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REMA Hoja Parroquial Parroquia de la La Inmaculada y San Pedro Pascual de Jaén Domingo 3 de Pascua Ciclo C 10 de abril de 2016 nº 26 El encuen- tro de Jesús re- sucitado con sus discípulos junto al lago de Galilea está descrito con clara intención catequética. En el relato subyace el simbolismo central de la pesca en me- dio de mar. Su mensaje no puede ser más actual para los cristianos: solo la presencia de Jesús resucitado puede dar eficacia al trabajo evangelizador de sus discípulos. El relato nos describe, en primer lugar, el trabajo que los discípulos llevan a cabo en la oscuridad de la noche. Todo comien- za con una decisión de Simón Pedro: «Me voy a pescar». Los demás discípulos se ad- hieren a él: «También nosotros nos vamos contigo». Están de nuevo juntos, pero falta Jesús. Salen a pescar, pero no se embar- can escuchando su llamada, sino siguien- do la iniciativa de Simón Pedro. El narrador deja claro que este trabajo se realiza de noche y resulta infructuoso: «aquella noche no cogieron nada». La «noche» significa en el lenguaje del evangelista la ausencia de Jesús que es la Luz. Sin la presencia de Jesús resuci- tado, sin su aliento y su palabra orientado- ra, no hay evangelización fecunda. Con la llegada del amanecer, se hace presente Jesús. Desde la orilla, se comuni- ca con los suyos por medio de su Palabra. Los discípulos no saben que es Jesús, solo lo reconocerán cuando, siguiendo dócil- mente sus indicaciones, logren una captu- ra sorprendente. Aquello solo se puede deber a Jesús, el Profeta que un día los llamó a ser «pescadores de hombres». La situación de no pocas parroquias y comunidades cristianas es crítica. Las fuer- zas disminuyen. Los cristianos más com- prometidos se multiplican para abarcar toda clase de tareas: siempre los mismos y los mismos para todo. ¿Hemos de seguir intensificando nuestros esfuerzos y bus- cando el rendimiento a cualquier precio, o hemos de detenernos a cuidar mejor la presencia viva del Resucitado en nuestro trabajo? Para difundir la Buena Noticia de Jesús y colaborar eficazmente en su proyecto, lo más importante no es «hacer muchas co- sas», sino cuidar mejor la calidad humana y evangélica de lo que hacemos. Lo decisi- vo no es el activismo sino el testimonio de vida que podamos irradiar los cristianos. No podemos quedarnos en la «epider- mis de la fe». Son momentos de cuidar, antes que nada, lo esencial. Llenamos nuestras comunidades de palabras, textos y escritos, pero lo decisivo es que, entre nosotros, se escuche a Jesús. Hacemos muchas reuniones, pero la más importan- te es la que nos congrega cada domingo para celebrar la Cena del Señor. Solo en él se alimenta nuestra fuerza evangelizadora. Sin Jesús no es posible Parroquia de la Inmaculada y San Pedro Pascual Carretera de Jabalcuz, 2 23002 - JAÉN 953 23 11 08 [email protected] www.facebook.com/inmaculadaysanpedropascual Galilea en el recuerdo. Anuncio del reino esperanzado. Enseñanzas que abren el corazón. Curaciones de humanos agotados. Jerusalén en el presente. Cruz. Algunos dicen que Jesús está vivo, pero hay que verlo y tocarlo. La vuelta a Galilea es imperiosa, vida cotidiana, pesca y trabajo. La noche ha sido dura y estéril. Se asoma el fantasma del fracaso. Una voz no desconocida resuena: Muchachos ¿qué habéis pescado? Jesús en la orilla. Unos panes, unos peces, un gesto abrazado. Pascua es presencia y certeza. Pascua es vida de amor entregado. Jesús con nosotros, no hay fracaso. Introducción 1. Algunos datos esperanzadores nos llevan a pensar que la crisis, poco a poco, se está su- perando; pero, hasta que no se haga efectiva en la vida de los más necesitados la mejoría que los indicadores macroeconómicos señalan, no podremos conformarnos. La situación social que nos interpela 2. Nos encontramos ante una sociedad enve- jecida como consecuencia de nuestra baja tasa de natalidad y del escandaloso número de abortos. La familia, ya afectada como tantas instituciones por una crisis cultural profunda, se ve inmersa actualmente en serias dificultades económicas que se agravan por la carencia de una política de decidido apoyo a las familias. 3. Nos resulta especialmente dolorosa la situa- ción de paro que afecta a los jóvenes: sin tra- bajo, sin posibilidad de independizarse, sin re- cursos para crear una familia y obligados mu- chos de ellos a emigrar para buscarse un futuro fuera de su tierra. 4. Los inmigrantes son los pobres entre los po- bres. Los inmigrantes sufren más que nadie la crisis que ellos no han provocado. En es- tos últimos tiempos, debido a la preocupación del momento económico que vivimos, se han re- cortado sus derechos. Los más pobres entre no- sotros son los extranjeros sin papeles. 5. Los procesos de corrupción que se han he- cho públicos, derivados de la codicia y la avari- cia, provocan alarma social y despiertan gran preocupación entre los ciudadanos. () esos abusos quiebran gravemente la solidaridad y siembran la desconfianza social. Es una con- ducta éticamente reprobable, y un grave pe- cado. (). La falta de energía en su erradica- ción puede abrir las puertas a indeseadas per- turbaciones políticas y sociales. Como pastores de la Iglesia que peregrina en España, conside- ramos esta situación como una grave deforma- ción del sistema político. 6. La indiferencia religiosa, el olvido de Dios, la ligereza con que se cuestiona su existencia, la despreocupación por las cuestiones funda- mentales sobre el origen y destino trascendente del ser humano no dejan de tener influencia en el talante personal y en el comportamiento mo- ral y social del individuo. Iglesia, servidora de los pobres, de la CEE, en 20 frases principales AGENDA PARROQUIAL: 11 LUNES 19 h: Misa 12 MARTES 19 h: Misa 13 MIÉRCOLES 17 h: Cáritas 17’30 h: Legión de María 19 h: Misa 14 JUEVES 19 h: Misa 15 VIERNES 16’30 h: Catequesis 19 h: Misa 20 h: Comienzo 24 h de adoración al Santísimo 16 SÁBADO … 24 h de adoración al Santísimo 18’00 h: Oración de Vísperas y reserva del Santísimo 19 h: Misa 17 DOMINGO Domingo 4 Pascua 9’30 h: Misa 11 h: Catequesis 12 h: Jubileo de los seminaristas en la Catedral 12 h: Misa 19 h: Misa A partir del lunes 18 de abril, la misa se retrasa a las 8 tarde NECESITAMOS TU AYUDA ECONÓMICA PARA PAGAR LA NUEVA ILUMINACIÓN DEL TEMPLO Como habéis comprobado, la instalación eléctrica del templo se ha sustituido ya. El resultado final creemos que es bastante satisfactorio. Ahora queda como reto el pago del importe del mismo que, que asciende a 4.719,92 . Puedes colaborar dando tu donativo en la Parroquia, o haciendo un ingreso en la cuentas de Caja Rural o Cajasur. ¡GRACIAS A TODOS POR VUESTRA GENEROSIDAD!

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Hoja Parroquial de la Inmaculada y San Pedro Pascual

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R E M AHoja ParroquialParroquia de la La Inmaculada y San Pedro Pascual de Jaén

Domingo 3 de PascuaCiclo C 10 de abril de 2016 nº 26

El encuen-tro de Jesús re-sucitado con sus discípulos junto

al lago de Galilea está descrito con clara intención catequética. En el relato subyace el simbolismo central de la pesca en me-dio de mar. Su mensaje no puede ser más actual para los cristianos: solo la presencia de Jesús resucitado puede dar eficacia al trabajo evangelizador de sus discípulos.

El relato nos describe, en primer lugar, el trabajo que los discípulos llevan a cabo en la oscuridad de la noche. Todo comien-za con una decisión de Simón Pedro: «Me voy a pescar». Los demás discípulos se ad-hieren a él: «También nosotros nos vamos contigo». Están de nuevo juntos, pero falta Jesús. Salen a pescar, pero no se embar-can escuchando su llamada, sino siguien-do la iniciativa de Simón Pedro.

El narrador deja claro que este trabajo se rea l i za de noche y resul ta infructuoso: «aquella noche no cogieron nada». La «noche» significa en el lenguaje del evangelista la ausencia de Jesús que es la Luz. Sin la presencia de Jesús resuci-tado, sin su aliento y su palabra orientado-ra, no hay evangelización fecunda.

Con la llegada del amanecer, se hace presente Jesús. Desde la orilla, se comuni-ca con los suyos por medio de su Palabra. Los discípulos no saben que es Jesús, solo lo reconocerán cuando, siguiendo dócil-mente sus indicaciones, logren una captu-ra sorprendente. Aquello solo se puede deber a Jesús, el Profeta que un día los

llamó a ser «pescadores de hombres».La situación de no pocas parroquias y

comunidades cristianas es crítica. Las fuer-zas disminuyen. Los cristianos más com-prometidos se multiplican para abarcar toda clase de tareas: siempre los mismos y los mismos para todo. ¿Hemos de seguir intensificando nuestros esfuerzos y bus-cando el rendimiento a cualquier precio, o hemos de detenernos a cuidar mejor la presencia viva del Resucitado en nuestro trabajo?

Para difundir la Buena Noticia de Jesús y colaborar eficazmente en su proyecto, lo más importante no es «hacer muchas co-sas», sino cuidar mejor la calidad humana y evangélica de lo que hacemos. Lo decisi-vo no es el activismo sino el testimonio de vida que podamos irradiar los cristianos.

No podemos quedarnos en la «epider-mis de la fe». Son momentos de cuidar, antes que nada, lo esencial. Llenamos nuestras comunidades de palabras, textos y escritos, pero lo decisivo es que, entre nosotros, se escuche a Jesús. Hacemos muchas reuniones, pero la más importan-te es la que nos congrega cada domingo para celebrar la Cena del Señor. Solo en él s e a l i m e n t a n u e s t r a f u e r z a evangelizadora.

Sin Jesús no es posible

Parroquia de la Inmaculada y San Pedro Pascual

Carretera de Jabalcuz, 223002 - JAÉN

953 23 11 08

[email protected]

www.facebook.com/inmaculadaysanpedropascual

Galilea en el recuerdo.Anuncio del reino esperanzado.

Enseñanzas que abren el corazón. Curaciones de humanos agotados.

Jerusalén en el presente. Cruz. Algunos dicen que Jesús está vivo,

pero hay que verlo y tocarlo.La vuelta a Galilea es imperiosa, vida

cotidiana, pesca y trabajo.

La noche ha sido dura y estéril. Se asoma el fantasma del fracaso. Una

voz no desconocida resuena: Muchachos ¿qué habéis pescado?

Jesús en la orilla. Unos panes, unos peces, un gesto abrazado. Pascua es presencia y certeza. Pascua es vida

de amor entregado. Jesús con nosotros, no hay fracaso.

Introducción1. Algunos datos esperanzadores nos llevan a pensar que la crisis, poco a poco, se está su-perando; pero, hasta que no se haga efectiva en la vida de los más necesitados la mejoría que los indicadores macroeconómicos señalan, no podremos conformarnos.

La situación social que nos interpela2. Nos encontramos ante una sociedad enve-jecida como consecuencia de nuestra baja tasa de natalidad y del escandaloso número de abortos. La familia, ya afectada como tantas instituciones por una crisis cultural profunda, se ve inmersa actualmente en serias dificultades económicas que se agravan por la carencia de una política de decidido apoyo a las familias.

3. Nos resulta especialmente dolorosa la situa-ción de paro que afecta a los jóvenes: sin tra-bajo, sin posibilidad de independizarse, sin re-cursos para crear una familia y obligados mu-chos de ellos a emigrar para buscarse un futuro fuera de su tierra.

4. Los inmigrantes son los pobres entre los po-bres. Los inmigrantes sufren más que nadie la crisis que ellos no han provocado. En es-tos últimos tiempos, debido a la preocupación del momento económico que vivimos, se han re-cortado sus derechos. Los más pobres entre no-sotros son los extranjeros sin papeles.

5. Los procesos de corrupción que se han he-cho públicos, derivados de la codicia y la avari-cia, provocan alarma social y despiertan gran preocupación entre los ciudadanos. (…) esos abusos quiebran gravemente la solidaridad y siembran la desconfianza social. Es una con-ducta éticamente reprobable, y un grave pe-cado. (…). La falta de energía en su erradica-ción puede abrir las puertas a indeseadas per-turbaciones políticas y sociales. Como pastores de la Iglesia que peregrina en España, conside-ramos esta situación como una grave deforma-ción del sistema político.

6. La indiferencia religiosa, el olvido de Dios, la ligereza con que se cuestiona su existencia, la despreocupación por las cuestiones funda-mentales sobre el origen y destino trascendente del ser humano no dejan de tener influencia en el talante personal y en el comportamiento mo-ral y social del individuo.

“Iglesia, servidora de los pobres”,

de la CEE, en 20 frases principales

AGENDA PARROQUIAL: 11 LUNES

• 19 h: Misa12 MARTES

• 19 h: Misa13 MIÉRCOLES

• 17 h: Cáritas• 17’30 h: Legión de María• 19 h: Misa

14 JUEVES• 19 h: Misa

15 VIERNES• 16’30 h: Catequesis• 19 h: Misa • 20 h: Comienzo 24 h de adoración al Santísimo

16 SÁBADO … 24 h de adoración al Santísimo• 18’00 h: Oración de Vísperas y reserva del

Santísimo• 19 h: Misa

17 DOMINGO Domingo 4 Pascua• 9’30 h: Misa • 11 h: Catequesis• 12 h: Jubileo de los

seminaristas en la Catedral• 12 h: Misa• 19 h: Misa

A partir del lunes 18 de abril, la misa se retrasa a las 8 tarde

NECESITAMOS TU AYUDA ECONÓMICA PARA PAGAR LA

NUEVA ILUMINACIÓN DEL TEMPLO

Como habéis comprobado, la instalación eléctrica del templo se ha sustituido ya. El resultado final creemos que es bastante satisfactorio. Ahora queda como reto el pago del importe del mismo que, que asciende a 4.719,92 �.

Puedes colaborar dando tu donativo en la Parroquia, o haciendo un ingreso en la cuentas de Caja Rural o Cajasur.

¡GRACIAS A TODOS POR VUESTRA GENEROSIDAD!

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PRIMERA LECTURALectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 5, 27b-32. 40b-41

En aquellos días, el sumo sacerdote interrogó a los apósto-les y les dijo:-«¿No os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre.»Pedro y los apóstoles replicaron:-«Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. "El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero". "La diestra de Dios lo exaltó haciéndolo jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados". Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen.»Azotaron a los apóstoles, les prohibieron hablar en nombre de Jesús y los soltaron. Los apóstoles salieron del Sanedrín, contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial.- Salmo 29, 2 y 4. 5 y 6. 11 y l2a y 13bR/. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.

V/. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado y no has dejado que mis enemigos serían de mi. Señor, sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. R/.

V/. Tañed para el Señor, fieles suyos, dad gracias a su nom-bre santo; su cólera dura un instante, su bondad, de por vida; al atardecer nos visita el llanto; por la mañana, el júbilo. R/.

V/. Escucha, Señor, y ten piedad de mí; Señor, socórreme. Cambiaste mi luto en danzas. Señor, Dios mío, te daré gra-cias por siempre. R/.

SEGUNDA LECTURALectura del libro del Apocalipsis 5, 11-14

Yo, Juan, miré y escuché la voz de muchos ángeles: eran millares y millones alrededor del trono y de los vivientes y de los ancianos, y decían con voz potente:-«Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la ri-queza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alaban-za.»Y oí a todas las creaturas que hay en el cielo, en la tierra, bajo la tierra, en el mar -todo lo que hay en ellos-, que de-cían:-«Al que se sienta en el trono y al Cordero la alabanza, el honor, la gloria y el poder por los siglos de los siglos.»Y los cuatro vivientes respondían:-«Amén.»Y los ancianos cayeron rostro en tierra, y se postraron ante el que vive por los siglos de los siglos.

Palabra de Dios.

EVANGELIOLectura del santo Evangelio según San Juan 21, 1-19

En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos

Palabra de Dios para el Domingo

Ambientación. En la vida ordinaria todos realizamos trabajos que necesitan esfuerzo y ayudas. A veces las tareas no salen como queremos y nos sentimos frustrados. No tenemos ánimo para seguir intentando lo mismo. También en la vida religiosa y en la vida pastoral podemos experimentar esta frustración después de mucho trabajar. ¿Hay que volver a empezar?

Nos preguntamos. ¿Tenemos la experiencia de la frustración y el desánimo en nuestro trabajo? ¿Hemos querido llevar adelante un plan solo con nuestro esfuerzo? ¿Hemos experimentado la necesidad de otros, de su luz y orientación, de su apoyo y ánimo, de su presencia? ¿Por qué nos cuesta tanto iniciar de nuevo una tarea: por desencanto, por falta de fe?

Proclamamos la Palabra: Juan 21,1-14.

Nos dejamos iluminar. Los discípulos regresan a Galilea, a la vida diaria, a las faenas cotidianas. Vuelven al lago y a pescar, pero piensan que Jesús ya no está con ellos. El esfuerzo resulta infructuoso. Solo cuando descubren que Jesús resucitado está presente, cuando lo reconocen como «vivo» y como «Señor» consiguen una gran pesca. Jesús está allí partiendo con ellos pan y peces; Jesús preside la Eucaristía, es alimento y presencia.

“Jesús es la vela que mueve a su Iglesia” junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos.Simón Pedro les dice:-«Me voy a pescar.»Ellos contestan:-«Vamos también nosotros contigo.»Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.Jesús les dice:-«Muchachos, ¿tenéis pescado?»Ellos contestaron:-«No.»Él les dice:-«Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.»La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro:-«Es el Señor.»Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice:-«Traed de los peces que acabáis de coger.»Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice:-«Vamos, almorzad.»Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da; y lo mismo el pescado.Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.Después de comer dice Jesús a Simón Pedro:-«Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?»El le contestó:-«Sí, Señor, tú sabes que te quiero.»Jesús le dice:-«Apacienta mis corderos.»Por segunda vez le pregunta:-«Simón, hijo de Juan, ¿me amas?»Él le contesta:-«Sí, Señor, tú sabes que te quiero.»Él le dice:-«Pastorea mis ovejas.Por tercera vez le pregunta:-«Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?»Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó:-«Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero.»Jesús le dice:-«Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras.»Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios.Dicho esto, añadió:-«Sígueme.»

Palabra del Señor.

Hay algo de misterioso en la mirada. Ella nos pone, sin palabras, en contacto con los hermanos y transmite el sentimien-to hacia el otro: ternura, cariño, deseo, desprecio, ira, enfado… Recordar las miradas de Jesús y el intercambio con los discípulos en Jn 1,35-42 es toda una lectura del interior de los protagonistas. El primero, el Bautista, que dirige a Jesús una mirada de confianza y alegría: “Este es el Cordero de Dios”, asumiendo su papel en la historia de la salvación. Los discípulos se acercan entre admirados y perplejos. Jesús los mira y les pregunta: “¿Qué buscáis?”. “Rabí, ¿dónde vives?”. Y se quedan todo el día con Él, contemplando. Esa mirada lleva implícita una llamada a la conversión y a la misión. Así lo señala el papa Francisco en su Mensaje para esta Jornada:

“La acción misericordiosa del Señor perdona nuestros pecados y nos abre a la vida nueva que se concreta en la llamada al seguimiento y a la misión. Toda vocación en la Iglesia tiene su origen en la mirada compasiva de Jesús. Conversión y vocación son como las dos caras de una sola moneda y se implican mutuamente a lo largo de la vida del discípulo misione-ro”.

Esa mirada de Jesús implica comprensión, disposición a la amistad, a la acogida, al perdón hacia quienes se le acercan. El desenlace del cuadro nos presenta una forma nueva de vivir: seguir a Jesús. Solo quien ha sentido en su corazón la mirada penetrante y llena de vida de Jesús se atreve a dejar todo e ir tras Él. ¿Quién no se ha sentido tocado por la mirada confiada de un niño? Hay miradas que sanan y miradas que dejan frío y desconcertado. Son estas últimas miradas llenas de malos deseos: ira, enfado, maldad… vacío interior; miradas que, lejos de construir, destruyen; que no llevan a la conversión, porque el corazón, lleno de orgullo y autocomplacencia, no necesita, al menos eso cree, de nadie… ¿Para qué mirar a Dios, si él mismo es dios? Dios nos mira con pasión, para construir nuestra vida en la seguridad de su amor. Amor que cambia la debili-dad en fuerza, la inseguridad en valentía, la resignación en esperanza; amor compasivo y misericordioso porque viene de un Dios Padre que “nos ama tanto que no puede vivir sin nosotros”.

Nuestra fe se vive en comunidad; allí nace la llamada y es punto de referencia para nuestro crecimiento personal y reflejo de la luz que Dios quiere transmitir a los hombres a través de la comunidad creyente. Somos el lenguaje con el que quiere el Padre comunicarse con los hombres de cada tiempo:

“Dios nos llama a pertenecer a la Iglesia y, después de madurar en su seno, nos concede una vocación específica. El camino vocacional se hace al lado de otros hermanos y hermanas que el Señor nos regala: es una con-vocación”.

¡Cuánta necesidad hay en la Iglesia de descubrir y cultivar la complementariedad de las vocaciones! Es sorprendente el “proselitismo miope”, la visión restringida de la llamada, el afán competitivo por “fichar”… La fluidez y generosidad en el acompañamiento de los jóvenes que sienten una inquietud de llamada al servicio (sea en la vocación al ministerio, a la vida religiosa o al compromiso laical) es más atractiva que el interés desorbitado por traerlo a nuestro terreno. Lo cual no implica abandono y falta de comunicación del propio carisma, sino ayudar a contemplar los diversos carismas para lograr un discer-nimiento más objetivo.

Mirada con pasión y mirada compasiva: para comprender al hombre de hoy, para sembrar misericordia ante las dificulta-des de los jóvenes, condicionados por el ambiente, lo política y socialmente correcto, las modas y los modos de vida que brotan en su grupo de coetáneos, el abandono de principios que den consistencia. Da la impresión de que la generación actual es algo gelatinosa, casi líquida, porque, al menos en apariencia, presenta poca solidez.

Compasión en la misión ad gentes. Sentido universal de la misión, apasionada y compasiva, con la fuerza de la pasión y el amor compasivo que sana: “Miserando atque eligendo”. Mateo se sorprende, al verse elegido inesperadamente, porque el amor de Dios es imprevisible y con su misericordia prepara el camino para la respuesta afirmativa.

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