045nunca se acaba el embrollo.

Colijo que jue para esoque me llamó el juez un díay me dijo que queríahacerme a su lao venir, 2050pa que dentrase a servirde soldao de polecía.

Y me largó una ploclamatratándome de valiente,que yo era un hombre decente 2055

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y que dende aquel momentome nombraba de sargentopa que mandara la gente.

Ansí estuve en la partida,pero ¿qué había de mandar? 2060Anoche al irlo a tomarvida güena coyontura,y a mí no me gusta andarcon la lata a la cintura.... ...... ...... ...Ya conoce, pues, quién soy; 2065tenga confianza conmigo:Cruz le dió mano de amigoy no lo ha de abandonar;juntos podemos buscarpa los dos un mesmo abrigo. 2070

Andaremos de matrerossi es preciso pa salvar.Nunca nos ha de faltarni un güen pingo pa juir,ni un pajal ande dormir, 2075ni un matambre que ensartar.

Y cuando sin trapo algunonos haiga el tiempo dejao,yo le pediré emprestaoel cuero a cualquiera lobo, 2080y hago un poncho, si lo sobo,mejor que poncho engomao.

Para mí la cola es pechoy el espinaso es cadera;hago mi nido ande quiera 2085y de lo que encuentre como;me echo tierra sobre el lomoy me apeo en cualquier tranquera.

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Y dejo rodar la bola,que algún día ha de parar. 2090Tiene el gaucho que aguantarhasta que lo trague el oyoo hasta que venga algún criolloen esta tierra a mandar.

Lo miran al pobre gaucho 2095como carne de cogote;lo tratan al estricote;y si ansí las cosas andanporque quieren los que mandan,aguantemos los azotes. 2100

¡Pucha, si usté los oyeracomo yo en una ocasióntuita la conversaciónque con otro tuvo el juez!Le asiguro que esa vez 2105se me achicó el corazón.

Hablaban de hacerse ricoscon campos en la frontera;de sacarla más ajueradonde había campos baldidos 2110y llevar de los partidosgente que la defendiera.

Todo se güelven proyetosde colonias y carriles,y tirar la plata a miles 2115en los gringos enganchaos,mientras al pobre soldaole pelan la chaucha ¡ah, viles!

Pero si siguen las cosascomo van hasta el presente 2120puede ser que redepenteveamos el campo disierto

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y blanquiando solamentelos güesos de los que han muerto.

Hace mucho que sufrimos 2125la suerte reculativa.Trabaja el gaucho y no arriba,pues a lo mejor del casolo levantan de un sogasosin dejarle ni saliva. 2130

De los males que sufrimoshablan mucho los puebleros;pero hacen como los terospara esconder sus niditos:en un lao pegan los gritos 2135y en otro tienen los güevos.

Y se hacen los que no aciertana dar con la coyontura:mientras al gaucho lo apuracon rigor la autoridá, 2140ellos a la enfermedále están errando la cura.

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XIII

MARTÍN FIERRO

Ya veo que somos los dosastillas del mesmo palo:yo paso por gaucho malo 2145y usté anda del mesmo modo,y yo, pa acabarlo todo,a los indios me refalo.

Pido perdón a mi Dios,que tantos bienes me hizo; 2150pero dende que es precisoque viva entre los infielesyo seré cruel con los crueles:ansí mi suerte lo quiso.

Dios formó lindas las flores, 2155delicadas como son;les dio toda perfeccióny cuanto él era capaz;pero al hombre le dio máscuando le dio el corazón. 2160

Le dio claridá a la luz,juerza en su carrera al viento,le dio vida y movimientodende la águila al gusano;pero más le dio al cristiano 2165al darle el entendimiento.

Y aunque a las aves les dio,con otras cosas que inoro,esos piquitos como oroy un plumaje como tabla, 2170le dio al hombre más tesoroal darle una lengua que habla.

Y dende que dio a las fieras

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esa juria tan inmensa,que no hay poder que las vensa 2175ni nada que las asombre,¿qué menos le daría al hombreque el valor pa su defensa?

Pero tantos bienes juntosal darle, malicio yo 2180que en sus adentros pensóque el hombre los precisaba,pues los bienes igualabacon las penas que le dio.

Y yo, empujao por las mías, 2185quiero salir de este infierno.Ya no soy pichón muy tiernoy sé manejar la lanzay hasta los indios no alcanzala facultá del gobierno. 2190

Yo sé que allá los caciquesamparan a los cristianos,y que los tratan de «hermanos»cuando se van por su gusto.¿A qué andar pasando susto? 2195Alcemos el poncho y vamos.

En la cruzada hay peligros,pero ni aun esto me aterra:yo ruedo sobre la tierraarrastrao por mi destino, 2200y si erramos el camino...no es el primero que lo erra.

Si hemos de salvar o no,de esto naides nos responde;derecho ande el sol se esconde 2205tierra adentro hay que tirar;algún día hemos de llegar,después sabremos a dónde.

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No hemos de perder el rumbo,los dos somos güena yunta. 2210El que es gaucho va ande apunta,aunque inore ande se encuentra.Pa el lao en que el sol se dentradueblan los pastos la punta.

De hambre no pereceremos, 2215pues, según otros me han dicho,en los campos se hallan vichosde lo que uno necesita...gamas, matacos, mulitas,avestruces y quirquinchos. 2220

Cuando se anda en el desierto,se come uno hasta las colas;lo han cruzao mugeres solas,llegando al fin con salú,y a de ser gaucho el ñandú 2225que se escape de mis bolas.

Tampoco a la sé le temo,yo la aguanto muy contento:busco agua olfatiando el viento,y dende que no soy manco, 2230ande hay duraznillo blancocabo y la saco al momento.

Allá habrá siguridá,ya que aquí no la tenemos;menos males pasaremos 2235y ha de haber grande alegríael día que nos descolguemosen alguna toldería.

Fabricaremos un toldo,como lo hacen tantos otros, 2240con unos cueros de potro,que sea sala y sea cocina.

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¡Tal vez no falte una chinaque se apiade de nosotros!

Allá no hay que trabajar, 2245vive uno como un señor.De cuando en cuando, un malón,y si de él sale con vida,lo pasa echao panza arribamirando dar güelta el sol. 2250

Y ya que a juerza de golpesla suerte nos dejó a flus,puede que allá veamos luzy se acaben nuestras penas:todas las tierras son guenas, 2255vámosnos, amigo Cruz.

El que maneja las bolas,y que sabe echar un pialy sentársele a un bagualsin miedo de que lo baje, 2260entre los mesmos salvajesno puede pasarlo mal.

El amor, como la guerra,lo hace el criollo con canciones.A más de eso, en los malones 2265podemos aviarnos de algo.En fin, amigo, yo salgode estas pelegrinaciones.... ... ...... ... ...... ... ...En este punto el cantorbuscó un porrón pa consuelo, 2270echó un trago como un cielo,dando fin a su argumento,y de un golpe al istrumentolo hizo astillas contra el suelo.

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«-Ruempo -dijo- la guitarra, 2275pa no volverme a tentar;ninguno la ha de tocar,por siguro tenganló,pues naides ha de cantarcuando este gaucho cantó.» 2280

Y daré fin a mis coplascon aire de relación.Nunca falta un preguntónmás curioso que mujer,y tal vez quiera saber 2285cómo fue la conclusión.

Cruz y Fierro, de una estanciauna tropilla se arriaron;por delante se la echaron,como criollos entendidos, 2290y pronto sin ser sentidospor la frontera cruzaron.

Y cuando la habían pasao,una madrugada clara,le dijo Cruz que mirara 2295las últimas poblaciones,y a Fierro dos lagrimonesle rodaron por la cara.

Y siguiendo el fiel del rumbose entraron en el desierto. 2300No sé si los habrán muertoen alguna correría,pero espero que algún díasabré de ellos algo cierto.

Y ya con estas noticias 2305mi relación acabé.Por ser ciertas las contétodas las desgracias dichas:es un telar de desdichas

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cada gaucho que usté ve. 2310

Pero ponga su esperanzaen el Dios que lo formó;y aquí me despido yo,que he relatao a mi modomales que conocen todos, 2315pero que naides contó.

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II

La vuelta de Martín Fierro

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Cuatro palabras de conversación con los lectores

Entrego a la benevolencia pública, con el título La vuelta de MartínFierro, la segunda parte de una obra que ha tenido una acogida tangenerosa, que en seis años se han repetido once ediciones, con un totalde cuarenta y ocho mil ejemplares.Esto no es vanidad de autor, porque no rindo tributo a esa falsa diosa;ni bombo de editor, porque no lo he sido nunca de mis humildesproducciones.Es un recuerdo oportuno y necesario para explicar por qué el primertiraje del presente libro consta de veinte mil ejemplares, divididos encinco secciones o ediciones de a cuatro mil números cada una; yagregaré que confío en que el acreditado Establecimiento Tipográficodel señor Coni hará una impresión esmerada, como la tienen todos loslibros que salen de sus talleres.Lleva también diez ilustraciones incorporadas en el texto, y creo que enlos dominios de la literatura es la primera vez que una obra sale de lasprensas nacionales con esta mejora.Así se empieza.Las láminas han sido dibujadas y calcadas en la piedra por don CarlosClerice, artista compatriota que llegará a ser notable en su ramo, porquees joven, tiene escuela, sentimiento artístico y amor al trabajo.El grabado ha sido ejecutado por el señor Supot, que posee el artenuevo y poco generalizado todavía entre nosotros de fijar en láminasmetálicas lo que la habilidad del litógrafo ha calcado en la piedra,creando o imaginando posiciones que interpreten con claridad ysentimiento la escena descrita en el verso.No se ha omitido, pues, ningún sacrificio a fin de hacer una publicaciónen las más aventajadas condiciones artísticas.En cuanto a su parte literaria, sólo diré que no se debe perder de vista aljuzgar los defectos del libro que es copia fiel de una original que lostiene, y repetiré que muchos defectos están allí con el objeto de hacermás evidente y clara la imitación de los que lo son en realidad.Un libro destinado a despertar la inteligencia y el amor a la lectura enuna población casi primitiva, a servir de provechoso recreo, después delas fatigosas tareas, a millares de personas que jamás han leído, debeajustarse estrictamente a los usos y costumbres de esos mismoslectores, rendir sus ideas e interpretar sus sentimientos en su mismolenguaje, en sus frases más usuales, en su forma más general, aunque

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sea incorrecta; con sus imágenes de mayor relieve y con sus giros máscaracterísticos, a fin de que el libro se identifique con ellos de unamanera tan estrecha e íntima, que su lectura no sea sino unacontinuación natural de su existencia.Sólo así pasan sin violencia del trabajo al libro; y sólo así esa lecturapuede serles amena, interesante y útil.¡Ojalá hubiera un libro que gozara del dichoso privilegio de circularincesantemente de mano en mano en esta inmensa población diseminadaen nuestras vastas campañas, y que bajo una forma que lo hicieraagradable, que asegurara su popularidad, sirviera de ameno pasatiempoa sus lectores!, pero:Enseñando que el trabajo honrado es la fuente principal de toda mejoray bienestar.Enalteciendo las virtudes morales que nacen de la ley natural y quesirven de base a todas las virtudes sociales.Inculcando en los hombres el sentimiento de veneración hacia suCreador, inclinándolos a obrar bien.Afeando las supersticiones ridículas y generalizadas que nacen de unadeplorable ignorancia.Tendiendo a regularizar y dulcificar las costumbres, enseñando pormedios hábilmente escondidos la moderación y el aprecio de sí mismo,el respeto a los demás, estimulando la fortaleza por el espectáculo delinfortunio acerbo, aconsejando la perseverancia en el bien y laresignación en los trabajos.Recordando a los Padres los deberes que la naturaleza les impone paracon sus hijos, poniendo ante sus ojos los males que produce su olvido,induciéndolos por ese medio a que mediten y calculen por sí mismostodos los beneficios de su cumplimiento.Enseñando a los hijos cómo deben respetar y honrar a los autores desus días.Fomentando en el esposo el amor a su esposa, recordando a ésta lossantos deberes de su estado; encareciendo la felicidad del hogar,enseñando a todos a tratarse con respeto recíproco, robusteciendo portodos estos medios los vínculos de la familia y de la sociabilidad.Afirmando en los ciudadanos el amor a la libertad, sin apartarse delrespeto que es debido a los superiores y magistrados.Enseñando a hombres con escasas nociones morales que deben serhumanos y clementes, caritativos con el huérfano y con el desvalido,fieles a la amistad, gratos a los favores recibidos, enemigos de la

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holgazanería y del vicio, conformes con los cambios de fortuna,amantes de la libertad, tolerantes, justos y prudentes siempre.Un libro que todo esto, más que esto o parte de esto enseñara sindecirlo, sin revelar su pretensión, sin dejarla conocer siquiera, seríaindudablemente un buen libro, y por cierto que levantaría el nivel morale intelectual de sus lectores, aunque dijera naides por nadie, resertor pordesertor, mesmo por mismo u otros barbarismos semejantes, cuyaenmienda le está reservada a la escuela, llamada a llenar un vacío que elpoema debe respetar, y a corregir vicios y defectos de fraseología, queson también elementos de que se debe apoderar el arte para combatir yextirpar males morales más fundamentales y trascendentes,examinándolos bajo el punto de vista de una filosofía más elevada ypura.El progreso de la locución no es la base del progreso social, y un libroque se propusiera tan elevados fines debería prescindir por completo delas delicadas formas de la cultura de la frase, subordinándose a lasimperiosas exigencias de sus propósitos moralizadores, que serían en talcaso el éxito buscado.Los personajes colocados en escena deberían hablar en su lenguajepeculiar y propio, con su originalidad, su gracia y sus defectosnaturales, porque, despojados de ese ropaje, lo serían igualmente de sucarácter típico, que es lo único que los hace simpáticos, conservando laimitación y la verosimilitud en el fondo y en la forma.Entra también en esta parte la elección del prisma a través del cual le espermitido a cada uno estudiar sus tiempos. Y aceptando esos defectoscomo un elemento, se idealiza también, se piensa, se inclina a los demása que piensen igualmente, y se agrupan, se preparan y conservanpequeños monumentos de arte para los que han de estudiarnos mañanay levantar el grande monumento de la historia de nuestra civilización.El gaucho no conoce ni siquiera los elementos de su propio idioma, ysería una impropiedad, cuando menos, y una falta de verdad muycensurable, que quien no ha abierto jamás un libro siga la reglas de artede Blair, Hermosilla o la Academia.El gaucho no aprende a cantar. Su único maestro es la espléndidanaturaleza que en variados y majestuosos panoramas se extiendedelante de sus ojos.Canta porque hay en él cierto impulso moral, algo de métrico, derítmico que domina en su organización, y que lo lleva hasta elextraordinario extremo de que todos sus refranes, sus dichos agudos,sus proverbios comunes son expresados en dos versos octosílabos

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perfectamente medidos, acentuados con inflexible regularidad, llenos dearmonía, de sentimiento y de profunda intención.Eso mismo hace muy difícil, si no de todo punto imposible, distinguir yseparar cuáles son los pensamientos originales del autor y cuáles los queson recogidos de las fuentes populares.No tengo noticia que exista ni que haya existido una raza de hombreaproximado a la naturaleza, cuya sabiduría proverbial llene todas lascondiciones rítmicas de nuestros proverbios gauchos.Qué singular es y qué digno de observación, el oír a nuestros paisanosmás incultos expresar en dos versos claros y sencillos máximas ypensamientos morales que las naciones más antiguas, la India y laPersia, conservaban como un tesoro inestimable de su sabiduríaproverbial; que los griegos escuchaban con veneración en boca de sussabios más profundos, de Sócrates, fundador de la moral, de Platón yde Aristóteles; que entre los latinos difundió gloriosamente el afamadoSéneca; que los hombres del Norte les dieron lugar preferente en surobusta y enérgica literatura; que la civilización moderna repite pormedio de sus moralistas más esclarecidos, y que se hallan consagradosfundamentalmente en los códigos religiosos de todos los grandesreformadores de la humanidad.Indudablemente que hay cierta semejanza íntima, cierta identidadmisteriosa entre todas las razas del globo que sólo estudian en el granlibro de la naturaleza, pues que de él deducen y vienen deduciendodesde hace más de tres mil años la misma enseñanza, las mismasvirtudes naturales, expresadas en prosa por todos los hombres delglobo, y en verso por los gauchos que habitan las vastas y fértilescomarcas que se extienden a las dos márgenes del Plata.El corazón humano y la moral son los mismos en todos los siglos.Las civilizaciones difieren esencialmente. «Jamás se hará -dice el doctordon V. F. López en su prólogo a Las neurosis- un profesor o uncatedrático europeo de un bracma». Así debe ser: pero no ofrecería lamisma dificultad el hacer de un gaucho un bracma lleno de sabiduría, sies que los bracmas hacen consistir toda su ciencia en su sabiduríaproverbial, según los pinta el sabio conservador de la BibliotecaNacional de París en La sabiduría popular de las naciones, que difundióen el Nuevo Mundo el americano Pazos Kanki.Saturados de ese espíritu gaucho hay entre nosotros algunos poetas deformas muy cultas y correctas, y no ha de escasear el género porque esuna producción legítima y espontánea del país, y que en verdad no semanifiesta únicamente en el terreno florido de la literatura.

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Concluyo aquí, dejando a la consideración de los benévolos lectores loque yo no puedo decir sin extender demasiado este prefacio, poconecesario en las humildes coplas de un hijo del desierto.¡Sea el público indulgente con él! y acepte esta humilde producción quele dedicamos como que es nuestro mejor y más antiguo amigo.La originalidad de un libro debe empezar en el prólogo.Nadie se sorprenda, por tanto, ni de la forma ni de los objetos que ésteabraza. Y debemos terminarlo haciendo público nuestro agradecimientohacia los distinguidos escritores que acaban de honrarnos con su fallo,como el señor don José Tomás Guido, en una bellísima carta queacogieron deferentes La Tribuna y La Prensa, y que reprodujeron en suscolumnas varios periódicos de la República; el Dr. don Adolfo Saldias,en un meditado trabajo sobre el tipo histórico y social del gaucho; eldoctor don Miguel Navarro Viola, en la última entrega de la BibliotecaPopular, estimulándonos con honrosos términos a continuar en la tareaempezada.Diversos periódicos de la ciudad y campaña como El Heraldo, del Azul;La Patria, de Dolores; El Oeste, de Mercedes, y otros, han adquiridotambién justos títulos a nuestra gratitud, que consideramos como unadeuda sagrada.Terminamos esta breve reseña con La Capital, del Rosario, que haanunciado La vuelta de Martín Fierro haciendo concebir esperanzas queDios sabe si van a ser satisfechas.Ciérrase este prólogo diciendo que se llama este libro La vuelta deMartín Fierro porque ese título le dio el público antes, mucho antes dehaber pensado yo en escribirlo; y allá va a correr tierras con mibendición paternal.

JOSÉ HERNÁNDEZ

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I

MARTÍN FIERRO

Atención pido al silencio 1y silencio a la atención,que voy en esta ocasiónsi me ayuda la memoria,a mostrarles que a mi historia 5le faltaba lo mejor.

Viene uno como dormidocuando vuelve del desierto;veré si a esplicarme aciertoentre gente tan bizarra 10y si al sentir la guitarrade mi sueño me dispierto.

Siento que mi pecho tiembla,que se turba mi razón,y de la vigüela al son 15imploro a la alma de un sabioque venga a mover mi labioy alentar mi corazón.

Si no llego a treinta y una,de fijo en treinta me planto; 20y esta confianza adelantoporque recebí en mí mismocon el agua del bautismola facultá para el canto.

Tanto el pobre como el rico 25la razón me la han de dar;y si llegan a escucharlo que esplicaré a mi modo,digo que no han de reír todos,algunos han de llorar. 30

Mucho tiene que contar

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el que tuvo que sufrir,y empezaré por pedirno duden de cuanto digo;pues debe crerse al testigo 35si no pagan por mentir.

Gracias le doy a la Virgen,gracias le doy al Señorporque entre tanto rigor,y habiendo perdido tanto, 40no perdí mi amor al cantoni mi voz como cantor.

Que cante todo vivienteotorgó el Eterno Padre;cante todo el que le cuadre 45como lo hacemos los dos,pues sólo no tiene vozel ser que no tiene sangre,

Canta el pueblero... y es pueta;canta el gaucho... y ¡ay Jesús! 50lo miran como avestruz,su inorancia los asombra;mas siempre sirven las sombraspara distinguir la luz.

El campo es del inorante; 55el pueblo, del hombre estruido;yo que en el campo he nacido,digo que mis cantos son,para los unos..., sonidos,y para otros..., intención. 60

Yo he conocido cantoresque era un gusto el escuchar;mas no quieren opinary se divierten cantando;pero yo canto opinando, 65que es mi modo de cantar.

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El que va por esta senda,cuanto sabe desembucha,y aunque mi cencia no es mucha,esto en mi favor previene: 70yo sé el corazón que tieneel que con gusto me escucha.

Lo que pinta este pincel,ni el tiempo lo ha de borrar;ninguno se ha de animar 75a corregirme la plana;no pinta quien tiene gana,sinó quien sabe pintar.

Y no piensen los oyentesque del saber hago alarde: 80he conocido, aunque tarde,sin haberme arrepentido,que es pecado cometidoel decir ciertas verdades.

Pero voy en mi camino 85y nada me ladiará;he de decir la verdá,de naides soy adulón;aquí no hay imitación,ésta es pura realidá. 90

Y el que me quiera enmendar,mucho tiene que saber;tiene mucho que aprenderel que me sepa escuchar;tiene mucho que rumiar 95el que me quiera entender.

Más que yo y cuantos me oigan,más que las cosas que tratan,más que lo que ellos relatan,mis cantos han de durar. 100

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Mucho ha habido que mascarpara echar esta bravata.

Brotan quejas de mi pecho,brota un lamento sentido;y es tanto lo que he sufrido 105y males de tal tamaño,que reto a todos los añosa que traigan el olvido.

Ya verán si me dispiertocómo se compone el baile; 110y no se sorprenda naidessi mayor fuego me anima;porque quiero alzar la primacomo pa tocar al aire.

Y con la cuerda tirante, 115dende que ese tono elija,yo no he de aflojar manijamientras que la voz no pierda,si no se corta la cuerdao no cede la clavija. 120

Aunque rompí el estrumentopor no volverme a tentar,tengo tanto que contary cosas de tal calibre,que Dios quiera que se libre 125el que me enseñó a templar.

De naides sigo el ejemplo,naide a dirigirme viene;yo digo cuanto conviene,y el que en tal güeya se planta, 130debe cantar, cuando canta,con toda la voz que tiene.

He visto rodar la bolay no se quiere parar;

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al fin de tanto rodar 135me he decidido a venira ver si puedo viviry me dejan trabajar.

Sé dirigir la manseray también echar un pial; 140sé correr en un rodeo,trabajar en un corral;me sé sentar en un pértigolo mesmo que en un bagual.

Y empriéstenme su atención 145si ansí me quieren honrar;de no, tendré que callar,pues el pájaro cantorjamás se para a cantaren árbol que no da flor. 150

Hay trapitos que golpiar,y de aquí no me levanto;escúchenme cuando cantosi quieren que desembuche.Tengo que decirles tanto 155que les mando que me escuchen.

Déjenme tomar un trago.Éstas son otras cuarenta;mi garganta está sedientay de esto no me abochorno, 160pues el viejo, como el horno,por la boca se calienta.

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II

Triste suena mi guitarra,y el asunto lo requiere.Ninguno alegrías espere, 165sinó sentidos lamentosde aquel que en duros tormentosnace, crece, vive y muere.

Es triste dejar sus pagosy largarse a tierra agena 170llevándose la alma llenade tormentos y dolores;mas nos llevan los rigorescomo el pampero a la arena.

¡Irse a cruzar el desierto 175lo mesmo que un foragido,dejando aquí en el olvido,como dejamos nosotros,su mujer en brazos de otroy sus hijitos perdidos! 180

¡Cuántas veces al cruzaren esa inmensa llanura,al verse en tal desventuray tan lejos de los suyos,se tira uno entre los yuyos 185a llorar con amargura!

En la orilla de un arroyosolitario lo pasaba,en mil cosas cavilaba,y a una güelta repentina 190se me hacía ver a mi chinao escuchar que me llamaba.

Y las aguas serenitasbebe el pingo trago a trago,mientras sin ningún halago 195

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pasa uno hasta sin comer,por pensar en su mujer,en sus hijos y en su pago.

Recordarán que con Cruzpara el desierto tiramos; 200en la Pampa nos entramos,cayendo por fin del viajea unos toldos de salvajes,los primeros que encontramos.

La desgracia nos seguía. 205Llegamos en mal momento:estaban en parlamentotratando de una invasión,y el indio en tal ocasiónrecela hasta de su aliento. 210

Se armó un tremendo alborotocuando nos vieron llegar;no podíamos aplacartan peligroso hervidero;nos tomaron por bomberos 215y nos quisieron lanciar.

Nos quitaron los caballosa los muy pocos minutos;estaban irresolutos,quién sabe qué pretendían; 220por los ojos nos metíanlas lanzas aquellos brutos.

Y déle en su lengüeteohacer gestos y cabriolas;uno desató las bolas 225y se nos vino en seguida:ya no creíamos con vidasalvar ni por carambola.

Allá no hay misericordia

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ni esperanza que tener: 230el indio es de parecerque siempre matarse debe,pues la sangre que no bebele gusta verla correr.

Cruz se dispuso a morir 235peliando y me convidó;-«aguantemos -dije yo-el fuego hasta que nos queme».Menos los peligros temequien más veces los venció. 240

Se debe ser más prudentecuanto el peligro es mayor;siempre se salva mejorandando con alvertencia,porque no está la prudencia 245reñida con el valor.

Vino al fin el lenguaraz,como a trairnos el perdón.Nos dijo: -La salvaciónse la deben a un cacique; 250me manda que les espliqueque se trata de un malón.

Les ha dicho a los demásque ustedes queden cautivos,por si cain algunos vivos 255en poder de los cristianosrescatar a sus hermanoscon estos dos fugitivos.

Volvieron al parlamentoa tratar de sus alianzas, 260o tal vez de las matanzas;y conforme les detallo,hicieron cerco a caballorecostándose en las lanzas.

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Dentra al cerco un indio viejo 265y allí a lengüetiar se larga.Quién sabe qué les encarga,pero toda la riuniónlo escuchó con atenciónlo menos tres horas largas. 270

Pegó al fin tres alaridos,y ya principia otra danza;para mostrar su pujanzay dar pruebas de ginete,dio riendas rayando el flete 275y revoliando la lanza.

Recorre luego la fila,frente a cada indio se para,lo amenaza cara a cara,y en su juria aquel maldito 280acompaña con su gritoel cimbrar de la tacuara.

Se vuelve aquello un incendiomás feo que la mesma guerra;entre una nube de tierra 285se hizo allí una mescolanzade potros, indios y lanzas,con alaridos que aterran.

Parece un baile de fieras,sigún yo me lo imagino. 290Era inmenso el remolino,las voces aterradoras,hasta que al fin de dos horasse aplacó aquel torbellino.

De noche formaban cerco 295y en el centro nos ponían;para mostrar que queríanquitarnos toda esperanza,

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ocho o diez filas de lanzasalrededor nos hacían. 300

Allí estaban vigilantescuidándonos a porfía;cuando roncar parecían«Huaincá», gritaba cualquiera,y toda la fila entera 305«Huaincá», «Huaincá», repetía.

Pero el indio es dormilóny tiene un sueño projundo;es roncador sin segundoy en tal confianza es su vida 310que ronca a pata tendidaaunque se dé güelta el mundo.

Nos aviriguaban todo,como aquel que se previene,porque siempre les conviene 315saber las juerzas que andan,dónde están, quiénes las mandan,qué caballos y armas tienen.

A cada respuesta nuestrauno hace una esclamación, 320y luego en continuación,aquellos indios feroces,cientos y cientos de vocesrepiten al mesmo son.

Y aquella voz de uno solo, 325que empieza por un gruñido,llega hasta ser alaridode toda la muchedumbre,y ansí alquieren la costumbre,de pegar esos bramidos. 330

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III

De ese modo nos hallamosempeñaos en la partida.No hay que darla por perdidapor dura que sea la suerte,ni que pensar en la muerte 335sinó en soportar la vida.

Se endurece el corazón,no teme peligro alguno.Por encontrarlo oportunoallí juramos los dos 340respetar tan sólo a Dios;de Dios abajo, a ninguno.

El mal es árbol que crecey que cortado retoñala gente esperta o visoña 345sufre de infinitos modos;la tierra es madre de todos,pero también da ponzoña.

Mas todo varón prudentesufre tranquilo sus males. 350Yo siempre los hallo igualesen cualquier senda que elijo:la desgracia tiene hijosaunque ella no tiene madre.

Y al que le toca la herencia, 355dondequiera halla su ruina.Lo que la suerte destinano puede el hombre evitar:porque el cardo ha de pinchares que nace con espina. 360

Es el destino del pobreun continuo safarrancho;y pasa como el carancho,

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porque el mal nunca se sacia,si el viento de la desgracia 365vuela las pajas del rancho.

Mas quien manda los pesaresmanda también el consuelo;la luz que baja del cieloalumbra al más encumbrao, 370y hasta el pelo más delgaohace su sombra en el suelo.

Pero por más que uno sufraun rigor que lo atormente,no debe bajar la frente 375nunca por ningún motivo;el álamo es más altivoy gime constantemente.... ... ...... ... ...... ... ...El indio pasa la vidarobando o echao de panza. 380La única ley es la lanzaa que se ha de someter.Lo que le falta en saberlo suple con desconfianza.

Fuera cosa de engarzarlo 385a un indio caritativo.Es duro con el cautivo,le dan un trato horroroso;es astuto y receloso,es audaz y vengativo. 390

No hay que pedirle favorni que aguardar tolerancia.Movidos por su inoranciay de puro desconfiaos,nos pusieron separaos 395bajo sutil vigilancia.

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No pude tener con Cruzninguna conversación;no nos daban ocasión.Nos trataban como agenos. 400Como dos años lo menosduró esta separación.

Relatar nuestras penuriasfuera alargar el asunto.Les diré sobre este punto 405que a los dos años reciénnos hizo el cacique el biende dejarnos vivir juntos.

Nos retiramos con Cruza la orilla de un pajal. 410Por no pasarlo tan malen el desierto infinito,hicimos como un benditocon dos cueros de bagual.

Fuimos a esconder allí 415nuestra pobre situación,aliviando con la uniónaquel duro cautiverio;tristes como un cementerioal toque de la oración. 420

Debe el hombre ser valientesi a rodar se determina;primero, cuando camina;segundo, cuando descansa,pues en aquellas andanzas 425perece el que se acoquina.

Cuando es manso el ternerito,en cualquier vaca se priende.El que es gaucho esto lo entiendey ha de entender si le digo 430

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que andábamos con mi amigocomo pan que no se vende.

Guarecidos en el toldocharlábamos mano a mano;éramos dos veteranos 435mansos pa las sabandijas,arrumbaos como cubijascuando calienta el verano.

El alimento no abundapor más empeño que se haga; 440lo pasa uno como plaga,egercitando la industria,y siempre como la nutria,viviendo a orillas del agua.

En semejante ejercicio 445se hace diestro el cazador;cai el piche engordador,cai el pájaro que trina:todo vicho que caminava a parar al asador. 450

Pues allí a los cuatro vientosla persecución se lleva;naide escapa de la leva,y dende que la alba asomaya recorre uno la loma, 455el bajo, el nido y la cueva.

El que vive de la cazaa cualquier vicho se atreveque pluma o cáscara lleve,pues cuando la hambre se siente 460el hombre le clava el dientea todo lo que se mueve.

En las sagradas alturasestá el maestro principal

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que enseña a cada animal 465a procurarse el sustentoy le brinda el alimentoa todo ser racional.

Y aves y vichos y pejesse mantienen de mil modos; 470pero el hombre, en su acomodo,es curioso de oservar:es el que sabe llorary es el que los come a todos.

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IV

Antes de aclarar el día 475empieza el indio a aturdirla pampa con su rugir,y en alguna madrugadasin que sintiéramos nadase largaban a invadir. 480

Primero entierran las prendasen cuevas como peludos;y aquellos indios cerdudos,siempre llenos de recelos,en los caballos en pelos 485se vienen medio desnudos.

Para pegar el malónel mejor flete procuran;y como es su arma segura,vienen con la lanza sola 490y varios pares de bolasatados a la cintura.

De ese modo anda liviano,no fatiga al mancarrón;es su espuela en el malón, 495después de bien afilao,un cuernito de venaoque se amarra en el garrón.

El indio que tiene un pingoque se llega a distinguir, 500lo cuida hasta pa dormir;de ese cuidado es esclavo;se lo alquila a otro indio bravocuando vienen a invadir.

Por vigilarlo no come, 505y ni aun el sueño concilia.Sólo en eso no hay desidia.

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De noche, les asiguro,para tenerlo segurole hace cerco la familia. 510

Por eso habrán visto ustedes,si en el caso se han hallao,y si no lo han oservaotenganlo dende hoy presente,que todo pampa valiente 515anda siempre bien montao.

Marcha el indio a trote largo,paso que rinde y que dura;viene en dirección siguray jamás a su capricho. 520No se les escapa vichoen la noche más escura.

Caminan entre tinieblascon un cerco bien formao;lo estrechan con gran cuidao 525y agarran al aclararñanduces, gamas, venaos,cuanto ha podido dentrar.

Su señal es un humitoque se eleva muy arriba, 530y no hay quien no lo apercibacon esa vista que tienen;de todas partes se vienena engrosar la comitiva.

Ansina se van juntando, 535hasta hacer esas riunionesque cain en las invasionesen número tan crecido.Para formarla han salidode los últimos rincones. 540

Es guerra cruel la del indio

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porque viene como fiera;atropella dondequieray de asolar no se cansa.De su pingo y de su lanza 545toda salvación espera.

Debe atarse bien la fajaquien aguardarlo se atreva;siempre mala intención lleva.Y como tiene alma grande, 550no hay plegaria que lo ablandeni dolor que lo conmueva.

Odia de muerte al cristiano,hace guerra sin cuartel;para matar es sin yel, 555es fiero de condición.No golpea la compasiónen el pecho del infiel.

Tiene la vista del águila,del león la temeridá. 560En el desierto no habráanimal que él no lo entienda,ni fiera de que no apriendaun istinto de crueldá.

Es tenaz en su barbarie, 565no esperen verlo cambiar:el deseo de mejoraren su rudeza no cabe:el bárbaro sólo sabeemborracharse y peliar. 570

El indio nunca se ríe,y el pretenderlo es en vano,ni cuando festeja ufanoel triunfo en sus correrías.La risa en sus alegrías 575le pertenece al cristiano.

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Se cruzan por el disiertocomo un animal feroz;dan cada alarido atrozque hace erizar los cabellos. 580Parece que a todos elloslos ha maldecido Dios.

Todo el peso del trabajolo dejan a las mujeres:el indio es indio y no quiere 585apiar de su condición;ha nacido indio ladróny como indio ladrón muere.

El que envenenen sus armasles mandan sus hechiceras; 590y como ni a Dios veneran,nada a los pampas contiene.Hasta los nombres que tienenson de animales y fieras.

Y son ¡por Cristo bendito! 595los más desasiaos del mundo.Esos indios vagabundos,con repunancia me acuerdo,viven lo mesmo que el cerdoen esos toldos inmundos. 600

Naides puede imaginaruna miseria mayor;su pobreza causa horror.No sabe aquel indio brutoque la tierra no da fruto 605si no la riega el sudor.

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V

Aquel desierto se agitacuando la invasión regresa.llevan miles de cabezasde vacuno y yeguarizo. 610Pa no afligirse es precisotener bastante firmeza.

Aquello es un herviderode pampas -un celemín-;cuando riunen el botín 615juntando toda la hacienda,es cantidá tan tremendaque no alcanza a verse el fin.

Vuelven las chinas cargadascon las prendas en montón. 620Aflige esa destrucción.Acomodaos en carguerosllevan negocios enterosque han saquiado en la invasión.

Su pretensión es robar, 625no quedar en el pantano.Viene a tierra de cristianoscomo furia del infierno,no se llevan al gobiernoporque no lo hallan a mano. 630

Vuelven locos de contentoscuando han venido a la fija.Antes que ninguno elijaempiezan con todo empeño,como dijo un santiagueño, 635a hacerse la repartija.

Se reparten el botíncon igualdá, sin malicia.No muestra el indio codicia,

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ninguna falta comete: 640sólo en esto se sometea una regla de justicia.

Y cada cual con lo suyoa sus toldos enderiesa.Luego la matanza empieza, 645tan sin razón ni motivo,que no queda animal vivode esos miles de cabezas.

Y satisfecho el salvagede que su oficio ha cumplido, 650lo pasa por ay tendidovolviendo a su haraganiar;y entra la china a cueriarcon un afán desmedido.

A veces a tierra adentro 655algunas puntas se llevan;pero hay pocos que se atrevana hacer esas incursiones,porque otros indios ladronesles suelen pelar la breva. 660

Pero pienso que los pampasdeben de ser los más rudos.Aunque andan medio desnudosni su convenencia entienden:por una vaca que venden 665quinientas matan al ñudo.

Estas cosas y otras pioreslas he visto muchos años;pero si yo no me engañoconcluyó ese bandalage, 670y esos bárbaros salvagesno podrán hacer más daño.

Las tribus están deshechas;

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los caciques más altivosestán muertos o cautivos, 675privaos de toda esperanza,y de la chusma y de lanzaya muy pocos quedan vivos.

Son salvajes por completohasta pa su diversión, 680pues hacen una junciónque naides se la imagina.Recién le toca a la chinael hacer su papelón.

Cuanto el hombre es más salvage 685trata pior a la mujer.Yo no sé que pueda habersin ella dicha ni goce.¡Feliz el que la conocey logra hacerse querer! 690

Todo el que entiende la vidabusca a su lao los placeres.Justo es que las considereel hombre de corazón.Sólo los cobardes son 695valientes con sus mujeres.

Pa servir a un desgraciaopronto la mujer está.Cuando en su camino vano hay peligro que la asuste; 700ni hay una a quien no le gusteuna obra de caridá.

No se hallará una mujera la que esto no le cuadre.Yo alabo al Eterno Padre 705no porque las hizo bellas,sinó porque a todas ellasles dio corazón de madre.

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Es piadosa y diligentey sufrida en los trabajos. 710Tal vez su valer rebajoaunque la estimo bastante;mas los indios inorantesla tratan al estropajo.

Echan la alma trabajando 715bajo el más duro rigor;el marido es su señor;como tirano la manda,porque el indio no se ablandani siquiera en el amor. 720

No tiene cariño a naidesni sabe lo que es amar;¡ni qué se puede esperarde aquellos pechos de bronce!,yo los conocí al llegar 725y los calé dende entonces.

Mientras tiene qué comerpermanece sosegao.Yo, que en sus toldos he estaoy sus costumbres oservo, 730digo que es como aquel cuervoque no volvió del mandao.

Es para él como jugueteescupir un crucifijo.Pienso que Dios los maldijo 735y ansina el ñudo desato.El indio, el cerdo y el gatoredaman sangre del hijo.

Mas ya con cuentos de pampasno ocuparé su atención. 740Debo pedirles perdón,pues sin querer me distraje.

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Por hablar de los salvagesme olvidé de la junción.... ... ...... ... ...... ... ...Hacen un cerco de lanzas, 745los indios quedan ajuera;dentra la china ligeracomo yeguada en la trillay empieza allí la cuadrillaa dar güeltas en la era. 750

A un lao están los caciques,capitanejos y el trompa,tocando con toda pompacomo un toque de fagina;adentro muere la china, 755sin que aquel círculo rompa.

Muchas veces se les oyena las pobres los quejidos;mas son lamentos perdidos:alrededor del cercao, 760en el suelo, están mamaoslos indios, dando alaridos.

Su canto es una palabra,y de ay no salen jamás.Llevan todas el compás, 765«ioká-ioká» repitiendo;me parece estarlas viendomás fieras que Satanás.

Al trote dentro del cerco,sudando, hambrientas, juriosas, 770desgreñadas y rotosas,de sol a sol se lo llevan.Bailan aunque truene o llueva,cantando la mesma cosa.

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VI

El tiempo sigue en su giro 775y nosotros solitarios.De los indios sanguinariosno teníamos qué esperar.El que nos salvó al llegarera el más hospitalario. 780

Mostró noble corazón,cristiano anelaba ser.La justicia es un deber,y sus méritos no callo:nos regaló unos caballos 785y a veces nos vino a ver.

A la voluntá de Diosni con la intención resisto.Él nos salvó... pero ¡ah, Cristo!,muchas veces he deseado 790no nos hubiera salvadoni jamás haberlo visto.

Quien recibe beneficiosjamás los debe olvidar;y al que tiene que rodar 795en su vida trabajosa,le pasan a veces cosasque son duras de pelar.

Voy dentrando poco a pocoen lo triste del pasage. 800Cuando es amargo el brebageel corazón no se alegra.Dentró una virgüela negraque los diezmó a los salvajes.

Al sentir tal mortandá, 805los indios, desesperaos,gritaban alborotaos:

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«Cristiano echando gualicho».No quedó en los toldos vichoque no salió redotao. 810

Sus remedios son secretos;los tienen las adivinas;no los conocen las chinas,sinó alguna ya muy vieja,y es que los aconseja, 815con mil embustes, la indina.

Allí soporta el pacientelas terribles curaciones,pues a golpes y estrujones,son los remedios aquellos. 820Lo agarran de los cabellosy le arrancan los mechones.

Les hacen mil heregíasque el presenciarlas da horror,brama el indio de dolor 825por los tormentos que pasa;y untándolo todo en grasalo ponen a hervir al sol.

Y puesto allí boca arriba,alrededor le hacen fuego. 830Una china viene luegoy al oído le da de gritos.Hay algunos tan malditosque sanan con este juego.

A otros les cuecen la boca 835aunque de dolores cruja;lo agarran y allí lo estrujan;labios le queman y dientescon un güevo bien calientede alguna gallina bruja. 840

Conoce el indio el peligro

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y pierde toda esperanza.Si a escapárseles alcanzadispara como una liebre.Le da delirios la fiebre 845y ya le cain con la lanza.

Esas fiebres son terribles,y aunque de esto no disputo,ni de saber me reputo,será, decíamos nosotros, 850de tanta carne de potrocomo comen estos brutos.

Había un gringuito cautivoque siempre hablaba del barco,y lo augaron en un charco 855por causante de la peste.Tenía los ojos celestescomo potrillito zarco.

Que le dieran esa muertedispuso una china vieja; 860y aunque se aflije y se queja,es inútil que resista.Ponía el infeliz la vistacomo la pone la oveja.

Nosotros nos alejamos 865para no ver tanto estrago.Cruz sentía los amagosde la peste que reinaba,y la idea nos acosabade volver a nuestros pagos. 870

Pero contra el plan mejorel destino se revela.¡La sangre se me congela!,el que nos había salvado,cayó también atacado 875de la fiebre y la virgüela.

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No podíamos dudaral verlo en tal padecerel fin que había de tener,y Cruz, que era tan humano: 880-«Vamos -me dijo-, paisano,a cumplir con un deber.»

Fuimos a estar a su ladopara ayudarlo a curar.Lo vinieron a buscar 885y hacerle como a los otros;lo defendimos nosotros,no lo dejamos lanciar.

Iba creciendo la plagay la mortandá seguía; 890a su lado nos teníacuidándolo con paciencia.Pero acabó su esistenciaal fin de unos pocos días.

El recuerdo me atormenta, 895se renueva mi pesar,me dan ganas de llorar,nada a mis penas igualo.Cruz también cayó muy malo,ya para no levantar. 900

Todos pueden figurarsecuánto tuve que sufrir;yo no hacía sinó gemir,y aumentaba mi afliciónno saber una oración 905pa ayudarlo a bien morir.

Se le pasmó la virgüela,y el pobre estaba en un grito;me recomendó un hijito,que en su pago había dejado. 910

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-«Ha quedado abandonado--me dijo- aquel pobrecito.»

«Si vuelve, busquemeló»,me repetía a media voz.«En el mundo éramos dos, 915pues él ya no tiene madre:que sepa el fin de su padrey encomiende mi alma a Dios.»

Lo apretaba contra el pechodominao por el dolor. 920Era su pena mayorel morir allá entre infieles.Sufriendo dolores cruelesentregó su alma al Criador.

De rodillas a su lado 925yo lo encomendé a Jesús.Faltó a mis ojos la luz;tube un terrible desmayo;cai como herido del rayocuando lo vi muerto a Cruz. 930

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VII

Aquel bravo compañeroen mis brazos espiró,hombre que tanto sirvió,varón que fue tan prudente,por humano y por valiente 935en el desierto murió.

Y yo, con mis propias manos,yo mesmo lo sepulté.A Dios por su alma rogué,de dolor el pecho lleno; 940y humedeció aquel terrenoel llanto que redamé.

Cumplí con mi obligación;no hay falta de que me acuse,ni deber de que me escuse, 945aunque de dolor sucumba:allá señala su tumbauna cruz que yo le puse.

Andaba de toldo en toldoy todo me fastidiaba, 950el pesar me dominaba,y entregao al sentimiento,se me hacía cada momentooir a Cruz que me llamaba.

Cuál más, cuál menos, los criollos 955saben lo que es amargura.En mi triste desventurano encontraba otro consueloque ir a tirarme en el sueloal lao de su sepoltura. 960

Allí pasaba las horassin haber naides conmigo,teniendo a Dios por testigo,

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y mis pensamientos fijosen mi mujer y mis hijos, 965en mi pago y en mi amigo.

Privado de tantos bienesy perdido en tierra ajena,parece que se encadenael tiempo y que no pasara, 970como si el sol se pararaa contemplar tanta pena.

Sin saber qué hacer de míy entregado a mi aflición,estando allí una ocasión, 975del lado que venía el vientooí unos tristes lamentosque llamaron mi atención.

No son raros los quejidosen los toldos del salvage, 980pues aquél es vandalage,donde no se arregla nadasinó a lanza y puñalada,a bolazos y a corage.

No preciso juramento, 985deben creerle a Martín Fierro:ha visto en ese destierroa un salvaje que se irritadegollar una chinitay tirársela a los perros. 990

He presenciado martirios,he visto muchas crueldades,crímenes y atrocidadesque el cristiano no imagina,pues ni el indio ni la china 995sabe lo que son piedades.

Quise curiosiar los llantos

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que llegaban hasta mí;al punto me dirigíal lugar de ande venían. 1000¡Me horrorisa todavíael cuadro que descubrí!

Era una infeliz mugerque estaba de sangre llena,y como una Madalena 1005lloraba con toda gana.Conocí que era cristianay esto me dio mayor pena.

Cauteloso me acerquéa un indio que estaba al lao, 1010porque el pampa es desconfiaosiempre de todo cristiano,y vi que tenía en la manoel rebenque ensangrentao.

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VIII

Más tarde supe por ella, 1015de manera positiva,que dentró una comitivade pampas a su partido,mataron a su maridoy la llevaron cautiva. 1020

En tan dura servidumbrehacían dos años que estaba;un hijito que llevabaa su lado lo tenía.La china la aborrecía, 1025tratándola como esclava.

Deseaba para escaparsehacer una tentativa,pues a la infeliz cautivanaides la va a redimir, 1030y allí tiene que sufrirel tormento mientras viva.

Aquella china perversa,dende el punto que llegó,crueldá y orgullo mostró 1035porque el indio era valiente:usaba un collar de dientesde cristianos que él mató.

La mandaba trabajar,poniendo cerca a su hijito, 1040tiritando y dando gritos,por la mañana temprano,atado de pies y manoslo mesmo que un corderito.

Ansí le imponía tarea 1045de juntar leña y sembrarviendo a su hijito llorar;

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y hasta que no terminaba,la china no la dejabaque le diera de mamar. 1050

Cuando no tenían trabajola emprestaban a otra china.-«Naides -decía- se imaginani es capaz de presumircuánto tiene que sufrir 1055la infeliz que está cautiva.»

Si ven crecido a su hijito,como de piedá no entiendeny a súplicas nunca atienden,cuando no es éste, es el otro: 1060se lo quitan y lo vendeno lo cambian por un potro.

En la crianza de los suyosson bárbaros por demás.No lo había visto jamás: 1065en una tabla los atan,los crían ansí y les achatanla cabeza por detrás.

Aunque esto parezca estraño,ninguno lo ponga en duda; 1070entre aquella gente ruda,en su bárbara torpeza,es gala que la cabezase les forme puntiaguda.

Aquella china malvada 1075que tanto la aborrecíaempezó a decir un día,porque falleció una hermana,que sin duda la cristianale había echado brugería. 1080

El indio la sacó al campo

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y la empezó a amenazarque le había de confesarsi la brugería era cierta,o que la iba a castigar 1085hasta que quedara muerta.

Llora la pobre, afligida;pero el indio, en su rigor,le arrebató con furoral hijo de entre sus brazos. 1090Y del primer rebencazola hizo crugir de dolor.

Que aquel salvaje tan cruelazotándola seguía;más y más se enfurecía 1095cuanto más la castigaba,y la infeliz se atajabalos golpes como podía.

Que le gritó muy furioso:-«Confechando no querés»-, 1100la dio vüelta de un revés,y por colmar su amargura,a su tierna criaturase la degolló a los pies.

-«Es increible -me decía- 1105que tanta fiereza esista.No habrá madre que resista;aquel salvage inclementecometió tranquilamenteaquel crimen a mi vista.» 1110

Esos horrores tremendosno los inventa el cristiano.-«Ese bárbaro inhumano--sollozando me lo dijo-me amarró luego las manos 1115con las tripitas de mi hijo.»

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IX

De ella fueron los lamentosque en mi soledá escuché.En cuanto al punto llegué,quedé enterado de todo. 1120Al mirarla de aquel modoni un istante tutubié.

Toda cubierta de sangreaquella infeliz cautiva,tenía dende abajo arriba 1125la marca de los lazazos.Sus trapos hechos pedazosmostraban la carne viva.

Alzó los ojos al cielo,en sus lágrimas bañada. 1130Tenía las manos atadas;su tormento estaba claro.Y me clavó una miradacomo pidiéndome amparo.

Yo no sé lo que pasó 1135en mi pecho en ese instante.Estaba el indio arrogantecon una cara feroz:para entendernos los dosla mirada fue bastante. 1140

Pegó un brinco como gatoy me ganó la distancia;aprovechó esa gananciacomo fiera cazadora:desató las boliadoras 1145y aguardó con vigilancia.

Aunque yo iba de curiosoy no por buscar contienda,al pingo le até la rienda,

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eché mano dende luego, 1150a éste que no yerra fuego,y ya se armó la tremenda.

El peligro en que me hallabaal momento conocí.Nos mantubimos ansí, 1155me miraba y lo miraba;yo al indio le desconfiabay él me desconfiaba a mí.

Se debe ser precavidocuando el indio se agasape; 1160en esa postura el tapevale por cuatro o por cinco:como tigre es para el brincoy fácil que a uno lo atrape.

Peligro era atropellar 1165y era peligro el juir,y más peligroso seguiresperando de este modo,pues otros podían veniry carniarme allí entre todos. 1170

A juerza de precauciónmuchas veces he salvado,pues en un trance apuradoes mortal cualquier descuido.Si Cruz hubiera vivido 1175no habría tenido cuidado.

Un hombre junto con otroen valor y en juerza crece;el temor desaparece;escapa de cualquier trampa. 1180Entre dos, no digo a un pampa,a la tribu si se ofrece.

En tamaña incertidumbre,

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en trance tan apurado,no podía, por de contado, 1185escaparme de otra suertesinó dando al indio muerteo quedando allí estirado.

Y como el tiempo pasabay aquel asunto me urgía, 1190viendo que él no se movía,me fui medio de soslayocomo a agarrarle el caballo,a ver si se me venía.

Ansí fué, no aguardó más, 1195Y me atropelló el salvage.Es preciso que se atajequien con el indio pelé.El miedo de verse a pieaumentaba su coraje. 1200

En la dentrada nomásme largó un par de bolazos.Uno me tocó en un brazo:si me da bien, me lo quiebra,pues las bolas son de piedra 1205y vienen como balazo.

A la primer puñaladael pampa se hizo un ovillo:era el salvaje más pilloque he visto en mis correrías, 1210y a más de las picardías,arisco para el cuchillo.

Las bolas las manejabaaquel bruto con destreza,las recogía con presteza 1215y me las volvía a largar,haciéndomelas silbararriba de la cabeza.

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Aquel indio, como todos,era cauteloso... ¡ay juna! 1220ay me valió la fortunade que peliando se apotra:me amenazaba con unay me largaba con otra.

Me sucedió una desgracia 1225en aquel percance amargo;en momentos que lo cargoy que él reculando va,me enredé en el chiripáy caí tirao largo a largo. 1230

Ni pa encomendarme a Diostiempo el salvage me dio;cuanto en el suelo me viome saltó con ligereza;juntito de la cabeza 1235el bolazo retumbó.

Ni por respeto al cuchillodejó el indio de apretarme.Allí pretende ultimarmesin dejarme levantar, 1240y no me daba lugarni siquiera a enderezarme.

De valde quiero moverme:aquel indio no me suelta.Como persona resuelta, 1245toda mi juerza ejecuto;pero abajo de aquel brutono podía ni darme güelta.... ... ...... ... ...... ... ...¡Bendito, Dios poderosoquién te puede comprender! 1250

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Cuando a una débil mugerle diste en esa ocasiónla juerza que en un varóntal vez no pudiera haber.

Esa infeliz tan llorosa, 1255viendo el peligro se anima.Como una flecha se arrimay, olvidando su aflición,le pegó al indio un tirónque me lo sacó de encima. 1260

Ausilio tan generosome libertó del apuro.Si no es ella, de siguroque el indio me sacrifica.Y mi valor se duplica 1265con un ejemplo tan puro.

En cuanto me enderecé,nos volvimos a topar.No se podía descansary me chorriaba el sudor. 1270En un apuro mayorjamás me he vuelto a encontrar.

Tampoco yo le daba alce,como deben suponer.Se había aumentao mi quehacer 1275para impedir que el brutazole pegara algún bolazo,de rabia, a aquella muger.

La bola en manos del indioes terrible y muy ligera; 1280hace de ella lo que quiera,saltando como una cabra,mudos, sin decir palabra,peliábamos como fieras.

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Aquel duelo en el desierto, 1285nunca jamás se me olvida.Iba jugando la vidacon tan terrible enemigo,teniendo allí de testigoa una muger afligida. 1290

Cuanto él más se enfurecía,yo más me empiezo a calmar.Mientras no logra matarel indio no se desfoga.Al fin le corté una soga 1295y lo empecé aventajar.

Me hizo sonar las costillasde un bolazo aquel maldito,y al tiempo que le di un gritoy le dentro como bala, 1300pisa el indio y se refalaen el cuerpo del chiquito.

Para explicar el misterioes muy escasa mi cencia:lo castigó, en mi concencia, 1305Su Divina Magestá.Donde no hay casualidásuele estar la Providencia.

En cuanto trastabilló,más de firme lo cargué, 1310y aunque de nuevo hizo pie,lo perdió aquella pisada,pues en esa atropelladaen dos partes lo corté.

Al sentirse lastimao 1315se puso medio afligido;pero era indio decidido,su valor no se quebranta;le salían de la garganta

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como una especie de aullidos. 1320

Lastimao en la cabeza,la sangre lo enceguecía;de otra herida le salía,haciendo un charco ande estaba;con los pies la chapaliaba 1325sin aflojar todavía.

Tres figuras imponentesformábamos aquel terno:ella, en su dolor materno;yo, con la lengua dejuera; 1330y el salvaje, como fieradisparada del infierno.

Iba conociendo el indioque tocaban a degüello.Se le erizaba el cabello 1335y los ojos revolvía;los labios se le perdíancuando iba a tomar resuello.

En una nueva dentradale pegué un golpe sentido, 1340y al verse ya mal herido,aquel indio furibundolanzó un terrible alaridoque retumbó como un ruidosi se sacudiera el mundo. 1345

Al fin de tanto lidiaren el cuchillo lo alcé:en peso lo levantéaquel hijo del desierto;ensartado lo llevé, 1350y allá recién lo larguécuando ya lo sentí muerto.

Me persiné dando gracias

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de haber salvado la vida.Aquella pobre afligida, 1355de rodillas en el suelo,alzó sus ojos al cielosollozando dolorida.

Me hinqué también a su ladoa dar gracias a mi santo. 1360En su dolor y quebranto,ella, a la Madre de Dios,le pide en su triste llantoque nos ampare a los dos.

Se alzó con pausa de leona 1365cuando acabó de implorar,y sin dejar de llorarenvolvió en unos trapitoslos pedazos de su hijito,que yo le ayudé a juntar. 1370

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X

Dende ese punto era juerzaabandonar el desierto,pues me hubieran descubierto;y aunque lo maté en peleade fijo que me lancean 1375por vengar al indio muerto.

A la aflijida cautivami caballo le ofrecí,era un pingo que alquirí,y dondequiera que estaba, 1380en cuanto yo lo silvabavenía a refregarse en mí.

Yo me le senté al del pampa;era un escuro tapao.Cuando me hallo bien montao, 1385de mis casillas me salgo;y era un pingo como galgo,que sabía correr boliao.

Para correr en el campono hallaba ningún tropiezo. 1390Los egercitan en eso,y los ponen como luz,de dentrarle a un avestruzy boliar bajo el pescuezo.

El pampa educa al caballo 1395como para un entrevero.Como rayo es de ligeroen cuanto el indio lo toca;y, como trompo, en la bocada güeltas sobre de un cuero. 1400

Lo barea en la madrugada;jamás falta a este deber.Luego, lo enseña a correr

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entre fangos y guadales.¡Ansina, esos animales 1405es cuanto se puede ver!

En el caballo de un pampano hay peligro de rodar,¡jue pucha!, y pa disparares pingo que no se cansa. 1410Con proligidá lo amansasin dejarlo corcobiar.

Pa quitarle las cosquillascon cuidao lo manosea;horas enteras emplea, 1415y por fin sólo lo dejacuando agacha las orejasy ya el potro ni cocea.

Jamás le sacude un golpe,porque lo trata al bagual 1420con pacencia sin igual;al domarlo no le pega,hasta que al fin se le entregaya dócil el animal.

Y aunque yo sobre los bastos 1425me sé sacudir el polvo,a esa costumbre me amoldo;con pacencia lo manejany al día siguiente lo dejanrienda arriba junto al toldo. 1430

Ansí, todo el que procuretener un pingo modelo,lo ha de cuidar con desvelo,y debe impedir tambiénel que de golpes le den 1435o tironén en el suelo.

Muchos quieren dominarlo

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con el rigor y el azote,y si ven al chafaloteque tiene trazas de malo, 1440lo embraman en algún palohasta que se descogote.

Todos se vuelven pretestosy güeltas para ensillarlo.Dicen que es por quebrantarlo, 1445mas compriende cualquier boboque es el miedo del corcoboy no quieren confesarlo.

El animal yeguarizo,perdónenme esta alvertencia 1450es de mucha conocenciay tiene mucho sentido;es animal consentido;lo cautiva la pacencia.

Aventaja a los demás 1455el que estas cosas entienda.Es bueno que el hombre aprienda,pues hay pocos domadoresy muchos frangoyadoresque andan de bozal y rienda. 1460... ... ...... ... ...... ... ...Me vine, como les digo,trayendo esa compañera.Marchamos la noche entera,haciendo nuestro caminosin más rumbo que el destino, 1465que nos llevara ande quiera.

Al muerto, en un pajonalhabía tratao de enterrarlo,y después de maniobrarlolo tapé bien con las pajas, 1470

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para llevar de ventajalo que emplearan en hallarlo.

En notando nuestra ausiencianos habían de perseguir,y al decidirme a venir, 1475con todo mi corazónhice la resoluciónde peliar hasta morir.

Es un peligro muy seriocruzar juyendo el desierto. 1480Muchísimos de hambre han muerto,pues en tal desasociegono se puede ni hacer fuegopara no ser descubierto.

Sólo el albitrio del hombre 1485puede ayudarlo a salvar;no hay auxilio que esperar,sólo de Dios hay amparo.En el desierto es muy raroque uno se pueda escapar. 1490

¡Todo es cielo y horizonteen inmenso campo verde!¡Pobre de aquel que se pierdeo que su rumbo estravea!Si alguien cruzarlo desea 1495este consejo recuerde:

Marque su rumbo de díacon toda fidelidá,marche con puntualidá,siguiéndolo con fijeza, 1500y si duerme, la cabezaponga para el lao que va.

Oserve con todo esmeroadonde el sol aparece;

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si hay ñeblina y le entorpece 1505y no lo puede oservar,guardese de caminar,pues quien se pierde perece.

Dios les dio istintos sutilesa toditos los mortales. 1510El hombre es uno de tales,y en las llanuras aquellaslo guían el sol, las estrellas,el viento y los animales.

Para ocultarnos de día 1515a la vista del salvage,ganábamos un parageen que algún abrigo hubiera,a esperar que anochecierapara seguir nuestro viaje. 1520

Penurias de toda clasey miserias padecimos:varias veces no comimoso comimos carne cruda;y en otras, no tengan duda, 1525con reices nos mantubimos.

Después de mucho sufrirtan peligrosa inquietú,alcanzamos con salúa divisar una sierra, 1530y al fin pisamos la tierraen donde crece el ombú.

Nueva pena sintió el pechopor Cruz, en aquel parage,y en humilde vasallage 1535a la Magestá infinitabesé esta tierra benditaque ya no pisa el salvage.

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Al fin la misericordiade Dios nos quiso amparar. 1540Es preciso soportarlos trabajos con costancia,alcanzamos una estanciadespués de tanto penar.

Ay mesmo me despedí 1545de mi infeliz compañera.-«Me voy -le dije- ande quiera,aunque me agarre el gobierno,pues infierno por infierno,prefiero el de la frontera.» 1550

Concluyo esta relación,ya no puedo continuar.Permítanme descansar:están mis hijos presentes,y yo ansioso por que cuenten 1555lo que tengan que contar.

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XI

Y mientras que tomo un tragopa refrescar el garguero,y mientras tiempla el muchachoy prepara su estrumento, 1560les contaré de qué modotuvo lugar el encuentro:me acerqué a algunas estanciaspor saber algo de cierto,creyendo que en tantos años 1565esto se hubiera compuesto;pero cuanto saqué en limpiofue que estábamos lo mesmo.Ansí me dejaba andarhaciéndome el chancho rengo, 1570porque no me conveníarevolver el avispero;pues no inorarán ustedesque en cuentas con el gobiernotarde o temprano lo llaman 1575al pobre a hacer el arreglo.Pero al fin tuve la suertede hallar un amigo viejo,que de todo me informó,y por él supe al momento, 1580que el juez que me perseguíahacía tiempo que era muerto;por culpa suya he pasadodiez años de sufrimiento,y no son pocos diez años 1585para quien ya llega a viejo.Y los he pasado ansí;si en mi cuenta no me yerro:tres años en la frontera,dos como gaucho matrero, 1590y cinco allá entre los indioshacen los diez que yo cuento.Me dijo, a más, ese amigoque andubiera sin recelo,

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que todo estaba tranquilo, 1595que no perseguía el Gobierno,que ya naides se acordabade la muerte del moreno,aunque si yo lo matémucha culpa tuvo el negro. 1600Estube un poco imprudente,puede ser, yo lo confieso,pero él me precipitóporque me cortó primero;y a más, me cortó en la cara, 1605que es un asunto muy serio.Me asiguró el mesmo amigoque ya no había ni el recuerdode aquel que en la pulperíalo dejé mostrando el sebo. 1610Él, de engreído, me buscó,yo ninguna culpa tengo;él mesmo vino a peliarme,y tal vez me hubiera muertosi le tengo más confianza 1615o soy un poco más lerdo.Fue suya toda la culpa,porque ocasionó el suceso.Que ya no hablaban tampoco,me lo dijo muy de cierto, 1620de cuando con la partidallegué a tener el encuentro.Esa vez me defendícomo estaba en mi derecho,porque fueron a prenderme 1625de noche y en campo abierto.Se me acercaron con armas,y sin darme voz de preso.Me amenazaron a gritosde un modo que daba miedo; 1630que iban a arreglar mis cuentas,tratándome de matrero,y no era el gefe el que hablaba,sinó un cualquiera de entre ellos.

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Y ése, me parece a mí, 1635no es modo de hacer arreglos,ni con el que es inocente,ni con el culpable menos.Con semejantes noticiasyo me puse muy contento 1640y me presenté ande quieracomo otros pueden hacerlo.De mis hijos he encontradosólo a dos hasta el momento;y de ese encuentro feliz 1645le doy las gracias al cielo.A todos cuantos hablabales preguntaba por ellos,mas no me daba ningunorazón de su paradero. 1650Casualmente el otro díallegó a mi conocimiento,de una carrera muy grandeentre varios estancieros;y fui como uno de tantos 1655aunque no llevaba un medio.No faltaba, ya se entiende,en aquel gauchage inmensomuchos que ya conocíanla historia de Martín Fierro; 1660y allí estaban los muchachoscuidando unos paregeros.Cuando me oyeron nombrarse vinieron al momento,diciéndome quiénes eran, 1665aunque no me conocieronporque venía muy aindiaoy me encontraban muy viejo.La junción de los abrazos,de los llantos y los besos 1670se deja pa las mugeres,como que entienden el juego.Pero el hombre que compriendeque todos hacen lo mesmo,

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en público canta y baila, 1675abraza y llora en secreto.Lo único que me han contaoes que mi muger ha muerto.Que en procuras de un muchachose fue la infeliz al pueblo, 1680donde infinitas miseriashabrá sufrido por cierto.Que por fin a un hospitalfue a parar medio muriendo,y en ese abismo de males 1685falleció al muy poco tiempo.Les juro que de esa pérdidajamás he de hallar consuelo:muchas lágrimas me cuestadende que supe el suceso. 1690Mas dejemos cosas tristes,aunque alegrías no tengo;me parece que el muchachoha templao y está dispuesto.Vamos a ver qué tal lo hace, 1695y juzgar su desempeño.Ustedes no los conocen,yo tengo confianza en ellos,no porque lleven mi sangre-eso fuera lo de menos- 1700sinó porque dende chicoshan vivido padeciendo.Los dos son aficionados,les gusta jugar con fuego;vamos a verlos correr: 1705son cojos... hijos de rengo.

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XII

EL HIJO MAYOR DE MARTÍN FIERRO

LA PENITENCIARÍA

Aunque el gajo se pareceal árbol de donde sale,solía decirlo mi madre,y en su razón estoy fijo: 1710«Jamás puede hablar el hijocon la autoridá del padre.»

Recordarán que quedamossin tener dónde abrigarnos,ni ramada ande ganarnos, 1715ni rincón donde meternos,ni camisa que ponernos,ni poncho con que taparnos.

Dichoso aquel que no sabelo que es vivir sin amparo; 1720yo con verdá les declaro,aunque es por demás sabido:dende chiquito he vividoen el mayor desamparo.

No le merman el rigor 1725los mesmos que lo socorren,tal vez porque no se borrenlos decretos del destino,de todas partes lo correncomo ternero dañino. 1730

Y vive como los bichos,buscando alguna rendija.El güérfano es sabandijaque no encuentra compasión,y el que anda sin direción 1735es guitarra sin clavija.

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Sentiré que cuanto digoa algún oyente le cuadre.Ni casa tenía, ni madre,ni parentela, ni hermanos; 1740y todos limpian sus manosen el que vive sin padre.

Lo cruza éste de un lazazo,lo abomba aquél de un moquete,otro le busca el cachete, 1745y entre tanto soportar,suele a veces no encontrarni quien le arroje un soquete.

Si lo recogen lo tratancon la mayor rigidez; 1750piensan que es mucho tal vez,cuando ya muestra el pellejo,si le dan un trapo viejopa cubrir su desnudez.

Me crié, pues, como les digo, 1755desnudo a veces y hambriento,me ganaba mi sustentoy ansí los años pasaban.Al ser hombre me esperabanotra clase de tormentos. 1760

Pido a todos que no olvidenlo que les voy a decir:en la escuela del sufrirhe tomado mis leciones,y hecho muchas refleciones 1765dende que empecé a vivir.

Si alguna falta cometola motiva mi inorancia;no vengo con arrogancia,y les diré en conclusión 1770

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que trabajando de piónme encontraba en una estancia.

El que manda siempre puedehacerle al pobre un calvario.A un vecino propietario 1775un boyero le mataron,y aunque a mí me lo achacaron,salió cierto en el sumario.

Piensen los hombres honradosen la vergüenza y la pena 1780de que tendría la alma llenaal verme ya tan tempranoigual a los que sus manoscon el crimen envenenan.

Declararon otros dos 1785sobre el caso del dijunto;mas no se aclaró el asunto,y el juez, por darlas de listo.-«Amarrados como un Cristo-nos dijo- irán todos juntos.» 1790

«A la justicia ordinariavoy a mandar a los tres.»Tenía razón aquel juezy cuantos ansí amenacen;ordinaria... es como la hacen, 1795lo he conocido después.

Nos remitió, como digo,a esa justicia ordinaria,y fuimos con la sumariaa esa cárcel de malevos 1800que por un bautismo nuevole llaman Penitenciaria.

El porqué tiene ese nombrenaides me lo dijo a mí,

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mas yo me lo esplico ansí: 1805le dirán Penitenciariapor la penitencia diariaque se sufre estando allí.

Criollo que cai en desgraciatiene que sufrir no poco; 1810naides lo ampara tampocosi no cuenta con recursos.El gringo es de más discurso:cuando mata, se hace el loco.

No sé el tiempo que corrió 1815en aquella sepoltura.Si de ajuera no lo apuran,el asunto va con pausa:tienen la presa siguray dejan dormir la causa. 1820

Inora el preso a qué ladose inclinará la balanza;pero es tanta la tardanza,que yo les digo por mí:el hombre que dentre allí 1825deje afuera la esperanza.

Sin perfecionar las leyesperfecionan el rigor.Sospecho que el inventorhabrá sido algún maldito: 1830por grande que sea un delitoaquella pena es mayor.

Eso es para quebrantarel corazón más altivo.Los llaveros son pasivos, 1835pero más secos y durostal vez que los mesmos murosen que uno gime cautivo.

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No es en grillos ni en cadenasen lo que usté penará, 1840sinó en una soledáy un silencio tan projundoque parece que en el mundoes el único que está.

El más altivo varón 1845y de cormillo gastao,allí se vería agobiaoy su corazón marchitoal encontrarse encerraoa solas con su delito. 1850

En esa cárcel no hay toros,allí todos son corderos;no puede el más altanero,al verse entre aquellas rejas,sinó amujar las orejas 1855y sufrir callao su encierro.

Y digo a cuantos inoranel rigor de aquellas penas,yo, que sufrí las cadenasdel destino y su inclemencia: 1860que provechen la esperenciadel mal en cabeza agena.

¡Ay, madres, las que dirigenal hijo de sus entrañas!No piensen que las engaña 1865ni que les habla un falsario;lo que es el ser presidiariono lo sabe la campaña.

Hijas, esposas, hermanas,cuantas quieren a un varón, 1870díganles que esa prisiónes un infierno temido,donde no se oye más ruido

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que el latir del corazón.

Allá el día no tiene sol, 1875la noche no tiene estrellas;sin que le valgan querellasencerrao lo purifican;y sus lágrimas salpicanen las paredes aquellas. 1880

En soledá tan terrible,de su pecho oye el latido.Lo sé porque lo he sufrido,y creameló el aulitorio:tal vez en el purgatorio 1885las almas hagan más ruido.

Cuenta esas horas eternaspara más atormentarse;su lágrima al redamarsecalcula en sus afliciones, 1890contando sus pulsaciones,lo que dilata en secarse.

Allí se amansa el más bravo,allí se duebla el más juerte;el silensio es de tal suerte, 1895que cuando llegue a venir,hasta se le han de sentirlas pisadas a la muerte.

Adentro mesmo del hombrese hace una revolución: 1900metido en esa prisión,de tanto no mirar nada,le nace y queda grabadala idea de la perfeción.

En mi madre, en mis hermanos, 1905en todo pensaba yo.Al hombre que allí dentró

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de memoria más ingrata,fielmente se le retratatodo cuanto ajuera vio. 1910

Aquel que ha vivido librede cruzar por donde quierase aflige y se desesperade encontrarse allí cautivo.Es un tormento muy vivo 1915que abate la alma más fiera.

En esa estrecha prisión,sin poderme conformar,no cesaba de esclamar:¡Qué diera yo por tener 1920un caballo en que montary una pampa en que correr!

En un lamento constantese encuentra siempre embreteao.El castigo han inventao 1925de encerrarlo en las tinieblas,y allí está como amarraoa un fierro que no se duebla.

No hay un pensamiento tristeque al preso no lo atormente. 1930Bajo un dolor permanente,agacha al fin la cabeza,porque siempre es la tristezahermana de un mal presente.

Vierten lágrimas sus ojos, 1935pero su pena no aliviaen esa constante lidiasin un momento de calma,contempla con los del almafelicidades que envidia. 1940

Ningún consuelo penetra

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detrás de aquellas murallas.El varón de más agallas,aunque más duro que un perno,metido en aquel infierno 1945sufre, gime, llora y calla.

De furor el corazónse le quiere reventar:pero no hay sinó aguantaraunque sosiego no alcance. 1950¡Dichoso en tan duro tranceaquel que sabe rezar!

¡Dirige a Dios su plegariael que sabe una oración!En esa tribulación 1955gime olvidado del mundoy el dolor es más projundocuando no halla compasión.

En tan crueles pesadumbres,en tan duro padecer, 1960empezaba a encanecerdespués de muy pocos meses.Allí lamenté mil vecesno haber aprendido a ler.

Viene primero el furor, 1965después la melancolía.En mi angustia no teníaotro alivio ni consuelosino regar aquel suelocon lágrimas noche y día. 1970

A visitar otros presossus familias solían ir.Naides me visitó a mimientras estube encerrado:¡quién iba a costiarse allí 1975a ver a un desamparado!

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¡Bendito sea el carceleroque tiene buen corazón!Yo sé que esta bendiciónpocos pueden alcanzarla, 1980pues si tienen compasiónsu deber es ocultarla.

Jamás mi lengua podráespresar cuánto he sufrido:en ese encierro metido, 1985llaves, paredes, cerrojos,se graban tanto en los ojosque uno los ve hasta dormido.... ... ...... ... ...... ... ...El mate no se permite,no le permiten hablar. 1990No le permiten cantarpara aliviar su dolor,y hasta el terrible rigorde no dejarlo fumar.

La justicia muy severa 1995suele rayar en crueldá.Sufre el pobre que allí estácalenturas y delirios,pues no esiste pior martirioque esa eterna soledá. 2000

Conversamos con las rejaspor sólo el gusto de hablar,pero nos mandan callary es preciso conformarnos,pues no se debe irritar 2005a quien puede castigarnos.

Sin poder decir palabrasufre en silencio sus males,

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y uno en condiciones talesse convierte en animal, 2010privao del don principalque Dios hizo a los mortales.

Yo no alcanzo a comprenderpor qué motivo seráque el preso privado está 2015de los dones más preciososque el justo Dios bondadosootorgó a la humanidá.

Pues que de todos los bienes,en mi inorancia lo infiero, 2020que le dio al hombre altanerosu Divina Magestá,la palabra es el primero,el segundo es la amistá.

Y es muy severa la ley 2025que por un crimen o un viciosomete al hombre a un suplicio,el más tremendo y atroz,privado de un beneficioque ha recebido de Dios. 2030

La soledá causa espanto,el silencio causa horror;ese continuo terrores el tormento más duro,y en un presidio siguro 2035está de más tal rigor.

Inora uno si de allísaldrá pa la sepoltura.El que se halla en desventurabusca a su lado otro ser. 2040Pues siempre es bueno tenercompañeros de amargura.

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Otro más sabio podráencontrar razón mejor;yo no soy rebuscador, 2045y ésta me sirve de luz:se los dieron al Señoral clavarlo en una cruz.

Y en las projundas tinieblasen que mi razón esiste, 2050mi corazón se resistea ese tormento sin nombre,pues el hombre alegra al hombrey al hablar consuela al triste.... ... ...... ... ...... ... ...Grábenlo como en la piedra 2055cuanto he dicho en este canto;y aunque yo he sufrido tanto,debo confesarlo aquí:el hombre que manda allíes poco menos que un santo. 2060

Y son buenos los demás,a su ejemplo se manejan;pero por eso no dejanlas cosas de ser tremendas.Piensen todos y compriendan 2065el sentido de mis quejas.

Y guarden en su memoriacon toda puntualidálo que con tal claridáles acabo de decir. 2070Mucho tendrán que sufrirsi no creen en mi verdá.

Y si atienden mis palabrasno habrá calabozos llenos.No olviden esto jamás: 2075

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manéjense como buenos;aquí no hay razón de más,más bien las puse de menos.

Y con esto me despido.Todos han de perdonar, 2080ninguno debe olvidarla historia de un desgraciado.Quien ha vivido encerradopoco tiene que contar.

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XIII

EL SEGUNDO HIJO DE MARTÍN FIERRO

Lo que les voy a decir 2085ninguno lo ponga en duda,y aunque la cosa es peluda,haré la resolución;es ladino el corazón,pero la lengua no ayuda. 2090

El rigor de las desdichashemos soportao diez años,pelegrinando entre estraños,sin tener donde vivir,y obligando a sufrir 2095una máquina de daños.

El que vive de ese modode todos es tributario.Falta el cabeza primario,y los hijos que él sustenta 2100se dispersan como cuentascuando se corta el rosario.

Yo andube ansí como todos,hasta que al fin de sus díassupo mi suerte una tía 2105y me recogió a su lado.Allí viví sosegadoy de nada carecía.

No tenía cuidado alguno,ni que trabajar tampoco; 2110y como muchacho locolo pasaba de holgazán.Con razón dice el refránque lo bueno dura poco.

En mí todo su cuidado 2115

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y su cariño ponía.Como a un hijo me queríacon cariño verdadero;y me nombró de herederode los bienes que tenía. 2120

El juez vino sin tardanzacuanto falleció la vieja.-«De los bienes que te deja--me dijo- yo he de cuidar.Es un rodeo regular 2125y dos majadas de ovejas.»

Era hombre de mucha labia,con más leyes que un dotor.Me dijo:-«Vos sos menory por los años que tienes 2130no podés manejar bienes.Voy a nombrarte un tutor.»

Tomó un recuento de todoporque entendía su papely después que aquel pastel 2135lo tuvo bien amasao,puso al frente un encargaoy a mí me llevó con él.

Muy pronto estuvo mi poncholo mesmo que cernidor; 2140el chiripá estaba pior,y aunque para el frío soy guapoya no me quedaba un traponi pa el frío ni pa el calor.

En tan triste desabrigo, 2145tras de un mes iba otro mes.Guardaba silencio el juez,la miseria me invadía.Me acordaba de mi tíaal verme en tal desnudes. 2150

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No sé decir con fijezael tiempo que pasé allí;y después de andar ansí,como moro sin señor,pasé a poder del tutor 2155que debía cuidar de mí.

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XIV

Me llevó consigo un viejoque pronto mostró la hilacha:dejaba ver por la fachaque era medio cimarrón, 2160muy renegao, muy ladrón,y le llamaban Viscacha.

Lo que el juez iba buscandosospecho y no me equivoco;pero este punto no toco 2165ni su secreto averiguo.Mi tutor era un antiguode los que ya quedan pocos.

Viejo lleno de camándulas,con un empaque a lo toro; 2170andaba siempre en un morometido en no sé qué enriedos;con las patas como loro,de estribar entre los dedos.

Andaba rodiao de perros, 2175que eran todo su placer;jamás dejó de tenermenos de media docena;mataba vacas ajenaspara darles de comer. 2180

Carniábamos noche a nochealguna res en el pago;y dejando allí el resago,alzaba en ancas el cuero,que se lo vendía a un pulpero 2185por yerba, tabaco y trago.

¡Ah, viejo! Más comercianteen mi vida lo he encontrao.Con ese cuero robao

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él arreglaba el pastel, 2190y allí entre el pulpero y élse estendía el certificao.

La echaba de comedido;en las trasquilas lo viera.Se ponía como una fiera 2195si cortaban una oveja;pero de alzarse no dejaun vellón o unas tijeras.

Una vez me dio una sobaque me hizo pedir socorro, 2200porque lastimé un cachorroen el rancho de unas vascas,y al irse se alzó unas guascas.Para eso era como zorro.

¡Ay juna!, dije entre mí; 2205me has dao esta pesadumbre:ya verás cuanto vislumbreuna ocasión media güena:te he de quitar la costumbrede cerdiar yeguas ajenas. 2210

Porque maté una viscachaotra vez me reprendió.Se lo vine a contar yo,y no bien se lo hube dicho:-«Ni me nuembres ese vicho» 2215-me dijo, y se me enojó.

Al verlo tan irritaohallé prudente callar.Éste me va a castigar,dije entre mí, si se agravia. 2220Ya vi que les tenía rabia,y no las volví a nombrar.

Una tarde halló una punta

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de yeguas medio bichocas;después que voltió unas pocas 2225las cerdiaba con empeño.Yo vide venir al dueñopero me callé la boca.

El hombre venía juriosoy nos cayó como un rayo; 2230se descolgó del caballorevoliando el arriador,y lo cruzó de un lazasoay no más a mi tutor.

No atinaba don Viscacha 2235a qué lado disparar,hasta que logró montar,y de miedo del chicote,se lo apretó hasta el cogote,sin pararse a contestar. 2240

Ustedes crerán tal vezque el viejo se curaría:no, señores, lo que hacía,con más cuidao dende entonces,era maniarlas de día 2245para cerdiar a la noche.

Ése fue el hombre que estuboencargao de mi destino.Siempre andubo en mal camino,y todo aquel vecinario 2250decía que era un perdulario,insufrible de dañino.

Cuando el juez me lo nombróal dármelo de tutorme dijo que era un señor 2255el que me debía cuidar,enseñarme a trabajary darme la educación.

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Pero qué había de aprenderal lao de ese viejo paco, 2260que vivía como el chuncacoen los bañaos, como el tero;un haragán, un ratero,y más chillón que un barraco.

Tampoco tenía más bienes 2265ni propiedá conocidaque una carreta podriday las paredes sin techode un rancho medio deshechoque le servía de guarida. 2270

Después de las trasnochadasallí venía a descansar.Yo desiaba aviriguarlo que tubiera escondido,pero nunca había podido 2275pues no me dejaba entrar.

Yo tenía unas jergas viejasque habían sido más peludas;y con mis carnes desnudas,el viejo, que era una fiera, 2280me echaba a dormir ajueracon unas heladas crudas.

Cuando mozo fue casao,aunque yo lo desconfío;y decía un amigo mío 2285que, de arrebatao y malo,mató a su muger de un paloporque le dio un mate frío.

Y viudo por tal motivonunca se volvió a casar. 2290No era fácil encontrarninguna que lo quisiera:

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todas temerían llevarla suerte de la primera.

Soñaba siempre con ella, 2295sin duda por su delito,y decía el viejo maldito,el tiempo que estubo enfermo,que ella dende el mesmo infiernolo estaba llamando a gritos. 2300

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XV

Siempre andaba retobao,con ninguno solía hablar;se divertía en escarbary hacer marcas con el dedo;y cuanto se ponía en pedo 2305me empezaba aconsejar.

Me parece que lo veocon su poncho calamaco.Después de echar un buen tacoansí principiaba a hablar: 2310-«Jamás llegués a parara donde veas perros flacos.

El primer cuidao del hombrees defender el pellejo.Lleváte de mi consejo, 2315fijáte bien en lo que hablo:el diablo sabe por diablo,pero más sabe por viejo.»

«Hacéte amigo del juez,no le des de qué quejarse; 2320y cuando quiera enojarsevos te debés encojer,pues siempre es güeno tenerpalenque ande ir a rascarse.»

«Nunca le llevés la contra, 2325porque él manda la gavilla.Allí sentao en su sillaningún güey le sale bravo;a uno le da con el clavoy a otro con la cantramilla.» 2330

«El hombre, hasta el más soberbio,con más espinas que un tala,aflueja andando en la mala

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y es blando como manteca:hasta la hacienda baguala 2335cai al jagüel con la seca.»

«No andés cambiando de cueva,hacé las que hace el ratón:conserváte en el rincónen que empesó tu esistencia: 2340vaca que cambia querenciase atrasa en la parición.»

Y menudiando los tragosaquel viejo como cerro:«No olvidés -me decía- Fierro, 2345que el hombre no debe creren lágrimas de mujerni en la renguera del perro.»

«No te debés afligiraunque el mundo se desplome. 2350Lo que más precisa el hombretener, según yo discurro,es la memoria del burroque nunca olvida ande come.»

«Dejá que caliente el horno 2355el dueño del amasijo.Lo que es yo, nunca me aflijoy a todito me hago el sordo:el cerdo vive tan gordoy se come hasta los hijos.» 2360

«El zorro que ya es corrido,dende lejos la olfatea.No se apure quien deseahacer lo que le aproveche:la vaca que más rumea 2365es la que da mejor leche.»

«El que gana su comida

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bueno es que en silencio coma.Ansina vos ni por bromaquerrás llamar la atención: 2370nunca escapa el cimarrónsi dispara por la loma.»

«Yo voy donde me convieney jamás me descarrío.Lleváte el ejemplo mío, 2375y llenarás la barriga.Aprendé de las hormigas:no van a un noque vacío.»

«A naides tengás envidia:es muy triste el envidiar. 2380Cuando veas a otro ganar,a estorbarlo no te metas:cada lechón en su tetaes el modo de mamar.»

«Ansí se alimentan muchos 2385mientras los pobres lo pagan.Como el cordero hay quien lo hagaen la puntita, no niego;pero otros, como el borrego,toda entera se la tragan.» 2390

«Si buscás vivir tranquilodedicáte a solteriar;mas si te querés casar,con esta alvertencia sea:que es muy difícil guardar 2395prendas que otros codicean.»

«Es un vicho la mujerque yo aquí no lo destapo:siempre quiere al hombre guapo,mas fijáte en la elección, 2400porque tiene el corazóncomo barriga de sapo.»

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Y gangoso con la tranca,me solía decir: -«Potrillo,recién te apunta el cormillo, 2405mas te lo dice un toruno:no dejés que hombre ningunote gane el lao del cuchillo.»

«Las armas son necesarias,pero naides sabe cuándo; 2410ansina, si andás pasiando,y de noche sobre todo,debés llevarlo de modoque al salir salga cortando.»

«Los que no saben guardar 2415son pobres aunque trabajen;nunca por más que se atajen,se librarán del cimbrón;al que nace barrigónes al ñudo que lo fajen.» 2420

«Donde los vientos me llevan,allí estoy como en mi centro.Cuando una tristeza encuentrotomo un trago pa alegrarme:a mí me gusta mojarme 2425por ajuera y por adentro.»

«Vos sos pollo, y te convienentoditas estas razones:mis consejos y lecionesno echés nunca en el olvido: 2430en las riñas he aprendidoa no peliar sin puyones.»

Con estos consejos y otrosque yo en mi memoria encierroy que aquí no desentierro 2435educándome seguía

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hasta que al fin se dormía,mesturao entre los perros.

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XVI

Cuando el viejo cayó enfermo,viendo yo que se empioraba 2440y que esperanza no dabade mejorarse siquiera,le truje una culandreraa ver si lo mejoraba.

En cuanto lo vio me dijo: 2445-«Éste no aguanta el sogazo;muy poco le doy de plazo;nos va a dar un espetáculo,porque debajo del brazole ha salido un tabernáculo.» 2450

-Dice el refrán que en la tropanunca falta un güey corneta;uno que estaba en la puertale pegó el grito ay no más:-«Tabernáculo...qué bruto: 2455un tubérculo, dirás.»

Al verse ansí interrumpido,al punto dijo el cantor:-«No me parece ocasiónde meterse los de ajuera. 2460Tabernáculo, señor,le decía la culandrera.»

El de ajuera repitió,dándole otro chaguarazo:-«Allá va un nuevo bolazo: 2465copo y se lo gano en puerta:a las mujeres que curanse les llama curanderas.»

No es bueno, dijo el cantor,muchas manos en un plato, 2470y diré al que ese barato

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ha tomao de entremetido,que no creia haber venidoa hablar entre liberatos.

Y para seguir contando 2475la historia de mi tutorle pediré a ese dotorque en mi inorancia me deje,pues siempre encuentra el que tejeotro mejor tejedor. 2480

Seguía enfermo, como digo,cada vez más emperrao.Yo estaba ya acobardaoy lo espiaba dende lejos:era la boca del viejo 2485la boca de un condenao.

Allá pasamos los dosnoches terribles de invierno.El maldecía al Padre Eternocomo a los santos benditos, 2490pidiéndole al diablo a gritosque lo llevara al infierno.

Debe ser grande la culpaque a tal punto mortifica.Cuando vía una reliquia 2495se ponía como azogado,como si a un endemoniadole echaran agua bendita.

Nunca me le puse a tiro,pues era de mala entraña; 2500y viendo heregía tamañasi alguna cosa le daba,de lejos se la alcanzabaen la punta de una caña.

Será mejor, decía ya, 2505

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que abandonado lo deje,que blasfeme y que se queje,y que siga de esta suerte,hasta que venga la muertey cargue con este hereje. 2510

Cuando ya no pudo hablarle até en la mano un cencerro,y al ver cercano su entierro,arañando las paredes,espiró allí entre los perros 2515y este servidor de ustedes.

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XVII

Le cobré un miedo terribledespués que lo vi dijunto.Llamé al alcalde y al puntoacompañado se vino 2520de tres o cuatro vecinosa arreglar aquel asunto.

-«Ánima bendita -dijoun viejo medio ladiao-;que Dios lo haiga perdonao 2525es todo cuanto deseo.Le conocí un pastoreode terneritos robaos.»

-«Ansina es -dijo el alcalde-.Con eso empezó a poblar, 2530yo nunca podré olvidarlas travesuras que hizo;hasta que al fin fue precisoque le privasen carniar.»

«De mozo fue muy ginete, 2535no lo bajaba un bagual;pa ensillar un animalsin necesitar de otro,se encerraba en el corraly allí galopiaba el potro.» 2540

«Se llevaba mal con todos;era su costumbre viejael mesturar las ovejas,pues al hacer el apartesacaba la mejor parte 2545y después venía con quejas.»

-«Dios lo ampare al pobresito-dijo en seguida un tercero-.Siempre robaba carneros,

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en eso tenía destreza: 2550enterraba las cabezas,y después vendía los cueros.»

«Y qué costumbre tenía:cuando en el jogón estaba,con el mate se agarraba 2555estando los piones juntos;yo tayo, decía, y apunto,y a ninguno convidaba.»

«Si ensartaba algún asao,¡pobre!, ¡como si lo viese!: 2560poco antes de que estubiese,primero lo maldecía,luego después lo escupíapara que naides comiese.»

«Quien le quitó esa costumbre 2565de escupir al asadorfue un mulato resertorque andaba de amigo suyo.Un diablo, muy peliador,que le llamaban Barullo.» 2570

«Una noche que les hizocomo estaba acostumbrao,se alzó el mulato enojaoy le gritó: -Viejo indino,yo te he de enseñar, cochino, 2575a echar saliva al asao.»

«Lo saltó por sobre el juegocon el cuchillo en la mano.¡La pucha, el pardo liviano!En la mesma atropellada 2580le largó una puñaladaque la quitó otro paisano.»

«Y ya caliente Barullo,

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quiso seguir la chacota:se le había erizao la mota 2585lo que empezó la reyerta.El viejo ganó la puertay apeló a las de gaviotas.»

«De esa costumbre malditadesde entonces se curó; 2590a las casas no volvió,se metió en un cicutal,y allí escondido pasóesa noche sin cenar.»

Esto hablaban los presentes; 2595y yo, que estaba a su lao,al oír lo que he relatao,aunque él era un perdulario,dije entre mí: «Qué rosariole están resando al finao.» 2600

Luego comenzó el alcaldea registrar cuanto había,sacando mil chucheríasy guascas y trapos viejos,temeridá de trebejos 2605que para nada servían.

Salieron lazos, cabrestos,coyundas y maniadores,una punta de arriadores,cinchones, maneas, torzales, 2610una porción de bozalesy un montón de tiradores.

Había riendas de domar,frenos y estribos quebraos,bolas, espuelas, recaos, 2615unas pavas, unas ollas,y un gran manojo de argollasde cinchas que había cortao.

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Salieron varios cencerros,alesnas, lonjas, cuchillos, 2620unos cuantos coginillos,un alto de gergas viejas,muchas botas desparejasy una infinidad de anillos.

Había tarros de sardinas, 2625unos cueros de venao,unos ponchos augeriaos.Y en tan tremendo entreveroapareció hasta un tinteroque se perdió en el juzgao. 2630

Decía el alcalde muy serio:-«Es poco cuanto se diga;había sido como hormiga.He de darle parte al juez,y que me venga después 2635con que no se los persiga.»

Yo estaba medio azoraode ver lo que sucedía.Entre ellos mesmos decíanque unas prendas eran suyas; 2640pero a mí me parecíaque esas eran aleluyas.

Y cuando ya no tubieronrincón donde registrar,cansaos de tanto huroniar 2645y de trabajar de balde:-«Vámosnos -dijo el alcalde-,luego lo haré sepultar.»

Y aunque mi padre no erael dueño de ese hormiguero, 2650él allí muy cariñerome dijo con muy buen modo:

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-«Vos serás el herederoy te harás cargo de todo.»

«Se ha de arreglar este asunto 2655como es preciso que sea:voy a nombrar albaceauno de los circunstantes.Las cosas no son como antes,tan enredadas y feas.» 2660

-«¡Bendito Dios! -pensé yo-,ando como un pordiosero,y me nuembran herederode toditas estas guascas.¡Quisiera saber primero 2665lo que se han hecho mis vacas!»

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XVIII

Se largaron, como he dicho,a disponer el entierro;cuando me acuerdo, me aterro;me puse a llorar a gritos 2670al verme allí tan solitocon el finao y los perros.

Me saqué el escapulario,se lo colgué al pecador;y como hay en el Señor 2675misericordia infinita,rogué por la alma benditadel que antes jué mi tutor.

No se calmaba mi duelode verme tan solitario. 2680Ay le champurrié un rosariocomo si fuera mi padre,besando el escapularioque me había puesto mi madre.

-«Madre mía -gritaba yo 2685dónde andarás padeciendo.El llanto que estoy virtiendolo redamarías por mí,si vieras a tu hijo aquítodo lo que está sufriendo.» 2690

Y mientras ansí clamabasin poderme consolar,los perros, para aumentarmás mi miedo y mi tormento,en aquel mesmo momento 2695se pusieron a llorar.

Libre Dios a los presentesde que sufran otro tanto;con el muerto y esos llantos

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les juro que falta poco 2700para que me vuelva locoen medio de tanto espanto.

Decían entonces las viejas,como que eran sabedoras,que los perros cuando lloran 2705es porque ven al demonio;yo creia en el testimoniocomo cre siempre el que inora.

Ay dejé que los ratonescomieran el guasquerío; 2710y como anda a su albedríotodo el que güerfano queda,alzando lo que era míoabandoné aquella cueva.... ... ...... ... ...... ... ...Supe después que esa tarde 2715vino un pión y lo enterró.Ninguno lo acompañóni lo velaron siquiera;y al otro día amaneciócon una mano dejuera. 2720

Y me ha contado ademásel gaucho que hizo el entierro-al recordarlo me aterro,me da pavor este asunto-que la mano del dijunto 2725se la había comido un perro.

Tal vez yo tuve la culpa,porque de asustao me fui.Supe después que volví,y asigurárselos puedo, 2730que los vecinos, de miedo,no pasaban por allí.

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Hizo del rancho guaridala sabandija más sucia.El cuerpo se despeluza 2735y hasta la razón se altera;pasaba la noche enterachillando allí una lechuza.

Por mucho tiempo no pudesaber lo que me pasaba. 2740Los trapitos con que andabaeran puras hojarascas,todas las noches soñabacon viejos, perros y guascas.

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XIX

Andube a mi voluntá 2745como moro sin señor,ése jue el tiempo mejorque yo he pasado tal vez.De miedo de otro tutorni aporté por lo del juez. 2750

-«Yo cuidaré -me habían dicho-de lo de tu propiedá.Todo se conservará,el vacuno y los rebaños,hasta que cumplás treinta años, 2755en que seas mayor de edá.»

Y aguardando que llegaseel tiempo que la ley fija,pobre como lagartija,y sin respetar a naides, 2760andube cruzando al airecomo bola sin manija.

Me hice hombre de esa manerabajo el más duro rigor.Sufriendo tanto dolor 2765muchas cosas aprendí;y por fin vítima fuidel más desdichado amor.

De tantas alternativasésta es la parte peluda. 2770Infeliz y sin ayudafue estremado mi delirio,y causaban mi martiriolos desdenes de una viuda.

Llora el hombre ingratitudes 2775sin tener un jundamento;acusa sin miramiento

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a la que el mal le ocasionay tal vez en su personano hay ningún merecimiento. 2780

Cuando yo más padecíala crueldá de mi destino,rogando al poder divinoque del dolor me separe,me hablaron de un adivino 2785que curaba esos pesares.

Tuve recelos y miedos,pero al fin me disolví:hice corage y me fuidonde el adivino estaba, 2790y por ver si me curaba,cuanto llevaba le di.

Me puse al contar mis penasmás colorao que un tomate,y se me añudó el gaznate 2795cuando dijo el ermitaño:-«Hermano, le han hecho dañoy se lo han hecho en un mate.

Por verse libre de ustélo habrán querido embrujar.» 2800Después me empezó a pasaruna pluma de avestruzy me dijo: -«De la Cruzrecebí el don de curar.»

«Debes maldecir -me dijo 2805a todos tus conocidos.Ansina el que te ha ofendidopronto estará descubierto.Y deben ser maldecidostanto vivos como muertos.» 2810

Y me recetó que hincao

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en un trapo de la viudafrente a una planta de rudahiciera mis oraciones,diciendo: -«No tengás duda, 2815eso cura las pasiones.»

A la viuda en cuanto pude,un trapo le manotié;busqué la ruda y al pie,puesto en cruz, hice mi reso; 2820pero, amigos, ni por esode mis males me curé.

Me recetó otra ocasiónque comiera abrojo chico.El remedio no me esplico, 2825mas, por desechar el mal,al ñudo en un abrojalfi a ensangrentarme el hocico.

Y con tanta medeciname parecía que sanaba. 2830Por momento se aliviabaun poco mi padecer,mas si a la viuda encontrabavolvía la pasión a arder.

Otra vez que consulté 2835su saber estrordinario,recibió bien su salarioy me recetó aquel pilloque me colgase tres grillosensartaos como rosario. 2840

Por fin, la última ocasiónque por mi mal lo fi a ver,me dijo: -«No, mi saberno ha perdido su virtú:yo te daré la salú, 2845no triunfará esa mujer.»

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«Y tené fe en el remedio,pues la cencia no es chacota.De esto no entendés ni jota.Sin que ninguno sospeche, 2850cortale a un negro tres motasy hacelas hervir en leche.»

Yo andaba ya desconfiandode la curación maldita,y dije: -«Éste no me quita 2855la pasión que me domina;pues que viva la gallina,aunque sea con la pepita.»

Ansí me dejaba andar,hasta que en una ocasión 2860el cura me echó un sermón,para curarme, sin duda,diciendo que aquella viudaera hija de confisión.

Y me dijo estas palabras, 2865que nunca las he olvidao:-«Has de saber que el finaoordenó en su testamentoque naides de casamientole hablara en lo sucesivo, 2870y ella prestó el juramentomientras él estaba vivo.»

«Y es preciso que lo cumpla,porque ansí lo manda Dios.Es necesario que vos 2875no la vuelvas a buscar,porque si llega a faltarse condenarán los dos.»

Con semejante alvertenciase completó mi redota; 2880

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le vi los pies a la sota,y me le alejé a la viudamás curao que con la ruda,con los grillos y las motas.

Después me contó un amigo 2885que al juez le había dicho el cura«que yo era un cabeza duray que era un mozo perdido,que me echaran del partido,que no tenía compostura.» 2890

Tal vez por ese consejo,y sin que más causa hubierani que otro motivo diera,me agarraron redepentey en el primer contingente 2895me echaron a la frontera.

De andar persiguiendo viudasme he curado del deseo.En mil penurias me veo;mas pienso volver tal vez 2900a ver si sabe aquel juezlo que se ha hecho mi rodeo.

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XX

Martín Fierro y sus dos hijos,entre tanta concurrencia,siguieron con alegría 2905celebrando aquella fiesta.Diez años, los más terribles,había durado la ausencia,y al hallarse nuevamenteera su alegría completa. 2910En ese mesmo momento,uno que vino de afueraa tomar parte con ellos,suplicó que lo almitieran.Era un mozo forastero 2915de muy regular presenciay hacía poco que en el pagoandaba dando sus güeltas.Aseguraban algunosque venía de la frontera, 2920que había pelao a un pulperoen las últimas carreras,pero andaba despilchao,no traía una prenda buena,un recadito cantor 2925daba fe de sus pobrezas.Le pidió la bendiciónal que causaba la fiesta,y sin decirles su nombreles declaró con franqueza 2930que el nombre de Picardíaes el único que lleva,y para contar su historiaa todos pide licencia,diciéndoles que en seguida 2935iban a saber quién era.Tomó al punto la guitarra,la gente se puso atenta,y ansí cantó Picardíaen cuanto templó las cuerdas. 2940

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XXI

PICARDÍA

Voy a contarles mi historia,perdónenme tanta charla,y les diré al principiarla,aunque es triste hacerlo así,a mi madre la perdí 2945antes de saber llorarla.

Me quedé en el desamparo,y al hombre que me dio el serno lo pude conocer.Ansí, pues, dende chiquito 2950volé como un pajaritoen busca de qué comer.

O por causa del servicio,que a tanta gente destierra,o por causa de la guerra, 2955que es causa bastante seria,los hijos de la miseriason muchos en esta tierra.

Ansí, por ella empujado,no sé las cosas que haría, 2960y aunque con vergüenza mía,debo hacer esta alvertencia:siendo mi madre Inocenciame llamaban Picardía.

Me llevó a su lado un hombre 2965para cuidar las ovejas.Pero todo el día eran quejasy guascazos a lo loco,y no me daba tampocosiquiera unas jergas viejas. 2970

Dende la alba hasta la noche

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en el campo me tenía.Cordero que se moría-mil veces me sucedió-los caranchos lo comían, 2975pero lo pagaba yo.

De trato tan rigurosomuy pronto me acobardé.El bonete me apretébuscando mejores fines, 2980y con unos bolantinesme fui para Santa Fe.

El pruebista principala enseñarme me tomó,y ya iba aprendiendo yo 2985a bailar en la maroma;mas me hicieron una bromay aquello me indijustó.

Una vez que iba bailando,porque estaba el calzón roto 2990armaron tanto alborotoque me hicieron perder pie:de la cuerda me larguéy casi me descogoto.

Ansí, me encontré de nuevo 2995sin saber dónde meterme;y ya pensaba volverme,cuando, por fortuna mía,me salieron unas tíasque quisieron recogerme. 3000

Con aquella parentela,para mí desconocida,me acomodé ya en seguida,y eran muy buenas señoras,pero las más rezadoras 3005que he visto en toda mi vida.

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Con el toque de oraciónya principiaba el rosario;noche a noche, un calendariotenían ellas que decir, 3010y a rezar solían venirmuchas de aquel vecinario.

Lo que allí me aconteciósiempre lo he de recordar,pues me empiezo a equivocar 3015y a cada paso refalocomo si me entrara el Malocuanto me hincaba a resar.

Era como tentaciónlo que yo esperimenté 3020y jamás olvidarécuánto tuve que sufrir,porque no podía decir«artículos de la Fe.»

Tenía al lao una mulata 3025que era nativa de allí;se hincaba cerca de mícomo el ángel de la guarda.¡Pícara! y era la pardala que me tentaba ansí. 3030

-«Resá -me dijo mi tía-artículos de la Fe.»Quise hablar y me atoré;la dificultá me aflije.Miré a la parda, y ya dije: 3035«artículos de Santa Fe».

Me acomodó el coscorrónque estaba viendo venir.Yo me quise corregir,a la mulata miré, 3040

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y otra vez volví a decir:«artículos de Santa Fe.»

Sin dificultá ningunarezaba todito el día,y a la noche no podía 3045ni con un trabajo inmenso;es por eso que yo piensoque alguno me tentaría.

Una noche de tormentavi a la parda y me entró chucho. 3050Los ojos -me asusté mucho-eran como refocilo.Al nombrar a San Camilole dije San Camilucho.

Ésta me da con el pie, 3055aquella otra con el codo.¡Ah, viejas! por ese modo,aunque de corazón tierno,yo las mandaba al infiernocon oraciones y todo. 3060

Otra vez, que, como siempre,la parda me perseguía,cuando yo acordé, mis tíasme había sacao un mechónal pedir la estirpación 3065de todas las heregías.

Aquella parda malditame tenía medio afligido,y ansí, me había sucedidoque al decir «estirpación» 3070le acomodé «entripación»y me cayeron sin ruido.

El recuerdo y el dolorme duraron muchos días.

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Soñé con las heregías 3075que andaban por estirpar;y pedía siempre al resarla estirpación de mis tías.

Y dale siempre rosarios,noche a noche y sin cesar; 3080dale siempre barajarsalve, trisagios y credos.Me aburrí de esos enriedosy al fin me mandé mudar.

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XXII

Anduve como pelota 3085y más pobre que una rata.Cuando empecé a ganar platase armó no sé qué barullo;yo dije: «a tu tierra, grullo,aunque sea con una pata.» 3090

Eran duros y bastanteslos años que allá pasaron.Con lo que ellos me enseñaronformaba mi capital.Cuanto vine me enrolaron 3095en la Guardia Nacional.

Me había egercitao al naipe;el juego era mi carrera.Hice alianza verdaderay arreglé una trapisonda 3100con el dueño de una fondaque entraba en la peladera.

Me ocupaba con esmeroen floriar una baraja.Él la guardaba en la caja, 3105en paquetes, como nueva;y la media arroba llevaquien conoce la ventaja.

Comete un error inmensoquien de la suerte presuma: 3110otro más hábil lo fuma,en un dos por tres lo pela,y lo larga que no vuelaporque le falta una pluma.

Con un socio que lo entiende, 3115se arman partidas muy buenas;queda allí la plata agena,

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quedan prendas y botones.Siempre cain a esas riunionessonzos con las manos llenas. 3120

Hay muchas trampas legales,recursos del jugador.No cualquiera es sabedora lo que un naipe se presta.Con una cincha bien puesta 3125se la pega uno al mejor.

Deja a veces ver la bocahaciendo el que se descuida;juega el otro hasta la vida.Y es siguro que se ensarta, 3130porque uno muestra una cartay tiene otra prevenida.

Al monte, las precaucionesno han de olvidarse jamás.Debe afirmarse además 3135los dedos para el trabajo,y buscar asiento bajoque le dé la luz de atrás.

Pa tayar, tome la luz,dé la sombra al alversario, 3140acomódese al contrarioen todo juego cartiao:tener ojo egercitaoes siempre muy necesario.

El contrario abre los suyos, 3145pero nada ve el que es ciego.Dándole soga, muy luegose deja pescar el tonto:todo chapetón cree prontoque sabe mucho en el juego. 3150

Hay hombres muy inocentes

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y que a las carpetas van;cuando asariados están,les pasa infinitas veces:pierden en puertas y en treses, 3155y dándoles mamarán.

El que no sabe, no ganaaunque ruegue a Santa Rita.En la carpeta a un mulitase le conoce al sentarse. 3160Y conmigo era matarse:no podían ni a la manchita.

En el nueve y otros juegosllevo ventaja no poca:y siempre que dar me toca 3165el mal no tiene remedio,porque sé sacar del medioy sentar la de la boca.

En el truco al más pintaosolía ponerlo en apuro. 3170Cuando aventajar procuro,sé tener, como fajadas,tiro a tiro el as de espadaso flor o envite seguro.

Yo sé defender mi plata 3175y lo hago como el primero.El que ha de jugar dineropreciso es que no se atonte.Si se armaba una de monte,tomaba parte el fondero. 3180

Un pastel, como un paquete,sé llevarlo con limpiezadende que a salir empiezanno hay carta que no recuerde.Sé cuál se gana o se pierde 3185en cuanto cain a la mesa.

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También por estas jugadassuele uno verse en aprietos;mas yo no me comprometoporque sé hacerlo con arte, 3190y aunque les corra el descarteno se descubre el secreto.

Si me llamaban al dao,nunca me solía faltarun cargado que largar, 3195un cruzao para el más vivo;y hasta atracarles un chivosin dejarlos maliciar.

Cargaba bien una tabaporque la sé manejar; 3200no era manco en el billar,y por fin de lo que esplicodigo que hasta con pichicos,era capaz de jugar.

Es un vicio de mal fin 3205el de jugar, no lo niego;todo el que vive del juegoanda a la pesca de un bobo,y es sabido que es un roboponerse a jugarle a un ciego. 3210

Y esto digo claramenteporque he dejao de jugar,y les puedo asigurar,como que fui del oficio:más cuesta aprender un vicio 3215que aprender a trabajar.

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XXIII

Un nápoles mercachifleque andaba con un arpistacayó también en la listasin dificultá ninguna; 3220lo agarré a la treinta y unay le daba bola vista.

Se vino haciendo el chiquito,por sacarme esa ventaja;en el pantano se encaja, 3225aunque robo se le hacía:lo cegó Santa Lucíay desocupó las cajas.

Lo hubiera visto afligidollorar por las chucherías. 3230-«Ma gañao con picardía»-decía el gringo y lagrimiaba,mientras yo en un poncho alzabatodita su merchería.

Quedó allí aliviao del peso, 3235sollozando sin consuelo;había caído en el anzuelotal vez porque era domingo,y esa calidá de gringono tiene santo en el cielo. 3240

Pero poco aprovechéde fatura tan lucida:el diablo no se descuida,y a mí me seguía la pistaun ñato muy enredista 3245que era oficial de partida.

Se me presentó a esigirla multa en que había incurrido,que el juego estaba prohibido,

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que iba a llevarme al cuartel. 3250Tube que partir con éltodo lo que había alquirido.

Empecé a tomarlo entre ojospor esa albitrariedá.Yo había ganao, es verdá, 3255con recursos, eso sí:pero él me ganaba a mífundao en su autoridá.

Decían que por un delitomucho tiempo andubo mal; 3260un amigo servicial,lo compuso con el juez,y poco tiempo despuéslo pusieron de oficial.

En recorrer el partido 3265continuamente se empleaba,ningún malevo agarraba,pero traía en un carguerogallinas, pavos, corderosque por ay recoletaba. 3270

No se debía permitirel abuso a tal estremo.Mes a mes hacía lo mesmo,y ansí decía el vecindario:-«Este ñato perdulario 3275ha resucitao el diezmo.»

La echaba de guitarreroy hasta de concertador.Sentao en el mostradorlo hallé una noche cantando 3280y le dije: -«Co... mo... quiandocon ganas de oír un cantor.»

Me echó el flato una mirada

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que me quiso devorar;mas no dejó de cantar 3285y se hizo el desentendido;pero ya había conocidoque no lo podía pasar.

Una tarde que me hallabade visita... vino el ñato, 3290y para darle un mal ratodije fuerte: -«Ña... to... ribia,no cebe con la agua tibia.»Y me la entendió el mulato.

Era él todo en el juzgao, 3295y como que se achocó,ay no más me contestó:-«Cuando el caso se presientete he de hacer tomar calientey has de saber quién soy yo.»

Por causa de una mujerse enredó más la cuestión:le tenía el flato afición,ella era mujer de ley,moza con cuerpo de güey, 3305muy blanda de corazón.

La hallé una vez de amasijo,estaba hecha un embeleso,y le dije: -«Me interesoen aliviar sus quehaceres, 3310y ansí, señora, si quiere,yo le arrimaré los güesos.»

Estaba el ñato presente,sentado como de adorno.Por evitar un trastorno, 3315ella, al ver que se dijusta,me contestó: -«Si usté gusta,arrímelos junto al horno.»

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Ay se enredó la madejay su enemistá conmigo; 3320se declaró mi enemigo,y por aquel cumplimientoya sólo buscó un momentode hacerme dar un castigo.

Yo veía que aquel maldito 3325me miraba con rencor,buscando el caso mejorde poderme echar el pial;y no vive más el lialque lo que quiere el traidor. 3330

No hay matrero que no caiga,ni arisco que no se amanse.Ansí, yo, dende aquel lanceno salía de algún rincón,tirao como el San Ramón 3335después que se pasa el trance.

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XXIV

Me le escapé con trabajoen diversas ocasiones;era de los adulones;me puso mal con el juez; 3340hasta que al fin una vezme agarró en las eleciones.

Ricuerdo que esa ocasiónandaban listas diversas;las opiniones dispersas 3345no se podían arreglar;decían que el juez, por triunfar,hacía cosas muy perversas.

Cuando se riunió la gentevino a ploclamarla el ñato, 3350diciendo con aparatoque todo andaría muy malsi pretendía cada cualvotar por un candilato.

Y quiso al punto quitarme 3355la lista que yo llevé;mas yo se la mesquinéy ya me gritó: «Anarquista,has de votar por la listaque ha mandao el Comiqué.» 3360

Me dio vergüenza de vermetratado de esa manera;y como si uno se alteraya no es fácil de que ablande,le dije: -«Mande el que mande, 3365yo he de votar por quien quiera.

En las carpetas de juegoy en la mesa eletoral,a todo hombre soy igual.

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Respeto al que me respeta; 3370pero el naipe y la boletanaides me lo ha de tocar.»

Ay no más ya me cayóa sable la polecía.Aunque era una picardía 3375me decidí a soportar,y no los quise peliar,por no perderme ese día.

Atravesao me agarróy se aprovechó aquel ñato. 3380Dende que sufrí ese tratono dentro donde no quepo.Fi a ginetiar en el cepopor cuestión de candilatos.

Injusticia tan notoria 3385no la soporté de flojo.Una venda de mis ojosvino el suceso a voltiar:vi que teníamos que andarcomo perro con tramojo. 3390

Desde aquellas elecionesse siguió el batiburrillo.Aquél se volvió un ovillodel que no había ni noticia.¡Es señora la justicia... 3395y anda en ancas del más pillo!

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XXV

Después de muy pocos días,tal vez por no dar esperay que alguno no se fuera,hicieron citar la gente, 3400pa riunir un contingentey mandar a la frontera.

Se puso arisco el gauchage;la gente está acobardada;salió la partida armada 3405y trujo como perdicesunos cuantos infelicesque entraron en la voltiada.

Decía el ñato con soberbia:-«Ésta es una gente indina; 3410yo los rodié a la sordina,no pudieron escapar;y llevaba orden de arriartodito lo que camina.»

Cuando vino el comendante 3415dijieron: -«Dios nos asista»-llegó y les clavó la vista;yo estaba haciéndome el sonzo.Le echó a cada uno un responsoy ya lo plantó en la lista. 3420

-«Cuadráte -le dijo a un negro-,te estás haciendo el chiquitocuando sos el más malditoque se encuentra en todo el pago.Un servicio es el que te hago 3425y por eso te remito.»

A OTRO

-«Vos no cuidás tu familia

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ni le das los menesteres;visitás otras mugeres,y es preciso, calabera, 3430que aprendás en la fronteraa cumplir con tus deberes.»

A OTRO

-«Vos también sos trabajoso;cuando es preciso votarhay que mandarte llamar 3435y siempre andás medio alzao;sos un desubordinaoy yo te voy a filiar.»

A OTRO

-«¿Cuánto tiempo hace que vosandás en este partido? 3440¿Cuántas veces has venidoa la citación del juez?No te he visto ni una vez,has de ser algún perdido.»

A OTRO

-«Éste es otro barullero 3445que pasa en la pulperíapredicando noche y díay anarquizando a la gente.Irás en el contingentepor tamaña picardía.» 3450

A OTRO

«Dende la anterior remesavos andás medio perdido;la autoridá no ha podidojamás hacerte votar;cuando te mandan llamar 3455

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te pasás a otro partido.»

A OTRO

-«Vos siempre andás de florcita,no tenés renta ni oficio;no has hecho ningún servicio,no has votado ni una ves. 3460Marchá... para que dejésde andar haciendo perjuicio.»

A OTRO

-«Dame vos tu papeleta,yo te la voy a tener.Ésta queda en mi poder, 3465después la recogerás,y ansí si te resertástodos te pueden prender.»

A OTRO

-«Vos, porque sos ecetuao,ya te querés sulevar; 3470no vinistes a votarcuando hubieron eleciones,no te valdrán eseciones,yo te voy a enderezar.»

Y a éste por este motivo, 3475y a otro por otra razón,toditos, en conclusión,sin que escapara ninguno,fueron pasando uno a unoa juntarse en un rincón. 3480

Y allí las pobres hermanas,las madres y las esposasredamaban cariñosassus lágrimas de dolor;

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pero gemidos de amor 3485no remedian estas cosas.

Nada importa que una madrese desespere o se queje;que un hombre a su mujer dejeen el mayor desamparo: 3490hay que callarse o es claroque lo quiebran por el eje.

Dentran después a empeñarsecon este o aquel vecino;y como en el masculino 3495el que menos corre, vuela,deben andar con cautela,las pobres, me lo imagino.

Muchas al juez acudieronpor salvar de la jugada; 3500él les hizo una cuerpiada,y por mostrar su inocencia,les dijo: -«Tengan pacencia,pues yo no puedo hacer nada.»

Ante aquella autoridá 3505permanecían suplicantes;y después de hablar bastante:-«Yo me lavo -dijo el juez-como Pilato los pies:esto lo hace el comendante.» 3510

De ver tanto desamparoel corazón se partía,había madre que salíacon dos, tres hijos o más,por delante y por detrás, 3515y las maletas vacías.

¿Dónde irán, pensaba yo,a perecer de miseria?

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Las pobres, si de esta feriahablan mal, tienen razón, 3520pues hay bastante materiapara tan justa aflición.

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XXVI

Cuando me llegó mi turno,dige entre mí: «Ya me toca.»Y aunque mi falta era poca, 3525no sé por qué me asustaba.Les asiguro que estabacon el Jesús en la boca.

Me dijo que yo era un vago,un jugador, un perdido; 3530que dende que fi al partidoandaba de picaflor;que había de ser un bandido.Como mi ante sucesor.

Puede que uno tenga un vicio 3535y que de él no se reforme;mas naides está conformecon recebir ese trato.Y conocí que era el ñatoquien le había dao los informes. 3540

Me dentró curiosidáal ver que de esa maneratan siguro me dijeraque fue mi padre un bandido,luego, lo había conocido 3545y yo inoraba quién era.

Me empeñé en aviriguarlo,promesas hice a Jesús;tube por fin una luz,y supe con alegría 3550que era el autor de mis díasel guapo sargento Cruz.

Yo conocía bien su historiay la tenía muy presente.Sabía que Cruz bravamente, 3555

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yendo con una partida,había jugado la vidapor defender a un valiente.

Y hoy ruego a mi Dios piadosoque lo mantenga en su gloria. 3560Se ha de conservar su historiaen el corazón del hijo.Él al morir me bendijo:yo bendigo su memoria.

Yo juré tener enmienda 3565y lo conseguí de veras.Puedo decir ande quieraque si faltas he tenido,de todas me he corregidodende que supe quién era. 3570

El que sabe ser buen hijo,a los suyos se parece;y aquel que a su lado crecey a su padre no hace honor,como castigo merece 3575de la desdicha el rigor.

Con un empeño costantemis faltas supe enmendar.Todo conseguí olvidar;pero, por desgracia mía, 3580el nombre de Picardíano me lo pude quitar.

Aquel que tiene buen nombremuchos dijustos ahorra;y entre tanta mazamorra 3585no olviden esta alvertencia:aprendí por esperenciaque el mal nombre no se borra.

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XXVII

He servido en la frontera,en un cuerpo de milicias; 3590no por razón de justicia,como sirve cualesquiera.

La bolilla me tocóde ir a pasar malos ratospor la facultá del ñato 3595que tanto me persiguió.

Y sufrí en aquel infiernoesa dura penitenciapor una malaquerenciade un oficial subalterno. 3600

No repetiré las quejasde lo que se sufre allá;son cosas muy dichas yay hasta olvidadas de viejas.

Siempre el mesmo trabajar, 3605siempre el mesmo sacrificio,es siempre el mesmo servicio,y el mesmo nunca pagar.

Siempre cubiertos de harapos,siempre desnudos y pobres; 3610nunca le pagan un cobreni le dan jamás un trapo.

Sin sueldo y sin uniformelo pasa uno aunque sucumba;conformesé con la tumba 3615y si no... no se conforme.

Pues si usted se ensoberbeceo no anda muy voluntario,le aplican un novenario

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de estacas... que lo enloquecen. 3620

Andan como pordioseros,sin que un peso los alumbre,porque han tomao la costumbrede deberle años enteros.

Siempre hablan de lo que cuesta, 3625que allá se gasta un platal.pues yo no he visto ni un rialen lo que duró la fiesta.

Es servicio estraordinariobajo el fusil y la vara, 3630sin que sepamos qué carale ha dao Dios al comisario.

Pues si va a hacer la revista,se vuelve como una bala.Es lo mesmo que luz mala 3635para perderse de vista.

Y de yapa, cuando va,todo parece estudiao:va con meses atrasaosde gente que ya no está. 3640

Pues ni adrede que lo hagan,podrán hacerlo mejor;cuando cai, cai con la pagadel contingente anterior.

Porque son como sentencia 3645para buscar al ausente,y el pobre que está presenteque perezca en la endigencia.

Hasta que tanto aguantarel rigor con que lo tratan, 3650o se resierta o lo matan,

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o lo largan sin pagar.

De ese modo es el pastel,porque el gaucho..., ya es un hecho,no tiene ningún derecho, 3655ni naides vuelve por él.

La gente vive marchita.¡Si viera cuando echan tropa!Les vuela a todos la ropaque parecen banderitas. 3660

De todos modos lo cargan,y al cabo de tanto andar,cuando lo largan, lo largancomo pa echarse a la mar.

Si alguna prenda le han dao, 3665se la vuelven a quitar,poncho, caballo, recao,todo tiene que dejar.

Y esos pobres infelices,al volver a su destino, 3670salen como unos Longinossin tener con qué cubrirse.

A mí me daba congojasel mirarlos de ese modo,pues el más aviao de todos 3675es un peregil sin hojas.

Ahora poco ha sucedido,con un invierno tan crudo,largarlos a pie y desnudospa volver a su partido. 3680

Y tan duro es lo que pasa,que en aquella situaciónles niegan un mancarrón

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para volver a su casa.

¡Lo tratan como a un infiel! 3685Completan su sacrificiono dandolé ni un papelque acredite su servicio.

Y tiene que regresarmás pobre de lo que jue, 3690por supuesto, a la mercédel que lo quiere agarrar.

Y no averigüe despuésde los bienes que dejó:de hambre, su mujer vendió 3695por dos lo que vale diez.

Y como están convenidosa jugarle manganeta,a reclamar no se meta,porque ése es tiempo perdido. 3700

Y luego, si a alguna estanciaa pedir carne se arrima,al punto le cain encimacon la ley de la vagancia.

Y ya es tiempo, pienso yo, 3705de no dar más contingente.Si el gobierno quiere gente,que la pague, y se acabó.

Y saco ansí, en conclusión,en medio de mi inorancia, 3710que aquí el nacer en estanciaes como una maldición.

Y digo, aunque no me cuadredecir lo que naides dijo:La Provincia es una madre 3715

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que no defiende a sus hijos.

Mueren en alguna lomaen defensa de la ley,o andan lo mesmo que el güey,arando pa que otros coman. 3720

Y he de decir ansimismo,porque de adentro me brota,que no tiene patriotismoquien no cuida al compatriota.

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XXVIII

Se me va por dondequiera 3725esta lengua del demonio.Voy a darles testimoniode lo que vi en la frontera.

Yo sé que el único modoa fin de pasarlo bien 3730es decir a todo amény jugarle risa a todo.

El que no tiene colchón,en cualquier parte se tiende.El gato busca el jogón 3735y ése es mozo que lo entiende.

De aquí comprenderse debe,aunque yo hable de este modo,que uno busca su acomodosiempre lo mejor que puede. 3740

Lo pasaba como todoseste pobre penitente,pero salí de asistentey mejoré en cierto modo.

Pues aunque esas privaciones 3745causen desesperación,siempre es mejor el jogónde aquel que carga galones.

De entonces en adelantealgo logré mejorar, 3750pues supe hacerme lugaral lado del ayudante.

Él se daba muchos aires;pasaba siempre leyendo;decían que estaba aprendiendo 3755

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pa recebirse de fraile.

Aunque lo pifiaban tanto,jamás lo vi dijustao;tenía los ojos paraoscomo los ojos de un santo. 3760

Muy delicao -dormía en cuja-y no sé por qué sería,la gente lo aborrecíay le llamaban la Bruja.

Jamás hizo otro servicio 3765ni tubo más comisionesque recebir las racionesde víveres y de vicios.

Yo me pasé a su jogónal punto que me sacó, 3770y ya con él me llevóa cumplir su comisión.

Estos diablos de milicosde todo sacan partido.Cuando nos vían riunidos 3775se limpiaban los hocicos.

Y decían en los jogones,como por chocarrería:«Con la Bruja y Picardíavan a andar bien las raciones.» 3780

A mí no me jue tan mal,pues mi oficial se arreglaba;les diré lo que pasabasobre este particular.

Decían que estaban de acuerdo 3785la Bruja y el provedor,y que recebía lo pior...

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Puede ser, pues no era lerdo.

Que a más en la cantidápegaba otro dentellón, 3790y que por cada raciónle entregaban la mitá.

Y que esto lo hacía del modocomo lo hace un hombre vivo:firmando luego el recibo, 3795ya se sabe, por el todo.

Pero esas murmuracionesno faltan en campamento.Déjenme seguir mi cuentoo historia de las raciones. 3800

La Bruja los recebía,como se ha dicho, a su modo;las cargábamos y todose entriega en la mayoría.

Sacan allí en abundancia 3805lo que les toca sacar,y es justo que han de dejarotro tanto de ganancia.

Van luego a la compañía,las recibe el comendante, 3810el que de un modo abundantesacaba cuanto quería.

Ansí, la cosa livianava mermada por supuesto;luego, se le entrega el resto 3815al oficial de semana.-Araña, ¿quién te arañó?-Otra araña como yo

Éste le pasa al sargento

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aquello tan reducido, 3820y como hombre prevenidosaca siempre con aumento.

Esta relación no acabosi otra menudencia ensarto.El sargento llama al cabo 3825para entregarle el reparto.

Él también saca primeroy no se sabe turbar:naides le va aviriguarsi ha sacado más o menos. 3830

Y sufren tanto bocaoy hacen tantas estaciones,que ya casi no hay racionescuando llegan al soldao.

¡Todo es como pan bendito! 3835Y sucede de ordinariotener que juntarse variospara hacer un pucherito.

Dicen que las cosas vancon arreglo a la ordenanza. 3840¡Puede ser! pero no alcanzan:¡Tan poquito es lo que dan!

Algunas veces yo pienso,y es muy justo que lo diga:sólo llegaban las migas 3845que habían quedao en los lienzos.

Y esplican aquel infierno,en que uno está medio loco,diciendo que dan tan pocoporque no paga el Gobierno. 3850

Pero eso yo no lo entiendo,

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ni aviriguarlo me meto;soy inorante completo;nada olvido y nada apriendo.

Tiene uno que soportar 3855el tratamiento más vil:a palos en lo civil,a sable en lo militar.

El vistuario es otro infierno:si lo dan, llega a sus manos 3860en invierno el de veranoy en el verano el de invierno.

Y yo el motivo no encuentroni la razón que esto tiene;mas dicen que eso ya viene 3865arreglado dende adentro.

Y es necesario aguantarel rigor de su destino:el gaucho no es argentinosinó pa hacerlo matar. 3870

Ansí ha de ser, no lo dudo,y por eso decía un tonto:«Si los han de matar pronto,mejor es que estén desnudos.»

Pues esa miseria vieja 3875no se remedia jamás;todo el que viene detráscomo la encuentra la deja.

Y se hallan hombres tan malosque dicen de buena gana: 3880«El gaucho es como la lana:se limpia y compone a palos.»

Y es forzoso el soportar

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aunque la copa se enllene.Parece que el gaucho tiene 3885algún pecao que pagar.

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XXIX

Esto contó Picardíay después guardó silencio,mientras todos celebrabancon placer aquel encuentro. 3890

Mas una casualidá,como que nunca anda lejos,entre tanta gente blancallevó también a un morenopresumido de cantor 3895y que se tenía por bueno.

Y como quien no hace nadao se descuida de intento(pues siempre es muy conocidotodo aquel que busca pleito), 3900se sentó con toda calma,echó mano al estrumentoy ya le pegó un rajido.Era fantástico el negro,y para no dejar dudas 3905medio se compuso el pecho.

Todo el mundo conocióla intención de aquel moreno:era claro el desafíodirigido a Martín Fierro, 3910hecho con toda arrogancia,de un modo muy altanero.

Tomó Fierro la guitarra-pues siempre se halla dispuesto-y así cantaron los dos, 3915en medio de un gran silencio:

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XXX

MARTÍN FIERRO

Mientras suene el encordao,mientras encuentre el compás,yo no he de quedarme atrássin defender la parada; 3920y he jurado que jamásme la han de llevar robada.

Atiendan, pues, los oyentesy cáyensen los mirones.A todos pido perdones, 3925pues a la vista resaltaque no está libre de faltaquien no está de tentaciones.

A un cantor le llaman buenocuando es mejor que los piores; 3930y sin ser de los mejores,encontrándose dos juntos,es deber de los cantoresel cantar de contrapunto.

El hombre debe mostrarse 3935cuando la ocasión le llegue.Hace mal el que se nieguedende que lo sabe hacer,y muchos suelen tenervanagloria en que los rueguen. 3940

Cuando mozo fui cantor.Es una cosa muy dicha.Mas la suerte se encaprichay me persigue costante;de ese tiempo en adelante 3945canté mis propias desdichas.

Y aquellos años dichosos

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trataré de recordar;veré si puedo olvidartan desgraciada mudanza. 3950Y quien se tenga confianzatiemple y vamos a cantar.

Tiemple y cantaremos juntos.Trasnochadas no acobardan.Los concurrentes aguardan, 3955y por que el tiempo no pierdan,haremos gemir las cuerdashasta que las velas no ardan.

Y el cantor que se presiente,que tenga o no quien lo ampare, 3960no espere que yo dispare,aunque su saber sea mucho.Vamos en el mesmo puchoa prenderle hasta que aclare.

Y seguiremos si gusta 3965hasta que se vaya el día.Era la costumbre míacantar las noches enteras.Había entonces dondequieracantores de fantasía. 3970

Y si alguno no se atrevea seguir la caravana,o si cantando no gana,se lo digo sin lisonja:haga sonar una esponja 3975o ponga cuerdas de lana.

EL MORENO

Yo no soy, señores míos,sinó un pobre guitarrero;pero doy gracias al cielo

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porque puedo en la ocasión 3980toparme con un cantorque esperimente a este negro.

Yo también tengo algo blanco,pues tengo blancos los dientes;sé vivir entre las gentes 3985sin que me tengan en menos:quien anda en pagos agenosdebe ser manso y prudente.

Mi madre tuvo diez hijos,los nueve muy regulares, 3990tal vez por eso me amparela Providencia divina:en los güevos de gallinael décimo es el más grande.

El negro es muy amoroso, 3995aunque de esto no hace gala;nada a su cariño igualani a su tierna voluntá;es lo mesmo que el macá:cría los hijos bajo el ala. 4000

Pero yo he vivido librey sin depender de naides;siempre he cruzado a los airescomo el pájaro sin nido;cuanto sé lo he aprendido 4005porque me lo enseñó un flaire.

Y sé como cualquier otroel porqué retumba el trueno,por qué son las estacionesdel verano y del invierno; 4010sé también de dónde salenlas aguas que cain del cielo.

Yo sé lo que hay en la tierra

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en llegando al mesmo centro;en dónde se encuentra el oro, 4015en dónde se encuentra el fierro,y en dónde viven bramandolos volcanes que echan juego.

Yo sé del fondo del mardonde los pejes nacieron; 4020yo sé por qué crece el árbol,y por qué silvan los vientos.Cosas que inoran los blancoslas sabe este pobre negro.

Yo tiro cuando me tiran, 4025cuando me aflojan, aflojo.No se ha de morir de antojoquien me convide a cantar:para conocer a un cojolo mejor es verlo andar. 4030

Y si una falta cometoen venir a esta riuniónechándola de cantorpido perdón en voz alta,pues nunca se halla una falta 4035que no esista otra mayor.

De lo que un cantor esplicano falta qué aprovechar,y se le debe escucharaunque sea negro el que cante: 4040apriende el que es inorante,y el que es sabio, apriende más.

Bajo la frente más negrahay pensamiento y hay vida;la gente escuche tranquila, 4045no me haga ningún reproche:también es negra la nochey tiene estrellas que brillan.

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Estoy, pues, a su mandao;empiece a echarme la sonda 4050si gusta que le respondaaunque con lenguaje tosco;en leturas no conozcola jota por ser redonda.

MARTÍN FIERRO

¡Ah negro!, si sos tan sabio 4055no tengás ningún recelo;pero has tragao el anzuelo,y al compás del estrumento,has de decirme al momentocuál es el canto del cielo. 4060

EL MORENO

Cuentan que de mi colorDios hizo al hombre primero;mas los blancos altaneros,los mesmos que lo convidan,hasta de nombrarlo olvidan, 4065y sólo lo llaman negro.

Pinta el blanco negro al diablo,y el negro blanco lo pinta.Blanca la cara o retinta,no habla en contra ni en favor: 4070de los hombres el Criadorno hizo dos clases distintas.

Y después de esta alvertencia,que al presente viene a pelo,veré, señores, si puedo 4075sigún mi escaso saber,con claridá responder

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cuál es el canto del cielo.

Los cielos lloran y cantanhasta en el mayor silencio; 4080lloran al cair el rocío,cantan al silbar los vientos,lloran cuando cain las aguas,cantan cuando brama el trueno.

MARTÍN FIERRO

Dios hizo al blanco y al negro 4085sin declarar los mejores;les mandó iguales doloresbajo de una mesma cruz;mas también hizo la luzpa distinguir los colores. 4090

Ansí, ninguno se agravie;no se trata de ofender;a todo se ha de ponerel nombre con que se llama,y a naides le quita fama, 4095lo que recibió al nacer.

Y ansí me gusta un cantorque no se turba ni yerra;y si en su saber se encierrael de los sabios projundos, 4100decíme cuál en el mundoes el canto de la tierra.

EL MORENO

Es pobre mi pensamiento,es escasa mi razón;mas pa dar contestación 4105mi inorancia no me arredra:

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también da chispas la piedrasi la golpea el eslabón.

Y le daré una respuestasigún mis pocos alcances: 4110forman un canto en la tierrael dolor de tanta madre,el gemir de los que muereny el llorar de los que nacen.

MARTÍN FIERRO

Moreno, alvierto que trais 4115bien dispuesta la garganta.Sos varón, y que no me espantaverte hacer esos primores.En los pájaros cantoressólo el macho es el que canta. 4120

Y ya que al mundo vinistescon el sino de cantar,no te vayas a turbar,no te agrandes ni te achiques;es preciso que me espliques 4125cuál es el canto del mar.

EL MORENO

A los pájaros cantoresninguno imitar pretiende.De un don que de otro dependenaides se debe alabar, 4130pues la urraca apriende hablar,pero sólo la hembra apriende.

Y ayúdame, ingenio mío,para ganar esta apuesta.Mucho el contestar me cuesta, 4135

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pero debo contestar.Voy a decirle en respuestacuál es el canto del mar.

Cuando la tormenta brama,el mar, que todo lo encierra, 4140canta de un modo que aterra.Como si el mundo temblara,parece que se quejarade que lo estreche la tierra.

MARTÍN FIERRO

Toda tu sabiduría 4145has de mostrar esta vez;ganarás sólo que estésen vaca con algún santo:la noche tiene su canto,y me has de decir cuál es. 4150

EL MORENO

No galope, que hay augeros,le dijo a un guapo un prudente.Le contesto humildemente:la noche por cantos tieneesos ruidos que uno siente 4155sin saber de dónde vienen.

Son los secretos misteriosque las tinieblas esconden;son los ecos que respondena la voz del que da un grito, 4160como un lamento infinito,que viene no sé de dónde.

A las sombras sólo el sollas penetra y las impone.

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En distintas direciones 4165se oyen rumores inciertos:son almas de los que han muerto,que nos piden oraciones.

MARTÍN FIERRO

Moreno, por tus respuestasya te aplico el cartabón, 4170pues tenés desposicióny sos estruido de yapa.Ni las sombras se te escapanpara dar esplicación.

Pero cumple su deber 4175el leal diciendo lo cierto,y por lo tanto te alviertoque hemos de cantar los dos,dejando en la paz de Dioslas almas de los que han muerto. 4180

Y el consejo del prudenteno hace falta en la partida.Siempre ha de ser comedidala palabra de un cantor.Y aura quiero que me digas 4185de dónde nace el amor.

EL MORENO

A pregunta tan escuratrataré de responder,aunque es mucho pretenderde un pobre negro de estancia; 4190mas conocer su inoranciaes principio del saber.

Ama el pájaro en los aires

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que cruza por dondequiera,y si al fin de su carrera 4195se asienta en alguna rama,con su alegre canto llamaa su amante compañera.

La fiera ama en su guarida,de la que es rey y señor; 4200allí lanza con furoresos bramidos que espantan,porque las fieras no cantan;las fieras braman de amor.

Ama en el fondo del mar 4205el pez de lindo color;ama el hombre con ardor,ama todo cuanto vive.De Dios vida se recibe,y donde hay vida hay amor. 4210

MARTÍN FIERRO

Me gusta, negro ladino,lo que acabás de esplicar.Ya te empiezo a respetaraunque al principio me rei,y te quiero preguntar 4215lo que entendés por la ley.

EL MORENO

Hay muchas dotoreríasque yo no puedo alcanzar.Dende que aprendí a inorar,de ningún saber me asombro; 4220mas no ha de llevarme al hombroquien me convide a cantar.

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Yo no soy cantor ladinoy mi habilidá es muy poca;mas cuando cantar me toca 4225me defiendo en el combate,porque soy como los mates:sirvo si me abren la boca.

Dende que elige a su gusto,lo más espinoso elige: 4230pero esto poco me aflige,y le contesto a mi modo:la ley se hace para todos,mas sólo al pobre le rige.

La ley es tela de araña. 4235En mi inorancia lo esplico:no la tema el hombre rico,nunca la tema el que mande,pues la ruempe el bicho grandey sólo enrieda a los chicos. 4240

Es la ley como la lluvia:nunca puede ser pareja.El que la aguanta se queja.Pero el asunto es sencillo,la ley es como el cuchillo: 4245no ofiende a quien lo maneja.

Le suelen llamar espada.Y el nombre le viene bien:los que la gobiernan vena dónde han de dar el tajo: 4250le cai al que se halla abajoy corta sin ver a quién.

Hay muchos que son dotores,y de su cencia no dudo;mas yo soy un negro rudo, 4255y aunque de esto poco entiendo,estoy diariamente viendo

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que aplican la del embudo.

MARTÍN FIERRO

Moreno, vuelvo a decirte:ya conozco tu medida; 4260has aprovechado la viday me alegro de este encuentro.Ya veo que tenés adentrocapital pa esta partida.

Y aura te voy a decir, 4265porque en mi deber está,y hace honor a la verdáquien a la verdá se duebla,que sos por juera tinieblasy por dentro claridá. 4270

No ha de decirse jamásque abusé de tu paciencia:y en justa correspondencia,si algo querés preguntar,podés al punto empezar, 4275pues ya tenés mi licencia.

EL MORENO

No te trabes, lengua mía,no te vayas a turbar.Nadie acierta antes de errar;y aunque la fama se juega, 4280el que por gusto navegano debe temerle al mar.

Voy a hacerle mis preguntas,ya que a tanto me convida;y vencerá en la partida 4285si una esplicación me da

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sobre el tiempo y la medida,el peso y la cantidá.

Suya será la vitoriasi es que sabe contestar. 4290Se lo debo declararcon claridá, no se asombre,pues hasta aura ningún hombreme lo ha sabido esplicar.

Quiero saber y lo inoro, 4295pues en mis libros no está,y su respuesta vendráa servirme de gobierno:para qué fin el Eternoha criado la cantidá. 4300

MARTÍN FIERRO

Moreno, te dejas caircomo carancho en su nido.Ya veo que sos prevenido,mas también estoy dispuesto.Veremos si te contesto 4305y si te das por vencido.

Uno es el sol, uno el mundo,sola y única es la luna.Ansí, han de saber que Diosno crió cantidá ninguna. 4310El ser de todos los seressólo formó la unidá;lo demás lo ha criado el hombredespués que aprendió a contar.

EL MORENO

Veremos si a otra pregunta 4315

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da una respuesta cumplida:el ser que ha criado la vidalo ha de tener en su archivo,mas yo ignoro qué motivotuvo al formar la medida. 4320

MARTÍN FIERRO

Escuchá con atenciónlo que en mi inorancia arguyo:la medida la inventóel hombre para bien suyo.Y la razón no te asombre, 4325pues es fácil presumir:Dios no tenía que medirsinó la vida del hombre.

EL MORENO

Si no falla su saberpor vencedor lo confieso. 4330Debe aprender todo esoquien a cantar se dedique.Y aura quiero que me espliquelo que significa el peso.

MARTÍN FIERRO

Dios guarda entre sus secretos 4335el secreto que eso encierra,y mandó que todo pesocayera siempre a la tierra;y sigún compriendo yo,dende que hay bienes y males, 4340fue el peso para pesarlas culpas de los mortales.

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EL MORENO

Si responde a esta preguntatengasé por vencedor. 4345Doy la derecha al mejory respóndame al momento:¿Cuándo formó Dios el tiempoy por qué lo dividió?

MARTÍN FIERRO

Moreno, voy a decirsigún mi saber alcanza: 4350el tiempo sólo es tardanzade lo que está por venir;no tuvo nunca principioni jamás acabará.Porque el tiempo es una rueda, 4355y rueda es eternidá;y si el hombre lo dividesólo lo hace, en mi sentir,por saber lo que ha vividoo le resta que vivir. 4360

Ya te he dado mis respuestas,mas no gana quien despunta;si tenés otra preguntao de algo te has olvidao,siempre estoy a tu mandao 4365para sacarte de dudas.

No procedo por soberbiani tampoco por jatancia,mas no ha de faltar costanciacuando es preciso luchar, 4370y te convido a cantarsobre cosas de la estancia.

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Ansí prepará, moreno,cuanto tu saber encierre;y sin que tu lengua yerre, 4375me has de decir lo que empriendeel que del tiempo dependeen los meses que train erre.

EL MORENO

De la inorancia de naidesninguno debe abusar; 4380y aunque me puede doblartodo el que tenga más arte,no voy a ninguna partea dejarme machetiar.

He reclarao que en leturas 4385soy redondo como jota.No avergüence mi redota,pues con claridá le digo:no me gusta que conmigonaides juegue a la pelota. 4390

Es buena ley que el más lerdodebe perder la carrera.Ansí le pasa a cualquieracuando en competencia se hallaun cantor de media talla 4395con otro de talla entera.

¿No han visto en medio del campoal hombre que anda perdido,dando güeltas aflijidosin saber dónde rumbiar? 4400Ansí le suele pasara un pobre cantor vencido.

También los árboles crugensi el ventarrón los azota.

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Y si aquí mi queja brota 4405con amargura, consisteen que es muy larga y muy tristela noche de la redota.

Y dende hoy en adelantepongo de testigo al cielo 4410para decir sin receloque si mi pecho se inflamano cantaré por la fama,sinó por buscar consuelo.

Vive ya desesperado 4415quien no tiene qué esperar.A lo que no ha de durarningún cariño se cobre:alegrías en un pobreson anuncios de un pesar. 4420

Y este triste desengañome durará mientras viva.Aunque un consuelo recibajamás he de alzar el vuelo:quien no nace para el cielo, 4425de valde es que mire arriba.

Y suplico a cuantos me oiganque me permitan decirque al decidirme a venirno sólo jue por cantar, 4430sinó porque tengo a másotro deber que cumplir.

Ya saben que de mi madrefueron diez los que nacieron;mas ya no existe el primero 4435y más querido de todos:murió, por injustos modos,a manos de un pendenciero.

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Los nueve hermanos restantescomo güérfanos quedamos. 4440Dende entonces lo lloramossin consuelo, creanmeló,y al hombre que lo mató,nunca jamás lo encontramos.

Y queden en paz los güesos 4445de aquel hermano querido.A moverlos no he venido;mas si el caso se presienta,espero en Dios que esta cuentase arregle como es debido. 4450

Y si otra ocasión payamospara que esto se complete,por mucho que lo respetecantaremos, si le gusta,sobre las muertes injustas 4455que algunos hombres cometen.

Y aquí, pues, señores míos,diré, como en despedida,que todavía andan con vidalos hermanos del dijunto, 4460que recuerdan este asuntoy aquella muerte no olvidan.

Y es misterio tan projundolo que está por suceder,que no me debo meter 4465a echarla aquí de adivino:lo que decida el destinodespués lo habrán de saber.

MARTÍN FIERRO

Al fin cerrastes el picodespués de tanto charlar, 4470

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ya empezaba a maliciar,al verte tan entonao,que traías un embuchaoy no lo querías largar.

Y ya que nos conocemos, 4475basta de conversación.Para encontrar la ocasiónno tienen que darse priesa.Ya conozco yo que empiesaotra clase de junción. 4480

Yo no sé lo que vendrá:tampoco soy adivino;pero firme en mi caminohasta el fin he de seguir:todos tienen que cumplir 4485con la ley de su destino.

Primero fue la fronterapor persecución de un juez;los indios fueron después,y para nuevos estrenos 4490ahora son estos morenospa alivio de mi vejez.

La madre echó diez al mundo,lo que cualquiera no hace;y tal vez de los diez pase 4495con iguales condiciones.La mulita pare nonestodos de la mesma clase.

A hombre de humilde colornunca sé facilitar. 4500Cuando se llega a enojarsuele ser de mala entraña;se vuelve como la arañasiempre dispuesta a picar.

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Yo he conocido a toditos 4505los negros más peliadores.Había algunos superioresde cuerpo y de vista... ¡ay juna!si vivo, les daré una...historia de los mejores. 4510

Mas cada uno ha de tiraren el yugo en que se vea.Yo ya no busco peleas,las contiendas no me gustan;pero ni sombras me asustan 4515ni bultos que se menean.

La creía ya desollada,mas todavía falta el rabo,y por lo visto no acabode salir de esta jarana. 4520Pues esto es lo que se llamaremachársele a uno el clavo.

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XXXI

Y después de estas palabras,que ya la intención revelan,procurando los presentes 4525que no se armara pendencia,se pusieron de por medioy la cosa quedó quieta.Martín Fierro y sus muchachos,evitando la contienda, 4530montaron y, paso a paso,como el que miedo no lleva,a la costa de un arroyollegaron a echar pie a tierra.Desensillaron los pingos 4535y se sentaron en rueda,refiriéndose entre síinfinitas menudencias:porque tiene muchos cuentosy muchos hijos la ausencia. 4540Allí pasaron la nochea la luz de las estrellas,porque ése es un cortinaoque lo halla uno dondequiera,y el gaucho sabe arreglarse 4545como ninguno se arregla.El colchón son las caronas,el lomillo es cabecera,el coginillo es blandura,y con el poncho o la gerga, 4550para salvar del rocío,se cubre hasta la cabeza.Tiene su cuchillo al lado,pues la precaución es buena;freno y rebenque a la mano, 4555y teniendo el pingo cerca,que pa asigurarlo bienla argolla del lazo entierra,aunque el atar con el lazoda del hombre mala idea, 4560

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se duerme ansí muy tranquilotodita la noche entera;y si es lejos del camino,como manda la prudencia,más siguro que en su rancho 4565uno ronca a pierna suelta.Pues en el suelo no hay chinches,y es una cuja cameraque no ocasiona disputasy que naides se la niega. 4570Además de eso, una nochela pasa uno como quiera,y las va pasando todashaciendo la mesma cuenta.Y luego, los pajaritos, 4575al aclarar lo dispiertan,porque el sueño no lo agarraa quien sin cenar se acuesta.Ansí, pues, aquella nochejue para ellos una fiesta, 4580pues todo parece alegrecuando el corazón se alegra.No pudiendo vivir juntospor su estado de pobreza,resolvieron separarse, 4585y que cada cual se jueraa procurarse un refujioque aliviara su miseria.Y antes de desparramarsepara empezar vida nueva, 4590en aquella soledá,Martín Fierro, con prudencia,a sus hijos y al de Cruzles habló de esta manera:

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XXXII

Un padre que da consejos, 4595más que padre es un amigo.Ansí, como tal les digoque vivan con precaución:naides sabe en qué rincónse oculta el que es su enemigo. 4600

Yo nunca tuve otra escuelaque una vida desgraciada.No estrañen si en la jugadaalguna vez me equivoco,pues debe saber muy poco 4605aquel que no aprendió nada.

Hay hombres que de su cenciatienen la cabeza llena;hay sabios de todas menas;mas digo, sin ser muy ducho: 4610es mejor que aprender muchoel aprender cosas buenas.

No aprovechan los trabajossi no han de enseñarnos nada.El hombre, de una mirada 4615todo ha de verlo al momento.El primer conocimientoes conocer cuándo enfada.

Su esperanza no la cifrennunca en corazón alguno; 4620en el mayor infortuniopongan su confianza en Dios;de los hombres, sólo en uno;con gran precaución, en dos.

Las faltas no tienen límites 4625como tienen los terrenos;se encuentran en los más buenos,

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y es justo que les prevenga:aquel que defectos tenga,disimule los ajenos. 4630

Al que es amigo, jamáslo dejen en la estacada;pero no le pidan nadani lo aguarden todo de él.Siempre el amigo más fiel 4635es una conduta honrada.

Ni el miedo ni la codiciaes bueno que a uno lo asalten.Ansí, no se sobresaltenpor los bienes que perezcan. 4640Al rico nunca le ofrezcany al pobre jamás le falten.

Bien lo pasa hasta entre pampasel que respeta a la gente.El hombre ha de ser prudente 4645para librarse de enojos;cauteloso entre los flojos,moderao entre valientes.

El trabajar es la leyporque es preciso alquirir. 4650No se espongan a sufriruna triste situación:sangra mucho el corazóndel que tiene que pedir.

Debe trabajar el hombre 4655para ganarse su pan;pues la miseria, en su afánde perseguir de mil modos,llama en la puerta de todosy entra en la del haragán. 4660

A ningún hombre amenacen,

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porque naides se acobarda;poco en conocerlo tardaquien amenaza imprudente;que hay un peligro presente 4665y otro peligro se aguarda.

Para vencer un peligro,salvar de cualquier abismo,por esperencia lo afirmo:más que el sable y que la lanza 4670suele servir la confianzaque el hombre tiene en sí mismo.

Nace el hombre con la astuciaque ha de servirle de guía;sin ella sucumbiría; 4675pero sigún mi esperencia,se vuelve en unos prudenciay en los otros picardía.

Aprovecha la ocasiónel hombre que es diligente; 4680y tenganló bien presente,si al compararla no yerro:la ocasión es como el fierro:se ha de machacar caliente.

Muchas cosas pierde el hombre 4685que a veces las vuelve a hallar;pero les debo enseñar,y es bueno que lo recuerden:si la vergüenza se pierde,jamás se vuelve a encontrar. 4690

Los hermanos sean unidos,porque ésa es la ley primera;tengan unión verdaderaen cualquier tiempo que sea,porque si entre ellos pelean 4695los devoran los de ajuera.

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Respeten a los ancianos;el burlarlos no es hazaña;si andan entre gente estrañadeben ser muy precabidos, 4700pues por igual es tenidoquien con malos se acompaña.

La cigüeña cuando es viejapierde la vista, y procurancuidarla en su edá madura 4705todas sus hijas pequeñas.Apriendan de las cigüeñaseste ejemplo de ternura.

Si les hacen una ofensa,aunque la echen en olvido, 4710vivan siempre prevenidos,pues ciertamente sucedeque hablará muy mal de ustedesaquel que los ha ofendido.

El que obedeciendo vive 4715nunca tiene suerte blanda;mas con su soberbia agrandael rigor en que padece.Obedezca el que obedecey será bueno el que manda. 4720

Procuren de no perderni el tiempo ni la vergüenza;como todo hombre que piensaprocedan siempre con juicio,y sepan que ningún vicio 4725acaba donde comienza.

Ave de pico encorvado,le tiene al robo afición;pero el hombre de razónno roba jamás un cobre, 4730

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pues no es vergüenza ser pobrey es vergüenza ser ladrón.

El hombre no mate al hombreni pelee por fantasía.Tiene en la desgracia mía 4735un espejo en que mirarse.Saber el hombre guardarsees la gran sabiduría.

La sangre que se redamano se olvida hasta la muerte. 4740La impresión es de tal suerte,que a mi pesar, no lo niego,cai como gotas de fuegoen la alma del que la vierte.

Es siempre, en toda ocasión, 4745el trago el pior enemigo.Con cariño se los digo,recuerdenló con cuidado:aquel que ofiende embriagadomerece doble castigo. 4750

Si se arma algún revolutis,siempre han de ser los primeros.No se muestren altanerosaunque la razón les sobre.En la barba de los pobres 4755aprienden pa ser barberos.

Si entriegan su corazóna alguna muger querida,no le hagan una partidaque la ofienda a la mujer; 4760siempre los ha de perderuna mujer ofendida.

Procuren, si son cantores,el cantar con sentimiento,

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no tiemplen el estrumento 4765por sólo el gusto de hablar,y acostúmbrense a cantaren cosas de jundamento.

Y les doy estos consejosque me ha costado alquirirlos, 4770porque deseo dirijirlos;pero no alcanza mi cenciahasta darles la prudenciaque precisan pa seguirlos.

Estas cosas y otras muchas 4775medité en mis soledades.Sepan que no hay falsedadesni error en estos consejos:es de la boca del viejode ande salen las verdades. 4780

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XXXIII

Después, a los cuatro vientoslos cuatro se dirijieron.Una promesa se hicieronque todos debían cumplir;mas no la puedo decir, 4785pues secreto prometieron.

Les advierto solamente,y esto a ninguno le asombre,pues muchas veces el hombretiene que hacer de ese modo: 4790convinieron entre todosen mudar allí de nombre.

Sin ninguna intención malalo hicieron, no tengo duda;pero es la verdá desnuda, 4795siempre suele suceder:aquel que su nombre mudatiene culpas que esconder.

Y ya dejo el estrumentocon que he divertido a ustedes. 4800Todos conocerlo puedenque tuve costancia suma.Éste es un botón de plumaque no hay quien lo desenriede.

Con mi deber he cumplido 4805y ya he salido del paso;pero diré, por si acaso,pa que me entiendan los criollos:todavía me quedan rollospor si se ofrece dar lazo. 4810

Y con esto me despidosin esperar hasta cuándo.Siempre corta por lo blando

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el que busca lo siguro;mas yo corto por lo duro, 4815y ansí he de seguir cortando.

Vive el águila en su nido,el tigre vive en la selva,el zorro en la cueva agena,y en su destino incostante, 4820sólo el gaucho vive errantedonde la suerte lo lleva.

Es el pobre en su horfandáde la fortuna el desecho,porque naides toma a pechos 4825el defender a su raza.Debe el gaucho tener casa,escuela, iglesia y derechos.

Y han de concluir algún díaestos enriedos malditos. 4830La obra no la facilito,porque aumentan el fandangolos que están como el chimango.sobre el cuero y dando gritos.

Mas Dios ha de permitir 4835que esto llegue a mejorar;pero se ha de recordar,para hacer bien el trabajo,que el fuego, pa calentar,debe ir siempre por abajo. 4840

En su ley está el de arribasi hace lo que le aproveche;de sus favores sospechehasta el mesmo que lo nombra:siempre es dañosa la sombra 4845del árbol que tiene leche.

Al pobre al menor descuido

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lo levantan de un sogazo;pero yo compriendo el casoy esta consecuencia saco: 4850el gaucho es el cuero flaco:da los tientos para el lazo.

Y en lo que esplica mi lenguatodos deben tener fe.Ansí, pues, entiéndanmé: 4855con codicias no me mancho:no se ha de llover el ranchoen donde este libro esté.

Permítanme descansar,¡pues he trabajado tanto! 4860En este punto me plantoy a continuar me resisto.Estos son treinta y tres cantos,que es la mesma edá de Cristo.

Y guarden estas palabras 4865que les digo al terminar:en mi obra he de continuarhasta dárselas concluida,si el ingenio o si la vidano me llegan a faltar. 4870

Y si la vida me falta,tenganló todos por ciertoque el gaucho, hasta en el desierto,sentirá en tal ocasióntristeza en el corazón 4875al saber que yo estoy muerto.

Pues son mis dichas desdichaslas de todos mis hermanos,ellos guardarán ufanosen su corazón mi historia; 4880me tendrán en su memoriapara siempre mis paisanos.

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Es la memoria un gran don,calidá muy meritoria;y aquellos que en esta historia 4885sospechen que les doy palosepan que olvidar lo malotambién es tener memoria.

Mas naides se crea ofendido,pues a ninguno incomodo; 4890y si canto de este modopor encontarlo oportuno,NO ES PARA MAL DE NINGUNO,SINÓ PARA BIEN DE TODOS.