Av. Luis Pasteur 5280 · Of. 104 · Fono: 218 5950 / Casilla 16197 · Correo Providencia · Santiago · Chile
Año 15 | N°148 | 2010
InformativaRevista
SOCIEDAD CHILENADE OFTALMOLOGIA
Los graves daños del terremoto
en los Servicios de Oftalmología
NoticiasPese a dificultades, Bulnes realiza campaña preventiva de glaucoma
Servicio PúblicoSocios realizan operativos en zonas afectadas
ActualidadSituación de socios a raíz de la catástrofe
Av. Luis Pasteur 5280 · Of. 104 · Fono: 218 5950 / Casilla 16197 · Correo Providencia · Santiago · Chile
Editorial
Un abrazo grande a todosQueremos transmitirle a nuestros socios, especialmente a quienes lo necesitan producto del terremoto que afectó a gran parte del país, nuestra plena voluntad de brindarles apoyo. Asimismo, estamos eva-luando la mejor manera de poder contribuir a la gran tarea de recons-trucción, sobre todo en lo que respecta a ir en ayuda de la población más vulnerable.
l terremoto que asoló a gran parte de nuestro país el pasado 27 de febrero cambió radicalmente las prioridades en diversas materias que atañen a la calidad de vida
de los chilenos. Esto se debe en gran medida tanto por la magnitud del sismo (8.8 grados en la escala de Richter), como por el amplio radio de alcance que tuvo, afectando a cerca del 80 % de la población nacional.
Gran parte de la infraestructura en dis-tintas áreas se vio afectada y, en lo que respecta específicamente a la red de salud pública, un importante número de hospitales sufrió severos daños, de acuerdo a lo señalado por el Ministerio de Salud. Se trata de 14 establecimien-tos que deberán ser reconstruidos en los próximos años.
El daño en los Servicios de Oftalmología del área más afectada por el sismo pre-senta diversos grados de severidad. De acuerdo a lo informado por nuestros socios, hay daños estructurales en los establecimientos de las ciudades de Cu-ricó, Talca, Chillán y Temuco, y daños menores pero importantes en Rancagua, San Fernando, Concepción y Los Ánge-
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les. Esto ha traído como consecuencia una importante disminución de camas y pabellones para efectuar cirugías, lo que complica la labor de los especialistas en todo lo que tiene relación con resolver patologías de mediana y alta compleji-dad.
Sin embargo, la atención oftalmológica en las zonas afectadas ha podido poco a poco volver a desarrollarse e ir recu-perando cierto grado mínimo de normali-dad. El compromiso de los especialistas y del personal de apoyo que integran los equipos de salud ha sido fundamen-tal para no interrumpir la atención de los pacientes, siendo esta actitud una clara prueba de la vocación de servicio público que nos mueve y que se pone a prueba en situaciones límite como la vivida recientemente.
ÍNDICE
02 EDITORIALUn abrazo a todos.
04 AcTuALIDADSituación de los socios a raíz de la catástrofe.
12 SERVIcIO PÚBLIcOSocios brindan ayuda en zonas afectadas.
08 A FONDOLos daños que causó el terremoto en los Servicios de Oftalmología.
Comité Editorial: Dr. Esteban Fuentes, Dr. Pablo Sabat, Director: Zua Fuentes, Editor General: Daniel Zamorano, Editor: Juan Pablo Epull, Periodista: Francisco del Río, Fotografía: Carlos Arias, Dreamstime, Diseño: Francia Cárdenas Venta de Publicidad: 3348199, Representante Legal: Sociedad Chilena de Oftalmología A.G., Sitio Internet: www.sochiof.cl.Una publicación Hipervínculo.Todos los derechos reservados.
Directorio SOCHIOF 2009 – 2011Presidente: Dr. Alejandro Siebert E., Vicepresidente: Dr. Cristián Carpentier G., Secretario: Dr. Javier Corvalán, Pro-Secretario: Dr. Gerardo Neumann Q., Tesorero: Dr. Jaime Mayora, Pro-Tesorero: Dr. Enzo Castiglione A., Past President: Dr. Sergio Morales E., Director Departamento de Salud Visual: Dr. Patricio Meza R., Presidente del Comité de Ética: Dr. Roberto Schliapnik, Delegado de la Asamblea: Dra. Verónica Azócar G.
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Desde el primer momento que fue po-sible, el Directorio tomó contacto con los socios de las regiones afectadas para conocer su situación. Afortunadamente, no tenemos que lamentar nada grave. A todos ellos les brindamos un abrazo a la distancia, el que también hacemos extensivo a toda la comunidad oftal-mológica. Queremos también señalarles nuestra voluntad de brindarles apoyo si lo necesitan.
Finalmente, queremos entregar un mensaje claro a la comunidad: estamos evaluando la mejor manera de poder contribuir a la gran tarea de reconstruc-ción, especialmente en lo que respecta a ir en ayuda de la población más vul-nerable.
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Actualidad
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Situación de socios a raíz de la catástrofe
Tras el terremoto que afectó a la zona centro sur de nuestro país, el Directorio de la Sociedad Chilena de Oftalmología tomó contacto con los colegas de las regiones más dañadas. A continuación, se detalla el resultado de las comunicaciones y se les solicita a los socios que informen cualquier noticia, situación o necesidad al correo electrónico [email protected], o a los teléfonos (02) 2190842, (02) 2192163, (02) 2190969, de modo de evaluar la mejor forma de ayuda, tanto a los colegas como a la población en general.
Estimados Colegas: El Directorio de la Sociedad Chilena de Oftalmología (SOCHIOF) ha es-tado muy preocupado por los acontecimientos ocurridos en nuestro país, muy especialmente de los colegas de las regiones afectadas. La primera medida ha sido contactarnos con cada región, de manera de sopesar la situación y evaluar la mejor forma de ayudar, tanto a los colegas como a la población en general. A continuación, detallamos a ustedes el resultado de nuestras comuni-caciones y solicitamos que nos informen cualquier noticia que tengan al respecto, a través del correo electrónico [email protected] o a los teléfonos de la Sociedad (02) 2190842, (02) 2192163 o (02) 2190969. Un abrazo fraterno, Directorio SOCHIOF
Resultado de comunica-ciones a regiones afecta-das:Rancagua: El Dr. Javier Lagos informa que los oftalmólogos de la región es-tán bien. El Servicio de Oftalmología del Hospital Regional está funcionando sin cirugías, situación que se prevé por lo menos durará un mes, dado que no tienen esterilización.
Santa Cruz: El Dr. Sergio Jofré informa que, aunque la zona está muy maltrata-da, el hospital está funcionando. No hay antecedentes de oftalmólogos con daños personales.
San Fernando: Okey, funcionando.
Talca: El Dr. Gonzalo Torres informó que todos los oftalmólogos de la zona están bien. El Dr. Blas Rivera, como Jefe de Servicio, está coordinando la atención oftalmológica en el hospital para lo que habilitaron un box de atención de urgen-cias. Han trabajado incluso los fines de semana.
Curicó: El Dr. Mario Valenzuela, Jefe de Servicio de Oftalmología, informa que es-tán bien y que, aunque el hospital está a punto de caerse, Oftalmología está fun-cionando. Las cirugías han sido traslada-das.
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Linares: Los doctores Carlos García y Víctor Camerati se encuen-tran bien.
Chillán: El Dr. Carlos Muñoz Pontoni informó que los oftalmólogos de la zona están bien. La mayoría de los centros privados están cerrados, realizando reparaciones internas. Su consulta sufrió da-ños menores de algunos instrumentos oftalmológicos. Hará saber mayor información. Por su parte, el Dr. Héctor Sepúlveda informa que está bien y que el hospital está funcionando en un 90%, pero sin pabellones.
Concepción: La Dra. Cecilia Zapata, que estaba en Lota, informó que los oftalmólogos están bien. Un reciente correo del Dr. Fernan-do Barría informa que se encuentra bien, al igual que los doctores Renate Kocksch, René Cánovas, Cristina Hidalgo, Rodrigo Marín, Patricio Gómez, Raúl Romero, entre los que se han contactado. La Dra. Graciela Blanco informó que sus padres y sus hermanos están bien, pues no se encontraban en la región al momento del terremoto.
Los Angeles: El Dr. Yorgi Ellies informa que todos los oftalmólo-gos están bien. Las consultas están maltrechas, pero los equipos se salvaron. En el hospital quedaron sin autorrefractómetro y sin microscopio. Están postulando a un fondo especial de catástrofe. Esta semana están atendiendo sólo urgencias y controles de opera-dos. Se cerró el pabellón.
Temuco: El Dr. Sergio Echeverría informó que están todos bien en la zona. El hospital está funcionando sólo de emergencia. Oftal-mología atiende urgencias durante todo el día y se están turnando para ello. El Dr. Carlos Jofré de Temuco informó que la consulta del Dr. Eduardo Jorquera sufrió graves daños.
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Noticias
Pese a las dificultades, Bulnes dijo presente en campaña de prevención del glaucoma
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La Unidad de Atención Primaria Oftalmológica (UAPO) de Bulnes con-memoró durante los días 17 y 18 de marzo el Día Internacional del Glaucoma.
n medio de la difícil situación que se vive en la provincia de Ñuble, pro-ducto del terremoto, el Dr. Héctor Sepúlveda, jefe del Servicio de Of-
talmología del Hospital Herminda Martín, de Chillán, nos cuenta una buena noticia: en la zona el equipo de salud oftalmológica retomó las actividades normales de pro-moción y prevención en salud visual con la gente de Bulnes, Pemuco y Quillón. Sus integrantes hicieron un enorme esfuerzo para dejar sus casas y darse el tiempo de asistir a la Unidad de Atención Primaria Oftalmológica (UAPO) para participar los días 17 y 18 de marzo en la conmemo-ración del Día Internacional del Glaucoma. La instancia sirvió, de paso, para compartir sus experiencias.
Para convocar a la comunidad se realizó una campaña a través de radios de la zona y se trabajó en conjunto con los directores de cada centro de salud de las tres comu-nas que fueron partícipes del operativo. Se invitó a todas las personas que tuvieran 40 años o más que no hayan sido evaluadas nunca por oftalmólogo, que sufrieran dia-betes mellitus y/o hipertensión arterial, tu-vieran antecedentes familiares de glau-coma y fueran altos miopes.
El Dr. Sepúlveda detalló que los procedimientos realizados fueron: anamnesis (antecedentes mórbidos y familiares de glaucoma), pequeña charla educativa sobre la enferme-dad, tonometría, fondo de ojo y medición subjetiva de cámara anterior.
Se atendieron en total 91 pacientes. De ellos, se determinó que 13 presentaban sospechas, tres presentan la patología sin control hace más de 1 año, y seis con AF (+) para glaucoma. En tanto, de los sospechosos, cuatro fueron derivados a OCT de Ángulo, 13 a Curva de Tensión Ocular y 13 a Campimetría más OCT de
Nervio Óptico.
Además, se realizaron las respectivas derivaciones por otras patologías como pterigion y especialmente por vicio de refracción, dado que muchas personas perdieron sus lentes durante el terremoto del pasado 27 de febrero.
A cargo de la actividad estuvieron el of-talmólogo Dr. Héctor Sepúlveda; el tec-nólogo médico en oftalmología y encar-gado de la UAPO, Cristián Sandoval; la técnico en enfermería María Paz Rivas, y como colaborador, el egresado de Tecnología Médica en Oftalmología, Se-bastián Sanhueza.
Es importante mencionar que la UAPO de Bulnes comenzó sus actividades en diciembre de 2008. La población benefi-ciaria corresponde a usuarios de 20 a 64 años de los centros de salud de Bulnes, Quillón y Pemuco, que son aproxima-damente 25 mil personas. En la UAPO trabajan siete oftalmólogos del Hospital Herminda Martín, de Chillán, quienes atienden principalmente vicios de refrac-
ción y cuentan con un programa de pes-quisa y control de glaucoma que, entre otras cosas, tiene actualmente 150 perso-nas en tratamiento y control permanente. Además, el equipo recibe colaboración directa del Servicio de Oftalmología del Hospital Herminda Martín, que destina un día a la semana el equipamiento necesa-rio para la realización de exámenes a los usuarios de la UAPO.
A pesar del éxito de la campaña, el Dr. Sepúlveda comenta que la labor de la UAPO en el contexto de la actual situación post sismo se ha visto afecta-da por el robo de un autorrefractómetro, lo que perjudica en forma significativa la atención en este estratégico lugar. Por ello, solicita la adquisición de uno nuevo.
El año pasado también se realizó este operativo, instancia en que se atendió a 109 personas y se encontraron 6 casos de glaucoma que están actualmente en control estricto en la UAPO.
Noticias
Semana del Glaucoma: cancelan screening del 9 de marzo en Santiago
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La decisión fue tomada en una asamblea en que par-ticiparon todos los convocados a la campaña. No obstante, las actividades de difusión continuaron realizándose. El llamado es a estar atento para una posible nueva fecha del screening en la capital a fines de abril.
or motivo de la catástrofe que azotó a gran parte de nuestro país, los organizadores de la III Semana Mundial del Glaucoma en Chile, en conjunto con oftalmólogos, be-cados de oftalmología, tecnólogos médicos, voluntarios y
representantes de empresas, tomaron la decisión de no realizar el screening en Santiago el pasado martes 9 de marzo.
La decisión fue adoptada en una reunión efectuada en nuestra sede, el pasado 3 de marzo, ocasión en que participaron los convocados a la campaña.
En la oportunidad, se determinó que las actividades de edu-cación e información a la población continuaran efectuándose en consultorios, hospitales, clínicas y organizaciones sociales, tal como estaban planificadas.
En relación al screening en Santiago, actividad considerada como estratégica para la iniciativa, los asistentes decidieron que lo más razonable era esperar el curso de los acontecimientos con miras a preparar un nuevo examen masivo a fines de abril, fecha cercana al Moorfields Meeting V. Dependiendo de las condiciones, el screening se efectuará o no, decisión que será comunicada próximamente.
La Sociedad Chilena de Oftalmología agradece a todos los que se han comprometido con la iniciativa y los invita a estar infor-mados sobre el curso que vayan a tener los acontecimientos, con el fin de programar el nuevo screening.
Screening realizado en 2009 en la Municipalidad de La Florida.
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EEl sismo afectó gravemente los hospitales de las regiones de O’Higgins, Maule, Biobío y La Arau-canía. Los especialistas enfrentan con diversas dificultades las con-secuencias: en casi todos los casos, suspendiendo cirugías; en otros, compartiendo pabellones con otras especialidades o trasladándose a otros sitios. El común denomina-dor es la disminución de camas disponibles y el ausentismo de los pacientes quienes, por temor a de-jar solas sus casas, han preferido no asistir a los controles médicos.
Los daños que causó el terremoto en los Servicios de Oftalmología
l terremoto que azotó a más del 80% de la población nacional y el posterior tsunami, que hizo desa-parecer puertos y localidades de
la zona centro-sur, dejó profundas mar-cas en la red de salud pública del país.
En un informe entregado por el Ministerio de Salud (Minsal), el pasado 22 de marzo, se especifica que el 71% de la red hospi-talaria de Chile se encuentra afectada, lo que se traduce en 54 hospitales con dificultades menores, 8 que requieren reparaciones profundas y 17 que tendrán que ser reconstruidos completamente. El costo que acarrea la catástrofe se ha estimado en 2.700 millones de dólares, más de 10 veces lo invertido en la red de salud pública en los últimos 10 años (257 millones de dólares entre 2000 y 2009).
Hasta el momento, la cartera de salud ha informado que la situación se ha tratado de normalizar con la implementación de hospitales de campaña, modulares y pre-fabricados.
Pero en la práctica, los problemas siguen existiendo y una de las áreas más sensi-blemente afectadas es la de los Servicios de Oftalmología de los hospitales de las regiones de O’Higgins, Maule, Biobío y La Araucanía. Los especialistas enfrentan con diversas dificultades las consecuen-cias: en casi todos los casos, suspen-diendo cirugías; en otros, compartiendo pabellones con otras especialidades o trasladándose a otros sitios. Muchos de ellos forman parte de las estadísticas de los establecimientos de salud pública que deberán ser reconstruidos (como los ca-sos de los hospitales de Curicó, Talca,
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Chillán y Temuco). Y en todos ellos, los comunes denominadores son la dismi-nución de camas disponibles y el ausen-tismo de los pacientes quienes, por temor a dejar solas sus casas, han preferido no asistir a los controles médicos.
O’Higgins: sismo acentuó falencias pre-existentes
En el Hospital Regional de Rancagua, la situación se ha mantenido bajo una aparente normalidad, según cuenta el Dr. Javier Lagos, Jefe del Servicio de Oftalmología. En el sector en que ellos se encuentran no hubo problemas. Sin embargo, fueron evacuados y permanecieron tres días sin realizar sus funciones por pre-caución. El mayor problema es que han debido com-partir los pabe-llones con los que contaban, redu-ciéndose de cinco a dos la cantidad, debiendo postergar ciertas cirugías.
Esto se debe a que un ala del hospital quedó sin la disponibilidad de espacios para realizar intervenciones, por lo que debieron trasladarse a la parte en que funciona Oftalmología. Las vitrectomías se volvieron a practicar luego de dos se-manas de ocurrido el sismo y, en cuanto a la intervención de cataratas, se deben practicar en un día determinado.
Los pacientes, sobre todo los de zonas rurales, disminuyeron su asistencia. Las casas de estas personas sufrieron di-versos daños, por lo que se encuentran viviendo algunos en carpas y otros, en chozas improvisadas. El temor de dejar sus pertenencias sin vigilancia ha provo-cado que no asistan a sus controles o a consultar por sus enfermedades.
En cuanto al abastecimiento de medica-mentos e insumos, aún no se logra apre-ciar una falta de éstos, ya que aún que-dan en bodega y no se han hecho nuevos pedidos que puedan dejar al descubierto un problema de abastecimiento.
Para funcionar de forma óptima, el Ser-vicio necesita más especialistas que es-tén dispuestos a trabajar en el sistema
público. La lista de espera que existe hoy a causa de esta falencia es extensa. Este problema no sólo se suscita de cara a la catástrofe, sino que ya es algo que se mantiene en el tiempo. Antiguamente se contaba con siete especialistas y ahora únicamente quedan cuatro.
En el caso de San Fernando, el Dr. Ra-fael Arratia comenta que el Servicio de Oftalmología atendía antes en el hospital antiguo y, pese a haberse inaugurado uno posteriormente, ellos rechazaron el traslado a las nuevas dependencias por un tema de espacio. Tras la tragedia ocurrida la madrugada del 27 de febrero, el cambio de lugar se volvió inminente ya que la edificación antigua sufrió graves problemas.
Las atenciones de urgencias se man-tuvieron durante las primeras se-manas tras la gran sacudida, pero las cirugías fueron suspendidas, a
excepción de las que exigían atención rápida tras la implementación de pabe-llones. Los casos de glaucoma siguieron siendo también una prioridad.
Aun así, el hospital sigue limitando la aten-ción. En la actualidad, los especialistas cuentan con una mañana para realizar cirugía de cataratas y, si es que existe disponibilidad, se cede la mañana siguiente para que otro médico pueda realizar otro tipo de intervención.
Los pacientes dis-minuyeron en más de la mitad de lo normal durante la primera semana, al igual que en Rancagua, por el temor que ellos tenían de dejar solos los lugares que habitan.
El Dr. Arratia hace hin-capié en que, actual-mente, no se trabaja de la mejor forma en las instalaciones nue-vas, pero a pesar de ello se encuentran operativos. Otro fac-tor que influye es
que con el terremoto se acrecentaron las falencias en instrumental que pre-sentaban los centros de atención por el deterioro que tienen producto de su anti-güedad. El especialista puntualiza que el 60% ya presentaba problemas antes de la catástrofe.
Con respecto a los medicamentos, aún quedan del mes anterior, pero siempre ha sido conocida la falta de éstos para los pacientes glaucomatosos.
Tal vez la zona que menos daños ha su-frido dentro de lo que se refiere a su red de asistencia pública es Santa Cruz. El Dr. Sergio Jofré, Jefe de Departamento, Director y único médico de Oftalmología en la zona, informó que el hospital no su-frió daños.
Las atenciones se han mantenido sin problemas, a excepción de las primeras semanas, en donde nuevamente los pa-cientes no llegaban debido al temor que, como ya hemos visto, se tornó un de-nominador común tras el fuerte remezón. Tampoco se ha vislumbrado una falta de medicamentos e insumos en el sector.
Maule: hospitales de Curicó y Talca destruidos
Acercándose al epicentro, ya los hospi-tales en la Región del Maule sufrieron da-ños gravísimos. El de Curicó, como ha in-formado el Dr. Mario Valenzuela, está para demoler. Las atenciones se han realizado en el CRS, lo que ha permitido funcionar
En zonas rurales del Biobío, mu-chas personas extraviaron sus anteojos, debido a que quedaron bajo las casas derrumbadas o los perdieron luego de huir.
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con una relativa normalidad. A causa de la delicada situación, las intervenciones se han suspendido por la falta de pabellones. El instrumental no sufrió daños y los medi-camentos no han escaseado.
Días después del movimento telúrico, el gobierno implementó en la zona un Puesto de Atención Médico Especializado (PAME) y, posteriormente, llegó un Hospi-tal de Campaña ofrecido por Argentina, el cual cuenta con 40 camas y dos pa-bellones.
A pesar de la implementación de estos centros de atención, el Departamento de Oftalmología necesita encontrar un lugar donde se puedan realizar las interven-ciones para funcionar de mejor manera. En Talca la situación es similar a la anterior. Gran parte del edificio médico se derrumbó por lo que debieron trasladarse al área contigua, el Centro de Diagnóstico Tera-péutico (CDT).
Sólo se están realizando cirugías ambula-torias, mientras se buscan pabellones en localidades cercanas como San Javier, a unos 25 kilómetros al sur de Talca, o se derivan los casos a Santiago. Sólo las urgencias se están atendiendo, no así el policlínico.
Como se ha dilucidado, el mayor problema que se presenta es la falta de un espacio para realizar intervenciones quirúrgicas, y no sólo de la especialidad, sino que de
todas las que con-viven dentro de los centros asistenciales que han sido afecta-dos.
Biobío: la prioridad es recuperar camas
El Dr. Héctor Sepúlveda, del Hospital Regional de Chillán, cuenta que la torre del edifi-cio se destruyó. Allí, en la parte baja es-taba el área quirúr-gica. En el sexto piso de esa misma edifi-cación se encuentra el Servicio de Oftal-mología.
Por lo mismo, las intervenciones se han visto un poco afectadas, sobre todo porque comparten el quirófano los miércoles con Otorrinola-ringología.
Con respecto a los pacientes, las primeras semanas presentaron gran ausentismo, problema que persiste hasta hoy. Muchos de ellos son personas que han sufrido la destrucción de sus viviendas y, además, tienen problemas de interconectividad, lo que se ha solucionado, en parte, con el paso de los días.
Por lo general, cierto tipo de patologías que se refieren a desprendimientos de retina y victrectomías, entre otras, siem-pre han sido derivadas hacia el hospital de Concepción. No fue hasta el domin-go 28 de marzo que se reanudó este sistema, ya que la conectividad entre las ciudades se ha mejorado.
Hasta la semana del 22 de marzo, el hospital ya se en-contraba operativo en un 80%. Con el paso de los días, todo se normalizará; sin embargo, los pa-bellones y el espacio donde realizar las atenciones son la mayor prioridad a re-solver.
Como un dato adicional, el Dr. Sepúlveda comenta que, en las zonas rurales, mu-chas personas perdieron sus anteojos,
ya sea porque quedaron bajo las casas derrumbadas o debido a que en el mo-mento en que arrancaron, los extraviaron.
En Concepción, el Dr. Santiago Muñoz González, Jefe titular del Servicio de Of-talmología del Hospital Regional, cuenta que no hubo daños a nivel estructural en el edificio, ya que está recientemente construido. Tal vez el mayor daño fue el haber retirado dos salas que se encon-traban en el zócalo y que, por razones de seguridad, se habían trasladado al primer piso, perdiéndose algunas camas que se están intentando recuperar.
En cuanto al flujo de pacientes, las dos primeras semanas se vio absolutamente afectado, más por razones de las perso-nas que del Servicio, pero a partir de la tercera semana el flujo se ha ido normali-zando.
No se han registrado problemas con la far-macia, ya que hubo dos semanas en que los policlínicos no funcionaron, tiempo que fue aprovechado para reponer stock o trabajar con el que quedaba de febrero.
Para volver a atender de forma óptima, es necesario recuperar las camas que perdieron. Hasta el momento están fun-cionando con ocho propias y otras ocho prestadas. Antes contaban con un total de 24.
El Hospital de Concepción tiene tres bloques: el mono bloque, que se construyó en 1952 y que no tuvo daños estruc-turales; el segundo, que se conoce como la torre, donde estaba la urgencia tanto general como oftalmológica y todo lo que son las unidades de cuidados intensivos, se dañó severamente y se trasladaron hacia el bloque nuevo, que es el Centro
de Atención Ambu-latoria, un edificio nuevo que cuenta con 6 pisos y que no sufrió daños. Se estima que el proceso de recu-peración del se-gundo bloque se
demorará aproximadamente un año.
Por su parte, el Dr. Fernando Barría agre-ga que la normalización ha sido bastante buena. El ausentismo de los pacientes aún se ha mantenido, lo que supone que se debe a los problemas de conectividad
En Curicó, Talca y Temuco, los oftalmólogos no cuentan con pa-bellones. En otras ciudades, deben compartir los pocos que quedaron en pie con otras especialidades.
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(por ejemplo, con el área de San Pedro de la Paz, debido a que aún funciona un solo puente). Durante la primera semana, debieron enviar pacientes, especialmente aquellos que requerían tratamiento por trauma ocular, a San-tiago vía FACH, por lo que están muy agradecidos de la Fuerza Aérea.
Dentro de lo que han podido hacer en la zona es ofrecer sus servicios a locali-dades aún más afectadas como Dichato, pero la respuesta de las autoridades del sector no se ha manifestado.
En la ciudad de Los Ángeles, a 127 km de Concepción, la situación se vuelve a repetir: los pabellones se vieron afecta-dos y los que quedaron en condiciones de funcionar se deben compartir. Esto, al igual que en las otras localidades, ha acarreado una serie de problemas, teniendo que reor-ganizar las horas para realizar la inter-venciones. Como lo describe el Dr. Nel-
son Véjar, han sido problemas de tipo logístico.
Tal vez la mayor dificultad fue el que tuvo el sistema computacional con el que tra-bajan, en donde tienen las fichas de los pacientes, ya que sufrió un desperfecto, pero con el paso de los días se ha resta-blecido completamente. Los medicamen-tos e insumos no han escaseado.
La Araucanía: 70% de la red afectada en Temuco
El caso de Temuco es el que más preo-cupa. Si bien a Curicó y otras zonas han llegado refuerzos de tipo físico para establecer lugares donde atender, en esta ciudad, según explica el Dr. Sergio Echeverría, Director del Departamento de Especialidades Médicas de la Facul-
tad de Medicina de la Universidad de La Frontera (UFRO), y direc-tor del Comité de Relaciones de las Subespeciali-
dades afiliadas a la Asociación Panameri-cana de Oftalmología, aproximadamente el 70% de la red asistencial pública se encuentra afectada.
No tienen dónde realizar atenciones, ya que el hospital colapsó en el sector de los policlínicos. Los pabellones tampoco están utilizables, por lo que se busca generar acuerdos con clínicas privadas para poder cumplir las intervenciones.
Por el momento, la gente que presenta patologías urgentes ha debido movili-zarse a otros centros asistenciales, inclu-so ha debido viajar hasta Santiago para poder ser atendidos.
Se han hecho atenciones en el consul-torio Miraflores, pero nuevamente la falta de quirófanos se ha mantenido. El Dr. Echeverría comenta que existen tres que podrían ser utilizados, pero hasta el momento ellos no han podido acceder a éstos.
Para volver a realizar una buena atención se necesita un espacio adecuado, lo que no se logrará en menos de un año.
En Concepción y Temuco se estima que no antes de un año se podrá recuperar la infraestructura dañada para trabajar en condiciones normales.
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12 Maule: socios visitan zonas golpeadas por la catástrofe
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Curepto, Licantén, Iloca, Cauquenes, Curanipe y Pelluhue fueron los lugares donde los especialistas efectuaron atenciones médicas, co-laboraron en tareas de ayuda y palparon en primera persona la mag-nitud de la tragedia.
l terremoto no dejó indiferente a nadie. Por más de 2 minutos gran parte de Chile se movió cambiando la vida de millones de
personas y el funcionamiento del país.
La real magnitud de la catástrofe no se cuantificó hasta días después, cuando se comenzó a obtener información de las zo-nas cercanas al epicentro: destrucción de de las típicas casas de adobe de las zonas rurales y ciudades costeras arrasadas por el maremoto.
Las necesidades de la población son enormes. Además de vestimenta, ali-mentación, vivienda y contención emo-cional, entre otras, un tema que preocupa es la salud de los más afectados. Ante este panorama, miembros de la Sociedad
Chilena de Oftalmología (SOCHIOF) par-tieron a algunas localidades de la Región del Maule para efectuar atenciones médi-cas y realizar distintos tipos de trabajos, auxiliando a los afectados.
Curepto
Los doctores Rodrigo Quiñones y Jorge Ramírez, becado de Oftalmología y de Salud Pública de la Universidad de Chile, respectivamente, decidieron armar un operativo de atención de salud y social en la comuna de Curepto. Para el Dr. Qui-ñones, Curepto tiene un sentido especial, ya que su familia proviene de la comuna y tiene muchos amigos en la zona.
Al difundirse esta iniciativa, muchas per-sonas se unieron a la causa, con lo que
llegó un momento en que se planificó una proyección en el tiempo de la ayuda, lo que logró mantenerla durante diez días.El equipo estaba conformado por cuatro médicos, dos enfermeros, un kinesiólogo y además un equipo de “demolición” del área de ingeniería y otras, ya que las necesidades eran distintas, como por ejemplo, construcción, derrumbe, apoyo social, psicológico y alimentario, entre otras. Ese fue el primer contingente de personas que estuvieron aproximada-mente cinco días. Luego hubo un relevo que proyectó el trabajo que se había realizado por el primer grupo.
El Dr. Quiñones fue en su calidad de médico general. Las atenciones fueron contención emocional y apoyo social. Además, tuvo que hacer cobertura de tur-nos en el hospital de Curepto, que se en-cuentra deteriorado y con el 50% de los médicos. En el grupo había gente cuyas casas habían sido afectadas, no obstante realizaron turnos seguidos de 7 días.
Se hizo cobertura de turnos de 24 horas, postas rurales, visitas a albergues y domi-ciliarias. El Dr. Quiñones visitó 33 familias de un sector rural de la comuna, a las que se les dio alimentos, ropa y atención médi-ca a quienes lo necesitaban, por ejemplo, una niña con una fractura de pelvis y un anciano con bronconeumonía.
Curepto es una comuna muy anti-gua, con grandes casas de adobe, de fachada continua y tejas, por lo que los 8,8 grados del terremoto destruyeron el 50% de las viviendas a primera vista. Sin embargo, hay otras que en su inte-rior presentan graves daños, por lo que deberán ser demolidas más adelante. El resto de lo que se mantuvo en pie son construcciones livianas o casas de vera-neo que resistieron sin problemas. En la zona rural, las casas de adobe resultaron completamente destruidas.
Hasta el momento, existe un suministro parcial de agua potable y electricidad. Después de las 22 horas, se corta la luz y todo queda a oscuras, a excepción del hos-pital que cuenta con sus propios genera-dores.
El Dr. Quiñones recalca que muchas personas están sometidas a un estrés de tal magnitud, que ha generado otros problemas en la salud, tales como enfer-
Hospital de C
auquenes. Gentileza D
ra Jocelyn Kohn
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medades de tipo sicosomático.
Sin embargo, recalca el temple de las personas para afrontar el futuro: “Lo que más marca, más que un hecho particular, es la actitud de la gente. A pesar de haberlo perdido todo, están muy enteros y agradecidos de haber sobrevivido, estoicos y es-peranzados en que todo lo perdido se recuperará”. Esta situa-ción para él resulta muy emotiva. “Es más, la gente te llena de fuerza como para poder seguir, porque el espectáculo que uno ve es aterrador”.
Las necesidades que hay en la zona son de tipo estructural. Son pueblos cercanos a la costa. Por lo tanto, lo más urgente es el tema de vivienda, ya que muchas personas siguen durmien-do en carpas o en los patios de sus casas y ya las temperaturas han empezado a bajar.
Licantén e Iloca
Por otra parte, un grupo de 8 oftalmólogos (entre ellos, el Presi-dente de SOCHIOF, Dr. Alejandro Siebert; y el Past President, Dr. Sergio Morales) y 2 tecnólogos realizaron una atención oftal-mológica en Licantén. Se atendió a 65 personas que perdieron sus lentes.
En el grupo iba la Dra. Ékira Martínez, quien cuenta que tras rea-lizar la visita a Licantén se trasladaron hasta Iloca. En el lugar se siguió con las atenciones en la posta del pueblo, además de reañizar actividades de esparcimiento para los niños, a quienes se les entregó cuadernos y lápices de colores.
La Dra. Martínez comenta que el mayor problema para los es-pecialistas es el espacio para atender. Las derivaciones no se pueden realizar ya que los centros de referencia eran los hos-pitales de Curicó y Constitución, los que se vieron afectados.
La especialista comenta que lo que más le impresionó fue “ver a las personas, dentro de toda su miseria y la angustia, tan ente-
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ras. Contaban las cosas más increíbles de cómo habían perdido sus lentes y yo las miraba y decía no sé cómo están con vida”. El aporte que podrían realizar los oftalmólogos es ir a la zona y realizar atenciones a pesar de que las condiciones son precarias. “Lo que busca el oftalmólogo es que la gente vea”, asegura la Dra. Martínez.
El Dr. Patricio Guerrero también viajó en el grupo que estuvo en Licantén e Iloca. Recalca de lo que falta en la zona son equi-pamientos de tipo oftalmológico para poder realizar atención permanente. Al margen de eso, está dañada la red de derivación de los pacientes como para poder realizar atenciones hospita-larias o quirúrgicas, además de los que necesiten exámenes de especialidad.
El especialista enfatiza que los habitantes tienen una gran necesidad de contar su experiencia traumática tras haber vivido lo que es un terremoto y un tsunami. Muchos de ellos vieron cómo familiares y amigos eran arrastrados por el mar. Y lo otro es ver en terreno, estar parado en un pueblo que fue arrasado por el maremoto.
Debido a la falta de hospitales e infraestructura, afectada por el terremoto, el Dr. Guerrero recalca también que muchas perso-nas con enfermedades visuales de tipo crónica, que requieren de evaluación y tratamiento han quedado postergadas. En esa área, los oftalmólogos podrían colaborar a futuro.
Cauquenes, Curanipe y Pelluhue
La Dra. Jocely Kohn fue llamada desde la Comunidad Judía de Chile, para participar en el proyecto de reconstrucción de la zona de Cauquenes, específicamente Curanipe y Pelluhue. La iniciativa se efectuó en conjunto con el Ministerio de Salud, cartera que cumplió la función de diagnóstico y evaluación de las alternativas para hacer funcionar con normalidad el sistema de salud del sector.
El equipo recorrió los distintos centros hospitalarios de Talca, San Javier, Curanipe, Pelluhue, Chanco, Constitución, Iloca y Duao.
La Dra. Kohn se entrevistó con los encargados de cada centro
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tenido que hacer cargo de todas las patologías de los pacientes, el volun-tariado, las donaciones y ver la forma de salir adelante”.
Al igual que la Dra. Martínez, comenta que las personas perdieron sus lentes, algo que es básico y necesario para volver a sus funciones.
La real magnitud de la catástrofe no se cuantifica hasta que se visitan las zo-nas que recibieron el gran impacto de la naturaleza. Así concuerdan todos los especialistas que tuvieron la oportunidad de aportar con “un granito de arena” en la situación que vive actualmente el país, y vivir la experiencia para contarla en pri-mera persona e intentar volver con más ayuda.
asistencial para evaluar cuáles habían sido sus daños y qué necesidades tienen para aumentar o empezar a entregar atenciones. Por ejemplo el consultorio de Curanipe estaba de allegado en la parro-quia del pueblo.
Las necesidades de forma concreta en Curanipe y Pelluhue son de infraestruc-tura. Se les ha donado una ambulancia, vehículos, medicamentes e incluso han contado con gran cantidad de médicos voluntarios.
En el caso de Cauquenes, el hospital sufrió grandes problemas en el sector donde estaban los hospitalizados. Ellos han tenido que ser trasladados al área destinada a la atención ambulatoria para poder poner las camas. En el período en que estuvo la Dra. Kohn, ya había insta-
lada una carpa del Ejército y se estaban montando un par de módulos. Con eso consigueron 40 camas, pero para poder pasar la campaña de invierno se necesi-tan 40 más.
La doctora comenta que muchas de las personas con las que conversó, inde-pendiente de sus pérdidas materiales, se encuentran muy tocadas por lo ocurrido. La gente tiene susto, se siente sola. Nin-guno de ellos sabía cómo volver a hacer su vida.
Por otra parte, recalcó el papel que cumple la doctora de Curanipe: “Para mí, la doctora de Curanipe es realmente una héroe. Ella es una médico, mujer, joven, que egresó en diciembre y este era su primer trabajo, y realmente se ha con-vertido en una líder positiva, que se ha
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