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ESCUELA DE POSGRADO MAESTRÍA EN ESTUDIOS CULTURALES “Cubriendo la noticia. El Comercio: su representación del ciudadano indígena amazónico y la justificación del proyecto desarrollista” Tesis para optar al grado académico de Magíster Autor: Pablo Torrejón Hoefken Asesora: Virginia Zavala Jurado: Víctor Vich, Virginia Zavala y Gonzalo Portocarrero Pando, 2013 1  

Torrejon Koelken Pablo Cubriendo

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  • ESCUELA DE POSGRADO

    MAESTRA EN ESTUDIOS CULTURALES

    Cubriendo la noticia. El Comercio: su representacin del ciudadano indgena amaznico y la justificacin del proyecto

    desarrollista

    Tesis para optar al grado acadmico de Magster

    Autor: Pablo Torrejn Hoefken

    Asesora: Virginia Zavala

    Jurado: Vctor Vich, Virginia Zavala y Gonzalo Portocarrero

    Pando, 2013

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  • ndice

    Introduccin.3

    Captulo I.20

    Captulo II40

    Captulo III...56

    Conclusiones.73

    Bibliografa..79

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  • Introduccin

    A mediados del ao 2008, cuando se venca el plazo en que el Congreso peruano

    le otorgaba facultades legislativas al Ejecutivo con el exclusivo fin de impulsar el

    Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, este promulg una serie de

    decretos legislativos que comprometan la posesin de territorio de los ciudadanos

    indgenas amaznicos, as como muchos otras regiones de la selva, en pos de

    atraer la inversin privada a gran escala.

    Este hecho provoc el levantamiento de diferentes organizaciones indgenas

    encabezadas por AIDESEP (Asociacin Intertnica de Desarrollo de la Selva

    Peruana), las cuales manifestaron con la organizacin de paros y la toma de

    instalaciones de industrias extractivas su malestar respecto a no haber sido

    consultadas antes de la promulgacin de estas leyes, las cuales buscaban

    facilitar el proceso legal de venta de territorios indgenas comunales.

    Casi un ao despus, en junio del 2009, la situacin no haba cambiado, lo cual

    result en un paro que, a los 55 das de iniciado, desemboc en el denominado

    Baguazo, un enfrentamiento sangriento entre la Polica Nacional y los indgenas y

    colonos que protestaban en La Curva del Diablo para que se respetara su derecho

    a ser consultados, el cual es consagrado en el Convenio 169 de la Organizacin

    Internacional del Trabajo (Artculos 5 y 6: Derecho a ser consultados y a participar

    en las decisiones sobre el desarrollo), que tiene rango de ley en el Per.

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  • En este contexto, los medios de comunicacin hicieron su trabajo: producir

    noticias, editoriales, textos, discursos, para cubrir lo sucedido. Quisiera ir con

    calma y observar las comillas que encierran al verbo cubrir, pues servir para

    comprender algunas de las ideas que acompaan y orientan esta investigacin.

    Pongo cubrir entre comillas para resaltar que la palabra ah puesta excede la

    acepcin que, comnmente, es utilizada por los periodistas.

    En efecto, con cubrir no solo me refiero a que los medios enviaron a su gente a

    tomar nota de diferentes hechos para luego informar sobre ellos, sino que estos

    periodistas, sus notas, informes y lneas editoriales, son los que terminaron por

    construir buena parte de la realidad de aquellos hechos. Cubrieron la noticia en el

    sentido de que desplegaron a raz de ciertos hechos, bajo la forma de comentarios

    objetivos y subjetivos, su ideologa.

    Entonces, el tema de esta tesis tiene que ver con la centralidad de los medios de

    comunicacin tradicionales, en este caso la prensa escrita -el diario El Comercio-,

    en la produccin y reproduccin de discursos sobre lo que es y debera ser la

    nacin peruana. El objeto que analizar sern las notas y editoriales publicadas a

    propsito de los paros nativos ocurridos en la Amazona en agosto del 2008 y

    junio del 2009.

    A travs del anlisis de la manera como es representado lo indgena desde este

    sector tradicional y hegemnico de la prensa peruana, as como en los intereses

    4

  • que ello revela, pretendo demostrar que los medios de comunicacin y quienes

    los controlan- juegan un rol importantsimo en la reproduccin de maneras

    occidentalistas, esencialistas, evolucionistas, racistas, clasistas y logocntricas de

    imaginar y representar a la poblacin indgena y a la nacin peruana y, por ello,

    tambin, en la configuracin de intereses que impiden erigir un pas ms equitativo

    y tolerante frente a las diferencias, esto es, un proyecto nacional realmente

    inclusivo.

    La metodologa que emplear en los tres captulos ser la del anlisis crtico del

    discurso (ACD) propuesta por Norman Fairclough. Esta eleccin responde a que

    dicho modelo sirve de marco analtico teora y mtodo- para el estudio del

    lenguaje en su relacin con el poder y la ideologa. (Fairclough: 1995). En efecto,

    lo que pretendo al utilizar esta metodologa es penetrar a travs del anlisis de los

    usos lingsticos en la forma en que El Comercio represent a la poblacin y lucha

    amaznicas, as como evidenciar que se trata de una lectura subjetiva y anclada

    en la historia para as desnaturalizarla.

    De hecho, la eleccin del mtodo responde a la conviccin descrita por Fairclough

    de que, en la actualidad, el discurso aparece como central en la reproduccin y en

    el cambio cultural. De ah que el discurso sea entendido como prctica social en el

    sentido de que existe una relacin bidireccional entre un suceso discursivo

    particular las noticias y editoriales publicadas a propsito de las protestas

    amaznicas- y las circunstancias, instituciones y estructuras sociales que lo

    enmarcan, razn por la que las prcticas discursivas pueden tener efectos

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  • ideolgicos, es decir, pueden colaborar en la produccin y reproduccin de

    relaciones de poder desiguales, as como en la transformacin de estas

    estructuras.

    El objetivo que en esta investigacin me trazo es hurgar en tal relacin

    bidireccional establecida entre las noticias y editoriales que public El Comercio a

    propsito de la lucha amaznica y la recreacin y reproduccin de las relaciones

    de poder existentes en nuestra sociedad respecto de la Amazona y sus

    habitantes.

    Este objetivo descansa sobre la idea de que los textos culturales tienen siempre

    cierta funcionalidad estructural sobre la cultura. Dicho de otra manera, los objetos

    de la cultura en este caso las noticias y editoriales de El Comercio- de cierta

    forma crean y ordenan la cultura y, sea consciente o inconscientemente, sirven de

    instrumento para la dominacin de clase, la legitimacin y mistificacin social.

    (Jameson, 1989, pg. 28).

    Una vez claro esto, el anlisis se centrar en la forma como la posicin esgrimida

    por El Comercio a travs de sus notas informativas y comentarios editoriales sirve

    como instancia en la que se reproducen relaciones de poder y de dominacin,

    pues se recrean, actualizan y consolidan discursos que no permiten imaginar un

    proyecto nacional que asegure la participacin y convivencia democrtica de los

    diferentes sectores que componen la sociedad peruana.

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  • En La oleada sangrienta se ha desatado (Sobre la violencia: seis reflexiones

    marginales), el filsofo esloveno Slavoj Zizek muestra muy claramente la manera

    como las creencias, definidas como aquello que sabemos antes de la experiencia

    y le otorgan sentido a esta, toman la forma de aquello a lo que nos referimos

    objetivamente. Es decir, la manera como nuestro guin subjetivo toma el lugar de

    la innegable realidad exterior.

    El autor esloveno hace esto a propsito de la catstrofe surgida en Nueva

    Orleans, Estados Unidos, a raz del paso del huracn Katrina, la cual resulta

    reveladora respecto de los mecanismos ideolgicos que regulan nuestras vidas.

    Segn cuenta Zizek, una vez que el ojo del huracn haba pasado por Lousiana

    dejando un paisaje de desolacin y muerte, la situacin empeor an ms. La

    catstrofe natural se replic a nivel social: segn registraban medios como el New

    York Times, hordas de personas iban por la devastada ciudad robando, violando y

    abusando de la gente. Todo orden se haba perdido.

    No obstante esto, semanas despus, se prob que los hechos vandlicos

    registrados nunca tuvieron lugar. Jams existieron. Los rumores sobre lo que

    ocurra en Nueva Orleans se haban convertido en hechos fcticos que los medios

    se encargaron de difundir como tales. Por qu se dio esto? Qu podra explicar

    que un hecho incierto sea presentado como verdadero y que esto no resulte

    extrao para los receptores del mensaje?

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  • Sobre esto, Zizek dice que es la manifestacin de una creencia ideolgica: la

    creencia en el sujeto negro que se supone saquea y viola. Siguiendo con el

    argumento del autor, antes de que el huracn Katrina apareciera, antes de que

    corrieran los rumores sobre los hechos salvajes, exista ya la creencia en el sujeto

    negro que se supone saquea y viola, por lo que ni la falsedad de dichos hechos

    era suficientemente fuerte como para tirarse abajo su verosimilitud (recordemos,

    nos pide el autor, que Lousiana es reconocida como el tercer mundo dentro de

    Estados Unidos y que cuenta con una importante cantidad de poblacin negra).

    (Zizek, 2009).

    En la misma lnea, propongo que cuando El Comercio cubre el hecho noticioso

    que nos rene las protestas de las organizaciones indgenas amaznicas frente a

    la promulgacin de un paquete de decretos legislativos que comprometa su

    territorio y sus capacidad de decisin- despliega tres discursos que anteceden a

    los hechos que se narran como noticiosos. Se trata de discursos que preexisten a

    la noticia pero que resultan siendo el centro y resultado de esta, los cuales

    configuran al sujeto indgena amaznico que se supone 1) es opuesto al Estado;

    2) es prepoltico; y 3) es una sustancia a desarrollar.

    La metodologa a emplear el ACD- contempla la aplicacin de un modelo

    tridimensional en el anlisis. Las tres dimensiones a las que hago referencia son la

    textual, la de las prcticas discursivas y la de la prctica social. El anlisis textual

    refiere al anlisis de la textura de los textos, su forma y organizacin. La

    importancia de esta dimensin la de la forma y organizacin de los textos- es que

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  • alberga indicadores de procesos, relaciones y cambios sociales que operan ms

    all del texto. En efecto, los textos son espacios sociales donde dos procesos

    sociales fundamentales se producen simultneamente: conocimiento y

    representacin del mundo, e interaccin social. En esa medida, en su

    funcionamiento ideacional, los textos constituyen sistemas de creencias y

    conocimiento y, en su funcionamiento interpersonal, constituyen sujetos sociales y

    relaciones sociales entre sujetos. (Fairclough, 1995, pp. 11y 12). En esa medida,

    el anlisis textual permitir acceder a la manera como El Comercio representa la

    realidad, a los actores envueltos en ella y sus relaciones.

    El anlisis de las prcticas discursivas est relacionado con los procesos de

    produccin, distribucin y consumo textual. Esta dimensin del anlisis est

    orientada a vincular el anlisis de los textos con el anlisis de las prcticas

    institucionales y discursivas en que estos se insertan. En ese sentido, resulta

    crucial en esta parte un anlisis intertextual en el sentido de observar cul es la

    forma en que el texto dialoga con otros textos, cmo se posiciona respecto de la

    red social de rdenes del discurso. El anlisis en la tercera dimensin, la de la

    prctica social, servir para establecer una relacin entre los textos y la sociedad y

    cultura en que son producidos, es decir, de qu forma el texto sirve para inventar

    la realidad, es decir, para reproducir ideologas, versiones particulares que buscan

    naturalizarse. En otras palabras, esta parte del anlisis busca establecer una

    relacin entre el texto y los rasgos no textuales de la sociedad y cultura en que

    son producidos.

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  • Una vez claro esto, me gustara subrayar que el objetivo de esta investigacin no

    es representar al sujeto indgena tal cual es, es decir, fuera de los discursos que lo

    preceden, sino desmenuzar la manera como lo indgena es puesto en discurso por

    parte de la prensa y cmo, a travs de ese mecanismo, es delimitado en funcin

    de ciertos intereses. De hecho, dentro de la metodologa del anlisis crtico del

    discurso que aplicar en esta investigacin, el poder es conceptualizado en

    trminos de asimetras entre los participantes de los eventos discursivos y,

    tambin, en tanto desigual capacidad de controlar cmo los textos son producidos,

    distribuidos y consumidos en contextos socioculturales particulares (Fairclough,

    1995, pg. 2). En esa medida, me interesa observar cmo se recrean en el

    espacio noticioso las relaciones de poder entre los indgenas y quienes los

    representan y cmo esto grafica una posicin desigual para producir discursos que

    permitan dar sentido a la realidad.

    Sin duda, las noticias de El Comercio muestran intereses y voluntades. Pero,

    Cules son estos intereses y en base a qu son legitimados? Creo que el hecho

    de presentar la realidad en base a los tres discursos mencionados ms arriba (el

    sujeto indgena amaznico es 1) opuesto al Estado; 2) prepoltico; y 3) una

    sustancia a desarrollar) revela claramente la posicin de la enunciacin, la cual

    sostiene a gritos que el desarrollo tal y como es impuesto desde el Estado es la

    nica salida para las poblaciones amaznicas, las cuales, con su actitud reticente

    frente a las reformas, muestran una vez ms ser portadoras de los valores ya

    mencionados.

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  • En efecto, las noticias y editoriales que aparecern a lo largo de esta investigacin

    sern analizadas en tanto eventos discursivos que operan ideolgicamente. Como

    seala Fairclough, esto no quiere decir que tales eventos sean falsos, o que se

    pueda asumir una posicin respecto de ellos que permita emitir juicios de verdad o

    de falsedad, sino que contribuyen activamente en la reproduccin de relaciones de

    poder, en este caso entre los indgenas de la Amazona peruana y el Estado y los

    valores que desde all se promulgan.

    Como dije, a lo largo de esta tesis analizar tanto notas informativas como

    comentarios del editor de la seccin Poltica del diario. La eleccin de analizar

    notas informativas responde a que, en teora, en ellas los redactores buscan

    utilizar el lenguaje como un medio objetivo de comunicacin. En esa medida, lo

    que pretendo lograr con el anlisis de las notas informativas es visibilizar la forma

    en que determinados usos lingsticos comprenden formulaciones ideolgicas, es

    decir, maneras particulares y subjetivas de imaginar y relacionarse con la realidad.

    Asimismo, la eleccin de analizar tambin comentarios editoriales tiene como

    objeto mostrar la correspondencia ideolgica existente entre textos en donde el

    lenguaje pretende usarse neutralmente las notas- y aquellos donde se sienta

    conscientemente una posicin poltica los comentarios del editor. Adems, el

    anlisis de editoriales permite hacer un ms exhaustivo anlisis del contenido, lo

    cual permitir acceder a los aspectos no textuales de la realidad.

    Cabe sealar que las notas y comentarios analizados forman parte de un corpus

    mayor difcil de incluir en esta investigacin todo lo publicado por El Comercio a

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  • propsito de los paros de 2008 y 2009- y que su seleccin responde a que

    constituyen textos representativos del corpus total.

    Ahora bien, resulta pertinente mencionar qu investigaciones referidas al tema

    anteceden a la que ac presento para determinar de qu forma se inserta esta

    tesis en el conocimiento ya construido y cules son sus aportes. La lingista

    Carolina Arruntegui en su investigacin El racismo en la prensa escrita peruana.

    Un estudio de la representacin del Otro amaznico desde el Anlisis Crtico del

    Discurso tras hacer un exhaustivo anlisis textual de noticias de El Comercio, Aj

    y El Peruano concluye que existen en el discurso de la prensa nacional estrategias

    discursivas especficas que buscan enfatizar los aspectos negativos del

    amaznico e invisibilizar su lado positivo, al mismo tiempo que se subraya lo

    positivo del Gobierno y se invisibiliza lo que se le puede criticar. Arruntegui

    concluye que estos discursos reactualizan el discurso colonial sobre el amaznico

    y lo hacen desde una posicin que pretende ser neutral y no poltica.

    (Arruntegui, 2010). La presente investigacin se ubica en la misma lnea de lo

    planteado por Arruntegui a travs del anlisis de tres discursos especficos el

    indgena amaznico como opuesto al Estado, prepoltico y sustancia a desarrollar-

    y a travs del anlisis de lo que se denomina desarrollo, proyecto cuya

    legitimacin pasa por representar a los indgenas amaznicos de esa manera.

    Asimismo, cabe sealar la investigacin de Mariel Garca Llorens El discurso del

    perro del hortelano y las articulaciones actuales entre poltica y medios de

    comunicacin en el Per, la cual ser presentada y discutida con mayor

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  • detenimiento en el primer captulo de esta tesis. En este texto, Garca analiza el

    papel del diario El Comercio en la difusin y defensa del discurso promulgado

    desde el Gobierno aprista y concluye que existe un alineamiento entre el Gobierno

    de turno, El Comercio y los grandes capitales extranjeros, pues las tres instancias

    privilegian la dimensin econmica sobre las dems y la imposicin del modelo

    capitalista de desarrollo. Este planteamiento me resultar sumamente til ya que

    permite establecer una relacin entre la forma en que se representa a los

    indgenas desde un sector tradicional de la prensa, la imposicin de un modelo

    capitalista de desarrollo y la existencia de grandes procesos que colocan en el

    centro, como prioridad del mundo contemporneo, lo econmico.

    As las cosas, resulta pertinente recordar que la pregunta que motiva esta

    investigacin es cmo representa el diario El Comercio lo indgena

    (organizaciones, comunidades, acciones) en las noticias publicadas a propsito

    de la denominada Ley de la Selva y los paro nativos. La hiptesis central que

    sostengo es que esta representacin est motivada y guiada por ideologas

    racistas y occidentalistas que se hegemonizan en el espacio noticioso, campo

    central de lo poltico, esto es, del lugar de produccin y reproduccin de sentidos

    sobre la nacin, lo que termina por justificar la imposicin de un modelo capitalista

    de desarrollo basado en la extraccin de recursos naturales, proyecto que sirve

    para recrear y actualizar una serie de nociones y sentidos comunes presentes en

    nuestra sociedad desde la era colonial.

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  • Las instancias desde las cuales pretendo demostrar lo planteado (que se

    presentan y operan a modo de engranajes pero que aqu, por fines metodolgicos,

    presento como instancias independientes) corresponden a tres discursos que se

    erigen en los textos pero que, tambin, lo fundan y orientan:

    En primer lugar, lo indgena como diametralmente opuesto al Estado y sus

    valores. En el captulo dedicado a este punto, pretendo analizar la manera como

    se construye en las noticias lo estatal y lo nativo como entidades opuestas y

    representantes de valores antagnicos. Pienso detenerme en la manera en que la

    construccin de lo indgena refleja una serie de intereses y configura las

    caractersticas que son dadas al Estado, es decir, la referencialidad de las

    identidades de ambos conceptos.

    Para esta tarea, me basar en el aparato conceptual desarrollado por Said en su

    libro Orientalismo. Lo que me interesa observar aqu es de qu manera son

    presentados los hechos y los actores envueltos en l, as como qu es lo que se

    resalta de todo esto: el conflicto mismo, sus causas, sus posibles

    consecuencias? La idea central del captulo es observar la forma como se figura

    una realidad dicotmica y jerrquica compuesta por Estado e indgenas, en la cual

    el Estado es asociado a la razn y la prudencia mientras que los indgenas son

    asociados con acciones malas, violentas e irreflexivas. Tal y como seala Said

    refirindose a la creacin de la entidad Oriente por parte de Occidente para ejercer

    su poder y dominacin, acusar la existencia de un impulso por representar

    negativamente a los indgenas que tiene como fin ltimo avalar la preeminencia

    14

  • del Estado y su modelo econmico y, con ello, la necesidad de intervenir a las

    poblaciones indgenas amaznicas.

    Tambin en este captulo, con ayuda del artculo de Mariel Garca Llorens (El

    discurso del perro del hortelano y las articulaciones actuales entre poltica y

    medios de comunicacin en el Per), discutir el hecho de que la posicin de El

    Comercio y la del Gobierno de turno coincidan. Para dilucidar este punto ser

    necesario reflexionar particularmente por la dimensin de la prctica discursiva,

    que, como ya se dijo, est relacionada con los procesos y relaciones de

    produccin, distribucin y consumo de los textos. En ese sentido, ser necesario

    reparar en la forma como los textos analizados dialogan con otros textos, en

    especial con el discurso del perro del hortelano del ex presidente Alan Garca; y en

    la lgica que existe detrs de su produccin y consumo.

    Lo dicho arriba permitir acceder a la tercera dimensin del anlisis, la de la

    prctica social, donde se discurrir en torno a la idea de que la alineacin dada

    entre El Comercio y el Gobierno, ms que a un matrimonio explcito, responde a

    procesos econmicos y polticos globales caracterizados por el total dominio del

    mercado y sus valores. La idea central de esta parte es que la hegemona

    alcanzada por el capitalismo convierte a los Gobiernos, al sistema poltico en

    general y a los grandes grupos econmicos mediticos en instancias a travs de

    las cuales la economa de mercado despliega sus valores y fortalece su ideologa,

    la cual precisa de construir a determinadas poblaciones en este caso los

    15

  • indgenas de la selva peruana- como ajenas a la modernidad, como carentes y

    necesitadas de la intervencin hegemnica capitalista.

    En el segundo captulo, me concentrar en la figuracin de lo indgena como

    prepoltico. En este punto busco analizar la forma como son representadas en el

    espacio noticioso las acciones de los indgenas y sus organizaciones y la manera

    como son cifradas en trminos evolutivos. El argumento central de este captulo es

    que la accin indgena es representada como inexistente, como manifestacin de

    la manipulacin de un tercer agente, con lo que la accin indgena es invisibilizada

    y negada. Con esto, se configura una concepcin de historia en la que los sujetos

    indgenas no participan, as como se construye una responsabilidad por parte del

    Estado y sus operadores frente a ellos, cuya nica proyeccin posible es asumir

    las caractersticas negativas que se les atribuye y permitir la intervencin

    hegemnica liderada por el Estado.

    En este captulo echar mano del concepto de subalternidad trabajado en la

    escuela acadmica india y en la discusin que desarrolla a partir de este concepto

    John Beverly en su libro Subalternidad y representacin para as insertar en el

    anlisis variables que permitan leer la representacin que hace El Comercio de los

    indgenas amaznicos en relacin a la constitucin de centros de poder y de

    produccin de conocimiento. La idea en este punto es relacionar la condicin

    subalterna de las poblaciones indgenas amaznicas con su corta capacidad para

    emitir opiniones y autorrepresentarse, con lo cual quedar claro que la

    subalternidad de estas poblaciones, si bien refiere a cuestiones concretas de sus

    16

  • condiciones materiales de existencia, alude sobre todo a una relacin. Se es

    subalterno siempre respecto de algo o alguien. Asimismo, utilizar el anlisis que

    hace de la colonialidad del poder Anbal Quijano para establecer la forma en que

    la experiencia colonial es totalmente actual en el sentido de que sent las bases

    racistas- del orden socioeconmico contemporneo bajo la premisa de excluir a

    determinados sectores de la poblacin mundial.

    En el tercer captulo, analizar la representacin de los indgenas como sustancia

    a desarrollar. En este punto, tras revisar la forma como se representa la relacin

    Estado-indgenas y el accionar indgena, quisiera detenerme en la forma como la

    selva y sus habitantes son representados como fuera de la Historia con

    mayscula, es decir, de la historia oficial, la enunciada desde lo letrado, desde la

    Modernidad del proyecto nacional.

    En ese sentido, ser necesaria una historizacin de los procesos ocurridos en la

    Amazona, as como una revisin de los lugares que ha ocupado sta en el

    discurso nacional oficial: primero como inexistente, luego como lugar donde solo

    existen recursos naturales, despus como un espacio a colonizar, y luego como

    punto estratgico del desarrollo de la modernidad en el Per.

    Una vez hecha la resea histrica cuyo objetivo es resaltar la densidad de la

    historia de las poblaciones amaznicas y su estrecho contacto con la manera

    como se ha dado la Modernidad en el pas, pienso analizar detenidamente la

    forma como los discursos trabajados en los captulos uno y dos sirven para

    17

  • legitimar la idea-proyecto de desarrollo. Es decir, me detendr en la manera como

    representar lo indgena como opuesto respecto del Estado, prepoltico y

    homogneo, resulta en excusa, en contraparte perfecta para legitimar una nocin

    tradicional y particular de desarrollo.

    Siguiendo lo dicho por Arturo Escobar en La invencin del tercer mundo, quisiera

    presentar al desarrollo como una nocin y proyecto con fecha de nacimiento cuya

    existencia est ntimamente ligada con el despliegue y desarrollo de la historia

    social, es decir, con la creacin de campos de saber y control sobre las

    poblaciones basados en la optimizacin de la vida. Este fenmeno implica tambin

    la creacin se sujetos hegemnicos y de sujetos anormales: desnutridos, pobres,

    subdesarrollados. En esta lnea, busco analizar la relacin existente entre la

    representacin que se hace de los indgenas y el tipo de proyecto de modernidad

    que se pretende legitimar.

    Asimismo, en este captulo emplear la categora de Fredric Jameson de

    inconsciente poltico para dar cuenta de la forma en que los textos analizados

    reprimen su relacin con la historia y sirven como vehculo para sealar un

    antagonismo social y para albergar un impulso utpico por resolver tal

    antagonismo. En este caso particular, el antagonismo sealado sera la condicin

    opuesta al Estado, prepoltica y no desarrollada de los indgenas y el impulso por

    resolver ello sera la imposicin a toda costa del modelo de desarrollo capitalista

    extractivista promulgado desde el Estado y empresariado peruanos.

    18

  • En las conclusiones, con la ayuda de un texto del escritor argentino Julio Cortzar,

    pienso volver a reflexionar sobre la manera en que los discursos que preexisten a

    la experiencia pueden prevalecer en la percepcin de esta. Y quiero relacionar

    esto la ideologa asiendo la realidad- con los intereses en juego en la coyuntura

    especfica que analizamos.

    Ciertamente, no busco sostener que la manera de nombrar la realidad que le en

    El Comercio racista, occidentalista y desarrollista- fue el discurso mayoritario

    dentro de la sociedad civil peruana. De hecho, en la blogsfera y en las mismas

    calles la gente de diferentes sectores manifest su solidaridad con el reclamo

    indgena; no obstante, el punto de vista que analizo en esta investigacin

    pertenece a un sector econmica y polticamente hegemnico, el cual ostenta una

    ideologa que durante mucho tiempo ha dirigido el proyecto nacional peruano.

    En esa perspectiva, este trabajo de tesis tiene como fin ltimo aportar algunos

    elementos y rasgos de la forma como es representado lo indgena desde una

    posicin tradicional y de alcance nacional para as desnudar los pilares sobre los

    que se construye este tipo de representacin y revelar los intereses que estn

    detrs de esto.

    19

  • Captulo I - Lo indgena como opuesto al Estado

    El objetivo de este captulo es analizar la manera en que el diario El Comercio

    define a los dirigentes y poblacin amaznica en relacin al Estado peruano. Lo

    que pretendo probar, a travs de la aplicacin del anlisis tridimensional propuesto

    por Fairclough, es que El Comercio figura a la Amazona y sus poblaciones como

    portadores de valores antagnicos a los del Estado, lo cual implica imaginar su

    relacin como marcada por el tutelaje.

    Como sealo en la Introduccin, la metodologa que emplear ser la del anlisis

    crtico del discurso ya que este permite, a travs de la observacin de los aspectos

    de forma y funcin del uso lingstico, as como de la manera en que es producido

    el texto, su forma de circulacin y consumo, cmo se construye y reproduce un

    sistema de conocimientos y creencias y las identidades y relaciones sociales que

    le subyacen.

    Los textos seleccionados para este captulo son dos notas y una editorial del diario

    El Comercio publicadas en los aos 2008 y 2009, con motivo del primer paro

    amaznico y del Baguazo, respectivamente. La eleccin de analizar dos notas

    informativas tiene como fin mostrar la manera en que la ideologa que suscribe El

    Comercio queda graficada incluso cuando se buscar utilizar el lenguaje como un

    medio objetivo de comunicacin. Con el anlisis de un comentario del editor

    busco mostrar la forma en que lo analizado en las notas informativas se cristaliza

    20

  • en una posicin subjetiva la del editor de Poltica del diario- la cual se caracteriza

    por asumir como conocimiento compartido una serie de visiones subjetivas de la

    realidad.

    Si bien es cierto que los hechos ocurridos en Bagua pusieron sobre la mesa varios

    debates, ideas e intereses respecto de la nacin peruana, su clase poltica y el

    lugar que se imagina desde ah para la poblacin indgena; la lucha de la

    poblacin amaznica por defender sus derechos haba empezado un ao antes.

    En esa medida, me parece fundamental sealar que las ideas vertidas en medios

    como El Comercio no empezaron a circular una vez ocurrido el Baguazo, sino

    mucho antes.

    Prestemos atencin a los fragmentos de la siguiente nota, publicada el 13 de

    agosto del 2008 bajo el titular Ministro Antonio Brack encabezar proceso de

    dilogo entre el Ejecutivo y los nativos, para empezar a reparar en los usos

    lingsticos y las estrategias discursivas recurrentes, las cuales configuran un

    sistema de creencias, identidades y relaciones sociales cuya base es una

    concepcin dicotmica de la realidad:

    El ministro del Ambiente, Antonio Brack, encabezar el proceso de dilogo entre el Ejecutivo y los nativos para llegar a un consenso en torno a las demandas de los indgenas sobre la propiedad de las tierras comunales en la Amazona; as como su rechazo a las concesiones de petroleras, mineras y forestales superpuestas en sus territorios.

    21

  • () Brack dirigir la comitiva del Ejecutivo, que integrarn representantes de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) y de los diversos ministerios, que este viernes 15 se dirigir a San Lorenzo, en la provincia del Datem del Maran, en Loreto, para reunirse con los delegados de la Asociacin Intertnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) y los jefes de diversas federaciones indgenas.

    A fin de iniciar el dilogo, el Ejecutivo ha solicitado el cese del paro, coment Juan Manuel Figueroa, secretario de coordinacin de la PCM. A travs de un comunicado de prensa, la Aidesep neg que dicha organizacin haya aceptado levantar la paralizacin en la Amazona, pues ese es un asunto que deben decidir los dirigentes nativos en las zonas en conflicto.

    Ayer, las medidas adoptadas por los nativos se agudizaron en la Amazona, principalmente en la estacin 5 de Petro-Per, ubicada en Sarameriza (Loreto), donde opera el Oleoducto Norperuano. Al lugar han arribado cientos de indgenas. Lo mismo se produjo ayer en la estacin 6, en Imaza (Amazonas) y en Tayuntza, donde 1.500 nativos vigilan el cierre de las vlvulas de Petro-Per.

    () La central hidroelctrica El Muyo, en Amazonas, tambin contina tomada por los nativos, al igual que el ingreso a la carretera de penetracin de selva, a unos 50 kilmetros de Bagua.

    En el plano textual, resulta bastante til detenerse en los recursos de la

    transitividad que contiene el texto, que brindan informacin acerca de las acciones

    y roles semnticos de los que se da cuenta, para observar la forma en que la

    noticia presenta al Estado y sus representantes como los autores de acciones

    beneficiosas y a los indgenas como su contraparte, siendo siempre agentes de

    acciones inapropiadas o pacientes de las acciones loables que llevan a cabo el

    Estado y sus operadores.

    Mientras que el ministro encabezar el proceso de dilogo, as como dirigir la

    comitiva y el Ejecutivo ha solicitado el cese del paro; los indgenas demandan,

    22

  • rechazan, reclaman y toman por la fuerza. Es evidente el impulso por

    establecer en y con el lenguaje una asociacin entre los indgenas y acciones

    desaprobables, pues aparecen sistemticamente como los agentes de estas.

    Dicha asociacin aparece reforzada por la asociacin que se hace paralelamente

    del Estado y sus representantes con acciones caracterizadas por la razn. De esta

    manera, se despliega en la prensa una estrategia racista que consiste en construir

    una imagen negativa de los indgenas y una positiva de los representantes de los

    valores del Estado (Arruntegui, 2010).

    Volvamos a la primera frase de la noticia: El ministro del Ambiente, Antonio Brack,

    encabezar el proceso de dilogo entre el Ejecutivo y los nativos para llegar a un

    consenso. En ella, el representante del Gobierno no solo es el protagonista de un

    proceso de accin positivo encabezar un proceso de dilogo que resulte en

    consenso- sino que, al ser el agente, los nativos aparecen como los pacientes de

    la accin, no como coparticipantes de aquel dilogo que llevar al consenso, sino

    como sujetos pusilnimes, necesitados perpetuamente de una gua.

    En efecto, el orden de los enunciados en ciertas oraciones muestra que la

    representacin que hace El Comercio del Estado y los indgenas y su relacin

    descansa sobre la idea de que conforman una dicotoma jerrquica en la que los

    indgenas son los subordinados. En la siguiente frase del tercer prrafo, A fin de

    iniciar el dilogo, el Ejecutivo ha solicitado el cese del paro, no solo es el

    Ejecutivo el agente de una accin noble, sino que se establece una relacin causal

    con el recurso cohesivo A fin de- entre la medida de fuerza de las

    23

  • organizaciones indgenas y el pedido de dilogo por parte del Estado. De esta

    forma, se perfila un escenario en que la poblacin amaznica aparece como

    diametralmente opuesta al Estado y en el que se invisibilizan las causas del paro,

    el cual aparece como el estado natural de la poblacin amaznica.

    En efecto, el texto presupone y construye lo estatal y lo indgena como entidades

    opuestas y representantes de valores antagnicos. As las cosas, de un lado

    tenemos a los indgenas y, de otro, al Estado peruano representado por el

    Ejecutivo y la PCM. De hecho, la nota da cuenta de dos bandos enfrentados. Se

    busca resaltar esto y, adems, que el bando rebelde es el conformado por los

    indgenas.

    Veamos los dos ltimos prrafos de la noticia, en que el redactor da cuenta de la

    agudizacin de las medidas adoptadas por las organizaciones amaznicas,

    pues presenta ciertos recursos que permiten sacar conclusiones acerca de la

    manera en que se utiliza el lenguaje para representar a las poblaciones

    amaznicas como opuestas al Estado. En primer trmino, hay que sealar la

    presencia de los recursos cohesivos de conjuncin lo mismo, y, tambin y al

    igual que que surten el efecto de figurar como innumerables las acciones

    negativas perpetradas por los indgenas. Asimismo, se busca representar a las

    indgenas como una turba fuera de control, para lo cual se utilizan cuantificadores

    como cientos y 1500, que sugieren un escenario salvaje y apocalptico. De esta

    manera, se crea y recrea un discurso que representa a los indgenas como

    brbaros, autores de acciones condenables innumerables e injustificadas.

    24

  • En efecto, se figura a la poblacin indgena amaznica como opuesta al Estado,

    pues sus acciones son negativas o contemplativas y no atravesadas por la razn.

    En contraposicin, est el Estado, el cual se erige como autoridad en la medida en

    que reprime y tiene bajo control a estas poblaciones y sus intenciones: l encarna

    el proyecto civilizatorio moderno. Esta imagen es construida a travs de la

    descripcin de las medidas tomadas por los sectores amaznicos as como de las

    acciones que respecto a estas tomar el Estado, nunca al revs. Esta es una

    constante.

    Ahora bien, si un lector de esta nota periodstica se pregunta por la raz de la

    accin indgena (Por qu demandan y rechazan?), el texto de El Comercio no

    cuenta con una respuesta: se empiezan a evidenciar los lmites de la noticia, la

    frontera que divide lo que se quiere decir de lo que se decide no decir. En efecto,

    el anlisis textual puede en ocasiones dar excelentes explicaciones sobre qu

    hay en un texto, pero lo que est ausente del texto puede ser igualmente

    significativo desde la perspectiva del anlisis sociocultural. (Faiclough, 1995). Sin

    duda, la figuracin del Estado no como el que genera la reaccin indgena sino

    cmo aquel que reacciona, as como el silencio respecto de las razones o lgica

    indgenas, configura un escenario dicotmico y jerrquico en el que la razn busca

    imponerse, dominar, a la sinrazn.

    Entonces, cabe preguntarse: Qu se nos est presentando, la narracin de una

    rivalidad natural entre los indgenas y el Estado o la conjuncin de factores

    25

  • histricos y coyunturales que desencadenan el enfrentamiento contextual de estos

    bandos imaginados y presentados como esencialmente opuestos (y como

    bandos)?

    En Orientalismo, Said expone claramente la manera en que los textos producidos

    por Occidente sobre Oriente construyen discursivamente el objeto que, en teora,

    solo describen. La acumulacin de este tipo de conocimiento ha devenido en una

    tradicin que Said llama Orientalismo y cuya principal consecuencia es que no se

    tiene libertad de pensamiento sobre Oriente. Este es el pilar sobre el cual

    Occidente construy su relacin de superioridad respecto de Oriente: inventando

    una entidad que le era esencial y naturalmente inferior.

    De igual manera, los fragmentos citados arriba, y el corpus al que pertenecen,

    buscan configurar los hechos, los actores y sus relaciones, que se supone solo

    narran. Qu implica esto? En primer lugar, que las identidades son dinmicas y

    creaciones discursivas. En segundo trmino, que las noticias de El Comercio (y

    muchos otros medios) delimitan el marco discursivo en el que los hechos ocurridos

    en la Amazona tomarn sentido.

    La noticia publicada el 16 de agosto del 2008 bajo el ttulo Dirigente nativo rompi

    el dilogo y desconoci autoridad del ministro puede ayudar a seguir con el

    anlisis:

    26

  • A las 3 p.m. de ayer el ministro del Ambiente, Antonio Brack, y Juan Manuel Figueroa, secretario de coordinacin de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), salieron sonrientes de la Municipalidad Provincial de Datem del Maran (Loreto). Haban culminado de manera satisfactoria la primera etapa del dilogo que a las 10 a.m. haban comenzado con los dirigentes nativos, que acatan una protesta desde hace seis das.

    () Hasta las 3 p.m. se haban aprobado varios puntos importantes de la agenda de trabajo. Nada haca presagiar que tras el almuerzo, a las 4 p.m., en la reanudacin del dilogo, las sonrisas se tornaran en gestos adustos, debido a que Marcial Mudarra (Corpi) anunci que la negociacin se suspenda porque consideraban que la comisin del Ejecutivo era ineficaz para cumplir con los acuerdos a los que se haba arribado una hora antes.

    "El paro nativo contina", dijo Mudarra. Los dirigentes nativos tomaron esa decisin por recomendacin de los asesores legales de Aidesep y Corpi.

    Nuevamente, desde el titular, se presenta a los ciudadanos indgenas como

    agentes de acciones malas, pues rompen el dilogo y desconocen la autoridad.

    Adems de esto, el texto busca presentar dichas acciones como no justificadas,

    como llevadas a cabo de manera irreflexiva, pues nada haca presagiar que

    ocurriran. Se trata de una representacin de los ciudadanos indgenas como

    opuestos al Estado, pues su comportamiento no responde a la razn sino a la

    irreflexividad.

    En efecto, se presentan las acciones del Estado no solo como buenas sino como

    justificadas, mientras que las acciones cuya autora corresponde a los indgenas

    son malas y sin explicacin alguna: Haban culminado de manera satisfactoria

    (los representantes del Estado) la primera etapa del dilogo que a las 10 a.m.

    haban comenzado con los dirigentes nativos, que acatan una protesta desde hace

    27

  • seis das.. La accin noble de quienes representan al Estado dialogar- responde

    a una accin poco amigable de los indgenas protestar-, la cual, en el cuerpo del

    texto, aparece como sin motivacin alguna.

    El establecimiento de una relacin causa-efecto entre las medidas indgenas y las

    tomadas por el Estado, que resulta en la invisibilizacin de los motivos indgenas y

    la aparicin de ellos y sus acciones como intempestivas, se sostiene en la forma

    como el texto periodstico est cohesionado. La nota establece una relacin

    adversativa entre la primera parte de la nota (en que los ministros sonren) y la

    segunda (en que los indgenas deciden terminar con el dilogo). Esta manera de

    presentar la informacin, esta estrategia discursiva que se inicia con una

    descripcin feliz tiene como objetivo subrayar lo subrepticio e irreflexivo de la

    decisin indgena, la cual lleg cuando todo transcurra como en un cuento de

    hadas. La estrategia discursiva descrita iniciar la narracin sealando lo bien que

    iba todo para que la segunda parte de la narracin genere ms impacto- est

    acompaada, como se dijo, por el establecimiento de una relacin causal (cifrada

    en el recurso cohesivo debido a que, que establece una relacin entre las

    clusulas que componen esa parte del texto) entre los gestos adustos de los

    representantes del Estado al final de lo que se narra y la accin negativa de los

    indgenas.

    Importante constatacin: la realidad es construida de forma binaria. De un lado

    est el Estado detentador del poder y, del otro, los indgenas que se rebelan ante

    ello. Cada parte se define en trminos de la otra y, evidentemente, en un guin

    28

  • jerrquico en el que el Estado se erige en el lugar de la razn, de la verdad sobre

    el proyecto nacional, del orden y, por ende, como el responsable de acabar con el

    desorden. Como bien dice Said en el caso de la relacin Occidente-Oriente, se

    trata de una representacin cuyas implicancias son polticas.

    Lo indgena es presentado como el afuera constitutivo de la nacin peruana;

    aparece como aquella negacin sobre la cual se ha creado el proyecto moderno y

    nacional. Ahora bien, cmo se establece esta operacin? Cmo poner en el

    Estado y en la ideologa capitalista a la razn? Pues, ubicando en el Otro, los

    indgenas, la sinrazn. Como bien prueba Said en su texto, el hecho de que

    Occidente sus sujetos y tradicin- haya construido Oriente supone el

    establecimiento de una relacin de dominacin entre ambos.

    Algo que cabe sealar respecto de las noticias presentadas ms arriba es que

    estas son, en teora, notas informativas, es decir, no buscan sentar la posicin

    ideolgica que respecto al tema tiene el diario sino que su objetivo es informar de

    manera neutral los hechos concretos que tenan lugar en la Amazona. Por ello, se

    utiliza el gnero periodstico. No obstante esto, bajo la utilizacin del lenguaje en

    este gnero discursivo se establecen lecturas particulares sobre la realidad los

    indgenas tiene valores antagnicos a los del Estado- que pretenden ser pasadas

    como informacin objetiva. En efecto, se trata de la difusin de una ideologa bajo

    la forma de informacin objetiva. Como seala Louis Althusser en Ideologa y

    aparatos ideolgicos de Estado, la ideologa representa la relacin de los

    individuos con sus condiciones reales de existencia. En esa medida, la difusin de

    29

  • una formulacin ideolgica basada en representar a los indgenas como carentes

    de razn acusa las condiciones concretas y desiguales- de relacionamiento entre

    quienes representan a los indgenas identificados con los valores atribuidos al

    Estado- y los propios indgenas.

    El comentario del editor pegado ms abajo corresponde al 12 de junio del 2009,

    una semana despus de los lamentables hechos ocurridos en Bagua que cobraron

    la vida de indgenas, colonos y policas. Creo que conocer su contenido resulta

    pertinente para continuar con el argumento.

    Algo ms que la raz cuadrada

    Por: Juan Paredes Castro

    Explicarle a los nativos amaznicos la suspensin del Decreto Legislativo 1090 (ley forestal y de fauna) como una tregua para pasar a discutir su derogacin o cambios, ser como pintar en la pizarra la raz cuadrada o la cuadratura del crculo.

    No queremos decir que esta metfora, como nos la transmite el ex ministro Luis Solari, significa necesariamente la entrada en un punto muerto o en un retorno al entrampamiento violento de hace poco. Pero seamos muy conscientes de tres cosas:

    La primera, que la suspensin del D.L. 1090 no se la va a comprar fcil el ms grueso sector de los nativos. Por el contrario, estos tendran sobre sus espaldas la presin de un humalismo intransigente, que insiste en la derogacin en paquete de la norma ()

    La segunda, que el espacio de dilogo abierto con la suspensin del D.L. tiene que ser hbil e inteligentemente aprovechado, convocando a la mesa a los ms importantes representantes de los nativos amaznicos, con una agenda previamente concertada y un arbitraje de la mayor credibilidad, que bien puede ser la Iglesia, como lo plantea Yehude Simon, o la Defensora del Pueblo.

    30

  • La tercera, que en vista de la enorme complejidad del manejo de este espacio de dilogo, el Gobierno y el Congreso tienen que bajar al llano para convertirse ms en facilitadores de una real y efectiva salida a la crisis que en cmodos censores pblicos desde las altas esferas del poder.

    Es una lstima que el Partido Nacionalista de Ollanta Humala no se haya plegado a la suspensin de la medida como nica alternativa racional y viable de generar una tregua. Esta, aunque tensa, permite avizorar siquiera una luz al otro lado del tnel, en medio de las secuelas de horror y sangre que acaba de vivir el oriente peruano.

    No sabemos en qu plato de la balanza el humalismo coloca el doloroso episodio que atraviesa el pas y en qu otro sus intereses electorales y lo que parece no querer perder ahora: justamente los votos de la Amazona.

    Creo importante analizar el contenido de los dos primeros prrafos del texto citado

    teniendo en cuenta la manera que tiene la narracin de configurar a las

    poblaciones indgenas en relacin a la tradicin del conocimiento occidental, es

    decir, quiero subrayar la forma en que la narracin orientaliza a los ciudadanos

    amaznicos.

    Desde el ttulo, Algo ms que la raz cuadrada, el texto busca inventar un

    escenario binario. Asimismo, desde la primera frase, el editor asume una posicin

    tutelar respecto de las poblaciones amaznicas, pues aparecen como las

    pacientes del verbo explicar, mientras que la voz que se pronuncia en el

    comentario la del editor- se equipara con la del Estado y sus representantes para

    erigirse como las agentes de la accin de explicarle a los indgenas la suspensin

    del Decreto Legislativo 1090. Como seala Said, el proyecto poltico de

    colonizacin de Oriente pas por el control de la produccin de conocimiento, la

    31

  • cual permiti construir a la entidad Oriente y a los orientales como sujetos

    inferiores, de manera que se justificara la intervencin occidental sobre ellos.

    De igual forma, la construccin de los ciudadanos amaznicos como

    esencialmente opuestos al Estado y su lgica es la base para imaginarlos como

    necesitados de explicaciones, y no como portadores de razones. De ah que el

    editorialista Paredes Castro afirme que Explicarle a los nativos amaznicos la

    suspensin del Decreto Legislativo 1090 () ser como pintar en la pizarra la raz

    cuadrada o la cuadratura del crculo. Los indgenas, segn este enunciado, no

    solo son los pacientes del verbo explicar, sino que son personas a quienes les

    cuesta mucho entender explicaciones.

    Definitivamente, la infeliz metfora utilizada por el editor de El Comercio (presentar

    a los indgenas frente a una ecuacin para figurar su testarudez) desnuda los

    intereses de la enunciacin, pues queda clara la intencin de construir a los

    sujetos indgenas, adems de como tutelados, como contrarios, naturalmente

    opuestos a la tradicin occidental, la cual busca ser presentada como la nica

    portadora de racionalidad. Sin duda, presentar los hechos de esa manera no solo

    construye un mundo dicotmico y esencial, sino que produce y reproduce

    relaciones de dominacin entre las partes que conforman la dicotoma.

    Sigamos con el anlisis. Otra cuestin presente en el texto que ayuda a

    representar a los indgenas como opuestos al Estado es la elevacin de las

    instancias estatales el Gobierno y el Congreso- como aquellas llamadas a

    32

  • convertir el desorden en orden. Esto est cifrado en el uso del verbo modal de

    requerimiento tener que, que sirve para nombrar a los representantes del Estado

    como aquellos a los que se les requiere desde la perspectiva editorial del diario-

    convertirse ms en facilitadores de una real y efectiva salida a la crisis que en

    cmodos censores pblicos desde las altas esferas del poder.. En contraposicin,

    los indgenas aparecen como aquellos que, gracias a la accin de los operadores

    del Estado, encuentran soluciones.

    Asimismo, la presentacin del humalismo como agente que empuja a los

    indgenas en la direccin contraria a la que plantean las instancias del Gobierno

    termina por configurar a un sujeto indgena amaznico opuesto al Estado en el

    sentido de que porta valores antagnicos, como la irreflexividad: la frase la

    suspensin del D.L. 1090 no se la va a comprar fcil el ms grueso sector de los

    nativos. Por el contrario, estos tendran sobre sus espaldas la presin de un

    humalismo intransigente, que insiste en la derogacin en paquete de la norma

    invisibiliza y niega las razones la lgica- por las cuales los indgenas se oponen a

    la suspensin y las reduce a la presencia e intereses del humalismo.

    El prrafo con que termina el comentario del editor refuerza esto ltimo: No

    sabemos en qu plato de la balanza el humalismo coloca el doloroso episodio que

    atraviesa el pas y en qu otro sus intereses electorales y lo que parece no querer

    perder ahora: justamente los votos de la Amazona. Nuevamente, los indgenas

    amaznicos son representados como sujetos cuyas acciones no responden a

    33

  • razones: no son ciudadanos en tanto no manejan el cdigo del Estado pues son

    irreflexivos-, su ciudadana solo pasa por sufragar.

    El anlisis textual de estas noticias y editorial arroja la presencia de estrategias

    discursivas que buscan figurar a los ciudadanos amaznicos como opuestos a la

    Modernidad que encarna el Estado y su modelo de desarrollo. La asociacin de

    los amaznicos con acciones malas, al tiempo que se asocia al Estado con

    acciones buenas, sirve para recrear relaciones de poder que van ms all del

    texto, las cuales lo preceden y exceden. Lo mismo ocurre con la estrategia segn

    la cual las acciones siempre loables del Estado responden a un estmulo accin

    mala de los indgenas- mientras que la accin indgena carece de sentido, aparece

    como punto inicial de la historia que se cuenta.

    Las noticias y editorial analizadas consignan dichas estrategias adrede en el

    sentido de que su presencia responde a una eleccin de qu va en la noticia y qu

    no, a la lgica de produccin de un texto. De esta manera, el espacio noticio y

    editorial sirve para recrear discursos ya existentes sobre los pueblos indgenas y

    su lugar dentro del proyecto nacional peruano. En esa medida, estos textos

    resultan intertextuales pues dialogan con sentidos y nociones ya dichas en otro

    lugar. En efecto, los textos se constituyen a partir de otros textos ya producidos.

    (Faircllough: 1995).

    En El fantasma de la nacin cercada (Contra el sueo de los justos: la literatura

    peruana ante la violencia poltica), Juan Carlos Ubilluz describe, sobre el anlisis

    34

  • del Informe Uchuraccay y de cuatro novelas dos criollas y dos indigenistas-, la

    construccin fantasmtica hegemnica sobre el mundo andino sostenida por

    nuestras letras, sociedad y Estado (inconsciente cultural), en la cual se observa

    un mundo andino estancado en una tradicin premoderna. Esta construccin, a

    la hora de tratar el conflicto entre Sendero Luminoso y el Estado peruano, sostiene

    el autor, se convierte en explicacin, pues la violencia poltica no era ms que la

    recreacin del viejo conflicto entre la modernidad criolla y la tradicin andina

    (pg. 20). De esta construccin se infiere la imaginacin del sujeto andino como

    no tocado por la Modernidad, con un vnculo fortsimo con su tradicin cultural.

    (Ubilluz, 2009).

    Lo dicho por Ubilluz resulta doblemente interesante porque, adems de dar las

    coordenadas para pensar en dicha construccin fantasmtica como una

    formacin cultural que elude lo real de los antagonismo sociales del Per

    contemporneo (pg. 21.), seala que esta figuracin puede servir de soporte a

    posiciones que aparecen como opuestas en el espectro ideolgico-poltico.

    En este captulo quiero sostener que la operacin sealada por Ubilluz la

    figuracin del Ande como estancado en el pasado como forma de esquivar las

    reales causas de los conflictos sociales- es vlida tambin si pensamos en la

    Amazona y en el caso que vengo tratando. Las notas y la editorial analizadas

    muestran claramente la manera en que la Amazona y las poblaciones que habitan

    en ella son representadas segn los discursos que preexisten a la coyuntura que

    en teora es el motivo por el cual se produce la noticia o comentario.

    35

  • Este tipo de representacin, como dira Said para algn texto orientalista, forma

    parte de una tradicin de larga data estrechamente vinculada con la colonizacin

    (en este caso de Amrica). Como tambin seala Ubilluz, esta tradicin es

    hegemnica en nuestras letras, sociedad y Estado. Y, como es evidente, tambin

    en los medios de comunicacin.

    Pienso que esta representacin de lo indgena es una imagen que se ha

    solidificado en el sector de la prensa y de la sociedad que encarna El Comercio al

    punto de reemplazar a la realidad misma. Se trata de una imagen que puede ms

    que cualquier evidencia en su contra. Se trata de un guin para relacionarse con la

    realidad. El Decano de la Prensa Peruana, cuando cubre los hechos ocurridos en

    la Amazona, lo nico que hace es desplegar la imagen preconcebida que tiene.

    De esto emerge una versin, la cual pretende naturalizarse, de lo que es y debera

    ser la nacin peruana. Y, sin duda, no se trata de una versin indita, sino ms

    bien de una articulada sobre sentidos comunes presentes en nuestra sociedad, los

    cuales forman parte del marco discursivo que pone los lmites a nuestra forma de

    imaginar y representar la nacin.

    Sin duda, lo que tratamos es complejo: el producto analizado una narrativa

    nacional- y su productor la prensa escrita tradicional- estn satisfaciendo un

    deseo que no solo est vinculado con sus intereses particulares, sino con los de

    nuestra sociedad toda. En efecto, no solo es importante sealar la presencia de

    36

  • una narrativa y su circulacin en tanto producida por un sector, sino en tanto

    consumida por varios, los cuales ven recreadas sus fantasas en ella. Esto dice

    mucho respecto de la modernidad en el Per, de nuestra imposibilidad como

    nacin y de la ideologa desde la cual la nacin se ha pensado y se piensa a s

    misma.

    En este punto, cabe recordar lo sealado por Fairclough en Anlisis crtico del

    discurso acerca de que el ACD no tiene en la mira al lenguaje y su uso en s o por

    s mismos, sino que repara en la naturaleza parcialmente lingstica de los

    procesos y estructuras sociales y culturales. Teniendo esto como base, cabe la

    pregunta por si El Comercio, dados los intereses vertidos en su forma de abordar

    la noticia, ostent algn tipo de pacto explcito con el Gobierno aprista y su

    ideologa, vertida claramente en la serie de artculos El sndrome del perro del

    hortelano. La respuesta a dicha pregunta es un contundente no; no hubo ningn

    tipo de pacto como los que celebraba Montesinos con diversos dueos de medios

    de comunicacin en la dcada de 1990.

    El Comercio, si bien no ostent ningn tipo de matrimonio con el Gobierno aprista,

    comprendi la realidad en los trminos en los que lo hizo este, es decir, tomando

    al desarrollo y a la inversin privada como nicos caminos para lograr la

    modernidad. Pero, Por qu se constituye este binomio medios de comunicacin

    tradicionales-Gobierno?

    37

  • Siguiendo lo planteado por Mariel Garca Llorens en El discurso del perro del

    hortelano y las articulaciones actuales entre poltica y medios de comunicacin en

    el Per, creo que este alineamiento es explicado por la hegemona alcanzada por

    el mercado. Creo que, y probar ello es uno de los fines de este trabajo, asistimos a

    una poca en que tanto la prensa como el Estado han sido asaltos por el mercado,

    es decir, los valores que orientan su accin tienen su origen en l, de manera que

    el capital y su lgica hablan a travs de ellos, los cuales aparecen como aparatos

    ideolgicos del mercado.

    Garca Llorens seala como indicador de este alineamiento el hecho de que El

    Comercio divulgara en su seccin Poltica y respaldara en su espacio editorial la

    serie de artculos denominado la saga del perro del hortelano, de autora del

    presidente de turno, Alan Garca. En estos textos el Gobierno a travs de la pluma

    del presidente sienta su posicin frente a la realidad nacional, la cual es agresiva e

    intolerante respecto de quienes piensan distinto y aspiran a otro modelo para

    alcanzar el desarrollo. Desde el Gobierno, se busca imponer a toda costa un nico

    modelo de desarrollo capitalista basado en la extraccin de recursos naturales y

    se representa a quienes piensen diferente como perros del hortelano, como

    sujetos sin lgica que buscan impedir el desarrollo del pas.

    La forma y fondo de la posicin del Gobierno, as como la alineacin a esta

    expresada por El Comercio, ejemplifica dos problemticas estructurales, y

    mutuamente ligadas, de las democracias liberales del mundo contemporneo. La

    primera es la prdida de peso del Congreso frente a la figura del presidente, el

    38

  • cual, bajo el decreto de estados de excepcin, concentra el poder de tomar

    decisiones; la segunda es consecuencia de la primera y es que los gobiernos se

    van convirtiendo en operadores polticos de los poderes econmicos, lo cual se

    expresa, por ejemplo, en la correspondencia de las posiciones del Gobierno y del

    grupo econmico meditico representado por El Comercio. (Garca Llorens, 2010).

    Se puede concluir que, a nivel de la prctica social, los hechos discursivos

    analizados cifran en el leguaje la existencia y operacin de procesos

    sobredetrminados (econmicos, polticos y culturales) vinculados con la

    construccin hegemnica de un modelo capitalista de desarrollo basado en la

    extraccin de recursos naturales. Para tal fin, resulta necesaria la construccin de

    sujetos cuyos valores se oponen a los del Estado, de tal manera que la

    intervencin sobre ellos queda justificada y cualquier tipo de crtica a este proyecto

    queda suprimida.

    39

  • Captulo II - Lo indgena como prepoltico

    Este captulo est dedicado a observar la manera cmo el diario El Comercio narra e

    interpreta el accionar indgena en una coyuntura especfica: la lucha de las

    organizaciones amaznicas por que se derogue un paquete de decretos legislativos que,

    desde su perspectiva, amenazaba su derecho a participar de las decisiones que las

    comprometen a ellas y su territorio.

    Lo que busco probar en este captulo es que El Comercio -en sus notas y comentarios

    editoriales- representa las acciones indgenas como motivadas por la actuacin de

    terceros, es decir, invisibiliza la agencia poltica de las organizaciones y ciudadanos

    indgenas para figurar sus acciones y decisiones como manifestacin de la manipulacin

    perpetrada desde algn sector particular y denominado a menudo antisistema. En

    efecto, busco demostrar por qu se puede afirmar que El Comercio concibe el accionar

    indgena como prepoltico, as como establecer cules son las estrategias discursivas y

    argumentativas a travs de las cuales se construye esta representacin y las implicancias

    que esta tiene.

    Tras reparar en la dimensin propiamente textual de los objetos a analizar y de reflexionar

    en torno al proceso de su produccin, me detendr en el tercer nivel de anlisis,

    denominado por Fairclough como el de la prctica social, es decir, en cmo los eventos

    discursivos implican el uso del lenguaje en tanto prcticas que aluden a aspectos no

    textuales, sino socioculturales e histricos de la sociedad. En ese sentido, tambin tratar

    40

  • la forma en que la representacin hecha por El Comercio est atravesada por la

    experiencia colonial y de constitucin del proyecto moderno y nacional peruano.

    Como vimos en el primer captulo, en las notas y editoriales de El Comercio se representa

    a los ciudadanos indgenas como opuestos al Estado. Mientras que el Estado y sus

    representantes son figurados y construidos como autores de acciones buenas, los

    indgenas son quienes siempre perpetran acciones condenables. As, se erige al Estado

    como el lugar de la razn y a los indgenas como personas cuya nica posibilidad es dejar

    que el Estado, sus instituciones y operadores, los saquen del error y los encaminen por el

    sendero del progreso y el desarrollo.

    En Colonialidad del poder, eurocentrismo y Amrica Latina, Anbal Quijano, a

    partir de la presentacin y anlisis de las caractersticas y condiciones de la

    instauracin y despliegue del sistema colonial, da cuenta de la configuracin del

    actual orden de poder, cuyas bases son la colonialidad del poder, el eurocentrismo

    y la hegemona del sistema capitalista. Desde esta perspectiva que comparto, el

    orden econmico poltico contemporneo no es ms que la culminacin-

    continuacin de un proceso en el que lo europeo occidental, criollo en el caso

    peruano (sus ideas y proyectos), se ha impuesto al resto de culturas del globo. La

    conclusin de esto es que el actual orden de poder implica un elemento de

    colonialidad. El actual orden se funda en la Colonia y se sostiene sobre la

    reproduccin de las relaciones de poder instauradas desde ese perodo.

    41

  • El proceso a travs del cual lo europeo se impone a las dems culturas bajo la

    idea de la existencia de razas (todas inferiores a la blanca europea) implica la

    construccin, de un lado, de lo europeo como lo excelso y, de otro, de lo no-

    europeo (americano en este caso) como su contrapartida. Bajo la idea de raza se

    naturaliza la subjetiva superioridad de lo europeo y se implanta un orden mundial

    en donde todo se define y articula en relacin a lo europeo -en el plano

    econmico, en relacin al capitalismo mundial. (Quijano, 1993).

    Ahora bien, la representacin negativa que se hace de los indgenas tiene una doble cara:

    por un lado, como mostr en el primer captulo, son presentados como los autores de

    acciones reprobables; pero, por otro -dada su condicin de manipulables- no son

    enteramente responsables por lo que hacen. La idea de este captulo es desnudar esta

    otra cara de la representacin que se hace de los indgenas y de su agencia poltica, y

    sealar qu cuestiones motivan este tipo de representacin y en dnde echan sus races.

    En ese sentido, discutir lo ya dicho por Arruntegui leyendo a Homi Bhabha- acerca de

    que la prensa escrita tiene una visin ambivalente del sujeto indgena (pg. 436: 2010).

    En efecto, me encargar de demostrar que no se trata de una contradiccin (que se

    represente a los sujetos indgenas amaznicos como ejecutores de malas acciones y sin

    embargo como no directamente responsables por estas), sino de dos aspectos de una

    representacin que sirven para legitimar lo mismo: la imposicin a los indgenas y al

    espacio amaznico del modelo de desarrollo capitalista promulgado desde el Estado y el

    capital. En ese sentido, me abocar a observar de qu manera esto entra en relacin con

    los procesos histricos que han marcado la forma como el proyecto nacional y criollo

    42

  • peruano se desarroll y cul fue el lugar que se atribuy desde ah para las poblaciones

    indgenas.

    Leamos el siguiente fragmento del comentario editorial publicado el 18 de julio del 2008

    bajo el ttulo Por un dilogo sin presiones para continuar con el argumento:

    Los hechos demuestran que cuando los dirigentes legtimos se sientan a la mesa de dilogo, con un interlocutor vlido como lo es el ministro del Ambiente, Antonio Brack, se puede llegar a acuerdos y consensos. Y es que el viernes pasado, antes de que las comunidades patearan el tablero, se haba arribado precisamente a pactos importantes, como que el Ejecutivo no reglamentara los decretos legislativos 1015 y 1073 hasta que el Tribunal Constitucional se pronunciara al respecto; que se constituira una comisin que revisase el resto de decretos para estudiar la modificacin de los artculos que pudiesen afectar a las comunidades; entre otros.

    El problema se produce cuando las comunidades son influidas por terceros, por personajes y organizaciones que actan como infiltrados para defender no el inters de los grupos indgenas sino agendas polticas radicales que eventualmente tienden al conflicto. Poco se puede conseguir por ese camino, a no ser la desestabilizacin del pas.

    Por ello, es necesario que los apus amaznicos reaccionen, que abandonen sus posiciones radicales y retornen a la mesa de dilogo para seguir adelante con un acta que, en principio, reconoci que haba lugar a demandas. No pueden desestimar lo avanzado en las conversaciones con el ministro del Ambiente.

    El Gobierno tiene que emplear todos sus esfuerzos para respetar los derechos de los pueblos indgenas, por los canales legales de representacin que provee el Estado de derecho, en forma gradual si es necesario, y de manera consensuada. Lo que no puede tolerarse es la injerencia politiquera que cosecha a ro revuelto.

    43

  • El texto citado da cuenta de las dificultades dadas en la negociacin entre los

    movimientos indgenas y el Estado. Como se vio en el primer captulo, es clara la manera

    como se busca representar a los indgenas de forma negativa apenas uno se detiene en

    cules son las acciones que se les atribuye y de qu tipo son: patear el tablero,

    posiciones radicales, etc. Entonces, en primera instancia, en El Comercio se figura a un

    sujeto indgena cuyo distintivo es ser agente de acciones condenables. Esto siempre

    presentado como informacin que complementa las acciones loables que ejecuta el

    Estado y sus representantes. Como ya se mencion, el ser indgena se define en el

    campo noticioso en contraposicin con el Estado, con lo que se construye una dicotoma

    jerrquica en la cual el Estado aparece como el lugar de la razn y los indgenas como

    portadores de la sinrazn. Esto, adems de implicar una representacin negativa de los

    indgenas, construye una responsabilidad del Estado frente a ellos dada su condicin

    carente.

    Como deca, el centro de la noticia es explicar la forma lenta como avanzan las

    conversaciones. Lo que se dice, explcitamente, es que el motivo por el cual el proceso se

    ha entorpecido es la falta de agencia poltica de los indgenas y sus movimientos, los

    cuales se dejan influenciar por terceros. En toda la nota no se dice quines seran estos

    terceros, que actan como infiltrados para defender no el inters de los grupos indgenas

    sino agendas polticas radicales que eventualmente tienden al conflicto, con lo cual el

    hecho de sealar la presencia de terceros solo sirve para subrayar el carcter

    manipulable de los ciudadanos y organizaciones indgenas, a travs de los cuales opera

    la injerencia politiquera que cosecha a ro revuelto.

    44

  • En efecto, aquello la condicin manipulable de los indgenas- es lo que el editorialista

    seala como el problema. De esta manera, los sujetos indgenas aparecen como

    aquellos que perpetran acciones condenables (en tal caso se reconoce su autora), pero

    en el marco de un escenario ms grande, en el que fungen de marionetas de terceros. La

    ambivalencia en la figuracin de los indgenas a m modo de ver tiene que ver con que se

    les asocia con acciones malas y al mismo tiempo se les construye como necesitados de

    tutela. En ese sentido, el trmino ambivalente no se ajusta plenamente, pues este hace

    referencia a la coexistencia de dos interpretaciones opuestas, por ejemplo, que se les

    represente como autores de acciones malas y por otro lado como sujetos amables. Esto

    no ocurre: la ambivalencia de la representacin por un lado los indgenas ejecutan

    acciones malas y por otro no son totalmente responsables- no es real. Los dos aspectos

    que se resaltan sirven para connotar la incivilidad indgena y la necesidad de que se les

    intervenga.

    Ahora bien, la condicin pasiva de los indgenas es presentada no como una lectura

    entre muchas otras posibles- de la realidad, sino como el estado real y natural de las

    cosas. Esto se hace a travs de lo que en ACD se denomina nominalizacin, accin a

    travs de la cual procesos y perspectivas son presentadas como cuestiones concretas

    (reales) y estables. Esto aparece en el texto a travs de la utilizacin de las formas

    verbales son y es en las frases las comunidades son influidas por terceros y es

    necesario que los apus amaznicos reaccionen, que abandonen sus posiciones

    radicales. De esta forma, la injerencia de terceros y que los indgenas tienen posiciones

    radicales aparecen como cuestiones naturales e incuestionables.

    45

  • En el ltimo prrafo, el editor presenta la presuposicin central del texto, la idea que

    coloca al final de su comentario para que quede resonando: que en efecto existe una

    injerencia politiquera que cosecha a ro revuelto. Asumir tal cuestin como real, y

    presentarla como tal, surte el efecto de fortalecer la idea del ciudadano indgena como

    paciente, ya sea de las acciones civilizatorias del Estado o de las acciones politiqueras

    de ciertos sectores.

    Revisemos la nota titulada Ministro Brack critic la manera abrupta como dirigentes

    cortaron el dilogo, publicada el 16 de agosto del 2008, para seguir analizando la manera

    en que se representa la accin indgena:

    A travs del hilo telefnico y en declaraciones a CPN Radio, el ministro del Ambiente, Antonio Brack Egg, no poda ocultar su malestar y fastidio por la forma tan abrupta como concluy el dilogo en San Lorenzo.

    "Habamos trabajado en San Lorenzo con las tres organizaciones indgenas. Habamos resuelto puntos de la agenda. Habamos dialogado mucho para llegar a un acuerdo. A las tres de la tarde hicimos una pausa para comer algo, y una hora despus, a las cuatro, decidimos seguir con la agenda, pero en ese momento ellos dijeron que no queran continuar con la agenda y que simplemente nosotros no tenamos poder de discusin para dialogar con ellos sobre los decretos legislativos", indic Brack.

    Los nativos le reclamaron al titular del Ambiente la presencia del mandatario, del titular del Parlamento y del presidente del Consejo de Ministros.

    "Ellos dijeron que en 24 horas vengan el primer ministro, el presidente de la Repblica y el titular del Congreso porque los que estbamos ah no representbamos a nadie. Yo pregunt si eso era su ltima palabra, y dijeron que esa era su ltima decisin, y as lo manifestaban", explic el ministro del Ambiente.

    46

  • Brack Egg expres que haban llegado a redactar, de manera conjunta, un acta con los acuerdos logrados: "Ac tengo el acta redactada que no se lleg a firmar. A las cuatro de la tarde todo fue como un relmpago. Ellos cambiaron totalmente la agenda y decidieron no continuar", afirm el ministro.

    "Hablo con la mayor sinceridad. Los nativos estn manejados por unos abogados, quienes estaban de observadores, y sabemos perfectamente a qu grupos pertenecen", indic Brack, al tiempo de mencionar a Juan Sapayuri, a quien vincul con el humalismo.

    La nota tiene como protagonista al ministro del Ambiente, cuyas declaraciones son la

    nica fuente periodstica. En ella se narra la forma en que se rompi el dilogo entre las

    organizaciones indgenas y el Ejecutivo, y se seala que las conversaciones llegaron a su

    fin por iniciativa de los indgenas, aunque no se presenta ningn argumento que explique

    aquello. Como se dice ms adelante, la decisin indgena fue tan repentina como un

    relmpago.

    Nuevamente, los indgenas son representados como actores que ejecutan acciones malas

    -como romper el dilogo- y, adems, como irreflexivos, pues actan con la lgica y

    elementalidad de la propia naturaleza, de ah que la nota consigne que todo fue como un

    relmpago. Sobre el final, se cita la explicacin que tiene para todo esto el ministro

    Brack: Los nativos estn manejados por unos abogados.

    El hecho de que el autor de la nota no consigne otra lectura de los hechos, por ejemplo la

    de las organizaciones indgenas, hace que la interpretacin del ministro pase no solo

    como la interpretacin del diario, sino como la misma realidad. En efecto - a travs de una

    nominalizacin cifrada en la presencia de la modalidad categrica del verbo estar- los

    47

  • indgenas son representados como fuera de la poltica o, peor an, dentro de ella pero

    como muecos de ventrlocuo, sin una voz ni accin propias. As tambin, en el segundo

    prrafo de la nota, el uso del adversativo pero busca contrastar aquello que haca el

    ministro Brack seguir con la agenda- con lo que hicieron los nativos oponerse a

    continuar con el dilogo. El uso de tal adversativo tiene como fin darle ms notoriedad a la

    segunda clusula del enunciado, es decir, el hecho de que los indgenas se indispusieron

    al dilogo. Esto es reforzado por la nominalizacin ya mencionada que se hace en el

    ltimo prrafo: Los nativos estn manejados por unos abogados, a travs de la cual la

    manipulacin de la que son presa los indgenas es naturalizada, es decir, reportada como

    un hecho fctico.

    Como seal ms arriba, la nica fuente que tiene esta noticia son las declaraciones del

    ministro del Ambiente, Antonio Brack. La nica forma que tiene la posicin indgena de

    estar presente en la noticia es a travs de la voz del propio ministro, de ah que l y no

    un representante de las organizaciones indgenas- diga cosas como en ese momento

    ellos (los representantes de las organizaciones indgenas) dijeron que no queran

    continuar con la agenda y que simplemente nosotros no tenamos poder de discusin

    para dialogar con ellos sobre los decretos legislativos" o dijeron (los indgenas) que en 24

    horas vengan el primer ministro, el presidente de la Repblica y el titular del Congreso

    porque los que estbamos ah no representbamos a nadie. Yo pregunt si eso era su

    ltima palabra, y dijeron que esa era su ltima decisin. Resulta evidente el impulso por

    presentar a los indgenas como carentes de razones: las declaraciones del ministro del

    Ambiente respecto de ellos solo dan cuenta de las acciones malas- que iban ejecutando,

    no de las razones y lgica que las sostenan.

    48

  • En la introduccin a su libro Subalternidad y representacin, John Beverly afirma que la

    categora de subalterno designa a una particularidad subordinada. Lo importante de esto

    es que tal categora no es de naturaleza ontolgica, sino que le corresponde un referente

    espacial; en palabras de Beverly, una forma de territorialidad. Tal referente, dentro de

    nuestro pas, podra ser ocupado por diferentes espacios: los Andes, la Amazona, lo

    rural, la periferia urbana, etc. En el caso que estamos tratando la lucha de las

    organizaciones indgenas por defender su territorio y su derecho a ser consultadas- la

    Amazona y sus habitantes representaran tal particularidad subordinada, pues, como

    seala Beverly leyendo a Spivak, lo que hace subalterno al subalterno es su incapacidad

    para hablar, es decir, para tener una propia voz con capacidad para interpelar. (Beverly,

    2004).

    Retomando la nota de ms arriba, cabe la pregunta por si los ciudadanos indgenas tienen

    voz y cul es su forma de entrar en dilogo. Resulta evidente que los indgenas carecen

    de voz, que la forma de acceder a su versin es siempre a travs de otra versin ms

    poderosa. Tal y como seala Beverly continuando con su revisin de Spivak, la

    incapacidad de autorrepresentacin que tienen los indgenas tiene dos indicadores: el

    primero es que se habla sobre ellos y el segundo es que se habla por ellos. La afirmacin

    tanto de Beverly como de Spivak apunta ms al saber acadmico, cuya produccin est

    ntimamente ligada con la produccin de la subalternidad, pero de igual modo resulta

    sumamente til para los fines de esta investigacin, pues la condicin de subalternos de

    los ciudadanos indgenas es algo que se produce y reproduce cotidianamente en los

    medios de comunicacin tradicionales.

    49

  • El comentario del editor que aparece ms abajo fue publicado el 16 de junio del 2009 bajo

    el ttulo Esa doble orilla venida de Bagua:

    Hay un flujo de informacin y opinin hacia dentro y hacia fuera en el que peruanos y extranjeros parecemos sordos, miopes y sin sentido comn respecto de lo acontecido en Bagua.

    Hay fuentes oficiales y privadas que buscan decir la verdad, y otras que la ocultan y distorsionan abiertamente, lo que crea en la prensa, en los blogs y en las pginas web de muchas ONG tantos vacos y contradicciones como para alimentar toda desinformacin y toda pesca poltica a ro revuelto.

    No sera bueno reconocer del lado del Gobierno que hubo valiosa informacin de inteligencia preventiva que negligentemente no us y del lado de los defensores de las comunidades nativas que hay miembros de estas comprometidos en torturas y asesinatos crueles de policas indefensos?

    Un sector del Gobierno admite no haber consultado ni tratado con los nativos lo que haba que consultar y tratar con ellos. Otro condena la muerte de tantos policas ignorando las condiciones de imprevisin e improvisacin a las que fueron llevados, sin ni siquiera combatir.

    Hay quienes al mismo tiempo de lamentar la muerte de civiles, principalmente de nativos amaznicos, parecieran desear que las bajas en este colectivo humano fuesen ms y al mismo tiempo desconocer, con cierto disimulo, el cruel ensaamiento del que fueron vctimas, a manos nativas, ms de veinte policas.

    Esta es la ingrata doble orilla que crucialmente opone hoy a quienes teniendo la sartn por el mango en el manejo de la situacin se aferran ms a sus errores que a sus enmiendas, con quienes teniendo a su cargo el compromiso de velar por la suerte de los nativos parecieran desdear la suerte de los dems involucrados en la tragedia de Bagua.

    Nos sorprende, por ltimo, que estos mismos que reclaman responsabilidades y deslindes puntuales en las esferas del Gobierno hagan caso omiso del papel intransigente desempeado por Alberto Pizango y que encima pretendan eximirlo de responsabilidad en un escenario de violencia nunca ajeno a l en su gestacin ni en su desenlace.

    50

  • Si vamos a marchar ahora a una nueva mesa de dilogo entre el Gobierno y los nativos, tratemos de despejar esta doble orilla y sobre todo las palabras, gestos y tonos que puedan inflamarla ms.

    Creo que este comentario del editor termina por dibujar el escenario que se imagina y

    construye como real desde la posicin de El Comercio. El comentario es publicado una

    vez ocurrido el Baguazo y busca clarificar la situacin: segn el editorialista Paredes

    Castro, lo que deja el incidente ocurrido en La Curva del Diablo, en Bagua, es una ingrata

    doble orilla, metfora que sirve para presentar un escenario polarizado en el cual existen

    dos bandos.

    Pero, cules vendran a ser estos dos bandos enfrentados cuyos intereses se

    contraponen? El siguiente fragmento, creo, deja clara la respuesta a la interrogante: No

    sera bueno reconocer del lado del Gobierno que hubo valiosa informacin de inteligencia

    preventiva que negligentemente no us y del lado de los defensores de las comunidades

    nativas que hay miembros de estas comprometidos en torturas y asesinatos crueles de

    policas indefensos?. Ms clara no puede ser la respuesta: los protagonistas de todos los

    sucesos son, de un lado, el Gobierno; y, por otro, aquellos que tienen a su cargo el

    compromiso de velar por la suerte de los nativos.

    Ahora bien, esta falta de agencia de los indgenas su condicin manipulable- no es

    excluyente desde la perspectiva esgrimida por El Comercio de su capacidad para cometer

    acciones salvajes: mientras que se seala en el comentario del editor que hay indgenas

    comprometidos en torturas y asesinatos crueles, sobre el accionar del Estado y sus

    51

  • representantes ministros, la Polica, por ejemplo- se dice como la peor crtica que no

    usaron informacin valiosa que estaba a su disposicin.

    En virtud a que se perfila un escenario polarizado en el que los indgenas funcionan como

    tteres de una de las partes, se niega todo tipo de agencia poltica a los indgenas y sus

    organizaciones, de modo que quedan fuera de lo poltico. Adems de esto, los indgenas

    quedan, bajo esta forma de interpretar la realidad, fuera de la historia, pues no cuentan ni

    con una voz ni con una accin verdaderamente suyas. Como seala Beverly

    parafraseando a Spivak, el subalterno no puede hablar en una manera que conlleve

    cualquier forma de autoridad o sentido para nosotros, sin alterar las relaciones de

    poder/saber que lo constituyen como subalterno. (Beverly, 2004)

    De modo que la representacin del sujeto indgena como fuera de la arena poltica se

    sostiene en la construccin de un tercer actor y sirve para justificar la intervencin del

    Estado, la omnipresencia del modelo de desarrollo occidental. De ah que el editorialista

    afirme que la coyuntura que venimos tratando oponga a quienes teniendo la sartn por el

    mango en el manejo de la situacin se aferran ms a sus errores que a sus enmiendas,

    con quienes teniendo a su cargo el compromiso de velar por la suerte de los nativos

    parecieran desdear la suerte de los dems involucrados en la tragedia de Bagua. Ms

    claro an: de un lado est el Gobierno, al que el editorialista le critica su incapacidad para

    enmendarse; y del otro, quienes velan por la suerte de los nativos. Cabe sealar la

    utilizacin del verbo velar, pues los roles semnticos que se atribuyen tienen importantes

    implicancias en la medida que, una vez ms, los indgenas aparecen como los pacientes

    de una accin que protagoniza otro actor no indgena.

    52

  • Es innegable que la manera como se describe la posicin y razn de los indgenas dice

    mucho acerca del emisor del mensaje y sus intereses: se presenta a los indgenas y sus

    movimientos como sin agencia poltica, esto es, como un sector que tiene la necesidad de

    ser hablado por otros sectores que s calzan en el adjetivo de polticos. En el

    despliegue de este argumento, el cual descansa en una serie de sentidos comunes, se

    legitima un proyecto nacional homogenizador arbitrario y con una clara impronta colonial

    que solo privilegia, sea como sea, la inversin extranjera. Tal proyecto se funda sobre una

    narrativa nacional que excluye a los indgenas como sujetos de la historia y los figura

    como poblacin a intervenir.

    Como ya he mencionado, los textos son espacios sociales donde ocurren dos procesos

    sociales de manera simultnea: conocimiento y representacin del mundo, e interaccin

    social. En su funcionamiento ideacional, los textos constituyen sistemas de creencias y

    conocimiento () y, en su funcionamiento interpersonal, constituyen sujetos sociales y

    relaciones sociales entre sujetos. (Fairclough,1995, pp.11 y 12). En efecto, las notas y

    editoriales de El Comercio crean y recrean una lectura de la realidad y de las relaciones

    que ah tienen lugar. Como hemos visto, se representa a un sujeto indgena amaznico

    sin agencia poltica, ajeno a la historia, que entra en relacin con el Estado y sus valores

    de forma conflictiva, lo que termina por erigir a