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La Casa Fuster del Passeig de Gràcia, obra del arquitecto Lluís Domènech i Montaner, por encargo del abogado Marià Fuster i Fustercaballero de la alta sociedad mallorquina; quién prendado por los encantos de la hija del marqués de Alella, Consol Fabra i Puig, quiso ofrecerle como regalo de bodas un espectacular hogar que pasara a la historia por su belleza y calidad arquitectónica y encargó proyectar en 1908 al maestro del Modernismo, la casa se proyectó para que albergara inicialmente varios pisos, de los que los dueños sólo habitaría el principal y los bajos. Fue la última obra urbana de Lluís Domènech i Montaner, que no desaprovechó las posibilidades expresivas y casi épicas que le brindaba el final del passeig de Gracia. No sólo se trata de una culminación del espacio público más señorial de Barcelona. La madurez del creador es patente y el edificio puede ser visto a través del prisma que sintetiza su lenguaje y su sabiduría. Toda la obra en piedra aparece realzada por mármoles rosa y blanco, que algunos historiadores han vinculado con algunos palacios venecianos.
Consol Fabra i PuigMarià Fuster i Fuster
Actualmente, la Casa Fuster funciona como Hotel y ha sido declarado Hotel Monumento. Edificio construido en 1900 y que hoy conserva su magia y diseño en su exterior, la entrada al edificio y detalle de la fachada
Considerada por los expertos como un ejercicio de contención expresiva, la Casa Fuster es un edificio de gran elegancia realizado por uno de los grandes arquitectos modernistas de principios del siglo XX, una ondulante arquitectura en piedra y mármol y arcos ricamente decorados que en su conjunto transmiten la sensación de movimiento de toda obra modernista
El conjunto, no obstante, denota una gran contención expresiva, favorecida por el blanco del mármol de las dos fachadas principales organizadas alrededor de una tribuna corrida que a partir de la primera planta está torneada como una torre hasta el coronamiento del edificio; la posterior es, insólitamente, plana.
Diseñada y construida entre 1908 y 1911, el material principal utilizado fue el mármol blanco, y siguió las características clásicas de la obra del artista: columnas robustas con una base de piedra roja, ventanas trilobulares y ornamentación floral. El conjunto, no obstante, denota una gran contención expresiva.
Se encuentra situado en el Passeig de Gracia, muy cerca de l`Avinguda Diagonal. Fue convertido en hotel de lujo en 2004.
Coronado por una curiosa buhardilla de aire francès
Además, las dos fachadas principales destacan organizadas en torno a una tribuna en forma de torre que sube hasta la cima del edificio.
La casa de los burgueses Marià Fuster i Consol Fabra se proyectó para que albergara inicialmente varios pisos, de los que los dueños sólo habitaría el principal, planta baja, un teatro y un jardín.
De todos los ilustres inquilinos que tuvieron allí su domicilio, las entidades de Gracia sienten especial afecto por el poeta Salvador Espriu, de quien explican que quiso permanecer en uno de sus pisos pese a que el inmueble carecía de ascensor. Cuentan que se resistió a trasladarse a otra finca cercana hasta que una lesión en una pierna mermó su movilidad.
Delante de los jardines de Salvador Espriu. Precisamente los jardines se llaman así en honor la poeta, también se conocen como los Jardinets de Gracia
En la casa hay dependencias cargadas de historia donde personajes ilustres como el poeta Salvador Espriu pasaron buena parte de su vida y que en su honor tiene esta especie de monumento - fosa en los jardines frente a su última casa, cuando se mudo de la Casa Fuster, en este edificio disponía de ascensor
Robustas columnas en piedra roja, y ornamentación floral.
Ornamentación de columna
Casa Fuster. Desde el año 2004, este edificio ha recuperado el histórico Café Vienés de la planta baja, se hacen sesiones de jazz. La presencia de Woody Allen y su banda han realizando conciertos. Muchos años atrás en los 50/60, en el subterráneo estaba la sala de baile el Danubio, que uno tiene recuerdos particulares
La Alemania de Hitler se fijó en el edificio y su consulado ocupó una de sus plantas hasta que estalló la guerra civil. Y en la planta principal se instaló durante un tiempo el Instituto Italiano, en la etapa del dictador Mussolini.
El mismo piso albergó a continuación, en otoño de 1936, la sede central de las juventudes del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) que se lo incautó al citado instituto después de que se rompieran relaciones con el régimen de Mussolini. Allí se organizó también el denominado comité de defensa de la revolución que impulsaron la Juventud Comunista Ibérica, la CNT, la FAI y las Juventudes Libertarias durante las jornadas de Mayo de 1937, de las que habla la película de Ken Loach Tierra y Libertad.
El edificio tenían un coste elevado, y así debió pensar la familia Fuster-Fabra cuando a principios de los años 20 decidió dejar de vivir en este suntuoso “quasi” palacio a causa de los elevados gastos de mantenimiento y gestión
A partir de entonces el edificio albergó diferentes negocios hasta que en el año 1962 la compañía eléctrica ENHER lo adquirió por 11 millones de pesetas (66.000 Euros.)
Casa Fuster ha sabido resistir durante casi un siglo al abandono por ser una “diva”, bella pero demasiado cara de mantener; a la humillación de verse obligada a albergar gremios cuando estaba predestinada a nobles y a la falta de sensibilidad de especuladores sin escrúpulos que simplemente deseaban destruirla
En plena época desarrollista en España la intención de la empresa era derribar el edificio para construir un rascacielos, una herejía que se topó con la oposición de toda la sociedad barcelonesa.
En el año 2000 Casa Fuster es adquirida por el grupo Noga, el cual la incorpora a su cadena de Hoteles Center y la convierte en su insignia de glamour y clase además de en el primer hotel de la compañía considerado como cinco estrellas gran lujo.
En la Casa Fuster, pueden verlas a la entrada las sillas reproducción de las Casa Calvet . No les cobraran nada y dejan incluso que te sientes en ellas son de estilo Gaudi. Si las juntamos los respaldos parecen formar un trébol. Son cómodas y adaptadas al cuerpo y su forma orgánica es tan lógica como bella.
No siempre se tiene la oportunidad de habitar, aunque sea por una corta estancia, en un edificio de la carga estética y emblemática de éste.
Vivir sus interiores supone contagiarse de la filosofía del lujo de aquellos “bon vivants” que revolucionaron los conceptos estéticos con el Art Decó en Francia, el estilo Liberty en Italia o el Modernismo en Barcelona, recrearse en la elegancia y sentir el “art de vivre” en toda su plenitud
Ahora da cobijo a viajeros con clase que busquen en Barcelona algo más que sus playas y el sol, que valoren su posición dentro de un estilo arquitectónico irrepetible y cuyo objetivo sea un hospedaje de alto lujo.
Ahora ofrece la misma imagen que en sus años de plenitud, cuando los Fuster-Fabra realizaban espectaculares fiestas de sociedad a principios del Siglo XX.
Tomarse un café en estos salones no es precisamente barato, pero de vez en cuando uno se lo puede permitir para disfrutar de este espacio único, ideal para conversar acompañado.
En la planta noble esta el Restaurant Galaxó
¿A que sabe Casa Fuster ?, gastronómicamente hablando suena a Mediterráneo y a producto de temporada. Podríamos definir al hotel con palabras como “cultura”, “tradición”, “calidad”, “exclusividad” y al mismo tiempo cercanía
Lámpara moderna de estilo «modernista»
Elementos modernistas
El edificio se remata con unas mansardas de estilo francés.
No siempre apetece estar en una terraza en la calle o delante del mar. A los barceloneses que disfruten de las azoteas de los hoteles y que se conviertan en un espacio ciudadano más. Son una buena opción que ofrece una panorámica diferente de la ciudad, aunque no seas cliente del hotel, es una delicia en las noches de verano tomar una copa
Barcelona, como no podía ser de otra manera, ofrece una gran variedad de espacios, en este caso “terrazas”, donde poder relajarse tomando una copa mientras disfruta de unas magníficas vistas.
Una magnífica terraza con piscina, y ofrece espectaculares vistas al Passeig de Gracia avenida comercial
Vista desde la terraza del edificio del Passeig de Gracia
Vistas de otras terrazas de los edificios adyacentes como el de la Pedrera Casa Milà
En primer lugar el escudo de la ciudad de Barcelona encima de la baranda de la terraza del hotel
La vista a uno de los bulevares más famosos del Mundo, el Passeig de Gracia, hacen que su visita sea obligada.
