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1 Oficina Diocesana de Educación Católica Con Licencia Eclesiástica

Religión 3

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Page 1: Religión 3

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Oficina Diocesana de Educación Católica

Con Licencia Eclesiástica

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INDICE

Presentación

1. Magisterio de la Iglesia y los sínodos .....................................................

2. Documentos del Magisterio de la Iglesia .................................................

3. Hechos de los Apóstoles ........................................................................

4. Los orígenes del cristianismo ..................................................................

5. Primeras comunidades cristianas: su fe y su vida ....................................

6. La cristiandad medieval y su ruptura en la reforma ..................................

7. Las diversas iglesias históricas ................................................................

8. El Bautismo ...........................................................................................

9. La Confirmación ....................................................................................

10. La Eucaristía: ......................................................................................

11. María: ejemplo de respuesta libre y responsable .....................................

12. El hombre realiza su vocación cristiana en el mundo ...............................

13. La actividad evangelizadora ...................................................................

14. Vocación al apostolado .........................................................................

15. Vocación a la santidad ..........................................................................

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Plaza de San Pedro. Ciudad del Vaticano

Tema 1

A. MOTIVACIÓN

El humor de Juan Pablo II

Durante el Sínodo de obispos de Roma, el cardenal de Cracovia, después Juan

Pablo II, propuso a varios cardenales ir a esquiar al Terminillo.

—¿A esquiar?

—Sí, claro. En Italia, ¿no esquían los cardenales?

—Pues... francamente, no.

—En Polonia, en cambio, el 40% de los cardenales esquían.

—¿40%? Si en Polonia solo hay dos cardenales.

—Claro, pero no me negarán que Wyszynski vale por lo menos el 60%.

B. CONTENIDO DOCTRINAL

El Sínodo de los Obispos es

una asamblea de Obispos

escogidos de las distintas

regiones del mundo. Es un

órgano que depende del

Romano Pontífice.

En cuanto institución

permanente fue creada por el

Papa Pablo VI el 15

Septiembre de 1965, en

respuesta a los deseos de los Padres del Concilio Vaticano II de mantener vivo el

buen espíritu nacido de la experiencia conciliar.

1. Naturaleza del sínodo de los obispos

Un sínodo es, en términos generales, una asamblea de obispos convocados por el

Papa y tiene como tarea ayudar al Romano Pontífice en el gobierno de la

Iglesia universal dándole su consejo.

Durante las asambleas sinodales el Santo Padre y los obispos tratan

ordinariamente cuestiones relativas a la Iglesia universal, aunque también pueden

referirse a las Iglesias particulares.

Es el Sumo Pontífice quien convoca el Sínodo, elige el tema a tratar, designa a

sus miembros, preside él mismo la asamblea o designa al Presidente y recibe las

sugerencias presentadas por los obispos.

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Sinodo de los Obispos 2008

Papa Benedicto XVI en la apertura del Sínodo de

los Obispos

2. Asambleas del Sínodo de los Obispos e integrantes

El sínodo tiene dos tipos de asambleas: asambleas generales y

asambleas especiales. Las Asambleas generales del Sínodo de los Obispos

tratan asuntos concernientes a toda la Iglesia; mientras que las Asambleas

especiales tratan cuestiones que conciernen directamente a Iglesias y regiones

determinadas. Así, por ejemplo, hubo cinco Asambleas especiales del Sínodo de

los Obispos en torno al año 2000, en que el papa convocó una Asamblea especial

por cada continente.

A su vez las Asambleas generales pueden ser ordinarias y extraordinarias.

Las Asambleas extraordinarias del Sínodo de los Obispos tratan cuestiones que

exigen una resolución rápida. La diferencia entre una y otra es también la

designación de los miembros de la Asamblea: en la Asamblea extraordinaria

participan menos personas que en la Asamblea ordinaria, para facilitar la

discusión rápida de los temas a estudiar.

A los miembros de la Asamblea del

Sínodo de los Obispos también se les

llama Padres sinodales.

El decreto de convocatoria del Sínodo

determina el carácter de la Asamblea, así

como el número de integrantes y forma

de elección de los que proceden de las

Conferencias Episcopales. La función de

los Padres sinodales se refiere

exclusivamente a la participación en la

Asamblea para la que ha sido designado. Su función cesa cuando la Asamblea

queda clausurada.

3. Organización del Sínodo de los Obispos

Se debe recordar que el Sínodo de

los Obispos recibe su potestad

del Papa. Por eso, el presidente

del Sínodo de los Obispos es

siempre el Romano Pontífice.

Puede designar a otra persona

para que lo presida.

Se constituye una Secretaría

General permanente. Su función

es desarrollar los instrumentos de

trabajo y demás documentación

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necesaria para celebrar las Asambleas del Sínodo. Al ser de carácter permanente,

su función no cesa entre una Asamblea y la siguiente; antes al contrario, su

función es clave entre asambleas para mantener la actividad sinodal.

Como se puede ver, el Sínodo de los Obispos se constituye como un órgano

único, que se reúne en Asambleas sucesivas. No se puede hablar con precisión,

por lo tanto, de los Sínodos de Obispos en plural, pues propiamente sólo existe

uno, que se reúne en diversas Asambleas, ya sean generales o especiales.

Para una Asamblea del Sínodo de los Obispos se pueden designar Secretarios

especiales, que permanecen en su función sólo durante la Asamblea.

El derecho canónico no especifica el periodo en que debe ser convocado una

Asamblea del Sínodo de Obispos. En la práctica se vienen convocando cada tres

años; esta práctica quedó interrumpida al final del siglo XX, con motivo de la

convocatoria de las cinco Asambleas especiales por continentes que se celebraron

en torno al año 2000. En 2001 se celebró una asamblea general ordinaria, sobre

la misión de los Obispos, y en octubre de 2005 se celebró otra sobrela Eucaristía.

4. Desarrollo del Sínodo de los Obispos

Además del decreto de convocatoria -en el que se incluye la designación de los

miembros del Sínodo, tipo de Asamblea y asuntos a tratar- la Secretaría General

generalmente elabora un instrumento de trabajo (instrumentum laboris) que

se envía a los miembros. En él se contienen las líneas generales del trabajo que

se pretende desarrollar en la Asamblea, así como las consultas que se ponen a la

consideración de los Padres sinodales.

La Asamblea del Sínodo de los Obispos se desarrolla en Roma, aunque nada

impide que tenga lugar en otro sitio. Las Asambleas ordinarias suelen

desarrollarse en sesiones diarias durante un mes aproximadamente.

Las Asambleas del Sínodo de los Obispos finalizan con la clausura, que

corresponde realizar al Papa. Además, queda suspendida ipso iure (por el mismo

derecho), cuando una vez convocada o durante su celebración, se produce la

vacante de la Sede Apostólica; y asimismo se suspende la función de los Padres

sinodales hasta que el nuevo Pontífice declare disuelta la asamblea o decrete su

continuación.

El fruto del trabajo del Sínodo de Obispos son las actas del Sínodo, que se

presentan al Santo Padre. Muchas veces del Sínodo aparecen propuestas,

consultas y sugerencias. Todas ellas se contienen en las Actas que se presentan

al Papa para su consideración. Hasta el momento, después de casi todas las

Asambleas del Sínodo de Obispos el Papa ha promulgado una exhortación

postsinodal que recoge las indicaciones que considera conveniente. Otros frutos

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han sido sugerencias que se han puesto en marcha; entre ellas, hay algunas tan

importantes como la elaboración del Catecismo de la Iglesia Católica, sugerencia

que procede de los Padres sinodales de la Asamblea Extraordinaria de 1985

convocada por Juan Pablo II, con ocasión con ocasión del vigésimo aniversario de

la clausura del Concilio Vaticano II.

C. AUTOEVALUACIÓN

1. ¿Qué es el Sínodo de los Obispos y de quién depende?

2. ¿Cuál es el origen y naturaleza del Sínodo de los Obispos?

3. ¿Qué asuntos tratan en las asambleas generales y en las especiales del

Sínodo?

4. ¿Cómo está organizado el Sínodo de los Obispos?

5. ¿Cuáles son los frutos del trabajo del Sínodo de los Obispos?

D. ACTIVIDADES SUGERIDAS

Averigua, ¿cuántos Sínodos se han realizado desde 1967 hasta la fecha?

Averigua, ¿cuál será el tema que se tocará en el Sínodo de este año?

Indaga durante qué Papa se realizó el sínodo sobre los laicos y cuál se trató

sobre la Eucaristía.

E. VOCABULARIO BÁSICO

Papa Pablo VI

Concilio Vaticano II

Sede Apostólica

Exhortación postsinodal

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Bula «Humanae salutis» de Juan XXIII

para la convocación del Concilio Ecuménico

Vaticano II

Tema 2

A. MOTIVACION

«El Concilio Vaticano II ha sido un gran don para la Iglesia, para todos los que

han tomado parte en él, para la entera familia humana, un don para cada uno de

nosotros» (Juan Pablo II, Cruzando el umbral de la Esperanza, pregunta 24).

B. CONTENIDO DOCTRINAL

Se llama Magisterio de la Iglesia al oficio de enseñar el Evangelio y de interpretar

auténticamente la Revelación. Este oficio o ministerio público fue confiado por

Cristo a los Apóstoles, a quienes prometió la asistencia del Espíritu Santo, y se

conserva en los Pastores de la Iglesia –el Papa y los Obispos–, que son los

sucesores de los Apóstoles.

1. El Concilio Vaticano II

El Concilio Ecuménico

Vaticano II (1962-65)

tenía como propósito y

deseo hacer patente la

misión apostólica y pasto-

ral de la Iglesia y

conducir a todos los

hombres, mediante el

resplandor de la verdad

del Evangelio, a la

búsqueda y acogida del

amor de Cristo que está

sobre toda cosa (cf Ef

3,19).

A esta Asamblea, el Papa Juan

XXIII le fijó como principal tarea la de conservar y explicar mejor el depósito de la

doctrina cristiana, con el fin de hacerlo más accesible a los fieles de Cristo y a

todos los hombres de buena voluntad.

Para esto, el Concilio no debía comenzar por condenar los errores de la época,

sino, ante todo, debía dedicarse a mostrar serenamente la fuerza y la belleza de la

doctrina de la fe.

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Con la ayuda de Dios, los Padres conciliares pudieron elaborar, a lo largo de cuatro

años de trabajo, un conjunto considerable de exposiciones doctrinales y de

directrices pastorales ofrecidas a toda la Iglesia.

2. Criterios de renovación del Concilio

Los criterios conciliares de renovación podemos concretarlos en los siguientes:

a. Cristo, vértice del hombre. Colocar a Cristo en el vértice y en el origen de

nuestra vida; es decir, en el centro de nuestro pensamiento y de nuestra

conducta.

b. Concepción comunitaria de la vida cristiana. Familiarizarse con la

concepción comunitaria de la vida cristiana, incluso con la vida interior y

personal de los demás: de sus problemas, inquietudes y necesidades con

espíritu de justicia, lealtad, solidaridad y caridad.

c. Coherencia con la fe. El cristiano debe recomponer todos los aspectos de

su existencia en una unidad de vida espiritual y moral.

3. Ejes de renovación del Concilio

Los criterios de renovación eclesial se verifican en el Vaticano II en torno a estos

tres ejes.

a. La dimensión bíblica del Concilio. El Concilio Vaticano II ha hecho que la

dimensión bíblica esté patente en todos sus documentos y en la mentalidad

que ha creado.

b. El carácter pastoral colectivo y recíproco. El Vaticano II concibe el

ministerio sacerdotal como el ejercicio de la autoridad sagrada al servicio de

los hombres y movido por el amor de Cristo. De ese servicio pastoral parti-

cipan todos los fieles, quienes, mediante el ejercicio del sacerdocio común,

tienen el deber apostólico y misionero de llevar a Cristo a los demás.

c. La dimensión ecuménica, entendida en su sentido positivo y

progresivo. Se ha conseguido la convicción de que el Cristianismo es uno

solo: Cristo quiere la unidad; una sola Iglesia debe expresar esa unidad; la

causa religiosa tiene necesidad de la unidad.

4. Visión global de la Iglesia en el Vaticano II

El Concilio Vaticano II aporta a la vida de la Iglesia un nuevo estilo, una actitud de

caridad activa para llevar al mundo el mensaje de salvación. La visión global que

aporta el Vaticano II sobre la Iglesia podemos sintetizarla en los siguientes puntos:

a) la Iglesia como misterio; b) Pueblo de Dios; c) la colegialidad episcopal; d)

importancia de la Iglesia local; e) los laicos; f) llamada universal a la Santidad; g) el

ecumenismo; h) amor al mundo.

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Curso de actualización en derecho canónico 2009

En la Constitución pastoral Gaudium et spes se especifica la actitud amorosa de la

Iglesia para con el mundo. El católico auténtico y la misma Iglesia, deben

compartir con todos sus contemporáneos los gozos y las esperanzas, las tristezas y

las angustias de los hombres de nuestro tiempo. Se supera, así, tanto la actitud

inmovilista de repulsa al mundo, como también la actitud relativista de

"convertirse" a los males existentes en el mundo. La simpatía y el amor al mundo

están motivados por el afán y la misión de llevar al mundo la salvación de Cristo

que se realiza en el Iglesia.

Esta perspectiva nos lleva a asumir con decisión la tarea, el compromiso ante Dios

y los hombres, que implica necesariamente el hecho de haber recibido el Bautismo.

5. El Código de Derecho Canónico

El Código de Derecho

Canónico (en latín Codex

Iuris Canonici, representado

como "CIC" en las citas

bibliográficas) es el conjunto

ordenado de las normas

jurídicas que regulan la

organización de la Iglesia

católica de rito latino, la

jerarquía de gobierno, los

derechos y obligaciones de los

fieles y el conjunto

de sacramentos y sanciones

que se establecen por la contravención de esas normas.

Mediante la Constitución Apostólica Sacrae disciplinae leges, del 15 de enero de

1983, Juan Pablo II promulgó el Código de Derecho Canónico, que entró en

vigor el 27 de novimebre de 1983.

6. El Catecismo de la Iglesia Católica

En la celebración de la asamblea extraordinaria del Sínodo de los Obispos, el 25 de

enero de 1985, los Padres del Sínodo expresaron el deseo de «que fuese redactado

un Catecismo o compendio de toda la doctrina católica tanto sobre la fe como

sobre la moral, que sería como un texto de referencia para los catecismos o

compendios que se redactan en los diversos países. La presentación de la doctrina

debería ser bíblica y litúrgica, exponiendo una doctrina segura y, al mismo tiempo,

adaptada a la vida actual de los cristianos».

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Papa Benedicto XVI pintura de Cappuccio

Este catecismo tiene por fin presentar una exposición orgánica y sintética de los

contenidos esenciales y fundamentales de la doctrina católica tanto sobre la fe

como sobre la moral, a la luz del Concilio Vaticano II y del conjunto de la

Tradición de la Iglesia. Sus fuentes principales son la Sagrada Escritura, los

Santos Padres, la Liturgia y el Magisterio de la Iglesia.

Tras la renovación de la Liturgia y el nuevo Código de Derecho Canónico de la

Iglesia latina y de los Cánones de las Iglesias orientales católicas, el catecismo es

una contribución importantísima a la obra de renovación de la vida eclesial, de-

seada y promovida por el Concilio Vaticano II.

7. Encíclicas Papales

Una encíclica fue originalmente una carta

circular enviada a todas las iglesias de una

zona en la antigua iglesia cristiana. En ese

momento, la palabra podía ser usada para

una carta enviada por cualquier obispo a

sus fieles. La palabra proviene

del latín Encyclia y del griego ἐκκύκλιος

("egkyklios") que significa "envolver en

círculo", que es también el origen de la

palabra "enciclopedia". La Iglesia Católica

Romana en general, sólo utiliza este

término para las encíclicas papales, pero

la Iglesia Ortodoxa Oriental y de

la Comunión Anglicana mantiene el uso

antiguo.

Con este nombre se denominan así, a partir

de Benedicto XIV (1740-1758), las cartas circulares del Papa impresas y dirigidas a

todo el episcopado de la Iglesia o a una parte del mismo, como también, a través

de los obispos, a los fieles y, ocasionalmente, a todos los hombres de buena

voluntad. El objeto de las Encíclicas es exponer la doctrina de la Iglesia en algunos

puntos concretos, de acuerdo con las exigencias de los tiempos, o poner sobre

aviso acerca de los peligros, que corre la fe con la divulgación de determinados

errores. Sirven además para exhortar a los católicos a la defensa y fidelidad a la

verdad. Proponen nuevas normas de conducta conforme a las nuevas

circunstancias de vida o de la sociedad. Recuerdan algunas doctrinas siempre

tenidas por la Iglesia o enseñadas por el Magisterio en otras ocasiones, o en los

mismos concilios ecuménicos.

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Las encíclicas obligan siempre a una aceptación obediente, si bien existen distintos

grados de exigencia, de acuerdo con el contenido o al grado de autoridad

conferido. Cuando una sentencia papal publicada en una encíclica dirime alguna

cuestión controvertida, su contenido deja de estar a disposición del libre debate de

los teólogos.

C. AUTOEVALUACIÓN

1. ¿En qué fechas se llevó a cabo el Concilio Vaticano II? ¿Quién lo convocó y

quiénes lo llevaron a cabo?

2. ¿Qué criterios de renovación siguió el Vaticano II?

3. ¿Cómo se puede sintetizar el aporte del Vaticano II?

4. ¿Por qué se ha redactado el nuevo Catecismo de la Iglesia Católica?

5. ¿Qué es el Código de Derecho Canónico?

6. ¿Qué es una encíclica?

D. ACTIVICADES SUGERIDAS

1. Averiguar cuáles fueron los principales mensajes del Papa Juan Pablo II en sus

dos visitas al Perú.

2. Repasar la lista de los documentos del Vaticano II que figuran en las páginas

finales de este texto.

E. VOCABULARIO BÁSICO

Papa Juan XXIII

Concilio

Gaudium et spes

Encíclica

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Predicación de Pedro

Tema 3

A. MOTIVACIÓN

Los Hechos de los apóstoles nos presenta el modelo de vivencia cristiana; es

decir, ahí encontramos cómo debemos vivir nosotros, cristianos del siglo XXI y

de todos los siglos: unidos en el amor a Cristo, junto a nuestros pastores (Papa,

obispos y sacerdotes), a quienes obedecemos y con quienes trabajamos codo a

codo en la construcción de la Iglesia de Cristo, y alimentados en los

sacramentos, especialmente en la Eucaristía.

B. CONTENIDO DOCTRINAL

1. Autor, fecha y destinatario

El autor es Lucas o uno de sus discípulos. En

su evangelio, Lucas narró el tiempo de Jesús

y en los Hechos narra el tiempo de la Iglesia

primitiva.

destinatario a la Iglesia en la que se han

apagado los primeros ímpetus y ha

comenzado a aparecer la desidia y la apatía;

una Iglesia nacida de la misión de Pablo, llamada a llevar el mensaje de Jesús a

todo el imperio romano.

2. Características literarias

a. Se sirvió de varias fuentes: el evangelio de Marcos, la famosa ―Fuente

Q‖, los ―archivos‖ orales y escritos de varias comunidades, los recuerdos

vivos de los apóstoles, los recuerdos personales sobre Pablo. Reelaboró

este material y dio a su escrito una forma unitaria.

b. Ha sido escrito con gusto y refleja una habilidad comparable a la de

otros escritos de la época helenista.

c. Son relatos narrativos con una intencionalidad ejemplar, es decir,

provoca en el lector el deseo de vivir aquellas mismas experiencias.

El mensaje de los Hechos tiene como

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San Pedro y San Pablo

d. Los discursos insertados a lo largo de los relatos se centran en lo

esencial: la muerte y resurrección de Jesucristo, como fuente de salvación

de todos los hombres.

e. Hay también sumarios que son breves resúmenes de la vida comunitaria,

que van marcando las transiciones y ofrecen al lector una pausa de

reflexión para que se detenga y comprenda el sentido de lo que se cuenta

en el libro.

f. Hasta la invención de la imprenta, el libro de los Hechos se transmitió,

como el resto del Nuevo Testamento, en manuscritos.

3. División y contenido temático

a. Introducción (1, 1-11), que une el libro del evangelio con el de los

Hechos de los apóstoles.

b. La Iglesia de Jerusalén (1, 12-8,3): la comunidad apostólica y la

comunidad de Jerusalén.

c. La expansión de la Iglesia en Asia Menor (8, 4-14, 28): en Samaria,

conversión de Pablo, Pedro en Cesarea, fuera de Palestina (Antioquía),

liberación de Pedro, primer viaje misionero de Pablo a Chipre y Asia

menor.

d. Asamblea en Jerusalén (15, 1-35).

e. Expansión al mundo griego (15, 36-21, 14): segundo viaje de Pablo en

Grecia y tercer viaje de Pablo en Asia Menor.

f. De Jerusalén a Roma (21, 15-28, 29): Pablo en Jerusalén, en Cesarea y

hacia Roma.

4. Contenido teológico y espiritual

Fin del libro: describir la vida de la Iglesia

primitiva y cómo el Cristianismo surgió del

seno judío y se transformó en religión

universal, no sin dificultades, desgarres y

controversias, sobre todo al ir entrando a

esa primera comunidad los paganos, es

decir, los no-judíos, ya sea griegos o

romanos.

Claves: Lucas escoge el material histórico

que más le interesa para sus fines

teológicos, es decir, para su mensaje

espiritual.

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San Pedro

Contenido:

a. El fundamento de la comunidad cristiana es el Kerigma, es decir, el

anuncio del acontecimiento pascual, que se resume así:

Jesús padeció, murió y resucitó para salvarnos.

La persona de Jesús viene avalada por el testimonio de los testigos

oculares.

Todo esto era el plan de Dios, y ya estaba anunciado por los profetas.

Jesús pide fe, aceptación de su mensaje y conversión del corazón.

b. El Espíritu Santo, el gran protagonista: más que Pedro y Pablo, el Espíritu

Santo es el protagonista en todas las decisiones de la Iglesia. El Espíritu

Santo es quien convierte a los apóstoles en ―testigos‖ e intrépidos misioneros

de Jesús, en Pentecostés. El Espíritu Santo es la fuerza que lanza a la Iglesia

naciente. Este Espíritu es el mismo Espíritu de Jesús, que se perpetúa en la

Iglesia.

c. La comunidad cristiana: un ideal. ¿Qué características tiene esta primera

comunidad cristiana?

Anuncian la enseñanza de los apóstoles o kerigma, acompañada por

milagros.

Viven en comunión fraterna y en caridad.

Se alimentan de la oración y de la fracción del pan o eucaristía.

Reparten sus bienes con los necesitados.

d. Características de la Iglesia:

Iglesia misionera y universal:

se proyecta, bajo el impulso del

Espíritu, afuera de Jerusalén y

Palestina. Es una Iglesia en misión,

para que todo hombre tenga la

posibilidad de recibir el evangelio.

El ingreso en la comunidad cristiana

les convierte en hombres libres de

toda religión o culto, de otros

dioses e incluso de toda institución

religiosa. Los conflictos que

surgieron al principio con la

apertura de la comunidad a todos

los hombres se solucionaron con el

diálogo, la oración, la comunión y la ayuda del Espíritu.

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Iglesia ministerial: cada uno es escogido según la llamada de Dios y las

cualidades personales: diáconos, misioneros, responsables de la

comunidad.

Iglesia apostólica: todo servicio o ministerio tiene como centro y punto

de referencia a los apóstoles. Por eso, los siete diáconos son presentados

a los apóstoles, que les imponen las manos; las decisiones del Concilio de

Jerusalén son avaladas y rubricadas por Pedro y Santiago; Pablo sube

varias veces a Jerusalén para confrontar su fe y su predicación con Pedro.

Los apóstoles son garantes de la verdad y de la unidad. Con el crecimiento

de las comunidades, los apóstoles eligen a unos responsables que tienen

como misión: admitir en la comunidad, vigilar la transmisión del mensaje,

enseñar, tomar decisiones en momentos importantes, distribuir las

funciones en la comunidad y dispensar los sacramentos, especialmente el

bautismo y la fracción del pan.

Iglesia probada y perseguida: desde el inicio es una Iglesia

perseguida, pero sigue valiente, confiada en la fuerza del Espíritu.

Perseguida por los mismos judíos observantes de la ley mosaica, porque

los apóstoles admiten a los paganos, dispensándoles de la circuncisión y

de la ley mosaica, pues sólo les bastaba la fe en Jesucristo. Y perseguida

por los romanos paganos, que veían en el tenor de vida de los primeros

cristianos un atentado y una fuerte llamada de atención a la vida de lujo,

vanidades y placeres desenfrenados que llevaban los paganos.

C. AUTOEVALUACIÓN

1. ¿Quién es el autor de los Hechos de los Apóstoles?

2. ¿Qué características literarias tiene el libro de los Hechos?

3. ¿Cuál es la división y contenido temático del libro de los Hechos?

4. ¿Qué características tiene la primera comunidad cristiana?

5. ¿Qué características tiene la Iglesia?

D. ACTIVIDADES SUGERIDAS

Lee y analiza con tus compañeros los pasajes bíblicos sugeridos en el tema.

Haz un cuadro comparativo de las primeras comunidades cristianas y la

Iglesia en nuestros días.

E. VOCABULARIO BÁSICO

Sumarios

Pentecostés

Kerigma

Palestina

Diáconos

Paganos

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Jesucristo HIjo de Dios hecho Hombre

Tema 4

A. MOTIVACIÓN

Al inicio de una alocución, el Pontífice Benedicto XVI precisó que si bien

"estamos acostumbrados a pensar que el cristianismo es una religión europea

que después exportó la cultura europea a otros países, la realidad es mucho

más compleja".

En otro momento refería: "No solamente la raíz de la religión cristiana se

encuentra en Jerusalén, en el Antiguo Testamento y en el mundo semítico y se

nutre siempre de esta raíz, sino que también la expansión del cristianismo en

los primeros siglos se dirigió a Occidente, al mundo grecolatino, formando el

cristianismo grecolatino que creó más tarde la cultura europea".

B. CONTENIDO DOCTRINAL

El Cristianismo es la religión

fundada por Jesucristo, el Hijo de

Dios hecho hombre. Los cristianos -

discípulos de Cristo- se incorporan

por el bautismo a la comunidad

visible de salvación, que recibe el

nombre de Iglesia.

1. Entendemos por Cristianismo la

religión fundada por Jesucristo,

el Hijo de Dios hecho hombre..

La persona y las enseñanzas de

Jesús son las bases sobre las que

se asienta la religión cristiana.

Los cristianos consideran a

Jesucristo su Redentor y su

Maestro: le reconocen como su

Dios y Señor y se adhieren a su

doctrina.

2. En una hora precisa del tiempo y

en lugar determinado de la tierra, el Hijo de Dios se hizo hombre e irrumpió

en la historia humana. El lugar de nacimiento de Jesús fue Belén de Judá; la

hora, cuando reinaba en Judea Herodes el Grande y Quirino era gobernador

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17

Interior de la Basilica San Juan de Letran

de Siria, bajo la autoridad suprema del emperador de Roma, César Augusto

(cf Mt 11, 1; Lc 11, 1-2). La vida de Cristo entre los hombres se prolongó

hasta otro momento de la historia, bien preciso también: la Pasión, Muerte y

Resurrección de Jesucristo tuvieron lugar en Jerusalén, a partir del día 14 del

mes de Nisán del año 30 de la Era cristiana. Caifás desempeñaba el cargo de

Sumo Sacerdote, gobernaba Judea el «procurador» Poncio Pilato y reinaba

en Roma el emperador Tiberió.

3. Jesucristo se presentó a sí mismo como el Cristo, el Mesías anunciado por los

Profetas y esperado ansiosamente por el Pueblo de Israel. En Cesarea de

Filipo, ante la diversidad de opiniones que corrían sobre su persona, el Señor

preguntó a los Apóstoles: «y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» La

respuesta de Pedro fue rotunda: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.»

Jesús no sólo no enmendó

en un ápice estas palabras,

sino que las confirmó de

modo inequívoco: «No te

han revelado eso ni la

carne ni la sangre, sino mi

Padre que está en los

Cielos» (cf Mt XVI, 13-17).

En la noche de la Pasión,

ante los príncipes de los

sacerdotes y todo el

Sanedrín, Jesús declararía

abiertamente que era el

Hijo de Dios, el Mesías. A la

solemne pregunta del Sumo

Sacerdote, la suprema autoridad religiosa de Israel: « ¿Eres tú el Mesías, el

Hijo de Dios bendito?», Jesús respondió: «Yo soy» (McXIY; 61-62).

capítulo primero del Evangelio de San Juan anuncian el drama del rechazo

tiempo una concepción político-nacional acerca del esperado Mesías, al que

se consideraba como un caudillo terrenal que habría de libertar la nación del

yugo de los opresores romanos y restaurar en todo su esplendor el Reino de

Israel. Jesús no respondía a esta imagen, porque su Reino no era de este

mundo (cf Jn XVIII, 36).

del Salvador por parte del Pueblo elegido. Dominaba en éste por aquel

4. ―Vino a lo suyo y los suyos no le recibieron‖ (Jn 1, 10). Estas palabras del

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Placa Paleocristiana de Marciano con simbología cristiana

Por eso no fue reconocido, sino rechazado por los jefes del pueblo y

condenado a morir en la Cruz.

5. Los milagros obrados por Jesús durante los años de su vida pública

constituyen el refrendo de su Mesianidad y confirmaron la doctrina que

anunciaba. Esas razones, unidas a la personalidad incomparable del Señor,

motivaron decisivamente la adhesión de sus discípulos, y en primer término

de los doce Apóstoles. Una adhesión todavía defectuosa al principio, por

parte de hombres que compartían muchos de los prejuicios de sus

contemporáneos; unos hombres cuya mentalidad les hacía difícil comprender

la verdadera naturaleza de la misión redentora de Jesús, lo que explica el

tremendo desconcierto que les causó la Pasión y Muerte de su Maestro.

6. La Resurrección de Jesucristo es el

dogma central del Cristianismo y

constituye la prueba decisiva de la

verdad de su doctrina. «Si Cristo no

resucitó --escribió San Pablo--, vana es

fe» (1 Cor 15, 14). La realidad de la

Resurrección -tan lejos de las

expectativas de los Apóstoles y los

discípulos-- se les impuso a éstos con el

argumento irrebatible de la evidencia:

presentarían a sí mismos como «testigos» de Jesucristo resucitado (cf Hch 2,

22; 3, 15), lo anunciarían por el mundo entero y resellarían su testimonio con

la propia sangre. Los discípulos de Jesucristo reconocieron su divinidad,

creyeron en la eficacia redentora de su Muerte y recibieron la plenitud de la

Revelación, transmitida por el Maestro y recogida por la Escritura y la

Tradición.

7. Pero Jesucristo no sólo fundó una religión --el Cristianismo-, sino también

una Iglesia. La Iglesia --el nuevo Pueblo de Dios- fue constituida bajo la

forma de una comunidad visible de salvación, a la que se incorporan los

hombres por el bautismo. La Iglesia está cimentada sobre el Apóstol Pedro, a

quien Cristo prometió el Primado -«y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia»

(Mt 16, 18)- Y se lo confirmó y confirió después de la Resurrección:

«apacienta mis corderos», «apacienta mis ovejas» (cf Jn 21, 15-17). La

nuestra predicación y vana es su

«pero Cristo ha resucitado como primicias

Cor 15, 20; cf Lc 24; 27-44; Jn 20, 24-28). Desde entonces los Apóstoles se

de los que duermen » (1

Page 19: Religión 3

19

Iglesia de Jesucristo existirá hasta el fin de los tiempos, mientras perdure el

mundo y haya hombres sobre la tierra: ―y las puertas del infierno no

prevalecerán contra ella‖ (Mt 16, 18). La constitución de la Iglesia se

consumó el día de Pentecostés, y a partir de entonces comienza propiamente

su historia.

C. AUTOEVALUACIÓN

1. ¿Qué se entiende por cristianismo?

2. ¿Cómo se presentó Jesús a sí mismo?

3. ¿Qué constituyen los milagros obrados por Jesucristo?

4. ¿Cuál es el dogma central del cristianismo?

5. ¿Cómo fue constituida la Iglesia, el nuevo Pueblo de Dios?

6. ¿Sobre quién se cimentó la Iglesia?

7. ¿Hasta cuando durará la Iglesia de Jesucristo?

8. ¿A partir de cuando se consumó la constitución de la Iglesia?

D. ACTIVIDADES SUGERIDAS

Averigua y describe cómo vivieron las primeras comunidades cristianas.

Investiga ¿Qué santos martires murieron a causa del evangelio?

Lee el pasaje bíblico Mt XVI, 18 y reflexiona sobre la autoridad recibida por

San Pedro para gobernar la Iglesia.

E. VOCABULARIO BÁSICO

Siria

Dogma

Plenitud de la Revelación

Sumo Sacerdote

Page 20: Religión 3

20

Pentecostés

La conversión de Saulo

Tema 5

A. MOTIVACION

«No me servirá nada de los atractivos del mundo ni de los reinos de este siglo.

Es mejor para mí morir (para unirme) a Cristo Jesús que reinar hasta los

confines de la tierra. Es a El a quien busco, a quien murió por nosotros. A El

quiero, al que resucitó por nosotros. Mi nacimiento se acerca...» (S. Ignacio de

Antioquía, Rm 6, 1-2).

B. CONTENIDO DOCTRINAL

1. Pentecostés: Principio de la Iglesia

Los Apóstoles recibieron al Espíritu

Santo el día de Pentecostés. Les da

fortaleza y sabiduría para extender por

el mundo la doctrina de Jesucristo:

Fundador de la Iglesia.

Los Apóstoles residen cierto tiempo en

Palestina. Predican y propagan allí y

en los países vecinos, las enseñanzas

de Jesucristo. Algunos de ellos las

escriben después y se forman los

evangelios: S. Mateo, S. Marcos, S.

Lucas y S. Juan.

2. Primeras persecuciones en Jerusalén: Saulo

La muerte de San Esteban fue la señal de violenta

persecución contra la Iglesia. Todos los fieles,

excepto los Apóstoles, se esparcieron por Judea y

Samaria; pero al pasar de unos pueblos a otros

anunciaban la palabra de Dios por todas partes. El

diácono Felipe predicó el Evangelio en Samaria.

Entre los muchos que perseguían a los discípulos en

Jerusalén, ninguno parecía hacerlo con tanto odio

como un joven fariseo llamado Saulo, después

conocido con el nombre de Pablo. Cuando va a la

ciudad de Damasco, una gran luz le derriba. Jesús le

«Nos hacemos más numerosos cada vez que nos cosechan: la sangre de los

mártires es semilla de cristianos» (Tertuliano, Apologético, 50).

Page 21: Religión 3

21

Primer Papa después de San Pedro

habla y, aquel hombre queda convertido en un decidido apóstol de Cristo.

Pablo recorre miles de kilómetros. Predica incansablemente y convierte a

innumerables personas de las más variadas profesiones. Viaja de ciudad en ciudad,

sufre hambre, persecuciones y varias veces es encarcelado. Después de una vida

totalmente entregada al servicio de Cristo y de los hombres muere decapitado en

Roma el año 67.

El primero que abrazó la fe entre los gentiles fue un centurión llamado Cornelio,

habitante en Cesarea de Palestina.

3. Separación de los Apóstoles

Para cumplir la orden de Jesús: «Id y enseñad a todas

las naciones», los Apóstoles resolvieron dispersarse

por las diferentes provincias del imperio romano, y

llevar la buena nueva a las comarcas más remotas de

la tierra, era el año 36.

Según una tradición antigua, antes de separarse

redactaron un breve resumen de las principales

verdades de la religión cristiana. Es el que ha llegado

hasta nosotros con el nombre de Credo o Símbolo de

los Apóstoles.

San Pedro permanece algún tiempo en Jerusalén,

Antioquía y otras ciudades donde predica y organiza la

Iglesia. Viaja después a Roma, establece una

floreciente cristiandad y gobierna como Papa a toda la

Iglesia. San Pedro escribió 2 cartas. Murió crucificado en

la persecución de Nerón el año 67.

4. Los primeros Papas

La misma doctrina de Jesucristo y de San Pedro practican y enseñan los Papas

que, después de la muerte de San Pedro, uno tras otro se van sucediendo en el

gobierno de la Iglesia: Lino, Cleto, Clemente, Evaristo, Alejandro, Sixto...

La Iglesia se afianza poco a poco. Aumenta el número de cristianos pero todavía

tienen que escuchar la Santa Misa y tener sus reuniones de una manera oculta en

las catacumbas.

5. Las persecuciones romanas

Durante los tres primeros siglos, la Iglesia padece una de las más duras pruebas

de su historia. A medida que se iba extendiendo el Cristianismo, los emperadores

lo veían con malos ojos y persiguieron a muerte a los cristianos, porque, al ser

adoradores de un solo Dios, rechazaban los dioses del imperio romano y su culto.

Page 22: Religión 3

22

También los judíos no miraban bien al cristianismo y lo mismo sucedía con la masa

popular por calumnias que se levantaban contra ellos.

Las principales persecuciones que se enumeran son 10, que empezaron con Nerón

y culminaron en Diocleciano y Juliano el Apóstata. Bajo la persecución de Nerón

(a.64-68) fueron mártires los Apóstoles Pedro y Pablo, y a éstos le siguieron en

épocas siguientes: San Clemente Romano, San Ignacio, San Justino, Santa Cecilia,

San Policarpo, San Ireneo, San Lorenzo, San Vicente y muchos millares de

cristianos.

6. Reinado de Constantino

A partir de la conversión del emperador romano Constantino el Grande (a. 306-

337), hijo de Santa Elena, la Iglesia fue reconocida oficialmente. Publicó el famoso

Edicto de Milán, por el cual se concedía a los cristianos el libre ejercicio de su culto,

con restitución de las iglesias y otros inmuebles de que habían sido despojados (a.

313).

Anteriormente, en el año 311 el emperador Galerio había emitido en la ciudad

un edicto conocido como el "Edicto de Tolerancia de Nicomedia". En él se

concedía indulgencia a los cristianos y se les reconocía su existencia legal y

libertad para celebrar reuniones y construir templos para su Dios por lo que la

persecución de los mismos finalizaría.

"Habiendo recibido esta indulgencia, ellos habrán de orar a su Dios por nuestra

seguridad, por la de la República, y por la propia, que la república continúe

intacta, y para que ellos puedan vivir tranquilamente en sus hogares‖

(Emperador Galerio).

Con Teodosio I (a. 378-395) el cristianismo llegó a ser la religión del estado. En el

siglo IV se ven florecer comunidades cristianas, llegando a tener cada una de ellas

su Obispo propio.

C. AUTOEVALUACIÓN

1. ¿Qué les dio el Espíritu Santo a los Apóstoles?

2. ¿Qué hicieron los Apóstoles antes de separarse?

3. ¿Qué hacen y enseñan los sucesores de San Pedro?

4. ¿Qué se entiende por persecuciones?

5. ¿Cuáles fueron los principales mártires?

6. ¿Cuándo llegó la religión cristiana a ser la religión del imperio romano?

D. ACTIVIDADES SUGERIDAS

1. Buscar en los Hechos la primera predicación de Pedro.

2. Citar alguno de los milagros hechos por los Apóstoles.

3. Buscar en los Hechos el martirio de San Esteban.

4. Hacer la relación de las 14 cartas escritas por Pablo.

Page 23: Religión 3

23

5. Escribir una breve biografía de uno de los mártires.

E. VOCABULARIO BÁSICO

Judea

Samaria

Gentiles

Constantino el Grande

Indulgencia

Apóstata

Page 24: Religión 3

24

Herejías

Tema 6

A. MOTIVACION

En este tema vamos a ver brevemente un largo y rico período que abarca trece

siglos de historia: desde el siglo IV al siglo XVI.

B. CONTENIDO DOCTRINAL

1. Principales herejías

Con el triunfo del cristianismo no

desapareció el espíritu pagano de la

sociedad, sino que permanecieron

supersticiones populares. Esta fue la causa

de que la pureza de la fe y de las costum-

bres padeciesen declinaciones y aparecie-

sen sectas heréticas en los siglos IV y V:

arrianismo, macedonianismo, nestoria-

nismo, eutiquianismo, pelagianismo y

priscilianismo.

La palabra "herejía" proviene de la

lengua griega y encierra el concepto de

error, desviación o enseñanzas de

doctrinas que van contra un programa de

fe, ya estructurado, o bien sometido a

examen y finalmente aprobado con una

definición de base inmutable. Desde el

tiempo de los apóstoles abundaron las

herejías: unas negaban la divinidad de Jesucristo, otras

su humanidad y otras amalgamaban la doctrina cristiana

con otras religiones, etc.

Durante toda la época de las persecuciones oficiales surgieron herejías, la

mayoría provenían de los mismos cristianos descontentos y algunas de los

paganos. Tampoco faltaron los defensores de la fe verdadera y exponían, al

mismo tiempo, la doctrina bíblica enseñada por la Iglesia.

Apenas terminadas las persecuciones a principios del siglo IV, la Iglesia, como

institución, gozó oficialmente de plena libertad y fue, entonces, cuando

aparecieron las llamadas grandes herejías; las llamaron grandes por la extensión

que cubrieron a lo largo y ancho del imperio romano, que paulatinamente iba

Page 25: Religión 3

25

I concilio ecunménico

cristianizándose, y también por el número de sus seguidores que se enrolaban

en sus filas, sin excluir sacerdotes y obispos.

2. Concilios Ecuménicos

La Iglesia ha tenido 21 Concilios Ecuménicos, sin contar el de los Apóstoles en

Jerusalén.

El Concilio de Nicea

El Concilio I de Nicea es el primer Concilio Ecuménico, es decir, universal, en

cuanto participaron obispos de todas las regiones donde había cristianos. Tuvo

lugar cuando la Iglesia pudo disfrutar de una paz estable y disponía de libertad

para reunirse abiertamente. Se desarrolló del 20 de mayo al 25 de julio del año

325. En él participaron algunos obispos que tenían en sus cuerpos las señales de

los castigos que habían sufrido por mantenerse fieles en las persecuciones

pasadas, que aún estaban muy recientes.

El emperador Constantino, que por esas fechas aún no se había bautizado,

facilitó la participación de los Obispos, poniendo a su disposición los servicios de

postas imperiales para que hicieran el viaje, y ofreciéndoles hospitalidad en

Nicea de Bitinia, cerca de su residencia de Nicomedia. De hecho, consideró muy

oportuna esa reunión, pues, tras haber logrado con su victoria contra Licinio en

el año 324 la reunificación del Imperio, también deseaba ver unida a la Iglesia,

que en esos momentos estaba sacudida por la predicación de Arrio, un

sacerdote que negaba la verdadera divinidad de Jesucristo. Desde el año 318

Arrio se había opuesto a su obispo Alejandro de Alejandría, y fue excomulgado

en un sínodo de todos los obispos de Egipto. Arrio huyó y se fue a Nicomedia,

junto a su amigo el obispo Eusebio.

Primer Concilio de Constantinopla (año 381)

II concilio ecuménico. Reunido

durante el pontificado del Papa San

Dámaso y el Emperador Teodosio el

Grande. Contra los macedonianos.

Macedonio, patriarca de

Constantinopla, admitía la divinidad

del Verbo pero la negaba en el

Espíritu Santo; decía que era una

criatura de Dios, una especie de

superministro de todas las gracias.

Este Concilio reafirmó la divinidad del

Espíritu Santo y enseñó contra los

Page 26: Religión 3

26

IV concilio ecuménico

macedonianos que el Espíritu Santo es verdadero Dios, como el Hijo y el Padre.

(Símbolo Niceno - Constantinopolitano).

Concilio de Éfeso (año 431)

Convocado por el Papa San Celestino I y presidido por el Patriarca Cirilo de

Alejandría, ese Concilio condenó la herejía cristológica y mariológica de

Nestorio y proclamó la maternidad divina de María, La Theotokos. El símbolo de

Efeso precisa que las dos naturalezas, humana y divina de Cristo, están unidas

sin confusión y por lo tanto María es verdaderamente ―Madre de Dios‖.

Nestorio, patriarca de Constantinopla, negó la unión del Verbo Divino con la

humanidad en unidad de persona; afirmó que Jesús era un puro hombre en

quien habitaba el Hijo del Eterno Padre, y si Jesús no era Dios tampoco María

podía ser Madre de Dios.

También fue condenada la doctrina de Pelagio y Celestino que negaban la

transmisión del pecado de Adán a su descendencia y defendían la bondad,

puramente humana para hacer el bien sin el concurso del auxilio divino.

Concilio de Calcedonia (año 451)

Bajo la autoridad del Papa San León I el

Magno, este Concilio trató de las

herejías de quienes negaban a

Jesucristo las naturaleza divina o la

humana o las confundían. Eutiques

Archimandrita de un monasterio de

Constantinopla quiso rebatir los errores

de Nestorio y defender la unidad de

Cristo. Con tal fin sostuvo que la

naturaleza humana había dejado de

existir como tal en Cristo al ser asumida

por su persona divina de Hijo de Dios,

error conocido como monofisismo.

Según Eutiques, en Cristo había sólo la

naturaleza divina, la cual había ―absorbido‖

a la naturaleza humana.

El Concilio de Calcedonia precisó que las dos naturalezas de Jesucristo, la

naturaleza divina y la humana, se han unido en un único sujeto personal, que es

la Persona Divina del Verbo.

3. Padres de la Iglesia

Page 27: Religión 3

27

San Agustín Padre de la Iglesia

Universidad La Sorbona de París

Para defender y propagar la fe, amenazada por tantas herejías, Dios suscitó a

varones insignes que fueron el baluarte del Evangelio, tanto por sus heroicas

virtudes como por la profundidad de su ciencia y por su celo incansable.

Los padres griegos más importantes son: San Atanasio, San Basilio, San Gregorio

Nacianceno y San Juan Crisóstomo. Entre los padres latinos destacaron: San Hila-

rio, San Ambrosio, San Jerónimo, San Agustín y San Gregorio I Magno.

4. Vida religiosa

Durante los primeros siglos abundaron los

santos y santas: ermitaños, anacoretas y

cenobitas. Después vinieron las

fundaciones de Órdenes religiosas que,

abandonando el mundo, se entregaban en

el claustro a una vida austera de peni-

tencia, mortificación y privaciones,

combinando la oración con el trabajo y el

estudio.

En el siglo VI fue fundada la Orden de los

Padres Benedictinos. Durante los siglos XI,

XII y XIII aparecen las Órdenes

monásticas, entre las más importantes:

Camaldulenses, Cartujos, Cistercienses,

Premonstratenses, Trinitarios, Mercedarios.

En el siglo XIII fueron fundadas las Órdenes

mendicantes, llamadas así porque sus miembros renunciaban a sus propios bienes

y buscaban el alimento pidiendo limosna. Estas Órdenes son las de los Fran-

ciscanos, Dominicos, Carmelitas, Agustinos y Servitas.

5. Las cruzadas

Se da el nombre de Cruzadas a unas expediciones armadas que los cristianos de la

Edad Media hicieron para conquistar la

Tierra Santa, después que ésta, en el

siglo XI, hubo caído en poder de los

turcos seldjúcidas. Estas expediciones

fueron ocho principales.

6. El cisma de los griegos

Desde que los emperadores fijaron su

residencia en Constantinopla, los

patriarcas de esta ciudad comenzaron a

mostrarse envidiosos de la supremacía del

Page 28: Religión 3

28

Papa, y a querer igualarlo en categoría. Con este fin, aprovecharon cuantas

ocasiones se presentaban para hacer actos de independencia, y arrogarse la

supremacía sobre todas las Iglesias de Oriente. En el siglo VI llevó uno de ellos su

audacia al extremo de tomar el ostentoso título de Patriarca ecuménico o

universal. Tales tendencias no podían menos de concluir con un cisma, y así

sucedió en efecto. Focio comenzó el rompimiento en el año 858, y lo consumó

Miguel Cerulario a mediados del siglo XI.

7. El Renacimiento

El atraso de la cultura, ocasionado por las guerras permanentes que hubo durante

la Edad Media, y la formación de las lenguas vulgares derivadas del latín, trajeron

notable decadencia de este idioma; por lo cual los amantes del arte iniciaron

durante el siglo XIII un movimiento de regeneración para restaurar las letras,

ciencias y artes clásicas.

La Iglesia funda al lado de las iglesias y monasterios las primeras escuelas y

centros de las ciencias y las artes. Crea las primeras universidades que surgen de

las escuelas y colegios parroquiales. De cuarenta universidades existentes en

1,400, treinta y una de ellas fueron fundadas por la Iglesia: la Sorbona de París,

Bolonia y Salerno en Italia, Palencia y Salamanca en España, Cambribge y Oxford

en Inglaterra.

También funda en Latinoamérica las primeras universidades: San Marcos en 1551,

Santo Tomás de México y otras.

8. La reforma protestante

Movimiento encabezado por Martín Lutero en los comienzos del siglo XVI, que

pretendía reformar la Iglesia y que terminó en el gran cisma de occidente con la

introducción del protestantismo. Junto a Lutero han de mencionarse otros refor-

madores: Calvino, Zwinglio, Enrique VIII.

9. La reforma católica

En Trento, ciudad del norte de Italia, se celebró el XIX Concilio Ecuménico en tres

períodos: 1545-1547, siendo Papa Paulo III; 1551-1552, con Julio II, y 1562-1563,

en el pontificado de Pío IV. Se ocupó de asuntos doctrinales, sobre todo en rela-

ción con los errores de los protestantes, frente a cuya cambiante doctrina dio

seguridad; y de la reforma de las costumbres en la Iglesia.

C. AUTOEVALUACIÓN:

1. ¿Qué herejías aparecieron en los siglos IV y V?

2. ¿Quiénes son los santos padres más importantes?

3. ¿Cómo era la vida religiosa en los primeros siglos?

4. ¿En qué consistieron las cruzadas?

5. ¿Cuál fue la causa del cisma de los griegos?

Page 29: Religión 3

29

6. ¿Cómo intervino la Iglesia en el renacimiento?

7. ¿Quién fue Martín Lutero?

8. ¿Cuáles fueron los principales asuntos que vieron en el Concilio de Trento?

D. ACTIVIDADES SUGERIDAS:

1. Investigar qué es el islam o mahometismo.

2. Averiguar cuáles fueron las principales cruzadas.

3. Indagar cuáles fueron las principales herejías de la edad media.

4. Analizar el credo que recitamos los domingos.

E. VOCABULARIO BÁSICO

Concilios

Ecuménicos

Nestorianismo

Excomunión

Padres de la

Iglesia

Claustro

Lutero

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30

Bautismo de Jesús en el Jordán

TEMA 8

A. MOTIVACIÓN

«Queridos amigos, ¡qué grande es el don del Bautismo! Si nos diéramos

plenamente cuenta de ello, nuestra vida se convertiría en un "gracias" continuo.

¡Qué alegría para los padres cristianos, que han visto nacer de su amor una

nueva criatura, llevarla a la pila bautismal y verla renacer en el seno de la

Iglesia a una vida que jamás tendrá fin!» (S. S. Benedicto XVI, Audiencia

General del 11 de Enero de 2009. Fiesta del Bautismo del Señor).

B. CONTENIDO DOCTRINAL

1. Naturaleza, Institución y necesidad del Bautismo

«El Bautismo es el sacramento de la fe por

el cual el cristiano renace a la vida divina,

es hecho hijo de Dios, miembro de la

Iglesia y partícipe de la divina naturaleza y,

por lo mismo, realmente santo».

2. El nombre del Bautismo

«Este sacramento recibe el nombre de

Bautismo en razón del carácter del rito

central mediante el que se celebra: bautizar

(Baptizein en griego) significa sumergir,

introducir dentro del agua. La inmersión del

agua simboliza el acto de sepultar al

catecúmeno en la muerte de Cristo de

donde sale por la resurrección con Él (cf

Rm 6, 3 - 4; Col 2, 12) como ―nueva

criatura‖ (cf 2 Co 5, 17; Ga 6, 15)» (cf CCE

1214).

«Este sacramento es llamado también ―baño de regeneración y de renovación

del Espíritu Santo‖ (cf Tt 3, 5), porque significa y realiza el nacimiento del agua

y del espíritu sin el cual ―nadie puede entrar en el Reino de Dios‖ (cf Jn 3, 5)»

(cf CEC 1214). «Esta baño es llamado iluminación porque quienes reciben esta

enseñanza (catequética) su espíritu es iluminado… (S. Justino)» (cf CEC n.1215).

3. Institución del Bautismo

En cuanto a la institución del bautismo es una verdad de fe que fue instituido

por Cristo (cf Cc. de Trento: DS 1601).

Page 31: Religión 3

31

Bautismo de la Infanta

Aunque ignoramos el momento preciso en que lo hizo, es evidente la

familiaridad de Jesús con el rito del bautismo (cf Mt 3, 13 - 17; Jn 3, 22; 4, 1-2).

Cabe puntualizar que en tiempos de Jesús existían ritos bautismales y hacían

uso del agua por la simbología que este tenía para sus contemporáneos. Pero el

bautismo del Señor se diferenciaría de estos.

4. El rito bautismal

El «rito esencial» por el que se

confiere el bautismo consiste

en una aplicación del agua al

cuerpo del que se bautiza, de

manera que, según la

estimación común, hay un

verdadero lavado,

acompañada de las palabras:

N., yo te bautizo en el nombre

del Padre y del Hijo y del

Espíritu Santo.

La «materia» es el agua

común o natural derramada

sobre la cabeza del que se

bautiza. La «forma» son las palabras (fórmula trinitaria) que Jesús señaló en el

Día de su ascensión (cf Mt 28, 19-20).

La aplicación del agua al bautizando (ablución corporal) puede hacerse por

«inmersión» o por «infusión». Ésta última es la más común en toda la Iglesia

desde la Edad Media y consiste en derramar el agua sobre la cabeza del

bautizando al mismo tiempo que se pronuncia la fórmula trinitaria.

Sin estos dos elementos esenciales del rito no habría signo sacramental ni, por

tanto, bautismo. La ceremonia no tendría ninguna validez: no existiría como

sacramento ni produciría por tanto sus efectos.

Después, desde muy antiguo, sobre este núcleo esencial se añadieron otras

ceremonias, llenas de significado. Entre ellas están la renuncia a Satanás y la

profesión de fe; la unción prebautismal con el aceito de los catecúmenos para

indicar que el cristiano ha de estar siempre preparado para la lucha; la unción

postbautismal con el santo crisma, para indicar que el bautizado ha recibido el

sacerdocio regio de los fieles y ha sido incorporado a Cristo y a la Iglesia; y la

entrega de un cirio encendido, que es símbolo de la luz que ha recibido y ha de

guardar.

Page 32: Religión 3

32

Sacramento del Bautismo

5. Necesidad del Bautismo

El bautismo es necesario de medio, para la salvación eterna. Así lo indicó Jesús,

de manera absoluta y sin excepciones, en su conversación con Nicodemo (cf Jn

3, 5; Cc. de Trento: DS 1618).

Sin embargo, en cuanto a la infusión de la gracia santificante y al perdón de los

pecados (no en cuanto al carácter), el bautismo propiamente dicho o bautismo

de agua puede ser suplido por:

a. El «bautismo de sangre o martirio», es decir, la muerte violenta sufrida por

causa de Cristo, tanto en los que tienen uso de razón como en los que no lo

tienen; así lo demuestra la antigua celebración de la fiesta de los Santos

Inocentes.

b. El «bautismo de deseo», es decir, el acto de amor de Dios unido al deseo,

que basta que sea implícito, de recibir el bautismo; el bautismo de deseo sólo

se puede dar, por tanto, en los adultos con uso de razón, no en los niños o

en los amentes.

6. Ministro del Bautismo

«Son ministros ordinarios del Bautismo, el

Obispo y el Presbítero, y, en la Iglesia

latina, también el diácono» (cf CIC can.

861).

En caso urgente con peligro de muerte,

toda persona puede administrar

válidamente el Bautismo, siempre y

cuando tenga la intención de hacer lo que

hace la Iglesia, aunque ni siquiera sea

cristiana (cf CIC can. 861). En este caso lo

que ha de hacer es precisamente el rito

esencial: derramar tres veces agua sobre

el bautizado, diciendo las palabras «yo te

bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y

del Espíritu Santo».

7. Sujeto del Bautismo

Es sujeto capaz de recibir el bautismo «todo ser humano aún no bautizado y

sólo él» (cf CIC can. 864).

Todo esto hace también ver hasta qué punto es conveniente bautizar dentro de las primeras semanas, cuanto antes después del nacimiento, (CIC 867,1) a los

bautismo de deseo. niños, pues, en caso de necesidad, de ninguna manera podrían acudir al

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33

Bautismo de Jesús

a. Bautismo de adultos

Entendemos aquí por adultos los que ya han pasado de la infancia y tienen

Para que un adulto reciba «válidamente» el bautismo ha de tener la intención

explícita de recibirlo aunque también cabe una intención implícita (p. e.: un

moribundo que se sabe que se quería bautizar). Para que lo reciba «lícitamente», debe conocer las principales verdades de la fe (que existe Dios, que es remunerador, que en Dios hay tres personas) y las principales obligaciones cristianas (cf CIC can. 865); además debe haber sido probado en la vida cristiana mediante el catecumenado (preparación

b. Bautismo de niños

Respecto al bautismo de los niños, por una parte, los padres católicos «tienen la obligación de hacer que sus hijos sean bautizados en las primeras

semanas» (cf CIC can. 867).

Por otra, el bautismo no se debe administrar a los hijos de padres que no den su consentimiento o si no hay esperanza de que el niño vaya a ser

educado en la fe católica (cf CIC can. 868). Pero en peligro de muerte, puede

pesar de la oposición de sus padres (cf CIC can 868).

8. Requisitos para ser padrino de Bautismo

Para que alguien sea admitido como padrino,

es necesario que:

a. Haya sido elegido por quien va a bautizarse o

por sus padres o por quienes ocupan su lugar

o, faltando éstos, quien el párroco o ministro,

y que tenga la capacidad para esta misión e

intención de desempeñarla.

b. Haya cumplido dieciséis años, a no ser que el

Obispo diocesano establezca otra edad, o

que, por justa causa, el párroco o el ministro

consideren admisible una excepción.

c. Sea católico, esté confirmado, haya recibido

ya el sacramento de la Eucaristía y lleve, al

mismo tiempo, una vida congruente en la fe y

con la misión que va a asumir.

bautizarse a todo niño que no lo esté y no haya alcanzado el uso de razón, a

uso de razón (aprox. 7 años).

para el bautismo) y ha de tener dolor de sus pecados.

En el catecumenado los no bautizados que tienen uso de razón, deben recibir

una formación debidamente prolongada para introducirse en la vida de fe, laliturgia y la caridad del Pueblo de Dios

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34

d. No esté afectado por una pena canónica, legítimamente impuesta o

declarada.

e. No sea el padre o la madre de quien se ha de bautizar.

9. Efectos

a. La infusión de la gracia santificante, a la que acompañan las virtudes infusas

y los dones del Espíritu Santo.

b. El perdón de todos los pecados, tanto del original como de los actuales, y no

sólo de los mortales sino también de los veniales. Pero para el perdón de los

pecados actuales se requiere que el que recibe el bautismo esté arrepentido

de todos ellos: de lo contrario, el bautismo permanecería informe (sin forma)

y no produciría este efecto hasta que llegara aquel arrepentimiento,

momento en el que reviviría.

c. El perdón de toda pena debida por los pecados. Es decir, no sólo de la pena

eterna (lo que ocurre siempre que se perdonan pecados mortales a través

de la infusión de la gracia santificante), sino también de toda la pena

temporal.

d. El carácter bautismal, que es un signo imborrable que nos asemeja a Cristo y

que da la capacidad de recibir los otros sacramentos.

e. La gracia sacramental, que en el caso del bautismo viene a ser la misma

gracia santificante con un derecho a especiales ayudas para ejercitar la fe,

llevar una vida verdaderamente cristiana y recibir debidamente los demás

sacramentos.

f. La incorporación del bautizado al cuerpo de Cristo que es la Iglesia, cuya

unidad construye el bautismo.

10. El nombre del cristiano

«El nombre (del cristiano) es importante porque Dios conoce a cada uno por su

nombre, es decir, en su unicidad. Con el Bautismo, el cristiano recibe en la

Iglesia el nombre propio, preferiblemente de un santo, de modo que éste

ofrezca al bautizado un modelo de santidad y le asegure su intercesión ante

Dios» (cf Comp. del CCE n. 264).

C. AUTOEVALUACIÓN

1. ¿Qué es el bautismo?

2. ¿Por qué se llama Bautismo a este sacramento?

3. ¿En qué consiste el rito esencial del bautismo?

Page 35: Religión 3

35

4. ¿Quiénes son ministros ordinarios del Bautismo?

5. ¿Por qué es necesario el Bautismo?

6. ¿Quién puede recibir el Bautismo?

7. ¿Cuáles son los requisitos para ser padrino de bautismo?

8. ¿Cuáles son los efectos del sacramento del Bautismo?

D. ACTIVIDADES SUGERIDAS

1. Participar en la celebración de un Bautismo, luego describir e ilustrar lo vivido

allí.

2. Practicar el modo como se ha de bautizar en caso de necesidad.

3. Investigar por qué se enciende el cirio pascual en la celebración del

Bautismo.

4. Enumera los efectos positivos del agua en nuestra vida y compáralos con los

efectos del Bautismo.

E. VOCABULARIO BÁSICO

Catecúmeno

Licitud

Padrino

Validez

Page 36: Religión 3

36

Recibiendo el Sacramento de la Confirmación

TEMA 9

A. MOTIVACIÓN

Todo lo que nace a la vida está llamado a crecer y madurar. El cristiano que

nace a la fe está llamado a crecer, desarrollar esta fe y transformarse en testigo

del Señor Resucitado. El Espíritu de Dios es el que impulsa este crecimiento en

la fe y esto es lo que en el Sacramento de la Confirmación celebra con gran

alegría toda la Iglesia.

B. CONTENIDO DOCTRINAL

1. Definición y naturaleza del sacramento de la confirmación

La Confirmación es el sacramento que fortalece y completa la obra del

Bautismo. La misma palabra, Confirmación que significa afirmar o consolidar,

nos dice ya mucho de lo que ella obra en el cristiano.

Por implicar perfección y consumación de la gracia y el carácter del bautismo,

este sacramento forma parte de la

iniciación cristiana. Confirmar

significa afirmar o consolidar, y

por ello la confirmación lleva a su

plenitud lo que en el bautismo era

sólo inicio. Particularmente luego

de la recepción de este

sacramento, la misión del cristiano

será más activa que pasiva, en

consideración de dicha plenitud:

misión eminentemente apostólica,

donde se continúa de algún modo la

gracia de Pentecostés. Por esta razón, sólo los confirmados pueden ser padrinos

de bautismo, o recibir las sagradas órdenes. La confirmación es para nosotros lo

que Pentecostés fue para los Apóstoles.

Por este sacramento, el bautizado se fortalece con el don del Espíritu Santo. Se

logra un arraigo más profundo a la filiación divina, se une más íntimamente con

la Iglesia, fortaleciéndose para ser testigo de Jesucristo, de palabra y obra. Por

él es capaz de defender su fe y de transmitirla; de luchar con fortaleza por

nuestra santificación y colaborar eficazmente en la santificación del mundo.

El término «confirmación» corresponde al latín «confirmatio», que en este

contexto tiene el significado de fortalecimiento. En occidente hallamos también

Page 37: Religión 3

37

Sacramento de la Confirmación

estas denominaciones: «consignatio» (señal de la cruz hecha con la mano),

«chrismatio (unción con aceite perfumado y consagrado), «manus impositio»

2. Institución del sacramento de la confirmación

El sacramento de la confirmación, como todos los sacramentos, fue instituido

por Cristo. (cf Cc. de Trento: DS. 1601).

No se sabe cuándo lo hizo. Unos piensan que quizá fue en la Última Cena, y que

de esto vendría que la consagración del crisma se haga el Jueves Santo, de lo

cual parece que hay ya testimonios en el siglo III. Otros piensan que lo instituyó

después de la resurrección y que comenzó a estar vigente después de

Pentecostés.

Por no aparecer explícitamente el momento de la institución de la confirmación,

los protestantes rechazaron este sacramento como carente de fundamento

bíblico, lo cual es falso ya que hay repetidas predicciones de los profetas

relativas a una amplia difusión del Espíritu divino en los tiempos mesiánicos (cf

Is 58, 11; Ez 47, 1; Joel 2, 28, etc.), reiterados anuncios por parte de Cristo de

una nueva venida del Espíritu Santo para completar su obra, y acciones de los

apóstoles que hacen constar la institución de un sacramento distinto del

bautismo.

Fue el Concilio de Trento (1545 - 1563) quien salió al paso de este error

protestante, señalando la doctrina correcta.

Sobre la sacramentalidad de la Confirmación se desprende de estos hechos:

a. Los Apóstoles efectuaban un rito consistente en la oración y la imposición de

las manos;

b. El efecto de este rito externo era la

comunicación del Espíritu Santo, principio

de la santificación interna;

c. Los Apóstoles actuaban en cumplimiento

de la voluntad de Cristo.

3. Celebración del sacramento de la

confirmación

En el rito latino, la ceremonia completa de la

Confirmación consta fundamentalmente de

la renovación de las promesas del bautismo

(renuncia a Satanás y profesión de fe),

seguida de una imposición de las manos y

(imposición de manos sobre la cabeza).En oriente se le llama «sfragis» (sello) o

«myron» (crisma perfumado).

Page 38: Religión 3

38

Ministros Ordinarios de la Confirmación. Los Obispos

de la unción con el crisma en la frete de cada uno de los confirmandos, unción

que hace el ministro con el pulgar de la mano derecha y en forma de cruz.

En las Iglesias Orientales de rito bizantino, la unción se hace en otras partes del

cuerpo, con la fórmula «Sello del don del Espíritu Santo».

Si es posible, la confirmación se debe de administrar en una iglesia y dentro de

la misa (cf CIC can. 881). Cuando se hace dentro de la misa, el sacramento se

confiere después de la liturgia de la palabra y antes de iniciar la liturgia

eucarística.

4. Materia y forma del sacramento de la confirmación

La «materia» de la confirmación es el «Crisma». El crisma es un aceito

consagrado por el obispo en la Misa Crismal del Jueves Santo. El aceite que se

consagra o bendice para confeccionar el crisma es aceite de oliva mezclado con

una pequeña cantidad de bálsamo.

La «forma» de la confirmación es «la

unción que va acompañada de unas

palabras que expresan lo que significa

este gesto y son, por tanto, parte

integral del signo sacramental. En el

rito latino, las palabras son: NN,

recibe por esta señal el don del

Espíritu Santo» (cf CIC can. 880;

Pablo VI, DCN).

5. Ministro de la confirmación

El «ministro originario» de la confirmación es el obispo (cf CCE n. 1312). Un

texto de los Hechos de los apóstoles narra cómo para confirmar a los que había

bautizado el diácono Felipe fueron dos apóstoles –en este caso San Pedro y San

Juan–, que eran dos ministros que gozaban de la plenitud del sacerdocio que

tienen los obispos.

En el rito latino, el obispo es el ministro ordinario de la confirmación (cf can.

882). El obispo diocesano debe en principio administrar la confirmación por sí

mismo o por otro obispo, aunque si la necesidad lo requiere, puede facultar a

uno o más presbíteros para que lo hagan (cf can. 881).

El «ministro extraordinario» es «el presbítero dotado de facultad por el derecho

común o por concesión peculiar de la autoridad competente» (cf can. 1313).

6. Sujeto de la confirmación

«Todo bautizado, aún no confirmado, puede y debe recibir el sacramento de la

confirmación» (cf can. 1306).

Page 39: Religión 3

39

Para recibir «válidamente» la confirmación, en el bautizando con uso de razón

se precisa también la intención. Para recibirla «lícitamente», el bautizado con

uso de razón debe además tener la debida instrucción y estar en gracia de Dios

(cf can. 889).

En cuanto a la edad del sujeto, la práctica general de la Iglesia latina es que no

se confirme a los niños antes de que alcancen el uso de razón. Pero se puede

anticipar su administración si hay peligro de muerte o si es conveniente por

otras razones justas.

En condiciones normales se ha de administrar «en torno a la edad de la

discreción» (cf can. 891). Pero también la conferencia episcopal tiene

atribuciones para determinar una edad más idónea, de tal modo que el

sacramento se confiera cuando los niños ya son algo mayores y han recibido una

conveniente formación.

Para recibir la Confirmación es preciso hallarse en estado de gracia. Conviene

recurrir al sacramento de la Penitencia para ser purificado en atención al don del

Espíritu Santo. (cf CEC n. 1310).

7. Efectos de la confirmación

a. Aumento de la gracia santificante, como en todos los sacramentos;

b. La gracia sacramental específica, cuyo efecto propio es el don de fortaleza,

ayuda al sujeto a llegar al perfeccionamiento de su vida cristiana.

c. Aumento de los dones del Espíritu Santo;

d. Nos introduce más profundamente en la filiación divina que nos hace decir

«Abbá, Padre» (cf Rm 8, 15);

e. Hace más perfecto nuestro vínculo con la Iglesia (cf Vat. II, LG n. 11);

f. El carácter propio de este sacramento, que es un sello del Espíritu Santo que

«marca la pertenencia total a Cristo, la puesta a su servicio para siempre».

Este «carácter» también perfecciona el sacerdocio común de los fieles,

recibido en el Bautismo.

8. Necesidad del sacramento de la Confirmación

El bautismo es el «único sacramento absolutamente necesario para la

salvación». La confirmación, pues, ser necesaria sólo de modo relativo; es decir,

que se requiere no absolutamente para salvarse, sino sólo para llegar a vivir con

plenitud la vida cristiana.

El derecho vigente prescribe a todos los fieles la obligación de confirmarse en el

tiempo oportuno (cf can. 890), por lo que, si se dejara de recibir por

menosprecio o negligencia, se pecaría gravemente.

Page 40: Religión 3

40

9. Los padrinos de la confirmación

Aun sin ser imprescindible -sobre todo si se trata de un adulto-, conviene que el

confirmado tenga un padrino «a quien corresponde procurar que el sujeto se

comporte como verdadero testigo de Cristo y cumpla fielmente las obligaciones

inherentes al sacramento» (cf can. 892).

Las condiciones que ha de reunir el padrino de la Confirmación son las mismas

que se piden para el padrino de Bautismo. Incluso «conviene que sea el mismo

que para el Bautismo, a fin de subrayar la unidad entre los dos sacramentos» (cf

CCE n. 1311).

A los padrinos les compete -con más razón si son los mismos que en el

Bautismo- colaborar en la preparación de los confirmados para recibir el

sacramento, y contribuir después con su testimonio y con su palabra a la

perseverancia en la fe y en la vida cristiana de sus ahijados.

Su tarea es de suplencia respecto a la obligación primordial de los padres, pero

no por eso su misión carece de importancia.

C. AUTOEVALUACIÓN

1. ¿Qué es el sacramento de la confirmación?

2. ¿Por quién fue instituido el sacramento de la confirmación?

3. ¿Cómo se desprende la sacramentalidad de la Confirmación?

4. ¿Cómo se realiza el rito de la confirmación?

5. ¿Cuál es la materia de la Confirmación?

6. ¿Cuál es la forma de la confirmación?

7. ¿Quiénes son el ministro ordinario y extraordinario de la Confirmación?

8. ¿Quién es el sujeto de la Confirmación?

9. ¿Cuáles son los efectos de la confirmación?

10. ¿Cuáles son las condiciones que debe reunir el padrino de la Confirmación?

D. ACTIVIDADES SUGERIDAS

1. Comenta los lugares de la Sagrada Escritura en los que se testifica la

existencia y administración del sacramento de la confirmación (Hech 8, 14 -

17; 19, 6).

2. Averiguar sobre los distintos ritos que existen dentro de la Iglesia.

E. VOCABULARIO BÁSICO

Espí

ritu Santo

Pentecostés

Unción

Crisma

Page 41: Religión 3

41

Adoración de la Eucaristía

Tema 10

A. MOTIVACIÓN

Hay momentos privilegiados en la vida humana: el encuentro familiar, la

comida, que reúne a los de la casa y también a los amigos. En la comida todos

participan de lo que hay en la mesa y ponen en común lo que piensan o

sienten: penas, inquietudes, gozos, esperanzas. Es el momento de la

«comunión».

Jesús reúne a los cristianos en torno a su mesa. En este momento privilegiado,

el Señor se hace realmente presente bajo los signos del pan y del vino. De este

modo Jesús renueva en nosotros los gestos y palabras, que un día realizó en la

última cena y nosotros lo celebramos participando activamente en ella.

B. CONTENIDO DOCTRINAL

1. Definición y Naturaleza de la Eucaristía

«La Eucaristía es el sacrificio mismo del Cuerpo y de la Sangre del Señor Jesús,

que Él instituyó para perpetuar en los

siglos, hasta su segunda venida, el

sacrificio de la cruz, confiando así a la

Iglesia el memorial de su Muerte y

Resurrección. Es signo de caridad y

banquete pascual, en el que se recibe a

Cristo, el alma se llena de gracia y se nos

da una prenda de la vida eterna» (cf.

Comp. del CCE n. 271; CCE nn. 1322,

1323, 1409).

La Eucaristía también es «el memorial de

la Pascua de Cristo» (en un «sacrificio»

incruento), es decir, de la obra de la

salvación realizada por la vida, la muerte

y la resurrección de Cristo, obra que se

hace presente por la acción litúrgica.

A la Eucaristía se le llama «el sacramento

por excelencia», porque en él se

encuentra Cristo presente, quien es fuente de todas las gracias. Además, todos

los demás sacramentos tienden o tienen como fin la Eucaristía, ayudando al

alma para recibirlo mejor y en la mayoría de las veces, tienen lugar dentro de la

Eucaristía.

Page 42: Religión 3

42

Papa Juan Pablo II y la

Eucaristía

«La Eucaristía es ―fuente y cima de toda la vida cristiana» (cf Cc. Vat II, LG n.

11). Los demás sacramentos, como también todos los ministerios eclesiales y

las obras de apostolado, están unidos a la Eucaristía y a ella se ordenan» (cf).

Finalmente, por la Eucaristía nos unimos ya a «la liturgia del cielo» y

anticipamos la «vida eterna», cuando Dios será todo en todos (cf 1 Co 15,28)

(cf CEC n. 1326).

2. Nombres que recibe este Sacramento

El Catecismo de la Iglesia Católica recoge los nombres que este sacramento ha

recibido y que evocan sus aspectos particulares, mostrando la inagotable

riqueza de este sacramento. Los nombres que recoge son: Eucaristía, Banquete

del Señor, Fracción del Pan, Asamblea Eucarística, Memorial, Santo Sacrificio,

Santa y Divina Liturgia, Santísimo Sacramento, Comunión y Santa Misa (cf CEC

nn. 1328 - 1332).

a. Eucaristía porque es acción de gracias a Dios. Las

palabras "eucharistein" (cf Lc 22, 19; 1 Co 11, 24) y

"eulogein" (cf Mt 26, 26; Mc 14, 22) recuerdan las

bendiciones judías que proclaman –sobre todo

durante la comida– las obras de Dios: la creación, la

redención y la santificación;

b. Banquete del Señor (cf 1 Co 11, 20) porque se

trata de la Cena que el Señor celebró con sus

discípulos la víspera de su pasión y de la anticipación

del banquete de bodas del Cordero (cf Ap 19, 9) en

la Jerusalén celestial.

c. Fracción del pan porque este rito, propio del

banquete judío, fue utilizado por Jesús cuando

bendecía y distribuía el pan como cabeza de familia

(cf Mt 14, 19; 15, 36; Mc 8,6.19), sobre todo en la última Cena (cf Mt 26, 26;

1 Co 11, 24). En este gesto los discípulos lo reconocerán después de su

resurrección (cf Lc 24, 13 - 35), y con esta expresión los primeros cristianos

designaron sus asambleas eucarísticas (cf Hch 2, 42. 46; 20, 7. 11). Con él

se quiere significar que todos los que comen de este único pan, partido, que

es Cristo, entran en comunión con él y forman un solo cuerpo en él (cf 1 Co

10, 16 - 17).

d. Asamblea eucarística (synaxis), porque la Eucaristía es celebrada en la

asamblea de los fieles, expresión visible de la Iglesia (cf 1 Co 11, 17 - 34).

e. Memorial de la pasión y de la resurrección del Señor.

f. Santo Sacrificio, porque actualiza el único sacrificio de Cristo Salvador e

incluye la ofrenda de la Iglesia.

Page 43: Religión 3

43

Última Cena

g. Santa y divina Liturgia, porque toda la liturgia de la Iglesia encuentra su

centro y su expresión más densa en la celebración de este sacramento.

h. Santísimo Sacramento porque es el Sacramento de los Sacramentos. Con

este nombre se designan las especies eucarísticas guardadas en el sagrario.

i. Comunión, porque por este sacramento nos unimos a Cristo que nos hace

partícipes de su Cuerpo y de su Sangre para formar un solo cuerpo (cf 1 Co

10, 16 - 17).

j. Santa Misa porque la liturgia en la que se realiza el misterio de salvación se

termina con el envío de los fieles (missio) a fin de que cumplan la voluntad

de Dios en su vida cotidiana.

3. Institución de la Eucaristía

La Eucaristía fue instituida por Cristo y consta claramente en la Sagrada

Escritura en el relato de la Última

cena.

El Nuevo Testamento contiene

cuatro relatos sobre la institución:

Mt 26, 26 - 28; Mc 14, 22 - 24; Lc

22, 19 - 20 y 1 Cor 11, 23 - 26. El

Evangelio de S. Juan habla de la

«promesa» de la Eucaristía (Jn 6,

48 - 58), pero no de la

―institución‖. Otros textos

importantes del Nuevo Testamento que se relacionan

con la Eucaristía son: 1 Cor 1, 1 - 6; 10, 14 - 22; Heb 13, 7 - 15.

Los textos de la institución de la Eucaristía (Mt, Mc Lc y 1 Cor) coinciden en lo

esencial y tienen semejante estructura literaria. Muestran, sin embargo,

diferencias secundarias, según las cuales no coincide literal y exactamente

ninguno de ellos entre sí. Cabe distribuir los cuatro relatos en dos grupos (Mt-

Mc: petrino y Lc-1 Cor: paulino):

Grupo Petrino Grupo Paulino

Mt 26, 26 – 28 Mc 14, 22 - 24 Lc 22, 14 - 20 1 Cor 11, 23 - 25

Mientras estaban

co-miendo, tomó

Jesús pan, y,

pronunciada la

bendición, lo

Mientras

estaban co-

miendo, tomó

pan, y,

pronunciada la

Y tomó pan,

dio gra-cias, lo

partió y se lo

dio diciendo:

Porque yo recibí del

Señor lo que os he

transmitido: que el Se-

ñor Jesús, la noche en

que fue entregado to-

Page 44: Religión 3

44

Materia de la Eucaristía

partió y,

dándoselo a sus

discípulos, dijo:

ben-dición, lo

partió, se lo dio,

y dijo:

mó pan y, después de

dar gracias, lo partió y

dijo:

«Tomad, comed,

esto es mi

cuerpo».

«Tomad, esto es

mi cuerpo».

«Esto es mi

cuerpo que se

entrega por vo-

sotros; haced

esto en

memoria mía».

«Esto es mi cuerpo,

que se da por voso-

tros; haced esto en

memoria mía».

Tomó luego un

cáliz y, dadas las

gracias, se lo dio,

diciendo:

Tomó luego un

cáliz y, dadas las

gracias, se lo

dio, y bebieron

todos de él. Y

les dijo:

De igual modo,

des-pués de

cenar, el cá-liz,

diciendo:

Asimismo también el

cáliz después de ce-

nar, diciendo:

«Bebed de él

todos, porque

esto es mi sangre

de la Alianza, la

derramada por

muchos para

remisión de los

pecados».

«Esto es mi

sangre de la

Alianza, la

derramada por

muchos».

«Este cáliz es

la Nue-va

Alianza en mi

san-gre, que se

derrama por

vosotros».

«Este cáliz es la Nue-

va Alianza en mi san-

gre. Cuantas veces lo

bebiereis hacedlo en

memoria mía».

4. Materia de la Eucaristía

La Eucaristía tiene como «materia» pan de trigo y

vino de vid, al que debe mezclarse antes de la

consagración una muy pequeña cantidad de agua.

a. Pan de trigo (ácimo o fermentado según los

diversos ritos): Sería ciertamente inválida harina

de otro cereal y de otras féculas (guisantes,

castañas, etc.). La harina debe ser amasada con

agua natural; la masa hay que cocerla al fuego;

eso se requiere para su validez. Para la licitud el

pan debe ser relativamente tierno (nunca más de

tres semanas), de buena presentación y apropiadas

Page 45: Religión 3

45

Papa Benedicto XVI

distribuyendo la Comunión

dimensiones.

b. Vino de vid (blanco, rosado o tinto): no de jugo de cualquier otra fruta;

extraído de las uvas maduras; no mezclado con agua en cantidad,

condiciones todas requeridas para su validez. Para su licitud, se requiere que

el jugo de la vid sea fermentado (vino), no picado ni avinagrado, sin mezclas

apreciables. El rito litúrgico del ofertorio, de mezclar unas gotas de agua en

el vino, es obligatorio sub gravi.

5. Forma de la Eucaristía

«La ―forma‖ de este sacramento son las palabras con las cuáles el Salvador

consagró dicho sacramento». (cf Cc. de Florencia, Decreto pro Armeniis).

Jesús la noche en que iba a ser entregado, tomó pan, y dando gracias partió lo

partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:

Tomad y comed todos de él, porque esto es mi cuerpo, que será entregado por

vosotros.

Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, dando gracias, y lo pasó a sus

discípulos, diciendo:

Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi sangre, sangre de la

alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por muchos para el

perdón de los pecados.

Haced esto en conmemoración mía.

6. El Ministro de la Sagrada Eucaristía

«Sólo el sacerdote válidamente ordenado es

ministro capaz de confeccionar el sacramento

de la Eucaristía, actuando en la persona de

Cristo» (cf CIC can. 900 §1).

La prueba que ofrece la Sagrada Escritura es

concluyente: el encargo hecho por Cristo en el

Cenáculo a sus Apóstoles y a sus sucesores va

dirigido exclusivamente a ellos, y no a la

multitud de sus discípulos.

7. El sujeto de la recepción de la

Eucaristía

El Concilio de Trento también enseña que

«Todo bautizado es capaz de recibir

―válidamente‖ la Eucaristía, aunque se trate de un

niño» (cf Cc. Trento: DS 893).

Page 46: Religión 3

46

Jesús está realmente presente en la Eucaristía

Para la recepción ―lícita‖ o fructuosa se requiere:

a. El estado de gracia: La Iglesia –apoyándose en las duras amonestaciones

del Apóstol S. Pablo para que los fieles examinen su conciencia antes de

acercase a la Eucaristía (cf 1 Cor 11, 27 - 29)-, ha exigido siempre el estado

de gracia, de modo que nadie debe acercarse a la Sagrada Eucaristía con

conciencia de pecado mortal, caso contrario estaría cometiendo un pecado

de ―Sacrilegio‖.

b. La intención recta, buscando la unión con Dios y no por otras

razones: Como la medida de la gracia depende de la disposición subjetiva

del que recibe el sacramento, la comunión deberá ir precedida de una buena

―preparación‖ y seguida de una conveniente ―acción de gracias‖.

c. El ayuno eucarístico: Junto a las disposiciones del alma están las del

cuerpo. La legislación eclesiástica prescribe que «quien va a recibir la

Santísima Eucaristía, ha de abstenerse de tomar cualquier alimento y bebida

al menos durante una hora antes de la sagrada comunión, a excepción sólo

del agua y de las medicinas» (cf CIC can. 919 &1).

8. Efectos

Los «efectos» que la recepción de la Eucaristía produce en el alma, son los

siguientes:

a. Aumento de la gracia santificante. Hay una íntima unión entre quien

recibe el sacramento y Cristo mismo (cf Jn 6, 57). Por esa unión con Cristo,

los cristianos que participan en la Eucaristía se unen además entre sí (cf EC

169). También aumenta las virtudes infusas, especialmente la caridad.

b. Producción de gracia sacramental. La

gracia sacramental específica de la Eucaristía es

la llamada gracia nutritiva, porque se nos da a

manera de alimento divino que conforta y

vigoriza en el alma la vida sobrenatural (cf Cc.

de Florencia, Decretum pro Armenis: DS. 698).

c. Perdón de los pecados veniales. También

se perdonan los pecados veniales, alejando del

alma la debilidad espiritual. Los pecados

veniales, en efecto, constituyen una

enfermedad del alma que se encuentra débil

para resistir el pecado mortal (cf Cc. de Trento:

DS 875).

d. Prenda de vida eterna. De acuerdo a las

palabras de Cristo en Cafarnaúm, la Eucaristía constituye un adelanto de la

Page 47: Religión 3

47

Presencia de Jesús en la Eucaristía

bienaventuranza celestial y de la futura resurrección del cuerpo (cf Jn 6, 54;

DS 875).

9. Presencia real de Cristo

La presencia real de Cristo en la Eucaristía es uno de los principales dogmas de

nuestra fe católica (cf Cc. de Trento: DS. 883, 885, 886, etc.). En la Eucaristía,

por las fuerzas de las palabras de la consagración, Cristo se hace presente, de

modo sacramental, en la integridad de su ser: cuerpo, alma y divinidad, en las

especies de pan y vino.

El Concilio de Trento enseña que, según la

fe incesante de la Iglesia, «inmediatamente

después de la consagración, es decir,

después de pronunciadas las palabras de la

institución, se hallan presentes el verdadero

Cuerpo y la verdadera Sangre del Señor»

(cf Cc. de Trento: DS 876).

El modo en que Cristo está contenido en la

Eucaristía es «verdadera» (vere), «real»

(realiter) y «sustancialmente» (et

substantialiter). En la Eucaristía está el

mismo Jesús que nació de la Virgen María,

que vivió ocultamente en Nazaret durante

30 años, que predicó y se preocupó por

todos los hombres durante su vida pública,

que murió en la Cruz y, después de haber

resucitado y ascendido a los cielos, está ahora sentado a la diestra del Padre.

Todo el Cuerpo de Cristo está presente en cada una de las especies y en cada

parte de la especie. Se trata de una presencia incluso más que la presencia

personal – tanto in usum como extra usum – se da no sólo en la celebración,

como en los demás sacramentos.

Sobre el modo cómo se produce la presencia real de Cristo en la Eucaristía, el

Magisterio de la Iglesia nos enseña que «en el sacrosanto sacramento de la

Eucaristía… se produce una singular y maravillosa conversión de toda la

substancia del pan en el Cuerpo de Cristo y de toda la substancia del vino en la

Sangre; conversión que la Iglesia católica llama transubstanciación» (cf Cc. de

Trento: DS 884).

Cabe agregar dos cosas: que «la fracción del pan no divide a Cristo: Él está

presente todo e íntegro en cada especie eucarística y en cada una de sus

partes» (cf Comp. del CCE n. 284; CCE n. 1377); y que «la presencia eucarística

de Cristo continúa mientras subsistan las especies eucarísticas» (cf Comp. del

CCE n. 285; CCE n 1377).

Page 48: Religión 3

48

10. La Eucaristía como sacrificio

La Eucaristía es sacrificio en cuanto que en Ella se ofrece a Dios como oblación

(cf Sto Tomás de Aquino S. Th. III, q.75, a.5). Por tanto, la misa no es una

simple representación, sino que es una renovación del sacrificio de la cruz. Pero

este sacrificio es incruento (sin derramamiento de sangre).

El concilio de Trento enseña que «el sacrificio de la Misa es esencialmente el

mismo de la Cruz (es una misma la Víctima, el Sacerdote y los fines); sólo

difiere en el modo como se ofrece (en la cruz, de modo cruento, con

derramamiento de sangre; incruentamente en la Eucaristía)» (cf Cc. de Trento:

DS 938, 940).

11. Estructura de la Celebración Eucarística

a. Ritos iniciales: Son ritos introductorios a la celebración y nos preparan para

escuchar la palabra y celebrar la Eucaristía. Comprende: Antífona o canto de

Entrada y Procesión de entrada; Señal de la cruz y Saludo; Acto penitencial

y Señor ten piedad; Gloria y Oración colecta.

b. Liturgia de la palabra: Escuchamos a Dios, que se nos da como alimento

en su Palabra, y respondemos cantando, meditando y rezando. Comprende:

Primera Lectura, Salmo Responsorial, Segunda Lectura, Aclamación al

Evangelio: Aleluya y perícopa, Evangelio, Homilía, Credo o profesión de fe y

Oración universal.

c. Liturgia de la Eucaristía: .Tiene tres partes: Presentación de las ofrendas,

Oración sobre las ofrendas, Plegaria Eucarística (está contiene los siguientes

elementos: dialogo inicial, prefacio, Epíclesis, Narración de la institución,

Anámnesis, Ofrecimiento del sacrificio, intercesiones y comunión de los

santos, doxología final, Amén. Es el núcleo de toda la celebración, es una

plegaria de acción de gracias en la que actualizamos la muerte y resurrección

de Jesús).

d. Rito de comunión: Comprende: Padrenuestro, Rito de la paz, Fracción del

pan, Acto de comulgar y Postcomunión.

e. Ritos de despedida: Son ritos que concluyen la celebración. Comprende la

Bendición y la despedida y envío.

12. Fines del sacrificio de la Misa

El Sacrificio de la Misa tiene 4 fines, y que son semejantes al del sacrificio del

calvario:

a. Alabar a Dios, reconociéndolo como Ser Supremo (fin latréutico).

b. Darle gracias por los beneficios recibidos (fin eucarístico).

c. Moverlo al perdón de los pecados (fin propiciatorio).

d. Pedirle gracias o favores (fin impetratorio).

Page 49: Religión 3

49

C. AUTOEVALUACIÓN

1. ¿Qué es la Eucaristía?

2. ¿Qué nombres que recibe la Eucaristía recoge el Catecismo de la Iglesia

Católica?

3. ¿Cuál es la materia de la Eucaristía?

4. ¿Cuál es la forma de la Eucaristía?

5. ¿Quién es el ministro de la Eucaristía?

6. ¿Cuáles son los requisitos para una recepción lícita o fructuosa de la

Eucaristía?

7. ¿Cuáles son los efectos del Sacramento de la Eucaristía?

8. ¿Cuáles son los fines del sacrificio de la Misa?

D. ACTIVIDADES SUGERIDAS

1. Leer los 4 pasajes de la institución del Sacramento de la Eucaristía. Ver las

semejanzas y diferencias.

Mt 26, 16 – 28.

Mc 14, 22 – 24.

Lc 22, 14 – 20.

1 Cor 11, 23 – 25.

2. Aprender la oración de la Comunión Espiritual.

E. VOCABULARIO BÁSICO

Comunión

Concilio

Sacrificio

Transubstanciación

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50

La anunciación

Tema 11

A. MOTIVACIÓN

El famoso marxista S. Bulgakov narra en sus ―Apuntes biográficos‖ los primeros

toques de su conversión al cristianismo con motivo de la contemplación de un

cuadro de la Virgen. Relata que se encontraba en Dresde en 1898 y quiso

observar de cerca la Madonna Sixtina de Rafael. La experiencia constituyó para

él un tremendo impacto que iba a trastornar todos sus esquemas ideológicos,

originando la llamada de la fe y poniendo en marcha el proceso de su

acercamiento a la fe cristiana.

Relata así su desconcertante impresión: ―Allí, los ojos de la Reina de los cielos,

que sube al paraíso con su divino Hijo, me estaban mirando. Había en aquellos

ojos una fuerza infinita de pureza subyugadora y de inmolación voluntaria. Perdí

los sentidos, me giraba la cabeza. Y de mis ojos brotaban lágrimas dulces y

amargas al mismo tiempo, que hicieron derretirse el hielo de mi corazón. Era

como si de pronto se me desatara un nudo vital. No se trataba de una turbación

estética. No, era un encuentro, un nuevo conocimiento, un verdadero milagro.

Esta contemplación de aquel cuadro fue para mí una conmovedora plegaria que

jamás olvidaré‖. Más tarde, en 1923, al contacto con los bellísimos y profundos

iconos de su tierra natal descubrirá mejor la dignidad y belleza de la Madre de

Dios que le ofrecía, en síntesis y tan de cerca, todo el misterio cristiano.

B. CONTENIDO DOCTRINAL

1. La fe de maría

La fe que tuvo la virgen María es tal que

podemos decir que hizo de manera

perfecta ―la obediencia de la fe‖ Pero,

¿Cómo lo realizó? (cf Rm 1, 4). Decimos

que la Virgen María realizó de manera

perfecta «la obediencia de la fe», porque

durante su vida, y hasta su última prueba

(cf Lc 2, 35), cuando Jesús, su hijo murió

en la cruz, su fe no vaciló. María no cesó

de creer en el cumplimiento de la palabra

de Dios. Por todo ello, la Iglesia venera

en María la realización más pura de la fe.

Page 51: Religión 3

51

Inmaculada Concepción

2. Las prerrogativas de la virgen maría

María es Madre de Dios:

María es la madre de Dios, porque es la madre de Jesús que es la segunda

persona de la Trinidad. Esto está claro en la revelación: lo dijo el Arcángel (cf Lc

1, 31-32), lo repitió Santa Isabel (cf Lc 1, 43), y así lo llamó constantemente

Jesús.

El Concilio de Éfeso en el año 431, mucho antes de que apareciera el

Protestantismo, que luego negó las prerrogativas de la Virgen, definió como

dogma de fe que la Virgen María es «Madre de Dios»: «Si alguno no confesare

que el Emmanuel (Cristo) es verdaderamente Dios, y que por tanto, la

Santísima Virgen es Madre de Dios, porque parió según la carne al Verbo de

Dios hecho carne, sea anatema».

El Concilio Vaticano II hace referencia del dogma así: «Desde los tiempos más

antiguos, la Bienaventurada Virgen es honrada con el título de Madre de Dios, a

cuyo amparo los fieles acuden con sus súplicas en todos sus peligros y

necesidades» (cf Cc. Vat. II, LG n.66).

La maternidad divina de la Virgen María es la razón principal de sus privilegios y

grandezas.

María fue concebida sin pecado:

El Dogma de la Inmaculada Concepción establece

que María fue concebida sin mancha de pecado

original. El dogma fue proclamado por el Papa Pío

IX, el 8 de diciembre de 1854, en la Bula

Ineffabilis Deus: «Declaramos, pronunciamos y

definimos que la doctrina que sostiene que la

Santísima Virgen María, en el primer instante de

su concepción, fue por singular gracia y privilegio

de Dios omnipotente en previsión de los méritos

de Cristo Jesús, Salvador del género humano,

preservada inmune de toda mancha de culpa

original, ha sido revelada por Dios, por tanto, debe

ser firme y constantemente creída por todos

los fieles».

María fue siempre virgen

El Dogma de la Perpetua Virginidad se refiere a que María fue Virgen antes,

durante y perpetuamente después del parto.

El Sínodo de Letrán del año 649, presidido por el Papa Martín I, recalcó los tres

momentos de la virginidad de María cuando enseñó que «la santa, siempre

virgen e inmaculada María… concibió del Espíritu Santo sin semilla, dio a luz sin

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52

Asunción de María a los Cielos

detrimento (de su virginidad) y permaneció indisoluble su virginidad después del

parto».

Los dos relatos de la Sagrada Escritura que nos hablan de la concepción de

Jesús afirman que ésta se realizó sin romper la virginidad de María (cf Mt 1, 18,

- 25; Lc 1, 26 - 28). Ambos relatos son un claro testimonio de la fe primitiva en

la virginidad física de María. Jesús no nació como fruto de unas relaciones

matrimoniales ordinarias, sino que María concibió en su seno por obra del

Espíritu Santo.

«La profundización de la fe en la maternidad virginal ha llevado a la Iglesia a

confesar la virginidad real y perpetua de María incluso en el parto del Hijo de

Dios hecho hombre. En efecto, el nacimiento de Cristo "lejos de disminuir

consagró la integridad virginal" de su madre. La liturgia de la Iglesia celebra a

María como la 'Aeiparthenos', la 'siempre-virgen' ». (cf CCE n. 499).

María fue asunta al cielo

El dogma de la Asunción se refiere a que la

Madre de Dios, luego de su vida terrena fue

elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial.

Este Dogma fue proclamado por el Papa Pío

XII, el 1º de noviembre de 1950, en la

Constitución Munificentisimus Deus: «Después

de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y

de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para

gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la

Virgen María su peculiar benevolencia; para

honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y

vencedor del pecado y de la muerte; para

aumentar la gloria de la misma augusta Madre

y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la

autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los

bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos,

declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada

Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal,

fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo».

«Contemplando el misterio de la Asunción de la Virgen, es posible comprender

el plan de la Providencia Divina con respecto a la humanidad: después de

Cristo, Verbo encarnado, María es la primera criatura humana que realiza el

ideal escatológico, anticipando la plenitud de la felicidad, prometida a los

elegidos mediante la resurrección de los cuerpos» (cf Juan Pablo II, Audiencia

General del 9 de julio de 1997).

El misterio de la Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo nos invita a

hacer una pausa en la agitada vida que llevamos para reflexionar sobre el

Page 53: Religión 3

53

Santo Rosario

sentido de nuestra vida aquí en la tierra, sobre nuestro fin último. El saber que

María ya está en el Cielo gloriosa en cuerpo y alma, como se nos ha prometido

a aquéllos que hagamos la Voluntad de Dios, nos renueva la esperanza en

nuestra futura inmortalidad y felicidad perfecta para siempre.

3. El culto a la virgen María

Orígenes de las devociones marianas

Desde los primeros siglos de la Iglesia comenzaron a surgir devociones

marianas, que el pueblo cristiano, con su repetición en tan diversos países y

circunstancias, fue plasmándola en formas y costumbres que posteriormente la

Iglesia recogió en la Liturgia y aprobó en su Magisterio.

De las devociones marianas hay algunas que se limitan a grupos, o países, o a

determinadas épocas. Otras son universales y se viven por todos aquellos que

quieren honrar a Nuestra Señora como «se ha hecho siempre, por todos y en

todas partes» (San Vicente de Lerins).

Devociones marianas más destacadas

a. Las fiestas de la Virgen

En primer lugar está la participación interior (con oración y consideraciones

personales) y la exterior (con asistencia a los actos de culto) de las diversas

fiestas que, a lo largo del año, dedica la Iglesia para honrar a la Santísima

Virgen. En ellas se le alaba por algún misterio de su vida: Madre de Dios,

Inmaculada, la Asunción; o por alguna actuación en favor de los hombres:

como Reina, Mediadora, como la Virgen Dolorosa, o Nuestra Señora del

Rosario; por su manifestación singular en algún lugar donde se le venera:

en Fátima, en Lourdes, el Pilar, Loreto, en la Villa de Guadalupe (México),

etc.

b. El Santo Rosario

Pocas devociones son tan gratas a María como el

Santo Rosario, recomendada por los Romanos

Pontífices con tanta insistencia. Innumerables son

las gracias que han recibido los fieles a través de

esta oración, ya sea recitada en común o

personalmente. Además, es conveniente recordar

que, al igual que otras prácticas de piedad, el

Santo Rosario está favorecido con indulgencias:

parcial, si se reza privadamente; plenaria, si se

hace en familia.

Page 54: Religión 3

54

El escapulario de Nuestra

Señora del Carmen

Inmaculado Corazón de

María

c. El Angelus

El Angelus es la repetición del encuentro del Ángel con Nuestra Madre, en el

cual le anunció su divina Maternidad. Se recita todos los días a las doce o a

las seis de la tarde, con pausa y atención.

Como es una práctica breve, que suele tenerse en medio del trabajo y las

ocupaciones del día, conviene recoger nuestro pensamiento con intensidad,

ponerlo en Nuestra Señora, recitarlo sin prisa y de memoria y aprovechar

para renovar el ofrecimiento de nuestro trabajo y de nuestro amor a la

Virgen.

d. El Escapulario de la Virgen del Carme

Llevar el Escapulario de la Virgen del Carmen o

alguna otra Medalla es señal de fe en su intercesión

poderosa y símbolo de nuestra alianza con Ella. El

uso del Escapulario del Carmen ha de ir

acompañado de una disposición consciente y

devota, a la par de unas prácticas de piedad

marianas que pueden reducirse a las tres Avemaría

de la noche. En la ceremonia de imposición, el

sacerdote recuerda que se debe recibir "impetrando

a la Santísima Virgen que, con su gracia,

(de Dios), lo lleves sin pecado, te defienda de toda

adversidad y te conduzca a la vida eterna".

e. Las Tres Aves Marías

Es una costumbre que puede valernos para que nuestros últimos

pensamientos vayan hacia María que vela nuestro sueño y, con su poder,

puede alejarnos al enemigo de nuestra alma y de nuestro cuerpo.

Repetimos pausadamente y con devoción las palabras que fueron

pronunciadas por el Arcángel Gabriel y por Santa Isabel, y por las palabras

del «Santa María» que le compuso, con veneración, la Iglesia.

f. El sábado, día de la Virgen

El sábado es tradicionalmente en la Iglesia el día de

la semana que se dedica a la Virgen, y en él

podemos manifestarle de modo más intenso nuestro

cariño, estando más pendientes de Ella a través de

jaculatorias, miradas a las imágenes, recitando las

oraciones tradicionales como son el «Acordaos», «Oh

Señora mía», y especialmente «la Salve».

Page 55: Religión 3

55

g. La consagración a María

Un medio eficaz para vivir fielmente los compromisos del Bautismo es la

consagración a María que puede hacerse de dos formas: considerando a

María como Reina (consagración de esclavitud mariana) o bien, como Madre

(de piedad filial mariana).

h. Otras prácticas de piedad marianas

El mes de mayo, está dedicado a honrar a María. Su origen se remonta, en

España, a San Alfonso X el sabio (siglo XIII). En este tiempo los niños

suelen ofrecer flores a María, los adultos acostumbran hacer algún sacrificio

diario, rezar el Rosario en familia, etc.

El mes de octubre está dedicado a rezar el Santo Rosario, costumbre que

surge en siglo XIX con ocasión de las apariciones de Nuestra Señora de

Lourdes, y que el Papa León XIII lo extiende a toda la Iglesia. En particular,

se ha de promover el rezo del Rosario en familia pues, como enseña la

Iglesia, la familia que reza unida permanece unida.

C. AUTOEVALUACIÓN

1. ¿Por qué decimos que la Virgen María realizó de manera perfecta ―la

obediencia de la fe‖?

2. ¿Por qué decimos que la Virgen María es la Madre de Dios?

3. ¿Qué establece el Dogma de la Inmaculada Concepción y por quién, cuándo

y qué documento fue proclamado?

4. ¿A qué se refiere el Dogma de la Perpetua virginidad de la Virgen María?

5. ¿A qué se refiere el Dogma de la Asunción de la Virgen María?

6. ¿Cuáles son las devociones marianas más destacadas?

7. ¿Qué es el Angelus?

8. ¿Qué otras prácticas de piedad se dedican a la Virgen María?

D. ACTIVIDADES SUGERIDAS

1. Consulta el mapa de Palestina y señala en qué lugar sucedieron los

siguientes hechos:

La Anunciación.

La Visitación de María a su prima Santa Isabel.

El Nacimiento de Jesús.

2. Investiga la historia de una de las devociones más extendidas en el Perú o en

América.

E. VOCABULARIO BÁSICO

Bula

Dogma

Hiperdulía

Sínodo

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56

Los Fieles Laicos

Tema 12

A. MOTIVACIÓN

"La unidad de la Iglesia no es uniformidad, sino integración orgánica de las

legítimas diversidades. Es la realidad de muchos miembros unidos en un solo

cuerpo, el único Cuerpo de Cristo (cf 1 Co 12, 121. Es necesario, pues, que la

Iglesia del tercer milenio impulse a todos los bautizados y confirmados a tomar

conciencia de la propia responsabilidad activa en la vida eclesial. Junto con el

ministerio ordenado, pueden florecer otros ministerios, instituidos o

simplemente reconocidos, para el bien de toda la comunidad, atendiéndola en

sus múltiples necesidades: de la catequesis a la animación litúrgica, de la

educación de los jóvenes a las más diversas manifestaciones de la caridad"

(Juan Pablo II, Carta Apostólica Al comienzo del Nuevo Milenio, n. 461).

B. CONTENIDO DOCTRINAL

1. Los laicos

Son aquellos fieles que, por

vocación divina, están

destinados a buscar el Reino de

Dios tratando y ordenando las

cosas temporales según el

querer de Dios (cf LG 31). Son,

por lo tanto, la inmensa mayoría

del Pueblo de Dios. Y con su vida

contribuyen a la santificación de

las realidades terrenas. Cuando

se habla de fieles laicos se

entiende por igual, a varones y mujeres.

―los fieles laicos se encuentran en la línea más avanzada de la vida de la Iglesia

es el principio vital de la sociedad. Por tanto ellos, especialmente, deben tener

conciencia, cada vez más clara, no sólo de pertenecer a la Iglesia, sino de ser

la Iglesia; es decir, la comunidad de los fieles sobre la tierra bajo la guía del jefe

común, el Papa. Ellos son la Iglesia‖ (Pío XII, discurso 20 de febrero 1946;

citado por Juan Pablo II, CL 9).

Page 57: Religión 3

57

2. Nota característica de los laicos

Cada uno de los miembros del Pueblo de Dios tiene algo característico que lo

distingue de los demás. La nota característica de los laicos es su carácter

secular, es decir que el ámbito y medio de su vocación cristiana peculiar es el

mundo.

Esto supone:

a. Vivir en medio del mundo. Amar al mundo porque es bueno y porque Dios

quiere que viva ahí.

b. Realizar su profesión y trabajo en el mundo. Es a través de este trabajo

como perfecciona el mundo y se perfecciona él mismo humana y

divinamente. .

c. Estar implicado en las actividades y asuntos del mundo. De esta manera se

santifica y santifica a los demás.

3. La misión característica del laico es la consagración del mundo

Los laicos tienen que conseguir que en todo se respete las leyes divinas ya que

esto perfecciona al hombre. Tienen que conseguir un mundo en el cual reine la

justicia, la paz y la comprensión. Esto lo conseguirán:

a. Con el testimonio de su vida

El testimonio de su vida es el buen ejemplo. Tienen que cumplir con sus

deberes y obligaciones, tanto en la familia como en su trabajo y en su vida

social.

b. Con el apostolado Es ayudar a otros a vivir bien su vida para que

sean felices.

Nos sentimos obligados a hacer apostolado para comunicar a otros el bien -la

doctrina de Cristo-, que nosotros ya tenemos. Esta obligación lo hacemos con el

ejemplo y las palabras.

El apostolado personal es la forma primordial y la condición para todo el

apostolado de los laicos.

También puede hacerlo quien lo desee asociándose en algún movimiento

apostólico como cursillos de cristiandad, Legión de María, Movimiento familiar

cristiano, grupos juveniles, etc. las formas asociadas, que responden a un

derecho de los fieles, deben reunir ciertos criterios de eclesialidad y han de

vencer las tentaciones de división y contraposición entre ellas.

Page 58: Religión 3

58

Vida Consagrada

Leemos en el Nuevo testamento: ―Para que viendo vuestras obras buenas

glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos‖ (Mt. 5, 16)

El apostolado lo realizará el laico especialmente en su familia, su trabajo, sus

amigos.

c. Con su influencia en las estructuras

Cada uno tiene una familia, un pueblo, un ambiente y un trabajo en el cual se

mueve y vive. En todos estos ambientes el laico tiene que influir, haciendo que

se viva según el espíritu y las leyes cristianas.

El laico, por su vocación cristiana, está más interesado que nadie en el progreso

del mundo. Trabaja con todas sus fuerzas y con todos los medios para lograr

este fin. Sabe que de esta manera se santifica él y santifica a los demás.

LA VIDA CONSAGRADA

1. Consejos evangélicos y vida consagrada

Los consejos evangélicos están propuestos en su multiplicidad a todos los

discípulos de Cristo. Sin

embargo la perfección de la

caridad a la cual son llamados

todos los fieles implica, para

quienes asumen libremente el

llamamiento a la vida

consagrada, la obligación de

practicar la castidad en el

celibato por el Reino, la pobreza

y la obediencia.

La profesión de estos consejos en

un estado de vida estable conocido por la Iglesia es lo que caracteriza la "vida

consagrada" a Dios (cf LG nn. 42-43; PC n. 1).

2. Los institutos religiosos

Los religiosos son aquellos fieles cristianos que se entregan totalmente a Dios

por la profesión de los consejos evangélicos mediante votos perpetuos.

Siguiendo su vocación peculiar, los religiosos contribuyen al bien de toda la

Iglesia, dan un testimonio público de la vida nueva y eterna adquirida con la

redención de Cristo y constituyen una señal escatológica del Reino de Dios.

Page 59: Religión 3

59

Institutos seculares

a. Los consejos evangélicos

Los tres consejos evangélicos que públicamente profesan los religiosos son:

pobreza, castidad y obediencia. Para la Iglesia, el estado religioso está

constituido fundamentalmente por el compromiso de practicar estos tres

consejos.

- La pobreza consiste en vivir desprendidos de las cosas de este mundo amando

los bienes celestiales.

- La castidad consiste en la entrega del corazón a Dios en servicio de la Iglesia,

renunciando al matrimonio.

- La obediencia consiste en seguir los mandatos del superior viendo en él al

mismo Cristo.

b. Modo de vida de los religiosos

El religioso vive en una Orden o Congregación determinada, elegida según su

deseo y vocación. Forma parte de una Comunidad Religiosa.

Los conventos y monasterios son las casas donde viven los religiosos. Cada orden

religiosa tiene un hábito característico que los distingue de los demás. Algunos se

dedican especialmente a la oración y la contemplación, otros a la enseñanza y

otros a la asistencia de los necesitados: pobres, enfermos, niños, ancianos, etc.

Entre los religiosos tal vez conozcas algunos cómo los Dominicos, Jesuitas,

Franciscanos, Agustinos, Carmelitas, Mercedarios, Pasionistas, Redentoristas,

Salesianos, etc.

Entre las religiosas tal vez conozcas algunas como las Carmelitas descalzas,

Clarisas, Dominicas, Hijas de Cristo Rey, Hermanitas de los ancianos

desamparados, Hijas de María auxiliadora, Madres de Jesús Verbo y Víctima,

Hermanas de Santa Ana, etc.

3. Los institutos seculares

"Un instituto secular es un instituto de

vida consagrada, en el cual los fieles,

viviendo en el mundo, aspiran a la

perfección de la caridad, y se dedican a

procurar la santificación del mundo

sobre todo desde dentro de él" (c. 710

del CIC).

Page 60: Religión 3

60

Mons. Ricardo García, Sacerdotes y diáconos de la Prelatura

Los miembros de un instituto secular no son religiosos, pero dos elementos

esenciales los caracterizan: la consagración y lo secular. Son consagrados

seculares que se esfuerzan "a manera de levadura, por impregnar todas las cosas

con el espíritu evangélico, para fortaleza e incremento del Cuerpo de Cristo" (c.

713 § 1). Hay, entre ellos, miembros laicos y miembros clérigos.

Se asemeja, pues, a un instituto religioso en que sus miembros viven

consagrados a Dios y al apostolado, y se diferencia en que lo realizan sin la

separación del mundo que tienen los miembros de congregaciones religiosas.

Entre los institutos seculares se cuentan: Sociedad del Corazón de Jesús,

Sociedad de las Hijas del Corazón de María, Caritas Christi, Misioneras del

Evangelio, Misioneras de María Reina de los Corazones, Cruzada evangélica,

Oblatas Misioneras de María Inmaculada, Apóstoles del Sagrado Corazón,

Cruzadas de Santa María, Cruzados de Santa María.

4. las sociedades de vida apostólica

Junto a las diversas formas de vida consagrada se encuentran "las sociedades de

vida apostólica, cuyos miembros, sin votos religiosos, buscan el fin apostólico

propio de la sociedad y, llevando vida fraterna en común según el propio modo

de vida, aspiran a la perfección de la caridad por la observancia de las

constituciones. Entre éstas, existen sociedades cuyos miembros abrazan los

consejos evangélicos mediante un vínculo determinado por las constituciones" (c.

731 §§ 1 y 2).

Pertenecen a este tipo de sociedades las Hijas de la Caridad de San Vicente de

Paúl, Congregación de la Misión (Paúles), los Oratorios de San Felipe Neri, los

Sulpicianos, los Eudistas (de San Juan de Eudes), la Sociedad de los Santos

Apóstoles, los Padres Blancos, las Misiones Africanas de Lyon, las Misiones

Extranjeras de París, etc.

LOS SACERDOTES

1. Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote

Jesucristo es el único Sumo y Eterno

Sacerdote.

Mientras vivía en el mundo, Cristo ejerció

personalmente su sacerdocio anunciando el

reino de Dios, perdonando los pecados y

ofreciéndose a sí mismo en sacrificio por la

salvación de todos los hombres.

Page 61: Religión 3

61

Obispos y sacerdotes

2. Sacerdocio común y sacerdocio ministerial

La Iglesia entera es un pueblo sacerdotal. Por el bautismo, todos los fieles

participan del sacerdocio de Cristo. Esta participación se llama "sacerdocio común

de los fieles". A partir de este sacerdocio y al servicio del mismo existe otra

participación en la misión de Cristo: la del ministerio conferido por el sacramento

del Orden, cuya tarea es servir en nombre y en representación de Cristo-Cabeza

en medio de la comunidad.

El sacerdocio ministerial difiere esencialmente del sacerdocio común de los fieles

porque confiere un poder sagrado para el servicio de los fieles. Los ministros

ordenados ejercen su servicio en el pueblo de Dios mediante la enseñanza, el

culto divino y por el gobierno pastoral.

3. Grados del sacerdocio

Desde los orígenes, el ministerio ordenado fue conferido y ejercido en tres

grados: el de los Obispos, el de los presbíteros y el de los diáconos. Los

ministerios conferidos por la ordenación son insustituibles para la estructura

orgánica de la Iglesia: sin el Obispo, los presbíteros y los diáconos no se puede

hablar de Iglesia.

El Obispo recibe la plenitud del sacramento del Orden que lo incorpora al

Colegio episcopal y hace de él la cabeza visible de la Iglesia particular que le es

confiada. Los Obispos, en cuanto sucesores de los Apóstoles y miembros del

Colegio Apostólico, participan en la responsabilidad apostólica y en la misión de

toda la Iglesia bajo la autoridad del Papa, sucesor de S. Pedro.

Los presbíteros están unidos a los Obispos en la dignidad sacerdotal y al mismo

tiempo dependen de ellos en el ejercicio de

sus funciones pastorales; son llamados a ser

cooperadores diligentes de los Obispos;

forman en torno a su Obispo el presbiterio

que asume con él la responsabilidad de la

Iglesia particular. Reciben del Obispo el

cuidado de una comunidad parroquial o de

una función eclesial determinada.

Los diáconos son ministros ordenados para

las tareas de servicio de la Iglesia; no reciben

el sacerdocio ministerial, pero la ordenación

les confiere funciones importantes en el ministerio

de la palabra, del culto divino, del gobierno pastoral y del servicio de la caridad,

Page 62: Religión 3

62

tareas que deben cumplir bajo la autoridad pastoral de su Obispo.

4. Elementos del Sacramento del Orden Sacerdotal

Materia: La imposición de las manos por el Obispo.

Forma: Una oración consecratoria solemne que dice el Obispo al imponer las

manos.

Ministro: El Obispo.

Sujeto: La Iglesia confiere el sacramento del Orden únicamente a varones

bautizados, cuyas aptitudes para el ejercicio del ministerio han sido debidamente

reconocidas.

C. AUTOEVALUACIÓN

1. ¿Quiénes son los laicos?

2. ¿Qué supone el carácter secular de los laicos?

3. ¿Cuál es la misión del laico en el mundo?

4. ¿A quiénes llamamos religiosos?

5. ¿Cómo es el modo de vida de los religiosos?

6. ¿Qué es un instituto secular?

7. ¿En qué consisten las sociedades de vida apostólica?

8. ¿En qué se difiere el sacerdocio ministerial del sacerdocio común?

9. ¿Cuáles son los grados del sacerdocio ministerial?

10. ¿Quiénes pueden recibir el sacramento del Orden?

D. ACTIVIDADES SUGERIDAS

1. Averigua cuáles fueron las primeras órdenes religiosas que llegaron al Perú.

2. Haz una relación de los Santos peruanos y una breve biografía de uno ellos.

3. Establece un diálogo para descubrir las diferencias entre el clero secular y el

clero regular.

4. Indica las diferencias entre un religioso y un laico.

5. Dialoga con tus compañeros por qué las mujeres no pueden ser ordenadas

como sacerdote en la Iglesia católica.

E. VOCABULARIO BÁSICO

Celibato

Religioso

Vocación

Diácono

Congregación

Ministerio

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63

Evangelización

Tema13

A. MOTIVACIÓN

La Iglesia, fermento, sal y luz del mundo, tiene un mensaje de salvación para el

mundo, pero necesita de personas cualificadas para transmitirla. El Siervo de

Dios, S. S. Juan Pablo, nos señalas las cualidades que deben tener los

transmisores de la fe. En su Exhortación Apostólica dirigida a los de América

escribía: «La Iglesia necesita muchos y cualificados evangelizadores que, con

nuevo ardor, renovado entusiasmo, fino espíritu eclesial, desbordantes de fe y

esperanza, hablen "cada vez más de Jesucristo"» (S. S. Juan Pablo II, Exh.

Apost. ―Ecclesia in América‖)

B. CONTENIDO DOCTRINAL

1. ¿Qué es la Evangelización?

«La Evangelización es ―llevar la Buena

Nueva a todos los ambientes de la

humanidad y, con su influjo, transformar

desde dentro, renovar a la misma

humanidad‖» (Pablo VI, Exh. Apost. EN

n. 18).

La Evangelización no se trata sólo –

aunque también– de llevar el Evangelio

a otros lugares o a poblaciones ajenas a

Jesucristo «sino de alcanzar y

transformar con la fuerza del Evangelio

los criterios de juicio, los valores

determinantes, los puntos de interés las líneas de pensamiento, las fuentes

inspiradoras y los modelos de vida de la humanidad que están en contraste con

la palabra de Dios y con el designio de salvación» (Pablo VI, Exhort. Apost. EN

n. 19).

Esta Evangelización tiene su fundamento en el mandato del Señor de ―ir y

evangelizar a todos los pueblos‖ (cf Mt 28, 19): Ella ―existe para evangelizar‖

(Pablo VI, Exh Apost. EN n. 14).

2. Sentidos del término Evangelización

El término Evangelización ha tenido a lo largo de la historia muchos sentidos.

El Sínodo de Obispos de 1974 distingue cuatro sentidos del término

Evangelización:

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64

Movimiento de Cursillos de Cristiandad

a. Un sentido muy estricto, equivalente al primer anuncio de la fe o kerigma

(este fue el sentido preferido antes del Concilio Vaticano II).

b. Un sentido estricto, referente al ministerio de la Palabra y sus diversas

formas (sentido más usado por el Concilio Vaticano II).

c. Un sentido amplio (el preferido durante el Sínodo), que abarca las tres

funciones de la misión (profética, sacerdotal y real), lo que el Concilio

llamaba ―apostolado‖, sin dejar de conceder el primer lugar al anuncio.

d. Un sentido muy amplio, que abarca todos los anteriores e implica que todo lo

que la Iglesia puede hacer en su servicio salvífico por el hombre y el mundo

(este sentido fue el preferido en el documento final del sínodo, la ―Evangelii

Nuntiandi‖ y que es el usado actualmente).

3. Los destinatarios de la Evangelización

Sobre los destinatarios de la

Evangelización los enfoques han

sido distintos. Veremos algunos que

han sido recogidos en los

documentos magisteriales.

a. La Encíclica «Ecclesiam suam», de

Pablo VI, las clasifica a manera de

«círculos concéntricos»,

comenzando por aquellos que están

más alejados: a) los no creyentes,

incluso los ateos; b) los creyentes no

cristianos: los judíos, otros seguidores de la religión monoteísta –sobre todo

los musulmanes–, y los seguidores de las grandes religiones afroasiáticas; c)

los hermanos separados o cristianos no católicos (círculo del «diálogo

ecuménico»); d) finalmente, el diálogo interior en la Iglesia, entre los

católicos.

b. La Constitución Dogmática «Gaudium et Spes» también recoge esta

perspectiva de los «círculos concéntricos" ‖pero en sentido inverso, es decir,

comenzando por el diálogo en el seno de la Iglesia (cf Cc. Vat. II, GS n. 92).

c. La Exhortación Apostólica «Evangelii Nuntiandi» también recogió esta

perspectiva de los «círculos concéntricos», pero volvió al orden inicial. Pero

también habla de otras dos esferas o dos ―mundos que hoy ―lanzan un

desafío a la Evangelización‖ (Pablo VI, Exh. Apost. EN n. 55 s.), sin referencia

a ese esquema circular. Puede decirse que el primero se sitúa en el círculo de

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65

Monseñor Enrique Pelach

Papa Juan Pablo II y la Nueva

Evangelización

los «alejados», mientras que el segundo bordea el círculo de los cristianos en

su parte más «externa»: a) el secularismo ateo, más práctico que teórico; b)

los bautizados no practicantes, hoy día más numerosos.

4. Las tres tareas de la Evangelización

Pues bien, la Iglesia enfoca estas diferentes

situaciones, de una manera diversificada y

orgánica por medio de tres tareas. Éstas

deben captarse en su complementariedad,

pues son «momentos» que se entrecruzan y

se superponen uno en otro:

Las tareas de la Evangelización son:

a. La «tarea pastoral» o el apostolado «ad

intra», que incluye –al menos en parte– a

los cristianos no católicos.

b. La «tarea misionera» en sentido estricto o misión «ad gentes» (misión «ad

extra») dirigida a los no cristianos.

c. La «Nueva Evangelización», tarea en parte «pastoral» y en parte

«misionera».

5. Algunos problemas que debe enfrentar la Evangelización

La Evangelización actual se debe enfrentar a muchos problemas que tiene que

ver o bien por la falta de fe o bien por una exageración de la fe que han surgido

en estos últimos tiempos. Entre esos

problemas están:

a) El ateísmo,

b) La indiferencia religiosa,

c) El secularismo,

d) La superstición,

e) El agnosticismo,

f) El fanatismo religioso, etc.

Otros problemas que tiene que enfrentar la

Evangelización son las relaciones con las

iglesias cristianas separadas de la Iglesia

Católica (Ecumenismo) y las relaciones con

las otras religiones (diálogo religioso).

6. La Nueva Evangelización

El término ―Nueva Evangelización‖ fue

Page 66: Religión 3

66

empleado por primera vez por S. S. Juan Pablo II en Polonia (1979) con el

sentido de un ―nuevo anuncio‖ de la fe dirigido a Europa. La utilizó por segunda

vez en Haití (1983), y posteriormente en su discurso a las Conferencias

Episcopales de Europa (1986). También aparecen en la exhortación Christifideles

laici, las encíclicas Redemptoris missio y Centessimus annus, la carta Tertio

millenio adveniente, y otros documentos.

La ―Nueva evangelización‖ se dirige a cristianos que han perdido el sentido de la

fe o no se reconocen ya como miembros de la Iglesia, llevando una existencia

alejada de Cristo (cf Juan Pablo II, RM n. 33), afectada por el fenómeno del

secularismo y el materialismo.

La nueva evangelización arranca de la certeza de que Cristo vive, y que, por la

acción del Espíritu Santo, sigue impulsando la acción de los cristianos.

En Haití (1983) Juan Pablo II planteó –con referencia a la celebración del quinto

centenario de la evangelización de América– un compromiso en una

―evangelización nueva‖: ―nueva en su ardor, en sus métodos, en su expresión‖.

Pero, ¿Qué implica la ―novedad de ―ardor, métodos y expresión‖?.

a. Nuevo ardor: Indica la necesidad de la calidad humana y espiritual de esos

―heraldos del Evangelio‖. Ese ardor apostólico no es fanatismo sino

coherencia. No se trata de imponer la verdad de la fe, sino de proponer la

salvación con respeto a la libertad. Al derecho que todas las personas poseen

a escuchar el mensaje del Evangelio corresponde el deber de todos los

cristianos en su propagación; no por una seca ―obligación‖, sino por lealtad y

amor a Dios y a los demás.

b. Nuevo método: Esto tiene que ver con la puesta en marcha de la misión de

la Iglesia en el mundo, tal como la ha comprendido el Vaticano II. Los

proyectos pastorales deberían seguir estas líneas:

El Evangelio debe encarnarse en las personas, una a una, de modo que la

gracia del Espíritu Santo pueda impregnar las actividades y realizaciones

humanas.

Cada uno de los cristianos participa en la evangelización según su propia

condición.

La evangelización ha de ser afrontada desde la corresponsabilidad y

participación. A ellas se oponen tanto el individualismo como el afán por

uniformar la diversidad de vocaciones, carismas, ministerios y tareas que

se dan en la Iglesia.

c. Nueva expresión: Esta remite a lo que puede llamarse la ―pedagogía de la

evangelización‖, que implica fidelidad al contenido de lo que se quiere

transmitir y, al mismo tiempo, adecuación del lenguaje con que se comunica.

Page 67: Religión 3

67

C. AUTOEVALUACIÓN

1. ¿Qué es la Evangelización?

2. ¿Cuáles son los sentidos del término Evangelización según el Sínodo de

Obispos de 1974?

3. ¿Cuáles son las tres tareas de la Evangelización?

4. ¿En qué ocasiones y documentos aparece el término ―Nueva Evangelización‖

5. ¿A quienes se dirige la ―Nueva Evangelización‖

D. ACTIVIDADES SUGERIDAS

1. Analiza las misiones que Jesucristo confió a S. Pedro y a sus sucesores. Para

ello tendrás que leer y explicar los siguientes textos:

Mt 16, 18 - 19.

Jn 21, 15 - 17.

Lc 22, 31 - 32.

2. Dialoga con tus compañeros cómo se ha de concretar la tarea evangelizadora

de los laicos.

E. VOCABULARIO BÁSICO

Agnosticismo

Ecumenismo

Evangelización

Sínodo

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68

Vocación al apostolado, camino hacia el Cielo

Tema 14

A. MOTIVACIÓN

Ahora tenemos que ver el tema del Apostolado. Veremos que todos –aquí no

caben excepciones– estamos llamados a hacer apostolado.

Antes de empezar a estudiar este tema nos puede ser muy útil, a modo de

introducción, un texto del Fundador del Opus Dei. Sobre el apostolado escribía

lo siguiente: «Evitemos el error de considerar que el apostolado se reduce al

testimonio de unas prácticas piadosas. Tú y yo somos cristianos, pero a la vez,

y sin solución de continuidad, ciudadanos y trabajadores, con obligaciones

claras que hemos de cumplir de un modo ejemplar, si de veras queremos

santificarnos» (San Josemaría Escrivá, Amigos de Dios, n. 61).

B. CONTENIDO DOCTRINAL

1. La vocación cristiana es vocación al apostolado

«La vocación cristiana es, por su propia naturaleza, vocación también al

apostolado» (cf Vat. II, AA n. 2).

Esta afirmación nos plantea dos consideraciones:

a. La primera es que el apostolado no es algo accidental a la vida cristiana, sino

que forma parte de su propia

naturaleza.

b. La segunda: Si el

apostolado es una vocación,

es decir, un llamado, significa

por un lado que Dios me lo

pide y, si lo hace, es porque

cuenta con nosotros y, si

cuenta con nosotros, es

porque tenemos capacidad de

responder, pues Dios nunca

nos pediría algo que no

podríamos hacer.

Estas dos consideraciones serán los puntos guía de este tema. Por el

momento vamos a detenernos en la primera afirmación (v. punto 2) para

regresar más adelante a la segunda (v. punto 3).

2. Ser cristiano: ser santo y apóstol

Decíamos que ser cristiano equivale a ser apóstol. El creyente que no se ve a sí

mismo como apóstol mutila su propia identidad como discípulo de Jesús. Hacer

Page 69: Religión 3

69

apostolado no puede ser algo accesorio de lo cual podamos prescindir sin que

eso implique recortar nuestra vida cristiana, afectar su propia esencia. Esta

verdad fundamental San Pablo la expresa de manera apasionada y elocuente

cuando dice « ¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!» (1 Cor 9, 16).

A partir de esta consideración no resulta difícil deducir la íntima relación entre

santidad y apostolado. Ambas, en cierto modo, constituyen la misión de la

Iglesia en el mundo: «La misión de la Iglesia tiende a la santificación de los

hombres, que hay que conseguir con la fe en Cristo y con su gracia. El

apostolado, pues, de la Iglesia y de todos sus miembros se ordena, ante todo, al

mensaje de Cristo, que hay que revelar al mundo con las palabras y con las

obras, y a comunicar su gracia». (Vat. II, AA n. 6).

Todo cristiano está llamado a hacer apostolado y, al hacerlo, contribuye con Dios

en la santificación de sí mismo y en la santificación de los demás. El apostolado

es medio, y al mismo tiempo, fin de nuestra santificación. En efecto, es medio

en cuanto el hecho mismo de hacer apostolado santifica; es fin en cuanto forma

parte de la propia naturaleza de la vida cristiana y ésta es plena unión con Dios

mediante la vida en Cristo.

3. Apóstol, por vocación

¿Ser apóstol es una vocación, un llamado de Dios a todos los cristianos? Esto

puede parecer contradictorio a primera vista. En efecto, para ser apóstol, ¿no se

requiere una psicología, una formación, unas características personales

mínimas? ¿No se necesita acaso del tiempo, de la disponibilidad que las

ocupaciones impostergables de la vida moderna me niegan?

Es evidente que no todos estamos llamados a hacer apostolado de la misma

manera. No es lo mismo el apostolado que puede realizar la religiosa

contemplativa, el párroco rural, el estudiante universitario o el agricultor. Sin

embargo, las características personales y las circunstancias de la propia vida no

anulan el llamado, sino que precisamente lo cualifican: si el apostolado es una

vocación, Dios me pide realizarla precisamente desde mi identidad, desde quién

soy así como desde las circunstancias concretas de mi propia vida.

Esto nos lleva a cuestionarnos acerca de la naturaleza propia del apostolado, su

raíz profunda, interior; en una palabra, cuál es el ―alma‖ del apostolado.

La esencia del apostolado no puede ser otra que la misma esencia de la vida

cristiana, esto es el Amor de Dios manifestado en Cristo Jesús. El cristiano está

llamado a vivir el Amor, y el Amor no es una teoría ni un programa, es Dios

mismo —Dios es Amor— que se hace hombre y nos muestra nuestra propia

vocación. Cristo como el principio de mi vida interior, he ahí, el Camino, la

Verdad y la Vida (cf Jn 14, 6).

«Tened los mismos sentimientos de Cristo» (cf Fil 2, 5), nos exhorta San Pablo.

Los sentimientos de Cristo son la entrega en el Amor al Padre y a los hombres.

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70

San Josemaría y el apostolado

¿No es esa la esencia del apostolado? Pablo VI define el apostolado como «amor

que rebalsa, que estalla, que se propaga en testimonio y acción» (Pablo VI,

Catequesis durante la audiencia general, 31 de enero de 1968). Nace del

encuentro personal con el Señor Jesús y se alimenta de su presencia vivificadora

que es la Gracia. Podríamos sintetizarlo en una frase: El apostolado es

sobreabundancia de Amor. No de nuestro amor humano, forzosamente

imperfecto, sino del amor de Jesús en nosotros.

Llegados a este punto resulta oportuno preguntarnos ¿qué grado de persuasión

personal tiene para nosotros esta doctrina?, ¿Cuáles son sus necesarias

concreciones para nuestra vida cotidiana? y ¿Cómo respondemos efectivamente

a nuestra vocación al apostolado?

4. Santificación en el apostolado

Que un apóstol tiene que ser cada vez

más santo, resulta más que obvio.

Nadie duda que el mejor apóstol sea el

santo. Asimismo, queda claro que la

finalidad del apostolado, sea como

anuncio explícito del Evangelio en sus

múltiples expresiones, sea como

testimonio de vida cristiana audaz y

coherente, es la santificación de las

personas. De que hacer apostolado

nos ayuda a ser más santos no cabe

duda, pero no siempre resulta fácil descubrir de qué forma concreta hacer

apostolado nos ayuda a ser más santo.

Estas breves consideraciones puntuales al respecto pueden servir para

entenderlo mejor:

a. El apostolado nos configura con el Señor Jesús.

b. El apostolado nos reviste del Amor de Cristo.

c. El apostolado nos compromete más con mi propia vida cristiana.

d. El apostolado me ayuda a reconocer concretamente en mi vida que la

santidad es obra de Dios con mi cooperación.

e. El apostolado me alienta a la coherencia de vida.

f. El apostolado me motiva a formarme más y mejor.

g. El apostolado es un antídoto al cristianismo teórico.

h. El apostolado me educa en el sentido ético de la vida cristiana.

i. El apostolado me enseña a vivir el desapego a los frutos.

j. El apostolado me da serena alegría.

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71

Asociación de Fieles

5. Apostolado personal y asociado de los laicos

El apostolado de los laicos puede ejercitarse individualmente o en comunidades

y asociaciones (cf Vat. II, AA n. 15).

El apostolado personal es el que cada fiel cristiano, desde el lugar que ocupa,

desarrolla a favor de la instauración del Reino de Dios. El apostolado personal

fluye de la fuente de la vida verdaderamente cristiana (cf Jn 4, 14) y es el

principio y fundamento de todo apostolado seglar, también del asociado, de

modo que nada puede sustituirle. Este apostolado puede valorarse desde

diversas perspectivas: en relación con la vida, la conducta o el ejemplo; con el

testimonio de la palabra, la actividad temporal o la caridad; en situaciones de

especial dificultad (persecución, dispersión, etc.); y siempre en relación con el

culto y la oración (cf Vat. II AA n. 16).

El apostolado personal de los fieles laicos no

es una «añadidura» a otras actividades,

como la oración y la vida sacramental por un

lado, y las actividades temporales (atención

de la familia, trabajo, actividad sociopolítica,

etc.) por otro (cf Josemaría Escrivá, Amigos

de Dios). Los diversos aspectos de la vida

laical contribuyen a un todo orgánico que es

el crecimiento y la madurez del cristiano

«siendo Iglesia en el mundo».

El apostolado asociado es aquella que

desarrollan un grupo de fieles cristianos. Este

tipo de apostolado es expresión de comunión

y medio eficaz para lograr una mayor

influencia del Evangelio en la sociedad (cf

Vat. II, AA n. 18). Entre las múltiples formas

del apostolado asociado, algunas se

proponen el fin general apostólico de la Iglesia (P. ej.

La Acción Católica); otros buscan de modo particular el anuncio del Evangelio y

la transmisión de la fe; otras procuran la inspiración cristiana del orden social o

el testimonio de Cristo, especialmente a través de las obras de misericordia y

caridad (cf Vat. II, AA n. 19).

La libertad de asociación (formar una sociedad) de los fieles laicos proviene del

Bautismo (cf Vat. II, AA n. 15 y 19; CIC can. 215) y debe ser ejercida en

comunión con la Iglesia.

Entre los criterios de discernimiento y reconocimiento de las asociaciones cabe

señalar:

a. El primado concedido a la vocación de cada cristiano a la santidad;

b. La responsabilidad de confesar la fe católica;

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72

c. El testimonio de comunión con el Papa y los obispos;

d. El compromiso en una presencia dentro de la sociedad humana, al servicio

del hombre y de acuerdo con la doctrina social de la Iglesia.

C. AUTOEVALUACIÓN

1. ¿Qué consideraciones plantea la siguiente frase: La vocación cristiana es, por

su propia naturaleza, vocación también al apostolado?

2. ¿Qué es el apostolado personal?

3. ¿Qué es el apostolado asociado?

4. ¿Cuáles son los criterios de discernimiento y reconocimiento de las

asociaciones?

D. ACTIVIDADES SUGERIDAS

1. Averigua: ¿cómo hacen apostolado las asociaciones de tu comunidad?

2. Menciona las actividades que tú realizas como apostolado.

3. Da sugerencias del apóstolado que deberían hacer en tu parroquia para

acercar a los jóvenes hacia Dios.

4. Visita en la web www.es.catholic.net y haz un resumen sobre los tipos de

apostolado.

E. VOCABULARIO BÁSICO

Apóstol

Apostolado

Acción Católica

Laico

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73

Suplica ardiente de los santos Ángeles

Tema 15

A. MOTIVACIÓN

La santidad de vida a la que Dios nos llama a todos es amar a Dios y amar al

prójimo: Amar a Dios Padre como te ama Jesús y amar a nuestros prójimos

como Jesús nos ama.

Esta tarea de ser santos aunque a primera vista parezca algo sencillo, no resulta

una tarea fácil ya que son muchos los obstáculos que encontraremos en nuestra

larga lucha por conseguirlo. Quizá uno de los principales obstáculos tenga su

origen en nosotros mismos, en nuestro egoísmo. Por ello nuestra primera tarea

será convertirnos.

B. CONTENIDO DOCTRINAL

1. Jesús, nuestro modelo de santidad

Jesús es nuestro modelo de santidad: Él no sólo

fue un predicador de la santidad, también fue

su modelo, el principal de todos. Dice a

propósito la ―Lumen Gentium‖: «Nuestro Señor

Jesucristo predicó la santidad de vida, de la que

El es Maestro y Modelo, a todos y cada uno de

sus discípulos, de cualquier condición que

fuesen. "Sed, pues, vosotros perfectos como

vuestro Padre Celestial es perfecto"» (Mt 5, 48)

(cf Conc. Vat. II, LG 40).

2. Llamada universal a la santidad

La llamada universal a la santidad ha sido

resaltada en estos últimos tiempos. Uno de los

que más la han resaltado ha sido S. Josemaría

Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei. Él, a lo largo de su vida, predicó

que todo hombre pude santificarse con su trabajo.

Más que una invención original —que no sería estrictamente concebible en la

Iglesia Católica—, lo que Monseñor Escrivá hizo fue extraer las consecuencias de

una resuelta actitud de vuelta a las fuentes. En la más íntima esencia del

mensaje evangélico, Monseñor Escrivá descubre una llamada divina, universal e

igualitaria a la realización del ideal cristiano en la vida de cada hombre, sin

distinción de clases ni personas, modos de vida ni estados sociales.

En el lenguaje tradicional de la Iglesia, desde la era apostólica, a eso se le llama

vocación a la santidad. San Josemaría Escrivá de Balaguer dijo algo que después

repetiría la voz oficial de la Iglesia: Que esa llamada de Dios no era el

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74

Santos

privilegiado destino de unos pocos, sino una invitación general y común para

todos los cristianos.

El mensaje de la llamada universal a la santidad fue recogido por el Magisterio

de la Iglesia en el Concilio Vaticano II en la Constitución dogmática sobre la

Iglesia, Lumen Gentium, que dedicó el capítulo V a tratar de este tema. Sobre

esta llamada universal dice que ―todos en la Iglesia, ya pertenezcan a la

jerarquía, ya pertenezcan a la grey, son llamados a la santidad, según aquello

del Apóstol: "Porque ésta es la voluntad de Dios, vuestra santificación (1 Tes

4,3; Ef 1,4)‖ (LG n. 39).

3. El fiel cristiano ha de seguir a Cristo Sacerdote, Profeta y Rey

Los fieles cristianos también participan

de las tres funciones –también conocida

como ―Tria munera‖– de Cristo:

Sacerdote, Profeta, Rey.

a. Los fieles cristianos participan en la

misión sacerdotal de Cristo cuando

ofrecen como sacrifico espiritual

―agradable a Dios por mediación de

Jesucristo‖ (1Pe 2, 5), sobre todo en

la Eucaristía, la propia vida con todas

las obras, oraciones e iniciativas

apostólicas, la vida familiar y el

trabajo diario, las molestias de la

vida sobrellevadas con paciencia, así

como los descansos físicos y

consuelos espirituales. De esta manera, también los laicos, dedicados a Cristo

y consagrados por el Espíritu Santo, ofrecen a Dios el mundo mismo (cf

Comp. del CCE n. 189; CCE nn. 901 - 903).

b. Los laicos participan en la misión profética de Cristo cuando acogen cada vez

mejor en la fe la Palabra de Cristo, y la anuncian al mundo con el testimonio

de vida y de la palabra, mediante la evangelización y la catequesis. Este

apostolado ―adquiere una eficacia particular porque se realiza en las

condiciones generales de nuestro mundo‖ (cf Vat. II, LG. n. 35) (cf Comp.

del CCE n. 190; CCE nn. 904 - 907, 942).

c. Los laicos participan en la misión regia de Cristo porque reciben de Él el

poder de vencer el pecado en sí mismo y en el mundo, por medio de la

abnegación y la santidad de la propia vida. Los laicos ejercen diversos

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75

Jesús modelo de Santidad

ministerios al servicio de la comunidad, e impregnan de valores morales las

actividades temporales del hombre y las instituciones de la sociedad (cf

Comp. del CCE n. 191; CCE nn. 908 - 913, 943).

4. Medios para llegar a la santidad

Los medios con que cuenta el cristiano para santificarse se pueden resumir en

dos ideas: primero, vivir la propia vida como don de Dios, y, segundo, según la

voluntad de Dios.

Antes de continuar hay que hacer unas puntualizaciones sobre los medios de

santificación.

a. La idea de medio de santificación debe estar despojada de toda

interpretación que considere que exista como «una técnica de la santidad».

b. No se puede olvidar que durante el transcurso de su existencia terrena, el

cristiano está en el régimen de anticipación de lo prometido, de incoación de

lo que en su día será pleno. Y ese régimen supone la existencia de tensiones,

más aún, la existencia de la exterioridad. Esto nos conduce a que hay una

necesidad de ascesis y de unos medios de santificación. La necesidad de

ejercitarse en el uso de unos medios concretos que ordenen a la santidad

nace precisamente de la aún no plena realización de la transformación del

ser humano y la no plena impresión en él de la imagen de Dios.

Ahora damos a continuación un cuadro sinóptico de los diversos medios

ascéticos o ejercicios de perfección:

c. Actos en los que consiste la misma santidad (pueden calificarse de medios en

cuanto que en su repetición está el

crecimiento del ser sobrenatural):

La unión con Dios, a través del trato

personal con Él, la identificación e

imitación de Jesucristo, y la devoción a

la Virgen y a los santos.

La lucha contra el pecado y la práctica

de las virtudes, y las voces

correspondientes a las diversas

virtudes.

El apostolado o cumplimiento de la

misión divina con respecto a quienes

nos rodean.

d. Medios que suponen situar al hombre en

la estructura de la economía salvadora, tal

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76

Santa Rosa de Lima

y como ha sido querida por Dios:

Los sacramentos, especialmente la confesión y la Eucaristía.

La lectura y meditación de la Sagrada Escritura.

La práctica metódica de la vida de oración.

La liturgia.

La participación en la vida eclesial y en asociaciones apostólicas o de

piedad.

e. Medios estrictamente personales o psicológicos:

La dirección espiritual.

Ejercicios para fomentar la presencia de Dios.

Ejercicios de mortificación.

Exámenes de conciencia y revisiones de vida.

Días de retiro, conferencias o círculos de formación, lectura de libros

religiosos, etc.

Plan de vida.

5. Los santos

Veneración de los santos.

La Iglesia católica denomina ―santos‖ a aquellas

personas que han practicado las virtudes cristinas

de un modo heroico y cuya santidad de vida ha

sido proclamada solemnemente por la Iglesia.

Los primeros santos venerados fueron los

discípulos de Jesús y los mártires (los que

murieron por Cristo). Más tarde también se

incluyó a los confesores (se les llama así porque

con su vida «confesaron» su fe), las vírgenes y

otros cristianos que demostraron amor y fidelidad

a Cristo y a su Iglesia y vivieron con virtud

heroica.

Con el tiempo creció el número de los reconocidos

como santos y se dieron abusos y exageraciones, por lo que la Iglesia instituyó

un proceso para estudiar cuidadosamente la santidad. Este proceso, que culmina

con la «canonización».

La devoción a los santos es una expresión de la doctrina de la Comunión de los

Santos que enseña que la muerte no rompe los lazos que unen a los cristianos

en Cristo.

Page 77: Religión 3

77

Los protestantes rechazaron la devoción a los santos por no comprender la

doctrina de la comunión de los santos. El Concilio de Trento (1545-63) reafirmó

la doctrina católica.

Intercesión de los santos.

Los santos pueden interceder por nosotros en virtud de que están en Cristo y

gozan de sus bienes espirituales.

Esta intercesión nunca reemplaza la oración directa a Dios, quien puede

conceder nuestros ruegos sin la mediación de los santos. Pero, como Padre, se

complace en que sus hijos se ayuden y así participen de su amor.

C. AUTOEVALUACIÓN

1. ¿En qué documento ha quedado recogido el mensaje de la llamada universal

a la santidad?

2. ¿Cómo participan los fieles cristianos en la misión sacerdotal de Cristo?

3. ¿Cómo participan los fieles cristianos en la misión profética de Cristo?

4. ¿Cómo participan los fieles cristianos en la misión regia de Cristo?

5. ¿Quiénes son los santos?

6. ¿Por qué los santos pueden interceder por nosotros?

D. ACTIVIDADES SUGERIDAS

1. Buscar y comentar en grupos LG n. 41.

2. Averiguar la fecha en que se celebra la fiesta de los santos peruanos.

3. Buscar la biografía de dos de los santos peruanos que a continuación se

mencionan:

Nombre del Santo Lugar de nacimiento Fecha de nacimiento

Ana de los Ángeles (Beata) Arequipa (Perú) 26.VII.1602

Francisco Solano Montilla (España) 10.III.1549

Martín de Porres Lima (Perú) 1579

Rosa de Lima Lima (Perú) 30.IV.1586

Toribio de Mogrovejo Mayorga (España) 1538

E. VOCABULARIO BÁSICO

Dirección espiritual

Santidad

Veneración

Vocación

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78

Adviento: Comprende las cuatro

semanas que preceden al 25 de

diciembre. Durante este tiempo se

mira a Cristo ―que viene‖ en dos

sentidos: a) en la venida histórica,

acaecida hace dos mil años; se

revive la esperanza de Israel. b) En

su venida escatológica, la que

sucederá al final de los tiempos; es

nuestra esperanza actual.

Afinidad: Relación familiar no

proveniente de consanguinidad,

sino de parentesco producido por el

matrimonio de un consanguíneo.

Ejemplos: Suegro con yerno o

nuera, cuñados.

Agnosticismo: Doctrina que afirma

que nada se puede saber sobre

Dios, y que abarca el indiferentismo

y el ateísmo práctico.

Alianza: es un pacto de amistad

realizado entre Dios e Israel. La

Alianza está descrita según el

esquema de las alianzas que se

realizaban entre los diversos

pueblos. Por medio de esta Alianza,

en la cual la iniciativa es totalmente

de Yahvé, Dios se promete su

presencia e Israel se convierte en

«propiedad personal» del Señor y

su representante ante todos los

pueblos, todo ello a condición de

«escuchar su voz» y «guardar su

alianza», cosa que muchas veces

no hace. Esta primera alianza es

reemplazada por la Nueva Alianza

establecida por Jesucristo (cf Lc

22, 20).

Año litúrgico: Es la ordenación que

la Iglesia hace del tiempo a lo largo

del año para celebrar los misterios

del Señor. Comienza con el primer

domingo de Adviento, cuatro

semanas antes de Navidad. Está

dividido en tiempos litúrgicos que

son: Adviento, Navidad y epifanía,

Cuaresma, Tiempo de Pascua y

Tiempo Ordinario.

Apóstol: De una palabra griega

apostolos que significa ―enviado‖.

Designa en primer lugar los

hombres elegidos por Cristo, en

número de doce, y enviados por Él

a predicar el Evangelio; en segundo

lugar, los obispos, sucesores de los

―apóstoles‖, y todos los que en la

Iglesia son enviados a predicar el

Evangelio de Cristo.

Apostolado: Es la actividad que

realiza el cristiano cuando da

testimonio de su fe y difunde el

mensaje del Evangelio entre otras

personas.

Acción Católica: Asociación católica

recomendada por el Concilio

Vaticano II. Este concilio la definió

como la ―cooperación de los

seglares en el apostolado

jerárquico‖ (AA. 20).

Ascesis: Ascesis es palabra clásica en

el lenguaje espiritual. Es de origen

griego, y significa esfuerzo

Page 79: Religión 3

79

metódico para conseguir algo.

Ambas cosas, esfuerzo y método,

son constitutivos de la ascesis.

Otras palabras afines son: lucha,

combate, disciplina, mortificación.

No son idénticas, pero pertenecen a

la misma dimensión cristiana.

Bula: Documento de la máxima

importancia firmado por el Papa

referente a un asunto especifico,

que es enviado sellado a una

persona o un grupo en Particular.

Lleva una especie de medalla de

plomo sobre el cual se imprime el

sello pontificio. El nombre bula

procede del latín bulla, término que

hace referencia a cualquier objeto

redondo artificial

Carácter sacramental: Marca

espiritual, indeleble, impresa en el

alma por ciertos sacramentos, y

que comunica ciertos poderes

relativos al culto cristiano. Se

distinguen tres caracteres: del

bautismo, de la confirmación y del

orden.

Catecismo: Texto de doctrina

cristiana, de estructura

generalmente sintética, que sirve

como apoyo y complemento de la

catequesis.

Catecúmeno: Los catecúmenos son

aquellas personas, no bautizadas,

que por expresa voluntad

manifiestan su deseo de

incorporarse a la Iglesia, quedando

por ello vinculadas a la misma y

viviendo con frecuencia una vida de

fe, esperanza y caridad. Tomando

como base su declaración de

voluntad, son admitidos mediante

ceremonias litúrgicas al

catecumenado, durante el cual se

inician en la vida cristiana,

participan en la liturgia y colaboran

en los distintos apostolados, hasta

que con la recepción del Bautismo

adquieren la condición de fieles,

incorporándose plena y

permanentemente al Pueblo de

Dios.

Conciencia: Es el juicio que cada cual

realiza sobre la bondad o malicia de

sus propias actitudes y acciones. Es

recta, si el juicio es adecuado;

escrupulosa, si está deformada por

excesivo sentido de culpabilidad;

laxa, si su juicio es excesivamente

tolerante.

Concilio: Reunión o asamblea de

obispos. Si es convocado por el

Papa para todos los obispos de la

Iglesia, se llama concilio

ecuménico. Es nacional o regional si

lo integran obispos de una nación o

región. Se han realizado hasta la

fecha 21 concilios ecuménicos: 1. I

De Nicea, 325; 2. I De

Constantinopla, 381; 3. De Éfeso,

431; 4. De Calcedonia, 451; 5. II

De Constantinopla, 553; 6. III De

Constantinopla, 680-681; 7. II De

Nicea, 787; 8. IV De

Constantinopla, 869-970; 9. I De

Letrán, 1123; 10. II De Letrán,

1139; 11. III De Letrán, 1179; 12.

IV De Letrán, 1215. 13. I De Lyon,

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80

1245; 14. II De Lyon, 1274; 15. De

Vienne, 1311; 16. De Constanza,

1414-1418; 17. De Ferrara –

Florencia, 1438-1442; 18. V De

Letrán, 1512-1517; 19. De Trento,

1545-1563; 20. Vaticano I, 1869-

1870; 21. Vaticano II, 1962-1965.

Concupiscencia: 1) tendencia o

apetito de bienes terrenos. 2)

Tendencia o apetito desordenado

de los placeres carnales.

Conversión: 1) Teología: En el

sentido activo, acción de convertir o

de llevar a la fe a los incrédulos; en

el sentido pasivo, estado del que se

convierte. 2) Conversión del

pecador creyente: Retorno a la

amistad con Dios. 3) Teología del

estado religioso: Acto del que

abandona el mundo y entra en

religión. En un sentido muy

restringido designa el estado de los

profesos que no son ni monjes ni

clérigos (―conversos‖ o legos).

Comunión: Acción de recibir a Cristo

en la Eucaristía. En san Pablo y en

la primitiva Iglesia significaba la

unión fraterna que lleva a la

comunión de los propios bienes.

Comunión de los Santos: La

comunión de vida y bienes

espirituales que se da entre todos

los hijos de Dios, estén en el Cielo,

en el purgatorio, o en este mundo.

Es una de las verdades básicas

confesadas en el credo.

Crisma: Aceite mezclado con

bálsamo, que el obispo consagra en

la llamada misa crismal el Jueves

Santo. Se emplea en el Bautismo,

en la Confirmación y en otras

ocasiones.

Decálogo: Los Diez Mandamientos

que, según el Antiguo Testamento,

Dios dio en el monte Sinaí y que

venían a ser las leyes supremas de

la vida religioso-moral. Los Diez

mandamientos son ex-presión de la

ley moral natural (cf Ley) y obligan

al individuo lo mismo que a los

pueblos.

Diácono: Es el grado inferior de la

jerarquía de la Iglesia, a la que se

incorporan por la imposición de las

manos, y que reciben no

propiamente en ordena al

sacerdocio, sino al ministerio o

servicio. Son oficios propios de los

diáconos: presidir la celebración del

bautismo, distribuir la Eucaristía,

presidir el sacramento del

matrimonio y bendecir a los

esposos en el nombre del Iglesia,

llevar el viático a los moribundos,

leer la Sagrada Escritura a los

fieles, instruir en la fe al pueblo,

etc.

Dirección espiritual: La dirección

espiritual es la asistencia o ayuda

positiva que una persona recibe de

otra que está especialmente

calificada, por educación,

experiencia y santidad personal,

para discernir la voluntad de Dios y

la práctica de las virtudes

Cristianas. La dirección tiene como

criterio la verdad revelada por Dios

Page 81: Religión 3

81

a la Iglesia Católica. El proceso de

dirección busca la aplicación de

esta verdad a la vida personal

contando siempre con la asistencia

del Espíritu Santo, quién es el

principal director de las almas.

Dogma: Afirmación doctrinal precisa

que la Iglesia ha definido de forma

solemne. Su aceptación es

obligatoria para todos los miembros

de la Iglesia. Quien la rechaza, cae

en herejía y está fuera de la Iglesia.

Las controversias sobre puntos

doctrinales importantes son

generalmente las que llevan a

establecer una verdad como

dogma.

Ecumenismo: El ecumenismo

designa los esfuerzos de las iglesias

cristianas por restaurar la unidad

perdida, tanto en el nivel doctrinal

como en la praxis eclesial.

Espíritu Santo: Tercera persona de

la Santísima Trinidad. El Espíritu

Santo está presente a lo largo de

la vida de Cristo y en los inicios de

la Iglesia, como lo atestigua la

Sagrada Escritura. Está presente de

modo especial en la Iglesia,

ayudándola a que continúe la obra

de Cristo en el mundo. Finalmente,

es llamado ―el Gran Desconocido‖,

debido a que, comparándolo con el

Padre y el Hijo, sabemos muy poco

de Él.

Evangelización: Se entiende por

evangelización el proceso total que

define la identidad y la misión de la

Iglesia. Mediante la Evangelización,

la Iglesia anuncia al mundo y da

testimonio del Evangelio del Reino

de Dios, movida por el Espíritu

Santo; educa en la fe a los

creyentes y los impulsa a la

santidad y al apostolado; celebra

en los sacramentos la presencia

vivificante de Jesucristo y del

Espíritu Santo; y empapa y

transforma con su fuerza todo el

orden temporal.

Exégesis: Del griego, ―explicación,

interpretación‖. Ciencia que estudia

el sentido de un texto. Cuando se

trata de los libros bíblicos esta

supone un trabajo laborioso y

multidireccional: establecer el texto

original con la mayor precisión

posible (crítica textual), determinar

el género literario; intentar

descubrir los problemas de la

historia de la redacción, atender a

la filología y las peculiaridades

expresivas de la lengua (crítica

literaria), conocer el ambiente y

tendencias de la época (crítica

histórica), en particular la

mentalidad religiosa (crítica

teológica), etc.

Génesis: Nombre del primer libro del

AT. Génesis significa origen. De

hecho, el libro trata de los orígenes

del universo y de la Tierra, del

hombre y de la mujer, del pecado,

de la cultura, de los diversos

pueblos, del pueblo israelita. Pero

no está interesado en explicar cómo

surgió todo esto; y sí profundiza, a

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82

la luz de la fe, la naturaleza y el

sentido de la vida y de la historia de

todo lo que existe.

Gracia: Don divino, sobrenatural e

interno que, en virtud de los

méritos de Cristo. Dios concede a

los hombres para salvación de sus

almas. La teología católica

distingue: 1) Gracia actual: Ayuda

de Dios o concurso divino,

necesario para que pueda haber

una acción salvífica. Uno de los

misterios de la religión consiste en

explicar cómo la gracia coopera con

la libre voluntad del hombre. La

desigualdad de la gracia depende

del libérrimo amor de Dios y de la

diferente disposición y cooperación

de los individuos. Dios quiere, no

obstante, que todos los hombres se

salven y a cada cual otorga la

gracia suficiente para ello. 2) Gracia

santificante: Hace al hombre hijo de

Dios; se pierde con cualquier

pecado mortal, y se recupera con la

contrición y el sacramento de la

penitencia; hace meritorias para el

cielo las obras buenas.

Hagiógrafo: En griego, ―escritores

sagrados‖. Se aplica a los autores

de los libros de la Biblia.

Hiperdulía: (de "hiper-" y el gr.

"douleía", servidumbre). Es el culto

que se le da a la Santísima Virgen.

Significa mayor veneración.

Impedimento: Obstáculo. Estorbo

para una cosa. Circunstancia que

constituye un obstáculo a la

celebración del matrimonio,

haciendo que éste sea nulo.

Inteligencia: Etimológicamente

procede de intelligere, lo mismo

que entendimiento (intellectus), y

por eso en el lenguaje usual, y

muchas veces también en el

filosófico, se toman como

sinónimos. Pero puede tener otras

acepciones. El nombre de

inteligencia es utilizado por la

filosofía clásica para designar la

sustancia puramente espiritual (la

que en Teología se llama ángel). Y

dentro de los dominios de lo

humano puede significar, ya el

hábito de los primeros principios

especulativos (como la sindéresis lo

es de los primeros principios

prácticos), ya cierta función del

entendimiento contrapuesta al

discurso, es decir, el conocimiento

intelectual de lo que de suyo es

evidente. Por último, cabe la

acepción en que la toma la

moderna Psicología experimental,

cuando habla de medidas de la

inteligencia y descubre, incluso,

comportamientos inteligentes en

algunos animales.

Laico: Del griego laos = pueblo. En la

Iglesia se designa a los cristianos

que realizan su misión en las tareas

ordinarias del mundo: vida

matrimonial, política, artística,

científica, en contraposición a las

tareas específicas del clero.

Ley: Regla o precepto dictados por

una suprema autoridad. La ley

Page 83: Religión 3

83

divina es dictada por Dios mediante

una revelación: la ley de Moisés en

el Antiguo Testamento sustituida

por la nueva ley de Jesucristo. La

ley natural es puesta por Dios en

nuestra naturaleza y se contra-pone

a las leyes positivas emanadas de

los hombres (cf Derecho). Esta ley

natural, en cuanto que constituye

una norma de acción, es la ley

moral, inherente a la conciencia del

hombre y previa a toda legislación

positiva, que se reduce

esencialmente a los preceptos del

Decálogo (cf Decálogo). La

universalidad de la ley natural se

manifiesta por la unidad de la

conciencia moral de la humanidad,

no obstante las discrepancias que

se dan a lo largo de la historia en el

modo de acomodar los hombres a

ella sus acciones.

Licitud: (Del lat. licitus) s. f. Cualidad

de lo que está permitido por la ley o

por la moral: lícito: adj. Justo,

permitido, según justicia y razón.

Limosna: Dádiva generosa y gratuita

para colaborar en el sostenimiento

de quien nada tiene. De alguna

forma es un acto de justicia y

redistribución de la riqueza. Ha de

realizarse con humildad y

comedimiento.

Liturgia: Culto divino prescrito o

autorizado por la Iglesia. La liturgia

católica consiste en el sacrificio de

la misa (Misal), rezo de las horas

canónicas (Breviario) y

administración de sacramentos y

sacramentales (Ritual, Pontifical).

En cuanto a la forma y a los textos

usados se han de distinguir

principalmente la liturgia occidental

y la liturgia oriental, con sus

distintos ritos (galicano, mozárabe,

ambrosiano, romano, etc.).

Magisterio: Es el que tiene ―el oficio

de interpretar auténticamente la

palabra de Dios‖ (cf DV 10). El

Magisterio no es, por tanto, una

fuente de revelación añadida a la

Sagrada Escritura o a la Sagrada

Tradición, sino interpretativa de su

sentido auténtico, por ello, no está

por encima de la Palabra de Dios,

sino a su servicio. Tipos. Se

distinguen Magisterio ordinario, que

es el ejercido en la vida normal y

ordinaria de la Iglesia, y Magisterio

extraordinario, que es el ejercido en

circunstancias particularmente

destacadas, como un concilio o una

definición dogmática.

Misericordia: Del latín miser

(miserable, desdichado), cor, cordis

(corazón) y el sufijo ia. Es la

disposición a compadecerse de los

trabajos y miserias ajenas.

Moral: Ciencia que trata de los actos

humanos y juzga de su bondad y

malicia. 1) La moral natural: parte

de los principios generales de la

conducta del hombre respecto de sí

mismo y de los demás (cf

Conciencia). Se funda en el

conocimiento natural de Dios y

presupone el libre albedrío (cf Libre

albedrío). 2) La moral cristiana:

Page 84: Religión 3

84

Está por encima de la moral

natural, al señalar a Dios, revelado

en Cristo, como finalidad del obrar

humano. 3) la moral autónoma:

pretende hacer del hombre su

propio legislador.

Mortificación: Penitencia o privación

voluntaria que una persona se

impone para unirse a la muerte de

Cristo y luchar contra el pecado. El

camino de la perfección pasa por la

Cruz.

Navidad - Epifanía: Tiempo litúrgico

que va del 24 de diciembre hasta la

semana que sigue a la fiesta de la

Epifanía. Celebra la presencia del

Verbo encarnado y su

manifestación o Epifanía.

Obispo: De una palabra griega que

significa ―vigilante‖; sucesor de los

Apóstoles y encargado de la

―vigilancia‖ general de una Iglesia

local. Reciben y poseen la plenitud

del sacramento del orden. La

Iglesia está gobernada por los

obispos, todos iguales entre sí y

presididos por el Obispo de Roma

(el Papa).

Óleo: Era muy usado como alimento,

remedio para las heridas, algo que

fortalece (a través de unciones y

masajes), fuente de luz y de calor.

De ahí su valor simbólico:

representa la fuerza, la santidad y

la alegría que Dios da a su ungido.

En la ceremonia de consagración

del rey o del sumo sacerdote, estos

eran ungidos con óleo; hasta

algunas piedras usadas en el culto

recibían una unción: así quedaban

reservadas para Dios.

Padrino: El cristiano que asiste al

catecúmeno en su formación, lo

presenta al bautismo y lo acompaña

en su vida cristiana. Si se trata de

un niño a quien se va a bautizar, no

cabe el catecumenado; en este

caso acompaña a los padres y

asume con ellos la responsabilidad

de la futura formación del niño

bautizado (cf CIC can. 872 - 874).

También se prevé que haya un

padrino en la confirmación; se

aconseja que sea el mismo del

bautismo (cf CIC can. 892 - 893)

Papa: Esta palabra está formada del

griego y significa padre. Es el

sucesor del apóstol San Pedro como

obispo de Roma y representante de

Cristo en la tierra. También se le

llama Romano Pontífice y Santo

Padre.

Parusía: Etimológicamente,

presencia, venida, llegada. En el

lenguaje neotestamentario y en

teología, retorno glorioso de Cristo

al fin de los tiempos.

Pecado: Transgresión consciente y

voluntaria de una ley divina, por

acción y omisión.

Pecado mortal: El pecado mortal es

transgresión consciente y voluntaria

en cosas graves que destruye la

relación con Dios en el orden

sobrenatural y es causa de muerte

eterna.

Page 85: Religión 3

85

Pecado venial El pecado venial es

transgresión cometida en cosas

leves o en cosa grave, pero sin

plena conciencia y voluntad; causa

una pena temporal.

Penitencia: 1) Dolor o pena por los

pecados cometidos con propósito

de satisfacción y enmienda. 2) Pena

o satisfacción que impone el

confesor al penitente. Sacramento

de la penitencia.

Pentecostés: Término griego que

significa el número 50. Señala la

fiesta de la venida del Espíritu

Santo, ocurrida a los 50 días de la

resurrección de Jesús

Peregrino: el que realiza una

pereginación, es decir, el que hace

un viaje a un lugar de especial

significado religioso.

Pobreza: En sentido económico,

pobre es el que carece de bienes

materiales. En sentido religioso,

pobre es el hombre desprendido de

esos bienes, que vive confiando en

el Señor.

Presbítero: De una palabra griega

que significa ―más anciano‖. El que

preside con el obispo, pero en

segundo lugar, la asamblea de los

cristianos y que está encargado

oficialmente de guardar y de

comunicar el depósito viviente de la

fe y de los sacramentos de la fe.

Religión: De re-ligare, religar, unir.

Es la actitud del hombre ante las

realidades trascendentes, ante la

razón última de la propia existencia,

la conciencia de estar relacionando

con el origen y sostén de todo: con

Dios. Al hablar de religión, nos

referimos más concretamente a las

expresiones o manifestaciones del

sentido religioso que a la simple

convicción de verdades.

Resurrección: Acción de volver a la

vida. La resurrección de Cristo es

el dato central de la predicación

apostólica, fundamento de la fe

cristiana. Sin ella, todo habría

acabado en el calvario. Los

apóstoles y discípulos insisten en

señalar este hecho tanto en

contextos narrativos como en

proclamaciones de fe. En ella se

presenta la resurrección como

glorificación o exaltación de Jesús,

como la acción por la que el Padre

lo constituye Cristo y Señor, causa

y principio de nuestra propia

glorificación.

Revelación: Manifestación que hace

Dios a los hombres de sí mismo y

de su plan de salvación. ―La

revelación se realiza por obras y por

palabra intrínsecamente unidas‖

(DV n. 2). El culmen de la

revelación es Cristo.

Rito: Ceremonia en la que se realiza

según unas pautas y un orden

preestablecidos. Por su desarrollo,

asume una serie de signos/símbolos

que son como unidades menores

dentro de un rito. Generalmente se

emplea en referencia a ritos

religiosos. Unas veces significa toda

Page 86: Religión 3

86

la ceremonia; otras, un conjunto

dentro de ella; a veces se da el

nombre a un simple signo.

Sacerdocio común: Es la

participación de todos los

bautizados en el sacerdocio único

de Cristo. El sacerdocio común lo

ejercen, pues, todos aquellos que,

en el Espíritu, permanecen unidos a

Cristo y viven como hijos de Dios.

También es llamado sacerdocio

bautismal.

Sacerdocio ministerial: Es la

participación en el sacerdocio único

de Cristo propia de aquellos que

han recibido el sacramento del

orden. Aunque el sacerdocio común

de los fieles y el sacerdocio

ministerial difieren esencialmente,

se ordenan, sin embargo, el uno al

otro. Los que reciben el sacerdocio

ministerial son los obispos y

presbíteros.

Sacrificio:

Sagrada Escritura: El conjunto de

libros escritos bajo la inspiración del

Espíritu Santo.

San Marcos: Primo de Bernabé,

acompañó a Pablo en su primer

viaje apostólico, pero se volvió

desde Perge. Autor del Segundo

Evangelio.

Santiago (el menor): Hijo de Alfeo y

de María (hermana = parienta

próxima de la madre de Jesús).

Escritor de una carta en los años

50-60, considerada como la primera

epístola católica (universal),

queriendo explicar a los cristianos

de entonces la sabiduría del

discernimiento cristiano frente a las

contingencias. Después de

Pentecostés aparece como el jefe

de la comunidad de Jerusalén y

reconocido como el responsable de

todas las comunidades cristianas

con mayoría de judíos que se

formaron en Palestina, Siria y Cilicia

(Hch 15, 13-29).

Santidad: Es como el atributo

esencial de Dios. La santidad del

hombre consiste ante todo en la

posesión de la gracia de Dios que lo

transforma en su interior haciéndole

participar de la santidad y el ser de

Dios.

Sínodo: ―Asamblea de obispos

escogidos de las distintas regiones

del mundo, que se reúnen en

ocasiones determinadas para

fomentar la unión estrecha entre el

romano pontífice y los obispos, y

ayudar al Papa…‖ (CIC can. 342).

Transustanciación: Término

filosófico empleado en teología para

expresar el cambio que se produce

cuando, por la ―consagración‖

eucarística, las especies de pan y

vino pasan a ser el Cuerpo y la

Sangre de Cristo, El dogma definido

en el Concilio de Trento no recae

sobre la terminología filosófica,

pero el concilio indicó que esta

palabra es muy apta para

expresarlo. Explicar cómo está

Cristo presente, es un misterio de

Page 87: Religión 3

87

fe que no cabe en las palabras

humanas.

Unción: Acto de ungir, muy empleado

ya en la antigüedad en la vida

corriente como aseo y signo festivo,

y en los usos bíblicos con sentido

religioso: Unción de altares,

piedras, tabernáculo. La Iglesia

emplea el gesto de la unción en

varios sacramentos: bautismo,

confirmación, orden. La unción se

hace con óleo (o sea, aceite) o con

crisma, que es óleo al que se le ha

agregado perfumes.

Validez: (Del lat. validus) f. Firmeza,

exactitud o legalidad: válido: adj.

Firme, subsistente y que vale o

debe valer legalmente.

Veneración: Como culto religioso, es

la reverencia a una persona (o, en

culto relativo, a un objeto

relacionado con ella), reconociendo

en ella el efecto de la gracia de

Dios, a quien en última instancia se

dirige el culto. Se diferencia de la

adoración, que sólo se dirige a

Dios, confesándolo como Ser

Supremo.

Verbo: Segunda Persona de la

Santísima Trinidad.

Viático: Comunión de la Sagrada

Eucaristía en los momentos de

enfermedad y sufrimiento. Viático

significa alimentos que se lleva para

comer durante el camino.

Vicio: Hábito de obrar mal. Es una

actitud o disposición permanente de

la cual proceden los sucesivos actos

malos que la persona va realizando.

Es la antítesis de la virtud.

Virtud: Es una actitud o disposición

permanente para obrar el bien con

facilidad o a pesar de las

dificultades. Es el hábito de obrar el

bien, adquirido con la repetición

esforzada de los actos

correspondientes.

Vocación: Del latín vocare = llamar.

Es la llamada de Dios al hombre

para que acepte su salvación o

realice una misión particular.

Voluntad: Apetito (o inclinación, o

peso) del conocimiento intelectual,

o potencia de amor del espíritu.

Votos: Del latín votum = deseo. Son

promesas hechas a Dios de algo

que está más allá del precepto. Los

tres votos religiosos comunes –

pobreza, castidad y obediencia– son

expresión de la totalidad de la

entrega.

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88

Ab Abdías

Ag Ageo

Am Amós

Ba Baruc

1Cr Libro 1 de las Crónicas

2Cr Libro 2 de las Crónicas

Ct Cantar de los cantares

Dn Daniel

Dt Deuteronomio

Esd Esdras

Est Ester

Ex Éxodo

Ez Ezequiel

Gn Génesis

Ha Habacuc

Is Isaías

Jb Job

Jc Jueces

Jdt Judit

Jl Joel

Jon Jonás

Jos Josué

Jr Jeremías

Lm Libro de las Lamentaciones

Lv Levítico

1Mac Libro 1 de los Macabeos

2 Mac Libro 2 de los Macabeos

Mi Miqueas

Ml Malaquías

Na Nahum

Neh Nehemías

Nm Números

Os Oseas

Prov Proverbios

Qoh Libro de Qohélet

(Eclesiastés)

1Re Libro 1 de los Reyes

2 Re Libro 2 de los Reyes

Rt Rut

1Sam Libro 1 de Samuel

2 Sam Libro 2 de Samuel

Sal Salmos

Sb Sabiduría

Sir Sirácida (Eclesiástico)

Sof Sofonías

Tb Tobías

Za Zacarías

Ap Apocalipsis

Col Carta al los Colosenses

1 Cor 1 Carta a los Corintios

2 Cor 2 Carta a los Corintios

Ef Carta a los Efesios

Flm Carta a Filemón

Flp Carta a los Filipenses

Ga Carta a los Gálatas

Hb Carta a los Hebreos

Hch Hechos de los Apóstoles

Jn Evangelio según S. Juan

Judas Carta de S. Judas

1Jn 1 Carta de S. Juan

2 Jn 2 Carta de S. Juan

3 Jn 3 Carta de S. Juan

Lc Evangelio según S. Lucas

Mc Evangelio según S.

Marcos

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89

Mt Evangelio según S.

Mateo

1Pe 1 Carta de Pedro

2 Pe 2 Carta de Pedro

Rm Carta a los Romanos

St Carta de Santiago

Tt Carta a Tito

1 Tm 1 Carta a Timoteo

2 Tm 2 Carta a Timoteo

1 Ts 1 Carta a los

Tesalonicenses

2 Ts 2 Carta a los

Tesalonicenses

LG = Lumen gentium Constitución dogmática sobre la Iglesia.

DV = Dei Verbum Constitución dogmática sobre la divina revelación.

SC = Sacrosanctum Concilium Constitución sobre la sagrada liturgia.

GS = Gaudium et spes Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual.

CD = Christus Dominus Decreto sobre el oficio pastoral de los obispos.

PO = Presbyterorum ordinis Decreto sobre el ministerio y vida de los presbíteros.

OT = Optatam totius Decreto sobre la formación sacerdotal.

PC = Perfectae caritatis Decreto sobre la adecuada renovación de la vida religiosa.

AA = Apostolicam actuositatem Decreto sobre el apostolado de los seglares.

OE = Orientalium Ecclesiarum Decreto sobre las Iglesias Orientales católicas.

AG = Ad Gentes divinitus Decreto sobre la actividad misionera de la Iglesia.

UR = Unitatis redintegratio Decreto sobre el ecumenismo.

IM = Inter mirifica Decreto sobre los medios de comunicación social.

DH = Dignitatis humanae Declaración sobre la libertad religiosa.

GE = Gravissimum educationis Declaración sobre la educación cristiana de la

juventud.

NA = Nostra aetate Declaración sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones

no cristianas.

CA = Centesimus annus Carta Encíclica en el centenario de la Rerum Novarum.

CCE = Catecismo de la Iglesia Católica.

CIC = Códex Iuiris Canonici. Código de Derecho Canónico

Comp. del CCE = Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica.

EN = Evangelii nuntiandi Exhortación Apostólica sobre la Evangelización.

Page 90: Religión 3

90

RM = Redemptoris Missio Carta Encíclica sobre la permanente validez del mandato

misionero.

VS = Veritatis Splendor Carta Encíclica sobre algunas cuestiones fundamentales de

la enseñanza moral de la Iglesia.

Juan Luis Lorda, Para ser cristiano

San Josemaría Escriva de Balaguer, Amigos de Dios

Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica