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p e r i o d i s m o Manual de independiente 06-0774 JournHndbk_SPA.indd i 06-0774 JournHndbk_SPA.indd i 12/20/06 7:56:47 AM 12/20/06 7:56:47 AM

Handbook sp

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p e r i o d i s m o

M a n u a l d e

i n d e p e n d i e n t e

06-0774 JournHndbk_SPA.indd i06-0774 JournHndbk_SPA.indd i 12/20/06 7:56:47 AM12/20/06 7:56:47 AM

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p e r i o d i s m o i n d e p e n d i e n t e

M a n u a l d e

Deborah Potter es directora ejecutiva de NewsLab (www.newslab.org), un centro de recursos en

línea para periodistas instalado en Washington, D.C. que ella misma fundó en 1998. Ha impartido

clases de periodismo como miembro del profesorado de The Poynter Institute y de la Universidad

Americana y fue directora ejecutiva de la Fundación de Directores de Noticias de Radio y

Televisión. Dirige talleres para periodistas en salas de redacción de Estados Unidos y de todo el

mundo. Es una importante columnista cuyos análisis de los noticiarios en los medios electrónicos

son publicados en la American Journalism Review y es autora de Ready, Set, Lead: A Resource Guide

for News Leaders. Potter pasó en noticiarios de TV más de 20 años, 16 de los cuales fue corresponsal

de las cadenas CBS News y CNN, a cargo de los asuntos de La Casa Blanca, el Departamento de

Estado, el Congreso, política nacional y asuntos del medio ambiente. También fue presentadora de

la serie de PBS TV “In the Prime”. Tiene una licenciatura por la Universidad de Carolina del Norte en

Chapel Hill y una maestría por la American University.

p o r D e b o r a h P o t t e r

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C o n t e n i d o

1 2 3 4

5 6 7 8

Medios electrónicos einternet

[ 38 ]

Formas y términos de la narrativa para los medios electrónicosRedacción de textos para los noticiariosSonidoImágenesNoticiariosNoticias en InternetFormas narrativas en líneaRedacción en línea

Periodismo especializado

[ 46 ]

Habilidades del reportero de fuenteGobierno y políticaNegocios y economíaSalud, ciencia y el medio ambientePolicía y tribunalesDeportesPreguntas que el periodista debe hacer sobre las encuestas

La ética y la ley[ 54 ]

Principios de éticaLa toma de decisiones éticaCódigos de éticaCódigos de conductaNormas de la comunidadCuestiones legales

Recursos periodísticos

[ 61 ]

Grupos afi liadosReportaje y ediciónPeriodismo especializadoCapacitación en periodismoLibertad de expresiónLibrosCódigos de ética

¿Qué es unanoticia?

[ 4 ]

Tipos de noticias De dónde vienen las noticiasEl papel del periodistaObjetividad e imparcialidadProveedores de noticias

Cómo conseguirla historia

[ 12 ]Seis preguntas fundamentalesObservaciónInvestigaciónFuentesEntrevistasReglas básicasHay que anotar bien

Cómo contarla historia

[ 22 ]EnfoqueRedacciónIntroducciónEstructura de la historiaFinalAtribuciónCitas y audiosNúmeros

Edición de la historia

[ 30 ]Puestos de trabajo en un periódicoPuestos en los medios electrónicosEl papel del editorRevisión de textosAsesoríaTitulares, pies de foto y resúmenesMaterial gráfi co y visualSupervisión

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2

I N T R O D U C C I Ó N

Con frecuencia se ha dicho que la prensa libre es

el oxígeno de la democracia porque una no puede

sobrevivir sin la otra. El escritor político francés

Alexis de Tocqueville se dio cuenta de esto en

su visita a Estados Unidos hace casi 200 años.

“No es posible tener verdaderos periódicos sin

democracia y no se puede tener democracia sin

periódicos”, escribió. Desde entonces, la validez

de esa simple declaración ha sido demostrada

en varios países del mundo. Las democracias,

bien establecidas o incipientes, dependen del

consentimiento de una ciudadanía bien informada,

y los medios de noticias son una fuente primaria

de la información que la gente necesita para

gobernarse a sí misma.

A fi n de garantizar que los periodistas estén en

condiciones de proveer esa información, muchos

países han establecido salvaguardias legales

para la libertad de prensa. En Estados Unidos,

por ejemplo, el periodismo es la única profesión

citada en la Constitución, la cual establece que:

“El Congreso no aprobará ley alguna … que coarte

la libertad de expresión o la de prensa”. Th omas

Jeff erson, el tercer presidente de este país, escribió

en 1787: “En virtud de que la base de nuestro

gobierno es la opinión de la población, el primer

objetivo debe ser la conservación de ese derecho

y si a mí me tocara decidir si debemos tener un

gobierno sin periódicos o periódicos sin gobierno,

no dudaría un momento en preferir esto último”.

En una sociedad libre, los periodistas no

sólo tienen sus propias garantías legales, sino

también responsabilidades. En algunos países,

esas responsabilidades han sido descritas

explícitamente y en otros son implícitas.

Sin embargo, en casi todos los casos la idea

es la misma: para mantener informados

a los ciudadanos, los periodistas tienen la

responsabilidad de proveer información precisa y

presentarla en forma imparcial e independiente de

infl uencias externas.

E l p e r i o d i s m o e s a l a ve z u n a p ro f e s i ó n y u n a r t e , p u e s l o s

p e r i o d i s t a s a p l i c a n h a b i l i d a d e s e s p e c i a l i z a d a s y s e s o m e t e n

a n o r m a s e n c o m ú n . A s í p u e s, ¿ q u é h a c e d e l p e r i o d i s m o a l g o

d i s t i n t o d e o t r a s o c u p a c i o n e s, c o m o l a m e d i c i n a o e l d e re c h o,

q u e p u e d e n s e r d e s c r i t a s e n l o s m i s m o s t é r m i n o s ? L a m ayo r

d i f e re n c i a e s q u i z á e l p a p e l e s p e c i a l q u e l o s m e d i o s i n f o r m at i vo s

d e s e m p e ñ a n e n u n a s o c i e d a d l i b re .

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Page 5: Handbook sp

3

En las sociedades democráticas de todo el mundo,

los medios de noticias han llegado a desempeñar

una función adicional como vigilantes de las

actividades de las ramas políticas y judiciales del

gobierno. Ellos han mantenido la factibilidad

de las democracias, dando voz a los que no la

tienen y velando por que la mayoría gobernante

no atropelle los derechos de ninguna minoría.

El escritor y humorista estadounidense del siglo

XIX Finley Peter Dunne dijo una vez que la

tarea del periodista es “tranquilizar al afl igido y

afl igir al tranquilo”. Pero la función primaria del

periodismo en una sociedad libre ha seguido

siendo la misma de una a otra generación. Cuando

un grupo establecido en Estados Unidos, el

Comité de Periodistas Comprometidos, hizo una

encuesta al fi nal del siglo XX y preguntó a varios

periodistas cuál era el carácter de su profesión,

la opinión general fue la siguiente: “El propósito

esencial del periodismo es dar a los ciudadanos la

información precisa y fi dedigna que necesitan para

desenvolverse en una sociedad libre”.

Este manual es una breve introducción a los

fundamentos del periodismo y al ejercicio

periodístico en los sistemas democráticos: un

periodismo que trata de basarse en hechos y no en

opiniones. Las opiniones tienen su lugar, pero en

los periódicos mejor dirigidos sólo son presentadas

en las páginas editoriales y en las columnas op-ed

(op-uestas a la página ed-itorial) para escritores

invitados. Es el tipo de periodismo que yo misma

ejercí por más de 20 años como reportera y

editora, y el que ahora enseño en talleres para

profesionales en Estados Unidos y en todo el

mundo. Mi meta es ofrecer una guía útil y práctica

que ayude a todos los periodistas a trabajar mejor

para las comunidades a las que atienden.

Deborah Potter

“ E l p r o p ó s i t o

e s e n c i a l d e l

p e r i o d i s m o e s d a r

a l o s c i u d a d a n o s

l a i n f o r m a c i ó n

p r e c i s a y f i d e d i g n a

q u e n e c e s i t a n p a r a

d e s e n v o l v e r s e

e n u n a s o c i e d a d

l i b r e ”.

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1

4

¿ Q U É S O N L A S N O T I C I A S ?

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5

Bien, pero ¿qué características hacen que una

historia sea lo bastante valiosa como noticia para

ser publicada o difundida? La verdadera respuesta

es que eso depende de varios factores. En términos

generales, noticia es una información de interés

general para la audiencia objetivo. Por lo tanto, lo

que sería una gran noticia en Buenos Aires podría

no serlo en absoluto en Bakú. Para decidir qué

noticias deben cubrir, los periodistas se basan en

muchos de los siguientes “valores noticiosos”:

Oportunidad¿Pasó algo en fecha reciente o nos acabamos de

enterar de algo? Si es así, tal vez eso valga la pena

como noticia. Claro está que el signifi cado de

“reciente” varía según el medio de que se trate.

Para una revista semanal de noticias, todo lo

que haya ocurrido desde la edición anterior se

puede considerar como material oportuno. En

cambio, para un canal de noticias en televisión por

cable que difunde las 24 horas, las noticias más

oportunas pueden ser las “breaking news”, o sea,

algo que está sucediendo en este momento y que

un reportero puede cubrir en vivo desde el lugar de

los hechos.

Impacto¿El hecho afectará a muchas personas o sólo a

unas cuantas? La contaminación del sistema de

agua que atiende a los 20.000 habitantes de su

ciudad tiene impacto porque afecta directamente

al auditorio de usted. El reportaje de que 10 niños

murieron por beber agua contaminada en un

campamento de verano de una ciudad distante

también tiene impacto porque tal vez esa historia

provoque una respuesta emocional intensa en la

audiencia. El hecho de que un trabajador corte por

error un cable del servicio público no es una gran

noticia, a menos que ese error haya provocado un

apagón de varias horas en toda la ciudad.

Proximidad¿Sucedió algo cerca de nuestra localidad o algunas

personas de ella estuvieron involucradas? Un avión

que se estrella en Chad aparecerá en los titulares

de N’Djamena, pero no es probable que salga en

primera plana en las noticias de Chile, a menos que

entre los pasajeros haya habido algunos chilenos.

Controversia¿Hay desacuerdos entre la gente en torno a esto?

Un rasgo de la naturaleza humana consiste en

interesarse por los casos que implican confl icto,

tensión o debate público. A la gente le gusta tomar

partido y ver que su posición se impone al fi nal. El

confl icto no siempre implica un enfrentamiento de

opiniones de una persona contra otra. Los relatos

de médicos que luchan contra la enfermedad o

de ciudadanos que se oponen a una ley injusta

implican también confl icto.

Prominencia¿Estuvo involucrada una persona muy conocida?

Las actividades o los infortunios ordinarios pueden

llegar a ser noticia si en ellos participa un personaje

prominente, como un primer ministro o una

estrella de cine. El avión que se estrelló en Chad

aparecerá en los titulares de todo el mundo si uno

de los pasajeros era un famoso músico de rock.

Actualidad¿Está hablando la gente del lugar acerca de eso? Es

posible que una reunión del gobierno sobre el tema

de la seguridad en los autobuses no atraiga mucho

la atención, a menos que sea convocada poco

después de un terrible accidente de autobús. Un

L a re s p u e s t a a l a p re g u n t a “ ¿ q u é s o n l a s n o t i c i a s ? ” p u e d e p a re c e r

o b v i a . U n a n o t i c i a e s l o n u e vo, l o q u e e s t á p a s a n d o a h o r a . S i

b u s c a e l t é r m i n o e n e l d i c c i o n a r i o ve r á q u e n o t i c i a s e d e f i n e

c o m o “c o m u n i c a c i ó n d e e ve n t o s re c i e n t e s o i n f o r m a c i ó n a n t e s

d e s c o n o c i d a”. S i n e m b a rg o, l a m ayo r í a d e l a s c o s a s q u e o c u r re n

e n e l m u n d o c a d a d í a n o s o n d i f u n d i d a s n i e n l o s p e r i ó d i c o s n i e n

l o s n o t i c i a r i o s d e r a d i o y t e l e v i s i ó n .

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incidente que ocurre en un partido de fútbol puede

fi gurar en las noticias durante varios días porque es

el principal tema de conversación en la ciudad.

Extrañeza¿Es insólito lo que ha ocurrido? Como suele

decirse: “si un perro muerde a un hombre, no es

noticia. Pero si un hombre mordiera a un perro,

¡eso sí que sería noticia!”. Lo extraordinario y lo

inesperado atraen nuestra curiosidad humana

natural.

El hecho de que algo sea noticia depende

también de la composición de los miembros de

la audiencia propuesta y no sólo es cuestión de

dónde viven sino también de quiénes son. Los

diversos grupos de individuos tienen diferentes

estilos de vida y preocupaciones que los hacen

interesarse por distintos tipos de noticias. Un

programa de noticias por radio dirigido a oyentes

jóvenes puede incluir notas sobre estrellas de la

música o del deporte que no serían publicadas

en un periódico de negocios para lectores de más

edad y fortuna. Una revista semanal enfocada en

las noticias médicas informa sobre el ensayo de un

fármaco experimental porque es probable que eso

les interese a los médicos que la leen. En cambio la

mayoría de los periódicos locales de interés general

pasarán por alto esa nota, a menos que se suponga

que el producto será capaz de curar alguna

enfermedad muy conocida. La excepción podrían

ser los periódicos de la comunidad en la cual se

lleva a cabo la investigación.

Las organizaciones de noticias ven su

trabajo como un servicio público, por lo cual

difunden información que la gente necesita saber

para orientar su vida diaria y ser ciudadanos

productivos de una democracia. Pero la mayoría

de las organizaciones de noticias también son

empresas orientadas a la obtención de benefi cios

económicos para sobrevivir, por lo cual incluyen

entre las noticias artículos para captar una

audiencia numerosa, es decir, historias que pueden

atraer a la gente sólo porque son interesantes. No

hay razón para que esas dos características estén

en confl icto. De hecho, en un día determinado

varias de las mejores historias son importantes e

interesantes a la vez. Sin embargo, es muy común

que las organizaciones de noticias dividan éstas

en dos categorías básicas: las duras y las blandas,

también llamadas artículos de interés (features).

Tipos de notic ias

Las noticias duras son en esencia las noticias

del día. Es lo que aparece en la primera

página del periódico o en la cabeza de la

página Web y lo que se oye al inicio de la

información de un noticiero de radio o TV. Por

ejemplo, la guerra, la política, las empresas y

los delitos son con frecuencia los temas de las

noticias duras. El anuncio de que los conductores

de autobuses de la ciudad se pondrán hoy en

huelga y miles de pasajeros no podrán ir al trabajo

es una noticia dura porque resulta oportuna,

controvertida y produce un vasto impacto en la

localidad. La comunidad necesita esa información

de inmediato porque el hecho afecta la vida diaria

de la gente.

En cambio la historia de un atleta

mundialmente famoso que creció en un orfanato

cabría en la defi nición de noticia blanda. Es una

historia de interés humano acerca de un personaje

prominente y también un relato insólito que a

la gente le gustará comentar con sus amigos. Sin

embargo, no hay una razón apremiante por la

cual tenga que ser publicada o difundida en una

fecha específi ca. Eso constituye, por defi nición,

un artículo de interés. Muchos periódicos y sitios

de noticias en línea tienen secciones por separado

para historias blandas sobre estilos de vida, el

hogar y la familia, las artes y el entretenimiento.

Los grandes periódicos pueden tener incluso

secciones semanales para ciertos tipos de artículos

de interés sobre alimentación, salud, educación y

así por el estilo.

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El tema no es lo único que distingue a las

noticias duras de las blandas; en la mayoría de

los casos, unas y otras están escritas en forma

diferente. En general, las historias de noticias duras

se escriben de modo que la audiencia obtenga la

información más importante lo antes posible. Los

escritores de noticias blandas empiezan a menudo

con una anécdota o un ejemplo cuyo propósito

esencial es atraer el interés de la audiencia, por lo

cual el relato puede tardar más en llegar al asunto

central.

En algunas historias se fusionan ambos

métodos. Las historias que no dependen tanto

del factor tiempo sino que se enfocan en temas

signifi cativos se conocen a menudo como “artículos

de noticias” (news features). La historia de la lucha

de una comunidad contra el SIDA, por ejemplo,

es un artículo de ese tipo. La historia de una nueva

posibilidad de tratamiento para los pacientes

del SIDA sería una noticia dura. Los artículos

de noticias son una forma efi caz de explorar

tendencias o problemas sociales complejos,

relatando casos humanos individuales sobre la

forma en que las personas los enfrentan. (En el

capítulo 3, “Cómo contar la historia”, comentaremos

en más detalle esos estilos de redacción.)

De dónde vienen las noticias

Los periodistas encuentran noticias en sitios

de toda índole, pero la mayoría de ellas se

originan en alguna de estas tres formas

básicas:

• sucesos que ocurren en forma natural, como

desastres y accidentes;

• actividades planeadas, como reuniones y

conferencias de noticias;

• hallazgos resultantes del esfuerzo personal de los

reporteros.

Los eventos no planeados se convierten a

menudo en las noticias más importantes. Un

transbordador que se hunde, la caída de un avión,

un tsunami o una avalancha de lodo valen a

menudo como noticia no sólo en el momento en

que ocurren, sino durante los días y las semanas

siguientes. La amplitud de la cobertura depende,

en parte, de la proximidad y de quién haya sido

afectado. Un accidente automovilístico mortal

en París puede no ser gran noticia en un día

cualquiera, pero un accidente ocurrido en esa

ciudad en 1997 fue una gran noticia, no sólo en

Francia sino en todo el mundo, porque una de las

víctimas era la princesa Diana de Gran Bretaña.

Es frecuente que los ciudadanos que presencian

un desastre se pongan en contacto con alguna

organización de noticias. Los periodistas se enteran

también de esos eventos por las personas a cargo

de atenderlos: policías, bomberos u ofi ciales de

rescate. En algunos países las organizaciones

de noticias tienen la posibilidad de captar las

comunicaciones de esas autoridades en casos

de emergencia y pueden enviar de inmediato a

sus reporteros a la escena para que presencien el

desarrollo de la historia.

En muchas salas de redacción, la fuente más

obvia de noticias es el programa diario de eventos

ofi ciales de la ciudad, el cual incluye reuniones

de gobierno, inauguraciones de empresas o actos

de la comunidad. Esa lista de actividades, que a

menudo se llama “libro del día”, no tiene valor de

noticia por sí misma, pero es un buen punto de

partida para que los reporteros busquen la noticia.

Entre éstos, los que cubren con regularidad ciertos

tipos de asuntos o instituciones, llamados también

reporteros de “fuente” dicen que muchas veces

encuentran ideas para sus historias al examinar las

agendas de las próximas reuniones.

Los comunicados de prensa pueden ser otra

fuente de noticias, pero también en ese caso sólo

son un punto de partida. Todos los días llegan a

las salas de redacción docenas de comunicados

de prensa por correo, por fax o incluso por vídeo

vía satélite. Los funcionarios y las agencias de

gobierno generan muchos de ellos, pero otras

organizaciones grandes, como algunas empresas

privadas y grupos que trabajan sin fi nes de lucro,

emiten también comunicados de prensa para

que los medios de noticias se enteren de sus

actividades. Un comunicado de prensa se puede

asemejar a una historia de noticias, pero en

virtud de que lo redacta gente que tiene intereses

creados en el tema, no es probable que muestre

el cuadro completo. Aun cuando los datos que

esos comunicados contienen sean correctos,

sólo suelen incluir lo que proyecta una imagen

positiva de la persona u organización que los

emite. Incluso si un comunicado de prensa parece

digno de fi gurar como noticia, es preciso que un

periodista profesional compruebe su autenticidad

y haga una serie de preguntas para averiguar la

historia verdadera antes de decidir si vale la pena

publicarlo.

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También los actos previamente planeados,

como las manifestaciones, pueden ser noticia,

pero el periodista debe tener cuidado de no ser

manipulado por los organizadores, ya que éstos

desean presentar sólo su versión unilateral de

los hechos. Los políticos se han vuelto afectos a

organizar eventos y aprovechar las “oportunidades

de salir en la foto” para atraer la atención de la

prensa, aunque en realidad el acto no tenga valor

de noticia. Esto no signifi ca que el periodista deba

pasar por alto esos eventos, sino sólo que necesita

realizar una labor adicional de reportero para

conocer la historia completa.

La mayoría de los reporteros dicen que

las mejores historias son fruto de su esfuerzo

personal. A veces las historias son sugeridas por

desconocidos que visitan, telefonean o contactan

por correo electrónico la sala de redacción para

exponer sus quejas o preocupaciones. Algunas

organizaciones de noticias piden activamente

ideas a la gente que vive en las comunidades a las

que informan, y dan un número telefónico o su

dirección de correo electrónico para que les envíen

sugerencias. Los periodistas dedican mucho

tiempo a cultivar relaciones con las personas que

les pueden brindar esa información. (Hablaremos

más sobre el cultivo de fuentes en el capítulo 2,

“Cómo conseguir la historia”.)

Es frecuente que a un periodista le baste

observar a su alrededor y oír las conversaciones

de la gente para encontrar noticias. Lo que se

oye en un evento deportivo o en las colas de la

ofi cina de correos se puede convertir en el tema de

una noticia. Cuando usted no esté cubriendo un

reportaje, pregunte a las personas con quienes se

encuentre qué ocurre en sus vidas o en sus barrios

y tal vez obtenga la pista de una noticia que nadie

más ha cubierto.

Otra forma de conseguir noticias es

preguntar qué ha sucedido como secuela de una

historia publicada en los periódicos o difundida

electrónicamente. El seguimiento conduce a

menudo a descubrimientos sorprendentes que

tienen aún más valor como noticia que el reportaje

original. Por ejemplo, una historia sobre lo que

ocurre al día siguiente de un incendio puede

revelar cuántas personas murieron y el grado de

daños que sufrió la propiedad. Pero varias semanas

más tarde, en la labor de seguimiento, se podría

descubrir que la falla de un sistema de radio

impidió a los bomberos responder con la prontitud

necesaria para salvar más vidas.

También los documentos, los datos y los

registros públicos pueden conducir a historias

increíbles. Los reporteros las pueden usar para

buscar tendencias o detectar irregularidades.

Este tipo de trabajo requiere más esfuerzo, pero

los resultados casi siempre compensan el trabajo.

Por supuesto, es mucho más sencillo cuando los

datos se pueden obtener por medios electrónicos

y se ha sabido que los reporteros introducen

datos de registros de prensa en bases de datos

de computadora para localizar con facilidad la

información más signifi cativa entre un montón de

estadísticas. Por ejemplo, una lista de personas que

han sido multadas por exceso de velocidad puede

ser la base de una historia si está clasifi cada por

nombres y no por fechas. Así fue como la reportera

de televisión Nancy Amons descubrió que aunque

un conductor de su ciudad acumuló una docena de

infracciones de tráfi co en tres años y provocó un

accidente en el que murió otro conductor, nunca

le fue retirada la licencia de automovilista. Cuando

ella investigó el caso, los funcionarios de la ciudad

admitieron que no habían hecho bien su trabajo.

El papel del periodista

Las nuevas tecnologías han hecho posible

que, con la ayuda de una computadora,

cualquier persona disemine información

con tanta amplitud como las más grandes

organizaciones de noticias. Pero un sitio bien

diseñado de Internet, no importa cuán bien escrito

esté o con qué frecuencia se actualice, no siempre

es una fuente fi dedigna de noticias. La verdad es

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que en un mundo complejo donde la información

ya no es un producto escaso, el papel del periodista

se ha vuelto más importante que nunca.

A diferencia de un propagandista o un

divulgador de chismes, el periodista selecciona

sus noticias entre la información disponible y

determina en qué medida son valiosas y fi ables,

antes de darlas a conocer al público. Las historias

de noticias, ya sea duras o blandas, deben ser

precisas. El periodista no sólo tiene que recopilar

la información que necesita para narrar la historia,

sino también verifi car esa información antes de

usarla. Conf ía lo más posible en sus observaciones

de primera mano y consulta muchas fuentes

para cerciorarse de que la información recabada

sea digna de confi anza. Sólo en raras ocasiones

identifi ca sus fuentes de información para que la

audiencia pueda evaluar su credibilidad.

Pero el periodismo es algo más que la simple

publicación de información a partir de los hechos.

También la propaganda se puede basar en hechos,

pero éstos son presentados en forma calculada

para infl uir en la opinión de la gente. Como ya

dijimos, los profesionales de las relaciones públicas

también usan hechos, pero sólo muestran un lado

de la historia. En cambio, el periodista se esfuerza

por ser imparcial y presentar el cuadro completo.

Pugna por relatar una historia precisa y auténtica

que refl eje la realidad, no su propia percepción o la

de alguna otra persona.

Una diferencia más entre el periodismo y otras

formas de información es que los periodistas se

esfuerzan por ser independientes con respecto

a las personas cuyas actividades reseñan. Un

profesional en relaciones públicas empleado de

la organización sobre la cual escribe no incluirá

probablemente ningún dato que haga perder a ésta

su buena imagen. En cambio, un periodista tratará

de presentar el panorama completo, aunque no sea

del todo favorable a la organización.

El periodista no es una simple correa de

transmisión de sus propias opiniones o de la

información que otros le proporcionan; realiza

reportajes originales, no confunde los hechos

con las opiniones o los rumores y sus decisiones

editoriales son acertadas. Una de las principales

responsabilidades del periodismo, dice Bill Keller,

director ejecutivo de Th e New York Times, es

“aplicar el buen juicio a la información”.

A diferencia de otros proveedores de

información, el periodista debe ser leal ante todo

con el público. Como lo declara en su código

de ética la Montreal Gazette de Canadá, “el

mayor valor de un periódico es su integridad. El

respeto por esa integridad se adquiere con mucho

trabajo y se pierde con facilidad”. Para mantener

la integridad, los periodistas se esfuerzan por

evitar los confl ictos de interés, reales o aparentes.

(Hablaremos más sobre ese tema en el capítulo 7,

“La ética y la ley”.)

Objetividad e imparcial idad

El concepto de objetividad en el periodismo

se desarrolló hace casi un siglo como

una reacción contra los reportajes

sensacionalistas, cargados de opiniones, que

eran tan comunes en la mayoría de los periódicos

de la época. El término “objetividad” se empleó

al principio para describir una aproximación o

método periodístico; el periodista debía tratar de

presentar las noticias en forma objetiva, sin refl ejar

prejuicio alguno de tipo personal o corporativo.

Con el tiempo, la objetividad empezó a ser

exigida por los propios periodistas. El director

ejecutivo del periódico estadounidense Th e

Washington Post, Leonard Downie, tomó el

concepto tan en serio que se negó a registrarse

para votar. Pero hoy muchos periodistas reconocen

que la objetividad total no es factible. En 1996, la

Sociedad de Periodistas Profesionales de Estados

Unidos suprimió la palabra “objetividad” de su

código de ética. Después de todo, los periodistas

son seres humanos, se preocupan por su trabajo

y tienen su propia opinión. Decir que son del

todo objetivos es tanto como decir que carecen

de valores. En realidad, por largo tiempo los

periodistas han admitido que deben estar muy

E n u n m u n d o c o m p l e j o

d o n d e l a i n f o r m a c i ó n

y a n o e s u n p r o d u c t o

e s c a s o , e l p a p e l

d e l p e r i o d i s t a s e h a

v u e l t o m á s i m p o r t a n t e

q u e n u n c a .

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10

conscientes de sus propias opiniones para poder

mantenerlas bajo control. A juzgar por las historias

que escriban, el público no debe percatarse de

cuál es la opinión del autor. Por medio de un

método objetivo y científi co para verifi car la

información, el periodista puede escribir historias

que no refl ejen su punto de vista personal. En otras

palabras, la historia misma tiene que ser imparcial

y equitativa.

Los periodistas se esfuerzan también por ser

justos en su trabajo y no presentar una sola versión

de los hechos. Buscan opiniones contrastantes e

informan acerca de ellas sin favorecer a ninguna

de las partes. Además de verifi car las declaraciones

factuales, buscan opiniones discrepantes en los

casos en que hay disputa en torno a los hechos.

Sin embargo, imparcialidad no es lo mismo

que equilibrio. El equilibrio sugiere que sólo hay

dos opiniones posibles en una historia, lo cual rara

vez sucede, y que a ambas se les debe dar el mismo

peso. En realidad, el periodista que trata de hallar

ese tipo de equilibrio artifi cial en sus historias

puede incurrir en imprecisiones fundamentales.

Supongamos un caso en que la inmensa mayoría

de los economistas independientes coincide en

cierta opinión sobre las consecuencias de una

política de egresos en particular, mientras sólo

un puñado de colegas suscribe una opinión

diferente cuya inutilidad ya ha sido demostrada

por experiencias del pasado. Si el periodista les

concede el mismo tiempo o espacio a las opiniones

de ambos grupos, el resultado será desorientador.

El reto para el periodista consiste en consignar

todos los puntos de vista signifi cativos con la

mayor imparcialidad para los participantes y

presentar también un panorama completo y

honesto a su público. “Imparcialidad signifi ca,

entre otras cosas, escuchar los diferentes puntos

de vista e incorporarlos al trabajo periodístico”,

dice el reportero y editor de blogs (bitácoras en

Internet) Dan Gillmor. “No signifi ca parlotear

diciendo mentiras o distorsiones para conseguir

ese perezoso afán de equivalencia que induce a

algunos periodistas a incluir citas de opositores sin

ver que los hechos favorecen a una de las partes en

forma abrumadora”.

Proveedores de noticias

En todo el mundo, los periodistas tienen

ciertas características en común. Son

curiosos y persistentes, desean saber por

qué pasan las cosas y no aceptan un “no”

como respuesta. No se dejan intimidar por los

poderosos y se esfuerzan al máximo por hacer

bien su trabajo. Kevin Marsh, editor de Radio 4 en

la British Broadcasting Company (BBC), dice que

un buen periodista tiene “habilidad para captar

las grandes verdades, pero es lo bastante humilde

para descartarlas si los hechos no las confi rman”.

La tarea del periodista es desafi ante y complicada.

Philip Graham, el fi nado presidente de la junta

directiva de la Washington Post Company dijo

en una ocasión: “[un periodista tiene la] tarea

inevitablemente imposible de proveer cada

semana el primer borrador de una historia, que

nunca estará completa, acerca de un mundo que

jamás llegaremos a entender”.

El periodista tiene hoy más foros para su

trabajo que en ningún otro momento de la

historia, desde pequeños diarios de la comunidad

hasta redes mundiales de canales de noticias por

televisión y sitios en línea por Internet. Cada una

de esas modalidades de los medios posee distintas

fortalezas y debilidades.

En la mayoría de los países, los diarios impresos

son los que tienen de ordinario el personal más

numeroso y ofrecen mayor profundidad en

una gama más amplia de temas que los medios

electrónicos. Con la adición de sitios en línea,

muchos periódicos han empezado a superar las

limitaciones de su programa tradicional de una

publicación al día. Sin embargo, su alcance se

limita en gran medida a una audiencia alfabetizada

y con recursos, gente que sabe leer y tiene bastante

dinero para comprar el periódico o acceder a una

computadora para leer en línea.

La radio, una de las fuentes de noticias que

más se usan en el mundo, tiene la ventaja de ser

rápida y accesible. Los periodistas radiofónicos

pueden obtener las noticias rápidamente durante

la transmisión y cualquiera que tenga un radio de

baterías puede oír sus informes casi en cualquier

momento y lugar. Los reporteros de radio relatan

sus historias con sonido ambiental, además de

palabras, por lo cual los oyentes tienen la sensación

de haber vivido parte de lo que realmente ocurrió.

La radio difunde noticias muchas veces al día, por

lo cual las actualiza con frecuencia. Sin embargo,

la mayoría de las radiodifusoras dedican poco

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11

tiempo a cada noticiario y éste tiende a ser un

breve resumen que sólo incluye las noticias más

importantes, sin la profundidad ni la amplitud que

un periódico puede ofrecer.

Con sonidos e imágenes, los noticiarios de

televisión pueden mostrar a los espectadores

lo que está pasando y no sólo la narración de lo

que ocurre. Una de las fortalezas de la televisión

es su capacidad de transmitir emociones y

compartir experiencias con el público. Los avances

tecnológicos –cámaras más pequeñas, edición

digital y enlaces móviles– han hecho posible que

la televisión difunda sus noticias casi con tanta

rapidez como la radio. No obstante, la dependencia

del medio con respecto a la imagen puede ser una

desventaja: las noticias por televisión se abstienen

a veces de narrar historias complicadas porque no

son visualmente atractivas.

A últimas fechas, la diferencia entre las

categorías tradicionales de noticias impresas y

electrónicas se ha vuelto borrosa. En Estados

Unidos y otros países, muchas organizaciones

de noticias publican ahora éstas en diferentes

medios, incluso en la Internet. Como quiera

que esta última se puede expandir al infi nito, las

noticias en línea no están forzosamente sujetas a

las mismas restricciones de tiempo y espacio que

los medios impresos y los electrónicos. Los sitios

Web de noticias pueden ofrecer más información

y el lector tiene ésta disponible por más tiempo.

Además, se permite que el usuario busque las

noticias que más le interesan.

Los sitios de noticias en línea afi liados a

periódicos y estaciones de radio y televisión

pueden parecer muy similares: ilustran sus relatos

con fotograf ías y muchos incluyen secuencias de

vídeo de las historias o de noticiarios completos.

A veces presentan también una versión “podcast”,

pues publican sus archivos en Internet y así el

suscriptor los puede descargar en su computadora

o reproductor portátil de medios para su consumo

ulterior. En algunos sitios Web es posible leer el

texto de una historia u oír la lectura del mismo

por el autor. Las organizaciones de noticias

están subiendo a la red hasta sus propios diarios

de trabajo (que se conocen de ordinario con el

acrónimo “blogs”), con lo cual el periodista puede

escribir su diario en línea acerca de las noticias que

está cubriendo o las decisiones tomadas en la sala

de redacción.

En este mundo noticioso en evolución, muchos

periodistas descubren que necesitan adquirir

nuevas habilidades para realizar el trabajo que se

espera de ellos. De los reporteros cabe esperar que

tomen fotograf ías que también puedan usarse

en Internet, además de entrevistar a sus fuentes

y redactar artículos para el periódico. Se puede

requerir que los editores publiquen artículos

en Internet, además de revisar los textos de los

reporteros y redactar los titulares. Es posible que

los fotógrafos tengan que presentar vídeos, no sólo

fotos fi jas, y que provean textos apropiados para

explicar sus imágenes. Muchas organizaciones

de noticias están impartiendo capacitación a los

periodistas que asumen nuevos papeles en la sala

de redacción. Y algunos profesores de periodismo

implementan ahora lo que se ha llamado un

“programa de estudios de convergencia” para

ayudar a los estudiantes a aprender las múltiples

destrezas que pueden requerir en el futuro.

Pero aun con todas esas nuevas demandas,

la esencia del buen periodismo sigue siendo la

misma. Bill Kovach y Tom Rosenstiel, en su libro

Th e Elements of Journalism: What Newspeople

Should Know and the Public Should Expect,

comentan que hay algunos principios claros en los

que los periodistas de las sociedades democráticas

coinciden y que los ciudadanos tienen derecho de

esperar:

• La primera obligación del periodismo es decir la

verdad.

• Su primera lealtad es para con los ciudadanos.

• Su esencia es una disciplina de verifi cación.

• Quienes lo practican deben mantener su

independencia con respecto a las personas sobre

las cuales escriben.

• El periodista debe ser independiente como

observador del poder.

• El periodismo debe ofrecer un foro para la crítica

y la participación del público.

• Se debe esforzar por hacer que lo signifi cativo

resulte interesante y relevante.

• Debe tratar de que las noticias sean completas y

no desproporcionadas.

• Se debe permitir que quienes lo practican

apliquen su conciencia personal.

Estos valores distinguen al periodismo de

todas las demás formas de comunicación. No

es fácil cumplirlos con fi delidad. Los periodistas

se enfrentan casi todos los días a presiones que

los inducen a comprometer esas normas. Pero

tenerlas siempre presentes es la mejor forma

de garantizar que el periodismo cumpla con su

función primordial de proveer a los ciudadanos

la información que necesitan para tomar las

decisiones que afectan su vida.

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2 C Ó M O C O N S E G U I R L A H I S TO R I A

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Page 15: Handbook sp

13

que era nuevo en su puesto, pero le dio a Nalder

el nombre y el teléfono de su antecesor. Cuando

el reportero localizó por teléfono al director

retirado, éste le confi rmó que las balsas salvavidas

escaseaban. Lejos de quedar satisfecho con el

descubrimiento de una nueva noticia, Nalder sintió

que la historia apenas comenzaba.

Para conocer el caso en su totalidad, Nalder

necesitaba documentos que mostraran el

número de botes salvavidas que había en cada

transbordador, la capacidad de cada balsa y

el número máximo de pasajeros que podían

viajar en cada transbordador. Luego tuvo que

analizar los datos para determinar qué tan

grave era la escasez. También se embarcó en los

transbordadores y entrevistó a los pasajeros y

la tripulación. Sólo entonces estuvo listo para

escribir su noticia de primera página, donde reveló

que los transbordadores de su estado sólo tenían

balsas salvavidas para evacuar a uno de cada siete

pasajeros.

La tarea de informar es un fatigoso proceso que

incluye la recopilación de datos y la verifi cación

cuidadosa de los mismos para determinar su

exactitud. A veces los periodistas son testigos de la

historia, pero lo más común es que se enteren de

los detalles por boca de otras personas que tuvieron

experiencia directa con los hechos o son expertos

en el tema. Esa información se ve reforzada o

corroborada por fuentes adicionales y se coteja con

evidencias documentales contenidas en registros

públicos, informes o archivos.

La información que un periodista recopila

debe responder las preguntas que se resumen en

la siguiente lista: quién, qué, dónde, cuándo, por

qué y cómo. Según la complejidad de la historia,

el reportero puede plantear esas preguntas en

diferentes formas..

QUIÉN:• ¿Quién está involucrado en esta historia?

• ¿Quién fue afectado por ella?

• ¿Quién es la persona idónea para relatar la

historia?

• ¿Quién ha sido omitido en la historia? ¿Quién

tiene información adicional al respecto?

• ¿Quiénes están en confl icto en esta historia?

¿Tienen estas personas algo en común?

• ¿Con quién más se podría hablar sobre esos

hechos?

QUÉ:• ¿Qué sucedió?

• ¿Cuál es el propósito de esta historia? ¿Qué

intento decir en realidad?

• ¿Qué necesita saber el lector, espectador o

escucha para entender esta historia?

• ¿Qué me sorprendió de ella? ¿Cuál es el hecho

concreto más importante que he descubierto?

• ¿Cuál es la historia en este caso? ¿Qué pasa

después?

• ¿Qué puede hacer la gente a ese respecto?

DÓNDE:• ¿Dónde sucedió esto?

• ¿A qué otro lugar puedo ir para conocer la

historia completa?

• ¿Cuál será el siguiente paso de esta historia?

¿Cómo terminará?

CUÁNDO:• ¿Cuándo sucedió esto?

• ¿Cuándo tuvieron lugar los momentos decisivos

de esta historia?

• ¿Cuándo debo informar sobre esta historia?

L a p i s t a l l e g ó e n u n c o r re o e l e c t ró n i c o d e u n e x f u n c i o n a r i o

d e l g o b i e r n o q u e n o s s u g e r í a i nve s t i g a r l a d o t a c i ó n d e b a l s a s

s a l v av i d a s e n l o s t r a n s b o rd a d o re s d e l e s t a d o d e Wa s h i n g t o n .

E l re p o r t e ro E r i c N a l d e r, q u e e n t o n c e s t r a b a j a b a e n e l S eatt le Times, d e c i d i ó d a r u n v i s t a zo. S u p r i m e r a l l a m a d a t e l e f ó n i c a

f u e a l d i re c t o r d e s e g u r i d a d d e l s i s t e m a d e t r a n s b o rd a d o re s,

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Page 16: Handbook sp

14

POR QUÉ:• ¿Por qué está ocurriendo esto? ¿Es un caso

aislado o forma parte de una tendencia?

• ¿Por qué se comporta la gente como lo ha

hecho? ¿Cuáles son sus motivos?

• ¿Por qué es importante esta historia? ¿Por qué

debe la gente mirarla, leerla o escucharla?

• ¿Por qué tengo la certeza de que capté bien esta

historia?

CÓMO:• ¿Cómo ocurrió esto?

• ¿Cómo cambiará la situación a causa de lo

sucedido?

• ¿Qué utilidad tendrá esta historia para el lector,

escucha o espectador? ¿Y para la comunidad?

• ¿Cómo conseguí esta información? ¿Está clara la

atribución?

• ¿Cómo le podría describir esta historia una

persona a un amigo?

Muchos reporteros usan listas mentales de

verifi cación como ésta para asegurarse de que han

cubierto todos los elementos importantes de una

historia.

Obser vación

La observación en el lugar de los hechos es

uno de los preceptos fundamentales del buen

reportaje. Los periodistas desean presenciar

los eventos personalmente siempre que es

posible pues así los pueden describir con precisión

para su público. El buen reportero usa todos

sus sentidos en el lugar de los hechos: observa,

escucha, olfatea, saborea y palpa la historia para

que el público pueda hacerlo también.

Para hacer esto bien, el periodista necesita

llevar un registro preciso de sus observaciones. Un

reportero de los medios impresos puede realizar

su tarea con una libreta y un lápiz o pluma, pero

también puede llevar consigo grabadoras de audio

y cámaras, sobre todo si se espera que presente su

historia en una edición adicional en línea. En el

caso de la radio, los periodistas tienen que captar

sonidos; para la televisión, usan tanto el sonido

como el vídeo.

El uso de una grabadora es una forma de

asegurarse de que todas las citas textuales que

usted haga sean precisas. Pero se ha sabido que

la electrónica falla, por lo cual es importante que

todos los periodistas sean hábiles para tomar notas.

He aquí algunas sugerencias de reporteros con

experiencia acerca de la forma de tomar notas:

• Escriba los hechos, los detalles, las ideas y las

refl exiones. Identifi que cada uno de ellos e

indique de dónde proviene.

• Dibuje diagramas de las habitaciones, las escenas

o los elementos y sus relaciones recíprocas.

• Anote siempre correctamente el nombre, el

puesto y demás información de sus contactos.

Pregunte fecha y año de nacimiento para

asegurarse de consignar correctamente la edad

de la persona.

• Especifi que en la libreta las reglas básicas para la

entrevista.

• No llene demasiado la libreta. Deje espacio para

notas adicionales.

• Deje en blanco el reverso de las tapas para anotar

allí las preguntas que hará después.

• Pase en limpio sus notas lo antes posible.

Muchos reporteros usan su propia taquigraf ía

para las palabras usuales y así pueden tomar

notas con más rapidez. Después pasan en limpio

sus notas, escriben completas las palabras que

estaban abreviadas y así evitan confusiones.

Además, marcan la información más importante

que han obtenido, las citas adecuadas que pueden

incluir en la historia, los aspectos que requieren

seguimiento o verifi cación para determinar su

exactitud, y las preguntas que quedaron en espera

de respuesta.

Parece obvio, pero antes de salir a cubrir una

noticia el reportero debe cerciorarse de que cuenta

con las herramientas necesarias: libreta, pluma,

grabadora de cinta o digital y baterías frescas. Nada

hay más embarazoso que, al llegar al escenario

E l b u e n r e p o r t e r o

u s a t o d o s s u s

s e n t i d o s e n e l

l u g a r d e l o s

h e c h o s .

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15

de los hechos, descubrir que la cámara no tiene

película o cinta, o que sólo llevamos una pluma y

no tiene tinta. Es frecuente que en la actualidad

los periodistas lleven también otros instrumentos:

un teléfono móvil y una computadora laptop.

También otros elementos sencillos pueden ser

útiles. Colocar una banda elástica de goma en

la libreta para señalar la siguiente página en

blanco facilita la tarea de localizarla rápidamente.

Con una bolsa de plástico se puede proteger la

libreta cuando llueve, de modo que las páginas

se conserven secas y la tinta no se corra. Unos

pequeños binoculares son útiles para ver lo que

está pasando aunque no sea posible acercarse

mucho. Una calculadora ayuda a convertir

ciertos datos, como el número de toneladas de

combustible transportadas en un avión, para

expresarlos en términos más familiares para el

público, en este caso, litros o galones

I nvest igación

Los periodistas tienden a recoger mucha más

información de la que pueden incluir en sus

artículos, pero esos datos siempre les ayudan

a entender mejor la situación o el tema en

cuestión. A veces la información de antecedentes

es esencial para dar un signifi cado más profundo

a la historia. Por ejemplo, en el artículo sobre las

balsas salvavidas, Eric Nalder incluyó el dato de

que el agua donde los transbordadores navegan

en enero es tan fría que puede causar la muerte

de una persona en menos de media hora. Esa

información ubica la escasez de balsas salvavidas

en su contexto al explicar con más claridad por

qué es un asunto grave. Ese es justamente el tipo

de información que los reporteros buscan cuando

investigan una historia, ya sea antes de salir de la

sala de redacción o sobre la marcha, a medida que

surgen las preguntas.

Los instrumentos de investigación de los

periodistas son hoy más numerosos que nunca,

gracias a las computadoras y la Internet. Muchos

de ellos son sólo versiones en alta tecnología de las

herramientas básicas del ofi cio: guías, almanaques,

enciclopedias y mapas. Otros son bases de datos

e informes que habría sido mucho más dif ícil

obtener en la época anterior a la Internet, pues

para eso era necesario ir personalmente a una

biblioteca o un edifi cio del gobierno. Otras más

son recursos que poca gente habría imaginado

hace dos decenios, cuando la Internet estaba en

ciernes: motores de búsqueda, blogs, chat rooms

y listas de correo electrónico. Todos esos recursos

son útiles para los periodistas cuando recopilan

los antecedentes de una historia. Pero uno de los

instrumentos de investigación más fundamentales

no ha cambiado en un siglo: la biblioteca de la

organización de noticias donde las historias ya

publicadas o transmitidas son recopiladas. Si esos

“recortes” se conservan en documentos guardados

en archiveros o en archivos de computadora,

son un punto de partida útil para todo tipo de

artículos. Muchos periodistas tienen también sus

propios “archivos de recortes” con las noticias que

han guardado sobre temas específi cos.

Imaginemos que un ex presidente de un país

vecino ha muerto. El reportero designado para

escribir la historia deseará conocer algunos datos

básicos: edad del personaje, causa de la muerte

y dónde falleció. Pero también es posible que le

interese cierta información sobre el tiempo que

estuvo en el cargo y qué cambios hubo en el país a

raíz de su presidencia. Un primer paso consistiría

en consultar reportajes de noticias anteriores, ya

sea en el archivo del periódico o en línea. En esos

informes puede encontrar el nombre de alguna

persona allegada al ex presidente, a quien le podría

pedir una entrevista. Tal vez el reportero desee

conocer ciertos antecedentes de esa persona antes

de realizar la entrevista y quizá se entere de que

era un amigo del ex presidente y que conserva

todas sus cartas, las cuales podrían revelar detalles

nuevos y sorprendentes.

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16

Hacer una entrevista sin haber realizado una

investigación de antecedentes es tanto como

conducir un automóvil hacia un lugar desconocido

sin consultar un mapa. Tal vez se llegue a donde

uno desea, pero existe la misma probabilidad de

extraviarse en cualquier vuelta del camino.

Fuentes de información

Los reporteros usan fuentes primarias y

secundarias para informar sobre las noticias.

La fuente primaria puede ser una entrevista

con alguien que tenga experiencia directa

con el evento o tema, o bien un documento

original relacionado con el asunto. También

se considera como fuente primaria al propio

periodista si fue testigo de los hechos. Una fuente

secundaria puede ser un informe escrito basado en

el documento original. En el caso de un incendio,

por ejemplo, la persona cuya casa se quemó puede

ser una fuente primaria. Lo mismo se puede decir

de un bombero que haya participado en la tarea de

apagar el incendio. En cambio, el boletín de prensa

emitido por el departamento de bomberos al día

siguiente sería una fuente secundaria.

Una regla empírica que los reporteros aplican

al investigar una historia es que ninguna fuente

por sí sola puede proporcionar toda la información

necesaria. En nuestro ejemplo del ex presidente,

cada fuente que el reportero consultó lo condujo

a otro informante. A veces los informantes se

contradicen entre sí. Para aclarar las discrepancias,

es posible que los reporteros tengan que ver hacia

dónde apunta el peso de la evidencia o buscar

fuentes originales, como documentos, para

determinar cuál de las versiones es verdadera.

Las fuentes secundarias son muy útiles como

instrumento para confi rmar la información

obtenida de fuentes primarias.

No importa qué fuentes use usted para

investigar los antecedentes de una historia, es vital

que considere la validez o credibilidad de cada

fuente. En la actualidad, cualquiera puede diseñar

un sitio Web que parezca profesional o enviar un

correo electrónico que parezca auténtico aunque

en realidad sea una impostura. El hecho de que

algo esté en Internet no signifi ca que sea verdad.

Los periodistas tienen que verifi car la fuente de

toda su información para saber si es lo bastante

creíble para usarla en una historia de noticias.

Una parte importante del trabajo del periodista

consiste en decidir qué fuentes debe usar. He aquí

algunas preguntas útiles para determinar si hemos

elegido la fuente apropiada o la mejor para relatar

los hechos.

• ¿Cómo obtuvo este informante el conocimiento

de los hechos? (¿La persona en cuestión está

en condiciones de saber esas cosas, ya sea por

motivos personales o profesionales?)

• ¿Cómo puedo corroborar esta información por

medio de otras fuentes o en documentos?

• ¿Qué tan representativo es el punto de vista de

mi informante? (¿Es sólo una persona la que se

queja a grandes voces del casero porque tiene

rencillas personales con él? ¿O es la suya la voz

más elocuente que habla en nombre de todo un

grupo de inquilinos que tienen problemas graves

y legítimos?)

• ¿Ha sido fi able y creíble ese informante en el

pasado?

• ¿Uso esta fuente sólo porque es la que tengo

más a la mano o lo hago porque sé que de ella

obtendré información útil?

• ¿Qué motivos tiene este informante para dar

información? (¿Lo que intenta este empleado es

mejorar su imagen o hacer que su jefe se vea mal?

¿Qué lo indujo a hablar conmigo, por principio

de cuentas?)

E l b u e n r e p o r t e r o

“ t r a b a j a ” a s u s

i n f o r m a n t e s c o n

r e g u l a r i d a d y l o s

c o n t a c t a p a r a

p r e g u n t a r s i e s t á

p a s a n d o a l g o

i n t e r e s a n t e .

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17

Una vez que encuentre un informante útil para

una historia, es conveniente que se mantenga en

contacto con él o ella por largo tiempo. Obtenga

la mayor información posible sobre la forma de

contactar a cada informante, no sólo la dirección

y el teléfono de la ofi cina, sino su teléfono celular y

el de su casa, y su dirección de correo electrónico.

El buen reportero “trabaja” a sus informantes

con regularidad y los contacta para preguntar

si está pasando algo interesante. Para que a sus

informantes les sea más fácil comunicarse con

usted, entregue su tarjeta de visita a todas las

personas que conozca en relación con una noticia.

Cualquiera que tenga acceso a información,

incluso las secretarias y los empleados, puede

ser una fuente de información útil para un

periodista. Ellos pueden proporcionar copias

de documentos y a menudo saben quién es la

persona más enterada sobre un tema determinado.

Un reportero que los trata con respeto podrá

comprobar que su solicitud de entrevistarse con

el supervisor de esa secretaria o empleado es

aceptada con más presteza.

Entrevistas

La reportera estadounidense Kristin Gilger

dice: “Una entrevista bien hecha es la base de

todos los reportajes y textos de calidad”. Una

entrevista se defi ne como la información,

opiniones o experiencias que un informante

comparte con un reportero en el curso de su

conversación. La pequeña diferencia entre una

entrevista y una conversación ordinaria es que en

la primera el reportero controla la dirección del

interrogatorio.

No siempre es fácil obtener una entrevista.

Es posible que la gente no desee hablar con

un periodista, sobre todo si la historia es

controvertida. Cuando trate con funcionarios

de gobierno, parta de la premisa de que el

público tiene derecho de saber lo que hacen esos

funcionarios. Los reporteros con experiencia han

descubierto que hasta el funcionario más renuente

a conceder una entrevista puede ser convencido

si ellos se anticipan a las excusas y objeciones que

éste puede presentar.

• No tiene tiempo.

El reportero puede proponer que se reúnan en el

lugar y a la hora más adecuados para la persona

con quien desea hablar. También puede ser útil

reducir la cantidad de tiempo que solicita.

• Tiene temor porque piensa que la entrevista irá

en menoscabo de su imagen.

Tratar a las personas con respeto y explicarles en

detalle por qué se les pide la entrevista ayuda a

mitigar la ansiedad de los informantes.

• No sabe qué decir.

El reportero tiene que explicar con claridad por

qué necesita el punto de vista de esa persona en

particular para redactar la historia.

• Es dif ícil de contactar.

Es frecuente que el reportero necesite recurrir

a una secretaria o un funcionario de relaciones

públicas para tener acceso a la persona a quien

desea entrevistar. Si sospechan que su solicitud

no fue transmitida, algunos reporteros escriben

una carta al informante o le hacen una llamada

telefónica, ya sea a la hora del almuerzo o

después del horario de ofi cina, para establecer el

contacto.

Cuando haya conseguido la entrevista e

investigado a la persona y el tema, aún tendrá

que hacer otros preparativos. La mayoría de los

reporteros elaboran una lista de preguntas o temas

y la llevan consigo, pero no la leen durante la

entrevista. De hecho, sólo consultan la lista hacia

el fi nal para asegurarse de no haber olvidado algo

importante. En la lista citan también toda la demás

información, documentos o fotograf ías que desean

obtener de ese informante.

Las preguntas son la columna vertebral de una

entrevista. Son el timón que mantiene al barco

en el derrotero adecuado. Las preguntas atinadas

nos pueden redituar respuestas inesperadas,

riqueza informativa y sorpresas. Las preguntas

mal planteadas nos hacen dudar que haya valido

la pena tomarnos la molestia de hablar con esa

persona. Las preguntas demasiado específi cas nos

pueden llevar por un camino equivocado.

“ U n a e n t r e v i s t a b i e n

h e c h a e s l a b a s e d e

t o d o s l o s r e p o r t a j e s

y t e x t o s d e c a l i d a d . ”

06-0774 JournHndbk_SPA.indd 1706-0774 JournHndbk_SPA.indd 17 12/20/06 7:57:10 AM12/20/06 7:57:10 AM

Page 20: Handbook sp

18

La primera pregunta de una entrevista es

importante porque establece la tónica de lo que

vendrá después. A muchos periodistas les gusta

comenzar con una pregunta “para romper el

hielo” y permitir que el entrevistado se relaje. Le

preguntan algo que le sea agradable responder

aunque tal vez no tenga relación con el propósito

de la entrevista. Sin embargo, a menudo eso ayuda

a defi nir la identidad de usted ante su informante y

establece un clima de confi anza y apertura.

La mayoría de las veces, las mejores preguntas

son las de tipo abierto que no pueden ser

respondidas con un simple “sí” o “no”. También

deben estar libres de cualquier juicio personal

para no revelar el punto de vista del reportero.

Esa es la diferencia entre “¿qué opina usted de

eso?” e “imagino lo que usted pudo haber pensado

de eso”. Aunque es importante hacer preguntas

atinadas, también lo es guardar silencio y dejar

que el entrevistado hable. El buen periodista sabe

escuchar y con frecuencia obtiene la información

más valiosa guardando silencio. Lo que usted

escuche le puede sugerir preguntas adicionales que

tal vez no se le habían ocurrido.

Robert Siegel, que trabaja en la Radio Pública

Nacional en Washington. D.C., cuenta la anécdota

de una entrevista que le hizo a un diplomático

de Turquía a raíz de que el papa Juan Pablo II fue

baleado y herido por un turco en Roma. Comenzó

por preguntarle: “¿Conoce usted algunos detalles

acerca de ese hombre, Mehmet Ali Agca, por

ejemplo si vivía en Italia, qué hacía allí y qué

tipo de visado le dieron los italianos?”. Todas las

respuestas fueron “no”. Después de varios intentos

más, Siegel hizo una pausa y ya se disponía a

claudicar cuando el diplomático llenó el silencio

con esta afi rmación: “...sólo sé que es el asesino

convicto más famoso de Turquía y que escapó de

la cárcel después de asesinar al director de uno

de nuestros principales diarios”. Siegel dice que

estuvo a punto de perder una buena historia por

hacer preguntas demasiado concretas. Reconoce

que una forma mejor de iniciar la entrevista habría

sido: “Hábleme acerca de ese hombre”.

Los reporteros pueden hacer entrevistas

en persona, por teléfono o en línea, ya sea por

correo electrónico o en mensajes instantáneos.

Cada método tiene ventajas y desventajas. En

la entrevista personal, el reportero capta en

forma más completa al individuo. ¿Qué tipo

de fotograf ías tiene en la pared? ¿Su escritorio

está revuelto u ordenado? ¿Qué libros hay en

su estante? La entrevista en persona permite

también que el reportero juzgue la credibilidad

del informante a partir de su porte. ¿La persona

se muestra nerviosa o cómoda? ¿Está dispuesta a

mirar a los ojos al reportero?

Christopher (Chip) Scanlan, quien dirige

talleres de redacción en Th e Poynter Institute,

una escuela de periodismo de Estados Unidos,

cuenta que una vez entrevistó a una mujer cuyo

esposo había muerto víctima del cáncer. Ella le

mostró su casa y en el dormitorio le dijo: “¿Sabe

usted?, todas las noches rocío un poco de agua de

colonia [de mi esposo] en mi almohada para tener

la impresión de que él todavía está conmigo”. Ese

es un detalle que el lector puede oler y palpar, y

que Scanlan nunca habría logrado obtener por

teléfono o en línea.

Las entrevistas telefónicas requieren menos

tiempo y a algunos reporteros les parece más

fácil tomar buenas notas cuando no tienen que

preocuparse por mantener el contacto visual con

si informante. Incluso pueden escribir sus notas

en la computadora. Las entrevistas por correo

electrónico son útiles para contactar con personas

en lugares lejanos, pero el reportero no puede oír lo

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que se le dice ni hacer preguntas de seguimiento en

“tiempo real”. El sistema de mensajero instantáneo

por Internet es más parecido a una entrevista

telefónica. Pero ambos métodos en línea plantean

la duda de si en realidad la persona que envía las

respuestas es quien dice ser.

Por estas preocupaciones, la sala de redacción

del periódico Virginian-Pilot de Norfolk,

Virginia ha instituido la siguiente política para los

reportajes en línea: “En cuanto a las citas tomadas

de comunicaciones electrónicas, tenemos que

cerciorarnos de que la comunicación es genuina,

pues es fácil simular las direcciones de respuesta en

Internet o presentarse como otra persona. Internet

no tiene controles al estilo de los servicios de

teletipo [como Reuters o la Associated Press]; las

falsifi caciones pueden venir de cualquier parte”.

Los reporteros que usan el correo electrónico

u otras formas de comunicación en línea deben

aplicar las mismas normas profesionales que

en cualquier otra forma de comunicación. Se

deben identifi car como periodistas y decir qué

información desean obtener y por qué. Para

verifi car y ponderar los datos, es necesario que

apliquen las mismas habilidades que usarían con

cualquier otra fuente de información.

Independientemente de cómo realicen la

entrevista, los reporteros suelen reservar algunas

preguntas para el fi nal. Primero pueden resumir la

conversación para asegurarse de haber entendido

con precisión lo que se les dijo. Después preguntan

si su entrevistado desea decir algo más. Luego

investigan cuál es la mejor forma de volver a

comunicarse con esa persona, sobre todo fuera del

horario de ofi cina, y le agradecen el tiempo que les

concedió. Muchos periodistas hacen una última

pregunta a todos sus entrevistados: “¿Con quién

más cree que debo hablar acerca de esto?”.

Reglas básicas

La mayoría de las entrevistas se llevan a cabo

en forma ofi cial (“on the record”) lo cual

signifi ca que el reportero puede reproducir

cualquier comentario del entrevistado

y atribuirlo directamente a esa persona. Es

importante asegurarse de que el informante sepa

esto, sobre todo cuando el reportero entrevista a

una persona ordinaria que no está acostumbrada

a ser citada en los periódicos o en los medios

electrónicos.

Si la información es extraofi cial (“off the

record”), el reportero y su informante deben

decidir de antemano, por mutuo acuerdo, cuál

es la información que podrá ser publicada. Una

entrevista “en segundo plano” (on background)

o “sin atribución” implica de ordinario que la

información puede ser incluida en las noticias

y que las palabras del informante podrán ser

citadas textualmente, pero su nombre no será

divulgado. Sin embargo, se dará su identifi cación

en forma general; por ejemplo, “un funcionario del

ministerio de exterior” o “un ingeniero que trabaja

en una compañía”, siempre que el informante y el

periodista estén de acuerdo en la descripción que

se va a emplear.

Muchas organizaciones de noticias tienen

políticas escritas sobre el uso de fuentes anónimas.

Por ejemplo, el periódico Th e New York Times

estipula: “El uso de informantes no identifi cados

se reservará para las situaciones en las que el

periódico no pueda publicar en otras condiciones

una información que considera fi able y valiosa

como noticia. Al usar esas fuentes, aceptamos la

obligación no sólo de convencer al lector de su

fi abilidad, sino también de transmitir lo que hemos

averiguado sobre el motivo por el cual nos dieron

la información”. Los reporteros no deben acceder

a la ligera a conversar en segundo plano, porque

a veces los informantes tratan de usar esto como

un parapeto para lanzar ataques personales o de

partido, sabiendo que su identidad no podrá ser

rastreada. Además, cuando se cita a un informante

sin divulgar su nombre, a la audiencia le es más

dif ícil evaluar la credibilidad de la información. L a s p r e g u n t a s

s o n l a c o l u m n a

v e r t e b r a l d e

u n a e n t r e v i s t a .

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Sin embargo, en ciertas ocasiones el reportero

tiene que obtener la información en segundo plano

porque es la única forma en que el informante

accede a hablar. Cuando éste teme por su

seguridad si otros se enteran de que ha hablado

con un reportero, es posible que sólo acepte dar

información en segundo plano. He aquí algunos

lineamientos para decidir si conviene aceptar y

usar información en esas condiciones:

• Cuando la historia es de interés primordial para

el público.

• Cuando no es posible obtener ofi cialmente esa

información.

• Cuando el informante está en una posición que

le permite saber la verdad.

• Cuando usted está dispuesto a explicar (en su

historia) por qué no es posible mencionar el

nombre de su informante.

En algunas capitales, los funcionarios del

gobierno hablan con reporteros en segundo plano

y hasta en “deep background” (último plano),

lo cual signifi ca que la información puede ser

usada, pero no repetida en forma textual y que el

informante no debe ser identifi cado. Lo único que

el reportero puede escribir en esos casos es que se

sabe que los funcionarios creen tal o cual cosa. La

información que se ofrece en forma “extraofi cial”

no puede usarse en absoluto, por lo cual la mayoría

de los reporteros se oponen a llegar a ese acuerdo,

a menos que el informante sea tan importante

para la historia que no tengan más remedio que

acceder. La información extraofi cial no puede ser

comunicada ni siquiera a otro informante, pero

a veces esos datos le sugieren al reportero alguna

historia que puede valer la pena.

Cualquiera que sea el acuerdo, del reportero

depende asegurarse de que ambas partes

entiendan y acepten las reglas básicas antes de

la entrevista. A veces los informantes tratan de

cambiar las reglas sobre la marcha, diciéndole

al reportero algo importante y aclarando luego:

“Pero usted no puede utilizar lo que le he dicho,

por supuesto”. Por eso es conveniente especifi car

las cosas desde el principio y no comprometerse a

retener información, a menos que se haya llegado

a un acuerdo por separado antes del inicio de la

entrevista.

Los periodistas deben aclarar también en qué

medida están dispuestos a proteger la identidad

de un informante. En algunas jurisdicciones, los

periodistas se arriesgan a ir a la cárcel si se niegan a

revelar información sobre una fuente confi dencial

en un tribunal de justicia. Si el periodista no está

dispuesto a arriesgarse a ir a la cárcel para proteger

al informante, su obligación es decírselo a éste.

Algunos reporteros son muy hábiles para

lograr que la información extraofi cial se vuelva

ofi cial. Eric Nalder es uno de ellos. En cuanto

termina la entrevista extraofi cial, lee algún

fragmento textual bastante inocuo y pregunta:

“¿Por qué no puede usted decir esto ofi cialmente?”.

Cuando el informante accede a hacerlo, él vuelve

a repasar sus notas, lee otras citas y logra que

también sean aprobadas para utilizarse. Dice que

en una ocasión logró que toda una entrevista

cambiara de extraofi cial a ofi cial. Eso se debió,

en parte, a que al oír en voz alta sus propias

citas, el entrevistado pudo confi ar en que serían

reproducidas con fi delidad.

L a c r e d i b i l i d a d

e s e l a c t i v o m á s

i m p o r t a n t e d e u n

p e r i o d i s t a y l a

p r e c i s i ó n e s l a

m e j o r f o r m a d e

p r o t e g e r l a .

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Otra regla básica importante que los

periodistas deben entender es el uso de un

“embargo” de la información proporcionada por

un informante. Eso signifi ca que la información

se les conf ía con la condición de que no sea

divulgada antes de una fecha específi ca. La

agencia del gobierno que anuncia una nueva

política puede proveer un resumen escrito varias

horas antes o incluso con un día de anticipación.

Así los reporteros tienen tiempo para digerir la

información antes de la conferencia de prensa en la

que se hará el anuncio ofi cial de dicha política. Los

reporteros que aceptan información bajo embargo

están obligados a respetarla, a menos que la

noticia se dé a conocer al público antes de la fecha

especifi cada.

Hay que anotar bien

La credibilidad es el activo más importante

de un periodista y la precisión es la mejor

forma de protegerla. A fi n de garantizar la

precisión, el reportero debe revisar varias

veces toda la información recopilada para redactar

una historia de noticias. Aun así cometerá errores,

pero éstos serán mínimos. Cuando el periódico

estadounidense Oregonian de Portland estudió

sus propios errores, los directores concluyeron que

éstos se debían sobre todo a tres causas:

• Confi ar en la memoria;

• Hacer suposiciones;

• Trabajar con fuentes de información de segunda

mano.

Hablaremos más sobre la forma de tomar notas

precisas, en el capítulo 4 (“Edición de la historia”).

Pero los reporteros son la primera línea de defensa

contra los errores en las organizaciones de noticias.

Los reporteros que toman notas de buena calidad,

consultan éstas a menudo y buscan fuentes de

información primarias siempre que es posible,

tienen más probabilidades de cumplir con las tres

reglas del periodismo que el editor estadounidense

Joseph Pulitzer postuló: “Exactitud, exactitud y

exactitud”.

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3 C Ó M O C O N TA R L A H I S TO R I A

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Una historia que contiene demasiada información

es más dif ícil de entender. Cuando un reportero

intenta explicar todos los detalles, lo más probable

es que sólo confunda a la audiencia. Además, los

periódicos sólo disponen de cierto espacio, los

noticiarios de radio y televisión deben ajustarse a

sus tiempos de transmisión, y los lectores, escuchas

y espectadores tienen límites en su tiempo libre y

su capacidad de atención para captar el contenido

de las noticias.

El buen periodismo implica selección, no

compresión. El reportero debe usar el buen juicio

en materia de noticias y decidir cuál es el material

más importante para cada historia y en qué orden

conviene presentarlo. Para muchos reporteros, la

parte más dif ícil al narrar una historia es decidir

qué deben suprimir. Una forma de tomar esas

decisiones consiste en elegir un punto o tema

central para la historia, el cual se designa como el

enfoque de la misma.

Enfoque

El enfoque es en esencia la respuesta a la

pregunta: “¿de qué trata en realidad esta

historia?”. Para determinar el centro focal, el

instructor de redacción del Poynter Institute,

Chip Scanlan, sugiere cinco preguntas adicionales:

• ¿Cuál es la noticia?

• ¿Cuál es la historia?

• ¿Cuál es la imagen?

• ¿Cómo puedo contarla en seis palabras?

• ¿Qué consecuencias tuvo?

Imaginemos que usted debe informar sobre un

incendio que avanza con rapidez. Ya habló con los

testigos y todo el día estuvo examinando los daños.

Ahora necesita enfocar su historia para empezar a

redactarla. Veamos cómo podría usar las preguntas

de Scanlan para encontrar su enfoque:

• ¿Cuál es la noticia?

Un incendio destruyó dos casas en las montañas

del este de la ciudad, pero no hubo heridos y el

distrito comercial de la ciudad no fue afectado.

• ¿Cuál es la historia?

Dos familias se quedaron sin casa, pero se

alegran de estar vivas.

• ¿Cuál es la imagen?

Los miembros de la familia se abrazan entre sí

junto a las ruinas humeantes de su casa.

• ¿Cómo puedo contarla en seis palabras o

menos?

La casa quemada, el espíritu intacto.

• ¿Qué consecuencias tuvo?

El daño a la propiedad a causa de un peligroso

incendio fue limitado.

El reportero que va a escribir esta historia sabe

ahora varias cosas: que en la introducción debe

mencionar a las familias que perdieron sus casas;

que en un momento importante de la historia debe

citar las palabras de gratitud de una de las víctimas

porque toda su familia logró sobrevivir; y que debe

dar también información general sobre el daño

sufrido por los inmuebles. El reportero sabe que

puede suprimir parte de la información recopilada

sobre el número de compañías de bomberos que

acudieron al distrito comercial, pero es posible que

cite algunas palabras del jefe de bomberos.

Con este ejercicio de enfoque no se intenta decir

que todas las historias tengan un solo centro focal

aceptable. Todo lo contrario: los reporteros de

distintas organizaciones de noticias pueden partir

de los mismos hechos básicos y escribir historias

muy diferentes si deciden usar enfoques distintos.

En el caso del incendio, otro reportero podría usar

las mismas cinco preguntas y elegir un enfoque

diferente.

To d a s l a s h i s t o r i a s d e n o t i c i a s e s t á n h e c h a s d e d a t o s, o b s e r v a -

c i o n e s, c i t a s y d e t a l l e s . Lo s re p o r t e ro s c a s i s i e m p re t i e n e n m á s

m a t e r i a l d e l q u e p u e d e n u s a r y c o m o l e s h a c o s t a d o t r a b a j o

re c o p i l a r t a n t o s d a t o s, s u i m p u l s o n a t u r a l e s u s a r e l m ayo r

n ú m e ro p o s i b l e d e e l l o s e n s u s h i s t o r i a s . Pe ro s i a t i b o r r a s u t e x t o

d e d a t o s, r a r a ve z o b t i e n e u n a h i s t o r i a b i e n c o n t a d a q u e a t r a i g a

a l a a u d i e n c i a .

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• ¿Cuál es la noticia?

Empresas comerciales de nuestra ciudad no son

dañadas por un incendio que destruye dos casas

en las montañas al este de la zona céntrica.

• ¿Cuál es la historia?

Los empresarios del lugar agradecen que el fuego

los haya respetado en esta ocasión.

• ¿Cuál es la imagen?

El dueño de una empresa estrecha la mano de un

bombero frente a su tienda.

• ¿Cómo puedo contarla en seis palabras?

El fuego no interrumpe los negocios.

• ¿Qué consecuencias tuvo?

El impacto económico de un peligroso incendio

fue limitado.

Esta versión de la historia tendría como

introducción el alivio que sintieron los dueños de

las empresas e incluiría una cita de uno de ellos

al saber que su tienda no sufrió daños. Ambas

historias incluirían la misma información básica

–que dos casas fueron destruidas y las tiendas

no resultaron afectadas–, pero el énfasis sería

diferente. Cuando desde antes de empezar a

escribir el reportero sabe en qué va a hacer énfasis,

le resulta más fácil decidir qué datos y citas debe

incluir y cuáles omitirá. Así lo dice William Zinsser

en su libro On Writing Well: “La claridad al pensar

se convierte en claridad al escribir; una no puede

existir sin la otra”.

Después de llevar a cabo toda su investigación,

sus entrevistas y observaciones, el reportero con

experiencia no espera hasta el último momento

para buscar el enfoque de su historia. En realidad

es posible que desde el inicio del proceso

informativo tenga presente el enfoque, lo cual le

ayuda a decidir adónde ir y a quién entrevistar.

Por supuesto, el enfoque puede cambiar a medida

que surge más información, y así ocurre con

frecuencia. Lo más importante es que el reportero

decidida cuál será el enfoque de su historia desde

antes de empezar a redactarla.

Tener el enfoque ya previsto es sólo el primer

paso en el plan para escribir una historia. El

segundo es organizar las cosas para saber dónde

encaja cada parte de la información. Haga al

principio la lista de los hechos básicos de la historia

y planee cuáles colocará en primer lugar, al fi nal

y en medio del relato. Seleccione las mejores

citas o fragmentos de audio de sus entrevistas y

decida cuáles va a usar en la historia. Tome nota

de todos los detalles que con seguridad no desea

excluir. Algunos reporteros consideran que, antes

de empezar a escribir, es conveniente hacer un

bosquejo escrito para usarlo como guía al elaborar

la historia.

Redacción

Las noticias bien redactadas son concisas,

claras y precisas. Eso puede parecer muy

sencillo, pero en realidad es todo un reto.

Como hemos dicho, los reporteros tienen la

tendencia de incluir en sus textos todos los datos

obtenidos. Sin embargo, las historias que van

directamente al grano tienen más probabilidades

de atraer a los consumidores de noticias que están

muy ocupados y la organización noticiosa que no

imponga límites a la extensión o duración de sus

historias no tendrá mucho espacio o tiempo para

cubrir otras noticias.

En términos generales, las noticias se redactan

con frases y párrafos más breves que casi todos

los demás tipos de textos. Cada párrafo contiene

una idea principal. Cada nueva idea, personaje o

ambiente se presenta en un nuevo párrafo.

Los periodistas usan un lenguaje simple,

directo y fácil de entender, con más sustantivos

y verbos que adjetivos y adverbios. Las noticias

bien escritas no son vagas, ambiguas ni repetitivas;

en ellas cada palabra cuenta. Como lo comenta

E. B. White en su libro clásico, Th e Elements of

Style, una de las reglas básicas de la redacción

es simplemente esta: “Omita las palabras

innecesarias”.

Los buenos escritores siempre se esfuerzan

por elegir la palabra más adecuada para transmitir

sus ideas. El escritor estadounidense del siglo XIX

Mark Twain dijo: “La diferencia entre la palabra

precisa y la casi precisa es la misma que entre

un relámpago y una luciérnaga”. Los reporteros

acostumbran consultar diccionarios y libros de

referencia para asegurarse de que las palabras

empleadas tengan en verdad el signifi cado que

ellos les atribuyen.

Puesto que escriben sus textos para el público

en general, los periodistas tratan de evitar también

la jerigonza o jerga, es decir, el léxico particular

de ciertos grupos y los términos técnicos que la

mayoría de la gente no conoce. El vocero de un

hospital podría decir que una persona padeció

“laceraciones y contusiones”, pero el reportero debe

usar términos más simples: “heridas y golpes”. Si en

aras de la precisión es necesario usar un vocablo

técnico, hay que dar la defi nición del mismo. Por

ejemplo, la expresión “combustibles fósiles” en

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una historia sobre el problema mundial de los

energéticos deberá ir acompañada de una breve

lista de esos productos: carbón, petróleo y gas

natural. Los periodistas se deben abstener también

de usar eufemismos, así como las palabras o frases

que puedan confundir o desorientar a la audiencia.

Si el consejo de la ciudad vota por la aprobación de

“una nueva instalación necrológica”, en el noticiario

de la radio o en los periódicos del día siguiente

se debe informar a los residentes que la ciudad

“piensa construir un nuevo cementerio”.

Un principio clave para la redacción de noticias

consiste en mostrar a la audiencia lo que pasó,

en lugar de relatar simplemente los hechos. Por

ejemplo, en vez de decir que los miembros de una

familia que asistieron a un funeral estaban abatidos

por la pena, un texto de noticias bien escrito nos

debe mostrar ese dolor con la descripción de cómo

se abrazaban entre sí y sollozaban. En lugar de

contentarse con decir al lector que una persona es

muy alta, un buen escritor menciona que ésta tenía

que inclinar la cabeza para pasar bajo el dintel de la

puerta principal.

La precisión es de vital importancia en la

redacción de noticias. Una historia precisa respeta

los fundamentos de la gramática, la ortograf ía y

la puntuación, lo mismo que fechas, direcciones,

números y todos los demás detalles que forman

la noticia. Anotar mal el nombre o la edad de

una persona es el tipo de error que menoscaba la

credibilidad del periodista. Una historia precisa

relata el panorama completo, no sólo uno u otro

lado de la cuestión. Eso no quiere decir que en un

solo texto haya que incluir todos los pormenores

de un tema, sino que el reportero nunca debe

omitir información clave cuya ausencia pueda

deformar el signifi cado de la historia. Por ejemplo,

si escribe que una nueva prueba sí permite

la detección correcta del cáncer bucal, está

implicando que la prueba anterior no era digna de

confi anza. Si la nueva prueba sólo es más rápida, el

reportero debe decirlo así. Hablaremos con mayor

detalle sobre la precisión en el capítulo 4, “Edición

de la historia”.

Introducción

El inicio de una historia de noticias se conoce

como la introducción (lead). Su propósito

es captar la atención del lector, el escucha

o el espectador para que se interese por la

noticia. Hay dos tipos básicos de introducción:

la dura y la blanda. La dura resume los hechos

esenciales de la historia, es decir, las seis preguntas

analizadas en el capítulo 2, mientras que la blanda

prepara el escenario o presenta un personaje. Otra

forma de examinar la diferencia entre estos tipos

de introducción consiste en considerar la de tipo

duro como la respuesta a la pregunta “¿cuál es

la noticia?” y pensar que la blanda responde a la

pregunta “¿cuál es la historia?”.

Cualquiera de esos tipos de introducción se

puede usar con una historia de noticias dura. Por

ejemplo, la historia de la elección de un nuevo

primer ministro se podría escribir en diversas

formas. Una introducción dura sería tal vez la

siguiente:

El ex dirigente rebelde Joshua Smith fue

elegido primer ministro esta noche al obte-

ner más del 80 por ciento de los votos en la

primera elección democrática del país

desde 1993.

Una introducción blanda sería una aproximación

diferente:

Joshua Smith era un niño que creció en

Youngtown y tenía grandes sueños. Siempre

pequeño para su edad, dice que sus

compañeros más corpulentos lo molestaban

en la escuela. Cuando le dijo a su maestra de

enseñanza elemental que un día él sería primer

ministro, ella rió.

Ahora nadie ríe. Smith ganó la elección

ayer con más del 80 por ciento de los votos,

llegando a ser así el primer dirigente electo

democráticamente en el país desde 1993.

Como usted habrá notado, la introducción

dura tiende a ser más corta que la blanda; a

menudo es sólo una frase. Pero aunque la blanda

puede ser más larga, cada uno de sus enunciados

L a s n o t i c i a s b i e n

r e d a c t a d a s s o n

c o n c i s a s , c l a r a s

y p r e c i s a s .

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apoya el argumento principal de la historia. Y en

ambos tipos se incluyen los elementos de ésta que

tienen mayor valor como noticia.

La elección del tipo adecuado de introducción

depende de muchos factores, como la importancia

de la historia y lo oportuna que ésta sea, y también

del tipo de organización de noticias, publicación

o medio electrónico que la difunda. Los servicios

cablegráfi cos, los portales de noticias en línea y los

noticiarios de radio que se basan en la inmediatez

usan de ordinario introducciones duras. Los

programas o revistas semanales de noticias

tienden más a usar introducciones blandas porque

suponen que la mayor parte de la audiencia ya está

enterada de los hechos esenciales de la historia.

El tipo más común de introducción blanda es

la de carácter anecdótico, como el ejemplo anterior

sobre la historia del primer ministro. Una anécdota

es, por defi nición, un cuento corto; cuando se

usa como introducción, ilustra o anuncia toda la

historia. Si el tema se refi ere a una tendencia social,

puede empezar con varias anécdotas o ejemplos

conexos. En raras ocasiones, una cita o una

pregunta puede ser la mejor forma de iniciar una

historia. Todas estas introducciones pueden ser

descritas también como de tipo “aplazado” porque

el lector tiene que esperar varias frases para saber

de qué tratará la historia.

Estruc tura de la historia

Todas las historias tienen una estructura,

del mismo modo que las personas tienen

columna vertebral ¡o por lo menos deberían

tenerla! Sin estructura, la historia sería un

amasijo de datos carentes de un soporte que los

mantuviera unidos. La estructura es esencial para

que la historia sea comprensible y signifi cativa,

pero no todas las historias tienen que ser

estructuradas de la misma manera. El buen escritor

elige la forma más apropiada para la historia que

desea contar.

La pirámide invertidaMuchas historias de noticias empiezan

con la información más valiosa, siguiendo

una estructura tradicional desarrollada hace

más de 100 años. Esa forma, conocida como la

“pirámide invertida”, coloca en la parte superior

la información más importante, seguida del

resto de la información en orden descendente

de importancia. Esta forma es útil si se trata de

noticias importantes o sensacionales, cuando

lo esencial es que sean oportunas. Si usted es la

primera persona que informará sobre un hecho

signifi cativo, desde el principio de su historia

deseará contar a la audiencia lo que pasó. Por

ejemplo, el reportaje de una enorme tormenta

podría comenzar con el recuento de los muertos

y la ubicación de los daños más intensos. Los

escritores que se resisten a usar esta estructura

cuando se requiere de ella pueden ser acusados

de “ocultar la introducción”, lo cual hace que a la

audiencia le sea más dif ícil captar la importancia

de la historia.

En la estructura de pirámide invertida,

la información que se presenta después de

la introducción amplía o desarrolla el punto

presentado en ésta. En el caso del reportaje sobre

la tormenta, el autor podría describir la escena de

la peor devastación y luego citar el comentario

de algún sobreviviente o de un trabajador de

emergencia. En párrafos de apoyo desarrollaría

el tema y daría los detalles y los antecedentes

de la tormenta. En una historia más larga, el

reportero podría incluir información secundaria

relacionada con el tema principal, aunque no

en forma directa. Por ejemplo, la historia de la

tormenta podría incluir información sobre el tipo

de ayuda internacional recibida y las necesidades

de los sobrevivientes, tanto inmediatas como a

largo plazo. La popularidad de esta estructura se

debe, en parte, a que los editores pueden hacer

recortes de abajo hacia arriba para

ahorrar espacio y tiempo sin temor

de suprimir información vital.

El reloj de arenaUna forma modifi cada de la pirámide

invertida se conoce como la estructura

de “reloj de arena”. Igual que la anterior, comienza

con la información más importante, pero después

de unos cuantos párrafos da un viraje y se

convierte en una narración, casi siempre en orden

cronológico. Si seguimos con el ejemplo del caso

de la tormenta devastadora, el reportero podría

comenzar con una introducción dura, continuar

con unos cuantos párrafos de apoyo y luego narrar

la historia de la tormenta tal como la vio un testigo

sobreviviente. Este tipo de formato requiere de

una transición clara entre la sección de apertura y

la narración. Para iniciar la mitad inferior de una

historia en forma de reloj de arena, el reportero

podría escribir algo así como: “El granjero Iqbal

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27

Khan estaba en su establo cuando el viento

arreció...”. Algunas historias se escriben de manera

estrictamente cronológica, pero esa estructura

se usa más a menudo en los artículos de interés

general.

El diamanteOtra forma que pueden tener las

historias es la estructura de “diamante”.

El reportero que usa esa estructura

empieza con una anécdota en la que

presenta un personaje cuya experiencia ilustra el

tema de la historia. A continuación, ese pequeño

relato se amplía para presentar su signifi cación

más amplia. Hacia el fi nal, el reportero regresa a la

historia del personaje inicial como una forma de

concluir la narración.

Los reporteros que recurren a esta estructura

usan a menudo un recurso conocido como

párrafo “nuez” (o gráfi ca nuez) para explicar por

qué es importante la historia. La palabra nuez

simboliza el centro duro de la historia. Jack Hart,

director administrativo del periódico Oregonian

de Portland dice que las gráfi cas nuez “pueden

responder todas las preguntas planteadas en la

introducción, explican por qué es importante la

historia y la colocan en un contexto signifi cativo”.

La gráfi ca nuez tiene que presentarse bastante

pronto en la historia, para aclarar al lector por qué

vale la pena que siga leyendo.

La forma de diamante se usa a menudo

en noticias por televisión y en reportajes de

periódicos. Por ejemplo, un reportero podría

iniciar una historia sobre un nuevo tratamiento

contra el sida, presentando a un paciente que

necesita dicha terapia, describiendo después el

fármaco experimental y la forma como actúa, y

concluyendo con la noticia de que los médicos

le pronostican a ese paciente un tiempo de vida

limitado si el nuevo tratamiento no resulta efi caz.

Cualquiera que sea la forma elegida, la parte media

de la historia debe mantener a la audiencia alerta

e interesada. El director de una revista dijo en una

ocasión que un texto bien redactado hace que el

lector esté ansioso de saber qué pasará después.

Final

A menos que usted use el estilo tradicional

de pirámide invertida y suponga que el

fi nal de su historia será recortado por un

editor, es conveniente que cuando empiece

a escribir ya tenga idea del fi nal, del mismo modo

que es útil saber cuál será el lugar de destino

cuando se emprende un viaje. Esto cobra especial

importancia en las noticias para los medios

electrónicos por la forma en que se presentan.

A diferencia de las noticias impresas o en línea,

las que se transmiten por medios electrónicos

son lineales –la audiencia no puede elegir el

orden en que recibirá la información– y varias

investigaciones han revelado que el espectador y el

escucha tienden a recordar mejor lo que se dice al

fi nal. Por esa razón, muchas historias transmitidas

por medios electrónicos terminan con un resumen

fi nal que refuerza el argumento principal.

El fi nal es a menudo un eco del inicio porque

en aquél se habla de nuevo del lugar o el personaje

más importante. En una narración cronológica, el

fi nal es lo que ocurre en último término. Si en la

historia se ha expuesto un problema, el fi nal debe

proponer una solución. Con frecuencia el fi nal se

proyecta al futuro, a lo que podría pasar después.

En forma ocasional, la historia puede concluir con

una cita vigorosa o un audio. Sin embargo, esto

rara vez se justifi ca y sólo debe usarse cuando la

cita es tan poderosa que si se presentara cualquier

otra cosa en su lugar la audiencia se sentiría

decepcionada.

Atribución

Una diferencia clave entre una historia de

noticias y un editorial o una columna

de opinión es el uso de la atribución.

La atribución responde a la pregunta

“¿quién lo dice?”. En ella se identifi ca la fuente

de la información presentada, sobre todo si las

declaraciones son controvertidas o la información

es cuestionable.

La atribución puede ser explícita o implícita.

He aquí un ejemplo de atribución explícita o

directa: “El hombre fue arrestado y acusado de

homicidio, dijo el sargento de policía Antonio

Costa”. Si la frase fuera reescrita para presentar

una atribución implícita o indirecta, quedaría algo

así: “La policía arrestó al hombre y lo acusó de

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homicidio”. En los dos casos, la audiencia puede

saber que la fuente de la información es la policía.

Uno de los principales propósitos de la

información sobre atribuciones, en la mayoría

de las historias de noticias, es que los lectores,

escuchas y espectadores puedan decidir por sí

mismos si las creerán o no. Por ejemplo, el informe

de que Corea del Norte ha decidido suspender

su programa nuclear podría ser considerado más

o menos creíble por algunas audiencias según a

quién se atribuyera la declaración: a un funcionario

chino visitante o a un equipo internacional de

científi cos.

Otra razón para usar atribuciones es asignar la

responsabilidad de una declaración controvertida

a quien corresponda, aclarando que esa persona

fue quien lo dijo, no el reportero ni la organización

de noticias. Esto no implica inmunidad contra

demandas judiciales, ya que la protección legal

varía de un país a otro. No obstante, una buena

práctica periodística es aclarar quién hace las

afi rmaciones o asume una posición en particular.

Sin embargo, no toda la información que

se presenta en una historia de noticias necesita

una atribución. Si se nombrara la fuente de cada

elemento de información, las historias serían

casi incomprensibles. La información que un

reportero observa directamente puede exponerla

sin atribución alguna. Tampoco los hechos

indiscutibles o ya aceptados necesitan atribución.

Por ejemplo, para decir que un equipo de fútbol

ganó un partido, el reportero no necesita atribuir

su afi rmación pues el resultado fi nal no está en

duda. En cambio, la noticia de que un candidato

ganó un debate político debe tener atribución pues

de lo contrario el periodista cruzaría el límite entre

informar los hechos y dar su opinión.

Citas y audios

Las historias de noticias son relatadas

en primer término con las palabras del

reportero, pero la mayoría de las veces

incluyen también lo que dicen otras

personas, ya sea en citas o en audios. Si se usan

con efi cacia, las citas dan más fuerza a las historias

pues permiten compartir la experiencia directa de

uno de los involucrados. Si se incluye una cita casi

al principio de la historia, ésta puede resultar más

interesante para la audiencia porque las citas crean

un vínculo personal con el relato.

Por defi nición, toda cita debe tener atribución

para que la audiencia sepa quién lo dijo. Las citas

directas consisten por lo menos en una frase y

son las palabras textuales de la persona. Se usan

cuando la mayor parte de lo que alguien dijo

merece ser repetido. Las citas parciales, que vemos

sobre todo en la prensa escrita, pueden consistir

en una sola palabra o frase de esa persona y se usan

cuando la declaración completa puede resultar

confusa o es demasiado larga. El reportero tiene

obligación de colocar las citas parciales en su

contexto para no alterar el signifi cado de lo que la

persona dijo. Por ejemplo, cuando el presidente

de Francia Jacques Chirac habló ante su país

después de varias semanas de descontento social,

dijo: “No podremos construir algo duradero si no

combatimos la discriminación, que es un veneno

para la sociedad”. Algunos reporteros usaron esa

cita completa y directa en sus historias, pero en el

periódico Guardian de Londres, sólo una palabra

de la cita fue incluida en el párrafo de introducción:

“Jacques Chirac ... exhortó a la gente a combatir el

‘veneno’ de la discriminación racial”.

Nunca vale la pena citar todo lo que se

dice en una entrevista, pero ¿cómo seleccionar

lo que conviene citar directamente? La regla

básica es sencilla: no use una cita directa o un

audio para expresar algo si usted lo puede decir

mejor. Demasiadas historias de noticias están

repletas de citas que no pasarían esta prueba,

aunque vengan de labios de funcionarios. Evite

las citas que sólo mencionan hechos, sobre todo

en lenguaje burocrático. ¿Quién necesita oír al

alcalde decir: “Esperamos tener una decisión la

semana próxima sobre los planes de contingencia

para la distribución de fondos municipales a los

benefi ciarios de bajos ingresos”? Es mucho mejor

hacer una paráfrasis de esa información, es decir,

que el reportero la reescriba en lenguaje claro y

conciso. En este caso, podría escribir: “Falta una

semana, por lo menos, para que la gente reciba

dinero del municipio, según dijo el alcalde”.

Las mejores citas son subjetivas y agregan

agudeza y perspectiva a las historias; se expresan

en lenguaje llamativo y refl ejan una experiencia

personal o los conocimientos de un experto.

Además tienen pasión, agrega el reportero

investigador de televisión Tony Kovaleski.

“Durante las entrevistas, trate de captar la pasión”,

aconseja. “Y asegúrese de no omitir ésta cuando las

escriba”. Una buena regla práctica es usar citas que

tengan autenticidad, que no parezcan sacadas de

un guión.

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Una vez que haya escogido las mejores citas,

construya su historia en torno a ellas. Pero el

reportero Bob Dotson, de la cadena de televisión

estadounidense NBC, advierte: “No use los audios

como sustituto de una narrativa efi caz para contar

la historia”. Los reporteros que se contentan con

unir cadenas de citas o audios usan de hecho el

recurso del perezoso.

Números

En una ocasión, una maestra de periodismo

describió a sus estudiantes como “esas

buenas personas que odian las matemáticas”.

La mayoría de los periodistas nunca llegarán

a amar las matemáticas, pero las necesitan y

deben conocer su utilidad. Los datos numéricos

pueden parecer sólidos y factuales, pero no son

infalibles. Es necesario que el periodista sepa

manejar los números para distinguir la diferencia

entre las cifras sin sentido y las que son útiles,

pues de lo contrario se arriesga a escribir historias

desorientadoras y confusas, en el mejor de los

casos, y de plano erróneas en el peor.

El periodista requiere de cierta intuición

matemática para detectar los casos en que las cifras

que examina no tienen sentido. Debe conocer

los mecanismos de algunos procesos numéricos

para captar el signifi cado de las cifras y los datos.

Necesita conceptos matemáticos para entender

las fi nanzas de la banca y las empresas, y distinguir

los momentos de quiebra y de auge. En términos

sencillos, el periodista necesita habilidades

matemáticas para entender los números, así como

requiere de destrezas lingüísticas para entender las

palabras.

El periodista competente tiene capacidad

y cuidado en materia de números. Detecta

con rapidez una cifra improbable y tiene

conocimientos prácticos básicos de aritmética

y estadística para confi rmar sus sospechas. Sabe

calcular porcentajes, razones, tasas de cambio y

otras relaciones entre números, que son mucho

más elocuentes que los datos escuetos. Así, puede

y debe traducir las cifras en expresiones que los

lectores y los espectadores entiendan con facilidad.

En el mundo tan técnico de hoy, los periodistas

que manejan bien los números son más

importantes que nunca. Esos son los escritores y

editores capaces de evaluar y explicar los adelantos

científi cos, médicos, tecnológicos y económicos;

ellos saben intuir nuevas historias en las bases

de datos, analizando los números por su cuenta

sin esperar que alguien con intereses creados los

interprete.

Una vez que los números han sido

comprobados varias veces, el reportero tiene que

decidir cómo los usará en su historia. La regla

práctica es: mientras menos números use, tanto

mejor. Los números deben redondearse en aras de

la sencillez y ubicarse en su contexto para mayor

claridad. “Un número tiene poco signifi cado por

sí mismo”, dice Paul Hemp, autor de Ten Practical

Tips for Business and Economic Reporting

in Developing Economies. “Su verdadero

sentido proviene de su valor relativo”. Así, en una

historia acerca de un aumento en los gastos para

educación, el periodista puede traducir las cifras

crudas en la suma adicional que se gastará en

cada niño. Y en una historia sobre el número de

personas que mueren de cáncer pulmonar cada

año, podría decir que es equivalente al número de

pasajeros que morirían si todos los días se estrellara

un jumbo jet.

Los periodistas que no aprenden matemáticas

carecen de una habilidad básica necesaria

para descifrar gran parte de la información del

mundo que los rodea, como las estadísticas de

criminalidad, las normas sobre contaminación y las

cifras sobre desempleo. Sin destrezas matemáticas

apropiadas para su ofi cio, el periodista se condena

a quedarse corto en su búsqueda de precisión.

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4 E D I C I Ó N D E L A H I S TO R I A

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esta mañana, temprano, después de una tele-

conferencia en la cual participaron los altos

gerentes de noticias. Los reporteros que todavía

no tienen asignación “lanzan” sus ideas en la

reunión sobre posibles historias, deseando que

los jefes las aprueben para presentarlas en el

noticiario de esta noche o en el periódico de

mañana. El director de asignaciones repasa

una lista de eventos programados que pueden

o no justifi car la cobertura. Una vez que las

decisiones han sido tomadas, los jefes elaboran

un “presupuesto”, es decir, la lista de las historias

que desean tener disponibles pronto para su

publicación o difusión.

Quizá piense usted que a partir de ese

momento los jefes pueden sentarse a descansar,

pero de hecho ninguna decisión que se toma en

una sala de redacción tiene carácter defi nitivo.

Los cambios de planes son casi inevitables. Surgen

noticias que no estaban previstas y se suprimen

algunas historias que no resultaron como se

esperaba. Otras requieren más información y no

es posible completarlas el mismo día. Decidir qué

publicar, qué suprimir y qué dejar en reserva es

la tarea de los jefes de información, los editores

y los productores. Ellos escogen y modifi can las

historias del día de acuerdo con su importancia e

interés, los nuevos acontecimientos y el tiempo o

espacio disponible.

Pero el trabajo del editor no concluye ahí.

Antes que el periódico vaya a prensas o la

transmisión salga al aire, los editores tienen otro

papel crítico que desempeñar. Su tarea consiste

en confi rmar que las historias que se ofrezcan al

público estén bien escritas y presentadas, y que

sean precisas, completas e imparciales.

En la mayoría de las salas de redacción hay

varios editores. Ninguna persona podría manejar

por sí sola el volumen de historias que la mayoría

de las organizaciones de noticias producen cada

día. En las grandes salas de redacción puede

haber varios niveles de editores que al fi nal rinden

cuentas a la persona que está a cargo de la división

de noticias, el editor principal del periódico o el

director de noticias de la estación. Como veremos,

el trabajo del editor requiere diversas habilidades,

un alto grado de conocimientos lingüísticos y la

capacidad de manejar una agenda cambiante y

trabajar sin tregua bajo presión.

Puestos de trabajo

en un periódico

El periódico diario típico tiene un personal de

reporteros que cubren una amplia gama de

noticias. La mayor parte de los reporteros

de un periódico local suelen trabajar

en la “sección de la ciudad” (city desk) o en la

“metropolitana” (metro desk) y cubren las historias

de la comunidad atendida por el periódico. Los

grandes diarios que circulan en todo el país tienen

también una sección nacional (national desk) y

una internacional o del exterior (foreign desk), con

reporteros emplazados en la capital de la nación

y en otros países. Algunos reporteros trabajan

para secciones especializadas del periódico y

cubren deportes, negocios o artículos de interés

general. Cada una de esas ofi cinas o secciones está

encabezada por un editor que supervisa el trabajo

de los reporteros y puede tener uno o varios

subeditores.

Los editores de prensa asignan las historias,

editan el texto escrito o “copia” y supervisan

el diseño y distribución de las páginas. En la

mayoría de los grandes periódicos, los editores

se especializan en alguna de esas tareas, pero en

los más pequeños una sola persona se encarga

S o n l a s n u e ve d e l a m a ñ a n a y l a j u nt a e d i to r i a l co m i e n z a e n l a

s a l a d e re d a cc i ó n co n u n a n á l i s i s d e l a s h i s to r i a s e n l a s q u e to d o s

t ra b a j a rá n h oy. A l g u n o s re p o r te ro s y f o tó g ra f o s ya re c i b i e ro n s u s

a s i g n a c i o n e s y p a r t i e ro n p a ra c u b r i r l a s n o t i c i a s d e l d í a . Va r i o s d e

e l l o s re c i b i e ro n s u s a s i g n a c i o n e s a n o c h e ; o t ro s f u e ro n e nv i a d o s

06-0774 JournHndbk_SPA.indd 3106-0774 JournHndbk_SPA.indd 31 12/20/06 7:57:19 AM12/20/06 7:57:19 AM

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de todo. Además, los periódicos pueden tener

un editor de fotograf ía que supervisa al personal

de fotógrafos, además de un editor gráfi co que

supervisa el trabajo de artistas que elaboran mapas,

cuadros y demás material gráfi co informativo.

Los periódicos grandes tienen también un equipo

de investigadores que ayudan a los reporteros a

investigar los antecedentes de sus historias y tienen

una biblioteca o “morgue” de materiales publicados

por el mismo periódico.

Puestos en los medios

elec trónicos

Las salas de redacción de radio y TV no están

tan organizadas como las de los periódicos.

La mayoría de los reporteros de noticiarios

no se especializan en un tipo de reportaje

en particular; en cambio, pueden ser asignados

a transmisiones específi cas de noticias, como el

primer noticiario de la mañana o el último de la

noche. Cada una de esas emisiones es conjuntada

por un productor, el cual decide qué historias

transmitirá, con qué duración y en qué orden. En

las salas de redacción más grandes, un productor

ejecutivo supervisa el trabajo de los productores.

Además de reporteros, las salas de redacción

de los medios electrónicos tienen presentadores

o “anclas” que trabajan frente a las cámaras y

presentan las historias que los reporteros han

cubierto en esa fecha. Los presentadores de radio

y televisión suelen fi gurar en más de un noticiario

al día.

En una sala de redacción de televisión, el

título de editor se confi ere a veces a la persona

que está a cargo de la producción técnica de las

noticias, quien conjunta los materiales de vídeo

y sonido para preparar el producto terminado

que sale al aire. En muchas salas de redacción, el

fotoperiodista que fi lma el vídeo se encarga de la

edición del mismo a partir de un guión escrito y

narrado por el reportero.

El papel del editor

La oferta de trabajo publicada en fecha

reciente para ocupar una plaza de editor

en un pequeño periódico decía: “Se busca

una persona que tenga mucha destreza en

redacción, edición y maquetación (layout). ... Se

requiere precisión, responsabilidad, capacidad de

trabajar bien en equipo y poseer aptitudes para

la supervisión”. Una estación de televisión grande

que buscaba un nuevo productor requería “juicio

experto en materia de noticias, ... y habilidades

superiores de redacción. ... Debe tener habilidades

de dirección, capacidad para atender múltiples

tareas y buenas dotes de organización”.

Por lo visto, los editores tienen que ser

periodistas competentes y líderes en la sala de

redacción. Se involucran en el proceso noticioso

de principio a fi n. Los editores deben tener buen

juicio en materia de noticias porque actúan

como gerentes de asignaciones, responsables de

decidir qué historias serán cubiertas y quién se

encargará de hacerlo. Deben ser buenos escritores

para ayudar a dar forma a la historia a medida

que se desarrolla, discutirla con los reporteros de

la fuente y decidir adónde conviene enviar más

personal para cubrir otros ángulos. Los editores

participan directamente en las decisiones sobre la

presentación de la historia, escriben o seleccionan

los titulares, los pies, las fotos y las ilustraciones.

Además deben guiar y motivar a los empleados

que están a su cargo.

Los editores y los productores trabajan de

cerca con los reporteros para discutir y revisar

las historias. Los editores de periódicos revisan

los textos, eligen ilustraciones –ya sea gráfi cos o

fotos– y deciden la distribución de la historia en

la página y su titular. En la mayoría de las salas

de redacción de los medios electrónicos, los

reporteros no graban sus guiones ni arman sus

historias sino hasta que un productor aprueba

el contenido. Los productores deciden también

en qué orden se presentarán las historias en el

noticiario y la cantidad de tiempo que se dedicará

a cada una.

L o s e d i t o r e s t i e n e n

q u e s e r p e r i o d i s t a s

c o m p e t e n t e s y

l í d e r e s e n l a s a l a

d e r e d a c c i ó n .

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Revis ión de tex tos

El editor es el segundo par de ojos que busca

errores en una historia. Conviene subrayar

que se trata del segundo par de ojos. Es

así porque los reporteros siempre deben

verifi car la corrección de sus textos antes de

presentarlos a un editor. El primer borrador es

un buen principio, pero sólo eso. Todo escritor

debe dedicar tiempo a la revisión de sus propios

textos. Por defi nición, la buena redacción requiere

reescribir algunas cosas.

La revisión gramatical es el primer nivel de la

corrección de textos. Los editores buscan errores

gramaticales y de uso de términos, así como

faltas de ortograf ía. Prestan especial atención a

la concordancia, tanto entre sujeto y verbo como

entre sujeto y pronombre. El editor se asegura

de que todas las cifras incluidas en la historia

sean correctas: direcciones, números telefónicos,

edades, fechas y referencias de tiempo. Repasa

los cálculos que el reportero ha realizado, para

asegurarse de que las cuentas estén bien; confi rma

que el reportero haya anotado el título apropiado

de cada una de las personas citadas y revisa el uso

de las atribuciones en toda la historia.

Los editores buscan también con cuidado

cualquier error en materia de hechos o de

imparcialidad. Un editor cuidadoso lee los

reportajes con sentido crítico, teniendo presentes

estas preguntas:

• ¿Cómo se enteró el reportero de estos hechos?

• ¿Por qué le debe creer la audiencia?

• ¿Está bien fundamentado el argumento principal

de la historia?

• ¿Son precisas las citas y captan lo que esa

persona quiso decir en verdad?

• ¿Están representados todos los bandos?

• ¿Falta algo?

• ¿Es una historia imparcial?

Los editores prestan también atención a

cuestiones de buen gusto y lenguaje, las cuales

dependen de la cultura local. (Hablaremos más de

esto en el capítulo 7, “La ética y la ley”.) Tanto los

editores como los reporteros deben leer los textos

en voz alta –sobre todo en la sala de redacción

de los medios electrónicos–, para detectar si hay

frases demasiado largas, redundancias, expresiones

torpes y casos de doble sentido. En muchas salas de

redacción, el editor tiene autoridad para cambiar

el texto del reportero y corregir errores básicos de

esa índole sin consultarlo con él.

Sin embargo, los editores no son sólo

correctores de pruebas, sino periodistas en el

más amplio sentido de la palabra. La mayoría de

los editores y productores tienen experiencia o

capacitación como reporteros. Por eso al leer las

historias de los reporteros buscan mucho más que

la corrección elemental: desean saber si la historia

será comprensible para alguien que carezca de

conocimientos sobre la materia. Tienen muy

presente la necesidad de que las historias sean

atractivas e interesantes.

Si una historia es defi ciente, el editor o

productor debe ser capaz de trabajar con el

reportero para mejorar el producto fi nal. Ahí es

donde entran en juego sus habilidades de líder,

pues aplica un procedimiento que se conoce

de ordinario como “orientación del asesor”

(coaching).

Asesoría

La asesoría es un medio por el cual los editores

ayudan al reportero a resolver en forma

independiente los problemas que plantea

la historia. Así se evita el resentimiento

que el reportero siente a menudo cuando un

editor resuelve las defi ciencias reescribiendo sus

textos. Además, eso permite que el reportero

aprenda a trabajar mejor, en lugar de repetir los

mismos errores y dejar que el editor se encargue

de corregirlos. “Un buen editor asesora a sus

reporteros hablando con ellos mientras hacen su

reportaje y lo redactan”, dice Joyce Bazira, editora

de noticias en el periódico Alasiri de Tanzania.

“Por medio de esta asesoría, los escritores también

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34

pueden... exponer los problemas que encuentran

en el cumplimiento de sus asignaciones y el editor

trata de resolverlos”.

Algunas de las destrezas necesarias para

impartir esa asesoría son las mismas que

distinguen a un buen periodista: saber escuchar

con atención y hacer preguntas acertadas. La

asesoría funciona porque el reportero casi siempre

conoce los problemas que encuentra al escribir una

historia, aunque no sepa la forma de resolverlos.

El trabajo del asesor consiste en hacer preguntas,

escuchar y ayudar al reportero a mejorar en

su trabajo. Esto es muy distinto del papel de

“enmendador” que algunos editores desempeñan:

ASESOR ENMENDADORAyuda al escritor; Enmienda la historia;

Ayuda a lo largo de Corrige en el último;

todo el proceso; momento

Desarrolla la habilidad Debilita al escritor

del escritor;

Se apoya en los puntos Expone las debilidades;

fuertes;

Fomenta la independencia; Crea resentimiento;

Comparte el control Asume el control.

Muchos editores se niegan a asesorar a los

reporteros porque piensan que eso les quita

mucho tiempo y creen que es más rápido hacer

los cambios ellos mismos. Cuando se acerca la

fecha límite, la asesoría puede ser impráctica.

El periódico debe entrar en prensa a tiempo, el

noticiario debe salir al aire y es menester corregir

los errores. Pero en las salas de redacción que

aplican la asesoría, los editores no esperan hasta

el último minuto para revisar los textos de los

reporteros. Trabajando con ellos durante todo el

proceso, los editores les ayudan a producir mejores

historias y la revisión requiere menos tiempo al

fi nal.

El periodista Rodrick Mukumbira de

Botswana, que hoy escribe en el Ngami Times,

dice que la asesoría es un aspecto fundamental de

su labor como editor de noticias. “No es correcto

que el editor asigne el trabajo a un reportero

y corrija los errores en el escrito fi nal”, dice

Mukumbira. “Él debe intervenir en el proceso de

elaboración del reportaje desde que el reportero

está lidiando con la introducción; así se ahorra

tiempo en la revisión del artículo fi nal”.

Un editor asesor habla primero con los

reporteros antes que salgan de la sala de redacción,

luego cuando éstos lo llaman desde el lugar de

los hechos y también cuanto regresan, antes

que empiecen a escribir. El editor asesor hace

preguntas sencillas, como las siguientes, que pue-

den ayudar al reportero a enfocar bien la historia:

• ¿Qué sucedió?

• ¿De qué trata en realidad su historia?

• ¿Qué necesita saber la audiencia?

• ¿Cómo se puede contar esto con claridad?

• ¿Qué opina usted de la historia hasta este

momento?

• ¿Qué parte requiere más elaboración?

• ¿Qué necesita hacer a continuación?

• ¿Cómo le puedo ayudar?

Los editores que brindan asesoría buscan

siempre algo que elogiar y alentar en todas las

historias y cuando señalan problemas, citan sólo

unos cuantos a la vez. Jill Geisler del Poynter

Institute dice que al dar asesorías se sienta sobre

sus manos. Como asesora, no desea tocar el texto

del reportero, sino dejar que éste hable de la

historia para que ella escuche si tiene la sufi ciente

claridad y plantee las preguntas que el escritor

habrá de responder.

La asesoría crea así un periodismo más agudo

y una sala de redacción más humana. Hace del

diálogo una recompensa, no un castigo. Y como la

gente tiende a recordar lo que practica, la asesoría

ayuda a fi n de cuentas a que los periodistas hagan

mejor su trabajo.

Titulares, pies de foto y

resúmenes

Además de revisar las historias de los

reporteros, los editores son responsables

del material adicional que acompaña a las

historias. En los periódicos y en las salas de

redacción en línea, los editores escriben titulares

(cabezas) para las historias y pies para las fotos. El

titular es a la vez un resumen y un anuncio; da a la

audiencia una idea rápida del tema de la historia y

le dice al lector por qué será interesante leer todo el

texto. El pie es más bien una etiqueta que le indica

al lector lo que se muestra en una foto o gráfi ca. En

la sala de redacción de las estaciones de radio y TV,

los productores pueden escribir cabezas y también

lo que se conoce como resúmenes (teases), es

decir, breves descripciones de las historia cuyo

propósito es hacer que el espectador o el escucha

desee permanecer en sintonía para enterarse de

todo el reportaje.

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Las cabezas, por defi nición, son breves y

atractivas. Los titulares impresos resumen la

historia, captan la atención del lector, ayudan a

organizar las noticias en la página impresa y, por

medio de distintos tamaños de letra, indican la

importancia relativa de cada historia. Al escribir

una cabeza, los editores no se limitan a resumir

el párrafo de entrada en unas cuantas palabras: el

buen editor intenta captar en los titulares el punto

medular de la historia; por eso debe entender ésta

a fondo antes de redactar la cabeza. Él tiene que

leer la historia de principio a fi n y examinar las

fotos y todo el material gráfi co que la acompañará.

Si el argumento principal no es obvio, el editor

debe consultar con el reportero, en lugar de tratar

de adivinar y arriesgarse a imprimir un titular

desorientador o erróneo. Por otra parte, si el editor

encuentra confusa la historia, eso indica que ésta

tal vez requiere mayor elaboración.

En los titulares se debe emplear un lenguaje

simple y directo. Use nombres propios y el

tiempo presente. En general, es aceptable no usar

conjunciones, los artículos como “el” y suprimir

verbos copulativos como “ser” o “estar”. Una

historia que narra el arresto de una mujer y su

novio por haber cometido una serie de asaltos

bancarios podría tener este titular: “Novios

Ladrones Detenidos”. Conviene tratar de evitar los

verbos que los editores llaman “falsos titulares” y

que atraen a los autores de cabezas sólo porque son

breves. Verbos como “otear”, “osar” y “urdir” casi

nunca se usan en la conversación, por lo cual no

deben aparecer en los titulares.

El titular debe ir de acuerdo con la tónica de la

historia. Las noticias duras requieren un resumen

directo, como este titular del periódico Th e

Zimbabwe Independent: “Contrabando Merma

Producción de Oro en Zimbabwe”. Este titular se

asegura de que el lector sepa con precisión el tema

de la historia. Por otra parte, los titulares de interés

general pueden apenas sugerir el contenido de la

historia, ya que su propósito básico es despertar la

curiosidad del lector. Por ejemplo, el Buenos Aires

Herald de Argentina usó este titular para la reseña

de una nueva grabación: “Madonna Insolente

Retrocede en el Tiempo”.

Como el espacio para titulares es limitado,

los editores de periódicos los redactan como si

se tratara de un rompecabezas. El corrector de

un periódico estadounidense –el Newark Star-

Ledger– Joel Pisetzner, dice: “Reúno las palabras

como si armara el mensaje de un secuestrador. Las

revuelvo una y otra vez, las mezclo y las acoplo”.

Aunque esto puede ser divertido, los editores

dicen que es importante pensar siempre en el

lector, evitar las expresiones trilladas o demasiado

frecuentes y tener el mayor cuidado con los giros

grotescos o de doble sentido. Los titulares que se

esfuerzan demasiado por ser graciosos, ingeniosos

o atractivos suelen fracasar; lo principal es que

sean precisos y francos, no engañosos. Lo que dice

el titular debe aparecer en la historia. Nada molesta

más a un lector que una historia donde no se le da

lo que los titulares prometían.

En forma muy similar a los titulares, el resumen

preliminar de cada nota en los noticiarios tiene

la fi nalidad de atraer la atención del espectador

hacia el resto de la historia. Esos resúmenes deben

someterse a muchas de las mismas reglas que los

titulares. Es preciso que el productor vea toda la

historia y hable con el reportero antes de escribir el

resumen. Lo trillado y lo demasiado ingenioso no

funcionan en esos resúmenes, lo mismo que en los

titulares. Además, el resumen no debe prometer

demasiado ni exagerar sobre el contenido de la

historia a la cual precede.

A diferencia de los titulares de un periódico,

el resumen en un noticiario contiene oraciones

completas y debe sostenerse por sí solo, pues

estará separado de la historia por otras noticias

o por mensajes comerciales intermedios. El

resumen no sintetiza de ordinario la historia como

lo hacen los titulares, pues su propósito es hacer

que el espectador se interese y desee seguir en

sintonía para enterarse de lo demás. En realidad,

los productores escriben esos resúmenes dejando

ciertas preguntas sin responder, o bien, crean

expectación prometiendo al espectador algo

bueno si no cambia de canal.

Para ilustrar la diferencia, considere el resumen

inicial de esta historia tomada del periódico

estadounidense Los Angeles Times enviada

desde Ammán, Jordania: “Una mujer iraquí se

presentó en la televisión estatal de Jordania el

domingo y confesó que es el cuarto miembro

del equipo de terroristas suicidas de Al-Qaida

que atacó tres hoteles de la localidad la semana

L a s c a b e z a s , p o r

d e f i n i c i ó n , s o n

b r e v e s y a t r a c t i v a s .

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pasada, matando a 57 personas”. Los titulares de

esta historia en el periódico fueron: “Mujer Iraquí

Confi esa Serena que Intentó Destruir Hotel”. En

cambio, el resumen inicial de la misma historia en

el noticiero vespertino de NBC por televisión fue:

“¿Quién es ella? ¿Y por qué accedió a ser el cuarto

de los terroristas suicidas que atentaron contra

un hotel en Jordania? Vea los detalles esta noche”.

El resumen inicial por televisión no habló de la

confesión de la mujer, pero prometió responder las

preguntas del espectador acerca del papel que ella

desempeñó.

Los pies de fotograf ía tienen también un

propósito diferente que los titulares. En lugar de

resumir el contenido como lo hacen aquéllos,

los pies ayudan al lector a apreciar la ilustración

correspondiente. En conjunto, la foto y su pie

forman una pequeña historia que el lector

puede entender sin tener que leer el texto al cual

acompañan.

Los pies deben identifi car con claridad a las

principales personas que aparecen en las fotos. Si

en éstas fi guran varias personas, a menudo es útil

informar al lector que el personaje principal es el

que “lleva una gorra” o “está de pie a la derecha”.

En el pie no se deben repetir las palabras exactas

de los titulares ni frases tomadas de la historia

acompañante. Además, los escritores de pies no

tienen por qué explicar lo que se ve con claridad en

la foto. “Carlos Fernández sonríe al bajar del avión”

es un pie menos efectivo que “Carlos Fernández

regresa alegre de sus 15 años en el exilio”.

La mayoría de los pies son cortos, de sólo uno

o dos renglones en letra menuda. Pero a veces el

periódico o el sitio en línea reúne muchas fotos con

pies largos en un ensayo fotográfi co que relata una

historia completa. En los pies largos pueden usarse

citas de las personas que aparecen en las fotos.

Material gráf ico y visual

Los reporteros de periódicos resienten a veces

el uso de material gráfi co porque ocupa

espacio y los obliga a acortar sus historias. Sin

embargo, las buenas ilustraciones aumentan

el atractivo visual del periódico, atraen la atención

de los lectores y ayudan a comprender las historias.

En realidad dan realce al texto del reportero en

lugar de menoscabarlo. El diseñador de periódicos

Ron Reason dice que el material gráfi co es

“información, no decoración”.

Cada ilustración debe tener un propósito.

Llenar espacio o tiempo vacío no es razón

sufi ciente para usar material gráfi co. Éste tiene que

facilitar al lector o al espectador la comprensión

de la historia, lo cual signifi ca que el editor debe

entender ésta a fondo antes de diseñar o elegir una

ilustración que la acompañe. Los artistas gráfi cos

suelen producir las imágenes visuales; el papel del

editor es conceptualizar la ilustración, buscar la

información que ésta debe contener o que habrá

en ella y evaluar su precisión.

El material gráfi co puede mostrar hechos

básicos o ilustrar un proceso. Imagine que usted va

a informar sobre la contaminación del aire en su

país. Podría usar un mapa para indicar los lugares

donde el aire es más insalubre o una ilustración

para mostrar los efectos de la contaminación en los

pulmones. Ambos tipos de ilustración funcionan

bien, tanto en un noticiario como en la prensa

impresa.

Cualquiera que sea el medio, conviene evitar

las ilustraciones sobrecargadas de información. Es

preciso que con sólo mirar la ilustración el lector o

el espectador capte una idea básica. Considere la

ilustración como una señal en la carretera: como el

conductor no tiene mucho tiempo para examinarla

porque las cosas pasan demasiado de prisa frente

a él, la información tiene que ser clara y fácil de

captar.

Imagine que usted edita una historia donde

se informa que el presupuesto anual de la ciudad

equivale hoy al doble del que era hace 10 años. Al

leer más en detalle se da cuenta de que la mayor

parte del crecimiento ha ocurrido en los tres

últimos años. Una gráfi ca de barras que muestre el

monto del presupuesto en cada uno de los últimos

10 años sería un recurso sencillo para aclarar esa

situación.

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

1995 1997 1999 2001 2003 2005

Presupuesto (en millones de dólares)

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Para el lector y el espectador es más fácil captar

la información que se presenta en forma gráfi ca y

no sólo con números. Por ejemplo, en una historia

sobre cómo la proliferación de empresas en la

ciudad ha desplazado a los residentes, se podría

mencionar el número de edifi cios de apartamentos

y de ofi cinas que hay en el lugar. Sin embargo, sería

más efi caz usar un gráfi co de rebanadas de pastel

para mostrar la relación entre ambos. Siempre que

sea posible, compare las tasas de crecimiento, no

los números escuetos. Es desorientador mostrar

que el número de muertos a causa del SIDA en

una ciudad es el doble que en otra, si la primera

tiene 10 veces más habitantes. Calcule el índice

de defunciones por habitante para que pueda

hacer una comparación justa. Los editores que

trabajan con gráfi cas necesitan conocimientos

de estadística y deben comprometerse a usarlas

con transparencia y precisión para que sean más

comprensibles.

Super vis ión

Como ya hemos dicho, los editores son

supervisores además de periodistas. Al

trabajar con los reporteros en las historias

diarias, supervisan también los progresos

de éstos a largo plazo y buscan oportunidades, ya

sea en forma personal o por escrito, de ofrecer

comentarios constructivos que les ayuden a

mejorar su trabajo. Muchos editores tienen que

presentar además una reseña anual del desempeño

de los empleados bajo su supervisión, lo cual es un

tipo de realimentación más formal.

La realimentación efi caz es oportuna y

específi ca. Se ofrece tanto en persona como por

escrito. La mayoría de los editores son partidarios

de dar la realimentación positiva en público y

hacer todos los comentarios de crítica en privado.

Para los editores más atareados, la única forma

de asegurarse de que sus empleados reciban la

realimentación de persona a persona que merecen

es mediante sesiones periódicas de comentarios.

Hacer que los empleados se enteren en forma

habitual de la calidad de su trabajo es un buen

recurso para evitar sorpresas desagradables a la

hora de evaluar el desempeño.

Los jefes de información deben buscar el

modo de obtener del personal a su cargo una

realimentación sincera sobre su desempeño. Esto

se puede lograr en conversaciones informales

o pidiendo a los empleados que respondan un

cuestionario anónimo. En una u otra forma, los

jefes deben insistir en que su personal sea sincero

y no mostrar inquina si el resultado no es del todo

favorable. Lo importante es que averigüen qué

pueden hacer para mejorar su propio rendimiento.

Los principales editores y jefes de información

establecen la tónica en la sala de redacción

y ayudan a crear en ella una cultura positiva,

estableciendo y reforzando las normas y valores

que los empleados comparten. En una sala de

redacción bien dirigida, los editores no tienen

favoritos; alientan la comunicación abierta y

celebran reuniones regulares para cerciorarse

de que todos comprendan las metas de la

organización de noticias. Los editores deben

prestar mucha atención al buen estado de ánimo

del personal y hacer todo lo posible por mejorarlo,

elogiando los éxitos y premiando los logros

notables. Reconocer en público el buen trabajo es

un recurso adecuado para hacer que éste prolifere.

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5 M E D I O S E L E C T R Ó N I C O SE I N T E R N E T

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escuchados, no leídos por la audiencia. Igual que

sus homólogos de la TV, los periodistas en línea

pueden usar sonido y vídeo en sus historias, así

como elementos interactivos con los cuales el

lector puede explorar la historia a su propio ritmo.

En aras de la simplicidad, en este capítulo

usaremos el término noticiario para describir todos

los servicios de noticias por radio y televisión, no

importa que sean transmitidos por aire, por cable

o vía satélite.

Formas y términos de la narrat iva

para los medios elec trónicos

Las formas básicas de la narrativa para los

medios electrónicos son la historia “narrada”

o “leída”, la voz superpuesta o “V/O” (voice

over) y la “cobertura” (wrap) o “paquete”

(package). Una historia “leída” es lo que el término

indica: un relato sin audio ni vídeo adicional; de

ordinario la presenta el comunicador o conductor

en el estudio. “V/O” es un término de televisión

que se refi ere a una historia contada en los

noticiarios con vídeo, pero sin audio original

(“sound bites” es el término que se usa en inglés

para designar las citas directas grabadas). El

presentador o conductor lee el guión del reportaje

al mismo tiempo que el vídeo es exhibido. Si se

agrega sonido original al V/O, éste se convierte

en un “V/O-SOT”, siglas de sound on tape (audio

original en cinta). Aun cuando muchas estaciones

graban ahora digitalmente todo el vídeo sin usar

cinta, la abreviatura SOT parece haber persistido.

Esas formas de narrativa –leída, V/O y V/O-

SOT– tienden a ser breves: suelen durar menos de

un minuto y a veces sólo 10 o 15 segundos.

En el léxico de las noticias, una historia

completa presentada por un reportero se conoce

como “wrap” en radio y “package” en televisión.

Consiste en la narración del reportero, también

llamada “track” (pista) y a menudo incluye audio

original y sonido de ambiente, es decir, el que se

produjo naturalmente en el lugar de los hechos.

Por supuesto, la versión para televisión tiene vídeo

y éste puede incluir gráfi cos, ya sea estáticos o

animados. Las historias de esa índole se pueden

presentar en vivo o son grabadas con anterioridad

y suelen ser más largas que las de los otros tipos,

ya que a veces duran hasta seis o siete minutos

según el formato del noticiario. Cada paquete tiene

también una “entrada” (lead-in) o introducción

que es leída por el presentador. Muchos incluyen

también un “cierre” (tag) o comentario fi nal que

aporta información adicional cuando termina el

paquete preparado por el reportero.

Otro tipo de reportaje en los medios

electrónicos se conoce como paquete con “sonido

natural” o “NATSOT”. Este formato se usa más a

menudo en televisión, pero a veces también en

radio. No contiene narración a cargo del reportero.

En lugar de eso, las personas presentadas en la

historia son las que proveen la narración. Este

enfoque puede requerir más planifi cación y tanto

trabajo del reportero como cualquier otra historia,

pero el resultado puede tener mucha fuerza. Los

fotoperiodistas, que a veces producen este tipo

de historias por su cuenta sin la ayuda de un

reportero, se tienen que asegurar de que cada

uno de los elementos de información necesarios

para narrar la historia haya sido captado en su

grabación, pues de lo contrario el producto fi nal no

tendrá sentido.

E l p e r i o d i s m o r a d i o f ó n i c o, t e l e v i s i vo y e n l í n e a – b a s a d o e n l a

I n t e r n e t – re p re s e n t a f o r m a s e s p e c i a l i z a d a s c u y a s d e m a n d a s y

e x i g e n c i a s s o n a d i c i o n a l e s y e s t á n p o r e n c i m a d e l a s q u e h e m o s

a n a l i z a d o h a s t a a q u í . Lo s p e r i o d i s t a s d e l o s m e d i o s e l e c t ró n i c o s

n o s ó l o u s a n p a l a b r a s, s i n o t a m b i é n s o n i d o y v í d e o p a r a

c o n s t r u i r s u s h i s t o r i a s . E s c r i b e n s u s t e x t o s p a r a q u e s e a n

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Redacción de tex tos para los

medios elec trónicos

Los reportajes de radio y televisión están

escritos para ser escuchados, no para los

ojos de un lector. Los reporteros deben

escribir textos que puedan leerse en voz

alta: claros, en tono de conversación y fáciles de

entender. A diferencia de los lectores de periódicos

o de noticias en línea, la audiencia de los medios

electrónicos no puede retroceder para volver a

ver u oír un reportaje que no le quedó claro en el

primer intento. “Las palabras se pronuncian y a

partir de entonces son irrecuperables”, escribió en

una ocasión Ed Bliss, ex editor de la cadena de TV

estadounidense CBS News.

Los periodistas de los medios electrónicos

son más concisos que sus colegas de la prensa

escrita. Así tiene que ser. La versión impresa de

un noticiario de media hora llenaría apenas una

o dos páginas de un periódico. En la introducción

de una noticia para los medios electrónicos no es

posible incluir las seis preguntas descritas en el

capítulo 2 pues sería demasiado larga y dif ícil de

entender. En lugar de eso, el escritor selecciona los

dos o tres puntos más signifi cativos y los incluye

en la introducción, dejando el resto para la frase

siguiente. Además, las historias para noticiarios

tienden a omitir ciertos detalles que fi guran de

ordinario en los medios impresos, como las edades

y las direcciones. Los que escriben para los medios

electrónicos usan frases cortas para que sean leídas

en voz alta sin tener que hacer pausas para respirar.

Los reporteros de radio y televisión deben

estar atentos al sonido de las palabras que usan.

Igual que los poetas, tienen que estar alertas a

la modulación y el ritmo. Considere esta frase

de un guión de Edward R. Murrow, el famoso

corresponsal de CBS que cubrió la Segunda

Guerra Mundial desde Londres: “El apagón se

extiende desde Birmingham hasta Bethlehem, pero

esta noche el cielo está claro sobre Gran Bretaña”.

Ese es un texto que vale la pena escuchar. Las

palabras son sencillas y el fi nal es vibrante.

Los escritores de radio y TV deben desconfi ar

del léxico que podría ser correcto en la página

impresa, pero suena ridículo si se lee en voz alta.

Cuando la actriz y comediante estadounidense

de TV Lucille Ball murió, un reportaje de prensa

escrita la llamó “la Ball (el baile) de 83 años”. Por

la radio dijeron: “Lucille Ball tenía 83 años”. (Así

se evitó la confusión con otras acepciones de la

palabra “ball” en inglés.) Los escritores de radio

y TV deben cuidar también las palabras que

suenan igual, pero tienen distinto signifi cado. En

inglés, por ejemplo, “miner” (minero) se puede

confundir fácilmente con “minor” (menor)*.

Este tipo de palabras deben ser empleadas en el

contexto adecuado para que su signifi cado sea

claro. Los periodistas de los medios electrónicos

acostumbran leer en voz alta sus textos antes

de la transmisión porque así pueden detectar

este tipo de problemas y no incurrir en dobles

sentidos embarazosos que no resultan obvios en

el papel. En el reportaje de un torneo de golf de

caridad, no sería muy adecuado decir que alguien

“play around (jugó una ronda) con el primer

ministro”. “Play around” en inglés puede tener la

connotación de “portarse mal con”.

Aun cuando los guiones de radio y TV

son escritos para leerse en voz alta, respetar la

ortograf ía en ellos es tan importante como en

los medios impresos. Las palabras mal escritas

pueden dar lugar a tropiezos o errores de

pronunciación que salen al aire. Para asegurarse de

la pronunciación correcta de palabras dif íciles, los

periodistas de medios electrónicos suelen incluir

signos fonéticos en sus guiones. La ortograf ía

también es hoy más importante porque muchas

estaciones suben sus reportajes a la red. Algunas

estaciones tienen software de computadora que

convierte automáticamente los guiones de sus

noticiarios en pies de foto o subtítulos, como un

servicio para los espectadores sordos. En ambos

casos, los errores de ortograf ía demeritan tanto a

los reporteros como a la estación.

L o s r e p o r t a j e s d e

r a d i o y t e l e v i s i ó n

s o n e s c r i t o s p a r a

s e r e s c u c h a d o s .

* En español ocurre lo mismo con vocablos como “sancionar”, que signifi ca dar fuerza de ley y autorizar, pero también castigar. (N del T)

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Las noticias de radio y televisión son

redactadas en un estilo más coloquial que las de los

medios impresos. En otras palabras, los periodistas

de los medios electrónicos deben escribir tal como

hablan. En la noticia de un periódico podemos

leer: “El hombre huyó en un camión Toyota rojo,

dijo la policía”. Pero en los medios electrónicos, la

atribución se dice al principio, por lo cual el guión

sería así: “La policía dice que el hombre huyó en

un camión Toyota rojo”. Para mantener el tono de

charla, los reporteros no necesitan usar nombres

y títulos completos en sus historias de noticias. En

términos generales, la inicial del segundo nombre

se suprime al aire, a menos que sea parte esencial

del nombre. A veces ni siquiera el primer nombre

es necesario. La noticia en el periódico podría

decir: “El ministro del exterior paquistaní Khurshid

Mahmood Kasuri se reunió con su homólogo

israelí Silvan Shalom en Estambul, Turquía, el

jueves”. Por la radio, la noticia sería simplemente:

“Los primeros ministros de Paquistán e Israel se

reúnen hoy en Turquía”.

La inmediatez es una característica clave de las

noticias para radio y TV. Si algo está sucediendo

durante la transmisión, usted puede y debe decirlo:

“El presidente está volando ahora mismo hacia

Ciudad del Cabo...”, lo cual tiene un tono más

inmediato que “El presidente viajará hoy a Ciudad

del Cabo”. En general, los reporteros de radio y

televisión se abstienen de decir la hora en sus

entradas, a menos que el suceso haya ocurrido ese

mismo día. El periódico del miércoles publicaría

esta introducción: “El presidente Mbeki voló

a Ciudad de El Cabo el martes”. En cambio, el

noticiario de radio del miércoles por la mañana

diría: “El presidente Mbeki llegó hoy a Ciudad

de El Cabo”. Sería aún mejor que el escritor se

adelantara a lo que el presidente hará en esa ciudad

el miércoles para así poder escribir el reportaje

en tiempo presente: “Esta mañana el presidente

Mbeki se reúne con estudiantes en la Universidad

de Ciudad de El Cabo”

S onido

Las declaraciones grabadas (audios) que los

reporteros de radio y televisión usan en sus

reportajes son el equivalente electrónico de

las citas, pero para elegirlas bien se requiere

un nivel adicional de toma de decisiones. No basta

que el audio sea comprensible en la transcripción

escrita: es preciso que tenga sufi ciente claridad

para que resulte comprensible por radio o

televisión. Los periodistas de los medios

electrónicos deben considerar con cuidado la

duración de su audio original. Lo que parece breve

en el papel puede requerir en realidad bastante

tiempo para ser expresado verbalmente, a veces

tanto que no es posible usarlo completo sin que el

reportaje exceda el tiempo asignado.

Los escritores de radio y TV prestan especial

atención a las transiciones antes y después de

los audios. Su objetivo es crear una narración

sin empalmes que mantenga la atención de la

audiencia durante toda la historia. Por ejemplo,

si un audio original empieza con un pronombre,

el escritor debe aclarar su signifi cado desde el

principio, insertando la frase de manera que el

oyente obtenga la información necesaria para

descifrar lo que vendrá después. Supongamos

que se desató una plaga de piojos en las escuelas

locales. La enfermera de una escuela dice en un

audio original: “Ellos llegan aquí rascándose y ya

sabemos lo que tienen. Es muy obvio”. Cuando

dice “ellos”, se refi ere a los niños de la escuela. No

sería conveniente que la frase anterior al audio

original fuera: “Enfermeras escolares dicen que

están lidiando con una terrible plaga de piojos”,

porque entonces el audio original parecería sugerir

que “ellos” se refi ere a los piojos. En lugar de eso,

el reportero podría decir: “Debido a la plaga de

piojos, enfermeras como Mary Smith ven más

niños que de costumbre en estas condiciones”.

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Además de audios con declaraciones, los

reportajes de radio y televisión pueden incluir lo

que se conoce como sonido “natural” o “ambiental”.

Es el sonido que se capta al grabar un reportaje:

el silbido del viento, una sirena de policía o niños

que gritan de alegría. El uso de estos sonidos

para contar la historia es la práctica habitual en

algunas partes del mundo. La inclusión de sonidos

naturales permite que el escucha o el espectador

sienta que está presenciando la situación, en lugar

de que el reportero se la cuente. El sonido puede

servir también como una transición auditiva

para pasar de una ubicación a otra, pues guía a la

audiencia a la siguiente escena.

El audio natural se puede usar con un nivel

de sonido bajo, como fondo para las palabras

del reportero, o “a todo volumen” para que se

oiga claramente. De cualquier manera, el sonido

ayuda al reportero a narrar la historia. Así como el

mortero une los ladrillos, el buen sonido natural

mantiene la cohesión del relato. El fotoperiodista

estadounidense Steve Sweitzer dice que el uso de

sonidos naturales en televisión es esencial para

presentar la historia completa. “El sonido es la otra

parte de la imagen”, afi rma.

Imágenes

La televisión es mucho más que radio con

imágenes. Los periodistas de televisión

hábiles armonizan sus palabras con el

vídeo para relatar la historia con más vigor.

Las imágenes no son sólo un “fondo decorativo”

en vídeo, sino parte esencial del reportaje. Los

elementos visuales muestran el “qué” de la historia.

Las palabras dicen el “por qué”. Citemos de nuevo a

Ed Bliss cuando dijo: “Ver puede ser creer, pero no

es comprender”.

Los reporteros de televisión necesitan

saber qué vídeo van a usar en la historia antes

de empezar a redactarla. Siempre que sea

posible, deben examinar todo el material de

vídeo en primer lugar, para estar seguros del

debido acoplamiento entre sus palabras y las

imágenes. Esto no es sólo cuestión de estilo. Las

investigaciones han demostrado que el espectador

entiende y recuerda mucho mejor un reportaje

cuando hay armonía entre las palabras y el vídeo,

es decir, cuando ambos relatan la misma historia

fundamental. Cuando el vídeo no concuerda

con las palabras, el espectador tiende a recordar

mejor las imágenes que la narración. Imagine, por

ejemplo, un reportaje acerca de los efectos de una

tormenta intensa sobre las reservas de combustible

de un país. Si el vídeo sólo presenta los daños de

la tormenta y su secuela, el espectador puede

perderse el argumento central de que las reservas

de combustible han sido perturbadas. El reportaje

sería más fácil de seguir si mientras el vídeo

muestra los daños de la tormenta, el reportero

habla de sus consecuencias y luego la imagen

cambia a camiones de combustible abandonados

o gente que espera en fi la con la esperanza de

comprar gasolina, mientras el reportero describe

el efecto de la tormenta sobre las reservas de

combustible.

Sincronizar las palabras y las imágenes no

signifi ca que el reportero deba limitarse a describir

lo que el espectador puede ver. Supongamos que

un vídeo muestra un camión agrícola avanzando

por una vereda de tierra. No tendría sentido que el

reportero dijera algo obvio, como: “Los Robertson

viven al fi nal de un largo camino rural”. En lugar

de eso, el audio podría aportar información que

acentuara el contexto y diera signifi cado a la

imagen. En este caso, el reportero podría decir:

“La sequía ha sido tan severa que los Robertson no

tuvieron cosechas que vender este año”.

L o s p e r i o d i s t a s

d e l o s m e d i o s

e l e c t r ó n i c o s d e b e n

e s c r i b i r t a l c o m o

h a b l a n .

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43

Notic iar ios

Los lectores de periódicos o de sitios de

noticias en Internet tienen mucho control

sobre la forma en que reciben la información.

Los oyentes de radio y los espectadores de

televisión tienen menos control. Un lector de

periódicos empieza por donde le plazca, ya sea

en la primera página, en la sección deportiva o en

los obituarios. El lector en línea puede examinar

el contenido de la página principal del sitio Web

y decidir qué material específi co desea leer de

principio a fi n. En cambio un oyente de radio o

un espectador de televisión tiene que recibir las

noticias tal como son transmitidas; el orden en que

éstas aparecen ha sido determinado de antemano

por el productor del noticiario.

En general, los noticiarios empiezan o

presentan como “introducción” lo que a juicio

del productor es la historia principal de cada

día. Eso no quiere decir que todas las historias

que se presentan después de la introducción

sean menos importantes que ésta. El productor

tiene que considerar el impacto del noticiario en

conjunto, no el de cada uno de sus elementos.

Con frecuencia los productores colocan un

reportaje importante o insólito al fi nal de la lista

de noticias y desde el principio presentan un

resumen inicial o “avance” del mismo, anunciando

que lo presentarán en seguida, como un recurso

para mantener el interés de los espectadores e

impedir que cambien de canal. (Ya hablamos de los

resúmenes iniciales en el capítulo 4.)

A semejanza del editor de un periódico cuando

decide la distribución de las páginas, el productor

de un noticiario de televisión crea un proyecto

o “alineación” de éste donde fi guran todas las

historias en el orden en que serán presentadas.

El trabajo del productor consiste en saber con

precisión cuánto debe durar cada historia porque

el noticiario debe empezar y terminar a ciertas

horas precisas. Una vez iniciado el programa, el

productor se asegura de que todo se mantenga

dentro del horario programado. Si un reportaje

resulta más largo de lo esperado, el productor

debe decidir qué partes debe cortar para ajustarlo.

Si una historia es suprimida, el productor debe

conseguir material para llenar el hueco.

Notic ias en I nternet

El periodismo en línea tiene algunos atributos

del periodismo impreso, algunos rasgos

de los medios electrónicos y otros que son

únicos de la Internet. Es frecuente que los

sitios Web ofrezcan artículos de noticias que

se leen como si hubieran sido publicados en un

periódico. En otras ocasiones la audiencia puede

seleccionar un clip de vídeo, con lo cual el sitio

Web parece una transmisión de televisión. Un

reportaje en línea que aprovecha todas las ventajas

del nuevo medio permite que el lector participe en

forma activa eligiendo su propio itinerario a través

de la información presentada. “Sólo es una nueva

forma de narrativa si el usuario tiene cierto grado

de control sobre ella”, dice Nora Paul, directora del

Instituto de Estudios de los Medios de Noticias en

la Universidad de Minnesota.

“Los periodistas en línea deben pensar en

varios niveles al mismo tiempo: palabras, ideas,

estructura de la noticia, diseño, elementos

interactivos, audio, vídeo, fotos [y] buen juicio

noticiero”, dice Jonathan Dube, editor de

CyberJournalist.net, un sitio Web que se ocupa

de la forma en que la Internet y otras tecnologías

están transformando los medios informativos.

“La televisión se encarga de mostrar la noticia.

El periódico se ocupa más bien de narrarla y

explicarla. En línea se intenta mostrar, narrar,

demostrar e interactuar”. Para que eso sea posible,

el periodismo en línea presenta la información

en distintos niveles, usando diversas formas de

narrativa.

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44

Formas de las noticias en l ínea

La forma más elemental de reportaje en línea

ha sido descrita como “prensa impresa y

algo más”. Consiste en un texto que incluye

elementos adicionales como fotograf ías,

audio y vídeo, o bien, hiperenlaces para obtener

más información. Con la inclusión de enlaces, el

periodista puede conducir al lector a información

adicional en otras páginas Web –algunas de

las cuales pueden pertenecer a fuentes ajenas a

la organización de noticias– que ofrecen más

antecedentes o aspectos históricos. Las historias

en línea pueden reforzarse con enlaces a distintas

bases de datos donde el usuario hallará más

información. Por ejemplo, una historia sobre

el descenso observado en los resultados de las

pruebas académicas en escuelas secundarias de

todo el país podría incluir un enlace a una base de

datos donde aparezcan los resultados obtenidos

en todas las escuelas. Allí el usuario podría buscar

una escuela específi ca o todas las de una ciudad

determinada, o bien, comparar los resultados entre

distintas escuelas.

Una aproximación más innovadora utiliza

“elementos interactivos seleccionables” o gráfi cos

en multimedia diseñados de modo específi co

para ilustrar la historia. Los elementos gráfi cos

se presentan en forma lineal, pero el lector los

puede explorar por separado, en cualquier

orden. Lo mismo es aplicable a la mayoría de las

“presentaciones de diapositivas” que combinan

texto y audio con fotos fi jas en una experiencia

multimedia para el usuario.

Los recursos que permiten al lector explorar

un lugar realizando giros de cámara hasta de 360

grados pueden reforzar también la narrativa en

línea. Lo mismo ocurre con la animación Flash,

uno de los programas de software que permiten

diseñar contenido interactivo, es decir, vídeo,

gráfi cos y animación. Por ejemplo, la BBC de

Londres creó un sitio Web sobre las drogas ilegales

y el alcohol, donde el lector puede “seleccionar”

una droga en particular y su dosis, elegir después

una parte del cuerpo –como el cerebro o el

corazón– y leer cuáles son los efectos de dicha

droga en ese órgano, además de información

sobre seguridad. Los sitios en línea han empleado

incluso cuestionarios y juegos para relatar

historias, dividiendo la información en preguntas

y respuestas y dejando que el usuario descubra lo

que el reportero ha averiguado.

Redacción en l ínea

Según Jonathan Dube, la redacción para sitios

en línea es un híbrido entre el texto impreso

y el texto para los medios electrónicos. Él

afi rma que el estilo breve y simple que los

noticiarios prefi eren hace que la redacción en línea

sea más fácil de seguir. Pero agrega que demasiados

sitios Web pasan por alto las reglas básicas de

la buena redacción. El tono de conversación es

bueno, dice Dube, pero la gramática y la ortograf ía

todavía son importantes. El jefe de información de

un canal de televisión, Scott Atkinson, dice que su

mejor consejo a los que escriben para la Internet

es que lo hagan como si redactaran un mensaje de

correo electrónico para un amigo. “Eso no signifi ca

que uno pueda escribir mal las palabras, ignorar

la estructura de la historia o salirse de contexto”,

aclara. “Lo que signifi ca es que debemos escribir en

el estilo más íntimo que seamos capaces de lograr”.

En virtud de que los sitios de noticias en la Web

tienden a ofrecer muchas opciones a los lectores,

sus redactores deben evitar las introducciones

aplazadas o anecdóticas que no muestran

con rapidez cuál es el tema de la historia. La

introducción debe dar al lector una buena razón

para seguir leyendo; de lo contrario, es probable

que opte por elegir otra noticia. Las historias en

línea suelen ser más cortas que en los periódicos.

Una buena guía consiste en limitar las historias

para Internet a unas 800 palabras y tratar de que

todo quepa en una página. En varios estudios se

ha observado que los lectores están dispuestos

a recorrer todo un texto en línea; así pues, no es

necesario obligarlos a pasar a otras páginas para

seguir leyendo la historia. Pero para que el texto sea

más fácil de asimilar, Dube sugiere que cuando el

escritor redacte algo que será publicado en línea es

preferible que lo divida en más bloques y use más

subtítulos y enumeraciones para separar sus ideas,

que cuando escribe para los medios impresos.

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45

El periodismo en línea puede permitir que

los lectores respondan en forma inmediata y

directa al escritor o editor por correo electrónico

o incluso en un chat en vivo. Además, muchos

sitios proveen espacio para que el lector deposite

sus comentarios u opiniones y que otras personas

los puedan leer y le respondan. En Estados Unidos,

la Radio Pública de Minnesota (MPR) solicita

colaboraciones para presentarlas tanto en radio

y TV como en línea. Se pide a los oyentes que

llamen por teléfono o usen el correo electrónico

para enviar información adicional. Las historias

presentadas en el sitio Web de MPR muestran un

enlace titulado “Ayúdenos a cubrir esta noticia”,

para que la audiencia agregue sus comentarios y

conocimientos.

La MPR realiza también encuestas entre su

audiencia antes de producir informes especiales,

por ejemplo, un examen de la economía del estado.

El vicepresidente de MPR News, Bill Buzenberg,

dice que las colaboraciones de la audiencia se

traducen en “reportajes mucho más refi nados, con

más profundidad y gran abundancia de ejemplos y

voces del mundo real”.

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6 P E R I O D I S M O E S P E C I A L I Z A D O

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necesita aprender un léxico especial para entender

a sus informantes. Esto no signifi ca que use ese

vocabulario en sus historias. Por el contrario, el

buen reportero de fuente se convierte en traductor

e intérprete, pues hace que la información que en

otras condiciones resultaría confusa sea accesible

para el público en general.

Es raro que se asignen fuentes en las salas de

redacción más pequeñas, pues en ellas se espera

que cada uno de los reporteros cubra todo tipo

de noticias. Pero en las grandes organizaciones

de noticias impresas y electrónicas, el periodista

puede tener oportunidad de concentrarse en cierto

tipo de temas. Algunas fuentes son tradicionales:

gobierno, policía, tribunales y empresas, por

ejemplo. Otras varían de acuerdo a cada territorio.

Según sea la composición de la comunidad, un

reportero puede ser asignado para cubrir fuentes

tales como el medio ambiente, los ancianos o la

educación.

Los reporteros de fuente tienen una

responsabilidad básica: estar siempre al tanto de

las noticias en el área de su especialidad. Se espera

que cubran las historias que surjan en su fuente

–reuniones, informes impresos o publicados en

Internet y otros eventos de rutina–, pero también

están a cargo de buscar noticias fuera de lo común.

Los reporteros de fuente elaboran historias gracias

a su espíritu emprendedor y cultivando relaciones

con informantes que los mantienen al tanto de lo

que sucede en realidad, no sólo en público sino

también tras bambalinas. Ellos producen gran

variedad de historias, desde noticias sensacionales

hasta análisis de interés. “Los mejores reporteros

de fuente que conozco están bien organizados,

son decididos, tienen un claro sentido de su

misión y cultivan contactos con gran variedad de

informantes”, dice Chip Scanlan, ex reportero de

fuente de los periódicos de Knight Ridder que hoy

trabaja en el Poynter Institute.

Habil idades del repor tero

de fuente

Cualquiera que sea la fuente elegida o

asignada que un periodista debe cubrir, una

habilidad básica es esencial: la capacidad de

entender a las instituciones más importantes

de su fuente. Averiguar cómo funciona el sistema

requiere tiempo y esfuerzo, pero permite escribir

historias que los reporteros de otro tipo no pueden

igualar. Eric Nalder, el reportero que descubrió

la noticia de las balsas salvavidas comentada en

el capítulo 2, hace las siguientes preguntas para

empezar a reconocer el terreno en una fuente

asignada:

• ¿Quiénes son los protagonistas?

• ¿Quién está al mando?

• ¿Quiénes son los reguladores?

• ¿Cuáles son las reglas?

• ¿Cómo se hacen las cosas?

• ¿Dónde se registran los errores?

• ¿Dónde se registran los gastos?

• ¿Quién conoce la verdadera historia y cómo

puedo obtenerla?

Para responder estas preguntas, el reportero

tiene que estudiar mucho y “recorrer la ruta”.

Lea todo lo que pueda sobre el tema, consiga los

programas y agendas de las reuniones por realizar,

suscríbase a publicaciones especializadas y lo

más importante: “entre en acción”. El reportero

de fuente no puede depender sólo del teléfono:

tiene que dedicar tiempo a conocer su territorio,

M u c h a s o rg a n i z a c i o n e s d e n o t i c i a s a s i g n a n a l o s p e r i o d i s t a s

á re a s e s p e c í f i c a s , y a s e a g e o g r á f i c a s o t e m á t i c a s, c o n o c i d a s

c o m o “f u e n t e s ” ( beats ) . E n s u o r i g e n , e l t é r m i n o beat ( ro n d a ) s e

a p l i c a b a a l a r u t a o rd i n a r i a d e c e n t i n e l a s y p o l i c í a s .

E l p e r i o d i s t a t i e n e q u e c o n o c e r s u t e r r i t o r i o y a t o d a s l a s

p e r s o n a s q u e f o r m a n p a r t e d e s u f u e n t e, y e n m u c h o s c a s o s

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a reunirse con los personajes y hablar con

ellos. “Nadie ha conseguido jamás una noticia

quedándose sentado en la sala de redacción”, dice el

veterano periodista estadounidense Mike Mather,

reportero de investigación de la WTKR-TV en

Norfolk, Virginia. Hay que estar en contacto con

todas las personas que nos puedan ayudar –desde

funcionarios hasta empleados– y entregar nuestra

tarjeta de visita a toda la gente que conozcamos

en la ruta. Hay que hacer una lista de informantes

que incluya la mayor cantidad posible de datos

sobre todos los contactos que podamos hallar, y

mantenernos en comunicación con ellos mediante

“verifi caciones” regulares de la ruta. Además

de cubrir lo relativo a los protagonistas clave de

la fuente, un buen reportero de fuente observa

también la forma en que los actos de aquéllos

afectan a la gente de la comunidad.

El reportero de fuente requiere grandes

habilidades personales y de organización. Para

mantenerse organizado, tiene que usar un

calendario y estar al tanto de la acción o de las

reuniones, audiencias y fechas de vencimiento de

los informes. Para eso requiere un sistema fi able

y portátil que le permita introducir y recuperar

información de sus contactos, sobre todo números

telefónicos y direcciones de correo electrónico.

Implica también tener un archivo de ideas para

historias futuras y listas de actividades diarias para

su seguimiento. Hoy es común que los reporteros

guarden esa información en sus computadoras,

usando programas que facilitan la búsqueda de

personas y fechas. Pero como también necesitan

esos datos cuando no están en la ofi cina,

acostumbran llevar documentos impresos, una

computadora portátil o esos útiles dispositivos

manuales que permiten el acceso remoto a la

Internet, es decir, un asistente digital personal

(PDA). Como la tecnología también puede fallar,

es importante que hagan a menudo copias de

respaldo de la información.

Cubrir una fuente signifi ca llegar a conocer

sufi cientemente a las personas involucradas y

lograr que conf íen en usted, pero manteniendo

siempre su distancia en plan profesional. Lo más

dif ícil para un reportero de fuente, dice Scanlan,

es “alternar con informantes a los que tendrá que

seguir viendo todos los días aunque a veces escriba

historias que no les agradan”.

G obierno y pol ít ica

Los reporteros que cubren las noticias del

gobierno deben conocer los mecanismos

internos del mismo y analizar el impacto de

las decisiones gubernamentales. El reportero

que al informar sobre el gobierno plantea la

pregunta básica, “¿a quién le interesa esto?”, logra

localizar a las personas cuyas vidas son afectadas

por los actos gubernamentales. Las historias en las

que se habla de esas personas son más interesantes

para la audiencia.

En virtud de que gran parte de los negocios

del gobierno se llevan a cabo en reuniones, el

reportero de esa fuente debe prepararse para

informar sobre muchas de ellas. Sin embargo una

reunión tediosa no justifi ca una historia aburrida.

La audiencia conf ía en que el periodista le contará

sólo lo importante, no una lista cronológica de

todo lo sucedido. Las mejores historias sobre

reuniones no se concentran en lo que pasó en la

sala, sino en la gente que será afectada por lo que

allí ocurrió.

Es vital que el periodista a cargo de la

fuente del gobierno aprenda a leer e interpretar

presupuestos y otros estados fi nancieros. “Sigue

los pasos del dinero” es un buen consejo para

todos los periodistas, en particular para los que

cubren los rubros del gobierno y la política. Las

historias sobre la fi nanciación del gobierno pueden

parecer áridas, pero los impuestos y los egresos

afectan directamente a la audiencia y la gente

necesita saber adónde va su dinero. En general, los

documentos son la sangre vital del gobierno, por lo

cual el reportero debe ser capaz de acceder a ellos y

entenderlos.

En una democracia, el reportero político

tiene una misión fundamental: dar a los

ciudadanos la información que necesitan para

elegir en forma razonada entre los candidatos a

cargos públicos. Para eso el periodista tiene que

examinar los antecedentes y los méritos de los

candidatos, sus posiciones en los asuntos clave y

E l r e p o r t e r o t i e n e

q u e e s t u d i a r

m u c h o y “ r e c o r r e r

l a r u t a ”.

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lo que cada uno declara en sus presentaciones y

anuncios de campaña. El reportero que cubre la

política examina también a los partidarios de los

candidatos, pues los intereses de éstos arrojan a

menudo mucha luz sobre lo que cada político hará

en caso de ser elegido.

Las encuestas de opinión pública son un

elemento obligado en la cobertura de campañas

electorales, pero el periodista las debe examinar

con cuidado antes de decidir si vale la pena

publicar sus resultados (vea el apartado: “Preguntas

que el periodista debe hacer sobre las encuestas”

en la pág. 53). Las encuestas tipo “carrera de

caballos” o de “rastreo” que indican el porcentaje

de votantes que apoyan a cada candidato tienen

valor limitado, salvo como una vista instantánea

de la carrera en un día determinado. Algunos

periodistas creen que las encuestas de votantes

pueden inclinar en realidad a la gente a favor del

candidato que vaya en primer lugar porque a la

mayoría le gusta apoyar al ganador. Sin embargo,

algunos investigadores han descubierto en Estados

Unidos que los votantes que prestan atención a las

encuestas son también los que están más enterados

de los temas a discusión en las campañas. Los

investigadores aconsejan a los periodistas que

se limiten a informar sobre los resultados de las

encuestas legítimas de “rastreo” durante toda la

campaña, pero que no hagan de ellas el centro focal

de la cobertura.

En cuanto a los temas de las campañas, el

periodista no sólo debe prestar atención a las

palabras de los candidatos, sino también a lo que

los votantes desean saber. Muchas organizaciones

de noticias realizan “encuestas temáticas” para

ver cuáles son las cuestiones de mayor interés

para el público en el año de elecciones. A veces

los candidatos pueden tratar de eludir ciertos

asuntos controvertidos que son de importancia

crucial para los votantes. En ese caso, el periodista

debe plantear las preguntas que el público desea

hacer. Un buen reportero de política no sólo señala

la posición de los candidatos ante los distintos

temas, sino investiga también qué ha hecho

cada uno en torno a esas cuestiones en cargos

públicos anteriores o en otros puestos que haya

podido desempeñar. Para hacer más amenas esas

cuestiones, el reportero busca gente cuya historia

personal ilustre por qué son importantes esos

temas y qué diferencia habría si uno u otro de los

candidatos ganara la elección.

Negocios y economía

El tema de los negocios afecta la vida de casi

toda la gente. El desempleo, el costo de

alimentos y combustibles, el ahorro personal

y la inversión son temas que, en conjunto,

no sólo interesan a los dirigentes de empresas

sino también a trabajadores y consumidores. La

cobertura de la fuente de negocios locales requiere

informar sobre empleadores y trabajadores,

la construcción, la venta de bienes raíces y los

sectores de la empresa que mantienen la economía

local en marcha, ya sea agricultura, manufacturas,

minería o servicios de salud. En el nivel nacional,

los reporteros del mundo de la empresa cubren

otros temas más abstrusos, como los mercados de

bienes y acciones, las tasas de interés y la deuda

institucional.

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El reportero que cubre la fuente de negocios

y economía debe hacer que sus historias sean

accesibles para el público en general. Tiene que

entender los conceptos y los términos de la

economía y ser capaz de defi nirlos o replantearlos

en lenguaje llano. Esta práctica es conveniente aun

para los reporteros que trabajan en publicaciones

o noticiarios especializados, en cuyo caso cabe

esperar que la audiencia ya esté familiarizada

con ese léxico. En Estados Unidos, por ejemplo,

aun cuando Th e Wall Street Journal se dirige a

lectores que saben de negocios, en sus páginas se

explica el signifi cado de términos tan comunes

como “producto nacional bruto”, es decir, el valor

total de la producción de bienes y servicios de un

país. Con el tiempo, los reporteros de negocios

desarrollan su propia lista de defi niciones

concisas que pueden insertar en sus historias. La

audiencia agradece una defi nición clara de lo que

signifi ca “conversión de la deuda”, “devaluación

de la moneda”, “privatización” y otros términos de

economía. Le agradan también las historias en

las que se explica cuál es la importancia de esos

conceptos tanto para el individuo como para las

corporaciones y los gobiernos.

El reportero de negocios debe saber interpretar

y entender estados fi nancieros, balances generales

e informes anuales. Con frecuencia encuentra

historias que contar al observar los cambios

registrados en los ingresos o los gastos de un

año a otro. Para eso compara unas compañías

con otras de la misma industria o de la misma

región. Por ejemplo, cuando una empresa cierra

o fracasa, el reportero no sólo pregunta cuántas

personas perdieron el empleo sino también cuál

será el impacto del cierre sobre la comunidad. Para

responder esa pregunta tan amplia tiene que saber

si la compañía era una de las grandes empleadoras

de la región, si otras fi rmas locales proveen el

mismo producto o servicio, cuál es la tasa de

desempleo en la localidad, y así por el estilo.

La fuente de negocios requiere un

conocimiento más profundo de matemáticas

y estadística que casi todas las demás áreas

temáticas. Pero esos reporteros deben usar los

números con parquedad en sus reportajes porque

el exceso de cifras hace que una historia se vuelva

árida y aburrida. Las historias más atractivas sobre

negocios muestran el signifi cado de los sucesos

describiéndolos en términos humanos para

mostrar cuáles serán o han sido sus efectos sobre

la gente.

S alud, c iencia y medio ambiente

Las historias sobre la salud y el medio

ambiente tienen un impacto directo sobre

la vida de las personas. Los reporteros que

cubren el SIDA saben que la ignorancia

puede ser un asesino casi tan grande como la

propia enfermedad y que sus relatos pueden

educar a la gente para que se proteja a sí misma.

Los periodistas que escriben sobre salud, ciencia y

medio ambiente pueden informar acerca de todo,

desde la gripe aviar hasta la cartograf ía del genoma

humano y los efectos de represar los ríos. Pero

en cada uno de esos temas subyacen problemas

complejos y la tarea del periodista es explicarlos

con claridad.

Para abordar ese tipo de temas, el periodista

debe familiarizarse con el léxico de los científi cos

y los investigadores médicos, el cual puede ser

confuso para los legos. No se deje intimidar por

él, dice el reportero Dennis Bueckert de la agencia

de noticias Canadian Press, pero tampoco lo use

en sus reportajes. Igual que los reporteros de

negocios, los que escriben sobre ciencia crean sus

propias listas de defi niciones y explicaciones de

términos complicados y eso les permite escribir

historias comprensibles para el público en general.

El reportero que cubre temas de ciencia tiene

que entender el método científi co y fundamentos

de matemáticas y estadística pues sólo así puede

comprobar la validez de los resultados de los

estudios de investigación. Al mismo tiempo, debe

resistir la tentación de ver en cada nuevo adelanto

un avance revolucionario o presionar para obtener

respuestas en términos de “sí” o “no”, en lugar de

aceptar simples probabilidades. Tal vez así sus

historias no parecerán tan espectaculares, pero sin

duda serán más precisas.

Los periodistas que están capacitados para

presentar todas las opiniones en torno a una

noticia quedan a menudo entrampados cuando

tratan sobre temas de ciencia. El hecho de dar la

misma cobertura a distintas opiniones científi cas

puede desorientar en realidad a la audiencia. Por

ejemplo, la inmensa mayoría de los científi cos

creen que la exposición al plomo puede dañar

el nivel de inteligencia de los niños y sólo unos

cuantos investigadores objetan tal relación. El

reportero podría mencionar ambos puntos de

vista, pero teniendo cuidado de no insinuar que no

hay consenso científi co en torno al tema.

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51

Carol Rogers, una profesora de periodismo

de la Universidad de Maryland que ha publicado

libros de redacción científi ca, hace dos sugerencias

útiles a los reporteros de esa fuente. Primera:

es importante identifi car a los personajes. Con

frecuencia el periodista omite datos importantes

sobre los expertos a los que cita, pero la audiencia

merece saber por qué ha decidido citar las palabras

de esas personas. Por ejemplo, en una historia

sobre una conferencia internacional acerca del

cambio de clima fueron citadas algunas palabras

del jefe de la Ofi cina de Ciencia y Tecnología de

la Casa Blanca, pero no se aclaró que éste es un

respetado científi co del clima. La inclusión de ese

dato habría permitido que el público apreciara

mejor la validez de sus comentarios.

La segunda sugerencia de Rogers es tomar en

cuenta que la audiencia dista mucho de poseer la

información previa que el periodistas tiene acerca

de cualquier tipo de reportaje, sobre todo si éste es

complicado. Por eso si usted cubre una conferencia

de ciencia, por ejemplo, no dé por hecho que su

público oyó o leyó su historia de ayer o que leerá la

de mañana. Incluya para ellos los antecedentes que

necesitan para entender la cuestión como si esa

historia fuera lo único que van a leer u oír jamás

sobre el tema. Es muy posible que así sea.

Policía y tr ibunales

El reportero que cubre los temas de delitos y

tribunales tiene que saber cómo funciona el

sistema. Pocos reporteros se han capacitado

en justicia penal, pero los veteranos de la

fuente de policía recomiendan que se tome al

menos un curso sobre esa materia. Es notable

la reticencia de los ofi ciales de policía a proveer

información a los periodistas, pero si usted conoce

las reglas, reglamentos y procedimientos, puede

formular mejor sus preguntas y aumentar sus

posibilidades de averiguar lo que desea saber.

El reportero de asuntos policiales necesita

conocer con precisión cómo se defi nen los delitos

en la comunidad sobre la cual informa. En Estados

Unidos, por ejemplo, un “burglary” (robo con

allanamiento de morada) y un “robbery” (atraco)

no son lo mismo. El primero implica entrar

ilegalmente a un recinto para cometer un delito;

el segundo es el hurto de dinero o bienes por la

fuerza. La elaboración de un glosario de términos

esenciales le puede evitar errores embarazosos. Un

comunicado de prensa de la policía puede incluir

los datos básicos en torno de un delito, pero un

buen reportero profundiza más: va a la escena del

crimen en busca de detalles y habla con vecinos o

testigos siempre que le es posible.

El reportero de asuntos jurídicos debe

entender el proceso judicial de principio a fi n.

Tiene que estar enterado de lo que ocurre cuando

un sospechoso es arrestado, acusado, presentado

ante el juez, juzgado y sentenciado o liberado.

Los reporteros con experiencia dicen que la

mejor manera de aprender el proceso es pasar

algún tiempo en tribunales. Comience con los

secretarios, que son quienes están a cargo de la

lista de litigios (el orden del día) y del calendario.

Averigüe cómo obtener copias del sumario judicial,

los archivos y testimonios. Lea los expedientes

–incluso las mociones y los alegatos previos al

juicio– y manténgase al tanto de lo que se dice

acerca del caso si no puede ir al tribunal todos los

días, lo cual ocurre a menudo.

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52

Los abogados defensores fi guran entre las

mejores fuentes de información para el periodista

de asuntos judiciales. Con frecuencia están

mejor dispuestos que los fi scales a hablar con los

reporteros sobre los casos en los que trabajan.

Esfuércese al máximo por entender la terminología

legal, pero absténgase de usarla en sus historias.

“A los abogados se les aconseja usar palabras

dif íciles para confundir a los periodistas”, dice S.

L. Alexander, autora de Covering the Courts:

A Handbook for Journalists. “Si no conoce el

signifi cado de un término, pida a su entrevistado

que se lo explique”, recomienda ella.

Depor tes

Los reporteros de deportes fi guran entre

los periodistas que escriben mejor. Por

su propia naturaleza, sus relatos tienen

rasgos dramáticos, emociones y personajes

desmesurados, dice el ex reportero de deportes

por TV Bill Schwanbeck, quien ahora es maestro

de la Universidad de Quinnipiac en Connecticut.

El buen escritor de deportes hace mucho más

que informar el resultado de un partido o una

competición atlética. Claro está que consigna los

datos básicos, pero también muestra la perspectiva

y un contexto que la audiencia no podría obtener

asistiendo al juego o mirándolo por televisión. El

escritor de deportes explica el cómo y el por qué de

lo que ocurrió, no sólo el quién y el qué. También

informa acerca del negocio de los deportes y

escribe historias de interés sobre atletas, dueños de

equipos y afi cionados.

Pero el reportero de deportes tiene que

empezar por lo fundamental. Debe tener

conocimientos de todos los deportes, entender

las reglas del juego o deporte que le toque cubrir y

saber cómo se lleva la cuenta de los tantos. Trabaja

con plazos muy estrictos, sobre todo cuando cubre

juegos nocturnos. Tiene que llevar el marcador y

tomar notas al mismo tiempo, lo cual no es tarea

fácil durante un juego que avanza con rapidez. Lo

más importante es que necesita encontrar un tema

para cada historia y acomodar los detalles en torno

a él.

En muchos casos la mejor historia no sucede

en el terreno. El escritor de deportes sondea lo

que está pasando detrás del escenario, el ambiente

en el vestuario o la tensión entre dos jugadores

que podría afectar a todo el equipo. Trata con

respeto a los deportistas y a los directivos, pero no

los ve como héroes. Con frecuencia disfruta los

deportes que le gusta cubrir, pero no es fanático

ni partidario de ningún equipo. Como todos los

periodistas, debe ser un observador imparcial e

independiente de las historias que cubre.

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53

Así como los reporteros de negocios y los de

ciencia evitan la terminología de los negocios y la

economía, el escritor de deportes no debe usar los

términos que sólo el fanático o entrenador más

enterado suele entender. “No lo complique”, dice el

ex reportero de deportes Mike Reilley, quien ahora

publica el sitio en línea Th e Journalist’s ToolBox.

“No escriba con afectación”. Además, advierte a los

jóvenes periodistas que no se extrañen si algunos

atletas y entrenadores se muestran agresivos, sobre

todo después de una derrota. Muchos atletas

profesionales son expertos en intimidar a la gente,

agrega Reilley, así que prepárense para defender su

posición.

Preguntas que el periodista

debe hacer sobre las encuestas

• ¿Quién realizó la encuesta? ¿Una organización

legítima de la especialidad? ¿Para quién más hace

encuestas?

• ¿Quién pagó la encuesta? ¿Cuál es su agenda

política?

• ¿Cuántas personas fueron entrevistadas?

• ¿Cómo las seleccionaron?

• ¿Qué tipo de personas fueron entrevistadas?

• ¿Los resultados se basan en las respuestas de

todos los entrevistados o sólo de algunos de

ellos?

• ¿Cuándo se llevó a cabo la encuesta?

• ¿Cómo se realizó la encuesta?

• ¿Cuáles fueron las preguntas?

• ¿Cuál fue el margen de error? ¿Cuáles fueron los

números escuetos?

• ¿Son diferentes estos resultados de los de otras

encuestas y, si es así, por qué?

• ¿Vale la pena informar acerca de esta encuesta?

Extractado con autorización de

20 Questions a Journalist Should Ask About Poll

Results, 3a edición, por Sheldon R. Gawisher,

Ph.D. y G. Evans Witt.

http://www.ncpp.org

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54

7 L A É T I C A Y L A L E Y

06-0774 JournHndbk_SPA.indd 5406-0774 JournHndbk_SPA.indd 54 12/20/06 7:57:34 AM12/20/06 7:57:34 AM

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55

La responsabilidad fundamental de los periodistas

en una sociedad libre es informar, comunicar las

noticias con precisión e imparcialidad, es decir,

ejercer el periodismo ético.

La ética es un sistema de principios que guían

la acción. Así como la ley señala lo que se puede y

no se puede hacer en una situación dada, la ética

nos dice lo que debemos hacer. Se basa en valores

personales, profesionales, sociales y morales, y es

fruto del razonamiento. Para tomar decisiones en

forma ética, lo único que se requiere es aplicar esos

valores en el trabajo diario.

La Declaración de Chapultepec, aprobada por

los países de América en 1994 para contrarrestar

las presiones que se oponen a la libertad de

expresión en todo el hemisferio, aclara que el

periodismo ético es esencial para el éxito a largo

plazo de los medios de noticias:

La credibilidad de la prensa está ligada a su

compromiso con la verdad, con la búsqueda

de precisión, imparcialidad y objetividad, y con

una clara distinción entre noticias y publicidad.

El logro de esas metas y el respeto a los valores

éticos y profesionales no se pueden imponer

por la fuerza: son la responsabilidad exclusiva de

los periodistas y de los medios. En una sociedad

libre, la opinión pública es la que premia o

castiga.

En ciertas ocasiones falta ética en el

periodismo. A veces el reportero inventa la

información y el editor acepta pagos de sus

informantes. Las organizaciones de noticias

han publicado anuncios disfrazados de noticias.

Cuando esto ocurre, el público tiene derecho de

cuestionar todo lo que se presenta en los medios

de noticias. Todos los periodistas y todas las

organizaciones de noticias sufren menoscabo

cuando un colega no se ajusta a la ética, porque

tal comportamiento pone en entredicho

la credibilidad de la profesión. Y cuando la

credibilidad decae, lo mismo ocurre con la

capacidad de las organizaciones de noticias para

sobrevivir en el aspecto económico

Principios de ética

Hay una regla sagrada en el periodismo”, dijo

el fi nado reportero y novelista ganador

de premios John Hersey, quien cubrió

la secuela del ataque a Hiroshima con la

bomba atómica. “El escritor nunca debe inventar.

El lema de su trabajo debe ser: NADA DE ESTO

FUE INVENTADO”. Los periodistas éticos no

ponen sus palabras en labios de otras personas ni

simulan haber estado presentes si no lo estaban.

Además, no presentan el trabajo de otros como si

fuera suyo. Las falacias y los plagios son violaciones

de las normas periodísticas básicas en todo el

mundo. Sin embargo no todas las transgresiones

son tan evidentes.

El periodista se enfrenta a dilemas éticos

todos los días bajo la presión de los dueños de

la empresa, los competidores, los anunciantes y

el público. Necesita contar con un proceso para

resolver esos predicamentos de modo que su

trabajo periodístico sea ético. Necesita una manera

de pensar en materia de problemas éticos que le

ayude a tomar decisiones acertadas, incluso en el

último momento.

L a p re n s a l i b re t i e n e u n e n o r m e p o d e r s i é s t e s e d e f i n e c o m o

l a c a p a c i d a d d e i n f l u i r e n o t r a s p e r s o n a s. E n l a s d e m o c r a c i a s ,

l o s m e d i o s d e n o t i c i a s s u e l e n t e n e r d e re c h o d e p u b l i c a r l a

i n f o r m a c i ó n s i n p re v i a a p ro b a c i ó n d e l g o b i e r n o. E n m u c h o s

p a í s e s h ay g a r a n t í a s l e g a l e s p a r a q u e l o s p e r i o d i s t a s p u e d a n

e j e rce r e s e d e re c h o. Pe ro to d o d e re c h o i m p l i c a re s p o n s a b i l i d a d e s.

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Ese modo de pensar se basa en los principios

en los que todo periodista conf ía. Son los

principios básicos de la Sociedad de Periodistas

Profesionales de Estados Unidos, una organización

periodística de tipo voluntario:

• Buscar la verdad e informar sobre ella.

El periodista debe ser sincero, imparcial y

valiente para recopilar, transmitir e interpretar la

información.

• Minimizar los daños.

El periodista ético trata a sus informantes, a las

personas de quienes escribe y a sus colegas como

seres humanos que merecen respeto.

• Actuar con independencia.

El periodista no debe estar obligado con ningún

otro interés que no sea el derecho del público a la

información.

• Ser responsable.

El periodista es responsable ante sus lectores,

oyentes, espectadores y colegas.

A primera vista parece muy fácil actuar

conforme a estos principios. Por supuesto, los

periodistas deben buscar la verdad y tratar a sus

informantes con respeto. Pero con frecuencia los

propios principios están en confl icto. El periodista

que busca la verdad encuentra a veces información

que puede perjudicar a la familia de la persona

implicada en una mala acción. La afi liación de una

reportera a una organización no gubernamental le

puede dar oportunidad de enterarse más a fondo

de las noticias que afectan a su grupo, pero su

relación con éste puede comprometer también su

independencia y eso tal vez sea dif ícil de justifi car

ante la audiencia. En muchos casos, tomar una

decisión ética no signifi ca elegir entre lo correcto y

lo incorrecto, sino entre lo correcto y lo correcto.

¿Cómo puede entonces el periodista tomar

buenas decisiones éticas? Hay casos en que lo

mejor es eludir la situación desde un principio.

Por ejemplo, los reporteros pueden optar por

no afi liarse a ningún grupo externo pues esto los

puede descalifi car para cubrir las historias que

involucren a dichos grupos. En otros casos el

periodista debe buscar el mejor equilibrio posible

entre varios principios antagónicos, pero siempre

teniendo presente la importancia fundamental de

buscar la verdad y servir al público.

La toma de decisiones ética

Algunas salas de redacción manejan los

dilemas éticos desde lo más alto de la

jerarquía: cada vez que se presenta un

predicamento o un dilema, uno de los

altos dirigentes decide qué se debe hacer. Este

sistema tiene la ventaja de ser expedito, pero puede

ser arbitrario. En nada ayuda a los periodistas a

tomar decisiones acertadas cuando están solos

en el campo o cuando el dirigente no está a la

mano. Por esa razón, muchas salas de redacción

han adoptado un proceso de toma de decisiones

éticas más incluyente, que ayuda a los periodistas

a tomar buenas decisiones en las más diversas

circunstancias.

El primer paso de ese proceso consiste en

defi nir la cuestión. La mayoría de la gente se

percata de cuándo se enfrenta a un predicamento

ético: una alarma interna se dispara; se siente

que algo no está bien en tal situación. Cuando

eso sucede, es importante defi nir la sensación

de molestia. ¿Qué valores pueden estar

comprometidos? ¿Qué cuestiones periodísticas

están en juego? A menudo hay tensiones entre el

objetivo periodístico y una norma ética. Es posible

que si un reportero tiene una noticia exclusiva,

desee apresurar su publicación para que nadie

se la gane, pero también tiene que considerar las

posibles consecuencias. ¿Qué pasará si resulta

que la noticia está equivocada? El periodista no

debe sacrifi car sus valores éticos para lograr otros

objetivos, como vencer a la competencia.

L a r e s p o n s a b i l i d a d

f u n d a m e n t a l d e l o s

p e r i o d i s t a s e n u n a

s o c i e d a d l i b r e e s

i n f o r m a r , c o m u n i c a r

l a s n o t i c i a s

c o n p r e c i s i ó n e

i m p a r c i a l i d a d .

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El siguiente paso cuando haya defi nido el

problema consiste en recopilar más información

que le ayude a tomar una buena decisión. Consulte

las políticas y lineamientos de la sala de redacción,

si existen, y hable con otras personas sobre su

dilema. Comience con los colegas y supervisores

de la sala de redacción, pero no se quede allí.

Muchas veces es útil escuchar otras voces, las

de personas que aun sin estar directamente

involucradas en la historia, están bien enteradas de

las circunstancias.

Es importante señalar que, a diferencia de

un médico, el periodista no está obligado a

prometer que no hará daño. Muchos reportajes

veraces e importantes lastiman los sentimientos

o la reputación de otras personas. Es inevitable.

Pero el periodista trata de minimizar el daño no

exponiendo a la gente a riesgos innecesarios. Bob

Steele, quien es maestro de ética periodística en el

Poynter Institute, suele preguntar: “¿Y si los papeles

se invirtieran? ¿Qué sentiría yo?”.

Supongamos que un reportero ha descubierto

una fábrica en la cual niños menores de 12 años

trabajan 10 horas diarias, seis días de la semana y

se les paga menos de la mitad del salario mínimo

vigente en el país. La Constitución de la nación

prohíbe que los empleadores contraten a personas

menores de 14 años y es ilegal que alguien trabaje

más de 45 horas por semana. Por el hecho de haber

localizado esa fábrica, el reportero tiene pruebas de

explotación infantil, pero ¿qué más necesita saber

antes de publicar o difundir la noticia?

Desde luego que decir la verdad sobre la fábrica

tendrá consecuencias y algunas de ellas pueden

ser perjudiciales. Ante un caso de este tipo, puede

ser conveniente hacer una lista de las personas

e instituciones que pueden ser afectadas por esa

historia y considerar el impacto que ésta puede

producir. La historia acerca de la fábrica afectaría

directamente a los niños, desde luego, pero

también a sus familias y al dueño de la empresa.

Una vez que conoce las posibles consecuencias,

el periodista puede empezar a buscar alternativas

para presentar la información de modo que siga

siendo verídica, pero no cause tanto daño. En el

caso de la fábrica, el periodista podría optar por

usar fotos de los niños sin mencionar sus nombres,

con la esperanza de limitar el daño potencial que la

historia les podría causar.

Esto es sólo un ejemplo de una decisión

periodística que puede tener consecuencias éticas.

Otros ejemplos se refi eren al tipo y ubicación

de la cobertura, así como el tono de la misma. El

impacto de una noticia en la primera plana, con

titulares a todo lo ancho y una gran fotograf ía,

es mucho mayor que un reportaje más pequeño

que se publica en páginas interiores. Una historia

presentada por televisión que ha sido promovida

muchas veces antes de salir al aire, suele tener más

impacto, y por lo tanto mayores consecuencias

éticas, que si se presenta una sola vez a la mitad de

un noticiario.

Si se aplica un proceso para tomar

decisiones éticas acertadas, los periodistas y las

organizaciones de noticias se colocan en una

posición en la que pueden justifi car sus acciones

con claridad. Al explicar qué hicieron y por qué, los

periodistas refuerzan su credibilidad y justifi can la

confi anza que el público les tiene.

La sala de redacción que valora la toma de

decisiones éticas se asegura de poner a discusión

ese tipo de cuestiones y no sólo cuando se presenta

un predicamento. En algunos lugares se programan

reuniones regulares para discutir lo que podrían

hacer en una situación hipotética de ese tipo. El

periodista que se acostumbra a escuchar con la

mente abierta y sabe refrenar sus emociones y

evitar que sus posiciones se vuelvan infl exibles

es capaz de poner en práctica estas habilidades

cuando se enfrenta a una preocupación ética real.

E l p e r i o d i s m o é t i c o

e s e s e n c i a l p a r a e l

é x i t o a l a r g o p l a z o

d e l o s m e d i o s d e

n o t i c i a s .

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Có digos de ética

Asociaciones y federaciones de periodistas

de todo el mundo han establecido códigos

de ética para que sus miembros tengan

una guía en el trabajo. Los códigos de ética

lo pueden abarcar todo, desde el plagio hasta la

privacidad y desde las rectifi caciones hasta la

confi dencialidad. Algunos son breves y vagos en

su redacción y otros son largos y muy explícitos.

Claude-Jean Bertrand, el profesor del Instituto

de la Prensa Francesa en la Universidad de París

que ha examinado los códigos de ética de muchos

países, afi rma que la mayoría de ellos contienen

estos tres elementos básicos:

• Valores fundamentales, como el respeto a la vida

y la solidaridad humana.

• Prohibiciones fundamentales, como no mentir,

no causar daño innecesario ni adueñarse de la

propiedad de otra persona.

• Principios periodísticos, como precisión,

imparcialidad e independencia.

A veces esos códigos son de carácter voluntario

y los infractores no sufren consecuencias

claras. Sin embargo, lo que se espera es que los

compañeros y los empleadores pidan cuentas a los

periodistas cuya conducta no es ética. En algunos

países hay consejos de prensa que reciben las

quejas contra periodistas y pueden recomendar

medidas para que éstos enmienden sus errores.

Las revistas de crítica al periodismo realizan

también una función correctiva al denunciar el

comportamiento de los periodistas no éticos.

Algunas organizaciones de noticias incluyen

en su personal a un “ombudsman”, es decir, un

individuo que está a cargo de vigilar los errores y

las defi ciencias éticas y actúa como representante

del público en la sala de redacción.

En países donde se exige que los periodistas

pertenezcan a un sindicato o asociación, los

códigos de ética suelen incluir una disposición

que obliga a acatar ese requisito. Por ejemplo,

la Asociación Australiana de Periodistas tiene

comités judiciales que investigan los cargos por

comportamiento no ético que se presentan contra

sus colegas. El periodista a quien se le comprueba

una violación al código puede ser objeto de

amonestación, multa o expulsión del grupo.

Códigos de conduc ta

Además de los códigos de ética nacionales

y regionales, muchas organizaciones de

noticias tienen sus propios códigos de

conducta o normas de desempeño y se

espera que los periodistas afi liados los respeten.

Esos códigos pueden señalar las acciones o

actividades específi cas que serán alentadas o

prohibidas, o bien, que requieren aprobación de la

dirección.

Muchas organizaciones de noticias limitan lo

que los periodistas pueden hacer dentro y fuera de

su trabajo. El principal propósito de esos límites es

proteger la credibilidad de dichas organizaciones.

Es posible que a reporteros y fotógrafos se les diga

explícitamente que no deben manipular o “recrear”

las noticias instando a los protagonistas de éstas

a repetir actos que no harían en condiciones

ordinarias. Tal vez no se permita que el reportero

oculte su identidad para conseguir una historia,

a menos que haya razones claras y convincentes

para creer que la información resultante será de

interés público y no es posible obtenerla de ningún

otro modo. Una estación de televisión puede

prohibir explícitamente el uso de cámaras ocultas

o grabaciones subrepticias para conseguir una

noticia, a menos que algún directivo lo autorice

por causas de interés público.

Con el advenimiento de la fotograf ía digital

se han añadido nuevas normas que prohíben

alterar fotos o vídeos en formas que pudieran

desorientar a la audiencia. Varios incidentes de

gran resonancia contribuyeron a la adopción de

esas nuevas políticas, entre ellas una foto publicada

en la portada de la revista National Geographic

en la década de 1980 donde las famosas pirámides

de Giza en Egipto fueron distorsionadas para

acercarlas entre sí.

Muchos de los reglamentos contenidos en

los códigos de conducta de las salas de redacción

se refi eren a cuestiones de independencia

periodística. Para no dar ni la más ligera impresión

de un confl icto de intereses, a los reporteros se

les puede prohibir que adquieran acciones de las

compañías sobre las cuales escriben o que tengan

intereses personales en ellas. A los periodistas no

se les puede permitir que asuman una posición

pública en asuntos de política ni que apoyen

abiertamente a un candidato a cargos públicos.

La organización de noticias puede prohibir que

sus periodistas tengan una relación comercial con

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59

cualquier fuente de noticias o que realicen trabajos

externos remunerados, a menos que lo hagan con

aprobación de sus directivos.

La política que ha establecido en materia

de ética el Detroit Free Press, un periódico

estadounidense del estado de Michigan, explica

con claridad lo que su personal debe y no debe

hacer. Prohíbe que se pague a un informante

para conseguir noticias y que se le permita a éste

revisar el material antes de su publicación. La

Canadian Broadcasting Company (CBC) tiene

un prolijo manual de normas en el cual se exige a

los empleados rechazar cualquier obsequio que

pudiera dar la impresión de que con él se intenta

infl uir en alguna decisión de la CBC; sólo pueden

aceptar regalos modestos de buena voluntad u

hospitalidad que se ofrezcan en el curso de su

trabajo normal. Los empleados de la CBC no

pueden aceptar ofertas de viajes u hospedaje

gratuitos para cubrir una historia.

Tal vez no sea posible evitar todos los posibles

confl ictos, pero el periodista tiene que estar

consciente de que su conducta puede repercutir en

forma negativa sobre su organización de noticias.

Cabe esperar que en cuanto él o ella perciba

una posibilidad de confl icto, lo notifi que a sus

supervisores. Si un reportero tiene algún vínculo

personal con una historia, debe pedir que otro

reportero se haga cargo de la asignación. Muchas

organizaciones de noticias han adoptado como

norma exigir que el reportero revele cualquier

relación con sus historias que pudiera sugerir un

confl icto de intereses, aunque tal posibilidad sea

remota o no exista.

Los códigos de conducta suelen ser

documentos internos, pero va en aumento el

número de organizaciones de noticias que los

publican en sus portales de Internet para que el

público se entere de lo que puede esperar de ellas

y tenga bases para pedir cuentas al periódico o a la

estación que viole esas normas.

Normas de la comunidad

Es frecuente que las organizaciones de

noticias se vean en confl ictos entre el interés

periodístico y las normas de la comunidad,

y para resolverlos requieren habilidad

en la práctica de la toma de decisiones éticas.

Supongamos que un funcionario electo hizo un

comentario soez al hablar de un miembro del

partido de oposición. Algunos periódicos podrían

imprimir las palabras textuales de ese funcionario.

Otros podrían usar unas cuantas letras seguidas

de puntos suspensivos para indicar lo que aquél

dijo sin reproducirlo con todas sus letras. Y

habría periódicos que tal vez sólo informarían

que el funcionario empleó expresiones ofensivas.

Los directores de periódicos eligen distintas

soluciones según lo que a su juicio los lectores

estén dispuestos a tolerar. Sin embargo, a veces

toman una decisión a sabiendas de que ofenderán

a algunos lectores. Los directores deben tomar

decisiones igualmente dif íciles cuando hay fotos

o vídeos que la audiencia puede considerar de

mal gusto, pero que son el medio más efi caz para

contar una historia importante.

Para minimizar el daño que tal decisión

podría causar, muchos jefes de información optan

ahora por explicar en el texto del reportaje, o en

una “nota del editor” adjunta, por qué tomaron

tal decisión. Por ejemplo, la fotograf ía de una

madre que sostiene el cuerpo esquelético de su

hijo muerto de inanición es perturbadora sin

duda alguna. En lugar de esperar las llamadas

telefónicas airadas y responder cada una de las

quejas individuales, la nota del editor podría decir

que esa foto llena de sufrimiento relata la historia

del hambre con mucha más claridad que las

palabras por sí solas. Al explicar sus decisiones al

público, los periodistas pueden dar cumplimiento

al principio rector de la responsabilidad.

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Cuestiones legales

La piedra angular de las normas

internacionales para los medios de noticias

es el artículo 19 de la Carta de las Naciones

Unidas, que dice así:

Toda persona tiene derecho de opinar y

expresarse libremente; ese derecho incluye

la libertad de exponer sus opiniones sin

intromisiones y buscar, recibir e impartir

información e ideas en cualquier medio

disponible y sin considerar las fronteras.

Los países miembros de las Naciones Unidas se

han comprometido a dar cumplimiento a la carta,

incluso al artículo 19, pero eso no ha impedido que

algunos supriman a sus propios medios de noticias

y obstruyan el acceso a las noticias internacionales.

Algunos periodistas han sido asesinados,

encarcelados o exiliados por tratar de cumplir con

su cometido.

Danilo Arbilla, miembro de la Asociación

Interamericana de Prensa y de la publicación

Búsqueda de Uruguay, dice que la mejor ley de

prensa es la que no existe. En el mundo ideal,

agrega, la legislación que rigiera la libertad de

prensa no ocuparía más de un par de páginas “con

cláusulas claras, redactadas con franqueza, que

prohibieran cualquier intento de acotar... la libertad

de expresión”. No hace falta decir que el mundo no

es un lugar ideal. Las leyes de prensa varían mucho

en todo el planeta, al grado que no es posible

resumirlas todas. Algunos países democráticos

tienen leyes que garantizan el acceso de los

periodistas a la información pública, mientras

que otros limitan la información que puede ser

publicada o transmitida. En algunas naciones es

ilegal decir el nombre de las víctimas de delitos

sexuales o de los jóvenes acusados de actividades

delictivas. Incluso en un mismo país puede haber

diferencias en las leyes locales sobre ciertas

cuestiones, por ejemplo, si un periodista puede ser

obligado a divulgar el nombre de un informante

confi dencial o a entregar sus notas de trabajo a un

tribunal de justicia y en qué circunstancias debe

hacerlo. Baste decir que el periodista tiene que

estar al tanto de las leyes vigentes en los países

donde trabaja, y de los esfuerzos que se realizan

para revocar las leyes restrictivas.

Una de las cuestiones legales más comunes

que los periodistas enfrentan es el tema de la

calumnia o la difamación. En Estados Unidos, la

difamación se defi ne como una declaración de

hechos sustancialmente falsa que tiende a dañar

la reputación de una persona cuya identidad

se señala. La difamación recibe el nombre de

“libelo” cuando la declaración se publica en los

medios impresos y se llama “calumnia” cuando es

transmitida por los medios electrónicos, pero los

parámetros básicos son los mismos. En términos

generales, si una declaración es verdadera no

puede ser difamatoria. Por lo tanto, el periodista

debe confi rmar en forma independiente los

comentarios de sus informantes que puedan ser

difamatorios para alguna persona.

A medida que las nuevas tecnologías cambian

la forma en que los periodistas realizan su labor,

las leyes en materia de medios informativos están

siendo reexaminadas. Surgen ante todo preguntas

como éstas: ¿A los reporteros en línea se les deben

otorgar los mismos derechos y garantías que a

los periodistas que trabajan en organizaciones de

noticias ya establecidas? ¿Se deben conceder esos

mismos privilegios a los que publican blogs en

Internet? Es probable que estas preguntas sigan sin

ser respondidas por algún tiempo.

Es obvio que los reporteros están sujetos

a otras leyes que se aplican a los individuos en

un país determinado, como las referentes a la

privacidad. Aunque el periodista desee tener

acceso a la información, no puede allanar la

propiedad privada, tomar documentos sin permiso

o ejercer el espionaje telefónico sin que luego

tenga que enfrentar consecuencias jurídicas.

Una organización de noticias puede decidir que

algunos reportajes son tan importantes que vale

la pena arriesgarse a una sanción legal, pero esa

es una cuestión diferente que debe ser decidida

en forma conjunta y cuidadosa por editores,

reporteros y jefes de información.

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61

8 R E C U R S O S P E R I O D Í S T I CO S

Grupos af i l iados

American Society of Newspaper Editors

(Sociedad de Directores de Periódicos de

Estados Unidos)

http://www.asne.org/

Representa a los directores de diarios del

continente americano.

Association for Women Journalists

(Asociación de Mujeres Periodistas)

http://www.awjdfw.org/index.html

Promueve el trato justo a las mujeres en los medios

informativos y en las salas de redacción por

medio de un programa de becas, subvenciones

para formación profesional, redes, promoción,

seminarios profesionales y la Competición Anual

por los Premios Vivian Castleberry.

International Federation of Journalists

(Federación Internacional de Periodistas)

http://www.ifj .org/

Representa a 500.000 miembros aproximadamente

en más de 100 países.

Investigative Reporters and Editors

(Reporteros y Editores de Investigación)

http://www.ire.org/

Representa a los periodistas de investigación.

National Press Photographers Association

(Asociación Nacional de Fotógrafos de Prensa)

http://www.nppa.org/

Atiende a los fotoperiodistas de prensa y televisión.

Online News Association

(Asociación de Noticias en Línea)

http://www.journalists.org/

Atiende a los periodistas de medios informativos

que se publican en Internet.

Organization of News Ombudsmen

(Organización de Ombudsmen de Noticias)

http://www.newsombudsmen.org/

Asociación internacional de ombudsmen, o sea,

críticos internos en las salas de redacción.

Radio and Television News Directors

Association (Asociación de Directores de Noticias

de Radio y Televisión)

http://www.rtnda.org

Agrupación mundial de periodistas de los medios

electrónicos.

Society of Professional Journalists

(Sociedad de Periodistas Profesionales)

http://www.spj.org/

La Sociedad de Periodistas Profesionales trabaja

para mejorar y proteger el periodismo. Además,

fomenta el libre ejercicio de esa profesión y

elevadas normas de conducta. Alienta el libre fl ujo

de la información vital para que el público esté

bien informado, trabaja para formar a la próxima

generación de periodistas y protege las garantías de

la Primera Enmienda sobre la libertad de expresión

y de prensa.

Society for News Design

(Sociedad del Diseño de Noticias)

http://www.snd.org/

Representa a diseñadores, artistas gráfi cos,

ilustradores y otros periodistas visuales

Repor taje y edición

Cyberjournalist.net

http://www.cyberjournalist.net/tips_and_tools/

CyberJournalist.net es una página de recursos cuyo

tema es la forma en que Internet, la convergencia

(vea la nota) y las nuevas tecnologías están

cambiando los medios. Esta página presenta

sugerencias, noticias y comentarios sobre el

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62

periodismo en línea, medios de comunicación

de ciudadanos, técnicas narrativas digitales,

convergencia de operaciones de noticias y el uso

de Internet como instrumento del reportero.

Nota: La convergencia en los medios se refi ere

al reportaje en plataformas mixtas. Por ejemplo:

los reporteros de la prensa escrita preparan

historias para el periódico, para el sitio web de

aquél e incluso para una estación de TV o de radio

propiedad del mismo.

Journalism.net

http://www.journalismnet.com

Página con servicios completos y docenas de

enlaces útiles, desarrollados por un reportero

canadiense.

NewsLabhttp://www.newslab.org

Recursos, antecedentes narrativos y capacitación

para periodistas de televisión y radio.

Project for Excellence in Journalism (Proyecto para la Excelencia en Periodismo)

http://www.journalism.org

Organización estadounidense sin fi nes de lucro

que ofrece recursos e investigación.

Reporter.org http://www.reporter.org

Recursos para periodistas, incluso enlaces

relacionados con las fuentes de actividad.

Periodismo especial izado

La mayor parte de estos grupos son

organizaciones afi liadas que imparten

capacitación en conferencias programadas con

regularidad y ofrecen recursos en sus páginas Web.

CIENCIA: International Science Writers

Association (Asociación Internacional de

Escritores de Ciencia)

http://internationalsciencewriters.org/

CONFLICTOS: Center for War, Peace, and the

News Media (Centro de la Guerra, la Paz y los

Medios)

http://www.bu.edu/globalbeat/

DEPORTES: Associated Press Sports Editors

(Editores Asociados de Prensa Deportiva)

http://apse.dallasnews.com/

INVESTIGACIÓN: International Consortium of

Investigative Journalists (Consorcio Internacional

de Periodistas de Investigación)

http://www.publicintegrity.org/icij/

MEDIO AMBIENTE: International Federation

of Environmental Journalists (Federación

Internacional de Periodistas del Medio Ambiente)

http://www.ifej.org/

NEGOCIOS: National Center for Business

Reporting (Centro Nacional de Reporteros de

Negocios)

http://www.businessjournalism.org/

Capacitación en periodismo

American Press Institute

(Instituto Estadounidense de Prensa)

http://www.americanpressinstitute.org/

Centro de capacitación para periodistas de los

medios impresos establecidos en Estados Unidos.

La página ofrece recursos, entre ellos enlaces útiles

en Th e Journalist’s Toolbox.

CIESPAL

http://www.ciespal.net/

Centro internacional de periodismo para América

Latina con sede en Ecuador. (Esta página está en

español.)

European Journalism Centre

(Centro Europeo de Periodismo)

http://www.ejc.nl/

Instituto de capacitación establecido en los Países

Bajos que tiene información de antecedentes sobre

medios y recursos en Europa.

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63

IFRA Newsplex

http://www.newsplex.org/home.shtml

Centros de capacitación en Estados Unidos y

Alemania.

Independent Journalism Foundation

(Fundación de Periodismo Independiente)

http://www.ijf-cij.org/

Brinda apoyo a la prensa libre en Europa oriental e

imparte capacitación en cuatro centros regionales.

Institute for the Advancement of Journalism

(Instituto para el Progreso del Periodismo)

http://www.iaj.org.za/

Instituto sudafricano de capacitación en medios

informativos.

Institute for War and Peace Reporting

(Instituto del Reportaje en la Guerra y la Paz)

http://www.iwpr.net

Este instituto, establecido en Londres sin fi nes de

lucro, ofrece informes especiales por regiones en

varios idiomas.

International Center for Journalists

(Centro Internacional de Periodistas)

http://www.icfj .org

Este centro de capacitación con sede en Estados

Unidos tiene también enlaces con ofertas de

becas y capacitación en todo el mundo en su Red

Internacional de Periodistas: http://www.ijnet.org/

Internews

http://www.internews.org/

Grupo estadounidense sin fi nes de lucro que

ofrece capacitación en periodismo en todo el

mundo.

John S. Knight Fellowships

(Becas John S. Knight)

http://knight.stanford.edu/program/index.html

Becas de un año de estudios de periodismo

profesional en la Universidad de Stanford para

periodistas destacados que están a la mitad de su

carrera.

Journalismtraining.org (Society of Professional

Journalists) (Sociedad de Periodistas

Profesionales)

http://www.journalismtraining.org/action/home

Provee una ubicación centralizada a los periodistas

que buscan información sobre desarrollo

profesional. El elemento central de este sitio es

una base de datos donde el usuario puede buscar

programas de formación periodística locales,

regionales y nacionales.

No Train-No Gain

(Sin capacitación no hay ganancias)

http://www.notrain-nogain.org/

En este sitio, varios editores que imparten

instrucción en periódicos comparten ideas y

ejercicios.

Th e Poynter Institute

http://www.poynter.org/

Escuela de periodismo establecida en Estados

Unidos. La página Web ofrece recursos,

información de antecedentes para escribir historias

y gran número de enlaces.

Liber tad de expresión

Article 19 http://www.article19.org/

Este grupo internacional sin fi nes de lucro

apoya la libertad de expresión y el libre fl ujo

de la información como derechos humanos

fundamentales.

Canadian Journalists for Free Expression

(Periodistas Canadienses Pro Libertad de

Expresión)

http://www.cjfe.org/

Grupo no gubernamental que defi ende los

derechos de los periodistas en todo el mundo.

Freedom Forum (Foro de la Libertad)

http://www.freedomforum.org/

Centro de distribución de noticias que se refi eren

sobre todo a los temas de la Primera Enmienda de

Estados Unidos y la libertad de informar.

Inter American Press Association

(Asociación Interamericana de Prensa)

http://www.sipiapa.org/

Brinda apoyo a la prensa libre en el hemisferio

occidental.

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Journalists for Human Rights

(Periodistas Pro Derechos Humanos)

http://www.jhr.ca/

Agrupación sin fi nes de lucro, con sede en Canadá,

dedicada a informar sobre África.

Reporters Committee for Freedom of the Press

(Comité de Reporteros Pro Libertad de Prensa)

http://www.rcfp.org/

Organización sin fi nes de lucro dedicada a dar

asistencia jurídica gratuita a periodistas.

Reporters Without Borders (Reporteros sin

Fronteras)

http://www.rsf.org/

Organización internacional sobre la libertad de

prensa, con sede en París. Recursos en inglés,

francés y español.

World Press Freedom Committee (Comité

Mundial de la Libertad de Prensa)

http://www.wpfc.org/

Grupo cúpula internacional que defi ende y

promueve la libertad de prensa.

Libros

Clark, Roy Peter y Cole C. Campbell (eds.) Th e

Values and Craft of American Journalism:

Essays From the Poynter Institute. Gainesville,

FL: University Press of Florida, 2005.

Th e First Amendment Handbook. Arlington,

VA: Th e Reporters Committee for Freedom of the

Press, 2003.

http://www.rcfp.org/handbook/index.html

Hachten, William A. Troubles of Journalism:

A Critical Look at What’s Right and Wrong

With the Press. Mahwah, NJ: Lawrence Erlbaum

Associates, 3ª edición, 2004.

Hamilton, James T. All the News Th at’s Fit to Sell:

How the Market Transforms Information into

News. Princeton, NJ: Princeton University Press,

2003.

Overholser, Geneva y Kathleen Hall Jamieson. Th e

Press. Nueva York, NY: Oxford University Press,

2005.

Sloan, W. David y Lisa Mullikin Parcell (eds.)

American Journalism: History, Principles,

Practices. Jeff erson, NC: McFarland & Company,

2002.

Sullivan, Marguerite H. A Responsible Press

Offi ce: an Insider’s Guide. Washington, DC: U.S.

Department of State, International Information

Programs, 2001.

http://usinfo.state.gov/products/pubs/pressoffi ce/

Códigos de ét ica

American Society of Newspaper Editors

(Sociedad de Directores de Periódicos de EE.UU.)

ASNE Statement of Principles. Reston, VA:

American Society of Newspaper Editors, 2002.

http://www.asne.org/kiosk/archive/principl.htm

Radio-Television News Directors Association

(Asociación de Directores de Noticias de Radio y

Televisión).Code of Ethics and Professional Conduct.

Washington, DC: Radio-Television News

Directors Association, 2000.

http://www.rtnda.org/ethics/coe.shtml

Society of Professional Journalists

(Sociedad de Periodistas Profesionales)

SPJ Code of Ethics. Indianapolis, IN: Society of

Professional Journalists, 1996.

Versión en inglés: http://spj.org/ethics_code.asp

En otros idiomas: http://spj.org/ethics.asp

International Center for Journalists

(Centro Internacional de Periodistas)

Code of Ethics (por países y regiones).

Washington, D.C.

Versión en inglés: http://www.ijnet.org/

Director.aspx?P=Ethics

El Departamento de Estado de Estados Unidos no

asume responsabilidad alguna por el contenido

y la disponibilidad de los recursos procedentes

de otras agencias y organizaciones antes

mencionadas. Todos los enlaces de Internet

estaban activos en el otoño de 2006.

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Esta publicación es un volumen acompañante de

A Responsible Press Offi ce: An Insider’s Guide

por Marguerite H. Sullivan

(http://usinfo.state.gov/products/pubs/

pressoffi ce/).

Las opiniones expresadas en esta publicación no

refl ejan necesariamente los puntos de vista o las

políticas del gobierno de Estados Unidos.

Director Ejecutivo: George Clack

Autora : Deborah Potter

Editora : Mildred Solá Neely

Dirección de arte/diseño: Min-Chih Yao

I lustraciones : Bryan Leister

Traducción : Ángel Carlos González Ruiz

Composición tipográfica : Leticia Fonseca Gallegos

Ofi cina de Programas de Información Internacional

Departamento de Estado de Estados Unidos

http://usinfo.state.gov/

2006

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Ofi cina de Programas de Información Internacional

DEPARTAMENTO DE ESTADO DE ESTADOS UNIDOS

http://usinfo.state.gov/

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