Los anarquistas en la crisis politica española Jose Peirats

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Los anarquistas en la crisis politica española Jose Peirats

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  • 1. LOS ANARQUISTASEN LA CRISIS POLTICA ESPAOLA (1869-1939)

2. JOS PEIRATSLOS ANARQUISTASen la crisis poltica espaola(1869-1939) 3. Peirats, Jos Los anarquistas en la crisis poltica espaola (1869-1939) - 1a. ed. - Buenos Aires: Libros de Anarres, 2006. 420 p.; 20x12,5 cm. (Utopa Libertaria) ISBN 987-22440-4-9 1. Anarquismo-Ideologa Poltica. I. Ttulo CDD A863 Libros de AnarresTerramar EdicionesCorrientes 4790Plaza Italia 187Buenos Aires / Argentina 1900 La PlataTel: 4857-1248 Tel: (54-221) 482-0429ISBN-10: 987-22440-4-9ISBN-13: 978-987-22440-4-0La reproduccin de este libro, a travs de medios pti-cos, electrnicos, qumicos, fotogrficos o de fotoco-pias est permitida y alentada por los editores.Queda hecho el depsito que marca la ley 11.723Impreso en Argentina / Printed in Argentina 4. Agradecemos la colaboracin, el entusiasmo yla paciencia de las compaeras Pilar Molina yGracia Ventura. 5. PREFACIODesde Buenos Aires se me invita a escribir unas lneas deacompaamiento para la nueva edicin de Los anarquistas enla crisis poltica espaola. No s si mi pluma puede estar a laaltura de la labor que ellos quieren emprender, dado mis mu-chos aos. Por mi parte pondr buena voluntad para compla-cerlos y no defraudarlos.A la salida del tnel que represent para Espaa la dictadu-ra de Franco, Ediciones Jcar hizo una edicin de este ensayoen 1976. Seguidamente y por la misma editorial se public unanueva edicin en 1977, al estar la anterior agotada. La primeraedicin de este libro haba sido publicada en Buenos Aires en1964 por la Editorial Alfa. Ahora, de nuevo, cruzar el charcopara esta nueva reedicin.En la segunda mitad del siglo XX, antes de la dictadura delgeneral Uriburu, tuvo la Argentina buenos pensadoreslibertarios, con plumas solventes para exponer pblicamentesu sentido de la Libertad. El tiempo que no se detiene hapuesto en pie nuevas generaciones que se afanan por cubrir lasvacantes que por algn tiempo quedaron vacas.Por mi parte, slo me resta agradecerles en nombre de JosPeirats, mi compaero, con quien tantas cosas compartimosdurante casi cuarenta aos, el que sea recordado e incluido sunombre en la lista ya extensa de otros autores conocidos, comose seala en vuestro programa, para nuevas reediciones.Slo puedo desearos, en mi nombre y en su recuerdo, quevuestro esfuerzo se vea recompensado por el pblico platense yque la suerte os una en estos momentos tan confusos. Afectuosamente, gracias.Gracia VenturaLOS ANARQUISTAS EN LA CRISIS POLTICA ESPAOLA / 9 6. JOS PEIRATS VALLSEl destino episdico de una revolucin es lo demenos. Lo importante es el contenido en ideas yrealizaciones luminosas, constructivas, libres.stas sobreviven a todas las derrotas episdicas.Cundo nos curaremos de la mana funerariade la victoria por encima de todo? El triunfopor encima de todo, como el renunciamos atodo menos a la victoria, no es revolucionariosino maquiavelismo. Es absurdo que los hom-bres luchen sin identificar un principio moralelevado con la victoria. El principio de la vic-toria ante todo es no tener principios. Una re-volucin cuyo desenlace no tenga en cuenta losescrpulos a reprimir y las vctimas a inmolar escualquier cosa contraria a una verdadera revo-lucin. Y, a la inversa, una cada digna tras unaserie de episodios fecundos, no es ms que unaderrota provisional. El libertario debe preferirsiempre estas derrotas a aquellas victorias.J.P.V. Hijo de jornaleros alpargateros, Jos Peirats naci el 15 demarzo de 1908 en La Vall dUix, en la provincia valencianade Castelln. En 1911 su familia, como tantas otras de origen proletario,emigr a Barcelona establecindose en la barriada obrera deCollblanc-Torrassa de LHospitalet de Llobregat. Lleg a estu-diar en la Escuela Moderna de un Ateneo Racionalista de Sants,pero ya a los ocho aos tuvo que empezar a trabajar, ejercien-do varios oficios, entre ellos el de ladrillero, su trabajo manualms caracterstico. A los catorce aos ya se haba afiliado a la CNT, comen-zando su notable periplo de activo militante con slida forma-cin intelectual autodidacta. Particip en la fundacin del Ate-neo Racionalista de la Torrassa, en el cual colabor como maes-tro de adultos. Durante la dictadura de Primo de Rivera, en1927, fue encarcelado por primera vez. Fue en ese ao cuando LOS ANARQUISTAS EN LA CRISIS POLTICA ESPAOLA / 11 7. public su primer artculo La palabra ladrillero, sinnimo deperversin en el rgano del sindicato: El Boletn del Ladrillero.Ortodoxamente anarcosindicalista, disinti tanto con los sec-tores insurreccionales fastas ms radicales, como con losque mantenan posiciones sindicalistas puras, lo que se eviden-ci durante la crisis producida a consecuencia del Manifiestode los treinta. Durante la Repblica, integr grupos de afini-dad anarquistas, llegando a ser nombrado secretario de la FAI(Federacin Anarquista Ibrica) de Barcelona. Sus posicioneslo llevaron a ingresar en las Juventudes Libertarias siendo unode los fundadores de las JJLL de Catalua. En 1936, por des-avenencias con el director, abandon sus tareas en la redaccinde Solidaridad Obrera, donde se desempeaba desde 1934,volviendo a trabajar como oficial ladrillero. Fue delegado porel Hospitalet en el congreso de Zaragoza, donde se opuso a laspropuestas de alianzas con la UGT. En la histrica jornada del19 de julio, particip en el asalto al Cuartel del Bruc, en elbarrio de Pedralbes, en Barcelona. En plena euforia revolucio-naria form parte del comit revolucionario de LHospitaletpor la FAI y, desde el mes de septiembre, integr la redaccinde Acracia de Lrida. En febrero de 1937 particip como dele-gado por Catalua en el pleno nacional de la Federacin Ibri-ca de Juventudes Libertarias (FIJL), en el cual sostuvo posicio-nes abiertamente opuestas a la lnea oficial FAI-CNT de alian-zas y participacin gubernamental. Finalizado el congreso, sehizo cargo de Ruta, rgano portavoz de las JuventudesLibertarias de Catalua. Por presiones del Comit Nacional dela CNT, luego de los sucesos de mayo del 37, fue forzado aabandonar Acracia y, a finales de ese mismo ao, se incorpora la divisin 26 (ex Columna Durruti), en el frente de Aragn,donde lleg a alcanzar el grado de sargento. En febrero de 1938, form parte de la nutrida delegacinde tres brigadas de combatientes que, venidas expresamentedesde el frente de Aragn, asistieron a las deliberaciones delsegundo congreso de la FIJL, formando un bloque compactocon la representacin catalana.En 1939, con la derrota pisndole los talones, atraves lafrontera francesa para ser desarmado e internado en el campode concentracin de Vernet dArige, como el resto de los 12.00012 / JOS PEIRATS 8. combatientes de la divisin. En diciembre de ese ao logrembarcarse en el paquebote La Salle rumbo a Santo Domingo,donde, junto con un grupo de compaeros trabaj, colectivapero penosamente, una parcela cercana a la frontera con Hait.Al tiempo, y con la ayuda de una fundacin presidida por elescritor John Dos Passos, Peirats y otros compaeros refugia-dos se instalaron precariamente en los Andes ecuatorianos paravolver a conocer el fracaso en sus intentos agrcolas. Luego depermanecer un tiempo como asalariado en Guayaquil, se tras-lad a Panam sumando un naufragio a sus muchas peripe-cias y finalmente a Venezuela, donde se estableci por un ao,hasta que una asamblea confederal del exilio lo nombr dele-gado por Panam y Venezuela para la Conferencia Interconti-nental del Movimiento Libertario Espaol. Esta conferenciafue celebrada luego de producida la escisin de la CNT el aoanterior1 en Toulouse en abril de 1947. En junio de ese aoingres clandestinamente a Espaa utilizando documentacinfalsa para asistir a un pleno nacional de las FIJL que se cele-br en Madrid durante el mes de julio. De regreso en Toulouse,en noviembre, fue nombrado secretario general del MLE y, enesta condicin, reingres en Espaa para asistir a un encuentroen Berga (Catalua), bajo la gua y proteccin del maquis dePancho Massana. En esos aos impuls la formacin de gru-pos combatientes antifranquistas, y fue elegido, en dos ocasio-nes, secretario general de la CNT en el exilio, pero rechaz elcargo en ambas ocasiones.En cambio, s aceptara, luego de finalizada su misin comosecretario del MLE, la posta de la edicin de Ruta, trasladandosu redaccin de Pars a Toulouse. Al tiempo, dejando Ruta,intent nuevamente la vida de campesino (demostrando, conuna nueva frustracin, que el trabajo de la tierra no era sufuerte). En esos difciles das se public la primera edicin enforma de libro de sus Estampas del exilio en Amrica y recibiel encargo del comit nacional de la CNT de trabajar en laredaccin de una Historia de la Revolucin Espaola. El pri-mer tomo de la que sera su monumental obra, La CNT en laRevolucin Espaola, apareci en 1951. Ese mismo ao fueencarcelado y torturado a causa de un proceso abierto en Lyoncontra refugiados espaoles. En 1952 apareci el segundo tomoLOS ANARQUISTAS EN LA CRISIS POLTICA ESPAOLA / 13 9. y se hizo cargo de la direccin de Cenit, revista cultural men-sual que publicaba el MLE. Al ao siguiente y demostrandouna increble capacidad de trabajo acept nuevamente la re-daccin de su querida Ruta, oficializando, adems, su tarea dedireccin del peridico CNT, que ya ejerca de hecho. El tercertomo de La CNT en la Revolucin Espaola apareci a finalesde 1953.Colaborador en cuanta publicacin peridica hubiera en elmundo libertario y miembro del secretariado del Ateneo Espa-ol de Toulouse, Peirats dej la direccin de la CNT en 1959.En 1961 se realiz el congreso de reunificacin de la CNTen Limoges, con lo que se concret uno de los objetivos por elque Peirats haba luchado persistentemente. Durante ese aofue publicando peridicamente en Cenit el estudio histrico LaSin hispnica y al ao siguiente comenz a trabajar en su bio-grafa de Emma Goldman.Durante el ao 1962, la revista Volont de Gnova empeza publicar entregas peridicas de una sntesis de los tres tomosde La CNT que, tiempo despus, veran la luz como librocon el ttulo Breve storia del sindicalismo libertario spagnolo.Este primer intento no dej satisfecho al autor quien, en losmomentos que le dejaban libre sus actividades militantes (y laconfeccin de pantalones, con lo que se ganaba el sustento jun-to con su compaera Gracia Ventura), le aadi cuatro captu-los y una amplia bibliografa, resultando en el libro que, en1964, public la editorial Alfa en Buenos Aires con el ttuloLos anarquistas en la crisis poltica espaola. ste es el libroque en 1976 volvera a editar Jcar (primero con el ttulo Losanarquistas en la guerra civil espaola y luego respetando elttulo original), y que ahora reeditamos.Distanciado de lo que se dio en llamar la ortodoxiaesglesta2 de la CNT a partir del congreso de Montpellier de1965, y permanente colaborador de Frente Libertario desde suaparicin en 1970, vio dificultada la reedicin de los agotadostomos de La CNT en la Revolucin Espaola hasta que en1971 los volvi a publicar la editorial Ruedo Ibrico.Tras la muerte de Franco regres a Espaa en 1976, dondefue recibido con algaraba por militantes y simpatizanteslibertarios y en Barcelona particip como orador en el legen-14 / JOS PEIRATS 10. dario mitin de Montjuich. Su actividad, incluidos sus peridi-cos viajes de Francia a Espaa, continu incesante y renovadapor el generalizado entusiasmo postdictatorial, publicandonumerosos artculos en la prensa libertaria, no ya del exiliosino espaola. En 1978 tuvo la satisfaccin de ver por fin pu-blicados su libro Emma Goldman. Anarquista de ambos mun-dos, y una gruesa compilacin de artculos suyos, algunos in-ditos y otros aparecidos en distintos aos y en diferentes pu-blicaciones con el ttulo Figuras del movimiento libertario es-paol; y al ao siguiente, Mecanismo orgnico de la Confede-racin Nacional del Trabajo. En esos aos colabor en formapermanente con la revista Polmica de Barcelona. La ltimaedicin de la CNT en la Revolucin Espaola apareci en 1988,en una coedicin de Madre Tierra y la Asociacin Artstica LaCuchilla de Cali, Colombia.Peirats residi sus ltimos aos, junto con su compaera,en su pueblo natal. Su hogar estuvo siempre abierto a antiguosy nuevos compaeros; y a estudiosos del anarquismo espaolque vieron, en su obra, una inagotable cantera de informacio-nes y, en su vida, un ejemplo de coherencia ideolgica.Muri en la playa de Burriana, cerca de Vall de Ux, el 20de agosto de 1989. J. C. P.NOTAS1Esta escisin de la CNT est relacionada con la crisis desatada por laparticipacin de dos miembros de la organizacin confederal en el GobiernoRepublicano en el Exilio.2Por Germinal Esgleas, compaero de Federica Montseny.LOS ANARQUISTAS EN LA CRISIS POLTICA ESPAOLA / 15 11. I DE LOS ORGENES A LAS PRIMERAS GRANDES LUCHASDesde la fundacin de la Seccin Espaola de la PrimeraInternacional (1869) el movimiento obrero de tendencia anar-quista no dej nunca de existir, pblica o clandestinamente,bajo distintas denominaciones: como Federacin Regional Es-paola (declarada fuera de la ley en 1872, continu existiendosecretamente hasta la disolucin de la Internacional); comoFederacin de los Trabajadores de la Regin Espaola (desde1881 a 1888); como Pacto de Unin y Solidaridad (de 1889 a1896); como Solidaridad Obrera (de 1904 a 1909); en fin, comoConfederacin Nacional del Trabajo (CNT) hasta nuestros das.A ltimos del siglo XIX y primeros del XX el movimientodecae a causa de la clandestinidad forzada y de la crisis interior(escisin de los elementos autoritarios adictos a la poltica deCarlos Marx, cuyo mensajero en Espaa es el francs PabloLafargue). Tambin a causa de las fuertes represiones. La msencarnizada fue la que tuvo lugar contra la supuesta sociedadde malhechores denominada La Mano Negra (1882). Estefamoso proceso tuvo el origen siguiente.A causa de las persecuciones contra los internacionalistasfuncionaban secretamente algunos ncleos. En Andaluca loscomponentes de uno de esos ncleos secretos se haban organi-zado con un cierto rigor sistemtico para la propia proteccin.Al militante que cayese preso, los dems compaeros se com-prometan a ayudar a su familia o a vengarlo si era asesinado.Ocurri el hecho banal de que uno de ellos, por despecho amoro-so, hizo delaciones a la Guardia Civil. Este desgraciado apareciun da asesinado. Los caciques terratenientes y la Guardia Civilaprovecharon la ocasin para montar un fantstico proceso. Enun muro del pueblo de Villamartn aparecieron pintadas las hue-llas de una mano: la mano negra. En el monte, bajo un mon-tn de piedras, los guardias descubrieron, tambin, un maca-bro reglamento de la sociedad secreta, fundada para el robo yel asesinato de la gente de orden. La represin no se hizo espe-rar, y estuvo a cargo de dos personajes: el jefe de la Guardia LOS ANARQUISTAS EN LA CRISIS POLTICA ESPAOLA / 17 12. Civil de Jerez, Toms Prez Monforte, y su ayudante Oliver. Todoslos asesinatos, robos o incendios que se haban cometido o co-metieron fueron introducidos en el proceso. El tormento les fuerigurosamente aplicado a los numerosos detenidos para arran-carles las declaraciones que de antemano se pretendan. La reac-cin se propona estas dos cosas: desacreditar el movimientoanarquista y decapitarlo de sus ms influyentes elementos. Fue-ron condenados a muerte y ejecutados los hermanos Pedro yFrancisco Corbacho y Juan Ruiz (de la Comisin Comarcal), yCristbal Fernndez, Manuel Gago, Gregorio Snchez y JuanGaln. Len Ortega evit el cadalso por haber enloquecido enla crcel. Once ms fueron condenados a cadena perpetua, delos cuales murieron varios en presidio antes de producirse elindulto al cabo de veinte aos. Este indulto fue determinado poruna campaa de agitacin internacional.Desde 1880 a fines de aquel siglo se produjo un cierto rena-cimiento intelectual en los medios anarquistas: fundacin delperidico satrico La Tramontana, por Jos Llunas (Barcelona,1881); Primer Certamen Socialista, organizado por el Centrode Amigos de Reus (Tarragona), en 1885; fundacin de la re-vista Acracia (Barcelona, 1886); publicacin del peridico ElProductor (Barcelona, 1887); Segundo Certamen Socialista(Barcelona, 1889). A estos certmenes concurrieron los mejo-res escritores del anarquismo espaol y el ms grande de suspensadores: Ricardo Mella.En 1892 tuvo lugar la famosa insurreccin campesina deJerez de la Frontera. Ms de cuatro mil campesinos tomaronpor asalto esta ciudad al grito de Viva la anarqua. Lo de larebelin campesina del 92 no fue ms que eso: un acto de so-adores. Con palos y hoces queran vencer a los seores deJerez que vivan, bien guardados, de sus tierras sin verlas si-quiera, mientras ellos, que las labraban, apenas si podan co-mer1. El escritor Blasco Ibez ha glosado este episodio en sunovela La Bodega. El apstol crata andaluz Fermn Salvochea,que estaba en la crcel de Cdiz cuando se desarrollaron lossucesos, fue hecho responsable del levantamiento y condenadoa doce aos de presidio. El fiscal haba pedido cincuenta y dosaos! Por estos sucesos fueron condenados a muerte y ejecuta-dos los nombrados Burique, Lamela, Lebrijano y Zarzuela.18 / JOS PEIRATS 13. Otros dieciocho acusados fueron sentenciados a cadena perpe-tua y otras fuertes penas. Fueron tambin indultados a princi-pios de este siglo mediante campaa internacional.El siglo XIX espaol se despidi ruidosamente con las explo-siones de la dinamita anarquista. En Barcelona, el 24 de sep-tiembre de 1892, Paulino Palls arroj una bomba contra elgeneral Martnez Campos, uno de los aores de la Restaura-cin. El gesto de Palls fue en represalia de las ejecuciones deJerez. Ejecutado Palls, otro anarquista, Santiago Salvador,queriendo vengar la muerte de aqul, arroj a su vez una bom-ba sobre el patio de butacas del aristocrtico Teatro del Liceobarcelons (8 de noviembre del mismo ao). Hubo veinte muer-tos. La polica efectu una batida entre los anarquistas, y afuerza de tormentos consigui que algunos se declarasen auto-res del atentado. Fueron condenados a muerte Jos Codina,Mariano Cerezuela, Jos Bernat, Jaime Sogas, Jos Salvat yManuel Archs. La polica, entretanto, consigui descubrir alverdadero autor de las explosiones y, no obstante la confesin,llev a cabo todas las ejecuciones.El hijo de Archs recibi de su padre una carta que le escri-bi poco antes de ser ejecutado, en la que deca: ... Puede quemaana alguien te diga que tu padre fue un criminal. Dile envoz alta que fue inocente del crimen que se le imput... As locomprenders t y espero que no te amilane el fin de tu padre;antes al contrario, que te sirva de estmulo y de mvil paradifundir por todas partes los principios a los cuales ofrezco mivida.... Este hijo de Archs fue asesinado aos despus por lasbandas de pistoleros que actuaron impunemente cuando elvirreinato de los generales Martnez Anido y Arlegui.En junio de 1896, tambin en Barcelona, dos bombas fue-ron arrojadas en medio de una procesin en la que desfilaba elcapitn general. Hubo varias vctimas y el gobierno se libr auna feroz como ciega represin. Es el negro captulo de losmartirios de Montjuich. Centenares de presos, muchos tradosde la regin en conduccin ordinaria (a pie por las carreteras),quedaron hacinados en los calabozos de la fatdica fortalezabarcelonesa. Haba entre ellos destacadas personalidades delmovimiento anarquista, como Anselmo Lorenzo, Trrida delMrmol, Teresa Claramunt, Federico Urales y Jos Llunas.LOS ANARQUISTAS EN LA CRISIS POLTICA ESPAOLA / 19 14. Instruy el proceso el comandante Enrique Marzo y se re-vel como gran inquisidor el teniente de la Guardia Civil Nar-ciso Portas. Cumpliendo rdenes de ste los esbirros tratabande arrancar determinadas declaraciones a los presos. Golpen-dolos con ltigos se los haca trotar horas y horas hasta que sedesplomaban sin sentido. Se les aplicaba el tormento del sue-o. Para calmar su gran sed se les enseaba el agua y en sulugar se les ofreca bacalao seco. Desesperados llegaban a be-ber sus propios orines. Se les retorca los testculos, se les apli-caba hierros candentes en las nalgas y cuas entre carne y ua.Estos martirios tenan lugar en los calabozos ms profundosde la fortaleza, donde no penetraba la luz del da ni el airerespirable.A ltimos de septiembre los verdugos haban clasificado yaa sus vctimas. Cinco de los ms escogidos, Aschery, Ms,Nogus, Molas y Alsina fueron condenados a muerte y ejecu-tados en los fosos del castillo maldito. Otros 22 seran libradosa los presidios con penas mximas (tambin fueron indultadospor presin internacional en la primavera de 1900). Los res-tantes, en fin, fueron extraados del pas.Durante el tan abominable proceso se form un clima inter-nacional que permiti su acogimiento en Inglaterra. FernandoTrrida del Mrmol, anarquista y profesor del Ateneo Politc-nico de Barcelona, que por su significacin intelectual y ser defamilia acomodada haba conseguido ser puesto en libertad enla primera fase de este proceso, movi el mundo intelectual ypublic un terrible libro denunciando el crimen que se estabacometiendo2.Impresionado por estos horripilantes relatos un anarquistaitaliano, Miguel Angiolillo, se traslada expresamente de Lon-dres a Espaa para ejecutar al presidente del Consejo de Minis-tros, Cnovas del Castillo (agosto de 1897). Angiolillo fue eje-cutado el 20 del mismo mes. Un anarquista espaol, R. Sempau,atent intilmente al inquisidor Portas el siguiente mes.Las represiones y los atentados anarquistas se encadenanhasta bien entrado el siglo XX. En 1898 Espaa pierde los lti-mos vestigios de su imperio colonial ultramarino. El Ejrcito,derrotado en Amrica y en Oceana, pretende colonizar a Es-paa. Alfonso XIII inaugura su reinado en 1902 y empieza a20 / JOS PEIRATS 15. mimar al Ejrcito. Las arrogancias de los militares producenlas naturales reacciones en el sector liberal. En 1905 un grupode oficiales asalta en Barcelona la redaccin de un peridicosatrico. Adems el Gobierno tiene que ceder a su presin ypromulga la llamada Ley de Jurisdicciones. Por esta ley todaofensa de palabra o por escrito a las instituciones militares serjuzgada por el fuero de guerra (Cdigo de Justicia Militar). Laorganizacin obrera acomete en peridicos y mitines contra laextensin de la ley castrense al fuero civil. El rey sigue coque-teando con el Ejrcito.En 1906 el anarquista Mateo Morral interrumpe las bodasreales arrojando una bomba al paso de la regia pareja. Losreyes salen ilesos y Morral se suicida. La represin se ciernesobre la persona de Francisco Ferrer, director de la EscuelaModerna de Barcelona, en cuya institucin haba figurado comoprofesor Mateo Morral. Francisco Ferrer haba llegado a Bar-celona a primeros de siglo siendo titular de una respetable for-tuna, que hered de una simpatizante francesa. Revoluciona-rio convencido y antiguo conspirador, se propuso hacer la re-volucin en dos amplios frentes: en el plano social mediante lahuelga general; en el plano pedaggico cultural por medio dela enseanza racionalista y la divulgacin de la ciencia positi-vista. En 1901 abri la primera Escuela Moderna en Barcelonaante treinta alumnos. Su editorial emprendi la traduccin delas mejores obras del pensamiento cientfico y filosfico mo-derno. Su institucin es en el plano social lo que la InstitucinLibre de Enseanza en el plano universitario. Sus colaborado-res fueron Eliseo Reclus, Juan Grave, Pedro Kropotkin, CarlosMalato, Anselmo Lorenzo, etc. Este movimiento, por su pro-fundidad revolucionaria, sembr la alarma entre los elementosgubernamentales y clericales. Cost mucho trabajo poder arran-car a Ferrer inerme de esta primera celada, con una absolucintotal. Pero la reaccin clerical y castrense no lo perdera devista en espera del momento propicio.En 1907 la federacin local de Barcelona denominada Soli-daridad Obrera se constituy en Federacin Regional. En oc-tubre del mismo ao apareci el semanario del mismo nombre,Solidaridad Obrera, redactado por Jos Prat y Anselmo Lo-renzo. En enero de 1908 el gobierno de Maura y La Cierva LOS ANARQUISTAS EN LA CRISIS POLTICA ESPAOLA / 21 16. presenta al Parlamento una ley de represin del terrorismo. LaCierva, desde el Ministerio de la Gobernacin, se libra a unaactiva labor de provocacin en Barcelona. Todos los das y unpoco por todas partes las bombas hacen explosin, especial-mente en las sedes del nacionalismo cataln. Caso curioso, nose producen detenciones. El Gobierno tiene sus planes paraponer en jaque el renacimiento poltico y social de Catalua.Un detective privado logra establecer el verdadero origen deestas explosiones con quebranto para la polica, el gobernadorcivil y el Ministerio de la Gobernacin. Un pretendido anar-quista, un desgraciado llamado Juan Rull, encuentra la recom-pensa a sus servicios en la horca. El proyecto de ley de repre-sin del terrorismo tuvo que ser retirado del Parlamento a cau-sa de la viva campaa adversa que haban desencadenado losrepublicanos, los socialistas y los anarquistas.En los primeros das de junio de 1909 se produjeron graveschoques en las cercanas de Melilla (Marruecos espaol). Losindgenas se oponan violentamente a la construccin de unferrocarril minero, que entendan como un atentado a su so-berana. Un contraataque militar se sald con fuertes prdidaspara las fuerzas espaolas (desastre del Barranco del Lobo).El Gobierno tuvo la desafortunada ocurrencia de movilizar alos reservistas que, licenciados del Ejrcito, tenan ya consti-tuido un hogar (decreto del 11 de julio). En Catalua, dondelas campaas de Marruecos haban sido siempre impopulares,se produjeron manifestaciones espontneas frente al puertode mar donde se estaba embarcando a los reservistas. La orga-nizacin Solidaridad Obrera declar la huelga general. El pue-blo convirti aquel movimiento en motn. Se levantaron ba-rricadas y se incendiaron 17 iglesias, 23 conventos y otros es-tablecimientos religiosos. El Gobierno proclam la ley mar-cial y Catalua fue incomunicada del resto de Espaa por lastropas. Una fuerte represin qued desencadenada contra losamotinados. Se formaron Juntas de Defensa Ciudadana porlos elementos reaccionarios civiles y un juez especial fue en-cargado de sumariar a los responsables. La prensa oficial selibr a una grosera campaa de difamacin antipopular. Depronto se apunt la responsabilidad del fundador de la Escue-la Moderna, Francisco Ferrer. Se sacaron a la luz sus activida-22 / JOS PEIRATS 17. des revolucionaras en Francia y en Espaa, se lo defini comoanarquista de accin y como enemigo de la patria, del ejrcitoy de la Iglesia. Se fabricaron testigos que decan haberlo vistoen las barricadas dirigiendo la sublevacin. Alguno de estosfalsos testigos, una vez pagado por sus infamias, pudo embar-car fcilmente para Amrica.El 31 de agosto Ferrer fue detenido y procesado como cabe-cilla del motn. Se abri una informacin pblica entre quienesquisieran acusarlo y se apresuraron a ser testigos de cargo en elsumario policas, aristcratas y carlistas. El edicto del juez ins-tructor de la causa invitaba descaradamente a que declarasentodos los que pudieran hacerlo contra Ferrer, no los que sabanalgo en su favor. Este llamamiento pblico demuestra que nose tenan indicios sobre la responsabilidad del acusado. El ca-pitn general de la guarnicin dirigi a todos los jueces milita-res una orden circular invitndolos a entresacar de los suma-rios todos los indicios, antecedentes y cargos que resultencontra Ferrer y remitrselos al juez instructor Raso Negrn. Almismo tiempo se eliminaban todas las pruebas y testimoniosen favor del reo. El Gobierno previamente haba desterrado acuantos haban tenido ntima relacin con el preso, los cualeshubieran podido aportar esclarecimientos favorables. En Teruelestaban desterrados Soledad Vilafranca, Cristbal Litrn yAnselmo Lorenzo, entre otros de sus viejos colaboradores. Pi-dieron ser escuchados por el juez y nunca fueron atendidos.Las cartas enviadas al juez, en que solicitaban deponer, se per-dan o se retrasaban misteriosamente. Sobre una de estascartas retrasadas manifest el juez Raso Negrn: Ya se haelevado la causa a plenario, y como en el plenario no puedendeclarar ms que los testigos que han depuesto en el sumario,con harto sentimiento mo no acepto esta diligencia de prue-ba. La causa fue elevada a plenario el 1 de octubre, y, sinembargo, dos das despus an pudo declarar un testigo con-tra Ferrer. El proceso adquiri a partir de entonces una veloci-dad fantstica. Estaba bien claro que se quera a toda costafusilar a Ferrer. Y, sin embargo, la rebelin haba carecido dejefes. As tuvo que reconocerlo el gobernador civil de entonces,Ossorio y Gallardo. Pero a falta de una personalidad destaca-da a quien endosar espectacularmente la jefatura de los acon- LOS ANARQUISTAS EN LA CRISIS POLTICA ESPAOLA / 23 18. tecimientos se escogi a Ferrer, vctima ya sealada por el odiooficial y clerical. Ferrer era una buena presa para la reaccin.Haba conseguido escapar indemne del proceso por el atenta-do contra los reyes y adems de revolucionario era un renova-dor peligroso de la enseanza, a quien odiaba profundamenteel sector clerical. ste no poda perdonar cristianamente lasexpansiones populares de aquellos das de julio ante las llamasque consuman conventos y templos.Francisco Ferrer fue condenado a muerte como estaba pre-fijado, y fue ejecutado en el castillo maldito el 13 de octubre deaquel mismo ao. Para suavizar el mal efecto, tambin se ha-ba fusilado a algunos oscuros ciudadanos: a Jos Miguel Bar,Antonio Malets, Eugenio del Hoyo (guardia de seguridad) yRamn Clemente.El gobierno de Maura no pudo sobrevivir a la indignacinque se manifest en toda Espaa y en el extranjero, durante ydespus del proceso. Ferrer tiene un monumento en Bruselas;Maura vio quebrantada su carrera poltica por aquel crimen.En 1910 fue herido por un anarquista en Barcelona: ManuelPoss (en 1904 tambin haba sido atentado por el anarquistaJoaqun Miguel Artal). A principios de 1911 se produjo unavasta campaa por la revisin del proceso Ferrer. Esta campa-a tuvo resonancia en el Parlamento. Aunque la revisin no seconcedi jams, de hecho lo revisaron con sus enjundiosos dis-cursos los ms brillantes parlamentarios.Despus de esta feroz represin, la organizacin Solidari-dad Obrera convoc un congreso nacional en Barcelona. Lossindicalistas se daban cuenta de que la ausencia de una organi-zacin obrera de carcter nacional haba perjudicado enorme-mente la causa de los amotinados de 1909 y facilitado la mons-truosidad cometida con Ferrer. Una especie de complejo de culpaimpuso crear una central anarcosindicalista de carcter gene-ral. La Unin General de Trabajadores (UGT), organizacinde inspiracin socialista fundada en 1888, no era ms que unsumiso satlite del partido de Pablo Iglesias. El Partido Socia-lista mismo haba sido organizado entre 1879-81.El Congreso de Solidaridad Obrera, llamado Congreso deBellas Artes, se reuni en la capital catalana los das 30 deoctubre y 1 de noviembre de 1910 y estuvo concurrido por24 / JOS PEIRATS 19. delegados de casi todas las regiones de Espaa. Entre las adhe-siones personales destacaba la de Anselmo Lorenzo, que habasido fundador de la vieja Federacin Regional Espaola. Sumensaje habra de ser proftico: Vais a celebrar un pacto des-tinado a influir en la marcha siempre progresiva de la humani-dad. Ante vosotros el libro abierto de la historia presenta unapgina en blanco; preparaos a rellenarla con honra para voso-tros, con provecho para todos, presentes y futuros. El Congreso de Solidaridad Obrera fund la ConfederacinNacional del Trabajo a imagen y semejanza del sindicalismorevolucionario francs. El viejo Anselmo Lorenzo se sonreiratal vez al ver copiar en Espaa el prototipo sindicalista de laCarta de Amiens. Este sindicalismo, en verdad, ya haba sidoinventado por los internacionalistas espaoles y fue llevado ala Conferencia de Londres de 1870 en un admirable dictamenque produjo asombro y admiracin entre los reunidos. El men-sajero haba sido el propio Anselmo Lorenzo quien, siendo jo-ven entonces, haba sido designado delegado por primera vez aun comicio obrero internacional. El Congreso de Bellas Artes defini el sindicalismo comoun medio de lucha (...) para recabar de momento todas aque-llas ventajas que permitan a la clase obrera poder intensificarla lucha dentro del presente estado de cosas, a fin de conseguir(...) la emancipacin integral de la clase obrera, mediante laexpropiacin revolucionaria de la burguesa, tan pronto comoel sindicalismo (...) se considere bastante fuerte numricamen-te y bastante capacitado intelectualmente para llevar a efectola huelga general, que por propia definicin debe ser revolu-cionaria, y hace suya la divisa de la Primera Internacional: Laemancipacin de los trabajadores ha de ser la obra de los tra-bajadores mismos. Por consecuencia, los sindicatos de la CNTslo pueden estar integrados por obreros que conquisten sujornal en las empresas o industrias que explotan la burguesa yel Estado3. En el otoo de 1911 la CNT celebr en Barcelona su PrimerCongreso4. Inmediatamente despus se produjeron dos hechosde suma gravedad: la huelga de los metalrgicos de Bilbao quese hizo general en Espaa. Como consecuencia se produjeronhechos sangrientos en Cullera (Valencia). Un juez de Suecia,LOS ANARQUISTAS EN LA CRISIS POLTICA ESPAOLA / 25 20. investido de plenos poderes, provoc la violencia popular. Eljuez result linchado y los supuestos responsables condenadosa muerte. Hubo siete penas capitales (sentencia del 10 de enerode 1912); seis de los condenados fueron indultados, y el lti-mo, Juan Jover (Chato de Cuqueta), lo fue tambin final-mente por el rey.En octubre de 1911 un juez de Barcelona declar ilegal laexistencia de la CNT y asimismo su funcionamiento. Los cen-tros confederales ya haban sido clausurados a causa de su so-lidaridad con los huelguistas de la cuenca minera de Bilbao,dirigidos por el Partido Socialista. La CNT no volvera a lavida pblica hasta las vsperas de la primera guerra mundial(1914).A causa del indulto por los hechos trgicos de Cullera, elpresidente del consejo de ministros, Jos Canalejas, present ladimisin de su gobierno. El rey le ratific la confianza y elGobierno continu arreciando su furor antipopular. En sep-tiembre de 1912 se produjo una huelga ferroviaria. Canalejas,tomando ejemplo del socialista Arstide Briand, militariz alos huelguistas. stos tuvieron que prestar servicio como sol-dados (Ley del Brazalete). Pero el 12 de noviembre del mismoao Canalejas caa asesinado en la Puerta del Sol de Madrid.Su matador, Manuel Pardias, se suicid en el acto. Canalejas,que sucedi en el Gobierno a Maura cuando los hechos trgi-cos de 1909, se haba negado a revisar el proceso de Ferrer. Nofaltan otras hiptesis: entre las tareas reformadoras de Canalejasestuvo la llamada Ley del Candado, por la que se prohiba laconstitucin de nuevas rdenes religiosas. Esta ley produjo unaagitacin clerical en todo el pas con procesiones presididaspor obispos y damas aristocrticas (estropajosas)5.Pese a su clandestinidad la CNT sigui manifestndose, es-pecialmente en una huelga textil en la que intervinieron 100.000obreros. Vuelta a la legalidad en 1914, produce una extensacampaa contra la guerra europea. En 1915 se organiza enGalicia un congreso internacional antimilitarista. El congresotiene lugar a pesar de la prohibicin del Gobierno, pero algu-nos de sus participantes van a parar a la crcel. Los delegadosextranjeros (Sebastin Faure, Malatesta) no pudieron penetraren Espaa. Kropotkin, Malato, Grave, encabezan en Europa26 / JOS PEIRATS 21. una posicin francamente favorable a la causa del bando alia-do, que respaldaban en Espaa algunos anarquistas y sindica-listas, el ms significado Ricardo Mella, que desde el peridicoAccin Libertaria polemiza con su digno rival Jos Prat, queescribe desde Tierra y Libertad. Esta lamentable disputa amar-g los ltimos das de Anselmo Lorenzo, que dejara de existirel 30 de noviembre de 1914.Ante la guerra el Estado espaol declara su neutralidad,por hallarse divididos sus elementos polticos en francfilos ygermanfilos, y tal vez porque a Inglaterra y Francia interesa-ba ms la neutralidad espaola, que convertira a nuestro pasen proveedor de sus ejrcitos. Para la burguesa la neutralidades el paraso de los negocios. Todos los fabricantes conseguancontratos de las comisiones de los beligerantes. Los navierosimprovisados amontonaban grandes fortunas. Las minas, casiabandonadas, se ponan en actividad y no daban abasto a lademanda. Se creaban nuevas industrias o se transformaban lasincipientes. El Banco de Espaa hacia cosecha de oro.La demanda de mano de obra llev a Barcelona una riadade inmigrantes de otras regiones. Los exportadores exporta-ban hasta la despensa de los espaoles. Los precios de los ar-tculos de primera necesidad suban en flecha debido a la espe-culacin y la escasez. Lo cual traera consigo una fermentacinsocial de grandes alcances. A mediados de 1916 el Partido So-cialista haba adoptado un programa de agitacin que lo acer-caba a la CNT. Ambos movimientos declararon en el mismoao una huelga general contra el alza de las subsistencias. Elsindicalismo adquiri gran potencialidad y hasta se puso de moda.La oficialidad subalterna del Ejrcito forma su propio sin-dicato: las llamadas Juntas de Defensa, que quieren depurar lainstitucin del nepotismo de las altas jerarquas militares. Lospolticos liberales creen en una renovacin de la mentalidad delos jvenes oficiales y exigen la puesta en funciones del suspen-dido Parlamento y hasta una constitucin federativa del Esta-do. Un frente nico de estos parlamentarios se da cita en Bar-celona. Es la famosa Asamblea de Parlamentarios. Los repre-sentantes del Gobierno irrumpen en sus sesiones y consiguenfcilmente que se disuelvan pacficamente los asamblestas. Perola CNT y la UGT han establecido un pacto revolucionario y el LOS ANARQUISTAS EN LA CRISIS POLTICA ESPAOLA / 27 22. 12 de agosto de 1917 proclaman la huelga general en todaEspaa. Las Juntas Militares de Defensa se apresuran a arrojarla careta. Los soldados irrumpen en las calles de Barcelona dis-parando a mansalva. A los siete das el movimiento subversivoqueda sofocado. Cuatro lideres socialistas: Largo Caballero,Saborit, Besteiro y Anguiano son declarados responsables. Lacondena es de presidio, y el ao siguiente, por obra de unaselecciones legislativas, recobran la libertad. Refirindose a estahuelga revolucionaria, el lder socialista Prieto declarara anteel nuevo Parlamento: Es cierto que dimos armas al pueblo,pero no le dimos municiones.En julio de 1918 se celebr en Barcelona un importantecongreso regional llamado a modernizar la estructura orgni-ca de los sindicatos. Se definen los sindicatos nicos paraevitar las dualidades entre los rganos de lucha profesionales 6.En diciembre del mismo ao la CNT organiza una campaa depropaganda por toda Espaa. Los mejores oradores recorrenlas ms apartadas provincias, pero muchos de ellos son deteni-dos e ingresan en las crceles y en los barcos anclados en elpuerto de Barcelona. La semilla, sin embargo, estaba echada.Por todas partes surgen sindicatos. La CNT rebasa el milln deafiliados. El 21 de febrero se produce una de las huelgas gene-rales ms perfectas contra la poderosa compaa La Canadien-se. Este movimiento, con ser el ms glorioso para la clase obre-ra anarquista de aquella poca, marca a la vez su punto culmi-nante. Fue un movimiento unnime y disciplinado que sobre-cogi de pnico a la burguesa y al Gobierno, los cuales reac-cionaron en la forma acostumbrada. Resuelto virtualmente elconflicto por accin directa entre las partes afectadas, las au-toridades militares barcelonesas impusieron la ruptura de loscompromisos intervenidos y se libraron a numerosas detencio-nes de los militantes obreros. El conflicto, en su segunda fase,se replante en forma de lucha contra las autoridades. Los huel-guistas haban vuelto al trabajo bajo promesa de que seranliberados los presos. Pero algunos de stos continuaron en lacrcel so pretexto de que estaban procesados. Los huelguistaspretendieron que fueran sobresedos de oficio los procesos. Enverdad estos procesos haban tenido lugar con el solo objeto demantener a ciertos detenidos en la crcel y salvar as el honor28 / JOS PEIRATS 23. de la autoridad. No comprenderlo as los huelguistas y haberseobstinado en una victoria completa fue de su parte excesivooptimismo y hacer el juego a las provocaciones oficiales. Loque haba sido inicialmente una gran victoria se convirti enun xito discreto7.La huelga de La Canadiense haba dado la medida de lapotencia, organizacin y combatividad del movimiento obre-ro. Burguesa y autoridades llegaron a la conclusin de que eracuestin de vida o muerte batir por todos los medios a tantremendo adversario. Frente al temible Sindicato nico se pusoen pie la Federacin Patronal. Las hostilidades se rompieroninmediatamente. Era el dilogo de las pistolas. Quin habadisparado el primer tiro?Para establecer el origen del pistolerismo hay que remon-tarse a la poca de la Primera Guerra Mundial. Ya qued dichoque la industria catalana abasteca a los ejrcitos aliados. Loque no quita que los comerciantes hicieran lo posible para es-pecular con ambos beligerantes. Por la cuenta que le tena, elmando alemn mont con rapidez sus servicios de espionaje enlos centros industriales y puertos. En Barcelona funcionaba sinmucha discrecin uno de esos equipos encargados de informara los submarinos en alta mar del trfico portuario y del destinode las mercaderas. Al frente de este servicio figuraba un llama-do Barn de Koenig. Uno de los subordinados del falso barnera Bravo Portillo, inspector de polica de plantilla. El resto delequipo lo formaban elementos del bajo fondo barcelons, ar-mados de pistola, que tenan como misin atemorizar a losindustriales y otros especuladores que abastecan a los aliados.Si la amonestacin no surta efecto, la banda no reparaba en laamenaza y en el crimen. Para mejor maquillar sus actividadesse procuraba intercalar entre las vctimas a patronos y obre-ros. De este modo se haca creer en una lucha social al extremolmite. Por otra parte se encrespaban los antagonismos de cla-se. En el bando patronal una de las vctimas ms inslitas fue elingeniero Barret, gerente de una importante factora de obuses,asesinado por la banda del Barn de Koenig.En 1918, Solidaridad Obrera, que era diario de la CNT,desenmascar con pruebas irrefutables al espa Bravo Porti-llo8. ste fue destituido y encarcelado, despus puesto en liber- LOS ANARQUISTAS EN LA CRISIS POLTICA ESPAOLA / 29 24. tad y readmitido en el cuerpo, pero su gran resquemor hizoque jurase odio eterno a la CNT y a sus principales militantes.Empez desde entonces a poner en movimiento a sus bandasde pistoleros contra la organizacin obrera.Cuando la guerra hubo terminado, toda esta resaca huma-na qued sin empleo. Un encopetado industrial barcelons(Mir y Trepat), con la venia del capitn general de la guarni-cin (Milns del Bosch) ofreci sus servicios a la FederacinPatronal. El resultado no tard en manifestarse. Una de lasprimeras vctimas en la trgica cronologa que iba a inaugurarsefue el militante de la seccin de Tintoreros, Pablo Sabater, ase-sinado en julio de 1919. La respuesta no tard en llegar. Dosmeses despus caa taladrado a balazos Bravo Portillo.En el plan tctico, frente a la huelga, la Federacin Patronalemple el locaut (lock out). A primeros de noviembre los obre-ros de las distintas fbricas fueron arrojados a la calle. Era larplica patronal a la huelga de La Canadiense. El locaut seprolongara hasta enero de 1920, saldndose con una humi-llante derrota para la clase obrera.Para diciembre la CNT tena previsto su congreso nacional.Casi simultneamente la burguesa catalana organizaba losfunestos Sindicatos Libres, compuestos de mercenarios delhampa reclutados por la burguesa y las autoridades militares.Estos individuos iban provistos de armas de fuego y respalda-dos por la impunidad ms completa. No tardaron en hacerhablar de sus fechoras, incluso en apartadas provincias, peroespecialmente en Catalua, Levante y Aragn. Los mecenas,adems de la Federacin Patronal, eran La Espaa Industrial,el Fomento del Trabajo Nacional, La Hispano-Suiza, Mir yTrepat y el Sindicato de Banca y Bolsa.Segn Farr Morego (Los atentados sociales en Espaa)desde 1917 a 1922 se cometieron 1.472 atentados. Miguel Sas-tre (La esclavitud moderna), los eleva a 1.012, de los que fue-ron vctimas 753 obreros, 1.112 policas, 95 patronos y 52capataces. Ramn Rucabado (En torno al sindicalismo) seala1.207, y, finalmente, segn una fuente oficial (Jos Pemartn:Los valores histricos de la dictadura espaola), de 1918 a1923 se produjeron en Barcelona 843 atentados y 1.259 entoda Espaa.30 / JOS PEIRATS 25. La fuente confederal ms importante es un folleto editadopor el Comit Pro Presos de Barcelona en 1923, en el que figu-ran los principales procesos, sevicias, asesinatos, etc., del pe-rodo 1920-1923. Estos hechos se refieren principalmente aBarcelona. La relacin de confederales muertos es de 104; he-ridos, 339. Represe en un detalle. Segn clculos militares muyprobados, en toda batalla los heridos exceden o, mejor, doblana los muertos. En sta, como puede verse (del lado confederal,bien entendido), ocurri todo lo contrario. Este detalle es mselocuente de lo que parece a simple vista.NOTAS1Federico Urales: Mi vida, tomo II, Barcelona, 1929-30.2F. Trrida del Mrmol: Les inquisiteurs dEspagne, Pars, 1897, 344 pp.3Congreso de constitucin de la Confederacin Nacional del Trabajo(CNT), Ediciones CNT, Toulouse, 1959, 48 pp.4El hecho de que este primer congreso se celebrase en el Palacio de BellasArtes de Barcelona, exactamente en el mismo local en que se celebr elcongreso fundacional, y aproximadamente en la misma fecha, dio lugar a unmalentendido histrico. Manuel Buenacasa, en su libro El movimientoobrero espaol, 1886-1926 (Barcelona, 1928) afirma que el congresofundacional de la CNT fue en 1911. Ya hemos visto que tuvo lugar en 1910.Por otro lado, afirma Buenacasa que las actas del congreso de 1911 sehaban extraviado a causa de los graves acontecimientos que tuvieron lugarrecin celebrado el congreso y que aboc a la clausura legal de la organiza-cin, de cuyo colapso no consigui rehacerse hasta 1914. Por lo visto, estasactas, si bien desaparecieron de los archivos confederales a causa deregistros e incautaciones policacas, sus textos han sido recientementerevelados por Revista de Trabajo en 1974. Yo mismo, a falta de mejorinformacin en 1953, al empezar a ocuparme de esta materia, pude induciren error a otros autores espaoles y extranjeros.5Se sabe muy poco de la personalidad de Manuel Pardias y de los mvilesde su acto. Como quiera que Canalejas zahiri a la extrema derecha comoa la extrema izquierda no se sabe a ciencia cierta si fue vctima de la Ley delBrazalete o de la Ley del Candado. La votacin de sta por el Parlamento fueevitada al intervenir el asesinato.6Memoria del Congreso celebrado en Barcelona los das 28, 29 y 30 de junioy 1 de julio de 1918, segunda edicin, Toulouse, CNT 1957, 92 pp.7La huelga de La Canadiense se produjo a primeros de febrero de 1919.Una nota de la Federacin Local de Sindicatos de Barcelona dice que elconflicto fue motivado por el despido de ocho empleados. Se respondiprimero con la huelga de brazos cados y se lleg a la huelga general enCatalua. En La Canadiense trabajaban obreros de varios sindicatosLOS ANARQUISTAS EN LA CRISIS POLTICA ESPAOLA / 31 26. (Madera, Construccin, Metalurgia y del Agua, Gas y Electricidad), loscuales hicieron causa comn desde los primeros instantes. La actitud de lasautoridades fue en principio de menosprecio. Ms tarde buscaron elcontacto con la direccin obrera. Al intervenir la incautacin de la compa-a por el Gobierno la actitud de los trabajadores fue plantear previamentela libertad de los presos y la reapertura de los sindicatos clausurados. Elconflicto se envenen al intervenir las autoridades militares, militarizandoa los obreros reservistas e imponiendo la Ley del Brazalete. Esta interven-cin no logr ms que extender el conflicto a los servicios de transporteurbano. El 13 de marzo se declar el estado de guerra, que en Espaa es unaespecie de amenaza apocalptica con cdigo de justicia militar a todo trapo.La organizacin obrera segua levantando el dedo y sus consignas eranacatadas con sorprendente unanimidad. El 19 de marzo se llegaba a unasbases de entente con un delegado del Gobierno. Las bases eran un triunfocompleto de la clase obrera contra la empresa y el gobierno. Faltaba loprincipal: convencer a los trabajadores a que volvieran al trabajo. Hubo unaimponente asamblea en la plaza de toros Las Arenas (25.000 asistentes).Una parte importante de los asamblestas se opona a la vuelta al trabajo siantes no se pona en libertad a los presos. Salvador Segu, cuya oratoria erasiempre decisiva, no pudo conseguir ms que una vuelta al trabajo condi-cionada a la puesta en libertad de los detenidos. Las autoridades militaresvieron la ocasin para seguir haciendo de las suyas. Los presos pendientesde los jueces militares fueron mantenidos. La respuesta fue la huelgageneralizada en la regin, entusiasta los primeros das y moribunda en losucesivo. Los generales sacaron esta vez los caones a la calle. Es difcilseguir con claridad el desenlace a partir de este momento. (Vase JosViadiu, La huelga de La Canadiense, artculos en Solidaridad Obrera,Pars, nm. 802 y siguientes, 14 de agosto de 1960.)8El 9 de junio de 1918 el diario Solidaridad Obrera, que diriga ngelPestaa, hizo pblicas varias cartas de puo y letra de Bravo Portillo. Unadeca: Delegacin de Polica. Distrito de Atarazanas. Seccin Primera.Barcelona. Querido Royo: El dador es el amigo que te dije; es de miconfianza; te facilitar datos del Mambr que saldr el 20 a las 9; te ruegole recomiendes a quien sabes. Gracias mil de tu amigo que te abraza. Bravo.El Mambr era un barco que transportaba material de abastecimiento paralos aliados.9Ideas y tragedia, Manresa (Barcelona), 1923, 80 pp.32 / JOS PEIRATS 27. IIREPRESIN Y MARTIROLOGIOEl Congreso Nacional de la CNT se celebr en Madrid del10 al 18 de diciembre de 1919. Por la extensin y variedad deltemario, por la cantidad y calidad de los delegados y el nmerode adherentes representados, fue uno de los comicios obrerosms importantes de todos los tiempos celebrados en Espaa.Tres problemas capitales fueron tratados: la fusin del proleta-riado espaol (rechazada por 323.955 votos contra 169.125 y10.192 abstenciones); la nueva estructura orgnica a base deFederaciones Nacionales de Industria (rechazada por 651.472votos contra 14.008); la declaracin de principios comunistalibertaria (adoptada unnimemente por aclamacin).Pero el debate ms importante gir sobre la actitud a tomarcon respecto a la revolucin rusa. Varios temas haban sidosugeridos: Qu medios podremos poner en prctica para pres-tar apoyo a la revolucin rusa y evitar el bloqueo (...) por partede los Estados capitalistas? Se cree necesario el ingreso (...) enla Tercera Internacional Sindicalista? Debe la Confederacinadherirse a la Internacional inmediatamente? A qu Interna-cional debe hacerlo? Sera conveniente la celebracin de unCongreso Internacional en Espaa?.Varios dictmenes fueron aprobados, pero cabe sealar elsiguiente:La Confederacin Nacional del Trabajo se declara firmedefensora de los principios que informan a la Primera Inter-nacional, sostenidos por Bakunn. Declara que se adhiere, yprovisionalmente, a la Tercera Internacional, por el carcterrevolucionario que la preside, mientras se organiza y se cele-bra el Congreso Internacional en Espaa que ha de sentar lasbases por que ha de regirse la verdadera Internacional de lostrabajadores.Este acuerdo haba coronado un debate de altura en el quetomaron parte los delegados ms prominentes. La discusin seci al significado de la dictadura del proletariado; he aqu unresumen de lo que fueron las intervenciones: LOS ANARQUISTAS EN LA CRISIS POLTICA ESPAOLA / 33 28. Manuel Buenacasa: ... Nosotros, que somos enemigos delEstado, como lo hemos demostrado en algunas de las mocio-nes aprobadas por este Congreso, entendemos que la revolu-cin rusa, por el hecho de ser una revolucin que ha trastorna-do todos los valores econmicos o, mejor dicho, por el hechode ser una revolucin que ha dado al proletariado el Poder, losinstrumentos de produccin y la tierra, debe interesarnos si-quiera sea en este aspecto y para impedir que esta revolucin,que ese gobierno de los soviets, quede estrangulado por losEstados capitalistas.... Hilario Arlandis: ... Empecemos por la dictadura del pro-letariado. Muchos compaeros (...) no aceptan la dictaduradel proletariado como no aceptan ninguna clase de dictadu-ra... Naturalmente, en principio, no debemos aceptar ningunaviolencia, porque toda violencia es dictadura. Pero nosotrosno somos solamente idealistas (...) tenemos que aceptar la vio-lencia porque es una necesidad misma de la sociedad y de lascondiciones en que vivimos... Y se justifica la teora de la dicta-dura del proletariado, no ya como ideal ltimo (...), sino comouna solucin media inevitable, necesaria, fatal, una medidacontradictoria para derrocar de una vez y por completo lospoderes de los privilegiados; y, por otra parte, para capacitar(...) a las masas obreras que han sido durante siglos expoliadasy reducidas a la ms cruel ignorancia.... Eleuterio Quintanilla: ... Hase constituido un gobierno defuerza con arreglo al concepto clsico de la revolucin. Todomovimiento, generalmente, debe coronarse de un gobierno re-volucionario que se encargue del poder, y representando losintereses de la nueva revolucin, organice la sociedad, esta-blezca el nuevo orden de cosas, constituya el nuevo derechocreado. se es el concepto de la revolucin clsica, se es elconcepto de la revolucin marxista, y por serlo, los federalistasbakunianos internacionalistas de la primera hora, hombres queestamos de acuerdo con el criterio y el espritu libertarios, he-mos combatido siempre, en el terreno de la propia accin declases, este concepto que consideramos autoritario, que consi-deramos centralista, que consideramos castrador... Pero la dic-tadura rusa, responde a nuestro concepto libertario...? No.La dictadura rusa, tal como se ha ejercido, constituye para34 / JOS PEIRATS 29. nosotros un serio peligro que si no est a nuestro alcance com-batir si lo est, y debe estarlo, no aplaudir....Salvador Segu: ... Somos partidarios (...) por necesidad dela realidad (...) no en teora, de entrar en la Tercera Internacio-nal (...) porque esto va a avalar nuestra conducta en el llama-miento que la CNT va a hacer a las organizaciones sindicales delmundo para constituir la verdadera, la nica, la genuina Inter-nacional de los trabajadores... Sostenemos que hay necesidad deincorporarnos a la Tercera Internacional circunstancialmente, yque luego la Confederacin espaola convoque a todas las orga-nizaciones sindicales del mundo para organizar definitivamentela verdadera Internacional de los trabajadores1....Despus del Congreso de la CNT se acenta la represincontra el anarcosindicalismo en Barcelona. El locaut patronal,que ha durado diez semanas, se ha saldado con una derrotapara la clase obrera organizada. La reaccin emplea la tcticanapolenica de perseguir a quienes se baten en retirada. Es larepresin bajo el gobernador civil, conde de Salvatierra. Paracontrarrestar los efectos de esta represin la CNT intent or-ganizar un boicot internacional contra el comercio exteriorespaol. ngel Pestaa sali de Espaa con estos fines. Tam-bin estaba encargado de ver la manera de penetrar en Rusiapara llevar a efecto los acuerdos adoptados por el Congresoconfederal. Otros delegados, Eusebio C. Carb y SalvadorQuemades, deban unirse a Pestaa con el mismo objeto enRusia, pero el primero fue preso en Italia y el segundo no con-sigui ir ms all de Pars.En Berln Pestaa, que haba salido de Barcelona en marzode 1920, tuvo noticias del II Congreso de la Tercera Interna-cional, convocado para julio de aquel mismo ao. Obtenida ladelegacin de la CNT, pudo llegar a Rusia el 26 de julio. EnMosc se le invitara a las reuniones preliminares del congresocelebradas por el Comit Ejecutivo de la Internacional Comu-nista. En ellas se proyectaba una nueva Internacional sindicalrevolucionaria. Pero en las declaraciones que empezaban a es-bozarse se haca un exaltado panegrico de la dictadura delproletariado. Las organizaciones sindicales de signo apolticoeran atacadas despiadadamente. Pestaa se neg a firmar tododocumento a este respecto, hacindose fuerte en esta salvedad: LOS ANARQUISTAS EN LA CRISIS POLTICA ESPAOLA / 35 30. Todo cuanto se refiere a la conquista del poder poltico, a ladictadura del proletariado (...) queda a las resultantes de losacuerdos posteriores que la CNT tome una vez haya yo regre-sado a Espaa y tenga el Comit Confederal conocimiento delo aqu acordado.Pestaa afirma que los comunistas se avinieron inclusive aenmendar la redaccin del documento en lo que hace referen-cia a la dictadura del proletariado, pero ausente el delegadoespaol se dio publicidad al texto original con la firma de Pes-taa al pie.Sobre el desarrollo del congreso propiamente dicho dicePestaa que llam poderosamente su atencin la pugna que seprodujo por la ocupacin de la presidencia. Pero se dio cuentapronto de que la presidencia era el Congreso, y ste una carica-tura. La presidencia haca el reglamento, presida el congreso,modificaba a su guisa las proposiciones, alteraba el orden delda y presentaba proposiciones de propia iniciativa. La formaen que manejaba la guillotina era un primor. Por ejemplo:Zinoviev pronunci un discurso de hora y media de duracin apesar de que el turno estaba tasado en diez minutos. Pestaa sepropuso rebatir este discurso, pero fue cortado por la presi-dencia reloj en mano. El mismo Pestaa fue rebatido por Trotskicon otro discurso de tres largos cuartos de hora, y al disponer-se Pestaa a repeler los ataques que Trotski le haba dirigido,la presidencia declar terminado el debate. Tuvo tambin queprotestar por la forma de nombrar las ponencias. Tericamen-te cada delegado poda hace una proposicin, pero la presi-dencia escoga ella misma a los ms capacitados. Otro desus asombros fue que no se levantasen actas. Tampoco se vota-ba por delegaciones, sino por delegados. Estaba previsto el votoproporcional, pero no se aplicaba. El Partido Comunista rusose aseguraba as una mayora confortable. Para colmo de loscolmos determinados acuerdos no se tomaban en el saln desesiones, sino entre bastidores. De esta manera se aprob losiguiente: En los prximos congresos mundiales de la TerceraInternacional las organizaciones sindicales nacionales adheri-das estarn representadas por los delegados del Partido Comu-nista de su pas respectivo. La protesta por este acuerdo fuesimplemente ignorada.36 / JOS PEIRATS 31. Pestaa abandon Rusia el 6 de septiembre de 1920 des-pus de un breve cambio de impresiones con Armando Borghi(delegado de la Unione Sindicale Italiana), quien regresara aItalia, no menos decepcionado de aquella infortunada expe-riencia. Pero antes de salir de Mosc ambos tuvieron conoci-miento de la circular para la organizacin de la InternacionalSindical Roja. Si en el futuro congreso de la Tercera Interna-cional se quera asegurar el predominio de los partidos comu-nistas por encima de las organizaciones sindicales, era de su-poner que en una Internacional Sindical se dara rienda sueltaa las centrales obreras adictas. Todo lo contrario demostrabaaquel malhadado proyecto de Internacional Sindical Roja elcual dispona:1) Un Comit especial deber organizarse en cada pas porel Partido Comunista. 2) El Comit se encargar de recibir ydistribuir a todas las organizaciones sindicales las circulares ylas publicaciones de la Internacional Sindical Roja. 3) El Co-mit nombrar a los redactores de los peridicos profesionalesy revolucionarios inculcndoles los puntos de vista de la Inter-nacional contra la Internacional adversaria. 4) El Comit in-tervendr con artculos propios de orientacin y polmica. 5)El Comit trabajar en estrecha relacin con el Partido Comu-nista aun siendo un rgano diferente. 6) El Comit contribuira convocar conferencias en las que se discutan cuestiones deorganizacin internacional y escoger a los oradores para lapropaganda. 7) El Comit estar compuesto de camaradas pre-ferentemente comunistas. Las elecciones sern supervisadas porel Partido Comunista. 8) En los pases donde este mtodo nopueda adoptarse se enviarn emisarios del Partido Comunistaa fin de crear una organizacin parecida2.Hay quienes no llegan a comprender que una organizacinlibertaria como la CNT, tan rica en experiencias polticas ysociales, fuese seducida, siquiera momentneamente, por ladictadura proletaria y la Tercera Internacional. Hay hechos queexplican este fenmeno. Espaa atravesaba ella misma un pe-rodo revolucionario. La CNT estaba en pleno auge de creci-miento y la afluencia de advenedizos produca una ebullicinde corrientes diversas. El clima de represin constante hacaque se cediese con cierta facilidad al oportunismo en detrimen- LOS ANARQUISTAS EN LA CRISIS POLTICA ESPAOLA / 37 32. to del rigorismo doctrinario. Un hecho trascendental lo domi-naba todo: la gran llamarada de la revolucin rusa y su terribleimpacto en el espritu revolucionario espaol. Todos los parti-dos y organizaciones izquierdistas del mundo haban partici-pado de este impacto. El Partido Socialista espaol lo sufrirabajo forma de dos escisiones. Cuanto mayor era el bloqueo delas potencias occidentales sobre el caso ruso tanto mayor era elhipnotismo de la revolucin. Por otra parte, en 1919 no sehaba producido todava la avalancha crtica anticomunista.El libro de Luis Fabbri, Dictadura y revolucin, aunque se es-cribi en 1919-20, no apareci en italiano hasta 1921. La edi-cin espaola de este mismo libro se public en la Argentina en1923. Uno de los primeros folletos anticomunistas es Soviet odictadura?, de Rudolf Rocker, pero no apareci en castellanohasta 1920 (Argonauta, Argentina). Bolchevismo y anarquis-mo, del mismo Rocker, fue escrito en 1921 y vio la luz en Ar-gentina el ao siguiente. Hasta 1923 no se public en alemnla obra de Pedro Archinof: Historia del movimientomacknovista. El mismo ao se pudo leer en Estados Unidos Midesilusin en Rusia, de Emma Goldman. El mito bolchevique,de Alejandro Berkman, no se ofreci al pblico hasta 1925.Es, pues, evidente que en el congreso de 1919 no pudieronesclarecer a los delegados tan preciosos elementos de informa-cin. De todas maneras, bien analizado el acuerdo del congre-so de 1919, se descubre bien que deja de ser entrega incondi-cional. La mocin pone por delante la fidelidad de la CNT alos principios de la Primera Internacional sostenidos porBakunn. Seguidamente resalta la provisionalidad del acuer-do de adhesin. Y en ltimo lugar lo subordina a los resulta-dos de un congreso a celebrarse en Espaa, que ha de sentar lasbases de la verdadera Internacional de los trabajadores. As,pues, la condicionalidad del acuerdo no puede ms ser riguro-sa. Sin embargo, haba ms: la CNT se reservaba sobre el te-rreno la realidad revolucionaria.Los ms privilegiados en orden a informaciones verdicashaban sido los anarquistas del crculo de Berln, quienes, si-tuados en el corredor de ida y vuelta a Rusia, pudieron ir cap-tando los primeros mensajes desesperados de la realidad. Eldescrdito del mito comunista no empez a producirse hasta38 / JOS PEIRATS 33. 1921. Lo motivaron los escandalosos acontecimientos deKronstadt (aplastamiento por las tropas de Trotski de aquelreducto anarquista). Algunos anarquistas, que haban ido aRusia para contribuir a la reconstruccin revolucionaria de supas, estaban ya de vuelta decepcionados o haban sido expul-sados por el nuevo despotismo. Entre ellos figuraban Alejan-dro Berkman, Emma Goldman y Alejandro Schapiro. Estosproscritos del paraso proletario llevaban consigo manuscri-tos de libros y preciosos materiales de informacin. Sin hipr-bole podra afirmarse que entre los precursores que pusieronal desnudo el mito rojo estaban los anarquistas. Esta distin-cin no les ha sido nunca perdonada por sus frres ennemis.Otros sectores o personalidades tocados por el mito tardaronmuchos aos en poder sacudirse tan pegajosa influencia. En-tre los ms vulnerables se destacaron los intelectualesvanguardistas. Por lo que al movimiento sindical respecta,ngel Pestaa y Armando Borghi fueron los primeros prego-neros en Occidente de aquel dramtico chantaje. El mensajede Pestaa tard todava en llegar a los sindicatos. Pestaa nolleg l mismo a Barcelona hasta el 17 de diciembre de 1920,siendo inmediatamente detenido y encarcelado. Hasta casi unao despus, en noviembre de 1921, no firm su informe alComit Nacional de la CNT. A su paso por Italia tambinhaba sido detenido. La polica de ese pas se haba incautadode cuantos documentos era portador. ngel Pestaa escribidespus dos libros sobre Rusia. El primero, Setenta das enRusia, est firmado en 1924. Quiere decir que no sera ledopor los trabajadores confederales hasta bien entrada la dicta-dura de Primo de Rivera.Veamos ahora qu haba ocurrido en Espaa desde que Pes-taa parti para Rusia. La patronal catalana continuaba soli-citando de Madrid medidas drsticas de exterminio de los sin-dicalistas. Salvo raras excepciones todos los gobernadores ci-viles eran hechura suya. La patronal tena un fuerte puntal enel capitn general de Catalua y en el gobernador militar. Esteltimo, Martnez Anido, era el verdadero gobernador civil.Fracasaron los gobernadores Montas, Amado y Bas a causade esta descarada confabulacin plutcrata-militar. Al tomarposesin el conde de Salvatierra hizo clausurar los sindicatos yLOS ANARQUISTAS EN LA CRISIS POLTICA ESPAOLA / 39 34. detener a centenares de militantes. Propuso tambin al Gobier-no la disolucin de la CNT. A poco de dejar el cargo este beli-coso gobernante fue atentado mortalmente. Pero el verdaderogobernador continuaba sindolo Martnez Anido. Bajo su ins-piracin se constituyeron, el 10 de octubre de 1919, los famo-sos Sindicatos Libres. Un ntimo colaborador de este gene-ral dice en su libro: ... vea [Martnez Anido] con simpata laescisin que consideraba como un preludio del desmoronamien-to del Sindicato nico. Previ la lucha entre los dos bandosadversarios; vaticin que habra vctimas inevitables, pero cuan-do un puado de valientes obreros se atrevi a enfrentarse consus tiranos y opresores poda augurarse que finalmente la vic-toria sera para aqullos...3.El 10 de agosto del mismo 1920 un decreto del Gobiernodeclaraba suprimido el jurado en las causas por delito de san-gre. Los tribunales de derecho solan ser ms inflexibles conlos encausados confederales. Salvador Segu haba sido atenta-do en Barcelona a primeros de ao. Inmediatamente fue agre-dido a tiros el presidente de la Federacin Patronal, seorGraupera, hroe del locaut y de la represin.En la madrugada del 9 de enero de 1920 haba tenido lu-gar en Zaragoza una sublevacin militar urdida por el paisanajeanarquista. Abri la accin un grupo de artilleros armados,capitaneados por el anarquista ngel Chueca. El grupo consi-gui abrirse paso en el cuartel del Carmen mediante la confa-bulacin de los soldados de guardia. All se entabl una fuertebatalla entre los asaltantes y las fuerzas adictas a la disciplina.ngel Chueca result muerto en la refriega. Al da siguiente,tras consejo de guerra sumarsimo, fueron fusilados el caboGodoy y varios soldados. La huelga general, espontneamen-te declarada por el pueblo, hizo que no se produjeran msejecuciones. Sin embargo se pronunciaron graves condenas apresidio.Ya hemos manifestado que el general Martnez Anido, go-bernador militar de Barcelona, era de hecho el gobernador ci-vil, contando con el respaldo del capitn general y ambos alservicio de la burguesa industrial. En noviembre de 1920, elgobernador de turno, Carlos Bas, no slo se resista a ser ma-nejado tras bastidores, sino que tuvo el rasgo de advertir a los40 / JOS PEIRATS 35. lderes sindicalistas lo que se tramaba contra ellos. El 20 dedicho mes la patronal impuso descaradamente al hombre quese jactaba de poder dar trmino a la agitacin social en plazobreve. Un funcionario del gobierno civil, Francisco Madrid,dio cuenta en un libro de la siguiente entrevista:Martnez Anido se present un da en el despacho del go-bernador y dijo a Carlos Bas:Seor gobernador, siguen los atentados. Los mtodos pa-cficos no dan resultado. La paz renacer si manda fusilar sinformacin de causa a unos cuantos cabezas visibles.El general hizo mencin de los lderes sindicalistas Segu,Pestaa y otros y de los republicanos Luis Companys y Fran-cisco Layret, que eran abogados de la CNT. El gobernador re-plic con energa:Mi general, yo soy gobernador pero no asesino.Pues abandone el puesto que yo lo har. Maana ocuparsu cargo.Minutos despus el ministro de la Gobernacin, a quienhaba referido esta entrevista, lo conminaba a presentar ladimisin4.Martnez Anido iba a inaugurar su fatdico virreinato. Elmismo 20 de noviembre fueron detenidos 64 sindicalistas, loscuales, abordo de un barco de guerra, fueron deportados a laisla de Menorca y encerrados en el castillo de la Mola. Huboun conato de huelga general a la que respondi el poncio conel cierre de los sindicatos. Das despus fue asesinado el aboga-do Francisco Layret a la puerta de su domicilio, cuando trata-ba de gestionar el rescate de los detenidos.La CNT tena establecido un pacto con la UGT. Quiso arras-trar a sta a la huelga general, y ante su resistencia el pactoresult quebrantado. Martnez Anido y su colega de la jefaturade polica, Miguel Arlegui (tambin general), tenan expeditala ruta. Centenares de cenetistas fueron deportados a otras pro-vincias en cuerda de presos por las carreteras. El terror polica-co inauguraba al mismo tiempo un procedimiento de extermi-nio muy expeditivo: la llamada Ley de fugas. A horas intem-pestivas de la noche se invitaba a salir a los presos de las crce-les o de los centros policacos, dicindoles que quedaban enlibertad. Camino de sus domicilios, los infortunados eran re- LOS ANARQUISTAS EN LA CRISIS POLTICA ESPAOLA / 41 36. matados a tiros de pistola desde cualquier esquina siniestra.Era la obra de los pistoleros del Sindicato Libre.El 7 de febrero de 1921 el Gobierno responda con evasivasa una interpelacin del diputado socialista Besteiro, que se atre-vi a denunciar en el Parlamento la Ley de fugas. El ocho demarzo, tres hombres de la CNT, Luis Nicolau, Pedro Mateu yRamn Casanellas mataban en pleno Madrid al seor Eduar-do Dato, presidente del consejo de ministros. Interpelados losdetenidos (Casanellas consigui refugiarse en Rusia), declara-ron que personalmente no abrigaban ninguna clase de resque-mor hacia el seor Dato, pero s contra el jefe del gobierno,responsable de las atrocidades de su subalterno Martnez Anido.A principios de 1921 la organizacin confederal se encon-traba prcticamente decapitada. Salvador Segu y una treintenade militantes de primera lnea estaban presos en el castillo de laMola. Pestaa haba sido detenido a su vuelta de Rusia. EusebioC. Carb estaba en la crcel de Valencia, procesado a causa delasesinato del conde de Salvatierra. El 2 de marzo la policaconsigui descubrir el escondrijo de Evelio Boal, secretario ge-neral de la CNT.A Boal, Feliu [Antonio Feliu era tesorero de la CNT] yDomnguez, asesinados en la madrugada del 17 de junio de1921, nunca les fue concedida la libertad en la crcel ni salie-ron de ella a las 12 de la noche como falsamente afirmaron elministro de la Gobernacin, el gobernador civil y el jefe supe-rior de polica de Barcelona. Los desmienten los hechos siguien-tes: El 17 de junio de 1921, a las 12 en punto de la noche,abrieron tres puertas correspondientes a tres celdas, comuni-cndoles a los presos en ellas que se vistiesen porque se mar-chaban a la calle. Uno de stos era Boal. Entre vestirse, recogertodos los enseres, bajar al centro, pasar por el gabineteantropomtrico, de all a las oficinas de la direccin y luego ala direccin para canjear los tickets por la moneda correspon-diente y firmar el Recib conforme; para estas formalidades,que todos los que salen a la calle realizan, aunque se llevasen acabo en grupo, pues salan juntos, se desprende clara y lgica-mente que al traspasar el umbral de la [Crcel] Modelo eranlas doce y cincuenta minutos de la madrugada. En el patio dela crcel les estaba esperando la polica para conducirles a la42 / JOS PEIRATS 37. jefatura, donde llegaron a la una y cuarenta minutos de lamadrugada. De esta fueron puestos en libertad pero en losalrededores y atisbando su salida estaban los del Libre man-dados por la polica secreta para darles muerte. Los tres dignoscompaeros, Boal, Feliu y Domnguez murieron acribillados abalazos como sabe toda la opinin pblica...El 18 por la maana un ordenanza de la crcel comunicabaa otro preso:Conoce usted a Enrique Boal...? He estado repasando ellibro ndice y no encuentro dicho nombre. El nico que he en-contrado es el de un tal Evelio Boal, y por cierto que me haextraado el ver en el libro ndice la palabra entregado en lu-gar de libertad como se acostumbra. Por lo visto en la jefaturade polica se le reclamara en vez de darle la libertad5.En estas condiciones tan catastrficas para la organiza-cin confederal se celebr en Lrida un pleno nacional clan-destino de consecuencias muy particulares. El Comit Nacio-nal de la CNT estaba en manos de elementos bisoos o ataca-dos de la epidemia comunista. Andrs Nin, un joven oriundodel Partido Socialista, recin venido a la CNT, haca las fun-ciones de secretario general. No se conoca todava el infor-me de Pestaa sobre Rusia. Este informe, repetimos, no seraescrito hasta noviembre de aquel mismo ao. El pleno se cele-br en la segunda quincena de abril. Haba que decidir sobrela convocatoria de un nuevo congreso en Rusia (el de la Inter-nacional Sindical Roja) fijado para junio-julio de aquel mis-mo ao. Se nombr, pues, la delegacin y qued compuestapor cuatro comunistas: el mismo Andrs Nin, Hilario Arlandis,Joaqun Maurn y Jess Ibez, ste militante del Norte. Losgrupos anarquistas de Barcelona, quizs alertados de lo quesuceda en Rusia, usaron del derecho de agregar a la comi-sin un delegado propio. A tal efecto fue designado GastnLeval. La delegacin se dividi abiertamente al llegar a Mos-c. Gastn Leval hizo grupo aparte frente a los cuatro incon-dicionales comunistas6. Uno de los mritos de esta delegacinfue el haber intervenido, a iniciativa de Alejandro Berkman yEmma Goldman, en la huelga de hambre declarada por losanarquistas y socialistas revolucionarios de la crcel de Mos-c. El documento, que establece la transaccin entre los huel-LOS ANARQUISTAS EN LA CRISIS POLTICA ESPAOLA / 43 38. guistas y la todopoderosa Cheka, lleva la firma de HilarioArlandis y Gastn Leval7.Casi al mismo tiempo que la CNT, el Partido Socialistahaba celebrado su XII congreso el 9 de diciembre de 1919.Este congreso extraordinario haba sido motivado por la cri-sis de la comisin ejecutiva. En este congreso, la tendenciallamada tercerista (partidaria del ingreso en la Tercera In-ternacional), que capitaneaba Daniel Anguiano (secretariogeneral), haba sido batida por escaso nmero de votos. Elao siguiente se produjo la escisin de las juventudes Socialis-tas. ngel Pestaa escribira en el susodicho informe: Antesde mi salida de Espaa (marzo de 1920) no exista el PartidoComunista. Estando en Pars supe que las Juventudes Socialis-tas se haban separado del Partido Socialista y constituido elComunista. rgano en la prensa: han empezado a publicar ElComunista8.En junio de 1920 se reuni un nuevo congreso del PartidoSocialista. Esta vez los terceristas batieron a sus adversa-rios, tambin por ligera diferencia de votos. La adhesin a laTercera Internacional estuvo tambin condicionada a un viajede reconocimiento que haran a Rusia dos delegados repre-sentando a las dos tendencias adversas. Los delegados fueronDaniel Anguiano y Fernando de los Ros. El primero regrescomo haba marchado, firme en sus convicciones comunistas;Fernando de los Ros pesara mucho en la rectificacin delacuerdo. Segn Andrs Saborit9, las conversaciones de Fer-nando de los Ros con el patriarca del anarquismo, PedroKropotkin, fueron determinantes para convencerlo de que, sibien haba sido destronado el odioso zarismo, estaba surgien-do en Rusia una nueva tirana de tipo personal, por lo que susconclusiones fueron contrarias en absoluto al ingreso en laTercera Internacional.Un nuevo congreso del Partido Socialista (9 de abril) derro-t definitivamente a los terceristas por un margen conforta-ble de votos. Pero terminada la votacin, la minora batida seapresur a hacer pblico un manifiesto (13 de abril) que enca-bezaba el que sera primer secretario del Partido Comunistaespaol: Oscar Prez Sols. Era la seal de la escisin del Parti-do Socialista que dara nacimiento al Partido Comunista.44 / JOS PEIRATS 39. Segn Pierre Bru y mile Tmine: Tres corrientes se ha-ban encontrado para fundar el movimiento comunista en Es-paa: las Juventudes Socialistas al principio, con Andrade yPortela; despus la minora socialista, con Prez Sols, GarcaQuejido, Anguiano y Lamoneda, y el grupo de dirigentes de laCNT que animaban Andrs Nin y Joaqun Maurn10.La CNT necesitaba a todo trance celebrar un congreso pararevisar sus acuerdos a la luz de los ltimos acontecimientos.Slo mediante un ardid, y tambin la fuerza del proletariadozaragozano, pudo reunirse en modesta Conferencia. Este co-micio tuvo lugar en Zaragoza en junio de 1922. Una de lasprincipales tareas fue confrontar las gestiones de los delega-dos a Rusia. Los informes eran tres: el de ngel Pestaa, unescrito enviado por Gastn Leval y el que hizo personalmenteHilario Arlandis. ste no slo fue desestimado sino que laConferencia vot una mocin de censura contra el despotis-mo bolchevique.Tambin fue adoptada una proposicin por la cual queda-ba retirada la adhesin de la CNT a la Tercera Internacional enfavor del ingreso en la Asociacin Internacional de los Traba-jadores, recientemente reorganizada en Berln. Se nombraronincluso los delegados que haban de intervenir en el congresofundacional de esta nueva organizacin, pero estimando a lti-ma hora que los acuerdos de un congreso (el de 1919) no po-dan ser rectificado sino por otro congreso, se adopt la solu-cin de someter los acuerdos de la Conferencia a referndumde los sindicatos, quienes deban pronunciarse en el trmino deun mes.Esta promesa de renacimiento confederal espole los sinies-tros designios del terrorismo gubernativo. El 25 de agosto, enocasin de una visita a la ciudad industrial de Manresa, ngelPestaa fue vctima de una celada de los pistoleros del Libre.Gravemente herido, el lder sindicalista fue all mismo hospita-lizado. Este salvaje atentado marcara el declive de MartnezAnido. Como quiera que los pistoleros, amparados en la impu-nidad gubernativa, continuaban montando la guardia alrede-dor del establecimiento hospitalario en que Pestaa luchabaentre la vida y la muerte, y haban expresado descaradamentesu deseo de rematar al herido, el hecho fue denunciado al Par-LOS ANARQUISTAS EN LA CRISIS POLTICA ESPAOLA / 45 40. lamento por el diputado socialista Indalecio Prieto (tambinvctima de un atentando), y en la prensa madrilea por el so-cialista cataln Gabriel Alomar. Para congraciarse con la malaprensa que se haba ido creando, el virrey de Catalua tuvo laocurrencia de simular un atentado contra l mismo. Esta ma-niobra estuvo a punto de costar la vida a varios militantescenetistas que se haban dejado llevar por el doble juego de untraidor. El supuesto atentado tuvo lugar el 23 de octubre. El 24por la tarde, el jefe del Gobierno (Snchez Guerra) se diriga algobernador de Barcelona en los severos trminos que siguen:Por las noticias que por conducto fidedigno llegan por diver-sos medios, entiendo que el general Arlegui, despus de lo ocu-rrido anoche (...) no puede continuar en el puesto que venadesempeando, y ordeno a V. S. que hoy mismo se haga cargode l el coronel de la guardia civil (...), y si V. S. entendiera,como parece desprenderse de sus manifestaciones ltimas quehe odo con verdadera amargura, que no puede ajustase a lasinstrucciones del gobierno (...) puede V. S. tambin entregar elmando de la provincia, como otras veces se ha hecho, al seorpresidente de la Audiencia...11.As fue dimitido aquel monstruo, y su lugarteniente, congran consternacin de la clase patronal catalana. sta, lejos deprestarse a desarmar los odios, sigui en su alocada carrera. El10 de marzo de 1923 los pistoleros del Libre conseguan abatiren plena calle de la Cadena (centro de Barcelona), a la luz delda, a Salvador Segu y su acompaante Francisco Comas. Envenganza quiz de aquel doble crimen fueron abatidos, el 17de mayo, en Len, el ex gobernador de Vizcaya, FernandoGonzlez Regueral, y el 4 de junio, en Zaragoza, el cardenalarzobispo Juan Soldevila y Romero. Por este ltimo hecho fue-ron procesados Francisco Ascaso, Francisco Salamero, JulianaLpez y Jos Torres Escartn. El primero haba conseguido fu-garse al extranjero; los tres ltimos fueron condenados a fuer-tes penas de presidio. Escartn fue puesto en libertad cuando eladvenimiento de la Repblica, pero a causa de los sufrimientosde tantos aos de encierro tuvo que ser recluido en un manico-mio. En 1939, el fin de la guerra civil lo sorprendi en unacelda de dementes, consideracin que fue ignorada por los es-birros del general Franco. Demente y todo fue fusilado.46 / JOS PEIRATS 41. La cada de Martnez Anido haba sido el primer acto de lanormalizacin de la vida constitucional. La CNT haba inicia-do un renacer prometedor. Pero la burguesa redobl su in-transigencia con el fin de que los conflictos sociales fueran de-generando en problemas de orden pblico. As surgieron lashuelgas de los vidrieros, del ferrocarril metropolitano y deltransporte rodado. sta afect amenazadoramente a la sani-dad pblica. En medio del fragor de estos conflictos se produjoel pronunciamiento del general Primo de Rivera, que de Barce-lona, en medio de los aplausos de la patronal catalana, saltabaa Madrid, hecho dictador por el propio monarca.NOTAS1 Memoria del Congreso de 1919, Barcelona, 1932, 386 pp.2 ngel Pestaa: Memoria que al Comit de la Confederacin Nacional del Trabajo presenta de su gestin en el II Congreso de la Tercera Internacional, el delegado ngel Pestaa, Madrid s/f. El trabajo est firmado en: Barce- lona y crcel, noviembre de 1921.3 J. Oller Piol: Martnez Anido. Su vida y su obra, Madrid, 1943. Se quiso justificar la creacin de los Sindicatos Libres como una escisin producto de una reaccin de un grupo de trabajadores rebeldes a la dictadura de los anarquistas del Sindicato nico. Segn cita de M. Garca Venero (Histo- ria de los movimientos sindicales espaoles, Madrid, 1961), quien cita a su vez de Feliciano Baratech Alfaro (Los sindicatos libres en Espaa, 1927): La verdad es que los Sindicatos Libres surgieron en los crculos tradicio- nalistas de Barcelona (jaimistas se llamaban entonces), formados por los obreros de dicho ncleo poltico, el cual contaba por aquella fecha con una veintena de centros obreros slo en Barcelona, y que fueron los ms jvenes de dichos obreros los que levantaron bandera de rebelin contra el mons- truoso terrorismo anarquista.... La reunin constitucional tuvo lugar el 10 de octubre de 1919 en el local del Ateneo Obrero Legitimista de la calle de Tapinera, 32, principal. La Junta estuvo formada por los siguientes individuos: Ramn Sales (presidente), Jos Bar (secretario), Salvador Framis (tesorero), Antonio Cavestany, Ruperto Llad y Jos Gaya (vocales).4 Francisco Madrid: Las ltimas 24 horas de Francisco Layret, Buenos Aires, 1942, 78 pp.5 Ideas y tragedias, Barcelona, 1921.6 En agosto tuvo lugar otro pleno clandestino en Logroo, el cual descalific a los delegados que en nombre de la CNT haban ido a Rusia.7 Emma Goldman: Living my life, Nueva York, 1931, pg. 912.8 Angel Pestaa, op. cit., pg. 86.9 Andrs Saborit: Julin Besteiro, Mxico, 1961, pg. 185.10 Pierre Bru y mile Tmine: La rvolution et la guerre dEspagne, Paris,LOS ANARQUISTAS EN LA CRISIS POLTICA ESPAOLA / 47 42. 1961. El primer congreso confederal a que asisti Nin fue, indudablemente, el de 1919. Repasando la Memoria de este congreso tropezamos con esta intervencin suya (pg. 374): ... yo, que he pertenecido al Partido Socia- lista hasta el da en que ste acord en su congreso permanecer en la Segunda Internacional.... El congreso en que el Partido Socialista acord permane- cer en la Segunda Internacional se celebr del 9 de diciembre de 1919 al 16 del mismo mes y ao. Si se tiene en cuenta que el congreso de la CNT tuvo lugar simultneamente, del 10 al 18 del mismo mes y ao (Nin hizo las anteriores manifestaciones exactamente el da 17), resulta un curioso problema resolver a ttulo de qu estuvo Nin en este congreso. La Memoria slo nos dice que representaba al Sindicato de Profesiones Liberales de Barcelona. Pero, cundo haba ingresado Nin en la CNT? Cundo se haba dado exactamente de baja del Partido Socialista? Un detalle que podra explicar muchas cosas es que al congreso de la CNT, aparte de los afiliados a esta organizacin, fueron invitados los organismos de la UGT, los sindicatos autnomos o independientes y tal vez algunas individualida- des. Un militante de la CNT me hizo notar despus que Andrs Nin poda muy bien representar al Sindicato de Profesiones Liberales (CNT) y ser miembro-afiliado a un partido poltico (el Partido Socialista).11 M. Garca Venero, op. cit., pg. 418. Gracias a los datos que me ha facilitado uno de los actores supervivientes puedo ampliar sobre los dram- ticos sucesos que determinaron la destitucin de Martnez Anido y Arlegui. El falso atentado tiene su origen en un provocador que despus fue pistolero: Inocencio Faced. Faced era lo que se llamaba en la poca un confidente, o sea, un traidor al servicio de la polica. Feced se hacia pasar por perseguido y como tal se hizo recomendar a los militantes de Badalona, ciudad distante cinco o seis kilmetros de Barcelona. Fue l quien propuso atentar contra Anido y Arlegui, en inteligencia con sus falsas vctimas. Anido y Arlegui asistiran a una funcin de gala al gran teatro del Liceo. La fiesta terminara a las primeras horas de la madrugada. A esas horas el coche oficial descendera por las Ramblas, torcera por el Paseo de Coln para dirigirse al Palacio de Gobernacin pasando por delante de la antigua jefatura de Polica. El atentado se producira en un trecho desierto vecino a la Capitana General. Faced y Tejedor lanzaran unas bombas contra el coche oficial. Claramonte y Pellejero dispararan desde un sidecar, con el cual persegui- ran a sus vctimas en caso necesario, Cinco hombres ms estaran apostados cerca para cubrir la retirada. Veamos quines eran estos individuos. Ya conocemos a Feced. Tejedor y Pellejero eran policas disimulados que haba presentado Feced como compaeros recin llegados de Rusia con la misin y medios para suprimir a los tiranuelos. Feced se encarg de la preparacin del plan y de los explosivos, que resultaron bombas cargadas con aserrn. Solicit el concurso de cinco autnticos elementos de accin e hizo venir de Valencia a Claramonte, con su sidecar. Estos seis hombres eran los solos autnticos terroristas. El da del atentado Feced, Tejedor, Pellejero y Claramonte se dirigieron a Barcelona. Los cinco restantes hicieron juntos el viaje en tren. Descendieron a las nueve de la noche en la Estacin de Francia. Desde all se dirigiran a un bar cercano donde Tejedor tena que entregarles las armas y los explosivos. Pero en contra de lo convenido slo tres de estos cinco hombres se presentaron en el lugar convenido. Por48 / JOS PEIRATS 43. desconfianza en el ltimo minuto los dos restantes permanecieron a laexpectativa a cierta distancia. Pasados escasamente cinco minutos vieronsalir del bar en cuestin no menos de diez polizontes con Faced y Tejedoral frente. Llevaban de rehenes a los tres que se haban adelantado. Los dospudieron escapar milagrosamente y pronto sembraron la alarma entre losmilitantes ms destacados de Barcelona. Las redacciones de ciertos peridi-cos fueron informados del atentado que se iba a producir. La noticia llegal Gobierno y a su jefe seor Snchez Guerra, que habra de cortar por losano. De todas maneras la tragedia final no se pudo evitar. En la paradadel Paseo de Coln Feced excus la ausencia de los componentes del grupode Badalona acusndolos de cobardes. El mismo Faced seal el paso delcoche oficial. Claramonte iba a poner en marcha la motocicleta cuandoPellejero le apunt con la pistola. Claramonte fue ms rpido y dispar lasuya. Claramonte y Pellejero cayeron muertos al mismo tiempo. Tejedorhaba disparado al mismo tiempo contra el primero. La rpida destitucinde Arlegui aquella misma madrugada, seguida de la de Martnez Anido,evit una vasta matanza de sindicalistas. A primeras horas de la maana lascomisaras rebosaban de detenidos. La finalidad del plan era justificar unexterminio. La operacin San Bartolom fracas por poco. LOS ANARQUISTAS EN LA CRISIS POLTICA ESPAOLA / 49 44. III CONSPIRACIONES CONTRA LA DICTADURA La dictadura, al instaurarse en Espaa por el golpe de Esta-do del general Primo de Rivera (13 de septiembre de 1923),aleg como pretexto la necesidad de poner trmino a la co-rrupcin poltica parlamentara. En su manifiesto sediciosodecan los generales rebeldes venir a Libertar a Espaa de losprofesionales de la poltica, de las desdichas e inmoralidadesque empezaron el ao 98 y amenazan a Espaa con un finprximo, trgico, y deshonroso..., Los militares proseguael manifiesto han sido el nico y dbil freno, y llevaron a lasleyes y costumbres la poca tica sana, el poco tinte de moral yequidades que an tienen.... Y haca resaltar, con una petu-lancia que no desmenta su origen, que este movimiento es dehombres, y el que no sienta la masculinidad completamentecaracterizada que espere en un rincn sin perturbar los buenosdas que para la patria preparamos.... Pero todos los cronistas capaces de objetividad son unni-mes en afirmar que la dictadura fue un desesperado complotdel rey para hacer abortar el expediente de la Comisin deResponsabilidades del Parlamento, compuesta de veintinmiembros, para depurar las resultantes del desastre de Annualde 1921. Esta Comisin haba terminado su trabajo y tenaque fallar pblicamente el 20 de septiembre de 1923. El levan-tamiento militar se produjo