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La Ruta de los Almorávides yAlmohades enlaza las costasy ciudades del Estrecho conGranada a través de Cádiz,Jerez y Ronda, siguiendo lasprincipales vías decomunicación delentramado de caminos queunían el Norte de África y elsur de al-Andalus. El trazado,que discurre por lasprovincias de Cádiz, Málagay Granada, se divide a partirde Algeciras en dos ejes queconfluyen en Ronda, desdedonde un único tramo finalse dirige a Granada. El viaje en la actualidad seajusta a una moderna red decarreteras (A-369, A-381, A-382, A-92, A-367, N-331,A-359).

Ruta de los Almorávides y Almohades

Esta Ruta evoca la duradera yprofunda relación entre doscontinentes apenas separadospor un estrecho brazo de mar.Su fascinante viaje gira en tornoa la estratégica encrucijadadonde África y Europa se miran

frente a frente, compartiendo los cimientos de lasmíticas Columnas de Hércules. Los antiguos, conexpresiva sencillez, llamaron a esta región «las DosOrillas», debido a su cercanía y mutua dependencia,una región unida por la tupida red de caminos que secruzaban y confluían multiplicando los lazos entre loshombres. De este fructífero contacto lo más esencial hasobrevivido: un fondo cultural y artístico común, unespecial arte de vivir… Y qué mejor guía para descubrirlos y disfrutarlos quedejarse llevar por los caminos que siguieron losalmorávides y almohades, los saharianos que, allá porlos siglos XI y XII, fundieron en un vasto imperio elMagreb occidental y al-Andalus.Tras su preludio africano, esta Ruta cultural comienzaen Algeciras que junto con Tarifa son los puntos departida del itinerario. El recorrido descubre elirresistible atractivo de costas, campiñas y sierras de lasprovincias de Cádiz y Málaga, con pueblos y ciudadesque atesoran el más puro encanto andaluz. Soberbiospaisajes, legendarias villas y castillos, monumentos,tradiciones, el trato afable y la hospitalidad de lagente… son los ingredientes de este irresistible trayecto,que, internándose por vegas y montañas, culmina en elmágico destino de Granada.

No es casual que muchos viajeros nacionales yforáneos considerasen las escalas por las quetransita esta ruta como el espejo donde mejor

quedan representados los rasgos esenciales de la imagende Andalucía: vestigios esplendorosos del pasadomusulmán que afloran desde Algeciras a Ronda yGranada, villas y fortificaciones rodeadas por un halo deromances caballerescos, paisajes vibrantes y dramáticoscomo pocos, el desenvuelto cosmopolitismo de Cádiz encontraste con la rústica autenticidad de los pueblos

serranos, la presenciaubicua del flamencocomo la más hondaexpresión popular, en fin,la importancia y aficiónque concitan el caballo yel toro de lidia,protagonistas de muchasde las fiestas y parajes deestas tierras.

ANDALUCÍA EN PRIMER PLANO

En lo que respecta a la altitud de la ruta, a lo largo del trayecto se da un acusadocontraste. En primer lugar se recorren poblaciones situadas a nivel del mar–Algeciras, Cádiz, El Puerto…– y en las suaves elevaciones de la campiña –comoAlcalá, Medina y Arcos–, a cotas entre los 100 y 300 m. Más adelante, la mayor partedel itinerario se desarrolla por serranías y tierras altas entre los 500 y 800 m. dealtitud. Con Ronda y Granada situadas por encima de los 700 m., la villa de Grazalemaseñala la etapa más alta del viaje, encajada entre montañas a 812 m.

Entre Algeciras y Granada la ruta abarca untrayecto de entre unos 300 y 450 kilómetros, segúnlas variantes del camino que se tomen. A partir de

Algeciras y Tarifa un primer ramal se dirige en línea rectahacia Ronda a través de la serranía, tocando Castellar yJimena de la Frontera, Gaucín y los pueblos del valle delrío Genal a lo largo de la carretera A-369. El ramaloccidental del itinerario, por su parte, cubre mayoresdistancias: visita Alcalá de los Gazules y Medina Sidonia,conectadas por la A-381, y a continuación, Cádiz, ElPuerto de Santa María y Jerez. Desde aquí prosigue porla A-382 hacia Arcos y los Pueblos Blancos gaditanos–Grazalema, Zahara, Algodonales, Olvera, Setenil– pararecalar en Ronda. La ruta asciende a continuación por lacarretera A-367 hacia, Teba y Campillos, alcanzando porla N-331 y la C-340 Vélez-Málaga. Tras la ruta de pueblosgranadinos alcanzaremos nuestra meta: Granada.

RECORRIDO Y DISTANCIAS

El título de la ruta hace referencia a los dosmovimientos que forjaron grandes imperios en elNorte de África y la Península Ibérica entre los

siglos XI y XIII. A partir del Sáhara occidental yMarraquech, la capital que fundaron en 1070, losalmorávides crearon un vasto dominio que abarcabadesde Senegal a los reinos de al-Andalus. Sus sucesores yrivales, los almohades, o «unitarios», surgieron en lasmontañas del Atlas. A mediados del siglo XII, tras unalarga lucha, los almohades se apoderaban de Marraquechy consolidaban su poder en tierras del Magreb y la Península.

ALMORÁVIDES Y ALMOHADES

LOS PUEBLOS BLANCOS

El deslumbrante conjunto de ciudades y villasencaladas que brillan en los hermosos paisajes delas sierras entre Arcos y Ronda, los llamados

Pueblos Blancos, constituyen un tramo esencial de la ruta.Apiñados en torno a castillos e iglesias, dominando elhorizonte desde lo alto de riscos y peñas, o bajo la escoltade imponentes montañas, su romántica estampaimpresiona y cautiva al viajero. Otro tanto sucede alintroducirse en el encantador laberinto de sus cascoshistóricos, a lo largo de calles y cuestas sinuosas queretienen todo el sabor del trazado medieval y la atmósferade una arquitectura que encarna el ideal de la típicaconstrucción andaluza: fachadas de elegante sencillez,muros donde se acumulan las manos de cal, huecoscerrados por rejas de forja, cubiertas de teja rojiza, y, ensu interior, patios con pozos, macetas y plantas que son unremanso de intimidad. Arcos de la Frontera, Zahara de laSierra, Grazalema, Olvera, Setenil de las Bodegas, y todo

un reguero devillas queforman uno delos másatractivositinerarios dearquitecturapopular quepuedanseguirse enAndalucía.

CIUDADES, VILLAS Y CASTILLOS

Las huellas de al-Andalus se hacen patentes a cada paso del camino en la compactafisonomía de las poblaciones, en sus construcciones defensivas y monumentos, y en suarquitectura tradicional, un panorama que más tarde se enriqueció con las obras y

formas artísticas, que van del mudéjar al barroco, posteriores a la conquista cristiana. Los almorávides, como sus sucesores al frente del imperio hispano-marroquí, los almohades,fueron grandes constructores que impulsaron notablemente el crecimiento de las ciudades

andaluzas, dotándolas deextensas murallas, alcazabasy otros edificios. Igualmentedecisiva resultó después laetapa comprendida entre lossiglos XIII y XV, cuando estas tierras constituyeron la fronteraoccidental del reino de Granada, hasta su caída en 1492. Porentonces, ya sea por iniciativa de musulmanes o de cristianos,adquirieron las localidades de la ruta el inconfundible ylegendario aspecto medieval que las caracteriza, con apretadoscaseríos ceñidos por cercas amuralladas, al amparo dearrogantes castillos y fortalezas, conectadas por una red detorreones y atalayas.

HISTORIA Y ARQUITECTURA

CádizAlgeciras

Granada

GASTRONOMÍA

De «ruta de la degustación» cabría calificar elperiplo gastronómico que depara este sustanciosoviaje por las provincias de Cádiz, Málaga y

Granada, tal es la variedad y riqueza de materias primas yrecetas que se encuentran a lo largo de sus etapas. La costaatlántica de Cádiz ofrece la deliciosa y surtida frescura depescados y mariscos, mientras que sus campiñas

proporcionan ese regalo para elpaladar que son los vinos de Jerez,junto con gazpachos, potajes y otrasespecialidades. Las sierras, por suparte, aportan la sabrosaconsistencia de embutidos, chacinasy derivados del cerdo, así comocarnes de caza, calderetas y guisosde aroma pastoril, en tanto que lasvegas interiores de Antequera aGranada disfrutan de unasverduras, hortalizas, frutas y aceitesde extraordinaria calidad que dan

fundamento a una rica cocina de interior. Un apartadopropio, repleto de reminiscencias andalusíes, está formadopor la repostería que endulza todo el trayecto, pestiños,amarguillos, alfajores y un sinfín de variedades queglorifican los sentidos.

ARTESANÍA

Las tradiciones artesanas gozan de una saludenvidiable en el ámbito de la ruta, herederas de lasactividades de los gremios urbanos o surgidas en

relación con el trasfondo agrícola y ganaderopredominante en estas comarcas. Su notable diversidad comprende desde laencuadernación de lujo o la fabricación de instrumentos

musicales de talleresgaditanos ygranadinos, laebanistería ymanufactura demuebles de estilo deCádiz, Jerez o Ronda,la forja artística y

trabajos en metal de Ronda o Granada, a la cerámica,presente en tantos lugares, las labores textiles, como lasmantas de Grazalema confeccionadas en añejos telares,los artículos en cuero y piel, que tienen uno de susprincipales centros de producción en la Sierra de Cádiz,la talla en madera de utensilios y la tonelería, lasmanualidades a base de fibras vegetales, y otros ramos,como la albardonería y talabartería, que son testigo desus hondas raíces populares.

FIESTAS

El calendario festivo a lo largo de la ruta es de granintensidad. Los Carnavales, con su epicentro enCádiz, señalan la despedida del invierno. En

primavera se suceden los acontecimientos: Semana Santacon desfiles procesionales, las primeras ferias, como la delCaballo de Jerez, romerías y fiestas de Corpus, quepreludian el aluvión de ferias y fiestas de verano, entre lasque, además, se cuentan varios festejos de Moros yCristianos. Y en todas ellas está presente el arte flamenco,que tiene en estas tierras su solar más genuino.

TRADICIONES

El legado andalusí

El Corral del Carbón. Sede de la Fundación Pública Andaluza El legado andalusí

La Península Ibérica vivió uno de losmomentos más privilegiados de la historiadurante el periodo de la España musulmana,

que dio lugar al nacimiento de una brillantecivilización, en la cual Andalucía se convirtió en elfoco cultural de Europa y en el puente entre Orientey Occidente.

Las Rutas de El legado andalusí recorren aquellossenderos que antaño fueron trazados paracomunicar el Reino de Granada con el resto deal-Andalus, ofreciendo al viajero la posibilidad dedisfrutar de impresionantes paisajes, viajar de formasosegada, degustar sus delicias gastronómicas, ydejar correr la imaginación, haciendo presente elpasado.

Fundación Pública AndaluzaEl legado andalusí

Calle Mariana Pineda s/n. Corral del Carbón. 18009 Granada, España. Tlf.: +34 958 225 995.

www.legadoandalusi.es - info@legadoandalusi.es.Follow us on Facebook and Twitter: legadoandalusi

ALGECIRASOficina de Turismo de la Juntade AndalucíaJuan de la Cierva, s/nTel. 670 948 731

TARIFAOficina Municipal de TurismoPaseo de la Alameda s/nTel. 956 680 993

CASTELLAR DE LAFRONTERAAyuntamiento.Plaza de Andalucía s/n.Tel. 956 693 001

JIMENA DE LAFRONTERAAyuntamiento.Calle Sevilla, 61.Tel. 956 640 569

GAUCÍNAyuntamientoCalle Guzmán el Bueno, 23Tel. 952 151 000

CASARESCasa Natal de Blas InfanteCarrera, 51Tel. 952 895 521

ALGATOCÍNAyuntamientoFuente, 2Tel. 952 150 000

BENALAURÍAAyuntamientoPlaza Teniente Viñas, 1Tel. 952 152 502

BENADALIDAyuntamientoPlaza Beni al-Jalí, 1Tel. 952 152 753

ATAJATEAyuntamientoPlaza de la Constitución, 2 .Tel. 952 183 504

ALCALÁ DE LOSGAZULESPunto de InformaciónPlaza alameda de la Cruz, 14 Tel. 956 420 330

MEDINA SIDONIAOficina Municipal de TurismoPlaza Iglesia Mayor s/n.Tel. 956 412 404

CÁDIZOficina de Turismo de la Juntade AndalucíaRamón de Carranza s/nTel. 956 203 191

EL PUERTODE SANTA MARÍAOficina Municipal de TurismoPlaza Alfonso X el Sabio, 9.Tel. 956 483 715

JEREZ DE LAFRONTERAOficina de InformaciónTurísticaPlaza del Arenal s/n.Tel. 956 338 874

ARCOS DE LAFRONTERAOficina de InformaciónTurísticaCuesta de Belén, 5.Tel. 956 702 264

GRAZALEMAOficina de InformaciónTurística.Plaza Asomaderos, 3Tel. 956 132 052

ZAHARA DE LA SIERRAOficina de InformaciónTurística.Plaza del Rey, 3Tel. 956 123 114

ALGODONALESAyuntamiento Avda. de Andalucía, 2Tel. 956 137 003

OLVERAOficina Municipal de TurismoEdificio la CillaPlaza de la Iglesia, s/nTel. 956 120 816

SETENIL DE LASBODEGASOficina Municipal de TurismoVilla, 2Tel. 956 134 261

RONDAOficina de Turismo de la Juntade Andalucía.Oficina Municipal de Turismo.Paseo Blas Infante s/n.Tel. 952 187 119

TEBAAyuntamientoPlaza de la Constitución, 13Tel. 952 748 020

CAMPILLOSAyuntamientoAvda. Sta. Mª del Reposo, 4Tel. 952 722 168

VÉLEZ-MÁLAGAOficina de InformaciónTurísticaC/ Poniente, 2, Torre del Mar.Tel. 952 541 104

ALCAUCÍNAyuntamiento.Plaza de la Constitución, 1.Tel. 952 510 002

ZAFARRAYAAyuntamientoEntrada de Granada, 2Tel. 958 362 560

LA MALAHÁAyuntamientoReal, 16Tel. 958 587 101

LAS GABIASPunto de Información.Plaza de España, 1Tel. 958 580 261

GRANADAOficina de Turismo de la Juntade Andalucía.Plaza Nueva. Santa Ana, 4.Tel. 958 575 202

Oficina de InformaciónTurística del PatronatoProvincial.Calle Cárcel Baja 3.Tel. 958 247 128

Oficina Municipal deInformación Turística.Ayuntamiento de Granada. Plaza del Carmen s/n. Tel. 958 248 280

Las Rutas deEl legado andalusí

Rutade losAlmorávidesyAlmohades

De Algeciras a Granadapor Cádiz, Jerez, Ronda y Vélez-Málaga

Itinerario Cultural del Consejo de Europa

Enfrente de Gaucín, al pie de laimponente sierra Crestellina, brillael caserío encalado de Casares,modelo ideal de «pueblo andaluz»por su atrevida posición sobre unpeñasco, la cegadora blancura desus edificios y el castillo roqueroque lo corona, con una vieja iglesia labrada sobre una mezquitaal amparo de las murallas. Desde la morisca Casares –patriachica de Blas Infante, pionero de la conciencia regionalandaluza– la serranía se abre ya al mar Mediterráneo, que sedivisa a lo lejos como un fascinante telón de fondo.

En el frondoso valle del Genal,tapizado con uno de los bosquesmejor conservados y con castañaresque producen una espectacularotoñada se situa Algatocín, solar delos Banu Atus. Un encantadorcaserío blanco en ladera que hasabido preservar sus añejos molinosy otros atractivos elementos de suarquitectura tradicional.

Benalauría, agarrada a la vertiginosapendiente de la ladera desde el siglo VIII,debe su nombre a los Banu-l-Hawariyya,bereberes venidos de la orilla marroquí.A lo largo del sinuoso callejeo sedescubren el Ayuntamiento, una obra demediados del XVIII, la iglesia de SantoDomingo del siglo XIX y, en el barrio alto,el acogedor edificio de La Molienda,recuperado como museo etnográfico.

El reguero de pueblos seprolonga con Benadalid,alquería de los Banu Jalid.Bajo un singular castilloárabe, que sirve decementerio, se acomoda elhermoso casco urbano, quecobra especial animación con

motivo de las fiestas de Moros y Cristianos, celebradastambién en la vecina Benalauría.

El broche al trayecto por el valle, queguarda el acceso a Ronda y al puñado devillas que se agrupan en el Havaralrondeño es Atajate, cabecera del río Genal.Estos agrestes parajes sirvieron de refugioa las numerosas partidas de bandoleros ycontrabandistas que proliferaron durante elsiglo XIX. Su caserío de cal blanca y tejasárabes confluyen en su plaza a la sombrade la iglesia de San José.

El segundo ramal que toma la ruta apartir de Algeciras y Tarifa discurre porlas comarcas occidentales de laprovincia de Cádiz, visitando históricaslocalidades ubicadas a caballo entre elmacizo de la sierra gaditana y lasllanuras costeras, al hilo de la llamadaRuta del Toro. Así Alcalá de losGazules, la «fortaleza de gazules», cuyaaltiva silueta, escalando un cerro con losrestos del castillo y el monumentaltemplo gótico de San Jorge en la cima,se recorta sobre el montuoso fondo delParque Natural de los Alcornocales.

En una estratégica encrucijada entrela sierra, la campiña y la costa selevanta la vieja Assido de orígenesfenicios, romanos y visigodos quealcanzó relieve en los tiempos de al-Andalus como capital de provinciacon una aristocracia árabe y unamayoría de pobladores bereberes.Madinat Saduna o abu Salim, según la citan las crónicas de épocaalmorávide y almohade, destacaba por sus murallas, cuyosfragmentos, como el arco de la Pastora o la puerta de Belén, aúndan fe de su fortaleza. La iglesia de Sta. María la Coronada, obragótico-renacentista del XVI, adorna su seductor casco antiguo.

Algeciras y Granada, simbolizanla presencia norteafricana enAndalucía. Algeciras –del árabeal-Yazira al-Jadra, «la isla verde»–nació con vocación de puenteentre la Península y África. En elsiglo XI fue la primera ciudad deal-Andalus en pasar a manos delos almorávides, al escogerla sugran emir Yusuf Ibn Tasufin comobastión estratégico en la orillaandaluza. A su esplendor bajo lasdinastías norteafricanas siguió unrepentino ocaso en el siglo XIV,cuando fue arrasada por losnazaríes granadinos. Su

recuperación llegó en el XVIII, creciendo sin parar hastaconvertirse en una de las mayores aglomeraciones urbanas de laprovincia de Cádiz. Animada por el ajetreo del paso delEstrecho y el tráfico marítimo, su núcleo antiguo se hallamirando a la bahía con Gibraltar al fondo, con lugares como laPlaza Alta, hermosas casas barrocas, modernistas o deinspiración inglesa, un interesante Museo Municipal y losparajes ajardinados de la Villa Vieja.

Nos acercamos a otra clave del Estrecho: Tarifa, el sur del Sur,avanzando tanto sobre el mar que la costa marroquí se contemplaal mínimo detalle. Sobre cimientos fenicios y romanos, losmusulmanes forjaron una ciudad decisiva en la relación hispano-africana, bautizada con el nombre del bereber Tarif Ibn Malluk,

quien en el año 710 dirigióuna exploración previa a laconquista. Su importancia seafianzó en el siglo X con laconstrucción de unformidable castillo. Tras latoma cristiana en 1292, laciudad entró en la leyendapor la gesta de Guzmán el

Bueno, que prefirió la muerte de su hijo a la rendición de la plaza.Mucho ha quedado de entonces, según se aprecia en el MuseoMunicipal. También se respiran aquí los aires de modernidad quehan hecho de sus espléndidas playas el paraíso del windsurfing,junto con otros alicientes como las ruinas de Bolonia.

Tierra adentro, el camino toma un ramal en dirección a Rondaa través de la serranía y se topa, en primer lugar, con laprodigiosa visión de este recinto fortificado, cuya aparienciaapenas ha cambiado desde la Edad Media. El viejo Castellar,pues el nuevo ocupa un nuevo emplazamiento monte abajo,

constituye un ejemploinmejorable de las villas defrontera del reino nazarí deGranada, ilustrando a laperfección aquellos tiempos delucha e intercambio con sudelicioso caserío al abrigo deuna imponente cerca demurallas.

La geografía se encrespa cuando se vislumbra: Oba romana,luego llamada Xemina, al pie de un castillo nazarí cuya posesiónse zanjó a favor de los cristianos en 1456. En Jimena se saboreala arquitectura de los pueblos serranos, una lección de estilotrazada a lo largo de calles pinasy quebradas. La naturalezadespliega aquí la vasta extensiónvirginal del Parque Natural de losAlcornocales, una inmensa mareade bosque mediterráneo queatesora las más preciadas joyas defauna y vegetación.

El itinerario franquea la Serranía de Ronda, ya en la provinciade Málaga. Gaucín, la antigua Sair Guazan, «la roca fuerte», delos musulmanes andaluces, se apiña al pie del desafiante castillodel Águila, teñido de hechos legendarios como la muerte delmítico Guzmán el Bueno en 1309. En sus placetas y callesserpenteantes, punteadas de fuentes, casonas señoriales yedificios de interés, convive el ambiente campesino con lapresencia turística que le depara su cercanía a la Costa del Sol.

Desde montes y colinas, descendemos hasta Cádiz, consideradala primera fundación urbana de Occidente, nacida hace más de3.000 años cuando los fenicios crearon el enclave isleño de Gadir.Escala privilegiada del comercio, el denso relato de su historialleva desde su esplendor en época romana y su papel en tiemposde al-Andalus, a su definitivo auge en el siglo XVIII comometrópolis del imperio ultramarino. En su difícil existenciadurante la Edad Media –fue saqueada varias veces por los

vikingos–, Cádiz fuebase de la flotaalmorávide quecontrolaba elEstrecho, sirviendoa su vez de cabezade puente para lapenetración de losalmohades amediados del siglo XII. Tras su

conquista hacia 1262, los cristianos renovarían su función naval.El núcleo más antiguo, por los barrios de Santa María y elPópulo, se engalana con vestigios romanos y murallasmedievales, con la Catedral Vieja y la obra colosal de la Catedralnueva, fruto de las riquezas que proporcionó el tráfico con lasIndias, mientras el resto del casco histórico deleita al paseantecon una atmósfera inigualable, artística y popular, con un sinfínde lugares dignos de atención, desde fortificaciones –como lasPuertas de Tierra–, paseos y plazas –San Antonio, Mina…– alespléndido Museo de Cádiz, el oratorio de San Felipe Neri,donde se proclamó en 1812 la primera Constitución española, ola Santa Cueva, con magistrales frescos de Goya, y unainterminable nómina de referencias.

Al otro lado de la Bahía, junto a ladesembocadura del Guadalete, se hallaesta populosa localidad marítima ybodeguera, mencionada en las crónicascomo la musulmana al-Qanatir,«puerto de las salinas». De ella restauna mezquita muy antigua, quizás delsiglo X, recubierta por el castillo deSan Marcos labrado por Alfonso X en1265 al poco de la conquista cristiana. La artística iglesia Prioral, el MuseoMunicipal, la ribera del Marisco –unextraordinario aliciente

gastronómico–, los abundantes palacios y bodegas, el monasteriode la Victoria, entre otros motivos, en suma, hacen de El Puertode Santa María un destino de visita muy recomendable.

En medio de campiñas y de los viñedos que la han hechofamosa se extiende Jerez. Su notoriedad como núcleo urbano seremonta al período hispano-musulmán, cuando Saris apareceentre las principales urbes de la provincia de Saduna. En épocaalmorávide, un cronista la califica de plaza fuerte, de medianaextensión, ceñida por murallas; sus alrededores son de un agradableaspecto, porque está rodeada de viñedos, olivares e higueras…

Aumentando su importanciahacia 1264, al incorporarse ala corona de Castilla, comoplaza de la frontera con elreino de Granada. Junto a lareconstrucción de sutrayectoria histórica expuestaen su Museo Arqueológico, ellegado de al-Andalus se hace

palpable en su Alcázar, de finales del siglo XII debido a losalmohades que incluyen una mezquita, consagrada luego comoiglesia, y unos baños. Difícil sería resumir las bondades de unaciudad tan bien surtida, con una magna Catedral, una prolijaserie de templos que abarcan todos los estilos, edificios civilescomo el Cabildo Viejo, monasterios como la Cartuja, donde secuidó la estirpe más pura del caballo andaluz, a más de susaromáticas bodegas, catedrales de los delicados vinos jerezanos,y barrios castizos donde bulle el arte flamenco más genuino.

La ruta se adentra ahora por campiñas y colinas hasta descubrirArcos, considerado uno de los pueblos más bellos de España. La ciudad ocupa un fantástico emplazamiento sobre una peñarocosa, asomada a un cortado vertical de 150 metros de caída.Sus antecedentes son tan lejanos que hay quien remonta sufundación a uno de los nietos de Noé, si bien sus vestigios máspalpables son ya de época musulmana, cuando Arkus se cuenta

entre los asentamientosbereberes que en el siglo XI

incluso llegó a encabezar unefímero reino de taifas. Entre historias y romances, se formó un casco urbano conun patrimonio monumentalverdaderamente portentoso:arriba, el castillo y el magnífico

templo de Santa María de la Asunción, con su fornida torre,que rivaliza con la asimismo imponente iglesia de San Pedro, ytodo ello arropado por una multitud de palacios, mansiones yespléndidas casas de patio, restos de murallas, conventos y otrosedificios religiosos que configuran un laberinto de ensueño.

El viaje se lanza a las alturas y toca el techo de la ruta enGrazalema, la capital de la sierra escoltada por vigorosospicachos que superan los 1.500 m. La villa tomó cuerpo alpoblarse en época musulmana con bereberes montañeses que seadaptaron a su entorno forestal y ganadero y le dejaron elnombre –derivado del título tribal Banu Salim o Ben Zulema–.Desde el siglo XIII sirvió de fuerte bastión a los nazaríes, hastacaer en manos cristianas en 1485 junto con el resto de la serraníade Cádiz y Ronda. Además de un primoroso caserío sosegadopor el rumor de las fuentes, este reducto serrano desvela elinmenso tesoro del Parque Natural de la Sierra de Grazalema,

un extraordinario ámbitogeográfico que, además deconstituir el enclave máslluvioso de la Península,preserva bosques depinsapos, un raro abetoreliquia del Terciario, yotras maravillas de lanaturaleza.

La vibrante estampa de este «pueblo blanco» parece surgidade la imaginación de un pintor romántico: un racimo de casasaferrado a un peñón vertical con un castillo en la cúspide. Sunombre de raíz árabe –de sajara, «la roca»– es ya un indicio desu pasado, pues Zahara sobresale entre las localidades que

delimitaban los límites del reino deGranada. Tomada por los cristianos en1407, su sorpresivo asalto por losmusulmanes en 1481 sirvió de pretextoa los Reyes Católicos para emprender laguerra final contra los nazaríes. Tanjugosa como su historia resulta labelleza del pueblo mismo y de sutérmino, que incluye algunos de losenclaves más señalados del ParqueNatural de la Sierra de Grazalema.

Recostada al pie de la sierra de Líjar, la población se formó enel siglo XVI a partir de una aldea musulmana dependiente deZahara. En medio del sempiterno blanco de la cal de suagradable caserío destaca el coloridobarroco de la iglesia de Santa Ana,una de las más notables de laprovincia gaditana. Algodonalesademás, gracias a las condiciones desu sierra, constituye un concurridocentro para la práctica de deportesaéreos como el ala delta o parapente.

A distancia, y desde todos los ángulos, se vislumbra Olvera enla cresta de un cerro rematado por el torreón del castillo y lamonumental iglesia de la Encarnación, mostrando la típicaimagen de una villa medieval. Porque, desde luego, la Wubiramusulmana, llamada Olvera u Olivera por los castellanos tras suconquista en 1327, se contó entre las principales plazas fuertesde la frontera occidental del reino de Granada. Junto con losapacibles rincones urbanos y edificios de interés artístico, en

Olvera merece una visita elCentro Cultural de la Cilla,en el recinto del castillo,donde se expone unaatractiva y detalladapanorámica de la vida enlos agitados tiempos delfinal de la Edad Media,llena de romances yaventuras.

Este pueblo insólito desconcierta eimpresiona al viajero: en lugar deanunciarse desde lejos, lo sorprendede pronto medio oculto en unaestrecha y sinuosa garganta cortadapor el río Trejo. Arriba, al nivel de lameseta y los campos, despunta laciudadela, tomada en 1484 por losReyes Católicos, con los restos delalcázar y la iglesia. En las hondurasdel desfiladero, por su parte, a vecesbajo descomunales salientes rocosos,se alinean las singularesconstrucciones de Setenil, algunassemiexcavadas en el terreno.

Acercándose por el Genal o por Setenil, la ruta llega a uno desus hitos fundamentales, Ronda, «la ciudad soñada» de lospoetas, el palpitante corazón de la Andalucía romántica, ytambién uno de los baluartes más señeros de la Españamusulmana. Sobrecogedora resulta su posición al borde deltajo, en medio de un grandioso escenario de valles y montañas.Su personalidad no se perfiló hasta la presencia musulmana,

cuando Rundah aparececomo capital deTakurunna, un ampliodistrito serrano con unanutrida población debereberes. La condiciónde sus habitantes y lopropicio del terreno leimprimieron un carácterindependiente, tantoque en el siglo XI forjó

su propio reino acaudillado por el linaje africano de los BanuIfran. Al consolidarse el reino nazarí, entre los siglos XIII y XIV

fue cedida por los sultanes a sus aliados meriníes deMarruecos, actuando como eje de la frontera occidental hastasu capitulación ante los Reyes Católicos en 1485. El Tajo,salvado por el espectacular Puente Nuevo, de 1793, divide endos el casco urbano: a un lado, «la Ciudad», la medinaandalusí, con murallas y puertas como la de Almocábar, laiglesia mayor de la Encarnación, que fue mezquita, con elpalacio de Mondragón –hoy Museo de la Ciudad y antañocorte de emires–, con la misteriosa escalera de la Mina de laCasa del Rey Moro, con unos modélicos Baños Árabes delsiglo XIII, e incontables rincones de atractivo irresistible.Enfrente, al otro lado del barranco, queda el Mercadillo, deformación más moderna, cuajado también de monumentos,como la plaza de la Maestranza, cátedra del toreo inauguradaen 1785, y una frondosa Alameda que pasea al filo del tajodesatando la imaginación.

Desde Ronda, el camino arrancacon decisión rumbo al interior,cruzando mesetas y planiciestrigueras. En un cerro sobre elpasaje hacia Antequera se levantaTeba, con la inconfundible planta devilla fronteriza que le da el castilloroquero de la Estrella, unadescomunal fortaleza cimentada enel siglo X y ampliada a partir del XII

por almohades y nazaríes, cuyasonada toma por Alfonso XI en 1330se vio envuelta en la leyenda. En sufalda se escalonan las calles

ondulantes de la villa, cuyo rico pasado se ilustra en un museolocal digno de visitarse.

Las campiñas que circundanesta villa anuncian el paisajede los valles del Guadalquiviry el Genil, con una vocaciónagrícola que está en susmismos orígenes, puesCampillos surgió tras lascontiendas medievales, hacia1536, al repoblarse un parajeantes sujeto a los embatesfronterizos. Su trazado es así ordenado y geométrico, centradopor la parroquia del Reposo. En sus cercanías no faltan puntosde interés como la reserva natural de sus lagunas y, algo máslejos, los desfiladeros y sitios históricos –como Bobastro– de losembalses del Guadalhorce.

El trazado final de la Ruta se aproxima a Granada, por último,a través del camino que conduce directamente desde la costamalagueña a la antigua capital nazarí, por Vélez-Málaga. Laantigua Velix islámica, el «valle», se presenta en medio de unafértil vega de frutales y cultivos tropicales. Populosa ymonumental, es capital de la hermosa comarca serrana de la

Axarquía malagueña. A tonocon su categoría, está coronadapor el gran torreón de suAlcazaba, a cuya sombra sedesparrama el barrio medievalde la Villa y sus magníficosedificios: Santa María la Mayor,mudéjar y con torre que fuealminar, San Juan Bautista,también con un esbeltocampanario, y una multitud deconventos y palacios de la mejorfactura y llenos de memoriashistóricas como la presencia deCervantes.

Desde Vélez, la ruta serpenteapara remontar la Axarquía porAlcaucín, al borde del robustoparque natural de las sierras deAlhama, Tejeda y Almijara,lugar de muchas antigüedades ygrandiosos paisajes. En un cerrosobre la población se alza el

legendario castillo de Zalía, de fundamentos fenicios y murosárabes. Pero su rincón mas destacado es el Alcázar.

Tras el paso del Boquete de Zafarraya,el espectacular puerto de montaña queintroduce al viajero en la provincia deGranada, surge la villa de Zafarraya,rodeada de un vergel de huertas en una llanura cercada por crestasrocosas. Las ruinas de la Iglesia Vieja,la Ermita y la Iglesia Parroquialdestacan en su patrimonio.

Granada y su vega se atisba ya alalcanzar La Malahá, lugar debaños romanos y de salinas queexplotaron los musulmanes con unelaborado sistema de canales y estanques. Tan productivas yconsiderables fueron, que lasmismas salinas le dieron su nombre a la población, pues éste esel significado del vocablo árabe al-malaha.

El agua hace rico y fértil el regadío yel olivar de esta población. Susmonumentos, como el Torreón nosretrocede al siglo XIV y sus 15 metrosde altura nos indica el prestigio deesta villa. El Baptisterio romano,único conservado en España, junto

con la iglesia parroquial de la Encarnación, la del Rosario, laermita de las Nieves, el Depósito y sus casas señoriales, deestilo mudéjar y de espléndido artesonado de madera, hacende antesala al final de la ruta.

En su último destino, la rutamuestra al viajero unaciudad de renombreuniversal, cargada dehistoria, tesoros artísticos yuna atmósfera única nacidadel fructífero cruce depueblos y culturas. Su largahistoria, desde la Iliberisprimigenia a la Garnata delsiglo XI habitada porbereberes y judíos quellegaría a ser capital delúltimo reino musulmán de laPenínsula hasta su eclipseen 1492, comprende un capítulo de especial significación paraeste itinerario, pues Granada fue la cabecera del dominioalmorávide en al-Andalus, regida por miembros de lafamilia real de la dinastía marroquí, así como uno de los últimosbastiones de su poder, que sobrevivió, incluso, a la pérdida de lasede imperial de Marraquech. Ensalzada como la Damasco de Occidente, pasto de los ojos, elevaciónde las almas…, Granada subyuga con el embrujo que irradian lafastuosa fortaleza palatina de la Alhambra, barrios de indelebleimpronta andalusí como el Albaicín, un fabuloso entramado demurallas, cármenes, palacios y antiguas mezquitas, y con unrepertorio monumental en verdad abrumador con ejemplosmodélicos –la Catedral y Capilla Real, la Madraza y el Corraldel Carbón, la Cartuja…– de toda índole.

ALGECIRAS

TARIFA

CASTELLAR DE LA FRONTERA

JIMENA DE LA FRONTERA

GAUCÍN

CASARES

ALGATOCÍN

BENALAURÍA

BENADALID

ATAJATE

MEDINA SIDONIA

CÁDIZ

EL PUERTO DE SANTA MARÍA

JEREZ DE LA FRONTERA

ARCOS DE LA FRONTERA

GRAZALEMA

ZAHARA DE LA SIERRA

ALGODONALES

OLVERA

SETENIL DE LAS BODEGAS

RONDA

TEBA

CAMPILLOS

VÉLEZ-MÁLAGA

ALCAUCÍN

ZAFARRAYA

LA MALAHÁ

LAS GABIAS

GRANADA

ALCALÁ DE LOS GAZULES