Zahn, Timothy - Star Wars - El Alzamiento Del Imperio - Encuentro en La Niebla

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Encuentro en la NieblaTimothy ZahnLos dos ltimos saltos haban sido marginales, patinando el Starwayman directamente hacia el borde de espacio conocido e incluso un poco ms all. La teora, al menos hasta donde la mente ofuscada en fatiga de Booster Terrik poda recordar, era que ningn comandante estara lo suficientemente loco como para arriesgar un Destructor Estelar clase Victoria persiguiendo a un contrabandista don nadie dentro de territorio no cartografiado. Hasta ahora la teora no haba funcionado. Tal vez el tercer intento sera el talismn que tan desesperadamente necesitaban. O tal vez el tercer intento sacara al Starwayman del hiperespacio en el momento justo para hacerse pedazos sobre una masa del tamao de un planeta. Haba razones por las que saltar a ciegas dentro del espacio desconocido era considerado una idea estpida. Al lado de Terrik, su socio Borloviano, Llollulion, dio un silbido de cinco escalas. S, de acuerdo dijo Terrik, agarrando las palancas del hiperimpulsor e intentando no pensar en el sistema estelar desconocido y sus masas desconocidas de tamao planetario directamente delante de ellos. Veamos si tal vez han sido lo suficientemente listos para rendirse esta vez. Empuj hacia adelante las palancas, y el cielo moteado del hiperespacio se desvaneci en lneas estelares y luego en un cielo estrellado. Directamente delante, la estrella del sistema era un diminuto disco distante llameando con una luz blancoamarillenta. Sujetndose, Terrik mir con atencin en la pantalla de popa: Y con un parpadeo de pseudomovimiento, el Destructor Estelar apareci detrs de ellos. Terrik suspir, demasiado exhausto incluso para maldecir. As que eso era todo. No podra perder al Destructor Estelar, no lo podra rebasar, y tan seguro como que existan los mynocks, no podra vencerle... Las opciones se haban reducido a rendirse, o ser reducidos a tomos. Slo poda esperar que la ltima opcin no fuese la nica en la que el comandante de all atrs estuviera interesado. Llollulion dio un gorjeo repentino de tres escalas. Ests bromeando. Terrik frunci el ceo, girndose para mirar. Dnde? Llollulion seal fuera de la carlinga a la derecha con las plumas de su barba. Era un planeta, todo correcto: tamao adecuado, suficientemente cerca de su sol primario

para una temperatura adecuada, su borde borroso, evidencia de una atmsfera razonablemente gruesa. Y estaba a apenas diez minutos de vuelo a toda potencia. Llollulion trin otra vez. As es, socio, coincidi Terrik, dando potencia a los motores sublumnicos y girando el Starwayman hacia estribor. No podran escapar, dejar atrs, o vencer a sus perseguidores. Quiz pudiesen esconderse de ellos. El objetivo ha cambiado el rumbo, Capitn llam una voz desde el foso de la tripulacin. Se estn escapando hacia ese planeta. Entendido dijo el Capitn Voss Parck a travs de sus apretados dientes mientras vea a su presa esforzndose por descender al planeta. Por supuesto los contrabandistas partan rumbo al planeta qu otras opciones tenan? Haba anticipado este movimiento desde el momento en el que el Strikefast haba salido de hiperespacio, y ya haba dado rdenes para contrarrestarlo. rdenes que inexplicablemente an no haban sido efectuadas. Teniente, qu est reteniendo a esos cazas TIE? El Control del hangar comunica que estn teniendo problemas para soltarlos de sus soportes, seor, dijo el oficial. Tienen dos libres, pero el resto Tienen dos libres? le cort Parck. A qu estn esperando? Lncenlos! S, seor. Parck camin impetuosamente por el corredor, maldiciendo cruelmente bajo su respiracin. Entre los tcnicos con la cabeza en las nubes que insistan continuamente en redisear equipo perfectamente funcional y los oficiales atados a las normas, que no tenan el cerebro para modificar el procedimiento estndar de lanzamiento cundo era necesario, la Flota entera se deslizaba directamente a los tubos del depsito de basura. Pero eso cambiara pronto. Apenas una semana antes las noticias haban llegado al Borde Exterior que el Presidente Palpatine se haba declarado a s mismo Emperador del Imperio recin reestructurado, y personalmente se haba comprometido a hacerse cargo de este desorden. Algunos de los oficiales de mayor rango de la Flota ya haban quedado gravados expresando sus reservas acerca de toda la situacin; Por su cuenta, Parck no tena ninguna duda de que Palpatine y su poltica visionaria pronto pondra las cosas en forma. Un movimiento fuera del arco del estribor atrajo su atencin: Los dos cazas TIE, finalmente dirigindose hacia su persecucin tarda de los contrabandistas. Mir hacia atrs a la nave presa, hizo un rpido clculo mental. Dgale al Control del hangar que ponga el resto de esos cazas en el espacio, orden al oficial de comunicaciones. La presa va a conseguirlo antes de que estos

dos la atrapen. Vamos a tener que ahumarlos. Pero no los ahumara. Esa nave llevaba una carga, que l sospechaba que era para uno de los pequeos pero ruidosos grupos de resistencia que haban estado surgiendo ltimamente en contra del Nuevo Orden de Palpatine. La posicin de ese grupo sera un buen premio para presentar al nuevo Emperador... y l y el Strikefast no haban venido hasta aqu, dentro de Espacio Desconocido, slo para perder ese premio. Estaban en la parte alta de la atmsfera, buscando un buen lugar para esconderse, cundo Llollulion comenz a recibir las emisiones de energa. Uh-oh, murmur Terrik, lanzando una rpida mirada a la pantalla mientras luchaba con los controles en contra del golpeteo atmosfrico. Era una fuente de energa, de acuerdo, situada en mitad de un bosque ecuatorial a un cuarto del camino del horizonte planetario. Nada bien. Doble nada bien. Llollulion multitrin una pregunta. Porque es justamente el tamao correcto para un generador de energa de una base pequea, por eso, le dijo Terrik. Aqu afuera en medio de la nada, eso significa que o es una base contrabandista o una base pirata. O tal vez incluso un pequeo puesto exploratorio de la Flota. Independientemente, no es nadie que se alegre de vernos. Aun as... Terrik se mordi pensativamente el labio. Esos dos cazas detrs de ellos se acercaban cada vez ms minuto a minuto; Aunque dirigiese al Starwayman a tierra ahora mismo podran fijar el blanco en la central de energa de la nave antes de que pudiese apagarlo todo. Pero si se diriga ms all de la otra fuente de energa primero, haba una oportunidad que frustrara los sensores de los perseguidores lo suficiente para dejarle escabullirse sin que su aterrizaje fuese localizado. Vala la pena intentarlo, de todas formas. Aguanta, estoy cambiando el rumbo, le avis a Llollulion, lanzando el Starwayman en un deslizamiento plano lateral. Tienes ya la triada en lnea? El Borlovian trin un afirmativo. De acuerdo dijo Terrik. Tan pronto como esos cazas se pongan a tiro, mira lo que puedes hacer para eliminarlos. Haban alcanzado el bosque y volaban sobre las copas de los rboles cuando Llollulion intervino con la trada lser del Starwayman; Y enseguida fue obvio que los cazas TIE perseguidores no haban pasado el suficiente tiempo en el entrenamiento de combate atmosfrico. Media docena de intercambios de intenso fuego lser, y Llollulion trin un silbido de siete escalas de triunfo. S, genial gru Terrik, sintiendo una gota de sudor rodar por su mejilla mientras se inclinaba sobre los controles. Uno de los cazas TIE era ya una masa resplandeciente de escombros en el bosque detrs, lejos de ellos, y el otro estaba girando fuera de control unos cien metros a estribor, dirigindose rpidamente hacia abajo, hacia el mismo olvido. Pero el Starwayman haba recibido algunos daos, tambin, y estaban casi en la fuente de energa desconocida justo delante. Los habitantes habran sido alertados

seguramente de las naves entrantes a estas alturas. Si no estaban interesados en recibir compaa... El segundo caza TIE desapareci entre los rboles con un choque tremendo; Y un instante despus, el Starwayman era disparado sobre un pequeo claro. Terrik vio momentneamente una sola casa pequea, algo que le pareci un cobertizo de almacenamiento a un lado y un par de cajas metlicas grandes en el otro Y entonces lo pasaron, otra vez sobre el bosque y dirigindose hacia una lnea de acantilados a una corta distancia. Llollulion trin urgentemente. Dame un segundo, de acuerdo? gru Terrik hacia atrs, lanzando al Starwayman bruscamente a la izquierda. No me he olvidado que vamos a aterrizar. Qu, quieres que aterrice justo al lado de ese lugar, all atrs? Llollulion se apacigu, gruendo audiblemente para s mismo. Pero a Terrik no le import. El truco haba surtido efecto tal vez y eso era todo lo que contaba. El Starwayman estaba en una de las cuevas del acantilado, oculto a la vista y apagado, antes de que la siguiente ola de cazas TIE pasara sobre sus cabezas. Estas no son la voz del Capitn Parck entr misteriosamente en las orejas de Coronel Mosh Barris precisamente las noticias que quera escuchar, Coronel. Est completamente seguro de esto? S, seor dijo Barris, contemplando las altas cajas rectangulares que se alzaban al lado de la casa que haban encontrado en el claro, con un sabor agrio en su boca. Slo las marcas en los generadores de energa dicen suficiente nuestro droide traductor 3PO nunca haba visto nada parecido. Eso no prueba nada necesariamente, persisti Parck. Estos bordes ms cercanos del Espacio Desconocido seguramente han sido penetrados por comerciantes ocasionales o contrabandistas. sta fcilmente podra ser la casa o el retiro de alguien como un humano o un aliengena conocido, quien justamente acert a recoger a un par a lo largo de su ruta. Eso es posible, seor, dijo Barris. Pero creo que improbable. Los edificios mismos parecen haber sido construidos con materiales no locales, pero un buen nmero de los contenidos son tambin de origen desconocido. Mi suposicin es que estamos viendo el superviviente de una nave estrellada. Que luego se alej a alguna parte y muri Parck se quej. Eso si no corri cundo nos oy llegar, dijo Barris. No podemos decir cunto tiempo ha estado desierto el lugar. De cualquier manera, nos quedamos con el hecho de que definitivamente es un campamento aliengena. Hubo un siseo dbil de un suspiro en las orejas de Barris. Un suspiro, y el indicio de una maldicin bajo eso. Y por consiguiente atascados con las ordenes UAE.

S, seor Barris estuvo de acuerdo, secundando silenciosamente la maldicin del capitn. La seccin Encuentros con Aliengenas Desconocidos de las rdenes de a pie, eran una reliquia de los das de gloria de la Repblica, cundo una nueva especie aliengena estaba siendo descubierta cada semana y el Senado se afanaba demasiado en su ansia de otorgar plenos privilegios de membresa a cada criatura peluda o cubierta de tentculos con la que un Acorazado o un crucero Carrack tropezara. La Flota moderna no tena asuntos manejando tales tareas, y menos inters en hacerlo, y el Alto Mando lo haba dicho repetidamente. Barris haba odo rumores de que Emperador Palpatine haba asegurado en privado al Alto Mando que el peso de las anticuadas rdenes de contacto pronto sera abolido. Pero por el momento todava estaban en vigor, y muchos ms Senadores las apoyaban. Lo que significaba que no haba nada que hacer sino obedecerlas. Muy bien Parck gru. Parece que van a pasar al menos una noche all abajo, ser mejor que sus hombres se pongan cmodos. Reunir un equipo de tcnicos de anlisis y los enviar a echar un vistazo. Est alerta por si su nufrago regresa. Lo haremos le asegur Barris. Qu pasa con los contrabandistas? Los cazas TIE aun los estn buscando dijo Parck. Si no han localizado la nave para cuando haya acabado all, cambiaremos a una bsqueda por tierra. Coronel Barris? Una voz ansiosa entr en el circuito. Soy el Teniente Kavren en el lugar de impacto del caza TIE justo al oeste del campamento. Siento interrumpir, seor, pero realmente pienso que debera ver esto. Barris frunci el ceo a travs del claro, hacia donde las luces del personal de bsqueda podan ser vistas ocasionalmente, iluminando zarcillos de niebla vespertina que comenzaba a flotar en el aire, a travs de los rboles. l no habra calificado a Kavren como un tipo excitable, pero haba notado un desasosiego definido en la voz del hombre. All estar dijo l. Con su permiso Capitn? Contine, Coronel dijo Parck. Hablaremos ms tarde. La reflexin de las luces desde la niebla era de alguna manera engaosa, pero no era ms que una caminata de tres minutos desde el borde del claro hasta la negra cuchillada donde el caza TIE haba llameado hacia el suelo y hacia su muerte fogosa. Unos pocos segundos ms en el aire, pens Barris agriamente, y no habra quedado nada del campamento aliengena que pudieran estudiar. Una pena. Kavren y cuatro soldados estaban esperando cuando Barris les alcanz. La espalda del teniente estaba tiesa de manera poco natural; Las caras de los soldados estaban sombras bajo los bordes de sus cascos negros. Yaciendo en la hierba a sus pies estaba la forma floja del piloto muerto del TIE, su traje de vuelo quemado y roto. Le encontramos aqu mismo, Coronel dijo Kavren, gesticulando hacia el traje de vuelo. Varios metros fuera de los escombros. Eche un vistazo.

Barris se arrodillo al lado del cuerpo. El casco haba sido aflojado del cuello del traje de vuelo, y el largo cierre delantero estaba abierto. Y el traje de vuelo relleno con Qu demonios-? demand, mirndolo con el ceo fruncido. Es hierba, seor confirm Kavren, con un estremecimiento leve en su voz. Hierba, hojas, y un montn de esas bayas rojas olorosas. Y eso es todo. El cuerpo ha desaparecido. Barris mir a su alrededor en los rboles y los zarcillos de niebla flotando entre ellos en la suave brisa, con un nudo en el estmago. Le han buscado? Todava no, seor dijo Kavren. Pens que sera mejor alertarle primero. Si hay salvajes en el rea... No termin la frase, pero realmente no fue necesario. Como la mayora de oficiales del Flota, Barris haba tenido su parte de enfrentamientos con salvajes nativos. Mayor Wyan? llam en su comunicador, enderezndose. Aqu el Coronel Barris. S, Coronel la voz del comandante entr en sus orejas. Quiero un permetro de tropas colocado alrededor del campamento inmediatamente orden Barris. Algo fuera de lugar en la base de un arbusto atrap su atencin, y avanz para tener una mejor visin. Era la mochila de supervivencia del caza TIE, abierta. Tenemos que sacar a los salvajes nativos fuera de aqu. Entendido dijo Wyan, su voz repentinamente enrgica y profesional. Haba tenido experiencia con salvajes nativos, tambin. Hay un transporte de tropas casi listo para dejar al Strikefast; Les llamar y les pedir que pongan otro escuadrn de soldados a bordo. Mejor que sea un pelotn le dijo Barris, agachndose al lado de la mochila de supervivencia y abrindola. Parece que se han hecho con el blaster del piloto, los paquetes de energa de repuesto, y las granadas de impacto. Estupendo gru Wyan. Primitivos con armas. Precisamente lo que necesitamos. Tal vez sean lo suficientemente considerados como para hacerse pedazos a s mismos antes de que se acerquen a nosotros dijo Barris, recogiendo la mochila y levantndose de nuevo. Siempre podemos tener esperanza, seor. Wyan estuvo de acuerdo. Empezar con los procedimientos de seguridad de inmediato. Bien. Barris fuera. Barris volvi hacia atrs, hacia el grupo de soldados y tedi la mochila de supervivencia recuperada a Kavren. Quiero el traje de vuelo y sus contenidos de vuelta al campamento para su estudio, Teniente. Despus lleve a algunos soldados y empiece investigando el rea. Quiero encontrar el cuerpo del piloto.

Seor dijo el Mayor Wyan, aproximndose a la mesa de examen y cuadrndose brevemente en un saludo. El permetro de seguridad est en posicin. Bien dijo Barris, mirando a travs del techo del dosel transparente hacia el cielo. A tiempo, tambin. Era plena noche, y con el anochecer inevitablemente venan depredadores nocturnos. Sin mencionar nativos poco amistosos. Alguna noticia del equipo de bsqueda? Todava ningn rastro del cuerpo del piloto dijo Wyan. Han encontrado un montn de pedazos y piezas de la mochila de supervivencia, sin embargo, estaban dispersos como si los animales hubieran estado con ello. Tal vez nuestros primitivos slo lo hicieron trizas sin quedarse realmente nada. Tal vez dijo Barris. Pero hasta que encontremos realmente ese blaster, sugiero que contine asumiendo que alguien nos est apuntando. S, seor. Wyan gesticul en la mesa. As que eso era lo que estaba en el traje de vuelo? S dijo Barris, mirando a la coleccin de vida vegetal difundida sobre la mesa del examen y a los dos tcnicos que seguan cribando a travs de eso. Un aroma extrao empapaba el aire, probablemente de las bayas que haban sido aplastadas para el anlisis . Hasta ahora parece solamente hierba local, hojas y esas bayas. Algn tipo del ritual religioso, tal vezY sin previo aviso, all estaban el destello y el estruendo de una explosin tras ellos. A cubierto! grit Barris, girando y agachndose mientras desenfundaba su blaster. A medio camino del borde del claro un parche de hierba fue abrasado por el incendio desatado por la explosin; ms all de eso, los soldados corran hacia la parte ms cercana de la lnea de seguridad, con los blasters desenfundados y listos. Alguien hizo parpadear un foco desde atrs de Barris, la luz brillante barriendo a travs del bosque y encendiendo los gruesos zarcillos de niebla que fluan entre los rboles. Barris sigui el punto de luz con sus ojos, agarrando su blaster con fuerza intentaba vislumbrar el enemigo que los atacaba- Y fue lanzado al suelo cuando una segunda explosin vino prcticamente de detrs de l. Coronel! oy que Wyan gritaba a travs del pitido en sus odos. Estoy bien grit Barris en respuesta, retorcindose sobre su estmago. Un golpe magistralmente directo: La coleccin de hierbas y hojas en la mesa de examen estaba ardiendo brillantemente, la mesa misma estaba notablemente ladeada por la explosin. En el suelo, detrs de eso, los dos tcnicos estaban tendidos sobre sus estmagos, haciendo lo mejor posible para introducirse en la hierba. El canal general del comunicador haba cobrado vida con informaciones y rdenes concisas. Barris se mantuvo fuera de eso, quedndose donde estaba y sujetndose para la tercera explosin inevitable.

Pero lo inevitable no ocurri. Los soldados han inspeccionado todo el permetro inform Wyan un minuto ms tarde, gateando ms cerca del lado de Barris. Estn haciendo una bsqueda completa de los primeros veinte metros de bosque, pero hasta ahora no hay nada. Quienquiera que fueran, parece que se han ido. Considerando que aparentemente nadie vio nada la primera vez, el hecho de que no ven nada ahora no es muy tranquilizante replico Barris, ponindose en pie con cuidado y sacudindose con su mano libre. Se est poniendo bastante brumoso all afuera dijo Wyan. Hace que la visibilidad sea escasa. Nuestros nativos no parecen estar teniendo ningn problema con eso dijo Barris con crueldad. Qu diablos fueron esas explosiones, de todos modos? No fueron lo suficientemente poderosas para ser granadas de impacto. Estoy de acuerdo, seor dijo Wyan. Mi suposicin es que fueron clulas de energa de blaster con las clavijas de sobrecarga arrancadas. Un sentimiento extrao tembl hacia abajo por la espalda de Barris. Eso no suena como algo que los salvajes podran imaginarse dijo. Lo s estuvo de acuerdo Wyan. Supone que nuestro aliengena ha regresado? Barris se qued con la mirada fija en la oscuridad del bosque. O si no, lo han hecho nuestros contrabandistas. Mm dijo Wyan atentamente. Cree que tratan de ahuyentarnos? O que corramos en crculos. Barris regul su comunicador del casco para largo alcance. Strikefast, Aqu el Coronel Barris. Aqu el Capitn Parck la voz de Parck lleg inmediatamente. Qu est ocurriendo all abajo? Fuimos atacados le dijo Barris. Dos explosiones en el campamento, ninguna caus dao significativo. Los atacantes? Ni rastro de ellos hasta ahora. An estamos buscando. Tal vez lanzaron los explosivos desde lejos en una trayectoria elevada dijo Parck. Har que un ala de cazas TIE haga una pasada. Est preparado Barris apag el comunicador y volvi a la mesa del examen. S; alguna clase de catapulta potente, disparada desde ms all del permetro de seguridad. Eso explicara que nadie hubiese visto nada.

Se detuvo, contemplando las tiras del desgarrado dosel, ondeando suavemente en la brisa. No, eso no funcionaba. Cualquier cosa viniendo desde arriba habra tenido que pasar a travs del dosel antes de golpear la mesa. No pudo haber hecho eso sin que hubiesen odo algo. No? Algo se movi en el borde del campo visual de Barris. Desenfund bruscamente su blaster, pero slo era alguna pequea criatura escurrindose a travs del claro. Mayor Wyan? llam. S, Coronel? dijo Wyan, caminando alrededor del morro del transporte de tropas. Coloque algunos focos arriba, orden Barris, sealando hacia los rboles. Quiero el todo el borde del bosque iluminado como el interior de una chispa- eso debera ayudar a disipar algo de esta niebla. Tambin, afine la pantalla del sensor del hemisferio. No quiero ms explosivos llegando sin que al menos sepamos que vienen. La respuesta de Wyan se perdi en el rugido repentino cuando un par de cazas TIE pas como un rayo sobre las copas de los rboles. Qu? pregunt Barris. Deca que hay muchas aves y cosas del tamao de un ave volando alrededor repiti Wyan. Tambin pequeos animales terrestres, casi me torc un tobillo pisando uno hace un minuto. Si afinamos la pantalla demasiado, tendremos alarmas activndose toda la noche. Barris hizo una mueca; Pero el mayor estaba en lo correcto. Bien, entonces olvdese del afinamiento gru. Solamente coloque esas lucesY de repente, directamente delante, los rboles prximos fueron dibujados por una bola de fuego haciendo erupcin en el bosque a lo lejos. Qu dem-? ladr Wyan. Choque de cazas TIE! contest Barris, encendiendo su comunicador desenfrenadamente. Equipo de choque al transporte de tropas ahora! Apag su comunicador, y estaba empezando a maldecir, cundo el trueno distante del choque pas a travs del campamento. Tiene alguna idea de qu lo derrib? pregunt la voz de Parck en las orejas de Barris. Todava no, seor dijo Barris, su estmago agitndose con una clera hirviente . El equipo de emergencia regresaba con la varilla de grabacin del caza. Y el cuerpo del piloto. Parck dijo algo bajo su respiracin. Por lo menos lograron llegar antes de que los nativos tuviesen tiempo de robarlo. No, seor, no alcanzaron el cuerpo dijo Barris. Pero tuvieron tiempo de registrar de arriba abajo su mochila de supervivencia otra vez. El equipo de emergencia la encontr forzada y su contenido esparcido por todas partes, como la ltima vez.

Y ningn signo del blaster, clulas de energa, o granadas de impacto? No, seor. Por un momento hubo silencio en el canal, y Barris se encontr contemplando el bosque a travs del campamento. Los reflectores que haba encargado haban sido colocados justamente dentro del claro, baando el bosque en resplandor. Los insectos y las aves nocturnas abundaban y zumbaban a travs del rea, claramente confundidos por la luz del da artificial, los de mayor tamao lanzando sombras veloces contra los rboles. Usted es el hombre en escena, Coronel dijo Parck por fin. Pero en mi opinin, esto ha ido ms all de nativos volvindose una molestia. Est seguro que los contrabandistas no estn involucrados? Eso me pregunto yo, Capitn dijo Barris. Puede ser que haya algo cerca que no quieren que encontremos y estn tratando de arrinconarnos aqu. Eso podra explicar los ataques Parck estuvo de acuerdo. Qu hay acerca del traje de vuelo relleno de hierba? Probablemente una distraccin dijo Barris. Algo para convencernos de que slo estbamos tratando con nativos primitivos. A menos que estemos tratando con ambos, contrabandistas y primitivos sugiri Parck. Eso podra- un minuto se interrumpi a s mismo. Coronel, examin el traje de vuelo? Yo- Barris frunci el ceo. Ahora que lo menciona, seor, creo que no. Estbamos ms interesados en Vaya a mirarlo ahora le cort Parck. Concretamente, compruebe si el comunicador ha sido quitado del casco. Tom un par de minutos encontrar dnde haban almacenado los tcnicos el traje. Llev diez segundos ms confirmar que de hecho el comunicador faltaba. Pequeas serpientes inteligentes murmur Parck cuando Barris le hubo dado las noticias. Uno incluso podra decir inspiradas. Qu hay acerca del segundo traje de vuelo, el que acaban de traer de vuelta al campamento? Est siendo comprobado ahora le dijo Barris, mirando hacia donde el Mayor Wyan y uno de los soldados estaban sobre eso. Mayor? El comunicador sigue aqu confirm Wyan. No han debido de tener tiempo de quitarlo. O decidieron no molestarse seal Barris. Podran estar oyendo a escondidas nuestras comunicaciones. No por mucho tiempo dijo Parck con una mueca de satisfaccin. He

ordenado que desconecten el circuito en el que est ese comunicador. S, seor dijo Barris, sobresaltndose. Era suficientemente malo que los contrabandistas hubiesen llegado tal lejos con su robo. Pero que su comandante fuese el que lo pusiese al tanto.... An deben estar en la zona. Organizar algunas patrullas y tratar de hacerles salir. Eso puede esperar, Coronel dijo Parck. De hecho, preferira que se quedara quieto hasta las primeras luces. Sus sensores se vern limitados en el bosque, y no tiene sentido exponer a sus hombres a una emboscada en la oscuridad. Como desee, Capitn dijo Barris, sintiendo arder su cara. Bien dijo Parck. Hablaremos ms por la maana. Buenas noches, Coronel. Permanezca alerta. S, Seor dijo Barris entre sus apretados dientes. Buenas noches, Capitn. Apag el comunicador. No parece que el Capitn tenga una opinin muy alta de nuestros soldados dijo el Mayor Wyan, llegando a su lado... Puede culparle? replic Barris. Dadas las circunstancias, supongo que no concedi Wyan. Y ahora qu? Haremos que nuestros amigos contrabandistas se arrepientan de haberse enredado con nosotros gru Barris. Lo primero que quiero que haga es comprobar dos veces el permetro de seguridad otra vez- no quiero nada ms llegando esta noche. S, seor. Y despus? Barris mir al bosque brillantemente iluminado, una oleada fresca de clera se mezclaba con humillacin en su estmago. Ningn contrabandista iba a dejarle en ridculo. O si lo haca, no iba a vivir para disfrutarlo. Despus, usted y yo vamos a sentarnos con los mapas de reconocimiento areo, los datos de largo alcance rastreados por el Strikefast, y cualquier otra cosa que podemos poner en nuestras manos. Y vamos a imaginar cmo encontrar a esos contrabandistas. Casi inaudible sobre las ocupadas vibraciones de los insectos, otra explosin distante fue a la deriva lentamente en la brisa fresca de noche. Terrik hizo una pausa en su trabajo, dirigiendo una oreja hacia la boca de la caverna y escuchando intensamente. Era la cuarta explosin en las ltimas cinco horas, por su cuenta, sin contar esa nave estrellada poco despus de la puesta de sol. Ninguna de las explosiones haba sonado tan cerca de ellos como la primera. Eran los Imperiales, por supuesto. Pero a qu demonios estaban jugando? Una sombra se movi silenciosamente contra de la luz de las estrellas a travs de la

boca de la cueva. Reflexivamente, Terrik trat de alcanzar su blaster; relajndose cuando vio que slo era Llollulion. Has visto algo? pregunt suavemente. El silbido de cinco escalas del Borloviano fue igualmente suave, y tan negativo como cada una de las veces anteriores. Ya sabes, esto no tiene ningn sentido se quej Terrik, caminando al lado de su socio y mirando fijamente al bosque nublado de abajo. No hay suficientes explosiones para ser una dispersin de impacto. Pero demasiadas para ser soldados nerviosos lanzando granadas a las sombras de los otros. Durante un minuto largo slo se escuch el sonido de los insectos. Terrik tens sus orejas, pero no hubo ms explosiones. Y entonces, casi como quien no quiere la cosa, Llollulion hizo una sugerencia. Oh, vamos se mof Terrik. Eso era definitivamente la casa de un solo hombre -dos hombres como mucho. Quin en la galaxia estara tan chiflado como para encargarse de un par de transportes de tropas Imperiales por s mismo? Aun as, ahora que lo pensaba, el sonido de esas explosiones pareca provenir ms o menos de la direccin del asentamiento que haban sobrevolado. Y las emanaciones de energa que haban recogido, haban insinuado que el lugar estaba actualmente ocupado. As que, Quin en la galaxia estara tan chiflado como para encargarse de todos esos Imperiales por s mismo? Llollulion trin otra vez. De acuerdo, as que un par de Crintilianos podran tener posibilidades como esas para proteger su territorio gru Terrik. No trates de decirme que a los Imperiales les llevara cuatro granadas tratar con dos Crintilianos. Otra explosin apagada fue a la deriva en la brisa. Cinco granadas corrigi Terrik. De cualquier manera, no es asunto nuestro. Llollulion dio un silbido de seis escalas- he dicho que no es asunto nuestro insisti Terrik.Quieres esquivar un par de escuadrones de soldados Imperiales y tratar de contactar con quienquiera que est all afuera?, adelante. Yo, voy a quedarme aqu mismo. El Borloviano alz su cabeza por la sorpresa, sus plumas de la barba se tensaron. No me mires as respondi Terrik. No tengo nada en contra de hacer aliados cuando nos aporta algo. Slo que esta vez, no aporta nada. Estamos en el Espacio Desconocido, recuerdas? Las probabilidades son que ste sea un aliengena desconocido a quien no podramos ni hablar. Y si pudisemos, quin dice que querra unir fuerzas? Terrik se dio la vuelta y se gir hacia el Starwayman. Adems dijo sobre su hombro, todo lo que realmente queremos de un aliado ahora mismo es que mantenga a los Imperiales ocupados. Y ya lo est haciendo. Dejmosle slo, y pongamos este cubo de tornillos en condiciones de volar otra vez. Tuvieron cinco bajas entre los soldados del permetro de seguridad esa noche. Tres de ellos haban muerto por la mano del enemigo nunca visto, sus pechos o sus cabezas voladas por granadas de contacto. Nadie haba visto nada, ni antes de los ataques ni despus. Las otras dos bajas haban recibido disparos accidentalmente por sus nerviosos

colegas, quienes los haban confundido por intrusos en la oscuridad brumosa. Y cuando el amanecer comenz a alumbrar el cielo, Barris haba tenido bastante. Sugiero que trate de calmarse, Coronel dijo Parck, su voz enloquecedoramente calmada. S que ha sido una mala noche para ustedSeor, he perdido a cinco hombres esta noche le cort Barris severamente. No fue la forma ms correcta de hablar a un oficial de mayor rango; Pero Barris no se senta especialmente correcto por el momento. Eso sin contar los pilotos de tres TIES y los cazas que perdimos ayer por la tarde. Recomiendo encarecidamente que abandonemos este sitio y regresemos al Strikefast. Y que luego incendiemos el bosque entero desde la rbita. Est cansado, Coronel dijo Parck. Su voz todava estaba calmada, pero de repente tuvo un filo. Adems no est pensando correctamente. Matar a los contrabandistas no nos dar la posicin de ese grupo de resistencia que estamos buscando. Cre que un carguero quemado sera un premio apropiado para llevarle al Emperador Palpatine? No estoy interesado en premios, Capitn dijo Barris tensamente. Estoy interesado en no malgastar ninguno ms de mis hombres. Usted no tendr que malgastarlos dijo Parck. Un transporte de tropas est en camino con dos escuadrones de mis soldados de asalto. Relevarn a sus soldados. Ya han llegado gru Barris, mirando a travs del claro hacia donde el ltimo de los annimos soldados de asalto, de armaduras blancas desapareca en el bosque. Su presencia no requerida era un insulto patente para la calidad de los propios soldados de Barris; Por el momento, Barris no se preocup por eso, tampoco. Y si quiere mi opinin, seor, no creo que vayan a tener mejor suerte encontrando a los contrabandistas que la que tuvieron mis soldados. Ahumarlos desde la rbita es nuestra mejor opcin. Tendr su recomendacin en mente, Coronel dijo Parck con su voz fra. Mientras tanto, sugiero que descanse. Los soldados de asalto pueden manejar el asunto desde ahoraY sin previo aviso, la voz de Parck se disolvi en un rugido de esttica. Barris puls en el control del comunicador y la esttica se cort completamente, dejando sus orejas zumbando dolorosamente. Alerta mxima grit, cogiendo su blaster y corriendo hacia el permetro de seguridad. Todos los soldados, alerta mxima. Mayor Wyan, dnde est? Aqu, seor dijo Wyan, entrando a travs del claro desde permetro a la derecha de Barris. Todos los canales de comunicacin estn apagados. Lo s rechin Barris. Basta ya. Hay dieciocho soldados de asalto golpeando los arbustos all- mande algunos soldados para que los traigan de vuelta. Salimos de

aqu. La boca de Wyan se abri un poco involuntariamente. Nos vamos, Seor? S contest Barris. Alguna objecin? El labio del comandante se crisp. Quiz haba estado escuchando con atencin la conversacin entre Barris y el Capitn Parck. No, seor, ninguna objecin. Qu pasa con eso? Seal con el pulgar hacia el campamento aliengena. Un campamento que no haban podido estudiar; y haba idealistas de alta posicin en el Senado que probablemente crearan problemas si se iban de aqu sin un completo examen. Pero haba una respuesta para eso, tambin. Lo llevaremos con nosotros dijo Barris. La boca Wyan descendi otro par de milmetros. Que haremos qu? He dicho que lo llevaremos con nosotros repiti Barris impacientemente. Hay suficiente espacio en el transporte para todo eso. Diga a los tcnicos que saquen las gras de carga pesada y se ocupen de ello- quiero todo a bordo en media hora. Muvase! Wyan trag visiblemente. S, seor dijo, y se dirigi hacia la casa aliengena a trote enrgico. Cautelosamente, Barris prob el comunicador. Pero estaba todava cubierto por interferencias de esttica, y con una maldicin lo desconect otra vez. Con una maldicin, y una sensacin dolorosamente apretada en su estmago. Haba solo una razn para bloquear sus comunicaciones: despus del tiroteo de la noche previa, el enemigo nunca visto estaba preparndose para emprender un ataque mayor. Dando un paso dentro de la cobertura parcial de uno de los transportes de tropas, asegurndose que estaba dentro del campo de tiro del campamento Imperial entero, agarr bien su blaster y se prepar para batalla. Pero otra vez, el enemigo rehus a jugar segn sus expectativas. Dentro de diez minutos el primero de los soldados de asalto comenzara a resurgir del bosque en respuesta a las rdenes de los mensajeros de Barris. El bloqueo de comunicacin continu mientras el resto de Imperiales regresaban al acampamento, pero el ataque que Barris haba anticipado nunca se materializ. Y dentro de su media hora acordada, el acampamento extranjero estaba empaquetado a bordo del transporte y ellos estaban listos para marcharse. Excepto por una nica y minscula dificultad. Uno de los dieciocho soldados de asalto haba desaparecido. Qu quiere decir con desaparecido? pregunt Barris mientras tres de los

soldados de asalto se dirigan resueltamente hacia el bosque otra vez, cuatro de sus colegas tomando posiciones dentro del claro, justo detrs de ellos. Pens que sta era la nueva lite de las nuevas Fuerzas Armadas de Palpatine. Cmo puede perderse uno de ellos? No lo s, seor dijo Wyan, mirando alrededor. Pero he llegado a la conclusin de que estaba en lo cierto. Cuanto antes nos vayamos de aqu, mejor. Abruptamente, Barris tom una decisin. Al infierno con los soldados de asalto -si queran ir a buscar ms problemas, era asunto suyo. Que todos los tcnicos suban al transporte orden a Wyan. Los soldados les seguirn, en el orden estndar de retirada. Saldremos tan pronto como todo el mundo est a bordo. Qu pasa con los soldados de asalto? pregunt Wyan. Cogern el transporte de tropas en el que vinieron dijo Barris. Pueden quedarse atrs y apalear arbustos hasta que queden satisfechos. Gir hacia el transporte que los tcnicos haban acabado de cargar, divis a uno de los soldados de asalto parado en guardia fuera de la escotilla. Tu -soldado- dgale a su comandanteNunca termin la frase. Sin previo aviso, el soldado de asalto se disolvi abruptamente en una explosin brillante. Barris fue lanzado sobre el terreno en un instante, sus odos doloridos por el sonido de la explosin. Alerta! grit automticamente, registrando el borde prximo del bosque por cualquier signo del atacante. Pero como siempre, no haba nada. Un puado de soldados -valientes o suicidas, Barris no estaba seguro de qu tipo eran- cargaron en esa direccin de todas formas. Para lo que servira.... A su lado, Wyan maldijo repentina e impresionadamente. Coronel, mire eso. Barris gir sobre su estmago para mirar el transporte otra vez. El humo de la explosin estaba disipndose, mostrando que la propia nave haba sufrido slo daos menores. En su mayor estticos, de hecho, y nada que interfiriese con operaciones lumnicas o la integridad del casco. Baj su vista hasta la forma arrugada del soldado de asalto -y contuvo el aliento en estado de shock. La armadura, nunca ms blanca, estaba desperdigada en pedazos y piezas en un pequeo radio alrededor del lugar donde el soldado de asalto haba estado parado. Eso era todo lo que quedaba de la armadura. El cuerpo en s mismo haba sido completamente desintegrado. No puedo creo murmur Wyan bajo su respiracin. Esa explosin no fue tan poderosa. Cmo pudo destruir el cuerpo completamente? No lo s dijo Barris, ponindose en pie. Y por el momento, no me importa. Nos vamos de aqu. Ahora.

Encendi su comunicador, descubriendo que la interferencia haba cesado finalmente. Aqu el Coronel Barris dijo. Que todas las tropas Imperiales regresen al campamento de inmediato y se preparen para la evacuacin. Seor? murmur Wyan, mirando fijamente hacia el bosque. Parece que lo han encontrado. Barris sigui su mirada. Emergiendo en el claro llegaban los tres soldados de asalto que haban ido a buscar a su camarada perdido... y ciertamente le haban encontrado. O al menos, lo que quedaba de l. El final perfecto para una perfecta misin gru Barris. Vamos, Mayor. Salgamos de aqu. Barris haba medio esperado que el transporte y los transportes de tropas fuesen atacados mientras ascendan desde el bosque y se dirigan hacia el cielo. Pero ningn misil o pulso lser les sigui, y pronto estaban otra vez a salvo en el hangar del Strikefast. El Capitn Parck esperaba al lado del transporte cuando Barris emergi. Coronel inclin la cabeza gravemente saludando. No recuerdo haberle dado autorizacin para dejar su posicin. No, seor, no lo hizo dijo Barris, escuchando el cansancio en su propia voz. Pero como usted mismo seal anteriormente, era el comandante en escena. Hice lo que estim mejor. S murmur Parck. Por un momento continu mirando a Barris, entonces desvi su mirada hacia el transporte. A Barris le pareci que sus ojos se demoraban un momento en el dao menor causado por la imposible explosin que haba desintegrado a aquel soldado de asalto.... Bien, lo hecho, hecho est. Me informaron de que subi el campamento aliengena con usted. S, seor dijo Barris, frunciendo el ceo ligeramente mientras trataba de leer la expresin de su comandante. Haba esperado que Parck estuviese enojado, o al menos deliberadamente disconforme con la actuacin de los soldados. Pero en lugar de eso, pareca meramente pensativo. Quiere que me encargue de que los tcnicos vuelvan a trabajar en esto? No hay prisa dijo Parck. Por ahora, todo el mundo debe dar parte en el interrogatorio. Esos ataques de contrabandistas fueron demasiado efectivos; quiero saber todo acerca de lo que sucedi all abajo. Fij su mirada encima de Barris. Por lo que respecta a usted, Coronel, quiero que me acompae a mi oficina. As que iba a descargar el martillo en Barris en privado. Un favor pequeo, al menos. S, seor suspir Barris. Dejaron el hangar; pero para sorpresa de Barris no fueron a la oficina de Parck. En

lugar de eso, el capitn le condujo hasta la torre de control del hangar, las luces de la cual haban sido oscurecidas inexplicablemente. Seor? pregunt Barris mientras Parck se acercaba hasta la ventana de observacin. Un experimento, Coronel dijo Parck, gesticulando hacia el hombre en el tablero de mando. Bien, baje las luces en el hangar. Barris se coloc al lado de Parck mientras las luces fuera de la ventana de observacin se desvanecan hasta niveles de noche. El transporte y los transportes de tropas que acababan de dejar eran claramente visibles, directamente debajo; ms all de ellos en el otro extremo de la baha haba tres lanzaderas de la clase Kappa y una nave mensajera Harbinger. No haba nadie en ninguna parte. Qu clase de experimento? pregunt Barris. La prueba de una teora, en realidad dijo Parck. Pngase cmodo, Coronel. Podemos estar aqu un rato. Haban estado all casi dos horas cuando una figura oscura emergi a hurtadillas del transporte. Silenciosamente, cruz el hangar oscurecido hacia las otras naves, aprovechndose de la escasa cobertura por el camino. Quin es eso? pregunt Barris, forzando la vista para tratar de penetrar en la luz tenue. La fuente de todos sus problemas en la superficie, Coronel dijo Parck con obvia satisfaccin. A menos que me equivoque, ese es el aliengena cuyo hogar invadi. Barris frunci el ceo. Un aliengena? Un aliengena? Eso es imposible, seor protest. Esos ataques no pudieron haber sido el trabajo de un solo aliengena. Bien, ya veremos si uno o dos ms se unen a l dijo Parck. Si no, dira que fue l. La figura oscura se haba mudado a travs del suelo hasta los otros barcos. Por un momento par como si lo considerara. Entonces, deliberadamente, avanz hacia la puerta de la lanzadera Kappa del medio y se desliz dentro. Parece que estaba solo, de hecho dijo Parck, sacando un comunicador y encendindolo. Bien, comandante, muevase. Est en la Kappa del medio. Grade todas las armas para aturdir: Le quiero vivo e ileso. Despus de todos los problemas que el aliengena le haba creado al Coronel Barris en la superficie planetaria, Parck haba esperado que opusiera una magnfica resistencia contra sus captores. Para su humilde sorpresa, el otro se rindi aparentemente al escuadrn de soldados de asalto sin ningn tipo de resistencia. Quiz fue cogido por sorpresa. Ms probablemente, saba cuando era intil resistirse. Lo que para la mente de Parck solamente hizo a la criatura mucho ms intrigante. E hizo que el nebuloso plan que se formaba en lo profundo de su mente fuera mucho ms factible.

Las luces del hangar haban vuelto a su intensidad normal cuando los soldados de asalto escoltaron al aliengena fuera de la lanzadera, y Parck se encontr mirando fijamente de fascinacin como el prisionero era conducido hacia donde l y Barris esperaban. En general era muy humano en tamao y constitucin, sin embargo con algunas diferencias notables. Estaba vestido con lo que parecan ser pieles, aparentemente hechas de animales nativos del bosque donde haba estado viviendo. Estaba en el centro de un cuadrado de soldados de asalto armados, y aun as tena un aire de casi confianza regia sobre s mientras caminaba. Mire eso mascull Barris, con una nota de revulsin en su voz mientras sealaba al aliengena. Me recuerda a esos sucios Jawas en Tatooine. Ya sabe -con esosTranquilo, Coronel murmur Parck mientras el aliengena y su escolta se pararon delante de l. Bienvenido a bordo del Destructor Estelar clase Victoria Strikefast. Habla usted bsico? Por un momento al forastero le pareci estudiarle. Algo dijo. Bien dijo Parck. Soy el Capitn Parck, comandante de esta nave. Tranquilamente, el aliengena dej vagar su mirada alrededor del hangar. No como un primitivo abrumado por el tamao y la magnificencia del lugar, sino como otro militar evaluando las fuerzas de su enemigo. Y las debilidades. Me llaman Mitth'raw'nuruodo dijo, volviendo sus ojos hacia Parck. Mitth'raw'nuruodo repiti Parck, intentando no deformar la palabra aliengena y no consiguindolo del todo. Ante todo, quiero que sepa que no tuvimos la intencin de entrometernos en su privacidad all abajo. Estbamos persiguiendo contrabandistas, y nos encontramos con su casa. Una de nuestras ordenes vigentes es estudiar todas las especies desconocidos que nos encontremos. S dijo Mitth'raw'nuruodo. Eso dijeron tambin los comerciantes K'rell'n que contactaron primero con mi gente. Parck frunci el ceo. Comerciantes K'rell'n? Quiere decir Corellianos sugiri Barris. Ah asinti Parck. Por supuesto. Imagino que tratando con ellos es cmo aprendi bsico. Qu quiere de m? pregunt Mitth'raw'nuruodo. Qu desea usted de nosotros? contraatac Parck. Invirti un gran esfuerzo para ocultar su incursin a bordo de esta nave. Qu quiere lograr? Si tiene la intencin de matarme, pedira que lo hiciera rpidamente dijo Mitth'raw'nuruodo, ignorando la pregunta.

No tenemos porque preguntarle dijo Barris severamente. Tenemos drogas y mtodos para interrogarBasta dijo Parck, cortando el acalorado discurso de Barris alzando una mano... . Tendr que perdonar al Coronel Barris, Mitth'raw'nuruodo. Les tuvo dando vueltas en crculos a l y a sus soldados, y no est nada contento con eso. El aliengena mir a Barris. Fue necesario. Por qu? insisti Parck.Qu espera conseguir aqu? Regresar a casa. Naufrag? Fui exiliado. La palabra pareci pender en el aire ahumado del hangar. Por qu? pregunt Parck rompiendo el silencio. Los lderes y yo disentimos dijo Mitth'raw'nuruodo. Parck buf bajo su respiracin, pensando en algunos de los miembros ms fuertes del Senado Imperial. S, tenemos los mismos problemas con alguno de nuestros lderes le dijo a Mitth'raw'nuruodo. Quiz podramos ayudarnos mutuamente. Los ojos del forastero se estrecharon ligeramente. Cmo? Como ve, tenemos muchas naves. dijo Parck, moviendo una mano alrededor del hangar. No hay razn por la que no podamos proveerle de lo que necesita para llegar a casa. A cambio de qu? Se lo dir en un momento dijo Parck. Primero, sin embargo, me gustara saber exactamente cmo fue capaz de manejar a todos esos soldados all abajo. No fue difcil dijo Mitth'raw'nuruodo, mirando a Barris otra vez. Su nave espacial choc cerca de mi lugar de exilio, y tuve tiempo de examinarla antes de que sus tropas llegaran. El piloto estaba muerto. Tom su cuerpo y lo escond fuera. Y llen su traje de vuelo de hierba continu Barris. Esperando que no nos fijsemos en que haba cogido su comunicador. Y no lo hicieron le record el aliengena serenamente. Para mi era ms importante que encontrara la situacin intrigante o perturbadora, y que as llevase el traje y las bayas pyussh fermentadas de vuelta a su campamento. Bayas fermentadas? repiti Barris. S dijo el aliengena. Estando fermentadas y aplastadas, las bayas pyussh

son un atractivo fuerte para ciertos pequeos animales nocturnos. A los cuales haba fajado las clulas de energa manipuladas del blaster dijo Barris repentinamente. As es cmo los meti por nuestro permetro de seguridad. S dijo el aliengena con una inclinacin de cabeza. Tambin fue as cmo ataqu al soldado despus. Us una honda para tirar ms bayas encima de su armadura, lo cual condujo a los animales hasta l. Tambin fue usted el responsable del choque del caza TIE Parck dijo. Al menos, supongo que fue obra suya. Cmo lo logr? Mitth'raw'nuruodo se encogi de hombros lentamente. Saba que la nave espacial vendra a investigar. En la preparacin haba ensartado una parte de mi lnea del monofilamento entre dos de las copas ms altas de los rboles. Una nave espacial lo golpe. Parck asinti. Y a tan baja altitud, claro est, el piloto no habra tenido tiempo suficiente para recobrarse del repentino impacto. No le habra servido de nada capturar el caza TIE intacto, ya sabe le dijo al aliengena. No estn equipados con hiperpropulsores. No esperaba que la nave sobreviviera dijo Mitth'raw'nuruodo. Quera el equipo del piloto. Y su comunicador. Pero usted no cogi el comunicador objet Barris. Inspeccionamos en el lugar y estaba todava all. No dijo Mitth'raw'nuruodo. Lo que estaba all era el comunicador del primer piloto. Parck sonri a pesar de s mismo. Tan simple, y an as tan ingenioso. As que cambi los comunicadores. De ese modo, cuando finalmente descubrimos que el primero haba desaparecido y lo sacamos del circuito, usted todava tena uno que funcionaba. Muy ingenioso. Muy simple contest Mitth'raw'nuruodo. As que mat un piloto TIE por su comunicador dijo Barris severamente. Claramente, no estaba tan impresionado por la inventiva del aliengena como lo estaba Parck. Por qu continu matando a mis hombres? Para divertirse? No dijo Mitth'raw'nuruodo gravemente. Para que viniesen los soldados con armadura completa. Completa? dijo Barris. Los soldados de asalto? quera que viniesen soldados de asalto? Sus soldados llevaban cascos dijo el aliengena, trazando un borde imaginario alrededor de su frente. No era bueno para m. Puso una mano sobre su cara.

Necesitaba una armadura que cubriese mi cara. Por supuesto Parck inclin la cabeza. Esa era la nica forma de que entrara en el campamento sin ser descubierto. S asinti Mitth'raw'nuruodo. Us primero un explosivo en uno, as que tendra un set de armadura para estudiarUn momento interrumpi Barris. Cmo hizo eso sin que nadie oyese la explosin? Ocurri al mismo tiempo que empec el bloqueo de comunicaciones dijo el aliengena. Por supuesto que nadie lo oy. Lo que consigui usando el comunicador que cogi prestado? sugiri Parck. S dijo Mitth'raw'nuruodo. Estudi la armadura y encontr la manera de matar al soldado sin dao notable. Hice eso, entonces entr andando en el campamento y sub en la nave grande. Nadie haba subido aun. Con pequeas ramas que haba trado coloqu la armadura en posicin vertical fuera de la entrada, con un explosivo adentro para destruirla. Para que no nos disemos cuenta de que realmente haban desaparecido dos soldados de asalto asinti Parck una vez ms. De nuevo, ingenioso. Finalmente, entonces, dnde se escondi durante el viaje? Dentro de la carcasa del generador secundario de energa le dijo Mitth'raw'nuruodo. Est casi vaco- lo he estado usando por partes para mantener el primero funcionando. Parck levant una ceja. Lo que implica que ha estado aqu desde hace tiempo. Puedo ver porqu quera marcharse tan desesperadamente. Mitth'raw'nuruodo se irgui en toda su estatura. No estaba desesperado. Es necesario que regrese con mi pueblo. Por qu? pregunt Parck. Otra vez, el aliengena pareci estudiarle. Porque estn en peligro le dijo por fin. Hay muchos peligros en la galaxia. Incluyndonos? gru Barris. El aliengena no se sobresalt. S. Y cmo ayudara a proteger a su gente de estos peligros? dijo Parck, lanzando una mirada molesta a Barris. No aceptan el concepto de- no s la palabra. Un ataque hecho contra un enemigo antes de l ataque.

Un ataque preventivo ayud Parck. Un ataque preventivo Mitth'raw'nuruodo repetido. Slo yo entre los lderes de nuestros guerreros acepto este concepto como parte de las reglas correctas de la guerra. As que haba sido un lder guerrero, entonces. Obvio, ahora, realmente. Y piensa que ahora puede persuadir a su pueblo de que acepte este concepto? No tengo intencin de intentarlo dijo Mitth'raw'nuruodo serenamente. No necesito su permiso para luchar en su representacin. Qu, todo por s mismo? dijo Barris, su voz era mitad incredulidad, mitad burla. Mitth'raw'nuruodo le mir, y Parck pens que poda detectar una nota de desprecio en la cara del aliengena. Si es necesario. Ese muy valiente Parck dijo. Tambin muy tonto. Y potencialmente muy derrochador. Usted tiene alguna alternativa? rebati el aliengena. Parck sonri ligeramente. Sigue estudindonos, verdad? pregunt. Incluso ahora, como nuestro prisionero, con pocas esperanzas de escapar, nos estudia. Por supuesto dijo el aliengena. Usted mismo lo dijo: son peligros en potencia. Cierto dijo Parck. Por otra parte, qu mejor manera de neutralizar un peligro potencial que desde el interior? Por el rabillo de su ojo vio la boca de Barris abrirse. Capitn, qu est sugiriendo? Le ofrezco a Mitth'raw'nuruodo la oportunidad de una posicin dentro del Flota, Coronel dijo Parck, mirando la cara del aliengena estrechamente. No haba sorpresa en ella, ningn cambio de expresin en absoluto. Quiz estaba demasiado conmocionado para reaccionar. Aunque ms probablemente ya haba anticipado la oferta. Quiz deliberadamente haba manipulado la conversacin en esa direccin. El Emperador Palpatine tiene muchos enemigos continu Parck. La proliferacin de grupos de resistencia as lo indica. Un lder guerrero de las habilidades de Mitth'raw'nuruodo sera un activo valioso para nosotros. Pero l es un- Barris interrumpi su frase con un siseo. Un aliengena? termin Parck por l. S, lo es. Pero algunas veces eso no significa nada.

Significa algo con Palpatine Barris dijo severamente. No siempre Parck levant sus cejas ligeramente. Estoy dispuesto a correr ese riesgo, Mitth'raw'nuruodo. Qu opina? El beneficio para usted esta claro dijo Mitth'raw'nuruodo. Cul sera el beneficio para m? Acceso a los archivos de la Flota de aliengenas aqu en el Borde Exterior, en primer lugar dijo Parck. Una oportunidad para usar sus habilidades buscando y neutralizando amenazas para su gente que podran existir dentro de los confines del Imperio. Se encogi de hombros. Y quin sabe? Quiz el Emperador estara dispuesto a devolverle aqu con una fuerza lo suficientemente fuerte como para neutralizar esas otras amenazas para su gente que mencion. Despus de todo, una amenaza para su gente tambin sera una amenaza potencial para el Imperio. Los ojos de Mitth'raw'nuruodo se fijaron un momento en Barris. Y si no soy aceptable para su gente? Entonces le doy mi palabra de honor de que le llevar donde quiera que desee ir, dijo Parck. Seor, sugiero encarecidamente que lo reconsidere dijo Barris, su voz suave pero urgente. El Emperador nunca aceptar esto- esta criatura. Parck sonri para s mismo. No, el Emperador en general no tena mucha estima a los no humanos... pero haba una red de excepciones secretas. Como los aliengenas que Darth Vader haba descubierto en un mundo arruinado y reclutado para el servicio privado de Palpatine. El comandante de la nave de Vader en esa misin -un primo de Parck y un rival en el Academia- haba sido promocionado a Vicealmirante por su parte en ese encuentro. Tal vez Parck finalmente haba encontrado la manera de igualarle. O incluso sobrepasarle. Tenemos un trato? Vale la pena correr el riesgo dijo Mitth'raw'nuruodo. Hablar con su Emperador. Parck sonri, un sentimiento clido de satisfaccin flua a travs de l. Tendra su premio ahora, de acuerdo. Un premio mucho mejor que el trivial y totalmente insignificante contrabandista que segua escondindose en el planeta. Excelente dijo. Nos vamos de una vez. Una advertencia, sin embargo: casi seguro va a tener que cambiar su nombre. 'Mitth'raw'nuruodo' es demasiado difcil de pronunciar para la mayora de los oficiales de la Flota. Por supuesto dijo el aliengena, sonriendo. Mir a Barris, su ojos rojos encendidos- como Barris haba sealado, tan reminiscentes como los de un Jawabrillando intensamente en el contraste profundo de la oscuridad de su piel azul y el pelo

azul negruzco. Quiz mi nombre central sera ms fcil para la mayora de los oficiales de la Flota. Llmenme Thrawn. Thrawn entonces asinti Parck. Y ahora, quiz me acompae al puente. Su orientacin Imperial puede comenzar ahora. Desde la boca de la cueva, Llollulion trin urgentemente. De qu ests hablando? demand Terrik, ponindose a su lado. No van a rendirse ahora. El Borloviano trin otra vez, entregando los macrobinoculars. Refunfuando bajo su respiracin, Terrik los coloc contra sus ojos y mir con atencin hacia arriba. Justo a tiempo de ver el Destructor Estelar parpadear con pseudomocin mientras saltaba a la velocidad de la luz... Bien, as era refunfu, bajando los macrobinoculars con incredulidad. Un pensamiento repentino le golpe, y los levant otra vez, registrando el cielo de horizonte a horizonte. Pero no haba otras naves a la vista que podran haber llegado a continuar la bsqueda. A menos que estuvieran al asecho al otro lado del planeta. Terrik sonri abiertamente. Si se escondan a la espera alrededor del horizonte esperando sorprenderle, iban a llevarse una sorpresa desagradable. El Starwayman podra estar viejo y maltratado, pero dndole una ventaja delantera decente podra dejar atrs cualquier cosa que hubiese all afuera. Enciende los convertidores le orden a Llollulion. Salimos de aqu. El Borloviano trin en reconocimiento y maniobr en la cueva. Terrik hizo una ltima comprobacin del cielo; y entonces, casi de mala gana, se encontr mirando a travs del bosque hacia donde el campamento haba estado. Poda haber sido algo acerca de ese lugar, la razn de que el Destructor Estelar se hubiera marchado tan repentinamente? Terrik no podra imaginar cmo o por qu eso poda ocurrir, pero la conexin parecida inevitable. Aun as, apenas tuvo importancia. Terrik tena un cargamento que entregar, y por lo que fuera ahora tena el camino despejado para hacerlo. Y lo que hubiese ocurrido all afuera... Dando vueltas a los macrobinoculares alrededor de su cuello, se volvi y se dirigi hacia la cueva. Pasase lo que pasase all afuera, ciertamente no tena nada que ver con l.