Rosana Guber - El Trabajo de Campo

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    IV. EL TRABAJO DE CAM PO COMO INSTANCIA

    REFLEXIVA DEL CONOCIMIENTO

    Como vim os, el TC antropolgico se fue definiendo como la presen-

    cia directa, generalmente individual y prolongada, del inves-

    tigador en el lugar donde se encuentran los actores/miembros

    de la

    unid d

    sociocultural que desea estudiar. Es en el contexto

    d.

    . , e Situaciones sociales diversas que el investigador extrae inform a-

    cin que anal iza durante y tras su estada. Algunas de estas caracte-

    rsticas son compa rtidas por otras ciencias sociales y profesiones, e

    incluso pueden no ser una norm a dentro del campo an tropolgico. Va-

    rias invest igaciones se l levan a cabo sin el trabajo intensivo

    e

    los

    analistas de datos, o se valen de equipos num erosos para hacer el .

    relevamiento; la presencia en campo ya no es lo prolongada que pre-

    tendan Malinowski o Boas, generalmente p or la escasez de recursos.

    Sin embargo , para el an.troploto, el TC tiene cierta originalidad que

    la definicin citada no alcanza a expresar y que reside en la concepcin

    antropolgica de campo y en la relacin entre los informantes y

    el izWehtigador.

    1. Qu

    es

    el cam po ?

    El campo de una investigacin es su referente emprico*, la porcin

    de lo real que se desea conocer, mun do natural y social en el cual se

    desenvuelven los grupos humanos que lo construyen. Se compone, en

    principio, de todo aquello con lo que se relaciona el investigador, pues

    el campo es una cierta conjun cin entre un mbito fsico, actores y ac-

    t ividades. Es un recorte de lo real que queda circunscripto por el

    horizonte d e las interacciones cotidianas, personales y posibles entre

    Ut i l izamos

    campo y referente emptrico RE)

    indistintamente.

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    OS N GUBER

    EL S LV JE METROPOLIT NO

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    modelos tericos al referente emprico, el antroplogo intenta abor-

    darlo mediante

    un activo

    dilogo

    No pierde de vista los conceptos

    tericos

    (parentesco, plusvala, lucha de clases, marginalidad, soli-

    daridad social, funcin, etc.) en su etapa de campo, sino que aspira a

    reconocer de qu modo se especifican y resignifican en lo real concreto.

    El bagaje terico y de sentido comn del investigador no queda a las

    puertas del campo, sino que lo acompaa, pudiendo.guiar, obstaculi-

    zar, distorsionar o abrir su mirada. Hablar de .dilogo significa

    eliminar, lo ms posible, los monlog os tautolgicos del investigador

    teoricista y la ilusoria rplica empirista de lo real. El objetivo del Te

    es, por lo tanto, congruente con el doble propsito de la investigacin

    y consiste en recabar informacin y material emprico que permita

    especilcar problemticas tericas (lo general en su sinplaridad);

    reconstruir la organizacin y la lgica propias de los grupos sociales

    (la PA como expresin de la diversidad); reform.ular el propio modelo

    terico, a partir de la lgica rconstruida de lo social (categoras

    tericas en relacin categoras sociales o folk).

    Ahora bien, estos ob jetivos no se concretan en etapas sucesivas ---

    como suele plantearse cuando se le asigna al T C un lugar diferenciado

    del trabajo terico, del anlisis de datos o, en general, del trabajo en

    gabinete, sino a lo largo de un solo y mismo proceso. El TC es una

    etapa que no se caracteriza slo por las actividades que en l se llevan

    acabo (obtener informacin de primera mano, administrar encuestas

    y conversar con la gente) sino fundamentalmente por el modo

    en que

    abarca los distintos canales y formas de la elaboracin intelet-

    tual del conocimientosocial.

    Prcticas tericas, de campo y del

    sentido comn se renen en un trmino que define al TC:

    la reflexi-

    vidad.

    Nos referiremos a ella en dos sentidos paralelos y relacionados. Por

    una parte, aludimos. en un sentido genrico a la reflexividad como

    capacidad de los individuos de llevar a cabo su comportamien-

    ; to segn expectativas motivos propsitos sto es como

    agentes o sujetos de su accin.

    En su cotidianeidad, la reflexividad

    indica que los individuos son los sujetos de una cultura y un sistema

    social: respetan determinadas normas y transgreden otras; se desem-

    pean en ciertas reas de actividad; y estas acciones, aunque social-

    mente determinadas, las desarrollan conforme a su decisin, y no por

    una imposicin meramente externa (llmese estructural, biolgica o

    normativa). Es, en buena medida, el material que recoger el inves-

    tigador para construir la PA Lo dicho vale obviamente para

    quines

    toman parte en

    el TC, sea como investigadores o como informantes. A

    partir de la iniciacin de la relacin de campo, la reflexividad de cada

    una

    de las partes deja de operar independientemente, y ello por ms

    'ir

    que

    cada uno lleve

    consigo su propio mundo social y su condiciona-

    miento histrico. En un segundo sentido ms especfico, aludimos a la

    reflexividad desde un enfoque relacional, no ya como lo que el inves-

    tigador y el informante realizan en sus respectivos mundos sociales,

    sino

    como las decisiones que toman en el encuentro en situa-

    cin de TC.

    Por una parte, el investigador adopta ciertas actitudes,

    selecciona determinados individuos que se transforman en informan-

    tes, se presenta con un elaborado discurso, etc., lo que constituye los

    canales de que dispone para acceder al mundo social de lbs sujetos. Por

    la otra, los informantes se conducen reflexivam ente ante el investiga-

    dor. De modo que, en la situacin de campo, el investigador no es el

    nico estratega, y las tcnicas de obtencin de informacin tienen

    como eje esta premisa.

    Si caracterizamos al conocimiento como un proceso llevado a cabo

    desde un sujeto y en relacin al de otros sujetos cuyo mundo social se

    intenta explicar,

    la reflexividad en el TC es el proceso de

    interaccin diferenciacin y reciprocidad entre la reflexivi-

    dad del sujeto cognoscente

    sentido comn, teora, modelo expli-

    cativo de conexiones tendenciales

    y la de los actores o sujetos/

    objetos de investigacin.

    En la tradicin intercultural, el referente

    emprico ha venido incidiendo en el cuerpo de conocimientos y en la

    postura del investigador. Es casi un vicio de la antropologa relativi-

    zar cualquier afirmacin de las otras ciencias sociales y cuando, p.ej.,

    la economa lanza afirmaciones acerca del consumo familiar, la antro-

    pologa pregunta, inmediatamente: pero de qu familia? y a qu se

    llama consumir?

    O

    cuando se habla del gobierno en la sociedad, el

    antroplogo pondera: habra que ver a qu gobierno, a qu sociedad

    se refiere usted . Estas respuestas aspiran premeditadamente o no

    a hacer explicito el lugar de

    enunciacin del emisor

    es dcir, a

    establecer desde qu cuerpo de conocimientos, desde qu perspectivas

    y con qu objetivos se pronun cian los cientficos acerca de lo social. Se

    cuestiona, as, la neutralidad y el carcter absoluto de sus afirmacio-

    nes. Sin embargo, a la hora de analizar la labor propiamente antropo-

    lgica, es frecuente encontrar que se visualiza al TC como indepen-

    diente d su contexto, como determinado slo por decisiones de tipo

    cientfico.

    En los hechos, la reflexividad ha quedado limitada a la de

    .los informantes. La reflexividad del investigador no se ha tomado en

    cuenta, poniendo de manifiesto una concepcin en la cual ella no

    desempeara ningn papel relevante para el conocimiento. De ah

    que los avatares y decisiones del investigador en campo generalmente

    permanezcan en la oscuridad. As, se ha secundarizado el sentido

    especfico de la reflexividad en situaciones de campo, dentro de la

    relacin entre investigador e informantes.

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    ROSANA GUBER L SALVAJE METROPOLITANO

    el investigador y el informante (ROCKW ELL, 1986: 17). Pero dichQ,

    reporte no esta dadoino que es construido_activamente en li

    erin_

    entr

    JiiriVe

    tigad.or_e informantes. El campo no es un eldir

    o

    a

    fico, un recinto que se auto

    daiTe

    desde sus

    limites naturales

    (mar,

    selva, calles, paredes),sino una decisin del investigador, que incluye

    tanto a los mbitos ppm() a lps actores. continent

    dn

    arziforiiiaciri

    Citii el investigadortransforma en material

    utilizable para la investigacin.

    Tal como lo definimos, lo real se compone no slo de fenmenos

    observables

    sino tambin de la significacin que los actores le

    asignan a su entorno y a la trama de acciones que los involucra; se

    integran en l

    prcticas y nociones

    conductas y representaciones..

    El investigador accede, pues, a dos dominios diferenciales, aunque

    indisolublemente unidos: las acciones y las prcticas; las nociones y

    representaciones. Distintos medios tcnicos permiten su conocimien-,.

    to, pero ambos componen, por igual, el mundo singular sobre el cual

    trabaja el investigador (HOLY & STUCHLIK, 1983:109). Lo real

    comprende hechos pasados

    y

    presentes

    a los que pueden referirse

    representaciones y nociones. Por ejemplo, no slo comprende la

    facticidad del movimiento hippie, sino tambin las ideas que se

    expresan al comparar a los jvenes de antes con los de ahora; no slo

    comprende el crecimiento del producto bruto interno y la movilidad

    social ascendente de los aos '50 en la Argentina, sino tambin la,

    noci n de que, a diferencia de la situacin actual, en aquella poca el'

    dinero vala . Si bien los medios para abordar hechos del pasado son

    distintos a los necesarios para encarar los del presente, la diferencia'

    entre una investigacin referida al pasado y otra referida al futuro.;'

    remite exclusivamente a una cuestin de nfasis. Y ello puesto que el.?

    pasado siempre es ledo

    desde el presente y este ltimo reconoce su

    origen genealgico en el pasado.

    Lo real abarca asimismo, an cuando entren en contradiccin,..,

    prcticas, valores y normas formales:

    lo que la gente hace lo que

    dice que hace y lo que se supone que debe hacer.

    Tanto la norma

    escrita como su puesta en prctica, incluso desde el distanciamiento

    o la transgresin directa, son parte de lo real y por lo tanto son

    abordados en la investigacin de campo. Veamos en el ejemplo.

    siguiente, contradicciones que el antroplogo no desecha sino qu

    estudia: es bien sabido que el curanderismo est penado por ley en' .

    algunos pases como la Argentina, an cuando sean pocos los que

    jams hayan recurrido este sistema mdico (inclusive personar

    policial, abogados y mdicos diplomados). En los primeros encuentros

    ?

    los informantes suelen negar este recurso que hace peligrar la segu-'

    ridad del cu:rador y que contrara las pautas de lo que

    debe hacerse:.

    La articulacin de actores y actividades es la qui

    las verbalizaciones y las prcticas.

    Ahora bien, al considerar que el mundo s

    o

    preinterpretado por los actores, el investigador L.

    r

    los sentidos y relaciones que construyen la objetividad social. A ello

    accede en el TC. Este acceso no es neutro ni contemplativo, pues el

    campo no provee

    datos

    sino informacin

    que es confundida con

    7

    datos. Cuando se dice que se

    recolectan datos

    en verdad, se releva

    i

    1

    informacin sobre hechos que recin en el proceso de recolec-

    1._cin se transforman en datos.

    Estos son ya una elaboracin, jrilr'?

    siquiera mnima, del investigador, sobre lo real. Los datos son en parte

    la transformacin de esa informacin en material significativo para la )

    investigacin. Esta aclaracin merece tenerse en cuenta tanto cuando.

    se

    reflexiona sobre las tcnicas de campo como cuando el investigador

    elabora sus procedimientos e indaga en sus registros, ideando mejores

    vas de acceso a la informacin. La diferencia entre

    informacin y

    dato

    es crucial para comprender que las tcnicas no aseguran la

    recoleccin

    de hechos en su estado puro.

    1

    2. Trabajo de campo y reflexividad

    Los datos no provienen exclusivamente de los hechos ni los repli-

    can, pues tras la intervencin del investigador, pasan a integrar sus

    intereses y a encuadrarse en su problema de investigacin. Pero el

    antroplogo pone especial cuidado en que

    susintereses y sus objetivos

    no diluyan incontroladamente la realidad social que quiere conocer, y

    ello puesto que pretende que ese conocimiento no sea ni etno ni

    sociocntrico.

    La tensin entre el bagaje del investigador y la

    originalidad del campo

    recorre, como en otras ciencias, la totalidad

    de esta disciplina, pero tiene en ella aspectos distintivos, particular-

    mente en el TC. En

    la resolucin de esta tensin

    el TC antropol-

    gico y las tcnicas empleadas adquieren un carcter particular. En

    este sentido, el propsito de una investigacin antropolgica es doble:

    por un lado, ampliar y profundizar el conocimiento terico, extendien-

    do su campo explicativo; y por el otro, comprender la lgica que

    estructura la vida social y que ser la base para dar

    nuevo sentido

    a los conceptos tericos.

    El referente emprico se expresa al investigador bajo la forma de

    categoras denominadas sociales (ROCKWELL, 1986), folk (OGBU,

    1984:41; SPRADLEY, 1979) o emi

    (PIKE, 1954), y de prcticas o

    actividades concretas. En vez de aplicar unidireccionalmente los

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    lo largo del TC; pero sea como fuere, debe quedar claro que

    es con

    esto

    con lo que se e ncuentra el investigador que sale al terreno y es a partir

    de esto que construye sus descripciones y explicaciones. De ah que,

    desde esta perspectiva, e l TC aparezca com o la instancia mediado-

    ra imprescindible del conocimiento social entre investigador

    e informantes.

    A diferencia de la tesis empirista, postulamos que l conocimiento

    de lo real est mediatizado por la reflexivida.d del sujeto cognoscente

    y de los sujetos a conocer, en la si tuacin de encuentro en cam po. En

    esta situacin se producen, adems de las respectivas experiencias y

    expectativas, elementos propios de la relacin de campo que, a su vez,

    corresponden tanto a las pautas del TC investigativo como a una

    relacin social propia del contexto mayor. Por un lado, la relacin

    investigador-informante suministra un importante material para

    conocer el mundo social y cultural de los informantes, que siempre

    aparece mediatizado por ciertas pautas del TC acadmico (que al

    comenzar slo el investigador conoce y que los informantes irn

    descubriendo, tambin modelando, a m edida que avance la relacin).

    Por el otro, si bien el TC tiene sus cdigos y sus principios, su

    realizacin no es del todo autnoma: implica la singularizacin de

    relaciones sociales propias del contexto estudiado, relaciones que

    encuadran y afectan decisivamente el tono y los contenidos del vnculo

    entre investigador e informantes. Ello ocurra , p.ej., cuando el

    investigador proveniente de la Metrpoli estudiaba a una poblacin de

    los dominios coloniales; en efecto, que el antroplogo haya solido

    asumir la parte del colonialismo no significa que llevara un ltigo y

    obtuviera informacin por mtodos virulentos, ni que ejerciera una

    premeditada labor de espa, como suelen plantear algunas perspecti-

    vas ingenuas; significa en cambio que la relacin que integraba. con

    sus informantes estaba sobredeterminada por una estructura mayor

    que estableca los lmites y caractersticas sociales de dicha relacin.

    Lo que saben y hacen informante e invest igador en la si tuacin de

    campo aparece mediatizado por su interaccin, interaccin pautada

    en tanto est estructurada socialmente y no como una mera improvi-

    sacin azarosa. De ah que el TC no sea slo un med io de obtencin de

    informacin, s ino el mom ento mismo de produccin de datos y elabo-

    racin de conocimientos. Esta premisa que impregna cada tcnica e

    instancia de la investigacin emprica, permite asignar al TC y sus

    vicisitudes un nuevo lugar en el conocimiento: de eventualidades y

    anecdotarios pueden

    rescatarse las huellas del proceso cogniti-

    vo y las vas para su construccin.

    las mdicas curanderiles, etc.). El sociocentrismo de esta teora

    :onsiste en describir y explicar las condiciones de marginado exclusi-

    7amente a partir de los valores y prcticas sustentados por otra clase

    ) sector social , en vez de bu scar el sentido de d ichos atributos en u n

    nodo de vida coherente y lgico, aunque degradado por la m iseria y la

    )xplotacin.

    La dificultad de hacer frente al proceso de conocimiento de una

    nanera no egocentrada reside en que la diversidad est desafiando el

    ?ropio sistema de clasificacin, significacin y comprensin (y en

    )uena parte el modo de vida) que sustenta el investigador. En el

    campo , estos modelos que no so n slo tericos sino tambin polticos,

    culturales y sociales, se confrontan inmediatamente se advierta o

    ao con los de los actores. Si bien en la tarea cientfica ambos m odelos

    ao son equiparables ni tienen el mismo valor explicativo, la forma no

    iociocntrica en que el m odelo terico se hace cargo de los m odelos folk

    consiste en que stos no se d iluyan ni se vean forzados po r aqul. Eh

    .a instancia del TC, el investigador pone a prueba no slo sus.

    conceptos tericos, sino fundamentalmente sus patrones de pensa-

    miento y de accin ms nt imos. Esta puesta a prueba t iene lugar en

    varias instancias: la organizacin de la vida cotidiana en campo, el

    acceso y la relacin entablada con los inforniantes, la apertura y el tipo

    le canales para obtener informacin cada vez m s extensa y sistem.

    lica sobre aspectos previstos e inesperados (Robert Cresswell dira

    lue hay que saber qu se busca, pero hay que buscar ms de lo que

    ;e encuentra , 1981:24): Para que estas instancias sirvan al conoci-

    miento y no resulten en m eras traspolaciones es necesario encarar un

    control

    permanente por el cual el investigador reconozca y

    explicite el origen de los supuestos de las inferencias y de los

    datos.

    Este control se funda en el concepto de

    TC como la instancia

    privilegiada del conocimiento social en la investigacin emp-

    rica.

    En primer lugar, porque el investigador no est aislado en el

    labinete, sino en constante relacin con los sujetos que estudia y por

    lo tanto, en permanente dilogo con ellos. Este dilogo entraa un

    complejo circuito donde son m s frecuentes las contradicciones, malos

    antenclidos y contrastes, que los acuerdos y revelaciones inmediatas.

    Estas disrupciones no slo proceden, como decamos m s arriba, del

    hecho de que investigador e informantes pertenecen a dos mundos

    socioculturales diferentes, sino tambin a que tienen objetivos pro-

    pios: el

    conocimiento particularmente terico el investigador;

    La prctica social los informantes.

    Ello resulta en distintas

    definiciones de la situacin de campo (G OFFIVIAN ), lo cual demanda

    al investigador ponerlas de m anifiesto, considerando cm o se nego-

    cian y cul de las dos prevalece, cuest iones que no se dirimen sino a

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    OSANA GUBER

    Tal como lo concebim os,, el

    TC implica un pasaje de la reflexi-

    vidad general vlida para todos los individuos en tanto seres

    sociales hacia la reflexividad de aqullos que toman parte en

    la situacin de TC desde sus roles de investigador o informan-

    tes.

    Pero este pasaje no es meramente secuencial, es decir que el

    investigador no dispone y .conoce primero su propia reflexividad y

    despus accede a la de los informantes. Su propia reflexividad, al

    contrastarse con la de los sujetos que estudia, se resignifica y encuen-

    tra un nuevo lugar. A los efectos del grado de conocim iento, es muy

    probable que el invest igador sepa m s de su ref lexividad despus de

    haberle contrastado con la de

    sus

    informantes que antes del TC. Este

    proceso est ntimamente l igado con el aprendizaje de perspectivas no

    sociocntricas. En un principio, el investigador, slo sabe pensar y

    orientarse hacia los dems y formular interrogantes desde su propio

    esquema co gni tivo. A lo largo del TC, aprende a tener en cuenta o tros

    m arcos de referencia y, parale lamente , a establecer otras diferencias

    entre los dems y l mism o.

    El antroplogo y la poblacin provienen de dos universos .de

    significacin, de dos mundos sociales diferentes. Esto sucede an

    cuando el investigador ipertenece al mismo grupo o sector que sus

    informan tes, y ello porque el inters del primero la investigacin

    difiere del de sus interlocutores, y su mirada no es com o la de alguien

    en la cotidianeidad. En un comienzo, no existe entre ellos reciprocidad

    de sentido con respecto a sus acciones y nociones (HOLY & STUCH -

    LIK, 1983:119). Ninguno puede descifrar cabalmente los m ovimien-

    tos , e lucubraciones, preguntas y verbal izaciones del otro. El invest i-

    gador se encuentra con com portamientos y aseveraciones inexplica-

    bles que, a los fines de la exposicin, distinguimos en dos rdenes : por

    una parte, el mundo social y cultural propio de los sujetos cuya lgica

    el investigador intenta dilucidar; por la otra, las reacciones y con duc-

    tas de la situacin de campo propiamente dicha. El primero es, en

    definitiva, el que ha venido investigando la antropologa a lo largo de

    su historia casi centenaria. Ahora, nos detendremos en el segundo

    orden.

    Al producirse el encuentro, la reflexividad del investtador se pone

    en relacin con la de los individuos que, a partir de entonces, se

    transforman en sujetos de estudio y eventualmente en informantes.

    La reflexividad adopta, sobre todo en esta primera etapa, la forma de

    la perplejidad. El investigador no alcanza a dilucidar el sen tido de las

    respuestas que recibe, ni las reacciones que despierta su presencia;

    puede sentirse incomprendido en sus propsitos, o que molesta

    frecuentemente no sab e qu decir n i preguntar . Los informantes , por

    su parte, desconocen qu desea el investigador al instalarse en su

    89

    vecindario, o cuando conversa con su gente, al tiempo que no pueden

    remitir a un comn universo significativo las preguntas que aqul les

    formula. Estos desencuentros se plantean fundamentalmente en las

    primeras instancias del trabajo de campo como

    inconvenientes

    en la

    presentacin del investigador,

    obstculos

    en el acceso a los infor-

    mantes, intentos de superar sus

    prevenciones y logr r

    la aceptacin,

    resistencia

    a la asignacin de roles; ello incide en los modos ,de

    aplicar lee tcnicas de obtencin de m aterial einpric, en l tejido de

    la red de informantes, en el valor asignado a los datos producidos, en

    la seleccin de temas de conversacin yen los criterios para establecer

    y llevar a cabo la corresidencia (c Segunda Parte).

    Ante estas perplejidades o, como 'las llama Willis (1984), ?crisis de

    comunicacin , el investigador ha hecho verjas opciones: la ms

    frecuente es creer que lo

    que ve

    es la inmediata respuesta a sus

    incgnitas, garantizada por la presencia directa en campo. Pero como

    hemo s visto , la presencia

    n s tu y

    la recoleccin de primera mano, si

    bien amplan los canales de cceso a la informacin, no aseguran

    resultados de por s verdaderos; creerlo de ese modo implicara

    suponer que es posible colocarse de ta l man era ' de experimentar la

    realidad de manera plena e inmediata (HAlVI1VIERSLEY, 1984:51). El

    subproducto de e sta creencia es forzar los datos hacia m odelos c lasi-

    ficatorios y explicativos, realizando traducciones aventuradas. Se

    adopta as un enfoque unilateral y la informacin obtenida en

    situacin unilateral

    es Ms significativa con respecto a las categoras

    y las representaciones contenidas en el dispositivo de captacin que

    con respecto a la representacin del universo investigado (THIO-

    LLEN T, 1982:24). La uni lateral idad consis te en acc eder a l referente

    emprico siguiendo acrticamente las pautas del modelo explicativo

    abstracto. Se fuerzan los datos, desconociendo los sen tidos propios de

    ese m undo social , como en el ci tado caso en queel antroplogo registra

    la prctica agrcola de dejar la parcela en ba rbecho y rotar los cultivos,

    mientras olvida el ritual para provocar la lluvia, asignndole, aunque

    no lo expl ici te, un valor casi nulo, de vana supersticin. Otra forma de

    encarar un TC unilateral es proyectar las pautas de sentido comn --

    con cierto trasfondo terico-- del mundo social del investigador,

    hacindolas aparecer bajo e l disfraz de teoras consol idadas. As , los

    atributos elegidos para identificar m arginados segn ciertas versio-

    nes de la teora de la m arginal idad (Gerrnani , DESAL, 1960), ubican

    como polos no relacionados al ciudadano medio y al marginado ,

    asignndole a ste c iertos rasgos contrar ios a los que corresponden a

    los sectores m edios urbanos de origen europeo , y que son definidos por

    falta o carencia de (hacinamiento, baja escolarizacin, vivienda de

    desechos, ocupacin ilegal de la tierra, desnutricin

    EL SALVAJE METROPOLITANO

  • 7/23/2019 Rosana Guber - El Trabajo de Campo

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    92

    OSANA GUBER

    EL SALVAJE METROPOLITANO

    3.

    Estilos de trabajo de campo

    A ttulo de esquema lo suficientemente exhaustivo, presentamos

    en las pginas siguientes (94 y 95) un cuadro que resume una clasi-

    ficacin de J. Clammer (1984) sobre los diferentes estilos de TC. Su

    inters reside en que se trata de una tipologa que facilita el anlisis

    y ordenamiento de las tendencias de trabajo, que no son excluyentes

    ni se presentan en forma pura en la investigacin. En efecto, la opcin

    por un estilo determinado resulta de un conjunto de factores, entre

    ellos: los presupuestos ideolgicos y filosficos, la concepcin metodo-

    lgica, la naturaleza del problema a investigar y las caractersticas in-

    dividuales del/los investigador/es.

    4.

    Tcnicas de campo para un conocimiento no etnocntrico

    Parte de la mitologa que rodea al TC de los antroplogos proviene,

    sin duda, de que nadie sabe a ciencia cierta qu hacen realmente. La

    imagen de un periodista consiste en la de alguien que interroga a los

    dems sobre hechos recientes, munido de un grabador; la de un

    socilogo, se vincula con cuestionarios cuyas preguntas se refieren al

    nivel de instruccin formal, ingresos, ocupacin, etc. Y los antroplo-

    gos? Se los puede imaginar m erodeando aldeas y poblados, internn-

    dose en la selva o la montaa, pero qu hacen una vez all? Su

    inmediata asociacin con sitios remotos implica asimismo lo remotas

    que aparecen sus actividades; ms all de que se sabe llevan consigo

    una cmara fotogrfica y una libreta de notas, pocos, muy pocos,

    pueden precisar cmo trabaja este profesional. Entre otras cosas, esta

    dilu da imagen afecta a

    la tribu de los antroplgos

    en virtud de

    una nocin de T C entre privada y esotrica, que slo ha com enzado a

    replantearse y discutirse pblicamente en tiempos ms recientes*.

    La actitud empirista frente a las llamadas

    tcnicas de campo

    es

    =bivalente: por un lado no necesita problematizarlas, pues el refe-

    rente emprico se funde con los datos y se revela

    tal cual es

    al

    *En las universidades anglosajonas, las tcnicas de campo han integrado excep-

    cionalmente los programas de estudio formales. La etnometodologa ha sido una de

    las corrientes que ms ha contribuido a su incorporacin al medio acadmico. M. A gar

    (1980: 2) cuenta que una estudiante se dispona a hacer su TC para la graduacin y

    pregunt a A.L. Kroeber, tmidamente, cmo proceder. Se dice que el profesor le

    respondi lacnicamente: Le sugiero que compre una libreta de notas y un lpiz .

    investigador. La consecuencia de este planteo es que no se ha dado a

    las tcnicas un lugar especfico de reflexin. Pero aunque muchos

    antroplogos, desde importantes corrientes, han sostenido que

    slo

    miraban, escuchaban y registraban, en realidad nunca han hecho esto

    sino desde una activa elaboracin no explcita, terica y perceptiva.

    Por el otro lado, el erapirismo deposita en el recurso tcnico la plena

    confabilidad de la informacin obtenida y en ella, la validez de sus

    conclusiones. As, desplaza numerosas decisiones de orden terico a

    una cuestin de herramientas tcnicas. Los datos

    que no encajan,

    las diferencias entre lo que la gente dice que hace y lo que hace

    realmente, entre las pautas formales y las informales, suelen atribuir-

    se a errores y al subjetivismo. Desde esta perspectiva, se habla

    de

    interferencias del investigador en la recoleccin de datos . La conse-

    cuencia de esta formulacin es que las

    tcnicas se cristalizan en

    series de recetas cuyo cumplimiento garantiza una buena

    rplica de lo real es decir una buena recoleccin de datos.

    Este punto resulta fundamental puesto que, en primer trmino, los

    procedimientos tcnicos se tornan inm unes a los planteos tericos y a

    la elaboracin conceptual. En segundo lugar, su xito resulta indepen-

    diente de quien lo aplique, pues basta que se lo haga

    correctamente.

    Pero qu significa

    correctamente

    cuando tambin quedan im plica-

    das caractersticas personales en una interaccin? (Es mejor estar

    serio que sonriente, ser expresivo que retrado? Un retrado no puede

    hacer TC?).

    Nuestro abordaje de las tcnicas de campo en antropologa preten-

    de incorporarlas a la problemtica ms general de esta disciplina: la

    explicacin de la diversidad social, a travs del reconocimiento de la

    PA. Con las tcnicas antropolgicas de campo, aspiramos a conocer el

    mundo social de los actores

    n

    sus propios trminos, para proceder a

    su explicacin segn el marco terico del investigador. Como dira

    Pierre Bourdieu, las tcnicas son teoras en acto y no escapan, por lo

    tanto, a una hilacin ntima con el contexto terico que estructura la

    investigacin. La tcnica no es una receta o instrumento neutro o

    intercambiable, sino que debe utilizarse como dispositivo de obten-

    cin de informacin, cuyas cualidades, limitaciones y distorsiones

    deben ser controladas

    metodolgica y tericamente (THIOLL EN T,

    1982:22).

    Pero las tcnicas tampoco le

    hacen decir

    a lo

    real

    lo que se nos d

    la

    gana

    Su uso debe estar efectivamente controlado si se busca la

    produccin de nuevos conocimientos sobre lo real en sus rincones ms

    inesperados. Al mismo tiempo, el

    problema de las tcnicas

    no se

    resume ni agota en el problema de la teora , sino que posee sus

    aspectos propios y su dinmica irreductible. As como la teora general

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    R O S A N A G U B E R

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    ESTILOS DE TRABAJO DE CAMPO

    E L S A L V A J E M E T R O P O L I T A N O

    95

    Estilo

    Objetivos Instrumentos

    Perspectiva

    crtica

    Salvataje

    Recuperar la

    cultura en

    extincin

    Recol. directa e

    indirecta

    No explicita

    supuestos

    subyacentes

    Enciclopdica

    Relevamiento e

    inventario

    sociocultural

    Fuentes direc

    tas e indirectas

    No presenta.

    relacin entre.

    hechos

    Recoleccin

    asistemtica

    Exotismo y

    material hetero

    gneo

    Comprobacin

    terica

    Contrastacin

    hipottica y

    terica

    TC en procedi-

    mientas de

    corroboracin

    Riesgo de

    perspectiva

    etnocntrica

    Recoleccin

    de

    textos

    Conocim. no

    distorsionado

    de la mente

    nativa

    Tendencia

    descriptiva

    Mtodo textual

    grabac. de notas

    en lengua

    nativa

    Base: discursos

    Explicacin

    ausente

    Depende de la

    memoria

    individual del

    informante

    Descuida

    prctica y

    estado real de

    las vigencias

    Simulacin

    Rescate cos

    tumbres

    olvidadas

    Actuacin de

    informantes

    ante el investi

    gador

    No siempre es

    posible

    Depende de la

    memoria del

    informante

    Encuesta

    Panoramas

    generales

    Tcnicas masi

    vas y cuantifica

    bles

    ras

    No suministra

    datos cualitativos

    Tcnicas invaso

    Estilo

    Objetivos

    Instrumentos

    Perspectiva

    crtica

    Aproximacin

    subjetiva

    Conocer desde

    dentro de la

    Cultura

    Residencia/

    .

    Participacin

    Empata

    Subjetividad

    difcil de verifi

    car

    Riesgo de

    identificacin

    con informante

    Intransmisibili

    dad de procedi-

    miento

    Traduccin

    Cultura como

    texto

    Hermenutica

    Verificacin

    oscura

    Emic

    Informacin

    sobre categoras

    y conceptos

    nativos

    Anlisis semi

    tico

    Formalismo/

    Etnoccia

    Explicacin

    subyacente

    De la Accin

    Salvataje./

    Recup. cultural

    Aplicada/Introd.

    innovac.

    Misional/

    Prdica religio

    sa

    Partisana/

    Transformacin

    social

    Accin

    Accin

    Accin

    Accin

    Depende de

    propsitos

    polticos involu

    arados

    .

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    OSANA GUBE R

    no da cuenta de la singularidad, tampoco un modelo explicativo nos

    dice de antemano en qu observables indagar conceptos, o en qu

    categoras sociales de los informantes se ver traducido nuestro objeto

    de investigacin.

    Encuadradas en el TC, las tcnicas son las herramientas del

    investigador para acceder a los sujetos de estudio y su mu ndo social;

    dentro de una reflexividad en sentido especfico, las tcnicas son una

    serie de procedimientos con variable grado de formalizacin y

    ritualizacin , que permiten obtener informacin en-una situacin

    de encuentro, en el marco de una relacin social. Sin embargo y como

    ya sealamos, pocos antroplogos y no antroplogos podran definir

    esos procedimientos como replicables por otros investigadores, aun-

    que esto ocurra de hecho. E n la tradicin de la disciplina, se habla de

    observacin participante (OP) , entrevista (EV) no estructurada o

    etnogrfica , etc. Generacin tras generacin ha recogido el guante,

    llevando a cabo tareas que, dentro de ciertos mrgenes, podran

    concebirse como O P y EV etnogrfica, aunque sus contenidos espec-

    ficos varen notablemente. En qu sentido, entonces, podemos efec-

    tivamente seguir hablando de

    tcnicas de campo

    antropolgicas?

    Qu nos permite distinguir entre una conversacin casual entre dos

    legos, un manojo de conductas improvisadas y una serie de tcnicas

    empleadas por un investigador frente a sus informantes? Pues bien,

    n

    el TC antropolgico las tcnicas ayudan a obtener informacin, y

    sobre todo a que esta informacin no sea etnocntrica. Pero esto no se

    logra por decreto ni por declaracin jurada, sino a travs de un proceso

    de elaboracin terica personal, que encuentra en la

    reflexividad

    su

    mejor expresin. El em pleo reflexivo de tcnicas antropolgicas puede

    dar lugar al reconocimiento del mundo del investigador y de los

    informantes, a la elucidacin de los contenidos de esta relacin, al

    reconocimiento de los supuestos tericos y de sentido comn que

    operan en el investigador.

    Aunque ser tema de los prximos captulos, adelantamos dos

    premisas generales acerca de las, tcnicas: las tcnicas antropolgicas

    de campo no son recetas, aunque puedan ser formalizadas; las tcni-

    cas antropolgicas de campo no son la aplicacin mecnica de un

    corpus terico. Es as 'como la

    flexibilidad

    ha sido una de las

    caractersticas ms desconcertantes y enriquecedoras del TC antro-

    polgico. Ni su grado de formalizacin, ni la standardizacin de su

    contenido estn predeterminados ms all de amplios criterios, pues

    sus pautas se van construyendo a lo largo de la investigacin. Esto es:

    se subordinan a la reflexividad de la relacin entre los miembros de la

    situacin de campo. Presentamos a las tcnicas no en forma de un

    manual de lo que hay

    no hay que hacer, decir y preguntar, sino como

    97

    una serie de criterios para establecer, en cada investigacin y en cada

    situacin, qu hacer, decir y preguntar. Esta formulacin poco sis-

    temtica da lugar al descubrimiento de formas de acceso a lo social y

    de expresiones particulares que asume el proceso en estudio, lo que

    permite e implica la interpretacin del seritido especfico de este

    ltimo en contextos determinados (ROCKWELL, 1980:42).

    Por su parte, la no

    clirectividad incide en la posibilidad de

    registrar distintos aspectos de la vida social (holismo). Para

    ampliar

    la mirada

    es necesario utilizar rigurosamente tcnicas de obtencin

    de informacin, pero con el margen suficiente para que el investigador

    pueda reparar en lo no previsto y, en general, en la PA. Ese margen

    lo brinda la flexibilidad de las tcnicas, que no es asimilable a

    improvisacin. El investigador recurre a tcnicas flexibles en el

    sentido de que su empleo se amolda a la dinmica de la relacin con

    los informantes y el campo. Pero esta dinmica no est dada al

    investigador ms que a travs de un aprendizaje, el mismo que lo lleva

    a ampliar progresivamente la mirada. Entonces, la utilizacin de

    tcnicas y el aprovechamiento reflexivo de su flexibilidad son en s

    mismos el proceso por el cual el investigador aprende a ampliar la

    mirada y los sentidos y a distinguir y categorizar de un modo no

    etnocntrico. Por eso

    las tcnicas antropolgicas de campo no se

    aplican ni de manera homognea ni ms o menos correcta-

    mente. La correccin y el rigor se juzgan desde el proceso de

    aprendizaje del investigador y por el modo en que progresiva-

    mente va explicitando sus propios supuestos y su posicin de

    enunciacin y en el que va diferenciando sus inferencias de

    los sentidos verbalizados y actuados por sus informantes.

    El

    investigador aprende entonces a distinguir su reflexividad de la de sus .

    informantes, y la reflexividad creada en el seno de la relacin. E sta es

    la mediacin que le permitir acceder ms profundamente al mundo

    social de los actores.

    La principal consecuencia del vnculo reflexivo entre investigador

    e informantes asentado en las

    tcnicas es que stas aportan

    informacin sobre los dems tanto como sobre si mismo

    haciendo del investigador el principal instrumento de acceso

    a lo real. Las sucesivas opciones acerca de qu hacer y cmo

    son las instancias en las cuales el investigador aprende a dife-

    renciar sus categoras modelos y supuestos de aqullos que

    pertenecen a los actores.

    Las tcnicas antropolgicas de camp o son

    as algo ms que una serie de actividades y consisten en una determi-

    nada operatoria entre los miembros de la relacin de investigacin de

    campo, que se produce en un mb ito y

    n

    un lapso temporal determi-

    nado.

    EL SALVAJE METROPOLITANO

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    O S ANA O t 1 1 3E

    Y es tanto la ndole de la relacin como la peculiar combinacin

    entre las dimensiones espaciales y temporales lo que redunda en el

    delineamiento especifico de la tcnica adecuada. En el prximo capi-

    tulo trabajaremos sobre la dimensin tmporo-espacial del TC y la

    magnitud de la poblacin elegida. Posteriormente nos abocaremos tv

    los dos polos propiamente dichos de la investigacin: el informante

    el investigador en situaciones de campo. Pasarem os luego a conside

    rar las tcnicas de observacin con participacin y entrevista antro

    pplgica en sus caractersticas e instancias ms relevantes.

    SEGUNDA PARTE

    TECNICAMENTE HABLANDO