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2013_ EDICIÓN 4 www.revistapesquisa.fapesp.br

Las nuevas aves de la amazoniaDescriben quince especies de la selva en lo que constituye el mayor hallazgo de la ornitología brasileña desde el siglo XIX

iNNOVaCiÓNEmpresas y universidades se unen en parques tecnológicos y encaran nuevos retos de investigación y desarrollo

aLTO iMPaCTO Nuevos Centros de Investigación, Innovación y Difusión tendrán fuerte influjo sobre la producción científica en Brasil

CaÑa De aZÚCaR Empresas invierten en tecnología para incrementar la producción de etanol

PeRiODisMO La prensa sensacionalista ayudó a divulgar la ciencia en la década de 1950

PauLO VaNZOLiNi El zoólogo y músico que deja un legado cultural múltiple

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pESQUISA FApESp z 3

pOLÍTICA CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA

18 InfraestructuraLaboratorios de empresas instalados en parques universitarios enriquecen la formación de los estudiantes y responden a las nuevas demandas en investigación y desarrollo 26 En un mismo edificio, una facility de la Unicamp reúne moderno instrumental para la investigación en genómica, proteómica, bioinformática y biología celular

28 Los nuevos Centros de Investigación, Innovación y Difusión de la FAPESP auguran mayor impacto y audacia para la ciencia hecha en Brasil

CIENCIA

38 NecrologíaEl zoólogo Paulo Vanzolini fue uno de los mentores de la FAPESP, el autor de una teoría sobre el origen de las especies en América del Sur y un ícono del samba paulista

46 GenéticaPequeñas moléculas de ARN controlan el crecimiento de las ramas laterales en la caña de azúcar

48 GeologíaLos sismólogos plantean una nueva explicación para los terremotos que se registran en Brasil

54 AstronomíaIdentifican en un estudio tres patrones de evolución de las galaxias

6 TApADescriben simultáneamente quince especies, en lo que constituye el mayor hallazgo de la ornitología brasileña en los últimos 140 años

foto léo ramos

12 ENTREVISTAEl parasitólogo Miguel Rabinovitch se refiere a su trayectoria y al talento inherente a la formación científica

SECCIoNES

4 Carta de la editora82 Arte

TECNOLOGÍA

58 AgriculturaUna pequeña empresa de automatización agrícola de la ciudad paulista de São Carlos logra reconocimiento internacional

60 BiocombustiblesEn medio de la crisis del sector, las empresas invierten en tecnología para incrementar la producción de etanol

66 MedicinaUn nuevo inyector de contraste y la compra de un aparato de resonancia magnética de gran potencia contribuyen para entender las causas de muertes

HUMANIDADES

70 Medios de comunicación Diário da Noite, el verpertino de Assis Chateaubriand, divulgaba tecnología como parte del proyecto destinado a acabar con el “atraso” brasileño

74 MúsicaInvestigadores del proyecto Móbile realizan una gira con el objetivo de mostrar los resultados de la unión entre arte y tecnología

78 Big dataDebaten en un encuentro el potencial de la eScience, con la afirmación del importante rol que les cabe a las humanidades

2013 _ EDICIóN 4 www.REVIStAPESqUISA.FAPESP.BR

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4 | Octubre De 2013

Las aves de la Amazonia y la ciencia de São Paulo

Mariluce Moura

Directora De reDacción

carta de la editora

e l reportaje estampado en la portada de esta cuarta edición inter-nacional de 2013 de Pesquisa FAPESP, que comienza en la página 6, se refiere a la descripción simultánea de 15 nuevas especies de

aves de la Amazonia brasileña en artículos científicos que salieron pu-blicados durante el pasado mes de junio en un volumen especial del Handbook of the birds of the world, una obra de referencia y fundamental para ornitólogos profesionales y amateurs. Dicho trabajo constituye un aporte brasileño de suma importancia al conocimiento de la biodiversi-dad y, al mismo tiempo, configura el mayor descubrimiento de nuestra ornitología nada menos que en 140 años. Once de las nuevas especies descritas son endémicas del territorio brasileño, en tanto que a cuatro de ellas puede hallárselas también en Perú y en Bolivia. Y juntas repre-sentan un agregado de casi un 1% en la biodiversidad de aves conocidas de nuestro país, en cuyo haber se cuentan alrededor de 1.840 especies, una cifra que se ubica únicamente atrás de la que ostenta Colombia, con aproximadamente 1.900 especies.

Usualmente, la comunicación científica referente al descubrimiento de nuevas especies realiza en periódicos especializados y no en libros. Con todo, en esta oportunidad, la importancia y la singularidad del con-junto descrito llevaron a los autores a optar por reunir el material en un tomo de la colección de 17 libros del Handbook of the birds. Cada espe-cie fue objeto de un artículo científico en moldes idénticos a los que se destinan a las revistas especializadas, con revisión por pares y la debida aprobación. Si bien las aves componen el grupo de vertebrados más es-tudiado por la biología, los ornitólogos sostienen que queda mucho por conocerse aún en ese ámbito. Y en los museos brasileños se encuentran diversos ejemplares originarios de distintos biomas –de la selva amazó-nica inclusive– que seguramente se describirán en los próximos años.

****Aquéllos a los que les atraen los estudios prospectivos, o que simple-

mente se deleitan con los vuelos de la imaginación sobre el futuro,

FunDación De apoyo a la investigación cientíFica Del estaDo De são paulo

celso laFerPreSiDente

eDuarDo Moacyr KriegerVicePreSiDente

consejo superioralejanDro szanto De toleDo, celso laFer, eDuarDo Moacyr Krieger, FernanDo Ferreira costa, Horácio laFer piva, HerMan jacobus cornelis voorwalD, joão granDino roDas, Maria josé soares MenDes giannini, josé De souza Martins, luiz gonzaga belluzzo, suely vilela saMpaio y yosHiaKi naKano

consejo técnico adMinistrativo

josé arana varelaDirectOr PreSiDente

carlos Henrique De brito cruzDirectOr científicO

joaquiM j. De caMargo englerDirectOr ADminiStrAtiVO

consejo editorialcarlos Henrique de brito cruz (presidente), caio túlio costa, eugênio bucci, Fernando reinach, josé eduardo Krieger, luiz Davidovich, Marcelo Knobel, Marcelo leite, Maria Hermínia tavares de almeida, Marisa lajolo, Maurício tuffani y Mônica teixeira

coMité científicoluiz Henrique lopes dos santos (presidente), adolpho josé Melfi, carlos eduardo negrão, Douglas eduardo zampieri, eduardo cesar leão Marques, Francisco antônio bezerra coutinho, joão Furtado, joaquim j. de camargo engler, josé arana varela, josé roberto de França arruda, josé roberto postali parra, luís augusto barbosa cortez, Marcelo Knobel, Marie-anne van sluys, Mário josé abdalla saad, paula Montero, roberto Marcondes cesar júnior, sérgio luiz Monteiro salles Filho, sérgio robles reis queiroz, wagner do amaral y walter colli

coordinador científicoluiz Henrique lopes dos santos

directora de redacciónMariluce Moura

editor en jefeneldson Marcolin

editores Fabrício Marques (Política); Marcos de oliveira (Tecnología); ricardo zorzetto (Ciencia); carlos Fioravanti y Marcos pivetta (editores especiales); bruno de pierro y Dinorah ereno (editores asistentes)

traducción y revisión Damian Kraus y ariel Kraus

arte Mayumi okuyama (editora); ana paula campos (editora de infografías); Maria cecilia Felli y alvaro Felippe jr. (asistentes)

fotógrafos eduardo cesar y léo ramos

Medios electrónicos Fabrício Marques (coordinador)internet Pesquisa FAPESP onlineMaria guimarães (editora)júlio cesar barros (editor asistente)rodrigo de oliveira andrade (reportero)radio Pesquisa Brasilbiancamaria binazzi (productora) colaboradores abiuro, Daniel das neves, igor zolnerkevic, pedro Hamdan; valter rodrigues (Banco de imágenes) y yuri vasconcelos

iMpresión ibep gráfica

prohibida la reproducción total o parcial de textos y fotos sin la debida autorización previa

pesQuisa fapesp rua joaquim antunes, no 727, 10o andar, cep 05415-012, pinheiros, são paulo-sp – brasil

fapesprua pio Xi, no 1.500, cep 05468-901alto Da lapa, são paulo-sp – brasil

secretaría De Desarrollo econóMico, ciencia y tecnología

gobernación del estado de são paulo

issn 1519-8774

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encuentran en la nueva lista de 17 Centros de Investigación, Innovación y Difusión (Cepids), anunciada por la FAPESP en el mes de mayo, una materia prima riquísima para delinear es-cenarios probables del panorama de la investi-gación científica en São Paulo durante los próxi-mos 10 años. Por supuesto que siempre existe una cierta incertidumbre, e intervenciones de lo imponderable, sumadas a la posibilidad de que surjan cambios en un derrotero determi-nado económica y políticamente, que pueden inutilizar los bosquejos surgidos del esfuerzo de atisbar en las brumas lo que está por venir. Con todo, y una vez hecha esta salvedad, los 680 millones de dólares en inversiones previstas en esos centros en un lapso de 11 años, de los cua-les 370 millones son aportados por la FAPESP y otros 310 millones por las instituciones sedes para pagar los sueldos de los investigadores y técnicos participantes, sin duda rediseñan una parte sustancial de lo que será la estructura y las grandes líneas de fuerza de la producción de conocimiento científico en este estado de São Paulo durante una década.

Caben en este campo descentralizado y burbu-jeante de producción de nuevos conocimientos que se está montando en territorio paulista, tra-bajos de áreas tan disímiles como la neuromate-mática y la matemática aplicada a la industria, la neurociencia y la neurotecnología, el desarrollo de nuevas drogas y terapias celulares, las enferme-dades inflamatorias, la obesidad y la biomedicina,

vidrios y nuevos materiales cerámicos, óptica y fotónica, ciencia e ingeniería computacional, es-tudios de la metrópolis y estudios sobre la violen-cia, por mencionar tan sólo algunas. Esto crea un perfil riquísimo y multifacético para el sector de ciencia y tecnología de este estado brasileño, arti-culado con las grandes tendencias internacionales de la investigación científica y, simultáneamente, atento a las aflicciones locales que requieren su comprensión para superárselas (como en el caso del fenómeno de la violencia contemporánea). Y haciendo una ligazón entre todos los centros se encuentra en primer lugar el imperativo de cada Cepid de trabajar en la frontera del conocimiento. En tanto, en segundo lugar se ubica su compromi-so intrínseco con la creación de conocimiento, la generación de innovaciones resultantes de dicho conocimiento para su efectiva apropiación social y también la difusión del mismo y de las innova-ciones en el seno de la sociedad, lo que constituye la impronta de la inserción de los Cepids entre las mejores políticas tendientes a la expansión de la cultura científica en Brasil.

Cabe también destacar aquí que se moviliza-rá de entrada a 535 científicos de São Paulo y 69 de otros países. Es un equipo respetable para un esfuerzo notable de crecimiento y ampliación del impacto de la ciencia brasileña hecha en São Paulo. Muchos otros detalles pueden leerse en el reportaje, que empieza en la página 16.

Les deseo una buena lectura. fOTO

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una nueva especie de picapalo o picoguadaña

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Describen

simultáneamente

quince especies,

en lo que constituye

el mayor hallazgo

de la ornitología

brasileña en los

últimos 140 años

Nuevas aves de la Amazonia

Hacía desde la segunda mitad del siglo XIX que la ornitología brasileña no brindaba un aporte tan significativo para ampliar el conocimiento sobre la biodiversidad:

se describirán formalmente por primera vez 15 nuevas especies de aves de la Amazonia nacional en una serie de artículos científicos cuya publi-cación está prevista para el mes de julio en un tomo especial del Handbook of the birds of the worlds, que edita la española Linx Edicions. Dicho volumen completa una colección compuesta por 17 libros que, dado su carácter enciclopédico y didáctico, es adoptada como fuente de consulta por ornitólogos profesionales y aficionados.

Los autores de las descripciones pertenecen a tres instituciones nacionales de investigación –el Museo de Zoología de la Universidad de São Paulo (MZ-USP), el Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonia (Inpa), con sede en Manaos, y el Museo Paraense Emílio Goeldi (MPEG), de Belém– y al Museo de Ciencias Naturales de la Universidad del Estado de Louisiana (LSUMNS), de Estados Unidos. Desde 1871, cuando apareció el libro Zur Ornithologie Brasiliens, los ornitólogos no presen-taban al mundo, simultáneamente y en una única

Una nueva especie de urraca perteneciente al género Cyanocorax que ya se encuentra bajo amenaza de extinción: se la puede hallar únicamente en los bordes de las praderas naturales del sur del estado de Amazonas

Marcos Pivetta

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PUBLICADO EN MAYO DE 2013

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obra, un conjunto tan numeroso de nuevas aves brasileñas. En dicha obra, escrita por el austríaco August von Pelzeln (1825-1891), se dieron a conocer 40 especies de aves capturadas por el naturalista Johann Natterer (1787-1843), también austríaco, durante sus viajes por la Amazonia brasileña.

Once de las nuevas especies son endémicas de Brasil y las cuatro restantes también pueden ha-llarse en Perú y en Bolivia. Ocho de ellas habitan solamente al oeste del río Madeira, en la región occidental de la Amazonia; cinco, exclusivamente en el territorio delimitado por ese curso de agua y el río Tapajós, en el centro de la región norte; y dos, tan sólo moran al este del Tapajós, en Pará, en el extremo oriental de la selva tropical. En el tomo especial del Handbook, los autores describen la morfología (formas y estructuras), la genética y la vocalización (canto y sonidos) de las nuevas especies. Por medio de mapas específicos, se mues-tran incluso los lugares donde vive cada especie. Sin embargo, hasta que se publique oficialmente el libro, el nombre científico y algunos detalles sobre la anatomía y las costumbres de las nuevas especies no pueden divulgarse.

Entre esas aves hasta ahora desconocidas y sin registro en la literatura científica, la mayor y más espectacular es una especie de urraca, que per-tenece al género Cyanocorax, con unos 35 centí-metros de longitud, y que solamente habita en los bordes de praderas naturales situadas en medio de la selva existente entre los ríos Madeira y Purus, estado de Amazonas. “Esta urraca se encuentra amenazada de extinción”, dice Mario Cohn-Haft, curador de la sección de ornitología del Inpa, prin-cipal descubridor del cancão-da-campina, el nom-bre popular acuñado para el ave, en portugués. “Su hábitat se encuentra en peligro y podríamos

perder la especie antes de haber tenido tiempo de estudiarla en profundidad”. La región donde suele encontrársela es un complejo de praderas, ubicado a 150 kilómetros hacia el sur de Manaos, en una zona cercana a la autopista BR-319, que une la ca-pital amazonense con Porto Velho. La carretera está siendo reparada y los investigadores temen que, al facilitarse el acceso al lugar, esto ponga en riesgo el hábitat de la especie. “A la nueva urraca también puede hallársela en una zona de praderas naturales del sur de Amazonas cercana a Porto Velho, donde se establecieron muchos colonos del sur del país, que la confunden con la urraca azul [Cyanocorax caeruleus, uno de los símbolos del estado de Paraná]”, dice Cohn-Haft.

Exceptuando un ave del orden de los Picifor-mes, que incluye a los tucanes y pájaros carpin-teros, el resto de las nuevas especies amazónicas presentadas a la comunidad científica pertenecen al orden de los Paseriformes. Los miembros de este grupo, a los que popularmente se los deno-mina pajaritos, representan aproximadamente un 55% de las especies de aves conocidas, tales como los gorriones, canarios, benteveos y tantos otros. Además de la urraca y del lejano pariente de los tucanes, en el libro serán descritas cinco especies pertenecientes a la familia Thamnophi-lidae (que incluye a los hormigueros), cuatro de la familia Dendrocolaptidae (todas ellas nuevas variedades de trepatroncos), tres de la vasta fa-milia Tyrannidae (que comprende 400 especies presentes desde Alaska hasta Tierra del Fuego) y una de la pequeña familia Polioptilidae (com-puesta por menos de 10 especies, en general aves vulgarmente conocidas como tacuaritas).

Poiaeiro-de-chicomendes, nombre popular de la especie que será descrita, perteneciente a la familia Tyrannidae (al lado). Abajo, nueva especie de picapalo o picoguadaña

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En términos numéricos, las nue-vas especies amazónicas represen-tan un incremento de casi el 1% en la biodiversidad nacional de aves. “Somos el segundo país en lo que se refiere a cantidad de especies de aves conocidas, alrededor de 1.840”, informa Luis Fábio Silveira, curador del sector de ornitología del Museo de Zoología de la USP, uno de los coordinadores de la iniciativa. “Tan sólo Colombia nos supera en núme-ro de especies, con unas 1900. Pero dentro de una década, estaríamos llegando a las 2 mil especies de aves conocidas en Brasil. Existen varios ejemplares de aves desconocidas en los museos brasileños oriundas de diversos biomas, que serán descritas durante los próximos años”.

Las aves constituyen el grupo de vertebrados más estudiado por la biología. Sin embargo, parece que hay mucho por descubrir, especialmente en la Amazonia, aunque ese bioma haya sido objeto de diversas investigaciones en las últimas décadas. “La biodiversidad en general, e incluso las aves de este bioma, está lejos de haber sido completamente revelada”, dice el ornitólogo Bret Whitney, investigador del Museo de Cien-cias Naturales de la Universidad del Estado de Louisiana y principal coordinador del proyecto. “Aún falta mucho para que la Amazonia pueda

ser considerada conocida en detalle y que, de tal modo, permita la planificación y la sostenibili-dad de las reservas de biodiversidad existentes,

como así también de las futuras”. En simultáneo a la vida académica, Whitney es socio en una empresa de ecoturismo, Field Guides, que ofrece un servicio de guías para la gente que quiera observar aves en varios sitios del globo, incluso en la Amazonia.

Algunas de las decenas de expe-diciones realizadas en la Amazo-nia durante los últimos 10 años, que condujeron al descubrimiento de nuevas especies, fueron costeadas, parcial o totalmente, en el marco de un proyecto de Silveira financiado por la FAPESP. Otras contaron con el apoyo del CNPq, del Ministerio de Medio Ambiente, del Programa de Investigaciones en Biodiversidad del Ministerio de Ciencia y Tecno-logía, de secretarías estaduales e in-cluso de la estadounidense National Geographic Society. En una de esas incursiones por la jungla tropical,

durante el año pasado, dos decenas de investiga-dores y alumnos de posgrado de las instituciones participantes en el proyecto alquilaron durante un mes, mediante el pago de 75 mil reales, un barco para recorrer el río Sucunduri, un afluente del Ma-deira, en busca de nuevas especies de aves.

En otros momentos, los científicos requirieron incluso de la ayuda de soldados armados para in-gresar en regiones que podrían albergar nuevos es-pecímenes de aves. El hábitat típico de una de las nuevas especies, un picoguadaña piquinegro, es es el Bosque Nacional de Altamira, un parque nacional cercano a la autopista BR-163, en el sur del estado de Pará. El área constituye una unidad de conser-vación del Ibama. “Empero, para poder trabajar con seguridad en dicha reserva, tuvimos que ser escoltados por soldados del Ejército brasileño. Ha-bía una mina ilegal funcionando allí”, relata Aleixo, de la sección de ornitología del MPEG. “La tensión soportada al trabajar en un sitio como ése es enor-me y, si no fuese por la presencia del Ejército, no lo hubiéramos logrado”.

El proceso de descripción de especies reciente-mente descubiertas en la actualidad queda registra-do en las páginas de las revistas científicas, y ya no en libros. Pero la importancia y la singularidad del conjunto de nuevas especies de aves amazónicas motivaron a los editores de la enciclopedia y a los autores de los trabajos a optar por un camino alter-nativo. Cada nueva especie fue objeto de un paper independiente, un artículo científico, a ejemplo de cómo se lo prepararía para un periódico académico,

Desde el siglo XIX no se describía simultáneamente una cantidad tan grande de nuevas especies de aves brasileñas

Dónde habitan las nuevas avesLas 15 especies recientemente descubiertas viven en tres grandes regiones de la Amazonia

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5especiesentre los

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especies al oeste del río Madeira

2especiesal este del río Tapajós

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y el equipo del Handboock contrató los servicios de un grupo de expertos para actuar en el proceso de revisión por pares y la aprobación de los textos con las descripciones formales de cada especie. Para la ciencia, el texto que describe y bautiza con un nom-bre en latín, compuesto por dos términos (género y especie) a una nueva forma de vida, equivale al certificado de nacimiento de dicha especie. Tam-bién sirve como un documento fundamental de la biodiversidad de una región, tal el caso de las aves de la Amazonia, y para la formulación de políticas públicas con carácter ambiental.

La iniciativa de publicar sobre todas las nuevas especies en forma conjunta tomó cuerpo el año pa-sado y fue coordinada por Whitney, Silveira, Cohn-Haft y Aleixo, con la participación permanente de alumnos de posgrado de sus respectivas institu-ciones. El grupo estaba produciendo textos para el 17º tomo del Handboock, que incluiría información sobre especies de aves descubiertas recientemente en todo el mundo, entre 1992 y 2011. Las especies formalmente descritas por la ciencia durante ese período habían quedado fuera de los otros 16 volú-menes de la serie, que resumían y organizaban datos de cada miembro de las familias conocidas de aves. Inicialmente, el volumen especial de la obra trataría sobre 68 especies, todas ya descritas formalmente en papers publicados en revistas científicas durante las dos últimas décadas, lo cual da un promedio de menos de 4 nuevas especies descubiertas por año. Al final, el libro extra incluirá 83 especies, contando las 15 de la Amazonia cuya descripción científica aparece excepcionalmente en el propio libro. Al optar por revelar simultáneamente las nuevas es-pecies en una única obra, la idea del grupo consistía en llamar la atención acerca de la importancia de preservar la biodiversidad de la Amazonia, donde pueden hallarse dos tercios de las especies de aves

existentes en Brasil. “Si publicáramos cada paper por separado, en revistas distintas, el impacto no sería el mismo”, dice Silveira.

El acto de buscar aves en su medio natural remi-te a la imagen de un sujeto en bermudas, remera, sombrero y binoculares en la mano. Tal vez, una cámara fotográfica también componga la escena. Sin embargo, hay algo que no se menciona y es más que obligatorio para los ornitólogos: un gra-bador. Las 15 nuevas especies fueron identificadas casi todas por su canto inicialmente, el cual, a los oídos de los expertos, presentaba un carácter di-ferente o poco familiar. “No es necesario ser un superdotado para reconocer un canto diferente. Es cuestión de entrenamiento”, dice Whitney. “Es como reconocer por el primer acorde a una nueva canción de su banda favorita”.

Hace tan sólo dos décadas, la descripción de una nueva especie de ave, tal como ocurría con la ma-yoría de los seres vivos, se basaba únicamente en la singularidad de su anatomía y su apariencia externa. Si el plumaje y las estructuras óseas de un ejemplar eran significativamente distintos de los rasgos ha-llados en las especies conocidas, ese animal podía ser identificado como perteneciente a una nueva especie. Hoy en día, más allá de la morfología, se utilizan otros dos criterios básicos para postular la existencia de nuevas especies de aves: el análisis de sus vocalizaciones y el de su material genético. “Ac-

Brasil es el segundo país del mundo en lo que hace a especies de aves conocidas: son alrededor de 1.840

El canto de los pajaritosGráficos revelan las diferencias sonoras entre las vocalizaciones de especies similares del género Herpsilochmus (al lado)

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tualmente hay investigadores que plantean la exis-tencia de una nueva especie de ave incluso cuando solamente uno de estos tres parámetros se revela diferente al del resto de las especies conocidas”, informa Silveira. “Nosotros fuimos conservadores en nuestro trabajo y propusimos una nueva espe-cie tan sólo cuando encontramos divergencias en al menos dos de esos tres criterios”.

Con la ayuda de software especializado, el canto grabado de cada especie de ave propuesta como nueva fue comparado con vocalizaciones homólo-gas de especies similares. A veces, bastaron pocos segundos de comparación para confirmar la pri-mera impresión captada por el oído entrenado de los ornitólogos: las frecuencias sonoras emitidas por las nuevas especies eran distintas a los cantos emitidos por aves emparentadas, incluso en aque-llas especies que físicamente eran extremadamente similares. Por cada ave descubierta, los investiga-dores también secuenciaron algunos miles de pares de bases genéticas presentes en el ADN nuclear y en las mitocondrias, los orgánulos celulares en-cargados de la producción de energía que cuentan con un genoma propio e independiente, el cual a menudo se emplea para los estudios de filogenia.

Se comparó el material genético con el ADN de especies conocidas con la finalidad de determinar su singularidad y establecer, de ser posible, relaciones de parentesco o un árbol filogenético de la nueva espe-cie. “Para buena parte de las nuevas aves que estamos describiendo, la confirmación de que se trataba de especies diferentes realmente se obtuvo mediante la inclusión del aspecto genético en los análisis”, comenta Aleixo. “Esto refuerza la importancia de que la recolección científica de especímenes debe acompañarse con la obtención del material genético, algo que, desgraciadamente, todavía no se practica

en diversos museos y colecciones de todo Brasil”.Los estudios genéticos pueden revelar importante

información sobre los orígenes de las especies. La historia evolutiva de dos de las nuevas aves descritas, sendos tiluchíes del género Herpsilochmus, es bas-tante ilustrativa del tipo de contribución que puede obtenerse mediante ese abordaje. Ambas especies son casi iguales desde el punto de vista morfológico, pero sus vocalizaciones son nítidamente diferentes. Una de las aves habita en un territorio de la orilla derecha del río Madeira y la otra, solamente en la orilla izquierda. En ese caso, el río Madeira, cuya distancia entre márgenes puede llegar casi a los 10 kilómetros en algunos lugares, funciona como una barrera natural entre ambas poblaciones de aves, que no mantienen contacto entre sí. La separación prolongada de los dos grupos de tiluchíes motivó el proceso evolutivo que los biólogos denominan es-peciación: el surgimiento de una nueva especie o en este caso dos, originadas por la fragmentación de una población ancestral común y que actualmente existen en ambientes sin comunicación (efecto vicariante). Pese a las enormes semejanzas morfológicas entre las dos especies de tiluchíes, los estudios genéticos revelaron –y ése es el dato realmente sorprendente– que el río Madeira las aisló hace 2 millones de años.

El papel de los grandes ríos de la Amazonia, barre-ras geográficas infranqueables para muchas especies, con el surgimiento de nuevas formas de vida, es bas-tante conocido por la ciencia. Según los ornitólogos, la novedad radica en que incluso cursos de agua no tan colosales pueden, en ciertos casos, desempeñar la misma función. Por lo menos tres nuevas especies han sido descubiertas, por ejemplo, en la región com-prendida entre los ríos Aripuanã y Machado, en el sur del estado de Amazonas y el norte de Rondônia: uno de los tiluchíes antes mencionados, la choquinha-do-rio-roosevelt y el cantador-de-rondon (ésos son los nombres populares de las aves). Esa zona, que también es atravesada por el río Roosevelt, funcio-nó como un refugio para especies menores de aves, que quedaron “atrapadas” y acabaron desarrollan-do, con el paso de los años, características propias en el interior del territorio situado entre las costas de los cursos de agua. “Algunos ríos de la Amazonia fueron modificando su recorrido en el transcurso de la historia evolutiva”, afirma Silveira. “A veces, ese proceso de modificación del cauce de los ríos pro-mueve la separación de poblaciones de aves que antes habitaban en un mismo ambiente”. Los numerosos ríos que serpentean por la mayor selva tropical del mundo constituyen una caudalosa fuente de biodi-versidad, dentro y fuera de sus aguas. n

Bico-chato-do-sucunduri (arriba). Una nueva especie de la familia de los bucconidae (al lado)

ProyectoSistemática, taxonomía y biogeografía de aves neotropicales: los Cracidae como modelo (2007/ 56378-0); Modalidad Línea Regular de Ayuda al Proyecto de Investigación; Coord. Luís Fábio Silveira – Mz-USP; Inversión R$ 86.928,28 (FAPESP).

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Un método para inocular ciencia

ENTREVISTA

Neldson Marcolin y Ricardo Zorzetto

Al buscar un texto de referencia, el profesor Michel Pinkus Rabino-vitch abre una carpeta en la com-putadora que contiene una infini-dad de subcarpetas, cada una de

ellas relativa a un tema de estudio o interés. Las temáticas son variadísimas y todas remiten a algún campo de la ciencia. Cuando concedió la siguiente entrevista, al comienzo de este año, se encontraba abocado a estudiar una pequeña molécula supuestamente tóxica para tumores, mientras investigaba la vida de algunos cien-tíficos para elaborar textos sobre historia de la ciencia. La curiosidad intelectual, innata en todo investigador que se precie, permane-ce intacta en un profesor que era consultado por los alumnos con interés en investigar en la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (FMUSP), en los años 1950.

Inicialmente interesado en la hematología, Rabinovitch se graduó en 1949, dos años más tarde se doctoró y se convirtió en profesor ad-junto de histología y embriología en 1959. Al final de una trayectoria de 15 años en la USP, donde dirigió y capacitó a una brillante genera-ción de jóvenes*, el científico abandonó Brasil

Michel Rabinovitch

EdAd: 87 años

ESPECIALIdAdES:Parasitología y biología celular

ESTUdIoS:Universidad de São Paulo (Título de grado y doctorado)Universidad de Chicago (Posdoctorado)

INSTITUCIoNES:Universidad de São PauloUniversidad RockefellerUniversidad de Nueva YorkCNRS/ Instituto Pasteur

INSTITUCIóN ACTUAL:Universidad Federal de São Paulo

Léo

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s

en 1964, amenazado por el régimen militar, e inició una peregrinación que duró 33 años por instituciones de Estados Unidos y Francia. Fue investigador y docente en la Universidad Rockefeller y en la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, donde recibió a los investigadores brasileños Bernardo Mantovani, Momtchilo Russo y Clara Barbieri Mestriner; y en el Instituto Pasteur, en París, donde dirigió a Silvia Celina Alfieri, Liège Galvão y Patricia Veras. Estudió biología celular, investigó pro-tozoarios y bacterias y conoció a investigado-res tales como Hewson Swift, Daniel Mazia, Zanvil Cohn, Rollin Hotchkiss y Ralph Stei-man, entre otros.

En 1997, Rabinovitch regresó definitivamente a Brasil para trabajar en la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp), en la capital paulista, donde nuevamente capacitó a investigadores, sigue colaborando en la actualidad en la direc-ción de alumnos y participa en reuniones cientí-ficas del área de parasitología y microbiología. A sus 87 años, reside en un departamento repleto de libros cercano a la universidad, adonde va a pie. En esta entrevista narra su extensa y rica trayectoria científica en Brasil y en el exterior.

PUBLICADA EN MAYO DE 2013

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Usted tiene fama por haber sido el artífice de la formación de investigadores tales co-mo Ricardo Brentani, Nelson Fausto, Tho-mas Maack y Sérgio Henrique Ferreira, entre otros. ¿Qué fue lo que propició que formara a personalidades tan destacadas?

Confluyeron varios factores. En la dé-cada de 1950 existían algunos excelentes grupos de investigación básica en el Insti-tuto Biológico, en el Instituto Butantan y en la Facultad de Filosofía de la USP. Incluso frecuenté las conferencias de los viernes por la tarde en el Biológico, presididas por Henrique da Rocha Lima. En esa época, el ambiente científico en las cátedras básicas de la FMUSP se hallaba limitado a algunos excelentes investigadores aislados, entre los cuales se encontraban Floriano Paulo de Almeida, Carlos da Silva Lacaz y Wilson Teixeira Beraldo. Una iniciativa pionera, actualmente poco re-cordada, de finales de la década de 1940, se desarrolló durante algunos años en el cuarto piso de la FMUSP: el Laboratorio del Cáncer Andrea y Virginia Matarazzo, dirigido por Piero Manginelli, que introdujo el cultivo de tejidos y la cance-rología en la Facultad de Me-dicina, tal como lo había hecho Robert Archibald Lambert en la década de 1920. Los gran-des cambios de mitad de siglo en las cátedras básicas de la fa-cultad comenzaron con Luiz Carlos Junqueira, y los con-tinuaron Isaias Raw y Alber-to Carvalho da Silva. Previo a ello, las oportunidades para la capacitación de los estudian-tes en ciencia experimental eran escasas. Los estudiantes interesados en investiga-ción clínica se dirigían al HC, donde ya se desempeñaban investigadores clínicos de gran nivel, tales como Michel Abujamra, mi gurú y amigo vitalicio, Hélio Lourenço de Oliveira, José Barros Magaldi y Dirceu Pfuhl Neves. En ese contexto, yo era un francotirador informal, poco autoritario, un recién llegado con excelente experien-cia en Estados Unidos, 10 ó 12 años mayor que los estudiantes, interesado en música, lectura y en el rol de la ciencia en la socie-dad. Además, mi vida personal me permitía convivir con los estudiantes dentro y fuera del laboratorio. Creo que esos factores con-fluyeron en aquel evento histórico, difícil de reproducir ahora.

El profesor Brentani dijo en una entrevis-ta que a los jóvenes con talento para la investigación, en la FMUSP, sus profeso-res les aconsejaban “hablar con Rabino”.

A Ricardo le gustaba investigar, se acer-có a mí y trabajamos mucho juntos, y tam-bién nos divertimos bastante.

¿El Departamento de Histología también era lo mejor de la facultad?

En 1946 ó 1947, la ciencia en el Departa-mento de Histología y Embriología conti-nuaba enfocada en anatomía microscópica, embriología y teratología: era descriptiva, tradicional, premoderna. Se utilizaban ins-trumentos tales como microscopios, mi-crótomos, hornos de secado y colorantes. Aprendí las técnicas asesorado por José dos Santos, un técnico descollante. A los

alumnos de medicina se les enseñaba lo necesario para la comprensión de la fisio-logía y la patología. Lo mismo ocurría en otros departamentos. El profesor José Oria notaba la necesidad de un cambio. Inclu-so me dio un fascículo de un simposio de Cold Spring Harbour de 1947 sobre ácidos nucleicos. En 1948, al asumir Junqueira, quien a los 28 años poseía un doctorado, era docente y obtenía la cátedra por con-curso, revolucionó al departamento, enton-ces rebautizado como Departamento de Biología Celular. Un incidente pintoresco, la ocupación relámpago de un extenso es-pacio libre en el segundo piso, posibilitó la construcción de un amplio laboratorio aireado, notablemente equipado por la Fundación Rockefeller con cámara fría,

centrifugadores, equipo de electroforesis, balanzas, espectrofotómetros, colector de fracciones, microscopios, microcinema-tógrafo, un armario de colorantes y pro-ductos para histoquímica. Para Junqueira, la investigación no sólo involucraba las microestructuras sino también la histo-fisiología, histoquímica, radioautografía, el estudio de células vivas y su abordaje químico y bioquímico, inicialmente desa-rrollado por Hannah Rothschild y, poste-riormente, por José Ferreira Fernandes y otros. Generosamente apoyado por la Capes y por el CNPq, el departamento ca-pacitó a numerosos estudiantes y posdoc-torandos de São Paulo y de otros estados; algunos se tornaban miembros del depar-tamento, tal como José Ferreira Fernan-des, Ivan Mota; otros, como Chapadeiro,

Tafuri (ambos de Minas Ge-rais) y José Carneiro S. Filho tuvieron carreras brillantes. Junqueira también trajo a la FMUSP, durante cortos perío-dos, a profesores extranjeros de gran nivel que impartían preciosos minicursos. Entre ellos, podemos citar a Elea-zar Sebastián Guzmán Barrón, Johanes Holtfreter y George Gömöri. Fue la primera revo-lución de las ciencias básicas en la FMUSP, seguidas poco después por las metamorfo-sis en bioquímica, fisiología y parasitología, lideradas por Isaias Raw, Alberto Carvalho da Silva y por los compañe-ros de Samuel Pessoa, tales como el matrimonio Deane, Luiz Hildebrando Pereira da

Silva y el matrimonio Nussenzweig.

¿Por qué eligió estudiar medicina?Perdí muy pronto a mis padres. Mi ma-

má por una leucemia aguda y mi papá por un tumor en el riñón. Tenían 46 y 47 años. Por eso estudié medicina. Antes de eso me estaba preparando para estudiar ingenie-ría, la profesión de mi padre. Por causa de la leucemia me interesé por la hema-tología y elegí a Oria y después a Michel Abujamra como mentores. Uno de mis primeros artículos se intitula “Aspectos citoquímicos de la célula leucémica”. En 1944 ingresé en la facultad y me gradué en 1949. Mi padre se graduó en Lausana, Suiza, donde conoció al artista plástico brasileño Antonio Gomide, quien le insis-

Perdí a mi madre por una leucemia aguda y a mi padre a causa de un tumor en el riñón. Eso me impulsó a estudiar medicina

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tió para que se mudara a Brasil. Entonces vino. Primero recaló en Rio Grande do Sul y luego terminó en São Paulo. Todavía hay edificios por aquí que construyó la firma en la cual mi padre era socio. A mi madre, que había llegado desde Odesa, Ucrania, en 1910, la conoció en São Paulo.

¿La familia de su madre había inmigra-do antes?

El primero en arribar a Brasil, con 18 años, en 1888, fue mi tío abuelo mater-no, Jacob Zlatopolsky, quien vino sólo. Trabajó en una tipografía en el barrio de Brás (São Paulo), se convirtió en dueño del negocio y montó una papelería con domicilio en la calle São Bento 21A. Aún recuerdo el aroma del lápiz Faber ale-mán, de aquel olor a cedro que inundaba el ambiente. En 1910, mandó venir a la familia, que residía en Ginebra. Terminó casán-dose con una sobrina, Genia, que no tuvo hijos y con quien mis hermanos y yo fuimos a vivir luego de que fallecieran mis padres.

¿Usted comenzó a investi-gar mientras seguía en la facultad?

Mi primer artículo data de 1947, cuando cursaba el cuar-to año de la carrera. Me esca-paba de clase para trabajar en el laboratorio sabiendo que iba a ser investigador. Nun-ca asistí un parto en mi vida. Mi primer artículo se publicó en francés en la Revista Bra-sileira de Biologia. El trabajo trataba del dimorfismo sexual de la glán-dula submaxilar en ratones, un modelo que luego fue minuciosamente analiza-do por Junqueira y sus colaboradores. El tema se lo había sugerido a Junqueira el radiobiólogo francés A. Lacassagne, quien durante la Segunda Guerra Mun-dial descubrió el dimorfismo sexual en las submaxilares de la rata; él nos visitó en la FMUSP, creo que en 1946.

¿Cuándo viajó a Chicago?Entre septiembre de 1953 y septiembre

de 1954 fui becario de la Fundación Roc-kefeller en la Universidad de Chicago, en Estados Unidos. Empecé trabajando en el laboratorio de Microscopía Electrónica de Isidore Gerch, un excelente científico.

Gerch estaba desarrollando un método para microscopía electrónica de cortes ultradelgados de tejidos congelados y disecados. Me percaté de que eso no era para mí y, con la anuencia de la Fundación Rockefeller, fui a trabajar al Departamen-to de Medicina de la misma universidad junto a Eleazar Sebastián Guzmán Ba-rrón, quien entonces dirigía a Hannah Rotschild, colaboradora de Junqueira.

¿Los investigadores también viajaban al exterior?

En efecto. Ése fue el caso de Hannah, el mío y, más tarde, el de Ferreira Fernan-des, Ivan Mota y otros. Guzmán Barrón me propuso verificar si la molécula de ri-bonucleasa pancreática poseía un grupo sulfhidrilo libre, tal como inferían inves-

tigadores belgas. Me pidió que utilizara inhibidores y midiera la actividad enzi-mática. Lo hice, y publiqué un paper con él revelando los resultados. En Chicago también tuve la oportunidad de conocer al notable biólogo e igual ser humano Hew-son Swift, del Departamento de Zoología.

¿Luego viajó a California?Me dirigí a la Universidad de Califor-

nia en Berkeley porque me invitó Daniel Mazia. Estaba incómodo en Chicago y decidí estudiar fisiología celular en el Marine Biological Laboratory, en Woods Hole, cerca de Boston, durante el verano de 1954. Entre los profesores se encon-traban James Watson y George Wald. Por casualidad, allí también estaban Hew-

son Swift y Daniel Mazia, otro biólogo que forjó generaciones de investigadores. Luego del curso de biología celular, quien quisiera podía quedarse el resto del vera-no. Yo me quedé, en un espacio que me cedieron. Me aboqué a un experimento en que intentaba estudiar la síntesis de rodopsina en el ojo del sapo. No condujo a nada, pero le agradé a Mazia y me invitó a trabajar en su laboratorio en Berkeley. La Rockefeller me autorizó. Fueron sola-mente cuatro meses, pero valió la pena.

¿Por qué fue tan importante ese pe-ríodo?

Porque me asoció con un proyecto su-mamente interesante. Mazia reunió a tres científicos de alto nivel: Walter Plaut, quien dominaba técnicas de radioautogra-

fía de alta resolución; David Prescott, un excelente bió-logo celular; y Lester Golds-tein, especializado en micro-manipulación y microcirugía de células en el microscopio. Ellos obtuvieron la primera demostración sólida de que el ARN sale del núcleo y se dirige al citoplasma. Para ello marcaban el núcleo de ame-bas con fosfato radioactivo. El núcleo marcado se transfería a otra ameba a la cual se le había extraído el núcleo. El paso del isótopo al citoplas-ma se demostraba mediante radiautografía. Inicialmente, pensaron que el isótopo esta-ba relacionado con el ADN. Como yo trabajaba en el labo-ratorio de Swift, conocía un

método muy sencillo para demostrar si el isótopo estaba en el ADN o en el ARN. Les demostré que el fosfato estaba en el ARN y que era éste el que migraba hacia el citoplasma.

¿Usted publicó con ellos?Con Plaut publiqué un artículo en 1956

sobre lo que sucedía cuando el núcleo mar-cado era trasplantado en una célula nu-cleada. Nos hicimos amigos. Luego Plaut emigró a la Universidad de Wisconsin, en Madison. Él vino dos veces a Brasil y dio clases en la USP. En Wisconsin, Plaut cre-yó hallar síntesis de ADN en el citoplasma de amebas y dedujo que podría tratarse de ADN mitocondrial. Visitando el laborato-rio, le demostré que la incorporación del

En la facultad me escapaba de clases para trabajar en el laboratorio, sabiendo que iba a ser investigador

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16 z octubre De 2013

isótopo se debía a la presencia de bacterias simbiontes en las amebas que él utilizaba. Plaut se convenció de ello y publicamos dos artículos sobre el tema en el Journal of Cell Biology. En otro estudio demostra-mos que los simbiontes se multiplican sin control en las amebas enucleadas.

Ese trabajo se hizo en Estados Unidos. ¿Usted logró hacer algo similar en Brasil?

Varios años después, de regreso en São Paulo, en la Unifesp, comencé a infectar células enucleadas con varios patógenos.

¿Qué pasó cuando regresó a Brasil, luego de su primer viaje?

Regresé en 1955. Fue entonces cuan-do vinieron todos aquellos estudiantes talentosos a estudiar conmigo. Les conté que había trabajado con ribonucleasa [el tipo de enzima que cataliza la degrada-ción del ARN] en el laborato-rio de Guzmán Barrón. En-tonces nos planteamos: ¿hay ribonucleasa en la sangre? Y la había. ¿La hay en el suero sanguíneo? ¿Por qué no inves-tigamos de dónde proviene la del suero? En esas investiga-ciones intervinieron Sergio Dohi, Thomas Maack, Bren-tani y Nelson Fausto. Expe-rimentos que contemplaban la extirpación de los riñones en diferentes especies de ani-males sugirieron que el riñón filtra la ribonucleasa. Con la colaboración de colegas ne-frólogos, demostramos que la actividad de la ribonuclea-sa sérica también era elevada en los pacientes con insuficiencia renal. El riñón filtra y degrada la enzima. En el marco de un experimento clásico sugerido por el nefrólogo Israel Nussenzweig, de la USP, se desviaba la orina de los uréteres en el perro hacia el sistema venoso. En ese caso, el animal desarrollaba uremia, pero la ribonucleasa del suero no aumentaba.

¿Quién lo invitó a trasladarse a la Uni-versidad de Brasilia, la UnB, en 1964?

Atraído por el fantástico proyecto de la UnB, me ofrecí y le escribí al profesor Mau-rício Oscar da Rocha e Silva, quien era el en-cargado de la carrera de Biología. Me reuní dos veces en Brasilia con Antonio Cordeiro y otros. El 1º de abril de 1964 fui nombrado profesor allí. Pero no asumí el cargo.

Fue nombrado y no asumió.Si asumía no saldría de Brasil e iría pre-

so. Yo casi no intervenía en política, pero muchos de mis estudiantes eran trotskis-tas, otros, comunistas, y a mí me acusaban de ser su mentor. Pero nunca pertenecí al Partido Comunista. No me gusta que el poder lo ostenten unos pocos ni algún partido político, soy anarquista.

De pronto se quedó sin empleo, ni en la USP ni en la UnB.

Así es. No me afectó el Acto Institucio-nal Número 5 porque logré salir del país. El 1º de abril se instauró una Comisión de Averiguación en la USP que comenzó a investigarme. El representante de la represión en la Facultad era el profesor Geraldo de Campos Freire, ante quien me presenté para preguntarle por qué me estaba investigando. Me respondió

que mi conciencia lo sabría. Apresaron a Thomas Maack. Durante la reunión de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC) en Ribeirão Preto, aparecieron policías para detenernos a Luiz Hildebrando [Pereira da Silva] y a mí. Hildebrando, como buen comunista, salió a su encuentro, se entregó y fue a la cárcel. Mauricinho [Rocha e Silva, el hijo de Maurício Oscar da Rocha e Sil-va] me alertó que estaban buscándome y me llevó hasta São Paulo en su Fusca [Escarabajo, VW]. Nunca más recuperé mi furgoneta Ford Willis, que se utilizaba para transportar gente y equipajes desde São Paulo a Brasilia. Me escondí en la ca-sa de mi primo José Mindlin, donde me visitaron mis amigos, pero no los canas.

¿Cuánto tiempo se quedó escondido?Unos 10 días. Walter Plaut, que se ente-

ró de la historia, me escribió diciéndome que tenía empleo para mí en Madison. Era una opción, pero preferí encaminarme hacia la Universidad Rockefeller, ya que tenía interés por los trabajos de Cohn y Hirsch al respecto de los liposomas [or-gánulos celulares].

¿Por qué no regresó cuando se declaró la amnistía?

Porque para entonces ya tenía esposa e hijas. Además, cuando mataron a Vladi-mir Herzog me enojé tanto que entregué mi pasaporte al consulado brasileño en Nueva York y me quedé sin nacionalidad. Creí que esas barbaridades nunca acaba-rían. Tuve que solicitar la nacionalidad estadounidense. ¿Recuerdan a Fray Tito [Alencar de Lima], detenido y torturado

por los militares? Yo tradu-je su artículo al inglés, para publicarlo en la revista Lock, en 1970. Hacíamos lo que po-díamos para ayudar. Cuando regresé aquí, el presidente era Fernando Henrique Cardoso y me devolvió la ciudadanía brasileña; y José Goldem-berg, por entonces rector de la USP, me otorgó la jubila-ción. Y ahora soy profesor emérito. Eso es lindo, ¿cierto?

¿Lo investigaron?Sí, pero estaba exiliado. La

fiscalía me investigó tres ve-ces y fui exculpado en todas. Eso fue durante la Investi-gación Policial Militar, que

ocurrió tras mi rebeldía. Mi abogado era Mário Simas, que ayudó a mucha gente de izquierda. Lo irónico es que les debo mi carrera en el exterior a los militares. Viví 16 años en Estados Unidos, 15 en Francia y regresé hace 17.

¿Por qué se fue a Francia?Entre 1980 y 1981 me tomé un año sa-

bático en la Unidad de Parasitología Ex-perimental del Instituto Pasteur, para estudiar Leishmania junto a Jean Pierre Dedet en el laboratorio que dirigía Luiz Hildebrando. Regresé a Nueva York y comencé con los proyectos sobre las va-cuolas parasitóforas de macrófagos in-fectados. En 1984 surgió un ofrecimiento para trabajar en el Centro Nacional de la

Cuando mataron a Vladimir Herzog, me enojé tanto que devolví mi pasaporte

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PESQUISA FAPESP z 17

Recherche Scientifique, dentro del Insti-tuto Pasteur. No podía rechazarlo.

¿Su segunda esposa era estadounidense?Era suiza, Odile Levra, pero residía en

Nueva York. Tuve dos hijas estadouniden-ses. La mayor, Miriam, vive en París, con Serge, quienes me dieron mi única nieta, Eleanor, de 4 años, el pequeño gran amor de mi vida. Mi hija menor, Caroline, vive en Nueva York. Se graduó en cine y es una escritora en potencia.

¿Por qué retornó a Nueva York luego de su experiencia en París?

Mi primer período en la Rockefeller me generó amigos de larga data. Uno era Jim Hirsch, interesado en la tuberculo-sis y después en neutrófilos, macrófagos, quimiotaxis y fagocitosis. Jim falleció en 1987. Zanvil Cohn fue un apasionado de los macrófagos y sus múlti-ples funciones. Cuando Co-hn supo que me jubilaría del Pasteur en 1994, me escribió invitándome a pasar un año en la Rockefeller. Desgracia-damente, Cohn nos dejó sú-bitamente. Su sucesor, Ralph Steinman, quiso mantener la invitación. Así fue como pasé otro año en la Rockefeller an-tes de regresar a Brasil. Du-rante aquel año trabajé en el laboratorio de Guilla Kaplan, coinfectando células con Co-xiella burnetii en fase II, My-cobacterium avium y Myco-bacterium tuberculosis. Por desgracia, Steinman también falleció. Su puesto fue ocu-pado por el brasileño Michel Nussen-zweig [el hijo de Ruth y Victor], quien fuera alumno mío en la carrera de Me-dicina de la Universidad de Nueva York.

Más allá de esas bacterias, ¿usted tam-bién estudiaba la Leishmania?

En efecto. En el caso de la Leishmania, hay especies que habitan grandes vacuolas [vesículas] similares a los fagolisosomas. Otras ocupan vacuolas con escaso espa-cio libre. Mientras trabajaba en el Insti-tuto Pasteur, supe que la bacteria Coxiella burnetii, el agente causante de la fiebre Q humana o animal, también ocupa vacuolas grandes con las características de los liso-somas [otro tipo de vacuolas] similares a los de Leishmania. Comparé las capacida-

des de fusión de las vacuolas de Leishma-nia y de Coxiella con pequeños fagosomas que contenían partículas inertes. Elaboré un artículo junto a Denise Mattei y Patrícia Veras, que era mi posdoctoranda en Ba-hía, relativo a este tema. Un día, mientras me duchaba, se me ocurrió una idea: en el laboratorio cuento con dos patógenos que viven en los lisosomas. ¿Qué pasaría si una misma célula fuese infectada por ambos? ¿Se instalarían en compartimien-tos separados o compartirían las mismas vacuolas? Lo pensé y lo hice. El mismo día, a un grupo de células infectadas por Coxiella también las infecté con Leishma-nia amazonensis. Al día siguiente, muchas Leishmania se encontraban en las vacuolas ocupadas por las Coxiella. Mejor aún, las Leishmania se reproducían en las vacuolas prestadas y se transformaban reversible-mente en promastigotes flageladas. Pero

el experimento inverso no funciona. Si se infecta a las células con Leishmania en primer término, se aguarda un día y luego se las reinfecta con Coxiella, ambos orga-nismos permanecen en sus vacuolas. Eso ocurrió en 1995 y representó la creación de lo que denominé una construcción de vacuolas quiméricas, que no existen más allá de nuestra imaginación. El experi-mento fue posteriormente repetido por Veras con el Trypanosoma cruzi. En este caso, los Trypanosoma nadaban alrededor de las vacuolas de Coxiella como si bus-caran una salida. Realizamos unos videos magníficos que conmovieron a algunos biólogos. Más adelante, demostré que las microbacterias en vacuolas repletas tam-bién pueden penetrar de esa manera en

las vacuolas ocupadas por Coxiella. Ese modelo, no obstante, aún no ha sido es-tudiado como se debería.

¿Por qué al regresar a Brasil eligió la Unifesp?

Tenía colegas y amigos en la Escuela Paulista de Medicina de la Unifesp, que me conocían bastante y me invitaron a sumarme a ellos. No me arrepentí.

¿Posee allí algún cargo?Estoy jubilado por la USP y soy profe-

sor colaborador en la Unifesp. No cobro un sueldo en la Unifesp, pero me asig-naron un laboratorio y conservo una pe-queña oficina que todavía utilizo. Asisto a seminarios, participo en reuniones en dos cátedras y aconsejo a estudiantes y a otros, cuando me lo piden. De vez en cuando me solicitan que imparta algu-

nos seminarios sobre histo-ria, sociología y política de la ciencia, por ejemplo.

Concluyamos esta entrevis-ta con el mismo tema del co-mienzo: ¿qué es lo mejor de formar científicos?

Mi experiencia y la de otros me mostraron que no es preciso ser un gran cien-tífico para inducir a los estu-diantes a dedicarse a la cien-cia. Los mejores educadores y capacitadores de científicos transmiten su entusiasmo por la ciencia y enfatizan la im-portancia de la curiosidad y de la necesidad de jugar con las ideas. Hay una diferencia

entre la iniciación científica y el desarro-llo del científico como profesional. No creo haber hecho una gran ciencia. Lo que sucedió y fue realmente importante, ha sido pertenecer a una comunidad que quería aprender a la par.

Dada su trayectoria, nos parece que también ha producido buena ciencia.Tal vez hice algo, pero no al comienzo. Con todo, la mejor recompensa es con-tribuir en la formación de alguien que es mejor científico que uno mismo. n

No se necesita ser un gran científico para inducir a los estudiantes a dedicarse a la ciencia

* Sergio R. Doni, Jacob Kipnis, Nelson Fausto, Ricardo Renzo Brentani, Thomas Maack, Azzo Widman, Bernardo Liber-man, José Gonzales, Sergio Henrique Ferreira, J. F. Terzian, Mauricio Rocha e Silva (Filho) and Waltraut Helene Lay.

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Laboratorios de empresas instalados en parques universitarios

enriquecen la formación de los estudiantes y responden

a las nuevas demandas en investigación y desarrollo

Desafíos compartidos

La misión de la universidad como catali-zadora de la innovación y del desarrollo toma un nuevo cariz en Brasil a partir de iniciativas tales como la construcción del

Parque Científico y Tecnológico de la Univer-sidad de Campinas (Unicamp), cuyas obras de infraestructura comenzaron a entregarse el mes pasado. Instalado en un área de 100 mil metros cuadrados dentro de la Ciudad Universitaria, el parque cobijará a los laboratorios de innovación donde trabajarán, en un mismo ambiente, inves-tigadores de empresas, docentes y estudiantes de la Unicamp. El modelo, que recién comienza a difundirse en el país, pero que está presente en varias universidades del mundo, tiene la cualidad de enriquecer la formación de los estudiantes y el trabajo de los científicos gracias las demandas presentadas por las empresas, así como multipli-car la inversión en investigación científica en las universidades. “Los laboratorios en la Unicamp producirán desarrollo tecnológico, pero también brindarán un importante aporte a la investiga-ción básica. Servirán como base fundamental para tesis, tesinas, patentes y publicaciones de alumnos desde la iniciación científica hasta el posdoctorado”, dice el rector de la Unicamp, Fer-nando Ferreira Costa. “No se trata solamente de prestar un servicio o de resolver problemas, sino de perfeccionar la capacitación de nuestros estudiantes, quienes más tarde podrán trasladar

Fabrício Marques

Nueva INcubadora

La nueva sede de la Incubadora de Empresas de Base Tecnológica de la Unicamp ocupará un edificio de 2.600 metros cuadrados y contará con capacidad para albergar a 48 empresas nacientes

SaMSuNg

Al menos 25 docentes y estudiantes del Instituto de Computación de la Unicamp se desempeñan en el laboratorio que la empresa Samsung creó en colaboración con la universidad. Funciona en el edificio del Centro de Innovación en Software (Inovasoft), que también cobija a centros en colaboración con el Banco do Brasil y la empresa MC1

PUBLICADO EN ABRIL DE 2013

poLítIca c&t INFRAESTRUCTURA y

18 z octubre De 2013

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LIb

El Laboratorio de Innovación en

Biocombustibles funcionará en una

edificación de 1.600 metros cuadrados

donde se desarrollarán investigaciones sobre

etanol, biodiesel y bioquerosén

eMbrapa

Cincuenta investigadores y

técnicos de Embrapa y de la Unicamp

trabajarán en la Unidad Mixta de Investigación

en Genómica Aplicada al Cambio Climático, con

una inversión de 50 millones de reales. El

edificio se construirá en un área de 2.500 metros

cuadrados

tecNoMetaL

El laboratorio de 500 metros cuadrados

erigido en colaboración con la empresa

fabricante de paneles solares involucra a investigadores del

Instituto de Física y de la Facultad de Ingeniería

Mecánica. Los proyectos están relacionados con

la fabricación de láminas de silicio y

células solares

el enclave de la innovación El Parque Científico y Tecnológico de la Unicamp se extiende en un área de 100 mil metros cuadrados dentro de la Ciudad Universitaria

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LabrISerPatrocinado por Petrobras, el Laboratorio Experimental para Risers de Producción en Aguas Ultraprofundas y Sistemas Marítimos de Producción (LabRiser) contará con un tanque capaz de simular las condiciones a las que las estructuras submarinas se encuentran sometidas durante la producción de petróleo en el océano

caMeroN de braSIL

La empresa, fabricante de equipamientos para la extracción

de petróleo y gas, invertirá 6 millones de dólares en un laboratorio de mil metros

cuadrados. El convenio involucra a la Facultad de Ingeniería

Mecánica y al Centro de Estudios del Petróleo

LactadEl Laboratorio Central de Tecnologías de Alto Desempeño (LaCTAD), facility de la Unicamp inaugurada en marzo, reúne en un mismo edificio instrumental moderno para la investigación en genómica, proteómica, bioinformática y biología celular

peSQuISa FapeSp z 19

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esa experiencia fuera de la universidad, contri-buyendo a la innovación, el desarrollo del país y la formación de empresas de base tecnológica”.

beNeFIcIoS INMedIatoSPor el lado de las empresas, la creación de labo-ratorios en universidades aporta beneficios in-mediatos, tales como la posibilidad de utilizar la expertise de los buenos investigadores en temas sensibles, y otros de largo plazo, como la posibi-lidad de interactuar con otras empresas e inves-tigadores que trabajan dentro del parque y de re-clutar jóvenes investigadores para sus planteles entre los estudiantes talentosos. Empresas tales como Tecnometal, del sector de minería y ener-gías renovables, y Cameron de Brasil, de tecno-logía y servicios para el sector de petróleo y gas, han establecido convenios para la instalación de laboratorios en el campus. El parque también al-bergará a la Unidad Mixta Embrapa Unicamp de Investigación en Genómica Aplicada al Cambio Climático, un modelo de colaboración inédito para la empresa de investigación, en la cual científicos de ambas instituciones trabajaran en la búsque-da de variedades agrícolas más tolerantes frente a los efectos del calentamiento global. Dentro de los límites del parque ya funciona Inovasoft, el Centro de Innovación en Software de la Unicamp, donde anidan empresas nacientes y laboratorios creados conjuntamente con IBM, Samsung y el Banco do Brasil. Y se está construyendo el edi-ficio del Laboratorio de Innovación en Biocom-bustibles (LIB), que funcionará con un formato similar al de Inovasoft, atrayendo a laboratorios de empresas. “La Unicamp posee una extensa tra-yectoria de cooperación con el sector productivo, y el Parque Científico y Tecnológico será un nuevo

escalón en esa colaboración”, explica Ronaldo Pi-lli, prorrector de Investigación de la universidad. Existe una regla estricta en las negociaciones para incorporar nuevos laboratorios en el parque: sólo se admiten iniciativas que contemplen convenios con grupos de investigación de la Unicamp. “La meta consiste en hacer investigación competitiva. La empresa debe reconocer que la Unicamp será un colaborador estratégico”, dice Pilli.

A juicio de Roberto de Alencar Lotufo, direc-tor de la Agencia de Innovación Inova Unicamp, que articula la negociación con las empresas, la existencia del parque permite que la universidad proponga y organice la construcción de nuevos laboratorios cooperativos con empresas. “Hasta ahora, cuando surgía una oportunidad de cons-truir un nuevo laboratorio, su emplazamiento no contaba con una planificación, lo cual daba lugar a la instalación de varias construcciones dispersas por el campus”, dice Lotufo. “El Parque Científico y Tecnológico contempla organizar y presentar una planificación para la construcción de nuevos laboratorios de investigación colaborativa creando un ambiente sinérgico multidisciplinario. El par-que funcionará como un condominio, en el cual las empresas pagan por el uso del espacio y una parte proporcional por los gastos con seguridad e infraestructura”.

Las empresas que actúan en el parque se valen de diversos tipos de financiación para construir sus laboratorios. En el caso de Cameron de Bra-sil, eso se hará con recursos de la propia empresa, puesto que la Unicamp le ofreció una exención por 10 años en la tasa de ocupación a cambio de la construcción del edificio por parte de la compa-ñía. El convenio se firmó en 2011 y el laboratorio de la empresa ya debería estar construyéndose,

Centros de empresas en el Parque Tecnológico de Río: frutos de la dedicación de la UFRJ a las investigaciones sobre petróleo

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pero Cameron decidió postergar por un año su implantación, debido a la reciente retracción de inversiones de Petrobras. El convenio contempla la cooperación con la Facultad de Ingeniería Me-cánica (FEM) y el Centro de Estudios del Petróleo (Cepetro) en proyectos de investigación en equipa-mientos y procesos submarinos para la extracción y producción de petróleo, con énfasis en la capa del presal. El Cepetro, creado en 1987 en colaboración con Petrobras, ayudó a multiplicar la expertise de la Unicamp en las investigaciones en ingeniería del petróleo, que ahora atraen la atención de otras empresas. En 2015, por ejemplo, estarán listas las

instalaciones del Laboratorio Experimental para Risers de Producción en Aguas Ultraprofundas y Sistemas Marítimos de Producción (LabRiser), compuestas por un tanque experimental único en el mundo capaz de simular las condiciones a las que se encuentran expuestas las estructuras submarinas durante la producción de petróleo en el océano, tal como la fuerza de las corrientes marinas. El tanque de 30 metros de profundidad y el edificio del laboratorio costarán 6 millones de reales, y, además, contarán con maquinaria expe-rimental, instrumental de laboratorio y análisis, y equipamientos de computación, patrocinados por

Petrobras. “Como nuestro petróleo se encuentra en el mar, Petrobras procuró siempre desarrollar investigaciones sobre la perforación de pozos y la producción de petróleo en el océano, y encon-tró esa capacitación en la Unicamp”, dice Celso Morooka, docente de la Facultad de Ingeniería Mecánica y director del LabRiser.

También hay convenios que se valen de me-canismos de financiación no reembolsables del Banco Nacional de Desarrollo Económico y So-cial (BNDES), en el ámbito del Fondo Tecnoló-gico (Funtec). Ejemplo de ello es el laboratorio de 500 metros cuadrados que la Unicamp está

construyendo en el parque, en colaboración con Tec-nometal. El proyecto ob-tuvo 12 millones de reales en recursos aportados por el Funtec para la construc-ción del inmueble y la ad-quisición de equipamien-tos. La contrapartida de Tecnometal equivale a un 10% del valor del proyec-to. La empresa posee una fábrica de paneles fotovol-

taicos en Campinas (São Paulo) y ya trabaja en forma conjunta con investigadores de la Facultad de Ingeniería Mecánica y del Instituto de Física Gleb Wataghin, de la Unicamp, en esfuerzos de investigación relacionados con el proceso de pu-rificación del silicio en grado metalúrgico, la fa-bricación de láminas de silicio de grado solar y la construcción de células solares. La Agencia Inova Unicamp mantiene conversaciones avanzadas con al menos tres empresas interesadas en participar en el parque utilizando recursos del Funtec.

bIocoMbuStIbLeSHay un tercer modelo, que es el que practica el Laboratorio de Innovación en Biocombustibles (LIB). El edificio en construcción, con 1.656 me-tros cuadrados, fue patrocinado por la Financia-dora de Estudios y Proyectos (Finep) por medio del programa CT-Infra. La meta actual consiste en buscar empresas interesadas en participar en proyectos conjuntos con investigadores de la Uni-camp abarcando la producción de etanol, biodié-sel y bioquerosén.

Un cuarto modelo es el de la Unidad Mixta Em-brapa Unicamp de Investigación en Genómica Aplicada al Cambio Climático, que contará con in-versiones compartidas entre Embrapa y la univer-sidad. Diez investigadores de ambas instituciones ya se encuentran abocados al proyecto, que, en un horizonte de tres años, contará con alrededor de 50 investigadores y técnicos. La inversión estima-da es de 50 millones de reales en infraestructura y operatividad. “El objetivo es contar en cinco años

el objetivo central de las asociaciones radica en hacer investigación competitiva, dice ronaldo pilli, prorrector de la unicamp

la inversión de Petrobras en el tanque experimental de la unicamp asciende a 6 millones

de reales

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con tecnología de base genética de tolerancia a la sequía aplicable a cultivares importantes para el país, tales como maíz, soja, caña de azúcar y tri-go”, sostiene el presidente de Embrapa, Maurício Antônio Lopes. “Embrapa cumplió un rol impor-tante en la adaptación de cultivos tales como soja, arroz y trigo a las condiciones tropicales. Ahora se presenta el reto de mantenerse competitiva en el mercado de semillas y de biotecnología, que es cada vez más complejo. La vertiente de innovación de la genómica aplicada a la mejora genética exige una base de investigación básica que es lo que im-pulsó a Embrapa a aliarse con la academia”, dice.

La experIeNcIa de aLLeLyxLopes opina que la elección de la Unicamp, en cuyo campus Embrapa mantiene su unidad de bioinformática, fue natural. Y subraya la impor-tancia de contar con Paulo Arruda, docente del Instituto de Biología, como líder del proyecto en la universidad. Arruda fue uno de los fundadores de Allelyx, una empresa de biotecnología creada a partir de la secuenciación de la Xylella fastidiosa y actualmente incorporada al consorcio Monsanto. “El profesor Paulo Arruda es un científico reco-nocido en Brasil y en el exterior, y también posee experiencia en montar un pipeline en el ámbito privado. Trabajará con algunos investigadores que actuaron en Allelyx y que ahora se encuentran en Embrapa”, afirma el presidente de Embrapa. Según Arruda, el objetivo de la unidad consiste en garantizar la sostenibilidad de la producción agrícola en el país. “El año pasado, Brasil registró pérdidas agrícolas por 5.400 millones de reales debido a las inclemencias climáticas. Necesita-mos crear una estrategia destinada a apuntalar la producción de maíz, soja y trigo, que son la base de la ali-mentación”, sostiene. “Trabajaremos en la Unidad Mixta con un enfoque de pragma-tismo empresarial, con un formato similar al del desarrollo de drogas en la industria farmacéutica”, añade. En opinión de Arruda, los beneficios para la Unicamp serán varios. “Expondremos a alumnos de grado, doctorado y posdoctorado a una expe-riencia inédita. Se introducirán en el mundo del desarrollo tecnológico, con sus demandas, me-tas y plazos. Ello expandirá las posibilidades de empleo de esos profesionales y contribuirá para establecer una masa crítica mayor en un tema de gran interés para el país”.

Una de las tareas más compleja de la Agencia de Innovación Inova Unicamp en el montaje del par-que consiste en hallar grupos de investigación de la institución capacitados para atender las necesidades de la empresa colaboradora y promover el acerca-miento entre las partes. “Actualmente estamos tra-

bajando en un acuerdo con Schreder, una empresa de iluminación pública con sede en la ciudad de Valinhos. Lo primordial es detectar cuáles son los grupos de investigación que podrían ayudar, pero no se trata sólo de eso. Se necesita asegurar que el investigador posea disponibilidad para atender a la empresa y, por sobre todo, que tenga interés en co-laborar”, afirma Roberto Lotufo. La agencia lleva un registro, conocido como banco de competencias, con información actualizada sobre los grupos de inves-tigación. Inova actúa en varios frentes. Ayuda a los investigadores de la universidad a depositar patentes, se encarga de la gestión de la propiedad intelectual de la Unicamp, establece el puente con las empre-sas interesadas en licenciar tecnologías, coordina el desempeño de una incubadora de empresas de base tecnológica y estimula el emprendedorismo entre investigadores y alumnos de grado y de posgrado. Según Lotufo, el Parque Científico y Tecnológico será un instrumento más en la misión de la agencia, consistente en fomentar la innovación y promover su transferencia a la sociedad. “Así es como sucede en las grandes universidades de investigación del mundo. Cuando recibimos delegaciones extranje-ras, los directivos de las universidades siempre nos preguntan al respecto de nuestra incubadora, nues-tro trabajo en lo que hace a licencias de tecnología y nuestro parque tecnológico. Son los eslabones de una misma cadena”, sostiene.

“Los alumnos de grado, doctorado y posdoctorado vivirán una experiencia inédita”, dice paulo arruda

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En escala reducida, las ambiciones del Parque Científico y Tecnológico ya venían plasmándose en el edificio de Inovasoft, el Centro de Innova-ción en Software de la Unicamp, que alberga labo-ratorios en colaboración con varias empresas, más allá de funcionar como incubadora de empresas de tecnología de la información. Desde el final del año pasado, Inovasoft es la sede de un laboratorio montado por Samsung, donde trabajan investiga-dores y estudiantes del Instituto de Computación (IC) de la Unicamp. Convenios que involucran inversiones en el orden de unos 3 millones de reales se enfocan en investigación y desarrollo en diversos temas relacionados con plataformas computacionales móviles, puesto que Samsung es líder en celulares. La cooperación comenzó con tres proyectos y hay dos nuevos que están sien-do incorporados. Una de las principales ventajas señaladas por los participantes del proyecto es la oportunidad de obtener recursos e infraestructura de investigación. Samsung montó un laboratorio con computadoras, tablets y smartphones con los que trabajan los investigadores y además finan-cia becas para los estudiantes comprendidos en el proyecto. Sandro Rigo, docente del IC, quien dirige uno de ellos, resalta la oportunidad para los estudiantes e investigadores de trabajar con temas de gran interés para las empresas. “En Es-tados Unidos es algo común que los alumnos de posgrado realicen pasantías en grandes empresas, pero eso es poco frecuente acá en Brasil”, dice. El vicepresidente de investigación y desarrollo de Samsung, Yeun Bae Kim, dijo que la meta a mediano y largo plazo es el desarrollo conjun-to de nuevas tecnologías. “El objetivo radica en generar resultados con alto impacto tecnológico, para efectuar mejoras significativas en el estado del arte de las líneas de investigación de interés para Samsung”, afirmó, mientras participaba en la inauguración oficial del laboratorio, en enero.

Otro laboratorio de Inovasoft alberga un pro-yecto de investigación conjunta ejecutado des-de 2011 por el IC de la Unicamp con el Banco do Brasil. Está abocado al estudio y apoyo a la im-plementación de soluciones para el registro de computadoras y la autenticación de clientes del Banco do Brasil para la autogestión vía internet. “El banco nos dio libertad para sugerir soluciones. Le propusimos tanto una nueva solución como el robustecimiento del sistema que ya posee”, dice Ricardo Dahab, docente del IC y líder de uno de los proyectos del Banco do Brasil. “Fue un traba-jo importante, puesto que la demanda era muy sofisticada. Les rindió trabajo a tres alumnos de doctorado y la publicación de excelentes artí-culos académicos”. El proyecto involucró a tres profesores y ocho alumnos, entre doctorandos, maestrandos y becarios de iniciación científica.

Para MC1, una empresa paulista de software y servicios, el convenio recientemente suscrito con investigadores del Instituto de Computación no sólo apunta a hallar soluciones innovadoras.

La sede del TECNOPUC (debajo), en Porto Alegre, croquis de su nuevo condominio de empresas (arriba, a la izq.) y centros de innovación de empresas de informática: el parque movilizó recursos para la investigación científica

la inversión de embrapa y de la unicamp en la unidad Mixta asciende a 50Fo

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millones de reales

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“No estamos simplemente buscando información y actualización tecnológica y científica para la empresa. Uno de nuestros objetivos consiste en sumar gente que participa en el proyecto a nues-tro plantel”, dice Kayo Hisatomi, coordinador de desarrollo de software de la empresa. Ésta ya ha concretado otros convenios con universida-des, pero es la primera vez que invierte en un laboratorio propio. “Nos enteramos de la imple-mentación del formato y resolvimos invertir en él”, comenta Kayo, quien se graduó como inge-niero de computación en la Unicamp en 1998 y mantiene el contacto con la universidad hasta el presente. El líder del proyecto es Luiz Fernando Bittencourt, docente del IC, quien coordinará un equipo compuesto por 15 investigadores y estu-diantes para el desarrollo de una plataforma que le permita a la empresa ofrecer sus soluciones a varios clientes simultáneamente, utilizando re-cursos de computación en nube. “El objetivo es crear una arquitectura de software que le permita a la empresa ofrecer sus software sin necesidad de generar una copia personalizada para cada cliente”, afirma. La inversión de MC1 en el pro-yecto ronda los 170 mil reales.

Uno de los principales impulsos para los más de 900 parques tecnológicos instalados en el mundo es la experiencia pionera de la Universidad Stan-ford, en California, a comienzos de los años 1950, cuando la articulación entre dicha universidad, empresas de microelectrónica e instituciones de investigación originaron el Valle del Silicio, el principal enclave de empresas tecnológicas del planeta. Al comienzo de los años 1970, Japón adhirió en forma entusiasta a los parques, creando 25 ‘tecnópolis’. Entre los principales parques em-plazados en universidades alrededor del mundo, se destacan los de las universidades de Wisconsin Madison y de Purdue, en Estados Unidos, y los de Cambridge y Oxford, en Inglaterra.

eL vaLLe deL SILIcIoBrasil decidió invertir en ese modelo en forma más tardía. Uno de los emprendimientos con mayor expresión es el Parque Tecnológico de Río. Crea-do hace 10 años en los límites del campus de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), su énfasis está puesto en la investigación y desarrollo del sector de petróleo y gas, basándose en el tra-bajo desarrollado en tal área desde hace décadas por la UFRJ, especialmente por su Instituto de Investigación y Posgrado en Ingeniería (Coppe) y por los convenios suscritos con el Centro de Investigaciones y Desarrollo (Cenpes) de Petro-bras. El parque ocupa un área de 350 mil metros cuadrados y para 2015 albergará centros de inves-tigación y desarrollo de más de 20 empresas de grande y mediano porte. La inversión, entre 2003 y 2014, se estima en 1.000 millones de reales. Ya funcionan allí los centros de la compañía francesa Schlumberger, las estadounidenses Baker Hughes, GE y FMC Technologies, y de BR Asfaltos, perte-neciente a Petrobras. Este mismo año se prevé que comiencen a funcionar los centros de empresas tales como Siemens y Halliburton. “El parque fue creado hace 10 años, pero su historia comenzó mucho antes”, dice Maurício Guedes, director del parque. “Tal como ocurrió con la Unicamp, la UFRJ constituye un ejemplo de universidad con cultura emprendedora y experiencia en las relacio-nes con empresas por intermedio del Coppe, por ejemplo, que ya suscribió más de 3 mil convenios solamente con Petrobras, con la que mantenemos una experiencia muy exitosa de más de 40 años desde la implementación del Cenpes dentro del campus de la UFRJ”, dice Guedes.

El Parque Científico y Tecnológico de la Uni-camp es uno de los preacreditados en el Sistema Paulista de Parques Tecnológicos, que agrupa a 27 iniciativas diseminadas por varias ciudades del estado de São Paulo, muchas de ellas con vínculos estrechos con universidades, tal como es el caso del parque de Botucatu, ligado a la Universidade Estadual Paulista, y el de Ribeirão Preto, ligado

1 Vista aérea del Parque de Investigación de Stanford, inspiración para ciudades tecnológicas en Estados Unidos y varios otros países

2 Parque Tecnológico de São José dos Campos, uno de los más avanzados entre las 27 iniciativas del Sistema Paulista

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a la Universidad de São Paulo. Uno de los más adelantados –y el primero en recibir acreditación definitiva– fue el Parque Tecnológico de São José dos Campos, una iniciativa lanzada por la alcaldía de la ciudad que incluye centros de innovación en las áreas de salud, tecnología de la informa-ción, aeronáutica, energía y recursos hídricos. El parque actúa con empresas claves, tales como Embraer, Vale, Ericsson y Sabesp, y cuenta con colaboradores tales como el Instituto Tecnológico de Aeronáutica (ITA), y las escuelas Politécnica (Poli) y de Ingeniería de São Carlos de la Univer-sidad de São Paulo, además de la Federal de São Paulo (Unifesp) y el Instituto de Investigaciones Tecnológicas (IPT).

La tarea de crear un parque tecnológico dentro de la universidad está lejos de ser algo trivial. “Un problema común es el del espacio. No son tantas las universidades que cuentan con terrenos para crear parques. Incluso grandes instituciones, co-mo por ejemplo Harvard y el MIT, enfrentan esa limitación”, dice Roberto Lotufo, quien partici-pa anualmente de la reunión de la Association of University Research Parks (Aurp), una entidad fundada en 1986 que congrega hoy a 32 parques científicos y tecnológicos propiedad de universi-dades estadounidenses. En Brasil también existe, según Lotufo, la dificultad jurídica de mantener dentro del campus un enclave que sigue reglas di-ferentes de las que rigen en las universidades pú-blicas. Un parque vinculado con una universidad comunitaria engloba los beneficios que iniciativas de este tipo pueden redituarle a las empresas y al ámbito académico. El Parque Tecnológico de la

Pontificia Universidad Católica de Rio Grande do Sul (TECNOPUC), en Porto Alegre, actualmente agrupa a 101 centros de innovación de empre-sas e instituciones de diversos tama-ños, donde trabajan 4.800 personas. Surgió en 2003, como parte de la estrategia de la PUC gaúcha para calificarse como institución de in-vestigación. “Había un desequilibrio entre la tradición consolidada de la PUC en enseñanza y la investigación de la institución que había que resol-ver, como así también una dificultad para reunir recursos para invertir en investigación, pues nuestra fuente de ingresos, las cuotas mensuales de los alumnos, se destinaban ma-yoritariamente a solventar la ense-ñanza”, dice Roberto Moschetta, director del TECNOPUC.

parQue agotado La creación del parque, inicialmente orientado

hacia la tecnología de la información y comunica-ción, manteniendo como soportes los laboratorios de las empresas Dell y HP, buscaba atraer recur-sos privados para la investigación en la institución. Ahora el condominio agrupa a centros de empresas tales como Microsoft y TOTVS, y ha expandido su campo de acción hacia las áreas de energía y salud, mediante convenios con la Agencia Nacional de Vi-gilancia Sanitaria y Petrobras. Ya no hay espacio para albergar nuevas iniciativas, puesto que el terreno de 15 hectáreas vecino a la PUC adquirido al Ejér-cito se encuentra agotado. La expansión del parque ocurrirá en un amplio predio ubicado a 12 kilóme-tros del campus de la universidad. “Por supuesto que no todos los centros de empresas desarrollan tecnología de punta. Hay empresas que buscan la expertise de la universidad para aplicaciones sen-cillas”, sostiene Moschetta.

Los resultados de la iniciativa van más allá de lo esperado. El director del TECNOPUC resalta que las carreras de posgrado en el área de tecnología de la información ofrecen becas a prácticamen-te todos los alumnos, financiadas por empresas instaladas en el parque. “Es un círculo virtuo-so. Logramos atraer a alumnos calificados y así nuestras carreras cobran todavía mayor prestigio y consistencia”, afirma. La convivencia entre las empresas en los parques también genera interac-ciones sorprendentes. Acaban estableciéndose colaboraciones e previstos de experiencias que no se hallaban e intercambios al comienzo del proyecto. El ambiente es catalizador y sinérgico. La energía observada en el ámbito del parque es más bien producto de las conexiones que se esta-blecen y no inherente al propio ambiente”, dice. n

“La convivencia entre las empresas genera interacciones sorprendentes en los parques”, dice roberto Moschetta

la inversión en el Parque tecnológico de río en 10 años asciende a 1.000en 10 años

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millones de reales

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En un mismo edificio, una facility de la Unicamp reúne

moderno instrumental para la investigación en genómica,

proteómica, bioinformática y biología celular

INFRAESTRUCTURA y

La Universidad de Campinas (Uni-camp) inauguró un laboratorio que congrega, en un mismo edificio, equipamientos de última gene-

ración destinados a investigaciones en genómica, bioinformática, proteómica y biología celular. Se trata del Laboratorio Central de Tecnologías de Alto Desem-peño (LaCTAD), instalado en el Parque Científico y Tecnológico de la institución y creado según el modelo de las research facilities de las universidades del exterior, que apunta a garantizar un elevado nivel de calidad en las investigaciones realiza-das en la Unicamp y en el estado de São Paulo, donde las instalaciones se encuen-tran disponibles para investigadores de otras instituciones. “La universidad firmó dos importantes convenios por cuenta de la existencia del laboratorio. Esta unidad será de mucha utilidad para las inves-tigaciones en las áreas contempladas y brindará un gran impulso a la ciencia de Brasil”, afirmó el rector de la Unicamp,

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Fernando Ferreira Costa, durante la ce-remonia de inauguración.

La FAPESP invirtió alrededor de 5,5 millones de reales en la adquisición del instrumental para el laboratorio, en el marco del Programa de Equipamientos Multiusuarios (EMU), mientras que la construcción del edificio y la contratación de personal le cupieron a la universidad. “Reviste particular interés que la Unicamp haya invertido casi el mismo valor que la FAPESP y que el LaCTAD cuente con una estructura de costos precisamente demos-trada y con apoyo institucional decisivo para contratar personal en bioinformática y técnicos de apoyo con doctorado”, dijo Carlos Henrique de Brito Cruz, director científico de la FAPESP, quien estuvo pre-sente durante la inauguración del labora-torio, el día 1º de marzo. La propuesta de creación del LaCTAD fue aprobada en el pliego del Programa de Equipamientos Multiusuarios de la FAPESP en 2009. En 2011 comenzó la oferta de servicios en

instalaciones provisorias dispuestas en las unidades de investigación y enseñanza.

Para los trabajos en el campo de la ge-nómica se adquirieron tres modernos se-cuenciadores. Hay dos modelos, uno es el HiSeq 2500, de Illumina, que permite rea-lizar complejos estudios de secuenciación, gracias a su capacidad para producir una gran cantidad de secuencias genómicas para el análisis en bioinformática. El otro modelo es el ABI 3730 DNA Analyzer, de Applied Biosystems, que produce un nú-mero no tan grande de secuencias, pero es capaz de mapear una cantidad mayor de pares de bases. “Resulta difícil encon-trar un trabajo científico en el campo de las ciencias de la vida publicado en una buena revista, que no tenga algún compo-nente relacionado con la secuenciación de genes o modificaciones en el genoma que no use este tipo de datos para elaborar el diseño de investigación o la planificación de los experimentos”, dice Ronaldo Pilli, prorrector de Investigación de la Unicamp. “Estos equipamientos están contribuyendo a mejorar la calidad de las investigaciones realizadas en la Unicamp”. La prestación de servicios en bioinformática, otra fun-ción del LaCTAD, se basa en un parque de computadoras que incluye servidores IBM y máquinas de HP. “Hemos invertido en la capacitación de recursos humanos, me-

Domicilio de excelencia1 2

PUBLICADO EN ABRIL DE 2013

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FAPESP de Investigaciones en Bioenergía (Bioen), también utilizó los servicios de la facility de la Unicamp para la secuencia-ción de un genoma referencial de la caña de azúcar. “El LaCTAD provee las secuencias obtenidas con el secuenciador Illumina que complementan lo hecho con el secuencia-dor Roche 454. En la USP contamos con un 454, pero no con un Illumina, de ahí la importancia de los servicios que ellos pres-tan”, informa la investigadora. Paulo Arru-da, del Instituto de Biología de la Unicamp, también viene utilizando los servicios del LaCTAD. Un proyecto de su alumno de doctorado Vagner Katsumi Okura se rela-

diante la oferta de cursos de bioinformática durante todos los semestres”, dice Pilli. Ya se ha capacitado a unos 160 estudiantes.

EpIlEpSIAUno de los proyectos en marcha de la faci-lity es conducido por Icsia Lopes-Cendes, docente del Departamento de Genética Médica de la Facultad de Ciencias Mé-dicas de la Unicamp. La profesora está utilizando uno de los secuenciadores del LaCTAD en un proyecto de investigación sobre los mecanismos moleculares invo-lucrados en la génesis de la epilepsia, que apunta a identificar la expresión génica en tejidos cerebrales de ratas. Grupos neuronales seleccionados en el hipocam-po de modelos animales inducidos para expresar la enfermedad son sometidos a una secuenciación profunda, en busca de transcritos (ARN mensajero) que podrían ser relevantes para distinguir el estado patológico del normal. “Como se trata de una secuenciación profunda, precisá-bamos un secuenciador veloz e incluso ayudamos a realizar una actualización de su software con recursos de nuestro pro-yecto de investigación”, dice ella.

La investigadora Gláucia Mendes de Souza, profesora del Instituto de Quími-ca de la Universidad de São Paulo (USP) y una de las coordinadoras del Programa

El laCTAD ha invertido en la capacitación de recursos humanos mediante la oferta de cursos de bioinformática

En el LaCTAD hay equipamientos tales como un calorímetro isotérmico de titulación (1 y 2), un cromatógrafo (3) y un microscopio confocal (4)

3 4

ciona con la construcción y secuenciación de la biblioteca de cromosomas artificiales de bacterias (BAC) de la caña de azúcar. Las bibliotecas BAC son herramientas funda-mentales para la caracterización de regio-nes cromosómicas que contienen genes de interés. En una segunda investigación, el doctorando Pedro Barreto estudia cómo regulan las plantas la biogénesis mitocon-drial. La mitocondria es un orgánulo res-ponsable por la elaboración bioenergética de la célula. “Se cuenta con un razonable conocimiento sobre la biogénesis mito-condrial en mamíferos, pero en las plan-tas es poco conocida”, dice Arruda, cuyo trabajo previó la secuenciación del ARN de plantas que sobreexpresan la proteína desacoplante de la mitocondria (UCP1).

En el campo de la proteómica, el LaC-TAD dispone de un equipo de cromato-grafía líquida para el análisis y la purifi-cación de proteínas, además de un calo-rímetro que se utiliza para determinar parámetros termodinámicos en interac-ciones bioquímicas. Un espectrómetro de masas modelo Xevo Q-TOF MS, que pertenece al Instituto de Química de la Unicamp, será ofrecido a los usuarios del LaCTAD mientras el laboratorio no adquiera su propio instrumental. En el campo de la biología celular, el labora-torio está equipado con un microscopio confocal marca Leica, capaz de producir imágenes fluorescentes con alta resolu-ción de una variedad de materiales de muestras biológicas. Otro equipamiento es un inmunoensayo Multiplex marca Bio-Rad, capaz de determinar dosifica-ciones rápidas y precisas de hormonas o de citosinas, las moléculas involucradas en la emisión de señales entre las células durante las respuestas inmunes. “Estamos organizando un workshop internacional, para el mes de mayo, en el área de biología celular. Recibiremos a expertos extran-jeros, que también se desempeñan en el área de las ciencias de la vida, en un labo-ratorio central, para intercambiar expe-riencias y perfeccionar nuestros servicios. La idea es otorgar un mayor impulso al LaCTAD en el área de biología celular”, dice Pilli. n Fabrício Marques

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Los nuevos Centros de Investigación, Innovación y Difusión de la FAPESP

auguran mayor relevancia y audacia para la ciencia hecha en Brasil

La expansión del conocimiento

En lo que constituye una de las mayores inversiones en un programa de investi-gación científica que ya se hayan hecho en Brasil, la FAPESP anunció 17 nuevos Centros de Investigación, Innovación y

Difusión (Cepids), que congregarán a 535 científi-cos del estado de São Paulo y a 69 de otros países en áreas de frontera del conocimiento. La inver-sión en el transcurso de 11 años asciende a 680 millones de dólares, de los cuales 370 millones estarán a cargo de la FAPESP y otros 310 millones de dólares en concepto de sueldos de científicos y técnicos saldrán de las instituciones sedes. “La financiación de gran porte y a largo plazo permite obrar con mayor audacia en lo que hace a los ob-jetivos de estudio, asegura la consolidación de los equipos y, al mismo tiempo, dota de mayor escala a la investigación científica y tecnológica hecha en el estado de São Paulo”, afirma Carlos Henrique de Brito Cruz, director científico de la FAPESP.

El proceso de selección se extendió durante 20 meses, desde la presentación de los 90 antepro-yectos hasta la elección de los 17 centros. Movili-zó a 250 revisores brasileños y extranjeros y a un comité internacional integrado por 11 científicos invitados, además de los comités internos de la FAPESP. Las propuestas presentadas se evaluaron de acuerdo con el mérito científico, la audacia, la originalidad, la competitividad internacional y la calificación de los equipos y sus líderes. Cada uno de los Cepids contará con un comité consultivo internacional. La evaluación de su continuidad estará a cargo de la FAPESP y se efectuará durante el 2º, el 4º y el 7º año.Fo

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Los Cepids desarrollan investigaciones con enfoque en la desigualdad en las metrópolis, el genoma humano, el potencial terapéutico de ciertas toxinas y la óptica

Entre octubre de 2000 y diciembre de 2012, la FAPESP había financiado un primer conjunto de 11 Cepids, con una inversión global por valor de 260 millones de reales. “La Fundación solicitará una evaluación de ese período, pero es posible afirmar que la contribución generada por varios de esos centros fue notable”, dice Hernan Chaimovich, coordinador del programa de los Cepids. “Algu-nos líderes obtuvieron un gran reconocimiento internacional, tal es el caso del profesor Marco Antonio Zago, por ejemplo, con la investigación de terapia celular en diabetes, o el del físico Van-derlei Bagnato, recientemente seleccionado para las National Academy of Sciences”. Ocho centros implican una continuidad con relación a las inicia-tivas contempladas en el primer pliego. Algunos preservan el nombre y el propósito: éstos son los casos del Centro de Estudios de la Metrópolis, el Centro para el Estudio de la Violencia o el Centro de Terapia Celular, por ejemplo. Otros actualiza-ron su misión, manteniendo a los líderes. Nueve centros son nuevos y abordan temas tales como alimentos, obesidad, enfermedades inflamatorias, neurociencia, biomedicina, matemática aplicada, ciencia de la computación y vidrios.

Para los centros que habían sido seleccionados en la primera convocatoria, la posibilidad de seguir en el programa por otros 11 años reviste ventajas y desafíos. “Si bien en 2000 teníamos una idea di-fusa de lo que podrían ser esos centros, hoy en día conocemos su potencial lo suficientemente como para tener ambiciones más audaces y especulati-vas, y me refiero a todos los centros aprobados, no solamente al que yo lidero”, dice Marco Antonio

PUBLICADo EN JUNIo DE 2013

CIENCIA DE ALTo ImPACTo y

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30 z octubre De 2013

Zago, docente de la Facultad de Medicina de Ri-beirão Preto y coordinador del Centro de Terapia Celular (CTC). “Un resultado importante del pri-mer Cepid fue su capacidad de alinear el trabajo de una serie de científicos que realizaban estudios de alto nivel de manera independiente”. El centro ahora contará con un abordaje más volcado a las aplicaciones. “Nuestro Cepid tuvo éxito al hacer ensayos clínicos con una terapia para la diabetes, pero ahora apuntamos a perfeccionar esa forma de tratamiento también para la leucemia median-te el empleo de células madre”, dice Zago, que es prorrector de Investigación de la USP. El equipo del centro se encuentra rejuvenecido. “Atrajimos a investigadores formados en un ambiente en el cual la terapia celular es una realidad”, afirma. Uno de los objetivos consiste en generar linajes brasileños de células madre para su uso en estudios preclíni-cos, con foco en enfermedades tales como la dis-queratosis congénita (que causa el envejecimiento prematuro), la hemofilia A y el mal de Parkinson.

“Si la primera vez tardamos algún tiempo para despegar, ahora ya arrancaremos a alta velocidad”, coincide Vanderlei Bagnato, docente del Instituto de Física de São Carlos de la USP y coordinador del Centro de Investigación en Óptica y Fotónica (Ce-POF). “Afrontamos el reto de estudiar problemas originales y asumir el liderazgo internacional”, dice. El grupo de Bagnato es reconocido por sus aportes en el área de turbulencia cuántica, por ejemplo, un fenómeno demostrado por primera vez por el grupo de São Carlos en 2009. Esa línea de inves-tigación se relaciona con el llamado Condensado de Bose-Einstein, nombre dado a un agrupamien-to de átomos (o moléculas), los cuales, cuando se los enfría en forma intensa, pasan a comportarse como una entidad única. El centro trabajará en la investigación en tres frentes: átomos fríos (como los del Condensado de Bose-Einstein), plasmóni-ca (un área que puede generar, en el campo apli-cado, procesadores ópticos de computadoras) y biofotónica (que emplea la luz como herramienta de investigación en ciencias de la vida). En cier-to sentido, el énfasis de la nueva fase del CePOF recae sobre la innovación. “El objetivo no es tan sólo obtener patentes, sino generar proyectos con empresas”, afirma Bagnato, cuyo centro colaboró con el lanzamiento de 25 productos.

Inspirados en los Science and Technology Cen-ters, un programa creado en 1987 por la National Science Foundation (NSF) de Estados Unidos, los Cepids incentivan a equipos temáticos multidisci-plinarios con características definidas precisamente. “Se apunta a hacer investigación científica de nivel internacional y de carácter multidisciplinario, en la frontera del conocimiento, que determine nuevos rumbos para la investigación y no que solamente acompañe al estado del arte”, dice Hernan Chaimo-vich. Los centros también deben producir innova-

Se invertirán

680 en los 17 centros

durante un

período de

11 años

ción y transferir conocimiento al sector productivo o brindar apoyo a la creación de políticas públicas. “Existe un tercer componente importante, que es la formación de capacidades. Los centros deben tener un brazo de enseñanza, de difusión del co-nocimiento producido”, afirma el coordinador, en referencia a la oferta de cursos para estudiantes y al desarrollo de recursos pedagógicos.

En LA FrontErA dEL conocImIEntoLa actualización de los rumbos de algunos Cepids, que técnicamente se convirtieron en otros centros, se explica debido al surgimiento de nuevos temas situados en la frontera del conocimiento. Un centro volcado a la investigación de enfermedades gené-ticas, por ejemplo, incorporó el estudio de células madre a su nombre y a su objetivo. “Esto comenzó con el primer Cepid, en 2005, cuando introduji-mos el estudio de las células madre como herra-mienta destinada a entender la expresión génica y la diferenciación en las enfermedades genéticas y evaluar su potencial terapéutico”, dice Mayana Zatz, docente del Instituto de Biociencias de la USP y coordinadora del Centro de Investigación sobre el Genoma Humano y Células Madre. “Ésta es una de las ventajas de un Cepid. Permite actua-lizar el curso y a su vez mantenerse siempre en la frontera”, afirma. Otra novedad está dada por la inclusión del estudio del envejecimiento, de enfer-medades degenerativas y de factores que pueden contribuir a estos procesos. El centro desarrolla un proyecto mediante el cual se abocará a comparar la variación del genoma y el funcionamiento del cerebro de individuos brasileños sanos con más de 80 años y de un grupo de personas con más de 60 años, a los que se les realiza un seguimiento desde hace más de 10 años.

El Centro de Innovación en Biodiversidad y Fármacos tuvo su origen en el Centro de Biotec-

1 y 2 Espectrómetro de masas (1) y laboratorio de preformulación (2) en el Instituto Butantan

3 Laboratorio del Centro de Estudios sobre el Genoma Humano y Células madre, en la USP

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millones de reales

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nología Molecular Estructural, con propósitos más bien volcados a las aplicaciones. Mientras que el Cepid aprobado en 2000 estudió la es-tructura y la función de moléculas de interés biotecnológico, el actual apunta a desarrollar fármacos con base en compuestos hallados en la biodiversidad brasileña y también sustancias sintéticas. Coordinado por Glaucius Oliva, del Instituto de Física de São Carlos de la USP y actual presidente del Consejo Nacional de De-sarrollo Científico y Tecnológico, este centro se asoció al Núcleo de Bioensayos, Biosíntesis y Ecofisiología de Productos Naturales (NuBBE) de la Universidade Estadual Paulista (Unesp) de Araraquara, encabezado por la investiga-dora Vanderlan Bolzani, y al grupo de Síntesis Química de la Unicamp. El NuBBE reunió una colección de compuestos aislados de plantas, hongos y microorganismos, entre otros. “Apren-dimos mucho haciendo investigaciones de alta calidad en biología estructural, y ahora ha lle-gado la hora de aplicar ese conocimiento para desarrollar nuevos fármacos”, dice Oliva. El centro reúne a investigadores de la Universidad Federal de São Carlos y de la Facultad de Cien-cias Farmacéuticas de Ribeirão Preto de la USP.

VIoLEncIA y mEtrÓpoLISEn el caso del Centro de Estudios de la Metrópo-li (CEM), la nueva fase se enfocará en el rol del Estado y de las políticas públicas tendientes a la disminución de las desigualdades. “Sabemos que existe una reducción consistente de la desigual-dad de ingresos en Brasil. Pero el bienestar de los individuos no depende solamente de la renta, sino también, y críticamente, del acceso a los servicios, dice Marta Arretche, docente de la USP y coordi-nadora del CEM, con sede en el Centro Brasileño de Análisis y Planificación (Cebrap). “Nuestro ob-jetivo es examinar de manera sistemática lo que viene sucediendo con relación a la desigualdad del acceso a servicios públicos tales como el agua, el alcantarillado, el empleo, la educación y la salud, y en qué medida las políticas públicas tienen efectos sobre el bienestar de la gente”, afirma. Otro interés central es el funcionamiento de las instituciones que están fuera del alcance del Estado en las pe-riferias urbanas, especialmente la seguridad y el mercado inmobiliario. Gran parte de las familias tiene acceso a la vivienda de manera irregular. “Brasil es famoso por tener áreas en las cuales el gobierno no gobierna, lo que vuelve relevante el estudio de la acción de la delincuencia organiza-da y del sector inmobiliario en las periferias ur-banas. Por otro parte, existe otra dimensión que nos interesa, que es el florecimiento de formas de asociación, de vida civil y de expresiones cul-turales en las periferias”, afirma. La nueva etapa del CEM apuntará a profundizar la internaciona-lización de la agenda de investigaciones. “Habrá un esfuerzo tendiente a promover coautorías con autores extranjeros e incrementar las conexiones con investigadores de vanguardia”, dice Arretche. Una de las ramas que el CEM desarrolló a partir de los años 2000 consistió en la producción de datos georreferenciados. La intención es ahora ofrecer un curso a distancia en georreferenciación

“Se apunta a hacer investigación de categoría internacional, que determine nuevos rumbos para la ciencia”, dice Hernan chaimovich

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millones de reales

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destinado a formuladores de políticas y científicos.El Centro para el Estudio de la Violencia se abo-

cará a la realización de una gran investigación en la ciudad de São Paulo que apunta a avanzar con relación a las cuestiones estudiadas en el proyec-to anterior, cuando se mapearon los escenarios de la violencia en el país y se investigaron temas tales como las causas de la persistencia de la vio-lencia y las características de la cultura política de apoyo a los derechos humanos. “Nos dimos cuenta de que existe una gran dificultad en los ciudadanos para confiar en el poder de las leyes y de las instituciones en la promoción de la justicia social y en la disminución de conflictos que tien-den a resolverse mediante violencia”, dice Sérgio Adorno, docente de la Facultad de Filosofía, Le-tras y Ciencias Humanas de la USP e investigador principal del centro. “Pretendemos comprender cómo transcurren la relación y los vínculos de los individuos con respecto a la obediencia a las leyes, al respeto a las autoridades, al reconocimiento de las instituciones encargadas de aplicar la ley y preservar los derechos”, dice.

El punto de partida, dice Adorno, es la obser-vación que indica que es conflictiva la relación de los ciudadanos en sus barrios con los servicios públicos encargados de asegurar derechos tales como escuelas, comisarías y centros de salud. En ese sentido, la investigación aborda los funda-mentos de legitimidad del orden democrático. Se llevará adelante un seguimiento de un grupo poblacional a lo largo del tiempo y en sucesivos momentos. “Pretendemos observar los cambios en la relación entre gobernantes y gobernados y

El impacto sobre la capacidad de producir ciencia de calidad es sensible y no es el resultado únicamente del volumen de recursos, afirma Fernando cendes

ciudadanos y servicios públicos, y entender las posibilidades de con-solidar políticas de respeto de las le-yes y las instituciones”, dice Sérgio Adorno. Será necesario desarrollar, según el profesor, una metodología destinada a monitorear la ciudad. “La violencia no se distribuye de manera homogénea. Para hacer una inves-tigación longitudinal, es necesario contar con una representación de esa diversidad territorial y social”, afirma. Este estudio está integrado con una red internacional. Investiga-dores de países tales como Colombia, México, Estados Unidos, Sudáfrica y la India producirán estudios basa-dos en modelos similares; algunos efectuarán algunos recortes, pero producirán resultados comparables con los obtenidos en Brasil.

SALUdPara los investigadores que participan en el pro-grama, es notable el impacto sobre la capacidad de producir ciencia de calidad, y no solamente en virtud del volumen de recursos. “Con la garantía de recursos por un largo plazo, se puede trabajar con tranquilidad sin tener que dedicar tiempo a intentar obtener nuevos fondos”, dice Fernando Cendes, docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la Unicamp, coordinador del Instituto Brasileño de Neurociencias y Neurotecnología (Brainn, sigla en inglés). “La colaboración fluye con todos los

investigadores cuando saben que es posible realizar un proyecto au-daz. Pueden ser necesarios cuatro años para recabar datos para recién después efectuar análisis comple-jos”, afirma. Así se forma un círculo virtuoso. “El grupo asegura un nivel de prestigio que permite atraer a los mejores alumnos, mayores in-versiones y contar con una buena infraestructura.”

El Cepid liderado por Fernan-do Cendes es fruto de otra inver-sión de la FAPESP: el programa CInAPCe (sigla en portugués de Cooperación Interinstitucional de Apoyo a la Investigación sobre el Cerebro), una red que congregó a 30 grupos de investigación entre 2007 y 2012 para estudiar los me-canismos de la epilepsia en la po-blación brasileña. El nuevo centro tendrá como foco la investigación y el desarrollo tecnológico rela-cionado con la epilepsia, una en-1

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fermedad que afecta a 3 millones de brasileños, y los accidentes cerebrovasculares (ACV), res-ponsables por una de cada nueve muertes en el país. Esta articulación involucra a investigadores de las áreas de salud y biología, profesionales de computación gráfica, ingenieros, físicos y físicos médicos. El objetivo es interferir en la evolu-ción de la epilepsia y mejorar la rehabilitación de las víctimas de ACV, desarrollando nuevos métodos diagnósticos y de intervención, lo cual comprende productos tales como electrodos con microcircuitos, interfaces robóticas y sistemas de alerta acoplados a celulares.

A ejemplo del Brainn, la comprensión de en-fermedades que afectan a gran parte de la gente y la búsqueda de nuevos tratamientos contra las mismas constituyen un común denominador de varios Cepids. En el caso del Centro de Investi-gación en Obesidad y Comorbilidades, una cola-boración entre nueve científicos de la Unicamp y cuatro de la USP, junto a nueve de otros paí-ses, se apunta a avanzar en la caracterización de los mecanismos a nivel celular y molecular que contribuyen para el desarrollo de la obesidad. “Solamente conociendo el origen del problema desde el punto de vista molecular hallaremos soluciones terapéuticas”, afirma Licio Velloso, docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la Unicamp e investigador principal del centro. La prevalencia de la obesidad, que se ubicaba en alrededor del 5% de la población mundial en los años 1970, rebasaría el 25% de la población durante esta década. Una serie de enfermedades asociadas, tales como la hipertensión, la diabetes, los ACV y los infartos, está creciendo y matando

cada vez a más gente, sumada al impacto sobre los costos de los tratamientos de la salud. “No existe un tratamiento eficiente contra la obesidad”, dice Velloso. Cada investigador del centro trabajará en una enfermedad o tema de investigación especí-fico. “Uniendo esfuerzos, pretendemos avanzar en el conocimiento y en la terapéutica. Contamos con un investigador del área de química que tra-bajará en el desarrollo de fármacos partiendo de blancos potenciales que hemos hallado”, afirma.

El Centro de Investigación en Toxinas, Res-puesta Inmunológica y Señalización Celular se abocará a la realización de estudios sobre los mecanismos bioquímicos, moleculares y celu-lares de toxinas con potencial terapéutico. Con sede en el Instituto Butantan, tuvo su origen en el Centro de Toxinología Aplicada, que funcionó entre 2000 y 2012. “Durante la primera etapa del centro, el objetivo consistió en descubrir nuevas toxinas en venenos y secreciones en diversos animales, tales como serpientes, arañas y garra-patas, mediante su aislamiento y caracterización química, y promover la síntesis de péptidos y ensayos biológicos para verificar la actividad de dichas toxinas”, sostiene Hugo Armelin, docente del Instituto de Química de la USP, investigador del Instituto Butantan y coordinador del centro. “Ahora el objetivo es trabajar con mecanismos de acción molecular en toxinas seleccionadas”, explica. Diez investigadores del Butantan de áreas tales como inmunología, bioquímica, bio-logía celular, biología sistémica y ciencia de la computación, vinculados a diversos laboratorios de la institución, actuarán en frentes tales como el estudio de la estructura de proteínas, la se-cuenciación de ADN y la producción de proteí-nas en bacterias, entre otros. El Laboratorio de Dolor y Señalización trabajará en el desarrollo de analgésicos y ensayos biológicos con roedo-res. Estudios con el pez danio cebra, que hace las veces de modelo para investigaciones ligadas a la respuesta inmunológica contra toxinas, se llevan a cabo en un laboratorio creado reciente-mente a tal fin. “El empleo de toxinas significa trabajar en una red de señalización celular. Las toxinas son sustancias químicas con una espe-cificidad altísima y sirven como herramientas para estudiar las vías de señalización dentro de las células”, afirma Armelin.

Veinte años de experiencia en estudios básicos y clínicos de un grupo de investigadores de la Fa-cultad de Medicina de Ribeirão Preto de la USP, dan brillo al Centro de Investigación en Enferme-dades Inflamatorias, que investigará los mecanis-mos involucrados en la génesis de enfermedades inflamatorias de origen autoinmune, infecciosas o metabólicas, tales como la artritis reumatoidea, la esclerosis múltiple, la sepsis, leishmaniasis y la aterosclerosis. Los estudios apuntan a hallar nue-

1 La desigualdad del acceso a los servicios públicos en las ciudades será objeto de estudio en el Centro de Estudios de la metrópolis

2 Desarrollo de vitrocerámica en la UFSCar, la sede de un nuevo centro sobre materiales vítreos

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vos blancos para el desarrollo de terapias contra estas enfermedades. Con el liderazgo del profesor Fernando Queiroz Cunha, el grupo ha producido importantes aportes en el estudio de la artritis, tal como es el caso, por ejemplo, de los mecanismos debido a los cuales algunos pacientes no respon-den a un importante medicamento utilizado en el tratamiento de esta dolencia, o de las razones que llevan a los fumadores a sufrir un cuadro de artritis más grave. El grupo también ha contri-buido para el estudio del dolor inflamatorio y la sepsis. La sepsis se caracteriza por una respuesta inflamatoria sistémica que surge como resultado de una infección, y era conocida anteriormente como septicemia, con desenlace fatal en más del 30% de sus víctimas. Una preocupación del grupo consiste en entender por qué algunos pacientes que sobreviven a la crisis aguda de sepsis terminan muriéndose poco tiempo después debido a otras infecciones o a enfermedades aparentemente no relacionadas, tales como cáncer o problemas car-diovasculares. “Nos valdremos de nuestra expe-riencia y congregaremos a otros grupos del área básica y del área clínica para expandir el abanico de enfermedades estudiadas”, dice el profesor. “Cuando encontremos un blanco biológico con potencial para desarrollar un tratamiento, analiza-remos si tiene importancia para las demás enfer-medades investigadas”. La investigación también comprenderá la búsqueda de nuevas moléculas naturales en plantas y en saliva de insectos que son vectores de enfermedades. En tanto, el Centro de Investigación de Procesos Redox en Biomedicina se aboca a la búsqueda de estrategias antioxidan-tes eficaces y biomarcadores de estrés oxidativo con potencial para su aplicación tecnológica. Ba-jo el liderazgo de la profesora Ohara Augusto, del Instituto de Química de la USP, el centro tendrá un laboratorio principal que suministrará herra-mientas analíticas a los investigadores.

Una novedad en el resultado del concurso de

los Cepids fue la selección de dos centros enca-bezados por matemáticos. La necesidad de contar con modelos matemáticos capaces de analizar la compleja masa de datos generada por la neuro-ciencia experimental fue el motivo de la crea-ción del Centro de Investigación, Innovación y Difusión en Neuromatemática (NeuroMat). “La misión del centro consiste en desarrollar investi-gación pura en matemática y estadística partiendo de temas fundamentales que plantean la neuro-biología básica y la clínica. La neurociencia vive una situación de desequilibrio, entre una gran ca-pacidad de producir datos experimentales y una insuficiente capacidad de comprensión teórica”, afirma Antonio Galves, docente del Instituto de Matemática y Estadística de la USP y coordinador del NeuroMat. “La superación de este desequili-brio pasa por el desarrollo de un nuevo dominio de la matemática, en la interfaz entre teoría de las probabilidades, combinatoria, estadística y cien-cia de la computación. El objetivo es construir el marco conceptual adecuado para la formulación rigurosa de los problemas de la neurobiología”, afirma. Trabajarán juntos matemáticos de diver-sas especialidades, asociados con científicos de la computación, neurocientíficos y clínicos. La principal actividad de transferencia tecnológica consistirá en el desarrollo de herramientas infor-máticas de código abierto para la investigación

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1 La obesidad y el sobrepeso, que afectan actualmente al 25% de la población, son objeto de un Cepid cuya sede se encuentra en la Unicamp

2 resonancia magnética del cerebro: un equipo con base en Campinas avanzará en estudios sobre epilepsia y ACV

3 El estudio de las nanopartículas apunta a desarrollar materiales con nuevas funciones en el centro de la Unesp de Araraquara

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básica y clínica, como así también un banco de datos neurobiológicos de acceso libre.

Otra iniciativa se ubica en el campo de aplicación que va de la matemáti-ca a la industria. “Brasil no tiene un historial de empleo de la matemática como herramienta para el desarrollo industrial, pero esto constituye una práctica común en el exterior”, dice José Alberto Cuminato, docente del Instituto de Ciencias Matemáticas y de Computación (ICMC) de la USP de São Carlos y coordinador del Cen-tro de Investigación en Matemática Aplicada a la Industria. La ambición del centro es transferir conocimiento a la industria, pero no solamente eso. “Debemos imaginar que los proble-mas de la industria pueden aportar nuevos abordajes de investigación a

la matemática”, dice Cuminato. “Cuando un ma-temático aborda un problema académico, formula una conjetura e intenta probarla. De no lograrlo, re-formula sus hipótesis, simplificándolas. Si preciso simular el transporte de un fluido por un tubo de 15 centímetros de diámetro, no puedo disminuir-lo a 10 centímetros. Es un problema real”, afirma. El Cepid buscará soluciones en áreas tales como mecánica de fluidos, ingeniería aeronáutica, inteli-gencia computacional, optimización, investigación operativa y análisis de riesgos para bancos. “Preten-demos trabajar fundamentalmente con problemas para pequeñas empresas”, sostiene.

IntErdIScIpLInArIEdAdUna ambición que comparten los 17 Cepids se refie-re a reunir a investigadores de áreas diversas para multiplicar el impacto de su producción científica. El Centro de Ingeniería y Ciencias Computaciona-les congrega a expertos de química, física, biología, ingeniería mecánica, computación y matemática

aplicada para desarrollar técnicas avanzadas de modelado computacional. “Estamos reuniendo a científicos con backgrounds diferentes alrededor de temas multidisciplinarios, pero teniendo como punto focal la aplicación y el desarrollo de métodos computacionales de gran intensidad”, dice Munir Skaf, docente del Instituto de Química de la Uni-camp y coordinador del centro. Skaf menciona el ejemplo de la geofísica computacional, que anali-za cantidades gigantescas de datos cíclicos, tales como series de señales sismográficas, para obte-ner información sobre la geofísica de un lugar. “Es necesario un nuevo abordaje para el tratamiento de grandes volúmenes de datos, en un área emer-gente conocida como eScience. Nos valdremos de este abordaje para operar con los problemas de la ingeniería de materiales, los de la bioinformática y la biotecnología, de las ciencias moleculares, en la agricultura y, tal vez, posteriormente, en ciencias del clima y ciencias sociales, que manejan grandes volúmenes de datos”, afirmas.

La multidisciplinariedad también moldea al Cen-tro de Investigación en Alimentos (FoRC, sigla en inglés para Food Research Center), una iniciativa de un grupo de investigadores oriundos de áreas tales como ciencia de alimentos, ingeniería de alimentos, nutrición, medicina y veterinaria. “Nuestro objeti-vo es intervenir en toda la cadena de la producción de alimentos y producir ciencia básica y aplicada relevante para el agronegocio, los consumidores y las agencias regulatorias”, dice Bernadette Dora Gombossy de Melo Franco, docente de la Facultad de Ciencias Farmacéuticas de la USP y coordinado-ra de dicho Cepid. El centro tiene cuatro focos: en el primero se caracterizan los alimentos según su biodiversidad, su composición en macro y micronu-trientes y otros compuestos benéficos para la salud mediante el empleo de herramientas “ómicas”; en el segundo, se estudian los impactos de los componen-tes de alimentos en el estado nutricional de la po-blación y en la disminución del riesgo de enferme-dades, y en el tercero, la seguridad de los alimentos se evalúa en su relación con los riesgos resultantes de la contaminación biológica y química. El último enfoque se vuelca hacia las tecnologías destinadas a mejorar la calidad, la seguridad y el valor nutri-cional de los alimentos y al estudio de los impactos ambientales ocasionados por el procesamiento de los alimentos. El FoRC empezó a madurar hace tres años, cuando la USP estimuló la formación de los Núcleos de Apoyo a la Investigación (NAPs, sigla en portugués), que reúnen a expertos alrededor de temas multidisciplinarios. “Con la instauración del Núcleo de Apoyo a la Investigación en Alimentos y Nutrición, cuando salió el pliego del Cepid, ya estábamos preparados para montar el proyecto”, dice Gombossy de Melo Franco.

Tres ciudades del interior paulista –Araraquara, São Carlos y Ribeirão Preto– situadas a una distan-Fo

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La comprensión de enfermedades y la búsqueda de nuevos tratamientos constituyen un común denominador de varios equipos de investigadores

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Los nuevos cepidsLos 17 Centros de Investigación, Innovación y Difusión de la FAPESP

cEpId coordInAdor EXpErIEncIA prEcEdEntE InStItUcIonES ImpLIcAdAS

centro de Innovación en Biodiversidad y Fármacos

Glaucius oliva – IFSC/ USP

Centro de Biotecnología molecular Estructural (2000-2012)

USP (sede), Unesp, Unicamp y UFSCar

centro de Investigación en toxinas, respuesta Inmunológica y Señalización celular

Hugo Armelin – Instituto Butantan

Centro de Toxinología Aplicada (2000-2012)

Instituto Butantan (sede), USP, Instituto de Investigación Albert Einstein, Unesp, UFmG, Academia Nacional de medicina de Estados Unidos, Universidades de Glasgow, Cardiff, Stanford, Virginia, Toyama, montpellier, Berlín y Lausana

centro de terapia celularmarco Antonio Zago – FmrP/ USP

Centro de Terapia Celular (2000-2012)

USP (sede), Centro de Hemoterapia de ribeirão Preto, Unesp, UFSCar, Universidades de montreal, Guelph, oxford, king’s College, California, Southern California, Northwestern, Feinberg, múnich, París y Leiden

centro de Investigación en Óptica y Fotónica

Vanderlei Salvador Bagnato – IFSC/ USP

Centro de Investigación en Óptica y Fotónica (2000-2012)

USP (sede), Unicamp, UFSCar, UFPE, Embrapa y Hospital del Cáncer de Barretos

centro de Estudios de la metrópolis

marta Arretche – Cebrap

Centro de Estudios de la metrópolis (2000-2012)

Cebrap (sede), USP, Unicamp, Inpe, Insper, UFSCar y king’s College

centro para el Estudio de la Violencia

Sérgio Adorno – FFLCH/ USP

Núcleo de Estudios de la Violencia (2000-2012)

USP (sede), Seade, El Colegio de méxico, Latin American Social Sciences Institute, Indian Institute for Human Settlements, Center for the Study of Violence and reconciliation-Johanesburg, Universidades de Columbia, California y Cape Town

centro de Investigación para el desarrollo de materiales Funcionales

Elson Longo – IQ de Araraquara/ Unesp

Centro multidisciplinario para el Desarrollo de materiales Cerámicos (2000-2012)

Unesp (sede), USP, Unifesp, UFSCar, UFABC, IPEN, CNPEm y FacTI

centro de Investigación sobre el Genoma Humano y células madre

mayana Zatz – USP

Centro de Estudios del Genoma Humano (2000-2012)

USP (sede), Unifesp, Hospital Albert Einstein, Fleury S.A., Fundación Zerbini, InCor y Universidad Utrecht

centro de Investigación en Alimentos

Bernadette Dora Gombossy de melo Franco – FCF/ USP

Núcleo de Apoyo a la Investigación en Alimentos y Nutrición – USP

USP (sede), Unicamp, Unesp, Ital e ImT

centro de Investigación en obesidad y comorbilidades

Licio Velloso – FCm/ Unicamp

INCT de obesidad y Diabetes (2009-2013) Unicamp (sede), Unesp e InCor

centro de Investigación, tecnología y Educación en materiales Vítreos

Edgar Dutra Zanotto – UFSCar UFSCar (sede) y USP

centro de Investigación en matemática Aplicada a la Industria

José Alberto Cuminato – ICmC/ USP

USP (sede), Unicamp, Unesp, DCTA, UFSCar y PUC-rJ

centro de Investigación en Enfermedades Inflamatorias

Fernando Queiroz Cunha – FmrP/ USP

USP (sede)

centro de Investigación de procesos redox en Biomedicina

ohara Augusto – IQ/ USP

USP (sede), Unesp, Unifesp, Instituto Butantan, A.C. Camargo Cancer Center, InCor, CNrS, National Institute of Aging, Atomic Energy and Alternative Energues Commission, Universidades Harvard, de milwaukee, Boston, rochester, de madrid, Emory, Liverpool John moores, koç, Aarhus y de la república (Uruguay)

centro de Ingeniería y ciencias computacionales

munir Skaf – IQ/ Unicamp

Unicamp (sede), Biocelere Agroindustrial, Universidades de Texas, Yale, de Buenos Aires y Graz

Instituto Brasileño de neurociencias y neurotecnología

Fernando Cendes – FCm/ Unicamp Programa CInAPCe (2007-2012)

Unicamp (sede), Unifesp, CTI, Unesp, UFABC, CNrS, Universidades de montreal, Erlangen, Phillips y College London

centro de Investigación, Innovación y difusión en neuromatemática

Antonio Galves – ImE/ USP

Núcleo de Apoyo a la Investigación en modelado Estocástico y Complejidad – USP

USP (sede), Unicamp, UFABC, Impa, Consejo regional de Estadística-SP, UFrJ, UFrN, Harvard medical School, Watson research Center, CNrS, Universidades rockefeller, de memphis, de San Andrés, de Buenos Aires y de la república (Uruguay)

Los sucesores de los Cepids de 2000 a 2012 Nuevos centros

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Investigadora del Centro de Neuromatemática, en la USP: la búqueda de equilibrio entre los grandes volúmenes de datos y su comprensión

cia de 100 km, congregan a 7 de los 17 Cepids, en una señal del vigor de las institucio-nes de investigación de la región. La investigación en nucleación y crista-lización de vidrios en São Carlos, una de las más productivas del mundo, dio origen a los Centro de Investi-gación, Tecnología y Educación en Materiales Vítreos (CeRTEV, sigla en inglés). Bajo el liderazgo de Edgar Zanotto, docente de la Universidad Federal de São Carlos (UFSCar) y supervisor del Laboratorio de Ma-teriales Vítreos (LaMaV), el Cepid reunirá a 14 científicos de la UFS-Car y del campus de la USP de São Carlos en ingeniería de materiales, física y química, 20 colaboradores del exterior y 10 de Brasil. “Nuestro grupo posee reconocimiento inter-nacional, pero existen aspectos que deben reforzarse, y los expertos en física y química podrán contribuir significativa-mente”, dice Zanotto. Entre los temas de inves-tigación en los cuales el Cepid procura avanzar, Zanotto destaca el desarrollo de vitrocerámicos para el uso en prótesis ortopédicas y dentales, así como para el reemplazo de mármoles y granitos, de materiales para la protección balística de auto-móviles y aviones y soportes para catalizadores en la producción de etanol.

El Centro de Investigación para el Desarrollo de Materiales Funcionales, con sede en Araraquara, es una evolución del Centro Multidisciplinario para el Desarrollo de Materiales Cerámicos, un Cepid que tuvo como foco de investigación la síntesis de materiales. El nuevo centro apunta a desarrollar materiales nanoestructurados, diseñados para solucionar problemas relacionados con la energía renovable, la salud y el medio ambiente. “Segui-remos haciendo lo que hacíamos, pero con una dirección distinta”, explica Elson Longo, coordi-nador del Cepid y docente del Instituto de Química de Araraquara de la Unesp. “Pretendemos crear materiales multifuncionales. Estudiamos toda la

gama de propiedades de un material y analizamos cómo puede utilizárselas como elementos de un nuevo material. Las reservas de ciertos compuestos se han agotado. Debemos optimizar la utilización de la materia prima y mejorar el desempeño de estos materiales”. Energía y salud son dos focos importantes de este centro. “Estamos desarro-llando materiales bactericidas o fungicidas tanto para disminuir las infecciones hospitalarias como para descontaminar lagos y ríos”, afirma. El cen-tro pretende estimular la generación de empresas tecnológicas. “En el ámbito internacional, vamos a aumentar la interacción con universidades y con parques de alta tecnología, para establecer asociaciones con empresas de nuestros parques.”

Los Cepids también se encargan de ofrecer acti-vidades de extensión des-tinadas a estudiantes y al público en general. El Ce-POF de São Carlos cuenta con un canal de televisión en el que se dictan cursos a distancia para alumnos de la enseñanza media. “Ahora vamos a crear cursos en in-ternet para estudiantes de todo Brasil”, dice Vanderlei Bagnato. “Ofrecimos juegos educativos para estudian-tes en un portal en inter-net y registramos más de 4 millones de accesos”, dice Elson Longo, cuyo centro también subió videos con miniconferencias de cien-

tíficos a YouTube. Una iniciativa que reúne a varios centros desarrolla kits de experimentos científicos para estimular el gusto de los adolescentes por la investigación. “Distribuimos kits en escuelas de São Paulo y el impacto entre los estudiantes fue enorme”, comenta Mayana Zatz. Otros centros brindarán cursos, desarrollarán software y vide-juegos y organizarán colecciones de museos de ciencia. “Una buena idea sería articular las accio-nes de difusión de todos los Cepids, manteniendo la autonomía de cada grupo, para crear un gran programa de difusión de la ciencia en el estado de São Paulo”, plantea Marco Antonio Zago, cuyo Ce-pid lanzó en 2001 el programa Casa de la Ciencia, con actividades orientadas a alumnos y docentes de escuelas de la zona de Ribeirão Preto.

“En la ronda anterior se tornó evidente el incre-mento del impacto intelectual, social y económico de los Cepids. Por eso nuestras expectativas son altas en relación con los 17 seleccionados ahora”, dice el director científico de la FAPESP, Carlos Henrique de Brito Cruz. n Fabrício marques

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“Sería una buena idea articular los cepids y crear un gran programa de difusión de la ciencia”, dice Zago

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El zoólogo Paulo Vanzolini fue uno de los mentores

de la FAPESP, el autor de una teoría sobre el origen de las especies

en América del Sur y un ícono del samba paulista

el pensador de la biodiversidad

sus últimas presentaciones fue en la chopería del Servicio Social del Comercio del barrio de Pom-peia, el Sesc Pompeia de São Paulo, en enero de 2012: su esposa, la cantante Ana Bernardo, inter-pretaba sus composiciones mientras él aguardaba sentado en una mesa, para después contar histo-rias de su vida.

Lo que él hizo perdurará, pues abrió caminos no sólo en la biología, sino también en la estructura-ción de la ciencia brasileña. “Vanzolini participó en el movimiento de docentes e investigadores que propusieron la creación de la FAPESP y, duran-te la gobernación de Carvalho Pinto, contribuyó en forma fundamental para la estructuración de la institución y en la concepción del modelo de organización vigente en la Fundación hasta los días actuales”, afirmó Celso Lafer, presidente de la FAPESP. “Lamento profundamente su muer-te. Vanzolini era alguien por quien sentía gran admiración”.

Vanzolini participó en las primeras reunio-nes destinadas la creación de la FAPESP inme-diatamente después de la Constitución de 1947,

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CIENCIA Necrología y

PUBLICADA EN JUNIO DE 2013

r everencio a la naturaleza. Y tuve una carrera gratificante. Puedo decir que soy un investigador completamente realizado”, le comentó el biólogo pau-lista Paulo Emílio Vanzolini en 2010 a

Pesquisa FAPESP al presentar su libro Evolução ao nível de espécie – Répteis da América do Sul. Con 704 páginas, ese libro compila los 47 prin-cipales artículos científicos de Vanzolini, publi-cados entre 1945 y 2004, que contribuyeron a ampliar el campo de acción de la zoología bra-sileña, hasta mediados del siglo XX focalizada en la descripción aislada de especies y, a partir de los trabajos de Vanzolini, reorientada hacia la búsqueda de los mecanismos de desarrollo de nuevas especies, analizadas desde un punto de vista biológico, evolutivo y ambiental.

Vanzolini, quien falleció a causa de una neu-monía el pasado 28 de abril, cinco días después de cumplir 89 años, también componía sambas, su segunda pasión, después de la zoología. Más allá de componer –su mayor éxito es Ronda, de 1951–, a veces incluso subía al escenario. Una de

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el pensador de la biodiversidad

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biólogo que realizó su doctorado bajo la tutela de Vanzolini, y luego fue contratado como profesor de la USP, convirtiéndose en uno de los mayores herpetólogos (experto en reptiles) del país, junto al propio Vanzolini. Después, Rodrigues lo suce-dió en la dirección del museo, que actualmente cuenta con una de las mayores y más importantes colecciones zoológicas neotropicales.

EntrE lA gUErrA y lA bohEmIAVanzolini oía hablar de la USP y escuchaba mú-sica desde pequeño: su padre era un ingeniero civil electricista y docente de la Escuela Poli-técnica de la USP y su madre y su tía, músicas. Se interesó por el estudio de los reptiles a los 10 años, al visitar el Instituto Butantan, y a los 14 era pasante del Instituto Biológico. Durante la Segunda Guerra Mundial, mientras estudiaba medicina en la USP, se alistó como voluntario en la Fuerza Expedicionaria Brasileña para comba-tir en Italia, pero la guerra terminó antes que él embarcase. Como prefería estudiar a los animales antes que tratar con la gente, cuando finalizó la

1 El Anolis chrysolepis, la base para su formulación de la teoría de los refugios

2 y 3 Vanzolini en 2012 y en uno de sus viajes por el norte de Brasil

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que autorizó a instituir una fundación de apoyo a la investigación científica en São Paulo. Él fue quien, en 1960, redactó la ley de fundación y los estatutos de la FAPESP. Junto a Antonio Barros de Ulhôa Cintra, rector de la USP y presidente del Consejo Superior de la Fundación que se ins-tauraba, Vanzolini participó en la elección de los primeros directores y de los asesores. Él fue “una de las fuerzas de cohesión de la FAPESP”, escri-bió la historiadora de la ciencia Amélia Império Hamburger, en el libro FAPESP 40 anos: abrindo fronteiras. Vanzolini fue miembro del Consejo Superior en tres períodos (de 1961 a 1967, de 1977 a 1979 y de 1986 a 1993). Cuando Oscar Sala –di-rector científico entre 1969 y 1975– viajaba, era él quien coordinaba la evaluación de las solicitudes de ayudas y de becas.

Como director del Museo de Zoología de la USP entre 1962 y 1993, amplió la colección con poco más de mil ejemplares catalogados hasta los más de 300 mil actuales. Él mismo mecanografiaba rótulos y fichas de identificación de los animales guardados, recuerda Miguel Trefaut Rodrigues,

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carrera de Medicina, en 1947, Vanzolini partió para ir a realizar el doctorado en la Universidad Harvard, en Boston, Es-tados Unidos, y seguir escuchando bue-na música, en esta ocasión en los bares estadounidenses.

Pocos doctorados tuvieron tanto influ-jo en un área de la ciencia brasileña como el de Vanzolini, realizado en la Univer-sidad Harvard. De regreso en Brasil, en 1951, luego de convivir con biólogos que estudiaban la formación y la diversifica-ción de especies desde el punto de vista evolutivo, trajo al país conceptos que revolucionaron la zoología brasileña y que siguen empleándose hoy en día pa-ra entender la biodiversidad. Vanzolini argumentaba que era esencial el estudio de las especies no solamente con ejem- fo

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plares aislados, tal como se hacía hasta ese entonces, sino también mediante la distribución de poblaciones de una mis-ma especie en el tiempo y en el espacio. Posteriormente, planteó que la elevada diversidad de especies de animales de la Amazonia sería producto del aisla-miento geográfico de las poblaciones, causado por las variaciones climáticas acaecidas hace miles de años. En épo-cas de clima más frio y seco, las selvas se habrían fragmentado y así se habrían formado islas de vegetación, también llamadas refugios, en las cuales los ani-males pudieron sobrevivir y engendrar nuevas especies.

Éste abordaje puede todavía ser útil, si bien que, al igual que cualquier otro, con el correr del tiempo hayan quedado ex-

puestas ciertas limitaciones. “No fueron únicamente los refugios los responsables de los patrones de diversidad biológica”, acentúa Célio Haddad, docente de la Universidade Estadual Paulista (Unesp) de Rio Claro. Según Haddad, general-mente existen cuestiones filogenéticas, climáticas y geológicas que deben ana-lizarse juntas para que puedan enten-derse como es debido la formación y la diversificación de especies. “Una misma idea o una hipótesis pueden emplearse en contextos distintos”, dice el biólogo João Alexandrino, profesor de la Uni-versidad Federal de São Paulo (Unifesp). A comienzos del mes de mayo, uno de sus estudiantes inició los análisis de la diversidad genética de poblaciones de una especie de rana arborícola hallada en el bosque atlántico y en llanuras del sur de Brasil, Argentina y Uruguay. Luego de examinar los patrones de diversidad apuntados por los primeros resultados, Alexandrino le sugirió al muchacho que leyera un artículo que Vanzolini había publicado en 1981, en el cual postulaba el concepto de refugios evanescentes, que apuntaba que las islas de selva podrían

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los grandes ríos pueden favorecer el aislamiento y la diferenciación de especies

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1 Croquis de la estructura de madera del Lindolpho R. Guimarães, por Paraguassú Éleres

2 El Lindolpho listo para la instalación del eje de la hélice y el timón (Vanzolini en la canoa)

3 El equipo de apoyo durante la primera carga de las colecciones para hacer la ruta Belém-Brasilia, en mayo de 1967

4 Ambos barcos atracaron en Oriximiná en 1966 (der. Heraldo Britski, del Museo de Zoología)

5 Una página de uno de los diarios de viaje de Vanzolini

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La denominada Teoría de los Refugios fue postulada por el geólogo alemán Jür-gen Haffer en 1969, en la revista Science. Haffer demostró que existía una mayor concentración de poblaciones de dis-tintas especies de tucanes en las áreas que habían presentado mayor pluvio-sidad. Tres años antes, el ornitólogo in-glés Reginald Moreau había destacado la influencia de las alternancias climáticas y de refugios sobre la distribución y la diferenciación de las poblaciones de aves en África, pero no fue mucho más allá de ello. Simultáneamente, Vanzolini y su ex compañero de Harvard, Ernest Wi-lliams, analizaron –y publicaron un año después que Haffer– un estudio sobre la variación geográfica y la distribución de una especie de lagarto del género Anolis en la Amazonia, que podría explicarse debido a las variaciones del clima. En una entrevista concedida a Pesquisa FA-PESP en 2012, Vanzolini comentó que el trabajo suyo y de Williams era “un ejemplo práctico de aquello que Haffer había postulado desde el punto de vista teórico. No es otra cosa que un modelo [conceptual], que puede replicarse in-cluso para otras regiones”.

AplIcAcIonES y lImItAcIonES“Resulta imposible decir que el modelo de refugios, tal como prefería denomi-narlo, no se aplica a una parte de nuestra fauna”, dice el zoólogo Miguel Trefaut Rodrigues, docente de la USP. Las selvas de altura –islas de bosque halladas en la cima de cerros, fundamentalmente en la región nordeste, rodeadas por descampa-dos– constituyen hoy en día “la evidencia actual más consistente de los refugios”, dice; y siguen siendo áreas de estabilidad climática que favorecen la diversificación de especies. “Cada selva de altura tiene una composición faunística única, pero no basta con que sea una selva de altu-ra para ser un refugio”. En 1980, en lo que constituyó la única expedición que realizaron juntos, Rodrigues, quien en-tonces hacía su doctorado, y Vanzolini, su director de tesis, fueron a hacer una recolección en el municipio de Catinga do Moura, en el norte de Bahía, donde Vanzolini pensaba que había habido un refugio. “Recién 10 años después de ese viaje”, comenta Rodrigues, “me di cuenta de que el área de estabilidad climática quedaba, a decir verdad, en las sierras cercanas a Chapada Diamantina”.

fragmentarse y forzar así a las especies menos especializadas a adaptarse a am-bientes abiertos.

“El abordaje de los refugios fue inno-vador en la época en que se lo planteó, y orientó a varias generaciones de investi-gadores”, sostuvo Hussam Zaher, direc-tor del Museo de Zoología de la Univer-sidad de São Paulo (USP), institución que Vanzolini condujo durante tres décadas como director vitalicio, nombrado por el gobernador Carvalho Pinto. “Duran-te mucho tiempo se habló de refugios”. Zaher señala que, para él, el mayor mé-rito científico de Vanzolini consistió en traer al país y ayudar a afianzar en Bra-sil la por entonces denominada síntesis moderna, que era producto del trabajo de Theodosius Dobzhansky en genética, de Ernest Mayr en zoología y de George

El Museo de Zoología, la FAPESP, y centros de investigación Belém y Manaos aunaron fuerzas para investigar áreas inexploradas de la Amazonia

Viajes pioneros

n FAPESP + MZ-USP

n MZ-USP

n Propuesto en el viaje de 1997r

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Simpson en paleontología. Vanzolini fue alumno de Mayr y Simpson en Harvard, que desde aquella época ya era un cen-tro de la ciencia moderna. Dobzhans-ky, quien tuvo un paso por Harvard, fue importante en la formación de los pri-meros genetistas en Brasil, adonde vino cuatro veces. Vanzo, tal como prefería que le llamasen, estaba acostumbrado a convivir con intelectuales: su bisabuelo había traducido del latín al italiano los seis libros de De rerum natura (Sobre la naturaleza de las cosas), del poeta roma-no Lucrecio, y su abuelo enviaba espe-cies interesantes de animales de Brasil a museos de Europa. En un relato que le hizo al zoólogo William Ronald Heyer, Vanzolini comentó que aprendió inglés leyendo las obras de Shakespeare en su lengua original.

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“lo que distingue a Vanzolini es su pensamiento musical, que está basado en la contradicción,” comenta Sonia marrach

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A Vanzolini le gustaba viajar, pero salía poco a recolectar en campo, argumentando que no era bueno en eso; pero, a su modo, siempre llegaba con material valioso para las colecciones del museo. Cuando llegaba a un lugar, propalaba la noticia de que andaba con un saco de monedas y quería comprar animales. “Entre los 400 lagartos del géne-ro Tropidurus que le compró a los pibes de Cocorobó, en Bahía, encontré seis ejempla-res de una especie nueva”, dice Rodrigues.

Desde 1967 hasta mediados de 1980, en el marco de la Expedición Permanen-te a la Amazonia, Vanzolini y otros inves-tigadores de Brasil y de diversos países recorrieron áreas inexploradas a lo largo de los principales ríos de la zona en dos barcos, que fueron las primeras embar-caciones financiadas por la FAPESP: el Lindolpho Guimarães, de 11,5 metros de eslora, y el Garbe, de 18 metros.

lA lIbErtAD DEl bohEmIo En una entrevista, al cuestionársele su dualidad como científico y compositor, Vanzolini explicó enfadado que nadie lograba dedicarse solamente a la zoolo-gía o solamente a la música en tiempo completo. Pero a cuál de ambas le dedi-caba más tiempo, insistió el periodista. “¿A usted cómo le parece que me gano la vida? Pues como zoólogo”, contestó. “A decir verdad, a él lo que le gustaban eran sus lagartos. Componer era una co-sa de fin de noche, sin gran seriedad; un hobby. Nunca fue un músico de levantar banderas. Decía que, de conocimiento, suficiente con el de la universidad”, dice Luiz Tatit, docente del Departamento de Lingüística de la Universidad de São Paulo (USP).

Para el investigador, no se debe bus-car en Vanzolini a un revolucionario del

1 Vanzolini con compañeros de clase y profesores, en Harvard, en 1951

2 El equipo del Museo de Zoología, 1959-1962 (en formación de izquierda a derecha): Helio Ferraz de Almeida Camargo, Eurico Alves de Camargo, Messias Carrera, Carlos Otaviano da Cunha Vieira, Lauro Travassos Filho, Werner Carlos Augusto Bokermann; (sentados) Paulo Emílio Vanzolini, Lindolpho Rocha Guimarães y Carlos Amadeu de Camargo Andrade

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Vanzolini odiaba aquel estilo de cantar cuasi hablado utilizado en la bossa nova, y también le disgustaban las canciones cargadas de emoción exagerada. Su samba era sofisticado

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samba. “Él adaptó el samba carioca a São Paulo tal como, bajo otros moldes, también lo hicieron Adoniran Barbosa y Geraldo Filme. Como nunca necesi-tó hacer música para vivir, y componer no era su preocupación central, ignoró todos los movimientos musicales que pasaron, así como las crisis que el sam-ba afrontó. Su universo era libre y muy particular”, sostiene Tatit. Para Regina Machado, docente del Instituto de Artes de la Unicamp, Vanzolini ayudó a afian-zar el samba urbano paulista.

“En la época en que empezó, no se podía hablar de un samba de São Paulo, sino del samba carioca rompiendo sus fronteras y llegando a los paulistas de esa primera generación, de la cual Vanzoli-ni formó parte, y adquiriendo algunas características propias”, evalúa Regina Machado, autora de A voz na canção po-pular brasileira (editorial Ateliê). Uno de los tonos característicos, no estaba en las notas sino en el debate en el que los sambistas embarcaron, relativo a la afir-mación de la “paulistanidad”. Junto al

acuarelas de francisca do val en la cubierta del cD de vanzolini Acerto de contas

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Artículos científicos

VANZOLINI, P.E. Paleoclimas e especiação em animais da América do Sul tropical. Estudos avançados. v. 6, n° 15, pp. 41-65, 1992.

PORTO, T.J. et al. Evaluating forest refugial models using species distribution models, model filling and inclusion: a case study with 14 Brazilian species. Diversity and Distributions. v. 19, pp. 330-40, 2013.

TURCHETTO-ZOLET, A.C. et al. Phylogeographical pat-terns shed light on evolutionary process in South America. molecular Ecology. v. 22, pp. 1,193-213, 2013.

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cargadas de expresión, y haciendo ver-daderos retratos poéticos de las madru-gadas paulistanas.

“Los que singulariza a Vanzolini en el panorama de la música popular brasileña es su pensamiento musical organizado por la contradicción. Para él, el carácter esencial de la vida en sus diversos aspec-tos es el movimiento, la mudanza, que proviene de la negación y de los conflictos transformadores de las cosas subjetivas y objetivas”, evalúa Marrach. Lo notable es que esa contradicción es percibida con buen humor, con una veta cómica y una buena voluntad para ver todo con gracia.

Cuenta la leyenda que tardó seis me-ses para decidir si usaba “demuestra” o “revela” en un verso de Boca da noite. Pero el resultado era samba, melódica-mente. “Hace sambas iguales a los míos. No iguales. Son diferentes los temas que toca, los míos son más populares, los su-yos más intelectuales, porque él es un profesor, de eso del zoológico, yo qué sé, un tipo inteligente. Pero nuestro samba es igual”, comentó Adoniran Barbosa. Y el samba de Vanzolini permaneció igual gracias precisamente a lo que Tatit de-nominó “sus lagartos”: su trabajo en la universidad. n

orgullo por el progreso paulista, el samba mostraba los desequilibrios y otras llagas de la urbanización.

“Esto se vuelve evidente en las le-tras de Adoniran Barbosa, que mues-tran los rasgos de la inmigración, o en las letras más biográficas de Vanzolini, en su vivencias con los dueños de bares o con los amigos en los inferninhos [tu-gurios], temas que no formaban parte de los sambas cariocas”, sostiene Tatit. A diferencia de la efervescencia de Río, en São Paulo las rondas de samba eran

exclusividad de la vida nocturna de los bares y las boîtes. “Pero Vanzolini creció escuchando samba en las radios, espe-cialmente escuchando a Noel Rosa, con quien se identificaba. Al fin y al cabo, Noel Rosa había dejado la medicina por la música. Pero Vanzolini se recibió y se transformó en científico y compositor. Para él un sambista no tenía nada que ver con el malandro [malevo], y esa pa-labra nunca entró en sus canciones. Le gustaba decir que él era un bohemio y un trabajador”, comenta Sonia Marrach, autora de Música e universidade na cida-de de São Paulo: do samba de Vanzolini à vanguarda paulista (Editora Unesp).

Vanzolini nunca quiso profesionali-zarse como músico. Le encantaba contar historias. Durante un show, muy aplau-dido, su compañero, Paulinho Nogueira, se volvió hacia el público y dijo: “Uste-des son buenos, pero no me parece bien que aplaudan a la única persona que no sabe la diferencia entre tono mayor y tono menor”. Era un “analfabeto musi-cal” por opción y no por falta de opor-tunidades. “Por un parte, comprobaba el lado intuitivo del músico popular. Por otra, su erudición le permitió trabajar sus canciones con una gran elaboración de pensamiento. Su importancia mayor reside justamente en ese tránsito por el universo popular pero con un sesgo in-telectual. Eso influyó mucho en las obras de Chico Buarque y Caetano Veloso”, recuerda Regina Machado. El profesor Antonio Candido, crítico y ensayista, en la presentación de la colección de discos Acerto de contas, sostiene que Vanzolini trabaja con un mínimo para obtener el máximo rendimiento de las palabras,

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Pequeñas moléculas de ARN controlan

el crecimiento de las ramas laterales en la planta

el cultivo de un cañamelar no in-volucra únicamente a las semi-llas, sino que también abarca a los segmentos del culmo, el tallo

de la caña de azúcar. Cada fragmento genera una nueva planta, a partir del desarrollo de brotes laterales. La gené-tica inherente a la estructura de la caña está revelándose merced al trabajo del grupo del ingeniero agrónomo Fabio Nogueira, de la Universidade Estadual Paulista (Unesp) de Botucatu, en cola-boración con el bioinformático Renato Vicentini, de la Universidad de Campi-nas. En un artículo publicado en mayo en el Journal of Experimental Botany, los investigadores mostraron que pequeñas moléculas de ARN (sARNs) controlan el silenciamiento y la activación génica en esos brotes laterales, las yemas axilares.

“Cada entrenudo de la caña tiene una o dos yemas axilares durmientes”, expli-ca Nogueira. “Cuando se corta el culmo, se produce una alteración en el balance hormonal y metabólico que induce el crecimiento de la yema y produce una nueva planta”. Las protagonistas de esto son moléculas de ARN que actúan como interruptores sobre los genes. Un ejem-plo de ello el micro ARN 159, presente en grandes cantidades en las yemas axilares durmientes también caracterizadas por el alto tenor de la hormona vegetal ácido abscísico. Ese ARN bloquea la respuesta

GeNéticA y

Las ramificaciones de la caña de azúcar

fisiológica a otra hormona, el ácido gi-berélico, que estimula la proliferación celular. Cuando se corta la planta, alguna señal todavía no identificada reduce la cantidad de ácido abscísico en las yemas axilares, con lo cual merma la acción de ese micro ARN y se libera la vía de seña-lización del ácido giberélico.

El origen de muchos de estos peque-ños ARNs que pueden actuar en la seña-lización hormonal y en las respuestas a situaciones de estrés, tales como la resis-tencia a la sequía, parece estar en frag-mentos móviles del ADN, los elementos de transposición. Nogueira arribó a es-ta conclusión al comparar las secuen-cias de ARN detectadas en su proyecto con el banco de datos producido por el grupo de la bióloga de la Universidad de São Paulo (USP) Marie-Anne Van Sluys. Según Nogueira, los elementos de transposición asociados con los pe-queños ARNs se encargan de aumentar la diversidad y de controlar el funciona-miento del genoma. Y la relación entre ambas entidades genéticas no termina allí. “Algunos elementos de transposi-ción son regulados negativamente por pequeños ARNs, que funcionarían co-mo tapones que evitan alteraciones en el ADN”, comenta Nogueira. En el caso de la caña, la protección del ADN con-tra alteraciones resulta importante para mantener las propiedades de variedades

Maria Guimarães

comerciales desarrolladas para producir más azúcar o para crecer en áreas con escasas lluvias.

“Apunté hacia el conocimiento básico con mi proyecto, pero esta comprensión también es esencial para la propagación y para la productividad de la caña”, explica Nogueira. La arquitectura de la planta es clave para determinar el uso que se pre-tende hacer de una plantación. Las cañas poco ramificadas son mejores para pro-ducir azúcar, y las plantas con más brotes laterales y hojas generan más biomasa, la materia prima para la producción del etanol de segunda generación. El conoci-miento de los actores genéticos que ope-ran en el comando de esas características permite desarrollar marcadores para la selección de plantas y puede contribuir al mejoramiento de las variedades comer-ciales. La importancia de este trabajo tu-vo su reconocimiento con el premio Top Etanol de 2012: ocupó el segundo lugar en la categoría de trabajos académicos con la tesina de maestría de Fausto Ortiz-Morea, que generó el artículo recientemente pu-blicado. Otra publicación del equipo de Nogueira, que salió en 2010 en la BMC Plant Biology, obtuvo este año el segundo puesto del referido premio.

El trabajo de Nogueira produjo un ca-tálogo de pequeños ARNs activos (mi-crotranscriptoma) en yemas axilares de caña que quedó a disposición de otros FO

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investigadores. En colaboración con un equipo de la Escuela Superior de Agri-cultura Luiz de Queiroz (Esalq) de la USP, el investigador se aboca ahora a probar algunos de esos ARNs en plantas empleadas como modelos vegetales, con el objetivo de verificar su efecto sobre el metabolismo.

Nogueira celebra el hecho de haber sido el primero en detallar la regulación génica de la arquitectura de la caña, pe-ro esta antelación va más allá. No exis-ten estudios realizados en otras plan-tas sobre la actividad de los pequeños ARNs en yemas axilares, porque estas estructuras son muy pequeñas y difí-ciles de aislar. La caña de azúcar, con sus yemas visibles a simple vista, en las cuales se pueden medir concentraciones hormonales y extraer ADN y ARN, tiene todo como para erigirse en un organis-mo modelo para estudios de arquitec-tura vegetal. n

yema axilar activa

yema axilar durmiente

tejido de desarrollo

tejido precursor de las hojas

ProyectoAislamiento y caracterización de micro ARNs y sus genes blanco en caña de azúcar (nº 2007/ 58289-5); Modali-dad Programa Joven investigador; Coord. fabio tebaldi silveira Nogueira – ib/ unesp; Inversión R$ 314.903,10 (fAPesP).

Artículo científicooRtiZ-moReA, f.A. et al. Global analysis of the sugarcane microtranscriptome reveals a unique composition of small RNAs asociated with axillary bud outgrowth. Journal of Experimental Botany. v. 64, n. 8, p. 2.307-20. may. 2013.

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Andes Cuenca del Paraná

Un perfil continental: la ilustración muestra variaciones en el relieve (la línea blanca) y en la corteza de Sudamérica

GEOLOGÍA y

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PESQUISA FAPESP z 49

Los sismólogos plantean

una nueva explicación para los

terremotos que se registran en el país

Igor Zolnerkevic y Ricardo Zorzetto

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Por qué la tierra tiembla en brasil

El 8 de octubre de 2010 la tierra tembló de una forma nunca vista en Mara Rosa, una ciudad con 10 mil habitantes del norte del estado de Goiás. Eran algo más de las 5 de la tarde de aquel viernes y la gente se

preparaba para el fin de semana cuando el suelo se movió tan intensamente y a punto tal que era difícil permanecer de pie. Los árboles se sacudieron, las paredes se rajaron y se desprendieron tejas de los techos. Menos de un minuto después, las ondas sísmicas de ese terremoto de magnitud 5, uno de los más fuertes que se hayan registrado en Brasil durante los últimos 30 años, habían recorrido 250 kilómetros y fueron registradas en Brasilia, donde algunos edificios llegaron a ser evacuados. “Muchos en Mara Rosa pensaron que la tierra se abriría y se acabaría el mundo”, relata Lucas Barros, jefe del Observatorio Sismológico de la Universidad de Brasilia (UnB). En las semanas siguientes, Barros y su equipo instalaron sismógrafos en Mara Rosa y en las localidades vecinas para medir las répli-cas de aquel temblor. En un lapso de seis meses, se registraron allí 800 sismos de menor intensidad, que contribuyeron a determinar la causa directa de la inestabilidad de la tierra en aquella región. Exactamente debajo de Mara Rosa, a unos tres kilómetros de profundidad, existe una extensa rajadura en la corteza terrestre, la capa más rígida y externa del planeta. Y a lo largo de esa fractura

que se extiende por cinco kilómetros, las rocas se habían desplazado, produciendo el temblor. “Tu-vimos que convocar a una audiencia pública en Mara Rosa y en Mutunópolis para explicarle a la gente lo que estaba ocurriendo qué debían hacer para protegerse”, dice Barros.

La identificación de esa fractura no fue una sor-presa para el grupo de la UnB. Mara Rosa y otros municipios del norte del estado de Goiás y del sur de Tocantins están ubicados en una región geológi-camente inestable: la zona sísmica Goiás-Tocantins, que concentra un 10% de los terremotos de Brasil. Un sector de los geólogos atribuye la elevada fre-cuencia de temblores en esa área –una de las nueve zonas sísmicas delimitadas en el país, con 700 kiló-metros de largo por 200 de ancho– a la proximidad con el Lineamiento Transbrasiliano, una extensa cicatriz en la corteza terrestre que atraviesa Brasil y al otro lado del Atlántico continúa en África. Se cree que a lo largo del lineamiento, la corteza es más frágil pues concentra bloques rocosos fractura-dos que, al sufrir compresión, se desplazarían con mayor facilidad, produciendo terremotos.

Pero no todos están de acuerdo. Muchas veces la localización de los temblores no coincide con la de ese conjunto de fallas y, en ciertos tramos del mismo, nunca se registraron sacudidas. Aquéllos que dudan de la influencia directa del lineamiento en los sismos soportados por la región apuestan por

PUBlICADo En MAYo DE 2013

PESQUISA FAPESP z 49

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causas más profundas, tales como las que acaba de identificar un grupo de investigadores del Instituto de Astronomía, Geofísica y Ciencias Atmosféricas (IAG) de la Universidad de São Paulo (USP) a partir del mapeo del espesor de la corteza terrestre en el país, recientemente finalizado.

En un trabajo publicado en febrero de este año en la revista Geophysical Research Letters, el sis-mólogo Marcelo Assumpção y el geofísico Victor Sacek presentaron una explicación más completa –y para muchos, más convincente– para la profu-sión de temblores en Goiás y Tocantins. En algu-nas áreas de esa zona sísmica la corteza terrestre es más delgada que en buena parte del país y se encuentra bajo tensión debido al peso del manto, la capa geológica más densa que se encuentra de-bajo de la corteza. Mediciones de la intensidad del campo gravitatorio en esos sectores con corteza estrecha indican que allí ocurre un engrosamien-to del manto. Tal combinación hace que esas dos capas de roca –la corteza y la región superior del manto, las cuales desde el punto de vista físico se comportan como una misma estructura rígida, de-nominada litósfera por los geólogos– se arquean como una rama a punto de quebrarse. En tal situa-ción, la litósfera puede rajarse como una regla de plástico que se curva cuando se intenta unir sus extremos (vea la infografía al lado).

“La litósfera tiende a sumergirse donde es más densa y a emerger donde la densidad es menor”, explica Assumpção. “Estas tendencias producen tensiones que originan fallas y, eventualmente, provocan sismos”, añade el sismólogo del IAG, quien coordina la Red Sismográfica de Brasil, que monitorea los terremotos en el país.

Durante una charla en su oficina a comienzos de abril, Sacek, coautor del estudio, tomó un libro con tapas flexibles para ilustrar lo que sucede en el segmento de la región sísmica Goiás-Tocantins donde se encuentra Mara Rosa. “Suponiendo que este libro represente a la litósfera de la región, un incremento en la carga en el interior de la litósfe-ra, por presentar una mayor proporción de rocas del manto [más densas], provocará que sufra una flexura”, explicó, poniendo el libro en posición horizontal y presionando sus laterales, lo cual lo hace doblarse de manera tal como si un bloque de piedra estuviese adherido a la capa inferior. Como resultado de ello, la parte superior se ve sometida a fuerzas de compresión y la inferior a fuerzas de distensión. “Aunque sea rígida, la litós-fera presenta alguna flexibilidad y resiste hasta cierto punto la deformación”, dice Sacek. “Pero a partir de determinado límite puede comenzar a arquearse y romperse”.

Años atrás, analizando el mapa de distribu-ción de sismos en Brasil, Assumpção notó que la mayoría de ellos ocurría en el tramo de Goiás y Tocantins en el cual en 2004 el geofísico Jesús

FUente marcelo asssumPção – IaG/ usP

la magnitud del temblor más intenso registrado en brasil, en 1955, fue de 6,2

El estudio muestra la diferencia de espesor de la corteza terrestre en Brasil y en la cordillera de los Andes

Berrocal, ex docente de la USP, había identifi-cado una anomalía gravimétrica. Allí, el campo gravitatorio es anormalmente elevado para una región de la meseta con una altitud promedio de entre 300 y 400 metros. En aquel terreno llano y relativamente bajo –por ejemplo, no existen allí cadenas montañosas– no hay un exceso de masa sobre la superficie que justifique la flexura de la litósfera. Por consiguiente, concluyó Assumpção, esa masa sólo podría hallarse debajo de la tierra. Probablemente en regiones profundas como las capas más superficiales del manto, toda vez que la corteza sólo tiene 35 kilómetros de espesor.

Pero era necesario comprobar si esa idea tenía sentido y si el engrosamiento del manto podía, de hecho, provocar que la litósfera se curvara. Enton-ces Assumpção le solicitó a Sacek, un experto en si-mulaciones computarizadas, que ideara un modelo matemático para representar a las capas geológicas

Andes Cuenca del paraná

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6.0004.0002.000

0

-70° -75° -70° -65° -60° -55° -50° -45° -40° -35°

500 1.000 1.500 2.000 2.500 3.0000

Espesor de la corteza (en km), medida a partir del nivel del mar

70

65

60

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40

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25

20

15

10

Bajo la tierra

Page 51: Edición Internacional 2013 - Edición 4

PESQUISA FAPESP z 51

InFO

GR

AFÍ

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ca

mP

os

ZonA SíSMICA GoIáS-toCAntInS

La corteza es estable allí donde no existen fallas geológicas y su espesor no

varía demasiado. El engrosamiento del manto en las regiones donde la corteza

es más delgada puede causar tensiones adicionales que favorecen la aparición

de temblores

EStRÉS ConStAntELa litósfera del planeta, formada por la corteza y la parte

superior del manto, está dividida en placas que se mueven

y colisionan. El choque en los bordes de las placas genera

una tensión que se difunde hacia el interior de los continentes

La diferencia de peso entre

las rocas de la corteza

y del manto situadas a la

misma profundidad lleva

a que la región estrecha

se arquee a causa del peso

extra debajo de ella.

Esa flexura comprime

las rocas cercanas

a la superficie

Sumada a las tensiones

ejercidas en los extremos

de las placas de la

litósfera, esa compresión

es demasiado para las

rocas que se encuentran a

profundidades inferiores a

5 km, que tienden a sufrir

fracturas, provocando las

sacudidas sísmicas

cinco kilómetros de la superficie”, afirma Sacek.Assumpção y él consideran que ese mecanismo

–la flexión en la región más delgada de la corteza– puede también ser la causa de la elevada frecuen-cia de temblores en otras regiones del país, tales como la cuenca del pantanal y la zona sísmica de Porto de Gaúchos, en el estado de Mato Grosso, donde en 1955 se produjo la mayor sacudida sís-mica registrada en Brasil, con una magnitud de 6,2 grados en la escala creada por Charles Richter. Los terremotos con magnitud superior a 5 grados son raros en el país; se produce, en promedio, uno cada cinco años. Pero, aunque sean débiles, suelen asustar a la población, poco habituada a convivir con los sismos y escasamente preparada para lidiar con ellos. Más allá de la falta de infor-mación acerca de cómo afrontar los temblores, las viviendas más pobres no resisten sacudidas pequeñas, que provocarían pocos daños en una metrópolis. El 9 de diciembre de 2007, un temblor de magnitud 4,9 dañó varias viviendas en el pue-blo de Caraíbas, en las cercanías de Itacarambi, en el norte del estado de Minas Gerais, donde el derrumbe de una pared mató a un niño. “Ésa es la única muerte directa causada por un terremo-to de la que se tenga noticia en el país”, comenta el geólogo Cristiano Chimpliganond, de la UnB.

La flexura de la corteza también explica los te-rremotos en otra zona sísmica de Brasil: el borde de la plataforma continental entre los estados de Rio Grande do Sul y Espírito Santo. A una dis-tancia que varía entre 100 y 200 kilómetros de la costa, el lecho marino sufre un declive abrupto. En esa depresión, la profundidad del océano pasa de 50 metros a 2 mil metros. Los sedimentos que transportan los ríos hacia el mar se acumulan en el borde de ese escalón ejerciendo un peso extra sobre la corteza. Assumpção cree que esa sobre-carga provoca los sismos detectados en esa región, mediante mecanismos similares a los que estarían sucediendo en Goiás y Tocantins. La diferencia en

1

de aquella área de Goiás y Tocantins que tuviera en cuenta todas las fuerzas que actúan sobre ellas. Sacek desarrolló un programa que incluía tanto el efecto de fuerzas locales, originadas a pocas de-cenas de kilómetros de la región de los sismos por diferencias de relieve (valles, ríos y cerros) y por variaciones en el espesor de la corteza, como el de fuerzas regionales, a escala planetaria, que ocurren a miles de kilómetros de distancia, en los bordes de los bloques en los que se divide la litósfera.

Al unir estos elementos, Sacek identificó una zona de fragilidad en la corteza que coincide con el área de mayor frecuencia de sismos de Goiás y Tocantins. En ese gran bloque, con 200 kiló-metros de ancho y 5 de profundidad, las fuerzas son intensas a punto tal de superar el límite de elasticidad de las rocas y fragmentarlas. “Ese modelo explica incluso la profundidad de los sismos, que generalmente ocurren a menos de

rEGión COn tErrEmOtOSrEGión dE EStABiLidAd

Corteza Roca menos densa

espesor promedio: 40 km

35 km

Manto litosférico Roca más densa

exceso de masa

Peso hacia abajo

2Corteza arqueada

Peso hacia abajo

Fracturas y temblores

Región con más fallas

temblores en la corteza

Compresión de la corteza superior

3

5 km

Page 52: Edición Internacional 2013 - Edición 4

52 z octubre De 2013

este caso radica en que el exceso de masa no se encuentra bajo la corteza, sino sobre ella.

En un trabajo de 2011, Assumpção y colaborado-res de la Universidade Estadual Paulista (Unesp), del Instituto de Investigaciones Tecnológicas de São Paulo (IPT) y de Petrobras analizaron un te-rremoto ocurrido en abril de 2008 con epicentro a 125 kilómetros al sur de la ciudad de São Vicen-te, en el litoral paulista, que se sintió incluso en la ciudad de São Paulo. El punto origen del temblor se ubicó justamente en los bordes del escalón de la plataforma continental y las características de sus ondas sísmicas parecen confirmar la idea que el desencadenante fue la sobrecarga de sedimentos.

La elaboración de esos modelos sobre la causa de los temblores brasileños sólo fue posible gracias al descubrimiento de variaciones en el espesor de la corteza terrestre del país. Assumpção, junto a colaboradores de la UnB, de la Universidad Fe-deral de Rio Grande do Norte (UFRN) y del Ob-servatorio Nacional (ON) recabaron información sobre el espesor de la corteza en casi mil puntos de América del Sur, tanto en el continente como en el océano, y de ese total, unas 200 mediciones se realizaron en los últimos 20 años con finan-ciación de la FAPESP y del gobierno federal. En el mapa que sintetiza estos datos, publicado en el Journal of South American Earth Sciences, los investigadores llaman la atención sobre las regio-nes donde la corteza es más espesa o más delgada. “El espesor de la corteza constituye uno de los parámetros más importantes para comprender la tectónica [las fuerzas y los movimientos de las capas geológicas] de una región”, sostiene el sis-mólogo Jordi Juliá, de la UFRN.

Ésa es la compilación más completa y detallada que se haya realizado con respecto a la corteza brasileña. El espesor en todos esos sitios se obtu-vo a partir de la combinación de los datos reca-bados mediante tres métodos que se valen de las ondas sísmicas para deducir la estructura de las capas geológicas que atraviesan. El más preciso de ellos –y también el más caro– es el de la refrac-ción sísmica, mediante el cual los investigadores registran a lo largo de centenares de kilómetros los temblores causados por explosiones contro-ladas. Los otros dos métodos se basan en el mo-nitoreo durante el transcurso de los años de los terremotos que se producen alrededor del globo.

En general, la corteza en Brasil presenta un espesor similar a la de otros continentes, con un promedio de 40 kilómetros, medidos a partir del nivel del mar. Sin embargo, hay algunas regiones del país en donde la corteza se reduce a menos de 35 kilómetros. La existencia de una de ellas –una franja con casi mil kilómetros que se extiende desde el pantanal, en Mato Grosso do Sul, hasta Goiás y Tocantins– aún no se encuentra bien de-marcada, porque existe escasa información sísmica

“La sismología no logra prever terremotos, y aun si lo lograra, no podría evitarlos”, dice Lucas Barros, de la UnB

disponible sobre esa zona. En tanto, en el nordeste, donde el equipo de Reinhardt Fuck, de la UnB, realizó la mayoría de los experimentos de refracción sísmica, la incertidum-bre es menor.

Allí se localiza el área más vasta del territorio nacional con una corteza de menor grosor: la provincia de Borbo-rema, el bloque rocoso sobre el cual se asientan casi todos los estados del nor-deste, la región del país que registra la mayor frecuencia de temblores. En algunos puntos de esa región, la corte-za tiene menos de 30 kilómetros. Ese estrechamiento parece haber acaecido hace entre 136 y 65 millones de años, durante el período en que Sudamérica se separó de África.

Uno de los récords de espesor se encuentra bajo la selva amazónica, en la frontera entre los estados de Roraima, Amazonas y Pará. Con hasta 45 kilómetros de espesor, ésa es una de las parcelas de la corteza más antiguas de Brasil, con más de 2.500 millones de años. “Esas regio-nes más antiguas tienden a poseer una corteza con mayor espesor”, dice Assumpção.

Pero el segmento de corteza con mayor grosor

Dónde ocurren los sismosLos terremotos se concentran en regiones donde la corteza es delgada, tales como el nordeste, el centro-oeste y la plataforma oceánica

temblores con magnitud igual o superior a 3,5 registrados entre 1955 y 2012

FUente marcelo asssumPção – IaG/ usP

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PESQUISA FAPESP z 53

del país se encuentra en una región relativamente joven, la cuenca del Paraná, que comenzó a formar-se hace 460 millones de años. En el interior de São Paulo, cerca del río Paraná, la corteza alcanza los 46 kilómetros de espesor. Assumpção plantea dos posibles razones para ese engrosamiento. La pri-mera, sugerida por diversos estudios, expresa que debajo de la cuenca del Paraná habría un bloque de corteza más arcaica, con miles de millones de años de antigüedad, bautizado con el nombre de cratón del Paranapanema. La segunda tiene que ver con la intensa actividad volcánica que hubo allí hace 130 millones de años. Por algún motivo desconocido, el manto situado debajo de la cuenca del Paraná se tornó anormalmente cálido, en un fenómeno al que los geólogos denominan pluma térmica o punto caliente. Esa pluma habría fundido parcialmente las capas profundas de la Tierra, generando mag-mas de composición basáltica que se derramaron sobre la superficie y originaron una de las mayores provincias volcánicas del planeta. Esas rocas gene-raron las franjas de tierra colorada u oxisoles, un suelo bastante fértil. Parte del material originado durante ese proceso permaneció allí abajo y, cuan-do el manto se enfrió, se soldó a la porción inferior de la corteza, aumentando su espesor.

Junto con investigadores de Chile y de China, As-sumpção expandió el mapeo de la corteza hacia la cordillera de los Andes. Bajo esa cadena montañosa, el espesor de la corteza varía entre 35 kilómetros, en la frontera de Perú con Ecuador, y 75 kilómetros en el altiplano boliviano. Ese espesor máximo es similar al que se registra en otras regiones monta-ñosas relativamente jóvenes como la del Himalaya. En general, existe una correlación directa entre la altitud de un terreno y el espesor de la corteza. “Cuanto más alta es la topografía, mayor espesor posee la corteza”, explica Assumpção. “Para alturas superiores a los 3 mil metros, lo habitual es que la corteza llegue a los 70 kilómetros”.

Pero hay excepciones. En el norte de Argentina, donde los Andes se alzan a más de 4 mil metros de altura, la corteza tiene menos de 55 kilómetros de espesor. Nuevamente, los investigadores esbozan dos explicaciones. O la corteza ya era anormalmen-

te delgada antes de la formación de los Andes o, hace 4 millones de años, ésta se tornó tan gruesa y caliente que perdió parte de sus capas más profun-das, en un fenómeno denominado delaminación.

En tanto, en la frontera de Perú con Ecuador, donde la altura supera los 3 mil metros, su espesor es de tan sólo 35 kilómetros. En ese caso, la cor-teza parece hallarse sostenida por el movimiento de las corrientes de las capas más profundas del manto, que, aunque sean rocas, se comportan como un líquido extremadamente viscoso en el tiempo geológico que fluye algunos centímetros por año. La fuerza de esas corrientes ascendentes es capaz de elevar la corteza, incrementando en uno o dos kilómetros la altura de las montañas. También puede ocurrir lo inverso. El flujo descendiente puede empujar hacia abajo a la corteza en algunas regiones, tal como Sacek y Naomi Ussami, geofí-sica de la USP, notaron en la cuenca del Marañón, ubicada entre Ecuador, Perú y Colombia.

Pese a acumular dos décadas de trabajo, las in-vestigaciones en el área todavía están atrasadas en América del Sur. Estados Unidos y Europa ya dispo-nían de mapas detallados del espesor de la corteza a finales de los años 1990. “El avance del mapeo de la corteza en el mundo varía según los ingresos per cápita de los países”, dice Assumpção. “Solamente nos hallamos en mejor posición que África”.

En Brasil, las principales instituciones de in-vestigación del área se unieron hace dos años y crearon la Red Sismográfica de Brasil, que dispone de 50 estaciones sismológicas y pretende llegar a 80. De este modo, los investigadores esperan mo-nitorear mejor el país y mejorar la resolución del mapa. Cuantos más terremotos se analicen, más detalles del espesor de la corteza podrán detec-tarse. Y, al contar con más detalles, es posible ela-borar modelos que permitan predecir con mayor precisión las áreas bajo riesgo de temblores de mayor magnitud. “La sismología no logra prevenir terremotos, y aunque lo lograse, no podría evitar-los”, dice Barros. “Por eso, debemos aprender a convivir con ellos y protegernos”. n

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La cordillera de los Andes: región donde la corteza es de mayor espesor en América del Sur y llega a 75 kilómetros

proyectoEvolución tectónica, climática y erosiva en extremos convergentes: un abordaje numérico (nº 2011/ 10400-0); Modalidad Beca de pos-doctorado; Coord. Victor Sacek – iAG/ USp; Inversión r$ 153.896,91 (FApESp).

Artículos científicosASSUmpÇÃO, m. y SACEK, V. intra-plate seismicity and flexural stres-ses in central Brazil. Geophysical Research letters. v. 40 (3), p. 487-91. 16 feb. 2013.ASSUmpÇÃO, m. et al. Crustal thickness map of Brazil: data compi-lation and main features. Journal of South American Earth Sciences. v. 43, p. 74-85. abr. 2013.ASSUmpÇÃO, m. et al. models of crustal thickness for South America from seismic refraction, receiver functions and surface wave disper-sion. tectonophysics. 2013 (online).

Page 54: Edición Internacional 2013 - Edición 4

MASA CRÍTICA Galaxias con una masa

de alrededor de 70 mil millones de soles,

tales como la NGC 4047, producen

sus estrellas en menos de 3 mil millones

de años, a partir del centro

MASA ELEVADA Galaxias con masa

superior a 70 mil millones de soles,

tales como la NGC 6411, generan

la mayoría de sus estrellas durante 5 mil

millones de años, a partir del centro

MASA BAJA Galaxias con poca masa, inferior a

algunas decenas de miles de millones de soles,

tales como la UGC 9476, generan estrellas en

forma constante en toda su extensión IMÁ

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LoS MoDELoS DE foRMACIÓN ESTELAR

54 z octubre De 2013

Page 55: Edición Internacional 2013 - Edición 4

pESQUISA fApESp z 55

Identifican en un estudio tres patrones

de evolución de las galaxias

ASTRONOMÍA y

estelar

u n estudio pionero está comenzando a delinear la historia evolutiva de las galaxias. Encabezado por el español Enrique Pérez, del Instituto de Astrofísica de Andalucía, este trabajo ha detectado dónde y cuándo se formaron

las estrellas de un centenar de galaxias que surgieron durante los últimos 10 mil millones de años y que se encuentran relativamente cerca de la Vía Láctea, la galaxia que alberga al Sol y a la Tierra. En esa investigación, publicada en enero de este año en la revista Astrophysical Journal Letters, se compararon distintos tipos de galaxias, lo cual permitió comprender de qué manera la masa de éstas afecta el ritmo de formación de sus estrellas. Formaron parte del equipo de científicos que la llevó a cabo, los astrofísicos brasi-leños Roberto Cid Fernandes, de la Universidad Federal de Santa Catarina, quien desarrolló en 2005 el Starlight, un software que analiza la luz que emiten las galaxias para reconstruir la historia de sus poblaciones estelares y concretar una especie de arqueo-logía estelar, y su alumno de doctorado André Luiz de Amorim.

El estudio confirmó que las galaxias con centenas de miles de millones de estrellas y una masa sumamente elevada, generaron la mayoría de dichas estrellas hace más de 5 mil millones de años, primero en el centro y después en la periferia, y actualmente cons-tituyen verdaderos asilos estelares. En tanto, las galaxias menores, con pocos miles de millones de estrellas, siguen produciéndolas en todas las zonas, aun siendo ya ancianas.

La investigación tomó como base datos del estudio Califa (Calar Alto Legacy Integral Field Area Survey), una colaboración entre 80 investigadores de 13 países destinada a observar minuciosamente la formación de estrellas en alrededor de 600 galaxias. Este pro-yecto, que se puso en marcha en 2010, se vale de las observacio-nes realizadas con un telescopio del Observatorio de Calar Alto, en Andalucía, España.

PUBLICADO EN JUNIO DE 2013

Arqueología

Igor Zolnerkevic

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técnica más cara y compleja, que divide a cada galaxia en mil fragmentos y analiza la luz de éstos por separado. El resulta-do es un mapa que revela diferencias en las propiedades químicas y físicas de las diversas partes de la misma.

El Califa observa galaxias ubicadas a distancias relativamente cercanas –en-tre 70 millones y 400 millones de años luz– de la Vía Láctea. No están ni tan lejos como para ser observadas cómo eran en el pasado remoto del Universo, ni tan cerca como para que se puedan detectar sus estrellas individualmente.

La muestra de 105 galaxias, descrita en Astrophysical Journal Letters, es ínfima si se la compara con los miles de millones de galaxias que existen en el Universo visi-ble. También es pequeña, comparada con el total de galaxias –casi un millón– ob-servadas por el mayor estudio astronómi-co hecho hasta ahora, el Sloan Digital Sky Survey (SDSS), producto del esfuerzo de otro consorcio internacional, que emplea un telescopio ubicado en Estados Unidos. Pero, mientras que el SDSS analizó la luz de las galaxias como si cada una fuese un punto en el cielo, el Califa emplea una IM

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perfil evolutivoLa masa de las galaxias influye sobre el ritmo de formación de las estrellas

BRILLo

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NCG 6411Masa elevada y formación

precoz de estrellas

NGC 4047Masa intermedia y producción acelerada

de estrellas al comienzo de la vida

En el marco delproyecto, se analizaron

105 galaxias situadas a entre 70 millones y 400 millones de años luz del Sol

Las galaxias con masa más elevada generaron sus estrellas antes

y aparecen en un color amarillo rojizo en la parte izquierda

superior del diagrama. Las galaxias de masa menor

(en una coloración azulada) se ubican en la zona inferior derecha

56 z octubre De 2013

Page 57: Edición Internacional 2013 - Edición 4

Al analizar los datos del Califa con el Starlight, los investigadores determina-ron qué combinación de estrellas jóvenes y ancianas contribuía en la luz de cada fragmento de las galaxias. Así, los astro-físicos identificaron cuándo y con qué frecuencia se formaron las estrellas en las diversas regiones galácticas.

La primera diferencia que se confir-mó con el estudio se refiere al ritmo de producción de estrellas. Las galaxias con masa superior a 70 mil millones de soles condensaron todo su gas en estrellas rá-pidamente en su juventud, y produjeron la mayoría de sus estrellas hace más de 5 mil millones de años. En tanto, las galaxias de igual edad, pero con menos de 10 mil millones de masas solares, gastan su gas con parsimonia. “Las galaxias con menor masa siguen formando estrellas a una tasa respetable, en tanto que, para las de masa elevada, la fiesta terminó”, dice Fernandes.

Otra diferencia se encuentra en el or-den de formación de las estrellas. Las ga-laxias con masa menor generaron sus es-trellas más o menos al mismo tiempo en toda su extensión, empezando un poco antes en las zonas externas. Pero en las galaxias con gran masa sucedió lo con-trario: la formación estelar empezó antes en el centro y avanzó hacia la periferia. Este patrón parece, por cierto, haberse repetido en la propia Vía Láctea, una ga-laxia con alrededor de 60 mil millones de masas solares. “Las regiones más alejadas del centro de la Vía Láctea son más po-bres en elementos químicos pesados que la parte interna”, explica el astrofísico Hélio J. Rocha-Pinto, de la Universidad Federal de Río de Janeiro, quien estudia los vestigios de colisión de la Vía Láctea con galaxias enanas. “Esto constituye una evidencia indirecta de que las estrellas de la parte interna se formaron primero y enriquecieron químicamente a esa parte de la galaxia más rápido.”

Sin embargo, esta diferencia entre el centro y el borde no siempre aumen-

“La galaxias de menor masa siguen formando estrellas, en tanto que, para las de masa elevada, la fiesta terminó”, dice fernandes

ta con la masa de la galaxia. Llega a su máximo en las galaxias con una masa de alrededor de 70 mil millones de masas solares, en las cuales las estrellas de la región central se formaron más de dos veces más rápido que las del borde.

“Esta masa crítica tiene algo que es especial”, dice Fernandes. Pero nadie sa-be exactamente qué es eso. Rocha-Pinto sugiere que la masa crítica es la masa a partir de la cual las galaxias no crecen aisladamente. Se cree que las galaxias mayores nacieron como producto de la fusión de galaxias menores, eventos en los cuales la formación estelar aumenta en la parte central de la galaxia recién formada.

Con todo, Fernandes menciona otra posibilidad. Las galaxias grandes tienen agujeros negros tan gigantes en su centro que obstaculizarían la formación este-lar. En tanto, en las galaxias pequeñas, se forman menos estrellas pues parte del gas es expelido de ellas durante las explosiones de supernovas. Ambos efec-tos podrían ser menores en galaxias con masa crítica, con lo cual aumentaría la formación estelar. “La cuestión”, pon-dera Rocha-Pinto, “radica en probar que los efectos que planteamos tienen una magnitud tal como para explicar lo que observamos”.

El año que viene, los astrónomos del SDSS esperan iniciar un estudio similar, que lleva el nombre de MaNGA y mapea-rá 10 mil galaxias. “El tamaño 100 veces mayor de la muestra será transforma-cional”, dice el astrofísico Kevin Bun-dy, de la Universidad de Tokio, Japón, coordinador del MaNGA. “Pondremos a prueba las conclusiones del Califa y mucho más.” n

MASA CRÍTICA Pero el criterio de selección más im-portante consistió en observar ga-laxias de los más diversos colores y brillos. Vistas más o menos a la mis-ma distancia, las galaxias jóvenes son azuladas, y las más antiguas, rojizas. En tanto, el brillo funciona como un indicador de la masa de la galaxia: cuanto más brillante, más estrellas posee. “La intención fue asegurarnos la diversidad de galaxias para tener una visión global de las mismas”, co-menta Fernandes.

Artículo científico

PÉREZ, E. et al. The evolution of galaxies resolved in space and time: an inside-out growth view. The Astrophysical Journal Letters. v. 763. ene. 2013.

UGC 9476Poca masa y generación

constante de estrellas

pESQUISA fApESp z 57

Page 58: Edición Internacional 2013 - Edición 4

58 z octubre De 2013

Una pequeña empresa de automatización agrícola de

la ciudad paulista de São Carlos logra reconocimiento internacional

b rasil se apresta a obtener este año la mayor cosecha de granos de su historia. Pero ésta no es la única buena noticia proveniente del

campo. La empresa de automatización agrícola Enalta, con sede en São Carlos, en el interior paulista, fue escogida como una de las 50 compañías más innovado-ras del mundo por la revista estadouni-dense de tecnología Fast Company. Enal-ta es la única representante nacional en la lista, que es encabezada por las mul-tinacionales Nike y Amazon, y se ubicó en la 43ª posición, adelante de gigantes como Microsoft (48º) y Tumblr (50º). En el ranking sectorial de Sudamérica, la empresa figura en el primer puesto. De acuerdo con la revista Fast Company, Enalta se aseguró ese sitial “debido a su apoyo a la industria de biocombustibles en Brasil, al lanzar sensores y software de GPS que monitorizan el plantío y la irrigación para que los agricultores obtengan cosechas más ricas”. Éste es el segundo año consecutivo que Brasil está presente en el ranking, elaborado anualmente. En 2012, la start-up Bug Agentes Biológicos, de la localidad de Piracicaba (São Paulo), se ubicó en el 33º lugar.

“En los últimos dos años hemos sido reconocidos como una de las empresas que más crecen en el país. Nuestra meta es sacar al mercado dos soluciones por año”, dice el ingeniero Cléber Manzoni,

Cultivos rentables

titular de la empresa. Creada en 1999, Enalta es una de las pioneras del sector de automatización agrícola en Latino-américa. Se especializa en el desarrollo de herramientas de optimización de pro-cesos productivos y software de gestión para la agricultura que ayudan a elevar la productividad de los cultivos. El foco es el sector de azúcar y alcohol, pero la empresa también suministra aparatos para la industria forestal. Forman parte de su cartera controladores y pilotos au-tomáticos para agricultura de precisión y computadoras instaladas a bordo de máquinas y vehículos agrícolas. Estas tecnologías impulsan cambios en los pro-cesos de plantío, labranza, corte, cosecha y transporte de diversos cultivos. Para el agrónomo José Carlos Hausknecht, di-rector de la consultora MBAgro, de São Paulo, las innovaciones de Enalta pueden ayudar disminuir los costos y las pérdi-das en el campo. “La automatización es importante, especialmente en el cultivo de la caña de azúcar, en el cual históri-camente el grado de mecanización ha sido escaso”, dice. Según Manzoni, los productos que su empresa comercializa pueden redundar en mejoras de produc-tividad de hasta un 15%.

Con confianza en el incremento de la demanda de sus productos por parte del sector sucroalcoholero, Enalta esti-ma facturar 15,8 millones de reales este año, con un aumento del 30% sobre los

12,2 millones de reales de 2012. Alrede-dor del 10% de la facturación proviene de la venta de productos a clientes del exterior, especialmente de Colombia. Un indicio de que la innovación se en-cuentra en la base del crecimiento de la compañía es el hecho de que el 60% de la evolución de sus ingresos en 2012 provino de productos lanzados a finales de 2011. La empresa calcula que inverti-rá 2,5 millones de reales en la actividad de investigación y desarrollo este año, el equivalente al 16% de la facturación prevista para el período. Grandes em-prendimientos vinculados a la caña de azúcar en Brasil, tales como Odebrecht Agroindustrial, el grupo São Martinho y el grupo Nova América, forman parte de la cartera de clientes de la compañía, compuesta por casi 60 empresas.

El buque insignia de Enalta es la com-putadora de a bordo EES (Enalta Em-bedded System), que permite llevar a ca-bo la operación de máquinas agrícolas. Cuando se la acopla al sistema E-manne-ger, que también se fabrica en la empresa, este aparato mejora el rendimiento pro-ductivo del corte, la carga y el transporte de materia prima hacia la agroindustria. La lectura de datos de más de 20 sensores

Sistemas informáticos y sensores instalados

a bordo de las máquinas agrícolas hacen posible

contar con un mayor control de la producción

PUBLICADo EN ABRIL DE 2013

teCnología AgRICULtURA y

Yuri Vasconcelos

Page 59: Edición Internacional 2013 - Edición 4

peSQUISa FapeSp z 59

fica también tuvieron una importancia de-cisiva. “En 2001, tan sólo dos años después de la creación de Enalta, logramos mudar nuestra sede en Catanduva a la incubadora Fundación Parque de Alta Tecnología de São Carlos (ParqTec), pues nos aprobaron un proyecto Pipe [el Programa de Investi-gación Innovadora en Pequeñas Empresas de la FAPESP]. El objetivo era la creación de un sistema de gestión de fumigación de cultivos. Este apoyo fue fundamental para que la empresa se consolidase en el mercado”, dice Manzoni. Posteriormente, Enalta contó con otros cuatro proyectos Pipe. En total, la FAPESP invirtió más de 1.200.000 reales en la empresa.

Enalta también recibió aportes eco-nómicos en el marco del Programa de Subvención Económica de la Financia-dora de Estudios y Proyectos (Finep) del gobierno federal para un proyecto de fer-tilización del suelo de cañamelares me-diante la aplicación controlada de vinaza. En 2010, la empresa recibió recursos del fondo Criatec, especializado en capital semilla y destinado a empresas emergen-tes e innovadoras. “Enalta es la segunda empresa en que invierte nuestro fondo y que ingresa en la lista de empresas in-novadoras de Fast Company, ambas en

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Proyectos

1. Sistema de gestión de la actividad de fumigación en agricultura con tecnología para la adquisición automática de datos en el campo (nº 1999/ 11662-5); Modalidad Investigación Innovadora en Pequeñas Empresas; Coord. Cléber Manzoni/ Enalta; Inversión 203.105,57 (FAPESP).2. Desarrollo de una plataforma tecnológica para la irrigación de precisión en cultivos perenes (nº 2003/ 07998-5); Modalidad Investigación Innovadora en Pe-queñas Empresas; Coord. André torre Neto/ Embrapa; Inversión R$ 399.054,49 (FAPESP).3. Desarrollo de un monitor de la productividad de la caña de azúcar para la obtención de mapas de productividad en cosechadoras autopropulsadas (nº 2004/ 08777-5); Modalidad Investigación Innovadora en Pequeñas Empresas; Coord. Domingos guilherme Cerri/ Unicamp; Inversión R$ 290.230,40 (FAPESP).4. Desarrollo de un sistema de monitoreo de corte, car-gamento y transporte de caña de azúcar para la gestión de la flota (nº 2006/ 56606-0); Modalidad Investigación Innovadora en Pequeñas Empresas; Coord. Domingos guilherme Cerri/ Unicamp; Inversión R$ 328.866,32 (FAPESP).

el segmento de tecnología agrícola. Es un reconocimiento claro de que Brasil no es una potencia agrícola únicamen-te debido a nuestros recursos naturales, sino también debido a la capacidad de nuestros emprendedores para llevar al campo innovaciones de alto impacto”, destaca Francisco Jardim, representante del fondo Criatec en el consejo de admi-nistración de Enalta. n

millones de reales: tal es la

cifra de inversión prevista para 2013 en I&D

clientes activos

Previsión de crecimiento para este año

de los ingresos proviene de las

ventas a clientes de otros países

productos en

cartera

millones de reales:

facturación de 2012

tal es la mejora de la productividad

que generaron sus software y sistemas

enalta en cifrasLa empresa pretende crecer un 30% este año e invertir un 16% de la facturación en I&D

instalados en tractores y cosechadoras le permite al agricultor trazar un mapa de la productividad del cañamelar. Uno de sus más recientes productos es un software de mando por voz que le advierte al conduc-tor del camión sobre los puntos críticos de las vías de transporte, evitando accidentes y elevando los indicadores de seguridad de la actividad agrícola. Este aparato se em-plea en vehículos de transporte de plantas de caña, de vinaza (el líquido sobrante del procesamiento de la caña, que se emplea en la irrigación de los cañamelares) y de la caña cosechada en el campo.

aVanCeS eStratégICoS El éxito de Enalta se debe en gran medida a las alianzas que concretó con las uni-versidades, tales como la Universidad de Campinas (Unicamp), de la cual obtuvo la licencia de la patente de una balanza de pesaje proyectada en la Facultad de Inge-niería Agrícola para su uso en el sistema de productividad de la caña de azúcar de la empresa. En el marco de otra asociación, en este caso con Embrapa Instrumentación Agropecuaria, con sede en São Carlos, se desarrolló un sistema de irrigación de pre-cisión. Las financiaciones de los organis-mos de fomento de la investigación cientí-

2,5

18 30%

15%

10%

56

12,2

Page 60: Edición Internacional 2013 - Edición 4

60 z octubre De 2013

En medio de la crisis del sector, las empresas invierten en

tecnología para incrementar la producción de etanol

Bruno de Pierro

Del bagazo a la innovación

Acomienzos de febrero, la empresa ETH Bioenergia, fundada en 2007 por el conglomerado Organização Odebre-cht, cambió definitivamente su nom-bre por el de Odebrecht Agroindus-

trial y anunció una inversión cuyo objetivo es moler un 30% más del volumen de caña de azúcar proce-sado durante la zafra 2012-2013, y producir 2 mil millones de litros de etanol, el equivalente al 8,6% de la actual producción anual del país, de 23 mil mi-llones de litros. Dicha inversión, por valor de 1.000 millones de reales, se destinará a la expansión del área de cultivo y también a la realización de investi-gaciones de variedades de caña de azúcar y nuevos procesos de producción de etanol. A tal fin, el área de innovación de Odebrecht Agroindustrial, creada en 2010, tuvo que entablar alianzas con universida-des y centros de investigación, como en el caso del Instituto Agronómico de Campinas (IAC). .

“Erigimos nuestra estrategia de innovación justo en el momento de la crisis de la caña de azúcar en el país”, dice Carlos Calmanovici, director de Inno-vación y Tecnología de Odebrecht Agroindustrial. El ejemplo de Odebrecht es uno entre otros de grandes empresas, tales como Syngenta, Monsanto y Granbio, las cuales durante los últimos años han expandido sus inversiones en investigación median-te el mejoramiento genético destinado a la obten-ción de nuevas variedades de caña de azúcar, o en busca de hallar alternativas para la producción de etanol a partir del bagazo que sobra de las plantas.

La explicación de esta fase nada dulce de des- syn

gEn

ta

BiocomBustiBlEs y

aceleración que enfrenta el sector sucroenergético desde 2008 reside en una combinación de diversos factores, que pasa entre otras cosas por la crisis internacional de crédito, los problemas climáticos durante tres años consecutivos –entre 2009 y 2011– y la falta de reajustes en el precio de la gasolina. No obstante, existe una cierta distancia entre la crisis de la producción de caña de azúcar y la situación de la investigación científica que se realiza en el sector. La diferencia, comenta Calmanovici, radica en que a la investigación se la piensa a largo plazo, y uno de los ejemplos de esta visión estratégica es el acuerdo de cooperación que la empresa suscri-bió en 2011 con la FAPESP, que resultó en 11 pro-yectos de asociación con universidades del estado de São Paulo, tales como la USP, la Universidad de Campinas (Unicamp) y la Federal de São Carlos (UFSCar), a los cuales se destinaron 20 millones de reales, la mitad desembolsados por la Fundación y la otra mitad por la empresa. Buena parte de los proyectos comenzó el año pasado. Dichos proyectos involucran desde investigaciones para el desarrollo de una caña de azúcar transgénica resistente a los insectos hasta la detección y selección de plantas con genotipos (la constitución genética) adaptados a las condiciones agroecológicas de Pontal do Pa-ranapanema, la zona donde la productividad de la caña todavía no es la adecuada.

Desde hace cinco años, la pérdida de vigor del sector sucroalcoholero en Brasil ha venido ins-pirando a muchos analistas a plantear la hipóte-sis de una “década perdida” de la industria con

PuBlicaDo En Junio DE 2013

Page 61: Edición Internacional 2013 - Edición 4

PESQUISA FAPESP z 61

SyngEntADesarrolla la caña Plene, la cual,

según la empresa, puede eliminar la

necesidad de contar con áreas de

vivero y el empleo de maquinaria

pesada en la zafra, contribuyendo así

a la preservación del suelo. además

es resistente a algunas plagas.

grAnBIola producción de etanol de segunda

generación en una estación

experimental empezará este año. la

empresa desarrolla un nuevo tipo de

caña (la caña Vertix), que será

resistente a plagas y enfermedades y

poseerá un alto tenor de fibras.

odEBrEcht AgroIndUStrIAlRealiza investigaciones con

nuevas variedades de caña,

incluso transgénicas, para ampliar

la producción de etanol

y expandir el área cultivable.

cEntro dEtEcnologIA cAnAvIEIrA (ctc)Realiza mapeos de áreas de baja

productividad y desarrolla

variedades de caña para esas zonas

en 8 años como máximo, cuando

dicho lapso, generalmente oscilaba

entre 12 y 14 años.

MonSAntoProduce nuevas variedades

de caña adaptadas a la zafra

mecanizada y con alta germinación

en ambientes menos favorables

al plantío.

novozyMESDesarrolla enzimas capaces de

romper la lignina presente en la

celulosa de las células del bagazo

de la caña para la producción de

etanol de segunda generación.

Plántula de la nueva variedad de caña de azúcar manipulada en el laboratorio de syngenta

Estrategias para afrontar la crisislas empresas apuestan por nuevas alternativas tecnológicas destinadas a incrementar la productividad de la caña de azúcar

Page 62: Edición Internacional 2013 - Edición 4

relación a la producción de azúcar y etanol. Las inversiones, que llegaron a los 6.400 millones de dólares en 2008, disminuyeron hasta 250 millones de dólares en 2012, de acuerdo con Eduardo Leão, director ejecutivo de la Unión Industrial de la Ca-ña de Azúcar (Unica). La actual recuperación del ritmo de los inversión en el sector requerirá una espera que se extendería por otros cinco años, el tiempo necesario para que se concrete la renova-ción completa de los cañamelares, una situación muy distinta a la del momento del gran salto, que se concretó entre 2005 y 2010, luego de la entrada en funcionamiento de los coches flex en el país, en 2003. En aquel período, Estados Unidos y la Unión Europea empezaron a estipular directrices para el uso de biocombustibles, con metas de consumo para los siguientes años. Esas iniciativas contribuyeron para el ingreso de multinacionales en el sector.

A partir de 2012, se empezó a esbozar un fu-turo menos sombrío. La producción de eta-nol exhibió una ligera recuperación, y el

gobierno federal dio señales de reacción ante la crisis, con una serie de incentivos, tales como la elevación del porcentaje de mezcla de etanol en la gasolina de un 20% a un 25%, y la disminución de impuestos (PIS y Cofins). “Todavía no es un momento rentable para el sector, pero las mejoras de productividad con inversiones en tecnología y la consiguiente disminución de los costos pro-medio de producción han mitigado los problemas económicos de algunas empresas”, explica Mi-riam Bacchi, investigadora del Centro de Estudios Avanzados en Economía de la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz de la USP (Esalq/ USP). Con el etanol de segunda generación, por ejemplo, la estimación de algunas empresas, tales como Centro de Tecnologia Canavieira (CTC) y

Granbio, apunta a lograr mejoras cercanas al 50%; todo con ese nuevo proceso productivo que llegará al mercado nacional en 2014.

Uno de los posibles hitos de este nuevo posi-cionamiento de las grandes empresas frente a la importancia de la investigación científica con la caña de azúcar fue la compra, en noviembre de 2008, de las brasileñas Allelyx y CanaVialis por parte de la multinacional Monsanto, por 290 mi-llones de dólares. Ambas empresas nacieron co-mo start-ups de un fondo de capital de riesgo de Votorantim Negócios entre 2002 y 2003, luego de la secuenciación del genoma de la Xylella fastidio-sa, la bacteria causante de la clorosis variegada en los naranjales, en el marco de un programa finan-ciado por la FAPESP. Para Paulo Arruda, docente del Instituto de Biología de la Unicamp y uno de los fundadores de Allelyx, el proceso de compra concretado por Monsanto fomentó el desarrollo de la referida área de investigación con caña de azúcar y ayudó a darle impulso a la biotecnología de la planta en Brasil. “Hubo un impacto positivo, que incluso se hizo sentir en otras empresas, como en el caso del propio CTC, que modificó su pro-ceso de gestión”, argumenta. En 2011, CTC dejó de ser una Organización de la Sociedad Civil de Interés Público (Oscip) para erigirse en Sociedad Anónima (S.A.). “Ahora precisamos ganar dinero con las tecnologías que desarrollamos acá”, afirma Robson Cintra de Freitas, vicepresidente de ne-gocios y nuevas tecnologías de CTC, una empresa creada en 1969 por la cooperativa Copersucar en Piracicaba, interior de São Paulo.

Mediante la aplicación del mejoramiento conven-cional, Monsanto sacó al mercado tres variedades de caña en 2012, y este año pretende sacar otra. La empresa no revela cuánto invierte en investigación en el sector de caña, pero Gustavo Monge, gerente

los altibajos de la caña de azúcar en Brasilla línea de tiempo del sector sucroalcoholero en el país

IlU

Str

Ac

IÓn

aB

iuR

o

1973Primera crisis del

petróleo. En cinco

meses, el precio

del crudo aumentó

un 300%

1975se crea el Pro-alcohol (Programa

nacional de alcohol) para el

reemplazo en gran escala de los

combustibles derivados del

petróleo por etanol

2004Embraer presenta el

primer avión del mundo

impulsado exclusivamente

con etanol y fabricado

comercialmente

2003coches flex. Hasta 2012, el uso

de los automóviles flex hizo

posible una disminución

de 160 millones de toneladas

en emisiones de co2

1986Brasil atraviesa

una crisis económica

y las ventas de vehículos

impulsados con etanol

comienzan a caer

62 z octubre De 2013

Page 63: Edición Internacional 2013 - Edición 4

de biotecnología de Monsanto en Brasil, dice que de los 1.400 millones de dólares que la empresa destina a sus investigaciones a nivel mundial, “una parte significativa llega a Brasil”. Según Monge, el sector sucroenergético cuenta con proyecciones que apuntan un gran aumento de la demanda en lo que hace al consumo de azúcar y etanol.

“En el terreno de la investigación, no logro ima-ginarme a las empresas de biotecnología siendo afectadas por la crisis ni positiva ni negativamen-te, pues las decisiones son de largo plazo y tienen en la mira una situación de mercado en la cual la competitividad del etanol crece como fruto de la innovación”, evalúa el economista André Nassar, de la consultora Agroicone. En tanto, para José Maria da Silveira, docente del Instituto de Eco-nomía de la Unicamp, “el incremento de la inves-tigación científica aplicada es estimulado por las instituciones públicas en asociación con la inicia-tiva privada”. Como ejemplo de ello, menciona el Programa FAPESP de Investigación en Bioenergía (Bioen), puesto en marcha en 2008 y que cuenta en la actualidad con 12 empresas en carácter de asociadas, entre ellas Odebrecht, y otras, como De-dini, Oxiteno y Braskem. “Existe una evolución en la cantidad de alianzas pactadas entre el programa y las empresas, en busca de expansión tanto en lo que hace al mejoramiento tradicional como en la

ruta transgénica”, afirma Glaucia Mendes Souza, docente del Instituto de Química de la USP y una de las coordinadoras del Bioen.

Otra medida institucional que favorece la inves-tigación es la exigencia de que la zafra se haga en forma totalmente mecanizada en el estado de São Paulo, que es el mayor polo de producción cañera del país, responsable por el 52% de la producción nacional, de acuerdo con la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab). La mecanización requiere de tecnologías innovadoras tanto en equipos como en nuevas variedades de caña, mejor adaptadas al proceso. Algunas de las variedades producidas por Monsanto, por ejemplo, tienen como característica su fácil adaptación a la cosecha mecanizada. Des-de 2007, el estado dejó de quemar 5,53 millones de hectáreas y de arrojar a la atmósfera más de 20,6 millones de toneladas de contaminantes, de acuer-do con el gobierno del estado.

Un aporte tecnológico de la investigación cientí-fica en el campo proviene de la nueva fase de CTC. La empresa consiguió disminuir el tiempo entre la salida al mercado de cada nueva variedad de caña de azúcar de su programa de mejoramiento. Esto significa que el tiempo para que una nueva varie-dad pueda ser trasladada del laboratorio al mer-cado se redujo hasta seis años en el tope máximo. Hasta hace pocos años, ese lapso, que incluye una

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RD

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Esa

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Plántulas de caña preparadas en el laboratorio de ctc, en la ciudad de Piracicaba (izq.), antes de ir al invernadero (der.), desde donde van posteriormente hacia los viveros de las centrales

2007El Protocolo agroambiental

del Estado de são Paulo

anticipa el fin de

la quema de la paja de caña

2008Presentación del

Bioen-FaPEsP.

auge de la crisis

del crédito en

Estados unidos

2005Primera licitación de energía

nueva. la electricidad

producida con bagazo

representa actualmente más

del 2% del consumo en el país

2010Estados unidos clasifica la aplicación

de una etanol de caña como un biocombustible

avanzado. se crea el laboratorio nacional

de ciencia y tecnología del Bioetanol (ctBE)

2013se reanuda la aplicación de

una mezcla de un 25% de

etanol anhidro con la gasolina.

El gobierno federal implementa

incentivos para el sector

PESQUISA FAPESP z 63

Page 64: Edición Internacional 2013 - Edición 4

64 z octubre De 2013

serie de pruebas y cruzamientos de plantas, se ubi-caba entre los 12 y los 14 años, en tanto que ahora es de 8 años, según explica Marcos Casagrande, gerente de desarrollo de productos de CTC.

Desde 2007, la gran expectativa de CTC recae sobre el etanol de segunda gene-ración. Entre julio y agosto de este año

tendrán inicio las actividades de construcción de una planta en escala de demostración en el ingenio São Manoel, que tendrá una capacidad instalada para producir 3 millones de litros de etanol antes de pasar a la etapa industrial. En 2008, el proceso desarrollado por CTC para ob-tener etanol celulósico de caña fue patentado, debido a que representaba una diferencia estra-tégica con relación a los métodos utilizados por otras empresas que también toman parte en la carrera de la investigación con etanol de segun-da generación en Brasil. El proceso de hidrólisis enzimática de la celulosa presente en el bagazo y en la paja estará completamente integrado con la estructura existente en la central. Además de dis-minuir los costos, dicha integración se convierte en una alternativa para solucionar el problema de la capacidad ociosa del área de fermentación y de la destilería, dos sectores de la central que generalmente se encuentran en un nivel cercano al 30% de paralización, debido a la flexibilidad de los ingenios para direccionar la producción ora hacia el azúcar, ora hacia el etanol. “Si el etanol de segunda generación se suma a la producción de una central, se logra utilizar ese potencial pa-ra obtener un combustible más barato”, afirma Freitas. A comienzos de este año, en el marco del Plan Conjunto BNDES-Finep de Apoyo a la In-novación Tecnológica Industrial de los Sectores Sucroenergético y Sucroquímico (Paiss), se sus-cribió el primer contrato con una empresa –con CTC–, que recibió un crédito por valor de 227 millones de reales provenientes de la Financia-dora de Estudios y Proyectos (Finep), sobre un total de 2 mil millones de reales en recursos que se destinarán a proyectos hasta mediados de año.

La brasileña Granbio, fundada en 2011, también vislumbra nuevos horizontes para el etanol de se-gunda generación. Este año abrió su centro de in-vestigaciones de biotecnología sintética, con sede en el complejo del Techno Park, en Campinas, para el desarrollo de levaduras brasileñas empleadas en la fermentación industrial. Asimismo, la empresa inauguró en mayo una estación experimental para la segunda generación en el estado de Alagoas, con una inversión por valor de 10 millones de reales. La meta es que la industria de etanol celulósico de la empresa, cuya inversión asciende a 350 millones de reales, empiece a operar en febrero de 2014, con una producción estimada en aproximadamente 82 millones de litros de etanol de segunda generación,

lo que representará un aumento del 20% en la producción de biocom-bustibles de Alagoas.

Denominada caña Vertix, la nueva varie-dad de Granbio se ob-tiene con base en el cru-zamiento genético de ti-pos ancestrales de caña de azúcar con híbridos comerciales. “Tendre-mos así una caña más robusta, más resistente a las plagas y a las enfer-medades y más longeva, con un tenor de fibra y una productividad ma-yores que las de las plan-tas convencionales”, enfatiza Alan Hiltner, vicepre-sidente ejecutivo de la empresa. El investigador de la Unicamp Gonçalo Pereira, quien también es vicepresidente de tecnología de la empresa, explica que la nueva caña se empleará únicamente para el consumo de la propia Granbio. “La eficiencia de la fotosíntesis de la caña Vertix se verá reflejada en el costo de la materia prima. En el sector, aquél que domina el juego es quien cuenta con la caña más barata y eficiente”, afirma. Hasta el final de 2013 se plantarán 200 mil ejemplares, con semillas prove-nientes de bancos de germoplasmas (semillas, célu-las) de Brasil y del mundo. Los cruzamientos están actualmente a cargo del IAC y de la Red Interuniver-sitaria para el Desarrollo del Sector Sucroenergético (Ridesa). En 2014, este trabajo también se llevará a cabo en la estación experimental de Alagoas. Entre las razones de las inversiones en etanol de segunda generación a partir del bagazo y de la paja de la ca-ña, Hiltner destaca el mercado de Estados Unidos, que premia el uso de etanol celulósico, y específi-camente el de California, donde existe un adicional por tonelada de carbono capturado.

El conjunto de iniciativas alrededor del etanol de segunda generación ha sido capaz de accionar una cadena que incluye a empresas proveedoras de enzimas utilizadas en la rotura de la lignina y

“Se registra una evolución en la cantidad de asociaciones concretadas entre el Bioen-FAPESP y la empresas”, explica Mendes Souza

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PESQUISA FAPESP z 65

de las hemicelulosas de las células de la caña para la obtención de celulosa, y luego de glucosa, haciendo posible así la fermentación del azúcar para la obtención del etanol. Tal es el caso de la multinacional danesa Novozymes, fundada en 1923. En 2007, la empresa selló la asociación comercial destina-da al desarrollo de enzimas para la producción de etanol con CTC.

A su vez, en 2010, la empresa em-pezó a proveerle enzimas a Petrobras, que también cuenta con un programa de investigación en etanol de segunda generación, y en 2012, suscribió un contrato con Granbio. De acuerdo con el presidente de Novozymes pa-ra Latinoamérica, Pedro Fernandes, la crisis del sector sucroenergético llegó a afectar a la empresa, funda-mentalmente debido a que en tales momentos los clientes se retraen en lo atinente a la demanda para la producción y también al volumen de dinero que invierten. No obstante, las investiga-ciones siguieron a todo vapor. “Las crisis vienen y van, siempre, pero no ocurre lo mismo con la in-vestigación. Si hoy paramos una investigación, se produce un atraso cuya recuperación requiere más tiempo que el que dura una crisis”, explica el ejecu-tivo. Novozymes invierte 300 millones de dólares en I&D en todas sus unidades de investigación del mundo, lo que comprende también a las enzimas para el etanol en Brasil. La división de la empresa con sede en América Latina representa un 10% de su facturación global, que fue de 2 mil millones de dólares en 2012. En la actualidad hay 11 profesio-nales trabajando directamente con investigación en Brasil, dos doctores y los restantes con máster. Y se mantiene una asociación con la Universidad Federal de Paraná (UFPR), donde se realizan test con enzimas. Otra empresa que se ha abocado más atentamente a las investigaciones con caña de azú-car es la multinacional suiza Syngenta. Hasta 2006, la participación del segmento de caña de azúcar en la compañía era marginal, y tenía lugar únicamente

en la venta de productos químicos empleados para combatir plagas. Pero, a partir de 2008, un viraje hizo posible la adopción de nuevas estrategias des-tinadas mejorar tecnológicamente las plantaciones de caña, mediante la construcción de una biofábri-ca, por ejemplo, que es un lugar donde se realizan los procedimientos de mejoramiento de la planta, y que se inauguró en 2012. “La demanda de caña de azúcar en el país será de aproximadamente 1.100 millones de toneladas en 2020. La clave del éxito para la producción de etanol consiste en incrementar la productividad, cosa que también requiere investigación”, explica Adriano Vilas Boas, director global de caña de azúcar de Syngen-

ta. La Unica estima que la producción de etanol du-rante la cosecha 2013-1014 será un 20% mayor con re-lación a la anterior.

La empresa posee tres pilares sobre los que se ci-mienta la investigación re-lacionada con la caña, de los cuales uno es la multiplica-ción de materiales genéti-cos, que se realiza en Itá-polis, en el interior paulista. Allí se generan ejemplares libres de enfermedades me-diante la multiplicación del material genético, ase-gurando la sanidad de los materiales pues, cuando se multiplica la caña, el riesgo de que contraiga enferme-

dades es alto. “Multiplicamos clones de una mis-ma matriz en forma controlada”, añade Vilas Boas. Posteriormente, para multiplicar la caña en miles de muestras, se la maneja en invernaderos preser-vando el ADN, para que pueda ir directamente al campo y formar viveros. Las investigaciones en bio-tecnología, destinadas a aumentar la capacidad de transformar variedades de caña en vegetales gené-ticamente modificados, se realizan actualmente en estaciones de investigación de la compañía en Brasil. Syngenta invierte más de 1.400 millones de dólares en investigación y desarrollo en el mundo. En Bra-sil, la empresa no revela el presupuesto destinado a la caña de azúcar. Pero se sabe que cuenta con más de 100 agrónomos enfocados en asistencia para la caña y desarrollando tecnología en el campo, y un equipo dedicado exclusivamente a la investigación con transgénicos. Las asociaciones con universida-des se extienden a la Universidade Estadual Paulista (Unesp) y a la Esalq/ USP, que ayudan a validar las tecnologías, y también al IAC, en lo referente a va-riedades, mediante un proyecto conjunto destinado al perfeccionamiento de metodologías de mejora-miento y transformación de la caña. n

“cuando la investigación se paraliza, el tiempo para recuperarse es mayor que el que dura una crisis”, dice Fernandes

1 El centro de investigaciones de syngenta en itápolis, interior de são Paulo, en donde la empresa realiza la multiplicación de materiales genéticos

2 invernadero de caña de azúcar de la nueva estación experimental de granbio, en alagoas

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66 z octubre De 2013

MEDICINA y

Un nuevo inyector de contraste y la compra de un

aparato de resonancia magnética de gran potencia

contribuyen para entender las causas de muertes

Imágenes de cuerpo entero de cadáveres,

obtenidas mediante

tomografía y coloreadas en computadora

Marcos de Oliveira

Autopsia digital

La más célebre representación de una disección humana se ve en el cuadro pintado por el holandés Rembrandt en 1632. Conocida co-

mo La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp, esta pintura muestra a siete circuns-pectos alumnos de medicina observando el cuerpo de un asaltante tendido sobre una mesa con la parte interna de uno de sus brazos expuesta. Durante siglos, la medicina se valió del tipo de procedimien-to retratado por Rembrandt para conocer el funcionamiento del cuerpo humano y sus enfermedades durante el aprendizaje médico, y también como método de veri-ficación, cuando se hacía necesario, del motivo de la muerte de una persona. Pero ahora la tendencia en el mundo apunta hacia el uso de equipamientos médicos consagrados, tales como los tomógrafos y los aparatos de resonancia magnética, para “ver” la causa de la muerte de una persona sin necesidad de diseccionar su cuerpo. Con todo, aún se adolece de base científica a tal fin. Uno de los estudios más ambiciosos en tal sentido se lleva adelante en la Facultad de Medicina de la Univer-

sidad de São Paulo (FMUSP). Allí, bajo la coordinación del profesor Paulo Saldiva, uno grupo de investigadores está proban-do formas de efectuar autopsias mediante imágenes en un aparato de tomografía. A tal fin, los científicos desarrollaron, jun-to a la empresa Braile Biomédica, de la localidad de São José do Rio Preto, en el interior paulista, una bomba de inyección de un contraste que se aplica en la zona inguinal del cadáver, con el objetivo de propagar el mismo por todo el cuerpo, lo que asegura la obtención de imágenes de mejor calidad.

Los investigadores esperan dar un salto en sus estudios a partir de 2014, cuando les entreguen un aparato de resonancia magnética de alto campo magnético, el primero del hemisferio Sur, adquirido con recursos de la FAPESP, la Secretaría de Salud del Estado de São Paulo y la USP, por valor de 7 millones de dólares. “Con la evolución de la medicina y la adopción de métodos bioquímicos, la biología celular y molecular y los métodos de imágenes, la autopsia pasó a ser algo antiguo, incluso en la especialización de los médicos”, dice

PUBLICADO EN JUNIO DE 2013

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PESQUISA FAPESP z 67

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68 z octubre De 2013

la USP: está vinculado a la universidad desde 1939 por decreto estadual. Este ser-vicio recibe todos los casos que requieren la realización de autopsias médicas en el municipio de São Paulo. “Es el mayor ser-vicio de autopsias médicas del mundo. No existe otro vinculado a una universidad, y el Svoc es un organismo, al igual que el Museo Paulista o el Instituto de Medicina Tropical, vinculado a la USP. Por eso las personas que fallecen en São Paulo y ca-recen de certificado de defunción llegan acá”. Se realizan más de 13 mil autopsias anuales en el Svoc, y se llevan a cabo tam-bién allí muchos otros estudios, siempre mediante el consentimiento de los fami-liares, o en indigentes, o en cuerpos que no son reclamados por las familias; estos últimos sumaron 194 el año pasado, por ejemplo. “Por ende, tenemos todas esas autopsias a mano y podemos avanzar en nuestros estudios para aportar nuevos co-nocimientos; y además, contamos con la colaboración de todos los departamentos de la Facultad de Medicina. Hoy en día existen dudas con respecto al papel de las autopsias en lo que se refiere al conoci-miento científico. Nosotros pretendemos probar que una autopsia es sumamente útil cuando se emplean las nuevas técni-cas incorporadas”, dice Saldiva.

PARA DESCUBRIR DISCORDANCIASEn un artículo científico publicado en la revista The Lancet en 2012, un grupo de la Universidad de Oxford, Inglaterra, pre-sentó un estudio en el que se analizaron 182 casos con tomografía computarizada y resonancia y sin la realización de biopsias. “Estamos en condiciones de hacer, con el apoyo del Svoc, mil autopsias con imáge-nes y biopsias anuales. Podemos hacer autopsias mínimamente invasivas y autop-sias convencionales en un mismo cuerpo. “Creemos que la que es mínimamente invasiva es mejor que la convencional en ciertas situaciones, en tanto que en otras no lo es. Podremos definir en cada caso y saber cuándo funciona y cuándo no.”

Las bases científicas de los estudios con imágenes se encuentran establecidas úni-camente en los casos de muertes violentas. Las autopsias con imágenes surgieron en la medicina legal y, en tal sentido, Suiza fue un centro de desarrollo en el área. “Es posible mostrar lesiones, hematomas, frac-turas, dónde entró un tiro y cuál fue la tra-yectoria de la bala sin abrir al paciente; y mostrarle las imágenes al juez y al jurado.”

Saldiva, jefe del Departamento de Patolo-gía de la FMUSP. “Una autopsia da mucho trabajo: puede tardar hasta tres días con-cluírsela y es mal remunerada”, afirma. Saldiva aclara que la autopsia médica que se encuentra a la baja en el mundo es la de “muerte muerta”, y no la de “muerte ma-tada”. Es decir, existe una distinción con respecto a la medicina legal que trabaja con óbitos producto de causas violentas, tales como tiros y puñaladas, por ejemplo. En tales casos, es necesario que el cuerpo pase por el Instituto Médico Legal (IML) para que el médico forense, normalmen-te graduado también en una academia de policía, pueda efectuar sus dictámenes periciales para la investigación criminal y el debido proceso legal. “La autopsia

médica se hace en personas encontra-das sin vida en sus domicilios o en la calle, o que llegan a un servicio médico de urgencias o de guardia ya muertas, por ejemplo, y los médicos no saben la causa para emitir la declaración en el

“Con las imágenes pretendemos probar que las autopsias siguen siendo muy útiles y pueden aportar nuevos conocimientos”, dice Saldiva

1

1 Reconstrucción tridimensional realizada con base en una tomografía. En rojo, los órganos, y en tonalidades del blanco al gris, los huesos y el contraste inyectado en los vasos

2 Imágenes del corazón

certificado de defunción”, explica Saldiva. Los estudios con autopsia digital son

ambiciosos, no solamente debido a los nuevos aparatos que llegarán a la Facul-tad de Medicina, sino también porque el Servicio de Verificación de Óbitos de la Capital (Svoc) en São Paulo depende de

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PESQUISA FAPESP z 69

ción de contraste era muy cara y había que importarla. Entonces hablamos con Domingo Braile [médico cirujano y uno de los titulares de Braile Biomédica; quien puso su equipo a nuestra disposición”, dice Saldiva. “Adaptamos la bomba de circula-ción extracorpórea que fabricamos para su uso en cirugías cardíacas o de pulmón para que inyectase la solución de contras-te. Le agregamos algunos controles, fun-damentalmente con relación al flujo del líquido, al cual debe dosificárselo bien para no romper accidentalmente algún vaso”, dice Marcos Vinicius, ingeniero electróni-co y superintendente de pruebas de Braile.

UN BLINDAJE ESPECIALLa inyección del contraste permite contar no solamente con mejores imágenes, sino también saber si se han roto venas y arte-rias. “Este aparato permite desarrollar las funcionalidades que requieren nuestros proyectos con mucha habilidad y flexi-bilidad”, dice el profesor Luiz Fernando Ferraz da Silva, del grupo de Saldiva. La tecnología nacional presenta otra ventaja, que consiste en la producción de un soft-ware personalizado para la investigación. La empresa y la USP analizan la posibili-dad de solicitar una patente para el apa-rato, cuyo costo cuando esté listo se ubi-caría entre los 100 mil y los 150 mil reales.

Se está preparando también la bom-ba de inyección para que funcione con

La bomba de inyección de contraste desarrollada por Braile funcionará con el nuevo aparato de resonancia

La autopsia médica, según Saldiva, sirve primeramente para determinar la causa de la muerte de una persona. Pos-teriormente, es posible saber cuál era la enfermedad de base, y qué fue lo que desencadenó la defunción. También es posible saber si el tratamiento aplicado fue el adecuado y si hubo complicaciones terapéuticas. “Existe margen como para realizar el control de calidad hospitalario, dice. Saldiva menciona un estudio reali-zado en el Massachusetts General Hospi-tal, en Estados Unidos, mediante el cual se analizaron autopsias y se compararon la concordancia y la discordancia en los casos de muertes durante los últimos 30 años. Así se verificó que en el 10% de ellos se produjeron errores graves, que tuvie-ron incidencia en la muerte de las per-sonas. “En el hospital de la Universidad Harvard se constató un 11% de errores, en tanto que en el Hospital de Clínicas de São Paulo, fue un 15%. Por supuesto que existe un sesgo de selección de las autopsias de los casos más complicados, lo cual quizá apunte más errores que lo normal”, dice.

“Desde el punto de vista de la inves-tigación científica, la contribución de la autopsia es inimaginable. Para el análisis de cerebros, con relación a enfermedades relacionadas con la vejez, tales como el mal de Alzheimer, resulta importantísi-ma, pues no se pueden hacer biopsias de dicho órgano en personas vivas”. En ese sentido, Salvida cree que el nuevo aparato de resonancia contribuirá en la selección y en el análisis de tejidos cerebrales para el banco de cerebros que se está montan-do en la USP. Pero, a su vez, pretende ir más lejos: quiere mostrar y relacionar las muertes de cada zona de la ciudad de São Paulo. “De haber una concentración de mujeres jóvenes con cáncer de mama en determinada zona de la ciudad, es posible detectarla. Es una forma de evaluar la rela-ción entre el genoma y el medio ambiente”, dice. La idea es recabar los datos de los 13 mil difuntos y estudiar los hábitos de cada uno, saber qué comían y mapear las enfermedades, fundamentalmente aqué-llas relacionadas con la polución del aire.

En la práctica, los estudios en la Facul-tad de Medicina han llegado a una calidad importante con la bomba de inyección de un contraste constituido por iodo y po-lietilenglicol, un producto viscoso. “Nos habían recomendado una máquina suiza que costaba 100 mil euros, pero la solu-

el aparato de resonancia magnética que se instalará en un conjunto de salas del subsuelo de la Facultad de Medicina. La gestión del día a día de dichas instalacio-nes y sus aparatos se encuentra a cargo del profesor Da Silva, quien explica que es necesario contar con un fuerte blindaje con 400 toneladas de hierro alrededor de la sala de resonancia, para contener el alto campo magnético emitido. Este blindaje resulta necesario, pues sin él, las perso-nas con prótesis metálicas y marcapasos pueden sufrir problemas al pasar muy cerca de la máquina. La resonancia tiene un campo magnético de 7 teslas (T). “Los de los aparatos de uso clínico utilizados en hospitales, por ejemplo, son de 3 tes-las”, afirma. “Íbamos a comprar uno de 3 teslas, pero, a pedido de la gente de Radio-logía, compramos el más apropiado para el uso en investigaciones”, dice Saldiva. “Solamente Alemania, Estados Unidos, Inglaterra, Japón, Suiza y Francia poseen este tipo de aparatos de resonancia, que no cuentan con aprobación todavía para su uso en exámenes clínicos”, dice Silva. n

Proyecto

Plataforma de imágenes en la sala de autopsias (nº 2009/ 54323-0); Modalidad Programa de Equipamientos Multiusuarios; Coord. Paulo Hilario Nascimento Saldi-va/ USP; Inversión US$ 3.000.000,00 (FAPESP), US$ 3.000.000,00 (USP), US$ 1.500.000,00 (Fundación Facultad de Medicina) y R$ 3.000.000,00 (USP).

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Diário da Noite, el verpertino de Assis Chateaubriand,

divulgaba tecnología como parte del proyecto

destinado a acabar con el “atraso” brasileño

La prensa sensacionalista y la ciencia

En la década de 1950, los platillos vola-dores, a los que todavía no se les decía UFO u OVNI, sobrevolaban Praça da Sé, la plaza central de la ciudad de São

Paulo; la llegada de una bomba de radio, “con diez gramos del metal, por primera vez en Sudamérica”, era celebrada con un titular mayor que la huelga de los trabajadores contra el régimen de ocho horas; y a los paulistas se les advertía que “a una altura de 63 mil pies la sangre entra en ebullición”, una perspectiva terrible que atrasaba “la batalla por la con-quista de un nuevo mundo”. En un país donde todavía no había revistas especializadas en divulgación científica y la radio era el principal medio masivo de comunicación, la ciencia an-daba suelta por las páginas del Diário da Noite, el vespertino paulistano perteneciente a Assis Chateaubriand, uno de los más importantes del poderoso imperio de Diários Associados.

“Como muchos en esa época, Chateaubriand tenía en su agenda la unión nacional en pro de la modernización del país. Para él, eso pasaba directamente por el fin de la ‘ignorancia’ de las masas populares, ya sea atacando al espiritis-mo y a las religiones de origen africano, a las cuales englobaba bajo el mote de ‘macumba’, o por la ciencia, que terminaría con el ‘atraso’ nacional”, según explica la historiadora Mariza Romero, de la Pontificia Universidad Católica de São Paulo (PUC-SP). “Diário da Noite pasó a divulgar información científica para lectores legos, para nada familiarizados con la tecnolo-gía. Lo interesante es que el periódico no tenía una página fija o un suplemento a tal fin, sino que ubicaba a la ciencia en medio de las sec-

ciones de policía, política, deportes y, muchas veces, en los grandes titulares”, dice Romero.

La investigadora, quien ya había estudiado la actuación del vespertino sensacionalista en cuestiones religiosas, sociales y policiales en Inúteis e perigosos (libro editado por Educ/ FAPESP), ahora analiza su pauta científica en el marco del proyecto intitulado La divulga-ción científica y la prensa popular. “Entre 1950 y 1960, Diário da Noite logró una divulgación científica más amplia en términos de educa-ción masiva que muchos suplementos y pági-nas especializadas que estaban apareciendo en la prensa brasileña, que eran más formales y solamente llegaban a un público sumamente restringido.”

Financiado por empresarios, industriales y hacendados paulistas, el vespertino de Cha-teaubriand, cuyo una estilo sensacionalista es-taba presente desde su fundación en 1925, en los años 1950 contaba con tecnología de pun-ta, profesionales experimentados, articulistas internacionales, reportajes con impacto y noti-cias de primera mano, donde adquirían relieve las páginas policiales y los escándalos. Con un tiraje de 70 mil ejemplares y dos ediciones, se convirtió en uno de los periódicos de mayor circulación de São Paulo.

“Diário da Noite creó un fuerte vínculo con las clases populares, a las cuales, con la redemo-cratización y el incremento del consumo, pasó visualizárselas como protagonistas de la práctica política, por una parte, y como los estratos que debían ser tutelados, por otra”, dice Romero.

De este modo, sostiene la investigadora, al tiempo que se decía alineado a las reivindica-

Anuncio de la llegada de una bomba de radio a un hospital paulistano y la discusión de los científicos brasileños sobre la bomba H

HUMANIDADES MEdios dE CoMuniCACión y

PubliCAdo En MAYo dE 2013

Carlos Haag

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La ciencia era fundamental para llevar al país hacia el progreso y a la modernidad

ciones populares, y “defensor del pueblo”, el vespertino se vinculaba con los sectores de la burguesía que se preocupaban con la emergencia de esas masas. “Debido a su supuesto vínculo con la población, Diário da Noite no se manifestaba abiertamente contra la lucha de las masas. Pero mos-traba constantemente quiénes carecían de lugar en el futuro que estaba llegando y quiénes eran aquéllos que, pese a que siempre se los invitaba a ‘ingresar’ en la modernidad, estaban fuera de ella”, co-menta la historiadora.

La orientación desarrollista de los go-biernos luego del Estado Novo le mos-traba a la sociedad que la ciencia era un instrumento fundamental para conducir al país hacia el progreso económico y a la tan anhelada modernidad. Asimismo, en el Brasil de la década de 1950, las nove-dades tecnológicas –electrodomésticos, automóviles, medicamentos y maqui-narias agrícolas– llegaban al incipien-te mercado consumidor nacional. Era la ciencia al servicio del hombre, como decían las propagandas: “Mil novecien-tos técnicos altamente especializados crearon especialmente para usted la ‘su-permáquina’ aerodinámica Vigorelli”, sostenía un anuncio de una máquina de coser publicado en el Diário da Noite. En otro, una lata de pintura era celebrada como “un sensacional descubrimiento de la química”, y el lector era invitado a “interiorizarse acerca de las excepciona-

les características” del nuevo producto. “Las ideas desarrollistas entusiasma-

ban a Brasil en la era de Juscelino Ku-bitschek, y sobre este fondo ideológico más amplio se asentaba la idea de que el desarrollo tecnológico permitiría abrir la única senda hacia la real independen-cia económica del país”, sostiene Luisa Massarani, de la Casa de Oswaldo Cruz, Fiocruz, en Um gesto ameno para acordar o país: a ciência no Jornal do Commercio (1958 – 1962) [Un gesto agradable para despertar al país: la ciencia en el Jornal do Commercio (1958 – 1962)], editado por la Fiocruz. En la primera edición del suple-mento, su coordinador, Walter Oswaldo Cruz, afirmó: “Brasil no se desarrollará sin técnicos, y los técnicos constituyen el producto humano de la ciencia”.

“La divulgación científica brasileña tiene sus peculiaridades. Nunca hubo grandes inversiones estatales en ciencia y tecnología, ni tampoco en educación científica, lo que le ha dejado a los medios de comunicación la tarea de mostrarle la ciencia a una población con bajo índice de alfabetización tecnológica”, sostiene Ana Maria Ribeiro de Andrade, investigadora del Museo de Astronomía y Ciencias Afi-nes (Mast) de Río de Janeiro, y autora de A dinâmica da ciência na sociedade (Huci-tec/ Mast). “De este modo, pese a algunos esfuerzos individuales, el sensacionalis-mo constituye la principal característica de esa divulgación. La construcción de los hechos científicos aparece siempre envuelta en misterios, la genialidad está siempre presente en todos los descubri-mientos y la historia está casi siempre ausente”, evalúa Ribeiro de Andrade.

En el caso de los periódicos de Cha-teaubriand, recuerda Romero, había una mezcla extraña de sensacionalismo y di-vulgación real, como en el titular de por-tada: “El joven ve con los ojos del padre muerto”. Con ese título en enormes letras, similar al de los reportajes sobre milagros comunes en el periódico, todo hacía creer que se trataba de un artículo sin ninguna consistencia. Pero su contenido, que se ex-tendió durante tres días, denota investiga-ción, con información precisa en un texto bien escrito, aparentemente una verdadera paradoja que, empero, se erigía como una

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buena estrategia para atraer a los lectores.LoS NIñoSEn otra edición, el título avisa que científicos brasileños discutirán los efectos de la bomba H. “Curiosamente, el titular aparece exactamente arriba de la noticia que señala que ‘los niños van a sufrir por la falta de leche’ y, seguramente, en la época llamó más la atención que esa cuestión local de las madres furiosas con la política”, sostiene la investigadora.

El caso de la bomba H también re-vela la dualidad del periódico sobre la ciencia, vista al mismo tiempo como panacea para los problemas del país, pe-ro no exenta de innumerables peligros. “Repercute entre los investigadores el documento de los sabios norteameri-canos”: la posibilidad de que la energía nuclear tuviera efectos adversos llevó al vespertino a conversar con docentes de la USP. Un tanto incómodo, un exper-to como el físico Marcelo Damy afirma que “el tema escapa al campo de mi es-pecialidad”, y se pronuncia “en general contrario al uso de armas atómicas con fines bélicos”. “José Goldemberg, de la ‘Facultad de Filosofía de São Paulo’, con-versó ‘rápidamente’ con el diario sobre los efectos perjudiciales de la radioac-tividad”. “A muchos científicos no les agradaba que se los asocie con perió-dicos como el Diário da Noite, porque no quieren mancillar su reputación”,

Proyectola divyulgación científica y la prensa popular. são Paulo y Río de Janeiro en los años ‘50 (2011/ 13246-2); Modali-dad beca en el Exterior; Coord. Mariza Romero (PuC-sP); Inversión R$ 22.266,26 (FAPEsP).

ciencia”, evalúa Ribeiro de Andrade. “Creo que el Diário da Noite, en cam-

bio, le acercaba la ciencia al lector, pre-cisamente debido al uso de recursos periodísticos más populares, e incluso, y a diferencia de otros medios de divul-gación científica, expresaba también las angustias y los miedos contemporáneos con relación al desarrollo científico. Así fue como contribuyó a desmitifi-car la ciencia, lo que estimo que cons-tituye una de las marcas distintivas de mi investigación”, sostiene Ribeiro de Andrade.

De este modo, para la investigadora, el Diário da Noite, al definirse como por-tavoz de las masas populares, y a través de la divulgación científica, sacarlas a éstas de la ignorancia, promoviendo los ideales del confort, el bienestar y la fe-licidad, tan caros a los años dorados; y la ciencia se erigía así como una de las puertas de entrada a la modernidad. “Por otra parte, ésta quedaba desmitifi-cada cuando el periódico denuncia sus riesgos y sus peligros, y a su vez entre-tenía al imaginario colectivo, cuando abordaba de manera ambigua temas tales como el de los platillos voladores”, dice la autora. n

sostiene Romero. Esta débil articulación entre la comunidad científica y el perió-dico permitió que temas candentes en esa mezcla de desarrollismo y Guerra Fría prendiesen.

Algunos literalmente –como en el ca-so de los platos voladores–, frecuenta-ron muchas portadas del vespertino de Chateaubriand. “La prensa brasileña fue incapaz de ofrecerles a los lectores información suficiente como para que pudiesen reconocer fenómenos celestes y objetos voladores comunes. Sin un bac-kground científico, muchos quedaron a merced de las especulaciones de los dia-rios sensacionalistas”, sostiene el histo-riador Rodolpho Gauthier Cardoso dos Santos, quien estudió el tema en A in-venção dos discos voadores. Guerra Fria, imprensa e ciência no Brasil (1947-1958). Por eso en los matutinos, volcados a las clases media y alta, tales como O Estado de S. Paulo o Folha da Manhã, no se les daba tanto espacio a estos temas, más atentos que estaban ante la posibilidad de que se tratase de una cuestión bélica.

En general se divulgó la idea de una ciencia grandiosa e inaccesible para los ciudadanos comunes, con muchos mi-tos y científicos aislados en su compleji-dad. “Era una muralla entre la ciencia y los lectores, debido a la mitificación de la actividad científica que, junto con la idealización de ciertas personalidades, no predispuso a los brasileños a estudiar

El Diário da Noite discute de qué manera el hombre podría llegar a la luna e incorporaba a la ciencia incluso en los anuncios

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Música y

Lílian campesato en la obra Conexões dispersas/Dispersões conexas, 2011

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investigadores del proyecto Móbile

realizan una gira con el objetivo de mostrar los

resultados de la unión entre arte y tecnología

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cuando empezó a trabajar en el proyecto Móbile, en 2009, Fernando Iazzetta, docente de la Escuela de Comunicación y

Artes de la Universidad de São Paulo (ECA-USP), afirmó que pretendía “hacer un cruzamiento entre una producción teórica y una artística, para permitir que se desarrollasen trabajos de creación en el marco de esta propuesta”. En la actua-lidad, acercándose de su conclusión, los investigadores de Móbile muestran que no se han olvidado de la promesa, recién regresados de una gira internacional que exhibió los resultados del proyecto.

Fueron cinco presentaciones: en Belfast, Irlanda, en el Sonic Arts Research Centre de la Queen’s University; en el Conserva-torio de Música de Seia y en la Universi-dad de Aveiro, ambos en Portugal, y en La Haceria, en Bilbao, y en el Hangar, en Barcelona, España. “Por primera vez la

FAPESP financió una gira de músicos en el exterior. Vimos que además de los trabajos publicados, la parte artística resultante de nuestras investigaciones era tan relevante como los resultados escritos”, explica Ia-zzetta, autor de Música e mediação tecno-lógica, de editorial Perspectiva.

En el grupo que viajó, además del coordinador del proyecto, fueron Lílian Campesato, Michelle Agnes, Julian Jara-millo, Rogério Costa y Vitor Kisil, todos integrantes del Móbile. Los otros docen-tes y alumnos que no fueron estaban re-presentados por la producción artística resultante de sus investigaciones en el temático. El espectáculo presentado te-nía como título Transparência y estaba compuesto por seis escenas en las cuales se mezclaban obras “tradicionales”, con instrumentos y partituras, otras que se valían de la improvisación y tres basadas en la búsqueda de la interacción entre la

Para ver sonidos

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LA rEAccIónNo se trabaja en el proyecto con la idea de ruptura, sino con una reacción contra la tecnología como solución a todos los pro-blemas. Incluso en la música ha sido así. El propio término “música electroacústica” pone de relieve a la tecnología utilizada por ese género. A partir de los años 1980, esto pasa a ser criticado. Ahora se preten-de hacer bajar a ese arte de su pedestal, en su carácter de algo hecho para pocos y por pocos, para volverlo más accesible, más lúdico y más irónico, acercando a la música y su creación al cotidiano de la gente. La mediación tecnológica, a su vez, ha facilitado la conexión entre los elemen-tos sonoros y los visuales.

“El auditorio, en un concierto por ejemplo, asiste pasivamente frente a al-go que no logra entender por completo, en una actitud de total admiración y dis-tancia. Aun frente a un piano, la gente permanece sin comprender muy bien có-mo funciona aquella mecánica más com-pleja”, dice. La tecnología compensaría precisamente esa ausencia de virtuosis-mo en cada uno de nosotros. Surgiría un “nuevo amateurismo”, en el buen sentido del término: la capacidad de cualquiera para crear música, ya que se disolvería la asimetría existente entre quien hace y quien aprecia una obra de arte. Los apa-ratos ocupan el lugar de la técnica y la ex-perimentación reemplaza a la tradición. “Jugar con los aparatos es una experiencia en la cual el arte tiende a dejar de ser arte. Son propuestas artísticas descargadas de técnica y volcadas a la experiencia, para el juego con los materiales. A su vez, en el arte cada vez más inmerso en el uso de artilugios tecnológicos, lo que se diluye,

música, la tecnología y otras artes. En el caso de las escenas de interacción,

el grupo se valía de una mesa negra sobre la cual se instalaba una minicámara, ope-rada por Lílian Campesato. “Ella manipula objetos y así se producen variaciones en la proyección del sonido y de las imágenes, por ejemplo. En otra parte, tenemos una filmación de una plataforma del metro. Lí-lian arroja pedazos de papel y sobre ellos van apareciendo partes de la imagen, van develándose poco a poco”, dice el músico. “Procurábamos transmitir esa sensación de develar, al dotar de transparencia a las imágenes”, comenta Iazzetta.

La idea del Móbile consiste en reunir a investigadores de las áreas de música, artes visuales, artes escénicas, ciencia de la computación e ingenierías para desarrollar nuevos procesos musicales centrados en la interacción entre esos diferentes sectores, aparentemente des-conectados. En particular, el proyecto cuestiona el fetiche de la tecnología con posterioridad a los modelos iniciales de experimentalismo, cuyo enfoque se cen-traba en los estudios y en los equipos de punta. “Hubo un momento en la música

del siglo XX en que surgió un entusiasmo exagerado por las nuevas tecnologías. Se veneraban los avances tecnológicos como si valiesen por sí mismos. Para nosotros, lo que interesa es el resultado”, afirma. “Muchas veces, el exceso de tecnología puede incluso estorbar. Adoptamos la idea de low tech, la tecnología más efi-ciente que se encuentra en el cotidiano. La articulación más compleja debe estar en el pensamiento artístico y no en la ingeniería”, advierte Iazzetta.

El investigador sostiene que eso puede no parecer una novedad, pero que, aun en los grandes centros de investigación musical, lo que se ve es precisamente esa mitificación de lo high tech. Lo más importante, considera Iazzetta, es resi-tuar el rol del virtuosismo que separó al creador y al espectador en dos polos distanciados y, liberándose del compro-miso con relación a la tradición, acercar a la música a otros modelos artísticos, en un mestizaje con las otras artes. “En ese contexto puede desarrollarse una música interactiva, pues el único modo de en-trar a esa nueva forma es mediante una vivencia sensorial plena”, dice Iazzetta.

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1 Ensamble Móbile en el espectáculo Por trás das coisas, octubre de 2010

2 Ensamble Móbile presentando una obra en el evento Música? 5, en la universidad de são Paulo, en 2012

3 Michelle agnes tocando el piano preparado en el evento Música? 3, en el centro cultural são Paulo, en 2011

4 cesar villavicencio tocando la hyerflauta

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de las simulaciones de espacios acús-ticos efectuadas en ordenadores, en las cuales un grupo puede oírse incluso en una sala inexistente.

“Para nosotros el trabajo en el proyecto Móbile ha sido una oportunidad única. Por primera vez hemos logrado montar un equipo interdisciplinario de cientí-ficos, artistas y estudiantes de tecnolo-gía y artes trabajando conjuntamente en la investigación en producción artística de vanguardia”, afirma Fabio Kon, tam-bién del Departamento de Ciencias de la Computación de la USP y miembro del proyecto Móbile. “Desde el comienzo del proyecto hemos procurado aproximar la creación artística a la producción tecno-lógica de punta y explotar las sinergias posibles entre esas dos formas de conoci-miento. No es una tarea fácil, pues la ten-dencia natural de los artistas y los técnicos apunta a trabajar aisladamente; pero este proyecto ha constituido un primer paso en ese sentido. Estamos contentos con los resultados logrados, pero todavía hay que avanzar, existe un largo camino por

de manera paradójica, es la propia técni-ca”, sostiene Iazzetta.

Sin embargo, todo eso –y para que la paradoja funcione– proviene precisamen-te de la tecnología. “Trabajamos desde una perspectiva complementaria con los músicos. Tenemos muchas preguntas so-bre el sonido, que son objetivas, sin nin-gún sesgo estético. Son señales tratadas de manera científica”, sostiene Marcelo Queiroz, docente de ciencias de la com-putación de la USP, quien participa del Móbile. Además de su conocimiento tec-nológico, Queiroz es graduado en com-posición en la ECA-USP. “Pero cuando estoy del ‘otro lado’, solamente trabajo con las variables científicas en busca de una asociación horizontal con las inves-tigaciones musicales del grupo”, afirma.

De este modo, a su juicio, esta interac-ción se produce siempre que una cues-tión artística plantea un reto técnico, tal como el análisis de las señales de la voz, por ejemplo. “Prefiero ver a la mú-sica y al arte como lugares donde surgen naturalmente problemas de índole téc-nica que requieren soluciones. Al fin y al cabo, las computadoras, por ser más flexibles, brindan mayores posibilida-des de expansión y de experimentación con timbres y señales que la creación de nuevos instrumentos”, evalúa Queiroz. Para éste, la música sigue ahora por la senda que abrieron las artes visuales an-teriormente. “Desde el punto de vista de los datos sonoros, podemos modular la escucha humana, transponerla a la he-rramienta computacional. Tendremos pronto la misma síntesis sonora que se obtuvo en el pasado con los programas gráficos”, dice. Queiroz hace mención

Proyecto

Móbile: procesos musicales interactivos (nº 2008/ 08632-8); Modalidad Proyecto Temático; coord. Fernando iazzetta (usP); Inversión R$ 515.936,56 (FaPEsP).

La tecnología ayuda a quitarle la mística al acto de la creación musical

delante”, dice Kon. “Es una forma única de producción y propagación del conoci-miento, que escapa de los estándares tra-dicionales de fomento a la investigación”, sostiene el investigador. Según él, esto va más allá de los estudios musicales.

“Se habla mucho de la tecnología y de las máquinas como el envés de lo humano, como si el alma de la música fuese vendida como pichincha. Pero imaginar que una máquina le quita lo humano a la música es olvidarse de que nada es más repre-sentativo de lo humano que las máquinas que construimos”, recuerda Iazzetta. Pa-ra el músico, tratamos a la relación entre música y tecnología con un aspecto de dependencia y no de simbiosis.

Según Iazzetta, el uso de la tecnolo-gía deja de ser esencial en la actualidad, tal como lo fue en los comienzos de la música electroacústica, y se vuelve in-cidental. Sale del foco y se convierte en una herramienta destinada a crear inte-reses, y así, ayuda a desmitificar el acto de la creación musical. n carlos Haag

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Debaten en un encuentro el potencial de la eScience, con la

afirmación del importante rol que les cabe a las humanidades

Para algunos científicos, el nudo gordia-no en el desarrollo de sus teorías radi-ca en que éstas superan a los datos y las nuevas ideas no pueden verificarse debido a la falta de instrumental o de

tecnología. Para otros, como los investigadores de la genómica o de la astronomía, la angustia proviene justamente de la abundancia: el acopio de datos es tan rápido que excede a la capacidad de analizar, validar y almacenar la información. Para operar con este diluvio informacional, está surgiendo la llamada eScience, cuyo objetivo es incrementar la capacidad de análisis de grandes volúmenes de datos generados por proyectos de investigación, mediante la creación de software capaces de procesar la información recabada.

El mes pasado, la FAPESP y Microsoft orga-nizaron en São Paulo el Latin American eScien-ce Workshop 2013, para debatir el avance de este instrumental. “Los telescopios espaciales, al igual que las máquinas de secuenciación ge-nética y los aceleradores de partículas, están generando un volumen de datos nunca visto hasta ahora. Para lidiar con este fenómeno y permitir que los científicos estén en condi-ciones de operar con los datos y compartirlos, necesitamos contar con tecnologías y herra-mientas de la ciencia de la computación que nos permitan hacer ciencia de mejor manera,

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más rápido y con mayor impacto”, explica Tony Hey, vicepresidente de Microsoft Research.

“Tenemos grandes expectativas con respecto a la eScience. Si logramos usarla adecuadamente, podrá aportar grandes avance, no sólo en las in-vestigaciones, sino también en la propia manera de hacer ciencia”, dice Carlos Henrique de Brito Cruz, director científico de la FAPESP, durante la apertura del workshop, cuando advirtió que la institución pretende presentar en breve un pro-grama destinado a apoyar las investigaciones en eScience. “Tenemos una clara convicción de que uno de los roles importantes de la FAPESP es el de ubicarse a la vanguardia de la innovación y el conocimiento; por eso consideramos suma-mente importante el apoyo a la investigación en eScience, cuya aplicación en áreas tales como la de medio ambiente es inequívoca, pero también cuenta con un gran potencial de utilización en las ciencias humanas, por ejemplo”, afirma Celso Lafer, presidente de la FAPESP. Prueba de ello es que la clausura del workshop contó con una conferencia a cargo del historiador Chad Gaffield, presidente de la Social Sciences and Humanities Research Council of Canada (SSHRC), para quien la gran cuestión de la era de la tecnología consiste en saber qué nos hace humanos.

Para los expertos, Brasil no puede quedarse fue-ra de este movimiento que apunta a transformar

pUBliCaDo en JUnio De 2013

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las prácticas de investigación científica mediante el pensamiento computacional, con instrumentos científicos accionados mediante computadoras que harán de éstos amplificadores universales. Esta idea puede no parecer tan novedosa: basta con recordar a Darwin y su red de corresponsales. Con todo, si lo usual en el pasado era que los científicos trabajasen solos o con unos pocos colaboradores, la idea es que a partir de ahora, puedan compartir proyectos con centenares de colegas, apostados en cualquier lugar del planeta, formando redes internacionales de colaboradores.

La presencia de un grupo de 54 estudian-tes de posgrado provenientes de Europa, América del Norte, Latinoamérica (Bra-

sil inclusive), Asia y África, le dio un cariz jo-ven y globalizado al auditorio del workshop. Los alumnos, en general maestrandos o doctorandos, fueron seleccionados entre 240 postulantes de todo el mundo que participaron de un proceso de selección del evento. La bioinformática india Angana Chakraborty, quien realiza su doctorado en el Indian Statistical Institute, en Calcuta, por ejemplo, trabaja en el desarrollo de nuevos algo-ritmos capaces de explotar la “inteligencia” de las máquinas para acelerar el proceso de análisis de secuencias genéticas.

Investigaciones como ésta, afirma Hey, demues-tran la necesidad de reestructurar la cultura cien-tífica, a los efectos de integrar a las ciencias bioló-gicas, físicas y sociales con las ingenierías, en un movimiento interdisciplinario tendiente a juntar creación y uso del conocimiento. En medio de todo este movimiento, sostiene el investigador, es preciso también reflexionar sobre cuestiones tales como la ética, la privacidad y la seguridad cibernética. “Las humanidades y las artes deben situar en un contexto mayor a los importantes avances de las ciencias”, consigna Hey.

En la conferencia intitulada Big Data, Digital Humanities and the New Knowledge Environ-ments of the 21st Century, el canadiense Chad Gaffield abogó precisamente por la centralidad de

las ciencias humanas en estos nuevos tiempos, ya que serían las responsables de las ideas, los mé-todos y el aporte de profesionales que impactan en las industrias, cuyo input primario de cono-cimiento proviene de las así llamadas “ciencias duras”. “El nuevo modelo de innovación integra a la invención tecnológica en un contexto social, y así es como se expande la necesidad y el valor de la investigación referente a grupos individuales y sociedades”, explica el investigador.

Para el historiador, entender la tecnología es comprender el pensamiento humano y su compor-tamiento, por qué hacemos lo que hacemos y qué nos hace cambiar o permanecer siendo los mis-mos. Según él, las investigaciones muestran que la tecnología no es solamente una herramienta más, al contrario de lo que Bill Gates dijo una década atrás. Las tecnologías y las culturas se mezclan e interactúan para determinar el crecimiento eco-nómico y la competitividad, la cohesión social y el compromiso, como así también la calidad de vida.

Gaffield advierte que, como sociedad, debemos reconocer que tenemos el deber de entender las implicaciones sociales y humanas de nuestros descubrimientos, aun cuando parezcan ser pri-marios en términos científicos o tecnológicos. Hay que entender los impactos de la innovación, ya sea en cuestiones éticas, tales como el uso de células madre, o de comportamiento humano, como en el caso de la crisis económica reciente, producto de decisiones individuales, financieras y gubernamentales.

“Reconocer esta complejidad implica perca-tarse de que la construcción del futuro no es más una cuestión de pastillas mágicas, drogas milagro-sas, arreglos tecnológicos y soluciones fáciles. El significado de una tecnología ahora depende de las relaciones con el medio al que ésta se vincula. La sociedad importa y la tecnología depende del contexto que le asigna significado a las nuevas formas de hacer las cosas”, dice el historiador.

De este modo, afirma, la economía de internet ha dejado de pertenecer a los constructores de la estructura que hizo posible la era digital. La

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antorcha pasó a otras manos: el futuro ahora les pertenece, al menos por igual, a los que emplean la tecnología, a las personas creativas, a los pro-veedores de contenidos, a los a los trabajadores, a todos aquéllos que aprendieron a apropiarse de imágenes, sonidos, ideas y conceptos y compar-tirlos digitalmente.

“Basta con ver las colaboraciones interdisci-plinarias de filósofos con biólogos, ingenieros y artistas para interpretar las dimensiones éticas, legales y estéticas de las tecnologías biomédicas, y geógrafos en conjunto con demógrafos y econo-mistas repensando políticas públicas para la agri-cultura, o empresarios identificando cuestiones críticas que serán investigadas por estudiosos del desarrollo sostenible”, recuerda Gaffield.

Así las cosas, el canadiense plantea una nueva forma de pensar la era tecnológica en que vivimos. “Una nueva manera de

entender estos cambios profundos por los que pasamos consiste en repensar qué es ser huma-no”, afirma. Para que las ciencias humanas den cuenta de esta tarea, también deben adecuarse a los nuevos tiempos. Gaffield sostiene que es nece-sario redefinir la enseñanza y la investigación. En los programas que desarrolla junto a su grupo, se están abandonando las antiguas distinciones entre investigación pura y aplicada y de investigación estratégica y aquélla que presumiblemente no lo es. También rechazan cualquier jerarquía de tipos de actividad de investigación en términos de prestigio o importancia.

Lo propio vale para la expansión del aporte académico más allá del énfasis familiar en los artículos publicados en revistas académicas o li-bros, para incluir formas diversas de movilizar el conocimiento dentro y fuera del campus. Según Gaffield, la investigación científica debe ser rede-finida y hay que pasar de una epistemología de la especialización a las “múltiples epistemologías”: las humanidades digitales se preguntan ahora cómo es posible interpretar un millón de libros.

Hasta hace poco tiempo, consigna Gaffield, los estudiosos de las humanidades creían que com-partir su conocimiento con no expertos era re-bajarse. Los académicos de hoy reconocen que la comunicación eficaz allende grupos especializa-dos constituye un desafío retórico complejo. Los nuevos docentes se especializan en el uso de las posibilidades de la era digital. De este modo, ade-más de escribir para colegas y alumnos, muchos más académicos abastecen ahora al público con contenidos de cursos online, podcasts y medios sociales para difundir información, estimular el debate y hacer avanzar el conocimiento y el saber.

En el futuro, cree el investigador, los estudian-tes no verán más una línea divisoria entre el tra-bajo con humanidades o con tecnología. Como

resultado de las nuevas redes y del acceso a la información, la carrera de grado está rápidamente transfor-mándose en un grado de investiga-ción, al menos en las universidades que pretenden preparar a sus alum-nos para los retos de este siglo.

Para Gaffield, hasta hace poco, el flujo global dominante era de mano única, con antiguas colonias y paí-ses en desarrollo mirando hacia los centros cosmopolitas para liderar esfuerzos de investigación y educar a sus mejores alumnos. Ahora las corrientes son multinacionales y no están claramente distribuidas. Los líderes de las antiguas instituciones de prestigio saben que éstas pueden quedarse atrás. Al mismo tiempo, nuevos talentos y el desarrollo de conocimiento en otras regiones pue-den ayudar a erigir sociedades en la nueva era que no se vean sujetas al viejo circuito del saber. En otras palabras, para Gaffield, la internacionalización de la educación y de la investigación se ha transformado en la ca-racterística central de las estrategias nacionales del siglo XXI.

El investigador pone de relieve la observación realizada en el OECD Global Science Forum Re-port on Data and Research Infrastructure for the Social Sciences 2012, intitulado New Data for Understanding the Human Condition: “Las entidades nacionales de apoyo a la investigación científica deben colaborar internacionalmente para dotar de recursos a los investigadores, con el fin de promover el potencial necesario y de-sarrollar nuevos métodos destinados a la com-prensión de las oportunidades y limitaciones que ofrecen las nuevas formas de datos y tecno-logías, para dar cuenta de importantes áreas de investigación”. Entre los temas fundamentales, insiste Gaffield, se encuentra el descubrimiento de aquello que nos hace humanos. “Es la cuestión que nunca se ha respondido adecuadamente y que está en el centro de esta nueva era en que vivimos”, advierte. n carlos Haag

para chad Gaffield, una de

las formas de entender la nueva

era de la tecnología

consiste en pensar qué nos hace humanos

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82 z octubre De 2013

ARTe

Como se hacía antiguamente

El dibujo a tinta china con plumilla y sombreado con líneas es una

técnica que los artistas emplean escasamente en la actualidad en las

ilustraciones científicas. La ilustración que aquí se ve obtuvo el primer

lugar en el concurso internacional Margaret Flockton Award for

Excellence in Scientific Botanical Illustration este año, un premio del

Royal Botanic Garden de Sídney, Australia. El biólogo ilustrador

Rogério Lupo dibujó este ejemplar de la especie Vellozia perdicipes,

encontrada en Minas Gerais, como parte integrante de un artículo

científico que publicará Renato de Mello-Silva, del Departamento de

Botánica del Instituto de Biociencias de la Universidad de São Paulo.

PUBLICADO EN JUNIO DE 2013

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