El caballo salvaje y el jabalí.

Todos los días, el caballo salvaje tomaba agua en un río poco profundo, para calmar su sed. Allí iba también un jabalí, que removía el barro del fondo con la trompa y las patas, y volvía turbia el agua.

El caballo le pidió una vez que tuviera más cuidado, y el jabalí lo insultó. Terminaron mirándose con odio, como si fueran los peores enemigos.

El caballo salvaje, muy enojado, fue a buscar al hombre y le pidió ayuda.

-Para enfrentar a esa bestia-dijo el hombre-, tengo que montar sobre tu lomo.

El caballo aceptó. Encontraron al enemigo cerca del bosque, y antes de que pudiera ocultarse, el hombre lanzó la jabalina y le dio muerte.

Libre ya del jabalí, el caballo se dirigió al rio para beber en sus aguas claras, muy contento. Pero el hombre no se bajó de su lomo.-Qué bien!-dijo-. Maté a una bestia e hice mío a un caballo esplendido.

El caballo, que había sido libre como el viento, tuvo que obedecer a su amo.Desde entonces se lamentaba muchas veces, pensando:´´Qué tonto fui! El jabalí me molestaba, pero esto es mucho peor! Ahora soy esclavo´´.