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Reducción fenomenológica y ateísmo AGUSTÍN SERRANO DE 1-tARO «El problema de Dios naturalmente», fue la respuesta de Husserl a Roman Ingarden acerca de cuál era el primer problema de la filosofía. La contestación es bien sorprendente si se consideran las escasas referencias que la obra que Husserl publicó en vida, tan preocupada por el método y justo orden de la investigación filosófica, dedica al supuesto primer problema. Incluso los cur- sos de lecciones que el fundador de la fenomenología tituló Filosofía primera se apartan de sus ilustres predecesores, y ni encierran un «saber de lo divino» ni plantean pruebas apodícticas de la trascendencia suprema. Más bien al con- trario: de acuerdo con dichas lecciones, el orden aristotélico del saber suponía un rebajamiento del ideal platónico de teoría, y la Tercera Meditación de pri- ma philosophia una pérdida del radicalismo filosófico a que apuntaban las dos prime ras. Lo que pueda tener de sorprendente la respuesta personal de Husserl se ha atenuado, sin embargo, conforme han salido a la luz textos de trabajo, sobre todo de los años treinta, que se ocupan del tema de Dios en estrecha relación con los planteamientos centrales y los problemas últimos de la fenomenología trascendental. Mi trabajo ofrece fragmentos de alguno de estos escritos, así como una toma de postura, por fuerza provisional, acerca de si la última filo- sofía estrictamente trascendental de la historia del pensamiento occidental con- duce al reconocimiento de la existencia del Ser Supremo, ono. Pero es tan ínti- ma la conexión del pensamiento teológico de Husserl con el cuerpo teórico de la fenomenología trascendental que se hará imprescindible recordar a cada paso partes enteras de la filosofía primera fenomenológica. Ao¿m/,-.s <1<-! .‘%,oin,mrbo- de A4e<a/ísico, ni’ 29-1995. Servicio- de Publicacioncs. Ummivcrsidad Complutense. Madrid

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Reducciónfenomenológicay ateísmo

AGUSTÍN SERRANODE 1-tARO

«El problemadeDios naturalmente»,fue la respuestade Husserla RomanIngardenacercade cuál erael primer problemade la filosofía. La contestaciónes bien sorprendentesi se consideranlas escasasreferenciasque la obraqueHusserl publicó en vida, tan preocupadapor el método y justo ordende lainvestigaciónfilosófica, dedica al supuestoprimer problema.Incluso los cur-sosde leccionesqueel fundadorde la fenomenologíatituló Filosofía primerase apartande susilustrespredecesores,y ni encierranun «saberde lo divino»ni planteanpruebasapodícticasde la trascendenciasuprema.Más bien al con-trario: de acuerdocon dichaslecciones,el ordenaristotélicodel sabersuponíaun rebajamientodel ideal platónicode teoría, y la TerceraMeditación de pri-maphilosophia unapérdidadel radicalismofilosófico a queapuntabanlas dosprimeras.

Lo quepuedatenerde sorprendentela respuestapersonalde Husserlsehaatenuado,sin embargo,conformehan salido a la luz textos de trabajo, sobretodo de los añostreinta,queseocupandel tema de Dios en estrecharelacióncon los planteamientoscentralesy los problemasúltimos de la fenomenologíatrascendental.Mi trabajo ofrecefragmentosde alguno de estosescritos, asícomo una toma de postura,por fuerzaprovisional,acercade si la última filo-sofíaestrictamentetrascendentaldela historiadel pensamientooccidentalcon-duceal reconocimientode la existenciadel SerSupremo,ono. Peroes tan ínti-ma la conexióndel pensamientoteológicode Husserlcon el cuerpoteórico dela fenomenologíatrascendentalque se hará imprescindiblerecordara cadapasopartesenterasde la filosofía primerafenomenológica.

Ao¿m/,-.s<1<-! .‘%,oin,mrbo- de A4e<a/ísico, ni’ 29-1995. Servicio-dePublicacioncs.UmmivcrsidadComplutense.Madrid

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104 AgustínSerranode Haro

1. DESCONEXIÓN DE TODA TESIS SOBREDIOS

Ciertamenteya la primera presentaciónsistemáticade Ja fenomenologíatrascendental.libio primero de Ideas relativas a una fénornenologíapura y aunaj¡loso/w fúnomenologusa,se refiere a Dios peroen ausencia.«Dios»es unteína teórico y práctico que el fenomenólogoconscientedebe empezarporponerentreparéntesis.La creenciaen Dios, racional o positiva,esposicióndeexistenciacuya vigencia y valor deja en suspensoel procedermetódico quebuscaarrojar luz sobreel sentido,el origeny la legitimidad dc todaposiciónen el ser. Como es sabido, en el marcode la reducción lenomenólogicatal«desconexiónde la trascendenciade Dios» no implica unapuestaen dudadela existenciadel objeto, ni la sospechadc que la determinaciónpreteóricaoteórica de su sentidoencierreincongruenciaso absurdos.Ni siquieradenotacompletafalta de interés por el Ser Supremo y la región ontológicaque lecorrespondería—el desinterésqueel cultivadorde un sabersuelesentir por losconocimientosalejadosde su disciplina—. La desconexiónde toda tesisa pro-positode Dios, sin sustituirlapor ningunatesisalternativao modalizarlaen lostérminosde unatotal ignorancia,la completapuestaentreparéntesisdel obje-to o temaDios, vendríanexigidas por «la meditaciónfenomenológicafunda-mental» y por su peculiarorientaciónteórica, y me voy a permitir esbozar,como accesoa nuestrotema,tresetapasesencialesde estameditaciónde par-tida.

Más queunareflexión distintivade ciertaescuelade pensamientoo un esti-lo peculiarde practicarla filosofía, «la meditaciónfenomenológicafundamen-tal» era, a ojos de Husserl, la reflexión propia de quien aspiraa serfilósofo.Nadie pretendióserlodesdeel inicio de su vida conscienle,nadiehabríasabi-do serlo al cabode unavida de certezasplenasininterrumpidas;puesel filóso-fo principiantesí sabequepretendidasverdadespierdenen numerosasocasio-nes el fundamentoque parecíasostenerlas,y que supuestasexperienciasauténticasresultandesmentidasen parteo en todo. Porello, paraapurarhastael limite la distinción entreverdady falsedady apariencia,ningúnjuicio pre-vio o teoríadisponiblepuedenpasarparaél por verdaderossi obvian el hechode queel veredictoracional del principianteha de sumnarseal dictamen,acasotodavíaunánime,de «lostenidospor sabios»o de la comunidadque juzga. Encambio,el filósofo principiantetodavíapuederecordarseasí mIsmoqueel jui-cio «yo soy» no es susceptiblede decepciónintuitiva. No cabela experienciaque lo revele falso. Cada uno puedeadvertir en si mismo que tal juicio daexpresíona una experienciaque no es susceptiblede perfeccionarse,puesclahoraen que ahoravivo y la concienciade vivir en él son indisociables,casiindiscernibles.En semejantejuicio, o mejor,enla experienciasubyacentea él.y quesiempreprosigueactiva,yo hago,como aspiranteal saber,lo quedeotromodoquedasiempreaplazado,a saber:una experienciacumplidade la razón:hay al menosunaposiciónde existenciaquees inseparabledel serqueprestaal juicio legitiníidad; o al revés,hay unaexistenciaqueencierraen sí la legiti-

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midad de su posición racional.Evidenciay ser, la primerano perfeccionable,el segundono deeepcionable,vienenaquía coincidir: «Tanpronto comodiri-jo la miradaa la vida quecorre,en supresenciareal, y meapresoa mí mismocomo el puro sujetode estavida, digo simple y necesariamente:existo,estavida existe,vivo: cogito»’.

Ahorabien, antequien repitepara sí la meditacióncartesianano compare-ceun entepeculiaren el ordengeneralde los seres,cual átomo de certezaenla incertidumbreglobal del mnundo. No se tratade un ente, no ya por la difi-cultadde delimitarpartesy de señalarpropiedadesestablesen el flujo de con-cienciaquediscurrea conciencia.Mi vida de concienciaen curso, que esesafusión de actualidad,evidenciay existencia,y que lo es por su sentido,no porunadesmedidapretensiónepistemológica,ellamismamiray mientalo queporprincipio no es actualidadinmanenteni evidenciaque se agoteen darse.Sinintroducir ningunadualidaden la meditación,mi vida de concienciay cadaacto suyo son dirección intencional, versión íntegra hacia lo que ya no esvivencia,sino quees identidadfrente a múltiples actosde conciencia,y unidadde sentido progresivay disontinuamenteexplicitable, y parte integrantedeórdenessuperioresde sentido;en unapalabra,objeto.El flujo de vivencias,enqueyo puedohacerla experienciacumplidade la razón,en lugar de propor-cionarun entecompactoy clausurado,abreunacorrespondencia,unacorrela-ción legal e inquebrantableentreinstanciasqueson mutuamenteinconfundi-bles: vivenciaquemientay objeto de la intención;actodedarsentidoy unidadde sentido;nóesisy nóema.La oposicióncategorialquevivenciay objetoman-tienenentresi, lejosde escindirlos,los refiere tan esencialmenteel unoal otroenel senodeuna únicaconcreción,comoningunacomunidadde esencia,jerar-quíagnoseológicao dependenciacausalpodríahacerlo.En virtud de la viven-cia intencionalel objeto hacefrente a la vivenciay, en la propia intencionali-dad,el objetoestablece,«gana»la condiciónde instanciairreductiblea pedazode conciencia.

Peroel carácterexcesivamenteformal de estameditacióny de los términosde que se vale, no sedespejapor enteromientrasno se observaquela viven-cia inmanenterespondea una forma originaria: es experienciaperceptiva;espercepción,quese repitecon abrumadorainsistencia,queyace a la sombradecualquierotro acto, y que,en definitiva, no es sólo la especieprivilegiadadelgéneroprecisovivenciaintencional. Y en rigurosacorrelación,no se superaelformalismo hastaobservarque «el» objeto de la intención,en singular, res-pondebásicamentea la formaoriginal: «cosaen el entornodel mundo».Antemi nuncaseofreceun objeto inconexoe indefinido,o unapropiedady sensa-ción aisladas,o un conceptosimple.La cosaapareceen y sedestacade un fon-do objetivo, estáinsertaen unamultiplicidadordenada;y la miradade mi aten-ción, quese fija en la cosa,se mueveluegode esteobjeto a otro y de un orden

¡ Ideas 1. &46. (Traducciónde Jt>séCaos.Exceptolas citas de Ideas1. la ti-aducciónde los res-lanies textos(le Husserlesmía.)

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objetivo a otro, trayendoa presenciaintuitiva la novedadrelativade las cosasy delos sucesos.Mas,al cabo,todanovedaddescansasobreun trasfondoúlti-mo de multiplicidad y familiaridad,sobreun «horizonte»único e irrevocable,que ya de siempreme es conocido,como un pasadonuncapretérito y nuncarebasado.Tal es el horizontedel mundo,el mundomismo,comolo nombralaactitudnatural y, a partir de ella, la reflexiónfenomenológica.

La meditaciónfenomenológicafundamental,quetan apretadamenteresu-mo, alcanzaunaprimeraestación,un primer cumplimiento,cuando,partiendode la vivencia inmanente,llega a hacerreferenciacoherenteal mundo. En rea-lidad, ni la peculiaridadinmanentedel cursode mi vida de conciencia,ni lacorrelaciónrigurosa,y sin un suelocompartido,de las vivenciasintencionalescon objetoscorrespondientes,ni el descubrimientodeque,paratodoobjeto quecapto,el horizonteintencionalde sentidoes único y unívoco:ningunodeestosmomentosde la reflexión recogepor sí solo o preferentementela meditaciónfenomenológicafundamental.Lo decisivoestribaen la asunciónsimultáneadelos tres muotivos teóricos,de tal forma que una reflexión unitaria reafirme laconexiónsin fisurasde la inmanenciaabsoluta—en queexistenciay evidenciase exigen de suyoy fundenen acto—con la trascendenciamás original, la delmundo—la evidenciadecuyo seres un índice inagotabledeactosya sidosy denuevasy nuevasintencionesdedarsentido—.Las tresetapasseñaladas—viven-cia mnmanente;correlaciónestricta; mundocomo horizontede sentido—no sonpor tanto opcionales,o sucesivas,como desplieguede momentosque se reab-sorbano reintegrenunosen otros.Se trata,másbien, de «momentos»en el sen-tido de partesabstractas,de integrantessimultáneosy no independientesde laúnicaconcreciónunitariaquela intencionalidadsiempreabre.Puesyo no dejode suponery de observarmi vida de experienciacuandoadviertoy anotoquela evidenciafamiliar e inagotabledel mundosubyacea y perfila todo objeto aque mi percepciónda sentido.La condicióndel mundocomo horizonteinfini-to dice en sí Inismarelacióna la concienciaperceptivaqueconsisteen apuntarindefinida, inacabablemente,a él. Puedopor tanto afirmar que la vida de con-cienciaen su tiempo inmuanente—a partirde sus actosatentosy, sobretodo, desussíntesispropias;desu actividadde aprehensióny. sobretodo,de supasivi-dad asociativa—estáen el origennoéticodel sentidodel mundo. El mundonoes un todo absolutoen que la vida de concienciase inserte, ni tampocoelopuestoontolooicode ésta,sino en sí mismo término inagotablede una vidaintencionalqueavanzasiemprehaciaél. y con la queél forma la totalidadcon-cretade la intencionalidad.

A estetodoconcretoquees a unavida y mundo, y quese articula de pun-ta acabocomo correlaciónintencional,llamaráHusserlde distintosmodos,noenteramnenteequiparables:~<concmenciapura», subrayandosu dimensiónnoéti-camnmanente:«mónada».comoyo mismoharé,subrayandolaconcreciónglo-bal que le pertenece,sin perjuicio de las instanciasirreductiblesque la inle-gran; quizá incluso, «mundointuitivo de la vida», acentuandosu dimensiónnoematica.La meditación fenomenológicaftíndamentales, cíe uno u otro

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modo, el descubrimientode la concienciapura, la tematizaciónoriginal delmundo intuitivo de la vida, la tomade concienciade la mónadaqueyo soy.

‘5 * *

Peronuestrotemaes el problemade Dios, y nuestroaccesoa él la peculiarforma de plantearloqueempiezapor suspendertoda tesisa propósitode Dios.

En ocasionesse ha interpretadoquela reglafenomenológicade desconec-tar toda trascendenciaquesesupongadadasin más,y de ponerfueradejuegotoda tesisde existencia,responde,en realidad,a un simpleprocesode abstrac-ción temática,sólo queespecialmentecomplejoy expuestoconparticularenre-vesamiento.La meditacióny reducciónfenomenológicasperseguiríandelimi-tarel campode fenómenosde la conciencia—el fenómenopor excelencia—parasu rigurosoanálisis interno. En consonancia,la reglade desconexiónse limi-taríaa prohibir cualquiertoma de posición,explícitao implícita, teóricao pre-teórica,acercade lo que quedafueradel muy precisocampode interés delfenomenólogo—acercade todo objeto espacial,cultural, ideal; acercade losprincipios lógicos,y del propio SerInfinito, comoquieraqueningunose iden-tifica con la concienciaque llego a tenerde ellos—. Porsi sola la desconexiónno prejuzgaría,sin embargo,la posibilidadde ningunatrascendenciadotadadeexistenciaindependiente.

En apoyode estainterpretaciónhablala circunstanciade queteorizacionesdistintasde la meditaciónfenomenológicapuedanllegar a afrontarel proble-ma de Dios y, en su caso,a afirmar la existenciadel SerSupremo.De hechoIdeas1 se haceecodel argumentopredilectode Brentanoen ordenademostrarla existenciade Dios —argumentoqueHusserlhabíaescuchadoen sus añosdeformaciónen Viena—. Conexionesteleológicascontingentes,inclusoinverosi-miles dentrodel cálculoglobal de posibilidades,atraviesanel mundoen todassusregionesy estratos:tísico, orgánico,cultural; alcanzan,asimismo,al serpsíquico,capazde percatarsedel asombrosoespectáculode ordeny finalidad.Quien se intereseno tanto por el fenómenocomo mero fenómeno,sino por élcomo mostraciónde la realidad,contaráentoncesconla premisaadecuada—asíse ¡nterpretaa Husserl—para unaposiblepruebade un Ordenadore Inteligen-cia Suprema2.

De acuerdocon el esquemade meditaciónfenomenológicaqueyo heesbo-zado, la cuestión es bien distinta de un procesode abstraccióny precisióntemáticas,y su alcanceresultaaún más claro, si cabe,en relación con el pro-blemadela teología.Puestal meditaciónconduciríaal filósofo anteel seresen-cialmenteconcreto,sin necesidadde haberhechoreferenciaalgunaa La exis-tencia de Dios, fuera ella afirmativa o negativa, siquiera escéptica. Lameditaciónes meditaciónsobreel absolutode la correlaciónintencional,pero

(‘Ir, Antonio- Milián Puelles«La teleologíadel mundo (isico y el nexo Brentano—Ilusserlo, en:Reí/stade Pihm.í-ofto —P etapa—2 (1979), 121—138.

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no sobreDios, Y el caráctermetódicode la desconexiónsignificaentoncesqueel ser, todoser, hade hacerse,por principio, comprensiblea partir del sentidoen queaparecea la vida intencional y de la validez queganamerceda la evi-dencia intencional—nuncaal revés;como si algún ser afirmado o negadosinmás,pudieradar cuenta«desdefuera» del sentido en que aparecea la con-ctencia,de la menciónen querecibe valorde ser, etc.—. Portanto, tambiénclsentidode la trascendenciasuprema,existao no, deberáponerseen correlacióncon las síntesispeculiaresde concienciaque estána su basey quede algúnmodo la preceden.Ya en la presentaciónfenomenológicainicial de Ideaspue-de,pues,reconocerseel programade investigacionestrascendentalesqueHus-serl describirámás adelantecon plenalucidez,y queincluye dentrode supro-blemática,sin reservarlede entradaun estatutoespecial,a Dios mismo:

«La referenciaconscienteal mundo no es unasuertede hechoque desdefuerame puedaadjuntarun Diosqueasídé en determinarlo,o que puedaprovt>cármelaun mundo, con su correspondientelegalidad causal, porocurrir que uno u otro existende antemano.Es el a priori subjetivocl queprecedeal serde Dios y del mundo,y de todasy cadaunade las cosasqueson paramí, el quereflexiona. TambiénDioses paramí lo que es.a par-tir de mni propio rendimientode conciencia,y no he de cegaríneparaverel problemapor miedo a una supuestablasfemia. Puesrendimientodeconcienciano significa aquí,como tampocoen el casodel otro yo, queyome invente y confeccionela trascendenciasuprema.»’

Quizá las escuetasindicacionesde Ideas no autorizana proclamarqueunabismoconceptualse habíaabierto entrela minuciosainspecciónteleológicadel mundoquepracticabael maestrode Husserl, y la posibilidadde la mismaqueel discipulocondicionaa la aclaracióndel sentido.Perosi la desconexiónrefleja la perspectivateóricade quetoda realidades unidad de sentidoy. porello, rendimientode sentido,síseentiendela inauditanovedadde que la posi-ble pruebateleológica,en lugar de ascenderde lo contingenteal absoluto,seencuentrade antemanoubicadaen cl absolutoy a partir de él sepreguntaporDios: «En lo absolutomismo y en consideraciónabsolutadebeencontrarseelprincipio ordenadorde lo absoluto».4

2. MONADOLOGÍA NO TEOLÓGICA

La alusiónexclusivade Ideas a los procesosmundanosanimadosde pmo-pósitocomo la posiblevía teológica.guardarelación con cl hechosignificati-yo de quela monadologíafenomenológica.examinadamás decerca,no pare-ce admitir ningunadependenciaontológicade la mónadaque yo soy. y dc la

- i.<ií~i, -a/¿’r,nal s- rras-c-e,,dcara¿&99.¡dc,,., 1. &5 1 nota.

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comunidadintencionalde sujetosquenosotrosllegamosa ser, respectode unamónadasuprema.Las diferenciasconceptualesdel pensamientode Husserlrespectodela metafísicadeLeibniz sonen estepuntonotables,y notableaquílacercaníaal idealismokantiano.Sólotextosantiguosde 1907-08hablantoda-vía de Dios al modoleibnicianocomo la «concienciaglobal» queintuye en laconcienciade cadasujeto,y que por ello contemplalas cosasdel mundodes-de cadaperspectivasubjetivay desdetodasellasa la vez: Dios dispondríadela «imagen»completadel mundofísico y de la representacióníntima del uni-versode los espíritus-.

El análisisfenomenológicode la correlaciónintencional,de la estructuraegocogito cogitato, coincidecon la teoría leibnicianadel entendimientosóloen el punto de partidaantiempiristade que distintosactosde concienciapue-den contarcon un término intencional idéntico: en contrade Locke, lo queindividualiza al acto de concienciano es uno y lo mismo que el objeto cons-cienteenel acto,quela «idea».No medetendréen lasdificultadesqueencuen-tra la distinción leibnicianaentre «la forma» del entendimiento(finito) y «laidea»objetivaquepercibe.>Me interesadestacarqueparael análisisfenome-nológico el objeto tal como esmentadoen y por el acto,el sentidoobjetivodecadaacto o síntesisde actos—expresionesequivalentes—,es, en efecto,irre-ductible al acto individual que lo mienta, siendo, sin embargo,inherente,«inmanente»a la vida intencionalplenade la queeseactoy estasíntesissonsólo unapulsaciónindividual, un latido fugaz. No cabe«atar»el objeto men-tadoa la vivenciasingular,no porquetrasciendaen sentidoabsolutoa los actosquele dansentidoy se limite a anunciarsedesdefueraen la intimidad cognos-citiva, sino porque su identidad dice, más bien, relación a cualquier presentevivo de mi cursode concienciaquepuedevolver sobreél y explicitarlo de nue-vo como el mismo objeto.O mejoraun,porquecualquieractode conciencialomienta a sabiendasde que mi futuro de concienciapodrá, por principio, rei-dentificarlode nuevo.Trascendenciadel objetorespectodel actosingulary efí-mero,que es inmanencia,«inmanenciaideal» a la corrientede actosy a suspotencialidades implícitas. (Ulteriormente, «inmanencia ideal» significarátambiénque al constituiryo otros sujetosde conciencia,otras vidas intencio-nales,me hago cargo de que el objeto no se multiplica con cadanuevacon-cienciaqueasumocomo existente.)

Propondréun ejemplosencillode inmanenciaideal: los paisajesy personasde mi pasado.Las escenasy sucesosdel pasadoaparecenante mí en actosconexosde recuerdoqueyo llevo a caboexpresamente,oquesesuscitanaso-ciativamente.Con mayor o muenor claridad, lo recordadose ofrece como lomismo queanteriormentepercibí: el actode recuerdo«sabe»queidentifica loqueen un momentoanteriorde la vida despiertase mostró«en persona».Porotra parte.un horizonteintencionalde variablevaguedadrodeael temade la

Zur Ph¿ioo-menologieder Intersuhje/stimitót1 (HusserlianaXlii). Anejo IV.Nuevosensayossobreel entendimientohumano,libro II, caps. 1, 1<), 26.

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rememoracióny articulasu referenciatemporalenmáso menosremotaen fun-ción de la potencialidadde proseguirel recuerdode los sucesosde ayerhastadesembocaren mi percepciónactualdel mundo. Así, yo no sabríaalojar «lasgalerías,sin fondo, del recuerdo»en un ámbito «ontológico»distinto de estared de referenciasque la rememoraciónestablecede suyo con mi percepciónactual,con mis percepcionespasadas,con sushorizontesintencionales.Con elpoetahabréde decir, en un sentidono lírico, quemi pasado,y, a partirdeél, elpasadomismo, «conmigova»; perteneceintencionalmentea la concrecióndemi conciencia,y tal inmanenciaesencialno le privade identidadobjetiva,ni larebaja,sino al contrariola afirma y constituye.Mas,a la vez, estasucualidadobjetivaperteneceoriginariamentesólo a mi propiavida de conciencia,ya quesi otro sujetoparticipasede un solo acto mio vería inscrito en él, en su reddereferencias,trechosenterosde mi vida consciente,la queyo vivo por dentroyla que reconozcocomo no compartible;con lo que el supuestootro, al com-partirlaconmigo, alteraríapara si ese sentidoíntimo e indeclinableque tienesólo para mí. No habría,pues,percepciónposiblede mi vida y suscorrelatos,representaciónoriginariade mi espíritu,queno fueseco ipso mi vida.

Porconsiguiente,si cosay mundo, pasadoy presente,personasy sucesos,«van conmigo»y son correlatosinseparablesde mi vida de conciencia.no dela subjetividaden general,ni al modo racionalistade la subjetividadinfinita.entoncesesta vida individual revela teneruna dimensiónuniversal. Lo cualhace sobremaneradilícil pensarqué universalidadcualitativamentedistintacabriaatribuir a unahipotéticaconcienciainfinita. En otraspalabras,el análi-síscorrelativodeconcienciae identidadexcluyeel recursoleibnicianode con-cebircada«idea» válidao «noción»—cadanóemacumplido—como objeto pri-mario del entendimientode Dios, y con ello anula la posibilidadde concebircadamónadafinita como participaciónen la mónadainfinita, «fulguración»ocentelleode la «Unidad primitiva». La fenomenologíatntscendentales «auto-explicitacióndel ego»y no hadeenfrentarel peligroespeculativode las meta-físicas racionalistasde que toda concienciaseaen Dios —y al fin todo seaDios—, sino justamenteel contrario de que Dios mismo seaen el todo de lamónadaindividual, ulteriormentede la intersuhjetividad—y al fin todo seaennosotros—.

Con todo, hay, a mi entender,un segundoobstáculoa la convergenciadeambasmonadologías,husserlianay leibniciana,y de ambasposiblesteologías.Dificultad más formidable,si cabe,y quepone de manifiestocómo el proble-ma no nacede una divinizaciónde la concienciaintencional(finita). El obsttí-culo radicaahoraen la tesisdc quetodapercepciónde cosas—fortnabásicadela correlación—es por principio intuición inadecuada.

La percepciónde cosas,de todacosay por analogíade todarealidadmun-dana, discuneen cambiantesapareceresque la exponen parcialmentey enescorzos.Toda percepciónde cosases incompleta—siemprehay máspor vel—y esen perspectiva—siemnprehay otrosmodosde aparecerlo quedehechoapa-rece—. Ahorabien,ningunaperspectivacoincidesinmáscon la identidadobje-

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tiva que muestra, ya fueseparcialmente:ningunaproporcionala identidadrotundade la cosa,o de algunasección,ya fuesemínima, de ella. Lo que laintuición ofrece—la «vista»del obíetodesdeestadistanciay ángulo,aestaluz,segúnla particular disposicióncinestésicade mi cuerpo,etc.— es siempreunescorzo,y perfeccionable,pero el procesode perfeccionamientose limita a«hilvanar» —sintetizar— otros escorzosperceptivos,cadauno de los cualesrequeriríade un procesode perfeccionamientoparejoal dela cosaíntegra.Así,pues,la percepciónsequedacortarespectodel sentidoobjetivodela cosay, enlo quealcanzadeél, nuncasolapalos apareceresintuitivos con las propiedadeso pedazosobjetivos.La inadecuaciónno es,por tanto, sólo problemade limi-tación cuantitativa.Las múltiples vistas o apareceressucesivosde lo mismo—del mismo frente, de la misma cara, del mismo vértice— no puedencompo-nersey hacerseencajarcual seccionesde un plano o piezasde un puzzle.Loque un escorzode la cosamuestraes,en parte, lo mismo queotro exponedeotro modo, y no haycriterio normativoposiblepara«destilar»de estasexposi-cionesmúltiples la identidadescuetadela cosa,de la carade la cosa,de la pro-piedad,etc. En el ordende la percepción,pues,no hay tampoco,por principio,la «imagen»cabal del mundo, sólo síntesis indefinida e indefinidamenteincompleta.

Importaobservarqueestadescripciónde la inadecuaciónno liga el incum-plimiento perceptivoa la finitud del sujetopercipiente.Ella formula eidética-mente,estoes, paratodosujetoposible,la peculiaridadde la percepciónsensi-ble, y por extensiónde todaintuición, y de su correlato,y por extensióndetodoobjeto mundano.A un supuestosujeto inñnito no podríadarsela realidadmun-danade un modoesencialmentedistinto decomo nosaparecea nosotros,de unmodoquefuesede principio completoy por principio no rectificable:

«Se hacepatente.pues, que lo que llamamosunacosaespacial,no sóloparanosotroslos hombres,sino tambiénparaDios—comoel representan-te ideal del conocimientoabsoluto—,sólo es intuible medianteapareceresen los cualesseday tienequedarse“en perspectiva”,cambiandoen múl-tiples perodeterminadosmodos y en cambiantes“oriemltaciones’.s>2

También Lévinas se ha referido con singularviveza, al hilo de una refle-xión generalsobreel métodofenomenológico,al sorprendenterangoeidéticode estatesis:

«Los modosdelaconcienciaqueaccedealos objetossonde maneraesen-cial dependientesde la esenciade los objetos.Dios mismonopuedecono-<el- una cosa material atas que dando la vuelta en torno a. ella. El serimponeel accesoal sen Y el accesoal ser perteneceala descripcióndelser.»

Ideas1. & 1511. Ciii Ideas 1, & 144.Atico & 0,/mito, Madrid, 1991. 32. (trad, deJcsósMarilí Ayo-se. Fi subrayadoes mío,)

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¼

112 AgustínSerranode Haro

La enormerelevanciade esteestadode cosasse advierteal recordarque,de acuerdocon la fenomenologíahusserliana—y con la posteriora Husserl—.nocabesustitutointelectualde la percepciónsensibleinadecuada.La ~gramáticadel mundo»queéstaconstituyees el permanentesuelode sentidodetodaobje-tiv-ación superior’. No cabe,pues,subrogaciónracional dela ideade cosapornocionesexactasde la física, ni de los infinitos apareceresy escorzosintuiti-vospor el manejomatemáticodelas multiplicidades.Desligardel mundointui-tivo de la vida las nocionesexactasde la ciencia—que es el desiderátumde lacienciaapartir deGalileo—equivaldríaenel límite ala pérdidadetodoreferenteidentificabledel propio procederidealizador—a su conversiónen merasintaxislógica—’’. La inversiónfenomenológicadel racionalismoresultaaquícompleta:«los pensamientosdistintosdel espíritu»,segúnel lenguajede Nuevosensayos,

serian unilateralmentedependientesy radicalmentesubsidiariosrespectode«las ideasimperfectas»o «pensamientosconfusosde la carne». Y con ello elpilar de la teologíaracionalista,el conceptodel InteligenciaInfinita, quedagra-vadocon un índicede radical problematicidad.La experienciainmnediata,vaga,decepcionable,prohíbequese la «substruya>spor los constructosidealesdel sis-temadel inundo; la experienciaque no proporciona«imagen»cabal última delmundoes irreemplazablepor las fórmulasexactasquemanejala comunidaddelosgeométras,o —lo queal caboes igual— el Dios quegeometriza.

3. TELEOLOGÍA UNIVERSAL

Razonesobjetivasdan cuenta,por consiguiente.de quela hipótesisde una«concienciatotal» e Inteligencia Supremadesaparezcade los textos husserlia-nos. Mientras la obrade más firme ascendencialeibnicianade Dietrich Mahn-ke sí insistióen la afirmaciónde la MónadaSupremay en la posibilidaddc «lafusiónde mónadas»,las anotacionesde Husserla las tesisdesu discípulodeno-tan una reservay un distanciamientoevidentes,si esqueno rechazotácito’’.

La idea de la teleología,en cambio,no tiende a desaparecerdel análisisfenomenol6gicotrascendental.Todo lo contrario, cobra relevanciacreciente.Es la casi omnipresenciade finalidad en los nexos,síntesisy dinámicainten-

-‘ Vid - Idea..s1, & 52: !iá¡set-iem-ja y ¡uit/o. & 1 0: La crisis de las cien -Mo- c,trr)/)cas& 9. 33 y 34,¡ 1-fc explomadoesie o-ideo dc probícinas cmi «(7imm pl i miento intimi ti ‘o y mundo- dc la vida» - e o:

So/vs’ci conceptodc,n,nídodc la tida -—Jay i cr San Mart/n (cd - ) --, Madrid 1 993.¡ -a obra de M ahnL que liii sserl esos <lera es Atoe neue Monadologie — Nanisiudie,. Ergdo —

,ungsheft3<) (1917). Cfr, Zar PI;díionsc,,ologicder Intr-,-sob¡ctívitdt iii AnejoXLI: «¿Espensabletíoyo queabarcatodos, los voes.queabarcatodo lo quese constituyetempomaimente,a to [argo dc unavida. y con cli o todaslasobras(le otios voes- y los propiosyoes en i antoconstiluidosparasí mis nos?¿tui yo que experimenie la nartiralezay el mundoconstituidosencomóo por lo-dos los yoes finitos.con los ojos dc todos estosyo-es;qtme tengaen si todos los pensamientosqueestosyo-es tienen co-osolos suyos:que aculeal no-do de un yo en todt,s ellos —~]ue cree’’ la naturalezay el mundoen el sen-tido de la ‘‘idea <le lo bueno’’—?»

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cionaleslo quedistingueel pensamientomadurodeHusserlal extremode pro-blematizarel empleoparticulary señaladode la mismacon vistasa unademos-tración de la existenciade Dios.

Unateleologíaprimordial soporta,por lo pronto,el sentido«cosadel mun-do». La necesariainadecuaciónde la experiencia,en la medidaen que no esunavaloraciónextrínseca,implica quela percepciónconocela Ideade la intui-ción cumplidadel objeto:de la visión por todos lados,de la revisión de todassuspropiedades,en los escorzosy perspectivasmásfielesposibles,vinculadasal recuerdomásdetalladode su existenciapasaday a la inspecciónmás plenade su horizonteexterno,etc. Sin necesidadde examenreflexivo, todo sujeto.todohombrecuentacon quepuedecaptarmejor lo queaparecey con quepue-de haceraparecerlo queél mientapor anticipado.En la captaciónincompletalate, pues,la tendenciaa apurar la datitudy detenninacióndel objeto y de sucontexto,y aunquenuestrotrato prácticocon las cosasdesatiendageneralmen-te la motivacióna hacerlo,ello signficaquelo irrealizable,la Ideade la pleni-tud intuitiva, es Ideaoperativaqueguía la posiciónen el serdel objeto e Ideadirectriz quepermiteevaluarla captacióninsatisfactoria.

U-a fenomenologíagenéticaretrocede,además,al antesdela percepcióndelmundo—pues«heaprendido»a vercosas—y avanzaal yo espontáneoquecons-truyejuicios, en que fija y conservalos rendimientosde la percepcióny de laintuición en general.Tambiénestaarquitecturapreperceptivay postperceptivade la vida intencional responderíaa dinámicasteleológicas; como si el yohubierabuscadola percepcióndel mundopor insatisfaccióncon la vida pasivade las afeccioneshiléticas,y por anhelode superarel estratointencionalen queno hay propiamenteincumplimiento porquetampocohay objetos;y a su vez,como si la miradaperceptiva,que sedejallenar intuitivamentedel espectácu-lo plural del mundo, no colmaseel anhelode saberdel yo, que en los cons-tructos lógicos,sintácticos,renunciaa la intuitividad en favor de la identidadomnitemporalde los significadospredicativosy en favor de la intersubjetivi-dadde la verdad.

Las flechasteleológicasrecorrenasimismolas dimensionesafectivay voli-tiva de la conciencia,dondetambiénexiste, sin duda,cumplimientoe incum-plimiento. Y la dirección transitiva de las emocionesy estimacioneshaciavalores y situacionesde valor y de las tomasde posturay hábitosconativoshaciametasy fines,no es,aquítampoco,propiedadprivativay atómicadecadaactoo de cadaconjuntosimultáneode intenciones.El disfrute de cierto estadode valor o la resoluciónpor una u otra meta abren la concienciaa síntesisdenuevosactosde ordenemotivoo volitivo; ningunasatisfacciónresultacumpli-mientoconclusoy autárquico,ya sólo porqueella inicia un hábito reactivablerespectodel valor disfrutadoy de su horizontevalioso, y enriquececl acervode motivacionesdel yo. Pero igual queen la esferateórica,los actosbásicosdela capaemotivay volitiva hacenposiblee incluso anuncianactosde un nivelsuperior,como si los buscasen,poínosi ningún ordende actoscoronasedefi-nitivamenteel restode la vida intencional.Entreestosactossuperioresrespee-

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to de las tomasde posturaanimicas,encierraunadignidadespecialla propiaobjetivaciónteórica,con la consiguientecrítica racional,de los valoresy finesqueoriginariamentese presentarona la concienciano como temasobjetivos,sino como «temasatractivos o repulsivos»;no tanto representados,cuantomovilizadoresdel ánimo. La concienciateórica puedey en cierto modoestállamadaa recuperary a criticar los rendimientosintencionalesque ella por sísola es incapazde originar.

Pero el muotor de la intencionalidadimpulsa la concienciamás allá de lacomplicacióngeneralde las intenciones—actosdóxicos,emotivos,volitivos— ydel nexo genéticocomúna todasubjetividadconcreta—pasividadde sensacio-nes,receptividadde actosintuitivos, espontaneidaddel juicio—. La construc-ción de juicios cognoscitivosdentro del inundo de la vida, y relativos a lasidentidadesvagasque lo integran,dio pasohistóricamentea la emergenciadeórdenesde sentidoqueyacían inéditosy sonde suyoinfinitos: el ordende lossistemasde proposicionesverdaderasque correspondena todas las regionesdel ser—idea (no matemnática)de la ciencia—; el canonteórico, esencialmenteligado al ordenanterior,quedefinela formadel juicio verdaderoy de la prue-ba apodíctica—o ideade la lógica—; la ideade la filosofía primeracomo medi-tación radical sobre la relación entreser, verdad y conciencia;y aun la ideaprácticade una relbrma racional de la vida individual y de la vida en común,que las hagaacordescon el descubrimientode la verdad,etc. La historia delsabery de su influenciapresenta,así,unafigura inteligibleen términosdeaspi-ración ideal quetodo sujetoracional compartey estállamadoa continuar.Noporello dejade serhistoria,procesoiniciado en un tiempopor sujetosquedes-pertaronal ideal.No esdesplieguede estadiosinherentesal espíritude la inter-subjetividado a la forma de la subjetividadindividual; menosaun,desdelue-go, contingenciaabsoluta.Tambiénen la historia, la teleologíase caracterizapor el hechode que las condicionesde su posibilidad en las intencionesfun-dantesno son condicionessuficientes,sino motivacionesdel estratosuperior,que en cierto modo nacede una fundación original. En todo caso,entrelosextremosde la necesidady el azar, esa«cultura (histórica) de ideas»,esteideal de Europa, englobaría,en su concreciónintencional intersubjetiva,lasdistintasconfiguracionesteleológicasreseñadas.

Peseal caráctertan concentradode mi resumnen.no es aventuradosugerirque la intencionalidad,en cualquier nivel y orden, se torna sinónimode teleo-logia. La rígida aparienciaformal de la ley de correlación,tal como la presen-ta inicialmentela tueditaciónfenomenológica,ocultaunadinámicaincesanteyascendenteque hace de cadaacto una síntesiscon otros posiblesy dc cadaobjeto un término sólo relativo, etapahacianuevasobjetividades.La concien-cia se revela inquietud perpetua,anheloquizá insaciable,pero no ciego, sinoracional en toda lase y a travésde todo fin intermedio: anheloen las primerasetapas,que,posteriormente,se torna voluntadde ser, quees voluntadde ver-dad, y por ello de infinito: «resolución,voluntadde ser voluntadde inlinitud,voluntadparalo eterno»,«voluntadqueengendrael mundoen la verdad».Con

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ello la «teleologíainmanente»resulta «la forma universaldel ser individual,forma de todas las formas en que la subjetividadexiste»y «lo para nosotrosultinilsimo es en sí primero»—afirmaciones,todasestas,entresacadasdel tex-to quizá fundamentalpara la cuestiónde la teleologíatrascendentaly de sucarácterteológico,o no—’

A partirdecadamónadasingular, la teleologíaen quecadaconcienciacon-siste,llega adefinir unacomunidadintersubjetiva,o humanidad,quees tal porla participaciónen el fin comúny supremode la perfecciónracional,correlatoglobal de la voluntadnoéticacomúna las distintasvoluntadesindividuales.Eltexto referidoarrancacon las siguientespalabras:

«La autoconstituciónde la subjetividadtrascendentalcomo un estardiri-gidaen lo infinito a la “perfección”, a la verdaderasubsistenciapersonal.El seren contradiccionessiemprenuevas,la superaciónde las contradic-ciones. La subjetividadtrascendentalexistiendo en la forma que le esnecesariade la mundanidad,es decir, en forma de una humanidadquequierecontigurarseasí misma y, consigo,a su mundo en inundo verda-dero, ‘libre de contradicción”.Necesidadparaello de automeditaciónengradossiempresuperiores,estoes, necesidaddeun procesode desarrollode la automeditaciótíbastaalcanzarla automeditacióntrascendentaly eldesarrollosistemáticopropio de esta.»«Tal cursoy procesodedesarrolloseordenan,comofunción, al cursounm-tario y curs.>de desarrollouniversalesde la teleología.Esta,como formaontológica,defineel seruniversalde la subjetividadtrascendental.El pro-cesoteleológico,procesode serde la intersubjetividadtrascendental,llevaconsmgounauniversal ‘voluntad de vida” queparalos suietosindividualesyace,primeramente,en la oscuridad;o másbien, unavoluntadhaciael ver-daderoser(e incluso podemosdecir que la voluntad patentede cadacasotiene un “horizontede voluntad’ latente).Consu desarrollo,la voluntad sehacepatente,primeroa sujetosindividuales:a partir del horizonteabiertoy vacio, amorfo, la voluntadcobra forma; el hombredespiertaa su condi-cidíl trascendental,despiertaen él el horizontede la humanidadauténtica.La ideade humanidadauténticayaceontologicamentepreformadaen elhotubre;es la ideaqueen el desamTolloulterior, merceda la meditacióndevalor ontológico, recibe formacientífica, pudiendoentonces,como ideaontológica,volverseideadirectriz de la voluntad.La voluntad tiene así sumetaexpresa,estoes,la tiene en la forma expresade una mcta,forma defin de la totalidad detodoslos finesindividualesy supraindividuales(inter-subjetivos,de todala humanidad).»tm’

tu * *

Así lascosas,¿noes el ateísmo,y un ateísmoque,a diferenciadel sartria-no, estáligado a la apodicticidadde la voluntadracional y a supeculiarpleni-

Zar Phdnomeooígiede,- Inlers,,b¡eri ‘liar mii, inim, 22.

Ib/tI., 378-379.

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tud, la posiciónúltima de la fenomenologíatrascendentalsobrela cuestióndeDios?¿Nose elevala desonexiónde la trascendenciadeDios adefinitivoesta-do de la cuestión?

El espectáculode teleologíainmanentey universal,sin dudadeslumbrantesí estuvieracorrectamentedescrito,relegaa un ordensecundarioel problemadel origen —de haberlo—del reino intencionalde los fines. De algún modoelorigenestáin mediasres en tanto queningunacausapasada,por poderosaquese suponga,daexplicación de lo queha de llegar a seren virtud y en razóndesu perfeccióny excelencia.Y una causapoderosatampocodaría cuentadecómo la libre responsabilidadde los sujetos.en sustomasde posiciónteóricasy estimativas,llevaa cumplimientoel telosde verdad.La teleologíahusserlia-na mira tan enteramenteal futuro, del queespera—diríase—todo, y arraigatanfirmementeen el presenteque despiertaal telos.quesepermite hablarde «crea-ción del mundo»en referenciaal futuro, antesque en conexmoncausalcon unpasadoremoto:

«Si el sercomo subjetividadtrascendental,o sea,absoluta,sóloespensa-ble en referenciaal telosideal—al progresoideal de la infinitud teleológi-ca—. dentrode unauniversalidadde sery en unavoluntad universalde serqueatraviesalasvoluntadesindividualescomosu voluntadindividual deser, cabepensarque tal voluntadescreadora,creadoradel mundo(en el‘sentido’ del mejor de los mundosposibles).Lo cual sóloen cieno senti-

do es creaciónde la nada,a saber:el mundo ---que aquíes el mundo tras-cendental-subjetivo,y en su estadiocorrespondientede constitucióndelmundo como autoobjetivación—existe, pero existe “en contradicción”consigo mismo. Es, perotodavíano es,en tanto, existiendo,tiene un serrelativamenteverdaderoy un relativo no ser. Y esto puede de nuevoentendersede distintomodo segúnque el mundosc halle en estadode nohaberdespertado.de verdady falsedadde lasque aún no se ha tomadoconciencia, lo cual autoriza a designarlocomo no existiendo smn mas.como todavíano existiendosiquieraen sentidorelativo, El mundoestáeneternacreaciónde la nada, puestiene su serverdaderosólo en el progre-so dc los gradosde ser,que son gradosde relatividad.»’4

El radical cambiode enfoqueen relacióncon la pruebacosmológicay consussupuestos,culmina,por fin, en la imposibilidadde aplicar, segúnHusserl,la categoríade contingenciaa la mónadaindividual.Tampocola existenciadela mónadaqueyo soy, y de la totalidad inmanentea ella, es puro hecho,crucede accidentescuya inexistenciapuedaimaginar con sólo alterar algún nudocausal.La noción modal de contingenciasc definepor contrastecon el ordende lasconexionesnecesarias,pero, en fenomenologíatrascendental,la necesi-dad, toda necesidadeidética,habríaquedadoreferida no a un hecho, sino alfenómenooriginario de existenciaindividual; no a un sucesoaleatorio,sinoal

o- Op. cii.. 380-381-

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tiempo vivido que da sentidoy cumple el sentido—tambiénel sentidopropiodel eidos,cuandoel yo adoptaunaactitud ontológica.Las condicioneseidéti-casde posibilidad—pues las tiene— del yo concretoremiten a y secundansupropia posiciónde existencia.La fuenteindividual y apodícticade sentidodetodanecesidadinteligible, no seríapor tanto ni factum, ni eidos,sino—intentadecirHusserl—«protocontingencia»:

«Tenemosaquíun casonotableen lo que tocaa la relaciónentrefactumycidos, un casoúnico. El serdel eidos, serde las posibilidadeseidéticasydel universode estasposibilidades,no estásujetoal sero no ser de unauotra realizaciónde tales posibilidades;es independientede toda realidad—que correspondaa él, se entiende—.En camhio,el eidosyo trascendentales impensablesin yo trascendentalcomoyo fáctico.»«Yo me encuentroen el factum de mi subjetividadtrascendentaly delmundo válido para mi, pero tan pronto como modifico el factum y loinvestigo sistemáticamenteal ocuparmedel eidos,me encuentroen laontologíaabsolutay correlativamenteen la ontologíamundana.»«U) Así, pues,escosaqueestáen el factumel quedeantemanohayaunateleología.Una ontologíacompletaes teleo)ogia,peroella presuponeelÍactum. Yo existo apodicticamente,y apodicticamentelo hagoen la cre-encíaen el mundo. Parami, en el factum,existela mundanidad,y la tele-ología es descubrible,trascendental.»’>

Si la noción de InteligenciaOrdenadoraSupremacarecede fundamentointuitivo; si la hipotéticaomnipotenciade un pasadocreadorpalideceante lapotenciadel futuro y de las posibilidadesmotivadasdel presente;si lo que

Op. <‘it., 385.

Lina aclaraciónsuficientede la nocióndeprotocontingenciaconducea los análisisde la concien-cia interna del tiempo. El ahora vivo y autoconselenteeslá grávido de retencionesy protencionesintencionales,peosla emergenciade cadanuevoahorano es una exigenciaimpuestapor ci presentequeya pasa.sino una suertede creaciónindividual: no tanto cumplimiento ineluctablede la proteo-cion previacuantt.simpresión exnovo, no retrotraibiea alguisanecesidad.

El exlraordinarioestuidiode J. 6. l-lart «A Précis st an Husserliani’hibo-so-phical Theology»(enLssass/o PhenoomcnologicalTheotogv,Laycock. 8. W, —Hart, ], O. (eds.j,New Yomk 986),tieneenirestismúltiples méritosel deenfocarel problemaleolégicodesdelaperspectivade la concienciailmimadci liempo. El arítor proponerecuperarenel ámbiio trascendentalúltimo la pruebateleológicaque Ideosi pro-oselía- La corrienteque hacefluir y a la vezaparecertiempo—«el traera presenciaprítoarios>—,esprincipio- deprincipios, perono condiciónsuficientedc qtme la materiahiléticadcl llurjo respondaa lospairtítiesde identidad,variedad,duración,ele.,qtmepermitirán constituirel mundo: «Lasfases(le con-cienciainterna tienenque ‘existir”. sois la basenecesaria.Peri) no lieneuíueexistir aquello-de lo- cualellas mismasson tasede concienciaen el presente,aquello de qtme somosactualmenteconscientes:cosas,.sensa,acios. ce, Y si estasinstanciasno existiesen,entoncesam~tmella conciencia,O autopresen—cía mnojanentede la vida i nteneio-naicomo concienciadiscriminadora,se disuelve>’ (p. 121). Yo nocomparto-el hilo argumentalde i-iart —puesla motivacióncubreel hiatode la condiciónnecesaria,estoes, prot(>ctiiitingenie,a la suficiente deque aparezcamundo, y ial mt,tivación es casi necesidadporrazonesiniernasa la propia concienciadel tiempo:no creosiquieraque la ordenaciónhiléticadiese,en motIo caso-,razón tic unaposición de trascendenciaabsoluta,Perola calidaddel irabajo-de l-iart nomereceun examenprecipitado.

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parececontingenciaalbergahechosoriginariosy verdaderamentefundamenta-les;si todoello es así, no cabeen aparienciasino afirmarque la intersubjetivi-dadmonadológicaes el concretoabsolutoy el absolutomismo, y quela posi-bilidad lógicadequeparael casode Dioshubiese«otrosmodosde denunciarsetrascendencias»,como declarabasin comprometersecon ello Ideas1, quedavacía. 1-iI texto que he seguidoen este apartado,se pregunta:«¿puededecirsequela teleología,con su protofacticidad,tengasu fundamentoen Dios?»,y dafinalmentela siguienterespuesta:

«No puedoir más allá de mi ser fáctico y de la coexistenciacon otrosencelTadaintencionalmenteen él; o sea,no puedoir másallá de la reali-dad absoluta.El absolutotiene en simismo su fundamento,y en suser smnfundamentotiene su absolutanecesidadcomola de una“sustanciaabso-luita”. Su necesidadno es necesidaddeesenciaque dejeabierta una con-tingencia.Todaslas necesidadesde esenciason momentosde su faetum;son modos de su operaren relación consigo misma—modos suyos deentenderseasímisma o de poderentenderse—.»”

4. VÍA NO CONFESIONAL A DIOS

¿Cómoes entoncesqueel primer problemade la filosofía es el problemnade Dios? Y ¿cómoque la teleolología trascendentales “vía no confesionalaDios’’

En contrade mi antermorexcesivaafirmación de que la fenomenologíaloespera«todo»del futuro, ocurrequedel futuro estáexcluidoqueel perfeccio-namientoracionalllegue a consumarse.No llegaráel cumplimientoquedeten-ga la dinámicateleológicade la concienciay conviertael cursode desarrolloen estadoplenariode «reposo».Y no llegará,no por algunacontingenciainsu-perablede la condición monadológicahumana—las raícesdel mal, sussecue-las irreparables;la amenazade la muerte individual, «dormir sin sueño»delque sé que no despertaré,etc.—. Tampocoa causade desafíosfácticosal logosde la verdad,que multipliquen «las contradicciones»del mundoy perviertanlas decisionescolectivastm5.La protofacticidadno presenta,segúnHusserl,nin-guna fractura esencial que ella no puedaincorporar a su concrecióncomomomento inteligible —por más que la asunciónde esta tesis hayade apelarfinalmenteal «heroísmode la razón»—.A estaluz dc un futuro queseencuen-

()p~ ‘-it,, 386. Gómez-Romerohacetina ini.erpretaciónteístadcl concepiodes“suistanciaabso—lito-’’» dc estelexto. que, de acuerdocon lo- expumesto,carecede modajustificación. Viul, Husserly la<cts-o dc la razón, Madrid 1986, 188—189, 193 Cfr, Hart. op. ‘‘it, Otí, 13<).

ManuscritotranscritoII mmi 1<) pi 8 -—a¡,odDiemerPh/nro-udílusse,-/,Meisenheim1965 314—-~‘Unafil tm,stm,fía auií.óno-ma, co-roo lume la aristotélicay corot) siguesicodo una ex genema eterna, leganecesario-oleote a uoit teleologíay a unateologíafil osólico-, - - —como vía no coolesio-oal a Dios—,»

rl xis Ideasson máspolentesque los poderesfáclicos» (La (osis de la Humanidad eatopea 5

lo /,loso/ki, II,tm.tmscrliana VI. 335).

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tra indefinidamenteabiertoa la creacióny reelaboraciónde sentidoy excelen-cia, Dios es el polo ideal queunifica el procesoinfinito de crecimientoinfini-to; el polo que,en relacióncon el desarrollomultiforme, creciente,totalizador,poseeunaidentidadideal,definida, invariable.En completaoposicióna la teo-logia clásica,Dios «habita»el término del progressusin inñnitumdela teleo-logia intersubjetiva:es el término ideal de un progreso—no regressus— que hade carecerde término efectivo—de una«serie»sin fin—. Igual quela Ideade laadecuaciónintuitiva absolutaes irrealizablepor principio, no por defectodelpercipiente,y, sin embargo,ella orientay ordenala sucesiónen el tiempo deintuicionesy apareceresinadecuados—que de otro modono formaríansíntesismásy más perfectas—,así Dios unifica la sucesióny complicación,llenas desentido,de las múltiplesteleologías,sin quela Idea-Diospuedarealizarseen laculminación—inexistente—del procesoque guía, ni sustantivarsefuera de él.No cabriaconfusiónentreel estatutotrascendentalde Dios, quees Idea,y quecomotoda Idea remitea las multiplicidadesque la soportan,conel estatutodela intersubjetividad,que es ser, concreciónen movimiento perpetuohacialaIdea:

«Dios no es la mismatotalidadde lasmónadas.sino laentelequiaquehayen ella, comoIdea del telos de desarrolloinfinito. Telosde una“humani-dad” en la razónabsoluta,como idea rectora, necesariamente,del sermonádicoy que lo rige a partir de la libre decisión propia. Estadecisiónen tanto intersubjetivaes un procesoen necesariaampliación,sin el cual.y pesea las inevitablescaídas.el ser universalsimplementeno podríaser.»’”

Quizáfueraunaconjeturalegítimala de que,entretodocorrelatonoemáti-co, únicamentela Ideade Ideas,y quizábajo la denominaciónde Idea-Dios,sealza sobrela dependenciaestrictaqueliga todoobjeto o poío de sentidoa lasftíentesnoéticasdel sentido(y a la inversa).Ella se levantaríamínimamentesobrela clausurainternade la correlación intencional y eseinfinitésimo per-mitiría mentarlocomo«Absolutoen un nuevosentidosupramundano,sobrehu-mano, sohretrascendental-subjetivo»>’.Esto no siginifica, sin duda, que el~<Diosqueno es sino poío»2’ contengaunarealidaddistinta de o adicionala sucondiciónde correlatointersubjetivoe histórico de la totalidadde mónadas.Loque es unidad intersubjetivade sentidono admite,en fenomenologíatrascen-dental,ningún plus posiblede realidad. Perocl Logos y Telos absolutos,alregir sobretodadinámicade conciencia,aun siendotérmino y no vida de con-ciencia,«prestasentido»último a las vidas racionalesde concienciay a los

Z,o I5l4ó-ío,tí<’n onu-/iologi<- der lat<’,sut¡cii sud! III Anejo XLVI. ( L atoo la atenciónsobrecimuy pecuilíartíso del término«enteleqímia»que Husserlhace.)

liii! 4 pb1) 1 apod i)iemer313).K 1112 p. 06 tapadL3iemer p. 315).

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avataresdela Historia,comosi él mismojustificasey diesefe de la propiavidaracionalque lo constituye.

Las reflexionestardíasde Husserlponderanla proximidad conceptualdeesteDios-Idearacional de la Humanidad,no, desdeluego, a los planteamien-tos antropologizantesy en definitiva empíricosde la filosofía posthegeliana—Comte, Feuerbach—,tampocoal postuladode una razón prácticacircundadade finitud teórica,ni siquieraal fichteanoordenmoral del universo;no a pre-cursoresmodernos,sino al Dios de la metafísicaaristotélica:Motor inmóvil,único,quemueveel universoen calidadde fin; queno participade la realidadcambiante,peroquetampocola crea;queno estáseparadode ella por unafor-ma primitiva de eternidad,ni la acogeescatológicamente22.La diferencia conel Dios aristotélicosecifra, ciertamente,en queel cosmosjerárquicode sus-tancias,el cosmos«divino», ha sido enteramentesustituidopor el ordeninten-cional infinito, cosmosde la subjetividad,y «su voluntaddivina»’, Y en vir-tud de este desplazamiento,el Motor lnmnóvil del universo intencional nopuedeser inteligencia, pensamiento.concmenciaen unapalabra: puestendríasobresí la Ideanormativa común a la totalidad de las mónadas,y El mismoseríaunamónadacruzadadc propósitos.No se tratade pensamientodel pen-samiento.noésrvnoéíeos,sinode Idea de Ideas,de nóemanoématos—me atre-vo a sugerir—.

La teologíaracional husscrliana.la teleologíatrascendental,no tiene,enconsecuencia,los rasgosteístasquealgunosintérpretescreenencontraren ella(Strasser,GómezRomero<,ni ofrece«unatrascendenciaquefisure la consti-tución del Fenómeno»(Benoist)<. Ni siquieracabríahablarmás cautamente,con Alíes Bello, de que «la propuestateológicade Husserl no excluye ni latrascendenciade Dios ni el teísmo»~‘. Coincide estecorolario negativode miexposicióncon las conclusionesde Marion y de García-Baró.entreotros4t

Strasser.por ejemplo, se representala cuestión como un dilema entre

Alcíii=tmscíe iii meaciomí con tmtmcíti~o de la “vía no conlesio¡iaiva li/os, y de la ;tmbtmnuiaiiic ciiili—¡oc óo ul e térol i nos aristotélicos.~- i d. E III 4 p - 3 1 —apí.ídDi emer3 1 4—: «¿Perono II egaiiios así a lametafísicaaristotélica,es decir,al poioncomo la ideadi rectri~. que~ini mael cole-modesairollo del mo um rí—do. y uíue o- la ve, debeentendersecomo una Idea platónica?Bien que no setratarlo-propio-meniede

ar tina mcta ideal seg5 o e esquíemadel árbol como ini te final (leí desarrollo»-¡ Yo-y PIÑoo,nenologic dcr 1mtcrsubjckti’itñt III mi m, 22, 38 1

Vid. Siepho-nStrasser«Hisioi-y, telcologynod Cori i ti thc phi losophy of i-iuisseri«. en: .4nalcctaHossc,liona IX, y si) is (‘molícsprohleni i o (lcr Spátphi 1 osophle Rlro 110(1 Hosscrlss’. en: Phi 1 ostphiches ¡ahrbuích «7 1 1 9 8 / Gomcx Rorííeio- OIl. cii,

1oce1 y o Beni)i si ‘<Huí sserl au—delá de 1 ‘ontolhéologi e».en Lc.s Li o-des~‘Iiilos&í’li ~ 4 II 99 1Hussc,l, Sol u bk oía di Dm, Roma 1 985, 1 1 9..1 cao — Luí e M~irroo «A spckte der Reí i gion phánome0(11 ogie: Cro od, m fon zoo omml O lienbartíti g».

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entenderla Idea-Dioscomo «ficción heurística»,de alcancesóloregulativo,obien considerarla«una realidadúltima, realidadabsoluta»,y el argumentoenfavor dc lo segundosería que ~<loencontradocomopoío ideal quehacefrentea la subjetividadtrascendentalno puedeser inmanentea la subjetividad, nicoincidir con ella»’<. Parece,sin embargo,más quedudosoque,excepcional-menteen el casode Dios —en contrade todoslos usosfenomenológicospara-digmáticos—,Husserlpuedarecurrir al término ~<Idea»para hacerreferenciaauna realidad sustantiva,y que el asombrosopleonasmoal cubo que Husserlacuña: «la absolutaIdea poío ideal» puedaser—pongo por caso—el giro queremite«ala absolutaRealidad,sustanciareal»2».En verdadel centrode la cues-tión radicaen lossentidospluralesy peculiaresde inmanenciay trascendencia,que la fenomenologíatrascendentaldetermina,y que no se reconocenen losgiros oscurosdel pensarnatural(lo que«coincidecon la subjetividad»;lo quees realy externoa ella,etc.).

Perotodavíacabeobservarla cuestióndesdeun ánguloindirecto y revisarlaposiciónqueel fundadorde la fenomenologíaadopta,aquíy allá, en relaciónconel Dios de la fe, con las pretensionesde las religionespositivas,con el análisisdescriptivo—nóeticoy noemático,aunqueingenuo—de la concienciareligiosa.

La viva impresiónqueen Husserlproducela granobradeRudolfOtto, quelee apasionadamentecon Heideggery Oxneren 1919, no se traduce—hastadondeconocemos—en aportacionesde algunarelevanciaa la fenomenologíadela religión, o en fragmentosde filosofía de la religión quecuentecon losdatosde aquélla.En cambio,numerosasreferenciasde Husserlevocannítida y repe-tidamentelas líneas maestrasde la conceptuaciónfilosófica modernade lasrepresentacionesreligiosas,de Spinozay Leibniz a Kant o Hegel: la concien-ciareligiosano «sabe»de Dios nadaqueresulteúltimamentesignificativo parael pensamiento;la verdadde la religión, incluida la esperanzade salvación,laacoge,formula y reformulael saberfilosófico.

En textosde los primeros20, Husserl tantea,por ejemplo, la siguientedis-tinción: de un lado.«la religión comomito queprogresa,comounilateral aun-que auténtica intuición de ideales religiosos, envuelta en un horizonte debarruntos,y en cuyasinfinitudesel sujetono penetra,inclin-ándoseante lo noinvestigable»;del otro, «la religión como metafísicade la religión», quees «laconclusiónúltima de unacienciacomprensivauniversal»y es «normade todasimbólicaintuitivamentemítica y rectorade las configuracionesde la fantasíasimbólica»4’: sólo estasegundatraepropiamente—segúnel filósofo— salvacióna hombreslibres:

«La ciencia universal absolutaapuntaa una vida universal y en con-gruenciaabsolutaconsigomisma,a unavida que,connecesidad,quierey

»«}fistory, teleologyandGod in thephilosophyof Husserm»,326,

E 1114, p. 6<) ~apud Diemer 313—.

AuJX-átzeund Vonrdge1922-1937—Husserl/anaXXVII—. Anejo IV.

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debealcanzarla coherenciaen todas direcciones,Y cadayo singularimplicado en ella debebuscar la salvación,y estavida ha de guiarle aencontrarla salvaciónen la intelecciónde que todo en el mundoaspirayconspiraa la unidad,y todo hacereferenciaa la búsquedade salvación,yen quehallar la salvaciónes el logro de los hombreslibres y que el mun-do entero es, finalmente,una infinita “armonía”, un camino infinitode todos hacia la libertad, dentro del cual cadauno liene su función ygrado»,’’

Textos de los primeros30 se reafirmanen que la concienciareligiosaper-teneceal génerode las «intencionesinstintivas»,y es por ello «barrunto»con-fusode un ordenqueaguardadistinción y clarificación(racionales),anheloquela lucidezhade reinterpretary convertiren voluntad(deverdad);los conteni-dos del culto son, sin distinción. «imágenes»que encierranuna«simboliza-ción» de la quela filosofía puedehacersecargo32.La crisis(lelasC¡Cfletaseuro-

peas,en fin, defiendeque «la total actitud fenomenológicaestá llamada aprovocarunacompíctatrasformaciónpersonal,que,en un principio, pudieracompararsea unaconversiónreligiosa,pero que.por encimade ésta,significala mayor transformaciónexistencialqueesdadaa la humanidadcornohuma-nidad»”; el fundamentodetal valoraciónes que«la ingenuidad—con la quelosfilósofos no puedenconformarse—formapartede la religión positiva»’.

El Dios-Idea que coronael edificio teórico de la fenomenologíatrascen-dental como filosofía primera, recibiría, en suma,explicitación inadecuadasise hiciera referencia«ingenua»al Misterio tremendoy fascinante.Ni siquierade un mnododerivativopodría decirsedel poíoabsolutoquesea«lo totalmuenteotro».En cambio,otraspresentacionesdel Logos-Entelequiade la Humanidadno se ven obligadasa designarlocon el nombre«Dios», sino con otros nomn-bressemipropios,como «Ideade Europa»>.Dadoquela concienciareligiosay las religionespositivas,aun las que han elaboradoalgunateología,parecen

IbidFul 9p 30 —apudDiemer 101—102nota 128—: «Los instintosen el sentido habitual: los origí—

larios barruntos ‘instintivos’’, coire ellos la noticia originaria, ininituiti va, barruntiva.de Dios, quesumhyacea lodareligióndada,A esterespectohayque tenermuyen cuentalo siguiente:en la oraciónverdaderaníenleini/rna, en la aumténtica,el yo que ora no estádirigid<í haciafuera, sino haciadentio,Tod:ms las imágenesdel culto son imágenes.pues i íd tíso cuando umní, se representaa Dios como“P:mdre’’ real, mtmndano.con a estructurade un verdaderop:ídre, uno deia (le representarseo- m)iosconoí Dios. Cierto-meote es tío gr:mn proh]cni a,cuya resolumci do pertenecea la concluísido <fe la fi loso—fía, el comprenderqué suertedc simbolizaciónseproduceen los símbolosreí igiosiss.Todai no-gendeDios dirice la miradahaciafuer:í. mientrasla referenciaverdaderamenteacturala Dioses ini i ma.acti-tud iii Ii ma de la (rracido - 1 a dirección o teneion:il a una <mcta cxi ste encadainstinto in cito, que no

estácerradosobresí, pero cl instinto se nmcvecmx tío horizontevacio,que careceenteramentedc foí-oía.car-cntcde todaestructuraprefiguradade familiaridad.”

«Tal eslo quetieneen cottsuin la concienciareligiosacon cl instinto>’,La crisis de lascienciascuiropeas,&35.

(7Ir. la crisis de las cienciaseí,nípeas.&6.

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rechazartenazmenteque el sentidodel Misterio fascinantese deje explicitarpor enteromerceda la vinculaciónintencionaldeunidadesteleológicasde sen-tido en órdenesde concreciónmásy másverdaderos,unaprofundafisurasepa-ra finalmente la fenomenologíatrascendental,filosofía primera,del análisisfenomenológicode la concienciareligiosa,descripcióneidética.Mi exposiciónen modoalgunopermiteafrontarla,peromereceríaconsiderarsequéevidenciasalternativaspodríaaduciruna filosofía primera de lo absolutoque formulase,con valor deprincipio y con parejavocación de evidencia,la tesis: «Dios (almenosestoesseguro)no es un nóemano-independiente»76.

Miguel Garefa-Baro,¡Ensayossobrelo Absoluto,p. 5t).