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Tercer Domingo de Cuaresma Lecturas del día: Éxodo 3:1 – 8a, 13 – 15; Salmo 103:1 – 2, 3 – 4, 6 – 7, 8, 11; 1 Corintios 10:1 – 6, 10 – 12; Lucas 13:1 – 9. Las palabras de Jesús en el evangelio de hoy ojalá que le perturben y reten a usted, al punto de preguntarse: “¿A qué debo morir para dar fruto?”. Este morir es un sacrificio por otros. Por el bien de la comunidad, deje de lado su egoísmo. Nombre el pecado que lo atrapa y le aleja de Dios. Ese morir conduce a la vida prometida por Cristo porque nos orienta a su misterio pascual. Jesús no bromea en el evangelio de hoy. Apunta que si usted no se arrepiente, morirá. Piense en esto por un momento. ¿Qué pensamientos o sentimientos le bro- tan? Las palabras de Jesús son más bien rudas, pero como Moisés que sacó a los israelitas de la esclavitud, Jesús nos libera de nuestras esclavitudes para darnos vida nueva. ¿De qué necesita arrepentirse? ¿Qué le preocupa y lo retiene de servir a los demás? Tanto el salmo como la parábola de la higuera nos recuer- dan que Dios es paciente y compasivo. Dios no nos deja ni nos abandona, sino que aguarda pacientemente que demos fruto. ¿Qué se necesita para dar fruto? ¡Arrepentirse! Esta Cuaresma tenemos la oportunidad de examinar y cortar lo que nos vuelve estériles. Con ayuno, oración, limosna y otras obras de misericordia comencemos a nutrir nuestra alma con la compa- sión de Dios. Reúnase con sus amigos o con sus familiares y con base en las lecturas de hoy, conversen sobre cómo puede el arrepentimiento llevar a una vida nueva. Misericordia Dios misericordioso, tú nos muestras tu bondad y compasión, incluso si somos tardos para arrepentirnos. Cegados por el pecado nos apartamos de ti y nos marchitamos como la higuera. Dios compasivo, renueva nuestro corazón, para que, como Moisés, escuchemos tus palabras sustanciosas y dadoras de vida, para que repudiemos el pecado, y demos frutos abundantes. Concédenos ser signos de tu misericordia para los que se marchitan en las tinieblas. Que abandonemos nuestros deseos mundanos, y busquemos el perdón que nos ofreces, para que echemos raíces en la santidad, y experimentando tu magnificencia te demos gloria año tras año. Por Cristo nuestro Señor. Amén. Domingo, 28 de febrero de 2016 Arrepentimiento

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Tercer Domingo de Cuaresma

Lecturas del día: Éxodo 3:1 – 8a, 13 – 15; Salmo 103:1 – 2, 3 – 4, 6 – 7, 8, 11; 1 Corintios 10:1 – 6, 10 – 12; Lucas 13:1 – 9. Las palabras de Jesús en el evangelio de hoy ojalá que le perturben y reten a usted, al punto de preguntarse: “¿A qué debo morir para dar fruto?”. Este morir es un sacrificio por otros. Por el bien de la comunidad, deje de lado su egoísmo. Nombre el pecado que lo atrapa y le aleja de Dios. Ese morir conduce a la vida prometida por Cristo porque nos orienta a su misterio pascual. Jesús no bromea en el evangelio de hoy. Apunta que si usted no se arrepiente, morirá. Piense en esto por un momento. ¿Qué pensamientos o sentimientos le bro-tan? Las palabras de Jesús son más bien rudas, pero como Moisés que sacó a los israelitas de la esclavitud, Jesús nos libera de nuestras esclavitudes para darnos vida nueva.

¿De qué necesita arrepentirse? ¿Qué le preocupa y lo retiene de servir a los demás? Tanto el salmo como la parábola de la higuera nos recuer-dan que Dios es paciente y compasivo. Dios no nos deja ni nos abandona, sino que aguarda pacientemente que demos fruto. ¿Qué se necesita para dar fruto? ¡Arrepentirse! Esta Cuaresma tenemos la oportunidad de examinar y cortar lo que nos vuelve estériles. Con ayuno, oración, limosna y otras obras de misericordia comencemos a nutrir nuestra alma con la compa-sión de Dios. Reúnase con sus amigos o con sus familiares y con base en las lecturas de hoy, conversen sobre cómo puede el arrepentimiento llevar a una vida nueva.

MisericordiaDios misericordioso,tú nos muestras tu bondad y compasión,incluso si somos tardos para arrepentirnos.Cegados por el pecadonos apartamos de tiy nos marchitamos como la higuera.Dios compasivo,renueva nuestro corazón, para que,

como Moisés,escuchemos tus palabras sustanciosas

y dadoras de vida,para que repudiemos el pecado,y demos frutos abundantes.Concédenos ser signos de tu misericordiapara los que se marchitan en las tinieblas.Que abandonemos nuestros deseos mundanos,

y busquemos el perdón que nos ofreces,para que echemos raíces en la santidad,y experimentando tu magnificenciate demos gloria año tras año.Por Cristo nuestro Señor. Amén.

Domingo, 28 de febrero de 2016Arrepentimiento

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© 2016 Liturgy Training Publications. 1-800-933-1800. Texto de Timothy A. Johnston. Traducción de Ricardo López. Ilustración de Steve Musgrave. Texto bíblico conforme a La Biblia de nuestro pueblo. Biblia del peregrino (2011), con el debido permiso. Aprobación canónica de la Arquidiócesis de Chicago, 4 de septiembre de 2015.

La semana en casaLunes, 29 de febrero de 2016EscucharElías y Eliseo terminaron sirviendo a no israelitas porque su propio pueblo no los aceptó. El final del evangelio anota que el pueblo se enfureció con Jesús. Como aquellos profetas, Jesús también fue rechazado en su propia tierra. Aprendemos en este evangelio que Jesús fue enviado a salvar a todo el pueblo y que los que escuchan la palabra de Dios serán cura-dos. Dedique tiempo a meditar en silencio cómo el Espíritu Santo lo está invitando a actuar. Lecturas del día: 2 Reyes 5:1 – 5ab; Salmo 42:2, 3; 43:3, 4; Lucas 4:24 – 30.

Martes, 1 de marzo de 2016MisericordiaJesús sabía cómo contar historias. En el evangelio de hoy, describe la misericordia para que los discípulos aprendan sobre el perdón. Igual que el salmista, muchas veces suplica-mos que Dios se acuerde de su misericordia. ¿Se acuerda usted de ser misericordioso en medio de una pelea? ¿Qué puede hacer usted para que la Cuaresma sea un verdadero punto decisivo en su camino de conversión? ¿A quién nece-sita perdonar? Visite una iglesia o un santuario y encienda usted una vela por alguien que requiera su perdón, y pida la contrición de corazón. Lecturas del día: Daniel 3:25, 34 – 43; Salmo 25:4 – 5ab, 6 y 7bc, 8 – 9; Mateo 18:21 – 35.

Miércoles, 2 de marzo de 2016Ley/AmorLas dos lecturas hablan de la Ley. Mucha gente se apena con esta palabra. Mirémosla desde otro ángulo. Jesús dice que él cumple la Ley. Su misma presencia revela el Reino y su ministerio consiste en predicar la justicia y la paz de Dios. Seguirlo significa sufrir y amar al propio prójimo. Si somos genuinos en esta misión y procuramos el perdón cuando fallamos al amor, Jesús nos asegura que seremos “grandes en el reino de los cielos”. Deténgase usted a examinar su

conciencia. Lecturas del día: Deuteronomio 4:1, 5 – 9; Salmo 147:12 – 13, 15 – 16, 19 – 20; Mateo 5:17 – 19.

Jueves, 3 de marzo de 2016Santa Catalina Drexel¿Por qué resulta tan difícil escuchar? ¿Por qué se nos dificulta seguir la voluntad de Dios? Dios está loco de amor por noso-tros y anhela que le correspondamos. Si escuchamos la voz de Dios con un corazón limpio, él nos transformará y nos llenará de su amor. Su amor nos inundará y nos empujará a compartirlo. El corazón de Catalina Drexel estaba tan abierto al amor de Dios que cuando notaba alguna injusticia ella bus-caba remediar el sufrimiento. Ella fundó escuelas para los indígenas norteamericanos y para los afroamericanos. Lecturas del día: Jeremías 7:23 – 28; Salmo 95:1 – 2, 6 – 7, 8 – 9; Lucas 11:14 – 23.

Viernes, 4 de marzo de 2016AmarJesús combina dos grandes mandamientos que Moisés dio a Israel. El Shemá (Deuteronomio 6:4 – 5) nos invita a amar a Dios con todo nuestro ser. Levítico 19:18 también nos recuerda amar a nuestro vecino. El escriba que había testifi-cado toda la desazón en torno a Jesús, se da cuenta de que el amor, no los sacrificios, es lo que Dios quiere. Al percatarse de esto, Jesús le dice que no está lejos del Reino. ¿Cómo entiende usted que el amor es su misión en la vida? Lecturas del día: Oseas 14:2 – 10; Salmo 81:6c – 8a, 8bc – 9, 10 – 11ab, 14 y 17; Marcos 12:28 – 34.

Sábado, 5 de marzo de 2016RegresarEl profeta Oseas suplica a Israel que regrese al amor del Señor. De hacerlo, Dios los sanará y los revivirá. En el evangelio, vemos este amor vulnerable en el recaudador de impuestos que se acerca con sinceridad a la misericordia de Dios. Dios se compadece de los que lo aman. Lecturas del día: Oseas 6:1 – 6; Salmo 51:3 – 4, 18 – 19, 20 – 21ab; Lucas 18:9 – 14.

Recursos reproducibles para Cuaresma–Triduo Pascual–Pascua 2016